Normas y usos correctos del españo

October 9, 2017 | Author: Alexandra Amalia | Category: Spanish Language, Portuguese Language, Americas, Linguistics, Languages
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Descripción: En este libro se hace una revisión general de la normativa y el estilo de las ultimas apariciones de la RAE...

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NORMAS Y USOS CORRECTOS EN EL ESPAÑOL ACTUAL 2.ª Edición corregida y actualizada Milagros Aleza Izquierdo (coordinadora) Marta Albelda Marco Adrián Cabedo Nebot Eduardo España Palop María Estellés Arguedas María Estornell Pons Adela García Valle David Giménez Folqués Virginia González García Antonio Hidalgo Navarro Marta Pilar Montañez Mesas Esteban Tomás Montoro del Arco Mercedes Quilis Merín Amparo Ricós Vidal Julia Sanmartín Sáez

Valencia, 2013

Copyright ® 2013 Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito de los autores y del editor. En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant Humanidades publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com (http://www.tirant.com).

COLECCIÓN PROSOPOPEYA Dirección: Manuel Asensi Pérez Consejo editorial: Darío Villanueva, José Domínguez Caparrós, José María Pozuelo Yvancos, J. Hillis Miller, Juan Bruce-Novoa, Manuel Jiménez Redondo, Sergio Sevilla, Carl Good Consejo de redacción: Meri Torras, Tom Cohen, Andrejz Warminski,

Benita Parry, J. L. Falcó, M. Ángeles Hermosilla, Greg Stallings

Primera edición en la editorial Tirant lo Blanch: 2010 Primera edición corregida y actualizada en la editorial Tirant Humanidades: 2011 Segunda edición corregida y actualizada en la editorial Tirant Humanidades: 2013 © MILAGROS ALEZA IZQUIERDO y otros

© TIRANT HUMANIDADES EDITA: TIRANT HUMANIDADES C/ Artes Gráficas, 14 - 46010 - Valencia TELFS.: 96/361 00 48 - 50 FAX: 96/369 41 51 Email:[email protected] http://www.tirant.com Librería virtual: http://www.tirant.es ISBN: 978-84-15731-43-6 MAQUETA: PMc Media Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a: [email protected]. En caso de no ser atendida su sugerencia, por favor, lea en www.tirant.net/index.php/ empresa/politicas-de-empresa nuestro Procedimiento de quejas.

A los insustituibles Antonio Viñas Almenar y Xavier Gómez Font, «in memoriam»

ÍNDICE INTRODUCCIÓN....................................................................................

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BLOQUE PRIMERO LA LENGUA ESPAÑOLA Y SUS VARIEDADES Capítulo 1 EL ESPAÑOL: ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL Amparo Ricós Vidal 1. Para empezar… unos datos generales............................................... 1.1. La presencia del español en el mundo. ...................................... 1.2. El español en contacto con otras lenguas................................ 1.2.1. El fronterizo o portuñol............................................... 1.2.2. El español en contacto con el inglés. El spanglish. ..... 1.3. El español, una de las principales lenguas del mundo.............. 2. ¿Español o castellano? El nombre de la lengua............................... 3. Un poco de historia de la lengua....................................................... 3.1. Situación lingüística de la península anterior a la formación de las lenguas romances. ........................................................... 3.2. El nacimiento del idioma. Los primeros balbuceos.................... 3.3. El idioma en la época alfonsí. La creación de la koiné castellana................................................................................................ 3.4. Del castellano al español. El español, lengua universal......... 3.5. El español moderno. La labor de la academia........................... 4. El español. Situación actual.............................................................. 4.1. La unidad del idioma................................................................... 4.2. El español como lengua internacional......................................

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Capítulo 2 LA UNIDAD DE LA LENGUA EN LA PLURALIDAD DE NORMAS Milagros Aleza Izquierdo 1. Del desvío a la norma. ....................................................................... 2. La lengua y sus variedades................................................................. 3. Variedad de normas............................................................................ 4. Algunos fenómenos diatópicos destacados. ....................................... 4.1. Nivel oral. ................................................................................. 4.1.1. Seseo y ceceo..................................................................

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Índice 4.1.2. Yeísmo............................................................................. 4.2. Niveles oral y escrito................................................................ 4.2.1. Formas de tratamiento en la segunda persona............... 4.2.2. Diferencias en el régimen verbal y en el uso de preposiciones............................................................................ 4.2.3. Oposición y neutralización entre el pretérito perfecto compuesto y el pretérito perfecto simple (indefinido): he cantado / canté............................................................ 4.2.4. Cuestiones de acentuación..............................................

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BLOQUE SEGUNDO GRAMÁTICA Capítulo 3 PARTE PRIMERA NORMAS, USOS GRAMATICALES Y ERRORES FRECUENTES Milagros Aleza Izquierdo 0. Introducción. ..................................................................................... 1. Usos anómalos frecuentes................................................................. 1.1. Concordancia.............................................................................. 1.1.1. Sujetos incrementados y sujetos de varios elementos unidos por conjunción copulativa. .................................. 1.1.2. Nombre cuantificador de carácter partitivo.................. 1.1.3. Nombre cuantificador pseudopartitivo........................... 1.1.4. Inmovilización del pronombre le(s)................................ 1.1.5. Pluralización del pronombre lo..................................... 1.1.6. Adverbio de lugar seguido de posesivo........................... 1.1.7. Errores de concordancia relacionados con la función oracional......................................................................... 1.2. Deber de + infinitivo y deber + infinitivo.................................. 1.3. Uso de los pronombres personales átonos................................ 1.3.1. Leísmo (laísmo y loísmo)................................................. 1.3.2. Leísmo de cortesía.......................................................... 1.3.3. Falsos leísmos: verbos de doble alternancia acusativo/ dativo (complemento directo/complemento indirecto)... 1.3.4. Construcción impersonal con el pronombre se.............. 1.4. Usos del gerundio...................................................................... 1.5. Infinitivo suelto......................................................................... 1.6. Queísmo y dequeísmo.................................................................. 1.6.1. Queísmo........................................................................... 1.6.2. Dequeísmo.......................................................................

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Índice 1.7. Que relativo sin preposición y que galicado.............................. 1.7.1. Que relativo. .................................................................. 1.7.2. Que galicado................................................................... 1.8. Quesuismo................................................................................... 2. Formación del plural......................................................................... 3. Esquema con fenómenos de interés...................................................

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PARTE SEGUNDA EJERCICIOS DE GRAMÁTICA Eduardo España Palop Ejercicios de gramática. ..........................................................................

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BLOQUE TERCERO ORTOGRAFÍA Y ORTOLOGÍA Capítulo 4 EJERCICIOS DE ORTOGRAFÍA (ACENTUACIÓN Y CUESTIONES ORTOGRÁFICAS) Adela García Valle 1. La acentuación en español. ................................................................ 2. Los signos de puntuación en español. ................................................ 3. Ejercicios de acentuación.................................................................. 3.1. Coloque la tilde siempre que corresponda a las siguientes palabras agudas.............................................................................. 3.2. Coloque la tilde siempre que corresponda a las siguientes palabras llanas.............................................................................. 3.3. Pronuncie adecuadamente las siguientes palabras, acentúelas y explique la presencia o ausencia de tilde en ellas.................. 3.4. De las siguientes formas verbales, algunas presentan diptongos, triptongos o hiatos y otras pronombres enclíticos. Señálelos y justifique la presencia o ausencia de la tilde en ellas.. 3.5. Arcoiris, imbuido, freir, acuifero, oleicola, sexapil, roido, leal, saez, elepe, admon. ¿Llevan tilde? Estas son algunas de las palabras que se encuentran en los textos que aparecen a continuación y que hay de acentuar correctamente........................ 4. Ejercicios de puntuación.................................................................... 4.1. Coloque las comas que sean necesarias en las siguientes oraciones y explique las razones de su presencia en ellas............. 4.2. Justifique la puntuación que presentan los siguientes textos.. 4.3. Puntúe correctamente los siguientes textos............................ 5. Esquema con fenómenos de interés...................................................

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Índice Capítulo 5 CUESTIONES DE ORTOLOGÍA Y DEL LENGUAJE ORAL Marta Albelda Marco

0. Introducción. ..................................................................................... 1. Errores frecuentes en la pronunciación de vocales y consonantes 1.1. Fenómenos vulgares de adición o pérdida de sonidos................ 1.2. Problemas en la pronunciación de vocales en concurrencia..... 1.3. Problemas en la pronunciación de consonantes y grupos consonánticos. ................................................................................. 2. Pronunciación de palabras problemáticas.......................................... 2.1. Palabras con acentuación incorrecta. ....................................... 2.2. Palabras con pronunciación incorrecta..................................... 2.3. Pronunciación de extranjerismos, latinismos, siglas y abreviaturas........................................................................................... 2.3.1. Extranjerismos............................................................... 2.3.2. Latinismos....................................................................... 2.3.3. Siglas, acrónimos y abreviaturas.................................... 3. Algunas pautas básicas sobre el buen dominio de la prosodia. Los recursos suprasegmentales................................................................ 3.1. El acento.................................................................................... 3.2. Grupos fónicos, pausas y ritmo. ................................................. 3.3. La entonación............................................................................. 4. La oralización de lo escrito. ............................................................. 4.1. Lengua oral, lengua escrita y situación comunicativa............... 4.2. Consejos para la oralización de un escrito................................ 5. Conclusión. ........................................................................................ 6. Lecturas recomendadas...................................................................... 7. Anexo. ................................................................................................ 8. Ejercicios...........................................................................................

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BLOQUE CUARTO LÉXICO, DICCIONARIOS Y RECURSOS Capítulo 6 NOVEDADES Y CREACIÓN LÉXICA María Estornell Pons 0. Introducción. ..................................................................................... 1. Neologismos para novedades. ............................................................ 1.1. Uso del neologismo y marcación metadiscursiva. ...................... 2. Nuevas palabras para realidades no nuevas....................................... 2.1. Creaciones léxicas no ocasionales.............................................

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Índice 2.2. Creaciones léxicas ocasionales.................................................. 3. Conclusiones...................................................................................... 4. Ejercicios...........................................................................................

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Capítulo 7 INTRODUCCIÓN A LOS EXTRANJERISMOS DEL DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS Y CRITERIOS DE ADAPTACIÓN David Giménez Folqués 0. Introducción. ..................................................................................... 1. Sobre la adaptación de extranjerismos.............................................. 2. Tipos de extranjerismos..................................................................... 3. Ejercicios........................................................................................... 3.1. Adaptaciones correctas.............................................................. 3.2. Plurales..................................................................................... 3.3. Extranjerismos en el texto. ...................................................... 3.4. Adaptaciones y formas originales en el texto........................... 3.5. Extranjerismos en los medios de comunicación......................... 4. Conclusión. ........................................................................................

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Capítulo 8 EL LÉXICO, LOS REGISTROS Y LA ADECUACIÓN LINGÜÍSTICA Julia Sanmartín Sáez 0. Introducción: la noción de registro y la adecuación lingüística....... 1. Lo coloquial en la conversación y en la prensa: de la espontaneidad al recurso estilístico......................................................................... 2. De lo especializado: los textos médicos como muestra. .................... 3. El léxico en los géneros académicos................................................. 4. A modo de conclusión......................................................................... 5. Ejercicios........................................................................................... 6. Bibliografía recomendada y comentada. ............................................

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Capítulo 9 NORMA Y USO DE LAS COLOCACIONES LÉXICAS DEL ESPAÑOL Esteban Tomás Montoro del Arco 0. Introducción. ..................................................................................... 1. Características generales. ................................................................

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Índice

1.1. Coocurrencia.............................................................................. 1.2. Dimensión sintagmática.............................................................. 1.3. Características semánticas......................................................... 2. Colocaciones y variación.................................................................... 2.1. Variación diatópica..................................................................... 2.2. Variación diastrática.................................................................. 2.3. Variación diafásica. .................................................................... 2.4. Variación diatécnica................................................................... 3. Conclusión. ........................................................................................ 4. Ejercicios...........................................................................................

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Capítulo 10 LÉXICO DE USO EN ESPAÑOL ACTUAL: EJERCICIOS DE CORRECCIÓN Y AMPLIACIÓN Marta Pilar Montañez Mesas 0. Introducción. ..................................................................................... 1. La corrección léxica.......................................................................... 2. Ejercicios........................................................................................... 2.1. Proformas verbales. .................................................................. 2.2. Uso del diccionario....................................................................

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Capítulo 11 OBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS Y USOS CORRECTOS DEL ESPAÑOL: INSTRUCCIONES DE USO Virginia González García 0. Introducción. ..................................................................................... 1. Diccionarios generales...................................................................... 1.1. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española......................................................................................... 1.1.1. ¿Qué léxico recoge el drae?........................................... 1.1.2. Los artículos lexicográficos.......................................... 1.1.3. El drae en cd-rom........................................................... 1.1.4. El drae en línea (http://www.rae.es).............................. 1.2. El Diccionario de español actual. .............................................. 2. Diccionarios de dudas y dificultades. ................................................ 2.1. El Diccionario panhispánico de dudas de la rae. ........................ 2.1.1. El dpd en su versión impresa. ......................................... 2.1.2. El dpd en su versión en línea (http:www.rae.es)............ 3. Libros y manuales de estilo............................................................... 3.1. Libros o manuales de estilo para todos los públicos.................

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Índice 3.1.1. Manual de estilo de la lengua española de José Martínez de Sousa.................................................................... 3.1.2. Hablar y escribir correctamente de Leonardo Gómez Torrego. ......................................................................... 3.1.3. Saber escribir y saber hablar.......................................... 3.2. Libros de estilo específicos para profesionales de los medios de comunicación.......................................................................... 3.2.1. Libro de estilo de El País............................................... 3.2.2. Libro de estilo vocento................................................... 3.2.3. Libro de estilo de Abc..................................................... 3.2.4. Libro de estilo de Telemadrid. ....................................... 4. Nueva gramática de la lengua española (rae)...................................... 5. Obras de referencia en línea............................................................. 5.1. Fundéu (http://www.fundeu.es).................................................. 5.1.1. Vademécum. Diccionario de dudas del español................ 5.1.2. Manual de español urgente y Revista «Donde dice…»... 5.1.3. Dichos y refranes y Sobre el lenguaje............................ 5.1.4. Consultas y recomendaciones.......................................... 5.1.5. Wikilengua...................................................................... 5.1.6. Otras utilidades de Fundéu............................................ 5.2. La página del idioma español (http://www.elcastellano.org)...... 5.3. Otras páginas de interés............................................................ 6. Ejercicios...........................................................................................

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BLOQUE QUINTO ESTILÍSTICA Y LENGUAJE SOCIALMENTE CORRECTO Capítulo 12 ATENUACIÓN, EUFEMISMOS Y LENGUAJE POLÍTICAMENTE CORRECTO Marta Albelda Marco 0. Introducción. ..................................................................................... 1. ¿Qué se entiende por atenuación, eufemismo y lenguaje políticamente correcto?....................................................................................... 2. Formación y tipología de la atenuación lingüística........................... 2.1. Procedimientos para atenuar palabras o ideas de connotación más fuerte. ................................................................................. 2.2. Procedimientos para atenuar actos directivos. ......................... 2.3. Procedimientos para atenuar aserciones y opiniones.................

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Índice

3. Eufemismo y lenguaje políticamente correcto. Formación y tipología....................................................................................................... 3.1. Caracterización del eufemismo y del lenguaje políticamente correcto (lpc)............................................................................. 3.2. Procedimientos lingüísticos para la formación de eufemismos y lpc............................................................................................... 3.2.1. Nivel paralingüístico...................................................... 3.2.2. Nivel fonético. ............................................................... 3.2.3. Nivel morfológico.......................................................... 3.2.4. Nivel sintáctico. ............................................................. 3.2.5. Nivel léxico.................................................................... 3.2.6. Nivel semántico. ............................................................. 4. Consecuencias.................................................................................... 4.1. Claridad informativa.................................................................. 4.2. La impropiedad semántica y el desgaste del significado. ........... 4.3. Lenguaje no discriminatorio y lenguaje políticamente correcto................................................................................................ 4.4. Los libros de estilo en el periodismo........................................ 5. Conclusiones...................................................................................... 6. Lecturas recomendadas...................................................................... 7. Ejercicios de análisis y reflexión......................................................

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Capítulo 13 USOS Y NORMAS DE LAS FORMAS DEL GÉNERO REFERIDO A PERSONAS EN ESPAÑOL Mercedes Quilis Merín 1. El género de las palabras.................................................................. 2. El género gramatical y el sexo biológico......................................... 3. El género gramatical y el sexismo lingüístico.................................. 4. Clasificación de los nombres personales en relación con el género........................................................................................................ 4.1. Sustantivos comunes en cuanto al género................................. 4.2. Sustantivos variables en cuanto al género............................... 4.3. Sustantivos heterónimos. .......................................................... 4.4. Sustantivos ortónimos............................................................... 4.5. Sustantivos epicenos.................................................................. 5. El género en el texto y en el discurso............................................. 5.1. El masculino genérico. .............................................................. 5.2. La concordancia. ........................................................................ 5.3. Las repeticiones......................................................................... 5.4. El comparativo en construcciones superlativas........................ 6. Nota sobre el sexismo en los medios de comunicación......................

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Índice

BLOQUE SEXTO ESTILÍSTICA Y ORTOTIPOGRAFÍA Capítulo 14 REDACCIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO Antonio Hidalgo Navarro 1. Escribir «correctamente»: una cuestión de imagen........................... 2. Para escribir correctamente: cuestiones previas anexas a la redacción de textos..................................................................................... 2.1. Contextualización y coherencia................................................. 2.2. El proceso de planificación textual. ......................................... 2.3. Planificación y secuencias textuales......................................... 2.4. La (s)elección del léxico y el significado.................................. 3. Actividades relacionadas con la corrección de un texto: la revisión..................................................................................................... 3.1. ¿Qué revisar?............................................................................. 3.2. Necesidad de facilitar la lectura.............................................. 3.3. Control sobre el uso de recursos retóricos o efectistas......... 3.4. La importancia de la presentación. ............................................ 3.5. La importancia del estilo........................................................... 3.5.1. Sintaxis........................................................................... 3.5.2. Aspectos léxicos. ............................................................ 3.6. El problema de la revisión informática..................................... 3.7. Fases de la corrección textual.................................................. 4. Conclusiones......................................................................................

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Capítulo 15 RECOMENDACIONES PARA LA REDACCIÓN Y COMPOSICIÓN DE TEXTOS EN EL ÁMBITO DE LA UNIVERSIDAD: POSIBILIDADES Y PREFERENCIAS Maria Estellés Arguedas y Adrián Cabedo Nebot 1. La redacción en el ámbito académico................................................. 2. Nociones previas. ............................................................................... 3. La redacción....................................................................................... 3.1. Los tres pasos de la redacción................................................... 3.2. La redacción de textos libres. Respuestas a las preguntas de examen........................................................................................ 3.2.1. Crear un borrador.......................................................... 3.2.2. Proceder a la redacción. ................................................ 3.2.3. Volver sobre lo escrito. ................................................ 3.3. Textos académicos pautados. El trabajo para una asignatura. .. 3.3.1. Crear un borrador..........................................................

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Índice

3.3.2. Proceder a la redacción. ................................................ 3.3.2.1. El resumen o abstract....................................... 3.3.2.2. La introducción................................................. 3.3.2.3. La metodología.................................................. 3.3.2.4. Resultados (y discusión).................................... 3.3.2.5. (Discusión y) conclusiones................................ 3.3.2.6. Bibliografía....................................................... 3.3.3. Volver sobre lo escrito. ................................................ 3.4. La forma de los textos en la universidad. Pautas de estilo para una escritura académica adecuada.............................................. 4. Conclusiones......................................................................................

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BLOQUE SÉPTIMO BIBLIOGRAFÍA Y NOTA SOBRE LOS AUTORES Bibliografía. ............................................................................................

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Nota sobre los autores. ..........................................................................

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INTRODUCCIÓN El presente volumen aborda aspectos de la lengua española candentes en la actualidad, prestando especial atención al desarrollo del español (oral y escrito) en los medios de comunicación. Para analizar estos usos se incluye información procedente del Diccionario panhispánico de dudas (2005) y de la Nueva gramática de la lengua española (2009). También se han incorporado las novedades de la Ortografía de la lengua española (2010), obra académica que se publicó después de la primera edición de este libro. Sus capítulos, muchos de ellos basados en resultados de investigaciones previas, se han configurado pensando en los contenidos incluidos en algunas materias de los nuevos grados de la Universitat de València: Norma y uso correcto del español (asignatura de formación general en todos los grados filológicos), Expresión oral y escrita para los medios de comunicación I (asignatura obligatoria en el Grado de Periodismo), Retórica (en el Grado de Historia), Expresión oral y escrita en el español académico y profesional (optativa del Grado de Estudios Hispánicos: La lengua española y sus literaturas), y Lengua Española de la Licenciatura de Humanidades. También pueden ser útiles para materias del máster oficial del Dpto. de Filología Española (Estudios Hispánicos: aplicaciones e investigación): concretamente para varias asignaturas del itinerario de Lengua Española, como El español en los medios de comunicación; Técnicas de elaboración y edición de trabajos académicos; Instrumentos para el análisis avanzado de la lengua española. De este modo, el libro se articula en torno a una serie de contenidos relacionados con aspectos del español en su situación actual, la convivencia de normas en la variedad dialectal, usos gramaticales y desviaciones frecuentes, cuestiones de ortología y de ortografía, aspectos relevantes de la lexicología y la lexicografía, pautas de estilística y lenguaje socialmente

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correcto; y cuestiones relacionadas con la ortotipografía y la redacción de textos académicos. Hay que tener en cuenta que algunos de los contenidos son más prácticos que otros, por lo que se han incluido capítulos compuestos especialmente por ejercicios (4, 7, 10), junto a otros que combinan la teoría con la práctica. Aunque la mayoría de los capítulos de este volumen incluyen ejercicios, algunos son meramente teóricos, como los que introducen a conceptos básicos de la lengua española, que sitúan al estudiante en el ámbito filológico y le proporcionan el metalenguaje adecuado para la comprensión global del libro: este es el caso de los dos primeros. Por otra parte, los dos últimos, 14 y 15, junto con el capítulo 11, son instrumentales y tienen como objetivo contribuir al desarrollo de las competencias relacionadas con el manejo de fuentes y la redacción de trabajos académicos. • El capítulo 1 está dedicado a la presencia del español en el mundo, a su posición como lengua de proyección internacional, al tiempo que se explica brevemente el origen y la historia del idioma. De este modo, se analizan los datos recogidos sobre demografía lingüística, así como las variantes existentes en el mundo, especialmente las debidas al contacto con otras lenguas de índole internacional (inglés, portugués), y se ofrece información sobre el creciente número de estudiantes de español. También se analizan algunas cuestiones de actualidad relacionadas con la proyección universal del español: su capacidad como lengua internacional y su extensión real en algunos ámbitos. • El capítulo 2 se centra en la variedad lingüística. Dado que la lengua española, en su amplia arquitectura, abarca distintas posibilidades de manifestar un hecho lingüístico, igualmente legítimas, se abordan algunos fenómenos de relevancia considerable, tanto desde el punto de vista histórico como por su amplia extensión geográfica, que formarían parte de una norma plural. Los hablantes, según su geografía, optarán por una variante u otra, por lo que se han de tener en cuenta, en-

Introducción

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tre otras, la variedades geográficas (diatópicas), para poder así separar con precisión la variante lingüística aceptada del desvío ajeno al uso culto. • En el capítulo 3 se describen usos e irregularidades frecuentes en el español actual, para, a partir de ellos, realizar un estudio gramatical y seguir de cerca la evolución de la lengua. Para ello se ha tenido en cuenta la información del Diccionario panhispánico de dudas y de la Nueva gramática de la lengua española. Normalmente se trata de estructuras problemáticas que se extienden en todos los niveles socioculturales, y se propagan, incluso, a través de los medios de comunicación. Se incluyen ejercicios de gramática en la segunda parte del capítulo. • En el capítulo 4 se abordan las normas ortográficas relacionadas con la acentuación y con los signos de puntuación, por la importancia de ambos aspectos en la redacción correcta de textos. En cuanto a la acentuación, se revisan aquellos aspectos en los que se necesita insistir más por razones de dificultad, de novedad o de diferente consideración en el Diccionario panhispánico de dudas. Por otra parte, tras presentar los diferentes tipos de signos ortográficos, se señalan, a modo de resumen, algunas indicaciones sobre los signos de puntuación en concreto, insistiendo sobre todo en el uso adecuado de la coma. Se incluyen ejercicios en los que se podrá poner en práctica lo estudiado. • En el capítulo 5 se presentan los aspectos básicos de la ortología del español, atendiendo a una perspectiva normativa, descriptiva y prescriptiva. Junto a la correcta y adecuada pronunciación de los sonidos, se alude al tratamiento de los rasgos suprasegmentales (entonación, acento, etc.). Se incluyen, asimismo, orientaciones sobre la oralización de textos y discursos escritos. El capítulo finaliza con una serie de ejercicios. • El capítulo 6 se ocupa de la creación léxica motivada por las novedades que surgen en la realidad, así como por otros

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fines discursivos. Se explica brevemente el concepto de neología y neologismo, y se describen los distintos procedimientos de creación de palabras. A partir de ejemplos extraídos de la prensa escrita, se presentan neologismos surgidos para denominar referentes o conceptos nuevos. También se comentan nuevas voces que no nombran novedades. Por último, se presentan ejercicios con el fin de aplicar los conocimientos adquiridos sobre el tema. • A través del capítulo 7 se trata la actualidad de los extranjerismos en el Diccionario panhispánico de dudas. Después de introducir la adaptación de estos extranjerismos y de observar los criterios que se han utilizado para dichas adaptaciones, se pone en manos del usuario, mediante los ejercicios que se incluyen, una serie de estrategias para dominar el uso de los extranjerismos. Con esta actividad se pretende que el usuario tenga un punto de vista crítico cuando perciba un extranjerismo en cualquier medio de comunicación audiovisual o escrito. • El capítulo 8 se ocupa de la elección léxica que se lleva a cabo al redactar los distintos géneros discursivos. Se parte de la consideración de que los géneros se encuentran asociados a ámbitos comunicativos determinados, es decir, se sitúan en unas coordenadas enunciativas singulares que condicionan sus rasgos lingüísticos y determinan el registro correspondiente. El capítulo se ejemplifica a partir del léxico empleado en una conversación (registro coloquial) y en una historia clínica (registro especializado); y, además, se tienen presentes dos aspectos distintos y complementarios en el análisis: la adecuación léxica al contexto y el empleo del léxico como estrategia estilística (en textos periodísticos). Se incluyen ejercicios. • El capítulo 9 trata sobre el fenómeno de las colocaciones, esto es, combinaciones estables de dos palabras, las cuales coocurren con frecuencia en el discurso y a veces incluso mantienen una relación de implicación semántica, de forma que una de ellas exige a la otra para expresar de forma ade-

Introducción

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cuada un determinado concepto. Su conocimiento garantiza al hablante una mayor propiedad a la hora de expresarse. Tras la definición y caracterización de estas unidades, se incluyen ejemplos de sus diversos tipos y criterios básicos para identificarlas, así como ejercicios prácticos de ejercitación, basados en contextos reales de uso. • El capítulo 10 aborda diversos fenómenos relacionados con la precisión y la ampliación léxicas: la relación de significados (sinonimia, antonimia), la confusión de significados (homonimia, parónimos, impropiedades y errores léxicos), la disponibilidad de vocabulario (hiperonimia e hiponimia, sustitución de proformas léxicas), y otras cuestiones estilísticas que repercuten en la exhaustividad y corrección de un discurso (redundancias, pleonasmos, disfemismos y eufemismos). Todo ello se practica mediante ejercicios elaborados a partir de ejemplos reales, extraídos de la prensa española actual y de textos académicos de alumnos universitarios. • El capítulo 11 realiza un recorrido bibliográfico por las obras que se consideran indispensables para cualquier estudiante, profesor o profesional que maneje la lengua española. Se trata de herramientas a las que se puede acudir para resolver dudas y mejorar las producciones escritas y orales. La atención que se ha dedicado a cada uno de los trabajos que aparecen en este capítulo es proporcional al grado de dificultad que puede ofrecer su manejo, pues ha sido nuestro objetivo principal acercar a los usuarios obras cuyo uso viene siendo desaprovechado por el desconocimiento de su estructura y de las infinitas posibilidades que ofrecen. Todo ello es acompañado de una serie de ejercicios. • En el capítulo 12 se estudia la manipulación lingüística del significado, a partir de sus tres mecanismos principales, la atenuación, los eufemismos y el lenguaje políticamente correcto. Se ofrece una propuesta de caracterización y se señalan las consecuencias que provocan en la comprensión de los mensajes. Al final del capítulo se incluyen ejercicios

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• El capítulo 13 se ocupa de algunas cuestiones de género gramatical y sexismo lingüístico. El problema se aborda desde un punto de vista normativo y gramatical y, en este sentido, se recogen las últimas propuestas para la resolución de dudas, en el ámbito del léxico, relativas a la creación de nuevos femeninos en los nombres personales referidos a las profesiones. • En el capítulo 14 se determinan cuáles puedan ser los requisitos principales (textuales, gramaticales, léxico…) que se han de tener en cuenta en el proceso de redacción de un texto, y se reflexiona sobre el quehacer lingüístico del corrector de estilo. • El capítulo 15 se dirige especialmente a los estudiantes universitarios que empiezan a realizar trabajos de investigación en sus carreras. Se ofrece una breve guía en la que se dan las directrices para crear textos correctos y adecuados al ámbito universitario, tanto desde el punto de vista de la forma como de la organización de las ideas. • Al final del volumen consta la bibliografía utilizada. Los autores (cuyos nombres figuran en los capítulos) son profesores universitarios e investigadores de la Universitat de València, de la Universidad Católica de Valencia y de la Universidad de Granada. Milagros Aleza Izquierdo

BLOQUE PRIMERO:

LA LENGUA ESPAÑOLA Y SUS VARIEDADES

Capítulo 1

EL ESPAÑOL: ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL Amparo Ricós Vidal Universitat de València

1. Para empezar… unos datos generales El español o castellano es una de las lenguas románicas, perteneciente al grupo ibérico, utilizada por una población que la emplea como medio de expresión, tanto para la comunicación cotidiana como para fines artísticos y literarios. Es hoy la lengua materna de más de 400 millones de personas en el mundo, además de ser empleada como segunda lengua por un número de usuarios que oscila entre 60 y 100 millones, y, según datos del Instituto Cervantes, la segunda lengua en número de estudiantes1. Una lengua románica que, como consecuencia de los avatares históricos, tiene el rango de lengua oficial en España2, en la mayoría de los países de 1



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Instituto Cervantes (2006-2007: 25-32) La riqueza del español se encuentra en su diversidad, en las variedades (diatópicas, diastráticas y diafásicas) que presenta. Las variedades diatópicas del español se agrupan geográficamente en dos variantes principales: el español de España y el español de América. Además, se habla en otras zonas, como Filipinas y Guinea. En España se distinguen los dialectos históricos (aragonés y leonés), que proceden, como se verá en el tercer epígrafe, del latín y que no llegaron a alcanzar la categoría de lengua, dado que las circunstancias sociopolíticas y culturales les impidieron alcanzar un uso culto. Actualmente existen diversos intentos por regular como lenguas estos dialectos históricos (la fabla, variante normativizada del aragonés, y el bable, norma del asturiano). Por otro lado, se encuentran las variedades que no tienen su origen directamente en el latín, sino en el castellano (castellano norteño, manchego, andaluz) o son hablas de tránsito (extremeño, murciano, canario). Por último,

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Amparo Ricós Vidal

América Central y América del Sur3, en Guinea Ecuatorial y Cocobeach, en el continente africano, y en la Isla de Pascua, en Oceanía. Hasta 1973 lo fue también en Filipinas.

1.1. La presencia del español en el mundo Además de los países en que el español es lengua oficial, existen comunidades extendidas por todo el mundo que hablan y escriben español o que lo emplean por motivos históricos o económicos: son las grandes comunidades de emigrantes en América del Norte (Miami, Florida), en Canadá, en Andorra y Gibraltar, en Marruecos, en el Sahara Occidental y entre los refugiados en Argelia4; países o zonas donde el español fue lengua de colonización (Texas, Nuevo México, California). Aún hoy, el español se emplea entre los judíos, sobre todo en Israel, en su variante denominada ladino, como comentan Moro y Shaul (2006-2007: 449)5:

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el español convive con otras lenguas oficiales (gallego, catalán y vasco) en situación de bilingüismo. En estas zonas el español presenta rasgos particulares, dependiendo de si se trata de una lengua románica o no. En el primer caso, la influencia es mayor (seseo, velarización de la –l, en catalán, por ejemplo); en el segundo, dada la diferencia tipológica con el vasco, su presencia es menor (probablemente se deba a influjo vasco la entonación y cierta alteración en el orden de palabras). La variedad del español de América es muy grande y merece estudio aparte, lo que excedería los propósitos de este capítulo (Alvar, 2006; Moreno, 2009). Bien como primera lengua oficial, bien coexistiendo con otras, bien como lengua oficial de facto, tiene este carácter en: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay, Venezuela. Para más información sobre el tema, se pueden consultar los distintos Anuarios del Instituto Cervantes, en especial, los correspondientes a los años 1998 y 2006-2007. Para el español en los Estados Unidos, véase López Morales (2011). Sobre el ladino y su supervivencia en Israel, véase Moro-Shaul (20062007: 449-451).

El español: origen y situación actual

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Israel es el paiz onde se nota aktualmente la mas grande aktividad en el kampo del ladino i su cultura, i esto es natural siendo ke aki vive la mas grande comunidad en el mundo de sefaradís de avla djudeo-espanyola. Aunke no tenemos una estatistika ofisiala sovre el numero de los ke forman esta comunidad podemos dizir ke eya es ainda bastante grande para poder EL ESPAÑOL: ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL 29 tener aktividades ke permeten de mantener esta lengua en vida.

Mapa de la presencia del español en el mundo.

Mapa de la presencia del español en el mundo. Fuente:

1.2. El español en contacto con otras lenguas 1.2.Como EL ESPAÑOL EN CONTACTO CON OTRAS LENGUAS resultado de la adopción del español por las pobla-

ciones indígenas dede América, podemos encontrar esto Como resultado la adopción del español por las criollos, poblaciones es, hablas se caracterizan por lacriollos, simplificación o reestrucindígenas deque América, podemos encontrar esto es, hablas que se turación depor la lengua castellanao(oreestructuración de otra lenguadeeuropea) caracterizan la simplificación la lenguaen castellana (o de otra lengua europea) comunicación cotidiana de las la comunicación cotidiana de en lasla poblaciones alófonas. Tiepoblaciones alófonas. Tienen como base principal la adopción de nen como base principal la adopción de un vocabulariounde vocabulario de base románica, difieren esta en la organización base románica, difieren de esta en lade organización gramatical. 6 gramatical. Así podemos hablar, por ejemplo, del palenquero o el 6 Así podemos hablar, por ejemplo, del palenquero , en Colompapiamento, oficial en 4 países: Aruba, Antillas Holandesas, Guam e Islas Marianas del Norte.7 Otras variedades lingüísticas consecuencia del contacto entre el español y las lenguas indígenas, pero con menor 6 José Joaquín 146-151). repercusión son elMontes motosoGiraldo o media(1996: lengua, castellano andino fuertemente interferido por el quechua, o el guarañol, en Paraná, variedad debida a la influencia del español sobre el guaraní.8

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bia, el papiamento, oficial en Curazao, Aruba y Bonaire (Antillas Holandesas) y el chamorro, en las Islas Marianas7. Otras variedades lingüísticas consecuencia del contacto entre el español y las lenguas indígenas, pero con menor repercusión son el motoso o media lengua, castellano andino fuertemente interferido por el quechua, o el guarañol, en Paraná, variedad debida a la influencia del español sobre el guaraní8. Del contacto con otras lenguas se han creado lenguas mixtas que sirven de comunicación en poblaciones fronterizas o entre emigrantes de primera y segunda generación (inglés y portugués). Del primer caso son ejemplos el Tex-Mex y el portuñol; del segundo, el spanglish.

1.2.1. El fronterizo o portuñol El portuñol (portunhol o portanhol) se da entre los hablantes de las regiones lingüísticas limítrofes entre el español y el portugués. Las tiras cómicas, que sirven de ejemplo, permiten observar algunas características de esta lengua «mixta». Si bien la base del texto es el español, se observan rasgos que remiten al portugués o exageran cómicamente algunos de los «errores» de los hablantes: las grafías portuguesas (esse, és, contrabândolo); la diptongación, por ultracorrección de cualquier /o/ tónica (Alfuenso, tuedos); la confusión de sibilantes (gaces, pobrezito); el artículo lo, por el portugués o; las terminaciones nasales de la tercera persona plural de los verbos (podem) o las formas verbales de tercera persona singular (quer, te); o, por último, las interferencias léxicas con raíz portuguesa y terminación española (amendoino).

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Dan Munteanu (1996: 68-78). Antonio Torres (2009), .

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Fuente: EL ESPAÑOL: ORIGEN Y SITUACIÓN ACTUAL

Fuente: los: • Les comuniqué este problema inmediatamente > *Se los comuniqué inmediatamente (se = a ellos, *los = este problema). [Les comuniqué este problema inmediatamente > Se lo comuniqué inmediatamente]

La ngle (vol. 2, 2663, 35.2h) reconoce que se trata de un fenómeno frecuente en la lengua oral y coloquial de amplias zonas de América, así como del español canario. En algunas se extiende a los registros cultos (México y zonas del Caribe y de las áreas centroamericana, rioplatense y andina).

1.1.6. Adverbio de lugar seguido de posesivo Está muy extendido el uso de un adverbio de lugar seguido de adjetivo posesivo: cerca nuestro, detrás suyo, delante nuestro, encima suyo, enfrente tuyo (en menor medida con los adverbios lejos y debajo)4, en sustitución de la fórmula normativa «adverbio, preposición y pronombre personal tónico»: cerca de nosotros, detrás de él, delante de nosotros, encima de él, enfrente de ti... El Diccionario panhispánico de dudas acompaña los ejemplos con el signo⊗, que precede a las formas consideradas incorrectas o desaconsejables, y a los ejemplos que ilustran usos no aceptados en la norma culta. Aunque no hemos encontrado ejemplos de esta desviación en nuestros periódicos, sí es

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Constituye una excepción alrededor, adverbio de origen nominal, que admite tanto el posesivo pospuesto como antepuesto: Mira alrededor tuyo; Mira a tu alrededor. También puede ir acompañada de un posesivo la locución adverbial en torno (‘alrededor’: Miró en torno suyo).

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frecuente en casi todo el ámbito hispánico (se trata de un uso en expansión): • *«Partir demasiado pronto dejaría detrás nuestro un Estado fracasado que se convertiría inevitablemente en un santuario para los terroristas», advirtió (ápud CREA). [Partir demasiado pronto dejaría detrás de nosotros…] • *-Oye, gafas, tío —me dice Angelita o Susi— ¿qué coño haces detrás mío? ¿Es que eres madero, tío? (ápud CREA). [… ¿qué coño haces detrás de mí?.. ] • *Es posible que tenga tres, cinco novelas detrás suyo (ápud CREA). [… cinco novelas detrás de él]

La ngle (vol. 1, 1360, § 18.4n y 18.4ñ) considera que esta construcción es propia de la lengua coloquial, aunque se haya ido extendiendo a otros registros (en diferente medida según zonas hispanohablantes), y no es recomendable en el habla culta, tanto con posesivo en masculino genérico, como concordado: *detrás tuyo, *detrás tuya (referido a una mujer).

1.1.7. Errores de concordancia relacionados con la función oracional Son frecuentes errores en la interpretación de algunas funciones sintácticas, con la consiguiente confusión de estructuras oracionales, lo que da pie a diversas anomalías en la concordancia: a) Con frecuencia se interpreta el sujeto como complemento directo, por lo que no se hace concordar con el verbo, y la construcción resulta incorrecta, como en los siguientes textos de nuestro corpus: Prensa: • *«Pero a mí me interesa mucho las investigaciones evolutivas de los peces y los mamíferos en el Oceanográfico», señala. [… me interesan mucho las investigaciones evolutivas…]

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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Oral: • *me da igual las dos cosas (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). [me dan igual las dos cosas]

b) Verbo impersonal haber. En muchas zonas de América y España se documenta como fenómeno general la concordancia del verbo impersonal haber con el complemento directo, que es interpretado por muchos hablantes como sujeto. Estudios sobre el habla culta así lo han puesto en evidencia en el ámbito hispánico. Por lo que respecta a la Comunidad Valenciana, se observa que, efectivamente, esta desviación gramatical está muy arraigada en el habla de todos los estratos socioculturales (Llorente Maldonado, 1980: 31; Blas, 1993: 53), como podemos constatar en estos ejemplos extraídos de grabaciones orales. La forma más pluralizada es la de la tercera persona había > *habían: Coloq.: • *…y además ee habían dos// dos↑ señores de esos que van… (conversaciones coloquiales, interlocutor de estrato alto). • *…ahí habían- en Zamora habían unoss- unas laderas… (conversaciones coloquiales, interlocutor de estrato bajo).

Oral: • *… quizás también hayan problemass/ dentro de cada una de las familias (hablante de nivel medio, bilingüe activo castellano-valenciano). • *… allí habían otros chalés (hablante de nivel superior, castellanohablante y bilingüe pasivo). • *… allí no habían parciales/ todo eran examen orales (hablante de nivel superior, bilingüe activo castellano-valenciano).

La concordancia afecta igualmente al verbo auxiliar en las construcciones perifrásticas con el verbo haber como auxiliado. En estos casos, el auxiliar ha de permanecer invariable, ya que es el auxiliado (haber), verbo nuclear —impersonal, en este caso—, el que rige sintácticamente un sujeto cero (Gómez Torrego, 1992: 30-31), por lo que, en ejemplos como el

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siguiente, el verbo auxiliar (poder en el ejemplo) ha de ir en singular y no en plural: Oral: • *… digamos de por sí/ que puedan también- puedan haber opiniones/ al respectoo también defendibles (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo).

c) Pasiva refleja e impersonal refleja. Es frecuente no identificar el sujeto de una pasiva refleja o el complemento directo de una impersonal refleja al confundir la construcción pasiva refleja (Se buscan personas preparadas físicamente para la competición) con la impersonal refleja (Se premió a los mejores). Generalmente se utiliza la construcción impersonal cuando el verbo transitivo lleva un complemento de persona determinado introducido por la preposición a (Se premió a los mejores). En cambio, se prefiere la pasiva refleja cuando el verbo transitivo lleva un complemento de cosa (Se imprimen fotos en color) o de persona no determinado (por tanto, no ha de llevar la preposición, como en el ejemplo Se buscan personas preparadas físicamente...). Algunos verbos como nombrar, elegir, seleccionar, contratar, etc., admiten ambas estructuras con sujeto de persona determinado: Se elegirán los alcaldes (el sujeto de la pasiva es alcaldes, por eso el verbo va en plural) y Se elegirá a los alcaldes (el complemento directo de la impersonal es alcaldes, el verbo ha de ir en singular). Con frecuencia se cruzan ambas estructuras y el complemento directo de la impersonal se confunde con el sujeto de la pasiva refleja y se produce una falsa concordancia: *Se elegirán a los alcaldes. Véase dpd (591, § 2). Son dos formas, por tanto, muy similares en la forma y en el sentido. La diferencias semánticas entre ambas son apenas perceptibles. En palabras de la Gramática (vol. 2, 3098, § 41.12ñ), la oración impersonal «pone el énfasis en el sujeto tácito, por tanto en la persona que realiza la acción o experimenta el proceso [...], mientras que la pasiva refleja correspondiente focaliza el paciente».

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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Los límites entre estas oraciones son imprecisos cuando ambos verbos son transitivos y el complemento directo de la impersonal es de cosa (al igual que el sujeto de la pasiva). En este caso, alternan ambas construcciones: Se firmará/firmarán los acuerdos en los últimos días; En verano es cuando se suele/ suelen recoger los tomates (ngle: vol. 2, 3095, § 41.12e), siempre que el verbo anteceda al sujeto de la pasiva o complemento de la impersonal, como en el ejemplo anterior. Se observa, pues, que el orden de los elementos condiciona el tipo de estructura: la impersonal refleja con complemento directo de cosa no acepta la anteposición de este elemento: Varias habitaciones *se alquilaba; Los tomates se *suele cosechar en verano; así como suele rechazar el complemento directo definido (*Se vende los pisos), cuando parece admitir los complementos sin artículo o determinante (Se vende pisos). La Gramática aconseja que en caso de duda se recurra a la pasiva refleja, ya que está sujeta a menos restricciones sintácticas que la otra estructura: Se venden pisos. Las diferencias se mantienen en las agrupaciones verbales, teniendo en cuenta que únicamente la pasiva refleja es compatible con las perífrasis verbales: Fechas que no deben olvidarse (ngle: vol. 2, 3091, § 41.11n). En la perífrasis verbal hay siempre un verbo auxiliar y un auxiliado que funcionan como un bloque verbal: No deben olvidarse estas cosas (sería incorrecto con el verbo en singular: *No debe olvidarse estas cosas)5. No hay que confundir estos auxiliares con verbos ple5



La concordancia se mantiene en complejos perifrásticos (Se pueden tener opiniones contrarias, favorables o desfavorables sobre la estatización de la banca), que no hay que confundir con una mera agrupación de dos verbos en la que ambos son independientes semántica y funcionalmente (No se intente construir teorías del aprendizaje). En el primer caso estamos ante una perífrasis verbal: el verbo en forma personal es el verbo auxiliar, y el infinitivo corresponde al verbo auxiliado. Ambos funcionan como un solo verbo y exigen la concordancia con su sujeto. En el segundo ejemplo, teorías del aprendizaje no se vincula al verbo intentar, sino al verbo construir, del que es complemento directo, por

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nos en combinación con otros que actúan como complementos: Se desea obtener éxitos inmediatos (= Se desea esto).

1.2. Deber de + infinitivo y deber + infinitivo Es muy frecuente la confusión entre deber de (que indica probabilidad, hipótesis) con deber + infinitivo (que indica obligación). Tradicionalmente las gramáticas han censurado el error que supone el cruce de ambas. El dpd (207, § 2b) contempla el uso de deber seguido de infinitivo con sentido de probabilidad, hasta el punto de afirmar que la lengua culta admite este uso sin preposición, lo que supone un cambio en la valoración de esta estructura desde el punto de vista normativo, por lo que los ejemplos con deber sin preposición, con sentido de probabilidad, pasan a ser considerados admisibles, a partir de la publicación del dpd. Esta frecuencia la hemos detectado en nuestros periódicos y en grabaciones orales: • Por ello, todo hace creer que debió tratarse de un robo por encargo. La banda debía haber acordado previamente con algún empresario, posiblemente de Europa del Este, las piezas y el modelo de la maquinaria. (Con el sentido de ‘es probable que…’) • Como la puerta metálica de acceso a la nave estaba cerrada, debieron colarse en su interior por el hueco de la cinta transportadora. (Con el sentido de ‘es probable que se colaran’.) • Debe haber más motivos para justificar el rotundo y primer no presidencial. (Con el sentido de ‘es probable que haya más motivos’.)

tanto no existe lazo de concordancia entre intentar y teorías del aprendizaje: «En realidad, la concordancia está justificada sólo cuando el verbo conjugado es auxiliar de una perífrasis, por lo que cabría aplicar las pruebas de detección de perífrasis: sustitución por categorías léxicas o sintagmáticas distintas de la forma no finita (pronombres, oraciones flexionadas, sintagmas nominales, etc.)» (Rodríguez Espiñeira, 2004: 43).

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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Oral: • … porque quedan poblados mayaa/ tal cual// viven en palapas/ sí sí/no tienen agua/ no tienen- no tien- no deben tener escuelas (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). • … debía tener unos cinco años o seis (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo).

Lo contrario lo encontramos en los siguientes ejemplos, donde aparece erróneamente la preposición de. El Diccionario panhispánico de dudas marca este tipo de ejemplos con el signo que precede a las formas consideradas incorrectas o desaconsejables, y a los ejemplos que ilustran usos no aceptados en la norma culta: • *Aunque el tema de la lengua es muy importante para los valencianos, eso no debe de servir de cortina de humo para los políticos. (Con el sentido de ‘no ha se servir’.) [… eso no debe servir de cortina de humo]

Oral: *… pienso que no debería de ser obligado/ eel- el hacer el servicio militar// (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). [… pienso que no debería ser obligado…]

Al respecto, la ngle afirma: «Por su gran extensión en el mundo hispanohablante en todos los niveles de lengua, no puede considerarse incorrecto el uso de deber + infinitivo con el sentido de conjetura o probabilidad inferida. Para expresar obligación se recomienda la variante sin preposición» (vol. 2, 2144, § 28.6k).

1.3. Uso de los pronombres personales átonos 1.3.1. Leísmo (laísmo y loísmo) Otro de los aspectos interesantes, por ser problemático, es el uso de los clíticos de complemento directo, ya que el leísmo (uso de las formas le, les en lugar de los clíticos de comple-

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mento directo lo, la, los, las) de persona está muy extendido en España. Si bien únicamente se consideran correctos el empleo de le para el complemento directo masculino singular de persona (pronombre que convive normativamente con el etimológico lo) y el denominado leísmo de cortesía, en estructuras de régimen únicamente transitivo abundan los usos de leísmo de persona, incluso entre hablantes distinguidores de caso6. a) En el caso del complemento directo masculino singular de persona, alternan lo y le en todo el ámbito panhispánico. En nuestro corpus se observa una marcada preferencia por el segundo pronombre (le) en todos los periódicos rastreados, es decir, aparece continuamente el leísmo académico (masculino singular de persona): • Al irse de este mundo sería acompañado por una copia exacta en terracota de todos los que le rodearon en vida [al rey]. • El holandés dijo sentirse igual de respaldado por el actual presidente de Barcelona que por el que le fichó. • … las críticas que le señalaban como uno de los «culpables» de ciertos goles. • Uno de sus clientes (…) le acusa de dejar morir una demanda [al abogado].

b) En el caso del plural de persona, alternan los y les, con una fuerte tendencia al empleo leísta (no aceptado) en nuestro corpus, como se observa en los ejemplos seleccionados: • *La Policía Local de Alicante ha arrestado a tres jóvenes por asaltar una tienda (…) y herir a una agente que les persiguió. [… a una agente que los persiguió] • *A ambos les une la idea común de la lucha contra el terrorismo. [A ambos los une…] • *No se distinguirá entre los terroristas y aquellos que les acogen. [… que los acogen]

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La situación se complica en zonas de contactos de lenguas, a ambos lados del océano, y en zonas norteñas españolas. Al respecto, véanse ngle, vol.1, 1215, § 16.8j, y dpd, 395, § 5.

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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• *… por la escasez de guardias que les custodian [a los presos]. [… que los custodian]

La ngle reconoce que es frecuente en la lengua oral, y en menor medida en la escrita (incluso en un mismo autor o hablante se puede dar la circunstancia de que, en un mismo texto, alternen el acusativo y el dativo con el mismo verbo); pero, aún así, no se recomienda el empleo de les para el complemento directo (vol. 1, 1216, § 16.8k). c) El empleo leísta afecta también al femenino singular de persona: • *Le insultó y le tiró al suelo [a Emmanuelle]. [La insultó y la tiró…] • *Le apuñaló en 15 ocasiones [a su madre]. [La apuñaló…]

Salvo en los casos de doble alternancia acusativo-dativo (complemento directo-complemento indirecto) y leísmo de cortesía, no se considera correcto el empleo de le/les para un complemento directo con referente femenino (ngle: vol. 1, 1218, § 16.9e). El Diccionario panhispánico de dudas marca este tipo de leísmo con el signo que precede a las formas consideradas incorrectas o desaconsejables, no aceptadas en la norma culta. d) De ninguna manera se considera correcto el leísmo de cosa en construcciones transitivas (de un solo régimen, por tanto): *El libro le he comprado esta mañana. e) Por otra parte, el laísmo o empleo de la(s) en función de complemento indirecto (*la dije que vendrías), muy común en hablantes de todos los niveles socioculturales en zonas centrales y noroccidentales castellanas, y el loísmo o empleo de lo(s) en función de complemento indirecto (*los dije que vendrías; fenómeno rural en España) no son aceptables en la norma culta7. 7



En la bibliografía hispánica, sobre todo entre los estudiosos de la lengua española en América, se utiliza el término loísmo también con otro

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1.3.2. Leísmo de cortesía Se acepta en la norma culta el uso de le/les cuando el referente (en función de complemento directo) es la segunda persona del discurso, y se utilizan en un registro de tratamiento formal: Les veo a ustedes muy bien. Su uso viene justificado por la necesidad de deshacer la ambigüedad que los pronombres lo(s), la(s) pueden producir, al ser posible que la referencia sea tanto de segunda persona (interlocutor) como de tercera persona: Les ruego que los acompañen (a ellos), que yo enseguida les busco (a ustedes). Incluso en el caso de un interlocutor femenino, también se considera aceptable su uso, especialmente en fórmulas fijas de saludo y despedida. Véanse dpd (395) y ngle (vol. 1, 1213, § 16.8d).

1.3.3. Falsos leísmos: verbos de doble alternancia acusativo/dativo (complemento directo/complemento indirecto) La ngle no considera leístas determinadas construcciones en las que la alternancia acusativo/dativo están muy extendida en la lengua culta y hay razones sintácticas para creer que el sistema gramatical admite la alternancia complemento directo-complemento indirecto. Estos falsos leísmos están regidos por verbos que permiten ambos tipos de régimen, interpretación predominante en la actualidad: a) Construcciones con los verbos acusar, ayudar, creer, escuchar, obedecer. En España y Cuba, el verbo creer se interpre-

sentido diferente al general señalado. En zonas de contacto de lenguas en América (español / lenguas indígenas), se producen neutralizaciones de los complementos directos a favor del pronombre lo, sin distinción, por tanto, de género ni número: *No lo conozco a sus hermanas… Algunos lingüistas utilizan la etiqueta «loísmo» para referirse también a este peculiar empleo, siempre especificando el alcance de la referencia del término.

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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ta normalmente como un verbo transitivo: A tu hermana no la creo, mientras que en gran parte de América recibe un tratamiento diferente, se pronominaliza de forma intransitiva: A tu hermana no le creo. Véase ngle: vol. 1, 1217, § 16.9a. En España se documentan muchos casos de obedecer con dativo (Sus hijos les obedecen), tanto en la lengua hablada como en la escrita, con mayor frecuencia que en América (Sus hijas los obedecen). Véase ngle: vol. 1, 1218, § 16.9c. De manera similar se comportan los verbos acusar y ayudar, de los que apenas se da información en la gramática (vol. 1, 1218, § 16.9d)8. En cuanto al verbo escuchar, la gramática afirma que en las áreas rioplatense, chilena y parte de la caribeña se percibe una tendencia a interpretar el complemento como indirecto, frente a las áreas andina y europea en las que la tendencia es la contraria: el uso del complemento directo. Véase ngle, vol.1, 1218, 16.9d. b) Estructura constituida por el verbo llamar + predicativo: se admiten ambas opciones Le/la llamaban loca. Este verbo antiguamente se construía predominantemente con dativo (que se extendió también a los nombres de cosas), aunque igualmente se documentan casos con acusativo (ngle: vol.1, 1219, § 16.9g y 16.9h): c) Verbos de afección psíquica: aburrir, agradar, cansar, divertir, fascinar, impresionar, molestar, preocupar...9. Por lo ge8



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Entre los verbos de régimen reinterpretado figuran ayudar, aconsejar, obedecer: son verbos transitivos cuyo régimen habitual en latín o español antiguo era el dativo, y, en cambio, en el español moderno han ido pronominalizando en acusativo. La permanencia o transformación del régimen ha dependido del verbo y de las áreas geográficas. Si bien en América está muy extendido el uso del complemento directo, en zonas no leístas del norte de España, es habitual el uso del indirecto. En Andalucía y Canarias son frecuentes las vacilaciones entre ambos (dpd: 394, § 4e). En relación con los verbos de afección psíquica (lexemas verbales de proceso de experimentación anímica), Gutiérrez Ordóñez (1999: 1879) establece dos tipos de estructuras posibles, la agentiva y la inacusativa:

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neral, el acusativo aparece cuando hay un agente externo (generalmente animado) que, mediante acción voluntaria, ejerce un efecto sobre el paciente que recibe la acción (ngle: vol. 1, 1222, § 16.9n y 16.9ñ): ¿No sabes que la aburres cuando hablas?; No voy a cansarlos ahora con mis problemas; Sus hijos la divierten mucho; La enojan sus hijos; La impresionan los periodistas con sus declaraciones; Siento molestarla; No quiero preocuparlo/horrorizarlo/distraerlo. Por el contrario, se tiende a usar el dativo cuando se considera la existencia de una causa externa. Esta opción se ve favorecida en las oraciones subordinadas sustantivas, al carecer estas de valor agentivo: Les aburren estos temas; No le afecta el frío; Les alegró que volviéramos por Navidad; Les distrae la música; A mi amiga le horroriza esa idea; Les molesta que llegues tarde; No les seduce el poder... Así sucede en el español europeo. No obstante, en muchas zonas de América se emplea también el acusativo: Esas cosas lo asustan; Tus palabras lo enojan; Esa situación lo preocupaba... (ngle: vol. 1, 1222-1223, § 16.9n y 16.9ñ). Añade la ngle (vol.1, § 16.9ñ) que hay cierta tendencia a usar el caso acusativo cuando los sujetos se colocan antes del verbo (Cualquier problema lo acobarda), y, por el contrario, el dativo aparece en situación posverbal (Le angustiaba tener

A) Agentiva. Construcción transitiva en la que el sujeto asume el papel de agente, y el complemento directo se interpreta como ‘término’ o ‘tema paciente’. B) Inacusativa. Construcción en la que el sujeto es inanimado y afecta a un ‘experimentante’ que se pronominaliza como complemento indirecto. En definitiva, si el sujeto es animado y se concibe como agente de la acción, el complemento suele interpretarse como directo. Por el contrario, si el sujeto es inanimado o es una oración, se suele considerar indirecto. Por otra parte, con sujetos animados, que el sujeto realice o no voluntariamente la acción implica un cambio de rección: aparece el complemento directo asociado a la voluntariedad del sujeto (los niños la molestan = causar molestias), y el complemento indirecto, en caso contrario (los niños le molestan = desagradar, resultar molestos).

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que mentir), en consonancia con la actividad o causatividad considerada en el proceso. d) Los verbos de influencia (lexemas que solicitan o inducen comportamientos en el destinatario) animar, autorizar, convencer, forzar, incitar, invitar, obligar, etc., presentan una considerable variación dialectal en cuanto al complemento seleccionado (que se aprecia considerablemente en estructuras con infinitivo)10. En España, Las Antillas, México y parte de Centroamérica se documenta la alternancia acusativo-dativo: Lo/le invitaron a participar; Los/Les forzaron a hacer lo que no querían. En el resto de las áreas predomina el acusativo (ngle: vol. 1, 1223, §16.9o): Lo animaron a salir; Los forzó a tratar el tema; La obligaron a marcharse. e) Verbos hacer y dejar: cuando tienen el significado de ‘obligar’ y ‘permitir’, respectivamente, también pronominalizan mediante ambos casos: Los dejó discutir; No les dejó marchar; El miedo la hizo vacilar; Le hizo desembocar en la avenida... (ngle: vol. 1, 1224, § 16.9p)11. f) Verbos atender y telefonear (ngle: vol. 1, 1224, § 16.9q): Hay que atenderlos/les muy bien; Yo la/le telefoneo todos los días... g) Los verbos advertir, avisar e informar admiten ambas estructuras según los esquemas siguientes: 1. Advertir, avisar, informar de algo (c. régimen) a alguien (cd): Los avisaron (advirtieron/informaron) de los resultados. 2. Advertir, avisar, informar algo (cd) a alguien (ci): Les advirtieron (avisaron/informaron) que había mucha lluvia.

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Frente a impedir, mandar, ordenar, prohibir..., que llevan un complemento de cosa y un indirecto de persona. De este modo, en oraciones de infinitivo pronominalizan el sujeto en dativo (Su padre le prohibió ir al cine). 11 Al respecto el dpd señalaba que los verbos hacer y dejar, con sentido causativo, tienden a construirse con complemento directo si el verbo subordinado es intransitivo; en cambio, aparece el indirecto si el verbo subordinado es intransitivo (dpd: 393, § 4b).

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Es importante destacar que la elección de una u otra de las estructuras supone pronominalizaciones distintas en el complemento de persona (a alguien). La ausencia de la preposición de va asociada al hecho de que el caso pronominalizado de persona es el complemento indirecto: Les avisé/advertí/ informé que veníamos. Por el contrario, es el directo el que se pronominaliza en la construcción con preposición: Los avisé/ advertí/informé de que veníamos. La preferencia en el empleo de una u otra construcción es distinta según zonas geográficas (véase ngle: vol. 2, 32503252, § 43.6k y ss.). La situación sería, en resumen, la siguiente: Verbo informar: Informar de que (mayoritaria en España). Informar que (mayoritaria en América).

Verbo advertir: Advertir (‘informar’) de que (mayoritaria en España). Advertir (‘informar’) que (mayoritaria en América). Cuando este verbo significa ‘avisar con amenazas’, en España alternan ambas estructuras: Han advertido (de) que tomarán medidas. Cuando advertir significa ‘percibir’, en España conviven ambas construcciones. Aunque se ha tendido a construir este verbo sin preposición, actualmente se va extendiendo su empleo con preposición: Se advierte (de) que crece el nivel del agua en los pantanos, por lo que ambas estructuras son aceptables.

Verbo avisar: Avisar de que (España y área caribeña). Avisar que (España y área caribeña. Mayoritaria en América, salvo en el área caribeña). Cuando el sentido del verbo implica la existencia de amenaza, en España se prefiere la construcción sin preposición: Se avisa que si esto sigue sucediendo, se tomarán medidas.

1.3.4. Construcción impersonal con el pronombre se

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Caso especial es el de la pronominalización de las construcciones impersonales con se + verbo transitivo y complemento con a (Se ve a los niños desde aquí). La situación actual evidencia las vacilaciones en el uso del pronombre, sobre todo cuando el complemento es de persona, y los gramáticos no se ponen de acuerdo sobre su función12. Entre los mismos que identifican la función acusativa, algunos como Gili Gaya (1961: 129), Porto Dapena (1986: 35) y Gómez Torrego (1992: 21, 2006: 377) parecen aceptar la aparición de le y les para referentes masculinos de persona (junto con la y las para el femenino), que contribuye a evitar la ambigüedad entre el sentido impersonal, reflexivo y pasivo. Aunque muchos de nuestros gramáticos españoles reconocen la función del complemento directo, se hacen determinadas concesiones al leísmo de persona, sobre todo en el género masculino. El dpd [395, f], que trata esta construcción en el apartado del leísmo, contempla como habitual el uso del leísmo, sobre todo, si el referente es masculino, tanto singular como plural. Se trata, pues, de un caso especial en el que se emplean desde los orígenes las formas de dativo en función de complemento directo. No obstante, muchos hablantes, conscientes de que la función es la de complemento directo, emplean en estos casos los pronombres de acusativo, uso generalizado en los países del cono Sur. Por tanto, es general tanto el empleo del acusativo como del dativo con referentes masculinos, según países y zonas. El empleo de le y les está muy extendido, aunque en menor 12

Hay una gran diversidad de opiniones: por ejemplo, Gili Gaya (1961: 129), la rae (1982: 382-383), Fernández Ramírez (1987a: 120), Porto Dapena (1986: 35), Hernanz y Brucart (1987: 65), Gómez Torrego (1992: 21), Seco (1994: 183), Alcina y Blecua (1994: 923), Marcos, Satorre y Viejo (1998: 370) reconocen que el complemento que se pronominaliza es el directo. Por otra parte, Álvarez Martínez (1989: 57), Alarcos Llorach (1994: 209), en la misma línea que Cuervo y Bello (apud Santiago, 1975: 85-94), consideran claramente que el pronombre pronominaliza un dativo y, por tanto, la construcción es intransitiva.

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medida con referentes femeninos. El uso del complemento indirecto es común en las áreas mexicana, centroamericana, antillana y en el español europeo (Se les ve bien). Por el contrario, se prefiere el acusativo (Se los/las ve bien) en la chilena y en la rioplatense (véase ngle: vol. 1, 1220, § 16.9k-l).

1.4. Usos del gerundio En relación con el uso del gerundio, las estructuras que configura y las relaciones que establece, exponemos a continuación algunos aspectos señalados en la ngle, referimos a diversos tipos de gerundio: a) Gerundio externo (periférico, absoluto, temático o de tópico). La oración del gerundio introduce una aclaración que matiza el contenido de la oración principal. Constituye una cláusula externa a la oración (ngle: vol. 2, § 27.1l). Generalmente aparece al comienzo del periodo y separado por un pausa (Habiendo comprobado que esto es así, firmamos ya los documentos), aunque puede aparecer en otras posiciones (La comisión, observando las irregularidades, anuló el resultado; Dejó el asunto, sabiendo que no podía hacer nada). Se incluyen entre estos los llamados ilocutivos (o elocutivos), los cuales actúan como ordenadores del discurso. Resumiendo...; Concretando...; Cambiando de tema... (ngle: vol. 2, 2041-2042, § 27.1m-n). Este gerundio implica anterioridad, y, generalmente, expresa una significación perfectiva (por lo que a menudo es compuesto). b) Gerundio predicativo. Expresa una atribución que se predica de un grupo nominal o de una oración sustantiva a través de un verbo no copulativo. Puede atribuirse a un sujeto (Llegó tambaleándose), a un complemento directo (Te vi bailando un pasodoble; Te observé paseándote por la calle; Lo recordé diciéndome adiós; Nos fotografiaron bailando un chacha-chá; Te he descubierto mirando el ordenador; Hay una persona esperándote) y a un complemento régimen (A veces pien-

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so en él fumándose un enorme puro). Véase ngle: vol. 2, 2043, § 27.1p. c) Gerundio circunstancial (adjunto). La oración del gerundio se refiere a una circunstancia de la acción del verbo principal. En este caso, el gerundio puede expresar el modo como se realiza la acción del verbo principal (Se protegió de la lluvia tapándose con un plástico), una acción simultánea13 a la del verbo principal (Me escribió contándome muchas cosas de su vida), ambas interpretaciones (la simultaneidad y el sentido modal pueden expresarse conjuntamente: Entró en el despacho gritando), o puede establecer una vinculación semántica entre los dos verbos, al constituir la causa, condición o motivación de lo expresado por el otro verbo (ngle: vol. 2, 2042, § 27.1ñ y 27.5): Se entretiene haciendo crucigramas (sentido modal); Aun sabiendo hacerlo bien, se equivocó; Trabajando en varios sitios, sin embargo, no le llega el sueldo (sentido concesivo); Esforzándote un poco más, te iría mejor todo (interpretación condicional); Se rompió la pierna saltando (sentido causal)14, etc. El gerundio con valor de posterioridad (tradicionalmente rechazado porque la acción del gerundio no podía ser posterior a la del verbo principal, como en el siguiente ejemplo *Nació en 1816, muriendo cuarenta años después), actualmente se acepta cuando «la posterioridad denotada es tan inmediata que se percibe casi como simultaneidad, y también cuando cabe pensar en una relación inferencial de tipo causal, concesivo o consecutivo» entre ambas acciones (ngle: vol. 2, 2061-2062, § 27.4g y 27.4h), por lo que una oración como la siguiente sería aceptable: Abrió muy rápido, quedándose la llave en la cerradura.

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O casi simultánea, inmediatamente posterior (véase ngle: vol. 2, 2061, § 27.4g). 14 Es muy frecuente que la idea de simultaneidad vaya asociada a un valor causal, obtenida por inferencia natural a partir de dos sucesos consecutivos.

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Sin embargo se considera incorrecto cuando introduce una mera sucesión temporal: *Estudió en Santiago, yendo después a Bogotá. d) Gerundio ilativo o copulativo. Sirve para conectar dos ideas que se suman o se oponen (ngle: vol. 2, 2062, § 27.4i): Murió dejándole como herencia unos patines (Murió y le dejó como herencia unos patines). e) Se consideran anómalos los gerundios usados como modificadores restrictivos en el interior del grupo nominal (ngle: vol. 2, 2078, § 27.7a). *El agua entrando en la pecera es la de la fuente15. No es correcto, por tanto, el gerundio empleado como complemento especificativo de un nombre, en lugar de una oración de relativo: *Una botella conteniendo un líquido sospechoso. Se recomienda, por tanto, evitar el uso del gerundio como modificador restrictivo16.

1.5. Infinitivo suelto a) Se denomina infinitivo «radiofónico» o «introductorio» al infinitivo «subordinado» que aparece suelto, sin depender de un verbo principal, usado, por tanto, como verbo pleno. En todos los manuales de estilo se informa de su existencia, sobre todo, en el lenguaje oral. La gramática recomienda evitar este uso del infinitivo independiente con los verbos que

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Son excepcionales los gerundios ardiendo, hirviendo y colgando (con mayores restricciones este último), que se usan como adjetivos en formas lexicalizadas. Estos gerundios pueden funcionar de forma similar a los modificadores restrictivos o especificativos: Me dicen que se pueden lavar las heridas con vino hirviendo; Desde aquí se ve el campo con algo ardiendo; Está lleno de ramas colgando del tejado. Este uso adjetival resulta a veces difícil de distinguir del predicativo interno al grupo nominal (una niña llorando). Al respecto, véase ngle: vol. 2, 2045, § 27.2a y 27.2b. 16 Uso frecuente en el español puertorriqueño, por influencia del inglés (ngle: vol. 2, 2028, § 27.7k).

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introducen una información dirigida a alguien (ngle: vol. 2, 2032, § 26.14e). Para ello hay que reponer los componentes que faltan: • *Por último, decirles a los políticos que sean consecuentes. […hay que decirles…]

b) Por otra parte, como calco del francés, se extiende el uso de infinitivo después de sustantivo + preposición (asuntos a tratar; tareas a realizar; aspectos a tener en cuenta). En muchos casos su uso es superfluo. Si la preposición admite su sustitución por las preposiciones por y para, o el relativo que, sin que por ello se produzca un cambio de significado y de estructura, debe evitarse esta construcción galicada (dpd: 3, § 3). Al respecto, la gramática afirma que a pesar de su frecuencia (ya existía en la lengua clásica), esta estructura tiene escaso prestigio en el español actual, y ha de ser sustituida por secuencias que contengan otras preposiciones o por oraciones de relativo: cuestiones por resolver; asuntos para tratar; asuntos que tratar... (ngle: vol. 2, 1989, § 26.6l). En los ejemplos siguientes, por tanto, lo más apropiado sería la sustitución por una oración de relativo: • *Sin duda de que se trata de un grave e imperdonable error interno, a imputar en el debe del gabinete jurídico). [Sin duda de que se trata de un grave e imperdonable error interno, que ha se ser imputado en el debe del gabinete jurídico] • *Las juntas de usuarios del río valenciano y del alicantino no han concretado la cantidad a trasvasar. [… que se ha de trasvasar…]

1.6. Queísmo y dequeísmo 1.6.1. Queísmo El queísmo se produce cuando se suprime una preposición necesaria que debería acompañar a la conjunción que. Es un

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fenómeno que se produce tanto en España como en América, pero no goza de prestigio, por lo que ha de ser evitado. a) No debe suprimirse la preposición en los siguientes contextos (dpd: 548; ngle: vol. 2, § 43.6ñ y ss.): Con verbos pronominales que rigen complemento de régimen: acordarse de algo, arrepentirse de algo... Con verbos no pronominales que rigen complemento de régimen: convencer de algo, insistir en algo… Con sustantivos que llevan complementos preposicionales: con la condición de, tener ganas de, andar en deseos de… Con adjetivos que llevan complementos preposicionales: estar seguro de, estar convencido de… En locuciones preposicionales: a pesar de, a fin de, a condición de… En la construcción hasta el punto de que. En locuciones verbales: no caber duda de algo, haber duda de algo, caer en la cuenta de algo, darse cuenta de algo, dar la impresión de algo, tomar conciencia de algo, dar la casualidad de algo, tener la seguridad de algo.

b) En ocasiones, el uso de la preposición depende de la acepción de determinados verbos o del hecho de que determinados verbos acepten dos estructuras distintas, como ya se ha expuesto. Por ejemplo, advertir, avisar, cuidar, dudar e informar presentan construcciones con preposición y sin ella (véanse dpd: 549, § 2; Gómez Torrego, 2006: 380-382; ngle: vol. 2, 3250-3251, § 43.6j-43.6l). c) Por otra parte, dar pena, vergüenza, miedo, risa, rabia…, seguidas de una oración subordinada, que expresa la causa del sentimiento, pueden ir con y sin preposición: Nos da rabia (de) verte en ese estado; aunque, según el dpd, en la lengua culta se prefiere el empleo sin preposición (dpd: 206, § 5). Para la gramática, las dos opciones son válidas y están gramaticalmente justificadas (vol. 2, 3253, § 43.6o). d) El queísmo es una anomalía muy extendida en la Comunidad Valenciana (Gómez Molina y Gómez Devís, 1995; Gómez Molina, 1996: 89), al igual que en otras zonas del ám-

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bito hispánico. Exponemos algunos ejemplos (el primero es de la prensa) en los que la ausencia de la preposición da como resultado estructuras queístas: • *Al margen quedaría la posibilidad que esa misma empresa u otra pudiera negociar. [Al margen quedaría la posibilidad de que…] • *No cabe la menor duda que este de la Valldigna es el más viable. [No cabe la menor duda de que este de la Valldigna es el más viable] Oral: • *… pues te vas dando cuenta/ que se acuerdan de ti/ (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). [… pues te vas dando cuenta de que…] Coloq.: • *… me he acordao que me tienes que dar los apuntees (coloquiales, prototípicas, p. 82). [… me he acordado de que me tienes que dar los apuntes]

1.6.2. Dequeísmo El dequeísmo consiste en el uso indebido de la preposición de en las subordinadas sustantivas en las que no está justificada gramaticalmente la presencia de la preposición. A pesar de su extensión tanto en España como en América, se ha de evitar su uso. a) Se produce en los siguientes casos (dpd: 214, 2, § 43.6):

ngle:

vol.

Cuando introduce una oración subordinada en función de sujeto: *Me alegra de que vengas (= me alegra esto). Salvo si el verbo es pronominal y exige la preposición: Me alegro de que vengas (= me alegro de ello). Cuando introduce una oración subordinada en función de complemento directo: *Me dijeron de que viajarían mañana (= me dijeron esto). Cuando introduce una oración subordinada en función de atributo en oraciones copulativas con el verbo ser: *Mi intención es de que participemos todos (= mi intención es esta).

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Si aparece la preposición en locuciones conjuntivas que no la llevan: *A no ser de que, *a medida de que, *una vez de que… Cuando su presencia es resultado de una confusión de preposiciones: *Me fijé de que llevaba corbata (por Me fijé en…). En construcciones consecutivas del tipo *Hace tanto calor, de que no se puede salir a la calle. El verbo necesitar admite complementos directos simples (necesito tu ayuda) y complementos de régimen nominal (necesito de tu ayuda), pero no acepta las oraciones equivalentes a estos segundos complementos, por lo que la aparición de la preposición origina estructuras dequeístas: *Estas personas no necesitan de que les regalen nada.

En los siguientes ejemplos orales sobra, por tanto, la preposición de: Oral: • *… la economía de la sociedad/ ha hecho de que perviviera más tiempo (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). [… ha hecho que perviviera más tiempo] • *… si tú/ tienes en cuenta de que a lo mejor el cálculo integral dos/… (hablante de nivel alto, castellanohablante y bilingüe pasivo). [… tienes en cuenta que…]

El Diccionario panhispánico de dudas marca este tipo de ejemplos con el signo que precede a las formas consideradas incorrectas o desaconsejables, usos no aceptados en la norma culta. b) Como se ha mencionado previamente, el uso de la preposición dependerá de la estructura que elijamos en relación con determinados verbos: advertir, avisar, cuidar, dudar e informar (véanse dpd: 215, § 2; ngle: vol. 2, 3250-3251, § 43.6j43.6l): A ellos les avisé que corrían peligro / A ellos los avisé de que corrían peligro.

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1.7. Que relativo sin preposición y que galicado 1.7.1. Que relativo Si un relativo va acompañado de preposición, solamente puede suprimirse la preposición cuando el relativo desempeña funciones de complemento circunstancial de tiempo y el antecedente no la necesite para desempeñar la misma función: Llegó en ese mismo día ∼ Llegó ese mismo día (dpd: 542, § 1.4, ngle: vol. 2, § 39.3t). Es muy común en el habla coloquial suprimir la preposición delante del relativo en esta y en otras circunstancias. No obstante, ha de evitarse la ausencia de la preposición si no se cumplen los requisitos anteriores. En los ejemplos siguientes, extraídos de los corpus orales, los antecedentes el colegio, un grupo, momentos, necesitan la preposición cuando funcionan como complementos circunstanciales (en el colegio, con un grupo, en los momentos), por tanto, el relativo debería llevar la preposición: • *… mucho trabajo recordar dónde estaba el horno// dónde estaba el colegio que yo fui// [hablante de nivel medio, castellanohablante y bilingüe pasivo]. [… dónde estaba el colegio al que (también donde) yo fui] • *… tengo una amiga de un grupo que salimos de vez en cuando… (hablante de nivel medio, castellanohablante y bilingüe pasivo). [… una amiga de un grupo con el que salimos de vez en cuando…] • *… hay momentos pues quee/ las cosas van mejor y momentos que las cosas van peor (hablante de nivel medio, bilingüe activo castellano-valenciano). [… hay momentos pues en que (también cuando) las cosas van mejor y momentos en que (también cuando) las cosas van peor]

1.7.2. Que galicado Tanto en algunas zonas de España como en América, es habitual la supresión de la preposición en las oraciones enfáticas con el verbo ser, del mismo modo que ocurre en francés (también en otras lenguas), razón por la cual los tratadistas

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han denominado que galicado a este fenómeno: es allí que…; fue entonces que…; fue así que… Normalmente ocurre cuando el foco está constituido por un adverbio de tiempo, lugar o modo. La ngle (vol. 2, 3031, § 40.12a) la define como «oraciones copulativas enfáticas que se forman con el verbo ser, un segmento focalizado y una oración encabezada por la partícula que, como en Por eso fue que lo mataron». La Gramática incluye dos tipos: a) Oraciones en las que el foco sigue inmediatamente a la cópula, que son las más frecuentes: Fue así que ocurrió; Fue allí que nos vimos; Fue entonces que alguien me avisó; Es por eso que tú sólo en mis fotos estás... b) Oraciones en las que el foco precede inmediatamente a la cópula: Así fue que ocurrió; Allí fue que nos vimos; Entonces fue que escuché el ruido; Por eso es que tú estás solo; ¿Cómo fue que ocurrió?; ¿Cuándo fue que te pasó?; ¿En qué momento fue que ocurrió?; ¿Dónde fue que lo dejaste? Estas oraciones enfocan tanto a adverbios como a grupos adverbiales y preposicionales. En la lengua popular del español americano se registran usos con focos nominales: *¿Quién es que llama?; *Ellos fue que me mandaron. Estos casos no se consideran cultos, a diferencia de los anteriores. Véase ngle: vol. 2, 3033, § 40.12e.

1.8. Quesuismo Es muy frecuente en el lenguaje hablado y espontáneo la presencia del denominado quesuismo. Este error gramatical consiste en emplear el pronombre que seguido (inmediatamente o a cierta distancia) del posesivo su (-s) o del artículo con valor posesivo, en lugar del relativo posesivo cuyo (Gómez Torrego, 2006: 405-407). • *Se enamoró de una mujer que su hijo es actor.

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• *Esta poesía, que su autor es desconocido, se escribió a finales del xix.

• *Tu amigo, que se le perdió su perro, viene a cenar.

Como el relativo cuyo es característico de registros formales, entre sus sustitutos se encuentra esta anómala secuencia, muy frecuente en la lengua conversacional (registrada ocasionalmente en la escritura), que ha de ser evitada (ngle: vol. 1, 1589, § 22.5n; y vol. 2, 3358, § 44.9o).

2. Formación del plural a) Los nombres acabados en vocal átona forman el plural en -s: mapamundi > mapamundis; milenio > milenios; tribu > tribus, etc. Generalmente las voces adaptadas, de origen extranjero, se adaptan a esta regla: atrezo > atrezos; disquete > disquetes; tique > tiques; yanqui > yanquis; etc. Muchos extranjerismos que en la lengua de origen acababan en -y precedida de consonante se han castellanizado transformando dicho sonido en una -i, por lo que el plural adopta la -s: dandi > dandis; panti > pantis; jipi > jipis; etc. b) Los acabados en -á, -é y -ó tónicas y las palabras agudas acabadas en diptongo forman el plural en -s: bonsái > bonsáis; buró > burós; cuplé > cuplés; té > tés; fe > fes; etc. Excepciones: faralá > faralaes; albalá > albalaes; no > noes; yo > yoes (se prefiere esta forma a yos, también correcta).

Generalmente las voces de origen extranjero se adaptan a esta regla: bidé > bidés; cabaré > cabarés; carné > carnés; capó > capós; etc. c) Los acabados en -í pueden formar el plural en -es o -s: esquí > esquíes o esquís; frenesí > frenesíes o fenesís; marroquí > marroquíes o marroquís; etc.

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Excepciones: Algunas palabras, en su mayoría coloquiales, hacen el plural añadiendo una -s: benjuí >benjuís; cañí >cañís; gachí >gachís; gilí >gilís; pirulí >pirulís; popurrí >popurrís. Para ciertos casos peculiares, véase ngle: vol. 1, 133, § 3.2g y § 3.2h.

d) Los acabados en -ú pueden formar el plural en -es o -s: tabú > tabúes o tabús; zulú > zulúes o zulús; hindú > hindúes o hindús; etc. Excepciones: Algunas voces, procedentes en su mayoría de otras lenguas, admiten únicamente el plural con-s: champú > champús; interviú > interviús; menú > menús; tutú > tutús; vermú > vermús. Aunque en algunas áreas americanas alternan ambos plurales: -s/-es: menúes, champúes (vol. 1, 134, § 3.2j).

e) Los nombres no esdrújulos terminados en -l, -n, -r, -d, -z, si no van precedidas de otra consonante, hacen el plural en -es: bol > boles; canon > cánones; revólver > revólveres; vid > vides; pez > peces; etc. La z se convierte en c delante de -es: pez > peces. Se incluyen en este apartado las voces de origen extranjero, aunque algunas no son de uso común en todas las áreas hispanohablantes (ngle: vol. 1, 146, § 3.4g): barman > bármanes; blíster > blísteres; búnker > búnkeres; chándal > chándales; chárter > chárteres; cláxon > cláxones; dosier > dosieres; escáner > escáneres; eslogan > eslóganes; esmoquin > esmóquines; estárter > estárteres; gánster > gánsteres; láser > láseres, magacín > magacines; magazín > magazines; máster > másteres; etc. Aunque en la actualidad se registran plurales en -s en algunas de las palabras extranjeras (búnkers, hamsters, másters...), la ngle (vol. 1, 147, § 3.4i) recomienda que se empleen los plurales en -es con el fin de regularizarlos en relación con otras palabras castellanas. Son una excepción los latinismos acabados en -r procedentes de formas verbales, cuyo plural ha de ser invariable: los cónfer, los confíteor, los imprimátur.

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f) Las palabras esdrújulas acabadas en consonante permanecen invariables (los asíndeton; los polisíndeton...), salvo hipérbaton (o hipérbato), cuyo plural para ambas formas es hipérbatos. Esta pauta la siguen también las voces de origen extranjero: el trávelin > los trávelin; etc. g) Los nombres acabados en -s, o en -x, agudos o monosílabos, hacen el plural en -es: box > boxes; fax > faxes; kermés > kermeses; plus > pluses; vals > valses... Excepciones: Permanecen invariables los siguientes: el dux > los dux; los compuestos que llevan el sustantivo pies: el ciempiés > los ciempiés; etc. En cambio, son variables: rodapié > rodapiés; traspié > traspiés; gneis > gneises (también gneis > gneises). Son invariables los sustantivos terminados en -s (también en -ps) que poseen al menos dos sílabas y no son agudos: la dosis > las dosis; el oasis > los oasis; el lunes > los lunes; el bíceps > los bíceps; el aguafiestas > los aguafiestas...

h) Las voces de origen foráneo (también latinismos) acabadas en -s o -x no agudas permanecen invariables en el plural: el télex > los télex; ángelus > los ángelus; campus > los campus; etc. (como se ha hecho constar, los agudos o monosílabos, en cambio, pluralizan en -es: fax > faxes). i) Los nombres acabados en -y precedida de vocal (que no sean de origen extranjero o están totalmente castellanizados) forman el plural en -es: bocoy > bocoyes; carey > careyes; rey > reyes; siboney > siboneyes; etc. Excepciones: En cambio, algunas palabras (en su mayoría extranjerismos) hacen su plural en -s. La grafía y del singular pasa a ser i en plural: gay > gais; jersey > jerséis; espray > espráis; paipái o paipay > paipáis; yoquey > yoqueis… (vol. 1, 145-146, § 3.4f). Unos pocos admiten ambos plurales: coy > coyes o cois; estay > estayes o estáis; noray > norayes o noráis; guirigay > guirigayes o guirigáis, con preferencia por los plurales en -s.

