Que Es La Hermandad de La Costa PDF

 

QUE E S LA HERMANDAD

DE LA COSTA La Hermandad de la Costa es una organización internacional, originaria de Chile, que reúne a hombres amantes del mar, con el objetivo de materializar dicho sentir en cualquiera de sus múltiples expresiones, tales como el cultivo y difusión de la cultura y de las artes con temática marítima, el trabajo en tareas del mar, sean portuarias, pesqueras o de investigación oceanográfica y la práctica y difusión de los deportes náuticos. Sus

objetivos

son

estimular

y

divulgar

los

estudios

y

conocimientos sobre el mar, en sus aspectos deportivos, científicos técnicos, ecológicos, históricos, literarios y artísticos, para que especialmente la juventud, conozca y aprecie el mar. Dentro de esta cofradía conviven la sana alegría, la amistad y franca camaradería, desarrolladas en una jerarquización de estamentos muy disciplinados, donde el voluntariado termina con la incorporación del tripulante, pues después debe someterse a dicha disciplina. El desahogo espiritual que ofrecen sus reuniones en una ambientación

diferente

extraen,

aunque

momentáneamente,

las

preocupaciones, inquietudes, tristezas y estrés del diario vivir. Pero por sobre ello, lo que eleva y purifica el espíritu es el cultivo de las virtudes del alma que han demostrado tener los grandes hombres de mar en todo tiempo y lugar.

 

Se llama Hermandad de la Costa, porque sus fundadores asimilaron la férrea unión y camaradería que les unía, a la que tenían otros amantes del mar y que hicieron de esta, su forma de vida, como lo fueron los piratas que formaban una cofradía llamada Hermandad de la Costa, cuyo bastión estuvo en la isla La Tortuga en el siglo XVII. De tal suerte que, inspirados por el romanticismo que tocaba la vida de aquellos aventureros y su irrestricto apego al mar y lealtad a su capitán, los fundadores dieron en llamarse piratas, a la institución Hermandad de la Costa, y a la existente en cada lugar llamaron Nao; a su presidente lo llamaron capitán, a su directorio le llamaron oficiales. Adoptaron una  jerga marinera marinera y pirata pirata,, a sus reuniones la llamaron Zafarran Zafarranchos, chos, a su suss viajes asaltos y a sus vestimentas tenidas, que incluso en ciertas ocasiones son de combate a la usanza de los filibusteros de siglo XVII. La Hermandad de la Costa nació en Santiago el 4 de abril de 1951 como fruto de las tertulias de siete amigos que se juntaban en el Club Deportivo Nacional quienes se habían relacionado durante los veranos a practicar deportes náuticos y decidieron unir en una Fraternidad a todas las personas que albergaran tal cariño al mar. La Hermandad de la Costa es internacional porque después de su creación se difundió a varios países, siendo Inglaterra la primera Nao extranjera en crearse, ya que se le encomendó al escritor Salvador Reyes hacerlo en Londres en julio de 1952, mientras actuaba como agregado cultural. En 1953 Salvador Reyes inició las gestiones para la formación de la mesa en Italia. En la actualidad nuestra hermandad se encuentra en 29 países y 158 Naos. Alrededor del mundo, algunas Naos se pierden en la niebla y otras aparecen repentinamente en el Horizonte. En Chile existen 34 Naos, desde Arica a Punta Arenas, Isla de Pascua y Antártica Chilena. Y en el mundo está en Alemania, Argentina, Australia, Bahamas, Bélgica, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Haití, Hungría, Inglaterra,

 

