Nelly Schnaith Los Códigos de La Percepción

April 25, 2017 | Author: Federico Luis Santarsiero | Category: N/A
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Los códigos de la percepción, del saber y de la representación en una cultura visual Nelly Schnaith1 Revista Tipográfica Nº 4

Este ensayo, ponencia de Nelly Schnaith al primer congreso de Diseño y Comunicación Visual

Barcelona/Menoría,

permite

comprender el por qué de las diferentes maneras de ver que tuvo el hombre en la historia y abre una inquietante perspectiva sobre la percepción y la representación visual.

1

Nelly Schnaith (Mendoza, Argentina, 1931) ejerció la docencia en la Facultad de Filosofía de la

Universidad de Buenos Aires hasta mediados de los años setenta. En 1977 emigró a España y desde entonces reside en Barcelona. En la actualidad, imparte seminarios de Filosofía en Barcelona y Madrid sobre temas relacionados con la dimensión filosófica de los grandes problemas políticos y socioculturales y la dimensión sociocultural y política de los grandes problemas de la filosofía. Desde esta perspectiva, ha tratado el tema de la imagen. En España ha publicado, entre otros libros, El silencio del origen (Cafe Central, 1993), La muerte sin escena (Eumo Editorial, 1997), Paradojas de la representación (Eumo Editorial, 1999) y Una isla entre infinitos (Emboscall, 2007).

L

a

experiencia

aconseja

separadamente es por una exigencia del

comenzar por la delimitación

análisis. En el dinamismo de lo social las

conceptual

oscilaciones o conmociones que afectan a

de

me los

términos

incluidos en un título.

cualquiera de esos órdenes repercuten en los otros:

1.

Usaré el concepto de código en un

Baste señalar algunos fenómenos casi

sentido laxo y general, a saber, en tanto

recientes a modo de ejemplo:

cuerpo de reglas que rigen, en cada caso, diferentes comportamientos o funciones

a.

culturales, sea el trabajo, el ocio, el duelo

representación que repercutieron en los

o la fiesta. En el mismo sentido se puede

perceptivos:

hablar de los códigos de la percepción y de

impresionismo o del surrealismo en la

su representación visual, en las diferentes

esfera del arte, la práctica masiva de la

culturas, de los códigos del saber en la

fotografía,

vida cotidiana según el contexto histórico,

publicidad y su difusión multitudinaria por

etc. En cada época los diversos códigos

obra de la técnica. A partir de todo ello no

culturales

solo “representamos” sino que “vemos” de

mantienen

complejas

interrelaciones.

Cambio de los códigos de la

el

aparición

consumo

de

del

cine

y

manera diferente.

2.

No voy a hablar de los códigos en

tanto

“actuantes”

sino

en

cuanto

b.

Cambio de los códigos

“condicionantes”. O sea: no se trata de

cognitivos que repercutieron en el plano

describir y explicar el funcionamiento de

de la representación: la interpretación de

un cuerpo de reglas en acción sino de

los sueños, por parte de Freud, influyó de

justificar la necesidad de esas reglas

manera

dentro del marco institucionalizado por

surrealista y ésta a su vez incidió de lleno

cada cultura y también su papel en la

en la retórica visual de nuestro tiempo, sea

configuración simultánea, en cada caso,

la de la fotografía, la del cine, la de la

del sujeto y del objeto social.

publicidad u otras.2

3.

directa

en

la

imaginería

La tesis general que trataré de

argumentar es la siguiente: los tres planos c.

de significación relevantes en una cultura visual

(perceptivo,

representativo

Cambio de los códigos

sensitivos que repercutieron en los códigos

y

del saber: la revaloración del cuerpo y de

cognitivo) están íntimamente vinculados

los sentidos en la experiencia cotidiana ha

entre sí. Los une una dialéctica que los subordina o da primacía, en el proceso

2

Tener en cuenta la serie de fotomontajes “Sueños” con los que la fotógrafa argentina Grete Stern ilustró los sueños de las lectoras de la revista Idilio durante 1948 – 1951.

social, a uno u otro plano de la experiencia visual. Si los tres niveles se abordan