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j) Para los sustantivos acabados en -j, se prefieren los plurales en -es: boj > bojes. k) Es invariable el plural de los sustantivos acabados en -s que posean al menos dos sílabas y no sean agudos: la dosis > las dosis; el bíceps > los bíceps. Para algunos casos peculiares, véase ngle: vol. 1, 136, § 3.2o. l) Los nombres que acaban en una consonante distinta a las mencionadas forman el plural en -s: clac > clacs; álef > álefs; zigzag > zigzags; amok > amoks; tell > tells; begum > begums; mamut > mamuts; etc. Los préstamos integrados al español (entre ellos los latinismos) siguen la misma pauta: accésit > accésits; airbag > airbags; anorak > anoraks; argot > argots; bloc > blocs; blof > blofs; bluf > blufs; chef > chefs; chic > chics; chip > chips; clip > clips; cómic > cómics; déficit > déficits; desiderátum > desiderátums; esnob > esnobs; web > webs; etc. Excepciones: club > clubes o clubs (y sus compuestos); álbum > álbumes; alacaluf > alacalufes; muslim > muslimes.

m) Los plurales de los préstamos que acaban en -ch son invariables (con excepción de sándwich): el mach > los mach. n) Los extranjerismos terminados en grupo consonántico hacen su plural en -s: gong > gongs; iceberg > icebergs; punk > punks; cuark > cuarks; rand > rands; récord> récords; wéstern > wésterns. Excepciones: Permanecen invariables el test > los test; el compost > los compost; el karst > los karst; el trust > los trust; el kibutz > los kibutz. Las palabras lord y milord hacen sus plurales en –es perdiendo la grafía -d: lores y milores.

o) Otros plurales. Las notas musicales realizan su plural añadiendo una -s (dos, res, mis, fas, las, sis), salvo en el caso de sol, cuyo plural es en -es (soles). Los numerales monosilábicos, en su uso nominal, hacen el plural en -es (doses, treses...). Véase ngle: vol. 1, 139, § 3.2.z. El adverbio sí hace su plural en síes.

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

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p) Los latinismos adaptados, como se ve en los ejemplos; presentan el mismo comportamiento que cualquier otro préstamo. Se ajustan a las reglas anteriores, por tanto, no deben usarse los plurales en –a si no llevan resalte tipográfico. Se preferirá usar la forma hispanizada de los latinismos y sus plurales cuando la forma castellanizada exista: armonios, currículos, podios. q) Para el plural de los compuestos y de las locuciones, que presentan una casuística compleja, véase el apartado 3.5 de la ngle (vol. 1, 152-160). También hay información sobre el plural en los nombres propios (160-164, § 3.6), sobre el número en las abreviaturas, siglas, acrónimos y acortamientos (164170, § 3.7), y sobre casos especiales de preferencia únicamente por el singular o por el plural (170-179, § 3.8).

3. Esquema con fenómenos de interés Para terminar, seleccionamos una serie de fenómenos de interés, porque suelen constituir diversas incorrecciones y anomalías. Indicamos dónde se puede acudir para el estudio de estas cuestiones desde el punto de vista normativo (incluimos los ya tratados): 1. Variantes morfológicas de una misma palabra Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 55-87 2. Flexión de género Gómez Torrego, 2011: 77-89 dpd: 310-312 ngle: vol. 1: 81-123 3. Grados del adjetivo Gómez Torrego, 2011: 111-115 dpd: 103-104, s. v. bueno -a y malo -a ngle: vol. 1: 921-924, §13.2; vol. 2: 3365-3376, § 45.1, 45.2; 34323440, § 45.13

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4. Concordancia de los reflexivos tónicos Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 345-347 dpd: 531, pronombres personales tónicos, § 3 ngle: vol. 2: 2560, § 33.6 5. Concordancia del verbo con sujetos simples ngle: vol. 2: 2559-2572, § 33.6; 2564-2572, § 33.7 6. Formas de tratamiento Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 347 dpd: 659, s. v. usted; 672, s. v. voseo; 653, s. v. tú ngle: vol. 1: 1250-1267, § 16.15 7. Cuestiones relacionadas con el uso de los pronombres personales átonos a) Errores de concordancia (le, los) Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 817 dpd: 529, § 6a y 6b, s. v. pronombres personales átonos ngle: vol. 2: 2664, § 35.2k (para le); vol. 2: 2663, § 35.2h (para los) b) Leísmo, laísmo, loísmo, vacilaciones Gómez Torrego, 2011: 133-139 dpd: 392-396, 389- 390, 403-404 ngle: vol. 1: 1212-1229, § 16.8-16.10 c) Duplicación del complemento con pronombres átonos Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 365-369 dpd: 528-529, § 5. ngle: vol. 1: 1243-1249, § 16.14 d) El relativo que y su combinación con los pronombres personales átonos Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 408-409 dpd: 542, s.v. que, § 1.3 ngle: vol. 1: 1249, § 16.14; 3355-3358, § 44.9f-ñ 8. El relativo que y su combinación con otras formas a) El relativo que y su combinación con las preposiciones Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 411-416

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes dpd:

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542-543, s. v. que, § 1.4 y 1.5 vol. 1: 1580, § 22.4h; vol. 2: 3300-3310, § 44.2

ngle:

b) El relativo que y los adverbios relativos Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 416-417 dpd: 543, § 1.5 ngle: vol. 2: 3031-3034, § 40.12 c) Quesuismo (relativo que + posesivo o artículo) Gómez Torrego, 2011: 161-162 dpd: 543, § 1.7 ngle: vol. 2: 3358, § 44.9o 9. Verbos impersonales haber y hacer Gómez Torrego, 2011: 148-149 dpd: 300-331, § 4; 332, § 2 ngle: vol. 2: 3063-3069, § 41.6 10. Incorrecciones en el uso del imperativo Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 491-497 11. Usos anómalos del infinitivo Gómez Torrego, 2011: 152-157 y 165 ngle: vol. 2: 1989-1990, § 26.6l; 2032, § 26.14e; 3135, § 42.3q; 3151, § 42.5r dpd: 3, § 3, s. v. a. 12. Usos agramaticales del gerundio Gómez Torrego, 2011: 164-165 ngle: vol. 2: 2038-2082, § 27.1c-27.7l 13. Usos desviados de algunas formas verbales Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 435-452 14. Anomalías en la conjugación de los verbos irregulares Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 525-552 dpd: 701-724, apéndice segundo

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15. Adverbios de lugar dpd: v. arriba, abajo, adelante, atrás, debajo, delante, detrás, encima, alrededor, torno (en torno) ngle: vol. 2: 2307-2315, § 30.5 16. Anomalías en el uso de las preposiciones Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 680-753 dpd: v. a, entre, deber. ngle: vol. 2: 2228-2276, § 29.2-29.8 17. Preposiciones y régimen de los verbos ngle: vol. 2: 2715-2737, § 36.1-36.4 Gómez Torrego, 2011: 139-145 18. Verbos erróneamente pronominalizados Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 467-468 19. Dequeísmo Gómez Torrego, 2011: 128-131 dpd: 214-215 ngle: vol. 2: 3248-3257, § 43.6 20. Queísmo Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 726-729 dpd: 548 ngle: vol. 2: 3248-3257, § 43.6 21. Locuciones preposicionales Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 753-761 ngle: vol. 2: 2276-2284, § 29.9 22. Errores en el uso de las conjunciones Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 642-666 ngle: vol. 2: 2395-2425, § 31.2-31.5 23. Confusiones entre porque, por que y porqué dpd: 513-514, s. v. porque, porqué ngle: vol. 2: 3455-3460, § 46.2 Gómez Torrego, 2009b: 74-76, § 16

Normas, usos gramaticales y errores frecuentes

24. Impersonal refleja ∼ pasiva refleja Gómez Torrego, 2011: 149-150 dpd: 590, s. v. se, § 2 ngle: vol. 2: 3093-3098, § 41.12 25. Anacolutos frecuentes Gómez Torrego, 2006, vol. 2: 837-855

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PARTE SEGUNDA EJERCICIOS DE GRAMÁTICA Eduardo España Palop Universitat de València

A) Concordancia. Sujetos incrementados y sujetos de varios elementos unidos por conjunción copulativa / nombre cuantificador de carácter partitivo / nombre de cuantificador pseudopartitivo. Razone por qué son correctos o incorrectos los siguientes enunciados. En el caso de que sean incorrectos, corríjalos: 1. En la película aparece el amor y el desamor como dos caras de la misma moneda. 2. En el intermedio, llegaron el cantante, junto con su familia, para saludar al público. 3. El quince por ciento de los españoles está a favor de la nueva ley que regula el transporte urbano. 4. En las taquillas del estadio se agolpaban un montón de personas en busca de las últimas entradas. 5. Un grupo de hinchas descontrolados provocaron incidentes violentos en el último partido del Valencia. 6. Mi hermano, además de mi padre y mi tío, va al concierto de Serrat en Valencia. 7. La compra y venta de coches cayó un diez por ciento el mes pasado. 8. Multitud de informes se amontonaban en la mesa del despacho del nuevo director. 9. A la reunión acudió el representante del Gobierno y el Secretario General del principal sindicato.

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B) Concordancia. Inmovilización del pronombre le / pluralización del pronombre lo / adverbio de lugar seguido de posesivo / errores relacionados con la función oracional / deber de + infinitivo y deber + infinitivo. Razone por qué son correctos o incorrectos los siguientes enunciados. En el caso de que sean incorrectos, corríjalos: 1. A él le interesa todos los problemas relacionados con el cambio climático. 2. En mi opinión, todas las posibles opciones para solucionar el problema se debe intentar. 3. No estoy seguro. Debían ser las cuatro de la tarde cuando ocurrió el robo. 4. ¿Has visto quién estaba detrás nuestro en la cola del cine? 5. Parece que te da igual todas las cosas que te propongo. 6. De todas las posibilidades que habían, tenías que elegir la menos beneficiosa para nosotros. 7. Los hijos nunca le hacen caso a los padres. 8. Cuando el corredor llegó a la meta, la gente se agolpó alrededor suyo para felicitarle. 9. Para la temporada que viene, el presidente prometió que se contratará a muchos jugadores. 10. Muchos objetos se venderá el fin de semana en el mercadillo medieval.

C) Concordancia. Leísmo (laísmo y loísmo). Coloque el pronombre personal más adecuado en cada contexto: 1. Cuando __________ vi, supe enseguida que era tu hermano. 2. No __________ voy a ayudar a tu hermana con el examen. No se lo merece. 3. No te aconsejo que vayas a ver a María; __________ encontré muy desmejorada en mi última visita.

Ejercicios de gramática

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4. No me gusta que __________ llamen tontos a mis hijos en clase. 5. A Juan y Mario, muchas veces, __________ han pillado eludiendo sus obligaciones académicas. 6. No entiendo a mi hija; ya __________ advertí de que esto podía pasar y no me ha hecho ningún caso. 7. Los actores saludaron desde el coche a sus seguidores, que __________ habían estado esperando durante toda la tarde. 8. A mi novia __________ dejé porque teníamos muchos problemas de convivencia. 9. ¿Sabes cuándo llegó Laura ayer a casa? No __________ oí entrar. 10. He hablado con Juan y Andrés y están muy enfadados; la niebla __________ ha hecho dar media vuelta con el coche y no podrán venir esta noche.

D) Concordancia. Construcción impersonal con el pronombre se y leísmo de cortesía. Diga cuáles de las siguientes estructuras son correctas y explique el porqué: 1. A tu hermano siempre se le ha apreciado en esta casa. 2. A tu hermano siempre se lo ha apreciado en esta casa. 3. A tus hermanos siempre se los ha apreciado en esta casa. 4. A tus hermanos siempre se les ha apreciado en esta casa. 5. Desde que ya no sois novios, a María no se le ha vuelto a ver por el centro social. 6. Desde que ya no sois novios, a María no se la ha vuelto a ver por el centro social. 7. Les encuentro a ustedes muy cambiadas desde la última vez. 8. Adiós, madre. Dios le guarde.

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E) Concordancia. Falsos leísmos: verbos de doble alternancia acusativo/dativo (complemento directo/complemento indirecto). Sustituya los complementos personales de las siguientes oraciones por los pronombres correspondientes: 1. La conferencia aburrió a todos los asistentes. 2. El profesor de matemáticas aburre constantemente a sus alumnos. 3. Las arañas siempre han asustado a los seres humanos. 4. Cuando entramos en la finca, el perro asustó un mordisco.

a

Juan. Por poco le da

5. El padre propuso ir al teatro a sus hijos. 6. Ya advertí a María de que algo así podía suceder. 7. La Cruz Roja atendió a los heridos de una forma rápida y eficaz. 8. La radio ha informado a los conductores que las carreteras hacia Madrid son peligrosas por culpa de la lluvia. 9. No sé muy bien qué hacer, pero creo que debemos ayudar a la gente necesitada.

10. El Gobierno ha invitado a los sindicatos a que participen en las negociaciones con la patronal.

F) Usos del gerundio. Reescriba de forma correcta las oraciones que lo necesiten: 1. El ladrón entró en el banco a las tres, huyendo poco después en un coche robado que había aparcado en la puerta. 2. Ayer encontré a Juan tomándose un café con Eva. 3. Juan se cayó ayer por las escaleras, rompiéndose la pierna. 4. El atleta logró batir la anterior marca, convirtiéndose así en el hombre más rápido del mundo. 5. Hoy he leído un informe anunciando la creación de una nueva plaza de funcionario en el Ayuntamiento.

Ejercicios de gramática

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G) Infinitivo suelto. Reescriba de forma correcta las siguientes oraciones: 1. Para finalizar, añadir que los últimos datos aportados por el INEM apuntan a un ligero descenso de la cifra de parados. 2. ¿Cuál va a ser el tema a tratar en la siguiente reunión? 3. Antes que nada, recordarles que hoy es el último día para presentar los trabajos obligatorios. 4. El partido a disputar en Mestalla la próxima semana se jugará el sábado en vez del domingo. 5. Con sus publicaciones, nos está marcando el camino a seguir a los nuevos licenciados.

H) Queísmo y dequeísmo. Localice los errores en las siguientes oraciones y corríjalos: 1. ¿Te acuerdas que mañana es el cumpleaños de Lorenzo? Deberíamos regalarle alguna cosa. 2. Tengo ganas de que llegue la Navidad. Es mi época favorita del año. 3. A medida de que se hace mayor, se vuelve más introvertido. 4. Mi idea es que mañana salgamos pronto hacia Barcelona. 5. Juan está convencido que va a venir su padre a verlo actuar, pero yo no lo tengo tan claro. 6. Rosa piensa de que lo mejor es que no vengas mañana. 7. Quiero que te des cuenta de que lo que dices no es verdad. 8. ¿Ya has informado que mañana no vas a ir a trabajar? 9. Ya te advertí de que no vinieras, pero nunca me haces caso. 10. No cabe duda que está muy mejorada desde la última vez que la vimos.

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I) Que relativo sin preposición, que galicado y quesuismo. Reescriba las oraciones que lo necesiten con su forma correcta: 1. Hay días que es mejor no levantarse de la cama. 2. Estos son los papeles que te hablé la última vez que nos vimos. 3. Estoy buscando el cuchillo que cortas la carne. 4. Ayer estuve en el bar que tú sueles ir habitualmente para ver los partidos de fútbol. 5. Hasta que lo vi no me di cuenta. Fue entonces que descubrí la verdad. 6. Que den un paso adelante los reclutas que sus destacamentos hayan sido destinados a combate. 7. Hay períodos de la vida que las personas buscamos la soledad. 8. Me explicó que su teoría aún era imperfecta, pero que tenía esperanzas de mejorarla. 9. ¿Has leído el último informe que trata del rendimiento escolar de los estudiantes que sus padres están divorciados? 10. ¿Cuándo te has enterado? Ayer fue que lo supe; me quedé muy sorprendido, no me lo esperaba.

J) Identifique cuáles de las siguientes oraciones contienen alguna incorrección y reescríbalas con la forma aceptada en cada caso: 1. Ayer vinieron infinidad de alumnos a la conferencia del prestigioso escritor. 2. Cuando llegó el inspector, se percató de que habían numerosas pistas en la escena del crimen. 3. Cuando les cogió la policía, los ladrones se quedaron muy sorprendidos.

Ejercicios de gramática

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4. Finalmente, quitándose los zapatos, los periodistas obtuvieron el permiso para entrar en la mezquita. 5. El ejemplo de este uso en el texto nos ilustra una construcción a evitar en la norma lingüística culta del español. 6. Aunque estés convencido que tienes la razón, no puedes hablar así a tu hermano. 7. Es una pena que, habiendo estado tan unidos, ahora ni siquiera os saludéis. 8. A las personas mayores les consuela que te preocupes por su salud y hables un rato con ellas. 9. En la poesía de los Siglos de Oro españoles son muy frecuentes los hipérbatones. 10. A Juan le gusta quedarse en casa con sus amigos a ver películas, siempre que no sean wésterns.

K) Lea el siguiente texto, extraiga los errores (cualquiera de los estudiados), corríjalos y explique cuál es la incorrección en cada caso: Ayer estuve por primera vez en una manifestación. Habían muchas personas venidas de toda España. Se les veía contentas, animadas y se respiraba un aire de compañerismo. Al principio, tuvimos que hacer cola para recoger unas pegatinas que se repartían en unas mesas montadas por la organización. Cuando empezamos a marchar, vi que en primera fila estaban el representante del sindicato, además de otras personalidades del mundo político. Después de una media hora de marcha, me giré y vi que detrás nuestro aún venía multitud de manifestantes. Me alegré de que la gente se hubiera movilizado a pesar que los medios de comunicación no respaldaran este acto. Finalmente llegamos al punto de destino, que casualmente era el edificio que yo trabajo. En el parlamento de los representantes sindicales se hizo hincapié en que ya se habían dado demasiados ultimátumes a las instituciones públicas sin obtener respuestas. Después de esto, nos fuimos unos cuantos amigos a comer, volviéndonos a casa sobre las ocho de la tarde. Fue un día muy interesante.

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L) Escriba las posibles variantes aceptadas como normativas de las siguientes oraciones: 1. La carga y descarga de productos del camión se realizó muy rápidamente. 2. Creemos que debió caerse al tropezar con una piedra, pero no estamos seguros y él no se acuerda de nada. 3. Me encantaría guiarlas por esta ciudad, si aún no han contactado con ningún otro guía.

Capítulo 4

EJERCICIOS DE ORTOGRAFÍA (ACENTUACIÓN Y CUESTIONES ORTOGRÁFICAS) Adela García Valle Universitat de València

1. La acentuación en español Tras la aparición de la Ortografía de la lengua española (ole) a finales de 2010, la normativa de la acentuación ha sufrido una serie de cambios con respecto a lo establecido anteriormente en el Diccionario panhispánico de dudas (dpd) en el que se recogían las novedades más destacadas introducidas a partir de la Ortografía de la Academia de 1999. Para conocer la nueva normativa a la que nos estamos refiriendo, relacionada con la representación gráfica del acento, debe consultarse esta última Ortografía académica, en la que la rae presenta las reglas generales de colocación de la tilde, la acentuación de las palabras monosílabas, la de los diptongos, triptongos e hiatos, la tilde diacrítica y la acentuación de casos concretos como el del adverbio aún frente al adverbio aun. Establece a la vez la eliminación definitiva de la tilde en el adverbio solo, en los pronombres demostrativos y en la conjunción disyuntiva o. Y trata seguidamente tanto la acentuación gráfica de las formas complejas escritas en una sola palabra (compuestos, adverbios terminados en –mente y formas verbales con pronombres enclíticos), como la de las expresiones complejas formadas por varias palabras bien unidas con guion, bien independientes. Igualmente, se dedica atención a la acentuación gráfica de los extranjerismos, de los latinismos, de las abreviaciones, de los símbolos y de las mayúsculas (véase ole: 231-276).

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A continuación, recogemos aquellos aspectos en los que se ha de insistir por razones de dificultad, de novedad o por su diferente consideración en esta nueva Ortografía de la Academia. Hay que recordar que no se acentúan las palabras agudas terminadas en más de una consonante: robots, tictacs, minigolf, confort, kibutz..., ni las que terminan en el dígrafo –ch: maquech…, o en –y (por entender que en posición final la ye es consonante a efectos de acentuación): virrey, convoy, guirigay, paipay... Igualmente, por esta misma razón, se acentúan las llanas acabadas en –y: yóquey, yérsey, póney…, además de las llanas acabadas en el dígrafo –ch: crómlech, o en más de una consonante: cíborg, wéstern, bíceps, tríceps, fórceps, cómics... En cuanto a los diptongos y triptongos, que se acentúan siguiendo las reglas generales, la normativa académica establece que las secuencias vocálicas ui o iu deben tratarse siempre como diptongos a efectos de colocación de la tilde, aunque se pronuncien como hiatos, y la tilde, si corresponde, se pondrá sobre la última vocal1: benjuí, interviú, acuífero, casuística, demiúrgico, destruir, fluir, incluido... En el caso de los triptongos, hay una excepción que afecta a las palabras agudas terminadas con –y, a saber, no deben acentuarse en ningún caso: Paraguay, cacahuey... A propósito de los hiatos, ha de tenerse en cuenta que, aunque en algunas palabras aparezca la h intercalada entre dos vocales, esta no impide que el hiato lleve tilde si le corresponde: ahínco, vahído, búho, rehúso, prohíben, ahúman, vehícu-

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La Academia justifica las convenciones que ha establecido para determinar las secuencias vocálicas que deben considerarse siempre hiatos o siempre diptongos o triptongos a efectos ortográficos, independientemente de la articulación real de los hablantes en cada caso, por la necesidad de «evitar la dispersión gráfica a que conduciría que cada hablante aplicara las reglas de acentuación de acuerdo con su modo particular de pronunciar estas secuencias» (ole: 233).

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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lo... Ahora bien, la h intercalada entre dos vocales no significa que dichas vocales formen necesariamente un hiato: buhardilla, ahumar, ahijado... (diptongos en todos los casos). Asimismo, hay que atender a los hiatos formados por dos vocales iguales para no caer en el error de colocar incorrectamente la tilde por contagio. Así pues, chiita, diita, Rociito… no llevan tilde dado que son llanas acabadas en vocal, frente a chií, día, Rocío… con tilde, según las reglas generales (ole: 239). La novedad que se introdujo en la Ortografía académica de 1999 se impone ahora definitivamente como norma y sin excepciones. Tiene que ver con las dos combinaciones vocálicas que deben considerarse siempre diptongo a efectos de acentuación gráfica. Son las siguientes: 1. la combinación de dos vocales cerradas distintas (iu, ui), a la que ya nos hemos referido, y 2. la combinación de vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la cerrada no sea tónica. Al seguir esta norma, algunas palabras que antes se consideraban bisílabas pasan a verse como monosílabas y deben escribirse sin tilde. «Se trata de formas verbales como crie, crio, criais, crieis y las del voseo crias, cria (de criar), fie, fio, fiais, fieis y las del voseo fias, fia (de fiar), flui, fluis (de fluir), frio, friais (de freír), frui, fruis (de fruir), guie, guio, guiais, guieis y las del voseo guias, guia (de guiar), hui, huis (de huir), lie, lio, liais, lieis y las del voseo lias, lia (de liar), pie, pio, piais, pieis y las del voseo pias, pia (de piar), rio, riais (de reír), de sustantivos como guion, ion, muon, pion, prion, ruan y truhan, y de ciertos nombres propios como Ruan y Sion» (ole: 235-236). A estas formas, Gómez Torrego (2007: 38, 41) añade cie, cio, ciais, cieis (de ciar). Además, aunque la Academia permitía que estas palabras se escribieran con tilde si las combinaciones vocálicas se pronunciaban como hiatos, por ser así palabras bisílabas y agudas acabadas en vocal, –n o –s (pronunciación mayoritaria en España: fié, huí, riáis, guión, truhán, etc.), a partir de la nueva

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Ortografía académica se establece que se escriban obligatoriamente sin tilde «sin que resulten admisibles, como establecía la Ortografía de 1999, las grafías con tilde» (ole: 235-236). Por la misma razón, otras palabras como guiamos, cruel, hiato, riel, acentuar… se escriben sin tilde siguiendo las reglas generales (tal como ya se indicaba en el dpd: 636). En cuanto a la tilde diacrítica, la Academia presenta todas las precisiones necesarias para utilizarla con corrección, así como la lista de las palabras monosílabas y bisílabas que la llevan. Se trata de los monosílabos tónicos tú, él, mí, sí, té, dé sé y más, y de las palabras qué, cuál/es, quién/es, cómo cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde, algunas de ellas también monosílabas2 (ole: 239-268). Algunos autores difieren de la rae, como por ejemplo Gómez Torrego (2007: 25-28), para quien el plural de té (‘planta’, ‘infusión’), debería escribirse sin tilde, mientras que la Academia establece este plural con tilde, tés (ole: 243). Con respecto a la lista de palabras con tilde diacrítica presentada por la rae, conviene hacer algunas indicaciones a propósito de las palabras que se han eliminado de ella. En primer lugar, desaparece definitivamente la posibilidad de escribir con tilde el adverbio solo. Ya en el dpd (639) se insistía en que solo, utilizado como adverbio, no debía llevar tilde, aunque se permitía escribirlo con tilde en casos de ambigüedad con solo (adjetivo o sustantivo): • Llegó un hombre solo (= ‘sin compañía’) vs. *Llegó un hombre sólo (= ‘solamente’).

2

La rae explica detalladamente tanto todos los casos en los que estas palabras se escriben con tilde como todos aquellos en los que se escriben sin tilde. Por poner un ejemplo, en algunas ocasiones una estructura interrogativa o exclamativa directa escrita entre signos de interrogación o de exclamación no va introducida por un interrogativo o exclamativo tónico, sino por conjunciones o relativos átonos que, por lo tanto, se escriben sin tilde: ¡Que tengáis un buen día! (ole: 248).

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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A partir de la nueva Ortografía de la Academia, se establece que se prescinda de la tilde en el adverbio solo, incluso en los casos de ambigüedad, los cuales se considera que «son muy poco frecuentes y fácilmente resueltos por el contexto» (ole: 241). En segundo lugar, tampoco los demostrativos deben llevar tilde en ningún caso: quiero este, dame esos, mira aquella.... por las mismas razones expuestas arriba, ni siquiera en casos de posible ambigüedad3. En tercer lugar, se considera incorrecto tildar la conjunción disyuntiva o cuando aparece entre dos números, dado que se trata de una palabra átona cuya tilde «se basaba en razones meramente gráficas (evitar la confusión con el cero en expresiones numéricas escritas con cifras), y que hoy no se consideran suficientes» (ole: 241). En cuarto lugar, el caso de aún / aun se considera al margen de los usos de la tilde diacrítica. Este adverbio «puede pronunciarse en español como una palabra tónica con hiato: [a.ún] (No la he visto aún); o como una palabra átona con diptongo: [aun] (Aun cuando sea verdad no te creerán)» (ole: 271). La primera debe escribirse con tilde y la segunda sin ella4. En cuanto a la acentuación de las palabras compuestas, hay que señalar, por un lado, con respecto a los compuestos sintagmáticos, que si se unen con guion, ambos elementos se escribirán con tilde si les corresponde, en cambio, si van unidos sin guion, solo se tildará el segundo elemento del com3



4



En el dpd (639) se establecía como excepción que los pronombres demostrativos pudieran escribirse con tilde en casos de ambigüedad manifiesta en cuanto al significado. De esta manera, se permitía la siguiente distinción gráfica: *Dice que vendrá ésta mañana vs. Dice que vendrá esta mañana. A partir de la nueva Ortografía el primer ejemplo es incorrecto al escribirse el pronombre demostrativo con tilde. En estos casos la ambigüedad debe resolverla el contexto. Los valores de aún y aun los recoge la Academia de forma muy detallada (ole: 271-272).

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puesto siguiendo las reglas generales5. Por otro lado, ya desde la Ortografía académica de 1999, las formas verbales con pronombres enclíticos deben acentuarse siguiendo las normas generales: cayose, pidiole, estate, deles… (llanas terminadas en vocal, o en –s), mírame, dámelo, habiéndosenos... (esdrújulas o sobresdrújulas). Asimismo, se mantiene la norma, establecida en la Ortografía de 1999, de acentuar según las reglas generales, una vez más, únicamente los extranjerismos castellanizados, incluso los nombres propios. Así se escriben con tilde: buró, estándar, búnker, baipás, buldócer, buqué, bluyín (ingl. blue jeans), cáterin, París, escúter, paspartú (fr. passe-partout), ambigú, máster… También siguen las reglas generales los latinismos adaptados al español: réquiem, cuórum, ídem, plácet, estatus, currículum... y las abreviaturas, si la palabra no abreviada lleva tilde en la vocal: pág. (página), núm. (número)…, al igual que las iniciales de los nombres propios deben conservarla si corresponde: Á. (Ángel). Los acrónimos lexicalizados, convertidos en nombres propios o comunes, siguen las reglas generales de acentuación: Fundéu (acrónimo de Fundación del Español Urgente)… Por lo que respecta a las palabras con dos acentuaciones posibles admitidas, en el dpd se suprimieron variantes como eléctrodo, farrago, metéoro, orgia, pentágrama, rail, réptil, torticolis, utopia, alergeno, etc. Con anterioridad ya se habían eliminado variantes como acne, osmosis, parasito, etc. (drae). Gómez Torrego ofreció una extensa lista de palabras admitidas con dos acentuaciones (2007: 65-71)6. 5



6



La presencia o ausencia del guion en los compuestos sintagmáticos depende del grado de fusión de sus elementos, según se establece en la ngle (761-763). Tan solo debería señalarse que en el caso de atmósfera y atmosfera, la última, incorrecta en opinión de Gómez Torrego, no la ha eliminado la Academia, aunque dice que está en desuso y debe evitarse (dpd: 72), ya que esta palabra ha de pronunciarse como esdrújula. Del sufijo –sfera,

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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2. Los signos de puntuación en español Como ya explicó la rae (dpd: 604), los signos ortográficos, cuyos usos se establecen por convención, son marcas gráficas que ayudan a leer y a interpretar correctamente los textos. Los signos ortográficos que señalaba el dpd eran los de puntuación y los signos auxiliares, incluyendo en estos últimos la diéresis y la tilde. Las normas de utilización se encuentran en las diferentes entradas de cada signo. La nueva Ortografía de la Academia introduce algunas precisiones. La primera consiste en establecer como signos ortográficos, junto a los de puntuación y a los auxiliares, también los diacríticos, a saber, la tilde y la diéresis, que dejan de tratarse, por lo tanto, como signos auxiliares (ole: 279-280). Los signos de puntuación son los siguientes: coma, comillas, corchetes, dos puntos, signos de interrogación y de exclamación, paréntesis, punto, puntos suspensivos, punto y coma y raya. Estos signos tienen como funciones marcar las pausas y la entonación con que deben leerse los enunciados, organizar el discurso y sus diferentes elementos para facilitar su comprensión, evitar posibles ambigüedades en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes, y señalar el carácter especial de determinados fragmentos de texto —citas, incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.— (dpd: 604).

De la lista de signos auxiliares que recogía el dpd se ha eliminado en la nueva Ortografía de 2010, tal como ya hemos señalado, la diéresis y la tilde, que pasan a ocupar un apartado propio, el de los signos diacríticos. Los otros signos auxiliares se dice que en el español de América se prefiere la pronunciación esdrújula de las palabras que lo llevan: atmósfera, biósfera, estratósfera, hidrósfera, etc., a diferencia del español de España que prefiere la pronunciación llana, excepto atmósfera. Así, biosfera, estratosfera, hidrosfera, etc. (dpd: 599). Y, en el caso de pelícano, sustantivo, ‘ave acuática’, y pelicano, adjetivo, ‘de pelo cano’, se trata de palabras diferentes, con distintos significados, de ahí que Gómez Torrego no las recoja en su lista.

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que aparecen en el dpd son estos: apóstrofo, asterisco, barras, guion, llave y párrafo7. Con respecto a algunos de estos signos auxiliares, la ole presenta varias precisiones y añade otros signos nuevos. Por un lado, distingue el guion (-) del guion bajo ( _ ), así como la barra (/) de la barra doble (//), de la barra inversa (\) en informática, de la barra vertical o pleca (|) y de la doble barra vertical o pleca doble (||); y prefiere la denominación de ‘signo de párrafo’ a la de ‘párrafo’. Por otro lado, añade la antilambda o diple (simple: >, ), la flecha (→, ←, ↑, ↓, ↔, ↕) y el calderón (¶). Tras la publicación del dpd, fueron varios los manuales dedicados a matizar todas las indicaciones académicas, señalando más ejemplos, explicaciones concretas sobre las diferentes normas de puntuación y, en ocasiones, también ejercicios. Ahora bien, tras la reciente aparición de la última Ortografía académica, disponemos de toda la información precisa para utilizar correctamente los signos ortográficos. A modo de resumen de las consideraciones normativas que presentan tanto la Ortografía de la rae como los trabajos que se han ocupado del tema, señalamos algunas indicaciones de relevancia para la correcta redacción de textos, insistiendo principalmente en el uso adecuado de la coma. Así pues, en ejemplos como los siguientes: • Paella como todos los domingos vs. Paella, como todos los domingos

puede decirse que es correcta tanto la ausencia como la presencia de la coma. Es decir, si el complemento verbal se anticipa, anteponiéndose al verbo, y se presenta como tópico o tema del que se va a dar una información, puede separarse con coma, puesto que altera el orden oracional regular: sujeto + verbo + complementos (cd, ci, cc). Ahora bien, la coma solo es obligatoria cuando hay que distinguir entre diferentes significados

7



Véanse, entre otros, Aleza (2006a: 148-199) y Gómez Torrego (2007: 77120).

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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posibles. De esta manera, en el primer caso, el significado sería, por ejemplo, ‘aquí se sirve paella igual que todos los domingos’, y, en el segundo caso, como sería verbo y la oración significaría ‘yo como paella todos los domingos’; al adelantar el cd (paella) al verbo y darse un caso de ambigüedad significativa, la coma resultaría necesaria en este último caso. La única precaución a la que habría que atender en el uso de la coma sería la de no romper el orden oracional lineal, teniendo especial cuidado en no separar nunca sujeto de verbo mediante una pausa: • *Más adelante, el mismo autor, explicó la motivación que le impulsó a presentar su obra. [Más adelante, el mismo autor explicó la motivación que le impulsó a presentar su obra].

En dos casos podría darse esta circunstancia, en primer lugar, si entre el sujeto y el verbo hay un inciso: • Más adelante, el mismo autor, en un intento de aclarar su estilo, explicó la motivación que le impulsó a presentar su obra,

y, en segundo lugar, si el verbo está elidido y así se separa el sujeto de los complementos verbales: • La primera parte de su obra se basa en sus vivencias personales, la segunda, en las historias contadas por gente que conoció en sus viajes.

Sería incorrecto igualmente separar el verbo de sus complementos (directo, indirecto, predicativo, régimen o agente), excepto en el caso de que apareciera un inciso tras el verbo aislado entre comas. Por otro lado, la coma se utiliza para insertar incisos: • Fueron a visitar a Juan, el hermano de María, al hospital,

oraciones adjetivas explicativas:8 8



En el caso de las oraciones de relativo explicativas, aisladas de la oración principal mediante comas, ha de evitarse separar el sujeto del

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Adela García Valle • Los chicos, que estaban en el sótano, pudieron acercarse rápidamente;

aposiciones: • Todos los participantes en la competición, exhaustos, se retiraron temprano;

vocativos: • Escuche, Presidente, la opinión de la gente;

interjecciones: • No pude, ay de mí, llegar a tiempo

y todo tipo de expresiones accesorias: • Se trataron temas conflictivos en la reunión, dime si esto te parece oportuno, y nadie mostró reparos.

La coma también permite separar, en las oraciones compuestas, las subordinadas adverbiales, si van antepuestas a las oraciones principales: • Como no podía, no se presentó.

Asimismo, pueden separarse con coma, si se colocan al principio de la oración, los tópicos, los adverbios…: • Afortunadamente, los asistentes al acto se marcharon muy tranquilos;

las locuciones adverbiales: • De buena fe, presentó su testimonio;

verbo: *La reunión que duró dos horas, se celebró en la Sala de Juntas [La reunión, que duró dos horas, se celebró en la Sala de Juntas]. Estas oraciones, como incisos que son, pueden separarse también mediante las rayas o los paréntesis, aunque no es tan frecuente: La reunión —que duró dos horas— se celebró en la Sala de Juntas; La reunión (que duró dos horas) se celebró en la Sala de Juntas.

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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y las construcciones preposicionales que, sin ser oraciones, aportan valores circunstanciales de condición, causa, concesión…: • En tal caso, no se tomará ninguna decisión…;

así como los complementos circunstanciales: • En la reunión de la semana pasada, se acordó solucionar los problemas;

aunque, si estos últimos son cortos, la coma no resulta apenas necesaria: • En la reunión se acordó solucionar los problemas.

La coma está presente en las enumeraciones: • Se escucharon aplausos, gritos, silbidos y risas entre los asistentes;

incluso de miembros gramaticalmente equivalentes: • Estaba preocupado por su salud, por su trabajo, por su familia…;

en las correlaciones: • Una vez expuestos los temas que van a tratarse, bien de historia, bien de geografía, habrá un debate;

tras determinados enlaces explicativos, aditivos, adversativos, concesivos, consecutivos, reformuladores, ejemplificativos, rectificativos, recapitulativos, conclusivos, de ordenación, de apoyo argumentativo o de digresión como esto es, es decir, a saber, además, más aún, dicho de otro modo, en otras palabras, ahora bien, al contrario, en cualquier caso, así pues, más bien, mejor dicho, en conclusión, en definitiva, a continuación, por último, dicho esto, pues bien, a propósito, por cierto, etc. Y, en el caso de que haya intención de enfatizar, todos estos enlaces podrían ir seguidos de punto y coma. Por otro lado, la manifiesta incompatibilidad de la coma con las conjunciones y, e, ni, o, u solo se cumple si este signo ortográfico se utiliza para separar en una enumeración o en

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Adela García Valle

una serie los elementos o miembros equivalentes sintácticamente. Por lo tanto, puede colocarse una coma ante la conjunción que introduce el último elemento de una enumeración si este no pertenece a la misma serie o sirve para indicar una conclusión o una consecuencia. • Llegó hambriento, cansado, triste, y se acostó.

Hay que advertir que, en ocasiones, la coma puede anteceder a una de estas conjunciones e incluso llegar a ser necesaria si, por ejemplo, la conjunción y tiene un valor adversativo o si inmediatamente antes de la conjunción hay un inciso. Igualmente, puede colocarse una coma tras una de estas conjunciones, si le sigue un inciso (ole: 324). • Quería conseguirlo, y no lo intentó (y con valor adversativo); o Se llevó el libro, que estaba encima de la mesa, y el resto de papeles; o Podría subir a la montaña o, por el contrario, dirigirse al valle.

En cuanto a la abreviatura etc., es obligatorio colocar la coma tras el punto si no se quiere cerrar el enunciado. Los sobrenombres o seudónimos que pueden ir solos o anteponerse al nombre al que se refieren van entre comas: • Simón Bolivar, el Libertador, es considerado…;

porque puede decirse también: • El Libertador es considerado…, o El Libertador, Simón Bolivar, es considerado…

En cambio, los sobrenombres que deben necesariamente ir acompañados del nombre propio se unen a este sin coma: • Alfonso II el Casto, Alfonso X el Sabio, Guzmán el Bueno…;

porque no puede decirse: • *El Bueno…, o *El Bueno, Guzmán,…

Tras los saludos que figuran como encabezamientos de las cartas, ha de colocarse dos puntos, no coma, es decir,

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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• Querida María:

En las expresiones numéricas, la coma separa la parte entera de la decimal y siempre se escribe abajo (arriba sería apóstrofo). En ole se explica que es preferible el punto a la coma para unificar esta práctica entre los diferentes países, es decir: • *166’386 [166.386 o 166,386].

En la expresión de las horas deben utilizarse los dos puntos. Señala la Academia que fuera de textos técnicos, en el uso común, puede colocarse también el punto, pero no la coma. En ambos casos el signo de separación se escribe pegado a los dígitos que lo preceden y lo siguen (ole: 690): • *18’30 h *18,30 h [18:30 h, 18.30 h].

Ahora bien, en matemáticas, los dos puntos (‘división’) van separados de los números por un espacio, 4 : 2. Los números de teléfono pueden presentarse bien separados, sin ningún signo ortográfico, bien con guiones, aunque la primera posibilidad es la preferida. En ningún caso ha de utilizarse el punto: •*96.399.24.54 [96 399 24 54 o 96-399-24-54].

Siempre hay que colocar el punto detrás del paréntesis, no al revés: • *(2010.) [(2010).]

y en casos como: • *¡Cuánto tiempo ha pasado!.

el punto no es correcto; solo sería correcto si se colocara detrás de un paréntesis: • (¡Cuánto tiempo ha pasado!).

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Adela García Valle

Mientras se dice correctamente punto y seguido y punto y aparte, no es válido *punto y final, sino punto final. El nombre punto y coma es invariable en plural, es decir, los punto y coma. Los puntos suspensivos pueden ir colocados correctamente tras un punto de abreviatura: • Sr….

La única excepción la constituye la abreviatura etc. No se acepta que venga seguida de puntos suspensivos por redundante e innecesario. Sin embargo, tras los puntos suspensivos, no ha de ponerse nunca un punto final: • *No sería correcto…. [No sería correcto…].

Incluso puede ocurrir que se presenten cinco puntos seguidos, siempre que los puntos suspensivos vayan detrás del punto de una abreviatura y se cierre la oración con el signo de interrogación: • ¿Viste a ese Sr….?

No se pone punto en las fechas de los años, ni en la numeración de las páginas, ni en los códigos postales, etc.: •*año 1.989; *página 3.422; *código postal 46.010… [año 1989; página 3422; código postal 46010…]

Es correcto combinar los signos de interrogación y de exclamación: • ¡Cómo se ha atrevido? ¿Cómo se ha atrevido!;

aunque se prefiere utilizar los dos signos a la vez: • ¡¿Cómo se ha atrevido?! ¿¡Cómo se ha atrevido!?

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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3. Ejercicios de acentuación 3.1. Coloque

la tilde siempre que corresponda a las siguientes

palabras agudas

abril Orleans ojala ademas hotel jamas amais periodicidad azahar anis popurri habilidad ataud preve tengais atras razon Guadix callo relax dean carcaj tictac cruel casual tictacs huid casualidad salud esqui coñac sinceridad esquis sutil tahur despues chale ruin debuts da (verbo dar) de (verbo dar) di (verbo dar)

3.2. Coloque

la tilde siempre que corresponda a las siguientes

palabras llanas

alferez previo angel Sanchez deme cayeron angustia triceps diagrama volumen dictamen comic cadaver comics gravamen habil retahila sintaxis imbecil inmovil cuenten movil evacua pediatra verosimil tesis amabais adecua restaurante arbol estandar diciembre imagen intervalo eslogan Jimenez cerumen dolmen climax estese

revolver acentuas ateismo detente master estate arcaismo canoa desahucio cohibido supieseis seme vaho examen record acrobacia cesped palpitante super torax

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Adela García Valle crisis Gonzalez Perez huesped germen mastil

3.3. Pronuncie

adecuadamente las siguientes palabras, acentúe-

las y explique la presencia o ausencia de tilde en ellas

acabose Rociito apoplejia accesit futil rail asimismo futiles railes requiem garrulo ‘charlatán’ dalai-lama cariz garrulo ‘torpe’ arduamente causticamente guau agora cenit heroicamente nausea concluido farmaceutico atmosfera constituido feucho solamente chii idem solo chiies impavido sutil chiita inclito sutiles livido incluido sutilmente libido influido livor vigesimoseptimo ascetico-mistico regimen tedeum pag. regimenes caterin miau caracter quorum jesuita caracteres disminuido Nobel idoneo diurno novel ti equivoco num. manager especimen fluido rodapie especimenes convoy placet cantabro-astur procer eramos ibamos vamonos dimelo

3.4. De

las siguientes formas verbales, algunas presentan dip-

tongos, triptongos o hiatos y otras pronombres enclíticos.

Señálelos y justifique la presencia o ausencia de la tilde en ellas

fui dividíos dijeseis caíais comisteis comeréis hui dijérase fue huis dijerais dais reíd dio creéis

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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reíme liais ibais reír fuisteis caéis ríete vio sabéis reís veíais cuídala reíais oír leéis reímos oís timáis reíamos averiguábamos recluís callaos averiguabais traigáis poneos atestigüéis caísteis atestiguáis seríais

3.5. Arcoiris, imbuido, freir, acuifero, oleicola, sexapil, roido, leal, Saez, elepe, admon. ¿llevan tilde? Estas son algunas de las palabras que se encuentran en los textos que aparecen a continuación y que hay que acentuar correctamente9

1. La Isla de Chiloé fue el ultimo territorio americano en ser liberado de España y hasta hoy mantiene un caracter distintivo de una gran familia; la retirada española fue firmada en el Fuerte de San Antonio de Ancud. En realidad, quien llega a Puerto Montt y no visita Chiloé esta perdiendo de conocer una de las zonas mas bellas de Chile, caracterizada por aguas transparentes, variaciones de mareas (similares a las Rias de Galicia, España), verdes intensos, arcoiris multicolores, ademas de exquisitos mariscos y acogedores habitantes (Lux, Gastón (1997), Descubramos Chile, Viña del Mar, Gastón Lux). 2. Esta es, escuetamente descrita, la realidad Guevara. Vale decir, la de un ideologo marxista que empuño las armas para imponer tal ideologia y, como integrante del gobierno aposentado en Cuba, es responsable de innumerables ejecuciones de opositores, llevadas a cabo alli luego de seudojuicios realizados por tribunales populares. ¿Y cual es la otra realidad, la encarnadura del mito que ha hecho del «Che» una figura emblematica, que adorna remeras, posters y stickers, sin que quienes consumen tales productos tengan nociones demasiado precisas respecto de esa figura, competidora de otras pertenecientes al mundo del rock, de los deportes o de los desfiles de alta costura? Como suele suceder, la realidad del mito no se corresponde exactamente con la del objeto mitificado. Pues aquella ha hecho de Guevara un heroe romantico, imbuido de ideales solidarios, que ofrendo la vida en-

9



Los textos proceden de Real Academia Española: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual, [consultado el 02/07/09].

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Adela García Valle rolado en una cruzada redentora. Pero, como punto final a estas reflexiones, parece oportuno asentar un detalle significativo: aunque el mito del «Che» tenga escasos puntos de contacto con la realidad Guevara, esta impregna a aquel en alguna medida. En la medida suficiente para que sus cultores observen con benevolencia la ideologia que alento el idolo a quien veneran (La Nueva Provincia, 06/10/1997: «La forja de un mito», Bahía Blanca). 3. Ya hemos comentado en alguna ocasion los beneficios que representa para la salud, en comparacion con otras tecnicas culinarias, la fritura de alimentos en baño de aceite. De forma resumida podriamos destacar: por quedarse el aceite en la sarten y no ser consumido, por la moderada agresion termica que sufre el alimento al crearse una «costra protectora» alrededor del mismo, por el menos tiempo de actuacion de la grasa caliente sobre el alimento y la no presencia de oxigeno en el proceso, y por el intercambio beneficioso de grasa que se produce al freir alimentos como la carne (A tu salud. Suplemento Salud de La Razón digital, 11-17/03/2004: «Frituras y rebozado», Madrid, Grupo Planeta). 4. El director general de Nestlé Waters aseguro durante el acto de la firma del acuerdo que la empresa, que ya cuenta con otras tres plantas embotelladoras en España, ha invertido mucho tiempo en localizar un acuifero que reuniera las condiciones exigidas. El agua de Herrera del Duque es, segun Signoret, equilibrada, fina, y de gran calidad, ademas se localiza en una zona estrategica para la expansion de la firma en la zona sur, oeste y centro de la Peninsula (Aqua. Revista trimestral del Agua, nº 6, 07-09/2003: «Agua e Industria», Mérida, Consejería de Obras Públicas y Turismo, Junta de Extremadura). 5. Asistimos a una impresionante reivindicacion del aceite de oliva virgen extra, un tesoro tan precioso como un buen vino («aceite y vino, balsamo divino», decia el refran). Igual que con el vino, con el aceite puede hablarse de buenas o malas cosechas, y de la existencia casi de una variedad ideal para cada plato o uso, pues a tanto llega la riqueza oleicola nacional. No se puede utilizar el mismo aceite, aunque sea virgen extra, para el pan, para una ensalada de lechuga y tomate o para una ensalada que tenga trufa o langostinos. Pero antes estuvo la aceituna. En la Edad Antigua, los egipcios, grandes consumidores de aceitunas, atribuian a Isis el arte de la fabricacion de aceite. Mientras, la tradicion griega señala que Palas hizo brotar el olivo en la Acropolis de un lanzazo y enseño a los hombres su cultivo y su empleo. Sea como fuere, el fruto del olivo procede del vocablo «aceite» que, a su vez, viene del arabe «az-zait» o zumo de la oliva (A tu salud. Suplemento Salud de La Razón digital, 11-17/03/2004: «Todas las variedades de aceite de…», Madrid, Grupo Planeta).

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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6. Por supuesto, la Susi se organiza de un modo mas ludico y sensual, lo que nos obliga a establecer, como si yo fuera la patronal y ella los sindicatos, un acuerdo de minimos. El primero, sobre la hora mas adecuada para votar. Segun la Susi, la hora debe estar en funcion de una de las reglas fundamentales del Plan Preysler, belleza de por vida: haber dormido mucho […]. Tambien hay que ir bien vestida, bien arreglada y sin la ordinariez esa de las gafas oscuras, porque a la hora de votar hay que enseñar los ojos, aunque se corra el riesgo de bizquear por culpa de algun interventor que combine con la sabiduria justa la conciencia politica y el sexapil. Y quien dice interventor dice interventora, faltaria mas, porque de eso, como de combinaciones de conciencias politicas y sexapiles, hay para todos los gustos (El Mundo, 03/03/1996: «EDUARDO MENDICUTI. Hoy», Madrid, Unidad Editorial). 7. Precedido por el perro, se encamino hacia el bote desventrado en la hierba. Debajo del costillar roido, la palida y taciturna Elmyr habia olvidado su caja de pinturas. Cuando se puso en cuclillas junto al bote, Mao ya mordisqueaba el gran tubo de pegamil, machacado y espanzurrado. En su interior, la pasta estaba reseca. Comprobo que el perro tambien habia traido hasta alli una vieja brocha de afeitar y un cuenco para el jabon. Al desplazarse un poco hacia la derecha, girando sobre las puntas de los pies, la caja de carton aparecio semiabierta, apoyada de canto en la tabla esponjosa (Marsé, Juan (1978/1993): La muchacha de las bragas de oro, Barcelona, Planeta). 8. El presidente puso en la cabeza de la administracion publica a su familia, a sus amigos y a quienes le financiaron la campaña electoral. Este nepotismo y esta simonia le resultaron nefastos. Con excepciones, el gabinete asi conformado le salio de mediocre a pesimo. Los ministros de Educacion y Energia fueron una continua fuente de escandalo, corrupcion, violencia y cinismo. El imprudente secretario administrativo le salio un leal quintacolumnista; el ministro de Gobierno, inoperante; el procurador y el contralor, personas de mala reputacion, obsecuentisimos servidores del presidente (Vistazo, 06/02/1997: «Del triunfo a la agonía», Quito, Ecuanet). 9. La mire y ella me devolvio una mirada impavida, donde se escondia, quizas, una chispa de ironia. Hice un rapido esfuerzo para acordarme del nombre que me habian inventado y que acababa de repetirle a la dependienta, y despues, para estar mas seguro, lo lei en la tablilla: Demetrio Aguilera Saez. Ese soy yo, me dije. Mi padre se llamaba Demetrio, igual, o quizas Jose Demetrio, y mi madre, Emelina, doña Emelina Saez, nacida en Talca la Ilustre. Pague la fotografia con una sonrisa, casi con una risa desfachatada, porque no es posible cuidarse las 24 horas del dia, pensamiento que tambien suele acudirme a la mente cuando estoy en Berlin, en el otro lado, y emprendi el regreso a mi hotelucho de la Plaza de Armas (Edwards, Jorge (1987): El anfitrión, Barcelona, Plaza y Janés).

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Adela García Valle 10. Las posibilidades formativas de la lengua. Junto con los prestamos, se puede incrementar el lexico de una lengua creando palabras a partir de las ya existentes por medio de procedimientos morfologicos particulares […]: la prefijacion, la sufijacion, la composicion, la parasintesis, la abreviacion: siglas (ONU, MEC, algunas lexicalizadas: ovni, elepe, radar), abreviaturas (Sr., tel., admon.), acronimos (motel, informatica, cd, cobol, basic) y acortamientos (bici, zoo, bus, cantautor, expoarte) (Pascual, J. A., Alcalde, L., Castro, L. (1997): Lengua castellana, Madrid, Santillana).

4. Ejercicios de puntuación 4.1. Coloque

las comas que sean necesarias en las siguientes

oraciones y explique las razones de su presencia en ellas

1. A la reunión asistieron por lo menos veinte personas. 2. A su boda acudió toda la familia: padres hermanos abuelos primos etc. para participar en la celebración acompañar a los novios y asistir al convite. 3. Al parecer la policía no pudo detener al delincuente. 4. Alberto el mayor de sus hermanos es un abogado muy prestigioso. 5. Compraron muchos libros aunque algunos ya los habían leído. 6. Compró todo lo que pudo en la carnicería: cordero ternera pollo hamburguesas longanizas chorizos etc. 7. El entrenador emocionado y satisfecho felicitó a los jugadores. 8. En cuanto conoció los planteamientos de la parte contraria preparó su defensa. 9. En la estación unos viajeros esperaban la llegada del tren otros paseaban por el andén algunos aprovechaban el tiempo de espera para comer para beber algo etc. 10. En verano por las tardes pasea por la playa por las noches por el parque.

Ejercicios de ortografía (acentuación y cuestiones ortográficas)

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11. Estaba cansado y se fue. 12. Explicó orgulloso que Daniel su hijo pequeño era comparado con sus otros hijos el más creativo. 13. Ha conseguido ganar el campeonato sin embargo quiere seguir participando. 14. Hay que prepararse bien ya que la competencia es dura. 15. He preparado todo lo necesario por lo tanto voy a descansar un poco. 16. Hizo cuanto le dijeron es decir se cuidó para recuperarse totalmente. 17. Iré a visitarte puesto que te empeñas tanto. 18. Juan viene de León Pablo de Salamanca. 19. La mesa que está al final de la clase está siempre ocupada. 20. Las comidas típicas de algunas regiones como la paella el cocido el bacalao al pil-pil etc. se promocionan en las ferias gastronómicas. 21. Le encanta la lectura y lee todo lo que encuentra. 22. Le gustaría hacer un viaje alrededor del mundo pero no quiere ir sola. 23. Leyó las instrucciones montó el aparato lo probó y se lo dio a su hermano. 24. Los alumnos que son aplicados sacan buenas notas. 25. Los bomberos según informó la prensa llegaron antes que la policía. 26. Los productos valencianos como el arroz la horchata las naranjas el embutido el vino etc. están de moda en el extranjero. 27. Luis el piloto salvó la situación.

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Adela García Valle 28. Llegó a la reunión expuso sus planteamientos atendió las preguntas y sin esperar más se marchó. 29. Llegó al colegio recogió a su hijo y volvieron juntos. 30. Oye María coge el paraguas. 31. Me iría de viaje ahora mismo si tuviera vacaciones. 32. No dices nada luego crees que es correcto actuar así. 33. No has estudiado por consiguiente no aprobarás el examen. 34. No le gusta la fruta madura sino verde. 35. No lo compró dado que no disponía de dinero en efectivo. 36. No me queda dinero así que me voy a casa. 37. No solo se compró un apartamento sino también un coche nuevo el mismo año. 38. No tiene posibilidad de presentarse allí conque no podrá aceptar el ofrecimiento. 39. No vayas Juan. 40. Para salir de la crisis hay que invertir más en investigación. 41. Puesto que nos interesa conocer su opinión pasaremos por su casa para entrevistarlo. 42. Sé que no lo sabes pues me lo dirías si lo supieras. 43. Seco Manuel: Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. 44. Sí sí ya sé que pasáis el verano en la terraza comiendo cenando jugando viendo la tele charlando en fin todo excepto dormir. 45. Siete por siete cuarenta y nueve. 46. Sorolla el pintor valenciano universal dejó parte de su obra en el extranjero.

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47. Te ruego hija que no llegues tarde. 48. Tienes toda la razón desde luego es un gran problema. 49. Unos prefieren salir otros estudiar. 50. Valencia 17 de septiembre de 2009. 51. Viernes 25 de diciembre de 2009. 52. Ya hizo su declaración así pues no están dispuestos a retrasarlo más.

4.2. Justifique

la puntuación que presentan los siguientes tex-

tos

1. Vemos cuan distantes se encuentran, entonces, las instituciones de la democracia directa en su versión contemporánea, dentro de las sociedades de masas y grandes agrupamientos geo-político-económicos, gerenciados por funcionarios elegidos y nombrados (Parlamento Europeo, Tribunal Internacional de Justicia, etc.), que representan a millones de electores, en relación con aquella visión del mundo donde: «Todo ciudadano era considerado responsable y titular de las cosas de la ciudad y, precisamente porque lo era, se sometía a votación las decisiones políticas, se elegían los magistrados por votación o por sorteo entre ellos, el órgano de decisión se confundía con la propia ciudad, igual que el ágora, centro de la vida política, coincidía con el ágora, centro de la vida social (civil, mercantil, etc.)» (De Cabo de la Vega 16-17, 1994). En América latina, a finales de la década de 1990, «trece países… regulaban a nivel nacional diferentes mecanismos de democracia directa en sus respectivas constituciones… Sin embargo, a la fecha, sólo unos pocos países han hecho uso de estos mecanismos, y en algunos casos de forma muy limitada. Otros países que usaron más frecuentemente estos mecanismos de democracia directa, como Ecuador, lo hicieron bajo un marco constitucional que ya no existe. En Uruguay, en cambio, los mecanismos preceden a esta época y los actualmente vigentes datan de 1919…» (Rial 3, 2000). Para el caso salvadoreño, hay que destacar que ninguno de estos mecanismos de la democracia directa está contemplado en la legislación vigente. Tampoco ha sido una práctica política en nuestro país (Ulloa, Félix (2004), El dinero y la democracia, ). 2. La cocina daba la impresión de ser una catacumba, un lugar secreto donde unos cristianos, los primeros, se han escondido para celebrar la Euca-

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Adela García Valle ristía. Al contemplar la congregación que le rodeaba abarrotando la cocina, transformando la cocina en cripta, don Ubaldo sólo sintió un sudor frío. En un instante pudo pensar: No tengo nada que decirles. ¿Qué puedo decirles yo a todos éstos si les aborrezco y aborrezco ahora la situación en que me encuentro por su culpa? Quisiera estar lejos de aquí, aislado, salvado, solo. Pero ya no podía esperar más. Todos aguardaban sus palabras, así que dijo: «Amadísimos hermanos: ahora que estamos todos aquí, vosotros y yo, yo no tengo nada que decir que vosotros no hayáis dicho ya mucho mejor con vuestro ejemplo. Os ruego que al oírme no me miréis a mí, ni tengáis en cuenta mis pecados, pensad sólo en la fe de la Iglesia». Don Ubaldo dijo todo esto de un tirón, y no hubiera sido capaz de repetirlo, ni siquiera en resumen, de habérselo pedido alguien en ese momento. Había hablado sin pensar, hilvanando ocurrencias piadosas, cristianas, ancestrales, instiladas durante su educación cristiana. Cualquiera hubiera podido decir algo parecido. Su efecto no dependía de quien lo decía, ¿de qué dependía? Ellos estaban frente a él, todos aquellos rostros de hombres y mujeres, móviles como las llamas de las velas, distribuidos en estratos sucesivos de claridad y oscuridad, de comprensión e incomprensión. Y como no podía don Ubaldo decir nada propio, y como tampoco podía callarse, tomó el misal y leyó en voz alta: «Hermanos, demos alegremente gracias a Dios Padre, que nos capacitó para participar de la herencia de los santos en la luz, fortalecidos en toda fortaleza…» (Pombo, Álvaro (2004), Una ventana al norte, Barcelona, Anagrama). 3. Sara aferró la barandilla del porche con las dos manos, cerró los ojos y se abandonó a la voluntad del viento que barre los suelos, que seca las sábanas, que limpia el aire, que airea la sangre estancada en el mohoso abrigo de la humedad, esa tristeza pantanosa y sucia de los días más cortos. El levante azotaba su cara, desflecaba su pelo, bailaba dentro de su cabeza e inundaba sus pulmones con el ritmo necesario, regular, de una marea aérea y torrencial que afilaba el sentido del verbo respirar. La pesadez del plomo, la mecánica del óxido, el aterciopelado veneno del musgo huían en tropel, con esa prisa torpe de los cobardes, ante el empuje de aquel viento formidable, poderoso y paternal, como un dios clásico, y tan apasionadamente leal, tan imprescindible aquella tarde que, mientras se dejaba atravesar por él, Sara Gómez Morales sintió que también estaba soplando en la otra mitad de su vida. No estuvo fuera mucho tiempo, quizás cinco minutos, tal vez menos, pero cuando volvió a entrar, entró en una casa diferente, nueva, limpia, que retenía el espíritu del viento. Entonces recordó lo que decían todos en el pueblo, y sonrió. Porque el levante se lo lleva todo (Grandes, Almudena (2002): Los aires difíciles, Barcelona, Tusquets). 4. Porque en el campo no necesitabas estar luchando constantemente para mantener tu identidad; en el campo sencillamente eras. Se era labrador

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o pastor o vaquero desde el nacimiento hasta la muerte; mientras que el directivo tenía que conquistar su espacio y su sustancia cada día. Qué situación tan envidiable: levantarse al alba, atender el ganado, arar los campos, talar un árbol, regresar a casa felizmente cansado hasta los huesos, comer con apetito hogazas crujientes; dormir, en fin, el sueño sin sueños de los justos, el sueño fácil y profundo de aquellos que saben quiénes son. Y tener por enemigos al hielo y al granizo, y no a tus compañeros de despacho. O incluso: Por qué no una secta, la contemplación meditativa, el monasterio. Sin abandonar su ateísmo anticlerical y militante. César sentía ahora envidia, sin embargo, de todos esos tipos que habían disuelto el yo en una idea. Monjes católicos o budistas, células de un cuerpo colectivo que habían resuelto así, en el amparo de depender de otros, los terrores de lo individual […]. Claro que quizá también se diese esa lucha de mutua dominación entre los Krishna; a lo mejor también se encelaban los unos a los otros por ver quién tocaba mejor los crótalos, quién bisbiseaba hare-hare con tono más pesadamente monocorde o quién tenía la pelada cabeza más redonda. No quedaban paraísos en la tierra (Montero, Rosa (1988): Amado Amo, Madrid, Debate).

4.3. Puntúe correctamente los siguientes textos 1. Primeros auxilios el efecto del frío puede ocasionar hipotermia y congelaciones Con tiempo despejado la deshidratación es un problema tan importante en la alta montaña como en las zonas áridas como en estas los elementos para reponer la salud deben viajar contigo La oftalmia provocada por la nieve y la intoxicación por un refugio mal ventilado son otros peligros [...] Refugio y fuego debido al viento a las bajas temperaturas y a los agentes meteorológicos pasar una noche al raso puede ser muy peligroso no obstante la nieve posee la gran ventaja de permitir fabricar con ella refugios bastante seguros Obtener fuego se hace muy difícil en zonas nevadas e imposible en alta montaña si no llevas contigo el combustible y los medios de ignición Un hornillo resulta vital para calentar un refugio comer caliente o fundir nieve Agua aunque es posible encontrar agua de fusión o incluso ríos en zonas nevadas sobre todo en altura el recurso principal lo constituye la nieve y el hielo fundidos por calor Es imprescindible añadir electrolitos a esta agua (VV. AA. (1993): Supervivencia deportiva (Manual práctico), Madrid, Acción Divulgativa) 2. Los cambios en las palabras El conjunto de palabras de las que disponemos en una lengua es por lo que se ha visto aquí un sistema abierto que con el paso del tiempo experimenta continuos cambios por eso las palabras que usamos actualmente no son las mismas que las utilizadas en el caste-

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Adela García Valle llano primitivo del siglo xii o el del siglo xviii no se escriben igual puede que no signifiquen lo mismo y quizá se empleen en situaciones distintas Los cambios en las palabras pueden afectar a diferentes aspectos - A la expresión o significante (cambio formal) - Al significado (cambio semántico) modifica el contenido de una palabra o se crean nuevos significados para expresiones ya existentes en la lengua (Pascual, J. A., Alcalde, L., Castro, L. (1997): Lengua castellana, Santillana, Madrid) 3. No en vano lo decimos y entendemos que hay algo para tener siempre presente en esas apreciaciones hay un implícito cuestionamiento a algunos capitostes ultraliberales por ejemplo Alejandro Végh Villegas que todavía se atreve a dar cátedra que tuvieron durante la dictadura una actuación que a la luz de los «pichones» que hoy manejan la economía aparece como tibia Los de ahora se lamentan de que toda la fuerza que pusieron los militares para reprimir a los sectores representativos de los intereses populares no sirvió para que paralelamente se concretaran las reformas que eran el motivo central de la estrategia del Departamento de Estado, imbuido en las decisiones del Consenso de Washington que entendía que la aplicación del modelo propuesto sólo era posible en el marco de una tiranía Las reformas determinaban una rápida marginación de grandes sectores de población que quedaban excluidos de la sociedad Kissinger el mentor de la estrategia de los golpes de Estado a lo largo y ancho de América Latina entendía que era necesario que se conculcaran las libertades y se reprimiera a sangre y fuego a los pueblos pues de lo contrario no se obtendrían los efectos buscados por los neoliberales Por ello diseñó un papel específico para que los ejércitos munidos de la Doctrina de la Seguridad Nacional ejercieran junto a civiles cómplices la totalidad del poder Para Kissinger el estallido social se convertiría en una alternativa correlativa a la aplicación de ese liberalismo económico (La República, año VI, nº 2025, 28/03/2004: «La libertad, ¿un bien democrático?», Uruguay).

5. Esquema con fenómenos de interés Señalamos, a continuación, una serie de cuestiones relacionadas con la normativa ortográfica. Asimismo, indicamos los autores y obras que las tratan con el objeto de facilitar su estudio o consulta:

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1. Acentuación ole: 212-276 dpd: 14 y 636-641 Gómez Torrego, 2007: 19-73 Aleza (coord.ª) et alii, 2006: 215-222 2. Acentuación de extranjerismos ole: 602-603 3. Acentuación de latinismos ole: 608-610 4. Acentuación de abreviaturas, siglas, acrónimos y símbolos ole: 575-576. Abreviaturas ole: 583-585. Siglas y acrónimos ole: 589-591. Símbolos 5. Acentuación de Mayúsculas ole: 448-449 6. Lista de palabras admitidas por la rae con dos acentuaciones Gómez Torrego, 2007, I: 65-71 7. Abreviaturas, siglas y símbolos. Abreviaturas (ole: 568-577; dpd: 8-10), siglas y acrónimos (ole: 577-586; dpd: 603-604), símbolos (ole: 586-591; dpd: 605), Aleza (coord.ª) et alii, 2006: 137-148 Plural de abreviaturas, siglas, acrónimos y acortamientos (ngle: 164169) Lista de abreviaturas ole: 701-710 9. Lista de símbolos alfabetizables ole: 711-718 10. Lista de símbolos o signos no alfabetizables ole: 719-720 11. Signos ortográficos a) Signos diacríticos: tilde (ole: 279) y diéresis (ole: 280) b) Signos de puntuación: coma (ole: 302-348), comillas (ole: 380-386), corchetes (ole: 370-372), dos puntos (ole: 354-363), signos de interrogación y de exclamación (ole: 387-393), paréntesis (ole: 364-368), punto (ole: 292-

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Adela García Valle 301), puntos suspensivos (ole: 394-398), punto y coma (ole: 349-354) y raya (ole: 373-380) c) Signos auxiliares: apóstrofo (ole: 433-434), asterisco (ole: 435-437), barra (ole: 424-427), barra doble (ole: 428), barra inversa (ole: 428), barra vertical o pleca (ole: 429), doble barra vertical o pleca doble (ole: 429), guion (ole: 401-423), guion bajo (ole: 424), antilambda o diple (ole: 430), llave (ole: 431), signo de párrafo (ole: 439), flecha (ole: 437) y calderón (ole: 438) Gómez Torrego, 2007: 77-120 Aleza (coord.ª) et alii, 2006: 137-199 12. Uso de las letras mayúsculas y minúsculas ole: 442-519 dpd: 422-427 Gómez Torrego, 2007: 149-155 13. Ruptura de palabras al final del renglón Gómez Torrego, 2007: 143-149 Aleza (coord.ª) et alii, 2006: 175-179 14. Ortografía de las expresiones numéricas ole: 652-698 dpd: 460-463: Numerales (cardinales y ordinales)

Capítulo 5

CUESTIONES DE ORTOLOGÍA Y DEL LENGUAJE ORAL Marta Albelda Marco Universitat de València

0. Introducción1 La raíz griega orto- significa ‘corrección’ y logos ‘palabra’. La Ortología es una ciencia normativa, dedicada a la correcta pronunciación y articulación de las palabras. Ortología es al lenguaje oral lo que la ortografía es al escrito (Millán Chivite, 1996: 36). El lenguaje oral, a diferencia del escrito, es instantáneo y frecuentemente directo, lo que supone una menor retención temporal; de ahí que sea más voluble a evoluciones y cambios que puedan devenir por su empleo. De hecho, uno de los mecanismos propulsores de la evolución formal de las palabras en la historia ha sido, y es, la incidencia de la fonética. Los fonemas no son unidades aisladas e independientes, sino que son afectados por el contexto lingüístico en el que se encuentran. Por ejemplo, los fonemas /b/, /d/, /g/ que se suelen caracterizar como oclusivos, y ese es su modo de pronunciación al inicio de palabra, se fricatizan en algunas posiciones como la intervocálica. Hay otros elementos fónicos, como el acento, el ritmo y la entonación, a los que se ha dedicado poca atención en la normativa lingüística, y justamente por ser más efímeros en

1



Agradezco sinceramente a Mercedes Quilis la ayuda prestada para la segunda edición de este capítulo.

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Marta Albelda Marco

su uso necesitan de un mejor cultivo en su tratamiento. Un ritmo muy monótono en un discurso puede provocar la desconexión en quien escucha; una entonación inadecuada de una pregunta puede llevar a una respuesta fallida, si el oyente no la ha interpretado como tal. La menor estabilidad de lo fónico también ha sido causa de errores ortológicos que se han ido difundiendo en el uso. Se recomienda, por ello, la consulta de la Ortografía de la lengua española (rae, 2010), del Diccionario panhispánico de dudas (dpd, rae), o de cualquier otro servicio de corrección lingüística, para los casos concretos y, sobre todo, ante la duda. El buen hábito de acudir a estas fuentes nos mostrará que no es un ejercicio baldío sino prudente2. Son muchas las palabras que, por contagio o por rutina, pronunciamos de forma desviada y, en general, el principal problema es que ni siquiera tenemos conciencia de que las emitimos erróneamente. Al realizar estas consultas, quizás nos asombrará saber que no se dice ‘preveer’ sino prever, o que al referirnos al afamado premio Nobel debemos pronunciarlo de forma aguda y no llana (*Nóbel)3. En otras ocasiones comprobaremos la aceptación de la Academia de más de una forma; así se aprecia, por ejemplo, en voces admitidas con dos acentuaciones: período y periodo; médula y medula; olimpiada, más frecuente en España, sin embargo, en América olimpíada; etc. En este capítulo no solo se tratan cuestiones de norma y corrección, sino también recomendaciones para el discur-

2

El dpd posee entre sus objetivos la resolución de dudas a nivel ortológico, pero también existen otras plataformas en línea que persiguen fines similares, como, por ejemplo, Vademécum. Diccionario de dudas del español (www.fundeu.es). 3 A lo largo de este capítulo se marcará con el asterisco (*) la pronunciación incorrecta o vulgar.

Cuestiones de ortología y del lenguaje oral

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so oral. Se comienza por la unidad más básica, el sonido4, y se destacan aquellos usos que plantean más errores o dudas (apartado 1); a continuación se pasa al ámbito de la palabra y se señalan voces de acentuación o pronunciación incorrectas; también se advierte sobre la pronunciación de algunos tipos de palabras como las siglas o los extranjerismos (apartado 2). Después se atiende a cuestiones suprasegmentales, con especial atención a la entonación (apartado 3) y, por último, se ofrecen algunas pautas para la buena oralización de discursos a partir de textos escritos (apartado 4). No se trabajan en este capítulo, por no ser su objetivo, cuestiones de dialectología fonética. Hay que tener en cuenta, no obstante, que se registran variantes en la pronunciación en las distintas áreas geográficas del español. Entre los fenómenos dialectales más frecuentes se encuentran el seseo ([tása] para taza)5, el ceceo ([táθa]/[táza] para tasa) y el yeísmo ([kabáyo] para caballo) —existen diferentes tipos de yeísmo según la zona dialectal. Otros fenómenos fonéticos dialectales son la aspiración del fonema velar [x] /[j] (ej. [tɾáhe]/[tráhe] para traje, en lugar de [tɾáxe]/[tráje]), monoptongaciones, aspiración de s final de sílaba (puede provocar confusión con el singular ([lah ‘ehkínah] para las esquinas), igualaciones de los sonidos

4



5



Se habla de sonido y no de fonema, puesto que técnicamente el primero alude a la pronunciación, a la materialización fónica, mientras que el fonema es la abstracción ideal del sonido. Es importante advertir de las convenciones adoptadas en las transcripciones fonéticas de este capítulo. Se emplean dos tipos, la del sistema fonético internacional (afi) y la que sigue la Real Academia Española tanto en el Diccionario panhispánico de dudas (dpd, 2006) como en la Ortografía de la lengua española (2010). Cuando solo aparezca una opción es porque ambos sistemas de transcripción coinciden; cuando se ofrezcan dos realizaciones (separadas por una barra), la primera seguirá el modelo del afi y la segunda el de la Ortografía. Al final del capítulo se presentan dos cuadros con la caracterización de cada uno de estos dos sistemas (anexo). Asimismo, para señalar la pronunciación se emplean los corchetes rectangulares ([ ]), y para resaltar la grafía, los corchetes angulares (< >).

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Marta Albelda Marco

[ɾ]-[l] ([soɾ’δáo]/[sor’dáo] para soldado, etc.), la pérdida del elemento oclusivo de [tʃ] / [ch] ([mu’ʃáʃo] para muchacho), etc. Para todos ellos, véase el capítulo 2 de este mismo libro (Aleza Izquierdo), Vaquero de Ramírez (1996) y Aleza y Enguita (coords.) et alii (2010). El cuidado de la ortología debe ser empeño, en especial, de los medios de comunicación, ya que actúan muchas veces como referente de prestigio para los usuarios comunes de la lengua. Asimismo, los programas de enseñanza de la lengua materna también deberían dedicarle más atención. Particularmente, se recomienda la vigilancia ortológica en situaciones comunicativas más formales y en aquellas en que se habla en público. Una advertencia importante es la referida a los sistemas de transcripción fonética adoptados. Junto al del Alfabeto Fonético Internacional (afi), se ha decidido emplear también el que sigue la Real Academia Española en la última edición de la Ortografía (2010) y en el Diccionario panhispánico de dudas (dpd). Aunque este modelo no se ajusta a los signos de los alfabetos más extendidos para el ámbito hispánico (Alfabeto Fonético Internacional, afi; Revista de Filologia Española, rfe), se incluye esta transcripción con el único fin de facilitar al usuario el contraste con estas obras académicas de referencia. Las convenciones de transcripción propuestas por la Academia se justifican en los siguientes términos: «La lingüística diferencia entre fonemas, elementos fónicos abstractos, y sus realizaciones fonéticas concretas. Dado que esta obra se dirige a lectores no necesariamente especializados, se ha preferido emplear el término general de sonidos y, en consecuencia, se ha evitado deliberadamente el uso de los sistemas tradicionales de transcripción empleados por los lingüistas». Se trata de un sistema de transcripción en el que se aportan «realizaciones fonéticas básicas».

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Las indicaciones recogidas en este capítulo son conformes a la normativa expuesta en la Ortografía de la lengua española (rae, 2010)6.

1. Errores frecuentes en la pronunciación de vocales y consonantes En 1.1. se introducen algunos fenómenos fonéticos que generan vulgarismos; en el apartado 1.2. se alude a otros mecanismos que provocan incorrección en el ámbito vocálico; finalmente, en 1.3. se recogen casos particulares de consonantes o de grupos consonánticos que suelen provocar duda o error. Préstese especial atención en este capítulo a las indicaciones que se refieren a la corrección/incorrección en la pronunciación (fonemas) o en la escritura (grafías), pues en ocasiones solo atañen a una de ellas.

1.1. Fenómenos vulgares de adición o pérdida de sonidos Se consideran vulgarismos los casos en que se añaden o se eliminan sonidos o sílabas de una palabra. Algunos de ellos se encuentran extendidos con mayor o menor suerte en el habla corriente, pero, sobre todo, en niveles socioculturales bajos. La adición incorrecta de sonidos puede tener lugar al inicio de palabra (prótesis), en interior de palabra (epéntesis) o al final (paragoge): *amoto, por moto *disglosia, por diglosia *indiosincrasia, por idiosincrasia *objección, por objeción

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A partir de ahora se abreviará en Ortografía.

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Marta Albelda Marco *pedrestre, por pedestre *traspiés, por traspié

La pérdida incorrecta de sonidos recibe diferentes denominaciones, según el lugar de la palabra: al inicio (aféresis), en interior (síncopa), al final (apócope): *cera, por acera *conciente, *inconciente, por consciente, inconsciente *fraticida, por fratricida *fustración, por frustración *carie, por caries *guardabarro, por guardabarros



1.2. Problemas en la pronunciación de vocales en concurrencia Los errores más frecuentes en la pronunciación de las vocales se producen en las secuencias donde concurren dos (o tres) vocales, es decir, en los casos de diptongos, triptongos o hiatos. El error se produce, por un lado, porque dos vocales seguidas se reducen a una en la pronunciación7: *florescente, por fluorescente *inagurar, *inaguración, por inaugurar, inauguración *fregaplatos, por friegaplatos *trenta y tres, por treinta y tres *ventidós, por veintidós8

o, por otro lado, porque una vocal se desdobla en dos: *preveer, por prever *altielocuencia por altilocuencia *beneficiencia, por beneficencia

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En algunos casos se acepta la monoptongación, por encontrarse extendida en algunas áreas geográficas del español; así, aunque lo común es estadounidense, es válida estadunidense, por ser la forma habitual en México. Los ejemplos señalados son todos diptongos. En algunos casos, no es incorrecta la reducción de algunos de ellos a una sola vocal, si son iguales (rembolso, antinflamatario, etc. Véase ole: 165-169) o la diptongación cuando ambas vocales son átonas (es-pon-tá-neo, lí-nea).

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*coopartícipe, por copartícipe *cotidianiedad, por cotidianidad9

Conviene aludir a un grupo de palabras que suele producir frecuentemente vacilación en los hablantes: se trata de algunos tiempos verbales de las formas acabadas en –cuar (adecuar, evacuar, licuar). Actualmente la Ortografía admite como válidas la pronunciación como hiato y como diptongo: adecúo (hiato) y adecuo (diptongo). Una última advertencia sobre las vocales atañe al cuidado que se debe prestar a la pronunciación de aquellas que se encuentran en posición átona. Estas presentan riesgo de pronunciarse imprecisamente y, por tanto, son más permeables a la sustitución por otra vocal de articulación cercana: es lo que ocurre con *medecina por medicina, o con *tortículis por tortícolis.

1.3. Problemas en la pronunciación de consonantes y grupos consonánticos

Se señalan algunos usos erróneos en la pronunciación de las consonantes, de acuerdo con las indicaciones que señala la Ortografía. Se presentan los casos que más comúnmente provocan vacilación o error. En primer lugar, veamos algunas recomendaciones sobre consonantes particulares: b/v: aunque son dos letras, constituyen un mismo sonido [b]. La v no se pronuncia labiodental, como, por ejemplo, en algunos dialectos del catalán. Así, los fonemas iniciales de las palabras Valencia y Barcelona se pronuncian de igual modo.

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Como señala Gómez Torrego (2006: 241), en algunos casos se aceptan dos variantes; por ejemplo, cotidianidad y cotidianeidad, feminidad y femineidad.

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d: en posición intervocálica, especialmente en la terminación –ado (sobre todo, en participios, pero también en algunos sustantivos), se recomienda suavizar su pronunciación, pero sin eliminarse: apagado, pescado. g: en las secuencias hua-, hue-, hui-: se suele pronunciar un leve sonido consonántico cercano a la [γ]/[g]: huella, huelga, huida, deshuesar.

En la secuencia inicial de palabra con hie-: se puede pronunciar como el sonido [ʝ]/[y]: hiena, hierro, hierático, hierba, hiedra10.



En algunos extranjerismos, entre los que se incluyen nombres propios, o bien se pronuncia aspirada, o bien con sonido cercano al de [x]/[j]: hobby, hámster, Hitler, hitleriano, Hong Kong, hongkonés.

q: en español se acompaña de la vocal u (qu). En los latinismos y en voces científicas provenientes del inglés debe pronunciarse la u: statu quo [estátu kuó], quark [kwáɾk]/[kuárk]11. w: se pronuncia de dos modos distintos, según la procedencia de la palabra: Como [b]: en algunos nombres propios de origen visigodo (Witerico [biteɾíko]/[biteríko], Witiza [bitíθa]/ [bitíza]; en términos de origen alemán (Werner [béɾneɾ]/[bérner], watt [bát], wolframio [bolfɾámjo]/ [bolfrámio]12); y en nombres de otras lenguas europeas, como el neerlandés o polaco (Wojtyla [boi̯ tíla]). 10

De hecho, en estos dos últimos casos también está permitida la escritura yerba y yedra. 11 Esta última forma escrita en letra cursiva, aunque también se puede utilizar el término adaptado (cuark), que en la escritura ha de ir en letra redonda. Por otra parte, la Ortografía señala que la secuencia cuando va seguida de , no debe pronunciarse la : quid [kíd]. 12 Se acepta también, aunque no se considera lo corriente, la pronunciación igual que en alemán (labiodental fricativo): Wagner [vágner].

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También se pronuncia [b] cuando va precedido o seguido de la [u] para diferenciarse de esta (kuwaití [kubai̯ tí]) Como [u] o [gu] (en este último caso, si forma diptongo con la siguiente vocal): en palabras de origen inglés o de lenguas orientales, semíticas o indígenas, incorporadas al español a través del inglés: Washintong [gwásintoŋg]/[guásintong], newton [njúton]/[niúton], Taiwán [tai̯ γwán]/[taiguán]. x: se pronuncia de distintos modos según su posición en la palabra:

En posición inicial de palabra, como [s]: xenofobia [senofóβja], xerografía [seroγɾafía]/[serografía].



En posición intervocálica o en final de palabra, como [ks] o [γs], nunca como [s]: taxi [táksi]/[táγsi]/[tágsi], exhalar [eksaláɾ], [eγsaláɾ]/[egsalár], fax [fáks], [fáγs]/ [fágs].



En posición final de sílaba seguida de consonante, como [ks] o [gs]/ [γs], sobre todo en América (extraer [ekstɾaéɾ], [egstɾaéɾ]); en España, también, aunque se ha generalizado como [s] (sexto [sésto])13.



En algunos topónimos americanos o en antropónimos se conserva la grafía medieval del español (México, Oaxaca, Texas, y sus derivados —mexicano—, Ximeno), sin embargo deben pronunciarse como fricativa velar sorda o ante e, i.

En segundo lugar, repasaremos la pronunciación de algunos grupos consonánticos problemáticos. Por un lado, se estudian las consonantes en posición implosiva (o trabada: la

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Lo que quiere decir que en estos casos no está penalizada la pronunciación como [s]. La Ortografía señala que en la pronunciación culta enfática se pronuncia [ks]: [ekstɾaŋxéɾo]/[ekstranjéro].

