Pensamiento Critico

November 13, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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1.3 PENSAMIENTO CRÍTICO

ÁREAS FUNDAMENTALES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

RAZONAMIENTO SOLUCIÓN DE PROBLEMAS TOMA DE DECISIONES ENSEÑAR O APRENDER A PENSAR

RELACIONES ENTRE ÁREAS

DESCRIPCIÓN DEL CAMPO: La expresión pensamiento crítico hace referencia a una tradición de investigación y de enseñanza de origen filosófico y de desarrollo  multidisciplinar . En la década de los sesenta, algunos filósofos como Robert Ennis o Stephen Toulmin plantean estudiar todas las formas de razonamiento posible, no sólo las formales, por entender que son éstas los mecanismos fundamentales del pensamiento. Esta propuesta iba más allá del razonamiento deductivo, puesto que éste no servía para dar cuenta de modos de razonamiento cotidiano, la mayoría de los cuales son de naturaleza inductiva. Por este motivo, se desarrolla el campo de “la lógica informal”, para indagar todas las formas de razonamiento, no sólo la deductiva, y también para dejar constancia de que la lógica formal era un marco limitado que contempla sólo una parte de las manifestaciones reflexivas, dejando fuera otras no menos interesantes. En este comienzo se intentan solventar las limitaciones que la lógica impone al estudio del razonamiento, y se empieza a hablar de razonamiento informal , denominación que en las décadas posteriores se utiliza  junto con otras semejantes como razonamiento práctico o cotidiano, tal como se expone en el capítulo primero del presente libro. Si bien el razonamiento informal pone los pilares de lo que después será el campo del pensamiento crítico, su desarrollo se ha diversificado al menos en tres direcciones: en las trazadas por los filósofos, a los que acabamos de referirnos, en las marcadas por los profesionales de la educación y en las dictadas por los psicólogos. Los esfuerzos hechos por estas tres clases de profesionales son los que han consolidados este campo. Los filósofos extienden la lógica hacia la argumentación, como habilidad central del

 

pensamiento, con fines más bien aplicados, de desarrollar y mejorar su utilización. Los profesionales de la educación, como David Perkins o Lauren Resnick, han reforzado este perfil, eminentemente aplicado, de esta corriente al ámbito educativo. Han insistido en el desarrollo de procedimientos y técnicas que mejoren nuestras habilidades cognitivas en este contexto. Los psicólogos han aportado la definición de las diferentes habilidades de pensamiento y las han considerado como las mejores estrategias de resolución de problemas. Autores como Jonathan Baron o Diana Halpern han descrito e investigado las capacidades fundamentales de pensamiento. Esta autora, por ejemplo, propone como habilidades básicas las de razonar, comprobar hipótesis, resolver problemas o decidir. Los psicólogos se han esforzado en identificar los procesos implicados en nuestra actividad intelectual, de modo que han hecho posible especificar las capacidades propias del pensamiento crítico. Hoy día éste es un campo muy fecundo, debido al creciente interés social por la reflexión crítica, al menos de palabra, pues los hechos no siempre están en consonancia. Durante las décadas de los ochenta y noventa ha habido, en algunos países, una preocupación institucional por saber si el nivel intelectual de nuestros alumnos de secundaria y de universidad era adecuado, y si los planes de estudios contribuían a que ese nivel fuera aceptable. De hecho, en Estados Unidos, el Instituto Nacional para la Educación realizó un esfuerzo importante por evaluar a sus estudiantes en esos años, llegando a la conclusión de que las capacidades intelectuales de los mismos eran poco satisfactorias e incluso motivo de preocupación. Esto dio lugar a la financiación de varios proyectos destinados al desarrollo de las habilidades intelectuales. Esta preocupación institucional ha servido, además de para promover la investigación en una determinada dirección, para que se hable más que antes de la importancia del pensamiento, pues parece que es necesario insistir en lo obvio. Esta emergente “popularidad” del pensamiento en la cultura anglosajona ha contribuido a que se consolidaran líneas de investigación que han ido configurando en las dos últimas décadas lo que se conoce hoy como pensamiento crítico crítico.

