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April 5, 2017 | Author: alejandro1306 | Category: N/A
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PEDAGOGÍA Ioannes Di Napoli
IOANNES DI NAPOLI
PEDAGOGÍA (De la educación del hombre)
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ÍNDICE ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN TEÓRICA. INTRODUCCIÓN A LA PEDAGOGÍA II. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA. III. NOCIÓN DE PEDAGOGÍA. IV. DIVISIÓN DE LA PEDAGOGÍA Artículo I Autoconciencia, La libertad Substancia individua El elemento específico El elemento genérico Preguntas: TESIS I. El sujeto capaz de la educación debe ser un ente real y concreto. El sujeto capaz de la educación debe ser una persona. El sujeto capaz de la educación es una persona afectada por límites. ESCOLIO Artículo II. Entre los cristianos: Entre los griegos: Entre los modernos Parte I (El fin de la educación se determina por el fin último del hombre) Parte II. TESIS II. El temperamento La fortaleza, La justicia La prudencia, La templanza Parte III El carácter ESCOLIO Artículo III. La posibilidad y la necesidad de la relación educativa. La naturaleza de la relación educativa. Educación negativa y educación positiva La educación preventiva y la educación represiva La relación educativa TESIS III. Parte I. La Auto educación y la étero educación. La educación negativa y la educación positiva.
Parte II Parte III La educación preventiva y represiva.
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Artículo IV. Las causas derivadas Las causas originarias El estado. I. DE LAS CAUSAS ORIGINARIAS DE LA EDUCACIÓN. La familia. DE LA CAUSA DERIVADA YPRÓXIMA DE LA EDUCACIÓN I. De la persona del maestro. La Iglesia. II. De las obligaciones del maestro. Articulo V. De la materia de la educaciónen general. De la educación intelectual De la educación moral. De la educación religiosa. De la educación social. Artículo VI. De la educación física. A. En la educación intelectual (el orden del conocimiento) I. LA LEYDE LA PROGRESIÓN B. En la educación moral y religiosa. C. En la educación social. II. LA LEYDE LA INTUICIÓN. La intuición I. La actividad y el activismo III. LEYDE LA CICLICIDAD. IV. LA LEYDE LA ACTIVIDAD. II. Los significados rechazados del activismo III. La significacióndel verdadero activismo CONCLUSIÓN ÍNDICE ALFABÉTICO
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INTRODUCCIÓN A LA PEDAGOGÍA I. II. III. IV.
Introducción teorética. Introducción histórica. Noción de pedagogía. División de la pedagogía. I. INTRODUCCIÓN TEÓRICA. (El problema pedagógico.
Entre los hombres encontramos los hechos de algo, que se llaman hechos educativos, o hechos por los que algún niño bajo la dirección de algún maestro se ve perfeccionado en su vida cultural, moral y física. Estos hechos todos los pueden conocer y todos los pueden considerar y poner: los padres, los superiores, los maestros, el estado, la Iglesia. Los filósofos que de todas las supremas causas preguntan las razones deben preguntarse cuál sea este hecho en todas sus relaciones y de que modo debe regularse. La pregunta que los filósofos ponen, es el problema pedagógico, o sea, el problema de la educación de los niños (π α ι δ ε α l a educación de los niños) El problema de la pedagogía se dice problema de la educación de los niños; aunque no solo de los niños se puede tener educación o formación, porque los adultos pueden educarse y de hecho se educan, sin embargo la educación toca a los niños porque estos no pueden tener aquellas aptitudes que son propias del hombre adulto; los adultos se educan a sí mismos pero aunque son adultos en edad, espiritualmente se consideran niños en cuanto se considera la indigencia de la forma de cultura. La educación es un hecho que implica una relación entre el educando y el educador; por lo tanto son consideradas tres cosas: El primer término de la relación, es decir el sujeto de la educación, o el educando. El segundo término de la educación, es decir, la causa eficiente, o el educador. La relación de la misma educación. Estos tres estudios en los hechos de la educación se consideran según cuatro causas, además la materia se entiende doblemente: a) como sujeto de la educación, el cual no es una simple materia, o sea, aquello en donde actúa el educador, porque el educando reúne la educación, además participa de la causa material y de la causa eficiente; b) como programa de educación. Por consiguiente en las preguntas consideradas:
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¿Qué es aquello que se educa? (el problema del sujeto de la educación) ¿Para qué se educa? (el problema del fin de la educación) ¿Cuál es la naturaleza de la relación educativa? (el problema de la forma de la educación. 1. ¿Quién es aquel que educa? (el problema de la causa eficiente de la educación) 2. ¿Qué es lo que hace la educación? (el problema de la materia de la educación) 3. ¿Cuál es el método de la educación? (el problema del método de la educación) Las preguntas predichas constituyen el problema general pedagógico, el cuál es resuelto por nosotros. Brevemente veremos la historia de estos problemas en brillantes autores pedagógicos. II. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA1. En todos los pueblos fue tenida la preocupación de la educación de los niños, muchas sentencias se encuentran de la manera de educar a los niños en la S. Escritura y en los libros de los pueblos antiguos. Después de la oposición de Sócrates y los sofistas, el primero que dedicó un amplio estudio a la educación de los niños fue Platón. El primado de la república en la doctrina platónica hace que la educación se conciba como una institución de la ciudad; y se ordene hacia este fin; la obra platónica en donde hace el discurso de la educación es La República. Lo poco que escribió Aristóteles de la educación se encuentra en su política, su libelo Proterepticus se perdió; después de Aristóteles los epicúreos y los estoicos mucho dijeron de la educación de los jóvenes según su propia doctrina, sobre todo Séneca, aunque su eficacia fuera mínima. Cuando la persona humana goza del gran honor de la novedad de la revelación cristiana (el hombre como hijo de Dios, la hermandad en Cristo, para que se ordene a la bienaventuranza sobrenatural); entre los SS. Padres y Doctores de la iglesia hablaron abundantemente sobre la educación de los niños, sobresalen entre todos ellos: S. Clemente de Alejandría, S. Juan Crisóstomo, y S. Agustín (Del catecismo de los desconocedores, del maestro, Del orden). Entre los Padres y Doctores es exaltada grandemente la acción de Dios por la gracia de Cristo en la educación de los niños, además el maestro se concibe como un instrumento de Dios. En el medioevo no se tienen muchos estudios de la educación, porque en la profesión universal de la doctrina y de la vida cristiana, los hechos de la educación se regulaban según la tradición de la fe; Está también la cuestión XI entre Las cuestiones disputadas, De la verdad, en la que S. Tomás actúa de maestro. Los jóvenes se instruían en las artes del trivio y del cuadrivio, pero el lugar principal lo ocupaba la Teología. En tiempos del humanismo y del renacimiento en Italia, escribieron de la instrucción de los niños, M. Vegio, M. Palmeri, Silvio Antonino, aunque más bien de un modo empírico probando reglas prácticas; Victorino Feltrius fue mas bien educador que pedagogo. 1
Aquí se define una breve historia de las doctrinas pedagógicas, no la historia de las instituciones escolásticas, que son innumerables. 5 de 44 06/11/2011 APMD
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En los tiempos de la reforma protestante y la restauración católica, muchas de estos problemas de la educación se trataron; entre los católicos más que escribir libros, fue más grande el esfuerzo en instituir escuelas e institutos religiosos para la instrucción de los niños: La Compañía de Jesús, la congregación de las escuelas pías, la congregación fraterna de escuelas cristianas (De la Salle); es de gran importancia la Razón de los estudios (Ratio Studiorom) en los colegios de la Compañía de Jesús, ya que esta es la carta magna de la educación de esa sociedad, que más adelante fue reformada según las exigencias de nuestros tiempos. Desde el siglo XVII hasta el siglo XIX entre los católicos se tiene a Comenius (Comenski) cuya gran obra pedagógica es La didáctica magna (1657); en esta obra el fin de la educación religiosa se considera en cuanto la educación debe preparar al hombre para la vida eterna; el método es la secuencia de la naturaleza en su espontaneidad y graduación; por lo tanto el método con Comenius debe ser gradual y cíclico. Locke (Thought on education) quita la educación individualista. Por la influencia del iluminismo (el naturalismo) y por índole propia, Rousseau propone su teoría pedagógica en la obra Emile (1762), en donde se quita la espontaneidad y la individualidad en el alumno al mismo tiempo los sentimientos y la graduación en las disciplinas (la religión se enseña en el fin); el fin de la educación se pone en la adquisición del autodominio para gozar bien de los bienes de este mundo; aunque Rousseau sostiene la inmortalidad del alma; para las relaciones educativas Rousseu enseña una doctrina negativa, en la que la actividad del maestro mucho se disminuye. Pestalozi (1746-1827) considera a la educación como un hecho sentimental y el método práctico es el uso de la intuición; luego carece de un problema teorético en la educación. F. Froebel (1782-1852) propugnaba por una educación preelemental (los jardines de niños) y “los juegos” infantiles en los cuales se otorgaban “premios” o figuras geométricas. Posteriormente F. Herbart en Alemania, los positivistas (Gabelli, Ardigo etc.) y después los idealistas (Gentile, Lombardo-Radice etc.) en Italia, Decroly en Bélgica, Ferriere en Suiza, Dewey en Norteamérica; en Alemania Förster, aunque no fueron católicos si fueron profundos cristianos. Entre los pedagogos y educadores católicos del siglo XVIII y XIX P. Girad, A. Bécquer de Susurre (L´education progresive), Lambruschini (della educazione), Rosmini (Sull´unita dell´educazione, Il principio supremo della metodica), F. Aporti (los jardines de niños), S. J. Bosco (orador). En el renacimiento católico muchos hablan del problema de la educación ya sea teórica o práctica: Gillet, Dévaud, Leoncio da Silva, Casotti etc. Aunque no son del siglo XIX S. Gerdil, que escribió Antiemile (en contra de Rousseau) y Dupanloup, que escribió la obra De l´education, que en su momento tuvo una gran importancia. III. NOCIÓN DE PEDAGOGÍA. La pedagogía puede definirse como: ciencia de la educación dirigida por supremos principios y por reglas. Análisis de la definición:
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1) Ciencia, porque la pedagogía no es una simple y empírica colección de reglas, que se
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aplican comúnmente a la educación; la misma tiene principios de ciertas partes de la filosofía y prueba demostrativamente sus conclusiones. De la educación: es el objeto material de esta ciencia. Dirigidas a: y en esto se tiene el objeto formal “ad quod” (el fin); la pedagogía no considera tanto lo que es, sino lo que debe ser; por lo tanto regula y dirige la educación, luego es también un arte; arte en cuanto ciencia directiva, en cuanto las reglas directivas sistemáticamente se unen con los principios. Por supremos principios: y en esto se tiene el objeto formal “quod”, así es como la pedagogía sea una ciencia filosófica (filosofía de la educación) Por reglas, porque se indica el carácter práctico de la pedagogía en la parte del perceptor.
Estas consideraciones son las relaciones de la pedagogía con otras ciencias prácticas y las relaciones entre las mismas partes. Ciertamente la pedagogía se distingue de la filosofía teorética, pero fuertemente se distingue de la misma Ética; esta enseña cual sea el fin último y cual es la ley moral del hombre, la pedagogía enseña de que manera debe regularse el proceso para adquirir la perfección en orden hacia el fin último. La pedagogía es mas bien similar a la acética, así se tiene la proporcionalidad: así como en el orden sobrenatural la acética se inclina a la teología moral, así en el orden natural la pedagogía se inclina a la ética; la disputa, que entre los teólogos se tiene de la identidad o la distinción entre la teología moral y la acética, puede repetirse entre la ética y la pedagogía. Aunque la pedagogía o se identifica con la ética, o como su parte más práctica, o estricta y se subordina directamente, y como la ética supone la Metafísica y la Sicología, también la Pedagogía supone aquellas partes de la filosofía y la sicología experimental, por lo tanto la parte que más contiene la Pedagogía se llama sicología pedagógica. Cuando el hombre concreto (que existe históricamente) se encuentra en el orden sobrenatural, la pedagogía deberá tener la consideración del estado sobrenatural del hombre educando; y entonces la pedagogía difícilmente se distingue de la acética. En el ámbito de la pedagogía se distinguen tres partes: 1) La filosofía de la educación, la cual considera los principios más especulativamente o
sea, las causas supremas de la educación. 2) La ciencia de la educación, que sobre el fundamento de la sicología diferencial,
considera al sujeto educando, y las reglas de un modo experimental (la pedagogía como ciencia) 3) El arte de la educación, el cuál más concretamente, sobre todo por la experiencia, prueba las reglas de los elementos particulares de la educación. (La pedagogía como didáctica). Las relaciones entre estas partes de la pedagogía son las mismas que las relaciones entre las partes de la política, ya que puede considerarse: como filosofía, como ciencia y como arte (Cf. el apéndice primero de la ética) La pedagogía filosófica puede y debe atender a la a la biología y a la sicología experimental, aunque permanece siempre en el saber conceptual; la pedagogía científica debe atender en gran medida hacia “los datos” de estas ciencias; la pedagogía como arte (donde se tienen más educadores que 7 de 44 06/11/2011 APMD
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pedagogos) supone algún conocimiento genérico de la filosofía, aunque debe atender más al repertorio de la ciencia, aunque el arte se vale en gran medida de la experiencia. Nosotros en el estudio tomamos los problemas más filosóficos tocando también la ciencia y la didáctica general; para la didáctica especial (por ejemplo para el catecismo y otras disciplinas) puede servir la obra y los opúsculos que sobresalen por todas partes. IV. DIVISIÓN DE LA PEDAGOGÍA Según las preguntas puestas en nuestro estudio de la pedagogía en estos artículos se divide: Artículo I. Artículo II. Artículo III Artículo IV Artículo V Artículo VI
Del sujeto de la educación. Del fin de la educación. De las relaciones en la educación. De la materia de la educación. De la causa eficiente de la educación. Del método de la educación BIBLIOGRAFÍA.
