nanotecnologia colombia.pdf

July 5, 2017 | Author: misslinita20 | Category: Nanotechnology, Colombia, Latin America, Mexico, Innovation
Share Embed Donate


Short Description

Download nanotecnologia colombia.pdf...

Description

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org

PERSPECTIVAS

Nanotecnología para Colombia Una mirada histórica, pasando por el contexto global, latinoamericano y las regiones. Vladimir Martínez Sergio Mejía Franklin Jaramillo Mónica Álvarez

2014 Vol 2 No 1 nano 49

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org

Según reportes recientes del Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología (OCyT), la evolución de la inversión en actividades de ciencia y tecnología (ACTI) para Colombia como porcentaje de su PIB, pasó entre 2002 y 2012 de 0,305% al 0,449%. Ya desde el año 1993, la “Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo: Colombia al Filo de la Oportunidad”, señaló en sus líneas de acción, el propósito de incrementar masivamente los recursos financieros destinados al fortalecimiento de la investigación científica y el desarrollo tecnológico del país. Se planteó entonces como meta mínima que antes del año 2000, se pasara de destinar menos del 0,4%, a casi el 2% del PIB, para inversiones en actividades de investigación y programas de desarrollo científico y tecnológico. Pasados 13 años, esta meta todavía no se alcanza. No obstante, en el caso de Colombia, la Ley 1286 de 2009 trazó la ruta que busca alcanzar al menos el 1% de inversión del PIB en ACTI para el país. Simultáneamente, la hipótesis bajo la cual las ACTI pueden de algún modo contribuir al desarrollo del país, tiene sentido si las políticas nacionales de promoción de la ciencia, la tecnología y la innovación estimulan en gran medida el desarrollo de ciencias disruptivas, como la nanotecnología. En este sentido, este artículo expone que el establecimiento de una plataforma sostenible de nanotecnología en el país, como uno de los ejes que contribuyen al desarrollo económico y social de las regiones, se alcanzaría entre otros, al generarse una mayor inclusión de la nanotecnología en los planes de desarrollo, en medio del interés en la competitividad, de la que se habla desde hace casi dos décadas en Colombia.

H. Vladimir Martínez-Tejada Ph.D. Instituto de Energía, Materiales y Medio Ambiente. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín-Colombia. Actualmente en: Empresas Públicas de Medellín (EPM). Gerencia de Desarrollo e Innovación. Dirección Científica Proyecto Centro Nacional de Nanotecnología CN2 E-mail: [email protected]

Sergio A. Mejía M.Sc.

Empresas Públicas de Medellín (EPM). Gerente de Desarrollo e Innovación. E-mail: [email protected] Franklin Jaramillo-Isaza Ph.D. Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de Materiales – CIDEMAT – SIU. Universidad de Antioquia. Medellín-Colombia. E-mail: [email protected]

Mónica Álvarez-Lainez Ph.D.

Departamento de Ingeniería de Diseño. Universidad EAFIT. E-mail: [email protected]

50 nano Vol 2 No 1 2014

S

e prevé que en al año 2020 la nanotecnología facturará USD 3 trillones a nivel mundial. Lo anterior es consecuencia de resultados históricos. Como ejemplo, ya para el año 2009 el mercado global de productos que involucran nanotecnología alcanzó la cifra de USD 254 billones, previéndose un crecimiento a una tasa promedio anual del 23% para los próximos 10 años. EEUU y la Unión Europea sumaban el 67% de dicho mercado, mientras que Asia comprometía el 27% [1]. El porcentaje restante, un 6%, equivalente a unos USD 15 billones, correspondía al marco de facturación del resto de países que en el mundo dan cuenta de una menor apropiación y/o desarrollo de la nanotecnología, entre los cuales se incluye Colombia. Dadas las cifras y los mayores niveles de competitividad global, lo anterior puede generar una brecha aún mayor entre los países del primer mundo y los denominados países emergentes. La innovación en nanotecnología -que incluye la transformación de resultados de investigación en realidades exitosas de mercado-, además de comprometer disciplinas diversas, demanda nuevas formas de organización y modelos de negocio efectivos. Lo anterior debido a que el beneficio comercial desde la aplicación y uso de la nanotecnología involucra la creación de cadenas de valor entre compañías grandes y pequeñas, instituciones/centros de investigación, proveedores de equipos, intermediarios, sectores financiero y de seguros, usuarios finales tanto en el sector público como en el sector privado, entes reguladores, y demás stakeholders, en una economía que está distribuida globalmente [2] (figura 1). La mayoría de los productos de nanotecnología se incorporan en productos industriales para mejorar su desempeño. La tendencia de la innovación en nanotecnología puede evaluarse bien sea por la dinámica de artículos y patentes o mejor aún, por las cifras de ventas de productos que

Revista Nano Ciencia y Tecnología

Figura 1

www.revistanano.org

Cadena de Valor de la nanotecnología. Adaptado desde [5].

incorporan nanotecnología. En el primer caso, los datos muestran que en el período 1990-2008 cerca de 17.600 compañías en el mundo publicaron unos 52.100 artículos científicos y aplicaron para unas 45.050 patentes en el dominio de la nanotecnología. Por otra parte, la relación entre aplicaciones de patentes y publicaciones aumentó desde 0,23 en el año 1999, hasta 1,2 en el año 2008, indicando cambios en el interés de las corporaciones hacia aplicaciones y beneficios comerciales, más que hacia el descubrimiento o investigación básica. En relación con las ventas de productos que incorporan nanotecnología, es conveniente diferenciar tres tipos de niveles en la cadena de valor de la nanotecnología. Tal como se explica en la figura 1, la introducción de herramientas e instrumentos adecuados para el trabajo a nivel de la nanoescala es un requisito indispensable para el desarrollo de cualquier aplicación (Nivel 0). Por ello, los fabricantes de instrumentos de proceso y caracterización de materiales y dispositivos nanoestructurados, constituyen el primer segmento de la nanotecnología en alcanzar el mercado. Según pronósticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en los próximos años se esperan crecimientos

de la industria de herramientas nanotecnológicas del orden de un 30% anual (En el año 2005, este mercado representaba sólo en EEUU un valor por más de USD 266 millones). Un siguiente nivel se encuentra en el avance de conocimiento de los materiales nanoestructurados (Nivel I), lo cual desarrolla la industria de manera que se permite abastecer en gran escala a las futuras aplicaciones [3]. En el nivel III se encuentra finalmente en la entrada en el mercado de las aplicaciones derivadas de la nanotecnología, representadas en productos y procesos, siendo cronológicamente los principales sectores destinatarios la energía, la salud y la electrónica, con expectativas de una consolidación a nivel de mercado hacia el año 2015 [4]. Con esto en mente, es posible añadir que en el año 2009, las ventas totales en nanotecnología ascendieron a unos USD 254 billones. De estas ventas totales, el 88% provino de productos basados en nanotecnología, ubicados en grandes mercados como el de automóviles y el de la construcción. El 12% restante se distribuyó en nanomateriales (óxido de zinc, plata, y nanotubos de carbono), así como en nanointermediarios; tales como recubrimientos y materiales compuestos. A. Vicary explicó recientemente que el mercado global de la nanotecnología ha evolucionado y presenta

actualmente una mayor oportunidad de participación en los denominados nanointermedios, o productos que incorporan características de nanoescala [5]. Estos últimos generan mayores índices de rentabilidad en la medida que resulta más fácil vender algo que resulta útil para diferentes aplicaciones, con mayores facilidades de apropiación en un mercado cambiante y diverso [1]. En este contexto, no sólo para el caso de Colombia, sino en cualquier economía emergente, las premisas de investigación aplicada (pendientes y en curso) relacionadas en algunos casos directamente con la nanotecnología, deberían ser la base de proyectos, programas y actividades que contribuyan a la promoción del desarrollo nacional. Tomando como referente el caso de países donde la nanotecnología efectivamente ha contribuido en mayor o menor medida a incrementar los niveles de competitividad y de desarrollo, se observa que ésto se debe, entre otras razones, a la implementación de una plataforma nacional en nanotecnología claramente focalizada. Este es precisamente el escenario que supone la necesidad de establecer un marco de políticas que orienten ágilmente la apropiación de nuevas ciencias y tecnologías disruptivas para Colombia. Precisamente la inversión en ACTI 2014 Vol 2 No 1 nano 51

