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Ministerio de reino julio de 1998 ¿Es para usted el servicio de precursor? 1
“No puedo imaginarme haciendo otra cosa. Realmente no puedo imaginarme nada que produzca el mismo gozo.” ¿Quién se expresó así? Uno de los cientos de miles de testigos de Jehová que han hecho del ministerio de tiempo completo la gozosa carrera de su vida. ¿Ha analizado bajo oración si el servicio de precursor es para usted? Puesto que nos hemos dedicado sin reservas a Jehová, sin duda deberíamos evaluar la posibilidad de aumentar nuestra participación en la difusión de las buenas nuevas del Reino. Para ello, tenga la bondad de examinar algunas preguntas que muchos se plantean respecto al servicio de precursor. PRIMERA PREGUNTA: “Hay quien dice que el precursorado no es para todos. ¿Cómo sé si es para mí?” 2
La respuesta depende de sus circunstancias y de sus obligaciones bíblicas. Hay muchas personas cuya salud o situación actual en la vida no les permiten dedicar noventa horas al ministerio todos los meses. Piense, por ejemplo, en la multitud de hermanas que son viudas y madres. Participan en el ministerio tan a menudo como se lo permiten sus circunstancias. Si tienen ocasión, hacen el precursorado auxiliar una o más veces al año y siegan los gozos que provienen de aumentar su servicio (Gál. 6:9). Aunque hoy por hoy sus circunstancias no les permitan servir de precursoras de tiempo completo, promueven el espíritu de precursor y constituyen una bendición para la congregación en su papel de celosas publicadoras de las buenas nuevas. 3
Por otra parte, muchos hermanos relativamente libres de obligaciones han hecho lugar para el servicio de precursor ajustando sus prioridades. ¿Y usted? ¿Es un joven que ha finalizado sus estudios escolares? ¿Es una esposa cuyo marido puede proveer lo suficiente para la familia? ¿Está casado sin hijos que dependan de usted? ¿Está jubilado? Cada individuo debe decidir por sí mismo si será precursor o no. La cuestión es si usted puede hacer lugar en su vida para ello. 4
Satanás utiliza su sistema de cosas mundanal para llenarnos la vida de distracciones y sumirnos en un modo de vivir egoísta. Si estamos determinados a permanecer apartados del mundo, Jehová nos ayudará a mantener los intereses del Reino en primer lugar y a alcanzar todos los privilegios de servicio teocrático que se pongan ante nosotros. Si puede ajustar sus circunstancias para servir de precursor, ¿por qué no lo hace? SEGUNDA PREGUNTA: “¿Qué garantía tengo de que si emprendo el servicio de tiempo completo podré salir adelante en sentido económico?” 5
Es cierto que la cantidad de horas que hay que trabajar semanalmente para obtener lo que se considera las necesidades de la vida ha aumentado en muchos lugares con el paso de los años. No obstante, muchos precursores llevan décadas en ese servicio y Jehová sigue sustentándolos. El éxito en el precursorado requiere fe y espíritu de abnegación (Mat. 17:20). En Salmo 34:10 se nos asegura que „a los que buscan a Jehová no les faltará ninguna cosa buena‟. Todo el que emprende el servicio de precursor debe hacerlo con plena confianza en que Jehová le proveerá lo necesario. Eso es precisamente lo que está haciendo con los precursores fieles en todas partes (Sal. 37:25). Por supuesto, en armonía con los principios de 2 Tesalonicenses 3:8, 10 y 1 Timoteo 5:8, los precursores no pretenden que los demás los mantengan en sentido económico. 6
Todo el que piense emprender el servicio de precursor debe „sentarse primero y calcular los gastos‟, como dijo Jesús (Luc. 14:28). Esa previsión evidencia sabiduría práctica. Hable con los que se han mantenido en el precursorado durante varios años. Pregúnteles cómo los ha sustentado Jehová. El superintendente de circuito es un precursor con experiencia que con mucho gusto le dará sugerencias para tener éxito en el ministerio de tiempo completo. 7
Puede que alguien no compruebe por completo la veracidad de la promesa de Jesús expuesta en Mateo 6:33 hasta el momento en que se ponga en manos de Jehová. Una fiel precursora relató: “Cuando mi compañera y yo llegamos a una nueva asignación como precursoras, solo teníamos algunas verduras y un paquete de margarina, pero ni un solo centavo. Preparamos lo que teníamos para la cena y dijimos: „Ya no nos queda nada para mañana‟. Después de orar al respecto, nos acostamos. Temprano a la mañana siguiente se presentó una Testigo de la
localidad, y dijo: „Le había pedido a Jehová que enviara precursores. Ahora puedo acompañarlas la mayor parte del día; pero como vivo en el campo, tendré que almorzar con ustedes. Traje alimento suficiente para todas‟. Había mucha carne y verduras”. Con razón nos aseguró Jesús que podíamos „dejar de inquietarnos respecto a nuestra alma‟. Luego añadió: “¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?” (Mat. 6:25, 27). 8
El mundo que nos rodea se va haciendo cada vez más materialista. La presión para que nos amoldemos a él sigue aumentando. Sin embargo, el aprecio humilde por el ministerio de tiempo completo permite que nos contentemos con menos en sentido material (1 Tim. 6:8). Los precursores que llevan una vida sencilla y ordenada disponen de más tiempo para el servicio y obtienen un mayor gozo y fortaleza espiritual al enseñar la verdad a otras personas. Aunque no tratan de llevar una vida de ascetas, un enfoque equilibrado de su situación económica les permite disfrutar de las bendiciones del precursorado. 9
Si tiene muy presente que vivimos en los últimos días y que a este mundo inicuo se le está acabando el tiempo, se sentirá motivado espiritualmente a hacer los sacrificios necesarios para predicar las buenas nuevas en toda oportunidad. Una vez que reevalúe su situación económica y ponga el asunto en manos de Jehová, es posible que llegue a la conclusión de que puede servirle de tiempo completo. Aun si para ser precursor ha de privarse de algo en sentido material, disfrutará de las abundantes bendiciones que Jehová otorga (Sal. 145:16). TERCERA PREGUNTA: “Como adolescente ¿por qué debería considerar la posibilidad de hacer del servicio de precursor la carrera de mi vida?” 10
Mientras terminas tus últimos años escolares, es natural que pienses en el futuro. Deseas que este sea seguro, feliz y satisfactorio. Es posible que los asesores escolares traten de encauzarte hacia una carrera lucrativa que requiera años de estudios. Tu conciencia cristiana bien educada te dice que debes prepararte para servir a Jehová tanto como sea posible (Ecl. 12:1). Puede que también pienses casarte y tener una familia más adelante. ¿Qué harás? 11
Las decisiones que tomes ahora pueden influir en el resto de tu vida. Si ya eres un testigo de Jehová dedicado y bautizado, te has ofrecido por entero a Jehová (Heb. 10:7). Intenta servir de precursor auxiliar durante un mes o más en la primera oportunidad que se te presente. Así tendrás una idea de los gozos y las responsabilidades que conlleva el precursorado regular, y sin duda tendrás un criterio más claro respecto a lo que debes hacer con tu vida. Luego, en vez de llenar con un trabajo de jornada completa el vacío que quede cuando termines los estudios, ¿por qué no emprendes el servicio de precursor regular? Algunos de los que han esperado hasta más adelante en la vida para disfrutar del precursorado, lamentan no haber empezado antes. 12
Aprovéchate de la situación propicia que te brinda la juventud para permanecer soltero y disfrutar de las ventajas que ello proporciona en la predicación de tiempo completo. Si deseas casarte algún día, no podrías poner mejor fundamento para el matrimonio que el de primero servir de precursor regular. Conforme crezcas en madurez y espiritualidad, puede que escojas hacer del precursorado tu carrera junto a un cónyuge que piense igual que tú. Algunas parejas que servían de precursores juntos ahora están en la obra de circuito o en el campo misional. Sin duda alguna, llevan una vida muy satisfactoria. 13
Prescindiendo de cuánto tiempo te mantengas en el precursorado, habrás complementado tu educación y habrás recibido una inestimable preparación que ninguna otra ocupación sobre la Tierra puede proporcionar. El precursorado enseña a ser disciplinado y organizado, a tratar con la gente, a depender de Jehová y a cultivar paciencia y bondad, cualidades que te equiparán para que asumas mayores responsabilidades. 14
La vida nunca ha sido más incierta para la humanidad. Aparte de lo que Jehová ha prometido, hay pocas cosas que sean permanentes de verdad. Dado que el futuro se abre de par en par ante ti, ¿qué momento puede ser mejor que este para pensar seriamente en lo que harás con tu vida en los años venideros? Evalúa con atención el privilegio de ser precursor. Nunca te pesará haber escogido el precursorado como tu carrera.
CUARTA PREGUNTA: “¿No es una presión constante alcanzar el requisito de horas? ¿Y si me atraso?” 15
Cuando alguien llena la solicitud para el servicio de precursor regular, debe contestar la pregunta: “¿Ha organizado sus asuntos personales de modo que pueda razonablemente esperar que va a cumplir con el requisito anual de 1.000 horas?”. Para alcanzarlo, necesita dedicar al servicio un promedio de tres horas diarias. Es evidente que se requiere un buen horario y autodisciplina. La mayoría de los precursores logran adaptarse a un horario práctico y viable al cabo de pocos meses. 16
Sin embargo, Eclesiastés 9:11 dice con toda razón que „el tiempo y el suceso imprevisto nos acaecen a todos‟. Una enfermedad grave u otras circunstancias imprevistas podrían ocasionar que un precursor se atrasara. Si el problema no dura mucho y tiene lugar al principio del año de servicio, puede que todo lo que se necesite para recuperar el tiempo perdido sea un horario más intensivo. Pero ¿qué sucede si el contratiempo surge cuando solo quedan unos cuantos meses del año de servicio y el precursor no puede ponerse al día? 17
Si usted se enferma temporalmente durante algunos meses, o si por alguna otra causa apremiante ajena a su voluntad no logra alcanzar el requisito de horas, puede dirigirse a un miembro del Comité de Servicio de Congregación y exponerle el problema. Si los ancianos que componen ese comité creen aconsejable permitirle que continúe en el servicio de precursor sin preocuparse de recuperar el tiempo atrasado, pueden decidirlo así. El secretario indicará en la tarjeta Registro de Publicador de la Congregación que no se requiere que compense ese tiempo. No se trata de un permiso, sino más bien de una consideración especial en vista de sus circunstancias (véase el suplemento de Nuestro Ministerio del Reino de agosto de 1986, párr. 18). 18
Los precursores de experiencia acumulan una reserva de horas al principio del año de servicio. Dan prioridad al precursorado, de modo que a veces ven necesario reducir las actividades que no son esenciales. Si un precursor se atrasa debido a un mal horario o por falta de autodisciplina, debería sentir la responsabilidad de recuperar el tiempo atrasado sin pretender que se le extienda ninguna consideración especial. 19
Hay ocasiones en que las circunstancias de un precursor cambian de modo inevitable. Quizá no pueda alcanzar el requisito de horas durante un período extenso a causa de un problema crónico de salud, de mayores responsabilidades familiares u otras razones. En ese caso, el proceder sabio sería volver a ser publicador y servir de precursor auxiliar siempre que sea posible. No existe ninguna concesión para que alguien permanezca en el precursorado si sus circunstancias ya no le permiten alcanzar el requisito de horas. 20
Esperamos que las medidas que se han tomado para mostrar consideración especial a quienes lo merezcan animen a más hermanos a emprender el servicio de precursor sin preocuparse innecesariamente. También deberían impulsar a quienes ya están en el servicio de tiempo completo a seguir en el precursorado. Queremos que tengan éxito en su servicio. QUINTA PREGUNTA: “Quiero lograr algo que valga la pena y ser feliz al hacerlo. ¿Me satisfará el servicio de precursor?” 21
La verdadera felicidad depende en gran medida de que disfrutemos de una estrecha relación personal con Jehová y de la convicción de que le servimos fielmente. Jesús aguantó un madero de tormento “por el gozo que fue puesto delante de él” (Heb. 12:2). Su felicidad provino de hacer la voluntad de Dios (Sal. 40:8). Podemos disfrutar de verdadera felicidad en este sistema de cosas si la mayor parte de las actividades de nuestra vida giran en torno a la adoración a Jehová. Ir en pos de los asuntos espirituales nos proporciona un sentido de propósito, porque tenemos la firme convicción de que estamos haciendo lo correcto. La felicidad proviene de dar, y sabemos que no hay mejor forma de dar de nosotros mismos que la de enseñar a otras personas a conseguir la vida eterna en el nuevo mundo de Dios (Hech. 20:35). 22
El precursor citado en el párrafo de apertura lo explicó de este modo: “¿Puede haber mayor gozo que ver a alguien que estudia con nosotros hacerse alabador activo de Jehová? Emociona y fortalece la fe comprobar el poder que tiene la Palabra de Dios para motivar a la gente a efectuar
cambios en la vida a fin de agradar a Jehová” (véase La Atalaya del 15 de octubre de 1997, págs. 18-23). Por lo tanto, ¿qué le hace feliz? Si valora los logros duraderos y que merecen la pena más bien que el disfrute temporal que el mundo ofrece, el servicio de precursor le dará un maravilloso sentido de logro que le hará verdaderamente feliz. SEXTA PREGUNTA: “Si no es un requisito para alcanzar la vida eterna, ¿no es asunto mío si soy precursor o no?” 23
Es cierto que la decisión de ser precursor debe tomarla usted. Solo Jehová puede juzgar sus circunstancias personales en la vida (Rom. 14:4). Él tiene derecho a esperar que le sirva con todo el corazón, alma, mente y fuerzas (Mar. 12:30; Gál. 6:4, 5). Dios ama al dador alegre, al que le sirve con gozo, no de mala gana u obligado (2 Cor. 9:7; Col. 3:23). La razón por la que sirva de tiempo completo debe ser que ama a Jehová y a las personas del territorio (Mat. 9:36-38; Mar. 12:30, 31). Si es así como se siente, debería considerar seriamente la posibilidad de emprender el servicio de precursor. 24
Esperamos que esta información le ayude a evaluar la perspectiva de ser precursor. ¿Puede ajustar sus circunstancias para ser precursor regular? Más abajo aparece un calendario titulado “Mi horario semanal del servicio de precursor”. Intente llenarlo con un horario práctico para usted que le permita pasar un promedio de veintitrés horas semanales en el ministerio. Luego, ponga toda su fe y confianza en Jehová. Con Su ayuda puede lograrlo. Él ha prometido que „realmente vaciará sobre usted una bendición hasta que no haya más carencia‟ (Mal. 3:10). 25
