Nociones Fundamentales de Fonética General
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A.si se habla. Nociones fundamentales de fonética general y espaftola apuntes de catalán, gallegó y euskara
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La colección MANUALES quiere ser un instrumento útil y didáctico al seíVicio del profesorado de todos niveles educativos - secundaria, bactiillerato universidad -que. · quieran ampliar o reforzar sus conocimientcis, o bienque . busquen n~evas propuestas, asequibles y atractivas~ con .· las que trabajar en c.lase. .. . .· .. ... . Los alumnos de bachillerato y/o universklad tendrán a mano ejercicios (con solucioriario) con los que practicar y profundizar en la asignatura. . . . . ·. .
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ÍNDICE TERMINOLÓGICO DEL GLOSARIO Acento, 53 AFI ampliado o extendido, 77 Alfabetos fonéticos, 70 Armónico, 88 Articulación, 41 Articulador, 29 Articuladores activos, 40 Articuladores pasivos, 40 Audición, 116 Características fundamentales de las sondas sonoras, 87 Cavidad glótica, 29 Cavidades infraglóticas, 29 Cavidades supraglóticas, 29, 39 Clasificación de las técnicas que analizan fa actividad en la cavidad bucal, 57 Coarticulación, 51 Componentes del AFI, 75 Consonante, 42 Cualidad de voz, 37 Cualidades de los sonidos desde el punto de vista perceptivo, 121 Cuerdas vocales, 34 Duración, 56 Ecuaciones de locus, 125 Electropalatografía (EPG), 6í Elementos del esquema de la comunicación, 17 Fonación, 33 Fonética acústica, 19 Fonética aplicada, 20 Fonética articulatoria, 19 Fonética científica, 21 Fonética descriptiva, 21 Fonética diacrónica, 20 Fonética experimental, 21 Fonética general, 20
Fonética particular, 20 Fonética perceptiva, 19 Fonética sincrónica, 20 Fonética teórica, 20 Gama frecuencial que puede percibir el oído humano, 119 Glide, 136 Glotis, 33 Gráficos fundamentales en fonética acústica, 92 lnfrasonido, 119 Magnetometria (EMA), 61 Parámetros definitorios de las consonantes, 45 Parámetros definitorios de las vocales, 43 Parámetros fundamentales para describir consonantes en un sonograma, 102 Percepción categorial, 125 Prosodia, 52 Sonidos espirados o egresivos, 32 Sonidos eyectivos, 37 Sonidos implosivos o inyectivos, 37 Sonidos inspirados o ingresivos, 32 Sonidos laringalizados o glotalizados, 36 Teoría cuántica, 124 Tipos de lenguas según el uso del tono, 55 Tipos de ondas sonoras. 85 Tipos de sonidos según la procedenc:: de la fuente de energía, 32 Tono,54 Tracto vocal, 29 Transcripción ancha, 75 Transcripción estrecha, 76 Ultrasonido, 119 Vibración, 83 Vocal, 42 Vocales cardinales, 44
SOLUCIONARIO DE CUESTIONARIOS Ítem
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Cap.1
Respuesta correcta Cap.2 Cap.3 Cap.4 Cap.5
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Cap.6
Cap.7
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Actividad 6.12. Se trata de la frase "Las niñas saltan bajo la lluvia". La figura de los labios corresponde a una (i] y, por lo tanto, hay que unirla mediante una flecha a la [i] de "niñas". El oscilograma corresponde a una fricativa muy intensa: se trata de la [s). El esquema articulatorio de la izquierda corresponde a una [a] y el de la derecha a una
[i]. El electropalatograma cental se refiere a una articulación alveolopalatal, [1 andeeño". A diferencia del español, en posición pre o posconsonántica y en final absoluto suele aparecer la vibrante múltiple; por ejemplo, "arto" [r] (mafz), "har" [r] (gusano). En posición implosiva especialmente final y también ante sibilante, la vibrante suele aparecer asibilada [f]; por ejemplo, "haur sendoa" [f] (niño fuerte). Las vibrantes únicamente aparecen en posición inicial en el caso de préstamos no asimilados como en "ramadán" [rJ (ramadán) . La influencia del francés se manifiesta en los dialectos de lparralde (zona nordesde del dominio lingüístico) en la aparición de una vibrante uvular [R] que tiende a sustituir a la alveolar como en "arrastu" [R] (atardecer).
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Tabla a3. Consonantes del euskara.
como "ttiki" (e] (pequeño-a), "onddo" [JJ (hongo). Sucede especialmente con el correlato sordo, aunque se percibe una tendencia muy acusada hacia la africación de este elemento con lo que su punto de articulación se adelanta ligeramente y resulta una articulación propiamente alveolopalatal, como en el caso de "ttipi ttapa" [c/tJJ (poquito a poco). En posición implosiva final de palabra las oclusivas aparecen sordas, a diferencia de lo que ocurre en español. La más habitual es .la velar; por ejemplo, "zorionak" [k] (felicidades). No todos los dialectos poseen la fricativa labiodental (t] como en "afari" (f] {cena). Los dialectos que no la presentan, como el guipuzcoano, utilizan en su lugar una oclusiva bilabial sorda. La fricativa velar [x] de "jan" (x] (comer) tampoco aparece en todos los dialectos y la glotal [fi] solamente se mantiene en suletino que posee ejemplos como "zaharra" (fi] (viejo-vieja). Entre las fricativas sibilantes el euskara posee sonidos con punto de articulación alveolar, realizadas con el predorso o con el ápice, y alveolopalatal. La alveolar lamina! o predorsal ("z") está desapareciendo en favor de .la apical (§] en muchas zonas. En cualquier caso, existen segmentos dentalizados ante consonante dentoalveolar y también correlatos sonoros ante consonante sonora en todos los dialectos. El correlato sonoro como fonema que contrasta con la sorda correspondiente en posición intervocálica solamente existe en suletino. Por otra parte, en este mismo dialecto, la fricativa alveolopalatal Ul puede articularse como la sonora [3]; por ejemplo, "goxo" (3) (dulce). Las africadas sordas, poco habituales en principio de palabra, presentan un punto de articulación o bien alveolar (realizadas fundamentalmente con el pre167
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3. APUNTES DE FONÉTICA DEL EUSKARA
3.1. Vocalismo La mayor parte de dialectos del euskara poseen un sistema de cinco vocales distribuidas del siguiente modo: vocal alta anterior [i], media anterior [e], abierta central [a], media posterior [o] y alta posterior [u]. El suletino cuenta además con una vocal alta anterior labializada [y]; por ejemplo, "deithü" [y] (llamar). Este mismo dialecto posee también cuatro vocales nasalizadas, todas las indicadas excepto [a] e [y], en contextos no necesariamente nasales, es decir, como fonemas diferenciados de las vocales orales. Por otra parte, entre nasales o trabadas por nasal, todas las vocales de todos los dialectos presentan un cierto grado de nasalización por efecto de la coarticulación, igual que sucede en las otras lenguas vistas. Todos los dialectos pueden alargar las vocales que resultan de la elisión de una consonante intervocálica siempre y cuando por dicha causa queden dos vocales del mismo timbre en contacto; por ejemplo, "andeeño", "andereño" [e:] (maestra de escuela). Como el español, el catalán y el gallego, también el euskara posee reuniones de vocales en una misma sílaba, es decir, diptongos. Los típicamente vascos son los diptongos decrecientes. Veamos algunos ejemplos: "aita" [aj] (padre), "eiretar" [ej] (irlandés), "ainara" [aj] (golondrina), "doinu" [oj] (melodía), "euskal" [el}] (vasco), "aurreratu" [al}] (avanzar). De todas formas, pueden producirse diptongos crecientes como en "negua" [wa] (el invierno) sobre todo en los dialectos orientales. Algunos hiatos tradicionales muy frecuentes son los siguientes en posición final de palabra: [ia], [ea], [aa], [oa}, [ua] (y también [ya] en suletino); por ejemplo, "ibilaldia" [ia] (el paseo), o el nombre propio "Nafa rroa" [oa] (Navarra).
