Porque Soy Cristiano, Cesar Vidal

July 23, 2017 | Author: El Dilema del Hombre | Category: Gospel Of Luke, Gospels, Jesus, Gospel Of Matthew, Truth
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CESAR VIDAL

@ Planeta

Testimonio

En un momenta en que el cristianismo, incluso en sus manifestaciones culturales, se ve sometido a un acoso injusto e inmerecido desde los mas diversos frentes, Cesar Vidal ha decidido poner por escrito las razones que Ie llevan a ser cristiano. El autor repasa la excepcionalidad de los Evangelios, la mesianidad de Jesus y el hecho de su resurrecci6n, pero va mucho mas alia. Analiza el cristianismo como sistema de pensamiento y descubre que es el unico que da respuesta a las grandes preguntas que se plante a el hombre. Desde 10 individual ~c6mo cambia la vida de una persona~ hasta 10 general ~c6mo ha influido en la historia del mundo--, Vidal nos ofrece una completa reivindicaci6n de la fe cristiana. Una exposici6n convincente y sencilla de las principales razones para ser cristiano en tiempos dificiles.

@ Planeta Testimonio

ISBN-13: ISBN-IO:

978-84-08-08113-5 84-08-08113-6

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9 788408

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Cesar Vidal (1958) es doctor en Historia (premio extraordinario de fin de carrera), Teologia y Filosofia, y licenciado en Derecho. Ha ejercido la docencia en distintas universidades de Europa y America. En la attualidad es columnista del diario La Razon y colabora en medios como Libertad Digital, la COPE, Antena 3 0 Ml{Y Interesante. Defensor infatigable de los derechos humanos, ha sido distinguido con el Premio Humanismo de la Fundaci6n Hebraica (1996) y ha recibido el reconocimiento de organizaciones como Yad-Vashem, Supervivientes del Holocausto (Venezuela), ORT (Mexico) oJ6venes contra la Intolerancia. Entre otros premios literarios, ha recibido el de la Critica ala mejor novela hist6rica (2000) por La mandnigora de las doce lunas, el Premio Espiritualidad (2004) por El testamento del pescador, el PremioJaen de narrativajuvenil (2004) por El ultimo tren a Zurich y el Premio de novela hist6rica Alfonso X el Sabio (2006) por Elfuego del cielo. Entre sus ultimas obras destacan Enigmas historicos al descubierto (2002), Nuevos enigmas historicos al descubierto (2003), De Isabel a Sqfia. Medio milenio de reinas de Espana (2004), Los masones (2005), Bienvenidos a la Linterna (2005),Jesus y los manuscritos del mar Muerto (2006), La guerra que gano Franco (2006), Corria el ano... (2006),Jesus y Judas (2007), El camino hacia la Cultura (2007), Cambiaron la historia (2007), Recuerdo 1936 (2008) y Sin animo de ser exhaustivos... (2008).

POR QUE SOY CRISTIANO

@ Planeta Testimonio

POR QUE SOY CRISTIANO CESAR VIDAL

@Planeta

PRIMERA PARTE

PORQDE AMO LA VERDAD

Colecci6n PLANETA t TESTIMONIO Direcci6n: Jose Pedro Manglano © Cesar Vidal Manzanares, 2008 Derechos cedidos a traves de Silvia Bastos, S. 1. Agencia Literaria © Editorial Planeta, S. A, 2008 Diag~na,l, 662-664, 08034 Barcelona (Espana) ComposlclOn: Zero preimpresi6n, S. 1. ISBN 13: 978-84-08-08113-5 ISBN 10: 84-08-08113-6

Capitulo 1. La veracida~ de la Biblia: Verdad vs. T6picos 19 Algunos t6picos ... falsos 19 Algunas verdades sobre la Biblia 20 Los Evangelios (I): ifuente hist6rica 0 mito? Los Evangelios (II): la incomparable transmisi6n 26 Los Evangelios (III): su antigiiedad 33

Capitulo 2. Jesus es el mesias

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Editorial Planeta Colombiana S. A Calle 73 No. 7-60, Bogota

Profecias 1-7. La estirpedel mesfas 50 Profecias 8-14. Ellugar y la epoca del nacimiento del

ISBN 13: 978-958-42-1979-4 ISBN 10: 958-42-1979-0

mesfas 54 Profecias 15-20. Las circunstancias relacionadas con el ministerio del mesfas 57 Profecias 21-48. Las circunstancias relacionadas con la

Primera reimpresi6n (Colombia): septiembre de 2008 Impresi6n y encuadernaci6n: Printer Colombiana S. A Impreso en Colombia - Printed in Colombia

Este libro no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados

muerte del mesfas 60 Profecias 49-51. Las circurtstancias relacionadas con sucesos posteriores a la muerte del mesfas 71

1. Los hechos anteriores a la resurrecci6n 79 2. Los hechos que rodearon la resurrecci6n 85 3. Las apariciones 86 4. El numero de testigos 91 5. Las consecuencias 92 Las endebles versiones alternativas: Gnopudo ser...?

