Oszlak - La Formacion Del Estado Argentino (Resumen)

March 24, 2019 | Author: tetepollo | Category: State (Polity), Capitalism, Nation, Sociedad, Latin America
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1 La formación del estado argentino. Orden, progreso y organización nacional. Oscar Oszlak 

Lineamientos conceptuales e históricos.  E   stado,

nación,  E  stado nacional: algunas precisiones. La formación del Estado es un aspecto c onstitutivo del proc eso de construcción social e n el cual se van def ini ini endo los d iferentes planos y componentes que estru ctur an an la vida social organizada. Conforman un cierto orde n cuya especif ici icida d depende de cir cunstancias histór ica icas complej a s. Elementos como el des arrollo relativo de las fuer za zas produ ctivas, los recursos natur a les disponibles, el t i  po de rel aci ones de  producción, l a estructur a de clases result ante o la inser ción ción en la tr a ma de las relaci ones económicas inter naci nacionales, contr ib ibuyen en diverso gr a do a su conformación. Depende ta m bién de los pro blemas y desafíos que el prop io proceso de construcción social encuentr a en su desarrollo histór ic ico, de las pos iciones a dopta da s y recursos movilizados por los d iferentes actores, incluido el Est ado, par a resolverlos. La conformación del Esta do naci onal supone a la vez la conformación de la instancia  polít ica que articula la dominación y la mater ia ialización en un con junto interdependi ente de inst ituciones que permiten su ejer cici cicio. El Esta do se ver if ica icaría a partir del des arrollo de un con junto de atr ib ibutos que def in inen la estatidad, es de cir, el surg i mi ento de una instancia de organización del poder y de ejer cici cicio de la dominación polít ica. El Estado es relación social y a par ato institucional. La estatidad supone la a dquisición de: 1. ca pacidad de exter na nalizar su poder, o bte niendo reconoci mi ento c omo unida d so ber ana ana dentro de u n sistema de relaci ones interestatales 2. ca pacidad de institucionalizar su autor idad, imponiendo una estructur a de relaciones de poder que g ar an ant ice su monopol io so bre los medios organiza dos de coer ción. ción. 3. ca pacidad de diferenciar su control; creación de un con junto funcionalmente diferenciado de instituciones pú blicas con reconocida legitimidad par a extr aer recursos de l a socieda d civil, con cierto gr ado de profes ionalización de sus funcionar ios y cierta medida de control centr aliza do so bre sus var ia iada s act ivida des. 4. ca pacidad de inter na nalizar una ident idad c olectiva, emisión de sím bolos que refuer zan zan sent i mientos de perte nencia y soli dar ida d social que permiten el control ideol ógic o como mecanismo de dominación. Estos atr ib ibutos no def in inen a un Esta do nacional. El surgi mi ento de éste es el resultado de un proceso de lucha por la redef inición inición del ma r co institucional consider a do a propiado par a el desenvolvimi ento de la vi da socia l organiza da. Esto implica que el estado naci onal surge en relación con una sociedad civil que t ampoco ha adquir ido el cará cter de soci eda d nacional. Result ado de un proceso de mutuas determinaciones entre am bas esfer as. El do ble cará cter del Est ado (abstr ac acto y mater ia ial) encuentr a un cierto par a lelismo en el concepto de nación. En la idea de nación tam bién se con jugan los elementos mater ia iales e idea les. Los pr imeros se vinculan con el des arrollo de intereses result antes de la diferenciación e integr ación ación de la act ivida d ec onómica dentro de u n espaci o terr itor ia ialmente deli mit a do. Los segu ndos implican la difusión de sím bolos, valores y sentimientos de perte nencia a una comunida d diferenciada por tr adiciones, et nias, lengua  je y otros f actores de integr ación ación que conf igur an an una personalida d c omún que encuentr a expres ión en el desarrollo hist ór ic ico.