Por lo tanto, le preguntamos: “¿Es para usted el servicio de precursor?”. Si puede contestar que sí, fije una fecha cercana para emprender el servicio de precursor regular y tenga la seguridad de que Jehová lo bendecirá con una vida gozosa. [Tabla de la página 6] (Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación) Mi horario semanal del servicio de precursor LUNES Servicio del campo por la mañana MARTES Servicio del campo por la mañana MIÉRCOLES Servicio del campo por la mañana JUEVES Servicio del campo por la mañana VIERNES Servicio del campo por la mañana SÁBADO Servicio del campo por la mañana DOMINGO Servicio del campo por la mañana LUNES Servicio del campo por la tarde MARTES Servicio del campo por la tarde MIÉRCOLES Servicio del campo por la tarde JUEVES Servicio del campo por la tarde VIERNES Servicio del campo por la tarde SÁBADO Servicio del campo por la tarde DOMINGO Servicio del campo por la tarde LUNES Servicio del campo por la noche MARTES Servicio del campo por la noche MIÉRCOLES Servicio del campo por la noche JUEVES Servicio del campo por la noche VIERNES Servicio del campo por la noche SÁBADO Servicio del campo por la noche DOMINGO Servicio del campo por la noche Escriba con lápiz su horario para cada día de la semana. Programe dedicar unas veintitrés horas semanales al servicio del campo. Total de horas que dedicaré cada semana al ministerio _____
Ministerio de septiembre del 96 Prediquemos las buenas nuevas en todas partes 1
Los primeros cristianos predicaron las buenas nuevas en todas partes. Tenían tanto celo que treinta años después de la resurrección de Jesucristo, el mensaje del Reino se había „predicado en toda la creación que estaba bajo el cielo‟. (Col. 1:23.) 2
Los siervos celosos de Jehová hoy día tienen el mismo objetivo: llevar las buenas nuevas del Reino a cuantas personas sea posible. ¿Qué nos ayudará a alcanzar esta meta? Cada vez más personas trabajan de tiempo completo y muchas veces no están en casa cuando vamos a visitarlas. Si no están en el trabajo, puede que estén de viaje, de compras o participando en alguna recreación. ¿Cómo está llevándose el mensaje del Reino a las personas merecedoras en esas circunstancias? (Mat. 10:11.) 3
Algunas reciben el mensaje en su lugar de empleo. Incluso en las ciudades pequeñas hay alguna zona comercial en donde transita mucha gente durante gran parte del día. En las ciudades grandes, las personas que trabajan en la zona industrial o en edificios altos de oficinas y las que viven en apartamentos de alta seguridad están recibiendo el testimonio, y en muchos casos, por primera vez. Durante los fines de semana se ha hablado con algunas personas que descansaban en parques, lugares de recreo, zonas de acampar, casitas de campo o que esperaban en estacionamientos o centros comerciales, y han respondido favorablemente a las buenas nuevas. 4
Cada vez más publicadores están aumentando sus esfuerzos por dar testimonio en lugares públicos, dondequiera que se encuentre la gente. Al principio estos Testigos vacilaban y se sentían un poco nerviosos porque estaban acostumbrados a predicar en circunstancias más formales, como de casa en casa. ¿Cómo se sienten ahora? 5
“Mi ministerio ha cobrado un nuevo ímpetu”, exclama un hermano con experiencia. Otro añade: “Me ayuda a mantenerme concentrado”. Un precursor de mayor edad observa: “Me ha estimulado mental, física y espiritualmente, [...] no he dejado de progresar”. Un publicador dice que ahora está dando testimonio a muchas personas que nunca habían hablado con los testigos de Jehová. Los jóvenes también están participando entusiásticamente en esta obra gozosa. Uno de ellos comenta: “Me agrada porque tengo la oportunidad de hablar con muchas personas”. Otro dice: “Estoy distribuyendo más publicaciones que nunca”. Esto está sucediendo en territorios que se abarcan a menudo. 6
Los superintendentes viajantes llevan la delantera: Reconociendo que “la escena de este mundo está cambiando”, la Sociedad sugirió hace poco que los superintendentes viajantes cambiaran su horario semanal de predicación a fin de llevar las buenas nuevas a cuantas personas fuera posible. (1 Cor. 7:31.) Durante años, los superintendentes de circuito apartaban las mañanas entre semana para predicar de casa en casa y por las tardes hacían revisitas y conducían estudios bíblicos. Tal vez en algunos lugares todavía sea práctico dicho horario. Sin embargo, en otras zonas se logra poco al predicar de casa en casa durante ciertas mañanas entre semana. En tales casos, puede que el superintendente de circuito decida predicar en las tiendas o dar testimonio en las calles temprano en el día. O quizás asigne a grupos pequeños para que den testimonio en los edificios de oficinas, centros comerciales, estacionamientos u otros lugares públicos. Si los publicadores aprovechan mejor el tiempo disponible para el servicio del campo, hablarán con muchas personas más. 7
Los informes indican que este cambio ha sido bien acogido tanto por los superintendentes viajantes como los publicadores. Algunos cuerpos de ancianos han pedido al superintendente de circuito que enseñe a unos cuantos publicadores a participar en las facetas de la obra que necesitan atención en su localidad. Para estos publicadores ha sido provechoso acompañar al superintendente de circuito en alguna de estas actividades. Ellos, a su vez, han enseñado a otros. (2 Tim. 2:2.) Como consecuencia, más personas están oyendo las buenas nuevas.
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Claro está, no es necesario esperar a que los visite el superintendente de circuito para poner en práctica estos diferentes métodos de predicar. He aquí algunas ideas que pudieran ser útiles en su territorio. 9
Demos testimonio en las calles: Una pregunta que en ocasiones nos hemos hecho cuando visitamos un barrio residencial desierto por la mañana entre semana es: „¿Dónde está la gente?‟. Algunos tal vez hayan salido para hacer unos mandados o la compra. ¿Ha intentado dar a estas personas el testimonio en la calle? Esta faceta del ministerio puede ser muy productiva cuando se hace apropiadamente. En vez de quedarnos de pie en un lugar mostrando las revistas, es mejor que abordemos a la gente y entablemos una conversación amigable. No es necesario dar el testimonio a todo transeúnte. Hable con quienes no tengan prisa, como los que miran escaparates, los que están en su automóvil estacionado o quienes esperan el transporte público. Para empezar, pudiera saludar amablemente a la persona y esperar su respuesta. Si está dispuesta a conversar, pregúntele qué opina sobre un tema que usted crea que pudiera interesarle. 10
Un superintendente de circuito invitó a seis publicadores a acompañarlo a él y a su esposa en la obra de dar testimonio en las calles. ¿Cuáles fueron los resultados? “Lo pasamos maravillosamente esa mañana”, dice él. “No hubo problemas con los „no en casa‟. Distribuimos ochenta revistas y muchos tratados. Tuvimos conversaciones muy interesantes. Uno de los publicadores, que participaba en esta faceta del servicio por primera vez, exclamó: „Llevo años en la verdad y no me había dado cuenta de lo que me estaba perdiendo‟. Cuando terminó la semana el excedente de revistas de la congregación se había agotado.” 11
Cuando el mismo superintendente de circuito visitó la siguiente congregación se enteró de que varios publicadores habían dado testimonio en las calles temprano por la mañana, pero que no habían tenido muy buenos resultados. Una hermana habló únicamente con dos personas durante el período en que estuvieron predicando, pues todos los demás transeúntes iban deprisa al trabajo. El superintendente de circuito sugirió que regresaran a la misma calle un poco más tarde por la mañana. Lo hicieron y permanecieron hasta el mediodía. A la hermana que había hablado con solo dos personas anteriormente, le fue mucho mejor cuando regresó. Distribuyó 31 revistas y 15 folletos, obtuvo el nombre y la dirección de siete personas y empezó dos estudios bíblicos. Otros publicadores del grupo también tuvieron resultados animadores. 12
Cuando encuentre a alguien interesado, intente obtener su nombre, dirección y número telefónico. En vez de pedir estos datos directamente, pudiera decir: “He disfrutado de esta conversación. ¿Qué le parece si la continuamos en otra ocasión?”. O pregunte: “¿Hay alguna manera de comunicarme con usted en su casa?”. Muchas personas han concordado en que se las vuelva a visitar cuando se las ha abordado de esa manera. Asegúrese de tener suficientes invitaciones para entregarlas a quienes deseen asistir a nuestras reuniones. 13
Si habla con una persona interesada que viva en el territorio asignado a otra congregación, debe pasar la información a los hermanos de allá para que la visiten. ¿Es la obra de dar testimonio en las calles una manera eficaz de difundir las buenas nuevas en su territorio? Si así es, repase el artículo “Hallemos a personas interesadas al predicar en las calles de manera eficaz”, de Nuestro Ministerio del Reino de julio de 1994. Después, haga planes para dar testimonio en las calles a una hora apropiada que le permita hablar con cuantas personas sea posible. 14
Demos testimonio en el transporte público: Una mañana varios precursores decidieron dar testimonio a la gente que esperaba el autobús cerca de una universidad. Aunque tuvieron algunas conversaciones agradables, había un problema: cuando estaban en plena conversación llegaba el autobús, y el diálogo terminaba abruptamente. Para resolver el problema los precursores se subieron al autobús y continuaron hablando con pasajeros mientras viajaban al otro lado de la ciudad. Al llegar al final, regresaron en otro autobús dando testimonio. Después de varios viajes distribuyeron, en conjunto, más de doscientas revistas y empezaron seis estudios bíblicos. Algunos pasajeros con gusto les dieron su dirección y número telefónico para que los visitaran en casa. La semana siguiente los precursores volvieron a la parada de autobuses e hicieron lo mismo. Distribuyeron 164 revistas y empezaron otro estudio bíblico. En una de las paradas se subió un pasajero y se sentó al lado de un precursor. Miró al hermano y dijo con una sonrisa: “Ya sé, tiene una Atalaya para mí”.
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Muchos publicadores dan un testimonio eficaz mientras viajan en autobús, tren u avión. ¿Cómo puede iniciar una conversación con el pasajero que viaja a su lado? Un publicador de 12 años de edad sencillamente se puso a leer un ejemplar de ¡Despertad! en el autobús con la esperanza de que suscitara la curiosidad de una adolescente que estaba sentada a su lado. Surtió efecto. Ella le preguntó qué leía, y el joven respondió que estaba leyendo acerca de la solución a los problemas que afrontan los jóvenes. Agregó que le había beneficiado mucho el artículo y que le ayudaría a ella también. La adolescente aceptó las revistas con gusto. Otros dos jóvenes oyeron la conversación y también pidieron ejemplares de las revistas. Entonces, el conductor se estacionó al lado de la carretera y preguntó por qué estaban tan interesados en esas revistas. Cuando le explicaron la razón, también aceptó unos ejemplares. Desde luego, esto no habría sido posible si el joven publicador no hubiera llevado una buena cantidad de revistas para entregarlas a todos los que mostraran interés. 16
Demos testimonio en los parques y estacionamientos: Dar testimonio en los parques y estacionamientos es una excelente manera de hablar con la gente. ¿Ha intentado dar testimonio en el estacionamiento de un centro comercial? Siempre mire a su alrededor un rato y busque a alguien que no tenga prisa o que esté esperando en un automóvil estacionado y trate de entablar una conversación amigable. Si lo logra, hable del mensaje del Reino. Trate de predicar solo, pero que un compañero publicador esté en las cercanías. No lleve un maletín grande ni nada que llame la atención a su obra. Sea discreto. Tal vez sea prudente predicar un rato en un estacionamiento y luego ir a otro. Si alguien no quiere conversar con usted, despídase cortésmente y aborde a otra persona. Un hermano que se valió de estos métodos de predicar distribuyó 90 revistas en un mes. 17
Algunas personas van al parque a descansar; otros van a jugar o a pasar tiempo con sus hijos. Busquemos la oportunidad de darles testimonio sin interferir demasiado en sus actividades. Un hermano empezó una conversación con el cuidador de un parque, quien expresó su preocupación por el consumo de drogas y el futuro de sus hijos. Se inició un estudio bíblico y se condujo regularmente en el parque. 18
Demos testimonio informal en los centros comerciales: Aunque en algunos lugares no se puede predicar formalmente de tienda en tienda en los centros comerciales por ciertas restricciones locales a dichas actividades, algunos publicadores han creado oportunidades para dar testimonio informal. Se sientan en un banco y entablan conversaciones amigables con las personas que se detienen para descansar. Cuando perciben interés, ofrecen discretamente un tratado o una revista y procuran hacer planes para volver a hablar con la persona. Después de dar testimonio durante unos minutos en cierta sección del centro comercial, pasan a otra y empiezan a dialogar con otra persona. Claro está, deben procurar no atraer demasiada atención mientras dan testimonio de esta forma. 19
Cuando saludemos a la persona, empecemos la conversación con un tono amable. Si responde, hagámosle una pregunta y escuchemos atentamente su respuesta. Interesémonos en lo que dice. Mostremos que valoramos su opinión. Concordemos con ella cuando sea posible. 20
Una hermana inició una conversación muy agradable con una anciana sobre lo alto que está el costo de la vida. La anciana concordó enseguida, y resultó en una conversación animada. La hermana logró obtener el nombre y la dirección de la señora y fue a visitarla esa misma semana. 21
Prediquemos de tienda en tienda: A algunas congregaciones se les han asignado territorios que incluyen zonas comerciales. El hermano encargado de los territorios puede preparar tarjetas de mapas especiales de estas secciones donde hay muchos negocios. Las tarjetas de mapa de los territorios de viviendas que incluyan negocios deben indicar claramente que estos no se abarcarán como parte del territorio. En otros territorios, los lugares de negocio pueden trabajarse junto con las viviendas. Los ancianos pudieran pedir a publicadores capacitados que prediquen en los territorios comerciales regularmente para que no se descuide la predicación de tienda en tienda. 22
