RASPADURA ECCEHOMO

May 8, 2019 | Author: elgione | Category: Catholic Church, Slavery, Idolatry, Saint, Spain
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CAPÍTULO I SANTUARIO DEL SANTO ECCE HOMO SECCIÓN 2 EL SANTO ES DE PLAN DE RASPADURA.  Ana María García INTRODUCCION 1. DE IMAGEN EVANGELIZADORA A IMAGEN IMAGEN LIBERTADORA LIBERTADORA La imagen didáctica y vehículo de poder colonial “El Ecce Homo siempre ha estado aquí” Los esclavos compraron su libertad y el cuadro del Ecce Homo Santo milagroso Santo vivo 2. LA ADMINISTRACION ADMINISTRACION DE LO SAGRADO La voz del pueblo es la voz de Dios . “Al único que le seguimos ley es a Dios” “Para sacarse el clavo”. “Tratado de paz”

3. ¿FIESTAS O CELEBRACIONES? El cuerpo ¿obstáculo o centro de la expresión religiosa? Semana santa: Semana de la iglesia católica Las Fiestas al Ecce Homo: Fiestas del Plan de Raspadura De lo Local a lo Regional CONSIDERACIONES FINALES BIBLIOGRAFÍA

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EL SANTO ES DE PLAN DE RASPADURA

 Ana María María García López López INTRODUCCIÓN Plan de Raspadura es un pueblo del Chocó cercano a Istmina. Su origen se remonta a la Colonia cuando los africanos eran traídos en condición de esclavos para extraer oro y metales preciosos del suelo chocoano. La Iglesia Católica era la encargada de convertir estos cautivos a la Religión Católica para lo cual se valió de la imagen pretendiendo con ella desplazar la “idolatría”. El cuadro del Santo Ecce Homo recuerda entonces el legad o católico que España dejó en sus minas durante la Colonia. Los actuales habitantes de Plan de Raspadura se reconocen así mismos como católicos. Sin embargo la forma de vivir la religión (religiosidad), en especial las prácticas de devoción en torno al Santo y la administración del cuadro que reside en la capilla al menos desde 1802, no sigue estrictamente la orientación planteada por la Iglesia Católica que se supone es la encargada oficial de dar orden a la religiosidad, con mayor razón si se tiene en cuenta que la capilla al Santo Ecce Homo es un Santuario, es decir, un lugar de peregrinación. Este desencuentro entre la religiosidad popular y la religiosidad oficial ha generado una serie de pugnas entre buena parte de la población planeña y el Vicariato  Apostólico de Istmina desde 1953, año de instalación de éste. Pugnas que se han materializado en hechos por parte de la población, por ejemplo cuando ella escondió el cuadro en el monte, sacó a un sacerdote y unas monjas “a palo”, hizo un paro cívico que logró obstruir la carretera que comunica a Istmina con Quibdó y contrató sacerdotes que no pertenecían a la Iglesia romana y de los cuales se duda su autenticidad. A su vez el Vicariato, encabezado por el mismo Obispo durante cuarenta años, ha decretado al pueblo dos veces en entredicho, repartió replicas del cuadro del Ecce Homo por todo el Chocó, elevó una capilla en honor al Santo en un lugar estratégico (a 2,4 kilómetros de Plan de Raspadura), y promovió la idea de que el Santuario de Plan de Raspadura, lugar de peregrinación, había sido profanado.

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En el trabajo precedente Un pueblo para un Santo. El Santo Ecce Homo: Libertador, fundador y legitimador del pueblo de Plan de Raspadura, Choco, María de la Luz Vásquez

analiza la forma en que la población de Plan de Raspadura se identifica con el Santo. Para tal análisis se vale de la metodología de campos que Pierre Bordieu plantea para el estudio de la práctica social. El presente trabajo tiene, sin duda muchos puntos en común con el anterior, sin embargo, esta parte se centra de manera especial en analizar las relaciones entre el Vicariato y la población de Raspadura, para lo cual doy lugar a que las voces locales hablen, bien sea por medio de las entrevistas que realizamos en nuestras visitas al lugar o por medio de los documentos de archivo que revisamos. Dicho análisis lo hago teniendo en cuenta dos ejes temáticos: (primero) la posesión y administración del cuadro del Ecce Homo, y (segundo) la forma de expresar la devoción en torno a él, tratando en lo posible de situarlo en un contexto social más amplio que el local para entender la posición que cada uno toma en un momento histórico específico.  Antes de comenzar quiero aclarar algunos términos a los que recurro frecuentemente frecuentemente en el análisis; ellos han sido tomados en buena medida de la bibliografía general que ha manejado la investigación en los seis santuarios de esta primera aproximación a la geografía de lo sagrado en Colombia y en particular a la obra del sociólogo Peter L. Berger 1. La religión es una construcción humana y como tal establece una forma de interpretar el mundo social y de vivir en él. Pero la religión goza de especial fuerza y eficacia porque ella es la única encargada de conectar lo  profano con lo sagrado. La religión dicotomiza la realidad en un esfera sagrada y otra  profana. Lo sagrado encierra un poder misterioso y por lo tanto temible puesto que el ser humano no lo puede explicar como sí lo puede hacer con lo  profano  –antónimo  –antónimo de lo sagrado-. El carácter extraordinario y potencialmente peligroso de lo sagrado le imprime a la religión su autoridad inapelable pues quien desobedezca el orden que ella plantea corre el riesgo de ser castigado por esa fuerza suprema, por la divinidad que trasciende cualquier poder humano. 1

 En su obra de 1967 El dosel sagrado: Elementos para una sociología de la religión. religión . Buenos Aires, Amorrortu editores. Capítulo 1: “Religión y construcción del mundo” P.p. 40 - 43. Capítulo Capítulo 2: “Religión y mantenimiento del mundo”.

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La religión como todo sistema de interpretación, requiere de una institución que se encargue de reproducir ese orden, que socialice esa forma específica de deber ser. Tal institución es la Iglesia, ella es la encargada de estructurar la actividad humana según el orden establecido por la religión. Para cumplir con esa función la Iglesia se apoya en la socialización y en el control social . Por medio de la socialización se trata de conseguir un consenso  permanente y con el control  social   se intenta contener   las resistencias que

puedan presentarse al orden sugerido por la religión. Pero es además necesario un constante proceso de legitimación. Legitimar   consiste en explicar y justificar un orden valiéndose de conocimientos socialmente reconocidos: “dicho de otro modo, la leg itimaciones son respuestas acerca del ‘por qué’ de los ordenamientos institucionales” 2 .

Por ejemplo la Iglesia Católica  justifica su poder sobre las cosas sagradas en el hecho de haber sido fundada por Cristo, por eso ella es la legítima administradora de lo sagrado. De igual forma, el orden social que propone la Religión Católica (la monogamia, la prohibición de sustancias alucinógenas, etc.) es legítimo porque es Dios quien así lo manda, poder claramente irrevocable. Sin embargo para que el orden que plantea la religión no se quede sólo en la forma, es necesario que estos procesos, el de socialización, control social y legitimación,   sean interiorizados por los individuos para lo cual se requiere de una permanente campaña de evangelización que no ha sido el caso para las poblaciones del Chocó. De esta forma, como lo señala el investigador Julián González M. para el Litoral Pacifico colombiano en general, la Iglesia Católica “no pudo operar una dimensión ortodoxa, vertical y centralizada de las doctrinas y prácticas religiosas” 3 lo que permitió el desarrollo de unas

prácticas en las que los miembros de la Iglesia oficial  –sacerdotes, monjas y burocracia eclesial-, no tienen “control pleno sobre la gestión de la religiosidad popular”. La religiosidad popular es entonces esa expresión que toma matices diferentes a los que

plantea la ortodoxia de la religiosidad oficial, apropiándose de lo sagrado, haciéndolo suyo, cercano y local. 2

 Ibid. P. 44. González M. Julián. “Actores sociales y dinámicas culturales de la religiosidad popular negra en algunas localidades del Pacífico colombiano: análisis de testimonios”. Informe del proyecto de i nvestigación Culturas Negras y Religiosidad Popular en pobladores de la Costa Pacífica y migrantes negros en Cali . Presentado a la Universidad del Valle, Cali, abril de 1995. P.p. 5 y 6 3

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Esa apropiación se hace más fuerte cuando la Iglesia oficial intenta recobrar poder sobre la gestión de las prácticas religiosas. Ese ha sido el caso de Plan de Raspadura, lugar del Santo Ecce Homo, santo milagroso digno de peregrinación. En las diferentes formas de apropiación que la población ejerce sobre lo sagrado puede analizarse la forma en que ella legitima su religiosidad popular y su cultura frente a la religiosidad oficial y a las formas tradicionales de dominación. La información de la que este análisis parte fue recolectada durante tres meses en Plan de Raspadura que correspondieron con la celebración de Semana Santa y las fiestas del Ecce Homo en abril de 1999 y del 2000, y con las fiestas de San Rafael en octubre de 1999. En abril de 1999 se aprovechó para revisar el Archivo del Vicariato Apostólico de Istmina4  que conserva documentos y correspondencia desde 1953 hasta 1993. En ese  Archivo de casi 4000 páginas al menos la quinta parte se dedica a los problemas que el vicariato tuvo con un sector de la población planeña. Por eso en este trabajo se utilizan dos colores para resaltar la voz que habla: en verde los testimonios de la población local que recogimos y la correspondencia que ellos enviaron, y en púrpura la correspondencia y los documentos emitidos por el Obispo o cualquier eclesiástico. Sin embargo hay relatos y textos sin color porque o no pertenecen a ninguna de las dos partes como es el caso del periódico Presente  que publicó varios artículos sobre la situación en Raspadura; o sus opiniones no son representativas de alguna de las partes. La manera en que es presentado este escrito corresponde a tres temas que dan cuenta de la religiosidad popular y de la forma como la población legitima sus acciones mediante la apropiación de lo sagrado. El primer capítulo, De imagen evangelizador a a im agen , recoge los relatos sobre el origen y establecimiento del Santo Ecce Homo en libertadora 

Plan de Raspadura. El segundo capítulo, La administr ación de lo sagrado, transcribe una serie importante de documentos del Archivo del Vicariato Apostólico de Istmina, artículos del periódico Presente  y testimonios. La trascripción es importante para no 4

  Gracias al padre Marco Antonio Romero tuvimos acceso a los cuatro volúmenes en los cuales él laboriosamente se ha encargado de compilar documentos y correspondencia desde la instalación del vicariato en 1953.

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alterar la manera singular de nombrar y describir propios de cada uno en unas condiciones de pugna por la administración del cuadro del Ecce Homo y sus bienes. El tercer capítulo, Fiestas y celebraciones religiosas , hace un contraste entre las celebraciones de Semana Santa y las contiguas fiestas al Ecce Homo con el fin de caracterizar la religiosidad popular de Raspadura frente a la religiosidad oficial. Por último presento unas Consideraciones finales donde más que intentar concluir la investigación, hago algunas reflexiones sobre la utilidad de trabajos como éste al quehacer antropológico.

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1. DE IMAGEN EVANGELIZADORA A IMAGEN LIBERTADORA La Iglesia Católica se valió de la imagen religiosa para el adoctrinamiento de los esclavizados. Por medio de ella trató de implantarles un sistema de representación, una forma de vida, un modo de organizar las experiencias. La imagen estaba acompañada de leyendas que orientaban la práctica religiosa así como también instigaban a buenos comportamientos según la mentalidad cristiana. El poder de la imagen como vehículo de dominación radica en su carácter sagrado: la imagen religiosa es una representación de la divinidad, por eso es santa. Pero ante la implantación de la ideología cristiana, las poblaciones esclavizadas no fueron pasivas. Muchas veces se valieron de la misma lógica del dominante para hacer legítimos sus comportamientos, creencias y devociones. En este orden de ideas, este capítulo propone una revisión de los relatos relacionados con el origen, llegada y milagros de la imagen del Santo Ecce Homo, y a partir de ellos analizar la manera en que la población de Plan de Raspadura ha adaptado, filtrado y transformado los discursos que la Iglesia oficial utilizó para evangelizar, hasta apropiarse del Santo por medio de una profunda resignificación de la lógica eclesiástica.  Antes de comenzar con los relatos, es necesario ofrecer un breve contexto histórico sobre la ideología esclavista y el papel que jugó la Iglesia Católica en la Conquista y Colonia. Durante la Conquista y Colonia, las relaciones entre Iglesia Católica y Corona española estuvieron reguladas por el Patronato según el cual la Iglesia delegaba poderes a los reyes en atención al espíritu católico de ellos. El papado pasaba por momentos difíciles pues la guerra italiana, la reforma protestante y la amenaza otomana lo debilitaban. Esta condición es aprovechada por la política centralizadora y absolutista de los monarcas para que el Papa les otorgara la Iglesia americana junto con la potestad de ocupar los territorios recién descubiertos: el Papa concedió las nuevas tierras con sus habitantes para que los reyes los hicieran partícipes del evangelio. La Corona adquirió así el derecho a prácticamente nombrar los obispos y fundar las diócesis, al tiempo que quedaba obligado a patrocinar la evangelización cristiana. De esta forma, la Iglesia y su obra

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evangelizadora se convirtieron en instrumentos de la Corona española; se identificaba totalmente la fe cristiana con la civilización española. Era la Iglesia la que debía aculturar a los no convertidos dejando el paso despejado para la explotación que quisiese hacer la Corona. La confusión entre lo espiritual y lo temporal, entre la Iglesia y el Estado fueron características que la cristiandad republicana heredó de la cristiandad hispánica. La identificación de la Iglesia con el sistema económico, político y social hizo que ella fuera una pieza clave en la estructura Colonial. La Iglesia era la encargada de la aculturación de los esclavizados en las minas, al tiempo que reproducía la estratificación social basada primero en la raza y después en la posición económica y social. La fe que implantó el cristianismo servía de elemento de reconciliación para los explotados con su posición inferior: las promesas de una vida mejor en el más allá servían para tolerar la angustiosa opresión en esta vida, delegando la solución de los problemas a un poder extrahumano que juzga si los desaventajados merecen o no ser escuchados. El cristianismo exigía el conformismo con la situación existente y castigaba cualquier intento de transformación de la sociedad, sacralizando así el orden establecido y la autoridad civil y religiosa, unidades que parecían ser una sola. La Iglesia era entonces la encargada de ejercer el control ideológico. La ley de Dios para el Catolicismo es un conjunto de dogmas cuyo control está fuera del alcance de los individuos. La interpretación de la palabra de Dios está sólo a cargo de la jerarquía eclesial, no nace de una reflexión interior. El dogma religioso servía como ideología política y el aparato eclesiástico servía para fines Coloniales, contribuyendo así al sostenimiento del orden social. El historiador colombiano Germán Colmenares menciona que la Iglesia católica interiorizó los sistemas medievales de estratificación de clases, no sólo en su teología sino en su organización, por lo cual el aparato eclesiástico reproducía los rasgos objetivos del aparato de la Corona y sus enseñanzas aparecían como incitaciones políticas a la sumisión. El

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catolicismo ibérico impartía a las sociedades esclavistas una ideología hegemónica que reflejaba profundamente ideas de propiedad, de clase y de estatus. 5

Sumado a todo esto, detrás de la economía esclavista, había una serie de justificaciones a la esclavitud. Algunos partían de la imagen de África como fin del mundo y territorio de Satanás, para aducir que era un favor el que se les hacía a los africanos al sacarlos de allí y traerlos a América  puesto que “cambiarían su medio de “fuego y tiranía, barbarie y brutalidad, donde sin ley ni Dios viven como brutos salvajes” por tierra más amable y, de ñapa, los bienes más estimables del espíritu”6 . Las minas eran así entendidas como salvación de los africanos. Otros veían en la

esclavitud una escuela de civilización: la benevolencia de los amos ayudaría a que los africanos saliesen del estado salvaje. Esas excusas formaron una imagen del esclavo como alguien que debía ser sumiso, obediente, leal y humilde.

Sin embargo la evangelización no fue a fondo, respondía más a los requisitos de la forma que al verdadero interés de los misioneros para convertir a los, según la Iglesia, pecadores. Además la evangelización se obstinaba en anular la idolatría para lo cual imponía las imágenes cristianas. La forma se llenó entonces de diferentes significados, era una guerra de imágenes que se valía de la figura para expresar procesos que los evangelizadores no alcanzaron a entender. La adoración a las imágenes es muy frecuente en todo el Nuevo Mundo, pero las imágenes cobran diferentes significados, sentidos y simbolizaciones que la gente les confiere según su proceso histórico 7. Para el caso del Chocó, que es el que nos compete aquí, el fervor por los ritos religiosos es notorio. Chocó fue hasta bien entrado el siglo XX, lugar de misión intermitente por estar tan alejado de los centros urbanos y las difíciles condiciones climáticas. La evangelización de los esclavizados estuvo en buena medida a cargo de los amos que recurrieron a la imagen para representar materialmente la divinidad cristiana que debía triunfar sobre las que los negros traían de África. Todo caserío tiene hoy su santo al cual le hacen fiestas. 5

 Colmenares, Germán. Popayán: una sociedad esclavista. 1680-1800 . Medellín: Editorial la carreta.1979. P. 93. 6  Ibid. P. 83. 7   Esta es la tesis desarrollada por el historiador Serge Gruzinski en su libro La guerra de las imágenes. México: Fondo de Cultura Económica. 1995.

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Dichas fiestas pudieron tener origen en el día de descanso, día que se permitía la expresión de la gente que cotidianamente trabajaba en la mina. Era la válvula de escape permitida hasta cierto punto. Lo interesante en este punto es analizar cómo las poblaciones valiéndose de lo permitido, representan lo que sólo los que comparten un sentir históricamente labrado, pueden entender, es decir, lo que están comunicando esas prácticas para la población. Fernán González menciona que la religión opera como elemento de reconciliación con el estado de opresión, sacraliza el poder establecido y la estructura socioeconómica, y crea una situación de resignación pasiva ante los problemas y las situaciones 8. Pero habría que anotar que esa puede ser la pretensión del sistema esclavista lo cual no quiere decir que los esclavizados no desarrollaran nuevas formas de expresión en las que subyacía la resistencia e inconformidad al sistema o, retomando la tesis de la historiadora Adriana Maya, desarrollaron formas de resistencia muy activas valiéndose de los imaginarios que el sistema había hecho de ellos, como es el caso de la brujería y los pactos con el diablo tan temidos y perseguidos por la inquisición 9. Demos lugar pues a que las narraciones de los habitantes de Plan de Raspadura nos cuenten cómo ha sido su proceso de apropiación.

La imagen didáctica y vehículo de poder colonial “El Iltsmo. Sr. Dr. Dn Angel Valverde y Bustamante,

dignísimo Obispo de Pop n concede 40 días de Indulgencia todas las veces que rezaren un Padrenuestro y Ave María delante de esta Divina Imagen del Sto Ecce Homo. Concedida por D n. Juan José Mosquera, quien la dedica a la Capilla de su Mina de S n Rafael, Provincia de Nóvita, año de 1802”

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González, Fernán. “La Iglesia en la emancipación” En: Historia general de la Iglesia en América Latina VII: Colombia y Venezuela. Rodolfo Ramón de Roux (coordinador). Salamanca: CEHILA Ediciones Sígueme. 1981. P. 256. 9 Maya, Adriana. “Africa: legados espirituales en la Nueva Granada, siglo XVII”. En: Historia Crítica No. 12. Enero, junio de 1996. P. 29- 39.

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Esta es la inscripción que tiene el cuadro del Santo Ecce Homo en la esquina inferior derecha. Según ésta, lo que hoy es Plan de Raspadura fue en tiempos de esclavitud parte de las Minas de San Rafael que debía su nombre justamente a la imagen de San Rafael  Arcángel residente en su capilla. Las minas aparecen aquí como propiedad de Juan José Mosquera quien concede la imagen en el año de 1802. Estos datos recuerdan el papel de la imagen religiosa durante la Conquista y Colonia de América. Tanto los amerindios como los esclavizados africanos eran acusados de idólatras pues adoraban figuras que representaban dioses falsos o demonios a juicio de la Iglesia católica. Sin embargo ella misma se valió del poder convocatorio que tenían esos ídolos para sustituirlos por imágenes que representaban las creencias cristianas. La limitación del idioma era superada por la imagen, ella no requería de traductor, era didáctica en sí misma pues representaba el orden que la Iglesia católica y la Corona española querían reproducir en el Nuevo Mundo. La conversión al catolicismo pretendía abolir los ídolos mediante la satanización que los Conquistadores hicieron de ellos y en su lugar colocar las imágenes sagradas. Fue un proceso aculturador que llevó consigo la implantación del dominio.  A partir de lo anterior es interesante notar como en la memoria y en el testimonio oral de los negros ha quedado la siguiente huella: “ no sé bien el origen del Santo, eso lo pueden averiguar allá en Raspadura. Lo que alguna vez leí es que en tiempos de esclavitud, los esclavistas se

valían de una imagen para tener la gente quieta.” 10

“Raspadura era asentamiento esclavo dominado por Juan José Mosquera de la Corona payanesa. Era obligación de los esclavos adorar una imagen, en ese entonces adoraban a San Rafael.”  11 “Por ideas de ese tiempo, los esclavos eran obligados a adorar imágenes idilolátricamente y los amos se valían de la religión para hacer cumplir sus reglas.” 12 “[…] por eso hay tanta fiesta en el Chocó, porque la misma Iglesia nombraba el patrón de un pueblo y el día de su fiesta y así los esclavos se la pasaban de fiesta en fiesta y no s entían tan to l a carg a de la esclav itu d .” 13 10

 Conversación grabada con el padre Luis Carlos. Quibdó, marzo 20 de 1999. mi resaltado.  Conversación grabada con Rafael Antonio Mosquera, habitante de Raspadura. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999. Lo resaltado es mío. 12  Manuscrito de Omar Mosquera Quinto. p. 1. Plan de Raspadura, abril 1 de 1999. Las negrillas son mías. 11

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En el archivo del Vicariato Apostólico de Istmina hay un documento que cuenta el origen y llegada del cuadro del Ecce Homo: “[…] se vino con el cuadro a objeto de importarle la fe a sus esclavos puesto que no pocos de ellos eran paganos y otros no bien convertidos al catolicismo.” 14

Otro registro15 retoma la crónica que ocupó media página del periódico El Tiempo 16. “El cuadro del “Santo Ecce Homo” fue llevado hasta el caserío de Raspadura, desde Popayán, en 1802, por don Juan José Mosquera, un esclavista de origen español que, como era costum bre en los entables mineros de la é po ca, dio a su p eon ada un a imag en par a que fu era ven erada. En cumplimiento de la legislación española, que disponía que  en todo real de m inas debería levantarse u na capil la en d ond e se ven erase una im agen,

el Cristo fue llevado hasta la capilla de San Rafael de Raspadura y entronizado junto al altar, con permiso del obispo del Cauca, monseñor Juan Velarde y Bustamente” 

Para el cristianismo, las imágenes son representaciones figurativas de lo sagrado 17. Representan lo que no se puede percibir empíricamente. Las imágenes religiosas condensan el poder de lo sagrado al tiempo que lo hacen asequible, permitiendo la comunicación entre lo profano y lo divino. En ellas la omnipresencia de Dios se hace palpable, adquiere dimensión material para ser entendida por los paganos. Ellas profesan el temor al Dios católico, que para la época de la Colonia, es un Dios castigador. Pero por medio de las imágenes también se tiene la oportunidad del indulto, dependiendo de la actitud que hacia ellas se tenga. Por eso el “Obispo de Popayán concede 40 días de indulgencia todas las veces que rezaren un Padrenuestro y Ave María delante de esta divina Imagen del Santo Ecce Homo” 18 . La persona era acusada por la divinidad de haber

incurrido en algún pecado por el que tendría que pagar en el purgatorio, pero esa pena podía ser rebajada sumando indulgencias. Las indulgencias eran ganadas por los buenos 13

 Conversación con Rogelio Rivas, istmineño residente en Bogotá. Bogotá, marzo de 1999. Lo resaltado es mío. 14  Archivo VADI (Vicariato Apostólico de Istmina) , Tomo I, p. 329. Las negrillas son mías. 15 “Los conflictos socio-religiosos de la Iglesia misionera”. Archivo VADI, Tomo I, p. 349. Las negrillas son mías. 16 El artículo se titula “Se amotina un pueblo en defensa de su santo milagroso” por el corresponsal Juan José Hoyos. Domingo 19 de Agosto de 1984, página 3 A. 17  Idea desarrollada por Gruzinski, Op. Cit. P. 77 18  Inscripción del cuadro.

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comportamientos, dentro de los cuales estaban las demostraciones de devoción a las imágenes religiosas.19 Vale preguntarse en este contexto si la imagen del Ecce Homo fue escogida deliberadamente. El Santo Ecce Homo es parte de la imaginería católica 20, representa el momento en que Cristo es expuesto al pueblo judío después de ser burlado y azotado por Pilatos 21. El Ecce Homo refleja el dolor y la incomprensión que sufrió Jesucristo, Dios hecho hombre, por parte de hermanos pecadores. Pero esa culpabilidad también es recordada por buena parte de las imágenes. Los momentos de pasión, el dolor y el sufrimiento parecen ser el motivo central de la gran mayoría de las representaciones católicas. Teniendo en cuenta que ellas se constituían además en modelos a seguir, vidas ejemplares, volvemos al punto de los valores por ellas trasmitidos: abnegación, redención por medio del sufrimiento y liberación por voluntad divina. Pareciera entonces que la imagen en tanto singular (representación de Ecce Homo o virgen u otro santo) no tenía tanta importancia como el hecho de ser imagen a la que se le rinde culto. Si había una selección deliberada tal vez obedecía a los gustos del evangelizador, que para el caso de las minas del Chocó, era el mismo esclavista orientado por algún misionero que esporádicamente visitaba el lugar. Por todo esto lo único que se puede decir es que no hay datos suficientes para concluir que la imagen del Ecce Homo fue escogida especialmente para la evangelización de las minas, de hecho antes de ella estaba la de San Rafael según relatan: “En  un momento Juan José, el amo esclavista, se vio delicado de salud. Siendo payanés se fue a buscar alivio a Popayán. Desde antes de venir al Real, é l ado rab a la im agen d el Divi no Ecc e Hom o.  Llegando a Popayán la consiguió y la compró y la trajo en 1802 con la intención de que los esclavos no ado rarán a San Rafael s ino al Divi no Ecc e Hom o, am o y señ or de Ju an 22  José”  .

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El refrán “el que peca y reza, empata” concuerda con esta lógica.   En Colombia hay varios lugares donde hay representaciones del Santo Ecce Homo por ejemplo en Popayán. Ver Pérez, Guillermo y María Cecilia Vejarano . “Religiosidad y Política en la fiesta del Ecce Homo” en: Las Religiones en Colombia. VII Congreso de Antropología en Colombia. Medellín. 1994. o el “Santo Ecce Homo” del monasterio de Boyacá en cercanías de Villa de Leiva, ambos en estatua. En Ricaurte, Valle del Cauca, y en Valledupar, Cesar también hay cuadros del Santo Ecce Homo. 21  Ver en la Biblia el episodio de Jesús ante Pilatos, San Juan capítulo 19, versículo 1 a 16. 22  Conversación grabada con Rafael Antonio Mosquera, habitante de Raspadura. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999. Lo resaltado es mío. 20

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Puede sin embargo arriesgarse una hipótesis sobre el motivo del traslado de la devoción de San Rafael al Ecce Homo entre los esclavizados. La autora María del Carmen Montoro recalca la funcionalidad de la imagen religiosa: “Uno de los aspectos por los que la estampa religiosa cobró auge fue el ser interpretada como refugio contra penas del  purgatorio, además de ser signo de piedad, devoción y amuleto contra desgracias.” 23 La

inscripción del cuadro del Ecce Homo establece que por medio de la devoción a esa imagen se obtienen indulgencias, mientras que no se tiene noticia de lo que se lograba mediante San Rafael. Por otro lado la imagen del Ecce Homo es más conmovedora que la de San Rafael. El primero representa un momento doloroso que no era ajeno a los esclavizados; tiene muestras de flagelación, acto que los amos también propendían sobre los esclavizados. Además su tez no es clara como sí lo es la de San Rafael y está medio desnudo mientras que San Rafael lleva un atuendo impensable para los africanos. La figura del Ecce Homo en comparación con la figura de San Rafael, tiene en general muchos más elementos con los cuales los esclavizados pudieron haberse identificado. En alguna medida, representaba la situación por la que ellos estaban pasando. Por último es necesario recalcar que las imágenes no fueron artículos que se mantuvieron extraños a las poblaciones esclavizadas, también suscitaron apegos. La pretensión de homogenizar las creencias no fue lograda pues cada grupo tenía memoria y un propio sistema de representación que no se limitaba a los perseguidos ídolos. Las imágenes cobraron sentido para la gente, un sentido particular relacionado con su pasado, con la forma de vivir el presente y con sus expectativas del futuro. Por eso la siguiente sección es un análisis de los relatos que la población de Raspadura recuerda acerca del origen del Santo Ecce Homo.

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Montoro, María del Carmen. “El grabado como plasmación de la religiosidad popular” En: La religiosidad  popular . Tomo II. Vida y Muerte: la imaginación religiosa. C. Alvarez Santalo et al. Barcelona, Anthropos.. 1989. P. 194.

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“El Ecce Homo siempre ha estado aquí”

 Al preguntar por el origen del Santo Ecce Homo, se distinguieron dos acepciones que la palabra “origen” tenía para los entrevistados: procedencia y naturaleza. En respuesta al lugar espacial de procedencia, los raspadureños tendían a remitirnos a personas que según ellos sabían más de la tradición, gente de mayor edad o a la que le tenían respeto por su conocimiento sobre plantas o porque en algún momento habían sido beligerantes en la defensa del Santo. También fue común la referencia al libro “Salmos Chocoanos” 24 en el que el padre Marco Antonio Romero transcribe algunas versiones de planeños que ya han fallecido. Entre las historias que recogimos está la de Emerson quien nos contó, sin estar muy seguro de ello, que el Santo “se le reveló a una señora que estaba trabajando la mina. Ella como no sabía

que era el Divino Ecce Homo lo vendió. La persona que lo compró sí sabía  porque ahí mismo le hizo una capilla. Lo compró Juan José Mosquera. No recuerdo es el nombre de la señora a la que se le apareció. Pero el Divino Ecce Homo siempre ha estado aquí” 25 .

