Poema A La Virgen de Guadalupe

 

  María de Guadalupe 

Mas el 12 de diciembre

Eres mi fiel emisario

Madre del Divino Verbo

El día de la señal

Y mi dulce confidente

Emperatriz de América Patrona de nuestro México.

Se fue por otro camino Para su tío ayudar.

Mensajero y testigo De este milagro presente. presente.

A tus hijos mexicanos

La Virgen de Guadalupe

Cuando Juan Diego al Obispo

Como raza predilecta

A su encuentro le salió

Le contó su aparición

Nos otorgaste el milagro De contar con tu presencia.

Y como madre amorosa Con ternura musitó.

Despacito abrió su tilma Y al verla sorprendido quedó.

Fue en el cerro del Tepeyac

Hijito, el más pequeño

Fue nuestra Madre Morena

Aquel 9 de diciembre Mil quinientos treinta y uno

No te turbe ni te angustie La enfermedad de tu tío

Que por amor se plasmó La Virgen Guadalupana

Cuando tu apareciste.

Aquí estoy para auxiliarte.

Que en su tilma se quedó.

Al indito San Juan Diego

Yo te digo que tu tío

Han pasado 5 siglos

Fervoroso y obediente

Bernardino ya sanó

Desde aquella aparición

Hombre devoto y honesto Respetado por su gente.

Ahora haz lo que te pido Y sigue mi indicación.

Y en la tilma sigue viva Y escucha nuestra oración.

Y al amanecer la aurora

Sube a la cumbre a cortar

Virgencita Dulce Madre

Entre nubes descendiste Y al mirarlo con ternura

Las rosas que encontrarás Recógelas en tu tilma

Reina de nuestra nación Hoy venimos a pedirte

Cariñosa le dijiste.

Y enseguida las traerás.

Esperanza fe y amor.

Hijito, mi Juan Dieguito

Esas rosas de castilla

Y que unidos como hermanos

Atiende y cumple mi ruego

A la Virgen le llevó

Vivamos en comunión

Dile al Obispo de México

Y a ella con delicadeza

En tu Hijo Jesucristo

Que construya aquí mi templo

En la manta acomodó.

El Hijo amado de Dios. 

Pero fray Juan de Zumárraga Solicitó una señal

Hijo mío mi pequeñ pequeñito ito Aquí tienes la señal

A la Señora del cielo

Dile al obispo que al verla

Para hacer su voluntad.

Cumpla con mi voluntad.