Para Defendernos 1

January 13, 2018 | Author: margaritass | Category: Kinship, Marriage, Anthropology, Cultural Education, Museology
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BILLIE JEAN ISBELL. PARA DEFENDERNOS: ECOLOGÍA Y RITUAL EN UN PUEBLO ANDINO. CAPITULO 5: “LAS ESTRUCTURAS DE PARENTESCO Y MATRIMONIO”. Esta etnografía de la antropóloga norteamericana Billie Jean Isbell publicada por primera vez en 1978, fue producto de un trabajo de campo hecho entre los años 1967 y 1975 en la comunidad de Chuschi. El pueblo de Chuschi se encuentra aproximadamente a 120 kilómetros al sudeoeste de Ayacucho, la capital departamental, y a 30 de Cangallo, la capital provincial. En los años 90’ este trabajo ha vuelto a considerarse a raíz de la conocida polémica que despertó a partir del público reconocimiento de su autora, de que posiblemente la adopción de marco teóricos simbólicos, estructuralistas e interpretativos le habrían impedido detectar la rebelión senderista. Casi haciendo un mea culpa, en la introducción a la segunda edición de 1985, la autora reconoce: “mi perspectiva antropológica me cegó e impidió ver los procesos históricos que se daban en ese entonces” (…) “no situé los eventos de los diez años que estudié Chuschi en la perspectiva histórica global correcta”. No obstante, el prestigioso antropólogo Enrique Mayer la ha calificado como “una de las mejores etnografías de los Andes” (prologo a la edición en español). “Para defendernos” es una etnografía dedicada al estudio de los mecanismos estructurales de defensa de los chuschinos. El objetivo principal del libro es explorar las defensas estructurales que la población indígena ha construido en contra del dominio creciente de parte del mundo externo: de la explotación y el menosprecio de los mestizos y de las crecientes presiones a favor de la incorporación cultural y económica en la nación. Isbell reconocía que cuanto más fuerte era la presión, tanto más se intensificaban los esfuerzos de los chuschinos para defenderse así mismos, esfuerzos materializados en los principios estructurales de la reciprocidad, el trabajo comunal, el parentesco bilateral, la herencia paralela y la organización dual de las parcialidades. La estrategia principal de esta “comunidad cerrada”1 fue conservar el cierre social y económico, no participando en la economía nacional, prefiriendo la autosuficiencia a través de la subsistencia. En esta breve reseña, intentaremos mostrar uno de los tantos modos en que se expresa la realidad del ayllu en el espacio andino visto desde el registro etnográfico moderno de la segunda mitad del siglo pasado. Nos interesa dejar constancia de la diversidad y persistencia del ayllu como modo de organización social, para lo que seguiremos el capítulo 5 de la presente etnografía. Como lo indicamos en el encabezamiento, este capítulo está dedicado a “las estructuras de parentesco y matrimonio” de los chuschinos y comienza con una descripción precisa de los “términos de relación” en los que se reflejan los principios organizativos de generación, sexo, edad relativa y distancia genealógica. 1

"Comunidad corporativa cerrada" es un concepto elaborado por Eric Wolf en los años cincuenta. Se refiere a una comunidad que "desanima influencias desde afuera" y cuyos miembros "no se identifican como miembros de una cultura mayor" (Isbell 1978: 31).

Estos mismos principios aparecen también en la estructura de la parentela bipartida en parientes cercanos y lejanos. Tanto en los intercambios recíprocos como en los rituales, las categorías mas importantes son las personas de la misma generación, tanto consanguíneos o ayllu, como afines o awra. Como lo explica Isbell, “ayllu”, es un termino quechua general que denota pariente y se usa, como en el caso de Chuschi, para distinguir entre parientes cercanos (ayllu) y los lejanos (karu ayllu). Sin embargo, la amplitud del término lleva a considerar diversos modos de aplicación. Un informante le expresó a Isbell que un ayllu puede ser “cualquier grupo con un jefe”, un ayllu puede ser un barrio, todo el pueblo, la familia de uno o hasta el distrito, el departamento o el país (pág. 137). Un ejemplo de esta diversidad se expresa en el trabajo de Salvador Palomino (1971 y 1972) quien describió hábilmente las diversas formas de estructuras del ayllu como un término de parentesco. El análisis que sigue se ocupa del ayllu como un término de parentesco. El examen de los términos de parentesco ayllu y karu ayllu revela la estructura de un parentesco centrado en los siblings, en el cual el principio organizativo es la distancia genealógica en la segunda generación ascendente. Esto quiere decir que los siblings de los abuelos de ego y sus descendientes quedan excluidos del ayllu y se los clasifica como karu ayllu. Los miembros de un mismo ayllu no pueden casarse entre si y los parientes karu ayllu sí son desposables cuando no comparten los apellidos paterno o materno. De esta forma, el ayllu chuschino tiene la estructura de una parentela de primos de primer grado conformada por las dos ramas de los descendientes de dos parejas casados: los dos grupos de abuelos de ego. El vínculo mas importante para calcular la distancia genealógica se encuentra en la segunda generación ascendente, en la cual los siblings de los abuelos y sus descendientes son karu ayllu (ver la figura 4 en la pagina 142). El principio de la distancia genealógica a través del cálculo del parentesco colateral y la regla primaria de matrimonio que sostiene que ego no puede contraer matrimonio con nadie que comparta sus apellidos paterno o materno, son las dos claves principales para comprender quienes conforman el ayllu y quienes son karu ayllu. Entonces, respecto del matrimonio, cualquiera que no sea miembro del ayllu de ego es desposable, siendo el pariente desposable más cercano a ego (varón) un descendiente de los siblings de sus abuelos, donde haya ocurrido una diferenciación de sexo en los vínculos relevantes en las líneas ascendentes o en la línea colateral, ya que de esta forma, no compartirían apellidos. Esto no vale para las mujeres simplemente porque ellas cambian su apellido en cada generación (para ampliar estas nociones, véase (“La importancia del apellido”, apartado 5.3 página 144). Existe entre los chuschinos una preferencia matrimonial manifiesta, expresada en la práctica de intercambiar compañeros de una generación (siblings o primos en primer grado) entre dos ayllus una vez que se ha establecido un vínculo matrimonial. Esto –sumado a evidencia etnográfica proveniente de análisis de los rituales chuschinosle permitió a Isbell afirmar que esta organización no es un grupo de descendencia sino una parentela centrada en ego, o más correctamente, en los siblings. Muchos derechos y obligaciones son prerrogativa del los varones y se trasmiten a los miembros masculinos; aun así, ninguno de los grupos implicados en esta parentela reconoce un ancestro focal. Tratándose de los “afines” estos encarnan principios simétricos y asimétricos. El matrimonio une dos grupos de parientes, y estos como afines no se incorporan al ayllu o