La versión de Hermógenes Mosquera también sitúa el origen del cuadro en cercanías de Raspadura: “Juan José Mosquera encontró el cuadro en la quebrada de San Rafael.” 26  Los planeños en general manifestaban no haberse interesado en la procedencia del cuadro pues les basta con saber que desde que ellos y sus padres tenían memoria, el cuadro “ha estado aquí”. Llama la atención que para muchos la inscripción que tiene la pintura es un misterio: “no se puede leer”, “no se deja copiar, se borra”; o simplemente “no se entiende lo que dice” 27 .

Juan José Mosquera es recordado por la inscripción del cuadro, es un nombre del que están seguros porque está registrado en la pintura. Lo que llama la atención en estas 24

 Romero, Marco Antonio, Pbrto. Salmos Chocoanos VI. Medellín, Litoarte Ltda. 1993.  Apuntes de campo durante la conversación con Emerson, síndico actual. Plan de Raspadura, abril 4 de 1999. Lo resaltado es mío. 26  Conversación grabada con Hermógenes Mosquera, Plan de Raspadura, abril 4 de 1999. Lo resaltado es mío. 27  Esto es en buena medida porque está escrito en español antiguo. 25

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narraciones es que él “ encontró” o a él “se le reveló” el cuadro, dando la idea que no fue manufactura humana. Así mismo, aunque los planeños confesaban no saber la procedencia del cuadro, sí estaban seguros de la naturaleza del origen: “la pintura no fue hecha por mano pecadora, ella bajó así del cielo”. Su naturaleza entonces es divina,

razón por la cual la pintura encierra misterios: es un óleo sobre lienzo que no ha sido devorado por el corrosivo clima húmedo del Chocó a pesar de tener alrededor de doscientos años de estadía en el lugar. Omar Mosquera agregó que en la restauración a que fue sometida recientemente, el encargado del trabajo “no encontró en la investigación qué tipo de pintura era” 28 . Es una obra divina y no humana de donde deriva su carácter

milagroso que le imprime el aura de invulnerabilidad. El carácter didáctico del que se habló en el anterior apartado, no se limita a la imagen, al cuadro en tanto artículo; la leyenda de su origen también reproduce los esquemas que la Iglesia quería implantar. El cuadro del Ecce Homo pudo haber sido pintado en España o en Quito, pero ese hecho se pierde para darle un origen divino adquiriendo neutralidad pues no fue pintado por un español 29. Si tiene un origen divino, ¿a quién se quiere revelar?, ¿para qué se revela Dios?. Las leyendas de apariciones de vírgenes y santos dan testimonio de que es al buen cristiano, o al arrepentido, a quien Dios envía su muestra para que esa persona a su vez sea la encargada de propagar la creencia, pues Dios le ha enviado una muestra fehaciente de su poder y existencia. Un buen ejemplo de esto es la leyenda del origen que hace parte del documento titulado ‘El Santo Ecce Homo o Señor de Raspadura’ 30 presente en el Archivo del vicariato. “Cuentan que […] la pintura fue hallada por una lavandera esclava de Don José Mosquera en cercanías de Popayán […] la esclava movió una piedra de cierto tamaño, vio la tela y la colgó sobre la ropa sucia, fue el primer trapo que lavó. Su curiosidad descubrió la efigie de un santo. Interrumpió su trabajo y emprendió veloz carrera hasta la casa donde mostró e informó a los demás […]. Esta mujer la llevó a la casa de su patrón, y en compañía de otros esclavos la colgaron en la pared y se dedicaron a venerarla, precisamente en esas los sorprendió el amo. Los esclavos quedaron estupefactos al verle, esperaron los azotes por su hipotética falta, pero Don Juan lejos de 28

  Apuntes de campo durante la conversación con Omar Mosquera Quinto. Plan de Raspadura, abril 1 de 1999. 29  Idea desarrollada por Gruzinski, Op. Cit. P.132. 30  Archivo del VADI, P.p. 327 a 329. Este documento no tiene fecha ni autor y está incompleto.

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recriminarlos o castigarlos tal lo suponían ellos, como buen católico también elevó sus oraciones al Santo, al tener noticias de los hechos.” 31

Postrarse ante la imagen es el comportamiento esperado de un buen cristiano. Así lo hacen la esclava y sus compañeros y así también el amo Juan José Mosquera eleva sus oraciones al Santo al enterarse de su origen divino, en cambio de castigarlos por la idolatría en que estarían incurriendo si la imagen no fuera revelación del Dios católico. Detrás de la leyenda de una imagen aparecida como la del Santo Ecce Homo, hay un mensaje que llama a la veneración como forma de reconocer la existencia de Dios. Pero al mismo tiempo en las leyendas de aparición, Dios se hace cercano, se hace material y hasta particular pues los relatos no mencionan en ningún momento que sea el mismo Cristo sino que es un santo aparecido en un lugar geográfico que tiene relación con la historia de Plan de Raspadura. La neutralidad que le otorga el hecho de no haber sido pintada por un español sino por mano divina queda de lado al darse una ubicación a la aparición y a quien se le aparece: Dios se le manifiesta a una esclava, bien sea en Popayán (ligado a Plan de Raspadura por la extracción minera de la Colonia) o en Raspadura misma, de esa manera lo sagrado se pone de su lado. Los esclavos compraron su libertad y el cuadro del Ecce Homo Siguiendo con las formas de apropiación que la gente hace de lo sagrado por medio de sus relatos sobre el Santo, esta sección presenta más narraciones que se refieren al momento en que el Santo se quedó en Raspadura; ellas parten del hecho que fue el esclavista Juan José Mosquera quien lo llevó. “Dentro de los esclavos había una mujer llamada Ma DE LA PAZ SALAMANDRA, tenida en cuenta como la más solvente económicamente. Cuando el esclavista Juan José Mosquera, al saber que se había abolido la esclavitud y la gente adoraba cada día más al Divino ecce-homo decidió marcharse de la región, llevándose consigo al Divino ecce-homo, pero la gente desconocía la realidad de su origen, por lo que él decidió recogerla y empezar a caminar la provincia de Nóvita en la región del San Juan, visitando todos los caseríos para vender la imagen, pero no la mostraba por estar envuelta y algunos le respondían “no compramos gato enmochilado”, volvió a Raspadura 31

 Ibid.

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 pidiendo libra y media de oro por la imagen y la esclavista MARIA DE LA PAZ SALAMANDRA, propuso co mprar la imagen   poniendo ella media libra de oro y recogiendo entre los dem ás h abitantes el r esto d e un castellano 32  por cada familia y fue así como se logró.” 33 

Hermógenes Mosquera también contó que el cuadro “fue negociado por la señora María de La Paz. Entre tod o el pueblo se reunió la cuota para la compra.” 34 

En el documento al que antes se hizo alusión (“El santo Ecce Homo o señor de Raspadura”) se relata que Juan José decepcionado porque la jerarquía payanesa subestimó la milagrosidad del cuadro, emprendió viaje al Chocó: “Llegó a Nóvita, ciudad muy importante en aquellos tiempos y centro minero de primer orden. Allí explicó los pormenores del hallazgo, los milagros del santo, pero la acogida fue negativa; continuó el viaje a Condoto, no le  prestaron atención; siguió a Tadó, no obtuvo éxito. Por un antiguo camino  pasó a Raspadura, lugar muy destacado por las numerosas minas y las cantidades de oro que producían. Era centro esclavista de renombre, y allí tenía Don Juan José Mosquera muchos esclavos. Entró en arreglos con una señora María del Pilar Salamandra, matrona muy popular y respetada, quien convocó a los habitantes, así fuesen esclavos, libertos, cimarrones o capataces. Les habló y los convenció de las noticias que trajo Don Juan José.  Abonó una pequeña bolsa de oro en polvo y el saldo d e otra bols a, fue dejada al fiado  por tratarse de doña María del Pilar.” 35 

La versión de Manuel Mosquera es en el mismo sentido: “Juan José lo trajo por el San Juan abajo, vendiéndolo por varios pueblos pero como venía empacado nadie lo compraba sino hasta acá. Pasó por Istmina, Nóvita, Andagoya. Yo cr eo q ue Él q u er ía qu ed ars e aq u í.  La dueña del  pueblo lo compró. El pueblo era como ahora. De eso va a ser 200 años. Desde que llegó la gente le ha tenido confianza, fe.” 36 

Sobresale el hecho de que Juan José Mosquera no “concedió el cuadro a sus minas” como aparece consignado en la inscripción sino que lo vendió, pero fue larga la travesía que hizo a pesar de que lo ofrecía como milagroso (“Juan José no dijo el origen, solo dijo

32

 El peso de un “castellano” corresponde a 24 granos de maíz, esta era la forma de pesar el oro en la Colonia y aún se mantiene vigente. 33  Manuscrito de Omar Mosquera Quinto. p. 1. Plan de Raspadura, abril 1 de 1999. Las negrillas son mías. 34  Conversación grabada con Hermógenes Mosquera. Plan de Raspadura, abril 4 de 1999. 35  Archivo VADI, Tomo I, p.328. 36  Apuntes de campo durante la conversación con Manuel Mosquera. Plan de Raspadura, marzo 29 de 1999. Lo resaltado es mío.

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que era muy milagroso” 37). Sólo en Plan de Raspadura consigue venderlo, ahí lo compran a pesar de estar “enmochilado”; no requieren ver para creer, es su fe en el poder milagroso del Santo lo que motiva la compra, fe que es recompensada por el Santo pues “recién el Santo llegó, comenzó a hacer milagros.” 38 El que no haya sido comprado en ninguno de los sitios por los que Juan José pasó ofreciéndolo también es interpretado como voluntad del Santo de quedarse en Raspadura. Se sacraliza así la población y el lugar. La población por tener fe y el lugar por el deseo del Santo de estar ahí. Retomando el tema de la compra, es interesante analizar quién paga. Se distinguen dos versiones: una dice que fue comprado por la matrona del pueblo “muy popular y respetada”, “dueña del pueblo”; y la otra informa que si bien María puso buena parte,

el resto fue reunido entre todos los planeños. Nótese que la primera está presente en el documento de la diócesis de Istmina mientras que la segunda es el argumento al que aducen los habitantes de Raspadura para justificar que el cuadro es de ellos: “Como la comunidad lo compró, entonces el Santo es del pueblo” 39. Es importante

anotar que en estas versiones hay un cambio de protagonista: deja de ser el esclavista y pasa a ser los esclavos. La acción material de comprar el cuadro los convierte en los poseedores de la imagen; los ancestros de los raspadureños compraron su libertad de la esclavitud y el cuadro del Ecce Homo con oro. Pero la presencia del Santo en el lugar no fue simplemente producto de una transacción económica, se requirió también que los pobladores se comportaran como buenos cristianos y creyeran en el poder del Santo, así fueron bienaventurados por los milagros de él. Además se tiene la idea de que el Santo quería quedarse en Raspadura y no en otro lugar. Él impregna de lo sagrado a este pueblo. El Santo decidió quedarse en Raspadura, desde ahí hace sus milagros.

37

 Apuntes de campo durante la conversación con Omar Mosquera. Plan de Raspadura, abril 1 de 1999.  Apuntes de campo durante la conversación con Manuel Mosquera. Plan de Raspadura, marzo 29 de 1999. Lo resaltado es mío. 39  Apuntes de campo durante la conversación c on Omar Mosquera. Plan de Raspadura, abril 1 d e 1999. 38

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Santo Milagroso En esta sección se transcriben algunos relatos sobre los milagros del Santo Ecce Homo. Un milagro es un hecho sobrenatural, extraordinario y no comprensible para el ser humano, es el misterio del poder divino. El origen del cuadro del Santo Ecce Homo encierra ese misterio. Por eso es milagroso. El orden en que serán presentados aquí los relatos atiende a las preguntas de cuáles son los milagros que el Santo hace, quiénes son los beneficiados y cómo es la fórmula que la gente sigue para obtener sus favores. Así mismo se presentará la manera en que los devotos se llenan de lo sagrado por medio de diferentes contactos y actitudes que tienen con el Santo. En el documento “El Santo Ecce Homo o Señor de Raspadura” se menciona la variedad de milagros que él concede: “Incontables fueron las personas que de toda índole hicieron promesas, o mandas, etc, y el Santo les solucionaba sus problemas, los curaba de enfermedades, les mejoraba la mina, les arreglaba la sementera,  l es hac ía obtener la libertad,   obligaba el retorno de los seres queridos ausentes y familiares llegaban a los devotos. El Santo Ecce Homo, era en fin su paño de lágrimas, nadie emprendía actividad alguna sin antes confiársela al Señor de Raspadura, para garantizar así el logro de sus anhelos .” 40 

Vale la pena entrar en detalle sobre cuáles son esos milagros. “Un señor llegó con muletas, era inválido de la rodilla para abajo, tenía las  piernas, no es que fuera mocho, pero las piernas no le servían. Y le ofreció al Santo Ecce Homo que si lo hacía salir caminando de ahí, él le dejaba las muletas y un pescadito de oro. Y las muletas se conservan ahí porque cuando salió de la Iglesia, salió el tipo caminando. Eso me toco verlo a mí, yo tenía como 10 años41”  “El “Santo” salvó a una señora que buscaba oro en un socavón: un derrumbe le cerró la salida del “Guache” y cuando estaba a punto de mor ir de asfixia se acordó del Santo Ecce Homo y de inmediato otro derrumbe le abrió la boca por la que logró salir hasta el exterior. La señora fue hasta el santuario y

40

 Archivo VADI, Tomo I, P. 328. Fecha aproximada: 1985  Haciendo cuentas debió ser alrededor de 1958, pues la señora nació en 1948. Trascripción de la entrevista a la señora Emergina Orejuela Mosquera realizada por Onny Robledo en Quibdó. Abril de 1993. P. 11. 41

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 permaneció tres días arrodillada, dándole gracias al cuadro, vestida con la misma ropa de trabajo que llevaba el día del derrumbe.” 42  “Eso fue obra del Santo Ecce Homo, ningún muchacho murió y eso que el carro se fue para el hueco, quedó con las llantas para arriba. Es un milagro de nuestro Señor.” 43

En estos hechos se requirió de la intervención del Santo pues de lo contrario, según la lógica del sentido común, las piernas del señor hubieran continuado sin funcionar, la señora se hubiera ahogado en el socavón y algún muchacho hubiera muerto. La gente nos comentaba que milagros de este tipo han disminuido, “antes uno veía el milagro ahí mismo”, pareciera que el Santo ha dejado de hacer milagros tan contundentes como

devolverle la visión, el habla o la posibilidad de caminar a alguien, o al menos ha disminuido la frecuencia. Sin embargo algunas personas arguyen que el Santo sí hace milagros sino que no se saben interpretar. También acuden a él para mejorar la salud: “Cuando Rodolfo, mi hijo, cayó enfermo, le prometí que si me lo aliviaba, iba a sus pies con Rodolfo y me hizo el milagro.”  44

Si bien no es una situación tan extraordinaria como las primeras, si se requiere de la intervención divina para reducir el riesgo de que alguien muera por una enfermedad en un lugar como el Chocó donde no se cuenta con la infraestructura suficiente para atender enfermedades que si se descuidan pueden ser mortales, como el paludismo y la bronquitis. Por eso el Santo es “el paño de lágrimas”, a él acuden para reducir el riesgo de muerte en condiciones de incertidumbre como la enfermedad y la violencia en las grandes ciudades a las que muchos chocoanos llegan en busca de un poco de dinero. “Por eso cuando Juan, otro hijo, tuvo el problema allá en Medellín, le pedí al Santo para que regresara bien, sin que me lo mataran. Y el Santo Ecce Homo me lo concedió. Todo lo que yo le he pedido, el Santo me lo ha cumplido. Y 42

 Periódico El Tiempo. Op. Cit.  Comentarios de algunas mujeres del grupo de oración respecto al accidente que sufrió un jeep en el que estaban 11 jóvenes. 44   Transcripción de la entrevista a la señora Emergina Orejuela Mosquera realizada por Onny Robledo en Quibdó. Abril de 1993. P. 11. 43

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ahora que Juan venga vamos para allá, para Raspadura a cumplir la manda.” 45 

El riesgo de morir por motivos violentos en los barrios populares de ciudades grandes como Medellín, Bogotá o Cali es causa de gran temor para los familiares que quedan en el Chocó, muchas madres nos manifestaban que siempre le pedían al Ecce Homo para que a sus hijos no les pasara nada y que regresaran lo más pronto posible porque “acá aunque hay mucha pobrecía, no hay la violencia que se ve por allá, que uno ve por las noticias, esto acá es tranquilo”.

 Al Santo además se le pide por asuntos más cotidianos como curarse del dolor de cabeza, encontrar un poco de oro en un día de mina o pasar el año escolar: “Recuerdo, muy bien, que a finales de aquel año, muchos estudiantes hablaban de “mandas” al Santo Ecce Homo, para que les ayudara en sus exámenes.” 46 

Como puede notarse, es un Santo al que se le solicita todo tipo de favores, no es especializado en alguna clase de milagros sino que hace concesiones de todo género.  Ahora es común que las familias peregrinas le pidan en voz alta por la paz en el Chocó y en Colombia, “que no haya más violencia en nuestro país”. Las pastorales hacen el mismo llamado, invocan al Santo Ecce Homo para que Colombia logre la paz. En septiembre, la peregrinación al santuario fue el final de una serie de jornadas por la paz, la programación fue repartida en las diócesis de Istmina, Quibdó y Tadó. El Santo tampoco repara en la persona a quien le hace el milagro. En nuestras estadías en Raspadura tuvimos la oportunidad de hablar con peregrinos provenientes de Antioquia, Risaralda y Valle del Cauca. Ellos en algún momento escucharon los relatos de los milagros del Santo y decidieron pedirle favores que luego se les cumplieron. El Santo no hace distingos de raza, a él acuden negros, blancos e indígenas; así como tampoco le importa de qué región es el devoto, la persona puede ser atrateña, sanjuaneña, baudoseña 47, “ paisa”48 o hasta de otro país 49. 45

  Transcripción de la entrevista a la señora Emergina Orejuela Mosquera realizada por Onny Robledo en Quibdó. Abril de 1993. P. 12. 46  Romero. P. 247. 47  La regionalización del departamento del Chocó esta determinada por los ríos, así se conforma la región del río Atrato, del San Juan y del Baudó por sólo mencionar los más sobresalientes. 48 Por “paisa” los negros denominan a la gente que no es de piel negra.

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“¡[…] No importa el calor, lluvia y distancia: Juradó, la costa del Pacífico como Siribú despiden a sus habitantes que emprenden largas jornadas en busca del Ecce Homo!” 50 .

Siempre se menciona que fue la fama de los milagros lo que motivó y sigue motivando la peregrinación. La gente llega de muchas partes, “es un Santo mundial ” expresó una peregrina. Algunos raspadureños cuentan que Pablo Escobar fue a visitar el Santo y dejó buena plata para arreglar la Iglesia. También dicen que los paramilitares visitaron al Santo hace algún tiempo. Pero la visita no quiere decir que el Santo esté de lado de ellos. Los planeños son enfáticos en decir que el Santo no concede favores si son para mal de otra persona: “Él está para perdonar a la gente, al inocente. Eso que usted le pide no lo hace si es de maldad.” 51 Hay milagros que son interpretados como desacuerdo del Santo para

conceder esos malos deseos: “Cuando la vela se apaga o no prende es porque la persona es de mala fe”. 52  “Algunas veces el candado no abre 53, eso es cuando el Santo no quiere salir. O comienza a llover. Tal vez no es de buena fe la promesa." 54

Otra acción que es vista como mala o alejada de la orientación que Dios da, es la brujería. Son comunes las historias de mujeres que le quitan el marido a otra por medio de alguna comida o bebida que han mandado a preparar para darle al hombre. La brujería también es usada en casos de envidia. El Santo castiga este tipo de prácticas: “Hay gente que ha muerto de brujería. Algunos dicen que el Santo ha castigado dejándolos ciegos o con alguna enfermedad rara” 55 

El Santo es entonces opuesto al mal. Precisamente por medio de él se puede salir del maleficio que alguna persona le ha engendrado. Ese era el caso de la señora Francia. Ella nos contaba que alguien le había hecho brujería por medio de una bebida, por eso

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 Varios habitantes decían que la fama del Santo llegaba hasta Estados Unidos, porque desde allá también llegaban peregrinos. 50  Romero, Op. Cit. P. 250. 51  Apuntes de campo de la c onversación con un ex miembro de la J unta. Plan de Raspadura, abril 4 de 1999. 52  Apuntes de campo durante la conversación con Emerson, síndico actual. Plan de Raspadura, abril 10 de 1999. 53  El cuadro del Santo Ecce Homo está bajo llave en el altar. 54  Apuntes de campo durante la conversación c on Omar Mosquera. plan de Raspadura, abril 1 de 1999. 55  Apuntes de campo durante la c onversación con Américo Ibargüen. Istmina, abril 3 de 1999.

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ella estaba siguiendo un tratamiento con el señor Vladimiro Ampudia 56, además de dedicar horas orándole al Santo Ecce Homo. Los malos comportamientos reciben de igual forma algún castigo por parte del Santo. José Mosquera recordaba que a un muchacho el Ecce Homo le puso la mano tiesa porque le iba a pegar a la mamá. La gente que bebe mucho y “malgasta su dinero en licor, siente temblores, sienten ese temor” 57 . Pareciera entonces que el Santo imparte

orden, normas de conducta y valores morales. Incurrir en malos comportamientos es alejarse de Dios ante lo cual el Santo se manifiesta haciendo dolorosa la falta, les recuerda sus pecado para que, temiendo el dolor impugnado, vuelvan al camino del buen cristiano. Es desde un sistema de creencias que se hacen interpretaciones de este tipo, sin embargo no es mucha la población planeña que acata este tipo de anuncios, la rumba sigue sin eso querer decir que ellos son menos creyentes, tal vez son menos temerosos. La fe es el centro de toda creencia. Y ese es el elemento principal al momento de encargarse al Santo. La fórmula para solicitarle favores es: “Santo Ecce Homo con tal que me ayudes, por ejemplo en la mina, traigas a mi hijo con vida, yo salga pronto de esta enfermedad o en diciembre pueda ir a Raspadura a ver a mi hijos; yo voy a tus pies. Y uno le ofrece una manda, por ejemplo que cuando vaya lo alumbre con $20.000 en velas, o le saque una  promesa (sacar al Santo alrededor del círculo principal del pueblo) puede ser con la chirimía58  o rezada, o le lleve alguna alhaja, puede ser una cadena o mandarle hacer un riñoncito, o un ombligo o lo que sea en oro; o llevarle plata; o un mantel; o un reloj; lo que uno quiera regalarle a él o también hay gente que la manda la hace dándole mer caditos o plata a los pobres y ancianos” 59.

En sus “Salmos Chocoanos” el padre Romero exalta esas prácticas de agradecimiento: “¡Piernas diminutas de oro, brazos, ojos, pulmones, riñones, monedas, muñequitos (exvotos60  ), llaves y mil cosas más, dejan los peregrinos como votos al Señor. En diciembre de 1970, pesaban estas alhajas 111 castellanos. Mujeres, niños y jóvenes entran de rodillas, con cirios encendidos desde la 56

 El señor Vladimiro Ampudia es reconocido por su manejo de plantas medicinales y sus dones sanatorios. A él llega gente de diferentes lugares, no sólo del Chocó. 57  Apuntes de campo de la c onversación con José Mosquera. Plan de Raspadura, marzo d e 1999 58   Grupo musical tradicional del litoral pacífico chocoano integrado principalmente por clarinete, platillos, redoblante y bombo. También hay chirimías con saxofón y trompeta. 59  Apuntes durante la conversación con Rosa Mosquera. Bogotá, marzo del 2000. 60  Ofrenda hecha en recuerdo de un beneficio.

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 puerta del templo hasta el pie del altar donde se encuentra el “Santo Ecce Homo”. Plegarias, lágrimas, silencio, son las actitudes de los peregrinos! […]” 61

 Algunos dejan testimonio de su presencia por medio de placas que dicen generalmente “Al Santo Ecce Homo por los favores recibidos, la familia..., fecha”.

El devoto hace un contrato con el Santo. Cuando el favor se le cumple, para lo cual no hay límite de tiempo, la persona está en la obligación de ir donde el Santo, a Plan de Raspadura a cumplir con su parte pues el Santo ya cumplió con lo suyo. Si la persona evade ir, puede tener contratiempos: “le comienza a ir mal en la mina, o algún familiar cae enfermo, o a veces ni consigue para comer.” 62 

El Santo es paciente, la persona puede demorarse en ir a cumplir la manda pero debe ser por causas nobles como el trabajo, la familia o falta de plata para emprender el viaje. Pero si el beneficiado tiene la oportunidad de ir y la deja pasar, el Santo se encarga de recalcarle su incumplimiento: “Yo le prometí que si me ayudaba para conseguir un carro para trabajar, iba y lo iluminaba. El negocio me salió y estuve muy ocupado. Cuando tuve tiempo iba a ir pero ese día me encontré con unos amigos y nos pusimos a beber, y  por la noche ya estabamos era de rumba con unas amigas. Esa misma noche el carro me estrellaron el carro, y eso fue por el Santo, porque yo no le fui a cumplir la manda que le había prometido.” 63

Ese es el orden que los creyentes saben se debe seguir para continuar contando con el Santo. Vale la pena por último mencionar la forma en que los devotos se cargan de lo sagrado del Santo. La imagen del Santo permanece en el altar en cubierto por un vidrio. Allá sube 61

 Romero. Op. Cit. P. 249, 250.  Apuntes durante la conversación con Rosa Mosquera. Bogotá, marzo del 2000. 63  Charla con un señor de Quibdó. 62

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la gente para orarle. Generalmente los viajeros llegan en cumplimiento de una manda, por lo cual la oración es de agradecimiento al tiempo que aprovechan la oportunidad para hacer alguna nueva solicitud o simplemente para que los bendiga en sus vidas diarias. Para los peregrinos, la visita al santuario implica tomar un baño en las duchas que en la misma capilla se han dispuesto para tal fin. También cargan botellas del agua de la tina que hay en las duchas, a esa agua le adjudican poder medicinal: “cuando usted tiene cualquier dolor, se frota con esa agua y le pide al Santo que le quite el dolor. Al rato se le  pasa el dolor”. Por eso tomar un baño es limpiarse, librarse de las impurezas que pueden

estar ocasionando dolor. El agua que fluye de las duchas o el agua que toman de la tina tiene carácter bendito por estar en el santuario del Ecce Homo, él bendice lo que está cerca de él o lo que entra en contacto con él. Por eso el síndico proporciona algodón a las personas, algodón con el que la gente frota al Santo y luego lo depositan en la botella con agua. Otra forma de impregnarse de lo sagrado es tocar al Santo y luego pasarse la mano por su propio cuerpo o tocar a los niños.

Santo Vivo En esta última parte se presentaran los milagros que son interpretados por los planeños como la voluntad del Santo y que determinan la manera en que debe ser manejado el cuadro. Primero hay que recordar la voluntad del Santo de quedarse en Plan de Raspadura, el escogió quedarse ahí y no en otro lugar: “El santo lo trajeron de otro lugar, pero antes de traerlo a Raspadura intentaron en San Rafael (donde hoy es el Dos) pero no entró en la capilla, después lo llevaron a Istmina, tampoco[… ] Lo llevaron a otras partes, pero él

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com o es un Santo vivo entonces no quiso y ahífue que lo trajeron a Raspadura y ahí fue que quiso” 64 .

“Pues sí, por tres veces fue llevado el cuadro a Istmina y otras tantas ‘se venía el solo’, hasta que lo dejaron aquí.” 65 

Desde el momento de la llegada el Santo no ha querido irse de Raspadura. Cuentan que Juan José Mosquera, el esclavista que lo llevó, intentó venderlo en otros lugares pero fracasó en su intento, sólo pudo venderlo en Raspadura y desde entonces el cuadro expresa su voluntad por medio de milagros. En el poema “La soberbia vencida” del poeta chocoano Miguel A. Caicedo, aparecen esas manifestaciones que el Santo hace cuando no quiere salir. Su primera manifestación fue sudar, “por todito el rostro comenzó a sudar[…] La gente asustada lo dejaron quieto”. Pero el inspector, interesado en cumplir la manda, insistió, “vino el Santo y se puso pesao, ni quinientos hombres lo hubieran sacao”.  Ante la obstinación del inspector, el Santo “mandó un aguacero como ha habido pocos y las gotas eran como par de cocos”. Haciendo caso

omiso a todas esas señales, el inspector subió el cuadro al anda, pero “el Santo, vea, se  puso grandote”, por la puerta no lo pudieron sacar. El inspector ofendido por la

desobediencia del Santo, llevó la vara de justicia para obligar al Santo diciéndole: “te ordeno que salgas, te habla la justicia por más que tu valgas. Y el Santo se queda en el mismo estado, y el hombre se queda con el brazo alzado. Y cuando lo quiso dizque ir a bajá, cayó de rodillas, se puso a llorá, porque el brazo tieso se le había quedao.”

Esta poesía resalta que no hay autoridad que valga sobre el Santo, su voluntad no es controvertible ni siquiera por el poder que representa el inspector. Aún hoy se sigue manifestando de manera similar: “El cuadro se agranda y no cabe por la puerta. O se pone pesado, pesado que no lo pueden ni cargar. O el día está despejado y de un momento a otro comienza a llover. Cuando pasa eso es que el Santo no quiere salir y es mejor dejarlo en su lugar. ¿Por qué el Santo no quiere salir?. Tal vez porque la  persona que está ofreciendo la promesa no tiene el corazón limpio, puede ser que le está ofreciendo la promesa para que le ayude en alguna cosa mala, 64

  Transcripción de la entrevista a la señora Emergina Orejuela Mosquera realizada por Onny Robledo en Quibdó. Abril de 1993. p.12. Lo resaltado es mío. 65  Relato de Victorio Mosquera recogido por el padre Marco Antonio Romero. Romero. Op. Cit. P. 248

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 para perjudicar a otra persona, y eso al Santo no le gusta. O también puede ser que esa persona le incumplió alguna manda, que se la podía cumplir antes y no lo hizo, entonces el Santo ahí ya no sale.” 66 

Los milagros del Santo también orientan las prácticas que tienen que ver con él, así por ejemplo el Santo no consiente ser cargado por mujeres: “Otro milagro que yo recuerdo es que una señora salió con la mano seca  porque lo estaba montando (al cuadro) en el altar. En ese tiempo al Santo Ecce Homo no lo cargaban mujeres, él no se dejaba cargar de mujeres, se  ponía pesado, y ninguna mujer podía montarse allá (en el altar), eso le  pertenecía a un hombre, a un sacerdote y ella se montó allá, entonces le salió seco un lado. […] pero ella murió con su mano buena porque el Santo se la arregló” 67 .