2 Def ini do el Estado como instancia de articulación de relaciones sociales, es difícil  pensar en relaciones más necesitadas de articulación y gar antía que las implicadas e n una economía de mer cado plena mente desarrollada. La formación del Est a do nacional es el result a do de u n proceso c onvergente, a unque no u ní voc o, de constitución de u na nación y u n sistema de dominación. La const itución de la nación supone, en un plano mater ial, el surgimiento y desarrollo, de ntro de un ám bito terr itor ialmente delimitado, de intereses diferenciados gener adores de rel aciones sociales ca pitalistas; y en un plano ideal, l a creación de sím bolos y valores gener adores de sentimientos de perte nencia que tienden un ar co de sol idar idades por e ncima de los var iados y anta gónic os intereses de la soci eda d civil e nmar ca da por la nación. Este ar c o de solidar idades propor ciona a la vez el pr inci pal elemento integr ador de las fuer zas contr a dictor ias surgida s del propio desarrollo mater ial de la soci eda d y el pr inci pa l elemento integr ador de las fuer zas contr adictor ias surgidas del propio des arrollo mater ial de la sociedad y el pr inci pal elemento diferencia dor frente a otr as unidades nacionales. La constitución del sistema de dominación que denomina mos Esta do, supone l a creación de u na instancia y de un mecanismo ca paz de articular y reprodu cir  el con junto de relaci ones sociales establecidas dentro del ám bito mater ial y sim bólica mente delimitado por la nación. En su o b jetivación institucional, el a par ato del Estado se manif iesta como u n actor  social, diferenciado y complejo, en el sentido de que sus múlt i ples unida des e instancia s de decisión y acción tr aducen una presencia estatal difundida en el con junto de relaciones sociales. El elemento homogeneiza dor de su heterog énea presencia es la legítima invocación de u na autor idad suprema que pretende encar nar el inter és gener al de la sociedad. De esta forma el or igen de las instituciones est atales resultarían de intentos por  resol ver la creciente cantidad de cuestiones que va plantean do el contr adictor io desarrollo de la socieda d. La a mpliación del a par ato estata l i mplica la a propiación y conversión de intereses civiles, comunes, en o b jeto de su act ivida d, pero revestidos e ntonces de la legit imida d que le otorga su contr a pos ición a la sociedad como inter és gener al. Además conlleva la a propiación de los recursos que consoli dará n la s  bases de dominación del esta do y exter ior izarán su presencia mater ial. El gr ado de conse nso o coer ción depende de la particular  com binación de fuer zas sociales que l a enmar can.  Emancipación,

organización y estados nacionales en A mérica Latina. El acto de ruptur a con el poder  imper ial no signif icó la automática suplantación del Estado colonial por uno nacional. En parte, se de bió a que en su or igen, la ma yoría de los movimientos emanci padores tuvieron un carácter munici pal. En la medida que consiguieron suscitar  a poyos, se fueron extendi endo ha sta a dquir ir u n cará cter  nacional. Los débiles a par atos estata les del período independent ista estaban constituidos por u n reducido con junto de inst ituciones locales. A ellos se fueron superponiendo órganos  polít icos p ar a sust ituir el sistema de dominación colonial y establecer u n polo de poder  alrededor del cua l constituir un Esta do nacional. Intentos no si empre exitosos, y e n muchos casos desem bocaron en largos períodos de e nfre nta mientos regionales y lucha entre fr acciones políticas, en los que la existencia del Estado nacional se fundaba en uno de sus atr ibutos: el reconocimiento exter no de su so ber anía política. El fr acaso se de bió a la escasa integr ación terr itor ial, precar iedad de los mer cados y agr ava da por la interrupción de los ví nculos con la vieja metr ó poli.