Irlanda, Italia, Malta, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Sudáfrica , Senegal, Suiza, Trinidad Tobago, Turquía, Uruguay y Venezuela. Cada cuatro años se realizan Zafarranchos Mundiales: el 1º fue en Estados Unidos, en 1986, durante la celebración del centenario de la Estatua de la Libertad. El 2º se realizó en Bélgica en 1990; el 3º se realizó en Chile en 1994; el 4º en Italia en 1998; el 5º 5 º se desarrolló en Inglaterra el 2002, el 6 º se realizó en Buenos Aires, Argentina en el 2006. y la sexta versión se desarroll desarrollo o en Australia en el 2010 y en el 2014 en Francia. También a nivel Continental, en 1996 se realizó el Zafarrancho del Caribe, en la Isla de la Tortuga. Se han realizado zafarranchos del Cono Sur de América, en 1990 en Buenos Aires, Argentina; el año 1992 en Coquimbo; el año 1997 en Montevideo, Uruguay y en el 2004 en Coquimbo. Lo primero que rigió a la Hermandad de la Costa fue el Octálogo, principios contenidos en 8 reglas que la inspiran hasta hoy y que constituyen la base de toda la reglamentación. Su creador fue el doctor Anselmo Hammer el 7 de noviembre de 1951. A la reglamentación del Octálogo siguió las Ordenanzas y protocolos, cuyo texto data del 12 de octubre de 1952, y su redactor fue el hermano Juan Kisvarday.

 

Hermandad de

 

La Costa  Argentina: En Noviembre de 1953 con motivo de realizarse el Primer Campeonato sudamericano de la Clase Star en el Club Náutico Olivos asistió una flota de Chile, con un grupo de 15 Hermanos de la Costa que viajaron como competidores y acompañantes al evento.

 

Ocurrió que al término del Campeonato los Hnos. fundadores de la Hermandad de la Costa de Chile, Anselmo Hammer y Raúl Macerata entregaron las bases para que se fundara la primera Nao en Argentina

Transcribimos el documento fundacional de la misma: “  

En el Puerto de Olivos, Provincia de Buenos Aires, República

 Argentina, Con fecha 6 de Diciembre de 1953, yo, Hermano Hermano de la Costa de Chile, Raúl Maceratta A. y con los poderes que me dio el Sr. Capitán General Hno. Juan Kisvalday, fundo la Hermandad de la Costa en la República Argentina y dejó constituida la primera Nao nombrando como Capitán al Hno.Don Hugo Merazzi. El cual tiene poderes para nombrar sus Oficiales. Buenos Aires, República Argentina, 6 de Diciembre de 1953. Firmado R. Maceratta A. ” 

Hno. de la Costa  

 

Por lo tanto, y de acuerdo con el mandato concedido, el Capitán de la Nao local, presidió un Zafarrancho de Hnos. Argentinos (enganchados en Chile) y de simpatizantes con deseos de serlo, de lo que surgió la constitución de la primera Nao, compuesta y denominada como sigue: Nao Santa María de los Buenos Ayres Capitán Hugo Mazzarin Hno. N° 1 Lugarteniente Héctor O. Calegaris Hno.n° 2 Piloto Carlos Palacio Hno. N° 6 Comisario Fermín Rodriguez Hno. N° 7 Escribano Hernán Alvarez Forn Hno. N° 3 Mayordomo Héctor O. Calegaris (suplente) Cirujano Barbero Juan A. Lavaselli Hno. N° 9 Los cargos de Contramaestre, Condestable, Vigía y Cabo de mar.  

Los restantes miembros de la Nao son:

Nelson Carranza Hno. N° 4 Jorge Piacentini Hno. N° 5 Roberto Garcia Guevara Hno. N° 8 Julio Cáceres Hno. N° 10 Se festejó el zafarrancho en el Club Náutico Olivos, determinando que el Capitán citará por medio de su Lugarteniente para la próxima reunión. La Nao Santa María de los Buenos Ayres, siguió reuniéndose alrededor de 7 años, pero poco a poco fue languideciendo la asiduidad de sus concurrentes, cosa atribuida a que los Hermanos eran socios del Náutico Olivos y se veían todos los fines de semana en el Club. No obstante el Hno. Tito Calegaris , yatista Olímpico Argentino, continuó en contacto con el Hno. Raúl Maceratta (Chile) que realizaba frecuentes viajes a Buenos Aires y enviaba la revista “Abordajes” que publicaba la

Hermandad Chilena.

 

Gracias a contactos internacionales, la Hermandad de la Costa se fue arraigando arraigando en Ita Italia lia ((1953), 1953), Bélgica (1955), Inglaterra (1958), Francia (1963) y nuestr nuestro o vecino País Urugua Uruguay y (1957). Pasaron algunos años, y en una reunión de amigos náuticos Guillermo Ferro mencionó la Hermandad de la Costa y allí Tito Calegaris le informó de su antigüedad en la misma y le ofreció la información que poseía, animándolo para que buscara candidatos y formara una nueva Nao. Al poco tiempo le anunció haber constituido un grupo de entusiastas en Lomas de Zamora el 3 de Mayo de 1976 y con el arribo a Buenos Aires del Corregidor de la Hermandad de la Costa de Chile Hno. Aldo Devoto, el 19 de Agosto de 1976 se prepara la gestión para fundar con fecha 1° de Junio de 1977, la Nao Lomas de Zamora, la que queda al mando del conocido yatista argentino Hno. Guillermo Ferro, antiguo Capitán nacional y luego Vigía Internacional de la Hermandad argentina, una personalidad incuestionable en la Hermandad de la América del Sur. La labor del Hno. Capitán Guillermo Ferro fue ponderable y constante, animando a otros a fundar nuevas Naos no solo en Buenos Aires y alrededores, sino que llegó a Mar del Plata y Necochea. Por esta prolífera labor, la Nao Lomas de Zamora es considerada La Nao Madre de la Hermandad de la Costa Argentina. (Publicado en 1954 en la revista del Club Olivos y en La Botella de Enero y Marzo de 1999)

 

HISTORIA DE LA HERMANDAD DE LA COSTA Hacia 1640, los habitantes que practicaban la piratería en Isla Tortuga crearon una fraternidad llamada la Hermandad de la Costa, un sueño que algunos definirían como la primera (y puede que la única) sociedad anarquista exitosa que existiera en el mundo. Cuando un pirata aceptaba las estrictas reglas de la Hermandad de la Costa, se le consideraba un Hermano. Incluso entre los independientes bucaneros, el código de la hermandad se respetaba por encima de nacionalidades o leyes de otros países: Ni prejuicios de nacionalidad ni de religión era la primera regla. Las guerras periódicas entre países europeos no debía perturbar la armonía de la cofradía Nada pertenece a nadie. Todo pertenece a todos. En Tortuga no existía la propiedad privada. Cada uno era dueño del botín que conseguía, pero la tierra pertenecía a todos, al igual que los barcos. Cuando un capitán anclaba en la isla, perdía el derecho sobre su embarcación. Quien preparase una expedición podía utilizar las naves que calaban en Isla Tortuga. Estas expediciones se votaban entre los miembros de la Hermandad. Nadie sería embarcado a la fuerza, pero si aceptase enrolarse debía obedecer las órdenes que recibiese o en caso contrario sería ejecutado o abandonado en alguna remota isla desierta.

 