3.2. Consonantismo Observemos los sonidos consonánticos del euskara en la tabla a3 presentada en la página siguiente. Las consonantes oclusivas del euskara presentan las mismas parejas sorda-sonora que el español en los puntos de articulación bilabial, dentoalveolar y velar. Las tres sonoras [b, d, g] alternan con las aproximantes correspondientes o, y ] puesto que, como en español, constituyen variantes alofónicas contextual~s : "adarrak" [9] (los cuernos), "andereño" [d] (maestra de escuela), "gaztelu" [g] (castillo), "sagu" [Y] (ratón). En suletino, estos tres puntos de articulación todavía presentan oclusivas sordas aspiradas en algunos casos; por ejemplo, "apheza" [ph] (sacerdote). Algunos dialectos presentan esporádicamente realizaciones producidas con las oclusivas palatales [e, J] (ortográficamente "tt", "dd"}
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Las nasales y laterales del gallego presentan una distribución muy parecida a la del español (las realizaciones interdentalizadas, evidentemente, sólo se pueden encontrar en zonas que presentan el sonido [0]). Las diferencias más destac(3das entre ambas lenguas son las siguientes: la nasal alveolar implosiva · ante otra alveolar puede mantenerse alveolar o, más habitualmente, presentarse velar; por ejemplo, "en sábado", [n/I)] (en sábado); la nasal velar no aparece únicamente ante consonante velar, puede aparecer también en principio de sílaba, "unha", [IJ] (una), y aparece siempre a final de palabra ante vocal o pausa, "en agosto", [IJ] (en agosto); en zona de gheada y siempre y cuando la fricativa se realice con punto de articulación uvular la nasal ante esta articulación se pronunciará uvular. La lateral ante consonante velar o en posición final absoluta sufre un cierto grado de velarización [t]; la lateral alveolopalatal se está perdiendo fundamentalmente a favor de la aproximante palatal [jJ o de la oclusiva palatal [J], como en el caso de "allo", [j/Jl (ajo). Posee el gallego, finalmente, dos vibrantes: una simple que frecuentemente aparece aproximante en los sonogramas y una múltiple. Su distribución es como la que presentan las vibrantes del español. ACTIVIDAD 6.18: Observe este sonograma. Corresponde a " unha gata na xanela" (una gata en la fiesta) . Conteste a estas cuestiones: a) b) c)
Indique (aproximadamente) los valores del F2 de las dos nasales marcadas con el símbolo "x". l Existe la primera nasal en algún contexto en español? Describa la gheada señalada con el símbolo "xx". l Qué punto de articulación suele presentar principalmente en gallego? Respecto al sonido destacado con el símbolo "xxx", indique su punto y modo de articulación. ·
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ACTIVIDAD 6.19: Véase el libro de Femández Reí y Hermida Gulías del año 2003 (A nosa fata . Bloques e áreas lingüísticas do galego) en el que se presentan textos de diferentes zonas de Galicia transcritos.
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Tabla a2. Consonantes del gallego.
Las oclusivas y las aproximantes de punto de articulación bilabial, dentoalveolar, interdental y velar son como las del español y aparecen en los mismos contextos que aquéllas. En posición implosiva suelen aparecer las oclusivas sonoras en registros formales de habla, o incluso las sordas [p, k], en especial en cultismos. Respecto a las fricativas, existe una realización labiodental [f] como la del español; una interdental [8] en zonas no seseantes que sufre sonorización [fü ante consonante sonora, como en "cruz blanca", [eJ (cruz blanca); una alveolar [s] que suele ser apical [§] en una gran parte del territorio, aunque también pueden documentarse realizaciones predorsoalveolares [s] o predorsodentales [~] . en este caso no necesariamente ante consonante dentoalveolar. La fricativa alveolar se sonoriza ante consonante sonora y tanto el correlato sordo como el sonoro sufren palatalización [si, ante consonante palatal, "mulleres chegaron", [si] (mujeres llegaron). Existe también en todo el dominio lingüístico una fricativa alveolopalatal sorda [f] como en "caixa", UJ (caja), pero en zonas de seseo este sonido puede presentar casos de despalatalización; por ejemplo, "caixa", [§/s] (caja). Mención aparte merece la llamada gheada que se produce en la parte occidental del territorio. En toda esta amplia zona en lugar de la oclusiva y la aproximante velar se produce toda una diversa gama de sonidos en función de la zona y del propio hablante que abarca desde un punto de articulación palatal hasta un punto de articulación glotal, con realizaciones sordas y sonoras en algunos de esos puntos: [e;, x, If, h, l}] (mover), "també hi va" [ej.] (también va), etc. Respecto a los crecientes (proponemos distinguir en catalán, gallego y euskara la transcripción de las semiconsonantes de la de las semivocales, como hemos expuesto para el español), los que se inician con [w] tienen lugar tras una consonante velar; por ejemplo, "quadrimestre" (cuatrimestre), "guants" (guantes); los que empiezan por [j], pese a ser habituales en la conversación espontánea informal, son rechazados normativamente. Igual que sucede en español, la reunión de dos vocales del mismo timbre suele realizarse como una sola vocal, "avi imprudent" [i] (abuelo imprudente). Del mismo modo que ocurre en castellano, una vocal o un diptongo que aparece entre consonantes nasales sufre nasalización.
