Paulette: Lo Que No Se Dijo

February 3, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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PRÓLOGO

 Acepté investigar y escribir este e ste trabajo sobre la desaparición de la niña Paulette Gebara Farah, con cierta premura de tiempo —acabo de publicar El caso Wallace —, —, por una razón fundamental: estoy convencido de que a México se le debía una explicació ex plicaciónn seria, profunda y real de este suceso. No se trata, en este libro, de hacer un recuento del caso, ni mucho menos una síntesis. Nada más ale jado del propósito origina orig inal.l. La inte intenció nciónn es aportar nu nueva eva informació i nformación, n, sin especulaciones, aunque sí recurriendo a hipótesis, cuestionamientos o planteamientos válidos dentro del ejercicio periodístico. Compartir Compartir con los lectores situaciones situaciones inéditas que, hasta hoy, hoy, eran archivos escondid esc ondidos os bajo tres llaves en las gavetas de la historia que se pretende olvidar. Nuestras herramientas fuero f ueronn la investigación i nvestigación,, la revisión exhaustiva de documen docu mentos, tos, la entrevista entrevista,, las nan arraciones de uno de de los casos más má s impactantes y dramádra máticos de la época cont contempo emporánea ránea del país. pa ís. Se obtuvieron obtuvieron averiguaciones ministeriales ministeria les y dictámenes confiden c onfidenciales, ciales, iden identificados tificados ple plenamente namente en estas páginas. Versiones hasta hoy desconocidas. Infinidad de datos que que ayudan a construir construir una historia. Detalles Detalles que, aparentemente, podrían ser triviales, pero que acomodados como pieza piezass de rompecabe rompecabeza zas, s, adquieren adquieren vida propia.

 

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Doy las gracias a quienes tuvieron la valentía de proporcionarme documentos tan valiosos, hasta ahora inexplorados. Ignotos sioficiales se quiere. Gracias a aquellos que nos nos dieron su confianza, su tiempo, sus explicaciones y, sobre todo, su invaluable aportación personal. Tras conocer c onocer con mayores detalles la desaparición desapa rición de Paulette, y sin asumir poses detectivescas, pero sí recurriendo a mi experiencia profesional, puedo decir, como periodista que, con base lo que aquíestá se escribe, ninguno ningu no de los protagonista pro tagonistas s deenesta historia exento de cualquier sospecha. Ni Mauricio Mauricio Gebara, ni n i Lisette Farah, Fara h, los padres. Ni Érika, ni Martha Mart ha Casimiro, las nanas. ¿Porr qué? ¿Po qué ? Porq orque ue entre Mauricio y Lisette Liset te se acusan acu san de haber planeado la desaparición de Paulette, o de tener conocimientoo de lo que en realidad nocimient rea lidad ocurrió. ocu rrió. “Sé dónde dónde está mi hija…”, confiesan durante los interrogatorios oficiales, mucho antes de que la niña fuera encon encontrad tradaa muerta al pie de su propia propia cama. ca ma. Lisette acusa a Mauricio Mauricio de haber haber urdido un plan. Mauricio acusa a Lisette y a las nanas de estar involucradas. ¿Cuáll es la verdad? ¿Cuá verdad? ¿Porr qué la policía no los apretó ¿Po apretó más para pa ra aclarar acla rar

lo que, que, en realidad, real idad, sucedió con Paulette? Padres confesos de saber dónde estaba la niña, avalando que todo había había sido una farsa. farsa . Peritos que reconocen haber sido obligados a firmar un dictamen dict amen errado, equivocado, equivocado, insuficien insu ficiente. te.

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Un procurador de Justicia —Bazbaz—, que ordena mutilar un u n peritaje. Un subprocurado subprocuradorr —Casti — Castillo—, llo—, que impide a los peritos perit os hacer hac er un trabajo profesional. profesional. Expertos que desmienten, científicamente, la versiónn oficial. sió oficia l. Hipótesis que se manejan en niveles privados y entre autoridades autoridades federales. Lo se dijo del caso Paulette. Lo que que no se ocultó. Eso es parte pa rte de lo que encon encontrará trará usted en las páginass de este libro. gina libro. Mañana, Mauricio o Lisette podrán dar da r la versión versión de los hechos; hechos; aclarar aclar ar o confundir c onfundir más má s sobre sobre lo que que pasó con su hij h ija. a. Las propias propias nanas —Érika y Martha Mart ha Casimiro—, quizá i ntentarán inte ntarán difundir dif undir su propia historia, sobre lo lo que en realidad ocurrió. Sin embargo, tanto Mauricio, Lisette, Érika o Martha, están, desde hoy, descalificados para aportar mayores luces a la historia, por una razón irrebatible:

cuando tuvieron que decir la verdad, no lo hicieron. Con su silen si lencio, cio, los cuatro lucraron con la mue muerte rte de la niña. Con su opacidad, ofendieron su memoria. Hoy son voceros desautorizados por la propia ruindad humana.  All enca  A encargado rgado de las investigaciones, investigaciones, y hoy hoy procuprocurador General General de Justicia del Estado de México, Alfredo Alf redo Castillo, Casti llo, se le pidió pidió una entrevista para para este trabajo, a través de su jefe de prensa, Alfredo Albiter. El silencio fue la respuesta.

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 A l abog  Al abogado ado de Éri Érika ka y Ma Mart rtha ha Ca Casim simiro, iro, Jua Juann Luis Montero, también se le solicitó una entrevista con ellas. El E l silencio silencio tambi ta mbién én fue la respuesta. Por supuesto que este trabajo no es exclusivo de una persona. Aparte Apa rte de nuestros informantes y contactos que lo lo hicieron hicieron posible, posible, gracias en lo particular part icular a Mariana Moreno, por su contribución profesional. A Martín y Paulina, por pertinentes, el tiempo arrebatado. A Esteves, Yohali, por sus orientaciones y a Fernando Patricia Mazón, César Césa r Ramos, Ra mos, Fernanda Fernanda Gutiérrez Gutiérrez y Carlos Ca rlos Ramírez, equipo editorial editorial invaluable.  Y gracias, gracia s, sobre todo, todo, a usted, u sted, amable lector, lector, por no caer en la indiferencia. M ARTÍN MORENO

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Paulette. Castillo Paulette. Ca stillo al a l mando. Peritos Peritos fuera. “No vi la figura de un cuerpo humano.”

Lunes 22 de marzo de 2010. —Que secuestraron a una niña… hay que irnos en chinga a la casa… —¿Dón —¿ Dónde de está? —En Huixquilucan… es en Hacienda del Ciervo

número once, departamento GHC-1, Fraccionamiento Hacienda de Las Palmas… en el edificio Porto Vita 2…

—Allí viven riquillos… —Sí…

Minutos después, peritos de la Procuraduría General de Minutos  Justicia del del Estado de México México (PGJEM), llegaron al lugar. Encabezados por Mario Carrasco, arribaron de su base, en Tlalnepantla. Más que un simple departa departament mento, o, el hogar de los Gebara Farah Fara h era un cond c ondominio ominio lujoso lujoso,, caro ca ro y de buen gusto.  Allí,  A llí, en la puerta puerta principal, los esperaba ya quien quien sería un hombre clave en el caso Paulette: el subprocurador regional regional de Cuautitlán Cuautitlán Izca Izcalli, lli, Alfredo A lfredo Castillo Castil lo,, homhombre de todas las confianzas del procurador de justicia mexiquense, Alberto Bazbaz. De entrada, la investigación del caso comenzó con el pie izquierdo: ¿Por qué

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Castillo y no Abraham Eslava, fiscal antisecuestros, encabezaba las investigaciones, si la hipótesis principal era que se trataba de un plagio? Castillo era el hombre de Bazbaz. Y como tal se asumía. Tiempo después, y ante el fracaso de Bazbaz, el propio Castillo sería propuesto por el gobernador Enrique Peña Nieto como nuevo procurador.