 Antes de entrar en combate cada pirata debía nombrar como heredero a otro camarada, para el caso de que falleciera en la lucha. Antes de zarpar la marinería elegía democráticamente al capitán y a un "cabo de marineros", cuya misión era representar y defender a la tripulación ante cualquier discrepancia que pudiera surgir. No hay trabajos forzados, ni trabajos gratuitos ni obligatorios, ni impuestos o código penal. Las peleas entre filibusteros (por lo general debidas al alcohol, el gran flagelo de esa comunidad) se dirimían en un duelo público. Lo contrario podía acarrear la pena de muerte. Prohibido desembarcar mujeres: a esto se había llegado luego de serias disputas por algunas de ellas. Pero la prohibición se refería exclusivament exclusivamente e a mujeres blancas, si eran aceptadas las mujeres nativas y las esclavas que eran rescatadas de los abordajes de los barcos que los traficaban. No se obedece a ningún estado: los Hermanos obraban por su propia cuenta y atacaban a toda nave que consideraban posible vencer. Sus derechos y deberes: contra la tiranía, libertad. Se hace hincapié en evitar la tiranía, y para ello potencian la libertad de cada individuo. Cuanto más fuerte es cada individuo, más lo es la colectividad. La recompensa debe ser justa para cada uno de los participantes en una expedición. En la Hermandad había unos "sueldos" ajustados a la labor de cada uno de los hermanos en el barco, al número de personas y al botín obtenido. Había también dinero compensatorio para aquellos que habían resultado heridos en la expedición. Así, un bucanero que sufría la pérdida de su brazo derecho, debía cobrar seiscientas piezas de ocho (quinientas si era el brazo izquierdo); los que perdían la pierda derecha tenían derecho a quinientas piezas de ocho

 

(cuatrocientas si era la izquierda). Finalmente, si perdían algún ojo, se les debía dar cien piezas de ocho. (El real de a 8, peso de ocho, peso fuerte, peso duro o dólar o  dólar español fue una moneda de plata de plata con valor de ocho reales acuñada por la Monarquía la Monarquía católica después de la reforma monetaria de 1497 de 1497 que estableció el el real  real español. español.   Gracias al amplio uso que tuvo a finales del siglo XVIII en Europa, en Europa, toda  toda América y el extremo oriente, se convirtió en la primera divisa primera divisa de uso mundial.) El hecho de contar con obligaciones militares hizo obligatorio el nombramiento de mandos, y por encima de todos ellos el del Gobernador. Su función era únicamente militar, y se limitaba a una o varias acciones militares dependiendo del momento. El Gobernador era elegido por votación, lo que es de reseñar, ya que no fue hasta 150 años más tarde, a raíz de la independencia de Estados Unidos y de la Revolución francesa para que los sufragios se convirtie convirtieran ran en la fórmula habitual para la elección de los representantes. Existía también otro grupo de poder, El Consejo de Ancianos. Estaba formado por los hombres más veteranos y sabios, eran quienes velaban por la pureza de la cofradía. También se dedicaban a observar y determinar que los nuevos hermanos estaban preparados para formar parte de la cofradía. El nuevo hermano se arriesgaba a ser rechazado o por el contrario le admitían por su compenetración con el grupo. El primer gobernador de Isla Tortuga fue Le Vasseur. Provenía de la isla de San Cristobal y había sido enviado por el gobernador general francés Phillipe de Poincy. Gracias a la habilidad de Le Vasseur, Isla Tortuga se convirtió en la capital pirata del Caribe. Le Vasseur llegó a Tortug Tortuga a en Agosto de 1642, trayendo cien hombres y un buen número de bucaneros que había recogido de La Española.

 

Después de una cruenta batalla, los ingleses que se habían apoderado de la isla fueron expulsados. Temiendo las numerosas ofensivas españolas, Le Vasseur (un excelente ingeniero) se ocupó de la construcción de un fuerte que protegía el puerto. Fue erigido en lo alto de una colina que debía medir unos veinte metros de alto. El Gobernador preparó rellanos en su superficie que pudieran contener a centenares de hombres, y en la zona más alta de la roca colocó su propio palacio, un gran número de cañones y un almacén de munición. Una carretera excavada llegaba hasta mitad de camino de la fortaleza; para alcanzar la cima los visitantes tenían que continuar el resto del camino subiendo por una escalera de mano que se lanzaba desde la cima. El suministro de agua se obtenía de un manantial natural, así la fortaleza era inexpugnable. Cuando se terminó, Le Vasseur cortó todos los lazos con Francia y durante la siguiente década, reinó sobre la Isla como un rey bucanero, recibiendo un porcentaje de cada pillaje y cobrando impuestos por cada pieza de carne traída a la Tortuga desde La Española, amasando una enorme fortuna en joyas y oro. Los españoles veían con miedo lo que ocurría en Tortuga: diariamente más y más franceses llegaban a la isla. Temían que, llegado el momento, los franceses tuvieran una fuerza lo suficientemente importante para forzar a los españoles a abandonar La Española como ellos mismos habían hecho en Tortuga. Y así, a los pocos meses de haber terminado la construcción construcci ón de la fortaleza, los españoles

