Resumen Consecuencias de La Modernidad

 

 Resum  Res umen en Consec nsecue uen nci cias as de la Moder odern nidad idad (G (Gid idd den enss)  SEC  SE CCIÓ IÓN N I.  En la sección uno, Giddens esboza las principales características de las consecuencias de la modernidad a través de diez subtítulos: Introducción; discontinuid discontinuidades ades de la modernidad; seguridad y peligro; fiabilidad y riesgo; sociología y modernidad; Modernidad, tiempo y espacio; Desanclaje; Fiabilidad; La índole reflexiva de la modernidad; Modernidad o posmodernidad; Resumen: Resumen: Tres fuentes dominantes de la modernidad que en conjunto conforman los tres rasgos de las instituciones modernas: La separación entre tiempo y espacio, el desarrollo del mecanismo de desanclaje, y la apropiación reflexiva de conocimient conocimiento. o.

  En vez de estar entrando en un periodo de posmodernidad, posmodernidad, nos estamos trasladando a uno en que las consecuencias de la modernidad se están radicalizando y universalizando como nunca. 

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  Las instituciones sociales modernas son distintas en su forma a todos los tipos de orden tradicional.

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 Disscon  Di contin tinuida uidade dess de la mod oder ern nida idad  ¿Cómo podríamos reconocer las discontinuidades que distinguen a las instituciones sociales modernas de los órdenes sociales tradicionales? Aquí  entran en juego varias características. Una es el simple ritmo de cambio (celeridad) que la era de la modernidad pone en movimiento. La segunda discontinuidad es el ámbito del cambio. La interconexión que ha supuesto la supresión de barreras de comunicación entre las regiones del mundo, que ha permitido que las agitaciones de transformación transformación social estallen prácticamente en la totalidad de la superficie terrestre. La tercera característica atañe a la naturaleza intrínseca de las instituciones modernas.  Algunas formas sociales modernas, tales como el sistema político del Estado Nación o la dependencia generalizada de la producción a partir de fuentes inanimadas de energía y la completa mercantilización de los productos y del trabajo asalariado, simplemente no se dan en anteriores periodos históricos.

 Segu  Se gurridad idad y pel pelig igro ro,, fia iabi billida idad y rie iessgo 

La modernidad es un fenómeno de doble filo. El desarrollo de las instituciones sociales modernas y su expansión mundial han creado oportunidades enormemente mayores para que los seres humanos disfruten de una existencia más segura y recompensada que cualquier tipo de sistema premoderno. Pero, la modernidad tiene también un lado sombrío que se ha puesto de manifiesto en el presente siglo. El coste de oportunidad de la modernidad: fomento de fuerzas productivas: destrucción del medio ambiente, uso consolidado consolidado del poder político: totalitarismos, desarrollo del poder militar: industrialización de la guerra.

 