Si a usted se le pide que participe en esta obra por primera vez, recuerde que una buena manera de „cobrar denuedo‟ es predicar primero en las tiendas pequeñas; después, cuando se sienta más confiado, predique en las más grandes. (1 Tes. 2:2.) Cuando predique en las tiendas, vístase como si fuera a asistir a una reunión en el Salón de Reino. Si es posible, entre en la tienda
cuando no haya clientes esperando que se les atienda. Pregunte por el gerente o la persona encargada. Sea afectuoso, y sobre todo, breve. No es necesario pedir disculpas. Muchos negocios están concebidos para atender las necesidades de los clientes y los que trabajan allí están acostumbrados a que las personas los aborden. 23
Después de saludar al comerciante, pudiera decir: “Los comerciantes tienen horarios tan ocupados que casi nunca los encontramos en casa, de modo que venimos a visitarlo en su lugar de empleo para dejarle un artículo que invita a la reflexión”. Entonces haga uno o dos comentarios acerca de la revista que esté ofreciendo. 24
O pudiera intentar esta presentación al abordar a un gerente: “Hemos observado que los comerciantes procuran estar bien informados. El número más reciente de La Atalaya (o ¡Despertad!) presenta un artículo que nos atañe a todos”. Explique de qué trata y concluya diciendo: “Estamos seguros de que disfrutará de leerlo”. 25
Si hay empleados, y lo ve apropiado, pudiera añadir: “¿Me permite hacer la misma presentación breve a sus empleados?”. Si le dan permiso, no olvide que prometió ser breve, y el gerente esperará que usted cumpla su palabra. Si algún empleado desea entablar una larga conversación, sería mejor visitarlo en su hogar. 26
Hace poco, unos publicadores de un pueblo pequeño acompañaron al superintendente de circuito en la obra de tienda en tienda. Al principio algunos de los publicadores sentían temor, dado que nunca lo habían hecho; pero pronto se tranquilizaron y empezaron a disfrutar de ello. En menos de una hora hablaron con 37 personas y distribuyeron veinticuatro revistas y cuatro folletos. Un hermano dijo que normalmente no hubieran podido hablar con tantas personas en un mes en la obra de casa en casa como lo hicieron de tienda en tienda en ese corto período. 27
Cómo crear oportunidades para predicar: Jesús no limitó la obra de dar testimonio a ocasiones formales. Él habló de las buenas nuevas en toda ocasión apropiada. (Mat. 9:9; Luc. 19:1-10; Juan 4:6-15.) Observe cómo algunos publicadores crean oportunidades para predicar. 28
Algunos acostumbran dar testimonio a los padres que están esperando a sus hijos cerca de la entrada de la escuela. Ya que algunos padres llegan hasta veinte minutos antes, hay tiempo para mantener una conversación animada sobre un tema bíblico. 29
Muchos precursores son conscientes de hablar con aquellas personas que tal vez tengan un interés especial en cierto tema que se trata en nuestras revistas. Por ejemplo, una hermana tuvo buenos resultados cuando visitó seis escuelas del territorio de la congregación y presentó la serie de artículos “Las escuelas en crisis”, del número del 22 de diciembre de 1995 de ¡Despertad! También visitó agencias de asistencia familiar y presentó las revistas que tratan sobre la vida de familia y el abuso de menores, y se le invitó a que volviera cuando tuviera más ejemplares sobre temas similares. Ella dice que la reacción del departamento de desempleo al número del 8 de marzo de 1996 de ¡Despertad! que trata sobre el desempleo fue “asombrosa”. 30
Un superintendente de distrito dice que él y su esposa dan testimonio informal regularmente cuando hacen la compra. Procuran hacerlo a una hora en que la tienda no está muy atestada de gente, y los clientes caminan por los pasillos sin prisa. Han tenido muchas conversaciones excelentes. 31
Muchos publicadores han tenido buenos resultados al dar testimonio en las lavanderías públicas. No simplemente dejan revistas cuando el lugar está vacío. Su objetivo es comunicar a la gente las buenas nuevas, de modo que procuran hablar personalmente con los que están allí. 32
En algunos lugares, un grupo seleccionado de publicadores han sido autorizados para dar testimonio en los aeropuertos. En ocasiones ellos han tenido el placer de dar testimonio a viajeros de países en donde hay pocos siervos de Jehová. Cuando los publicadores perciben interés ofrecen un tratado o las revistas. 33
Algunos publicadores acostumbran dar testimonio con prudencia a los guardias de seguridad o a los administradores de oficinas de alquiler de apartamentos cuando no se les permite dar testimonio personalmente a los inquilinos de complejos residenciales de alta seguridad. Hacen lo
mismo al visitar urbanizaciones privadas con acceso controlado. Un superintendente de circuito y varios publicadores visitaron siete complejos de apartamentos y emplearon este método. En cada lugar, dijeron al administrador que aunque no se les permitía visitar los apartamentos de la manera acostumbrada, no querían que él se perdiera la información de nuestras revistas más recientes. Los administradores de los siete complejos aceptaron con gusto las revistas y pidieron los siguientes números. Los publicadores luego se comunican con los residentes de dichos complejos por teléfono. Encontrará información práctica sobre esta forma de dar testimonio en el suplemento “La predicación telefónica: una manera de llegar a muchas personas” de Nuestro Ministerio del Reino de agosto de 1993. 34
Esforcémonos por predicar en todas partes: Cumplir con nuestra dedicación incluye tener un sentido de urgencia con respecto a nuestra asignación de predicar el mensaje del Reino. A fin de hablar con las personas a una hora conveniente para ellas, tenemos que poner a un lado nuestras preferencias personales para que „de todos modos salvemos a algunos‟. Todos los siervos dedicados de Jehová queremos decir, al igual que el apóstol Pablo: “Hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con otros”. (1 Cor. 9:22, 23.) 35
Pablo también escribió: “Por eso muy gustosamente prefiero jactarme respecto de mis debilidades, para que el poder del Cristo permanezca como tienda sobre mí. [...] Porque cuando soy débil, entonces soy poderoso”. (2 Cor. 12:9, 10.) En otras palabras, ninguno de nosotros pudiéramos efectuar esta obra por nuestra propia fuerza. Es necesario orar a Jehová para que nos dé su poderoso espíritu santo. Si pedimos fortaleza a Dios, podemos confiar en que contestará nuestras oraciones. Entonces nuestro amor a la gente nos impulsará a buscar oportunidades para predicarle las buenas nuevas dondequiera que se encuentre. ¿Por qué no pone en práctica durante la siguiente semana alguna de las sugerencias que se presentan en este suplemento?
Ministerio de 1986 Una carrera con recompensas eternas 1
Pablo exhortó a Timoteo: “Haz la obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente”. (2 Tim. 4:5.) Timoteo dedicó su vida a la obra de Dios a pesar de cuán atrayentes hayan sido otros intereses personales. Sirvió como esclavo junto con Pablo, mostrando así que realmente „buscaba los intereses de Cristo‟. (Fili. 2:19-21.) Todos los genuinos ministros cristianos deben tener una disposición similar. 2
¿Aprecia usted el ministerio? ¿Podría hacer del servicio de precursor su carrera en la vida? (Mat. 6:33; 2 Cor. 4:1, 7.) Tendría la satisfacción de saber que a diario se le presentarían muchas oportunidades de hablar a otras personas acerca de Jehová y así ayudarlas a conocerlo y amarlo. (Sal. 96:1-4.) ¡Qué gozo indescriptible es ver a las personas responder a la instrucción bíblica! Algunas de estas llevaban una vida inmoral, violenta o sin esperanza. Al haber abandonado sus hábitos malos anteriores y desarrollado respeto de sí mismas, ahora sirven a Jehová. El servir de precursor es una carrera significativa y puede resultar en beneficios duraderos. Por lo tanto, analice sus circunstancias y, si es posible, fije una fecha específica como su meta para emprender el servicio de tiempo completo. Trabaje hacia esa meta. Órele a Jehová para que le ayude a alcanzarla. (Efe. 6:18.) ¡Las recompensas son muchas! UN MODO DE VIVIR REMUNERADOR 3
El servir de precursor con el motivo correcto y el deseo de progresar espiritualmente le ayudará a desarrollar un punto de vista más espiritual en la vida. Puede ayudarle a adquirir equilibrio, a hacer buen uso de su tiempo, a manejar sus finanzas apropiadamente y a estar contento con lo indispensable. (1 Tim. 6:6.) El servir de precursor quizás requiera hacer sacrificios. ¿Está usted dispuesto a hacer sacrificios personales debido a su amor por Jehová? Si así es, aprenderá a depender más en Jehová y menos en sí mismo. Esto resultará ser una protección de las ambiciones, deseos y asociaciones dañinas de este mundo. Los beneficios de servir de precursor pueden ser eternos. (Mal. 3:10.)
ESTIMULE EL SERVICIO DE PRECURSOR 4
Hoy día muchos cristianos se alegran de que sus padres desplegaran el espíritu de precursor. Un misionero relata: “Durante toda mi niñez mi madre fue muy celosa en el ministerio. Creo que lo que infundió en mí el deseo de dedicar mi vida al servicio de tiempo completo a Jehová no fue tanto lo que ella decía, sino lo que ella hacía, su buen ejemplo”. Cierta hermana que está en el servicio de tiempo completo dice: “La actitud no materialista de mi madre y su punto de vista claro sobre la verdad me ayudó a no envolverme en una carrera seglar”. Un ministro joven dijo acerca de sus padres: “Siempre pusieron ante mí los gozos y privilegios del servicio de precursor y las bendiciones que Jehová derrama sobre los precursores. [...] Esto es algo que todos los padres deberían hacer, pues ciertamente me ayudó a mí. Pueden animar a los jóvenes a servir a Jehová de toda alma”. Jehová de seguro recuerda y recompensa a tales padres amorosos por la actitud desinteresada que muestran. 5
Vivimos en el tiempo del fin, el tiempo en que “estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”. (Mat. 24:14.) Jesús les dijo a sus seguidores: “La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega”. (Mat. 9:37, 38.) En la actualidad hay mayor necesidad de obreros que en los días de Jesús. Por lo tanto, los precursores participan ampliamente en extender a otros la siguiente invitación: “Oh, engrandezcan ustedes a Jehová conmigo, y juntos ensalcemos su nombre”. (Sal. 34:3.) En realidad, no hay nada que pueda compararse al contentamiento y a la satisfacción que vienen de usar uno su vida en el servicio de tiempo completo de nuestro Gran Creador. (Pro. 10:22.)
La atalaya de 1997 15/10 Las bendiciones del ministerio de precursor “La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.” (PROVERBIOS 10:22.) “¿PUEDE haber mayor gozo que ver a alguien que estudia con nosotros hacerse alabador activo de Jehová? Emociona y fortalece la fe comprobar el poder que tiene la Palabra de Dios para motivar a la gente a efectuar cambios en la vida a fin de agradar a Jehová.” Así se expresó un precursor de Canadá que ha estado en el ministerio de tiempo completo por más de treinta y dos años. Con respecto a su ministerio de precursor, dice: “No puedo imaginarme haciendo otra cosa. Me es imposible imaginarme algo que me reportara el mismo gozo”. 2
¿Concuerda usted en que produce mucho gozo ayudar a una persona a andar en el camino de la vida? Por supuesto, los precursores no son los únicos que experimentan ese gozo. Todos los siervos de Jehová tienen la comisión de “hacer discípulos” y se esfuerzan por cumplirla. (Mateo 28:19.) Sin embargo, como los precursores dedican muchas horas al ministerio del campo, es natural que experimenten más plenamente los gozos de la obra de hacer discípulos. Pero el precursorado tiene también otras recompensas. Hable con los precursores y le dirán que el precursorado es una manera maravillosa de experimentar „la bendición de Jehová que nos enriquece‟. (Proverbios 10:22.) 3
Recientemente se pidió a precursores de diferentes partes del mundo que describieran las bendiciones que han tenido en el ministerio de tiempo completo. Veamos cómo se han expresado. Ahora bien, no se desanime si la mala salud, la edad avanzada u otras circunstancias limitan su servicio. Recuerde que lo importante es servir a Jehová de toda alma en cualquier asignación. De todos modos, es posible que los comentarios de algunos precursores aviven su interés por emprender esta gratificante actividad, en el caso de que le sea posible. Sentimientos profundos de satisfacción y gozo 4
“Hay más felicidad en dar que en recibir”, dijo Jesús. (Hechos 20:35.) En efecto, el dar con altruismo tiene sus propias recompensas. (Proverbios 11:25.) Esto es especialmente cierto en lo que tiene que ver con la proclamación de las buenas nuevas. En realidad, ¿qué regalo más valioso pudiéramos dar al prójimo que ayudarlo a adquirir el conocimiento de Dios, que lleva a la vida eterna? (Juan 17:3.) 5
No sorprende que los que participan en el ministerio de tiempo completo comenten a menudo que su ministerio les produce gozo y les hace sentirse realizados. “Sé que ningún otro trabajo podría haberme dado la satisfacción que tengo al compartir la verdad con otras personas”, dice un precursor de 64 años de edad de Gran Bretaña. Una viuda de Zaire expresó lo que significa para ella el precursorado: “El servicio de precursor me fue un verdadero consuelo cuando perdí a mi querido esposo. Cuanto más salía al servicio para ayudar al prójimo, menos sentía la trágica pérdida. Confío en las promesas de Jehová y pienso principalmente en cómo ayudar a las personas con quienes estudio a que hagan cambios en su vida. Al final de cada día, duermo plácidamente y mi corazón rebosa de gozo”. 6
Los que han sido precursores por décadas han tenido el gozo especial de servir en zonas remotas y fundar congregaciones que con el tiempo se han convertido en circuitos. Por ejemplo, en Abashiri, Hokkaido (la isla más septentrional de Japón), vive una hermana que ha sido precursora por treinta y tres años. Recuerda que en su primera asamblea de circuito, para todo Hokkaido, hubo solo 70 asistentes. ¿Y ahora? Hay doce circuitos en la isla, con un total de más de doce mil publicadores. ¡Imagínese el gozo que siente cuando asiste a las asambleas con las multitudes de compañeros proclamadores del Reino de esa isla!
