Principios de Sabiduría Universal I

August 13, 2017 | Author: Victor Hugo Flores Isunza | Category: Truth, God, Existence, Mind, Universe
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Descripción: filosofía universal...

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Principios de Sabiduría Universal, Tomo I Primera edición: mayo de 2012

David Mora Zamarripa Mar Amarillo 1239 Guadalajara, Jalisco. Tel. (33) 38-27-51-92

Derechos reservados: David Mora Zamarripa ISBN 978-607-8204-03-8 Impreso y hecho en México. Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita del autor y/o editor, la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, incluyendo el fotocopiado.

Presentación Principios de Sabiduría Universal es para las personas que anhelan descubrir un modo de contemplar el mundo y así dar respuesta a las preguntas que parten del sentido que conlleva la misión de la vida. Es un libro sobre filosofía universal que invita a que aprendamos a ver con los ojos del ser interior, porque como humanidad percibimos la necesidad de expresarnos con otra palabras, de emplear un lenguaje encauzado a un renacer de la conciencia, de establecer una forma de comunicación interna que nos conduzca hacia la revelación; convirtiéndonos así en atentos observadores de la existencia. Una obra que, por medio del legado heredado de las fuentes filosóficas originales, nos dirige hacia una transformación interior y en el recorrido de sus páginas ofrece una gran variedad de citas textuales, para con ellas, guiarnos hacia la apreciación de que diferentes sabios —a través de la historia— llegaron a conclusiones idénticas sobre las verdades primeras. Una lectura que degusta con sus palabras, pues se emplean como un medio que toca nuestra esencia. Vivimos una época donde el despertar de la conciencia nos ha llamado e iniciamos una búsqueda del conocimiento original, ya que anhelamos encontrar el fundamento de la existencia; porque es únicamente la verdad quien otorga una seguridad en el desarrollo espiritual. Una verdad que ha quedado plasmada en diferentes vestigios históricos, demostrando así que las ideas se revelan y llegan a la conciencia de los iluminados. Ideas reveladas que se ofrecen con un enfoque didáctico permitiendo una comprensión accesible a toda persona interesada en reconocer su esencia original. Las diferentes temáticas que se abordan en este libro, permiten que encontremos la vinculación con

nuestro origen, vislumbrándose como un fructífero sendero hacia la desmitificación del yo, de la personalidad que ha suplantado a nuestro Ser verdadero y, en esta eliminación de falsedades, rompe con los engaños fabricados por una serie de mitos y facilita la liberación de ataduras ideológicas y dogmáticas. La obra se convierte en un valioso camino que devela quién realmente somos, que satisface la necesidad de conocer lo efímero de la existencia humana y su relación con los fundamentos espirituales de la permanencia del Ser. Una introspección que nos abre a visualizarnos como seres universales porque armoniza las diferentes corrientes filosóficas para reencontrarlas en la unidad. Una invitación hacia la expectación del mundo físico sensible, a fin de reconocerlo y poder asumirlo con total y absoluta neutralidad, para que la dualidad manifestada a través de la dialéctica sea incapaz de cegar la visibilidad sobre la verdad de nuestro origen. Origen con el que tendremos breves contactos si lo atendemos por medio de la contemplación e identificamos a nuestro Ser interior original. Procuremos asumir este mensaje con una total apertura de conciencia, con una mente libre de dogmas, preceptos morales o fantasías místico-religiosas; démonos la oportunidad de experimentar las delicias del conocimiento sin la ambición del deseo, pero sí con la grandeza de la contemplación, es decir, situémonos en un total y absoluto estado de neutralidad para que la observación de la sabiduría universal se conecte con la esencia de nuestro Ser interior original. Pollyana García Ramírez.

Introducción La universalidad se parece al cielo, porque no hay lugar en ella limitado y ofrece acceso libre a todos sin distinción alguna; la universalidad se parece al mar, porque posee sus mismas cualidades: el océano y la universalidad se hacen más y más profundos, ambos conservan su identidad original en todos sus cambios. Del mismo modo que los grandes ríos, cuando se vuelcan en el mar, pierden sus nombres y se funden en él, así todas las filosofías y todas las religiones se reencuentran en la Unidad. El océano y la universalidad son el depósito de todas las corrientes. La propuesta de visión que se ofrece en esta obra bibliográfica no pretende ser original ni única, mucho menos brindar una nueva aportación a la Sabiduría que nos han legado los grandes maestros de la historia, sólo busca un acercamiento con los documentos originales que dieron nacimiento a la multiplicidad de religiones que hoy conocemos, para descubrir los maravillosos “mensajes comunes” que las unen; pero que han sido desdeñados por el hombre debido a su afán por priorizar los intereses corporativos religiosos antes que permitir que la Verdad universal fluya. Para abonar a este propósito, el desarrollo de cada tema será avalado con una serie de citas extraídas de los libros universales que nos permiten descubrir que la Verdad única siempre ha estado a nuestro alcance. Cada cita es un vigoroso indicador de la Verdad en forma de aforismo o sentencia, lo suficientemente breve para no involucrar a la mente pensante más de lo necesario. Así es posible que

en nuestro interior fluya la Verdad del Ser, más allá de las propias limitaciones del lenguaje. Cada vez que leamos y descubramos el mensaje común de todas las corrientes, nos quedará la sensación de que es la Fraternidad Universal quien se dirige directamente a nosotros. Con este mensaje universal, los grandes maestros han sembrado en este mundo algo que le pertenece al universo entero. No debemos limitarnos a leer las citas originales, debemos escucharlas y absorberlas para permitir que se disuelvan en el corazón; no es conveniente memorizarlas, mejor dejemos que entren en nuestro Ser para que inunden nuestra sangre y se conviertan en un alimento vivo: una vez digeridas, podemos olvidarlas. Detrás del contenido textual de cada cita hay una gran energía potencial, un enorme poder de transformación. La intención que origina este trabajo tampoco es la busca de un simple sincretismo que mezcle las corrientes para así obtener un nuevo y distinto sistema filosófico, el único objetivo es establecer una proyección transversal que permita ubicar el fondo de todas las fuentes filosóficas gestadas a lo largo de nuestra civilización. Resulta fácil observar que las diferencias se presentan sólo en las formas, pero han sido magnificadas por los múltiples intereses egocéntricos que han movido al hombre. Si partimos de que la Verdad es sólo una, también resulta fácil descubrir que a mayor profundidad mayor aproximación con esa Verdad

absoluta y con las coincidencias universales; pero a menor profundidad, mayor es el alejamiento de esa Verdad absoluta y mayúsculas serán las diferencias y las divisiones. La Verdad no se liga con ningún ego, es profundamente universal. Es evidente que un “camino libre” nunca se podrá recorrer en estado de “ignorancia”, por lo que resulta indispensable contar con una buena perspectiva sobre la dirección radial que siguen todos los caminos; y este material, que está a su disposición, le ofrecerá —de manera ordenada, a lo largo de ciento cuarenta y cuatro temas estratégicamente dispuestos— las herramientas necesarias para que arme su propio rompecabezas, en pleno respeto a su propio proceso; para que pueda así liberar a su Sol radiante que lleva dentro, caminando con sus propios pies una senda iluminada por usted mismo y brindando su Luz a quienes le rodean.

Indice Tomo I Presentación Introducción 1 ¿Quién soy?, ¿de dónde ven go?, ¿hacia dónde voy? 2 Universalidad 3 Mente original y universal 4 Ser interior original 5 Dos naturalezas: original y física 6 Ley universal 7 Causa y efecto 8 Dualidad 9 Relatividad 10 Polaridad 11 Dialéctica 12 Hiperespacio 13 Reencarnación 14 Neutralidad 15 Origen 16 Fuente original -Nombres que recibe -Otras referencias -No hay espacio vacío -El Sol como portador de la Fuente original -Dos naturalezas -Dos naturalezas de fuerza en el Sol 17 Conciencia 18 Puerta falsa 19 Tiempo 20 Presente 21 Atención 22 Observación 23 Contemplación 24 Meditación 25 Identificación 26 Ilusión 27 Deseo

Referencias históricas Bibliografía

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Tomo II 28 División 29 Unidad 30 Absoluto 13 20 31 Comprensión 26 32 Discernimiento 33 33 Conciencia existencial 34 No juzgar 40 35 No saber 48 36 No ser 56 37 No hacer 64 38 No resistencia 73 39 Autonegación 83 40 Vivir en el mundo sin ser 88 del mundo 100 41 Camino individual 106 42 Autoridad religiosa 112 43 Apegos 120 44 Búsqueda 45 Libros universales, sólo señalan 126 la verdad 127 46 Del Ser a la existencia 133 47 Verdad relativa 136 48 Verdad absoluta 49 Cuerpos de la personalidad 138 50 Ego 143 51 Autoconocimiento 144 52 Ignorancia 146 53 Sentidos 150 54 Centro mental 174 55 Centro emocional 180 185 Tomo III 191 56 Corazón 196 57 Conciencia de sí mismo 200 58 Ciencia 206 59 Filosofía 212 60 Arte 61 Belleza 219 62 Conocimiento relativo 3 5

63 Conocimiento absoluto 64 Bien absoluto 65 Sabiduría 66 Iluminación, revelación 67 Paz interior 68 Soledad 69 Felicidad 70 Correspondencia 71 Microcosmos–macrocosmos 72 Inestabilidad 73 Aceptación 74 Indiferencia 75 Autoengaño 76 Magnetismo 77 Vibración, energía 78 Generación 79 Amor dialéctico 80 Amor universal 81 Soltar, dejar 82 Orientación: interior-exterior 83 Conciencia del Ser 84 Renacimiento 85 Dinámica 86 Estática 87 Miedo 88 Madurez 89 Péndulo 90 Adulación 91 Inocencia 92 Escuchar 93 Fe 94 Libertad 95 Karma 96 Compensación 97 Bien por mal 98 Autoafirmación Tomo IV 99 Regreso al origen 100 Yo superior: ser aural 101 Sexo 102 Nacionalismo 103 Patria original

04 Probismo 1 105 Autorrendición, entrega 106 Silencio 107 Verbalización 108 Unidad: cabeza–corazón 109 Acto libre, unidad: cuerpo-alma- Espíritu 110 Cuerpos superiores 111 Ascetismo 112 Vacío interior 113 Transfiguración 114 Gozo 115 Del hombre natural al Ser original 116 Adversidad 117 Moral 118 Creencias, dogmas 119 Escuela 120 Naturaleza no liberadora 121 Alimentación 122 Estimulantes 123 Imantación 124 Eones 125 Desilusión 126 Morir para vivir 127 Misterios 128 Uso y desuso 129 La caída 130 Fraternidad universal 131 Unidad de grupo 132 Alquimia 133 Nirvana 134 Oración 135 Verdadera oración 136 Humildad 137 Muerte 138 Éteres 139 Espiritismo 140 Ritual 141 Instituciones religiosas 142 Humanitarismo 143 Revolución microcósmica 144 Revolución cósmica

Indice alfabético





30 Absoluto 73 Aceptación 109 Acto libre, unidad: cuerpo- alma-Espíritu 90 Adulación 116 Adversidad 121 Alimentación 132 Alquimia 79 Amor dialéctico 80 Amor universal 43 Apegos 60 Arte 111 Ascetismo 21 Atención 98 Autoafirmación 51 Autoconocimiento 75 Autoengaño 39 Autonegación 42 Autoridad religiosa 105 Autorrendición, entrega 61 Belleza 64 Bien absoluto 97 Bien por mal 44 Búsqueda 41 Camino individual 7 Causa y efecto 55 Centro emocional 54 Centro mental 58 Ciencia 96 Compensación 31 Comprensión 17 Conciencia 83 Conciencia del Ser 57 Conciencia de sí mismo 33 Conciencia existencial 63 Conocimiento absoluto 62 Conocimiento relativo 23 Contemplación 56 Corazón 70 Correspondencia 118 Creencias, dogmas

T-II T-III T-IV T-III T-IV T-IV T-IV T-III T-III T-II T-III T-IV 185 T-III T-II T-III T-II T-II T-IV T-III T-III T-III T-II T-II 56 T-II T-II T-III T-III T-II 146 T-III T-III T-II T-III T-III 196 T-III T-III T-IV

49 Cuerpos de la personalidad 110 Cuerpos superiores 115 Del hombre natural al Ser original 46 Del Ser a la existencia 27 Deseo 125 Desilusión 11 Dialéctica 85 Dinámica 32 Discernimiento 28 División 5 Dos naturalezas: original y física 8 Dualidad 50 Ego 124 Eones 92 Escuchar 119 Escuela 139 Espiritismo 86 Estática 122 Estimulantes 138 Éteres 93 Fe 69 Felicidad 59 Filosofía 130 Fraternidad universal 16 Fuente original -Nombres que recibe -Otras referencias -No hay espacio vacío -El Sol como portador de la Fuente original -Dos naturalezas -Dos naturalezas de fuerza en el Sol 78 Generación 114 Gozo 12 Hiperespacio 142 Humanitarismo 136 Humildad 25 Identificación

T-II T-IV T-IV T-II 219 T-IV 88 T-III T-II T-II 40 64 T-II T-IV T-III T-IV T-IV T-III T-IV T-IV T-III T-III T-III T-IV 127 133 136 138 143 144 T-III T-IV 100 T-IV T-IV 206

52 Ignorancia T-II 66 Iluminación, revelación T-III 26 Ilusión 212 123 Imantación T-IV 74 Indiferencia T-III 72 Inestabilidad T-III 91 Inocencia T-III 141 Instituciones religiosas T-IV 95 Karma T-III 129 La caída T-IV 6 Ley universal 48 94 Libertad T-III 45 Libros universales, sólo señalan la Verdad T-II 88 Madurez T-III 76 Magnetismo T-III 24 Meditación 200 3 Mente original y universal 26 71 Microcosmos-macrocosmos T-III 87 Miedo T-III 127 Misterios T-IV 117 Moral T-IV 126 Morir para vivir T-IV 137 Muerte T-IV 102 Nacionalismo T-IV 120 Naturaleza no liberadora T-IV 14 Neutralidad 121 133 Nirvana T-IV 37 No hacer T-II 34 No juzgar T-II 38 No resistencia T-II 35 No saber T-II 36 No ser T-II 22 Observación 191 134 Oración T-IV 82 Orientación: interior-exte rior T-III 15 Origen 120 103 Patria original T-IV 67 Paz interior T-III 89 Péndulo T-III 10 Polaridad 83 20 Presente 180

104 Probismo T-IV 18 Puerta falsa 150 1 ¿Quién soy?, ¿de dónde ven go?, ¿hacia dónde voy? 13 13 Reencarnación 106 99 Regreso al origen T-IV 9 Relatividad 73 84 Renacimiento T-III 144 Revolución cósmica T-IV 143 Revolución microcósmica T-IV 140 Ritual T-IV 65 Sabiduría T-III 53 Sentidos T-II 4 Ser interior original 33 101 Sexo T-IV 106 Silencio T-IV 68 Soledad T-III 81 Soltar, dejar T-III 19 Tiempo 174 113 Transfiguración T-IV 29 Unidad T-II 108 Unidad: cabeza-corazón T-IV 131 Unidad de grupo T-IV 2 Universalidad 20 128 Uso y desuso T-IV 112 Vacío interior T-IV 107 Verbalización T-IV 48 Verdad absoluta T-II 47 Verdad relativa T-II 135 Verdadera oración T-IV 77 Vibración, energía T-III 40 Vivir en el mundo sin ser del mundo T-II 100 Yo superior: ser aural T-IV

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

1 ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy? El cuestionamiento más trascendental de la vida: ¿quién soy?, pareciera que permanece ajeno al hombre actual. Resulta sorprendente descubrir que la gran mayoría de los humanos transitan por la vida dejando de lado esta pregunta, como si la respuesta ya se tuviera en las manos o como si el planteamiento mismo careciera de importancia. Muchas personas llegan a la existencia “tan dormidas” que en ningún momento de la vida se detienen a realizarse este cuestionamiento. Sin embargo, antes de iniciar la búsqueda de una respuesta es importante que se comprenda la amplitud y la naturaleza de esta pregunta, ya que con ella es posible aproximarnos al origen y a la esencia de nuestro Ser; Ser del que estamos negados a adquirir conciencia y, que al mismo tiempo, hemos desdeñado a lo largo de nuestra existencia. Cuando las personas olvidamos la premisa fundamental “quién soy”, inevitablemente nos metemos en un estado de confusión permanente —a pesar de que la mayoría de las veces no seamos capaces de distinguirlo— y la desvinculación con nuestro origen se convierte en la causa primigenia de nuestro actual estado de ignorancia, que a su vez nos orilla a afrontar una interminable cadena de conflictos. El sentido del Ser queda nublado por el engranaje de acontecimientos que mueven la vida material —que está muy lejos de ser nuestra patria original— y es así como terminamos extraviados en el mundo y en el tiempo. Ante esto, resulta evidente que nada hay más importante en la vida que descubrir la esencia original de nuestro Ser. Resultaría infructuoso iniciar la búsqueda del Ser emprendiendo una investigación sobre la reencarnación. Aun con el posible recuerdo de vidas pasadas nos descubriríamos en el mismo estado de ignorancia que recurrentemente se sigue proyectando en el futuro. Y a pesar de que se intentasen reordenar todos los asuntos pendientes encadenados a lo largo de muchas existencias, nunca encontraríamos el estado de paz —cualidad presente en nuestro 13

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

Ser original— y nada de esto abonaría a una verdadera búsqueda. Cuando el hombre descubre su incapacidad para dar respuesta a la pregunta “¿quién soy?” entonces pierde el recuerdo de su propia vocación, la razón de su existencia y muchos otros aspectos de la conciencia humana que son innumerables. Frente a este escenario de vacío —como un mecanismo de defensa natural—, de manera inconsciente hemos fabricado la proyección de un “yo” que sustituye al Ser verdadero; sin embargo, la consecuencia inevitable es la de caer en un estado de autoengaño que nos hace creer que nuestro nombre, nuestro cuerpo y nuestras pertenencias constituyen el verdadero Ser, lo que a su vez nos conlleva a una serie interminable de errores. Este “yo” sustituto es lo que se denomina “personalidad”, sustentada en el cuerpo físico-biológico, la mente y otros cuerpos sutiles que únicamente constituyen una manifestación del Ser en la existencia y quedan sometidos a las limitaciones del tiempo. Para que una experiencia del Ser verdadero sea posible, primero debemos descubrir quién realmente somos, mucho más allá de este “yo” efímero, circunstancial y superficial. Ante semejante tarea, inevitablemente se agregan dos preguntas fundamentales: “¿de dónde vengo? y ¿hacia dónde voy?”. Dar respuesta a estos cuestionamientos implica poner en tela de juicio toda la información que se proporcione a la mente —que no está facultada para la comprensión de las verdades absolutas— e incluso debemos cuestionar hasta nuestras propias ideas. En este escenario de cuestionamientos, el humano —para fortuna propia— aún conserva un sutil pre-recuerdo sobre su origen, que busca eventualmente establecer una comunicación y transmite ciertos impulsos para que espontáneamente broten algunas preguntas fundamentales sobre la existencia, la vida y el Ser. Este pre-recuerdo es quien nos brinda la posibilidad del encuentro; sin él, todo estaría perdido. 14

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

El final de todo el sufrimiento y el estado de ilusión en que se encuentra la humanidad llegará cuando todos los hombres descubran quién realmente son, más allá de su nombre y su forma. Para ofrecer un mejor sustento, amplitud y profundidad a este tema, revisemos algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales. Se seleccionaron las de mayor trascendencia histórica con el propósito de brindar una visión universal. Los humanos, en tanto en cuanto que no conocen para qué propósito han sido hechos, son mantenidos bajo la constricción de la ira y la incontinencia; admiran cosas que no son dignas de ser contempladas; atienden tan sólo a sus placeres y deseos corporales, y creen que el hombre ha sido hecho para cosas como éstas. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes, el gran maestro de Egipto, considera que ignorar el sentido de la vida es la causa fundamental de los grandes errores humanos —entendamos a la ignorancia como una consecuencia de la desconexión con el Ser—. Es por la ignorancia que frecuentemente otorgamos un valor desproporcionado a las cosas, dando demasiada importancia a circunstancias secundarias y poca estimación a lo primordial. De esta manera terminamos admirando lo que ni siquiera es digno de atención y creyendo que llegamos a la existencia con un propósito de poca valía. Todo el que pregunta recibe, todo el que busca encuentra y a todo el que llama se le abrirá. Hebreos XII 22, 23, 24

El nuevo testamento ofrece la confianza de que ningún intento es en vano. Cualquier pregunta, cualquier búsqueda, por muy desatinada que parezca, siempre abonará a un proceso de madurez que nos acercará a buen puerto. 15

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

El que llega a los cuarenta o cincuenta años sin haber aprendido nada, ¿no está en una situación que aterra? Confucio

Enorme es esta confrontación a la que nos exhorta Confucio, el gran sabio de China. Es una invitación para reflexionar sobre nuestro estado de madurez en relación con el camino recorrido. El sabio lo espera todo de sí mismo; el hombre vulgar lo espera todo del favor de los otros. Confucio

Confucio llama “hombre vulgar” a aquel que genera cualquier tipo de dependencia y su actitud es vista como un acto mediocre. Entonces un sabio es un hombre “libre”, un hombre que sólo puede depender de sí mismo. Los indiferentes son como los que ya han muerto. Evangelio del Buddha

Sumamente impactante es la relación que establece Buddha entre la indiferencia y la ausencia de vida, es decir, la vejez. Esta relación de consecuencia la encontramos con mucha frecuencia en jóvenes “viejos” (indiferentes) y, desafortunadamente, raras ocasiones la apreciamos en viejos “jóvenes”, que podemos distinguirlos como verdaderos sabios. Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo. Juan 3: 13

Con elocuente sencillez, Jesús de Nazaret indica que el verdadero origen está en el mismo destino de toda la humanidad, aunque seamos inconscientes de ello. 16

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

Jesús les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Juan 8: 14

Impresionante es el valor que Jesús otorga a la conciencia sobre nuestro origen-destino. Frente a la ignorancia sobre el verdadero Ser, nuestra palabra carece de peso. Si una persona no sabe qué es, ¿cómo puede entender la eternidad y llegar al que no tiene principio (jabar)..? Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Si un hombre no tiene conciencia de sí mismo, mucho menos podría tener conciencia del Ser. Esto si partimos de que llevamos dentro la imagen y semejanza de Dios, como está inscrito en el Génesis. El hombre de gnosis debe conocer su punto de partida y su punto de retorno; de dónde viene y adónde va. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

El término “Gnosis” fue empleado por primera vez por Hermes, en referencia al Conocimiento absoluto de la Verdad. Por eso para Ibn Arabi resulta fundamental conocer nuestro punto de partida, dado que se convierte en el mismo punto de retorno. El origen mismo. Un hombre, que se enrola en el viaje sin saber de dónde viene ni adónde regresará, aún sigue estando muy lejos del Universo de Unión (jam’). Se le considera separado. “Cual17

¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

quier persona que se separe antes de encontrar el Universo de Unión es politeísta (shirk)”. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Si nos mantenernos ignorantes acerca de la naturaleza del Ser que nos dio origen, permaneceremos también ajenos a la percepción de la unidad perfecta —cualidad de Dios y de nuestro Ser original—; es de esta manera como nuestros sentidos sólo nos ofrecen percepciones de la división, cualidad de la naturaleza física en que existimos de forma transitoria. Al ver todo dividido, es evidente que la imagen que creamos de Dios también lleva la cualidad de la división. No podría ser de otro modo. ¿A dónde iremos donde la muerte no existe? Mas ¿por esto viviré llorando? que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. Aun los príncipes a morir vinieron, hay incineramiento de gente. Que tu corazón se enderece: aquí nadie vivirá para siempre. Nezahualcóyotl, ¿A dónde iremos?

Nezahualcóyotl aborda una pregunta fundamental y, como premisa, señala la cualidad de la impermanencia de este mundo, lo que indica que éste no puede ser nuestro destino. El final de nuestro camino está conectado con nuestro punto de partida y ninguno de ellos está limitado por el tiempo. Los jóvenes, si están completamente vivos, estarán llenos de esperanza e insatisfacción, deben estarlo, de no ser así, es que ya están viejos y muertos. Y los viejos son quienes alguna vez estuvieron insatisfechos. Krishnamurti, Educación y la importancia de vida

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Krishnamurti, gran pensador del siglo XX, sintoniza en esta cita con lo que Buddha dijo sobre la “no indiferencia” como cualidad de la juventud. La insatisfacción y la esperanza deben constituirse como el motor que genera las múltiples preguntas que debemos abrir para orientar el curso de nuestra búsqueda. Nunca nos permitamos envejecer por el hecho de meternos en un estado de indiferencia. Un hombre feliz no sigue. Es el hombre desdichado y confundido el que persigue ansiosamente a otro, esperando refugiarse en él; y encontrará su refugio, pero ese refugio será oscuridad, su perdición. Sólo el hombre que trata de investigar, quién es él mismo, conocerá la libertad y, por lo tanto, la felicidad. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual) India

Uno mismo es el objeto de investigación, no es posible conferir esta responsabilidad a un gurú, a una autoridad o a una institución religiosa. De lo contrario, se producirá una dependencia que siempre derivará en confusión e infelicidad. La formulación de una pregunta es más importante que su respuesta. Albert Einstein

Una pregunta abierta motiva a la humildad, una pretendida respuesta absoluta nos introduce en un estado de autosuficiencia y, por ende, de arrogancia. La pregunta nos moviliza a la búsqueda, la respuesta nos hace creer que poseemos la verdad y, en consecuencia, nos estanca. Lo importante es no dejar de hacerse preguntas. Albert Einstein

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¿Quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

Nuestra mente no está facultada para ofrecer una respuesta absoluta. Cualquier respuesta, por muy acertada que nos parezca, siempre deja vacíos; a esos vacíos debemos siempre apuntar para que jamás muera el filósofo que llevamos dentro.

2 Universalidad En la Conciencia no existe el Oriente o el Occidente, no hay cristianismo ni budismo; la mente humana no se puede catalogar como oriental u occidental. El Ser es universal. La universalidad se parece al cielo, porque no hay lugar en ella limitado y ofrece acceso libre a todos sin distinción alguna; la universalidad se parece al mar, porque posee sus mismas cualidades: el océano y la universalidad se hacen más y más profundos, ambos conservan su identidad original en todos sus cambios. Del mismo modo que los grandes ríos, cuando se vuelcan en el mar, pierden sus nombres y se funden en él, así todas las filosofías y todas las religiones se reencuentran en la Unidad. El océano y la universalidad son el depósito de todas las corrientes. Es importante mantener un profundo respeto por el camino trazado en las diversas religiones, aunado de un legítimo interés hacia la comprensión de los senderos recorridos por otros buscadores. Un respeto que sea proporcional al interés que experimentamos por el trayecto personal. Es importante resaltar que todas las religiones dirigen sus esfuerzos hacia la búsqueda del origen supremo, y que únicamente comprendiéndolas a todas podremos servir a la humanidad. El reto ahora consiste en liberarnos de todo tipo de dogma y fanatismo y lograr la verdadera comprensión. Un hombre verdaderamente libre de condicionamientos no se mezcla, pero tampoco niega las creencias de los demás; antes 20

Universalidad

bien, mantiene un punto de vista que los abarca a todos. Los verdaderos sabios aceptan y entienden todos los credos. Por tal motivo, resulta inteligente no atarse a alguna creencia específica: no abandonar la “totalidad de los caminos” por la “particularidad de uno solo”. Es posible que en esta búsqueda de la Verdad ya se posea un camino recorrido a través de distintas religiones, de ser así, tendremos la certeza de que siempre aparecen hilos de coincidencia, donde las ideas y el lenguaje se convierten en un factor común; ya que la Verdad es una sola y, por lo tanto, es indivisible. Cualesquiera que busque la Verdad del Ser original se convierte en un eslabón de la Fraternidad Universal, entonces deja de ser importante si es budista o cristiano; musulmán o judío; alemán o ruso; chino o tibetano; simplemente se asume como un buscador universal. Con la intención de que se profundice acerca de la universalidad, quedan a disposición una selección de citas extraídas de las fuentes filosóficas originales. Se eligieron aquellas de mayor trascendencia histórica, con la finalidad de generar una visión universal. Cualquiera que sea la divinidad a la que un devoto pretende rendir culto con verdadera fe, a ese hombre Yo le otorgo fe, una fe firme e inamovible. Bhagavad Gita, VII- 21

Krishna ofrece una fe absoluta a quien rinde culto con verdadera fe “sin importar a cuál divinidad”. Evidentemente existe una sola divinidad, pero resulta obvio que se refiere a una misma divinidad vista desde cualquier tradición. 21

Universalidad

Mi doctrina se parece al cielo, porque no hay lugar en ella limitado, y ampliamente puede recibir a todos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, poderosos y humildes. Mi doctrina se parece al mar, porque posee sus mismas cualidades. El océano y mi doctrina, los dos, se hacen, gradualmente, más y más profundos. Ambos conservan su identidad en todos sus cambios. Del mismo modo que los grandes ríos, cuando se vuelcan en el mar, pierden sus nombres y se confunden con él, así los hombres de todas las castas, trascendiendo su origen y entrando en el Sangha, se hacen hermanos y se encuentran como hijos de Sakyamuní. El océano es el depósito de todas las corrientes. Evangelio del Buddha

Todo un poema el que nos ofrece Buddha donde describe el carácter universalista de su enseñanza. Aprendan a distinguir el “yo” y la Verdad. El “yo” es la causa del egoísmo y la fuente del pecado; la Verdad no se liga a ningún “yo”, es universal, y conduce a la justicia y a la equidad. Evangelio del Buddha

Buddha le otorga una cualidad universal a la Verdad absoluta. Al “yo” lo vislumbra egoísta y divisor; por lo contrario, la Verdad unifica y no le pertenece a persona, país o religión alguna. Es patrimonio del universo entero. Pitágoras exhortó a los jóvenes a la formación integral, pidiéndoles que consideraran que resultaría absurdo juzgar a la mente como lo más importante de todo. Mientras que la formación integral permanece hasta la muerte, y para algunos incluso se conserva tras la muerte. Vida Pitagórica, Jámblico

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Universalidad

Otro aspecto de la universalidad es el manejo del conocimiento a través de la integración de sus tres grandes pilares: ciencia, filosofía y arte, principios únicos que definen el operar de todos los fenómenos. En cualquier tratamiento sobre el comportamiento de la vida natural, si se aplica un manejo integral con base en estos tres campos del conocimiento, se adquiere una visión de orden superior y se produce un significativo avance en la conciencia humana. El principio de Unidad otorga una nueva dimensión al conocimiento. Pitágoras promovió la amistad de todos, de Dios con los hombres a través de la piedad y la ciencia contemplativa, amistad de las doctrinas entre sí y, en general, del alma con el cuerpo, de lo razonativo con lo no razonativo por medio de la filosofía y de la contemplación que les concierne. Vida Pitagórica, Jámblico

Con una intención integradora, Pitágoras pone de manifiesto la tentativa de acercar a las doctrinas; algo que ha quedado muy ajeno a la conducción de pueblos y naciones, cuyos antecedentes históricos son elocuentes. Sin embargo, llegará un momento propicio, definido por un florecimiento de madurez en la sociedad, donde esta propuesta se concrete de manera espontánea. Yo soy un ciudadano, no de Atenas o Grecia, sino del mundo. Sócrates

Sócrates, con sus actos, plasma su sello universalista y, a través de él, trasciende creencias, filosofías, religiones e incluso nacionalidades.

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Universalidad

Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Corintios I 12: 13

En la Biblia, Pablo trasciende estratos sociales, credos y nacionalidades, hablando de un Espíritu único; de manera contraria a la actitud sectaria que adoptan algunos miembros de la mayoría de las religiones cristianas, que descalifican a quienes no piensan como ellos o no participan con ellos. El Hombre libre no pregunta a nadie por la creencia que tiene; como tiene asumidas en su Ser todas las creencias, no se mezcla con estas cosas ni niega las creencias de los demás. Es decir, mantiene un punto de vista que los abarca a todos. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Maravillosa descripción se ofrece sobre el hombre “libre”, mismo que mantiene en su Ser la síntesis de todas las corrientes y se abstiene de cualquier actitud separatista o sectaria. Un idólatra, al hacer a un ídolo objeto de su devoción y aferrarse a él, niega cualquier otra creencia. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Cualquier concepto personal acerca de Dios, sea adquirido o autogenerado, produce una separación del resto de la humanidad. Esta división predispone al rechazo, la arrogancia y la idolatría. Un médico debe ser astrónomo, también debe ser cosmógrafo, también debe ser filósofo, también debe ser artista; finalmente, el médico debe ser alquimista. Paracelso, Las Siete Apologías

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Universalidad

El término “universidad” deriva de universalidad, característica que definía a las primeras universidades europeas que impartían ciencia, filosofía y arte de manera integral a quienes se formaban en su seno. Con la cualidad de “separación” que podemos observar en las universidades actuales, nos colocan ante la disyuntiva de elegir una facultad y una carrera; quedamos reducidos en simples tecnócratas del conocimiento universal. Un científico que adolece de una formación filosófica y artística, carece de la sensibilidad necesaria para distinguir las posibles consecuencias destructivas que provoca el uso irracional de la ciencia; un ejemplo es la proliferación y el perfeccionamiento de las armas de destrucción masiva y el múltiple e indiferente empleo de la tecnología que ha derivado en el deterioro ambiental del planeta. Un filósofo no podría llamarse así sin antes pasar por la ciencia, misma que nos pone en los límites del conocimiento tangible, lógico, razonativo y experimental, y nos hace así una invitación para cruzar esa frontera. Sin las bases de la ciencia, como antecedente, el pretendido filósofo quedaría reducido a un simple especulador de la filosofía. Un artista no podría llamarse así sin antes pasar por la ciencia y la filosofía. El arte emplea distintos recursos —color, forma, espacio, movimiento, sonido, tiempo…— que expresan ideas y sentimientos cuya profundidad rebasa las posibilidades limitadas que ofrece el lenguaje. Sin estas bases científico-filosóficas, la pretendida obra de “arte” quedaría reducida a una bella artesanía. La religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también. Albert Einstein

Einstein considera que la religión debe incorporarse en este aspecto integrador de la universalidad. 25

Universalidad

Al considerar las diversas religiones existentes en cuanto a su esencia, es decir, si las despojamos de sus mitos, no me parece que difieran tan fundamentalmente. Y esto no debe sorprendernos. Albert Einstein, Mis creencias

Con una agudeza de percepción, Einstein denota el fondo común de todas las religiones, que va más allá de sus formas. Quien distingue ese fondo, se coloca por encima de las creencias, dogmas, rituales y demás posturas que sólo han provocado división y conflicto. Tiene que alcanzar un vigoroso sentimiento de lo bello, de lo contrario, la especialización de sus conocimientos lo asemejará más a un perro adiestrado que a una persona de desarrollo culto y equilibrado. Albert Einstein, Mis creencias

La especialización del conocimiento se considera estrecha y nos aleja de la amplitud de la universalidad. Con los límites de la especialización quedamos reducidos a “simples máquinas”. La comparación establecida por Einstein sobre el “especialista” parece no ser tan exagerada.

3 Mente original y universal Para profundizar debidamente en este tema, antes debemos revisar la naturaleza del universo físico. Es posible que lo concibamos como “infinito, perfecto y eterno”; pero conceptos más equivocados que estos no es posible otorgarle, aunque nos cause sorpresa: El universo no es infinito: si bien es impresionantemente grande, existe una cierta distancia entre las galaxias más lejanas; y 26

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esto le pone límite. No es perfecto: existen colisiones ocasionales y accidentales entre algunos astros; y en la superficie de algunos planetas, como el nuestro, se presentan desastres ecológicos y extinciones de especies —no necesariamente provocados por el hombre—; esto también le pone límite. No es eterno: están destinados a desaparecer todos los planetas, soles y galaxias, ningún cuerpo celeste es perenne; este límite es más que evidente. En conclusión: el universo físico no posee la cualidad de Dios; porque es finito, imperfecto y temporal. Para comprender mejor y a fondo este tema, articulemos este antecedente con el planteamiento hermético que explica el principio de mentalismo, y que se convirtió en un gran motor para el ejercicio filosófico: “Si partimos de que el universo se gestó en vinculación con un Ser de naturaleza absoluta, Dios —Hermes lo denomina “el Todo”—, entonces este universo tangible, cuyas cualidades son limitadas, no puede formar parte del Todo, en otras palabras: “no puede estar adentro de la perfección de Dios”; si así sucediera, entonces Dios tendría dentro de sí una parte limitada e imperfecta y así dejaría de ser “el Todo”, ya no sería perfecto ni absoluto. Pero, por otro lado, nada verdadero puede existir afuera del Todo, si así ocurriera, el Todo estaría incompleto, le haría falta lo que está afuera de él; cualquier cosa, separada del Todo, anularía su cualidad total y absoluta”. Se plantea de esta manera la gran interrogante: Si el universo —por su carácter limitado— no puede estar adentro, ni afuera del Todo, ¿qué ubicación podríamos darle?, ¿qué relación tendría con ese Ser supremo? Agreguemos un cuestionamiento todavía de mayor trascendencia: ¿en dónde estamos nosotros? Hermes Trismegisto, para ofrecer una conciliación ante esta gran disyuntiva, plantea: “Todo el universo físico es sólo una proyección emanada de un pensamiento de Dios”, es una gran emanacion, es decir, manifestación; surgió como un mecanismo natural espontáneo. De 27

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allí la postura de que atribuirle a Dios la responsabilidad creativa de un universo restringido y constituido por entidades tan imperfectas como nosotros, sería tanto como juzgarlo de limitado. Por lo tanto, si el universo es una proyección de un pensamiento de Dios y nosotros como individuos somos una proyección del universo; esto significa que debemos asumirnos como una proyección de otra proyección. Al comprender este planteamiento adquirimos una mayor conciencia sobre nuestra insignificancia; entiéndase por el vocablo “nosotros” como la cualidad de nuestra personalidad corpórea, ya que nuestro verdadero Ser va más allá de todo lo planteado en este tema. Con el propósito de que se logre una mejor comprensión sobre el tema Mente Original y Universal, revise algunas citas —de mayor trascendencia histórica— extraídas de las fuentes filosóficas originales con la intención de que se genere una visión universal. El universo es una creación mental sustentada en la Mente del Todo. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

En esta frase, tan profunda como breve, Hermes establece de manera clara la vinculación del universo tangible con el Todo como una proyección mental. El Todo crea en su Mente infinita innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo; y aun así, para Él la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que toma un abrir y cerrar de ojos. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

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Es evidente que el universo contiene en sí mismo la perfección de su propio origen, pero con un límite contundente: el tiempo. ¿Cómo negar la perfección que caracteriza el operar de los mecanismos de la naturaleza?; pero de la misma forma, cómo resistirnos al evidente límite temporal que marca a todos los procesos naturales, inclusive los más longevos como el nacimiento, desarrollo y muerte de una galaxia. Dios no es la Mente, sino el origen al que debe la Mente su Ser. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Importante precisar que el universo no surge como proyección del Todo, sino de uno de sus propios pensamientos. El Conocimiento que corresponde al carácter de la Mente del Dios supremo, este Conocimiento y sólo éste, es la Verdad; y de esta Verdad no es discernible ni el más ligero bosquejo o sombra en el cosmos. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

La Verdad emanada de la Mente del Todo es absoluta; es la Conciencia del Ser, y para nuestra limitada mente humana resulta de difícil comprensión. Buscar la Mente con la mente discriminatoria es el mayor de los errores. Sosán, Hsin Hsin Ming

Sosán, maestro del Zen, nos lleva al planteamiento de Hermes que antecede esta cita. Realicemos una distinción: al referirse a “Mente” (con mayúscula) evoca la presencia del Todo y la “mente 29

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discriminatoria” (con minúscula) alude a la capacidad de pensamiento del hombre. Por lo tanto, sería complicado que a través de las capacidades humanas limitadas se quisiera alcanzar la comprensión del Todo. Se dice que lo absoluto nos ha creado. Pero lo que es absoluto no puede ser causa. Todas las cosas que nos rodean provienen de una causa, de la misma manera que la planta procede de la semilla. ¿Pero cómo lo absoluto puede ser a la vez causa de todas las cosas? Si estuviera en ellas, ciertamente no las crearía. Evangelio del Buddha

Efectivamente toda creación proviene de una causa, y las leyes universales —incluida la de causa y efecto— provienen de Dios, pero no operan en Él; ya que nada puede limitar al Todo, ni siquiera el operar de las leyes universales. Por tanto, darle a Dios una cualidad creadora es tanto como pretender hacerlo a nuestra imagen y semejanza —los humanos sí tenemos la capacidad de creación, ante una necesidad de crecimiento que surge al hacernos conscientes de nuestra limitada existencia—. Dios, como el “Todo”, no tiene necesidad alguna, ni siquiera la de crear, ¿qué necesidad tendría de expandirse si lo contiene todo? Resulta más creíble que el universo haya brotado espontáneamente como simple manifestación y no como acto de una necesidad creadora de Dios. Es conveniente aceptar la reiterada aparición de la palabra “creación” en los textos universales, incluidos los textos budistas. Esto hace evidente la intervención humana en las múltiples transcripciones y traducciones. Si nos despojamos de todos nuestros deseos y reconocemos distintamente la no existencia de la materia, alcanzaremos 30

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el estado de perfecto vacío. Allí encontraremos las condiciones de la vida inmaterial. Evangelio del Buddha

Hace 2,500 años Buddha nos habló del carácter ilusorio de la materia, a finales del siglo XX la ciencia moderna demostró que la materia no ocupa un lugar en el espacio. Esto es lo más maravilloso que nos ofrece la filosofía, con ella podemos ir más allá de los límites propios de la ciencia. No es que Allah haya creado todas las cosas, sino que tanto en el mundo invisible como en el visible no hay nada salvo Él, en ninguno de los dos mundos hay una sola partícula de existencia propia. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

Ibn Arabi se suma a la idea “no creacionista” y refuerza el carácter ilusorio de todo cuanto nos rodea; deja como única realidad, en ambos mundos, la presencia del Todo. Aunque Dios es el origen de todos los pensamientos, todos iguales, el siervo debe cuestionárselos. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Nuevamente se develan los grandes límites de la mente humana y un sabio nunca le concede el carácter de verdadero a pensamiento alguno; por muy elevado que éste sea. Así como la Mente eterna imagina en la eterna sabiduría de Dios, en el Poder Divino, y la transforma en idea, la naturaleza crea en propiedad. Jacob Boehme, La Llave

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El gran alquimista Jacob Boheme relaciona la cualidad creadora con la naturaleza, no así con Dios. Yo quisiera saber cómo creó Dios este universo. Pero no estoy interesado en éste o en aquél fenómeno. No, quiero saber sus pensamientos; lo demás son sólo detalles. Albert Einstein

Si entendemos a la Mente de Dios como la Conciencia absoluta, los detalles son todo lo que sucede en el Universo. Toda la luz contenida en el universo no es más que una sombra de Dios. Albert Einstein

Einstein deja de lado la palabra “creación” y habla de una sombra, que es hablar de una proyección, una manifestación. La ilusión más plebeya del realismo ingenuo, de que las cosas “son” lo que percibimos a través de nuestros sentidos, domina la vida diaria de hombres y animales. Albert Einstein, Mis creencias

Einstein redondea el tema diciendo que es ilusorio creer que la información que ofrecen los sentidos a la mente sea una percepción de la realidad, ya que ambos son limitados. Aquí coincide con Buddha, que se refiere a este mundo como ilusorio, y también entra en sintonía con Platón, que concibe al plano físico como simple sensación y no como la realidad.

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Ser interior original

4 Ser interior original Así como en el interior de nuestro planeta, en su parte oculta, se encuentra el oro de mayor pureza y perfección; así en nuestro interior yace también oculto a nuestra capacidad perceptiva, el Ser original; quien desde la antigüedad fue representado —de manera muy acertada— por bellas imágenes como un loto, un lirio, una rosa o una esmeralda, entre muchas más. El tercer ojo constituye otro símbolo que, abierto y transparente, denota la profundidad del Ser y su calidad de testigo permanente. En el fluir de la vida, nos hemos entregado casi por completo a los quehaceres que la sociedad nos demanda, y esto nos lleva a creer que cumplimos con el propósito esencial de la existencia. Paradójicamente el propósito fundamental no está en el hacer, sino en el Ser, en el Espíritu del que brota toda “inspiración” —lo que significa “en espíritu”— y que debiera ser el motivo primordial de toda nuestra actuación. Por razones elementales debemos mirar siempre hacia adentro, hacia nuestro verdadero Ser, y de esta forma se minimizarán todos nuestros problemas personales. Todo el sufrimiento deriva del valor desproporcionado que le otorgamos al mundo de las formas, a la existencia, lo que nos mantiene distraídos e ignorantes sobre la dimensión absoluta del Ser. En consecuencia, queda abierta una gran interrogante ¿cómo reencontrarnos con nuestro Ser original? Es momento para la introspección, y la meditación es el camino hacia el interior, que consiste en el simple acto de prestar atención a nuestro Ser; cada vez que nos distraemos ciegamente con lo externo, nos damos la espalda a nosotros mismos. Nada hay más importante que reencontrarnos con nuestra esencia verdadera, más allá de una personalidad efímera, para así redescubrir esa paz y esa felicidad 33

Ser interior original

que permanecen inherentes en el Ser; cualidades que jamás serán conquistadas con la obsesiva intención de reordenar nuestros “problemas” que constantemente, y de manera inevitables aparecen durante la existencia. Al contacto con el Ser quedan todos ellos minimizados y espontáneamente se adquiere, por añadidura, la seguridad y la confianza en uno mismo. Sólo con el descubrimiento de nuestra realidad interior —naturaleza misma de Dios— estaremos facultados para distinguir esa esencia interior común en todos nuestros semejantes, más allá de su apariencia bella o fea, buena o mala, de su exterior. Ésta es la única posibilidad que tenemos de ayudar legítimamente a la humanidad, pues el Ser interior de todos los humanos es uno solo, una unidad perfecta y, ¿quién, en su sano juicio, causaría daño a otro percibiéndolo como parte de sí mismo?, además, ¿quién se negaría a tender la mano a quien considera parte de sí? Con la intención de profundizar más sobre el Ser interior original, revisemos una selección de citas, de mayor trascendencia histórica, extraídas de las fuentes filosóficas originales y con ellas generemos una visión universal. Una chispa emanada del Espíritu Eterno es un alma que en este mundo nace a la vida, generando alrededor de su centro los cinco sentidos y la mente, teniendo como soporte esta naturaleza material. Bhagavad Gita, XV- 7

Krishna, hace varios milenios, llamó “chispa de Espíritu” al Ser interior y consideró a la personalidad y a la naturaleza como su simple soporte. ¡Oh Arjuna! Dios mora en el corazón de todos los seres, y en el tuyo propio. Y este maravilloso poder controla todas las cosas. Bhagavad Gita, XVIII- 61

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En el Gita se ubica al corazón como la sede del Ser original, como el templo vivo. Ni los Vedas, ni las ofrendas de sacrificios, ni el estudio de las escrituras, ni las obras de caridad, ni los ritos, ni las penosas austeridades, pueden revelarte la Visión Suprema del Espíritu Supremo que en ti mora. Bhagavad Gita, XI- 48

Sólo a través del Ser interior puede ser “revelada” la visión del Espíritu Supremo, el Ser universal. Todo lo demás, no son más que simples fenómenos externos que jamás deben sobredimensionarse. Dios está en todas las cosas, como su raíz y el origen de su Ser. Nada hay que carezca de origen; pero el origen mismo no surge de nada sino de sí mismo. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes considera al Ser interior como nuestro origen y la presencia de Dios en nosotros. Existe un Ser caótico; vive con anterioridad al cielo y a la Tierra. Silencioso, vacío, solitario e inmutable. Dotado de un movimiento giratorio, no perece. Puede que haya sido la Madre del Mundo. No sé su nombre. Su apelativo es Tao. Lao tse, Tao Te King

Al Ser interior, Lao Tse asigna el apelativo de Tao. Además le otorga cualidades que, en términos absolutos, no es posible encontrarlas en sujeto u objeto alguno de la existencia. 35

Ser interior original

El lugar que el sabio vigila más que nadie es aquel que nadie puede ver: su propio corazón. Confucio

Nada más importante que el Ser en el corazón. La Verdad está en el interior; la forma en el exterior. Confucio

La Verdad absoluta jamás será encontrada en el mundo de las formas. El que busca el “yo” debe distinguir entre el falso y el verdadero “Yo”. Su “yo” y su egoísmo son el falso “yo”, ambos son ilusiones sin realidad y son compuestos perecederos. Únicamente aquel que identifica su “Yo” con la Verdad alcanzará el Nirvana, alcanzará el estado de Buddha. Evangelio del Buddha

El falso “yo”, la personalidad, aunque ilusoria, es perceptible por nuestros sentidos. El verdadero “Yo”, nuestra realidad, es inalcanzable para nuestros sentidos y nuestra mente. El amor consiste en sentir que el Ser sagrado late dentro del ser querido. Platón

Por supuesto que se refiere al verdadero amor, que brota de la unidad perfecta del Ser. Lo que consideramos como amor, es simple imitación. 36

Ser interior original

Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino en su corazón y en su Espíritu.

Evangelio de los esenios

En nuestro corazón está inscrita toda la Verdad absoluta, del Ser y de la existencia; no únicamente las leyes universales. Es necesario que ustedes se conviertan en su propio Sol, en su propia Luz, y así alumbrándose y alumbrando a otros, le corresponderíamos con nuestra Obra a mi Padre que me ha enviado. Evangelio de Judas

Jesús de Nazareth nos conscientiza de que la gran responsabilidad del reencuentro con nuestra esencia está sólo en nuestras manos y en nadie más. Y sólo así nos es posible ayudar, por medio de la Luz que emana del Ser. Jesús dijo: Yo Soy el camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿No crees que Yo Soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo les hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras. Juan 14: 6, 8,10

Jesús da testimonio de la presencia del Padre en su interior. Un Hombre libre no actúa desde su personalidad sino desde su propia esencia, que es la esencia misma del Padre. El Profeta dice: el que se conoce a sí mismo, comprende que su Ser es el Ser de Allah, sin experimentar cambio alguno ni en su naturaleza ni en sus atributos. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

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Ser interior original

El Ser interior lleva consigo la presencia de Dios, esto es autoconocimiento. Avanza, encuentra un Ojo. Corrige con él. Y ahora, mira desde Él a Él.

Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

El gran observador es el tercer ojo, símbolo de nuestra realidad esencial. El Ser mirando desde nuestro interior. Si todas las cosas, los ángeles y las esferas, se pusieran en el corazón del Hombre Perfecto, no sentiría ni siquiera el peso de un átomo. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

La única realidad radica en nuestro corazón, todo lo demás son simples fenómenos externos, proyecciones emanadas del pensamiento. El corazón del creyente es el lugar de revelación de Dios; el corazón del creyente es el trono de Dios; el corazón del creyente es el espejo de Dios. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Tal como lo hace Krishna, Ibn Arabi también considera al corazón como el punto de revelación. En mi interior lo encuentro: si yo nunca muriera, si nunca desapareciera. Allá donde no hay muerte, allá donde ella es conquistada, que allá vaya yo. Nezahualcóyotl, Estoy embriagado, lloro, me aflijo.

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Ser interior original

En las latitudes de Mesoamérica, Nezahualcóyotl —el hombre poeta— habla de su esencia y ubica en su interior a la realidad inmortal del Ser. Hay una piedra oculta, escondida y sepultada en lo más profundo de una fuente vil, abyecta y poco estimada, y está cubierta de heces; y aunque no es más que una, se le dan una gran cantidad de nombres. Nicolás Flamel, El deseo deseado

Entre todos los nombres otorgados a la única realidad del Ser, los alquimistas europeos —entre ellos Nicolás Flamel— emplearon el término “Piedra filosofal”. El cuerpo natural es grueso y elemental, es como los elementos exteriores; sin embargo, en este cuerpo grosero hay un poder y una virtud que es sutil, semejante al Sol, y que es una con el Sol. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

El alquimista Jacob Boheme nos dice que la verdadera naturaleza del Sol es consustancial con nuestro verdadero Ser. Vaciar la mente es posible sólo cuando el individuo se percata de que el observador, el centro, es lo observado. Conversaciones por Krishnamurti en U.S.A. 1966

Krishnamurti, al igual que Krishna e Ibn Arabi, establece que el Ser interior es el verdadero observador y que está en comunión consigo mismo, lo observado.

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Dos naturalezas: original y física

5 Dos naturalezas: original y física Los humanos cometemos de manera constante un grave error, consideramos a la naturaleza física como la única realidad y dejamos de lado a la verdadera naturaleza, la original, en cuya esencia se encuentra el origen de todo. El motivo de esta gran confusión radica en que a la naturaleza física —que es temporal e ilusoria— es a la que sí percibimos. Como personas tenemos la costumbre de depositar toda nuestra confianza —como Tomás— en lo que vemos y tocamos y, de esta forma, desdeñamos de manera sistemática todo aquello que no es perceptible por medio de nuestros sentidos. Así la mente, al no recibir información de tipo sensorial, no puede comprender a la verdadera naturaleza. El humano es la única entidad que, de manera simultánea, vive en ambas naturalezas: en el plano físico se desenvuelve a través de su personalidad, permanentemente bajo el control de su mente; pero más allá del tiempo y del espacio se mantiene el Ser, siempre latente en su interior. El problema del hombre es que al no estar consciente del Ser, lo ha confundido con su personalidad. Restablecer la conciencia del Ser —nuestra verdadera naturaleza— se convierte en el único y auténtico sentido de la vida, lo que haremos imposible si de manera constante nos mantenemos orientados hacia la naturaleza física, y peor aún, si es a ella a quien consideramos como real. Por otra parte, restablecer la conciencia del Ser tampoco será posible si pretendemos servir a dos amos, es decir, si queremos estar en el Ser sin soltar la identificación con nuestra mente. También resulta ilusorio pretender que con la personalidad —que es un fragmento infinitesimal del Ser— alcancemos algún día al Ser; y peor aún, considerar que con un mayúsculo esfuerzo transformaremos nuestra personalidad en el Ser mismo. Por todo lo ya expuesto, siempre será de vital importancia establecer una clara distinción entre el Ser interior y la personalidad; 40

Dos naturalezas: original y física

entre el origen y su manifestación; entre el Ser y la existencia. Los humanos desconocemos que la raíz de nuestros problemas está precisamente en la confusión —la no distinción— entre ambas naturalezas. Con la intención de profundizar más sobre las dos naturalezas, reflexionemos con la apreciación de algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, se seleccionaron aquellas que se consideran de mayor trascendencia histórica, para así construir una visión universal. En este mundo hay dos principios fundamentales; uno es el perecedero, y el otro el imperecedero. El perecedero es la creación y todo lo que ella contiene, mientras que lo imperecedero es lo que no cambia, lo Inmutable. Bhagavad Gita, XV- 16

A este plano existencial, Krishna le llama principio perecedero porque aquí todo termina, se desvanece, perece. Desde el momento en que algo nace inicia su proceso de muerte. En el Ser todo es permanencia, no hay cambio, nada perece. Aquel que reconoce que es tan sólo la naturaleza la que realiza todas las acciones que se realizan por doquier, en este mundo cambiante, mientras que el Espíritu meramente observa su trabajo, éste en verdad discrimina con acierto. Bhagavad Gita, XIII- 29

El acto de hacer, de realizar, sólo puede proceder a través del fluido de los cambios, y esta cualidad “cambiante” siempre está presente en la naturaleza física. En el Espíritu, que es inmutable, no procede la generación de cambios a través de los actos, de hacer o realizar; sobre esta base comprendamos que el único que41

Dos naturalezas: original y física

hacer del Espíritu es la observación y, si partimos de esta premisa, nunca juzguemos a Dios como responsable de lo que sucede en este mundo natural. El hombre, a diferencia de todas las demás criaturas vivientes sobre la tierra, es de naturaleza dual. Es mortal en razón de su cuerpo; es inmortal en razón del Hombre de sustancia eterna. Es inmortal, y tiene todas las cosas en su poder; sin embargo, sufre la suerte de un mortal, estando sometido al destino. Está exaltado por encima de la estructura de los cielos; sin embargo, ha nacido esclavo del destino. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Al hombre, constituido por dos naturalezas (original y física), lo distinguen cualidades de los dos polos extremos; vive inmerso en las vivencias físicas y tocado por la sublimación del Ser. Lamentablemente, sólo tiene conciencia de sus características externas —las existenciales— que son limitadas. Esto debido al olvido de sí mismo, de su esencia, de su verdadero Ser. Hermes: No es posible, hijo mío, apegarse, a la vez, a las cosas mortales y divinas; lo que es mortal es de un tipo, y lo que es divino, del otro tipo; y aquel que quiere hacer su elección es dejado libre de elegir lo uno o lo otro. No es posible tomar ambos; y cuando uno pierde fuerza, entonces el operar del otro deviene manifiesto. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

El evangelio de Mateo se refiere a esto mismo que nos dice Hermes, cuando Jesús habla de no servir a dos amos —a Dios o a la riqueza—. Si nos orientamos a una naturaleza, se desvanece el operar de la otra; lo más importante de todo es que nosotros siempre estaremos en libertad de elegir. 42

Dos naturalezas: original y física

Las fuerzas divinas son radiaciones emitidas por Dios; las fuerzas que originan el nacimiento y el crecimiento son radiaciones emitidas por el cosmos. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes distingue dos tipos de fuerza, cuyos orígenes están en cada una de las dos naturalezas. La energía cósmica es dinámica —en su movimiento genera el nacimiento y la muerte—, mientras que la energía del Ser es estática, potencial, por tanto inmutable, perenne. La materia grosera es la nutrición de los cuerpos, y el espíritu es la nutrición de las almas. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

El cuerpo biológico, que fue generado por el cosmos, sólo puede ser alimentado por componentes de origen cósmico, la materia; de esta misma forma, el alma únicamente debe ser alimentada por el espíritu. El Tao permanece en el estado de no obrar y, sin embargo, no hay nada que no sea hecho por él. Lao tse, Tao Te King

En la quietud estática del “no hacer” emerge el acto perfecto. Nunca se debe tratar con ligereza lo que es primordial, ni con gravedad lo que es secundario. Confucio

En la existencia, todas las responsabilidades son secundarias; en el Ser está presente el motivo fundamental de la vida. Los hu43

Dos naturalezas: original y física

manos nos empeñamos en mirar de manera invertida el verdadero valor de las cosas. Este cuerpo, que es el cuerpo de Gotama; se descompondrá a su tiempo; y después de su descomposición, nadie, nadie, ni Dios ni hombre, verá más a Gotama. Pero Buddha no morirá; el Buddha vivirá eternamente en el cuerpo sagrado de la ley. Evangelio del Buddha

Sólo el Ser original permanece. Los cuerpos existenciales, es decir la personalidad, se disuelven inevitablemente; aún tratándose de un iluminado. Es necesario diferenciar las cosas: lo que siempre existe sin haber nacido, y lo que siempre está comenzando sin jamás llegar a ser.

Platón

Platón plantea la necesidad de distinguir a las dos naturalezas: el origen, que es lo absoluto, eterno —sin principio ni fin—; y la manifestación, que crece pretendiendo llegar a Ser y se desvanece mucho antes de lograrlo, tal y como sucede con todos los fenómenos de la existencia. Te digo que el hombre debe volar como las aves, porque el hombre es Espíritu y el reino del Espíritu no está en la tierra. Evangelio de Judas

Jesucristo ratifica la naturaleza original del hombre —que es el Ser—, la denomina Espíritu eterno, al tiempo que refuerza lo que otros grandes pensadores, que su procedencia no es de este mundo físico. 44

Dos naturalezas: original y física

Nada en el mundo los rescatará hasta la eternidad. Sino que serán sin existencia hasta el fin. Pistis Sophia XL: 25,26

Ningún esfuerzo realizado en la existencia, por muy grande que éste sea, puede ofrecernos como resultado la libertad de la Conciencia. Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Juan 18: 37

Tal como lo ratifica en el evangelio de Judas, Jesucristo nos dice que este mundo físico no es el reino de Dios. Les digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. Lucas 7: 28

En esta cita se ubica a Juan como el máximo exponente de este mundo; pero aún con toda su grandeza, él sigue siendo pequeño ante la mínima expresión del reino de Dios. El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Corintios I 2: 14

La mente es una expresión de la naturaleza física y está diseñada para crear y comprender los mecanismos que regulan este 45

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mundo. La naturaleza del Espíritu supremo sólo puede ser comprendida por el corazón. Así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Corintios I 15: 49

Pablo nos acerca a una realidad fundamental, que somos portadores de dos imágenes: nuestra personalidad es la “imagen y semejanza del cosmos” y nuestro Ser interior es la “imagen y semejanza de Dios”. Muchas religiones han enfrentado innumerables problemas y confusiones por no establecer esta distinción, sobre todo por creer que nuestro cuerpo biológico y nuestra mente son la imagen y semejanza de Dios. ¿De dónde viene tanta arrogancia que nos hace creer que Dios es semejante a algo tan limitado como nuestra persona? Aunque éste nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Corintios II 4: 16,18

Éste es el más grande de los conflictos que el humano debe afrontar: todo aquello que percibe a través de los sentidos es ilusorio, temporal; sin embargo lo verdadero, lo eterno, no lo percibimos, está más allá de nuestros sentidos y nuestra mente, pues su naturaleza es adimensional y atemporal. Sólo conociéndote a ti mismo comprenderás que no hay mezcla entre lo temporal y lo eterno, y comprenderás que sólo hay eternidad. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

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Ibn Arabi, tal como lo citó Hermes, nos habla de la imposibilidad de mezclar las dos naturalezas. Pero reconoce la naturaleza original como la única y verdadera. Así el universo físico, con toda la inmensidad que contiene, es una simple proyección de su origen. La materia es llamada substancia natural y no es Dios propiamente dicho, aunque Él habite completamente en la naturaleza y aunque la naturaleza lo comprenda. Jacob Boehme, La Llave

La materia nunca será un elemento constitutivo del Todo; aunque su origen esté en Dios, y a su vez, Dios esté en ella. El cuerpo espeso externo de los cuatro elementos no va a heredar el Reino de Dios, pero sí heredará aquel que nació del Elemento, o sea, de la manifestación y actuación divina. Ciertamente este heredero no es el cuerpo de la carne o de la voluntad del hombre, sino aquel formado por el Arcano celeste en este cuerpo espeso que es su casa, herramienta e instrumento. Cuando la costra sea retirada aparecerá la razón de que seamos llamados Hombres. Jacob Boehme, La Llave

Nuestro cuerpo biológico, al no ser de naturaleza absoluta, no puede estar en Dios. Esta posibilidad sólo queda conferida a nuestro Ser original, cuya naturaleza es consustancial con la del Padre. Lo creado no puede pensar en lo no creado. El pensamiento sólo puede pensar en su propia proyección, que no es lo verdadero. ¿Puede el pensamiento, que es el resultado del tiempo, de las influencias, de la imitación, pensar en lo inmensurable? Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

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Tal como lo anticipa Pablo, la mente sólo puede comprender el origen de su propia proyección, el mundo tangible; la naturaleza del Ser sólo se comprende con el corazón. El conocimiento existe en dos formas: inerte y sin vida, reunido en libros; y vivo en la Conciencia de los seres humanos. Esta segunda forma de existencia es sin duda la fundamental; la otra, indispensable por cierto, ocupa un lugar inferior. Esto es lo que constituye el distintivo del maestro. Albert Einstein, Mis creencias

Genial es la distinción que establece Einstein sobre el conocimiento: está carente de vida toda la información que procesa nuestra mente a través del lenguaje —oral o escrito—, pero lleno de vida todo lo que constituye la Conciencia.

6 Ley universal Después de establecer la distinción entre las dos naturalezas, ahora queda claro que el único propósito legítimo, real y auténtico de la vida es reconocer nuestra verdadera naturaleza —la naturaleza de Dios—; sin embargo, la resolución de este planteamiento nos coloca ante un enorme conflicto: la naturaleza original es incognoscible, a pesar de que es nuestra única realidad. De manera contraria, la naturaleza física —que no es la realidad— tiene como cualidad que es cognoscible. Frente a esta situación surge una gran inquietud, ¿descubriremos la verdadera esencia de la naturaleza del Ser? Indiscutiblemente es una pretensión que queda fuera de nuestro alcance, por muy grande que sea nuestro esfuerzo; pero una posibilidad se mantiene abierta y está plasmada en los libros universales: Primero debemos reconocer a lo falso como falso y por simple añadidura la Verdad es manifestada, revelada. 48

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En contradicción con el planteamiento recién mencionado, los humanos siempre hemos identificado a la existencia —que es la naturaleza falsa— como la Verdad; por esta razón nos mantenemos confundidos y alejados de la realidad. Si históricamente hemos creído que nuestra naturaleza física es la verdadera, en este momento tenemos la alternativa de entender a la existencia tal y como es, como parte de nuestra irrealidad; y para comprenderla únicamente contamos con una herramienta confiable, “La Ley Universal”. Ella nos ofrece una profunda visión, tanto científica como filosófica —las leyes universales son todas las leyes de la física y aplican en todos los contextos de la existencia—. En estos momentos de la existencia, la ciencia (particularmente la física) ya avanzó lo suficiente para tocar a la filosofía, y ambas, en unidad, nos brindan los elementos necesarios para que cada individuo, sin ningún tipo de apego, recorra el camino de desidentificación con su naturaleza ilusoria y alcance el único sendero legítimo que puede llevarlo al reconocimiento de su naturaleza verdadera. Todo tipo de información que acumulamos en la mente, en relación con la existencia, la procesamos con grandes tintes de creencia, de dogma —también la ciencia provoca diversos dogmas—, y la única posibilidad que tenemos para comprender a la naturaleza de forma consciente, con el peso específico de la vivencia, es a través del sabio empleo de la ley universal, cuyos principios nos permiten comprender y percibir las verdaderas cualidades de la naturaleza física, que es: temporal, transitoria, cambiante, efímera, dual, relativa… en síntesis, es ilusoria. Es importante precisar las dos posibilidades que se presentan sobre el manejo de los principios universales: *Con el entendimiento de la ley es posible desarrollar la suficiente astucia para que, con esta nueva visión, se dé como resultado una supremacía sobre nuestros semejantes para —con las debidas 49

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manipulaciones— obtener la acumulación de dinero y poder. Bajo este escenario profanamos el propósito original de la existencia de la ley, y nos introducimos en la peor de las desviaciones; como logro, simplemente obtenemos un apetitoso alimento para el ego, un disfrute de placer estrictamente “temporal”, pasajero. Pero la naturaleza todo lo compensa y tarde o temprano nos devela el otro lado de la moneda. *El manejo legítimo, además de fundamental, que podemos dar a la Ley universal es su estudio, que nos permite conocer la esencia verdadera de la existencia. De esta forma es posible comprender nuestro importantísimo quehacer como observadores, para así respetar y aceptar lo que la vida dispone —los principios universales se constituyen precisamente como el único instrumento sobre el que se manifiesta la voluntad de Dios en este mundo—. Acercándonos al estudio del vehículo propio, nuestra personalidad, particularmente al estudio de nuestra mente, nos encontramos con un competente especialista: el psicólogo; pero “psicología”, etimológicamente significa “tratado del alma”, algo muy lejano a lo que realmente investiga dicho especialista. Por otro lado, observemos que la mente se comporta en estricta respuesta a los estímulos brindados por los sentidos; esto la convierte en una máquina, muy sofisticada, pero no deja de ser máquina. Y para que la mente deje de comportarse como una máquina, primero tiene que estudiarse a sí misma para reconocerse como tal. Si consideramos este rasgo mecánico de la mente, entonces resulta ilógico pretender estudiarla por medio de la moral o la espiritualidad; partamos del estudio de la mecánica, que es una rama de la física. Ahora bien, los principios reguladores de la física son precisamente las Leyes universales. En este planteamiento del tema se abordaron tan sólo algunos ejemplos del operar de los principios universales —por cierto, los más importantes—; pero en todos los contextos y en todos los ni50

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veles, la observación de la existencia a través del estudio de las leyes universales nos brindará más sabiduría de la que podamos imaginar; siempre será para nosotros una fuente inagotable de conocimiento. Como se pudo observar, estamos adentrándonos en una fuente inagotable de sabiduría, la ley universal. Vamos a enriquecer este sendero revisando algunas citas, las de mayor trascendencia histórica, extraídas de las fuentes filosóficas originales. Los principios de la Verdad son siete: el que los comprende posee la clave mágica con la que todas las puertas del templo se abrirán de par en par. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Todos los libros universales abordan las leyes universales, de manera directa o indirecta, pero es Hermes Trismegisto quien les da el seguimiento más directo y con un enfoque más científico y filosófico. Los documentos herméticos más importantes, de donde podemos extraer la información más abundante sobre los principios universales son: la tabla esmeraldina y el corpus herméticum. Son siete los principios básicos: Mentalismo —que ya se abordó en el tema Mente original—, causa-efecto, dualidad —cuyo desarrollo se presentará en los temas subsecuentes—, vibración, correspondencia, polaridad y generación —que se trabajarán de manera alternada a lo largo de los temas posteriores—. En la combinación del operar de estas siete leyes se generan muchas más. El hecho de que el hombre pueda afrontar las fuerzas espirituales del universo sin miedo alguno, demuestra que entiende las leyes de Dios. Confucio

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Confucio ratifica lo importante que resulta la comprensión de las leyes universales, ya que expresan la voluntad de Dios. Es costumbre, ¡oh rey!, que el que se encuentra el tesoro oculto ofrezca a su padre la joya más valiosa. Permítame, pues, que abra mi tesoro, que es la ley, y acépteme esta gema. Y el Bhagavat recitó las gathas siguientes: Sal del sueño, no tardes. Escucha la ley, Practica la justicia, y he aquí Que la eterna felicidad te pertenecerá. Evangelio del Buddha

No existe tesoro más preciado que la conciencia sobre el operar de la ley. Los escribas y los fariseos han hecho cien veces diez mandamientos. Y han puesto insoportables cargas sobre sus hombros, que ni ellos mismos sobrellevan. Pues cuanto más cercanos a Dios están los mandamientos, menos necesitamos, y cuanto más lejanos se hallan de Dios, más necesitamos entonces. Por eso innumerables son las leyes de los fariseos y de los escribas, siete las leyes del hijo del hombre, tres las de los ángeles; y una la de Dios. Evangelio de los esenios

Jesús de Nazareth establece una relación matemática entre la Conciencia —que se mantiene en la unidad perfecta— y las leyes. A mayor Conciencia —cercanía con Dios— menos leyes; y viceversa. Jesús coincide con Hermes, ambos puntualizan siete leyes para este plano existencial. 52

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Ya se les dijo: “Honra a tu padre y a tu madre”. Pero yo les digo, Hijos del Hombre: Honren a su Madre Terrenal y guarden todas sus leyes, para que sean largos sus días en esta Tierra, y honren a su Padre Celestial para que sea suya en los cielos la vida eterna. Evangelio de los esenios

El Padre celestial es el Ser, la Madre Tierra está en la existencia. Las leyes (plural) operan para este mundo existencial; en el Padre —que es nuestro origen y destino— opera sólo una, que Jesús la llamó: Amor. Sigan primero sólo las leyes de su Madre Terrenal, de quien ya les he contado. Y cuando sus ángeles hayan lavado y renovado sus cuerpos y fortalecido sus ojos, serán capaces de soportar la Luz de nuestro Padre Celestial. Evangelio de los esenios

Con la comprensión y el seguimiento de las leyes naturales seremos dignos de la Luz del Padre. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Marcos 12: 30,31

Jesús nos habla de la ley única —que viene de la unidad del Padre— que abarca a todas, se trata del Amor absoluto, cuya naturaleza es abismalmente distinta a la del amor limitado que conocemos en este mundo. Ante el vacío del verdadero amor, los humanos necesitamos más leyes. 53

Ley universal

Si un hombre desea enseñar a los demás hombres, antes deberá obtener su saber de Dios y de la naturaleza; después, si los demás quieren, que se instruyan junto a él. El error se debe a que se quiere obtener la ciencia más allá del fundamento verdadero. Paracelso, Las Siete Apologías

El “saber de Dios” y de la naturaleza está en las leyes universales, que son el fundamento verdadero del Conocimiento, que está ajeno a la mente de cualquier individuo. Es necesario distinguir a los que actúan según la ley universal de los que actúan según la ley de los hombres. Unos sirven al amor y los otros al interés. Paracelso, Las Siete Apologías

Las leyes del hombre —incluidas las leyes morales— son simple imitación. Éstas fueron creadas para llenar el vacío que existe en la conciencia humana sobre las leyes universales. Los resultados de la ética y la moral han sido muy limitados y hacen evidente un sinnúmero de desviaciones; sólo sirven para que las cosas no se salgan de un límite preestablecido. Por lo contrario, los principios universales tienen su origen en el Ser, y gracias a su comprensión podemos hacernos libres. La naturaleza, en su primer plano, consiste en siete propiedades que se dividen hasta el infinito. Jacob Boehme, La Llave

Jacob Boheme —al igual que Jesús y Hermes— ratifica la existencia de siete principios, que a su vez generan otros.

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Ley universal

Queda claro que prefiramos las enseñanzas de la filosofía y que estimulemos a los espíritus más lúcidos y perspicaces a que estudien con exactitud la naturaleza, en lugar de tintar metales. Confessio Fraternitatis de la orden Rosacruz

La filosofía responde también a las mismas leyes naturales. En el mundo físico hacemos la distinción entre las leyes de la naturaleza y las de la moralidad. Cuando deseamos explicar los procesos naturales, no podemos hacer uso de ideas morales. Explicamos una planta ponzoñosa de acuerdo con las leyes naturales, pero no la condenamos moralmente por ser ponzoñosa. Cuanto más espiritual sean los mundos en que entramos, tanto más coinciden lo que pudiéramos llamar la ley natural y la ley moral. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

Tal como lo cita Paracelso, Rudolf Steiner también considera a las leyes morales como imitación para sustituir a las leyes universales; la naturaleza de ambas es distinta. Sin embargo, pueden coincidir cuando hay libertad de Conciencia. La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general, pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos. Albert Einstein

Aún con toda la profundidad científica contenida en las leyes universales, no necesitamos volvernos científicos para entenderlas. 55

Ley universal

La materia prima sensorial, la única fuente de nuestro conocimiento, puede llevarnos, por hábito, a la fe y a la esperanza, pero no al conocimiento, y todavía menos a la captación de las relaciones expresables en forma de leyes. Albert Einstein, Mis creencias

Los principios universales regulan el comportamiento de la materia, pero no son la materia. A través de nuestros sentidos sólo lograremos captar una parcialidad del operar de la ley.

7 Causa y efecto De todos los principios universales, la ley de causa y efecto es probablemente la más perceptible a nuestros sentidos y, por ende, más comprensible para la mente. La segunda ley de Newton, emitida para explicar un fenómeno físico, nos ofrece una clara descripción de su operar y nos permite observar cómo se manifiesta en todos los ámbitos de la vida —tal como sucede con todas las leyes de la física, que a su vez constituyen los principios universales—. Es relevante destacar que, varios milenios antes, Hermes Trismegisto ya la había suscrito —con un tinte muy universal, sin particularizar en la física— de manera magistral. Para los buscadores de la Verdad, es obligado hacer un alto en el estudio de esta ley, pues sólo se tendrá la posibilidad de encontrar la realidad pasando de lo externo a lo interno, de la periferia al centro, de los confines de la existencia a su correspondiente origen, en palabras más sencillas: “del efecto a la causa”. Desde el origen primigenio de todo, hasta nuestra circunstancia existencial, está tejida toda una cadena de eslabones duales de “causas-efectos” tan vasta que resultaría difícil imaginarla. Ante dicha cadena, y con una limitada conciencia sobre su entramado, los humanos estamos acostumbrados a actuar, de manera confun56

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dida, respondiendo instintivamente a los efectos más inmediatos como si fuesen profundas causas, y esto es precisamente lo que nos convierte en máquinas —muy sofisticadas, por cierto, pero finalmente máquinas—. Sobre el comportamiento “mecánico” del hombre se ha hablado mucho, pero sin ubicar a este fenómeno como su causa. Cuando nos detenemos a observar la inercia con que trabajamos, siempre en respuesta a los efectos más inmediatos, descubrimos que estamos perdidos, carentes de conciencia y, para salir de ese estado, la única posibilidad que se nos presenta es orientarnos hacia la gran causa de todas las causas —sin perder nunca de vista que nuestro Ser interior original posee la naturaleza del origen absoluto—. En otras palabras, la solución está en el reencuentro con nuestro átomo nous (que nos libera de las limitaciones), no importa que seamos científicos, poetas, místicos, obreros o empresarios; mientras no logremos el reencuentro con el Ser universal, seguiremos naciendo y muriendo —por tiempo indefinido— en calidad de máquinas. Hablar de “causa-efecto” es hablar de “acción-reacción”; y todo lo que conlleva nuestro proceder egocéntrico —más allá de las variadas cualidades morales que se le pudiesen asignar— es una cadena de reacciones inconscientes y mecánicas. No obstante, aunque parezca así de simple, puede llevarnos a una innumerable cantidad de conflictos. Lo más lamentable es que ignoramos cuán adictos somos a la reacción y, entre más reaccionarios somos, más nos enredamos con el mundo de las formas, con la existencia, lo que inevitablemente nos aleja del Ser. No reaccionar a la marejada de circunstancias que la vida nos presenta, es maravilloso; pero mucho más trascendente es evitar la reacción al ego de nuestros semejantes. No reaccionar a otros no es signo de debilidad, sino de fuerza; mejor aún, de Conciencia. En la medida que reaccionamos a los demás, únicamente sumamos enemigos; en el caso contrario, con la “no reacción” permitimos que la cordura fluya en todos. 57

Causa y efecto

Cuando descubrimos nuestra adicción a la “reacción”, se exhibe nuestra incapacidad para la “acción” —a mayor reacción, menor acción—. Esto demuestra nuestra limitadísima capacidad para actuar; porque en realidad prácticamente todo nos sucede. Hasta nuestros pensamientos son algo que nos acontece. En tanto que sigamos comportándonos como máquinas —o peor aún, que no caigamos en cuenta que así sucede—, este problema no se revertirá. Siempre que pretendamos realizar algo, descubriremos que en realidad nos sucedió, que somos movidos por la interminable cadena de “causas y efectos”, que nuestro margen de acción es ínfimo ante la enorme e inconsciente adicción a la reacción; porque “para hacer, primero hay que Ser”. Con este planteamiento se reitera lo ya enunciado, “el único camino legítimo es descubrir lo que no somos, para así reencontrarnos con lo que sí somos”: nuestro átomo chispa, nuestro Ser interior original. Otro aspecto destacable de esta ley universal es la forma tan precisa como equilibra todo: “lo que damos es lo mismo que recibimos”; pero ¿qué tanto podemos recibir si lo que damos es muy limitado? Pocas veces nos detenemos a pensar que mientras más consideramos a los demás, más nos considera la existencia misma. En paralelismo con lo anterior podemos establecer: Si ofrecemos poco, poco nos dará la vida; si generamos circunstancias agradables, el universo nos va a sonreír; si somos pesimistas, estaremos rodeados de desanimados. Agreguemos algo más: Si nos hacemos daño a nosotros mismos, haremos daño a los demás; si interiormente somos libres, siempre ofreceremos libertad a los que nos rodean. Esto nos hace conscientes sobre la responsabilidad que tenemos hacia nosotros; porque nada está aislado, todo repercute en todo; todo está relacionado con la gran causa, con la Unidad perfecta. 58

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Siempre habrá quienes reciban más de lo que dan y otros que ofrezcan más de lo que pretenden recibir, sin duda es preferible permanecer entre los segundos. Sin embargo, primero hay que distinguir lo que es realmente legítimo y sabio ofrecer: indiscutiblemente, lo que espontáneamente brota de nuestro Ser interior, como paz, amor, libertad, felicidad o confianza, entre muchas más. Recordemos que cualquier dádiva en el sentido externo, material, siempre será engañosa y superficial. Para cerrar esta presentación, observemos que en correspondencia con nuestra más cercana secuencia de “causas y efectos” siempre llevaremos a cuestas una predisposición —podría llamarse destino— que se materializará en formas diversas y, una de ellas (un factor muy perceptible) es la genética; que en muchos casos dignifica el futuro de las personas, pero en pocas ocasiones es ella la dignificada —por tanto trascendida— por una actuación consciente y libre. Es tiempo de profundizar más, con las citas de mayor trascendencia histórica extraídas de las fuentes filosóficas originales, sobre la ley de causa y efecto. Revisémoslas para generar así una visión universal. El universo entero y toda la naturaleza funcionan y mantienen la vida sólo mediante la combinación adecuada de acción y reacción. De otra forma, la creación se destruiría. Mahabharata

Entre los vedas, el Mahabharata presenta la ley de causa y efecto como un factor indispensable y fundamental de equilibrio. No veo a una sola criatura en el mundo que se mantenga viva sin dañar a otra. Ni los ascetas pueden mantenerse vivos sin matar a una criatura. Mahabharata

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Nadie escapa al proceder de la ley, todos jugamos tanto el papel de víctima como de victimario en múltiples e inevitables circunstancias. Toda causa tiene un efecto; todo efecto tiene una causa; todo sucede conforme a la ley; la suerte no es más que el nombre que recibe la ley no reconocida; hay varios planos de causalidad, pero nada escapa a la ley. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

La permanente confusión en la que estamos nos hace creer que la casualidad existe y la palabra “suerte” es asignada a un fenómeno inexistente. Todo obedece a una causa, es decir, todo es causal; independientemente de la limitada capacidad que tengamos para percibirlo. Quienes caen en la hilaridad de jugar o apostarle a la suerte —principalmente en los juegos de azar— se introducen en un estado más profundo de inconciencia y terminarán siempre por convertirse en víctimas de sus propios errores. No hagas a otros lo que no deseas que te hagan a ti. Confucio

Como percutidos en un muro, todos nuestros actos regresan nuevamente hacia nosotros. Las cosas del mundo y sus habitantes están sometidas al cambio, son producto de cosas que han existido anteriormente; todos los seres vivos son lo que les han hecho sus actos anteriores; porque la ley de causa y efecto es uniforme y sin excepciones. Evangelio del Buddha

Es indiscutible que nuestra actual circunstancia es una proyección de nuestros actos del pasado. 60

Causa y efecto

Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro. Platón

Como resultado de nuestros actos, obtenemos lo que otorgamos, aunque siempre es mejor hacer el bien sin esperar algo en retribución. A toda acción corresponde una reacción, de la misma naturaleza pero en sentido contrario. Isaac Newton

Newton destaca en su “segunda ley” algo adicional que no ha sido mencionado: “el efecto siempre será de la misma naturaleza de la causa”. ¿Será posible ayudar con dinero y recibir a cambio amor?, ¿cómo ayudar con beligerancia, esperando conseguir la paz? Y peor aún: ¿cómo pretender que el bien limitado de nuestros actos sea premiado con el bien absoluto de Dios? Sería tanto como querer engañarlo, intentando comprarle oro con “espejitos” en pago. Evidentemente las buenas obras “limitadas” que realicemos, siempre serán compensadas con algo limitadamente bueno, e invariablemente dentro de la misma naturaleza de este espacio existencial; de lo contrario se gestaría un desequilibrio radical. Al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Mateo 25: 29

Si lo analizamos textualmente nos veremos en la necesidad de buscar una justificación para encubrir una actitud despiadada de Dios, ¿cómo explicar una compensación tan injusta? La posibilidad 61

Causa y efecto

de comprenderlo se presentará si establecemos la debida distinción entre las dos naturalezas: se hace referencia al tesoro interior, tanto para el que tiene como para el que no posee, y la compensación se manifiesta en el plano original, cuya naturaleza se manifiesta en los polos absolutos y rebasa nuestra comprensión mental. Es evidente que en la naturaleza física, el comportamiento de la ley es otro. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto.

Apocalipsis 13: 10

Se aplica una compensación estrictamente acorde con la naturaleza misma de la causa, tal y como se establece en la incomprendida ley del talión: “ojo por ojo, diente por diente”, que desde su esencia no pretende invitar a la venganza, sino a describir el comportamiento de la naturaleza física. Los que tan sólo buscan su propio beneficio, son cubiertos por una legión de miserias y lamentaciones. Paracelso, Las Siete Apologías

Ante cualquier acto egocéntrico —como el provecho personal—, siempre habrá una compensación en la misma naturaleza, pero en sentido contrario. Mientras la acción esté basada en ideas, entonces la acción es simplemente una reacción; por lo tanto, las ideas se vuelven mucho más importantes que la acción, y eso es precisamente lo que ocurre en el mundo. Sólo cuando la mente está libre de ideas y creencias puede actuar correctamente. Como la mente no es libre, no es capaz de actuar; sólo puede reaccionar; y así la reacción es la base de nuestra acción. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual)

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Causa y efecto

Krishnamurti ratifica que somos incapaces de actuar ante el comportamiento reaccionario de nuestros pensamientos, esto sólo lo puede revertir una mente libre de condicionamientos.

Debemos ser conscientes de este condicionamiento causaefecto; no es algo estático pero la mente sí lo es cuando se aferra a una causa-efecto que ya ha pasado. Esta esclavitud de la causa-efecto es el karma. Como el propio pensamiento es el resultado de muchas causas-efectos, debe liberarse a sí mismo de su propio cautiverio. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Como consecuencia de nuestras confusiones, la ley de causa y efecto se convierte en una interminable cadena de condicionamientos. Y es precisamente debido a nuestra adicción a la reacción que la ley se convierte en Karma; a esto se agrega la creencia de que la existencia y nuestra mente son nuestra realidad. Nunca creeré que Dios juega a los dados con el mundo. Albert Einstein

¿Quién será capaz de juzgar que a Dios le divierta el jugueteo con la existencia, puesta a la deriva por el azar? La más sutil gota de rocío, que toca el pétalo de una rosa, repercute hasta la más lejana estrella. Albert Einstein

Nos llenamos de luz con tan sólo comprender que en el universo no existe punto aislado alguno, estamos inmersos en una interconexión absoluta. 63

Dualidad

8 Dualidad En todos los ámbitos de la vida, los humanos nos hemos conducido partiendo de la capacidad cognoscitiva que nuestra mente nos ofrece; a su vez, la mente se mantiene en plena dependencia de su única fuente de información: los sentidos, que son los que le permiten percibir los fenómenos de la existencia. Asimismo, la mente nunca ha dudado sobre la veracidad de la información que registra por medio de los sentidos, y en correspondencia, nosotros hemos brindado confianza plena a lo que la mente determina. En este pequeño círculo de confianza la duda difícilmente aparece y la principal causa está en el desconocimiento de los principios universales. La ley de dualidad nos motivará para plantearnos algunos cuestionamientos y nos colocará en nuevos ángulos de percepción de la vida; esto abrirá algunas dudas sobre lo que antes considerábamos como verdad plena. Con una percepción inmediata —que pudiéramos catalogar de superficial— resulta evidente que todo se mueve en el ámbito de la dualidad: bien y mal, verdadero y falso, bello y feo, luz y oscuridad, conocedor y conocido, amor y odio, sujeto y objeto... esta aparente duplicidad nos permite descubrir que en la existencia no todo es nacer, crecer, triunfar o gozar; sino también fracasar, sufrir, perder, envejecer y morir. Si observamos lo que nos sucede y lo vinculamos con la ley de causa y efecto terminaremos descubriéndonos enredados en la existencia, inmersos en un mar de dualidades. Este planteamiento no pretende mostrar una cara negativa, sino reconocer la propia naturaleza de las cosas, para evitar que nos mantengamos en el estado ilusorio que nos es común. La mente, acorde con su propia naturaleza, siempre percibe las cosas en comparación con su opuesto, le es imprescindible el 64

Dualidad

contraste; de lo contrario se enfrentaría ante un inesperado vacío, le resultaría imposible comprender algo sin su opuesto: ¿cómo entender la luz sin la experiencia de la oscuridad?, ¿acaso comprender la vida sin la muerte? Si todo lo existente estuviera pintado con un solo tono de verde, ¿cómo podríamos decir que las hojas de los árboles son verdes? Otro aspecto que se debe precisar sobre la dualidad es que los opuestos siempre van de la mano, nunca se muestra uno sin la compañía del otro. Como referente, observemos que permanentemente estará el mal detrás del bien y el bien detrás del mal —aunque la mente sólo logre mirar a uno—. El siguiente planteamiento puede servirnos de base para establecer los paralelismos que permitan la comprensión de las otras dualidades: Podemos sentir que la cualidad cambiante de la naturaleza es un mal, dado que ninguno de nuestros logros permanecerá; sin embargo, también podemos apreciarla como un bien, ya que por muy grande que sea la cristalización de un error cometido siempre terminará por disolverse. La sorpresa más grande que nos ofrece la dualidad es que los opuestos “no son opuestos”. La gran dualidad primigenia: “Ser y no ser” está vinculada con todos los pares de opuestos, así discernimos que en todos los casos un componente dual pertenece al Ser y el otro al no ser, uno es verdadero y el otro falso, uno existe y el otro no; esto sucede con todas las dualidades. Es conveniente iniciar la revisión de este punto a partir de los ejemplos de “pares duales” más estudiados en la física, ya que son los más perceptibles, y por ende, los más entendibles: *El calor existe, el frío no. Se establecen unidades de medición para el calor —calorías—, no para el frío; llamamos frío a una baja concentración de calorías, pero sólo habrá presencia de calor; no se registra lugar alguno en el universo con ausencia absoluta de calor. Mientras haya átomos en movimiento siempre habrá calor 65

Dualidad

en algún grado y el frío nunca existirá, a pesar de que nuestra piel no perciba los bajos niveles de calor y, en consecuencia, la mente rechace esta idea. *La luz existe, la oscuridad no. Conocemos unidades de medición para la luz —lumen, lux, candela—, para la oscuridad no; llamamos oscuridad a una baja concentración de fotones, pero únicamente habrá una escasa presencia de luz; no existe punto alguno en el universo con ausencia absoluta de luz. En tanto que haya átomos en movimiento siempre habrá luz en algún grado y la oscuridad nunca existirá, aunque nuestros ojos no distingan los bajos niveles de luz y, como resultado, a nuestra mente le resulte difícil apreciarlo con objetividad. *El sonido existe, el silencio no. Existen unidades de medición para el sonido —decibeles—, para el silencio no; llamamos silencio a una baja concentración de vibraciones sonoras, pero sólo habrá presencia de sonido; no hay punto en el universo con ausencia absoluta de sonido. Mientras haya átomos en movimiento siempre habrá sonido en algún grado y el silencio nunca existirá, aunque nuestros oídos no logren escuchar las endebles vibraciones sonoras; en consecuencia, a nuestra mente dicho fenómeno le resulta incomprensible. Tal como sucede con el calor, la luz y el sonido, para todas las dualidades una parte existe, su opuesto no; una es real, su opuesto es ilusorio; siempre estará presente un cierto grado de la cualidad real y el opuesto, que es ilusorio, será un simple referente. Al establecer el paralelismo correspondiente, lo que vemos como mal es en realidad una presencia limitada del bien absoluto; lo que percibimos como muerte es una manifestación parcial de la vida; lo que observamos como distracción es realmente un escaso grado de atención; y así sucesivamente con todas las dualidades, sin excepción alguna, a razón de que la verdad resulte paradójica a la mente. 66

Dualidad

La realidad es que aún comprendiendo que los opuestos “no son opuestos” requerimos utilizar —en el lenguaje— los vocablos asignados a elementos duales ilusorios como: frío, oscuridad, mal, por citar algunos ejemplos; porque de lo contrario estaremos desarticulados del sistema comunicativo que emplea la humanidad; sin embargo, en la medida que seamos conscientes del único elemento dual verdadero —vinculado con el Ser—, trascenderemos espontáneamente la dualidad, para que así podamos ver todo en Unidad perfecta, cualidad fundamental del Ser interior original y del Origen mismo de todas las cosas, de Dios. Cuando se alcanza una conciencia sobre la Unidad del Ser descubrimos que la atracción entre hombre y mujer tiene su raíz en un impulso espiritual, en añoranza del fin de la dualidad; y la unión sexual, la vivencia más profundamente satisfactoria que puede ofrecernos el plano físico (más allá de cualquier limitación impuesta por la moral que histórica y culturalmente ha creado la mente), es la máxima aproximación a la Unidad del Ser que puede experimentarse. Aunque, claro está, no es más que una pincelada de la plenitud del verdadero Amor que está presente en la Unidad absoluta. Si atendemos la dualidad —con un poco de sabiduría— quedará claro que no es posible combatir la oscuridad, pero sí acercarnos a la luz; que antes de emprender una batalla contra el mal, procedamos primero con el bien; que resultaría irónico atacar el silencio cuando una sencilla y bella melodía lo llena; que antes de luchar contra el odio, primero hay que identificar cualquier vacío para permitir que sea llenado de Amor. Descubramos que esta sensibilidad espiritual se engrandece con las citas más exquisitas y de mayor trascendencia histórica extraídas de las fuentes filosóficas originales, y con ellas se genera una visión universal sobre la dualidad. 67

Dualidad

Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su pareja de opuestos. Los semejantes y los distintos son lo mismo; los opuestos son de idéntica naturaleza pero diferente grado. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

En unas cuantas líneas, Hermes, puntualiza los aspectos básicos que definen el comportamiento de la dualidad, los mismos que se exponen en la presentación de este tema. Un sabio no siente lástima por los que viven, ni tampoco por los que mueren. La vida y la muerte no son diferentes. Bhagavad Gita, II- 11

¿Qué necesidad tenemos de desgastarnos con nuestras emociones en la percepción de la división dual? Si finalmente queda la certeza de que ¡no hay opuestos! Todos los seres nacen ya en la ilusión, engañados por la división dual que produce el sentimiento de deseo y repulsa frente a las cosas de este mundo. Bhagavad Gita, VII- 27

Desde nuestro arribo a la existencia, ya estamos inmersos en la ilusión de percibir la vida dividida. El deseo y el rechazo constituyen una de las dualidades de mayor arraigo; cada vez que rechacemos algo, tengamos presente que en realidad lo estamos deseando; pues la naturaleza de ambos es la misma. Cuando los hombres comprenden que la bondad es buena, entonces saben que la maldad existe. Cuando los hombres comprenden que la belleza es bella, entonces saben que la fealdad existe. El ser y el no ser se engendran mutuamente. Lo fácil y lo difícil se hacen mutuamente. Lo largo y lo cor68

Dualidad

to se perfilan mutuamente. Lo alto y lo bajo se desnivelan mutuamente. Lao tse, Tao Te King

Lao tse corrobora que nuestra mente sólo puede percibir las cosas a través del contraste. Pocos pueden ver lo malo en las personas que le agradan y lo bueno en quienes le disgustan. Confucio

Siempre que permitamos que los intereses egocéntricos nos envuelvan, perderemos la posibilidad de visualizar ambos lados de la dualidad, y la percepción de lo dual es la capacidad más elemental que debemos poseer. La vida y la muerte son la misma historia, lo aceptable y lo inaceptable están en la misma cuerda. Chuang-Tzu

Chuang-Tzu, tal como lo cita Krishna, habla sobre la naturaleza común entre la vida y la muerte, fenómeno presente en todas las dualidades. Mientras estés en un lado o en el otro, nunca conocerás la Unidad. Aquellos que no viven en el Camino único fracasan en ambas: actividad y pasividad, afirmación y negación.

Sosán, Hsin Hsin Ming

Sosán, en sintonía con Krishna, dice que la percepción dual de las cosas nos aleja de la apreciación de la Unidad, cualidad fun69

Dualidad

damental del Ser. Agrega que si fracasas en la búsqueda del Ser, llevas implícito un fracaso también en la existencia. Actividad y descanso derivan de la ilusión; en la iluminación no hay agrado ni desagrado. Todas las dualidades proceden de ignorantes deducciones. Son como sueños o flores en el aire: es estúpido intentar atraparlas. Sosán, Hsin Hsin Ming

En la iluminación, la dualidad carece de sentido, sólo existe la conciencia de la Unidad. La sensación dual procede de la ignorancia. Lo máximo que tiene el hombre es el alma, que lo induce al bien o al mal. Pitágoras

Establezcamos la diferencia entre Espíritu y alma: el Espíritu es el Ser original y el alma es nuestro cuerpo más sutil y elevado, pero procedente de la materia —al igual que nuestros cuerpos existenciales de la personalidad—. Así el alma tiene dos posibilidades: identificarse con la personalidad o con el Espíritu. Mi consejo es que te cases: si encuentras una buena esposa serás feliz, si no, te harás filósofo. Sócrates

En cualquier decisión que tomemos en la vida siempre se nos presentarán dos lados; lo más sabio es no establecer distinción alguna entre ellos.

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Dualidad

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Lucas 9: 23

La cruz no representa el sufrimiento que muchas religiones nos han hecho creer; simboliza la dualidad, que se pierde en la intersección de los dos maderos; es una invitación a hacer de dos: Uno. No pueden beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. Corintios I 10: 21

Las dos naturalezas, que ya quedaron detalladas a lo largo del tema cinco, tienen relación directa con la dualidad primigenia: Ser y no ser; no pueden mezclarse. Estamos en una o estamos en otra. No existe ningún veneno que no pueda transformarse en un bien para el hombre. Paracelso, Las Siete Apologías

La dualidad no es estática, es nuestro estado psicológico quien determinará la cara que nos puedan brindar los fenómenos duales. No hay nada más peligroso para la mente que hallarse en la duplicidad, y no tratar de llegar a la Unidad. Hay en ti dos voluntades, una contra la otra. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

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Dualidad

Krishna y Sosán coinciden con Jacob Boheme, quien además considera como lamentable que no nos ocupemos en dejar la dualidad ilusoria para regresar a la Unidad de la Conciencia.

Dentro del patrón de dualidad no hay respuesta duradera. Cada opuesto tiene un elemento de su propio opuesto, por eso no puede haber nunca una respuesta permanente dentro del conflicto de los opuestos. Solamente fuera del patrón existe una respuesta única, permanente. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Si nuestra intención es encontrarnos con la Verdad, primero hay que salir de las limitaciones y condicionamientos de la dualidad.

Firmé una carta dirigida al presidente Roosevelt en la que pedía que se realizaran experimentos en gran escala para explorar las posibilidades de producir una bomba atómica. He sido siempre consciente del peligro tremendo que representaba para la humanidad un éxito en ese campo. Sin embargo, la posibilidad de que los alemanes estuvieran trabajando en el mismo problema, con fuertes perspectivas de resolverlo, me forzó a dar ese paso. No tenía otra alternativa, a pesar de que he sido siempre un pacifista convencido. Según mi criterio, matar en guerra equivale a cometer un asesinato común. Albert Einstein, Mis creencias

Ante cualquier disyuntiva, siempre se nos presentará la dualidad con todos los escenarios determinados por su comportamiento; cualquier decisión que tomemos, invariablemente tendrá repercusiones en ambos sentidos.

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Relatividad

9 Relatividad Si queremos comprender debidamente el principio de relatividad, partamos de una premisa básica: “nada es en sí mismo” —nada en la existencia posee cualidad alguna que pueda ser identificada o valorada en sí misma—. Como se expuso en el tema anterior, la mente, para entender el plano físico, requiere categorizar y comparar, no puede apreciar cuerpo alguno si no establece una relación con otro objeto; de esta manera se comporta la existencia en todos los ámbitos y en todos los sentidos. Para comprender este principio universal, observemos la relatividad con ejemplos básicos de la naturaleza física, el aspecto “dimensional”: * El punto, geométricamente, es la intersección de dos líneas; matemáticamente, es un círculo de diámetro cero —si fuera mayor de cero dejaría de ser punto y se ratificaría como un círculo—. Se manifiesta en la “dimensión cero” y por esta razón, en términos estrictos, resulta imperceptible a nuestra visión. Ante esta limitación, para que nuestros ojos y nuestra mente puedan concebirlo y manejarlo, se considera como punto a una figura de tamaño “relativamente” pequeño con relación a los objetos que lo rodean, por ejemplo: para el universo, una galaxia es un punto; para la galaxia, un sol también lo es. Para el sistema solar, nuestro planeta es un punto; para el planeta, una ciudad también lo es. Para una ciudad, un parque es un punto; para un parque, un árbol también lo es. Para un árbol, sus frutos son puntos; para un fruto, sus semillas también lo son. Para una semilla, una célula es un punto; para una célula, un átomo también lo es. Y así sucesivamente. Si partimos de esa base: en términos absolutos, nada de lo que percibimos es un punto; en términos relativos, todo puede ser o no ser. * La línea, geométricamente, es la proyección que surge del desplazamiento de un punto; matemáticamente, resulta de multiplicar un punto por un infinito —por la presencia de un infini73

Relatividad

to, se manifiesta en la “primera dimensión”—. Su grosor real, tal como sucede con el punto, es de “cero” —si fuera mayor de cero dejaría de ser línea y se confirmaría como un rectángulo— y por esta razón, en términos estrictos, resulta también imperceptible a nuestra visión. Ante estas condiciones, para que nuestros ojos y nuestra mente puedan concebirla y manejarla, se considera como línea cuando su espesor es relativamente delgado con respecto a los objetos que la rodean. Partiendo de esa base: en términos absolutos, nada de lo que percibimos es una línea; en términos relativos, todo puede ser o no ser. * El plano, geométricamente, es la proyección que surge del desplazamiento perpendicular de una línea; matemáticamente, resulta de multiplicar la línea por un infinito —se genera en base a la interposición de dos infinitos (largo y ancho) y es por eso que se manifiesta en la “segunda dimensión”—. Su espesor real, tal como sucede con el punto y la línea, es de “cero” —si fuera mayor de cero, dejaría de ser plano y se transformaría en un cuerpo voluminoso, un cubo— y por este motivo, en términos estrictos, resulta también imperceptible a nuestra visión. Considerando estas limitaciones, para que nuestros ojos y nuestra mente puedan concebirlo y manejarlo, se considera como plano cuando su espesor es relativamente delgado con respecto a los objetos que lo rodean. Por ejemplo: nuestra mente no dudaría en ver el cristal de una ventana como plano, pero su grosor —que puede ser de tres o cuatro milímetros— hace evidente que se trata de un cubo, por muy delgado o estirado que se presente; lo mismo sucede con una lámina de aluminio, una hoja de papel, etc., todo tiene un espesor. Partiendo de esa base: en términos absolutos, nada de lo que percibimos es un plano; en términos relativos, todo puede ser o no ser. * El espacio, geométricamente, es la proyección que se genera con el desplazamiento perpendicular de un plano; matemáticamente, resulta de multiplicar el plano por un infinito —se genera en base a la interposición de tres infinitos (largo, ancho y grueso) 74

Relatividad

y es por eso que se manifiesta en la “tercera dimensión”—. Los cuerpos voluminosos que están manifiestos en el espacio sí son perceptibles a nuestra vista —caso contrario al punto, la línea y el plano, que se manifiestan en dimensiones inferiores—. Pero, si consideramos lo que nos dice el principio de mentalismo: que el universo material es simple proyección, sólo una sensación; y lo que la ciencia ya comprobó: que la materia no ocupa un lugar en el espacio, nos quedará claro que el mundo material, físico, es sólo una manifestación o proyección relativa de su origen y, por ende, sólo puede ser percibido y manejado por nuestra mente en términos relativos, tal como sucede con las dimensiones inferiores. Así también, inevitablemente debemos comprender que: en términos absolutos, nada de lo que percibimos es corpóreo; en términos relativos, todo puede ser o no ser. El gran problema del hombre, que lo mantiene en estado de ilusión, es que percibe con sus sentidos al mundo material relativo y lo entiende como si fuera absoluto, verdadero. Y que no nos sorprenda: la cuarta dimensión, el hiperespacio, que se genera con un infinito adicional —y no ha dejado de ser estudiada por la ciencia moderna— sigue siendo una manifestación dimensional en la que opera plenamente esta ley. El principio de relatividad sólo deja de operar en la verdadera naturaleza del Ser —la Verdad absoluta, Dios— que es “adimensional”. Como ya se mencionó, la relatividad está presente en todo y no es de sorprender que opere también en la energía. En el universo nada existe que tenga fuerza en sí mismo, y desde hace mucho tiempo se ha hablado sobre la relación de fuerzas que mantiene todo el equilibrio, pero fue hasta el siglo XX cuando el gran físico Albert Einstein se dio a la tarea de realizar los estudios necesarios para calcular las fuerzas relativas entre los cuerpos suspendidos en el espacio. Los resultados de este trabajo han sido un parteaguas para la física contemporánea. 75

Relatividad

Una vez que se revisó la forma en que opera la ley en el campo de la física, establezcamos los paralelismos necesarios y comprendamos su comportamiento en otros contextos, algunos menos tangibles; de esta manera vemos que aquello que es grade para unos, para otros es pequeño; lo bello para unos, es feo para otros; lo bueno para algunos, es malo para otros; la verdad para unos, es mentira para otros; todo depende del marco referencial que se utilice, siempre habrá un punto de vista relativista que ofrezca una “cierta definición” dentro de todas las dualidades. Pero no perdamos de vista que una verdad a medias es más peligrosa que una mentira —todas la sectas se basan en semiverdades, por eso son peligrosas—. Si nos detenemos a observar la indefinición que caracteriza a todas las verdades relativas —con las que siempre opera la mente—, comprenderemos que la afirmación “esto es así”, repercute en la creación de dogmas y creencias, motor de todas las diferencias entre las religiones, con sus naturales consecuencias de confrontación y guerra. Un verdadero sabio sólo se limitará a decir: “esto es posible”. La relatividad conduce a la comparación; la comparación, a la competencia y la competencia, al miedo. En nuestra existencia siempre está presente la lucha comparativa —que implica toda una cadena de prejuicios— y es profundamente ilusorio creer que la comparación otorga comprensión; todo lo contrario, el ego vive de la comparación y hasta nos hace creer que somos de la manera en que nos miran los demás. Nos juzgamos de forma comparativa, en relación con una sociedad que es a su vez comparativa; así todos podríamos considerarnos relativamente malos, locos, torpes, pecaminosos, y un sinfín de apelativos; tristemente ésta es la base de nuestra estructura ética y moral. Pero ¡qué denso!, nuestra personalidad es sólo una verdad relativa y nuestro Ser interior va más allá de todo esto. Con esta relatividad sobre nuestra existencia revisemos las citas de mayor trascendencia histórica acerca de este tema, acerqué76

Relatividad

monos a las fuentes originales y dilucidemos con ellas sobre este maravilloso punto. Lo que es bueno en este mundo es aquello que participa menos del mal; pues en este mundo el bien deviene mal. El bien, pues, se halla sólo en Dios. En el hombre, aquello que se llama bien lo es por comparación al mal; pues aquello que no es malo, más allá de cierta medida, es llamado bien. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

En nuestra existencia, el bien y el mal son relativos. ¿Quién posee el “parámetro” para definir cuándo aparece, y en qué grado, uno u otro? Aquellos que se han jactado de poseerlo son quienes han provocado las más grandes guerras, han engañado a sus pueblos exponiendo su supuesta “verdad”. El bien absoluto está más allá de esta naturaleza relativa. El sabio a medias, al reconocer la irrealidad relativa del universo, imagina que puede desafiar las leyes, pero no es sino un tonto vano y presuntuoso. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

A medias nada existe, mucho menos la sabiduría, quien pretende colocarse por encima de la ley universal queda muy lejos de comprenderla; aunque la naturaleza sea relativa, es el origen de nuestra personalidad y lo menos que podemos hacer es respetarla. Cuando es noche para los demás seres, el hombre disciplinado despierta a la Luz. Y lo que es día para los demás seres, para el sabio que puede ver, es noche. Bhagavad Gita, II- 69

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Relatividad

El sabio siempre irá en sentido contrario del humano que se mantiene identificado con la ilusión de la existencia. Si las cosas se miran desde el punto de vista del Tao, en las mismas cosas no existe diferencia entre lo precioso y lo vil; si se las mira desde el punto de vista de las mismas cosas, cada cosa se tiene por preciosa a sí misma y por viles a las demás cosas. Lao tse, Tao Te King

Para el Tao, todo está conectado con la Unidad perfecta; para cualquier entidad humana dividida no sólo aparece la separación, sino también la distinción, con la que siempre pretende colocarse por encima de todo. Midiendo al hombre de acuerdo a la rectitud absoluta, es imposible encontrar un verdadero hombre. Midiendo al hombre con dimensión del hombre, es darle a los seres un ejemplo para seguir. Confucio

Si nos comparamos con el absoluto, somos nada; con la relatividad únicamente nos adentramos en la ilusión de creer que somos algo, sin importar si se mezclan cualidades buenas y malas. Es por eso que la ética y la moral —que son relativas— se mantienen como principios rectores de la humanidad, por encima de la Conciencia. Pocos pueden ver lo malo en las personas que le agradan y lo bueno en quienes le disgustan.

Confucio

Nuestra mente, además de mirar todo a través del cristal de la relatividad, es siempre tendenciosa. En todos los casos apreciará 78

Relatividad

como más le conviene, esto es un mecanismo de defensa natural que le permite creer que es verdadera. Los hombres aseguran que Mao-ch’iang y la Dama Li eran bellas, pero si los peces las vieran se sumergirían hasta el fondo de la corriente; si los pájaros las vieran, se irían volando; y si los ciervos las vieran, saldrían corriendo despavoridos. De estos cuatro, ¿cuál sabe cómo fijar las pautas de la belleza en el mundo? Chuang-Tzu

La belleza, como todo lo existente, no escapa al operar de la relatividad. Chuang Chou soñó que era una mariposa, una mariposa volando y revoloteando por doquier, contenta consigo misma, haciendo lo que le gustaba. No sabía que era Chuang Chou. De pronto se despertó y allí estaba: el sólido e inconfundible Chuang Chou. Pero ya no sabía si era Chuang Chou que había soñado ser una mariposa, o una mariposa soñando ser Chuang Chou. Chuang-Tzu

Maravilloso planteamiento que describe el comportamiento de la relatividad, llevándonos del plano físico al astral, es decir, la cuarta dimensión, donde también opera. Cuando los objetos del pensamiento se desvanecen, el sujeto pensante se desvanece; y cuando la mente se desvanece, los objetos se desvanecen. Las cosas son objetos debido al sujeto, y la mente es tal debido a las cosas. Entiende la relatividad de ambos, así como la realidad básica: la unidad del vacío. Sosán, Hsin Hsin Ming

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Relatividad

Resulta impresionante descubrir la relación de dependencia y el vínculo relativo entre el objeto material y la mente; cada uno de ellos “es” en relación con el otro, pero ninguno de ellos “es en sí mismo”. Cuando todas las cosas se ven por igual, se alcanza la esencia intemporal del Ser. Ninguna comparación o analogía es posible en este estado sin causas ni relaciones.

Sosán, Hsin Hsin Ming

Toda comparación nos introduce en la ilusión de la relatividad; para salir de ella, el mejor ejercicio consiste en evitar las distinciones. Los que se imaginan encontrar la verdad en el error, y ver el error en la verdad, jamás alcanzarán la verdad, pues persiguen vanos deseos. Y los que reconocen la verdad en la verdad, y el error en el error, llegarán a la verdad. Evangelio del Buddha

En la existencia ilusoria siempre van mezclados la verdad y el error, pretender separarlos es vana sabiduría; el verdadero sabio siempre mira en base al discernimiento de las dos naturalezas: la Verdad en el Ser y el error en el no ser de la existencia. Sobre todas las cosas pueden hacerse dos afirmaciones totalmente contrarias.

Pitágoras

De la ignorancia emana cualquier afirmación, y del apego y el sostenimiento de la afirmación brota la inconciencia. Si comprendemos esto, espontáneamente nos retiraremos de cualquier discusión; a pesar de que a nuestra mente le fascine el debate. 80

Relatividad

Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella. Aristóteles

Si comprendemos el carácter relativo de la verdad, ¿qué necesidad hay de apegase a ella? Resultaría torpe pretender hacerlo. Tanto en el mundo invisible como en el visible no hay nada salvo Allah, en ninguno de los dos mundos hay una sola partícula de existencia propia. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

Lo verdadero sólo está en el Ser absoluto y en él no opera la relatividad, ésta es sólo una cualidad de la existencia ilusoria. Cuando ha alcanzado la comprensión clara de todo y ha pasado de lo relativo a lo absoluto, puede tomar la Verdad como creencia y adorarla a Ella y, entonces, volver otra vez a lo relativo. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Ante una insipiente percepción del Ser absoluto, cualquier apego —provocado por el miedo de soltar lo que de momento se alcanzó— producirá un dogma. De esta manera resultará fácil regresar a la ilusión. La gente que adora una existencia relativa, adora sólo a un ídolo que ha creado en su imaginación. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Todo objeto tangible es relativo, ilusorio; su aparente realidad está en relación con la imaginación de la mente. Creer que es ver81

Relatividad

dadero es tanto como otorgarle una cualidad de Dios, lo adoremos o no. Se puede hacer el mal a partir del bien y el bien a partir del mal. Nadie puede acusar una cosa sin conocer la transmutación. Lo que es veneno puede ser transformado en noveneno. Paracelso, Las Siete Apologías

Las cualidades relativas pueden ser manipuladas, transformadas, pero qué difícil hacerlo sin que se involucre el ego. Es mejor aceptar lo que la naturaleza nos ofrece y sin perder jamás de vista su carácter relativo. La libertad no admite compromisos. La libertad parcial del individuo no es libertad en absoluto. Krishnamurti, Educación y la importancia de vida

Sin importar en qué sociedad nos coloque la existencia, el estado de libertad que gocemos siempre será relativo, parcial, ilusorio. La única libertad con amplitud absoluta la llevamos adentro, en la naturaleza de nuestro Ser original; así que debemos redescubrirla. Cuando las leyes de las matemáticas se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad. Albert Einstein

Las matemáticas son el mejor recurso con el que se cuantifican los fenómenos de la existencia, la naturaleza dividida; para la naturaleza absoluta del Ser, la unidad perfecta, sólo servirían de adorno. 82

Relatividad

Existen muchas cuestiones que carecen de respuesta posible. Sin embargo, no creo que sea correcto el llamado punto de vista “relativista”, ni siquiera en el caso de las decisiones morales más sutiles. Albert Einstein, Mis creencias

La visión relativista, aún en los casos más justificables, únicamente nos ofrece cierta comodidad dentro la división; nunca nos acercará a la Unidad. La relatividad es como acercar la mano a una estufa durante diez minutos y sentir que fueron dos horas; o charlar con una bella dama durante dos horas y sentir que pasaron sólo diez minutos. Albert Einstein

Sencilla y graciosa forma de describir la relatividad, sin necesidad de profundizar en las complejidades matemáticas. Dios es simple. Todo lo demás es complejo. No busques valores absolutos en el mundo relativo de la naturaleza. Albert Einstein

La inmensidad absoluta de Dios converge con la máxima simplicidad, sin pasar jamás por la relatividad. Esta reflexión da pie a la introducción del siguiente tema.

10 Polaridad Una vez que contamos con cierta claridad sobre lo que representa la dualidad, nos damos cuenta que la relatividad abarca todos 83

Polaridad

los puntos intermedios entre los elementos duales; pero con este vasto abanico de puntos nada podemos hacer, son infinitos pero… todos ilusorios. La única realidad está en ambos extremos, que al poseer la naturaleza absoluta se funden en una Verdad única. Podemos comprender que la Verdad absoluta está en los polos y, a pesar de ello, nuestra mente nunca tendrá posibilidades de percibirla; porque sólo sabe moverse dentro del inmenso valle de la relatividad. De allí que podamos catalogar de falsa a nuestra mente y, sin embargo, ella nunca renunciará al deseo de convertirse en una parte de la realidad. Algo que es fundamental y que no debemos perder de vista es que los humanos vivimos en la polaridad: en relación con nuestra personalidad (comandada por la mente) somos nada, pero en la naturaleza de nuestro Ser interior original, somos más que un universo. Cuando alguien vivencia un chispazo de la realidad del Ser, inevitablemente llega a la conclusión de que ninguna de las múltiples cualidades de su personalidad son verdaderas. Así, con la madurez otorgada por esa experiencia ya nada teme perder; alcanza la conciencia de que en realidad nada posee y de esta manera adquiere todo. Logramos vislumbrar un destello sobre la polaridad cuando nos pasamos todo el día en un estado activo, la propia intensidad de las labores nos permiten experimentar el momento en que la tranquilidad ocurre, y cuando desciende el Sol sobre el horizonte se presenta una pasividad que es mucho más hermosa que la actividad. Lo mismo ocurre con la mente: cuando el pensamiento toca el extremo de la objetividad y la claridad sobre la naturaleza de las cosas, surge espontáneamente el “no pensar”. Es momento de que profundicemos sobre este principio de polaridad, así que vayamos a la revisión de algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, aquellas de mayor trascendencia histórica y, con ellas generemos una visión universal. 84

Polaridad

Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su pareja de opuestos. Los semejantes y los distintos son lo mismo; los opuestos son de idéntica naturaleza pero diferente grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden conciliarse. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Aunque los dos elementos de la dualidad sean de la misma naturaleza, solamente en los polos desaparece la relatividad y se presenta la Unidad perfecta. El sabio, posponiéndose se antepone. Descuidándose, se conserva.

Lao tse, Tao Te King

La obsesión por conseguir algo, movilizados por el deseo, tarde o temprano nos lleva al lado opuesto. Y en ausencia del deseo, todo se concreta. Nada hay más blando que el agua, pero nada supera al agua en vencer lo duro.

Lao tse, Tao Te King

El extremo de la blandura del agua le ofrece la cualidad cortante. Hoy en día existen equipos cortadores de acero a partir de un chorro de agua impulsado a una presión extrema. Lo mismo sucede con la erosión en las duras rocas producida por las olas del mar. Pero no nos quedemos con el ejemplo físico del comportamiento del agua, trasladémoslo a nuestros contextos. La virtud superior no ejerce su virtud; luego tiene virtud. La virtud inferior no cesa de ejercer su virtud; luego no la posee. Lao tse, Tao Te King

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Polaridad

En el nivel del Ser, por la “no acción”, todo se realiza. Sólo el carácter más alto y el más bajo no cambian. Confucio

En la cualidad dinámica de la relatividad, todo cambia constantemente; en la cualidad estática del Ser, en los polos, todo se mantiene. Entiende la relatividad de los opuestos, así como la realidad básica: la Unidad del Vacío. En este Vacío ambos son indistinguibles y cada uno contiene en sí mismo el mundo entero. Sosán, Hsin Hsin Ming

La Unidad del Vacío sólo se presenta en los polos, donde todo lo verdadero se funde en comunión plena. Jesús dijo: Desde Adán hasta Juan el bautista no hay, entre los nacidos de mujer, nadie que esté más alto que Juan el bautista, de manera que sus ojos no se quiebren. Pero yo he dicho: Cualquiera de entre ustedes que se haga pequeño, vendrá en conocimiento del reino y llegará a ser encumbrado por encima de Juan. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

Jesús nos muestra que la máxima pequeñez en la existencia toca la majestuosidad del Ser, donde no existen distinciones ni grados. Por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Corintios II 12: 10

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Polaridad

Sobre la humilde debilidad en la existencia reposa la fortaleza del Ser. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apocalipsis 1: 8

El alfa y la omega son la primera y última letra del alfabeto griego, esto las convierte en un símbolo universal de la polaridad; el Apocalipsis dice que es allí donde reside la naturaleza de Dios. Allah está en el Principio y en el Fin, Él es el Exterior y el Interior y Él lo sabe todo de su propio Ser. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

En el Islam aparece la misma referencia sobre la naturaleza de Dios, que la ubica en los polos. La virtud del Amor es NADA y es TODO, esa nada invisible de la que provienen todas las cosas; su poder se extiende a través de todas las cosas; su altura es tan elevada como Dios. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

Si hablamos del Amor como una cualidad del Ser, sólo puede estar presente en los extremos; no lo hallaremos navegando en la relatividad. En este espacio lo que fluye es el amor terrenal del humano, con sus debidas limitaciones. Sólo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto de silencio; sólo una mente serena pero extraordinariamente activa pude aprender. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

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Polaridad

La pasividad silenciosa en el acto de escuchar, nos introduce en el profundo estado del Conocimiento. Si tu intención es describir la Verdad hazlo con sencillez, y la elegancia déjasela al sastre. Albert Einstein

La Verdad absoluta no puede ser descrita por medio del lenguaje, así cualquier intento osado por lograrlo, debe realizarse en la más profunda sencillez.

11 Dialéctica La renovación, el movimiento, el espacio de vida en el que los humanos nos desenvolvemos, las características y el proceder que definen la existencia; esto es —desde un enfoque universalista— el estudio de la dialéctica. Planteamiento que necesariamente nos lleva a todo un tratado sobre el comportamiento de la naturaleza —en todos sus aspectos y en todas sus relaciones—; ya que son las leyes universales quienes nos ofrecen esta posibilidad de manera amplia. Consideremos como premisa fundamental que —dentro de la existencia— las leyes universales operan tanto en la tercera dimensión, es decir, el plano físico; como en la cuarta dimensión, el plano astral. Por lo tanto, veamos ambas dimensiones como la dualidad indisoluble que constituye la dialéctica. En la naturaleza todo se manifiesta a través de la forma, posee dimensión, color, olor, textura, sonido, movimiento,…, y de este modo todo se hace perceptible, en mayor o menor grado se evidencia delante de los sentidos. Con la combinación de ciertas cua88

Dialéctica

lidades, cada entidad se manifiesta con una identidad propia, y esto le ofrece autonomía; pero también desarticulación, división. Tengamos en cuenta que todas las formas son impermanentes, perecederas, todo está en constante movimiento y los cambios que se presentan fluyen a través del tiempo y del espacio. Ante esta cualidad cambiante de la dialéctica, es posible verla de dos modos: como una condena, porque todos nuestros logros, éxitos, reconocimientos, acumulaciones, son inestables y terminarán por disolverse; o bien, como una bendición, ya que los fracasos y errores no permanecerán. De esta forma, los cambios naturales terminan brindándonos la posibilidad permanente de realizar rectificaciones. Cuando los humanos llegamos a la vida sin recuerdo de nuestro origen, es natural que se creen ciertas expectativas sobre lo que consideramos que la existencia puede ofrecernos, de esta forma esperamos que el mundo nos brinde alegría y felicidad constante… la realidad es que sólo puede hacerlo de manera muy limitada y temporal; de allí que la vida se pueda tornar en un estado de frustración persistente. Por otra parte, deseamos con vehemencia permanecer en la existencia, tal vez de manera inconsciente, pero siempre de forma recurrente. Lo realmente contradictorio es que el origen de todos esos sufrimientos terrenales está en la búsqueda desenfrenada por lograr una permanencia dentro de un espacio donde nada puede permanecer; lo que deriva en una demanda de seguridad donde absolutamente nada es seguro —así nos introducimos en una situación de miedo constante—; finalmente caemos en cuenta de que estamos ante una gran brecha que se ha abierto entre lo que acontece y lo que deseamos que suceda, entre el “quisiera” y el “es”. Sólo cuando nos hacemos conscientes del origen de todo el dolor —que no es otro más que la identificación con las cualidades ilusorias de la dialéctica— nos es posible reconocer, por contraste, la paz que se encuentra en nuestro Ser interior original; solo así lograremos reencontrarnos con ella. 89

Dialéctica

Evidentemente tenemos la posibilidad de acariciar el triunfo sobre muchas metas trazadas en este mundo, pero… revisemos primero algo inevitable: para concretar el éxito, en cualesquiera de los campos, inicialmente se gesta el fracaso de otras muchas personas que buscaban lo mismo —ya que es imposible que todos triunfen en una misma dirección—; sintetizando: “todo éxito está fundamentado en el fracaso de otros”. Sustentados en esta revisión, queda claro que tras cualquier conquista viene la inevitable compensación que se manifiesta con el operar de la ley de causa y efecto. Con base en lo mencionado sobre el comportamiento de la dialéctica, se corre el riesgo de caer en el extremo de mirar al mundo como “malvado”, culpándolo por todos nuestros sinsabores; es peor si esto se combina con sentimentalismos religiosos. Pero el mundo es como “es” —más allá del bien y del mal—, los problemas surgen si no obtenemos lo que nuestro deseo pretende. De allí la importancia en distinguir si nuestra búsqueda es impulsada por frustraciones y decepciones hacia este mundo —lo que representa una plena desviación— o sencillamente porque existe un reconocimiento de que esta existencia no es nuestra patria original. Si caemos en el grave error de juzgar a la dialéctica como “mala”, se nublará nuestra visión y difícilmente entenderemos que es la naturaleza misma —a través de sus leyes universales— la que nos muestra el camino de regreso a casa, a nuestro estado original. Después de comprender y experimentar la inestabilidad que caracteriza a la naturaleza y todas las formas que en ella se manifiestan, dejaremos de dar el valor excesivo que antes otorgábamos a las cosas que nos tenían encandilados, y ya no nos perderemos buscando a ciegas en apego a ellas. Se revelará el propósito interno de la vida, el que se relaciona con el Ser; lo visualizaremos como el más fundamental, en contraste con los propósitos externos —aquellos relacionados con el hacer, construir, generar— que son superficiales y secundarios. Descubriremos que lo más sabio es —tras el reconocimiento de las cualidades que tienen todas las 90

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estructuras dialécticas— que aceptemos este mundo tal como es: inestable, inseguro, cambiante, temporal, frágil. Una vez que se “acepte” la cualidad temporal y transitoria de las formas, se revelará en nosotros el Ser informe y adimensional que llevamos dentro y que está más allá de todas las limitaciones de la dialéctica. Para sustentar lo ya expuesto y con la intención de profundizar más sobre la dialéctica, pongamos a nuestra disposición algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, de mayor trascendencia histórica, para así generar una visión universal. Éste es el ciclo de la Rueda de la Ley en continuo movimiento, y en vano vive el hombre que, malgastando su vida en placeres, no ayuda a este ciclo. Pero el hombre que se deleita en el Espíritu, y en Él encuentra su satisfacción y su paz, ese hombre está más allá de las leyes de la acción. En verdad, está más allá de lo que se ha de hacer y de lo que no se ha de hacer, y para realizar su trabajo ya no necesita depender de la ayuda de los seres mortales. Bhagavad Gita, III- 16, 17 y 18

Krishna toma a la rueda como símbolo del cambio continuo y demás cualidades que caracterizan a la existencia. Buddha retoma este símbolo y le llama Samsara, término que para occidente se traduce como “dialéctica”. Duryodhana estuvo desafiante hasta el final. —No me arrepiento de nada. No me importa que Bhima baile sobre mi cabeza; después de todo, mi cuerpo perecerá en algún momento. Mi futuro está en el cielo, a donde llegan los guerreros, y sé que mis seguidores estarán ahí y me darán la bienvenida. Mahabharata

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Duryodhana, al verse perdido en el combate, apela a la continuidad de la existencia en el cielo —la cuarta dimensión—. Esto ratifica que los planos físico y astral son complementarios, dentro del campo dialéctico. Nunca verás que se acumule riqueza sin que se haga daño a otros. Mahabharata

Detrás de la ganancia está la pérdida, y aunque repercuta en otros, tarde o temprano se nos devuelve como mecanismo de compensación. No veo a una sola criatura en el mundo que se mantenga viva sin dañar a otra. Ni los ascetas pueden mantenerse vivos sin matar a una criatura. Mahabharata

Es inevitable que la vida de un organismo se mantenga a expensas de la muerte de otros. El sabio nunca buscará el gozo en las cosas de este mundo, pues los placeres que ellas reportan son tan sólo el presagio de los sufrimientos que luego han de venir. Todo es transitorio, igual que viene se va. Bhagavad Gita, V- 22

El placer y el dolor siempre se manifiestan de manera alternada, como la onda senoidal que se genera con el girar de una rueda. El proceso del tiempo es regulado por un orden fijo; y el tiempo, en su curso ordenado, renueva todas las cosas del cosmos sucesivamente. Estando sometidas todas las cosas 92

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a este proceso, nada hay que permanezca firme, nada fijo, nada libre de cambio, ni entre las cosas que vienen a la existencia, ni entre las del cielo ni entre las de la Tierra. Sólo Dios permanece inmóvil, y con buen motivo; pues es autocontenido y autoderivado, totalmente centrado en sí mismo. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes también nos habla de la cualidad cambiante de la dialéctica, característica que atribuye tanto al cielo como a la Tierra, es decir, a la tercera y cuarta dimensión. Dios no es autor del mal; sino que es la obsesión por la perduración de las cosas hechas la que hace que el mal estalle en ellas. Y ésta es la razón por la que Dios ha sometido las cosas al cambio; pues, por medio de la transformación las cosas hechas, son purgadas del mal. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Nos dice que el mal se genera a la medida en que nuestra actitud persistente desea que las cosas permanezcan. Debemos aceptar los cambios como un mecanismo necesario para la depuración. Un fuerte viento no dura toda la mañana. Una lluvia torrencial no dura todo el día. ¿Quién los produce? El cielo y la Tierra. Y si el cielo y la Tierra no pueden durar mucho, ¿cuánto menos durará el hombre? Lao tse. Tao Te King

Lao tse habla de la impermanencia, misma cualidad que otorga tanto a la Tierra como al cielo, de esta manera les asigna una idéntica naturaleza dentro de la dialéctica. 93

Dialéctica

Cuando reina el buen orden, el menos sabio sirve al más sabio. Cuando no reina el buen orden, el más pequeño sirve al más grande y el más débil sirve al más fuerte. Confucio

En la dialéctica jamás reinará el verdadero orden —porque es una cualidad exclusiva del Ser—, es por eso que surge inevitablemente la utilización del hombre por el hombre; la historia siempre lo ha demostrado. No podría ser de otro modo. El Cielo y la Tierra nacieron junto conmigo, y los diez mil seres son uno conmigo. Chuang-Tzu

Chuang-Tzu también visualiza una comunión dual entre el cielo y la Tierra. A los cambios que parecen ocurrir en el mundo los llamamos reales solamente debido a nuestra ignorancia. Sosán, Hsin Hsin Ming

No sólo el aspecto cambiante, sino todas las cualidades que se manifiestan en la dialéctica, tienen carácter ilusorio. Todo es vanidad. Desolación y vanidad. Contemplar el mundo es vano, y gozar de la vida es vano. El mundo, incluso el hombre, es como un fantasma; y la esperanza en el cielo, como un espejismo. Evangelio del Buddha

Pierde todo sentido apuntar al cielo si posee cualidades ilusorias similares a las de la Tierra; y cada uno le sucede al otro. El 94

Dialéctica

verdadero Ser está más allá del bien y del mal, del cielo y de la Tierra; el verdadero Ser no habita ni en la tercera ni en la cuarta dimensión. Todo lo que ha tenido un comienzo se disolverá de nuevo. Todo cuidado de la personalidad es vano; el “yo” es como un espejismo, y todas las tribulaciones que le tocan son pasajeras. Se desvanecerán como la pesadilla cuando el soñador despierta. Evangelio del Buddha

Es de verdad interesante observar cómo los humanos consideramos prioritario el cuidado de la persona; creer que es nuestra realidad… es todo un sueño. Pitágoras, sospechando que Fálaris tramaba su muerte, pero sabiendo que no estaba destinado a morir en manos de Fálaris, se puso a hablarle con toda franqueza. Mirando a Abaris dijo que hay por naturaleza tránsito entre el cielo y las regiones aéreas y terrestres. Vida Pitagórica, Jámblico

Pitágoras nos habla también del constante devenir entre el cielo y la Tierra, una migración cíclica entre la cuarta y la tercera dimensión. Este planteamiento nos da la pauta para el tema de reencarnación. Nadie se mete dos veces en el mismo río. Heráclito

En unas cuantas palabras se puede describir el cambio constante que fluye en la dialéctica. 95

Dialéctica

Nosotros, hombres, estamos apresados desde la infancia en una caverna subterránea donde no podemos girar la cabeza para dirigirnos hacia la salida, estando, por el contrario, obligados a mirar a la pared de la caverna. Platón, La República, libro 7

Todo el pasaje narrado por Platón, en relación con la caverna, describe de manera detallada las características de la dialéctica; incluso el hecho de ignorarnos como presos dentro de ella. Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. Marcos 13: 1,2

Jesús nos habla, por medio de este ejemplo, sobre la impermanencia de todas las cosas; incluso las que consideramos más estables. Vi un cielo nuevo y una Tierra nueva; porque el primer cielo y la primera Tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Apocalipsis 21: 1

En la Apocalipsis de Juan, también se señala el carácter transitorio tanto del cielo como de la Tierra. Nuestro verdadero origen está más allá de ambos. Todo aquello que aparece ante nosotros como distinto de Allah se desvanecerá. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

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El Islam, en consonancia con todas las corrientes, nos dice que todo lo que no está en Dios es meramente transitorio e ilusorio. Si alguno cuestiona: “afirmas la existencia de Allah, y dices que nada existe fuera de Él, ¿qué son entonces las cosas que vemos?”. A esto respondo: Nosotros hablamos a los que sólo ven a Allah. En cuanto a los que ven cosas más allá de Allah, nada tenemos que decirles. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

El Islam deja también constancia de que todo lo que perciben nuestros sentidos está afuera de Dios y, por lo tanto, no corresponde a la Verdad. No es que Allah haya creado todas las cosas, sino que tanto en el mundo invisible como en el visible no hay nada salvo Él, en ninguno de los dos mundos hay una sola partícula de existencia propia. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

Ibn Arabi plantea como inadmisible el creacionismo. Dios, al poseer todo lo verdadero, ¿qué necesidad tendría de crear, de expandirse? También nos explica que de la dialéctica, de los dos mundos, nada es en sí mismo. Debes pedir lo que realmente quieres No te vayas a dormir. La gente va y viene a través del umbral Donde los dos mundos se tocan No te vayas a dormir Rumi, Masnavi

En un exquisito mensaje poético, Rumi también describe el tránsito entre los dos mundos: la reencarnación. 97

Dialéctica

¿Es que acaso se vive de verdad en la Tierra? ¡No por siempre en la Tierra, sólo breve tiempo aquí! Aunque sea jade: también se quiebra; aunque sea oro, también se hiende, y aun el plumaje de quetzal se desgarra: ¡No por siempre en la Tierra: sólo breve tiempo aquí! Nezahualcóyotl, El árbol florido

Nezahualcóyotl hace también referencia a lo transitorio de todas las cosas y de nuestra breve estancia en la Tierra, pero además emite una confrontación acerca de este cuestionamiento: ¿de verdad se vive aquí? El cielo tiene cada día un nuevo modo de acción. Su esencia cambia cotidianamente: también él envejece. Un niño, tras su nacimiento, se transforma con la edad. También el cielo, en otro tiempo niño, comenzó a existir, y se dirige inexorablemente hacia un fin predestinado; la muerte merodea en torno suyo igual que en torno al hombre. Paracelso, Las Siete Apologías

Paracelso visualiza al cielo tal como es este mundo: pasajero. En el materialismo nunca serás capaz de alcanzar la libertad. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

La libertad se vislumbra cuando nos orientamos precisamente en sentido contrario, en la desvinculación hacia los intereses de este mundo material; pero no porque sea malo, sino porque es ilusorio y, si confiamos en él, sólo nos introduciremos más en el profundo sueño. 98

Dialéctica

En este mundo, el cielo y el infierno están presentes en todo lugar, pero de acuerdo con la región interna. Jacob Boehme, La Llave

Cada quien edifica por sí mismo, de acuerdo con la proyección de su estado interior. La mente anhela permanencia, anhela un perpetuo estado de paz, de amor, de divinidad, una seguridad. Krishnamurti, Comentarios sobre vida (tercera serie)

Es legítimo anhelar la experiencia de todas la cualidades que se le otorgan al Ser, pero nunca perdamos de vista que en el plano externo sólo podremos recibir unas minúsculas probaditas. El problema no es el mundo, sino la relación de usted con los demás, eso es lo que genera el problema; y ese problema, al extenderse, se convierte en el problema mundial. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual) Ceilán

Los humanos estamos tan divididos como la existencia misma, y en todos los sentidos; cuando aceptemos esta cualidad natural, el problema dejará de tener la cualidad de problema. El principio rector es en todas partes la lucha por el éxito a expensas del prójimo. Este espíritu competitivo predomina hasta en las escuelas y universidades y al destruir todos los sentimientos de cooperación y fraternidad, concibe el triunfo no como algo que emerge del amor al trabajo fecundo y concienzudo, sino como algo que nace de la ambición personal y del temor al rechazo. Albert Einstein, Mis creencias

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Dialéctica

El éxito no podría ser de otro modo, el problema consiste en que hemos sido educados para convertirlo en la razón fundamental de la existencia —como si fuera el único propósito de nuestra presencia en este mundo— sin considerar jamás las implicaciones que conlleva. El verdadero sabio es un hombre tan simple y común, que podría pasar inadvertido.

12 Hiperespacio Soñé que soñaba y del sueño despertaba en un mundo paralelo, alterno y sólo me di cuenta que seguía soñando. ¿A quién no le ha sucedido algo así? Todos viajamos y nos sumergimos en el hiperespacio; en esa cuarta dimensión de la que ya en el tema nueve —Relatividad— abordamos un poco. Allí se describe cómo se van generando los planos existenciales y vemos que después del plano físico —de la tercera dimensión— si se agrega otra coordenada se manifiesta el hiperespacio, es decir, la cuarta dimensión; conocida también como el plano astral. Que por cierto, desde hace varias décadas ha sido muy estudiada por la ciencia moderna. Como personalidad, todos poseemos varios cuerpos y uno de ellos es el astral; en correspondencia, en el planeta acontece lo mismo: uno de sus cuerpos es el astral y es precisamente allí donde transitan todos los humanos tras la pérdida del cuerpo biológico. Sin embargo, no es necesario que desencarnemos para tener una experiencia en el hiperespacio; ya que todos nuestros sueños —que son experimentados con el vehículo del cuerpo astral— se manifiestan precisamente en este espacio de cuatro dimensiones. Toda persona se deleita con el placer de dormir pues se experimentan grandes sueños, mundos maravillosos creados por la imaginación; desafortunadamente todos son irreales. Los estimulantes y las drogas (duras o blandas) nos introducen en estados de 100

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ensoñación, pero todo continúa siendo ilusorio. Lamentablemente, hay personas que preferirían vivir para siempre en un hermoso sueño antes que afrontar una vida miserable. Lo que sí resulta inevitable es la necesidad de descansar; y al dormir, en el momento de aventurarnos en el sueño, experimentamos algunas vivencias en el plano astral —lo recordemos o no—. Si nos damos a la tarea de observar dichas experiencias descubriremos que en el hiperespacio es posible la satisfacción transitoria de algunos deseos y hasta el desprendimiento momentáneo de ciertas frustraciones. De esta forma entendemos que los “santos” suelen soñarse pecando y los pecadores se sueñan como santos. Hagamos otra consideración: en el plano físico podemos considerarnos despiertos, pero el grado de vigilia siempre es relativo, por lo tanto, en realidad estamos semidespiertos. Estaremos verdaderamente despiertos cuando seamos conscientes del carácter relativo de todo lo que nos rodea, incluida nuestra mente y nuestra personalidad. Veamos ahora lo que las citas, tomadas de las fuentes filosóficas originales, nos ofrecen sobre este tema tan sensible, el hiperespacio, la cuarta dimensión, el plano astral. Generemos una visión universal que nos ayude a despertar de este mundo de sueños. Todo estaba escrito así –dijo Krishna–, ésta fue la consecuencia del karma de tus hijos. Ahora que han pagado por sus pecados, siéntete feliz de que estén en el cielo reservado para los guerreros que mueren heroicamente. Mahabharata

Si Krishna nos habla de un espacio “reservado” en el cielo, significa que hay división; por lo tanto se refiere al hiperespacio planetario, y no al Cielo de Dios. 101

Hiperespacio

Por mi Gracia te ha sido posible ver, a través de la visión espiritual, mi Forma Divina, lo que a muy pocos les ha sido concedido. Incluso los dioses del cielo anhelan con vehemencia ver lo que tú ahora has visto. Bhagavad Gita, XI- 52

Los “dioses” que cita —en plural—, nada tienen qué ver con el Dios único y absoluto, sino que se trata de entidades poderosas que habitan en el cielo dialéctico, en el hiperespacio. Sin embargo, por muy poderosos que sean, resultan minúsculos si se les intenta comparar con el Ser interior original, que es la imagen y semejanza del Dios absoluto. Entre el cielo y la Tierra no existe nada que esté libre de las influencias de los poderes de la naturaleza. Bhagavad Gita, XVIII- 40

Recordemos que las leyes de la naturaleza operan en la existencia, por lo tanto hace referencia al plano astral planetario, a la cuarta dimensión; pues se caracteriza con una libertad limitada. No estimes que nada en la Tierra de abajo o en los cielos de arriba sea como Dios, o errarás en la verdad; pues nada puede ser como el Uno y único. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes también hace referencia a los cielos –en plural- como algo “distinto” de Dios; esos “cielos” no pueden ser otra cosa que el hiperespacio planetario en distintos grados de densidad. Mientras está soñando no sabe que es un sueño y en su sueño, quizás hasta trate de interpretar un sueño. Sólo al despertar sabe que era un sueño. Y algún día habrá un gran 102

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despertar cuando todos sepamos que esto es todo un gran sueño. Sin embargo los tontos creen que están despiertos, suponiendo, brillante y laboriosamente, que comprenden las cosas; llamando a este hombre un soberano, al otro un pastor. ¡Qué denso! ¡Confucio y tú sueñan ambos! Y cuando digo que están soñando, yo estoy soñando también. Chuang-Tzu

Lo más complejo del sueño es que nos resulta difícil descubrirnos como parte de él; cuando esto sucede, el despertar se presenta en automático. Aún nos queda la tarea pendiente de descubrirnos dormidos en el plano físico. El Bienaventurado dijo: ¡Oh brahmán!, únicamente por error e ignorancia los hombres se gozan en ese sueño de que sus almas sean entidades distintas y existentes por sí mismas. Tu corazón, ¡oh brahmán!, está todavía apegado al “yo”; tú aspiras al cielo; pero son los placeres del “yo” lo que tú buscas en el cielo, y es por eso por lo que no puedes ver la felicidad de la Verdad y la inmortalidad de la Verdad. Evangelio del Buddha

El simple hecho de que un humano crea que existe en sí mismo, lo introduce más en el sueño. Revisemos si nuestro anhelo del cielo se encuentra vinculado con nuestros intereses personales; pues de ser así, es muy probable que muchos condicionamientos —arrastrados desde el inicio de nuestra formación— nos sumerjan en esa inclinación. Venza el bhikshu su pasión por los placeres humanos y celestes, y entonces, habiendo vencido la existencia, cumplirá el Dharma, la Verdad. Ese bhikshu irá rectamente por el mundo. Evangelio del Buddha

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Hiperespacio

Cuando nos habla Buddha de “placeres” celestes, queda claro que los refiere al cielo dialéctico, el hiperespacio. El mundo, incluso el hombre, es como un fantasma; y la esperanza en el cielo, como un espejismo. Evangelio del Buddha

“El mundo y el hombre como un fantasma, el cielo como un espejismo”. Fantasmas esperanzados en un espejismo, lo irreal de la irrealidad. Evidentemente, todo es un gran sueño. La Verdad es la esencia de la vida, porque la vida persiste tras la muerte del cuerpo. La Verdad es eterna, y seguirá viviendo aunque los cielos y la Tierra desaparezcan. Evangelio del Buddha

La Verdad, que es la esencia del Ser, se encuentra más allá de los cielos y la Tierra. Pitágoras, sospechando que Fálaris tramaba su muerte, pero sabiendo que no estaba destinado a morir en manos de Fálaris, se puso a hablarle con toda franqueza. Mirando a Abaris dijo que hay por naturaleza tránsito entre el cielo y las regiones aéreas y terrestres. Vida Pitagórica, Jámblico

El cielo dialéctico y la Tierra, constituyen una unidad indisoluble; el tránsito entre ellos nos introduce en el siguiente tema: la reencarnación. Se está en este mundo o en la resurrección o en lugares intermedios. ¡Quiera Dios que a mí no me encuentren en és104

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tos! En este mundo hay cosas buenas y cosas malas, las cosas buenas no son las buenas y las malas no son las malas. Pero hay algo malo después de este mundo que es en verdad malo y que llaman el intermedio, es decir, la muerte. Mientras estamos en este mundo es conveniente que nos esforcemos por conseguir la resurrección para que, una vez que depongamos la carne, nos hallemos en el descanso y no tengamos que ir errando en el intermedio. Muchos de hecho yerran el camino. Evangelio de Felipe, Nag Hammadi

La resurrección es el renacimiento del alma, el final del camino hacia nuestro origen; el intermedio es el cielo dialéctico —el astral—, que muchos grupos religiosos lo confunden con el Cielo de Dios. Jesús de Nazareth nos alerta del riesgo de quedarnos confundidos en el astral; el gran paso del reencuentro con Dios sólo puede darse desde la Tierra. La gran confusión que se vive en el cielo terrenal, es decir, la cuarta dimensión, nos mantiene incapacitados para liberar nuestra Conciencia. ¿Acaso ahora con calma, y así ha de ser allá? ¿Acaso también hay calma allá donde están los sin cuerpo? Nezahualcóyotl, Pongo Enhiesto mi Tambor…

Nezahualcóyotl realiza un fuerte cuestionamiento sobre el supuesto estado de paz que se ofrece en el mundo de los desencarnados —el hiperespacio—. Pero ya vimos que forma parte de la dialéctica y por eso resulta imposible alcanzar tal nivel de tranquilidad. El cielo tiene cada día un nuevo modo de acción. Su esencia cambia cotidianamente: también él envejece. Un niño, tras 105

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su nacimiento, se transforma con la edad. También el cielo, en otro tiempo niño, comenzó a existir, y se dirige inexorablemente hacia un fin predestinado; la muerte merodea en torno suyo igual que en torno al hombre. Paracelso, Las Siete Apologías

Paracelso, al igual que los demás, también describe un cielo cambiante que nace, envejece y llega a su fin. Por supuesto que habla del cielo terrenal, el plano astral. La descripción que nos ofrece está muy lejos de corresponder al Cielo de Dios.

13 Reencarnación A lo largo de la historia, en diversas culturas, desde las distintas tradiciones, mucho se ha hablado de la reencarnación; así que permitámonos una mirada universal hacia tan desafiante tema. La reencarnación es una ley surgida en el momento mismo en que nuestros microcosmos se introducen en cuerpos biológicos; con esta ley, la naturaleza le permite a nuestro Ser —que es eterno— experimentar una “existencia permanente” a pesar de que todo en este mundo sea impermanente; el artificio que permite esta posibilidad es la sustitución sistemática del cuerpo físico para que nuestra esencia esté siempre manifiesta en la dialéctica. De esta forma vemos que la muerte no es algo trágico, es una necesidad; es un simple proceso de renovación que fluye a través de diversos cambios que se presentan a lo largo de la vida. Pero entendamos también que un proceso de reencarnación en nada ayudará a la existencia si en la siguiente encarnación seguimos sin descubrir nuestra verdadera identidad, a nuestro ser original. Es importante aclarar que la permanencia está en el Ser, no así en la personalidad; es decir, no hay reencarnación alguna para nuestra persona. La forma humana se descompone, se desintegra, 106

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y es la estructura psíquica quien se mantiene, pero sólo de manera temporal. Los cuerpos sutiles: vital, astral y mental se trasladan al plano astral planetario —a la cuarta dimensión— dirigiéndose hacia un espacio “afable o denso”, según corresponda con su estado evolutivo. Sin embargo, dicha estadía es también pasajera; los cuerpos sutiles, después de vivir las experiencias requeridas en el hiperespacio, se disuelven y ofrecen al microcosmos el vaciamiento preciso para que otra personalidad absolutamente nueva pueda ser admitida, ajena a todas las personalidades que le antecedieron en un “pasado” que ya no existe. La única vinculación que permanece es a través de la ley de causa y efecto, que define las nuevas circunstancias que se presentarán en el plano físico. La rueda de la dialéctica mantendrá su rotación y permitirá que la nueva personalidad inicie un camino abierto a las posibilidades que la vida le ofrece; para que, en uso de su libre albedrío, se oriente hacia algunos propósitos externos o hacia el único propósito legítimo: el reencuentro con el verdadero Ser interior. Para sustentar lo ya expuesto y, con la intención de profundizar más sobre la reencarnación, pongamos sobre la mesa algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, aquellas de mayor trascendencia histórica, y generemos así una visión universal. Ciertamente, todo lo que tiene un principio ha de tener un fin. La muerte es el final seguro para quien ha nacido. Pero es igualmente seguro que quien ha muerto ha de renacer. Así pues, no deberías afligirte por lo inevitable. Bhagavad Gita, II- 27

Lo que hemos definido como muerte nunca debe provocarnos miedo, para erradicar estos temores debemos sacudirnos todos los preconceptos que nos condicionan. Es más sabio poner los ojos en el renacer que está más allá de cualquier deceso. 107

Reencarnación

Arjuna: ¡Oh Krishna! Y si un hombre lo intenta firmemente y no logra alcanzar la meta del yoga, debido a que no recibió el conocimiento, pero, no obstante, este hombre tiene fe, ¿qué final le esperaría a un hombre tal? Krishna: Ni en este mundo, ni en el que haya de venir, puede perderse un hombre tal. Pues un hombre que obra el bien, oh hijo mío, nunca ha de conocer el sendero de la muerte. Irá al cielo en donde moran los que hacen el bien, y allí vivirá por muchos años. Después de esto, este hombre que no obtuvo el conocimiento del Espíritu, ha de nacer de nuevo en un hogar venturoso en el que habite el bien. Y comienza su nueva vida, recobrando entonces el mismo nivel de sabiduría que él había adquirido en su vida anterior, y desde ese nivel continúa, más siempre yendo hacia adelante, apuntando a la perfección. Bhagavad Gita, VI- 37, 40, 41 y 43

Krishna nuevamente nos habla de ese cielo dialéctico, transitorio y agrega algo muy reconfortante: nada de lo que hagamos por reencontrarnos con nuestro Ser se perderá, he allí la verdadera permanencia. El alma impía retiene su propia sustancia sin cambio; padece un castigo autoinflingido, y busca un cuerpo terrestre en qué poder entrar. Pero sólo puede entrar en un cuerpo humano; pues ningún otro tipo de cuerpo puede contener un alma humana. No está permitido que un alma humana caiga tan bajo como para entrar en el cuerpo de un animal irracional; es una ley de Dios que las almas humanas se mantengan protegidas de un ultraje semejante. Un alma por tanto, puede elevarse a un grado superior de existencia, pero no puede hundirse en un grado inferior. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

A pesar de que algunos grados tan elevados de maldad nos hagan sentir lo contrario, Hermes sostiene que no es posible reencarnar en cuerpos biológicos inferiores al del hombre. 108

Reencarnación

El karma comprende el mérito y el desmérito. La trasmigración del alma depende del karma. De las existencias anteriores heredamos los malos efectos de nuestras malas obras y los buenos de nuestros actos virtuosos. Si así no fuera, ¿cómo habría de haber diferencias entre nosotros? Evangelio del Buddha

¿Cómo podríamos entender las circunstancias que determinan las marcadas diferencias en las que nace cada humano? Unos llegan con hogar, otros en situación de guerra; unos heredan un futuro prometedor, otros deben navegar contra corriente. Efectivamente, la ley de causa y efecto es el único hilo de vinculación con nuestras existencias anteriores. Si negáramos el operar de la ley y la reencarnación, esto nos orillaría a imaginar un dios injusto. Y el Bienaventurado respondió a Ananda: Cuando mueren, nada queda de ellos sino sus buenos pensamientos, sus actos de justicia y el contentamiento que resulta de la verdad y de la justicia. Así como los ríos deben al fin acabar en el océano, así sus Espíritus renacerán en las condiciones más elevadas de existencia, y continuarán adelantando su marcha hacia el objeto final, que es el océano de la Verdad, la paz eterna del Nirvana. Evangelio del Buddha

Nada queda de la personalidad, sólo heredamos las consecuencias de nuestros actos, que a su vez tienen plena relación con el estado interior. Así viene una nueva marcha hacia la posible búsqueda del propósito verdadero de la vida, la libertad interior. La fuerza del Iâo, aquel que está en el medio, y el alma de Elías, el profeta, han sido unidas en el cuerpo de Juan el Bautista. Y como vi que no comprendían que el alma de Elías estaba en Juan el Bautista, les hablé en parábola. Evangelio de Valentino, Nag Hammadi

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Una cita muy similar a ésta, casi igual, aparece en el nuevo testamento; nos habla de la reencarnación del profeta Elías en Juan el Bautista. Debes pedir lo que realmente quieres No te vayas a dormir. La gente va y viene a través del umbral Donde los dos mundos se tocan No te vayas a dormir. Rumi, Masnavi

El umbral es la frontera entre el plano físico y el astral; transitamos de un lado a otro de esta línea imaginaria a través de la reencarnación. Hago memoria de los nobles. Si volviera a estar yo junto a ellos, si lograra asirlos de las manos, si viniera yo a su encuentro, ¡allá en el lugar de los despojados de su carne! Vengan por segunda vez a la tierra de los nobles, vengan a dar gloria aún al que nosotros engrandecemos, ellos también dieron culto al dador de la Vida. Nezahualcóyotl, Memoria de los reyes

Nezahualcóyotl invita a los nobles para que regresen a la Tierra, esto no sería posible sino a través de la reencarnación. El alumbramiento tiene lugar cuando el fermento del alma se ajusta con el cuerpo, de manera que de todo ello se hace uno solo. Nicolás Flamel, El deseo deseado

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El gran alquimista, Nicolás Flamel, considera que el nacimiento se concreta en el momento en que el alma se une con el feto. De las encarnaciones anteriores, de lo que el hombre del actual ciclo evolutivo de la humanidad no tiene conciencia porque todo está cubierto por la oscuridad de la ignorancia, se manifiesta la sed de existencia, el deseo de vivir. Esto induce al hombre a la pasión de disfrutar del mundo, no solamente como peregrino por el mundo de los colores, de los sonidos y las demás sensaciones, sino de desearlo y de codiciarlo. Esto existe en el hombre como una tendencia, una fuerza que proviene de sus encarnaciones anteriores. Este hecho de la ignorancia se transforma en sed de existencia. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

El mecanismo natural de la reencarnación seguirá operando en nosotros, mientras continuemos alimentando los apegos que nos atan con este mundo. Regresamos por un decreto propio; por nuestra ignorancia es mantenida la sed de existencia. La idea de que el cuerpo sea disuelto en los elementos, nada tiene de insoportable; pero, por otro lado, el pensamiento de que el alma comparte el destino del cuerpo es absurdo. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

Es entendible que el cuerpo desaparezca, pero ¿cómo creer que el Ser deje de ser? Sólo si comprendemos nuestras dos naturalezas podremos concebirlo. Si realmente creyera usted en la reencarnación, sus actos, su manera de pensar, su manera de vivir, su rigidez y su indiferencia hacia los demás desaparecerían, porque en su próxima vida pagará y sufrirá. Conversaciones por Krishnamurti en India 1965

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Son muchos los ingredientes de sabiduría que han sido desdeñados por las grandes masas, esto se refleja en el gran desorden social que prevalece en todo el planeta. Pero si la humanidad tuviera conciencia tan sólo de la reencarnación, este mundo se transformaría radicalmente; todo tiene una causa y un efecto, recordémoslo.

14 Neutralidad Un vacío es el que nos inunda, invadidos por los nulos recuerdos del momento preciso en que comenzamos a habitar este mundo tangible y, sin embargo, mirémonos aquí. Por la ausencia del recuerdo, y por el olvido de lo que hay detrás de él, nos mantenemos en la existencia como si el único propósito de la vida fuera “estar bien aquí”. Pero cada vez que la naturaleza nos dice que aquí no es posible estar lo suficientemente bien, nos ayuda así empujándonos a investigar la posibilidad de trascenderla, para descubrir la parte esencial que hay en nuestro verdadero origen. Pero. . . recordemos, la naturaleza tiene una constitución dual (gran característica); así que por un lado nos empuja a una búsqueda y, por el otro, nos retiene a través de sus mecanismos de encantamiento (regulados por la ley universal). Pero el equilibrio cosmogónico es sabio y nos otorga una gran clave —casi mágica— que permite la desvinculación de esos mecanismos naturales; su nombre es “neutralidad”. He aquí que la importancia fundamental y trascendental de este tema se devela ante nosotros. La neutralidad nos llevará más allá del operar de la Ley universal; por supuesto, no contra ella ni en desafío a ella; sino con absoluto respeto por todo lo que representa. Cuando se es consciente del Ser, la mirada no se distrae hacia la izquierda ni hacia la derecha, no se es conservador ni reacciona112

Neutralidad

rio, ni se asume un papel protagónico pero tampoco el antagónico, es decir, no se toma partido en ninguna de las infinitas dualidades que fluyen a través de las marejadas de la dialéctica. Se va más allá del bien y del mal, sin etiquetar las cosas con conceptos de “bueno o malo”; se asume una abstención para permitir que el universo fluya y mueva sus fuerzas. El gran maestro sufí Gurdjieff relata que —cuando fue recibido en el monasterio de Bokhara— le colocaron una placa que debía llevarla siempre en el pecho, de un lado decía: “Estoy negativo, por favor no me tomen en serio”; del otro lado llevaba escrito: “Estoy positivo, amoroso, por favor no me tomen en serio”. Finalmente, cuando dejó de sentirse en algún lado o en otro, en ese estado en que desaparece la división, cuando todo estaba en quietud y en unidad... fue el momento de retirarle esa placa, de abandonar el monasterio; la iluminación llegó. Nuestra realidad es que no vivimos en un monasterio y aún así el propósito es que convirtamos nuestra vida cotidiana en un laboratorio experimental. Empecemos observando que muy difícilmente estamos en neutralidad, tampoco permanecemos atentos a las consecuencias que se presentan —como miedo o ansiedad— cada vez que por impulso de cualquier deseo elegimos algo; qué complicado es no elegir. Sin embargo, debemos acercarnos a ese estado para vivenciar las primeras probaditas de la experiencia trascendental que sólo de esta forma se hace manifiesta. En los momentos en que se presente una circunstancia que nos exija un proceder, es natural que surja la pregunta: ¿cómo puedo decidir actuar y mantenerme en neutralidad al mismo tiempo? Claro que es posible, se debe actuar de acuerdo con lo que consideremos conveniente, pero lo importante es que se “acepte” cualquier resultado; sin etiquetarlo como bueno o malo. Es así como se afronta la existencia “actuado en neutralidad” sin resistencia a lo que sucede, así es como abrimos nuestra ventana interior para que el Ser se manifieste. 113

Neutralidad

Quien se abstiene de actuar, lo hace por “indiferencia”, y eso nada tiene qué ver con la neutralidad. La indiferencia surge de un desdén egoísta —o de la cobardía—, donde nada importa de lo que suceda a nuestros semejantes. La neutralidad se presenta cuando un acto es libre de los impulsos del deseo. El deseo es una fuerza de atracción, es un impulso magnético. Y un imán tiene tanto un polo que atrae, como otro que rechaza; por eso, cada vez que rechazamos, es el deseo quien está actuando, porque deseo y rechazo son de la misma naturaleza y ambos nos sacan de la neutralidad. El ego así se comporta, siempre en preferencia o en rechazo por todo, y eso es lo que impide ver más allá de la dualidad. Sólo en neutralidad podremos ver los hechos tal como son, por encima de nuestras opiniones que no son más que vendas que ciegan nuestro corazón. Es el ego quien reacciona ante cualquier circunstancia y toda reacción nos hace inconscientes y nos aleja también de la neutralidad; y reaccionar al comportamiento egoísta de otro es el acto más reaccionario. Pero, ¿qué es el ego? No es más que la manifestación que se presenta cada vez que creemos que la existencia es real, sustancial. Cuando nos mantenemos conscientes de que todo esto es una verdad relativa, un sueño, el ego automáticamente pierde su razón de ser, por ende desaparece. Por eso, en lugar de reaccionar frente al ego de otro, mejor digamos: no importan sus ofensas, el problema es de él, no mío. Con la conciencia de la irrealidad de la existencia, el desapego surge de manera espontánea y eso nos conduce hacia el más legítimo estado de neutralidad. Pero el desapego no es un obstáculo que nos impida disfrutar de lo que el mundo nos ofrece; por lo contrario, por primera vez disfrutaremos sin temor a la pérdida y sin angustia por el futuro; sin atribuirle a las cosas el peso y la importancia que no tienen; nos deleitaremos en neutralidad. No debemos sorprendernos cuando descubramos, de manera vivencial, un error que es tan común: creer que cualquier impulso 114

Neutralidad

“místico-emocional” viene de nuestro corazón, del Ser interior, de nuestra chispa de espíritu. Al Ser verdadero sólo se le puede escuchar en un estado pleno de NEUTRALIDAD. No estamos aquí para vivir “experiencias emocionales” ni para “hacer algo”, sino para permitir que todo suceda. Para sustentar lo ya expuesto y con la intención de profundizar más sobre la neutralidad, pongamos a nuestra disposición algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, de mayor trascendencia histórica, para así generar una visión universal. Aquél que no siente atracción ni repulsión, que ha renunciado a los logros personales y la obtención de bienes, que, estando más allá del bien y del mal, ya no se queja por nada, agradeciéndome todo con su amor, a este hombre Yo le amo en verdad. Bhagavad Gita, XII- 17

Krishna describe a un Hombre libre e iluminado que va más allá de todas las dualidades, que de nada se queja. ¿Qué podría afectarle a un hombre tal, si es consciente de que todos los acontecimientos de la existencia son tan sólo un sueño? El que no es perturbado por las penas ni anhela las alegrías, ya desapegado de los placeres y estando más allá de la pasión: éste es un sabio de mente equilibrada. Bhagavad Gita, II- 56

Quien ha trascendido la dualidad, a quien la dialéctica no le afecta, sólo él experimenta el desapego de manera espontánea. No alabando al ilustre, se mantiene al hombre alejado de la rivalidad. No valorando lo precioso, se mantiene al hombre 115

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alejado de la codicia. No revelando lo deseable, se mantiene el corazón del hombre alejado de la confusión. Lao tse, Tao Te King

La dualidad comenzó cuando el hombre le dio a las cosas el valor que nunca han tenido. Así, sin advertirlo, se alejó cada vez más del estado original de la neutralidad. El hombre superior no alaba a un hombre por sus palabras, ni rechaza las palabras de un hombre porque le disgusta su persona. Confucio

El elogio es tan nocivo como la injuria. Es torpe detenerse en eso y en cualquier dualidad. Los Hombres-Verdad de la antigüedad no sabían amar la vida ni aborrecer la muerte. Salían a la vida sin alborozo y entraban a la muerte sin resistencia. No olvidaban su origen ni buscaban su fin. Chuang-Tzu

Si la conciencia del Origen permanece en nosotros, la dualidad se trasciende por añadidura. No sufrir daño alguno, tengas o no tengas éxito: sólo un hombre con virtud puede lograrlo. Chuang-Tzu

Se necesita una gran estatura para no sentirse afectado en el fracaso y no verse encandilado con el éxito. 116

Neutralidad

El Gran Camino no es difícil para aquellos que no tienen preferencias. Cuando ambos, amor y odio, están ausentes todo se vuelve claro y diáfano. Sin embargo, haz la más mínima distinción, y el cielo y la tierra se distancian infinitamente. Sosán, Hsin Hsin Ming

Cualquiera puede pensar que el camino hacia la liberación es largo, sinuoso, difícil. Pero con una sencilla mirada desde el interior, queda claro que con la neutralidad es fácilmente accesible para quien quiere recorrerlo. Sosán nos ofrece esta clave: Sin preferencias se abre y se despeja; cualquier distinción lo cierra. Que no considere el hombre si una cosa es agradable o no. El amor al placer engendra disgusto, y el temor al dolor crea miedo. El que está libre del amor al placer y del temor al dolor, no conoce ni el disgusto ni el miedo. Evangelio del Buddha

Todo queda sintetizado en una dualidad: deseo-rechazo.

Hay cinco meditaciones[...] La quinta, es la meditación sobre la serenidad, en la que debes elevarte por encima del amor y del odio, viendo tu propia suerte con imparcialidad y una tranquilidad perfectas. Evangelio del Buddha

La serenidad, la paz interior, llega por la trascendencia de la dualidad. Seamos neutrales —imparciales— tanto hacia las circunstancias externas como hacia nuestra propia persona.

117

Neutralidad

El más importante apoyo, para una altura de sentimientos, era la convicción de que ninguna eventualidad humana debe resultar inesperada, sino que debe esperarse todo lo que no está bajo nuestro control. Vida Pitagórica, Jámblico

La sociedad siempre tuvo un gran respeto hacia los pitagóricos por su sabiduría. Pitágoras los formó para que, en la vivencia de la neutralidad, estuvieran siempre preparados para esperar lo inesperado; en permanente ausencia se emociones. Hermanos: el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. Corintios I 7: 29-31

¿Cómo explicaría la religiosidad moral cristiana que quien tiene esposa sea como si no la tuviese? Más cuestionable aún resulta en pleno siglo XXI. Esto queda fuera del alcance de la comprensión para todo aquel que desconoce la esencia escondida detrás de la neutralidad. Este pasaje del Nuevo Testamento es poco leído y en él, Pablo también nos habla del carácter aparente y transitorio de este mundo. Toma a uno que no lleva sus cuentas Que no quiere ser rico, ni tiene miedo a perder Que no tiene interés alguno en su personalidad: es libre. Rumi, Masnavi

¿Qué necesidad de hacer cuentas tiene un hombre libre y neutral? Para él la pobreza y la riqueza son intrascendentes. 118

Neutralidad

Ten paciencia, candidato, como aquel que no teme ningún fracaso, ni acaricia triunfo alguno. H.P. Blavatsky, La Voz del Silencio

No desear el triunfo, no temer al fracaso. . . ¡Qué grandiosa libertad! Es posible deshacerse radicalmente de toda simpatía o antipatía, hasta considerar finalmente todo cuanto nos suceda con la misma neutralidad con que un observador contemplaría cómo cae el agua de una montaña sobre el valle al pie. No hay que buscar indiferencia hacia la vida cuando andamos tras el conocimiento suprasensible, sino la transformación del interés directo que el ego se toma en su propio destino. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

La neutralidad surge de la Conciencia, es una cualidad del Ser; la indiferencia viene del ego, nos aleja del Ser; nunca debemos confundirlas. Investigamos, analizamos, nos estudiamos a nosotros mismos, pero éste es un proceso que implica conflicto y dolor; en él no hay alegría porque nos juzgamos, nos justificamos o nos comparamos. La conciencia de no elección, esta pasividad creativa, es incluso más esencial que la observación de uno mismo. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

La conciencia de “no elección” nos lleva de la mano hacia la neutralidad. Cualquier juicio, incluso a uno mismo, nos aleja de la iluminación que aflora en la neutralidad. 119

Origen

15 Origen Hablar sobre el origen es referirse a Dios y éste es uno de los temas más delicados que puedan existir, porque con él nos introducimos en el conflicto ancestralmente más complejo que pueda enfrentar el intelecto humano. La única fuente de información que alimenta a la mente son los sentidos, y todo lo que los sentidos pueden percibir es insustancial, relativo, simple proyección de la realidad; y en contraposición a esto, lo único verdadero, la naturaleza de Dios, está fuera de toda percepción para nuestros sentidos, por lo tanto, ajeno a cualquier posibilidad para nuestra comprensión mental. Si bien es cierto que, en la medida que el hombre logra un reencuentro con la Conciencia, amplía su idea sobre Dios; entonces aceptemos con sensatez que, por lo pronto, dicha condición no está dentro de nuestras posibilidades. Frente esta disyuntiva, lo único prudente es el inicio de una desmitificación de nuestras creencias construidas en derredor de Dios. El Génesis nos dice: “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”, pero los hombres hicimos exactamente lo contrario; conceptualizamos, es decir, creamos a Dios a nuestra imagen y semejanza, pero mental. Así es, hemos personificado a Dios con figuras de hombres como Jesucristo, Buddha, Toth y otros personajes. De igual forma hemos mancillado y reducido la palabra “dios” en un sentido externo, creyendo que es “un ser” —separado de nosotros— cuando en realidad es “El Ser”; el que está en todo, incluso en nosotros mismos. Es una circunstancia natural y legítima la búsqueda que el hombre emprenda en torno de Dios, aunque visto desde la mente siempre se reduzca a conceptos dimensionales —generalmente 120

Origen

masculinos—, afuera de nosotros. En contradicción, la verdadera búsqueda implica un sentido que va de lo externo a lo interno; de la periferia al centro; de la existencia al Ser; sólo así se encontrará lo verdadero. Existen dos fenómenos físicos, relativamente tangibles a nuestros sentidos, que pueden proporcionarnos una cierta aproximación hacia la naturaleza de Dios; son la electricidad y la luz. En el caso de la primera: no es posible ver el flujo de electrones, pero sí podemos mirar las consecuencias, no vemos la causa, pero sí los efectos, es decir, por la percepción de los fenómenos eléctricos deducimos la existencia de los electrones. El fenómeno de la luz es aún más cercano a la naturaleza de Dios: no podemos ver el flujo de luz, sólo percibimos cómo se proyecta en los cuerpos; ni siquiera la luz solar se puede ver en el espacio, sólo se percibe cuando se proyecta en la Luna o en nuestro planeta. Si vemos rayos de luz solar cuando miramos hacia el cielo, lo que en realidad estamos viendo es la forma en que se “proyectan” en las nubes o en espacios de atmósfera con alta concentración de humedad. Así observamos que ningún rayo de luz es visible, pero sí su proyección sobre los cuerpos tangibles. Sucede lo mismo con Dios: su presencia no es tangible pero sí su proyección —que es el universo entero—; por la percepción de la existencia, la manifestación, deducimos la presencia de su “Origen”, Dios. Si bien la palabra “Dios” es en sí misma muy limitada ante lo que representa, ningún otro vocablo podría superar esas limitaciones; sin embargo, la palabra “Ser” —aunque tampoco llena ese vacío— es mucho más neutral, abierta, sin pretensiones de explicar algo, sin reducir lo absoluto a un concepto limitado y tangible. De esta forma nos queda sólo un pequeño paso: ir de la palabra Ser a la experiencia del Ser. La presencia del Ser la llevamos desde nuestro origen y siempre la portaremos dentro, sólo que en este momento estamos divagando en la existencia; por esta razón entendamos que regresar a la 121

Origen

Conciencia de Dios no debe sorprendernos; lo asombroso es que, a pesar de todo, nos mantengamos distraídos. Revisemos lo que algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales nos presentan sobre el Origen, y a través de ellas procuremos un reencuentro con la Conciencia; generemos así una visión universal. Ocho son las formas visibles de la naturaleza: Tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, razón y conciencia del “yo”. Pero aún mucho más allá de la naturaleza visible, está el Espíritu invisible. Este Espíritu es el fundamento de la vida, y gracias a Él, este universo tiene existencia. Bhagavad Gita, VII- 4 y 5

El fundamento de vida, el Espíritu invisible, la única Verdad absoluta, es imperceptible. Con estas palabras, Krishna nos introduce en el gran conflicto de la mente: los elementos de la naturaleza, que son tan sólo una proyección —una realidad relativa—, es lo único que nuestros sentidos perciben. Asclepio: ¿Qué, pues, es Dios? Hermes: Dios es aquel que no es Mente ni Verdad, sino la causa a la cual Mente y Verdad, y todas las cosas, y cada cosa que es, deben su existencia. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Lo más sensato es reducir el concepto de Dios a la mínima expresión, una simple palabra: Origen. “En el principio” cuando la voluntad del Rey comenzó a hacerse, Él grabó señales en la bóveda celeste. Desde el vacío más recóndito surgió una flama oscura, desde el misterio de 122

Origen

eyn sof, el Infinito, como una bruma formándose en lo informe. Sólo después de que esta flama comenzó a adoptar forma y dimensión, comenzó a producir colores radiantes. Desde el centro más profundo de la Clama emergió un pozo del que salieron colores que se esparcieron encima de todo. El Zohar

A esta descripción, que viene de la tradición hebrea, se le aproxima maravillosamente la teoría del Big-bang sobre el origen del universo, la más aceptada por todos los círculos científicos. En ella se dice que el universo surge a partir de un inmenso flujo de energía que es emanado y proyectado a “partir de un punto”. Los Hombres-Verdad de la antigüedad no sabían amar la vida ni aborrecer la muerte. Salían a la vida sin alborozo y entraban a la muerte sin resistencia. No olvidaban su origen y no buscaban su fin. Chuang-Tzu

“No olvidaban el origen de su Ser y no se preocupaban por el fin de su existencia”. Estupenda libertad es la experimentada por los verdaderos sabios. En el mundo de Esencialidad no existe ni el yo ni nada que no sea Yo. Sosán, Hsin Hsin Ming

La personalidad es como un simple holograma, lo único real es el Ser. Todas las cosas están hechas de una sola esencia; sin embargo, son diferentes según las formas que toman bajo las diversas influencias. 123

Origen

Todas proceden de una misma esencia, así como se desenvuelven según una ley única y están destinadas a un solo fin, que es el Nirvana. Evangelio del Buddha

En nuestra parte esencial y verdadera, todos somos una misma entidad; por lo tanto, nuestro destino es único, el Origen de todo. Se dice que lo Absoluto nos ha creado. Pero lo que es Absoluto no puede ser causa. Todas las cosas que nos rodean provienen de una causa, de la misma manera que la planta procede de la semilla. ¿Pero cómo lo Absoluto puede ser a la vez causa de todas las cosas? Si estuviera en ellas, ciertamente no las crearía. Evangelio del Buddha

Buddha rompe con la idea del creacionismo y con justa razón: si Dios fuera causa estaría limitado y dividido por la dualidad de la “ley de causa-efecto”; si fuera creador, todas las limitaciones que caracterizan la “creación” lo exhibirían como creador limitado. Es más sensato entender al universo como una manifestación o como una proyección de Dios. Celebraron consejo sobre el alba de la vida, cómo se haría la germinación. Tierra, dijeron y en seguida nació. Solamente una niebla, solamente una nube fue el nacimiento de la materia. Popol-Vuh capítulo 2

Los mayas, a través de su libro el Popol-Vuh, señalan a una nube como origen de la materia, esto encuentra paralelismo con el fluido energético que brota del Big-bang. 124

Origen

En todas las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso.

Platón

El motor fundamental de todo el pensamiento humano, no podría ser otro que el Origen de todo, el Ser. Es preciso que la filosofía sea un saber especial, de los primeros principios y de las primeras causas. Aristóteles

En la filosofía recae una gran parte de la responsabilidad de indagar sobre todo lo que se refiera al Origen. Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. Juan 16: 28

Jesús también nos dice que nuestro único destino no puede ser otro que el Padre, nuestro verdadero Origen. Todas las cosas que me has dado, proceden de ti. Juan 17: 7

Jesús reitera que el Padre es el Origen de todo. Sin causa, Dios nos dio el Ser; sin causa, devuélvelo otra vez. Rumi, Mathnawi VI

Rumi coincide con Buddha, Dios no puede ser causa. Entendamos con sencillez lo que es: el Origen. 125

Origen

Siempre semejante a sí mismo, Dios reposa en un punto. Jacob Boehme, Tratados sobre el cielo y el infierno

Tal como sucede con la electricidad y la luz, el punto tiene la misma cualidad de Dios: su diámetro infinitamente pequeño lo hace imperceptible a nuestros sentidos, pero podemos ver que todas las dimensiones proceden de él —se sugiere retomar lo que en la presentación del tema nueve, “relatividad”, se aborda sobre el punto y las dimensiones—. Si los cuatro elementos, el firmamento estrellado y la naturaleza pudiesen perecer y dejar de existir, acredito que permanecería la Unidad eterna, de quien la naturaleza y la criatura recibieron su Origen. Jacob Boehme, La Llave

Es menester que no lo veamos como una posibilidad: “la ciencia sostiene que el universo entero llegará a su fin”; sin embargo, para el Ser absoluto no representará pérdida alguna.

16 Fuente original En el desarrollo de temas anteriores, reiteradamente se ha hablado del carácter ilusorio de la existencia, sin embargo, merece toda nuestra atención. El hecho que la hace relevante es que surge a partir del Ser absoluto —y bajo este contexto sería un gran desacierto rechazarla—. Es fácil observar con qué sencillez se destraban las múltiples dudas que recurrentemente aparecen, simplemente distinguiendo entre las “dos naturalezas”; de allí la importancia de que abordemos la Fuente original, ya que es la radiación más elevada de la manifestación universal; es el hilo de contacto entre “el Ser y la existencia”. 126

-Nombres que recibe-

Fuente original

Si el propósito fundamental de la vida está en el Ser original, entonces también está en permitir que fluya esa Fuente original, que es la piedra angular, el elixir de la vida verdadera, la luz del amor universal y el hilo de comunión que garantiza la cohesión de la Unidad perfecta; más allá de la división ilusoria que se muestra a través de la miopía de nuestros sentidos. El verdadero Conocimiento espiritual es intransmisible de un intelecto a otro, uno mismo debe buscarlo en esa fuente de Luz, que es la Gnosis. Hay quienes piensan que la Conciencia universal, que es la Luz emanada de la fuente eterna —el maná para los hebreos—, está sujeta a un proceso; pero no es así en términos absolutos, en la naturaleza del Ser no existen los cambios. Toda la obra magna puede realizarse con base en este fluido universal electromagnético que es el elemento secreto del magnum opus (del latín «gran obra»), oro vivificado de los verdaderos alquimistas, logos del Ser universal; cuyo contacto surge en contraposición de cualquier método, ritual, disciplina y en ausencia de cualquier esfuerzo. Tampoco es algo sentimental ni místico, no es algo que cause entusiasmos emocionales o intelectuales. De todos los temas abordados a lo largo de este material bibliográfico, éste será el único que, por necesidad propia, se dividirá en subtemas; cada uno sustentado con sus respectivas citas de fuentes originales * Nombres que recibe Todos los libros universales de la historia han hablado sobre esa Fuente original, asignándole muy diversos nombres; pero la presencia de este fluido electromagnético es lo que importa. Aunque el nombre queda en segundo término, en este primer subtema se ubica una serie de citas que nos permiten identificar estos nombres, mismos que se realzarán con letras engrosadas. 127

-Nombres que recibe-

Fuente original

Porque florece espléndidamente en el Jardín del Edén, la Comunidad de Israel recibe el nombre de Rosa de Sharon; porque su deseo es que la riegue el Manantial profundo que es la Fuente de todos los ríos espirituales, recibe el nombre de lirio de los valles. El Zohar

En la tradición hebrea, el Zohar identifica a la Fuente original como Manantial profundo. A un pez le basta con tener un pozo de agua para vivir. Allí encuentra todo lo que necesita. El hombre que vive en el Tao tampoco necesita nada más que el Tao. Chuang-Tzu

Tao es el nombre que Lao tse empleó. Un verdadero discípulo del Tathagata no debe poner su confianza en autoridades o en los ritos, sino que trascendiendo lo ideal del “yo”, descansará confiado sobre el Amitabha, que es la infinita Luz verdadera. Evangelio del Buddha

Buddha le llamó Amitabha. Antes de la venida de Cristo en el mundo no había pan. Lo mismo que en el paraíso, sitio en el que habitaba Adán, había allí muchos árboles para alimento de los animales, pero no había trigo como alimento para el ser humano. Éste se alimentaba como los animales, pero cuando vino Cristo, el Hombre Perfecto, trajo Pan del Cielo para que el ser humano se nutriera con alimento de humano. Evangelio de Felipe, Nag Hammadi

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-Nombres que recibe-

Fuente original

En el cristianismo, la Fuente original aparece designada bajo varios términos, uno de ellos es Pan del Cielo. El Pleroma, que no es deficiente pero que colma la deficiencia, es lo que el Padre suministró desde sí mismo para completar lo que falta, para que así reciba la gracia. Pleroma es el descubrimiento de la Luz de la Verdad que es inmutable. Evangelio de la Verdad, Nag Hammadi

En el gnosticismo cristiano, el término más empleado fue Pleroma. Replica el Maestro: Quien come del Pan y bebe del Agua de la Vida Eterna, nunca volverá a tener hambre ni sed y sus males desaparecerán de él, porque tiene en su interior la Gracia que la Palabra le ha dejado... Evangelio de Judas

El Pan y el Agua fueron los símbolos representativos de la Fuente original. Yo he venido para traerles el conocimiento completo de la emanación del universo. Porque la Emanación del universo es el conocimiento del misterio. Pistis Sophia XXXVII: 20,21

En la Pistis Sophia aparece como Emanación del universo. Yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero ustedes le conocen, porque mora con ustedes, y estará en ustedes. Juan 14: 16,17

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Fuente original

-Nombres que recibe-

Jesús de Nazareth, en el evangelio de Juan, le llama Consolador, el Espíritu de Verdad. El Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho. Juan 14: 26

En el mismo evangelio de Juan le llama Espíritu Santo, que es el término más empleado dentro del cristianismo. Deseen, como niños recién nacidos, la Leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcan para salvación. Acercándose al Señor, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual. Primera Epístola de Pedro Apóstol 2: 2,4,5

Curioso nombre le asigna Pedro apóstol: Leche espiritual. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del Árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios. Apocalipsis 2: 7

Árbol de la vida es un maravilloso nombre que se emplea en la Apocalipsis. Yo Soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del Agua de la vida. Apocalipsis 21: 6

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-Nombres que recibe-

Fuente original

En la Apocalipsis aparece también otro nombre genial: Agua de la vida. Todas las cosas que existen se manifiestan de la Aseidad Absoluta. Si la revelación, que es la vida de ese ser, se cortase durante un instante, todo se sumiría en la no existencia. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Interesante nombre utilizado en el Islam por Ibn Arabi: Aseidad, que significa “cualidad de Dios”. Cuando la Luz de Allah se enciende en el corazón, los pies de los ladrones desaparecen. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Este término no podría faltar en el Islam: Luz de Allah.

El Conocimiento es un espejo de la Aseidad. La Efusión viene sólo de Dios. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Efusión es otro apelativo empleado por Ibn Arabi. “Los caminos que conducen a Dios son tantos como los suspiros de las criaturas”, en cada aliento hay un camino hacia Dios. Lo que dignifica al gnóstico, y lo que tiene que hacer, es tomar cada Aliento de Dios y devolvérselo a Él. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Aliento de Dios, una muy significativa expresión. 131

Fuente original

-Nombres que recibe-

Los hombres que compartieron la Gnosis, devinieron hombres completos. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes fue el primero en emplear el término Gnosis, asignado precisamente a esa Fuente original. Entre nosotros, pobres mortales, Cristo opera como renovador de la Luz eterna, pero además de eso, Él renueva la luz natural. Paracelso, Las Siete Apologías

Fuerza de Cristo, expresión empleada por los alquimistas. La sabiduría es la respiración del Poder Divino, un rayo y un Soplo del Omnipotente. Jacob Boehme, La Llave

Soplo divino, muy común escucharlo en la tradición judeo-cristiana. La Quinta-Esencia es la verdadera Vida de la Naturaleza, es una Emanación de la Palabra. En la Quinta-Esencia reside la región Paradisíaca, la palabra fluida del poder y de la virtud Divina, donde las propiedades reposan en igualdad (uniformidad). Jacob Boehme, La Llave

Quinta-Esencia, término clave de los alquimistas. La Voluntad fluida es producida por la Palabra o Respiración Divina (Soplo), así como la Unidad, por tanto, la Voluntad 132

-Nombres que recibe-

Fuente original

anhela seriamente la Unidad, y ésta anhela la Sensibilidad, esto es, la región del fuego. Así una anhela la otra y cuando hay esta ansia, ocurre como un estallido o resplandor de Iluminación. Jacob Boehme, La Llave

Voluntad fluida y Respiración Divina, son apelativos que de manera elocuente hablan de un “fluido” universal. Salomón dice que la sabiduría es un infinito tesoro para el hombre, pues ella es el Aliento de la Fuerza Divina y un rayo de la gloria del Todopoderoso. Fama Fraternitatis de la orden Rosacruz

Salomón empleó un nombre similar: Aliento de la Fuerza Divina. Del Décimotercer Eón fluye lo que los doce Bodisatvas tienen que enseñar. Es la misma entidad a la que los antiguos Rishis llamaron Vishva Karman, a lo que Zoroastro llamó Ahura Mazdao; es la entidad a la que nosotros llamamos Cristo. Jesús fue ungido, esto es, ¡compenetrado del Vishva Karman, del Cristo! Rudolf Steiner, S/Ev. Lucas

Rudolf Steiner nos ofrece tres vocablos para tres tradiciones: Décimotercer Eón en el Budismo, Vishva Karman en el hinduismo y Ahura Mazdao utilizado por Zoroastro en Persia. * Otras referencias. En el primer subtema observamos las diferentes designaciones con las que se ha nombrado a la Fuente original, ahora abramos 133

Fuente original

-Otras referencias-

nuestro horizonte cognoscitivo y compartamos otras develaciones que inspiraron a los grandes maestros. Si los príncipes y reyes pudieran guardar el Tao, todos los seres se acogerían espontáneamente a su hospedaje, y el cielo y la Tierra se unirían para llover rocío. El pueblo, sin necesidad de decretos, se concertaría equitativamente por sí mismo. Lao tse, Tao Te King

Lao tse considera al Tao como el sostenedor del equilibrio universal. El gran Tao viste y nutre a los seres y no se adueña de ellos. Lao tse, Tao Te King

Es el gran sustento para todas las entidades vivas y no ejerce autoridad alguna. Sectas y religiones se jactan de ser intermediarias y dadoras de esta fuente de Luz —aunque nunca sea verdad—, de esta manera se adueñan de sus feligreses, ejerciendo su autoridad. El hecho de que el hombre pueda afrontar las Fuerzas Espirituales del universo sin miedo alguno, demuestra que entiende las leyes de Dios.

Confucio

Si no entendemos las leyes universales, menos podremos comprender esta radiación universal. La Luz infinita es la Fuente de la existencia espiritual del estado del Buddha; las obras de los brujos y de los hacedores de milagros son fraudes. Evangelio del Buddha

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-Otras referencias-

Fuente original

Sólo hay una fuente verdadera de Luz, brujos y chamanes emplean fuerzas de la naturaleza dialéctica que nada tienen que ver con la naturaleza del Ser. La Verdad es la boca del Padre y su lengua es el Espíritu Santo. El que se une a la Verdad se une a la boca del Padre por su lengua, cuando llegue a recibir el Espíritu Santo. Evangelio de la Verdad, Nag Hammadi

Boca y lengua son símbolos que evocan el verbo de Dios, que es esta radiación universal. Quien me envió está aquí con ustedes, ÉL ES LA VERDAD. Yo les digo a ustedes, hermanos, que la VERDAD y la PALABRA son la misma cosa, pero es más fácil conocer la Palabra que conocer la Verdad. La Palabra se oye y parte de ella se comprende, más la Verdad no se puede oír, ni se puede ver porque es la Luz que ilumina nuestro Espíritu; en ella está la Verdad. Yo les enseño la Palabra, mas mi Padre les enseñará a conocer la Luz, porque ÉL ES LA VERDAD. Evangelio de Judas

En su momento histórico Jesús enseñó con la palabra, en correspondencia con el nivel evolutivo de quienes le escuchaban; así preparó el camino para que en futuras generaciones, se presentaran las condiciones para el contacto directo con esta Fuente de Conocimiento. Esta posibilidad ya está presente para todos nosotros, sólo hay qué abrir nuestros ojos y nuestros corazones. A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu. Corintios I 12: 7,8

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Fuente original

-Otras referencias-

Pablo testifica que la ciencia y la espiritualidad van de la mano y esta Fuente de Conocimiento inspira en ambos sentidos. Un hombre es en esencia un taller Divino. La Aseidad de Dios está revelándose constantemente. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

La aseidad siempre se revela en consonancia con nuestro estado de libertad interior. A mayor libertad, más revelación. Cada habitación o sala recibe Luz según su ventana. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

No estamos para conquistar esta Fuente universal, sólo podremos recibirla en la medida que nos abramos a ella. Traer la sabiduría del Amor, ha sido la misión de los Bodisatvas y del Buddha; dar a la humanidad la Fuerza del Amor, ha sido la misión del Cristo. Hemos de distinguirlo claramente. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

Mientras que Buddha habló de esa fuente a través de la sabiduría, Jesús propició la apertura necesaria para que esta radiación fluya a lo largo de este mundo. * No hay espacio vacío En cuanto a la existencia de materia, el universo está absolutamente vacío —aunque nuestros sentidos nos mantengan en la ilusión de lo contrario—; en cuanto a la presencia de la radiación 136

Fuente original

-No hay espacio vacío-

original, todo el espacio está absolutamente lleno. Las citas que se abordan en este subtema dan testimonio de ello. No hay absolutamente ningún espacio vacío. Fama Fraternitatis de la orden Rosacruz

Los rosacruces clásicos lo tenían muy claro, y así lo expresan en su libro “llamada de la fraternidad”. El vacío no existe, ni puede haber existido en el pasado, ni existirá nunca. Ni siquiera la región externa al cosmos está vacía, está llena de cosas de la naturaleza similar a su propio Ser Divino. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes, además de testificar que más allá de la materia todo el universo está lleno, agrega que el contenido del cosmos tiene la naturaleza del Ser original, de Dios. Es por eso que no debe sorprendernos su imperceptibilidad para nuestros sentidos. Jesús dijo: Yo Soy la Luz que está sobre todos ellos. El universo ha surgido de mí y ha llegado hasta mí. Partan un leño y allí estoy Yo; levanten una piedra y allí me encontrarán. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

Jesús nos manifiesta que aún en el interior de la materia está presente la radiación divina. La mente que está por completo tranquila se encuentra totalmente llena de Energía. Esa Energía es anónima; no es suya ni mía. Esa Energía, esa intensidad, esa vitalidad no se genera mediante una acumulación, sino a través de un profundo ejercicio de investigación sobre dónde se encuentra la 137

Fuente original

-No hay espacio vacío-

Energía; a través del profundo ejercicio de preguntarse de dónde viene esa Energía. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

Krishnamurti expresa que esa energía universal a nadie le pertenece y sólo con una mente tranquila nos abrimos para que nos sea revelada. * El Sol como portador de la Fuente original. A lo largo de la historia, la Fuente original ha sido objeto de búsqueda en todas las tradiciones; lo paradójico es que siempre la hemos tenido a nuestro alcance y mucho más cerca de lo que imaginamos. En la mayoría de los libros universales se cita al Sol como portador —pero no como generador— de ese fluido universal. Al principio las criaturas nacían con hambre. Para ayudar, el Sol se inclinó la mitad del año hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Es la energía del Sol la que sostiene a la vida. Por ende, debes buscar su gracia. Todos los reyes de la antigüedad han mantenido a sus súbditos rezándole al Sol. Yudhistira orientó sus pensamientos en el Dios del Sol, recitando sus alabanzas. En respuesta a sus rezos apareció el Dios del Sol, luminoso y ardiente, le ofreció una escudilla de cobre, y le dijo: usa esta escudilla de hoy en adelante y les abastecerá con una cantidad inagotable de comida. Mahabharata

Yudhistira, junto con su hermano Arjuna y otros dos hermanos más, fueron despojados de su propio reino y condenados a vagar por el desierto, donde seguramente morirían de inanición. El Sol les ofreció depositar su alimento en una escudilla de cobre —es el cuenco en que pedían comida como limosna los ascetas— para así garantizar su supervivencia. 138

-El Sol como portador de la Fuente original-

Fuente original

Toda la vida han existido hombres que pudieron conservar su vida biológica exclusivamente con ese alimento solar, sin probar bocado alguno de comida material. Hoy en día existen varios personajes que viven de esta manera y, algunos de ellos, ya fueron estudiados por la ciencia, que corroboró la autenticidad de este fenómeno biológico. Para todos nosotros está abierta esta posibilidad y la información necesaria para llevarlo a cabo, de manera correcta y sin riesgos, se ofrece en la página: www.centrouniversalisata.com Del mismo modo que el Sol proyecta su luz sobre todas las cosas de este mundo, igualmente el Señor del campo llena con su Luz todas las cosas del campo. Bhagavad Gita, XIII- 33

Todos los alimentos que produce el campo han sido bañados por esta Luz. El Sol es el conservador y mantenedor de todo tipo de seres vivientes; el Sol llena todas las cosas del cosmos con su Luz, y las hace Vivas. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Hermes expresa que el Sol porta la Luz que da, conserva y mantiene la vida. Sin el Sol nada somos. Los pitagóricos no se levantaban del lecho después de salir el Sol, sino que cuidaban de adorar al Sol naciente. Vida Pitagórica, Jámblico

Para los pitagóricos era obligatorio levantarse a mirar el Sol del amanecer, de lo contrario, no eran admitidos en su comunidad. 139

Fuente original

-El Sol como portador de la Fuente original-

Después de la contemplación solar seguía una caminata meditativa para que posteriormente diera inicio el ejercicio filosófico. Cabe mencionar que para realizar la contemplación solar, es el amanecer —junto con el atardecer— el momento en que es posible abrir las ventanas de nuestros ojos para que su Luz nos llene, sin riesgos de daños oculares. Cuando sean capaces de contemplar el brillo del Sol del mediodía con los ojos fijos, podrán entonces mirar la Luz cegadora de nuestro Padre Celestial, que es un millar de veces más brillante que el brillo de un millar de Soles. Evangelio de los esenios

La radiación de Dios es cegadora, el Sol es un transformador electromagnético que la dosifica en la intensidad que nos es posible digerirla. ¿En qué le afecta al Sol el entrar en cada torre, palacio o casa que se ha construido en el mundo? Si los palacios estuviesen en ruinas, nadie pensaría que le ha pasado algo al Sol, porque no le pasaría nada. El Espíritu Cualificado sigue presente por siempre y en cualquier estado en que esté. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Esta frase revela la cualidad absoluta e inmutable de la Fuente universal. ¡Oh día, despierta! los átomos bailan... todo el universo baila gracias a él.... las almas bailan poseídas por el éxtasis, te susurraré al oído.... a donde les arrastra su danza... Todos los átomos en el aire y en el desierto.... 140

Fuente original

-El Sol como portador de la Fuente original-

sabes, parecen locos.... cada átomo, feliz o triste... está encantado por el Sol... No hay nada más que decir... Rumi, poema de los átomos

Maravilloso poema de Rumi que describe cómo cada partícula de esta Tierra es tocada por la Fuente original. Es el sepulcro helado nueva cuna para nacer del Sol a los fulgores, y su tiniebla, lóbrega, importuna, brillo para los astros superiores. Nezahualcóyotl, Vanidad de la gloria humana

Nezahualcóyotl habla del renacimiento por el fuego a través de la energía solar. El cuerpo natural es grueso y elemental, es como los elementos exteriores; sin embargo, en este cuerpo grosero hay un poder y una virtud que es sutil, semejante al Sol, y que es una con el Sol. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

A través de estas palabras se denota la similitud de la naturaleza solar con la que hay en nuestro Ser interior original. Será necesario aguardar y esperar la Luz sobrenatural y Divina designada para gobernar el día, que se eleva por el verdadero Este. Lo de afuera se hará sirviente de lo de adentro. No habrá por tanto peligro alguno, sino que todo irá bien, y todo residirá en su esfera apropiada. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

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Fuente original

-El Sol como portador de la Fuente original-

Con la luz sobrenatural que se eleva por el verdadero Este —punto cardinal por donde sale el Sol—, nuestro Ser interior se restablecerá como regulador de lo externo. Recoge todos tus pensamientos y dirígete con fe hacia el centro, mantente silencioso ante el Señor, sentado en soledad con Él en tu celda más interna. De ese modo tu Luz romperá con la mañana, y después de que haya pasado su rojez, el Sol mismo se elevará en ti, y bajo sus curativas alas te regocijarás grandemente, ascendiendo y descendiendo en sus brillantes y salutíferos destellos. Advierte que éste es el verdadero fundamento suprasensible de la Vida. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

Confirma al Sol como el verdadero fundamento suprasensible de la vida, además de otorgarle cualidades curativas. Es el presagio del Sol, radiante de Amor, quien con sus rayos puros y ardientemente radiantes dará nacimiento al bienaventurado día que muchos corazones piadosos buscan con anhelo. En la Luz de este día se verán y se reconocerán en verdad todos los tesoros celestiales de la sabiduría Divina, así como todas las cosas invisibles ocultas en el misterio del mundo. Este será el verdadero Rubí real, un carbunclo de noble resplandor que es una perfecta medicina para todos los cuerpos, que puede transformar metales innobles en oro puro, y que es capaz de suprimir todas las enfermedades, los temores, miserias y tribulaciones de los hombres. Fama Fraternitatis de la orden Rosacruz

Ubica a los rayos solares como el alimento para el renacimiento, piedra filosofal —Rubí real—, instrumento curativo que transforma al hombre natural en Hombre libre e iluminado. 142

-El Sol como portador de la Fuente original-

Fuente original

Han existido épocas en las que se veía, otras en las que se oía, y otras en las que se olía. Queda aún por llegar, y se está acercando a pasos agigantados, el tiempo en que la lengua tendrá el honor de hablar y expresar finalmente todo lo que en algún momento ha sido visto, oído y olido. Tan pronto como el mundo haya superado la embriaguez de la aturdidora y envenenada copa que ha bebido, irá por la mañana temprano, alegre y jubiloso, con el corazón abierto, la cabeza descubierta y los pies desnudos, al encuentro del Sol naciente.

Confessio Fraternitatis de la orden Rosacruz

Los rosacruces (al igual que en diferentes culturas) emitieron el presagio de la nueva era Solar; debemos estar preparados para recibirla con el corazón abierto, la cabeza descubierta y los pies desnudos: con el Ser interior libre, la mente quieta y en pleno respeto por la naturaleza terrenal, que es la madre de nuestro cuerpo biológico. Zoroastro fue una de las más grandes figuras de la evolución de la humanidad; de las profundidades del mundo espiritual pudo dar a su época el sublime mensaje del Espíritu Solar, que más tarde apareciera como el Cristo. Fue él quien dijo: “Ese Espíritu, Ahura Mazdao, está en el Sol y se acercará a la Tierra. Rudolf Steiner, S/Ev. Lucas

Zoroastro, después del gran diluvio, en la antigua Persia, también presagió el acercamiento de la energía solar fundamental a la Tierra —el Ahura Mazdao—. * Dos naturalezas. Retomemos el tema de las “dos naturalezas” para establecer la debida distinción en la manifestación de la energía, y con esto ubicar las dos naturalezas de fuerza que nos ofrece el Sol. 143

-Dos naturalezas-

Fuente original

Las Fuerzas Divinas son radiaciones emitidas por Dios; las fuerzas que originan el nacimiento y el crecimiento son radiaciones emitidas por el cosmos. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Las fuerzas cósmicas otorgan la vida biológica y la mantienen de manera temporal; por lo contrario, a través de la Fuente original se mantiene siempre el vínculo de nuestro Ser interior con el Ser universal, que es la verdadera vida. Existe un tipo de fuego que es más fuerte que otro, y el uno consume y aniquila al otro. La luz inferior es, por naturaleza, un instrumento de destrucción y muerte que devora todo aquello que se le acerca. Pero la Luz blanca ni consume, ni demuele, ni cambia jamás. Moisés permaneció de pie en la Luz suprema que no consume y no demuele. El Zohar

La distinción que hacen los hebreos entre la luz inferior y la Luz blanca, está en correspondencia con la distinción que establece Hermes entre las fuerzas cósmicas y la fuerza divina. * Dos naturalezas de fuerza en el Sol. El Sol genera una multiformidad de energías naturales, todas perceptibles en mayor o en menor grado; y además transmite la energía de frecuencia absoluta del Ser. En las siguientes citas se establece esta distinción. En verdad que todo debe nacer de nuevo del Sol y de la Verdad, pues su cuerpo se baña en la Luz del Sol de la Madre Terrenal, y su Espíritu se baña en la Luz del Sol de la Verdad del Padre Celestial. Evangelio de los esenios

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-Dos naturalezas de fuerza en el Sol-

Fuente original

Jesús nos dice que la luz del Sol de la Madre terrenal —energía cósmica— es para nuestro cuerpo biológico; y la Luz del Sol de nuestro Padre Celestial —radiación suprema del Ser universal— es para nuestro Ser interior original. Estando Jesús reunido con sus Discípulos, le preguntó Santiago: Maestro, ¿qué debemos hacer para comprender mejor su Mensaje? El Maestro dijo: Alrededor del Sol, hay muchos Planetas y cada uno de ellos ocupa su lugar y su distancia entre ellos y el Sol y entre los demás Planetas; así ustedes deben ocupar su lugar y distancia alrededor del Sol, procurando no estar ni demasiado cerca, ni demasiado lejos. Y entre Ustedes, mis discípulos, esto debe ser en equilibrio, permitiendo así, como los Planetas, que cada uno reciba únicamente lo que necesite para su propia sobrevivencia; habiendo concordancia en “la Luz que viene del Sol y la Luz que viene del Padre”. Evangelio de Judas

Además de ocupar el lugar que nos corresponde con respecto al Sol, Jesús nos pide distinguir a la luz que viene del Sol de la Luz que viene del Padre. Enseñaba el gran Zoroastro que la luz solar y el calor que nos llegan del Sol, no son sino la vestidura física de las supremas entidades Espirituales, rayos poderosos Espirituales que desde el Sol penetran en la Tierra. Y el ductor de todas esas entidades que desde el Sol transmiten a la Tierra su obrar benéfico, es precisamente la entidad que más tarde fue llamado el Cristo. Zoroastro decía: “Sobre la Tierra no encontramos a este Espíritu-Luz, pero si dirigimos la mirada hacia el Sol, se nos presenta la entidad Espiritual que es el Ahura Mazdao, y la Luz que de allí fluye a nosotros, es el cuerpo del Espíritu Solar. Rudolf Steiner, S/Ev. Lucas

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Fuente original

Zoroastro decía que la energía calórica y la energía lumínica (perceptibles) son la simple vestidura de la energía suprema (imperceptible), crística, el Ahura Mazdao. Y con la invitación que nos hace de dirigir la mirada al Sol, se convierte en el primer promotor de la contemplación solar en la historia.

17 Conciencia El pensamiento es, por naturaleza, la primera percepción que un humano tiene acerca de la Conciencia; pero esta cualidad de la mente apenas se vislumbra como una pálida sombra de la misma Conciencia. Así, mientras el pensamiento es una manifestación o proyección de la Conciencia, para ella el pensamiento no significa gran cosa. La Conciencia primero se involucró y después se introdujo en el mundo dimensional de las formas y de esta manera surgió la mente, como manifestación de la Conciencia misma. Con el tiempo se identificó con su propia proyección —con la mente— y se presentó un estado de ensoñación en el que la mente se erigió en el lugar que le corresponde a la Conciencia: cree que es la Conciencia misma. La Conciencia no crece ni disminuye, es consciente en sí misma; no tiene más o menos luz, es la Luz misma; es como un espejo, refleja las imágenes que le aparecen al frente sin elegir, sin establecer diferencias, sin juzgar; no tuvo principio ni fin; es atemporal, por lo tanto, no evoluciona. Para la Conciencia la mente no es más que un infinitésimo. En sus aspiraciones, el hombre apenas puede abrirse gradualmente para que la Conciencia se manifieste en él. Ante un vacío de Conciencia, el ego se manifiesta como proyección; y el hombre que, por inconciencia, desarrolla densas manifestaciones de ego, aún sin expresarlas está expuesto a convertirse 146

Conciencia

en víctima de otras personas que tienen desarrollados esos mismos egos. Es así como la naturaleza nos expone a dificultades para impulsarnos a descubrir nuestros propios vacíos de Conciencia; pero a la medida en que nos abramos a esa Conciencia universal, ya no necesitaremos afrontar circunstancias difíciles. Cada uno de nosotros irá abriendo su corazón espontáneamente para que la Conciencia se haga manifiesta. El mejor indicador de apertura hacia la Conciencia está en el modo de afrontar las circunstancias que la vida nos presenta, tanto agradables como desagradables. La neutralidad es la llave que abre la puerta de la Conciencia. Es momento de que revisemos lo que las fuentes filosóficas originales nos ofrecen acerca del tema de la Conciencia. Lancémonos a la comprensión de las citas textuales de más exquisitez y por ende, de mayor trascendencia histórica y con ellas sustentemos lo ya expuesto; formemos así una visión universal. La verdad existe en el animal; el animal se muere, percibe las cosas que le rodean, distingue y aprende a escoger. En él hay conciencia; pero no tiene aún la conciencia de la Verdad. Es la conciencia del “yo” únicamente. La conciencia del “yo” ciega a los ojos del Espíritu y oculta la Verdad. Es el origen del error, la fuente de la ilusión. Evangelio del Buddha

La conciencia del animal que describe Buddha es la conciencia relativa, de la mente, con ella podemos comprender y afrontar la existencia, pero es suficientemente limitada para comprender la Conciencia de la Verdad, que está en el Ser y que es el origen mismo de la mente. Si como humanos vivimos simultáneamente en dos naturalezas, también llevamos presentes estas dos conciencias: la “conciencia 147

Conciencia

existencial” —que está en la mente— y la “conciencia del Ser” —que está en el Espíritu—. Si el ojo nunca duerme, todos los sueños cesarán naturalmente. Si la mente no hace discriminaciones, las diez mil cosas son como son: de la misma esencia. Sosán, Hsin Hsin Ming

Sosán deja implícito que si alguien se jacta de tener sueños lúcidos, lo único que puede tener es la lucidez de su inconciencia, porque un hombre consciente ya no sueña; aún a las experiencias de la existencia les ofrece poca importancia, porque las considera como parte de otro sueño pasajero. También nos dice Sosán que con la Conciencia se ve todo en Unidad, de una sola esencia. Es necesario que ustedes se conviertan en su propio Sol, en su propia Luz, y así alumbrándose y alumbrando a otros, le corresponderíamos con nuestra obra a mi Padre que me ha enviado. Evangelio de Judas

Nada ni nadie puede abrirnos a la Conciencia, la posibilidad de vivir esa experiencia queda estrictamente en nuestras propias manos. Cuando alguien vive en libertad de Conciencia, su propia Luz alumbra a los demás sin necesidad de sermones. Mi Conciencia conservará su pureza y se negará a aceptar una enseñanza sin pruebas.

Paracelso, Las Siete Apologías

Cada vez que alguien se abre a una idea sin pruebas, se cristaliza en él un dogma, y esto lo sumerge en la inconciencia. 148

Conciencia

Para los hijos de Dios, lo que es despreciado por el mundo constituye su mayor tesoro. Es más brillante que el Sol; es más placentero que todo el gozo y todos los placeres de este mundo. Quienquiera que lo obtiene es más rico que cualquier monarca de la Tierra. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

La humanidad se ha mantenido cerrada a la Conciencia, es por eso que menosprecia el gran tesoro que todo hombre libre posee: su Conciencia. Sólo a través de la llama de la Conciencia, no a través del autoanálisis, puede uno distinguir los prejuicios, las huidas, los valores con los que nos defendemos y que están continuamente afectando a la experiencia. Krishnamurti, Informes de conversaciones y respuestas a preguntas, Nueva York 1935

En la Conciencia no existe juicio alguno, es por eso que el autoanálisis carece de sentido para ella; porque es un juicio a sí mismo. La conciencia es el producto de la mente y la mente es el resultado del condicionamiento, del deseo, y por ello es la sede de la personalidad. Sólo cuando la actividad de la personalidad y de la memoria se detiene, surge una Conciencia totalmente distinta. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

En esta cita, Krishnamurti establece una distinción plena entre la conciencia existencial y la Conciencia del Ser. Si durante todo el día tuviéramos Conciencia de cada pensamiento, de cada sentimiento, de cada motivo y de cada 149

Conciencia

respuesta —Conciencia, no interpretación, no condena, no justificación, sino simplemente tener Conciencia de todo el proceso—, descubriríamos que no hay ninguna necesidad de sueños. Conversaciones por Krishnamurti en U.S.A. 1966

La Conciencia se limita a observar; sin interpretaciones, juicios, ni justificaciones. Igual que Sosán, Krishnamurti establece que en la Conciencia no tienen cabida los sueños. El conocimiento existe en dos formas: inerte y sin vida, reunido en libros; y vivo, en la Conciencia de los seres humanos. Esta segunda forma de existencia es sin duda la fundamental; la otra, indispensable por cierto, ocupa un lugar inferior. Esto es lo que constituye el distintivo del maestro. Albert Einstein, Mis creencias

Es un regocijo descubrir la distinción que establece Albert Einstein. Sin duda alguna, en la Conciencia está latente el conocimiento vivo.

18 Puerta falsa A lo largo de la historia, el hombre ha propiciado una cadena interminable de desviaciones con relación a la esencia fundamental contenida en los libros universales —más allá de lo que está escrito y de las limitaciones propias de cada lenguaje—; retoma las leyes universales y las manipula a beneficio personal o, peor aún, para dominio y control de las masas. Pero esto no debe sorprendernos, está en la naturaleza de los humanos y no podría haber sido diferente. Es importante identificar esas desviaciones, pero mucho más trascendental es descubrir por qué sucedieron. Razones hay mu150

Puerta falsa

chas, pero todas están vinculadas con un mismo problema: la humanidad se perdió en la existencia y en consecuencia se rompieron los vínculos con el Ser original —que es intangible—. Para recuperar ese contacto, el hombre ha trazado múltiples caminos; sin embargo, prácticamente todos buscan a través de las formas —que son tangibles—. En síntesis, todo el problema radica en que hemos buscado lo intangible (Dios) a través de lo tangible (la existencia relativa, ilusoria). Así han aparecido religiones —con toda la formalidad y la jerarquía que cada una establece—, fraternidades —con todo el legado intelectual y filosófico que las sustentan—, comunidades —con toda la carga mística y emocional que las cohesiona— y sectas —con todas las construcciones pseudo filosóficas y pseudo místicas que justifican todos sus engaños—. Tal y como sucede en las estructuras colectivas, en lo individual también nos enfrentamos con los mismos problemas: buscamos señales en el cielo, en la naturaleza, en la ingestas de brebajes, en apariciones misteriosas; en fin, todo aquello que se nos pueda ocurrir en el mundo tangible de las formas. Es evidente que un hombre iluminado, por el contacto con la Fuente original y con la Verdad del Ser, tiene la posibilidad de manifestar ciertas facultades que brotan desde su interior; pero quienes “desean” estar iluminados, buscan primero el desarrollo de esos poderes sin que antes se haga manifiesto el Ser. Así han surgido los grandes imitadores que tanto han encandilado a los hombres y, como consecuencia, los han desviado. Vemos dones de profecía, clarividencia, telepatía, curación, lenguas, interpretación de lenguas, interpretación de sueños, dominio de fuerzas, lectura de cartas, y muchas cosas más; pero ¡qué curioso!, siempre en manos de gente profundamente ególatra que ostenta o ambiciona poder —aunque algunas veces todo muy disfrazado—. Son tantas la puertas falsas abiertas por el hombre, que se necesitaría imprimir muchos volúmenes para describirlas; sin embargo, 151

Puerta falsa

en los mismos textos universales aparecen las debidas advertencias sobre las desviaciones más importantes. Por razones obvias, en este tema se involucrará una importante cantidad de citas. ¡Oh, Arjuna, sé tú un yogui! Porque el auténtico yogui va más allá que aquéllos que sólo siguen el sendero de la austeridad, o de la mera sabiduría o de la mera acción. Bhagavad Gita, VI- 46

Ni la acumulación de sabiduría “intelectual”, ni la abstinencia en la vida material y tampoco las acciones en el plano externo nos conducen a la Verdad del Ser. Entre los hombres mortales hay tres clases de fe, de acuerdo con su propia naturaleza, que son: de Luz, de fuego y de oscuridad. Los primeros adoran al Dios de la Luz, los segundos adoran a los dioses del poder y la riqueza. E igualmente, aquéllos cuya naturaleza es preponderantemente tamásica adoran a los espíritus nocturnos, fantasmas y fuerzas elementales. Debido a esto, hay farsantes ostentosos que, motivados por el deseo de poder y sus pasiones, someten a terribles austeridades que no vienen prescritas por los libros sagrados, y apartan de la actitud piadosa. En su locura, torturan los cuerpos y las energías vitales que en él residen. Has de saber, oh Arjuna, que sus mentes tienen tendencias demoníacas. Bhagavad Gita, XVII- 2, 4, 5 y 6

Solamente la fe que descansa en la Luz de la Fuente original es la que nos reincorpora al Ser. Todo lo demás, citado por Krishna, son salidas equivocadas. Los dioses terrestres y materiales son fácilmente provocados a la ira, en cuanto han sido hechos por los hombres, de aquí 152

Puerta falsa

que haya sucedido que los animales sagrados hayan sido reconocidos como tales por los egipcios, y que en las diversas ciudades de Egipto la gente adora la almas de los hombres a quienes han sido consagrados estos animales como estatuas vivientes; es la razón por lo que las ciudades de Egipto están inclinadas a hacerse la guerra entre ellas. Y estos dioses, que son llamados terrestres, son inducidos por medio de hierbas, piedras y aromas. Los seres celestiales que han sido inducidos a entrar en imágenes pueden aceptar durante largas edades la compañía de los hombres. Y así es como el hombre hace dioses. Nuestros dioses de la tierra atienden a las cosas de una en una, predicen los sucesos por medio de suertes y de adivinación, prevén lo que viene y rinden ayuda de acuerdo con ello; asisten, como amantes compañeros, en los asuntos de los hombres. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Puede resultar verdaderamente inimaginable, pero todos los dioses terrenales se han creado inconscientemente, ya que son producto del fanatismo colectivo de los hombres. Habitan en la cuarta dimensión y son entidades muy poderosas porque fueron creadas a partir de una gran cantidad de energía desplegada por las emociones y los pseudo misticismos colectivos. Se manifiestan por inducción, en base a hierbas, piedras, inciensos, entre otros y, por lo general, utilizan como medio la imagen de alguna representación escultórica o pictórica. Eventualmente otorgan ciertos “milagritos” a escasas personas, pero suficientes para generar emociones místicas en la colectividad, para que con ello aumente la liberación de energía que tanto necesitan como alimento. Los hombres de tiempos por venir serán confundidos por astutos sofistas, y serán desviados de las enseñanzas puras y santas de la verdadera filosofía. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

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La didáctica de los sofistas consistía en el montaje de debates públicos. La Verdad del Ser va más allá de cualquier tipo de discusión. El Hombre Verdadero de los tiempos antiguos dormía sin soñar y se despertaba sin preocupación. Chuang-Tzu

Chuang-Tzu lo establece de manera muy clara: cualquier tipo de sueño estará siempre ajeno a la naturaleza del Hombre Verdadero. Vino el sabio con las genuflexiones y reverencias de los ritos y la música, con la intención de reformar los cuerpos del mundo; con el estirarse para conseguir el premio colgante del humanitarismo y la equidad, cuyo objetivo era reconfortar los corazones del mundo. Entonces por primera vez la gente aprendió a ponerse de puntillas y codiciar la sabiduría, a pelear hasta la muerte por la ganancia, y ya no hubo cómo detenerla. Esto al final fue todo culpa del sabio. Chuang-Tzu

Ritos, humanitarismos, reformas, emociones místicas; lo único que todo esto propicia es que la gente codicie la sabiduría. Mientras está soñando no sabe que es un sueño y en su sueño, quizás hasta trate de interpretar un sueño. Sólo al despertar sabe que era un sueño. Y algún día habrá un gran despertar cuando todos sepamos que esto es todo un gran sueño. Sin embargo los tontos creen que están despiertos, suponiendo, brillante y laboriosamente, que comprenden las cosas, llamando a este hombre un soberano, al otro un pastor. ¡Qué denso! ¡Confucio y tú sueñan ambos! Y cuando digo que están soñando, yo estoy soñando también. Chuang-Tzu

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Todos los medios externos son simples sueños; todos ilusorios. Cuando tratas de parar la actividad, para alcanzar la pasividad, el propio esfuerzo te llena de actividad. Sosán, Hsin Hsin Ming

La quietud del Ser jamás llegará como producto de un esfuerzo, debe alcanzarse en plena y absoluta tranquilidad. Buscar la Mente con la mente discriminatoria es el mayor de los errores. Sosán, Hsin Hsin Ming