 La  L a ín índo dolle refl eflex exiv iva a de la mod oder erni nida dad  d   Todos los seres humanos se mantienen rutinariamente en contacto con fundamentos de lo que hacen, como elemento esencial del mismo hacer (Control reflexivo de la acción).La tradición es una manera de integrar el control reflexivo de la acción con la organización del tiempo y el espacio de la comunidad. comunida d. Para entender la tradición, distinguiéndola de otros modos de organización organizació n y experiencia, es necesario penetrar el tiempo-espacio en una manera que sólo se hace posible con el invento de la escritura. La escritura expande el nivel de distanciamiento entre el tiempo y el espacio y crea la perspectiva del pasado, presente y futuro, en la que la apropiación reflexiva del conocimiento puede poner de relieve dicha tradición. Sin embargo, en las civilizaciones premodernas, premodernas, la reflexión está todavía limitada a lla a reinterpretación reinterpreta ción y clarificación de la tradición, de tal manera que en la balanza del tiempo, la parte del pasado tiene mucho más peso que la del futuro. La rutina de la vida cotidiana permanece enlazada a la tradición en el viejo sentido. Con el advenimiento de la modernidad, la reflexión toma un carácter diferente. La rutina de la vida cotidiana no tiene ninguna conexión intrínse intrínseca ca con el pasado. La reflexión de la vida social moderna consiste en el hecho de que las prácticas sociales son examinadas constantemente y reformadas a la luz de nueva información sobre esas mismas prácticas, que de esa manera alteran su carácter constituyente. constituyente. Todas las formas de vida social están en parte constituidas por el conocimiento que los actores poseen sobre las mismas. Sólo en la era de la modernidad se radicaliza la revisión de la convención para aplicarla a todos los aspectos de la vida v ida humana, incluyendo la intervención tecnológica en el mundo material. Nos encontramos encontramos en un mundo totalmente constituido a través del conocimiento aplicado reflexivamente, pero en donde al mismo tiempo nunca podemos estar seguros de que no será revisado algún elemento dado de ese conocimiento. La modernidad es en sí misma profunda e intrínsecamente sociológica. El aumento de nuestra comprensión del mundo social podría producir una progresiva y más clara comprensión de las instituciones sociales sociales y de esta forma, incrementar incrementar el control tecnológico sobre las mismas, si fuera bien que la vida social estuviera completamente separada separada del conocimiento conocimiento que se tiene sobre la misma, bien que ese conocimiento conocimiento pudiera filtrarse continuamente continuamente en las razones para la acción social produciendo un paulatino aumento de racionalidad en la conducta humana, en lo que respecta a necesidades específicas. específic as. Las dos circunstancias circunstancias se quedan bien lejos del impacto totalizador en que insiste el pensamiento heredado por la ilustración. Y esto es debido a la influencia de cuatro conjuntos de factores: uno es el poder diferencial: la apropiación del conocimiento conocimiento no se da en forma homogénea sino que frecuentemente frecuentem ente es aprovechable diferencialmente por quienes están en posiciones de poder, que pueden colocarlo al servicio de intereses parciales. La segunda influencia hace referencia al papel que desempeñan los valores. Los cambios en el orden de valores no son independientes de las innovaciones innovaciones en la orientación cognitiva creada por las cambiantes perspectivas sobre el mundo social. El tercer factor es el impacto de consecuencias no previstas. La cuarta influencia que el conocimiento de ese mundo contribuye aque su atañe carácter cambiantees e inestable. La índole reflexiva de la modernidad

 

directamente a la incesante producción de autoconocimiento sistemático, no estabiliza la relación entre el conocimiento conocimiento destinado a las acciones profanas 

Esther Díaz.

Posmodernidad.

Buenos Aires, Editorial Alfa,

2008  En estos tiempos que corren ya se ha vuelto común el término "posmodernidad" "posmode rnidad" en nuestras discusiones académicas y estantes de librerías. Lo encontramos en un sin fin de trabajos y discursos que buscan describir el estado actual del desarrollo occidental. Pero a pesar de su popularizació popularización n en las reflexiones filosóficas, sociales y estéticas; pocos son los conceptos que generan tanta polémica y confusión debido debido a su falta de definición concisa (a veces considerada inherente a su condición). El presente trabajo, de la argentina doctorada en filosofía Esther Díaz, es un recopilado de numerosos artículos y ensayos suyos que buscan dar en su conjunto una visión amplia y manejable de los elementos protagonista de debate que gravitan en torno a este ambiguo terreno académico, que son esenciales para cualquier persona que pretenda el tema.laEldiscusión texto logra exponer la amplia gama de autores y actores que tratar protagonizan y que representan la actual condición posmoderna. posmodern a. El extenso "índice de nombres" que está al final del libro, entre los cuales hay desde filósofos hasta fotógrafos fotógrafos,, nos demuestra la imagen tan completa que nos proporciona, que no sólo profundiza en los principales cambios estructurales estructurales de la condición social sino que también ejemplifica como éstos se manifiestan en todos los ámbitos de expresión cultural contemporánea. contemporá nea. La intención parece ser la de ubicar al lector en el contexto actual, otorgándole otorgándole el cuerpo y la profundidad necesaria al debate que le permita superar la mera descripción del fenómeno. Como todo trabajo que trate el tema, este comienza tratando de dar claridad a lo que entendemos como "posmodernidad". Tomando en cuenta la polémica que surge tan solo de la categorización semántica del fenómeno, la autora busca enfatizar en que se está viviendo en una "época histórica diferente a la moderna" y que lo que importa es reconocer esta diferencia y no tanto como se le vaya a llamar. Algunos le dicen modernidad tardía, modernidad modernidad liquida o capitalismo tardío, aunque difiera difiera el título pocos pueden negar que se está presenciando presencian do una ruptura a cierto nivel, con los valores principales y hegemónicos que definen tradicionalmente el desarrollo de occidente. Ante esta primera afirmación, se puede argumentar que aunque la autora enfatice en el carácter innegable del cambio y que esta nueva época no puede ser rechazada por la voluntad de ninguna persona ni grupo ya que sólo responde al accionar de diferentes prácticas sociales, si es importante cuestionar cómo se define y se percibe el fenómeno, y el alcance y amplitud que tiene esas "nuevas prácticas sociales" sociales" para la l a totalidad de la población mundial. Simplemente definir a la posmodernidad como un "cambio de época" le otorga unas connotaciones específicas de su posición dentro del contexto histórico y

