Presbyterorum Ordinis (resumen).doc

June 13, 2019 | Author: antonio.montoya | Category: Priest, Bishop, Christ (Title), Eucharist, Sacraments
Share Embed Donate


Short Description

Download Presbyterorum Ordinis (resumen).doc...

Description

Presbyterorum Ordinis

El documento Presbiterorum Ordinis es el decreto del Concilio Vaticano II sobre el ministerio y vida de los presbíteros. Su finalidad es precisar la doctrina sobre el sacerdocio inicialmente expuesta en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia cometido !ue logró luego de un largo recorrido de más de cuatro a"os #asta el día de su promulgación el $ de diciembre de %&'( con )*&+ placet y , non placet. Contenido

Está compuesto por un proemio !ue es una muy breve introducción a los siguientes tres capítulos siguientes en donde realmente se desarrolla el contenido del documento y una ex#ortación final a manera de conclusión. El primer capítulo está dedicado al sacerdocio en la misión de la Iglesia y aborda tanto su naturale-a del presbiterado como la condición de los presbíteros en el mundo. El sacerdote en virtud de la ordenación sacramental !ue #a recibido es partícipe del sacerdocio de Cristo y por la misión apostólica !ue se le #a encomendado está revestido de la triple potestad !ue le capacita para cooperar con su obispo en la edificación de la Iglesia. El capítulo dos está dividido en tres partes. na dedicada a anali-ar la función de los presbíteros como ministros de la palabra de Dios de los sacramentos y como rectores del pueblo de Dios. na segunda !ue aborda la relación de los presbíteros con otras personas/ los obispos los seglares e incluso otros presbíteros. 0 una tercera !ue aborda la distribución de los presbíteros y las vocaciones sacerdotales. El capítulo tres está dedicado completamente a la vida de los presbíteros y comien-a con una precisa formulación sobre la base cristológica y a la ve- sobre la dimensión eclesiológica del ministerio/ "Por el Sacramento del Orden los presbíteros se configuran con Cristo Sacerdote, como miembros con la Cabeza, para la

1&)2 estructuración y edificación de todo su Cuerpo, que es la Iglesia, como cooperadores del orden episcopal."  Se divide en tres partes !ue tratan/ %2 3a vocación de los presbíteros a la perfección !ue reciben tambi4n todos los fieles en el bautismo pero a la !ue ellos "obligados especialmente... puesto que, consagrados de una forma nuea a !ios en la recepción del Orden, se constituyen en instrumentos ios del Sacerdote terno para poder proseguir, a tra#s del tiempo, su obra admirable, que reintegró, con diina eficacia, todo el g#nero $umano" 1&*2. 1&*2.

)2 3as exigencias espirituales características de la vida sacerdotal entre las cuales está la #umildad la obediencia el abra-ar el celibato y apreciarlo como una gracia y por 5ltimo su posición respecto al mundo y su pobre-a voluntaria. *2 3os recursos para la vida de los presbíteros entre los cuales están a!uellos destinados a fomentar la vida espiritual el estudio y ciencia pastoral así como el derec#o de recibir una remuneración 6usta establecer fondos comunes de bienes y ordenar una previsión social en favor de los presbíteros. El decreto termina con una ex#ortación !ue #a de estimular al sacerdote a vivir a plenitud su vocación sacerdotal teniendo presente "nunca est% solo, sino sostenido por la irtud todopoderosa de !ios, creyendo en Cristo, que lo llamó a participar  1&,2. 7 la lu- del Concilio Concilio el sacerdote sacerdote es ministro ministro y dispensado dispensadorr de los ministerios ministerios sagrados sagrados desde esta de su sacerdocio" 1&,2. auto8comprensión #a de procurar entregarse vocacionalmente a la obra de atender evang4licamente a las personas. 0 en el e6ercicio de este ministerio debe encontrar el modo de su unión con Dios mediante la oración !ue eleva por sí y por los otros y sobre todo mediante la celebración eucarística vivida con su comunidad. El sacerdote act5a siempre en persona de Cristo y con Cristo debe perseverar constantemente unido para !ue le sostenga en su labor apostólica. Bibliografía

