Origen Del Pensamiento

November 18, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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INSTITUTO ZOILA DE SANTOS PINEDA 

 Asignatura: Filosofía

 Maestra: Dionisia

Tema: Trabajo Acumulativo

 Alumna: Gabriela Isabel Blanco

Curso: I Bachillerato en Ciencias y Letras

 La Ceiba, Atlántida 21 de Mayo de 2012

 

Introducción La filosofía es una ciencia inmensamente universal. Envuelve tantos aspectos de nuestra existencia que es imposible dejar que pase pase desapercibida, iniciando desde el sentido común, jamás nos imaginaríamos que este involucrado con la misma lo que resulta sorprendente.  Ademas de esto está ligada a la religión, religión, la magia, nuestras ideologías ideologías entre muchas otras cosas. Pero debemos iniciar correctamente. Se sabe que la filosofía se refiere a etimológicamente etimológicament e al amor a la sabiduría, y para ser sabios tenemos que pensar, experimentar reflexionar de ello hombre que nos pasa, entonces llegamos a preguntarnos, ydesde cuandoacerca surge en este interés de pensar, en qué momento damos el paso decisivo en el que encontramos la luz de la razón? Y aquí es cuando nos encontramos con el tema del origen del pensamiento.  A continuación continuación se detallara cada uno de estos aspectos aspectos siempre orientados a la Filosofía ayudándonos así a reforzar nuestros conocimientos ya adquiridos.

 

Origen del pensamiento El pensamiento es una función superior del cerebro. Nace como una actividad especializada de un grupo de neuronas localizadas en el lóbulo frontal de la masa encefálica. De los procesos integrativos de máximo nivel, el pensar constituye la mayor expresión del alcance evolutivo del ser humano como ente superior a todas las especies. Detrás de todo lo que se ha inventado en el mundo, siempre ha existido primero una idea. La invención del carro, la construcción de una casa o la organización más compleja de cualquier sociedad, son circunstancias que estuvieron precedidas por una idea que las originó. Como definición, el pensamiento es la aparición de una serie de ideas que se generan para resolver una tarea o un problema. Cada ocasión que el hombre ha enfrentado cualquier situación, en su mente se elaboraron como respuesta a esa situación una serie de ideas para resolverla. Por ejemplo… estoy con mi carro parado frente a un semáforo cuya luz está en rojo. De repente la luz roja cambia a verde y decido acelerar para continuar mi marcha. Analicemos cerebralmente esto…el cambio al color verde del semáforo es el estímulo o la tarea. Este estímulo se integra en mi lóbulo frontal y prontamente nacen en mis neuronas una serie de ideas cuyo resultado hace que yo acelere el carro para continuar mi marcha.

 A la percepción, percepción, integración, integración, organización organización y respuesta respuesta a ese estímulo, tarea o problema, las ideas que se generaron como su consecuencia, los neuropsiquiatras la denominamos el pensamiento. Este proceso dinámico e incontenible, se forma por dos etapas que lo llevan a una finalidad. La primera fase  en su construcción se denomina la etapa del pensamiento concreto. Esta comienza en la infancia y se caracteriza porque en su contenido solo se tienen ideas concretas que se basan en la denominación de las propiedades físicas de los objetos. Así, el niño cuando comienza a pensar dice mamá, papá, casa, perro, etc. Este pensamiento lo que hace es concretizar las cosas y darles su significado por su nombre, pero sin analizar para qué sirven o cuál es su función. No analiza las propiedades, ni hace asociaciones de ideas entre ellas. Sólo las denomina por lo que son. Este es el pensamiento concreto o de la edad infantil. Cuando el hombre crece y llega a evolucionar en su madurez intelectual, aparece el pensamiento abstracto, que es característico de la segunda etapa del pensar o

 

de la edad adulta. En este proceso el sujeto no sólo piensa en las cosas por sus propiedades físicas o su nombre, sino que haciendo abstracción de ellas, las analiza y las compara. Las ideas provenientes de este análisis constituyen la capacidad de abstracción del pensamiento, que es el sinónimo de madurez intelectual o pensamiento abstracto del adulto. Estas dos etapas del pensamiento se alternan en el cerebro humano como un  juego. Concretizar, analizar, conceptualizar y comparar. La finalidad de este complejo proceso de ideas y su análisis, es la creación de símbolos que permitan al hombre relacionarse adecuadamente con su medio ambiente para comprenderlo.  Así por ejemplo, si me dicen que la Luna es un planeta del Universo, Universo, lo primero que pasa por mi mente es la idea de la Luna (redonda, brillante, etc.) por sus propiedades físicas. Lo segundo es que le doy la connotación de planeta (astro, función específica) y tercero, mi mente crea un símbolo que me permite conceptualizar a la Luna, imaginándomela cómo creo que es y a qué distancia se encuentra, pero sin haber estado nunca ahí. En este proceso concretización y abstracción de mi pensamiento la finalidad de crearusé unlasímbolo que me permitió relacionarme con mi con medio circundante y entender aquello que no pude tocar. El ser humano tiene en su pensamiento el patrimonio más grande de la creación. 

El intelecto y sus ilimitados alcances hacen inimaginable el futuro del hombre y garantiza la conquista del Universo. Pensar y repensar… ideas, pensamientos. 