3 El período independentista se car acter izó por tendencias se cesionistas y modif icaro n drást icamente el ma pa político de Amér ica Latina. Furtado: la estructur ación de los nuevos esta dos se vio condicionada por dos f actores: la inexistencia de interdependencia real entre señores de l a tierr a que se someterían a uno de ellos e n función de la lucha por  el poder; y la acción de l a  burguesía ur  bana que man tendría contactos con el exter ior y explor aría toda posibilidad de expan sión del inter ca m bio exter no al cual se irían vinculando segme ntos del se ctor rur a l. La extr a ordinar ia expansión del comer ci o mundia l y la disponibilida d e inter nacionalización del flujo de ca pita les f inancieros, abr ieron en Amér ica Lat ina nuevas oportunida des de inversión y diversif icación de la act ivida d product iva e intermedia dota. Creci mi ento de la deman da exter na, gr andes corr ientes mi gr ator ias e inversiones en infr a estructur a y el a uge de l as export aciones. Con mer cados muy lo calizados, po blación gener almente escasa, rutas intr ansitables, anarquía monetar ia, inexiste ncia de un mer cado f inanciero y vastos terr itor ios  ba jo control indígena o de ca udillos loca les. Par a los sectores ec onómicos dominantes que encontr aban en la a pertur a hacia el exter ior  creciente terreno de convergencia par a la homogeinización de sus intereses, la super ación de tales restr icciones pasaba por la institución de un orden estable y la promoción de un con junto de act ivida des dest inada s a f avorec er el proc eso de ac umulación. ³Orden y Progreso´. El esta do nacional a parecí a como la única instancia ca paz de movilizar los recursos y crear las condiciones que  permitier an super ar el desorde n y el atr aso. La tr a dición conspir aba contr a la c entr a lización en el esta do de ci ertos instrumentos de control social: registro de las personas, a par ato educacional. A la vez las unidades su bnacionales continuaban manteniendo fuer zas regulares propias, so bre la  base de normas constitucionales y lega les dispares. El orden a parecía como u na drást ica modif icación del mar co habitual de relaciones sociales; implicaba la imposición de un patr ón de convivencia diferente. Dur ante la pr imer a eta pa del período independentista los esfuer zos estuvieron dir igidos a eliminar todo resabio contestatar io. La reiter ada y mani f iesta ca pacidad de ejer cer  control e imponer man do efectivo y legítimo so bre terr itor io y perso nas, en nom bre de un inter és super ior mater ial e ideol ógica mente fundado en el nuevo patr ón de relaciones sociales, es lo que def inía justa mente el carácter  nacional de esos est ados. De aquí que en esta pr i mer a eta pa los nuevos esta dos exter ior izar an su prese ncia funda mentalmente como a par atos de repres ión y control social. La cuest ión del orde n aca par ó la ate nción y recursos del Est a do nacional desde el momento de su constitución. Resol verla representaba una condición  bás ica de su super vivencia y consolidación. Además const ituía una premisa elemental par a el establecimiento de formas estables de relación social, compatibles con las oportunida des y expectativas que surgían con la lenta pero creciente integr ación de l as economías latinoa mer icanas al mer cado mundial. Orden y progreso, pero pr imero orden, luego progreso. La coexistencia de a m bas cuest iones en la segu nda mita d del s iglo XIX planteaba no  pocas contr adicciones desde el pu nto de vista de las instituciones estatales. Ello suponía un gr ado de prese ncia en estos diversos planos que la precar iedad de los nuevos esta dos no estaba en condiciones de institucionalizar . Asignar sus es ca sos recursos al orden restaba posibilidades de f acilitar el progreso, con lo cual su legitimación tendía a fundarse en la coacción, res intiéndose su viabilida d institucional. Pero imponer orden creaba condiciones mater iales par a impulsar el progreso. Los esta dos que emergi eron del proceso de inter nacionalización de la ec onomía mostr aron una débil ca pacidad extr activa y una fuerte dependencia del f inancia miento

4 exter no, lo cual suma do a su pa  pel en la formación de un mer cado inter no, la consolidación y ordena mi ento jurídic o de la propieda d de la t ierr a, el aliento de la  producción de mater ias pr imas y manuf actur as con escasos requer imientos tecnológicos y la canalización de recursos hacia sectores pr imar io-export adores, mer cantiles y f inancieros, refor zaron las car acterísticas de un sistema productivo y un orden social su bordina da frente a los centros del ca pitalismo mundial. Dependiendo de los  bienes pr imar io export ables, se fueron conformando relaciones de producción e inter cam bio que condicionaron las modalidades de inter vención del Estado. Ello dio or igen a nuevas activida des intermediadotas lo cual exigió a su vez el  perfecciona miento de la legislación y la regulación de l as tr ansacciones. La acción del Estado result ó crucial a tr avés de la inversión directa, cr édito of icia l, legislación y creación de unida des a dministr ativas a cargo de l a producción de  bienes, regulaci ones y ser vicios, el Est ado pudo ofrecer segur idad a personas,  bienes y tr ansacciones, f acilit ó las condiciones par a el establecimiento de un mer cado inter no, extendió los  benef icios de la educación y la preser vación de la salud y contr ibuyó a po blar el terr itor io y a suministr ar medios de coacción extr aeconómica par a asegur ar el empleo de u na fuer za de tr aba jo a mentido es casa. C uestiones