Además de las obras citadas en la introducción histórica recordamos estas cuestiones tratadas por S. TOMAS en la S. T., II-II. Es de fundamental importancia la encíclica de PIO XI Divina illius magustri (Aquel divino maestro, 31 de diciembre de 1929), la cual es la carta magna de la pedagogía cristiana. Algunas obras recientes: M. GALLI, L’antico e il moderno nell’educazione dei figli, Milano 1921. DE VALLE S. I., La teoría e la practica dell’educazione, Torino 1928. R. RESTA, Filosofía hedí’educaciones, Adoba 1944(2 edición) Fray DE HOVRE, Essai de philsophie pédagogique, Bruxelles 1927. ÍDEM, Le Catolixisme, ses pédagogues, sa pedagogique, Bruxelles 1934. D BASSI, La saguezza nell’educazione, Firenze 1941. F. OLGUIATE, Primi linementi di prdagogia cristiana, Milano 1942. A. FRANCHI, Pedagogia generale (2 volumen), Brescia 1947-48. N. PETRUZZELLIS, Il problemi della pedagogia come scienza filosofica, Brescia 1946 (2 edición) S. HESSEN, Fondamenti della pedagogia come filosofia aplicata, Palermo 1936 (versión en lengua polaca) G. NOSENGO, La persona umana el’educazione, Roma 1946. Se citan otros escritos en los artículos particulares.
Artículo I Del sujeto de la educación. I. Noción de sujeto. Puesta la pregunta ¿Qué es lo que se educa? Todos responden: el hombre. Aunque para entender y distinguir la respuesta, el hecho es que se considera que sea el mismo hombre y como el mismo sea sujeto de la educación. 8 de 44 06/11/2011 APMD
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La educación generalmente se entiende como un proceso perfectivo del hombre en cuanto es hombre, no obstante frecuentemente se hace un discurso de la educación de los animales, pero estrictamente hablando la educación se entiende como propia del hombre; más bien el hombre es considerado como sujeto de la educación. El hombre es una persona, que subsiste distinto en su naturaleza intelectual, aunque como en la intelectualidad importa su conciencia, su libertad y su propio fin, la persona puede decirse: substancia individua provista de autoconciencia, libertad y fin propio. La definición debe considerarse analíticamente para que se entienda bien el sujeto de la educación, así importa a la persona, porque se tiene: 1) Substancia individua. La persona no es un accidente ni algo común a muchos,
es algún individuo lo que se tiene, es decir algo distinto de otros, que tiene su propio ser para su propia operación. 2) Autoconciencia, o sea su conciencia, que consiste en la habitual u actual
advertencia que el sujeto tiene de su propio ser y de su propio operar. La autoconciencia es la propiedad del ente inteligente, el cual puede conocerse a sí mismo y a otros. En el hombre la autoconciencia supone el conocimiento de otras cosas, porque el conocimiento humano está en potencia con relación al objeto, si no se pone algo al conocimiento, el hombre no se pone en acto de conocer (Cf. las cuestiones de sicología y gnoseología) Esta potencialidad del conocimiento humano prueba también la trascendencia del objeto conocido con relación al conocimiento: el conocimiento humano no pone el objeto sino que lo supone: el hombre no es la autoconciencia, pero tiene conciencia, o sea, es un ente que sabe de otros y se conoce a sí mismo. La sicología nos enseña que el conocimiento humano empieza por el sentido y se perfecciona en el intelecto; el objeto propio del conocimiento humano es el inteligible en el sensible y por el sensible, así es como el conocimiento intelectivo y el conocimiento sensitivo se unen estrictamente en toda la operación cognoscitiva. 3) La libertad o la fuerza electiva de los medios observados en orden del fin. Los
medios son bienes particulares, el fin es el Bien Sumo en general; la libertad es más bien una propiedad de la voluntad; necesariamente queriendo el Sumo Bien puede la libertad querer los bienes particulares como medios para el fin. La libertad como propiedad de la voluntad, pertenece a la vida apetitiva del hombre, pero su raíz está en la intelectualidad. El apetito (la tendencia) del hombre puede ser o meramente afectiva (la afectividad), porque el sujeto se afecta o se atrae hacia el objeto, o efectiva (volitividad), ya que el sujeto entiende y elige el objeto, lo usa y lo goza. A la afectividad pertenece la tendencia, el impulso, los sentimientos, las emociones y las pasiones, a la voluntad pertenece la deliberación de la voluntad o la libertad, porque la voluntad es la señora de los actos de los bienes particulares. 9 de 44 06/11/2011 APMD
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II. Preguntas: Puesta la pregunta del hombre en cuanto es sujeto de la educación, veamos si esta de hecho puede estar en el sujeto, o en cuales condiciones se puede educar. Se pregunta: ¿Por qué el hombre es sujeto de la educación? Para resolver esta cuestión sea TESIS I. El hombre es sujeto de la educación porque es una persona afectada por límites. Prueba de la tesis: El sujeto de la educación es una persona afectada por límites. El hombre entonces como sea sujeto de la educación debe entenderse como una persona limitada. Declaro la mayor: La educación contiene dos elementos en donde se entiende que uno es el género y el otro la especie. 1) El elemento genérico de la educación es porque la educación es alguna evolución o
un proceso de perfeccionamiento, es decir, es el proceso mediante el cual el sujeto adquiere algo cambiando de la potencia al acto; en otras palabras: la educación es algo que mejora. 2) El elemento específico de la educación es que la educación es una evolución consciente, libre o intencional en el que el sujeto conoce de algún modo y quiere el fin al que se dirige. Para tener los dos elementos se requiere un sujeto capaz de una evolución intencional y esto en doble sentido: En sentido pasivo en cuanto el sujeto necesita de la evolución, o sea, el tránsito de la potencia al acto; es decir, sea capaz de recibir. a)
En sentido activo, en cuanto el sujeto posee intencionalmente (deliberadamente) la evolución, se conoce a sí mismo, es decir es capaz de actuar. b)
Aunque la educación no es una mera evolución o tránsito así como puede encontrarse todo en todo ente; es una evolución deliberada, en la cual el sujeto actúa ordenando los medios hacia el fin. Pruebo la menor: La educación en cuanto es una evolución deliberada, requiere de tres cosas: un ente real y concreto, que sea persona y que sea afectada por límites. 1) El sujeto capaz de la educación debe ser un ente real y concreto.
Aunque las acciones y pasiones son supuestas; ningún ente actúa y se ofrece a sí mismo si algo no está en sí y por sí mismo existente: la substancia. El accidente no es estrictamente un ente, sino que es un ente del ente, o sea, un ente por analogía, hasta el grado que entra en el ente, que es una substancia; no se da la evolución del accidente como tal, pero puede evolucionar la substancia según el accidente; por 10 de 44 06/11/2011 APMD
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ejemplo: nosotros hablamos realmente de la educación del intelecto, de la voluntad etc., pero el sentido es: de la educación del hombre según el intelecto y la voluntad etc.; lo que se educa es y debe ser una substancia concreta existente; en lo que se educa puede ser la facultad que pertenece a la substancia. Por consiguiente se puede concluir: En toda doctrina panteísta o monista la educación es teoréticamente imposible; monísticamente se pueden de hecho tener y exponer las doctrinas pedagógicas, pero teóricamente se contradicen a sí mismas; cuando quieren los monistas pueden ser excelentes educadores, pero la realidad contradice su doctrina porque en lo concreto casi se abandonan a la praxis educativa. Para la posibilidad de la educación se requiere una pluralidad de las substancias, o sea, entes teniendo un ser propio (el pluralismo substancial, el substancialismo pluralista) Por lo demás la pluralidad de las substancias se requiere esencialmente para la misma relación educativa, que como sea real, exige una existencia y una distinción real o sea, una dualidad real de términos 2) El sujeto capaz de la educación debe ser una persona. La educación como sea
una evolución deliberada, requiere un conocimiento del fin y del medio, y sobre todo un dominio acerca del acto del fin propio, que el agente se propone a sí mismo. El conocimiento del fin como tal, el medio como tal y el dominio del acto hacia el fin intentado como propio se tiene en la persona. Es verdad que el animal puede perfeccionar su instinto por algún sentido, pero el modo uniforme de obrar impide que de él se obtenga una verdadera evolución deliberada, o sea, un verdadero proceso de perfección o progreso. Luego podemos concluir: En toda doctrina materialista la educación es teoréticamente imposible, porque el materialismo al negar la espiritualidad del alma humana, niega la distinción esencial entre el hombre y el animal y por lo tanto la autoconciencia y la libertad. Así mismo, en la doctrina positivista la razón de la educación es teóricamente imposible, porque esta es agnóstica para la espiritualidad del alma humana, y por lo tanto para la autoconciencia y la libertad. Los positivistas mucho hicieron y escribieron de la educación, porque la parte que tienen de verdad y de laudable es que: en cuanto la naturaleza del hombre como tal se perfecciona empezando en la vida sensitiva: La experimentación (de los positivistas) es necesaria en el conocimiento del hombre y por lo tanto en su educación, pero en un sentido exclusivo intenta quitar la verdadera educación, la cual se entiende como una evolución intencional (íntimamente espiritual) 3) El sujeto capaz de la educación es una persona afectada por límites.
En efecto como la educación sea una evolución adquirida, implica que el sujeto no tenga las perfecciones, que debe adquirir, es decir que tiene límites en su operación y por lo tanto en su ser. La persona educada debe estar en acto, aunque limitada por la potencia, la cual se ordena al acto. He aquí los límites de la persona humana: a) En cuanto a la vida física: el hombre tiene un organismo muy complejo,
que exige mucho cuidado y encuentra muchos obstáculos en los elementos 11 de 44 06/11/2011 APMD
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externos; por lo tanto el hombre está sujeto a la debilidad y es físicamente perfectible. b) En cuanto a la vida cognoscitiva: el sentido y el intelecto se limitan por el
objeto del conocimiento y por el modo de conocer; el conocimiento humano no se mide por la verdad; no pone el ente, sino que lo supone, no tiene ideas innatas, no intuye el Ser Supremo; por lo tanto el hombre está sujeto al error y es cognoscitivamente perfectible. c) En cuanto a la vida moral: la voluntad no pone la ley, sino que la supone
y se apropia de ella, las pasiones se graban con el dominio propio de la voluntad; además la persona de sí no tiene toda la suficiencia para la vida; luego tiene límites; para adquirir aquellos bienes necesarios y suficientes está la vida social; pero en la misma realización de la vida social a la que se quiere llegar; la persona impone límites por la observancia de la ley, de donde el hombre es un sujeto malo por la trasgresión de la ley y es moralmente perfectible en la vida social y moral. Luego la educación se entiende posible en cuanto admite un límite, o sea, un estado potencial en la persona humana; los límites logran que el hombre sea capaz de educación en cuanto se considera racionalmente ignorante. Considerada la perfectibilidad, el hombre puede llamarse niño hasta la muerte, de donde la ley de la educación (“el hombre es educando”) vale siembre para el hombre; no obstante en estricto sentido la autoconciencia y la deliberación se presumen en el hombre por las leyes civiles entre los 18 y los 25 años de edad (la mayoría de edad), así para el período de la educación hablando normalmente es inactiva en la natividad y perfectiva desde los 6 años hasta alcanzar la mayoría de edad. Por consiguiente se concluye: en la doctrina idealista postkantiana (inmanentista) la educación es teoréticamente imposible, porque el idealismo inmanentista niega teóricamente los límites del hombre; si la persona humana está en acto absoluto, no se concibe la perfección, o sea, el estado de potencialidad. Los idealistas escribieron mucho y muy bien acerca de la educación sobre todo en contra del positivismo, exaltando la espiritualidad, aunque incoherentemente hacia su propia doctrina son muy propugnadas, la racionalidad, la libertad, la dignidad de los niños en sus disertaciones; pero pecan doblemente en su doctrina principal de la cual dependen. Por defecto en cuanto no consideran su fin, y así mismo niegan la personalidad substancial del hombre. a)
b) Por exceso, en cuanto el antropocentrismo trascendental del idealismo alaba al
hombre (él yo trascendental) pero niega sus límites esenciales. E cuanto a la posibilidad de la educación se requiere una concepción filosófica en que la persona humana se considera en su valor y en sus límites; esta concepción es el pluralismo (contra el monismo) espiritualista (contra el materialismo) y trascendente (contra el inmanentismo) 12 de 44 06/11/2011 APMD
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Las razones que se ofrecen para la educación del hombre, prueban por el mismo hecho, la necesidad de la educación para el hombre.