El campo del pensamiento crítico es el producto del esfuerzo realizado en la tradición del razonamiento o lógica informal, de las aportaciones aplicadas tanto desde el ámbito filosófico como educativo, y del empeño por definir con cierta precisión las habilidades cognitivas, considerándolas además como parte fundamental en todo el proceso de solución de problemas (esta idea puede apreciarse en el esquema de relación de áreas precedente). Este enfoque se asienta pues en tres pilares fundamentales: en las habilidades de  argumentación, en el empeño por aprender o enseñar a pensar , y en la utilización de estas habilidades enseñables para resolver problemas. El pensamiento crítico es un proyecto esencialmente aplicado al ámbito educativo, o como prefieren decir algunos, el pensamiento es el verdadero objetivo de   la educación. En ésta, se busca que el alumno comprenda, reflexione y  solucione problemas de manera eficiente. En realidad, nos gustaría lograr que el estudiante desarrolle una óptima capacidad de juicio y la utilice

 

en los problemas tanto académicos como cotidianos, tanto profesionales como personales. Este rasgo, la eficiencia o eficacia, es lo que le da sentido a la palabra crítico, porque sino, nos bastaría con la palabra pensamiento sin necesidad de añadirle ese adjetivo, y de hecho algunos defienden que el pensamiento es intrínsecamente crítico y, por lo tanto, no necesita explicitarse. Nuestra opinión está más del lado de los que mantienen el adjetivo crítico, porque entendemos que hay formas de pensamiento neutras o menos eficientes que otras, de modo que es posible defender la denominación de pensamiento crítico. Además, de esta forma se está indicando que se asume lo fundamental de este enfoque. Pero sobre todo dejamos constancia de que compartimos una determinada concepción. El pensamiento crítico es la actividad intelectual que nos    permite conseguir nuestros fines de la manera más eficaz. Esta idea no hace más que recoger la sabia tradición de John Dewey, y también del menos reconocido Max Wertheimer. La actividad intelectual es el conjunto de habilidades de pensamiento que ya hemos mencionado y que volvemos a precisar ahora. El espíritu aplicado del pensamiento crítico se particulariza en la utilización de sus habilidades fundamentales. La principal, ya lo hemos dicho, es el razonamiento. El  razonamiento como toda capacidad de inferencia o juicio es el núcleo o la esencia de lo que entendemos por pensamiento, de hecho observemos que en nuestro lenguaje intercambiamos sin problema las palabras reflexión y pensamiento. Para comprender cualquier aspecto de nuestro mundo necesitamos relacionar, comparar o sintetizar, habilidades estas impensables sin la inferencia más elemental. Sin embargo, ésta no es la única importante. Los psicólogos, como decíamos, han aportado a este campo un concepto muy importante, el concepto de solución de problemas. En el fondo, esta idea no es más que una metáfora, pero muy útil. Lo que se busca es disponer de un marco que integre toda actividad de pensar. Cuando no sabemos qué hacer, qué creer o qué querer, es cuando decimos que nos encontramos con un problema, y si tenemos la intención de solucionarlo, es cuando nos ponemos a pensar cómo resolverlo. Observemos que dentro de esta metáfora tiene cabida cualquier cosa que podamos definir como pensamiento, de modo que nos va a permitir relacionar todos los aspectos del mismo de manera sencilla (véase esquema precedente). Si tenemos la voluntad de cambiar una situación que nos disgusta (o de solucionar un problema), primero nos esforzaremos por definirla, analizarla o comprenderla; segundo, buscaremos formas de modificar esa situación (estrategias de solución); después, elegiremos la que consideremos mejor; a continuación, la aplicamos, y finalmente, valoramos los resultados  obtenidos. Si analizamos con más detalle los pasos que damos cuando intentamos resolver un problema, nos percataremos de que en ellos se encuentran todas las habilidades importantes de pensamiento, que van a ser objeto de estudio en las materias de pensamiento. Para definir o comprender una situación o problema necesitamos de toda nuestra capacidad de conceptualización, de reflexión o de  juicio. Estas habilidades son especialmente importantes en esta fase. Buscar formas de

 

resolver un problema, en muchas ocasiones, exige procedimientos de indagación o de comprobación de hipótesis. Las diferentes estrategias de solución de problemas descansan en procedimientos de inferencia o  juicio, como la búsqueda de regularidades, el principio de no contradicción o la estrategia general de análisis medio-fin. La solución de muchos problemas pasa por elegir bien entre diferentes opciones o alternativas; hasta tal punto puede ser esto importante que el problema es en realidad un  problema de decisión. Tomar   decisiones, como sabemos por experiencia propia, es una habilidad esencial en todos los aspectos de nuestra vida, que exige de nosotros buen juicio, para elegir mejor opción, la más probable y la que más ventajas nos ofrezca; es decir, necesitamos evaluar los costes y beneficios de las alternativas que tenemos y estimar su probabilidad de ocurrencia.