1.2. Consonantismo En este apartado veremos las características más relevantes del consonantismo del catalán. Empezaremos considerando sus elementos en la tabla a1 (es necesario recordar el cuadro de sonidos consonánticos del español porque se comparará con él). Bilabial
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Tabla a1. Consonantes del catalán.
El catalán presenta seis oclusivas (tres sordas y tres sonoras) en tres puntos de articulación, igual que el español. La diferencia entre ambas lenguas se produce en posición implosiva: el español presenta el correlato sonoro (o la
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APÉNDICE: APUNTES SOBRE LOS SONIDOS DEL CATALÁN, DEL GALLEGO Y DEL EUSKARA*
INTRODUCCIÓN Durante el estudio del este manual hemos podido concretar en este sexto capítulo los conocimientos fundamentales sobre fonética general, expuestos en los capítulos iniciales, en una lengua determinada: el castellano en su modalidad peninsular y estándar. Esta lengua convive en España con otras con las que comparte buena parte de los elementos que configuran su universo fónico. Entre ellas, el catalán, el gallego y el euskara. Las dos primeras son lenguas románicas como el español; la última, de origen incierto, es una de las pocas lenguas no indoeuropeas de Europa. Para la lectura de este breve apéndice en conveniente tener en mente las enseñanzas sobre el español, puesto que trataremos de establecer los elementos fónicos y los fenómenos segmentales principales del catalán, el gallego y el euskara a partir de la comparación respecto al cuadro fónico del español y a sus fenómenos segmentales destacados. Se trata de poder tomar conciencia de la diversidad fónica que presentan diferentes lenguas habladas en España y aprender, a grandes rasgos, aspectos sobre el vocalismo y el consonantismo de ellas.
1. APUNTES DE FONÉTICA CATALANA 1.1.
Vocalismo
El vocalismo tónico del catalán posee siete elementos, [i, e, e, a, ;,, o, u]; ocho en los subdialectos baleares, puesto que, además de éstos, poseen como tónica la vocal [~]. En español las vocales medias, en principio cerradas, se realizan abiertas en algunos contextos; en catalán, en cambio, la diferencia entre abiertas y cerradas corresponde a una diferencia fonológica: esta lengua contiene pares mínimos del tipo "seu, seu", [se"!}, seJ!] (suyo, sede}, "molt, molt" [mot, m:lt], (mucho, molido) y, por lo tanto, la aparición de la vocal media abierta o cerrada no es atribuible al contexto, es decir, no es predecible. En posición átona, a grandes rasgos, el dialecto oriental (cuyo subdialecto central se acerca mucho al catalán estándar) reduce sus elementos a tres: [i, ~. u], ya que [e, e , a] > [~] y [o, ;,, u] > [u]; y el dialecto occidental mantiene un sistema de cinco elementos: [i, e, a, o, u].
Agradecemos los comentarios de las personas siguientes: Josefina Carrera (para el catalán); Sabela Labraña, Elisa Femández, Xosé Luis Regueira y Manuel González (para el gallego); Gorka Elordieta y Alexander lribar (para el euskara).
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Como se puede observar, puesto que la figura 6.19 incorpora los oscilogramas de las frases, a veces el pico o la cumbre en la curva de FO no está en la sílaba tónica, sino en la siguiente. Algunos autores como Sosa (1995, 1999) han indicado que en español la estructura tonal siempre es L*+H, es decir, una estructura tonal en la que el pico de FO tiene lugar en la sílaba postónica; sin embargo, estudios posteriores han demostrado que la afirmación no puede ser tan tajante, pues depende del tipo de palabra (aguda, llana o esdrújula), de la posición de la palabra en la frase y de la modalidad de la misma. Figura 6.19. Oscilogramas y curvas de
FOde frases interrogativas (página anterior) y de frase enunciativa. ACTIVIDAD 6.15: Aquí se presenta la curva de FO de dos frases, una enunciativa y otra interrogativa lcuál es cada una? La frase en ambos casos es " El reloj dará la hora".
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-.~l-[x]>[0]>[f]. Respecto a los valores frecuenciales que las distinguen observemos la tabla 6.3 presentada a continuación. Frecuencia de inicio del ruido
Frecuencia en la que se da la máxima intensidad
[s]
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[x]
o
5000 7500 3500 1700
[f]
[0]
Tabla 6.3. Vafores frecuencíafes de las fricativas del español.
Los valores de la alveolar corresponden a la variedad apical; la predorsal es menos intensa y empieza a frecuencias más altas. Cuando [s] y [0] están sonorizadas, presentan una apariencia como la del sonograma de la figura 6.11 más la barra de sonoridad en bajas frecuencias.
2.4. Africadas Dos son las africadas del español, una sorda (la (t]1 de "coche") y una sonora (la [jJ.J de "un yate"), ambas tradicionalmente llamadas palatales, en realidad alveolopalatales, como se puede ver en el electropalatograma de la figura 6.12 a la izquierda de estas líneas correspondiente al punto de máximo contacto del momento oclusivo de [tf]. Como vemos, presenta amplia activación de electrodos tanto en las filas palatales como en las filas alveolares.
Figura 6.12. Efectropafatograma de@. Adaptada de Fernández Planas (2000).
En el gráfico de la figura 6.13 de la página siguiente aparece la secuencia "hacha". Se observan claramente los dos momentos articulatorios de la africada tensa sorda: el primero oclusivo y el segundo fricativo (marcados con una flecha en el sonograma). Aproximadamente los dos momentos poseen la misma duración.