CUARTA PARTE

PORQDE EL CRISTIANISMO HA CAMBIADO POSITIVAMENTE LA HISTORIA UNIVERSAL 98

SECUNDA PARTE

PORQUE DA RESPUESTA A LAS PREGUNTAS ETERNAS Capitulo 4. Quienes somos, de d6nde venimos... 105 Quienes somos 105 Capitulo 5.... Y ad6nde vamos 119 La perdici6n tras el juicio de Dios 119 Jesus el Salvador 122 Los ap6stoles corroboran el mensaje de Buenas Nuevas de Jesus 125 Mi conversi6n 132

TERCERA PARTE

PORQUE EL CRISTIANISMO SIGNIFICA UNA NUEVA VIDA Capitulo 6. La nueva vida (1): las razones 137 Capitulo 7. La nueva vida (II): vida, veracidad yamor 145 Vida vs. Muerte 146 Veracidad vs. Mentira 148 Amor vs. Egoismo 150 Capitulo 8. La nueva vida (III): confianza e inmortalidad 157 Espiritu vs. Materialismo 157

Capftulo 9. EI cristianismo ha sido el primer defensor de los debiles 173 La defensa de los debiles (I): la mujer 175 La defensa de los debiles (II): los esclavos 181 La defensa de los debiles (III): las victimas de la violencia 188 La defensa de los debiles (IV): 10s necesitados 191 Capitulo 10. EI cristianismo preserv6la cultura 197 La salvaci6n de la cultura chisica 197 La protecci6n de la par: 203 La aparici6n de la universidad 204 Capitulo 11. EI cristianismo ha creado la modernidad 207 El impulso cultural de la Reforma del s. XVI 207 El nacimiento de la democracia moderna 210 El inicio de las legislaciones sociales 214

Conclusi6n. Veinticinco razones por las que soy cristiano

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Apendice. Jesus en las fuentes hist6ricas no-cristianas

225 Notas 235 Bibliografia Abreviaturas

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El cristianismo me parece uno de los temas de reflexi6n mas cautivadores, interesantes, utiles y sugestivos a los que puede acercarse la mente humana,Durante anos, ha sido objeto de buena parte d~ mis estudios e investigaciones como historiador-lesus y Judas (2007), Pablo el judfo de Tarso (2006), Jesus y los documentos del mar Muerto (2005)...-, de mis reflexiones como ensayista ·-EI legado del cristianismo en la cultura occidental (2005)...- e incluso de mi labor como novelista -EI testamento del pescador (2004), EI Hijo del Hombre (2007)...-. Sin embargo, a pesar de todo 10 anterior, el cristianismo significa para mi muchomas . .Creo que siempre ha sido publico y notorioque soy cristiano. Incluso no son pocos los que conocen la congregaci6n local a la que asisto cada semana para adorar a Dios en compania de otras personas. Seme.. jante circunstancia siempre me ha parecido natural, es decir, que ni me acompleja ni me intimida ni me averguenza. Por el contrario, el hechcomun para much as personas. Lamentablemente no es el caso hoy en dia. Por 10 que se refiere a los desarrollos posteriores del cristianismo no carecen de interes. Sin embargo, se relacionan con aspectos que exceden la finalidad de este texto. Detenerme en ellos habria no solo excedido la finalidad de esta obra, sino que adem as la hubiera convertido en otra diferente. Las denominacionales han quedado, pues, limitadas a cuestiones puntuales de caracter historico. Insisto. Tienen su interes general y, por supuesto, personal, pero forman parte de otras areas de interes. Yya no deseo entretener mas a los lectores con consideraciones preliminares. Ellibro les esta esperando.

El concepto de verdad no pasa por una de sus epocas de mayor popularidad. La moda en estos momentos consiste en afirmar que no existe ninguna verdad -salvo la que permite afirmar que la Verdad no existe castigando terriblemer~.teal que cuestiona esa opini6n- y que cada persona, cada sociedad incluso, debe ir fOr-mandosu propia verdad desligada de hechos reales y de una Verdad objetiva y comprobable. Semejante concepci6n de la vida, por muy extendida que este, me parece, en terminos filos6ficos, un verdadero disparate. Sin meternos en honduras, eche el lector un vistazo a su alrededor. No Ie costara darse cuenta de que dependemos incluso para los actos mas triviales del recurso a una infinidad de pequefias verdades, y de que no es posible forjar y utilizar una «verdad» que no sea cierta sin pasar por riesgos considerables. Pensemos, por un instante, en el momenta en que nos levantamos. Abrimos los ojos confiados en la verdad que nos dice que veremos algo; extendemos las manos con"encidos de la verdad que afirma que podremos apoyarnos en ellas y sacamos los pies de la

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tamos en el vacfo. Los siguientes pasos que vamos dando son afirmaciones continuadas de una verdad tras otra: la de que el interruptor enciende laluz, la de que sale agua de un grifo 0 la de que el jab6n tiene un efecto limpiador. En realidad, tan convencidos estamos de la realidad de esas verdades que si alguna no se viera verificada -por ejemplo, porque ha dejado de funcionar el fluido electrico- como minimo, provocaria nuestro desconcierto. EI resto del dia discurre sobre mas y mas verdades: nuestra relaci6n de parentesco, nuestra situaci6n laboral, nuestra edad ... En otras palabras, llamamos mama a nuestra madre y no ala vecina del 3.° A, trabajamos en nuestro emplea y no en el de un primo de Cuenca y, aunque a algunos les fastidie mucho, la edad limita claramente nuestras acciones. Pensemos ahora por un solo momenta en la posibilidad de que cualquiera de nosotros decidiera que la verdad no existe y que, en realidad, depende de un deseo. Podria dar al interruptor de la luz a la espera de que saliera agua para ducharse 0 podrfa abrir un grifo con la intenci6n de encontrar la leche para el desayuno. Podrfa, pero (con que resultados? (Y que sucederfa si, de repente, decidiera que es no el hijo de sus padres sino del tabernero de la esquina y pretendiera por elloque la cerveza Ie resultara gratis? (0 si se presentara en la sede de la presidencia del gobierno con la intenci6n de asumir las tare as del pres idente? Si, es cierto. Al final del dia, podrfa estar en una comisarfa 0 respondiendo alas preguntas de un psiquiatra, 10 que, dicho sea de paso, parece 10 mas sensato. Y es que ni la verdad depende de nosotros ni de nuestro capricho ni la podemos crear. A 10 sumo