Los procesos intelectivos que generamos en nuestro cerebro y lo que podamos lograr con ellos, constituyen el mayor legado que se ha conferido a la raza humana. No son el producto azaroso del desorden o la suerte fortuita de un proceso evolutivo. son el mejor testimonio y la prueba tangible de que somos hechos a imagen y semejanza de quién nos creó. Cual es el origen del pensamiento?   El pensamiento es un don de la naturaleza. La naturaleza ha dotado al hombre de esta cualidad q le distingue de los demás seres vivos.esto es sostenido por los flisofos materialistas.   EL pensamiento, la razón proviene de una fuerza extraterrena osea Dios ,





es algo sobrenbatural.esto es sostenido por los defensores del idealismo y la religión.

 

EL ENFOQUE MATERIALISTA Las sensaciones enlazan al hombre con el mundo exterior, exterior, gracias a esta el hombre puede conocer la naturaleza en 1754 Condillac publica Tratado de las Sensaciones  exponiendo su necesidad por saber de donde surge el origen de la IDEA , cualquiera puede pensar que que observándose a uno mismo mas , Condillac indica que de el hombre no recuerda nada losentonces primerospara meses, ni siquiera dposee recuerdos los primeros años de su de vida vencer esta dificultad propone valerse de una original hipótesis :  Condillac propone como modelo des estudio imaginar una estatua que cobra vida, cuyas dimensiones y estructura interna sean de cómo las de un hombre, tal estatua carece de pensamientos y sensaciones es el modelo muerto de un hombre vivo, imaginemos que aparece en ella cualquier sentido como el olfato por ejemplo ¿Cómo va a percibir esta estatua el mudo poseyendo nada más que un sentido? Y ¿Cómo va a percibir el mundo si poco a poco añadimos otros sentidos :  oído, vista, tacto? Tengamos en cuenta que no debemos suponer que la estatua esta en edad adulta…no tiene   pensamientos de adulto, simplemente carece de todo tipo de pensamientos . Lo único que puede la conciencia, o como solía decirse, el alma del hombre, es percibir las imágenes y combinarlas de distintos modos, en otras palabras l;a percepción pasiva del mundo exterior es suficiente para conocer la naturaleza y se consideraba como innata la facultad de operar con las imágenes. La conciencia dispone enseguida de todos los medios para la actividad mental. Bien, y ¿Cómo imaginaba Condillac el desarrollo de la conciencia de la estatua? El principio es

muy simple:  "La conciencia está en las propias sensaciones", "Todas las sensaciones necesariamente o son agradables o son desagradables, "la estatua se interesará en experimentar las sensaciones agradables y en evitar las desagradables. Basta este interés para que comiencen las operaciones de la razon del pensamiento. La reflexión, la voluntad, las pasiones son las sensaciones pero en sus diversas transformaciones, en resumen los sentidos son básicos para que un hombre piense, pero este solo es el primer paso.  Ahora tenemos ante nosotros otro problema:

¿Cómo saber que existen los

objetos en la naturaleza?..... Condillac nos dice que para obligar a que que el hombre piense que existen los cuerpos son necesarias 3 cosas: En primer lugar que sus miembros puedan moverse. En segundo lugar, que su mano, órgano principal del tacto le palpe a si mismo y palpe lo que le rodea. En tercer lugar que la mano transmita las sensaciones de

 

los cuerpos a nuestra conciencia. Resulta pues que únicamente el tacto atestigua que existen objetos fuera de nosotros. El tacto le ensena al hombre que las sensaciones no son un estado interno del cuerpo, sino que son el resultado de los cuerpos del mundo externo. A todas las percepciones del mundo exterior Condillac las llamo ideas y seguía considerando como un individuo que va conociendo la naturaleza por sí mismo, solitario sin necesitar de otros hombres. El pensamiento es una función superior del cerebro. Nace como una actividad especializada de un grupo de neuronas localizadas en el lóbulo frontal de la masa encefálica. De los procesos interactivos de máximo nivel, el pensar constituye la mayor expresión del alcance evolutivo del ser humano como ente superior a todas las especies. Detrás de todo lo que se ha inventado en el mundo, siempre ha existido primero una idea. La invención del carro, la construcción de una casa o la organización más compleja de cualquier sociedad, son circunstancias que estuvieron precedidas por una idea que las originó. Como definición, el pensamiento es la aparición de una serie de ideas que se generan para resolver una tarea o un problema. Cada ocasión que el hombre ha enfrentado cualquier situación, en su mente se elaboraron como respuesta a esa situación una serie de ideas para resolverla. Por ejemplo… estoy con mi carro parado frente a un semáforo cuya luz está en rojo. De repente la luz roja cambia a verde y decido acelerar para continuar mi marcha. Analicemos cerebralmente esto…el cambio al color verde del semáforo   es el estímulo o la tarea. Este estímulo se integra en mi lóbulo frontal y prontamente nacen en mis neuronas una serie de ideas cuyo resultado hace que yo acelere el carro para continuar mi marcha.

 A la percepción, percepción, integración, integración, organización organización y respuesta respuesta a ese estímulo, tarea o problema, las ideas que se generaron su consecuencia, los neuropsiquiatras la denominamos el pensamiento. Estecomo proceso dinámico e incontenible, se forma por dos etapas que lo llevan a una finalidad. La primera fase  en su construcción se denomina la etapa del pensamiento concreto. Esta comienza en la infancia y se caracteriza porque en su contenido solo se tienen ideas concretas que se basan en la denominación de las propiedades físicas de los objetos. Así, el niño cuando comienza a pensar dice mamá, papá, casa, perro, etc. Este pensamiento lo que hace es concretizar las cosas y darles su significado por su nombre, pero sin analizar para qué sirven o cuál es su función. No analiza las propiedades, ni hace asociaciones de ideas entre ellas. Sólo las denomina por lo que son. Este es el pensamiento concreto o de la edad infantil.

 

Cuando el hombre crece y llega a evolucionar en su madurez intelectual, aparece el pensamiento abstracto, que es característico de la segunda etapa del pensar o de la edad adulta. En este proceso el sujeto no sólo piensa en las cosas por sus propiedades físicas o su nombre, sino que haciendo abstracción de ellas, las analiza y las compara. Las ideas provenientes de este análisis constituyen la capacidad de abstracción del pensamiento, que es el sinónimo de madurez intelectual o pensamiento abstracto del adulto. Estas dos etapas del pensamiento se alternan en el cerebro humano como un  juego. Concretizar, analizar, conceptualizar y comparar. La finalidad de este complejo proceso de ideas y su análisis, es la creación de símbolos que permitan al hombre relacionarse adecuadamente con su medio ambiente para comprenderlo.  Así por ejemplo, si me dicen que la Luna es un planeta del Universo, Universo, lo primero que pasa por mi mente es la idea de la Luna (redonda, brillante, etc.) por sus propiedades físicas. Lo segundo es que le doy la connotación de planeta (astro, función específica) y tercero, mi mente crea un símbolo que me permite conceptualizar a la Luna, imaginándomela cómo creo que es y a qué distancia se encuentra, pero sin haber estado nunca ahí. En este proceso usé la concretización y abstracción de mi pensamiento con la finalidad de crear un símbolo que me permitió relacionarme con mi medio circundante y entender aquello que no pude tocar. El ser humano tiene en su pensamiento el patrimonio más grande de la creación. 

El intelecto y sus ilimitados alcances hacen inimaginable el futuro del hombre y garantiza la conquista del Universo. Pensar y repensar… ideas, pensamien tos.

Los procesos intelectivos que generamos en nuestro cerebro y lo que podamos lograr con ellos, constituyen el mayor legado que se ha conferido a la raza humana. No son el producto azaroso del desorden o la suerte fortuita de un proceso evolutivo. son el mejor testimonio y la prueba tangible de que somos hechos a imagen y semejanza de quién nos creó.

El Mito

 

Cuando se trata de establecer con exactitud el rol del mito en la filosofía, surgen una serie de dificultades, en nada sencillas de resolver. No se puede obviar que la misma palabra mythos de origen griego entraba en su etimología, un sentido de fábula o relato carente de verdad, de carácter meramente alegórico, y que fue utilizada tempranamente en este sentido. Ya Jenófanes, reflejando el pensamiento de su época, lanzaba una diatriba en contra de los grandes poetas míticos griegos -Hesíodo y Homero- en donde criticaba su lenguaje excesivamente coloquial para referirse a la genealogía y acciones de los dioses, diciendo que todo lo que avergüenza y parece execrable a los hombres, ejecutan los dioses. Robo, adulterio, engaños y comisión de toda clase de actos impropios de la más básica conducta moral. Ello implicó que se asociara a los mitos referidos por los poetas, una serie de historias fabulosas sin sentido verdadero. Se ve en esta actitud, una clara “caída” hacia la razón, que precipitaría al pensamiento especulativo occidental en su era lógica. Con el objeto de mantener un orden en la transmisión cultural, los griegos habían establecido una diferencia entre los mitos originales, referidos a lo ontológico, por ejemplo la formación de mundo, y las simples fábulas, en que animales o cosas asumen una naturaleza ajena a su esencia. Por otro lado se quiere que la irrupción de la filosofía en el mundo griego sea una actitud anunciadora de la muerte de la concepción mítica del mundo, para dar paso al triunfo de la razón, por lo que aparece el mito enfrentado al logos, y por lo mismo a la verdadera labor de la filosofía, no obstante, la defensa que hace Platón del rol del mito, y que hemos citado más arriba.  Así, el viejo sentido mistérico del mito se fue enlodando, enlodando, y como en la referida leyenda griega de la verdad y la mentira, la razón se vistió con los ropajes del mito, mientras éste se bañaba desnudo. Esta visión contrasta con el sentido y función religiosa original de los mitos, o más exactamente mística y mistérica, que tenían entre los egipcios y griegos, lo mismo que entre los chinos e indos. Si la filosofía sufilosofía sentidoes original, relacionarla con sophia y no tomamos con gnosis, es decir en que, amor adebemos la sabiduría y no al conocimiento, entendiendo que la sabiduría nos aproxima a lo vivencial, y no meramente al entendimiento y aceptación intelectual. Es cierto que el desarrollo científico dominó el mundo de la razón y abrió la era del conocimiento, pero a la vez, pospuso, por no decir sepultó, a la sabiduría en su sentido original. De este modo, la filosofía en su función vinculadora con la vieja sabiduría mistérica, no se contrapone al mito. Antes bien, rescata su real condición de vehículo para el nòus, en su vuelo hacia los arquetipos. En el siglo veinte, psicólogos como Karl Jung, o estudiosos como Mircea Eliade, revalorizan este sentido original en el mito, y es con este último con quien trabajaremos. Según M. Eliade, establecer esta diferencia referida por los griegos, distinguiendo mito de fábula, tiene un fundamento no sólo válido para los antiguos, sino

 

plenamente vigente: la historia sagrada, la historia del tiempo no puede haber sido inventada de la nada, sino a partir de hechos verdaderos. No se trata de una deformación fabulosa como el que un grillo converse con un escarabajo o toque un violín, con un claro sentido alegórico, sino de un origen, un estado primordial indeformable y perenne. Lo mítico es a la vez sagrado, porque ultérrimamente es ontológico, en cambio lo que no es ontológico no es sagrado y por lo tanto no participa del mito. El mito es a la vez historia, pero como es ontológico, es historia sagrada. Así lo entendieron los griegos y los romanos, a partir de un modelo ejemplar.  Ante la complejidad complejidad inmensa de relacionar relacionar todos los elementos en que la filosofía hace uso del mito, tomaremos dos áreas culturales en que es evidente que estos dos lenguajes se interrelacionan armoniosamente. Se trata de los griegos y los indos. Sentido original del mito

En primer lugar se debe abordar el tema de los mitos en un sentido original, y para ello intentaremos una clasificación según lo sugiere Mircea Eliade. Podemos reconocer varios tipos de mitos, a saber: Mitos cosmogónicos. Son mitos relacionados con el origen cósmico o del “mundo” como lo entendieron lo antiguos. Las genealogías divinas se sitúan en este tiempo primigenio.   Mitos del origen de la muerte. En un carácter más humano, los temas de muerte e inmortalidad intentan explicar el sentido de morir.   Mitos de las curaciones . Las plagas y enfermedades, después de la muerte, aparecen como las grandes enemigas de la humanidad. Por lo mismo, chamanes y curanderos obtienen ciertos poderes mágicos e inmunidad en estos mitos.   Mitos de origen y renovación. El año nuevo. El tiempo es un factor asociado al movimiento, y uno de los grandes desafíos para comprender la realidad. El  









comienzo y el renacimiento formany una partede importante dey la explicación de la evolución humana, de sus errores aciertos, su muerte regeneración.   Mitos escatológicos. El fin del mundo y la muerte. La conflagración mundial. La extinción final de todas las cosas manifestadas, y por ende del individuo, se reflejan en este tipo de mitos.



Tal vez, todos ellos se relacionen con la filosofía, pero hay dos temas que definitivamente van a ser abordados por la ciencia del saber: El misterio del tiempo y su reinversión. Uno de los grandes problemas de la filosofía se origina en la pregunta básica que se hicieron los griegos: Qué es lo que es, y qué es lo que no es. Es una pregunta que en cuanto tiene de ontológica, nos lleva de la mano del mito, hacia la búsqueda del origen del ser. Partiendo de la base de que en el principio, o antes bien, desde el principio todo era, y lo que Era, siempre ha sido, es y será, entonces debe volverse a ese ser primordial.

 

La regresión al origen

El tiempo y su relatividad aparecen tempranamente en la filosofía griega e india, y si entendemos la filosofía como regreso al estado primordial, es decir, de serhombre provisto de sabiduría, entonces todo el trabajo del hombre es un proceso de “evolución-regresión”.  Se observa la dirección reconocible del mito en la filosofía como un proceso de regresión, y puede otorgársele ese sentido, en todos los mitos llamados “de retorno al origen”. Se trata de la pérdida de la pureza original y la necesaria recuperación a través de un camino de regreso, a un estado previo a la manifestación, a través de un renacimiento místico. En algunas culturas antiguas, este retorno al útero esencial, adquiría un sentido más literal y se procuraba, por mediación de los chamanes, devolver la salud perdida al enfermo, o la juventud al anciano. Pero el tema de la recuperación de la inmortalidad y pureza original se da más claramente en las altas culturas de origen iniciático, y es por ese medio como se conservan. Un ejemplo evidente es la versión que encontramos en la alquimia taoísta y en la versión occidental medieval. Todo su complejo simbolismo, en el que se mezclan elementos místicos y mágicos, propone la sublimación de la materia usando el espíritu como transmutador. Sin embargo, hay un fenómeno de semejanza notable y que es el que nos interesa resaltar. El surgimiento de ciertas técnicas místicas y su desarrollo filosófico, en los sistemas griegos (orfismo-pitagorismo-platonismo), y en los indos (YogaSankhya-Vedanta-Buddhismo). Estamos ciertos que estamos dejando fuera de este estudio a otros momentos en la historia en que la relación mito-mística-dialéctica encontró intérpretes magistrales, como el neoplatonismo de Plotino, pero debemos ceder a la imposición de los límites de este trabajo.

La Magia La voluntad de alcanzar definiciones esenciales nos parece ineludible en una construcción racional, científica o filosófica. La rigidez no es una característica de las definiciones esenciales sino, a lo sumo, de las definiciones esenciales según el formato porfiriano, por género y diferencia específica, orientadas a determinar una especie o esencia invariable y distributiva. Pero cabe considerar otro tipo de

 

esencias y de definiciones esenciales: esencias no rígidas, sino variables, según reglas de variación o transformación conceptual que puedan corresponder a la misma variedad empírica que, de este modo, podría quedar internamente conceptualizada. Una definición esencial no porfiriana, comenzaría por determinar un núcleo de la magia tal, que fuera capaz de desenvolverse en un cuerpo cambiante hasta un punto tal, en el que la magia pudiera quedar transformada conceptualmente (no sólo empíricamente) en otras estructuras, eventualmente, en religión o en ciencia  –a la manera como la elipse se transforma en círculo o en hipérbola. El núcleo de la magia, si tenemos en cuenta que el cuerpo se constituye a través de materiales tomados del medio, podría evolucionar en las sociedades pre estatales, de un modo distinto a como puede evolucionar en las sociedades estatalizadas. Por ejemplo, en las sociedades pre estatales o dotadas de un Estado débil, las ceremonias mágicas, junto con las religiosas, podrán marchar a la par; pero en una sociedad estatalizada, la magia tenderá a ser considerada ilícita  –y no sólo la magia negra, goetella, sino la blanca, theurgia –, mientras que la religión tenderá a ser convertida en religión de Estado. En su curso evolutivo, la magia debería poder recorrer la más amplia combinatoria de situaciones, afectada, cada una de ellas, de un grado de probabilidad determinado: unas veces, recorreremos una situación de intersección parcial con la religión; otras veces, deberemos poder construir la situación de disyunción antagónica; menos probables serán las situaciones de absorción, o inclusión de la religión por la magia (¿panmagismo zoroástrico?), o de la magia por la religión (que comportaría, por cierto, la disolución del núcleo originario, y tal sería el caso del cristianismo más radical).

SENTIDO COMÚN Y FILOSOFÍA   Normalmente llamamos sentido común al conocimiento ordinario que todo el mundo posee por el ejercicio espontáneo de la razón, de forma no reflexiva, es decir, pre científica. El eterno escepticismo se manifiesta en la filosofía contemporánea en las siguientes reducciones del campo de conocimiento humano:

 

-sólo cabe conocer fenómenos (Kant) -sólo podemos conocer la mera esencia de los conceptos (Husserl) -sólo la angustiosa y precaria existencia subjetiva (Heidegqer) -sólo las estructuras formales del lenguaje, con sus finalidades exclusivamente prácticas (filosofía analítica) -sólo lo que esté encerrado en el "círculo hermenéutico" (Gadamer). Todos estos autores tiene en común la idea de la relatividad de la cultura: todo en la cultura del hombre sería relativo, todo sería historia; nada habría fijo y permanente. Sin embargo es fácil advertir que el hecho de que las demás culturas puedan comunicar con nosotros, de que podamos aceptar o rechazar sus teorías, indica que podemos entendernos, y que por tanto hay una base común de conocimientos y certezas independientes de las diferencias geográficas y temporales. Ese conjunto de certezas naturales y universales es lo que desde el siglo XVI le ha venido llamando "sentido común".

CERTEZAS DEL SENTIDO COMÚN   Las certezas que componen lo que llamamos sentido común son verdaderamente comunes a todos, hasta el punto de que nadie carece de ellas, ni puede prescindir de ellas en el momento de razonar. En efecto, los mismos que niegan el sentido común, lo utilizan, al menos en parte, como presupuesto implícito de sus razonamientos.  Así por ejemplo, como como ya aclaró aclaró definitivamen definitivamente te Aristóteles, Aristóteles, sólo puede negarse el principio de no contradicción haciendo uso subrepticio de él. Hay una serie de "principios metafísicos" y de principios morales que forman parte ciertamente del sentido común: 1. La idea de mundo o universo, es decir, el conjunto ordenado de todas las cosas que se constatan como existentes y se conjeturan como

 

posibles. Todas ellas se encuentran conectadas con la idea comunísima de "ser". Son cosas que son algo, pertenecen al orden del ser. 2. La conciencia del propio yo, como sujeto en relación al universo de objetos. 3. En tercer lugar, la noción de "orden" entre las cosas, de la que deriva la evidencia de un deber de ajustarse con la propia libertad a ese orden para alcanzar el fin final. 4. Finalmente, la noción de causa primera y último fin, o sea, Dios creador y providente, legislador y remunerador. En el sentido común no hay más que encontrar, a no ser las certezas que derivan de las mencionadas por simple explicitación. Son pocas, pero absolutas y universales. No hay hombre que hable y razone sin hacer uso de ellas como punto de partida, como gramática de su lenguaje, como armazón lógica de su reflexión sobre la realidad en la búsqueda de una sabiduría de cualquier género.  Aun cuando cuando alguien alguien en filosofía filosofía quiera quiera negar alguna de de esas certezas certezas o el conjunto de todas ellas (escepticismo), se descubre en el lenguaje del que la habla, la existencia previa de estas mismas certezas: no sólo como un anacronismo sino como elemento actual de soporte lógico de todo discurso. Justamente por eso, toda filosofía que no respete el sentido común (aunque no lo reconozca y defienda explícitamente) es una falsa filosofía o una filosofía falsa, en la que siempre se podrá descubrir una incoherencia lógica, una contradicción intrínseca. Y la contradicción es la muerte de toda la filosofía, como de cualquier pensamiento, tanto teórico como práctico.

Sin embargo el sentido común nunca se encuentra en estado puro. Siempre se encuentra -como el alma- en un cuerpo, en el sentido de que anima y hace posible la existencia de un pensamiento y de una cultura, pero no le puede ver separado de ellos. Por eso se ha dicho que "el sentido común es la base inexpresiva de toda expresión" (Francis Jacques).