145
Dos de ellas, [s, 8], sufren sonorización ante consonante sonora como, por ejemplo, "isla", "pez dorado", y lo indicamos con el diacrítico correspondiente, [§ fü. En una transcripción ancha podríamos sustituir el símbolo de la alveolar sorda con el diacritico de sonorización por el símbolo que el AFI señala para la fricativa alveolar sonora [z]; pero no podríamos hacer lo mismo en el caso de la interdental puesto que el símbolo que aparece en el AFI como su correlato sonoro es el que empleamos como aproximante interdental. Ante dentoalveolar, la fricativa alveolar sufre dentalízación: ~]. [s]; por ejemplo, "estado", "es " decir". La fricativa velar [x] ante vocal velar o ante la semiconsonante velar atrasa su punto hasta hacerlo uvular y lo marcamos así, [X]. Es el caso de "ajo", "a jugar", "juego". Articulatoriamente, las fricativas no bloquean totalmente el paso del aire sino que dejan un canal muy estrecho para que pase y a su paso produzca la turbulencia característica. El electropalatograma de la figura 6.1 O corresponde a la alveolar apical [s] que en Canarias, Andalucía y Latinoamérica es predorsal, llegando a ser aspirada en ciertos contextos; por ejemplo, "asco" se realiza rahko].
Figura 6.10. Electropalatograma de [s]. Adaptada de Fernández Planas (2000).
Esa turbulencia se manifiesta acústicamente a través de ruido inarmónico lo que hace que en un sonograma o en un oscilograma se detecte su presencia rápidamente. Observemos el sonograma de la figura 6.11 en el que aparecen las cuatro fricativas del español.
[f]
[8]
[s]
[x]
Figura 6. 11. Fricativas sordas del español.
Como vemos, comparten la inarmonicidad frente a los demás sonidos pero no todas son iguales. Se distinguen entre sí por la frecuencia en la que se pro-
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Figura 6.9. Sonogramas de las aproximantes del español.
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Tabla 6.2. Valores de F2 de las aproximantes del español.
Las aproximantes aparecen en posición intervocálica; por ejemplo, "haba", "hada", "aya", "haga". Las aproximantes bilabial, interdental y velar, además, aparecen en todas las posiciones en las que no pueden aparecer las oclusivas sonoras [b, d, g]; por ejemplo, "árbol", "cuadro", "iglesia". Por último, es posible encontrarlas en posición implosiva en un registro poco cuidado o informal como en los casos de "ábside", "Madrid", "cadmio", "acto". De todas formas, esta posición implosiva es muy inestable y puede presentar diversas soluciones incluso la elisión. ·La aproximante palatal en algunas zonas del sur de América se realiza fricativa y no aproximante.
2.3. Fricativas El español posee cuatro fricativas sordas: la labiodental [t], la interdental [9], la alveolar [s] y la velar [x].
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ACTIVIDAD 6 .5: En el sonograma siguiente aparecen tres secuencias : [ma_ a] . El espacio intervocálico está ocupado por una de las tres oclusivas sordas del español. Localícelas e indique cuál es cada una . Razone su respuesta.
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2.2. Aproximantes Las aproximantes articulatoriamente no obstruyen el paso del aire y el canal que dejan para su salida no es lo suficientemente estrecho como para producir turbulencia a su paso. Este hecho, unido a las características acústicas que presentan, claramente diferentes de las de las fricativas, hicieron que Martínez Celdrán (1984) introdujera del inglés el neologismo "aproximante" para referirse a este tipo de articulaciones que tradicionalmente se habían tratado como un tipo de fricativas. Hoy día, ésta designación es plenamente aceptada y utilizada.por los fonetistas. Acústicamente, son sonidos armónicos, con presencia de estrías regulares, y con una intensidad global considerablemente menor que las vocales adyacentes. Su duración es muy breve y sus formantes constituyen transiciones suaves entre los sonidos vecinos. Para distinguir su punto de articulación bilabial~], interdental [~]. palatal [j1 o velar [y] conviene fijarnos en la frecuencia de su F2 y en las transiciones vocálicas. Siguiendo al pie de la letra las indicaciones del AFI debemos colocar debajo de los símbolos correspondientes el diacrítico LJ; sin embargo, puesto que en español su omisión no indica que se trate de sonidos fricativos podríamos prescindir de él en una transcripción ancha. Se puede observar su apariencia acústica en los sonogramas de la figura 6.9 (de izquierda a derecha y de arriba a abajo: ra~a 'aé¡a 'aya ·a¡a]), presentados en la página siguiente. Les siguen, a continuación, sus valores de F2, como siempre de referencia, en la tabla 6.2.
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En la figura 6.7 se aprecia perfectamente de forma esquemática la dirección que toman las transiciones de los primeros formantes en función del punto de articulación de la oclusiva. Se ve también la altura frecuencial habitual de la máxima intensidad de las barras de explosión. Por último, Martínez Celdrán incluye unos puntos que corresponden al llamado locus, concepto controvertido que designa el punto teórico al que se dirigen las transiciones vocálicas. Los valores de cada locus son los siguientes: 700 Hz para las bilabiales, 1800 Hz para las dentoalveolares, 3000 Hz para las velares junto a vocales anteriores y vocal central y 800 Hz para las velares junto a vocales posteriores. • 1 •
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Figura 6. 7. Esquema de la dirección de las transiciones de los primeros formantes de las vocales [i, a, u) en función del punto de articulación de las oclusivas. Adaptada de Martínez Celdrán (1998).
En las oclusivas puede calcularse, por último, la pendiente de las transiciones a partir de la fórmula que aparece en la figura 6.8.
F2 centro - F2 inicio
p=------tiempo
Figura 6.8. Fórmula para el cálculo de la pendiente.
En este cálculo, los valores requeridos de F2 (centro e inicio en el primer pulso glotal) se refieren a la vocal, y el tiempo es el que media entre los dos valores tomados de F2. El resultado de la aplicación de la fórmula se expresa en Hz/ms. ACTIVIDAD 6.4: ¿qué pendiente posee una [p] junto a una vocal cuyo valor de F2 inicial es 1079 Hz y cuyo valor central de F2 es 1245 Hz si la distancia temporal entre ambos valores es de 76 ms?
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Figura 6. 6. Sonogramas de las oclusivas del español. De arriba abajo: bilabiales, dentoalveolares y velares; de izquierda a derecha, sordas y sonoras.
El punto de articulación de la oclusiva en cuestión viene determinado, además de por el valor de VOT, por la máxima intensidad de la barra de explosión (situada en frecuencias bajas para las bilabiales, en frecuencias altas para las dentoalveolares y en frecuencias medias para las velares) y por las transiciones vocálicas (descendentes en el F2 de las vocales junto a bilabiales, ascendentes en las demás, pero más acusadamente junto a velares).