dominantes en la etapa de consolidación del  E  stado. Segur idad desarrollo, estabilida d crecimiento. Los sucesivos s inóni mos del orde n y progreso no serían más que eufemíst ica s versiones del t i  po de condiciones que a parec en como nec esar ias p ar a la vigencia de u n orden social que ve a menazada su continuidad por las mismas tensiones y antagonismos que gener a. Así como el ca pitalismo no se desarrolló de igual maner a en todas partes, tampoc o los estados. La especif icidad de estos fue u n reflejo de la especif icidad de los respe ctivos ca pitalismos. Y esta última fue produ cto de las fuer zas des atadas por este sistema de produ cción, a propiación y dominación; de las clases y se ctores surgidos de estas relaciones; de sus respe ctivas  bases de recursos; y de su mo vilización, a tr avés de alianzas y enfre nta mi entos, en tor no a las cuest iones sus cita da s por el c ontr a dictor io desarrollo de ese complejo sistema. Desde est a perspectiva adquieren nuevo sentido ciertos r asgos comunes o bser vables en la evolución histór ica del a par ato estatal en Amér ica Latina. Los organismos de segur idad social surgieron como intentos de resol ver par cialmente la llama da cuest ión social. Los organi smos de exprop iación de tierr as y des arrollo agr ar io fueron crea dos como unida des espe cializa das par a ate nder la s nec esida des crea das por la reforma agr ar ia. Y los mecanismos de regul ación ca m biar ia, tr ibutar ia, ar anc elar ia y cred iticia crea dos en la década del 30 constituyeron forma s de paliar los efectos loca les de la cr isis mundia l. Otro r asgo c omún es el cre ci mi ento del a par ato estata l a tr avés de t anda s de organismos y recursos funcionalmente especializados. Un ter cer r asgo común, es el cará cter  conflict ivo que a dqui ere el propio acc eso de exp ansión estata l.  Recapitulación. En su or igen, la formación de los est ados naci onales latinoa mer icanos implicó la sustitución de la autor idad centr alizada del Estado colonial y la su bordinación de los múlti  ples poderes lo ca les que eclosionaron, luego de l a independencia, como consecuencia de la s fuer zas centrífugas desata das por el pro c eso emanci pa dor . La ident if icación con la luc ha emanci pa dor a fue insuf iciente par a producir  condiciones estables de integr ación naci onal. La  base mater ial de la nación recién comenzó a

5

conformarse

con

el surgimiento de oportunidades par a la incorpor ación de las economías locales al sistema ca pitalista mundial y el des arrollo de intereses diferenciados e interdependientes gener ados por t ales oportunida des. La art iculación de los mer cados inter nos y su esl abona mi ento con la economía inter nacional, se vieron ac ompa ña dos por l a consoli dación del poder de aquella clase o alianza de cla ses que controlaba los nuevos cir cuitos de produ cción y cir culación de  bienes en que se  basó la expansión de l a ec onomía exportador a. Las nuevas formas de dominación económica, a cuya som br a se consolidaban nuevas relaciones sociales, requerían la par alela constitución y control de un sistema de dominación ca paz de articular, expandir y reprodu cir el nuevo patr ón de relaci ones. Este sistema ±el Estado Nacional- fue determinante y consecuencia del proceso de expansión del ca pitalismo iniciado con la inter nacionalización de las economías de la región. Determinante, en tanto creó las condiciones, f acilitó los recursos, y hasta  promovió la const itución de los agentes sociales. Consecuencia, en tanto a tr avés de estas múlti  ples formas de inter vención se fueron diferenciando su control, af irman do su autor idad y, en últi ma instancia, conformando sus atr ibutos. Los pro blema s relat ivos a l orden y a l progreso concentr aron la ate nción de estos actores, resumi endo la a genda de cuest iones socialmente vigentes dur ante la eta pa formativa del estado. Las modalida des que sumió, fueron def iniendo la natur aleza y signif icación de los sectores sociales y de las instituciones estatales gener ados por el  propio proceso de resolución.

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