mandaron

barcos

con

quinientos hombres con órdenes de destruir el fuerte. La artillería se apostó cerca del fuerte, pero los cañones de la fortaleza hundieron a uno de los barcos dispersando al resto. Cuando las tropas españolas consiguieron llegar a la costa, una emboscada cayó sobre los soldados, matando al menos a doscientos y obligando al resto a volver a La Española.

 

  Las noticias de la victoria llevaron la fama de Le Vasseur a su punto álgido, y Tortuga se convirtió en un paraíso para los fuera de la ley. La Isla de Tortuga se convirtió en "el refugio común de toda clase de villanos, el seminario de piratas y ladrones". Los comerciantes holandeses anclaban en la isla, cambiando el botín pirata por pistolas, munición, brandy y ropa. Con ese enorme poder sobre los piratas, Le Vasseur cambió sus

objetivos, perdió todo el control, se volvió paranoico e

intolerante. Toda oposición se encontraría con una cruel represalia. Prohibió los servicios católicos-romanos y asesinó a los sacerdotes, se instaló en su fortaleza (conocida como el Pequeño Infierno) y no salía de ella. Se decía que cualquiera que entrara en la fortaleza estaba condenado. Aquí vamos a incluir una modificación en la historia. Ciertamente en Isla Tortuga se prohibía la entrada de mujeres, pero la Hermandad de la Costa sufría un cambio radical que cambiaría uno de los pilares básicos del Código de la Hermandad: uno de los Ancianos, un pirata que llevaba cerca de cinco años ejerciendo y era respetado por los Hermanos apareció en el puerto con un vestido; al parecer, Leonardo el Halcón era en realidad Leonor el Halcón. Durante más de diez años había vestido como varón, engañando a los miembros de la Hermandad. Hubo trifulcas y peleas, pero al final la Hermandad decidió suprimir el artículo del Código que impedía la entrada a mujeres europeas en la isla... siempre que estas fueran piratas (más adelante se permitiría la entrada a prostitutas, pero seguramente por motivos bien diferentes). Este cambio no se vio con buen agrado por todos los integrantes de la Hermandad, y desde entonces las ideas están divididas sobre si permitir a las mujeres o prohibirles el paso. Naturalmente nadie sería capaz de decírselo a la cara a las que ya se encuentran... o tal vez sí...

 

  Los ataques continuaron. Ya no solo se ocupaban de atacar los barcos que comerciaban con La Española, sino que se se preparaban embarcaciones para atacar los establecimientos establecimien tos costeros de la isla vecina. Desde su fortaleza, Le Vasseur seguía insultando a españoles y franceses. Sin embargo, una noche de 1652 fue asesinado por sus lugartenientes Tibuat y Martin, mientras inspeccionaba un depósito en la zona baja de la isla. ¿La razón? Le Vasseur había violado a la amante de Tibuat. Los traidores hirieron al Gobernador con un mosquete y acabaron con su vida utilizando sus dagas. Y así llegamos a 1653. Un nuevo gobernador, Chevalierr de Fontenay, ha llegado a la Isla enviado por Phillipe de Poincy. Chevalie Tortuga era una tierra donde se vivía en libertad, sin prejuicios de nacionalidad o religión, sin idioma común ni propiedad individual referida a la tierra. Los hombres vivían sin actividades obligatorias, sin códigos ni tributos. Se decían libres de toda tiranía y escogían a un capitán o gobernador para que los mandara cuando la situación así lo exigía y además por votación entre ellos. Sin embargo, a finales del siglo XVII, las potencias coloniales dieron fin a esta experiencia de libertad.