140
Figura 6.4. Electropalatogramas de a la izquierda,
ritciJ,
y [aka], a Ja derecha.
Adaptado de Femández Planas {1994).
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La diferencia entre las sordas y las sonoras, por ejemplo en [ba]-[pa], aparece claramente en estos oscilogramas y en los electroglotogramas de la figura 6.5. Observemos cómo se ve la pequeña oscilación acústica de la sonoridad en el oscilograma de la sonora y su correspondencia con el registro de la vibración de las cuerdas vocales frente a su ausencia durante el desarrollo de la sorda.
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Figura 6.5. Oscílogramas y electroglotogramas de
[ba] (izquierda} y
[pa] (derecha).
La zona de silencio en las oclusivas suele ser de unos 90 ms para las sordas y de unos 60 ms para las sonoras. A continuación del silencio, como ya sabemos, aparece la barra de explosión que coincide con el momento de relajación articulatoria de los órganos que obstruían el paso del aire. Seguidamente aparece el VOT que es positivo en las sordas y negativo en las sonoras medido, como vimos en el capítulo cuatro, a partir de la barra de explosión. El valor de VOT en las sordas aumenta a medida que se atrasa el punto de articulación, es decir, sigue la siguiente progresión: [p]ch1 · ·;· "Capt=ed• · ··
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Figura 4.29. Manifestación acústica del acento y de la duración.
figura 4.30 correspondiente a la misma emisión. Este gráfico, de algún modo, es una especie de zoom del sonograma de banda estrecha realizado en una gama frecuencial muy ajustada (en este caso de 50 Hz a 350 Hz) por lo que lo que estamos viendo es el comportamiento del primer armónico, FO o tono fundamental. Podemos ver que el mayor pico corresponde a la sílaba tónica en cada caso. --:--r ... - - - -: - - - . - ,~~- - - --..---:-:-~~~.---- - --------~~-=----·
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Figura 4.30. Tono fundamental en la
serie
''músico~
"mu-
sico", "musícó".
No obstante, hay que tener en cuenta que Si no realizamos una lista de palabras aisladas como las anteriores, el aumento de FO en la sílaba tónica no es tan evidente, puesto que en las lenguas no tonales, es decir, en las lenguas que utilizan la entonación, la frase melódica destaca sus propios picos de frase y puede mitigar los acentos de las palabras individuales. Del mismo modo, también conviene recordar, respecto a la duración que el final de frase comporta un alargamiento considerable en las últimas sílabas, sean tónicas o átonas. Observemos en la figura 4.31 de la página siguiente el contraste entre el sintagma "las manos" en unas frases como "las manos están limpiaS\ y "no tienen limpias las manos" {subrayados por una línea). Las sílabas que \ componen la palabra "manos" presentan la siguiente duración en ambas frases :
['mal
1ª frase
2ª frase
163 ms
232 ms
[nos}
104
1ª frase
2ª frase
262 ms
494 ms
ACTIVIDAD 4.11 : Describa las características más sobresalientes acústicamente de la secuencia: "dos carritos" y transtríbala fonéticamente según el AFI.
ACTIVIDAD 4 .12: En el siguiente sonograma aparecen los sonidos siguientes: [ij ~ i v o o], pero en un orden que forma una secuencia con sentido. Coloque cada símbolo en el lugar que le corresponde en este sonograma.
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8. PROPIEDADES ACÚSTICAS DE LOS SUPRASEGMENTOS ....
. ...
8.1. El acento y la duración En el capítulo dos hemos visto que, tradicionalmente, et acento se ha llamado de intensidad y que para conseguir esa mayor intensidad debemos dar mayor fuerza de expulsión al aire. Acústicamente, observamos en la figura 4.29, mostrada en la página siguiente, cómo se manifiesta. En este gráfico aparece un oscilograma, un sonograma y una curva de intensidad de las palabras del español: "músico", "musico", "musicó". ['musiko mu'sik.o musi'k.o]. Fijémonos que las sílabas tónicas son más intensas que tas átonas y también un poco más largas. Lo podemos ver en cada uno de los tres gráficos: en los dos primeros, en forma de mayor negror y, en el último, en el valor del pico correspondiente. Ese mayor ímpetu espiratorio acarrea normalmente un aumento de duración (sobre todo de la vocal) , como se puede comprobar en el gráfico, y también una subida del tono fundamental. Veamos estos aumentos en el gráfico de la
103
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transiciones vocálicas ayudan a conocer el punto de articulación de la lateral. En el gráfico de la figura 4.27 se puede observar la diferencia entre una lateral alveolar [l] y una lateral palatal [Á] en la secuencia "la llave" [la'fa~e]. En el cuadro del AFI, estas dos laterales son consideradas aproximantes. Figura 4.27. Sonograma con laterales.
7.7. Vibrantes Las vibrantes se caracterizan por presentar periodos oclusivos muy breves que corresponden a las pequeñas interrupciones de energía que se producen en el tracto vocal. El sonograma de la figura 4.28 corresponde a la palabra "perra" rpera]. Cada una de las explosiones contiene un pequeño periodo vocálico. Además, durante todo el desarrollo temporal de la vibrante el sonograma exhibe una barra de sonoridad que delata justamente que las cuerdas vocales están vibrando durante su producción. Figura 4. 28. Sonograma con vibrantes.
102
exhiben las dos vocales adyacentes). Su brevedad hace que presenten transiciones muy rápidas hacia los segmentos adyacentes. Justamente, la dirección de las transiciones, junto con su segundo formante (F2), permite averiguar el punto de articulación de la aproximante.
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Figura 4.25. Sonograma con aproximante.
7 .5. Nasales ~··
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Sabemos que la característica articulatoria más destacada de las nasales es el paso del aire por el pasaje velofaríngeo, puesto que durante su articulación el velo del paladar desciende y abre ese camino; sin embargo, el aire a su paso por la cavidad bucal encuentra algún obstáculo. Esta peculiaridad hace que los sonidos nasales tengan mucha menos intensidad que las vocales, a pesar de que su estructura parezca vocálica. A diferencia de las aproximantes que acabamos de ver, las nasales_presentan en el sonograma una apariencia de bloques, lejos de la suave transición que exhiben las aproximantes. Observemos las características descritas en el sonograma de la palabra del español "mano" ['mano) en la figura 4.26. La altura de sus formantes (sobre todo f 2) y las transiciones de las vocales adyacentes determinan su punto de articulación. •••
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Figura 4.26. Sonograma con nasales.
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7.6. Laterales Al igual que los últimos tipos de consonantes descritas, las laterales presentan una apariencia parecida a la de las vocales, por su configuración formántica. El p aso a las vocales adyacentes no es tran brusco como en las nasales, ni tampoco tan suave como en las aproximantes. Por lo que respecta a la intensidad, es algo mayor que la que presentan las nasales y las aproximantes. Su F2 y las 101
7.3. Africadas Las africadas son articulaciones, como se describió en el capítulo dos, que presentan dos momentos: uno oclusivo y otro fricativo o aproximante. Como las
"metge" fmecí3~1 ("médico") en el inferior. Observa que la diferencia entre ellos está en la ausencia-presencia de la barra de sonoridad.
Figura 4.24. Sonogramas con articulaciones africadas.
p:erh>do : pclusivo
7.4. Aproximantes En una secuencia fónica del español como "mi vasito" [mi~a'siJo], el sonido que corresponde a la escritura V ' no es el mismo que aparece cuando la palabra "vasito" está en inicio absoluto, es decir, tras una pausa. En este último caso, se trata de una oclusiva sonora, como se puede comprobar en el sonograma de la derecha de la figura 4.21 en el subapartado dedicado a las oclusivas; sin embargo, si ahora pronunciamos "mi vasito", veremos que los labios no acaban de cerrarse del todo, lo que hace posible que el aire salga a través de ellos. Se trata de un sonido aproximante, en este caso bilabial. Observémoslo en la figura 4.25 de la página siguiente. El grado de constricción necesario para producir una aproximante es menor que el requerido por una fricativa, hasta el punto de que el aire que pasa por el espacio que ha quedado no es suficiente como para producir ruido. Así, la diferencia fundamental entre las fricativas y las aproximantes es la ausencia de ruido o turbulencia en el segundo caso. Acústicamente, las aproximantes se parecen mucho a las vocales: también poseen formantes bien definidos (aunque es cierto que no siempre se aprecian con claridad), pero observemos que son sonidos mucho más breves y con mucha menos intensidad que las vocales (se aprecia en el menor grado de negror que presentan en relación con el que 100
Figura 4.23. Sonogramas con articulaciones fricativas.
la mayor duración de la sorda [s] frente a la sonora [z]; la mayor intensidad de [s, z, 3] frente a [t]. Las primeras, junto con UJ, son sibilantes porque para ser articuladas la lengua precisa adoptar una forma acanalada; [fl, en cambio, igual que [u, 8] es no sibilante porque para su·producción los órganos están estirados; d) la diferente frecuencia de inicio de fricción: [f] alrededor de 1000 Hz, [s, z] sobre los 2500 Hz y [3] sobre los 1500-2000 Hz; e) las frecuencias que presentan mayor intensidad: [f] a frecuencias muy altas, [s, z] sobre 3500-4000 Hz y también sobre 5500 Hz; [3] hacia 25003000 Hz y 4000 Hz. De ello se deduce que el espectro del ruido de la fricativa depende de la constricción y de la cavidad anterior que quede en la cavidad bucal: cuanto más pequeña sea, sus concentraciones de energía se producirán a más altas frecuencias. Por eso, [f] que tiene . una cavidad anterior tan reducida, presenta su máximo de energía a frecuencias muy agudas; las alveolares [s, z] con una cavidad anterior algo mayor, más graves; y la tradicionalmente llamada prepalatal (o alveolopalatal según una terminología más actual) [3], más grave.
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De aquí se deduce que frente a un sonograma podemos saber de qué fricativa se trata fijándonos fundamentalmente en lo siguiente: la intensidad global del sonido, la frecuencia de mayor intensidad del sonido,_la frecuencia de inicio del ruido y la presencia o no de sonoridad; las transiciones formánticas también pueden ayudar.
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Figura 4.21. Sonogramas con articulaciones oclusivas.
mayor que en una sorda no aspirada y con una turbulencia poco intensa en él. La figura 4.22 ilustra estas diferencias de VOT en dos lenguas: el español (que sólo presenta sonoras y sordas no aspiradas) y el thai (que posee sonoras, sordas no aspiradas y sordas aspiradas). El cero corresponde a la barra de explosión, es decir, al valor cero de VOT. Figura 4.22. Diferencias de VO T en las oclusivas del español y el thai. Adaptada de Martínez Celdrán (1996).
7.2. Fricativas Las articulaciones fricativas se caracterizan fundamentalmente por poseer ruido, es decir, una serie de ondas en una gama de frecuencias ordenadas de forma aleatoria, sin guardar entre ellas ninguna relación matemática, ninguna proporción. Su característica principal es la irregularidad. Observemos algunos ejemplos de fricativas en la figura 4.23 de la página siguiente. En este gráfico se muestran cuatro fricativas del catalán: [z] (sonograma superior izquierdo) en la palabra "casa" rka~] (casa); [s] (inferior izquierdo) en el vocablo "cai;a" rka~] (caza}; [3] (superior derecho} en el término "jove" r30~~1 üoven); y [f] (inferior derecho) en la forma "café" [k~'fe] (café}. Claramente, se aprecia en los gráficos presentados el contraste entre la armonicidad de- las vocales, el silencio de las oclusivas y la inarmonicidad de las fricativas. Pero también algunas cosas más respecto a las. fricativas: a)
la diferencia entre las dos superiores (sonoras} frente a las dos inferiores (sordas) en la barra de sonoridad;
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7. PROPIEDADES ACÚSTICAS CONSONÁNTICAS Las consonantes se definen básicamente, como ya se ha descrito, por su punto y su modo de articulación que viene determinado por la manera en que los articuladores se relacionan y por el lugar en el que lo hacen. Ya hemos visto también qlie en cuanto al modo de articulación debemos tener en cuenta tres aspectos: el tipo de aproximación o contacto de los articuladores en el tracto vocal, la acción de las cuerdas vocales y la acción del velo del paladar. Vamos a ver las características que presentan a partir del modo de articulación de los articuladores del tracto vocal.