Según refiere la gente, antes al Santo las mujeres no lo podían ni siquiera tocar, esto tal vez fue herencia de la evangelización de la Colonia en las que las mujeres brillaban por su ausencia. Aunque las minas del Chocó eran poco concurridas por los misioneros, ellos dejaban a algún encargado del manejo de la capilla que en un principio debía ser el esclavista, pero con el tiempo la responsabilidad era asumida por un miembro de la comunidad constituyéndose la figura del síndico. Aún hoy las mujeres no pueden cargar el cuadro, pero sí lo pueden tocar si no tienen la menstruación. De igual forma el Santo no se puede sacar durante los días santos, desde el miércoles hasta el domingo de resurrección el Santo “no sale”. Durante nuestra primera estadía en el lugar, llegó una familia a sacar una promesa el jueves santo. El día se puso pesado, comenzó a lloviznar. El síndico arguyó que el Santo no se podía sacar los días santos, que por eso lloviznaba porque no se puede ir contra las tradiciones. De esta forma, las tradiciones son legitimadas por la voluntad del Santo, ir contra ellas es ir contra sus designios. Hay otro elemento que sobresale en los relatos sobre la voluntad del Santo. Si bien en un principio hay un castigo para el infractor de las costumbres, luego es perdonado. El Santo indulta, a los que les ha entiesado la mano o el brazo, se los ha reconstituido una vez la 66

 Apuntes durante la conversación con Rosa Mosquera. Bogotá, marzo del 2000.   Transcripción de la entrevista a la señora Emergina Orejuela Mosquera realizada por Onny Robledo en Quibdó. Abril de 1993. P.12. 67

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persona reconoce su falta y muestre su arrepentimiento. Pero hay casos en los que el castigo es más duradero, castigos que recaen sobre la gente que trabaja para él, como lo son los miembros de la junta, o los encargados de alguna obra en la capilla o en el cuadro. El Santo es el veedor de la honestidad de esas personas. Los miembros de la  junta son los encargados de administrar los ‘bienes del Santo’, ellos manejan la plata y los regalos que los devotos dejan para que se hagan obras en beneficio del Santo. Algunas veces se presentan irregularidades, las personas mantienen cierto temor para ser miembro de la Junta pues “es mucha plata la que ent ra y a algunos se les llena el ojo al ver ese poco de plata. Cada quien va entrando y va jalando”. Los raspadureños notan

cuando alguien está llevándose la plata del Santo porque en un principio la persona compra cosas a las que no tendría acceso sino estuviera incurriendo en hurto, “el medio no da para uno andar comprando ese poco de cosas”. Y luego viene el castigo del Santo:

le comienza a ir mal en la mina; sus familiares o la misma persona adquieren enfermedades inexplicables; las cosas que compró mientras estaba en la junta se dañan solas; sus negocios fracasan o empieza a tener problemas con su pareja. Todos estos infortunios son los castigos del Santo. Nuevamente es el Ecce Homo el que imparte orden. También castiga a los que cobran más de lo que debe ser, por ejemplo el restaurador que hace poco retocó en algunas partes el cuadro, dicen que cobró demasiado y desde ese entonces el señor no ha conseguido trabajo ni ha podido recuperarse de una enfermedad que adquirió en esos días, “no ha podido levantar cabeza”.

Por todo eso es común que la gente diga que al “Santo hay que trabajarle gratis, o sino le va mal, se le sale la plata que coge”. Los miembros de la junta reparten las ganancias de

la venta de velas que tienen junto a la Iglesia, pero no deben coger plata del Santo, aunque algunos lo hacen evadiendo la supervisión que los mismos raspadureños hacen, no pueden escapar a la omnisciencia del Ecce Homo. Para cerrar este capítulo, volvamos a su título “De imagen evangelizadora a imagen libertadora”. Atendiendo a esto, se hizo primero una revisión del carácter evangelizador de la imagen advirtiendo que éste no se limita al cuadro sino que está acompañado de las leyendas que tratan de acercar la imagen a los paganos. Se mostró cómo los relatos

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sobre el origen del Santo corresponden a la estructura didáctica por la que la Iglesia pretendía implantar el catolicismo, estructura que ha sido manipulada por la población a la que llega la imagen pero manteniéndose aún dentro de las pautas que plantean los relatos de la Iglesia oficial. Luego se analizó el elemento a partir del cual la población se apropia más claramente de lo sagrado: el milagro. El carácter didáctico evangelizador que tiene la imagen dentro de los discursos de la Iglesia oficial es trascendido por su poder milagroso. El cuadro no se limita a reproducir un momento de la vida de Cristo sino que toma vida propia. Examinar los relatos sobre los milagros que el Santo ha hecho, permite escudriñar sobre cuál es la voluntad divina según los raspadureños. Si el milagro es la manifestación del poder divino, los relatos sobre los milagros y las circunstancias en que ocurren, ponen de manifiesto la manera en que los lugareños sitúan lo sagrado de su parte. Falta anotar el carácter libertador de la imagen del Santo Ecce Homo. Varias personas nos comentaron que el primer milagro que hizo el Santo fue ayudarles a los esclavizados a obtener su libertad. Así también se narra en el documento ya citado “El Santo Ecce Homo o Señor de Raspadura’”: “[el Santo] les hacía obtener la libertad”. La infatigable lucha que los esclavizados mantuvieron por su libertad estuvo acompañada por la bendición del Ecce Homo, por eso cuentan que una vez lograda, los ganadores decidieron comprar el cuadro, pues el esclavista Juan José Mosquera ante la nueva situación, debía marcharse del territorio de los libres. El nombre del pueblo recuerda que desde antes de la ley de libertad de los esclavos 68, los ancestros compraban su libertad: el nombre de Raspadura hace alusión a los restos que quedaban de la extracción minera de los cuales los esclavos se apoderaban y así compraban su libertad 69. Con el oro que extraían también compraron al Santo. De este modo, una imagen religiosa que es llevada a un asentamiento esclavo para adoctrinar y mantener el poder Colonial, es convertida por la gente en benefactora y aliada en la consecución de la libertad de la esclavitud. La autonomía que los ancestros de los raspadureños logran con la ayuda del Santo, es recreada mediante los relatos y se refuerza aún más cuando la Iglesia católica, mediante 68

En 1821 se decretó ‘libertad de partos’ que permitía que los hij os de las esclavas fueran libres. Es hasta 1851 que se decreta libertad para todos los esclavos, sin que necesariamente los esclavistas cumplieran con esa ley. 69  Según nos relató Rafael Antonio Mosquera.

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el Vicariato Apostólico de Istmina, trata de recobrar su jurisdicción sobre lo sagrado. Ese es el tema del siguiente capítulo que se mantiene en el eje temático de la apropiación de la imagen por parte de la población de Plan de Raspadura como una manera de mostrar su autonomía frente a unas instituciones que generalmente sólo hacen presencia para explotar los recursos naturales del suelo chocoano.

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2. LA ADMINISTRACIÓN DE LO SAGRADO

Las difíciles condiciones de acceso y el clima tropical húmedo de Plan de Raspadura dieron lugar a que la evangelización de las minas tuviera un carácter intermitente según relatan: “Cabe anotar que el sacerdote era traído en una silla que un esclavo habitante de este lugar se amarraba a la espalda y lo conducía por una trocha hasta la capilla.”  70 

El resto del tiempo, la capilla quedaba a cargo del esclavista, pero él tampoco permanecía en el lugar. Era necesario entonces que alguien se encargara de las cosas del templo durante la ausencia de esas dos autoridades. Según algunos relatos, ese fue el motivo de la conformación de la Junta , además era urgente que se le diera orden y destino a las ofrendas que el Santo recibía de sus devotos.

“Pasaron los años; y los sacerdotes españoles oficiaban los ritos sacerdotales y el pueblo conformó la primera Junta para recibir las don aciones y limosnas  para la construcción de un lugar más digno donde reposara la imagen y las multitudes se recogieran a elevar sus plegarias.” 71 La Junta es un grupo de personas nativas de Plan de Raspadura (o residentes allí desde

hace más de 5 años) que se encarga de recibir las donaciones para con ellas “hacer obras en beneficio del Santo como es la ampliación y mejoramiento de la capilla ”.

Pareciera que este grupo surgió muy cercano a la llegada del Santo pues la gente nos dio testimonio que fue debido a la fama de los milagros del Santo y el consecuente aumento de peregrinación, que sus ancestros decidieron conformar la Junta. Emprendiendo como primera tarea la adecuación de la capilla: “Primero la capilla era de paja, luego de hierro con techo de palma y sus  parales de guayacán. En el año 1942 fue cuando mi papá, que era el síndico 70

 Manuscrito de Omar Mosquera Quinto. P. 1.  Ibid. Las negrillas son mías.

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de ese entonces, la transformó, la convirtió en material: cemento y techo de hierro. De ahí para acá los demás empleados la han venido transformando.” 72 

El levantamiento y mejoramiento del templo son las obras que dan testimonio del funcionamiento de la Junta que hoy está compuesto por presidente, vicepresidente, tesorero, secretario, fiscal , almacenista y dos síndicos. Cada uno tiene unas funciones que cumplir que van desde el aseo de la capilla hasta la administración del dinero del Santo. Sus miembros son postulados y elegidos por la comunidad y sus decisiones deben ser consultadas a la población. El pago que reciben por su trabajo proviene únicamente de distribuir la ganancia que deja el almacén de velas, no pueden tomar parte de los otros dineros, de lo contrario el Santo se encargará de castigarlos (los contratiempos trabajados en el capítulo anterior). La ausencia de sacerdote permanente dio entonces lugar a la conformación y fortalecimiento de la Junta. Ella es la encargada de la administración de los bienes del Santo Ecce Homo y de velar por el cumplimiento de las pautas que deben seguir las expresiones religiosas según lo establece la tradición de Plan de Raspadura, por ejemplo es la única que puede sacar el cuadro para colocarlo en el anda, y es ella quien muchas 72

 Apuntes de campo durante la conversación c on el señor Fidel Perea. Plan de Raspadura, abril 30 de 2000.

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veces interpreta si el Santo quiere o no salir en procesión basándose en los augurios de lluvia que el cielo haga. También la Junta cuida que la Semana Santa y la fiesta de Cuasimodo se celebren de acuerdo a las costumbres locales sin darle mucha atención a lo que diga el sacerdote de turno. La condición de ausencia de un eclesiástico que se encargara de la capilla de Plan de Raspadura fue constante a lo largo del siglo XIX y buena parte del XX. La Prefectura  Apostólica del Chocó (1908-1952) enviaba eventualmente un clérigo. En 1953 se dividió la  jurisdicción eclesiástica en vicariatos, Raspadura pertenecía al Vicariato apostólico de Istmina bajo la guía del Obispo Gustavo Posada Peláez, quien duró cuarenta años al frente del vicariato que luego se elevaría a Diócesis de Istmina- Tadó. El Obispo Posada Peláez desde su llegada trató de establecer un sacerdote en Raspadura para que además de cumplir con las funciones espirituales que le corresponden, impartiera orden en la forma de administrar los dineros del Santo Ecce Homo y orientar las prácticas religiosas lo que significaba que interviniera en las funciones de la Junta. Las reacciones por parte de ésta y de la población en general, no se hicieron esperar. En este capítulo se hace un análisis de los sucesos que marcaron la historia de Raspadura y del vicariato a partir de los testimonios que recogimos de los raspadureños y de los miembros de la diócesis durante nuestras estadías en el Chocó, y los documentos que conserva el Vicariato Apostólico de Istmina (VADI). La memoria de los raspadureños y los documentos que conserva el Archivo parecieran subrayar al menos tres momentos que se caracterizaron por una fuerte situación de conflicto entre parte de la población y el vicariato. Tres momentos que son examinados en las tres primeras secciones de este capítulo. La última sección se dedica al periodo desde 1991 hasta mi última visita al lugar – abril del 2000-. Es necesario aclarar que aunque sigo un orden cronológico no pretendo hacer un recuento histórico de esos cincuenta años, sino analizar los momentos que son recordados como los más álgidos, dando cuenta en ellos la forma en que se evidencia y materializa la lucha por el poder sobre lo sagrado.

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Recién nombrado Monseñor Gustavo Posada Peláez como Vicario de Istmina en 1953 hizo una evaluación del comportamiento religioso de su jurisdicción dentro de la cual estaba la capilla del Plan de Raspadura. Lo primero sobre lo que se pronunció fue la forma en que se llevaban a cabo las fiestas: “Durante las fiestas en honor del Santo, organizan una multitud de desórdenes como bailes públicos, juegos, borracheras, costumbre que era general en el vicariato” 73.

Sumado a esto, el Obispo notó que debido a la ausencia de sacerdote, la Junta detentaba el poder sobre la capilla y sobre los bienes del Santo pero de manera, a juicio de él, muy censurable: “Plan de Raspadura es un pequeño caserío formado por unos 500 habitantes, cercano a Istmina de la que depend e en lo eclesiástic o y civil . En este  pueblo veneran desde hace algún tiempo un retablo que representa la imagen del Ec cehomo […] pero desafortunadamente esta veneración ha venido a degenerar en un mercantilismo deplorable  por parte de una Junta con stitu ida sin autori dad eclesiástica ; y es voz común que los miembros de dicha Junta se apropian para sí los dineros que como limosnas entregan los devotos y romeros para el sostenimiento de sus vicios; varios de los miembros so sti enen u ni on es ilícit as . Como ejemplo de los abusos cometidos quiero darle los siguientes datos: - El cuadro de la imagen lo conservan habitualmente cubierto con un lienzo que descorren por medio de cordeles; hay un señor encargado de descubrir la imagen a los romeros y por ese acto les hace pagar la suma de $1.50 de lo que dizque destina la mitad para sí y la otra mitad para la iglesia; informan que se dan casos en que finge que el lienzo con que oculta la imagen no quiere correr hasta tanto el devoto no entregue determinada cantidad de dinero. - Tienen organizados sin ningu na autorización unos trabajos en el templo lo que les sirve de pretesto [sic] para el malgasto de los dineros.” 74

 A partir de esta evaluación se revelan al menos dos elementos que son los ejes determinantes de la relación que se estableció entre el vicariato, representado por el Obispo Posada Peláez, y una parte de la población de Raspadura 75, encabezada por la Junta. Estos ejes son: 73

 Carta dirigida a la Nunciatura Apostólica de Colombia (Bogotá) por el secretario de la diócesis de Istmina.  Abril 12 de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 2. 74  Ibid. Las negrillas son mías. 75 Hablo de “ una parte de la población, encabezada por la Junta” para no caer en la peligrosa generalización de “el pueblo” que oculta la heterogeneidad presente al interior de una población debida a los diferentes intereses de las personas que para el caso de Raspadura, es claro que algunos están de acuerdo con ciertas decisiones de la Junta, mientras que con otras no; así como hay personas que simpatizan más con el Obispo que con la Junta.

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1. La administración sobre lo sagrado. 2. La forma de vivir la religión, es decir, la religiosidad. Este capítulo se dedica al primer eje, dejando el desarrollo del segundo para el siguiente capítulo directamente relacionado con las prácticas religiosas que cada grupo hace o como considera que éstas deberían ser. No huelga aclarar que ni los relatos ni los documentos escinden los temas, la separación es hecha por mí para facilitar el análisis.

“La voz del pueblo es la voz de Dios” El material analizado en esta primera sección es en su mayoría documentos del Archivo del Vicariato Apostólico de Istmina (VADI) donde encontramos el correo y documentos de los actores en disputa: la Junta y el vicariato. En la evaluación que el Obispo Posada hizo de la situación en Raspadura, señaló los excesos de las fiestas en el pueblo y los desmanes de la Junta. Esos hechos fueron los motivos para que el Obispo decretara en el mismo año insubsistente la Junta al tiempo que “les solicitó entregaran los haberes de la iglesia “so pena de no hacer la fiesta religiosa […].” 76 

Pero la Junta no acató esa prescripción y por lo tanto hizo sus fiestas en honor al Santo sin la presencia de sacerdote: “en vista de que la Junta que fue declarada i nsubsistente por el señor Obispo se negó a entregar los haberes de la iglesia y a someterse a las disposiciones dadas en contra de la manera de percibir la limosna para el Santo, nosotros nos abstuvimos de ir a celebrarles la fiesta Patronal que era el Domingo de Quasi modo; entonces los de la Junta por su propia cuenta organizaron y sacaron dos procesiones con la imagen del Santo Eccehomo […].” 77 

76

 Carta dirigida a la Nunciatura Apostólica de Colombia (Bogotá) por el secretario de la diócesis de Istmina.  Abril 12 de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 2. 77  Carta dirigida a la Nunciatura Apostólica de Colombia (Bogotá) por el secretario de la diócesis de Istmina. En ella el secretario de la diócesis le pide consejo al Nuncio Apostólico para resolver el problema en Raspadura. Fecha mayo 1º de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 4.

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El Obispo esperaba que su decreto tuviera como repercusión real, la entrega de los dineros que la Junta retenía, pero la actitud de ésta fue contraria: hicieron caso omiso a la amenaza de no celebrar la fiesta, celebrándola ellos por su cuenta, al tiempo que interpretaron el decreto como la evidencia de la intención por parte del vicariato de apoderarse de los dineros del Santo y del Santo mismo. Así lo relata el vicariato: “Empezaron a circular la especie de que nosotros queríamos apoderarnos del dinero d el Santo y llevarnos la imagen ; entonces sacaron la imagen de la iglesia y la escondieron y solamente la repusieron en su lugar cuando supieron que iba la policía a rescatar la imagen. […]   En resumen, todo el  pueblo de Raspadura está de acuerdo en seguir ellos por su propia cuenta en continuar disfrutando de la pingüe renta que les proporcionan las limosnas del Santo, invirtiéndolas en la manera que a bien tienen y en manera alguna recon ocer la auto ridad Eclesiástic a .” 78 

Pero el temor al rapto del Santo no pareciera tan infundado, pues en el mismo documento pocas líneas después el Sacerdote confiesa que: “[…] nosotros nos encontramos sin saber cómo resolver el problema ya que nos parece un grave cargo de conciencia tolerar tales desórdenes. El señor Obispo llegó a pensar que no iba a haber más solución que trasladar aunq ue fuera temp oralm ente la imagen de Raspadu ra y retirarla asíde la veneración p ública .” 79

Por su parte, la Junta también manifestaba su descontento con la situación pidiendo intervención en el asunto a la Nunciatura Apostólica de Colombia y hasta al Presidente de la República: “[un memorándum] d irigido a esta Nunciatura y firmado por el Sr. Magno Moreno más otros 60 firmantes, donde en un tono bastante quejumbroso, exponen la “violencia” de que están siendo objeto los chocoanos de Plan de Raspadura por parte de Vuestra Excelencia y de los misioneros, con ocasión del templo del Eccehomo, cuya im agen diz que se quieren llevar, y cuyas obras m andó a suspender Vuestra Excelencia e incluso que ni siquiera les  permitieron celebrar sus fiestas características con sus alegrías, música, etc. tradicionales. Y acaba pidiendo que Vuestra Excelencia sea cambiado por otro. El otro memorándum está dirigido al Sr. Presidente de la República y firmado  por 308 firmantes […], se quejan del proceder de los Padres, de que están 78

 Ibid. Las negrillas son mías.  Ibid. Las negrillas son mías.

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impidiendo el progreso iniciado por algun os protestantes, e incluso d e desacato a las leyes y las órdenes d e las auto ridad es legítim amente constituidas […]” 80 

Para la Junta, la situación era vista como un abuso por parte del Señor Obispo y los sacerdotes del vicariato porque éstos querían mandar sobre los dineros del Santo. Sin embargo no puede decirse que la Junta estuviera en contra de la Iglesia Católica ya que precisamente siempre solicitan la presencia de sacerdote como lo evidencia esta carta donde la misma Junta le solicita a otro párroco para que los acompañe en las fiestas a San Rafael81. “ Queremos solicitar a usted, se sirva venir a esta población, con ánimo festivo, para volver a reanud ar nu estras relacion es q ue v eníamos manteniendo co n la Iglesia de Istmin a , a través de tantos años, dentro de un ambiente de cultura y de cortesía, porque así lo entendimos desde los primeros t iempos de nuestros m ayores , sin ningún desmayo, pero que desgraciadamente para mal de la fe de los que nos la encomendaron en estos tiempos, ha tratado de romperse los diques de esta sagrada confesión de nuestros mayores, tal vez para hacernos quedar mal con nuestro pasado, y con el porvenir de nuestros hijos.” 82 

En ella recuerdan la armonía que prevalecía entre los sacerdotes visitantes y los raspadureños. Esto demuestra que la población no es anticlerical y que el problema que se estaba presentando con el vicariato era por el dominio que el Obispo decía tener y quería ejercer sobre asuntos en los que la Junta detentaba el poder desde tiempo inmemorial. El Obispo estaba entonces desconociendo las “tradiciones del pueblo” : “Tenemos una tradición respetable a través de tantos años, pues, pasan de ciento cincuenta y tres años hasta esta fecha, y nos la tratan de quitar en un d ía ” 83

Pero el vicariato también tiene una tradición que defender: la cristiana.

80

 Carta dirigida a Monseñor Posada Peláez por la Nunciatura Apostólica de Colombia (Bogotá). Fecha abril 7 de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 1. Las negrillas son mías. 81  Como se comentó en el principio del capítulo anterior, antes de la imagen del Santo Ecce Homo estaba la estatua de San Rafael Arcángel. A él también le celebran fiestas el 24 de octubre, fiestas menos solemnes y más locales. 82   Carta dirigida al señor párroco de Istmina, Múnera por los “vecinos y oriundos de Plan de Raspadura” Octubre 8 de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 8. Las negrillas son mías. 83  Ibid. Las negrillas son mías.

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“Como jefes espirituales que somos de esta porción del rebaño de Cristo nos corresponde velar por el acrecimiento de la piedad cristiana conservando las legítimas y cristianas tradiciones de los pueblos.” 84

 Ambos aducen a la tradición para justificar su actuar y denunciar el del otro. Esto se entiende si se reconoce el poder que tiene la tradición: los comportamientos legítimos son los que están dentro del marco planteado por las costumbres. Pero cada grupo tiene un tipo de costumbres diferentes aunque para cada uno de ellos parecieran ser naturales, obvias y de sentido común, por esto la Junta sentencia que en la actitud del Obispo “hay hasta falta de competencia psicológica, falta de comprensión sociológica en estos  problemas […].” 85 

Y el Vicariato hace una pregunta con respuesta obvia: “¿Acaso tendrán razón los mencionados para reclamar la administración de los bienes del templo cuando los gobernantes de la Iglesia Católica y los administradores de los templos son las auto rid ades ec lesiásti cas ?”  86 

La tradición implica entonces legitimar un poder. Vale la pena revisar de dónde decía cada uno que provenía su poder. El Vicario recurrió al Concilio Vaticano II en el que se recalcaba la función de la jerarquía eclesiástica: “Jesús, Pastor Eterno, edificó la Iglesia Santa enviando a sus apóstoles, y ‘quiso que los sucesores de aquellos, los Obispos, fuesen los pastores de su Iglesia, hasta la consumación de los siglos. Pero para que el mismo episcopado fuese uno sólo e indiviso, puso al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro e instituyó en la persona del mismo el principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de fe y comunión.’ (Constitución dogmática sobre la Iglesia, número 18).” 87 

Mientras que la Junta se remitió a su carácter popular y democrático: “ E legidos   para la administración y construcción del templo del Santo Ecce Homo, y que ahora el vicariato trata de desconocer, al nombrar por sí y sin la voluntad del pueblo de Raspadura, una Junta que de todos modos resulta bastarda  porque no cumple con la voluntad del pueblo ” 88  84

 Decreto número 29 del 1º de abril de 1955 del Obispo Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P.p. 43, 44, 45. Las negrillas son mías. 85   Carta dirigida al señor párroco de Istmina, Múnera por los “vecinos y oriundos de Plan de Raspadura. “Octubre 8 de 1954. Archivo VADI, Tomo I. P. 8. Las negrillas son mías. 86  Archivo VADI, Tomo I. documento sin numeración. Abril de 1955. Las negrillas son mías. 87  Archivo VADI, Tomo I. P.. 506. Fecha mayo 20 de 1985. 88  Archivo VADI, Tomo I. documento sin numeración. Abril 23 de 1955.

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“[…]  porque esa Junta (refiriéndose a la Junta del pueblo) estaba creada mediante votación popular , con estatutos reconocidos oficialmente y por consiguiente se hallaba bajo el control oficial .” 89

Para la Junta, su poder era legítimo porque se lo había dado el pueblo mediante libre elección, ella era entonces “La Junta del Pueblo” . En esa calidad (muy democrática por cierto en contraste con la burocracia institucional de la Iglesia), desconocían a la “Junta Canónica” o “Junta Eclesiástica”  que Monseñor instauró mediante decreto el 17 de abril

de 195590, y por eso también la denominaron “bastarda” , pues esa no es una junta reconocida por el pueblo como legítima. Por haber sido elegida por el pueblo, la Junta de Raspadura decía que sólo podía obedecer a los intereses del pueblo: “el señor vicario solicita de esta Junta popular que le sean entregados los fondos y joyas del Santo Ecce Homo, pero como es ju ram en to pres tad o an te vosotros de no obrar sino bajo vuestro superior mandato, porque la voz del pueblo es la voz d e Dios .” 91

La Junta obedece únicamente a la “voz del pueblo que es la “voz de Dios”, contundente forma de legitimar su actuar. Es Dios quien dio la autoridad para que se enfrentaran a los designios del Obispo. Este a su vez alude a la norma universal: el derecho canónico. “Que según el canon 1519 del derecho canónico, parágrafos 1 y 2 es deber nuestro vigil ar y regular to do lo c onc erniente a bienes de eclesiástic os  para que se administren en la forma debida y el dictar instrucciones y adoptar las medidas oportunas para tal fin. Que es de exclusiva incum bencia del ordinario del lugar , nombrar las  personas que han de desempeñar determinados cargos en la adm inis tración d e los b ienes eclesiástic os , así como elegirlos o deponerlos de sus puestos. ” 92 

Basándose en ese derecho, privilegio únicamente de los eclesiásticos y proveniente también de Dios, el Obispo pudo decretar en abril de 1955 que las acciones de las juntas no canónicas, no tienen validez: 89

 Carta desde Plan de Raspadura, sin fecha pero aproximadamente 1964. Dirigida a S.S. Pablo VI por la “Junta administradora de los bienes del santuario del Santo Ecce Homo”. En ella solicitan les nombre un párroco, pues debido a la mala relación que mantienen con el Obispo de Istmina, no desean más sacerdotes que dependan de ese Vicario. Archivo VADI, Tomo I. P. 323. Las negrillas son mías. 90  Junta Pro Templo del Santo Ecce Homo de Plan de Raspadura, Archivo VADI, Tomo I. P.15. 91  Archivo VADI, Tomo I. documento sin numeración. Abril 23 de 1955. 92  Decreto número 29 del 1º de abril de 1955 del Obispo Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P.p. 43, 44, 45. Las negrillas son mías.

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“[…] En consecuencia con toda la autoridad de que estamos investidos y que hemos recibido d e la mano de Dios y de la Santa Iglesia Católica   y en nuestra calidad de Obispo y jef e de todas las iglesias de nuestro Vicariato  para mayor gloria de Dios y acrecentamiento de la devoción al Santo Eccehomo y mayor progreso espiritual y material de la afortunada y católica  población de Plan de Raspadura, Decretamos: En nuestro carácter de Obispo del vicariato y en cumplimiento de nuest ro deber , apoyad os en los Sagrados Cánon es y en la fuerza de los mismos declaramos insub sistentes todas las Juntas que hasta el presente y sin ningún valor s us actos y determinaciones .” 93

En reacción a ese poder institucional que trató de imponer el Obispo, la Junta reforzó su carácter popular y las obras materiales que había realizado en beneficio de la población que representaba. Las funciones que la Junta debía realizar eran materiales, porque era un pueblo quien la elegía, mientras que los miembros del vicariato debían ser especializados en asuntos espirituales. De esta forma, quien otorga el poder también determina las funciones a realizar. El vicariato tendría la función principal de vigilar el progreso de las almas y el cumplimiento de la palabra de Dios, para eso fue instituida la Iglesia; mientras que la “Junta del Pueblo” era la “Junta constructora y administradora del Santuario”. Por eso ella daba cuenta de sus obras así: “La Junta que fue constituida para la administración de la iglesia, lo mismo que la terminación de construcción de ésta, así como también la construcción por  parte del pueblo creyente de un carreteable de 2,4 kilómetros que una al plan de Raspadura con Istmina. ” 94 “La Junta Popular tiene una irrebatible tradición sobre ese templo, su manejo y la custodia y guardia de sus intereses lo mismo que la preocupación por el adelantamiento de las obras adelante mencionadas, tiene también su tradición, porque allí están como testimonios elocuentes los trabajos de la Junta Popular. ” 95 

93

 Ibid. Carta desde Plan de Raspadura, enero de 1956, dirigida al Gobernador del Chocó por “La Junta Constructora y Administradora de la iglesia del Santo Ecce Homo”. Sobre la venida a menos del progreso que los miembros de la Junta estaban promoviendo, debido a las imposiciones del Vicario Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P. 50. Fecha enero de 1956. 95  Carta desde Quibdó, dirigida a Carlos Calderón Mosquera por la Junta Popular. Agosto 8 de 1955. En ella expresan lo que ha sucedid o con las obras que ellos estaban adelantando y los inconvenientes con Monseñor Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P. 58. 94

158

“Nuestro templo y el progreso que venían animando a esta población se la dimos nosotros [refiriéndose a los miembros de la Junta].” 96 

 Además la Junta recalcaba de dónde provenían los dineros para hacer notar que era ella la única que podía administrarlos. “Estos no so n din eros del erario público que en eso Plan de Raspadura ha sido muy de malas con las entidades oficiales sino que son fondos de todos los asociados que acumulamos con estas finalidades, y por consecuencia lógica, som os los únicos llamados a disponer la manera como ellos deben ser invertidos , con la expresa escogencia del sitio en donde debe

edificarse las obras por realizar.” 97 

Por su parte el Obispo se remitía nuevamente al canon eclesiástico para hacer valer su intervención en los asuntos materiales de la religión: “Teniendo en cuenta los derechos y las legítimas costumbres y circunstancias,  procuraran los ordinarios (Obispos) regular todo lo concerniente a la administración de los bienes eclesiásticos, dando las oportunas instrucciones  particulares dentro del marco del derecho común.” 98 

Era una competencia por la legitimidad de la administración de los bienes del Santo. Cada uno (la Junta del pueblo y el Obispo) enumeraba sus bondades y el origen de su poder. Pero en la competencia también descalificaban al otro. Por ejemplo la Junta colocaba al Obispo como enemigo de los avances que el pueblo, liderado por la Junta, estaba logrando antes de la intervención de él. “[Monseñor Posada]  tomó intervención que no le ofrecimos en nuestros  problemas, dicha sea la verdad a grito herido, aun cuando nos cueste lo que se no cobre en nuestras propias humanidades y personas, desde esa é p oca [1953] nuestro pr ogreso qu e nosotro s m ismo s im pulsábamos cayó por arte del diablo , y calcúlese, que lo que en ot ras o casi on es era arm on ía

96

Carta desde Plan de Raspadura, enero de 1956, dirigida al Gobernador del Chocó por “La Junta Constructora y Administrador a de la iglesia del Santo Ecce Homo”. Sobre la venida a menos del progreso que los miembros de la Junta estaban promoviendo, debido a las imposiciones del Vicario Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P. 50. Fecha enero de 1956. 97  Carta desde Plan de Raspadura, julio 15 de 1955. Dirigida a señor alcalde y personero municipal de Istmina por ciudadanos naturales del Plan de Raspadura. Expresan lo que ha sucedido con las obras que ellos estaban adelantado y los inconvenientes con Monseñor Gustavo Posada Peláez. Archivo VAVI, Tomo I. P. 51. Las negrillas son mías. 98  Artículos del Concordato citados por el Vicariato. El subrayado es del original.