ESCOLIO Del sujeto de la educación considerado históricamente. En el artículo precedente consideramos al sujeto de la educación solo filosóficamente, es decir según la naturaleza y la razón. No obstante el hombre, de hecho, concreta e históricamente existente, nunca estuvo en un estado de naturaleza pura, sino que es elevado hacia el orden sobrenatural de la gracia, que el mismo puede encontrar ya sea negativamente (viviendo en el pecado fuera de la gracia) o positivamente (viviendo según la gracia) En otras palabras. El hombre puro no es el hombre de la historia sino un hombre de consideración abstracta; históricamente por la trascendentabilidad de Cristo (Cf. historiología) en el antiguo y el nuevo testamento. Todo hombre es negativa o positivamente cristiano según que rechace o reciba la gracia de Cristo. El sujeto de la educación concreta e históricamente es pues el cristiano porque por delante del cuerpo y del alma tiene la gracia de la santificación, o sea, la habitualidad y la cualidad de la gracia santificante inherente en el alma, mediante la cual el hombre se pone en el orden sobrenatural. Es grande la dignidad del cristiano: censor de la naturaleza divina, amigo de Dios, hijo adoptivo de Dios, templo del espíritu Santo; la gracia no está en contra de la naturaleza, sino que esta la eleva, es así como el sujeto de la educación se hace más noble. No obstante, aunque goce de una gran dignidad, el cristiano se impone a sí mismo límites, porque se encuentra con la oscuridad de los misterios de la fe y las debilidades de la voluntad después del pecado original, aún en el estado de gracia. Entonces el cristiano necesita de la educación o del proceso perfectivo, para conocer la verdad y observar sus principios. BIBLIOGRAFÍA C. LEONCIO DA SILVA, Pedagogia speciale práctica, I: L´educando. Torino 1948. J. DE LA VAISSERE S. I., Psicología pedagogique, París 1916. M. BARBERA S. I., Ortogenesi e Biotipologia, Roma 1943. Para profundizar más Cf. los tratados de psicología experimental y los tratados teológicos de la gracia de Cristo.
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Artículo II. Del fin de la educación. Como el principio de la educación sea algún proceso o algún hecho, es necesario que se tenga un fin determinado; sin embargo por el principio de finalidad, todo agente actúa por un fin y todo ente (la cosa o la acción) está hacia el fin. El fin del que se habla no es un fin de hecho, que cada uno se propone a sí mismo (el fin de operarse individualmente a sí mismo), sino un fin de derecho, al que tiende la misma educación, en sí y que la acción- educación debe proponer (el fin del operar y de la operación) Por lo tanto se pregunta: ¿Cuál es el fin de la educación? A estos problemas de modo diverso respondieron los autores en el decurso de los siglos. 1) Entre los griegos: Platón puso el fin de la educación en la institución de la ciudad;
junto a la misma la educación tiende a la formación del hombre, porque pone el bien del estado sobre todo, ya que el estado se dirige a la vida supraterrena; los epicúreos pusieron el fin de la educación en la posesión de la moderación en el uso de los placeres; los estoicos en contra en el dominio absoluto (el despotismo) de la razón sobre las pasiones; los neoplatónicos dijeron que la educación tiende, por la purificación y la iluminación de la mente, a la unión mística (el panteísmo) con el Uno. 2) Entre los cristianos: Los Santos Padres y Doctores según los preceptos del
evangelio sostuvieron que la educación sirve para la adquisición de la santidad o sea, de una visión intuitiva de Dios; entre los doctores sobresalen: S. Juan Crisóstomo y S. Agustín (la acética) En el medioevo el fin de la educación se concebía más o menos del mismo modo. 3) Entre los modernos sobre todo los autores cristianos que defendían la doctrina de
los mayores (el mismo Comenios pone como fin de la educación una preparación para la felicidad eterna), otros determinaron de otro modo el fin de la educación con Locke la educación tiende o debe tender a formar ciudadanos libres; con Rousseau y los enciclopedistas (Dideror, Voltaire, D´Alembert etc.) la educación debe tender a la formación de hombres con un dominio de la naturaleza y felices con el uso de las cosas del mundo. Con Kant la educación debe tender a la formación de hombres amantes de las leyes morales; con los propugnadores del romanticismo germánico (Schlegel, Herder, Schiller etc.) la educación debe tender a la formación en el hombre el sentido de la belleza y el arte creativo; con Fitche y los idealistas la educación debe tender a vivificar en el hombre la tendencia de su centralidad activa en el mundo; con los positivistas la educación tiende a la adquisición del hábito en la vida intelectual y la práctica para su uso en este mundo sensible etc.
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Muchos autores modernos hablan muy poco del fin; frecuentemente aunque con una insuficiente preparación teorética, hablan de “la libertad del espíritu”, de “la creación de la personalidad”, “del progreso con respecto a los fines más altos”. Como se ve por la explicación sumaria de las doctrinas, el finalismo de la educación es inmanente o trascendente, espiritualista o materialista según las doctrinas ético filosóficas del fin del hombre: cada autor determina el fin de la educación según que determine implícita o explícitamente, la naturaleza del fin del hombre; de donde se puede poner este principio: El fin de la educación se determina por el fin último del hombre. Por este principio fácilmente se entiende nuestra doctrina: el fin último es la felicidad en la otra vida, conseguida por el conocimiento y el amor de Dios, por lo tanto la educación debe tender para que este hombre adquiera estas virtudes o disposiciones permanentes (los hábitos), mediante los cuales pueda conseguir la felicidad. Sea entonces: TESIS II. 1. El fin de la educación se determina por el fin último del hombre. 2. Y consiste en adquirir la virtud necesaria para fin último. 3. Que en conjunto se llama carácter. Demostración de la tesis: Parte I (El fin de la educación se determina por el fin último del hombre) El fin de algún proceso se determina por el fin último del ente, que tiene aquel proceso. Además la educación es el proceso perfectivo del hombre. Luego el fin último de la educación se determina por el fin último del hombre. Declaro la mayor el principio de finalidad: Todo agente obra por un fin (todo lo hecho es hacia el fin) indica todos los fines, pero sobre todo el fin último, porque lo hecho se termina verdaderamente con el fin último, por lo demás todos los fines se requieren como medios para el fin último. Parte II. (El fin de la educación consiste en la adquisición de la virtud para el fin último) El fin último del hombre es la bienaventuranza en la otra vida conseguida por la observación del orden moral. Luego el fin de la educación es lograr que el hombre observe el orden moral para conseguir el fin último. Además la observación del orden moral requiere no solo los actos buenos, sino los hábitos o las buenas disposiciones permanentes (Las virtudes), por los cuales la ley moral se observa pronta y fácilmente. Luego el fin de la educación consiste en la adquisición de las virtudes, para el fin último necesario. 15 de 44 06/11/2011 APMD
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Nota: Las virtudes, en las cuales consiste la adquisición del fin de la educación, son estas cuatro virtudes que responden al fin de la operación humana: la justicia, la prudencia, la fortaleza y la templanza. 1) La justicia es una virtud arquitectónica que regula las relaciones del hombre con
Dios, y con otras personas; así mismo puede decirse la virtud general de todos lo que ordenan, es así como lo “justo” sea lo mismo que lo “bueno”. 2) La prudencia, esta es aceptada no en el sentido estricto como una virtud que
ordena los medios hacia el fin, pero como generalmente las virtudes respondan del conocimiento ya sea teórico o práctico: en este sentido incluye “la sabiduría” de los antiguos y la “cultura” de los modernos, así es como el hombre prudente establece principios, conclusiones, reglas etc. según la capacidad de cada persona y las enriquece en cada uno de los oficios. 3) La fortaleza, esta se entiende como la virtud que regula la aptitud del hombre para
superar los obstáculos en el sentido moral y físico por lo tanto incluye también la salud física y la prontitud del organismo para el trabajo. 4) La templanza, esta se entiende como la virtud que regula el uso de las cosas ya
sea sensibles o inteligibles; en este sentido es una virtud que prueba los medios en el uso de las cosas. Por lo dicho podemos concluir: la educación como un hecho esencialmente humano, es esencialmente un hecho moral: por lo tanto la educación es siempre esencialmente moral, porque afecta al hombre en sus relaciones hacia su fin último; la educación que se dice intelectual o física o social o de otro modo, es siempre y ante todo una educación moral en cada uno de los ordenes: intelectual, físico, moral etc. Parte III (El conjunto de las virtudes dicho comúnmente es el carácter) Frecuentemente entre los autores pedagógicos se hace un discurso del carácter, y se dice que el fin de la educación es el “carácter”; no siempre se entiende correctamente en este sentido por todos: unos entienden el carácter como la conciencia de la libertad, otros como la tenacidad en el querer; otros en un sentido de medida etc.; con nosotros el carácter afecta a todo el hombre y constituye su naturaleza etc. El hombre tiene algo por naturaleza (el temperamento y el carácter psicológico) y algo de la educación (el carácter ético) El temperamento es un conjunto de disposiciones biológicas (del sistema nervioso, sanguino, bilioso etc.) Que fluyen por la naturaleza, actúan e influyen en las acciones del hombre; por lo mismo el carácter biosicológico (Cf. los apéndices para la sicología, especialmente los del biotipo) El carácter ético es un conjunto de disposiciones morales, que fluyen de la voluntad, y regulan las acciones del hombre. El temperamento es la naturaleza que el hombre recibe; el carácter es la naturaleza que el hombre se da a sí mismo; por lo tanto el carácter es un conjunto de virtudes por las cuales el hombre se dispone a observan bien la ley moral. 16 de 44 06/11/2011 APMD
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En este sentido se entiende lo que suele decirse: el fin de la educación es la formación del hombre o la formación de la personalidad o: el fin de la educación es para que el hombre sea hombre. Hablando naturalmente el hombre es una persona desde la natividad, aún más, desde la concepción de la madre; pero moralmente hablando, en cuanto por el ejercicio de la autoconciencia y la libertad adquiere buenas disposiciones; de donde aquella que es una persona metafísica se hace persona ética en cuanto conforme con su naturaleza racional adquiere un modo permanente de actuar racionalmente por la adquisición del carácter. También es notado que el carácter es un conjunto de virtudes, ninguna verdadera prudencia sin la fortaleza y la templanza, por el contrario; la persona ética completa debe poseer un equilibrio en todas las funciones y relaciones (la justicia), por el conocimiento suficiente (la prudencia), la energía de todas las potencias (la fortaleza) y el dominio de las pasiones (la templanza) Puede y debe ponerse la educación de los ciudadanos, de los soldados, de los sacerdotes, de los atletas etc. pero ante todo la educación es del hombre, así mismo se tiene una educación física, estética etc. en cuanto el hombre como sea hombre completo debe ser un ciudadano físicamente sano y un depósito distinguido de la inteligencia y hacienda de las cosas bellas etc.; después de que la preocupación sea la educación del hombre (la prioridad no cronológica, sino ideal) puede dirigirse hacia el bien y al progreso de la humanidad por la educación especial (en la ciencia, en las artes, en el derecho, en la república, en la milicia en la vida religiosa etc.) Aquí se nota que nuestra pedagogía es sabiamente humanista, es decir responde a la dignidad y a las obligaciones del hombre como tal. ESCOLIO Del fin de la educación considerado históricamente. La educación del hombre tiende para que este hombre, como tal se haga plenamente hombre por la adquisición de las virtudes cardinales. El cristiano en cuanto es hombre, tiene un fin en su educación de hombre y por lo tanto tiende a adquirir las virtudes cardinales; En efecto, en cuanto el cristiano no adquiere sino que recibe los hábitos infusos de las virtudes teologales, que son: la fe, la esperanza y la caridad; por lo tanto en el orden natural el carácter se adquiere por la adquisición de las virtudes, en el orden sobrenatural el carácter se infunde por el bautismo al mismo tiempo que se infunden las virtudes teologales. Luego el fin de la educación para el cristiano no puede ser la adquisición del carácter; la gracia que constituye la esencia sobrenatural, es que el don sea gratuito. Luego: ¿cuál será el fin de la educación del cristiano? En breve respuesta: 1) 1) La gracia no destruye la naturaleza, sino que la supone íntegra y la eleva, así
como el hombre no tiene dos principios de acción: hombre y cristiano que es un hombre afectado por la gracia. 17 de 44 06/11/2011 APMD
cristiano, sino uno: el
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2) La gracia, las virtudes infusas y los dones del espíritu santo no pueden adquirirse,
pero pueden acrecentarse, disminuirse o abandonarse, así como el hombre se debe a su conservación y aumento; así en el orden natural la educación responde a la misma adquisición de las virtudes, en el orden sobrenatural la educación responde a la conservación y al aumento de la gracia y de las virtudes por los actos propios del cristiano. 3) Por la unidad de la naturaleza y la gracia en el cristiano, se sigue que las virtudes
teologales afirmen las virtudes naturales en el proceso de la adquisición: la fe confirma la prudencia, (la ciencia), la esperanza afianza la fortaleza, la caridad corrobora la justicia; al mismo tiempo las tres afirman el dominio de las pasiones, o sea, la templanza. Luego el fin de la educación para el cristiano es la adquisición del carácter cristiano, que resulta de los dones sobrenaturales (la gracia, el carácter sacramental, las virtudes infusas, los dones) por en el proceso del orden natural, que perfeccionan las virtudes infusas y se adquieren las virtudes naturales en la gran unidad de la persona cristiana. BIBLIOGRAFÍA M. BARBERA, Educazione e salvezza sociale, Roma 1945. ÍDEM, G. E. Pestalozzi ei fallimenti della pedagogia umanitaria, en la Ciudad católica, 1927, III, 97. Acerca del carácter existen muchos escritos (GILLET etc.)