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Otros precursores de mucho tiempo han tenido el gozo de ver a los estudiantes de la Biblia bautizarse y luego alcanzar mayores privilegios de servicio. En Japón, una hermana que ha servido en nueve diferentes asignaciones desde 1957 recuerda haberle dejado una revista ¡Despertad! a una joven que trabajaba en un banco. A los nueve meses la joven se había bautizado. Más tarde se casó y emprendió el precursorado especial junto con su esposo. ¡Qué gozo sintió la hermana precursora cuando, en su tercera asignación, la congregación recibió la visita del nuevo superintendente de circuito y su esposa, su anterior estudio bíblico! 8
No es de extrañar que los que han hecho del ministerio de precursor su carrera en la vida lo vean como “un inestimable privilegio que hay que guardar como un tesoro”, según lo expresó un hermano que lleva veintidós años de precursor. Prueba del cuidado de Jehová 9
Jehová, el Gran Proveedor, promete sostener a sus siervos, cuidando de ellos tanto espiritual como materialmente. Bien pudo decir el rey David de la antigüedad: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan”. (Salmo 37:25.) Por supuesto, esta garantía divina no nos excusa de la obligación de proveer en sentido material para nuestra familia, ni nos da licencia para abusar de la generosidad de nuestros hermanos cristianos. (1 Tesalonicenses 4:11, 12; 1 Timoteo 5:8.) Pero cuando estamos dispuestos a hacer sacrificios en la vida a fin de servir a Jehová más plenamente, él nunca nos abandona. (Mateo 6:33.) 10
Por todo el mundo, los precursores saben por experiencia que Jehová provee las cosas necesarias a quienes se ponen en Sus generosas manos. Considere el caso de un matrimonio precursor que se mudó a una pequeña población donde se necesitaban más predicadores del Reino. Al cabo de unos meses, el trabajo seglar escaseó, y se les terminaron los ahorros. Entonces les llegó una factura de 81 dólares (E.U.A.) para pagar el seguro del automóvil. “No podíamos pagarla —explica el hermano—. Oramos con todas nuestras fuerzas aquella noche.” Al día siguiente recibieron una tarjeta de una familia que también tenía dificultades económicas. La familia había recibido una devolución de impuestos, explicaba la tarjeta, y como era más de lo que esperaban, querían entregar una cantidad a este matrimonio. Adjuntaban un cheque por 81 dólares (E.U.A). “Nunca olvidaré aquel día: se me puso la piel de gallina —dice el hermano precursor—. Agradecimos muchísimo la generosidad de esa familia.” Jehová también aprecia tales muestras de bondad, que son típicas del espíritu generoso que fomenta en sus siervos. (Proverbios 19:17; Hebreos 13:16.) 11
Muchos precursores pueden relatar experiencias similares. Pregúnteles, y le dirán que nunca se les ha “dejado enteramente”. Al hacer un examen retrospectivo de cincuenta y cinco años de ministerio de tiempo completo, un precursor de 72 años de edad dice: “Jehová nunca me ha fallado”. (Hebreos 13:5, 6.) “Un modo excelente de acercarse a Jehová” 12
El mismo hecho de que Jehová nos pida que proclamemos las buenas nuevas de su Reino supone para nosotros un privilegio. Aunque somos humanos imperfectos, nos considera sus “colaboradores” en esta obra que salva vidas. (1 Corintios 3:9; 1 Timoteo 4:16.) Cuando predicamos el Reino de Dios, cuando proclamamos el fin de la iniquidad, cuando explicamos a la gente Su maravilloso amor al suministrar el rescate, cuando abrimos su Palabra viva y enseñamos su valioso contenido a las personas de corazón sincero, nos acercamos naturalmente a nuestro Creador, Jehová. (Salmo 145:11; Juan 3:16; Hebreos 4:12.) 13
Los precursores pueden dedicar mucho tiempo todos los meses aprendiendo y enseñando acerca de Jehová. ¿Qué influencia ven que tiene este hecho en su relación con Dios? “El precursorado es un modo excelente de acercarse a Jehová”, responde un anciano de Francia que ha sido precursor por más de diez años. Otro precursor de ese país, que lleva dieciocho años en el ministerio de tiempo completo, dice: “El servicio de precursor nos permite „gustar y ver que Jehová es bueno‟, y estrechar de día en día la relación con nuestro Creador”. (Salmo 34:8.) Una hermana de Gran Bretaña que lleva treinta años de precursora piensa lo mismo. “Depender del espíritu de Jehová para que me guíe en el ministerio me acerca más a él —dice—. He sentido realmente que
el espíritu de Jehová me ha dirigido muchas veces a una casa en particular al tiempo debido.” (Compárese con Hechos 16:6-10.) 14
Muchos precursores reconocen que el usar la Biblia y las publicaciones bíblicas día tras día para explicar y enseñar las verdades de la Biblia los ayuda a crecer en conocimiento de la Palabra de Dios. Un hermano de España, de 85 años de edad, que ha sido precursor por treinta y un años, explica: “El precursorado me ha ayudado a conseguir un conocimiento profundo de la Biblia, que he utilizado para ayudar a mucha gente a conocer a Jehová y sus propósitos”. Una hermana de Gran Bretaña, que es precursora desde hace veintitrés años, dice: “El ministerio de tiempo completo me ha ayudado a cultivar un gran apetito por el alimento espiritual”. Explicar a otras personas la “razón de la esperanza que hay en ustedes” puede fortalecer su propia convicción respecto a las creencias que tanto valora. (1 Pedro 3:15.) Un precursor de Australia dice: “El precursorado aumenta mi fe a medida que la expreso al prójimo”. 15
Evidentemente, estos ministros precursores están convencidos de que han escogido una forma de servicio que reporta incontables bendiciones de Jehová. No extraña que muchos cristianos hayan reorganizado su vida, incluso sacrificando una carrera seglar y riquezas materiales a fin de emprender el ministerio de precursor y permanecer en él. (Proverbios 28:20.) ¿Anhela su corazón hacer más? 16
Después de repasar lo que dicen los precursores sobre las bendiciones de este ministerio, quizá se pregunte si el precursorado es práctico para usted. En tal caso, ¿por qué no habla con un precursor que haya tenido éxito en el ministerio de tiempo completo? Puede que también le sea útil hablar con un anciano de la congregación, alguien que lo conozca bien: su salud, sus limitaciones y sus responsabilidades familiares. (Proverbios 15:22.) Tal vez los comentarios objetivos de los demás le ayuden a evaluar bien si puede ser precursor. (Compárese con Lucas 14:28.) Si le es posible servir de precursor, sus bendiciones sin duda serán grandes. (Malaquías 3:10.) 17
¿Qué puede decirse, sin embargo, de los muchos publicadores del Reino fieles que no están en condición de ser precursores, aunque desearían hacer más en el ministerio? Considere, por ejemplo, los sentimientos de una hermana cristiana que está luchando por criar sola a sus cuatro hijos. “Me siento mal —dice— porque anteriormente era precursora regular, pero ahora, debido a mis circunstancias, no puedo salir tanto al servicio del campo como antes.” Esta hermana ama mucho a sus hijos y quiere proveerles lo necesario. Al mismo tiempo, anhela participar más en la predicación. “Amo el ministerio”, explica. Lo mismo sienten otros cristianos dedicados cuyo amor a Dios los motiva a servirle con „todo su corazón‟. (Salmo 86:12.) 18
Recuerde que lo que Jehová espera de nosotros es que le sirvamos de toda alma. La cantidad de trabajo que esto representa varía considerablemente de un alma a otra. Algunos pueden organizar su vida para servir de precursores regulares. Muchos otros participan en el precursorado auxiliar, ocasional o regularmente, dedicando sesenta horas o más al ministerio todos los meses. Sin embargo, la gran mayoría de los siervos de Jehová participan de toda alma en la predicación y la enseñanza como publicadores de la congregación. De modo que si realmente lo limita la mala salud, la edad avanzada, las responsabilidades familiares u otras circunstancias, no se desanime. Siempre que usted dé lo mejor, su servicio es tan valioso a los ojos de Dios como el de aquellos que están en el ministerio de tiempo completo. Todos podemos demostrar el espíritu de precursor 19
Aunque no pueda ser precursor, usted puede demostrar el espíritu de precursor. ¿Qué es el espíritu de precursor? Nuestro Ministerio del Reino de julio de 1988 decía: “Se pudiera decir que es tener una actitud positiva hacia el mandato de predicar y hacer discípulos, estar completamente resuelto a mostrar amor a otros e interesarse en ellos, ser abnegado, hallar gozo en seguir con sumo cuidado al Amo y deleitarse en las cosas espirituales, no las materiales”. ¿Cómo puede manifestar el espíritu de precursor? 20
Si tiene hijos jóvenes, puede recomendarles encarecidamente la carrera del precursorado. Su actitud positiva hacia el ministerio puede impresionar en ellos la necesidad de hacer del servicio a Jehová lo más importante en su vida. Puede invitar a precursores y superintendentes viajantes y
sus esposas a casa para que sus hijos se beneficien del ejemplo de aquellos que han hallado gozo en el ministerio de tiempo completo. (Compárese con Hebreos 13:7.) Aun en casas divididas en sentido religioso, los padres creyentes pueden ayudar a sus hijos, de palabra y con el ejemplo, a hacer del ministerio de tiempo completo una meta en la vida. (2 Timoteo 1:5; 3:15.) 21
En la congregación todos podemos apoyar de toda alma a los que son precursores. Por ejemplo, ¿puede hacer un esfuerzo especial por trabajar con algún precursor en el ministerio, especialmente a horas en las que este no tenga con quien salir? Es muy posible que se beneficie de “un intercambio de estímulo”. (Romanos 1:11, 12.) Si es anciano, todavía puede hacer más para animar a los precursores. En las reuniones del cuerpo de ancianos deben repasarse regularmente las necesidades de estos. Cuando un precursor se desanima o tiene algunas dificultades, no se precipiten en recomendar que deje el precursorado. Aunque en algunos casos será necesaria tal recomendación, no olviden que el precursorado es un valioso privilegio que puede que el siervo de tiempo completo aprecie profundamente. Es posible que todo lo que se necesite sea un poco de ánimo y algún consejo o ayuda prácticos. La sucursal de la Sociedad de España escribe: “Cuando los ancianos animan a participar en el precursorado, apoyan a los precursores en el ministerio del campo y los pastorean con regularidad, estos tienen más gozo, se sienten útiles y quieren continuar a pesar de los obstáculos que puedan presentarse”. 22
Vivimos en un tiempo crítico de la historia humana. Jehová nos ha encomendado una obra que salva vidas. (Romanos 10:13, 14.) Sea que podamos participar en esta obra de tiempo completo como precursores o no, demostremos el espíritu de precursor. Tengamos sentido de la urgencia y espíritu de abnegación. Estemos resueltos a dar a Jehová lo que pide de nosotros: servicio de toda alma. Y recordemos que cuando damos todo lo que podemos, sea que se parezca a las dos monedas de ínfimo valor de la viuda o al aceite costoso de María, nuestro servicio es de toda alma, y Jehová valora en gran manera esta clase de servicio. ¿Recuerda usted? □ ¿Por qué reporta satisfacción y gozo el ministerio de tiempo completo? □ ¿Qué saben por experiencia muchos precursores en cuanto al cuidado que Jehová dispensa a sus siervos? □ ¿Qué influencia ven los precursores que tiene su ministerio en su relación con Jehová? □ ¿Cómo puede usted demostrar el espíritu de precursor? [Preguntas del estudio] 1, 2. a) ¿Cómo se expresó un precursor con relación al ministerio de tiempo completo? b) ¿Por qué están los precursores en condición de experimentar más plenamente los gozos de hacer discípulos? 3. ¿Qué puede estimularnos mientras seguimos en el servicio a Jehová? 4, 5. a) ¿Por qué es tan gratificante predicar las buenas nuevas? b) ¿Qué piensan los precursores de participar en el ministerio de tiempo completo? 6. ¿Qué gozo especial han tenido algunos precursores? 7, 8. ¿Qué gozo han experimentado la mayoría de los precursores que llevan mucho tiempo en ese servicio? 9. ¿Qué promete Jehová, el Gran Proveedor, a sus siervos, y qué significa esto para nosotros? 10, 11. ¿Qué saben por experiencia muchos precursores sobre el cuidado que Jehová dispensa a sus siervos? 12. ¿Por qué es la obra de proclamar las buenas nuevas un privilegio tan notable? 13. ¿Qué dicen algunos de la influencia que tiene el servicio de precursor en su relación con Jehová?
14. ¿Cómo se benefician los precursores al usar la Biblia y las publicaciones bíblicas día tras día cuando enseñan a otras personas? 15. ¿Qué han estado dispuestos a hacer muchos para emprender el ministerio de precursor y permanecer en él, y por qué? 16, 17. a) Si usted se pregunta si puede ser precursor, ¿qué podría hacer? b) ¿Cómo se sienten algunos cuando no pueden ser precursores? 18. a) ¿Qué espera Jehová de nosotros? b) ¿Por qué no debemos desanimarnos si las circunstancias limitan lo que podemos hacer? 19. ¿Qué es el espíritu de precursor? 20. ¿Cómo pueden demostrar los padres el espíritu de precursor? 21. a) ¿Cómo podemos apoyar todos a los precursores? b) ¿Qué pueden hacer los ancianos para animar a los precursores? 22. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer en este tiempo crítico de la historia humana?
La atalaya de 1996 15/5 ¿Es usted un precursor equilibrado? LOS ojos del padre brillan mientras espera con los brazos abiertos que su pequeña hija dé los primeros pasos. De repente, la niña pierde el equilibrio y se cae, pero él la anima a intentarlo de nuevo, pues sabe que pronto adquirirá equilibrio y fuerza. De igual modo, puede que un nuevo ministro precursor necesite tiempo y ánimo antes de alcanzar el equilibrio necesario para tener éxito como proclamador del Reino de tiempo completo. Muchos precursores han servido felizmente durante décadas. Unos cuantos pierden el equilibrio debido a cambios inesperados en sus circunstancias. Algunos incluso pierden el gozo. En un país, el 20% de los que empiezan a servir de precursores dejan el servicio de tiempo completo en menos de dos años. ¿Qué puede llevar al precursor a dejar este servicio tan gozoso? ¿Es posible evitar tales contratiempos? Aunque la mala salud, los problemas económicos y las responsabilidades familiares pudieran hacer que algunos dejaran el ministerio de tiempo completo, el tropiezo para otros ha sido la falta de equilibrio en sus diversas obligaciones cristianas. El equilibrio implica “una condición en la cual ninguna parte, ningún elemento, ningún factor ni ninguna influencia pesa más que otro ni está fuera de la debida proporción con los otros”. Jesucristo enseñó a sus seguidores a predicar y hacer discípulos. También demostró mediante su propio ministerio cómo mantener el equilibrio. Indicó que los guías religiosos judíos carecían de equilibrio, al decirles: “Dan el décimo de la hierbabuena y del eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad. Era obligatorio hacer estas cosas, y sin embargo no desatender las otras cosas”. (Mateo 23:23.) Este principio también es aplicable hoy, especialmente al ministerio de precursor. Algunos se han entusiasmado y se han hecho precursores con buenas intenciones, pero no estaban bien preparados ni habían considerado todo lo que estaba implicado. (Lucas 14:27, 28.) Otros han estado tan absortos en el ministerio del campo que han pasado por alto otros aspectos importantes del cristianismo. ¿Cómo pueden estos alcanzar el equilibrio y mantenerlo? Manténgase espiritualmente fuerte Jesús nunca descuidó su espiritualidad. A pesar de que las muchedumbres que iban a escucharlo y a recibir curación exigían mucho de su tiempo, él apartaba momentos para orar y meditar. (Marcos 1:35; Lucas 6:12.) Ser un precursor equilibrado hoy también exige aprovechar bien todas las provisiones para mantenerse espiritualmente fuerte. Pablo razonó: “Tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?”. (Romanos 2:21.) Sería un error pasar todo el tiempo predicando a otras personas y no apartar tiempo para tener un estudio personal adecuado y orar regularmente. Kumiko ha sido precursora por dos décadas. Aunque tiene tres hijos y un esposo incrédulo, ha aprendido por experiencia que la mejor hora para leer y estudiar la Biblia en su caso es por la noche antes de acostarse. Mientras estudia, toma nota particularmente de los puntos que puede utilizar en el ministerio del campo a fin de mantener las presentaciones al día y hacerlas interesantes. Otros precursores de éxito se levantan antes que el resto de la familia para fortalecerse espiritualmente en las horas tranquilas de la mañana. Puede que usted aparte tiempo durante otros períodos del día a fin de prepararse para las reuniones y mantenerse al corriente con las últimas publicaciones cristianas. Si quiere permanecer gozoso en el ministerio, no puede tomar a la ligera ni descuidar el estudio personal.