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entre no sot ros los planeñ os, ho y se h a torn ado en d esavenencia y disco rdia y pendencias .” 99

“Es de hacerse notar que el local que íbamos a construir para que prestara servicio de escuela pública y de casa para peregrinos, el señor Vicario ordenó fuera construido en el dos (carretera) a la distancia de dos kilómetros y cuatrocientos metros […]” 100 

La descalificación que el Obispo hizo de la Junta consistió en enjuiciar de comunistas los comportamientos de aquella y de los raspadureños que estaban de su lado como lo denunció en esta carta que envió al Nuncio Apostólico de Colombia: “Se dé cuenta de la tendencia com unista de esta tierra, cuyos habitantes están en mucha parte maleados por los pastores menonitas , quienes están desplegando una actividad sin freno ni control; bien conoce su Eminencia mis desvelos y la poca o ninguna ayuda que he encontrado en las autoridades nacionales, a pesar de que hay leyes tan claras al respecto.” 101

El Obispo hizo de la Junta un enemigo al imputarle dos características tan temidas e impugnables para ellos: el comunismo y el protestantismo (los menonitas son protestantes). Para entender el peso de esta acusación, es necesario que nos situemos en un marco más amplio. La constitución colombiana de 1886 expedida “en nombre de Dios fuente suprema de toda autoridad” rezaba que la religión Católica, Apostólica y

Romana como la única de la Nación y por lo tanto los poderes públicos la protegerían y harían respetar. Al año siguiente, el Gobierno colombiano firmó el Concordato con la Santa Sede, acuerdo que el historiador Álvaro Tirado Mejía resume así: “el Concordato reconocía a la religión católica como la de Colombia, la protección que le debía el Estado, la libertad de la Iglesia frente a la potestad civil, que la legislación canónica es independiente de la civil, la personería jurídica y libre posesión de bienes por parte de la 99

 Carta desde Plan de Raspadura, julio 15 de 1955. Dirigida a señor alcalde y personero municipal de Istmina por ciudadanos naturales del Plan de Raspadura. Expresan lo que ha sucedido con las obras que ellos estaban adelantado y los inconvenientes con Monseñor Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P. 51. Las negrillas son mías. 100   Carta desde Plan de Raspadura, ener o de 1956, dirigida al Gobernador del Chocó por “La Junta Constructora y Administradora de la iglesia del Santo Ecce Homo”. Sobre la venida a menos del progreso que los miembros de la Junta estaban promoviendo, debido a las imposiciones del Vicario Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P. 50. Fecha enero de 1956. 101   Carta desde Istmina, febrero 23 de 1959. Dirigida a Monseñor Pablo Bertoli, Nuncio Apostólico de Colombia por Monseñor Gustavo Posada Peláez. Es una carta que tiene como función “ desmentir ” las acusaciones que la población de Raspadura le hace al Nuncio sobre la situación con el Obispo. Archivo VADI, Tomo I. P. 71.

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Iglesia y, la exención de impuestos a sus bienes. En el campo de la educación se hicieron a la Iglesia especiales concesiones: [ …] la educación se organizaría de conformidad con los dogmas y la moral de la Religión Católica.” 102 

En 1936 el presidente Alfonso López Pumarejo adelantó una reforma constitucional en la que se daría lugar a la libertad de cultos, a pesar de que se quedó en proyecto, generó severas reacciones en los prelados colombianos quienes alegaban que “la libertad de cultos, en vez de una razonable tolerancia: libertad de cultos, error doctrinario condenado  por la Iglesia; la libertad de cultos, en una forma tal, que deja a la Iglesia Católica, la de la totalidad moral de los colombianos, al ras de todas las demás religiones falsas.” 103

En términos generales, la situación de la Iglesia en Colombia para la década del cincuenta está marcada por la vigencia del Concordato y la oposición a las reformas liberales que pretendían un Estado laico. Situación que se evidencia a su manera en el vicariato de Istmina, por eso el Obispo Posada se remitía al Concordato para sentenciar que “en áreas misionales como lo es el Chocó, los protestantes sólo pueden celebrar cultos para extranjeros” 104. Y por lo tanto, “los señores protestantes no pueden hacer culto ni público ni privado para los nativos, ni tener salones al respecto; su pr oselitismo vio la claras, sabias y terminantes disposicion es del Gobierno .” 105 

Pero los menonitas  –secta protestante- no sólo estaban invadiendo un territorio que ya había sido asignado a la Iglesia Católica, sino que representaban un peligro para el orden  jerárquico y universal sobre el que se fundamentan los católicos pues al ser protestantes ponían en duda ese orden. Los católicos reconocen como primera autoridad en la tierra al Papa y a todo su ministerio, ellos son los que interpretan la Biblia, interpretación a la que debe constreñirse el pueblo católico. Además los sacerdotes católicos deben hacer voto de celibato mientras que los protestantes no. Aunque éstos reconocen el mismo Dios, el mismo libro Sagrado y son cristianos como los católicos, creen que si bien la Iglesia es 102

 Tirado Mejía, Álvaro. “Las relaciones entre la Iglesia y el Estado” En: Revista Universidad de Antioquia Número 210, Volumen LIV. Octubre- diciembre de 1987. P. 60. 103  Crítica a la libertad de cultos transcrita por Tirado Mejía. Ibíd. P. 62. 104  Carta desde Istmina, noviembre 29 de 1957. Dirigida al ministro de Gobierno J.M. Villarreal por Monseñor Posada Peláez. Sobre el proselitismo de los pastores menonitas en zonas de misión como el Chocó. 105  Carta desde Istmina, diciembre 1 de 1957. Dirigida al ministro de Gobierno, J.M. Villareal por Monseñor Posada Peláez Sobre el traslado de 32 niños de comunidades indígenas del Chocó al internado de la Cumbre- Valle por los pastores Menonitas. Archivo VADI, Tomo II. P. 19.

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universal en cuanto en ella se reconocen los que profesan la misma fe por Dios, su  jerarquía no tiene por qué ser mundial. Por esta razón los protestantes no consideran dogma la palabra de Papa pues el único dogma que siguen es el escrito en la Biblia a la cual tienen acceso directamente sin la mediación de los sacerdotes que requieren los católicos. Es un asunto de poder el que permanecía en pleito. La presencia de protestantes significaba para los eclesiásticos católicos un germen que podía corroer el poder de su Iglesia, pero ella estaba respaldada por el Estado colombiano según lo convenido en el Concordato. El Obispo además se encargó de mostrar cómo éstos protestantes no sólo eran peligrosos para la Iglesia Católica sino para el Estado mismo al denunciarlos de comunistas: “Su principal   ministro [el de los menonitas] es ruso de nacimiento […] por lo que puede ser esp ía co m un is ta ”106    “El señor Abraham Dick, ruso de nacimiento […] hace campaña anticolombianista , protestante y antigobiernista  .” 107 

El comunismo que estaba llegando a Sur América representaba una gran amenaza para las instituciones oficiales pues implicaba la caída del statu-quo que mantenían los partidos tradicionales y la Iglesia. El comunismo conllevaba una reforma estructural que ni los liberales y mucho menos los conservadores o la Iglesia estaban dispuestos a hacer. El comunismo implicaba revolución como la llevada a cabo en Cuba. Por eso cualquier brote de tales ideas debía ser controlado lo antes posible. Con este marco más amplio, se puede comprender el peso de los calificativos que el Obispo emitía sobre la Junta: “tendencias comunistas” y “maleados por pastores menonitas”.

106

 Carta desde Istmina, febrero 28 de 1956. Dirigida al Gobernador del Chocó, Coronel Carlos Ortiz Torres por Monseñor Posada Peláez. Sobre la presencia de menonitas en territorio de jurisdicción diocesana. Archivo VADI, Tomo II: P. 110. Las negrillas son mías. 107  Archivo VADI, Tomo II. P. 103. Fecha aproximada 1956. Las negrillas son mías.

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Retomando la historia particular de Plan de Raspadura y su relación con el vicariato se nota que a través de los años, entre ir y venir de correspondencia, el tema recurrente es la supuesta intención del Obispo de llevarse el cuadro. “El vicario Gustavo Posada Peláez, se trasladó personalmente con todo su séquito a la población de Plan de Raspadura dizque con el propósito de celebrar las festividades de cuasimodo, pero con el preconcebido fin de apoderarse de las llaves del templo y de adueñarse como lo han hecho en otras partes (Tadó, Juntas de Tamaná, etc., etc.) de cuanto represente valor alguno en esas iglesias.” 108 

 A pesar que el Obispo había dictaminado (en el mismo decreto de la insubsistencia de la Junta) que: “Es nuestra más firme y decidida voluntad que el venerado retablo  permanezca en la población de Plan de Raspadura que el mismo Señor se quiso elegir para desde allí repartir sus abundante bendiciones […] Celébrese todos los años las fiestas del Santo Eccehomo tenidas en cuenta las disposiciones de la venerable curia” 109

Era corriente que cada vez que se hablaba de la visita del Obispo al Plan de Raspadura circulaban rumores sobre los deseos que éste tenía de raptarlo. Por ejemplo para el cuasimodo de 1955, el Obispo Posada le contaba al Alcalde de Istmina que: “El próximo domingo, si Dios quiere, iré a pontificar las fiestas patronales del Plan y estos señores [los de la Ju nta] se han d ado a la tarea de sem brar el p ánic o en lo s f ieles y a propalar la especie de que no habrá fiesta y que si la hay es para que el Sr. Obispo y los p adres traerse el cuadro milagroso del Santo Ecce Homo.” 110 

El control sobre el cuadro del Ecce Homo es uno de los componentes necesarios para poder administrar los dineros que a la imagen llevan los devotos, por eso la supuesta intención del Obispo de llevarse el cuadro a otro lugar tomó tanta importancia; los raspadureños temían ser expropiados de su venerada y rentable imagen, preferían 108

 Carta desde Quibdó, dirigida a Carlos Calderón Mosquera por la Junta Popular. Agosto 8 de 1955. En ella expresan lo que ha sucedido c on las obras que ellos estaban adelantando y los inconvenientes con Monseñor Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I.P. 58. 109  Decreto número 29 del 1º de abril de 1955 del Obispo Gustavo Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P.p. 43, 44, 45. Las negrillas son mías. 110  Carta desde Istmina, abril 11 de 1955. Dirigida a señor Alcalde municipal de Istmina: Fidel Mosquera por Monseñor Posada Peláez. Para informarle de lo que está sucediendo en Raspadura. Archivo VADI, Tomo I. P.13. Lo resaltado es mío.

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quedarse sin sacerdote, sin Obispo y hasta en entredicho a estar sin el cuadro del Ecce Homo. “En 1957, cuando el señor Obispo programó una procesión de reparación con el Santo Ecce Homo desde el Plan de Raspadura hasta Istmina con ocasión de la egregia visita a Istmina del Santo Obispo Misionero de Santa Rosa de Osos, Monseñor MIGUEL ANGEL BUILES. Esta fue la causa, repetimos, del conflicto. Los miembros de la Junta del Santuario de la época solicitaron a sus coterráneos que no quisieron comprender y obedecer al Pastor y Padre sino que: “El Vicario se iba a robar el Santo Ecce Homo , para instalarlo en la catedral de Istmina. Y sin esperar ni oir al señor Obispo, hicieron correr el rumor que el “Vicario se había robado el cuadro venerado”, “el Santo Ecce Homo estaba en Istmina” . Una calumnia gravísima, porque quienes cometieron el robo fueron algunos de los miembros de la Junta del Santuario, llevándose el venerado cuadro al monte, donde lo retuvieron en forma de secuestro sacrílego. Naturalmente que la sanción no se dejó esperar y el Señor Obispo p uso en entredicho el Santuario. ” 111

El ‘entredicho’ es un castigo eclesiástico consistente en no celebrar los oficios religiosos católicos por los sacerdotes de la Iglesia Católica. Así, Raspadura quedó sin sacerdote durante buen tiempo para las misas, las fiestas y los peregrinos. Sin embargo los devotos continuaron con sus prácticas religiosas según nos contó Américo Ibargüen quien era acólito en ese tiempo: “Mientras el Santo estuvo escondido, le hicieron fiesta aun sin el Santo. La gente seguía venerando el hueco donde usualmente estaba el cuadro.” 112 

El cuadro fue escondido en el monte, en la finca “E l Indio”, por eso las requisas que hizo un contingente del ejército de Quibdó de cerca de quince soldados fueron en vano. El cuadro permaneció oculto durante más de un año. Un estremecimiento de la tierra que sucedió en ese tiempo fue el llamado para que devolvieran el Santo a su lugar: para que parara el temblor se requería la restitución del orden, esto es, devolver al Santo a su lugar en la capilla, pero en la capilla de Plan de Raspadura y no en otra. 111

Documento titulado “Los conflictos socio-religiosos en la iglesia misionera”. Fecha aproximada 1988. En el se hace un recuento de la historia del Santo Ecce Homo y se resaltan los problemas que la población tuvo c on el Obispo Posada Peláez incluyendo la contratación de los sacerdotes holandeses. El documento hace parte de un informe general sobre las parroquias de la jurisdicción de la diócesis de Istmina, evidentemente fue elaborado por sacerdotes. En él se ensalza la vida y obra de Monseñor Posada Peláez. Archivo VADI, Tomo I. P.p. 349 a 361. 112  Apuntes durante la conversación con Américo Ibargüen, Plan de Raspadura, abril de 1999.

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Pero para el vicariato la devolución del cuadro no fue interpretada como una manifestación divina por medio de un temblor sino como parte del “negocio” de la Junta pues los peregrinos, aunque continuaba asistiendo al altar vacío, cada vez era menos su afluencia. “En 1959, los mismos que ocasionaron los hechos, viendo que el negocio no funcionaba, hicieron aparecer el Santo Ecce Homo, con motivo de unos temblores de tierra que se dieron en la región.” 113

 Aunque el Santo estaba de nuevo en su lugar, el pueblo permanecía sin la visita de algún sacerdote, situación que los motivó a escribirle directamente al Papa Pablo VI solicitándole les nombrara cualquier sacerdote “así pertenezca a otra congregación” pues “hace tres años que no sabemos qué es una misa en el Templo […].” 114

Esta petición reafirma lo que se señaló párrafos arriba donde se caracteriza el conflicto como una disputa que parte de la población mantiene con el Obispo Posada y sus diocesanos por la legítima autoridad sobre los bienes sagrados, y no una manifestación anticlerical y menos aún contra la religión católica: “aunque somos católicos de todo corazón, no volveremos más a entendimiento con estos señores sacerdotes, pues, nos tratan como gente que no somos gentes.” 115 

En síntesis, la disputa por la administración de las entradas del Santo encierra un cuestionamiento sobre la legitimidad que cada uno tiene para ejercer el control sobre lo sagrado. Por un lado, el vicariato se legitima en el derecho canónico: “Los bienes temporales ya sean corporales, tanto inmuebles como muebles, ya incorporales, que pertenecen, bien sea a la iglesia universal y a la Sede  Apostólica, bien a otra persona moral en la Iglesia, SON BIENES ECLESIASTICOS. 113

 Ibid. P. 351.  Carta desde Plan de Raspadura, sin fecha pero aproximadamente 1964. Dirigida a S.S. Pablo VI por la “Junta administradora de los bienes del santuario del Santo Ecce Homo”. En ella solicitan les nombre un párroco, pues debido a la mala relación que mantienen con el Obispo de Istmina, no desean más sacerdotes que dependan de ese Vicario. Archivo VADI, Tomo I. P. 323. Las negrillas son mías. 115  Carta desde Plan de Raspadura, junio 10 de 1957. Dirigida al Gobernador del Chocó, capitán de corbeta Dr. Miguel Angel Arcos por vecinos de Plan de Raspadura. Archivo VADI, Tomo I. P. 54. 114

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 Artículos preciosos son aquellos que tienen un valor notable por razón del arte o de la historia o de la materia. Son bienes preciosos: un a im agen o c uadr o d e m é rit o , etc.: TODO ESTO PERTENECE A LA ADMINISTRACION ECLESIASTICA ”  116 

Mientras que la Junta se legitima en la ancestralidad:

“Considerándonos con el derecho suficiente de hijos de esos esclavos, no hemos permitido que nuestro cuadro se mueva a ninguna parte, pues creemos que su sitio es allí donde lo dejaron nuestros antepasados y de  permitirlo se resen tir ía nues tro vener ado Santo . ” 117 

“Se resentiría” terminan diciendo. Nuevamente el Santo siente y esta vez hay un compromiso de amistad con él, no pueden permitir que sea llevado a otra parte porque él se enfadaría con ellos. Para la Junta y la población de Raspadura, el Santo ha estado con ellos acompañándolos desde que eran sometidos a la esclavitud, él les ayudo recobrar su libertad y ellos pagaron con oro por Él. Por eso no lo pueden dejar ir del pueblo que él mismo eligió como casa y así se entienden como legítimos los comportamientos de la Junta. Por otro lado, para el vicariato, el Santo es un cuadro, algo material, un artículo que por ser objeto de devoción se constituye en un bien eclesiástico y por tanto lo deben administrar los jerarcas de la Iglesia, pero si no lo hacen, si no cumplen con esa función, el Santo no se resentirá con ellos. El Santo es amigo de los planeños, a ellos les ha encargado vigilen para que nadie lo saque de Raspadura.

“Al único que le seguimos ley es a Dios”

Después de la excomunión, la capilla quedó sin párroco durante buen tiempo a pesar de que las súplicas de la Junta fueron enviadas hasta al Papa Pablo VI. Sólo hasta 1984 el Obispo Gustavo Posada Peláez decide restablecer la parroquia motivado en parte por el 116

 Artículos del Concordato citados por el Vicariato. Las mayúsculas son d el original, las negrillas son mías.  Carta desde Plan de Raspadura, sin fecha pero aproximadamente 1964. Dirigida a S.S. Pablo VI por la “Junta administradora de los bienes del santuario del Santo Ecce Homo”. En ella solicitan les nombre un párroco, pues debido a la mala relación que mantienen con el Obispo de Istmina, no desean más sacerdotes que dependan de ese Vicario. Archivo VADI, Tomo I. P. 323. Las negrillas son mías. 117

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Concilio Vaticano Segundo y por la Conferencia del Episcopado de Puebla  –México-, en ellos, se le da énfasis a “la devoción o piedad popular” 118. El Obispo había calificado oficialmente de Santuario a la capilla de Plan de Raspadura en 1955, pero éste no contaba con sacerdote permanente menos aún después de la excomunión. En 1984 el Obispo nombra al padre Francisco Bernal Quintero como párroco del lugar para que así la iglesia del Ecce Homo “se perfile desde ya como un verdadero Santuario, en donde se honre leg ítim am ent e al Señor y se santifiquen los fieles” 119.

Desde un principio la “Junta del Pueblo” insistió en su posición: no aceptarían que ninguna persona ajena a la población administrara los bienes del Santo. La situación implicaba tensión pues el sacerdote es visto generalmente por los peregrinos como la persona que además de presidir todos los actos religiosos, es la más idónea para recibir las ofrendas que le llevan al Santo. Por otro lado, el temor al robo se agudizó pues el Inspector de Policía, Américo Ibargüen, nunca se manifestó en contra del Obispo sino al contrario, mantuvo buena relación con él y excelente con el párroco recién llegado. Según Américo, la gente rumoraba que “ahí sí se iban a robar al Santo”.120 

El padre Bernal asumió su cargo antes de las fiestas anuales al Santo Ecce Homo, pero el temor al rapto del Santo era tan fuerte que la Junta no permitió que el Santo saliera del altar donde permaneció bajo llave. El padre Bernal, deseoso de hacer procesiones con los peregrinos decidió pedir prestada otra imagen: “Llevó en peregrinación la imagen que se venera en Tadó y tras ella se fueron todos los peregrinos; con ella se realizó la solemne procesión.” 121

118

“Boletín de la Parroquia del Santo Ecce Homo de Raspadura (p. 1 )”. Fecha mayo 1 de 1984. Archivo VADI (Vicariato Apostólico de Istmina), Tomo I. 119

 Ibíd.  Apuntes de campo durante la conversación co n Américo Ibargüen. Istmina, abril 3 de 1999. 121 “Boletín de la Parroquia del Santo Ecce Homo de Raspadura (p. 8)”. Fecha mayo 1º de 1984. Archivo VADI, Tomo I. sin paginar. 120

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“Para poder hacer una procesión con una imagen, tuvo que pedir prestado a otro sacerdote de la Diócesis el cuadro al óleo del Señor de la Justicia de la  parroquia de San José de Tadó” 122 

Mientras el Ecce Homo permaneció custodiado el día de su fiesta, el padre Bernal paseaba por las calles del pueblo a otro Santo que no era de ahí, para el cual no eran las fiestas, ni al cual la gente veneraba en el Santuario de Raspadura. Pero él cumplió con la procesión y así se practicó “otra forma de piedad popular” que según la Conferencia del Episcopado en Puebla, debía estimularse. Es interesante notar cómo los eclesiásticos entienden las prácticas “populares”, pareciera que las asocian con la mera repetición de formas sin detenerse a reflexionar sobre el significado que ellas tienen para los que las realizan. Este hecho es comparable con el desplazamiento de la imagen- ídolo  de los africanos que la Iglesia Católica europea pretendió hacer por la imagen-religiosa. En ambos casos se niega la memoria específica de la población 123. Son más de 182 años de historia en compañía del Santo como para reducir la veneración que los raspadureños y los peregrinos hacen a su milagroso a la frase común “es una fe ciega”. En este orden de ideas, se entiende la denuncia que la Junta había hecho en 1954 sobre los hipotéticos deseos del Obispo de llevarse el Santo: “hay hasta falta de competencia psicológica , falta de com prensión sociológica en estos p roblemas [...].”

124

Este fue el primer episodio de la corta estadía del padre Bernal en Plan de Raspadura recordado por la mala relación que tuvo con gran parte de la población. Su actitud no fue conciliadora ni intentó buscar acuerdos. Él sabía de antemano que iba a tener problemas con la Junta por el manejo de las limosnas y ofrendas que los devotos dejaban.  A pesar de conocer la situación de tensión que se vivía entre el vicariato y la Junta desde antes de su llegada, instaló un almacén de artículos religiosos en la casa cural, ante lo cual la gente protestó. Ya eran dos competencias las que se estaban librando: por las ofrendas y por la venta de veladoras pues al frente de la capilla, los planeños 122

El Tiempo. “Se amotina un pueblo en defensa de su santo milagroso”. Domingo 19 de agosto de 1984. P. 3A. 123   La historiadora Adriana Maya desarrolló esta idea de la negación de la memoria en la clase “Afrocolombianos”. Universidad de los Andes, primer semestre de 1999. 124  Archivo VADI, Tomo I. P. 8. Fecha octubre 8 de 1954. Las negrillas son mías.

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colocaban, y aún lo hacen, sus ventas de velas en mesas, así que el padre Bernal nuevamente estaba ocupando territorio ya asignado. Fue una competencia en la que el sacerdote sacó sus mejores cartas: Bernal como eclesiástico contaba con el apoyo de la diócesis y por tanto podía hacer circular cierta información en las pastorales de las otras parroquias como esta bienvenida que hace a los peregrinos en el “Boletín del SantuarioParroquia del Santo Ecce Homo” creado para servir de “vínculo entre la jerarquía y los  peregrinos”. “Bienvenido al Santuario del Santo Ecce Homo:  Al dar las limosnas y los objetos de tus promesas reclama siempre el recibo respectivo, los dineros qu e se entregan sin recibo se pierden . EN EL  ALMACEN DE ARTICULOS RELIGIOSOS DEL VICARIATO A POSTOLICO DE ISTMINA , que funciona en la Casa Cural, en co nt rar ás cirios, veladoras, estampas, novenas y cuadros del Santo Ecce Homo, pólvora, rosario, escapularios, cristos, medallas, etc. Son recuerdos d e tu visita al Santuario del Santo Ecce Homo del Plan de Raspadura. [firma Francisco Bernal. Párroco]. ” 125 

 A su vez , la Junta emitió una resolución en la que aclaraba las funciones y limitaba los estipendios del sacerdote. “Resol ución que para esta Comisión es Ley y al Pie Dice del Plan de Raspadura Dentro las Facultades que le Confiere en su comunidad : […] Que el Sacerdote Permanezca en Esta Comunidad, sin su in tervención en los Ingresos y Egresos . Que no u tilice la Casa Cural com o Centro Com ercial (Ventas de Ninguna Especie). Que el Sacerdote no int ervenga en la Junta del Santuario . Los Ritos Sagrados que el Sacerdote intervenga la remun eración económica es d e este en su totalidad si la intervención es única  . Cuando intervengan los Cantores d el Pueblo la remuneración es repartida de conformid ad con las costum bres .” 126 

Pero el almacén continuó funcionando. La población estaba cada vez más inconforme con el sacerdote hasta tal punto que la Junta le exigió que desocupara el local:

125

“Boletín de la Parroquia del Santo Ecce Homo de Raspadura”, fecha mayo 10 de 1984. P. 8 Archivo VADI, Tomo I. Las negrillas son mías. 126  Resolución que emiten los habitantes de Raspadura sobre las funciones del sacerdote. Fecha aproximada  julio de 1.984. Archivo VADI, Tomo I. P.332. Las negrillas son mías.

169

“Respetado señor sacerdote: La Junta administradora del Santuario de este lugar, por medio de la presente manifiesta a usted, para su estricto cumplimiento los siguientes puntos: 1. Se le prohibe realizar trabajos de adaptación a la casa [refiriéndose a la casa cural] que está utilizando como inquilino y que es de prop iedad del Santuario.  La razón de esta prohibición: no queremos mañana más tarde tener problemas al respecto. Queda terminantemente prohibido hacer trabajos en el inmueble arriba citado. Lo que allí realice lo perderá. 2. La J un ta le co nc ede un plazo de 24 días a partir de la fecha de la  presente para que desocupe el local que usted tiene, [es decir] el al m ac é n religioso de su propiedad en la casa arriba mencionada. A partir del primero de agosto  la junta en este local tiene para montar un negocio de prop iedad del santuario . Queda claro que si para esa fecha usted no ha desocupado se to m arán las m edidas pertin entes  para la realización del objetivo.” 127 

 A pesar de estas advertencias, el padre Bernal continuó con su negocio lo que provocó que algunos habitantes emprendieran acciones violentas contra todo lo que estuviera relacionado con él, por ejemplo dañaron el vidrio del carro de la diócesis que él tenía para viajar a Istmina, averiaron el viacrucis que estaba construyendo en la carretera de entrada y desprendieron los columpios que él estaba haciendo en el parque. Hasta Américo Ibargüen, Inspector de Policía y amigo personal del padre Bernal, resultó perjudicado en el escarmiento que algunos estaban propendiéndole al sacerdote: “Me dañaron todo lo del cuarto. Cuando yo volví, encontré toda la ropa destrozada y todo dañado y un letrero: ‘Fuera inspector, vaya con su c ura al diablo ’.” 128 .

Como puede verse, el enfrentamiento era álgido. La situación llegó a su límite cuando unos peregrinos le entregaron al párroco un exvoto de oro el 4 de agosto de 1984. La Junta de inmediato le pidió cuentas al padre Bernal pero él se negó alegando que los peregrinos le habían dejado la pieza de oro a él y no a la Junta: “Yo le daba recibo al que me diera plata. Cuando la Junta me pidió la plata les dije que sólo el que tuviera los recibos era quien podía reclamar la plata  porque esa persona era quien me la había dado y no los de la Junta.” 129

127

 El Tiempo. Op. Cit. domingo 19 de agosto de 1984. Las negrillas son mías. La fecha aproximada de esta exigencia es julio de 1984. 128  Apuntes de campo durante la conversac ión con Américo Ibargüen. Istmina, abril 3 de 1999. Lo resaltado es mío. 129  Apuntes de campo durante la conversación co n el padre Francisco Bernal. Istmina, abril 6 de 1999.

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Se vuelve a hacer evidente el problema por la administración de las entradas del Santo que ha estado presente desde el primer momento en que la diócesis trata de tomar cartas en el asunto en 1954. La diócesis al restituir la parroquia en Plan de Raspadura, tenía la intención de intervenir en los manejos de los dineros como lo expresa el siguiente párrafo: “El Vicariato de Istmina por responsabilidad moral y social no puede renunciar a la tarea que le corresponde en esta gestión, especialmente cuando conoce la actitud po co ho nesta que la junta ha tenido en m uchas ocasiones co n los p eregrinos y la mala inversión de los recaudos .” 130 

 Al tiempo que recalcaba la falta de legalidad de la personería jurídica de la Junta: “Los estatutos de la Junta] no sólo no han sido aprobados , sino que hasta hoy se desconocían y aparte de irrespetar los derechos en la Iglesia , carecen de todo pi so ju rídi co y hasta de sentido com ún . [La posibilidad de que la Junta] tenga Personería Jurídica en base a sus estatutos, nos parece tan claramente absurdo, como que apareciera una junta administradora de la Catedral, Seminario o Vicariato, la cual ‘manejara y se le otorgara Personería Jurídica’.”  131

Pero con o sin personería jurídica, legal o no a los ojos de la diócesis, la Junta actuaba de acuerdo a sus particulares intereses. Así el 7 de agosto levantaron un muro que obstaculizaba la entrada al almacén de artículos religiosos del padre Bernal pues él no desalojó el local como ellos le habían exigido en la carta de julio.  Al día siguiente “la comunidad”   cerró con palos el carreteable que comunica al pueblo El Dos con Plan de Raspadura. Según el artículo de El Tiempo, se convocó a la población al paro cívico “para impedir que los curas se llevaran el Ecce Homo para Istmina” 132 . El l n o m an d ab a al lí  , alcalde de Istmina se hizo presente pero a él también “le gritaban que é

que se retirara, que las llaves del templo no las entregarían que se harían matar antes de entregarlas” 133.

130

  Informe al gobernador Departamental elaborado por el encargado del Vicario sobre la situación en Raspadura, p3. Fecha junio 30 de 1984. Archivo VADI, sin paginación. Las negrillas son mías. 131  Ibid. P. 2. 132  El Tiempo. Op. Cit. Domingo 19 de agosto de 1984. 133 “Informe de sucesos vividos en torno al Santuario del Santo Ecce Homo en Plan de Raspadura (p.3)”. Elaborado por Javier Parra, párroco de Istmina, agosto 15 de 1984. Archivo VADI, Tomo I. P.p. 310-315.

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La situación era tal que un teólogo y dos seminaristas que estaban llegando, tuvieron que refugiarse en la escuela después de ser perseguidos con piedras y palos.  Al amanecer del 9 de agosto “ empezó a reunirse un gran número de personas de la  población y a organizarse con megáfono, pancartas, alimentos, etc., para realizar la manifestación y ensayaban lo que iban a gritar y la forma como debían responder.” 134 Ya

en la tarde el paro había bloqueado el carreteable entre El Dos y Plan de Raspadura, y tenía intenciones de obstaculizar la carretera principal que comunica a Istmina con Quibdó. La fuerza pública llegó, eran varios policías preparados con gases lacrimógenos para dispersar a la gente. Rafael Antonio Mosquera, “Pica”, era uno de los que estaba al frente del paro y así recuerda hoy la situación: “El jueves 9 de agosto de 1984, yo  defendílos d erechos y l a tradición de un pueblo . El padre Bernal Quintero iba contra las tradiciones. Hice manifestación hasta El Dos. Pedían mi cabeza, por eso yo me tuve que esconder en el monte. El pueblo no se reunió con las autoridades hasta que yo estuviera presente, entonces Hermógenes Mosquera me fue a buscar cuando las autoridades se comprometieron a que no me pasaría nada. Para entrar en proceso de diálogo con el gobierno departamental,  el pueblo dijo  que se desarmaría si sacaban a la policía. Después de dialogar me dijeron que tenía que leer el artículo 53 y 54 de 1971 que es sobre la libertad de cultos,  yo tenía que leerlo como ellos, con argumentos de abogado. Pero uno debe hablar para qu e le entiendan , por eso leí fue la esencia porque yo al únic o q ue le si go ley, es a Dios.” 135 

En Istmina, antes de que las autoridades salieran para Raspadura, se había reunido un consejo de seguridad para decidir cómo proceder con los dirigentes del paro. Había serios rumores de represalias que se desvanecieron gracias a que la población quiso negociar siempre y cuando no hubiera castigo para los líderes. Varias personas al hacer memoria de su participación en el paro, hablan de “la comunidad”: “ l a comunidad bloqueamos la carretera”. El paro fue una acción beligerante que radicalizó la posición de buena parte de

la población frente a las autoridades oficiales (Iglesia, gobernador, alcalde, Policía). Ya no era sólo decir que creían en el Santo o que es de ellos porque sus ancestros esclavos lo compraron o que ellos siempre han estado solos (sin sacerdote permanente) y solos han 134

 Ibid.P.4. Conversación grabada con Rafael Antonio Mosquera, “Pica”. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999. Lo resaltado es mío. 135

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construido cosas para el Santo. Sino que esos motivos al estar siendo subestimados por las determinaciones del Obispo, los movilizó al paro, los impelió a armarse con palos y piedras, y los impulsó a tomarse las carreteras. La situación acentúo la identidad. Los que participaron eran parte de “la comunidad” , de esa totalidad que los identifica y por la cual se movilizan para hacerse respetar como tal. La frase de “ n os haremos matar antes de entregarles las llaves del templo” habla de un “nosotros” , de varias personas que se unen para enfrentar a un “otro” que está fuera de

esa “comunidad” y que por lo mismo representa un peligro si tiene acceso a las bienes preciados de “nosotros”. En ese momento, el Santo cohesiona al grupo, Él es el identificador de una “comunidad” que no va a permitir que el Santo Ecce Homo, esa parte del “nosotros” , sea llevado a otro lugar, ni que ese “otro” extraño tenga autoridad sobre Él. “La comunidad” muestra entonces su fuerza de grupo, tanto así que dicen que desde el

problema con el padre Bernal “la diócesis no mandaba cura porque les daba miedo” , de este modo la circunstancia de ausencia de sacerdote no es vista como el resultado de la sanción proferida por el Obispo, sino más bien como el temor de los diocesanos de quedarse en una comunidad tan beligerante. De hecho la mayoría de la población no habla de excomunión sino de los hechos particulares que sucedían y de los cuales participaron. La expresión “la comunidad” también habla de un grupo cuyos miembros se conocen entre sí, y no de una masa anónima; son amigos, parientes, vecinos que han vivido juntos una serie de experiencias que les permite reconocerse como “comunidad”. También ese “nosotros” establece reglas y comportamientos para los cuales el tiempo y el Santo los

únicos encargados de juzgar su legitimidad. Por esto, ampliando la frase de uno de los líderes del paro, “al único que le seguimos ley, es a Dios” . Por su parte, ese “otro” que es la diócesis, entiende la situación como una irreverencia y desobediencia que hay que castigar: el Obispo excomulga de su comunidad católica a la comunidad de Raspadura por segunda vez.

173

“ Rebeldes R ebeldes como se manifestaron durante 1984, Monseñor Posada Peláez tuvo que retirar de Plan de Raspadura al sacerdote, padre Francisco Bernal Botero, a las Hermanitas de la Anunciación y sancionar con dolo r a sus hijos espirituales, con la pena canónica de poner en entredicho el Santuario del Ecce Homo.” 136 

Pero la población prefiere estar excomulgada que sin el Santo, finalmente la falta de sacerdote ha sido su condición constante desde antes de la instalación del vicariato  –hoy  –hoy diócesis- de Istmina; condición aumentada por el Obispo Posada Peláez que ya en dos ocasiones los castigó retirando al sacerdote y declarando al Santuario en entredicho.  Al mismo tiempo los rumores de que el Obispo se quería llevar el Santo se acrecentaron por la idea de que Monseñor Posada había mandado a ampliar una foto del Santo con la cual pensaba remplazar el cuadro original durante una procesión (presidida por el padre Bernal) sin que la población se diera cuenta. Un raspadureño nos contaba que “ Mon M on señ or m and ó a amp liar l as f oto s q ue le h abían s acado al Sant o . Se vino una peregrinación de Istmina y las Ánimas para sacarlo y cambiarlo por una de esas copias, com o si la gente estuviera vendada . Estaba el padre Bernal, él iba a hacer el cambio aquí pero se vino un aguacero que no los dejó entrar a la iglesia . El Obispo vino con una volqueta, estaba preparado,  pero no pudieron sacar el Santo. Ahí fue cuando Gustavo Posada Peláez excomulgó, sancionó al pueblo por n o obedecerlo .” 137 

No se puede determinar si el Obispo tenía o no la intención de llevarse el Santo pues éste es un rumor que circula entre la población y aunque algunos lo afirman, la diócesis dice a su vez que era una “psicosis” que la Junta se había encargado de promover. A pesar de no poder establecer si los rumores correspondían a la intención de Monseñor Posada, sí se puede comprobar el asunto de las copias: él sí mandó a pintar réplicas una de las cuales donó a la capilla de El Dos para que allí también se venerara esa imagen según da testimonio el siguiente texto. “[Ante] el rechazo sacrílego al Sacerdote, los ataques personales y amenazas continuas contra él; al ver que cerraban las puertas del templo a los peregrinos no permitiéndoles el culto a la venerada Imagen, el Señor Obispo decidió 136

“Los conflictos sociosocio-religiosos de la iglesia misionera”. Archivo VADI, Tomo To mo I. P. 356. Las negrillas son mías. 137  Apuntes de campo. Plan de Raspadura, abril 1º de 1999. Lo resaltado es mío.

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mandar pintar varios cuadros del Santo Ecce Homo, copia fiel del original,  para propagar su devoción en todo el Vicariato y el departamento; erigir dos santuarios en que los peregrinos pudieran cumplir sus mandas y mandar celebrar sus Misas, uno en el barrio de Pepé en Istmina y el otro en el Dos,  permitiendo así rendir culto al Ecce Homo de d e quienes imploran sus favores y 138  bendiciones.” 

La capilla de El Dos fue construida rápidamente a raíz del problema de la diócesis con Raspadura, y estuvo lista para el Cuasimodo de 1985 como lo testimonia el siguiente informe de la diócesis. “La estación misional con su párroco, padre Francisco Bernal se trasladó a San Rafael, “El Dos”, en 1985. Se inició la construcción del templo parroquial dedicado a Jesucristo, ECCE HOMO, que fue inaugurado el domingo de Quasimodo de 1985, con un a plac a de m árm ol c on lo s n om br es d el señor Obispo, de los sacerdotes del Vicariato Apostólico de Istmina , descubierta durante la so lem nísim a Sant a Mis a Concelebrada, presidida por Monseñor Gustavo Posada Peláez, con participación de numerosos devotos del Ecce Homo de Istmina, Tadó, Condoto y de los pueblos de la provincia de San Juan. Entre tanto, ¿ quécelebraban los miembros de la Junta administrativa del Santuario, en Plan de Raspadura? Celebraron sus fiestas tradicionales callejeras de cantinas y salones de baile , pero en el Santuario ni celebraciones de la Santa Misa, ni bautismos, ni confesiones por no tener Sacerdotes  para dichas celebraciones. Solamente alum alum brados al “Santo Ecce Homo” y proc esiones alrededor alrededor de la mon umental plaza del pueblo con el cuadro venerado del “Santo Ecce

Homo”. ” 139

Monseñor Posada mandó a pintar en principio dos imágenes, una para Istmina y otra para El Dos. La réplica de una imagen puede tener dos intenciones o al menos implicaciones. Por un lado acerca y recuerda la imagen original. Así como los escapularios, los llaveros, las camisas, las estatuillas que se hacen de la imagen del Santo, un cuadro réplica de la imagen original permite que el devoto recuerde a su Santo y lo tenga más cerca  –en  –en su barrio o en su pueblo-. Pero por otro lado, justamente porque es una réplica y no una reducción, como los llaveros o los escapularios, y porque esa réplica se ubica en un lugar irrigado de lo sagrado como lo es cualquier capilla, da lugar a confusión, entrando a 138

“Carta abierta a los devotos del Santo Ecce Homo”, febrero de 1985. Archivo VADI, Tomo III. Sin paginación. 139 “Los conflictos socio-relig socio-religiosos iosos de la iglesia misionera”. Archivo VADI, Tomo I. P. 356. Las negrillas son mías.

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competir en estatus con la imagen original. Un desprevenido primíparo en la devoción se encuentra con una imagen del Santo en Quibdó, Andagoya, Bahía Solano, Nuquí, Condoto, Istmina o cualquier otro lugar del Chocó; él puede pensar que el de Plan de Raspadura es sólo otro Ecce Homo más. De esta forma, Plan de Raspadura tendería a perder esa singularidad que le confería la presencia del Ecce Homo 140. Esta vez la excomunión sí alcanzó a afectar el valor sagrado del lugar más aún cuando la réplica

rival

estaba

estratégicamente

ubicada: El Dos es un pueblo sobre la carretera que une a Istmina con Quibdó y su capilla es visible para el viajero al cual invita con el letrero: “El verdadero Católico ama al Divino Ecce Homo”. El Dos es el

paso obligado de cualquiera que vaya a Plan de Raspadura, pues este último queda a 2,4 kilómetros de camino carreteable internándose en la selva, no está sobre la carretera principal como sí lo está El Dos.  Aunque la réplica de El Dos, y en alguna medida las otras también, le restan protagonismo a Raspadura como lugar, pues ya no es el único que alberga al Ecce Homo a pesar de ser el original, para fortuna de los raspadureños, los devotos saben diferenciar que el del Plan es el “verdadero”. Más aún si leen la inscripción que las copias tienen: en la esquina inferior del original se recuerda que dicha imagen fue llevada a las minas de San Rafael por Juan José Mosquera con la bendición del Obispo de Popayán en 1802. En las copias se aprovecha ese espacio para recordar que ellas existen gracias a la “magnificencia de Monseñor Posada, dignísimo Obispo de Istmina” quien dedica esa “fiel réplica de la venerada imagen del Santo Ecce Homo a la capilla de tal lugar”.

140

 Este tema de la sacralización de otros lugares por medio de las réplicas, al tiempo que le resta singularidad al lugar de la original, es trabajado por Gruzinski bajo el título “Territorialización y sacralización” de su libro La guerra de las imágenes. Op. imágenes. Op. Cit. P.p. 143-144.

176

“Para sacarse el clavo” 

Mientras la capilla de El Dos tenía al padre Bernal como sacerdote con la aprobación del Obispo Posada Peláez, Plan de Raspadura estaba condenado por el mismo Obispo a no tener ningún miembro del vicariato oficiando las misas. El periódico Presente141 de circulación regional comentaba la situación así: “En el último capítulo de esta novela por entregas que hemos titulado “ Obispo y pueblo pelean  por el Santuario de Raspadura”, quedamos en que su excelencia Posada Peláez, para poner de una vez por todas   fuera de combate a los raspadureños resolvió construir su prop io Santuario  , a dos kilómetros del verdadero . Cuando los raspadureños se vieron casi hundidos por esta estrategia del Obispo de Istmina, el cielo tuvo piedad d e ellos y les mandó una tabla de salvación . Por PRESENTE se enteraron que en Cali vivía un obispo católico, apostólico pero no romano. Y que era negro y chocoano com o ellos .” 142 

La capilla del Santo Ecce Homo era lugar de peregrinación desde hacía mucho tiempo como lo recuerdan los relatos trabajados al principio de este capítulo. Un lugar que es digno de devoción y al cual concurren los fieles se perfila como Santuario religioso y en eso se convirtió la iglesia del Ecce Homo. Es un lugar católico, donde los bautizados en dicha Iglesia van a reforzar su fe; por lo mismo el Santuario requiere de un sacerdote para acompañar las prácticas religiosas y celebrar los actos litúrgicos. Tanto los peregrinos como los raspadureños necesitan un eclesiástico que cumpla las funciones que sólo pueden hacer quienes tienen la investidura para tales funciones. Por eso, ante el entredicho decretado por el Obispo Posada, los miembros de la Junta del templo en representación de la población que se había enfrentado al Obispo en agosto de 1984,

141

 El periódico Presente estaba bajo la dirección del padre Efraín Gaitán Orjuela. Presente fue fundado el 13 de junio de 1967 en Quibdó. Era un espacio para la discusión de temas que tuvieran que ver con cualquier población del Chocó. A pesar de que su director es un sacerdote de la diócesis de Quibdó, el periódico no tiene intención confesional sino, según aclaró el mismo director “estos medios [Pr esente y Ecos del Atrato  –  programa radial de Quibdó-] no han sido oficiales ni oficiosos de la curia vicarial, no han estado hipotecados a ningún grupo, partido político, entidad pública o privada, ni han recibido subvención del Estado propio o extranjero, [...] estos medios han sido independientes aunque orientados por los más altos criterios cristianos, humanos y chocoanistas”. Por estos motivos, el periódico es un lugar de de nuncia de las injusticias. (Presente No. 147, junio- julio de 1985.P. 11). 142 Artículo titulado “El Obispo Negro se hizo cargo de Raspadura”, periódico Presente, No. 145, marzo de 1985. P.p. 1 y 11.

177

solicitaron al Obispo José María Valencia Barco, de quien hablaba el artículo de Presente, para que les enviara miembros de su Iglesia al Santuario del Ecce Homo. “Solicitamos la presencia de uno de los miembros de la Iglesia veterocatólica no rom ana con el fin único y exclusivo que nos p reste su colaboración y apoyo para ponerle fin o claridad a la situación que venimos sufriendo d es d e h ac e más d e 30 añ o s con el Obispo de la Iglesia Romana de esta zona del San Juan (Istmina-Chocó) Gustavo Posada Peláez, que por intereses personales y económicos no no s ha permitido la tranquilidad

espiritual, moral y material de los Fieles de esta comunidad. Y abusando de las cond iciones intelectuales e infrahumanas de nuestras gentes nos ha suprimido de nuestra autóctona religiosidad y costum bres del p ueblo respect o al Santo ECCE- HOMO que d esde hace m ás d e 150 añ os pert enece a es ta co m un idad .” 143

La Iglesia “no romana” se convierte en la “tabla de salvación” para los raspadureños como lo enunciaba el artículo del periódico Presente. Con esta Iglesia, la junta de acción comunal y la Junta del Santuario firman un acuerdo el 17 de marzo de 1985 consistente en que la Junta del Santuario se encargaría de los gastos de la estadía del cura incluyendo viáticos de transporte; se le concedería los estipendios de los cultos sagrados; y del dinero de las procesiones se le daría una parte si él participaba en ellas. En el acuerdo también se dejaba claro que la Junta del Santuario es la única encargada de los bienes del Santo y dicha Junta sería “nombrada por el pueblo de Raspadura en asamblea general”, el sacerdote sería “asesor coordinador de la Junta pero no miembro de ella”.

 Asimismo, los miembros de la Iglesia no romana respetarían “las tradiciones autóctonas del pueblo de Raspadura” 144.

La penosa experiencia del año anterior, 1984, no se repetiría. Este año sí habría sacerdote en Raspadura para celebrar la Semana Santa y las fiestas de Cuasimodo el 14 de abril. El Obispo “Chepe”, como llamaban a José María Valencia, iría a oficiar las celebraciones quedando así en “empate” el pueblo y Monseñor Posada como lo llamó el artículo del Presente de marzo arriba citado. En la publicación del siguiente mes de dicho

143

 Archivo VADI (Vicariato Apostólico de Istmina), Tomo I. P.444. fecha febrero 19 de 1985. “Acuerdo entre el pueblo de Raspadura, representado por la Junta Comunal y la Junta del Santuario del Santo Ecce Homo y la Iglesia Católica Apostólica Antigua”. Marzo 17 de 1985. Archivo VADI, Tomo II. al reverso de las P.p. 46 a 50. 144

178

periódico, hay una caricatura que representa ese punto a favor que obtuvo la Junta al conseguir sacerdotes para sus fiestas. CUAL ES MAS VIVO? “Ser vivo” es “no dejarse”, es ir más

adelante en la lucha por quién manda. “La Junta es viva” es una observación que se

refiere a la astucia de la Junta al “no dejarse” de la diócesis pues a pesar de la sanción que recae sobre el pueblo, van a celebrar la Semana Santa y las fiestas de Cuasimodo con sacerdote 145. Pero la diócesis de Istmina también actúo, por eso un subtítulo del artículo del cual hace parte esta caricatura dice “Sigue la guerra santa en Raspadura”. El padre Madrid Merlano, encargado de la diócesis en ausencia de Monseñor Posada, se dio a la tarea de hacer una amplia campaña por medio de circulares, para evitar las visitas al Santuario. En esta oportunidad el problema trasciende los límites de la diócesis de Istmina y llega a Quibdó donde dos medios eficaces de comunicación toman posición: el periódico Presente está “con el pueblo” , mientras que la diócesis de Quibdó ayuda a difundir los volantes hechos

por el padre Merlano, quién contó “con la solidaridad de sus colegas y con la circunstancia de afluencia de gente a las iglesias católicas de todo el Chocó [era tiempo de Semana Santa]” 146  para hacer circular los volantes en contra del actuar de la Junta de Raspadura.

145

  Esta interpretación de la caricatura la hago teniendo en cuenta el texto del que está acompañada y la forma de referirse a la situación en Raspadura en los demás artículos que se publicaron en el Presente. Viene al caso esta aclaración porque otra interpretación posible sería entendiendo “vivo” como el que desea lucrarse de actividades que no tienen ese ánimo como la devoción religiosa. Así, se querría decir que la Junta se lucraba de los peregrinos, pero insisto en que esa sería una lectura que no corresponde al contexto específico que presentan los artículos del periódico, ya que hasta el momento no ha criticado las actividades de la Junta. 146 Del artículo titulado “Dijo el Obispo Negro en Raspadura: Mons. Posada no ha ordenado a ningún sacerdote negro”. Periódico Presente No. 146, abril- mayo de 1985. P.p. 1 y 15.

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El mano a mano entre los dos se remonta al paro cívico de 1984. El Presente publicó en pelean por el Santo Ecce agosto de aquel año un artículo titulado “El pueblo y el Obispo pelean Homo" 147  donde hace un recuento de la historia de la Junta para legitimar sus acciones “[…] desde 1812 la imagen del Santo Ecce Homo es administrada por el  pueblo de Raspadura. […] la Junta Adminis tradora logró reconocim iento legal y obtu vo perso nería jur ídica, co n la m ediación d el m ism o Diego Luis Córdoba […]. [Para el año de 1955] el pueblo de Raspadura h a b ía cons truido por s ísólo la iglesia  iglesia , sin apoyo alguno del vicariato, y basados en las numerosas donaciones de los devotos. […] desde que el Santo Ecce Homo apareció, apareció, sus bienes se han m anejado anejado por juntas del pueblo y to do 148  ha ido bien .”  .” 

De esta forma, la Junta no sólo es legítima por la antigüedad sino que también obtuvo “personería jurídica con la mediación de Diego Luis Córdoba ”. Mi interés no es establecer

si lo que uno u otro dice es veraz, sino analizar la forma en que lo dicen y a lo que recurren para legitimar sus acciones. Por esto resulta muy interesante la mediación de Diego Luis Córdoba. El antropólogo Peter Wade en su libro Gente negra, nación mestiza, dedica un capítulo a los héroes del Chocó desde 1900 149, donde primero reseña la vida del legendario Miguel Saturio Valencia que vivió en un Chocó en el que la posición del blanco dominaba sobre la del negro de forma tal que cada uno “conocía su lugar” 150  En el año en que fusilaron a Miguel Saturio Valencia, nació Diego Luis Córdoba, quibdoseño negro que gracias a su comodidad económica pudo estudiar en Medellín y Bogotá. Después de haberse distinguido como excelente y radical líder estudiantil regresó a su ciudad natal en 1933 donde inicia su propio partido político, “Acción democrática” que luego sería el aún vigente “cordobismo”. Córdoba decía ser un socialista; su interés era reclamar para el negro igualdad de oportunidades tanto en lo económico y en la educación como en la administración del Chocó. A pesar de haber sido beligerante, nunca declaró la guerra contra el blanco. Entre los logros de este líder político está el haber

147

 Periódico Presente No. Presente No. 139, agosto de 1984. P.p. 1 y 6.  Ibid. las negrillas son mías. 149 Capítulo 7: “Héroes y políticos: Quibdó desde 1900”. 150  Ibid. P. 150. 148

180

ayudado a elevar al Chocó de la categoría de intendencia a la de departamento en 1947151. Teniendo en cuenta la importancia de este personaje para la historia del Chocó en el siglo XX, puede verse que es un argumento supremamente fuerte al que se remite el Presente para darle legitimidad a la Junta. Sin embargo, para la diócesis la Junta además de no tener legal personería jurídica, pues para ella se requería la aprobación del Obispo, decía que ella se estaba lucrando de la devoción al Ecce Homo sin importarle la religión Católica como la presenta en este volante:

CARTA ABIERTA A LOS DEVOTOS DEL SANTO ECCE HOMO “[…] quienes denominándose “JUNTA DEL SANTUARIO” con deseos llenos de avaricia se abalanzan sobre los peregrinos no para encaminarlos al amor, respeto y devoción ante la venerada Imagen, sino para apoderarse de los dineros y ofrendas que a El le llevan; dineros sagrados que sin el menor escrúpulo son gastados en el vicio y el pecado lejos de emplearlos en obras de caridad […] y mucho menos en la conservación y embellecimiento del templo ni en e n obras de beneficio para la población y sus moradores. […] NO QUEREMOS CURA NO QUEREMOS SER MÁS CATÓLICOS... VAMOS A TRAER SU PASTOR PROTESTANTE... NOS VAMOS A VOLVER EVANGÉLICOS... QUE SE VAYA EL CURA.” 152 

Estos comentarios, en el dado caso de haber sido reales, pudieron haber respondido al calor de los ánimos más que manifestar la verdadera voluntad de la población porque es claro que lo último que desearían los raspadureños, sería quemar el Santo. De igual forma no reniegan de la religión católica como lo manifestó el entrevistado por el Presente en el momento del paro cívico: “No es verdad que no queramos cura en Raspadura. Nosotros sí queremos cura, porque un pueblo sin cura no vale nada. El cura puede

151

 Ibid. P. 155. “Carta abierta a los devotos del Santo Ecce Homo (pp. 2 y 3)”. Fec ha febrero feb rero de 1985. Archivo VADI, Tomo

152

III.

181

oficiar sus misas y coger su dinero. Lo que no queremos es que Monseñor y su representante manejen los bienes del Santuario.” 153

La población entonces sí quería sacerdote, por eso firmó el acuerdo con la Iglesia no romana. Dicho acuerdo provocó la circulación de los volantes de la diócesis en los que se advertían al menos tres razones por las que los “verdaderos católicos”  no  no debían ir al Santuario de Plan de Raspadura. La primera era la “actitud mercantilista de la Junta que se creía dueña del Santo”. La segunda, la presencia de sacerdotes “que no son legítimos”  y  y por este motivo el Santuario “había sido profanado”, tercera

razón. A continuación transcribo algunos apartes de esos volantes donde se puede notar esas tres razones.

[...]

SANTO ECCE HOMO SU SANTUARIO PROFANADO 154

Es verdad que algunas personas del lugar a través de los años se consideran dueños, señores y amos absolutos de la imagen sagrada del Ecce Homo. Pregunta: Pero cómo? Es que Ecce Homo puede tener un dueño? Respuesta: [...] El Ecce Homo es el Dios de todos los hombres y de toda la creación. P: Y entonces cómo es es que una personas se consideran dueñas del Divino Ecce Homo? R: Hasta allá puede llegar la demencia de hombres que fingen honrar a Dios, pero que en verdad su dios es la bebida, el dinero (Mamon) y el libertinaje. [...] Si quisieran al Divino Ecce Homo, obedecerían su palabra. Pero lo que ellos cuidan es su verdadero dios, EL ORO. [...] Es el dinero, lo que cuidan  para dar rienda suelta a sus pasiones LA BEBIDA, AL DESENFRENO MORAL y a la SOBERBIA DE POSEER.

Manteniendo ese esquema de pregunta y respuesta que pretende plantear las dudas que cualquier católico se formularía y que son contestadas por el sentido común, se señala a los miembros de la Junta como pecadores ya que no honran a Dios sobre todas las cosas sino que tienen otros dioses: la bebida, el dinero y el libertinaje. En estas condiciones son 153

 Artículo titulado “El pueblo y el Obispo pelean por el Santo Ecce Homo”. Periódico Presente  Presente  No. 139, agosto de 1984. P.p. 1 y 6. 154 “Santo Ecce Homo su Santuario Profanado”. Fecha: abril de 1985. Archivo VADI, Tomo II I. Las negrillas son mías.

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acusados de no querer a Dios sino al oro, y más aún, se les imputa creerse los dueños del Divino Ecce Homo que es Dios mismo. Después de esta diatriba sobre las “deplorables conductas” en las que incurre la Junta, estos volantes pasan a resaltar la falta de acatamiento por parte de la Junta a la autoridad del Obispo Posada y el posterior acuerdo con los sacerdotes de la Iglesia no romana. [...] Los que s e con sideran dueños del c uadro han introducido en el lugar Sagrado unas personas que imitan la Santa Misa. Personas que no siendo Sacerd ot es legítim os hacen los ritos de la celebración sacramental sacrantísimas de la pasión, muerte y resurrección de Cristo (para salvación de toda la humanidad). Personas que fing en la celebración de la Santa Misa  para engañar a muchísimos cristianos sencillos quienes se les quiere hacer creer que es Mis a, su ido látric a dram atización y esto, que ¡tristeza! En el Santuario Católico del divino Ecce Homo. Por esto nuestro: Ay! Ay ! Ay! Ay! oh Divino Ecce Homo en el altar de tu inm olación se estásacrifi cando a otro s di oses.

Hay dolor porque en el área de la Suprema inmolación está sacrificando a: mamón Baco y a Eros borracho de lujuria y lasciva en escandalosos banquetes. Por esto los Católicos ya no podemos ir allá  , no podemos ir a ver nuestra imagen y nuestro templo porque ha sido profanado. 155 

El mensaje es que la gente no vaya al Santuario de Raspadura porque ya no es uno Católico puesto que “ha sido profanado”: en él se inmolan falsos y mundanos dioses. Detrás de esto hay un alegato por la legítima mediación ante lo sagrado. La Iglesia Católica se nombra como la única que puede orientar las verdaderas prácticas religiosas, ritos que buscan además de reconocer el poder y la magnificencia de Dios, la salvación. Los sacerdotes de la Iglesia Católica tienen la potestad de perdonar los pecados en la confesión, ellos son los ministros de Dios en la tierra para el perdón de los pecados. Por lo tanto, cualquier pastor que no sea católico no puede dispensar las gracias para las cuales los sacerdotes católicos han sido nombrados. Norbert Elías llamaría esto “una exclusividad para preservar la superioridad” 156 .

La distinción entre buenos y malos católicos es reforzada por el mismo Ecce Homo cuando en su boca se ponen palabras: 155 156

 Ibid.  Elias, Norbert. Op. Cit., loc. cit.

183

“Oh Santo Ecce Homo por qué has permitido esta iniquidad de tan altos grados en maldad? ¿Quizás por su obstinación, su rechazo a la verdad evidente? ¿Por qué te han rechazado a ti que eres Camino de Verdad y Vida?. Ecce Homo: ‘escucha mi respuesta a la conciencia sana y recta. Ya muchos saben porque ha sucedido esto, los de la conciencia sana y recto corazón ya lo saben’. ” 157 

En otro documento que circuló se utilizó una forma de narración similar, el Santo era el que expresaba a sus devotos que su Santuario había sido profanado:

LAGRIM AS DEL SANTO ECCE H OMO

158 

El divino Ecce Homo lloró, y esta experiencia de angustia y dolor de Dios, sigue presente en toda situación que contradice el mensaje divino de amor, y  por eso podemos decir que el Ecce Ho mo sigu e siend o v íctim a de la burla, el desprecio, la cond ena y la obstinación del hom bre que salvó  pero que se resiste a recibir esa salvación... Sí, lágrimas corren por las mejillas del Divino Ecce Homo. Sufram os c on é l, que es ultrajado p or q uienes so n co nsid erados su s amigos y por q uienes derramó su sangre.

