Quintana - La Astrologia de La Nueva España

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LA ASTROLOGIA EN LA NUEVA ESPANA EN EL SIGLO XVII (De Enrico Martinez aSigiienza y G6ngora) JOSE

Derechos reservados conforme a la ley BIBLlOFJLOS MEXICANOSj

MIGUEL

QUINTANA

_1969

Oaxaca, 28. Mexico 7, D. F.

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£CONOMlA

Impreso en Mexico

Printed in Mexico

IMEXICO

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1969

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Ejemplar nfunero 164 Pertcncciente a LIC. JESUS SILVA HERZOG

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INTRODUCCION

hace muchos alios me ha interesado don Carlos de Sigiienza y Gongora, como exponente de una alta c_ultura novohispana en el siglo xvn, y mds todavia al conocer las frases de elogio que para el tuvo don Francisco del Paso y Troncoso. En carta de 6 de junio de 1900, desde Florencia, le decia al doctor NicoldsLeon: "Veo que estd Ud. reimprimiendo a/go de Sigiienza (La piedad heroica). Es aut or digno de las prensas ( aunque don Fernando Ramirez le tenfa ojeriza). Se debe imprimir todo lo suyo (public ado o inedito). Es buen material para Ia Biblioteca Argiieros; y Agreda tiene muclw de lo inedito." ' Posteriormente, el I de marzo de 1901, en carta fechada en Londres, Del Paso y Troncoso trata nuevamente el tema a Leon y dice: "Puesto que me ptegunta Ud. lo que debe publicarse de Sigiienza, le contestare que todo, absolutamente todo lo suyo cabe dentro de la Biblioteca de Agiieros quien, proponiendose dar a conocer obras ·literarias de buenos escritores mexicanos presentes y pasados, no puede poner fuera de su coleccion a nuestro D. Carlos, crtyas producciones deleitan a cualquier amante de lo bello, pues aunque abuse del hiperbaton e introduzca muchas digresiones en el discurso, este bien medido con Ia puntuacion y esforzado con Ia entonacion, resul- ~ ta gratfsimo al oido. Tengo para mf que D. Carlos pensaba, hablaba y escribia, es decir, lo que discurria lo iba repitiendo de viva voz y trasladdndolo seguidamente al papel; asi que todo aquello que le desonaba lo descartaba de su pluma." ESDE

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Epistolario del Dr. Nicolas Le611. Boletin Bibliografioo de Hacienda, nllme·

ro 80 de 29 nov. 1956.

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MIGUEL QUINTANA LA ASTROLOGfA EN LA NUEVA ESPANA

. ."f!s de gran importancia esta admiracion de Troncoso para Szguenza, pues como conocedor de 1westra historia y acucioso en las investigaciones, su juicio es de tomarse muy en cuenta. Revela gran conocimiento de los trabajos de Sigiienza por este otro parrafo de Ia misma carta de I de marzo de 1901 en Ia . "N o Itay campo en esta carla para desarrollar ' mis 9ue d tee: zdeas; pero hablo con buenos entendedores, como Ud. y Agiieros y basta. N aturalmente con el tiempo, se fue perfeccionando su mm~era de decir y lo 1lltimo que produjo es muy superior a lo pmner~; p~r fortw.za para [a edicion de Uds., eso es precisamente lo medzto; sus mformes a los virreyes: El de Panzacola, el de Ul!la, etc., etc., 'de los cuales tiene Agreda unas copias detestables que me dieron mucha guerra cuando las traslade. Vea Ud. si en el tomo primero de las Memorias hist6ricasdel Archivo G~neral (que les faltaban y consiguieron en Espm1a) se hal/a lo 1nidito de Sigiienza, y si las capias no son tan malas como las de nuestro amigo ( aunque me temo que han de ser· f!eOI·es J )' comience por ahf. Por su importancia de ben venir mmedzatamente despues las Expedicioncs guerreras, contadas con elega~te sencillez por Sigiienza y que son de intert!s gene· ml; por CJemplo: las expugnaciones de Ia Isla de Tris · de las colonias francesas de Sto. Domingo, etc., que son ya bi~n escasas y de las cuales tiene Agreda magnificos ejemplares. J.{as_· no hay que desdeiiar ninguna de sus otras producciones de las cuales yo dejaria para lo tlltimo, por ser las mas co~mmes: E! paraiso occidental.' De la o?ini6n de Troncoso sobre Sigiienza hay que destacar SU Concepct6n acerca de la forma en que tfste redactaba SUS obras; pensaba, hablaba y escribia, lo que le permitia lograr trabajos de calidad literaria, considerando natura/mente el estilo de Ia epoca; que sus ultimas obras fuesen las mejores;· e! orden de publicacion por ser ineditas o por el contenido; y, fmalmente, el que se publicase "todo, absolutamente todo lo

suyo'-'.

Agiieros no llego a insertar las obras de Sigiienza en su

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: Eph~olario. Boletfn, nU.m. 81 ~~ 30 nov. 1956. Pubhcada en LA semana catoltca~ 1897-1898; fue Ia seo-unda edici6n de esta obra. o Vfasc comentario de Jaime Delgado en Carlos de Sigiiem:a y G6 11 gora Piedad l!eroyca~ p. 87. ,

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Biblioteca de Autores Mericanos y por aquel entonces el doctor Leon solo reimprimi6la Piedad heroica.' Posteriormente se han hecho reimpresiones de otras obras que Irving Leonard y jaime Delgado mencionan • hasta llegar a Ia magnifica edici6n de la Libra astron6mica.' Con estos antecedentes, allocalizar en el Archivo General de la Naci6n, hace 1'a algun tiempo, varios documentos ineditos de don Carlos de Sigiienza y Gongora, tuve el deseo de estudiarlos y darlos a conocer. Se trata de sus Almanaques, lunarios o pron6sticos, muy vagamente mencionados por el mismo u otros autores y que hasta Ia fecha se desconocfan. Rojas Garcidueiias dice al respecto: "Entre las obras int!ditas, mejor dicho de nosotros ignoradas pues algunos de ellas sf podemos afirmar que tuvieron divulgaci6n bastante y acaso algtln dfa surjan donde menos se piense, y puedan · llegar a manos de quienes las estudien, entre las obras desconocidas deben mencionarse aquellos lunarios de que ya se proclamaba aut or de los dfas remotos en que, joven estudioso que procuraba labrarse wt porvenir en su especialidad, contendio en oposicion a la catedra de Astrologia qiie tanto tiempo sirvio en la Universidad."' Para escribir la biografia de Sigiienza tuvo necesidad Rojas Garcidueiias de consultar libros y escudriiiar archivos y por las citas de asuntos astrol6gicos, intuy6 que algun dfa surgirian, yen donde menos se pensase, estos lunarios y pron6sticos, como efectivamente ha sucedido. A ultimas fechas hay una vuelta a la astrologfa que iniciada por los pueblos mas tintiguos, contribuy6 al desarrollo de Ia ciencia astron6mica. Las publicaciones peri6dicas de nuestros dias, casi en su totalidad, dedican paginas a los horoscopos, se editan Anuarios, un excelente libra, y se representan obras teatroles con este tema.' El estudio de los trabajos astrologicos de Sigiienza nos per:' 4 Irving A. Leonard: Don Carlos de Sigiiem:a y GOngora, y Jaime Delgad.o, obra antes citada en Ia cual publicO la Piedad Heroyca1 precedida de un ampho estudio. 5 Publicada por el Centro de Estudios Filos6ficos de Ia Universidad Aut6noma de MCxico, en 1959, con una Presentaci6n del Dr. Jose Gaos. 6 JosC Rojas Garcidueiias: Don Carlos de Sigiienza p. 154. 1 Manuel Hurtado y otros: U~t~!l_ y el zodiaco, 1958; y Sergio Magafia: Los signos del :zodiaco1 obra teatrai. ·

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JOSE. MIGUEL QUINTAXA

LA ASTROLOGiA EN LA NUEVA ESPANA

mite cmwcer un aspecto del pensamiento y Ia cultura del siglo mexicano, que inici6 otro cosm6grafo y astr6logo de primer orden como fue Emico Martinez, y que concluye con don Carlos. Hay Ia feliz circunstancia de que los aiios intermedios los cubren juan Ruiz, hijo! y discipulo de Martlnez; una victima de Ia astrologia y Ia Inquisici6n: Melchor Perez de Soto, que posey6 una e:>:cepcional biblioteca cuyo contenido se conoce, y otros astr6/ogos practicamente desconocidos. Con estos antecedentes he tratado de adentrarme en el estudio de Sigiienza, exclusivamente como astr6logo, y de Ia astrologia misma, para presentar el panorama de esta ciencia en el siglo XVII y rendir un calido homenaje a figura tan egregia, cuando acaba de cumplirse, el tercer centenario de Ia iniciaci6n de sus investigaciones astro/6gicas. XVII

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Contadero, D .. F., agosto de 1969

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D. Carlos de Sigiienza y GOngora ' (1645-1700)