Artículo III. De la relación educativa. La educación implica una relación entre el sujeto de la educación (el educando, el discípulo) y la causa de la educación (el educador, el guía, el maestro) Dijimos el sujeto y el fin hacia el cual tiende la educación, antes de que consideremos la causa eficiente, es necesario considerar ahora la misma relación en general, según como alguien (la causa eficiente) actúe en otro (el sujeto) construyendo la educación. Dos cosas deben preguntarse: 1. ¿Es posible la relación educativa? 2. ¿Cuál debe ser la naturaleza de la relación educativa? I. La posibilidad y la necesidad de la relación educativa.
Por la experiencia común consta que la educación tiene discípulo y maestro; por maestro se entiende a aquel, que cuida del proceso perfectivo del discípulo; el proceso considera todas las facultades del hombre; pero como supone otras operaciones de conocimiento, el maestro se considera como aquel que enseña a otro. Luego se pregunta: ¿Puede alguien enseñar a otro?
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La razón de la duda proviene por esto que la ciencia sea un hecho a) interno b) provisto de certidumbre c) acerca de una verdad universal y de las reglas de la vida. Sin embargo ningún hombre puede producir aquel hecho, propiamente porque su operación es extrínseca y consta de signos sensibles (palabras o gestos) que, como contingentes, no pueden producir una evidencia universal. Por consiguiente se explica que algunas doctrinas filosóficas, tales como el ontologismo y el innatismo nieguen verdaderamente al hombre la capacidad de enseñar a alguien; según estas doctrinas la ciencia se obtiene por la propia operación del hombre sin una disciplina exterior, en cuanto contempla al Ente Supremo o por las ideas innatas. S. Agustín sostiene que Dios es el maestro del hombre porque enseña al interior del hombre a través de la iluminación de la mente (De magíster), el mismo aclama las palabras de Cristo: “Uno solo es vuestro maestro: Cristo”. S. Tomás y los escolásticos sostienen la posibilidad de una relación educativa, pero su postura está en medio de las exageradas posturas del interiorismo y del extererionismo: la relación educativa es posible, en cuanto que el maestro no produce la ciencia en el discípulo, sino que ayuda al discípulo en su propio proceso de adquisición de la ciencia Se pregunta: ¿Es necesario que alguien enseñe a otro, o puede alguien puede ser su propio maestro? A esta pregunta los innatistas, ontologistas e idealistas (que sostienen el interiorismo) responden negando la necesidad de la relación educativa en cuanto que el hombre se puede educar a sí mismo (el principio autodidáctico, el auto didactismo) S. Tomás y con el todos los escolásticos sostienen la necesidad de una relación educativa, en cuanto nadie puede llamarse maestro de sí mismo. II. La naturaleza de la relación educativa.
Este es el problema central de la Pedagogía, porque afecta el hecho educativo en su formalidad, en cuanto implica una dualidad entre los que actúan en la unidad de la operación. Estas son las posturas de los autores: 1) Auto educación y eteroeducación:
Algunos sostienen que las partes principales de la educación pertenecen al sujeto a educar (la auto educación), en contra otros sostienen que las mejores partes pertenecen al educador (eteroeducación) La auto educación es propugnada por aquellos que exaltan la interioridad, ya sea del intelecto (el conocimiento como un hecho interior) o de la voluntad (la libertad) La eteroeducación es propugnada por aquellos que sostienen que el hombre es más bien pasivo en el conocimiento y exaltan la autoridad exterior. 19 de 44 06/11/2011 APMD
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Nuestra doctrina está en el medio, en cuanto propugna por una síntesis entre la auto educación y la eteroeducación, es decir el sujeto se educa por su operación interna y por la operación externa del maestro 2) Educación negativa y educación positiva.
Este binomio es una consecuencia del precedente, quienes defienden la auto educación, lógicamente deben exaltar la educación negativa. La educación en la cual el educando, bueno por naturaleza, se desarrolla libremente, de tal manera que el maestro no hace otra cosa que quitar los obstáculos, por lo tato el maestro no obra en el discípulo, de ahí que la educación se llame negativa, no obstante Rousseau a veces presenta algunos consejos al maestro sobre el modo de operar en el discípulo. La doctrina pedagógica de Rousseau es muy similar a su doctrina política: así como la doctrina política del estado está para proteger la libertad de los individuos (aunque muy frecuentemente contradice esta teoría en sus escritos), así la función del educador es proteger la evolución autónoma del discípulo. La educación positiva se entiende como aquella educación en donde el maestro muestra al alumno el fin y los medios del proceso educativo; sin embargo esta posición no es una imposición dictada por el criterio del maestro, sino más bien una proposición en cuanto proviene del orden moral general, el cual establece el fin y los medios para vivir correctamente. 3) La educación preventiva y la educación represiva. La educación preventiva se entiende como aquella educación en la cual el maestro dispone de tal modo su acción que el discípulo evita lo malo; de esta manera la educación es más bien prevenir el mal que pueda llegar a cometer el educando, la educación preventiva fue promulgada por S. Juan Bosco (el método preventivo) La educación represiva se entiende como aquella educación en la cual el discípulo es castigado con una pena para que por medio de esta el alumno se retire del mal. Nota: La educación negativa se llama mejor indirecta, la positiva se llama mejor directa. Para exponer y probar nuestra doctrina sea TESIS III. La relación educativa 1. Es posible. 2. Es necesaria. 3. No obstante la síntesis debe hacerse entre formas variadas de educación. Demostración de la tesis: Parte I. (La relación educativa es posible) 20 de 44 06/11/2011 APMD
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La relación educativa es posible, si el maestro opera en el proceso perfectivo del discípulo. Luego la relación educativa es posible. Declaro y pruebo la menor en los siguientes puntos. 1) El discípulo, así como cualquier hombre, en la medida en que sus conocimientos
no estén en acto ni en potencia meramente pasiva: Esto dijimos en Psicología contra el innatismo y el empirismo; en realidad el hombre tiene facultades mediante las cuales opera acerca del objeto, luego decimos que está más en potencia activa. 2) El proceso de la potencia al acto exige primeros conceptos y primeros juicios, por
los cuales se llega a conclusiones. El primer concepto de todo es el concepto del ente, que responde al fantasma de la cosa, el cual se encuentra en todos los niños; el concepto del ente, del que fluyen los primeros principios (el principio de contradicción) no es innato (contra Rosmini) sino que se adquiere por los sensibles así como ciertos conceptos. 3) Así pues el proceso del conocimiento tiene un aspecto doble: Esencialmente es un proceso interior, que se hace por la luz interior de la razón, b) Pero requiere de los sensibles como principios especificantes en el conocimiento, para que sea este o aquel. a)
Tal proceso puede hacerse por las fuerzas propias del hombre, y entonces se tiene un proceso por descubrimiento, o por la ayuda de otros, que vuelven fácil el proceso de aprensión de las cosas y el tránsito de los principios a las conclusiones y entonces se tiene un proceso por disciplina en que se encuentra el maestro.
4) El maestro no transmite estrictamente su ciencia en el discípulo ni substituye el proceso interior del discípulo, pero extrínsecamente coopera en el proceso que el mismo discípulo ejecuta por la luz interior de la razón, el proceso por descubrimiento vuelve el tránsito largo y difícil, el proceso por disciplina vuelve a este breve y fácil, en cuanto el maestro podría tener en sí el proceso mejor.
5) Entonces el maestro opera en el discípulo, no como en una cosa casi inerte, sino coadyuvando al discípulo a adquirir su propio proceso, así como el médico no produce la salud, pero ayuda al organismo en su propio proceso para adquirir la salud. Nota: Lo que es dicho del conocimiento vale también para la vida afectiva y volitiva, en cuanto el maestro (el guía) por nociones, ejemplos y ejercicios ejecuta como propio el proceso del discípulo breve, seguro y fácil. Parte II (La relación educativa es necesaria)
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La relación educativa es necesaria si el hombre – niño no puede cumplir bien el mismo proceso perfectivo. Además el hombre – niño no puede cumplir por sí mismo el proceso perfectivo. Luego la relación educativa es necesaria. Declaro y pruebo la menor. El niño, como lo dijimos no está en un estado perfecto para la actividad cognoscitiva, afectiva y volitiva: Por otra parte el maestro es aquel que se supone estar en su estado perfecto. Por lo tanto quien a sí mismo se educa y a sí mismo se enseña, estaría al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto en acto, porque sería maestro, no estaría en acto porque estaría procediendo de la potencia al acto. Entonces es falso el auto didactismo absoluto, con que el educando se educa a sí mismo exclusivamente. Parte III La relación educativa debe hacerse por síntesis entre las varias formas de educación.
I. La Auto educación y la étero educación. Por aquello que está dicho ni el principio de auto educación, ni el principio de étero educación puede admitirse si se asume en un sentido exclusivo. La auto educación exclusiva supone a los niños en un acto perfecto (el innatismo, el ontologismo, el idealismo, el inmanentismo...) En efecto el niño no está en acto perfecto ni en potencia meramente pasiva, sino que opera un proceso interior con la ayuda de la disciplina exterior, además la educación es al mismo tiempo auto educación y étero educación, aunque debe prevalecer la interioridad en el proceso de la persona, la auto educación.
II. La educación negativa y la educación positiva. La educación negativa es rechazada por las siguientes razones: a) Es un supuesto falso que poco se debe saber para tener una concepción de la realidad y de la vida. b) Es un supuesto falso que en el hombre esté el bien y que por si mismo pude retener su bondad; aunque la plena certidumbre del pecado original se tenga por la revelación también la reflexión filosófica prueba con suficiente certidumbre la debilidad de la naturaleza humana y de su prontitud al mal. c) Es un supuesto falso que los niños deban tener toda la libertad y por lo tanto el derecho a todo lo que se quiera para hacer su propio proceso. d)
Vuelve largo, incierto e inestable el proceso.