2

favorecido otra concepción del saber, sea el espontáneo o el reflexivo y teórico. Desde los dos puntos de vista se descubre que existe un “saber” anterior a la

L

a cultura, entendida como una convención

última

e

irreductible, que atiende a la

transformación de sus propios códigos y al

reflexión, ya dado en la percepción misma

reconocimiento de la especificidad de

y en el acervo cognitivo del cuerpo.

aquellos que valen dentro de otros marcos

Merleau Ponty lo expresa así: “Hay pues

culturales, implica la postulación de un

otro sujeto por debajo mío para quien

intento: el de des-absolutizar cualquier

existe un mundo antes de que yo (en tanto

modo o método de representación que

sujeto pensante, agregado mío N.S.) esté

pretenda

allí donde él señalaba mi lugar. Este

“verdadero”. En todo caso se lo podrá

pensamiento cautivo o natural es mi

justificar como más o menos válido según

cuerpo…”

su contexto de vigencia. Ese contexto se

(Phenomenologie

de

la

perception, Nre, París, 1945, pág. 294).

erigirse

como

único

y

define por la relación entre los conceptos y valores que organizan una sociedad en un

4.

El desarrollo de esta tesis

momento dado de su historia y los

desemboca en conclusiones que exceden

modelos icónicos, tanto temáticos como

sus primitivos límites. La movilidad de los

ópticos, que en ella se privilegian.

códigos internos a nuestra cultura y sus diferencias respecto a los de otras culturas mostrará

que

la

validez

de

una

La formación de los códigos visuales: un

representación no remite a un concepto

trabajo de las culturas

estático de verdad, de belleza o de ratio

U

analógica sino a una dialéctica operativa entre

la

imagen

y

las

grandes

convenciones que presiden cada cultura.

na

cultura

engendra

una

iconografía cuando descubre la posibilidad de sistematizar la

percepción empírica del mundo a fin de “Convención”

aquí

no

significa

un

transponerla

a

un

espacio

de

dos

acuerdo voluntario y consciente entre los

dimensiones. La superficie pictórica es el

hombres. Designa más bien, a la tradición

punto de contacto donde se encuentran la

cultural

óptica espontánea, empírica y la óptica

como

marco

de

referencia

implícito, no consciente, dentro del cual se

codificada.

estructuran y se transforman los códigos y

La pintura y la gráfica oponen a lo visible

sus mutuas relaciones.

“natural” –las comillas se explican más adelante–

los

culturales válidos.

visibles

significantes

En este encuentro se crea el espacio

el conocimiento y a la interpretación. Cada

simbólico

espacio

cultura organiza su propia codificación a

representado en el cual se expresa el

través de su propia manera de percibir y

aspecto visual de una cultura.

concebir el mundo. La imagen producida

o

metafórico,

el

es la actualización de esa labor gigantesca Ese espacio simbólico es un espacio re-

de la interpretación y codificación de la

construido. La creación de un espacio

percepción empírica.

representativo, o sea, la construcción pictórica según una óptica codificada

Toda aproximación al problema de la

supone

la

representación debe partir del supuesto de

descomposición de un universo continuo

que ningún artista puede representar “lo

en elementos ópticos, diferenciados e

que

identificables. Se trata de una operación de

convenciones, ni tampoco adherirse a lo

abstracción, conceptual y cultural. Esta

que obscuramente sabe, la convención,

desconstrucción

hasta el punto de ignorar por completo lo

una

operación

previa,

permitirá

la

representación de un espacio simbólico o

ve”

repudiando

todas

las

que aparece ante sus ojos.

metafórico de formas delimitadas por la línea o el color. Dice Gombrich respecto a

El espacio metafórico de la representación

la

debe considerarse como una transacción

mímesis,

matriz

de

los

códigos

occidentales:

entre espacio vivido, espacio concebido y

“Nos engañamos sobre el carácter de la

espacio representado. La “mirada” de los

técnica de la mímesis si hablamos de

individuos es, en realidad, la mirada de

imitación

una cultura, de una tradición, de una

de

la

naturaleza.

A

la

naturaleza no se la puede imitar o

época.