LA VERACIDAD DE LA BIBLIA: VERDAD VS. TOPICOS

Si en el curso de una conversaci6n, alguien menciona la Biblia no suele ser extrafio que, de manera inmediata, comience a escuchar una seriemanida de t6picos. Por ejemplo, «(quien me garantizaque no se han introducido cambios desde que se escribi6?» 0 «seguro que es un libro tan parcial como otros a la hora de mostrar a sus protagonistas» 0 «(por que la Biblia y no el Conin?» 0 «esta llena de corttradicciones» 0 «la Biblia es poesfa oriental y no hay que creer 10 que dice»... A esos t6picos afiadase que, ultimamente, resulta comun que te digan que Jesus estuvo casado con Marfa Magdalena porque 10 han lefdo en El c6digo Da Vinci. Como todos tenemos algun conocido capaz de decir cosas semejantes -puede que incluso algun pariente- no me voy a entretener en excesC)en recalcar hasta que punto afirmaciones asf indican una deplorable ignorancia y una pavorosa falta de espfritu crftico. Esa ignorancia y esa carencia de espfritu crftico me parecen aun mas tristes porque

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cierta exactitud la peculiar evoluci6n de la vida sentimental de folc16ricas, toreros 0 incluso concurs antes de la telebasura -al menos, tal y como se relata en ciertos medios-, pero distan mucho de contar con esa exactitud, prolija y detallada, a la hora de hablar de la Biblia y, dicho sea de paso, se erea 0 no en ella, salta a la vista que la diferencia entre la Biblia y un programa de telebasura es abismal. Esta capacidad para pontifjcar sobre temas espirituales sin unos conocimientos minimos es una de las c~r.acteristicas mas pasmosas de la sociedad en la que VlVlmos.Personalmente, no logro acostumbrarme a ella de la misma manera que no consigo hacerme a la mala educaci6n 0 a la gente que se ve abandonada por su desodorante. Muchas personas son capaces de caldearse hablando de politica, de economia 0 de deportes; procuran informarse mas 0 menos bien al r~~pecto y, en ocasiones, hasta cuentan con una opimon fundamentada y, sin embargo, despachan de un plumazo la Biblia, que es la obra literaria -no entro en otros aspectos- mas relevante de la Historia universal. Desde luego, es para reflexionar... Pero volvamos a 10nuestro.

Cualquiera que se moleste en repasar la prensa escrita de los ultimos afios -no digamos ya la televisadaencontrara ciertas muestras de incoherencia con la v~rdad. Por ejemplo, es comun dar con versiones parclales de 10shechos 0 toparse con apoyos incondicionales a uno u otro dirigente politico 0 descubrir que

.$~Oln61uso.'delitos de determina.das forma-

;Ih!nes politicas

personajes publicos. En su conjunto, la. prensa nos permite saber por d6nde respiraban distintos sectores de la poblaci6n en una epoca determinada, pero es obvio que la verdad ha sufrido un acoso titanico y que no pocas veces ha quedado oculta. Y nos estamos refiriendo a fuentes escritas de aparici6n reciente; en terminos hist6ricos, de ayer por la tarde. Ir hacia atras en los siglos constituye un problema de no escasa envergadura. Sin embargo, de manera bien significativa, en la Biblia todas esas circunstancias aparecen de modo muy diferente. Para empezar, la Biblia se redact6 a 10largo de un periodo de tiempo que va del s. XIV a. J.C. al s. I a. J.e.; sin ningun genero de dudas, es la obra de mas dilatada redacci6n de la Historia superando incluso a textos como los Vedas 0 el Talmud. En milenio y medio, seria 16gico esperar cambios enormes, alteraciones espectaculares y gigantescas incoherencias. Lo que encontramos es precisamente todo 10 contrario, tanto en la forma como en el fondo. Formah mente, el texto de la Biblia se ha conservado con una exactitud prodigiosa. De hecho, hallazgos modernos como 10s documentos del mar Muerto nos han mostrado que los textos se han transmitido con notable, casi prodigiosa, exactitud. Los autores de los diferentes libros de la Biblia fueron extraordinariamente variados. Por s610 citar algunos, tenemos desde un boyero israelita del s. IX a. J.C. a un rey que fue antes pastor del s. XI a. J.e., desde un medico del s. I a un sacerdote critico del s. VI a~J.e., desde el marido de una prostituta del s. IX a. J.e., a un extraordinario fil6sofo del s. X a. J.C. 0

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je de la Biblia resulta enormemente coherente y, como en el caso de una catedral medieval, todas las piezas se hallan entrelazadas de tal manera que se sustentan y adornan reciprocamente. Como veremos mas adelante, no podemos decir 10mismo de las literaturas de Egipto, Grecia 0 Roma, por mencionar las de la Antiguedad, y mucho menos de las posteriores. Sin embargo; a pesar de su coherencia, los libros de la Biblia no son oficialistas ni ocultan la realidad. Aun menos la endulzan. Incluso personajes de extraordinaria relevancia en la Historia bfblica son expuestos con todos sus defectos, debilidades y pecados. 2 Samuel 11 y 12 puede describir el pecado de David y Betsabe sin ningun tipo de afiadidos ni disculpas y, por supuesto, los Evangelios relatan c6mo Pedro neg6 a Jesus por tres veces sin excusas ni atenuantes. Los ejemplos podrfan multiplicarse, pero la Biblia presenta unas notas de im'parcialidad que resultan profundamente conmovedoras y totalmente inhabituales. Baste recordar, por ejemplo, que no sabemos a ciencia cierta que Imperio venci6 en la batalla de Kadesh. La raz6n es que tanto egipcios como hititasse atribuyeron la victoria. Esa incapacidad . para asimilar la derrota se encuentra totalmente ausente de las paginas de la Biblia. Estas notas aun se acentuan mas en el caso de unas obras esenciales para nuestro estudio. Me refiero a los Evangelios. En las paginas siguientes, intentare acercar allector a cuestiones muy concretas, como su genero, su valor como fuente hist6rica y su transmisi6n.

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'lttrante'siglos, nadie cuestion6 el caracter hist6rico 10s Evangelios. Semejante visi6n no se daba s610 entre 10s cristianos, sino tambien entre los paganos. Podfan no creer en las ensefianzas de Jesus e incluso contemplarlas con desprecio, pero no hallamos en los escritos de los enemigos del cristianismo de los primeros siglos referencia a que sus afirmaciones fueran falsas y 10mismo puede decirse de los adversarios judfos. En las fuentes rabfnicas -, nada favorables a Jesus y a sus discipulos- se ofrecen interpretaciones alternativas -y negativas- de los hechos expuestos en 10sEvangelios, pero no se niega, por regIa general, su veracidad ni siquiera cuando se hace referencia a episodios de caracter sobrenatural. A decir verdad, la problematic a relacionada con el genero literario al que pertenecen los Evangelios constituye un debate contemporaneo cuyas rakes son mas propias de la filosoffa que de la ciencia hist6rica. A pesar de que hay gente que no se ha reciclado cientfficamente y que aun sigue refiriendose a teorfas hace tiempo superadas como la crftica de las formas y la crftica de la redacci6n, 10 cierto es que los Evangeliosson fuentes hist6ricas que encajan dentro de los patrones de la Historia clasica. En primer lugar, hay que sefialar que los Evangelios -yen esto no se diferencian, como veremos mas adelante, de otras fuentes hist6ricas de la Antiguedad- no son escritos imparciales, aunque no caen en los excesos legendarios de los Evangelios ap6crifos 0 de las leyendas rabfnicas. Ademas, como ha sefialado muy ,,!-certadamente D. E. Aune, recuerdan cons iderablemente el genero de biograffas populares tfpico

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venciones literarias como la que encontramos en Lucas 1, 1-4. Pero con todo, los Evangelios marcan distancias con el mundo grecorromano en algunos rasgos de no escasa importancia. Asf, sienten una especial predilecci6n por las referencias al Antiguo Testamento y, por supuesto, por lascreencias cristianas primitivas acerca de Jesus. En otras palabras, los evangelistas siguieron algunos de los cauces literarios grecorromanos, pero no fueron serviles con los mismos, pudiendose percibir adem as una trascendental influencia judfa facilmente explicable. Sin duda, en ellos debi6 influir la popularidad que entonces tenfa el genero biografico en el mundo grecorromano, pero tambien el deseo de poner por escrito relatos orales y colecciones escritas previas relacionadas con la vida, ensenanzas, muerte y resurrecci6n de Jesus, al que las comunidades cristianas vefan como Senor y Mesfas. Los mismos evangelistas no se vefan, por 10 tanto, como autores de una obra literaria-. imucho menos como los redactores de una obra de Hcci6n 0 mfticalsino mas bien como transmisores de un testimonio de consecuencias trascendentales para todo ser humano . . Su labor no era de creaci6n sino de «siervos (hyperetai) de la Palabra» (Lucas 1, 2). De ahf que, a diferencia de los re1atos hagiograficos de la epoca, no buscaran pintar las cualidades de Jesus 0 cantar sus loas como caracter moral. En realidad, si acaso, los textos .se caracterizan por una escasez pasmosa de detalles sobre la persona de Jesus como individuo. Lo interesante en Jesus era que habfa cumplido las profecfas mesianicas _entregadas a Israel a 10 largo de los siglos, que su muerte expiatoria ofrecfa la vfa de salvaci6n para la Humanidad y que su llamado universal se dirigfa no

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Elrelinelt'/;c1i!'\,~er' s;, peri'nitit'(!J,ue 'Oios operara un io radical de la persona aquf y ahora, al convertit.e verdaderamente en el Rey de su existencia. Bstos aspectos resuItan aun mas obvios cuando a.scendemos al terreno concreto de cada uno de los Evangelios. Marcos parece mostrar la influencia del I~nero biografico c1asico. Mateo tarnbien permite trazar paralelismos con biograffas antiguas, pero, a la , vez y de manera predominante, resulta obvio su uso preponderante de elementos procedentes del judafsmo y del cristianismo primitivo. A esto hay que afiadir que los destinatarios de su obrason no tanto la gente de fuera como la de dentro, no tanto los no conversos como los disofpulos. Lucas, sin duda, es el que presenta mayor paralelismo con los generos literarios grecorromanos y asf ha sido captado por los especialistas. Para Aune, por ejemplo, Lucas y Hechos son un claro ejemplo de historiograffa grecorromana y para Talbert, se tratarfa mas bien de una biograffa. Con todo, son innegables los elementos judfos que han participado de manera decisiva en la obra de Lucas. Finalmente, Juan, pese a sus diferencias con los otros Evangelios,se asemeja mas a estos que a cualquier otra obra y asf ha sido puesto de manifiesto por diversos estudiosos que 10 consideran una indiscutible Fuente hist6rica (Talbert, J. A. T. Robinson). Concebidos los cuatro en buena medida para uso interno (Mateo, Marcos), resulta tambien obvia su finalidad externa (Lucas 1, 1-4; Juan 21, 30-31). En terminos generales, por 10 tanto, podrfamos decir que los Evangelios can6nicos encajan en el genero biografico-hist6rico existente en la literatura grecorromana, genero, por otro lado, muy diferente de la

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del relata mitologico. Ahora bien, en elcasc> de los Evangelios en ese genero se producen engarces de elementos muy distanciados cultural mente de eseCODtexto como son el judafsmo y el cristianismo primitiyo. En otras palabras, por razon de las aportaciones externas almundo grecorromano, los Evangelios canonicos vendrfan a ser biograffas clasicas sui generis 0, si se prefiere, un subgenero dentro de este genero literario. No se trata de relatos mfticos, sino de fuentes historicas. Una vez llegados a este punto, la cuestion que logicamente se plantea es la de su transmision y fiabilidad.

El grado de fiabilidad de una fuente historica deriva de una serie de factores como son su transmision, la cercanfa a los hechos relatados 0 la confirmacion por otras fuentes historicas. De hecho, buena parte de los topicos generalizados (y falsos) sobre la Biblia, en general, 0 los Evangelios en particular, van en esa direccion. Lo cierto, sin embargo, es que los Evangelios representan, en terminos comparativos, una fuente excepcional en el marco de la Historia Antigua. Por 10 que se refiere a la transmision del texto, los Evangelios ofrecen, desde una perspectiva historica, un panorama incomparable. Actualmente contamos con 2328 manuscritos y fragmentos de manuscritos que recogen la totali dad de los Evangelios y que pertenecen cronologicamente a los primeros siglos de nuestra era empezando por el s. I a. J.e. De hecho, y rehuyendo totalmente el tono apologetico, puede afir-

Para la Guerra de las Galias de Cesar (compuesta entre el 58 y el 50 a. J.C) hay varios manuscritos, pero solo nueve 0 diez son buenos, y el mas antiguo es de 900 arros mas tarde que la epoca de Cesar. De los 142 libros de la Historia romana de Livio s6lo nos han llegado 35; estos nos son conocidos a partir de no mas de 20 manuscritos de poco valor, solo uno de los cuales, y ese conteniendo fragmentos de los Libros III-VI, es del s. IV. De los 14 libros de faS Historias de Tacito solo sobreviven cuatro y medio; de los 16 libros de sus Anales, 10 sobreviven completos y dos en parte. El texto de las porciones que restan de sus grandes obras historicas de~ pende enteramente de dos manuscritos, uno del s. IXy el otro del s. XI.

En otras palabras, obras esenciales de la Historia romana nos han llegado en un numero de manuscritos muy inferior a los Evangelios y en textos separados por un numero de siglos que se acerca al milenio. A pesar de todo, ningun historiador serio cuestiona el contenido de las obras de Cesar, Tacito 0 Tito Livio, y es logico que asf sea. Dicho esto, (por que deberfa aplicarse un criterio~diferente a los Evangelios que nos han llegado en un numero mucho mayor y en manuscritos mucho mas cercanos ala obra original? A decir verdad, no existe ninguna razon salvo el prejuicio que, dicho sea de paso, constituye uno de los vericuetos idealespara perderse sin encontrar la Verdad.

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que hemos contemplado y 10 que palparon nuestras manos referente ala Palabra de Vida» (I Juan 1, 1). No exageraba un apice y, precisamente, esa experiencia multiplicada por centenares de casos de haber visto y escuchado y tocado al Jesus que habfa vencido a la muerte tuvo una consecuencia inmediata, la de un cambio espectacular e incomprensible en la vida de todos elIos, 10 mismo si habfan sido discfpulos, que incredulos 0 incluso enemigos. A continuaci6n nos vamos a detener en algunos de esos casos. Empecemos por Pedro, el ap6stol que neg6 a Jesus hasta tres veces (Lucas 22, 54-62). Apenas unas semanas despues, su comportamiento era un ejemplo de valor. Veamos c6mo aparece relatado, por ejemplo, en Hechos 4, 1-22: Y hablando ellos al pueblo, llegaron los sacerdotes, y el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos porque ensefiaban al pueblo, y anunciaban en Jesus la resurrecci6n de los muertos. Y les echaron mano, y los arrojaron en la carcel hasta el dfa siguiente; porque era ya tarde, pero muchos de los que habfan ofdo la palabra, creyeron; y fue el numero de los varones como cinco mil. Y aconteci6 al dfa siguiente, que se reunieron en Jerusalen los principales, y los ancianos, y los escribas y Anas, sumo sacerdote, y Caifas, y Juan y Alejandro, y todos los que eran dellinaje sacerdotal. Y poniendolos en medio, les preguntaron: «(Con que potestad, 0 en que nombre, habeis hecho vosotros esto?» Entonces Pedro, lleno del Espfritu Santo, les dijo: «Prfncipes del pueblo, y ancianos de Israel, puesto que se nos pre gunta hoy acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo y de que manera este haya sido curado, sea notorio a todos VOlBotroll, y tl todo eJ pueblo de Israel, que en el

nombre de Jesus de Nazaret, el mesfas, al que vosotros crucificasteis y Dios resucit6 de entre los muertos, por el este hombre esta en vuestra presencia sano. Jesus es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, que se ha convertilio en piedra angular. Y en ningun otro hay salvaci6n porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.» Entonces se maravillaron al ver la valentfa de Pedro y de Juan, sabido que eran hombres sin letras e ignorantes, y reconocfan que habfan estado con Jesus. Y, al ver al hombre que habfa sido sanado, que estaba con ellos, no podfan decir nada en contra. Pero les mandaron que saliesen de la sala y se pusieron a discutir entre sf, diciendo: «GQuevamos a hacer con estos hombres? Porque es obvio que han realizado una sefial manifiesta, que resulta notoria a todos los que moran en Jemsalen, y no 10podemos negar. No obstante, para que no se divulgue mas entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que de aquf en adelante no hablen a nadie en este nombre.» Y tras llamarlos, les intimaron para que de ninguna manera hablasen ni ensefiasen en el nombre de Jesus. Entonces Pedro y Juan les respondieron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que aDios, porque nosotros no podemos dejar de decir 10 que hemos visto y ofdo.» Ellos entonces los de spacharon amenazandolos, no hallando ningun modo de castigarlos, por causa del pueblo, ya que todos glorificaban aDios por 10 sucedido. Porque el hombre en quien habfa sido hecho este milagro de sanidad, era de mas de cuarenta afios. Pedro habfa negado por tres veces a Jesus, habfa corrido asustado a esconderse mientras era crucificado y habfa temido, con raz6n, que la persecuei6n de-

sencadenada sobre el Maestro se extendiera a sus seguidores y Ie afectara de manera tnigica. Sin embargo, apenas unos dfas despues, se habia enfrentado valientemente con las autoridades que habfan decretado la condena de Jesus. No s610 eso. Habfa dejado de manifiesto que continuarfa predicando sus ensefianzas porque Dios 10 habfa resucitado y porque no resultaba lfcito obedecer a Dios antes que a los hombres. EI cambio radical en Pedro y, dicho sea de paso, en los otros ap6stoles tenfa una causa obvia: habian visto a Jesus resucitado. Un caso semejante es el que vemos en Pablo de Tarso. Sabemos que habfa sido un perseguidor de los cristianos, que habfa consentido en ellinchamiento de Esteban y que se habfa dirigido a Damasco con cartas del sumo sacerdote para detener a los seguidores de Jesus (Hechos 8, 1-3). La aparici6n del resucitado en el camino de Damasco cambi6 totalmente la vida de Saulo hasta el punto de convertirlo en el ap6stol Pablo, el hombre que estarfa dispuesto a sufrir to do tipo de penalidades y arrostrar toda clase de sufrimientos para lograr que otros atravesaran su misma experiencia espiritual. EI mismo 10 expondrfa asf ante el rey judfo Agripa; como aparece recogido, por ejemplo, en Hechos 26, 1-32: Entonces Agripa dijo a Pablo: «Se te permite defenderte.» Pablo entonces, extendiendo la mano, inici6 su defensa, diciendo: «Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los judfos, oh, rey Agripa, me tengo por dichoso de que hoy deba defenderme ante ti, fundamentalmente porque conoces todas las costumbres y cuestiones que hay entre 10sjudfos, por 10que te mego que me oigas con paciencia. Mi vida desde la juventud,

que transcurrio desde el principio en mi nacion, en Jerusalen, todos los judios la saben. Ellos saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la mas rigurosa secta de nuestra religion, he vivido como fariseo. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, soy lIamado en juicio, la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de dia y de noche, esperan que ha de lIegar. Por esa esperanza, oh, rey Agripa, soy acusado por los judios, pero (que es esto? (Se considera increible entre vosotros que Dios resucite los muertos? Yo ciertamente habia pensado que tenia el deber de hacer muchas cosas contra el nombre de Jesus de Nazaret, 10 que hice en Jerusalen, y yo encerre en la carcel a muchos de los santos, tras recibir potestad de los principales de los sacerdotes, y cuando los entregaban a la muerte, yo votaba a favor. Y muchas veces, persiguiendolos por todas las sinagogas, los force a blasfemar, y enfurecido contra elIos, los persegui hasta en las ciudades del extranjero. En eso me hallaba ocupado, cuando iba a Damasco con potestad y comision de los principales de los sacerdotes. Al mediodia, oh, rey, vi en el camino una luz del cie10, que sobrepujaba el resplandor del sol, la cual me rodeo junto con los que iban conmigo. Y habiendo caido todos nosotros en tierra, oi una voz que me hablaba, y deda en lengua hebrea: "Saulo, Saulo, (por que me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijon." Yo entonces dije: "(Quien eres, Senor?" Yel Senor dijo: "Yo soy Jesus, a quien tu persigues, pero levantate, y ponte en pie; porque para esto me he aparecido a ti, para designarte siervo y testigo de las cosas que has visto y de las que te mostrare, librandote del pueblo y de los gentiles, a los que ahara te envio, para que abras SUI ojos, para que se conviertan de las tinieblas a Ill. t~, y la

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potestad de Satanas a Dios; para que reciban, por la fe en mi, perdon de pecados y lugar entre los santificados." Por 10 cual, oh, rey Agripa, no fui rebelde a la vision celestial. Por el contrario, la anuncie, en primer lugar a los que estan en Damasco, y Jerusalen, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, para que se volviesen y se convirtiesen aDios, realizando obras propias de la conversion. Por esta causa, los judios, echandome mana en el temple, intentaron matarme, pero ayudado por Dios, persevero hasta el dia de hoy, dando testimonio a pequenos y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moises dijeron que habian de suceder: Que el mesias habia de padecer, y ser el primere en la resurreccion de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.» Y, mientras se defendia, Festo a gran voz exclamo: «Estas loco, Pablo: las muchas letras te vuelven loco.» Pero el dijo: «No estoy loco, excelentfsimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de sensatez porque el rey, delante del cual tambien hablo en confianza, conoce estas cosas. Porque no cree que ignore nada de esto; pues no ha sido lIevado a cabo en algun rincon. (Crees, rey Agripa, a los profetas? Yo se que crees.» Entonces Agripa Ie dijo a Pablo: «Por poco me persuades para ser cristiano.» Y Pablo dijo: «Dios quisiera que por poco 0 par mucho, no solamente tu, sino tambien todos los que hoy me oyen, estuviereis como yo, excepto por estas cadenas.» Y cuando termino de hablar, se levanto el rey, seguido por el presidente, y Berenice, y los que se habian sentado con elIos; Y, cuando se hubieron retirado aparte, hablaban unos con otros, diciendo: «Nada digno ni de muerte ni de prision, ha lIevado a cabo este hombre.» Y Agripa dijo a Festo: «Podia ser puesto enlibertad este hombre, si no hubiera apelado a Cesar.»

Como sucede con el caso de Pedro, Pablo fue un hombre cambiado totalmente tras contemplar a Jesus resucitado. En ambos casos, su vida concluyo con el martirio durante la persecucion del emperador Neron. La tumba vacia, las numerosas apariciones, el cambio prodigioso experimentado por los discipulos, el testimonio de cientos de personas dejan de manifiesto que Jesus resucito de entre los muertos y se les aparecio. Semejante hecho ha sido objeto de interpretaciones alternativas. Aunque sea someramente, debemos examinarlas.

Las endebles versiones alternativas: lno pudo ser...? I. ( ... un desmayo? Uno de los intentos de explicar los hechos acontecidos en aquellos dfas es sefialar que Jesus no murio en la cruz. Aparecido, como ya sefialamos, en The Brook Kerioth fue retomado despues por Hugh Schonfield para su obra The Passover Plot, de la que se realizarfa una mediocre pelicula. Sin embargo, la tesis del colapso 0 desmayo resulta insostenible. Un Jesus que habfa sido flagelado, que habfa recibido golpes innumerables, que habfa tenido los pies davados a la cruz durante horas y que habfa recibido una lanzada en el costado, (habrfa recorrido el camino de Jerusalen a Emmaus charlando tranquilamente con los dos discipulos? Cuesta creerlo, pero supongamos que asf fue. En ese caso, un Jesus que habfa colgado de la cruz y previamente habfa sido flagelado por los romanos, (habrfa impresionado a los discipulqs hasta el punta de convencerlos de que habfa vencido a la 111uerte?

Aceptemos tambien tan inverosfmil eventualidad, ese Jesus deshecho y semimoribundo, (hubiera llevada.al incredulo Santiago 0 al enemigo Saulo a creer en el? Decididamente no. La tesis del Jesus desvanecido que luego vuelve en sf puede tener alguna utili dad -limitadapara un relato de ficcion, pero no hay manera de encajarla no solo con 10 que nos relatan las fuentes historicas, sino con el simple sentido comun. II. i.... una alucinacion? Otra tesis repetida ocasionalmente -en especial en relacion con Pablo- es la de que las apariciones del resucitado no pasaron de ser una alucinacion. Una vez mas, la teorfa crea mas problemas de los que pretende resolver. De entrada, una alucinacion deriva 0 del consumo de sustancias susceptibles de provocarla 0 de un trastorno mental. Nada lleva a pensar que Pedro, Juan 0 Pablo padecieran una dolencia mental -mas bien, a juzgar por 10 que dejaron escrito, habrfa que llegar a una conclusion muy diferente- y, desde luego, la idea de consumo de estupefacientes 0 de embriaguez resulta absolutamente ridicula. Por otro lado, cuando se tiene en cuenta ademas 10 numerosas que fueron las apariciones -varios centenares de personas- la tesis de la alucinacion se vuelve imposible de sostener. III. i.... una equivocacion? Otra posibilidad apuntada para intentar explicar la creencia en la resurreccion es el hecho de que las muJeres encontraron una tumba vacia y 10 interpretaron como Ul1a pnleba de que JeS(lShabfa resucitado, pero, en rcalidac1,todo Ie reducfa a que habfan confundido

el sepulcro. Semejante explicaci6n no da cuenta del fen6meno de las numerosas apariciones, pero, sobre todo, pasa por alto que un error de ese tipo habria sido descubierto en seguida. La predicaci6n de Pedro y Juan hubiera quedado invalidada de manera inmediata mediante un expediente tan sencillo como el de ensefiar el cadaver de Jesus. Tal eventualidad no se produjo y por ello no qued6 reflejada en ninguna de las fuentes antiguas ni siquiera en aquellas, como las rabinicas, que son abiertamente hostiles a Jesus y a sus seguidores. IV. ( ... un robo? Al fin y a la postre, la tesis alternativa mas verosimil es la que ya pensaron en su momenta los adversarios judios de Jesus y de la que advirtieron a Poncio Pilato, la de que los discipulos robaran el cadaver y luego, mendazmente, afirmaran que habia resucitado. Sin embargo, esta tesis, a pesar de ser la menos disparatada, tambien es insostenible. Resulta totalmente inverosimil que unos discipulos que habian huido aterrados al ser prendido Jesus salieran a la luz unos dias despues para predicar con valor 10que sabian que era una mentira no s610 descarada sino blasfema, y aun resulta mas increible que decidieran comportarse asi conscientes de que semejante conducta podria costarles la vida de la misma manera que habia sucedido con el Maestro. Ciertamente, no faltan en la Historia los casos de gente que muri6 equivocada, pero eso es algo muy distinto de arriesgarse a perder la vida por algoque se sabe que es mentira. No s610eso. Una vez mas, el cambio radical de los discipulos -y de los incredulos y enemigos- s610

puede explicarse por la suma de factores innegables como la tumba vacia y las apariciones. No fue -como se afirma inexacta y frivolamente tantas veces- la fe la que origin6 la creencia en la resurrecci6n, sino que la comprobaci6n factica de que la resurrecci6n habia tenido lugar fue la que provoc6 el nacimiento de la fe incluso en aquellos, como Santiago 0 Pablo, que no habian creido. Guste 0 no, los datos que tenemos en las fuentes hist6ricas s610pueden ser comprendidos si se llega a una conclusi6n que es, ala vez, una proclamaci6n alegre: jJesus ha resucitado! Se trata -y no existe exageraci6n en ello- de motivo mas que suficiente para creer en la veracidad del cristianismo y, efectivamente, asi queda reflejado en los primeros documentos hist6ricos. Sin embargo, no soy cristiano s610por eso.

PORQUE DA RESPUESTA ALAS PREGUNTAS ETERNAS

QUIENES SOMOS, DE DONDE VENIMOS ...

En la parte anterior, he sefialado que el cristianismo es verdad y que esa veracidad se sustenta, entre otros argumentos, en el hecho de. que Jesus cumpli6 las profecias relacionadas con el mesfas y que resucit6 de entre los muertos apareciendose a centenares de personas y cambiando radicalmente sus vidas. Sin embargo, a esa veracidad se suma el hecho de que el cristianismo da una respuesta cabal alas preguntas clasicas de la filosoffa, las que pretenden averiguar quienes somos, de d6nde venimos y ad6nde vamos. Esa respuesta cabal es otra de las razones por las que soy cristiano.

Definir quien es exactamente el ser humano resulta determinante para interpretar el mundo que nos rodea y para comportarnos en consecuencia. Los que ereen que el genero humano es una suma de razas que compiten entre sf como las especies en la Naturaleza no han tenido htlt6ricamente problema alguno en inten-

tar dominar a algunas de esas razas e incluso en emprender el exterminio de los distintos. Los que afirman que la Humanidad se divide en clases sociales y que la lucha entre ellas es la unica via de progreso, hist6ricamente se han dedicado con verdadero entusiasmo al exterminio de aquellos que consideraban enemigos de clase. En ambos casos -y no s6lo en ellos- la idea de que el ser humano es un simple animal sin dimensi6n espiritual y trascendente colabor6 poderosamente a la pnictica del crimen en masa. Desde luego, no deja de ser revelador y deberia mover a reflexi6n que las dos ideologias con un efecto letal mas pavoroso en la Historia de la Humanidad -el nacionalsocialismo aleman y el comunismo- fueran ateas y abiertamente anticristianas. Si el nacionalsocialismo cost6 cincuenta millones de muertos, el socialismo real arranc6 la vida a no menos de cien millones de inocentes. El cristianismo, sin embargo, parte de unas bases muy diferentes, unas bases que implican una visi6n digna y enaltecedora del ser humano. Este es -como var6n y hembra- un ser creado a la imagen y semejanza de Dios. Al respecto, el relato de Genesis 1, 2628 no puede ser mas explicito: dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y domine sobre los peces de la mar, y sobre las aves de los delos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra, y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.}}Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios 10 creo; varon y hembra los creo. Y los bendijo Dios y les dijo Dios: «Crecedy multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla,y gobernad sobre los peces de la mar, y sobre las aves de los delos, y sobre todas las bestias que se mueven sabre la tierra.))

Y

El texto, en su conmovedora sencillez, rezuma elocuencia y, aunque sea de manera breve, debemos sefialar algunos de sus puntos esenciales: 1. El hombre NO es un animal como las aves, 10s peces 0 las bestias. A pesar de los parecidos superficiales que puedan sefialarse, es un ser totalmente distinto y la diferencia la establece de manera esencial el hecho de que lleva impresa en si la imagen y semejanza de Dios. 2. El hombre -el ser que refleja la imagen y semejanza de Dios- no es s6lo el var6n, sino tambien la mujer. La lucha de sexos sera por ello siempre una conducta contra la esencia del genero humano, un suicidio de la Humanidad, de pesimas consecuencias. 3. El ser humano tiene como obligaci6n someter el entorno que Ie rodea y que es esencialmente diferente de si mismo. Su dominio, sin embargo, no es desp6tico. 4. El ser humano vive en un cosmos donde los astros 0 las bestias no son dioses, como creian egipcios, griegos 0 romanos. Por otro lado, se trata de una creaci6n buena surgida de la mana de Dios. De semejante punto de partida, la tradici6n judeocristiana ha extraido a 10largo de los siglos una visi6n de la que parten los derechos humanos y el concepto de persona, una dignificaci6n de la mujer, una contemplaci6n de la Naturaleza respetuosa y, a la vez, desacralizada, y un impulso para dominar el cosmos y estudiarlo. Basta observar la ausencia de estos conceptos en otras culturas para comprender la enorme relevancia de este breve pasaje del Genesis en la His-

toria de la Humanidad.

Sin embargo, resulta obvio que semejante visi6n colisiona con 10 que contemplamos a diario. De entrada, el hombre puede comportarse peor que las bestias, que no suelen atacar a los miembros de su propia especie, y la armonfa entre sexos dista mucho de ser una realidad. A eso se suma una naturaleza hostil que se resiste a ser dominada y que sepresenta no pocas veces agresiva e incluso criminal. A decir verdad, el individuo tiene incluso serios problemas para estar en paz consigo mismo.
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