Equilibrio en las responsabilidades familiares Los padres que son precursores también deben tener presente que gran parte de “la voluntad de Jehová” para ellos supone cuidar de las necesidades físicas, emocionales y espirituales de su propia familia. (Efesios 5:17; 6:1-4; 1 Timoteo 5:8.) A veces hasta el esposo creyente y los hijos temen no recibir la atención y el apoyo de la esposa y madre cuando esta empiece a servir de precursora. Tales sentimientos producen una reacción poco entusiástica ante su deseo de ser precursora. Sin embargo, se puede mantener el equilibrio cuando se hacen buenos planes de antemano. Muchos precursores procuran efectuar su predicación cuando la familia no está en el hogar. Kumiko, mencionada antes, desayuna con su familia, despide a su esposo y a los niños por la mañana y vuelve a casa antes de que ellos regresen. Los lunes prepara varias comidas de antemano para estar relajada y comer con la familia en vez de estar ocupada en la cocina. También es conveniente realizar más de una tarea a la vez, como efectuar otros quehaceres mientras se preparan las comidas. Así, Kumiko hasta dispone de tiempo para invitar a los amigos de sus hijos y les prepara comidas que les gustan. Durante la adolescencia, los hijos muchas veces necesitan más atención de los padres para ayudarlos a hacer frente a las nuevas emociones, deseos, dudas y temores que los abruman. Esto exige que el padre precursor esté alerta y ajuste su horario. Considere el caso de Hisako, precursora y madre de tres hijos. ¿Qué hizo cuando su hija mayor empezó a perder el gozo y entusiasmo por las reuniones cristianas y el servicio del campo a causa de la influencia de sus condiscípulos mundanos? Era primordial que su hija aceptara la verdad en el corazón y se convenciera plenamente de que separarse del mundo es el mejor proceder. (Santiago 4:4.) Hisako declara: “Decidí estudiar con ella todos los días las doctrinas fundamentales utilizando el libro Vivir para siempre. Al principio solo estudiábamos unos minutos, pues mi hija se quejaba de que le dolía el estómago o la cabeza cuando llegaba la hora de estudiar. Pero estudié con ella regularmente. Después de unos meses, su disposición mejoró mucho, y al poco tiempo se dedicó y se bautizó”. Ahora Hisako disfruta del ministerio de tiempo completo junto con su hija. Los precursores que son cabezas de familia también deben cuidarse de estar tan absortos en atender a los interesados en el territorio y las responsabilidades de la congregación que olviden dar a sus hijos que crecen el fuerte apoyo emocional y la dirección que merecen. Esta no es una responsabilidad que deban pasar a su esposa. Un anciano cristiano muy ocupado que ha sido precursor durante muchos años y que, además, tiene un pequeño negocio, aparta tiempo para estudiar con cada uno de sus cuatro hijos. (Efesios 6:4.) Asimismo, se prepara para las reuniones semanales con su familia. Los precursores equilibrados no descuidan a su familia ni material ni espiritualmente. Equilibrio económico Los precursores también deben mantener equilibrio con respecto al modo apropiado de ver las necesidades diarias. De nuevo, podemos aprender mucho del excelente ejemplo y consejo de Jesús. Él advirtió sobre estar demasiado inquietos respecto a las cosas materiales. Antes bien, animó a sus discípulos a poner el Reino en primer lugar y prometió que Dios los cuidaría tal como cuida al resto de la creación. (Mateo 6:25-34.) Muchos precursores que han seguido este buen consejo han permanecido en el servicio de tiempo completo durante muchos años, y Jehová ha bendecido sus esfuerzos por obtener „el pan de cada día‟. (Mateo 6:11.) El apóstol Pablo aconsejó a sus compañeros cristianos que „llegara a ser conocido de todos los hombres lo razonables que ellos eran‟. (Filipenses 4:5.) Claro está, ser razonable exige cuidar bien nuestra salud. Los precursores equilibrados se esfuerzan por ser razonables en su modo de vivir y su actitud ante las cosas materiales, pues saben que otras personas observan su conducta. (Compárese con 1 Corintios 4:9.) Los jóvenes que emprenden el servicio de precursor no deben aprovecharse indebidamente de la generosidad de sus padres. Si viven en el hogar con ellos, sería muestra de equilibrio y gratitud
que ayudaran en los quehaceres de la casa y trabajaran media jornada para contribuir al sostenimiento del hogar. (2 Tesalonicenses 3:10.) Los precursores equilibrados son una verdadera bendición Si usted es un precursor que se esfuerza arduamente por mantener el equilibrio apropiado, confíe en que lo logrará. Tal como un niño pequeño necesita tiempo para aprender a equilibrarse y caminar, muchos precursores maduros dicen que les tomó tiempo alcanzar el equilibrio necesario para atender todas sus responsabilidades. Entre los aspectos en que los precursores procuran mantener el equilibrio figuran los siguientes: tener un estudio personal, cuidar de la familia y satisfacer sus propias necesidades materiales. Los informes muestran que muchos precursores cumplen con sus responsabilidades de una manera extraordinaria. Verdaderamente son una bendición para la comunidad y una honra para Jehová y su organización.
La atalaya de 1996 15/2 Cómo hallar gozo en la obra de hacer discípulos SER colaborador de Dios es uno de los mayores gozos que alguien puede experimentar. La obra que Dios nos ha encomendado hoy día incluye reunir en la congregación cristiana a los amantes de la rectitud, para enseñarlos a vivir cristianamente y prepararlos para la vida en el nuevo mundo. (Miqueas 4:1-4; Mateo 28:19, 20; 2 Pedro 3:13.) Para los testigos de Jehová de América Latina ha sido motivo de inmensa alegría ver que desde 1980 un millón de personas se han convertido en discípulos de Jesucristo. En este fructífero campo, donde muchos respetan la Biblia y creen en ella, algunos ministros de tiempo completo han ayudado a numerosas personas a dedicar su vida a Jehová. Con tanta experiencia, algo tendrán que decirnos sobre el gozo de hacer discípulos. Quizás algunas de sus recomendaciones contribuyan a que usted encuentre gozo al efectuar dicha tarea en su vecindario. Reconozca a las “ovejas” en potencia “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor”, dijo Jesús cuando envió a sus apóstoles a predicar. (Mateo 10:11.) Al visitar a la gente, ¿cómo podemos discernir a quién asistir espiritualmente? Edward, ministro de tiempo completo durante más de cincuenta años, contesta: “Se evidencia en la sinceridad de sus preguntas y en la satisfacción que les causa oír las respuestas de las Escrituras”. Carol añade: “Si alguien me confía un problema personal o una preocupación, en realidad está pidiendo ayuda a gritos. Busco información útil en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower. Muchas veces, este interés personal en la gente lleva a un estudio bíblico”. Sin embargo, no siempre es fácil reconocer a las personas sinceras. Luis explica: “Resulta que algunos que aparentan tener mucho interés, no tienen ninguno; y otros que al principio parecen oponerse, cambian de actitud al oír lo que la Biblia realmente dice”. Y puesto que para una gran cantidad de hispanoamericanos la Biblia es un libro que les merece mucho respeto, Luis agrega: “Reconozco a los que pueden recibir ayuda espiritual cuando aceptan de buena gana lo que les muestro en la Biblia”. Ayudar a estos “merecedores” a adelantar espiritualmente ocasiona verdadero gozo y satisfacción. ¿Cómo conseguirlo? Comience estudios bíblicos Por lo general, la mejor manera de lograr que la gente entienda la verdad bíblica es emplear el material de estudio que prepara “el esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45.) ¿Cómo puede inculcarse el aprecio por este material? Edward comenta: “Dado que las circunstancias, la personalidad y los puntos de vista varían tanto, procuro ser flexible con los nuevos estudiantes”. No se puede utilizar el mismo procedimiento con todo el mundo.
Con algunos quizás sea necesario tener varias conversaciones informales sobre las Escrituras antes de pasar a un libro de texto. No obstante, un matrimonio de misioneros informa: “Acostumbramos ofrecer un estudio en la primera visita”. Así mismo, una Testigo que ha ayudado a 55 personas a dedicarse cuenta: “Mi método principal para comenzar estudios bíblicos consiste en pasar directamente al libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra”. Si bien a algunos les desagrada la idea de estudiar, otros están dispuestos a estudiar todo lo que consideren de utilidad para la vida. A estos suele atraerles la propuesta de recibir clases bíblicas gratuitas a domicilio. Tras ofrecer el estudio, algunos misioneros agregan: “Me gustaría mostrarle cómo se hace. Si le gusta, puede continuar; si no, usted decide”. Expuesto en estos términos, la gente no teme aceptarlo. Otro Testigo que ha ayudado a muchos individuos de escasos recursos y educación dice: “Los tratados me resultan sumamente útiles para comenzar estudios bíblicos”. Prescindiendo de la publicación que utilicen, los maestros de tiempo completo procuran poner de relieve el valor de la Biblia. Carola comenta: “En el primer estudio solo uso las láminas y unos cinco textos; así destaco las ideas principales, y la Biblia no parece tan difícil”. Mantenga vivo el interés A la gente le gusta sentir que progresa. Por ello, Jennifer recomienda: “Mantenga el estudio animado. Vaya a un buen ritmo”. Dirigir el estudio sin falta todas las semanas también les hace sentir que avanzan. Cierto precursor especial que se crió en el campo comenta la importancia de dar explicaciones sencillas y concentrarse en las cuestiones importantes, de modo que hasta los que no tengan mucha educación puedan progresar. “En mi pueblo —dice— teníamos que rociar el suelo con agua después de sembrar las semillas. Si inundábamos el campo, el suelo formaba una costra dura imposible de penetrar y las semillas morían. De la misma manera, si uno inunda a los nuevos con muchos puntos, pueden abandonar el estudio pensando que es muy difícil.” Hasta las personas de mente inquieta tienen que aprender a fijar la atención en un solo tema a la vez para poder adelantar. Jesús dijo a sus apóstoles: “Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora”. (Juan 16:12.) Otra forma de mantener vivo el interés es animar a los estudiantes a seguir meditando en la Palabra de Dios después de que usted se marcha. Yolanda aconseja: “Deje un pregunta pendiente. Póngales alguna tarea, como leer un pasaje de la Biblia o investigar un asunto que les interese”. Inculque el amor a Jehová Su gozo aumentará si usted ayuda a sus estudiantes a ser “hacedores de la palabra, y no solamente oidores”. (Santiago 1:22.) ¿Cómo puede lograrlo? El amor a Jehová es lo que motiva a los verdaderos cristianos. Pedro, natural de México, explica: “La gente no puede amar a una persona a quien no conoce. Por eso, desde el mismo principio muestro a mis estudiantes el nombre de Dios en la Biblia y trato de hallar oportunidades para destacar las cualidades de Jehová”. Al conversar, usted puede inculcar el aprecio a Jehová expresando lo que siente por él. Dice Elizabeth: “En todo momento procuro mencionar la bondad de Jehová. Si veo una flor hermosa, un pájaro bonito o un gatito juguetón, siempre les digo que se trata de una creación de Jehová”. “Hábleles del prometido nuevo mundo de Dios como una realidad de la cual usted está convencido —sugiere Jennifer—. Pregúnteles qué les gustaría hacer en el nuevo mundo.” Cuando el estudiante reflexiona con aprecio sobre lo que aprende acerca de Jehová, el conocimiento penetra en su corazón y lo impulsa a actuar. Pero solo se puede meditar en las cosas que se recuerdan. Un breve repaso de tres o cuatro ideas esenciales al terminar cada estudio es una ayuda para la memoria. Muchos maestros piden a sus estudiantes que al final de su Biblia apunten los textos claves con una nota. Una misionera de Inglaterra menciona otro efecto beneficioso de los repasos: “Les pregunto de qué provecho les ha sido la información. Esto los hace meditar con aprecio en los caminos y las leyes de Jehová”. Una fiel Testigo que se graduó de la tercera clase de Galaad dice: “Debemos ser entusiastas. Nuestros estudiantes tienen que ver que creemos lo que enseñamos”. La fe que ha hecho de usted un feliz “hacedor de la palabra” es contagiosa si la expresa. (Santiago 1:25.)
“Encuentro que los estudiantes se sienten más cerca de Dios cuando les ayudo a ver cómo contesta él sus oraciones —dice una Testigo que ha ayudado a muchos a ser adoradores de Jehová—. Les doy ejemplos de mi propia experiencia, como este: Cuando mi compañera y yo llegamos a una nueva asignación como precursoras, solo teníamos algunas verduras y un paquete de margarina, pero ni un solo centavo. Preparamos lo que teníamos para la cena y dijimos: „Ya no nos queda nada para mañana‟. Después de orar al respecto, nos acostamos. Temprano a la mañana siguiente se presentó una Testigo de la localidad, y dijo: „Le había pedido a Jehová que enviara precursores. Ahora puedo acompañarlas la mayor parte del día; pero como vivo en el campo, tendré que almorzar con ustedes. Traje alimento suficiente para todas‟. Había mucha carne y verduras. Siempre digo a mis estudiantes que Jehová nunca nos abandona si buscamos primero su Reino.” (Mateo 6:33.) Dé ayuda práctica Hacer discípulos de Cristo no consiste únicamente en dirigir un estudio bíblico. Un misionero que sirvió muchos años de superintendente viajante dice: “Dedíqueles tiempo. No salga corriendo después de concluir el estudio. Si es apropiado, quédese y hable con ellos un rato”. Elizabeth relata: “Me intereso en ellos porque está de por medio la vida. Muchas veces me preocupo como si fueran mis hijos”. He aquí las sugerencias de otros Testigos: “Visítelos cuando estén enfermos”. “Si se encuentra cerca de su hogar, por ejemplo durante el ministerio del campo, hágales una breve visita y presénteles a otros Testigos.” Eva dice: “Escúchelos atentamente; así conocerá su formación y la situación en que viven, pues estas cosas afectan la manera de responder a la verdad y pueden estorbar su adelantamiento. Hágase amigo de ellos para que puedan confiarle sus problemas”. Carol añade: “Es importante mostrar interés genuino en el estudiante, ya que los cambios que la verdad obrará en su vida significarán a veces la pérdida de familiares y amigos. En general, conviene que el estudiante sepa dónde vivimos y confíe en que puede ir a vernos en cualquier momento”. Ayúdelo a ver la congregación como su nueva familia. (Mateo 10:35; Marcos 10:29, 30.) “Esté alerta para brindar ayuda práctica. Siéntese junto a ellos en las reuniones y ayúdeles a atender a los niños”, aconseja Yolanda. Mostrar a los nuevos cómo educar a los hijos, cómo mejorar las normas de limpieza, cómo preparar comentarios para las reuniones y pronunciar discursos en la Escuela del Ministerio Teocrático, forma parte de la obra de hacer discípulos. Otra hermana añade: “Es importante preparar a los nuevos para el ministerio. Cuando se desatiende este aspecto, algunos siguen teniendo miedo a la predicación, pierden el gozo de servir a Jehová y no perseveran”. Por consiguiente, enséñeles con esmero a predicar de casa en casa, hacer revisitas y comenzar estudios bíblicos. Su gozo será grande al ver el progreso de sus estudiantes gracias a la ayuda y dirección que usted les da. Fortalézcalos para que aguanten “Existe la tendencia a descuidar el estudio una vez que la persona se ha bautizado”, advierte una predicadora de experiencia. Tanto el maestro como el estudiante deben recordar que un cristiano recién bautizado está lejos de la madurez espiritual; todavía tiene que crecer mucho en la fe, el aprecio por la ley divina y el amor a Jehová. Es de primordial importancia animarlo a cultivar buenos hábitos de estudio personal para que siga adelantando. (1 Timoteo 4:15.) Es posible que el nuevo necesite ayuda para progresar y convertirse en un miembro hospitalario de nuestra hermandad. Puede que sea necesario enseñarle cómo tratar con las imperfecciones que observará en los hermanos según vaya intimando con ellos. (Mateo 18:15-35.) O tal vez requiera ayuda para ser un maestro hábil, capaz de hacer sus propias investigaciones. Una misionera relata: “Después de su bautismo, cierta estudiante quería mejorar sus aptitudes docentes, así que me dijo: „Debo dirigir un estudio nuevo la semana entrante, pero necesito refrescar la memoria sobre los primeros capítulos que estudié. ¿Podrías, por favor, repasarlos conmigo otra vez, uno por uno, para tomar notas de las explicaciones de los textos y las ilustraciones, de modo que pueda usarlas con mi estudiante?‟. Ahora es una excelente maestra; en una sola asamblea se bautizaron cuatro de sus estudiantes”.