“transcribir” sin primero despedazarla y luego recomponerla. Y esto es resultado no sólo de la observación sino también de la experimentación incesante”. (E. N. Gombrich, Arte e ilusión, Gustavo Gili,

Los códigos de la percepción

Barcelona, 1979, pág. 123).

D

e lo dicho se deduce que no

O

sea

que

este

espacio

simbólico,

hay

metafórico, visualmente representado, es

experiencia

sensible

“natural”. Determinada forma

también un espacio conceptualizado.

de representar supone determinada forma de percibir. La percepción es el pre-

La organización de una óptica codificada

supuesto

implica, al mismo tiempo, a la percepción,

comprender el aspecto visual de una

4

de

la

representación.

Para

cultura hay que tratar de comprender su

el cual se destaca como figura. No se trata

carácter

condición

de un proceso especular, el objeto se

previa. Hoy se está cada vez más

percibe no porque está presente sino

convencido de que los hombres que

porque es seleccionado dentro de un vasto

pertenecen a culturas diferentes no sólo

horizonte

hablan

diferentes

lenguas

que

relaciones, incluso sus cualidades no

también

habitan

mundos

sensoriales

provocan efectos constantes porque suelen

diferentes. La experiencia será captada

estar integradas en contextos diferentes.

según la diferente estructura de la rejilla

Lo que percibimos son menos objetos que

perceptiva entre una cultura y otra.

significaciones y relaciones simbólicas.

Sin

Baste preguntarse si lo percibido en una

perceptual

embargo,

inmediata,

el

como

en

sino

nuestra

tradición

empirismo

positivista

y

según

determinadas

moneda es un círculo de metal.

encarnó, en su versión ingenua, lo que el hombre corriente pensaba respecto de la

El sujeto de la percepción nunca es una

percepción:

la

tabula rasa. La percepción no es un

percepción es un acto “natural”, o sea,

proceso pasivo sino activo. La actividad

todavía no codificado culturalmente.

del sujeto desplegada sobre el objeto rige

la

creencia

de

que

la perspectiva de la percepción. El acto En las últimas décadas tanto las teorías

perceptivo

supone,

como las prácticas de la imagen han

intervención

puesto de relieve, por vías diferentes, lo

llámense pulsiones o representaciones

que en aquella creencia se omitía, a saber,

inconscientes,

que hay múltiples factores determinantes

ideologías

de la visión que remiten a su dimensión

de

por

ende,

múltiples supuestos

la

aprioris, culturales,

históricas,

estereotipos

cognoscitivos,

modas

temporales,

cultural y no a un ejercicio natural. La

formaciones

o

experiencia, en su sentido psicofísico, no

profesionales,

puede considerarse como un punto de

acumulada. Todos ellos se superponen, se

referencia estable puesto que se inserta en

concilian, se contradicen o se interfieren

un marco ya configurado por la cultura a

en la hipotética simplicidad de un acto

la cual pertenece cada individuo que la

instantáneo e insensiblemente repetido:

vive.

mirar.

El objeto de la percepción nunca es un

La presencia física del objeto pierde

objeto

un objeto

protagonismo ante el peso determinante en

culturalmente coordenado, por lo tanto se

la imagen percibida, de factores visuales

percibe

“ausentes”,

en abstracto dentro

de

sino un

campo

de

significaciones (fondo, diría la Gestalt), en

referenciales

deformaciones

experiencia

o

sea, previos,

los los

personal

esquemas aprioris

perceptuales

estipulados

o

las

representación de imágenes. En ningún

motivaciones inconscientes inconfesadas.

caso pueden producirse cambios, sean

La percepción resulta, en suma, tanto

graduales o revolucionarios, sin valores

anticipación como recuerdo.

establecidos a transformar o atacar. En el orden de la reproducción icónica, la fórmula que resume esa transacción

Los códigos de la representación

permanece entre lo repetido y la innovado

E

es, según Gombrich, la del esquema y corrección.