 

sus fronteras con el mundo moderno. Para la autora la presencia de este último solo puede ser comparada con el brillo que todavía emana una estrella muerta, lo cual puede ser fuertemente debatido por las posturas que afirman que el fenómeno de la posmodernidad es en realidad vivido por pocos y que sólo corresponde a realidades sociales que han desarrollado un nivel de producción producció n y sensibilidad cultural específica. Resulta interesante que la autora no haya aprovechado la oportunidad para discutir sobre las implicaciones específicas de la condición posmoderna en la realidad de América Latina y específicas sobre el debate en torno a quienes cuestionan la totalidad del fenómeno especialmente especialm ente en una región en la que todavía subsisten dentro y fuera de las ciudades "bolsones de premodernidad". También hubiese sido interesante debatir el fenómeno en torno al resurgimient resurgimiento o de valores plenamente modernos como nacionalidad y Estado, atados a los nuevos procesos políticos que se alzan en el continente contra el avance de la globalización. En la tarea de entender a la condición moderna moderna (para así definir la ruptura que representa la posmodernidad) posmodernidad) la autora dedica los primeros capítulos a exponer los valores fundamentales que impulsa este proyecto de sociedad y como éstos actualmente se encuentran en crisis en los principales ámbitos de expresión de la vida humana (el arte, la moralidad y la ciencia). Desde mediados de siglo XIX y en gran parte del siglo XX, en se principios dio el fortalecimien fortalecimiento to en estos ámbitos de aspiraciones totalizantes basadas de verdad, deber y belleza, todas en vista de continuar el proceso de la ilustración al advenimiento advenimien to de la "utopía", al "no lugar" en el que los sujetos serán razonables,, justos y estéticos. Este movimiento social humano se venía razonables llevando a cabo como un proceso emancipatorio en búsqueda de maximizar las potencialidades humanas en un progreso ascendente hacia la verdad pura, que libraría al humano de las ataduras que la falsa conciencia había creado. Lo que la autora expone es que esta capacidad emancipadora de la modernidad sobre el dogmatismo y la ideología, se vuelve estéril cuando esta no logra hacer lo mismo sobre los dogmas que ella misma genera y establece como hegemónicos. hegemóni cos. Es imposible negar la capacidad productiva y expansiva que ha tenido este modelo para el desarrollo de la humanidad en este último siglo, pero se puede perderlas delibertades vista las limitaciones cualquier linealtampoco de progreso tiene sobre de creación que humana. Es proceso importante reflexionar reflexionar sobre los efectos que tiene la consolidación de un proyecto de sociedad basado en metarrelatos de representación sobre una realidad social compleja que cada vez resulta más heterogénea y fragmentada con el pasar del tiempo y el desarrollo de nuevas tecnologías y globalización. La totalidad en la que se basa el proyecto de modernidad crea una concepción líneal y unilateral de los l os valores y formas de vivir la vida que se terminan explicitando en modelos corrompidos y autoritarios de poder. La autora afirma como "el nazismo, la invasión húngara o el proceso militar argentino, entre otros, se presentaría como un rotunda negación al pretendido progreso racional de la humanidad" (p. 24). También se critica al desarrollo de la ciencia por perder de vista sus principios de universalismo desinteresado en búsqueda de la verdad, por la implementación de un modelo capitalismo académico basado en la lógica mercantil. Ante estas críticas, muchos defensores de la