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Rousseau que se precia como el gran propugnador de la educación negativa, no siempre está ligado a sí mismo con sus obras, porque con frecuencia habla de corregir al maestro, de los principios trasmitidos etc. Luego la educación debe ser positiva, aunque es bien entendida la no-educación positiva que se hace de la imposición casi tiránica y abandona el carácter esencial de la interioridad en la educación. La educación debe ser positiva en cuanto el maestro por su fina acción y medios, principios y conclusiones, nociones y ejemplos prueba, aunque siempre ejecutando para se haga en el discípulo la adquisición interior.
III. La educación preventiva y represiva. La educación debe ser ante todo preventiva en cuanto la relación educativa debe fundarse en el amor entre el maestro y el discípulo, y siempre hacerse por el ejercicio de la razón: la razón del maestro y la razón del discípulo, por el amor que une a cada uno con respecto a la verdad y a la bondad, deben operar al mismo tiempo en el proceso. Además como puede tenerse y se tiene culpa por parte del discípulo, la educación debe ser también represiva. Todos los actos morales tienen una sanción consecuente, que puede ser el premio o la pena; ordinariamente los premios deben conferirse a los mejores, no a todos los que cumplen bien su propia obligación; en contra las penas deben infringirse a los discípulos que delinquen. Las penas consideradas éticamente, vindicativa (para la reparación del orden de la justicia) y medicinal (para la corrección del delincuente), en efecto, cuando se habla pedagógicamente debe considerarse más bien medicinal, porque este medio de la educación es el mismo proceso perfectivo. Para que esta pena sea y se considere por el discípulo como medicinal, se requiere de esto: 1) La pena nunca se considere por el discípulo como un efecto de la iracundia del maestro, sino como un efecto del orden objetivo de la justicia, con relación a la que el maestro es más bien un ministro. 2) Debe ejecutarse para que el discípulo razone y se convenza de que la pena es casi un efecto natural de su trasgresión. 3)
La pena sea más bien espiritual que corporal.
4) No se infrinja una pena grave y desproporcionada a la culpa, si basta una pena moderada para la corrección. Esto que dijimos en pedagogía de la pena puede valer también en la vida política; aunque el estado más bien que un correctivo considera la reparación del orden, aunque de algún modo este se esconde especialmente porque la pena tiene un fin correctivo. Cualquier cosa que sea el estado, que actúa mas bien como adulto, la pena pedagógica de ninguna manera debe asimilarse como pena política, porque en la pedagogía el agente es como un niño y más que el orden subjetivo (que siempre es sacramente observado) debe considerarse el status subjetivo.
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Si la pena se entiende y se aplica no habrá ninguna oposición exclusiva entre la educación preventiva y correctiva, sino que se complementarán mutuamente para un fin común de formar hombres rectos. BIBLIOGRAFÍA M. CASOTTI Maestro e scolare, Milano 1930 L STEFANINI, Il rapporto educativo, Padova 1940. La doctrina agustiniana de la relación educativa (De magistro), en la que se disminuye la causalidad del maestro, bien se corrige por la doctrina fundamental tomista (De Ver., 11, 1; 3), que sobre el fundamento del acto y la potencia en el conocimiento y la volición establece un equilibrio entre las partes: el maestro y el discípulo. PLATÓN tiene una evolución en su doctrina, de la educación negativa a la educación positiva según el orden de los siguientes diálogos: Protágoras, Menon, La República, Teetes, Fedro, Las leyes. Acerca del sentido correcto de la educación Cf. Fr. S CHNEIDER, Dic Selbsterziehung, Einsiedeln 1936.
Artículo IV. De la causa eficiente de la educación. La causa eficiente es según el término de la relación educativa, aunque esta causa no se asuma en un sentido exclusivo como el único principio del proceso educativo, sino en un sentido inclusivo como COPRINCIPIO de aquel proceso simultáneamente con el educando; en efecto el educando (el sujeto de la educación) no es mera potencia ni mera materia, sino una causa coeficiente o concausa eficiente, así mismo con nosotros prevalece la interioridad del proceso. En efecto hablado normalmente por las causas eficientes de la educación llamamos de muchos modos distintos al educando en su relación educativa. Las concausas de la educación se dividen doblemente: causas originarias y causas derivadas.
1) Las causas originarias son aquellas que por derecho propio y potestad propia cuidan de la educación: la familia (los padres) para los hijos, el estado para los ciudadanos, la iglesia para los bautizados; la distinción es nocional entre los hijos, civiles o bautizados, porque todas las personas son hijos, civiles y bautizados.
2) Las causas derivadas son aquellas en que la potestad casi delega el cuidado de la educación, son los maestros bajo cualquier forma (el preceptor, el guía, el párroco, el director espiritual, el confesor, el hermano mayor etc.) La familia se distingue del estado y de la iglesia, porque no solo es la causa originaria de la educación, sino que próximamente actúa en el educando como maestro, aunque el estado y la iglesia actúen remotamente por los maestros, también la iglesia tiene una potestad especial algunas veces ejerce próximamente el oficio enseñando, principalmente por el sumo pontífice y los obispos. (la iglesia docente) 24 de 44 06/11/2011 APMD
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Consideremos la separación de las causas originarias y derivadas: I. DE LAS CAUSAS ORIGINARIAS DE LA EDUCACIÓN.
I. La familia. Como el fin primario del matrimonio sea la educación de la prole, los padres tienen la obligación de educar a sus hijos, la cual se corresponde con el derecho a la educación en los hijos. Según un principio general cada derecho va unido con una obligación de cumplir ese derecho, así los padres tienen el derecho que se corresponde con la obligación de los hijos a obedecer. La relación fundamental entre los padres y los hijos es la obediencia de los últimos en cuanto conduce y precede la relación de la piedad y del amor. El derecho de los padres a la obediencia de sus hijos tiene límites:
1)
Límite en el tiempo: el derecho de los padres dura en cuanto termina el proceso educativo; este proceso, concluye, según la tradición de los pueblos, el grado de cultura, el estado social etc. Hasta que se presuma que el alumno ha alcanzado el fin de la educación, o sea, un conjunto de hábitos. El derecho positivo, de hecho determina el tiempo entre la minoría y la mayoría de edad (21 años), aunque los hijos conserven la piedad (el amor y la asistencia) los hijos no conservan la obediencia.
2)
Límite por la ley moral: El derecho de los padres está contenido en la ley moral, que les concede el derecho a su actividad educativa.
3)
Límite por la consideración de las disposiciones del sujeto: el derecho de los padres a la obediencia, no les confiere el derecho a elegir el estado de los hijos, ni a determinar esta o aquella profesión en contra de la disposición del sujeto; por ejemplo los padres no tienen el derecho a obligar a que sus hijos elijan un estado sacerdotal, religioso o conyugal; pueden emitir consejos pero no pueden impedir la realización de una elección, de igual manera no pueden obligar a los hijos a seguir un curso determinado de estudios, si los hijos razonablemente tienden a avanzar por otras vías.
II. El estado. En la ética política se han considerado las obligaciones y los derechos del estado acerca de la educación: basta con recordar los principios más importantes. 1) El estado debe reconocer el derecho inalienable de los padres a la educación de sus hijos, y por consiguiente a instituir y elegir escuelas para los mismos. 2) El estado tiene el derecho de instituir escuelas propias cuando los padres no lo pueden hacer con sus propias fuerzas, no obstante debe prevalecer el derecho de los padres en cuanto a la educación moral y religiosa de sus hijos. 25 de 44 06/11/2011 APMD
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3) El estado tiene el derecho de instituir exámenes a aquellos que desempeñen un oficio público. 4) El estado se reserva la obligación de ayudar a sufragar los gastos de las escuelas no propias, si bien es cierto que exige tributos a sus ciudadanos, no tiene por que cargar con el gasto de las escuelas ajenas. 5) El estado para el bien de la comunidad y de la prosperidad intelectual, tiene el derecho de imponer como obligatoria la educación escolar, pero no tiene el derecho de obligar la asistencia a sus escuelas si existen otras o si los padres pueden cuidar por sí mismos de la educación de sus hijos. 6) El estado tiene la obligación de instituir y edificar bibliotecas y academias cuando los particulares y las familias no puedan hacerlo, a fin de que maestros y alumnos tengan los medios suficientes para adquirir y perfeccionar su cultura.
III. La Iglesia. 1) La iglesia por ser la divina institución de Cristo, tiene el derecho exclusivo de enseñar todas aquellas cosas que conciernan a la salvación eterna de las almas, o sea a las cosas de la fe y a las buenas costumbres. 2) La iglesia tiene el derecho de conducir por la doctrina de la fe las costumbres, lo que se enseña en las familias y en las escuelas privadas o estatales. 3) La iglesia tiene el derecho de instituir sus propias escuelas para la formación tanto del clero (los seminarios) como de la juventud, el estado no puede impedir este derecho, más aún, lo debe conocer y proteger. En cuanto a instituir escuelas a favor de la niñez el estado tiene los mismos derechos que las familias y los particulares.
II. DE LA CAUSA DERIVADA Y PRÓXIMA DE LA EDUCACIÓN (Del maestro en su ejercicio) Acerca del maestro bastan estos puntos sintetizados. I. De la persona del maestro. 1. Que no es: a) no es el señor del alumno, luego no puede disponer como quiera. b) no es un tirano en el modo de educar. 2. Que es: a) es un prototipo, o sea un alumno ejemplar, en cuanto debe poseer en sí mismo aquellas disposiciones que quiere en el discípulo; el niño es 26 de 44 06/11/2011 APMD
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esencialmente un mimo o sea se esfuerza por imitar a las personas con las cuales interactúa en la vida. b) Es un conductor del alumno en el camino para conseguir el fin de la educación. II. De las obligaciones del maestro.
1) En primer lugar y ante todo, el maestro debe amar su propio oficio, ciertamente tiene exigencias materiales y por lo tanto el derecho a percibir estipendios, aunque si el maestro tiende a conseguir única y principalmente los bienes materiales, se vuelve imposible cumplir bien con el oficio.
2) El maestro al cumplir su oficio debe amar al discípulo con un amor puro de verdad y de bondad, no meramente afectivo y egoísta. La relación educativa inicia con un sentimiento en el que dos personas__ el maestro y el discípulo__ se unen hacia el fin de la educación.
3) El maestro debe ser experto en el conocimiento del alumno y en sus tendencias; con excepción de algún conocimiento filosófico de la educación, el maestro debe poseer un conocimiento experimental del temperamento, de las costumbres, del funcionamiento físico etc. Así como se ve en la educación “genérica” o sea para todos y cada uno idéntica en el modo de educar: no se educa “el hombre”, así como “el hombre” no actúa. Sino “este hombre” actúa y se educa.
4) El maestro debe entender la debilidad humana después del pecado original, así mismo debe ejercer una gran paciencia con respecto a los defectos del discípulo; los errores y el mal siempre debe aborrecerlos el maestro, pero los errores y las faltas deben ayudar pacientemente para tender hacia la verdad y al bien.
5) El maestro debe causar en el alumno aquello que se llama “interés” o sea una participación viva hacia lo que el maestro quiere que el alumno adquiera. Si la relación de la educación consistiera en el amor de dos personas, la educación sería un hecho meramente sentimental y subjetivo; por el orden subjetivo debe hacerse el proceso hacia el orden objetivo de la verdad y la virtud que al mismo tiempo debe considerar el maestro y el discípulo.
6) El maestro debe poseer un método de educación; se requieren el amor y el interés pero no son suficientes; se requiere que el maestro conozca bien las vías y los modos por los cuales puede conducir al discípulo, siempre se requieren métodos, pero no se requiere que el maestro posea un conocimiento reflexivo y filosófico del método; frecuentemente aquellos que trataron filosófica y científicamente de las cuestiones del método no siempre en la práctica fueron buenos maestros y conductores: en la historia de la educación se encuentran educadores de gran renombre (Victorino, S. J. Bosco etc.), los cuales ninguna teoría de la educación tuvieron; En contra algunos (Rousseau, Herbar etc.) trataron célebres doctrinas de la educación, pero nunca fueron buenos conductores.