7.1 . Oclusivas Las consonantes oclusivas se caracterizan por un prime r periodo oclusivo seguido de un breve estadio explosivo. Existen oclusivas so rd as y sonoras: en las primeras, el momento de oclusión que corresponde al bloqueo de los articuladores al paso del aire es más largo que en las sonoras, aproximadamente unos 90 ms frente a unos 60 ms. Las sonoras presentan durante el periodo de silencio, de cierre de los órganos, una barra de sonoridad que es una banda de energía en frecuencias muy bajas e indica que las cuerdas vocales están vibrando. La explosión, acústicamente, se manifiesta en lo que se conoce como barra de explosión, una barra vertical en el espectrograma que se corresponde con el instante en que la presión del aire ha vencido al obstáculo que le bloqueaba su paso al exterior. La banda frecuencial en la que se sitúa la máxima intensidad de la barra de explosión , junto con las transiciones de la vocal siguiente, permite distinguir el punto de articulación de la oclusiva. El espacio de tiempo que media entre la barra de explosión y el inicio del sonido siguiente, normalmente una vocal, se conoce como VOT (Voíce Onset Time). Se aprecia en las oclusivas sord as como [p, t, e, k, q] y se va haciendo mayor (dura más tiempo) a medida que el punto de a rticulación se va atrasando, puesto que el VOT se mide con referencia a la barra de explosión. Observemos estas características en los sonogramas de la figura 4.21 de la página siguiente. En el momento de la explosión, el VOT presenta un valor cero, por lo que la duración del VOT también es un buen índice para reconocer el punto de articulación de las oclusivas sordas. El VOT en las oclusivas sonoras presenta valores negativos puesto que la vibración de las cuerdas vocales se ha iniciado antes de la barra de explosión. Las oclusivas sordas son más tensas que las sonoras (que son laxas) y es la mayor rigidez en los articuladores que comporta la tensión lo que hace que su duració n sea mayor. Algunas lenguas como el thai presentan tambié n ocl usivas tensas que se realizan aspiradas, esto es, con un valor de VOT considerablemente
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trón para cada formante. Los valores aducidos corresponden a la emisión con~ creta plasmada en los gráficos y forman parte del campo de dispersión de [i, a, u] del informante que ha emitido los sonidos. Los campos de dispersión o los valores medios de las vocales pueden reflejarse en un gráfico conocido como carta de formantes. Se trata de un gráfico que coloca habitualmente el valor de F1 en la ordenada y el de F2 en la abscisa. Los valores de los ejes tanto de F1 como de F2 pueden expresarse de forma lineal o logarítmica, aunque suele preferirse esta última puesto que refleja mejor la percepción. Los gráficos de las figuras 4.19 y 4.20 representan dos tipos de carta de formantes: la de la izquierda contiene un valor representativo de cada una de las vocales señaladas, el que se ha dado anteriormente; la de la derecha muestra el campo de dispersión de la vocal [a] en un círculo (cada una de las estrellas indica una emisión de esta vocal). ~- .
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Figura 4.20. Campo de dispersión de [a] en
Figura 4.19. Valores medios de [i, a, u) en una carta de formantes.
una carta de formantes. Adaptada de Fernández Planas (1993).
ACTIVIDAD 4.10:
96
Cada uno de estos parámetros se refiere acústicamente a un formante. El primer formante (F1) se refiere a la elevación del cuerpo lingual; es decir, si la lengua se eleva, el F1 desciende. El segundo formante (F2) hace referencia a la anterioridad de la lengua: cuanto más anterior se articule la vocal, más agudo será su F2. El tercer formante (F3) se refiere al redondeamiento de los labios: cuanto más estirados estén, más agudo será su F3; por el contrario, cuanto más redondeados, más grave. Consideremos unos ejemplos vocálicos en la figura 4.18 (las líneas horizontales que aparecen en los sonogramas se llaman marcas de calibración y su función consiste en ayudar visualmente a establecer los valores frecuenciales de los formantes, aunque los programas de análisis acústico permiten trabajar con cursores que, situados sobre ellos, dan el valor con exactitud). Vemos que la vocal [i] presenta sus dos formantes muy separados (F1: 275 Hz; F2: 2606 Hz): el cuerpo de la lengua está muy alto (F1 grave) y avanzado (F2 agudo). La vocal [a] los sitúa en 827 Hz (F1) y 1434 Hz (F2): la lengua está muy baja y no está ni muy avanzada ni muy retrasada. La vocal [u] posee sus dos primeros formantes en 248 (F1) y 757 (F2), como corresponde a una vocal alta y muy posterior. Realmente a lenguas como el español, el catalán o el italiano estándar, que no distinguen fonológicamente entre vocales redondeadas y no redondeadas, les basta con caracterizar sus vocales con los dos primeros formantes; otras lenguas, como el francés, en cambio, deben fijarse bien también en el tercero.
Figura 4. 18. Espectros y espectrogramas de [i, a, u], de arriba abajo.
Los valores que hemos dado, correspondientes a los gráficos de la figura 4.18, son r elativos, ya que el habla es muy variable y cada vocal tiene lo que se conoce corno campo de dispersión en torno a unos valores de referencia, es decir, un abanico de valores para cada vocal alrededor de un valor medio o pa-
95
cavidades, como todos los cuerpos, tienen una frecuencia propia. Si tes llega una onda en ta misma frecuencia se ponen a vibrar por simpatía. Si tas cavidades supraglóticas no actuaran como resonadores armónicos no podríamos oír apenas ningún sonido porque la amplitud natural del tono laríngeo es muy escasa. También actúan como resonadores de sonidos inarmónicos. Simultáneamente, nuestras cavidades supraglóticas actúan como filtros, puesto que atenúan los componentes de la señal que no coinciden con las frecuencias de los resonadores. En la figura 4, 17 se observa esquemáticamente la función de los resonadores y de los filtros: el espectro superior corresponde al tono laríngeo; el central, a la curva del filtro-resonador; el inferior, al resultado del paso del tono laríngeo por el filtro-resonador. El resultado del paso del tono laríngeo por los filtros con acción resonadora determina la aparición de formantes, que son los armónicos reforzados por la acción de dichos filtros-resonadores. Cada sonido tiene unos formantes que le caracterizan y que · resultan, por lo tanto, de la forma de la cavidad articulatoria que los ha producido. Ahora podemos darnos cuenta de que lo que hemos llamado "picos" en los espectros de las figuras 4.11 y 4.13 en realidad son formantes. Por esto, los espectros son gráficos muy apropiados para obtener valores formánticos de un sonido.
