Poetica de Aristóteles

UVTRODUCCION

I EL CONCEPTO DEL A R Ta EN EL LIBRO 1 DE LA Metafísica (980 b 26-982 a 3) estudia Aristóteles desde una perspectiva lógica los momentos del proceso cognoscitivo que en los libros H y III del tratado Del alma analiza desde un punto de vista psicológi-

co. Puesto que, para él, conocimiento y realidad son parcialmente coextensivos y puesto que la realidad constituye una piuralidadjerárquica, los momentos del proceso cognoscitivo resultan necesariamente grados del conocimiento. Hay asi una escala, en la cual cada peldaño supone el inferior (Anal. post. 1001 a I-8); y, en cierto sentido, una evolución, en la cual cada momento implica el anterior y lo supera (Cfr. Thomas Aquinas, In Anal. post. lect. 20, n, 11-13). En el mencionado pasaje de la Metafísica esos momentos y grados del conocimiento son seis: 1) sensación, 2) memoria, 3) experiencia, 4) concepto universal, 5) arte y 6) ciencia. 1. La sensación (oz iaünats) es una suerte de movimiento cualitativo o alteración (ãkkoiwats) del alma, gracias a la cual el sujeto asimila laforma sensible del objeto sin asimilar su materia (De anima 416 b 33-34). Por medio de la sensación el alma se hace, en cierto modo, todas las cosas (anima fit quodammodo omnia). Queda claro asi que ella consiste ante todo en un «ser movido» (xweíaâatj y en un apadecer» (1-ráayçewj (De anima 415 b 24; Physica 244 b 2-245 a II). Todos los animales por naturaleza están dotados de sensación (por lo menos de alguna clase, aunque no necesariamente de los cinco sentidos). No en todos, sin embargo, la sensación engendra la memoria (Metaph. 980 a 27-29). 2. La memoria (pv pm), a la cual elfilósofo dedica uno de los Parva Naturalia (De memoria et reminìscentia), es uno de los sentidos internos (o uno de los aspectos del sentido interno), que consiste en la capacidad de reproducir las imágenes (oavràapara), no de un modo atemporal (que en tal caso seria fantasia), sino con referencia al tiempo pasado. Con la memoria se vincula el aprendizaje. Pero no todos los animales dotados de memoria pueden Vil

aprender, aunque todos ellos sean más prudentes (ogovtuóarega) que los de-

mós (como es el caso de las abejas). Son capaces de aprender los que, además de memoria, tienen el sentido del oido (Metaph. 980 b 1) (aseveración que nadie se atreve a sostener hoy, aun habiéndose comprobado que la privación de dicho sentido contribuye mucho mas al subdesarrollo mental que la ceguera). 3. La experiencia ( èuftretgíot) nace de la memoria. Una acumulación de re-

cuerdos de una misma cosa produce en el hombre (y también en muchas especies de animales) un elemental pero firme saber de esa cosa particular. La experiencia es una especie de consolidación de los recuerdos a través de relaciones asociativas espacio-temporales. Estos tres primeros momentos o gra-

dos del conocimiento son comunes al hombre y a los animales, aunque muchos animales no tengan memoria ni experiencia nisiquiera todos los sentidos que el hombre posee. Puede decirse que hasta aqui se extiende el ámbito del conocimiento sensorial. Su más alta manifestación es la vasta y sólida experiencia que caracteriza a algunas especies Zoológicos, cuyos monumentos e instituciones no ignora el estagirita. Después de la experiencia hay un salto: se produce un cambio cualitativo, que está dado por la abstracción y la generación del concepto universal ( ãl- rrcegà 1ro)\)\oE). Aunque ya con la imagen reproducida por la memoria (y la fantasia) y con la experiencia hay una estabilizacion y una unificación delos dispersos y variables datos sensoriales, aqui se logra la definitiva estabilidad y unidad que sólo pueden situarse, para Aristóteles, cn el ámbito del entendimiento (voìïs) y mediante la acción creadora 0 apoética» de este (voís from-rtxòs). No es casual que este salto fundamental que constituye al hombre en su ser especifico y funda el reino del espiritu, se produzca por obra de una facultad trascendente, diferente del cuerpo y del alma, identificable inclusive con el Acto Puro, a la que se caracteriza como