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7) El ejemplo máximo de maestro es Cristo en cuya acción educativa se encuentran todas las condiciones predichas: el amor al propio oficio, el amor a los discípulos, el conocimiento del hombre, la paciencia con los discípulos, la capacidad de producir “interés”, el método perfecto (la continuidad, la intuición, la ciclicidad, el activismo etc.) BIBLIOGRAFÍA A. BERNAREGGI, Cristo come maestro, en la escuela católica 66 (1938), pp. 515-537. M. AGOSTI, Il rapporto educativo nel Vangelo, in Scuola Italiana Moderna, suplemento pedagógico, marzo de 1942 n. 4 G. NOSENGO, “La pedagogía di Ges” Roma 1947. SERTILLANGES, La familia et l’education, París 1907. PLATÓN exageró las funciones del estado, ARISTÓTELES concedió mucho a la familia; en las obras de ROUSSEAU con frecuencia se tiene una contradicción en las relaciones educativas entre los individuos y el estado G. MONTI, La liberta della scuola. Milano 1925. PIO XI en su encíclica Divini illius Magistri, propugnó el derecho de la Iglesia en el problema educativo y en la actividad política.
Articulo V. De la materia de la educación.
I. De la materia de la educación en general. La educación es siempre y esencialmente un hecho moral, o sea, un hecho que responde a la vida moral del hombre; por lo tanto la educación es siempre una educación moral. En efecto como en la educación se responde a las facultades y a las relaciones del hombre, solemos hablar de una educación intelectual, moral religiosa y física La educación intelectual responde a la verdad (la doctrina) adquirida; de donde debe decirse educación doctrinal; además como el intelecto es una facultad que responde a la verdad, la educación a la verdad se llama educación intelectual La educación moral responde a la virtud moral adquirida, porque la voluntad es la facultad que responde al bien (la virtud), la educación hacia el bien se llama también educación de la voluntad o educación del corazón (la educación afectada hacia el bien) La educación intelectual y moral responden más bien a las facultades del hombre, es decir, al intelecto y la voluntad La educación religiosa, social y física responden más bien a las relaciones del hombre La educación religiosa responde a las relaciones del hombre con Dios, así es como el hombre se ordena bien hacia aquel (supra se) La educación social responde a las relaciones del hombre hacia otros hombres, con los cuales conforma la sociedad (extra se) 28 de 44 06/11/2011 APMD
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La educación física responde de las relaciones entre el alma y el cuerpo, así es como el compuesto humano se conserva bien para ejercer sus funciones (intra se) Todas las educaciones predichas constituyen el proceso educativo, o sea, una educación para la unidad del educando y la unidad de la verdad; por tanto debe considerarse más bien con respecto a la unión de la educación o por así decirlo, la materia que utiliza el conductor para ejecutar la educación.
II. De la educación intelectual La educación intelectual (respecto a la intelectualidad de la educación) debe tener más bien un carácter intensivo que extensivo: nos se requiere ni basta que el educando posea un acervo de muchas nociones, sino se requiere que tenga un conjunto orgánico de nociones y aptitudes por los cuales pueda comportarse bien hacia la vida recta. Esta organicidad doctrinal, por la cual se tiene más bien “una cultura” que “una erudición” vale para todos los educandos, ya sea para aquellos que por sí mismos contribuyen al estudio de las ciencias o para aquellos que se ocupan de diversas ocupaciones. La educación intelectual debe ser humanista, es decir debe servir al fin de la educación, que es la formación del hombre, y esto se obtiene por la filosofía, las letras y las artes; “el humanismo”, o el concepto en que el hombre se considera en su dignidad espiritual debe ser el carácter que debe prevalecer en todo el proceso educativo. Aunque el progreso científico y técnico de nuestros tiempos exige que la educación sea también técnica, es decir que confiere el conocimiento y el uso de todos aquellos medios que sirvan para la comodidad de la vida. Si la educación técnica se entiende no como el fin (así como está en los estados comunistas e industrializados), sino como el medio para una educación humanista, esta educación es mas bien una parte integral de una educación completa. La vida exige “hombres integrales”, no “meros técnicos” que únicamente entienden de producción y del uso de los bienes materiales. Generalmente la educación es necesaria para todos; aunque para ejercer algunas profesiones (médico doctor, mecánico, comerciante etc.) prevalece la educación técnica En la educación humanista, que confiere un conocimiento orgánico de la vida humana, la filosofía debe tener primacía; los estudios de humanidades o de letras preparan a la filosofía, estos estudios ayudan y sirven para el uso general de la cultura del hombre; para el alumno que le agrade el estudio de la filosofía, basta la religión para tener una concepción de la vida; los estudios literarios deben considerarse como una ayuda de la religión para la educación total del hombre.
III. De la educación moral. La educación moral tiene dos principios fundamentales: 1) Un conocimiento lúcido y suficiente de la obligación y del derecho. 2) El ejercicio de la autodisciplina o el autodominio de la voluntad sobre las pasiones. 29 de 44 06/11/2011 APMD
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La educación moral es nula e imperfecta cuando se restringe a uno u otro de los fundamentos; se tiene también un exagerado intelectualismo (por ejemplo en los filósofos griegos) o un exagerado voluntarismo (por ejemplo en algunos modernos que exageran la voluntad) Para aclarar cada uno de los fundamentos esto basta:
1)
Para un conocimiento lúcido y suficiente están los principios de la ética: a) El principio supremo objetivo es el bien, al que debe tender el hombre y al que debe regular sus acciones. b) El concepto supremo subjetivo es la persona, por cuya dignidad tiende al orden moral en el conjunto de todas las relaciones (supra nos, extra nos, intra nos, infra nos)
Todos los principios éticos se deducen por estos y se reducen a estos, así como la acción suprema de la moralidad sea la dignidad de la persona en la observancia del bien; por lo tanto se rechazan los motivos de utilidad, de sentimiento, de honor; porque se tiene presente el fin del hombre en la vida futura, lo que se refiere el orden moral se servirá en la vida presente. Toda doctrina ética sirve, según la tome cada uno de los alumnos, para obtener aquel conocimiento que se requiere para la educación moral.
2)
Por el autodominio de la voluntad es entendido cuando el alumno adquiere aquel por el uso moderado de la libertad, que es regalada al hombre por la divina providencia. Poco buena es la educación en la que el alumno actúa por temor a la pena o según las mas variadas oportunidades, o como le place al superior o si se conduce por sus propias pasiones. El carácter de la educación moral debe ser pleno con respecto a la interioridad de las decisiones, porque el hombre que conoce el orden moral como medio para su dignidad, actúa para que las acciones propias hagan responder el ejercicio de la voluntad libre.
IV. De la educación religiosa. La educación religiosa es la educación que responde a la relación entre el hombre y Dios. Esta relación es el honor y el amor: el honor porque Dios es el principio de todas las cosas; de amor porque Dios es el fin último de todo En la religión sobrenatural la relación del amor prevalece, porque el hombre que es una criatura natural, se hace sobrenaturalmente hijo adoptivo de Dios. La virtud que responde al honor y al amor de Dios es la religión, o sea, la piedad con respecto a Dios (parte esencial de la justicia) Como sea una virtud, y como tal es considerada máximamente en la obra de la educación. 30 de 44 06/11/2011 APMD
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Aunque para evitar un falso y estéril intererionismo, deben atenderse dos elementos: 1) El culto interior, por redundancia, en todo hombre con sus actos y sus relaciones, deben conjugarse con el culto exterior y público, que fluye de lo interior y ayuda a aquel; la mera interioridad es imposible, pero la mera exterioridad es hipocresía.
2)
Históricamente consta que Dios reveló la religión sobrenatural, en la que comparece la doctrina creída (el dogma), los preceptos observados (la teología moral) y los medios aplicados (los sacrificios y los sacramentos) además consta que la institución es por Cristo una sociedad religiosa, o sea, la Iglesia, por cuya sagrada jerarquía aplica la autoridad a favor de la fe y las costumbres, Luego se tiene un magisterio y una potestad, porque algo está en el exterior que regula la vida religiosa, individual y social. Esta exterioridad no se saca genuinamente de la interioridad de la religión, sino que la salva y la exalta. La relación religiosa, como sea esencialmente un hecho interior, no se extrae del mero uso de los medios, sino que se ayuda de estos y de otros; así es como todos los actos de devoción sean, por decirlo así callados para alentar el fuego del amor de Dios y en consecuencia el amor al prójimo.
V. De la educación social. La educación social responde a las relaciones entre los hombres, ya sea entre individuo e individuos (o asociaciones) o entre individuos y la comunidad política, aunque frecuentemente la relación entre los individuos y el estado se considera por aquello que se llama educación cívica también, se le llama a esta educación: educación política, en la cual los ciudadanos se instruyen para ejercer de una manera directiva en la vida del estado o de tal modo que vivan con esta participación La educación social tiende a la educación de los ciudadanos, es decir a formar conciencia de las obligaciones y de los derechos que se conectan con la vida comunitaria. De gran importancia es en la educación social la consideración reflexiva, no tanto afectiva, sentimental o retórica de la vida común en la Patria, muchos delitos se evitarían si la educación social se fundara menos en el sentimiento o en el impulso. El amor a la Patria es legítimo e imperado, como sea un amor grande a la propia familia, pero así como prevalece el amor a la propia familia no se debe impedir el amor con respecto a otras familias, así el amor que prevalece de la propia patria no debe impedir el amor con respecto a otras patrias; el amor exagerado a la patria propia es el nacionalismo el cual es mas bien un amor enfermo a la patria. La educación social debe tener un carácter sano universal, el cual no es la negación de la patria, sino su amplificación, en cuanto todos los hombres se consideran esencialmente iguales (no siempre en la vida económica, cultural etc.) como criaturas e hijos de Dios. De donde una gran ayuda en la educación social es una noción universal de la paternidad divina para que todos lleguemos a ser hermanos. 31 de 44 06/11/2011 APMD
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Las obligaciones y derechos que responden a la educación social se consideran en la ética (de las obligaciones con respecto a otros, la ética social y la ética política) y fluyen de la justicia y de la caridad, es entendido también como el amor a la Patria y la obediencia de sus leyes que se componen con la libertad y la dignidad de la persona juzgando la oportunidad de la forma de régimen; con tal de que no esté en contra del amor a la patria, la oposición legal y no violenta de las leyes que cierta y evidentemente estén en contra del derecho natural y en contra de los bienes de la sociedad. Certera la ética enseña las obligaciones y los derechos de los súbditos con respecto al gobierno. Muy poco ayudaría no presentar oposición entre el derecho y las mismas; de donde en la práctica frecuentemente no conviene oponer la ley natural y la ley positiva, al menos allí donde no se ocupa de los bienes fundamentales de la vida religiosa y moral.
VI. De la educación física. La educación física es la educación del compuesto humano en cuanto está compuesto de alma y cuerpo, por lo tanto no se concibe como la mera educación del cuerpo, porque el alma también participa. Un principio muy célere en el que se funda la educación física es: Mente sana en cuerpo sano; este principio expresa muy bien la íntima conjunción del alma y el cuerpo en su esencia y en sus operaciones. En efecto no se tiene ninguna operación meramente psíquica o meramente física; toda la operación del hombre es más o menos psíquica-física, al menos en las operaciones del orden intelectivo (el intelecto y la voluntad) extrínsecamente el cuerpo también participa. La unión íntima del alma y del cuerpo se expone óptimamente en las doctrinas modernas biotipológicas, que consideran la integridad del hombre en su estructura completa. Por causa de esta unión ordena que atienda las exigencias del cuerpo pero no está en contra de la ley moral sino más bien se impone para que se tengan mejor las operaciones humanas. Para perfeccionar la educación física concurren las condiciones sanitarias (la higiene) y el ejercicio físico (el deporte) de tal manera que estén todos los medios considerados para el bien del hombre, no como fines. Aunque es reprobada la frecuencia exagerada de los ejercicios físicos, ya que el exceso ensalza en el dicho y en el hecho: algunos tienen el orden o la jerarquía de la subversión cuyo espíritu cultural y energía volitiva se mortifican. La educación física es ordenada según el sexo, la edad y el modo, en efecto lo que conviene a los casados no siempre conviene a las mujeres; lo que conviene a los niños y a los jóvenes no siempre conviene a los adultos, algunos ejercicios físicos convienen menos (el box etc.) al hombre; entre los ejercicios individuales y colectivos son preferidos los colectivos, en los cuales se perfeccionan el sentido de la sociabilidad y de los medios para un mejor fin. BIBLIOGRAFÍA C. LEONCIO DA SILVA, Pedagogía speciale práctica, I: L’educando, iam cit.
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Artículo VI. Del método de la educación. Para que un guía funcione bien en sus deberes se necesita de un método o sea, el modo de regular el proceso educativo. En efecto el método se completa con las reglas o sea con las leyes según como aquel proceso deba ejecutarse; el método de la educación es por lo tanto un conjunto de leyes ordenadas a la educación, La doctrina del método más bien es parte de la práctica pedagógica, es decir la dialéctica. En este lugar no es posible referir las reglas para todos y para las cosas particulares y la importancia del proceso educativo, para los ejercicios particulares se aplican reglas que se escogen por la experiencia ya sea directa (propia) o indirecta (de otros) y constituye una didáctica especial; por consiguiente se entiende cuan preciosos sean los consejos que se prueban de los maestros veteranos. Aquí probamos las leyes generales, que consisten la suma capital de la didáctica general. Cuatro serán las leyes y los parágrafos. I. La ley de la progresión II. La ley de la intuición. III. La ley de la ciclicidad. IV. La ley del activismo. Todas las leyes indican el modo, que el guía debe seguir en el proceso educativo, pero este modo se indica por la naturaleza de las cosas y del hombre; de donde de las cuatro leyes predichas se deduce una y a una se reduce: el maestro en su modo de educar debe seguir el modo que su naturaleza le indique: el modo progresivo, el inductivo, el cíclico, el activo. I. LA LEY DE LA PROGRESIÓN (El método progresivo) “El progreso” es proceder de lo menor a lo mayor, de donde la ley de la progresión ordena que el maestro proceda de lo menor a lo mayor. Esta progresión no es posible, si se niega en el hombre el estado de potencia y los límites con relación al fin adquirido. Por ello si se admite plena o casi plena la intuición nativa de la verdad (el innatismo, el ontologismo), la progresión no se entiende; porque si el conocimiento del hombre es creador de sus objetos, no se ve el modo como el hombre pueda y deba progresar. Luego para el progreso se requiere una concepción pluralista, así como para la misma educación y un estado de potencialidad en el hombre. 33 de 44 06/11/2011 APMD
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Para entender el concepto de creación se requiere la clarificación de los términos “menor” y “mayor” en cada una de las educaciones (intelectual, moral, religiosa, social, física); la clarificación debe hacerse según varios aspectos de la educación. A. En la educación intelectual (el orden del conocimiento) Se pregunta: ¿Por qué cocimiento se empieza: por el conocimiento abstracto o por el conocimiento concreto? Rosmini sostenía que el proceso debe hacerse de lo universal abstracto al objeto concreto: otros (los positivistas Ferrieri y muchos modernos) sostenían que el proceso debe hacerse de los objetos concretos y sensibles. Si inspeccionamos la naturaleza del hombre cada proceso tiene su parte de verdad: lo que es un conocimiento menor es un conocimiento imperfecto, lo que es un conocimiento mayor es un conocimiento perfecto. En efecto es más perfecto el conocimiento distinto que indistinto (confuso), específico que genérico, propio que común, individual que específico, así es como el objeto del conocimiento se distingue de otros. Por la observación en el conocimiento de los niños se entiende bien que el proceso debe hacerse de lo imperfecto a lo perfecto, porque el hombre es un ente en potencia con relación al conocimiento; de donde la ley de la progresión en la educación es: La educación intelectual debe proceder de lo indistinto a lo distinto. Lo indistinto también puede tenerse en el conocimiento empírico, debe empezarse por el mismo así es como claramente se dice mas abajo en la ley de la intuición; procediendo de lo distinto a lo indistinto, los niños aprenden fácilmente las relaciones de las cosas, que conocen primero común y confusamente y después propia y distintamente. B. En la educación moral y religiosa. En la educación moral “mayor” es la acción por la clara conciencia del bien y del mal “menor” es la acción con respecto al maestro; por lo tanto el progreso en la educación moral se reduce a estos puntos:
1) El criterio inicial en la vida moral del niño es afectivo (sentimental); el mismo hace el bien y el mal por la complacencia o displicencia que produce en Dios, en los padres o en los maestros.
2) El criterio posterior es la estética: el bien se propone como lo bello, lo malo como lo feo, así es como actúa el niño por la conciencia de la belleza o de la fealdad, que se encuentra en el objeto. Frecuentemente, (entre los griegos y en el romanticismo germánico) es elevado en exceso el esteticismo moral, así el fin de la educación sería el arte, ciertamente se tiene una exageración y una falsedad en esta doctrina (como 34 de 44 06/11/2011 APMD
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consta por lo dicho del fin de la educación); aunque negar no quita la eficacia del sentido estético en la educación moral.
3) El criterio último, que al final siempre perfecciona en la conciencia del educando es el conocimiento claro y suficiente del orden moral con el dominio más o menos pleno de la voluntad. Así debe ser el progreso en la educación religiosa, así es como el niño pasa de un estado casi meramente afectivo a un estado intelectual en la religión. C. En la educación social. El progreso en la educación social se dispone de este modo:
1) La primera sociabilidad se tiene en la familia, de la que el niño ordinariamente proviene, y en la que naturalmente vive. Como la vida social ofrece beneficios y al mismo tiempo impone límites, la educación familiar debe tender a esto, así es como los niños tienen conciencia, beneficios y consecuentemente límites.
2) La familia progresa en la asociación, en la cual los niños conocen a otros extra familiares y encuentran otros beneficios y como consecuencia otros límites; por las asociaciones se compone el municipio. Bajo el aspecto ético-político de la familia el progreso se hace para el estado, el cual es un conjunto de familias; ciertamente bajo el aspecto pedagógico el progreso de la familia al estado por algún tiempo violenta, porque el estado supera la capacidad y el ámbito de los niños. Por lo tanto el progreso natural de la familia se hace hacia las asociaciones, por las cuales las familias se ayudan y se complementan, ciertamente la misma escuela es una asociación.
3) Por las asociaciones se progresa hacia estado (la Patria), que es la mayor familia y en el que las asociaciones constituyen un medio óptimo para el bien de todos.
4) Por el estado (La patria) se progresa hacia lo interestatal o sea a la unión de los pueblos (para la humanidad) en que varios estados se unen para el bien común. Por las consideraciones de la vida internacional se obtiene la moderación de aquel nacionalismo, que fue y será siempre la causa de muchos males, la educación debe ser también nacional en el culto a la patria y a las tradiciones de los padres, pero no debe ser nacionalista. Como consta por lo dicho la jerarquía que existe en la estructura social (el progreso ideal de la vida social) constituye un movimiento progresivo real en la educación social: la familia, las asociaciones, la Patria, la humanidad; sin esta progresión social el orden social parece (y con frecuencia parece) un lugar de lucha para la vida en el que todos luchan contra todos para obtener un lucro.
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Lo mismo debe hacerse en la educación religiosa; después de la primera familia la sociedad religiosa se perfecciona en la parroquia en cuya iglesia la comunidad cristiana ofrece a Dios el sacrificio de la misa y recibe los sacramentos (la liturgia), de la parroquia se progresa a la diócesis y de la diócesis a toda la iglesia. Poco aprobada es la educación social religiosa, en donde al niño se le propone la iglesia universal y no se tiene ninguna consideración de la parroquia y de la diócesis (que con frecuencia se deplora en la educación de los colegios); los niños entienden y viven la vida de la iglesia, si viven y entienden la vida en la parroquia y la diócesis Nota: la progresión en la educación en la educación física se hace por graduación en los ejercicios, que debe ser apto para la constitución y la edad de los particulares. II. LA LEY DE LA INTUICIÓN. (El método intuitivo) La intuición se asume de múltiples maneras entre los filósofos y los teólogos: en general se entiende como un conocimiento inmediato, ya sea para el sentido o para el conocimiento inmediato ya sea por el sentido o por el intelecto; en sentido estricto como se toma de los conocimientos de la vida, la intuición se entiende como un conocimiento inmediato del orden sensitivo (la percepción externa y la imagen) Pedagógicamente se asume en este último sentido y por lo tanto se tiene la ley de la intuición (el método intuitivo): el hombre (el niño y el adulto) entiende mejor cuando aquel medio pone la percepción y la imaginación La ley consta a posterior por la experiencia, pero se deduce por el objeto propio del intelecto humano, que es el inteligible en el sensible y por el sensible. Luego fácilmente se infiere: 1) La oportunidad y la necesidad de la percepción directa de las cosas, los hechos, las costumbres, así es como se vive aquello que se llama cultura limitada (la cultura de los libros) 2) La oportunidad y la necesidad de atender a la figura, los esquemas, los ejemplos para retener y entender mejor los conceptos En efecto como el método de la intuición sirve bien al educador y no ofrece ningún peligro; estas son las consideraciones: 1) La intuición no es el fin, sino el medio o la vía para tener el concepto; la razón es doble: a) Por parte del objeto: si la intuición fuera el fin, de tal forma que se encierre al hombre en sí misma, los objetos pensados no pueden aprenderse y el hombre se limita conociendo y viviendo en el ámbito de las cosas sensibles (el empirismo, el positivismo, el relativismo, el materialismo) 36 de 44 06/11/2011 APMD
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b) Por parte del modo: es más profundo y cierto que un conocimiento meramente intuitivo, porque la esencia de las cosas y sus relaciones se poseen únicamente por el intelecto.
2) La intuición (la imagen) debe presentarse para clarificar solo el concepto, no para corregir los casi errores: en otras palabras el concepto debe expresar la significación de la intuición no su corrección, por lo tanto se educa malamente al niño que en el proceso del tiempo se obliga a corregir imágenes erróneas, que se forma a sí mismo del objeto del conocimiento. III. LEY DE LA CICLICIDAD. (El método cíclico) La ciclicidad es un modo especial de progreso, o sea, el modo en que debe hacerse el progreso en la educación. La ciclicidad se tiene cuando al mismo tiempo la materia de la educación, se repite en ciertos períodos, de modo amplio, así es como se tienen muchos ciclos con un mismo centro (concéntricidad); puesta una materia en uno o muchos años, la misma, por los corolarios continuos de las cosas y por explicaciones nuevas se repite; así como se tiene m1, m2 m3..., así como se ve en la figura:
La ley de la ciclicidad se expresa así: La educación del hombre se hace y debe hacerse de tal modo que se tengan muchos ciclos con un mismo centro; la ley consta:
1)
Por la naturaleza del hombre, que está en potencia hacia sus conocimientos y voliciones y
2)
Por la necesidad de una doctrina verdaderamente orgánica (la cultura), la cual se obtiene por epigénesis, así como el organismo tiene origen por la epigénesis de la primera célula. Para la correcta observancia de la ley de la ciclicidad, están estas notas: 1) Las nociones primarias, o precedentes contienen virtualmente todas las otras nociones; 3) Las nociones precedentes se proponen para que provoquen la investigación de las otras nociones: esto puede obtenerse de muchos modos, por ejemplo: 37 de 44 06/11/2011 APMD
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a) indicando los libros, los escritos varios, los hechos etc. b) Interrogando o poniendo problemas los cuales se relacionen con las nociones adquiridas.
4) La progresión se hace de las intuiciones a los conceptos, procediendo así en la educación, se disminuye el uso de la intuición y se aumenta el uso de conceptos.
los
IV. LA LEY DE LA ACTIVIDAD. (El método activo) I. La actividad y el activismo La actividad en la educación indica que el educando no se tiene meramente pasivo en el proceso de la educación, sino que concurre positivamente. La acción suele considerarse doble:
1)
La acción inmanente, que fluye del sujeto e in-manet (permanece) en el sujeto (finito) que perfecciona aquel.
2)
La acción que trasciende, que fluye por el sujeto, pero se recibe en el exterior de la cosa. La actividad de la que se habla en la educación, es principalmente una actividad inmanente, porque el sujeto de la educación es un ente que vive la vida intelectual; aunque también se considera una acción trascendente, porque es la acción productiva propia del término. La actividad, al menos la mínima es esencialmente de todo el ente: de la operación se sigue el ser, para todo ente, si es ente, su modo actúa o inmanentemente o trascendentemente. El hombre también es un ente y también es un viviente en el grado intelectualidad, la intelección predicha y la volición que son las acciones inmanentes del orden espiritual. Cualquier hombre, también el niño o el educando en general, es esencialmente activo en la acción o inmanente o transeúnte, así es como se perfecciona a sí mismo y a las cosas exteriores. En consecuencia la ley de la actividad en la educación (el método activo, el activismo): es el proceso educativo donde el educando esencialmente debe actuar o concurrir positivamente hacia el fin de la educación comprendida. La razón de la ley es evidente por la naturaleza del hombre, pero la evidencia aparece por aquello que consta de la experiencia, el hombre progresa y aprende mejor cuando las nociones adquiridas se conjugan con las acciones positivas propias (esto sirve al principio afirmado por Vico: el hecho y la verdad se convierten, así es como el hombre conoce 38 de 44 06/11/2011 APMD
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mejor lo que hace) La ley se confirma asumiendo el argumento de la ciencia de Dios, que es universalísima y perfectísima, la cual es la causa de las cosas. (S. T., I, 14, 8) Sabemos también que entre los conocimientos humanos sobresalen los conocimientos históricos y matemáticos como más fáciles y ciertos, porque responden y fluyen de las acciones del hombre: los hechos (la historia) y las nociones de extensión (la matemática); ya que la física y la metafísica como responden a la cosa no producida por el hombre, tienen mucho de misterio y el progreso es tardado. En nuestros tiempos el activismo se alaba grandemente (Ferrieri, Dewey etc.), aunque no siempre según la verdad y la bondad; Por este modo singular de actividad, son examinadas varias formas de activismo, para que la observancia de la ley de la actividad ofrezca óptimos frutos. II. Los significados rechazados del activismo En este lugar decimos que es lo que no debe ser el activismo verdadero y sano en la educación.
1) El tecnicismo, el produccionismo, el mecanicismo:
Muy especialmente, según los autores de América Septentrional el activismo se opone a la contemplación, a la cultura, al humanismo, y se entiende como un método para formar en el hombre una capacidad acerca de lo que ofrece comodidad en la vida. Esta concepción del activismo huele a utilitarismo y a materialismo, además se opone al verdadero concepto de hombre y a su fin último; por lo tanto es rechazada; esta concepción del activismo se conjuga con la sicología y la pedagogía behaviuristica (behavior, reacción entendida materialmente, comportamiento)
2) Los individualismos; están también porque el activismo se entiende como un método en donde el educando se propone por sí mismo su propio fin, independientemente de cualquier orden trascendente de la verdad y la honestidad, a esto tiende también el existencialismo (Sartré), que niega toda esencia como algo objetivo y absoluto. Esta concepción del activismo se conecta con el relativismo gnoseológico y ético; por lo tanto es rechazada.
3) La competencia, también está porque el activismo se entiende como un método en el que el alumno se divide en dos líneas, quiere dos ejércitos que luchan entre sí. En esta concepción se tiene algo de verdad, porque sirve para producir la emulación entre los alumnos; en este sentido hacían bien los padres de la compañía de Jesús, en donde los alumnos de sus colegios se dividían en romanos y cartagineses, del mismo modo negar no quita la utilidad de aquellos institutos que el vulgo llamaba “la ciudad de los niños”. Aunque una competencia exagerado conduce al egoísmo, a los desacuerdos, al odio en contra de las exigencias de una educación social sana, la que se debe gobernar con justicia y caridad; cuando se observan los límites de la justicia y la caridad la competencia puede ofrecer y ofrece óptimos frutos. III. La significación del verdadero activismo 39 de 44 06/11/2011 APMD
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1) La participación del educando para descubrir la verdad, esta participación exige que el maestro se considere por el alumno como un cooperador en el proceso para adquirir la verdad. Ciertamente la verdad no depende ni en sí ni en su posesión, por las acciones del alumno; esto ni hace la verdad (contra el relativismo) ni la encuentra primero; aunque al mismo tiempo con el maestro, casi repite la vía por donde la verdad es encontrada, para mejorar su posesión Este sentido del activismo se conecta con la auto educación según lo expresa la doctrina de S. Tomás: el maestro no produce la ciencia en el alumno, simplemente de este modo, sino se sostiene en el proceso en el que el alumno transita de las primeras nociones y principios a conclusiones ulteriores; precisamente así como el médico no produce la salud en el organismo, de este modo y simplemente, sino que sostiene un proceso espontáneo, porque el organismo por sí mismo obtiene la salud2 Este método activo se reduce a tres movimientos: a) La colección de elementos para adquirir la verdad; las lecturas que preceden a las lecciones del maestro, las figuras etc. b) La elaboración de los elementos recolectados con el maestro en la escuela. c) La conclusión de la síntesis por la que se posee la verdad. El método activo, así entendido, muy claro se encuentra en la narración de los evangelios (Por ejemplo en el coloquio de Cristo con la mujer samaritana) y en el Medioevo en el que tan amplia y ardientemente se trataban los problemas.
2) La participación del educando para la actuación del encuentro de la verdad; esta participación exige que el maestro se considere por el alumno como un cooperador en aquellas acciones, por las que responde la práctica o en general las cosas producidas u ordenadas. Además el alumno debe ejercitarse en las artes prácticas, en la ordenación de alguna vida colectiva, en la explicación libre de sus talentos, en conducir sus tendencias en esta o aquellas disciplina. BIBLIOGRAFÍA Acerca del método de la Compañía de Jesús Cf. M. BARBERA, La Ratio studiorum, Padova 1942. E. DÉVADUD, Per una scuola activa secondo l’ordine cristiano, Brescia 1940. M. BABERA, L’educazione dell’infanzia e il behaviourismo, in Civilita Católica 1932, III, p 417 ss. ÍDEM, Il método Decroly, ibidem, 1936, IV, pp. 186 ss., 289 ss. ÍDEM Qual’e il mezo pedagógico principale?, ibidem, 1940, III, pp 355 ss G. CORALLO, La pedagogía i J. Dewey, Torino 1950. Acerca del método Montesori (en el que prevalece un conjunto de circunstancias infantiles: las casas pequeñas, los instrumentos pequeños etc. En una absoluta espontaneidad de la libertad) Cf. BARBERA en artículos varios editados en Civilta Cattolica: 1919, II, pp 37; 219; 2
Cf. S. TOMAS en De veritas, XI, 1. 40 de 44
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430; 1922, IV, pp 451; 1930, II, 238; El método Montesori huele a naturalismo, pero puede aplicarse por los educadores católicos, con tal de que llene nuestros principios filosóficos y nuestra teología. El método AGGAZI, inspirado más católicamente, considera a los niños como hombres en potencia y dirige todos los medios hacia la edad adulta; Cf. R. AGAZZI, Guida per la educatrici dell’infanzia, Brescia 1937. De cualquier método M. CASOTI, Il método Montesori e il metodo Agazzi, Brescia 1940. Acerca de la didáctica del catecismo: S. RIVA, Catecismo attivo, Roma 1942 (2 edicion) ÍDEM, Il Maestro di catecismo, Milano 1945. ÍDEM La pedagogía del catecismo, Milano 1946. Acerca de la moralidad del oficio de maestro. La Morale profesionale dell’insegnante, obra colectiva, Roma 1948 Acerca de la preparación de los jóvenes para los estudios universitarios: Alla sogolia dell’Universita, obra colectiva, Roma 1947. SERTILLANGES, La vita intellectuale (versión en lengua francesa), Roma 1948 (2 edición)
CONCLUSIÓN Lo que muy brevemente dijimos acerca de la educación es de gran importancia, pero todo conductor siempre tiene principios para aclarar el proceso de la educación. Nuestra pedagogía hace una síntesis entre las exigencias de la doctrina y la praxis, el objeto y el sujeto, la persona y la sociedad, la naturaleza y la gracia. Aunque, por los estudios filosóficos de la educación, son entendidas dos cosas, para mejorar el orden de la misma en el acto ejercido:
1)
El conocimiento científico experimental del temperamento y de los medios, cada uno de los educandos tiene su propio temperamento, que el formador tiene que considerar en los casos particulares, además de la variación de los medios didácticos sube según el lugar el tiempo y las circunstancias. Este conocimiento constituye la ciencia de la educación, que debe unirse a la filosofía de la educación que permanece en lo abstracto.
2)
La praxis educativa, se adquiere en el mismo ejercicio de la educación, porque poco confiere el estudio especulativo, aunque este sea necesario en el saber de las nociones universales y los primeros principios. En la educación, supuesta la disposición y la voluntad apostólica del guía, vale más la práctica que la teoría. En la historia de la pedagogía, se encuentran muchos buenos guías con una teoría mínima, y al mismo tiempo muchos pedagogos que nunca educaron a ningún alumno. Además el buen guía debe observar:
1) Que sea buen varón. 2) Ame sincera y ardientemente la obra de la educación. 41 de 44 06/11/2011 APMD
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3) Tener la práctica suficiente de la doctrina pedagógica. 4) Se ejercite mucho en la educación de los niños
ÍNDICE ALFABÉTICO ÍNDICE A. En la educación intelectual (el orden del conocimiento)...............................................................................34 Artículo I...............................................................................................................................................................8 Artículo II...........................................................................................................................................................14 Artículo III..........................................................................................................................................................18 Artículo IV..........................................................................................................................................................24 Articulo V...........................................................................................................................................................28 Artículo VI..........................................................................................................................................................33 Autoconciencia,....................................................................................................................................................9 B. En la educación moral y religiosa.................................................................................................................34 C. En la educación social....................................................................................................................................35 CONCLUSIÓN...................................................................................................................................................41 DE LA CAUSA DERIVADA Y PRÓXIMA DE LA EDUCACIÓN...............................................................26 De la educación física.........................................................................................................................................32 De la educación intelectual.................................................................................................................................29 De la educación moral........................................................................................................................................29 De la educación religiosa....................................................................................................................................30 De la educación social........................................................................................................................................31 De la materia de la educación en general...........................................................................................................28 Educación negativa y educación positiva...........................................................................................................20 El carácter...........................................................................................................................................................16 El elemento específico........................................................................................................................................10 El elemento genérico..........................................................................................................................................10 El estado..............................................................................................................................................................25 El sujeto capaz de la educación debe ser un ente real y concreto.......................................................................10 El sujeto capaz de la educación debe ser una persona........................................................................................11 El sujeto capaz de la educación es una persona afectada por límites.................................................................11 42 de 44 06/11/2011 APMD
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El temperamento.................................................................................................................................................16 Entre los modernos.............................................................................................................................................14 ESCOLIO.....................................................................................................................................................13, 17 I. De la persona del maestro...............................................................................................................................26 I. DE LAS CAUSAS ORIGINARIAS DE LA EDUCACIÓN..........................................................................25 I. INTRODUCCIÓN TEÓRICA..........................................................................................................................4 I. La actividad y el activismo..............................................................................................................................38 I. LA LEY DE LA PROGRESIÓN....................................................................................................................33 II. De las obligaciones del maestro.....................................................................................................................27 II. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA.....................................................................................................................5 II. LA LEY DE LA INTUICIÓN.......................................................................................................................36 II. Los significados rechazados del activismo....................................................................................................39 III. La significación del verdadero activismo.....................................................................................................39 III. LEY DE LA CICLICIDAD..........................................................................................................................37 III. NOCIÓN DE PEDAGOGÍA..........................................................................................................................6 ÍNDICE...............................................................................................................................................................42 ÍNDICE ALFABÉTICO....................................................................................................................................42 INTRODUCCIÓN A LA PEDAGOGÍA.............................................................................................................4 IV. DIVISIÓN DE LA PEDAGOGÍA.................................................................................................................8 IV. LA LEY DE LA ACTIVIDAD....................................................................................................................38 La Auto educación y la étero educación.............................................................................................................22 La educación negativa y la educación positiva...................................................................................................22 La educación preventiva y la educación represiva.............................................................................................20 La educación preventiva y represiva..................................................................................................................23 La familia............................................................................................................................................................25 La fortaleza,........................................................................................................................................................16 La Iglesia............................................................................................................................................................26 La intuición.........................................................................................................................................................36 La justicia............................................................................................................................................................16 La libertad.............................................................................................................................................................9 La naturaleza de la relación educativa................................................................................................................19 La posibilidad y la necesidad de la relación educativa.......................................................................................18 La prudencia,......................................................................................................................................................16 La relación educativa..........................................................................................................................................20 La templanza.......................................................................................................................................................16 Las causas derivadas...........................................................................................................................................24 Las causas originarias.........................................................................................................................................24 Parte I (El fin de la educación se determina por el fin último del hombre)........................................................15 Parte I..................................................................................................................................................................20 Parte II................................................................................................................................................................21 Parte II................................................................................................................................................................15 Parte III.........................................................................................................................................................16, 22 Substancia individua.............................................................................................................................................9 TESIS I...............................................................................................................................................................10 TESIS II..............................................................................................................................................................15 TESIS III.............................................................................................................................................................20
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