 

modernidad podrían argumentar que estos ejemplos sólo demuestran casos de corrupción de los ideales puros del progreso y que solo indican como todavía hace falta un mayor dominio de la razón para llegar al estado utópico proscrito por este proceso social. Por lo que sería mucho más efectivo una crítica a la modernidad desde sus elementos filosóficos constitutivos de base en los que quedaría descubierto que estas atrocidades del siglo XX no son producto de una negación del progreso racional, sino más bien el resultado más explícito de la afirmación de una organización social basado en lo racional. Bauman hace exactamente esto en su textoModernidad textoModernidad y holocausto en el cual argumenta que la matanza sistematizada del Auschwitz es el resultado explícito del desarrollo del pensamiento racional producto de la modernidad. Estas atrocidades no serían vistas entonces como paréntesis en el flujo progresivo de la modernidad, sino muestras explícitas de sus valores llevados al extremo. Los próximos capítulos se adentran con mayor profundidad en los principales debates referido a las implicaciones que ha tenido la concepción moderna sobre los más básicos aspectos de la vida humana y como estas han entrado en crisis y buscan una alternativa simbólica y filosófica en los avances posmodernos. En el desarrollo teórico de la posética, posfilosofía y la posexualidad,, vemos como principios constitutivos de la acción humana como posexualidad las pulsaciones, representatividad el deseo sonundefinidas específicamente en función de loslaprincipios modernosy que buscan ordenamiento de la vida social humana y como estos eventualmente se traducen en las formas específicas de pensamiento, interacción y producción en la sociedad. Es importante destacar en estos capítulos, que este libro no es un manual de estudio sobre un tema teórico específico, que busca exponer informaci información ón desde una postura neutral. Hay una intencionalidad de fondo en explicitar estos debates y es hacer visible las contradicciones de gran parte de los conceptos filosóficos abogados por la modernid modernidad ad que están arraigados históricamente en relaciones de dominación específicos. El valor de la posmodernidad para esta autora, como ha dicho en una entrevista recientemente, recientemente, es que sirve para ver cómo se han construido estos determinados conceptos, que no son "mariposas que van por el aire: surgen del poder y de prácticas reales y, si hay poder suficiente para hacerlo, se El convierten en ideologías, paradigmas científicos y en gustos estéticos"[1]. valor emancipador de laen posmodernidad proviene de la capacidad de destituir la concepción teleológica de la historia para así  poner en duda las contradicciones que presentan y para dar una imagen de futuro con un mayor rango de libertad y apropiación humana espontánea (como en algún momento lo representó la modernidad ante el mundo antiguo). Resulta sumamente interesante ver como concepciones académicas modernas, como el psicoanálisis, logran tener una fuerte influencia sobre el ordenamien ordenamiento to social del deseo y las pulsaciones animales. Esto condiciona nuestra concepción sobre la determinación mutua entre individuo y sociedad la cual eventualmente repercute sobre las relaciones humanas y sociales del amor y la sexualidad. El momento de transición o de ruptura que actualmente se vive, crea un momento enmomento donde se social desenfrena de creatividadcontradictorio humana en un que nonuevas parecenecesidades estar totalmente a la

 

par con sus exigencias. Es un momento en donde los mecanismos tradicionales de control y autoridad pierden legitimidad, creando la necesidad de reconfigurar las fuentes de valor de la vida humana. El caos no necesariamente significa muerte, del caos puede surgir un nuevo orden. De la fragmentación de la acción colectiva social, surgen nuevos mecanismos mecanismos de solidaridad basados en la búsqueda de nuevas utopías. Con la crisis de la verdad, la ética y el orden es necesario replantearse los principios fundamentales considerados primordiales para la vida social humana y ver como se reconfiguran reconfiguran éstos para el futuro que nos toca. La autora nos expone que estos procesos sociales y tecnológicos que traen consigo el cambio posmoderno ya no puede ser echados a atrás (las discusiones filosóficas, filosóficas, el avance de los medios, la globalización) por lo que es importante reconocer reconocer las diferencias con el ayer de manera compleja, para concebir la realidad en un proyecto pluralista y heterogéneo de desarrollo. Lo que propone la autora es cambiar de estrategia, ya que quedarse con la misma estrategia, con las mismas ideologías, con los mismos valores impuestos por los valores imputados por el poder es reducir la vida humana a la domesticación.