¿Qué Es La Conciencia Intelectual

¿Qué es la Conciencia Intelectual? Desde hace un buen tiempo he querido proponer un tema de discusión a los Colombianos pero en particular a los Villavicenses y, dada la oportunidad, hoy quiero reflexionar sobre la Conciencia Intelectual de nuestra sociedad; pero ¿y qué es la Conciencia Intelectual? Por definirla de alguna manera la Conciencia Intelectual es la capacidad de conceptualización, ejecución y desarrollo que posee un conjunto cualificado de individuos que conforman o hacen parte de las instituciones del quehacer político, económico y social de un entorno social determinado. Este entorno se puede definir muy ampliamente como Colombia, todo el país, o más específicamente como una región, circunscribiendo esta a la Orinoquia Colombiana; a este entorno es al que me voy a referir, es en el que voy a hacer énfasis para opinar en cuanto a la construcción de su Conciencia Intelectual, pero, obviamente esta discusión se puede dar y aplicar dentro del contexto de la Sociedad Colombiana en general. Hay que decir que todos los actores de una sociedad tienen que cumplir un papel determinado a su interior pero que la Conciencia Intelectual se nutre de aquellas personas que han logrado una cualificación formativa mayor a la media de la población, por tanto la conforman personas que generalmente han tenido una formación universitaria, es decir, aquellas que han tenido acceso a la educación superior, la cual las ha preparado específicamente para el ejercicio de una profesión necesaria para la sociedad en su conjunto. Estas personas deberían tener un alto nivel de responsabilidad social que, a su vez, debería haber sido inculcado por la Universidad en donde se formaron. Evidentemente desde este punto de vista las Instituciones de Universitarias hacen parte integral de esta Conciencia Intelectual. En la región existen diferentes tipos de instituciones de educación superior, públicas y privadas, que se dedican a formar los futuros profesionales que más a delante van a liderar los procesos políticos, económicos y sociales de la región y la interrelación de los mismos con el conjunto del país, utilizando para ello las instituciones creadas por la sociedad para tales fines. Esto se dice y se describe pronto, casi sin darnos cuenta, y sin percatarnos del nivel responsabilidad Ética que ello conlleva, por eso es importante analizar con más detalle esta realidad, siempre mirando hacia adelante, con el ánimo de generar una crítica seria y constructiva, pero siempre sin olvidar que gran parte de los problemas que aquejan a la región y al país tiene su origen en el quehacer de esa masa de profesionales, que es el actuar de esa Conciencia Intelectual lo que nos va dejando un legado que entra a hacer parte de la memoria institucional de todos los organismos administrativos de la región y del país. Hasta aquí no he dicho nada nuevo, la mayoría de los miembros de la sociedad conocemos esta realidad, lo dicho solamente define un marco de referencia 1

para poder así abrir el debate con relación al importante papel que ha venido  jugando, y que va a continuar jugando, esta Conciencia Intelectual. Todos los días nos encontramos con casos de corrupción, con desfalcos y peculados que se generan dentro de los organismos administrativos del gobierno, y aquí no me voy a detener a mencionar ningún hecho en particular porque perdería el norte de mi comentario, simplemente parto de un hecho socio económico real y es que la corrupción es un mal endémico en nuestro país y nuestra región no es una excepción, además ya otros columnistas han hablado hasta la saciedad del tema, por lo que la pregunta a formular es: ¿Qué deberían hacer las Instituciones de Educación Superior para crear, mantener y mejorar una conciencia de Responsabilidad Ética en sus futuros egresados? Históricamente las Universidades aparecieron como centros en donde se cultivaban las artes y las ciencias y esto suena bien, pero con el advenimiento de la revolución industrial que transformó el mundo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, las Universidades sufrieron también un gran proceso de transformación convirtiéndose en generadoras y albaceas de los desarrollos económicos, sociales y tecnológicos, generándose un proceso de doble vía, pasando de ser instituciones más o menos conservadoras y en su mayoría clericales, a convertirse en el soporte científico para el desarrollo económico y social, en otras palabras se trasformaron en instituciones reconocidas por el conjunto de la Sociedad como certificadoras, como avalistas de la calidad del cúmulo de nuevos conocimientos y desarrollos tecnológicos que aparecían día a día fruto de este proceso de retroalimentación de doble vía, producto del conocimiento empírico de nuevas técnicas para el desarrollo industrial y su cuidadoso análisis por parte de pensadores afincados en las Universidades; de allí surgió la Universidad moderna, la que además de formar artistas y humanistas, debe contribuir con desarrollos científicos y tecnológicos que sirvan de soporte a todo desarrollo económico y social, de tal manera que se pueda beneficiar la sociedad en su conjunto y no solo una parte de la misma. El conocimiento impartido y generado por la Universidad debe tener un sello de calidad creíble para la sociedad, no basta el estar reconocida oficialmente por la institución gubernamental correspondiente, primero que todo la Universidad debe comprometerse Éticamente a su interior, debe generar mecanismos que permitan la transmisión del principio del respeto individual por lo colectivo, en eso consiste la Ética, en ser consientes de los otros y de sus derechos, lo colectivo por encima de lo individual; por eso no basta con criticar la desfachatez de las actuaciones del algunos funcionarios o de algunos actores sociales del país, por eso es que las Universidades deberían enfrentar mucho más directamente el “Asunto Ético”. Son las Instituciones Universitarias las que a su interior deben analizar y encarar activamente la concientización Ética de 2

sus estudiantes de la mejor manera posible y, obviamente, contando con los medios de que dispongan, siempre estado dispuestas a mejorarlos con tal de lograr este objetivo. El tema de los corruptos siempre ha sido tratado en el país de manera individual, una vez cometido el acto contra la sociedad la responsabilidad es individual y esto es verdad. Por esa razón sería recomendable que las instituciones de Educación Superior se desmarcaran de estos individuos de manera práctica y sincera de cara a la Sociedad. Así como en su momento otorgaron, en nombre de la República de Colombia, un título profesional, así mismo deberían hacer un seguimiento Ético a sus egresados y velar por esa confianza que la sociedad ha depositado en ellas (lo colectivo), además de cuidar de su buen nombre institucional (lo individual). Debería existir un procedimiento que desde la Universidad avergüence públicamente al individuo que ha actuado en contra de la sociedad, las Universidades deberían aclarar su posición frente a los corruptos olvidándose del silencio que hasta ahora han mantenido y que me ha permitido hacer estas reflexiones. Aquí es evidente que para que sea Socialmente válido el mecanismo de control, o sea la sanción moral correspondiente, debe ser propuesto por las propias Instituciones de Educación Superior. Esto sí que sería de verdad un planteamiento Ético de parte de las Universidades, además debería ser parte del quehacer integral de la Conciencia Intelectual de la región y del país; sería el punto de partida consiente que diera realmente inicio al enfrentamiento contra la corrupción que, continuamente y desde hace ya muchos años, está carcomiendo a la región, al país y a la mayoría de sus Instituciones.

Luis García Ingeniero Consultor

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