Reflexiones Escritas

August 23, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Cuentos:  El bordado de Dios  Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le  preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando. Siendo yo  pequeño, observaba el trabajo de mi mamá desde abajo, por eso siempre me quejaba diciéndole que solo veía hilos feos. Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: “Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba”.  arriba”.   Me preguntaba por por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros oscuros y porqué me me parecían tan desordenados desordenados desde donde donde yo estaba. Más tarde escuchaba la voz de mamá diciéndome: “Hijo, ven y siéntate en mi regazo.”   Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello b ello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo solo veía hilos enredados. Entonces mi mamá me decía: “Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora Ahora míralo desde mi mi posición, que bello. ”  ”  Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho: “Padre, ¿qué estás haciendo?”.   Él responde: “Estoy bordando tu vida.” Entonces yo le replicó: “Pero se ve tan haciendo?”. confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes?” El Padre parecía decirme: “Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en Mi  Mi   y un día te traeré al cielo y te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás…” ent enderás…”   Las tres puertas  Un joven discípulo dijo a un u n sabio filósofo: –  filósofo: –  Maestro,  Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.  –   Espera, le interrumpió el filósofo. ¿Ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?  –  ¿Qué  ¿Qué tres puertas?  –  Sí,  Sí, la primera es la verdad ¿Estás seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?  –  No,  No, lo oí comentar a unos vecinos.  –  Al  Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?  –  No,  No, al contrario.  –  Y  Y la última puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?  –  No,  No, no es necesario.  –  Entonces dijo el sabio sonriendo: “Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo para siempre”  siempre”  La vida que sostienes está en tus manos   Un grupo de chicos conocían a un hombre sabio de su pueblo y urdieron un plan para

 

engañarle. Atraparían a un pájaro vivo e irían a visitar al hombre sabio. Uno de ellos sostendría el pájaro detrás de la espalda y le preguntaría: “Hombre sabio, ¿ el pájaro está vivo o muerto?”.  muerto?”.  Si el hombre sabio respondía que estaba vivo, el chico aplastaría rápidamente al pájaro y diría: “No, está muerto”. Si el hombre sabio decía: “El pájaro está muerto”, el chico le  le   enseñaría el pájaro con vida. Los chicos consiguieron que el hombre sabio los recibiera, el que sostenía al pájaro le  preguntó: “Hombre “Hombre sabio, ¿el pájaro pájaro está vivo o muerto?” muerto?”   El hombre sabio permaneció en silencio durante unos instantes. Después se agachó hasta que quedó a la misma altura que el chico chico y le dijo: “La vida que sostienes está en tus manos”.  manos”. 

El Obstáculo en el Camino  Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra. Algunos pasaron simplemente dando una vuelta. Muchos culparon al rey por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para sacar la piedra del camino. Un campesino, que pasaba por allí con una carga de verduras, la vio. Al aproximarse a ella,  puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después Después de empujar empujar y fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, vio una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca. La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el oro era la recompensa para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad.

Compartiendo la luz  Hu-Song, filósofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia: “… Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no  podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia tea y así compartiend compartiendoo la llama con todos la caverna se iluminó”.  iluminó”.  Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song: ¿Qué nos enseña, maestro, este relato? Y Hu-Song contestó: Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer.

 

El sembrador de dátiles  En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras. Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena. -Que tal anciano? La paz sea contigo.  –  Contigo  Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea. -¿Qué haces aqui, con esta temperatura, y esa pala en las manos? -Siembro -contestó el viejo. -Qué siembras aqui, Eliahu? -Dátiles -respondió Eliahu mientras mientras señalaba a su alrededor el palmar. -¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez. -El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a  beber una copa de licor. licor.  –  No,  No, debo terminar terminar la siembra. Luego Luego si quieres, quieres, beberemos…  beberemos…  -Dime, amigo: ¿cuántos años tienes? - No  No sé… sesenta, sesenta, setenta, ochenta, ochenta, no sé.. lo he olvidado… pero pero eso, ¿qué importa? importa?   -Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser  palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo. -Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros ot ros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto… y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea. -Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste –  diste –  y  y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero. -Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tú me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

El proceso de la búsqueda  Al final del campo donde vivía Hu-Song había un barranco. Para pasar al otro lado, en el que había un hermoso prado y una fuente de aguas claras, la gente debía bajar trabajosamente para subir luego una pendiente muy empinada. Todos los días Hu-Song tomaba unos guijarros y los lanzaba al fondo del barranco. -¿Para qué haces eso, maestro? -le preguntó uno de sus discípulos-. Y respondió Hu-Song: -Es mi aporte para reducir reducir el abismo que nos separa de lo que deseamos. deseamos. Si todos hacemos hacemos

 

mismo, si nuestros lo mismo, nuestros hijos hijos y nietos también también lo hacen, alguna vez el barranco barranco quedará cubierto y los hombres podrán disfrutar sin fatigas de lo que ahora nosotros debemos sufrir sufrir  para gozar. Mis guijarros son pequeños ya ya que no puedo cargar carga r los grandes, pero gracias a ellos la fuente y el prado están cada día más cerca”.  cerca”. 

Posición de responsabil responsabilidad idad  Cuando el enorme bosque comenzó a incendiarse, cada animal asustado, se lanzó a correr… correr…   La mayor parte dejó las llamas atrás y cruzó a la otra orilla del río, salvando su vida. Desde allí veían como todo desaparecía bajo el fuego… fuego…   De pronto uno de ellos vio que un pequeño picaflor hacía algo extraño. Con su pequeño pico tomaba agua del río, volaba hasta el incendio y dejaba caer gotitas de agua sobre las llamas. Los animales, al verlo comenzaron a reírse; y le preguntaron si no se sentía ridículo haciendo eso…   eso… El picaflor los miró y les contestó: yo, simplemente, estoy haciendo mi parte. Al entender su actitud cada animal comenzó a juntar agua del río y llevarla de alguna manera hacia el incendio hasta apagarlo.

Proacción  Hay un viejo cuento con cuatro personajes: TODOS, ALGUIEN, CUALQUIERA y  NADIE. Ocurre que había que terminar un trabajo muy importante para el día siguiente TODOS sabían que ALGUIEN lo haría. CUALQUIERA CUALQUIE RA podría haberlo hecho, pero en realidad NADIE lo hizo. ALGUIEN se enojó cuando se enteró de lo sucedido, porque le hubiera correspondido hacerlo a TODOS. El resultado fue que TODOS creía que lo haría CUALQUIERA y NADIE se dio cuenta de que ALGUIEN no lo haría. ¿Quieren saber cómo termina esta historia? ALGUIEN reprochó a TODOS porque en realidad NADIE hizo lo que hubiera podido hacer CUALQUIERA.

Elecciones  Jerry era el tipo de persona que uno no puede dejar de amar. Siempre estaba de buen humor y tenía algo positivo para decir. Era un motivador natural: Si alguien tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle como ver el lado positivo de la situación.

 

así que un día lo fui a buscar Su estilo realmente me causo curiosidad, así buscar y le pregunte: “Como es posible ser una persona positiva todo el tiempo… ¿cómo lo haces?”  haces?”  Y el respondió: Cada vez que sucede algo malo, me digo a mi mismo: Jerry tienes dos opciones: puedes escoger entre ser una víctima o aprender de eso; elijo aprender. Cada vez que alguien se queja, puedo aceptar su queja o puedo ensenarle el lado positivo de lo que trae; elijo buscar el lado positivo”  positivo”  Varios años más tarde, me entere que Jerry había sido baleado en un asalto. Me encontré con él seis meses después del accidente y cuando le pregunte como estaba, me respondió: mejor imposible. Le pregunte que paso por su mente cuando se encontró baleado y tirado en el piso. Contesto: “Lo primero que pensé es que podía elegir: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí   vivir y cuando los médicos me llevaban llevaban en la ambulancia y vi las expresiones en sus caras, caras, realmente me asuste… podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía comunicarles mi elección…”  elección…”  “¿Qué hiciste?” pregunte.  pregunte.  “Bueno… mientras uno de de los médicos me preguntaba si era alérgico a algo yo le dije: si, a quedarme sin la posibilidad de elegir. En este momento estoy escogiendo vivir… trátenme como si tuviera esa probabilidad”  probabilidad” 

Puntos de vista  Un relato de origen chino describe la vida de un campesino que era considerado muy  próspero porque porque era dueño de un un caballo que utilizaba utilizaba para arar la tierra y trasladarse. trasladarse. Un día un rayo rompió la entrada del corral y el animal se escapó. Los vecinos al enterarse fueron a verle apenados por la pérdida pérdida diciéndole: “qué mala suerte ha tenido vecino, de no ser por esta tormenta no habría perdido su único caballo”. El campesino simplemente dijo: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”.  vista”.   Unos pocos días después, el animal volvió acompañado de dos caballos salvajes de las montañas. Todos los vecinos se regocijaron por su buena fortuna y fueron a felicitarlo por su buena suerte. El campesino solo dijo: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”   vista” Al día siguiente, el hijo del campesino trató de montar a uno de los caballos salvajes; el animal lo tiró y el joven se quebró una pierna. Debió ser entablillado y se le l e indicó guardar cama por un par de meses. Naturalmente todos los vecinos ofrecieron su consuelo por la mala fortuna. Y el campesino nuevamente dijo: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”  vista”   Una semana más tarde, los oficiales de reclutamiento llegaron al lugar para alistar a los  jóvenes para el ejército ya que se había desatado una guerra en las fronteras de la China. Ellos rechazaron al hijo del campesino porque tenía la pierna fracturada. Cuando los vecinos

 

le dijeron lo afortunado que era porque su hijo no había sido alistado, el campesino contestó: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”  vista”  

Declaraciones  Extenuado, el caminante se desplomó a la sombra de un árbol. “Necesito agua”, pensó. Este debe ser un lugar donde el agua abunda, pensaba mientras imaginaba con todo detalle el agua recorriendo su garganta reseca. Abrió los ojos y vio que, en efecto, muy cerca había un estanque de agua clara. Bebió hasta saciarse y siguió con sus fantasías: ” Un poco de pan, un jergón donde descansar mis huesos molidos, un abrigo para el frío de la noche…” Uno a uno los pensamientos de su mente se concretaban.  concretaban.  Ya adormecido pensó: “No puede ser que todo esto bueno me esté ocurriendo a mí, debe ser cosa del demonio”. Por cierto el demonio también apareció y le dio muerte al peregrino. Si en lugar de pensar eso hubiera pensado: “Debo merecer toda esta abundancia y  y   estoy agradecido por haberla recibido, hoy estaría vivo.