Figura 4. 17. Esquema de un espectro como resultado del paso del tono laríngeo por un filtroresonador. Adaptada de Borden y Harrís (1980).
6. PROPIEDADES ACÚSTICAS VOCÁLICAS Las vocales, como hemos visto en el capítulo dos, son sonidos que tienden a dejar el tracto vocal libre para la salida del aire y se caracterizan por la posición de la lengua: más alta o más baja por un lado; más anterior o más posterior, por otro; y por la acción de los labios, redondeados o no.
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Oscilograma
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Espectro
Espedrograma o sonograma
Por último, hay que dejar constancia de otro gráfico interesante que mide la cantidad de energía global de los sonidos en el tiempo. El eje de las abscisas presenta el tiempo mientras que el de las ordenadas mide la amplitud. La figura 4.15 ilustra un ejemplo que corresponde a la palabra "casa" ['kasa]. Se aprecian los dos picos que se co•C)~~.....:i:.:~~.:~~~--~~...~.,..~ ·~º~~ ~-":~~rresponden con las vocales. El primero de ellos con un valor superior al del segundo, ya que la primera vocal es la tónica.
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Figura 4. 1S. Energía global de la palabra "casan,
5. LOS FILTROS Y LOS RESONADORES ACÚSTICOS DEL TRACTO VOCAL Hemos aprendido en los apartados y capítulos anteriores que la mayoría de los sonidos de las lenguas humanas tienen su fuente de sonido en la vibración de las cuerdas vocales. Las cuerdas vocales en su vibración emiten una onda que siempre es la misma: se llama onda laríngea o tono laríngeo. Es una onda muy rica en armónicos que van disminuyendo en intensi. . ·- . . f dad a medida que van aumentando . U) : en frecuencia, como podemos observar en la figura 4.16. 'O " •
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Figura 4.16. Tono laríngeo.
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Cuando ese tono laríngeo llega a las cavidades supraglóticas, sus articuladores han adoptado una posición determinada en función del sonido que el hablante pretende articular; este hecho ocasiona que hayan quedado unas cavidades configuradas de una determinada forma y no de otra. Estas cavidades actúan como cajas de resonancia o resonadores, puesto que amplifican la frecuencia de los componentes que coinciden con su frecuencia natural. Las 93
Figura 4. 13. Relación entre sonogramas y espectros.
Debido a que los sonogramas permiten ver la evolución de los sonidos en el tiempo, constituyen un tipo de gráfico importantísimo para darnos cuenta de los efectos acústicos de la coarticulación, esto es, del paso de unos sonidos a otros. En el sonograma de la figura 4.14 se puede observar, por ejemplo, el paso gradual de un sonido a otro en la secuencia "mi dibujo" [mi f)i'evxo].
Figura 4.14. Sonograma de "mf dibujo".
El estadio temporal en el que un sonido alcanza la configuración espectral que le caracteriza se conoce como estado estacionario; el estadio temporal que señala el paso de un sonido a otro es la transición. A continuación presentamos de forma esquemática los tres tipos de gráficos fundamentales utilizados en fonética acústica:
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4.3. Espectrogramas o sonogramas
Los espectrogramas o sonogramas constituyen un tipo de gráfico que presenta el tiempo en el eje de las abscisas y la frecuencia en el de las ordenadas. De este modo, nos sirve para analizar la evolución frecuencial de los sonidos en el transcurso del tiempo. Además, contempla la amplitud en forma de mayor .o menor intensidad de color (normalmente negro). Los sonogramas de la figura 4.12 corresponden a la secuencia fpiso]. En el caso superior se trata de un sonograma de banda ancha, puesto que está realizado con un filtro de 300 Hz; el inferior, de banda estrecha, lo realiza un filtro de 59 Hz. Fijémonos en la cantidad de negror que presenta la fricativa: deducimos que es un sonido muy intenso .
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Figura 4. 12. Sonograma de banda ancha (arriba) y de banda estrecha (abajo).
Se suele considerar que los sonidos del habla humana se producen de forma suficientemente ilustrativa en una gama frecuencial que va de O hasta 8000 Hz (es la gama que aparece en nuestros sonogramas de ejemplo de la figura 4.12). De todas formas, a· veces podremos encontrar sonogramas expuestos en una gama frecuencial de O a 4000, 5000 o 6000 Hz, lo que representa una especie de zoom de las frecuencias bajas y puede ser más adecuada que la anterior para observar, por ejemplo, características vocálicas, es· decir, para observar sonidos que no alcanzan frecuencias tan agudas. El uso de una gama frecuencial u otra dependerá de las características de los sonidos que vayamos a estudiar. El sonograma de banda ancha es especialmente adecuado para observar los picos mientras que el de banda estrecha lo es para ver los armónicos. Se puede comprobar la identidad de valores de los picos y de los armónicos en los espectrogramas y en los espectros de la figura 4.13 presentada en la página siguiente.
91
paladar; un segundo estadio en el que se puede apreciar un pequeño ruido, correspondería a la barra de explosión -el momento en que los articuladores se despegan-, un nuevo espacio breve de silencio, el VOT, y finalmente se ve el principio de la onda periódica de la vocal siguiente para la cual las cuerdas vocales están empezando a vibrar.
4.2. Espectros
Los espectros permiten ver las características de amplitud y frecuencia del sonido en un momento puntual de su desarrollo temporal. Se manifiestan en un gráfico cuyo eje de las abscisas expresa frecuencia y cuyo eje de las ordenadas indica amplitud. En el gráfico de la figura 4.1 O aparecen cuatro espectros: los dos superiores corresponden a la vocal [i]; los dos inferiores a la vocal [a]. Los de la izquierda (FFT) presentan un pico por cada armónico; los de la derecha (LPC), en cambio, presentan una línea envolvente que resigue los mismos picos de la izquierda. Fijémonos que a sonidos distintos corresponden configuraciones espectrales diferentes.
Figura 4.10. Espectros de [i] (arriba) y de (a] (abajo).
El llamado ancho de banda de un pico corresponde a su anchura, medida unos 3 mm por debajo del vértice. El gráfico de la figura 4.11 ilustra la posición de los diferentes armónicos que posee el espectro de la vocal [i] de forma esquemática. También sitúa la posición de los picos mejor definidos.
Figura 4.11. Situación de armónicos y picos de un sonido
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