Prólogos De Cuentos De Juan Rulfo
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Prólogo De Cuentos De Juan Rulfo
‘‘Es que somos pobres’’ Es un cuento muy bello y muy triste de un niño que va narrando sus desgracias por decirlo así. Vivía con sus padres en un lugar que ha sido afectado por una inundación el agua se había llevado todo, hasta incluso una vaca, que era la esperanza para que su hermanita no terminara como las hermana mayores. Para mí este cuento se me hace triste por la manera en la que el niño narra esas desgracias. ‘‘¡Diles que no me maten! La historia es sencilla, pero su genialidad, es que sigue vigente en nuestros días: Juvencio Nava mata a su amigo, a su compadre Lupe Terreros, por pelear las tierras fértiles de éste último. Pleitos tan comunes de la gente de estas poblaciones. Pleitos que se repiten a través de generaciones y en nuestros tiempos. Las sequías duraron mucho tiempo y los animales de Juvencio morían por no tener donde pastar. El mejor lugar para pastar era el terreno de su compadre, pero éste no le permitía entrar. Por eso, desesperado, Juvencio rompía la cerca de Don Lupe todas las noches para llevar a sus animales a pastar. Después de varias advertencias, Don Lupe, enojado, le mata un novillo y la respuesta de Juvencio no se hace esperar: desata toda su furia contra su amigo. Hasta aquí, podríamos cuestionarnos como pueden ser tan amigos estos dos hombres y hasta compadres, si a uno lo cega su egoísmo y al otro la envidia. En los problemas, en las dificultades, se conocen los verdaderos amigos. 30 largos años escondiéndose, tratando de hacerles ver a todos los demás habitantes de la región, que tuvo motivos para matar. En este cuento el escritor se basa más que nada en los problemas que existen en personas que se dicen ser unidas
Tierra de caracoles
PRÓLOGO Bolivia es un país con problemas, como cualquier otro. Pero su gente tiene la oportunidad de vivir diversas herencias culturales, las cuales constantemente se expresan artísticamente. Este ciber libro es una expresión por y para el internet; en ella se utilizan los medios expresivos disponibles en el ciber espacio; proyectando de este modo, la cultura boliviana.
El libro titula TIERRA DE CARACOLES, y esta "tierra" está compuesta de 3 regiones: FICCIONES AL AZAR (Relatos de un sólo autor, pero con géneros diversos: erótico, costumbrista, ciencia ficción, etc.), OTRAS FICCIONES (Relatos de varios autores y también de géneros diversos) y FICCIONES YUNGUEÑAS (Relatos de 2 autores, género costumbrista, ubicación geográfica en los Yungas paceños. Y principalmente, reúne los primeros cuentos, es decir, reúne el esfuerzo inicial por este ciber libro).
Huáscar I. Vega L.
Ficciones al azar
PRÓLOGO Reflejar la cultura y tradiciones bolivianas, es el objetivo fundamental de éste espacio denominado "Ficciones al azar". Usted recibirá cuentos de la Colonia, de comienzos de la República, de ahorita, y de todo tiempo y tema.
Esta nueva serie de cuentos denominada "Ficciones al azar", marca claramente los cuentos producidos por mi persona, es decir sin la colaboración de Jaime Molina. Quedando de este modo definida la línea divisoria entre ambos trabajos (Ficciones al azar y Ficciones yungueñas).
Por mi parte espero llenarlos periódicamente de nuevas y maravillosas historias. Gracias.
Huáscar I. Vega L.
Ficciones yungueñas PRÓLOGO Fue a través de Llajta, navegando por el Internet, que tuve la suerte de conocer a Huáscar. En verdad, aún no lo conozco físicamente, pero conozco su alma que la sentí afín a la mía desde un principio. Y es por eso que me atreví a compartir con él mi sueño de imprimir para la posteridad recuerdos de mis Yungas queridos, para así inmortalizar las tradiciones y costumbres que lamentablemente poco a poco están siendo olvidadas por la gente. Huáscar esta cristalizando mi visión y bosquejos con su brocha mágica e incisiva mente andina. Estamos produciendo un libro en conjunto. Este libro es probablemente el primer libro cibernauta boliviano enteramente escrito usando medios contemporáneos y por e-mail. Quizás sea el primero en Hispanoamérica o tal vez el primero en el mundo. Fue a través de Llajta (nuestro grupo de usuarios bolivianos afiliados a la sociedad electrónica de cultura boliviana "soc.culture.bolivia"), que tuve la oportunidad de conocer a Huáscar. Esa es la razón por la cual, con agrado y como primicia para Llajta*, presento el libro y, por primera vez anuncio la publicación para el ciber-espacio de un relato que le viene muy bien a este mes de noviembre, mes del festejo del día de Todos Santos. Si este libro llega a ser un best-seller, tal como yo lo concibo, toda ganancia será aportada a una fundación sin lucro dedicada exclusivamente dedicada a la preservación de tradiciones y costumbres yungueñas; fomentando el talento artístico costumbrista y la preservación ecológica. El porcentaje residual será para sustentar y estimular al escritor Huáscar Vega. Para mi persona, es suficiente el placer de hacer realidad una idea que he llevado candente en el alma por mucho tiempo. Por mi parte, dedico este proyecto al pionero yungueño Don Guillermo Molina Valle y a su venerable compañera de vida, Doña Hilda Escóbar Terrazas de Molina Valle. Si hay por ahí algún otro yungueño, paisano o amigo de Bolivia que desee colaborar y aportar al proyecto, por favor comuníquense ya sea con Huáscar o conmigo.
Jaime Molina, "Caracol"
La Leyenda de un Nómada Prólogo
Este libro nos invita a salir de nuestra historia personal para entrar en la piel de otros personajes. Para ello, tenemos que dejarnos guiar por nuestra imaginación, un don que todos poseemos y que nos permitirá completar el relato a nuestra manera. Las leyendas nos aportan a menudo mensajes particulares. Estos mensajes nos hacen ver desde otro ángulo los acontecimientos difícilmente explicables que a veces nos conmueven en lo más profundo de nuestro ser. Desde mi más tierna infancia, he intentado ampliar mi visión de las cosas y me han interesado mucho todas las concepciones de la vida con las que uno se encuentra en el mundo. Explorar este universo y buscar lo que inspira a los seres humanos se han convertido por lo tanto en mis grandes pasiones. El descubrimiento de nuevas culturas con sus propios modos de vida me ha estimulado enormemente. He intentado entender el sentido de las palabras de todas aquellas personas que he conocido y desvelar los motivos de sus actos. Al sumergirme en su cultura local, me he visto obligado a cambiar mi manera de pensar para entender lo que me era revelado. He aprendido a establecer unos parámetros más amplios y, sobre todo, a estar atento a las múltiples manifestaciones de sentimientos que empujaban a la gente que he conocido a hablar y a actuar del modo en que lo hacían. Me adentré paulatinamente en un mundo misterioso: el mundo de los sentimientos. Aprendí a comprender cómo nacen, cómo intentan subsistir y, sobre todo, qué relación mantenemos con ellos. A medida que iba descubriendo ese mundo misterioso, era cada vez más consciente de la manera en que surgen las pasiones, los miedos y las alegrías y de todo aquello que los provoca. Estos descubrimientos me han ayudado a entender mejor la diversidad de la vida en el sentido más amplio del término. He podido observar todo tipo de conductas aprendidas y, en especial, aquellas a las que yo mismo me había enfrentado. A partir de ahí, me he dado cuenta de la gran cantidad de ingenuidad que despliegan los seres humanos para intentar ordenar la realidad.