Los dom domesticados esticados dipu d iputados tados del PRI en el Estado de México aceptarían ac eptarían la orden del señor gobernador gobernador.. La lealtad lea ltad se recompensa. recompensa. —Espérense afuera—, af uera—, ordenó ordenó Castillo Casti llo a los peritos. Brusco. Agresivo Ag resivo.. Minutos después les permitieron pasar. Comenzaron a revisar chapas. Ninguna se veía violentada. Las ventanas tampoco habían sido forzadas. En apariencia, todo estaba en orden. Cada cosa en su lugar.  Y cuando cua ndo apenas apenas iniciaban in iciaban su tarea, ta rea, al a l moment momentoo de extraer de sus portafolios de aluminio sus instrumeninstr umentos de trabajo, a punto de toma tomarr placas placa s del lugar luga r y, y, sobre todo,, de revisar todo revi sar minuci minuciosament osamentee la recámara recá mara de Pa Paulette, ulette, Castillo Cast illo dio una u na segunda segu nda orden, orden, tan sorprendente sorprendente como como altanera. —¡Ya, ya, ya… aquí párenle…! —Es que necesitamos tomar estas… esta s… —¡Dije que le paren…! Los peritos tuvieron que obedecer. ¿Cómo era posible que el jefe de las investigaciones les impidiera hacer su trabajo? Si se indagaba inda gaba un secuestro, sec uestro, se necesinecesitaba realizar realiz ar una inspección general, general, detallada, del lugar último donde la niña Paulette Gebara Farah fue vista: en su propia propia recámara. recáma ra.

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Pero no fue así. La orden de Castillo interrumpió la labor de los especialistas y había que obedecerlo.

En ese momento, en ese lugar, él era el jefe. Y todos a callar. Los peritos guardaban sus equipos cuando, de la recámara recáma ra de Paulette, vieron vieron salir sal ir a un u n hombre hombre con una sábana entre las manos. Era Olinsser Castillo García, policía ministerial, escolta del subprocurador subprocurador Castillo. Ca stillo. —¿Qué llevas ahí?—, le preguntó un perito. —Una sábana… —¿Y de dónde es? —De recámara de la niña… —¿Y aladónde la llevas? El silencio como respuesta. — Déjame tomarle fotos… revisarla… Olinsser apresuró el paso. Tenía prisa y se marchaba con la sábana sobre la cual Paulette había pasado su última noche. —… ¿por qué no nos dejas revisarla? jefe (Castil (C astillo) lo) lo ordenó ordenó… … se la vamos va mos a dar a oler a—El los perros… Ese fue f ue un error grave. Una irresponsabilidad mayúscula consentida por Castillo. De haberse entregado la sábana a los peritos, se habrían detectado de inmediato fluidos de Paulette, alguna mancha ma ncha o evidencia evidencia que que fuera esencial esencial para par a aclarar el caso, si es que, en realidad, la niña se encontraba allí, en su propia recámara. Y si así hubiera sido, entonces, gracias a esa mancha o rastro, por mínimo que fuera, cualquiera se habría dado cuenta de que la niña podría

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estar en la piecera de la cama, como establece hoy la inverosímil veros ímil y poco creíbl creíblee versión oficial. “Ese mismo día la hubiéramos encontrado”, advierten peritos del caso que piden el anonimato. En su declaración ministerial, incluida en la página 24 del dictamen dict amen emitido por la Procuradur Procuraduría ía General de la Repúb República lica (Dirección General de Coordinació Coordinaciónn de Servicios Periciales. Dirección Ejecutiva de Laboratorios. Departamento de Criminalística de Campo. Folio 33442, 35604. Expediente AM/HUIX/III/286/2010.  Asunto: Crimina Criminalística lística de Campo Ca mpo.. México DF a 07 de mayo de 2010), Castillo García relata el momento en el que extrajo la sábana: […] que el día 22 de marzo de 2010, estaba en el exterior del domicilio de los señores Mauricio y Lisette, cuando el encargado de la unidad canina ca nina de la Procuraduría le pidió pidió a un familiar fami liar o amigo a migo de los padres padres de la desaparecida, desaparecida, de nombre Fabricio Casaubón, que bajara una evidencia para dárs dársela a oler a los perros, porrecién lo quelavada, esta persona bajó dijo primeroelaropa húmeda, esto es, y el canino ca nino que esa no le servía, por lo que el señor Fabricio le dijo entonces al encargado del perro que mejor subieran al cuarto cuar to de la niña. Es ahí cuando cu ando el señor señor Fabricio Fabricio me pipidió que lo acompañar acompañaraa a la recámara recámar a de Paulette. Paulette. Ahí A hí empezamos peza mos a buscar busca r evidencia, pero toda la ropa de la menor Paulette está [sic ] recién lavada, por lo que el canino señaló que podía ser una funda de almohada a lmohada […] […] […] y es cuando yo le propongo si no le sirve más la sábana,, por lo que él me sábana me dice que sí, que podría estar esta r más impregnada del olor de la niña. Es cuando el declarante

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empecé [sic ] a quitar las colchas de encima, esto es el edredón,, y una frazad dón f razadaa que está arriba del edredón. Quité las almohadas y un conejo de peluche. Este conejo de peluche el encargado del canino lo colocó en una bolsa que está cubierta y que sólo tiene un taponcito para sacar el aroma. Y ahí el encargado del canino me dice que la sábana también… […] que en este caso fue la primer sábana, la cual estaba todavía tendida en el colch c olchón, ón, esto es, estaba metida en el colchón. Y yo la jalo hacia arriba, con fuerza, y me traigo la sábana y el colchón colchón se movió. De ahí, volvimos a echar otra vez las colchas encima de la cama, inclusive algunas algu nas almohadas a lmohadas se quedaron en el suelo, suelo, y el encargado de la unidad canina can ina se quedó quedó con la sábana en sus brazos.  Ya en el exterior del edificio, el encarga enc argado do de la unidad canina se la dio a oler al perro, y la metió en la misma bolsa que el peluche […] […]en [… ]en ningún n ingún mom moment entoo vi nada raro, ra ro, ni percibí tampoco algún olor extraño.

Hasta aquí su versión. Valiente policía el tal Olinsser. Dice haber jalado con fuerza fuerz a la sábana sába na “y el colchón colchón se movió”, movió”, y ni así a sí vio a Paulette que, de acuerdo con la historia oficial, oficia l, estuvo siempre siem pre allí. al lí. Una de dos: el policía es miope o la niña no estaba ahí.  Algunos  A lgunos detalles deta lles resultan inquietantes: La sábana desaparecía, de momento, para luego ser devuelta. ¿Por qué, para qué?

¿Llevaba ¿L levaba realmente los fluidos fluidos de Paulette?

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¿Iba limpia limpia acaso? acaso ? ¿Porr qué no se permitió a los peritos revisarla, ¿Po revisa rla, en ese mismo instante, como hubiera ocurrido en una investigación ordinaria, antes de dársela a los caninos? Conviene apuntar que la sábana “manchada” (se supo después) con fluidos bioló biológicos gicos (saliva, (sa liva, fluidos gástricos y orina), aparecería también días más tarde, con una colcha, la medianoche del miércoles 31 de marzo, cuando se “descubrió” el cadáver de la menor, acompañada con aquella exclamación de “la madrearon, güey… la madrearon”, por parte del perito de la procuraduría mexiquense, mexique nse, Jorge Rojas Rojas González G onzález.. Desde el inicio de las investigaciones investigaciones —y así lo reconocen en privado algunos de los que estuvieron dentro del propio caso—, el manejo fue errado y sospechoso. Ejemplo: El Paulette, lunes 22 de mar zo,ningún horasndespués la desaparición de rición Pa ulette, nomarzo, había ningú acta levantada levadentada a pesar de que se trataba, al a l parecer, de un secuestro. En el apartado denominado “MEDIOS DE PRUEBA”, que se asienta como preámbulo del arraigo de Mauricio, Lisette y las nanas Érika y Martha Casimiro, incluido en la Averiguación Previa ( A  AP P) AM/ HUIX/III/286/10, correspondiente a este caso, página

MP

351, agente deladvierte: Ministerio Público ( ), José Israel ÁlvarezelBombela, […] no obstante la gravedad que conlleva la desaparición de la menor ofendida Paulette Gebara Farah, los padres de ésta, Mauricio Antonio Gebara Rahal y Lisette Farah

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Farah, no presentaron de manera inmediata la denuncia correspondiente, siendo que esta es formulada por la denunciante de nombre Margaret Gebara Farah, quien resulta ser la tía, además de las múltiples contradicciones que existen entre las manifestaciones mani festaciones rendidas por las personas que participan en los presentes hechos…

   Y dentro del condo condominio minio de los Gebara Farah, las irregularidades continuaron. Cuando los peritos intentaban proseguir con su trabajo, la orden, en ese momento, del subprocurador o fiscal del caso, ca so, Alfredo Castillo, era: —No, ahorita no molesten a la familia… están consternados… “Necesitábamos espacio y acceso, pero extrañamente men te Castillo Ca stillo no nos dejaba trabajar”, trabajar”, me revelaron. revela ron. Incluso enfías. algún momento seales permitió fotogra foto grafías. Click. Click . “Ya Click. “Y estuvo… ni tomar una más. máalgunas s.”” Solamentee se alcanzaron lament alcanz aron a tomar tomar seis placas de la recá recámara mara de “Po” “Po”,, como c omo le decían ca cariñosamente riñosamente a la l a pequeña. “Y “Yaa

sálganse”, les ladró Castillo. En medio de la prohibición de Castillo para trabajar libremente, los peritos llegaron rápidamente a una conclusión: no había signos de violación de chapas, o alguna puerta un forzada o acceso violentado. ¿Cómo pudo ser entonces secuestro?, se preguntaban. Los peritos decidiero decidieronn bajar al sótano a revisar algunos automóviles, entre ellos la camioneta Jeep, tipo Comander Coma nder,, placas placa s 183183-V V PZ, que Mauricio utilizó utili zó en un viaje reciente a Valle de Bravo. Se inspeccionó también un auto Impala 2001, propiedad de un entrenador que

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vivía en el edificio, ya que según las cámaras de video, había salido del edificio de madrugada, alrededor de las 4:00 4: 00 horas. horas. En la camioneta Jeep se encontraron cabellos de la menor. menor. Obvio: había estado ahí. a hí. Pero también se buscaron residuos de su sangre. Negativo Negativo.. Sin embargo, hubo una omisión gravísima en la revisión del Impala. De acuerdo con el dictamen dictamen emitido emitido por el perito en Materia de Dactiloscopía, Bulmaro Lugo González (pág. 71 de la AP), se determina a manera de CONCL CONCLUSI USIÓN: ÓN: Por lo anterior, los fragmentos dactilares encontrados por el Perito Perito en Criminalística Crimina lística en la cajuela del vehículo automotor de la marca Chevrolet tipo Impala, cuatro

puerta s, color arena, modelo 2001, puertas, 2001, con placas placa s de circulación LRF-46-62, de servicio particular en el estado de México, no corresponden al dedo que aparece en el pasaporte GO2832948, a nombre de Paulette Gebara Farah.

  ¿Dónde está el error? Un investigador profesional, profesional, de probada experiencia, cuya identidad nos reservamos, lo explica de“Es manera sencilla contunden contundente: te: un error gravey porque solamente se compara la huella de Paulette, plasmada en su pasaporte. ¿Y los otros nueve nueve dedos acaso no cuentan cuentan?? Cada uno tiene diferentes feren tes característica ca racterísticass dactilares. dacti lares. Por Por eso, es una prueba insuficiente.” Resulta extraño, ext raño, y hasta ha sta sospechoso, que que el perito Lugo González no tomara en cuenta esta omisión.

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Los peritos permanecieron en el lugar y, a pesar de las órdenes órdenes contrarias de Castillo Castil lo,, revisaron revisa ron otras partes del edificio enclavado en el conjunto habitacional Porto Vita.  Además  Ade más de las restriccio restricciones nes oficial oficiales es para trabajar trabajar,, enfrentaron otro problema: las cámaras de video no tenían una secuencia contigua, eso les imposibilitaba tener la certeza de quiénes habían llegado y salido durante la noche del domingo 21, y las primeras horas del lunes 22 de marzo.  Alguien  A lguien comentó: comentó:

—Pues yo creo que esa niña nunca entró a este edificio… ¿Sería posible que Paulette no hubiera regresado a casa tras el viaje a Valle de Bravo? De acuerdo con las declaraciones ministeriales ministeria les del guardia de seguridad, Omar Domínguez Maldonado, quien trabaja desde el 16 de septiembre de 2009 para la empresa emp resa Promotora Promotora AVI AVIV V (encargada (encarg ada de la seguridad seguridad del edificio), y del responsable responsable del registro de visitas, Arnulfo A rnulfo Rangel Martínez, la tarde-noche del domingo 21 de marzo ocurrió de la siguiente manera: 18:32 HéctorPM Martínez —conocido de Mauricio—, deja las llaves del automóvil BMW, propiedad de Gebara Rahal. 19:15 PM —Buenas noches, polis… ¿hay alguien en mi casa?—, les preguntó Lisette, que había había descendido de un taxi tax i del  Aeropuerto  Aerop uerto Internacional Internacional de la Ciudad de México, México, procedente de Los Cabos. 25

 

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—No…— respondió Arnulfo, muy extrañado porque, porq ue, según segú n su declaración decla ración ministerial, “…se “…se me hizo raro porque nunca nos saluda ni tampoco nos dirige la palabra… después de que llegó se introdujo a su departamento.”