Por qué vale la pena hacer discípulos “Hacer discípulos significa que habrá más adoradores de Jehová; significa vida para los que acepten la verdad —asegura Pamela—. Sencillamente, me encanta enseñar la verdad a otros. ¡Es extraordinario! Se ve cómo los estudiantes crecen poco a poco, efectúan cambios en la vida y salvan obstáculos que serían infranqueables de no ser por la ayuda del espíritu de Jehová. Muchos de los que han llegado a amar a Jehová son ahora amigos míos muy queridos.” “Cuando observo a aquellos a quienes he ayudado a hacerse discípulos —relata una misionera de Alemania—, veo a algunas personas muy tímidas que han progresado tanto como ministros de Dios que me cuesta trabajo creerlo. Veo a personas que han superado obstáculos enormes, obviamente con la ayuda de Jehová. Veo a familias que una vez estuvieron desintegradas, pero que ahora están unidas; hijos felices al lado de padres responsables. Veo a gente que disfruta de una vida con propósito y alaba a Jehová. Este es el gozo de hacer discípulos.” En efecto, ser colaboradores de Jehová Dios en la obra de hacer discípulos es una fuente incomparable de gozo, como se hace patente por las experiencias de los misioneros y precursores. Usted también puede sentir el mismo gozo y satisfacción si sigue las sugerencias de este artículo y se aplica con todo empeño y fervor a su trabajo. Con la bendición de Jehová, su gozo será completo. (Proverbios 10:22; 1 Corintios 15:58.)
La atalaya de 1993 15/9 Persevere en el servicio de precursor UNOS cuatro millones y medio de testigos de Jehová predican las buenas nuevas por todo el mundo. Entre ellos se cuentan unos seiscientos mil precursores, o predicadores de tiempo completo. En este ejército de precursores hallamos desde preadolescentes hasta nonagenarios jubilados. Proceden de todos los ámbitos y estilos de vida. Sin duda, todos estos predicadores de tiempo completo quieren obtener buenos resultados en su ministerio de precursor. Muchos desean de él su carrera en la vida. A algunos no les es posible por diversas razones. Sin embargo, otros han podido continuar siendo precursores a pesar de problemas personales, salud deficiente, desánimo y otras dificultades. Entonces, ¿cómo pueden los predicadores de tiempo completo hacer frente a tales obstáculos sin verse obligados a dejar el servicio de precursor? Cómo superar los problemas económicos Por lo general, los precursores tienen un trabajo que les permite sufragar sus gastos, tal como el apóstol Pablo. (1 Tesalonicenses 2:9.) En la mayoría de los países del mundo se encuentran con que los precios de los alimentos, la ropa, el alquiler y el transporte están por las nubes. A menudo les resulta difícil conseguir un trabajo de media jornada, y cuando lo obtienen, con frecuencia solo reciben el salario mínimo, y no tienen seguro médico. Si „seguimos buscando primero el Reino de Dios y Su justicia‟, podemos confiar en que Jehová nos proveerá las cosas materiales. Por lo tanto, en lo que tiene que ver con las presiones económicas, no hay razón para que los precursores “se inquieten acerca del día siguiente”. (Mateo 6:25-34.) Mientras se empeñen por superar esos obstáculos, su fe firme en Jehová les ayudará a disipar la ansiedad innecesaria. La persona que atraviesa problemas económicos quizá pueda reducir sus gastos. Los ajustes en el presupuesto tal vez le permitan adquirir las cosas materiales necesarias, aunque no todas las que le gustaría tener. Con el fin de reducir los gastos, algunos precursores comparten su apartamento con otros cristianos. Hay padres que ayudan a sus hijos adultos a ser precursores ofreciéndoles alojamiento gratuito o por un módico alquiler. Otros ayudan a los precursores costeándoles los alimentos y el transporte. Sin embargo, estos no desean ser una carga para los demás, pues tienen el deber bíblico de ganar su propio sustento. (2 Tesalonicenses 3:10-12.)
Los gastos de transporte se pueden reducir si se comparten con otros precursores. Si dos precursores tienen automóvil, pueden usar un solo vehículo para predicar juntos en la misma zona, y así evitar un gasto doble. Los precursores que no tienen automóvil pueden viajar con los que lo tienen y contribuir para el transporte. Se pueden reducir aún más esos gastos trabajando a pie los territorios cercanos. En muchos países los precursores utilizan el transporte público. Newton Cantwell y su esposa se cuentan entre los que han superado dificultades económicas y han perseverado en el servicio de tiempo completo. En 1932, durante la Gran Depresión, vendieron su granja y se hicieron precursores con seis de sus siete hijos. “En poco tiempo — escribió el hermano Cantwell— habíamos gastado todo lo que recibimos de la venta de nuestra granja, principalmente en facturas médicas. Recordamos que cuando nos mudamos a nuestra segunda asignación, solo teníamos lo justo para pagar por adelantado la renta de dos semanas, y nos sobraban cinco dólares. No obstante, sabíamos que Jehová proveería lo necesario mientras lleváramos a cabo diligentemente nuestro servicio. [...] Aprendimos a economizar de varias maneras. Por ejemplo, al mudarnos a un nuevo territorio, hablaba con algunos de los dueños de gasolineras y les explicaba que utilizábamos tres automóviles para efectuar diariamente nuestra obra cristiana. De esta manera, por lo general conseguíamos un descuento en la gasolina. Nuestros hijos pronto aprendieron a reparar los vehículos, y así nos ahorraron mucho en pagos al mecánico.” De este modo, los Cantwell hicieron frente a los problemas económicos y perseveraron en el servicio de precursor. El hermano Cantwell fue precursor hasta que falleció, a la edad de 103 años. Trabajo de media jornada Muchos precursores se sostienen con un trabajo de media jornada. Durante su ministerio en Corinto, el apóstol Pablo trabajó para sostenerse haciendo tiendas de campaña con sus compañeros cristianos Áquila y Priscila. (Hechos 18:1-11.) Hoy es frecuente que algunos hermanos espirituales ofrezcan con gusto trabajo de media jornada a los precursores. Algunos de estos consiguen empleo a través de agencias que ofrecen trabajos temporales. Es esencial confiar en Dios y orarle con fervor para que nos ayude a tomar las mejores decisiones sobre el empleo. (Proverbios 15:29.) Un precursor dijo: “Después de orar y meditar, cobré valor y le dije a mi supervisor que la obra ministerial era una seria responsabilidad para mí, y que no podía aceptar un trabajo de jornada completa. El miércoles siguiente me preguntó si aceptaría trabajar de media jornada, y accedí con gusto”. Nunca subestime el poder de la oración, y respalde sus palabras con acciones. Los precursores quizá consideren ventajoso aclarar a sus posibles patronos que buscan un trabajo de media jornada para sostenerse en el ministerio. Pudieran mencionarles los días de la semana y las horas que pueden dedicar al trabajo. A dos hermanas carnales les permitieron compartir un trabajo de jornada completa en una empresa de asesoría jurídica trabajando dos días y medio la semana cada una. Gracias a este empleo fueron precursoras hasta que asistieron a la escuela bíblica de Galaad y recibieron asignaciones misionales. Preguntando a los hermanos o consultando el periódico, pueden encontrarse varios tipos de trabajo apropiados para el cristiano. La humildad es muy útil, pues impide que los precursores sean muy exigentes con relación al empleo. (Compárese con Santiago 4:10.) Tal vez tengan que realizar trabajos que la gente considera humildes o serviles para seguir siendo precursores. Si se acepta un trabajo, aunque quizás se prefiera otro, sigue existiendo la posibilidad de cambiar de empleo. Mala salud y desánimo Algunos precursores dejan el servicio por problemas de salud graves. No obstante, si no se precipitan, quizás descubran que la enfermedad es curable o que su salud puede mejorar lo suficiente como para continuar en el servicio de precursor. A pesar de la mala salud, muchos pueden seguir siendo precursores porque consiguen el tratamiento médico necesario, siguen una dieta adecuada, descansan lo suficiente y hacen el debido ejercicio. Un superintendente viajante conoció a una precursora que padecía una artritis tan severa, que necesitaba ayuda para caminar en la obra de casa en casa. (Hechos 20:20.) A pesar de su estado, ella y su esposo dirigían
33 estudios bíblicos y habían ayudado a 83 personas a aceptar la verdad divina. Con el paso del tiempo, su salud mejoró, y once años después asistió a la Escuela del Servicio de Precursor. El desánimo puede hacer que algunos dejen el servicio. (Proverbios 24:10.) Un precursor dijo a un superintendente de circuito: “Voy a dejar el servicio. [...] Tengo algunas cuentas que pagar”. Necesitaba unos lentes que costaban veinte dólares. “¿Dejará el servicio de precursor por algo que cuesta veinte dólares?”, le preguntó el superintendente de circuito. Le sugirió trabajar en una plantación de café cercana, ahorrar los veinte dólares, comprarse los lentes y seguir en la obra de precursor. La conversación posterior reveló que el verdadero problema era que estaba desanimado por los gastos de mantenimiento de su automóvil. Se le sugirió economizar haciendo viajes más cortos. También se le aconsejó atender su espiritualidad. El precursor puso en práctica el consejo, y seis meses después lo llamaron a la escuela de Galaad. Tras graduarse fue asignado a un país extranjero, donde sirvió fielmente hasta su muerte. Sí, con frecuencia seremos objeto de grandes bendiciones si no desfallecemos y recordamos que Jehová nos apoya. Guarde como un tesoro su privilegio de servicio A pesar de las pruebas que sufrió, entre ellas tiempos de necesidad y falta de alimento, Pablo consideró su ministerio como un tesoro. (2 Corintios 4:7; 6:3-6.) Hoy en día, muchos siervos de Jehová de África, Asia, Europa oriental y otros lugares han tenido aguante y han servido de precursores en medio de adversidades y persecución. Por consiguiente, cuando se encuentre en dificultades, haga todo lo que esté a su alcance por perseverar en este privilegio de servicio para la alabanza de Jehová. A fin de poder iniciarse en la obra de predicar de tiempo completo, la mayoría de los precursores ha tenido que adoptar un estilo de vida más sencillo. Como Pablo, han resistido el materialismo y han aprendido a estar contentos con „tener sustento y con qué cubrirse‟. Para perseverar en el servicio de precursor, necesitan seguir contentos con poseer las cosas necesarias. (1 Timoteo 6:8.) El verdadero gozo proviene de apreciar mucho los privilegios que Dios ha dado y colocarlos por encima de los bienes materiales. He aquí un ejemplo: Anton Koerber tuvo el privilegio de demostrar ante funcionarios del gobierno de Washington, D. C., la prioridad que para él tenían los intereses del Reino. Fue precursor por un tiempo, y en los años cincuenta sirvió de superintendente de circuito. Algunos de sus antiguos socios le propusieron un negocio que le produciría una ganancia neta de un millón de dólares. Ahora bien, para conseguirlo tendría que dedicar todo su tiempo al negocio durante un año. Después de orar pidiendo que Dios lo guiara y lo ayudara a proceder con buen juicio, dijo: “No es posible que renuncie a mis maravillosos privilegios de servir a Jehová aquí ni siquiera por un solo año, no, ni por todo el dinero del mundo. Servir a mis hermanos aquí en Washington es más valioso para mí, y sé que tengo la bendición de Jehová. Sin duda ganaría un millón de dólares, pero después de un año de trabajar así, ¿cómo estaría espiritualmente, o incluso físicamente?”. Por lo tanto, rechazó la oferta. El apreciar de ese modo sus privilegios ha ayudado a muchos a perseverar en el servicio de precursor. ¡Qué bendiciones tienen los precursores! Dedicar muchas horas a hablar de Jehová y de su glorioso Reino es una de ellas. (Salmo 145:11-13.) Al pasar mucho tiempo en el ministerio, los precursores tienen la dicha de dar consuelo espiritual a los pobres, a los oprimidos, a los enfermos, a los afligidos y a otras personas angustiadas que necesitan una esperanza segura. Por eso, si las circunstancias nos permiten tomar parte en la predicación de tiempo completo, tendremos muchas bendiciones. “La bendición de Jehová [...] es lo que enriquece.” (Proverbios 10:22.) Y el que muchos proclamadores del Reino perseveran con gozo en el servicio de precursor se debe a su ayuda y a sus bendiciones.
La atalaya de 1989 15/5 El camino al éxito en el ministerio de precursor ¿ES SU carrera el ministerio de precursor? Si es precursor, o proclamador de tiempo completo del Reino, sin duda le interesa alcanzar éxito. Pero el éxito exige más que solo pasar tiempo en una profesión en particular. El que alcanza éxito tiene que aceptar adiestramiento y persistir en hacerse apto. Entonces, ¿cómo puede usted no solo seguir en su obra de precursor, sino también progresar en su carrera? Hay varias preguntas clave que pudiera considerar. ¿Es firme mi relación con Dios? Uno de los factores más importantes en el éxito del precursor es una relación íntima y fuerte con Jehová Dios. A este respecto, podemos aprender una lección del salmista David. Él suplicó: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación. En ti he esperado todo el día”. (Salmo 25:4, 5.) David confiaba de lleno en el „Dios de su salvación‟. Deseaba que Jehová le enseñara y „le hiciera conocer Sus propios caminos‟. ¿Puede usted percibir el deseo consumidor de David de agradar a Dios? Era más que un deseo casual, pues él dijo: “En ti he esperado todo el día”. Pero ¿cómo puede usted mantener una relación tan íntima con Jehová? Note que David dijo lo anterior en oración. Sí, la comunicación mediante orar es la base misma de una buena relación con Dios. Y nos consuela saber que no hay que hacer una cita con nuestro Padre celestial. Podemos abordarlo en cualquier momento. Como dijo David: “A ti sigo clamando todo el día”. (Salmo 86:3.) Hasta el propio Hijo de Dios, quien anduvo en la Tierra como hombre perfecto, reconoció que no podía tener éxito sin la ayuda de su Padre. Jesús le hablaba en oración todo el día... temprano por la mañana, durante el día y caída ya la noche. (Marcos 1:35; Lucas 11:1; 6:12.) Como cristianos, para éxito en nuestro ministerio tenemos que seguir el ejemplo de Jesús. (Hebreos 5:7.) En cuanto a la oración, una cristiana que por 30 años ha sido precursora de éxito se expresó así: “Necesito la oración para ser precursora de éxito. Me ha ayudado a confiar de lleno en Jehová el reconocer que no hago esta obra por mis propios esfuerzos. Siempre le pido a Jehová que me ayude a continuar”. Sí, para el éxito en el servicio de precursor se necesita una fuerte relación con Jehová, y confiar de lleno en él mediante la oración. Sin embargo, hay otra pregunta importante que usted puede hacerse. ¿Cuánto amo a la gente? Servir como precursor es una expresión de amor. ¿Por qué? Porque el ministerio de tiempo completo envuelve un espíritu de abnegación. Como precursor, usted siempre está usando su tiempo y energía para ayudar a otros. Pero para seguir haciendo esto tiene que interesarse sinceramente en lo que otros necesitan. Cuando Jesús estuvo en la Tierra demostró esa clase de amor para la gente. Por ejemplo, hubo una ocasión en que él y sus discípulos fueron por embarcación a un lugar solitario para „descansar un poco‟. Sin embargo, las muchedumbres llegaron allá antes que ellos. “Pues, al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Marcos 6:3034.) Como Jesús, los precursores tenemos que amar profundamente a la gente. Ese amor nos mueve a gastarnos en favor de ellos. Como un escriba dijo una vez a Jesús: “Esto de amarlo [a Dios] con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y esto de amar al prójimo como a uno mismo, vale mucho más que todos los holocaustos y sacrificios”. (Marcos 12:33.) Esas palabras nos ayudan a comprender que en nuestro ministerio no solo es importante lo que hacemos, sino también la razón por la cual lo hacemos.