En estas circulares que muchas veces hicieron parte de las pastorales en otras capillas, se refuerza la idea de que el Ecce Homo es el Santo de todo el Chocó, Gruzinski anota al respecto en su estudio de la Virgen de Guadalupe en México: “La imagen es expresamente calificada de vínculo de bien inalienable y perpetuo, de nexo para toda la diócesis” 159.  Argumento que sirve para hacer el llamado a todos los devotos para que

hagan defender su fe en el Ecce Homo y no acudan a su Santuario mientras éste se encuentre en manos de profanadores.

157

“Santo Ecce Homo su Santuario Profanado”. Fecha: abril de 1985. Archivo VADI, Tomo III. “Lágrimas del Santo Ecce Homo.” Abril de 1985. Archivo VADI, Tomo III. Las negrillas son mías. 159  Gruzinski, Serge. La guerra de las imágenes. Op. Cit. P. 145. 158

184

 A pesar de toda esta propaganda avisando que el Santuario ya no era más uno católico y advirtiendo que quien fuera a él incurriría en profanación e idolatría, las fiestas de Cuasimodo con su misa dominical se realizaron exitosamente: “El hecho fue que los raspadureños celebraron su fiesta el pasado 14 de abril, como lo habían hecho todos los años. Monseñor Posada Peláez tuvo que contentarse con mirar pasar por delante de la “sucursal” 160  [...] a millares de  peregrinos que fueron a oír la misa celebrada por un obispo negro que no obedece las directrices del venerado y andariego Juan Pablo II sino a un desconocido y casado arzobispo holandés.” 161

En la misa de Cuasimodo, el Obispo “Chepe” cuestiona el hecho de que no haya ni un sacerdote negro ordenado por Monseñor Posada 162, además de enfatizar los problemas que Monseñor tenía con los campesinos del municipio de Condoto por impedir (él) la titulación de tierras baldías: “ Q ue m ues tre el señor o bis po de Istm in a , después de 30 años, el primer sac erdo te n egro or denad o p or é l . O es que piensa que el óleo santo sólo  puede derramarse sobre cabezas nobles y blancas y que sólo pueden ser ungidas las pálidas manos? Que niegue que ha explotado en forma inmisericorde al campesinado y que ha sido el mayor terrateniente y latifundista de la religión! Que diga si lo s  in díg en as   puestos bajo su  protección no son lo s m ás ab and on ado s y atrasad os del país y los que m ás m uer en de toda clase de enfermedades [...]. En dón de es tá la o br a so cial d e mo ns eñ or Po sad a, el padre Mad rid 163  y d e su familia a favor de estos pob res habitantes ?”  164

El carácter denunciante de José María Valencia está además enmarcado por los movimientos reivindicatorios de las poblaciones negras de los que él decía hacer parte 165. 160

“Sucursal” refiriéndose a la capilla de El Dos que Monseñor mandó a construir en 1984 según se relató el final de la sección anterior. 161 En el artículo titulado “Dijo el Obispo Negro e n Raspadura: Mons. Posada no ha ordenado a ningún sacerdote negro”. Periódico Presente .loc. cit. Las negrillas son mías. 162  Esta crítica toma aún más peso si se tiene en cuenta que el mismo Monseñor Posada promovió la creación del seminario San Pío X de Istmina desde 1959 según relata el artículo apologético del Presente No. 142, noviembre- diciembre de 1984, titulado “El Obispo de Istmina no es como lo pintan”. 163  El padre Madrid Merlano fue el autor de buena parte de los volantes. 164 En el artículo “Dijo el Obispo Negro en Raspadura: Mons. Posada no ha ordenado a ningún sacerdote negro”. Op. Cit. Las negrillas son mías. 165   En la solapa de su libro de poesías Las negras brisas tertulianas aparece una breve biografía de él. “Monseñor José María Valencia Barco, Obispo de la Iglesia Viejos Católicos en Colombia, nació en Agosto 14 de 1951 en la ciudad de Quibdó [...] presidente de la Fundación para la Defensa de la Cultura del Hombre “FULDECH”. Miembro del Parlamento de Negritudes de Colombia. Director del Programa “Vivencia Negra”. Libro publicado por el Banco del Estado en 1990.

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La misa de Cuasimodo, momento de máxima congregación de los devotos del Santo Ecce Homo, fue aprovechada por el Obispo “Chepe” para acusar de poco cristiana la labor de Monseñor Posada y sus sacerdotes, para finalmente censurarlos de racistas.  Al mismo tiempo, Monseñor Posada seguía con su arremetida contra el Obispo negro y su Iglesia sustentándose en la falsedad de sus ordenamientos como sacerdotes 166. “Dichos sacerdotes afirman haber recibido la sucesión apostólica a través de un Obispo llamado Richard Nielsen, pero resulta que este nombre no existe en el listado de Obispos de la Antigua Iglesia Católica de Holanda, ni de las  Antiguas Iglesias Católicas del Extranjero. [...] La conclusión evidente es, pues, ésta: Ni el Señor Arquimides Goméz Rojas, Ni el Señor José María Valencia Barco, son verdaderos Obispos ni Sacerdotes Católicos. Tanto la pretendida ordenación sacerdotal, como la consagración episcopal de estos señores son pura invención de ellos .” 167 

Valiéndose de estas investigaciones, la diócesis acusó a la Junta del ejercicio de  jurisdicción ilegítima al “entregar por contrato la Rectoría Espiritual del Santuario a un Ministro acatólico”  168 , por lo que estarían violando el derecho libertad religiosa que

estaba consagrado en el Concilio Vaticano II según el cual “todos los hombres deben estar inmunes de coacción [...] no se obligue a nadie a actuar en contra de su conciencia, ni se le impida que actúe a ella en privado y en público” 169. La población del Plan de

Raspadura se reconoce como católica pues esa ha sido la Iglesia presente desde la colonización. La ocupación por parte de miembros de otra Iglesia a lugares en los que se reúnen los católicos  –  la capilla de Raspadura por ejemplo- es una violación a ese derecho de la población de actuar según su conciencia. Es notorio que la diócesis cambió la forma de  juzgar a la Junta. En los desencuentros con ella durante la década del cincuenta, la demonizaba de protestante, sustentándose en ser la Iglesia Católica la única que podía 166

 La Antigua Iglesia Católica de Holanda sí existe y se distancia de la Iglesia Romana por no creer en la infalibilidad del Papa. Pero según el seguimiento que la diócesis hizo a los sacerdotes que decían pertenecer a ella, no encontraron el nombramiento de José María Valencia Barco, ni de quien lo nombró a él, Arquimides Gómez Rojas. 167  Archivo VADI, Tomo I. P. 505. Fecha mayo 20 de 1985. 168  Archivo VADI, Tomo II. P. 246. Fecha aproximada 1985. 169  Tirado Mejía, Alvaro. Op. Cit. P. 63,

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proveer a los nativos colombianos de la salvación. Treinta años después, se vale de la libertad religiosa que en antaño atacaron para defender la religión católica; este giro atiende no sólo a los lineamientos del Concilio Vaticano II, sino también a la modernización del Estado colombiano y su concomitante tendencia a hacerse cada vez más laico. Sin embargo la Iglesia Católica seguía gozando del respaldo del brazo judicial estatal, como da cuenta el siguiente texto: “En el artículo XXII del Concordato vigente entre la República de Colombia y la Santa Sede, aprobado por la ley 20 de 1.974, expresa: ‘El ejercicio ilegítimo de  jurisdicción o funciones eclesiásticas, por quienes carecen de misión canónica  para desempeñarlas, oficialmente comunicado por la autoridad eclesiástica al competente funcionario del Estado , será considerado por éste como Usurpación de Funciones Públicas’ .” 170 

Usurpación de funciones públicas es la inculpación que el Obispo Posada hace al Obispo “Chepe” y a los sacerdotes por él nombrados. Estos están invadiendo, sin derecho legal

para ello, territorio ya asignado. Los recién llegados, los sacerdotes no romanos, controvierten el poder establecido y ratificado del que goza la Iglesia Católica en las leyes de la República 171. El poder que ella ha venido ejerciendo desde la conquista del territorio americano por los españoles se ve amenazado por la presencia de sustitutos en su  jurisdicción, es decir, personas que pueden satisfacer los requerimientos espirituales de la población. El poder de la Iglesia Católica, como ya se trabajó arriba, tiene una estructura jerárquica que depende del Sumo Pontífice. A partir del Vaticano I, el Papa es infalible. El Obispo Valencia y sus sacerdotes decía que “el Papa como cualquier otra persona puede equivocarse”, lo cual quiere decir que el aura de pureza y juicio inapelable que rodea a los

 jerarcas de la Iglesia se desvanece puesto que se cuestiona la infalibilidad de quien los ordena. Así, al no reconocer que el Papa es infalible se disminuye el poder que él y sus delegados ostentan. 170

  Denuncia presentada por la diócesis ante el Juez promiscuo municipal de Istmina por la presencia de falsos sacerdotes en Plan de Raspadura. Fecha abril 15 de 1985. Archivo VADI, Tomo II. P.251. Las negrillas son mías. 171  Sobre establecidos y recién llegados, Norbert Elias hace un análisis sobre los diferenciales de poder entre los dos grupos que se tienen que interrelacionar en un mismo lugar, tema que trabaja en su libro De la civilización de los padres y otros relatos.

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 A lo anterior se sumó el que estos nuevos sacerdotes no requerían de voto de celibato, de hecho el Obispo “Chepe” era casado y con un hijo lo cual causaba conmoción en la Iglesia Católica “máxime en un país donde todos los obispos son inmaculados, purísimos, incontaminados y castísimos” como lo recalcó el periódico Presente172.

El Obispo “Chepe” era entonces una persona que llevaba su vida como cualquier mortal: “José María es un hombre como cualquier otro, juega fútbol, dominó, baila, fuma, bebe, toca guitarra, canta, encarreta y hace chistes como cualquier q uib do señ o . Es decir, un Obisp o vacano, un Obispo de nuevo tipo . Un buen padre, un buen marido .” 173

Él es una figura más cercana al pueblo que aquel célibe quien en las misas habla sobre la necesidad de la virginidad hasta el matrimonio al tiempo que niega la hostia a quienes viven en pecado por no haber contraído sagradas nupcias. El Obispo José María Valencia es negro y quibdoseño, él vive como chocoano, por lo tanto no enjuicia los comportamientos de sus coterráneos como sí lo hacen la mayoría de los diocesanos blancos y “paisas” quienes intentan reproducir su mundo “culto” y “civilizado” en la, según ellos, “selva subdesarrollada”. Su apodo -Chepe- sobresale más que los reverentes adjetivos “Ilustrísimo”, “Respetadísimo”, “Eminentísimo”, “Nobilísimo”, “Excelentísimo” que usualmente acompañan al apellido del Obispo diocesano marcando distinción con el vulgo, con el pueblo común y corriente. El Obispo diocesano, así como el “Dignísimo Obispo de Popayán” que concedía “40 días de indulgencias”, puede otorgar beneficios

espirituales. Mientras el Obispo “Chepe” recalca que la salvación no es dada por una Iglesia: “ L a Salvación no es privilegio d e ningún ho mbr e o sistema religioso , ello es una gracia del Espíritu Santo a cada individuo, pues el Espíritu Santo sopla

172

El artículo se titula “El chocoano José María Valencia Barco. Único obispo negro y casado”. Periódico Presente No. 142, noviembre- diciembre de 1984. P.p. 1, 11 y 12. 173  Periódico El Choiba p.21 fotocopia presente en el Tomo I del Archivo VADI. P. 357 fecha aproximada 19851986. El Choiba es una publicación regional.

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donde quiere. [...] recuerde una cosa, que no es determinada Iglesia la que salva sino la fe en Cristo . Eso es lo importante.” 174

El Obispo “Chepe” y sus sacerdotes manifestaban defender las causas del pueblo antes que las de una Iglesia por ecuménica que ella sea, por eso su presencia en Raspadura es para dar “soluc ión a los treinta y más años de dom inación religiosa impu esta por la Iglesia de Rom a a la que el pueblo saturado ya del saqueo religioso de quienes dic en ser las únicas y verdaderos , se sacudió del yugo que venía oprimiéndolos desde hace tanto tiempo.” 175 

Rechazaban también intervenir en los asuntos políticos del Estado por eso se oponían al Concordato porque “se corre el peligro de aliarse con gobiernos op resores romp iendo el comprom iso fund amental del cristianismo : estar siempre con los pobres y los humi ldes de corazón.” 176 

La pugna que el Obispo Posada mantiene con el Obispo “Chepe” pareciera representar una problemática social y racial propia de muchas poblaciones negras de Colombia. La Iglesia Católica en Latinoamérica ha estado asociada con el poder político, primero con el de la Corona y luego con el del Estado. Colombia al constituirse como República independiente le planteó a los dirigentes del proyecto republicano el cuestionamiento sobre quiénes somos  y sobre todo quiénes queremos ser. La historia del siglo XIX y buena parte del XX estuvo invadida de discursos sobre la raza que en Colombia debía prevalecer para que se proyectara como una Nación próspera. En esos discursos el negro es visto como elemento de atraso y estancamiento, habitante de esas zonas malsanas tan lejanas del progreso de la región andina donde imperaba el blanco “laborioso”. Zonas como el litoral Pacífico están al margen del territorio Nacional imaginado desde los Andes. El proyecto de Nación de Colombia es andinocéntrico; desde la capital, sobre la cordillera, los políticos conciben los planes de desarrollo, pero muchas veces dejan por fuera 174

 Fotocopia de un periódico donde aparece una entrevista a los Padres Valencia y Abelardo Pérez, Archivo VADI, tomo II. P. 230. Las negrillas son mías. 175 Declaración de “Los Obispos de la Iglesia Católica Apostólica Antigua Viejos Católicos en Colombia”.  Archivo VADI, Tomo I. P. 232. Las negrillas son mías. 176  Periódico El Choiba, Op. Cit.

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aquellos sitios apartados 177. Sitios a los que sólo se entra de manera extractiva: sacar del suelo chocoano gran cantidad de oro, platino y madera. En este orden de ideas, la confrontación entre los dos obispos está representando la posición del negro frente a la del blanco, del pueblo frente a la de la oligarquía, del marginalizado frente a la del central, del pecador frente al puritano, del rumbero frente a la del célibe, del explotado frente a la del explotador, de lo popular frente a lo oficial, de lo local frente a lo ecuménico.

“La voz del pueblo es la voz de Dios” era la consigna del Obispo negro. Y en el mismo

lineamiento estaba el periódico Presente que servía de espacio de reflexión sobre la situación del negro chocoano. El director de este periódico era el sacerdote Efraín Gaitán sobre quien también cayó una excomunión motivada por la “guerra santa de Raspadura”.178  Los artículos del Presente sobre el problema que el Obispo de Istmina

mantenía con los miembros de la Junta y sobre la presencia de los controvertidos sacerdotes, suscitaron revuelo en la diócesis de Istmina y de Quibdó. El Obispo de Quibdó, Monseñor Jorge Iván Castaño Rubio, le pidió al padre Gaitán que “se retractara de lo publicado en PRESENTE, porque, en su sentir [del Obispo] tales publicaciones atentaban contra la fe y contra la dignidad de la jerarquía.” 179 Pero el padre Gaitán no se

retractó, por lo cual: “Monseñor Castaño ante la negativa de la retractación por parte del director de PRESENTE tomó el fácil c am in o d e cor tar c ualq uier diálo go y apeló a lo s nu evo s cáno nes del Derecho Canónico que to dav ía   conceden a los 177

 Ejemplo de esto es el Plan Nacional de Rehabilitación de 1987 que pretendía extender proyectos de ayuda y desarrollo a las clases menos favorecidas del país en el que no fue incluido el Chocó. 178 “Sigue la guerra santa en Raspadura” es un subtítulo del artículo titulado “Dijo el Obispo Negro en Raspadura: Mons. Posada no ha ordenado a ningún sacerdote negro”. Periódico Presente  No. 146, abrilmayo de 1985. P.p. 1 y 15. 179  Artículo titulado “Suspendido el padre Gaitán de sus funciones sacerdotales”, Presente No. 148, agosto septiembre de 1985. P.p. 1, 13.

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obispos facultades de sancionar a los súbditos que no estén de acuerdo con sus orientaciones [...] el pad re Efr aín Gait án es s us pen di do po r el d elito de inform ar y de opinar .” 180  “Rezaremos más bien Por Monseñor Jorge Ivan Castaño”

Rezagos de la Santa inquisición Monseñor: Retráctate, Efraín, hereje, hijo de Satán, pasto del infierno, retráctate... o lo Raspo- duro. Padre Gaitán: Ecce-homo, no le tengo miedo a su Raspa-dura. El Presente continúo con su director y los planeños continuaron con sus curas. En el mismo periódico, un artículo escrito por Rafael Antonio Mosquera M., titulado “Los Viejos Católicos se afianzan en Raspadura: el pueblo está con ellos” 181, habla de la situación que reinaba en el pueblo según algunos miembros de la población: “Los raspadureños gozan un aire puro y duermen tranqui los con la seguridad de que el venerado cuadro no va a ser trasladado a otro lugar donde las entradas económicas se esfuman, sino por el contrario, aquí son invertidas en las obras que se han proyectado para la remodelación del santuario y mejorar su estét ica como patrimonio de los chocoanos.” 

180 181

 Ibid. Presente No. 149, octubre de 1985. P. 16. Las negrillas son mías.

191

CAIN Y CHEPE182

Sin embargo al interior de la población planeña se estaba dando una división: había quienes estaban de acuerdo con la presencia de esos sacerdotes a pesar de que las diócesis mostraran mediante pruebas escritas que eran falsos; y había otros en quienes la opinión de Monseñor Posada caló con más fuerza y preferían solicitarle que los bendijera con un Sacerdote diocesano. “Los holandeses [como llamaban a los sacerdotes del Obispo “Chepe”] se la llevaban bien co n los enemi gos de Mons eñ or, pero n o con los católicos. El pueblo se dividió en los curistas y los anticuristas . Los anticuristas fueron los q ue llevaron a los holandeses  para sacarse el clavo a castigado.” 183  de la exco mu nión c on q ue Mo nseñ or Po sada los habí 

Esta separación de “ curistas” y “anticuristas”   se alcanzaba a presentir desde antes, al menos desde los problemas con el padre Bernal y pareciera que fue estimulada por el Obispo Posada según comentaban “Monseñor Posada ofreció $500.000 en 1984 a uno del pueblo para que le facilitara la sacada del Santo” . Es interesante anotar que los

supuestos “anticuristas” se reconocen a ellos mismos como “ amigos de la comunidad”.  Además recuerdan a los “holandeses”  de manera muy grata, por ejemplo las obras en que aquellos estaban ayudando. 182

 Ibid. La piedra sobre la que está Caín el de la Iglesia Romana- tiene las siglas del Obispo de Quibdó: Jorge Iván Castaño Rubio. El Obispo “Chepe” , de la Iglesia no romana, es quien es tá siendo golpeado. 183   Apuntes de campo durante la conversación con Américo Ibargüen en Istmina. Abril 3/99, sábado. Lo resaltado es mío.

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“Los holandeses sí ayudaban a la gente: salían y hablaban de los problemas  para ver que se podía hacer.”  “El padre John Jairo Molina trató de arreglar el Canal del Cura que está ahí desde los antepasados. Él era chévere, se sentaba a beber con uno.”  “John Jairo era muy atento, formó un grupo de los niños para recreación, daba ropa a los más necesitados.”  “El Obispo hizo que echaran a la gente contra ellos [contra los curas holandeses] para que volvieran a pedir cura. Los holandeses eran colaboradores, eran transparentes. Ellos ayudaron a hacer el colegio, por ahíen 1986. Iban y p edían p lata y co sas a otr os lu gares y v enían y rep artían esas co sas aq uí. Ellos dab an ayu da a lo s en ferm os y a lo s anciano s; tr aían dro gas para lo s enferm os, le daban d e com er a los hambrientos. Salieron porque el Obispo como tiene poder de gobierno, tiene las leyes, los demandaba mucho . Demandaba pero no se presentaba” 

Según estos relatos, “los holandeses”   hicieron obras en beneficio de la comunidad, por ejemplo ayudaron en la construcción del Colegio Agrícola Santo Ecce Homo, además eran “transparentes”  pues no intervinieron en la administración de los dineros del Santo.  Al tiempo, el Obispo Posada es recordado como alguien que ejerció su poder autocráticamente sin tener en cuenta los deseos ni historia de la población, y a quien generalmente se le imputan deseos de llevarse el Santo. Dentro de los “anticuristas” está Rafael Mosquera, “Pica”, quien encabezó el paro cívico de 1984. Él resalt a la mala relación con Monseñor Posada así: “La relación con Gustavo Posada era muy mala, pésima.  Par a Ra sp ad u ra é l no exist e. Era malo, quería llevarse al Santo. Él mandó a pintar al Ecce Homo mello [como llaman al de El Dos] y repartió réplicas por todo el Chocó. [...] Posada era tipo raro: te nía a la m am áin tac ta en u na v it ri n a co n 15 a ñ os d e muerta.” 184 

Pero finamente los “holandeses” se fueron de Raspadura en 1989. Sobre el motivo de su partida la gente tiene diferentes versiones según fueran “curistas” o “anticuristas”. Los “curistas” están de acuerdo con el Obispo Posada en la falsedad de aquellos, además no

a todos les gustaba el hecho de que “rumbearan y fueran mujeriegos como cualquier otro mortal” . A su vez, los “ anticuristas” dicen que los curas se aburrieron de tantas denuncias 184

Conversación grabada con Rafael Antonio Mosquera, “Pica”. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999.

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y rumores; o dicen que su contrato se venció; o que se fueron porque establecieron familia en otro lugar pero evaden el tema de la falsedad de los “curas holandeses”, en su memoria queda que ellos cumplieron con el acuerdo: oficiar los ritos religiosos sacando así al Santuario de la desventura de la segunda excomunión, sumado a que de “los holandeses no hay rumores de robo de lo del Santo ni se querían llevar el cuadro”.

Sea cual sea el motivo de salida de “los holandeses” , en 1989 el Santuario del Santo Ecce Homo vuelve a quedar sin sacerdote. El entredicho seguía vigente pero esta vez con un agravante: según la diócesis “el Santuario había sido profanado” .

“Tratado de paz”

Las dos primeras secciones de este capítulo se dedicaron al análisis de la pugna por el poder de la dimensión material de lo sagrado: el cuadro del Santo Ecce Homo y los bienes de Él. Era parte de la población representada por la Junta y el vicariato de Istmina encabezado por el Obispo, los que se confrontaban aduciendo cada uno a sus formas de legitimar ese poder: estos al canon ecuménico de la Iglesia Católica y aquellos a la ancestralidad y compra del cuadro (para efectos de síntesis sólo menciono estos pero el análisis contempló más elementos). Pero dichas formas de legitimación no son contrarias lo que permite que cada una de las partes se valga también de los argumentos legitimadores del otro. Así por ejemplo la Junta dice tener personería jurídica que sólo puede tener una junta conformada bajo la supervisión de un eclesiástico, y escrituras de las construcciones como la casa cural. El Obispo por su parte dice defender la tradición del pueblo: la tradición católica. De esta manera cada uno toma para sí los argumentos del otro, se apropia de esa herramienta de la que antes se valía el otro para justificar su exclusividad. Para ambos, para la Junta y el Obispo, el poder último que legitima su posición es Dios. Sin embargo hay un ingrediente con el que los miembros de la Junta no pueden cumplir y para el cual requieren de la diócesis: la celebración de la eucaristía y demás ritos

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religiosos católicos que sólo pueden ser oficiados por una persona que haya sido ordenada como sacerdote. Tanto en 1961 como en 1984, el Santuario fue sancionado con entredichos, es decir, privado de los servicios sacerdotales por desacato a la autoridad eclesiástica (matizado por las condiciones específicas de cada momento). El entredicho es la muestra fehaciente del poder del Obispo. Pero ese castigo fue superado por la población en 1985 al contratar sacerdotes que decían ser miembros de la Iglesia Antiguos Católicos de Holanda de forma tal que los raspadureños ya tenían un obispo de su lado, estaban a iguales, ya no era pueblo confrontando el poder del Obispo sino el Obispo Posada frente a su homólogo el Obispo “Chepe”. Los planeños ya tenían su Obispo y sus sacerdotes para las misas, con ellos lograron el acuerdo que no habían alcanzado con la diócesis a lo largo de treinta años. La población de Plan de Raspadura es “100% católica creyente en el Santo Ecce Homo”  afirmó “Pica”, uno de los líderes del paro cívico que conllevó a la segunda excomunión y promotor del acuerdo con los “ holandeses”. Es importante esta contundente frase pues da a entender que los problemas que los raspadureños han tenido con la diócesis han sido motivados por el ejercicio del poder sobre lo sagrado y no porque ellos renieguen de su fe católica ni de las funciones sacerdotales desde que ellas se mantengan al margen de la administración del cuadro del Santo y los bienes de Él. Basta recordar que en repetidas ocasiones enviaron cartas al Alcalde de Istmina, al Gobernador del Chocó, al Nuncio  Apostólico de Colombia, al Presidente de la República y hasta la Papa Pablo VI solicitando la presencia de sacerdotes pero que no estuvieran bajo la orden de Monseñor Posada porque temían que él quisiera llevarse el cuadro a otro lugar donde pudiera beneficiarse sin ningún impedimento de la fama milagrosa del Santo, del Santo de Plan de Raspadura. Los raspadureños adelantaron proyectos con los sacerdotes “holandeses”  como el colegio  Agropecuario Santo Ecce Homo y la casa para los peregrinos. También compartieron con ellos “tragos”, “rumbas” , y algunas mujeres tuvieron romances con ellos, sin que eso signifique que los planeños sean anticlericales o no católicos.

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Pero para la diócesis, en esos comportamientos si estaba la presencia del mal. Recién “su” territorio había sido ocupado por esos licenciosos curas – los “holandeses” - , emprendieron la investigación sobre su legítimo nombramiento llegando al veredicto de que eran falsos. De inmediato la diócesis emprendió una campaña dirigida a todos los devotos del Ecce Homo denunciando que el Santuario estaba siendo profanado y por tanto ningún buen católico podía ir a ese lugar donde se “inmolaban falsos dioses”. Esas circulares generaban también una imagen de la Junta como la autora intencional de tal profanación pues ella y los que están de acuerdo con ella “no son devotos del Santo sino de la plata del Santo”.   Esa imagen aumentó la distancia entre la Junta, siempre

encargada del Santuario, y los peregrinos. Estos últimos no estaban al tanto de lo que acontecía en Plan de Raspadura salvo por informaciones viciadas bien fuera por la diócesis  – como las pastorales -, o bien por amigos de la Junta como la mayoría de los artículos publicados en el periódico Presente. Esta síntesis de lo analizado en el presente capítulo tiene la intención de recoger los elementos que ayudan a entender la situación actual. No huelga repetir que a lo largo de esos años no toda la población planeña estuvo de acuerdo con el proceder de la Junta que era en buena medida su representante, por eso he evitado decir “el pueblo” pues términos como éste esconden una amplia diversidad y heterogeneidad 185. No puede hablarse que todos los raspadureños compartieran las acciones de la Junta sin negar con esto los celos que tienen con su Santo. Las presiones y los juicios que la diócesis hacía sobre los comportamientos de la Junta, el desacuerdo por parte de algunos raspadureños con los comportamientos de los “holandeses” , y las inclinaciones individuales son algunos factores que determinan las diferencias al interior de la población. Es por esto que el análisis de las circunstancias que se han presentado en este capítulo debe hacerse entendiendo que en cada momento la gente toma posiciones que en apariencia se muestran como contradictorias pero que podemos entender si mantenemos en mente que la identidad no es estática sino más bien instrumental 186.

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Denominaciones émicas como “curistas” y “anticuristas” hablan de las divisiones al interior de la población.  Esta idea es desarrollada por María de la Luz Vásquez P. en la Introducción de su trabajo Un pueblo para un Santo. El Santo Ecce Homo: Libertador, fundador y legitimador del pueblo de Plan de Raspa dura, Chocó. 186

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Un ejemplo de esas formas de asociación que corresponden a las circunstancias, se puede ver en 1990. Una vez los “holandeses” se han ido, la población vuelve a quedar sin sacerdote. Aún pesaba sobre ellos la excomunión de 1984 pero esta vez agravada por el desprestigio en que los sumió el escándalo de la profanación del Santuario. Ante tan penosa situación, algunos miembros de la Junta participaron de la reunión en la que se decidió enviarle una carta al Obispo Posada en los siguientes términos: “ L os habitantes de Plan d e Raspadura  [...] pedimo s nos sea levantada la sanción que pesa sobre nosotros desde hace varios años. Los tiempos han cambiado, lo ya ocurrid o nos sirve de experiencia ; sabemos que su  persona nos ama y nos da su cariño de padre. Lo anterior lo decimos después de haber hecho una asamblea general [...] en la cual se habló de los siguientes puntos: La importancia del servicio sacerdotal legítimo en Plan Raspadura. Para los cristianos resulta vivir sin esta atención algo difícil y se pierden los valores, las buenas costumbres. Palabras del Señ or President e de la Jun ta A dm inis trador a del Santuario  : HERMÓGENES MOSQUERA. Él nos habló de cómo se necesita una coordinación y orientación de parte del Señor Obispo y del Sacerdote para que volvamo s a tener todos lo s derechos que un cr istiano necesita de la Igl esi a Leg íti m a y por eso se debía recurrir al Señor Obispo: Gustavo Posada Peláez para que levante la sanción que pesa sobre el pueblo de Raspadura  . [...] Se hizo la votación del personal que estaba de acuerdo con solicitar al Señor Obispo enviara un delegado para una reunión el 4 de febrero de 1991 a las 7 P.M. La votación quedó así: de 58 personas m ayores d e edad, 54 votaron a favor, los cuatro restantes no votaron.

SEÑOR OBISPO: esta es el acta de la reunión, ahora nosotros confiamos en su gentil respuesta a la invitación a la reunión, por favor ayúdenos som os hom bres de fe que tenemo s errores pero reconoc emos q ue la Iglesia debe estar presente entre nosotros co n su Pastor y s acerdotes .” 187 

Los que en antaño participaron del paro cívico, intentaban ahora una reconciliación con el Obispo para darle fin a su difícil situación de no tener sacerdote. Pero el proceso de reinserción fue lento, la Diócesis se tomó su tiempo. Pasó un año entre reuniones hasta que finalmente Monseñor Posada Peláez en su calidad de Obispo de Istmina-Tadó decidió iniciar la expurgación de la profanación del Santuario. “Considerando:

187

 Archivo VADI (Vicariato Apostólico de Istmina), Tomo II.P.339. Fechada diciembre 12 de 1990

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Que es deber del Prelado velar por la guarda e integridad de la fe y las costumbres en el Pueblo Cristiano así como vigilar y or ientar el verdadero y au té nt ic o cu lt o . […] Que el pueblo Cristiano de Raspadura en reciente declaración, reconoce s us errores y faltas y q uiere reafirmarse en la con fesión de la fe de la Iglesia una santa, católica y apost ólica ; expresa el acatami ento al Obispo Diocesano de la Iglesia particular de Istmina  –Tadó y desea para la

niñez, la juventud y sus adultos la educación cristiana. […] La Iglesia Diocesana como Madre se alegra por el deseo de reinserción en la comunión de la fe expresada por sus hijos de Raspadura y como Maestra en la verdadera doctrina, llama a todos sus hijos diocesanos para que el reconocim iento de la gravedad de esta historia dolo rosa sirva de

ejemplo y nos m ueva a todos a un m ayor cumplimiento de nuestros compro misos cristianos . [La diócesis] decreta que con el án im o de lleg ar a un a plen a co m u nión con los amados h ijos de Raspadura […] durante estos días efectuar actos penitenciales y procesionales con la venerada imagen del Santo Ecce Homo com o desagravio por la profanación y sacrilegios com etidos , así mismo para imp lorar del Señor el p erdón y su m iseric ord ia .” 188 

Se requirió de un largo periodo de procesiones y penitencias, y además se hizo necesario cambiar algunos artículos utilizados en las liturgias para así restablecer el orden: los únicos autorizados para realizar actos religiosos católicos son los eclesiásticos de dicha religión. Esa época es recordada por Rafael Antonio Mosquera, “Pica”, así: “[Después de la salida de los “holandeses”], para que entraran nuevamente los católicos tocó esperar hasta que le hicieran lavado a tod as las cosas de la iglesia p orq ue según ello s h abían sid o p rofanad as   [por los “holandeses”]. El sacerdote venía sólo los domingos.” 189

Todos los roces con el Obispo que caracterizaron al Plan de Raspadura parecieran llegar a su final. Es la población misma (representados por los que firmaron el acta de 1990) la que reconoce sus faltas al pedirle al Obispo Posada les permita la tan deseada y necesaria compañía de un sacerdote. Hubo un periodo de purificación del Santuario que coincidió con el cambio de Obispo en la diócesis de Istmina-Tadó según lo reseña el periódico El Colombiano: “Monseñor Posada Peláez ha sido su [de Istmina] primer Obispo- Vicario  Apostólico desde el 12 de junio de 1953 hasta el 6 de mayo de 1990, y Obispo titular desde esa fecha que tomó posesión el 19 de agosto de 1990 hasta el 5 188 189

 Archivo VADI, Tomo I. P.p. 338 y 339. Fechado diciembre 1 de 1991. Las negrillas son mías. Conversación grabada con Rafael Antonio Mosquera, “Pica”. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999.

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, fecha en que fue aceptada su renun cia  por razones de de may o de 1993  edad. El papa Juan Pablo II nombró recientemente a Mo ns eñor Al on so Llano Ruiz para remplazarlo. ” 190 

Los raspadureños recalcan que ese cambio de Obispo “benefició muchísimo las relaciones” . A pesar de que habían pedido perdón a Monseñor Posada para luego

solicitarle un sacerdote permanente, no vieron su tan anhelado deseo sino hasta 1997 cuando el nuevo Obispo de Istmina-Tadó, Monseñor Alonso Llano Ruiz nombra como rector permanente del Santuario a quien la población había solicitado: el padre Héctor Mario Grisales. Él era el párroco de El Dos y de ahí fue trasladado para Plan de Raspadura. Pareciera que la relación entre estos dos pueblos ha estado impregnada por la relación que mantienen con la diócesis. El señor Digno Mosquera 191 recuerda que el crecimiento de El Dos comenzó en la década del 80 porque antes era tan sólo unas casas repartidas a lo largo de la carretera que comunica a Istmina con Quibdó. Vale recordar que a mitad de esa década fue la inauguración de su capilla, capilla en honor al Santo Ecce Homo levantada por Monseñor Posada en clara reacción al desacato e irreverencia de los raspadureños. Recuérdese también que Monseñor regaló un réplica de la imagen del Ecce Homo que tiene por inscripción un agradecimiento a dicho Obispo, con esa imagen “mella”  (como la llaman los raspadureños pues es una melliza de la original) la capilla fue inaugurada en el Cuasimodo de 1985, mientras los raspadureños sobrellevaban la ausencia de sacerdote en sus fiestas patronales pues recaía sobre ellos la segunda excomunión. El padre Bernal, expulsado por la población de Plan de Raspadura, fue nombrado párroco de El Dos. San Rafael - El Dos es el nombre completo de aquel vecino pueblo. Nombre que de inmediato remite a la época de la Colonia en la que la región donde hoy están Plan de Raspadura y El Dos eran parte de la minas de San Rafael. Por lo mismo, los de El Dos aducen que su santo patrono es San Rafael cuya antiquísima imagen está en la capilla de 190

 Periódico El Colombiano, Medellín, domingo 23 de mayo de 1993. p. 6D. Fotocopia presente en el libro del padre Marco Antonio Romero: Salmos Chocoano VI. Medellín: Litoarte Ltda. 1993. 191  El señor Digno Mosquera es el alcalde encargado del nuevo municipio Unión Panamericana, del que hacen parte Plan de Raspadura y El Dos . Él tiene una larga hoja de vida de c argos administrativos en el municipio de Istmina del que ambos pueblos antes eran parte. Notas de campo de la conversación con Digno Mosquera. Plan de raspadura, abril 23 de 2000.

199

Plan de Raspadura a la derecha del Ecce Homo. Como se relató en el capítulo dedicado a la imagen, antes de la llegada del Ecce Homo estaba en las minas de San Rafael la estatua de ese arcángel. Los de El Dos quieren que dicha estatua sea “ devuelta” a su pueblo. Pero los raspadureños dicen que San Rafael es el patrono del Plan también y al él le celebran sus fiestas ocho días después de que lo hacen en El Dos, esto es el 24 de octubre mientras que los doseños las celebran el 17 con una imagen mucho más reciente.  Ambas poblaciones compiten por las fiestas, aunque van a las fiestas del otro, siempre tratan que las suyas sean mejores y es común que en “ rumbas” y más aún durante las fiestas patronales del uno o del otro, se presenten trifulcas entre doseños y planeños. Volviendo a 1997, el padre Héctor Mario Grisales fue escogido por los planeños porque consideraban que “[A Héctor Mario] le gustaba el progreso y era emprendedor” , al tiempo que agregan que él estaba teniendo problemas con El Dos donde antes era párroco. Pero las situación del momento es diferente a la del pasado ya que la

historia de

confrontaciones por el poder sobre lo sagrado entre la diócesis y parte de la población ha delimitado el lugar de cada uno. Finalmente la diócesis decidió desentenderse de lo concerniente a los dineros del Santo según lo manifestó el padre Bernal: “Desde los curas falsos, la Iglesia ofic ial se desentendió de lo qu e pasaba en Raspadura, ya no dan la lucha, aceptaron q ue la Junta admin istre todo. El único acuerdo que se tiene es que el sacerdote se puede quedar con la limosna que le den a él.”  192 

Las funciones de cada uno están ahora establecidas de manera explícita, siguiendo en buena medida las condiciones bajo las que estaban los “holandeses”. Éstas son que el sacerdote no intervenga en las funciones de la Junta ni coja parte de los dineros que los devotos dejan al Santo, sólo puede quedarse con la limosna que le dejen a él personalmente; además debe respetar las tradiciones de la población para la celebración de la Semana Santa, de las fiestas de Cuasimodo y de San Rafael. A pesar que ambos reconocen esas condiciones, la situación de tensión se mantiene como bien lo reproduce María de la Luz Vásquez cuando narra el momento en que unos peregrinos deseaban sacar el Santo para cumplir su promesa pero el síndico, quien es el directamente

192

 Apuntes de campo durante la conversación co n el padre Francisco Bernal. Istmina, abril 6 de 1999.

200

encargado del manejo del cuadro, dictaminó que el Santo no saldría porque el día estaba “bajito” (preámbulo a la lluvia) ante lo cual el padre Héctor Mario no podía hacer nada 193.

El síndico es el encargado de las llaves de la capilla, y el único que puede sacar el cuadro del altar. Los otros miembros de la Junta se dedican a arreglar la capilla y a supervisar que la caja de hierro que han dispuesto para que la gente deje sus ofrendas no esté siendo desfalcada. Pero la capilla es también el lugar del sacerdote, el oficia su misa desde el altar, delante del Ecce Homo custodiado por la Junta. Junta y sacerdote comparten así el espacio, el lugar sagrado donde los devotos buscan la salvación y bondades materiales por parte del Santo dejándole a cambio regalos. El Santuario, la capilla en cuanto tal, es el lugar donde más se siente la tensión que se afina con cada movimiento de las partes pues es el lugar donde obligatoriamente se encuentran ambos. Una iglesia es Santuario cuando es meta de peregrinaciones para los fieles que llegan a él para dar gracias o cumplir promesas. Por eso los romeros se constituyen en la razón de ser del Santuario. El Santuario del Ecce Homo en Plan de Raspadura ha mantenido una relación con los peregrinos mediada por los eclesiásticos desde la instalación del vicariato. Recién Monseñor Posada asumió su cargo de Vicario, señaló en 1964 de “mercantilismo deplorable” 194  a las acciones de la Junta que desde tiempo atrás venía

funcionando. Esta idea se mantuvo y fue la que avivó cada vez más el cotejo por quién era el legítimo administrador de los bienes del Santo. Las pastorales que el padre Merlano distribuyó a lo largo del Chocó medio se encargaron de reforzar esa imagen diciendo que “[Los miembros de la Junta] que fingen honrar a Dios, pero que en verdad su dios es la bebida, el dinero (Mamon) y el liber tinaje” 195   A pesar de que el periódico Presente

presentó la situación de manera diferente pues mostraba al Obispo Posada como deseoso de quedarse con las entradas del Santo, la imagen que muchos peregrinos tienen de la Junta se sintetiza en “los raspadureños son devotos es de la plata del Santo” . Y terminan diciendo: “Los problemas que ha habido en el Santuario son asuntos económicos” 196 . 193

 María de la Luz Vásquez P. Ver Introducción de su trabajo. Op. Cit.  Ver el documento transcrito al comienzo de este c apítulo 195  Archivo VADI, Tomo III. “Santo Ecce Homo su Santuario Profanado”. Fecha: abril de 1985. 196   Apuntes de campo. Frase en la que reincidieron peregrinos de Quibdó e Istmina con los que tuve la oportunidad de hablar en abril de 2000. 194

201

Pero detrás de esa evidente dimensión económica de las disputas entre el Obispo y la Junta, está la autonomía que la población quiere mantener. La pugna por la administración de las entradas del Santo no se agota en el factor económico, más bien ese factor da luces para analizar cuál ha sido el papel de las instituciones oficiales y sobre todo, cuáles han sido sus obras. La respuesta a estos cuestionamientos sobre la atención que las políticas del Estado le dan a poblaciones como la de Raspadura son contestadas por frases críticas que los planeños hacen como “aquí ni la diócesis ni el gobierno invierte.  Aquí todo lo ha hecho el pueblo con lo que le dejan al Santo”.

Por eso “ellos prefieren quedarse solos a que los administren”   como recalcó el padre Bernal197  refiriéndose a los problemas con la Junta. La autonomía que defienden al impedir que la diócesis administre sus dineros evidencian la actitud descuidada que Colombia ha tenido para con las poblaciones negras y la historia de acciones independientes pero marginalizadas del orden nacional que estas poblaciones han hecho198.  Ante esta ausencia de instituciones estatales se puede interpretar a la Junta como una institución para los raspadureños, ya que ella es la encargada tradicionalmente de administrar las entradas del Santo, único rubro realmente representativo de la economía local199. Con esos dineros, la Junta debe pagar por el aseo de la capilla, adelantar mejoras a dicha edificación, subsidiar las fiestas en honor al Ecce Homo, apoyar proyectos en beneficio de toda la población como la escuela y el colegio, y ayudar a los enfermos y ancianos. Por lo mismo, la población hace veeduría sobre la Junta y sus decisiones, haciendo críticas permanentes que pueden llevar al cambio de los miembros. Como ya se mencionó, los miembros de la Junta son elegidos por asamblea popular pero actualmente la Junta sufre de tal incredulidad que son muy pocos los que asisten a las 197

 Apuntes de campo durante la conversación co n el padre Francisco Bernal. Istmina, abril 6 de 1999.  Buenos ejemplos de esta situación son trabajados por el antropólogo Peter Wade en su libro Gente negra, nación mestiza en el capítulo 7: “Héroes y Políticos: Quibdó desde 1900” en el que hace un recorrido de la historia de Quibdó en el siglo XX pero con temas generalizables para todo el Chocó. Igualmente es interesante el capítulo 6: “El Chocó: la lluvia, la miseria y lo negro” donde anal iza la posición del Chocó en el orden racial nacional enunciando tres características: “la periferalidad, la pobreza y lo negro”. P.131. 199  Ver María de la Luz Vásquez, Op. Cit ., sección “Prácticas económicas” para darse una idea de las otras entradas de dinero que tienen los planeños. 198

202

reuniones en las que la Junta consulta sus decisiones. Pero esto es inherente de los miembros, es un problema más bien de la figura “Junta” porque la asistencia a la asamblea en la que se elige a los nuevos miembros de la Junta también está penando por la baja audiencia.  Además, las críticas a la Junta se enmarcan dentro de la forma de entender la política en el Chocó: pareciera que la corrupción es connatural al político y a los que ocupan cargos políticamente determinados, de forma tal que es de esperarse que alguien que ocupe un cargo en la Junta, saque “su tajada” . Pero a diferencia de los políticos que sí logran evadir los controles, a los miembros de la Junta que incurran en robo les espera su castigo por parte del Santo, de Él no pueden escapar. La Iglesia Católica era la institución llamada a impartir orden en lugares donde el Estado no tenía presencia, o al menos compartía funciones con él. El caso de Plan de Raspadura es un ejemplo de la lucha que una población negra ha mantenido frente a instituciones que se limitan a imponer un orden del que se benefician únicamente quienes detentan el poder. Sin embargo la figura del sacerdote sí es asociada con ciertas funciones no sólo espirituales sino también de carácter social. Por ejemplo el sacerdote debe ayudar a los ancianos, ser caritativo con los más necesitados, formar grupos de niños y jóvenes para además de catequizarlos, proponerles actividades de esparcimiento. Al menos esas eran las expectativas que los raspadureños tenían del nuevo sacerdote más aun después de los “holandeses”  con quienes la población mantuvo una estrecha y buena relación. La figura del sacerdote centraliza además la información y la llegada de algunas ayudas que instituciones a nivel nacional envían. Por ejemplo el padre Héctor Mario vende la bienestarina 200 que el Bienestar Familiar manda. También le llega la información de los cursos que ofrece el SENA  y la casa cural es estación obligada para alcaldes, gobernadores y cualquier funcionario público que esté adelantando un proyecto en la zona puesto que el padre es el encargado de difundir la información de dichos proyectos, bien sea en las misas o por el parlante. El padre es además quien da la bienvenida a los foráneos que no tienen vínculos con la población, bien sean peregrinos o no, como

200

La libra de “ papula”, como es conocida localmente la bienestarina, cuesta $500.

203

amablemente lo hizo con nosotras en la primera visita que hicimos a Plan de Raspadura cuando no conocíamos a nadie 201. Pero el sacerdote más que ser una figura (en cuanto a la idealización que se hace de él) es una persona con historia de vida, gustos y carácter específicos, y por lo tanto simpatiza con algunos al tiempo que genera rencillas con otros. El sacerdote es de los pocos acomodados económicamente en poblaciones que no cuentan con un ingreso fijo, “aquí [en el Chocó] para tener plata hay que ser político, maestro o cura” anota la gente

refiriéndose a los cargos que permiten alguna seguridad económica frente a la inestabilidad de la minería. Vale anotar que el sacerdote actual también es profesor de religión en el colegio. El padre Héctor Mario Grisales es un antioqueño que ha acondicionado la casa cural con ciertas comodidades que el general de la población no tiene. Realiza frecuentes viajes a Medellín donde estudió Antropología en la Universidad Bolivariana en un programa a distancia. Estos hechos así como el desempeño de su cargo de centralizador de la información mencionado arriba, han suscitado ciertas enemistades con el padre aunque aparentemente se mantiene una relación de cortesía. La población se cuestiona de dónde saca el dinero para gozar de esas comodidades y para los viajes, al tiempo que objeta su real intención de ayudar a los más necesitados. Sin embargo los comentarios que circulan al respecto desconocen que la larga historia de confrontaciones entre parte de la población y la diócesis, ha hecho que el sacerdote esté totalmente excluido de las intervenciones materiales; así lo exigía la Junta cada vez que un eclesiástico llegaba a Raspadura. Hasta tal punto llegó la disputa que la diócesis se desentendió de la población según lo señaló el padre Bernal: “el sacerdote está ahí por los peregrinos, no po r lo s ras pad ur eñ os .” 202 

En las opiniones de los entrevistados sintetizan los siguientes puntos de vista. Pueden reconocerse dos grupos entre la población según simpatizan o no con el padre. Para los primeros, el padre sí ha hecho buenas obras y de sus viajes a Medellín siempre trae 201

  El padre Héctor Mario y la hermana Lucía nos alojaron hospitalariamente en la casa cural durante los primeros catorce días de nuestra primera visita a Raspadura (abril de 1999). 202  Apuntes de campo durante la conversación co n el padre Francisco Bernal. Istmina, abril 6 de 1999.

204

regalos. Pero para los que disgustan con él dicen que “el sólo se mete con la gente que le gusta él, con el resto no, y eso está mal porque este es un lugar sagrado y debe ser atento con todos” , al tiempo que lo comparan con otros padres que “no se fijan en nada que no tenga que ver con ellos”. Pareciera que a la gente no le gusta que el sacerdote

haga juicios sobre su actuar, sin embargo desearían que los considerara en su lista de beneficiados y terminan diciendo “nosotros no gustamos de él. Ya hemos pedido cambio  pero cada vez que él ve que lo van a sacar hace alguna obra y ahí la gente se olvida del  problema” . Esto no es un secreto ni para los peregrinos, ni para los visitantes y mucho

menos para el padre Héctor Mario. Él por su parte continúa con lo que considera debe hacer y así beneficia a los que están con él, por ejemplo ayuda a algunos con los costos de los estudios, aunque al respecto también la gente comentaba que “muchas veces  promete pero cuando le coge la rabia, se olvida de todo. Además es mala paga [se demora en pagar]”. Por su parte el padre critica la falta de compromiso de la población en

las actividades a pesar de que son ellos mismos los que las proponen y hasta exigen. El padre participa de las fiestas al Ecce Homo, las promociona por la diócesis y hasta es el anfitrión el día sábado antes del Cuasimodo 203. Sin embargo, muchos raspadureños manifiestan que en el resto del año, el padre casi no comparte con la población, “no sale ni a tomar el fresco” comentan. Vale recordar que muchos mantuvieron un trato bastante

cercano con los “curas holandeses”   lo que marco precedentes para las expectativas que ahora tiene del sacerdote; sacerdote de origen antioqueño con costumbres diferentes a las chocoanas.

203

 Las fiestas al Ecce Homo comienzan el lunes después de la celebración de la resurrección de Jesucristo. Durante la semana tiene un carácter local para desencadenar en el sábado y domingo en que se espera la llegada de gente de otros lados. El sábado la fiesta es en frente de la casa cural y el padre es quien paga la contratación de la música para la noche, él es el anfitrión ese día. Las fiestas serán trabajadas con más detalle en el siguiente capítulo.

205

Por otra parte, hoy existe el Grupo de Oración; grupo de naturaleza carismática

que ha fortalecido muchísimo la devoción local al Ecce Homo a la vez que mantiene una relación tensionante con el sacerdote. Se conformó en 1997 siguiendo el ejemplo de un grupo de Condoto.

Comenzó con

cinco mujeres que “motivadas por el Espíritu Santo” se reunían a orar por el bien de toda

la población. El Grupo de Oración ha tenido tal acogida que hoy lo conforman alrededor de cincuenta mujeres y diez hombres 204. Se reúnen en lo posible todos los días al atardecer para hacer la “oración fuerte”. No dependen económicamente ni de la diócesis ni de la Junta sino que ellos mismos se encargan de recaudar fondos en otros pueblos y con ese dinero pudieron levantar el Kiosco donde se congregan. Cualquiera es bienvenido a participar de las oraciones pero cuando quiere hacer parte de el Grupo debe dejar “tanta rumba y no tener odios ni rencor es con nadie”.

Carismático se refiere a los dones que Dios concede por medio del Espíritu Santo.  Algunos de esos dones que se han reconocido en determinados integrantes son: de lenguas, de interpretación, de sanación y últimamente de profecía. Todos cuentan con el don de fe que les permite creer en lo que sucede durante la oración, y en la voluntad de

Dios. En el momento más álgido de la oración, alguno de los que tiene el don de lenguas cae inconsciente y comienza el Espíritu Santo a hablar a través de ese cuerpo; al lado, uno de los que tiene el don de interpretación va traduciendo el mensaje. Los mensajes pueden ser desde una nueva oración hasta una profecía. Cuando hay algún enfermo en el pueblo y él permite ser visitado por el Grupo de Oración, ellos van y oran junto al afectado valiéndose de su don de sanación. Pero para que haya una real mejoría se necesita que el doliente crea que ellos tienen ese don.

204

 Esta poca cantidad relativa de hombres, además la reciente vinculación de ellos , ha hecho que se hable de ellas y no de ellos.

206

“Le hemos hecho mucho bien al pueblo. Nosotras rezamos por el bien de todos. Cuando hay algún problema nos reunimos y oramos fuerte y el pueblo siente la paz, ahí se acaba el problema” 205 . Los que pertenecen al Grupo siempre cargan con un escapulario blanco y

van a la oración vestidos con algo blanco, la mujeres además llevan una mantilla blanca en la cabeza. Estos distintivos hacen que la gente en general y sobre todo entre ellos se llamen “hermano” o “hermana”   seguido del nombre, dándose así una estrecha relación que resulta funcional en caso de cualquier necesidad. Hay veces en que la oración es tan fuerte que pueden quedarse todo el día reunidos. O sucesos extraordinarios, como la aparición de la Virgen hacen que pasen la noche esperando las diferentes manifestaciones del Espíritu Santo. Por hechos como este último, algunos raspadureños los critican d e “locos”, pero en general la población no censura las acciones de este Grupo pues tiene la misma religión que los demás: no son protestantes sino católicos que manifiestan su creencia en el Ecce Homo con gran fuerza y alborozo. Además respecto a las apariciones de la Virgen y al descenso del Espíritu Santo lo explican por la fe que los miembros del Grupo tienen.  Aunque el Grupo de Oración se declara católico y colaborar de manera entusiasta en todas las cosas de la iglesia, la relación con el padre Héctor Mario ha sido regular. Ellas (las del Grupo)  se quejan de que él no cree en lo que sucede durante la oración. Recuerdan además que “antes, cuando nos reuníamos en la iglesia, el padre ponía música en la casa cural pero a todo volumen. Por eso nosotras cantábamos más fuerte y le pedíamos con más amor al Ecce Homo para que esa prueba nos diera fuerza para seguir.” 206  La explicación a esa distancia que separa al  Grupo de Oración del sacerdote tal

vez está nuevamente en que la Iglesia Católica en cuanto universal, limita las prácticas religiosas a un canon oficial, de hecho las Conferencias Episcopales se interesan en “orientar” esas manifestaciones locales hacia lo que el Papado dice. Un buen ejemplo se puede ver en la modificación que el Grupo de Oración hizo a la oración del Padre Nuestro y a la del Ave María. El Grupo les había aumentado algunas palabras para hacerlas más 205

 Apuntes de campo durante la conversación con Mercedes, una de las fundadoras del Grupo de Oración. Plan de Raspadura, abril 11 de 1999. 206

 Apuntes de campo durante la conversación co n Mercedes. Plan de Raspadura, abril 17 de 2000.

207

cercanas y sentidas. Pero el padre Héctor Mario, en la misa de ramos aclaró que se debían rezar igual que lo hace todo el mundo y según lo ordena la Iglesia. Paradójicamente en la misma homilía anunció que desde ese momento, al terminar la misa el sacerdote diría “la paz sea con ustedes” pues el Sumo Pontífice había accedido a que se cambiara el antiguo “la paz sea con vosotros” por haber entr ado éste en desuso 207. Finalmente, la situación actual se caracteriza por ese “tratado de paz” que la población de Raspadura, representada por la Junta, había propuesto después del primer conflicto que tuvo con el Obispo Posada. El almacén de velas que motivó la expulsión del padre Bernal es ahora la fuente de ingresos para los miembros de la Junta. Sin embrago el padre Héctor Mario sí puede vender artículos religiosos como fotos, llaveros y escapularios del Ecce Homo, artículos que expone en una mesa frente a la casa cural. Pero él no vende velas, como sí se hace en las mesas que se disponen a la sombra del árbol de marañón, inmemorial testigo de la historia de un pueblo que ha luchado por legitimar su propiedad y administración sobre el Santo Ecce Homo confrontando el poder de la Iglesia Católica que ha gozado de todo el respaldo del sistema político y social hegemónico, y al tiempo excluyente, de la República de Colombia. “Las condiciones particulares históricas y sociales permiten aseverar que la solució n no  podrá venir de moldes generales y rígidas imposiciones. Sólo tomando en consideración las aspiraciones del pueblo de Raspadura se podrá dirimir el asunto. De otra forma, será echarle leña a la candela”   había concluido un artículo del Presente en 1984 subtitulado “Religiosidad, Fanatismo o Negocio en Raspadura?” 208 .

207

 Apuntes de campo de la misa de ramos celebrada por el padre Héctor Mario Grisales. Plan de Raspadura, domingo 28 de marzo de 1999. 208  Artículo titulado “El pueblo y el Obispo pelean por el Santo Ecce Homo”, periódico Presente  No. 139, agosto de 1984. P.p. 1 y 6.

208

 A pesar de las marcadas diferencias, parece ser que la existencia de las réplicas sí ha afectado la peregrinación a Raspadura. Los lugareños observan que la afluencia al Santuario es cada vez más baja y menos el dinero que los peregrinos dejan. Una señora en Condoto, donde hay una réplica del Ecce Homo, nos comentó que la gente paga sus mandas en Condoto mismo, le dan la ofrenda al sacerdote y “ni se dan cuenta muchas veces cuál es el original y cuál la copia porque son igualitos” 209. El Ecce Homo se acerca

de esta forma a más población, pero los peregrinos se alejan de Raspadura. El dinero que antes entraba al Santuario ahora está distribuido en las capillas sobre las que el Obispo Posada Peláez sí tiene mando y monopolio.

El Obispo inauguró su capilla de El Dos el día del Santo Ecce Homo, el domingo de Cuasimodo de 1985 mientras Raspadura estaba en entredicho. Como decía la narración arriba referida, la celebración en El Dos se distinguió por su “solemnidad”, solemnidad que contrasta con las populares “fiestas callejeras” y el Santo paseando por su pueblo, sin sacerdote, pero con los raspadureños, sus celosos guardianes.

209

 Apuntes de campo. Abril de 1999.

209

3. FIESTAS Y CELEBRACIONES RELIGIOSAS En el primer capítulo se trabajaron los relatos sobre el origen del Santo Ecce Homo y la devoción de que ha sido objeto a través de su historia en Plan de Raspadura. En el segundo capítulo se examinó la pugna por la administración del cuadro del Ecce Homo y sus bienes, que ha mantenido parte de la población de Raspadura con el Vicariato desde 1953. Este último capítulo contrasta la forma de vivir la religión que los raspadureños tienen, con la que la Iglesia Católica plantea. Para tal contraste me baso en las fiestas al Ecce Homo —fiestas locales—, y la Semana Santa —la Semana Mayor para la Iglesia Católica—, pues cada una condensa la religiosidad que cada actor vive y promueve. El contraste no quiere decir que las analizo como contrarios, un enfoque de ese tipo equivaldría a reducir la religiosidad local como reacción frente a la religiosidad que se autonombra como oficial. Si bien hay momentos históricos en los que el contacto entre ambos ha llevado a fuertes reacciones, no se debe desconocer la creatividad de las poblaciones y su forma particular de entender y ser en el mundo y considero más bien, que hay un diálogo permanente entre las dos religiosidades, diálogo que se evidencia en el préstamo de elementos para resignificarlos haciéndolos suyos. Vale recordar en este punto que la intención de este trabajo no es hacer una genealogía de las prácticas religiosas del negro la cual implicaría remitirse a la historia de África y al sistema esclavista de la Colonia. Sin desconocer el valor que tienen estudios de ese tipo, el presente análisis se centra en la forma en que la población da hoy cuenta de sí misma, de su relación con la institución Iglesia y de la forma de vivir la religión. Este capítulo comienza con una breve caracterización de la religión cristiana guiándome por el autor Antoine Oldenforff. Luego retomo la importancia del cuerpo en las religiosidades del Litoral Pacífico según lo entiende el comunicador Julián González, y finalmente presento algunos ejemplos etnográficos de Plan de Raspadura.