Revista Nano Ciencia y Tecnología como porcentaje de su PIB aún no refleja el nivel de claridad que debe asumir un país como Colombia, frente al hecho de que la ciencia y el desarrollo tecnológico, que producen innovación, deberían convertirse en la primera fuerza productiva y en el corazón de su competitividad y la de sus empresas. Como dato adicional, las principales economías, tanto del primer mundo como de los países emergentes con un acelerado ritmo de crecimiento, tienen en común interesantes niveles de inversión en ACTI como porcentaje de su PIB. En Estados Unidos es del 2,8% y aproximadamente el 3,4% en Japón. La Unión Europea (UE) que ha estado cerca del 2,3% desde el 2010, con metas de alcanzar un 3% al 2020, logró solo un 1,96% en 2012, siendo superada sorprendentemente en el mismo año por China; que alcanzó 1,98% [6], proyectándose a un 2,5% al 2020. Con inversiones igualmente considerables, están Israel con un 4%; así como Corea y Singapur con 3%. Incluso en Latinoamérica, Chile tomó la decisión de pasar del 0,7% al 1%, y Brasil, que en 2006 llegó al 1,2%, se mencionaba que invertiría USD 28.000 millones hasta el 2010 para alcanzar el 1,5% [7]. Ya para el año 2010 este país había alcanzado en realidad 1.62% de inversión en ACTI como porcentaje de su PIB. No obstante, a excepción de Brasil, en promedio Latinoamérica y el Caribe invierten 1.09% del PIB en ACTI; es decir mucho menos que el nivel de China y de los países de alto ingreso. En el caso de Colombia la Ley 1286 de 2009 trazó sin embargo la ruta que busca alcanzar al menos un 1% de inversión del PIB en ACTI para Colombia. En este sentido, la hipótesis de que la creación de una plataforma nacional en investigación aplicada a la nanotecnología (PNIN) pueda de algún modo contribuir también al incremento de inversión nacional en ACTI como porcentaje de su PIB, para llegar a valores cercanos al 1% tal como espera el Estado, tendría sentido si las políticas nacionales de promoción de la

52 nano Vol 2 No 1 2014

www.revistanano.org

ciencia, la tecnología y la innovación, estimulan a su vez y en gran medida el desarrollo de ciencias disruptivas, como la nanociencia y en segundo lugar, si los mecanismos de instrumentación, además de la Ley 1286, generan los efectos esperados en la economía y el desarrollo nacional. Entre diversas razones, la base sobre la cual se enmarcarían las acciones alrededor de una nueva política aplicada a tecnologías de amplio impacto, de la mano con una apropiación acelerada de la nanotecnología, se relaciona con la intención de convertir a Colombia en el tercer país más competitivo de América Latina, tal como supone la visión que definió el Gobierno Nacional para el año 2032, mediante la creación del Sistema Nacional de Competitividad e Innovación (SNCeI). Con el fin de establecer índices comparativos, es posible hacer uso, entre otros, del estudio sobre el índice de innovación global (GII 2013), desarrollado entre la Universidad de Cornell, la Escuela de Negocios Francesa INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) [8]. En el ranking global, Colombia ocupa en este estudio la posición 60 entre 142 países, ubicándose por encima de México (63), Brasil (64) y Perú (69) [9]. El indicador global de competitividad del Foro Económico Mundial (FEM) en 2013 ubicó a su vez a Colombia en el puesto 69, posición que conserva desde el año 2012. Aunque el indicador del FME en 2013 ubicó a Colombia por debajo de países latinoamericanos como de Chile (27), México (52) y Panamá (60), el país ocupó el quinto puesto entre los países más competitivos de América Latina [10]. Los valores reportados por el GII 2013 y el FME permiten considerar que existe un potencial de capacidades sumadas y de avances en años recientes, como marco general para el establecimiento de una PNIN para Colombia, a pesar de observar la disyunción que el país presenta respecto a países de la misma región. Aun así, en un escenario ideal, en el que la creación de una PNIN

contribuya simultáneamente con otras estrategias a incrementar el nivel de inversión en ACTI, alcanzando el 1% del PIB, se podría aspirar a llegar en promedio a unos COP $8.741,62 miles de millones/año a partir del año 2020 [11].

Algunos antecedentes de la nanotecnología en Colombia En el caso de Colombia la mayoría de los proyectos de investigación en

Para Latinoamérica, que suma 23 economías, el GII 2013 ubica en primer lugar a Costa Rica (puesto 39 a nivel global), desplazando a Chile (46) y por encima de Uruguay (52) y Argentina (56). El GII promedio para las primeras nueve economías es de 38.31. En orden descendente el índice GII es: Costa Rica (41.54), Chile (40.58), Barbados (40.48), Uruguay (38.08), Argentina (37.66), Colombia (37.38), México (36.82), Brasil (36.33) y Perú (35.96). Como se observa, los valores del índice GII para este grupo de países es muy semejante. nanotecnología han sido focalizados a la física de materiales, o estudios básicos en la química e ingeniería aplicada. Las publicaciones relacionadas han mostrado una tendencia creciente en los últimos 13 años, pero con significativos cambios. El incremento en la producción científica observado entre 1999 y 2000, se debió principalmente al establecimiento de la National Nanotechnology Initiative en

Revista Nano Ciencia y Tecnología EEUU [12], en la que diferentes grupos de investigación de Colombia han participado, así como por el creciente pero no suficiente número de recursos destinados a la investigación en el país en los últimos años. Este incremento en la productividad científica a nivel nacional en la última década, a pesar de la cantidad de artículos, patentes y actividades de emprendimiento relacionadas con la nanotecnología, no resulta muy alto si se compara con otros países. Lo anterior continúa ocurriendo incluso bajo la dinámica de varios eventos nacionales relacionados con nanociencias y nanotecnología (N&N) en los años recientes. Es muy seguro pensar que la mayoría de tales eventos han tenido como objetivo principal la difusión de la nanotecnología como un área emergente de investigación en Colombia, pero no el propósito de construir redes cada vez más efectivas de inversión conjunta para el desarrollo del país. Todo lo anterior contrasta con la experiencia que se espera haber adquirido en la definición de políticas y planes de ciencia y tecnología (C&T). Históricamente (figura 2) algunas de dichas políticas y retos académicos comenzaron a hacerse más evidentes desde el año 2000, cuando el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT), comenzó a utilizar el indicador ACTI para medir la innovación. Posteriormente en el año 2004, COLCIENCIAS seleccionó ocho áreas estratégicas para el desarrollo de la productividad y la competitividad del país. Una de estas áreas estratégicas fueron los materiales avanzados y la nanotecnología. En el mismo año fue establecido el Programa de Centros de Excelencia. A la luz de esta política nacional comenzó a operar el Centro de Excelencia en Nuevos Materiales (CENM). En Febrero del año 2005, se creó el Consejo Nacional de Nanociencia y Nanotecnología, adscrito a IEEE Colombia, como una organización