Como precursor, usted pasa más tiempo predicando y haciendo discípulos que muchas otras personas. Pero también llega a más personas. ¿Qué siente por ellas? Una precursora dijo: “Yo sé que el amor es un fruto del espíritu de Dios. Por eso, sin amor yo no estaría en la verdad, y mucho menos tendría éxito como precursora. El amor me hace tomar en cuenta a la gente, notar lo que necesita, y sé que la gente responde al amor. Por supuesto, hay veces que el amor de uno se ve sometido a prueba por la actitud y disposición de la gente. Entonces, particularmente, trato de escuchar y manifestar paciencia”. ¿Describe eso lo que usted siente para las personas de su territorio? Para ser precursor de éxito, el amor a la gente le es imprescindible. (1 Tesalonicenses 2:6-8.) Sin embargo, su eficacia en la carrera de precursor depende también de un buen horario. Por eso, pregúntese: ¿Tengo un horario equilibrado? El que quiera prosperar en su ministerio de tiempo completo tiene que organizarse bien. Sin un buen horario personal, la obra del precursor pudiera llevar a frustraciones. Por supuesto, no basta con tener un horario que permita pasar una cantidad específica de tiempo en el ministerio del campo. El precursor necesita un horario equilibrado. ¿Es así el suyo? Bien pudiera preguntarse: ¿Estoy dedicando una cantidad apropiada de tiempo a los diversos rasgos del ministerio? ¿Pudiera decir que hago todo esfuerzo por llegar a la gente del territorio? ¿Estoy ajustando mi horario para hacer mis visitas cuando la gente está en casa? ¿Hago revisitas eficaces? Jesús dijo: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente [...] enseñándoles”. (Mateo 28:19, 20.) Tanto el predicar como el enseñar son partes integrantes de nuestro ministerio. ¿Se contenta usted con colocar literatura, o vuelve a visitar a todo el que muestra interés, sea que se acepte literatura bíblica o no? En pocas palabras: ¿Está haciendo que su tiempo cuente? ¿Soy maestro progresivo? Esa es otra pregunta importante. En 2 Timoteo 4:2, Pablo escribió: “Predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso; [...] con toda gran paciencia y arte de enseñar”. Para predicar la palabra, sea dentro o fuera de la congregación, los precursores de éxito se esfuerzan por adquirir y refinar el arte de la enseñanza. ¿Por qué dice Pablo que el enseñar es un arte? Porque exige aptitud y práctica. ¿Cómo puede hacerse usted más apto como maestro? El apóstol Pablo responde: “Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos”. (1 Timoteo 4:15.) Sí, los precursores deben dedicar tiempo al estudio personal de la Biblia, y a la reflexión y la meditación. Esto incluye la aplicación práctica de las sugerencias de publicaciones como Razonamiento a partir de las Escrituras, Nuestro Ministerio del Reino y el libro Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático. Por lo tanto, para éxito en el ministerio de precursor, siga en firme relación personal con Jehová Dios. Esto, a su vez, lo moverá a adquirir y desplegar amor profundo a la gente. Por supuesto, para expresar ese amor usted no solo tiene que estar al tanto del tiempo que dedica al ministerio; también debe mostrar que quiere que su tiempo cuente. ¿Cómo? Haciendo el esfuerzo necesario para llevar el mensaje del Reino a la mayor cantidad de personas posible. Finalmente, siga progresando como maestro mediante aprender maneras diferentes de abordar a la gente en el ministerio y por su estudio diligente de la Biblia para refinar su arte de enseñanza.
La atalaya de 1986 15/1 Recobre el poder; no se canse “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica”. (ISAÍAS 40:29.) UNA mañana de octubre de 1984, una ola de gente compuesta de unos 16.000 corredores se lanzó a la calle en la ciudad de Nueva York para el comienzo de su maratón anual. La meta estaba a unos 42 kilómetros (26,2 millas) de distancia. El día era muy cálido para la temporada de otoño y la elevada humedad del aire junto con el calor sofocante agotó la energía de los corredores y puso a prueba su aguante. La carrera se convirtió en una lucha agotadora aun para los mejores atletas. Muchos corredores se cansaron y abandonaron la carrera; cerca de 2.000 se quedaron en el camino. Los que llegaron a la meta tuvieron que superar graves dificultades. 2
Los cristianos también participan en una carrera. ¿Cuál es el premio? La vida eterna. Y tal como el corredor de maratón, tienen que luchar hasta el final. Se necesita aguante, conservar las fuerzas y evitar la fatiga. Nuestra carrera para alcanzar la vida no es una carrera corta, sino larga. Pablo dijo a sus compañeros cristianos de Corinto: “¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el premio? Corran de tal modo que lo alcancen”. (1 Corintios 9:24.) La carrera del cristiano se caracteriza por su esfuerzo vigoroso. (Lucas 13:24.) 3
Pero quizás usted se pregunte: ¿Quién puede mantener ese paso hasta terminar la carrera? Ninguno de nosotros puede hacerlo por sus propias fuerzas. Para conseguir el premio, tenemos que recurrir a la Fuente de energía dinámica, Jehová Dios. (Job 36:22; Salmo 108:13.) Jehová, la Fuente de energía dinámica 4
Jehová sin lugar a dudas puede sustentar a sus siervos. Por boca de su profeta Isaías, el Todopoderoso habló de Sus ilimitadas aptitudes y de Sus incomparables obras poderosas. “Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que está sacando el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta. [...] ¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No se puede escudriñar su entendimiento.” (Isaías 40:26-28.) 5
Desde lo infinitesimal hasta lo infinito, el despliegue del poder creativo de Jehová es impresionante. Por ejemplo, analice los átomos, las partículas de las que está compuesta toda la materia, incluso nosotros mismos. Son tan diminutos que una gota de agua puede contener 100 trillones de átomos. Sin embargo, es sorprendente que la energía concentrada en el núcleo de los átomos pueda desatar una explosión que abra un cráter en la tierra de 98 metros de profundidad por 390 metros de ancho, según se midió en una ocasión. 6
Hacia el otro extremo de la escala, en lo que respecta a tamaño, está el Sol. Este horno nuclear que pesa billones de toneladas da calor a nuestro sistema solar. Consigue su energía de los diminutos átomos. Aunque toda la vida que existe en la Tierra —vegetal, animal y humana— depende de la energía que proviene de esta gigantesca planta sideral, solo una pequeña cantidad de la energía solar llega a la Tierra. Sin embargo, es suficiente para sostener la vida. El astrónomo Fred Hoyle escribe en su libro Astronomy: “La minúscula fracción de energía solar que cae sobre la Tierra —se calcula en 5 cienbillonésimas del total de energía que despide el Sol— es unas 100.000 veces superior a toda la energía que se usa en las industrias del mundo”. 7
No obstante, el Sol es solamente una de los miles de millones de estrellas que componen nuestra galaxia, la Vía Láctea, y, comparativamente, es un astro de tamaño medio. Los astrónomos calculan que hay unos 100.000 millones de galaxias en el universo conocido. Abruma solo pensarlo, ¿no es verdad? No sorprende entonces que Job, después de meditar sobre cómo Jehová „extendió los cielos por sí solo‟, dijera que Dios estaba “haciendo inescrutables cosas grandes, y cosas maravillosas sin número”. (Job 9:8-10.)
Jehová puede darnos vigor 8
Los verdaderos adoradores de Jehová pueden acudir libremente a la Fuente de energía dinámica que creó y que mantiene el universo. Los siervos de Jehová pueden ser „hechos poderosos con poder mediante el espíritu santo‟, sin temer que se agote esa energía. (Efesios 3:16; Salmo 84:4, 5.) En realidad, el que ganemos en la carrera por la vida depende de la total confianza que cifremos en que la poderosa mano de Dios puede ayudarnos a sobrepasar la línea de llegada. Él puede darnos vigor. Como dijo de Jehová el profeta Isaías: “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán”. (Isaías 40:29-31.) ¡La sola lectura de esas palabras enciende nuestro espíritu! 9
Cuando uno se encara a problemas que parecen insuperables y que tienden a enfriar el celo por la adoración verdadera, puede que uno se sienta pequeño e insignificante. No se desespere. Diríjase a su omnipotente Padre celestial. El fortalece a ‘todos los que cifran su esperanza en él’. ¿No puede el Creador del átomo infundir en su pueblo suficiente energía dinámica como para mover esas „montañas‟? ¡Claro que puede! (Marcos 11:23.) 10
Por otra parte, puede que algunos cristianos estén tan agobiados por la lucha diaria contra las presiones de un mundo que alardea de su falta de respeto a los principios cristianos que deseen aminorar o hasta detener el paso en la carrera por la vida. Una enfermedad, reveses económicos, problemas de familia, la soledad y otras dificultades pueden también desanimarnos. Y el desánimo puede agotar rápidamente la fortaleza de un cristiano con la misma facilidad con que un día sofocante agota la energía de un corredor de maratón. El gran Adversario, Satanás el Diablo, se vale de tales problemas para intentar quebrantar su integridad como siervo de Jehová. (1 Pedro 5:8.) ¡No le permita esto al Diablo! Recurra al Creador de esas miríadas de galaxias celestes para que Él le suministre la energía espiritual. Jehová puede sustentarle. (Salmos 37:17; 54:4.) 11
Frente a obstáculos, David siempre comprobó que Jehová era una fuente de nuevo vigor. Revivificado con el espíritu santo, David podía “trepar”, o superar, cualquier clase de oposición. Él dijo: “Por ti puedo correr contra una partida merodeadora; y por mi Dios puedo trepar un muro”. También declaró: “Por Dios conseguiremos energía vital, y él mismo pisoteará a nuestros adversarios”. (Salmos 18:29; 60:12.) Jehová puede hacer lo mismo por usted. Combata el cansancio espiritual 12
Debemos detectar con prontitud los indicios de cansancio espiritual y hacerles frente con la misma prontitud. ¿Por qué? Porque los que ganan el premio de la vida eterna son solo los pocos que „se esfuerzan vigorosamente por entrar por la puerta angosta‟ y los pocos corredores que cruzan la línea de llegada. (Lucas 13:24; Filipenses 3:12, 13.) Examine el recuadro adjunto intitulado “Maneras de combatir el cansancio espiritual”. ¿Ve algunos de esos síntomas en usted mismo o en algún miembro de su familia? Si los ve, tome las medidas necesarias inmediatamente. Revivifique su espiritualidad sacando fuerzas de las provisiones de Jehová mencionadas en la lista. 13
Usted puede resistir la tendencia al cansancio imitando el ejemplo de los siervos victoriosos de Dios registrado en la Biblia. Hubo muchos hombres y mujeres que aguantaron hasta el fin. Lea acerca de ellos en las Escrituras, por ejemplo en Hebreos 11:4-40. En tiempos modernos también tenemos muchos queridos hermanos y hermanas que continúan sirviendo a Jehová sin cansarse. 14
Jorge, que vive en el Sur de los Estados Unidos, es un corredor cristiano ejemplar que no se ha cansado. Más de 50 años después de haber emprendido la carrera por la vida eterna, aún sigue en ella. ¿Y qué nos aconseja? “Yo diría enfáticamente: apéguese a la organización. Recuerde que Jesucristo, el Ungido de Jehová, es quien dirige la organización. De modo que no se desanime si alguien muy allegado a usted se hace infiel. Si hay algo que usted no entiende a cabalidad o que se le hace difícil aceptar, confíe en que se aclarará a su tiempo. La
organización de Jehová nos ha traído hasta donde estamos. Confíe en que nos guiará hasta el Nuevo Sistema.” (Juan 6:66-68.) 15
Probablemente haya en su congregación algunos de estos hermanos y hermanas tan preciados, o tal vez pueda conocerlos en alguna de las asambleas de circuito. Hable con ellos. Aprenda de ellos. En el Anuario, La Atalaya y otras publicaciones de la Sociedad Watch Tower encontrará también el ejemplo de más hermanos fieles. Lea estos relatos y vea cómo usted puede derivar fortaleza de tales experiencias. Ancianos, ¡sean „ayudas fortalecedoras‟! 16
Especialmente los ancianos de la congregación deben estar alerta para ayudar a los miembros de la congregación que estén dando muestras de vacilación. Isaías 35:3 da buen consejo al decir: “Fortalezcan las manos débiles, y hagan firmes las rodillas que bambolean”. Pero, ¿cómo pueden ustedes, los ancianos, hacer su parte en esto? Por un lado, sean observadores. Averigüen cuál es la verdadera causa de un aparente decaimiento. Den sugerencias prácticas y bíblicas según las necesidades particulares de la persona. Pero tengan cuidado. Deben estimular, y no desanimar, al hermano. Por lo tanto, no impongan su conciencia a nadie ni ejerzan presión para que se acepte la solución de ustedes, ni tilden a nadie de inmaturo porque no esté dispuesto a adoptar el punto de vista personal de ustedes. Los ancianos deben basar en la Biblia el consejo y estímulo que den. Tienen que procurar no cargar a sus compañeros corredores con reglamentos de congregación innecesarios, para no hacerlos aminorar el paso. (Compárese Mateo 11:28, 29 con Mateo 23:2-4.) 17
Los ancianos pueden dar un buen ejemplo como seguidores de Cristo al encomiar con prontitud a los miembros de la congregación. Muéstrenles con sinceridad que se les desea y necesita en la congregación. El sistema de Satanás siempre está presto para hacer que el cristiano se sienta inútil. En esos momentos de su carrera por la vida, lo que nuestros hermanos necesitan no son críticos, sino amigos que los alienten a proseguir hacia la victoria. Por ejemplo, una hermana de mediana edad tuvo que dejar el servicio de precursor. En su corazón estaba el fuerte deseo de volver al servicio de tiempo completo, pero no le era posible por motivos económicos. Un anciano, aunque bien intencionado, le preguntó de manera algo crítica: “¿Cuándo va a ser precursora otra vez?”. Su lacónica respuesta le sorprendió: “Cuando mi esposo pueda pagar el alquiler”. Lo que el anciano ignoraba, y más tarde llegó a saber, era que la hermana había podido ser precursora gracias al sueldo de su esposo. Pero cuando el patrono de este empezó a darle más y más tareas dudosas para un cristiano, su conciencia hizo que él buscara otro empleo. A su edad, no fue fácil encontrar trabajo. Así que él tuvo que conformarse con un empleo mucho menos remunerado, lo cual hizo necesario que su esposa obtuviera un trabajo de jornada completa. 18
Por esta experiencia, ¿hemos de entender que los ancianos deben retenerse de aconsejar a sus compañeros cristianos? No. Más bien, cuando se necesita consejo o estímulo, los ancianos deben discernir las verdaderas circunstancias de sus hermanos y no solo mirar las apariencias. (Santiago 2:15, 16.) De esta manera, los ancianos pueden ser una “ayuda fortalecedora” en la congregación. (Colosenses 4:11.) 19
Un creciente número de publicadores del Reino han acelerado el paso y son ahora precursores regulares. Las ovaciones de la muchedumbre pueden estimular a los corredores de un maratón y hacer que recobren fuerzas. Siendo así, ¿qué está haciendo usted para alentar a los precursores de su congregación a proseguir hacia la victoria? Doug y Joanne han escogido el servicio de tiempo completo como su carrera en la vida. Puede desanimarlos el que otros les pregunten: “¿Cuándo van a tener hijos?”, o: “¿Cuándo van a establecerse finalmente?”. Sin embargo, ¿qué sucede cuando sus compañeros Testigos les dan apoyo moral al decirles: “Manténganse en esa obra. Nos alegramos de que sean precursores en nuestra congregación”? Pues no solo se les ayuda a evitar la fatiga espiritual, sino también a „remontarse como águilas‟ en su servicio de precursor. (Compárese con Isaías 40:31.)