210

El cuerpo, ¿obstáculo o centro de la expresión religiosa? En el libro Corporalidad, sexualidad y cultura 210 ,  Antoine Oldenforff indica que la religión cristiana es una religión redentora. El autor caracteriza las religiones redentoras como las que se fijan “no en el comienzo sino en el fin de los tiempos, no en el nacimiento sino en el renacimiento... después de la muerte. Éstas desprecian el mundo y sus placeres, la tierra es una residencia transitoria, un test-case en cuanto a la idoneidad para los placeres celestiales.” 211  La idea de redención está entonces acompañada de “una vehemente reprobación del mundo” 212 . El pensamiento de la redención es “la redención de las ataduras terrenales; hay que prepararse para la redención rompiendo los lazos terrenos en lo posible mediante un espíritu ocupado en ‘lo que vendrá’ y no dejándose llevar por el ‘aquí’ y el ‘ahora’, en el que nos entretenemos con el cuidado de nuestro cuerpo depravado.” 213

Para substraerse del mundo terrenal se requiere de “la represión de los arranques sexuales”  214. De ahí que “el desprecio de la alegría terrenal, en primera instancia, el desprecio del apetito sexual; la renuncia es, sobre todo, renuncia sexual.”. 215 

En síntesis la religión cristiana (que el autor aclara que no fue precisamente la doctrina de Cristo) tuvo una actitud negativa frente a la sexualidad que era representada como algo despreciable pues la religión le daba especial acento al pecado para poder infundir arraigados sentimientos de culpa. Finalmente Oldenforff arriesga algunas hipótesis sobre la actitud frente a la corporalidad y a la sexualidad que tienen las religiones redentoras: primero, un innato impulso de muerte “pues la sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia” 216 . Sumado a esto está un “complejo de culpa y penitencia”   inculcados por un fuerte miedo a Dios como en el caso 210

  Oldenforff, Antoine. Corporalidad, sexualidad y cultura. Capítulo III: “Sobre exaltación y escarnio de la sexualidad”. Buenos Aires: Ediciones Carlos Lohlé. 1970. 211  Ibid. P.58 212  Idem. 213  Ibid. P. 68 214  Ibid. P. 70 215  Idem. 216  Ibid. P. 81

211

de la religión cristiana en la que “ Dios es el Dios del amor y de la ira, el Dios misericordioso, pero también el Dios vengador”. 217  Por todo esto, la religión cristiana insta

al matrimonio para por medio de él establecer las pautas que han de controlar la sexualidad. Únicamente bajo el sacramento del matrimonio, la pareja puede tener relaciones sexuales pero cuyos fines sean la reproducción de la especie, negando nuevamente el placer del acto sexual al reducirlo a su dimensión procreativa. Pero este es el planteamiento de la doctrina cristiana que no necesariamente es el que los creyentes o los evangelizados siguen. El caso del Litoral Pacífico colombiano es estudiado por el comunicador social Julián González, quien señala que la religiosidad en dicha región está muy ligada al cuerpo de una forma que se aleja a la represión que la doctrina cristiana instiga: “si para la religiosidad judeo cristiana el cuerpo es el obstáculo y la opacidad que impide el tránsito hacia lo divino y, en consecuencia, despojarse del cuerpo es el tránsito hacia el cielo; si para la religión judeo cristiana el cuerpo es el lugar que fija y precipita el alma en la tierra e impide su ascenso (en el cuerpo residen las tentaciones) para las culturas negras del Litoral Pacífico y sus religiosidades, el cuerpo es el centro real de la experiencia religiosa, pero en sentido positivo. De flujos, de sus temporalidades, de sus movimientos, de sus voces proceden y en él encarnan las fuerzas que realizan lo divino, lo infraterreno y supraterreno. En él prospera la vitalidad mundana y la vitalidad divina.” 218 

Por esto la religiosidad en el Chocó también está ligada al cuerpo y “en consecuencia asociada a todos aquellos procedimientos que lo intervienen, movilizan, activan: el comer, beber, bailar, reír, cantar, hablar […]” 219

Semana Santa: semana mayor de la iglesia católica 217

 Ibid. P. 83  González, Julián. Op. Cit. P. 22 219  Ibid. P. 31 218

212

En Plan de Raspadura, como en muchos lugares, durante la Semana Santa se hace la dramatización de lo que fue la pasión de Cristo. La Semana Santa es la Semana Mayor para la Iglesia Católica, en ella se representa la instalación de dicha Iglesia cuando Cristo deja a los apóstoles la misión de evangelizar; se representa también la instalación del sacramento de la comunión al compartir el símbolo del cuerpo y la sangre de Cristo en la última cena. La dramatización es guiada por el sacerdote, es él quien selecciona entre los muchachos del grupo juvenil de la Iglesia o entre los voluntarios a los actores. Él se encarga de buscarles los mejores atuendos, les repasa el guión y supervisa que todo salga bien. Para los raspadureños, la Semana Santa es un periodo de recogimiento: las fiestas, el abuso del licor, las relaciones sexuales, nadar en la quebrada, reprender a los hijos, comer en exceso son acciones proscritas al menos para los días santos. En lo posible la gente se queda en sus casas trabajando sólo medio día. Es un tiempo para ver la dramatización que localmente hacen de la muerte de Cristo, para ser espectadores de ese mensaje que les recuerda lo que Cristo hizo por el pueblo creyente. Por eso es un periodo de prohibiciones: es un tiempo lleno de lo sagrado, en el que se recuerda la fuerza suprema de lo divino que sería capaz de “convertir en sirena a una muchacha que se bañe haciendo ruido en la quebrada”. Por la misma condensación de lo sagrado, los

creyentes aprovechan para irrigarse de buena fortuna por medio de baños, especialmente el viernes santo a las 12 de la noche. Con varias clases de hierbas y preferiblemente en las duchas de la capilla, varias personas dicen limpiarse de la brujería que cualquiera le haya hecho además de asegurar para si mejores tiempos.

213

El viernes santo es el día más especial.  Acostumbran cortarse el cabello para que les crezca más rápido. En lo posible sólo comen masa de harina frita con dulce de papaya y piña que deben estar verdes aún. Este dulce aunque puede preparase en cualquier momento del año, es especial de la Semana Santa. Desde temprano la mujeres fríen varias masas puesto que a media mañana pasan los “ soldados” y los “los apóstoles” de casa en casa recogiendo la comida que les quieran dar. Con esa comida toman ánimos para recorrer el pueblo representando la persecución y captura de los apóstoles por parte de los soldados. El viernes es también el viacrucis: Cristo recorre las estaciones cada una con un mensaje antes de ser condenado a la muerte en la cruz. Las noches del viernes y del sábado santo se cantan “alabaos” en la capilla: es el velorio de Jesús y, si la lluvia lo permite, sacan en procesión el ataúd a media noche sin importar que el sacerdote prefiera hacerlo algunas horas antes, “así es la tradición”  argumentan, “ así se ha hecho siempre”.

La Semana Santa culmina con el domingo de resurrección en el que Cristo sube al cielo para ubicarse a la diestra de Dios padre. Todas las dramatizaciones y los sermones de las misas recuerdan los orígenes remotos del cristianismo que según lo señala Gruzinski para el caso general de las representaciones religiosas se encargan “de transmitir un mensaje moral, un “ejemplo”, y, sobre todo, de representar modelos de buena conducta y mala conducta patente y accesible a la mayoría” 220 .

220

 Gruzinki, Serge. La guerra de las imágenes. Op. Cit. P. 250.

214

 A pesar de que se sigue la estructura que la Semana Santa, cada población le da su matiz particular por ejemplo el dulce de papaya, los alabaos en los que las cantadoras beben aguardiente para resistir toda la noche, las carcajadas que propician las persecuciones de los soldados, y las leyendas sobre los peligros de quebrantar las prohibiciones. Sobre esta forma específica de vivir la Semana Santa, Julián González señala que en el Litoral Pacífico, “para nada, está operando aquí una celebración ascética, e incluso el recogimiento en tiempos de Semana Santa opera, no como experiencia religiosa formal, sino como experiencia dramática (como goce en el drama). Los procesos de transformación de las formas de celebración religiosa colectiva en Semana Santa integran montaje teatral dramático, gastronómico, canto, liturgia, oración y procesión; todas experiencias articuladas a lo festivo/dramático y a lo mundano.” 221

Las fiestas al Ecce Homo: fiestas de Plan de Raspadura  Apenas acaba la Semana Mayor de la Iglesia Católica, celebrada en todo el mundo y guiada por el sacerdote, comienza Raspadura sus fiestas en honor al Ecce Homo. Ellas se inician en la tarde del domingo de resurrección. Una vez se acaba la misa en la que se recuerda que Cristo murió para el perdón de los pecados de los que en Él creen; los planeños van a sus casas a prepararse para el primer “bunde” 222 .  A las 5 de la tarde resuena la chirimía que llama a los raspadureños a salir con su disfraces improvisados.  Agrupados por barrios recorren todo el pueblo hasta terminar en el atrio de la iglesia. Comenzaron sus fiestas, las fiestas de Plan de Raspadura.

221

 González, Julián, Op. Cit. P. 77.  Llaman “bunde”  al baile que hacen efusivamente alrededor del pueblo al son de la Chirimía (grupo musical típico del Chocó). El “bunde”  pareciera exclusivo de las fiestas religiosas. 222

215

Desde meses antes a cada barrio 223 se le ha asignado un día de lunes a viernes. Ese es el barrio anfitrión de las fiestas durante ese día siguiendo en lo posible el siguiente orden de actividades: 

De 5 a 6 AM los del barrio recorren el pueblo rezando. En cada barrio pasan con su canto y los voladores a llamar a los aún dormidos e invitarlos a celebrar la fiesta. 224



Durante la mañana decoran su calle.



A medio día sale un “bunde”   encabezado por los del barrio que se visten con algún distintivo, por ejemplo camisetas teñidas y marcadas con el nombre del barrio, o viseras con mensajes.  Algunas veces hay un grupo que dramatiza alguna circunstancia y que motiva tanto carcajadas como reflexiones.

Después

de

la

dramatización gritan hurras por el barrio,

lanzan

voladores

y

la

chirimía vuelve a tocar para que la “barra” (gente que va bailando en una coreografía improvisada) se dirija al otro barrio donde vuelve a presentar la dramatización y a gritar los pregones que exaltan la vitalidad del barrio que “va en la calle”.  Así recorren todo el pueblo reclutando cada vez más gente, hasta terminar en el atrio de la capilla al Ecce Homo, momento en que se hacen las más difíciles coreografías y se gritan los últimos urras. 

En la vespertina, el barrio anfitrión comienza a atizar los fogones para “ montar ” el sancocho o la comida que vaya a ofrecer en la verbena. Para comprar los

223

  Hay cinco barrios: Las Brisas, La Estrella, San José, El Comercio (que corresponden a las cuadras alrededor de la capilla) y Carretera (casas en la entrada carreteable del pueblo). 224  María de la Luz Vásquez reproduce un canto de alborada en s u capítulo dedicado a las fiestas.

216

ingredientes, los pasabocas, el licor (generalmente aguardiente Platino 225, biche226 o vinete) y los adornos de la calle, todos los habitantes del sector debieron colocar su cuota y/o colaborar en la recolección de los fondos. Desde semanas antes de las fiestas hacen actividades como bingos, fiestas, o salen a otros pueblos pidiendo dinero para las celebraciones en Raspadura. 

A las 6 PM es la misa, para la cual el sacerdote se desplaza al barrio anfitrión. 

A las 7 PM sale nuevamente el

“bunde”, esta vez van con “ pasacalles” o

“comparsas” que consisten generalmente en cantar al son de alguna canción bailable de moda, líricas referentes a la importancia del Santo Ecce Homo para Raspadura, o a la situación nacional, o al descuido en el que han caído las fiestas. Hay barrios que hacen también una dramatización. Nuevamente se hace el mismo recorrido que a medio día pero esta vez participa más gente sin importarle lluvia u oscuridad. Son más de doscientas personas bailando animosamente detrás de la chirimía, es tal la efusividad, que muchas veces terminan haciendo pasos coreográficos en el piso y gritando el lema del barrio en las fiestas de ese año. 

Luego cada uno va a su casa a bañarse y arreglarse para la verbena que se hará frente al equipo de sonido que desde la mañana ha estado sonando a todo volumen. El encuentro es en la calle y si el clima lo permite, allí amanecen bailando o hablando, de lo contrario, las casas anfitrionas se prestan para que la fiesta no sea aguada por la lluvia. Al otro día se comenta cómo estuvo la verbena. La atención de los anfitriones se juzga por los pasabocas, lo rico del sancocho y el licor que brindaron a los “rumberos”.

225 226

 Aguardiente de industria chocoana.  Es una bebida alcohólica regional a base de caña de azúcar.

217

De este modo, a lo largo de toda la semana se compara cuál barrio ha sido el mejor. Unos sobresalen por las comparsas y dramatizaciones porque “se les notó su preparación” o “se disfrazaron muy bonito”. Otros quedan en la memoria más por la verbena o por la

cantidad de gente que logró mover su “bunde” . A pesar de que siempre resaltan el carácter no competitivo de las fiestas, las comparaciones son permanentes y los que han sobresalido se enorgullecen de ser de ese barrio pues es el “ más rumbero”, “el más sabroso”. Por eso es común que aunque una persona viva en otro barrio, “ de corazón”

sea del mejor. El desarrollo de las fiestas también genera solidaridades entre barrios “ toca ir al bunde de allá porque ellos se amanecieron en la verbena de acá”.

De esta forma, desde el domingo de resurrección hasta el viernes siguiente, Raspadura goza de sus fiestas al Ecce Homo. Es un periodo en el que todos los raspadureños participan, desde los más pequeños hasta los ancianos quieren permanecer en la calle viendo las actividades y bailando con la chirimía. Las dramatizaciones, las comparsas y los pregones que cada barrio saca a la calle hablan en códigos raspadureños, esto es, se necesita conocer lo que en ese momento está pasando en el pueblo, o la frase dicha por alguno y que ha sido motivo de risa entre la población, para entender los comentarios y el porqué de las carcajadas. Esos días son evidentemente de fiesta local: son los raspadureños los actores, espectadores, jueces y anfitriones de todas las celebraciones.  Aunque hay algunos invitados, estos son familiares de los lugareños y no son muchos pues para el resto del Chocó esa es una semana laboral. Los cinco días (o seis si se cuenta con el domingo de resurrección) que siguen a la Semana Santa, son días en que la población se representa a sí misma y ante sí misma en el marco de la propiedad y devoción al Santo Ecce Homo, al mismo tiempo que se sitúan, reflexionan y leen la realidad nacional desde su realidad histórica como raspadureños, dentro de un marco esencialmente festivo, de goce y de “la rumba” e n el decir de los raspadureños. La comparsa, como ya se anotó, es una melodía de moda o de gusto general cuya lírica es adaptada por el barrio para expresar algo relativo a la devoción al Santo, a la paz, o al

218

desarrollo del pueblo. Por ejemplo el barrio “La estrella” se valió de un vallenato para decir: “Tenemos al Ecce Homo, el patrono de este lugar  debemos rendirle homenaje aquí en Raspadura. No dejemos que esta fiesta, ay se vaya a derrumbar queramos todos con fervor a nuestra comunidad.  Ay ya no somos, ya no somos, la misma comunidad donde reinaba la paz, hemos cambiado y no es lo mejor, y no es lo mejor. Si no existe la unidad, mala señal, mala señal. Si existe la fraternidad, el Santo se alegrará, el Santo se alegrará. Los invitamos a todos a disfrutar de las fiestas con alegría y con fe, el Santo tiene el poder. Les juro que si me tengo que olvidar de Raspadura será de las cosas malas que han ocurrido (bis) Sabemos y estamos seguros, que podemos todos progresar  pero el pensar mal de la gente, no nos deja superar. Creamos en el Santo Ecce Homo, él nos va a ayudar. Si le confiamos los problemas, él los va a solucionar.

Por otro lado, la comparsa del barrio San José cantó en el 2000 al son de “La consentida” (gran éxito comercial del cantautor Carlos Vives desde 1999), una parte de esa comparsa es: “Sí, sí, sí, ay qué amor tan profundo, que tu eres el poderoso y que lo sepa todo el mundo Te pedimos protección y también te pedimos nos concedas tu perdón. Este año te pedimos con mucha fe y humildad, l e pedimos a Ecce Homo nos dé amor y paz […] 

El barrio “Las Brisas”  tomó prestada una canción que un grupo de afuera había elaborado titulada “Colombia te necesita” , préstamo que se evidencia en la ausencia de referencia al Ecce Homo que caracteriza a las creaciones locales “Aunque sangre Colombia,

219

de aquí no me voy. Necesita Colombia lideres de tesón. La paz no viene en paloma ni en pañuelos multicolor. La paz la llevas muy dentro cuando en tu alma vices a Dios […] . Cuando veo a mi Colombia llorando en tanto dolor entonces yo me pregunto yo qué colombiano soy. Gritemos todos unidos viviendo nuestra hermandad que con amor y ternura Colombia si cambiará.

Mientras las comparsas cantan, los espectadores hacen un círculo a su alrededor para escuchar las letras que, por cierto, se dirigen a ellos, a los raspadureños. Es un acto para tratar de mantener silencio y escuchar el mensaje, mientras se admiran los trajes que la comparsa ha preparado para la ocasión. En contraste a esa formalidad, orden y llamados de atención de las comparsas, está la dramatización. La dramatización consiste en representar algún tema pero para hacerlo más llamativo se usan códigos locales que vinculan a los raspadureños con el tema representado

al

tiempo

que

provocan risa en ellos. Un buen ejemplo es la dramatización que el barrio “La Estrella” sacó en las fiestas del 2000. Ésta comenzaba con

una

charla

entre

el

presidente de Colombia y un alto eclesiástico, en ese momento unos encapuchados secuestran al

presidente

con

una

parafernalia que provoca risa. Luego los subversivos comunican por teléfono al eclesiástico que van a entregar al presidente en algún lugar cerca a Raspadura, por ejemplo la capilla o la quebrada, lo que causa carcajadas entre los espectadores. Una vez

220

liberado el presidente es entrevistado sobre el trato que le dieron en cautiverio a lo que él responde que “la palabra mal es pequeña”  . “¿Y qué tal la comida señor presidente?”, “mala, malísima puro primitivo”. Fuertes carcajadas. El primitivo es un plátano que abunda

en la región, aunque es un buen alimento y la gente lo contempla dentro de su menú, es visto como el último recurso al cual se acude cuando se está mal económicamente. El tema de la paz es el conector entre lo local y lo nacional. Los raspadureños aseguran que en su pueblo “hay mucha pobrecía, pero hay paz” . La paz la ven como un baluarte que los otros lugares de Colombia no gozan. Aunque efectivamente en Raspadura no hay problemas con ningún grupo armado, su cercanía a Istmina que en algún momento estuvo amenazado por el grupo guerrillero M-19 y que ahora está controlada por paramilitares, hace que la población pueda imaginar la situación que los noticieros relatan. Continuando con el factor de la risa siempre presente en las dramatizaciones, en el 2000 el barrio San José cantó coplas populares. Era un mano a mano entre hombres y mujeres durante el cual los espectadores se solidarizaban con alguno de los dos gritando “¡hágale comadre!” o “¡no se deje compadre!”.  Algunas coplas fueron: Compadre: “ A ver gr an vagabunda, buuunda. Las muchachitas de ahora no saben ni pelar un banano,  pero cuado van para donde el novio, salen con el calzón en la mano”  Comadre: “So perro, Vos decía que me querés, eso es metira carajo, sólo me querés, de la cintura pa´bajo”  Compadre: “Gran cachaloba, si la plata no me alcanza, no es porque tenga otra mujer, es que sin la retro, yo ya no encuentro qué hacé”  Comadre: “Gran condenado. Qué será esta comedera, qué será esta picazón, será que yo ya quiero,

221

un poquitico de tu amor?” 

 Así pasan los cinco primeros días de fiestas al Ecce Homo. Son días que se distinguen por ser locales. Cada año son nuevas, bien sea porque las canciones cambian, las dramatizaciones son de otros temas, o bien porque se aumentan elementos como las máscaras que el barrio San José incluyó en su noche a sugerencia del promotor de cultura y recreación que el nuevo municipio Unión Panamericana, envió para que ayudara en las fiestas con el propósito de “ mantener las tradiciones”  en los pueblos.  Año tras año se le han agregado elementos a las fiestas, sin embargo las comparsas resaltan el hecho de que las fiestas están decayendo. De lo Local a lo Regional Durante los cinco primeros días se hacen las fiestas de carácter evidentemente local, pero desde la noche del viernes ya hay asistencia de foráneos. El sábado no está asignado a ningún barrio porque es día de verbena en el parque. El padre Héctor Mario es a quien le corresponde rentar el equipo de sonido y ofrecer algo de licor. En la vespertina salen algunas de las comparsas pero en general la timidez las coarta: el sábado los espectadores ya no son únicamente los raspadureños sino gente de Istmina, Quibdó, Las  Ánimas, San Pablo Adentro y de otros lugares. El parque se llena de carros. Es un momento para comer, beber alcohol y bailar, por eso los griles del pueblo hacen competencia al sonido del parque. Durante la semana, los lugareños se aprovisionan de licor para vender y las tiendas ofrecen comida. La fiesta va hasta el domingo, es normal que a las 9 AM aún suene algún equipo de sonido y los amanecidos busquen desayuno para retomar fuerzas.

222

El domingo al medio día es la misa de Cuasimodo. El Cuasimodo para la Iglesia Católica es el domingo después de resurrección cuando Jesucristo se presenta resucitado a los apóstoles, pero Tomás no estaba con ellos y duda de la resurrección de Cristo, por eso en el Cuasimodo se recuerda que “dichosos los que creen sin haber visto” .

La misa de Cuasimodo es solemne, en lo posible es concelebrada por el Obispo de Istmina, el de Quibdó y más de diez sacerdotes. La afluencia de peregrinos es abrumadora. Los devotos esperan a la sombra de los árboles la misa en la que se recuerda que Cristo murió y resucitó, y que el Ecce Homo es Cristo que sufrió a causa de los pecados y de la incredulidad de su pueblo. En la misa se le pide al Ecce Homo por las necesidades de todos especialmente por los temas más sobresalientes, por ejemplo en la misa que celebró Monseñor Alfonso Llano en 1999, actual Obispo de Istmina, se pidió por la conservación de la biodiversidad. En la del 2000, el Obispo de Quibdó pidió por la paz en Colombia y en Chocó, especialmente por los pueblos que habían sido desolados por los ataques guerrilleros. El tema de la paz era recordado desde la capilla hasta los banderines de las calles. Durante la misa de Cuasimodo es usual que se recalque que el sufrimiento del Ecce Homo es propiciado por los desvíos en que sus creyentes se mantiene de la doctrina oficial, por ejemplo en el cuasimodo de 1999, se acusó a los que vivían sin casarse como causantes

223

del dolor de Cristo, y así se nombraron otras características de la forma de vivir de las poblaciones negras que no les interesa mantener apariencias sobre sus comportamientos sexuales. La misa es la congregación de devotos, muchos llegan sólo a la misa y se van. Los raspadureños lucen sus mejores prendas o en lo posible estrenan. La capilla es decorada durante toda la semana. Familias enteras asisten a la misa y esperan a la procesión. Es el día del Ecce Homo, Por eso los devotos aprovechan para cargarse de lo sagrado, para esperar arrodillados a que el cuadro pase por encima de ellos.

Las fiestas al Ecce Homo parecieran haber surgido como una idea de la Junta alrededor de 1942 según comentó Fidel Perea, hijo de Ángel Perea. Según Fidel, su padre fue “el síndico fundador de la iglesia desde antes de la muerte de Gaitán”. Los raspadureños

llaman comúnmente a la Junta “ iglesia” .

224

“Antes de mi papá había junta pero no muy organizada, mi papá fue el que comenzó las obras a la capilla y se iba a los pueblos invitando a la gente  para que vinieran […] Como era tanta la devoción de la gente, surgió la idea de hacer unas fiestas, así como se las hacía a San Rafael que es el  patrono de pueblo. Las fiestas al principio no eran como ahora, antes eran menos días o solamente el fin de semana. Poco a poco a la gente le fue gustando la idea y le han agregado cosas, pero eso sí, al domingo de cuasimodo siempre acuden unas tres mil personas” 227 

227

 Apuntes de campo durante la conversación co n Fidel Perea. Plan de Raspadura, 23 de abril del 2000.

225

CONSIDERACIONES FINALES La importancia que tiene el trabajo de campo en la antropología radica en la posibilidad de escuchar las voces del grupo social que se está estudiando. El reto con el que se enfrenta el investigador es plantear una interpretación que intente corresponder con lo que el grupo social interpreta que es su propia vivencia. Sin embargo las interpretaciones siempre se van a distanciar por el simple hecho de pertenecer a otro grupo social que imprime códigos diferentes de comunicación y de entender el mundo. Por esto considero que lo más sincero que una etnografía puede hacer es darle lugar para que las voces locales hablen (a pesar de que ellas muchas veces están direccionadas por preguntas) de tal forma que tanto el grupo estudiado como el lector hagan sus propias inferencias. Pero esas voces deben ir inscritas en un contexto para que no queden registradas como una generalización o un axioma sino que den cuenta de un momento específico en relación con una historia particular. Sé que ésta no es una reflexión novedosa en la antropología pero me parece indispensable recordarla aquí pues considero que muchas veces esta disciplina ha hecho interpretaciones que no dan lugar a esas otras formas de entender el mundo que un grupo tiene, y muchas veces analizan sus acciones como reacciones al sistema dominante sin examinar sus formas creativas de adaptarse a las nuevas condiciones y dialogar con ellas. Un buen ejemplo de esto son los estudios sobre poblaciones negras que muchas veces han caído en verlas como algo exótico y casi como si acabaran de llegar de África. Otro ejemplo es el acotar a las poblaciones estudiadas bajo el término de tradición, como si ellas se mantuvieran estáticas a través del tiempo. En este trabajo se ha visto que los raspadureños recurren a la tradición  para hacer valer su derecho y propiedad sobre el Santo Ecce Homo, pero la tradición es más bien una fuerza activamente configurativa como lo plantea Raymond Williams 228. Tal autor dice que “en la práctica, la tradición es la expresión más evidente de las presiones y límites dominantes y hegemónicos. Siempre es algo más que un segmento histórico inerte; es en realidad el medio de incorporación

228

En el capítulo “Tradiciones, instituciones y formaciones” de su obra de 1997, Marxismo y Literatura. Barcelona: Ediciones Península.

226

 práctico más poderoso” 229. En la introducción esquematicé el papel que tiene la Iglesia de

encausar, controlar y guiar las prácticas religiosas de las poblaciones, convirtiéndose en el sistema hegemónico que intenta imponer la forma en que los creyentes deben vivir la religión. Uno de los objetivos de este trabajo fue mostrar cómo la población de Plan de Raspadura resignifica los elementos de la religión católica para hacer suyo al Santo. Por esto es válido hablar, en los términos de Raymond Williams, de una tradición selectiva que es “una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un  presente preconfigurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del  proceso de definición e identificación cultural y social. […] un proceso deliberadamente selectivo y conectivo que ofrece una ratificación cultural e histórica de un orden contemporáneo” 230 .

De esta forma, la población de Plan de Raspadura dice recordar y crea historias sobre su pasado que le permitan justificar su presente. Por medio de tal tradición selectiva los raspadureños se legitiman frente al vicariato de Istmina, es decir, explican y justifican sus tomas de posición frente aquel. Uno de los hechos que resaltan dentro de esa tradición es el de la autonomía: requieren de sacerdote para oficiar las misas pero su diario vivir, así como la administración de los bienes del Santo, sus fiestas y aun la celebración de la Semana Santa son como ellos “tradicionalmente lo han hecho”. Según Pica231 el nombre Raspadura recuerda que los ancestros esclavos compraron su libertad con los restos -la raspadura- de oro que cogían de las jornadas de trabajo. Con el ahorro de esa raspadura

también compraron al Santo Ecce Homo que los acompañó durante el proceso de liberación. Esa autonomía que establecen los raspadureños en su tradición selectiva contrasta con la hegemonía que intenta la Iglesia católica o cualquier institución. El vicariato de Istmina desde su instalación ha intentado tener poder sobre la imagen del Ecce Homo, poder que se manifiesta tanto en la administración de sus bienes, como en el control de la devoción 229

 Ibid. P. 137.  Ibid. P. 138. 231  Por Pica conocen a Rafael Antonio Mosquera, habitante no oriundo de Plan de Raspadura pero que ha hecho familia allí. Fue uno de los líderes del paro cívico y ha sido promotor de obras en beneficio de la comunidad. 230

227

que a Él le tienen. La Iglesia intenta tener el monopolio de las imágenes católicas y de la religiosidad, pero cada población tiene una memoria en la cual sitúa a la imagen y establece una relación con ella en función con esa memoria, por esto para los raspadureños el Santo Ecce Homo no es una imagen más que se puede copiar sino que es un ser; no es una representación sino que “está vivito, es el mismito Cristo, pero este es el Ecce Homo, el mismo Cristo vivito”.  Además mantienen una relación directa con él,

no requiere mediadores, así, la Iglesia se ve aún más restringida en sus funciones. Para acceder a los favores del Ecce Homo no hay que recurrir a un sacerdote, es sólo creer en el Santo indistintamente de la relación que mantenga con la curia. Indiscutiblemente la presencia del Ecce Homo en Plan de Raspadura además de convertirlo en un lugar sagrado digno de peregrinación, es un lugar que goza de los dineros que a Él le llevan sus devotos, situación que refuerza su autonomía frente a las instituciones que han brillado por su ausencia: “ todo aquí es hecho por el pueblo, por lo que le traen al Santo. La Junta hace los trabajos. No se le ha pedido ni al gobierno ni a nadie. ¡Ve!, aquí todo lo ha hecho la comunidad”.

En este trabajo se trató de interpretar la religiosidad de una población negra del Chocó siempre intentando darle lugar a lo que ellos dicen y reflexionan, esto con la finalidad de resaltar el  protagonismo de esta gente. Algunos trabajos desde la antropología muchas veces le han negado la creatividad a su objeto de estudio, lo reducen y simplifican de tal forma que siempre estudian sus  procesos como reacción al sistema hegemónico. En este trabajo que concluye intenté mostrar el continuo diálogo que se establece entre los grupos que entran en contacto, grupos que tienen diferentes formas de entender el mundo y de relacionarse tanto con los seres humanos como con la divinidad. Los habitantes de Plan de Raspadura, población que siempre nos recibió amigablemente, cuenta como parte de su historia la compra de la libertad que sus ancestros lucharon, la  participación en las guerras de independencia gracias al conocimiento de las ciencias ocultas (brujería) y más actualmente, la lucha por hacer respetar sus tradiciones y autonomía aunque sea sacando al cura a palo y costándoles dos excomuniones. No veo en eso sólo una reacción sino una alta beligerancia defendiendo lo que ellos saben que han logrado con su propio esfuerzo. Los negros

228

raspadureños gozan sus fiestas y creo que interpretar este goce como una escapatoria a los sufrimientos y a la pobreza es no dar lugar a otra forma de vivir la vida donde la relación con el cuerpo es diferente a la que la religión judeocristiana ha impreso en occidente. Los textos  producidos desde la antropología no pueden seguir siendo un monólogo lleno de elucubraciones sobre lo que el otro piensa y siente porque finalmente ¿habla ese “ otro”?.

229

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