Las capacidades básicas de pensamiento crítico, que nosotros vamos a estudiar, son las de razonamiento, solución de problemas y toma de decisiones. Las habilidades de razonamiento están presentes en prácticamente toda actividad intelectual que realicemos. Solucionar un problema exige análisis y comprensión, comprobar hipótesis y tomar decisiones. Todas exigen razonar o inferir de algún modo. Estas formas de razonamiento se estudian dentro de dos categorías: la deducción y la  inducción. Dentro de la primera, son especialmente importantes el   razonamiento categórico y el  razonamiento proposicional . El razonamiento inductivo es suficientemente amplio como para que lo dividamos en cuatro tipos: generalizaciones inductivas, razonamiento  causal, analógico e hipotético. El razonamiento cotidiano es la utilización conjunta de todos ellos con el fin de demostrar una conclusión o de explicar unos hechos. El tratamiento general del razonamiento nos exige desarrollar un método común para todas las formas del mismo, algo que se trata dentro del razonamiento práctico. Como se observa, las habilidades de razonamiento son tratadas de un modo muy extenso por ser la base de nuestra actividad reflexiva. Sin embargo, debemos tener en cuenta también las otras dos capacidades importantes. Como decíamos antes, solucionar   problemas es una actividad general que integra todas las habilidades de pensamiento existentes. Pero esta actividad se focaliza en la tarea comprensión de un problema y en las estrategias de solución del mismo, por esta razón, es necesario tratar la capacidad de solución de problemas detenidamente. Los problemas, decíamos, en muchas ocasiones son problemas de decisión, por tal motivo es necesario dedicar un esfuerzo importante a las capacidad de tomar decisiones. Para decidir necesitamos valorar las ventajas y las desventajas de las diferentes opciones, así como su probabilidad de ocurrencia; los juicios de valor y probabilidad son el núcleo de las buenas decisiones, pero estos no son suficientes para alcanzar decisiones sólidas, necesitamos de otras habilidades o estrategias versátiles y eficientes, los heurísticos, para poder resolver los problemas de decisión. Todas estas capacidades fundamentales de campo del pensamiento crítico se deben tratar conceptual y aplicadamente. No es suficiente con el estudio de los procesos

 

de pensamiento para desarrollarlos y mejorarlos, debemos utilizarlos en muchos contextos y en considerables ocasiones. Desde el campo del pensamiento crítico se sabe que la  práctica es imprescindible para lograr un desarrollo óptimo de las capacidades cognitivas. Por esta razón, en este portal se tratan las diferentes habilidades de manera conceptual y práctica. En las materias de pensamiento y en la página recursos se abordan de ambas formas. En recursos se pueden encontrar recomendaciones de libros y revistas fundamentales en el campo, que le permiten al interesado adquirir una buena base conceptual del campo. Pero además, el navegante tiene a su disposición una serie de actividades prácticas que le ayudan a desarrollar y consolidar las habilidades fundamentales de pensamiento. En estos enlaces, se encontrarán herramientas suficientes para consolidar esos conocimientos de manera práctica. Dada la importancia que tienen los procedimientos en este campo, se proporcionan muchas direcciones de cursos prácticos para que la persona interesada pueda ejercitarse sobradamente en el desarrollo de los mismos. El deseo al construir este portal es que sirva para fomentar el conocimiento riguroso y en profundidad del campo del pensamiento crítico. La descripción precedente es una adaptación del trabajo: © Saiz, C. y Nieto, A. M. (2002). Pensamiento crítico: capacidades y desarrollo. En C. Saiz (Ed.), Pensamiento crítico: conceptos básicos y actividades prácticas (p. 15-19). Madrid: Pirámide. Un tratamiento más amplio del campo del pensamiento crítico puede encontrarse en el excelente libro de Matthew Lipman: Lipman, M. (2003). Thinking in education (2nd Edition). Cambridge, MA: Cambridge University Press

 

 

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