Cómo pueden los precursores recobrar el poder 20
Escuche lo que dice este matrimonio, Frederick y Marian. Ellos saben cómo recobrar el poder. Ambos son misioneros en un país centroamericano, y son septuagenarios. Él emprendió el servicio misional en 1946 y ella en 1950. ¿Qué los mantiene en el servicio a Jehová? Frederick responde: “Además del amor a Jehová y el deseo de ayudar a otros, es el mantener presente la meta de la vida eterna”. Su esposa agrega: „Las promesas de Dios es lo que nos mantiene‟. ¿Cómo evitan el cansancio espiritual? Frederick recomienda que “cualquiera que sea la asignación de uno, dedíquese plenamente a ella”. Marian recomienda “constancia en la obra teocrática” y agrega: “A medida que uno envejece no puede hacer tanto como desea. Eso podría irritarme, pero se lo expongo en oración a Jehová”. Frederick finaliza con este buen consejo: “Oramos todas las noches y le pedimos a Jehová que nos ayude”. (1 Pedro 4:7.) 21
Lavonia tiene 67 años de edad y ha sido precursora regular durante los pasados 20 años. El año pasado estuvo 15 días en el hospital, y en la actualidad se está medicando para el corazón. El fallecimiento de varios parientes, su esposo y padre inclusive, la ha agotado emocionalmente. Pero todavía continúa esforzándose. ¿Cómo ha recobrado el poder? “El participar más de lleno en la obra de predicación me ha ayudado —dice ella— porque cuando hablo de Jehová a otros, me olvido de mis problemas, tengo paz interna y un gozo que hace que la vida valga la pena.” Ella no piensa dejar la obra de precursor, y dice: “Ver cómo otros aprenden acerca de Jehová y sus grandiosos propósitos me da tanto gozo que ni siquiera pensaría en dejar el servicio de precursor”. (Hechos 20:35.) 22
Ya sea que podamos esforzarnos actualmente en el servicio de precursor o no, todos podemos permanecer cerca de la Fuente de energía dinámica, Jehová, y de su organización. Continuemos recobrando poder sirviendo fielmente a nuestro Dios. Entonces podremos decir como Habacuc: “Jehová el Señor Soberano es mi energía vital; y él hará mis pies como los de ciervas”. (Habacuc 3:19.) De ese modo no nos fatigaremos ni desalentaremos. Recuerde que la carrera casi ha terminado. ¡Estamos llegando a la meta! [Nota a pie de página] Es interesante notar que la palabra para ánimo usada en Filipenses 2:1 y Hebreos 6:18 viene del verbo griego que significa “ejercer una leve influencia con palabras” o “hablar a alguien de una manera positiva y benévola”. Preguntas de repaso □ ¿Quiénes son los únicos que pueden recurrir a Jehová en busca de energía dinámica? □ ¿Cuáles son algunos indicios de cansancio espiritual? □ ¿Qué suministra Jehová que nos puede ayudar a recobrar fortaleza? □ ¿Cómo pueden los ancianos y otros de la congregación ayudar a los precursores a permanecer en la “carrera”? [Preguntas del estudio] 1, 2. ¿Cómo ilustraría usted lo que los cristianos y los corredores de maratón tienen en común? 3. ¿De qué única manera pueden los cristianos mantener un paso vigoroso hasta terminar la carrera? 4. Según el profeta Isaías, ¿por qué podemos confiar en que Jehová puede sustentar a sus siervos? 5, 6. Dé ejemplos de la energía dinámica que Jehová posee. 7. ¿Qué deberíamos sentir por Jehová después de contemplar el poder manifiesto en su creación? 8. a) ¿Quiénes son los únicos que pueden recurrir plenamente a Jehová en busca de fortaleza, y por qué? b) ¿Cómo fortalece la fe la promesa de Isaías 40:29-31? 9. ¿Cómo puede Jehová ayudarle en los problemas que parecen ser „montañas‟?
10. a) ¿Qué puede cansar a los corredores cristianos? b) ¿Qué quiere hacerle Satanás a usted? 11. ¿Qué aprendemos del modo como David se enfrentó a los obstáculos? 12. a) ¿Por qué debemos aliviar rápidamente el cansancio espiritual? b) ¿Cuáles son los síntomas de agotamiento espiritual? c) ¿Qué provisiones ha hecho Jehová para revivificar a los cansados espiritualmente? 13, 14. a) ¿Qué ejemplos nos pueden ayudar a renovar nuestra fortaleza espiritual? b) ¿Cómo nos puede ayudar a permanecer en la carrera el consejo de alguien que haya servido a Jehová por mucho tiempo? 15. Para que el buen ejemplo de otros refresque nuestro espíritu, ¿qué debemos hacer? 16. a) ¿Cómo pueden los ancianos ayudar a sus compañeros cristianos a recobrar fortaleza? b) ¿Qué cuidado deben tener los ancianos cuando dan encomio y consejo? 17. ¿Cómo pueden los ancianos contrarrestar las tácticas de Satanás para hacer que aminore el paso de los compañeros cristianos? 18. ¿De qué manera pueden los ancianos ser “ayudas fortalecedoras”? 19. ¿Qué puede hacer usted para ayudar a que los precursores no se cansen? 20, 21. ¿Cómo han recobrado poder algunos que están en el servicio de tiempo completo? 22. Para ganar la carrera por la vida eterna, ¿qué debemos seguir haciendo?
La atalaya de 1985 15/9 ¿Puede usted ampliar su territorio como precursor? JESUCRISTO dijo en cierta ocasión: “También a las otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado” (Lucas 4:43). Sin lugar a dudas, Jesús fue el principal proclamador del Reino, un verdadero precursor en el servicio sagrado a Jehová. Al igual que Jesús, el apóstol Pablo era un ministro de tiempo completo que se interesaba intensamente en la obra de evangelizar. De hecho, tenía un vivo deseo de ampliar su territorio ministerial. (Compárese con Romanos 15:23, 24; 2 Corintios 10:15, 16.) Indudablemente, por tener un espíritu similar, muchos testigos de Jehová del día moderno se han hecho disponibles para servir de misioneros en países extranjeros. Otros ministros cristianos están sirviendo donde hay mayor necesidad de proclamadores de las buenas nuevas. Y a muchos más les ha sido posible hacerse precursores, predicadores de tiempo completo de las buenas nuevas. Pero ¿qué hay de usted? Si actualmente no está sirviendo de precursor, ¿puede ampliar su territorio, por decirlo así, llegando a ser también proclamador de tiempo completo del Reino? Beneficios del servicio de precursor A los precursores celosos y eficientes no les motiva un interés egoísta, sino el amor a Dios y el deseo de ayudar a otras personas. Tales ministros de tiempo completo sienten un impulso de poner en práctica la Palabra de Dios en su vida y se regocijan de poder hacer lugar para el servicio de tiempo completo. Y de ello se derivan beneficios. „El hablar diariamente de las buenas nuevas de salvación por Jehová‟ es uno de los beneficios del servicio de precursor (Salmo 96:2). De hecho, el hablar con regularidad acerca de Dios y sus propósitos es satisfaciente, especialmente porque ayuda a otras personas a emprender el camino de la vida. “No hay mayor placer que el de estudiar la Biblia con alguien y verle llegar a ser adorador de Jehová”, dijo una hermana que ha sido precursora por 46 años. El manejar „la espada del espíritu, la palabra de Dios‟, con mayor habilidad es uno de los beneficios que se derivan de usar la Biblia con regularidad en el ministerio de precursor (Efesios 6:17). Una expresión típica que han hecho muchos precursores es la siguiente: “Además de tener más ánimo, el servir de precursor me ha ayudado a familiarizarme con muchos textos bíblicos que había aprendido de memoria, de modo que estaban listos para que los usara”. La influencia sana del servicio de precursor también puede sentirse en la congregación. Al respecto, un anciano escribió: “¡Qué cambio se efectuó! El paso de la congregación cambió. Hay la tendencia de aumentar cada vez más nuestra participación en el servicio de Jehová”. Sí, puede que el ejemplo celoso de los ministros precursores estimule a otras personas. El participar en el ministerio de precursor puede resultar en mayor confianza en Jehová. Por supuesto, los ministros de tiempo completo tienen que vencer ciertos problemas. Pero un matrimonio de precursores expresó su confianza de la siguiente manera: “Gracias a Jehová, nunca nos ha faltado nada. Como precursores hemos llegado a depender de Jehová y hemos visto que Él nos suministra ayuda cuando más la necesitamos”. (Salmo 34:10; 37:25.) Las bendiciones de ensancharse „Pruébenme, por favor, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y vierto sobre ustedes una bendición‟ dijo Jehová hace muchos siglos (Malaquías 3:10). Durante el año de servicio de 1984 hubo un promedio de 258.936 precursores por todo el mundo. ¡Y cuánto ha bendecido Jehová a estos ministros de tiempo completo! Por ejemplo, considere las bendiciones de las cuales disfrutan los precursores que sirven en la región amazónica del Brasil. Generalmente, se usan embarcaciones para llegar a las aldeas dispersas a lo largo de las riberas de los ríos. Algunos pueblos están situados en los lechos de los
ríos, donde las casas están hechas de madera y han sido construidas sobre pilotes para que se mantengan encima del nivel del agua durante la estación de las inundaciones. Estas casas están conectadas por toscos andenes de tablas que a veces resultan bastante precarios, especialmente para las personas gruesas. Cuando baja el nivel del agua se puede llegar a estos poblados, aunque con dificultad, por medio de atravesar la maleza o ir a lo largo del cenagoso lecho del río. El viajar en canoas livianas puede ser una gran aventura, pues a veces se vuelcan. Además de todo esto, hay los problemas que resultan de la malaria, la fiebre tifoidea, los parásitos, el calor intenso y las infestaciones ocasionadas por insectos. No obstante, a pesar de estas dificultades, el espíritu de Jehová ayuda a nuestros hermanos a declarar las buenas nuevas en esos territorios. (Zacarías 4:6.) Una precursora que ha servido en la región amazónica declaró: “Nuestra obra era sumamente satisfaciente”. Al referirse a una excelente experiencia que tuvo, relató lo que sucedió al volver a visitar a cierto señor que anteriormente había aceptado literatura nuestra. Ella tuvo que viajar dos horas en lancha, pero, al llegar, encontró al señor tostando harina de mandioca en un horno enorme. Él no podía interrumpir el proceso sin correr el riesgo de quemar la harina. Así ¿qué podía ella hacer? Bueno, la precursora pidió a su compañera que continuara removiendo la harina con la enorme pala de madera. Así el hombre pudo escuchar atentamente mientras la precursora le demostraba cómo estudiar la publicación que él había adquirido. Muy a menudo, nuestros hermanos que trabajan en esta región se levantan antes del amanecer para llegar a los hogares de las personas mientras todavía es temprano. Los precursores entonces siguen testificando todo el día. ¡Y qué abundantes bendiciones reciben de Jehová! (Proverbios 10:22.) También en otras partes del Brasil los precursores disfrutan de muchas bendiciones en el servicio de Jehová. Por ejemplo, imagínese la alegría de un precursor que pudo ayudar a un presidiario a aprender la verdad. Este hombre, a quien otros temían anteriormente debido a su genio violento, estaba cumpliendo una larga condena en la prisión. No obstante, cuando se convenció de la verdad, su personalidad se transformó a tal grado que las autoridades penales quedaron impresionadas y le dieron permiso para que predicara en la penitenciaría. Este hombre, que ya se ha bautizado, está en libertad condicional y conduce varios estudios bíblicos en los hogares de personas que se interesan en la verdad de la Biblia. Este precursor también ha podido ayudar a otras personas que están en la misma penitenciaría. Respecto a su obra, él comenta: “Es motivo de mucho gozo para mí, porque la semilla que pude sembrar ya ha germinado y ha producido fruto”. Por lo menos cuatro hombres que han sido puestos en libertad están asistiendo a las reuniones cristianas con regularidad. Otros cuatro están tomando en serio la verdad, y uno de ellos se está preparando para el bautismo. El territorio es grande El aumento continuo en las filas de los adoradores de Jehová es prueba tangible de que Dios aún tiene muchas personas que recoger por todo el territorio mundial. (Compárese con Hechos 18:9, 10.) ¿Puede usted participar a mayor grado en la obra de hacer discípulos? Si usted todavía no está participando en el servicio de precursor, ¿por qué no habla con los que están teniendo éxito en el servicio de tiempo completo? Usted, también, pudiera tener éxito como precursor. Después de examinar sus circunstancias con la ayuda de la oración, tal vez usted pueda ampliar su territorio por medio de ser precursor.
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