Conferencia Episcopal Espa"ola Concilio cum#nico &aticano II, Constituciones, !ecretos y declaraciones

9iblioteca de 7utores Cristianos ()'

PRESBYTERORUM ORDINIS

SOBRE EL MINISTERIO Y LA VIDA DE LOS PRESBÍTEROS

Los presbí teros, por la ordenaci ón sagrada y por la misi ón que reciben de los obispos, son promovidos para servir a Cristo Maestro, Sacerdote y Rey, de cuyo ministerio participan, por el que la Iglesia se constituye constantemente en este mundo Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Esp í ritu Santo.

EL PRESBITERADO EN LA MISIÓN DE LA IGLESIA

Naturaleza del presbiterado El ministerio de los presb í teros, por estar unido al Orden episcopal, participa de la autoridad con que Cristo mismo forma, santifica y rige su Cuerpo; el fin que buscan los presb í teros con su ministerio y con su vida es el procurar la gloria de Dios Padre en Cristo.

Condición de los presbí teros en el mundo Los presbí teros, tomados de entre los hombres y constituidos en favor de los mismos en las cosas que miran a Dios para ofrecer ofrendas y sacrificios por los pecados, moran con los dem ás hombres como con hermanos.

MINISTERIO DE LOS PRESBÍTEROS FUNCIONES DE LOS PRESBÍTEROS

Los presbí teros, ministros de la palabra de Dios El Pueblo de Dios se re úne, ante todo, por la palabra de Dios vivo, pues como nadie puede salvarse, si antes no cree, los presbí teros, como cooperadores de los obispos, tienen como obligaci ón principal el anunciar a todos el Evangelio de Cristo, para constituir e incrementar el Pueblo de Dios.

Los presbí teros, ministros de los sacramentos y de la Eucarist í a Los presbí teros participando de una forma especial del Sacerdocio de Cristo, en la celebraci ón de las cosas sagradas, obren como ministros de Quien por medio de su Espí ritu efectúa continuamente por nosotros su oficio sacerdotal en la liturgia. Por el Bautismo introducen a los hombres en el pueblo de Dios; por el Sacramento de la Penitencia reconcilian a los pecadores con Dios y con la Iglesia; con la unci ón alivian a los enfermos; con la celebraci ón, sobre todo, de la misa ofrecen sacramentalmente el Sacrificio de Cristo. Pero los dem ás sacramentos, al igual que todos los ministerios eclesi ásticos y las obras del apostolado, est án unidos con la Eucarist í a y hacia ella se ordenan.

Los presbí teros, rectores del pueblo de Dios

Los sacerdotes, en cuanto educadores en la fe, deben procurar personalmente, o por medio de otros, que cada uno de los fieles sea conducido en el Esp í ritu Santo a cultivar su propia vocaci ón según el Evangelio, a la caridad sincera y diligente y a la libertad con que Cristo nos liber ó.

RELACIONES DE LOS PRESBÍTEROS CON OTRAS PERSONAS

Relación entre los obispos y los presb í teros Los obispos, por el don del Esp í ritu Santo que se ha dado a los presb í teros en la Sagrada Ordenaci ón, los tienen como necesarios colaboradores y consejeros en el ministerio y funci ón de enseñar, de santificar y de apacentar la plebe de Dios. Los presb í teros, por su parte, considerando la plenitud del Sacramento del Orden de que est án investidos los obispos, acaten en ellos la autoridad de Cristo, supremo Pastor. Est én, pues, unidos a su obispo con sincera caridad y obediencia. Esta obediencia sacerdotal, ungida de esp í ritu de cooperaci ón, se funda especialmente en la participaci ón misma del ministerio episcopal que se confiere a los presb í teros por el Sacramento del Orden y por la misión canónica.