al karu ayllu; son una categoría de parentesco que manifiesta una equivalencia estructural” (Goodenoaugh 1970: 96) a través del uso de términos recíprocos. “Awra” indica una relación simétrica entre dos grupos consanguíneos unidos por el matrimonio. Se emplea este término cuando el hablante se refiere a los integrantes del grupo que se encuentra en relación recíproca con su agrupación consanguínea, el ayllu. Es un concepto simétrico que se refiere a las colectividades. Los informantes de Isbell, le han expresado que los awra eran como compadres o parientes espirituales, se convertían algo así como en parientes de sangre que no pueden contraer matrimonio. Pero a diferencia de las relaciones simétricas de los awra o los miembros de dos ayllus unidos matrimonialmente, la novia y el novio están subordinados social y ritualmente a los miembros del ayllu de su cónyuge. Respecto de los compadres, existe una regla fija que prohíbe tener compadres de “ramo apay”2 (5.6.8) –el más importante entre los chuschinos- y de otros tipos, pertenecientes al mismo ayllu, karu ayllu o awra. Esto llevó a pensar a Isbell que los integrantes de comunidades campesinas como Chuschi, que escogen relaciones de compadrazgo con personas que no son parientes suyos, están ampliando su red de ayuda mutua. En el perdonakuy o “perdón”, uno de los tantos rituales indígenas que observó Isbell, tiene lugar una redefinición ritual de las relaciones entre los dos ayllus que une un matrimonio, redefiniendo asimismo ritualmente las relaciones de compadrazgo. Los integrantes de los dos ayllus como awra, son afines no casaderos entre si. Pero si la pareja tiene siblings o primos de primer grado desposables, es decir, que pueden contraer matrimonio, estos no toman parte en este ritual con la esperanza de que otra alianza se produzca y solidifique aún mas las relaciones entre ambos ayllus. Los integrantes del ayllu que toman parte en este ritual, definen sus relaciones como awra respetuosos, o en palabras de los chuschinos, “como compadres”. Las relaciones y la terminología de compadrazgo se extienden a lo largo de los dos ayllus. Nos restaría indicar al final de este resumen, algunos aspectos importantes “del ciclo de vida” del ayllu en Chuchi. En la ceremonia del ramo apay, se representa el nacimiento simbólico ritual como ayllu de una nueva parentela centrada en los siblings. El bautismo ritual que tiene lugar en esta ceremonia, la fecundidad de la pareja se realiza ritualmente y nace un nuevo ayllu. Cuando el varón cumple los siete y ocho años de edad, asume su primera obligación ritual y se pide ayuda reciproca a su ayllu y a su karu ayllu. En el transcurso de la vida de comunero, la red reciproca crece a medida que se suman afines y compadres con el matrimonio, y la persona contrae más obligaciones de compadrazgo. Al morir los siblings, su ayllu como grupo de interacción muere también; recordemos que el ayllu se halla centrado en los siblings y solo lo que son siblings de padre y madre comparten a los mismos miembros del ayllu. Se da entonces paso a la reestructuración consciente del ayllu en la celebración del primer aniversario de la muerte de la persona, después de una misa denominada watan misa. La watan misa es la última de una seria de purificaciones para asegurarse que el difunto no esparza su maldad sobre la parentela, los afines y compadres bilaterales que dejó atrás. El ayllu, los awra y los compadres se reestructuran a si mismos jerárquicamente para concentrarse en los sobrevivientes y instituir un nuevo “jefe de ayllu”. Una vez concluido este ritual que simboliza la renovación y la reestructuración de la parentela, los vivos concentran su ayuda reciproca y su atención en el recién instalado jefe de ayllu. 2

O “traer el ramo”, es uno de los pasos rituales mas importantes hacia el matrimonio.

Esperamos que estas líneas contribuyan a conformación de una imagen diversa y dinámica del ayllu como modo de organización en el espacio andino. Al mismo tiempo, se recomienda con énfasis la lectura total del capitulo y de la etnografía completa.

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