s más fácil de comprender el carácter

codificado

de

la La información visual debe entrar en un

representación, enmarcada en

Occidente

por

las

coordenadas

esquema,

del

(estereotipo)

para

ser

realismo. Pero antes de abordar los

representada y modificada. Es lo que

problemas de realismo, código de códigos

Gombrich

en el espacio representativo occidental,

estereotipo adaptado: se parte de lo

conviene preguntarse por la dinámica que,

transmitido,

dentro de una cultura, impulsa cambios y

adaptación implica la solución de nuevos

transformaciones

de

problemas que siempre demandan una

representar, o sea, la movilidad de sus

cuota de trasgresión. Esta fórmula resume

códigos internos.

el procedimiento de toda la historia de la

en

el

modo

llama

el

el

ilustración

principio

del

estereotipo,

gráfica.

Los

cuya

motivos

no

El movimiento general de una cultura se

proveen su información si no se saben

produce en torno a un equilibrio estable o

apreciarlos

inestable según las épocas, entre tradición

esquemática. La “voluntad de forma” es

y transgresión.

más una “voluntad de hacer conforme”,

dentro

de

una

forma

dice Gombrich, o sea: cualquier forma Incluso cuando se las relega a un pasado

nueva debe asimilarse a los diseños y

ya sin vigencia, las producciones de la

esquemas que un artista ha aprendido a

cultura continúan valiendo después de su

manejar. Parece que el rinoceronte de

desaparición, en tanto abren un campo de

Durero, grabado en 1515, y que poco

búsqueda en las cuales siempre pueden

reproduce al rinoceronte real, fue el

revivir.

esquema

modélico

de

todos

los

rinocerontes copiados “del natural”, hacia De lo que se trata aquí es como actúa,

casi tres siglos después, en 1789. Lo

sobre la inercia siempre sostenida de la

familiar es el más probable punto de

tradición,

la

partida

la

representación ya resuelta y socialmente

el

transgresión

trabajo en

el

rebelde caso

de de

6

de

lo

no

familiar:

una

aceptada siempre influirá sobre una sacada

abstractas. La perspectiva se impone,

“del natural” hasta que los sucesivos

desde entonces, como una especie de

ajustes impongan un nuevo estereotipo.

sintaxis de lo representable. Así lo sugiere Valery:

Hubo época, como el Medioevo, en las

La sintaxis es, entre otras cosas, el arte de

cuales el estereotipo, el puro esquema,

la perspectiva en el pensamiento. Lo

representaba la imagen misma de lo

principal, lo accidental, lo circunstancial,

visible, de allí la perduración de su modo

las relaciones, son ordenadas por ella y se

de representar. Pero el lento ajuste de

vuelven posibles por ella. (Cahiers, I pag.

esquemas y correcciones suele alimentar

414; Oeuvres Gallimard, París, 1973).

cambios cuantitativos que culminan en cambios

cualitativos.

Después

del

La

perspectiva,

metacódigo

de

los

Renacimiento, es el espíritu mismo de la

diferentes realismos, instauró la forma

actividad representativa lo que cambia:

canónica

según Gombrich el esquema se vuelve un

representación y su objeto.

punto de partida para ensayar múltiples

Y el criterio de semejanza, desde la lejana

correcciones, es el medio para hurgar en la

invención de la mimesis por los griegos, es

realidad y luchar con lo particular.

la

de

piedra

de

la

semejanza

toque

que

entre

rige

la

toda

representación realista. Pero cabe agregar, por nuestra cuenta, que la función del esquema o el estereotipo de cada

representación

particular

es

El realismo: código de códigos en

sostenida, desde el Renacimiento, por una

occidente

invención

H

generalidad

revolucionaria, de

sus

dada

la

alcances:

el

descubrimiento o la invención de la perspectiva.

asta tal punto ha pesado en Occidente el realismo sobre los códigos de representación

que todavía cuesta comprenderlo no como La perspectiva no es un esquema sino un

verdad

código de la representación de lo visible

representada sino como una actitud mental

que atiende al “efecto de realidad”. Con la

y cultural que condiciona un modo de

perspectiva se reinstaura la aspiración del

relación visual con las cosas y un modo de

naturalismo griego: dar valor expresivo, la

representarlas visualmente: un modo de

representación, a las apariencias. Pero

relación visual con lo visible y un modo de

ahora se la representa en un espacio

hacer visible.