La Mente universal de Dios, que dio origen al universo, es inalcanzable para nuestra mente humana. Todo está vacío, claro, autoiluminado, sin el empleo del poder de la mente. Aquí, el pensamiento, el sentimiento, el conocimiento y la imaginación no tienen ningún valor. Sosán, Hsin Hsin Ming

Pensamiento, emoción, imaginación; son pura fantasía en la verdadera búsqueda del Ser. Un discípulo ordenado no debe vanagloriarse de ninguna perfección sobrehumana. El discípulo que con mala intención y por avaricia se gloria de poseer perfección sobrehumana, ya sean visiones celestes, ya milagros, tampoco es un discípulo de Sakyamuní. Yo les prohíbo, ¡oh bhiksus!, el uso de encantos y oraciones, 155

Puerta falsa

porque son causas inútiles, porque la ley del karma rige todas las cosas. Aquel que trate de hacer milagros no ha comprendido la doctrina del Tathaghata. Evangelio del Buddha

Milagros, visiones extrasensoriales, perfección sobrehumana; todo es pura vanidad, soberbia. El uso de encantos y oraciones —sobre todo invocaciones para alguna petición— siempre pretenderán modificar el curso de la ley de “causa y efecto”; esto es ir en contra de la naturaleza. Por algo los prohibió Buddha. Uno de los discípulos interrogó al Bienaventurado: ¡Oh, Buddha, nuestro señor y maestro!, ¿de qué nos sirve renunciar a los placeres del mundo, si nos prohíbes hacer milagros y obtener poderes sobrenaturales? ¿La infinita Luz de revelación, no es una fuente de innumerables milagros? Buddha contestó: ¿No es una cosa maravillosa, misteriosísima y milagrosa para el hombre de mundo, que un pecador pueda tornarse santo, que el que adquiere la verdadera Luz pueda encontrar el camino de la Verdad y dejar los malos senderos del egoísmo? El bhikshu que abandona los pasajeros placeres de este mundo por la eterna felicidad de la santidad, realiza él sólo un milagro que puede en verdad ser llamado así. El santo cambia en beneficios los males del karma. El deseo de hacer milagros nace sólo de la codicia o de la vanidad. La Luz infinita es la fuente de la existencia espiritual del estado del Buddha; las obras de los brujos y de los hacedores de milagros son fraudes. Evangelio del Buddha

Es natural que algunos de los seguidores de Buddha hayan protestado por la prohibición de hacer milagros; de momento no comprendían que el deseo de hacerlos sólo alimenta la soberbia. 156

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El discípulo preguntó: ¿Un pobre monje puede, sacrificándose, adquirir los talentos de la sabiduría sobrenatural llamada abhijna y los poderes sobrenaturales llamados riddhi? El Bienaventurado dijo: ¿Cuántos son los abhijnyas? El discípulo respondió, son seis: primero, el aire celeste; segundo, el oído celeste; tercero, la obediencia del cuerpo a la voluntad o la facultad de transformarse; cuarto, el conocimiento de las moradas anteriores, pudiendo conocer los estados anteriores de existencia; quinto, la facultad de leer en el pensamiento ajeno; y sexto, la ciencia de comprender el último fin del torrente de la vida. El Bienaventurado respondió: Son en verdad cosas maravillosas, pero todo hombre es capaz de adquirirlas. Considera las facultades de tu propio Espíritu, sé cuerdo y abandona las prácticas erróneas que sirven sólo para embrutecer la mente. Evangelio del Buddha

Indiscutiblemente es muy seductora la idea de adquirir poderes sobrenaturales —esto se ha convertido en el motor de muchas sectas—, pero la facultad del Ser va mucho más allá de todas estas tentaciones que sólo encandilan la mente. La inspección de los astros, la astrología, la adivinación de los sucesos próximos o desgraciados por medio de signos, y la predicción del bien y del mal, todo eso está prohibido. El que deje ir su corazón a la aventura sin freno alguno, no alcanzará el Nirvana. Evangelio del Buddha

Astrología, adivinaciones, predicciones; nos puede sorprender, pero todo eso lo prohibió Buddha. Si la astrología nos lleva a asuntos del pasado o del futuro sólo nos alejará del Ser, que es atemporal. Si insistimos en eso, envenenaremos la inocencia de nuestro corazón que quizá aún conservamos. 157

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No es lícito divulgar a profanos los misterios. Estos, con la enseñanza como pretexto, hacen muchas cosas terribles, enredan a los jóvenes de forma inconveniente y sistemática. Mezclan, pues, principios y pensamientos divinos con caracteres inquietos y turbulentos, como si alguien vertiera en un pozo profundo, lleno de lodo, agua pura y transparente. Pues densa y espesa maleza crece en la mente y corazón de los que no han sido iniciados de forma pura en las ciencias. Vida Pitagórica, Jámblico

Es muy común que los pseudo maestros mezclen la naturaleza del Ser con asuntos existenciales, esto les proporciona grandes armas para engañar y utilizar a mucha gente. Hay potencias que son conferidas al ser humano […], pues no desean que éste pueda salvarse para que ellas logren ser […]; pues si el ser humano se salva, se hacen sacrificios […] y se ofrecen animales a las potencias. Son a éstas a quienes se hacen tales ofrendas. Evangelio de Felipe, Nag Hammadi

(Los corchetes indican los fragmentos de texto perdidos por el deterioro de los papiros, esto dificulta un poco la comprensión del escrito.) Jesús dice que las ofrendas brindadas en los rituales —todo en las formas— son recibidas por las grandes potencias, es decir, dioses terrenales. A estas potencias no les conviene que el hombre se libere, pues perderían su única fuente de alimento, la energía etérica humana. Estén atentos para que nadie los desoriente diciendo: helo aquí, helo aquí; pues el hijo del hombre está dentro de ustedes, síganlo. Quienes lo busquen lo encontrarán. Evangelio de María Magdalena, Nag Hammadi

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La naturaleza de Dios la llevamos en nuestro Ser interior, quienes ignoran esto hablan mucho. Mi Palabra seguirá siendo como la fuente de Aguas cristalinas en la que «Quien bebiera, calmará su sed» -Guarda silencio el Maestro-. Interpela Judas y le dice: Maestro, si eso es así, cuando Usted se retire, ¿quién tendrá la Palabra que viene de su Padre? Contesta el Maestro: YO SOY LA PALABRA. El que encarne la Palabra me tiene a Mí; pero no olvides, Judas Iscariote, que vendrán muchos en mi nombre diciendo que tienen la Palabra. Estos serán impostores porque la Palabra que viene de mi Padre, sólo YO la digo; así pues, todo quien diga tener la Palabra, y no me tenga a Mí, es como el que se baña en el agua con la que muchos se han bañado; no es pura, está llena de impurezas, por lo tanto, quizás ensucia más. Evangelio de Judas

Es algo común, los que hablan mucho se creen poseedores de la palabra de Dios. Tomás dijo: Hemos sabido que hay hombres que comen hostias hechas con semen de hombre y sangre menstrual de mujer. Y dicen: confiamos en Erán y en Jacob. ¿Es esto lícito? Y Jesús, en este momento, tuvo gran cólera contra el mundo. Y dijo a Tomás: En verdad les digo que ningún pecado puede superar a éste. Pistis Sophia LXII: 7-10

Las hostias de semen y de sangre menstrual simbolizan la energía sexual, y hay quienes en sus falsas búsquedas han pretendido llegar a Dios por este medio, lo que es sacrílego, como lo manifiesta Jesús en el libro más importante para el gnosticismo cristiano original. 159

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En la Pistis Sophia jamás se menciona idea alguna sobre la transmutación sexual; por lo contrario, la descalifica en este único párrafo que la enuncia. La supuesta “alquimia sexual” es producto de una desviación proveniente del Tantra, en la India. Es conocido que por medio de la transmutación sexual se desarrollan ciertos poderes, pero siempre quedarán minimizados en forma tal como lo indicó Buddha. Dejemos atrás la imagen de “eliminadora de egos” con que se ha disfrazado a esta técnica. Más allá de lo que está escrito, los frutos que ha dado este método son más que elocuentes. Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uses vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. Mateo 6: 5-7

La verdadera oración, indiscutiblemente, surge del vacío secreto de nuestro corazón. Llama la atención que en el evangelio de Mateo, Jesús prohíbe el uso de “vanas repeticiones” y en diversas iglesias cristianas reproducen frases mecánicamente bajo el amparo de realizar oración. No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca los conocí; apártense de mí, hacedores de maldad. Mateo 7: 21-23

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Jesús descalificó también a los “hacedores de milagros”. Es de llamar la atención que en pleno siglo XXI se realicen invocaciones y rituales, en varias religiones cristianas, para hacer “milagritos” de curación. Observemos que obedecen al mismo fenómeno que ya se describió en la cita de Hermes.

Yo en muy poco tengo que ser juzgado por ustedes, o por tribunal humano; y ni aún yo me juzgo a mí mismo. Corintios I 4: 3

Todas las religiones hablan acerca de la severidad de cualquier juicio humano, pero no todas retoman lo que Pablo dice sobre el juicio hacia uno mismo —que es igual de destructivo—. Las religiones que emplean el ritual de la confesión sólo están desviando a sus feligreses, con esto los llevan a un estado de autoengaño. Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus si son de Dios. Primera Epístola de San Juan Apóstol 4: 1

En los rituales de sanación, que actualmente se realizan en muchas iglesias, terminan siempre manifestándose espíritus que —obviamente— no son de Dios. Si invocan por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación. Primera Epístola de Pedro Apóstol 1: 17

El Padre universal no juzga, creer lo contrario es una desviación. 161

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Un idólatra, al hacer a un ídolo objeto de su devoción y aferrarse a él, niega cualquier otra creencia. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Negar otras creencias es síntoma de idolatría hacia nuestros propios dogmas. La gente que adora una existencia relativa, adora sólo a un ídolo que ha creado en su imaginación. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Nada está más alejado de Dios que una existencia relativa; adorarla sería un acto de ensoñación. El ir es con un retorno trascendente. Ni la inteligencia de las esferas celestes ni la de los ángeles alcanzan este ir y venir. Si vieron algo, sólo fue luz que trasciende de todo y no sabrán más. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Puede parecer sorprendente, pero la inteligencia de los ángeles también es limitada, ¡qué locura depositar el cuidado de nuestra alma en ellos! Cualquiera que diga una palabra sobre Dios le da una imagen. Aun cuando lo adore, adorará lo que ha imaginado. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Cualquier idea sobre Dios es simple ocurrencia; y es aún más ocurrente pretender adorarla. 162

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El Dios, en cuya existencia se cree, es la divinidad hecha según las conjeturas del siervo. Se trata de una deducción a la que ha llegado el siervo por sí mismo y, según esto, adora a Dios y lo sitúa en su estrecho marco. Como consecuencia, condena cualquier creencia que no coincida con la suya. Si fuese tolerante no actuaría así… Con esta actuación, el siervo crea una deidad privada, sólo para él, y como ignorante, condena a todos los que no estén de acuerdo con él. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

Con todas las conjeturas sobre Dios, el hombre ha construido muchas deidades privadas y, ¡cuántas guerras se han desarrollado en nombre de esas deidades! La persona que imagina una divinidad privada no tiene más que una simple conjetura; no es ni un conocedor ni un gnóstico. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

La imaginación sobre Dios nunca nos llevará al verdadero Conocimiento, la Gnosis. Si la luna se refleja en un pozo, Y alguien está pretendiendo alabar a la luna, Aunque, por ignorancia, mira dentro del pozo. El objeto de sus alabanzas es la luna, no su reflejo; Su infidelidad surge del error de las circunstancias. Ese hombre bien intencionado está equivocado en su error; La luna está en el cielo, y él la supone en el pozo. Por estos falsos ídolos la humanidad está perpleja, Y conducida por vanas codicias a su dolor. Rumi, Masnavi

Los falsos ídolos terminan siendo un pálido reflejo del Ser universal, quien los adora sólo se sumerge más en su sueño. 163

Puerta falsa

Verdaderamente que los dioses que yo adoro, que son ídolos de piedra que no hablan ni sienten, no pudieron hacer ni formar la hermosura del cielo, el Sol, luna y estrellas que lo hermosean y dan luz a la tierra. Algún Dios muy poderoso, oculto y no conocido es el creador de todo el universo. Nezahualcóyotl, Reconocimiento del Dios no conocido

Nezahualcóyotl reconoce lo absurdo que resulta la adoración de ídolos de piedra, pero añade algo importantísimo: el carácter incognoscible del Ser absoluto. En el consejo de música y ciencias se guardaban las leyes convenientes a este consejo, en donde se castigaban las supersticiones y los géneros de brujos y hechiceros que había en aquel tiempo. Nezahualcóyotl, Arengas, Razonamientos y Ordenanzas

Deja testimonio de que a finales del imperio azteca se sancionaban las supersticiones, la brujería y la hechicería. El cielo tiene cada día un nuevo modo de acción. Su esencia cambia cotidianamente: también él envejece. Un niño, tras su nacimiento, se transforma con la edad. También el cielo, en otro tiempo niño, comenzó a existir, y se dirige inexorablemente hacia un fin predestinado; la muerte merodea en torno suyo igual que en torno al hombre. Paracelso, Las Siete Apologías

Entre tantos conceptos sobre el cielo, es mejor hacer a un lado cualquier tipo de esperanza acerca de la bóveda celeste. No perdamos de vista que la morada de Dios es como su propia naturaleza: adimensional. 164

Puerta falsa

Cuando tu alma vuele por encima de lo temporal, de los sentidos externos, y tu imaginación sea aprisionada por la abstracción santa, entonces la escucha, la visión y el habla eternas se revelarán dentro de ti. Jacob Boehme, Diálogos místicos

Una esencia atemporal y libre de ataduras sensoriales. Maravillosa clave ante tantas puertas falsas. Bendito seas si puedes detener tus pensamientos y tu voluntad, y puedes detener la rueda de tu imaginación y de tus sentidos; pues gracias a esto podrás finalmente llegar a ver la gran salvación de Dios. Jacob Boehme, Diálogos místicos

Otra clave más: suspender la voluntad propia y la imaginación. Cuando la voluntad imagina algo entra en ese algo, y este algo toma a la voluntad adentro suyo, obnubilándola, de modo que carece de luz. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

Siempre que reduzcamos al Ser como un producto de nuestra imaginación, seremos víctimas de lo imaginado. Los hombres buscan y no encuentran, pues buscan en su propia voluntad. Lo buscan en una imagen o en una devoción o un fervor naturales. Lo buscan en algo sensible o imaginario. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

Cualquier búsqueda dirigida hacia lo sensorial o imaginario, será en vano. Así sucede en todos los rituales. 165

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El mundo, como mundo, sólo ama el engaño y la vanidad, y camina por vías falsas. La vía correcta, el sendero de la Luz, es contraria a todas las vías del mundo. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

El hombre se hizo adicto al engaño. La verdadera ruta —hacia el interior— va en sentido contrario a las vías del mundo —hacia afuera—. Hay muchos que aspiran a los Misterios y a los Conocimientos Ocultos sólo para ser respetados y altamente estimados por el mundo, para su beneficio y provecho propio, pero ellos no alcanzan el plano donde el Espíritu penetra en todas las cosas. Jacob Boehme, La Llave

Buscar a Dios para ser respetado por el mundo es una falacia, un impresionante engaño. En relación con la impía producción de oro, muchos poseídos degenerados han cometido grandes canalladas, aprovechándose de la curiosidad y credulidad de muchos. Incluso personas humildes piensan que la transformación de los metales es la cumbre y la coronación de la filosofía, y que aquél que sea capaz de producir grandes cantidades de oro y de pepitas de oro sería especialmente agradable ante Dios. Así atestiguamos aquí oficialmente que esto no es correcto, siendo la producción de oro, para los verdaderos filósofos, algo insignificante y de poca importancia. Fama Fraternitatis de la orden Rosacruz

La transmutación del plomo en oro era sólo un símbolo para los verdaderos alquimistas —la genuina transmutación es la que se da en el alma—. Este documento rosacruz nos invita a convertirnos en verdaderos filósofos y hacer a un lado las apariencias físicas. 166

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Bajo el nombre de “alquimia” aparecen libros y dibujos que son un insulto para la gloria de Dios. Rogamos a todos los ilustrados que estén cuidadosamente atentos ante libros de esta índole, pues el enemigo nunca deja de sembrar su maleza, hasta que alguien que sea más fuerte que él lo impida. Fama Fraternitatis de la orden Rosacruz

En todas la épocas se han editado libros que son simples imitaciones. Las segundas versiones siempre llevan algo falso. No entra en nuestras costumbres vulgarizar las Sagradas Escrituras, como sucede con algunos que, ante la infinidad de interpretaciones, intentan mantener en pie la interpretación de su grupo; o con otros que la trivializan con la vieja maldad, dado que son tan moldeables como la cera, para que sirva tanto a teólogos como a sanadores y astrólogos. Confessio Fraternitatis de la orden Rosacruz

Ante lo maleables que son los libros universales, no es de sorprender la gran cantidad de adaptaciones. Las verdaderas aproximaciones a la Verdad aparecen sólo donde todos los libros originales coinciden. Conviene desdeñar las obras de los seudo-alquimistas, quienes por gusto pasan el tiempo abusando inútilmente de la Santa Trinidad y engañando al público con extrañas figuras y propósitos oscuros, esquilmando el dinero de los simples. Confessio Fraternitatis de la orden Rosacruz

Debemos estar atentos para distinguir la verdadera alquimia. Cuando se busca la morada de un “yo” en cuerpos del pasado, es muy fácil equivocarse. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas.

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¿Buscar el ego en personalidades de existencias anteriores? Si al reencarnar nada queda de nuestra personalidad anterior, absurda resulta la cacería del ego en vidas pasadas. Tengamos presente que el penetrar en las profundidades de la existencia ha tomado diversas formas específicas en el curso de la evolución de la humanidad. Fue la finalidad de la evolución de la humanidad sobre la Tierra, hacer disminuir paulatinamente el don de la antigua clarividencia opaca; y lo que como remanente de ella había quedado, no era la parte mejor, pues ésta se había perdido primero. Lo que había quedado era justamente una visión de las potencias demoníacas que hacen descender al hombre a la esfera inferior de sus instintos y pasiones. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

De nada nos sirve detenernos en clarividencias del pasado o del futuro, lo único sabio es transitar en el “presente” con nuestras actuales posibilidades. El supremo saber es hermoso, pero búscalo con el corazón puro, con sentimiento noble y con ánimo purificado; de lo contrario serás presa del diablo de la arrogancia, de la vanidad y de la ambición. No trates de penetrar en el mundo espiritual por cualquier sendero externo, por medio de mortificaciones y el ayuno. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

El ascetismo, la práctica de una vida austera y mortificante, pudo ser un sendero adecuado en algún momento histórico; actualmente resulta obsoleto. El mundo astral es un mundo donde todo se penetra, de modo que los cuerpos astrales se interpenetran entre sí. Y 168

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podría acontecer (aunque difícilmente sucederá al clarividente de experiencia) que observando a un grupo de personas durmientes, él no sepa distinguir qué cuerpo astral pertenece a un determinado cuerpo físico. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

Tal como se abordó en el tema “hiperespacio”, buscar al Ser original en el plano astral únicamente nos llevará a mayores confusiones. Nadie se dejará aterrorizar por la ascensión a los mundos superiores, salvo que de antemano haya adoptado una falsa posición respecto al proceso por el que tiene que pasar. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

Mientras nos mantengamos aferrados a transitar por cualquier puerta falsa, cuando crucemos el umbral, el proceso de acercamiento con el Ser nos causará pánico. La vida suprasensible del alma puede despertar en las formas más variadas; pero sólo podemos llegar a una experiencia, de la que somos dueños, si andamos por el sendero del Conocimiento. Cualquier otra irrupción significará que esas experiencias han entrado a la fuerza, y la persona en cuestión se perderá a merced de cualquier engaño. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

La objetividad se pierde sin el verdadero Conocimiento, que se encuentra en la Conciencia del Ser. El alma puede encontrar en el mundo suprasensible un ser que pueda ser caracterizado como maligno, aunque se manifieste en una forma que debiéramos llamar hermosa, de 169

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acuerdo con las ideas de belleza que traemos del mundo físico. Y en tal caso no será posible juzgarlo correctamente antes de que hayamos penetrado en el corazón del ser en cuestión. Y entonces descubriremos que la “hermosa” manifestación era sólo una máscara. Este fenómeno del mundo suprasensible pone en evidencia cómo tienen que ser transformados los conceptos humanos cuando entramos en este mundo. Rudolf Steiner, Guía para el conocimiento de sí mismo

Del otro lado del umbral desaparecen todos los conceptos que la humanidad ha creado, puesto que son ilusorios. De allí la importancia en distinguirlos, para poder soltarlos antes de pasar por ese proceso. En el intento de concentrarse, se reprimen los pensamientos y los sentimientos encontrados, se les hace a un lado o se suprimen, y mediante ese proceso no puede haber comprensión. La concentración se logra a costa de la Conciencia. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Muchos han creído que la concentración es un ingrediente fundamental para la meditación; totalmente falso. La concentración es una maravillosa herramienta para los propósitos de la existencia, en la Conciencia nada tiene que hacer. La repetición de alabanzas, de palabras y de frases adormece a la mente, si bien en esos momentos ello resulta muy estimulante. En dicho estado de somnolencia efectivamente ocurren experiencias, pero son proyectadas por uno mismo. Por muy gratificantes que sean, esas experiencias no dejan de ser ilusorias. La experiencia de la realidad no se genera mediante ningún tipo de repetición o de práctica. Krishnamurti, Comentarios sobre vida (primera serie)

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La repetición de alabanzas, común en los rituales y las oraciones, lo único que provoca es un estado auto-hipnótico; que puede ser gratificante por las emociones místicas que produce, pero al final de cuentas es ilusorio. La meditación no es lo que todo el mundo hace: repetición de palabras, sentarse en una cierta postura, respirar de un determinado modo y repetir algún Sloka o mantram una vez y otra. Por su propia naturaleza, ello hará de la mente algo estúpido y torpe; y en esa estupidez y torpeza la mente se volverá silenciosa; esto nos hará pensar que hemos logrado el silencio. Ese tipo de meditación es simplemente una autohipnosis. No es en absoluto meditación. Esa es la más destructiva forma de meditar. Krishnamurti, Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

Fuerte y reveladora es la descripción que Krishnamurti nos ofrece acerca de lo que “no es” la meditación. Los sueños requieren de una interpretación, y para realizar la interpretación debe haber una inteligencia libre y abierta; en lugar de ello la persona que sueña acude a un especialista, con el que se crea otros problemas. Sólo la Conciencia extensa y profunda puede poner fin a los sueños y a su ansiosa interpretación. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Si la propia naturaleza de nuestros sueños es ilusoria, ¿qué resultado podemos esperar cuando pretendemos que alguien los interprete? Primero debemos ocuparnos en la libertad de la Conciencia. Si durante todo el día tuviéramos Conciencia de cada pensamiento, de cada sentimiento, de cada motivo y de cada 171

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respuesta —Conciencia, no interpretación, no condena, no justificación, sino simplemente tener Conciencia de todo el proceso—, descubriríamos que no hay ninguna necesidad de sueños. Conversaciones por Krishnamurti en U.S.A. 1966

No perdamos de vista que el hombre iluminado no sueña, no anhela. Mejor procuremos ser conscientes de todo lo que nos sucede. Cuando repetimos durante un tiempo ciertas palabras, nuestra mente se aquieta; mediante ciertas posturas y una determinada forma de respirar, podremos también forzarla a reducir su actividad. Es decir, a través de ciertos trucos de disciplina y conformidad, la mente se aquieta; pero, en verdad no lo está. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual) India

Con ninguna disciplina lograremos aquietar la mente, sólo tendremos logros parciales que de nada sirven. Es mejor que nos abramos para que la Conciencia se manifieste. Si se fuerza a la mente a aquietarse mediante la concentración, la conformidad o mediante alguna otra forma de autohipnosis, obviamente será incapaz de descubrir la realidad. Puede proyectarse a sí misma y oír su propia desagradable voz, a lo que quizás llamemos voz de Dios, pero sin duda ello es totalmente distinto del verdadero estado mental de quietud. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual) India

Si alguna técnica nos arroja como resultado la visión de imágenes o la escucha de voces especiales, todo esto será producto de nuestras propias proyecciones mentales. Nada tiene qué ver con el Ser. 172

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Los ejercicios de yoga tal vez están bien para el cuerpo, cualquier tipo de ejercicio. Pero suponer que ciertos ejercicios nos llevarán a la salvación, es claramente una tontería, aunque todos los yoguis de la India digan lo contrario. Cualquier cosa que practique, siempre tendrá detrás de sí el elemento de la codicia. Conversaciones por Krishnamurti en Europa 1956 p. 88

Hay que darle el lugar que le corresponde a la yoga, no la sobrevaloremos. Ante la ambición por poseer el Ser, siempre terminaremos en el quehacer de alguna técnica. Deseamos tener visiones; si consume usted ciertos tipos de drogas, o si está suficientemente condicionado en cierta religión, tendrá visiones. El hombre que siempre está pensando en Cristo o en Buda o en qué sé yo, tarde o temprano tendrá experiencias o visiones; pero ello no es la Verdad, es algo que nada tiene qué ver con la realidad. Nuestro propio condicionamiento está proyectando lo que queremos ver. Nuestras visiones son el resultado de nuestro condicionamiento, religioso y no religioso. Conversaciones por Krishnamurti en Europa 1956

Es interesante mirar cómo relaciona Krishnamurti el efecto de las drogas con el de las religiones; ambas nos permitirán percibir lo que deseamos ver. Para ser primer miembro perfecto de un rebaño de ovejas, se debe ser, sobre todo, una oveja. Albert Einstein, Mis creencias

En cualquier religión, fraternidad, comunidad o secta, siempre seremos parte del rebaño, aunque nos toque llevar el cencerro. 173

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Durante la etapa primitiva de la evolución espiritual del género humano, la fantasía de los hombres creó dioses a su propia imagen. Albert Einstein, Mis creencias

Hoy en día lo seguimos haciendo ¿Acaso nos mantenemos en la etapa primitiva de búsqueda espiritual? Cada uno de nosotros debe investigar dónde está. El Estado se ha convertido en un ídolo moderno a cuyo poder de sugestión sólo pueden escapar algunos pocos hombres. Albert Einstein, Mis creencias

Además del Estado, existen otros muchos ídolos modernos; son fácilmente identificables.

19 Tiempo Siempre hemos vivido en el tiempo y poco, o quizá nunca, hicimos un alto para comprender su naturaleza y las implicaciones que tiene para nuestras vidas. El tiempo es una dualidad —pasado y futuro— y, como ya hemos visto, todas las dualidades de la existencia son relativas, ilusorias. La única realidad está en el presente, es decir, en la trascendencia del tiempo. Sin embargo, nuestra existencia fluye a través del tiempo y lo más inteligente es tratar de comprenderlo; sin olvidar que como toda dualidad tiene sus dos lados. Por una parte ¿cómo negar la necesidad del tiempo?, es imprescindible no sólo para poner orden a nuestros quehaceres personales, sino también para sincronizarlos con los quehaceres de la sociedad; en el tiempo nacemos, crecemos, maduramos, tenemos éxito, aprendemos. Pero viene el 174

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otro lado no tan agradable, con el tiempo nos deterioramos, perdemos facultades, envejecemos y morimos. Como un mecanismo natural de defensa, nuestra mente se ha olvidado del lado fatalista del tiempo para sólo ocuparse en sacarle el máximo provecho; de esta forma surgió el tiempo cronológico. La ciencia lo estudió de manera aislada, como un fenómeno físico, así consiguió definir sus unidades de medición: segundos, minutos, horas, días, meses, años, siglos, milenios... y quedamos articulados —también atados— con el mundo, portamos un reloj en la muñeca y un calendario en el bolsillo; de otro modo nos sentiríamos disfuncionales. Lo que la física no estudia es el tiempo psicológico, que es la “dimensión” que le otorga el centro mental en mancuerna con el centro emocional; con esto sentimos que el tiempo fluye rapidísimo cuando nuestros quehaceres son mayúsculos y lento cuando cesa nuestra actividad por cualquier circunstancia, y más lento aún cuando entramos en el deseo de que llegue un suceso ansiosamente esperado. Sin haberlo pretendido, el tiempo nos ha engranado con la gran maquinaria social y nos hemos convertido en máquinas biológicas; nuestra mente está tan adaptada a las necesidades productivas del mundo que aprendió a funcionar como si fuera un dispositivo electrónico. Esto nos apartó aún más del presente. En referencia al pasado, la dualidad también nos muestra dos caras: por un lado atesoramos recuerdos que nos ofrecen un aprendizaje importante porque identificamos errores, los corregimos, aprendemos a evitarlos, y descubrimos la manera de seguir cosechando el fruto de algunos aciertos. Pero el pasado se vuelve una carga cuando lo confundimos con el origen de nuestra identidad, de la personalidad; hasta llegar al extremo de suponer que nuestra historia se constituye como el Ser que creemos ser. En cuanto al futuro, la dualidad no podría estar ausente: podemos establecer metas, hacerles ajustes de acuerdo con las posi175

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bles necesidades nuevas, cosechar sus frutos y compartirlos con quienes dependen de nosotros, y además, con el paso del tiempo, hasta vemos cómo cicatrizan algunas heridas; pero el problema empieza cuando nos olvidamos del verdadero propósito de la vida, del Ser, y utilizamos todas esas metas para sustituirlo. De esta manera surge el deseo de engrandecer nuestra persona —creyendo que así lograremos “ser” más plenos— y el miedo de perder algo, en la suposición de que nuestro ser se reducirá. Como una consecuencia del deseo, algunas veces nos estancamos en una espera tan desproporcionada que dejamos pasar la vida, todo por la esperanza de que algún día empecemos a vivir plenamente: “lo mejor es abandonar la espera”. Cualquier meta que proyectemos hacia afuera estará siempre metida en el tiempo; el verdadero propósito de la vida, del Ser, está en el presente. Toda búsqueda hacia afuera es locura; hacia adentro es Conciencia. Lo que nuestra mente nos hace creer que somos depende del pasado y se proyecta hacia el futuro, donde considera que encontrará su realización; nuestro verdadero Ser está en el presente. En el pasado y el futuro sólo lograremos conocer algunos aspectos de la personalidad, que además es cambiante; sólo el presente nos permite conocer plenamente a nuestro Ser interior original. Es momento de que profundicemos sobre el tiempo, así que vayamos a la revisión de algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, aquellas de mayor trascendencia histórica y, con ellas generemos una visión universal. Más allá del cosmos, del tiempo, del espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad sustancial, la Verdad fundamental. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

La Verdad del Ser rebasa los límites del tiempo y de todos aquellos elementos constitutivos de la existencia. 176

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Tu maestro dio en llegar porque éste era su tiempo, y dio en irse porque las cosas siguen su curso. Si estás satisfecho con el tiempo y dispuesto a seguir su curso, entonces la tristeza y la alegría no tienen manera de entrar. Chuang-Tzu

Una escasa cordura se presenta al considerar que con el rechazo o el desdén se puede trascender el tiempo, primero debemos aceptarlo —estar satisfechos con él—. Así se manifiesta espontáneamente en nosotros el estado de neutralidad. Cuando todas las cosas se ven por igual, se alcanza la esencia intemporal del Ser. Sosán, Hsin Hsin Ming

Cuando nos abstenemos de establecer cualquier distinción, el Ser mismo nos aparta de las sensaciones temporales. ¡Palabras! El camino está más allá del lenguaje, porque en él no hay ni ayer ni mañana ni hoy. Sosán, Hsin Hsin Ming

El lenguaje fluye a través del tiempo, de allí las limitaciones tan evidentes que tiene para describir el sendero. El verdadero camino va más allá del tiempo. El tiempo es una imagen móvil de la eternidad. Platón

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Para la eternidad, el tiempo es sólo una proyección, una imagen. Esto lo hace insustancial e ilusorio. El apresuramiento es padre del fracaso.

Herodoto

En la prisa, rechazamos las limitaciones del tiempo; en la calma, lo aceptamos tal como es y nos ofrece una sonrisa. Aunque el tiempo sea ilusorio, es imposible manipularlo. También dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9: 61,62

Jesús dijo: “mi reino no es de este mundo”; el reino de Dios no está en el tiempo. Si nos aferramos al pasado nos cristalizaremos como la mujer de Lot, como una estatua de sal. Escribo nuevas recetas porque las viejas no valen nada. Las nuevas enfermedades que se van manifestando, necesitan también nuevas medicinas.

Paracelso, Las Siete Apologías

Nada se mantiene vigente a través del tiempo; en el tiempo se producen cambios de manera continua y eso provoca que todo pierda vigencia en cualquier momento. Si sufres de estar mirando siempre hacia la naturaleza y hacia las cosas del tiempo, y de estar conduciendo la voluntad para buscar algo en el deseo, será imposible para ti llegar alguna vez a la Unidad. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

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La naturaleza y todos los fenómenos dialécticos se manifiestan en el tiempo. Vayamos más allá de todo eso si nuestra pretensión es llegar a la Unidad del Ser. Todo es confusión si en ti sólo está abierto el ojo del tiempo, que no puede penetrar más allá de su propio límite. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

El tiempo nos mantiene dentro de sus límites, tal como lo hace con toda la naturaleza física. El arte es el servidor de la naturaleza. La naturaleza es la hija del tiempo. Las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz

En el tiempo se manifiesta la naturaleza, es su soporte. Si queremos liberarnos del miedo, es muy importante entender este movimiento del tiempo, que es esencialmente el proceso del pensamiento. Conversaciones por Krishnamurti en U.S.A. 1966

En la proyección del futuro se manifiesta el miedo, por temor a no conquistar la meta o por perder lo ya conquistado. La persona que quiere llegar a ser algo siempre está acumulando, siempre sacando provecho, siempre está expandiéndose. La personalidad, que quiere llegar a ser algo, es creadora del tiempo y nunca podrá experimentar lo eterno. Ella es la causa del conflicto y del dolor. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

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Con el deseo de llegar a ser algo, la mente crea el tiempo; así nos hicimos adictos a la acumulación. Sólo afuera de los límites del tiempo es posible experimentar la verdadera felicidad. La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente. Albert Einstein

A la ciencia también le queda claro que el tiempo es relativo, virtual, ilusorio.

20 Presente Como ya se había planteado, el único y verdadero sentido de la vida está en la presencia del Ser, cualquier propósito relacionado con la existencia es minúsculo y secundario —en términos más estrictos, carece de sentido—. Sin embargo, hemos estado tan distraídos en la vida externa que ya perdimos toda noción y todo hilo de contacto con el Ser; esto nos orilla a comprender que cualquier pretendida búsqueda sólo puede dar inicio a partir de lo cognoscible: el comportamiento de la dialéctica, la existencia relativa, que es tangible a nuestros sentidos y fluye en el tiempo. Pero sin perder jamás de vista que en la vida externa no está el verdadero propósito de la vida y que la única realidad está en el Ser, cuya naturaleza es adimensional y está en el Presente. Vivimos plenamente articulados con el mundo y nos mantenemos orientados hacia él; la sociedad exige una realización de trabajos productivos —en muchos sentidos— que se desarrollan en el tiempo y es el tiempo mismo quien se encarga de nublar el Presente. Debe quedar muy claro que el Presente no es una línea divisoria que se asienta en medio del pasado y el futuro, se ubica más allá 180

Presente

del tiempo; es la eternidad. Pero la eternidad no representa “una cantidad abismal de tiempo”; significa: no tiempo. Es importante establecer la diferencia entre el Presente y lo que sucede en el presente: el Presente es el espacio vacío; lo que ocurre es la manifestación que se plasma sobre esa vacuidad. Lo que sucede es el contenido; el Presente es el continente. La relación más importante que tengamos hacia la vida está vinculada con el Presente, porque es a través del Ahora como saldremos del contenido de la mente. Un pensador nunca está en el Presente, porque el pensamiento navega por el tiempo; el meditador es quien está en el Ahora, porque no se identifica con la mente. La atención nos sitúa en el Presente, es como despertar de un sueño, el sueño del pensamiento, el sueño del tiempo; y si volvemos al sueño, es porque el ego utiliza al Presente como un medio para llegar a un fin. Ubicarnos en el Ahora no implica un rechazo hacia las cosas del tiempo o convertirnos en unos disfuncionales de la existencia, es simple discernimiento, se trata de distinguir lo que es fundamental de lo secundario. Sólo a través del Ahora rebasaremos los límites de la mente y así se trascenderá lo dimensional, la sensación de las formas manifiestas; porque más allá de la belleza y la fealdad, de las apariencias externas, se ubica la esencia absoluta del Ser original que solamente se revela a través de la Presencia, es decir, cuando estamos presentes. Nunca estamos plenamente aquí, ya sea porque la mente nos conecta con el pasado o porque tratamos de llegar a alguna meta; nuestra Presencia es muy limitada. Pero si atendemos profundamente a lo que hacemos, sin dar importancia al resultado, rompemos con la inercia del tiempo y asumimos el papel de “testigo”. 181

Presente

Limitémonos a atestiguar lo que nos sucede, tanto en el exterior como en el interior de nuestro cuerpo biológico —sin hacer nada—; únicamente sintamos cómo fluye la energía vital por todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo, es una maravillosa experiencia; es el pleno estado de Presencia. La neutralidad es un factor fundamental para alcanzar el estado pleno de Presencia, aceptemos el pasado tal y como fue, aceptemos “lo que sucede” tal y como acontece, entreguémonos a lo que es sin preferencia alguna y sin elección; entonces la sensación del tiempo se desvanece y la experiencia del Presente se revela. Revisemos algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, degustemos las de mayor trascendencia histórica, generemos una visión universal y profundicemos más sobre el Presente. Debemos procurar por el presente, no por el pasado; y cada cosa, en su momento, quedará supeditada a su propio regimiento. Paracelso, Las Siete Apologías

“Busquemos primero el estado «Presente» y todo se dará por añadidura”. Sin duda así sucede, porque la naturaleza de Dios está en el Presente. Una persona que llega a conocerse a sí misma, entenderá de dónde viene y a dónde va y captará detalles de la etapa del estado presente. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

El verdadero autoconocimiento no está dirigido a nuestra persona, es en relación con nuestro Ser interior original, cuya naturaleza permanece en el Presente. 182

Presente

La palabra “ahora” significa, en tanto que presente absoluto, la “eternidad sin comienzo ni fin”. Pero Allah es la existencia de la eternidad sin comienzo y de la eternidad sin fin, y Él es la preexistencia. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

El Presente es la eternidad y la eternidad es el “no tiempo”.

Conocer la perpetuidad es la iluminación; no conocerla es obrar estúpidamente el mal. Conocer la perpetuidad es tener cabida para todos; la cabida es comunidad y realeza; la realeza es el Cielo; el Cielo es Tao; El Tao es perdurable. Lao tse, Tao Te King

El Ahora es la perpetuidad y la perpetuidad es la iluminación. En la iluminación está la Unidad y en la Unidad está la realidad del Ser. Desde su esencia, todo lo anterior es lo mismo y está en el Tao. Los discípulos le dijeron: Tus hermanos y tu madre están afuera. Él les dijo: Los aquí “presentes” que hacen la voluntad de mi Padre, éstos son mis hermanos y mi madre; éstos son los que entrarán en el reino de mi Padre. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

La voluntad del Padre es irrealizable en el tiempo ilusorio, porque su naturaleza está en la realidad del Presente. Este mundo es movido por el tiempo y —como lo dijo Jesús— su reino no es de este mundo. Sólo quien vive en el Presente logra sustraerse de este mundo. 183

Presente

Jesús dijo: Fijen su mirada en el viviente mientras están vivos, no sea que luego se mueran e intenten contemplarlo y no puedan. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

El Ser original, el viviente, sólo puede contemplarse en el estado vivo del Presente. La pretendida liberación en el futuro posterior a la muerte es pura ilusión. Y la esperanza en ese futuro ilusorio nos aparta radicalmente del Presente. Los que afirman: primero hay que morir y luego resucitar, se engañan. Si uno no recibe primero la resurrección en vida, tampoco recibirá nada al morir. Evangelio de Felipe, Nag Hammadi

Coincide con el evangelio de Tomás: la iluminación, la resurrección, son experiencia del Presente. Después de la muerte sólo queda esperar que los mecanismos de la naturaleza hagan lo propio, para que posteriormente se prepare un nuevo nacimiento; pero en la carne, en la materia. La Verdad sólo puede encontrarse en el presente, en ese estado en el que el tiempo no existe. Conversaciones de Krishnamurti 1949-1950 (informe textual) India

El Presente no está en el punto medio, sino en los polos: es la totalidad absoluta del tiempo, pero es atemporal. Sólo allí se encuentra la Verdad. El presente tiene la más alta importancia; el presente, por trágico y doloroso que sea, es la única puerta a la realidad. Mediante la comprensión del presente podemos transformar el futuro. El presente es el único tiempo que hay que com184

Presente

prender. El presente es la totalidad del tiempo. El presente es lo eterno, lo intemporal. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

El mundo sólo puede ser transformado por los hombres. Pero no hombres movidos por la mente, sino dirigidos desde su Ser interior original cuya naturaleza está en la única realidad absoluta y atemporal del Presente.

21 Atención Abordemos este tema realizando un ejercicio de distinción acerca de la “gran dualidad”: Ser y no ser. Entre el Ser, que es el Origen y el no ser, que es la manifestación; el Ser que es cualidad de Dios y el no ser que es cualidad de la existencia. El Ser como realidad absoluta, el no ser como realidad relativa. La complejidad está en que percibimos la existencia —aunque sea ilusoria— y paradójicamente el Ser resulta imperceptible a nuestros sentidos; por eso la mente no puede comprenderlo. A pesar de este gran vacío, disponemos de escasos recursos para acercarnos a la realidad del Ser; uno de ellos es la Atención. La Atención es un tema manejado tanto en Oriente como en Occidente, es universal, es la clave para la transformación; llena el vacío que se forma ante la incapacidad del “hacer” cuando se pretende la conquista del “Ser”. Pero no confundamos la Atención con la concentración: la Atención está en la Conciencia; la concentración es un recurso que utiliza la mente para hacernos creer que estamos atentos. La Atención une al perceptor con lo percibido; la concentración divide. En la Atención hay neutralidad, aceptación; en la concentración hay deseo, manipulación. La Atención es amplitud, la concentración es estrechez: con la Atención nos abrimos a la amplitud de lo 185

Atención

universal; con la concentración nos cerramos en la estrechez de la especialización y la mente se limita aún más. Estar atento es despertar del sueño de la mente y del tiempo; la concentración nos mantiene soñando en todos los propósitos de la existencia. Es posible estar atentos en tres direcciones, y cada una nos ofrece un maravilloso aporte: *Hacia el exterior, todos los objetos manifestados en el tiempo y el espacio son dignos de Atención; siempre y cuando nos mantengamos en neutralidad: sin interpretar, sin analizar, sin distinguir, sin preferir, sin elegir. Existen maravillosos objetos de Atención, como el Sol, el firmamento, las montañas, los valles, los ríos, los lagos, el océano y toda la naturaleza en general; sin menospreciar el arte y otros objetos creados por el hombre. Mientras nos mantengamos en neutralidad, los sentidos nos ofrecerán su lado generoso y se convertirán en grandes aliados. En la vida cotidiana resulta difícil mantener el estado de Atención hacia el exterior, debido al comportamiento mecánico de la mente y a la gran carga de condicionamientos a los que está expuesta. Pero resulta interesante observar que cuando viajamos a algún lugar desconocido, o poco frecuentado, se agudiza nuestra capacidad de percepción y se amplifica el sentido de la experiencia —la capacidad de asombro—; esto nos acerca más a la Conciencia y nos aleja de la mente. *Hacia nuestra persona, la Atención puede dirigirse a su vez en tres direcciones posibles: el centro mental, el centro emocional y el centro motriz. En los tres casos es fundamental el estado de neutralidad, partiendo siempre de que ninguno de los tres centros es nuestro Ser, todos ellos son tan sólo su manifestación. En relación con el centro mental vemos la imposibilidad de parar la continuidad de nuestros pensamientos, pero ¿por qué pretender hacerlo? Dirijamos nuestra Atención hacia el flujo mental, no lo 186

Atención

veamos como un acto de nuestro Ser, partamos de que es algo que nos está sucediendo Observemos el centro emocional. La Atención al flujo de energía que brota de nuestras emociones es muy importante, pero nunca debe ser visto moralmente. Jamás juzguemos si el origen o las consecuencias de nuestras emociones están en “el bien o el mal”, sólo mantengámonos atentos al fluido energético que circula por todo nuestro cuerpo. La simple atención a las emociones permite que todo se restablezca en su debido equilibrio. Respecto al centro motriz, la Atención a nuestro cuerpo físico es de lo más fundamental; debe dirigirse tanto a los movimientos voluntarios que siempre realizamos, como a los movimientos involuntarios que continuamente se desarrollan a través de los mecanismos biológicos, como la respiración, la temperatura, la energía vital que sustenta la vida, las diversas percepciones a través de la piel, el latir del corazón, entre tantas otras. No importa el punto elegido, un verdadero estado de Atención siempre nos dirigirá hacia el Presente de manera espontánea. En su libro Fragmentos de una enseñanza desconocida, Ouspensky describe una maravillosa práctica de “atención” que eventualmente practicaba su maestro Gurdjieff con los miembros de su grupo en San Petersburgo; el siguiente párrafo muestra una transcripción literal: “Uno de los ejercicios más interesantes era el de la “sensación circular”, como lo llamaba “G”. Un hombre se echa de espaldas. Después de haber soltado todos los músculos, dirigiendo su atención, trata de tener la sensación de su nariz. Cuando lo logra, lleva la atención a la oreja derecha; una vez que la ha “sentido” lleva la atención al pie derecho, luego del pie derecho al pie izquierdo, luego a la mano izquierda, luego a la oreja izquierda, nuevamente a la nariz y así sucesivamente”. 187

Atención

No es necesario que le demos el manejo de “técnica” a esta práctica propuesta por Gurdjieff, lo importante es experimentar la “Atención” sin importar qué parte o partes de nuestro cuerpo elijamos y bajo qué dinámica; como resultado, gozaremos de innumerables bondades. Por ejemplo: elevación de nuestro estado vibratorio, equilibrio en todos nuestros sistemas —incluido el inmunológico—, quietud mental, paz, distinción entre nuestro Ser original y su manifestación, y como consecuencia, la plenitud del Ahora. *Hacia el Ser interior, nuestras posibilidades de percepción directa son nulas, nuestros sentidos están ajenos a la presencia del Ser original. No obstante, tenemos una posibilidad de contacto indirecto —pero genuino y efectivo—, si dirigimos nuestra atención a la cualidad del Ser, manifestada a través del silencio, el espacio, la quietud, la luz ..., por ejemplo: la breve pausa entre dos pensamientos, la inmovilidad de un cuerpo previo al inicio de un movimiento, el silencio del que brotan todos los sonidos y al que también regresan, el espacio que contiene a todas las cosas, la sutil pausa entre la inspiración y la exhalación, los silencios ocasionales en una ejecución musical; entidades que por su naturaleza viven en la quietud, como un matorral, un árbol, una montaña; y la única fuente de luz natural de la que gozamos en este mundo: el Sol, en su amanecer o en el ocaso. Para sustentar lo ya expuesto y con la intención de profundizar más sobre la Atención, atendamos algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, las de mayor trascendencia histórica y generemos una visión universal. Cuando el ojo espiritual y la razón están limpios y en profunda atención, el alma encuentra la armonía. Bhagavad Gita, XVIII- 51

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Atención

La Atención es un estado inaccesible para nuestra mente. Sólo cuando la mente se entrega al corazón se sintoniza con el Ser interior, que siempre está atento por su propia naturaleza. El Hombre superior observa con atención lo que sus ojos no pueden ver. Confucio

La Atención es ejercida por el Ser y sus alcances van más allá de las limitadas posibilidades de nuestros sentidos.

Raramente se pierden los que permanecen alertas. Confucio

Entendamos “alertas” como sinónimo de “atentos”

En lo que quiera que hagan, obren siempre con completa presencia de espíritu. Estén atentos al beber, al comer, al caminar, al dormir, al despertar, al hablar, y hasta cuando estén callados. Evangelio del Buddha

Buddha ubica la Atención desde la presencia de Espíritu. Todos los puntos de Atención que propone quedaron expuestos en la presentación de este tema. Sean cautos como las serpientes y sencillos como las palomas. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

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Atención

El extremado nivel de alerta que muestra una serpiente la convierte en símbolo de la Atención. Un hombre atento —iluminado— es humilde, como lo ilustra la sencillez de una paloma. Préstense atención a ustedes mismos y no se preocupen de las otras cosas que han apartado de ustedes. Evangelio de la Verdad, Nag Hammadi

Es evidente que Jesús se refiere a la Atención dirigida al Ser interior. Lo de afuera se resolverá por añadidura. Aquieta tus pensamientos y fija toda atención en tu maestro, a quien todavía no ves, pero a quien tú sientes. H.P. Blavatsky, La Voz del Silencio

Blavatsky también se refiere al maestro interior, al Ser interior original. Cuando estamos completamente atentos con todo nuestro Ser, en ese estado la acción es instantánea. Conversaciones por Krishnamurti en U.S.A. 1966

Con la Atención desde nuestro Ser interior, todo sucede de manera espontánea. Cuando estamos conscientes de estar desatentos, estamos atentos. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

La desatención no debe causarnos frustración, simplemente hay que observarla. 190

Atención

La alegría de mirar y comprender es el don más bello de la naturaleza. Albert Einstein, Mis creencias

Si nos mantenemos verdaderamente atentos, podremos mirar a través de un ojo cristalino.

22 Observación La observación es algo mágico, es el estado más libre y trascendental con el que podemos distinguir lo que somos, de lo que hemos creído que somos. Los humanos hemos afrontando —aunque no seamos conscientes de ello— un añejo problema de identidad provocado por la “mente”, que nos ha confundido al hacernos creer que nuestra personalidad es nuestro Ser; bajo estas condiciones nos ha manejado como si estuviéramos poseídos por ella. A la medida en que afirmamos a la mente como nuestra verdadera identidad, más energía le otorgamos y más se erige como sustituto de nuestro verdadero Ser; no obstante, se nos presenta la posibilidad de reubicarla en el lugar que le corresponde si aprovechemos el maravilloso recurso de la observación. Realicemos, para empezar, una importantísima distinción entre la observación y el análisis: la observación viene de la Conciencia; el análisis es un recurso que utiliza la mente para hacernos creer que estamos observando. La observación une al observador con lo observado; en el análisis se lleva a cabo una separación. En la observación hay neutralidad, aceptación; en el análisis aparece el deseo de llegar a un resultado. La observación es amplia; el análisis es limitado. Con la observación trascendemos la mente, el tiempo y el espacio; el análisis se ajusta a los límites de la mente y se mantiene en lo espacio-temporal. 191

Observación

La observación se encuentra plenamente vinculada con la Conciencia, cuando el observador está ausente nos volvemos inconscientes. Por eso debe haber un observador, porque si en nosotros sólo hubiera pensamientos, nunca sabríamos que pensamos; seríamos como un soñador que tampoco sabe que sueña. Siempre que estemos atentos a algo debemos identificar al “testigo” que lo percibe, ese testigo es el observador, nuestro Ser. Perdemos conciencia de nuestro testigo si aparece algo que separa al observador de lo observado, ese algo puede ser cualquier idea, recuerdo, juicio, concepto o análisis que provenga de la mente; con esto queda claro que para observar debe estar ausente el pensamiento. Pero ¿cómo percatarnos de que hay intervención de pensamientos? Muy simple, si hay verbalización es porque interviene la mente; todos nuestros pensamientos utilizan como vehículo el lenguaje y sin palabras no hay pensamiento. Siempre que nos sea posible, empecemos por escuchar la voz que brota de la mente y observemos su comportamiento repetitivo, como si viniese de un aparato descompuesto; descubramos que no es algo que generamos, sino que se trata de algo que nos está sucediendo. Nunca forcemos a nuestra mente —bajo cualquier técnica o artificio— a que se detenga; antes bien, aceptémosla tal como es y sin caer en el error de juzgarla; limitémonos sólo a observarla. Con la observación consciente se cortan los lazos entre el centro mental y el centro emocional, así da inicio el proceso de transmutación; pero debe ser una observación sostenida y en pleno estado de aceptación. Descubriremos que las cualidades del Ser como: libertad, amor, conciencia, unidad, felicidad, paz —que no son virtudes cultivables bajo el cobijo de la moral— se manifiestan de manera espontánea. La observación mantiene un paralelismo pleno con la atención; por tal motivo —retomando lo expuesto en el tema anterior— des192

Observación

cubriremos que desde la manifestación externa más lejana, hasta nuestro Ser interior, todo podrá ser objeto de observación. Y los frutos de este acto son los mismos: la liberación, la vinculación con la Conciencia, la Unidad en el Ser. Con lo ya expuesto vemos que uno de los grandes caminos hacia la liberación de la Conciencia es el acto de la observación, sustentémoslo con las revelaciones que los grandes maestros nos legaron, veamos algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales y generemos una visión universal. El Espíritu Supremo del hombre permanece intacto más allá de su sino, es un mero observador, todo lo percibe, todo lo padece, da inspiración: se le conoce como el Señor Supremo, Soberano del Alma. Bhagavad Gita, XIII- 22

Krishna dice que el verdadero observador es el Espíritu supremo, nuestro Ser interior original; que está más allá de nuestra personalidad y nuestra alma. Aquel que reconoce que es tan sólo la naturaleza la que realiza todas las acciones que se realizan por doquier, en este mundo cambiante, mientras que el Espíritu meramente observa su trabajo, éste en verdad discrimina con acierto. Bhagavad Gita, XIII- 29

Este planteamiento es digno de mucha atención. Efectivamente, el único quehacer que le compete a nuestro Espíritu interior es la observación; cualquier otra actividad se realiza en el exterior, y es movida por los mecanismos de la naturaleza —incluida la actividad de nuestra mente, que está totalmente condicionada por los estímulos externos—. Y el comportamiento de esos mecanismos naturales es regulado por las leyes universales. 193

Observación

A través de la mente y los sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto, el Señor del cuerpo observa este mundo, y su Conciencia goza de él. Bhagavad Gita, XV- 9

El “señor del cuerpo” es el Ser interior original, el observador. Krishna deja manifiesto que nuestros sentidos también pueden convertirse en grandes aliados, siempre y cuando la observación se realice en plena neutralidad. Si observas con los ojos de tu corazón, hallarás el camino de ascenso; o más bien, la visión misma te guiará en tu camino. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

En el corazón radica nuestro átomo nous, el verdadero Ser, el observador. Sólo él puede conducirnos por el camino de la Verdad. Dice Jesús: Observen, no sea que pierdan la recompensa. No hagan sino las obras de la verdad. Pues, si hacen éstas, conocerán el misterio escondido. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

Sólo a través de la observación se puede comprender la voluntad de Dios y el único capaz de reconocerlo es el Ser interior; porque posee su misma naturaleza. Jesús dijo: Si no hacen abstinencia del mundo, no encontrarán el reino de Dios; y si no observan el sábado, no verán al Padre. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

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Observación

El sábado es para los hebreos el día de descanso, de reposo, y la quietud es la cualidad del Ser; observando el reposo miramos a Dios. Abstenerse del mundo es sustraerse del carácter dinámico, cambiante e ilusorio de la naturaleza. El amor es: morir todos los días. El amor no es un recuerdo, el amor no es un pensamiento. El amor no es algo que continúe en el tiempo. A través de la observación uno debe morir a la continuidad de todo. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

A través de la observación podemos dar muerte a nuestra identificación con la inercia del flujo dinámico, cambiante e ilusorio de la naturaleza. El verdadero amor va más allá de todo eso. Lo único que la disciplina hace es construir muros a nuestro alrededor. La disciplina no propicia la comprensión, pues la comprensión proviene de la observación, en la que se dejan de lado todos los prejuicios. Krishnamurti, Educación y la importancia de vida

La disciplina tiene su origen en el análisis, con todo su cúmulo de juicios previos; la verdadera comprensión sólo puede tener origen en la observación.

Para descubrir algo es necesario observar; y para observar hay que permanecer en silencio. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

Quien observa es el Ser que reposa en la quietud, la paz; cuando el silencio se hace manifiesto, entonces emerge el observador. 195

Contemplación

23 Contemplación ¿Has pensado qué puedes alcanzar si llevas a cabo la observación en un pleno estado de neutralidad? Así es, logras la contemplación, que es la vivencia plena de Unidad con el Ser, es la puerta franca que permite una comunión entre lo manifestado y lo no manifestado. El origen de toda la manifestación —por su naturaleza— es imperceptible e incognoscible, pero en la contemplación todo se hace posible; por la observación plena de algún fenómeno existencial o en atención neutral hacia algún objeto manifiesto, como una flor, una liebre, un árbol, el cielo estrellado, el ocaso. La esencia de Dios se hace manifiesta, es decir, se revela a través de lo manifestado. Esto es posible porque cualquier entidad integrada en la naturaleza física tiene, desde su origen, la esencia de la naturaleza original. Es por eso que Jesús de Nazareth, en el evangelio gnóstico de Tomás, de Nag Hammadi, nos dice: “El universo ha surgido de mí y ha llegado hasta mí. Partan un leño y allí estoy Yo; levanten una piedra y allí me encontrarán”. Así vemos, como un fenómeno de mimetización, que el observador se convierte en lo observado. Uno de los estados contemplativos más maravillosos que pueda experimentarse está en el legítimo amor a la pareja; mirándola a los ojos, sin pensar cómo es, cuánto la amas, por qué te gusta, sin pensar nada, sólo mirándola a los ojos. Es una experiencia de comunión que no es posible describir. Por otro lado, también es posible vivir el éxtasis pleno del estado contemplativo al entrar en comunión con cualquier objeto de la existencia, desde la manifestación externa más lejana hasta 196

Contamplación

nuestro Ser interior. A través de la vivencia de la contemplación será posible interiorizarnos hasta el centro de nuestro Ser; lo más importante es alcanzar ese estado de observación con neutralidad y entrar en comunión con uno mismo. Desde las formas, la atención, la observación y la contemplación conservan cada una sus propias características; pero desde el fondo, desde su esencia, constituyen un fenómeno único que encuentra la Unidad con la meditación. Estamos llegando a un punto en el que las palabras escasean para transmitir el Conocimiento; sin embargo, aprovechemos las citas que las fuentes filosóficas nos ofrecen, disfrutemos aquellas de más trascendencia histórica y construyamos una visión universal sobre el tema: Contemplación. Cuando tu mente esté confusa por la controversia de tantas escrituras contradictorias, deberás estar atento en la contemplación divina. Bhagavad Gita, II- 53

En la contemplación nos salimos de la dualidad, que es donde fluyen todas las controversias religiosas y no religiosas. Por la contemplación se hace manifiesta la Verdad única. La contemplación de la Luz interior, a través del Ojo espiritual, es la adoración de aquél que habla del Ser en discursos espirituales y cuyas palabras surgen de la meditación. Lo afirmo con certeza. Bhagavad Gita, XVIII- 70

Por la contemplación nos hacemos Uno con la Luz interior, así nuestras palabras ya no brotan de la mente, sino del corazón. 197

Contemplación

Es la función del Hombre contemplar las obras de Dios; y para este propósito fue hecho, para que pueda ver el universo con asombrada admiración, y llegue a conocer a su hacedor. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

Por la contemplación de las cosas manifiestas se alcanza el Origen de la manifestación. La filosofía no es otra cosa que ocuparse, a través de la contemplación constante, por alcanzar el Conocimiento de Dios; pero habrá muchos que harán difícil de entender la filosofía, y que la corromperán con múltiples especulaciones. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

El verdadero filósofo alcanza el Conocimiento de Dios —la Gnosis— a través de la contemplación. Cualquier otro conocimiento proviene de la mente y es relativo y especulativo. Grande es el fruto, grande es la ventaja de una contemplación ardiente cuando se completa con una conducta recta. Grande es el fruto, grande es la ventaja de la inteligencia cuando se completa con ardiente contemplación. Evangelio del Buddha

La inteligencia racional, aunque esté sustentada en la mente, se potencializa con la Luz que recibe desde el Ser por la contemplación. El más puro es ese tipo de hombre que se dedica a la contemplación de las cosas más bellas, a quien se le da el nombre de filósofo. Vida Pitagórica, Jámblico

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Contamplación

Pitágoras fue quien acuñó la palabra filosofía, a partir de él empieza el uso de este término. Y el concepto que nos ofrece sobre el filósofo es genial.

Sabiduría es un conocimiento real que versa sobre lo bello, primero, divino, puro, y que tiene siempre una sustancia inmutable, por cuya participación las demás cosas pueden ser llamadas bellas. Filosofía es la aspiración a tal contemplación. Vida Pitagórica, Jámblico

La contemplación es el acto fundamental del filósofo. Son filósofos verdaderos aquellos a quienes gusta contemplar la verdad. Platón

La Verdad es revelada desde el mismo estado contemplativo. Jesús dijo: Fijen su mirada en el Viviente mientras están vivos, no sea que luego se mueran e intenten contemplarlo y no puedan. Evangelio de Tomás, Nag Hammadi

Después del cese de la vida biológica, ningún estado contemplativo es posible. Los doce Bodisatvas se hallan sentados en la Gran Logia Espiritual, sumergidos en la contemplación de la suprema entidad que se halla en el centro y que hacia ellos hace fluir todo aquello que, como la misión de cada uno, deben trans199

Contemplación

mitir a la evolución terrestre. Del décimotercero fluye lo que los doce tienen que enseñar. Rudolf Steiner, S/Ev. Lucas

El objeto de contemplación de los doce Bodisatvas de la Gran Logia Universal, es la Fuente original, la energía Crística.

24 Meditación Mucho se ha dicho, a lo largo del espacio geográfico y el tiempo, sobre la meditación; pretender abarcar todas las posturas sobre este tema, sería un error. Antes bien, la única intención es ofrecer una visión universal y estrictamente vinculada con las fuentes originales. La meditación queda lejos de ser una práctica —no está sujeta a la voluntad humana—, no es un sistema —pues no tiene relación con ningún tipo de orden mental—, no es un método —ya que nunca debe figurar el deseo de llegar a una conclusión para encontrar un resultado—. La meditación es la experiencia de Unidad en un estado contemplativo ajeno al proceso de pensamiento, es un vaciamiento de la mente sin el forzamiento inducido por una intención directa, a través de un sistema o un método. Por lo tanto, el único propósito legítimo que cabe en la meditación es comprender lo que no somos —ni la mente ni la personalidad— para descubrir lo que sí somos —en profunda atención al interior de la semilla original dentro de nosotros—. En términos de razón, la atención, la observación, la contemplación y la meditación conservan cada una sus propias características; pero en términos de Conciencia, y desde su esencia, constituyen un fenómeno único que se funde en la Unidad del Ser. 200

Meditación

El mecanismo de codificación de todo pensamiento, “el lenguaje”, tanto en el habla como en el pensamiento –charla interior-, es el ingrediente que define si se está o no en un estado meditativo. Pero la verbalización sí puede estar presente, siempre y cuando se evite la identificación con ella; no debe verse como un acto de nuestra voluntad, sino como algo que nos está sucediendo. Los motivos más ilustrativos de experiencia en la atención, la observación y la contemplación son los que más nos aproximan al estado meditativo; todos llevan implícito el estado “presente” y están descritos en el desarrollo de sus respectivos temas; se recomienda retomarlos. Es momento de sustentar lo ya expuesto sobre la meditación, profundicemos con algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, las de mayor trascendencia histórica y generemos una visión universal. Cuando un hombre, sentado en la soledad del silencio, sumerge su Conciencia en la meditación y la contemplación, procurando cuidar su salud y no comer demasiado, deteniendo sus pensamientos y palabras y con su cuerpo relajado, cuando tiene la firme determinación de superar toda tentación y deseo. Una vez que ha superado su ego y su personalidad, y el sentimiento de “lo mío”: este hombre ya ha escalado las cumbres más altas, haciéndose merecedor de la unión total con Brahman, Dios. Bhagavad Gita, XVIII- 52 y 53

Es genial la descripción que nos ofrece Krishna sobre la meditación, con todas sus implicaciones. Por la Gracia del Señor y a través de la práctica de la meditación, algunos logran ver su propio Espíritu. Y es más aún, 201

Meditación

hay otros que sin tener el Conocimiento, tan sólo por escuchar las palabras de otros ya iniciados y poner fe en ellas, logran trascender la muerte, debido a su devoción por el Satsang y la compañía de los devotos. Bhagavad Gita, XIII- 24 y 25

El propósito único y fundamental de la meditación es el reconocimiento y el contacto con nuestro verdadero Ser. En estado meditativo se genera, alrededor del meditador, una atmósfera vibratoria muy elevada que brinda un legítimo apoyo para quienes aspiran a la experiencia de ese estado. Cuando un verdadero arquero no da en el centro del blanco, se retira a buscar la causa de su fracaso en sí mismo. Confucio

El propósito original de la arquería era lograr el estado meditativo a través de una profunda atención en el blanco. Cuando trates de meditar, nunca dejes de hacerlo antes de haber obtenido lo que buscas. Confucio

La meditación no es para practicarla en un momento aislado, es el estado original de nuestro microcosmos y debiera estar siempre presente. Cuando tratas de parar la actividad, para alcanzar la pasividad, el propio esfuerzo te llena de actividad. Sosán, Hsin Hsin Ming

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Meditación

El esfuerzo no tiene cabida en la meditación; la realización de ese estado debe estar vinculada con el “no hacer”, del que magistralmente nos habla Lao tse. El que se abandona a la vanidad y no se consagra a la meditación; el que olvida el verdadero fin de la vida y se apega ávidamente al placer, envidiará luego al que ha adquirido virtud en la meditación. Evangelio del Buddha

Buddha describe la otra parte, el estado de quienes desdeñan la meditación.

No es sino meditando y practicando la verdadera ley como podemos salir de ésta montaña de sufrimientos. Evangelio del Buddha

Efectivamente, la salida de este estado ilusorio en que vivimos frente a la realidad relativa de la existencia, sólo puede darse a través de un estado meditativo.

Pitágoras consideraba que la música contribuía en gran medida a la salud. Sentaba en el centro a una persona que tocase la lira, mientras que en el círculo se sentaban los que eran capaces de cantar. En otros momentos ellos utilizaban la musicoterapia. También danzaban. Vida Pitagórica, Jámblico

Si se produce un estado vibratorio elevado alrededor del meditador; entonces la música, que es el arte de ordenar las vibraciones sonoras, contribuye como preámbulo a un estado meditativo. 203

Meditación

Cuando la revelación, que es el visitante secreto, llega, será recibida con el debido respeto si el corazón está ocupado con meditaciones. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

La revelación de la Verdad del Ser —la Gnosis— sólo llega en un estado meditativo.

Cuando la voluntad imagina algo entra en ese algo, y este algo toma a la voluntad adentro suyo, obnubilándola, de modo que carece de luz. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

La voluntad humana surge de la mente y estará siempre ajena al estado meditativo.

La concentración, que es lo que pensamos que debemos hacer para meditar, en realidad es estrechez, es un proceso de limitación, de exclusión. Conversaciones por Krishnamurti en Europa 1956

La meditación surge en un profundo estado de atención; la concentración es sólo una imitación ofrecida por la mente.

Cuando su pensamiento divague, bríndele toda su atención a ese pensamiento, no lo llame distracción. Conversaciones por Krishnamurti en Europa 1956

El flujo de pensamientos debe manejarse como un objeto de observación. 204

Meditación

No hay Conocimiento de sí mismo alguno si se carece de conciencia meditativa. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

El verdadero autoconocimiento está dirigido al Ser interior original, y su puerta franca de acceso es la meditación. La meditación no es algo que deba practicarse sólo durante un momento, debe prolongarse durante las horas de vigilia y también durante el sueño. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Con la meditación es posible despertar; tanto en el plano físico como en el astral. Si somos conscientes de una manera profunda, percibiremos que el pensador y sus pensamientos son una sola cosa; el observador es el observado. Experimentar este hecho real de integración resulta extremadamente difícil y la correcta meditación es el camino para tal integración. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

En la meditación nos hacemos conscientes de la Unidad perfecta. En la meditación, la imaginación no tiene cabida; es necesario dejarla completamente a un lado, porque la mente que se encuentra atrapada en la imaginación puede producir solamente ilusiones. Krishnamurti, Comentarios sobre vida (tercera serie)

La imaginación, como actividad mental, es una importante herramienta para todos los propósitos creativos de la existencia; sin 205

Meditación

embargo, en el ámbito del Ser, lo único que puede ofrecernos es una imitación de la paz interior que resulta del estado meditativo. La imaginación siempre estará ligada con el mundo de las formas.

25 Identificación Todos poseemos una verdadera y única identidad, nuestro Ser interior original, que además de portar una naturaleza absoluta y perfecta es el origen de nuestra manifestación corpórea y mental. El gran problema empezó debido a nuestra incapacidad para percibirla; eso nos alejó de ella a un grado tal, que quedó en el olvido y fue sustituida por una nueva —pero falsa— identidad, es decir, la personalidad —con todas sus manifestaciones corpóreas—. A partir de ese momento, todo lo que está vinculado con nuestra persona se convierte en objeto de identificación, y forma parte de esta falsa identidad. Mientras que el Ser original, nuestra verdadera identidad, tiene naturaleza absoluta; la personalidad, la identidad sustituta, es limitada y temporal. Y el miedo que nos produce la certeza de que se acerca cada día el fin de nuestra persona, nos hace entrar en la necesidad compulsiva —deseo— de engrandecerla. Es así como el sencillo juego de la existencia se convierte en una trágica lucha por el crecimiento y la supervivencia. Quien se identifica con la personalidad y se olvida de lo primordial, atiende con gravedad los asuntos secundarios —los existenciales—; quien se identifica con el Ser, minimiza los asuntos secundarios y se ocupa de lo primordial —la Conciencia—. Existe un sinnúmero de objetos de identificación y todos están destinados a reafirmar la personalidad, para hacernos sentir que ella es 206

Identificación

nuestra verdadera identidad —lo que nos introduce en el más profundo estado ilusorio—. La atención inmediata debemos dirigirla a la mente, quien lleva el mando de nuestra personalidad. La mente es el recurso más importante que tenemos para afrontar la existencia; sin ella estaremos absolutamente perdidos por el mundo y si la usamos correctamente podremos pasar por la vida con decoro. Pero si nos identificamos con ella —si creemos que es nuestra verdadera identidad—, ella misma será quien nos utilice; al creer que somos la mente, ella toma el control de todo. La mente a su vez se identifica con el tiempo, con las formas, haciéndonos creer que este mundo es nuestra patria original; que somos originarios de aquí. De allí que el paso fundamental hacia la liberación es dejar de identificarse con la mente. Nuestro esquema de pensamiento, nuestras creencias —tanto en lo social como en lo religioso—, constituyen otro sentido de identidad. A mayor identificación, más amplia se hace la brecha entre las filosofías y las religiones; así nos identificamos como cristianos, musulmanes, judíos, budistas, masones, rosacruces..., ¡cuánta división, cuánta densidad! Muchos descalifican a los demás y se consideran poseedores de la verdad, como un mecanismo inconsciente para proteger su identidad. La mayoría de personas se reducen como un “objeto enamorado” del drama particular de su vida, en el momento de la identificación con su propia historia. Es así como muchos se hacen adictos a contar cada pasaje de su vida para reafirmar su identidad. Así se mantienen identificados con su apellido, su raza, su profesión o su nacionalidad, entre otros. Es de lo más común, creer que nuestro cuerpo físico es nuestro Ser, nuestra identidad; con el cuerpo viene el género —hombre o mujer— y nuestra apariencia estética, que marca la autoestima. También nos identificamos con diversas funciones sociales, como: padre, madre, esposo, hijo, amigo, etc. 207

Identificación

Uno de los motivos más elementales de identificación surge con los objetos: el juguete, la bicicleta; que después se convierte en el auto, la ropa, la casa, y tantas cosas más; suponemos que crecemos con la acumulación de pertenencias y la verdad es que terminamos perdidos entre ellas. Todos los intereses creados alrededor de la publicidad se derrumbarían si la gente dejara de buscar su identidad a través de los objetos materiales. Existe el riesgo de convertir a la enfermedad como un ingrediente de nuestra identidad; peor aún si nos enganchamos con la consideración especial que puedan ofrecernos nuestros familiares y amigos. Más complicado si una enfermedad prolongada define algún rasgo de nuestra personalidad. Hay quienes llegan al extremo de utilizar el dolor y el sufrimiento para fabricarse una identidad de víctima, quedan reducidos en un estado de autocompasión; pero curiosamente logran mover algunas voluntades. Suelen convivir de manera cortés y educada, pero buscando cualquier circunstancia para reaccionar y encontrar a alguien a quién confrontar y culpar, para así encontrar otra razón que justifique su infelicidad. No pueden vivir sin tener enemigos. A través de la identificación con la personalidad fue como surgió el ego, que no es más que un falso sentido del Ser. Surgió cuando el Ser original —que es adimensional— se confundió con las formas dimensionales. Es una grave equivocación creer que el ego es una entidad maligna que nos tiene sumidos en el mal; el “yo” es la simple manifestación de una gran confusión; pero cometimos el grave error de engrandecerlo. Cuando descubramos que hay una voz repetitiva y constante en la cabeza, que pretende erigirse como el Ser, comenzará a revertirse la identificación con la mente; dejaremos atrás el añejo estado ilusorio. Cuando dejemos de confundir lo que somos con la forma dimensional y transitoria, se expresará en nosotros la eternidad y la amplitud adimensional del Ser. Cuando hagamos a 208

Identificación

un lado nuestra historia personal, que no es más que un cuento cargado de emociones, recuperaremos nuestro verdadero sentido del Ser, que está lleno de luz. Cuando nos reencontremos con la Conciencia de nuestra verdadera identidad, veremos la insignificancia de todos los fenómenos existenciales; lo que veíamos como “grandes problemas”, pasarán a ser simples nimiedades. El próximo salto evolutivo de la humanidad estará marcado por la trascendencia de los pensamientos y se dará cuando la humanidad deje de identificarse con la mente. Para sustentar lo ya expuesto y con la intención de profundizar más sobre la identificación, pongamos a nuestra disposición algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, las de mayor trascendencia histórica y generemos una visión universal. El que busca el “yo” debe distinguir entre el falso y el verdadero “yo”. Su “yo” y su egoísmo son el falso “yo”, ambos son ilusiones sin realidad y son compuestos perecederos. Únicamente aquel que identifica su “Yo” con la Verdad alcanzará el Nirvana, alcanzará el estado de Buda. Evangelio del Buddha

Debemos empezar por discernir entre el Ser interior y la personalidad. Sin el verdadero “Yo”, nuestro Origen, nada verdadero podrá alcanzarse. Replica Judas: De lo que tenemos aquí, ¿qué no nos corresponde? Contesta el Maestro: Ya les he dicho que ni sus huesos, ni sus carnes, ni sus padres, ni sus hijos, ni lo que han aprendido de sus antepasados les sirve, ni les corresponde. Evangelio de Judas

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Identificación

Jesús de Nazareth nos pide que evitemos la identificación con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra historia. Te digo que el hombre debe volar como las aves, porque el hombre es Espíritu y el reino del Espíritu no está en la Tierra. Evangelio de Judas

Aquí nos habla sobre nuestra verdadera identidad, el Espíritu, cuyo origen no es de este mundo. Cuando el motivo de la voluntad se entrega a Dios extrae su propio Yo, y abandona toda identidad que sea o pueda ser imaginada. Jacob Boehme, Tratados sobre el cielo y el infierno

Debemos desvincularnos de nuestra identidad imaginaria, la personalidad. Debes alejar tu deseo de todas las cosas; no debes extender tu voluntad para poseerlas para ti. Pues tan pronto como tomas algo en tu deseo, y lo recibes en ti como algo propio, entonces este mismo algo se identifica contigo mismo, como si formase parte de tu propio Ser. Pero si no recibes nada en tu deseo, eres entonces libre. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

El deseo es el factor vinculante de identificación con las cosas. No somos nada. Tal vez tengamos un nombre y un título y una propiedad y una cuenta en el banco, tal vez tengamos poder y seamos famosos. Pero a pesar de todas estas protecciones, no somos nada. Krishnamurti, Comentarios sobre vida (primera serie)

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Todos los elementos de identificación con la personalidad son simples protecciones. Y por muy protegidos que nos sintamos, seguimos siendo “nada”. La identificación con el conocimiento que hemos adquirido es otra forma de apoyar la personalidad ¿verdad? A través del conocimiento, el “yo” continúa con su esfuerzo por ser algo, y con ello perpetúa el dolor y la desdicha. Conversaciones por Krishnamurti en Europa 1956

Por supuesto, Krishnamurti se refiere al conocimiento mental y no al Conocimiento del Ser. La identificación con el intelecto es lo más difícil de trascender. La memoria, como proceso de identificación, proporciona continuidad a la personalidad. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

La identificación con la mente es la que otorga más vida a la personalidad. Si somos totalmente conscientes de un obstáculo, ya se trate de un gurú, de la memoria, o de la clase social, esa conciencia descubrirá aquello que crea todos los obstáculos, todas las ilusiones, es decir la conciencia de la propia identidad, el ego. Cuando la mente es inteligentemente consciente de ese creador, es decir, consciente de su propia identidad, durante dicho proceso consciente, ese creador de ilusiones se disuelve por sí mismo. Inténtelo y verá lo que sucede. Krishnamurti, Informes textuales de conversaciones y respuestas, Adyar, India 1933-34

Nuestra falsa identidad es la creadora del ego. El primer paso es descubrirlo, los siguientes pasos hacia la libertad se darán por añadidura. 211

Identificación

En el momento del gozo no existe conciencia de la propia identidad. Cuando hay felicidad no decimos “soy feliz”. Krishnamurt, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Nuestra personalidad, que es limitada, no puede experimentar la verdadera felicidad —la absoluta—; sólo percibe algunos chispazos efímeros. No es posible olvidarse de sí mismo identificándose con algo más grande, ¡eso es la comunidad! No es un acto de disipación del “yo”, de la personalidad. Por el contrario, es la identificación del “yo” con algo más grande. Lo colectivo se vuelve pues el “yo”. Como el religioso se identifica con una idea que llama Dios. Y esa identificación sigue siendo el “yo”. Conversaciones por Krishnamurti en India 1966

La entrega a alguna filosofía, religión o fraternidad produce la sensación de renuncia al ego, pero es pura ilusión: pretendiendo abandonar la personalidad, termina por sumarse a una personalidad colectiva más grande y fortalecida. Aquí está el origen de todos los pseudo misticismos y fanatismos. La única rendición y entrega legítima que puede hacer nuestra personalidad es hacia el Ser interior original.

26 Ilusión La ilusión es el lado opuesto de la Conciencia. Se es consciente cuando se tiene la capacidad para percibir la realidad, se permanece en la ilusión cuando se cree que lo falso es lo real. Un hombre consciente conoce su Ser interior y su naturaleza absoluta, un hombre ilusionado cree que la personalidad es su Ser. En la Conciencia se reconoce lo falso como falso y lo verdadero como 212

Ilusión

verdadero, en la ilusión se toma siempre lo falso como verdadero y lo verdadero como falso. El error primigenio, el que nos hizo entrar en la ilusión, se dio cuando confundimos a la mente con nuestro verdadero Ser; revertir este error ha resultado complicado porque estamos tan fascinados con la experiencia externa que terminamos por extraviarnos en ella. Estar en la ilusión es vivir soñando, pero estamos tan adaptados al sueño de la existencia que ya no percibimos nuestro estado de ensoñación. En todos los sueños de la dialéctica siempre está presente la mente —tanto en el plano físico como en el astral—; pensar es soñar mientras se está despierto, y soñar es pensar mientras se está dormido. Quien deja de soñar cuando está despierto, gradualmente deja de soñar mientras duerme; y si disminuye el sueño de que el mundo físico es real, durante la noche se tendrán cada vez menos sueños. Un hombre iluminado nunca sueña, ni despierto ni dormido. Por lo contrario, un hombre que sueña no puede rechazar su ceguera porque no es consciente de ella, vive en la ilusión de creer que no está en un sueño; cuando se descubre soñando, consciente de su ceguera, llega entonces al límite necesario para salir del sueño de la existencia ilusoria. Bajo estas condiciones, descubre la necesidad de permanecer atento en el presente para salir del tiempo, que es donde se desarrollan todos los sueños. En el sueño de la existencia, todo es relativo —todas las cualidades se definen en comparación con otras—, todo es transitorio, todo fluye en el tiempo, todo tiene una dimensión, todo tiene una causa, todo su par opuesto; en otras palabras, siempre que percibamos que un objeto o fenómeno está sujeto a alguna “ley universal”, debemos reconocerlo como ilusorio. Los humanos, en relación con nuestra personalidad, nos comportamos en estricta respuesta a todos los estímulos que recibimos del mundo existencial; eso nos hace reaccionarios y nos convierte en máquinas. Como máquinas, nuestros actos no corresponden a 213

Ilusión

un comportamiento psicológico, sino a un comportamiento mecánico. Para estudiar la mecánica no se necesita la psicología, sino las “leyes universales”, por eso nuestra personalidad es ilusoria. La aplicación de la verdadera psicología —que literalmente significa “tratado del alma”— empezará cuando dejemos atrás nuestra personalidad, incluyendo la mente; que ninguna relación tiene con el alma. Cerremos esta presentación con la siguiente reflexión: el Ser absoluto, Dios, es la única realidad, la única Verdad; el mundo existencial es irreal, es falso. Los humanos estamos en medio pero en condiciones muy complejas, ya que vemos lo falso como si fuera verdadero y vemos el no ser en un proceso de crecimiento con la pretensión de llegar a Ser —lo que nunca consigue—. Nuestra mente nos ofrece verdades a medias y creemos que son verdades plenas; y nada hay peor que una semiverdad, porque siendo falsa la creemos verdadera y precisamente, éste es el eje central de la ilusión. Revisemos las realidades que sobre la ilusión nos aportan algunas citas extraídas de las fuentes filosóficas originales, veamos aquellas de mayor trascendencia histórica y generemos con ellas una visión universal. Todos los seres nacen ya en la ilusión, engañados por la división dual que produce el sentimiento de deseo y repulsa frente a las cosas de este mundo. Bhagavad Gita, VII- 27

Todos los fenómenos existenciales, que son ilusorios, siempre estarán vinculados con la ley universal; en este caso se cita la dualidad, que a su vez origina el deseo. 214

Ilusión

La forma mortal cambia de un día para otro; es alterada por el paso del tiempo, y deviene más grande o más pequeña, pues es una ilusión. Hermes Trismegisto, Corpus Herméticum

En esta cita, Hermes vincula la ilusión con la ley del cambio continuo, la dinámica. Cuando la pasión enceguece, el corazón no está ocupando su debido lugar. Confucio

En la ilusión está siempre presente el deseo. ¡Todavía no estoy muerto! dice, pero, ¿para qué le sirve? Su cuerpo se deteriora, su mente le sigue. ¿Puedes negar que esto sea una gran pena? La vida del hombre siempre ha sido una confusión semejante. ¿Cómo podría ser que yo fuera el único confundido y que los demás hombres no lo fueran? Chuang-Tzu

En vinculación con el cambio constante, nada puede ser real. Por la pretensión de que lo cambiante sea verdadero, estamos inmersos en una terrible confusión. Mientras está soñando no sabe que es un sueño y en su sueño, quizás hasta trate de interpretar un sueño. Sólo al despertar sabe que era un sueño. Y algún día habrá un gran despertar cuando todos sepamos que esto es todo un gran sueño. Sin embargo los tontos creen que están despiertos, suponiendo, brillante y laboriosamente, que comprenden las cosas, llamando a este hombre un soberano, al otro un 215

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pastor. ¡Qué denso! ¡Confucio y tú sueñan ambos! Y cuando digo que están soñando, yo estoy soñando también. Chuang-Tzu

Ese gran despertar llegará cuando reconozcamos lo falso como falso y lo verdadero como verdadero. Volver a las raíces es encontrar el significado, pero perseguir apariencias es alejarse del origen. Sosán, Hsin Hsin Ming

En el reencuentro con nuestro origen, toda la ilusión quedará atrás. No puede poseer uno la Verdad sino a condición de reconocer que el “yo” es sólo una ilusión. Evangelio del Buddha

El ego es una proyección de la mente y la mente es una proyección del Ser, pretender que el “yo” es real es tanto como adentrarnos en una ilusión de la ilusión. El ego, que es falso, reconozcámoslo como falso; eso si aspiramos a poseer la Verdad. Ustedes, que son esclavos del “yo”, que desde la mañana a la noche se ponen al servicio del “yo”, que viven con el constante terror del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad y de la muerte, reciban la buena nueva de que su cruel amo no existe. El “yo” es un error, una ilusión, un sueño. Evangelio del Buddha

Buddha lo ratifica aquí: el ego es una más de tantas ilusiones. 216

Ilusión

La existencia del “yo” es una ilusión, y no hay en el mundo torcimiento, ni vicio, ni pecado que no se derive de la afirmación del “yo”. Evangelio del Buddha

Si nos quedó claro que el ego es ilusorio, al afirmarlo nos movemos en sentido contrario a la Conciencia. La hermosura es una tiranía de corta duración.

Sócrates

Cuando sabemos que la hermosura es pasajera, deja de ser cruel; porque ya no nos ilusiona. Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. Marcos 13: 1,2

Cuando Jesús nos motiva a observar la cualidad pasajera de las cosas, nos pide reconocer lo falso como falso; esto es una invitación a salir de la ilusión. Si alguno cuestiona: “afirmas la existencia de Allah, y dices que nada existe fuera de Él, ¿qué son entonces las cosas que vemos?”. A esto respondo: Nosotros hablamos a los que sólo ven a Allah. En cuanto a los que ven cosas más allá de Allah, nada tenemos que decirles. Ibn Arabi, Tratado de la Unidad

Nada hay qué decir a quienes no son capaces de reconocer que la verdad solamente está en la Verdad, en Dios. 217

Ilusión

El que permanezca aprisionado en una dimensión definida estará completamente triste cuando deje la Tierra. Ibn Arabi, El Núcleo del Núcleo

A quien supone que las cosas transitorias son verdaderas, sólo le quedará el sufrimiento de verlas desaparecer. Mi preceptor es aquél que dijo: “Vengan a mí, que quiero instruirlos, pues mi corazón es manso y humilde”. En él bulle el fundamento de la Verdad. Todo cuanto viene de otras partes no es más que engaño. Paracelso, Las Siete Apologías

En nuestro corazón llevamos la imagen y semejanza de Dios, sólo allí se encuentra la Verdad. Si has dejado la vida imaginaria y, abandonado la baja condición figurada de ella, has llegado a un estado de vida que se halla por encima de las imágenes, las figuras y las sombras; así, nada de la tierra podrá dañarte. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

La Verdad está en el Ser adimensional, en las imágenes de este mundo encontraremos pura ilusión. La pequeña mariposa, atraída por la deslumbradora luz de tu lámpara de noche, está condenada a perecer en el viscoso aceite. El alma imprudente que deja de luchar, aferrada con el demonio burlón de la ilusión, volverá a la Tierra como esclava de Mâra. H.P. Blavatsky, Libro de los preceptos de oro

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Ilusión

Si los humanos se mantienen encandilados por los brillos ilusorios de los objetos materiales, tendrán el mismo destino de la pequeña mariposa. Durante la etapa primitiva de la evolución espiritual del género humano, la fantasía de los hombres creó dioses a su propia imagen. Albert Einstein, Mis creencias

Hoy en día continuamos siendo lo bastante osados para reinventar a Dios; por eso no debe sorprendernos el sentido ilusorio con que miramos lo que nos rodea.

27 Deseo Si queremos comprender con certeza la naturaleza del deseo primero debemos vislumbrar su origen: a pesar de que llevamos el pre-recuerdo de la naturaleza absoluta de nuestro Ser interior, nos hemos identificado con un ser sustituto, la personalidad, al grado de considerarla como si fuera nuestro verdadero Ser; pero en vez de buscar la reincorporación con la plenitud de nuestro Ser original, nos hemos obsesionado por engrandecer la limitada personalidad como si estuviera en nuestras manos convertirla en absoluta. Esa infructuosa lucha nos ha metido en el “deseo” permanente de enriquecerla. Por tal motivo, no debemos ver al deseo como algo malo, sino como una tonta necesidad que hemos creado por el trazo de una ruta equivocada para el regreso a nuestra verdadera naturaleza —que es perfecta y absoluta—. El deseo opera como una fuerza, como un poder magnético; y tal como un imán tiene sus dos polos: uno desea y el otro rechaza. Por un lado deseamos todo lo que creemos que nos va a engrandecer 219

Deseo

y por otro lado rechazamos lo que consideramos que no nos sirve o que nos está degradado. Si el deseo se orienta hacia las cosas de este mundo, el otro polo magnético rechazará la naturaleza de Dios; si entramos en el deseo de Dios, el otro polo rechazará todo lo de este mundo. Pero en ninguno de los dos casos se está en una legítima ruta. El único y verdadero sendero está en la neutralidad, en la aceptación. Veamos al deseo como cualquier fenómeno dual: los dos polos —deseo y rechazo— tienen la misma naturaleza; son lo mismo pero en diferente grado. Es por eso que cada vez que deseamos, estamos también rechazando; y cada vez que rechazamos, estamos también deseando. Así ratificamos a la neutralidad como el verdadero estado de trascendencia. Todos los deseos tienen su origen en la mente, que por su orientación natural siempre verá al exterior como un medio para alcanzar la futura meta; cuando la verdadera realización está en nuestro interior y en el presente. Por esta confusión, la mayoría de “santos” son exteriormente sencillos y bondadosos, pero mentalmente ambiciosos y disciplinados, porque “desean” llegar a la meta de Dios. Hay quienes llegan a tal grado de identificación con sus deseos, que los consideran como su mismo Ser, se obsesionan tanto con sus pertenencias que sienten que sin ellas se convierten en nada; pero otros, en el lado opuesto, abandonan todas sus posesiones y objetivos terrenales por el deseo de llegar al cielo. ¡Ambos están sumergidos en un gigantesco error! Cuando el sentido de identidad con el deseo toca extremos en el consumo y la posesión, se presenta una disfunción similar al comportamiento de las células cancerosas, que desean reproducirse de manera desenfrenada sin percatarse de que están destruyendo al organismo del que forman parte. Algo parecido sucede con las sociedades actuales, por un consumo irracional dañan de manera severa al planeta. 220

Deseo

Muchos hombres —metidos en su frustración— viven lamentando la maldad del mundo, movidos por sentimientos religiosos, pero en realidad lo encuentran malo porque no obtienen lo que desean; el mundo, aunque limitado, proyecta la perfección de Dios y ¿quién de nosotros se considera tan justo como para juzgarlo? Por eso resulta fundamental que nos cuestionemos si buscamos al Ser porque estamos decepcionados de esta naturaleza o porque tenemos conciencia de que este mundo no es nuestra patria original. Veamos lo que las fuentes filosóficas originales nos expresan y profundicemos en una visión universal acerca del deseo. Sustentemos lo ya expuesto y degustemos estas citas. El deseo lo oscurece todo, al igual que el humo oscurece el fuego y el polvo impide que el espejo refleje la imagen, al igual que el feto está cubierto por su envoltorio. El deseo enturbia la sabiduría; es el eterno enemigo del sabio. Al igual que el fuego toma infinitas formas, lo mismo hace el deseo; y aún así, no puede encontrar satisfacción. Bhagavad Gita, III- 38 y 39

Los humanos no tenemos idea de todo lo que hemos perdido a causa del deseo. Por lo contrario, nos conformamos con la efímera felicidad que nos ofrece la satisfacción de algunos objetivos deseados. Sin ambiciones hay paz y el mundo por sí mismo se arregla. Sin ambiciones hay paz y el mundo se estabiliza por sí mismo. Lao tse, Tao Te king

Todas las guerras han tenido su raíz en deseos colectivos. El origen de nuestra lucha interna es el deseo mismo. 221

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Un discípulo de la sabiduría que busca el bienestar no es un verdadero discípulo de la sabiduría. Confucio

En la verdadera sabiduría no tienen cabida los deseos por el bienestar externo. Mientras haya hombres de alta posición que ambicionen conocimiento y desconozcan el Tao, el mundo estará en estado de gran confusión. Chuang-Tzu

Cualquier conocimiento ambicionado tiene su raíz en la mente; todo deseo de conocimiento nos aleja del Tao. En el mundo cada uno sabe lo suficiente para perseguir lo que no sabe, pero nadie sabe lo suficiente para perseguir lo que ya sabe. Chuang-Tzu

En el sentido externo, mental, es fácil identificar lo que se desconoce; en cuanto al Ser original, todos ignoramos el Conocimiento absoluto que llevamos dentro. Es debido a nuestra elección de desear o rechazar que no vemos la verdadera naturaleza de las cosas. Sosán, Hsin Hsin Ming

El deseo —manifestado en la elección— no nos permite reconocer la esencia de las cosas. 222

Deseo

El hombre que hace un buen empleo de la riqueza se dice que posee en verdad un gran tesoro; pero el miserable que atesora sus riquezas no obtendrá ningún provecho. Evangelio del Buddha

El problema no está en tener posesiones, sino en el deseo de atesorarlas; así se frena su posible uso. La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos.

Platón

Sólo en la ausencia de deseos se experimenta la paz, que es la más legítima riqueza. El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos. Epícteto

El deseo y la felicidad son de naturaleza totalmente antagónica. Realidades preciosas haces llover, de ti proviene tu felicidad, ¡Dador de la Vida! Olorosas flores, flores preciosas, con ansia yo las deseaba, vana sabiduría tenía yo… Nezahualcóyotl, Solamente Él…

La verdadera felicidad proviene de Dios; los objetos materiales —incluso las sublimes flores— sólo mueven al deseo. Debes alejar tu deseo de todas las cosas; no debes extender tu voluntad para poseerlas para ti. Pues tan pronto como 223

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tomas algo en tu deseo, y lo recibes en ti como algo propio, entonces este mismo algo se identifica contigo mismo, como si formase parte de tu propio ser. Pero si no recibes nada en tu deseo, eres entonces libre. Jacob Boehme, Diálogos Místicos

En el momento de tomar posesión de algo viene la identificación. Cuando desaparece el sentido de identidad inicia la verdadera la libertad. Sólo por el hecho de que el hombre quiere más, y cosas distintas de lo que el mundo espontáneamente le ofrece para su satisfacción, se siente como un ser separado del resto del mundo, y debido a ello surge en su alma la conciencia de que él es algo distinto del mundo. Si se contentara con lo que el mundo le ofrece, no haría distinción entre sí y el mundo. Rudolf Steiner, S/ Ev. Lucas

El deseo nos adentra en el estado ilusorio de la división; en la aceptación nos reencontramos con la Unidad del Ser. La codicia de la realidad es lo mismo que la codicia de las posesiones. Krishnamurti, Informe auténtico de dieciséis conversaciones dadas en 1945 y 1946

Cualquier deseo nos aleja de la Verdad, incluso el deseo de llegar a Dios. Los hombres apelan al Ser divino con oraciones y súplicas para obtener sus deseos. Albert Einstein, Mis creencias

Hasta la más sublime petición a Dios está cargada de deseo. 224

Referencias históricas

Referencias históricas Krishna. Un número de tradiciones y deidades regionales pueden haberse fusionado en las historias y la persona de Krishna. Los mitos y canciones acerca de Krishna aparecen en un gran número de textos filosóficos, religiosos y poéticos. Estos incluyen el Mahabharata (que contiene el Bhagavad Gita) y otros de desarrollos posteriores como el Jarí vamsa parva (‘el capítulo [del Mahabharata] sobre la familia de Jarí [Krishna]’). También el poema Gita govinda y el Bhagavata-purana, que dedica miles de versos en describir la vida de Krishna. Según la tradición hindú,basada en cálculos astrológicos, Krishna nació en el Rohini nakshatra, a la medianoche del octavo día después de la luna nueva del mes de Sravana (bhadrapada).Pero no se sabe en qué año. Varios astrólogos hindúes, con la ayuda de software especializado en astrología, han propuesto varias fechas: •5,561 a.C.: según P.V.Vartak. •3,228 a.C., 21 de julio: según Arun K. Bansal. •3,228 a.C.: según Swami Prakashanand Saraswati. •3,067 a.C.: según B. N. Narahari Achar. Hermes Trismegisto o Mercurio Trismegisto, tres megas, esto es, “Tres Veces Gran Hermes”, era también identificado como Toth entre los egipcios. Ese personaje fabuloso, que los egipcios y los griegos consideraban como el padre de todas las ciencias, era el legislador, el mago y el benefactor de Egipto y vivió en el siglo XX a.C. No se puede precisar realmente la localización de Hermes en el tiempo y en el espacio. Según la cronología egipcia de Maneton, su época se denomina “reino de los dioses”. Por ese entonces no había aún ni papiro ni grafía fonética pero sí, apenas, la ideografía sagrada grabada por los sacerdotes en jeroglíficos en las columnas y paredes de los Templos. Los griegos, discípulos de los egipcios, lo llamaban Hermes Trismegistus o Trinidad Suprema; lo consideraron como un legendario y fabuloso legislador egipcio, sacerdote y filósofo; lo ubicaron en el reinado de Ninus, alrededor de 2,270 años a.C. Hermes Trismegisto era el nombre que los griegos daban al dios egipcio (Hermes Toth). En el culto egipcio de Osiris, Toth era el gran consejero; que presidía las ciencias y se le atribuían la totalidad de un conjunto de obras que contenían prácticamente todo el saber del antiguo Egipto.

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Referencias históricas

Diódolo Sículo lo describe como secretario de Osiris y Cumberland llegó a decir que ese personaje era el propio Osiris. Sin duda existe mucha confusión entre los mitologistas respecto a este personaje. Dicen que Hermes Trismegisto escribió más de treinta libros sobre teología y filosofía, y seis sobre medicina. Parece que todos desaparecieron, probablemente en las invasiones y guerras que Egipto sufrió a lo largo de su historia. Los egipcios atribuían a Hermes cuarenta y dos libros sobre ciencias ocultas. El hermetismo, que continúa siendo un punto de referencia para las ciencias esotéricas contemporáneas, se desarrolló a partir de la Edad Media como una doctrina filosófica estrechamente ligada a la Alquimia. Hermes es considerado el padre fundador de la alquimia y de donde surgieron las ciencias herméticas que originaron, en la Masonería, los ritos y grados herméticos. La influencia del hermetismo en la elaboración del ritual de la Masonería fue importante, ya que en los primeros tiempos del cristianismo Hermes era considerado como padre de la inteligencia humana, citado inclusive, en las herencias documentales de la fase operativa de la Orden. En todos los registros y manuscritos antiguos que contienen leyendas de la fraternidad, se hacía mención a Hermes Trismegistos como fundador de la Masonería. Así el Manuscrito de la Gran Logia de los Operativos, que data de 1632, afirma que “el grandioso Hermarino, que fue hijo de Cuby, hijo de Sem y nieto de Noé, fue identificado posteriormente como Hermes, padre de la sabiduría”. Es en el siglo XII cuando surge en toda Europa Occidental, a través de las cruzadas y de los contactos con el mundo islámico, una serie de textos herméticos traducidos del árabe al latín. El más conocido de todos esos textos es la Tabla Esmeraldina, así denominada porque fue grabada en una piedra verde. Ésta es la “biblia de los alquimistas”. El Zohar. Es una fuente de gran sabiduría espiritual que le fue revelada a Moisés como el “decodificador” de la Biblia. Fue transmitida como tradición oral hasta que se puso por escrito como un texto sagrado que permaneció oculto durante miles de años. El Zóhar y la Kabbalah han tenido una profunda influencia en todas las disciplinas más relevantes, desde la literatura y el arte hasta la medicina y la ciencia. Lao Tse. Según algunos, Lao Tse nació en el año 604 a.C. Según otros, vino al mundo en el año 729 a. C. La fecha del año 604 a.C.

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Referencias históricas

se confirma como la más razonable si tomamos como referencia a Confucio y el primer encuentro que se produjo entre ambos filósofos. Lao Tse no es un nombre propio, sino un sobrenombre que significa “Viejo Sabio”. Su nombre completo y verdadero era Li po yang. Lao Tse nació en Khio-gin en el reino de Tsou. Según unos, era censor en la corte de la dinastía Chu; según otros era archivero. En cualquier caso, después de un largo tiempo dedicado a los menesteres palaciegos, Lao Tse decidió no sólo abandonar aquel estado, sino el territorio de la inmensa China, es decir, el Imperio. Pero antes de cruzar la frontera decidió dejar escrita su obra, condensada en el Tao Te King. Confucio. Filósofo, teórico social y fundador de un sistema ético -más que religioso- que ha llegado hasta nuestros días. Kungtse (Confucio, para occidente) vivió en la China feudal hace 2,500 años, entre el 551 y el 479 a. C. Sus orígenes eran muy humildes, pero desde joven mostró una gran inclinación por los libros antiguos y, con el tiempo, desempeñó una alta posición como funcionario del estado de Lu, en la actual provincia de Shang-Tung. Chuang Tzu (350-275 a.C.) nació en el estado Chu, en la actual China central, y es, incuestionablemente, el segundo maestro del taoísmo. Chuang Tzu es posterior a Lao Tse, lo que le permitió exaltar la labor de éste y desarrollarla y ampliarla. Lo hizo básicamente mediante un libro que lleva el nombre del propio filósofo y que está escrito en prosa. Chuang Tzu está considerado como el gran genio impulsor de las letras chinas. Según se cuenta, Chuang Tzu llevó una vida de ermitaño, pese a que tuvo muy buenas oportunidades para destacar. Una de ellas se produjo cuando el rey Ch’u le ofreció el puesto de primer ministro, y no sólo rechazó la oferta, sino que luego ridiculizó a los dos enviados y el pomposo ceremonial con el que se habían dirigido a él. En su obra, Chuang Tzu dedica muchas páginas a comentar el confucianismo, que, bajo el punto de vista del taoísmo, era una escuela rival muy digna. Sin embargo, se empeñó Chuang Tzu en demostrar que Confucio había sido un admirador e incluso discípulo sumiso de las doctrinas taoístas. Aún así, las posturas del confucianismo y del taoísmo eran irreconciliables: para el primero, la base era buscar un humanismo perfecto; para el segundo, la perfección

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Referencias históricas

no es posible en lo humano, la perfección sólo puede encontrarse en el Tao. Sosan (murió en el 606 d.C., de pie, bajo un árbol, en la postura de kin hin) es el tercer patriarca zen. No se sabe mucho sobre él; así es como debe ser, porque la historia sólo registra la violencia. No registra el silencio; no puede. Sosan fue durante toda su vida un monje errante. Nunca se quedó en ningún sitio; siempre de paso, yendo, moviéndose. Era un río; no era un estanque, no era estático. Era un constante movimiento. Una vez que su iluminación fue un hecho reconocido, Sosan continuó en su antiguo estilo de vida de vagar mendicante. Y nada en él era especial. Era un hombre ordinario, un hombre del Tao. El zen es un cruce entre el pensamiento de Buda y el de Lao Tse. Es un gran encuentro, el mayor que jamás haya tenido lugar. Y Sosan estaba ahí justo al comienzo, junto a la fuente original, cuando el zen salía del útero. Siddhārtha Gautama, Buddha, nació hacia el año 560 a.C., en Kapilavasthu (en la antigua India, hoy Nepal), príncipe heredero del clan de los Shakyas, de donde derivaría su apelativo Shakyamuni (sabio de los Shakyas). Tras haber llevado una vida llena de lujos y placeres, privado del contacto con las cosas tristes de la vida, se encontró en tres paseos sucesivos, por los límites de los jardines reales, con escenas por él desconocidas hasta entonces, las que repercutieron profundamente en su interior: un anciano, un enfermo débil y delgado y un muerto llevado por sus parientes. Sabiendo que su linaje no lo aislaba de esos infortunios (vejez, enfermedad, muerte), se dio cuenta de la inutilidad de gastar la vida en lujos y placeres y deseó encontrar un medio para liberarse de tales tribulaciones. Así abandonó sus riquezas y su futuro trono y partió en busca del remedio para la enfermedad, la vejez y la muerte. Siddhārtha Gautama murió alrededor del año 486 a. C., a los 80 años de edad. Popol Vuh. Las antiguas “Historias del Quiché”. Es el libro sagrado de los quichés que habitaban en la zona de Guatemala. Se explicaba en él el origen del mundo y de los mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos. Es esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones mayas de quienes habitaban la región guatemalteca. No se conoce el nombre del autor pero, por datos sacados del contenido de la obra, se supone que ha sido escrito hacia 1544. Fue escrito origi-

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Referencias históricas

nalmente en piel de venado, posteriormente transcrito en 1542 al latín por Fray Alonso del Portillo de Noreña. La versión española fue realizada sobre este último texto en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico Francisco Ximénez. El significado de los términos que conforman el nombre es: Popol: Palabra maya que significa reunión, comunidad, casa común, junta. Vuh: Libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel. Para los quichés de Guatemala, hombres del bosque o de los magueyes, el Popol Vuh es su Biblia. Filósofos griegos •Pitágoras. Si bien no son muchos los datos históricos que se conocen de la vida personal de Pitágoras, se puede citar lo siguiente: Nació hacia el año 578 a.C. en Samos (rival comercial de Mileto). Fué expulsado hacia occidente por cuestiones políticas, abandonando su patria para escapar de la tiranía de Polícrates (538 a.C.), refugiándose en la Magna Grecia (sur de Italia), específicamente en Crotona. Fue en Crotona donde fundó en 532-520, más o menos, una especie de comunidad de carácter filosófico–religioso, misma que se difundió en numerosas filiales esparcidas por Tarento, Metaponto, Sibares, Regnum, Siracusa, etc. Estableció su hogar en Crotona, donde sus opiniones políticas dominaron en la ciudad. Fue desterrado por el partido adversario, exactamente por Cylon. Murió en Metaponto en 495, a.C. teniendo cerca de 83 años. •Heráclito de Éfeso (544-484 a.C. aprox.) Para Heráclito, no sólo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él, sino que el mundo entero perece en el fuego para luego renacer. He aquí la imagen del “ciclo cósmico” la que ya fuera apuntada por Anaximandro, ésto es, la antigua idea griega del “eterno retorno” que volverá a aparecer con Platón. Pero el aporte más trascendente de Heráclito está en sus ideas respecto a la contradicción y el Lógos. Todo está en constante movimiento porque el mundo fluye permanentemente. •Parménides. Nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo aproximadamente, donde residió hasta su muerte en el año 470 a.C. Se dice que fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia.

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•Sófocles. Nace en Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C.; muere en Atenas, 406 a.C. Poeta trágico griego. •Herodoto. Historiador griego nacido en Halicarnaso poco antes de la expedición de Jerjes contra Grecia (480 a.C.). Con motivo de la revuelta Herodoto hubo de abandonar su patria y dirigirse a Samos, donde pudo tener un contacto más estrecho con el mundo cultural jonio. •Sócrates. Nació en Atenas en el año 470 a. C. de una familia, al parecer, de clase media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden con el período de esplendor de la sofística en Atenas. •Arístocles de Atenas, apodado Platón (Πλάτων, «el de anchas espaldas»), nace, probablemente, en el año 428-427 a.C. en Atenas, o quizás en Aegina. Pertenecía a una familia noble. Platón tuvo una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. A los veinte años (407) tiene lugar el encuentro con Sócrates: acontecimiento decisivo para Platón. Sócrates contaba entonces con 63 años y se convertirá en su único maestro hasta su muerte. •Aristóteles. Nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia, cercana al monte Athos, llamada Estagira. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre, en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, a quien pudo mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor. •Horacio. Poeta lírico y satírico romano, autor de obras maestras de la edad de oro de la literatura latina. Quinto Horacio Flaco nació en diciembre del año 65 a.C., hijo de un liberto, en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia). Estudió en Roma y Atenas filosofía griega y poesía en la Academia. Horacio murió en Roma el 27 de noviembre del año 8 a.C. •Plutarco. Procedente de la hoy desaparecida Queronea, en la actual Grecia, fue un historiador, biógrafo y ensayista griego que vivió entre el 46 y el 120 d.C.

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•Epícteto, en griego: Επίκτητος (Hierápolis, 55 – Nicópolis, 135). Fundó su escuela en Nicópolis, a la que se dedicó plenamente, pues él, a imitación de Sócrates, uno de sus modelos, no escribió nada. Las enseñanzas de Epícteto tenían su base en las obras de los antiguos estoicos; se sabe que se aplicó a las tres ramas de la filosofía en la tradición de la Stoa, lógica, física y ética. Sin embargo, los textos que se conservan tratan casi exclusivamente de ética. Según ellos, el papel del filósofo y maestro estoico consistiría en vivir y predicar la vida contemplativa. Cristianismo •Evangelio de los esenios. Fue necesario el “accidental” hallazgo hecho en el interior de una gruta, en el año 1947, por un joven beduino, Mohamed el lobo, quien encontró las jarras de greda con rollos de lino recubierto de alquitrán o cera con escritos en pergamino y láminas de cobre de más de 2,000 años de antigüedad, para que los esenios fueran nombrados en el mundo moderno. El evangelio de los esenios, que es una traducción directa del arameo de los evangelios conservados en el Vaticano, en los que la Madre y el Padre ocupan un lugar primordial en contraposición a la versión patriarcal de otros evangelios, es una auténtica doctrina y enseñanzas espirituales de la escuela de los esenios. Se dice que casi todos los principales fundadores, de lo que luego se denominó la cristiandad, fueron esenios: Santa Ana, José y María, Juan el Bautista, Jesús, Juan el Evangelista, etc. Los Pitagóricos y Estoicos en Grecia siguieron los principios esenios; sus enseñanzas están presentes en los elementos de la cultura Adónica de los Fenicios, en los de la escuela de Alejandría que contribuyeron a cimentar la cultura de Occidente con el Gnosticismo, la cristiandad, la kabbalah, la Francmasonería y una pléyade de movimientos renovadores posteriores que actuaron secretamente debido a las persecuciones a que fueron sometidos. En 1928 Edmond Bordeaux Szekely (filólogo y lingüista, Ph. D. de la Universidad de París) publicó la primera traducción del Arameo al Francés, del primer tomo del “Evangelio Esenio de la Paz”. Las ediciones del material esenio precedieron a los escritos encontrados en las cuevas del Mar Muerto en 1947. •Evangelios Gnósticos de Nah Hammadi. Los evangelios conocidos como apócrifos, comprenden alrededor de 50 textos, escritos algunos en arameo, otros en copto, en griego antiguo, etc.

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En 1945 fueron descubiertos por campesinos Egipcios los papiros de Nag Hammadi, que recopilaban una serie de textos originales, en una forma muy parecida a los cuatro evangelios reconocidos por el cristianismo ortodoxo, con clara expresión del cristianismo gnóstico esencial, prístino, original. Estos evangelios fueron desdeñados por el catolicismo con el nombre de apócrifos (por considerar que “se apartan de la verdad”, al menos la pretendida), considerados actualmente “Evangelios apócrifos gnósticos”, entre los que se encuentran el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe, de María Magdalena, el evangelio apócrifo de Juan, el de San Valentín; y para asombro de los intelectualoides de la Era del Kaly Yuga, en pleno 2006, el evangelio de Judas. •Evangelio Según Judas. El papiro con el Evangelio según Judas, de 26 páginas, fue hallado cerca de la localidad de Beni Masar, en Egipto, en 1978. En 2000, la Fundación Mecenas de Arte Antiguo de Basilea (Suiza) se hizo con el documento e inició los trabajos de traducción. Los expertos consideran que se trata de una copia de un texto aún más antiguo, en el que Judas aparece retratado como una figura benévola que trata de ayudar a Jesús a salvar a la raza humana. La autentificación del documento se ha llevado a cabo utilizando numerosas técnicas, como la prueba del carbono 14, el análisis de tinta, la imagen multiespectral, así como los índices paleográficos e históricos. •La Pistis Sophia es una traducción de una colección especial de manuscritos Gnósticos Coptos de 2,000 años de antigüedad, derivados de Códices Egipcios-Coptos Cristianos. En el período histórico posterior en que la iglesia temprana fuera establecida como la “religión oficial” del Imperio Romano (325 d.C.), la literatura de la Pistis Sophia fue retirada. El término “Pistis Sophia” corresponde en Griego a las palabras “Fe-Sabiduría” y representa la enseñanza que fue dada a los discípulos de Cristo-Jesús después de su resurrección. No son enseñanzas reveladas tan sólo a los discípulos de Jesús, sino también a sus discípulas, incluidas María Magdalena, Martha y Salomé. Los manuscritos de la Pistis Sophia datan del 150-300 d.C. Sin embargo, esta extensiva y expansiva enseñanza se dice que fue dada hasta los 11 años posteriores a la resurrección. •La Biblia. No es un solo libro, es una colección de antiguos textos compuesta por diversos libros separados, escritos a lo largo

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de aproximadamente 1,600 años. El Antiguo Testamento contiene 30 libros escritos aproximadamente entre el 1500 y el 400 a.C., y el Nuevo testamento contiene 27 libros escritos aproximadamente entre el 40 y el 90 d.C. El Antiguo Testamento original fue escrito principalmente en hebreo, con algo de arameo, mientras que el Nuevo Testamento original fue escrito en griego común. Comenzando ya desde el 250 a.C., la Biblia hebrea fue traducida al griego por expertos judíos en Alejandría, Egipto. Esta traducción fue conocida como la “Septuaginta”. Comenzando cerca del 40 d.C, y continuando hasta cerca del 90 d.C., los testigos oculares de la vida de Jesús, incluyendo Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Santiago, Pedro y Judas, escribieron los Evangelios, cartas y libros que se convirtieron en el Nuevo Testamento de la Biblia. Durante los años 200 d.C., los escritos originales fueron traducidos del griego al latín, cóptico (Egipto) y sirio (Siria), y ampliamente diseminados como “escrituras inspiradas” a través del Imperio Romano (y más allá). En el año 397 d.C., los actuales 27 libros del Nuevo Testamento fueron formalmente y finalmente confirmados y “canonizados” en el Sínodo de Cartago. Islam •Ibn Arabi. Es todo un referente del misticismo neoplatónico musulmán, nacido en 1165 en la ciudad de Murcia, Mohidin. Con la comodidad que supone proceder de una familia distinguida, pronto sale de Murcia para pasar su juventud en Sevilla. Pasa unos años en los que la ligereza y la disipación toman las riendas de su vida, hasta que irrumpe en él una atracción irrefrenable por la mística y la filosofía sufi. Decide entonces embarcarse en un viaje que le llevará a recorrer los reinos bajo dominio árabe en el interior de la península, pasando después al norte de África: Marruecos, Túnez y Egipto, para llegar finalmente a Oriente, donde pasará el resto de su vida, muriendo en Damasco cuando contaba con ochenta años de edad. Durante su estancia en la Meca, a los treinta y nueve años, él mismo relata que recibió la iluminación de Allah. La fecundidad literaria de Ibn Arabi es impresionante, siéndole atribuidas más de cuatrocientas obras en prosa y verso que abarcan las más diversas temáticas: filosofía, mística, poesía, teología...Evidentemente su fuente principal es el Corán. En cuanto su epistemología, Ibn Arabi sostiene que el conocimiento del mundo presente a través de los sentidos no es el conocimiento verdadero, sino el camino hacia el Conocimiento.

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•Mevlana Jalal’uddin Rumi (1207-1273) nació en Balk (lo que se conoce hoy como el norte de Afganistán), hijo de un gran maestro sufi de la época, Baha Veled. Fue criado dentro del mundo místico desde muy pequeño: debió compenetrarse con la lectura del Corán, su interpretación y exégesis (interpretación crítica), la jurisprudencia Islámica y los hadith (los dichos y actos del profeta Mahoma), los que llegó a manejar a la perfección. A la edad de 10 años debió emigrar, debido a que el pueblo Mongol estaba invadiendo cruelmente esa zona. Él y su familia emprendieron un largo viaje, pasando por La Meca y Damasco, arribando finalmente luego de 12 años al estado de Anatolia (Turquía); durante el viaje, Rumi conoció a muchos y notables maestros del sufismo. Luego de la muerte de su padre en 1231, se convirtió en su sucesor y tuvo diversos ilustres e iluminados maestros, que fueron sus tutores y guías. Pero no fue hasta su encuentro con el gran maestro Shams i Tabriz, que Rumi despertó al máximo su potencial. Shams es un espejo para Rumi, y en su compañía Jalal’uddin Rumi hace realidad la Verdad de su Ser. Son sus discípulos o amigos los que transcriben sus recitaciones y así será el caso de todas sus obras. Años más tarde, Husamedin Chelebi -seguidor y amigo de Mevlana- se ofrecerá para transcribir el Masnavi, que es una de las obras principales y más extensas de Rumi. Es seguro que quien abra su corazón a Rumi comprenderá en mayor profundidad el místicismo Islámico (Sufismo). Nezahualcóyotl (1402-1472), gobernante y poeta del México antiguo. Desde los últimos años del mundo indígena hasta nuestro tiempo, el rey poeta de Tezcoco ha sido una figura legendaria, de multiple fama. Y sin embargo, se le conocía más por sus anécdotas y por cierto vago prestigio, que por los hechos de su vida y, hasta hace pocos años, se ignoraban sus verdaderos poemas o cantos. En Nezahualcóyotl se unían de manera excepcional las aptitudes a menudo irreconciliables del guerrero, el gobernante, el constructor, el sabio en las cosas divinas y el poeta. Pero, además, él fue un hombre que trascendió a su tiempo, por las indagaciones espirituales que formuló y por la organización administrativa y la estructura legal que dio a la vida de su pueblo y, singularmente, por las instituciones culturales que estableció, como fueron los archivos de los libros pintados, las escuelas y consejos superiores, las academias de sabios y poetas, las colecciones de flora y fauna, y aun por el cuidado de la lengua que distinguía a sus dominios. Dentro del mundo nahua del siglo anterior a la conquista, él representa una tradición moral y espiritual, la herencia tolteca de Quet-

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zalcóatl, que intentó oponerse a la concepción místico-guerrera de los aztecas. Alquimistas •Nicolas Flamel (Pontoise, 1330 – París, 1413). Fue un burgués parisino del siglo XIV, escribano público, copista y librero jurado; aunque sin duda un personaje histórico, su vida está ligada con leyendas, que lo reputan como alquimista de suficiente habilidad para ejecutar las dos obras más complejas del arte alquímico: la transmutación de los metales en oro gracias a la elaboración de la piedra filosofal, y la inmortalidad. •Paracelso. Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus Paracelsus es el nombre latino adoptado por el astrólogo, médico, mago, alquimista y filósofo alemán Theophrast Bombast von Hohenhein. Nació en Einsiedeln en 1493 y murió a los 48 años, en 1541, en Salzburgo. Comenzó trabajando como cirujano militar, así hizo sus primeros viajes a Oriente, Escandinavia…, estos viajes le sirvieron para recopilar conocimientos. En 1527 se instaló en Basilea, allí fue reconocido por sus sorprendentes curaciones, devolvió la vida a un amigo de Erasmo de Róterdam. Gracias a su fama fue nombrado profesor de la escuela de medicina, dejaba entrar a sus clase a los barberos cirujanos, les hablaba en alemán y no en latín(lengua de los cultos), quería que los conocimientos médicos fueran para el pueblo y no para unos cuantos privilegiados. Escribió más de 14 volúmenes de medicina, naturismo y filosofía y otros tantos de teología. Descubrió la homeopatía, si un veneno se aplicaba en pequeñas dosis surgiría de él su naturaleza oculta beneficiosa: “lo símil se cura con lo símil”. Paracelso tenía su propio concepto de la sanación, basado en el tratamiento de las enfermedades con sustancias minerales transformadas alquímicamente, consistente en el reconocimiento de la íntima unión de los tres elementos que conforman la totalidad del hombre: espíritu, alma y cuerpo. Él mismo dice: “la alquimia no tiene por objeto exclusivo la obtención de la piedra filosofal, la finalidad de la ciencia hermética es producir sustancias soberanas y emplearlas en la curación de las enfermedades”. Según Paracelso, el verdadero médico es ordenado por Dios.

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•Jacob Boehme (1575–1624). El “Teósofo Alemán”, cuya vida creativa abarcó el período Rosacruciano, nació en un poblado de la Antigua Seidenburg y se trasladó a la Lusatia Superior en las cercanías de Bohemia en las últimas décadas del siglo XVI. Fue un místico cuyo discernimiento contribuyó mucho para establecer una interpretación espiritual de la alquimia. Aunque haya sido un zapatero sin instrucción, Boehme poseía un alto grado de percepción mística de los mundos espirituales y para expresar sus experiencias interiores decidió revestirlas de términos alquímicos. Boehme tuvo una profunda influencia sobre las ideas teológicas y esotéricas, particularmente entre finales del siglo XVII e inicio del siglo XVIII; con todo, su sistema esotérico-filosófico de la teología continúa inspirando a muchos en los días actuales. •Fama Fraternitatis. De este libro proceden las primeras referencias históricas a la Orden de la Rosa Cruz, obra esotérica publicada en Kassel, Alemania, en el año 1614, de autor anónimo y desconocido, que ha sido sin embargo atribuida por varios autores a Johann Valentin Andreae (1586-1654), sin que exista no obstante ninguna prueba formal que apoye esta tesis. Según lo relatado en la Fama, la Orden Rosacruz tendría sus orígenes en Christian Rosenkreuz, personaje legendario nacido en 1378 en Alemania. A partir de 1393 este místico alemán iniciaría un periplo iniciático que le llevaría a visitar varios países lejanos como Damasco, Palestina, Tierra Santa, Egipto y Marruecos entre otros, donde estudió durante años con maestros de las ciencias ocultas. Según la Fama, a su retorno a Alemania en el año 1407, fundó la Orden Rosa-Cruz, que estaría constituida por un pequeño grupo de no más de ocho personas, y de quienes esta obra da sus nombres y funciones en el seno de la Orden. Cuando Christian Rosenkreuz murió en 1484, la Orden se extinguió y la localización de su tumba permaneció desconocida hasta que en el año 1604 fue redescubierta, y como consecuencia la Orden Rosacruz «renacida». Otros dos documentos importantes en relación a la fundación de la Orden Rosacruz fueron la Confessio Fraternitatis publicada también en Kassel en (1615), anónima pero atribuida de igual forma a Andreae y Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreuz publicada en 1616 y atribuida por otros a Francis Bacon. La Confessio Fraternitatis está indiscutiblemente ligada a la Fama, ya que podría afirmarse que es una continuación de la misma. Con respecto a las Bodas Químicas, explica con un lenguaje simbólico y alquímico el proceso místico de Christian Rosenkreuz.

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Teosofía •Helena Petrovna Blavatsky. Nació el 30 de julio de 1831 en Yekaterinoslav, Dnipropetrovs’k (Ucrania). Durante mucho tiempo viajó por Europa, Asia y Estados Unidos. Afirmó que había estudiado durante siete años con los mahatmas hindúes durante su estancia en Oriente. En 1873 viajó a Nueva York y en sólo dos años se convirtió en la principal fundadora de la Sociedad Teosófica, un activo grupo internacional. Con la nacionalidad estadounidense se estableció en la India en 1878. Entre sus obras destacan: La Voz del Silencio, Narraciones Ocultistas, El país de las Montañas Azules, La Clave de la Teosofía, Isis sin Velo, la Doctrina Secreta, el Glosario Teosófico y cientos de artículos publicados en numerosas revistas del mundo. Falleció el 8 de mayo de 1891. •Rudolf Steiner. Nació en Krakjevec (Hungría-Croacia) el 27 de febrero de 1861. Hijo de un empleado ferroviario, pasó su niñez en Neudörfl, un apartado y encantador pueblito austríaco. Cursó estudios en Wiener Neustadt, en la Technische Hochschule de Viena y finalmente en la Universidad de Rostock (doctorado en Filosofía). Cultivó especialmente ciencias y matemáticas, y la lectura de filósofos como Kant, Fichte, Schelling y Hegel; su temprana preocupación por Goethe hizo que se le encomendara la edición comentada de la obra científica de este autor. La notable introducción que escribió para los primeros volúmenes hizo que fuera contratado por los Archivos Goethe y Schiller de Weimar, donde se radicó durante varios años y terminó su edición de la obra goethiana. Desde niño había tenido un conocimiento intuitivo y clarividente de los aspectos ocultos de la naturaleza y el hombre, y paulatinamente logró desarrollar una clarividencia consciente que le permitió acceso a planos más elevados. Fue gestando así su doctrina antroposófica o Ciencia Espiritual que pretende alcanzar el conocimiento del hombre, del mundo suprasensible y de las fuerzas espirituales. Hacia 1901 se lanzó abiertamente a la enseñanza de la Ciencia Espiritual, habiendo aceptado el cargo de Secretario General de la Sección Alemana de la Sociedad Teosófica en 1902. •Krishnamurti. Nació en la India en 1895 y murió en 1986. A los 13 años lo tomó bajo su protección la Sociedad Teosófica, que lo consideraba a él como el vehículo para el “instructor del mundo”, cuyo advenimiento habían estado proclamando. Krishnamurti emergió como un maestro inflexible e inclasificable. Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión

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específica y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo. Repudiando firmemente la imagen mesiánica, en 1929 disuelve de forma tajante la vasta y caudalosa organización que se había construido en torno a él y declaró que la Verdad era una tierra sin senderos a la que resulta imposible aproximarse mediante alguna religión filosófica o secta convencional. Por el resto de su vida rechazó insistentemente la condición de gurú que otros trataban de imponerle y negó él mismo su autoridad; no quizo discípulos y habló siempre como un individuo habla a otro. El núcleo de sus enseñanzas estaba en la comprensión de que los cambios fundamentales de la sociedad podían tener lugar sólo con la transformación de la conciencia individual: acentuaba constantemente la necesidad del conocimiento propio y señalaba las influencias restrictivas y separatistas originadas en los condicionamientos religiosos y nacionalistas. Krishnamurti siguió hablando hasta su muerte a los 90 años. Sus pláticas, diálogos, diarios están reunidos en más de 60 volúmenes. Cada libro se centra sobre alguna cuestión que tenga particular importancia y urgencia en nuestras vidas cotidianas. Albert Einstein. Nació en la ciudad bávara de Ulm el 14 de marzo de 1879. Fue el hijo primogénito de Hermann Einstein y de Pauline Koch, judíos ambos, cuyas familias procedían de Suabia. Al siguiente año se trasladaron a Munich. El pequeño Albert fue un niño quieto y ensimismado, que tuvo un desarrollo intelectual lento. El propio Einstein atribuyó a esa lentitud el hecho de haber sido la única persona que elaborase una teoría como la de la relatividad: «un adulto normal no se inquieta por los problemas que plantean el espacio y el tiempo, pues considera que todo lo que hay que saber al respecto lo conoce ya desde su primera infancia. Yo, por el contrario, he tenido un desarrollo tan lento que no he empezado a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo hasta que he sido mayor». A partir de 1933, con el acceso de Hitler al poder, su soledad se vio agravada por la necesidad de renunciar a la ciudadanía alemana y trasladarse a Estados Unidos, en donde pasó los últimos veinticinco años de su vida en el Instituto de Estudios Superiores de Princeton, ciudad en la que murió el 18 de abril de 1955.

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Bibliografía El Mahabharata, editorial Kairós, Barcelona 2003. EL Bhagavad Gita o el canto del bienaventurado , Editorial EDAF S. L., Barcelona 2005.

Trismegisto Hermes, Corpus Herméticum, editorial EDAF Madrid, España. El Zohar, El libro del esplendor, Barbera editores, México. Lao Tse, Tao Te King, Susaeta Ediciones, S. A., México 1998. La filosofía China según Confucio y Lao Tse, editorial Kier, S. A., Buenos Aires El evangelio del Buddha, editorial Humanitas, S. L., España 1998. Popol-vuh, Biblioteca Nueva Era, Rosario Argentina 2003. Citas y Frases Célebres de todos los tiempos, Arquetipo Grupo Editorial, Bogotá Colombia 2006.

El evangelio de los esenios, Editorial Sirio, S. A., España 1998. Los evangelios gnósticos, editorial Prana, México 2006. Pistis Sophia, www.upasika.com. Arabi Ibn, Tratado de la unidad, Ediciones INDIGO, España 2002. Arabi Ibn, El Núcleo del Nùcleo, Editorial Sirio, S. A., España 2002 El Masnavi, Las enseñanzas de Rumi, Dervish Internacional, Buenos Aires. Nezahualcóyotl, Vida y Obra, Fondo de cultura económica, México 1972. Flamel Nicolas, El Deseo Deseado, Ediciones INDIGO, España 1997. Paracelso, Las Siete Apologías, Ediciones INDIGO, España 2001. Boehme Jacob,Tratados sobre el cielo y el infierno, Ediciones INDIGO, España 2003

Boehme Jacob, Las Confesiones, Editorial Oceano, España 2001. Boehme Jacob, Diálogos Místicos, Teorema S. A., Barcelona 1982. Boehme Jacob, La llave, Dilema editorial, España 2006. Fama Fraternitatis, Wilhelm Wessell, Kassel 1614. Confesio Fraternitatis, Wilhelm Wessell, Kassel 1615. Blavatsky H.P., Libro de los preceptos de oro,Editorial EDAF, S. A., España. Blavatsky H.P., La voz del silencio, Editorial EDAF, S. A., España 2003. Steiner Rudolf, El evangelio según San Lucas, Editorial Kier, Buenos Aires. Steiner Rudolf, Guía para el conocimiento de sí mismo, Editorial Kier, Buenos Aires 2005.

Dichos de Krishnamurti, Editorial Sirio, S. A., España Einstein Albert, Mis creencias, Editorial Leviatán, Buenos Aires.

El presente material se imprimió en mayo de 2012 en los talleres de Terminados Bibliogáficos. Enrique Díaz de León Nte. # 732, Col. Artesanos, Guadalajara, Jal. Tiraje: 3,000 ejemplares.

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