Patrick Page - El Gran Libro de La Magia r

El gran libro de la magia y de la prestidigitación

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EL GRAN LIBRO DE LA MAGIA y

DE LA PRESTIDIGIT ACION

Editorial De Vecchi, S. A. -Barcelona

cuenta. En efecto, hay un sistema pa:-a conseguirlo: sen·irse de un portamonedas. Estos dispos1:ivos pueden colgarse del cuerpo en diversas posiciones y es posible utilizarlos en cualquier momento, sin que :o"S espectado· res se den cuenta. Los portamonedas más sofisticados son ia~ricados por artesanos. Otros más sencillos pueden ser hechos por cualquiera en su propia casa. La fig. 25 muestra un trozo de latón recortado en una determinada forma. Fíjese en las ore jetas situadas a cada lado del dispositivo. Si se dobla el trozo de latón aire-

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:c-..:...:r ;s:: -.::..as :-...:.,¡:::as =:noneaas y se ao~lan Ias oreJet~s . -.... ~ -....~-- - ~~-:.a adentro conseguiremos construir 2é. El t~abajo quedará rematado :;.. --""'~- -.~ :.:. . .-: :.:::x:-dible a la parte superior; dispone-::·:~ ~·~ .::- ¡_;_=: ?C~~llonedas capaz para seis unidades. s, :.....-:-.o; :as medidas exactas, debido a que dependen .:e~ ..:.:.a:-::etro de las monedas utilizadas, pero el mismo :-:--...::.:::>io es \"álido para cualquier tamaño de moneda. S...; :"'~lendo que se cuelga usted el portamonedas por den:~; de los faldones de su chaqueta, resultará sencillo al'"nzarlo y tirar de las monedas hacia abajo extrayéndolas .::::1 aparato. En la fig. 27 se muestra un portamonedas algo más ambicioso que precisa de bastante habilidad para construirse. La palanca que tiene a un lado lleva un muelle acoplado al punto por el que pivota y que mantiene una cierta presión en la base de la palanca. Al apretar la ex~ tremidad superior de la palanca, el extremo inferior se separa del armazón del port.imonedas. Así queda libre la trampilla situada en la base y la!\ monedas caen entre los dedos. En este caso el portamonedas se prende cerca del borde de la chaqueta por el interior, pero la presión debe aplicarse desde el exterior, lo que se evita la necesidad de introducir los dedos por debajo de la chaqueta y extraer las monedas. La fig. 28 ilustra una idea completamente diferente, adecuada para una mayor cantidad de monedas. Todas las monedas están perforadas por el centro. A través de ellas se hace pasar un trozo de alambre de los utilizados en sombrerería y que se prende a los pantalones junto al borde de la americana, quedando cubierto. El extremo libre del alambre se dobla dirigiéndolo hacia arriba y mantiene colocadas las monedas en posición correcta. Con los dedos se cogen las monedas y se tira de ellas hacia abajo. Por efecto de la fuerza ejercida, el alambre se enderezará, cayendo las monedas en la mano. Tendrá que experimentar diferentes grosores y resistencias de alambre antes de encontrar el más conveniente. Con un imperdible grande se puede construir un buen portamonedas de emergencia. En la fig. 29 se puede ver

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el modo de ensartar cuatro o e -'O~ e ::::>c