www.revistanano.org

sin ánimo de lucro para la promoción, difusión y trabajo conjunto alrededor de la nanotecnología. Dentro algunas de las actividades realizadas por el Consejo se destacan: el Nanoforum Colombia 2005, Curso abierto de Nanotecnología (entre Agosto y Dic. 2005), Simposio de Nanorrobótica, Seminario de Materia Programable. En agosto del mismo año, como una política nacional derivada del Departamento de Planeación (DNP), se generó el documento “Colombia 2019”, en el cual la N&N se consideró como una de las áreas estratégicas para el desarrollo del país [13]. En el año 2006 la innovación tomó forma institucional mediante la expedición del Decreto 2828 y el documento Conpes-3439, sobre la institucionalidad y principios para la productividad y competitividad nacional, que crearon el Sistema Nacional de Competitividad (SNCE), al que más tarde se le agregó en su nombre la palabra innovación (SNCeI). En el mismo año tuvo lugar el Simposio Nacional de Nanotecnología (SNN), el cual enfatizó la apropiación de la N&N como una ventaja competitiva, en función de la biodiversidad y abanico de recursos naturales renovables y no renovables del país. Simultáneamente, el SNN señaló la aplicación y uso de la nanotecnología como un mecanismo de crecimiento económico. Sumado a lo anterior, la iniciativa NanoCiTec fue además establecida como una Asociación sin ánimo de lucro, para la estimulación del trabajo colaborativo y en red, así como la investigación en nanociencia y nanotecnología.. Estos grupos se han dedicado a promover programas de investigación para el tratamiento del cáncer, incluyendo investigaciones sobre el uso de nanopartículas para su diagnóstico y tratamiento, además de sensórica y dispositivos a nanoescala con funciones terapéuticas y de diagnóstico. La iniciativa NanoCiTec además ha facilitado el acceso a diferentes

instrumentos y equipos de producción para la caracterización de materiales. Ha realizado investigación en producción de nuevos materiales, estudios de citotoxicidad y remedición entre otras [14]. Aun así, la nanomedicina Colombiana ha alcanzado un reconocimiento importante a partir del trabajo de diferentes científicos, como el Dr. J. Reynolds, reconocido desarrollador de un nuevo tipo de nanomarcapasos (10 nm) [15], el cual podrá ser implementado en humanos en un futuro cercano, una vez se completen los protocolos y pruebas médicas necesarias [16]. Continuando con esta revisión histórica, en el año 2007 el análisis de los tópicos presentados en “Colombia Nanoforum 2007”, estableció diferentes retos científicos y de investigación para el país; incluyendo nanomateriales, bionano, nanomedicina, bioética, educación y herramientas para la nanotecnología. Este mismo año aproximadamente el 56% de los grupos categorizados “A” en COLCIENCIAS, desarrollaban proyectos relacionados con nanotecnología. Sin embargo, sólo 2 de 34 grupos estaban dedicados exclusivamente a esta área; el CENM y el Centro de Complejidad CeiBa. Durante el año 2008, la Política Nacional de Innovación continuó promoviendo el programa de centros de excelencia a figuras de redes colaborativas de trabajo. En mayo del mismo año se originó el Plan de TICs, mostrando relevancia en biotecnología, nanotecnología, nuevos materiales, bioingeniería y bioinformática. En el año 2009 se genera la Ley 1286, por la cual se modifica la Ley 29 de 1990, se transforma a COLCIENCIAS en Departamento Administrativo y se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia, entre otras disposiciones. En este escenario la comunidad científica nacional depositó diversas esperanzas y esfuerzos de cara a complementar 2014 Vol 2 No 1 nano 53

Revista Nano Ciencia y Tecnología una vía estratégica para el desarrollo del país. Durante el año siguiente, el Seminario Internacional de Nanociencias, patrocinado por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ACCEFYN), el CENM y la Fundación Latinoamericana para la Promoción de la Ciencia. (Funlaci), subrayaron que países con menores recursos para investigación en C&T estaban dedicando esfuerzos y ejecutando inversiones en sectores estratégicos con énfasis en nanotecnología. Como ejemplo Singapur, que aunque pequeño cuenta con una clara vocación de apoyo a la N&N. Igualmente, muchos otros países de gran, medio o pequeño tamaño cuentan con una estrategia definida y un apoyo considerable a dicho campo; como Irlanda, Taiwán o Corea del Sur (ver además: Colombia en el contexto global y Latinoamericano de la nanotecnología). En el mismo año 2010 se estableció el acuerdo de cooperación entre COLCIENCIAS, el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad de Purdue en EEUU, con el fin de dar soporte a la formación doctoral en programas prioritario de investigación para Colombia, incluyendo nanotecnología, biotecnología y sostenibilidad. En el año 2011 los ánimos de continuar promoviendo y apropiando la nanotecnología a nivel nacional parecieron haberse concentrado en lo que podría ser la primera iniciativa de inversión para una afección real y positiva a la plataforma científica nacional en nanotecnología. En este sentido, se socializó en dicho año la iniciativa de un primer Centro Nacional de Nanotecnología en Energía (CNNe) [17], como resultado del estudio previo de monitoreo y vigilancia científica desarrollado por Empresas Públicas de Medellín (EPM), a través de iniciativas previas como el Centro de Investigación e Innovación en Energía (CIIEN), el cual continúa operando como figura de integración entre la Empresa (EPM)

54 nano Vol 2 No 1 2014

www.revistanano.org

y diferentes universidades a nivel regional, incluyendo la Universidad de Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad Nacional y el Instituto Metropolitano (ITM) en la ciudad de Medellín. La Iniciativa CNNe fue concebida inicialmente como consecuencia directa de la evidente escasez en herramientas especializadas de caracterización y de síntesis para crear dispositivos nanoestructurados, requeridos en algunos proyectos previos desarrollados en el CIIEN, lo cual puso de manifiesto la necesidad de contar con herramientas propias para el trabajo en nanotecnología. Como primera aproximación el CNNe fue referido como una futura organización de carácter interdisciplinario e interistitucional, motivo por el cual en el mes de agosto de 2011 se llevó a cabo una reunión con diferentes expertos e investigadores de la región y del país en las instalaciones de la Biblioteca EPM [17]. Además de proyectos, tópicos y oportunidades de negocio, esta reunión sirvió para diseñar una hoja de ruta, el costo aproximado de equipos, instalaciones, operación, personal y otros aspectos necesarios, en medio de la regulación del momento para C&T del país. De manera más reciente, la iniciativa CNNe ha evolucionado a una figura aún más incluyente, en la que además de la potencial participación de diferentes instituciones de educación superior (IES) de la región y del país, se viene promoviendo la inclusión de otras empresas, además de EPM, en medio de la visión de una plataforma nacional en nanotecnología. En este sentido, la iniciativa CNNe no se observa exclusivamente para los intereses en energía, sino como herramienta transversal de apoyo al desarrollo industrial de la región a través del nuevo proyecto Centro Nacional de Nanotecnología (CN2). Precisamente, de cara a la continua promoción del proyecto CN2 se

organizó el primer Workshop in Nanotechnology for Energy and Medical Applications en el mes de marzo de 2013 [18]. Este evento permitió resumir algunas de las principales áreas de interés desde la nanotecnología para Antioquia y el país, en medio de su contexto y reales oportunidades de desarrollo. Dichas áreas estratégicas de interés incluyen: energía, nanobiomateriales, nanotecnología en educación y ciberinfraestructura, nanotecnología para aplicaciones industriales, nanomedicina y técnicas avanzadas de caracterización. Posteriormente, en el mes de julio de

2013 se llevó a cabo el evento: “Semana de la Nanociencia y la Nanotecnología en Colombia (SNNC2013)”. Simultáneamente durante la misma semana además del SNNC2013, se desarrollaron NANODYF’2013 y NANOANTIOQUIA’2013. Dichos eventos reunieron en Medellín a científicos nacionales e internacionales, profesores y estudiantes, con el ánimo de avanzar en discusiones sobre los avances reales, promesas e implicaciones de la nanotecnología para Colombia. Otros eventos importantes que conviene mencionar se relacionan por un lado con los resultados a nivel de formación de personas; entre los cuales se cuentan los avances del SENA en los años 20112013, contando con más de 800 jóvenes capacitados en temáticas relacionadas con nanotecnología. Igualmente, a finales del mes de noviembre de 2012 fue aprobado por parte del Ministerio Nacional de Educación el primer programa de pregrado en Ingeniería en Nanotecnología, de carácter presencial en la UPB-Medellín. En el segundo trimestre de 2013, NanoCitec creó la Revista Iberoamericana de Divulgación de la N&N: Nano-Ciencia y Tecnología, con el apoyo financiero del Grupo Carl Zeiss y mnNanotechnologies. Estos eventos se complementan con otras iniciativas, como la que lidera la

Revista Nano Ciencia y Tecnología

Figura 2

www.revistanano.org

Algunos antecedentes históricos de apropiación y desarrollo de la nanotecnología en Colombia

2014 Vol 2 No 1 nano 55

Revista Nano Ciencia y Tecnología Universidad del Valle en conjunto con entidades francesas y de otros países de Latinoamérica, en la red NanoAndes. Precisamente, en lo referente al trabajo en red, se encuentra corriendo desde el 2013 la iniciativa de la RedNano Colombia, en la cual se congregan investigadores, grupos de investigación, universidades, instituciones y entidades públicas y privadas, que realizan investigación en N&N. A estas actividades se suman tres comités, liderados desde la Corporación RutaN en la ciudad de Medellín, encargados de dinamizar la iniciativa CN2, respectivamente en lo referente a: (i) redes de colaboración, (ii) modelos de negocio efectivos y (iii) estudio de políticas públicas en CTi, aplicadas a la nanotecnología. Finalmente, en el mismo año, desde el mes de abril, la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), comenzó a liderar un capítulo académico sobre nanotecnología.

Colombia en el contexto global y latinoamericano de la nanotecnología Con respecto a la distribución geográfica de la inversión global en nanotecnología, vale la pena revisar el estado actual de potencial oportunidad que ésta representa para el país, en medio de la dinámica geopolítica actual. Principales actores en Latinoamérica De cara a establecer referentes en Latinoamérica es importante anotar que el primer lugar lo ocupa Brasil, que cuenta con un programa nacional de nanotecnología con un presupuesto de casi USD 33 millones. En segundo lugar México, seguido por Argentina [19]. Este último creó la Fundación de Nanotecnología (FAN), con un presupuesto asignado USD 1.8 millones para investigaciones y proyectos. Refiriéndonos aquí al caso de México, de manera temprana y en sintonía con el inicio de la iniciativa nacional de nanotecnología en los EEUU,

56 nano Vol 2 No 1 2014

www.revistanano.org

dicho país reconoció desde el 2001 a las N&N como áreas estratégicas en sus políticas de ciencia y tecnología. Respectivamente, su plan nacional de desarrollo 2006-2012, contempló a la nanotecnología como elemento clave de desarrollo. Complementariamente, la Secretaría de Economía en dicho país, había realizado un estudio en el año 2008 recomendando políticas públicas al respecto. Aunque no se generaron acciones Estatales directas, lo que resulta curioso del caso mexicano es que hoy día es uno de los 3 países de Latinoamérica con mayor avance en nanotecnología [20]. A la fecha existe en México una alta concentración de empresas principalmente en el estado de Nuevo León y en la ciudad de México. Nuevo León es el estado que más registros posee, sobresaliendo como un polo de desarrollo de la nanotecnología en México. En este estado el clúster de nanotecnología y el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT) forman parte del proyecto: Monterrey Ciudad Internacional del Conocimiento, que busca convertir a Nuevo León en uno de las regiones más competitivas del mundo. Todo lo anterior tiene lugar en un contexto donde no hay una política pública específica, así como tampoco datos estadísticos disponibles, tanto como tiene lugar hoy día en Colombia. No obstante, a diferencia de Colombia en México existe una actividad económica mucho más clara alrededor de productos y nuevos desarrollos basados en la nanotecnología. En este caso y tal como suponen los mejores ejemplos en el mundo, la inserción de la nanotecnología en la economía mexicana deviene de un esquema de triple hélice, en el cual interactúan las universidades, las empresas y el gobierno. Aunque es difícil determinar el monto que el gobierno mexicano ha alcanzado a promover para el avance en nanotecnología, algunos lo estiman en aproximadamente USD 60 millones

en lo corrido del último quinquenio de la primera década de este siglo [21]. Lo anterior permite concluir en parte porque México (junto a Brasil) sobresale en América Latina como líderes en investigación y desarrollo, así como en la manufactura de productos que comienzan a incorporar nanotecnología. Záyago-Lau et-al. [21] señalan a pesar de todo que la cantidad de firmas en México, e incluso en Brasil, es claramente menor respecto al número de empresas existentes en países desarrollados. Sólo en los EEUU se estimaban en el año 2009 unas 900 empresas. En el contexto latinoamericano la reflexión para el caso Colombiano resulta entonces oportuna de cara a la necesidad de una nueva herramienta, tipo plataforma científica en nanotecnología, que contribuya en primer lugar al desarrollo industrial y económico del país, en medio de la dinámica de innovación y mayores niveles de competitividad que actualmente cobran interés en Colombia. Al respecto, al cierre del año 2013 el Banco Mundial (BM) reportó que 66% fue el porcentaje de empresas que en Colombia introdujeron un nuevo producto (no necesariamente nanoestructurado) entre 2006 y 2010, por encima de México, Costa Rica y Chile [22]. No obstante, las exportaciones industriales no basadas en recursos naturales, tan solo representan el 15% del total exportado por el país [23]. En segundo lugar, en función de los bajos niveles de innovación en América Latina, la implementación de una nueva plataforma científica en nanotecnología en el país permitiría reforzar las apuestas que el Colombia ha establecido al firmar en 2013 la denominada Alianza del Pacífico, conjuntamente con: México, Chile y Perú, quienes en conjunto con Colombia conforman la octava economía del planeta. Como un apéndice no menos relevante para el caso latinoamericano, en

Revista Nano Ciencia y Tecnología materia de innovación el informe del FEM destaca la inversión que viene haciendo Ecuador. En 2013 el gobierno de dicho país planeó destinar alrededor de USD 782 millones para inversión en investigación y tecnología, cuadruplicando los recursos de los últimos años. En este sentido, Ecuador está trabajando además en un ambicioso proyecto, denominado Yachay, con el que aspira convertirse en el Sillicon Valley de Latinoamérica. Se trata de una ciudad dedicada a la investigación y a la innovación tecnológica, que entre diferentes temáticas de investigación incluye a la nanotecnología como componente clave [24]. Europa En Europa por otro lado, según datos de la Comisión Europea, el nivel de financiación pública de I+D en N&N había pasado de unos €200 millones en 1997 a más de €1000 millones en 2003, de los cuales aproximadamente dos tercios correspondían a programas nacionales y regionales, destacando especialmente el caso de Alemania [25]. Sólo como dos ejemplos de referencia, vale la pena mencionar los casos del INL y el CIC nanoGUNE. El Iberian Nanotechnology Laboratory (INL) , ubicado en la ciudad de BragaPortugal, es un centro de investigación aplicado en nanotecnología, que bien puede describirse como un ejemplo respecto del paradigma del trabajo colaborativo, dada su figura de centro internacional, con la posibilidad manifiesta de permitir la participación de cualquier país del mundo. El INL nació como una iniciativa ibérica entre España y Portugal hacia el año 2005. En el corto plazo ha evolucionado a una institución internacional de alto nivel, en donde pueden participar, e invertir diferentes naciones. A la fecha es un centro relativamente joven, pero calificado como la primera organización intergubernamental en Europa en el campo de la nanociencia y la nanotecnología, con capacidad

www.revistanano.org

instalada de alto nivel, para la atención a cuatro ejes de investigación (nanomedicina, medio ambiente y alimentos, micro y nanoelectrónica y nanomanipulación). Paralelamente el INL mantiene una gestión clara al respecto del trabajo con el sector industrial europeo (y mundial), así como con los procesos de transferencia de tecnología y conocimiento.

la atracción de inversión extranjera directa (principalmente desde España) en diversas tecnologías (como la solar fotovoltaica de tercera generación), de suerte que el país podría constituir una base de exploración, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y productos nanoestructurados.