20:47 PM  Al edificio edi ficio llegaron llegaron Mauricio, sus hijas y Érika, la nana, quien le pide a Omar que les ayude con el equipaje. En ese mom moment entoo bajó Lisette madre. —Que se tapen bien las niñas porque vienen calientitas y hace aire… Omar cogió una hielera hielera y una maleta. Érika cargó ca rgó otra maleta y se dirigieron hacia la puerta de servicio serv icio.. El guardia de seguridad daba la espalda a Mauricio y Lisette, mientras mientras Arnulfo, A rnulfo, más allá, a llá, anotaba a notaba en la bitácora bitácora su llegada. Omar dice, de manera textual: […] en eso veo ingresando a la señora Lisette en la puerta del lobby, quien venía cargando un bulto plano con su brazo izquierdo tapado completamente con una cobija de color blanca, delgada, misma que le cubría desde el hombro hasta el muslo de la pierna izquierda, aclarando que en su hombro se le apreciaba una forma redonda sin que se viera la figura figu ra de un cuerpo humano, huma no, y con su mano derecha venía tomando de la mano a la niña Lisette, quien venía tapada de su cabeza sin recordar de qué tipo, e inmediatamente le di las llaves del coche BMW, tomándomelas con su mano derecha y soltando a su hija Lisette de su mano, y diciéndome  gracias,  gracias , poli  p oli , caminando con

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pasos medianos, sin voltear a verme, dirigiéndose a su departamento part amento,, cerrando cerra ndo yo la puerta del lobby, lobby, y viend v iendoo que el señor Mauricio arrancó su vehículo para dirigirse al estacionamiento,, incluso lo metió en sentido tacionamiento s entido contrario […]

  Esta declaración de Domínguez Maldonado fue uno de los testimonios considerados para decretar procedente el arraigo contra Mauricio, Lisette y las nanas Érika y Martha. “…en su hombro se le apreciaba una forma redonda don da sin que se viera la la figura figura de un cuerpo humano huma no… …”, fue la frase de Omar. La noche del 21 de marzo transcurrió sin sobresaltos. La madrugada se asomó.

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2 Granjeno y Prida. “Sé dónde está Paulette.” “Él lo planeó todo.” Mauricio vs Lisette. Una historia historia de familia. fa milia.

El subcomandante Juan José Granjeno Granjeno Olascuaga, Olascuaga, de 46 años de edad, y el policía ministerial R-3, Ricardo Arturo Prida Galicia, de 42, curtidos por años de servicio policiaco, acostumbrados a tener de frente a asesinos y crimina crim inales, les, a verle los ojos ojos a la muerte y a conocer las declaraciones más inverosímiles o fantasiosas, no podían concebir, sin embargo, lo que escuchaban en esos momentos. Los interrogatorios se realizaban en el condominio de los Gebara Farah. Los agent a gentes es estaban est aban atónitos. atónitos.  A un pa parr de metros metros,, Maur Mauricio icio A ntonio Geba Gebara ra Rahal —esposo de Lisette Farah Farah y padre de Paulette Gebara Farah, Fara h, de 4 años, entonces entonces desaparecida entre la noche del 21 21 de marzo mar zo de 2010 2010 y la madru ma drugada gada del 22—, reconocía, de manera inesperada: —Sí, yo sé dónde se encuentra Paulette, y solamente men te se los diré si me ayudan, ayuda n, de forma legal, para que yo no tenga ningún ni ngún prob problema lema con la justicia… tengo el temorr de temo i rme a lay Prida irme cárcel… cá rcel… estoy desesperado… desesperado Granjeno enmudecieron por un…instante.

El propio padre de Paulette sabía dónde estaba su hija, y no quería decirlo. No se sabía si viva o muerta. Poco le importaba a Mauricio que fuera su propia familia —pero

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no ellos,porque como “habían padres —, padres—, la que había presentado la denuncia secuestrado a Paulette”.  Y poco p oco le importaba que millon mil lones es de mexicanos mexic anos se mantenían en vilo con uno de los casos de desapariciónn más impactantes de las últimas décadas. El nom ció nombre bre de Paulette Paulette estaba en boca de todos. ¿Qué ¿ Qué había ocurrido con la niña? ¿Secuestrada? ¿Robada? ¿Desaparecida? ¿Asesinada? Hoy,, todas Hoy todas las la s hipótesis y leyendas tejidas en torno a su hija, eran borradas por él mismo, con una frase corta c orta pero concluyente, absoluta, cruel. —Sé dón dónde de está mi m i hija… Los policías se vieron de reojo. Todo había sido una farsa: farsa : el supuesto supuesto secuestro, secuestro, la campaña con mantas y espectaculares pidiendo el regreso de su hija, las lágrimas, el dol dolor or de padres. La L a frialdad fria ldad de Mauricio provoprovocaba escalofríos. En los anuncios del caso Paulette se leía:  AYÚDAME A REGRESAR A MI CASA. Me llam  AYÚDAME llamoo Pa Pauulette y tengo 4 años. Tengo discapacidad motriz y de lenguaje, presento presento una cicatriz en la espalda e spalda del lado izquierdo. izquierdo. No puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás.

01 800 7028 770 sin costo.

En parte de su informe, Prida Galicia señaló textualmente que: […] el padre de la ofendida, Mauricio Antonio Gebara Rahal, mencionó que él tenía el pleno conocimiento del lugar donde se encontraba su menor hija, además de que

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la madre de la desaparecida, de nombre nombre Lisette Farah Fara h Farah, es relacionada por su mismo esposo al manifestar manifesta r que ella tiene conocimiento del lugar donde se encuentra su hija, contradiciéndose en los dichos de uno y otro, tratando de cubrirse entre ambos, siendo notorias las diferentes versiones que proporcionan, quienes referían que tenían conocimiento del paradero de la menor desaparecida […]

Para Granjeno Granjeno —gafete —g afete PM-4 -446 46— — y Prida Prida —gafete PM1098—, no era la primera descarga desca rga eléctrica que recibían ese día, día , en aquel suntuoso condominio condominio ubicado en el corazón raz ón de Huixquilucan, Huixquilucan, el hogar de los Gebara Farah, y de sus hijas: Lisette, de siete años, y la entonces desaparecida Paulette. Poco ant a ntes, es, Lisette Liset te Farah, la madre, mad re, les había confesado algo tan insospechado como impactante: —Yo sé dónde está est á Paulette… y también ta mbién sé quie-

nes la desapareciero desaparecieron… n… fue mi esposo Mauricio… Mauricio… La hembra culpando al macho de la desaparició desapar iciónn del crío. Por eso Mauricio tuvo que reconocer, ante Gran jeno y Prida, y por la acusación prov provenien eniente te de Lisette, que, ciertamente, sabía dónde estaba Paulette. Pero estaba claro que Mauricio no se quería hundir solo. Hay un detalle: los padres de Paulette ya habían hecho la confesión, inicialmente, ante los agentes ministeriales José Luis Guerrero Sánchez y Roberto Carlos García Cedillo, de la propia Procuraduría General de  Justicia del Estado de México (PGJEM). Ahora, A hora, Granjeno Granjeno

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y Prida regresaban para que Lisette y Mauricio ratificaran sus acusaciones mutuas. Horas después estaban de nuevo frente a Mauricio y Lisette.  Y nada cambi ca mbió. ó.  Aún más m ás:: la mujer insistió insis tió en la culpabi c ulpabilida lidadd de su vez.esposo. “Él lo planeó todo”, machacó por segunda El condominio de los Gebara Farah estaba vigilado fuertemente, para evitar cualquier intento de escapatoria. Los agentes adscritos a la Fiscalía de Denuncias de Hechos Zona Norte, de la Procuraduría General de

 Justicia del  Justicia del Estado Estado de México (PGJEM), tras escuchar esas cuatro palabras —“él lo planeó todo”—, regresaron a Mauricio, que estaba en otra habitación. —Su esposa lo acusa de haberlo planeado todo… Mauricio se sobresaltó sobresaltó y acusó: acusó : — Como les dije, yo yo sé dónde dónde está mi hija, y tamta mbién están involucradas mi esposa y las nanas, Érika y Martha… Con un nudo en el estómago, creyeron estar esta r muy cerca de resolver la desaparición de Paulette y, de paso, cubrirse de gloria tras aclarar acla rar uno uno de los los asuntos más importantes, porta ntes, mediáticos y conocidos en la historia reciente. Hasta los nombraría nombraríann policías del año. Sí, seguro.  Y Mauricio siguió despepitando: despepitando: —…si ustedes me ayudan de forma legal, yo les digo dónde pueden pueden loca localiza lizarr a mi hij h ija… a… Los policías estaban engarrotados con tamaña confesión.

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Volvieron con Lisette. —Su marido mar ido dice que que usted y las nanas nana s están involucradas.  Altlterada,  A erada, nerviosa, nerv iosa, Lisette gritó: — ¡Y ¡Yoo no tengo nada que ver! ¡Mauricio ¡Mauricio lo planeó planeó todo! De arriba a abajo, Granjeno y Prida suponían, fantaseaban, interrogaban. Llegaron ante las hermanas

Érik a — quien era la nana personal de Paulette— y Mar Érika Ma rtha Casimiro Cesáreo. Hablaron con ellas. Érika les dijo: —Esta familia tiene muchos problemas. Además, “la pro propia pia señora señora Lisette Liset te nos ha manifestado ma nifestado que estemos tranquilas y que no no nos va a pasar nada, y sobre su cadáver, que ella se hacía responsable de todo, hasta sus últimas consecuencias (textual)” (textua l)”.. Los policías veían llegar su hora, sus quince minutos de fama. Sentían muy cerca el momento en el cual, seguramente, el país les reconocería el hecho de haber aclarado aclar ado el caso Paulette. Era cuestión de darle otra vuelta a la tuerca para decirle a los jefes: “Asunto resuelto, señor…” Lisette acusaba a Mauricio. Mauricio acusaba a Lisette. Macho y hembra peleaban.  Ambos decían saber sa ber dónde dónde estaba su hija. hija. Era cuestión de minutos, carajo, para resolver el crucigrama. Pero algo pasó. Tras ser arraigados, Mauricio, Lisette, Érika y Martha, fueron liberados. 33

 

PAULETTE. LO QUE NO SE DIJO

Entre la medianoche del martes 30 y el miércoles miércoles 31 de marzo, según el procurador Alberto Bazbaz, el cuerpo de Paulette Gebara Gebara Farah Fara h se había encontrado encontrado “en

la piecera de su propia cama , y su muerte había sido un accidente. “¿Qué chingaos pasó?”, se preguntaban Granjeno y Prida, si Mauricio y Lisette prácticamen práctica mente te habían confesado. ¿Porr qué los liberaron, ¿Po liberaron, si ya estaban estaba n en la olla? olla ? ¿Qué salió mal? Hasta hoy, el subcomandante Granjeno Olascuaga, gafete PM-446, y el policía ministerial Prida Galicia, gafete PM-1098, se preguntan lo mismo. Este capítulo está basado en la Averiguación Previa AM/ HUIX HUI X /III /III/286/201 /286/20100 página páginass 24 2455 Y 246, parte fundamental de esta revelación periodística.  Y aunque no se precisa el día de las confesiones tanto de Mauricio como de Lisette, fueron formuladas antes de la noche del del 29 de marzo, cuando cu ando fueron arraigados, ya que las declaracion decla raciones es de los policías ante a nte el MP   Alejandro Rodríguez Rodrí guez Hernández, se hicier hicieron on a las la s 3:4 3 :400 horas del 29 de marzo de 2010. Por tanto, Paulette, en ambos momentos, continuaba desaparecida, ya que “fue encontrada” encon trada” entre entre la medianoche media noche del 30 y la madrugada madru gada del 31 de marzo. De acuerdo con las investigacion investigaciones es oficiales sobr sobree la desaparición de Paulette, y como se asienta líneas arriba, al a l menos en… en… ¡tres ocasiones! oc asiones! —primero — primero ante los los agentes Guerrero Guerrero Sánchez y García Cedillo, C edillo, y luego luego,, dos veces, con Granjeno Granjeno Olascuaga Olascua ga y Prida Galicia—, Mau-

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M ARTÍN M ORENO

ricio aceptó que sabía dónde estaba su hija. Aún más: acusaba a Lisette y a las nanas de estar involucradas. Jamás se dijo inocente. inocente. Pedía, Pedía, a cambio c ambio,, no ir a la cárcel. c árcel. “Mauricio lo planeó reviró Lisette. Las acusaciones erantodo…”, gravísimas. La policía lo sabía (los fragment fra gmentos os de la averiguación previa que se adjuntan son determinantes).  Y no no pasó pasó nada. Absol Absolutamen utamente te nada. Un Un arraigo extraño y adiós. Hoy gozan de su libertad. Paulette sólo es un recuerdo.

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