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consonante se encuentra en posición final de sílaba, seguida de otra consonante) y, por otro lado, se señalan algunos grupos consonánticos que pueden divergir en su pronunciación respecto a la escritura. Las consonantes en posición implosiva suelen pronunciarse de manera relajada, esto es, debilitando la oclusión, pero nunca se eliminan o se sustituyen por otros sonidos. Es muy común, pero incorrecta, la sustitución por [θ]/[z] (*[aδoθtáɾ]/*[adoztár] para adoptar; *[ríθmo]/*[rízmo] para ritmo. Veamos las distintas consonantes en esta posición: b: abdicar, obtener, absurdo: especialmente se tiende a eliminar en la agrupación con s (bs: abstraer, obsesión, subsanar). En algunos casos se ha asentado en la pronunciación y en la escritura la reducción de —bs— a —s—: obscuro, subscribir, substancia, substitución, substraer y sus derivados. c: acto, reacción, infectar. d: ciudad, admirar, advertir, juventud, verdad: sobre todo se relaja a final de palabra, pero nunca debe eliminarse (*[beɾδá]/*[berdá]) ni sustituir por otro sonido, como por ejemplo [θ]/[z] (*[beɾδáθ]/*[ berdáz]). n: se suele relajar especialmente en el grupo ns + consonante (conspirar, instinto, constante). Nunca se elimina la , excepto en conciencia14 y en algunas formaciones con el prefijo latino trans-. En el caso de este prefijo, pueden ocurrir tres circunstancias: 1) cuando se une a palabras que comienzan por s, nunca se puede reducir (transiberiano); 2) que admita las dos va-

14

No ocurre así con los adjetivos derivados de conciencia: consciente e inconsciente. Téngase en cuenta, como señala la Ortografía, que consciencia y conciencia no son siempre variantes gráficas intercambiables en todos los contextos. Solo la segunda forma significa ‘capacidad de distinguir entre el bien y el mal’.

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riantes (trans- y tras-: transatlántico, trasatlántico)15; 3) que admita solo la forma simplificada tras- (trastorno, traspapelar, trasquilar). p: apto, opción, autopsia: en especial, se relaja en el grupo pt en interior de palabra (concepto, aceptar), pero no se debe eliminar; solo está admitida su pérdida, opcional, en séptimo y septiembre ([sétimo], [setjémbre]/ [setiémbɾe])16. t:

atlas, etnología, atmósfera: solo en dos casos se admite, incluso se recomienda, no pronunciar la t implosiva: en istmo [ísmo] y en las palabras con el prefijo latino post(postmoderno y posmoderno; postoperatorio y posoperatorio). También en la escritura se prefiere la variante pos- (posdata, posmoderno, posoperatorio, etc.)17.

Conviene advertir sobre la pronunciación de algunos grupos consonánticos que se pueden pronunciar de manera divergente respecto a la escritura: Los siguientes grupos iniciales de palabra se suelen pronunciar de manera reducida: [mn] > [n]; [gn] > [n]; [ps] >

15

Las posibilidades que se tratan aquí afectan tan solo al caso de prefijo trans- / tra- cuando tiene el significado de ‘al otro lado de’ o ‘a través de’. No se aplica a los usos del prefijo tras- cuando significa ‘detrás de’ (como, por ejemplo, en trastienda), ya que en estos casos no podría nunca conmutarse por trans-. 16 De hecho, se admite la escritura sétimo y setiembre. Asimismo, señalan el dpd y la Ortografía que se exceptúan los participios de los verbos pertenecientes a la familia de escribir. Se escriben preferiblemente sin —p—: adscrito, descrito, inscrito, suscrito, transcrito, etc. En algunas zonas de América (Argentina, Paraguay, Uruguay), se emplea la secuencia —pt—. 17 Señala el dpd (en coherencia con lo recogido en la Ortografía) que «solo en los casos en que este prefijo se une a palabras que comienzan por s- se aconseja conservar la t, para evitar la confluencia de dos eses en la escritura: postsocialismo, postsurrealismo». En definitiva, de acuerdo con la Ortografía (2010: 187), aunque se recomienda la forma pos-, también es válida post-.

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[s]; [pt] > [t]. Se trata habitualmente de cultismos de origen griego: mnemotecnia > nemotecnia; gnomo > nomo; psicóloga > sicóloga; pterodáctilo. Suele admitirse también su reducción en la grafía (excepto en el grupo pt), aunque señala la Ortografía que el uso culto prefiere la grafía de grupo18. En los prefijos ab- y sub- seguidos de , esta última no forma sílaba con la consonante precedente, por lo que se pronuncia en sílabas separadas, y la r es vibrante múltiple [r]/[rr]: ab-ro-gar; sub-rei-no19.

2. Pronunciación de palabras problemáticas En este apartado se advierte sobre determinados aspectos en el ámbito de la palabra que suelen provocar confusión en los hablantes. Lo que particulariza este apartado respecto al anterior es que el error se asocia a algunas palabras específicas, aunque se explica por fenómenos generales propios del dinamismo de la lengua. El hecho de que afecte a una palabra y no a otra se debe a razones particulares de cada palabra. También se trata en este apartado el modo de pronunciar las siglas y los extranjerismos. Conviene recordar en este lugar que aunque comúnmente empleamos acento como sinónimo de tilde, el acento es un fenómeno más amplio, de carácter oral, mientras que la tilde es una convención gráfica que se coloca solo sobre algunas vocales con acento, es decir, que se encuentran en sílaba tónica. Siempre que hay tilde (ortográfica) es porque hay acento (prosódico, intensidad en la pronunciación), pero no al revés.

18

En el grupo ps, hay un caso en el que la Ortografía prefiere la forma reducida , los compuestos con pseudos- (seudónimo, seudópodo). 19 Contrástese la pronunciación de estos términos con: abrazar, subrepticio.

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2.1. Palabras con acentuación incorrecta La lista de todos los términos que se han extendido en el uso con una errónea identificación de la sílaba tónica resultaría una tarea ingente. Se señalan solo algunas muestras de los más comunes; aparece en negrita la sílaba que se pronuncia tónica: *aerodromo, por aeródromo *áuriga, por auriga *ávaro, por avaro *carácteres, por caracteres *cuádriga, por cuadriga *especimen, por espécimen (sin embargo, el plural es especímenes) *hectógramo, por hectogramo; *hectólitro, por hectolitro20 *hipocondria, por hipocondría *intérvalo, por intervalo *líbido, por libido *nóbel, por nobel; *nóvel, por novel *ójala, por ojalá *rádar, por radar *sútil, por sutil *tactil, por táctil

Muchas de las acentuaciones erróneas anteriores, además de encontrarse muy difundidas, también vienen provocadas por el contagio de aquellos otros términos en los que la Real Academia admite duplicidad de acentuaciones (reuma y reúma; kárate y karate; frijol y fríjol; lauréola y laureola). Véanse algunas de las palabras admitidas con dos acentuaciones en el capítulo II, § 2.3.3. de la Ortografía.

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A diferencia de estas palabras, se pronuncia hectómetro y no *hectometro. Aplíquense estas mismas formaciones a las palabras compuestas a partir de kilo- y mili-.

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2.2. Palabras con pronunciación incorrecta La pronunciación incorrecta de algunas palabras se debe a mecanismos propios del uso y evolución de la lengua: el cambio de posición de dos sonidos de una misma palabra (metátesis: en algunos casos se ha llegado a asentar: miraculu > miraglo > milagro); la analogía con otras formas cercanas (*vertir por verter: analogía con convertir); la extensión en el uso de la confusión de dos vocales o consonantes cercanas (*cónyugue por cónyuge, en la que también influyen palabras próximas, en este caso por conyugal). Algunos ejemplos de errores por metátesis son: *dentrífico, por dentífrico *enclencle, por enclenque *metereólogo, por meteorólogo *visicitudes, por vicisitudes

Los siguientes son casos en los que se cambia una consonante por otra cercana desde el punto de vista articulatorio: *anticualla, por antigualla *barahúnta, por barahúnda *cangrena, por gangrena *zarpullido, por sarpullido21 *pergueñar, por pergeñar

Por último, veamos ejemplos de errores por cambios en vocales: *antidiluviano, por antediluviano22 *cuadrigésimo, por cuadragésimo *destornillarse, por desternillarse *diverger por divergir *espúreo por espurio *geráneo, por geranio

21

Existe la variante salpullido, empleada más frecuentemente en América. 22 El dpd explica que «este adjetivo está formado con el prefijo ante-, que significa ‘anterior’; no es correcta la forma *antidiluviano, pues antisignifica ‘contrario’».

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*tortículis, por tortícolis

Al igual que en el caso de la acentuación, el error del usuario también puede originarse en el desconcierto que supone la existencia de palabras que admiten dos pronunciaciones por parte de la Real Academia (amedrentar y amedrantar; apoteósico y apoteótico; gasoducto y gaseoducto; pudrir y podrir). No vamos a recoger aquí estos casos; remitimos para ello a la consulta particular en el dpd, o a los listados que recogen Gómez Torrego (2006: 268-288) y Álvarez (2005: 122-124).

2.3. Pronunciación de extranjerismos, latinismos, siglas y abreviaturas

2.3.1. Extranjerismos23 Las voces extranjeras siguen, en general, dos caminos: o bien no sufren ninguna modificación y se emplean conscientemente como palabras extranjeras; o bien se adaptan a nuestra lengua en la ortografía o en la pronunciación. Las recomendaciones académicas han sugerido nuevas adaptaciones con la llegada del dpd, por lo que no está de más consultar los casos concretos. También se ofrecen soluciones a cuestiones puntuales en el Vademécum: diccionario de dudas del español, sitio actualizado en la página electrónica www.fundeu.es. Los extranjerismos crudos (importados sin modificaciones de la lengua extranjera) deben intentar pronunciarse como en su lengua original. En los diccionarios académicos (drae y dpd) se destacan en letra cursiva para que se identifiquen como palabras no integradas en el patrimonio léxico del español. Así, por ejemplo, se admite a cappella como extranjerismo crudo,

23

Para más detalles sobre el tratamiento de los extranjerismos y la realización de prácticas, se recomienda el capítulo 7 de este libro «Introducción a los extranjerismos del dpd y criterios de adaptación», de D. Giménez.

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por lo que además de escribirse como en su lengua origen, el italiano, también se respeta su pronunciación originaria. Se pronunciarán como en su lengua propia todos aquellos que recoja el dpd sin ofrecer adaptación (hardware, light, affaire, flashback, amateur, etc.), aunque para la mayor parte de ellos ofrezca voces alternativas en español. En cuanto a los adaptados, bien se sacrifica su ortografía original, bien su pronunciación. Conviene acudir al dpd para la consulta. Algunos ejemplos de acomodación de la grafía a su pronunciación originaria son: blus (> blues), vedete (> vedette), fular (> foulard), baipás (> bypass), nocaut (> knockout), suajili (> swahili), parquin (> parking), paparazi (> paparazzi), etc. Dentro de los adaptados gráficamente destaca el grupo de aquellos que comienzan por s líquida (spaghetti, snob, scooter, scanner, ski); al ser una pronunciación alejada del sistema hispánico, se suele recomendar la adición de una e epentética (espagueti, escúter, esnob, escáner, esquí). El otro camino de adaptación es el que mantiene la grafía original y propone acomodar la pronunciación a dicha grafía. Algunos ejemplos son: airbag ([ai̯ɾβáγ]/[airbág]), alzhéimer ([alθéi̯meɾ]/[alzéimer]), gay ([gái̯]), nurse ([núɾse]/[núrse]), punk, punki ([púŋk], [púnk]), surf ([súɾf]/[súrf]), etc. En cuanto a los nombres propios extranjeros, se recomienda su escritura y pronunciación de acuerdo con la lengua originaria, siempre y cuando no se encuentren hispanizados o, dicho de otro modo, cuando no exista una forma tradicional asentada en el español. Tanto las obras académicas (la Ortografía, el dpd) como los manuales de estilo de los medios de comunicación dedican especial atención a los topónimos, y suelen incluir listados para que se puedan identificar aquellos que poseen forma hispánica (Colonia –Köln, Cornualles –Cornwall, Gotemburgo –Göterburg, Liubliana –Ljubljana, Kazajistán –Kazajstán, Nueva Orleans –New Orleans, Pekín –Beijing, Aquisgrán –Aachen, Ámsterdam –Amsterdam, etc.), y los que mantienen la forma original, puesto que no poseen una forma

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tradicional adaptada al español (Ottawa, Washington, Ghana, Skopje, Pyongyang, Canterbury, etc.). Para la escritura y pronunciación de nombres propios de lenguas que utilizan alfabetos no latinos se recomienda la adaptación a la ortografía española de su pronunciación. Así por ejemplo, el Vademécum de Fundéu (www.fundeu.es) sugiere la escritura Al Qaeda en lugar de Al Qaida por reflejar la primera una mayor similitud a su fonética original. Los nombres extranjeros de personas no se suelen traducir ni adaptar al sistema ortográfico y fonético español (no se escribiría, por ejemplo, con tilde , ni se pronunciaría con el sonido correspondiente a la letra [estaλóne]/[estallóne]), sino [estalóne]. Como señala la Ortografía (§ 2.2.1., cap. VI), solo se hispanizan (adaptan o traducen) los antropónimos de nombres de papas (Juan Pablo II), miembros de familias reales (Diana de Gales), de ciertos personajes históricos y de ficción castellanizados (Julio César), de indios norteamericanos (Toro Sentado) y los nombres propios motivados, como los apelativos o sobrenombres de personajes históricos (Iván el Terrible).

2.3.2. Latinismos En los trabajos sobre normativa se suele advertir sobre el empleo correcto de los latinismos, puesto que con el paso del tiempo algunos de ellos se han deformado y se han extendido usos incorrectos y vacilaciones (véase, por ejemplo, Gómez Torrego, 2006: 263; Álvarez, 2005: 123; Ortografía, (§ 2.2.3., cap. VI): motu proprio (*motu propio), contra naturam (*contra natura), lato sensu (*latu sensu), etc. Además de estas precauciones sobre la corrección de la forma, conviene señalar algunos aspectos más sobre su pronunciación. El latín posee combinaciones de grafías que se pronuncian de distinta forma en el español moderno. La posición actual de la rae, reflejada en el tratamiento concreto de cada latinis-

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mo del dpd, admite en algunos casos dos pronunciaciones: la del latín clásico y la del vulgar. Las secuencias de este tipo más destacadas son: : en latín clásico [ae], en latín vulgar [e]; lapsus linguae, curriculum vitae. : pronunciación interdental [θ]/[z] y en algunos casos también se admite [k]; sub voce, incipit, sub iudice. : pronunciación fricativa velar sorda [x]/[j], y no [ʝ]/[y]; magister, sui generis. : pronunciación como [l]; casus belli. : la pronunciación latinizante es [kue], [kui], aunque no hay un criterio unificado para todos los casos. Así, en ad quem el dpd recomienda [ad kuém]. Para muchas secuencias con , la Ortografía indica que no debe seguirse la pronunciación latinizante y, por lo tanto, no se pronuncia la : quídam [kídam]; quid [kíd]. : pronunciación como [t], [k], respectivamente; ex cáthedra: [eks káteδɾa] / [eks kátedra]; deus ex máchina: [eks mákina]. No obstante lo dicho, es más prudente consultar para cada latinismo el dpd24 u otra obra de referencia, ya que no en la totalidad de los casos se cumplen con regularidad las indicaciones citadas25. Esta consulta, además, nos permitirá salir de dudas también en el empleo correcto de la forma o en la vacilación de la fonética. Obsérvese, por ejemplo, como el dpd

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Téngase en cuenta que el dpd no ha actualizado todavía las nuevas modificaciones introducidas por la Ortografía (2010). 25 Aunque en ediciones anteriores del drae se recomendaba la pronunciación de la como [u] en los latinismos, en la actualidad el dpd no señala esta fonética para los usos concretos, de lo que se infiere que debe pronunciarse [b]: versus [béɾsus]/[bérsus]; vade retro [báδe]/[báde]. La Ortografía y el dpd no incluyen ninguna información al respecto.

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corrige una pronunciación extendida pero errónea de la locución latina statu quo: «pron. [estátu-kwó], no [estátu-kúo]», es decir, realizando quo como aguda26 (con la pronunciación en cuatro sílabas y no en cinco).

2.3.3. Siglas, acrónimos y abreviaturas Los trabajos que versan sobre estos fenómenos tratan la pronunciación desde el punto de vista de sus recomendaciones para la lectura, lo cual muestra la primacía del plano gráfico sobre el fónico. Como señala la Ortografía (§ 3.3.2, cap. V), las siglas se leen sin restablecer la expresión a la que reemplazan, empleando uno de estos tres procedimientos, según lo exija su forma: lectura silábica, deletreo o lectura mixta. Las siglas que se leen como se escriben, silábicamente, también se llaman acrónimos: iso, usa, uci, unesco, renfe, láser, radar. Cuando, en estos casos, la sigla solo está compuesta por vocales, se pronuncia cada una de ellas con acento tónico: oea (Organización de Estados Americanos) se pronuncia [ó-éá]; ue (Unión Europea) [ú-é]27. Las siglas que se deletrean lo hacen porque es imposible su lectura; se llaman también siglas consonánticas: fmi [éfeéme-í], dgt [dé-xé-té]/dé-gé-té], pvc [pé-úβe-θé]/[pé-úbe-zé], isbn [í-ése-bé-éne], dni [dé-éne-í], ong [ó-éne-xé]/[ó-éne-gé], etc. La lectura mixta (combinación de lectura y deletreo) es menos frecuente: cd-rom [θé-dé-rón]/[zé-dé-rrón]. Las siglas

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Véase lo señalado en la Ortografía sobre la consideración de estas locuciones como latinismos crudos (§ 2.2.2., § 2.2.3., cap. VI). 27 Téngase en cuenta que en el deletreo, dependiendo del área geográfica, las letras se pueden pronunciar de manera diferente: TV, [té-bé] o [téúβe].

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que también incluyen cifras u otros signos, (I+D, MP4), suelen oralizarse deletreando la parte alfabética y leyendo el número o símbolo: [í-más-dé], [éme-pé-kwátɾo] / [éme-pé-kuátro]. El plural de las siglas solo se puede formar en la pronunciación, no en la escritura: tres cd, pero [tɾés-θeδés]/[trés-zedés]. Para la lectura de las abreviaturas, se restituyen todas las letras eliminadas: mín. ([mínimo]), pág. ([páxina]/[página]); puesto que «son un fenómeno de reducción meramente gráfica» (Ortografía, § 3.2.1., cap. V).

3. Algunas pautas básicas sobre el buen dominio de la prosodia. Los recursos suprasegmentales De acuerdo con Hidalgo (2006a), grosso modo, la prosodia se puede identificar con la entonación. Esta última se entiende como «el efecto prosódico derivado de la colaboración simultánea de diversos componentes» (Hidalgo, 2006a: 15): el acento, el ritmo y las pausas, el tono y la melodía. Los recursos suprasegmentales aportan una información imprescindible en el canal oral, sin la cual la comunicación fallaría en numerosas ocasiones: «no son meros «aderezos» de los enunciados que emitimos (…) tales rasgos juegan un papel esencial en la organización de la sintaxis, del léxico y en la interpretación semántica y pragmática de los enunciados» (Hidalgo, 2006a: 11, 14).

3.1. El acento En cuanto a los errores o vicios comunes relativos al acento, conviene señalar la disimetría en la intensidad fónica: sucede cuando no se realizan los acentos fuertes (tónicos) esperados en determinados momentos de la cadena de habla, o, al contrario, cuando se acentúan prosódicamente unidades átonas.

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Las palabras que siempre deben pronunciarse de manera átona, sin intensidad prosódica, en español, son, de acuerdo con Hidalgo y Quilis (2004: 232-233) y con la Ortografía (§ 2.3.1, cap. II): El artículo determinado (el, la, los, las; no el indeterminado). Las preposiciones (excepto según). Gran parte de las conjunciones (y, e, ni, o, que, pero, sino, mas, aunque, pues, porque, como, puesto que, con que, si, cuando, aun cuando). Términos de tratamiento (don, doña). Los pronombres personales átonos (me, te, le, nos, os, les, se, lo, la, los, las). Los adjetivos posesivos antepuestos al nombre (mi, tu, su, nuestra, vuestra, etc.). Los relativos (que, quien, donde, como, cuanto, etc.; no sus correspondientes interrogativos y exclamativos), excepto cual/es, que es tónico y va precedido del artículo (el/los). Los adverbios tan, medio, y algunos usos de aun. Obsérvense en el siguiente ejemplo los errores de acentuación prosódica. Se subrayan las formas que deberían ser átonas y, sin embargo, se pronuncian tónicas, y se marcan en cursiva las que son átonas y deberían ser tónicas: Pára el concierto se habilitarán servicios especiales de autobús désde Valencia ý désde Cheste sín cobro de tasas. Solo en nuéstra Comunidad se hán preparado mil plazas de párquin dónde se encuentra un gran bar y un espacio pára los pequeños.

Las palabras que deberían ser tónicas y se pronuncian átonas se apoyan en el acento de la palabra que le sigue: [míl pláθas]/ [míl plázas], [gɾám báɾ]/ [grán bár].

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Paradójicamente este error es menos común en el discurso relajado e informal y más frecuente en lo formal, sobre todo, en el habla afectada de algunos locutores de radio y televisión.

3.2. Grupos fónicos, pausas y ritmo Estos tres aspectos se encuentran relacionados en tanto que influyen unos en otros. En la cadena de habla los sonidos se producen agrupados en segmentos con una misma melodía y separados por pausas. El llamado grupo fónico «suele depender de la necesidad que el hablante tiene de respirar y el sentido e intencionalidad que quiere dar a la frase» (Álvarez, 2005: 125). En español normalmente puede abarcar entre una y dieciséis sílabas, aunque el grupo fónico más común contiene en torno a ocho y doce. Hay que procurar que los grupos fónicos no se interrumpan con pausas arbitrarias que corten constituyentes sintácticos unitarios y que, además, favorezcan subsiguientes grupos fónicos que aúnen los componentes sintácticos cortados. De los siguientes ejemplos, (1) y (2), ¿cuál de los dos respeta mejor la coherencia en la emisión de grupos fónicos?: (1) Los hoteleros de la provincia de Valencia esperan a partir de hoy comenzar // a registrar la máxima ocupación // en sus establecimientos // y de este modo notar los beneficios // del Gran Premio de Europa que// se celebrará durante el próximo fin de semana// en nuestra ciudad. (2) Los hoteleros de la provincia de Valencia// esperan a partir de hoy // comenzar a registrar (//) la máxima ocupación en sus establecimientos // y de este modo // notar los beneficios del Gran Premio de Europa que se celebrará (//) durante el próximo fin de semana en nuestra ciudad.

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Hay algunas divisiones de constituyentes desaconsejables que resultarían muy obvias: por ejemplo, la separación entre un sustantivo y el adjetivo que lo determina o califica (la máxima // ocupación), o entre una preposición y su término (la provincia de // Valencia). Sin embargo, aunque las divisiones que se observan en (1) pueden resultar menos bruscas a primera vista que las que se acaban de citar, también las de (1) rompen el hilo natural, sintáctico y de sentido, del enunciado. Es brusca la separación del verbo auxiliar de una perífrasis del resto del constituyente (comenzar a registrar). También supone un corte de sentido la pausa entre la máxima ocupación y en sus establecimientos, pues, además de dejar aislado semánticamente al segundo segmento (en sus establecimientos), este último debería completar el significado del elemento anterior (comenzar a registrar). Lo mismo ocurre en la última pausa (el próximo fin de semana // en nuestra ciudad). Se separa también un complemento del nombre de su núcleo (los beneficios // del Gran Premio), y se realiza, por último, una desmembración entre el elemento introductor de un constituyente (que) y dicho constituyente (se celebrará…). Debe también prestarse atención a otro defecto del mal empleo de las pausas que afecta al ritmo: la realización de numerosas pausas o cortes fónicos puede producir un efecto de monorritmia o de fragmentación del discurso. El número de pausas en la elocución depende de las intenciones comunicativas del hablante, y se regula, también, con un buen dominio de la respiración. El ritmo viene a coincidir, sin ser exactamente lo mismo, con la velocidad elocutiva, con el tempo de habla. Posee un ingrediente individual, pues cada persona dispone de un ritmo natural de habla. Sin embargo, en función del tipo de discurso y de la formalidad/informalidad de la situación, el ritmo debe controlarse y adecuarse: (…) debe seleccionarse de acuerdo con el fin (tema) o la situación del discurso. Así, cuando se describe, la velocidad de habla suele ser más lenta que cuando, por ejemplo, se argumenta. El principio y el final de una expo-

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Marta Albelda Marco sición deben ser articulados con lentitud elocutiva, de forma que el público entienda perfectamente lo que a continuación se va a explicar y lo que se concluye de todo lo expuesto. Asimismo, parece que la lentitud expresiva se adapta mejor a un auditorio numeroso que a un público constituido por unos pocos (Briz et alii, 2008: 124).

En relación con el ritmo y la articulación de los grupos fónicos están las sinalefas, uniones vocálicas entre palabras seguidas en la lengua hablada. En Álvarez (2005: 125-129) se detallan específicamente cada una de las situaciones en que se recomiendan y se desaconsejan las sinalefas. En la mayoría de los casos en que una palabra acaba en vocal y la siguiente también empieza con vocal, lo correcto y armonioso es unirlas en la pronunciación; y si se trata de la misma vocal, se alarga su pronunciación en lugar de emitir dos (lo realizó óptimamente; banda ancha; escribe ensayos). Hay que estar alerta, sin embargo, de algunos potenciales problemas. En ocasiones, la sinalefa produce ambigüedad, como en la secuencia [estáβlán̪do]/[estáblándo], puesto que la recuperación de división de palabras por parte del oyente puede ser errónea: está hablando o está blando. También es importante marcar con el descenso de la velocidad elocutiva o con la pausa la presencia de una conjunción de escaso cuerpo fónico, como lo son y, e, o. A ello se le une, a veces, la creación de un efecto sonoro molesto: Leyó y oyó otros datos Antonio e Isabel Grita y aúlla en la noche28

28

Hay también un fenómeno ortológico vinculado al estilo que afecta a la armonía auditiva de los grupos fónicos, las cacofonías. Es el efecto demasiado sonoro que produce el encuentro de sílabas o fragmentos de palabras iguales o semejantes en la pronunciación, y que suele ser desagradable: Los disidentes del nuevo presidente han provocado un altercado en los edificios adosados.

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3.3. La entonación Ya se ha dicho que la entonación supone el resultado de la interacción de todos los aspectos anteriores, a los que faltaría por añadir el tono o melodía. Estos dos son fenómenos muy cercanos: «la melodía corresponde a la mera sucesión de tonos a lo largo de una emisión de voz» (Hidalgo, 2006a:15). En relación con el tono, hay que destacar el tonema o inflexión melódica de la curva entonativa que se realiza a partir de la última sílaba tónica del grupo fónico29. La dirección del tonema en un grupo fónico o en un enunciado proporciona una información comunicativa imprescindible, pues es justamente en esta parte final de grupo donde se producen las variaciones de tono más significativas. En general, se habla de cinco tipos de tonemas (Navarro Tomás, 1991):

1. cadencia o descendente (↓)



2. anticadencia o ascendente (↑)



3. suspendido o mantenido (→)



4. semicadencia



5. semianticadencia

La presencia de cada uno de estos tonemas en combinación con los otros aspectos suprasegmentales (acento30, ritmo, pausas) permite reconocer patrones entonativos sistemáticos, gracias a los cuales la entonación desempeña funciones fundamentales en la construcción e interpretación de los enunciados orales. La entonación organiza y estructura la información oral integrando las porciones de habla en los enunciados; da por 29

En principio, los límites del grupo fónico coinciden con los de la unidad melódica. 30 Se toma aquí el concepto de acento en sentido amplio, puesto que en su sentido más técnico, el acento en español incluye la duración, el tono y la intensidad.

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ello coherencia y cohesión a los fragmentos de habla que se van sucediendo en la construcción «sobre la marcha» del discurso oral y que, sin entonación, resultarían piezas sin sentido concatenadas. B: es que no me cuentas nada/ no me cuentas-/ te veo todo el rato↓ igual estás superbién conmigo↑ ahí superbién↑ ¿no? y con todo el mundo↓ y de repente te encierras↑ tío↑ yo no sé qué te pasa↑ si es que tienes algún problema en casa o algo↑ tío↑/ y de repente te encierras y ya no quieres hablar (Briz y Valesco, 2002, ML. 84. A.1: 102-106)

Los tonemas del ejemplo anterior son los artífices de la construcción del discurso, lo que permite que la información progrese y se integre en el conjunto del mensaje. Además de valores expresivo-afectivos (enfado, sorpresa, ironía, satisfacción, etc.), la entonación cumple funciones lingüísticas. Por ejemplo, mediante una entonación ascendente se unen las dos partes de una construcción subordinada y se indica la intención del hablante por continuar su emisión (1). También, el tonema de anticadencia marca el final de cada constituyente de una enumeración y señala cuál es el penúltimo de la lista para indicar que se dirige a concluirla (2): Para evitar aglomeraciones en el concierto de Madonna↑ (1) el Ayuntamiento ha dispuesto de una serie de medidas, como el fomento el transporte público↑, la presencia de unidades policiales↑ (2) y la realización de actividades lúdicas antes del concierto.

En ocasiones, la entonación no solo realiza una función lingüística, sino que, gracias a ella, el enunciado adquiere un sentido. Si no fuera por el tonema ascendente, los siguientes enunciados no tendrían siquiera gramaticalidad. Aquí hace un frío↑ / *Aquí hace un frío↓ Estaba de contenta la alcadesa↑ / *Estaba de contenta la alcadesa↓

Asimismo, la entonación también construye los valores modales de los enunciados: aseverativo, interrogativo, exclamativo e imperativo. Por ejemplo, los enunciados aseverativos suelen corresponderse con tonemas descendentes (↓); las interrogativas absolutas (sin pronombre interrogativo) termi-

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nan con final ascendente (↑); las interrogativas relativas (con pronombre) comienzan con un tono alto (representado por el pronombre interrogativo), que desciende para luego volver a ascender mínimamente hasta la última sílaba tónica, en la que se realiza un tonema descendente (↓). A pesar de que la entonación forma parte del patrimonio natural de los hablantes, especialmente en situaciones de formalidad se producen malos usos de la entonación, por una pretensión, desafortunada, de artificiosidad. Algunos defectos en la entonación son el desentono, la monotonía y la afectación (véase Telemadrid, 1993: 133; Briz et alii, 2008: 124-125). El desentono supone la ausencia de correlación entre el tono de la voz y el tono que exige la estructura del enunciado que se realiza. Para evitar este error, el que habla debe realizar una buena comprensión del significado de lo que está leyendo. Por ejemplo, al leer el contenido de un paréntesis se cambia el tono, pero ello no supone que reduzca su intensidad, es decir, no tiene que pronunciarse con un volumen de voz bajo (Telemadrid, 1993: 133). También pueden producir desentonos los cortes arbitrarios de grupos fónicos, tal y como se ha señalado en el apartado anterior. La monotonía es un mantenimiento continuado de la misma modulación de la voz, sin considerar los matices de entonación de las diferentes estructuras. La cualidad opuesta es la flexibilidad melódica que enriquece los matices del mensaje y contribuye a mantener la atención de los oyentes. La afectación supone una modulación de la voz extravagante, que normalmente se caracteriza por acabar los enunciados (la mayor parte supuestamente aseverativos) en tono ascendente. No es raro escucharla en locutores de medios de comunicación, y puede producir una sensación auditiva de presuntuosidad o, en ocasiones, de lectura infantil31.

31

El manual de estilo de Efe, lo recoge con estas palabras: «debe evitarse el amaneramiento de la entonación de la mayor parte de los locutores,

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4. La oralización de lo escrito Después de haber descrito los rasgos suprasegmentales, es más fácil advertir las posibilidades de la lengua oral. Evidentemente, presenta sus diferencias, y también sus ventajas, respecto a la escrita, que conviene conocer para poder dominar mejor su uso. Repasaremos brevemente las características de la lengua oral y de la escrita y después apuntaremos algunos consejos para una mejor elocución de un discurso (previamente escrito o esquematizado).

4.1. Lengua oral, lengua escrita y situación comunicativa El siguiente cuadro recoge las características diferenciales más destacadas de la oralidad y de la escritura (Briz, 1998: Cortés y Camacho, 2003, entre otros): Características de la oralidad

Características de la escritura

1. canal fónico 2. inmediatez comunicativa 3. espontaneidad 4. fugacidad 5. dependencia respecto a un espacio, tiempo y contexto concretos 6. repetición 7. interlocución en presencia

1. canal gráfico 2. distancia comunicativa 3. planificación 4. permanencia 5. no dependencia respecto a un espacio, tiempo y contexto concretos 6. ausencia de repetición 7. interlocución habitualmente en ausencia

que, al leer las noticias, no lo hacen como españoles, sino con una entonación y unas pausas muy extrañas, con cierta influencia del inglés, de tal forma que están creando una nueva forma de forma de hablar en nuestra lengua totalmente ajena a las normas prosódicas españolas» (Agencia Efe, 1990: 37).

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Una breve reflexión sobre las características de cada tipo de lengua nos debe hacer considerar los puntos fuertes de cada una de ellas para aprovecharlos y suplir los puntos débiles. Así, por ejemplo, la inmediatez comunicativa proporciona cercanía entre los hablantes, capacidad de solventar ambigüedades y anomalías discursivas sobre la marcha; la dependencia del espacio y del contexto permite ahorrar ciertas explicaciones y la interlocución en presencia aporta el ingrediente gestual, rico complemento y, en ocasiones, sustituto del habla. Por su parte, lo que podría verse como una desventaja, la fugacidad en el tiempo, la no permanencia del mensaje, exigirá un mayor cuidado en la locución, ya que no se puede volver atrás. Los rasgos de lo oral y de lo escrito se combinan, a su vez, con las características de cada género discursivo, de forma que en cada uno de estos se permitirán determinadas licencias o se exigirá más corrección dependiendo del grado de formalidad. Piénsese en una conversación distendida con un amigo, una entrevista de trabajo, la exposición de un proyecto de investigación en ámbitos académicos, en un discurso social como un brindis o un homenaje, o en una tertulia televisiva. La mayor o menor privacidad de cada uno de estos géneros, la necesidad o no de una preparación de lo que se va a decir, la finalidad más transaccional o interpersonal del discurso, etc. invitarán al empleo de un registro formal o informal. En definitiva, según la situación comunicativa y el género discursivo se deberá prestar más atención a los aspectos ortológicos: a mayor formalidad, mayor cuidado de la ortología.

4.2. Consejos para la oralización de un escrito Como señala el libro Saber hablar (Briz et alii, 2008), ante la realización de un discurso oral caben tres alternativas: aprenderlo y recitarlo de memoria, leerlo o desarrollar una técnica mixta. Esta última, además de ser hoy en día la más habitual, parece ser la propuesta más rentable en la relación coste-cali-

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dad. Nos limitaremos a señalar algunos consejos para la dicción de discursos orales en situaciones formales públicas que requieran un especial cuidado exigido por las características del mensaje, del conferenciante, del público o de la situación. Las recomendaciones que se señalan a continuación se suelen recoger en los tratados de oratoria de forma más desarrollada32. Atienden a diversos aspectos que van desde la construcción del discurso (inventio y dispositio) hasta la propia puesta en escena (elocutio y actio). Para una mayor profundización en ellos, se puede consultar alguno de estos trabajos: Morales (2001), Studer (2003), Briz et alii (2008): 1. Para empezar, hay que ser muy conscientes de que no se redacta de la misma manera un texto para ser leído que para ser dicho. Además de que en lo dicho intervienen los factores extralingüísticos que rodean a la recepción del mensaje, la construcción del discurso requiere otro tipo de elaboración distinta a la que se escribe para ser leída. Por ejemplo, el Libro de estilo de Telemadrid, refiriéndose a la televisión, en contraste con el periódico, señala que el esfuerzo mental es distinto en cada uno de los canales. Por eso, en lo oral, «las frases han de ser cortas: de 10 a 20 palabras y sin oraciones subordinadas» (Telemadrid, 1993: 47); otros autores, como Huertas y Perona (1999: 62), recomiendan una longitud máxima entre 18 y 30 palabras. Se debe simplificar la sintaxis, convertir algunas estructuras subordinadas en coordinadas y sustituir, en algunos casos, los conectores discursivos por la entonación. Paradójicamente a esta simplificación se une también la necesidad de repetir los elementos léxicos importantes en detrimento de algunos anafóricos, puesto que la fugacidad de lo oral puede hacer

32

La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, de deleitar y persuadir por medio de la palabra.

Cuestiones de ortología y del lenguaje oral

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olvidarlo. En este sentido, es recomendable resumir el contenido de lo ya expuesto en algunos momentos del discurso. En síntesis, «hay que escribir de modo tal que […] el encargado de leer pueda leer como quien habla y no hablar como quien lee […], la verosimilitud del texto oral como discurso hablado es su primera condición» (Tubau, 1993: 57). Para que se cree la sensación de que no se está leyendo es muy importante que quien habla haya interiorizado bien el texto, que a la vez que se lee se esté prestando atención al significado de lo que transmite. 2. Antes de la presentación del discurso es muy aconsejable su ensayo, de manera que, a su vez, ello suponga una mínima memorización para que en el momento de emitirlo el hablante se pueda liberar un poco del papel. Los ensayos le permitirán, además, reajustar el discurso hacia una mayor verosimilitud oral e introducir algunos elementos más naturales. Asimismo, en los ensayos se pueden practicar hábitos para una buena vocalización y articulación de las palabras. 3. Veamos otras recomendaciones previas a la oralización. El texto o guion de apoyo debe contar con una buena disposición espacial. Habrá que calcular la distancia a la que se puede leer bien según la postura que el hablante vaya a adoptar (sentado, de pie); se adecuará a ello el tamaño de la letra. Así se tiene en cuenta, por ejemplo, al elaborar el teleprompter de los telediarios. Huertas y Perona (1999: 77-78) recomiendan escribir a doble espacio, no cortar palabras al final de la línea, ni párrafos a final de página; las palabras de difícil pronunciación se pueden escribir en mayúsculas y separar sus sílabas con guiones. 4. Algunos consejos para el momento de la oralización del discurso: Levantar con asiduidad la mirada del papel y dirigirla al público con constancia, repartiendo la mirada en todos

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y no solo en el mismo grupo de gente siempre. Es un buen modo de captar su atención. Emplear, aunque con armonía y moderación, recursos gestuales de rostro y brazos (batutas, marcadores de discurso, emblemas, etc.) para reforzar con más expresividad lo dicho. Utilizar el ritmo, el énfasis, las pausas, como instrumentos de jerarquía para marcar ideas principales, destacándolas sobre las secundarias. Controlar la respiración, también mediante pausas más largas (por ejemplo, para beber). Se recomienda la respiración diafragmática (para más detalle, Briz et alii, 2008: 122-123; Huertas y Perona, 1999: 94-95). Ser moderado en el uso de los recursos técnicos. Los que se empleen estarán justificados por el contenido y fin del discurso y nunca por el afán de incorporar novedades técnicas por el hecho de que todo el mundo lo haga. En concreto, suele suceder que las presentaciones orales se acompañan de un documento de PowerPoint© que está repleto de diapositivas en las que está escrito lo que el ponente dice, de tal forma que o bien el ponente o bien el PowerPoint© se hacen prescindibles. 5. Por último se ofrecen unas indicaciones respecto al modo de oralizar los signos de puntuación del texto escrito (véase para más detalle Huertas y Perona, 1999: 73, 110; Álvarez, 2005: 143-150): Coma: anticadencia (↑) o suspensión (→) y pequeña pausa. La coma no supone concluir una idea, por lo que no debe realizarse un tonema descendente. Punto: pausa más perceptible y entonación descendente absoluta (↓), para marcar que el enunciado ha finalizado.

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Punto y coma: pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto; su inflexión melódica es descendente (↓), aunque menos que la del punto. Puntos suspensivos: tonema suspendido, mantenido (→). En ocasiones, cuando se deja inacabada una estructura sintáctica subordinada, suele corresponder a un tonema ascendente (↑): si no me ayudas…↑; como no seáis puntuales…↑ Dos puntos: en el lugar en que aparezcan debe producirse una modificación de la curva entonativa para señalar que lo que sigue es una aclaración, explicación o complemento de lo anterior. Generalmente el tonema es suspendido (→). Paréntesis: suponen una breve interrupción del hilo discursivo y, por tanto, de la melodía, por lo que suele encuadrarse entre tonemas descendentes o, en ocasiones, suspendidos (→).

5. Conclusión En este capítulo se ha progresado desde el cuidado en la articulación de la unidad mínima de la lengua oral, el sonido, hasta las recomendaciones para una buena oralización de un discurso. Todo es importante en la lengua, pues como vehículo de nuestros mensajes, el habla informa sobre su usuario y, desde luego, contribuye imprescindiblemente a la cabal y adecuada comprensión de las estructuras lingüísticas. Se ha apelado a la corrección normativa, pero también a la recomendación estilística y a la adecuación discursiva y situacional. Quizás porque la lengua oral es fugaz, y, por tanto, única en la audición, la atención a sus realizaciones debe ser más valorada. La calidad de los aspectos ortológicos contribuirá a la mayor efectividad y aceptación de nuestros mensajes.

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6. Lecturas recomendadas 1. Para la consulta de cuestiones básicas fonético-fonológicas, se recomienda el siguiente manual, completo, pero a la vez sintético y pedagógico: Hidalgo Navarro, Antonio y Mercedes Quilis Merín (2004): Fonética y fonología españolas, Valencia, Tirant lo Blanch, 2.ª ed. corregida y aumentada.

2. Para una descripción detallada de los problemas ortológicos de cada sonido, acompañada de numerosos ejemplos y de la explicación de los distintos fenómenos de incorrección fonética, consúltese: Gómez Torrego, Leonardo (2006): Hablar y escribir correctamente, Madrid, Arco, tomo I, 221- 296. Real Academia Española (2010): Ortografía de la lengua española, Madrid, Espasa/Real Academia Española.

3. Para más detalles sobre la elaboración de discursos orales y la oralización de textos, puede verse: Briz Gómez, Antonio, coord. (2008): «La producción del discurso oral: la claridad en la expresión», Saber hablar, Madrid, Aguilar, 103-130 (capítulo 4). Briz Gómez, Antonio, coord. (2008): «Elementos externos a la producción oral», Saber hablar, Madrid, Aguilar, 131-165 (capítulo 5).

4. Para una descripción de las variantes fonéticas del español de América: Aleza Izquierdo, Milagros y José María Enguita Urtrilla (coords.) et alii (2010): La lengua española en América: normas y usos actuales, Valencia, Universitat de València. Libro en línea (descarga gratuita): < http://www.uv.es/aleza/esp.am.pdf>. Vaquero de Ramírez, María (1996): El español de América I. Pronunciación, Madrid, Arco/Libros.

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Cuestiones de ortología y del lenguaje oral

7. Anexo Se presentan los dos sistemas de transcripción empleados. El primero, contiene, de manera simplificada, los sonidos consonánticos del español clasificados según el modo y lugar de articulación, de acuerdo con el sistema de transcripción afi (Alfabeto de Fonética Internacional). El segundo es el modelo de transcripción propuesto por el Diccionario panhispánico de dudas y por la Ortografía de la lengua española. bilabial ˗ b p

cuerdas vocales +

oclusivo africado fricativo aproximante nasal lateral vibrante simple vibrante múltiple

β m

labiodental + ˗

interdental + ˗

f

θ̬ δ n̪ ˖ l̪ ˖

ɱ

dental + ˗ d t

θ

alveolar + ˗ s̬

n̪ l̪ ɾ

s

n l

prepalatal + ˗ ʤ nʲ lʲ

ʧ

palatal + ˗ Ɉ

velar + ˗ g k

ʝ j ɲ λ

ɣ ŋ

r

Cuadro 1. Sistema de transcripción del afi

grafía a b c + a, o, u c + e, i ch

sonido /a/ /b/ /k/ /z/ (/s/ en zonas de seseo) /ch/

d

/d/

e

/e/

f /f/ g + a, o, u /g/ gu + e, i g + e, i /j/

grafía n ñ o p q -rr tras b, c, d, f, g, k, p, t y r final de sílaba o de palabra r-, -rr-, r tras n, l, s s

sonido /n/ /ñ/ /o/ /p/ /k/

/r/

/rr/ /s/ (/z/ en zonas de ceceo)

t

/t/

u

/u/

x

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i j

La letra h no representa ningún sonido en el español estándar actual, salvo en ca- v sos de aspiración (véase más abajo) /i/ w /j/ x-

k

/k/

l

/l/

ll m

/ll/ (/y/ en zonas de yeísmo) /m/

h

/b/

/b/, /u/ /s/ /ks/ o /gs/ (en pron. general americana y culta enfática de x + consoEspaña) nante /s/ (en pron. general de España) /ks/ o /gs/ (/j/ en algunos topónimos y -xantropónimos, como México, Texas, Mexía, etc.) y /y/, /i/ z /z/ (/s/ en zonas de seseo)

Cuadro 2. Sistema de transcripción del dpd y de la Ortografía

8. Ejercicios 1. Algunas de estas palabras son incorrectas en cuanto a su escritura y, por tanto, en su pronunciación. Con la ayuda de algún diccionario de dudas corríjalas: a) guion b) hipocondria c) estadounidense d) pudrir e) especimen f) tactil g) indiosincrasia h) nóbel i) yedra j) periodo

2. Con la ayuda de algún diccionario de dudas, seleccione la forma correcta (una de ellas o las dos):

Cuestiones de ortología y del lenguaje oral a) b) c) d) e) f) g) h) i) j) k) l)

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beneficiencia / beneficencia olimpiada / olimpíada sutil / sútil radar / rádar fútbol / futbol antigualla / anticualla atmósfera / atmosfera metereológico / meteorológico cónyuge / cónyugue intervalo / intérvalo policíaco / policiaco ávaro/ avaro

3. Algunas de estas palabras no son correctas, explique por qué y corríjalas: a) cuádriga b) ójala c) ecléptico d) desternillarse e) cónyugue f) florescente g) hectogramo h) evacuo i) barahúnta j) aficción k) cuadragésimo

4. Pronuncie estas palabras; fíjese en los problemas de pronunciación que presentan, de acuerdo con lo visto en el apartado 1.3. de este capítulo: 1. expectación 2. gnoseología 3. gnomo 4. hierro 5. hierba 6. mnemotecnia 7. psicología, psicosis, psiquiatra 8. subrogar 9. abrogar 10. subrayar 11. istmo

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12. Valencia 13. Barcelona 14. transcribir 15. xenofobia 16. exfoliante 17. México, Oaxaca, Texas 18. wéstern

5. Señale los tonemas que deberían realizarse en cada fragmento marcado con XX. Las opciones son: ascendente (↑), descendente (↓), suspendido (→). Se trata de un entrenador de fútbol que está hablando sobre su equipo y sobre uno de sus jugadores en una entrevista en televisión: «Nosotros no tenemos otra forma de jugar más que esa XX. No obstante XX, tenemos una variante XX, que no sé si tú conocerás XX, de jugar con un delantero solo o con dos, ¿eh? XX. Nosotros lo que hacemos es conocer al contrario XX, lo más que podemos XX, y después olvidarnos de él XX y jugar como a nosotros nos interesa. Y ahí algún tropezón nos ha caído, pero el contrario nos importa lo justo. Cuando tratamos de tapar sus virtudes XX y tratamos de aprovecharnos de sus problemas XX, entonces podemos decir que hemos hecho una buena jugada XX. Respecto a lo segundo que me has preguntado XX, bueno pues XX, vamos a ver XX, quiero hacer una aclaración XX. Los jugadores se seleccionan solos XX. Y se caen de la selección solos XX».

BLOQUE CUARTO:

LÉXICO, DICCIONARIOS Y RECURSOS

Capítulo 6

NOVEDADES Y CREACIÓN LÉXICA María Estornell Pons Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir»

0. Introducción La lengua, como principal medio de expresar el pensamiento y hacer referencia a la realidad, es un fiel reflejo de los cambios y novedades que se van produciendo en esta, manifestados en nuevos modos de expresión. El cambio social conlleva el cambio lingüístico, y este se muestra mayoritariamente a través del léxico (Guilbert, 1975). La lengua de una comunidad hablante que experimenta cambios e innovaciones sociales no cesa de generar palabras y expresiones para aludir a las nuevas circunstancias, de forma que su léxico se encuentra en constante movimiento: surgen vocablos nuevos y desaparecen voces que dejan de prestar utilidad. De las nuevas palabras, unas se instalan en la lengua y otras tienen en ella una presencia pasajera, según si aquello que denotan permanece en la sociedad o desaparece al cabo de un tiempo. Estas nuevas unidades que se van produciendo se conocen como neologismos, y se denomina neología léxica al proceso de creación léxica inherente al sistema lingüístico y al desarrollo de la sociedad (Guilbert, 1974). La capacidad neológica de una lengua, esto es, la creación de voces para denominar las nuevas realidades, permite medir la vitalidad interna de tal sistema lingüístico (Cabré, 2000: 85-108), en tanto que demuestra la adaptación de una determinada lengua a los cambios sociales, frente a la rigidez de un sistema que no origine voces nuevas y se alimente de vocablos de otros idiomas que se vayan apoderando de la lengua. La

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neología motivada por la necesidad de denominar las novedades que surgen se conoce como neología referencial, frente a otro tipo de neologismos, normalmente calificados como expresivos o estilísticos (Cabré, 1993), que nombran realidades que ya existían. Dentro de la neología se distingue entre neología espontánea y neología planificada (Boulanger, 1988), según el neologismo se origine de manera espontánea e individual o se planifique reflexivamente de una manera institucional, por parte de la administración, de organismos que se ocupan de la planificación lingüística, de los medios de comunicación, de la escuela. Esta llamada neología planificada sirve a la norma lingüística, ya que se da para denominar las realidades nuevas, para erradicar alguna denominación considerada poco adecuada o para reducir la coexistencia de distintas variantes léxicas con una misma denotación (Cabré, 2000: 85-108). Por otra parte, se diferencia la neología general de la neología especializada o neonimia, la primera relativa a las nuevas voces que son propias de la lengua común, y la segunda referida a los neologismos pertenecientes al uso especializado, conocidos también como neónimos (Rondeau, 1984). En el presente estudio no se van a tener en cuenta las dos distinciones citadas de tipos de neologismos, dada la dificultad de determinar, por un lado, si el vocablo es fruto de un acto espontáneo o de una planificación, y, por otro lado, si es general o especializado, debido a la frontera difusa que se da en ocasiones entre ambos tipos de voces. Con respecto a este último aspecto, se observará cómo algunos de los neologismos presentados se encuentran más extendidos en el uso común, mientras que otros son más propios de determinados grupos de hablantes. El fenómeno del neologismo se define comúnmente como ‘Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua. // 2. m. Uso de estos vocablos o giros nuevos’, (drae 2001), o, en palabras de Rey (1976), como «unidad nueva, de naturaleza léxica, en un código lingüístico definido». No obstante, varios autores (Rey, 1976, 1988; Alarcos, 1992; Guerrero Ramos, 1995; Al-

Novedades y creación léxica

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var Ezquerra, 1999a; Solé, 2002, etc.) señalan la imprecisión que encierra el concepto de neologismo y la dificultad de reconocer este tipo de voces. A este respecto, en las presentes páginas se considera neologismo toda unidad léxica que ha surgido recientemente (en un margen temporal no superior a cinco años) y que circula en el uso, definición esta que se apoya en unos determinados criterios fijados para reconocer neologismos1. Los neologismos se forman por medio de distintos procedimientos, como son los propios mecanismos del idioma (recursos morfológicos, sintácticos y fonéticos), el cambio de sentido de una palabra, los préstamos y procedimientos específicos no incluidos en los anteriores2. El primer grupo abarca los procesos de la prefijación, sufijación, composición, sintagmación, parasíntesis, acronimia, siglación y acortamiento. La prefijación consiste en la adjunción de un prefijo a una palabra ya existente para generar un vocablo nuevo (postrasvase)3, mientras que con la sufijación se añade un sufijo a la palabra base (padelista). En la composición se combinan dos o más palabras existentes para hacer referencia a un concepto único, bien uniendo gráficamente los vocablos, lo que se conoce como compuestos propios, léxicos u ortográficos (Val Álvaro, 1999: 4761) (pintacaras), bien enlazándolos mediante un guión (crucero-patera), o bien sin unión gráfica (bono bebé), y estos dos últimos tipos reciben el nombre de compuestos impropios, imperfectos, posléxicos o pseudocompuestos. En los compuestos incluyen algunos autores también las unidades formadas por la lexicalización de un sintagma (carné por

1



2

3



Para esta cuestión, véase Estornell (2009: capítulo 2). Algunos autores, como Rondeau (1984) y Auger y Rousseau (1984), distinguen entre neología de forma, neología de sentido y neología de préstamo, frente a otras clasificaciones de tipos de neologismos según su formación, dependiendo del punto de vista teórico que se adopte. La gran mayoría de las palabras que se presentan como ejemplos se han tomado del trabajo citado anteriormente (Estornell, 2009), en el que se documentan y analizan estas voces.

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puntos), si bien otros estudios consideran estas voces como un tipo diferente de creación léxica llamado sintagmación (Observatori de Neologia, 2004), y este es el postulado que se sigue en el presente capítulo. Igualmente, algunos estudios tratan como compuestos cultos las palabras formadas con los denominados prefijos cultos, elementos prefijales, prefijoides o pseudoprefijos (Almela, 1999; Varela y Martín García, 1999; Observatori de Neologia, 2004; Varela, 2005, etc.). En estas páginas, de acuerdo con las observaciones de Vallés (2002: 115-120), se contemplan las formaciones con tales elementos como prefijaciones, dado su comportamiento como prefijos, en la medida en que un elemento no lexemático se añade a una palabra para crear una nueva voz. El procedimiento de la parasíntesis muestra la adjunción simultánea de un prefijo y un sufijo a una palabra, o bien la combinación de prefijación y composición para originar un vocablo (mileurista). La acronimia, por otra parte, consiste en la fusión de una palabra completa y un segmento procedente del truncamiento de otra voz, o bien de la unión de dos palabras truncadas (psicodanza). Por siglación se entiende la creación de una nueva palabra a través de la lexicalización de una sigla (spa). Y el acortamiento (también denominado abreviación) se refiere a la omisión de un segmento de una voz, generalmente con fines expresivos o estilísticos, de modo que esta se acorta (multi, a partir de [empresa] multinacional). El cambio de sentido como otro tipo de creación léxica se denomina neología semántica, consistente en que un vocablo adquiere un significado nuevo o diferente (Bastuji, 1974) a través de distintos procedimientos semánticos4, generándose 4



Sánchez Manzanares (2009: 123-146) distingue procedimientos trópicos como son la metáfora, la metonimia, la sinécdoque y la elipsis metonímica, y procedimientos comunes, en los que incluye la extensión y la restricción de significado. Otros estudios también consideran neología semántica la generalización en la lengua del uso de un nombre propio como nombre común (Observatori de Neologia, 2004). Y cabe señalar la clasificación que ofrece Díaz Hormigo (2007: 34) de la

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201

así una innovación léxica, si bien esta afecta solo al plano semántico (verbo descargar5). El mecanismo del préstamo alude a la incorporación de una palabra perteneciente a otra lengua (bullying), palabra que en numerosas ocasiones se instala en el idioma que la adopta y se asimila a dicho sistema lingüístico (en el caso del español, se castellaniza). Si el vocablo importado denomina una realidad propia de la cultura extranjera, sin equivalente léxico en la lengua receptora, recibe el nombre de xenismo (Gómez Capuz, 2005). Por último, hay que señalar la formación compleja que presentan algunos neologismos, en los que concurren dos o más de los mecanismos comentados (en trilerismo operan una sufijación y un cambio de sentido), o bien no resulta claro el procedimiento de formación (en murciglero no se reconoce un procedimiento concreto), o es una creación ex nihilo, sin partir de elementos preexistentes como en los casos anteriores, proceso este que se da con muy poca frecuencia. De la mayoría de estos mecanismos de creación neológica dan muestra las unidades que se presentan en los siguientes apartados, dedicados a la creación y uso de innovaciones léxicas a partir de ejemplos en la prensa escrita. La atención a la prensa escrita como fuente de extracción y observación de la creación léxica tiene una triple justificación. Por un lado, en los medios de comunicación se hace referencia constante a los cambios e innovaciones que se producen en la sociedad,

5



neología semántica, conjugando los diferentes procedimientos de este tipo de neología apuntados por distintos autores: neología por conversión (categorial o sintáctica) y por lexicalización de una forma flexiva, neología por metáfora, metonimia, antonomasia y elipsis originada en combinatoria léxica. En el Diccionario de uso del español de María Moliner (2007) se incluye la acepción ‘Transferir información procedente de Internet a un ordenador personal’, y este nuevo significado del verbo figura también en el avance de la vigésima tercera edición del drae.

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de modo que en estos textos se utilizan las voces que nombran tales novedades. Por otro lado, en los periódicos se transmiten discursos de hablantes con trascendencia social, y en esos discursos se acuñan algunas denominaciones de las novedades, que se difunden a través de la propia prensa. Asimismo, como se comentará más adelante, los diarios incluyen textos de opinión en los que se crean voces nuevas con determinados fines discursivos. Por todo ello, la prensa escrita se constituye en una fuente muy apta para el estudio de la innovación léxica. En concreto, el corpus periodístico del que proceden los ejemplos que se comentarán consta mayoritariamente del diario Levante-emv y El País (sección Comunidad Valenciana) y, en casos aislados, de otros periódicos impresos y digitales6.

1. Neologismos para novedades Como se ha comentado, en los textos periodísticos aparecen neologismos que denominan novedades en la realidad: objetos, conceptos y situaciones fruto de las circunstancias que se van generando. Se emplean voces denotativas de novedades tecnológicas, sobre todo relacionadas con las posibilidades que ofrece Internet, como las siguientes7:

6



7



La compilación de este corpus se vincula al proyecto del Observatorio de Neología, perteneciente a la Universitat Pompeu Fabra y dirigido por la profesora M. T. Cabré, proyecto en el que los distintos grupos de neología confeccionan un corpus de voces nuevas (Banco obneo: http:// obneo.iula.upf.edu/bobneo) a partir de la prensa editada en la comunidad autónoma de pertenencia, en este caso, la Comunidad Valenciana. Las unidades neológicas se han marcado en negrita, si bien en el contexto original no aparecen así. La difusión de estas voces en la lengua se ha comprobado con consulta de los banco de datos crea (Corpus de la Real Academia Española) y obneo (base de datos del Observatorio de Neología), y también en textos de Internet en algunos casos.

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• grooming: Por otra parte, en Canarias fueron detenidas también seis personas que presuntamente habían contactado con menores a través de Internet con el objetivo de mantener relaciones sexuales directas, o «cibersexo» a través de la cámara web -técnica conocida como grooming (Levante, 07-04-2008).

• phising: Ante la previsión de que internautas que realizan operaciones financieras a través de la red puedan ser víctimas del phising, el engaño por el que un remitente en nombre de un banco requiere confirmación de datos confidenciales (Levante, 04-04-2005).

• wikipédico: El diseñador castellonense Higinio Mateu buscó la inspiración para su trabajo, Hiyab, en tierras marroquíes, una inmersión más wikipédica que conceptual (El País, 11-02-2009).

• malware: Sin embargo, el último informe elaborado por Panda Security (compañía multinacional de seguridad informática), correspondiente al tercer trimestre de este año, sitúa a España junto con EE.UU. como los países del mundo con un porcentaje más alto de malware activo (códigos informáticos maliciosos) (Levante, 13-10-2008).

• macroportal: El holding español Filmax Entertainment ha decidido sumarse a las tiendas de contenidos en internet y ha abierto el macroportal «yodecido» (Levante, 04-02-2009).

• sms: Más de un jugador, y en plan jocoso, envió un sms a su excompañero (Levante, 05-05-2008).

También aparecen neologismos referidos al mundo del deporte, así cicloturismo (y su derivado cicloturístico/-ca), freestyle, skibike, kitesurf: • Rutas de senderismo y cicloturismo (El País, 02-11-2005). • Benicàssim estudia la conexión de la vía verde con el entorno del Voramar y la ruta cicloturística (Levante, 21-02-2009).

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María Estornell Pons • En la pista de 30 metros instalada por la organización se llevan a cabo competiciones de estilo libre o freestyle en las modalidades de snowboard y esquí (Levante, 10-11-2008). • Si lo que busca es adrenalina, el skibike es una de las actividades más atractivas (Levante, 01-02-2007). • Gisela Pulido estrena tabla de kitesurf en esta nueva temporada con un diseño vivo, lleno de motivos relacionados con la naturaleza y mucho colorido (Levante, 07-04-2008).

Algunas unidades neológicas nombran innovaciones gastronómicas, como sashimi: • Por esta o por otras inculturas, lo cierto es que de la cocina de Japón nos habían llegado tímidas referencias, que se concretaban en el pescado crudo —sashimi— o en las distintas bolitas de arroz con algas y más de producto marinero, logrando así que resultase muy exótico comer en japonés (El País, 14-04-2008).

Son frecuentes los neologismos para denominar nociones relacionadas con la política del momento8: • zapaterismo: Reprochó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero haberse apropiado de la Constitución y la ha monopolizado hasta el punto, según afirmó, de identificarse con la misma y haberla «contaminado de zapaterismo» (Levante, 16-02-2005).

• campsismo, zaplanismo y ripollismo: El ex alcalde de Teulada, José Ciscar, es el nuevo hombre fuerte del campsismo en Alicante, un territorio en el que esa actualización del zaplanismo llamada ripollismo no cede ni un ápice de terreno (Levante, 01-04-2009).

• ripollista: Una edil ripollista del PP de Ibi denuncia anomalías urbanísticas de la alcaldesa campsista (Levante, 04-02-2009).

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Algunos de los neologismos que siguen son tratados en Sanmartín (2009: 147), donde se ocupa de las nuevas voces relativas a realidades propias de la Comunidad Valenciana.

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• rajoyista: Primero eran fieles al antiguo régimen, después se convirtieron en los más zaplanistas, los más campistas, los más aznaristas o los más rajoyistas (Levante, 07-01-2009)

Y, junto a las voces relativas a los ámbitos señalados, se emplean otras que nombran nuevos referentes pertenecientes a las distintas parcelas de la realidad, como por ejemplo las siguientes: • maxisuéter, relativa a un tipo determinado de prenda de vestir: El tricot, como estrella de la colección bien en maxisuéters, bien en ponchos de aires infantiloides (El País, 04-02-2009).

• bono-libro, representativa de una nueva medida administrativa para subvencionar la compra de libros escolares: El sector de libro, que integra a editores, libreros y distribuidores, pidió ayer a la Consejería de Educación que extreme el «control» sobre el «intrusismo» y la «competencia desleal» de las asociaciones de padres de alumnos y colegios concertados que utilizan el sistema del bono-libro para comprar y vender los libros de texto fuera de los canales de distribución de librerías autorizadas (El País, 01-05-2009).

• pensionazo, que alude a una reforma del sistema de pensiones propuesta por el Gobierno: La presión sindical y popular fuerza al Gobierno a matizar el «pensionazo» (Abc, 02-02-2010).

• mileurista, para nombrar al colectivo de trabajadores que recibe un salario de mil euros: Claro que sí, los pobres jueces no tienen más remedio que ir huelga, en su condición de oprimidos de la clase obrera, cuyos precarios puestos de trabajo de mileuristas están en serio peligro (Levante, 11-02-2009).

• cienmileurista, creada por analogía con la anterior para denominar a las personas que gozan de dicho tipo de sueldo:

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María Estornell Pons El presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, del PP, ingresará en breve en el selecto club de altos cargos públicos cienmileuristas (El País, 04-02-2008).

• networking, relacionada con el ámbito del mercado y la empresa: En la sede de Benidorm se prevé constituir un espacio de trabajo para redes temáticas en sus campos de competencia (networking) y en Xàbia se celebrará el Foro Europeo de Vecindad y se potenciará la formación y el intercambio de juristas del Mediterráneo (El País, 05-05-2008).

Los distintos neologismos que se generan responden a diferentes procedimientos de creación léxica, si bien, en el caso de los presentados, la mayoría de ellos ilustran el mecanismo del préstamo; así los vocablos grooming, phising, malware, networking, sms, freestyle, skibike, kitesurf, procedentes del inglés. Como ponen de manifiesto varios autores (Alvar Ezquerra, 1998: 132; Lorenzo, 1999: 20), la abundancia de neologismos originarios de la lengua inglesa señala este idioma como principal exportador de palabras, de acuerdo con su estatus de primera lengua mundial y con el hecho de que es en ámbitos de habla inglesa donde se producen o promocionan muchas de las innovaciones actuales, como las referidas a la tecnología. Del idioma japonés, por otra parte, se importa alguna palabra relativa a la gastronomía con la creciente incorporación de elementos de la cocina japonesa, como el caso del sashimi. Las palabras macroportal y maxisuéter obedecen al proceso de la prefijación. En la primera, el elemento prefijal macro- se antepone al sustantivo aportando el valor de tamaño o cantidad para aludir a un tipo de portal de Internet que abarca, a su vez, varios portales9; y en maxisuéter, el prefijo se adjunta al vocablo suéter como denominación de una nueva prenda de

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El avance de la 23.ª edición del drae define la palabra portal como ‘Espacio de una red informática que ofrece, de una forma sencilla e integrada, acceso a recursos y servicios’.

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moda en la actualidad. Estos dos prefijos pertenecen a la llamada prefijación intensiva, que añade valores connotativos al significado de la palabra a la que se adjuntan (Martín García, 1998: 114). Las unidades zapaterismo, campsismo, zaplanismo, ripollismo, rajoyista, ripollista, wikipédico y pensionazo han sido formadas por sufijación. Los cuatro primeros casos presentan la adición a nombres propios del sufijo -ismo con el sentido de ‘sistema’, ‘corriente’, ‘movimiento’, ‘situación’, ‘actitud’, ‘colectividad’, según el contexto en que aparezca la voz. Las palabras rajoyista y ripollista obedecen a la adjunción del afijo -ista a otro nombre propio, con el significado de ‘partidario de’, generando un tipo de formación recurrente en el español actual (Guerrero Salazar, 2007: 365). En wikipédico, el sufijo -ico se añade también a un nombre propio, el de una enciclopedia virtual, para generar el sentido de ‘relativo o perteneciente a’ esa enciclopedia. Y en el vocablo pensionazo, el sufijo -azo se une al lexema pensión con un valor despectivo por analogía a otras formaciones e imponiendo así el género masculino de la unidad10, con el fin de referirse una nueva medida administrativa. En relación con los neologismos formados por prefijación y sufijación, cabe señalar que muchos de ellos resultan transparentes desde el punto de vista del significado, ya que este es predecible a partir de la combinación de los elementos que forman la palabra, lo que se conoce como composicionalidad semántica. Así las unidades de este tipo anteriormente citadas, salvo las voces macroportal, maxisuéter y pensionazo, que representan casos de afijación cuyo significado resultante no es predecible obtenido directamente de la forma. En macroportal, el referente denotado es un portal cibernético, sin embargo, debido al carácter polisémico que ha adquirido el

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Esta es análoga a la voz decretazo, surgida hace varios años para nombrar también una medida propuesta por el gobierno.

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sustantivo portal, el significado ‘portal muy grande’, deducido solo de la forma, no refleja claramente el significado real de la nueva voz. En el caso de maxisuéter, el vocablo podría denotar un suéter muy grande en cuanto a talla, mientras que ha surgido para denominar un tipo concreto de suéter para mujer que es más largo de lo habitual y que se combina con unas prendas determinadas, de modo que la palabra se especializa semánticamente. Y en la unidad pensionazo, la falta de composicionalidad se debe a que, por un lado, la palabra pensión es polisémica, y en la nueva voz se toma la primera acepción de esta (drae 2001); por otro lado, a que el sufijo -azo también tiene varios valores, de los cuales se emplea el de sentido despectivo (2.ª acepción de drae 2001). El significado de la unidad no se obtiene, pues, directamente, sino que requiere la selección y combinación de estos significados, si bien ello no entraña necesariamente dificultad para el hablante ya que, como se ha señalado, esta formación es análoga a otras utilizadas y difundidas en el uso común. En cuanto al vocablo mileurista, representa el proceso de la parasíntesis, ya que se combina el lexema mil con la adición del sufijo -ista a la palabra euro, formando una sufijación y composición a la vez para expresar el significado de ‘persona que cobra un salario de mil euros’. Igualmente, en la palabra cienmileurista, creada a partir de la anterior, se produce una parasíntesis más compleja al combinarse la composición de cien mil con la sufijación de -ista a euro, como en el caso precedente. Por último, la palabra bono-libro está formada por composición, dado que se unen dos sustantivos mediante un guión para denotar un concepto unitario.

1.1. Uso del neologismo y marcación metadiscursiva Si bien los neologismos mencionados hasta ahora nombran novedades de la realidad, pueden observarse algunas di-

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ferencias en cuanto a su uso y utilidad desde el punto de vista denominativo. Por ejemplo, los vocablos grooming, phising, malware, networking, skibike, kitesurf, sashimi, maxisuéter o bono-libro responden a nuevos conceptos y la manera más útil de referirse a ellos es con estas palabras, de modo que su uso es necesario para evitar una larga paráfrasis explicativa. Neologismos como zapaterismo, campsismo, zaplanismo, ripollismo, rajoyista, ripollista, mileurista, freestyle o sms nombran igualmente realidades recientes fruto de circunstancias sociales, políticas, económicas, tecnológicas…, pero las expresiones equivalentes a estas voces no resultarían tan incómodas o poco prácticas; así, podría decirse, por ejemplo, sistema o régimen de Zapatero, para zapaterismo; partidario de Rajoy, para rajoyista; que tiene un salario de mil euros o de cien mil euros, para mileurista y cienmileurista respectivamente; estilo libre, para freestyle. En el caso de sms, esta voz convive en el uso con su equivalente español mensaje de texto para referirse a los mensajes enviados mediante los teléfonos móviles, por lo que el empleo del préstamo ya no es necesario. Y la palabra pensionazo podría considerarse también como poco útil desde el punto de vista denominativo, ya que no resulta desafortunada la referencia con la expresión reforma del sistema de pensiones, si bien esta no encierra las connotaciones que posee la unidad neológica. Según lo expuesto, la creación de tales voces puede relacionarse con una intención más estilística y expresiva, frente a la mayor necesidad que parece darse en el uso de los primeros vocablos citados, dado que la expresión equivalente para transmitir el mismo significado es más extensa o menos directa, y hay que tener en cuenta la economía lingüística que siempre aporta el uso de una forma corta en lugar de una paráfrasis a la hora de denotar un concepto o referente. Algunos de los neologismos mencionados tienen necesariamente una vigencia temporal en la lengua debido a que denominan realidades pasajeras. Tal es el caso de zapaterismo, campsismo, zaplanismo, ripollismo, rajoyista, ripollista, pensionazo, bono-libro, voces nuevas relativas a figuras políticas

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o medidas administrativas del momento actual, por lo que dejarán de usarse cuando ya no se hable de esas circunstancias políticas y sociales. De ahí que determinados autores denominan este tipo de unidades palabras al viento (Guiraud, 1967). Con respecto a la presentación de unidades neológicas en textos escritos, hay que notar que en ocasiones estas aparecen marcadas metadiscursivamente para señalar el carácter novedoso de la voz. Dicha marcación se realiza a través de distintas formas: con la escritura del neologismo entre comillas o en letra cursiva, con la presentación de una unidad léxica equivalente entre paréntesis o integrada en el texto, o bien con una definición o paráfrasis aclaratoria entre paréntesis o dentro del fragmento. La mayoría de los neologismos citados no aparecen así marcados. La palabra pensionazo se escribe entre comillas, para indicar su creación reciente a la vez que cierto tono informal que parece presentar. Los vocablos grooming, freestyle y skibike se escriben entre comillas en el primer caso y en letra cursiva en los otros dos, pero esta presentación probablemente responda al hecho de que las voces extranjeras no asimiladas en la lengua deben marcarse tipográficamente, y no tanto al carácter neológico de estas palabras11. Cabe señalar al respecto que los otros neologismos que son préstamos también deberían presentarse con marcas tipográficas, siguiendo la norma mencionada. La unidad networking, como préstamo que es, requiere de dichas marcas, pero, en cuanto a indicios metadiscursivos, hay que destacar que, en el contexto de documentación, es esta voz, es decir, el neologismo, lo que se menciona entre paréntesis como información de que la explicación que lo precede es un concepto que se expresa con una palabra específica: • En la sede de Benidorm se prevé constituir un espacio de trabajo para redes temáticas en sus campos de competencia (networking) y en Xàbia

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Aleza (2005: 12-29 y 2006b: 281-319) se ocupa de la presencia de préstamos y su variación gráfica en el ámbito de la prensa.

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se celebrará el Foro Europeo de Vecindad y se potenciará la formación y el intercambio de juristas del Mediterráneo (El País, 05-05-2008).

Esta forma de presentar los neologismos se emplea en ocasiones y resulta un modo eficaz de dar a conocer voces neológicas con su correspondiente significado. Así, para lograr mayor eficacia en la comunicación, sería aconsejable marcar metadiscursivamente aquellos neologismos cuyo uso no sea tan común como el de otros por referirse a realidades de ámbitos más restringidos, ya que es posible que el receptor desconozca la nueva palabra o no esté seguro de su significado. En este sentido, conviene acompañar al vocablo neológico de una definición, aclaración o equivalente léxico más común, bien en el interior del texto o bien en forma de inciso, o, al menos, indicar tipográficamente la neologicidad del vocablo; como afirma Romero Gualda (1999: 75), «El lector agradecería ese señalamiento gráfico proporcionado por el periódico y entendería que la voz está en esa fase de registro por parte de la comunidad […]».

2. Nuevas palabras para realidades no nuevas 2.1. Creaciones léxicas no ocasionales Frente a neologismos como los anteriores que denominan novedades, en la lengua se crean y circulan otras muchas voces que denotan referentes, conceptos o situaciones que no son nuevos sino que ya existían antes12. Así karaokista, macropuerto, megapuerto, murciglero, micropyme, skater, ERE… El juego del karaoke hace tiempo que se practica y desde entonces existen aficionados a esta práctica, para los que re-

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Si bien somos conscientes de la dificultad de delimitar la mayor o menor novedad de un concepto o referente en la realidad.

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cientemente se utiliza el nombre de karaokista mediante el procedimiento de la sufijación, al servicio de la economía lingüística y con fines expresivos: • Allí canta sus canciones también Maruja Soto, una veterana cancionera de copla muy «echá pa`adelante» que lo hace francamente bien, dentro de un gran nivel de karaokistas que concurren al local de Javi y Paco, como Pepe Sandiego y su panda, que se cantan y se bailan de maravilla (Levante, 05-05-2008).

Hay que destacar que la voz karaokista aparece entre comillas en el contexto original, con lo que el hablante señala que realiza un uso léxico novedoso o poco difundido. Los puertos de grandes dimensiones, instalaciones y servicios no son una novedad actual, si bien ahora se ha extendido la alusión a ellos con las voces macropuerto o megapuerto, probablemente por el valor connotativo que aportan los prefijos intensificadores macro- y mega-, para intensificar el significado de magnitud: • El lunes, técnicos de la Consejería de Infraestructuras explicaron el proyecto a todos los portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento y esta semana el alcalde, Eduardo Monfort, expuso en solitario los detalles del macropuerto (El País, 05-05-2008). • La empresa dice que el macropuerto creará un triángulo de lujo entre Dénia, Mónaco y Balears (Levante, 26-10-2005). • Es fundamental acometer las obras para convertir las instalaciones portuarias de Valencia y Sagunto en un auténtico megapuerto en 2015 (Levante, 26-01-2005).

Igualmente, en este otro contexto la palabra mega-colectivo denota algo no nuevo como es una gran colectividad, pero lo hace de forma eficaz gracias al prefijo intensificador mega-, que da más énfasis a lo dicho: • Dos desfiles mega-colectivos marcaron ayer el día (El País, 11-022009).

También en la voz macroedificación se recurre al prefijo macro- para intensificar la idea de tamaño de una edificación, referente que tampoco es una novedad:

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• […] Estamos muy endeudados solo por figurar y hacer macroedificaciones que no sirven para nada y no por preocuparse de las necesidades reales del pueblo como educación, sanidad etc. (Levante, 11-02-2009).

Las empresas muy pequeñas, constituidas incluso por una sola persona, ya existían antes, pero actualmente se denominan con el vocablo micropyme, en el que se adjunta el prefijo micro- a la voz pyme, que es a su vez una sigla lexicalizada de la construcción pequeña y mediana empresa. Como en el caso anterior, un prefijo intensificador refuerza la idea de pequeñez y la palabra resulta muy expresiva. • Las operaciones nuevas con el sector promotor cayeron un 70%, las corporativas y sindicadas, un 80%, mientras que las dirigidas a las micropymes bajaron un 6% y un 25% las de las pymes (El País, 11-02-2009).

Los asaltantes nocturnos de viviendas para robar en ellas no constituyen una novedad de nuestro tiempo, y sin embargo hace poco que se emplea una palabra específica para denominarlos: • Un vecino alertó al 091 al creer que el narco era un murciglero tras verlo entrar por una ventana (Levante, 11-02-2009).

Como ilustra el siguiente ejemplo, se ha tomado del inglés la voz skater para nombrar de una forma más estilística y moderna a los usuarios del monopatín, cuando no es nuevo el patinaje con este medio: • Ahora, una modificación de la ordenanza de circulación ha provocado el enfado entre patinadores y skaters, que se arriesgan a multas de hasta 500 euros por desplazarse en aceras, plazas y calles peatonales (El País, 0505-2008).

La forma ERE es una sigla de la expresión expediente de regulación de empleo, creada recientemente para sustituir eufemísticamente a la palabra despido, debido a la trascendencia actual de este concepto a causa de la situación económica. A partir de la construcción citada se ha formado la sigla, que constituye, pues, un neologismo denotativo de algo no novedoso:

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María Estornell Pons • Los afectados por ERE podrán cobrar el paro completo si son despedidos (Abc, 16-01-2009).

La unidad ciudad-cáncer, creada por composición, tampoco denomina una novedad, pues se refiere a aquellas ciudades en las que se dan circunstancias industriales y medioambientales que favorecen enfermedades cancerígenas. No obstante, este compuesto resulta muy expresivo a la hora de hacer referencia a una población con tales características. • En la práctica lo que significa esto es el crecimiento de una ciudadcáncer insostenible, dentro del cuerpo de Alicante (Levante, 08-12-2008).

No es nuevo en la sociedad el tipo de persona al que hoy se alude con la palabra compuesta perro-flauta debido a que estos individuos van acompañados de dicho animal y tocan en la calle melodías con tal instrumento: • A los que salían del metro en Sol y tenían rastas, o mallas o pinta de perro-flauta se les cacheaba y pedía documentación (El País, 07-01-2008).

Un determinado hablante creó en un discurso concreto la palabra ojiplático a partir de la expresión fraseológica tener o ponerse los ojos como platos, para expresar el significado de admiración o sorpresa de un modo ocurrente y jocoso, uso que otros hablantes han adoptado según muestra el número de apariciones que presenta esta voz en Internet13. Esta unidad léxica parece responder a la búsqueda de expresividad y originalidad, ya que es equivalente a un adjetivo como boquiabierto: • A continuación, Eblé presentó una colección que dejó a más de uno ojiplático (El País, 11-02-2009).

Así pues, neologismos como los comentados demuestran que la creación léxica no está sujeta a las necesidades denominativas de las nuevas realidades, sino que sirve también a otros fines, a fines connotativos o expresivos, estilísticos, eu13

La búsqueda ha sido realizada a través del buscador Google en la web.

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femísticos y a la propia economía lingüística, para denominar algo de manera breve y eficaz. Estas nuevas voces circulan en la lengua, se usan en ella, independientemente de que presenten diferente frecuencia de uso. Otras creaciones, en cambio, no llegan a formar parte del uso común, sino que se usan ocasionalmente en un texto que no trascienden, como las que se tratan en el siguiente epígrafe.

2.2. Creaciones léxicas ocasionales Los usuarios de una lengua, conocedores de los recursos del idioma para formar palabras, crean unidades léxicas libremente para transmitir un significado concreto en un discurso específico, en busca de una mayor eficacia comunicativa. Una voz así originada puede trascender el discurso en el que nace y ser usada por otros hablantes hasta difundirse en la lengua. O bien es posible que el nuevo vocablo no rebase el contexto para el que ha sido creado y quede como una voz ocasional con un uso reducido a un discurso concreto, ya sea solo por parte de su creador, ya también por parte de otros participantes en el acto comunicativo, que no propagan la unidad en la lengua. La primera posibilidad se da principalmente cuando el usuario es una persona influyente en la sociedad cuyos discursos o enunciados concretos suelen hacerse públicos a través de los medios de comunicación. Así figuras políticas, profesionales de los medios de masas, deportistas, artistas…, si bien, aunque en menor medida, también se difunden voces creadas por personas sin tal proyección social. Y el segundo caso se manifiesta a menudo en el discurso de cualquier hablante con una competencia lingüística suficiente para generar nuevas voces mediante los procedimientos de formación de palabras. Tales innovaciones léxicas se crean para denominar objetos o conceptos de una forma ocurrente, original, jocosa, más estilística, más económica, más enfática o con más fuerza expresiva. En la prensa escrita, estas voces son habituales

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en los textos de corte subjetivo como pueden ser artículos de opinión, editoriales, críticas o cartas al director, en los que la libertad de expresión favorece la libertad de creación en busca del efecto en el interlocutor. Por ejemplo, en el siguiente enunciado se genera la voz bandejero para referirse, de una forma original y con una intención crítica, a un modo concreto de envasar los productos que se emplea en los supermercados: • Creo que Mercadona se está equivocando con esta política, por ejemplo con el café, han quitado las marcas buenas y ahora me toca ir por ahí a buscarlo, además se comenta que van a quitar la pescadería y será tipo bandejero, señores creo que no van bien por ese camino (Levante, 21-02-2009).

Y en el fragmento subsiguiente, el autor forma un nuevo vocablo añadiendo el prefijo pseudo- a la palabra fallera, con el fin de transmitir eficazmente un sentido que el lector interpreta con facilidad a partir de la forma de la voz y el contexto en que se emplea: • Lo triste, lo realmente triste es que a estos presuntos los ha votado una mayoría pseudofallera y ramplona y que la mayoría del «pueblo valenciano» no ha hecho absolutamente NADA por pararles los pies (Levante, 11-02-2009).

Estas creaciones ocasionales de palabras pueden considerarse lícitas siempre y cuando no supongan incorrecciones lingüísticas o no resulten redundantes o innecesarias porque haya otras palabras con el mismo significado en la lengua. Así, en el siguiente enunciado, la formación autoevidente sería redundante, innecesaria, ya que bastaría con el uso de la palabra evidente: • Es fácil de ver porque la poesía es muy autoevidente, inmediatamente detectas, cuando lees unos pocos poemas, si te puede interesar (El País, 0402-2008).

Igualmente, la creación de la unidad discapaz no tiene razón de ser puesto que existe la palabra discapacitado (drae 2001) para expresar tal sentido:

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• La Fiscalía protegerá a los discapaces sin incapacitarlos (El País, 1401-2009).

Desde el punto de vista de la norma lingüística, estas creaciones léxicas superfluas indicarían faltas de competencia léxica por parte del hablante, al desconocer, bien la existencia, bien el uso, de otras voces de la lengua que denotan lo que se pretende expresar. De ahí que es desaconsejable la formación de tales variantes léxicas innecesarias. Dado el carácter ocasional de las creaciones léxicas citadas en este apartado, no cabe considerarlas como neologismos mientras no se encuentren difundidas en la lengua, de acuerdo con el requisito de la difusión que debe cumplir un neologismo. De modo que hay que separar dichas creaciones léxicas ocasionales de las unidades neológicas, como las comentadas en los puntos anteriores.

3. Conclusiones En estas páginas se han presentado diversas voces neológicas del español formadas con diferentes procedimientos de creación léxica y usadas en los medios de comunicación, en concreto en la prensa escrita, fuente en la que aparecen con frecuencia este tipo de palabras dada la función informativa que ejerce el discurso periodístico. Algunos de los neologismos denominan novedades en la realidad, relacionadas con las distintas parcelas de la misma. En este sentido, se observa que los ámbitos más productivos de neologismos son el de las nuevas tecnologías y el de la política, si bien, como se ha visto, nacen unidades neológicas pertenecientes al deporte, a la moda, a la gastronomía, a medidas administrativas y a determinados conceptos, situaciones u objetos surgidos hace poco. Por tanto, en la medida en que las unidades neológicas denominan novedades, este hecho lingüístico es representativo de los cambios que se van produciendo en la sociedad, tales pa-

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labras se constituyen en testigos de las diversas innovaciones. No obstante, se ha demostrado que también se crean voces que no denominan novedades, sino que surgen para nombrar algo que ya existía. En ocasiones, tales neologismos denotan eficazmente un concepto que no era denotado por ninguna unidad léxica específica, sino que se expresaba mediante construcciones libres, por lo que el neologismo resulta útil o eficaz. Otras veces, la nueva palabra denomina algo ya nombrado por otra, con lo que funciona como equivalente léxico de la anterior introduciendo algún matiz semántico o estilístico nuevo. En cualquier caso, hay que tener en cuenta este tipo de creación neológica no denotativa de novedades, al servicio del estilo, la originalidad, la fuerza expresiva, la economía lingüística…, frente a las voces neológicas que son muestra de los diferentes cambios que se producen en la realidad. Por otra parte, cabe separar la creación léxica productora de neologismos, ya sean estos denominativos de realidades nuevas o no nuevas, de la creación léxica originaria de voces formadas ad hoc en un discurso concreto que no trascienden, con un fin determinado como puede ser el énfasis, el humor, la creatividad, el estilo, la economía en la expresión, etc. Estas innovaciones léxicas se considerarían como creaciones léxicas ocasionales, sin difusión en el uso, y, como se ha comentado, son frecuentes en textos marcados por un carácter subjetivo. La creación léxica es, por tanto, un mecanismo constante del lenguaje, ya sea como recurso para lograr ciertos efectos en la comunicación, ya para denominar, mediante las unidades neológicas, las novedades en la sociedad, y esta segunda finalidad resulta especialmente interesante desde el punto de vista de la relación entre la lengua y la realidad que la envuelve.

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4. Ejercicios 1. Clasifique los siguientes neologismos según su procedimiento de formación: politono, blogger, bono-libro, ciberlavandería, egopublishing, webizar. 2. Comente el uso y presentación metadiscursiva de los neologismos subrayados: a) Durante esta semana, un total de 12.000 esquiadores y snowboarders diarios están disfrutando de las pistas de Grandvalira (Levante, 11-012006). b) El macrobotellón de Halloween deja 40 multas y 500 kilos de basura en la Alameda (Levante, 02-11-2006). c) Jet Ready incorporará a su flota hasta 15 minijets antes de 2011, tiene previsto comenzar a operar a mediados de este año y ha elegido Valencia y Zaragoza como aeropuertos base (Levante, 25-01-2007). d) A diferencia de las low cost, conecta rutas de baja y media densidad de tráfico (Levante, 25-05-2005).

3. Caracterice como necesaria, útil o menos útil cada una de estas creaciones léxicas: bloguero, cibermaleducado, antispam, ranquear, bono bebé.

4. Invente una nueva realidad (objeto, concepto, situación) y las palabras que se precisarían para denominar esa novedad y lo relativo a ella, teniendo en cuenta los distintos procedimientos de creación léxica.

Capítulo 7

INTRODUCCIÓN A LOS EXTRANJERISMOS DEL DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS Y CRITERIOS DE ADAPTACIÓN David Giménez Folqués Universitat de València

0. Introducción La aparición del Diccionario panhispánico de dudas supuso un gran impacto en el terreno de los extranjerismos en el español. Este fenómeno provocó la revisión de los mismos y una serie de debates que conducían siempre a la misma pregunta, ¿triunfarán estas adaptaciones entre los hablantes? En este capítulo haremos una breve descripción del criterio de adaptación que ha seguido el dpd en los extranjerismos, hablaremos también de los tipos de extranjerismos con los que nos podemos encontrar y finalmente de las consecuencias que puede tener la aplicación de dichos criterios para la adaptación de los mismos. Una vez llevada a cabo esta pequeña disertación sobre la adaptación de los extranjerismos, daremos paso a una serie de ejercicios cuyo objetivo no es otro que el de poner en práctica la reestructuración que ha provocado este fenómeno en estas nuevas voces. De esta forma los usuarios se podrán adiestrar en la utilización de extranjerismos teniendo en cuenta las novedades que aporta el dpd.

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David Giménez Folqués

1. Sobre la adaptación de los extranjerismos Los extranjerismos siempre han representado un campo de batalla para los estudios léxicos. Con el Diccionario panhispánico de dudas se realiza una revisión de los extranjerismos con respecto a la aparición del último diccionario académico en el 2001. En el prólogo del dpd se indica que se ha respetado la inclusión de extranjerismos del anterior diccionario académico, pero se han añadido algunas voces (dpd, 19, § Introducción): Con el fin de recomendar soluciones que se ajusten a las pautas señaladas, este diccionario comenta un grupo numeroso, aunque necesariamente limitado, de voces extranjeras habitualmente empleadas por los hispanohablantes. Concretamente, los extranjerismos crudos incluidos en la última edición del Diccionario académico (2001), así como los extranjerismos adaptados que allí se registran cuando aún es frecuente encontrarlos escritos en textos españoles con las grafías originarias. Además, se han añadido algunos extranjerismos no recogidos por el Diccionario académico, pero que son hoy de uso frecuente en el español de América o de España.

Varios son los factores del aumento de voces extranjeras, uno de ellos el criterio que sigue el dpd de mantener la «esencia» de la lengua, adaptar este grupo de nuevas voces a los rasgos gráficos y morfológicos del español, es decir, que el resultado final sea una palabra española. Para ello, y dicho de una forma más sencilla, se ha castellanizado todo lo que era adaptable al español dentro de las posibilidades y los límites que ofrece la lengua. Algunos ejemplos que causan cierto impacto al verlos serían los casos de jacuzzi, piercing o blues que han sido adaptados por yacusi, pirsin o blus. Muchas veces se crean voces que resultan un tanto extrañas y que cuando son vistas por un hablante de la lengua original ni siquiera las pueden reconocer. Aunque las voces que hemos visto anteriormente son conocidas internacionalmente en su forma original, se ha decidido adaptarlas igualmente. La forma gráfica no es el único elemento que se tiene en cuenta a la hora de adaptar una voz, la pronunciación también se contempla. Un ejemplo claro sería la adaptación de cd,

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escrito originariamente con siglas y ahora adaptado a la forma cedé. Si hubiéramos tenido en cuenta su pronunciación en inglés, el resultado habría sido sidí, pero en español siempre hemos pronunciado «cedé» y de ahí a su adaptación final. Otro factor con el que contamos para la ampliación de voces extranjeras es la participación de América en el dpd. El hecho de que la Academia haya ampliado su campo de estudio a América ha provocado que los extranjerismos que aparecen allí sean contemplados por el Diccionario. La ampliación a América se debe al hecho comentado anteriormente de querer mantener la unidad de la lengua. Ante la posibilidad de que los países hispanoamericanos y España se vayan distanciando más en lo que se refiere al uso de la lengua, la Academia ha intentado paliar este hecho con la aparición del Diccionario panhispánido de dudas (dpd, XVI, § Introducción): Por la misma razón, se reconocen, cuando existen, las divergencias entre la norma española y la norma americana, o entre la norma de un determinado país o conjunto de países y la que rige en el resto del ámbito hispánico, considerando en pie de igualdad y plenamente legítimos los diferentes usos regionales, a condición de que estén generalizados entre los hablantes cultos de su área y no supongan una ruptura del sistema de la lengua que ponga en riesgo su unidad. Solo se desaconsejan los particularismos dialectales que pueden impedir la comprensión mutua, por ser fuente de posibles malentendidos; nos referimos a los pocos casos en que una estructura lingüística adquiere en un área concreta un valor o significado diferente, e incluso opuesto, al que tiene en el español general.

Llegados a este punto, cabe plantearse si es oportuno o no utilizar los extranjerismos tal y como los presenta el dpd. Para no parecer demasiado estricto, se toma la postura de no dictar normas: según su prólogo nos deja ver que se limita a aconsejar o desaconsejar unos usos según sus criterios. El Diccionario lanza una propuesta a la espera de que los hablantes, que en definitiva son los que usan la lengua y, por lo tanto, los que producen los cambios en la misma, la acepten o la rechacen (dpd, XV, § Introducción): Debido a la naturaleza relativa y cambiante de la norma, el Diccionario panhispánico de dudas evita conscientemente, en la mayoría de los casos, el

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David Giménez Folqués uso de los calificativos correcto o incorrecto, que tienden a ser interpretados de forma categórica. Son más las veces en que se emplean expresiones matizadas, como Se desaconseja por desusado...; No es normal hoy y debe evitarse...; No es propio del habla culta...; Esta es la forma mayoritaria y preferible, aunque también se usa..., etc.

A pesar de que muchas veces algunas adaptaciones parezcan un tanto extrañas, el dpd ha realizado un amplio estudio de los extranjerismos y ha resultado una buena fuente para la consulta de los mismos. En su recopilación, tuvieron que lidiar con el hecho de encontrarse con extranjerismos con usos muy extendidos. Sin embargo, se han arriesgado a adaptarlos dando paso a voces con una forma muy española. Ahora no queda más que esperar a ver qué hacemos los hablantes hispanos.

2. Tipos de extranjerismos Para finalizar con esta introducción hablaremos muy brevemente del tipo de extranjerismo con el que nos podemos encontrar según la clasificación realizada por el Diccionario panhispánico de dudas y los criterios que han utilizado. En primer lugar, el dpd habla de «extranjerismos superfluos o innecesarios»; se refiere a aquellos que tienen equivalente en español, e incluye los ejemplos de consulting (en español consultora o consultoría) o back-up (en español, copia de seguridad). Por otro lado, menciona «extranjerismos necesarios o muy extendidos»; evidentemente se refiere a aquellos extranjerismos que no tienen equivalente en español o es muy complicado encontrarlo. En este último caso, aplican dos criterios, el primero el de mantener la grafía y la pronunciación originaria (como sería en el caso de software o ballet) y el segundo el de adaptar al español la pronunciación o la grafía originaria (como el caso de airbag o máster)

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3. Ejercicios A continuación vamos a realizar los ejercicios prácticos de los que hemos hablado en la introducción. En primer lugar, incluiremos dos ejercicios cuyo objetivo será el de familiarizarse con los criterios de adaptación que emplea el dpd. Los ejercicios tratarán sobre la adaptación del extranjerismo y sobre el uso de su plural (otra forma de adaptación). Con su realización nos daremos cuenta de por qué el Diccionario adapta unas voces y deja otras sin adaptar. Una vez nos hayamos mínimamente familiarizado con ellos, los pondremos en práctica en los textos que incluiremos a continuación, donde tendremos que reconocerlos y además comprobar si aparecen o no en el diccionario; de esta forma pondremos también en práctica el manejo del Diccionario panhispánico de dudas.

3.1. Adaptaciones correctas Señale si las adaptaciones hechas a partir del extranjerismo crudo han sido recogidas por el Diccionario panhispánico de dudas o si, por el contrario, han sido inventadas. Compruebe sus respuestas en el dpd: 1. Windsurf → Tablavela 2. Zapping → Zapeo 3. Jazz → Yas 4. Ballet → Balé 5. Blues → Blus 6. Baby-sitter → Beibi síter 7. Piercing → Pirsin 8. Jacuzzi → Yacusi 9. Hacker → Jáquer 10. By-pass → Baipás 11. Paddle → Pádel

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12. Zoom → Zum 13. Hall → Jol 14. Scooter → Escúter 15. Home run → Jonrón 16. Hobby → Jobi 17. Foie-gras → Fuagrás 18. cd → Cedé 19. Footing → Futin 20. Boomerang → Búmeran 21. (E-)mail → meil 22. Baguette → Baguete 23. Vodka → Vodca1 24. Hockey → Jóquey 25. Souvenir → Suvenir 26. Tour → Tur 27. Water → Váter 28. Team → Tim 29. Vedette → Vedete 30. Ticket → Tique

Conclusión Una vez realizado el ejercicio, nos damos cuenta del criterio de adaptación que ha seguido el Diccionario con respecto a los extranjerismos. Se distinguen dos grupos, el de extranjerismos que no tienen un equivalente en español y el de extranjerismos que sí tienen un equivalente. 1

La Ortografía de la lengua española (2010) también considera la adaptación «vodka».

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En el primer grupo, aunque admitido, se desaconseja el uso del extranjerismo y se aconseja que se utilice la voz española. En este caso no es necesario adaptar el extranjerismo, ya que existe un equivalente en español. El segundo grupo de extranjerismos no tiene un equivalente en español para representar esa realidad, en este caso, normalmente se adapta la voz extranjera a una forma española, entonces podremos utilizar el extranjerismo crudo, en cursiva, o su adaptación al español. En las respuestas del ejercicio veremos cómo normalmente, salvo excepciones, se cumple este requisito, las voces que tienen un equivalente en español no realizan la adaptación de la voz extranjera porque no es necesaria, sin embargo, cuando no se dispone del equivalente en español, se lleva a cabo la adaptación.

3.2. Plurales La utilización del plural en un extranjerismo siempre puede provocar problemas. Primero, por intuición, intente descubrir cuál es el plural de cada extranjerismo, después compruebe su elección en el Diccionario panhispánico de dudas: 1. Baguete: a. invariable b. baguets c. baguetes 2. Bufete: a. invariable b. bufets c. bufetes 3. Punki: a. invariable b. punkis c. punkies

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4. Bungaló: a. invariable b. bungalós c. bungaloes 5. Cadi: a. invariable b. cadis c. cadies 6. Exprés: a. invariable b. expresos c. expreses 7. Casete: a. invariable b. casets c. casetes 8. Campus: a. invariable b. campues 9. Bumerán: a. invariable b. bumeranes 10. Mánager: a. invariable b. mánagers 11. Yóquey: a. invariable b. yoqueis

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12. Ranquin: a. invariable b. ránquines c. ranquins 13. Lord: a. invariable b. lords c. lores 14. Frac: a. invariable b. fracs c. fraques 15. Kiwi: a. invariable b. kiwis c. kiwies 16. Pin: a. invariable b. pines c. pins 17. Zombi: a. invariable b. zombis c. zombies

Conclusión Una vez hemos adaptado el extranjerismo y dentro de esa adaptación hemos utilizado su plural podemos afirmar que la palabra está en un proceso de adaptación bastante avanzado. El dpd intenta aplicar la normativa española en cuanto a plurales se refiere, aun así, siempre resulta complicado adaptar

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una voz foránea que probablemente tenga ya su plural en su lengua de origen. En la realización de este ejercicio podemos tomar nota de ello.

3.3. Extranjerismos en el texto En el ámbito del fútbol, del espectáculo y del «ocio nocturno» se puede encontrar un buen número de extranjerismos. En el siguiente artículo tenemos una muestra, localice los extranjerismos que aparecen en él y señálelos: En la noche del sábado, durante el cumpleaños del jugador brasileño Ronaldo, se encontraron varios jugadores del Real Madrid. En el chalé del delantero aparecieron jugadores como Roberto Carlos, Guti y Seedorf. La primicia del acto resultó todo un bum para la los paparazi que pudieron hacerse eco de la noticia. El jugador madridista no escatimó en gastos para la ocasión y creó una auténtica fiesta chic. Al lugar no sólo acudieron jugadores, también acudieron actores y gente del espectáculo como la famosa stripper italiana Luciana. Algunos medios aseguran que pudieron filmar a través de una de las ventanas del centro a un futbolista, del que no se ha querido dar el nombre, con una de las chicas que asistieron al acto en el jacuzzi de una de las habitaciones. La fiesta resultó todo un escándalo, sobre todo cuando llegó a oídos del entrenador Fabio Capello. Se dice que el entrenador y el delantero han ido perdiendo feeling a lo largo de la pretemporada, pero sin duda alguna, después de este suceso no van a mejorar y parece que Ronaldo va a ir perdiendo su status de estrella dentro del equipo. Ronaldo, acostumbrado a ser un showman en este tipo de ocasiones parece enfadado con la prensa por el bombo que se le ha dado a la noticia. Fabio Capello parece decidido a frenar este tipo de actividades bajo el slogan de «trabajo, trabajo y más trabajo». Por otro lado, se acerca el derbi contra el Atlético de Madrid y el playoff de los octavos de final de la Champions contra la Roma italiana. Parece que estos partidos van a ser el último chance para el brasileño si quiere reivindicarse después de todas las noticias surgidas alrededor de su vida privada. El encuentro contra los colchoneros se le da muy bien al delantero, la temporada pasada marcó todo un golazo al saque de un córner, después realizar un espectacular dribbling al borde del área y rematar con su pierna derecha al fondo de las mallas. Ante la Roma, el Real Madrid espera dar la vuelta a la eliminatoria y acabar con un goal average positivo para pasar de ronda después del 1-0 encajado en la ida. Esperemos que el delantero muestre su lado bueno ante estos partidos y quede relegada en un segundo plano su agitada vida privada.

Introducción a los extranjerismos del Diccionario panhispánico… 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.

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3.4. Adaptaciones y formas originales en el texto Muchos de los extranjerismos que aparecían en el artículo anterior han sido adaptados por el Diccionario panhispánico de dudas a una forma española y otros continúan en su forma original. De los extranjerismos crudos indique cuáles son sus adaptaciones según el Diccionario, y de las formas ya adaptadas incluya sus formas originales: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.



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Conclusión Como hemos observado, los extranjerismos pueden ser usados en su forma original o podemos también, como recomienda la Academia, utilizar sus adaptaciones; lo único que tenemos que recordar es su correcto empleo y si estamos utilizando una forma «cruda», todavía sin adaptar al español, es necesario el empleo de la forma cursiva, por el contrario, con las adaptaciones, letra redonda.

3.5. Extranjerismos en los medios de comunicación A continuación, recoja tres extranjerismos que haya reconocido en algún medio de comunicación o anuncio publicitario y llévelo al aula. Una vez allí, compárelos con los de sus compañeros y realicen una tarea de identificación de los mismos: 1. 2. 3.



4. Conclusión El objetivo de todos estos ejercicios responde a una esperanza de concienciación por parte del hablante de cara al reconocimiento de extranjerismos. Lo que se espera de ellos en este ejercicio es que sean capaces de diferenciar un extranjerismo en un medio de comunicación o anuncio publicitario y además que tengan la suficiente competencia como para reconocer su validez según las pautas marcadas en el dpd.

Capítulo 8

EL LÉXICO, LOS REGISTROS Y LA ADECUACIÓN LINGÜÍSTICA1 Julia Sanmartín Sáez Universitat de València

0. Introducción: la noción de registro y la adecuación lingüística Todo discurso se halla asociado a un ámbito comunicativo determinado, esto es, se encuentra situado en unas coordenadas enunciativas singulares que condicionan sus rasgos lingüísticos —y el registro correspondiente—. Para establecer cuáles son esas coordenadas, comentaremos dos párrafos de la propuesta de Gregory y Carroll (1986: 23-26 y 107, respectivamente), una propuesta que se ha utilizado en numerosas ocasiones como referente: Las tres dimensiones principales de tal variación se caracterizan contextualmente como campo, modo y tono del discurso. En un sentido general todos se relacionan con el papel que desempeña el hablante en el hecho de la lengua. El campo del discurso es la consecuencia de los objetivos del hablante, de «lo que se trata» su lengua, las experiencias que está verbalizando, qué «sucede» a través del lenguaje. Esto incluye, desde luego, la materia y el tema y refleja la afirmación de Gardiner (1932: 98) de que en los actos de habla los participantes revelan «un objetivo inteligible». Algunos objetivos no especializados, como «establecer un contacto personal» o la «comunión fática» (cf. Malinowski, 1923; Firth, 1957), pueden tener diversos temas como «el clima», «la salud», «planes para las vacaciones», «las noticias». Los papeles especializados de hombre de ciencia, de técnico, de experto o partidario o bien informado se relacionan con campos especializados y, por

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El presente capítulo es una reelaboración de «El léxico: del recurso estilístico a la lengua de especialidad», publicado en Aleza (coord.ª) et alii (2006: 245-266).

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Julia Sanmartín Sáez lo general, se relacionan directamente con el campo del discurso. […] El modo del discurso es el reflejo lingüístico de la relación entre el hablante y el medio de transmisión. Inicialmente, esta relación puede considerarse como la sencilla cuyo medio se está empleando: el habla o la escritura. […] La relación que el hablante tiene con su público, a quien se dirige, es el factor situacional implicado en el tono del discurso. Los tonos del discurso resultan de las relaciones mutuas entre el lenguaje que se usa y las relaciones entre los participantes de los hechos de lengua. Cuando la relación se considera en el eje personal, son relevantes las variaciones que van desde grados extremos de formalidad a través de las normas hasta grados extremos de informalidad […]. La concurrencia de aparición de las categorías contextuales previamente analizadas […] produce variaciones textuales que se llaman registros. Estas variedades representan instancias de la lengua definidas en términos de los puntos semejantes que ocupan en los continuos de campo, modo y los tonos personal y funcional del discurso. […] Los textos lingüísticos que pueden situarse en los mismos puntos dentro de las categorías contextuales pertenecen al mismo registro. Por lo tanto, el registro es una abstracción útil que liga las variaciones de la lengua con las variaciones del contexto social.

Interpretamos (y ampliamos) los elementos del texto anterior de la siguiente forma: en toda situación existe – un objetivo o una finalidad comunicativa concreta, ya sea socializadora (hablar para mantener un contacto, contar experiencias, etc.), ya sea transaccional (entrevista terapéutica, interacción didáctica, compra-venta, etc.); – con sus correspondientes papeles comunicativos (ej. mero conversador, o médico-paciente, respectivamente); – y su espacio-tiempo adecuados (ej. hogar familiar o consulta, en el caso de interacción cara a cara); – además, en función del papel comunicativo y la formación del sujeto que interviene en el discurso (meros conversadores o médico/paciente) podemos encontrar temática o campos que son abordados de un modo especializado: todos podemos hablar de dolencias y enfermedades, pero solo será de especialidad si los que dominan las estructuras conceptuales y el léxico de ese ámbito intervienen. De este modo, será necesaria la presencia de dos especialistas para determinar un elevado

El léxico, los registros y la adecuación lingüística

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grado de especialización. Si solo se encuentra un interlocutor especialista, el discurso será más divulgativo (para el paciente) o didáctico (para el estudiante de medicina) y los términos serán menos abundantes o explicados mediante paráfrasis. Como ejemplo de términos o unidades terminológicas mencionaremos esteatorrea o transcriptoma, que aparecerán en textos posteriores; – a partir de la relación existente o que se pretende crear, de distancia o proximidad entre los interlocutores (con su jerarquía social y/o derivada de sus papeles funcionales o de su conocimiento previo) podemos elegir un tono de mayor o menor formalidad. En la consulta del médico, este puede optar por una relación de mayor o menor distancia (a partir de la elección de una mera fórmula de tratamiento, tú / usted); – según el canal empleado nos encontraremos ante el modo, que se articula desde una doble perspectiva: lo gráfico (letra) o fónico (voz), como una dicotomía excluyente; lo oral-hablado o escrito, como una graduación, en función de la mayor o menor planificación sobre la marcha, con su consiguiente repercusión en la estructuración de la información y en la sintaxis empleada. Así, una locutora en un telediario reproducirá fónicamente un texto escrito (previamente planificado) o un actor representará con una actuación fónica un guion escrito; – y, finalmente, vinculados al parámetro anterior, se documentan tipos de discursos más frecuentes, ya sean interaccionales con alternancia de turnos (dialógicos como la conversación o la entrevista) en lo oral-hablado; ya sean discursos monológicos, con un solo emisor (como el artículo periodístico) en lo escrito-gráfico. Estos parámetros quedarían sintetizados en el siguiente esquema:

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Función o finalidad Función socializadora, sin papeles comunicativos asociados, tiempo y espacio no marcados, con proximidad comunicativa: lo coloquial-informal. Función transaccional con papeles comunicativos asociados, tiempo y espacio marcados, con distancia comunicativa: lo formal.

Temática Temática sin tratamiento especializado: lo cotidiano Temática con tratamiento especializado: lo especializado

Planificación Planificación sobre la marcha: lo hablado Elaboración y planificación textual: lo escrito

Canal Canal fónico: lo fónico Canal gráfico: lo gráfico

Discurso Con alternancia de turno: lo dialógico Sin alternancia de turno: lo monológico Todos estos parámetros se combinan entre sí para determinar y encuadrar unos textos en unas situaciones comunicativas —con unos rasgos lingüísticos concretos— y en unas abstracciones conceptuales que llamamos registros. Dichos paráme-

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tros se podrían considerar, por un lado, como dinámicos en cuanto a su concreción en unas coordenadas discursivas, esto es, las relaciones alumno-profesor o el tono empleado por un locutor de un telediario cambian, sin duda, con el transcurso del tiempo. En la actualidad, por ejemplo, los telediarios han optado por un estilo discursivo más coloquial. Por otro lado, una gran parte de los parámetros son graduales, esto es, encontramos registros más o menos formales, más o menos especializados y más o menos planificados. Solo lo fónico/gráfico supone una dicotomía excluyente. Por último, estos rasgos se suelen condicionar entre sí y convergen en unos géneros comunicativos concretos, asociados generalmente a determinados ámbitos: – la conversación es un género que se vincula a lo planificado sobre la marcha (oral), fónico, con una temática no especializada, y con un tenor socializador y una proximidad comunicativa entre los interlocutores, que deriva en lo considerado como coloquial, lo cual no quiere decir que podamos encontrar conversaciones gráficas (como el chat) o especializadas (una conversación entre médicos en un bar sobre el problema de un paciente); – la historia clínica es un género que se vincula a lo planificado (escrito), gráfico, con un tono formal, con un fin transaccional (el hecho de informar objetivamente de una dolencia a otro médico) y con un tratamiento especializado de la información. Los parámetros externos o contextuales suelen conllevar la adopción de un lenguaje determinado —registro—. Ahora bien, el usuario, como si de un traje se tratase, decide qué ropa lingüística usar en determinadas situaciones y puede adecuarse más o menos al contexto. Si en una ceremonia muy formal, aparece el sacerdote vestido con zapatillas deportivas y vaqueros raídos podría considerarse que no se ajusta a lo esperado en tal situación. Lo mismo sucede con los usos lingüísticos. Tan poco adecuado sería emplear un tono formal

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con unos amigos íntimos como usar un registro coloquial en un examen de oposición. En este sentido, nos parecen muy clarificadoras las palabras de Reyes (2001: 56-57): La adecuación es la relación apropiada entre una expresión y la situación en que se usa, que comprende los elementos indicados arriba: campo, tenor y, modo. Lo que es adecuado a un contexto puede no ser adecuado a otro, por mucho que sea perfectamente correcto desde el punto de vista gramatical. La adecuación depende de unas elecciones a veces muy sutiles y difíciles de hacer. [...] Las motivaciones fundamentales de toda elección estilística son las siguientes: 1- deseo de facilitar la comunicación, 2- deseo de expresarse, 3- deseo de presentar una imagen favorable de uno mismo, 4- deseo de influir en el interlocutor, ya sea para acercarlo, ya sea para alejarlo.

1. Lo coloquial en la conversación y en la prensa: de la espontaneidad al recurso estilístico Un ejemplo concreto de cómo se articulan los rasgos de un registro se puede hallar en la propuesta del grupo Val.Es.Co. (Briz y Grupo Val.Es.Co., 2002: 17-19), que esboza un sistema de reconocimiento para identificar la manifestación más prototípica de dicho registro, la conversación. Texto 1 C: oye ¿los numeritos del viaje? A: el cero cero tres ((salió)) C: ¿QUE cuál tenemos?// es que yo no los veo§ A: §el- doscientos- yo↑ el doscientos setenta y cinco/ [setenta y seis y setenta y siete] B: [¡ay sí! nosotros teníamos eel] A: (RISAS)/ le ha salido a la mujer del presidente B: ¡aayy! enchufe enchufe enchufe enchufe (Briz y Grupo Val.Es.Co., 2002: 224)

En dicha propuesta se señala que el Texto 1 es un fragmento de una conversación, ya que emplea un canal fónico originario (aunque aquí solo hemos podido reproducir la transcripción gráfica correspondiente de la versión fónica); es dialogal, con

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sucesión de intercambios entre los interlocutores representados por esa letra mayúscula; con retroalimentación y cooperación (preguntas que se responden y una cohesión temática), dinamismo (no se reduce a un par adyacente de saludo-saludo) y alternancia de turnos no predeterminada (no existe un moderador); inmediata, en las coordenadas espaciales aquíahora-ante ti (apenas transcurre tiempo entre emisión, recepción, emisión) y con planificación sobre la marcha, oral. Además, se trata de una conversación coloquial, caracterizada a su vez por los rasgos siguientes: una finalidad socializadora con un marco de interacción familiar (la casa particular de los interlocutores), una temática no especializada (una rifa) y una relación de igualdad social y funcional (amigos y familiares). Algunos de estos rasgos pueden aparecer en diferente grado, lo cual explica la mayor o menor coloquialidad de algunas conversaciones. Por ejemplo, en este caso A es la señora de la limpieza, lo que supone, en principio, cierta desigualdad social entre los participantes. Por supuesto, estos parámetros se reflejan en los textos con unos rasgos lingüísticos concretos2. Así por ejemplo, en el nivel léxico que nos ocupa —junto a los verba omnibus (eso, algo o cosa) o la ausencia de tecnicismos y de voces consideradas más formales (poseer) frente a las más neutras (tener)— son frecuentes en cuanto a su aparición: – las metáforas de la vida cotidiana que comparan realidades muy dispares, con sus notas de humor y hacen del ser humano el centro de expansión (desde los enchufados a las

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Para profundizar en estas cuestiones, véase Briz y Grupo Val.Es.Co. (2000). En este trabajo titulado, ¿Cómo se comenta un texto coloquial?, se caracterizan y describen los diferentes niveles lingüísticos que articulan este tipo de texto. De hecho, a nuestro juicio los parámetros externos que configuran un registro suelen afectar más a un nivel lingüístico que a otro: la planificación sobre la marcha afecta fundamentalmente a la sintaxis, a las estrategias de conexión, repetición o reelaboración, por ejemplo.

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marujas o domingueros) o los sufijos apreciativos que insisten en el afecto y la emoción (cuando tenemos unos numeritos, del ejemplo anterior, o cuando el niño se bebe el zumo de piñita): Texto 2 P: entoncees/ luego le dijo- dice ¿le traigo algún zumo de piñita o algo?/ y le trajo/ zumo /pero el crío no lo quería (Briz y Grupo Val.Es.Co., 2002: 196)

– los acortamientos léxicos que suponen una intensificación del tono informal (cuando sufrimos una depre después del finde): Texto 3 E: esto es como para- para la ansiedad y eso// mira cómo vienen/// pero alucina las que me tomé↓ míralas↓ aquí están→// todas↓ te lo aseguro↓ es tomarte unaa↑ L: ¡ay cuántas! ¿no? E: aquíi me dice tres al día↓ me tomo unaa / y ciega L: yo to(d)a la gente que se tomaa G: ¡no fastidies! E: sí tres al día↓ es que se pensó que yo tenía una drepee (Briz y Grupo Val.Es.Co., 2002: 110)

– o cuando aparecen las voces con marcas claramente argóticas al proceder de sociolectos de grupo específico (y nos comemos o jalamos el bocata, eso sí atenuado estratégicamente con un diminutivo): Texto 4 C: ¡pobre de mí!/ si sólo he comido un bocatita de tres/ bacaladitos/ con un poquitito de ajoaceite en el pan (Briz y Grupo Val.Es.Co., 2002: 220)

Estas palabras3 contribuyen a acortar las distancias, y al mismo tiempo, son posibles por la voluntad de proximidad

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Muchas de estas voces acaban recogidas en diccionarios de argot (León, 1992; Sanmartín, 2006a, entre otros), en los cuales se incluyen estas palabras más frecuentes de registros informales, y las voces peculiares de los argots de grupo específico (delincuentes, drogadictos, camioneros,

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comunicativa entre los interlocutores, su igualdad social o funcional. Además, se debe tener presente que sobre el registro se dibujan y trazan los rasgos lingüísticos dependientes de las características sociolectales o dialectales de los interlocutores: esto comprendería tanto el argot juvenil, cuando se trata de jóvenes, como las voces peculiares de determinadas zonas geográficas. De hecho, estos rasgos léxicos no solo aparecen en la conversación coloquial, considerada como la manifestación prototípica de este registro, sino también en otros discursos: desde las novelas u obras teatrales que imitan estos aspectos lingüísticos para caracterizar a sus personajes de ficción, hasta algunos de los discursos que aparecen en Internet (como los chats, a los que consideraremos como una especie de conversación tecnológica), las revistas juveniles o incluso los titulares de la prensa gratuita. Hallamos textos periodísticos que buscan conscientemente la proximidad con sus posibles lectores. Esto sucede, por ejemplo, cuando se trata de periódicos destinados a un público juvenil como ocurre con Gaceta Universitaria. En este caso, el empleo de voces consideradas como propias de registros coloquiales se justifica porque es un modo de conectar con ese público que suele presentar discursos caracterizados por la búsqueda de solidaridad en el seno del grupo. Así, surge el uso de apelativos constantes (como tío, tía), los acortamientos que rebajan el tono (con sus profes y su uni), sus metáforas homosexuales, jóvenes, etc.). También en los diccionarios generales se recogen estas voces con sus marcas diafásicas correspondientes (informal, coloquial, familiar o popular son las más empleadas). Las marcas del diccionario son indicaciones diversas del lexicógrafo o autor del diccionario, entre las que destacan: a) marcas diafásicas sobre la situación más frecuente en que se utiliza una voz (informal, familiar o coloquial); b) marcas diatécnicas que explican la expansión de una voz desde un campo especializado a un ámbito más general (medicina, biología, etc.); c) marcas diastráticas que señalan la pertenencia de la voz a un grupo social o nivel sociocultural determinado (culto).

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intensificadoras (el profesor como hueso), sus intensificaciones (el súper y el mogollón) y un largo etcétera de recursos. En definitiva, en estos hablantes predomina el empleo de un registro coloquial, teñido con las voces propias del argot de grupo. Y esto también se reproduce en la Gaceta como estrategia para sintonizar con el público al que va destinado, tal y como se constata en los títulos de algunos artículos: junto a esa apelación tan directa a un posible lector al que se tutea, aparecen metáforas intensificadoras (fundir), expresiones fraseológicas (subirse al tren o montar el pollo) o préstamos del caló, frecuentes en registros informales (currar): Texto 5 14.440 minutos para fundirlos. Tienes 14.440 minutos sólo para ti. Súbete al tren…y ¡no te pierdas la última de David Trueba! (Gaceta Universitaria 10-4-2006). Curran más de ocho horas al día y no son trabajadores (Gaceta Universitaria 26-3-2001). La gripe monta el pollo…y no estamos hablando de la aviar. Una ‘crisis’ que afecta a 3 millones de españoles (Gaceta Universitaria, 31-10-2005).

Un segundo uso del léxico como recurso estilístico se aprecia en el uso consciente de este tipo de voces (marcadas con esa huella de coloquialidad) en los titulares, sobre todo, en algunos diarios de prensa gratuita. Estas voces alternan con el léxico más neutro que aparece ya en el interior de la noticia. Analicemos algunas muestras: Texto 6 Una web revela a los papás de 60 coles todo lo que hacen sus hijos. […] Está implantado en 60 colegios públicos y privados de la Comunidad (20 minutos, 16-12-2005). Un puente con «manifa» y atascos. Las manifestaciones coparán un día del trabajador en el que también se concentrará la ultraderecha (20 minutos, 4-4-2006). Ponen chips para que el bus siempre tenga el semáforo verde (20 minutos, 18-1-2006). 114 institutos avisan por web de los niños que hacen novillos. [...] Los estudiantes se cortan más de hacer pellas porque saben que están controlados (20 minutos, 2-12-2005). Sanidad impedirá que los extranjeros vengan a operarse por la cara. Engordan nuestras listas de espera, sobre todo en operaciones de cadera y de

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cardiología. Acuden, a veces en viajes organizados, del norte de Europa y de Suramérica, donde esas operaciones no son gratis (20 minutos, 12-1-2006). Reñirán al que no recoja la caca del perro. Sonrojar a todo aquel que no recoja los excrementos de su perro en la vía pública (20 minutos, 31-42006). Los profesores valencianos llaman a los padres si los niños se hacen pis encima (20 minutos, 7-12-2005).

De este modo, estas voces más propias del registro coloquial cuando aparecen en diccionarios llevan (o deberían llevar) su marca diafásica o diastrática4 correspondiente. Veamos el tratamiento un tanto dispar del drae (2001): algunas voces no aparecen como cole, manifa o por la cara; otras se consideran como coloq. (coloquiales): caca o montar el / un pollo, hacer pellas; y otras como infant. (infantil): pis. El periodista es consciente de que se trata de un recurso estilístico, desea establecer una conexión, acortar las distancias y acercarse a su posible lector si bien en el cuerpo del artículo ya abandona este recurso, reservado al titular, como se puede comprobar en el cotexto de estos ejemplos. En cualquier caso, cabe preguntarse si es un recurso coherente y adecuado. La respuesta quizá se halla en la actuación de los diarios de ámbito nacional, en los cuales no se suele emplear este recurso por no considerarlo apropiado. Ahora bien, en El País. Libro de estilo (1990: 45) se apunta que el titular «debe mostrar ingenio y a la vez transmitir información. Con estas dos características, debe atraer al lector hacia el texto. Cuando el contenido lo permita, el título contendrá alguna dosis de humor» y como ejemplo cita: «Una evasión por la cara». Este empleo de léxico coloquial o incluso de sociolectos más marginales no es exclusivo del ámbito peninsular. Así, el parlache o dialecto social (generacional) de Colombia, especialmente de Medellín, aparece en numerosas ocasiones en ámbitos periodísticos: «En el proceso de difusión del parlache han cumplido labor destacada los medios masivos de co4



Véase nota anterior.

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municación, así como la publicación de revistas y artículos, en los cuales, utilizando muchas veces este lenguaje se habla del Medellín de los últimos años» (Henao y Castañeda, 2001: 84). Esto también se ha constatado para el argot francés, por ejemplo: « À travers les médias notamment, les parlers branchés se répandent largement dans toute la population francophone, ce qui explique leur fort taux de renouvellement et leur richesse synonymique » (François-Geiger, 1991: 7). Como muestra en el ámbito hispánico, se puede revisar el trabajo de Líbano (2006), titulado «Prensa y nuevas tecnologías como medios de difusión del léxico juvenil». En tercer lugar también pueden aparecer estas voces coloquiales en el texto, citadas por un enunciador distinto al autor del artículo, el cual se limita a recoger textualmente sus palabras, como sucede con la voz milonga: Texto 7 Rafael Recuenco. Secretario general de la UGT del País Valenciano. […] «El plan de empleo es una milonga, porque es la suma de lo que hacían las autonomías» (El País. Comunidad Valenciana, 27-5-1998).

Un cuarto uso del léxico coloquial y/o marginal (en voces como trincar, cojones, llevar muerto la tira, cara dura o milongas), se constata en columnas de opinión como la sección Patente de Corso, de A. Pérez Reverte: Texto 8 […], y con lo que se trinca donde algunos, y con las ayudas comunitarias de los cojones, que sólo sirven para mantener en pie un cadáver que lleva muerto la tira, asesinado por la codicia y por la falta de escrúpulos y la cara dura de funcionarios y particulares, podría perfectamente buscársele empleos en tierra a toda esa gente de una puta vez, y dejarse de milongas (El Semanal, 28-7-2002).

o en la de C. Rigalt: Los brasileños, en cuanto llevan una copa (o una liga) encima, te montan un carnaval. […] Una pasada. En el Madrid los genios trabajan como genios y van a su bola, esperando la inspiración. Joan Laporta un presidente que nada tiene que envidiar al resto de presidentes de clubes. Es guaperas y figurón, ambicioso y politiquero (El Mundo, 7-5-2006).

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En este caso, se trata claramente de un recurso estilístico, más pertinente y adecuado al tratarse de un género de opinión. Es una búsqueda consciente por parte del periodista, un verdadero alarde verbal al emplear voces y expresiones de este ámbito marginal junto a otro tipo de palabras más cultas y formales.

2. De lo especializado: los textos médicos como muestra Si el léxico más característico del registro coloquial sirve al mismo tiempo para acentuar la proximidad de relación entre los interlocutores y el tono informal, en el caso del lenguaje técnico-científico, el léxico viene determinado en general por la necesidad de nombrar con precisión un concepto concreto. De este modo, surgen denominaciones en el ámbito de los discursos de especialidad cuya característica más destacada es su pretensión de univocidad5 —no siempre conseguida— y, sobre todo, el conocimiento y uso restringido por los considerados como especialistas en la materia (Cabré, 1993). En relación con la búsqueda de univocidad, basta con recordar las diversas denominaciones o sinónimos que surgen en el propio ámbito lingüístico para nombrar un mismo concepto (lexema / morfema), la dificultad incluso de determinar qué es realmente un morfema según los propios especialistas6 o la polisemia que presenta este mismo término (morfema como equivalente

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De este modo, las propiedades que cita Martín Camacho (2004: 27-33) son, como él mismo reconoce, una mera aspiración: monosemia, ausencia de sinonimia, neutralidad y no ambigüedad. Al respecto remitimos al análisis de Pena (1995), en el que se enumera una serie de rasgos o requisitos que puede cumplir en distinto grado una unidad para ser considerada como morfema: a) ser constituyente mórfico de la palabra, b) tener función distintiva, c) asociarse a un determinado significado, d) presentar correspondencia biunívoca entre significante y significado.

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de un tipo de morfema, el gramatical o como unidad genérica, un hiperónimo, sinónimo de monema); por no mencionar las connotaciones e ideología que subyacen a las terminologías médicas (Díaz Rojo, 1995), ejemplificadas en voces como preembrión, estrés o mamífero, por citar una muestra. El conocimiento y uso —y creación— del vocabulario de especialidad por parte de unos usuarios concretos, aproxima o iguala estos léxicos de especialidad a los considerados como sociolectos o variedades diastráticas, ya que suponen unos rasgos lingüísticos asociados a unos usuarios concretos7. En cualquier caso, estos léxicos de especialidad se asocian a registros comunicativos enmarcados en los parámetros anteriormente ya citados: – El campo o materia es especializado, ya que tanto los términos como los conceptos (y sus estructuras conceptuales y ontologías correspondientes) son de conocimiento restringido y limitado a unos usuarios. – En el modo constatamos tanto el empleo de un canal gráfico como fónico en función del tipo de género discursivo y del lenguaje de especialidad de que se trate. En el caso, por ejemplo, de la lingüística como ámbito de especialidad se pueden apreciar discursos con un soporte gráfico (artículos o libros de investigación) o fónico (debates o discusiones entre especialistas en un congreso), si bien quizá sean predominantes los primeros y en el caso de la transmisión fónica se pueda hablar incluso de cierta planificación o elaboración más propia de los textos escritos (los conferenciantes oralizan el texto escrito).

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Por ello, Martín Camacho apunta (2004: 24): «Estos lenguajes pueden caracterizarse, en sentido amplio, como subcódigos o variedades diastráticas de la lengua general, dado que corresponden a modalidades de comunicación utilizadas por grupos sociales específicos».

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– La relación funcional entre los participantes se encuentra determinada por una finalidad transaccional concreta vinculada a papeles comunicativos y con el propósito de «informar o transmitir la información de un modo objetivo», muy distante del tenor socializador predominante del registro coloquial. – El tono del discurso es, pues, formal, ya que los interlocutores suelen asumir unos papeles funcionales en ámbitos de interacción marcados (ej. hospital, sala de conferencias), con la consiguiente distancia que, además, parece favorecer la objetividad, también buscada en la transmisión técnicocientífica. En este sentido, Martín Camacho (2004: 31) señala: «El rigor y la precisión perseguidos por el vocabulario científico excluye, por necesidad, cualquier tipo de connotación o de valor afectivo». En suma, nos encontramos con unos discursos de especialidad ubicados en registros formales y cuya característica más destacada es su temática marcada (densidad y complejidad léxica, estructuración conceptual) y su empleo por parte de usuarios especializados. Además, como ya se ha insistido, desde el punto de vista lingüístico su mayor singularidad reside en la creación y el empleo de un vocabulario de especialidad. Veamos, como muestra, un texto concreto, enmarcado en el género de las denominadas historias clínicas: Texto 9 Historia clínica Paciente de 24 años de edad que acude a consulta presentando la siguiente historia clínica: Antecedentes personales: sin interés […] Sintomatología actual: el paciente relata notar hace unos días, y de modo repentino anorexia, malestar, nauseas, vómitos, fiebre, artralgias y molestias leves en hipocondrio. Tras ocho días con esta sintomatología, le aparece de forma súbita ictericia, seguida de acolia y coluria; también hay astenia, prurito, hepatomegalia dolorosa y esplenomegalia. Exploración: En sangre hay aumento de transaminasas, got, gpt: 1200 U. e hiperbilirrubinemia.

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Julia Sanmartín Sáez En heces se observa disminución de pigmentos biliares, causante de la acolia, y esteatorrea. Tratamiento: Llevar una dieta equilibrada, hiperproteica, rica en hidratos de carbono y pobre en grasa.

3. El léxico en los géneros académicos En los géneros discursivos ubicados en el ámbito académico (exámenes, trabajos de curso o de investigación, tesis doctorales…), el léxico empleado también debe ajustarse a la situación comunicativa. Por ello, se optará por unas voces acordes con la formalidad y la distancia que requiere el género: – se utilizará un léxico neutro o formal (realizar por hacer, expresar por decir, es decir por o sea, etc.); – se prescindirá de los verba omnibus (aspectos por cosas) y se recurrirá a las palabras precisas; – se evitarán todas las voces consideradas como más propias de registros coloquiales (depre, cole, currar, mogollón, súper, bueno u o sea, etc.); – se buscarán sinónimos variados para enriquecer el texto (decir, expresar, comunicar, afirmar, etc.). Desde la perspectiva del léxico especializado, se usarán estas voces con precisión y con la ayuda de los diversos diccionarios de especialidad que existen para evitar la ambigüedad y el uso inadecuado de estos términos, tal y como en tantas ocasiones ha denunciado Lázaro Carreter (1997) en relación con los medios de comunicación y el «dardo» en la palabra. Véase como muestra en el mencionado libro, las entradas de argumentos (1997: 618), connotaciones (1997: 615) y grafólogo (1997: 617).

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4. A modo de conclusión Las lenguas son instrumentos de transmisión de información, pero también son modos de posicionarse ante el interlocutor. En este sentido, reconocemos, por un lado, que las situaciones comunicativas, el ámbito de interacción, condicionan nuestra actuación discursiva; por otro, el propio lenguaje contribuye, sin duda, a la creación del registro y al establecimiento de unas distancias comunicativas, por ejemplo. Dicho en otras palabras, el hablante parte de un tipo de ámbito y situación que determina el tono y los rasgos lingüísticos empleados, como el tipo de léxico. Cuando se aleja de este ideal, responde generalmente a un recurso estilístico, un juego de registros. De la adecuación entre lenguaje y situación discursiva a la libertad estilística como recurso o a la cripticidad terminológica impuesta por la temática especializada, las lenguas se muestran, afortunadamente, como unos instrumentos flexibles de comunicación. Ahora bien, nacemos con una capacidad lingüística y solo el tiempo y la práctica van configurando el manual de instrucciones y su uso.

5. Ejercicios 1. Grabe un telediario de la Sexta y de la Primera y determine el campo, modo, finalidad y tono. Atiéndase fundamentalmente a cómo los telediarios van adquiriendo un tono coloquial. 2. Sustituya las voces comentadas en los textos 1, 2, 3 y 4 por otras consideradas como más propias de un registro neutro o formal. En algunos casos, se deberá recurrir a una paráfrasis léxica.

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3. Busque las palabras consideradas como más coloquiales en los textos 5, 6, y 7 y sustitúyalas por otras más formales. 4. En el texto 9 podemos señalar tres tipos de voces en función de su presencia en diccionarios generales (aquellos destinados a un hablante medio culto), en concreto, en el Diccionario de la Lengua Española, de la rae (2001). 5. Indique las unidades terminológicas del siguiente artículo periodístico titulado Genética. Análisis de adn. El genoma humano induce a replantear el concepto de gen, publicado en El País (16-11-2205): En cualquier caso los genes son alrededor de un 1,5% del genoma, y el resto suele llamarse adn chatarra o adn basura. […] Tom Gingeras, de la empresa Affimetrix, expuso en el congreso de Madrid uno de los más llamativos. «La lista que tenemos hoy de adn que se transcribe en arn, el transcriptoma, no está completa. Hay mucho adn que se transcribe en arn que no codifica para proteínas.» […] Pero ahora sabemos que una porción del genoma puede dar lugar a proteínas muy distintas. ¿Son entonces genes distintos? Y, si lo hacen, ¿multiplicamos el número de genes por el número de versiones de cada uno? Pero tal vez el átomo del genoma, lo que determina el fenotipo, no es el gen, lo que se transcribe. […] Los genes en el genoma no tienen una estructura clara, una secuencia de bases que empieza y termina y ya está; generalmente las partes del gen que se traducen, los exones están interrumpidas por bases que no se leen —los intrones—.

6. En relación con la precisión lingüística, véase: – la sección «Morderse la lengua», del Centro Virtual Cervantes: ; – la entrada alérgico / alergénico, de la Wikilengua del español de la Fundéu: ; – el término Copa del América en Vademécum Diccionario de dudas del español urgente de la Fundéu: ;

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– sobre el uso inadecuado de la palabra virtual en «La página del idioma español. El castellano.org.»: , en la sección de artículos; – y las diferencias entre esfinge y efigie, esotérico y exotérico en el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española: .

6. Bibliografía recomendada y comentada Alcoba, Santiago (1998): Léxico periodístico español, Barcelona, Ariel. En este texto se proponen numerosos ejercicios y actividades prácticas para mejorar la riqueza léxica del hablante y familiarizarnos con el uso del diccionario. En concreto, estos ejercicios se distribuyen en cuatro modelos: identificación de cotexto, identificación de la definición lexicográfica, sinónimos, y sinónimos y antónimos. Gómez Torrego, Leonardo (1995): El léxico en el español actual: Uso y norma, Madrid, Arco Libros. Se remite al capítulo dedicado al léxico, en especial, a los comentarios que analizan algunas de las impropiedades léxicas más habituales. Lázaro Carreter, Fernando (1997): El dardo en la palabra, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores. En este libro se recogen artículos periodísticos elaborados por Lázaro Carreter desde 1975 hasta 1996. Dichos artículos se centran en el comentario de voces o términos, considerados casi como agresiones o «dardos» lanzados contra el idioma (nominar, a nivel (de), asequible, doméstico, en pelotas, etc.); por ello, su lectura resulta aconsejable para el mejor conocimiento de estas cuestiones, así como por la explicación ofrecida por su autor.

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Lázaro Carreter, Fernado (2003): El nuevo dardo en la palabra, Madrid, Santillana/Aguilar. En esta nueva edición se recogen los artículos comprendidos desde 1999 hasta 2003 (reforma, retrato de familia, provocaciones, etc.).

Capítulo 9

NORMA Y USO DE LAS COLOCACIONES LÉXICAS DEL ESPAÑOL Esteban Tomás Montoro del Arco Universidad de Granada

0. Introducción En todas las lenguas naturales existen combinaciones de palabras habituales a las que los hablantes suelen recurrir para expresar conceptos complejos. Por ejemplo, las acciones más frecuentes que llevamos a cabo diariamente son verbalizadas de forma muy precisa a través de combinaciones usuales de este tipo: así nos lavamos los dientes, hacemos la cama, tomamos café, ponemos la mesa o cogemos el autobús (aunque en Hispanoamérica lo agarran). Otras veces se observa que la combinación presenta ciertas restricciones, y determinadas palabras parecen exigir la presencia de otras: las reuniones de trabajo, curiosamente, se celebran, aunque no sean necesariamente una fiesta; en ellas, los participantes pueden tener posturas muy divergentes e incluso diametralmente opuestas; a veces incluso se profesan un gran odio, que puede llegar a ser mortal; y cuando van bien las cosas, se llega a determinadas conclusiones y se adoptan o se toman algunos acuerdos. Cada una de estas secuencias implica la selección de unos componentes frente a otros que podrían haber cumplido perfectamente el mismo papel. Constituyen ejemplos, pues, de lo que conocemos como «colocaciones»1.

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El término fue tomado del inglés «collocation». A pesar de ser un concepto relativamente reciente, estas unidades han sido objeto de estudio de diversas escuelas y en el seno de diferentes tradiciones lingüísticas.

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Al estar acostumbrados a utilizarlas, a veces no reparamos en su singularidad. Sin embargo, basta comparar estas combinaciones con sus correspondencias en otras lenguas para descubrir un marcado carácter idiosincrásico: por ejemplo, en inglés sería inadecuado traducir palabra por palabra la anterior colocación celebrar una reunión (*to celebrate a meeting); lo mismo ocurre en otras muchas como to come to an agreement (*venir a un acuerdo). Pero no solo diferencian a unas lenguas de otras, sino que las colocaciones han sido definidas como hechos de norma: encontramos usos distintos según las distintas variedades de una lengua (diatópicas, diastráticas, diafásicas, diatécnicas). Su dominio constituye un índice muy significativo de la competencia comunicativa que tiene un hablante, de la mayor o menor amplitud de sus habilidades expresivas. De ahí la importancia creciente que está adquiriendo su enseñanza tanto a nativos como a extranjeros (Higueras, 2006).

Normalmente se agrupan en dos grupos: a) la escuela neofirtheana o sistémico-funcional (tradición anglosajona), que se inclina más por el estudio estadístico de la frecuencia de coaparición de lexemas; b) el estructuralismo continental (o tradición alemana), que atiende más a la relación semántica que mantienen esos lexemas (Almela, 2002). Como consecuencia de ello, no existe consenso absoluto acerca de qué es y qué no es una colocación, pues esta parece ser una categoría con límites difusos (Bosque, 2001; Penadés, 2001). En este trabajo, por una razón puramente pedagógica, no pretendemos entrar en disquisiciones teóricas y tratamos de utilizar los conceptos y términos más extendidos. No obstante, puede obtenerse una información más detallada en Alonso Ramos (1993; 1994-5), Castillo Carballo (1998), Corpas Pastor (2001) o Koike (2001).

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1. Características generales 1.1. Coocurrencia Las colocaciones suelen estar formadas por dos elementos léxicos2 o «colocados» que coocurren frecuentemente en el discurso3. Llamamos «base» (o «colocador») al elemento de la colocación que determina la elección del otro elemento, el cual recibe el nombre de «colocativo». La base no tiene por qué coincidir con el núcleo sintáctico: así el sustantivo polémica —que cumpliría una función de objeto respecto del verbo zanjar (zanjar una polémica)—, es sin embargo la base de la colocación, en tanto que es el elemento estable de dicha combinación: en lugar de zanjar podríamos haber recurrido a verbos similares como acabar, terminar o finalizar, pero hubiesen sido más imprecisos y hubieran «chirriado», si se me permite la expresión. Los colocados pueden aparecer juntos, manteniendo una relación de contigüidad, pero también a cierta distancia: de hecho, se ha comprobado que pueden incluirse hasta cuatro o cinco palabras entre uno y otro colocado, aspecto que se conoce como «distancia colocacional» y que comprobamos en el siguiente ejemplo: • Si contemplamos el desarrollo de la técnica en su conjunto a lo largo de la historia, podemos llegar fácilmente a las siguientes conclusiones […]

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Hausmann (1979) distinguió entre colocaciones léxicas y colocaciones gramaticales. Estas últimas serían las combinaciones de determinados verbos con preposiciones, como la de arrepentirse de o arremeter contra. Dado que estas son bien estudiadas por parte de la gramática (por ejemplo a partir de la noción de régimen), solemos aplicar de forma general el concepto de colocación a las combinaciones de palabras léxicas, o mejor dicho, de lexemas. Tampoco serían colocaciones, por tanto, a tope, al contrario, en definitiva, etc., que constituyen locuciones. La frecuencia de coaparición no es simplemente fruto de la impresión o de la competencia del analista, sino que se calcula estadísticamente a partir de corpus textuales amplios y representativos.

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Esteban Tomás Montoro del Arco (España, Miguel Ángel Quintanilla y José Manuel Sánchez Ron, Ciencia, tecnología y sociedad, Madrid, Santillana, 1997. Ápud crea).

Una misma palabra puede formar colocación con varias palabras distintas. Así, hay un conjunto de verbos que se asocia con el sustantivo contrato, según las diferentes acciones que tienen que ver con este concepto: firmar, ampliar, rescindir, etc. Asimismo, una deuda se puede contraer, saldar, condonar, perdonar, etc. En suma, el conjunto de lexemas susceptibles de ser combinados con una base constituiría su «radio colocacional» (Írsula Peña, 1994).

1.2. Dimensión sintagmática La distancia colocacional es una prueba palpable de la regularidad de las colocaciones desde el punto de vista sintáctico. Así, frente a otras unidades pluriverbales más fijadas (como las locuciones4), soportan todo tipo de cambios estructurales: por ejemplo, la transformación a pasiva, la modificación adjetival o incluso la relativización, que comprobamos respectivamente en tres ejemplos de uso de la colocación asestar un golpe: • En el ínterin, el apoyo crecía, dentro y fuera de Perú. ¡Esa paciencia milenaria del viejo Oriente! Y el golpe se asestó en el momento preciso, ni antes ni después (Guatemala, Siglo Veintiuno, 11-05-1997. Ápud crea). • La Policía asestó ayer su primer golpe contra la corrupción en el fútbol inglés. Una operación meticulosamente planeada culminó a primera hora de la tarde con la detención de tres jugadores de Primera División sospechosos de amañar partidos en complicidad con corredores de apuestas (España, El Mundo, 15-03-1995. Ápud crea).

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Las locuciones son unidades pluriverbales estables e idiomáticas que presentan anomalías estructurales, como consecuencia del alto grado de fijación de sus componentes. Así, resultan incorrectas las transformaciones siguientes de las locuciones tomar el pelo, empinar el codo, pagar el pato y dorar la píldora: *el pelo que se le tomó, *empinó los dos codos, *pagó un gran pato, *la píldora le fue dorada (véase Montoro del Arco, 2006).

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• Está por ver que la indudable sangría del pce beneficie a los socialistas. «L’Espresso» les da un 16,5 por 100, dos puntos más que en las generales de 1987 y cinco más que en 1984. Un buen salto adelante, pero no el golpe definitivo que Craxi quiere asestar (España, Abc, 15-06-1989. Ápud crea).

Por otro lado, entre los colocados suele existir una relación sintáctica de determinación, es decir: constan de un elemento nuclear y un elemento adyacente que complementa a ese núcleo (n ← a): conciliar (n) el sueño (a), desear (n) ardientemente (a), visiblemente (a) afectado (n). Así, en virtud de la índole de los lexemas combinados, establecemos distintos esquemas formales de colocación, que vehiculan diversas relaciones funcionales: sustantivo (suj.)+verbo

declararse un incendio, desatarse una polémica, estallar una guerra, amainar el temporal

verbo+sustantivo (obj.)

amasar una fortuna, declarar la guerra, albergar esperanzas, infundir respeto, tomar medidas

sustantivo+adjetivo

soltero empedernido, miedo cerval, error garrafal, cifra astronómica, carrera meteórica

sustantivo+de+sustantivo

bombona de butano, gajo de limón, rebanada de pan, arranque de rabia, ciclo de conferencias

verbo+adverbio

llorar amargamente, rechazar categóricamente, guardar celosamente, cumplir escrupulosamente

adverbio+adjetivo

diametralmente opuesto, perdidamente enamorado, materialmente imposible, terminantemente prohibido

verbo+adjetivo

salir malparado, resultar ileso, andar liado, quedarse tranquilo

Mención aparte merecen las llamadas «colocaciones complejas» (Koike, 2001, 2005; García-Page, 2005). En ellas al menos uno de los colocados es una locución, en lugar de una palabra o lexema: defender ← a capa y espada (loc.), reírse ← a carcajadas (loc.), luchar ← contra viento y marea (loc.), dormir ← como un tronco (loc.), llorar ← a moco tendido (loc.). Las

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locuciones suelen ejercer como colocativos y presentan una fuerte restricción combinatoria, de modo que no es frecuente asociarlas a otras bases.

1.3. Características semánticas Como señala Koike (2001: 28), las colocaciones se caracterizan por la «relación típica» que existe entre los colocados: un sustantivo como guitarra mantendrá una posible relación típica con verbos que tengan que ver con la actividad musical (tocar, rasguear, tañer, soplar), pero no con verbos con los que, en principio, no guarda relación semántica específica (limpiar, guardar, etc.)5. De las posibilidades antes mencionadas, guitarra selecciona tocar, mientras que otros instrumentos como arpa o campana, se combinan específicamente con tañer, si bien soportan también la asociación con tocar. El grado de restricción, como vemos, puede ser variable, y una base puede seleccionar un solo colocativo o varios. Y viceversa: un colocativo puede estar restringido a una sola base o combinarse con dos o más bases diferentes. Diametralmente parece unirse exclusivamente a opuesto u oponerse. Algo similar sucede con el adjetivo garrafal, que tiene poco uso fuera de la combinación con error o fallo. Cuestión distinta es el tipo de relación semántica que se establece entre los colocados. A Igor Mel’čuk se debe la introducción del concepto de «función léxica» (dentro de la Teoría Sentido-Texto) (cfr. Alonso Ramos, 1994-5). Constituye una especie de sistema de búsqueda de colocativos a partir de determinadas bases. Si tomamos algunos ejemplos de colocaciones sustantivo+adjetivo, podemos comprobar que ciertos 5



Combinaciones como guardar o limpiar la guitarra son perfectamente posibles, pero son libres y se conforman ocasionalmente en función de unas necesidades comunicativas concretas. No residen, por tanto, en el lexicón mental de los hablantes, como secuencias recurrentes que puedan ser actualizadas en cualquier momento.

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colocativos tienden a intensificar o magnificar el contenido de las bases a las que acompañan: así, en una escala de intensificación, podríamos decir que un error es leve, grave o garrafal, o que dos personas están «enamoradas», «muy enamoradas» o locamente enamoradas. Esta relación, se puede representar por medio de la ecuación [f (x) = y], donde f es la función léxica, x sería la base e y el colocativo. La función de intensificación es representada por medio de la abreviatura Magn (‘intensificación’): Magn (fallo) = garrafal Magn (enamorado) = locamente, perdidamente Magn (prohibido) = terminantemente

Con este simple esquema Mel’čuk nos ofrece una amplia gama de funciones léxicas que nos ayuda a interpretar todo tipo de relaciones entre colocados. A continuación presentamos algunas de ellas (cfr. Alonso Ramos, 1993): Mult (‘conjunto/grupo/colección de’) Mult (abeja) = enjambre (enjambre de abejas) Sing (‘una porción/unidad de’, ‘un componente de’, ‘un poco de’) Sing (naranja) = gajo Real1 (‘hacer mediante un artefacto o instrumento’) Real1 (camión) = conducir (España)/manejar (Hispanoamérica) Bon (‘estimación positiva del referente de la base’) Bon (envidia) = sana (envidia sana)

2. Colocaciones y variación 2.1. Variación diatópica Las colocaciones tienen un valor idiosincrásico y, como sucede en general con el léxico, pueden variar de unas comunidades hablantes a otras. Hay, pues, diferentes normas geográficas en el uso de las colocaciones del español. El Diccionario

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panhispánico de dudas (2005) es una fuente de ayuda también en este sentido, pues en sus artículos se encuentra a veces información muy valiosa. Encontramos un ejemplo bajo la entrada absolver: absolver. 1. Verbo irregular: se conjuga como mover (→ apéndice 1, n.º 41). Su participio es también irregular: absuelto. 2. Cuando significa ‘declarar [a alguien] libre de culpa’, se construye a menudo con un complemento introducido por de, que expresa la culpa: «La conciencia mundial no lo absolvió de la comisión de esos delitos» (DPrensa [Arg.] 4.5.92). 3. En países como Colombia, el Ecuador, el Perú y Bolivia significa también ‘resolver [una duda]’, uso desconocido hoy en el resto del ámbito hispánico: «Los aficionados al fútbol han podido absolver sus dudas» (Tiempo [Col.] 13.9.96). 4. No debe confundirse con absorber (‘atraer y retener en el interior’; → absorber).

A modo de ejemplo, relacionamos a continuación algunas diferencias entre el español de Chile y de España, extraídas de Koike (2001: 199-202): quitarse los zapatos (España)/sacarse los zapatos (Chile); encender la luz (España)/prender la luz (Chile); darse prisa (España)/tomarse prisa (Venezuela); fletar una bofetada (Chile, Perú)/dar, soltar, largar, pegar una bofetada (España); entregar una opinión (Chile)/dar una opinión (España); entregar una declaración (Chile)/hacer una declaración (España); entregar solución (Chile)/dar solución (España); entregar apoyo (Chile)/prestar, dar apoyo (España); sacarse la lotería (Chile)/tocarle la lotería (a alguien) (España); armar una conversación (Chile)/mantener, sostener una conversación (España); hacer clases (Chile)/dar clases (España); picar el ojo (Puerto Rico, Colombia)/guiñar el ojo (España, Chile); hablar mentiras (Guatemala)/decir, contar mentiras (España); rendir el examen, la prueba (Argentina, Bolivia, Chile)/dar el examen, la prueba (Perú, Colombia)/presentarse a examen, la prueba (España). Sobra decir que se debe cuidar especialmente el uso de colocaciones en las que entran en juego verbos de referencia escatológica, como el controvertido coger, tabú en gran parte

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de Hispanoamérica. En estos casos, colocaciones como coger el autobús o coger un resfriado presentan la variante agarrar.

2.2. Variación diastrática Determinadas colocaciones como esfuerzo ímprobo, denodado esfuerzo o franquear la puerta pueden sin duda clasificarse como cultas. Conforme descendemos de nivel sociocultural, resulta menos probable encontrar el uso de colocaciones de este tipo, con un grado alto de especialización semántica. Los hablantes utilizan de forma recurrente palabras comodín o proformas (hacer, dar), que denotan cierta pobreza léxica. Dictar o pronunciar una conferencia son expresiones de nivel culto, frente a dar una conferencia, que tiene una marcación más neutra en virtud del uso de un verbo soporte como dar, que es común a muchas otras construcciones. Si en estos casos se trata de un uso deficitario, también hay veces en que se peca por hipercorrección y se atribuye un colocativo a una base que no le corresponde. Es lo que ocurre, por ejemplo, con palabras que contienen referencias culturales muy específicas, como es el caso de pírrico. Este adjetivo se combina con victoria (y en menor medida, triunfo) y alude a los logros que se consiguen por un margen pequeño y después de un gran esfuerzo6. Se confunde, por tanto, quien lo utiliza para caracterizar un estado físico, como sinónimo de ‘deteriorado’ o ‘lamentable’: • Al margen de ese imprevisto, el controversial técnico no podrá recurrir, por capricho, a figuras que como Juan Manuel Funes y Claudio Ariel Rojas son desde ya propiedad del plantel y que en otro orden de ideas, pudieron constituir no sólo un fuerte imán de taquilla sino incluso un espaldarazo —pese a su pírrico estado físico— al conjunto que desde la fecha, será some-

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El adjetivo deriva de Pirros, nombre del rey de una región de la antigua Grecia que consiguió dos victorias en sendas batallas en las que su ejército sufrió graves pérdidas.

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Esteban Tomás Montoro del Arco tido a intensa presión, precisamente por actuar en calidad de local (Guatemala, La Hora, 14-07-1997. Ápud crea)

2.3. Variación diafásica Existen unidades cuyo uso parece restringido a situaciones comunicativas informales. Es el caso, por ejemplo, de comerse un marrón (‘cargar con una culpa ajena o de la que no se es único responsable’), que en el siguiente texto es utilizado en el marco de una conversación ficticia pero pretendidamente espontánea, entre interlocutores con una relación simétrica en el eje de la familiaridad: • - La madre que lo parió. - Un encanto, desde luego —me apoyó Chamorro. - También tú podías haber metido más baza. Me he tenido que comer el marrón yo solo —la reprendí. - No lo pagues conmigo —protestó—. Creí que querías llevarlo tú. (España, Lorenzo Silva, El alquimista impaciente, Barcelona, Ediciones Destino, 2000. Ápud crea)

La inmediatez propia del discurso coloquial y el poco control en la redacción pueden generar también fallos de atribución de colocativos a determinadas bases en hablantes cultos. Es lo que ocurre en el siguiente texto, donde se utiliza la locución a capa y espada (que se combina preferentemente con defender), para intensificar el significado de mantener: • Josep Benet, en su tiempo de senador, mantuvo a capa y espada que en la Constitución constara que el Senado es la cámara de representación territorial (España, La Vanguardia, 30-09-1994. Ápud crea).

2.4. Variación diatécnica Por último, es conveniente señalar que el uso de las colocaciones deja de ser una costumbre o una mera opción estilística en las lenguas de especialidad, donde incluso puede llegar a ser un requisito indispensable. Éstas requieren una terminología precisa e inequívoca, que evite posibles malen-

Norma y uso de las colocaciones léxicas del español

263

tendidos y facilite la comunicación entre expertos. El ámbito jurídico, por ejemplo, es fuente inagotable de combinaciones de este tipo, pues la precisión terminológica es una cuestión capital dentro de este ámbito profesional. Ejemplos de colocaciones pertenecientes al registro jurídico son interponer, cursar, presentar un recurso; presentar una demanda; dictar, pronunciar, fallar, sobreseer, revocar una sentencia; promulgar una disposición; incoar un expediente, un sumario; instruir una causa; tramitar un proceso, etc. Sin embargo, el usuario no versado en Derecho que se ve obligado a socializar puntualmente con este ámbito comete múltiples errores. También en los medios de comunicación se producen estos cruces: • Jenny Richardson, una ex gimnasta australiana de 24 años, ha decidido interponer una demanda contra su antiguo entrenador, a quien considera culpable de la anorexia nerviosa que padece a causa de los métodos de entrenamiento del técnico (España, La Vanguardia, 16-05-1995. Ápud crea)

3. Conclusión La reflexión acerca de las colocaciones, el propio conocimiento de su existencia, es ya un gran paso. Nos mantiene alertas y nos brinda la oportunidad de enriquecer nuestra expresión. No obstante, es seguro que nos hará también dudar más a la hora de combinar unas palabras con otras, y por eso es importante saber dónde y cómo buscar soluciones. En primer lugar, disponemos ya de magníficos diccionarios combinatorios: Redes. Diccionario combinatorio del español contemporáneo (2004) y el Diccionario combinatorio práctico del español contemporáneo (2006), ambos dirigidos por Ignacio Bosque. En segundo lugar, contamos con un diccionario en línea de colocaciones, el Diccionario de colocaciones del español (dice), dirigido por Margarita Alonso Ramos (2005). Por último, podemos comprobar la combinabilidad de dos

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Esteban Tomás Montoro del Arco

lexemas a través de búsquedas orientadas en los corpus de la Academia, especialmente en el crea7.

4. Ejercicios 1. Rellena los huecos con los siguientes verbos para formar colocaciones adecuadas: imponer, formular, interponer, elevar, urdir, emitir, rescindir. a) Como consecuencia de la colisión, se rompió la luna del coche, según consta en la denuncia __________ por uno de los ocupantes. b) Han anunciado que, si no obtienen un fallo justo, __________ una queja ante la Oficina de Control Interno del Poder Judicial. c) Se debe esperar la notificación de la denuncia antes de __________ cualquier reclamación. d) El jugador llegó ayer a un acuerdo con el Español para __________ su contrato y fichará por el Real Madrid. e) Sabían que tenían la culpa de lo sucedido y por ello __________ un plan maquiavélico para tratar de ocultarlo. f) Los técnicos del Departamento de Antigüedades van a estudiar el terreno y más adelante __________ un dictamen sobre la posible existencia en el lugar de tumbas judías. g) Los conductores de ciclomotor a los que se les __________ una sanción de tráfico podrán optar entre pagar la multa o asistir a un cursillo de seguridad vial.

2. ¿Cuál es el significado del adjetivo empedernido? ¿Con qué bases se puede combinar? ¿Lo utilizarías para hablar de ti mismo? Ensaya una definición a partir de los ejemplos siguientes:

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La distancia colocacional entre los dos lexemas puede salvarse fácilmente a través de las herramientas que la propia página nos proporciona. Así, si quisiera comprobar la combinabilidad del superlativo acérrimo con una palabra distinta a enemigo (que considero a priori como su base prototípica), por ejemplo defensor, podría lanzar la búsqueda a partir de la clave «defensor dist/4 acérrimo», de forma que puedo obtener todos los casos en los que distan entre ellos no más de cuatro palabras.

Norma y uso de las colocaciones léxicas del español

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a) La muerte de Miguel Mihura afectó profundamente a Tono. La carta que escribió a su amigo muerto fue su último artículo que se publicó. «En estos dos años —comentó Fernando Vizcaíno— escribía algunos artículos para Semana y se dedicaba a su hobby preferido, los inventos. Tono era un inventor empedernido. Montaba y desmontaba extraños artefactos que no servían para nada, pero que eran divertidos. En el homenaje que le hicieron en abril de 1976, Forges le dijo al regalarle un reloj: “Se lo damos para que haga con él una lavadora”» (España, El País, 05-01-1978. Ápud crea). b) Sus teorías influyeron en la arquitectura y la tipografía de los años 20, atrayendo a multitud de artistas que, como Marinetti, Pevsner, Gabo, Gropius o Schwitters acudían a visitarle, curiosos por conocer a este creador ascético, solterón empedernido y gran aficionado a la música de jazz (España, El Mundo, 30-01-1994. Ápud crea). c) Como he ido comprobando a lo largo de estos últimos meses, el Dazibao ha ido adquiriendo personajes, no por nuevos menos imaginativos, pero dado que uno es un nostálgico empedernido, añoro viejos personajes que ya no son tan asiduos, o que tal vez aparezcan camuflados bajo otros nombres, ¿quién sabe? De esos viejos personajes, me encantaría obtener alguna respuesta, aunque sea somera de alguno de ellos que cautivaron con citas firmadas por ellos mi entusiasmo, aunque dejaran entrever que mi estilo literario, no superará la vulgaridad o, como mucho, alcanzará una cierta mediocridad. Dos de estos personajes son «The last frontier» y «Annabel Lee» (España, El Mundo, 04-05-1994. Ápud crea). d) El mundo del cine perdió a Robert Mitchum, nacido bajo el nombre de Robert Charles F. Duran Mitchum y uno de los actores más grandes de Hollywood durante las últimas décadas. Fumador empedernido, afectado de cáncer de pulmón y enfisema, la muerte le llegó mientras dormía en su residencia de Santa Barbara (California), a los 79 años, sólo un mes antes de su 80 cumpleaños (Perú, Expreso, 02-07-1997. Ápud crea). e) mañana, 3 de febrero, cumple noventa y cuatro años Manuel Álvarez Bravo, patriarca de la fotografía mexicana, hombre modesto y misterioso, autodidacta, lector empedernido, amante de la música, autor de una obra de visión espontánea, expresada en un lenguaje sencillo y poético, lejos de escuelas y de compromisos ideológicos, por más que algunas de sus imágenes hayan servido de arquetipos surrealistas y del realismo social (España, Abc Cultural, 02-02-1996. Ápud crea).

3. A continuación se ofrecen algunas funciones léxicas, según el modelo de I. Mel’čuk. Señala los colocativos correspondientes a las bases que se indican:

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Esteban Tomás Montoro del Arco

A) Mult (‘conjunto/grupo/colección de’) Función léxica

Colocativo

Colocación

Mult (ajo) = Mult (cerdo) = Mult (conferencia) = Mult (negociación) = Mult (oveja) = Mult (perro) = Mult (pez) = Mult (polvo) = Mult (tontería) =

B) Sing (‘una porción/unidad de’, ‘un componente de’, ‘un poco de’) Función léxica

Colocativo

Colocación

Sing (ajo) = Sing (azúcar) = Sing (chocolate) = Sing (jabón) = Sing (nieve) = Sing (pan) = Sing (polvo) = Sing (queso) =

C) Magn (intensificación) Función léxica Magn (afirmar) = Magn (beneficio) = Magn (deseo) = Magn (dormido) = Magn (grupo) = Magn (ligado) = Magn (lluvia) = Magn (rechazar) =

Colocativo

Colocación

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Norma y uso de las colocaciones léxicas del español

D) AntiMagn (‘poco’, ‘poco intenso’) Función léxica

Colocativo

Colocación

Colocativo

Colocación

AntiMagn (castigo) = AntiMagn (error) = AntiMagn (precio) = AntiMagn (recuerdo) = AntiMagn (sueño) =

E) Caus (‘causar’) Función léxica Caus (comentario) = Caus (curiosidad) = Caus (incendio) = Caus (interés) = Caus (vergüenza) =

F) Incep (‘comienzo, comenzar’) Función léxica

Colocativo

Colocación

Incep (ganas) = Incep (guerra) = Incep (incendio) = Incep (polémica) = Incep (proceso judicial) =

G) Real1 (‘realizar, llevar a cabo’) Función léxica Real1 (cargo) = Real1 (abogacía) = Real1 (error) = Real1 (crimen) =

Colocativo

Colocación

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Esteban Tomás Montoro del Arco

4. Resuelve el crucigrama a partir de las pistas que se incluyen a continuación: Horizontales 1. ¿No te acuerdas de lo que sucedió? No te preocupes, voy a [...] la memoria. 4. Nunca se casará. Es un soltero [...] 6. Te ruego [...] que vengas a la reunión del martes, es muy importante. 9. Este viernes se [...] homenaje a un gran actor. 12. Se alejó de él por miedo a que le [...] un puñetazo en la cara. 16. En estos años Bill Gates ha [...] una gran fortuna. 17. Cuando llegamos, reinaba un silencio [...] 19. Le [...] el ojo para mostrale mi complicidad. 20. La revuelta fue [...] gracias a la intervención de la policía. 21. Granada es una ciudad acogedora, te [...] con los brazos abiertos. 22. Lo hicimos gracias a la ayuda que nos [...] tus amigos. Verticales 2. Finalmente, el presidente [...] la cuestión del paro. 3. Esa posibilidad no la habíamos [...] aún. 4. Desde hace tiempo, los dos líderes políticos mantienen una lucha [...] por el poder. 5. Cuando le comunicaron que había aprobado, [...] un salto de alegría 6. El delantero aprovechó un fracaso [...] del defensa para marcar el gol de la victoria. 7. Se llevan muy bien y mantienen una […] amistad. 8. Es muy obstinado, seguro que no [...] en su empeño. 10. Se ha cometido un grave error en este asunto y aún no sabemos de quién es la culpa. Es necesario [...] responsabilidades. 11. Es una idea que me viene [...] desde hace tiempo por la cabeza. 13. Desde hace años [...] la idea de formar mi propio equipo de trabajo. 14. Te agradezco la confianza que has [...] en mí. 15. El certamen no ha sabido [...] la distancia cultural existente entre los estudiosos del cine y los meros espectadores. 18. El cantaor se [...] por bulerías.

Norma yNORMA uso de Ylas colocaciones léxicas del LÉXICAS español DEL ESPAÑOL USO DE LAS COLOCACIONES

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Capítulo 10

LÉXICO DE USO EN ESPAÑOL ACTUAL: EJERCICIOS DE CORRECCIÓN Y AMPLIACIÓN Marta Pilar Montañez Mesas Universitat de València. Grupo Val.Es.Co.

0. Introducción El léxico con que se elabora un discurso muestra, quizá más que otro nivel lingüístico, el registro del texto, dicho de otro modo, es el aspecto que de forma más evidente indica la adecuación o inadecuación del lenguaje empleado en un texto al registro esperable o preferido para cada género discursivo. En este sentido, la elección de un léxico preciso y diverso —según el contenido—, el usuario al que se dirige el texto y el propósito comunicativo condicionarán en gran medida que el texto se adecue al registro requerido. Por todo ello, en este capítulo practicaremos la búsqueda y empleo de un léxico correcto, que sea diverso para evitar repeticiones innecesarias, y preciso, de modo que exprese de forma lo más ajustada y exhaustiva posible el significado de uso pertinente en cada contexto comunicativo1. Para lograrlo, es necesario dominar el manejo de los diccionarios, intensificar la lectura y alternar las voces que utilizamos habitualmente con el uso de expresiones sinonímicas o equivalentes, no

1



No se tratan en este capítulo otras cuestiones léxicas, como aquellas referidas a la creación léxica o al uso y valor de los neologismos (cap. 6), ni a los extranjerismos (cap. 7), ni a las variaciones de registro (cap. 8), que también se han practicado en trabajos anteriores (Aleza et alii, 2006, Bloque III).

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Marta Pilar Montañez Mesas

solo como estrategia estilística (como precepto de la variatio de la retórica clásica), sino como una marca de corrección y ampliación léxicas que demuestren el dominio de los géneros discursivos y de los diversos registros lingüísticos.

1. La corrección léxica El interés de este capítulo es, por tanto, proponer una serie de actividades que favorezcan el dominio del léxico en las distintas variedades y ámbitos del español desde el punto de vista sincrónico. Para resolver cada actividad le será de gran ayuda la consulta del dpd, del drae, de otros diccionarios (de sinónimos y antónimos, de uso, como el de María Moliner, por citar algunos), así como de obras especializadas que se indican en el apartado bibliográfico. Con ello mejorará la redacción de sus textos en dos sentidos: con la búsqueda de un léxico más preciso que exprese de modo exhaustivo el valor o sentido de cada enunciado, por una parte; y, con ello, la ampliación de su caudal léxico para dominar y poder seleccionar la forma más adecuada y ajustada a cada contexto comunicativo (tanto oral como escrito), por otra. Para favorecer la autonomía del lector, le proporcionamos, asimismo, las soluciones o alternativas más adecuadas o correctas, según el caso, para que sirvan de autoevaluación y autoaprendizaje, como comprobación del uso de las herramientas de consulta señaladas.

2. Ejercicios 2.1. Proformas verbales Ciertos verbos como pedir, decir, hacer o tener se utilizan con tanta frecuencia que se convierten en proformas verba-

Léxico de uso en español actual: ejercicios de corrección y ampliación

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les que no siempre denotan un significado preciso. También existen otras proformas no verbales: cosa, persona, el mismo, la misma… que no suelen aportar contenido léxico. Para favorecer la variación en el texto y evitar imprecisiones, sustituya las proformas (verbales y no verbales) en los ejemplos propuestos por voces o estructuras equivalentes contextuales que se ajusten mejor al sentido de los textos. Recuerde que en el caso de los verbos deben escribirse en la forma verbal correspondiente2: Decir 1. Corbacho anuncia la vuelta del diálogo social. El ministro de Trabajo dice «hay conversaciones avanzadas» con sindicatos y ceoe (El País, 10-110). 2. Alberto Toldrá, representante de S. C., ha asegurado en un comunicado que su representado es «víctima de acusaciones falsas» y ha dicho que pretende «atraer una atención mediática en el proceso judicial que está abierto contra terceros». 3. «Necesitamos otro modelo productivo, no una reforma laboral», dijo Zapatero en mayo (El Mundo, 26-1-10, p. 31). 4. Los empresarios, de momento, no pueden calcular las posibles consecuencias que tendrá el recorte presupuestario de los monumentos falleros. «Sin duda, no es una noticia beneficiosa, pero es compresible ante la situación por la que estamos atravesando todas las empresas valencianas», dijeron desde el sector hostelero y justo en la semana del Turismo (Las Provincias, Valencia, 22-1-10). Ver 1. Obviamente, en tiempos de crisis muchos ven en la botella un posible escape (El País, 11-11-08).

2



El corpus que ha servido de base a este trabajo se nutre de dos fuentes principales: prensa española actual (perteneciente al periodo 20072010, excepto un ejemplo de 2004) y textos de alumnos universitarios. En cada ejemplo de los utilizados en este capítulo se indica la procedencia del fragmento extraído. Aquellas muestras que no presentan indicaciones pertenecen a ejercicios académicos y periodísticos de alumnos de primer curso de Comunicación Audiovisual de la Universitat de València (curso 2008-2009, en la materia «Lengua española escrita para los medios de comunicación»), a quienes desde aquí agradezco su generosa contribución y el apoyo y cariño que desde entonces me han brindado.

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Marta Pilar Montañez Mesas 2. El Consejo de Ministros verá —y muy probablemente aprobará— en su reunión de hoy el recurso de inconstitucionalidad contra el decreto ley del Consell que desprotege el barrio de El Cabanyal (El País, 29-1-10). 3. Los expertos concluyen que la Torre Pelli no afecta al patrimonio mundial. La comisión estima legal el proyecto, pero ve un impacto negativo en el paisaje (El País, 29-1-10). 4. El gurú que predijo la crisis ve a España como «un riesgo de desastre para la eurozona». Roubini cree que España es una «amenaza inminente» mayor que Grecia (El Mundo, 27-1-10). Hacer 1. Los Bomberos denuncian el impago de las horas extras que hicieron los días de lluvia (Diario Información de Alicante, 4-11-07). 2. Las pruebas del ave Madrid-Valencia se harán en verano. Por el momento se está avanzando en las pruebas con trenes laboratorios propiedad de Adif (Levante, 22-1-10). 3. En plena crisis, cambiar de motor supondría dejar el coche en la cuneta. Por supuesto, Gallardón lo sabe y por eso quiere hacer lo que hace y deshacer lo que deshace (El Mundo, 2-12-08). 4. El Racing de Santander quiere quedarse con él, pero el fichaje de Marcelino García Toral, ex del conjunto cántabro, por el Zaragoza, abre también la vía de los aragoneses, que jugarán el próximo año en Segunda División y que han hecho público su deseo de fichar a cuatro futbolistas de banda. Si el Zaragoza fuese a por Pablo Álvarez, la negociación por Lafita podría dar un giro significativo (La Voz de Galicia. La Voz A Coruña,1-6-08). Pedir 1. El Ayuntamiento de Benidorm pedirá al Consell el «10% del aprovechamiento del suelo urbanizable» del Plan Especial Director de Usos e Infraestructuras (pedui) de Terra Mítica (La Verdad, 21-1-10). 2. Carmelo González, el padre que hizo una huelga de hambre para que su hija pudiera estudiar en castellano en Cataluña, pidió ayer que se lleve a cabo una «gran manifestación» en Madrid para reivindicar que el castellano, idioma común de los españoles, no sea discriminado en algunas partes del país. En declaración a Servimedia, pidió que se celebre esta marcha al valorar el manifiesto en favor del castellano que han difundido el pensador vasco Fernando Savater y otros intelectuales (El Mundo, 26-6-08). 3. Facua ha pedido en varias ocasiones al Ayuntamiento de Sevilla que regule el servicio. El concejal de Movilidad, Francisco Fernández, advirtió ayer, según informó Efe, que los taxistas son trabajadores autónomos y su afiliación a las emisoras es «voluntaria» (El País, 2-2-10). 4. Las nuevas normas recibieron críticas ayer mismo: por demasiado blandas y por demasiado duras. Miguel Fernández Prada, vicerrector de Estudios y Convergencia Europea, pidió que se observaran en su conjunto teniendo en cuenta los objetivos que persiguen (El País, 30-1-10).

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Tener 1. El mediapunta ha tenido un papel clave tras recuperarse de su lesión tanto en la eliminatoria de Copa como ante el Xerez (Abc, 12-1-09). 2. El Deportivo por aquel entonces no tenía categorías inferiores, sólo seleccionaba a los chavales para el Torneo de Brunete (El País, 6-2-10). 3. En ese contexto, el de una provincia donde no tiene apenas influencia, Feijóo intenta captar a personas afines a Baltar para su causa (El País, 251-10). 4. El supervisor también aprovechará la remisión de estas cuentas para poner en evidencia a muchas cajas de ahorros que tienen problemas latentes y que tratan de evitar a toda costa verse inmersas en un proceso de fusión que les permite mejorar su nivel de solvencia (El Mundo, 26-1-10). Dar 1. Hoy, domingo, vence el ultimátum de 20 días que la rama magrebí de Al Qaeda (aqmi) dio a los gobiernos de Francia y de Malí para que liberasen a cuatro presuntos terroristas en prisión preventiva en el penal de Kati, cerca de Bamako (El País, 31-1-10). 2. La reacción de Unió fue fulminante: la portavoz Joana Ortega aseguró que tienen el derecho, con los acuerdos en la mano, de batallar por Pelegrí aunque han desistido de hacerlo. Ortega rescató viejos agravios al recordar que Unió ha dado apoyo total a Artur Mas como candidato, cuando cdc no dispensó, dijo, el mismo trato en las últimas generales a Josep Antoni Duran Lleida (El País, 31-1-10). 3. El centrocampista azulgrana dio su versión sobre lo sucedido en El Molinón: «En el gol de Pedro no hubo fuera de juego y cometieron un penalti sobre Ibrahimovic en la segunda parte del que no se habla. Lo que pasa es que el Madrid va cinco puntos por detrás del Barça y eso no se digiere en la capital» (La Razón, 1-2-10). 4. Los Grupos de Atención al Ciudadano (ggac) son un «invento» importado de Barcelona y Valencia. El jefe superior de Policía de Madrid, Carlos Rubio, estuvo antes en esos dos destinos, y al llegar a la capital decidió implantar esta nueva manera de patrullar. En Valencia y Barcelona dieron buenos resultados y bajó la delincuencia, y aquí por ahora está siendo igual (El Mundo, 2-2-10). Haber 1. Un joven de 27 años falleció la noche del lunes en La Línea de la Concepción (Cádiz) como consecuencia de un apuñalamiento. Vecinos de la zona informaron de que el incidente se produjo sobre las 23.00 horas, cuando varias personas de la zona alertaron de que había un hombre herido en las inmediaciones de la calle Sócrates (El País, 3-2-10). 2. Teniendo en cuenta el perfil de invitados anteriores, personalidades procedentes de tradiciones políticas, religiosas y culturales diferentes pero fuertemente vinculadas a los valores del diálogo y la integración, Zapatero

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Marta Pilar Montañez Mesas podría abordar sus ideas sobre la tolerancia y cohabitación entre diversas creencias —en el auditorio habrá representantes de las diferentes corrientes religiosas—, defender la cooperación al desarrollo con los países más necesitados o reivindicar la igualdad de género (El Mundo, 3-2-10). 3. Arístegui celebra que Rajoy diga que «hay que moverse» porque había inmovilismo (Público, 20-5-08). 4. La reacción del sector no es desmesurada si se tiene en cuenta que, actualmente, el consumo de cine en lengua catalana es del 3 por ciento porque no hay mayor demanda, sostiene el Gremio de Empresarios de Cine. […] El consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, y la Generalitat en pleno deberían entender que hay caminos para defender el uso de la lengua catalana que no pasan por la imposición y la sanción (La Razón, 1-2-10). Estar 1. La A-70 estuvo 12 horas cerrada al tráfico, a la altura de Villafranqueza, y hubo que desviar a miles de conductores durante todo el día (La Verdad, 21-1-10). 2. Como consecuencia, precisó asistencia hospitalaria, y estuvo 10 días impeditivos. También le quedaron varias cicatrices que le suponían «un perjuicio estético moderado» (El Mundo, 3-2-10). 3. El concejal de Cultura, Adrià Carrillo, animó ayer a visitar esta muestra, que estará en el espacio de arte «Heliodoro Guillén Piedemonti» (Diario Información de Alicante, 3-2-10). 4. Blanco no se atrevió, sin embargo, a dar una fecha concreta de llegada del ave a Castellón, sólo aseguró que los tramos estarán en obras este año (El País, 3-2-10). Mostrar 1. Andalucía informará a los usuarios de hospitales del coste de su atención. El objetivo es doble: mostrar a los usuarios que sus impuestos se aplican bien y concienciarles del coste (El País, 28-1-10) 2. Medio centenar de modelos de los inventos de Leonardo Da Vinci, así como 18 reproducciones de sus obras pictóricas tan influyentes como «La Gioconda», integran una exposición «excepcional» que se muestra en León por primera vez en España y que revela el ingenio de un hombre adelantado a su tiempo (El Mundo, 3-3-08). 3. La rapidez del iPhone 3G en un anuncio era un engaño. Obligan a Apple a modificar un anuncio de televisión que mostraba una velocidad de conexión muy alejada de la realidad. El anuncio televisivo, que señalaba que la conexión a Internet en el teléfono era «realmente rápida», mostraba un primer plano del producto buscando un página de noticias por Internet, mapas de Google y descargando un archivo, con tiempos de espera de apenas una fracción de segundo (Público, 27-11-08). 4. En cada nuevo modelo, aligeraba el peso (hasta llegar al actual de 24 kilos, para el traje completo y 15 para la mitad inferior) y lo hacía más efi-

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ciente. El traje se mostraba al público por primera vez en junio de 2005 en la Exposición Mundial de Aich (Japón) (El País, 11-4-08). Salir 1. El Banco de España sale de su letargo (Público, 23-10-09). 2. Montserrat Caballé y «El Cigala» grabarán juntos un disco y saldrán de gira (Público, 5-2-10). 3. Los bajos tipos de interés ayudarán a países como Grecia, España y Portugal a salir de la recesión pero pueden crear presiones inflacionistas en aquellos que ya han iniciado la recuperación como Alemania y Francia (La Razón, 5-1-10). 4. Una vez salió de este domicilio, pensó que la culpa de todos sus males era de su primo, Ramón, con el que mantenía amistad, por lo que decidió irse al corral de éste, en el que guardaba gasolina para una máquina de labranza, llenó dos botellas de este inflamable y se fue a la vivienda de su tía, en la misma localidad (El Mundo, 1-12-09). Ser 1. La «dualidad» es la convivencia de contratos fijos y temporales (El Mundo, 26-1-10). 2. Llorens asegura que el sobrecoste de las obras es por las demandas de los vecinos (La Verdad, 21-1-10). 3. El Consejo de Estado confirma que la ley de cajas gallegas es inconstitucional (La Razón, 5-1-10). 4. En el primer semestre de 2010, el de la Innovación europea con presidencia española, Valencia tiene la oportunidad de avanzar sólidamente en los «city rankings» con el inicio de la ejecución del pcv, el cual podría ser el parque más ecológico y socialmente rentable de España (Levante, 3-2-10). Poner 1. La dimisión del primer edil por la presión urbanística de la Junta ha puesto en la picota de los medios de comunicación a Carratraca, una población que pocas veces sale en la prensa (La Verdad, 21-1-10). 2. La jugada de Guti es el mejor representante de lo que digo, jugada trenzada y genialidad, sólo al alcance de jugadores especiales, para demostrar que la plantilla está dispuesta a poner en el terreno de juego todo lo necesario para dar alcance al Barcelona y para utilizar como argumento la técnica y la capacidad de sacrificio que hacen grandes a los equipos (Marca, 5-2-10). 3. El Ayuntamiento de Benissa ha puesto en marcha la primera fase del proyecto para el aprovechamiento de las aguas residuales depuradas que la edar Benissa-Senija vierte en el barranco de Quisi (El Mundo, 28-1-10). 4. Canales pone la guinda. Marca el último tanto de la goleada a Osasuna y el Racing se clasifica para las semifinales (El Mundo, 28-1-10).

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Marta Pilar Montañez Mesas Otras proformas no verbales: cosa, el mismo, la misma… 1. El fabricante inglés de automóviles Aston Martin (que motoriza al espía James Bond) dio ayer la alternativa al Rapide, su nuevo modelo, en el Mercado Central de Valencia. Lo fabricará por encargo y costará hasta 250.000 euros: dependerá, entre otras cosas, del tono que el comprador elija para el cuero de los asientos (El País, 3-2-10). 2. En términos similares se expresó la presidenta del Parlamento, la también popular Arantza Quiroga, al señalar que una cosa es la legalidad y otra «la moral» (El País, 3-2-10).

Texto Por último, le proponemos el siguiente texto, en el que aparecen varias proformas para que las localice y sustituya por otras de significado más específico: Cobo ha hecho estas declaraciones tras la reunión semanal del Gobierno municipal de Madrid después de que ayer recibiera del citado comité la comunicación de su sanción por las acusaciones a Aguirre —en plena batalla por el control de Caja Madrid—, con las que, según ha opinado hoy, estaba defendiendo a su partido. Preguntado si volvería a formular esas críticas, ha contestado que es su «deseo» y le «encantaría», y cree que será así, que «nunca se vuelvan a dar las circunstancias que se estaban produciendo los días previos a esa entrevista», en el diario El País, en la que dijo que «es de vómito» lo que «personas cercanas, hoy, a Esperanza Aguirre» están haciendo para evitar que Rato sea presidente de Caja Madrid. A pesar de ello, el número dos de Alberto Ruiz-Gallardón ha dicho estar «triste» porque para él es «muy importante» ser militante del pp, se encuentra «a disgusto» no siéndolo y «nunca» estará «satisfecho» si «un sólo día» no es militante. Aunque ha admitido que le gustaría que la sanción fuera menor a ese año propuesto, y por ello alegará contra los cargos que se han hecho —sin revelar en qué términos—, ha reiterado que aceptará la sanción que se le imponga. «Por quien me la tiene que imponer, —ha matizado— no por otras personas a las que no corresponde» (Diario Jaén, 28-1-10).

2.2. Uso del diccionario La corrección en el uso del vocabulario se adquiere por su aplicación en un contexto concreto, pero para ello es preciso conocer primero la noción básica que expresa cada término. En este sentido, es imprescindible el uso del diccionario como

Léxico de uso en español actual: ejercicios de corrección y ampliación

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herramienta indispensable al acometer la lectura de un discurso con voces nuevas para nosotros. Con los ejercicios siguientes conocerá algunas palabras y sus definiciones: A) Asocie la siguiente lista cerrada de palabras a las definiciones que propone el drae (no siempre hemos tomado la primera acepción de la palabra, como indica el número que precede a las definiciones). Le indicamos, además, la categoría gramatical para que pueda conocer las particularidades de su construcción: Fluctuación, envilecer, autóctono, vernácula, flanquear, palmario, verbigracia, ácrata, desmán, acicate, suscitar a) 3. f. Irresolución, indeterminación o duda con que alguien vacila, sin acertar a resolverse. b) 2. tr. Hacer que descienda el valor de una moneda, un producto, una acción de bolsa, etc. U. t. c. prnl. c) 1. adj. Claro, patente, manifiesto. d) 1. m. Exceso, desorden, tropelía. e) 3. m. incentivo. f) 1. adj. Dicho especialmente del idioma o lengua: Doméstico, nativo, de nuestra casa o país. g) 1. m. ejemplo (hecho, texto o cláusula que se cita para autorizar un aserto). h) 1. adj. Partidario de la supresión de toda autoridad. U. t. c. s. i) 1. tr. Levantar, promover. j) 1. tr. Estar colocado al flanco o lado de algo. k) 1. adj. Se dice de los pueblos o gentes originarios del mismo país en que viven. Apl. a pers., u.t.c.s.

B) Asocie estas dos listas para practicar la sinonimia de las palabras subrayadas: Se obtuvieron pingües beneficios En detrimento de su bienestar Fue error o desmán Estamos a nivel de Europa en salud Polémica en torno a la fiesta taurina Adolece de falta de vigor

1) padece, sufre 2) acerca de 3) en perjuicio 4) abundantes 5) a la altura 6) exceso, desgracia

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C) Los parónimos son vocablos que, por su semejanza formal, suelen confundirse en el discurso. Por ello, le proponemos este ejercicio de selección múltiple con el que intente deslindar los significados de estos «falsos amigos». Para completar la actividad e incrementar el caudal léxico, sería recomendable que buscase en el diccionario el significado de las demás opciones con tal de solventar cualquier duda de uso y aplicación al contexto de cada uno: 1. Llega por fin Windows 7, más fácil y _________ que Vista. El sistema operativo estará disponible el 22 de octubre (El País, 23-9-09). (accesible / asequible / factible / posible) 2. Se trata de resarcir al Consistorio marbellí de un ____________ patrimonial cifrado en un total de 257 millones de euros —por gastos sin justificar debidamente— correspondiente a la etapa 1991-1999. (El Mundo, 5-2-10). (prejuicio / perjuicio) 3. El desmantelamiento de la guerra contra el terror no sólo exige de Obama renunciar a sus instrumentos más ____________, como está haciendo, sino también lidiar con la larga estela de sus consecuencias jurídicas. (El País, 21-4-09). (inocuo / inicuo) 4. La Policía Nacional había restringido sobremanera el acceso a la zona, convirtiendo el casco histórico de Salamanca en un laberinto ____________ para cualquiera que quisiera acercarse al lugar de los hechos. (El Mundo, 19-1-06). (inexpugnable / inextricable) 5. Según el sindicato, el trabajador no estaba ____________ de las medidas de seguridad reglamentarias y no llevaba puesto arnés ni otro tipo de protección. (El País, 25-11-09). (provisto / previsto)

D) Complete con esta lista cerrada de palabras los siguientes enunciados como práctica de ampliación léxica: Adular, anacrónico, atisbo, coadyuvar, contumaz, diáspora, eximir, idiosincrasia, ímprobo, incólume, inefable, óbice, petulancia, pléyade, reconvenir, sibarita 1. El mal tiempo, con precipitaciones intermitentes, no fue para que miles de pequeños se echarán a la calle para ver el paso de los multicolores desfiles y, de paso, hacerse con algunos de los regalos que lanzaban los participantes (El País, 6-1-10). 2. Para que un país avance, aseguró, necesita «la verdad». «Gobernar no es a la ciudadanía; por eso intenté decir la verdad, llamar a la unidad y ser consecuente» (El País, 17-4-09).

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3. Otra de las enmiendas aprobadas a la oposición fue la que permite a los municipios del pago de las publicaciones en el Boletín Oficial de Canarias cuando estas publicaciones sean de oficio (Abc, 23-12-09). 4. Shane Gray (Joe Jonas) integra el aclamado trío Connect 3 junto a sus dos hermanos. Estos, hartos de la y chulería de Shane, le cargan con la responsabilidad de impartir clases de baile en «Camp Rock» (El Mundo, 9-12-09). 5. Las duchas del velódromo de Roubaix son especiales para los ciclistas. Paredes de granito, estrechas, de aspecto . Nada que ver con las de las habitaciones de los hoteles, o las de los lujosos autobuses de los equipos (El Mundo, 8-2-10). 6. A cada paso, [se encuentra] un monumento eclesiástico o civil con el que gozar del paso del tiempo y las modificaciones que eso ha supuesto para el arte (El País, 23-9-09). 7. A partir de ese sorprendente inicio la trama sigue el curso usual de la ciencia ficción (sin olvidar del todo la estética verité: cámara en mano, voces de reporteros, etc.), incurriendo incluso en un «momento transformer» en el clímax final que aúna de forma lo sublime y lo ridículo (Abc, 11-9-09). 8. La misión de los zoos del siglo xxi se articula en tres objetivos fundamentales: a la educación del visitante, constituir un lugar de esparcimiento y colaborar en la conservación de las especies y de sus hábitats (Público, 13-11-07). 9. Estados Unidos recuperó el trono olímpico que ganó por última vez en Sydney 2000 y que le arrebató Argentina, bronce en la capital china, cuatro años más tarde, mientras que España repitió la plata de ensueño que se ganó en Los Ángeles’84 frente a otra de estrellas de la nba, entre ellos un tal Michael Jordan, Pat Ewing o Chris Mullin (Diario Ya, 24-809). 10. El «paddock» del circuito es tan viejo que cuesta creer que la Fórmula 1 pare en sus dependencias (Abc, 19-10-09). 11. Nuestras sociedades occidentales, con una larga historia de moral de la culpabilidad, han tendido a señalar acusadoramente todo comportamiento y actitud de consumo que se saliese del marco de la necesidad, condenando todo de derroche (Cinco Días, 16-1-10). 12. Los inculpados, de forma , se han negado a decir qué destino dieron al cuerpo, llegando incluso a ofrecer distintas versiones todas ellas erráticas a sabiendas de que de esta forma los familiares de Marta no podrían dar sepultura a su cuerpo (Público, 29-1-10). 13. La India es una de las mayores del mundo, con unos 30 millones de personas de origen indio diseminados por los cinco continentes (El Mundo, 8-1-10). 14. La del rcra es en este caso un valor añadido que resalta los rasgos que han propiciado que sea un símbolo del alicantinismo y un representante social de primer orden (Diario Información de Alicante, 20-1-10).

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Marta Pilar Montañez Mesas 15. En Moncloa conocen bien la obsesión de Espinosa por su privacidad y la de su familia, y se han hecho esfuerzos para que los medios de comunicación actúen con exquisita prudencia tanto con ella como, sobre todo, con sus hijas (El Mundo, 26-1-10).

E) Practique su disponibilidad léxica. Añada al menos tres formas posibles que puedan rellenar los huecos y construir un texto coherente y cohesionado. Pueden ser sinónimos o expresiones sinonímicas (no de lengua, sino en el referente), u otras formas como los deícticos: Ej. Miguel de Cervantes, autor de El Quijote, fue un gran luchador. El escritor/novelista/autor pasó largos años en la guerra luchando/pugnando/ combatiendo (gerundio) por su país, aunque no sabemos si era muy patriota, sí fue un gran defensor de su patria/nación/país/estado. 1. El detonante ________, sin embargo, es la normativa autonómica sobre Educación para la Ciudadanía en inglés, de la que piden su retirada y reclaman _________ «autonomía» docente, de cátedra y de organización de cada centro para impartir la asignatura en igualdad de condiciones con el resto de materias. 2. Cierta opinión sostiene, respecto a la nobleza, que, en la democracia, no caben diferenciaciones por herencia y, por tanto, si persistieran ________, hay que motejarlas de anacrónicas (Abc, 20-1-10). 3. La experiencia ha demostrado, en América Latina y en todo el sur del mundo, que los expertos___________ internacionales son tan útiles ___________ como los dictadores militares, quizá más, y resultan mucho más presentables, porque matan ___________ para ayudar a sus víctimas (El País Semanal, 7-2-10).

F) Cada enunciado de los siguientes presenta repeticiones léxicas innecesarias. Añada un sinónimo a una de las palabras subrayadas para evitarlo: 1. Es por ello que se procede «a dejar sin efectos el mencionado artículo para proceder a una revisión que evite interpretaciones incorrectas». Por lo que respecta a esta revisión del artículo 20, Luque anunció que los procedimientos de análisis «están abiertos» y que se va a proceder a su revisión «con carácter inmediato» (Abc, 26-1-10). 2. El Barcelona remontaba así la remontada de Osasuna y terminaba conquistando un Reyno que quedó dañado por el huracán argentino (Marca, 11-1-09).

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3. Para Rajoy, los factores económicos han podido ser decisivos en la decisión de los estadounidenses para apoyar masivamente a Obama, ha afirmado en declaraciones a la Cadena Ser (El País, 5-11-08). 4. La ciudad [que] Guy Ritchie ha querido reflejar es un lugar en el que tienen lugar cambios repentinos (Gaceta Universitaria, 9-12-08). 5. Los jóvenes españoles cada vez comienzan antes a vivir como adultos. [...] La clave es que cada vez dejan de estudiar y se ponen a trabajar antes [...]. Que cada vez tengan más recursos no significa que sean suficientes. [...] Con una situación económica que cada vez es peor (Qué!, 10-12-08). 6. Antonio Serrano dijo que pedía el amparo de la Diputación Provincial «para que no se ningunee ni al alcalde de Almansa, ni a ningún otro de la provincia. Quien ningunea al alcalde, democráticamente elegido, ningunea al pueblo» (, 6-12-08) 7. De hecho, su relación con la izquierda abertzale de la Universidad es confusa, ya que una parte del profesorado radical le ha brindado su apoyo público, mientras que ayer —un día antes de la jornada de reflexión de hoy— la izquierda abertzale hizo público un comunicado negando su apoyo tanto a Goirizelaia como a la candidata del cambio, Marisol Esteban (Abc, 3-12-08). 8. Estas marcas «tenían comprometidas unas fabricaciones con las fábricas», que se han convertido en stock en los concesionarios, por lo que «tenemos que sacarlo vía kilómetro cero y gerencia» (adn, 5-12-08). 9. Además, desde el club se considera que la semana en la que el jugador estará inactivo —no jugará ante el Villarreal, el miércoles ante el Racing y el domingo 18 ante el Athletic— vendrá bien para que el lateral lisboeta, el jugador de campo que más minutos lleva disputados, guarde reposo y se recupere de las molestias en el costado que arrastra en las últimas semanas (Levante, 10-1-09).

G) Corrija los errores léxicos (o léxico-semánticos) que localice en los siguientes enunciados reales: 1. El psoe cosecha dos nuevas derrotas en el Congreso por tercer Pleno consecutivo (elEconomista.es, 11-2-10). 2. Aldaia dona ayudas de 95 000 euros a las oenegés (Las Provincias, 26-12-08, titular). 3. Alarde de buenismo (Abc, 21-10-08, titular). 4. Nos van a quitar poco a poco la funesta manía de divertirnos y van a volver a las andanas con que aquí venimos a sufrir (Abc, 18-11-08). 5. La leyenda negra que siempre ha acompañado a la familia Borgia fue uno de los obstáculos principales que hubo que saltear a la hora de hacer la película (adn, 9-1-08). 6. Fernando Gómez está haciendo auténticos malabares para reforzar el equipo durante el mes de enero (Marca, 24-12-08).

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Marta Pilar Montañez Mesas 7. La policía baraja que el fuego de la plaza de toros se inició por unos petardos (Las Provincias, 19-12-08). 8. En la nave que recae a la calle Micer Mascó se han derribado muros transversales de carga para excavar el suelo y construir un sótano en el que se ubicará el archivo (Metro, 9-1-09). 9. La zona norte de Zacatecas sufre desabasto de gas licuado de petróleo (lp), debido a secuestros exprés y extorsiones de personal gerencial de las empresas distribuidoras (, 15-1-09). 10. Félix Sabroso se muestra tajante con la nueva cinta que firma junto a Dunia Ayaso, Los años desnudos. Clasificada S, que el viernes llega a las carteleras patrias. «Queríamos contar una historia sobre los hombres y mujeres que fueron nuestros padres, nuestros tíos y tías, y sobre cómo se relacionaban entre sí». Y para hacerlo utilizan el cine patrio de finales de los setenta: el cine del destape (Metro, 21-10-08).

H) Asocie cada palabra a sus antónimos: disuadir, estéril, tácito, vetar, díscolo, inútil, optar, embriagado, elegir, implícito, yermo, orate, ebrio, desanimar, inexperto, rechazar persuadir _______________ ducho _______________ votar _______________ descartar _______________ sobrio _______________ explícito _______________ cuerdo _______________ fértil _______________

I) Sustituya las palabras sobredimensionadas3 por sus equivalentes simples: — problemática > — climatología > — inicializar > — nominalizar > — rumorología > — concienciamiento > — agilizamiento > — posicionamiento > — objetivizar >

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Se consideran sobredimensionadas las palabras que alargan su número de sílabas por la preferencia del hablante hacia los vocablos polisílabos o archisílabos, como los ha denominado también A. Arteta ().

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J) Enlace cada palabra de la columna de la izquierda con los sinónimos de la lista de la derecha: proclive talento grey escrutinio azuzar observancia vergonzante edil allegado

pariente, familiar cumplimiento concejal avergonzado propenso ingenio incitar, estimular recuento, cómputo estirpe, raza

K) Detecte y corrija las impropiedades léxicas4, redundancias5 o pleonasmos de los siguientes textos: 1. Hoy el paisaje se ha transformado radicalmente y las formas de consumo han dado un giro de 360 grados. El cd parece vivir su recta final mientras Internet y los soportes inmateriales han supuesto un tsunami en los hábitos musicales (El País, 17-8-09). 2. La franja de edad más habitual es de los 15 a los 19 años (43,7%), una cifra que va descendiendo a medida que el público se hace más mayor (Levante, 8-12-08). 3. Sancho el Sabio premia sendos trabajos sobre el arte y los movimientos sociales (Gara, 11-11-08, edición digital). 4. Los comercios del centro anuncian unas rebajas muy espectaculares (Qué!, 7-1-09). 5. [Texto sobre ordenadores] Según los expertos, es muy complicado que los padres eduquen a sus hijos sobre un utensilio que ellos desconocen, y a la brecha generacional se suma muchas veces una digital. 6. Escapa vivo de un coche en llamas en el que le encerraron (Qué!, 2910-08). 7. En cuanto a los tratamientos, el responsable de esta asociación destacó que se incorporan nuevos tratamientos y destacó la técnica diagnóstica con isótopos radiactivos para detectar si los ganglios de la axila están no

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Entendemos como impropiedades léxicas los usos inadecuados de ciertas expresiones al no ajustarse a la definición que ofrece el diccionario o al confundirse su significado con el de otra palabra o expresión. 5 La redundancia se produce cuando se emplean dos términos juntos con idéntico significado, por lo que la expresión resulta redundante: subir arriba. Son casos de pleonasmo voces como *autosuicidio, porque no se puede «suicidar» a otro, eso sería homicidio (al respecto, v. Fundéu: ).

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Marta Pilar Montañez Mesas afectados lo que reduce el número de casos en los que es necesario extirparlo y evita los problemas asociados a ello (linfedema) (Diario de Teruel, 17-10-08). 8. Las medidas dejan de ser un enunciado de principios y objetivan criterios que pasarán a tener validez en pocos años, traerán consecuencias inéditas no solo para los inmigrantes irregulares, que serán expulsados, sino también para la relación de política externa de Europa con el resto del mundo. 9. «Lo que estamos montando es el primer parque de energía maremotriz del mundo», explica Antonio Sa da Costa, de Enersis, «y esto no está exento de riesgos» (El Mundo, 2-10-07). 10 Descartada la ex cantante de La Oreja de Van Gogh, no tardaron en ‘endiñarle’ al futbolista del Real Madrid otra supuesta novia, esta vez Amaia Salamanca (Las Provincias, 11-1-10).

L) En el siguiente texto hay palabras mal empleadas porque se han confundido con homónimos6 o parónimos. Descúbralas. 1. La leyenda también habla del Priorato de Sión. Su existencia sí es cierta y constatable. Lo que ya forma parte del acerbo es que fueran los custodios de esa copa, o más que del objeto, de la sangre real; de la estirpe del mismo Jesús de Nazaret y su posible descendencia (El Mundo, 5-1-09). 2. No hemos mantenido ningún contacto con Rouco Varela ni con la iglesia. De hecho, la Iglesia no sabe nada a cerca del proyecto (, 7-1-09). 3. Sobretodo, el hecho que se le imputa es el lanzamiento de la silla, no ha podido acreditarse en ningún lugar (El País, 3-12-08).

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Son homónimas dos o más personas o cosas que llevan un mismo nombre. Como categoría lingüística se subdivide en homófonos —palabras con igual sonido y diferente significado: tubo y tuvo— y homógrafos —con similar escritura y distinto significado: haya, ‘árbol’ y forma verbal haber—. Los parónimos son vocablos parecidos por su forma o sonido; pero con diferente significado, como azar y azahar. Como hiperónimo se conoce a la palabra cuyo significado incluye el de otra u otras: pájaro con respecto a zunzún y gorrión; ropa, respecto a camisa y blusa. A su vez zunzún y gorrión, y camisa y blusa son hipónimos —palabras cuyo significado está incluido en el de otra (, M.ª L. García Moreno, «Del idioma: para componer palabras…», última consulta, 31-1-10).

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4. En esa propina, con los elementos justos, el Cajasol se reveló contra todo en un ataque de testosterona que recordó al de hace dos temporadas en el mismo escenario, aunque éste tuviera más mérito si cabe (Abc, 27-10-08). 5. El 2 de junio a D’Zhana se le transplantó un primer corazón (El Mundo, 21-11-08). 6. Pero más complicado es decidir qué hacer con los más de 100 presos que, según el propio Gobierno norteamericano, deberían de ser liberados por falta de pruebas (El País, 21-12-08).

M) Piense un hiperónimo para cada grupo de palabras propuestas como hipónimos7: a) Hurto, sisa, mengua, sangrado, sustracción: b) Interrogar, inquirir, investigar: c) Instigar, incitar, inducir: d) Ignorar, desobedecer, desatender, pasar: e) antiguo, obsoleto, anacrónico, demodé, caduco: f) ensalzar, encomiar, laudar, loar, elogiar:

N) Cambie los marcadores del discurso inexactos o repetidos en los siguientes textos por otros más precisos. Puede consultar el dpd y también el dpde (Diccionario de partículas discursivas del español, disponible en la dirección ): 1. Hemos oído a observadores occidentales, a médicos, a enfermeros venidos de todo el mundo expresar su cólera porque los heridos mueren mientras son trasladados porque las carreteras están cortadas (La Vanguardia, 10-1-2008). 2. Actualmente se siguen dando clases tanto en la Facultad de Filología como en el Aulari 5, así que lo único que se ha conseguido es liberar de clases prácticas a unas instalaciones adaptadas y no conformadas para tales talleres. 3. Al parecer, algunas voces comentan que, aunque nunca había sucedido algo de semejante magnitud, ya que se podría decir que el hecho de que la agresora fuera una mujer herida y maltratada agrava la situación, sí se habían producido otras agresiones, aunque de menor grado. 4. Según Gabilondo, se analizarán las propuestas de todas las comunidades autónomas con el mismo interés y cuidado para buscar un texto base para el consenso (Abc, 20-1-10).

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Para la definición de hiperónimo e hipónimo, véase nota anterior.

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Marta Pilar Montañez Mesas 5. Pero a pesar de que las organizaciones que se encargan de salvaguardar la vida del planeta no paran de avisar, la sociedad sigue haciendo oídos sordos. Y es que el cambio climático es un hecho que ya se está empezado a percibir en el ambiente. Cada vez los inviernos son más suaves. 6. Como consecuencia del incendio, la madre, asustada, cubrió al bebé con varias mantas, se asomó a la ventana y lo mantuvo allí hasta que se le resbaló y cayó desde el quinto piso. Sin embargo, al caer al suelo, falleció, según indicaron las mismas fuentes (Las Provincias, 10-1-09). 7. Una joven resulta herida muy grave tras caer por un sexto piso (El Periódico de Extremadura, 6-1-04). 8. La solución al conflicto vendrá desde el diálogo (Diario Vasco, 9-109). 9. Esta edad ha subido a los 31, debido a los problemas para conciliar trabajo y familia y a la crisis económica. Cada año que se retrasa la decisión sobre la maternidad hace que sea más complicado tener un bebé, debido a que empeora la fertilidad (Qué!, 15-1-09, portada). 10. Pumpido confió en que en una semana, pasadas las fiestas navideñas, se puedan cubrir los juzgados de apoyo de Nules, a medida de que las plazas vacantes recuperen a sus titulares y los sustitutos puedan ser enviados a las que todavía no han empezado ni a ponerse en marcha (Levante, 3-1-09). 11. Por centros, el que más consultas ha recibido ha sido el General de Alicante, con 60 323 atenciones prestadas; por contra, los que menos consultas han atendido han sido los hospitales de Denia (17 000), Alcoy y Orihuela (El Periódico Ciudad de Alcoy, 6-1-09).

O) La selección léxica de los textos obedece, en ocasiones, a fines estilísticos. En los siguientes enunciados aparece un error estilístico común (el efecto de la rima en un discurso en prosa) que se evita, simplemente, empleando un sinónimo o expresión sinonímica. A partir de ello, mejore el estilo de los siguientes textos. 1. Las puertas de Europa seguirán abiertas para los «calificados», pero los ilegales serán perseguidos como criminales. 2. El partido republicano reconoció ayer que parte del dinero de sus donantes ha ido a parar a comprar el vestuario de la gobernadora de Alaska y de su familia (adn, 23-10-08). 3. La castración química, que fue pensada inicialmente como tratamiento contra el cáncer de próstata, es una alternativa a la castración que no produce dolor en el paciente y que reduce significativamente las consecuencias psicológicas. 4. Fernando Alonso —fichaje rutilante, llamado a restaurar la época de éxitos— descendió de un helicóptero, como todos los pilotos anteriores,

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para saludar a la concurrencia en las jornadas de convivencia de Ferrari (Abc, 12-1-10). 5. Cuenta Loren en una reciente entrevista a una revista alemana que se ha quedado alucinada y hasta «preocupada» por lo poco que comen las estrellas jóvenes (Las Provincias, 11-1-10).

P) La selección léxica, en tanto búsqueda del término más adecuado y que coadyuve a la intención comunicativa del texto, constituye el punto central para perfilar el estilo de un discurso. Así, el léxico deberá elegirse según el efecto que se pretenda causar en el lector/oyente y siempre estará al servicio del propósito de nuestro texto. Muchas veces se emplean voces disfemísticas8, metafóricas, expresiones con contenido ideológico o voces propias de otro registro que configuran un estilo determinado, que no siempre se adecua al contexto. Son frecuentes en los artículos de opinión, pero deben evitarse en textos informativos, académicos o científicos. En los siguientes fragmentos se han empleado voces que añaden un matiz metafórico para llamar la atención del receptor. Debe sustituirlas por un término más neutro, con el que, sin embargo, se atenuará ese matiz ideológico: 1. El senado tumba los presupuestos de Zapatero por tercera vez al prosperar el veto de ERC (El Mundo, 10-12-08). 2. A 500 crías de menos de 15 años les iba a visitar la adolescencia y lo que se les apareció fue la madurez de las decisiones imposibles (El Mundo, 3-12-08). 3. Demasiado gordo para adoptar (Abc, 13-1-09). 4. Millones de madres de adolescentes europeos tienen razón cuando repiten la salmodia de te vas a quedar sordo al ver a su criatura con los cascos puestos (Metro, 14-10-08). 5. Tal vez porque estos días la atención ha estado excesivamente centrada en la elección del nuevo presidente americano, apenas se ha comentado un suceso tan horrible como ha sido la ejecución por lapidación de una niñita de 13 ó 14 años en Somalia, un asesinato perpetrado con el ritual del integrismo más cruel, y con la presencia de una multitud que se complacía

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Un disfemismo es el «modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición a eufemismo» (drae, s. v. disfemismo). Sobre eufemismos y disfemismos, véase el capítulo 12 de este volumen.

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Marta Pilar Montañez Mesas con la visión de un espectáculo tan espeluznante, que todavía perdura en algunos países (El Mundo, 10-11-08). 6. Otros indicios apuntan a que EE. UU., el único país con capacidad para dar un tirón de orejas a Israel, busca también el fin de la agresión a Gaza, aunque su presión política tampoco sea excesiva (El País, 14-1-09). 7. Me consta que Mijatovic, Bucero y Portugal se han trillado todos los mercados (Marca, 10-1-09). 8. Las pymes catalanas ligan por primera vez inmigración y aumento de inseguridad (Abc, 20-1-10). 9. La táctica le salió bien a David frente a Goliat, pues Bakari falló más que una escopeta de feria (Abc, 12-1-09). 10. (El ibex) Reconquistó los 12 000 (Abc, 20-1-10).

Q) En otros casos, el contenido léxico se transmite mediante el uso de expresiones latinas de uso común en la prensa y en otros textos no periodísticos, como los documentos científicos y los humanísticos y, sobre todo, en los jurídicos. Te proponemos que parafrasees las formas latinas9 de los siguientes fragmentos con otras estructuras equivalentes en español: 1. Los romanos habían oído decir que el Limia era un río del olvido, como el Leteo del Hades, que quien lo cruzaba se quedaba in albis, incapaz de recordar nada, ni el número de sandalia que calzaba (El País, El Viajero, 24-10-09). 2. Así pues, no debe descartarse que en Afganistán se repita, mutatis mutandis, lo que sucedió en Vietnam e Irán (El País, 19-8-09). 3. La 33.ª Copa del América costará 7,8 millones de euros, según aprobó ayer el Consorcio —integrado por las tres administraciones: local, autonómica y central—. Esos 7.858.000 euros se ingresarán a través de acuerdos de patrocinio, según la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que ejerce la presidencia de este organismo creado ad hoc para la organización de esta competición náutica, que ya se celebró en la ciudad en 2007 (El País, 26-1-10). 4. Manuel Moix no ve delito a priori en que Granados encargue informes (El Mundo, 19-1-09). 5. Cuatro días después, el 18, la Audiencia Provincial de Madrid emitía un auto que negaba a posteriori al coni el derecho a acceder a esa bolsa y analizarla repitiendo los argumentos pronunciados nueve meses antes por el Juzgado número 31 de Madrid (El País, 5-2-10). 6. El PP presionó «in extremis» a Génova para evitar la expulsión de Costa (El Mundo, 28-1-10).

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Te recordamos que estas expresiones deben escribirse en cursiva o entre comillas al tratarse de formas procedentes de otra lengua.

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7. Todos ellos nadaban en océanos de dinero, y, grosso modo, España estaba en sus manos (y en sus cartillas del banco) (Magazine, 6-12-09). 8. El presidente interrumpe por sorpresa una rueda de prensa en la Casa Blanca y le roba la palabra a su portavoz para anunciar motu proprio la retirada del juez del Supremo David Soulter (Público, 2-5-09). 9. La dirección de las dos entidades debía reunirse hoy con los representantes de los trabajadores para alcanzar un acuerdo laboral y suscribir la fusión mañana en sus consejos de administración. Ambas citas se aplazaron el sábado sine die (El País, 29-12-09).

Capítulo 11

OBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS Y USOS CORRECTOS DEL ESPAÑOL: INSTRUCCIONES DE USO Virginia González García Universitat de València

0. Introducción En la etapa preuniversitaria, por norma general, los estudiantes han tenido contacto con dos tipos de diccionario: el diccionario bilingüe y el monolingüe de castellano. Como docentes, a todos nos consta que el criterio para seleccionar dichas obras de consulta suele venir condicionado por la comodidad. Los estudiantes reconocen acudir al diccionario que «había en casa» y son minoría los que se acercan a la biblioteca para consultar diccionarios o cualquier otra obra de referencia. Por otro lado, en las últimas décadas ha aumentado considerablemente el número de obras lingüísticas de referencia a las que se puede acceder a través de Internet. Una consulta del grupo «diccionarios de español en Internet» en Google, el motor de búsqueda más utilizado en España, arroja tal cantidad de resultados que cualquier usuario puede sentirse claramente desorientado y acudir, de nuevo, al primer enlace que aparezca, o al que resulte más atractivo visualmente. Del mismo modo, al llegar a la Universidad, los estudiantes pueden sentirse abrumados por la profusión de diccionarios (de los más variados tipos) que invaden las estanterías de las bibliotecas universitarias.

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Con respecto a los diccionarios, además, muchos usuarios parten de una concepción errónea o simplista de estas obras, pues suponen que solo sirven para saber el significado de una palabra, e ignoran que en ellos se hallan muchas orientaciones para el uso correcto de las palabras y que no existe solo un tipo de obra lexicográfica, sino muchas otras que pueden resolver nuestras dudas como hablantes o escritores preocupados por el uso correcto de la lengua. Asimismo, se conocen poco las obras no lexicográficas que pueden servir de referencia a los usuarios de la lengua. Por lo general, los estudiantes de primer curso de Filología, Periodismo, Humanidades, Traducción e Historia no han tenido una Gramática entre sus manos y desconocen qué es un libro de estilo o los recursos de que disponen en la web 2.0. Ante este panorama, parece conveniente guiar a nuestros estudiantes en la selva de obras de referencia que invaden las estanterías de las bibliotecas y las páginas de Internet, ofrecerles una selección de las obras más útiles para mejorar la calidad de sus escritos e intervenciones y perseguir la corrección según las normas del español, sin olvidar invitarles a que se sumerjan en ellas y encuentren los recursos que más convienen a sus intereses y objetivos. Las líneas que siguen pretenden servir de guía de manejo de las obras principales de referencia que se centran en las normas y usos correctos de la lengua española. Los lectores observarán la especial atención que se ha prestado a los recursos que nos proporcionan las tecnologías de la información y la comunicación, por su fácil accesibilidad para los usuarios y por haber mejorado su calidad considerablemente durante la última década.

Obras de referencia para las normas y usos correctos del español

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1. Diccionarios generales 1.1. El Diccionario Española

de la lengua española de la

Real Academia

1.1.1. ¿Qué léxico recoge el drae? ¿Si una palabra no está en el diccionario, no existe?

En las «Advertencias para el uso de este diccionario», la (2001: xxxiii) afirma que el diccionario «pretende recoger el léxico general de lengua hablada en España y en los países hispánicos». Se insiste, además, en el hecho de que, ante la imposibilidad de recoger todo el léxico, en el caso de los dialectalismos, tecnicismos, vulgarismos, coloquialismos, arcaísmos, etc., se ha procedido a realizar una selección que se centra en recoger aquellos usos más «extendidos o característicos» (rae, 2001: xxxiii)1. rae

Siempre gobernado por el criterio de frecuencia de uso, además de los tipos de palabras que todos tenemos en mente, el drae recoge también siglas y acrónimos: cd-rom, tac, dvd; marcas registradas que se utilizan como sustantivos comunes: celo, rímel; prefijos y sufijos con capacidad productiva: -ería, ante-. Con respecto a los derivados y compuestos, la Academia ha introducido en el diccionario aquellos que han sido consensuados en sus plenos, por lo tanto no aparecen todas las posibilidades de creación morfológica de una palabra. Los aumentativos y diminutos se incluyen cuando poseen un valor semántico diferente al de su término primitivo: pañuelo, gatillo, cejilla, etc. Cuando esto no sucede, se incluyen aquellos

1



Para tomar decisiones al respecto, los lexicógrafos académicos cuentan con el filtro que ejerce el Banco de datos de la rae, formado por dos grandes corpus: corde (Corpus Diacrónico del Español) y crea (Corpus de Referencia del Español Actual), que en total suman más de 400 millones de formas.

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que modifican la raíz para formarse o siguen procesos que se apartan de la norma habitual: guapetón, bonachón. Este criterio se aplica también en el tratamiento de los superlativos: acérrimo, paupérrimo, etc. Tampoco aparecen en el diccionario los participios de pasado, a no ser que hayan adquirido significados diferentes o tengan una formación irregular. Cuando se recoge un participio, no se señalan las acepciones que corresponden a las del verbo del que deriva. Sí aparecen, sin embargo, las acepciones que tienen un uso sustantivo. No se encuentran, por lo tanto, en el diccionario académico, elementos más propios de una enciclopedia, como nombres propios de países, personalidades ni términos muy especializados o extranjerismos cuyo uso no viene avalado por la tradición. En este punto conviene traer a colación las ideas de Garriga y Martínez (2005: 59), quienes consideran que «hay un aspecto en el que el diccionario sigue teniendo un poder casi mágico: el reconocimiento de una palabra como parte del léxico de una lengua». No sorprende, por tanto, que los estudiantes acudan al diccionario para confirmar si el uso que hacen de determinado término es correcto o si «existe» tal o cual palabra. Hay que tener en cuenta las limitaciones del diccionario y entender, como los académicos anuncian en sus primeras páginas que, en los ámbitos más alejados de la lengua general, el diccionario actúa mediante una selección. Así, por ejemplo, no encontramos los italianismos divisi o da capo, términos técnicos del lenguaje musical que muchos hispanohablantes usan cotidianamente. Tampoco encontraremos acrónimos como ERE, de uso reciente y muy vigente en los medios. ¿Significa esto que no existen estas voces? De ninguna manera, significa que no están en el diccionario, bien porque se consideran muy especializadas, bien porque son de reciente creación y la Academia no las incorporará hasta considerarlas suficientemente instaladas en el uso.

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Esta reflexión nos lleva a determinar el carácter, normativo o descriptivo, del drae. Si bien hasta hace poco el diccionario académico poseía un carácter normativo, que rechazaba las formas contrarias a la norma preceptiva, en los últimos años se ha producido un cambio de carácter aperturista, de manera que, como se ha indicado arriba, se introducen también formas alejadas del estándar que vienen aprobadas por el uso. Este cambio ha llevado a Haensch y Omeñaca (20042: 62) a afirmar que el carácter del drae es mixto «es decir, normativo con ciertos rasgos descriptivos, pero con claro predominio del criterio normativo».

1.1.2. Los artículos lexicográficos Un artículo lexicográfico está conformado por todos aquellos elementos que acompañan a la palabra que se ha buscado en el diccionario, incluyendo su definición; también podemos referirnos a este elemento con el nombre de entrada. A continuación presentamos el artículo perteneciente a la voz duende tal como aparece en el drae, y una disección de la misma entrada en la que se señalan sus partes. duende. (De duen de casa, dueño de la casa). m. Espíritu fantástico del que se dice que habita en algunas casas y que travesea, causando en ellas trastorno y estruendo. Aparece con figura de viejo o de niño en las narraciones tradicionales. ║2. m. restaño1. ║ 3. m. pl. And. Cardos secos y espinosos que se ponen en las albardillas de las tapias para dificultar el escalo. ║ 4. m. pl. And. Encanto misterioso e inefable. Los duendes del cante flamenco. ║ andar alguien como un ~, o parecer un ~. frs. coloqs. Aparecer en los lugares donde no se le esperaba. ║ tener alguien ~. fr. coloq. Traer en la imaginación algo que le inquieta. ║ 2. Tener encanto, atractivo, etc.

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imaginación algo que le inquieta. _ 2. Tener encanto, atractivo, etc. Virginia González García

Figura1.1.Esquema Esquema de de artículo lexicográfico DRAE. Figura artículo lexicográfico drae

Aunque veremos elemento muy frecuente Aunque veremos algúnalgún elemento más, esmás, muy es frecuente que en un que en un artículo lexicográfico del drae aparezcan los eleartículo lexicográfico del DRAE aparezcan los elementos que se presentan se presentan en la figura anterior. enmentos la figuraque anterior. lema aparece siempre marcado en negrita y está constiEl El lema aparece siempre marcado en negrita y está constituido por la tuidoléxica por laque unidad léxica se busca en el diccionario. unidad se busca en que el diccionario. Esta unidad puedeEsta estar unidad puede estar conformada por una sola palabra, como conformada por una sola palabra, como duende, o por varias: ex aequo, duende, o por varias: ex aequo, deus ex máchina. deus ex máchina. Con respecto la forma, el lema aparecer en redonda Con respecto a la aforma, el lema suele suele aparecer en redonda y negrita, y negrita, como en el ejemplo anterior, pero también como en el ejemplo anterior, pero también puede presentarse en puede cursiva presentarse cuandono se adaptados trata de extranjerisnegrita, cuandoen secursiva trata denegrita, extranjerismos a las reglas mos nodel adaptados a las reglas generales español: carpaccio, ferry,generales ertzaintza.del español: carpaccio, ferry, ertzaintza. Las palabras que tienen flexión de género, esto es, formas distintas palabras que tienen flexiónaparecen de género, esto es, formas para Las el masculino y el femenino, desdobladas en su 2 distintas para el masculino y el femenino, aparecen desdoblalematización: das en su lematización2: 2 Con respecto a la presentación de estos artículos, se informa en la introducción del DRAE (2001: XXIX): «Para respetar la economía de medios exigible en una obra como esta, se ha seguido

2



Con respecto a la presentación de estos artículos, se informa en la introducción del drae (2001: xxix): «Para respetar la economía de medios exigible en una obra como esta, se ha seguido recurriendo —como hacen todos los diccionarios— a los usos gramaticales de nuestra tradición.

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desconfiado, da corsario, ria directivo, va

Es posible encontrar, con frecuencia, un número superíndice acompañando al lema y, seguidamente, la misma forma con otro número superíndice. Esta distribución indica que nos hallamos ante palabras homónimas, esto es, palabras que han confluido en una misma forma pero cuyo origen etimológico es diferente, como se observa en las entradas de chorizo. En el primer caso la voz tiene su origen en el latín, mientras que en el segundo caso, se trata de un derivado de chori, voz del caló. chorizo1. (Del lat. salsicĭum). m. Pedazo corto de tripa lleno de carne, regularmente de puerco, picada y adobada, el cual se cura al humo. chorizo2, za. (De chori). m. y f. vulg. Ratero, descuidero, ladronzuelo.

El superíndice también se utiliza para diferenciar los infinitivos de las formas sustantivadas que derivan de ellos, como por ejemplo ser1 y ser2. ser1. (De seer). verbo sust. U. para afirmar del sujeto lo que significa el atributo. ser2. m. Esencia o naturaleza.

Tras el lema, entre paréntesis, aparece la etimología de la voz escrita en caracteres latinos cursivos, con excepción de las etimologías griegas, que aparecen escritas con su alfabeto griego. En aquellos casos en los que la etimología de la voz se deduce claramente por tratarse de un derivado, esta no aparece. En el ejemplo de duende que nos ha servido de punto de partida, aparecen abreviaturas: m., frs. coloqs., And. que resAsí, las definiciones, especialmente las que utilizan el procedimiento de la remisión […] a un lema como moción de género, se han redactado en masculino, respetando el principio de género inclusivo existente en español».

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ponden a diferentes tipos de información. En este caso se refieren a la categoría gramatical y al área dialectal en que la voz es vigente, pero las marcas, como se llama a estas abreviaturas, pueden aportar otros datos de importancia para conocer el uso de la voz que hemos buscado. Normalmente, se presentan con el mismo orden en el que aparecen explicadas a continuación. Como se ha visto, tras la etimología, aparece siempre la marca gramatical, que abarca desde los sencillos m. (nombre masculino) o adj. (adjetivo), hasta algunas marcas como com. (nombre común en cuanto al género). Las marcas de intención del hablante o de valoración de su mensaje se refieren a elementos como despect. (despectivo), malson. (malsonante), eufem. (eufemístico), etc. Las marcas de niveles de uso o registro de habla aluden a elementos como cult., (culto), vulg. (vulgar), infant. (infantil), coloq. (coloquial), etc. Las voces técnicas vienen señaladas, igualmente, mediante las marcas técnicas correspondientes al campo del saber al que pertenecen: Quím. (química), Arq. (arquitectura), Heráld. (heráldica), etc. Como se ha visto en el caso de duende, los dialectalismos españoles y las voces y acepciones de América y Filipinas aparecen precedidas por una marca geográfica: Col. (Colombia), Á. Guar. (Área Guaranítica), Val. (Valencia), etc. El diccionario académico recoge un gran número de palabras con carácter anticuado, con el objeto de facilitar la comprensión de textos antiguos. La «edad» de estas voces se señala mediante marcas cronológicas que las clasifican en cuatro grupos: — Ant. (anticuado o antiguo): acepciones cuya última documentación no es posterior a 1500. — Desus. (desusado): acepciones cuya última documentación es posterior a 1500 pero anterior a 1900.

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— P. us. (poco usado): responde a un criterio de frecuencia más que cronológico y se aplica a acepciones que se emplean después de 1900, pero presentan un uso actual difícil o imposible de documentar. — Germ. (germanía): con esta marca señalan las voces de germanía, jerga de ladrones y rufianes empleada durante el Siglo de Oro.

La información que aportan todas estas marcas puede verse completada por notas situadas tras la definición, del tipo U. t. c. s. m. (usado también como sustantivo masculino), Apl. a pers. u. t. c. s. (aplicado a personas usado también como sustantivo). Separadas del resto por una doble barra de mayor grosor, aparecen las formas complejas, divididas a su vez en dos bloques, en el primero aparecen las combinaciones estables del lema con elementos que desempeñan una función adjetiva: boca del estómago, boca de riego, etc.; en el segundo bloque aparecen locuciones, expresiones, frases, etc.: boca a boca, decir lo primero que a alguien le viene a la boca. Con respecto a la presentación tipológica de estas formas complejas, conviene volver a la voz que nos ha servido de ejemplo al principio de este apartado. En el caso de duende, se observa la siguiente forma compleja: andar alguien como un ~, o parecer un ~. El símbolo ~ se conoce como virgulilla y se usa en el drae para sustituir al lema en los casos de formas de complejas, con el objeto de economizar espacio. Otro símbolo que encontramos en el diccionario académico es el cuadro, □, que aparece junto a la abreviatura V. en los envíos. Se trata de un sistema de remisión interna que nos dirige a otro lema bajo el que podemos ampliar la información que buscamos. Al final de la acepción, si se considera necesaria, puede aparecer información acerca de la ortografía, o de la morfología de la voz (conjugación, por ejemplo), precedida de su abreviatura en versalitas: cneoráceo, a. (De cneorum, nombre de un género de plantas).adj. Bot. Se dice de las plantas angiospermas dicotiledóneas afines a las Cigofiláceas;

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Virginia González García p. ej., el olivillo. U. t. c. s. f. ║2. f. pl. Bot. Familia de estas plantas. Ortogr. Escr. con may. inicial.

En el caso de cneoráceo entendemos que únicamente se escribe en mayúsculas la segunda acepción del término. Cuando las normas ortográficas o morfológicas afectan a todas las acepciones, estas van antecedidas de un calderón (¶): colorir. tr. defect. colorear (║ dar alguna razón aparente). ║ 2. tr. defect. p. us. Dar color. ║ 3. intr. defect. p. us. Dicho de una cosa: Tener o tomar color naturalmente. ¶ Morf. U. solo las formas cuya desinencia empieza por -i.

Es posible que el lector interesado tenga que acudir, en más de una ocasión, a la lista de abreviaturas y signos empleados que aparece al final de la introducción, pues resulta fundamental, si se pretende sacar el máximo provecho de la obra, entender todo aquello que no aparece en la definición. Se debe evitar realizar una lectura a saltos, en la que se obvian los símbolos y abreviaturas. No vamos a negar aquí que leer únicamente la definición resulte informativo, pero desaprovechar los recursos que la obra ofrece podría compararse con la lectura de un periódico centrada únicamente en los titulares. Evidentemente, se trata de una consulta fácil, pero incompleta, un hábito que se debe abandonar en los niveles universitarios.

1.1.3. El drae en cd-rom La versión en cd-rom de la vigésima segunda edición del diccionario presenta el mismo contenido lexicográfico que su versión impresa correspondiente, presentada en las líneas anteriores. Sin embargo, con respecto al diccionario tradicional, incorpora algunas novedades de gran utilidad, que solo son posibles en un entorno electrónico y que pasamos a indicar3. 3



El lector encontrará una descripción pormenorizada de las características del drae en su formato de CD y en línea: características técnicas, interfaz, etc., en Águila (2009: 39-49).

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Mientras que el diccionario impreso únicamente permite

262 realizar una búsqueda VIRGINIA GONZÁLEZ GARCÍA alfabética de la voz que se desea co-

nocer, estas posibilidades aumentan y se ven mejoradas considerablemente en su versión electrónica, de manera que el usuario se encuentra, desde el principio, con la posibilidad de con la posibilidad de realizar dos tipos de consulta: una básica y otra realizar dos tipos de consulta: una básica y otra avanzada.  

avanzada.

La consulta básica permite la tradicional búsqueda alfabé-

La consulta básicaademás, permitelalaopción tradicional búsqueda tica, pero posee, de buscar en elalfabética, dicciona-pero posee, opción buscarpara en elestudios diccionario inverso, de rioademás, inverso,lade gran de utilidad morfológicos del gran utilidad para estudios morfológicos del español o, por qué no, español o, por qué no, para escritos creativos de tipo literario, para escritos creativos tipo literario, como su nombre invierte pues, como sudenombre indica,pues, invierte el proceso de indica, búsqueda el proceso de búsqueda a buscar las de palabras a partir la letra para pasar a buscarpara las pasar palabras a partir la letra últimadeque última las compone, se observa la siguiente imagen. lasque compone, como como se observa en la en siguiente imagen.

Imagen 1: Función de búsqueda de diccionario inverso del DRAE en CD-ROM. Imagen 1: Función de búsqueda de diccionario inverso del drae en cd-rom

Asimismo, esta versión del diccionario permite realizar búsqueda en el lemaAsimismo, de las formas en diccionario las que aparece: al introducir estacomplejas versión del permite realizaren el campo de búsqueda voz, la máquina ofreceen todos aquellos búsqueda en eldeterminada lema de las formas complejas las que artículos en las que ésta forma parte de unidades pluriverbales complejas. La respuesta a esta consulta aparece, como se observará en la siguiente figura, situada bajo el cuadro de búsqueda. A la derecha, como siempre, se despliega el sentido del primer artículo encontrado. Puede observarse,

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Virginia González García

aparece: al introducir en el campo de búsqueda determinada voz, la máquina ofrece todos aquellos artículos en las que esta forma parte de unidades pluriverbales complejas. La respuesta a esta consulta aparece, como se observará en la siguiente figura, situada bajo el cuadro de búsqueda. A la derecha, como   siempre, se despliega el sentido del primer artículo encontraBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS USOS … do. Puede O observarse, por ejemplo, en el Ycaso de color, que263 la voz se combina en unidades complejas con las siguientes   entradas del diccionario: degradación, escalera y lápiz.

Imagen 2. Búsqueda en el lema de formas complejas del DRAE en CD-ROM

Imagen 2. Búsqueda en el lema de formas complejas del drae en cd-rom

El índice de lema permite ver en qué artículos aparece la palabra El índice lema permite ver en qué artículosdeaparece buscada, no sólode como lema, sino como parte integrante la entrada la palabra por buscada, noensolo como lema, como parte inlexicográfica, ejemplo, la definición. Unasino función semejante tiene tegrante de la entrada lexicográfica, por ejemplo, en la deel índice de formas, pero en este caso, se pueden hacer búsquedas de la finición. Una función semejante formas,(en palabra flexionada, como por ejemplo: tiene ostrasel(eníndice plural),decontinúan pero enetc. este caso, se pueden hacer búsquedas de la palabra presente), flexionada, como por ejemplo: ostras (en plural), continúan La búsqueda el índice de abreviaturas y marcas resulta utilísima (en presente),enetc. pues presenta todas las marcas que se utilizan el diccionario y permite el Laabúsqueda el índice abreviaturas resul-Por acceso todas las en formas en lasdeque aparece caday marcas una de ellas. ta utilísima pues presenta todas las marcas que se utilizan en ejemplo, veremos cómo una marca como poét. (poético) aparece el diccionario y permite el acceso a todas las formas en las que calificando a 237 lemas. aparece cada una de ellas. Por ejemplo, veremos cómo una Los árboles de consulta jerárquicamente distintas marca como poét. (poético) agrupan aparece calificando a 237las lemas. marcas, de manera que se puede buscar directamente por lenguas, ámbito Los árboles de consulta disgeográfico, etc. Esta función agrupan es muy jerárquicamente útil para realizarlastrabajos tintas marcas, de manera que se puede buscar directamente universitarios sobre aspectos lexicológicos y semánticos, o investigaciones de mayor calibre, pues permite extraer, fácilmente, por ejemplo, todas las palabras que aparecen en el diccionario y que han sido marcadas como procedentes de determinada lengua, o aquellas marcadas

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por lenguas, ámbito geográfico, etc. Esta función es muy útil para realizar trabajos universitarios sobre aspectos lexicológicos y semánticos, o investigaciones de mayor calibre, pues permite extraer, fácilmente, por ejemplo, todas las palabras que aparecen en el diccionario y que han sido marcadas como procedentes de determinada lengua, o aquellas marcadas con el término figurado o cualquier otra marca semántica, para proceder a estudios sobre el grupo obtenido. Cuando el artículo lexicográfico que estamos consultando es muy extenso, podemos recurrir a la función de búsqueda en la entrada, que localiza elementos en el interior de un artículo lexicográfico. La consulta avanzada realiza búsquedas de mayor complejidad a través de un formulario en el que el usuario puede ir seleccionando los aspectos que quiere que aparezcan en las voces encontradas. Además de todas estas funciones de búsqueda, que amplían las posibilidades didácticas y de uso del diccionario, existen otras aplicaciones que no son posibles en el diccionario impreso. Su configuración como hipertexto permite al usuario pulsar sobre cualquier palabra que aparezca en una definición y obtener su entrada lexicográfica correspondiente. Otra utilidad importante para llevar a cabo trabajos sobre el léxico permite crear notas personalizadas que quedan almacenadas en el programa. Para ejemplificar ese uso, he añadido una nota a la entrada lexicográfica de niscome: «buscar en crea».

configuración como hipertexto permite al usuario pulsar sobre cualquier palabra que aparezca en una definición y obtener su entrada lexicográfica correspondiente. Otra utilidad importante para llevar a cabo trabajos sobre el léxico permite crear notas personalizadas que quedan almacenadas en el programa. Para ejemplificar ese uso, González he añadido una 306 Virginia García nota a la entrada lexicográfica de niscome: «buscar en CREA».

Imagen 3. Uso de las notas en DRAE en CD-ROM.

Imagen 3. Uso de las notas en drae en cd-rom

Por otro lado, esta aplicación permite copiar las entradas lexicográficas para pegarlas en Word o cualquier otro procesador de Poresotro lado,a esta aplicación permite copiar las entradas textos; posible, su vez, exportar los artículos en formato HTML e lexicográficas para pegarlas en Word o cualquier otro proceimprimir las entradas que se desee. sador de textos; es posible, a su vez, exportar los artículos en formato html e imprimir las entradas que se desee.

Otro elemento destacable dentro de las funciones de esta versión electrónica del diccionario académico es la posibilidad de acceso a la conjugación de los lemas verbales, mediante un icono situado a la izquierda de estos. Para terminar con la versión en cd-rom, esta presenta otra utilidad ausente en la edición impresa, la posibilidad de actualizar sus contenidos a través del sitio de la Real Academia Española (http://www.rae.es). La versión impresa, como sabemos, solo se verá actualizada cuando aparezca la 23.ª edición en las librerías.

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1.1.4. El drae en línea () La versión en línea del diccionario académico reduce sus utilidades con respecto a la versión en cd y nos lleva de nuevo a la búsqueda alfabética de contenidos, aunque permite realizar una búsqueda por aproximación, de manera que si la palabra objeto de nuestra pesquisa no está en el diccionario, este nos lleva a aquella cuya forma sea más cercana. Esta simplificación se ve compensada, sin embargo, con otras características exclusivas de la versión en línea. En primer lugar, es posible añadir un enlace del diccionario en nuestro navegador de Internet, cualquiera que sea el que utilicemos (Explorer, Mozilla, Google Chrome…), de forma que no es necesario cargar la página de la rae para acceder al diccionario, sino que podemos hacer la búsqueda que deseemos directamente desde la barra de marcadores. Al igual que la versión electrónica comentada anteriormente, el drae en línea ofrece la conjugación de cada forma verbal. El diccionario posibilita, asimismo, mediante un sistema de hipervínculos, acudir a la definición de ciertas formas complejas sin necesidad de realizar una nueva búsqueda. La novedad más notoria de esta versión del drae está constituida por el acceso que se ofrece, desde octubre de 2007, a las enmiendas y modificaciones que sobre el diccionario se van haciendo en su recorrido hacia la 23.ª edición. Este proceso se ve reflejado mediante tres tipos de cambios en el inventario del diccionario: adición de artículos o acepciones nuevos, supresión de artículos o acepciones y enmienda total o parcial de artículos. El usuario, al realizar una búsqueda, accede, en primer lugar, al artículo perteneciente a la 22.ª edición, y en el caso de que este ya haya sido enmendado, aparecerá un aviso en rojo a la derecha del lema. Tras pulsar sobre este hipervínculo, se muestran las enmiendas correspondientes al artículo, que aparecen con una marca de agua en la que se indica: redac-

artículo perteneciente a la 22.ª edición, en el caso de quedeleste ya haya sido enmendado, aparecerá un aviso en yrojo a la derecha lema. Tras sido enmendado, aparecerá un aviso en rojo a la derecha del lema. Tras pulsar sobre este hipervínculo, se muestran las enmiendas pulsar sobre este hipervínculo, se con muestran lasde enmiendas correspondientes al artículo, que aparecen una marca agua en la correspondientes al artículo, que aparecen con una marca agua en que se indica: redacción propuesta. Veamos un ejemplo de de lo dicho en la el 308 Virginia González García que se indica: redacción propuesta. Veamos un ejemplo de lo dicho en el artículo correspondiente a perorata. artículo correspondiente a perorata. ción propuesta. Veamos un ejemplo de lo dicho en el artículo correspondiente a perorata.

Imagen 4: Artículo lexicográfico del DRAE, correspondiente a la voz perorata, con indicación Imagen 4: 4: Artículo lexicográfico del DRAE a la voz perorata, indicación de enmienda. Imagen Artículo lexicográfico del, correspondiente drae, correspondiente a la voz con perorata, de enmienda. con indicación de enmienda

Imagen 5: Artículo lexicográfico del DRAE , correspondiente a la voz perorata, Imagen 5: Artículo lexicográfico del drae, correspondiente a la vozenmendado. perorata, Imagen 5: Artículo lexicográfico del DRAE, correspondiente a la voz perorata, enmendado.

enmendado

De esta manera, el DRAE se presenta a los usuarios como obra viva, esta manera, DRAE se aque los en usuarios como obra viva, De esta manera, el drae se presenta a lalos usuarios como queDe trata de reflejar yelrecoger lospresenta cambios lengua se producen. queobra trataviva, de reflejar y recoger los cambios que en lengua seque producen. que trata de reflejar y recoger loslacambios en la lengua se producen.

1.2. El Diccionario de español actual Frente al nuevo carácter mixto, pero con mayor tendencia a lo normativo, que se ha señalado en el diccionario académico, el Diccionario de español actual de Seco, Andrés y Ramos (1999) es un claro paradigma de diccionario descriptivo. La diferencia entre este y el académico reside, principalmente, en la selección del léxico que los conforma, y es que a partir de una base documental de publicaciones que abarcan desde

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1955 a 1993, su objetivo es «inventariar el léxico que se usa, no solo el que se debe usar» (Seco, Andrés y Ramos, 1999: xiii). Tras una invitación al lector a que identifique todas las abreviaturas que se usan en el Diccionario de español actual (en adelante dea), sus autores se refieren al caudal léxico recogido con las siguientes palabras (Seco, Andrés y Ramos, 1999: xv): …tienen aquí normal cabida voces regionales, voces extranjeras, incluso de adopción reciente; las coloquiales, las de nivel popular, las llamadas malsonantes, las del mundo marginal; y, por el otro extremo, las voces literarias, cultas, y las propias de distintas esferas del saber y de la actividad humana […] También recogemos usos de cierta difusión que, al menos por el momento, son rechazados como incorrectos o impropios por las personas cultas; los señalamos con la nota semiculto. Y damos igualmente entrada a las siglas usuales que funcionan como palabras comunes.

En general, el lema está formado por una sola palabra, de la que dependen las unidades léxicas compuestas o locuciones, con la única excepción de las locuciones de lengua extranjera, que se constituyen en lema de las entradas lexicográficas y aparecen en el lugar alfabético correspondiente a partir de la inicial de la primera palabra que las compone. Para observar este diccionario tomaremos de nuevo, como ejemplo, la entrada correspondiente a duende. duende m 1 Espíritu que la gente cree que habita en determinados lugares, causando ruidos, trastornos o haciendo travesuras.│Cuevas Finca 130: Perico, el mandadero, volvía del pueblo… traía una nueva noticia: -Ayer hubo duendes en casa de don Manuel. Laforet Mujer 33: Todos los campesinos creen en los duendes, con la niebla que hay. b) ~ de imprenta. (humoríst) Ser imaginario a quien se atribuye la responsabilidad de las erratas o errores tipográficos. │Lázaro Crónica 75: Luego, al imprimir, saldría a la izquierda, pero es inútil luchar contra los duendes de las imprentas. 2 Personaje propio de los cuentos infantiles, en forma de hombrecillo viejo o de niño, que con sus travesuras altera, para bien o para mal, la vida de los hombres. Frec en la forma duendecillo. │Olmo Golfos 15: Igual que si un duende amigo.. crease un surtidor despidiendo hacia arriba perros con latas sujetas al rabo. Rof Abc 6.11.70, 3: Sin el maligno duendecillo, sin el “espíritu gafe”, uno de ellos pudo ser Walter Benjamin. 3 (col) Gracia o encanto especial. │A. Moncayo HLM 26.10.70, 40: Rocío Jurado salió con la canción “Un clavel”, de Rafael de León y Solano, llena de

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Virginia González García garbo, que la joven estrella dijo con pasión y duende. DPlaja El español 111: Para Sevilla, lo mismo es Madrid, que Bilbao, que Barcelona, ciudades sin “duende” ni gracia. Delibes Año 52: No me gustan [los toros]. Comprendo que deben tener su duende, pero yo no acierto a hacerme con él o él conmigo.

Como se observa, al lema, que aparece en negrita, le sigue la información sobre su categoría gramatical con las abreviaturas tradicionales al uso, a las que pueden preceder, entre paréntesis y en cursiva, indicaciones de muy variado tipo, destinadas a facilitar el uso de la voz que se va a definir. Una pequeña cala aleatoria en el diccionario arroja los siguientes ejemplos: (Pol), (raro), (Taur), (col), (semiculto), (reg)… Se trata de indicaciones acerca de su vigencia de uso, el campo técnico al que pertenece, el registro y el nivel de lengua, su carácter regular o irregular dentro de la conjugación verbal, etc. Una de las indicaciones más interesantes y útiles que los usuarios pueden obtener en el dea está constituida por las orientaciones que se aportan, en las palabras de origen extranjero, acerca de su correcta pronunciación en español: duty-free (ing; pronunc corriente, /diúti-frí/; frec con la grafía duty free; pl normal, invar) crêperie (fr; pronunc corriente, /kreperí/) condottiero (it; pronunc corriente /kondotiéro/)

Si echamos otro vistazo a la entrada de duende en el dea, observaremos el elemento más destacado de esta obra lexicográfica: tras la definición y separada con la barra vertical, aparecen las citas que ilustran al usuario sobre la definición y el uso de la voz buscada. La cita viene siempre antecedida por indicaciones sobre su procedencia, mediante un método abreviado que se puede descifrar fácilmente acudiendo al apéndice de textos citados que aparece al final de la obra. Nos encontramos, en suma, con una obra lexicográfica que cambia el criterio normativo y de aceptación por unos parámetros centrados en el uso y documentación de las voces que recoge. El dea muestra el léxico, además, en plena vitalidad

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en su contexto, y guía al usuario de una forma clara y sencilla para el manejo más adecuado de las formas consultadas.

2. Diccionarios de dudas y dificultades Los diccionarios generales resuelven, claro está, muchas de las dificultades con las que nos enfrentamos los usuarios del español. Para empezar, en el lema podemos ver cómo se escribe determinada voz y se nos orienta desde el principio, por consiguiente, sobre su ortografía. Asimismo, estas obras nos ofrecen aclaraciones sobre el sentido de determinadas voces, su categoría gramatical, y algunas otras cuestiones, como su mayor o menor carácter especializado, etc. No obstante, hay preguntas cuya respuesta no se encuentra en estas obras. Por ejemplo, un redactor periodístico desea saber si presidente se escribe con mayúscula o con minúscula, y si la presidenta es una forma usada o no. En el drae nada aparece sobre esta información que necesita, de hecho, al acudir a esta fuente observa que la forma presidenta no se contempla. Resolver este tipo de cuestiones no es cometido de los diccionarios generales sino de otro tipo de obras lexicográficas, los diccionarios de dudas y dificultades, que recogen como lema de sus artículos aquellos elementos que pueden presentar vacilaciones o usos conflictivos. No se puede hablar de diccionarios de dudas sin hacer referencia a la obra que durante años ha guiado a generaciones de estudiantes y profesores en el uso correcto de la lengua, y ha constituido un claro referente para obras posteriores que poseen una orientación normativa: el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, de Manuel Seco. En esta obra se perfilan ya muchos de los rasgos que configuran el actual diccionario de dudas de la Academia: presen-

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cia de ejemplos para censurar o confirmar usos, elaborado sistema de remisiones internas y presencia de apéndices finales. En el caso de la obra de Seco, entre los apéndices finales destaca la presencia de un vocabulario ortográfico que se centra en palabras complejas en cuanto a su escritura. A continuación pasaremos a centrarnos en el Diccionario panhispánico de dudas (dpd) de la rae, claro heredero de la obra de Manuel Seco, que nos servirá para analizar en más profundidad las características generales de un diccionario de dudas.

2.1. El Diccionario panhispánico de dudas de la rae 2.1.1. El dpd en su versión impresa Volviendo al caso que nos ha interesado arriba, el uso de presidente, encontraremos mayores indicaciones acerca de esta voz si acudimos a una obra como el Diccionario Panhispánico de Dudas: presidente. ‘Persona que preside algo’ y, en una república, ‘jefe del Estado’. Por su terminación, puede funcionar como común en cuanto al género (el/la presidente; → género2, 1a y 3c): «La designación de la presidente interina logró aplacar la tensión» (Clarín [Arg.] 10.2.97); pero el uso mayoritario ha consolidado el femenino específico presidenta: «Tatiana, la presidenta del Comité, no le dejaba el menor espacio» (ÁlvzGil Naufragios [Cuba 2002]). Sobre su escritura con mayúscula o minúscula inicial, → mayúsculas, 4.31 y 6.9.

En primer lugar, esta entrada nos informa acerca de la consolidación de la forma flexionada presidenta y, con respecto a la cuestión de las mayúsculas, nos reenvía al apartado de mayúsculas y señala los epígrafes en los que aparece la información que resuelve nuestra duda: 4.31. Los títulos, cargos y nombres de dignidad, como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., que normalmente se escriben con minúscula (→ 6.9), pueden aparecer en determinados casos escritos con mayúscula. Así, es frecuente, aunque no obligatorio, que estas palabras se escriban con mayúscula cuando se emplean referidas a una persona concreta, sin mención

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expresa de su nombre propio: El Rey inaugurará la nueva biblioteca; El Papa visitará la India en su próximo viaje. Por otra parte, por razones de respeto, los títulos de los miembros de la familia reinante en España suelen escribirse con mayúscula, aunque vayan seguidos del nombre propio de la persona que los posee, al igual que los tratamientos de don y doña a ellos referidos: el Rey Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe, la Infanta Doña Cristina. También es costumbre particular de las leyes, decretos y documentos oficiales, por razones de solemnidad, escribir con mayúsculas las palabras de este tipo: el Rey de España, el Jefe del Estado, el Presidente del Gobierno, el Secretario de Estado de Comercio. Por último, es muy frecuente que los cargos de cierta categoría se escriban con mayúscula en el encabezamiento de las cartas dirigidas a las personas que los ocupan. 6.9. Los títulos, cargos y nombres de dignidad como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., se escriben con minúscula cuando aparecen acompañados del nombre propio de la persona que los posee, o del lugar o ámbito al que corresponden (el rey Felipe IV, el papa Juan Pablo II, el presidente de Nicaragua, el ministro de Trabajo), o cuando están usados en sentido genérico (El papa, el rey, el duque están sujetos a morir, como lo está cualquier otro hombre). Existen casos, sin embargo, en que estas palabras pueden escribirse con mayúsculas.

Se puede observar que existen claras diferencias entre los elementos que se encuentran en un diccionario general y en un diccionario de dudas. Veamos, pues, cuál es la idiosincrasia de este tipo de obras. En el dpd no encontramos, como se ha dicho anteriormente, todo el léxico que se considera general de la lengua. No aparecen, por ejemplo, las palabras botella, camiseta, pensar, pero, aunque, finalidad, etc. Sí que aparecen las voces susceptibles de presentar dificultades o aquellas en las que se sospecha que los usuarios de la lengua puedan tener vacilaciones como errores de ortografía, acentuación, conjugación, rección verbal, etc. Por este motivo, a diferencia del drae, en el dpd los usuarios encontrarán un número considerable de extranjerismos o de nombres propios: idéntikit o identikit, mailing, Florida, Malasia. En las primeras páginas de este diccionario de declara su carácter normativo, basado en «el conjunto de preferencias lingüísticas vigentes en una comunidad de hablantes, adopta-

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das por consenso implícito entre sus miembros y convertidas en modelos de buen uso» (dpd: 2005, xiii). Los autores del diccionario reconocen el carácter cambiante y heterogéneo de la lengua, que se encuentra en evolución continua y cuyos usos determinados responden a diferentes factores, como puede ser el nivel y los registros de lengua, o el contacto con otras lenguas. Por ello, matizan su función normativa con las siguientes palabras (dpd: 2005, xv): Los juicios normativos admiten, pues, una amplia gradación, que va desde la censura de lo claramente incorrecto por ser fruto del error, del descuido o del desconocimiento de las normas gramaticales, hasta la recomendación de los que es simplemente preferible por estar de acuerdo con el uso mayoritario de los hablantes cultos de hoy, preferencia que pueden mantener, o variar, los hablantes cultos de mañana.

Otro aspecto de especial interés es el carácter panhispánico de la obra, fruto del consenso de las veintidós Academias y de su preocupación por reflejar las posibles diferencias entre la norma española y la americana, conscientes de que es imposible una norma única en una lengua hablada por cuatrocientos millones de personas. El dpd presenta dos tipos de artículos lexicográficos, temáticos y no temáticos. En los artículos temáticos el lema aparece en letra versalita negrita y en ellos se trata en profundidad de categorías gramaticales o fenómenos que necesitan ser estudiados en su conjunto debido a su complejidad. Así pues, son muy variadas las palabras que podemos encontrar como lema de estos artículos: diptongo, plural, español, raya, etc. Los artículos no temáticos, que aparecen en negrita redonda o en negrita cursiva en el caso de los extranjerismos, se centran en formas concretas de las que se presentan aclaraciones particulares, como por ejemplo: dúplex, e-mail, hender(se), hazmerreír. El lema de estos artículos también puede estar formado por dos palabras unidas por la conjunción o (termósfera o termosfera, electrolito o electrólito) cuando

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las dos variantes de una palabra se consideran aceptables. En este último caso, se suele colocar en primer lugar la forma cuyo uso se prefiere. En la mayoría de las ocasiones, el dpd se sirve de citas, extraídas muchas de ellas del corde y el crea4, para ejemplificar los usos que se presentan. Los ejemplos, en cursiva, se presentan entre comillas angulares y van precedidos de la indicación de la fuente, abreviada, entre paréntesis. Es muy interesante, a este respecto, la aparición, junto con el nombre del autor, del país de procedencia de este, enmarcado entre corchetes. El uso del paréntesis en el diccionario responde también a un método abreviado para señalar que dos variantes son posibles, como sucede con los verbos pronominales: trasponer(se); o con otras secuencias: Pondré (a) varios jugadores en el centro del campo. Para terminar con la descripción de las entradas lexicográficas, conviene referirse a algunos símbolos cuya función es primordial en el dpd. El símbolo ⊗ se utiliza para señalar aquellos ejemplos que se consideran inadecuados para la norma culta, por ejemplo: ⊗ contrimás, ⊗ coadyudar. Por otro lado, el uso del asterisco * marca aquellas secuencias o formas que se consideran agramaticales: *mi hija fue escrita por mí. Finalmente, la flecha (→) se utiliza como signo de remisión a otra forma que aparece en el diccionario. El Panhispánico presenta en su cuerpo, además, cinco apéndices de gran utilidad que completan la información que se halla entre sus artículos y que se centran en los siguientes aspectos: modelos de conjugación verbal, lista de abreviaturas, lista de símbolos alfabetizables, lista de símbolos o signos no alfabetizables, lista de países y capitales, con sus gentilicios.

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Véase nota 1.

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Por último, destaca la inserción de un glosario de términos lingüísticos que hace accesibles a los usuarios no versados en la materia algunos contenidos que aparecen en la obra.

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2.1.2. El dpd en su versión en línea ()

2.1.2. El DPD en su versión en línea () La página web de la Real Academia Española ofrece también la posibilidad consultar el Diccionario panhispánico La página web de ladeReal Academia Española ofrece también la de dudas en línea. La versión digital coincide con la posibilidad de consultar el Diccionario panhispánico de dudasversión en línea. todoscoincide sus contenidos, no obstante, se beneficia Laimpresa versión en digital con la versión impresa en todos de sus la posibilidad que la se redbeneficia ofrece de con hipervínculos, contenidos, no obstante, de trabajar la posibilidad que la red ofrece tal forma que, cuando de se trata de las abundantes remisiodede trabajar con hipervínculos, tal forma que, cuando se trata de las abundantes remisiones de las que consta la obra, basta con hacer un clic nes de las que consta la obra, basta con hacer un clic sobre la sobre la palabra a laseque nos remite para desplazarnos artículo palabra a la que nosse remite para desplazarnos a su su artículo correspondiente. correspondiente.

Imagen 6. Artículos temáticos del DPD en su versión en línea.

Imagen 6. Artículos temáticos del dpd en su versión en línea

Otra diferencia que la obra presenta frente a su versión en papel, como se observa en la imagen 3, es la presentación de los artículos temáticos en Otra diferencia de la obra frente a su versión papel, comode una sección aparte, de manera que se facilita laenvisualización se observa en la que imagen es la impresa, presentación de los artículos contenidos mientras en la 6, versión en algunas ocasiones, hay temáticos en una sección aparte, de manera que se facilita que adivinar bajo que lema se encuentran determinadas explicaciones.la visualización de contenidos mientras que en la versión impresa, en algunas ocasiones, hay que adivinar bajo qué lema se encuentran determinadas explicaciones. 3. Libros y manuales de estilo 3.1. LIBROS O MANUALES DE ESTILO PARA TODOS LOS PÚBLICOS 3.1.1. Manual de estilo de la lengua española de José Martínez de Sousa

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3. Libros y manuales de estilo 3.1. Libros o manuales de estilo para todos los públicos 3.1.1. Manual de estilo de la lengua española de José Martínez de Sousa Escrito por uno de los mayores expertos en edición y redacción en la lengua española (Martínez, 20073:29), este manual tiene el objeto de «resultar útil tanto a los científicos como a los técnicos y literatos». Esta obra divide su extenso contenido en dos partes, la primera está constituida por un manual de estilo en el que aparece una introducción que contiene indicaciones sobre normalización, estilo y edición científica, así como sobre la norma y uso del español. Finaliza con una valiosa recopilación bibliográfica de obras de referencia útiles para escritores y traductores. Tras la introducción, el autor se centra en todos los aspectos y fases del trabajo intelectual, desde las fuentes que hay que consultar para llevarlo a cabo, hasta las formas de cita, la corrección de errores de redacción y expresión, la ortotipografía y la organización externa de la obra entre otros elementos, tratados con la mayor rigurosidad. La segunda parte aparece envuelta en la apariencia de una obra lexicográfica en la que, alfabéticamente, se van presentando una serie de materias e indicaciones de escritura y presentación sobre ellas. La heterogeneidad de esta segunda parte justifica por completo que el autor abandone la forma de manual y adopte el orden alfabético, pues, de otra manera, sería imposible enlazar asuntos tan dispares. Para que el lector se haga una idea de la variedad a la que nos referimos, citaremos algunos de los lemas que constituyen las entradas lexicográficas de esta obra: tebeos, entrada en la que se nos informa, entre otros aspectos, de que los nombres de tebeos se escriben con cursiva; onomatopeyas españolas; epónimos («adjetivos que dan nombre a un pueblo, una ciudad o una época cuando se derivan del nombre de una persona»), etc.

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Este completo manual de estilo resulta, pues, imprescindible para los usuarios de la lengua que tengan especial interés en el cuidado de la expresión y en la presentación de sus trabajos; constituye una obra que analiza en profundidad las dificultades más frecuentes, así como los escollos con los que todo escritor se topa alguna vez en el ejercicio de su profesión.

3.1.2. Hablar y escribir correctamente de Leonardo Gómez Torrego Resulta obligatorio, al hablar de obras fundamentales sobre la norma y uso del español, reseñar una obra que se considera imprescindible dentro del ámbito de la gramática normativa y de las cuestiones de estilo: Hablar y escribir correctamente, de Gómez Torrego (2006). Esta obra supone la actualización de los anteriores Manual de español correcto y Nuevo manual de español correcto. Además de la valiosa información que proporciona, hay que agradecer su carácter divulgativo «por ir dirigida a sectores muy heterogéneos de la sociedad» (2006:7), hecho que favorece su didactismo y la claridad con la que se exponen los diversos contenidos, por ello destaca, frente al resto de obras que reseñamos en este capítulo, por la inclusión de ejercicios en la mayoría de apartados.

3.1.3. Saber escribir y Saber hablar En el ámbito de obras de uso y estilo destinadas a un amplio grupo de usuarios, destacan dos aportaciones recientes, de la mano del Instituto Cervantes, centradas en el desarrollo del discurso escrito y del discurso oral. La obra Saber escribir (Sánchez Lobato: 2006) se concibe como una guía que acompaña al lector para resolver sus dudas en todas las fases de la escritura, desde la preparación del

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escrito hasta la depuración de la versión final. Se centra en la redacción de textos académicos, profesionales y de opinión, por lo que resulta de utilidad para un público que posea variados intereses y, en especial, para estudiantes universitarios, pues no solo los orienta en las etapas académicas sino en sus posteriores contribuciones profesionales. Además de estas pautas, destaca un apartado en el que se presentan los errores habituales en ortografía e instrucciones sobre las normas y usos correctos del español. En la misma línea, Saber leer (Briz: 2008), al igual que su antecesor, analiza las diferentes fases de elaboración y producción de un discurso, pero en este caso se centra en los discursos orales. Su objeto es aportar instrucciones claras para la elaboración de intervenciones orales, que clasifica en diferentes géneros según su ámbito de uso: el ámbito científicoacadémico y profesional, y el ámbito social. Analiza todos los elementos que participan en la producción oral y tiene varios apartados de especial interés dedicados a la ortología5, a la corrección léxica y gramatical y a la claridad de expresión.

3.2. Libros de estilo específicos para profesionales de los medios de comunicación

En su quehacer cotidiano, los profesionales de los medios de comunicación, conscientes de su influencia en los usos lingüísticos de lectores, oyentes y espectadores, se han visto en la necesidad de unificar criterios de presentación y de disponer de normas que los guíen en su ejercicio profesional. Con esta finalidad surgen los manuales de estilo, que son definidos por Juan Luis Cebrián con las siguientes palabras en el Libro de estilo de El País:

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Ortología. (Del gr. ὀρθολογία). f. Arte de pronunciar correctamente y, en sentido más general, de hablar con propiedad (drae, 2001).

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Virginia González García Un libro de estilo no es una gramática ni un diccionario al uso. Es simplemente un código interno de una Redacción de cualquier medio informativo, que trata de unificar sistemas y formas expresivas con el fin de dar personalidad al propio medio y facilitar la tarea del lector en el caso de los periódicos. (El País, 2002:9)

Aunque todos los libros de estilo coinciden en su estructura general y en la atención que dedican a determinadas dificultades lingüísticas, conviene presentar aquí brevemente estas obras fundamentales para estudiantes de Periodismo y Comunicación Audiovisual.

3.2.1. Libro de estilo de El País La primera parte de este Libro de estilo está constituida por un manual en el que se dan instrucciones acerca de la redacción periodística y de las normas gramaticales que deben tenerse en cuenta en todo proceso que tenga la lengua como herramienta básica. La segunda parte constituye un diccionario con una sencilla microestructura6 y presentación que, basado en las normas de la rae, resuelve dudas y dificultades de escritura. A continuación presentamos dos ejemplos de entrada: alterne. Palabra admitida por la Academia. Se escribe en redonda. Heavy metal. Estas dos palabras, que significan literalmente ‘metal pesado’ y definen un tipo de música rock, se escriben en cursiva.

3.2.2. Libro de estilo Vocento Este libro de estilo, dirigido también a profesionales de los medios de comunicación, reparte su autoría entre José Martínez de Sousa y el grupo Vocento.

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Entendemos por microestructura la distribución y estructuración de la información en el interior de un artículo lexicográfico.

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Corresponde al grupo Vocento la redacción de la primera parte, centrada en el estilo y los principios deontológicos del periodismo. Mayor interés tienen, para el tema que nos ocupa, la segunda, tercera y cuarta parte, compuestas por José Martínez de Sousa. La segunda y tercera parte se centran en cuestiones de ortografía, ortotipografía y léxico. Toda esta información se ve completada por una serie de anexos que recogen antropónimos, topónimos, medidas, tratamientos, etc.

3.2.3. Libro de estilo de Abc Encomendado a Ana M.ª Vigara (20012), se estructura también en dos partes: libro de estilo y diccionario, este último recibe el nombre de léxico. El libro de estilo está formado por dos partes generales sobre ortografía, estilo y cuestiones gramaticales. Más adelante se presentan las normas de estilo y redacción de Abc. Destaca su sistema de remisiones internas, muy útil y claro. Además del léxico, que constituye un básico diccionario de dudas, y de los imprescindibles apartados de topónimos, siglas y acrónimos, destaca la presencia de tres pequeños vocabularios que se centran en terminología forense, económica y médica respectivamente.

3.2.4. Libro de estilo de Telemadrid Este libro de estilo posee algunos rasgos distintivos frente a los anteriores, pues se centra en un medio audiovisual en el que intervienen elementos paralingüísticos y extralingüísticos como la voz y el gesto. La primera parte se ocupa de normas profesionales y de ciertas estrategias de estilo para mantener la atención o controlar el lenguaje gestual.

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La segunda parte es un compendio de normas de estilo entre las que destaca, por no hallarse presente en otros manuales, la presencia de un amplio apartado dedicado a la lengua oral y a la ortología. Esta parte se ve completada por un pequeño diccionario de dudas de la lengua oral. Por último, aunque la obra consta de más elementos que no se tratarán aquí, cabe destacar la presencia de un diccionario de términos técnicos de la televisión.

4. Nueva gramática de la lengua española (rae)7 Dentro del elenco de obras académicas, la aparición reciente de la Nueva gramática de la lengua española merece un examen, aunque sea incompleto para una obra de tal envergadura, de sus características generales. Surge esta obra con el reconocimiento del carácter policéntrico de la norma española (rae, 2009: xlii), de modo que se ha optado por «describir pormenorizadamente las numerosas estructuras que son compartidas por la mayor parte de los hipanohablantes, precisando su forma, su significado y su estimación social, y mostrar separadas las opciones particulares que pueden proceder de alguna variante, sea del español americano o del europeo». Dicho esto, los autores afirman haber tenido en cuenta, en la medida de lo posible, la variación lingüística del español. Especial atención se ha dedicado a la variación geográfica; los comentarios que a este respecto se hacen suelen aparecer divididos en las siguientes zonas lingüísticas: Chile, Río de la Plata, área andina, Caribe continental, México y Centroamérica, Antillas, Estados Unidos y Filipinas, y España.

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Véase también el capítulo 2 de este libro.

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Para la ejemplificación de sus afirmaciones, los autores de esta obra han recurrido al uso de ejemplos procedentes de textos y a ejemplos creados por ellos mismos. Para los ejemplos procedentes de textos, en muchos casos se han extraído de los bancos de datos de la rae8. En suma, disponemos en este momento de los dos primeros volúmenes recién publicados. El primero de ellos recoge aspectos de Morfología y Sintaxis y el segundo se centra únicamente en Sintaxis. Citamos, a continuación, uno de los párrafos, seleccionados al azar, para que los usuarios vayan familiarizándose con esta nueva gramática: 6.12z Algo más reducido es el paradigma de los sustantivos temporales derivados mediante sufijos vocálicos, como los que nombran las épocas en las que se realizan ciertas tareas agrícolas: cosecha, poda, siega, trilla, etc. No obstante, la mayor parte de los nombres eventivos resultan apropiados en los contextos característicos de los sustantivos temporales, como en durante {la siega ~ la marcha ~ la compra}. Son más propiamente nombres temporales recreo, veraneo, prórroga o alargue, que equivale a ‘prórroga de un partido’ en el español chileno, andino y rioplatense: El alargue terminó sin goles (Galeano, Fútbol).

5. Obras de referencia en línea Es indudable el valor de las obras que han ocupado los tres epígrafes anteriores y su contribución al uso correcto de la lengua. Sin embargo, aquellos que utilizan la lengua con fines profesionales necesitan de otras obras que informen acerca del uso de las palabras y estructuras, de los textos, en fin, que manejan y producen en sus tareas. Así, por ejemplo, si nos planteamos, por ejemplo, qué genero tiene la palabra wiki o wikilengua, la Academia no resuelve esta duda ni otras de tipo

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Además del corde y el crea, se ha recurrido también al cdh (Corpus del Diccionario Histórico) y el corpes (Corpus del Español del Siglo xxi) y al fichero académico de papel.

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similar. Para resolver mi duda he tenido que acudir a Wikilengua, recurso que se presentará más abajo, que utiliza el término wiki en masculino «un wiki», pero señala su extendido uso en femenino. Las obras en línea que veremos a continuación cuentan con una clara ventaja con respecto a las obras impresas: su posibilidad de actualización constante las convierte en un reflejo de la lengua viva y en ellas se toman decisiones sobre el uso de elementos emergentes del español que necesitan ser regulados con la mayor inmediatez posible.

5.1. Fundéu () Fundéu es una institución dedicada a velar por el buen uso del idioma español, que surgió como evolución del antiguo Departamento de Español Urgente de la Agencia EFE. En su consejo asesor se encuentran Valentín García Yebra, Leonardo Gómez Torrego, José Luis Martín Albertos, Gregorio Salvador Caja y Humberto López Morales. La complejidad y amplitud de recursos que ofrece el portal de Fundéu responde a varios objetivos enumerados por esta institución en su sitio de Internet: «ser un referente no sólo de los medios de comunicación españoles, sino también de aquellos otros del resto de los países hispanohablantes y de los Estados Unidos de América» y «proporcionar criterios uniformes del uso del español y ofrecer respuestas rápidas a las consultas que se les formulen desde cualquier medio de comunicación, para contribuir a evitar la dispersión lingüística o la invasión indiscriminada de neologismos»9.

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Con esta ambiciosa finalidad no es de extrañar, por lo tanto, la amplia gama de secciones que aparecen en este portal y VIRGINIA GONZÁLEZ GARCÍA que pasamos a presentar a continuación.

 

Vademécum. Diccionario del español 5.1.1. 5.1.1. Vademécum. Diccionario de dudasde deldudas español «Pádoc»de es «paddock» la hispanización de «paddock» «Pádoc» es la hispanización

Imagen 7. Vademécum de Fundéu.

Imagen 7. Vademécum de Fundéu

Al igual que el DPD, el Vademécum tiene la finalidad de orientar a los usuarios Al frente a las ofrece la tiene lengualaespañola. igual quedificultades el dpd, el que Vademécum finalidadSinde embargo, al comparar ambas frente obras, aencontramos clarasque diferencias orientar a los usuarios las dificultades ofrece la determinadas, probablemente, por el hecho de que esta última dirigeena lengua española. Sin embargo, al comparar ambasseobras, profesionales de los medios de comunicación, por ello se trata de un contramos claras diferencias determinadas, probablemente, diccionario a los que se dedica atención especial por elnutrido hechode deelementos que esta última seno dirige a profesionales de los en otras obras de referencia. medios de comunicación, por ello se trata de un diccionario elementos a los no se dedicade atención especial El nutrido usuario de puede hallar en estaque obra consejos uso acerca de en otras obras de referencia. nombres propios y gentilicios. Así Fundéu propone, por ejemplo, que el gentilicioEl deusuario Tel Avivpuede en español seaen telaviví y su plural telavivíes. hallar esta obra consejos de uso acerca de nombres propios y gentilicios. Así Fundéu propone, por Aparecen entradas reservadas únicamente para sintagmas y unidades fraseológicas que puedan prestarse a vacilaciones o usos incorrectos, como película biográfica, sintagma recomendado en lugar de biopic, y jugar un papel, o dar luz verde/dar vía libre, expresiones de las que se recomienda no abusar.

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ejemplo, que el gentilicio de Tel Aviv en español sea telaviví y su plural telavivíes. Aparecen entradas reservadas únicamente para sintagmas y unidades fraseológicas que puedan prestarse a vacilaciones o usos incorrectos, como película biográfica, sintagma recomendado en lugar de biopic, y jugar un papel, o dar luz verde/ dar vía libre, expresiones de las que se recomienda no abusar. El carácter funcional de este diccionario determina su estructura simple, que aboga por la claridad, de manera que contraviene intencionadamente la tradición lexicográfica de lematización de entradas. De esta manera, se encuentran en el Vademécum expresiones lematizadas por la inicial de la primera palabra que las compone y hay que acudir a la letra a, por ejemplo, para encontrar la expresión a expensas de, o a la letra c para consultar con arreglo a. Sorprende, igualmente, encontrar en el diccionario pares o grupos de palabras asociadas mediante una barra como entrada lexicográfica: judo/yudo, condena/fallo/sentencia/veredicto… Con esta estrategia se avisa al usuario, desde el primer momento, de la problemática que surge al contrastar estas voces entre ellas. Igualmente, la palabra guía puede consistir, simplemente, en un grupo vocálico, por ejemplo, ee, cuyo artículo recomienda mantener las dos vocales cuando surge este grupo de la unión del sufijo pre- y otra palabra. En realidad, el Vademécum está formado, más que por un diccionario de términos dificultosos, por tres diccionarios: el que hemos descrito arriba, un diccionario de siglas y un diccionario de abreviaturas. Estos dos últimos conforman una valiosa fuente debido al extenso caudal de elementos recogidos.

5.1.2. Manual de español urgente y Revista «Donde dice…» Entre sus valiosos enlaces, se ofrece al visitante de la página de Fundéu la posibilidad de consultar, en formato pdf,

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algunos capítulos del Manual de español urgente, en su 18.ª edición publicada por Cátedra, que constituye ya un clásico entre los libros de estilo recomendados para periodistas y profesionales de los medios. Esta política de poner al alcance de sus usuarios una serie de contenidos impresos de forma gratuita se aplica también a la decisión de «colgar» en la red los números de la revista «Donde dice…», boletín trimestral de la Fundación de Español Urgente en los que colaboran especialistas reconocidos de la lengua española.

5.1.3. Dichos y refranes y Sobre el lenguaje Los amantes de la lengua y sus tradiciones encontrarán en este enlace 120 refranes españoles con explicaciones acerca de su origen y sentido. En la misma línea, el enlace Sobre el lenguaje remite, en primer lugar, a la sección Parentescos insólitos del lenguaje, en la que a través de pequeños estudios etimológicos se nos desvela la relación existente entre términos tan dispares como chándal y alioli, por citar solo alguno de sus interesantes artículos. La segunda sección de esta página tiene también un carácter histórico y en ella se presentan una serie de nombres comunes derivados de nombres propios.

5.1.4. Consultas y Recomendaciones Estas dos secciones muestran el lado interactivo de Fundéu. En la primera sección se permite a cualquier usuario enviar sus consultas, cuyas respuestas son publicadas para que todos los navegantes puedan beneficiarse de ellas. La sección Recomendaciones permite que los visitantes de la página se subscriban a un servicio que envía diariamente al buzón del usuario indicaciones sobre el uso correcto del español. Copiamos un fragmento de la recomendación enviada hoy a los

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usuarios de este servicio: «La Fundación del Español Urgente señala que, así como los últimos coletazos es una locución apropiada en español, no lo es los primeros coletazos, referida a las primeras manifestaciones o repercusiones de algo».

5.1.5. Wikilengua Con este nombre, que aparece en primer lugar entre las secciones de Fundéu, se ofrece un recurso fundamental de esta institución, con la que se adapta de manera innovadora a las cualidades de la web 2.0 como recurso interactivo. Como su nombre indica, aquí el usuario no se encuentra ante una página simple de consulta, sino ante un wiki dedicado a diversos aspectos de la lengua española. Un wiki es un sitio web compartido, que permite la elaboración de una misma página por múltiples usuarios, de manera que cualquier persona registrada que lo desee puede aportar información sobre diversos aspectos. En el caso que nos ocupa, Wikilengua permite «compartir información práctica sobre la norma, el uso y el estilo del español» y tiene como objetivo, además, «reflejar la diversidad de una lengua hablada por cientos de millones de personas»10. Wikilengua permite dos tipos de accesos según el usuario. Los usuarios no registrados pueden consultar la información que aparece en este recurso, mientras que es necesario registrarse para introducir comentarios en los diversos portales y categorías que ofrece el sitio. Al principio de la página, nos encontramos con diferentes portales: Toponimia, Terminología, Gramática, Ortografía y personalidades.

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[20-01-2010].

  OBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS Y USOS …

  Obras de referencia para las normas y usos correctos del español

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principio de la página, el usuario se encuentra con diferentes portales: Toponimia, Gramática, Ortografía y personalidades. A) PortalTerminología, de Toponimia A) Portal de Toponimia

¿Me voy a esquiar a Pirineos o a Los Pirineos?

¿Me voypueden a esquiarencontrar a Pirineos ouna a Losextensa Pirineos? Los usuarios de este portal lista topónimos países que encontrar van desdeuna losextensa nombres Los de usuarios de estepor portal pueden listadede grandes capitales a los nombres de pueblos de reducido tamatopónimos por países que van desde los nombres de grandes capitales a comode espueblos el casodedereducido Ademuz, en Valencia. filosofía del losño, nombres tamaño, como es elLacaso de Ademuz, wiki, que lo diferencia de una página web tradicional, conen Valencia. La filosofía del wiki, que lo diferencia de una página web siste en que el usuario tiene la posibilidad de añadir datosdatos al tradicional, consiste en que el usuario tiene la posibilidad de añadir así,un unhabitante habitante Albalat dels Tarongers, podría inal cuadro, cuadro, así, dede Albalat dels Tarongers, podría introducir troducir su gentilicio siguiendo unos sencillos pasos a través su gentilicio siguiendo unos sencillos pasos a través de un editor de texto deque un se editor se que activa al pulsar enimagen: el enlace web activadeal texto pulsarweb en elque enlace señalamos en la que señalamos en la imagen:

Imagen 8. Topónimos en Wikilengua.

Imagen 8. Topónimos en Wikilengua

El portal de Toponimia no se limita a recopilar topónimos y gentilicios, sino que además aporta información sobre el uso correcto e El una portal de de Toponimia se limita recopilardificultades topónimosal inserta lista topónimosnoque puedena presentar y gentilicios, sino que además aporta información el hablante, con aclaraciones al respecto. Es lo que sucede consobre el artículo uso correcto e inserta una lista de topónimos que pueden presentar dificultades al hablante, con aclaraciones al respecto.

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Virginia González García

Es lo que sucede con el artículo que dedica, por ejemplo, al topónimo Pirineos11, en el que tras una explicación de los diferentes usos de la voz, con y sin artículo, termina recomendando «no omitir el artículo (escribir o decir, por ejemplo, a Pirineos en lugar de a los Pirineos) ni emplear la forma singular (el Pirineo) cuando queramos referirnos a la cordillera (los Pirineos)».

B) Portal de Terminología ¿Sabías que «wiki» viene del hawaiano «wiki wiki», que quiere decir ‘deprisa’?

El segundo portal con el que se encuentra el usuario de Wikilengua se centra en el campo de la Terminología. En este portal el usuario puede encontrar un valioso recurso, la Terminoteca, a través de la que se accede a Terminesp, banco de datos terminológico promovido por la Asociación Española de Terminología, desarrollado en colaboración con Fundéu. Esta base de datos terminológica trabaja con datos de la Asociación Española de Normalización y Certificación (aenor), entidad dedicada al desarrollo de la normalización y la certificación. Su objetivo es «proporcionar las definiciones dadas en las normas españolas une de varias decenas de miles de términos, con equivalencias en otras lenguas, cuando las hay, tal como aparecen en ellas, sin entrar en su posible corrección o incorrección técnica»12. El concepto de norma, en este caso, responde a un documento de aplicación voluntaria que contiene especificaciones técnicas basadas en los resultados de la experiencia y del desarrollo tecnológico. Las normas une (Una Norma Española) son normas en español de cuya elaboración se encarga aenor.

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Para que los usuarios puedan aportar información de otro tipo o disponer de ella, junto al término español, Terminesp presenta un enlace que permite crear una página en Wikilengua con el mismo título y añadir la información que se desee. A estas alturas el lector se preguntará qué relación tienen este tipo de normas con el uso de la lengua. Las bases de datos terminológicas del español se nutren  de diversos documentos entre los que se encuentran este tipo de normas, pues de ellas OBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS Y USOS … 287 se pueden obtener términos técnicos y científicos que facilitan   la tarea de un gran número de usuarios entre los que destaca especialmente el gremio de traductores. Será este grupo de usuarios, pues, el que mayor pueda encontrar en las a usuarios, pues, el que mayor interésinterés pueda encontrar en las consultas consultas a Terminesp. Terminesp. Aunque Terminesp ofrece cierta complejidad en uso, su uso, lo Aunque Terminesp ofrece cierta complejidad en su lo más más sencillo es directamente acudir directamente enlace lista dede sencillo es acudir al enlace al «Ver lista «Ver de entradas entradas de y buscar término que desea enconTerminesp» y Terminesp» buscar el término queeldesea encontrar. Veamos, por trar. Veamos, porde ejemplo el resultado de una búsqueda ejemplo el resultado una búsqueda del término «red conexa»,del que término «red conexa», que comentaremos a continuación: comentaremos a continuación:

Imagen 9. Terminesp en Wikipedia.

Imagen 9. Terminesp en Wikipedia

La búsqueda de «red conexa» ofrece como resultado un cuadro en el que se encuentra la norma UNE de la que se ha obtenido el término y sus correspondientes términos en alemán, inglés y francés seguidos de una definición. Estos son los idiomas que encontramos en este término, pero en otros casos aparece también la correspondencia en latín, italiano e

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Virginia González García

La búsqueda de «red conexa» ofrece como resultado un cuadro en el que se encuentra la norma une de la que se ha obtenido el término y sus correspondientes términos en alemán, inglés y francés seguidos de una definición. Estos son los idiomas que encontramos en este término, pero en otros casos aparece también la correspondencia en latín, italiano e incluso en sueco. Además de este valioso recurso para traductores, técnicos y científicos, el portal de Terminología se completa con dos páginas centradas, respectivamente, en el Léxico científico y en el Léxico informático. Los usuarios de estas páginas pueden encontrar artículos referidos al uso adecuado de términos tan dispares como desertización o código genético, en los que se informa sobre su uso y escritura. Así, por ejemplo, se recomienda escribir web en minúscula y en redonda13.

C) Portal de Gramática ¿Por qué puedo decir «a pesar mío» pero no «a mí pesar»?

El tercer portal de importancia de Wikilengua es el extensísimo Portal de Gramática. En él podemos encontrar diferentes secciones: «¿Cómo expresar?», dedicada a elementos de la gramática funcional; «Categorías gramaticales»; «Partes de la oración», «Categorías sintácticas» y «Casos concretos», en los que se analizan dificultades como el «dequeísmo» o «plurales dudosos». Los más curiosos pueden encontrar, además, un sinfín de artículos que tratan variados elementos gramaticales en el enlace Gramática, al que pueden acceder a través del índice en el que el usuario encontrará desde recomendaciones para evitar el leísmo, hasta una página dedicada al lenguaje no sexista.

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D) Portal de Ortografía ¿Disminuye la «líbido» o la «libido»?

El portal de Ortografía es, junto con el de Gramática, uno de los más desarrollados de Wikilengua. Además de las necesarias páginas de puntuación y acentuación, es interesante la página dedicada a ortotipografía: «Conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipográficos»14. En esta sección, agrupadas por áreas temáticas (Arte, Derecho, Historia, Medicina, etc.) se aporta una serie de normas dedicadas a la escritura correcta de diversos elementos como, por ejemplo, la escritura de las enfermedades o de los tiempos de marcas deportivas. Aunque cualquier usuario puede beneficiarse de esta sección, resulta especialmente útil para redactores periodísticos, traductores, correctores y editores. Por último, en este portal destaca la inclusión de un apartado dedicado a los problemas de ortografía que afectan a los hablantes seseantes.

E) Portal de personalidades El portal Personalidades posee un carácter principalmente enciclopédico y se centra en la aportación de datos acerca de autores cuyas aportaciones se consideran fundamentales en el ámbito de la Lingüística de todos los tiempos: Nebrija, Lázaro Carreter, Chomsky, etc.

F) Categorías Además de estos cinco portales descritos arriba, el usuario interesado y, principalmente, los profesionales de los medios de comunicación, disponen de otros apartados de interés a los que se puede acceder a través del índice general. 14



drae,

s.v. ortotipografía.

Lingüística de todos los tiempos: Nebrija, Lázaro Carreter, Chomsky, etc. F) Categorías

Además de estos cinco portales descritos arriba, el usuario interesado y, principalmente, los profesionales de los medios de comunicación, 334 disponen de otros apartados de interés a los que se puede González acceder aGarcía través Virginia del índice general.

Imagen 10. Índice general de Fundéu.

Imagen 10. Índice general de Fundéu

Las categorías de gramática y ortografía incluyen y completan los contenidos que se pueden encontrar en los portales especializados que se categorías de gramática y ortografía comhanLas descrito anteriormente. En la categoría Nombresincluyen propios, elyusuario pletan los contenidos que se pueden encontrar en los portales encontrará, además de un sinfín de topónimos y de indicaciones sobre uso, una lista deque los se gobernantes del mundo y la adaptación sus especializados han descrito anteriormente. En lade catenombres en español, precedida, en algunos casos, del nombre en de lengua goría Nombres propios, el usuario encontrará, además un vernácula de la transcripción de su pronunciación. sinfín de ytopónimos y de indicaciones sobre uso, una lista de los y GONZÁLEZ la adaptación de sus nombres 290 gobernantes del mundo VIRGINIA GARCÍA en español, seguida, en algunos casos, del nombre en lengua   vernácula y de la transcripción de su pronunciación.

Imagen 11. Ejemplo de listas de gobernantes en Wikipedia.

Imagen 11. Ejemplo de listas de gobernantes en Wikipedia

También desde el índice, nos encontramos con la categoría Léxico, de gran complejidad por la variedad de sus contenidos. En ella aparecen indicaciones para evitar falsos amigos (sobre todo entre el español y el

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También desde el índice, nos encontramos con la categoría Léxico, de gran complejidad por la variedad de sus contenidos. En ella aparecen indicaciones para evitar falsos amigos (sobre todo entre el español y el francés o el inglés); glosarios de diversos asuntos, tales como extranjerismos o acortamientos; un listado de palabras comodín de las que no se debe abusar, y un sinfín de artículos con recomendaciones para el uso correcto de las palabras. El usuario puede encontrar, por lo tanto, información que abarca desde el uso de nombres de animales como calificativos atribuidos a los humanos, clasificados por países (lechuzo, zángano, sanguijuela, etc.) hasta el nombre que reciben los seguidores de determinado equipo de fútbol (chés, bermellones, colchoneros, etc.). La categoría de Diseño, estrechamente ligada a la ortotipografía, ofrece especial interés para estudiantes, editores, traductores, periodistas, en fin, para todo aquel que tenga que presentar sus ideas o el resultado de su trabajo de forma escrita. En ella aparecen recomendaciones sobre la forma de citar las referencias bibliográficas, los diversos tipos de párrafo y cuándo evitar los saltos de línea, entre otras. La categoría Mundo de la lengua constituye una de las más innovadoras de Wikilengua, pues en ella se incluye un Atlas de la lengua oral, que tiene como objetivo registrar las formas de habla del mundo hispanohablante a partir de las contribuciones de los usuarios que, voluntariamente, graban su forma de hablar. Estas variedades de habla aparecen geolocalizadas en un mapa:

  OBRAS DE REFERENCIA PARA LAS NORMAS Y USOS … 336

 

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Imagen 12. Atlas de la lengua oral. Imagen 12. Atlas de la lengua oral

Por otro lado, los creadores del atlas lingüístico, invitan a sus usuarios a participar, sea cual sea su nivel sociolingüístico, aunque piensen que su Por otro lado, los creadores del atlas lingüístico invitan a habla no nivel estándar: suspertenece usuariosal a participar, sea cual sea su nivel sociolingüístico, aunque piensen que su habla no solo pertenece nivel estándar: …no dejes de añadir tu grabación porquealpiensas que hablas mal, o porque solo hablan así en la población donde estás, por pequeña …no dejes de añadir tu grabación solo porque piensas que hablas mal, que o porque solo hablan así en la población donde estás, por pequeña que sea, en sea, o porque mezclas acentos (por ejemplo, naciste en un sitio y vives o porque mezclas acentos (por ejemplo, naciste en un sitio y vives en otro, o un otro, o tus padres tienen diferentes orígenes), o porque formas parte de tus padres tienen 15 diferentes orígenes), o porque formas parte de un colectivo colectivo concreto. concreto15.

Para reflejar de manera más fidedigna el modo oral de la lengua, se Para reflejar de manera más fidedigna el modo oral de la permitelengua, y se sugiere a los usuarios que inserten grabaciones de tipo se permite y se sugiere a los usuarios que inserten graconversacional que intervengan dos más o quedos reflejen bacionesen delas tipo conversacional en olas quepersonas, intervengan o situaciones de habla concretas (saludos, invitaciones, etc.) que consideren más personas, o que reflejen situaciones de habla concretas peculiares de su zona. Esta magnífica iniciativa promete ser, con el tiempo, una valiosa fuente 15de información para estudios lingüísticos centrados en los más diversos aspectos: dialectológicos, de la modalidad oral, del español [20-01-2010]. coloquial, etc. Por otro lado, son indudables las aplicaciones que esta                                                              15

[20-01-2010].

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(saludos, invitaciones, etc.) que consideren peculiares de su zona. Esta magnífica iniciativa promete ser, con el tiempo, una valiosa fuente de información para estudios lingüísticos centrados en los más diversos aspectos: dialectológicos, de la modalidad oral, del español coloquial, etc. Por otro lado, son indudables las aplicaciones que esta plataforma tiene para la enseñanza de la entonación y de la pronunciación a estudiantes de ele (Español Lengua Extranjera).

G) Otras utilidades de Wikilengua Los múltiples artículos por los que hemos navegado en las páginas anteriores son, además, sazonados y completados con un gran número de enlaces externos a los que el usuario puede acudir para obtener información de primera mano o para ampliarla. En cada página, el usuario encontrará, igualmente, una serie de artículos propuestos, invitaciones a que su paso con Wikilengua no se quede en la mera consulta de contenidos sino que sirva para nutrir con sus conocimientos esta extensa plataforma. Así, por ejemplo, se invita al usuario a insertar información sobre la persona de Lázaro Carreter, el número gramatical o sobre sufijos toponímicos. El carácter colaborativo de este wiki no se reduce al uso individual que cualquier persona pueda hacer de él, sino que va más allá del ordenador doméstico o de nuestro puesto de trabajo y llega hasta las aulas, con interesantes propuestas para que los docentes de todos los niveles educativos dispongan de actividades didácticas a partir de la explotación de esta herramienta16. 16

Además de las recomendaciones que aparecen en la propia Wikilengua, los usuarios interesados pueden profundizar en sus aplicaciones docentes, con la lectura del artículo «Wikilengua: una nueva propuesta

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5.1.6. Otras utilidades de Fundéu La lista de correo Apuntes, moderada por Fundéu, constituye un foro de discusión para todos aquellos que manejan la lengua en sus quehaceres profesionales o para cualquier persona que tenga inquietudes o dudas lingüísticas. Los suscritos a esta lista envían sus preguntas o sus comentarios e intercambian información entre ellos. Por poner un ejemplo, hoy se han enviado varios correos de la lista, en uno de ellos se preguntaba si «en profundidad» es un anglicismo; en otro se preguntaba sobre la forma correcta: «¿soledad de compañía o soledad en compañía?» Para terminar con la descripción de este portal, Fundéu remite también a los más variados enlaces externos centrados en la lengua española y su uso, como la página que centra el siguiente apartado.

5.2. La página del idioma español (http://www.elcastellano.org) Esta página que comenzó a publicarse en 1996 está constituida por una revista digital cuyo núcleo principal es el uso de la lengua española en Internet y sigue gozando de la misma vitalidad con la que surgió en sus orígenes, hecho que hay que agradecerle a su editor, Ricardo Soca. Más que ante una página, nos encontramos, como en el caso anterior, ante un portal plagado de enlaces de lo más heterogéneo que nos llevan a recopilaciones de diccionarios en línea, artículos sobre aspectos gramaticales dificultosos, un directorio que recoge los principales periódicos en español, un diccionario botánico, etc. El navegante que decida sumergirse en las aguas de esta página puede estar seguro de que

para renovar las prácticas educativas», que aparece en el portal de educación de Argentina, Educar: .

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encontrará motivos más que suficientes para no abandonar la travesía. La aportación más interesante, por su originalidad y por su impecable carácter divulgativo, es, sin duda, «La Palabra del día»; en esta sección los usuarios pueden inscribirse para recibir, diariamente, un breve artículo cuya protagonista es la historia de una palabra española. Las últimas palabras enviadas, por ejemplo, son Haití, carpetovetónico, catarata y abracadabra. Se trata de textos extraídos de las obras de Ricardo Soca, La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras. Los usuarios suscritos a este servicio reciben periódicamente, también, un resumen de prensa que enlaza con diversos artículos de interés y que lleva como rótulo: Noticias del castellano.

5.3. Otras páginas de interés Son innumerables las páginas dedicadas al uso de la lengua española que deberían tener cabida en estas líneas. Sin embargo, este capítulo debe cerrarse con una invitación a navegar en ellas y descubrir las posibilidades ilimitadas de nuestra lengua y de las obras que giran en torno a ella. Nos limitaremos, por lo tanto, a presentar una selección de las páginas más interesantes que, en el hilo de las que hemos visto en los dos epígrafes anteriores, diseccionan, analizan, estudian y, por qué no, esculpen la lengua. • Página de José Antonio Millán, con apartados muy interesantes sobre la lengua y la edición en Internet: . • Página de Xose Castro, traductor e interprete de inglés. . • Página de José Ramón Morala, completo repertorio de diccionarios de español. .

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Virginia González García

6. Ejercicios A) Consulte el drae, en cualquiera de sus versiones, y explique por qué aparecen en entradas diferentes las siguientes voces: isabelino1, na. isabelino2, na. isabelino3, na. intercalar1 intercalar2 cardenal1 cardenal2

B) ¿Qué significan las siguientes abreviaturas del Acuda a la obra para consultarla, si tiene dudas.

drae?

1. En México, u. c. rur. 2. En Nicaragua, u. solo en part. 3. era u. 4. Era u. t. c. amb. 5. Estad. 6. E Ven. 7. Man. 8. t.

C) Busque en el drae cinco palabras que tengan marcas técnicas y otras cinco que posean marcas de nivel de uso o registro de habla. D) Busque una palabra en el drae y en el dea y escriba un pequeño comentario acerca de las semejanzas y diferencias entre las dos entradas lexicográficas. E) Consulte el Vademécum de la página web de Fundéu (http://www.fundeu.es/esurgente/lenguaes/) y señale a qué corresponden las siguientes abreviaturas: 1. s.v. 2. s.e.u.o. 3. cónfer. 4. v. gr. 5. óp. cit.

Obras de referencia para las normas y usos correctos del español

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F) Consulte el Vademécum de la página web de Fundéu (http://www.fundeu.es/esurgente/lenguaes/) y señale a qué corresponden las siguientes siglas: 1. aena 2. opa 3. uefa 4. csic 5. ele

G) Consulte Wikilengua (http://www.wikilengua.org) y encuentre, en el portal de gramática, cinco ejemplos de pleonasmo. Defina el fenómeno de pleonasmo a partir de los comentarios de este portal. H) Señale algún fenómeno que aparezca en la Nueva gramática de la lengua española que esté marcado geográficamente. Haga lo mismo con el dpd.

BLOQUE QUINTO:

ESTILÍSTICA Y LENGUAJE SOCIALMENTE CORRECTO

Capítulo 12

ATENUACIÓN, EUFEMISMOS Y LENGUAJE POLÍTICAMENTE CORRECTO Marta Albelda Marco Universitat de València

0. Introducción1 En este capítulo se tratan fenómenos de manipulación lingüística del significado, tales como la atenuación verbal, los eufemismos y el denominado lenguaje políticamente correcto. En primer lugar, se definen y se caracterizan; en segundo lugar, se presentan los mecanismos lingüísticos mediante los que se construyen; y finalmente, se señalan los problemas o consecuencias que provocan en la corrección y comprensión. Intuitivamente asociamos estos tres fenómenos a estrategias lingüísticas de suavización, camuflaje o encubrimiento. Tales potencialidades en la comunicación dan cuenta del poder del eufemismo, lo que ha despertado interés en numerosas disciplinas como la sociolingüística, la pragmática (en especial, desde el análisis del discurso), la retórica o la semántica. El tema que nos ocupa se enmarca en la esfera de intersección entre la lengua y la realidad social: el lenguaje no es solo un instrumento para transmitir conocimientos e informaciones, también es uno de los mayores cauces para la socialización y la negociación de intereses. A través de nuestras palabras reforzamos o debilitamos nuestros lazos sociales y 1



Agradezco sinceramente a Julia Sanmartín y a María Estellés los comentarios realizados a una versión anterior de este capítulo. Los errores que se pudieran encontrar son solo míos.

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Marta Albelda Marco

conseguimos cosas de los demás. Desde el punto de vista social, dos son los principales fines de estos fenómenos lingüísticos: cuidar la relación social con nuestros interlocutores y servirse del poder estratégico del lenguaje. Relacionado con lo anterior se encuentra la noción de imagen personal, trabajada en el campo de la Antropología y de la Sociología (Goffmann, 1967) y que da cuenta del deseo que tenemos las personas de ser respetadas y valoradas por nuestros interlocutores. Los seres humanos hemos desarrollado mecanismos de comportamiento, también a nivel comunicativo, para evitar las acciones que pueden llevar a perder imagen (total o parcialmente), bien como hablantes, bien como oyentes. Ejemplos de estos mecanismos son, por ejemplo, atenuar el rechazo a conceder lo que nos piden o suavizar una crítica. Asimismo, somos conscientes de que a través del lenguaje también realizamos acciones que mejoran nuestra imagen y la de los demás: felicitar, saludar, agradecer, alabar, hacer un cumplido, etc. También a nivel ideológico, especialmente desde la corriente del Análisis crítico del discurso (Dijk, 1985, 2003, por ejemplo), se estudia cómo el lenguaje transmite una determinada percepción del mundo, a veces más abiertamente y otras menos. Piénsese, por ejemplo en las ideas implícitas en enunciados como Era pobre pero honrado, o en Trabaja como un negro. No solo el contenido sino también el modo de expresarnos transmite quiénes somos, qué pensamos y cómo valoramos a los otros. En último lugar, hay que señalar la atención que han reclamado estos fenómenos lingüísticos por parte de la Semántica. La elección de determinadas formulaciones lingüísticas puede producir la manipulación de la propiedad significativa de las palabras y es motor de cambios semánticos (Del Teso, 1988; Roldán, 1998, 2003).

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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1. ¿Qué se entiende por atenuación, eufemismo y lenguaje políticamente correcto? La atenuación es un fenómeno más general y amplio que el eufemismo y el lenguaje políticamente correcto, aunque en un sentido laxo puedan identificarse. Atañe a la suavización de cualquier mensaje lingüístico con el fin de no herir la imagen del receptor, bien porque supone una intromisión en su territorio personal (por ejemplo, una petición o una prohibición), bien porque lo dicho atenta a su estima o prestigio público (por ejemplo, un reproche o una acusación) (Briz, 2007; Albelda, 2009). La atenuación reduce la fuerza impositiva de los actos de habla. Así, se puede suavizar, por ejemplo, la fuerza de un acto directivo (de acuerdo con la terminología de Searle, 1969), como una orden, una petición o una recriminación. Un enunciado como Dame fuego se atenuaría mediante su formulación en modalidad interrogativa y empleando un verbo modal, ¿Puedes darme fuego? También se puede minimizar la aserción del hablante restringiendo la expresión de las afirmaciones al ámbito de las creencias, de la posibilidad o de la perspectiva personal. Así, por ejemplo, una opinión sobre la que se está claramente convencido se puede expresar atenuada introduciendo me parece: Me parece que ese aparato de aire acondicionado es el perfecto para nuestra casa. Por su parte, el eufemismo afecta sobre todo al léxico (como se da por sentado en muchos de los trabajos sobre el tema: Gómez, 2005; Guitart, 2005; Martínez, 2006)2. De hecho, su función principal es la sustitución: el eufemismo reemplaza a otro término de referencia directa y que posee unas connotaciones que se desea aliviar, como la ofensa al buen gusto, la elusión de un tabú o la dureza de la realidad. Mientras que la atenuación es un mecanismo del que puede participar cual2



De ahí la utilidad de los diccionarios de eufemismos; véase, por ejemplo, Lechado (2000).

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Marta Albelda Marco

quier unidad lingüística en todos los niveles (entonativo, morfológico, sintáctico, etc.), el eufemismo es el resultado concreto de un proceso de sustitución léxica. Es más, las áreas de aplicación del fenómeno eufemístico son determinadas: se reducen a aquellos campos semánticos que revisten o reflejan, a ojos de una determinada cultura, una realidad considerada dura o tabuizada (enfermedades, muerte, defectos físicos, edad, supersticiones, sexualidad, etc.3: devolver por vomitar, desaparecer o faltar por morir, grueso o grande por gordo). El lenguaje políticamente correcto constituye una parcela del eufemismo, aquella que atañe a los aspectos de carácter social al servicio de una filosofía política: «lo tradicionalmente eufemístico se redefine con frecuencia, en la actualidad, con lo políticamente correcto» (Guitart, 2005: 47; véase también Roldán, 2003: 102-106). El lenguaje políticamente correcto nace en ee. uu. para reivindicar a partir de la lengua una igualdad en determinados grupos minoritarios. Su origen norteamericano persigue la denominada «discriminación positiva», que se propone reforzar las «minorías oprimidas» como mujeres, inmigrantes, discapacitados, etc. Para los defensores de este fenómeno, el lenguaje actúa como corrector de mentalidades discriminatorias: «mediante determinadas elecciones eufemísticas o políticamente correctas, lo que se persigue en el discurso político es llevar a cabo una reinterpretación de la realidad, bien transformándola o corrigiéndola, bien creándola de nuevo» (Guitart, 2005: 48). Alcanzar logros en el lenguaje supondría alcanzarlos también en el terreno político o social: los cambios en el uso del lenguaje comportarían cambios en la realidad. En suma, el lenguaje políticamente co-

3



La contrapartida del eufemismo es el disfemismo, proceso por el que se recurre a sustitutos para reforzar el concepto interdicto (Casas, 1986: 85-86): cualquier insulto constituiría un disfemismo, como por ejemplo, las expresiones peyorativas referidas a personas, como sudaca para sudamericano.

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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rrecto es una actitud, una reivindicación sociopolítica que se sirve frecuentemente del eufemismo para obtener sus fines. Los sectores sociales más afectados por el lenguaje políticamente correcto son los relativos a la economía (pobreza, esclavitud, hambre), a la guerra y al terrorismo, a la emigración, al nacionalismo, a la raza, al género y opción sexual, a la edad, a las discapacidades4. Son cada vez más abundantes las nuevas denominaciones en este terreno, que se van convirtiendo en cliché; un ejemplo clásico es la expresión países en vías de desarrollo para ‘países pobres’. Aunque resulta obvio, conviene subrayar que los tres procedimientos actúan en un terreno exclusivamente lingüístico. El referente de la realidad no se modifica por el hecho de atenuar lingüísticamente sus características; sin embargo, la percepción de esa realidad por parte de los hablantes sí se muestra modificada.

2. Formación y tipología de la atenuación lingüística La atenuación constituye una estrategia verbal dirigida a que nuestro mensaje sea mejor aceptado por el receptor, puesto que la forma de decir las cosas afecta al modo de recibirlas. Con la atenuación el hablante protege tanto la imagen del interlocutor como la suya propia, y en consecuencia, también se asegura que el mensaje transmitido sea más eficaz. Se recurrirá a los mecanismos de atenuación, sobre todo, cuando el mensaje suponga un coste para el receptor por con-

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Se suele integrar dentro del lenguaje políticamente correcto el lenguaje no sexista; en este caso, los mecanismos implicados van más allá del eufemismo y atienden a otros fenómenos no solo léxicos, sino también morfológicos y sintácticos. Véase, para más detalle, el capítulo 13 de este libro.

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Marta Albelda Marco

tener una carga negativa o porque puede dejar en entredicho la imagen del que habla. Así, por ejemplo, se tenderá a atenuar una petición que requiera un esfuerzo para la otra persona, una corrección, el desacuerdo, los juicios negativos hacia la conducta de los demás, la negación de un permiso, la aserción de opiniones que puedan resultar tajantes, etc. A diferencia de los eufemismos que, como se ha dicho, efectúan sustituciones terminológicas, los mecanismos de atenuación se dedican a reducir el grado de intensidad significativa expresado por las palabras y a rebajar la fuerza ilocutiva del enunciado en general, en ocasiones desfocalizando la referencia temporal o personal. En suma, la atenuación minimiza los inconvenientes de lo dicho, difumina la carga semántica de un término peyorativo. El recurso a la atenuación no es algo que se pueda establecer sistemáticamente, pues en última instancia dependerá de factores situacionales como la relación de mayor o menor familiaridad entre los interlocutores, la existencia o no de poder jerárquico entre estos, los objetivos comunicativos de la interacción, el género discursivo del que se trate, etc. No obstante, se pueden determinar los procedimientos lingüísticos que permiten atenuar. Desde un acercamiento amplio, los procedimientos de atenuación inciden en tres ámbitos lingüísticos: a) sobre palabras o ideas de connotación más fuerte; b) en actos de habla directivos, en tanto que suponen algún tipo de movilización de nuestro interlocutor; y c) en actos de habla asertivos, en especial los que expresan opiniones o juicios de valor, con el objeto de que el hablante no se muestre demasiado categórico (véase Briz, [coord.], 2008: 167-204). Conviene utilizarlos moderadamente y sin perjuicio de la claridad del mensaje.

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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2.1. Procedimientos para atenuar palabras o ideas de connotación más fuerte

1. Modificación mediante cuantificadores minimizadores (un poco, algo, algo así, solo, no mucho, simplemente, solamente), diminutivos o partículas que difuminan el significado pleno del término al que acompañan (como, o así, más o menos, aproximadamente): Solo te robaré unos minutitos para que me eches una mano Estáis un poco alterados hoy; vamos a intentar algo más de silencio No sé mucho sobre ese asunto (en lugar de No sé sobre ese asunto) Hoy estás como alterado, ¿qué te ha pasado el fin de semana? Estoy más o menos de acuerdo con usted; mi única objeción es… Han fallecido aproximadamente doscientas personas en el ataque

2. Lítotes: rodeos o expresión de las ideas a través de la negación de su contrario: Ya no sois jóvenes para estos trotes, en lugar de sois viejos No estoy plenamente satisfecho con tu trabajo, en lugar de estoy decepcionado con tu trabajo Los datos que me han pasado no son ciertos, en lugar de son falsos No digo que lo resultados sean malos, pero sí algo perjudiciales para nuestra empresa

Uno de los usos más frecuentes de la lítote es el caso en que se tiene que expresar la negación o el rechazo. La palabra no es una de las más evitadas cuando se pretende ser atenuado: A: ¿Estás de acuerdo con nuestras sugerencias? B: No del todo/ no exactamente/ no plenamente/ no lo veo muy del todo claro/ sí, pero… A: ¿Me podrías recoger con el coche cuando pases por mi casa? B: Me gustaría, pero no creo que hoy tenga suficiente tiempo, pero otro día seguro

2.2. Procedimientos para atenuar actos directivos Se trata de evitar cualquier fórmula directa de imposición en peticiones, ruegos, órdenes, preguntas directas, favores, instrucciones, prohibiciones, consejos, advertencias, recomendaciones.

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Marta Albelda Marco

3. Conjugación de los verbos en tiempos condicionales o imperfectos, en lugar del presente o del imperativo: Sería conveniente que escuchaseis con atención al conferenciante Interesaría estudiar el tema con más profundidad Yo que usted me pasaría dentro de dos semanas para ver en qué estado se encuentra Solo quería hacerle una corrección al último punto de su exposición Venía a pedirle si puede cambiarme el examen de fecha

4. Empleo de verbos y adverbios modales en las peticiones, sugerencias, advertencias: poder (en lugar de deber o tener que), querer, permitir, ¿te/le importaría?, ¿sería posible?, ¿cabría la posibilidad?, quizás, tal vez. En ocasiones, estos mecanismos de atenuación se combinan con conjugaciones verbales en condicional, imperfecto o futuro: Quisiera/ querría/ quería preguntarle dónde puedo inscribirme para el curso ¿Tendría un cigarrillo?/ ¿Tendrá, tal vez, un cigarrillo? ¿Serías tan amable de apagar el cigarrillo? Quizás puedas ayudarme con este ejercicio Tal vez no es el momento adecuado, pero te quería recordar que nos ha pedido el director que lo recojamos en el aeropuerto ¿Me deja/ me permite que le haga una pregunta? ¿Puedo pedirles un fuerte aplauso para la conferenciante?

5. Formulación de una petición mediante pregunta negativa o suponiendo la negación de lo solicitado: ¿No tendrá un cigarrillo?/ Supongo que no tendrá un cigarrillo Me imagino que no podrás llegar un poco antes para preparar la sala ¿No podría prestarme un bolígrafo? ¿Tú no tendrás un teléfono móvil a mano, verdad?

En este mismo sentido, otra forma de atenuar es incluir en la petición el potencial rechazo del interlocutor o expresar la improbabilidad de que se obtenga lo solicitado: por casualidad, acaso, en el caso de que puedas,¿sería muy difícil conseguir…?, ¿es imposible realizar...?, etc.:

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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En el caso de que te sobren unos minutos, dime y te haré unas preguntas Disculpa, por casualidad, ¿no tendrás fuego? ¿Sería posible que lleguemos todos puntuales? ¿Sería muy difícil cambiar la hora de salida para que llegue con tiempo? ¿Cabría alguna posibilidad de que nos preparen una sala más grande para la exposición? Entenderé que no sea posible, pero ¿podría volver a pensar en mi oferta?

6. Acompañar con una disculpa las peticiones, desacuerdos, prohibiciones, reconvenciones y, en general, cualquier acción que pueda resultar molesta al interlocutor: Perdona que te moleste/ perdona que te interrumpa un momento/ permítame que le pregunte/ disculpe si le distraigo/ perdone mi atrevimiento, pero ¿podría/s prestarme un poco de aceite?

7. Restricción de la petición mediante construcciones sintácticas condicionales o estructuras temporales, ofreciendo una mayor libertad de acción al interlocutor: Si no es mucha molestia/ si no es mucho problema/ si no te importa/ si no es mucho pedir Si se me permite/ si no es mucha indiscreción Si le parece bien/ si está de acuerdo/ si está al alcance de su mano/ si fuera tan amable Cuando pueda/ cuando (le) sea posible/ cuando tenga un momento En el caso de que le venga bien/ en el caso de que le surja la oportunidad Señores, si les parece oportuno, empezamos ya la reunión Si no te importa, ¿me vuelves a repetir tu número de nif?

2.3. Procedimientos para atenuar aserciones y opiniones En estos casos se busca eludir la responsabilidad del hablante respecto a lo que dice: apreciaciones o juicios sobre la persona o actuación del interlocutor, correcciones, desacuerdos, opiniones que puedan resultar radicales o divergentes con la mayoría, etc. 8. Expresión de las aserciones mediante estructuras de duda o de probabilidad como suponer, creer, pensar, parecer, imaginar, a lo mejor, tal vez, quizás, casi, seguramente, probablemente, no sé, no sé cómo decirle:

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Marta Albelda Marco Creo que la presencia de estudiantes en estas reuniones no es muy elevada. Tal vez valdría la pena darles facilidades para que puedan asistir, no sé, digo yo La situación económica no es muy boyante, probablemente no subirán los sueldos este año Me parece que eran diez y no ocho las personas que iban a venir, ¿no?

9. El empleo del verbo en tiempo futuro, en ocasiones, también puede transmitir la idea de probabilidad, suposición o conjetura, lo que suaviza la fuerza asertiva: Usted tendrá unos cuarenta años Imagino que estarán esperando a que llegue el profesor de esta aula, ¿es así?

10. Limitación de la aserción a un ámbito concreto, evitando la generalización a unas coordenadas espacio-temporales, a una determinada perspectiva de estudio, al ámbito de una opinión puramente personal (en mi opinión, a mi parecer, a mi juicio, a mi modo de ver, para mí, digo yo, dentro de lo que cabe): Dentro de lo que cabe, ha sido un año bueno para el Madrid A mi juicio es mejor poner cuatro conferencias cada día del congreso en vez de cinco El menú de este restaurante es mejor que el de aquel; al menos para mí Van a ser las peores lluvias del invierno, de acuerdo con las previsiones meteorológicas

11. Restricción de la aserción mediante estructuras condicionales que reducen la responsabilidad hacia la verdad de lo dicho: Si no recuerdo mal/ si no me equivoco/ si no me falla la memoria/ si estoy en lo cierto/ si he entendido correctamente Son sesenta euros lo que me debes, si no me fallan los cálculos Hoy acababa el plazo de matrícula, si no recuerdo mal

12. También se puede restringir la fuerza asertiva de los juicios mediante estructuras de contraste de significado concesivo (sí/no…, pero) Sí que tienes razón, pero no en todo lo que dices

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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No estoy seguro, pero creo que esa no es la mejor solución No está mal lo que dices, pero plantéalo ahora desde esta otra perspectiva…

13. Justificación de una opinión, de un desacuerdo o de una conducta desfavorable o molesta mediante conectores de causa (es que, porque, puesto que, como). De este modo se atribuyen las causas de lo hecho o dicho a motivos externos al que habla y que, con frecuencia, tendrán mayor apariencia de objetividad: Siento interrumpiros, pero es que nos van a cerrar el edificio Tenemos que terminar, pues ya es la hora/ puesto que ya es la hora No les puedo ayudar porque no tengo suficiente personal Como no me avisasteis del número exacto de gente, no he preparado copias suficientes

14. Evitar la referencia directa al propio hablante como origen de una opinión o de un juicio (este mismo recurso se puede emplear también para atenuar mandatos o instrucciones). Se pueden emplear diversos procedimientos: a) Impersonalización mediante el recurso a la segunda persona del singular o a la primera del plural, empleo de formas verbales impersonales, apelación a una institución o entidad que se representa o que se cita, uso de la forma se, del indefinido uno, etc.: Habría que fotocopiar los apuntes a doble cara/ Daría un buen resultado fotocopiar los apuntes a doble cara/ Quizás sea conveniente fotocopiar los apuntes a doble cara Seamos precavidos con la información que damos en la prensa Se ha de llegar puntual a clase Me dicen en mi Departamento que no firmarán el acuerdo si no se contrata a más personal

b) Introducción de un aserto mediante estructuras verbales que desplazan el origen de la enunciación a una causa externa y que indican que el hablante no es el responsable de lo dicho sino un mero transmisor (me temo que, me piden que les transmita, siento informarles de que, etc.):

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Marta Albelda Marco Me ha tocado comunicarles el veredicto del tribunal Me temo que habrá que ir acabando la reunión, se cierra ya la sala Me parece que tenemos que marcharnos ya Siento tener que informarles de estas tristes noticias Se ha cumplido ya el tiempo del que disponía para su presentación

c) Apelación al juicio de la mayoría, a lo que se suele decir o se da por hecho en el sentir común de una sociedad, a personas o fuentes de autoridad: según dicen, por lo que cuentan, dicen que, se dice, se comenta, la gente dice, por lo visto, al parecer, etc. Por lo visto, los estudiantes se han quejado del plan de estudios Por lo que he oído, le han contratado en una prometedora multinacional Han retirado su confianza en nosotros, según me informan Me dicen que le interesa conocer mejor nuestras ofertas Al parecer, somos los primeros en ventas

15. Empleo de partículas discursivas que inciden en la franqueza de lo dicho, apelan a una verdad objetiva y destacan que es algo normalmente compartido por los demás: la verdad, a decir verdad, sinceramente, en realidad, lo cierto es que: No estoy haciendo propaganda de nuestros productos, la verdad, pero sí debo destacar sus prestaciones Valencia cuenta con grandes ventajas para acoger America’s Cup, lo cierto es que tiene bastantes posibilidades No me sorprende que quieran reformar esa Ley, la verdad sea dicha, pues no contempla los problemas de bilingüismo de nuestra zona

16. Empleo de partículas discursivas del tipo bueno, vamos, hombre para atenuar la disconformidad con lo dicho por el otro interlocutor. A: No he encontrado esa colonia en las perfumerías, como me dijiste B: Bueno, sí que las hay, pero están en los grandes almacenes Lo que apunta, vamos, no es exactamente el mismo caso que le estoy diciendo, pero bueno A: Se está empezando a notar la reducción de la crisis financiera B: Hombre, yo no lo afirmaría con tanta seguridad

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

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3. Eufemismo y lenguaje políticamente correcto. Formación y tipología Trabajaremos bajo un mismo epígrafe los fenómenos del eufemismo y del lenguaje políticamente correcto puesto que, como se ha señalado en el apartado 1, consideramos este último como una determinada parcela del primero.

3.1. Caracterización del eufemismo y del lenguaje políticamente correcto (lpc) El eufemismo lingüístico constituye un proceso de sustitución léxica de un término interdicto mediante mecanismos asociativos semánticos o formales. El resultado es una palabra que, en principio, posee la misma denotación pero distinta connotación: se evita la concreción del término de referencia directa ofreciendo una voz o expresión alternativa de alcance más general, más vago o ambiguo. Dicho sustituto bien puede ser de nueva creación, bien puede ser un término o expresión ya existente en la lengua. Así, una palabra de nueva creación sería ¡diantre! por ¡demonio!, mientras que el empleo de bajas por muertos constituiría la sustitución de una palabra que se desea evitar por otra ya existente en la lengua. Veamos con un poco más de detalle algunos aspectos de la definición anterior: Sustituto léxico o eufemístico: hablando con propiedad, la palabra eufemismo designa el proceso lingüístico de sustitución, mientras que el resultado de dicho proceso se denomina sustituto eufemístico (Casas, 1986; Gómez, 2005). Disponemos de numerosos sustitutos eufemísticos lexicalizados (tercera edad por anciano, sanción pecuniaria por multa, incursión aérea por bombardeo), sin embargo, también se crean esporádicamente sustitutos que son válidos para un contexto determinado en el que desempeñan su función aliviante o suavizadora. A estos últimos, los llamaremos, de acuerdo con Casas (1986), usos eufemísticos. En este sentido, el eufemismo es considerado un fenómeno del discurso, pues es en cada contexto concreto donde ejerce dicha función. Piénsese, por ejemplo, en el término desaparecidos que, sin tratarse en sí de un sustituto eufemístico, podría funcionar como tal aplicado a los asesinados en una dictadura. También constituyen usos eu-

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Marta Albelda Marco femísticos las expresiones canalización e interconexión temporal de cuencas híbridas, recientemente empleadas para el trasvase del río Ebro. Término interdicto: en la lingüística francesa se denomina así a lo que, grosso modo, constituye un tabú lingüístico. La interdicción es el fenómeno por el que se evitan palabras que por diversas razones se considera mejor no emitir (por presión social o psicológica, supersticiones, corrección política, etc.). Los aspectos o contenidos tabú y los términos interdictos dependen en gran medida de las diversas culturas, de las épocas, de las modas, de las personas. En este sentido, el lenguaje políticamente correcto constituye un flujo de expresiones sustitutivas en determinadas áreas de interdicción sociopolítica. Mecanismos asociativos: la elección del sustituto eufemístico viene determinada por una asociación formal o semántica entre el término interdicto y el sustituto: si la asociación es formal, las sustituciones se realizarán por palabras semejantes (ya existentes o novedosas) en algún aspecto fónico, morfológico o sintáctico; si la asociación es semántica, se realizarán asociaciones de identidad (procesos metafóricos) o de contigüidad (procesos metonímicos) (Del Teso, 1988). Estas asociaciones se originan en los rasgos comunes que ambos elementos comparados poseen, de manera que se anulan las diferencias entre ellos y se da relevancia a lo coincidente. El término o expresión sustituta adquiere nuevos valores sin perder su valor originario, lo que también explica el valor contextual y discursivo del eufemismo, puesto que permanece parte de su significado primario.

Para caracterizar el lenguaje políticamente correcto (lpc), basta con someterlo a las reglas del eufemismo y asignarle su valor de herramienta al servicio del poder político (Guitart, 2005: 48). Dicho con otras palabras, el lpc no es más que una de las distintas funciones estratégicas que desempeña el eufemismo: trata de ejercer una tarea de corrección y mejora de la percepción de ciertas realidades en ámbitos de interés sociopolítico. Se proponen y se difunden ciertas formas del lenguaje en sustitución de otras más agresivas, ofensivas o, al menos, no prestigiosas, que, sin constituir acciones de corrección lingüística, lo son de corrección política5.

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Para una distinción entre corrección académica y corrección política en la lengua, véase Martínez (2006: 3-4).

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

359

En especial, y por herencia norteamericana, como se ha visto en el apartado 1, los sectores sobre los que se aplica con mayor resolución el lpc son ciertos ámbitos de la vida social, económica y política. Uno de los retos de esta corriente es corregir actitudes, sobre todo, en lo que afecta a la referencia a las personas. Así, por ejemplo, en relación con las denominaciones de raza o de procedencia geográfica, se ha ido imponiendo el término afroamericano para las personas de raza negra en ee. uu.; de esta manera se desfocaliza la atención a la raza para ponerla en el origen geográfico. Del mismo modo, se recomienda asiático en lugar de oriental, para eliminar la visión occidental como centro de denominaciones. También son numerosas las muestras de lpc para neutralizar anomalías en ámbitos de problemática social o educativa, en la alusión a deficiencias físicas o minusvalías: se emplea desfavorecidos o sin techo para referirse a pobres y vagabundos, diversificación curricular para educación de niños con retraso en el aprendizaje, insuficiencia acústica para sordera, o se alude a enfermedades por su nombre técnico y no por otros calificativos más directos: síndrome de Down o alteración cromosómica en lugar de deficiente. No podemos olvidar, por último, que el eufemismo, y con este, el lpc, es un recurso retórico, una estrategia lingüística que dirige el proceso de interpretación del receptor.

3.2. Procedimientos

lingüísticos para la formación de eufemis-

mos y lpc

Los procedimientos que se presentan a continuación se basan, en gran parte, en los propuestos por Casas (1986)6.

6



También se han tenido en cuenta los trabajos de Lechado (2000) Grijelmo (2001), Núñez Cabezas (2002) y Guitart (2005).

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Marta Albelda Marco

3.2.1. Nivel paralingüístico La entonación y los gestos que acompañan a un término o expresión con valor ofensivo o hiriente hacia el emisor pueden suavizarlo. Pensemos, por ejemplo, en un insulto (imbécil, cabrón) emitido en un tono cariñoso; o en el mismo insulto esbozado con una sonrisa o acompañado de un movimiento continuado de la cabeza en señal de resignación o condescendencia.

3.2.2. Nivel fonético En el nivel fonético disponemos de diversos mecanismos para crear eufemismos. Entre los más habituales se encuentra la modificación en algún fonema de la palabra que se desea evitar: jolín por joder; ¡miércoles! por ¡mierda!; diantre por demonio; leñe por leche; gilipuertas7 por gilipollas. Otros procedimientos fonéticos para el eufemismo son la reducción del término o expresión (ridi –ridículo; narco –narcotraficante; hacer un simpa –sin pagar) y la sustitución paronímica, esto es, de la palabra origen por otra fonéticamente afín que la suaviza: joroba por joder; ¡contra! por ¡coño!

3.2.3. Nivel morfológico Los mismos recursos que se emplean para la llamada formación de palabras, pueden servir de base al eufemismo: la derivación mediante sufijos o prefijos (taponcete –persona bajita; cabroncete; reajuste de precios, desaceleración económica, desempleado) y la composición (Tercermundo como alternativa a países pobres). También, como señala Casas (1986),

7



Este eufemismo, además, como otros muchos, está registrado en el drae y marcado como tal: «adjetivo coloquial eufemístico de gilí».

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

361

en ocasiones, el cambio de género flexivo puede suavizar las expresiones (ir de coña; ser una pájara).

3.2.4. Nivel sintáctico A nivel sintáctico, Casas recoge mecanismos como la omisión de parte de la palabra o expresión interdictiva (irse a la m –irse a la mierda) y la elipsis o elusión contextual de parte de la expresión considerada ofensiva. También disponemos de fórmulas eufemísticas, aposiciones ritualizadas que reparan una expresión más fuerte; con perdón es la más frecuente: es un cagón, con perdón. Por último, está la agrupación sintagmática de palabras, donde «el vocablo interdicto es acompañado por otras palabras que pretenden alejar a este de su significado impuro» (Casas, 1986: 158); Casas recoge el sintagma amiga de turno, para prostituta; piénsese también en expresiones como guerra humanitaria, bombas inteligentes, ataques selectivos, mentira piadosa, etc.

3.2.5. Nivel léxico Es en los niveles léxico y semántico donde se crea el mayor número de eufemismos. El procedimiento léxico consiste en la sustitución de unos vocablos por otros que, de alguna manera, velan su valor significativo o representan mayor prestigio social: invidente para ciego, desestimar para rechazar, correctivo para castigo, defección para traición, regiones deprimidas por pobres. Dichas sustituciones pueden ser de varios tipos; los más recurrentes son: a) el empleo de extranjerismos, como baby-sitter (niñera); mobbing (acoso laboral); outlet (saldos); doping (consumo de drogas) b) el uso de cultismos, como beodo (borracho); servicio, inodoro (váter); alopecia (calvicie); recluso (preso); uni-

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Marta Albelda Marco

dad castrense (prisión militar); ablación (mutilación); eutanasia (suicidio asistido) c) tecnicismos y jergalismos, especialmente en los nombres de profesiones: administrativo (secretario); comercial (vendedor); constructor (albañil); funcionario de prisiones (carcelero); geriátrico (asilo de ancianos); casa hogar (orfanato); centro penitenciario (cárcel); caballo (heroína); congelar salarios (fijarlos, paralizarlos); contravención (delito).

3.2.6. Nivel semántico En la creación de eufemismos se puede recurrir a diversas relaciones de significado vinculadas a fenómenos retóricos. Gran fuente de eufemismos es la recurrencia a la metáfora (pérdida o descanso para muerte; servicio de inteligencia para espionaje; capital humano para trabajadores; limpieza étnica para genocidio; tercera edad para vejez; bloquear la justicia para hacer trampa)8 y a la metonimia y la sinécdoque (canas por persona mayor; grises por policías; brote en lugar de epidemia; daños colaterales por víctimas civiles; bajas por muertos; grupo armado por banda terrorista: estar ciego por borracho; salir a la calle por manifestarse o protestar). En la sinécdoque se toma una parte por el todo: en el empleo de brote por epidemia, se destaca solo una de las fases de una epidemia, la más incipiente y menor en cuanto extensión, lo que puede lograr silenciar el alarmismo.

8



Obsérvese la riqueza de la metáfora en los eufemismos a partir de algunas de las creaciones metafóricas que Casas (1986: 220-232) recoge para prostituta: mujer de vida alegre, moza de rumbos, estrella errante, columpiadora del bolso, cantonera, mujer barata, raposa, golondrina, destajera de Venus, sacerdotisa de Venus, azafata, trotera, profesional de la calle, universitaria, etc.

Atenuación, eufemismos y lenguaje políticamente correcto

363

La metáfora y la metonimia están en la base de otros muchos procedimientos eufemísticos, como la antonomasia o personificación y la antífrasis. En la antonomasia se recurre a la cualidad de una entidad para referirse a toda ella; suele ser frecuente el empleo de un nombre propio al que se le atribuye en grado sumo la característica que se quiere evitar expresar: ser un pequeño Hitler para aludir a un tirano. Por su parte, la antífrasis supone el uso de una expresión para significar lo contrario: muchas veces se trata de la combinación de dos vocablos que se contraponen, como guerra humanitaria o ejército de pacificación. Otro recurso semántico eufemístico son las lítotes, fórmulas negativas que evitan la palabra afirmativa de carga peyorativa: no apto para suspenso; sin papeles o los sin derecho para inmigrantes indocumentados; desempleo para paro; faltar a la verdad para mentir. Las perífrasis y circunloquios constituyen un mecanismo eufemístico de alta productividad: se esquiva la expresión directa acudiendo a un rodeo que alude a alguna de sus características. Algunos ejemplos son: asentamientos de vivienda precaria (chabolas); persona de movilidad reducida (tullido); residuos sólidos urbanos (basura); apoyo aéreo (bombardeo); conflicto armado o acción militar (guerra); país en vías de desarrollo (país pobre); tráfico de influencias (soborno); etc.9. Por último, son también muy recurrentes entre los eufemismos los términos genéricos, que evitan la concreción. En la actualidad española son abundantes todos aquellos relacionados con el ámbito de la inmigración, de los que se hacen abundante eco los medios de comunicación: en lugar de hablar de acciones específicas como ‘legalizar’ se dice regularizar; se emplea el término extranjero cuando en realidad

9



En las perífrasis y circunloquios se une al mecanismo semántico, otro de tipo formal, puesto que la unidad de origen se sustituye por otra más compleja sintácticamente.

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Marta Albelda Marco

se refieren al específico ‘inmigrante’. Dentro de los términos genéricos se incluyen las palabras comodín —términos recurrentes, vacíos de contenido preciso— y las expresiones deícticas que se pueden aplicar a infinidad de referentes (eso, ello, cosa, hecho, asunto, temática, conflicto, entorno, espacio), que poseen una amplia intensión significativa: piénsese en el empleo del término acción para referirse a ‘ataque’, ‘bombardeo’, ‘guerra’, ‘batalla’.

4. Consecuencias Llegados a este punto, resultaría innecesario preguntarse si es lo mismo decir ‘despido’ o reajuste de plantilla, ‘países depauperados’ o economía emergente. Las denuncias al eufemismo como escamoteo y camuflaje de la realidad, hipocresía social o cosmética verbal constituyen ya un tema clásico no solo entre lingüistas sino también entre periodistas, sociólogos o, sin ir más lejos, entre cualquier usuario de la lengua, que por algo es patrimonio de todos. A decir verdad, si el eufemismo es cínico, no es esta una consecuencia accidental e involuntaria de dicho mecanismo lingüístico, sino precisamente en muchos contextos su objetivo principal, su razón de ser. Más inquietante resulta la denuncia cuando lo que se destaca es el papel manipulador del eufemismo: ¿verdaderamente hay manipulación?, ¿dónde se encuentra? Sin adentrarnos profundamente en este punto, sobre el que ya se ha hablado en otros trabajos cumplidamente y que más tiene que ver con la ética, recogeremos solo unas citas de autoridad que lo evidencian: Los sustitutos eufemísticos conllevan una percepción concreta de la realidad que puede influir en la percepción del receptor y, por tanto, filtrar su pensamiento (Guitart, 2005: 271).

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«Estas expresiones del lenguaje políticamente correcto ya no son populares ni tienen un fin terapéutico: se urden, diseñan y preparan en gabinetes y centros de información y propaganda, para facturarlos luego a los medios de difusión a través de las agencias de prensa» (Martínez, 2006: 3). «Los problemas sociales se arreglan en parte con soluciones lingüísticas» (Morant, 2007: 101). «Quien logra dar nombre a una idea, empieza ya a dominarla. Es éste un principio que conocen bien los grupos económicos, jurídicos, sociales o políticos. […] El lenguaje de los medios de comunicación está repleto ya de nociones adulteradas que tienden a edulcorar la realidad y a favorecer los más diversos intereses» (Grijelmo, 2008: 528-529). El eufemismo sirve para limar las asperezas de la lengua, con todo, son como las tijeras. Su bondad depende del uso que se les dé: «si los usas de forma inmoral, en lugar de facilitar la comunicación aumentas la confusión» (José Antonio Pascual, ápud Rodríguez Marcos, 2008).

La filtración del pensamiento, la influencia de los medios de comunicación a través del uso del lenguaje o el deseo de cambiar la realidad mediante las palabras son consecuencias perseguidas cuando se emplea el eufemismo, pero también, desde luego, forman parte del poder que en sí posee el lenguaje como instrumento de comunicación. Conviene, no obstante, ser conscientes de que el poder manipulador del lenguaje se puede ver suspendido por el peso que ejerce la rutina en el empleo de algunas expresiones, de modo que se perdería la conciencia crítica sobre su valor eufemístico. A continuación, repasaremos qué consecuencias deja el eufemismo en el terreno comunicativo (puede oscurecer la claridad informativa), en el terreno lingüístico (impropiedad semántica y neología) y en el terreno social (¿coincide con el lenguaje no discriminatorio?). Por último, aludiremos a algunas recomendaciones que señalan los libros de estilo de los medios de comunicación respecto a su uso.

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Marta Albelda Marco

4.1. Claridad informativa Desde una óptica comunicativa, el principal problema del eufemismo es la potencial reducción de claridad expresiva y, por tanto, la incomprensión por parte del receptor. El emisor pretende que el sustituto eufemístico ejerza como sinónimo, pero no siempre tiene garantizada su interpretación por el que lo recibe. El margen de interpretación de los eufemismos suele ser muy amplio debido a sus propias características de creación: bien por la generalización o vaguedad, bien por el oscurecimiento del significado que suponen las palabras elegidas o bien por el empleo de mecanismos de indirección que distraen la atención de la realidad a que el término real apunta. En este sentido, señala Del Teso (1988: 199) que mediante esta indeterminación semántica, «el emisor designa la experiencia vitanda repartiendo su responsabilidad con el receptor». Las autoridades académicas no señalan recomendaciones específicas sobre el uso del eufemismo; si bien, los libros de estilo de los medios de comunicación y otras muchas autoridades lingüísticas advierten de que puede suponer un vicio de estilo y constituir un obstáculo en la comunicación. Se considera un buen valor comunicativo la simplicidad en la expresión, que lleva aparejada la claridad expositiva y sencillez discursiva: que las palabras transparenten la realidad. M.ª Elena Gómez (2005: 322-323), como experta del eufemismo en los medios de comunicación, clasifica en seis niveles la dificultad comprensiva que puede comportar el eufemismo. Estos criterios se establecen con respecto al texto informativo periodístico, pero pueden aplicarse a la comprensión del eufemismo en general. Su graduación, de menos a más, se relaciona con el mayor distanciamiento formal: 1. Perífrasis y circunloquios: rodeos que atenúan levemente la realidad designada (residencia de la tercera edad por asilo; persona de color por negro).

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2. Lítotes: negación del término de significado contrario al que se quiere expresar (no cierto para falso; definir algo de poco inteligente, cuando en realidad se considera mediocre). 3. Eufemismos lexicalizados: aquellos que se han fosilizado como tales y que, en general, todo el mundo ha asumido su significado (dar a luz para parir; interrupción voluntaria del embarazo para aborto). Señala, sin embargo, Gómez, que su uso frecuente puede facilitar la interpretación, incluso su desgaste en el uso podría convertirlos en nuevos términos de interdicción, es decir, designarían de forma directa la realidad que en un principio pretendían evitar. 4. Términos marcados tipográficamente en la escritura (comillas o cursiva, por ejemplo); en la oralidad, mediante recursos paralingüísticos o gestuales. La marca advierte del uso eufemístico al receptor (o al menos del uso no literal), pero al mismo tiempo se descarga la interpretación en el receptor. 5. Casos en que la distancia del eufemismo respecto a la realidad es grande y el receptor debe acudir al contexto para desentrañar su sentido: hostilidades para bombardeos, extranjeros desplazados para hablar de inmigrantes. 6. Omisión del término interdicto o dificultad en la conexión de ideas entre la realidad designada y la expresada debido al alto grado de vaguedad del término empleado o distanciamiento entre ellas. Es el caso de los golpes de estado en el siglo xix español denominados simplemente como pronunciamientos. Véase otro ejemplo en el contexto del terrorismo cuando se habla de normalización política, para referirse a acabar con los atentados. Hay que tener en cuenta que también se recurre al eufemismo con frecuencia como sinónimo referencial, esto es, para proporcionar variedad léxica y estilística al discurso y no re-

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Marta Albelda Marco

petir otras expresiones (Gómez, 2005: 32). Siendo esta ahora la finalidad primordial del uso del eufemismo, no se puede obviar que mientras sea un eufemismo no expresará una realidad idéntica a la del término sustituido, sino una realidad rebajada o suavizada, pues justamente por ello se acude a un eufemismo y no a cualquier otro sinónimo «neutro». Lo mismo puede decirse del eufemismo motivado por deseo de creatividad e innovación en un discurso, aquel que busca la expresividad o pretende llamar la atención: también puede disminuir la claridad informativa. Se emplea en estos casos para desautomatizar y designar realidades de forma distinta a la que habitualmente estamos acostumbrados. En consecuencia, se destaca solo un ángulo del todo al que refieren y no se designa la realidad completa.

4.2. La impropiedad semántica y el desgaste del significado El eufemismo y el lpc propugnan la sustitución de lo presuntamente ofensivo o de lo políticamente incorrecto por denominaciones inéditas y neológicas, tanto formales como semánticas. La neología implica la creación de nuevos lexemas, pero también de nuevos significados para lexemas ya existentes. Siendo la dinamicidad y el cambio propiedades inherentes a la lengua, esto no exime de la prudencia y responsabilidad que exige el uso de neologismos. La novedad semántica que provoca el eufemismo implica, a su vez, la llamada impropiedad semántica, un «sutil deslizamiento de la referencia habitual del signo hacia la designación de nuevas realidades» (Del Teso, 1988: 197). Lingüistas y filósofos del lenguaje explican esta impropiedad como una manipulación del significado y de la verdad (en el sentido lingüístico) que ocasiona desviaciones del código lingüístico y puede destruir la comunicación (Roldán, 1998: 427-428). El eufemismo modifica el significado del término sustituido, y cuando se acumulan usos semánticamente impropios se

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produce un cambio semántico. Como apunta Del Teso (1988: 203), el «eufemismo es ocasión próxima del cambio semántico». Se entiende así que se llegue a su desgaste semántico o expresivo: la frecuencia de uso, su extensión u oficialidad deteriorará, entonces, la función balsámica del eufemismo y este acabará «perdiendo (total o parcialmente) su valor encubridor o atenuador» (Gómez, 2005: 314). El término retrete, que designaba en su momento un lugar retirado de la casa, se empezó a utilizar como eufemismo. Sin embargo, con el tiempo, el desgaste semántico y la pérdida del valor eufemístico han supuesto su nuevo reemplazamiento por otros eufemismos como servicio o baño. También la expresión estar en coma, en principio alude figuradamente (y, por tanto, indirectamente) al estado de parálisis temporal de funciones cerebrales, pero su ya asentado uso refleja ahora claramente la realidad a la que designa; habría que acudir, pues, a otras expresiones para proceder de nuevo al eufemismo (estado vegetativo, por ejemplo). Lo dicho anteriormente muestra cómo la lengua se encuentra en constante actividad eufemística, las palabras se van sustituyendo unas a otras al decolorarse expresivamente: aquellas que aludían de manera indirecta o vaga a una realidad, por el desgaste pueden transparentar el aspecto negativo que se pretendía encubrir y, por tanto, se echará mano de otras alusiones que de nuevo enmascaren la realidad. Como señala Casado Velarde (1992: 23), «el ‘logos objetivo’ de la realidad termina imponiéndose, o sea, haciéndose patente, a la percepción de los hablantes».

4.3. Lenguaje

no discriminatorio y

Lenguaje

políticamente co-

rrecto

A partir de la siguiente reflexión de Morant (2007) sobre el vamos matizar este fenómeno sociolingüístico para distinguirlo del lenguaje no discriminatorio: lpc,

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Marta Albelda Marco Esta corriente [el lpc], entre cuyos seguidores se encuentran las feministas, los ecologistas, los políticos, los defensores de minorías y los medios de comunicación, es valorada de distinta manera. Para unos, es positiva en tanto que elimina una serie de expresiones y vocablos ofensivos y realiza una renovación lingüística con el fin de conseguir la igualdad social de ciertos colectivos tradicionalmente estigmatizados. Otros, en cambio, rechazan lo que para ellos es una imposición del lenguaje no discriminatorio, al menos por dos razones. Primero, porque consideran que la eliminación de ciertos términos y la redenominación no solucionan las desigualdades sociales, como indica Eco (2004): «Si se decide llamar a las personas que van en silla de ruedas ya no minusválidos, sino discapaces o “capaces de otra forma”, pero después no se les construye rampas de acceso a los lugares públicos, evidentemente, se obvia hipócritamente la palabra, pero no el problema». En segundo lugar, porque creen que es una especie de censura lingüística (Morant, 2007: 102-103).

Sin pretender conciliar las dos posturas, a favor y en contra de la justa función del lpc, podemos distinguir dos tipos de expresiones en este fenómeno del eufemismo y del lpc. Por un lado, están aquellas que han ido cargándose de una connotación peyorativa en una determinada cultura lingüística y que se sustituyen por otras que no transmiten dicha marca discriminatoria (véase abajo, ejemplos de 1) y, por otro lado, existen otras que se ligan a intereses políticos y sociales, en los que el término origen (el sustituido) no contiene un matiz discriminatorio, sino que desvía la atención de la realidad, orientando hacia otra interpretación (ejemplos de 2). Proponemos, entonces, considerar al primer tipo lenguaje no discriminatorio y al segundo lenguaje políticamente correcto: (1) enfermo de tuberculosis (en lugar de tuberculoso), discapacitado (por minusválido o deficiente), impedido o paralítico (en lugar de tullido), gay (en lugar de maricón), persona de color (por negro/a, negrito/a). Asimismo, se ha extendido en el uso una serie de expresiones que, aunque están automatizadas en la lengua, contienen una carga peyorativa: estar hecho un gitano, hacer una judiada, engañar como a un chino, hacer el indio, ser mujer de mala vida, terrorismo islamista (por movimiento terrorista), clase baja (que denota una visión de la sociedad en clases, desde la perspectiva del que se encuentra en una posición superior), etc. (2) violencia callejera, terrorismo de baja intensidad, impuesto revolucionario (por extorsión), tregua (en eta), reajuste de precios (por subida de precios), solución bélica, solución de fuerza o solución militar (para guerra,

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Gómez 2006: 719), limpieza étnica (por genocidio), incursiones aéreas (por bombardeos), crecimiento cero, que como señala Grijelmo (2008: 533) es una contradicción de términos, «¿cómo puede algo crecer y al mismo tiempo no crecer?, ¿cómo se puede crecer cero?».