Cuento Árabe sobre la Amistad  A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un anciano que se encuentra descansando: -¿Qué clase de personas viven aquí? El anciano le pregunta: -¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes? -“Un -“Un montón de gente egoísta y mal intencionada- replico el joven-estoy encantado de haberme ido de allí. A lo cual el anciano anciano comento: Lo mismo mismo habrás de encontrar encontrar aquí. Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano pregunto: –  pregunto:  –  ¿Qué clase de personas viven en este lugar? El viejo respondió con la misma pregunta: “¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes? “Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, amigable s, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado. “Lo mismo encontraras aquí”, respondió el anciano.  anciano.   Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le pregunto al viejo: ¿Cómo es  posible dar dos dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta? pregunta? A lo cual el viejo contesto: contesto: “Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón. Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Solo tienes poder sobre la actitud mental y tus creencias y ellas son las que generan tu espacio de acción. Los pensamientos crean la realidad en que vivimos. La increíble Historia de la Milla  Durante miles de años, la gente sostuvo la creencia de que era imposible para un ser humano, recorrer una milla de distancia en menos de cuatro minutos. En 1954, sin embargo, Roger Bannister rompió esta imponente barrera. Se dispuso a conseguir lo imposible, no solo mediante una excelente preparación física, sino también mediante la creación de referencias

 

mentales que lo apoyaran en la creencia de que esto era posible. Nadie había sido capaz de hacerlo en toda la historia de la raza humana, pero un año después que Roger rompiera esa  barrera, ya lo habían habían conseguido conseguido treinta y siete competidores. competidores. Esta experiencia les proporcionó referencias lo bastante fuertes como para crear la sensación de certidumbre (creencia) de que ellos podían “hacer lo imposible”. Un año más tarde ya eran trescientos los corredores que pudieron hacer lo mismo.

Los tres árboles  Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas. El primero dijo:- “Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras  preciosas. Estaré Estaré decorado con con labrados artísticos artísticos y tallados tallados finos; todos todos verán mi mi belleza”.  belleza”.  El segundo árbol dijo:  –   “Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré a los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mí fortaleza, destreza sobre las aguas y mi poderoso casco”.  casco”.  Finalmente Fi nalmente el tercer árbol dijo: “Yo quiero crecer para ser el más recto y grande de todos los árboles en el bosque. La gente me verá en la cima de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los cielos, y en cuán cerca estoy de alcanzarlo. Seré el más grande árbol de todos los tiempos y la gente siempre me recordará.”  recordará.”  Después de unos años de que los árboles oraran para que sus sueños se convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde ellos estaban. Cuando uno vio al primer árbol dijo: –  dijo: –  “Este parece un árbol fuerte, creo que podré vender su madera a un carpintero”, y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros. El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol: –  árbol: –  “Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto”. El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una poderosa embarcación. El último leñador se acercó al tercer árbol; éste estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad. El leñador dijo entonces:  –   “No necesito que el árbol que corte tenga alguna característica especial, así que tomaré este”. Y cortó al tercer árbol.  árbol.  Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales, y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se sintió muy mal pues eso no era  por lo que tanto había orado. El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña  balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes había llegado a su final. El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la oscuridad de una bodega. Años más tarde, los árboles olvidaron sus sueños y esperanzas por las que tanto habían orado. Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al pesebre. Ella dio a luz un niño, y

 

lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebe, pero esta cumplía su labor y  protegió al bebé. El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la historia. Años más tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte  para salvar a los hombres. Los Los hombres despertaron despertaron al que dormía, este este se levantó y dijo: dijo: –   –   “¡Calma! ¡Quédate quieto!”, y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento El segundo árbol se dio cuenta de que llevaba al Rey de reyes y Señor de señores navegando sobre él. Finalmente, un tiempo después alguien vino y tomó al tercer árbol convertido en tablas. Fue llevado un viernes por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba. Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir crucificado allí. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se dio cuenta de que él fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en él. Cuando parece que las cosas no van de acuerdo a tus planes, debes saber que siempre Dios tiene un plan para ti. Si pones tu confianza en él, te dará grandes regalos a su tiempo. Recuerda que cada árbol obtuvo lo que pidió, sólo que no en la forma en que pensaban. No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, sólo sabemos que sus caminos no son nuestros caminos pero… siempre son los mejores.  mejores. 

El saco de plumas  Cuentan que una vez hubo un hombre, que roído por la envidia ante los éxitos de su amigo, le calumnió grandemente. Tiempo después se arrepintió de la ruina que había ocasionado a su amigo con sus calumnias, y fue a confesarse. Ya una vez en el confesionario y después de haber confesado su pecado, -pecado grave contra el séptimo Mandamiento, como le dijo el confesor, pues Usted le ha robado a su amigo, el valor más grande que una persona tiene ante la Sociedad, como son su dignidad, su reputación, su derecho a la buena fama, y contra el octavo Mandamiento, pues lo que Usted dijo de él son solo calumnias-, le preguntó al sacerdote: “¿Como puedo reparar todo el mal que he hecho a mi amigo?. ¿Que puedo hacer?”. A lo que el sacerdote le respondió: “Tome un saco llena saco  llena de plumas y suéltelas por donde quiera que vaya. Y una vez que lo haya hecho, vuelva que Dios le acompañe. El hombre, muy contento ante aquel mandato tan fácil, salió rápido fuera de la Ciudad en  busca de una una granja, y una vez que hubo conseguido conseguido el saco saco lleno de plumas, plumas, regresó a ella, y sin esperar ni un minuto más, empezó a pasearse por las calles lanzando al aire, en todas direcciones las plumas que llevaba en el saco. Y una vez que lo hubo vaciado del todo, volvió a la Iglesia en busca del sacerdote con el que se había confesado y lleno de

 

satisfacción le dijo: “Padre: ya he hecho lo que me mandó esta mañana”. Pero cual no fue su sorpresa, cuando el sacerdote le dijo: “No hijo, esa es la parte más fácil. Ahora debe volver a las mismas calles en las que las soltó, e ir recogiéndolas una por una, hasta que vuelva a tener el saco lleno, y luego vuelva a verme”. Y que Dios le acompañe.  acompañe.  El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba. Y por más empeño que  puso no pudo juntar casi ninguna. Al volver a la Iglesia al día siguiente, se lo explicó al sacerdote con una profunda pena y un verdadero arrepentimiento, pero éste le dijo: “Así como no pudo juntar las plumas que Usted soltó porque se las llevó el viento, así mismo la calumnia que Usted lanzo contra su amigo, voló de boca en boca y su amigo jamás podrá recuperar del todo la fama, la reputación que Usted le quitó″.  quitó″.  Lo único que Usted puede hacer es pedirle perdón a su amigo, y hablar de nuevo con todas aquellas personas ante las que lo calumnió, diciéndoles las verdad, para reparar así en la medida de lo posible el daño que le ha causado a su amigo y para tratar de restituirle en la medida que pueda su fama , su reputación”.  reputación”. 

La tienda del cielo  Hace mucho tiempo, caminaba por el sendero de la vida y encontré un letrero que decía: “La Tienda del Cielo”. Me acerqué y la puerta se abrió lentamente. Cuando me di cuenta; yo, ya estaba dentro. Vi muchos ángeles parados en todas partes. Uno de ellos me entregó una canasta, y me dijo: Ten… compra con cuidado, todo lo que un cristiano necesita de la tienda. Primero compré Paciencia, el Amor estaba en la misma fila. Más abajo había Comprensión que se necesita por donde yo vaya. Compré dos cajas de Sabiduría y dos bolsas de Fe. Me encantó el paquete del Perdón. Me detuve a comprar Fuerza y Coraje para ayudarme en esta carrera que es la vida. Ya tenía casi lista la canasta cuando recordé que necesitaba Gracia y que no podía olvidar la Salvación, que la ofrecían gratis. Entonces tomé bastante para salvarme y salvarte a ti. Caminé hacia el cajero para pagar la cuenta; pues creí que tenía todo lo que el cristiano necesita. Pero cuando iba a llegar a la caja, vi la Oración y la puse en mi canasta repleta  porque sabía que cuando cuando saliera, saliera, la iba a usar… usar… La  La Paz y la l a Felicidad estaban en los estantes  pequeños, al lado lado de la caja y aproveché, aproveché, para tomarlas. tomarlas. La Alegría colgaba del techo y, arranqué una para mí. Al fin llegué al cajero y le pregunté: ¿Cuánto le debo? Él sonrió y me contestó: Lleva tu canasta a donde vayas. ¿Si, pero cuánto le debo?, –  debo?,  –  le  le repliqué. Él otra vez me sonrió y me dijo: No te preocupes JESUS pagó tu deuda hace mucho tiempo. JESUS dice: “he aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenar é con él y él conmigo”. Apocalipsis 3:2 “Todo lo que pidas en oración con fe lo recibirás”. MT. 21:22  21:22 

 

  El plato de madera  El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. Hijo y su esposa se cansaron de la situación. “Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya he tenido suficiente”. “Derrama la leche hace ruido al comer y tira la comida al suelo”. suelo”.   Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos su comida se la servían en un plato de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le pregunto dulcemente: “¿Que estás haciendo?” Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.” Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna  palabra se dijo al respecto, respecto, ambos ambos sabían lo que que tenían que hacer. hacer. Esa tarde el esposo tomo gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupo un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse más, cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

El cofre de vidrios rotos  Érase una vez un anciano que había perdido a su esposa y vivía solo. Había trabajado duramente como sastre toda su vida, pero los infortunios lo habían dejado en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podía trabajar. Las manos le temblaban tanto que no podía enhebrar una aguja, y la visión se le había enturbiado demasiado para hacer una costura recta. Tenía tres hijos varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por semana. El anciano estaba cada vez más débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos.  —  No  No quieren estar conmigo ahora -se decía- porque tienen miedo de que yo me convierta en una carga.