El CIC nanoGUNE en segundo lugar, es un caso que vale la pena mencionar

Finalmente, de cara a una mayor apropiación de la nanotecnología, las

EEUU y el resto del mundo

De cara a la cadena económica de valor existente en el mundo para la nanotecnología y para el caso de Colombia, las oportunidades económicas para el país y la región, podrían verse incrementadas incluso en los próximos años, si se orienta el trabajo de promoción de la innovación, el emprendimiento y la investigación aplicada en nanotecnología, al desarrollo de productos intermedios que incorporan características de nanoescala, tal como explica A. Vicary en la medida que combina capacidades previas e intereses de región. No obstante, con un decidido apoyo desde el Estado y las administraciones públicas. Este centro de investigaciones, ubicado en San Sebastián-España, en el campus de Ibaeta de la Universidad del País Vasco, fue originado en el marco de la Estrategia nanoBASK 2015 [25] y promovido por el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco. El CIC nanoGUNE está concebido como un centro de investigación cooperativa en nanociencias, orientado a cinco ejes de actuación, que incluyen: Investigación de excelencia, transferencia tecnológica, formación de alto nivel, cooperación internacional y potenciación de una sociedad informada. Conviene mencionar en este punto que desde el año 2011 Colombia recibió aprobación desde la Comisión Europea para promover el TLC, el cual entró en vigencia en 2013. Simultáneamente, Colombia resulta estratégico para

reflexiones para el caso Colombiano respecto de las oportunidades con EEUU y el resto del mundo desarrollado resultan estratégicas. En este sentido, es posible argumentar que un potencial mercado Colombiano de bienes finales que incorporen nanotecnología, como productos nanoestructurados, estará muy seguramente asociado entre otros, a las oportunidades que pudiera aportar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU, firmado desde mayo 15 de 2012 y por otro, si por ejemplo se aprovecha el acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmado entre Japón y Colombia durante la segunda mitad del 2011. En cuanto a las oportunidades con Japón, dado que este país es muy riguroso en los criterios de calidad de sus importaciones y en la infraestructura para instalar empresas en otros países, es necesario que Colombia haga un esfuerzo en reconocer con más detalle el funcionamiento de las dinámicas de producción de los países asiáticos y sus políticas de negociación, de suerte que 2014 Vol 2 No 1 nano 57

Revista Nano Ciencia y Tecnología las oportunidades para la manufactura de productos nanoestructurados con alto valor agregado, de interés para las nuevas tecnologías, se conviertan en una real oportunidad económica. En el resto de la región Asia-Pacífico y demás países pertenecientes al foro multilateral de Cooperación Económica Asia-Pacífico APEC (conformado además de Japón por otros 20 países, incluidos China y Corea del Sur), el mayor mercado en manufactura de productos diversos es China. Con dicho país Colombia procedió en años recientes a la firma de un memorando de entendimiento para explorar las posibilidades de un TLC,

www.revistanano.org

colombiana.

Nanotecnología y sectores estratégicos en Colombia Hoy resulta claro que los países con economías emergentes se han quedado muy rezagados en la generación y aplicación de tecnologías modernas y adecuadas. Según datos del BID estos países representan sólo el 4% de las inversiones en investigación y desarrollo en el mundo. Lo anterior contrasta con el hecho de que los países industrializados generan prácticamente todas las tecnologías del mundo; si bien algunos países en desarrollo cuentan con la capacidad de

Según J. Jaureguizar, Director del Parque Científico y Tecnológico de Tecnalia y exdirector de tecnología del Gobierno Vasco en España, las estrategias en nanociencias nacen por lo general de un esfuerzo multidisciplinar, del diálogo y de la interacción de múltiples organizaciones desde los ámbitos científico, tecnológico e industrial. Según Jaureguizar, como elemento central de soporte al esfuerzo investigador, la mayoría de planes puestos en marcha en diferentes países y regiones incluyen a su vez la promoción de grandes infraestructuras científicotecnológicas. Según los casos, pueden tratarse de infraestructuras totalmente nuevas, o del fortalecimiento, o reconversión hacia el ámbito nano de infraestructuras existentes, orientadas en primer lugar a la generación de conocimiento, pero sumando en la mayoría de casos actividades que llegan hasta la transferencia de tecnología. producto de haber entrado en vigor un acuerdo macro de comercio y otro de protección recíproca de inversiones en noviembre de 2008. Además, se cuenta con una tradición de relaciones diplomáticas entre Colombia y China desde 1980, siendo hoy uno de los países que apoya el ingreso de Colombia al APEC. En su momento el Ministerio de Comercio reconoció a China como un socio comercial clave para el crecimiento de la industria

58 nano Vol 2 No 1 2014

adoptar y adaptar algunas tecnologías a sus necesidades, la mayoría queda al margen del avance y estado del arte de la tecnología a nivel mundial. Al confrontar las capacidades que se observan en general desde la nanotecnología, con respecto a la lista de áreas y sectores estratégicos identificados por diversos actores y espacios de discusión a nivel nacional, se encuentra una elevada

relación y oportunidad bajo el supuesto escenario de una mayor apropiación de la nanotecnología [4] (figura 3). No obstante, actualmente la nanotecnología no se incluye como un área particularmente única y prioritaria en los listados de sectores estratégicos en Colombia, lo que además refuerza el sentido y necesidad de una política complementaria, que apoye el desarrollo de la nanociencia y la nanotecnología en el país como herramienta transversal para su desarrollo. En medio de las bases para la consolidación de una política de estado en CTi, la Ley 1286 de 2009, incluye la integración de esfuerzos de los diversos sectores y actores para impulsar áreas de conocimiento estratégicas para el desarrollo del país y sus regiones. En segundo lugar, teniendo en cuenta el Acuerdo 009 del 01 de agosto de 2012 y la misma Ley 1286, es posible argumentar que el alcance de una PNIN, se corresponde con el objetivo nacional de incrementar la capacidad científica, tecnológica, de innovación y de competitividad de todas las diferentes regiones del país, en la medida que la apropiación de la nanotecnología contribuye a la producción, uso, e integración de conocimiento especializado para el aparato productivo y la sociedad en general. En este sentido es válido preguntarse entonces, ¿si el país aprovecha la dinámica que ya ha iniciado en el mundo alrededor de la nanotecnología, podría entonces apuntar más claramente al desarrollo? Probablemente la respuesta preliminar a esta pregunta esté relacionada con establecer vínculos adecuados entre cuatro factores: (i) La inversión en ciencia y tecnología (C&T), (ii) la promoción industrial y el incentivo al emprendimiento, (iii) el desarrollo de políticas sólidas en ciencia tecnología e innovación y (iv) mantenimiento a la dinámica inestable de las denominadas locomotoras del desarrollo [26]. Estos

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org

La mayor parte de las iniciativas que a nivel mundial resultan semejantes, comparten una serie de enfoques y políticas comunes, las cuales no deberán olvidarse al momento de establecer un Modelo Integral, y suficientemente incluyente de participación públicoprivada entre los mundos académico, político y empresarial. Dichos enfoques y políticas comunes implican un enfoque interdisciplinar, un soporte simultáneo a la investigación básica orientada a la investigación aplicada, el inicio y mantenimiento de actividades networking, la expansión de la cooperación internacional, la formación de alto nivel, la apertura a la discusión pública de los aspectos sociales (incluyendo aspectos éticos) y la apropiación rápida de conocimiento con objeto de fortalecer las economías locales. escenarios optimistas se refuerzan aún más dada la tendencia de crecimiento positivo para la economía colombiana, estimada en más del 4% para los próximos años [27]. Lo anterior, a pesar de las mediciones externas sobre innovación del FEM y el Anuario de Competitividad de la Escuela de Negocios de Suiza, las cuales en 2013 calificaron respectivamente a Colombia en el puesto 70 del escalafón mundial y séptimo en la región y en la segunda medición en el puesto 48 del mundo y cuarto a nivel Latinoamericano [28].