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Registro Historial

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EN MUCROS

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pueblos antiguos .se encuentran tradiciones y pnl.cticas supersticiosas, derivadas de Ia observaci6n del cielo. Esta parte del arte adivinatorio, fundado en el estudio de los movimientos celestes, recibe el noinbre de astrologia, que confundida durante mucho tiempo con Ia astrologia, tuvo una influencia considerable en los progresos de esta. Durante largo tiempo las dos palabras: astrologia y astronomia, han sido casi sin6nimas, basta que a principios de nuestra era empezaron a diferenciarse. Caldeos y egipcios crean Ia astrologia, que despues pasa a Grecia, Ia que a su vez ya tiene numerosas creencias supersticiosas como Ia de los dias favorables y desfavorables; pero sin que entrara en esta distinci6n, aparentemente, ninguna raz6n astro16gica. De Gercia pasa aRoma, donde, por edicto del afio 139 a. de C., se expulsa a los astr61ogos, lo cual excit6 Ia curiosidad del pueblo, que a partir de entonces con mas interes pedia se le hiciesen hor6scopos. Despues de Augusto hay un amigo de Ia astrologia, Manilio, quien expone sus reglas en las Astron6micas. Combatida por el cristianismo, Ia astrologia se mezcla con los restos de cultos orientales, se asocia a Ia magia y Ia alquimia y lleg6 a ser una ciencia oculta frecuentemente cultivada con Ia medicina. Los arabes y judios fueron largo tiempo sus depositarios y hacian hor6scopos. · A partir del siglo xn invaden a Europa los libros de magia y de astrologia, tales como el Introductorium, de Albumasar, y el Tetrabiblos, de Tolomeo con comentarios de Hali-BenRodoan, y a partir de entonces no faltan astr6logos ofidales 15

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JOSE MIGUEL QUINTANA

LA ASTROLOGfA EN LA NUEVA ESPANA

a los cuales se consulta frecuentemente por los reyes y el pueblo en general. · Los astr6nomos, en continuo contacto con los astros, son tambien astr6logos, y no falta alguno, como Kepler, que dice: "Los fi16sofos ya que se alaban de su saber, no deber!an vituperar con tanta acritud a la hija de la astronomfa, pues es una hija que alimenta a su madre. i Cuan pequefio ser!a el nfunero de los sabios que se dedican a la astronomfa, si los hombres no tuvieran la esperanza de leer los sucesos futuros en el cielo !" Se sabe de Kepler, que toda su vida hizo hor6scopos, mediante pago, pero previniendo a los clientes de que sus conclusiones debian considerarse como inciertas. Muchos afios despues Sigiienza sigue los pasos de Kepler y como ei deja de hacer pron6sticos por perderse con ellos el credito, segun asienta en el correspondiente al afio de 1692. El establecimiento definitivo del sistema de Copernico, que puso de manifiesto la poca importancia que la Tierra tiene en el Universo, dio un golpe mortal a la astrolog!a; pero sin embargo continuo contando como hasta ahora, con adeptos. La bibliografla astrol6gica es ampHsima. Sus textos antiguos son diflciles de consultar por su extrema rarcza y ser materia tan especializada. Por cuanto a pron6sticos europeos y siguiendo a Thorndike, todos ellos rar!simos, son consetvados en bibliotecas muy selectas.'

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AI comentar los lunmios de los cuales se informa, tendremos oportnnidad de referirnos a las obras ci1 ellos citadas; ademas se cuenta con el inventario de la biblioteca de Melchor Perez de Soto, riqu!sima en esta materia y seguramente comparable con la de Sigiienza, cuyo contenido se ignora, pero de Ia cual se mostraba orgulloso consider{mdola como "Ia mayor y mejor librer!a de aquellas ciencias". Por otra parte, conocemos unas extensas e interesantes listas de libros, de Ia cual seleccionamos los que se refieren a astrolog!a.' La astrologla, nos lleg6 de Europa a !raves de Espana con la Conquista, y se encontr6 con Ia astrolog!a indigena, Ia cual por otros caminos hab!a llegado a resultados semcjantes. RaUl Noriega, que ha dedicado muchas horas de trabajo a investigar sobre Ia Piedra del Sol. y Ia: cronolog!a indfgena mexicana nos dice que: "El sistema calendarico de los antiguos mexicanos, tanto los de Anahuac como los del Mayab, tienen como base el c6mputo de eclipses de Sol y de Lutia; mas no conforme al metodo hercdado de los astr6nomos de Ia vieja China y de Caldea, cuyo nucleo fue el Saros. Aun cuando los astr6nomos del Mexico antiguo conocieron tanto de Saros como del Cicio Met6nico, ellos estructuraron su calendmio de manera de combinar su cronologia con eclipses de Sol y de

__ 1. Juan Angelus pub1ic6 predicciones anuales para 1496 y 1497 y

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rides para 1494-1500 que fueron impresas en 1494 en Viena, y un almanaque para 1512. (tV p. 346)

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2. Johann Stoeffler (1452-1531) public6 varias efemerides correspondientes a 1499-1532. (tV, pp. 7 y 348) 3. Pierre Turrel edit6 almanaques pai"a 1523 y 1525. (tV, p. 309) 4. Erhard Etxlanb, de ·Nuremberg, publicO calendarios con predicciones

5. Francis Rapard, de Brujas, public6 en 1551 su Magnum et perpetual Almana