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Si la consistencia de este estudio es de por sí poderosa y persuasiva, su estrategia no es menos sutil, y su focalización por demás lúcida (...). Dialogar con Beatriz Pastor en este libro inspirado es renovar el proyecto de una crítica tan raigal como integral.>

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de los textos de Cristóbal Colón y Hernán los análisis llenos aún que de mitificación del Nuevo Mundo, a Cortés, siguen las crisis ideológicas generadas por los repetidos fracasos de las expediciones, como se hace patente en los Naufragios de Cabeza deVaca y concluye sintetizando los diversos elementos históricos y estéticos que produjeron el despertar de una nueva conciencia.

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Julio Ortega En este revel¿rdor ensayo, Premio Casa de las Américas, Beatriz Pastor analiza la evolución en el imaginario colectivo del concepto del Nuevo Mundo. A través de diarios , cartas, cr6nicas y todo tipo de documentos de primera mano, que analiza no sólo en su aspecto de narraciones de hechos sino en tanto que expresión literaria de la experiencia de sus autores, muestra cómo el contacto con esa nueva realidad va transformando las ideas preconcebidas y cómo, poco a poco, va desarrollándose una conciencia crítica que cuestiona la validez de los modelos europeos. A medida que progresa la Conquista,los cánones literarios y estéticos de Europa quedan atrás y esta nueva literatura comienza a reflejar las realidades de la América colonial, hasta culminar en la compleja poética del gran poema épico de Alonso de Ercilla,LøArøucønø.La obra parte del

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Ensayo histórico

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Capítulo 3

Del fracaso a la desmitificación

1. Una colectiva propensión al mito El racionalismo riguroso que caruclenzaba el proyecto de Hernán Cortés: 1z su percepción de la realidad histórica dentro de la cual actuaba

no constituyó la regla dentro del contexto de la

conquista de América sino una notable excepción. Desde

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se sucedieron casi sin interrupción las expede objetivos maravillosos y quiméricos. La diciones en busca español y la exploración del expansión territorial del Imperio continente americano se llevaron a cabo bajo el signo seductor

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del mito.

Tradicionalmente se ha asociado el proceso arrollador de la conquista española de América con tres impulsos fundamentales: , polizîa,Y 3l. El relato fantástico de la relación que escribiír fray Marcos sobre su supuesto descubrimiento de las siete ciudades de Cibolafuela primera formulación americana escrita del mito medieval, que en América se fue reafirmando con ias nocicias varias de la existencia de unas regiones fabulosas, de increíbles riquezas, situadas en algún punto del interior de NorteamêÅca. Pero no fue la última. f)esde Lucas Vâzquez cle Ayllón hasta el propio Yâzquez de Coronado, encontramos unâ y otravez la presencia de una fuente de información que, corroborando mitos existentes e inventando otros nuevos, alentaba en empresas condenadas al fracaso a unalarga serie de exploradores conquistadores, y cuyo objetivo se identificaba con alguno de los reinos míticos sobre cuya existencia circulaban noticias y rumores insistentes por toda la colonia. Se trata de la figura del cautivo indígena. Cronológicamente, el primero de esta larga serie de cautivos indígenas, tejedores de fäbulas y de mitos, fue aquel yucayo llamado Andrés Barbudo (rporque entre sus coterráneos imberbes é1salió con barbas>, puntualiza Pedro Mártir de Anglería), que convenció a Ayllón, al. deân de la Española y al licenciado Figueroa, presidenþ del senado, de la existencia de la fuente de la etema juvenlud en algún punto de las tierras de la Florida. Este Andrés puso por testigos del rejuvenecimiento mâgico de su propio padre a

 

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la tierra adentro a mercadear con plumas ricas de aves para plurnages y que en retorno traya mucha cantidad de oro

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