metafórico construido, proyectado, según reglas

matemáticas,

universales

y

exclusiva

de

la

imagen

¿A qué apunta la codificación de la mirada

luz y de sombra. Con otros términos: no se

“realista”? A la búsqueda de signos,

preocupa por el qué de las cosas sino por

pictóricos o gráficos, que den la ilusión de

su cómo. La imagen realista no codifica

lo real, o sea, la ilusión de la profundidad

una imagen de lo real, supuesta esencia,

o del volumen, de la luz y el brillo o de la

sino su apariencia: debe crear una ilusión

opacidad, la del movimiento, la de las

que se parezca al máximo a su objeto, una

diferentes texturas de la materia, la ilusión

ilusión que, en el límite, se le asemeje

de la proximidad o la distancia respecto al

hasta el punto de valer como sustituto.

ojo, etcétera. Dice Merleau-Ponty:

Pero, por paradoja de su propio efecto persuasivo, la imagen realista, la ilusión

La pintura quiere ser tan convincente

más perfecta de la semejanza, termina por

como las cosas y pretende alcanzarnos

negarse como artificio ilusionista y se

como

impone como modo de representación de

ellas:

imponiendo

a

nuestros

sentidos un espectáculo irrecusable. En

la verdad de las cosas.

principio ella se remite al aparato de la

En vez de comprenderse a sí mismo como

percepción, considerado como un medio

un código culturalmente privilegiado, el

natural y dado de comunicación entre los

realismo se convierte en el modo “natural”

hombres. ¿Acaso no tenemos todos ojos

del representar, o sea el único que nos

que funcionan más o menos de la misma

entrega lo visible en su verdad, más allá de

manera? Y si el pintor supo descubrir

la arbitrariedad de las convenciones.

signos suficientes de la profundidad y del terciopelo ¿no tendremos todos, mirando

Por

tanto

cabe

hacer

el cuadro, el mismo espectáculo que

consideración a su respecto: criticarlo

rivaliza con la naturaleza? (El, lenguaje

como modo “natural” de representación y

indirecto y las voces del silencio. La prosa

justificarlo como código privilegiado por

del mundo. Taurus. Madrid. 1971, pág 87)

nuestra cultura.

Resumiendo: el problema del realismo es

Para ello es preciso detectar cómo se

ofrecer una imagen no tanto clara como

produce esa ilusión por la cual la

convincente. Para eso debe atender más a

representación sustituye la realidad, a

lo que las cosas parecen, que a lo que son.

saber, cómo se produce la semejanza.

La representación naturalista sacrifica la función intemporal de la imagen, el esquema inmutable de las cosas a que

El criterio de semejanza

aspiraba el arte arcaico, para codificar su aparición en el tiempo, en tal momento de

8

una

doble

¿Q

ué significa que el signo

ese contenido culturalmente determinado y

icónico es semejante a su

la convención gráfica que, en cada caso,

objeto?

traduce ese contenido.

En su Tratado de Semiótica, U. Eco sostiene que el signo icónico, mediante

El sentido último de la convención es

una transformación de los estímulos

pautado por la cultura, de allí que la

visuales producidos por el fenómeno

semejanza sea un resultado cultural y no

físico, desencadena un efecto perspectivo

un efecto natural. La semejanza debe ser

semejante.

aprendida.

¿En qué consiste una transformación? En

Desde una postura nominalista Nelson

un proceso por el cual una convención

Goodman (Lenguages of art, Hackett

gráfica permite transformar sobre el papel

Publishing Company, Indianápolis, 1976)

una convención perceptiva o conceptual.

dirá lo mismo:

Por ende, también para Eco intervienen los

La semejanza no es un criterio de las

tres niveles de codificación que, según

prácticas

hemos señalado, se entrelazan en la

producto de las mismas.

representacionales

sino

representación: el perceptual, el gráfico y el conceptual.

Y lo explica así: en todos los casos la lectura de una imagen, sea realista o no,

Aquello que se reproduce son elementos

necesita el conocimiento de su clave.

existentes en el modelo pero en tanto

Para leer imágenes no habituales se

aceptados de antemano por la convención

requiere una clave explícita. Ante la

y como tal codificados.

imagen realista, en cambio, manejamos una clave implícita: el hábito y la práctica

O sea que el criterio de semejanza está

han vuelto los símbolos tan transparentes

basado, en cada caso de representación

que no captamos ningún esfuerzo en

icónicas,

nuestro trabajo de interpretación.

sobre

reglas

precisas

que

seleccionan ciertos aspectos y eliminan

La piedra de toque del realismo no es la

otros. Pero entonces ¿a qué remite la

cantidad o la calidad de la información

convención?

ofrecida por la imagen sino la facilidad con que es provista y recibida. Dicho con

Lo que cuenta, responde Eco, no es la

otros términos: el realismo de una imagen

relación entre imagen y objeto sino entre

depende del grado de estereotipia que haya

imagen y contenido cultural atribuido al

alcanzado el sistema de representación

objeto. Las transformaciones son reglas

institucionalizado por la cultura y por el

que establecen la correspondencia entre

período histórico social.

sensibilidad– que él mismo ignora en sus complejas facetas. Los códigos del saber: no hay ojo inocente

Dicho de otro modo: en la mirada

“N

inmediata ya se cuelan, desde siempre,

crítica

de

o hay ojo inocente”, con

numerosos pre-juicios –en su sentido

esta

etimológico más que moral– de orden

breve

cualquier

reproducir

experiencia

no

personal, histórico y cultural.

consuma Gombrich la

representación “natural”, pretende

sentencia

código

de

o sea,

que

una

A ese saber de la conciencia corriente contribuyen,

supuesta

culturalizada

de

aluvional

y

no

sistemáticamente, los procesos históricos,

la

los cambios sociales, las revoluciones

naturaleza y de las cosas.

teóricas (hay un antes y un después del Por su parte, Morleau-Ponty afirma que

descenso

de

“la percepción misma estiliza” en el

descubrimientos (hay un antes y un

sentido de que no hay apertura a la

después del desembarco de América) o las

realidad sin interpretación de la realidad.

conmociones estéticas que replantean el

En cuanto a Nelson Goodman apostilla la

estatuto de la sensibilidad (hay un antes y

célebre frase de Gombrich con estos

un

términos:

principios de siglo).

después

la

de

Luna)

las

los

grandes

vanguardias

de

“el ojo llega siempre ya viejo a su obra, obsesionado por su propio pasado y por

Así se constituye, para cada sujeto

viejas y nuevas sugerencias del oído, de la

histórico, un depósito cognitivo aluvional

nariz, de la lengua, de los dedos, del

que, en las diferentes épocas, prefigura la

corazón y del cerebro… El ojo selecciona,

existencia cotidiana, su percepción y su

excluye,

aísla,

representación. Se trata de un saber que

clasifica, analiza, construye. Nada se ve

anticipa o suple respecto a lo que

desnudamente o desnudo” (ibid, pag 7-9).

efectivamente se percibe o se representa.

Sean cuales fueran las discrepancias de

Bajo

filosofía entre estos pensadores todos

representativa es conceptual, o sea, hace

coinciden respecto al punto de partida de

intervenir ciertos esquemas categoriales

la visión: el ojo llega a su ejercicio y a su

previos sin los cuales no sabríamos

obra cargado de un “saber”–designable en

discernir en el flujo de la experiencia

parte con acerbo ideológico y en parte

nuestras impresiones. Ya decía Kant con

como

memorable concisión, que las intuiciones

organiza,

configuración

discrimina,

cultural

de

la

10

este

aspecto,

toda

práctica

sin categorías son ciegas y las categorías

Tales condicionamientos (convenciones,

sin impresiones, vacías.

culturales, historia social y personal, contexto

geográfico

inconsciente,

o

ecológico,

pulsional,

sistema

lingüístico, etcétera) no sólo afectan la Conclusiones

supuesta verdad de la representación del

L

objeto sino la misma realidad del objeto y a dialéctica que subtiende las

por ende, del sujeto mismo.