Unión y cooperaci ón fraterna entre los presb í teros Los presbí teros, constituidos por la Ordenaci ón en el Orden del Presbiterado, est án unidos todos entre s í  por la í ntima fraternidad sacramental, y forman un presbiterio especial en la di ócesis a cuyo servicio se consagran bajo el obispo propio. Guiados por el esp í ritu fraterno, los presb í teros no olviden la hospitalidad[70], practiquen la beneficencia y la asistencia mutua, preocup ándose sobre todo de los que est án enfermos, afligidos, demasiado recargados de trabajos, aislados, desterrados de la patria, y de los que se ven perseguidos. Por la comuni ón en el sacerdocio, siéntanse los presb í teros especialmente obligados para con aquellos que se encuentran en alguna dificultad; ayúdenles oportunamente como hermanos y acons é jenles discretamente, si es necesario. Manifiesten siempre caridad fraterna y magnanimidad para con los que fallaron en algo, pidan por ellos instantemente a Dios y muéstrenseles en realidad como hermanos y amigos.

Trato de los presb í teros con los seglares Los presbí teros, por tanto, deben presidir de forma que, buscando, no sus intereses, sino los de Jesucristo, trabajen  juntamente con los fieles seglares y se porten entre ellos a imitaci ón del Maestro, que entre los hombres "no vino a ser servido, sino a servir, y dar su vida en redenci ón de muchos" (Mt., 20, 28). Reconozcan y promuevan sinceramente los presbí teros la dignidad de los seglares y la suya propia, y el papel que desempe ñan los seglares en la misi ón de la Iglesia.

DISTRIBUCIÓN DE LOS PRESBÍTEROS Y VOCACIONES S ACERDOTALES

Atención de los presbí teros a las vocaciones sacerdotales Es necesario que en la predicaci ón, en la catequesis, en la prensa se declaren elocuentemente las necesidades de la Iglesia, tanto local como universal; se expongan a la luz del d í a el sentido y la dignidad del ministerio sacerdotal, puesto que en él se entreveran tantos trabajos con tantas satisfacciones, y en el cual, sobre todo, como ense ñan los padres, puede darse a Cristo el m áximo testimonio del amor.

LA VIDA DE LOS PRESBÍTEROS

VOCACIÓN DE LOS PRESBÍTEROS A LA PERFECCIÓN

Por el Sacramento del Orden los presb í teros se configuran con Cristo Sacerdote, como miembros con la Cabeza, para la estructuraci ón y edificación de todo su Cuerpo, que es la Iglesia, como cooperadores del orden episcopal. Para conseguir sus prop ósitos pastorales de renovaci ón interna de la Iglesia, de difusi ón del Evangelio en todo el mundo y de diálogo con el mundo actual, exhorta vehementemente a todos los sacerdotes a que, usando los medios oportunos recomendados por la Iglesia, aspiren siempre hacia una santidad cada vez mayor, con la que de dí a en dí a se conviertan en ministros m ás aptos para el servicio de todo el Pueblo de Dios.

El ejercicio de la triple funci ón sacerdotal requiere y favorece a un tiempo la santidad Los presbí teros conseguir án propiamente la santidad ejerciendo sincera e infatigablemente en el Esp í ritu de Cristo su triple función. Por ser ministros de la palabra de Dios, leen y escuchan diariamente la palabra divina que deben ense ñar a otros; como ministros sagrados, sobre todo en el Sacrificio de la Misa, los presb í teros ocupan especialmente el lugar de Cristo, que se sacrific ó a sí  mismo para santificar a los hombres; y por eso son invitados a imitar lo que administran.

Unidad y armoní a de la vida de los presb í teros La caridad pastoral pide que los presb í teros, para no correr en vano, trabajen siempre en v í nculo de unión con los obispos y con otros hermanos en el sacerdocio. Obrando as í  hallarán los presbí teros la unidad de la propia vida en la misma unidad de la misi ón de la Iglesia, y de esta suerte se unir án con su Señor, y por El con el Padre, en el Espí ritu Santo, a fin de llenarse de consuelo y de rebosar de gozo.