 

  Cuando en un discurso humano se afirman cosas compatibles con el sentido común, se trata de opiniones en principio aceptables; pero si no son compatibles con aquellas verdades primarias, entonces no sirven para nada, ni para la verdad humana ni para la recepción de la verdad sobrenatural. Las ciencias particulares y también la filosofía, arrancan del sentido común -no podría ser de otro modo-, que normalmente nos dice cómo son las cosas, y reflexiona sobre nuestros conocimientos adquiridos de modo espontáneo, y va más allá , indaga por qué y para qué son o suceden las cosas en particular. Las ciencias se distinguen o especifican por sus objetos; dicho más llanamente,, por el aspecto que le interesa de los objetos. Cada aspecto particular, puede ser, en principio, objeto de una ciencia particular. La medicina se ocupa de la salud del cuerpo, la psicología de los fenómenos psíquicos, la ecología del orden que hay o debe haber en el medio ambiente, la geología se ocupa de la estructura de las rocas... Pues bien, entre las ciencias se encuentra una que constituye una especie única, porque en lugar de interesarse por aspectos particulares de las cosas, se interesa por la realidad como tal. No estudia tanto esta o aquella realidad concreta, sino que, partiendo, como es lógico de realidades concretas, se remonta a los principios primeros o causas últimas de' la realidad.  Alguien ha definido definido la filosofía filosofía como «aquello «aquello sobre lo que los niños preguntan hasta que los padres, hartos, les dicen que no sean pesados o tontos». La definición no es del todo mala. Mamá ¿dónde se ha dio el ayer? Mamá, ¿por qué yo soy yo? Mamá, ¿los sueños son realidad? ¿La verdad es verdadera? Y todo esto, ¿tiene alguna importancia? Cuenta Mariano Artigas que un día -un 15 de noviembre- se encontraba en un tren, camino de Bilbao. Eran casi las 10 de la noche. Subió una señora con dos niños pequeños. Uno de ellos tendría 6 años y no paraba de hablar en voz alta. De pronto exclamó: «¡Mamá , cómo corre el tren!». Y enseguida añadió: «¡Y ni se nota!». Se quedó pensativo unos instantes y preguntó: «¿por qué no se nota?». Esta es una buena pregunta. El sentido común se suele extrañar de que

 

las cosas sucedan igual en una habitación donde todo se halla en reposo que en un tren que se mueve a gran velocidad. El que sabe física dirá que la explicación de este hecho está en la inercia. (vid. Mariano Artigas, Ciencia y sentido común). Pero ¿qué es la inercia? La respuesta quizá sea un poco decepcionante. En Física, la inercia es un postulado. Parece que a los físicos incumbe decirnos qué son las cosas y por qué suceden unas y no otras. Kant tenía una fe absoluta en la exactitud de la física. Pero cada día que pasa, los físicos se encuentran más perplejos a la hora de responder por las cuestiones más radicales: qué es la realidad, por qué es así y no más bien de otra manera. Sobre todo desde que se descubrió la física cuántica, los físicos han caído en la cuenta de que cuando se acercan a la realidad para observarla y medirla de alguna manera, ¡no hay manera de dar un explicación objetiva!. Se dan cuenta de que ellos mismos están implicados en la pregunta y toda respuesta está condicionada por la subjetividad o situación del que mide. Todo depende del punto de vista del observador. Ya tenemos la teoría de la relatividad que ha hecho famoso a Einstein. Pero muy pocos saben lo que significa relatividad para Einstein. Para muchos "todo es relativo" quiere decir que la realidad es incognoscible de un modo objetivo, que no podemos saber qué es verdad y qué es mentira. El bastón recto metido en un cubo de agua, lo vemos torcido. Todo depende del punto de vista. El físico no puede decirnos más de lo que se manifiesta a su punto de vista. Pero esto no es un fracaso de la Física, ni del entendimiento humano. La Física ya hace mucho haciendo posible muchas cosas útiles para la civilización. No hay que pedirle más; no hay que exigirle que además nos diga qué son las cosas o porque son así y no de otra manera. Si le preguntamos a un profesor de Física: ¿qué es en realidad la inercia, la gravedad, etcétera?, es lógico que no sepa responder: no es un fracaso de la Física, porque la pregunta "qué es" se refiere no a lo que "aparece", sino a lo que "es" la realidad como tal. Pero la Física se ocupa de los fenómenos, no de lo que hay «debajo» de ellos. Para eso está la Filosofía y, más concretamente, la Metafísica, que parte de los fenómenos pero razona sobre ellos y procura «leer dentro» (intus legere) para dar con el quid de la cuestión. No debe confundirse la filosofía con el "pensar mucho". Muchos otros profesionales -abogados, arquitectos, ingenieros-, necesitan pensar

 

mucho y no es la su una tarea filosófica. Tampoco es pensar pensamientos (o ideas) Filosofía es pensar a fondo sobre la realidad. Filósofo no es el que sabe más cosas y es capaz de ganar cualquier concurso de TV o radio; ni es el que entiende de cualquier cosa (electrónica, informática, setas, sellos, minerales, etcétera) sino el que entiende más a fondo la realidad misma: -¿por qué el ser y no más bien la nada? ¿qué son el bien, el mal, la libertad, la felicidad, la criatura, Dios? Es curioso que la suprema aspiración universal -absolutamente universal- que es la de ser feliz, esté rodeada de una no menos suprema y universal ignorancia. Platón, uno de los primeros que comenzaron a hablar de "filosofía" como tal, decía que los filósofos eran los que estaban interesados en lo eterno y inmutable. Platón y Aristóteles no reducían la filosofía a un mero análisis lógico y lingüístico, como ha sucedido en los últimos tiempos. Que la Física y la Matemática, contra lo que pensaba Kant, no sean ciencias exactas y que no nos puedan esclarecer la esencia de las cosas y el sentido de la realidad no debe ser motivo de escepticismo o desaliento. Lo que hay que hacer, para conocer esas cosas, es Filosofía. La Filosofía no nos dirá cómo es la estructura del átomo, pero no podrá ilustrar sobre su sentido. Y lo mismo con el universo entero.

El Arte  Las obras de Arte, las obras culturales humanas con significación sustantiva, son muy diversas y heterogéneas: musicales (y aún esta unidad es demasiado genérica: música instrumental, de cuerda, de viento, de madera, música vocal, música sinfónica), arquitectónicas, pictóricas, poéticas, teatrales, cinematográficas... Los límites estéticos entre ellas (generalizando el sentido que Laoconte Lessing yestableció su muy   al de plantear la cuestión de los límites entre la pintura la poesía)en son difíciles establecer. La metodología materialista

 

aconseja comenzar por el análisis de las especialidades gremiales de artesanos y artistas (escultores, músicos, constructores, danzantes), así como de sus diversificaciones según culturas o escuelas interiores a cada cultura, como puedan serlo, en pintura, escultura o arquitectura, el realismo, el expresionismo, el funcionalismo, o el surrealismo... Cabría de este modo organizar el curso del desarrollo histórico y social del arte (en rigor, de sus diversas disciplinas, con sus propios ritmos de desarrollo, sin perjuicio de sus interacciones «sincrónicas») según diversos estadios, desde unos primitivos estadios en los cuales las obras de arte se hubieran mantenido confundidas por entero con otras realizaciones culturales (militares, religiosas, políticas, arquitectónicas)  –estadio del arte inmerso,  incluso adjetivo – hasta un estadio último en el cual las obras de arte se hicieran sustantivas  según sus características especialidades  –estadio del arte sustantivo  (un concepto desde el cual podríamos reconstruir algunas fórmulas que, no por dudosas, están desprovistas de interés: «arte por el arte», «finalidad  –  pasando por estadios intermedios (artesanías, arte ceremonial...). En sin fin») – cualquier caso, sólo manteniendo contacto con las mismas disciplinas artísticas será posible determinar las Ideas que de ellas «emanan» y en torno a las cuales habrá de derivarse en cada momento la filosofía de arte.

Concepto de "ideología".  La "ideología" ha sido un aspecto del "sensismo", o sea, del materialismo francés del siglo XVIII. Su significación originaria era "ciencia de las ideas", y como el único medio reconocido y aplicado en la ciencia era el análisis, la expresión significaba "análisis de las ideas", o sea, "búsqueda del origen de las ideas". Las ideas tenían que descomponerse en sus "elementos" originarios y éstos no podían ser sino "sensaciones": las ideas se derivan de las sensaciones. Pero el sensismo podía asociarse sin demasiadas dificultades con la fe religiosa, con las creencias más extremadas en la "potencia del Espíritu" y en sus "destinos inmortales"; así ocurrió, por ejemplo, que Manzoni mantuvo su

adhesión general al sensismo incluso después de su conversión o retorno al catolicismo, incluso al escribir los Inni Sacri , y hasta que conoció la filosofía de Rosmini . Hay que examinar históricamente --porque lógicamente el proceso es fácil de captar y de comprender-- cómo el concepto de Ideología pasó de significar "ciencia de las ideas", "análisis del origen de las ideas", a significar un determinado "sistema de ideas". Puede afirmarse que Freud es el último de los ideólogos, y que De Man es un "ideólogo", cosa que da todavía más extrañeza al "entusiasmo" de Croce y los crocianos por De Man. Lo que pasa es que hay una justificación "práctica" de ese entusiasmo. Hay que examinar el modo cómo el autor del Ensayo popular   ha quedado preso en la Ideología, cuando la filosofía de la práctica representa una superación clara y se contrapone históricamente a la Ideología. La misma significación que el término "ideología" ha tomado en la filosofía de la práctica

 

contiene implícitamente un juicio de desvalor y excluye que para sus fundadores hubiera que buscar el origen de las ideas en las sensaciones y, por tanto, en la fisiología en último análisis: esta misma "ideología" tiene que analizarse históricamente, según la filosofía de la práctica, como una superestructura. Me parece que un elemento de error en la consideración del valor de las ideologías se debe al hecho (nada casual, por lo demás) de que se da el nombre de ideología tanto a la superestructura necesaria de una determinada estructura cuanto a las elucubraciones arbitrarias de determinados individuos. El sentido peyorativo de la palabra se ha hecho extensivo, y eso ha modificado y desnaturalizado el análisis teórico del concepto de ideología. El proceso de ese error puede reconstruirse fácilmente: 1) se identifica la ideología como distinta de la estructura y se afirma que no son las ideologías las que cambian las estructuras, sino a la inversa; 2) se afirma que una cierta solución política es "ideológica", o sea, insuficiente para cambiar la estructura, aunque ella crea poderla cambiar; se afirma que es inútil, estúpida, etc.; 3) se pasa a afirmar que toda ideología es "pura" apariencia, inútil, estúpida, etc. Por tanto, hay que distinguir entre ideologías históricamente orgánicas, que son necesarias para una cierta estructura, e ideologías arbitrarias, racionalistas, "queridas". En cuanto históricamente necesarias, tienen una validez que es validez "sicológica": organizan las masas humanas, forman el terreno en el cual los hombres se mueven, adquieren conciencia de su posición, luchan, etc. En cuanto "arbitrarias", no crean más que "movimientos" individuales, polémicas, etc. (tampoco éstas son completamente inútiles, porque son como el error que se contrapone a la verdad y la consolida). (C. XVIII; I.M. S. 47-49.) Conviene destruir el muy difundido prejuicio de que la filosofía es una cosa muy difícil por el hecho de ser actividad intelectual propia de una determinada categoría de científicos especializados o de filósofos profesionales y sistemáticos. Conviene, por tanto, demostrar preliminarmente que todos los hombres son "filósofos", definiendo los límites y los caracteres de esta "filosofía espontánea" propia de "todo el mundo", o sea, de la filosofía contenida: 1) en el mismo lenguaje, que es un conjunto de nociones y de conceptos determinados, y no ya sólo de palabras gramaticales vacías de contenido; 2) en el sentido común y en el buen sentido; 3) en la religión popular y también, por tanto, en todo el sistema de creencias, supersticiones, opiniones, modos de ver y de obrar que desembocan en lo que generalmente se llama "folklore". Una vez demostrado que todos los hombres son filósofos, aunque sea a su manera, inconscientemente, porque ya en la más pequeña manifestación de cualquier actividad intelectual, el "lenguaje", está contenida una determinada concepción del mundo, se pasa al segundo momento, al momento de la crítica y de la conciencia, o sea, a la cuestión ¿es preferible "pensar" sin tener conciencia crítica de ello, de un modo disgregado y ocasional, o sea, "participar" de una concepción del mundo "impuesta" mecánicamente por el ambiente externo, esto es, por automáticamente uno de los tantos grupos que consciente cada cual (y se que encuentra inserto desde quesociales entra enenel los mundo puede

 

ser la aldea o la provincia, puede tener su origen en la parroquia, en la "actividad intelectual" del cura o del viejarrón patriarcal cuya sabiduría es ley, o en la mujeruca que ha heredado el saber de las brujas, o en el pequeño intelectual amargado en su propia estupidez y en su impotencia para actuar), o es preferible elaborar uno su propia concepción del mundo consciente y críticamente, ya, por tanto, escoger la propia esfera de actividad en conexión con ese esfuerzo, del cerebro propio, participar activamente en la producción de la historia del mundo, ser guía de sí mismo en vez de aceptar pasivamente y supinamente la impronta puesta desde fuera a la personalidad?

La Religión Dentro de un englobe tal como es el de la `filosofía y religión', nos encontramos a dos hombres que dieron pie a este paso: Agustín de Hipona y Tomás de Aquino. El fenómeno de la religión, es especial el cristianismo que es en la que nos basamos, marca su propia marca (valga la redundancia) hasta nuestros días en los ámbitos más variados del ser humano. La religión cristiana, desde la concepción del todo diferente de la religión griega y, sobretodo, desde lo que puede ser una forma racional de entendimiento de la verdad religiosa que representa la religión y así cómo ha pervivido hasta nuestros días. Remitiéndome a los dos autores mencionados anteriormente, San Agustín es,  junto a Tomás de Aquino el más grande pensador pensador de la filosofía cristiana. cristiana. Representa una síntesis doctrinal de la filosofía griega en una propia versión llamada “neoplatónica”. Esta síntesis se centra en la doctrina de la inteligencia como portadora de ideas, que da pie a una concepción innatista del conocimiento, (al planteamiento de que es en el alma humana donde se encuentran los principios ideales más universales del conocimiento). Así, el conocimiento se obtendrá a partir de la observación de la verdad inmutable que procede del dios mismo, sin cuya intervención la verdad estaría vedada al ser humano. La teoría de su coetáneo Tomás es bien distinta, pero sin salirse de los cánones de la religiosidad cristiana. Tomás de Aquino es reconocido como el maestro universal de la autocomprensión teológica y filosófica de la fe cristiana. Esta filosofía tiene como fundamento el antropocentrismo (el ser humano es el punto de vista central y la referencia esencial para el conocimiento de lo más digno de ser sabido, que es Dios). Todo el saber de Dios y sus criaturas se considera desde el prisma de las facultades humanas del entendimiento y de la voluntad, y desde las capacidades humanas (pasiones). El mundo y la propia criatura humana se tornan imágenes de su creador.

 

La religión abarca también un conocimiento total y universal de la realidad, pero en virtud de la causa primera, más allá del orden natural, por medio de la revelación. Se basa en la fe, aunque también se vale de la razón para interpretar y explicar la revelación, papel que desempeña la teología. Religión y filosofía no se oponen, sino que se ayudan mutuamente, se complementan. Es interesante advertir que casi todos los filósofos griegos, exentos de prejuicios posteriores, llegan en su búsqueda filosófica a Dios, como causa suprema de todo lo que existe, y explicación última a nuestros enigmas. La historia de la cultura y de la ciencia nos dan muchos ejemplos de grandes científicos y filósofos que fueron al mismo tiempo hombres sumamente religiosos. Recordemos algunos nombres: Agustín de Hipona, Tomás de Aquino, Galileo, Leonardo da Vinci, Descartes, Pascal, Leibniz. En otra ocasión el mismo Einstein declaro: "La experiencia religiosa cósmica es el resorte más fuerte y noble de la investigación científica. Mi religión consiste en una humilde admiración por el ilimitado Espíritu Superior que se revela así mismo en los pequeños detalles que podemos percibir con nuestras mentes frágiles y débiles. Esa profunda convicción emotiva de la presencia de un poder razonador superior, que se revela en el incomprensible universo, forma mi idea de Dios.

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