relaciones entre los códigos

En

permite afirmar, dado su mutuo

conmueva nuestro concepto tradicional,

condicionamiento, que no se representa lo

ver, conocer, o representar, afecta de

que se ve sino que se ve lo que se

rebote nuestro concepto de realidad. El

representa.

examen del discurso humano, sea el de las

Esto sugiere una consideración crítica del

ideas, el de las imágenes o el de las

viejo truismo realista: “la realidad visible

palabras, es también un examen de los

es lo que vemos”. Hoy cabe preguntarse

parámetros que enmarcan lo real en tanto

¿es visible todo lo que vemos? O a la

referente.

inversa ¿vemos todo lo que es visible?

Y, más aún, preguntarnos por lo “real”

Las antiguas certezas respecto a la

supone hacerlo por lo “irreal”, a saber, lo

naturaleza de la percepción y de la

imaginario y sus relaciones con la

representación visual se han convertido en

realidad.

interrogantes.

con

La dimensión imaginaria (lo que no es)

escepticismo esa semejanza de la imagen

entronca con el deseo y con utopía pero,

con lo real que antes se daba por sentado.

después de Freud, ya sabemos que habita

Pero el cuestionamiento de las creencias

en medio de lo que es, se infiltra

tradicionales respecto a la percepción y a

subversivamente en las cosas adhiriendo a

la representación va más allá de su marco

su realidad.

estricto.

Lo imaginario no es solo una secreción del

Al cuestionar la representación y sus

arte, del sueño o de la locura, sino también

relaciones con lo real y “verdadero” somos

del principio o criterio de la realidad

nosotros mismos los cuestionados como

socialmente instituido en tanto define, en

así también la realidad con la que creemos

cada caso, lo real.

tratar. La evidencia (de videre: ver) ya no

Por eso, dice Mikel Duffrenne (Esthetique

salta a la vista. Ahora lo evidente no es lo

et philosophie,II, Klincksieck, París, 1976,

que mejor se ve, sino lo que se está mejor

pag 105):

dispuesto a ver: a mayor condicionamiento

Que lo imaginario también actúa “en el

mayor “evidencia”.

rechazo

Admitimos

suma:

y

toda

en

lectura

la

crítica

represión

de

que

lo

imaginario, en el cura que quema la

representación que borrara al sujeto,

bruja, en el reaccionario que renuencia al

quizás deba substituirse por otra más

izquierdista, aunque no se trata del mismo

acorde con nuestra época, una utopía que

imaginario, sino de un imaginario que

otorga espacio a los dos al tiempo que los

bloquea en vez de abrir…”

des-absolutiza. Se trata en este caso, de

Y concluye que, en suma, imaginar es una

una finalidad que aspira a instaurar un

función, un poder alimentado: a) por el

nuevo modo de percibir y de representar.

deseo mismo, en tanto produce fantasmas;

Un modo que postula no la unificación

b) por el mundo, en tanto capta la imagen

sino la multiplicación de los marcos de

en lo percibido y la independiza en lo

referencia –subjetivos, sociales, culturales,

percibido; c) por el lenguaje, en tanto

históricos–,

capta la imagen en los signos que la

empobrecimiento tanto del objeto como

suscitan o la fijan.

del sujeto, a fin de preservar su apertura

Toda imagen, sea percibida o representada,

potencial contra el dominio de esquemas

supone en mayor o menor grado, el

demasiado restringidos por el prejuicio,

aparecer del objeto que se manifiesta en

por la costumbre o por la represión.

ella, pero también lo que una conciencia

Porque para ver o representar mejor tan

estructuralmente

necesario es someterse a esquemas como

delirante

produce,

a

fin

de

evitar

el

proyecta o desplaza en el objeto.

liberarse de ellos, aceptar los códigos

¿Debemos abandonar entonces cualquier

como cuestionarlos.

esfuerzo por alcanzar una percepción y una

representación

fiables,

léase

“objetivas? ¿Acaso solo queda la salida del relativismo del escepticismo? La

antigua

utopía

de

lograr

Nelly Schnaith. Barcelona, una

Septiembre 1987

objetividad en la percepción y en la

12

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