EXIGENCIAS ESPIRITUALES CARACTERÍSTICAS EN LA VIDA DE LOS PRESBÍTEROS

Humildad y obediencia Entre las virtudes principalmente requeridas en el ministerio de los presb í teros hay que contar aquella disposici ón de alma por la que est án siempre preparados a buscar, no su voluntad, sino la voluntad de quien los envi ó.

Hay que abrazar el celibato y apreciarlo como una gracia La perfecta y perpetua continencia por el reino de los cielos, recomendada por nuestro Se ñor, aceptada con gusto y observada plausiblemente en el decurso de los siglos e incluso en nuestros d í as por no pocos fieles cristianos, siempre ha sido tenida en gran aprecio por la Iglesia, especialmente para la vida sacerdotal. Porque es al mismo tiempo emblema y est í mulo de la caridad pastoral y fuente peculiar de la fecundidad espiritual en el mundo.

Posición respecto al mundo y los bienes terrenos, y pobreza voluntaria Los bienes eclesi ásticos propiamente dichos, seg ún su naturaleza, deben administrarlos los sacerdotes seg ún las normas de las leyes eclesi ásticas, con la ayuda, en cuanto sea posible, de expertos seglares, y destinarlos siempre a aquellos fines para cuya consecuci ón es lí cito a la Iglesia poseer bienes temporales, esto es, para el mantenimiento del culto divino, para procurar la honesta sustentaci ón del clero y para realizar las obras del sagrado apostolado o de la caridad, sobre todo con los necesitados.

RECURSOS PARA LA VIDA DE LOS PRESBÍTEROS

Recursos para fomentar la vida espiritual Entre todas las ayudas espirituales sobresalen los actos con que los cristianos se nutren de la palabra de Dios en la doble mesa de la Sagrada Escritura y de la Eucarist í a.

Estudio y ciencia pastoral Para que los presb í teros se entreguen m ás f ácilmente a los estudios y capten con m ás eficacia los m étodos de la evangelizaci ón y del apostolado, prep árenseles cuidadosamente los medios necesarios, como son la organizaci ón de cursos y de congresos, seg ún las condiciones de cada pa í s, la erección de centros destinados a los estudios pastorales, la fundaci ón de bibliotecas y una conveniente direcci ón de los estudios por personas competentes.

Hay que proveer la justa remuneraci ón de los presbí teros Los presbí teros, entregados al servicio de Dios en el cumplimiento de la misi ón que se les ha confiado, son dignos de recibir la justa remuneraci ón, porque "el obrero es digno de su salario" (Lc., 10, 7).

Hay que establecer fondos comunes de bienes y ordenar una previsi ón social en favor de los presb í teros Además, en las naciones en que todav í a no está convenientemente organizada la previsi ón social en favor del clero, procuren las Conferencias Episcopales que, consideradas siempre las leyes eclesi ásticas y civiles, se establezcan, o bien instituciones diocesanas, tambi én federadas entre s í , o bien instituciones organizadas a un tiempo para varias di ócesis, o bien una asociaci ón establecida para todo el territorio, por las que, bajo la atenci ón de la jerarquí a, se provea suficientemente a la que llaman conveniente seguro o asistencia sanitaria, y a la debida sustentación de los presbí teros enfermos, inv álidos o ancianos.

CONCLUSIÓN Y EXHORTACIÓN Recuerden los presb í teros que nunca est án solos en su trabajo, sino sostenidos por la virtud todopoderosa de Dios: y creyendo en Cristo, que los llam ó a participar de su sacerdocio, entr éguense con toda confianza a su ministerio, sabedores de que Dios es poderoso para aumentar en ellos la caridad. Recuerden tambi én que tienen como cooperadores a sus hermanos en el sacerdocio, m ás aún, a todos los fieles del mundo.

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF