Peter j Taylor

PETER J. TAYLOR, Geografía Política: economía-mundo, Estado-nación y localidad .Capitulo I: El análisis de sistemas mundiales y la geografía política. Trama Editorial, 1994. 1-45 Por: Alejandro Nieto Cárdenas. Estudiante de tercer semestre de Ciencia política. Universidad Nacional de Colombia Código: 622713 Curso: Sistemas Políticos El texto a reseñar pretende hacer un análisis de los sistemas mundiales y la adaptación de éste a la geografía política, en donde el enfoque central es la economía-mundo capitalista. Para ello el autor inicia explicando los sistemas mundiales, partiendo del marco conceptual de Wallerstein (1979), en donde encuentra tres sistemas mundiales: minisistemas, imperio-mundo y economía mundo capitalista. Éste último es central para el desarrollo teórico, en tanto ha sido dominante en los últimos cinco siglos, por lo cual se explicará de manera minuciosa. Luego se describirán las dinámicas de este sistema histórico, haciendo un análisis a partir de una matriz espacio-temporal, evidenciando la dinámica (tiempo) y estructura (espacio) de la economía-mundo. Finalmente el autor explicará los conceptos de poder y política dentro de la economía-mundo, para entender el modelo de organización de la geografía política, resumido en: economía-mundo, estado-nación y localidad. Taylor afirma que es necesario estudiar la geografía política desde la modernidad y con el enfoque de los sistemas mundiales de Wallerstein, en donde el cambio social se evidencia en un sistema mundial, señalando la existencia de una sociedad única donde las naciones son parte de esta gran sociedad mundial. Desde luego que el debate sobre la cuestión global no nace con Wallerstein, pues este buscó combinar dos retos teóricos: la escuela de histórica francesa y el neomarxismo, dando como resultado una ciencia social histórica comprehensiva que rebatió la ciencia social moderna basada en la búsqueda de leyes universales. El concepto de sistema histórico busca precisar el alcance de las generalizaciones de la ciencia social moderna. Sistema porque se compone de partes interrelacionadas que forman un todo único; histórico porque nacen se desarrollan y decaen en un periodo de tiempo. Existen tres sistemas históricos y se clasifican por su modo de producción: el mini-sistema (local), basado en un modo de producción reciproco y de linaje; el imperio-mundo (mundial), basado en un modo de producción redistributivo tributario, con producción agrícola tecnificada, generando excedentes apropiados por una clase burocrático-militar; y la economía-mundo, basada en el modo de producción capitalista y la acumulación de excedente en forma de capital. El autor plantea cuatro tipos de cambio de estos sistemas: transición, incorporación, ruptura y continuidad. Luego de esto el texto se enfoca la economía-mundo, entendiendo que su expansión eliminó al resto de sistemas. El análisis de los sistemas mundiales es crítico frente a la teoría del desarrollo lineal, planteando que ricos y pobres son parte de un mismo sistema. Wallerstein reconocerá tres elementos fundamentales del sistema histórico que se está analizando, siendo estos base fundamental de posteriores análisis. Por una parte es necesario un mercado mundial único, donde se producen mercancías para intercambiar, el precio está determinado por el mercado y hay competencia entre los productores, dando como resultado un desarrollo económico desigual. En segundo lugar resulta vital un sistema interestatal, donde los estados pueden alterar su mercado interno, pero también (en el caso de los más poderosos) alterar el mercado más allá de sus fronteras, resultando así un sistema de estados competitivos. En tercer lugar la necesidad de estructuras tripartitas, dado que en los procesos de explotación capitalista son necesarios grupos intermedios que ayuden a mantener la estabilidad política.

Posteriormente se realiza una explicación de las dimensiones del sistema histórico, a partir de una matriz espacio-temporal que combina la dinámica del sistema con su estructura, siendo este análisis una base fundamental para el marco de la geografía política. En la dinámica de la economía mundo (temporalidad), se plantea un desarrollo cíclico del sistema, basado en los ciclos de kondratieff que señalan la existencia de fases de crecimiento y estancamiento, y las ondas logísticas que son ciclos más largos en periodos anteriores a la economía mundo. En la estructura de la economía mundo (espacio), la extensión geográfica por la división del trabajo resulta importante en la expansión de la economía mundo y la eliminación de la región exterior. Así mismo se introducen los conceptos de centro (relaciones que combinan salarios altos, tecnología moderna y producción diversificad) y periferia (relaciones que combinan salarios bajos, tecnología rudimentaria y producción simple), entendiéndolos como procesos complejos que no se determinan por el tipo de producto, sino por las relaciones sociales de producción. Estos conceptos estructuran el espacio y representan un desarrollo económico desigual. Sin embargo se introduce el concepto de semiperiferia, como una forma particular de los dos procesos anteriores, lo que implica relaciones sociales de doble explotación. La periferia constituye un papel político importante, siendo una zona intermedia crucial en la estructura espacial tripartita, en donde se desarrollan las reestructuraciones. Finalmente el autor señala que a pesar de las criticas al análisis de los sistemas mundiales por su