Prólogo Pablo Neruda
¿Constituye el prólogo un “género” más de lo que calificamos como literatura? Su naturaleza y su diversidad lo sitúan en las fronteras de la erudición, de la crítica, de la poesía misma. Pablo Neruda no es, por descontado, un erudito ni pretende ejercer la crítica. Desde cada una de las palabras que sitúa como pórtico de entrada al libro propio o ajeno advertiremos al poeta fundador que fue. Arturo Infante Reñasco ha reunido en este volumen prólogos de Pablo Neruda. El lector español deberá enfrentarse a ellos a pecho descubierto, porque ha prescindido de cualquier referencia que no haya sido la publicación que incluye, menos mal, la editorial y la fecha de publicación y, en ocasiones, la de la procedencia de la composición. Se hubiera agradecido una pequeña nota bio-bibliográfica de algunos escritores menores -casi la mitad del volumen- de difícil localización para lectores no especialistas a quienes va dirigida la colección. Tampoco se sigue un orden estrictamente cronológico. Un prólogo fechado en 1964 figura entre otro de 1974 y el siguiente de 1980 (no publicado, pues, en vida del autor). Se incluyen también los de las obras propias, los que figuran en alguna traducción (sin señalar si es el texto nerudiano original en castellano o el nombre del traductor), los de autores bien conocidos (Ehremburg; el español Juan Rejano, 1943; uno curioso a Huidobro, dada la poca simpatía que se profesaron, para una edición belga, de 1974; López Velarde -el más extenso y enjundioso- u Otero Silva, su gran amigo venezolano, por ejemplo). A menudo los prólogos nerudianos pueden tomarse casi como fragmentos autobiográficos, no incluidos en sus incompletas memorias. Por ejemplo, aunque publicado en 1954, el dedicado a Canto, de Sara Ibáñez, nos revela la época, bien distinta, y las circunstancias vitales del poeta: “Escribo estas líneas en un barco, junto a las costas de áfrica. Ya comienza el mar a sostener cañones, y el aire a entrar en la venenosa y moribunda hora de la guerra. La fuerza ha exterminado mucha luz en España. Y Austria. Checoslovaquia, Albania muestran también sus desgarradores charcos de sangre humana. Las tinieblas invaden el otoño blanco de Europa”.
PRÓLOGO Otra Andalucía Diálogo entre Julio Anguita y Rafael Alberti, editado por Editorial Ayuso, Madrid, 1986
DOS ANDALUCES HABLAN DE SU TIERRA
Y fue en el Puerto de Santa María donde Julio Anguita y Rafael Alberti, dos principales ases del alfabeto de la conciencia más avanzada de Andalucía y España, empezaron a hablar de su tierra por el principio, es decir, por el mar. Nos asomamos a esta conversación, primero como mirones ilusionados por la aventura de que un poeta hable de política y un político de poesía y llegamos hasta la fascinación entregada, al comprobar que el poeta sabe lo que se dice cuando habla como un político y que el político no yerra cuando habla como un poeta...
"... Yo también pienso, Rafael, que la política debe tene una cierta concepción poética. Si la política se transforma en gestión, en pura administración, si no tiene un contenido propio de la creatividad, con un hacer histórico-cultural, si la política no tiene impulso poético, me parece que no hay verdadero mensaje que dar."
Emocionante que un poeta de la estatura universal de Alberti se preste al papel de provocador de la palabra política y poética de Anguita y estimulante, el que un político como Anguita no rehúya el desafío del lenguaje, de la reinvención del lenguaje político, hoy y aquí devaluado hasta la incomunicación, hasta el silencio. En la cotidianeidad política de esta España con sus casi diez años de democracia vigilada a cuestas, tres veces al día tienes que reprimir las ganas de gritarles a los políticos: "Calla si no puedes mejorar el silencio." Pues bien, para mejorar ese silencio envolvente, lleno de palabras gastadas y ocultadoras de su real sentido, dos andaluces se encontraron ante el mar del Puerto de Santa María y pasaron repaso a su memoria y a sus deseos. El poeta dice "memoria" v"deseo" y cumple, pero el político ha de concretar esa propuesta y Anguita la concreta: Historia e Ilusión. El político, dice Anguita, ha de conocer la
PRÓLOGO La capilla sixtina De Sixto Cámara, editado por Kairós, Barcelona, 1974 Cuando leí la primera Capilla Sixtina telefoneé a César Alonso, uno de los dos redactores-jefes de Triunfo y le pregunté quién era Sixto Cámara. -Él asegura ser el mismisimo Sixto Cámara. -¿Una reencarnación del socialista utópico? -No. El mismísimo socialista utópico. -¿Qué edad aparenta? -Unos cuarenta años. Aproveché mi primer viaje a Madrid para pedir a mis compañeros capitalinos que me presentaran al nuevo fichaje. No voy a describir físicamente al personaje porque él lo ha eludido sistemáticamente en sus propias capillas, pero sí diré que me pareció un profesor de literatura de instituto de Enseñanza Media, machadiano, casi una reencarnación de Juan de Mairena. No iba tan desencaminado, porque en varias ocasiones Sixto me ha confesado que el Juan de Mairena fue uno de sus libros de cabecera antes de descubrir el Informe del Congreso al Presidente Nixon sobre la Pornografía en el mundo. Otros enigmas eran los amigos de Sixto, sobre todo los fundamentales: Marco Antonio, Menelao y Encarna. César Alonso y Víctor Márquez me han confesado que se han pasado horas enteras por el barrio de Argüelles y en la puerta de la casa de Sixto por si ven a sus habituales personajes. -¿No habéis visto a Encarna? -No. -¿No existe? -Es un misterio. Es un personaje famoso por el que han preguntado gentes tan dispares como un catedrático de Derecho Canónico y Santiago Carrillo, amén de una abundante correspondencia de siquiatras, letraheridos, sargentos poetas y novelistas portugueses. Sixto no suelta prenda. Le dijimos que la invitara un día a venir a Triunfo: «Es anti-Triunfo. Dice que somos todos unos revisionistas» y de ahí no le sacamos. Un día Carandell venga insistirle y Sixto se mosqueó, hasta el punto de gritar: «Mire Vd. Carandell, Encarna soy yo» y se marchó dando un portazo. Hasta Ezcurra el director, se lo preguntó un día: «Vamos, Don Sixto, dígame, ¿quién es Encarna?» y Sixto por toda respuesta le preguntó qué tal le había sentado su último viaje a Cartago.
Prologo Sombras del pasado, sombras del presente Norman Manea En 1990, tras el colapso del socialismo europeo, la revista Vuelta reunió a algunos de los mayores intelectuales del mundo para discutir el ciclo que terminaba en ese momento. Estas son las reflexiones, a la luz del modelo actual, de lo que significó dicho encuentro. Enero 2014 | Tags: Convivio Latinoamérica mario vargas llosa comunismo partisan Ilustración: Vicente Martí Es frágil lo real y es inconstante; también, su ley el cambio, infatigable [...] Ella me reconcilia con mi exilio: patria es su vacuidad, errante asilo. “Cuarteto”, Octavio Paz Este lamento lírico podría haberlo pronunciado yo mientras viajaba para conocer a Octavio Paz, en 1990, y todavía expresa, casi un cuarto de siglo más tarde, mi identidad estremecida. El extraordinario Encuentro Internacional de Intelectuales que organizaron Enrique Krauze y él, los editores de Vuelta, sobre “La experiencia de la libertad en el siglo XX”, tuvo lugar en México en el verano de 1990 y fue el primer gran encuentro cultural fuera de Europa en el que participé tras mudarme a Estados Unidos. En ese momento estaba empezando a reconciliarme con mi exilio, como hizo Octavio, cincuenta años antes, en Berkeley, en Nueva York y quizás en muchos otros rincones del Nuevo Mundo. Celebrado inmediatamente después del colapso del comunismo en la Europa del Este, fue el primer debate –y el de mayor altura intelectual– sobre los trágicos errores y horrores del siglo, sus ilusiones y crímenes, su fervor y fanatismo, su turbulencia y terror, su inmenso número de víctimas y mártires. La prensa mexicana de izquierda lo llamó “el nuevo congreso internacional de intelectuales fascistas”. Me enorgullecía enormemente estar junto a esos “fascistas”; era consciente de la sarcástica simetría con el Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la
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