El lenguaje no discriminatorio atenderá a la corrección o paliación de todas aquellas connotaciones peyorativas de la realidad expresada (racistas, xenófobas, ofensivas a la dignidad personal, etc.), dependiendo del entorno cultural y del significado asentado en una cultura. Las expresiones discriminatorias se sustituyen por otras más neutras, puesto que proyectan un visión negativa (y en términos sociales, injusta) de una realidad10. Por su parte, se considerará lenguaje políticamente correcto a aquel reivindicado desde determinados colectivos y apoyado por movimientos políticos y sociales como herramienta para respaldar sus fines y proyectar una visión de la realidad.

4.4. Los libros de estilo en el periodismo Conviene mostrar qué postura toman los libros de estilo al respecto, puesto que son los medios de comunicación los principales usuarios y difusores del eufemismo. ¿Son los periodistas los creadores de los eufemismos? Según el presidente de la agencia Efe, Álex Grijelmo (2008: 528529), no; los periodistas trasladan «al pie de la letra el lenguaje de los políticos, los economistas, los sindicalistas, los terroristas […]. Los periodistas han sucumbido, han perdido el poder de dar nombre a las cosas y han entrado en el juegos de quienes pretendieron edulcorar la realidad para ajustarla mejor a sus intereses». Son, en definitiva, agentes mediáticos, que se encuentran en una situación comprometida: están vendidos, se deben a sus fuentes y a sus lectores (Gómez, 2005).

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Véanse, también, en este sentido las recomendaciones sugeridas por Guerrero (2008: 286-287).

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A pesar de la patente presencia de eufemismos en los medios de comunicación, los libros de estilo denuncian su empleo y lo condenan para sus productos. Así, por ejemplo, el Libro de estilo de Abc señala en el apartado dedicado a la precisión: «evítense eufemismos innecesarios» (2001: 163). También su homólogo de El País (2002): §2.3. Los periodistas deben cuidar de llamar a las cosas por su nombre, sin caer en los eufemismos impuestos por determinados colectivos. Así, por ejemplo, el «impuesto revolucionario» debe ser denominado extorsión económica, al «reajuste de precios» deberá llamársele subida, y nunca una policía «tuvo que» utilizar medios antidisturbios, sino que, simplemente, «los utilizó».

Las cadenas televisivas también desaconsejan su empleo: La jerga y la palabrería constituyen la principal causa de una escritura poco económica. La jerga son los tecnicismos vinculados a una profesión que se emplean aun cuando no sea pertinente. En Canal 22 se debe evitar el uso de tecnicismos televisivos cuando no sean necesarios. La jerga también se refiere a la sustitución de una frase familiar con un eufemismo, por ejemplo: la sensación de escasez monetaria, en lugar de pobreza. Frente al empleo de eufemismos, en Canal 22 preferiremos el uso de términos directos (Manual de estilo canal 22).

Obsérvense, finalmente, a través de algunas recomendaciones concretas del Manual del español urgente (Agencia Efe, 1990), cómo los libros de estilo detectan los concretos eufemismos y los reprueban: Acción armada: evítese este eufemismo cuando se está hablando de un atentado terrorista. Centro penitenciario: evítese este eufemismo cuando nos referimos a la cárcel. Interno: evítese este eufemismo cuando nos referimos a aquellas personas que están en la cárcel. Digamos en este caso preso o recluso. Negro: evítense eufemismos tales como persona de color, de piel oscura, moreno.

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5. Conclusiones No podemos acabar este capítulo sino de forma positiva. El origen del eufemismo es optimista: eu-, prefijo griego que significa ‘bien’, pheme, ‘hablar bien’. Este mecanismo se origina por una funcionalidad comunicativa, la de aliviar las connotaciones de un término directo (Roldán, 2003). La atenuación, el eufemismo y el lpc son mecanismos lingüísticos que muestran la potencialidad del lenguaje. En consecuencia, en este capítulo no solo se ha pretendido describir cómo funcionan y en qué consiste su valor estratégico, sino que también se ha querido mostrar la necesidad de aprovechar las posibilidades que la lengua ofrece para relacionarnos con el mundo y con los demás. De los tres procedimientos lingüísticos estudiados, la atenuación es, sin duda, el de mayor alcance en el ámbito de los mensajes. Así como el eufemismo y el lpc se ciñen a una parte del contenido proposicional, aminorándola, la atenuación puede afectar a la carga intencional de todo un enunciado o mensaje lingüístico, puesto que incide sobre la fuerza ilocutiva del acto de habla: lo que era una aserción rotunda se convierte en una opinión suavizada, lo que era un imperativo se expresa como sugerencia o consejo, o lo que se esperaba como compromiso del hablante con lo dicho se formula como ajeno a la responsabilidad del que lo expresa. En cuanto al eufemismo y al lpc, su incidencia se ejerce primariamente a nivel semántico, con el fin de orientar hacia una determinada percepción del referente designado. Las actitudes de denuncia hacia estos dos mecanismos, a las que estamos acostumbrados, son válidas siempre y cuando se tenga en cuenta que el problema está en cómo se hace uso de ellos y no en la propia capacidad de permitir tal rendimiento de las palabras. Mientras se asegure la claridad informativa, se respete la propiedad semántica y, sobre todo, sirva para evitar un lenguaje discriminatorio, parece que el eufemismo puede cumplir una buena función. En especial, conviene ser

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prudentes en su uso cuando la comunicación tiene lugar en ámbitos de mayor impacto público como la política, los medios de comunicación o la Administración.

6. Lecturas recomendadas 1. Desde una aproximación más lingüístico-periodística: Gómez Sánchez, María Elena (2005): «Los sustitutos eufemísticos y la claridad del texto informativo», en Estudios sobre el mensaje periodístico, 11, 309-327. Grijelmo, Álex (2008 [1997]): «Los eufemismos», El estilo del periodista. Madrid, Taurus, 16ª ed., 528-544.

2. Desde una aproximación más lingüístico-semántica: Teso, Enrique del (1988): «Cambio semántico, impropiedad y eufemismo», Verba, 15, 183-204.

3. Desde una aproximación más lingüístico-pragmática: Briz Gómez, Antonio (2007): «Para un análisis semántico, pragmático y sociopragmático de la cortesía atenuadora en España y América», Lingüística Española Actual, 29/1, 5-40.

4. Desde una aproximación más retórica: Briz Gómez, Antonio (2008) (coord.): «Imagen personal y cortesía al hablar. Las relaciones con los interlocutores», Saber hablar, Madrid, Aguilar, 197204 (capítulo 6).

7. Ejercicios de análisis y reflexión A) Identifique los distintos mecanismos atenuantes de estos enunciados de acuerdo con los procedimientos de formación descritos en el apartado 2 y señale sobre cuál de los tres ámbitos de actuación incide: I. sobre palabras o ideas de connotación más fuerte

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II. sobre actos de habla directivos, reduciendo la petición, prohibición o imposición hacia el interlocutor III. en actos de habla asertivos, al expresar opiniones o valoraciones en las que se evita ser tajante o categórico 1. Un padre a sus hijas: Limpiad un poco esas migas que habéis dejado

2. Una testigo declarando (delante de los acusados): Parece que los ladrones andaban como un poco drogados

3. En una entrevista a una ciudadana venezolana: A: ¿y por qué la gente está tan descontenta? B: yo creo que lo que principalmente está afectando a todos los venezolanos en general es que acá nadie quiere tomar una decisión.

4. En una conversación entre amigos: A: han puesto en el edificio un sistema de electricidad para mejor el ahorro de energía. B: sí, eso se ve que va muy bien para el aire acondicionado y la calefacción

5. En una agencia de viajes: Me quería ir a Turquía de vacaciones, con la familia, y era por ver si podía saber qué posibilidades hay de fechas y de precios.

6. Un amigo a otro en una tienda de ropa: A lo mejor te quedaría más encajado si cogieras una talla más.

7. En una conversación entre vecinas: Y lotería, ¿qué? ¿me vais a querer comprar o qué?

8. Una profesora a un estudiante en una clase de Medicina: A: ¿Quién podría explicar por qué ha sucedido esta reacción alérgica? B: (…) A: Es una buena respuesta, pero todavía se podría apuntalar más hacia el núcleo de la causa.

B) Identifique el término o expresión eufemística en cada uno de estos enunciados y proponga una alternativa de referencia directa: 1. En los centros geriátricos de nuestra Comunidad son cada vez más numerosos los casos de enfermedades neurodegenerativas en la tercera edad.

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2. El empleo de armas químicas en la última ofensiva de los aliados del Norte ha causado alrededor de quinientas bajas en la población civil. 3. El presupuesto dedicado a coberturas de desempleo ha evolucionado llamativamente en los últimos meses debido a las racionalizaciones económicas efectuadas por las empresas del país. 4. En la reunión de los líderes de Valencia, Murcia y Aragón se ha tratado sobre las actuaciones de emergencia para la conexión de redes de las cuencas del Ebro.

C) A partir del siguiente artículo periodístico, discútase o preséntense argumentos a favor de si se trata de una propuesta políticamente correcta o una manifestación de lenguaje no discriminatorio, tal y como se ha distinguido en el apartado 4.3. Demencia, un término a olvidar del léxico médico NEUROLOGÍA. El Mundo (17 de mayo de 2008) Términos como loco, idiota, lunático o mongolo ya no se utilizan en psiquiatría. Esta disciplina ha ido desembarazándose de las palabras política y médicamente incorrectas utilizando vocablos específicos para designar los distintos trastornos mentales sin mancillar ni degradar a sus afectados. Así, actualmente nadie osaría utilizar la expresión mongolismo para referirse al síndrome de Down. Pero el término demencia sigue empleándose con profusión en muchas consultas para referirse a un amplio grupo de síntomas comunes a varios trastornos neurológicos. Y, desgraciadamente, para el ciudadano de a pie este diagnóstico puede tener un alto potencial destructivo. Esto es lo que opinan los autores de un peculiar artículo, publicado esta semana en Archives of Neurology, en el que el cuidador de una paciente afectada y un neurólogo repasan el impacto social y personal de lo que consideran «uno de los peores epítetos»: que a uno le tilden de demente. «El uso vulgar de este término [...] puede fácilmente robar a los pacientes su humanidad a los ojos de otros y de los suyos mismos. Puede estigmatizar y aislar, hacer a los demás reacios, si no abiertamente temerosos, a tener trato con esas personas. [...] Es una palabra sin esperanza y ésta es una herramienta crucial cuando hay que enfrentarse con una enfermedad devastadora», justifican. Sustitutos Tal es el efecto nocivo que atribuyen al vocablo que proponen abiertamente erradicarlo del léxico diagnóstico, al igual que ha ocurrido con la palabra loco para referirse a los trastornos psiquiátricos o el término mongolo, cuya desaparición fue fruto de la intensa labor educativa y de lobby de

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varios grupos de apoyo. «Es hora de demostrar la misma sensibilidad hacia las alteraciones cognitivas y de memoria», defienden. Así, invitan a reemplazarlo por enfermedad. Por ejemplo, la demencia frontotemporal pasaría a ser enfermedad frontotemporal y la demencia con cuerpos de Lewy, enfermedad con cuerpos de Lewy. No son los únicos que apoyan esta tesis. José Manuel Martínez-Lage, profesor honorario de Neurología de la Universidad de Navarra, coincide en que «el término demencia debería ser sustituido por uno menos marginante». Él ha propuesto, aunque reconoce que «sin éxito», hablar de «dismencia». En Japón, país donde la corrección léxica es una exigencia, ya se ha cambiado oficialmente la palabra chichou (demencia), considerada peyorativa, por ninchishou, que significa déficit de funciones cognitivas. Hay quien va más lejos. El neurólogo estadounidense Peter Whitehouse postula desterrar la etiqueta de enfermedad de Alzheimer y sustituirla por envejecimiento cerebral patológico. José Luis Molinuevo, coordinador de la Unidad de Alzheimer del Hospital Clínic de Barcelona, opina que las palabras tienen el significado que uno les quiere atribuir: «Si hay una explicación certera de lo que es la demencia se van muchos de los prejuicios». Cree que a la gente «le paraliza más el térmimo Alzheimer que demencia». La cuestión de la corrección lingüística cobra cada vez más importancia en el ámbito de la salud. La Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa) trabaja desde hace meses en este punto. Como explica su director ejecutivo, Jesús Rodrigo, «hemos eliminado conceptos peyorativos en nuestras comunicaciones. Ya no hablamos de enfermo de Alzheimer, sino de persona que sufre la enfermedad. Hay que dignificar al afectado y a su familia». Rodrigo no es partidario de ser «quisquilloso» con el lenguaje, pero sí correcto. «No me parece mal que se suprima el término demencia», dice. ¿Tendrán que cambiar el nombre de la confederación? «De hecho, ya lo estamos debatiendo para eliminar la palabra enfermo». Tal vez borren las demencias.»

D) Lea la siguiente cita de Pedro Salinas (2002 [1944]: 326327) del discurso «Defensa del lenguaje» y relaciónela con el poder del lenguaje, idea trabajada en este capítulo. ¿Qué relación presentan la atenuación, los eufemismos y el lpc con la libertad de expresión (y de comprensión) y el dominio del lenguaje? Persona que habla a medias, piensa a medias, a medias existe. Adiestrarle en el uso de los recursos de comunicación intelectual y social latentes en el fondo de un idioma es capacitarle para que cumpla íntegramente su destino de hombre. […] Entre las libertades esenciales consignadas en las cons-

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Marta Albelda Marco tituciones democráticas está la libertad de palabra o libertad de expresión. ¡Qué triste resulta el reconocimiento de un derecho que no se puede ejercer más que por unos pocos, porque la mayoría, al no haber sido educada para el dominio de su lengua, carece de la posibilidad de su uso pleno!

Capítulo 13

USOS Y NORMAS DE LAS FORMAS DEL GÉNERO REFERIDO A PERSONAS EN ESPAÑOL1 Mercedes Quilis Merín Universitat de València

1. El género de las palabras Cuando buscamos en un diccionario información gramatical sobre una palabra encontramos marcas específicas m. (masculino), f. (femenino), var. (variable), m. y f., com. (común), amb. (ambiguo), que deberían, en principio, resolver las dudas que se plantean a los hablantes sobre el género de cualquier término y sus posibles variantes: apocalipsis, doblez, atenuante, pijama, aula, tanga, maratón, calor, azúcar, mar o terminal (referido, por ejemplo a un ordenador)2. Lo cierto es que son pocas las veces que necesitamos realizar una con-

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Una primera versión de este trabajo apareció en Aleza (coord.ª) et alii (2006: 103-133). Según la marcación gramatical del Diccionario de la Lengua Española de la RAE, (drae), las voces anteriores quedarían descritas en cuanto a su género como sigue: apocalipsis (m.); doblez, (m.) cuando se refiere a la parte que se dobla y (amb.) cuando se trata de la ‘astucia o malicia en la forma de obrar’; atenuante y aula (f.); pijama y tanga (m.) en España, pero en algunos lugares de América se usan también como femenino (u. t. c. f.); maratón (m.) y calor (m. / u. t. c. f.); azúcar y mar (amb.); terminal (m.) en electricidad, (f.) como extremo de una línea de transporte público y ambos géneros cuando se refiere al dispositivo conectado a un ordenador central o simplemente al ‘extremo en que termina algo’. De otro lado, son muy escasos los sustantivos ambiguos referidos a seres sexuados, como ánade.

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sulta por esta razón3, ya que en español más del 80 % de los sustantivos no presenta variación genérica; esto es, muro es masculino y pared femenino sin que exista ninguna razón lógica o algún fenómeno extralingüístico que obligue a ello sino que, simplemente, los sustantivos poseen en nuestra lengua este rasgo inherente que permite realizar en la oración la concordancia obligatoria en español con todo el grupo nominal: El género es una propiedad de los nombres y de los pronombres que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordancia con los determinantes, los cuantificadores, los adjetivos y a veces con otras clases de palabras (ngle, I: 81, § 2.1a).

El género, pues, es adquirido por otras clases de palabras por concordancia, pero es inherente en sustantivos y pronombres por lo que constituye un criterio de clasificación gramatical y morfosintáctica. La clasificación de los sustantivos en masculino y femenino es algo que nos parece tan evidente que nos extraña saber que no todas las lenguas han desarrollado una expresión formal para la distinción del género, como el chino que la relega al léxico, o que en las que sí existe, tal distinción está limitada a los pronombres, como el inglés, o que no en todas hay el mismo número de géneros o de clasificaciones gramaticales o que, en definitiva, una palabra en otra lengua tiene distinto género que en la nuestra. A ello cabe añadir que no existe en español el denominado género neutro en los sustantivos (a diferencia de lo que ocurría en latín y ocurre en otros idiomas). Como señala la ngle (I: 82, § 2.1c) solo pueden

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En un número muy pequeño de los sustantivos no condicionados con referente inanimado es donde pueden producirse algunas dudas que, de otro lado, están bien sistematizadas en las gramáticas, en los diccionarios, en los manuales de estilo y en las obras destinadas a resolver las dificultades lingüísticas. Especial atención les ha otorgado la Nueva Gramática de la Lengua Española (ngle) I: 81-136, esp. § 2.10. «El género de los sustantivos que designan seres inanimados». En el presente trabajo nos centramos exclusivamente en los seres animados y en especial en los sustantivos de personas, profesiones, actividades y oficios respecto del sexo del referente.

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ser neutros en nuestra lengua «los demostrativos (esto, eso, aquello), los cuantificadores (tanto, cuanto, mucho, poco), los artículos (lo) y los pronombres personales (ello, lo)», de manera que estas formas se consideran exponentes de clases gramaticales de palabras que designan ciertas formas abstractas, más que muestras de un tercer género gramatical en español.

2. El género gramatical y el sexo biológico Otro asunto más complejo relativo al género es el que se presenta cuando es necesario nombrar seres animados en los que sí hay que tener en cuenta el sexo del referente, ya que en estos casos, además de la información gramatical se aporta información semántica. Precisamente es en este punto donde se produce la vinculación entre género masculino y género femenino, como categoría gramatical, y sexo (macho o hembra aplicado a animales, y varón o mujer, en las personas) como categoría biológica. A este panorama terminológico se incorpora la nueva acepción de género como categoría sociocultural. El problema para la correcta asignación del género masculino o femenino se centra en los casos en los que el referente de los sustantivos es un ser animado sexuado y, aún así, no siempre, ya que entre los seres animados algunos que designan animales y algunas plantas pueden ser nombres epicenos: el género gramatical asignado será masculino o femenino por razones arbitrarias (mosca, foca, sardina, rata, araña, lince, gusano, erizo, tiburón) se aplicará a todos sus miembros y condicionará la concordancia gramatical independientemente del sexo que presenten los individuos a los que nombra (y piénsese que esto se aplica incluso en el caso excepcional de los hermafroditas caracoles y lombrices); sólo en el caso de desear una especificación mayor podrán ir acompañados de «macho» o «hembra» (la ballena macho, el lince hembra, el al-

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garrobo macho o hembra). Podríamos señalar que hasta aquí la función del género es puramente sintáctica, de concordancia y sin vinculaciones referenciales, ya que necesariamente la orca macho es agresiva mientras que el tiburón hembra es agresivo. Queda así, si atendemos a su proporcionalidad, aproximadamente un 16 % de los sustantivos, un pequeño grupo de voces, que designan seres sexuados, que adquieren una forma distinta cuando se refieren a varones o animales macho o si lo hacen a mujeres o animales hembra. La variación de género presenta, o puede presentar en estos casos, procedimientos formales de distinta índole. En algunos casos cambia el radical, son los denominados sustantivos heterónimos: macho y hembra, padre y madre, yerno y nuera, patriarca y matriarca. Pero en muchos otros casos la variación se establece a partir de la adición a la raíz de una serie de marcas formales explícitas para el masculino y para el femenino; esto es, de una alternancia flexiva que permite la diferenciación del sexo del referente. Son los sustantivos denominados variables en cuanto al género, o sustantivos con «marca de género» (ngle, I: 89 § 2.3): niño y niña, héroe y heroína, alcalde y alcaldesa, sacerdote y sacerdotisa, poeta y poetisa, actor y actriz, etc. Los que presentan formas distintas de -a como -isa, -ina, -esa, etc., para el femenino son de escasa productividad en la formación de neologismos y en estos sustantivos la oposición de la terminación -o para masculino y -a para el femenino, la más común, puede propiciar usos analógicos que en ocasiones contravienen las reglas de la gramática. Otros sustantivos, finalmente, no presentan estos signos externos de variación formal sino que la diferencia de género gramatical se muestra mediante su concordancia con adjetivos y artículos o determinantes. Son los que se denominan sustantivos comunes en cuanto al género: el/ la documentalista, el/la periodista, etc. También es posible encontrar algunos nombres epicenos referidos a personas del tipo criatura, monarca, bebé, gente, personaje, etc., en principio, sin reper-

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cusión en la concordancia4. Únicamente, los sustantivos que se refieren a personas son los que van a generar problemas en los distintos procedimientos de marcación de género y realidad biológica. No obstante, la clasificación de los nombres personales según su género gramatical y el sexo del referente presenta algunas interesantes alternativas al modelo tradicional y tiene en cuenta la realidad de la designación y el uso: es la propuesta de Calero, Lliteras y Sastre (2003) en la que se reclasifican los nombres personales intrasex (niño/a, con marca de género), extrasex (el/la periodista, comunes), heterosex (mujer/varón, heterónimos), ortosex (monja/cura, designan únicamente a un sexo) y unisex (víctima, sustantivo personal abstracto, epicenos o gente, sustantivo personal colectivo). Ciertos asuntos que se tratarán aquí muestran algunas posibilidades de esta clasificación.

3. El género gramatical y el sexismo lingüístico De la polisemia actual del término género se ocupó la Real Academia Española en su «Informe de la Real Academia Española sobre la expresión violencia de género», elaborado en mayo de 2004 con motivo de la presentación del Proyecto de Ley integral contra la violencia de género, denominación esta que la Academia rechazó por razones lingüísticas y para la 4



En estos casos, el sexo se especifica mediante los términos masculino y femenino, o varón y mujer si fuera necesario: el personaje femenino de la obra. A este elenco añade la Academia la referencia a los nombres de persona cuyo género gramatical no se corresponde con el sexo del individuo, como por ejemplo marimacho, palabra de género masculino para designar a una mujer (aunque se atestigua marimacha y una marimacho); también se señalan estas faltas de correspondencia en nombres colectivos (la comisión / el comité; el mujerío; la torada) o en las fórmulas de tratamiento majestad, santidad, excelencia, con doble concordancia según hagan referencia a varones o mujeres (Cf. ngle, I: 83-85).

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que propuso violencia doméstica. Esta última expresión no fue la utilizada finalmente en la legislación pero hizo surgir un debate que quedó ampliamente recogido en los medios de comunicación. Asimismo, también por las confusiones a las que da lugar la identificación entre género y sexo en el ámbito lingüístico, las Academias de la Lengua Española han elaborado un largo artículo explicativo en el Diccionario panhispánico de dudas (dpd) en la voz género donde se afirma: «…las palabras tienen género (y no sexo), mientras que los seres vivos tienen sexo (y no género)». La presencia de la denominación género fuera de la designación propiamente gramatical obliga a una aclaración más extensa en el mismo artículo: No obstante, en los años setenta del siglo xx, con el auge de los estudios feministas, se comenzó a utilizar en el mundo anglosajón el término género (ingl. gender) con un sentido técnico específico, que se ha extendido a otras lenguas, entre ellas el español. Así pues, en la teoría feminista, mientras con la voz sexo se designa una categoría meramente orgánica, biológica, con el término género se alude a una categoría sociocultural que implica diferencias o desigualdades de índole social, económica, política, laboral, etc. Es en este sentido en el que cabe interpretar expresiones como estudios de género, discriminación de género, violencia de género, etc. Dentro del ámbito específico de los estudios sociológicos, esta distinción puede resultar útil e, incluso, necesaria. Es inadmisible, sin embargo, el empleo de la palabra género sin este sentido técnico preciso, como mero sinónimo de sexo.

Es cierto que el desarrollo de los estudios feministas ha contribuido a dar un nuevo enfoque a los hechos lingüísticos que muestran, desde esta perspectiva, la desigualdad histórica y social entre los dos sexos reflejada en distintos usos lingüísticos (García Moutón, 1999). Pero han sido el propio desarrollo social y las nuevas circunstancias de integración y acceso de las mujeres a cargos, profesiones y oficios tradicionalmente reservados a los varones, los factores que están propiciando cambios lingüísticos, en ocasiones polémicos, que atañen a la creación de «nuevos» femeninos a cada paso y para cada nuevo avance social que implica la incorporación de las mujeres. Se entiende así, desde esta perspectiva que los cambios que se están produciendo en la sociedad exigen una adecuación de la lengua para liberarla de «estereotipos discriminatorios» o

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una adecuación que implique revisar «expresiones que perpetúan a través de la lengua actitudes desfasadas», formulado de un modo poco radical; expresiones que ineludiblemente afectan a toda la sociedad y que se vinculan con una visión androcéntrica del mundo «donde se identifica varón con ser humano universal», esto es, donde se ha considerado que el lenguaje de los varones es el lenguaje de todos, situación con la que no todos (y todas) están de acuerdo. La cuestión del sexismo social no puede desvincularse, así, del sexismo lingüístico. Según la definición que realizó García Meseguer (1994: 24) de este término: Se incurre en sexismo lingüístico cuando se emplean vocablos (sexismo léxico) o se construyen oraciones (sexismo sintáctico) que, debido a la forma de expresión escogida por el hablante y no a otra razón, resultan discriminatorias por razón de sexo.

Actualmente existe un campo abierto al debate (combativo en ocasiones) en el que parece difícil poner siempre de acuerdo la gramática con la necesidad social que se manifiesta de «feminizar el lenguaje» o, al menos, de no hacer un uso sexista de la lengua. Un amplio conjunto de factores intervienen en este debate: la valoración de este sexismo lingüístico y el grado de implicación de una ideología sexista y de una determinada mentalidad social; el poder de la norma gramatical y de los usos establecidos («no hay sexismo en la lengua sino en el habla»); la limitación de este sexismo lingüístico a casos concretos del lenguaje; la valoración lingüística de las propuestas, actuaciones y reformas que deben ejercerse desde las instituciones, las administraciones y los estamentos educativos para propiciar el reflejo del cambio social en el lenguaje (al que no es ajena la extensión de lo «lingüísticamente correcto»); y, por último, el alcance más o menos radical que deben tener estos cambios. En consecuencia con lo anterior, durante las últimas décadas se han venido proponiendo una serie de recomendaciones que pretenden ofrecer fórmulas, esquemas y estructuras

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lingüísticas alternativas e igualitarias en el uso del lenguaje en todos los ámbitos de la sociedad que han sido difundidas y editadas por organismos e instituciones oficiales de ámbito nacional y autonómico dentro de los planes generales para la igualdad de oportunidades de las mujeres. Dentro de estas políticas de amplio alcance social, una parcela se concentra, precisamente, en los usos lingüísticos para «nombrar el mundo en femenino» a través de guías de estilo, folletos, manuales, etc. (Lliteras (coord.ª) et alii, 2003: 42)5, de otro lado, bien conocidos. Estas recomendaciones, con una larga trayectoria desde los años 80 hasta la actualidad, han gozado de una aplicación evidente en los estamentos políticos que han ido adoptando los cambios propuestos por razones evidentes, pero también han repercutido en la sociedad y especialmente en los medios de comunicación (Fernández y Pedrero, 2007). Como señala Guerrero Salazar (2002: 235): «cada vez más, locutores y periodistas recurren también a multitud de estrategias lingüísticas con las que paliar el sexismo».

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El conjunto de recomendaciones es muy amplio y está concentrado en una serie de trabajos aparecidos desde 1986, cuando la Comisión de Terminología del Comité para la igualdad de sexos del Consejo de Europa publicó el trabajo Igualdad de sexos en el lenguaje «recomendado a los países miembros una actuación directa sobre sus respectivas lenguas» (Lliteras (coord.ª) et alii, 2003: 42). El conjunto de publicaciones emanadas de aquella primera pueden encontrarse en Andrés (1999: 265) o Bengoechea (1999: 267) entre otras. Brevemente son: 1986: «Igualdad de sexos en el lenguaje», Comisión de Terminología en el Comité para la igualdad entre hombres y mujeres del Consejo de Europa; 1988: «Recomendaciones para un uso no sexista de la lengua» Ministerio de Educación y Ciencia; 1989: «Propuestas para evitar el sexismo en el lenguaje». Instituto de la Mujer, Ministerio de Asuntos sociales; 1990: «Uso no sexista del lenguaje administrativo», Instituto de la Mujer, Ministerio de Administraciones Públicas y las correspondientes en las Comunidades Autónomas y organismos locales. Puede consultarse la actual página del Ministerio de Igualdad para más bibliografía sobre el tema ().

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Las actuaciones sobre el uso de la lengua para evitar el sexismo lingüístico también han provocado incomprensión y rechazo por otra parte de la sociedad, de lo que es buena muestra la discusión que suscita en cualquier ámbito la mención de estos temas y la disparidad de opiniones de personas que no son especialistas en asuntos lingüísticos a favor y en contra de estas medidas, opiniones estrechamente asociadas a posturas sociales y políticas. Desde esta perspectiva, se acusa al conjunto de estas propuestas de intentar «modificar la lengua a golpe de decreto-ley», de «atentar contra la economía lingüística» y de intentar «destruir el sistema de género en castellano», reproches que, efectivamente, se producen constantemente, como recuerda Bengoechea. A estas opiniones se unen las de voces autorizadas, ahora sí, desde un punto de vista estrictamente lingüístico que aportan la reflexión sobre la norma y el funcionamiento de la lengua que hablamos varones y mujeres. Del conjunto de estas medidas hablaremos más adelante, pero en los puntos siguientes vamos a centrarnos en una cuestión específica: la relativa precisamente a la denominación de profesiones ejercidas por mujeres dentro de una clasificación gramatical de los nombres en relación con el género, porque sigue siendo este uno de los puntos que mejor refleja los cambios que se están produciendo ante nuestros ojos, y también uno de los que ofrece un conjunto mayor de publicaciones especializadas y recomendaciones en los manuales de estilo y guías de escritura para los usuarios en general, y especiales para los profesionales de los medios de comunicación. Trataremos de observar las normas que propone la Academia y las realidades de uso en ámbitos especializados o no, en dos apartados: en el primero tomaremos en consideración la clasificación de los nombres personales referidos a profesiones, cargos, títulos, etc., y la creación de las correspondientes formas femeninas y en el segundo, los usos en textos o discursos en los que se nombra a varones y mujeres conjuntamente y, en especial, los problemas relacionados con el masculino generalizador.

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4. Clasificación de los nombres personales en relación con el género El modo de marcar el femenino en los sustantivos referidos a los cargos, títulos o actividades humanas presenta algunas dificultades a las que se une una tendencia regularizadora por la que se produce la identificación de la forma en -a para formar el femenino de los correspondientes sustantivos masculinos, debida a la enorme frecuencia con la que se refieren a mujeres los sustantivos con esta terminación. En el registro coloquial, generalmente, se crean estos «nuevos» femeninos por analogía a partir de los modelos que ofrece el propio sistema lingüístico: son palabras como cancillera, concejala u obispa. Para formar estos femeninos confluyen, de un lado, las reglas gramaticales no siempre bien conocidas y, de otro, las condiciones históricas y sociales. Lo cierto es que muchos de estos nuevos femeninos proceden del desdoblamiento de los sustantivos que eran en origen comunes en cuanto al género, como abogada, árbitra, música, catedrática o ministra o bien venían acompañados del sustantivo «mujer», como mujer torero, mujer presidente, etc. La facilidad para formar estos nuevos femeninos no impide que surjan dudas acerca de su corrección. Si de nuevo acudimos a los diccionarios, como hicimos al principio, para solventar las dudas sobre el género de estos nombres personales, observaremos en primer lugar que no todos los sustantivos de este grupo pueden referirse sin problemas a varones y mujeres (al margen de otros problemas semánticos en la definición de muchas voces, cf. Lledó et alii 2004). Algunas de estas palabras presentan exclusivamente la marcación gramatical de género m. (masculino) lo que todavía hace más complicada la situación6. En muchas ocasiones, este hecho se produce porque históricamente no era concebible que tuvie6



Véase por ejemplo la palabra monarca, común en cuanto al género (el/ la monarca) en su uso actual y «válido» como señala el dpd, pero que

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ra lugar una situación («extralingüística») en la que la mujer ocupara este cargo o profesión. Gómez Torrego (2000a: 22-23) ya señalaba las razones de la dificultad del desdoblamiento, si este se producía, y de que quedara reflejado en los repertorios lexicográficos: A pesar del loable esfuerzo de la RAE por desdoblar en masculinos y femeninos muchas voces referidas a oficios o profesiones […] que antes eran comunes en cuanto al género, no es tarea fácil extender este desdoblamiento a otras voces por las siguientes razones: en primer lugar, muchos femeninos de este tipo existían pero con valor peyorativo: socia, individua, bachillera… En segundo lugar, muchos de estos femeninos designaban con frecuencia burlescamente a las esposas de ciertos profesionales: boticaria, coronela, generala… Y en tercer lugar, los femeninos en -a de este tipo suelen ser rechazados por mujeres que desempeñan los cargos correspondientes por cree ellas que son menos prestigiosos.

Una interesante reflexión al respecto la proporciona el plantear la cuestión desde el punto de vista diametralmente opuesto y pensar cómo nombrar las profesiones tradicionalmente femeninas ejercidas en la actualidad, como de hecho ocurre, por los varones. Serían oficios como niñera, ama de casa, matrona o empleada del hogar. A este respecto, Andrés (2002) presenta varias posibilidades: bien masculinizar el femenino preexistente: el amo de casa, el niñero, el matrón, el empleado del hogar; bien que se presenten comunes en cuanto al género: el niñera, el ama de casa y el matrona; o bien, la tercera posibilidad, la de mantener el femenino para designar al varón que ejerce una profesión de las mencionadas: Juan es niñera por horas, Juan es ama de casa, Juan es empleada de hogar, Juan es la matrona que me atendió7, posibilidad que encuentra un fuerte rechazo

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aparece en el drae, s. v., con la marca de masculino «m. Príncipe soberano de un Estado». Según observa la ngle (I: 107), son escasos los masculinos en –o formados a partir de sustantivos femeninos en –a, como azafato (de vuelo, de viaje) usado ocasionalmente en España, México y parte del área caribeña; también se señala que «se emplea a veces con intención irónica la locución nominal amo de casa, formada sobre la correspondiente variante femenina, si bien se documenta asimismo usada sin dicha con-

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social, según la autora. La creación de estos masculinos a partir de formas comunes, en cuanto al género, terminadas en -a (modisto, por ejemplo) lleva a algunos detractores de estos procesos de feminización del lenguaje a proponer y reivindicar de modo provocativo usos simétricos como *poetos, *astronautos, *juristos, *personos, *víctimos, etc. Tratamos a continuación algunas de estas cuestiones, en relación con la norma y uso actual en los nombres personales, atendiendo a su variación formal como sustantivos comunes, variables y heterónimos, o a su forma invariable como sustantivos epicenos y ortónimos. En esta última denominación, la de ortónimos, seguimos la clasificación establecida por Lliteras (coord.ª) et alii (2004), quienes consideran que los ortónimos constituyen un grupo diferenciable por sus rasgos (los ortosex), ya que no pueden tratarse desvinculados de la realidad sexual de los designados y, por tanto, no admiten variación como fraile o pitonisa (*fraila, *la fraile; *pitoniso, *el pitonisa).

4.1. Sustantivos comunes en cuanto al género Los sustantivos personales comunes en cuanto al género presentan una única forma válida para designar a uno u otro

notación». El español dispone ya de palabras correspondientes a esta profesión generales en la lengua y con variación de género como partera y partero, comadrona y comadrón (sobre el que se ha creado el matrón que se propone como correlato de matrona). En el artículo mencionado, Andrés describe una situación de empleo del nombre matrona por parte de un varón: «el pasado 8 de marzo de 1998 en televisión, en Antena 3, hacia las 20.45, pudimos oír y ver cómo un varón de mediana edad afirmaba que él prefería ser llamado con el femenino matrona, pues su profesión, de la que se siente muy satisfecho, corresponde al mundo femenino; parece ser que se trata de uno de los primeros varones alumnos de la antigua escuela de matronas de Madrid; no tengo la certeza de que se trate de la misma persona a la que se referían en TV1 el lunes 25 de noviembre de 1996 (aproximadamente a las 20.20) con la frase “Es toda una matrona y se llama Juanjo”».

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sexo. En estos casos, cuando se utilizan presentan una combinatoria específica mediante los artículos o determinantes y los adjetivos con variación de género que marcan así la concordancia: varias colegas o muchos colegas, alguna agente municipal o algún agente municipal, la auténtica periodista deportiva o el auténtico periodista deportivo, el/ la pívot, el/la cabeza de familia, etc. A veces son voces con restricciones geográficas: por ejemplo en España un/una hortera, un /una pasota. En este grupo, los sustantivos que no suelen presentar ninguna duda son los acabados en -ista, que son invariables: la pianista polaca o el pianista polaco (como electricista, ebanista, oficinista, documentalista, taxista, protagonista, etc.). Las obras especializadas destacan la palabra modisto para el masculino, presente en el drae, creada a partir del término común la modista o el modista. De modisto, que es una palabra muy extendida en el uso, se dice que «violenta» la morfología del sufijo regular. También son comunes los nombres de personas acabados en -nte: es un grupo productivo como nombres comunes en cuanto al género: la agente, la gerente, la donante, la paciente, la traficante, etc. Este grupo ha quedado sin continuidad en la generación de formas variables en la actualidad (Lliteras (coord.ª) et alii, 2003: 9), lo que sí ocurrió en otros momentos históricos: son los nombres en -ante que han desarrollado ciertas formas en -anta (y -ente /-enta), entre las cuales, algunas presentan distintos grados de extensión geográfica y social, como puede comprobarse en el/la cliente y la clienta, el/la presidente y la presidenta, el/la dependiente y la dependienta (cf. ngle y dpd). Gómez Torrego (2000a: 15) proponía que fueran admitidas por la Academia denominaciones como estudianta (coloquial), negocianta (usual aunque con cierto tono despectivo), ayudanta (normal en los oficios manuales) dibujanta y pacienta, desdoblándolas en el diccionario: de estas, solo aparecen en la 22.ª edición de 2001 negocianta, sin marcas connotativas, y ayudanta, ‘mujer que realiza trabajos subalternos’ de la que el dpd dice que «no es normal en la lengua culta» y la

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que su uso «se siente hoy como anticuado». Lliteras et alii (2004: 22) afirman que fuera de voces como presidenta, infanta y unas pocas más, la resistencia a esta formación acabada en -a se produce por estar estigmatizadas socialmente y hacer referencia a oficios subordinados (sirvienta, ayudanta), o bien por mantener en los diccionarios la acepción de «esposa de» (regenta) o, por último, por ser muy inestables o coloquiales (parienta, comunicanta, pretendienta, farsanta). ngle

Las Academias, en el dpd s.v. género2, señalan la procedencia etimológica de estas palabras de los participios de presente latinos, que funcionan como comunes en cuanto al género, en consonancia con la forma única de los adjetivos de esas mismas terminaciones (complaciente, inteligente, pedante —y obsérvese el sintagma, hoy casi inconcebible, la joven parturiente—). También es posible advertir la diferencia semántica y los matices significativos que adquieren estos sustantivos, —que serían, pues, ortónimos si se sigue la denominación de Lliteras et alii—, según sean comunes o no: la gobernante (de un país) y la gobernanta (de una casa, hotel o institución, solo aplicable a mujeres). Y así podemos verlo en determinadas restricciones de tipo social como la que recoge Manuel Seco en la voz asistenta, en su acepción segunda: «la mujer que trabaja en la asistencia social no suele llamarse asistenta social (aunque es denominación perfectamente legítima y aparece en textos oficiales) sino asistente social». Las voces tenienta y sargenta en este grupo nos permiten dar una ojeada a uno de los ámbitos sociales marcadamente masculinos hasta hace algunos años, el ejército. Aunque algunos lingüistas como Gómez Torrego proponían la inclusión en el diccionario académico de los femeninos sargenta, capitana, coronela, generala, con significados precisos ‘con el grado militar de’ y no con los valores familiares o despectivos que habían venido teniendo hasta el momento (sentidos estos que intuía ya en retroceso en el año 2000), ha sido otro el criterio adoptado y hoy plenamente extendido sin reservas para nombrar a las mujeres que se incorporan a la vida militar en el es-

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pañol de España. Normativamente, son comunes en cuanto al género los nombres que designan grados de la escala militar: la soldado, la cabo, la sargento, la alférez, la teniente, la capitán, la comandante, la coronel, la general, y recientemente ha sido nombrada la primera teniente coronel de las Fuerzas Armadas españolas (EFE, 27/11/2009). Sin embargo, es innegable que los valores humorísticos o simplemente despectivos o peyorativos siguen prevaleciendo en ciertas circunstancias8, aunque también lo es su retroceso, como se manifiesta en la ngle (I: 105, § 2.6b): Han desaparecido casi por completo los sustantivos que designaban antiguamente a la esposa del que ejercía ciertos cargos […] y se han impuesto los significados en los que estos nombres se refieren a la mujer que pasa a ejercerlos. Frente a estos nuevos usos, reflejo evidente del cambio de costumbres en las sociedades modernas y del progreso en la situación laboral y profesional de la mujer, se percibe todavía, en algunos sustantivos femeninos, cierta carga depreciativa o minusvalorativa que arrastran como reflejo de la cultura y de la sociedad en las que se han creado.

Con el mismo grado de aceptación se encuentran en la lengua actual los sustantivos comunes en cuanto al género que

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Según el drae, en su segunda acepción sargenta es ‘mujer corpulenta, hombruna y de dura condición’ y en la cuarta, aunque coloquialmente y poco usado, ‘mujer del sargento’. En el caso de tenienta es propiamente ‘mujer con grado de teniente’ en su primera acepción, aunque también equivale a ‘mujer del teniente’. En cuanto a generala, se señala en su tercera acepción que coloquialmente aunque poco usado se refiere a la ‘mujer del general’. En febrero de 2006, en un discurso público, el entonces ministro de Defensa, Sr. Bono, manifestó que «si la mitad de los generales que tienen actualmente las fuerzas armadas fueran mujeres, irían mucho mejor los ejércitos» utilizando literalmente la palabra generales y no generalas. Sin embargo, esta fue la forma que apareció abundantemente en titulares y debates radiofónicos, quizá por lo novedoso de la denominación general aplicado a militares españolas (que no de otros países, como puede verse en el titular «Degradada a coronel la general de EE. UU. encargada de la cárcel de Abu Ghraib», El País, 6/05/2005). En algunos de los usos de estas «generalas» en prensa también pudo percibirse el valor humorístico, o en ocasiones despectivo o peyorativo, que presentaba en ciertos contextos.

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designan a la persona que toca un instrumento (el/la batería, el/la contrabajo, el/la trompeta) por metonimia del nombre del instrumento (la batería, el contrabajo, la trompeta); los sustantivos compuestos que designan persona (la sobrecargo9, esa sabelotodo, una guardameta), así como los préstamos de otras lenguas que hacen referencia a profesiones u otras circunstancias (la broker, la sheriff, la sin papeles, etc.). También los que terminan en -i o en -u, como la maniquí, la quinqui, la pelotari, la ceutí, la gurú, la bantú, la zulú. Y frente a la forma histórica en -ina, rey/ reina, los que terminan en -y también son actualmente comunes en cuanto al género, como la yóquey. Un grupo aparte lo constituyen las palabras tránsfuga, estratega, políglota (o poliglota) y autodidacta10 y otras comunes de diversas terminaciones con un comportamiento más o menos estable. Entre estas formas, las acabadas en -a son en su mayoría comunes (acróbata, atleta, ertzaina, granuja, cibernauta, suicida). Pese a esto, el caso de poeta es bien conocido: ante una terminación culta etimológica que permite la distinción de género del tipo papisa, profetisa, el valor semán-

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Según la ngle (I: 109) el hecho de que no existan o sean poco usados o de escasa difusión ciertos nombres femeninos de profesiones acabados en -a es debido a la confluencia con otra voz existente homónima con connotaciones peyorativas: «Así, cabe pensar que se emplea como común en cuanto al género el sustantivo sobrecargo (el sobrecargo / la sobrecargo) que designa a la persona que ejerce ciertas labores de supervisión, porque hay un sustantivo femenino, sobrecarga, que como explica el drae, significa ‘exceso de peso’ además de ‘molestia’ entro otros sentidos». No obstante, que los criterios siguen siendo resbaladizos lo demuestra que se afirme un poco antes (107) que: «También se considera correcto el femenino perita (Ya es perita mercantil), pese a que coincide con el diminutivo de pera», antes rechazable por esta homofonía. 10 El dpd señala en polígloto -ta y autodidacto -ta que sigue vigente su uso como adjetivos de dos terminaciones, aunque es más normal usar la forma -a también para el masculino en ambos casos: el políglota, el autodidacta. Para estratega y tránsfuga, el drae en la 22.ª edición mantiene vigentes dos entradas, una como comunes en cuanto al género (tránsfugo, estratego) y otra especifica en masculino, que el dpd desaconseja por rara en el uso.

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tico añadido dado a la forma femenina motiva su rechazo: algunas poetisas prefieren la denominación la poeta11 por la contaminación peyorativa, de cursilería, incapacidad o afectación que ha adquirido. En el caso de guardia, Seco señala en su Diccionario de dudas: «es masculino y femenino cuando designa respectivamente al hombre o a la mujer perteneciente a una guardia. Para el femenino, en este caso, y con objeto de evitar anfibologías, se dice a veces mujer guardia». El grupo de sustantivos que terminan en -e también tendría un comportamiento bastante predecible por su semejanza con los adjetivos de esta misma terminación (pobre, alegre); esto es, serían comunes en cuanto al género la forense, la interprete, la pinche. Sin embargo, en algunos casos sí se ha duplicado la forma: sastra, alcahueta, cacica o jefa. Sobre esta última forma hay que advertir que está registrada en el drae desde 1837; sin embargo, como han destacado Lliteras (coord.ª) et alii (2003: 67), la forma jefe con la terminación -e del masculino frente a jefa se utiliza para designar al superior o cabeza de una corporación, mientras que en el resto de sus usos son comunes. Se debería emplear, por consiguiente: la jefe de estado, la jefe de gobierno, de administración, de negociado. Como los acabados en -e pueden presentar femeninos cultos etimológicos algunos de ellos han generado situaciones especiales por las nuevas circunstancias sociales. El caso de sacerdotisa, ‘mujer que ejerce el sacerdocio’, y la preferencia por la sacerdote (en las Iglesias cristianas que sí permiten a las mujeres ejercer esta profesión) no necesita más comentarios que los que se extraen de contraponer la forma marcada con el morfema -isa a la común: la sacerdotisa anglicana / la sacerdote anglicana.

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Su marcación común está ya en el drae, que presenta dos entradas: poeta con género común y el femenino poetisa, en entrada aparte, aunque el Diccionario del Español Actual los registra bajo un mismo lema. En Andrés (2003) hay variada documentación y testimonio de su uso histórico y actual, así como de su reflejo en obras lexicográficas.

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4.2. Sustantivos variables en cuanto al género Acabamos de ver que los casos de nombres comunes en cuanto al género presentan excepciones o complicaciones y que bien se decantan de manera excepcional por una duplicidad en las formas (modista-modisto), bien por una reducción seleccionada por razones semánticas (poeta, sacerdote), o bien por el mantenimiento de formas dobles con sentidos distintos (la sargenta, el/la sargento). El grupo de nombres variables en cuanto al género sí muestra mediante marcas formales una correlación entre el género gramatical y el sexo. Estas marcas son -o para el masculino y -a para el femenino correspondiente y las encontramos en voces tan comunes como maestra / maestro, académica / académico, filóloga / filólogo, abogada / abogado, médica / médico, etc.12, que no presentan ningún problema para los hablantes ya que corresponden a personas de los dos sexos que ejercen las mismas actividades. Pero esta correlación no se produce de un modo tan sencillo en la lengua actual y aún presenta ciertas reticencias para la designación de determinadas profesiones o actividades en las que la forma femenina coincide con el nombre de la ciencia. En estos casos señala la ngle (I: 107, § 2.6g): El hecho de que los sustantivos femeninos de persona que coinciden con nombres de ciencias, artes o disciplinas puedan dar lugar a dos interpretaciones no es óbice para que se recomiende su uso: física, informática, matemática, música, política, práctica (de un puerto), química, técnica. Se ha observado que algunos de estos sustantivos encuentran mayor resistencia que otros en su empleo como nombres de persona (Es música de profesión; Era una política de pura cepa) mientras que otros muchos (informática, matemática) se han impuesto sin dificultad pese a la ambigüedad a la que se alude.

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Funcionan como comunes en cuanto al género algunos términos que designan profesiones cuando presentan un acortamiento: la fisio (fisioterapeuta), la otorrino (otorrinolaringóloga), la gine (ginecóloga), etc.

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El fenómeno de la resistencia de las propias mujeres a denominar sus oficios, títulos y profesiones en femenino, el llamado «machismo femenino», que las lleva a seguir utilizando abogado, técnico, médico, secretario, etc.13, se debe a que a través de los nombres en masculino las mujeres «ven reflejado su acceso a una situación profesional que antes estaba reservada a los hombres», tal como apuntaba García Moutón en el año 1999. Aludía entonces a que no faltaban razones históricas que se podían rastrear en gramáticas y en diccionarios donde el femenino de algunos nombres o títulos como médica, embajadora, abogada servía para designar a las mujeres casadas con los que realmente los tenían en propiedad, de manera que se prefería el término masculino, empleado como común, para evitar la ambigüedad que pudiera producirse: «la mujer del embajador» es la embajadora, pero la de carrera es la «embajador del Perú», revistiéndose de este modo de un prestigio social añadido. Si bien esta fue la forma preferida en un primer momento, actualmente se abre paso la presencia de femeninos regulares cada vez más frecuentes en el uso, fenómeno propiciado también por la regularización oficial de títulos universitarios en femenino. Pese a ello, el proceso de regularización es lento, confuso y difícil, y en muchas ocasiones se alude a razones no solo gramaticales sino también estéticas cuando no de otra índole. Entre las formas acabadas en -o también existen excepciones y las gramáticas citan piloto, testigo y modelo, que funcionan como comunes14. Sin embargo, en junio de 2005 la

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En el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, Manuel Seco señala s.v. abogado: «El femenino de este nombre es abogada […]. No hay razón que justifique decir la abogado o la mujer abogado aunque sea esta la denominación que prefieren muchas profesionales». 14 Es imposible no mencionar el uso coloquial de testiga en boca de la actriz Chus Lampreave en la película dirigida por Almodóvar, Mujeres al borde de un ataque de nervios: «Como soy testiga de Jehová, no puedo mentir». Otra de las palabras es reo que según dpd «no debe considerarse una excepción el sustantivo reo, cuyo femenino etimológico y aún

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Fundación para el español urgente (Fundéu)15 recibió una consulta sobre el término pilota provocada por la duda acerca de la designación de una mujer que iba a probar un fórmula uno en el circuito de Indianápolis. La respuesta respondía al uso sancionado por la Academia, la piloto («en masculino» sic). La razón de la pregunta y la de la respuesta apuntan una vez más hacia la identificación en la mente de los hablantes de la terminación en -o con la forma del masculino y en -a con la del femenino, lo que provoca la necesidad de crear un correlato de la palabra correspondiente en -a cuando no existe. La respuesta de la Fundéu concluía: «… hay algunos casos que de momento deben conservarse en su forma masculina, como es este caso, porque todavía no existen muchas mujeres piloto y decir la pilota en este caso suena francamente mal. Quizá con el tiempo». Al margen de cómo pueda sonar, el dpd señala que femenino pilota, se ha usado alguna vez, aunque no sea lo normal. Los nombres variables pueden presentar algunas otras formas para la construcción del femenino con incremento morfológico que conviven con la más frecuente en -a: los terminados en -n y -s lo hacen en -a generalmente, pero también en -esa (guardiana, diosa pero baronesa). Los terminados en -e lo hacen con formas específicas de sufijos -esa, -isa, o -ina (alcaldesa, lideresa, sacerdotisa, papisa, heroína). También son variables los acabados en -or, de manera regular (escritora, doctora) o con terminación culta -triz (actriz). Hay algunos de los acabados en -ar, -er, -ir o -ur que, pese a ser comunes (la auxiliar o el auxiliar), pueden presentar formas en -a (bachillera, choferesa, lideresa)16. vigente en el uso es rea, aunque funcione asimismo como común: la reo». 15 . Última consulta, 15/02/2010. 16 Camilo José Cela denominaba choferesa a la conductora del automóvil en el que viajaba en un conocido anuncio televisivo. Lideresa se emplea en algunos países de América y el dpd aporta un ejemplo de México, aunque hoy también se aplica a algunas políticas en España (como to-

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Esta posibilidad no se ha tenido en cuenta con la feminización de canciller por parte de la Academia cuando emitió una noticia para su uso correcto como común, la canciller, dictamen que mantiene en el dpd para rechazar la forma femenina la cancillera (ahora sí con ‘bolaspa’, signo que significa inaceptabilidad). Todo ello porque una mujer, Angela Merkel, por primera vez en la historia asumió la Cancillería o Gobierno de la República Federal Alemana y de inmediato se suscitó la polémica si debía ser llamada la canciller alemana o la cancillera alemana. El uso de cancillera en algunos países de América para denominar a las ministras de asuntos exteriores, como puede verse en la prensa de estos países, tampoco pareció tener ningún peso en la discusión, dado que no eran cargos equivalentes al de «canciller» en Alemania. Y todo esto, teniendo en cuenta que el dpd manifiesta que mantendrá los usos dialectales sustentados por la escritura17. Hubo artículos específicos en prensa como el de Lluis Bassets, «Cancillera» (El País, 13/12/2005), para recomendar o no la utilización del dos reconocerán). Recordemos aquí el escaso poder productivo de estas variantes en la creación de nuevas voces. El dibujante Quino, creador de Mafalda, recurre con humor a esta terminación específica del femenino en una viñeta en la que el personaje de Susanita, en el reparto de papeles en el juego de policías y ladrones (gansters), solicita ser gansteresa, a lo que sus desconcertados amigos responden «Ganster ¿¡qué!?». 17 Existen Ministras de Asuntos Exteriores denominadas específicamente Cancilleras (femenino que convive con la forma común en cuanto al género) en El Salvador, Colombia, Guatemala. Se documenta el término cancillera para Condolezza Rice en la prensa de Venezuela, y en Nicaragua encontramos vicecancilleras. No es término aceptado en Argentina. Sobre las variantes femeninas en América, no tenemos constancia de la existencia de estudios de conjunto. Señala Aleza (Aleza y Enguita, 2002: 132-133) que Kany en 1976 ya resaltaba «la tendencia general en América a las diferenciaciones genéricas en función del sexo: animala, tipa, bromisto, intelectuala. El prestigio o rechazo social que estas formas populares adquieren es distinto en cada caso» y que existen lexías con género distinto del que tienen en español europeo. Por otra parte, la propia Ángela Merkel tomó la decisión de utilizar un neologismo en todos los documentos públicos y oficiales: Känzlerin, la cancillera, como una de las primeras medidas de su gobierno.

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femenino, que recurrían como argumento de «autoridad» a su presencia en internet y al número de apariciones en Google, esto es, a su uso real, junto con otros argumentos propiamente gramaticales. También las agencias de prensa tomaron en cuenta este dato de internet y la Fundéu recomendó con este criterio el femenino. Algunas «Cartas al director» de diversos medios recogían en aquellos días su protesta por la censura de un término que no suscitaba extrañeza ni rechazo en los hablantes (como había ocurrido en su momento con jueza, por ejemplo) y se preguntaban el porqué de esa resistencia a aceptar el femenino. La ngle, hoy, aduce una razón «estrictamente morfológica» por la que «se prefiere canciller a cancillera porque los sustantivos acabados en -er (bachiller, sumiller, ujier, etc.) son comunes en cuanto al género» (I: 109, § 2.6l). Pero no es este el único caso de discusión acerca de un término que presenta un femenino en -a no habitual. Los conocidos casos de palabras terminadas en -l (zagala, fiscala, edila) o -z (jueza) tienden a funcionar como comunes por su comportamiento similar a los adjetivos (feliz, dócil). El dpd señala: «No obstante, algunos de estos sustantivos han desarrollado con cierto éxito un femenino en -a como es el caso de juez/ jueza, aprendiz/aprendiza, concejal/concejala o bedel/bedela», a los que se puede añadir consulesa, utilizada también en sentido propio en algunos países de América. Por tanto, en estos casos se puede emplear para el femenino tanto la forma marcada, como la no marcada, la jueza y la juez, forma esta última que parece ser la preferida en un lenguaje formal y la avalada por la Academia. La forma no marcada, la juez, es la que aparece en los diccionarios, así como en los libros de estilo y en la propia práctica periodística, como revela un estudio reciente de Velando y Vellón (2006). Pese a esto, cabría realizar una valoración de la solidez de los argumentos a los que se apela en los libros de estilo para estas selecciones tales como que «no están asentadas», «suenan mal a los usuarios», o mucho más peregrinos como la del Libro de estilo de El País de los estudiantes, donde se proscribe el uso de jueza pese a lo

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que aparece en el diccionario académico y se prefiere la juez «porque no hay juezo/a», argumento, de otro lado, también exhibido por Grijelmo (1997: 495). El exhaustivo análisis de Vigara (2009) sobre el término jueza resulta actualmente esclarecedor al examinar la disputa desde el plano lingüístico, discursivo, social y presentar la realidad del uso en los medios de información con un método que podría aplicarse a muchos otros términos.

4.3. Sustantivos heterónimos En los heterónimos el masculino y el femenino exigen lemas diferentes y, además, designan a un varón mediante una palabra del género masculino y a una mujer mediante una del género femenino. La última condición es que además «ambos referentes personales se asocian cultural y socialmente en parejas únicas desde la perspectiva del hablante»: el padre y la madre, el padrino y la madrina, el compadre y la comadre. Es el único grupo donde el masculino plural se puede considerar dual (los padres, los padrinos, los compadres, los tíos, los abuelos, los príncipes, los reyes). También en este caso, los cambios sociales que se han producido en nuestro país con la modificación del Código Civil para permitir que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio y adoptar menores de manera conjunta han tenido repercusiones lingüísticas insospechadas. El texto de la ley cambia los heterónimos el padre y la madre por los progenitores y de paso nuestro concepto de este término, pues a partir de ese momento habrá padres (padre y madre), padres (padre y padre) y madres (madre y madre)18.

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La Academia considera en el Esbozo (1973: 177) que el plural masculino en estos casos «es en realidad un nombre epiceno»; en la ngle habla de sustantivos en plural que «pueden abarcar en su designación a los dos miembros de una pareja de varón y mujer» (I: 89, § 2.2l). Para «madres» puede contrastarse el artículo «Tener mamá y mamá. El día a día de las

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4.4. Sustantivos ortónimos Adoptamos aquí la distinción propuesta por Lliteras (coord.ª) et alii (2004), para esta clase. Los nombres personales ortónimos son aquellos que no pueden representar la alternancia de la identidad sexual del referente y en este sentido son invariables. El acierto de esta denominación radica en la separación de un grupo de nombres personales que designan clases del mismo sexo, sean varones o mujeres, y que se comportan con total autonomía con respecto al contexto comunicativo. La persona designada mediante un nombre ortónimo (nodriza, amazona, imán, capellán, chamán, deán, donjuán) resulta identificada por su propio sexo de forma relevante. Es un fenómeno especial en cuanto al género y, desde otra perspectiva, así lo ha notado también la ngle (I: 86, § 2.2e) al tratar del valor abarcador del masculino genérico para algunos plurales de sustantivos masculinos de persona (monjes, brujos) cuando afirma que «muy raramente comprenden a las mujeres, sea cual sea el contexto en que se usen». Si se observa el par obispo/obispa se percibe que obispo se ajustaría perfectamente a esta clasificación como ortónimo, ya que presenta una marcación en masculino y el drae señala que se trata de un oficio propio de varones: «m. Prelado superior de una diócesis», o en la subacepción obispo sufragáneo, «m. El de una diócesis que con otra u otras compone la provincia del metropolitano». Distintos medios de comunicación se hicieron eco recientemente de que la Iglesia anglicana de Inglaterra planeaba ordenar a la primera obispa antes de 2012. También en este caso a la Fundéu llegaba la consulta sobre la corrección de la obispa, la obispo, la mujer obispo o

madres lesbianas con sus hijos» (El País Semanal, nº 1456, 14/06/2006). También puede apreciarse en la página web del colectivo «Unidos por la custodia compartida» el valor excluyente otorgado al término padres por algunas asociaciones integrantes.

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la obispesa (?)19. La Fundéu apoyaba y recomendaba el uso de obispa, avalado por el lingüista Martínez de Sousa, quien la consideraba en principio correcta aunque fuera del ámbito de la iglesia católica. El Diccionario del español actual ya lo había recogido así en 1999 bajo una misma entrada (obispo -pa), señalando la diferencia entre la acepción primera, solo masculina y referida a la religión católica: «(Rel catol) Hombre que ha recibido las órdenes sagradas en su grado máximo» y en su segunda acepción marcando la dualidad «m y f (Rel crist) Persona que gobierna una diócesis o a un grupo de sacerdotes» y señalaba, además, que en esta acepción a veces se usaba la forma obispa referida a mujer. Mediante este tipo de distinciones en las obras lexicográficas se evitarían, quizá, algunas de las confusiones y polémicas que suscitan los femeninos, ya que efectivamente la denominación de obispo como nombre personal en un contexto cultural católico no tiene en la actualidad (ni parece que vaya en cambiar en poco tiempo) más forma que la masculina. Esto no impide que consideremos obispo variable en cuanto al género y que se emplee con una designación precisa, obispa, cuando lo sean mujeres. Algunos de los duales aparentes se resolverían en dos clasificaciones: ortónimos y variables. Y, de otro lado, esta categoría de ortónimos también resolvería los casos en los que no se está ofreciendo una simetría semántica perfecta de un mismo nombre entre masculino y femenino, como ya señaló la Academia en su Esbozo (1973: 176) para asistente y asistenta cuando asistenta designa a la ‘sirvienta externa que trabaja por horas’ y nunca al varón asistente. También son muestra de duales aparentes otras expresiones bien estudiadas por sus valores peyorativos parejas del tipo hombre público y mujer pública, entre otras (Calero Fernández, 1992).

19

. Última consulta, 15/02/2010.

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4.5. Sustantivos epicenos El último de los grupos tratados, los epicenos, no determina la identidad sexual del referente ya que esta no queda marcada gramaticalmente de ningún modo. Generalmente se refieren a animales pero también a seres humanos y no tienen repercusiones en la concordancia ya que son masculinos (el ser humano, el bebé, el vástago) o femeninos (la visita, la criatura, la persona). Los colectivos en singular que recogen grupos mixtos de personas pueden considerarse epicenos: prole, público, ciudadanía, electorado, equipo. El nacimiento de la infanta Leonor, en 2005, provocó en su momento una avalancha informativa. Aunque algunos titulares en la red proclamaban «La infanta Leonor, un bebé “precioso” y “muy bueno”»20, el término suscitó dudas en cuanto a la utilización de la palabra bebé para referirse a la niña, quizá porque, aunque en español peninsular bebé es epiceno (y agudo: el bebé), en la mayoría de los países de América, desde México hasta Chile, como señala el dpd s.v. tanto la aguda bebé como la llana bebe son comunes en cuanto al género (el bebé, el bebe, la bebé, la bebe). Solo en los países del Río de la Plata la forma llana adquiere el femenino beba (el bebe, la beba). Sus diminutivos la bebita y el bebito con marcación de género en -ita, -ito, tampoco son desconocidos por los hablantes españoles. Con el nacimiento de la infanta Sofía, en 2007, podemos seguir leyendo en nuestro país «la infanta Sofía, un bebé precioso y muy despierto»21, pero cualquier consulta Google de páginas de España muestra el avance en el uso como sustantivo común frente al epiceno. Los medios de comunicación, la televisión, los informativos, permiten cada día el conocimiento de otras realidades

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.htm. Última consulta, 15/02/2010. 21 . Última consulta, 15/02/2010.

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y variedades de español que sin duda van influyendo en los hablantes y que pueden propiciar modelos de regularización. La influencia del español de América también se produce en el caso del epiceno ídolo. Así, la ngle informa de que se extiende ídola en la lengua juvenil de Chile y el Río de la Plata «y a veces también en la conversacional (una cantante nueva que es ídola de todos los jóvenes). Este uso no ha pasado tampoco a los registros más formales» (I: 122, § 2.9h). Según la información que proporciona la Wikilengua22, la palabra ídola no figura, efectivamente, en los principales diccionarios (drae, dea, due, Pequeño Larousse, Clave) en los que se indica que es palabra masculina, sin embargo «está extendido el uso de las formas femeninas la ídolo y la ídola con preferencia por la segunda en Google (páginas en español, 2008/07/22): la ídolo 10.400; la ídola 25.200», tendencia que no parece afianzarse en búsquedas más recientes pero que sí muestra una notable presencia en el uso. Por último, también cabe mencionar que en la 22.ª edición del drae de 2001 el sustantivo miembro, en su acepción 7.ª pasó de masculino a común: «com. Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o cuerpo moral». Las dos opciones en alternancia que la ngle considera «correctas» son: Ella es {el~la} miembro más notable del equipo, no así el documentado miembra «que no se recomienda» (I: 121, §2.9f). Esta última denominación suscitó una revuelo lingüístico, pero también político y social, cuando en julio de 2008 la pronunció la ministra de Igualdad, Bibiana Aído23. Ana M.ª Vigara, en su artículo «Miembras» (2008), analiza la posibilidad de que esté ocurriendo con este término el mismo proceso gramatical que ha seguido, entre otros, juez: el paso de un género exclusiva22

. Última consulta, 15/02/2010. 23 Incluso se creo una web, «Miembras. Usos lingüísticos, políticos y sociales», que promueve el empleo del término miembras como un «experimento lingüístico». http://miembras.blogspot.com/2008/06/nace-elblog-miembras-psalo.html. Última consulta, 15/02/2010.

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mente masculino a uno común (el / la juez) que finalmente se puede llegar a desdoblar en dos sustantivos, uno masculino (el juez) y otro femenino (la jueza), proceso lingüístico «lógico» y adaptado al proceso de evolución social: Y nuestra ministra de Igualdad, Bibiana Aído, habría, simplemente, anticipado el final del proceso, en una intervención que seguramente no merecía por este motivo (por la aparición del término miembra) la atención inusitada que ha recibido, los apasionados juicios de valor que ha suscitado y el efecto social que ha provocado dividiendo el mundo entre oponentes y partidarios, irritados y complacidos… Y ni lo dicho por ella, pues, ni el hecho mismo de decirlo (o pensarlo) podría considerarse, en rigor, incorrección, ni estupidez, ni sandez ni feminismo salvaje (nada menos que «salvaje»), como se acusaba al principio del reportaje de El País.

5. El género en el texto y en el discurso Aunque las cuestiones relativas a la construcción de nuevos femeninos y su aceptación y arraigo en la sociedad son aspectos que preocupan en la mayoría de manuales de dudas y guías de estilo (que se ocupan tanto de los ámbitos periodísticos como de responder a un público de cultura media), no es tanto el espacio que prestan a otras dificultades que se producen a la hora de utilizar estas formas en el discurso, bien solas o coordinadas con otras en oraciones o construcciones, bien en usos plurales o genéricos, bien por su concordancia o repetición, esto es, del uso del género en el texto y en el discurso.

5.1. El masculino genérico En el discurso feminista a favor de los usos no sexistas en el lenguaje y, en especial, en contra del sexismo sintáctico, se lleva la peor parte el denominado masculino genérico porque se le acusa de suplantar al femenino y de ocultar la presencia de las mujeres y su derecho de ser nombradas. Esta es la razón por la que, desde las posiciones más extremas,

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se recomienda su completa supresión en cualquier contexto que pueda suponer error o malentendido. En su defensa, la gramática siempre ha descrito el empleo del masculino, género no marcado, frente al femenino, género marcado, en los que en «en la designación de seres animados, los sustantivos de género masculino no solo se emplean para referirse a los individuos de ese sexo, sino también —en los contextos apropiados—, para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie» (ngle, I: 85, § 2.2a); así, el uso genérico del masculino plural es la consecuencia de su carácter no marcado y es habitual en las lenguas románicas para mencionar a un grupo, sean varones o mujeres (o a un colectivo mixto en el que haya un único varón entre mujeres). El dpd en la voz género2 es más explícito al recordar que el masculino singular designa a la clase: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía y que, en consecuencia, los masculinos genéricos en plural incluyen ambos sexos: «Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales; En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas)» y continúa: A pesar de ello, en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística, se está extendiendo la costumbre de hacer explícita en estos casos la alusión a ambos sexos: Decidió luchar ella, y ayudar a sus compañeros y compañeras (Excélsior [Méx.] 5.9.96). Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva; así pues, en el ejemplo citado pudo —y debió— decirse, simplemente, ayudar a sus compañeros. Solo cuando la oposición de sexos es un factor relevante en el contexto, es necesaria la presencia explícita de ambos géneros.

Al mismo tiempo se siente como un atentando al idioma el hecho de que «por presión feminista se está haciendo frecuente el empleo de las dos formas, masculina y femenina, contra la tradición de la lengua» (Marcos et alii, 1998: 109). Por su parte, escritores como el académico Javier Marías o lingüistas

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como Martínez de Sousa24 defienden algo más intensamente el uso genérico y sintético de hombre como una mera convención lingüística y descalifican determinadas prácticas correctoras para evitarlo. No hay que olvidar que en ocasiones son las informaciones externas al mensaje y algunas condiciones contextuales o temáticas las que ayudan a dilucidar si las mujeres están incluidas en estos usos genéricos del masculino (ngle, I: 86-87). Una pequeña muestra de la identificación del masculino genérico (abarcador de los dos sexos, en principio, y no marcado) y el masculino no genérico (referido a varones exclusivamente) en el discurso es el siguiente ejemplo que mediante el humor activa espontáneamente esta identificación: Me gusta reservar el sábado para mis amigos. Por eso me molesta que vengan sus novias. Es lo que se define como salto semántico por el que en el sustantivo genérico masculino plural, amigos, se desvela de inmediato que no tenían cabida las mujeres. También se ha argumentado que, desde la perspectiva de las mujeres, nunca se sabe si esos masculinos genéricos las incluyen o no (y lo que no se nombra no existe), dudas que jamás se presentarían entre los varones que los emplean. Bengoechea y Calero (2003) observan, finalmente, la ausencia de valor del hiperónimo hombre, pretendidamente genérico con los siguientes ejemplos: El hombre es mortal, Juan es un hombre mortal, *María es un hombre mortal, bien distinto de: María / Juan es una persona mortal, María / Juan es un ser humano mortal (epicenos en este caso que no activan las referencias sexuales). De nuevo, en el trabajo de Lliteras (coord.ª) et alii (2004) se ofrecen algunas reflexiones sobre los usos no sexistas del masculino genérico que intentan ajustar desde una perspectiva lingüística los factores sociales. El empleo de estos genéri24

Ápud Andrés (1999: 260) y Bengoechea (1999: 269), aunque este es un debate que se activa en todos los foros y en el que participa cualquier hablante no especializado atendiendo a su competencia lingüística.

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cos sí que estaría justificado en expresiones fijas, rótulos para designar asociaciones, colectivos, lugares (Médicos sin fronteras, Defensor del Menor, Cheque al portador, Unión General de Trabajadores UGT). Estaría también justificado cuando el enunciado se refiere a personas identificadas por su nombre que forman grupos mixtos (Pedro García y Susana Hernández, organizadores del evento, se reunirán mañana por la tarde con el comisario de la exposición). La justificación de estos masculinos genéricos se aplica también en las referencias a una o varias personas indeterminadas (precisamente por la indiferencia en cuanto a su identidad), en oraciones con formas verbales en futuro y, si los hay también, con adjetivos como futuro, nuevo, próximo, etc. (El nuevo doctor atenderá a parte de los pacientes del actual titular de la localidad). Los masculinos genéricos se justifican en la referencia a la cuantificación de una o varias personas determinadas por la clase o el número, pero de sexo irrelevante, construidas en estructuras partitivas, proporcionales y distributivas (Nace un chino cada dos segundos). Por último, este masculino genérico se presentaría sin valor sexista en las referencias a una o varias personas prototípicas con los marcadores cada, un, cualquier, todo, etc. (Confíe en un auténtico experto). En todos estos casos, el discurso sí sería sexista por exceso de información o por defecto y generaría usos desafortunados como puede comprobarse en Médicos y médicas sin fronteras; Pedro García y Susana Hernández, personas organizadoras del evento, se reunirán mañana por la tarde con el comisario de la exposición; El nuevo doctor o la nueva doctora atenderán a parte de los pacientes del actual titular de la localidad; Nace una persona china cada dos segundos; Confíe en una persona experta).

5.2. La concordancia Desde un punto de vista puramente gramatical, la norma indica que cuando el nombre de una profesión o de un cargo está formado por un sustantivo y un adjetivo, los dos elemen-

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tos deben ir concordados en masculino o en femenino en relación con el sexo del referente. Si esto se advierte es porque dicha concordancia no presenta una claridad meridiana en los usos contrastados. Gómez Torrego (2000a: 22) señala la corrección de la primera ministra y advierte que «conviene evitar» formas como *la primer ministro, *la primer ministra o *la primera ministro, sintagma prohibido en el dpd. Vemos que estas prevenciones son necesarias cuando es posible leer en la misma obra pocas páginas más adelante respecto de guarda con género común, cierta incongruencia con los planteamientos expuestos por el mismo autor: «De todas formas, se hace duro hablar de una guarda jurada como femenino de un guarda jurado, aunque, según los diccionarios, es forma correcta». Las razones no lingüísticas (se hace duro hablar de) pesan incluso en un contexto de recomendaciones normativas gramaticales. La concordancia de dos nombres de distinto género coordinados con un adjetivo se hará en masculino: Las niñas y los niños quedaron encantados con la fiesta. Para coordinar dos sujetos de distinto género coordinados, lo normativo es la presencia de cada sustantivo con su correspondiente determinante: Las niñas y los niños (*los niños y niñas / *las niñas y niños) quedaron encantados con la fiesta.

5.3. Las repeticiones Una de las críticas más frecuentes se produce en contra de las soluciones propuestas para los casos de duplicación o coordinación de la forma femenina y masculina para designar a un colectivo, del tipo Los alumnos y las alumnas, los coordinadores y las coordinadoras, los escritores y las escritoras. El dpd las califica como «engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacer siempre explícita la alusión a los dos sexos» y censura la utilización de un signo gráfico que no lingüístico, la arroba (@), como recurso lingüístico para integrar en una sola forma gráfica -o y -a fusionadas:

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l@s niñ@s. Este signo, que suele aparecer en publicidad, en textos «alternativos», en la correspondencia entre los jóvenes, en mensajes rápidos, etc., presenta la desventaja de su lectura y transmisión oral, pero llama la atención de forma inmediata sobre el género «de ahí las críticas recibidas sobre su sensacionalismo», como indican Bengoechea y Calero (2003: 104). Según estas autoras, el signo puede ser utilizado en circunstancias en las que no sea necesaria la oralización: Para evitar la excesiva longitud en frases e impresos, documentos y cartas se pueden usar las formas masculina y femenina, abreviadas mediante barra o guión (a/o, o-a). Este recurso, necesario en un principio para llamar la atención hacia la discriminación lingüística de la mujer, ha dejado de ser considerado un signo ridículo para pasar a ser ampliamente aceptado y utilizado en nuestra sociedad. Sin embargo, la mayoría de obras consultadas indican la conveniencia de reservarlo para en impresos, formularios, contratos, cartas y documentos oficiales. Donde sea posible, es preferible usar los sustantivos colectivos, los abstractos o las formas enteras masculinas y femeninas una junto a la otra: A las/os alumnas/os del Centro. Al alumnado del Centro, A los alumnos y alumnas del centro. A los alumnos y a las alumnas del Centro. Tampoco es gramaticalmente correcta la utilización de coordinaciones que resultan artificiosas por agramaticales del tipo las y los ciudadanos.

Lo expuesto no trae como consecuencia ningún impedimento para la duplicación cuando esta tiene una función pragmática o de coherencia interna del enunciado. Para Lliteras (coord.ª) et alii (2004): La coordinación de los dos géneros gramaticales tiene sentido cuando existe una pertinencia en la comunicación […] Es cierto que en determinadas ocasiones la coordinación incluso puede producir anomalías en el discurso y entorpecer la comprensión marcando la separación de los dos sexos.

Estas ambigüedades o efectos no deseados de la duplicación pueden observarse en ejemplos como Recibe flores de un admirador o admiradora secreta / Recibe flores de un admirador secreto. Evidentemente, no es lo mismo, y según la ngle «exceptuados esos usos, el circunloquio es innecesario cuando el empleo del género no marcado es suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo, lo que suce-

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de en gran número de ocasiones: Los alumnos de esta clase se examinarán el jueves» (I: 87, § 2.2f). Además, en el uso periodístico (Guerrero y Núñez, 2002: 237) se señala como un uso sexista del lenguaje la mención expresa a ambos géneros en la que el masculino preceda al femenino, ya que para ello no hay más razón que la regla que ha impuesto el uso para el establecimiento de una jerarquía en la prelación: «el discurso mediático que se esfuerza por no ser sexista, alterna el orden cada vez con más frecuencia». Es una de las recomendaciones para evitar la discriminación de las mujeres en todos los ámbitos del lenguaje: políticos, escolares, administrativos, periodísticos. Con todo lo dicho, en Lliteras (coord.ª) et alii (2004: 71-77) se señala que son pertinentes los tipos de coordinación cortés, comparativa, convencional o aquellos que quedan justificados por otras causas. En primer lugar, en la coordinación cortés, el uso de dos apelativos, uno para cada sexo, se produce en situaciones dialógicas en presencia de los interlocutores. Son las fórmulas de salutación, apelativas, vocativas, encabezamientos, etc., del tipo damas y caballeros, señoras y señores que a nadie sorprenden, pero que pueden no tener el mismo efecto con otras palabras no estereotipadas en el caso de compañeras y compañeros, amigas y amigos, señoras diputadas y señores diputados, etc. En segundo lugar, el desdoblamiento por comparación de la actividad de que se habla también es pertinente: El número de licenciadas en Ciencias de la Información supera al de licenciados, pero son desafortunados los usos con sobreidentificación del tipo: Las estadísticas del INEM muestran que un alto número de licenciados, en especial de chicas, encuentran su primer empleo antes de seis meses. En tercer lugar, para expresar en un único enunciado categorías distintas para varones y mujeres se emplea la coordinación convencional: Se han convocado los premios literarios de novela para escritores y escritoras. Y, por último, también es necesario utilizar este tipo de coordinación cuando se debe

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distinguir en enunciados en los que el uso del masculino no permite diferenciar si los referentes son los varones o un grupo mixto. El ejemplo aportado por los autores es claro: Los solicitantes del permiso de maternidad deben presentar un justificante que demuestre que su pareja no disfrutará de él, cuya propuesta de corrección desdobla en Los solicitantes y las solicitantes del permiso de maternidad deben presentar un justificante que demuestre que su pareja no disfrutará de él.

5.4. El comparativo en construcciones superlativas Otra de las circunstancias que supone una novedad en cuanto al uso de los femeninos es la de aquellas ocasiones en las que es necesario establecer una comparación en grado de excelencia en la que el sujeto es una mujer y se compara con un grupo de varones y mujeres. Son oraciones del tipo Rosa Torres es el mejor pianista actual que, utilizadas con el término de la comparación en femenino (Rosa Torres es la mejor pianista actual), y ya que el femenino es la forma marcada, establece una selección indeseada con criterio sexual dentro del grupo mixto. Así se reconoce en la ngle (2010, I: 89, § 2.2k), señalando el carácter excepcional de la discordancia de género en estas construcciones partitivas: Para decir de una mujer que destaca entre un conjunto de alumnos y alumnas, se registran a veces oraciones como Usted es una de los alumnos más brillantes de que goza la Facultad (Bain, Dolor), pero la falta de concordancia entre una (femenino) y los (masculino) hace que la construcción resulte muy forzada.

Si bien la RAE no ofrece en este caso alternativa alguna para evitar lo forzado de la oración, sí que se ha propuesto desde otros lugares alternativas en las que no se oculta la presencia de las mujeres. Bengoechea y Calero (2003: 39) proponen la solución del tipo Rosa Torres es la mejor de los y las pianistas actuales y recordemos que el uso de los y las coordinados con un sustantivo común en cuanto al género no se encontraría entre los desaconsejados por el dpd cuando

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se tenga que realizar una mención a los dos géneros. Lliteras (coord.ª) et alii (2003: 81-85), por su parte, sugieren varias soluciones a estos enunciados que denominan «construcciones de comparativo femenino de singularización»: estas construcciones pueden presentar un atributo comparativo con más seguido de un atributo que admite masculino o femenino de tipo Arancha Sánchez es la más galardonada de todos los tenistas españoles y también otras construcciones con mayor, menor, mejor, peor, como Marta Villas es la peor de todos los escritores de su generación, e incluir, además, aquellas en las que se indica una cuantificación, Nuria Merín es una de los cuatro mejores abogados de su promoción. En todos los casos, afirman, la primera parte exige la concordancia del atributo en femenino, mientras que la segunda parte reclama el género masculino porque la comparación se establece con un grupo mixto: todos los tenistas, escritores o abogados, varones y mujeres. Obsérvese la imposibilidad de construcciones con valor comparativo de femenino con un grupo mixto en: *Arantxa Sánchez es el más galardonado de todos los tenistas españoles o *Arantxa Sánchez es la más galardonada de todas las tenistas españolas. Los estudios en el ámbito periodístico de Catalá y García (1993, 1995, ápud Guerrero, 2002: 239) denuncian las disimetrías que se pueden producir con el uso sistemático del femenino referido a la mujer precisamente por esta restricción semántica; estas autoras afirman que: «En estas ocasiones la no aplicación del género gramatical masculino a las mujeres las priva de las funciones semánticas neutras que este adquiere en su valor no marcado. Así sucede en la noticia: Kahlo es la artista latinoamericana más cotizada del momento, cuando lo que realmente se quiere decir es Kahlo es el artista latinoamericano más cotizado del momento»; con estos usos, concluyen, se generan textos incorrectos desde el punto de vista gramatical, semántico y pragmático.

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6. Nota sobre el sexismo en los medios de comunicación Existen algunas de las recomendaciones o propuestas para evitar el sexismo en el lenguaje que exigirían una atención especial en el ámbito periodístico. Las que referimos aquí corresponden en su mayor parte (también en muchos de los ejemplos) a la guía Sexismo y redacción periodística de Benoechea y Calero (2003). Se recomienda evitar el masculino genérico hombre con sentido universal y sustituirlo por persona o personas, ser humano o seres humanos, humanidad, hombres y mujeres o mujeres y hombres, varones y mujeres o mujeres y varones. Se recomienda evitarlo también cuando se hable de pueblos, categorías, grupos sustituyéndolo por perífrasis, formas genéricas o sustantivos no marcados: el pueblo español o los españoles y españolas por los españoles; la infancia, el colectivo, el vecindario, las personas mayores, el profesorado, la clase política, el personal médico, etc.; o bien, simplemente, omitiendo el artículo (Los) trabajadores del metal se reunieron ayer en Valencia. También en los casos en los que se cita a las mujeres como categoría aparte, después de utilizar el masculino plural, de manera que en la noticia se presentan como apéndices de los hombres: Cuando son legalizados, los inmigrantes intentan traer a sus mujeres se expresaría mejor en una oración de cómo Una vez legalizadas, las personas inmigrantes intentan traer a sus cónyuges. En cuanto al tratamiento de las mujeres en los medios de comunicación, las recomendaciones se dirigen hacia su presentación «como son» y no en relación con los varones. De este modo, se debería evitar el uso de señora y señorita que corresponden a la mujer casada y soltera respecto de señor para los varones (en los que señor es indiferente a su estado civil, no hay señoritos en este sentido). Tampoco es pertinente hacer mención a la relación de parentesco o amorosa de las mujeres si no hay una conexión clara con la noticia (Cristina Fernández, presidenta de Argentina y esposa del anterior man-

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datario, Néstor Kirchner, mantendrá un encuentro bilateral con Barack Obama en Washington). Se debe evitar, asimismo, el artículo que acompaña al nombre o al apellido de las mujeres y no al de los varones (La Merkel y Zapatero, la Pantoja, la Barberá). Asimismo, se debe evitar utilizar el nombre de pila de manera asimétrica (Esperanza y Ruiz Gallardón) y en contextos formales se debe anteponer el cargo, la profesión, etc., al apellido de la mujer. La hipercaracterización mujer en designaciones del tipo *las mujeres científicas, o junto al término profesional masculino *los científicos mujeres resulta completamente innecesaria, así como es improcedente la asimetría en las categorías al nombrar a mujeres y varones (En el accidente perecieron dos franceses y una mujer). Las sugerencias de estas guías y recomendaciones instan a la promoción de representaciones equitativas de mutua colaboración entre los sexos: Hipotecas que solo son asequibles para hombres cuyas esposas también trabajen / Hipotecas que solo son asequibles para familias con más de una renta; censuran aquellas que intentan identificar sistemáticamente oficios para un sexo: Médicos, enfermeras y limpiadoras del hospital, en huelga; las que se refieren a su aspecto físico o a su edad: La atractiva vicepresidenta segunda de la Empresa dará hoy una conferencia / Kim Bassinger sigue levantando el ánimo; o las que insultan en femenino mediante sinécdoque (designan al todo —las mujeres— por una parte), infravaloran o minimizan su valor: Un novelista se ha sentido ofendido y ha reaccionado como una folclórica (acaloradamente) / Más faldas en el senado (más senadoras). La lista de recomendaciones podría alargarse más y parecer exagerada o innecesaria. No obstante, queremos concluir presentando aquí algunos de los datos que recogen Bengoechea y Calero extraídos de diversos estudios europeos sobre la presencia de mujeres en los medios de comunicación. Los datos muestran lo siguiente: las mujeres solo representan un 10 %

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de las personas mencionadas en periódicos de información general; un 30 % de mujeres no se identifica en las noticias; un 13,8 % son citadas exclusivamente por su nombre de pila, lo que no ocurre prácticamente nunca con los hombres; el 18,3 % son noticia en la prensa y el 12,6 % en informativos radiofónicos por sus relaciones de parentesco con los varones; se menciona el estado civil del 64 % de mujeres noticiables, frente al 12 % de varones en noticias equivalentes. En definitiva, sirva esto de mera constatación de una asimetría que va más allá de las polémicas lingüísticas sobre el género gramatical de los sustantivos que designan varones y mujeres, y sus profesiones y actividades.

BLOQUE SEXTO:

ESTILÍSTICA Y ORTOTIPOGRAFÍA

Capítulo 14

REDACCIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO1 Antonio Hidalgo Navarro Universitat de València

1. Escribir «correctamente»: una cuestión de imagen La comunicación escrita domina gran parte de la actividad social y económica de nuestras vidas y a ello obedece que un texto «bien» escrito sea, las más de las veces, la mejor tarjeta de presentación, tanto para un particular como para el más laureado de los literatos. Efectivamente, escribir es mostrar una parte de nuestra esencia personal; cada vez que elaboramos un escrito, independientemente de su naturaleza o función, de sus objetivos o razones, estamos transfiriendo nuestro saber, nuestro conocimiento del idioma en que escribimos y, sobre todo, nuestra imagen personal y de usuarios de la lengua. Escribir correctamente no es, pues, tarea vana, sino esfuerzo necesario que todo aquel que aspire a progresar socialmente deberá considerar seriamente. Y es que, como decíamos antes, la sociedad actual está dominada por la escritura. Nuestra actividad se halla continuamente envuelta por textos escritos de muy diversa índole, desde cuadernos y manuales escolares hasta prospectos de medicinas, pasando por facturas de bancos, la declaración de la renta, prensa escrita, etc. Es más, la era de la información (a través de la informá-

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Una primera versión fue publicada en el capítulo 13 de Aleza (coord.ª) et alii, 2006: 435-452.

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tica) ha incrementado más (si cabe) el peso e importancia de la escritura en nuestros días, hasta el punto de que sobre el teclado de un ordenador podemos reproducir en determinadas circunstancias (al «chatear», por ejemplo) el lenguaje oral mismo, completándose así el eje gradual articulado (con múltiples términos intermedios) entre lo oral y lo escrito. En este estado de cosas, los textos académicos ocupan una posición fundamental; deben reflejar conocimientos adquiridos, de acuerdo con la capacidad de su autor para seleccionar información relevante, para argumentar, demostrar, refutar, verificar hipótesis, etc. En definitiva, un buen o mal dominio de la escritura pueden condicionar decisivamente el éxito o fracaso de nuestra actividad personal o profesional. Por otra parte, la multiplicidad de textos escritos se refleja en un amplio arco de posibilidades que, por su empleo habitual, podemos ejemplificar en los textos «expositivos» (monografías, informes, proyectos, etc.), en las cartas profesionales, comerciales y/o privadas, en los textos periodísticos o en los textos literarios. Con todo ello, podría decirse que las posibilidades o campos de actuación de un corrector de estilo son, cuando menos, no escasas. La cuestión es: ¿cómo asumir la necesidad de redactar correctamente?, ¿cómo alcanzar un estilo correcto en la elaboración de nuestros textos? No importa que se trate de textos breves o amplios, personales o de divulgación, el hecho es que todos ellos son susceptibles en mayor o menor medida de «corrección»; las empresas que editan los diarios, los periódicos y las revistas, así como todas las editoriales de libros cuentan con personas dedicadas a corregir los textos escritos: son los correctores de estilo, profesionales encargados de leer y releer cada párrafo para corregir errores, que no solo deben controlar las faltas de ortografía (erratas), sino también la sintaxis y la semántica de cada oración, es decir, asegurar que la idea que se quiere transmitir esté correctamente construida y que se entienda. Ahora bien, aunque nuestra intención no sea dedicarnos profesionalmente a la corrección de estilo, sí

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debemos aspirar, por las razones ya aducidas, a mejorar en lo posible nuestra expresión escrita tratando de alcanzar un «estilo correcto». Nuestro mejor aliado en este sentido será desde el principio el diccionario. Hemos de comportarnos en definitiva como verdaderos correctores de estilo, de nuestro propio estilo, asumiendo que la corrección es un oficio histórico, que surgió con la aparición de la imprenta. Es también un trabajo humano irreemplazable, porque aunque hoy los ordenadores tienen programas que corrigen la ortografía, ninguna máquina es capaz (todavía) de controlar el estilo y el ajuste de significado de un texto. Por lo demás, nuestra labor de «correctores» no se limita al producto final, el texto escrito, sino que se extiende a lo largo de todo el proceso de su elaboración, esto es, asumiendo los pasos intermedios de planificación, elaboración y revisión final del texto. Expliquemos, pues, este proceso y conozcamos la imbricación de tales pasos en la obtención final de una redacción y estilo correctos.

2. Para escribir correctamente: cuestiones previas anexas a la redacción de textos Cuando hablamos de texto «correcto» somos conscientes de la diversidad tipológica de los textos y de que, en consecuencia, la corrección no supone lo mismo en todos ellos. No obstante, por el carácter general de este capítulo me permitiré cierta extrapolación y entenderé por texto correcto aquel que se corresponde con un uso contextual del idioma adecuado a los distintos casos y ámbitos de interés particulares. En este sentido, creo entender que existe un denominador común a todos ellos: el uso correcto del idioma es el que atañe al nivel culto (del español en nuestro caso), independientemente de la especialidad del texto (humanidades, ciencias empíricas, artes, etc.).

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Veamos al respecto cuáles puedan ser los requisitos principales en el proceso de redacción de un texto.

2.1. Contextualización y coherencia Un primer aspecto que debe tenerse en cuenta a la hora de escribir es la necesidad de que el texto producido posea contextualización y coherencia (Reyes, 2001: 121-158). Efectivamente, para que un texto funcione debe conectarse con los marcos de referencia que posee su potencial lector: sus datos deben ser compartidos al menos parcialmente por autor y lector, y, evidentemente, el responsable de que esto se cumpla es en gran medida el autor, el que escribe el texto. Cuando se habla de contextualización se hace referencia a la conexión de los significados textuales con los datos extratextuales: es un proceso con dos aspectos complementarios (Reyes, 2001: 123). En primer lugar el texto debe adecuarse al entorno comunicativo en que va a insertarse; en segundo lugar, hay que crear, a través del propio texto, un conjunto de datos que permita a los lectores potenciales interpretar lo que el autor dice o escribe. Así pues, el contexto es en parte preexistente al texto y en parte va siendo creado dinámicamente. De hecho, cuando hablamos o escribimos decimos poco, pero sabemos y entendemos mucho más de lo dicho o escrito, y este es un factor de estilo que no debemos olvidar. Por lo que respecta a la coherencia del texto, este debe estar organizado lógicamente. Un texto será coherente si su estructura significativa tiene organización lógica, armonía sintáctica, semántica y pragmática entre sus partes y si su significado es interpretable porque ayude al lector a hacer las inferencias necesarias. Este último aspecto, el proceso de interpretación del texto, resulta fundamental si queremos desarrollar un estilo «correcto»: por un lado descodificamos los signos lingüísticos atribuyéndoles significados, por otro lado inferimos

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todo lo que no está dicho. La coherencia surgirá, pues, de la interacción entre la estructura del texto y la interpretación del lector. Para ello deben cumplirse las llamadas «condiciones de coherencia» (Reyes, 2001: 131): – El texto debe ser relevante. – El texto debe presuponer correctamente la información conocida. – El texto debe tener un tema central. – El texto debe argumentar de manera adecuada. – El texto debe emplear los mecanismos de cohesión necesarios. Si no se cumplen estas premisas con regularidad corremos el riesgo de escribir o redactar de forma «incorrecta». Así, si la trabazón lógica de las partes de un texto no funciona, el texto resultará incoherente: el proceso de argumentación, en su caso, debe ser en la medida de lo posible escrupuloso y preciso. Por otra parte, la cohesión entre las partes del texto a través de mecanismos lingüísticos resulta ineludible; para ello se deben emplear los recursos apropiados, entre los que se hallan los conectores textuales, los elementos deícticos y anafóricos, el recurso a la repetición sinonímica, a la elipsis, etc. A ello se añaden otras herramientas capaces de crear coherencia, como, por ejemplo, el orden de palabras. No siempre estructura semántica y estructura informativa van de la mano; en este sentido el orden de palabras en español es flexible, pero no se elige un orden al azar, sino según las necesidades comunicativas (la información conocida o tema va primero y la nueva o rema va al final de la oración). Cada palabra debe ocupar en la oración el lugar donde se vea más claramente a qué otra u otras palabras se refiere. Ello supone que lo que sepamos o no en cada momento dependerá de cada texto particular: así, por ejemplo, en la conversación los hablantes van calculando rápidamente lo conocido y lo nuevo y, en su caso, van corrigiendo o reponiendo cuando resulta oportuno; en

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cambio, la información conocida de un texto escrito es un cálculo que debe hacer el propio autor que, si falla por exceso o por defecto, acabará produciendo un texto incoherente. Algunos recursos usuales para el realce de la nueva información son la anteposición con refuerzo, las denominadas estructuras ecuacionales (por ejemplo, en fue Juan quien mató al fugitivo), los intensificadores (algunos marcadores discursivos son habitualmente intensificadores: también, lo que es peor, además, etc.).

2.2. El proceso de planificación textual Un segundo aspecto no menos importante que la contextualización y la coherencia es el de la planificación del texto («precomposición» en términos de Reyes, 2001: 192-216). La planificación, obviamente, es el proceso de reflexión previo a la escritura, y hay que otorgarle la importancia que tiene; antes de lanzarse a escribir hay que detenerse a pensar en las circunstancias que rodean al texto, esto es, debemos hacernos ciertas preguntas previas: – ¿Para qué se escribe el texto? – ¿A quién va dirigido el texto? – ¿Qué lector estamos seleccionando? – ¿Qué imagen pretende transmitir el autor al lector? – ¿Qué debe decir el texto exactamente y cómo debe organizar dicha información? – ¿A qué género se adscribe tipológicamente el texto? – ¿Qué secuencias textuales (argumentación, exposición, descripción, narración) se emplean o van a emplear en el texto? Los textos escritos se elaboran habitualmente para transmitir información: suele tener, pues, en su mayor parte, valor

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informativo. Algunos textos, como los científicos, añaden a este propósito informativo el deseo de convencer: tienen inicialmente un carácter expositivo, pero pueden ser también argumentativos; intentan convencer al lector de las teorías y puntos de vista que defiende su autor. En cualquier caso, las características de estilo y estructura de un texto vienen determinados por sus objetivos. Una cosa es clara, en general, es positivo que cualquier texto sea de agradable lectura, pero su amenidad puede ser más o menos necesaria en función de la «aridez» del tema, del mismo modo que prescindir de la exposición de datos, por farragosos que estos resulten, puede constituir un fraude en el caso de un texto científico. Como paso previo, en el proceso de planificación es necesaria la selección del destinatario: el conocimiento del lector ayuda a crear un texto lo más adecuado posible. Antes de escribir un texto es conveniente, pues, recopilar todos los datos disponibles acerca de sus posibles lectores (conocimientos, edad, intereses, ideología, extracción sociocultural, etc.). El escritor experto debería escribir textos a medida del lector seleccionado, y sin duda la forma y estilo en que lo haga exigen esfuerzo. En este sentido, en relación con la información que se transmita al lector, hay que hacer algunas consideraciones: un texto que contenga información obvia resultará tan aburrido como incomprensible el que incorpore conocimientos inalcanzables para su destinatario. Por otro lado, tan importante o más que la selección del lector es la imagen del autor. Así, para que el texto alcance sus objetivos es indispensable que el autor manifieste conocimientos sobrados sobre el tema así como plena certeza sobre el interés intrínseco del tema que está desarrollando. Otro aspecto esencial en la planificación textual es el de la producción y organización de ideas. En el texto deben figurar las ideas estrictamente pertinentes. El primer paso, pues,

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es conseguir la información suficiente en relación con tales ideas; a este proceso se le denomina fase de documentación. Esta fase es compleja, ya que hay que reunir toda la información posible, pero con ello no basta, después habrá que relacionar entre sí todas las informaciones. Finalmente, la labor original del autor será la de valorarlas, discriminarlas y aplicar su sentido crítico. El autor debe llevar a cabo, pues, una tarea de selección: la tarea de selección suprema es, precisamente, la capacidad de someter todo un texto a una idea central, esto es, de otorgar un título que lo resuma completamente al texto. Progresivamente deberá reordenar la información y organizarla en subtemas, para lo cual será especialmente adecuado que los sitúe en el marco de un esquema claro, en partes bien definidas.

2.3. Planificación y secuencias textuales Muchos de los textos escritos posibles comparten características de estilo, comenzando por el hecho de que en su mayor parte se construyen atendiendo a las mismas secuencias textuales: descripción, narración, exposición, argumentación y diálogo. Pues bien, ¿qué características deben cumplir todos estos tipos textuales para estar «correctamente» escritos? Ante todo las de precisión, claridad y objetividad (esta última fundamental si se trata de un texto académico). La claridad es resultado del empleo de un léxico idóneo y de una planificación escrupulosa: no cabe la improvisación en el texto «correcto». Cada tipo de secuencia textual lleva aparejado, además, un modo distinto de organizar, una estructura específica y unas convenciones propias. Veamos esto último tratando con más detalle cada una de las secuencias textuales mencionadas:

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a) Descripción La descripción representa (o trata de representar) la realidad circundante. La información debe aparecer ordenadamente en el texto descriptivo, según partes bien definidas, de lo externo a lo interno, de izquierda a derecha, etc. Por supuesto, de acuerdo con el tipo de texto descriptivo los rasgos de estilo vienen establecidos por el predominio de ciertas categorías gramaticales (por ejemplo, en los textos científicos, mediante el uso de sustantivos referidos a terminología científica, de verbos en presente, de enumeraciones, etc.). Otra estrategia habitual en textos descriptivos complejos es la analogía (comparar lo que se describe con alguna otra cosa que el lector entienda fácilmente).

b) Exposición Su objetivo principal es transmitir la experiencia y saber de una comunidad. Toda secuencia expositiva consta al menos de dos movimientos: señalar cuál es el problema y desarrollar su solución. Así pues, la secuencia expositiva debe seguir un esquema claro y pormenorizado, sin saltos en el vacío. Por lo demás, lo importante de esta estructura es mostrar el orden lógico del razonamiento. A tal efecto son fundamentales ciertas estrategias discursivas del texto expositivo: – Reformulación (paráfrasis). – Inserción de ejemplos. – Citas de autoridad. – Clasificación: ordenación y sistematización de la información. Conviene, además, una presentación jerárquica de la información: hay informaciones primarias y secundarias que el autor debe ofrecer al lector con claridad.

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c) Argumentación Argumentar es intentar convencer a otro (o a otros) de una afirmación u opinión propias. Los textos escritos están repletos de secuencias argumentativas. Una secuencia argumentativa se construye como respuesta a una (o varias) opiniones contrarias. Así pues, el autor debe necesariamente presuponer la existencia de dos o más interlocutores (el autor y el otro u otros), de modo que toda secuencia argumentativa debe incluir dos tipos de informaciones: la tesis y los argumentos que sustentan la tesis. El autor debe formular explícitamente la tesis, que deberá apoyarse en argumentos racionales convenientemente ensamblados según recursos lingüísticos apropiados. Así pues, entre los recursos de ensamblaje argumentativo más destacados están los conectores, procedimientos gramaticales o textuales que se utilizan para engarzar entre sí las oraciones que forman parágrafo, o bien para engarzar distintos parágrafos entre sí. Los conectores atienden adecuadamente a las relaciones lógico-semánticas existentes entre dos o más oraciones o entre dos o más parágrafos, actuando así a modo de «señales de tráfico». Advierten de las características, de la importancia, relevancia o irrelevancia de la información que relacionan, al tiempo que son imprescindibles en el proceso de construcción textual: el texto poseerá mayor articulación interna, mayor cohesión, mayor claridad en la medida en que utilice más adecuadamente las expresiones conectivas. Ahora bien, las expresiones conectivas no deben introducirse gratuitamente, a la búsqueda de falsos efectismos estilísticos. En caso de dudas lo preferible es, obviamente, el uso del diccionario. Otros elementos del razonamiento argumentativo a los que debemos prestar mucha atención en el proceso de redacción son: – La regla general: creencia o supuesto más o menos aceptado por la comunidad que puede permitir ciertos saltos en una argumentación.

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– La fuente: fundamento de la información ofrecida que garantiza las reglas generales o la verdad de los datos que agrupan la tesis; aparece generalmente como cita de autoridad. – La reserva: el propio autor puede albergar alguna reserva sobre las posibles consecuencias que se deriven de sus argumentos. Hay, pues, múltiples recursos argumentativos para el autor, desde las citas de autoridad, la ejemplificación, la analogía o la exposición de causas y consecuencias, hasta el apoyo en datos objetivos, la discusión o la desestimación de posibles objeciones a la tesis de partida (contraargumentación). De todos ellos es especialmente interesante la contraargumentación, que consta de tres fases: presentación del contraargumento, desarrollo de la refutación y refuerzo de la tesis principal.

2.4. La (s)elección del léxico y el significado Uno de los principales problemas en la composición de un texto es encontrar las palabras justas para expresar lo que se quiere. Debe haber adecuación al género y al tema; por supuesto, el registro también desempeña un papel decisivo en el proceso de (s) elección léxica. Sin duda, un buen sistema para adquirir vocabulario es la lectura de buenos textos, pero no disponemos en nuestro conocimiento de todas las palabras ni de las más justas: no conocemos todo el vocabulario de nuestra propia lengua. Por lo demás, es imprescindible un vocabulario abundante para escribir, pero eso no implica aprender todas las palabras del idioma. En todo caso, la ausencia de vocabulario producirá textos vagos y/o repetitivos. Si, finalmente, tenemos dificultades para hallar la/s palabra/s necesaria/s deberemos acudir al diccionario. En tal sentido, son sin duda importantes los grandes diccionarios, es decir, aquellos que poseen gran can-

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tidad de información; también son muy necesarios los diccionarios ideológicos2. En el ámbito del léxico merece especial atención el uso de neologismos (algunos de los cuales son simples barbarismos innecesarios). Por neologismo se entiende toda palabra reciente que se refiera a cosas o hechos nuevos, o que se aplique a denominaciones nuevas. Actualmente la mayoría de barbarismos procede del inglés. Es difícil que un diccionario general recoja rápidamente un neologismo, pero hay también diccionarios modernos que recopilan muchas de las palabras que circulan, sin descartar los neologismos. En otro sentido, hay que saber discriminar los préstamos y los calcos. Los primeros pueden ser necesarios, pero los segundos son construcciones ajenas que copian exactamente del original, violentando así los patrones sintácticos o semánticos del español. Los préstamos son particularmente útiles en el lenguaje científico, necesitado de términos técnicos, precisos, unívocos, etc. Hay que conocer, pues, estos términos, a la hora de traducir o bien, al revisar el estilo de un texto científico. Los calcos en cambio deben ser siempre rechazados. En cualquier caso, no se puede escribir correctamente si no se escribe en «buen español»: un español rico, flexible, matizado, etc. Los anglicismos u otros extranjerismos usados innecesariamente empobrecen el caudal léxico. En el ámbito de los significados, al margen de los explícitos, existen significados de palabras y expresiones que no están en los diccionarios, y que tampoco son siempre significados previsibles. Se trata de los significados posibles de una palabra, exceptuando los denotativos, y se llega a ellos por inferencia; hay varios tipos, los más frecuentes son los connotativos, vinculados a los contextos habituales donde aparecen ciertas palabras asociadas a contenidos o valores semánticos

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Una de las más recientes muestras corresponde al Diccionario Redes coordinado por Ignacio Bosque.

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fuertemente mediatizados por algún tipo de valoración social y/o cultural en torno al referente; así, la palabra niño está asociada a la inocencia; la palabra doncella a la fragilidad, etc.; otro tipo de significados son los contextuales, cuyas implicaciones son inferidas a partir del contexto: no significa lo mismo el adjetivo verde cuando acompaña al sustantivo prado que cuando se vincula al sustantivo viejo formando el sintagma viejo verde. En cualquier caso, al margen de los problemas anteriores, vinculados a la necesidad de seleccionar bien el vocabulario cuando redactamos, hay muchas otras cuestiones que debemos asumir como problemas en potencia. Tal es el caso de la necesaria precisión en el uso del vocabulario; hay que evitar, por ejemplo, verbos comodines (tener, haber, poner, dar, decir, romper, cambiar). Otras veces es un problema de distinción de significados, como ocurre en el caso de significados distintos que se vinculan a diferentes derivados adjetivos a partir de un mismo sustantivo como en celeste/ celestial, cárnico/carnal… No son infrecuentes los problemas relativos a la valoración del léxico: a menudo las palabras acarrean una valoración sobre la idea que expresan: los vocablos no siempre son asépticos ni objetivos. Muchos términos traen consigo una toma de postura, una opinión ante lo expresado por el hablante (bebedor tenaz no es lo mismo que bebedor empedernido; esposo tenaz no es lo mismo que esposo fiel). La impericia del que escribe le enfrenta muchas veces a situaciones de elección léxica dudosa derivada de la similitud aparente entre términos parónimos, es decir, entre palabras que se asemejan en cuanto a la forma, pero expresan significados diferentes (inerme/inerte, preeminente/prominente, sima/ cima). Habituales son los casos en que la tendencia a redimensionar las palabras, esto es, a utilizar palabras de muchas letras, en lugar de los términos correctos, nos lleva al uso de cultis-

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mos inadecuados. Grijelmo (1997) habla en este sentido de «archisílabos» (climatología por clima, utilización por uso). Y en relación con esto hay que entender la atracción ocasional por palabras o expresiones nuevas que llegan a nosotros como creaciones más o menos recientes o, a veces, muy expresivas; o simplemente por ser palabras con resonancias cultas, con acentuación esdrújula, etc. (plúmbeo, hermenéutica, atrabiliario), todas ellas perfectamente prescindibles y sustituibles por otras más claras y precisas.

3. Actividades relacionadas con la corrección de un texto: la revisión Cuando el texto está acabado hemos completado en realidad solo la fase inicial del proceso de redacción. Se hace necesario ahora asegurar la calidad de la redacción y pulir las inadecuaciones de diversa índole que puedan hallarse en él. Entramos en la fase de revisión y corrección del texto. Esta fase está condicionada por factores muy diversos, que pueden ir desde la ineptitud del autor para la redacción hasta la tendencia de este a resultar excesivamente «florido» en su expresión. Se hace necesario, pues, asumir una serie de consideraciones preliminares sobre la base de las cuales debe operar el corrector de estilo, sea este el propio autor o un profesional de la corrección. Pero al margen de todas las consideraciones no debemos perder de vista ciertas ideas fundamentales: a) Un buen corrector cambia de perspectiva, dependiendo del texto: no es lo mismo enfrentarse a un texto publicitario, que a uno jurídico o literario. El corrector debe poseer olfato e intuición para conservar la voz del autor y, al mismo tiempo, aumentar su brillantez y claridad.

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b) Hay que buscar la perspectiva, lo que significa moldear unos criterios propios. Para esto, es necesario conocer las diferentes herramientas de que se dispone: diccionarios, gramáticas, textos de referencia y programas informáticos.

3.1. ¿Qué revisar? Hay cierta tendencia a pensar que solo deben corregirse los errores ortográficos y/o gramaticales. Pero también es muy importante la revisión del contenido. El corrector, pues, no solo ha de ajustarse a la prescripción de la gramática normativa: hay que cuidar de que el texto sea comprensible y no contenga pasajes de difícil interpretación. Solo debe incluirse información relevante para el desarrollo textual, huyendo en lo posible de valoraciones subjetivas o excesivamente personales (sobre todo si el texto es de carácter formal o académico). En general, la unidad de sentido preserva la inteligibilidad del texto. Deben quedar bien explicitadas las relaciones entre las distintas partes del texto, no basta con que las ideas estén bien conectadas en la mente del autor. Una buena forma de conseguir esa unidad de sentido es cambiar de tema lo menos posible a lo largo de un párrafo y evitar introducir sin necesidad las digresiones superfluas. Otro elemento eliminable del texto es la ambigüedad. El texto debe poseer una única interpretación correcta, y el uso adecuado de la sintaxis puede ayudar a clarificar al máximo dicha interpretación. También las redundancias informativas afectan negativamente a la coherencia del texto. Las informaciones redundantes no suelen ser pertinentes (por eso son redundantes). Hay que evitarlas. Otra cuestión fundamental es la adecuación del contenido a la situación comunicativa; así, en un texto formal no caben coloquialismos excesivos; del mismo modo que en una

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situación informal es inadecuado, por pedante, el recurso a términos cultos.

3.2. Necesidad de facilitar la lectura Cuando el texto se lee con dificultad es porque el tema es difícil en sí mismo, o bien porque el lector no se halla suficientemente interesado por dicho tema. O bien simplemente el texto está mal escrito; el autor debe hacer lo posible para facilitar la lectura, debe ser claro, ordenado, calcular bien los conocimientos del lector destinatario del texto. Existen además estrategias de captación del lector que pueden considerarse en el proceso de corrección, introduciéndolas, si fuera necesario, como recurso de mejora del texto: a) Es conveniente guiar al lector en la lectura: hay que hacer recapitulaciones, resúmenes de lo dicho hasta el momento, etc. b) El lenguaje debe ser simple, sin demasiadas repeticiones innecesarias, sin vocabulario rebuscado, etc. La oscuridad expositiva no incrementa la calidad del texto, más bien evidencia que el autor no domina el contenido que transmite o ha olvidado que escribe para un lector determinado. c) Hay que cuidar el aspecto formal del texto, evitar erratas, descuidos tipográficos, etc. Evítese crear la impresión de ser un autor «dejado». d) La extensión del párrafo no debe ser larga. Por ejemplo, no son aconsejables los párrafos de página entera, ni tampoco los párrafos telegráficos de un par de líneas. Debe haber un equilibrio. e) Es fundamental la revisión de la estructura textual: hay que comprobar que el texto sujeto a corrección presenta ordenadamente la información y que su distribución es la conveniente al objetivo del autor. No solo es una cuestión del orden, sino que es necesario que la extensión dedicada a la

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exposición de cada idea sea equilibrada. Por otro lado, la distribución de la información en el texto depende del tipo de texto elaborado: por ejemplo, si es expositivo, la información deberá avanzar de lo conocido a lo nuevo, de forma progresiva, para que el lector vaya adquiriendo las claves necesarias para la comprensión del texto, mientras que si el texto es argumentativo o contraargumentativo será imprescindible que se formule la tesis explícitamente, sin lugar a dudas.

3.3. Control sobre el uso de recursos retóricos o efectistas Es correcto el uso de recursos retóricos como la metáfora, que a veces hacen más claro y comprensible un texto. Pero ciertos recursos deben ser empleados con cautela, como en el caso de la ironía. En cualquier caso, hay que evitar a toda costa el riesgo de ambigüedades o faltas de entendimiento por parte del lector.

3.4. La importancia de la presentación Entre los defectos de presentación más usuales a que se debe enfrentar el corrector de un texto están: – Textos sin márgenes o con márgenes escasos. – Abundancia de errores tipográficos. – Incoherencia en el empleo de convenciones de subrayado de títulos, representación de palabras extranjeras, mayúsculas, comillas, citas, referencias bibliográficas, etc. – Número excesivo de páginas. – Mala puntuación, por exceso o por defecto. – Desorganización. – Lenguaje «infiltrado» (Reyes, 2001: 269): términos y expresiones que proceden de la burocracia, los medios de

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comunicación, ciertos textos académicos, etc. Son en general expresiones «rimbombantes» innecesarias, fácilmente simplificables e incluso eliminables.

3.5. La importancia del estilo Por supuesto la revisión afecta a la puntuación, a las disposiciones de la gramática normativa, al vocabulario, al estilo. Para conseguir un texto con buen estilo resulta fundamental prestar atención a cuestiones de léxico y sintácticas. Hay que atender así a la longitud de las oraciones y evitar alargarlas innecesariamente. En general tres son los principios del estilo correcto: claridad, naturalidad y propiedad. La claridad en la expresión se alcanza según la elección de palabras apropiadas y exactas. De las palabras comunes han de utilizarse las más sencillas y breves, de las técnicas y cultas las inteligibles. La naturalidad de estilo se alcanza escribiendo sobre cosas sobre las que se tenga conocimiento y que interesen al lector; hay que prevenirse en este sentido contra la tentación de querer singularizarse, por lo que debe analizarse con cuidado toda expresión antes de emplearla. La propiedad se alcanza siempre que se utilicen palabras que no expresen una idea distinta de la que se quiere comunicar, evitando en lo posible los términos genéricos y tratando de que las palabras no presenten las ideas de forma más compleja de lo que son en realidad.

3.5.1. Sintaxis La armonía del período depende, por una parte, de las construcciones, de la coordinación y la distribución de todos los miembros en el período y, por otra, de la cadencia final. En este sentido es fundamental atender a la longitud de las frases. No hay prescripciones claras sobre cuál deba ser la extensión apropiada de una frase en un texto. Depende en gran

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medida del estilo de cada autor. Así por ejemplo, desde la segunda mitad del siglo xx se viene observando cierta inclinación hacia la frase breve, sobre todo en los textos científicos y técnicos. Pero no por ello una frase larga es necesariamente equivocada: todo depende de la habilidad del escritor para conseguir que no se pierda el hilo discursivo. Lo cierto es que cuanto más larga sea una frase más posibilidades habrá de que se incurra en anacolutos o inconsecuencias sintácticas, sin que eso suponga que las frases deban ser telegráficas. La extensión de las frases, pues, constituye una marca de estilo: por ejemplo, las frases largas, con abundancia de subordinación, paráfrasis, complementos circunstanciales, referencias espaciales y temporales, etc. desarrollan un tempo lento, apropiado para textos de tono serio, grave, como los jurídicos. Un aspecto sintáctico más: los incisos no deben interrumpir caprichosamente una oración. Es preferible su colocación al final de la frase, que así podrá leerse de un tirón, sin incómodas interrupciones.

3.5.2. Aspectos léxicos Cuestión importante desde el punto de vista léxico es el cuidado por la combinatoria de palabras: no todas las combinaciones de palabras son posibles. Deben evitarse asimismo las repeticiones léxicas, y el recurso a la sinonimia en casos no estrictamente necesarios.

3.6. El problema de la revisión informática Con los correctores informáticos no se ha resuelto el problema de la corrección de textos. Los ordenadores han supuesto la aparición de errores nuevos que hay que tener en

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cuenta. Así, los correctores ortográficos y gramaticales son de gran ayuda, sí, pero también plantean problemas. No siempre discriminan categorías gramaticales, ya que corrigen sistemáticamente siguiendo un criterio por defecto, lo que hace que cometan frecuentemente errores (por ejemplo, cuando encabezando una interrogación aparecerá siempre corregido como «cuándo», aunque la pregunta en cuestión no sea pronominal, como en una secuencia de frases como: ¿Cuando venga Juan iremos al cine? Pues vaya…).

3.7. Fases de la corrección textual La corrección de un texto, en fin, sigue distintas fases o momentos:

– Corrección tipográfica El corrector debe desarrollar un control integral de la calidad de la composición: detectar y corregir las erratas y los errores tipográficos y la partición incorrecta de palabras, así como las líneas sueltas al final y al principio de página (viudas y huérfanas), los espacios mal colocados, los guiones en hilera... Los correctores reflejan su trabajo en signos de corrección universales y anotaciones claras y concisas que facilitan la mejora de la obra y la revisión del proceso de edición. Todas las correcciones y enmiendas se anotan sobre la primera galerada, que simultáneamente se coteja con el manuscrito original con el fin de comprobar que no se ha perdido o trastocado ningún fragmento del texto original durante el proceso de volcado. Todo el proceso de corrección debe apoyarse en las normas que dicta la rae, en sus distintas publicaciones, y una vasta literatura de apoyo.

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– Corrección gramatical Se tratan los problemas de ortografía y/o morfología. Hay que saber distinguir entre error gramatical y error de estilo. La ortografía, la gramática y la puntuación de los textos deben ser en todo momento las correctas, de acuerdo con un adecuado uso del lenguaje; ello incluye la comprobación de que no se produzcan errores tipográficos. La corrección ortográfica consiste en la minuciosa revisión del texto con el fin de comprobar que se adecua a las normas ortográficas.

– Corrección de estilo La corrección de estilo consiste en una revisión general de todos los elementos que componen la obra: el estilo, la correcta elección de los términos empleados, la corrección o la adecuación de localismos, extranjerismos y modismos, la aplicación de las normas establecidas en los manuales de estilo... Con todo ello se conseguirá no solo pulir la calidad general de la publicación, sino también darle una coherencia global. Si el corrector no es el autor, es muy aconsejable el recurso a los manuales de estilo, lo que permitirá definir un método de trabajo: revisión y corrección atendiendo a los criterios de coherencia y cohesión. La corrección de estilo buscará siempre la palabra exacta, evitando reiteraciones innecesarias y atendiendo constantemente a la finalidad, precisión y buen sentido del texto.

4. Conclusiones El presente capítulo ha tratado de demostrar de forma convincente la importancia que tiene en el mundo de hoy saber redactar correctamente, de acuerdo con normas ortotipográficas, gramaticales, léxicas y semánticas ajustadas al uso culto del español.

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La tarea de dominar la técnica de escritura no es tarea fácil, ni se alcanza con una receta, ni siquiera con varias; es más bien un trabajo de tiempo, de preparación, de reflexión y de vuelta continua sobre lo escrito, con objeto de corregir aquello que no resulte coherente, evitando las ambigüedades, las impropiedades léxicas, los errores de construcción gramatical, los clichés o «tics» estilísticos manidos (expresiones que se usan en exceso, palabras proforma, etc.). El que escribe correctamente debe ser capaz de reconocer en su propio producto (y por supuesto también en el de otros) el error, rectificándolo en su caso y sustituyéndolo por la palabra, expresión, etc., adecuadas al contexto de empleo. Escribir correctamente, en fin, es una herramienta apta para el progreso personal, tanto a nivel intelectual como profesional, una forma de promoción que puede abrirnos muchas puertas siempre que sepamos emplear adecuadamente las llaves disponibles.

Capítulo 15

RECOMENDACIONES PARA LA REDACCIÓN Y COMPOSICIÓN DE TEXTOS EN EL ÁMBITO DE LA UNIVERSIDAD: POSIBILIDADES Y PREFERENCIAS Maria Estellés Arguedas Adrián Cabedo Nebot Universitat de València

1. La redacción en el ámbito académico La imagen de un escrito es la carta de presentación de cada autor ante quienes han de leerlo. Por tanto, es de capital importancia saber redactar correctamente y ser capaces de exponer los documentos con claridad y limpieza. Este hecho, aplicable a todos los casos, es más verdadero —si cabe— cuando nuestro escrito debe ser valorado por un examinador o un tribunal. En ese momento, debemos desplegar todas las armas para lograr los mejores resultados: no solo se trata de incluir contenidos correctos, fruto del trabajo (requisito, por supuesto, indispensable), sino de estructurarlos de la manera más ordenada, utilizar la expresión más transparente y hacerlos visualmente atractivos. No debemos olvidar que una buena estructura externa denota una buena organización del pensamiento. Este capítulo se dirige especialmente a los estudiantes universitarios que empiezan a realizar trabajos de investigación en sus carreras. En las siguientes páginas, ofreceremos una brevísima pero básica guía en la que se darán las directrices para crear textos correctos y adecuados al ámbito universi-

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tario, tanto desde el punto de vista de la forma como de la organización de las ideas. En el apartado 1 se enumerarán algunas nociones previas que es necesario tener en cuenta antes de enfrentarse a cualquier trabajo académico. En el apartado 2 se abordará el proceso de redacción, la composición de la macroestructura de los textos académicos. El apartado 3 se ocupará de la microestructura de los textos, de la forma, el estilo adecuado en este tipo de textos. Finalmente, el apartado 4 se dedicará a resumir los aspectos más relevantes.

2. Nociones previas Elaborar textos escritos en la Universidad comporta adecuarse a las circunstancias académicas y acostumbrarse a producir textos adultos, honestos y fruto de un trabajo previo. Durante el tiempo de formación en una universidad, esta institución es nuestro ámbito laboral particular, y tenemos que ceñirnos al código deontológico de esta, del mismo modo que lo haríamos en cualquier otro trabajo. En este sentido, hay tres nociones previas que resulta imprescindible considerar antes de emprender un proceso de redacción:

a. Se trata de un trabajo original. El plagio es un delito No es incorrecto acudir a otras fuentes, ni supone ninguna muestra de debilidad o incapacidad. De hecho, cuando estamos empezando, citar fragmentos de otros textos denota madurez y trabajo previo, ya que tomarse el tiempo de buscar y resumir las opiniones de expertos en la materia supone esfuerzo y, por tanto, denota interés. Lo que sí constituye una falta grave es copiar textos sin citar quién los escribió, ya que eso equivale a hacer pasar por propias las ideas de otros.

Recomendaciones para la redacción y composición de textos…

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b. No es un trabajo de la escuela Cuando se escribe un texto para el ámbito universitario, se está realizando una investigación en toda regla, aunque a pequeña escala. Hay que huir de los trabajos de resolución fácil, para salir del paso. La universidad exige más, precisamente porque ya no prepara alumnos de instituto, sino seres competentes para el mundo laboral del futuro. Además, muchas veces —especialmente si continuamos en la investigación tras licenciarnos— esos trabajos aparentemente intrascendentes se convierten en el germen de futuras tesis, libros o artículos en revistas especializadas.

c. Como tal, debe ajustarse a las características del género y al lenguaje de la disciplina Es un texto científico; esto es, su finalidad es transmitir a los demás el conocimiento que ha generado una investigación o demostrar el éxito de un proceso de aprendizaje personal. No es necesario que esa investigación desemboque en ninguna teoría, puede tratarse simplemente de la descripción de un estado de la cuestión, puesto que la labor de recopilación ya es, en sí, el resultado de un proceso de reflexión.

3. La redacción 3.1. Los tres pasos de la redacción La variedad de textos que se puede encontrar es muy grande, y las necesidades da cada tipo de texto son distintas, pero en todas ellas existe un denominador común: la planificación. Seguramente, alguna vez hemos escuchado que para elaborar buenos escritos conviene seguir tres pasos. Estas fases, grosso modo, podríamos denominarlas borrador, redacción y revisión

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(véanse, entre otros, Cassany, 1995; Montolío [coord.ª], 2000; Nicolau, Cuenca et alii, 2007; Serafín, 2007). No obstante, como hemos apuntado un poco más arriba, tratar de aportar un patrón estructural para un texto académico sería una labor tan inabarcable como la de resumir en diez pasos cómo se hace un traje: hay pantalones, faldas, abrigos; hay ropa de invierno y de verano, de hombre y de mujer… Del mismo modo, existen diversos géneros de texto académico, desde el examen a la tesis doctoral y, además, cada disciplina tiene unas necesidades estructurales dependiendo de la naturaleza del objeto de estudio (Historia, Medicina, Psicología…). Así pues, al ofrecer solo dos modelos prototípicos de texto académico estamos incurriendo en varios males necesarios: en primer lugar, nos centramos en una sola disciplina y descartamos las demás; en segundo lugar, se parte de la estructura de dos tipologías textuales y se dejan a un lado otras. Para minimizar el impacto negativo, se han seleccionado la disciplina de la Lingüística (humanística, pero con un componente experimental) y el formato de dos textos: la respuesta a una pregunta de examen, como ejemplo de texto de estructura relativamente libre, y el trabajo para una asignatura, que podría equipararse a la estructura del artículo científico, como muestra de texto con una estructura más fija y convencionalizada.

3.2. La redacción de textos libres. Respuestas a las preguntas de examen

No existe un único modelo para responder correctamente a una pregunta de examen. Obviamente, es de suma importancia conocer la respuesta a la pregunta, pero la manera en que plasmamos el contenido puede, si no determinar el éxito o el fracaso del examen, al menos sí contribuir decisivamente a uno u otro. Vemos, a continuación, un esquema en tres fases que ilustra los pasos de redacción de un examen.

Recomendaciones para la redacción y composición de textos…

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3.2.1. Crear un borrador Con la planificación como lema, el primer paso antes de redactar un examen es el borrador. Para ello, es muy útil llevar a cabo una lluvia o tormenta de ideas. Esta técnica, utilizada para recopilar ideas creativas —por ejemplo, en el campo de la publicidad—, es también un procedimiento muy aconsejable en trabajos académicos. La lluvia de ideas consiste en volcar en un papel en blanco todas las palabras, frases o incluso dibujos que asociamos a un concepto o tema dado. Cuando hemos leído, estudiado o pensado bastante sobre un tema, a menudo no sabemos bien por dónde comenzar, y es un peligro lanzarse a escribir sin pensar y encontrar, a medio camino, que hemos olvidado mencionar un concepto importante que estaba relacionado con un tema ya tratado. Cuando eso ocurre, nos vemos obligados a poner asteriscos y notas al margen, que ofrecen una imagen deficiente de la manera en que las ideas se estructuran en nuestra cabeza. Por consiguiente, es una práctica excelente escribir previamente palabras o pequeñas frases-resumen en un folio, sin preocuparnos por su orden, ortografía o grado de trascendencia. Ocupa apenas diez o quince minutos y ahorra mucho más tiempo en reescrituras desesperadas. Por ejemplo, si en un examen se nos pidiera hacer un comentario de texto a partir de un artículo sobre los llamados perros peligrosos, nuestro borrador inicial, tras la lluvia de ideas, tendría un aspecto similar a este:

448 Maria Estellés Arguedas - Adrián Cabedo RECOMENDACIONES PARA LA REDACCIÓN Y COMPOSICIÓN DE TEXTOS ... Nebot

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Figura Figura1

1

La lluvia de ideas se prolongará hasta que no se nos ocurra nada más que escribir. En ese momento, podremos pasar a La lluvia de ideas se prolongará hasta que no se nos ocurra nada más una segunda fase, todavía previa a la redacción, en la que orque escribir. En ese momento, podremos pasar a una segunda fase, denaremos todo el material que se ha volcado en el borrador. todavía previa a la redacción, en la que ordenaremos todo el material que Por ejemplo, en el caso de los perros peligrosos, podríamos se ha volcado en el borrador. Por ejemplo, en el caso de los perros clasificar los resultados en positivos, negativos y neutros, de peligrosos, podríamos clasificar los resultados en positivos, negativos y manera parecida a como se ilustra en la Figura 2: neutros, de manera parecida a como se ilustra en la Figura 2:

Recomendaciones para la redacción composición de textos… MARÍA ESTELLÉSyARGUEDAS Y ADRIÁN CABEDO NEBOT 386

Figura Figura 2

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2

De esa manera, nos quedarían bien diferenciados tres bloDe esa diferenciados tres bloques en los los ques en manera, los quenos se quedarían tendríanbien en cuenta, respectivamente, que se tendrían en cuenta, respectivamente, los aspectos positivos de los aspectos positivos de los perros, los negativos y, por último, perros, los negativos y, por último, un conjunto de ver ideas quenociones tendrían un conjunto de ideas que tendrían más que con más que ver con nociones técnicas y legales: la normativa vigente que técnicas y legales: la normativa vigente que regula su tenencia regula su tenencia y cuidados, la opinión de la ciencia sobre las razas y cuidados, la opinión de la ciencia sobre las razas denominadenominadas peligrosas, etc. Esta triple división, por tanto, encontraría peligrosas, Esta triple tanto,tripartito: encontraría undas reflejo perfectoetc. en un texto quedivisión, tuviera unpor esquema tres un reflejo perfecto en un texto que tuviera un esquema capítulos (si el trabajo es muy largo) o tres párrafos (si se tratara triparsolo de tres capítulos (si el trabajo es muy largo) o tres párrafos untito: pequeño texto argumentativo o un comentario de texto): (si se tratara solo de un pequeño texto argumentativo o un comentario de texto): 1.

2. 3.

Aspectos neutros del tema [marco legal vigente] a. Rottweiler, Dobermann, perro, caniche [perros y razas] b. Legislación, vacuna, veterinario [normativa sobre razas peligrosas] c. Ladrido d. Correr sobran e. Evitar Aspectos positivos a. Afición, admiración, amigo, fidelidad [aspectos emocionales] b. Seguridad, proteger, confianza [aspectos prácticos] Aspectos negativos a. Miedo, inseguridad, peligro [aspectos psicológicos] b. Mordisco, agresividad, ataque [peligro físico]

450 1.

Maria Estellés Arguedas - Adrián Cabedo Nebot Aspectos neutros del tema [marco legal vigente] a. Rottweiler, Dobermann, perro, caniche [perros y razas] b. Legislación, vacuna, veterinario [normativa sobre razas peligrosas] c. Ladrido d. Correr sobran e. Evitar

2. Aspectos positivos a. Afición, admiración, amigo, fidelidad [aspectos emocionales] b. Seguridad, proteger, confianza [aspectos prácticos] 3. Aspectos negativos a. Miedo, inseguridad, peligro [aspectos psicológicos] b. Mordisco, agresividad, ataque [peligro físico] Figura 3

Cuando contamos con un esbozo de esquema como el anterior, podemos proceder a enriquecerlo con ideas más concretas y, seguidamente, a redactar el contenido. Evidentemente, el desarrollo del texto es personal y depende de las opiniones del escritor, así como de la intención final del texto. Imaginemos que, tratándose de un comentario de texto, se nos solicitara una opinión personal surgida a partir de la reflexión sobre el tema; ante esta petición, podríamos plasmar nuestro punto de vista particular de varias maneras: por ejemplo, podemos optar por mantener nuestra idea —o tesis— a lo largo del texto (tema constante) compaginando argumentos a favor o en contra; también podemos explicitar nuestra opinión al principio y apoyarla después con argumentos (estructura deductiva o analítica); o exponer primero los argumentos y llegar tras ellos a nuestra conclusión (estructura inductiva o sintética); o bien, optar por enunciar brevemente nuestra postura al principio, desarrollar los argumentos a continuación y retomar la postura más desarrollada al final (estructura encuadrada). En el ejemplo que hemos imaginado, el esquema final, previo a la redacción, quedaría más o menos como sigue. Supongamos, por ejemplo, que el autor defendiera la opinión de que

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los perros no son intrínsecamente peligrosos, sino que su peligrosidad depende de la educación que reciben de sus amos. Título: Perros peligrosos, dueños peligrosos 1. Marco legal y antecedentes a. Razas de perros i. Peligrosos/no peligrosos ii. Características físicas iii. Características genéticas y pedigrí iv. Ejemplos de razas peligrosas (Dobermann, Rottweiler…) b. Normativa i. Normativa legal para todos los perros 1. Vacunación y vigilancia veterinaria 2. Seguridad en la calle ii. Normativa específica para perros peligrosos 2. Aspectos negativos a. Peligros reales i. Ataques, mordiscos… ii. ¿Agresividad de raza? b. Peligros psicológicos i. Miedo, inseguridad… ii. Papel del dueño iii. Papel de los medios de comunicación 3. Aspectos positivos a. Aspectos prácticos i. Defensa de las viviendas ii. Protección personal b. Aspectos emocionales i. Perros = amigos ii. Educación emocional (para niños, disminuidos…) 4. Opinión personal. a. No hay perros peligrosos, sino dueños peligrosos b. Perro = diversión/compañero, pero también = responsabilidad. Figura 4

En este ejemplo, el título ya da cuenta brevemente de la postura que va a adoptar el autor, y que retoma en el apartado 4. Huelga decir que, por supuesto, esta es una simple propuesta: existen tantas soluciones como autores, y todas ellas son válidas, siempre que cumplan una serie de condiciones como las que veremos a continuación —específicas para la

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redacción de exámenes— y las que se ofrecerán en el punto 3 —válidas para los textos académicos en general—.

3.2.2. Proceder a la redacción Al haber realizado un trabajo previo como el que se ha detallado antes, la redacción resulta bastante fácil, puesto que nuestra tarea prácticamente se reduce a rellenar huecos en una plantilla y desarrollar un poco más los conceptos ya apuntados en el esquema. No obstante, y al margen de las cuestiones del contenido, hay dos indicaciones sobre la redacción específica de exámenes que todo alumno debe tener en cuenta, y que se completan con instrucciones de carácter general, como las que se ofrecerán en el apartado 3: a. No divagar: más no es mejor, así que si alguien cree que los exámenes se evalúan a peso o sale satisfecho de un examen en el que ha ocupado cinco folios sin decir nada, posiblemente esa persona no haya aprobado el examen. b. Se debe ser sistemático y coherente, y ajustarse al volumen de texto que se nos solicita exige dos aspectos: no extenderse en las preguntas cortas (solo responder de manera clara y precisa, pero sin digresiones) y no ser excesivamente breve en preguntas largas: si se pide reflexión sobre algún aspecto, ello implica que no podrá resolverse en un solo párrafo o en dos; ahora bien, esa extensión debe ser significativa, porque si no estaríamos llenando hueco con palabras vacías. c. No contestar aquello que no se sepa: una cosa es que no estemos totalmente seguros de lo que decimos; otra muy distinta es no tener ni idea. Podemos intentar una respuesta si creemos que podemos tener algo de razón, aunque eso ya depende del juicio valorativo del examinando.

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3.2.3. Volver sobre lo escrito Con el texto ya escrito, es conveniente pasar al estadio de la revisión. A menudo, aunque la jerarquización de las ideas sea correcta, incurrimos en pequeños descuidos (tildes que no aparecen, bailes de letras) o incluso en anacolutos (frases incompletas) de las que no somos conscientes al escribir. Una lectura exhaustiva, preferentemente en voz alta, puede paliar algunos de estos defectos. Hacer un esfuerzo de autocrítica y revisión es la solución más rápida y económica. Pensemos que, en determinadas facultades, un exceso de faltas de ortografía o gramática puede comportar un suspenso.

3.3. Textos académicos pautados. El trabajo para una asignatura El segundo de los modelos que hemos elegido como muestra tiene una estructura mucho más establecida que el mostrado en 3.2. Hemos tomado como guía el trabajo para una asignatura, una tarea de investigación −personal o en grupo− que desarrolla en profundidad un aspecto del programa de una asignatura, trabaja un tema planteado por el profesorado o trata de resolver un problema mediante una investigación. En cualquiera de sus variedades, un trabajo de clase responde, a pequeña escala, a la misma estructura que un artículo de investigación, y utilizar este último como plantilla puede ser un recurso recomendable para tomar como base y adaptarlo a las características de nuestra disciplina y de los contenidos que vamos a tratar.

3.3.1. Crear un borrador Una de las principales diferencias entre la elaboración de un trabajo y la redacción de la respuesta a un examen radica, obviamente, en el tiempo del que disponemos para entregar el producto final. Los exámenes demandan una demostración de conocimientos adquiridos previamente y, por esa razón, la

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lluvia de ideas debe dirigirse a ordenar el baile de contenidos que tenemos en la cabeza: si las ideas están ordenadas, nos resulta más fácil vincularlas con otras ideas relacionadas, de modo que evitamos en gran medida olvidar cosas importantes. En cambio, la lluvia de ideas en un trabajo de investigación, aunque parte del mismo mecanismo, debe necesaria390 mente servir a otro MARÍA fin. ESTELLÉS ARGUEDAS Y ADRIÁN CABEDO NEBOT Normalmente, se nos da un lapso de tiempo importante Normalmente, se nos da un lapso de tiempo importante para entregar para entregar un trabajo. De acuerdo con esto, la lluvia de un trabajo. De acuerdo con esto, la lluvia de ideas debe servirnos como ideas debe servirnos para investigar, saber en qué debase para saber en qué como sentidobase debemos qué sentido libros debemos bemos investigar, qué libros debemos buscar, qué datos debebuscar, qué datos debemos obtener… Por ejemplo, si quisiéramos mos obtener… Por ejemplo, si quisiéramos realizar un medios trabajo de realizar un trabajo sobre lenguaje no sexista en los sobre lenguajepodríamos no sexistallevar en losa medios delluvia comunicación, po- la comunicación, cabo una de ideas como dríamos llevar a cabo una lluvia de ideas como la siguiente: siguiente: Preocupación social

Estudios sobre el tema ¿?

Manual lenguaje no sexista

Libros de estilo prensa y lenguaje sexista Sexismo lingüístico + comunicación

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Figura 5

Figura 5

siguientepaso pasosería seríadesarrollar desarrollar cada cada uno uno de de estos estos punpuntos y ElEl siguiente plantear cómo podrían relacionarse y completarse para resultar en un tos y plantear cómo podrían relacionarse y completarse para trabajo. Así, la siguiente fase quedaría así: resultar en un trabajo. Así, la siguiente fase quedaría así:

Preocupación social

Manual lenguaje no sexista

Libros de estilo prensa y lenguajeEjemplos de prensa sexista ¿cumplen las normas? ¿es igual en todos los periódicos? ¿qué periódicos escojo?

Estudios sobre el tema ¿? Mendizábal (2002) ¿Estadísticas? ¿Qué método utilizo? ¿Hay programas o pruebas específicos?

Figura 5 El siguiente paso sería desarrollar cada uno de estos puntos y plantear cómo podrían relacionarse y completarse para resultar en455 un Recomendaciones para la redacción y composición de textos… trabajo. Así, la siguiente fase quedaría así:

Preocupación social

Libros de estilo prensa y lenguajeEjemplos de prensa sexista

Manual lenguaje no sexista

¿cumplen las normas? ¿es igual en todos los periódicos? ¿qué periódicos escojo?

Estudios sobre el tema ¿? Mendizábal (2002)

¿Estadísticas? ¿Qué método utilizo? ¿Hay programas o pruebas específicos?

Figura 6

Figura 6 Partiendo de esa base, deberíamos investigar para tratar de responder a las interrogantes que se han planteado: habría que ver qué se ha escrito sobre el tema previamente; qué dicen Partiendo los libros de los periódicos; hasta qué losa de de esa estilo base, deberíamos investigar para tratar de punto responder las interrogantes que selas handirectrices planteado: habría ver qué ha escrito periódicos cumplen de susque libros de se estilo, mediante la recopilación de datos reales (para lo cual habría que decidir en qué publicaciones buscar los datos) y, finalmente, valorar en qué medida se cumplen esas directrices aplicando las técnicas pertinentes, que hay que elegir. Una vez tenemos esas interrogantes respondidas, procederíamos a darle estructura a la masa de datos.

3.3.2. Proceder a la redacción Para ordenar y jerarquizar los datos, a diferencia de los textos que —como la respuesta a un examen— tienen una estructura más libre, los trabajos de investigación ofrecen un esqueleto bastante establecido ya (aunque puede variar dependiendo de las disciplinas y la naturaleza de la investigación y los datos). De ese modo, el autor ve aligerada la tarea de tener que jerarquizar las ideas, porque simplemente debe insertarlas en cada uno de los apartados convencionalizados.

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El modelo más extendido para estructurar los artículos científicos es el conocido como IMRD (Introducción, Método, Resultados y Discusión; véase, por ejemplo, Martínez de Sousa, 2007). Estas siglas dan cuenta de las partes principales del artículo científico, que se divide normalmente en: a) [Resumen o abstract] b) Introducción c) Metodología d) Resultados/(Discusión) e) (Discusión)/Conclusión f) Bibliografía Sin embargo, como hemos apuntado unas líneas más arriba, no siempre se dan todas las partes; cada género concreto (tesis, exámenes, trabajos, etc.) exige una selección y cada área exige una estructura propia. Así, por ejemplo, en un artículo que no esté basado en un experimento es absurdo incluir un apartado entero destinado a la metodología. En los siguientes apartados desglosaremos cada una de estas secciones y las ilustraremos con fragmentos de un artículo científico inventado, creado ad hoc a partir de la lluvia de ideas anterior.

3.3.2.1. El resumen o abstract El abstract o resumen es un texto breve1 que se sitúa al comienzo de la publicación y en el que se suelen contener, a grandes rasgos, todas las secciones del artículo, en su orden correspondiente. Suele estar traducido al inglés para hacer el

1

Por ejemplo, la American Psychological Association (ver apartado 3.3.2.6.) recomienda que la extensión del abstract sea de entre 150 y 250 palabras.

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contenido accesible a los hablantes de otras lenguas, e incorpora palabras clave también traducidas. Esta parte suele estar presente en las publicaciones en revistas científicas, pero normalmente no se incluye en trabajos para clase. Los abstracts suelen presentar (Posteguillo, 2002) una estructura de problema-solución o de novedad-descripción. En este caso, presentamos un resumen del primer tipo basándonos en nuestra lluvia de ideas: [1] La creciente preocupación por el uso no sexista del lenguaje obliga a observar el comportamiento lingüístico de los medios de comunicación en este sentido. [2] Estudios previos (Mendizábal 2002) se han centrado en el traIntroducción (infor- tamiento en la prensa escrita. [3] Sin embargo, se impone mación general) [1] la necesidad de trasladar la investigación a las normas por las que esta se rige y estudiar las directrices planteadas en Problema previo [2] las normas de estilo. [4] Para ello, y tomando como base un corpus de prensa escrita, este trabajo analiza dos de los Solución [3] principales libros de estilo de prensa escrita en España, El País y ABC. El análisis de libros de estilo y prensa permite Resumen del artículo revelar el tratamiento lingüístico de las profesiones ejerci[4] das por mujeres y el impacto real que las normativas de estilo tienen sobre el papel. Los resultados muestran que, en más del 70 % de los casos, los periodistas ignoran las directrices de sus manuales.

3.3.2.2. La introducción La introducción es la primera parte del cuerpo del artículo. En él, se explicitan las razones que nos han llevado a realizar el trabajo y se presenta el estudio. No obstante, normalmente (Swales, 1990; Piqué-Angordans, 2002) va más allá de la explicitación de los objetivos, y supone una toma de contacto, un nexo que entre los lectores y la investigación y, al tiempo, una definición de la comunidad a la que se dirige la obra. Así, aunque también puede incluirse en un apartado distinto, también suele dedicarse en la introducción un espacio al denominado estado de la cuestión, que puede consistir en

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unas líneas generales sobre el tema o puede aportar referencias más concretas de extensión variable. Tras esta parte, se presenta propiamente el trabajo: para qué se ha concebido, cuáles son en líneas generales los resultados y cuál es la dispositio de los contenidos, es decir, cuál va a ser la estructura de los apartados que siguen. Vemos esta estructura ejemplificada en el siguiente ejemplo de nuestro artículo ficticio:

Justificación del trabajo [1] Estado de la cuestión [2] Problemas en el área [3] Presentación del trabajo [4] Estructura del artículo [5]

[1] El tratamiento de la mujer a través del lenguaje es un tema de máxima actualidad y muy controvertido al que, sin embargo, se ha rodeado de un halo de sensacionalismo en uno y otro sentido que ha impedido, muchas veces, obtener resultados empíricos y concluyentes sobre la realidad del uso. [2] Actualmente, el tema se ha abordado desde la perspectiva psicológica, antropológica, publicitaria y sociológica (Mendoza 2006a, Sorribes 2007), y es clave, desde el punto de vista lingüístico, el trabajo de Pastrana et al. (2005); [3] sin embargo, es necesaria una investigación en profundidad del verdadero impacto de las políticas lingüísticas en los medios audiovisuales. [4] Este trabajo pretende paliar, en la medida de lo posible, la falta de datos fiables. A través de una comparación entre dos diarios nacionales y sus respectivos manuales de estilo, se ha elaborado una estadística de seguimiento de la norma; los datos demuestran que, en más de un 60 % de las ocasiones, los redactores ignoran las indicaciones sobre sexismo en el lenguaje, tanto para exagerar las diferencias como para aminorarlas. [5] En las siguientes secciones, se presentará la metodología de trabajo (2); a continuación, se ofrecerán las tablas estadísticas con los resultados (3), que se analizarán inmediatamente después (4). Seguidamente, se recogerán las conclusiones más importantes y las vías abiertas que deja esta investigación (5).

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3.3.2.3. La metodología Esta parte expone el modo en que se ha llevado a cabo el experimento: cuáles son los materiales que se han empleado y cómo se ha diseñado la prueba; cuáles eran las hipótesis de partida y, por último, qué datos ha arrojado la prueba y cómo se han analizado (véase especialmente Coll, págs. 84-120). El apartado de la metodología es el menos común entre las disciplinas humanísticas, al menos con este grado de exhaustividad. Todas las investigaciones siguen un método, pero en muchas ocasiones, y dependiendo de la disciplina, este se puede resumir en apenas unas líneas. Por ejemplo, en una investigación literaria podrían aparecer en esta sección las obras que se han consultado o los aspectos concretos de cada obra que se han tenido en cuenta y los criterios para identificarlos en el texto. En el caso del artículo imaginario con el que estamos trabajando, la estructura resultaría de esta manera: [1] Como se avanzaba más arriba, el propósito del trabajo es el de averiguar cuáles son los datos reales de seguimiento de las indicaciones lingüísticas por parte de Metodología y objetivos la prensa escrita española; concretamente, se ha estu[1] diado el impacto de las reglamentaciones sobre lenguaje no sexista en el uso de sustantivos referidos a profesioMateriales [2] nes cuando se aplican a mujeres. [2] Para llevar a cabo este estudio se ha partido de dos Diseño del experimento fuentes: por un lado, de una muestra representativa [3] constituida por un corpus de más de 250.000 palabras, extraídas de las secciones de sociedad y local de dos peHipótesis [4] riódicos de tirada nacional: el diario ABC y El País. Por otro, se han consultado las directrices que marcan al Recogida de datos [5] respecto sus respectivos libros de estilo. Los datos de prensa se han sometido a un proceso de etiAnálisis de datos [6] quetado y desglose por medio del programa ESTADEX, desarrollado por la Universidad de Santiago de Compostela, que procede al vaciado de textos por medio de un etiquetado previo.

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Maria Estellés Arguedas - Adrián Cabedo Nebot [3] El equipo técnico encargado del experimento diseñó una stop list formada por los lexemas de todas las profesiones recogidas en el Diccionario de la Real Academia. El programa ESTADEX detecta los lexemas y marca las selecciones morfemáticas, las procesa y elabora tablas estadísticas con las distintas opciones. De esta manera, se obtiene una fuente fiable tanto de selección de ítems como de tratamiento posterior; sin duda alguna, como todo elemento informático existe un margen de error (por debajo del 5 %) que afecta especialmente a heterónimos y otros sustantivos y adjetivos cuya base léxica varía de forma importante con el género. [4] La hipótesis de partida era que, en principio, no deberían corresponderse las indicaciones de los manuales con la realidad impresa. [5] La recogida de datos, llevada a cabo entre los meses de enero y octubre de 2007, arrojó unos primeros datos falsos, debidos a un fallo en el programa, incidencia que se solventó en pocos días. [6] Los datos se han calculado porcentualmente y, además, se les ha aplicado una prueba ANOVA (Analysis of Variants) mediante el paquete estadístico SPSS 15, para averiguar la intravariación y la intervariación.

3.3.2.4. Resultados (y discusión) Si la sección anterior se ocupaba de explicar de qué manera se habían obtenido y analizado los datos, la sección de Resultados se encarga de valorarlos y justificar la metodología empleada como la más adecuada para los propósitos iniciales. Esta parte es quizá la más importante del artículo, puesto que se presentan los datos obtenidos en el experimento. Como apunta el encabezado de este epígrafe, a menudo las secciones de Resultados y Discusión aparecen fusionadas en el artículo (normalmente con el primer nombre), ya que ambos están directamente relacionados con los resultados de la investigación, solo que los contemplan desde dos perspectivas diferentes. También a menudo la discusión se hace coincidir con el apartado de Conclusiones (ver Coll y Palmer, 2002; sección 3.3.2.5. más abajo). La Discusión se destina a comentar y

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valorar en más profundidad los resultados, y además subraya el alcance y la relevancia de estos para su campo de estudio; se suele establecer una comparación de estos resultados con los frutos de otras investigaciones realizadas previamente. Conviene, asimismo, poner de manifiesto las limitaciones que presenta el estudio y las posibles mejoras que se podrían introducir en el futuro. Para el artículo sobre lenguaje sexista que presentamos, hemos amalgamado las dos secciones en una, de modo que quedaría como sigue:

Justificación de la metodología empleada [1] Presentación de resultados[2] Relevancia de los resultados [3] Contraste con estudios previos [4] Limitaciones de los resultados [5]

[1] La elección del método ESTADEX y el recurso a las bases de datos de prensa escrita, en comparación con sus manuales de estilo, presenta unas ventajas innegables. Para empezar, como mencionábamos antes, constituye una fuente fiable, tanto a la hora de escoger los elementos estudiados como al clasificarlos, una vez procesados; por otro lado, este protocolo minimiza el elemento humano, factor que puede propiciar resultados tendenciosos o parciales ante temas tan delicados. Así, solo intervinieron profesionales en la creación de la stop list, de manera que se ha eliminado la mayor parte del riesgo de juicios previos. [2] Los datos arrojados por ESTADEX demuestran que, en un 61,34 % de los casos, los periodistas no siguen las pautas fijadas en el libro de estilo de su publicación. Esta ignorancia de la norma se da en ambos sentidos, tanto en el que presenta una exagerada tendencia a la distinción genérica o a la creación de falsos géneros, como el que opta por un masculino genérico allá donde la lengua normativa y los manuales de estilo contemplan una posibilidad integradora. Adicionalmente, se ha comprobado una tendencia de los periodistas de El País a caer en la primera transgresión (un 98 % de sus transgresiones corresponden a este caso), mientras que ABC muestra la tendencia contraria (un 70 % de sus transgresiones son del segundo tipo).

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Maria Estellés Arguedas - Adrián Cabedo Nebot [3]-[4] Los resultados que ESTADEX ha permitido extraer son, en definitiva, doblemente significativos: por un lado aportan nuevos datos al grado de seguimiento de los libros de estilo por parte de los periodistas y, por otro, ponen de manifiesto que la naturaleza de la transgresión de la norma difiere. Los estudios realizados hasta ahora en este sentido (Viver y Fraula 2007, Viver 2008a, Cerverola 2009 entre otros) no han tenido en cuenta ni la frecuencia estadística de las transgresiones ni su tipología. [5] No obstante, y a pesar de que sería atractiva —y relativamente razonable— postular una relación entre la tendencia ideológica de la publicación y el tipo de incorrección normativa (por exceso o por defecto de celo), el presente estudio impide extraer valoraciones globales concluyentes, dado el escaso número de diarios analizados (solo dos).

En el apartado que incluya los resultados de la investigación, son recomendables los apoyos visuales como tablas, gráficos o ilustraciones (Palmer, 2002), que permiten presentar de una forma directa y gráfica lo que se verbaliza en el cuerpo del texto. No obstante, no conviene abusar de estas ayudas ni utilizarlas hasta el punto de que sustituyan al texto mismo, sino que deben concebirse como su complemento. Hemos de tener en cuenta (Fortanet et alii, 1999) que, en ocasiones, menos es más: una presentación sencilla, sin efectos tridimensionales ni colores estridentes, puede resultar mucho más efectiva que diseños más sofisticados, puesto que estos últimos pierden sentido cuando se imprimen en escala de grises.

3.3.2.5. (Discusión y) Conclusiones El epígrafe dedicado a las conclusiones constituye el cierre del artículo y debe, por tanto, ofrecer de forma sintética los aspectos más importantes de la obra (aunque se haya hecho ya en secciones anteriores) y dar cuenta de su alcance. En este sentido, se aproxima a la sección de Discusión y, por ello, como se señalaba antes, suelen aparecer fusionadas.

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Además de enumerar y valorar las ideas principales del artículo, un perfecto colofón de un trabajo —a la vez que una muestra de madurez académica— se consigue hablando de las vías de investigación que quedan abiertas, tanto si tenemos previsto realizarlas en un futuro como si invitamos a otros a emprenderlas. Así, con unas mínimas variaciones (marcadas en cursiva) que incluyeran una mención de los resultados, un ejemplo ilustrativo de la sección de Conclusiones podría ser el de los puntos [3]-[5] de la figura anterior: El experimento parece demostrar que, en un 61,34 % de los casos, los periodistas no siguen las pautas sobre lenguaje no sexista de sus libros de estilo. Además, se observa que los periodistas de El País tienden a incurrir en un lenguaje excesivamente no sexista (un 98 % de sus transgresiones), mientras que en ABC se muestra la tendencia contraria (un 70 % de sus errores). [3]-[4] Los resultados que ESTADEX ha permitido extraer Relevancia de los reson, en definitiva, doblemente significativos: por un lado sultados [3] aportan nuevos datos al grado de seguimiento de los libros de estilo por parte de los periodistas y, por otro, ponen de Contraste con estumanifiesto que la naturaleza de la transgresión de la norma dios previos [4] difiere. Los estudios realizados hasta ahora en este sentido (Viver y Fraula 2007, Viver 2008a, Cerverola 2009 entre Limitaciones de los otros) no han tenido en cuenta ni la frecuencia estadística resultados [5] de las transgresiones ni su tipología. [5] No obstante, y a pesar de que sería atractiva —y relativamente razonable— postular una relación entre la tendencia ideológica de la publicación y el tipo de incorrección normativa (por exceso o por defecto de celo), el presente estudio impide extraer valoraciones globales concluyentes, dado el escaso número de diarios analizados (solo dos).

3.3.2.6. Bibliografía Existen diversos modelos de citación de la bibliografía, y la preferencia por uno u otro varía según las disciplinas. Algunos de los más conocidos son los siguientes:

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a. Modelo Vancouver Fue establecido en 1978, en una reunión que acogió en Vancouver (Canadá) a diversos editores de revistas biomédicas que buscaban uniformizar el formato de los artículos. Como puede verse en el ejemplo, el modelo Vancouver es alfabético: se numeran todas las referencias bibliográficas finales y se reproduce el número inicial en el cuerpo del texto: Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit. Nam ac tortor vitae leo tempor sagittis. Nullam ac est. Quisque eleifend, neque sit amet hendrerit, diam 3 libero imperdiet erat, at lacinia enim lectus ac ipsum. Nunc convallis mi at ipsum. Nullam dignissim, nisi non dignissim pellentesque, libero est imperdiet arcu, non sagittis dolor ipsum eget mi. Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus.

[1] Albentosa V. Breves notas sobre estadística. Madrid: Ediciones Nexo, 2004. [2] Bernal E. Léxico y arquitectura de la mente. Barcelona: Batlle, 2007. [3] Ferreras MG. La agonía de las palabras. Burgos: Cilindro, 1998. [4] Grueber W. On hedging. Chicago: Brass Press, 1990. …

b. Modelo APA Este modelo de citación bibliográfica recibe su nombre de la American Psychological Association (APA). Se usa generalmente para citar en las ciencias sociales, aunque a menudo de emplea también en las humanidades. Actualmente, el manual de la APA va ya por la sexta edición, y puede consultarse en la red a través de la página . Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit. Nam ac tortor vitae leo tempor sagittis. Nullam ac est. Quisque eleifend, neque sit amet hendrerit, diam (Badia, 2002, p. 130) libero imperdiet erat, at lacinia enim lectus ac ipsum. Nunc convallis mi at ipsum. Nullam dignissim (Derrick y Abrahams, 1995), nisi non dignissim pellentesque, libero est imperdiet arcu, non sagittis dolor ipsum eget mi. Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus.

Badia, H. (2002). La incidencia del analfabetismo en comunidades brasileñas marginales. El caso de Pernambuco. Society and Societies, 41, 123-132. Derrick, J. y Abrahams, G.K. (1995). Deconstructing colonialism. En D. Grass (Ed.), Brazil. Present and Future Perspectives (pp. 23-45). Liverpool: Harris and Reuben.

Recomendaciones para la redacción y composición de textos…

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c. Norma ISO 690-1987 ISO 690 son las siglas correspondientes a International Standarization Organization; esta estableció sus reglas de citación bibliográfica en el año 1987. Sus normas de citación bibliográfica pueden encontrarse en . Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit. Nam ac tortor vitae leo tempor sagittis. Nullam ac est. Quisque eleifend, neque sit amet hendrerit, diam libero imperdiet erat, at lacinia enim lectus ac ipsum. Nunc convallis mi at ipsum. Nullam dignissim, nisi non dignissim pellentesque [Appard, 1965], libero est imperdiet arcu, non sagittis dolor ipsum eget mi. Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus.

8. Appard, JE. Cómo desintonizar los electrodos arteriales. In Medical society of high quality, Nov. 3, 1965. Cambridge, Mass.: M. I. T. Press, p. 415. 9. Parker, TJ. and Haswell, WD. A Text-book of zoology. 5th ed., vol 1. revised by WD. Lang. London: Macmillan 1930. Section 12, Phyllum Mollusca, p. 663-782.

d. Modelo de Chicago El Manual de estilo de Chicago presenta dos sistemas de citación: el estilo humanistic (notas y bibliografía) y el sistema autor-fecha. La elección de uno u otro depende del objetivo temático del texto redactado. Puede consultarse una amplia descripción en el siguiente enlace: . Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit. Nam ac tortor vitae leo tempor sagittis. Nullam ac est. Quisque eleifend, neque sit amet (Alcántara 1999) hendrerit, diam libero imperdiet erat, at lacinia enim lectus ac ipsum. Nunc convallis mi at ipsum. Nullam dignissim, nisi non dignissim pellentesque (McLovin y Castro 2003), libero est imperdiet arcu, non sagittis dolor ipsum eget mi. Cum sociis natoque penatibus et magnis dis parturient montes, nascetur ridiculus mus.

Alcántara, Daniel. Marcando distancias. Barcelona: Universidad de Barcelona, 1999. McLovin, Guy y Estrella Castro. 2000. Conversación entre primates: un rugido distintivo. Almería: Universidad de Almería.

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e. Otros modelos y recomendaciones Además de los mencionados, son muchos los estilos de citación bibliográfica que pueden encontrarse: el sistema de Harvard2, el sistema de la MLA (Modern Language Association3, el sistema de la Universidad de Tennessee4... En general, todos los sistemas de citación tienen como finalidad la correcta disposición de las referencias bibliográficas, así como su homogeneidad. La intención principal que se pretende alcanzar es que el sistema de citación permita dar coherencia tanto a las referencias internas como al listado final de estas. El establecimiento y la aplicación de un modelo de citación, así pues, permite al autor hilvanar correctamente los nombres, los títulos y los años de su bibliografía. Este uso no es únicamente beneficioso para el autor, sino que también facilita el acercamiento al texto del lector, dado que este recibe información adicional de las obras mencionadas y, además, puede conocer inmediatamente la fecha o el número de página de la publicación. Por ello, cabe insistir en la importancia de que, para redactar un buen trabajo científico, debe utilizarse un sistema de referencia bibliográfica, y mantenerlo de forma coherente a lo largo de todo el texto.

3.3.3. Volver sobre lo escrito De nuevo, es importante revisar el texto una vez escrito. En este tipo de trabajos, además, ofrecen la ventaja de no tener que ser entregados inmediatamente, de modo que podemos dejarlos reposar o darlos a leer a otra persona, que puede señalarnos los fallos o indicar qué zonas son más difíciles de 2

< http://libweb.anglia.ac.uk/referencing/harvard.htm>. . 4 . 3

Recomendaciones para la redacción y composición de textos…

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comprender. En todo caso, tanto para estos textos pautados como para los más libres, de los que nos ocupábamos en 2.1., hay unas directrices generales sobre la forma del texto que no deben olvidarse y que se resumen en 2.4.

3.4. La

forma de los textos en la universidad.

Pautas

de estilo

para una escritura académica adecuada.

Todo ejercicio de escritura realizado por un alumno en el contexto de la universidad se inscribe en la categoría de texto académico, bien sea su finalidad última la de transmitir conocimientos o hallazgos científicos (como en el caso de las tesis, artículos o trabajos de investigación), bien sea la de demostrar que se han adquirido correctamente ciertos conocimientos (exámenes, pruebas de oposición, etc.) (Figueras y Santiago, 2000:39). Como producción académica, el escrito debe ajustarse a las convenciones de los textos académicos. No se trata de esnobismo ni de una simple cuestión de forma, sino que las normas de escritura de textos académicos están pensadas para lograr el máximo aprovechamiento del texto. Figueras y Santiago (2000: 40) resumen estas características en precisión, claridad y objetividad. En la práctica, estos rasgos se traducen en: a) Debe respetarse escrupulosamente un orden y mantenerse siempre la coherencia. Las decisiones que tomemos deben mantenerse a lo largo de todo el texto, no podemos ir variando a la hora de poner negritas en los epígrafes, acabar algunas enumeraciones con punto y otras no… b) El texto debe ser un mapa bien señalizado (Montolío, 2001). Todo en él debe marcarnos de manera diáfana en qué punto nos encontramos. Ello se logra con un formato bien diferenciado para las secciones, subsecciones y el texto en general; con tablas y figuras que ilustren de manera gráfica lo que se expresa verbalmente en el texto y, sobre todo, con el uso de marcas lingüísticas que marquen la relación de cada

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idea con las demás y su posición en el desarrollo del discurso (marcadores del discurso). c) El texto debe huir de consideraciones subjetivas (Montolío y Santiago, 2000: 153 y ss.). Todo argumento no demostrable empíricamente no es válido y debe eliminarse, a no ser que marquemos claramente que el fragmento no comprobable constituye una opinión personal. La persecución de la objetividad trae consigo una serie de características lingüísticas:

– Lenguaje objetivo: Debe ser lo más impersonal posible. Este efecto se puede conseguir con verbos impersonales, construcciones con se impersonal o, si resultaran cargantes, oraciones en las que el propio texto es el sujeto (del tipo: la sección X resume el concepto de…). Especialmente hay que evitar las segundas personas, que aportan un matiz marcadamente coloquial: # Hay quien piensa que si te dejas llevar por la angustia no serás capaz de resolver los problemas Hay quien piensa que dejarse llevar por la angustia impide resolver los problemas.

Más en la línea de la tradición hispánica, puede optarse por la primera persona del plural o plural de modestia o, en caso de querer comprometernos fuertemente con lo escrito, podemos revelarnos como autores a través de la primera persona del singular. Esta última opción, no obstante, es poco utilizada en textos hispánicos, al menos en el área humanística. Consideramos muy acertada la afirmación de Saussure (1983) cuando advierte… A la luz de los datos, considero importante destacar que, a partir del año 1935, la población…

– Atenuación académica La historia de la ciencia ha demostrado que no hay verdades absolutas y que, en la mayoría de los casos, solo puede hablar-

Recomendaciones para la redacción y composición de textos…

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se de tendencias más o menos fuertes. Debemos pensar que, por un lado, en cualquier momento puede surgir un autor que rebata una de nuestras afirmaciones y, por otro, al escribir un texto nos estamos dirigiendo a un alguien que puede sentirse atacado o molesto ante un lenguaje excesivamente taxativo. Así, deberemos tratar de evitar afirmaciones demasiado vehementes y procuraremos dejar un cierto margen al error; asimismo, conviene desechar expresiones que den por supuestos determinados conocimientos previos, ya que —quizás— nuestro lector carezca de ellos y se pueda sentir ofendido: # Como demuestra el gráfico, existe un claro predominio de la opción B en los segmentos de edad comprendidos entre los 7 y los 14 años Los datos del gráfico parecen indicar un predominio de la opción B… #La teoría creacionista, obviamente superada por la obra de Darwin,… La teoría creacionista, superada por la obra de Darwin,…

– Atención prioritaria al lector: En este tipo de discurso, como en todos en general, debemos tener siempre presente que las palabras que escribimos tienen consecuencias, es decir, que alguien las lee, las juzga y debe ser capaz de entenderlas. Para ello, no se debe perder de vista a qué tipo de público nos dirigimos. Así, debemos conseguir un equilibrio —a veces difícil— entre dos extremos: por un lado, la oscuridad a la que podría conducir el hecho de exponer conceptos abstractos; por otro, el excesivo didactismo, que resulta poco formal y, en ocasiones, ofensivo para un lector muy versado en la materia. Para facilitar la lectura al receptor, conviene ser claro, pero hablar con propiedad y precisión. Conviene hacer pequeños gestos como desarrollar las siglas que introduzcamos por primera vez, emplear un lenguaje sencillo que evite las concesiones literarias (no debe llamarnos la atención la forma, sino que esta debe desvanecerse totalmente para transmitir el contenido): # El corpus empleado para el trabajo ha sido el CREA, que cuenta con un total de registros superior a…

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Maria Estellés Arguedas - Adrián Cabedo Nebot El corpus empleado para el trabajo ha sido el CREA (Corpus de Referencia del Español Actual), que cuenta con un total de registros superior a… #Sin menoscabar a otros de índole más abigarrada, el estilo renacentista… Sin desestimar otros estilos más recargados, el renacentista…

Asimismo, conviene adoptar un orden sintáctico natural (Sujeto-Verbo-Objeto) y evitar el uso excesivo de la voz pasiva, que puede sustituirse por pasivas reflejas (con se) o por la construcción activa correspondiente: Al ser definitivamente abierto al público el museo de arte contemporáneo, hace tres años, las cifras experimentaron un alza en el número de visitantes. Las cifras de visitantes experimentaron un alza cuando el museo de arte contemporáneo se abrió definitivamente al público, hace tres años.

4. Conclusiones Por todo lo visto hasta ahora, cabe insistir en diferentes puntos que consideramos relevantes. En primer lugar, cada texto necesita de una forma concreta. Así mismo, es básico mantener la coherencia en la estructura temática del texto. Ello puede conseguirse mediante el uso de reflexiones iniciales (para conocer las ideas o conceptos que pueden abordarse en la redacción) y de recursos formales adecuados (marcadores del discurso, por ejemplo). Sobre todo, es importante la constante reflexión y valoración de lo escrito por parte de quien redacta. La escritura perfecta no surge en el primer intento, sino que es fruto de una revisión continuada. Es en esta donde deben intentar amoldarse las nociones de estructura y de coherencia formal. Por último, el escritor dispone de un conjunto de herramientas que agilizan las tareas de redacción de trabajos amplios (tesis, libros, artículos de investigación extensos…), como, por ejemplo, la creación de índices automáticos con procesadores de textos o la sistematización de la bibliografía utilizada, con programas específicos para gestionar títulos.

BLOQUE SÉPTIMO:

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NOTA SOBRE LOS AUTORES Milagros Aleza Izquierdo. Catedrática de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Marta Albelda Marco. Titular de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Adrián Cabedo Nebot. Profesor Asociado. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Eduardo España Palop. Profesor Asociado. Dpto. de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Escuela de Magisterio Ausias March. Universitat de València. María Estellés Arguedas. Ayudante Doctora. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. María Estornell Pons. Contratada Doctora. Dpto. de Filología. Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte. Universidad Católica de Valencia «San Vicente Mártir». Adela García Valle. Titular de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. David Giménez Folqués. Profesor Asociado. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Virginia González García. Contratada Doctora. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Antonio Hidalgo Navarro. Catedrático de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Marta Pilar Montañez Mesas. Grupo investigador Va.Les.Co. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València.

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Nota sobre los autores

Esteban Tomás Montoro del Arco. Titular de Universidad. Dpto. de Lengua Española. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Granada. Mercedes Quilis Merín. Titular de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Amparo Ricós Vidal. Titular de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València. Julia Sanmartín Sáez. Titular de Universidad. Dpto. de Filología Española. Facultad de Filología, Traducción y Comunicación. Universitat de València.

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