Resolución de Problemas Éticos Desde Los 5 Pasos de Knapp y VandeCreek

Resolución de problemas éticos desde los 5 pasos de Knapp y VandeCreek

La prim era etapa es identificar el pro blem a:  Aquí en nuestro caso del pequeño Ashya o más bien el problema que presenta la familia al acudir a la consulta del psicólogo podemos imaginar que recae en la angustia, los duros momentos de cómo afrontar una enfermedad tan grave en su hijo y la dura decisión de elegir entre un tratamiento típico (quimioterapia convencional y/o radioterapia) o la terapia por protones que se practica en Praga. Sí realizan esta segunda opción se enfrentan a la no cooperación del equipo médico de Reino Unido y a incurrir en las leyes del país sacando al pequeño del hospital y acudiendo a España donde quieren vender sus propiedades para poder ir a Praga y así poder pagar el costoso tratamiento, no tan invasivo a través de protones. Por ello el psicólogo se enfrenta a un dilema considerable; obviamente no puede ni debe tomar decisiones por los padres (principio de autonomía) sino que en todo caso deberá aportarles apoyo psicológico para superar esta situación de la mejor forma posible y sin causar ningún daño (principio de no maleficencia) a los familiares. Es obvio que los padres le preguntarán ¿qué hacemos? Pero dicho profesional no puede tomar ni volcarse ante una opción y la otra. Es cierto que nuestro profesional tiene unos principios morales que le hacen ser algo vulnerable ante esta situación y cree fehacientemente que la mejor opción es aplicar el tratamiento de protones y teme poder involucrarse en esta difícil decisión de los progenitores.

La segu nd a etapa etapa es plantearse alternati a lternativas vas al prob lema:  En esta segunda etapa nuestro psicólogo deberá plantearse alternativas que en un primer momento no ha barajado. Su gran implicación y sentimiento de “lastima” o de sentirse con posicionamientos cercanos a la decisión que quieren tomar los padres y puesto que no ha tratado un caso semejante, le hace difícil ser objetivo. Por tanto sería oportuna la ayuda de un “colega  de profesión” profesión”, que nuestro profesional consulte a otro que este especializado quizás en temas análogos al que se ocupa nuestro el nuestro para aportarle un punto de vista distinto o hacerle sentir o ver que no es extraño que sienta que se está involucrando demasiado o que puede no ser objetivo, incluso sentir no poder respetar el principio de autonomía y el de no maleficencia. Este segundo psicólogo le dirá que lo que le ocurre es totalmente normal y le ofrecerá otro punto de vista desde el exterior al problema. Es decir mucho más objetivo indicándole que intente no involucrarse emocionalmente y se centre en la terapia de soporte psicológico a la familia y de explicarles que es una decisión que deben tomar de forma analítica sin ser impulsivos o dejados llevar por la ansiedad, el pánico etc.

La tercera etapa con siste en valorar la info rmación disp on ible y : analizar analizar las las op cion es de so lución  Hasta este el psicólogo ha recapitulado toda serie de información (tanto de forma objetiva, sobre los pros y contras de un tratamiento u otro, sobre el estado psíquico de los padres,etc). Con toda esta información encima de la mesa el psicólogo quizás de un vuelco a la terapia y objetivamente analice las opciones de solución ante la problemática que presentan unos padres que vienen muy alterados y reintegre todo ello en una nueva orientación terapéutica que englobe todos los pequeños dilemas a los que se enfrentaba. Tras tener en su poder toda la información incluso test psicológicos que atestiguan que los padres están en perfectas condiciones mentales para una toma de decisión, es decir no

padecen ninguna psicopatología o trastorno mental que les limite a dilucidar en condiciones, ahora es el momento de la fase 4, Actuar.

La cu arta etapa con siste en actuar:  Ahora es uno de los momentos que a priori parece más sencillo; es decir vamos a llevar a cabo la terapia con las valoraciones obtenidas, la perspectiva de un psicólogo que lo ha examinado desde el exterior del problema o problemas, etc. No obstante y tras llevar unas cuantas sesiones con la familia explicándoles las consecuencias legales y a nivel médico que supone una decisión u otra, nuestro psicólogo sólo se limitará a aliviar la sintomatología (depresiva, ansioso depresiva o de ataques de pánico) que les impediría actuar asumiendo ellos mismos las consecuencias. Durante las sesiones centradas en tratar la sintomatología y suponiendo que como profesional ya no se ve competente con sus capacidades para seguir adelante, nuestro psicólogo va a decidir derivarles a un compañero que no estará o no se verá emocionalmente tan inmerso en una historia que ha conmovido al propio terapeuta y que ha llevado de la mejor forma posible: Tratando a la familia y sus sintomatología. No se ve capaz de informar a los padres de qué decisión es mejor ya que no puede hacerlo y al no poderse enfrentar por toda la parte emocional es cuando deriva el caso a un compañero de profesión el cual ya en el estado que ha avanzado la terapia les volverá a exponer toda la información medico-legal del caso y les informará que la decisión la tienen ellos ya que ahora están realmente serenos y su sintomatología ha disminuido lo suficiente, y en conocimiento de todo para hacerlo.

La qu inta etapa con siste en reevaluar el proc eso de solu ción de problemas:  Es en esta última etapa donde el psicólogo hará una reflexión y reevaluará el proceso y si todas las decisiones tomadas han cumplido con el código ético o deontológico.  Aquí quizás esta reevaluación llevará a pensar a nuestro profesional que finalmente y en la última etapa se ha dado cuenta de que sus capacidades no estaban al 100% y el caso le había superado. Ha cumplido por ejemplo con el Articulo 18 del COPC ya que finalmente respeta las decisiones

que puedan tomar los padres, derivando este último proceso a otro profesional. También con el Articulo 17 del COPC ya que sus ideologías personales no le permitían hacer un buen uso de la terapia y finalmente opto por la derivación a otro compañero. En el único en el que nuestro supuesto psicólogo habría incurrido en cierta manera es en el Articulo 12 del COPC.  Digo ciertamente porque en cuanto vio que no se veía capacitado para abordar un tema que le sobrepasaba emocionalmente consultó con un “colega” de profesión, pero quizás desde el primer instante en el que se sintió afectado emocionalmente debería haberlo hecho. No obstante lo sigue respetando ya que al final de la terapia deja en manos de otro especialista el proceso de no poder resolver nadie ese dilema sino los propios padres del niño. Por ultimo nuestro psicólogo podría considerar que el Articulo 31 del COPC  apunta a no mantener falsas expectativas que él no pueda después cumplir. En ningún momento les ha dicho: os voy a dar la respuesta o elección correcta, pero tampoco se enfrentó a ello desde el primer momento y esos padres seguían confiando en una respuesta a su dilema. En cierta parte alimento hasta el último momento el anhelo de los progenitores a que nuestro psicólogo les diese su opinión o respuesta.