Popol Vuh [completo]
March 7, 2017 | Author: Gabriiele AlejandRaa | Category: N/A
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PRIMERA PARTE Zipacná es el creador de las montañas, se estaba bañando a la orilla de un rio cuando pasaron cuatrocientos muchachos, los cuales llevaban un tronco de árbol para su casa. Con curiosidad, Zipacná se acercó y les pregunto qué hacían, ellos le contestaron que llevaban ese gran tronco para viga de su casa, pero que no podían cargarlo. Fue cuando Zapacná lo levanto y lo cargo en sus hombros hasta llegar. Los cuatrocientos muchachos, impactados, le ofrecieron quedarse pues lo ocuparían de nuevo, pero en secreto, planeaban como matarlo, pues para ellos no estaba bien que el solo hubiera levantado aquel tronco con tanta facilidad. Planearon tirarlo en un hoyo para que muriera, y con ese plan en mente, lo invitaron a ir con ellos. Zipacná comenzó a excavar, los muchachos le preguntaron cómo iba, y el contesto que bien, él ya sabía que lo querían matar por eso, ingeniosamente, creo un segundo hoyo a un lado para poder escapar cuando fuera oportuno. Cuando informo que estaba en el fondo del hoyo, se escondió en su escape, y fue cuando los muchachos lanzaron un tronco con el afán de matarlo. Zapacná actuó su muerte, dando un estrepitoso grito y callándose, dándoles una “victoria” actuada a los jóvenes que se regocijaron en su muerte. Todo esto fue escuchado por Zipacná quien creía muerto pero seguía vivo. Al tercer día, cuando los cuatrocientos muchachos yacían ebrios de beber tanto licor, Zipacna les arrojo la casa arriba de sus cabezas, matándolos a todos sin dejar sobreviviente alguno. Así fue la muerte de los cuatrocientos muchachos que se cuenta entraron en el grupo de estrella llama Motz. Hunahpú y Ixbalanqué no estaban nada contentos con la muerte de los cuatrocientos muchachos que causo Zipacna, fue cuando planearon su muerte. Hicieron una figura o imitación de un cangrejo muy grande, le dieron una apariencia con una hoja de pie de gallo. Le hicieron las patas y le pusieron una concha de piedra que cubría la espalda del cangrejo. Luego la pusieron al pie de un gran cerro llamado Meavan, donde vencerían a Zipacna. Fueron y le contaron sobre un gran cangrejo que habían encontrado pero les fue imposible coger, y con Zipacna hambriento, fácilmente pudieron convencerlo de ir por él. Al entrar al rio, e intentar cogerlo a la primera, tuvo fallo, después intento entrar de nuevo y esta vez, cuando la punta de sus pies apenas se asomaba por arriba del agua, el cerro se desbordo cubriéndolo por completo y dejándolo enterrado. Esa vez, fue lo último que se supo de Zipacna. Fue la muerte de Zipacna. La muerte del segundo de los soberbios. A zipacna lo quería matar 400 muchachos pero zipacna no se dejó.
Zipacna se bañaba junto a un rio y pasaron 400 muchachos, zipacna fue hacia donde se encontraban los 400 muchachos y les pregunto que hacían y ellos le respondieron que levantando un palo y que ellos no podían levantarlo. Zipacna se ofreció a llevarlo a una casa y zipacna lo llevo, los 400 muchachos le dijeron que se quedara con ellos y zipacna dijo que sí, pero los 400 muchachos se reunieron en conferencia para decir cómo iban a matarlo y dijeron que zipacna cavara un poso para clavar el poste y cuando estuviera adentro lo mataran aplastándolo con el poste. Zipacna empezó a cavar el pozo y cuando tenía más o menos 5 metros de profundidad zipacna escucho una plática de que lo querían matar entonces empezó a cavar pero hacia un lado entonces cuando ya el pozo no se le veía el fondo le preguntaron ¿Cuánto llevas? Y dijo ya está ahora ayúdenme a salir y en ese momento su cueva que cabo para salvarse ya estaba lo suficientemente grande para que no le pasara nada entonces los 400 muchachos le arrojaron el palo, entonces zipacna hiso un ruido de muerte y dijo sáquenme de aquí y dejo de hacer ruido un rato y los 400 muchachos dijeron que ya había muerto. Los muchachos dijeron