No Vale La Pena Hacer Trampa

 

No vale la pena hacer trampa

En un corto video de un poco más de 12 minutos el señor Yokoi Kenji Díaz nos muestra el por qué no vale la pena hacer trampa comparando dos lugares donde totalmente diferentes donde creció: Japón y Colombia. El choque de estas culturas es muy drásticos ya que aparte de tenemos unas costumbres muy diferentes también tenemos diferentes conceptos de inteligencia ya que nosotros pensamos que  por aprovechar cualquier situación para beneficio propio somos muy inteligentes aun cuando esto haga que otras personas se vean afectadas, todo se remonta a la crianza, desde niños nos enseñan conceptos muy normales en Colombia entre ellos dichos como el “vivo vive del bobo”, o cuando en el colegio cuando nos decían “siempre tiene que estar un policía al lado para que se comporten” cosas como estas hacen que sin darnos cuenta vayamos creciendo con esas creencias y esos malos hábitos de hacer trampa y así nos vamos rodeando de una cultura en que la mayoría de personas hace trampa, la mayoría de persona roba así sea una moneda que ve en un autobús,  por tener esa cultura nuestro país termina gobernado por personas corruptas que al ver que  pueden tener muchos beneficios propios no les interesa robar a todo un país y creo que eso es lo que más vemos en Colombia, un país con pocos principios en su sociedad no puede esperar mucho de sus gobernantes, y no se puede culpar a los gobernantes cuando nosotros mismos somos tramposos y mentirosos, aun peor cuando damos ese ejemplo a los niños que cuando crezcan continuaran con esa cadena de trampa, el ejemplo claro que nos expone Yokoi Kenji de un país con principios es Japón ya que esos principios hace que una sociedad sea fuerte no solo  principios como no robar o no hacer trampa también principios como ser íntegro y también ser disciplinado por eso vemos como Japón es muy organizada y se levanta muy rápido de las tragedias, nosotros en nuestros conceptos podemos decir que Japón es un país muy estricto y

 

muy sometido a normas pero creo que las personas japonesas no lo ven de ese modo, ya es algo normal cumplir normas y actuar bien, ya no se ve como una obli obligación gación sino como algo natural cumplir así no lo estén viendo porque en sus principios lo más importante es que ellos se están viendo y saben que hacen las cosas bien por mérito propio y no por obligación. Me gustó mucho la comparación que Yokoi hace de honestidad en integridad “honestidad habla de lo que yo hago, integridad habla de lo que yo soy; honestidad habla de lo que yo digo, integridad habla de lo que yo pienso; honestidad habla de mis actos públicos, integridad habla de lo que yo haga aunque nadie me esté viendo” ese es a mi parecer el mayor ejemplo de principios que vi en el video y cada vez veo más notoria la diferencia de culturas entre Colombia y Japón pero no hay que que quejarnos de nuestro país país,, es obvio que queremos un cambio, que queremos que q ue Colombia sea mejor, pero el problema somos todos nosotros que seguimos en el mismo juego de ser deshonestos y no ser persona integras, a estas alturas se ve como algo imposible llegar a tener tantos principios en esta cultura, pero el cambio debe empezar  en cada uno de nosotros y debemos darle buenos ejemplos a los niños, pienso que no tenemos que imitar a Japón para cambiar de la noche a la mañana, el cambio se logra viendo nuestro  propio entorno, nuestras problemática y nuestra historia, para no volver a caer en los mismos errores de siempre y dándonos cuenta que hacer trampa no vale, mentir no vale, robar no vale y como ya dije en el comienzo del texto puede que en ese momento veamos que tenemos un  beneficio pero al fin y al cabo nos estamos robando a nosotros mismos, puede que no algo físico  pero si estamos robando nuestros principios y peor cuando hay niños que puede imitar el mal ejemplo que les damos porque también también estaríamos robando los principi principios os de los niños y al final terminamos en ese círculo vicioso de trampa y mentiras y quedamos estancados como un sociedad y como personas porque no importa si una persona se va de Colombia a Japón, si esa

 

 persona no tiene principios muy seguramente le va a ir mal, porque el problema no es el país ni la sociedad sino cada una de las personas sin principios que empobrecen nuestr nuestraa cultura.