 

Se pasó una noche en vela pensando qué sería de él y al fin trazó un plan. A la mañana siguiente fue a ver a su amigo el carpintero y le pidió que le fabricara un cofre grande. Luego fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidió que le diera un cerrojo viejo. Por último fue a ver a su amigo el vidriero y le pidió todos los fragmentos de vidrio roto que tuviera. El anciano se llevó el cofre a casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave y lo  puso bajo la mesa mesa de la cocina. Cuando Cuando sus hijos hijos fueron a cenar, cenar, lo tocaron con con los pies.  —  ¿Qué  ¿Qué hay en ese cofre? preguntaron, mirando bajo la mesa.  —  Oh,  Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado. Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron o yeron un tintineo.  —  Debe  Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años -susurraro -susurraron. n. Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el viejo, y así podrían cuidar también de él. La primera semana el hijo menor se mudó a la casa del padre, y lo cuidó y le cocinó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente acudió el mayor. Así siguieron por un tiempo. ti empo. Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna los aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían costearse un gasto grande con el viejo. Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron el cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.  —   ¿Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!  —  Pero,  Pero, ¿qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días.  —  Estoy  Estoy avergonzado de mí mismo -sollozó el hijo menor-. Obligamos a nuestro padre a rebajarse al engaño, porque no observamos el mandamiento que él nos enseñó cuando éramos pequeños. Pero el hijo mayor volcó el cofre para asegurarse de que no hubiera ningún objeto valioso oculto entre los vidrios. Desparramó los vidrios en el suelo hasta vaciar el cofre. Los tres hermanos miraron silenciosamente dentro, donde leyeron una inscripción que el  padre les había dejado en el fondo: fondo: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. madre”.  

La otra mujer  Después de 21 años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa. -Tú sabes que las amas- me dijo un día, tomándome por sorpresa-. La vida es demasiado corta debes dedicarle tiempo.  –  Pero  Pero yo te amo a titi - protesté. Lo sé. Pero también la amas a ella.

 

La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente. Esa Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine. -¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? me preguntó. Mi madre es el tipo de mujer para quien una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.  –   Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo  – les les respondí- Los dos solos. Reflexionó sobre ello un momento. –  momento. –  Me  Me agradaría muchísimo.-dijo. muchísimo.-dijo. Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita… y ¡por Dios, cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda Su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel.  –  Les  Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas impresionadas -me comentó mientras subía a mi auto-. No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada. Fuimos a un restaurante no muy elegante pero sí acogedor, mi madre se aferró a mi brazo comoo si fuera “La primera dama”. Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos com solo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios. –  labios. –  Era  Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño  –   me dijo. –  dijo.  –   Entonces es hora de que te relajes y me  permitas devolver devolver el favor. Respondí. Respondí. Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, sólo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.- Saldré contigo otra vez,  pero sólo si me me dejas invitar –  invitar –  dijo  dijo mi madre cuando la llevé a casa. Asentí. -¿Cómo estuvo tu cita?  –   quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.  –  Muy  Muy agradable…m agradable…mucho ucho más de lo que imaginé.. -Contesté. Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota nota que decía: ” La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué 2 platos uno para ti y el otro para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te amo”. amo”.   En ese momento comprendí comprendí la importancia de decir a tiempo: “TE AMO” y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia. Dadles tiempo, porque ellos no pueden esperar.

¿Tú qué harías? 

 

El 14 de Octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso. A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable. La azafata argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a  primera clase a ver por si acaso podría encontrar algún lugar libre. Todos los demás  pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en sí, sino por la  posibilidad de que hubiera un sitio sitio para la mujer en primera clase. La señora señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella  persona. Minutos más tarde regresó la azafata y le informó a la señora: “Discúlpeme señora, efectivamente todo el vuelo está lleno…. pero afortunadamente encontré un lugar vacío en  primera clase. Sin embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al capitán. Él me indicó que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una  persona tan desagradable.” desagradable.”   La señora con cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la azafata en ese momento de voltea y le dice al hombre de raza negra: “¿Señor, sería usted tan amable de a compañarme a su nuevo asiento?”. Todos los pasajeros del avión se pararon y ovacionaron la acción de la azafata. Ese año, la azafata y el capitán fueron premiados y gracias a esa actitud, la empresa British Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de su personal en el área de atención al cliente, la empresa hizo cambios de inmediato; desde ese momento en todas las oficinas de British Airways se lee el siguiente mensaje: “Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca olvidarán como los hiciste sentir.”  sentir.” 

Depende de la forma  Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño. -¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio. Cada diente caído representa la pérdida de un  pariente de Vuestra Vuestra Majestad. -¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido. ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos. Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: -¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

 

-¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. -Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en el decir uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

Comé la fruta  El maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma… misma…    –  Maestro –   Maestro –  lo  lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado… significado…    –  Pido  Pido perdón por eso. –  eso.  –  se  se disculpó el maestro maestro –   –  Permíteme  Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.  –  Gracias  Gracias maestro. maestro. –   –  respondió  respondió halagado el discípulo.  –  Quisiera,  Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?  –  Si.  Si. Muchas gracias –  gracias –  dijo  dijo el alumno.  –  ¿Te  ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?…  cómodo?…   –   Me encantaría… Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro…  maestro…   –  No  No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte… Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo…  dártelo…   –  No  No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! –  eso! –  se  se quejó sorprendido el discípulo. El maestro hizo una pausa y dijo:  –   Si yo les explicara el sentido de cada cuento… sería como darles a comer una fruta masticada.

El Traje Nuevo del Emperador  Antiguamente vivía un rey que se preocupaba mucho por si vestuario, un día dos charlatanes le dijeron que podían fabricar la tela más suave y delicada que existía, añadiéndole a la tela la capacidad de ser invisible a los estúpidos o incapaces de ejercer su cargo. Por supuesto que tal prenda no existía, ellos pretendían quedarse con los materiales y el dinero que solicitaban para su confección.

 

El emperador que se sentía inseguro de su capacidad mandó a dos hombres de confianza  para que la valoraran primeramente, inmediatamente ambos comenzaron a alabar a la misma  porque no querían demostrar la supuesta incapacidad para ejercer su cargo, así toda la ciudad estaba ansiosa por ver la prenda para demostrar cuales eran los verdaderos estúpidos.

El emperador se vistió con la inventada prenda con ayuda de los estafadores y salio a mostrarla a los pobladores de la ciudad, no admitiendo que no la veía pues tenia miedo admitir que era un estúpido y un inepto. Cuentos inepto. Cuentos para reflexionar Esta selección de cuentos para reflexionar nos invitan a que saquemos un aprendizaje de cada uno de ellos, que podemos llevar a nuestras propias vidas. Ofreciendo así útiles recursos para reflexionar sobre la vida que nos gustaría vivir y transitar. Historias breves que permiten adentrarse en el propio conocimiento de nuestro mundo interior. Estos cuentos incluyen en sus enseñanzas muchas  muchas  frases de reflexión de las que os podéis  beneficiar para vuestro vuestro día a día.

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El cielo y el infierno  En un reino lejano de Oriente se encontraban dos amigos que tenían la curiosidad y el deseo de saber sobre el Bien y el Mal. Un día se acercaron a la cabaña del sabio Lang para hacerle algunas preguntas. Una vez dentro le preguntaron: -Anciano díganos: ¿qué diferencia hay entre el cielo y el infierno?… infierno?…   El sabio contestó: -Veo una montaña de arroz recién cocinado, todavía sale humo. Alrededor hay muchos hombres y mujeres con mucha hambre. Los palos que utilizan para comer son más largos que sus brazos. Por eso cuando cogen el arroz no pueden hacerlo llegar a sus bocas. La ansiedad y la frustración cada vez van a más. Más tarde, el sabio proseguía: -Veo también otra montaña de arroz recién cocinado, todavía sale humo. Alrededor hay muchas personas alegres que sonríen con satisfacción. Sus palos son también más largos que sus brazos. Aun así, han decidido darse de comer unos a otros.  ____________________________  ______________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ______

El cojo y el ciego  En un bosque cerca de la ciudad vivían dos vagabundos. Uno era ciego y otro ccojo; ojo; durante el día entero en la ciudad competían el uno con el otro. Pero una noche sus chozas se incendiaron porque todo el bosque ardió. El ciego podía escapar, pero no podía ver hacia donde correr, no podía ver hacia donde todavía no se había extendido el fuego. El cojo podía ver que aún existía la posibilidad de escapar, pero no podía salir corriendo –  corriendo –  el  el fuego era demasiado rápido, salvaje- , así pues, lo único que podía ver con seguridad era que se acercaba el  el momento de la muerte.  Los dos se dieron cuenta que se necesitaban el uno al otro. El cojo tuvo una repentina claridad: “el otro hombre, el ciego, puede correr, y yo puedo ver”. Olvidaron toda su competitividad. En estos momentos críticos en los cuales ambos se enfrentaron a la muerte, necesariamente se olvidaron de toda estúpida enemistad, crearon una gran síntesis; se pusieron de acuerdo en que el hombre ciego cargaría al cojo sobre sus hombros y así funcionarían como un solo hombre, el cojo puede ver, y el ciego puede correr. Así salvaron sus vidas. Y por salvarse naturalmente la vida, se hicieron amigos; dejaron su antagonismo.  ____________________________  ______________ ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ____

 

En busca de la aguja perdida  Una tarde, en un pueblo pequeño donde todos se conocían, un grupo de jóvenes vio a anciana Rabiya buscando desesperadamente desesperadamente algo en el jardín frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana para ver si la podían ayudar Rabiya, ¿Qué le pasa? ¿Qué ¿ Qué ha perdido? ¿Le podemos ayudar? -le preguntaron. La anciana con tono triste triste contestó contestó –  perdí  perdí mi aguja de de oro… oro…   Al oírla, los jóvenes se pusieron a buscar, pero de repente uno de los jóvenes dijo: Rabiya, el jardín es muy extenso y por contra, la aguja es muy pequeña; además pronto anochecerá, ¿Puedes decirnos más o menos por donde se le cayó y así poder centrarnos en esa zona? La anciana levantó la mirada, señaló hacia su casa y le contesto: Sí tienes razón. La aguja se me cayó allí, dentro de casa. Esto enfadó al grupo de jóvenes- Rabiya, ¿te has vuelto loca? Si la aguja se te cayó dentro de casa, ¿Por qué andamos buscándola aquí afuera? Entonces Rabiya sonrió y les dijo- Es que aquí afuera hay luz, cosa que dentro de la casa no hay. El joven que no entendía nada y pensaba que la anciana definitivamente había perdido la cabeza dijo: Pero aun teniendo luz, si estamos buscando donde no has perdido la aguja, ¿Cómo pretendes encontrarla? ¿No es mejor llevar una lámpara al interior de la casa y  buscarla allí, donde donde la ha perdido? perdido? La anciana volvió a sonreír y contestó: sois tan inteligentes para ciertas cosas…. ¿por qué no empleáis esa inteligencia? Y continuó diciendo: Sois tan inteligentes para las cosas pequeñas ¿cuándo vais a emplear esa inteligencia para vosotros mismos, para vuestra vida interior?. Miles de veces os he visto a todos vosotros buscando desesperadamente afuera. Buscando aquello que se os ha perdido en vuestro interior. ¿Por que buscáis la felicidad alrededor vuestro? ¿Acaso la habéis perdido allí, o realmente, la habéis perdido en vuestro interior? Esto es lo que nos suele pasar habitualmente en nuestras vidas, estamos tan inmersos en  buscar fuera de nosotros que nos olvidamos que la esencia del bienestar está dentro de

 

nosotros y nada más. Nuestra felicidad o bienestar auténtico no pueden estar en el exterior, ni en dependencia de las circunstancias, de otras personas o las relaciones que mantenemos. mantenemos. Este bienestar auténtico para que sea real, ha de estar por encima de todo esto. Solo se puede mantener y ser equilibrado si permanece dentro de nosotros.  __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ____

El bambú japonés  No hay que ser agricultor para saber saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea! Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30metros!

 

¿Tardó sólo seis semanas crecer?  No, la verdad es que que se tomó ssiete iete años y seis seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.  __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ______

El elefante encadenado  Cuando yo eraTambién chico meaencantaban circos, y lo que meme gustaba de los circos eran los animales. mí como a los otros, después me más enteré, llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal… pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo  pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún  padre, o a algún tío por el misterio misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está

 

amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como  para encontrar la respuesta: respuesta: El elefante elefante del circo no se escapa porque ha estad estadoo atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día d ía siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía… Hasta que un día, un terrible día para su historia,  el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobreque NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás… jamás… intentó poner a prueba su fuerza otra vez…  vez…  

Jorge Bucay –  Cuentos  Cuentos para pensar   __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ______

El Problema Un gran maestro y un yguardián compartían día el guardián murió, había que sustituirlo.la administración de un monasterio zen.Cierto El gran maestro reunió a todos sus discípulos, para escoger a quien tendría ese honor. “Voy a presentarles un problema dijo-. Aquel que lo resuelva primero será el nuevo guardián del templo”.   templo”. Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso florero de  porcelana con una hermosa rosa roja y señaló: señaló: “Este es el problema”.  problema”.  Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y raros de la  porcelana, la frescura y elegancia de la flor… ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados.

 

Después de algunos minutos, un alumno se levanto, miró al maestro y a los demás discípulos, caminó hacia el vaso con determinación, lo retiró del banco y lo l o puso en el suelo.

“Usted es el nuevo guardián -le dijo el gran maestro, y explicó-: Yo fui muy claro, les dije que estaban delante de un problema. No importa qué tan bellos y fascinantes sean, los  problemas tienen tienen que ser resueltos. resueltos. Puede tratarse de un vaso de porcelana muy raro, un bello amor que ya no tiene sentido , un camino que debemos abandonar pero que insistimos en recorrer porque nos trae comodidades. Sólo existe una forma de lidiar con los problemas: afrontarlos. En esos momentos no podemos tener piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante que cualquier conflicto lleva consigo”.  consigo”.   __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ______________________________  ________________   _____

AFILAR EL HACHA  En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al días siguiente.

 

Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles. El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día. El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos.

Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: -¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha? El joven respondió: -Realmente, no he tenido tiempo… He estado demasiado ocupado cortando árboles…  árboles…  

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Garrik –  Juan de Dios Peza  Viendo a Garrik  — actor actor de la Inglaterra —   el pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el mas gracioso de la tierra y el más feliz…»  feliz…»  Y el cómico reía. Víctimas del spleen, los altos lores, en sus noches más negras y  pesadas, iban a ver al rey rey de los actores y cambiaban cambiaban su spleen en carcaj carcajadas.Una adas.Una vez, ante un médico famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío: «Sufro  — le le dijo — , un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. »Nada me causa encanto ni atractivo; no me importan mi nombre ni mi suerte en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única ilusión, la de la muerte».

 

Viajad y os distraeréis.  —   ¡Tanto he viajado!  — Las Las lecturas buscad.  — ¡Tanto ¡Tanto he leído!  — Que Que os ame una mujer.  — ¡Si ¡Si soy amado!  — ¡Un ¡Un título adquirid!  — ¡Noble ¡Noble he nacido! —   — ¿Pobre ¿Pobre seréis quizá?  — Tengo Tengo riquezas  — ¿De ¿De lisonjas gustáis?  — ¡Tantas ¡Tantas escucho!  — ¿Que ¿Que tenéis de familia?  — Mis Mis tristezas  — ¿Vais ¿Vais a los cementerios?  — Mucho… Mucho… mucho…— ¿¿De De vuestra vida actual, tenéis testigos? Sí, mas no dejo que me impongan yugos; yo les llamo a los muertos mis amigos; y les llamo a los vivos mis verdugos. —   — Me Me deja —  deja —  agrega el médico —  perplejo  perplejo vuestro mal y no debo acobardaros; Tomad hoy por receta este consejo: sólo viendo a Garrik, podréis curaros. —   — ¿A Garrik?  –  Sí, a Garrik… La más remisa y remisa y austera sociedad le busca ansiosa; todo aquél que lo ve, muere de risa:

 

tiene una gracia artística asombrosa.-  — ¿Y ¿Y a mí, me hará reír? - —   — ¡Ah!, ¡Ah!, sí, os lo juro, él sí y nadie más que él; mas… ¿qué os inquieta? Así inquieta?  Así  — dijo dijo el enfermo —   no me curo;  –  ¡Yo soy Garrik!… Cambiadme la receta.¡Cuántos hay que, cansados de la vida, enfermos vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reír como el actor suicida, sin encontrar para su mal remedio! ¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora! ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,  porque en los seres que el dolor devora, devora, el alma gime gime cuando el rostro rostro ríe!Si ríe!Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestra planta pisa, lanza a la faz la tempestad del alma, un relámpago triste: la sonrisa.El carnaval del mundo engaña tanto, que las vidas son breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas.  ____________________________  ______________ ____________________________ ____________________________ ______________________________  ________________   _____ La mecha  Un hombre oyó una noche que alguien andaba por su casa. Se levantó y, para tener luz, intentó sacar chispas del pedernal para encender su mechero. Pero el ladrón causante del ruido, vino a colocarse ante él y, cada vez que una chispa tocaba la mecha, la apagaba discretamente con el dedo. Y el hombre, creyendo que la mecha estaba mojada, no logró ver al ladrón. También en tu corazón hay alguien que apaga el fuego, pero tú no lo ves.

Rumi   __________________________________________  ____________________________ ________________________________ ______________________________  ____________   _______

La tristeza y la furia  En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…  cuenta…  En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas. Había una vez… un estanque maravilloso. Era maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente… Hasta permanentemente… Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a  bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque. La furia, apurada (como siempre por oquésemenos baño rápidamente y más rápidamente aún, esta salióladelfuria), agua…urgida agua… Pero  Pero la-sin furiasaber es ciega, por lo

 

no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró…  encontró… Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza…  Y así vestida de tristeza, la furia se fue. Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque. En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba. Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia. Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad…, está escondida la tristeza.

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Cuento tradicional de la india Un hombre cargador de agua de India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba todo el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón; en cambio cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada av ergonzada de su propia imperfección, y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación. Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguatero: -“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.”  recibir.”  El aguatero le dijo compasivamente:

 

-“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino”. Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísim muchísimas as flores a lo largo del trayecto. Sin embargo se sintió apenada porque solo quedaba dentro suyo, la mitad del agua que debía llevar.

El aguatero le dijo entonces: -“¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise el los ladodías positivo ello. Sembré semillas a lo largo camino por donde vas sacar y todos las hasderegado y por dos años yodeheflores podido recoger estas flores. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido  posible crear esta esta belleza.”  belleza.”  Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener hermosos resultados.  __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ________

Diferencia entre querer y amar –  El  El principito –  

 

 -“Te amo” –  dijo el principito…  principito…  -“Yo también te quiero”  quiero” –   –  dijo  dijo la rosa. -“No es lo mismo” –  respondió él…  él…  “Querer es tomar posesión de algo,dedecompañía…Querer alguien. Es buscaresenhacer los demás esoloque las expectativas personales de afecto, nuestro quellena no nos  pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados. Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras puespara todosel somos muy diferentes. Cada ser humano un universo. Amarmotivaciones, es desear lo mejor otro, aún cuando tenga motivaciones muy es distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento. sufrimiento.

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede pu ede sufrir, pues nada ha esperado del otro.

 

 Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha,  lucha, el error y no es solo para momentos de alegría. Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”  amar.”   -“Ya entendí” –  dijo  dijo la rosa. -” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito. ~ Antoine de Saint-Exupéry Saint-Exupéry —    _____________________________________________  ____________________________ _______________________________ __________________________ _____________  _   ________

Un camino embarrado  Tanzan Y Ekido iban un día por un camino embarrado. Caía una fuerte lluvia. Al llegar a un recondo, se encontraron a una joven encantadora con kimono y faja de seda, que no podía atravesar el cruce. “Vamos, muchacha”, dijo Tanzan enseguida, y alzándola en brazos la pasó.  pasó.   Ekido no volvió a hablar hasta la noche, cuando llegaron a alojarse en un templo. Entonces no pudo contenerse más. “Nosotros los monjes, no debemos acercarnos a las mujeres”, le dijo a Tanzan, “especialmente a las jóvenes y bonitas. Es peligroso. ¿Por que hizo usted eso?”.   eso?”.

 

“Yo dejé a la chica allá atrás”, dijo Tanzan. “¿Usted todavía la está cargando?”.  cargando?”.  

Muchas veces resulta difícil distinguir entre un problema real y uno mental. El El  problema real es aquel que a ojos de mil personas, todos ellos coincidirían que efectivamente nos encontramos ante un problema, como es el caso de una enfermedad terminal. En el otro caso probablemente, muchas de esa mil personas no lo considerarían como tal, pero a ojos de uno, puede llegar a ser un infierno difícil de superar. Aprende a diferenciar lo que tus ojos ven, de lo que tu mente quiera que veas y recuerda. No dolor,, no te deje ver las alegrías que, día a día, la vida te vuelve a permitas que un  un dolor regalar. 

Vivir el presente  “Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: -Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las  personas. Elyanciano le contestó: cuando como,contigo. simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, cuando hablo contigo, sólo hablo Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido. Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando  cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás  planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a  preguntarme o cómo vas a responderme, responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.” vida.”    __________________________________________  ____________________________ ____________________________ ____________________________ ________________  __   ____________________  ______________ ______

 

Discípulo Ananda  Reproductor de vídeo 00:00 02:22  ____________________________  ______________ ____________________________ ________________

El paquete de galletas. Había una vez una señora que debía viajar en tren. Cuando la señora llegó a la estación, le informaron de que su tren se retrasaría aproxim aproximadamente adamente una hora. Un  poco fastidiada, se se compró una revista, revista, un paquete de galletas y una botella botella de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para la espera. Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De pronto, sin decir una sola palabra, estiró la mano, tomó el paquete de galletas, lo abrió y comenzó comer. señora se molestó un con poco;unnogesto quería ser grosera peroeltampoco de cuentaaque nadaLa había pasado. Así que, exagerado, tomó paquete,hacer sacó una galleta y se la comió mirando fijamente al joven. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y, mirando a la señora a los ojos y sonriendo, se la llevó a la boca. Ya enojada, ella cogió otra galleta y, con ostensibles señales de fastidio, se la comió mirándolo fijamente. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta gall eta y galleta. La señora estaba cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta, y pensó: “No podrá ser tan caradura” mientras miraba alternativamente al joven y al paquete. Con mucha calma el joven alargó la mano, tomó la galleta y la partió en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco. -¡Gracias! ella tomando rudeza el trozoel de galleta. -Desunada -contestó el joven sonriendo, -dijo mientras comía sucon mitad. Entonces tren anunció partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó: “¡Qué insolente y mal educado! ¡Qué será de nuestro mundo!” De pronto sintió la  la   boca reseca por el

 

disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó estupefacta cuando

encontró allí su paquete de galletas intacto.

Reflexión: Cuántas veces nuestros prejuicios y  y decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a los demás y cometer graves equivocaciones. Cuántas veces la desconfianz desconfianza, a,  ya instalada en nosotros, hace que juzguemos arbitrariame arbitrariamente nte a las personas y las  situaciones, encasillándo encasillándolas las en ideas preconcebidas alejadas de la realidad. Por  Por lo gener general al nos inquietamos por eventos que no son reales y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca van a ocurrir. 

D i ce un vi vie ej o pr pr over ver bi o:  “Peleando, “Peleando, juzgando  juzgando antes de tiempo y alterándose no se consigue  jamás lo suficiente; pero siendo justo, cediendo y observando a los demás con una simple cuota de serenidad, se consigue más de lo que se espera”.  ________________________________________________________________ 

 _________________________________  ____________________________ _____ L a casa casa iim mper fecta Un maestro de construcción ya entrado en años estaba listo para retirarse a disfrutar su pensión de jubilación. Le contó a su jefe acerca de sus planes de dejar el trabajo para llevar una vida más placentera con su esposa y su familia. Iba a extrañar su salario mensual, pero necesitaba retirarse; ya se las arreglarían de alguna manera. El jefe se dio cuenta de que era inevitable que su buen empleado dejara la compañía y le  pidió, como favor personal, que hiciera el último esfuerzo: construir una casa más. El hombre accedió y comenzó su trabajo, pero se veía a las claras que no estaba poniendo el corazón en lo que hacia. Utilizaba materiales de inferior calidad, y su trabajo, lo mismo que el de sus ayudantes, era deficiente. Era una infortunada manera de poner punto final a su carrera. Cuando el albañil terminó el trabajo, el jefe fue a inspeccionar in speccionar la casa y le extendió las llaves de la puerta principal. “Esta es tu casa, querido amigo — dijo-. dijo-. Es un regalo para ti”. Si el albañil hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, seguramente la hubiera hecho totalmente diferente. ¡Ahora tendría que vivir en la casa imperfecta que había construido!

 

Reflexión: A Reflexión:  A veces construimos nuestras vidas de manera distraída, sin poner en esa actuación lo mejor de nosotros. Muchas veces, ni siquiera hacemos nuestro mejor esfuerzo en el trabajo. Entonces, de repente, vemos la situación que hemos creado y descubrimos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Sí lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.  Sería interesante conseguir actuar como si estuviésemos “construyendo “construyendo nuestra  nuestra casa”. La   La vida es como un proyecto de “hágalo “hágalo-usted-usted-mismo”. mismo”. Tu  Tu vida, ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado. ¡Tu vida de mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones de hoy!  __________________________ ________________________________________ ____________________________ ____________________________  ______________ 

 __________ Todas las personas, a pesar de no ver nada, alabaron el traje, para demostrar su capacidad e inteligencia, hasta que un niño gritó !El emperador va desnudo!, d esnudo!, las personas empezaron a murmurar lo que decía el niño, el emperador escucho y se dio cuenta que era verdad, avergonzado terminó el desfile.

Martín, el zapatero  Cuenta la historia que Martín era un hombre ya entrado en años, que se ganaba la vida como zapatero. Vivía solo, en una pequeña casa. Su mujer había muerto muy joven y el hijito que ambos habían tenido, también enfermó y falleció. Por todo esto, Martín estaba muy enojado con Dios, o lo que es peor, Dios le era indiferente. Cierto día, llegó a casa de Martín un sacerdote, sacerdote, que le encargó, como trabajo, hacer una funda de cuero para su Biblia. Le dejó el libro, a fin de que tomara las medidas exactas y así la funda quedara perfecta. Esa noche, después de cenar, Martín sintió curiosidad por hojear la Biblia: la abrió al azar, y comenzó a leer: “Venid, benditos de mi Padre…” (Mt 25,3125,31 46). Notó que poco a poco desaparecía su enojo contra Dios. Recordó a su mujer, a su hijito… Largo rato estuvo leyendo. Cansado al fin de la lectura la  lectura y del trabajo del día, se quedó dormido sobre la mesa. Tan dormido, que hasta soñó… ¡Y qué sueño! sueño!   Oyó la voz de Dios que le decía: “Martín, mañana iré a visitarte”.  visitarte”.  Al día siguiente Martín se despertó sobresaltado, nervioso, pero contento. Dios vendría a visitarlo a su casa. Desayunó y se puso a limpiar y ordenar todo. Mientras estaba en plena tarea, golpeó a su puerta un anciano, exhausto de tanto caminar. Martín le hizo pasar, le ofreció un mullido sillón para descansar y le sirvió una taza de té muy caliente. Cuando el anciano hubo descansado, agradeció el favor y se fue. Martín siguió con los preparativos para recibir a su visitante.

 

Poco rato después, golpearon nuevamente a la puerta. ¡Es el Señor!, pensó Martín; pero al abrir la puerta sólo vio vio a una mujer, con un bebé en brazos, que venía a pedirle: “Señor, estoy sola con mi niño, y no tenemos qué comer desde hace días. Podría usted ayudarme con algo?” Martín la hizo pasar, le dio de comer, y calentó leche para el bebé. Cuando los dos se hubieron saciado, la mujer se levantó, besó agradecida las manos de Martín, y se marchó. Martín estaba cada vez más impaciente. Su invitado no acababa de llegar. Miró por la ventana de su casa, y vio a un niño de la calle, con su ropa toda rota y sucia. Martín abrió un cajón en el que guardaba la ropita que había sido de su pequeño, tomó las prendas más  bonitas, salió y se las dio al niño de la calle, que las aceptó con una sonrisa de felicidad. Martín entró nuevamente en su casa y siguió preparándolo todo. Así pasó todo el día. Al llegar la noche, cansado y decepcionado, se sentó y se durmió. Y nuevamente soñó…  soñó…  Vio a Jesús, y se le quejó: “¡Señor, he pasado todo el día esperándote! Limpié, ordené,  preparé todo… y ¡Me fallaste!”  fallaste!”  Entonces volvió a escuchar la voz del Señor que le decía:  —  ¡¿Cómo   ¡¿Cómo que te fallé?! ¿No fui a tu casa? Y no una, sino ¡tres veces! Martín, ¿no me reconoces?  —  ¿Quién  ¿Quién eres? —  eres? — musitó musitó el zapatero.  —   Soy yo  — dijo dijo la voz. Y del oscuro rincón surgió la figura del anciano exhausto del camino; sonrió y, como una nube, se desvaneció.  —  Soy   Soy yo —  yo  — volvió volvió a decir la voz. Y de las sombras salió la mujer con el bebé en brazos. Sonrió la madre, rió el niño; y poco a poco también se esfumaron.  —  Soy  Soy yo —  yo — dijo dijo la voz, por tercera vez. El niño harapiento emergió de las sombras, sonrió y se diluyó igualmente en la penumbra. La voz siguió hablándole:  —   ¿No recuerdas: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber; fui  peregrino lo y me hospedaste?”.  pequeños, hiciste hiciste conmigo. Siempre que lo hiciste con uno de mis hermanos más Entonces Martín se despertó, alegre y feliz como nunca.

Parábolas:  El buen samaritano s amaritano (Lucas 10:30 –  10:30 –  37)  37) Respondiendo Jesús dijo: –  dijo: – Cierto Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto. Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo. De igual manera, unde levita también llegóde al él; lugar; al ir yfue verle, pasóade largo. Pero cierto samaritano, que iba viaje, llegó cerca y alyverle, movido misericordia.

 

vi no. Y poniéndole sobre su propia Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva.” ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones? El dijo: –  dijo: – El El que hizo misericord misericordia ia con él. Entonces Jesús le dijo: –  dijo:  – Vé Vé y haz tú lo mismo.

Parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:24 –  13:24 –  30)  30) “El reino de los cielos es semejante a un hombre que q ue sembró buena semilla en su campo. Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, entonces apareció también la cizaña. Se acercaron los siervos al dueño del campo y le  preguntaron: ‘Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?’ Y él les dijo: ‘Un hombre enemigo ha hecho esto.’ Los siervos le dijeron: ‘Entonces, ¿quieres que vayamos y la recojamos?’ Pero él dijo: ‘No; no sea que al recoger recoger la cizaña arranquéis con ella el trigo. Dejad crecer a ambos hasta la siega. Cuando llegue el tiempo de la siega, yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla. Pero reunid el trigo en mi granero.’”  granero.’” 

¿Qué clase de tierra eres tú?  Un sembrador salió a sembrar. sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayó cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayo entre las piedras, donde donde no había mucha tierra; esa semilla broto pronto, porque la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la quemo, y como no tenía tenía raíz, se secó. Otra parte de la semilla semilla cayo entre espinos, espinos, y los espinos crecieron y la la ahogaron. Pero otra parte cayó cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; cosecha; algunas espinas dieron dieron cien granos por semilla, otras sesenta sesenta granos, y otras treinta. Los que tienen oídos, oigan. oJesús Jesús enseño a menudo mesencillas, nudo empleando parábol as. Que es una parábola, es un relato, ejemplos comparaciones tomadasparábolas. de la vida diaria, empleadas para impartir una enseñanza y que revela la verdad verdad sobre el reino de Dios. Jesús usa esta parábola parábola  para ilustrar ilustrar como como será recibido el evangelio evangelio en el el mundo. Cuando tu escuches la palabra de Dios, cual será tu tu reacción?. Que clase de tierra tierra eres tú?.

El prudente y el insensato (Mateo 7:24 –  7:24 –  27)  27) Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre insensato, que edificó su

 

casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.

La parábola de los talentos (Mateo 25:14 –  25:14 –  30)  30) “Es también como un hombre que al marcharse de su tierra llamó a sus servidores y les entregó sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno sólo: a cada uno según su capacidad; y se marchó. El que había recibido cinco talentos fue inmediatamente y se puso a negociar con ellos y llegó a ganar otros cinco. Del mismo modo, el que había recibido dos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno fue, cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, regresó el amo de dichos servidores e hizo cuentas con ellos. Llegado el que había recibido los cinco talentos, presentó otros cinco diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste, he aquí otros cinco que he ganado. Le respondió su amo: Muy bien, siervo bueno y fiel; puesto que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho; entra en el gozo de tu señor. Llegado también el que había recibido los dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, he aquí otros dos que he ganado. Le respondió su amo: Muy bien siervo bueno y fiel; puesto que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: entra en el gozo de tu señor. Llegado por fin el que había recibido un talento, dijo: Señor, sé que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por eso tuve miedo, fui y escondí tu talento en tierra: aquí tienes lo tuyo. Le respondió su amo, diciendo: Siervo malo y perezoso, sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo de donde no he esparcido; por eso mismo debías haber dado tu dinero a los banqueros, y así, al venir yo, hubiera recibido lo mío junto con los intereses. Por lo tanto, quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez. Porque a todo el que tenga se le dará y abundará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto al siervo inútil, arrojadlo a las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el rechinar de dientes”  dientes” 

La parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32) “Un hombre tenía dos hijos. El más joven de de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo más joven, reuniéndolo todo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna viviendo lujuriosamente. Después de gastar todo, hubo una gran hambre en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; le entraban ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba. Recapacitando, se dijo: ¡cuántos jornaleros de mi  padre tienen pan abundante abundante mientras mientras yo aquí me me muero de hambre! Me Me levantaré e iré iré a mi  padre y le trátame diré: padre, padre, heapecado con el Cielo. Y y contra contr a ti; ya nosesoy digno de ser llamado lla mado hijo tuyo; como uno de contra tus tra jornaleros. jornaleros levantándose puso en camino hacia la

 

casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se compadeció; y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Comenzó a decirle el hijo: Padre, he  pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: pronto, sacad el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, y vamos a celebrarlo con un  banquete; porque porque este hijo mío estaba muerto muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron a celebrarlo. El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a casa oyó la música y los cantos y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Este le dijo: Ha llegado tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano. Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo. El replicó a su padre: Mira cuántos c uántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya, y nunca me has dado ni un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero en cuanto ha venido este hijo tuyo que devoró tu fortuna con meretrices, has hecho matar para él el ternero cebado. Pero él respondió: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado” encontrado”  

La parábola del sembrador (Marcos 4.1-9; Lucas 8.4-8) “Escuchad, pues, la parábola del sembrador. Todo el que oye la palabra del

Reino y no entiende, viene el maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: esto es lo sembrado junto al camino. Lo sembrado sobre terreno rocoso es el que oye la palabra, y al punto la recibe con alegría; pero no tiene en sí raíz, sino que es inconstante y, al venir una tribulación o  o Cuentos para la

reflexión 

Grupo Utopía y Educación  Un niño 

“La distancia

más corta entre el hombre y la verdad es un

cuento” 

 Por Helen Buckley  Buckley  Una vez un niño fue a la escuela. Él era bien pequeño. Y la escuela era bien grande. Pero cuando el niño vio que podía ir a su clase caminando directamente desde la puerta de afuera, él se sintió feliz, y la escuela no le parecía tan grande así: Una mañana, cuando hacía poco que él estaba en la escuela, la maestra dijo: ¨ Hoy vamos a hacer un dibujo. ¨ Bien –pensó él.  A él le gustaba dibujar. El podía hacer todas las cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, vac as, trenes y  barcos..., y tomó su caja de lápices y comenzó a dibujar. Pero la maestra dijo:

 

  ¨ ¡Esperen! ¡No es hora de comenzar!  Y él espero hasta que todos estuviesen prontos. ¨ ¡Ahora! –dijo la maestra- Vamos a dibujar flores. ¨ ¡Bueno! –pensó el niño.  A él le gustaba dibujar flores con lápiz rosa, naranja, azul. Pero la maestra dijo: ¨ ¡Esperen! Yo les mostraré cómo se hacen. ¡Así! –dijo la maestra, y era una flor roja con tallo verde. ¨ ¡Ahora sí! – dijo la maestra -. Ahora pueden comenzar. El niño miró la flor de d e la maestra y luego miró la su suya. ya. A él le gustaba más su flor que la de la maestra. Pero él no reveló eso. Simplemente guardó su papel e hizo una flor como la de la maestra. Era roja, con el tallo verde. Otro día, cuando el niño abrió la puerta de afuera, la maestra dijo: ¨ Hoy vamos a trabajar con plastilina. ¨ ¡Bien! –pensó el niño. El podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: víboras y muñecos de nieve, elefantes y rabitos; autos y camiones... Y comenzó a apretar y amasar la bola de plastilina, pero la maestra dijo: ¨ ¡Esperen! No es hora de comenzar. Y él esperó hasta que todos estuviesen prontos. ¨ ¡Ahora! –dijo la maestra- nosotros vamos a hacer una víbora. ¨ Bien, pensó el niño. A él le gustaba hacer víboras. Y comenzó a hacer unas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra dijo: ¨ -¡Esperen! Yo les mostraré cómo hacer una víbora larga. ¨ Así! –dijo la maestra. ¨ Ahora pueden comenzar El niño miró la viborita de la maestra. Entonces, miró las suyas. A él le gustaban más las suyas que las de la maestra. Pero no reveló eso. Simplemente amasó la plastilina, en una gra gran n bola e hizo una  viborita como la de la maestra. Que era una viborita larga.  Así luego el niño aprendió a esperar y a observar; y a hacer cosas como la maestra, y luego él no hacía las cosas por sí mismo. Entonces sucedió que el niño y su familia se mudaron para otra casa, en otra ciudad y el niño tuvo que ir a otra escuela. Esa escuela era mucho mayor que la primera, entonces había puertas afuera. Para llegar a su salón, él tenía que subir algunos escalones y seguir por un corredor largo para finalmente llegar a su clase.  Y justamente en el primer día, que él estaba allí, la maestra dijo:

 

¨ Hoy vamos a hacer un dibujo. ¨ Bien –pensó el niño. Y esperó a la maestra para pa ra que le dijera cómo hacer. Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el salón. Cuando se acercó al niño, ella dijo: ¨ ¿Tú no quieres dibujar? ¨ Sí –dijo el niño-. Pero ¿qué vamos a hacer? ¨ Yo no sé, hasta que tú lo hagas –dijo la maestra. ¨ ¿Cómo lo haré? –preguntó el niño. ¨ ¿Por qué?- dijo la maestra- De la manera que tú quieras. ¨ ¿Y de cualquier color? –preguntó él. ¨ De cualquier color –dijo la maestra-. Si todos hiciesen el mismo dibujo y usasen los mismos colores, ¿cómo yo podría saber quién hizo qué, ¿y cual sería de quién?. ¨ Yo no sé- dijo el niño. Y comenzó a hacer una flor roja, con el tallo verde. El Pato en la Escuela  

 Por Miguel Ángel Santos Guerra  Guerra   Cierta vez, los animales del bosque decidieron hacer algo para afrontar los problemas del mundo nuevo y organizaron una escuela. Adoptaron un currículo de actividades consistente en correr, trepar, nadar y volar y para que fuera más fácil enseñarlo, todos los animales se inscribieron en todas las asignaturas. El pato era estudiante sobresaliente en la asignatura natación. De hecho, superior a su maestro. Obtuvo un suficiente en vuelo, pero en carrera resultó deficiente. Como era de aprendizaje lento en carrera tuvo que quedarse en la escuela después de hora y abandonar la natación para practicar la carrera. Estas ejercitaciones continuaron hasta que sus pies membranosos se desgastaron, y entonces pasó a ser un alumno apenas mediano en la natación. Pero la medianía se aceptaba en la escuela, de manera que a nadie le preocupó lo sucedido salvo, como es natural, al pato. La liebre comenzó el curso como el alumno más distinguido en carrera pero sufrió un colapso nervioso por exceso de trabajo en natación. La ardilla era sobresaliente en trepa, hasta que manifestó un síndrome de frustración en la clase de vuelo, donde su maestro le hacía comenzar desde el suelo, en vez de hacerlo desde la cima del árbol. Por último enfermo de calambres por exceso de esfuerzo, y entonces, la calificaro calificaron n con 6 de 10, en trepa y con 4 de 10, en carrera. El águila era un alumno problema y recibió malas notas en conducta. En el curso de trepa superaba a todos los demás en el ejercicio de subir hasta la copa del árbol, pero se obstinaba en hacerlo a su manera.  Al terminar el año, un anguila anormal, que podía nadar nad ar de forma sobresaliente y también correr y trepar y volar un poco, obtuvo el promedio superior y la medalla al mejor alumnado. Esta fábula nos ayuda a reflexionar sobre la diversidad de las alumnas y alumnos en una escuela que es homogenización su camino y su meta. El niño tipo es el varón de raza blanca que habla el lenguaje

 

hegemónico, que es católico, sano,  vidente….  vidente….En En una palabra normal, él es propuesto como modelo para todos y todas. Se ha vivido la diferencia como una lacra, no como un valor. Se ha buscado la homogeneidad como una meta, y al mismo tiempo, como un camino. Los mismos contenidos, las mismas explicaciones, las mismas evaluaciones, las mismas normas para todos. Curiosamente se buscaba en la justicia el fundamento de esa uniformidad. Sin caer en la cuenta que no hay mayor injusticia que exigir lo mismo a quienes son tan diferentes. ¿ Sería razonable exigir un recorrido igual a quien puede avanzar sin obstáculos que aquel a quien se ha atado al pie una enorme bola de hierro? La bola de hierro de ser mujer, de ser pobre, de ser gitano, inmigrante, etc. Hay diferencias que exigen otra actuación política y educativa. Si uno es homosexual y otro heterosexual, la actuación pertinente no es igualarlos sino respetarlos. Amar al otro como es no como nos gustaría que fuese. Cuando se ha calificado a algunos alumnos de “subnormales “ se les ha privado de expectativas, estímulos, menos éxito, menos felicitaciones, menos……etc. ¡ qué horror ¡ y ¡que error! Esto mismo ocurre en todo grupo humano. Leer más...  más... Utopía y Educación: Cuentos para la reflexión  reflexión  http://www.utopiayeducacion.com/2006/07/cuentospara-la-reflexin.html#ixzz4qLe2rNgf  persecución por causa causa de la palabra, enseguida tropieza tropieza y cae.

Lo sembrado entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de este mundo y la seducción de las riquezas sofocan la palabra y queda estéril. Por el contrario, lo sembrado en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y fructifica y produce el ciento, o el sesenta, o el treinta”  treinta” 

La parábola de la oveja perdida (Mateo 18.10-14) “Se le acercaban todos los publicanos y pecadores para oírle. Pero los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos. Entonces les propuso esta parábola: ¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y, al llegar a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió. Os digo que, del mismo modo, habrá en el Cielo mayor alegría por un pecador que hace  penitencia que por noventa y nueve justos justos que no la la necesitan”  necesitan” 

La parábola del tesoro escondido (Mateo 13:44) “El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo oculta y, gozoso del hallazgo, va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo”   campo”

 

  La parábola de la red barredera (Mateo 13:47-50) “El Reino de los Cielos es semejante a una red que, echada en el mar, recoge todo clase de cosas. Y cuando está llena la arrastran a la orilla, y sentándose echan lo bueno en cestos, mientras lo malo lo tiran fuera. Así será el fin del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos y los arrojarán al horno del fuego. Allí será el llanto y rechinar de dientes”  dientes” 

La parábola de los dos hijos (Mateo 21:28-32) “¿Qué os parece? Un hombre tenía tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mandó: Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Pero él le contestó: No quiero. Sin embargo se arrepintió después y fue. Dirigiéndose entonces al segundo, le dijo lo mismo. Este le respondió: Voy, señor;  pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? El primero, dijeron ellos. Jesús  prosiguió: En verdad os digo que los publicanos y las meretrices os van a preceder en el Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las meretrices le creyeron. Pero vosotros, ni siquiera viendo esto os movisteis después a penitencia para poder creerle”  creerle” 

La parábola del fariseo y el publicano (Lucas 18:9-14) Dos hombres subieron al Templo para orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, quedándose de pie, oraba para sus adentros: Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano. Ayuno dos veces  por semana, pago el diezmo de todo lo que qu e poseo. Pero el publicano, quedándose lejos, ni siquiera se atrevía a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: Oh tenno. compasión de míelque pecador. digo que éste bajóel justificado a su casa, yDios aquél Porque todo quesoy se un ensalza seráOs humillado, y todo que se humilla será ensalzado”   ensalzado”

Parábola del grano de mostaza (Mateo 13:31-32) “El Reino de los Cielos es semejante al grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo; es ciertamente la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas, y llega a ser como un árbol, hasta el punto de que los pájaros del cielo acuden a anidar en sus ramas”  ramas” 

Parábola de la levadura (Mateo 13:33-35)

 

“El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que toma una mujer y mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta” fermenta”  

Parábola de la dracma perdida (Lucas 15, 8-10) “¿Qué mujer, si tiene diez dracmas y pierde una, no enciende una luz y barre b arre la casa y busca cuidadosamente hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas diciéndoles: Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma que se me perdió. Así, os digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” arrepiente”  

Parábola de los obreros de la hora undécima (Mateo 20,1-15) “El Reino de los Cielos es semejante a un amo que salió al amanecer a contratar obreros  para su viña. Después de haber convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Salió también hacia la hora de tercia y vio a otros que estaban en la plaza parados, y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os daré lo que sea justo. Ellos marcharon. De haciaencontró la hora dea sexta de nonaye les hizodijo: lo mismo. hora undécima anuevo salir salió y todavía otros yparados, ¿CómoHacia es quelaestáis aquí todovolvió el día ociosos? Le contestaron: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a mi viña. A la caída de la tarde dijo el amo de la viña a su administrador: Llama a los obreros y dale el jornal, empezando por los últimos hasta llegar a los primeros. Vinieron los de la hora undécima y percibieron un denario cada uno. Al venir los primeros pensaban que cobrarían más, pero también ellos recibieron un denario cada uno. Cuando lo tomaron murmuraban contra el amo, diciendo: A estos últimos que han trabajado sólo una hora los has equiparado a nosotros, que hemos soportado el peso del día y del calor. El respondió a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿acaso no conveniste conmigo en un denario? Toma la tuyo y vete; quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿No ¿ No puedo hacer yo con lo mío lo que quiero? ¿Oprimeros es que vas a ver” con malos ojos que yo sea bueno? Así los últimos serán  primeros y los los últimos” últimos

Parábola de los invitados a las bodas (Mateo 22:1-14) “El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró las bodas de su hijo, y envió a sus criados a llamar a los invitados a las bodas; pero éstos no querían acudir. Nuevamente envió a otros criados ordenándoles: Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya mi  banquete, se se ha hecho la matanza de mis terneros y reses reses cebadas, cebadas, y todo está está a punto; venid venid a las bodas. Pero ellos sin hacer caso, se marcharon uno a sus campos, otro a sus negocios; los demás echaron mano a los siervos, los maltrataron y dieron muerte. El rey se encolerizó y, enviando a sus tropas, acabó conpreparadas aquellos homicidas y prendiónofuego su ciudad. Luegoa dijo a sus criados: las bodas están pero los invitados eranadignos. Id, pues,

 

los cruces de los caminos y llamad a las bodas a cuantos encontréis. Los criados, saliendo a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y se llenó de comensales la sala de bodas. Entró el rey para ver a los comensales, y se fijó en un hombre que no vestía traje de boda; y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin llevar traje de  boda? Pero el se calló. Entonces dijo el rey a sus servidores: Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”  escogidos” 

La cuestión de la herencia (Lucas 12,13-21) “Uno de entre la multitud le dijo: Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo. Pero Él le respondió: Hombre, ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros? vosotros? Y añadió: Estad alerta y guardaos de toda avaricia, porque si alguien tiene abundancia de  bienes, su vida no depende de aquello que posee las tierras de cierto hombre rico dieron mucho fruto, y pensaba para sus adentros: ¿qué haré, pues no tengo donde guardar mi cosecha? Y dijo: Esto haré: voy a destruir mis graneros, y construiré otros mayores, y allí guardaré todo para mi trigo y misaños. bienes.Descansa, Entonces come, diré a mi alma: alma,bien. ya tienes almacenados muchos bebe, pásalo Peromuchos Dios lebienes dijo: Insensato, esta misma noche te reclaman el alma; lo que has preparado, ¿para quién será? Así ocurre al que atesora para sí y no es rico ante Dios”  Dios”  

La parábola del administrador (Lucas 16:1-13) El que ama debe cuidar ese amor para que no se pierda y para que aumente el calor y el fuego. “Tened ceñidas vuestras cinturas y las lámparas encendidas, y estad como quienes aguardan a su amo cando vuelve de las nupcias, para abrirle al instante en cuanto venga y llame. Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los encuentre vigilando. En verdad os digo quesegunda se ceñirá la cintura, hará sentar a la mesa yasí, acercándose les servirá. Y si viniese en la vigilia o en lales tercera, y los encontrase dichosos ellos. Sabed esto: si el dueño de la casa conociera a qué hora va a llegar el ladrón, no permitiría que se horadase su casa. Vosotros, pues, estad preparados, porque a la hora que menos pensáis viene el Hijo del Hombre” (Lc). Si la espera es corta, es fácil estar atento a la llegada de Dios. Si se alarga, se puede debilitar la vigilancia; entonces entran las tentaciones y las componendas con el maligno. Es más fácil luchar una hora que mil, pero si se lucha cada hora como si fuese la última parece más fácil.Los discípulos se inquietan por los peligros. “Y le preguntó Pedro: Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos? El Señor respondió: ¿Quién piensas que es el administrador administrador fiel y prudente, a quien el amo pondrá al frente de su casa, para dar a tiempo la ración adecuada? Dichoso aquel siervo, al que encuentre obrandoPero así su Ensus verdad os digo pondrá frente todos sus bienes. si amo aquelcuando siervo vuelva. dijera en adentros: mique amolotarda en al venir, y de se

 

 pusiera a golpear golpear a los criados y criadas, criadas, a comer, comer, a beber y a emborracharse, emborracharse, llegará el amor amor de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará duramente y le dará el pago de los que no son fieles. El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no fue previsor ni actuó conforme a la voluntad de aquél, será muy azotado; en cambio, el que sin saberlo hizo algo digno de castigo, será poco azotado. A todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá, y al que le encomendaron mucho, mucho le pedirán” (Lc). Ellos han recibido mucho y grande es su responsabi responsabilidad. lidad. El hecho de que Dios respete la libertad de las personas y a veces parezca ausente, precisamente para no coartar esa libertad, no significa que no lo sepa todo; al final Él va a pedir cuenta de las acciones de cada uno. Los discípulos, además de su vida personal son administradores de las cosas de Dios y, al tener gran responsabilidad, también tendrán gran exigencia.

Parábola de la higuera estéril (Lucas 13:6-9) “Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus sacrificios. Y en respuesta les dijo: ¿Pensáis que estos galileos fueron pecadores que todos los galileos, porque hanigualmente. padecido tales cosas? ¡No!, os lo aseguro;más pero si no hacéis penitencia, todos pereceréis O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que fueron más culpables que todos los hombres que vivían en Jerusalén? ¡No!, os lo aseguro; pero si no hacéis penitencia, todos  pereceréis igualmente”. igualmente”.  

La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (Lucas 16:19-31) “Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros acercándose le lamían sus llagas. murió el pobreEstando y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murióSucedió, tambiénpues, el ricoque y fue sepultado. en el infierno, en medio de los tormentos, levantando sus ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno; y gritando, dijo: Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la  punta de su dedo en agua y refresque mi mi lengua, porque estoy estoy atormentado en estas llamas. llamas. Contestó Abrahán: Hijo, acuérdate de que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros. Y dijo: Te ruego entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también a este lugar de tormentos. Pero replicó Abrahán: Tienen a Moisés y a los Profetas. ¡Que los oigan! El dijo: No, padre Abrahán; pero si alguno de entre

 

los muertos va a ellos, se convertirán. Y les dijo: Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite”  resucite” 

Parábola de las vírgenes necias y prudentes (Mateo 25, 1-13) “Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes; pero las necias, al tomar sus lámparas, no llevaron consigo aceite; las prudentes, en cambio, junto con las lámparas llevaron aceite en sus alcuzas. Como tardase en venir el esposo les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó vocear: ¡Ya está aquí el esposo! ¡Salid a su encuentro! Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite porque nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes les respondieron: Mejor es que vayáis a quienes lo venden y compréis, no sea que no alcance para vosotras y nosotras. Mientras fueron a comprarlo comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Luego llegaron las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Pero él les respondió: En verdad os digo que no os conozco. Vigilad, pues, porque no sabéis el día ni la hora”  hora”   Parábola del juicio final (Mateo 25,31-46) “Cuando venga el Hijo del Hombre en su gloria y acompañado de todos los ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las gentes; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a su derecha, los cabritos en cambio a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era peregrino y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en hambriento la cárcel y vinisteis Entonces le responderán justos:¿cuándo Señor, ¿cuándo te vimos y te dimosa verme. de comer, o sediento y te dimos delos beber?; te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos vestimos?? o ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte? Y el Rey en respuesta les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis. Entonces dirá a los que estén a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles: porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; era peregrino y no acogisteis; estaba desnudo desnudo y no me vestisteis, enfermo enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. Entonces le replicarán también ellos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, peregrino o desnudo, enfermo o en la cárcel y no te asistimos? Entonces les responderá: En verdad os digo que cuando dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también dejasteis de  justos, en cambio, cambio, a la vida eterna”  eterna”   hacerlo conmigo. Y éstos irán al suplicio eterno; los

 

  Parábola del juez injusto (Lucas 18:1-8) “Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer, diciendo: En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. También había en aquella ciudad una viuda, que acudía a él diciendo: Hazme justicia ante mi adversario. Y durante mucho tiempo no quería. Sin embargo al final se dijo a sí mismo: aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, ya que esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme. Concluyó el Señor: Prestad atención a lo que dice el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a El día y noche, y les hará esperar? Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. ¿Pero cuando venga el Hijo del Hombre, acaso encontrará fe sobre la tierra?” t ierra?”  

Parábola de los viñadores homicidas (Marcos 12,1-11; Mateo 21, 33-46; y Lucas 20,918) “Ciertoedificó hombre era propietario una viña, lay rodeó de una y cavó en un lagar, unaque torre, la arrendó aplantó unos labradores se marchó decerca allí. Cuando se ella acercó el tiempo de los frutos, envió a sus criados a los labradores para percibir sus frutos. Pero los labradores, agarrando a los criados, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo lapidaron. De nuevo envió a otros criados en mayor número que los primeros, pero hicieron con ellos lo mismo. Por último les envió a su hijo, diciéndose: A mi hijo lo respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémoslo y nos quedaremos con su heredad. Y, agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga el duelo de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Le contestaron: A esos malvados les dará una mala muerte, y arrendará la viña a otros labradores que les entreguen los frutos a su tiempo. Jesús les dijo: ¿Acaso no habéis leído en las Escrituras: La  piedra que rechazar rechazaron losadmirable constructores, constructores, ésta haojos? llegado ser os la digo piedraque piedra angular. el Señor quien ha hecho estoon y es a nuestros Por aesto os seráEsquitado quita do el Reino de Dios y será dado a un pueblo que rinda sus frutos. Y quien caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y sobre quien ella caiga, lo aplastará. Al oír los príncipes de los sacerdotes y los fariseos sus parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Y aunque querían prenderle, tuvieron miedo a la multitud, porque lo tenían como profeta” profeta”  

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