que vendrían en 2 días para ver si ya se había podrido y si las hormigas ya se lo habían comido. Al segundo día vieron que las hormigas tenían el cabello y las uñas de zipacna pero él estaba vivo y lo que hizo fue que se cortó el cabello y se mordió más uñas y se los dio las hormigas para que ellos creyeran que se los habían comido las hormigas, entonces ellos dijeron que ya estaba muerto. Celebrando eso los muchachos se pusieron borrachos y en un tiempo ya no sentían nada, en ese momento zipacna dejo caer la casa que estaban construyendo en sus cabezas y zipacna acabo matándolos a todos. Hunahpu e ixbalanque estaban enojados con zipacna porque él fue el responsable de la muerte de los 400 muchachos así es que lo querían matar. Hunahpu e ixbalanque hicieron una copia de un cangrejo y lo pusieron en la orilla del rio para que zipacna como ahí iba al rio lo viera y lo matara. Y como zipacna tenía mucha hambre fue pero era una trampa de ellos 2 para que zipacna muriera. Entonces zipacna fue y cuando lo quería agarrar el cangrejo lo mordió y se lo fue tragando poco a poco hasta que lo devoro y así es como murió zipacna. Cabracan el otro hijo de vucub-cakix también fue vencido por Hunahpu e ixbalanque. Ellos vieron que Cabracan movía las montañas y le dijeron que moviera una en específico y entonces fueron y lo llevaron hasta una montaña pero en el camino lo tenían que proteger con sus cerbatanas entonces no llegó ese mismo día a la montaña y se detuvieron a comer. Hunahpu e ixbalanque cocinaron unos pájaros que mataron pero a uno le echaron polvos de la tierra. Como Cabracan no había comido tenía mucha hambre y les dijo que cocinaban y ellos dijeron que pájaros, que si quería uno y él dijo que sí. Entonces le dieron el pájaro que estaba sucio con tierra y Cabracan se lo comió y siguieron el paso para llegar a la montaña.
Cabracan llego pero ya sin fuerzas para lograr su objetivo, entonces los 2 lo amarraron del cuello, piernas y brazos y lo enterraron en el suelo. Y así fue la muerte de Cabracan. SEGUNDA PARTE Habla sobre la historia del padre de Huhanpu e Ixbalanque, la historia la dejan a la sombra, solo relatan lo más importante. Los padres eran Ixpiyacoc e Ixmucane, de ellos nacieron Hun-Hunahpu y Vucub-Huhanpu. Hun hunahpu había engendrado y tenía dos hijos, el primero se llamaba Hunbatz y el segundo Hunchouen. La madre de ellos (la mujer) se llamaba Ixbaquiyalo. Y el otro hermano, Vucub – Hunahpu, era soltero. Hunbatz y Hunchouen, eran grandes sabios, su grande sabiduría había sido aprendida. Eran flautistas, cantores, tiradores con cerbatana, pintores, escultores, joyeros, plateros, etc. Hun-Hunahpu y Vucub- Hunahpu se ocupaban a jugar dados y a la pelota. Mientras el Voc, el mensajero de Huracan, los observaba a lo lejos. Al reunirse el consejo, trataron de alguna manera castigar a Hun-Hunahpu y a VucubHunahpu, la idea fue quitarles todo. Así pues, los mandaron a llamar, retándolos a un juego de pelota. Mandaron a sus cuatro mejores mensajeros, cuatro búhos, los más rápidos que había. Llegaron con la noticia y ellos, impactados por tal nueva, fueron a avisar a su madre, dejando detrás, una pelota en símbolo de prenda. Enseguida partieron. Pasaron por cuatro caminos y se fueron por el más inconveniente, el que los llevaría a su perdición. Los invitaron a la casa oscuro, les brindar aron un ocote y un cigarro para cada uno, más que nada era para alumbrarse, pero la condición era devolverlos tal y como se los entregaban. A la mañana siguiente, Los señores entraron y preguntaron dónde estaba el ocote y el cigarro, a lo que ellos contestaron que se había consumido toda la noche. Y así fue como se les sentencio su castigo. Los sacrificaron y les cortaron la cabeza, colgándola en un árbol de frutos llamado jícaro. Los enterraron, el hermano mayor a un lado del hermano menor. Y así fue como murieron. Ixquic llego con su suegra, con Hunbatz y Hunchove quienes no aceptaban que ella fuera su nuera. La señora mando a Ixquic por comida creyendo que no sería capaz de lograrlo, pero no fue así Ixquic llego al campo pero solo había una milpa, por lo tanto no era suficiente pero con ayuda de VacubHunahpu lo logro. De regreso a la casa la señora vio todo lo que traía Ixquic, de ese modo la señora ya no dudo más de ella. Al paso del tiempo nacieron Hunahpu e Ixbalanque, quienes no eran aceptados ni por su abuela ni sus hermanos mayores Hunbatz y Hunchove quienes incluso deseaban su muerte. Con el
paso de los años su el rencor de Hunahbu e Ixbalanque fue creciendo, comían después que sus hermanos mayores, ya que ellos tenían que ir por los pájaros que comerían. Un día Hunahpu e Ixbalanque decidieron vengarse de sus hermanos. Llegando a su casa su abuela les pregunto por qué no llevaban los pájaros ellos respondieron que no pudieron alcanzarlos pero que si sus hermanos los acompañaban lo lograrían. Ellos accedieron a acompañarlos, como no los alcanzaban tuvieron que subir al árbol, pero al tratar de bajar no pudieron ya que el árbol se volvió más alto y más grueso. Hunahbu e Ixbalanque trataron de ayudarlos diciéndoles como bajar pero no resulto ya que sus hermanos se convirtieron en monos y se fueron colgando de las lianas. De regreso a su casa Hunahpu Ixbalanque les contaron a madre y a su abuela lo que había pasado. Intentaron rescatar a sus hermanos llamándolos con la flauta y el canto, pero ya que su abuela no pudo contener la risa terminaron huyendo y no se le volvió a ver. Fue entonces cuando decidieron hacerse cargo de todo, al llegar al bosque estaban decididos a trabajar pero al momento en que cortarían con tan solo tocar los arboles con el hacha caían, fingiendo le dijeron a su abuela que estaban muy cansados. Se fueron a su casa a descansar y a la mañana siguiente al regresar al bosque todo lo que habían cortado estaba nuevamente en su lugar como si nunca lo hubieran cortado. Pensando que todo había sido una broma decidieron ir a su casa comer y que luego regresarían al bosque para ver lo que pasaba en la noche. Pasaron las horas mientras vigilaban y como a media noche espesaron a llegar los animales ya todos reunidos empezaron a reconstruir todo otra vez pero Hunahpu e Ixbalanque trataron de atraparlos pero solo consiguieron quitarles la cola a un venado y un conejo, capturaron a un ratón el cual les suplico que no lo mataran y a cambio de eso y comida les diría todo lo que sabía. Ellos aceptaron pero primero le dijeron que primero hablara y luego tendría la comida. El ratón les dijo que en el techo de su casa estaban los guantes, el anillo y la pelota de goma de sus padres pero que se abuela no se los enseñaba por que fueron la causa de la muerte de sus padres. Al saberlo de inmediato fueron a casa de su abuela quien les sirvió de comer ellos la mandaron por agua al rio y de inmediato fue, mientras tanto el ratón fue a buscar los objetos entregándoselos a Hunahpu e Ixbalanque quienes corrieron a esconderlos mientras que su abuela y su madre quienes seguían en el rio. Hunahpu e Ixbalanque se hallaban felizmente jugando a la pelota cuando los oyeron los señores de Xibalba. Preguntándose quienes eran, y con la rabia de
saber que eran aquellos que quisieron engrandecerse ante ellos, los mandaron a llamar para retarlos a jugar con ellos después de siete días. El aviso fue tomado por la abuela de los jóvenes, quien preocupada debido a la gran similitud entre las situaciones con sus padre, entro sola y afligida a su casa. Enseguida, un piojo le cayó en la falda, al cual mando en busca de sus nietos para avisarles la gran nueva. En el camino, el piojo encontró a un sapo llamado Tamazul, quien le pregunto a donde iba, ofreciéndole comérselo para que llegaran más rápido a su destino, cosa que el piojo acepto. El sapo camino y en encontró a una culebra, al igual le pregunto hacia donde iba, y al igual le ofreció tragárselo para llegar más rápido. Se comió al sapo. La culebra a toda prisa se dirigió hacia su destino y en el camino se encontró un Vac, quien se lo trago, de ahí viene que los gavilanes devoren culebras. Al llegar el gavilán al destino, los jóvenes le dispararon dañándole el ojo ligeramente. Al curárselo, el gavilán vomito a la culebra, la culebra vomito al sapo pero el sapo al intentar provocarse el vómito nada salía. Los muchachos desesperados ante la tardanza, le abrieron la boca al sapo y vieron que el piojo se había quedado atorado entre los dientes. EL piojo anuncio la nueva y los jóvenes aun incrédulos la escucharon. Enseguida partieron, anunciando a su abuela que se comunicarían de nuevo con ella tan pronto pudieran, y dejaron detrás, una caña plantada. Marcharon entonces llevando cada uno su cerbatana, y fueron bajando en dirección a Xibalbá, bajaron escalones y pasaron por ríos. Salieron de allí y llegaron a una encrucijada de cuatro caminos. Ellos sabían que los caminos de Xibalbá eran el camino negro, el camino blanco, el camino rojo y el camino verde. Así pues despacharon a un animal llamado Xan. Éste debía ir a recoger noticias. Le dijeron a un mosquito que chupara la sangre de los hombres en el camino. El mosquito los picó uno por uno, el primero no habló y el segundo tampoco, pero el tercero, que era Hun-Camé dijo ¡Ay! Cuando lo picaron. Así dijeron los 14 hombres cuando el mosquito los picó. De esa manera fue la declaración de sus nombres, que fueron diciéndose los unos a los otros, llamándose uno a cada uno Jefe. Los muchachos siguieron su camino y empezaron a llamar a todos por su nombre. Y como estos no querían ser descubiertos los hicieron sentar en una piedra caliente, pero no pudieron vencerlos. Entraron a la Casa Oscura pensando que perderían y llevaron a los mensajeros sus rajas de pino y un cigarro, que les pidieron encender, pero que no hicieron. Luego los invitaron a jugar pelota, mientras los interrogaban y peleaban por decidir con que pelota jugar. Los de Xibalbá perdieron aun jugando con su pelota, por lo que mandaron a los jóvenes a cortar unas flores, ellos entraron a
la Casa de las Navajas y les dijeron a las hormigas que cortaran toda clase de flores para los Señores, y así lo hicieron. Los de Xibalbá estaban sorprendidos pues pensaron que no podrían ser derrotados. Entraron después a la Casa del Frío, llena de granizo. Y como no murieron a causa de los de Xibalbá pudieron entrar a la Casa de los Tigres y alimentaron a los animales con huesos. Pudieron entonces entrara a la Casa de Fuego, pero como éstos no se quemaron pudieron entrar a la Casa de los Murciélagos, pero no fueron mordidos. Los muchachos escogieron su comida. Detrás de ellos se había quedado la tortuga contoneándose y llegando a su comida. Se empezó a oscurecer. Y al amanecer los jóvenes bajaron a jugar a la pelota. Grandes trabajos pasaron los muchachos pero al final no murieron, como habrían querido los de Xibalbá. Los muchachos presentían que los Señores les darían la muerte en la hoguera, por lo que les dijeron a los mensajeros que dijeran que era mejor matarlos y echarlos al río y moler sus huesos en la piedra. Los de Xibalbá prepararon una hoguera que fue en donde murieron los dos muchachos. Y entonces arrojaron sus huesos al mar, que después se convertirían en hermosos muchachos. Aparecieron y tenían la apariencia de hombres-peces. Los de Xibalbá por el contrario eran viejos y avejentados. Bailaban y hacían arder muchas casas. Luego se despedazaban así mismos. Los señores los mandaron llamar. Ellos no querían ir por vergüenza, los señores les ofrecían una recompensa por hacer que bailaran. Después los hicieron resucitar a un perro y a un hombre. En seguida dijeron sus nombres y se ensalzaron a sí mismos ante todos los de Xilbabá y todos cayeron de rodillas y les pidieron perdón a los muchachos, pero ellos les dijeron que ningún hombre civilizado iba a estar con ellos y que pagarían lo que hicieron. Y comenzó su destrucción y lamento. Así ensalzaron la memoria d los padres.
TERCERA PARTE He aquí pues, el principio de cuando se dispuso hacer la hombre y cuando se buscó lo que debía entrar a la carne del hombre. Fue cuando los creadores pensaron en traer al hombre a la faz de la Tierra. De Paxil vinieron las mazorcas amarillas. Los animales que trajeron la comida fueron un gato del monte, un coyote y un cuervo. Los primeros hombres fueron Balam-Quitzé, Balam-Acab, Manucutah y el último Iqui-Balam. Se dice que ellos sólo fueron hechos y formados, no tuvieron madre ni padre. Solo por un prodigio fueron creados por Progenitores.
el Creador, el Formador y los
Fueron dotados de inteligencia, alcanzaron a ver y conocer todo lo que hay en el mundo. También hicieron a las mujeres, y las primeras fueron Cahá-Paluna, Chomihá, Tzununihá y Caquixahá. Ellas eran las señoras principales, ellos engendraron a los hombres, a las tribus grandes y a las tribus pequeñas. Balam-Quitze, Balam-Acab. Mahucath e Iqui-Balma Aguardaron a que amaneciera ya que no tenían armas para custodiar aunque ya eran muy numerosos los pueblos y la gente Yaqui. Así que Balam-Quitze, Balam-Acab. Mahucath e Iqui-Balma Se dirigieron a una ciudad La cual la adoptaron con el nombre de Tulan-Zuiva, Vucub-Pec, VucubZivan, ciudad donde fueron a recibir a sus dioses. Así fue como llegaron a tulan, una incontable cantidad de hombres. Y salieron sus dioses primero Balam-Quitze, Mahucath e Iqui-Balma, quienes se llenaron de alegría al encontrar lo que siempre habían buscado . Primero salió el dios Tohil que lo llevaba Balma-Quitze, seguido de Avilix que lo llevaba Balam.Acab Y al dios Hacavariz Lo llevaba Mahucatah, y al dios llamado Nicahtacoh Lo condujo Iqui-Balam. Así los recibieron la gente de Quiche, Tamub quien su dios era Tohil, este dios fue el que recibieron los abuelos o los padres de los señores. Así fueron llamadas las tres familias quiches ya que su dios era el mismo (Tohil). Y entonces llegaron todos los pueblos, los de Rabinal, Los Cakquiqueles, los de Tizamaha y los Yaquis fue donde se alteró el lenguaje de las tribus ya que eran diferentes a consecuencia de esto varios grupos se separaron. Sus vestidos eran solo pieles de animales, eran pobres, nada poseían pero su naturaleza era de hombres prodigiosos.
Y no tenían fuego más que los del dios de Tohil. Esta era el dios de las tribus que fue el primero que creó el fuego. Nos e sabe cómo nació ya que se cuenta que cuando lo descubrieron Balam-Quitze y Balam-Acab este ya estaba ardiendo. Las tribus dijeron: Oh no moriremos de frio sin fuego, entonces Tohil les respondió no preocuparse que ya que yo soy su dios aquí está el fuego, y así es como las tribus recibieron el fuego, enseguida que recibieron el fuego empezó a llover y cayo la granizada en cada una de las cabezas de los de la tribu entonces se volvió a extinguir su fuego Así pues Balam-Quitze dijo: Oh señor acaso si moriremos de frio Y Tohil No afligirse que les daré más fuego Entonces volvió a surgir el fuego de su Zapato y enseguida estos Corrieron a calentarse, Ahora viene el fuego de la tribu de Vucamang también se había extinguido así que Balam- Quitze y Balma-Acab corrieron con otras tribus a pedir ayuda para conseguir fuego pero a estos al hablar otro lenguaje la tribu no pudo socorrerlos, Pero su dios intercedió por ellos. Hubo sin embargo una tribu que hurto el fuego entre el humo y fueron los de la casa de Tzotzil. El dios de los cakchikeles se llamaba Chamalcan y tenía la forma de un murciélago, Cuando pasaron sobre el humo pasaron suavemente para así poderse apoderar del ya que no se querían ver derrotados y entregados como las de más tribus se entregaron sacrificando su corazón de su pecho al dios Tohil. Mientras que en Tulán-Zuiva acostumbraban a no comer mientras aguardaban La llegada de la aurora. Se turnaban para ver la gran estrella que se llamaba Icoquih y que sale primero antes del sol. No fue en este momento donde recibieron su poder y señorío, sino que allá sometieron y subyugaron a las tribus grandes y pequeñas cuando las sacrificaron ante Tohil y le ofrecieron la sangre, la sustancia el pecho y el costado de todos los hombres. A tulan les llego el instante de su poder, grande fue su sabiduría en la oscuridad y en la noche, luego abandonaron el Oriente, entonces cada una de las tribus se levantaba continuamente para ver la estrella precursora del sol, esta señal de la aurora la traían en su corazón cuando Venían del Oriente, Y con la misma esperanza Partieron. Llegaron entonces a la cima de una montaña y ahí se reunieron los Quiche y las demás tribus, ahí celebraron todos su consejos para tomar sus decisiones. Laman hoy en día esta montaña Chi-Pixab, reuniéndose ahí adoptaron los nombres a cada una de las tribus: a los Cakchiqueles, los Rabinal y los Tziquinaha,
Se reunieron para esperar la llegada de la estrella que llega delante del sol, Peor su corazones estaban afligidos ya que no tenían con que alimentarse. Según se dice que pasaron sobre el mar para conseguir alimentos abriéndolo pasando por encima de las Rocas, por esta razón fueron llamadas piedras en Hilera. Nuevamente les hablo su Dios decidiendo Balam-Quitze, Balam-Acab. Mahucath e Iqui-Balma irse de ese lugar y alojarse en un lugar escondido, llevando cada uno a su dios A cuestas Así llevaron a avilix al barranco llamado Eubal Zivan así nombrado por ellos En orden Fueron dejándolos, Primero dejaron a Hacavitz sobre una gran pirámide donde fue fundado su pueblo gobernado este dios. Así mismo quedo Mahucath con su dios en un bosque desmontado, Luego vino Balma-Qitze al cerro Potohil entonces Ocultaron ahí a Tohil. Juntos Balma – Quitze, Balma-Acab, Mahucatah e Iqui.Balam Esperaron el amanecer Y a poca distancia estaba el dios de Tamuballi estaban también todos los del Ranibal, los Cakchiqueles los de Tziquinah, todas las tribus pequeñas y grandes eh aquí Donde les Apareció la aurora y la aparición del sol la luna y las estrellas. A esta aparición se alegraron Balam-Quitze, Balam-Acab. Mahucath e IquiBalma cuando lo vieron salió primero la faz resplandeciente, Enseguida devolvieron el incienso que había traído desde el Oriente y que pensaban quemar así pues lo quemaron y enseguida se pusieron a Bailar en dirección al Oriente. Enseguida salió el sol alegrándose los animales chicos y grandes levantándose todos con su vista al sol. Luego rugiendo el león y el tigre y cantando el pájaro Queletzú y las aves extendiendo sus alas. Los sacerdotes y sacrificadores estaban arrodillados grande era su alegría de los Tamub, e Ilocab, Rabinaleros, Cakchiqueles, Tziquinaha, Tuhalha, Uchabaha, Quibaha, Btena los Yqui y todas las tribus existentes, inmediatamente a la salida del sol Los dioses Avilix, Tohil y Hacavitz se convirtieron en piedra, Aquí también surgió su canto Llamado Camacu.
CUARTA PARTE No se sabía dónde se encontraba Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah ni Iqui-Balam. Cada día llegaban los sacerdotes a sus casas y les daban a sus mujeres crías de diferentes animales. También iban con Tohil, Avilix y Hacavitz llevándoles sangre de venados, también les daban de su propia sangre. Según haciendo esto se salvaban. Comenzó la matanza de las tribus los sacrificaban ante Tohil, Avilix y Hacavitz y regaban su sangre en el camino y decían que un tigre los había matado. Comenzaron a raptar a la gente. Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah ni Iqui-Balam estaban en Hacavitz estaban ahí para salvar a sus hijos. Había muchos guerreros que querían matarlos pero fueron vencidos por ellos. Construyeron una muralla a las orillas de su ciudad, hicieron unos muñecos en forma de hombres les pusieron armas. La ciudad estaba vigilada desde muy lejos por la gente de las tribus pensaban que eran pocos por que vieron a los maniquíes. Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah y Iqui-Balam ya presentían su muerte y les dieron consejos a sus hijos. Balam-Quitzé tuvo 2 hijos, Balam-Acab también tuvo 2 hijos, Mahucutah solo tuvo uno, Iqui-Balam no tuvo hijos. Se despidieron de ellos. Desaparecieron de la cima del monte Hacavitz. Ya cuando estaban los pueblos sometidos las tribus ya no tenían ningún poder. Los 3 hijos se marcharon hacia el oriente porque de ahí habían venido sus padres. Luego cuando llegaron a Hacavitz y tomaron el gobierno. Estuvieron mucho tiempo en esa ciudad donde tuvieron hijos. Ya eran viejos y pasaron por muchos barrios pero ya no aguantaban así que llegaron a Chi-Izmachí ahí se establecieron. Desarrollaron
su
poder,
hicieron
edificios
etc.
Luego dispusieron irse al oriente, pensando cumplir así la recomendación de sus padres que no habían olvidado. Hacía mucho tiempo que sus padres habían muerto. Qocaib llamease el uno y era hijo de Balam-Quitzé, de los de Cavec. El llamado Qoacutec era hijo de Balam-Acab, de los de Nihaib; y el otro que se llamaba Qoahau era hijo de Mahucutah, de los Ahau-Quiché. Los tres fueron y estaban dotados de inteligencia y de experiencia, su condición no era de hombres vanos. Cuando llegaron ante el señor Nacxit que ése era el nombre del gran señor, el único juez supremo de todos los reinos, que él les dio insignias del reino y todos sus distintivos.
Luego, habiendo llegado a su pueblo llamado hacavitz, se juntaron allí todos los de Tamub y de llocab, todas las tribus se juntaron y se llenaron de alegría cuando llegaron Qocaib, Qoacutec y Qoahau, quienes tomaron el gobierno de las tribus. Vinieron después, abandonando su patria y buscaron otros lugares donde establecerse. Incontables son los sitios donde se establecieron, donde estuvieron, y a los cuales les dieron nombre. Allí se reunieron y aumentaron nuestras primeras madres, nuestros primeros padres. Así decían los antiguos cuando contaban como despoblaron su primera ciudad. Examinaban los cerros y sus ciudades buscaban los lugares deshabitados porque todos juntos eran ya muy numerosos Ya eran muertos los que habían ido al oriente a recibir el señorío. Ya eran viejos cuando llegaron a cada una de las ciudades. No se acostumbraron a los diferentes lugares que atravesaron: muchos trabajos y penas sufrieron y hasta después de mucho tiempo no llegaron a su pueblo los abuelos y padres. He aquí el nombre de la ciudad a donde llegaron. Solamente tres casas grandes existieron allí, como el Izmachí. No había entonces las veinticuatro casas grandes, una sola casa grande de los Cavec, una sola casa grande de los Nihaib y una sola casa grande de los AhauQuiché. Sólo dos tenía casas grandes, las dos ranas de la familia. Y estaban allí en Izmachí con un solo pensamiento, sin animadversiones ni dificultades, tranquilo estaba el reino, no tenían pleitos ni riñas, sólo la paz y la felicidad estaban en sus corazones. No había envidia ni tenían celos. Su grandeza era limitada, no habían pensado en engrandecerse ni en aumentar. Cuando trataron de hacerlo, empuñaron el escudo allí en Izmachí y sólo para dar muestras de su imperio, es señal de su poder y es señal de su grandeza. Allí se engrandecieron, allí instalaron con esplendor sus tronos y sítiale, y se distribuyeron sus hombres entre todos los señores. Se formaron 9 familias con los 9 señores de Cavec, 9 con los señores de Nihaib, cuatro de los señores de Ahau-quiché y dos con los señores de Caqui. Se volvieron muy numerosos y muchos eran también los que seguían a cada una de las casas grandes. Estos serán pues, lo señores de los de Cavec, nueve señores. Cada uno tenía su casa grande. Más adelante aparecerán de nuevo. He aquí los señores de los de Nihaib. El primero era Ahau-galel, luego vienen el ahau-ahtzic-vinac, el galel-camhá, el nimá-camhá, el uchuch-camhá, el NimChocoh-Nihaibab, el Avilix, el Yacolatam, el Utzam-pop-Zaclatol y el nimálolmet-Ycoltux.
Vinieron los pueblos pequeños, los pueblos grandes ante la presión del rey. Se engrandeció el Quiché cuando surgió su gloria y majestad, cuando se levantaron la casa de Dios y la casa de los señores. Verdaderamente los amaban y grande era la gloria de los señores; y era tenido en gran respeto el día en que había nacido los señores por sus hijos y vasallos, cuando se multiplicaron los habitantes del campo y de la ciudad. Pero no fue que llegaron a entregarse todas las tribus, ni que cayeran en batalla los habitantes de los campos y las ciudades, si no que se engrandecieron a causa de los señores prodigiosos, del rey Gucumatz era un rey prodigioso. Siete días subía al cielo y siete días caminaba para descender a Xibalbá; siete días se convertía en culebra y verdaderamente se volvía serpiente; siete días se convertía en águila, siete días se convertía en tigre: verdaderamente su apariencia era de águila y de tigre. Otros siete días se convertía en sangre coagulada y solamente era sangre en reposo. He aquí ahora los hombres de la sexta generación de reyes. Fueron dos grandes reyes, Gag-Quicab se llamaba el primer rey y el otro cavizimah, e hicieron grandes cosas y engrandecieron el Quiché, porque ciertamente eran de naturaleza portentosa. He aquí la destrucción y división de los campos y los pueblos de las naciones vecinas, pequeñas y grandes. Entre ellas estaba la que antiguamente fue la patria de los cakchiqueles, la actual Chuvilá, y los de rabinal, Panamacá, la patria de los caoqué, zaccabahá. Estos pueblos aborrecían a Quicab. Él les hizo la guerra y ciertamente conquistó y destruyó los campos y ciudades de los rabinaleros, los cakchiqueles y los de zaculeu, llegó y venció s todos los pueblos, y lejos llevaron sus armas los soldados de quicab. Una o dos tribus no trajeron el tributo, y entonces cayó sobre todas las ciudades y tuvieron que llevar el tributo ante quicab y cavizimah. Los hicieron esclavos, fueron heridos y asaeteados contra los árboles y ya no tuvieron gloria, no tuvieron poder. Así fue la destrucción de las ciudades que fueron al instante arrasadas hasta los cimientos. Semejante al rayo que hiere destroza la roca, así lleno de terror en un momento a los pueblos vencidos. Diremos ahora el nombre de la casa del Dios, la casa era designada asimismo con el nombre de dios, el gran edificio de Tohil, los pueblos hacían sus primeros sacrificios ante Tohil y después iban a ofrecer su respeto al Ahpop, luego iban a presentar sus plumas ricas y su tributo ante el rey. Ellos sabían si se haría la guerra y todo era claro ante sus ojos; veían si habría mortandad o hambre, si habría pleitos. Sabían bien que había donde podían verlo, que existía un libro por ellos llamado Popol Vuh.
Pero no solo de esta manera era grande la condición de los señores. Grandes eran también sus ayunos y esto era el pago por haber sido creados y en pago de su reino. He aquí como ayunaban: nueve hombres ayunaban y otros nueve hacían sacrificios y quemaban incienso. Delante de su dios se alimentaban únicamente de frutos, de zapotes, de matasanos y de jocotes y no tenían tortilla que comer. He aquí la petición a su Dios cuando oraban; y esta era la súplica de sus corazones: ¡oh tu hermosura del día! ¡Tú Huracán, tu Corazón del Cielo y de la tierra! ¡Tú dador de riqueza y dador de las hijas y de los hijos! Vuelve hacia acá tu gloria y tu riqueza; concédeles la vida y el desarrollo a mis hijos y vasallos que se multipliquen y crezcan. Pero no fue solo así como reinaron. No derrochaban los dones de los que se alimentaban, trajeron piedras preciosas y metales, trajeron miel de abeja, pulseras de esmeraldas, guirnaldas hechas de plumas azules el tributo de todos los pueblos. No fue poco lo que hicieron ni fueron pocos los pueblos que conquistaron, los pueblos vinieron a pagar el tributo al Quiche. He aquí pues, las generaciones y el orden de todos os reinados que nacieron con nuestros primeros abuelos y nuestros primeros padres, Balam-Quitze, Balam-Acab cuando apareció el sol la luna y las estrellas. Ahora pues daremos principio a las generaciones al orden de los reinados: Balam-Quitze, tronco de los CAVEC. Qocavib, segunda generación de Balam – Quitze. Balam-Conache con quien comenzó el título de Ahpop tercera generación. Estos eran los que reinaban cuando llego Donadiú y fueron ahorcados por los castellanos. Tecum y Tepepul, que tributaron a los castellanos; estos dejaron hijos y fueron la decimotercera generación de reyes. Don Juan de Rojas y don Juan Cortes, decimocuarta generación de reyes, fueron hijos de Tecum y Tepepul. Estos son pues, las generaciones y el orden del reinado de los señores Ahpop y Ahpop-Camhá de los Quichés de Cavec.
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