Una mirada de las regiones Desde el punto de vista de las oportunidades para avanzar en una PNIN, conviene revisar finalmente cómo se está desarrollando el país frente a la hipótesis de que la ciencia y el desarrollo tecnológico, que generan innovación, deberían ser la principal herramienta productiva y de competitividad de sus regiones. En este orden, respecto a la distribución porcentual del PIB se observa un elevado nivel de desigualdad entre regiones: Según cifras del DANE, para el 2012 Bogotá con una participación del 24,4% del PIB, representa una cuarta parte del total de la producción de bienes y servicios. Le siguen muy de

lejos Antioquia, con un 13,0%, Valle (9,4%) y Santander (7,6%). En otras palabras, entre Bogotá, Antioquia, Valle y Santander está aproximadamente el 54% del PIB nacional. Estas cifras a su vez refuerzan el sentido de los diferentes niveles de inversión en ACTI por regiones, donde nuevamente Bogotá resulta ser el mayor inversor con una participación del 52,56%, seguido de Antioquia, con 21,40% y Valle del Cauca con 6,41% (figura 4). En términos de porcentaje de inversión en I+D por entidad territorial, el comportamiento es semejante, ubicando a Bogotá-Cundinamarca en un 46,62%. En segundo lugar Antioquia con un 26,94% y el Valle del Cauca con 7,6% (figura 5). En cuanto a competitividad, el índice departamental revelado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) en 2013, otorgó a Antioquia un indicador de 5,64 puntos sobre 10, superado por la ciudad de Bogotá, que obtuvo 7,54 puntos. En tercer lugar se encuentra Santander con 5,21 puntos. Sin embargo, Valle con 4,54 puntos, resultó superado por Caldas, Boyacá y Risaralda, respectivamente con 4,94; 4,66 y 4,64 puntos. Estos indicadores permiten inferir que los departamentos avanzan a diferentes

ritmos y que Bogotá y Antioquia son líderes en participación en el PIB y en competitividad. Esto lo confirma a su vez el escalafón global departamental de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) [29], que ubica a Bogotá-Cundinamarca en un puntaje de 100, seguido por Antioquia con 79 puntos, ambos en el grupo cabecilla. Con niveles altos según el escalafón de la Cepal se encuentran en orden: Valle (69 puntos) y Santander (68,9 puntos), además de Risaralda (66,3), Atlántico (63,9) y Caldas (63,2).

La competitividad del país pasa por la visión regional y por lo tanto, conocer la evolución de los niveles de desarrollo de los departamentos, así como sus niveles de inversión en ACTI, es clave para resolver muchos de los problemas que le impiden al país ser competitivo como un todo. La generación de una plataforma nacional en investigación aplicada a tecnologías de amplio impacto, de la mano con una apropiación acelerada de la nanotecnología, debería estar entonces anclada a proyectos entre regiones, en la medida que BogotáCundinamarca y Antioquia se mantienen como líderes del país, con avances en ciencia y tecnología, así como en fortalecimiento del capital humano (cobertura, calidad educativa, salud y bilingüismo), sumando el Valle del Cauca y Santander, que se consolidan por sus elevados niveles de infraestructura y fortaleza del capital humano, con departamentos como Bolívar, Cauca, César, Casanare y Nariño, que no logran mayores avances, o incluso con regiones como la Guajira y Chocó. Este último uno de los departamentos más pobres del país, pero rico entre otros en minerales 2014 Vol 2 No 1 nano 59

Revista Nano Ciencia y Tecnología

Figura 3a

www.revistanano.org

Aporte de la nanotecnología. (a) Relación con el desarrollo de sectores estratégicos en Colombia. La calificación se refiere a un valor arbitrario de mayor o menor contribución potencial para el desarrollo del sector. Para los ejemplos ver figura 3b.

como oro y platino [30]. De este modo se podría articular una estrategia conjunta de jalonamiento de la competitividad nacional y del resto de regiones, acometiendo una de las premisas de la Ley 1286, que incluye la promoción del desarrollo a través de estrategias interregionales para el

60 nano Vol 2 No 1 2014

impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación, aprovechando entre otros las potencialidades en materia de recursos naturales, el talento humano y la biodiversidad, para alcanzar una mayor equidad entre los departamentos en cuanto a competitividad y productividad.

Recursos minero-energéticos La figura 3 relacionaba el potencial aporte de la nanotecnología en relación a sectores estratégicos declarados en diferentes documentos de política pública. Si se comparan dichos sectores estratégicos con

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org

Figura 3b Aporte de la nanotecnología. Algunos ejemplos para sectores estratégicos.

respecto a los actuales renglones económicos por departamentos (figura 6), se encuentran razones adicionales que permiten suponer la relevancia de una PNIN de cara a un potencial desarrollo regional mucho más equitativo. Como se observa por ejemplo en la figura 6, alrededor del 36.36% de los departamentos del país presentan una dependencia económica asociada a la explotación de hidrocarburos. La investigación y el trabajo en nanotecnología podrían así colaborar en identificar metodologías económicamente factibles para continuar aumentando el factor de recobro de los yacimientos ya descubiertos, así como para el desarrollo de capacidades en las últimas técnicas de la exploración de hidrocarburos. Precisamente, para el país resultará de interés la extracción de gas y petróleo no convencional, la cual apenas está tomando fuerza en algunos países. Aunque su implementación requiere de una infraestructura exigente, los impactos principalmente ambientales asociados al agua y al aire deberían comenzar a estudiarse desde ahora, de suerte que se permita desarrollar soluciones adecuadas. En este sentido la nanotecnología puede ser de utilidad para desarrollar tecnología local, base nanomembranas

Figura 4

Porcentaje de Inversión en ACTI por entidad Territorial, 2010-2012. Adaptado desde [32]

y sistemas de nanofiltración, así como micro y nanofluídos para la extracción adecuada de petróleo y gas atrapado en rocas de esquisto. Zonas donde hay potencial presencia de dichos recursos son el valle superior y medio del Magdalena, Catatumbo, Ranchería, la cordillera cerca a Bogotá y CaguánPutumayo [31]. De otra parte, en función de la dependencia económica desde los recursos minero-energéticos observada en la figura 6, equivalente según el recurso mineral entre un 7 a 20% de los departamentos, vale la pena añadir que la nanotecnología puede

contribuir a impactar positivamente la productividad y la eficiencia minera en las diferentes escalas de producción, de manera sostenible y afín a la escala de minería que se espera en el país [33], sumando valor añadido a los diferentes tipos de productos de minería, procurando inclinar la balanza que ha calificado a Colombia como un país de commodities, a una de productos de mayor valor agregado. En función de lo anterior, la investigación y desarrollo de nuevos materiales nanoestructurados y ambientalmente amigables, aplicados a procesos de catálisis y 2014 Vol 2 No 1 nano 61

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org

biocatálisis, enfocados a las industrias petroquímica y carboquímica, pueden ser una vía de desarrollo para el país. En particular, Colombia es productora reconocida de carbón y autosuficiente en producción de hidrocarburos. Sin embargo, es poco el valor añadido que el país genera a partir de los mismos. Uno de los grandes retos se encuentra en agregar valor al carbón y a los hidrocarburos mediante el desarrollo de tecnologías limpias y el desarrollo de nuevos materiales, lo que puede dar oportunidad al surgimiento de nuevas industrias a nivel nacional. Para ello, es necesario contar con una sólida fundamentación en áreas como la catálisis, la nanotecnología y la ciencia de materiales; sólo de esta manera Colombia podrá contar con una producción competitiva en el ámbito internacional. Complementariamente, la aparición de nuevos minerales como el Coltán (mezcla de colombita, tantalita y trazas de otros) en Guanía y Vaupés [34], señala la pertinencia de avanzar en industrias de productos intermedios y nanoestructurados, que en lugar de incrementar la participación de commodities, habiliten el desarrollo de productos con mayor contenido innovador, en medio de una minería responsable social y ambientalmente. Como ejemplo, Guanía, que no figura en el escalafón global departamental de la Cepal, es un departamento donde se encuentran además de oro y coltán, diferentes tipos de tierras raras, las cuales están ganando una importancia ubicua en la tecnología moderna para la manufactura de magnetos permanentes y baterías, así como teléfonos inteligentes y computadoras portátiles [35]. Industria, agroindustria y agricultura Al respecto de la industria en general, las nanociencias y en especial los nuevos productos y empresas base nanotecnología, pueden contribuir a incrementar la productividad industrial, la capacidad de innovación

62 nano Vol 2 No 1 2014

Figura 5

Porcentaje de Inversión en I+D por entidad territorial, 2010-2012. Adaptado desde [32].

empresarial especialmente en las pymes y consolidar sectores estratégicos de talla mundial. Como se mencionó en un principio, el mercado global de la nanotecnología ha evolucionado y presenta actualmente una mayor oportunidad de participación en los productos intermedios que incorporan características de nanoescala. En este sentido, a través del desarrollo de nuevos materiales y otros de tipo nanoestructurado con alto valor agregado, se puede contribuir a atender las necesidades de innovación en servicios públicos, movilidad, demanda energética, vivienda y hábitat entre otros temas [36], muy a propósito del actual auge del sector de la construcción en el país. A la luz de los informes de observadores internacionales como la OCDE, el BM y la Cepal, referenciados aquí, la conclusión es que el país está estancado en productividad, referida en gran medida a la industria, la agroindustria y la agricultura [37]. En realidad, no habrá una economía dinámica si estos

sectores no encuentran una senda de crecimiento apropiada. En lo que a la agricultura corresponde, la misma es la base económica de poco más de un 33% de los departamentos (figura 6). Según Colciencias, una de las razones aducidas por los expertos para la baja eficiencia de la agricultura (excepto contadas excepciones como caña de azúcar, flores o palma de aceite) y de la actividad pecuaria colombiana, es el escaso uso de fertilizantes adecuados y otros insumos agrícolas para el mejoramiento de las cosechas y de los pastos. Una de las principales razones es el precio de la mayoría de estos productos, los cuales al ser importados, atan su costo al precio de la energía necesaria para su extracción, procesamiento y transporte. En tal sentido, es factible trabajar en la dirección de expandir el beneficio y uso, vía nanotecnología, de minerales nacionales, como insumos para producción de agroquímicos, de interés en la fertilización de los cultivos, así como para mejorar la productividad

Revista Nano Ciencia y Tecnología

www.revistanano.org modo, aunque no para el futuro inmediato, diferentes sistemas base microfluidos, nanomateriales y nanosensores analíticos, están comenzando a promover soluciones a problemas relacionados con la salud animal, la reproducción y prevención de enfermedades [38]. Departamentos como Arauca, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Córdoba, Guanía, Guaviare, Magdalena, Risaralda y Sucre, ubicados en el grado más bajo del escalafón de competitividad según la Cepal [29], fundamentan en gran medida su economía en la ganadería, al igual que Casanare y Cauca, ubicados también en bajos escalafones. Otros departamentos donde también hay dedicación a la ganadería son: Caldas, Risaralda y el Valle del Cauca; estos últimos con altos indicadores de competitividad. De este modo, los nuevos productos y empresas colombianas basadas en nanotecnología, podrían contribuir a incrementar la productividad agroindustrial en un país donde los grandes negocios y el crecimiento económico no están generalmente en la industria o la agricultura.

Conclusiones Figura 6

Dependencia económica de territorios

y eficiencia económica de la actividad agropecuaria en Colombia. Con más detalle, el uso de productos minerales de origen nacional como los fosfatos, cloruro de potasio, azufre, bórax, sulfatos de magnesio, calizas dolomíticas y otros derivados de los hidrocarburos como la urea y los amonios, presenta una fuerte justificación para el desarrollo de la industria de fertilizantes e insumos agrícolas en el país, debido a la importante participación que estos presentan en la estructura de costos del sector agropecuario y a la poca participación de la industria nacional en su producción. Finalmente, aunque todos renglones económicos del

los país

podrían de algún modo impactarse desde el punto de vista de una mayor apropiación de tecnologías disruptivas como la nanotecnología, vale la pena observar en la figura 6 la elevada dependencia económica con respecto a la ganadería, la cual se manifiesta en casi un 43 % de los departamentos. Para este caso la nanotecnología posee un enorme potencial. La misma puede proporcionar herramientas para la biología molecular y celular, la biotecnología, la fisiología veterinaria, genética animal y la reproducción entre otros temas, permitiendo manipular materiales biológicos; tales como DNA, proteínas o células en cantidades diminutas; usualmente nano-litros o pico-litros. De este

La visión de una plataforma nacional en investigación (PNIN) aplicada a la nanotecnología, en medio de una dinámica de innovación, con potenciales frentes de emprendimiento y trabajo colaborativo con empresas, constituiría la base para la posterior generación de nuevos negocios-base conocimiento; o en otras palabras, para el establecimiento de productos científico-financieros, que permitan incentivar aún más la competitividad del país y sus regiones. La PNIN debería orientar la generación de alianzas públicoprivadas, en la medida que participen compañías de la región y del país, así como IES, con diferentes niveles de corresponsabilidad y con énfasis en la innovación. Simultáneamente, dicha plataforma debería apoyar la inserción de Colombia en el escenario 2014 Vol 2 No 1 nano 63

Revista Nano Ciencia y Tecnología internacional de la nanotecnología, al señalar mecanismos de beneficio de las dinámicas de cooperación, inversión, turismo científico y formación de alto nivel, contribuyendo a su competitividad y desarrollo. En este contexto, las estrategias cubiertas en una plataforma semejante deberían enfatizar el esfuerzo multidisciplinar, así como el diálogo y la interacción de múltiples organizaciones desde los ámbitos científico, tecnológico, e industrial en el país. Por su trascendencia, la PNIN abarcaría entonces todas las actividades para la promoción de la ciencia, la tecnología y la innovación relacionadas con nanotecnología, complementando así los planes de CTi de las regiones.

Referencias [1] M. C. Roco, C. A. Mirkin, and M. C. Hersam, Nanotechnology research directions for societal needs in 2020 – Retrospective and Outlook. WTEC-World Technology Evaluation Center, Panel report, 476 (2010). [2] J. Youtie, I. M., and S. Graham, “Assessing the nature of nanotechnology: Can we uncover an emerging general purpose technology?,” 33, 315(2008). [3] É. González, Nano Cienc. y Tecnol. 1, 34 (2013). [4] H. V. Martínez-Tejada, F. Jaramillo-Isaza, and J.-G. Ochoa, “Nanotecnología. Una Perspectiva para el Desarrollo de Antioquia,” in in Protocolos de Antioquia para Siglo XXI, SAI (Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos), Ed. Artes & Letras. Medellín. Col., 325 (2013). [5] A. Vicari, “How to Combine Nanotech with Business Success,” in Nano MTY (2013). Nanotechnology Industrial Applications, (2013). [6] R. Van Noorden, Nature 505, 144 (2014). [7] A. Monsalve-Solórzano, “Invertir en ciencia, tecnología e innovación o desaparecer,” www. Cambio.com, 2013. [Online]. Available: http://www.cambio.com.co/paiscambio/752/ A RT IC U L O - W E B - N O TA _ I N T E R IO R _ CAMBIO-3836416.html. [8] K.N.C and G.D, “Quality not quantity. A new way to measure innovation,” www.economist. com, 2013. [Online]. Available: http://www. economist.com/blogs/graphicdetail/2013/07/ daily-chart-14. [9] Jhonson-Cornell-University, INSEAD, and WIPO, The Global Innovation Index 2013. 417 (2013). [10] K. Schwab and X. Sala-i-Martin, “The Global Competitiveness Report 2013-2014,”

64 nano Vol 2 No 1 2014

www.revistanano.org

World Economic Forum, Switzerland (2013). [11] H. V. Martínez-Tejada, “Clasificación de las Externalidades para el Establecimiento de un Modelo de Viabilidad Económico & Social. En: Informe [013]. Dir. Científica. Proy. Centro Nacional de Nanotecnología. EPM, Medellín.,” Medellín-Col. (2013). [12] M. C. Roco, “National nanotechnology initiative,” in In Outline of Research and Education Programs. Präsentation auf dem Workshop» The Nanomaterials and Chemical Industry R&D Roadmap Workshop «der Chemical Industry Vision2020 Technology Partnership, 30, 10 (2002). [13] D. N. de Planeación, “Políticas de Estado,” Visión Colombia II Centenario, 2005. [Online]. Available: https://www.dnp.gov.co/ PolíticasdeEstado/VisiónColombia2019.aspx. [14] C. Martelo and D. Vinck, “Redes Sociotécnicas de Cogestión de Conocimiento en Nanotecnologías en Colombia: ¿ Entre la Visibilidad Internacional y la Apropiación Local?,” Redes, 15, 113 (2009). [15] “Jorge Reynolds,” Innovadores de América, 2011. [Online]. Available: http:// innovadoresdeamerica.org/app/en/participant. aspx?id=12. [16] J. Reynolds, “Nanopuente A-V Artificial,” in Memorias Tercer Encuentro de Investigación Innovación e Ingeniería en Telecomunicaciones: las TIC aplicadas al Sector Salud (2007). [17] P. Prieto Pulido, Proyecto Estructuración Centro Nacional de Nanotecnología en Energía – CNNe. Cali. Colombia: CENM, EPM, Purdue University, CIIEN Centro de Investigación e Innovación en Energía. 206 (2011). [18] “Workshop in Nanotechnolgy For Energy And Medical Applications,” in First ColombiaUS Workshop in Nanotechnolgy For Energy And Medical Applications, pp. ISBN 978–958– 8790–45–9. [19] K. Luciano and P. Shapira. J. Nanoparticle Res. 11, 259 (2009). [20] CIMAV and FUNTEC, Diagnóstico y Prospectiva de la Nanotecnología en México. 219 (2008). [21] E. Záyago-Lau, G. Foladori, R. . Appelbaum, and E. . Arteaga-Figueroa. Estud. Soc. XXI, 10 (2013). [22] D. Léderman, J. Messina, S. Pienknagura, and J. Rigolini, “El emprendimiento en América Latina: Muchas empresas y poca innovación (Resumen),” Washington, D.C. (2014). [23] “Una Industria en Problemas,” Dinero, p. 55, Nov-2013. [24] Editorial, “El Milagro Ecuatoriano,” Dinero, p. 8, 04-Oct-2013. [25] J. Jaureguizar. cicNetwork Ciencia y Tecnología, 1, San Sebastian, 34 (2007). [26] F. Estupiñán-Vargas and O. L. Polanía, Rev. Ing. Univ. los Andes. 34, 44 (2011). [27] A. Alsema, “Colombia says economy grew 4.2% in Q2,” Colombia Reports, 2013. [Online]. Available: http://colombiareports.co/colombiasays-economy-grew-4-2-q2/. [Accessed: 19Sep-2013]. [28] “Innovación: ¿Moda o hábito?,” Dinero.

Jun, 72 (2013). [29] J. C. Ramírez, P.-P. Rafael Isidro, A. Corredor-Fonseca, and L. González-Arévalo, “Escalafón Competividad de los departamentos de Colombia 2012-2013,” Bogotá (2013). [30] H. V. Martínez-Tejada and O. Muñoz, Analecta Política. 4, 387 (2013). [31] “El gas de esquisito ya sacude el mapa energético del planeta,” El Colombiano, Medellín-Col., pp. 32–33, 17-Nov (2013). [32] J. Lucio, D. Lucio-Arias, L.-A. Colorado, S.-C. Rivera, D.-A. Cruz, G. Usgame, G.-I. Perea, A. Guevara, É. Sánchez, F. Cifuentes, H. Mora, J. Cárdenas, J. Tique, M. Galvis, and V. Barón, “Indicadores de Ciencia y Tecnología 2012,” Bogotá. (2012). [33] C. Rojas, Rev. EIA. 13, 65 (2010). [34] “La Guerra por el Coltán,” SEMANA, 2009. [Online]. Available: http://www.semana.com/ nacion/articulo/la-guerra-coltan/110119-3. [35] T. Thatt Yang Tan, Rare Earth Nanotechnology. Pan Stanford Publishing, 250 (2012). [36] K. Gopalakrishnan, B. Birgisson, P. Taylor, and N. O. Attoh-Okine, Eds., Nanotechnology in Civil Infrastructure. Berlin, Heidelberg: Springer Berlin Heidelberg, 273 (2011). [37] Editorial, “La Oportunidad de 2014,” Dinero, Dic. 8 (2010). [38] S. Patil, K. Kore, and P. Kumar, Vet. World. 2, 475 (2009).

Otros documentos de referencia • Ley 29 de 1990. Por la cual se dictan disposiciones para el fomento de la investigación científica y el desarrollo tecnológico y se otorgan facultades extraordinarias. • Misión, de Ciencia, Desarrollo Educación. “Colombia al filo de la oportunidad.” Santafé de Bogotá. 1, 103 (1994). • COLCIENCIAS, Colombia Construye, and Siembra Futuro. “Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.” (2008). • Hermano Manuel Cancelado Jiménez, F. S. C. “Fortalecimiento institucional del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación A un año de la Ley 1286 y del Documento Conpes 3582.” Revista Universidad de La Salle 51, 143 (2010). • Rodríguez, Olga Catalina. “Balance de los Objetivos del Milenio en Colombia.” OASIS: Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales 15, 221 (2010). • M. Lozano, & C. Sánchez-Mora. Evaluando la comunicación de la ciencia: Una perspectiva latinoamericana. (M. Lozano & C. SánchezMora, Eds.) México, D.F.: DGDC-UNAM, CYTED. 228 (2008) • D. Scheufele, & B. Lewenstein. Journal of Nanoparticle Research 7, 659 (2005). • D. Brossard, D. Scheufele, E. Kim, & V. Lewenstein. Religiosity as a perceptual filter: examining processes of opinion formation about nanotechnology. Public Understanding of Science, 18 546 (2008).

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF