PRINCIPALES IDEOLOGIAS POLITICAS

March 5, 2018 | Author: MarkAltair | Category: Nationalism, Liberalism, Nation, Capitalism, Political Theories
Share Embed Donate


Short Description

Descripción: Reseña histórica de las principales ideologías políticas en el mundo....

Description

INDICE I. IDELOGIAS POLITICAS Y CONCEPTO        

Izquierda Anarquismo Comunismo Socialismo Liberalismo Derecha Cooperativismo Nacionalismo

II. SOCIALISMO 1. Apogeo de los imperios 2. Vientos de nacionalismo y libertad 3. Rusia, del zarismo al bolchevismo, 1905 – 17 3.1. Surgimiento de una oposición al régimen zarista 3.2. La revolución rusa y consecuencias III. LIBERALISMO IV. CAPITALISMO 1. Origen e historia 2. Características 3. Críticas al capitalismo V. CONSERVADURISMO 1. 2. 3. 4.

Concepto Importancia Historia Conservadurismo en diferentes países 4.1. Conservadurismo inglés 4.2. Conservadurismo francés 4.3. Conservadurismo alemán 4.4. Conservadurismo en EE.UU. 4.5. Conservadurismo en España 5. Conservadurismo en Sudamérica 6. Consecuencias del conservadurismo 6.1. A partir de la revolución bolchevique (1917) 6.1.1.Autoritaria 6.1.2.Liberal 6.1.3.Neoconservadurismo 6.1.4.Nueva derecha VI. NACIONALISMO 1. 2. 3. 4. 5.

Concepto Interpretaciones Nacionalismo en Bolivia Formas de nacionalismo Nazismo

I. IDEOLOGÍAS POLÍTICAS. Una ideología política es el conjunto de ideales, principios, doctrinas, valores y símbolos de un grupo para regir como debe funcionar la sociedad mediante de formas de gobierno y sistemas

económicos, surgen como una respuesta, normalmente a otra ideología política, elabora un plan de acción en base a cómo se comporta la sociedad y pretenden durar el mayor tiempo posible. La palabra ideología procede del griego, “idea” significa “apariencia o forma” y el sufijo –logia significa “estudio”. La mayoría de las ideologías aparecieron en el siglo XIV Las ideologías políticas actuales son: 

Izquierda- Es el sector de las clases económica y socialmente bajas. Anarquismo- defiende la libertad del individuo por encima de la autoridad. Comunismo- los medios de producción pertenecen al Estado y distribuye las riquezas de forma equitativa. o Socialismo- la sociedad debe asegurarle al hombre sus derechos y se le debe dar una remuneración de acuerdo al trabajo que realiza.

o o

mo-defiende la libertad del Estado. Derecha- Está asociado a los altas o dominantes. o Neoliberalismo-limita al funciones fundamentales. o Fascismo- se basa en un de carácter totalitario. o Ambientalismo o defiende la protección del o Cooperativismobeneficio mutuo. o Nacionalismocada formar su propio Estado.

Centro- De las clases medias. o Socialdemocracia-busca regular el capitalismo y propugna un socialismo democrático. o Liberalis individuo y limita al intereses de las clases Estado a cumplir sólo Estado todo poderoso movimiento verdemedio ambiente. cooperación para nación tiene derecho a

II. SOCIALISMO 1. Apogeo de los imperios. A comienzos del siglo XX, el mapa político estaba casi totalmente dominado por los imperios. En Asia existía el antiguo imperio chino y en el medio oriente medio el imperio otomano. En 1900 los imperios coloniales habían alcanzado su apogeo. Desde el decenio de 1870, una nueva ola imperialista, impulsada por el afán de conseguir territorios y recursos, había dejado bajo el imperio europeo una inmensa porción de África y de las islas del pacífico. Los ejércitos y la marina europeos equipados con el armamento más moderno, respaldaban con su poderío a los nuevos imperios europeos y les permitían imponer por doquier sus intereses. El mundo entero reconocía este predominio, a tal punto que los líderes japoneses, impresionados con la expansión europea, no vacilaron en adoptar la tecnología y reformas económicas y sobre todo militares occidentales. 2. Vientos de nacionalismo y libertad. A pesar de todo este esfuerzo, al comenzar el siglo XX, las apariencias resultaron ser decepcionantes. Como forma de organización política, el imperio estaba viendo su etapa final. De hecho, los florecientes imperios coloniales europeos contribuyeron a la declinación de los imperios otomano y manchú de Chin, que los europeos deseaban dominar por sí mismos. En la última parte del siglo XIX, Europa estuvo empeñada en procesos de cambio que generarían las fuerzas sociales y políticas que iban a transformar

el imperio en el siglo XX. La unificación de Italia en 1860 y de Alemania en 1871 demostraron la importancia del nacionalismo como fuerza política. Para 1900, la intranquilidad provocada por la búsqueda de la autonomía nacional se había expandido por Europa. El nacionalismo era uno de los componentes del desarrollo de la política de masas. La modernización económica y social de Europa durante el siglo XIX hizo surgir nuevas clases sociales que no estaban dispuestas a aceptar ser gobernadas por dinastías tradicionales o aristocráticas. Los liberales europeos lograron establecer gobiernos parlamentarios constitucionales que empezaban a respetar los derechos civiles en Gran Bretaña, Italia y Francia, aunque no aplicaron estos criterios de liberalización en sus propios imperios. Sus demandas por las libertades modernas, como la democracia, el estado de derecho y el imperio de la ley, el respeto por los individuos y el derecho a la libre determinación, se filtraron más allá de Europa alimentando las protestas políticas en las mismas regiones que Europa mantenía ahora bajo su dominación. Europa fue también el hogar del socialismo moderno. Inspirados en el filósofo alemán Karl Marx, los socialistas defendían la transformación revolucionaria de la sociedad existente y el gobierno de las masas trabajadoras. 3. Rusia, del zarismo al bolchevismo, 1905 – 17. El quebrantamiento del orden se hizo mucho más claro y evidente en la Rusia de los Romanov. En los decenios anteriores a 1914, Rusia presentaba una curiosa mezcla de reforma y represión. Los zares se dieron cuenta de que la supervivencia de su sistema de gobierno personal autocrático dependía de la construcción de un estado fuerte. En el decenio de 1860 pusieron fin al feudalismo, modernizaron y aumentaron el tamaño del ejército. En 1980, el ministro de finanzas Sergei Witte aceleró la industrialización rusa, a tal punto que en 1914 Rusia se había convertido en la quinta potencia industrial del mundo. 3.1. Surgimiento de una oposición al régimen zarista. La contradicción que se produjo entre el gobierno anticuado de derecho divino y la realidad que presentaba el rápido cambio social y económico, incentivaron el crecimiento de una oposición política generalizada. Cuando Rusia fue derrotada en la guerra con Japón sobre la frontera del Lejano Oriente en 1904-5, la posición del zar se debilitó. La intranquilidad de los campesinos y la creciente protesta laboral provocaron una crisis revolucionaria. En octubre de 1905, el zar aceptó un manifiesto redactado por Witte que ofrecía otorgar libertades civiles y convocar a una asamblea elegida por el pueblo. Cuando las protestas populares disminuyeron, se modificaron las concesiones. Las franquicias fueron limitadas, la Asamblea no tenía ningún poder real y los derechos civiles, como la libertad de palabra y de asamblea, nunca se hicieron realidad. Entre 1906 y 1914, el zar intentó gobernar como siempre lo había hecho. Para 1914 la autocracia estaba aún intacta, pero coexistía con movimientos políticos en crecimiento, tanto conservadores como liberales y socialistas, cuyos miembros esperaban reformas políticas. Las protestas aumentaron en 1914 y el zar tomó la decisión de luchar contra Austria y Alemania en medio de una huelga general en San Petersburgo. El advenimiento de la guerra disminuyó las tensiones políticas en Rusia. En 1915, las fuerzas rusas fueron empujadas de regreso al territorio ruso, sufriendo la pérdida de un millón de hombres, entre muertos y heridos, y de otro millón que fueron tomados prisioneros. En 1916, las fuerzas rusas después de las primeras ofensivas exitosas del general Brusilov contra los austriacos en junio, se vieron repelidas y se perdió otro millón de hombres. Los efectos de esta derrota tuvieron graves consecuencias en el frente interno y socavaron fatalmente al antiguo orden.

3.2 La revolución rusa y consecuencias. Cuando se produjo la caída del antiguo orden en Rusia, la idea de establecer un régimen liberal y constitucional era apoyada por todos. Existía la esperanza de que, de ese modo, la guerra proseguiría de manera más eficiente, pero ahora en nombre del pueblo. El nuevo régimen prometió establecer una Asamblea Constituyente, la que decidiría la forma que se daría al nuevo Estado. El grueso del ejército seguía en el frente con el fin de impedir la penetración de las tropas alemanas. Durante 1917 la crisis del establecimiento de alimentos empeoró. En octubre, en Moscú y Petrogrado quedaban reservas apenas suficientes para unos pocos días. Las fábricas cerraron, el sistema de transporte estaba exigido hasta el punto de quiebre y se había desatado una inflación galopante. Mientras tanto el poder de los soviets aumentaba sin cesar, y dentro de los soviets el de los socialistas revolucionarios. Los campesinos que habían estado esperando una redistribución de las tierras que nunca se realizó comenzaron a apoderarse por su cuenta de las grandes estancias. Los trabajadores, muchos de los cuales no habían sido hostiles al nuevo régimen en sus inicios, se fueron alejando de él debido a las crecientes privaciones y a la decisión del gobierno de seguir adelante con la guerra. En el frente, los soldados, campesinos en su mayoría, desertaban por millares. En abril, el gobierno provisional invitó a participar a los socialistas moderados y en julio al socialista Alexander Kerenski ocupó el cargo de primer ministro. En la medida en el que el gobierno movía hacia la izquierda, perdía el apoyo de los conservadores y de los liberales sin lograr resolver las demandas del pueblo, Cuando una nueva ofensiva en Galicia fue derrotada en julio de 1917 por las fuerzas alemanas, con un elevado coso de vidas, hordas de encolerizados trabajadores y soldados iniciaron una revolución en Petrogrado. La represión puso fin a estos “días de julio”, pero las ciudades rusas se volvieron ingobernables. El principal beneficiado con la radicalización de la sociedad rusa fue el partido bolchevique. En el otoño, muchos rusos veían en el bolchevismo el único camino que los haría salir del caos de la guerra y del colapso económico, así como el único camino que permitía salvar la revolución. A comienzos de octubre, el Comité central del partido bolchevique decidió dar un golpe. El soviet de Petrogrado estableció un comité nacional revolucionario el 29 de octubre, controlado por el bolchevique León Trotski. Entre el 6 y 8 de noviembre (24 y 26 de octubre según el calendario juliano) el comité militar tomó el control de Petrogrado, mientras el Congreso de Soviets de todas las Rusias, reunido en la ciudad, aprobaba la formación de un Consejo de Comisarios del Pueblo, en el que participaban exclusivamente bolcheviques, que estaría a cargo del nuevo gobierno, con Lenin como su presidente. Como consecuencia, se derrumbó la Monarquía absolutista y autocrática de los Zares, con todo su pasado de injusticias, desigualdades y privilegios, se estableció un Gobierno Comunista en Rusia; República Federativa Comunista, que desde 1923, se denominó Unión de las Repúblicas socialistas Soviéticas ( U.R.S.S), Rusia alcanzó la categoría de potencia política, económica, científica y militar del mundo, potencia que, con ayuda de los Aliados, derrotó a Alemania en la Segunda Guerra Mundial. También resultó una formación en el mundo de dos bandos ideológicos: el del Capitalismo y el del Comunismo, y la rivalidad y discrepancia surgidos entre los mismos. Surgen el Comunismo y el Socialismo, una doctrina estricta y con un mayor enfoque político y otra menos estricta más enfocada al aspecto económico. El socialismo alcanzó su apogeo político a finales del siglo XX en la Unión Soviética, estados comunistas de Asia y del Caribe.

III. LIBERALISMO De acuerdo con la RAE, el liberalismo es la doctrina política que defiende las libertades y la iniciativa individual, y limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica y cultural. Asimismo, puede identificarse como una actitud que propugna la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas. Promueve, por tanto, las libertades civiles y se opone a cualquier forma de despotismo. Constituye la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho, como la democracia participativa y la división de poderes. Desde sus primeras formulaciones, el pensamiento político liberal se ha fundamentado sobre tres grandes ideas: 1. Los seres humanos son racionales y poseen derechos individuales inviolables, entre ellos, el derecho a configurar la propia vida en la esfera privada con plena libertad, y los derechos a la propiedad y la felicidad. 2. El gobierno y, por tanto, la autoridad política, deben resultar del consentimiento de las personas libres, debiendo regular la vida pública sin interferir en la esfera privada de los ciudadanos. 3. El Estado de Derecho obliga a gobernantes y gobernados a respetar las reglas, impidiendo el ejercicio arbitrario del poder. Aboga principalmente por: 

El desarrollo de los derechos individuales y, a partir de éstos, el progreso de la sociedad.



El establecimiento de un Estado de derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley (igualdad formal), sin privilegios ni distinciones, en acatamiento de un mismo marco mínimo de leyes que resguarden las libertades y el bienestar de las personas.

El liberalismo surgió de la lucha contra el absolutismo, inspirando en parte en la organización de un Estado de derecho con poderes limitados —que idealmente tendría que reducir las funciones del gobierno a seguridad, justicia y obras públicas— y sometido a una constitución, lo que permitió el surgimiento de la democracia liberal durante el siglo XVIII, todavía vigente hoy en muchas naciones actuales, especialmente en las de Occidente. El liberalismo europeo del siglo XX ha hecho mucho hincapié en la libertad económica, abogando por la reducción de las regulaciones económicas públicas y la no intervención del estado en la economía. Este aspecto del liberalismo ya estuvo presente en algunas corrientes liberales del siglo XIX opuestas al absolutismo y abogó por el fomento de la economía de mercado y el ascenso progresivo del capitalismo. Durante la segunda mitad del siglo XX, la mayor parte de las corrientes liberales europeas estuvieron asociadas a la derecha política. En Estados Unidos una parte del liberalismo ha estado históricamente ligada a movimientos sociales y comúnmente asociadas a la izquierda política. Debe tenerse en cuenta que el liberalismo es diverso y existen diferentes corrientes dentro de los movimientos políticos que se autocalifican como liberales. El liberalismo normalmente incluye dos aspectos interrelacionados: el social y el económico. El liberalismo social es la aplicación de los principios liberales en la vida política de los individuos, como por ejemplo la no intromisión del Estado o de los colectivos en la conducta privada de los ciudadanos y en sus relaciones sociales, existiendo plena libertad de expresión y religiosa, así como los diferentes tipos de relaciones sociales consentidas, morales, etc. Esta negativa permitiría (siempre y cuando sea sometida a aprobación por elección popular usando figuras como referendos o consultas públicas, ya que dentro del liberalismo siempre prevalece el Estado de derecho y éste en un Estado democrático se lleva a su máxima expresión con la figura del sufragio) la libertad de paso, la no

regulación del matrimonio por parte del Estado (es decir, éste se reduciría a un contrato privado como otro cualquiera), la liberalización de la enseñanza, etc. El término neoliberalismo refiere a políticas liberales implementadas en el último tramo del siglo XX, y sus postulados se resumen en el Consenso de Washington. Usualmente ha sido usado por detractores de la desregulación económica que genera un impacto social negativo, para calificar a las posiciones liberales más proclives a la misma. Sin embargo, la mayor parte de grupos que reivindican el liberalismo rechazan el término neoliberalismo por considerarlo como despectivo. IV. CAPITALISMO 1. Origen e historia. Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye un origen espontáneo o natural dentro de la edad moderna. Este impulso hacia el comercio y el intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron en Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras. El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX. Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una de las figuras más características del capitalismo, el empresario, que es, según Knight, el individuo que asume riesgos económicos no personales. Un elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son dos resultados posibles, por lo que el papel del empresario consiste en asumir el riesgo de tener pérdidas o ganancias. Durante casi todo el siglo XX, el capitalismo ha tenido que hacer frente a numerosas guerras, revoluciones y depresiones económicas. La I Guerra Mundial provocó el estallido de la revolución en Rusia. La guerra también fomentó el nacionalsocialismo en Alemania, una siniestra combinación de capitalismo y socialismo de Estado, reunidos en un régimen cuya violencia y ansias de expansión provocaron un segundo conflicto bélico a escala mundial. Pero, dicho sea de paso, que de forma concomitante surge la economía de la muerte o industria bélica, pues el Estado comienza a gastar dinero público en la adquisición de armamento. También hay que señalar que un efecto no deseable del keynesianismo es que el Estado participativo deja atrás la democracia liberal por nuevas fórmulas de gobierno fascista, las cuales imponen el interés de algunos cuantos sobre el derecho o la libertad de la mayoría, olvidándose del consenso popular y negándose la igualdad social que garantizan las instituciones democráticas. Por ello, se asevera que según se restrinjan las libertades y los derechos, es el grado de fascismo. Las instituciones democráticas se ven enfrentadas a aquellas de inspiración fascista, mientras que las primeras pugnan por la justicia, la igualdad y la equidad, la segundas buscan la eficiencia aun así se tenga que sacrificar o suprimir las garantías individuales que da un régimen democrático. A finales de la II Guerra Mundial, los sistemas económicos comunistas se extendieron por China y por toda Europa oriental. Sin embargo, al finalizar la Guerra fría, a finales de la década de 1980, los países del bloque soviético empezaron a adoptar sistemas de libre mercado, aunque con resultados ambiguos. China es el único gran país que sigue teniendo un régimen marxista, aunque se empezaron a desarrollar medidas de liberalización y a abrir algunos mercados a la competencia exterior. Muchos países en vías de desarrollo, con tendencias

marxistas cuando lograron su independencia, se tornan ahora hacia sistemas económicos más o menos capitalistas, en búsqueda de soluciones para sus problemas económicos. En las democracias industrializadas de Europa y Estados Unidos, la mayor prueba que tuvo que superar el capitalismo se produjo a partir de la década de 1930. La Gran Depresión fue, sin duda, la más dura crisis a la que se enfrentó el capitalismo desde sus inicios en el siglo XVIII. Sin embargo, y a pesar de las predicciones de Marx, los países capitalistas no se vieron envueltos en grandes revoluciones. Por el contrario, al superar el desafío que representó esta crisis, el sistema capitalista mostró una enorme capacidad de adaptación y de supervivencia. No obstante, a partir de ella, los gobiernos democráticos empezaron a intervenir en sus economías para mitigar los inconvenientes y las injusticias que crea el capitalismo. Así, en Estados Unidos el New Deal (en inglés, “Nuevo Reparto” o “Nuevo Trato”, nombre que recibió la política económica y social aplicada en Estados Unidos por el presidente Franklin Delano Roosevelt a partir de 1933, y concretamente las medidas innovadoras adoptadas desde ese año hasta 1938 para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión), reestructuró el sistema financiero para evitar que se repitiesen los movimientos especulativos que provocaron el crack de Wall Street en 1929. Transcurrido el tiempo, en el año de 1929 se da el fenómeno económico conocido como la Gran Depresión, que produje una crisis de magnitudes mundiales, lo cual evidenció la imperfección del sistema capitalista, siendo éste objeto de severos cuestionamientos. Uno de los principales críticos del modelo liberal fue el economista John Maynard Keynes, quien en su obra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” se dio a la tarea de revisar varios postulados del liberalismo, principalmente aquel que concierne al “equilibrio con pleno empleo”, que consideró hipotético ya que en la realidad siempre hay desempleo. Otra observación que hizo Keynes es que en el liberalismo el trabajo se admite únicamente como la actividad creadora de bienes tangibles, en tanto que él considera que el trabajo también implica la creación de bienes tangibles o servicios. Pero el planteamiento esencial que se hizo Keynes fue el de cómo crear demanda que no aporte a la oferta; y concluyó, que esto se puede lograr mediante el gasto público en rubros sociales tales como educación, salud, seguridad, previsión, asistencia, infraestructura y servicios públicos, es decir, mediante el Estado de bienestar. De esta forma la participación del Estado se vuelve activa, y adquiere la facultad de promover, orientar e inducir el crecimiento económico, jugando ahora el rol de Estado interventor, regulador, empresario y mediador. Se emprendieron acciones para fomentar la negociación colectiva y crear movimientos sociales de trabajadores que dificultaran la concentración del poder económico en unas pocas grandes corporaciones industriales. El desarrollo del Estado del bienestar se consiguió gracias al sistema de la Seguridad Social y a la creación del seguro de desempleo, que pretendían proteger a las personas de las ineficiencias económicas inherentes al sistema capitalista. El acontecimiento más importante de la historia reciente del capitalismo fue la publicación de la obra de John Maynard Keynes, La teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936). Al igual que las ideas de Adam Smith en el siglo XVIII, el pensamiento de Keynes modificó en lo más profundo las ideas capitalistas, creándose una nueva escuela de pensamiento económico denominada keynesianismo. Keynes demostró que un gobierno puede utilizar su poder económico, su capacidad de gasto, sus impuestos y el control de la oferta monetaria para mitigar, e incluso en ocasiones eliminar, el mayor inconveniente del capitalismo: los ciclos de expansión y depresión. Según Keynes, durante una depresión económica el gobierno debe aumentar el gasto público, aún a costa de incurrir en déficits presupuestarios, para compensar la caída del gasto privado. En una etapa de expansión económica, la reacción debe ser la contraria si la expansión está provocando movimientos especulativos e inflacionistas. Durante los 25 años posteriores a la II Guerra Mundial, la combinación de las ideas keynesianas con el capitalismo generaron una enorme expansión económica. Todos los países capitalistas, también aquéllos que

perdieron la guerra, lograron un crecimiento constante, con bajas tasas de inflación y crecientes niveles de vida. Sin embargo a principios de la década de 1960 la inflación y el desempleo empezaron a crecer en todas las economías capitalistas, en las que las fórmulas keynesianas habían dejado de funcionar. La menor oferta de energía y los crecientes costos de la misma (en especial del petróleo) fueron las principales causas de este cambio. Aparecieron nuevas demandas, como por ejemplo la exigencia de limitar la contaminación medioambiental, fomentar la igualdad de oportunidades y salarial para las mujeres y las minorías, y la exigencia de indemnizaciones por daños causados por productos en mal estado o por accidentes laborales. Al mismo tiempo el gasto en materia social de los gobiernos seguía creciendo, así como la mayor intervención de éstos en la economía. Es necesario enmarcar esta situación en la perspectiva histórica del capitalismo, destacando su enorme versatilidad y flexibilidad. Los acontecimientos ocurridos en este siglo, sobre todo desde la Gran Depresión, muestran que el capitalismo de economía mixta o del Estado del bienestar ha logrado afianzarse en la economía, consiguiendo evitar que las grandes recesiones económicas puedan prolongarse y crear una crisis tan grave como la de la década de 1930. Esto ya es un gran logro y se ha podido alcanzar sin limitar las libertades personales ni las libertades políticas que caracterizan a una democracia. La inflación de la década de 1970 se redujo a principios de la década de 1980, gracias a dos hechos importantes. En primer lugar, las políticas monetarias y fiscales restrictivas de 1981-1982 provocaron una fuerte recesión en Estados Unidos, Europa Occidental y el Sureste Asiático. El desempleo aumentó, pero la inflación se redujo. En segundo lugar, los precios de la energía cayeron al reducirse el consumo mundial de petróleo. A mitad de la década, casi todas las economías occidentales se habían recuperado de la recesión. La reacción ante el keynesianismo se tradujo en un giro hacia políticas monetaristas con privatizaciones y otras medidas tendentes a reducir el tamaño del sector público. Las crisis bursátiles de 1987 marcaron el principio de un periodo de inestabilidad financiera. El crecimiento económico se ralentizó y muchos países en los que la deuda pública, la de las empresas y la de los individuos habían alcanzado niveles sin precedente, entraron en una profunda crisis con grandes tasas de desempleo a principios de la década de 1990. La recuperación empezó a mitad de esta década, aunque los niveles de desempleo siguen siendo elevados, pero se mantiene una política de cautela a la vista de los excesos de la década anterior. El principal objetivo de los países capitalistas consiste pues, en garantizar un alto nivel de empleo al tiempo que se pretende mantener la estabilidad de los precios. Es, sin duda, un objetivo muy ambicioso, pero, a la vista de la flexibilidad del sistema capitalista, no sólo resulta razonable sino, también, asequible. 2. Características. En términos más descriptivos, los sistemas capitalistas son sistemas socioeconómicos donde los activos de capital están básicamente en manos privadas y son controlados por agentes o personas privadas. El trabajo es proporcionado mediante el ofrecimiento de salarios monetarios y la aceptación libre por parte de los empleados. La actividad económica frecuentemente está organizada para obtener un beneficio neto que permita a las personas propietarias que controlan los medios de producción incrementar su capital. Los bienes y servicios producidos son además distribuidos mediante mecanismos de mercado. Si bien todos los sistemas capitalistas existentes presentan un mayor o menor grado de intervención estatal y se alejan por diversas razones del modelo de mercado idealmente competitivo, razón por la cual se definen conceptos como la competitividad o el índice de libertad económica, para caracterizar hasta qué punto difieren unos sistemas capitalistas de otros. 3. Criticas al Capitalismo. Los críticos del capitalismo lo responsabilizan de generar numerosas desigualdades económicas. Tales desigualdades eran muy acusadas durante el siglo XIX, sin embargo, a lo largo de la

industrialización (principalmente en el siglo XX) se experimentaron notables mejorías materiales y humanas. Los críticos del capitalismo (John A. Hobson, Imperialism, a study, Lenin El imperialismo, fase superior del capitalismo) señalaron desde finales del siglo XIX que tales avances se obtuvieron por un lado a costa del colonialismo, que permitió el desarrollo económico de las metrópolis, y por otro lado gracias al Estado del Bienestar, que suavizó los efectos negativos del capitalismo e impulsó toda una serie de políticas cuasisocialista. Otras críticas al capitalismo que se enlazan a décadas anteriores con el mismo matiz antiimperialista (a partir del pensamiento centro-periferia) provienen de los movimientos antiglobalización, que denuncian al modelo económico capitalista y las empresas transnacionales como el responsable de las desigualdades entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo, teniendo el tercer mundo una economía dependiente del primero.

V. CONSERVADURISMO 1. Concepto. Es el conjunto de doctrinas, corrientes, opiniones y posiciones que favorecen tradiciones y que son adversos a los cambios políticos, sociales o económicos radicales, oponiéndose al progresismo. En lo social, los conservadores defienden valores familiares y religiosos. Generalmente el conservadurismo se asocia al nacionalismo y el patriotismo. Los conservadores defendían por entonces la fe sobre la razón, la tradición sobre la experiencia, la jerarquía sobre la igualdad, los valores colectivos sobre los individuales y la ley divina ante la ley secular. 2. Importancia. Se posicionan como proteccionistas, en oposición al libre mercado. Sin embargo, durante el siglo XX algunos de los partidos conservadores adoptaron posiciones económicas liberales al fusionarse con partidos de esta tendencia, aliados en la defensa del sistema socio-económico capitalista, en oposición al socialismo y el comunismo. Se busca volver a situaciones anteriores, por lo que existe una cierta confusión — incluso dentro de la misma cultura política. 3. Historia. Nace con la revolución francesa por los cambios políticos sociales y económicos. Pero Bruke es la encarnación de esta ideología. Evoluciona y empieza a aceptar el nuevo orden burgués. Siempre contrario al liberalismo. Va evolucionando hasta convertirse en lo que hoy se llama neoconservadurismo. En Latinoamérica sus raíces están en la luchas de independencia. Fusiona la iglesia con el estado, infundiendo la iglesia católica en la religión. 4. Conservadurismo en diferentes países. 4.1. Conservadurismo inglés. Su origen se encuentra en las ideas de Richard Hooker, teólogo de la iglesia anglicana, quien desarrollo sus ideas a consecuencia de la Reforma. Otros fueron: Edmund Burke, fuerte partidario de la monarquía constitucional que el considera basada en antiguos derechos. Benjamin Disraeli, quien introdujo el término «conservadurismo de una nación» para referirse a una aspiración de unidad nacional y armonía entre las clases sociales y grupos de intereses. Harold Macmillan, quien fue una de las figuras centrales en el establecimiento del consenso que produjo el Estado del Bienestar inglés. Margaret Thatcher, su visión dio como resultado una de las peores épocas de tensiones sociales en territorio británico. 4.2. Conservadurismo francés. Ingresa en 1796 con Louis de Bonald quien definió los principios conservadores como: «monarquía absoluta, aristocracia hereditaria. Otros pensadores fueron: Joseph-Marie conde de Maistre, quien condenó a la democracia, por ser causa de desorden social. Auguste Comte, quien da origen a un

reformismo conservador que no es abiertamente monarquista, pero es elitista. Charles Maurras, quien es considerado representante del conservadurismo monarquista, que dio origen al «anti intelectualismo» que se ha convertido en la posición principal de los intelectuales de derecha. 4.3. Conservadurismo alemán. Puede ser el primero en ser llamado «moderno». Toma en consideración la desigualdad social que lleva a la inestabilidad social. Esto introduce un cambio fundamental en la concepción del Estado. Esta concepción está basada en la crítica de las concepciones más tradicionales del Estado, crítica que se encuentra en el trabajo de Hegel. Sus representantes fueron: Hegel quien creó los fundamentos teóricos para la integración en la visión conservadora alemana de la economía liberal de «mercado libre» en un sistema político autoritario. Lorenz von Stein que dice que el deber del estado es estar por sobre el conflicto de clases 4.4. Conservadurismo en EE.UU. Se expresó en el mantenimiento del orden social existente y en la preservación de las instituciones republicanas emergentes, basadas en las ideas de George Washington. En consecuencia, se distinguen tres corrientes principales: El conservadurismo social. El paleo conservadurismo (Samuel Phillips Huntington, Kathryn Jean López, Dinesh D'Souza y Russell Kirk). El neoconservadurismo (Irving Kristol, Michael Ledeen) 4.5. Conservadurismo en España. Las dos expresiones del conservadurismo se hacen presentes. Los partidarios de Isabel II de España formaron el «Partido Moderado», bajo la presidencia gubernamental de Francisco Martínez de la Rosa. Este conservadurismo más moderado encontró expresión en el Partido Constitucional, bajo la dirección de personas tales como Francisco Serrano y Domínguez y Sagasta 5. Conservadurismo en Sudamérica. Se manifiesta como una tentativa de mantención del orden emergente de las guerras de independencia. Pero este proyecto carecía de una ideología política propia, similar a las que existieron en Europa, expresándose así en dos elementos centrales: la mantención del orden social y la mantención del orden legal heredado del sistema colonial... Los textos legales del Derecho Romano junto a las Siete Partidas constituían las bases del sistema legal que se continuó implementando después de la independencia y daban una visión «absolutista». Ejemplo de este tipo de conservadurismo:    

José Rafael Carrera: unifico América Central en una propuesta que consistía en la restauración del sistema socio-legal de la colonia, incluyendo los derechos y prerrogativas Agustín de Iturbide buscaba una monarquía constitucional y exclusivamente católica. Juan Manuel de Rosas en Argentina. Diego Portales en Chile buscaba un estado unitario. Manuel Oribe en Uruguay. José Eusebio Caro en Colombia Herbert Spencer, creador del darwinismo social. Para Spencer nada debe interferir con las «leyes naturales»

6. Consecuencias del conservadurismo. En su compromiso persigue prosperidad económica y poder nacional perdiendo de vista algunos puntos centrales de la visión conservadora: autoridad, deber y sentido de lugar. 6.1. A partir de la Revolución bolchevique (1917). La tenue frontera entre liberales conservadores se diluyó. Dentro del pensamiento conservador posterior a 1917, se manifestaron cuatro corrientes ideológicas divergentes:

y

6.1.1. Autoritaria. Eminentemente política y estatista, nacionalista, religiosa y cultural. Tuvo sus inicios en Europa, sobre todo en ámbitos culturales predominantemente católicos y luteranos. 6.1.2. Liberal. Corriente de pensamiento económico y anti estatista, desarrollada por la Escuela de Austria, que tuvo gran influencia en pensadores de todo el mundo.

6.1.3. Neoconservadurismo. Fenómeno ideológico relativo a algunos intelectuales norteamericanos que en la posguerra invocaron la tesis del fin de las ideologías. Sus temas prioritarios fueron la expansión soviética, la estrategia militar global, la lucha antiterrorista y un Estado no intervencionista. 6.1.4. Nueva derecha. Es la extrema derecha europea fundamentalista que lucha contra el aborto, la homosexualidad y la pornografía, y promueve la oración en las escuelas y la libertad de tenencia de armas, entre otros temas. Adopta la forma de frente nacional con características neofascistas poniendo énfasis en la ley, el orden, la religión y las formas autoritarias. VI. NACIONALISMO 1. Concepto. El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopilítico que surgió junto con el concepto de nación, copio de la Edad Contemporánea en las circunstancias históricas de la llamada era de las Revoluciones (Revolución industrial, Revolución burguesa, Revolución liberal) desde finales del siglo XVIII.1 También puede designar al sentimiento nacionalista y a la época del nacionalismo. Como ideología, el nacionalismo pone a una determinada nación como el único referente identitario, dentro de una comunidad política; y parte de dos principios básicos con respecto a la relación entre la nación y el Estado:2 El principio de la soberanía nacional: que mantendría que la nación es la única base legítima para el Estado. El principio de nacionalidad: que mantendría que cada nación debe formar su propio Estado, y que las fronteras del Estado deberían coincidir con las de la nación. El término nacionalismo se aplica tanto a las doctrinas políticas como a los movimientos nacionalistas: las acciones colectivas de movimientos sociales y políticos tendentes a lograr las reclamaciones nacionalistas.3 En ocasiones también se llama nacionalismo al sentimiento de pertenencia a la nación propia, algo en principio identificable con el patriotismo, pero distinto si va más allá del mero sentimiento e incorpora contenido doctrinal o acción política en un sentido concreto.4 La historiografía también usa el término nacionalismo para referirse la época del nacionalismo: el periodo histórico de formación de las naciones y el surgimiento de la ideología y movimientos nacionalistas, lo que ocurrió en torno al siglo XIX, coincidiendo con las revoluciones liberales o revoluciones burguesas.5 En el siglo XX se produce una renovación del nacionalismo, en el periodo de entreguerras vinculado al fascismo, y tras la Segunda Guerra Mundial vinculado al proceso de descolonización y al tercermundismo, cuando surgen numerosos grupos denominados Movimiento de Liberación Nacional. Se habla también del nacionalismo musical, expresión artística de la segunda mitad del siglo XIX que coincide con el nacionalismo político en la valoración de la etnicidad (folclore), y que deriva del anterior romanticismo, movimiento intelectual y artístico también muy vinculado con el nacionalismo romántico, aunque sea de más amplia extensión temporal y conceptual que éste. 2. Interpretaciones. El nacionalismo podría entenderse como un concepto de identidad experimentado colectivamente por miembros de un gobierno, una nación, una sociedad o un territorio en particular. Los nacionalistas se esfuerzan en crear o sustentar una nación basada en varias nociones de legitimación política. Muchas ideologías nacionalistas derivan su desarrollo de la teoría romántica de la "identidad cultural", mientras que otros se basan en el argumento liberal de que la legitimidad política deriva del consenso de la población de una región. Ha sido duramente criticado por personajes históricos tan diferentes como Albert Einstein, Albert Camus, Jiddu Krishnamurti o François Mitterrand. Los primeros precedentes del nacionalismo comienzan a aparecer en el siglo XVIII, pues hasta ese momento, la idea de nación, tal y como se concibe en la actualidad, no se había formulado. Hasta ese momento, las identidades colectivas basadas en la religión o en ser súbditos de un mismo rey, prevalecían sobre las étnicas.

En la Revolución francesa se utilizará el término nación como sinónimo de ciudadano, es decir, la nación ya no está personificada en la figura del monarca, pues la nobleza es un cuerpo ajeno a la nación: la nación es el tercer Estado. Ciertos teóricos, como Benedict Anderson, han afirmado que las condiciones necesarias para el nacionalismo incluyen el desarrollo de la prensa y el capitalismo. Anderson también afirma que los conceptos de nación y nacionalismo son fenómenos construidos dentro de la sociedad, llamándolos comunidades imaginadas. Ernest Gellner añade al concepto: "el nacionalismo no es el despertar de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las hay".6 Evolución del nacionalismo[editar] En Europa del este, la idea de Estado Nación se afianzó especialmente con el tratado de Westfalia (1648), que es considerado el origen del concepto de soberanía nacional. Tras el Tratado, el nacionalismo continuó siendo un fenómeno elitista. Sin embargo, fue durante el siglo XIX cuando se propagó ampliamente y ganó popularidad. Desde entonces, el nacionalismo ha dominado las políticas europeas y mundiales. Muchas de las políticas europeas del siglo XIX pueden ser vistas como luchas entre antiguos regímenes. En Asia, a finales del siglo XIX las ideas nacionalistas habían comenzado a expandirse. En la India, el nacionalismo incentivó el fin del dominio británico. En China, el nacionalismo justificó al Estado chino, que se encontraba enemistado con la idea de un imperio universal. En Japón, el nacionalismo fue combinado con el excepcionalismo japonés. La I Guerra Mundial marcó la destrucción definitiva de varios Estados multinacionales (el Imperio otomano, el Imperio austrohúngaro y, en cierta medida, el ruso). El tratado de Versalles fue establecido como un intento por reconocer el principio de nacionalismo, ya que gran parte de Europa fue dividida en naciones-Estado en un intento por mantener la paz. Sin embargo, muchos Estados multinacionales e imperios sobrevivieron. El siglo XX fue también marcado por la lenta adopción del nacionalismo por todo el mundo con la destrucción de los imperios coloniales europeos, la Unión Soviética y varios otros Estados multinacionales menores.7 Simultáneamente, particularmente en la segunda mitad del siglo, fuertes tendencias antinacionalistas han tenido lugar, siendo en general destacables las manejadas por élites. La actual Unión Europea está actualmente transfiriendo poder del nivel nacional a entidades locales y continentales. Acuerdos de comercio, tales como NAFTA y GATT, y la creciente internacionalización productiva debilitan también la soberanía del Estado-nación.

3. Nacionalismo en Bolivia. Entre 1935 y 1946, Bolivia es gobernada por militares nacionalistas que habían sido protagonistas de la Guerra del Chaco. Se empiezan a gestar ideas de cambio destinadas a incluir al sector indígena, promover la integración del oriente del país y revertir las ganancias de la minería e hidrocarburos en favor del Estado. Asi surgen sindicatos de mineros y obreros que se aglutinan en torno a la Central ObreraBoliviana (COB). En las elecciones presidenciales de 1951, el exiliado líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario(MNR), Víctor Paz Estenssoro, alcanza casi la mitad de los votos emitidos. Sin embargo, la élite política-minera trata de impedir la elección de Paz Estenssoro y el Presidente Mamerto Urriolagoitia entrega el gobierno a una junta militar a la cabeza del general Hugo Ballivián.En abril de 1952, se suceden múltiples levantamientos populares que dan lugar a la Revolución Nacional, proceso de transformaciones en la participación ciudadana, la distribución de tierras, el control del Estado sobre los recursos naturales y la economía boliviana.

4. Formas de nacionalismo. 

Nacionalismo centrípeto (o integrador)

        

Nacionalismo centrífugo (o desintegrador) Nacionalismo de tercera generación Nacionalismo económico Nacionalismo cívico (o liberal) Nacionalismo étnico (o cultural) Nacionalismo romántico Nacionalismo de izquierda o popular Nacionalismo religioso Nacionalismo banal

5. Nazismo. El nazismo, también conocido como nacionalsocialismo, se denominó el movimiento político y social que gobernó Alemania entre 1933 y 1945. Se caracterizó por ser una ideología de tipo fascista, que exaltaba la supremacía de la raza aria, impulsaba la expansión imperial de Alemania, y promovía sentimientos de antisemitismo. Su principal símbolo era la cruz esvástica. La palabra, como tal, proviene del alemán Nazismus, que es un acortamiento de Nationalsozialismus o, en español, ‘nacionalsocialismo’. El nazismo fue una ideología de carácter totalitario que otorgaba central importancia al papel del Estado, que controlaba todos los órdenes de la vida, y que estaba representado en el liderazgo de un caudillo supremo, cuya misión era la de conducir al pueblo hacia su prosperidad económica y felicidad social. El nazismo fue institucionalizado por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Como tal, llegó al poder en 1933, de la mano de su principal líder político, Adolf Hitler. El periodo durante el cual gobernó se conoció como el Tercer Reich, en alusión al tercer gran imperio alemán (Reich significa imperio en alemán). Su principal texto ideológico fue Mein Kampf (Mi batalla), autoría del propio Hitler. Las consecuencias del nazismo fueron la segunda guerra mundial, que generó millones de víctimas inocentes en todo el mundo, el genocidio del pueblo judío en campos de concentración (hecho también conocido como el Holocausto), además de la destrucción de Alemania por parte de las fuerzas aliadas, y su división por más de cuatro décadas. El nazismo es una expresión del fascismo que gobernó Alemania entre 1933 y 1945. En este sentido, tanto el fascismo como el nazismo fueron regímenes de talante fuertemente dictatorial, que anulaban toda clase de oposición política y que se caracterizaban por concentrar todo el poder en manos de un líder supremo de gran carisma. Se consideraban una tercera alternativa a las democracias liberales, que habían llevado al mundo a una fuerte crisis económica, y a los regímenes comunistas. Poseían eficaces aparatos propagandísticos y un fuerte componente racista. En el caso alemán, el nazismo se caracterizó por exaltar la raza aria en detrimento de las demás razas y por un marcado antisemitismo. No obstante, llegó a su fin con el término de la segunda guerra mundial, en 1945, mientras que sistemas políticos de índole fascista continuaron gobernando en países como Portugal o España hasta los años 70, y en Latinoamérica hasta bien entrada la década de los 80 del siglo XX.

BIBLIOGRAFÍA.

      

The Times: Historia del Siglo XX (Pág 4-41) https://es.wikipedia.org/wiki/Capitalismo https://es.wikipedia.org/wiki/Liberalismo Diccionario Planeta de la Lengua española, editorial Planeta, Bogotá, 1982 Anexo: Ideologías políticas, 9 feb 2016 Definición de ideología, 2008 Juan Arsenio Valdés César, Las ideologías políticas actuales, 21st Julio 2012

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF