Mundo de Hielo y Fuego Parte 2 de 3

July 17, 2018 | Author: Sele | Category: Nobility, The Prince, Dragon, Monarch, Demons
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EL MUNDO DE HIELO Y FUEGO LA HISTORIA NO CONTADA DE PONIENTE Y JUEGO DE TRONOS PARTE 2

GEORGE R. R. MARTIN

ELIO GARCÍA JR. Y LINDA ANTONSSON

El Mundo de Hielo y Fuego es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares y hechos ocurridos son producto de la imaginación del autor o son usados de forma ficticia. Cualquier semejanza con personas, vivas o fallecidas, eventos, o lugares reales es entera coincidencia. Copyright © 2014 by George R. R. Martin All rights reserved. Published in the United States by Bantam Books, an imprint of Random House, a division of Random House LLC, a Penguin Random House Company, New York. BANTAM BOOKS and the HOUSE colophon are registered trademarks of Random House LLC. LIBRARY OF CONGRESS CATALOGING-IN-PUBLICATION DATA Martin, George R. R. The World of Ice & Fire : the Untold History of Westeros and the Game of Thrones / George R.R. Martin, Elio Garcia, and Linda Antonsson. pages cm — (A song of ice and fire) Includes index. ISBN 978-0-553-80544-4 eBook ISBN 978-0-345-53555-9 1. Martin, George R. R. Song of ice and fire. 2. Game of thrones (Television program) I. Garcia, Elio. II. Antonsson, Linda. III. Title. PS3563.A7239S5936 2014 813’.6—dc23 2014013093 www.bantamdell.com Book design by Rosebud Eustace

EQUIPO DE TRADUCTORES Simon Romera Klement Paolo Villanueva Kevin Leon María Camila Meléndez Ricardo Berrios "Caras Teorias Locas Manchada" Lu Hermida Maria Gay Niko Ignacio Ferreyra Luis Alfonso Figueroa Bockelmann Alejandra Martinez Cruz Denisse Brust Klau Correa Guillermo E Lengua Camelo Raúl Vega Mendicuti (Falta agregar a traductores de las partes 2 y 3) Y agradecemos la inestimable ayuda de las traducciones del portal: juegodetronos.1foro.com, sin cuyas traducciones esto no hubiera sido posible, o tal vez dentro de un milenio ya que fueron los banderizos a quienes llamamos en tiempos de urgencia. GRACIAS.

La presente es una traducción libre y desinteresada del texto original, sin ánimos de lucro por parte de los traductores, movidos por el mero ánimo de hacer accesible la cultura a personas hispanoparlantes. Todos los derechos pertenecen al autor del libro y los traductores o quien publica esta traducción no tienen responsabilidad alguna sobre el destino que se le dé a la traducción. Recomendamos comprar el original para ayudar a editorial, escritor y a todo lo que implica el realizar un libro.

LOS REYES TARGARYEN (CONT.) DAERON I CUANDO AEGON III murió en el vigésimo sexto año de su reinado, 157 años después de que el Conquistador fuese coronado, dejó atrás dos hijos y tres hijas. El mayor de sus hijos, Daeron, era un muchacho de catorce años cuando asumió el trono. Tal vez por su genio y su encanto o tal vez debido al recuerdo de lo sucedido durante la regencia del padre de Daeron, el príncipe Viserys decidió no ocupar la regencia mientras el joven rey aún seguía siendo menor de edad. En su lugar, Viserys continuó sirviendo como Mano del Rey mientras Daeron gobernaba de forma hábil y competente. Pocos previeron que Daeron, el Primero de Su Nombre, se cubriría de gloria igual que su antepasado Aegon el Conquistador, cuya corona llevaba (su padre había preferido una sencilla diadema). Sin embargo esa gloria se convirtió en cenizas casi con la misma rapidez. Daeron era un joven de rara brillantez y contundencia y al principio se encontró con la resistencia de su tío, sus consejeros y muchos grandes señores cuando propuso por primera vez completar la Conquista “trayendo Dorne al reino”. Sus señores le recordaron que al contrario que Aegon y sus hermanas, él no tenía más dragones para utilizarlos en la guerra, a lo que Daeron respondió: “tenéis un dragón, está junto delante de vosotros”. Al final, ya que no se le podía llevar la contraria al rey, y cuando este reveló sus planes de conquista—realizados con la ayuda de Alyn Velaryon “Puño de Roble”—algunos comenzaron a pensar que de hecho, podría ser posible, dado que era una campaña mucho mejor que la de Aegon en su momento. Daeron I mostró ampliamente su destreza en los campos de Dorne, que durante cientos de años había desafiado al Rejo, las Tierras de Tormentas e incluso a los dragones de la Casa Targaryen. Daeron dividió su ejército en tres partes: una liderada por Lord Tyrell, quien bajó por el Paso del Príncipe en el extremo occidental de las Montañas Rojas de Dorne; uno liderado por su primo y almirante de la flota real, Alyn Velaryon, viajando por el mar; y uno dirigido por el propio rey, marchando por el traicionero paso del Sendahueso, donde hizo uso de senderos de cabras, que otros consideraron demasiado peligrosos, para así poder rodear las torres de vigilancia Dornienses y evitar las mismas trampas que en su tiempo habían detenido a Orys Baratheon. El joven rey barrió a su paso toda fuerza que tratase de detenerlo. El Paso del Príncipe fue conquistado y lo más importante, la flota real rompió las defensas de la Ciudad de los Tablones, pudiendo así navegar río arriba. Quedando Dorne efectivamente divida en dos, por Lord Alyn, quien había ganado control sobre el Sangreverde, las fuerzas Dornienses en el este y en el oeste no podían ayudarse mutuamente. Y a partir de este punto, una serie de audaces batallas, que requerirían de un volumen entero para poder ser relatas en su totalidad. Exciten muchos relatos sobre esta guerra, pero el mejor de ellos es “La conquista de Dorne”, recuento del propio Rey Daeron sobre su campaña, el cual es considerado una maravilla de elegante simplicidad, tanto en su prosa como en sus estrategias. Un año después los invasores estaban frente a las puertas de Lanza del Sol y luchaban para abrirse camino en la llamada Ciudad de la Sombra. En el 158DC, el príncipe de Dorne y los señores más poderosos de Dorne hincaban la rodilla ante Daeron en la Sumisión de Lanza del Sol. El joven dragón había logrado lo que Aegon el Conquistador

no pudo. Aun había rebeldes en los desiertos y montañas—hombres que pronto fueron marcados como forajidos—pero no eran demasiado numerosos.

El Rey Daeron I, el Jóven Dragón. El rey rápidamente consolidó su control en Dorne, enfrentándose a los rebeldes cuando los encontraba… aunque no sin dificultad. En un infame episodio, una flecha envenenada que tenía que haber acertado en el rey, pero en vez acertó en su primo, el príncipe Aemon (hijo menor del príncipe Viserys), quien tuvo que ser enviado de vuelta

a casa en barco para recuperarse. Sin embargo, en el 159DC el interior del reino ya estaba bajo su control y el joven dragón era libre de volver triunfante a Desembarco del Rey, dejando a Lord Tyrell en Dorne para mantener la paz. Como garantía de una futura paz con Dorne y un buen comportamiento, catorce rehenes de alta cuna viajaron con el rey a Desembarco, todos ellos hijos e hijas de las grandes casas de Dorne.

Cartas Dornienses registradas en “Arenas Rojas” del maestre Gareth, sugieren que Lord Qorgyle, señor de Asperón, organizó un intento de asesinato contra Lord Tyrell. Sin embargo, en los siguientes años, sus motivos fueron objeto de especulación. Algunos dicen que quedó resentido después de que su primera muestra de lealtad—poniendo fin a la instigación de uno de los señores rebeldes más notorios—fuera desacreditada por Lord Tyrell, mientras que otros afirman que su ayuda inicial, fue parte de un plan traicionero que armó junto a su castellano para hacer que tanto rey como Lord Tyrell confiasen en él.

Sin embargo, esta táctica resulto menos eficaz de lo que Daeron había esperado. Mientras que los rehenes ayudaron a asegurar la continua lealtad de los de su propia sangre, el rey no había anticipado la tenacidad del pueblo llano de Dorne, sobre los cuales no tenía poder alguno. Se dice que diez mil hombres murieron en la batalla por Dorne; cuarenta mil más murieron en el transcurso de los tres años siguientes, mientras el pueblo de Dorne luchaba tenazmente contra los hombres del rey.

Calaveras de los muertos de Dorne. Lord Tyrell, a quien Daeron había dejado a cargo de Dorne, intentó valientemente sofocar los fuegos de la rebelión, viajando de castillo en castillo con cada cambio de luna y castigando a todos los partidarios de los rebeldes, ahorcándolos, quemando los pueblos que albergaban proscritos y así sucesivamente. Pero el pueblo llano

contraatacó, y con cada amanecer se encontraban con que sus suministros habían sido robados o destruidos, campos quemados, caballos muertos y lentamente el número de soldados y hombres de armas muertos en los callejones de la ciudad se elevó de forma alarmante—asesinados en los callejones de la ciudad de la sombra, emboscados entre las dunas, asesinados en sus propios campamentos. Pero la auténtica rebelión comenzó cuando Lord Tyrell y su séquito viajaron a Asperón, donde su señoría fue asesinado en una cama de escorpiones. Cuando se corrió la voz de su fallecimiento, la rebelión barrió Dorne de un extremo a otro. En el 160DC el propio joven dragón se vio obligado a regresar a Dorne para sofocar a los rebeldes. Ganó varias pequeñas victorias luchando en el Sendahueso mientras que Lord Alyn Puño de Roble descendió una vez más sobre la Ciudad de los Tablones y el Sangreverde. Aparentemente, después de esta paz rota, los dornienses accedieron a reunirse en el 161DC para renovar su lealtad y discutir términos… pero era traición y asesinato lo que tenían en mente y no la paz. En una sangrienta traición, Dorne atacó al joven dragón y su ejército bajo la bandera de la paz. Tres caballeros de la Guardia Real fueron asesinados tratando de proteger al rey (una cuarta, para su eterna vergüenza, arrojó su espada y se rindió). El príncipe Aemon el Caballero Dragón resultó herido y fue capturado, pero no antes de que matase a dos de sus enemigos. El Joven Dragon fue asesinado, con Fuegoscuro en sus manos, rodeado por una docena de enemigos. El reinado de Daeron I finalizó así, tras cuatro cortos años. La gloria puede ser eterna, sin embargo, es igual de fugaz—olvidada poco después del final de las más famosas batallas si es que estas llevan a desastres aún mayores.

BAELOR I Las noticias de la muerte del Rey Daeron y la derrota de sus fuerzas restantes pronto llegaron a Desembarco del Rey. La indignación que provocó fue dirigida a los rehenes dornienses. Por orden del Príncipe Viserys, Mano del Rey, los dornienses fueron arrojados a un calabozo, en espera para ser colgados. El hijo mayor de la Mano, el Príncipe Aegon, incluso entregó a la chica Dorniense que tenía como amante para que su padre la ejecutara. El Joven Dragón nunca se había casado, ni concebido hijos; por lo cual, a su muerte, el Trono de Hierro pasó a su hermano Baelor, un joven de diecisiete años. Baelor probó ser el más pío entre los reyes de la dinastía Targaryen, y algunos dicen, en la historia de todos los Siete Reinos: su primer acto como Rey fue garantizar el perdón de los rehenes Dornienses. Similares actos de piedad y perdón se dieron en los diez años de reinado de Baelor. Aunque sus Señores y su Consejo clamaban por venganza, Baelor perdonó públicamente a los asesinos de su hermano y declaró su intención de “vendar las heridas” de la guerra de su hermano y hacer la paz con Dorne. Como acto de piedad, declaró su intención de viajar a Dorne “sin ejército ni espada”, para regresar a los rehenes y demandar la paz. Y así lo hizo, caminado descalzo desde Desembarco del Rey hasta Lanza de Sol, vestido con sayal, mientras a sus espaldas los rehenes dornienses montaban finos corceles. Hay muchas canciones de la marcha de Baelor a Dorne, que encontraron su camino fuera de los septrios y conventos hasta las lenguas de los bardos. Subiendo por el Sendahueso, Baelor pronto llegó al lugar dónde los Wyl habían encarcelado a su primo el Príncipe Aemon. Encontró al Caballero Dragón desnudo en una jaula. Se dice que Baelor imploró, pero Lord Wyl se negó a liberar a Aemon, obligando, en cambio, a Su Gracia de ofrecer una plegaria por su primo y jurar que volvería. Muchas generaciones desde entonces se han preguntado lo que el Príncipe Aemon debió de haber pensado de esto, viendo a su pariente, de voz chillona y delgado—demacrado y con los pies descalzos, cubiertos de sangre—formular esta promesa. Sin embargo, Baelor siguió adelante y salió con vida del Sendahueso, que había demostrado ser la ruina de muchos miles antes que él.

El Rey Baelor en su penitencia a través del Desierto de Dorne

La travesía del desierto, a pie entre las Colinas del Norte y el Azote, prácticamente solo, casi acabó con él. Pero aun así perseveró en su objetivo. Fue una ardua travesía, pero aun así sobrevivió para encontrarse con el Príncipe de Dorne en lo que se considera el primer milagro del Reino de Baelor el Santo. El segundo milagro bien podría ser que logró forjar una paz con Dorne que sobrevivió a su reinado. En los términos del acuerdo, Baelor consintió prometer a su joven sobrino Daeron—nieto de su Mano, Viserys, e hijo del primogénito de Viserys, el Príncipe Aegon—con la Princesa Mariah, hija mayor del Príncipe de Dorne. En ese entonces aun eran niños, así que el matrimonio tendría lugar cuando llegaran a la edad adulta. Tras una temporada en el Palacio Antiguo de Lanza de Sol, el Príncipe de Dorne le ofreció al Rey Baelor una galera para que regresara a Desembarco del Rey, sin embargo el joven rey insistió en que los Siete le habían ordenado que caminara de regreso. Algunos en la corte Dorniense temían que el Príncipe Viserys reanudará la guerra cuando Baelor falleciera en el camino (ninguno dudaba que esto sucedería), así que el Príncipe de Dorne tomó medidas para asegurarse que todos los señores Dornienses le ofrecieran su hospitalidad a lo largo de la ruta. Tras remontar el Sendahueso, Baelor centró su atención en rescatar al Caballero Dragón de su encarcelamiento. Había pedido al Príncipe de Dorne que ordenara la liberación del Caballero Dragón y Lord Wyl aceptó. Sin embargo, en vez de liberar a Aemon él mismo, entregó al Rey Baelor la llave de su jaula, invitándolo a hacer uso de ella. Pero Aemon no solo estaba enjaulado, desnudo, expuesto al sol durante el día y al frío por la noche, sino que bajo la jaula se había excavado un foso en el cual reptaban muchísimas víboras. El Caballero Dragón le suplicó al Rey que lo dejara, que buscara ayuda en las Marcas Dornienses, pero se dice que Baelor sonrió y proclamó que los dioses lo protegerían. Entonces saltó al foso. Más adelante los bardos clamarían que las víboras inclinaron su cabeza ante Baelor mientras este pasaba, pero la verdad es otra. Baelor fue mordido media docena de veces antes de llegar hasta la jaula, y casi colapsó antes de que el Cabalero Dragón fuera capaz de abrir la puerta de la jaula y sacara a su primo del foso. Se dice que los Wyl establecían apuestas mientras el Príncipe Aemon se esforzaba por escalar la jaula con su primo Baelor recostado sobre su espalda, y quizá esa crueldad fue lo que le dió fuerzas para trepar hasta la cima de la jaula y saltar a la salvación. El Príncipe Aemon cargó a Baelor más de la mitad del Sendahueso hasta que el Septón de una villa le proveyó vestimenta y un asno para llevar al comatoso rey. Eventualmente Aemon alcanzó las almenas de los Dondarrion, y fue llevado a Refugionegro, donde el maestre cuidó del Rey hasta que pudieron llevarlo a Bastión de Tormentas para proseguir su tratamiento; mientras todo esto pasaba, Baelor seguía inconsciente, alejado del mundo. Recobró la conciencia en el camino a Bastión de Tormentas, pero tan sólo para musitar plegarias. Pasó más de medio año antes de que recobrara las fuerzas para viajar de regreso a Desembarco del Rey, en todo este tiempo el Príncipe Viserys gobernó el reino, manteniendo el tratado de paz de Baelor con Dorne. El reino celebró cuando Baelor al fin regresó al Trono de Hierro. Sin embargo la atención de Baelor se mantuvo firme en los Siete, y sus nuevos edictos debieron causar consternación entre aquellos acostumbrados al sobrio gobierno de Aegon III, la benigna negligencia de Daeron y la gruñona administración de Viserys. Habiéndose casado en 160DC con su hermana Daena, el Rey convenció al Septón Supremo de disolver su matrimonio, argumentando que había sido contraído antes de que fuera coronado rey, y que nunca había sido consumado.

Baelor desafiando a las serpientes para rescatar al Príncipe Aeron, el Caballero Dragón Tras disolver la unión, Baelor fue un paso más allá, ingresando a Daena y sus hermanas menores, Rhaena y Elaena en una “Corte de Belleza” en la Fortaleza Roja, en lo que se llegó a ser conocido como la “Bóveda de las Doncellas”. El Rey anunció que deseaba preservar su inocencia de la maldad del mundo y de la lujuria impía de los hombres, pero algunos se preguntaron si no lo hacía por temor de la tentación que él mismo sentía. Aunque Viserys, las mismas Princesas y otros miembros de la corte protestaron, la orden había sido dada y las Princesas fueron recluidas en el corazón de la Fortaleza Roja, acompañadas únicamente por doncellas que los señores y caballeros entregaron para congraciarse con Baelor.

Más protestas ocurrieron cuando Baelor prohibió la prostitución en Desembarco del Rey, y nadie pudo convencerlo de los problemas que esto le causaría. Se dice que más de mil prostitutas y sus hijos fueron acorralados y expulsados de la ciudad. El malestar que siguió fue algo de lo que Baelor se desentendió, ocupado como estaba con su siguiente proyecto, la construcción de un Gran Septo en la Colina de Visenya—un Septo que se le había aparecido en una visión. Aunque este no sería completado hasta muchos años después de su muerte. Algunos se preguntaban si la experiencia cercana a la muerte que el Rey vivió en Dorne no había afectado su mente de alguna manera, siendo que mientras pasaban los años de su reinado, sus decisiones se volvían cada vez más erráticas y fervorosas. Aunque la plebe lo amaba—regularmente vaciaba el tesoro para pagar sus caridades, incluyendo el año que regaló, diariamente, una loncha de pan para cada hombre, mujer y niño en la ciudad—pero los señores del reino se inquietaban cada vez más. El rey no solo había terminado su matrimonio con Daena, sino que se había asegurado de no casarse de nuevo al tomar los votos de un septón, aconsejado y auspiciado por el Septón Supremo, cuya influencia en el reino se iba incrementado cada vez más. Los edictos del Rey estaban cada vez más involucrados con asuntos referentes a lo espiritual, a expensas de lo material tambien—incluyendo un exhorto para que la Ciudadela usara palomas en vez de cuervos para mandar sus mensajes (una larga discusión sobre el tema está contendida en “Alas negras, Palabras veloces”, de Walgrave), y su intento de proveer excepciones a los impuestos para aquellos que juiciosamente aseguraran la virtud de sus hijas mediante cinturones de castidad.

El gran Septo de Baelor

Un infortunado aspecto del apasionado fervor del Rey fue su insistencia en quemar libros. Si bien hay libros que contienen conocimiento benéfico y necesario, hay otros cuyo contenido podía ser considerado peligroso, aun así, destruir el conocimiento siempre es doloroso. Que Baelor haya quemado el “Testimonio de Seta” no es sorpresivo, dado su escandaloso y obsceno contenido; pero quemar “Historia Antinatural” del Septón Barth, que si bien contenía errores en algunas de sus propuestas, era la obra de una de las mentes más brillantes de los Siete Reinos. El hecho de que Barth estudiara y practicara las artes supremas bastó para ganarse la enemistad de Baelor y la destrucción de su obra, aunque la “Historia Antinatural” contenía mucho que no era ni controversial ni maligno. Es una suerte que hayan sobrevivido fragmentos, así que el conocimiento contenido en ellos no se perdió completamente.

Hacia el final de su reinado, Baelor empezó a pasar más y más a tiempo ayunando y rezando, intentando redimir los pecados y ofensas que creía que él y sus súbditos cometían diariamente contra los Siete. Cuando el Septón Supremo murió, Baelor informó a los Máximos Devotos que los Dioses le habían revelado la identidad del futuro Septón Supremo, por lo que se apresuraron a elegir a quien Baelor determinó: un hombre común llamado Pate quien era un habilidoso cantero, pero iletrado, simplón, e incapaz de recordar una simple plegaria; fue una bendición que este incompetente Septón solo sobreviviera un año antes de que las fiebres se lo llevaran.

Rumores maliciosos que siguieron a la ascensión de Viserys—iniciados, según algunos por la pluma de Lady Maia de la Casa Stokeworth—sugerían que Viserys envenenó al Rey para obtener el trono tras más de una década de espera. Otros han sugerido que Viserys envenenó al Rey por el bien del Reino, ya que el Rey Septón creía que los Siete lo habían destinado a convertir a todos los no creyentes de su reino; esto habría llevado a una guerra con el Norte y las Islas del Hierro que había causado un gran disturbio.

O quizá no, siendo que Baelor estaba convencido de que los dioses le habían dado a un niño de ocho años el poder de hacer milagros—algunos dijeron que era un pillo callejero, pero probablemente fuera el hijo de un vendedor de ropa. Baelor aseguraba haberlo visto hablar con las palomas, que le respondían con voces de hombres y mujeres—las voces de los Siete, según Baelor. El Rey declaró que el chico debía ser el siguiente Septón Supremo y nuevamente los Máximos Devotos hicieron su voluntad, siendo este el Septón Supremo más joven que alguna vez ciñera la Corona de Cristal. El nacimiento de Daemon Mares, hijo natural de Daena Targaryen, cuyo padre ella no quiso mencionar (pero que después se sabría era hijo de su primo Aegon, mientras aún era Príncipe) llevó al Rey a una nueva jornada de ayunos. Años atrás el Rey había estado a punto de matarse al ayunar durante un cambio de luna completo, tras la muerte de los gemelos recién nacidos de su prima Naerys. En esta ocasión llegó aún más lejos al rechazar cualquier alimento durante cuarenta días, excepto agua y un poco de pan para calmar los rugidos de su estómago. En el día cuarenta y uno colapsó ante el altar a la Madre. El Gran Maestre Munkun hizo lo que pudo para salvar al Rey; así mismo el niño Septón Supremo, pero sus milagros se habían acabado. En el décimo año de su reinado, en 171DC, el Rey se reunió con los Siete.

LAS HERMANAS DE BAELOR I La más afamada de las tres hermanas era Daena, también fue la más amada—tanto por su belleza como por su fiero valor. Era una consumada amazona, una feroz tiradora con el arco Dorniense que su hermano Daeron le trajo de sus conquistas, también practicaba la justa con aros (aunque nunca se le permitiera montar en un torneo, a pesar de sus esfuerzos). Daena se ganó el sobrenombre de la Desafiante, por ser la más inquieta de las tres hermanas aprisionadas, ya que en tres ocasiones logró escapar disfrazada como sirviente o como simple pueblerina. Al final del reinado de su hermano incluso llegó a quedar embarazada—aunque algunos dijeron que hubiera sido mejor si hubiera sido un poco menos desafiante, considerando todos los problemas que su hijo le traería al reino. De las hermanas de Baelor, Rhaena era casi tan pía como su hermano, y con el tiempo llegó a ser una septa. Elaena, la menor, era más voluntariosa que Rhaena, pero menos hermosa que sus hermanas. En su confinamiento en la Bóveda de las Doncellas, se dice, cortó su “gloria coronada”—su larga cabellera plateada con vetas doradas—y se la envío a su hermano, rogando por su libertad, asegurándole que era demasiado fea para tentar a ningún hombre. Sus suplicas, sin embargo, cayeron en oídos sordos. Elaena sobrevivió a sus hermanas y sobrellevó una vida tumultuosa tras su confinamiento en la Bóveda de las Doncellas, siguiendo los pasos de Daena, concibió de Alyn Velarion, Lord Puño de Roble, a los gemelos Jon y Jeyne Mares. Se dice que esperaba casarse con él, pero un año después de su desaparición en el mar, renunció a cualquier esperanza y accedió a casarse con quien fuera. Elaena se casó tres veces. Su primer matrimonio fue en 176 DC con el acaudalado, aunque envejecido Ossifer Plumm, de quien se dice que murió mientras consumaba el matrimonio. Sin embargo, Lord Plumm realizó sus deberes antes de morir y la Princesa concibió. Rumores apuntan a que Lord Plumm de hecho murió al ver desnuda a su desposada (este rumor lo recoge Seta en los términos más soeces—términos que podrían haber divertido a Seta pero que no consideramos necesarios de repetir), y que el niño fue concebido por su primo Aegon, quien después sería conocido como el Rey Aegon el Indigno. Su segundo matrimonio fue por orden del sucesor de Aegon el Indigno, Daeron el Bueno. Daeron la casó con el Consejero de la Moneda y de esa unión nacieron cuatro hijos más… y se consideró a Elaena como la verdadera Consejera de la Moneda y a su esposo como un hombre bueno y noble, pero sin habilidad para los números. Adquirió gran influencia y el Rey Daeron confiaba en ella para todo, pues trabajaba por el bienestar del reino. Su tercer matrimonio fue de su propia elección, habiéndose enamorado de Ser Michael Manwoody, un dorniense al servicio de la Princesa Mariah. En su juventud Manwoody había estudiado en la Ciudadela, era un hombre culto, de gran inteligencia y sabiduría, un leal servidor del Rey Daeron tras su matrimonio con la Reina Mariah. Fue enviado a negociar con el Banco de Hierro a Braavos en numerosas ocasiones y hay numerosas pruebas de estas negociaciones en su correspondencia con los Portadores de Llaves del Banco de Hierro (visadas con su sello y firma, pero aparentemente escritas por Elaena). Elaena se casó con Michael, aparentemente con la bendición de Daeron, poco después de la muerte de su segundo esposo. Elaena dijo, en años posteriores, que no fue su inteligencia lo que la enamoró, sino su amor por la música. Es sabido que él tocaba el

arpa para ella y tras su muerte Elaena encargó que su efigie fuera esculpida tocando el arpa, no con la espada y espuelas de caballero, como era la costumbre.

Las hermanas del Rey Baelor I (de izquierda a derecha): Elaena, Rhaena y Daena

VISERYS II AUNQUE AMBOS hijos de Aegon II habían muerto, sobrevivían sus tres hijas y entre la población, y algunos Lords, no faltaba quien creyera que el Trono de Hierro debía pasar por derecho a Daena. Sin embargo eran pocos; una década de reclusión en la Bóveda de las Doncellas había dejado a las tres hermanas sin aliados poderosos; y los recuerdos de los infortunios que habían azotado al reino la última vez que una mujer se había sentado en el trono estaban aún frescos. Daena la Desafiante era vista por muchos señores como salvaje e incontrolable… y sensualmente desenfrenada, apenas un año antes había alumbrado a un bastardo al que llamó Daemon, cuyo progenitor se negó constantemente a revelar. Se citaron los precedentes del Gran Consejo del 101DC y la Danza de Dragones, dejando de lado los reclamos de las hermanas de Baelor. En su lugar la corona pasó a su tío, la Mano del Rey, el Príncipe Viserys. Está escrito que mientras Daeron combatía y Baelor rezaba, Viserys gobernaba; por catorce años había servido a sus sobrinos como Mano, y antes de ellos a su hermano Aegon III. Se decía que era la Mano más astuta desde el Septón Barth, aunque sus esfuerzos fueron desestimados durante el reinado del Rey Roto, quien carecía de cualquier deseo de complacer a sus súbditos, o ganarse su amor. En “Vidas de Cuatro Reyes”, el Gran Maestre Kaeth parece tener una pobre opinión, buena o mala, de Viserys… aunque por derecho el libro debería tratarse de cinco reyes, Viserys incluido, quien es dejado de lado para, en cambio, discutir el reinado de su hijo, Aegon el Indigno. Tras sus años como rehén en Lys después de la Danza de Dragones, Viserys regresó a Desembarco del Rey con una hermosa novia lysena, Larra Rogare, hija de una acaudalada e influyente casa noble. Alta y esbelta, con cabellos rubios platinados y los ojos purpura de Valyria (cuya sangre aún corre pura en Lys), era siete años mayor que Viserys. Nunca se sintió parte de la corte, y jamás fue feliz en ella, sin embargo le dio tres hijos al Príncipe antes de volver a su nativa Lys. Aegon, el mayor, nació en la Fortaleza Roja en 135DC, poco después de que Viserys regresara de Lys. Fue un chico robusto, que creció para ser hermoso y encantador, así como irresponsable y dedicado a sus placeres; le causó grandes problemas a su padre y mucho dolor al reino. Le siguió Aemon en 136DC. En su infancia fue tan hermoso y robusto como Aegon, sin embargo no compartía los errores de su hermano; probó ser un gran justador y espadachín—digno de empuñar a Hermana Oscura, fue conocido como el Caballero Dragón por la cimera con las tres cabezas de dragón que lucía en su casco. Aun hoy hay quienes lo consideran el caballero más noble que alguna vez vivió y uno del que más historias se reseñan en el libro Blanco de la Guardia. Naerys fue la última hija de Viserys, nacida en 138DC. Los hombres decían que su piel era tan pálida que parecía traslucida. Era de contextura pequeña (que se empequeñecía aún más con su falta de apetito) y facciones delicadas, los bardos escribían canciones alabando sus ojos—enormes y profundamente violetas, enmarcados por pálidas pestañas. De sus hermanos, ella amaba más a Aemon, ya que sabía hacerla reír—y poseía la misma piedad que ella, al contrario que Aegon. Amaba a los Siete tanto como a su hermano, si no es que más, y hubiera profesado como septa si su padre lo hubiera

permitido. Sin embargo Viserys la casó con Aegon en 153DC, con la bendición del Rey Aegon III. Los bardos aseguran que tanto Aemon como Naerys sollozaban durante la ceremonia, aunque las historias nos cuentan que Aemon riñó con Aegon durante el festín de bodas y que Naerys lloró durante el encamamiento más que en la boda. Hay quienes aseguran que muchos de los conflictos entre el Joven Dragón y Baelor el Santo fueron originados por el Príncipe Viserys, otros aseguran que éste logró moderar muchas de sus obsesiones. Aunque el gobierno de Viserys duró poco menos de un año, se deben considerar sus reformas a los sirvientes reales y sus funciones, el establecimiento de una nueva casa de Moneda Real, sus esfuerzos para incrementar el comercio a través del Mar Angosto, y su revisión del código de leyes establecidas durante el largo gobierno de Jaehaerys el Conciliador. Viserys II tenía la capacidad de ser un nuevo Conciliador, pues ningún otro rey ha sido más astuto o más capaz. Trágicamente una enfermedad se lo llevó súbitamente en 172DC. No es necesario aclarar que muchos encontraron sospechosa la velocidad de esta enfermedad, pero nadie se atrevió en su tiempo a externar estas sospechas, pasaría más de una década antes de que alguien se atreviera a confiar al papel la acusación de que Viserys había sido envenenado, y el sospechoso era nada menos que su hijo, Aegon. ¿Hay alguna verdad en esta sospecha? No podemos saberlo con certeza, pero conociendo las infames y corruptas acciones de Aegon el Indigno, antes y después de asumir la corona, no podemos descartarlo.

AEGON IV TRAS LA MUERTE DE su padre en 172DC, Aegon, el Cuarto de Su Nombre llegó al trono que había codiciado desde niño. Desde su juventud se había convertido en un joven diestro con la lanza y la espada, un hombre que amaba la caza, la certería y la danza. Era el príncipe más brillante de su generación, admirado por su inteligencia. Pero tenía un gran defecto: no se ponía límites a sí mismo. Su lujuria, su gula, sus deseos terminaban controlándolo. En el Trono de Hierro su desgobierno inició con pequeños actos de placer, pero a la larga sus apetitos no conocieron límites y su corrupción llevó a actos que atormentaron al reino por generaciones. “Aerys fue débil, Maegor fue cruel” escribió Kaeth, “y Aegon fue avaricioso, ningún rey antes o después desgobernó con tan mala voluntad”.

El joven Príncipe Aegon con sus padres, el Príncipe Viserys y Larra Rogare. La corte de Aegon pronto fue inundada de hombres elegidos no por su nobleza, honestidad o sabiduría, sino por su habilidad para entretenerlo y adularlo. Y las mujeres seguían el mismo patrón, dejándolo además saciar su lujuria en sus cuerpos. Por capricho, usualmente tomaba algo de una de una casa noble, para entregárselo a otra, como cuando casualmente se apropió de las grandes colinas llamadas Los Pechos de los Bracken para entregarlas a los Blackwood. Para satisfacer sus deseos se deshizo de grandes tesoros, como hizo al entregar a la Mano, Lord Butterwell, un huevo de

Dragón a cambió de que le permitiera disfrutar de sus tres hijas; despojaba a hombres de su legítima herencia si deseaba sus riquezas, como dicen los rumores que hizo tras la muerte de Lord Plumm el día de su boda. Para el pueblo llano su reinado debió ser una interminable fuente de chismes y entretenimiento; para los señores del reino que no participaban de su corte (y no deseaban que el rey se tomara libertades con su hijas) el Rey parecía fuerte y decidido, frívolo, pero inofensivo; pero para aquellos que se atrevían a entrar en su círculo, era demasiado volátil, codicioso y cruel como para no ser peligroso. De Aegon se dijo que nunca durmió, ni pasó una noche completa sin encontrarse junto a una mujer. Sus deseos carnales eran satisfechos por cualquier tipo de mujer: desde las más altas princesas, hasta la prostituta más vil, el Rey no parecía encontrar diferencia. En su vejez se jactaba de haber yacido con más de nueve mil mujeres (el número exacto se le escapaba), pero solo había amado realmente a nueve (la Reina Naerys, su hermana no se encontraba entre estas). Las nueve amantes llegaron de lugares cercanos y alejados, algunas le dieron hijos naturales, pero todas, excepto la última, fueron descartadas cuando se cansaba de ellas; si bien uno de sus hijos naturales vino de una mujer que no se contaba entre sus amantes, la Princesa Daena, la Desafiante. Daemon fue el nombre que Daena le dio a su hijo, ya que el Principe Daemon había sido el asombro y terror de su tiempo, y en días posteriores fue visto como una advertencia de lo que el niño llegaría a ser. Nacido en 170 DC, Daemon Mares era su nombre completo, al momento de su nacimiento Daena se negó a mencionar a su padre, pero se sospechaba de Aegon. Criado en la fortaleza Roja, este hermoso joven recibió instrucción de los más sabios maestres y de los mejores maestros de armas, incluyendo a Ser Quentyn Ball, el feroz caballero llamado Bola de Fuego. Amaba principalmente los ejercicios de armas y era excelente en ellos; muchos veían en él a un gran guerrero que algún día se convertiría en otro Caballero Dragón. A sus doce años, tras ganar un torneo de escuderos, el rey Aegon lo nombró caballero (convirtiéndose en el caballero más joven en la era de los Targaryen, superando a Maegor I) y sorprendió a su corte, parientes, y consejo al entregarle la espada de Aegon el Conquistador, Fuegoscuro, así como tierras y otros honores; a partir de esto, Daemon tomó el sobrenombre de Fuegoscuro. La Reina Naerys, aquella a quien Aegon desposó sin ningún placer, era pía, gentil y frágil… todo aquello que el Rey despreciaba. La maternidad fue un agobio para Naerys, por ser extremadamente pequeña y delicada. Cuando Daeron nació a finales de 153DC, el Gran Maestre Alford advirtió que otro embarazó podría ser fatal para la Reina, Naerys le dijo a su hermano “He cumplido mi deber para con vos, y os he dado un heredero. Os ruego que vivamos de ahora en delante como hermana y hermano.” A lo que el Rey contestó: “Eso hacemos.” Aegon insistió en que su hermana cumpliera sus deberes de esposa por el resto de sus días. Los problemas entre ambos fueron inflamados por su hermano, el Príncipe Aemon, quien fuera inseparable de Naerys cundo era joven. El resentimiento de Aegon hacia su noble y celebrado hermano era evidente para cualquiera y el rey se deleitaba desairando a Naerys y Aemon cada vez que tenía oportunidad. Aun después de que el Caballero Dragón falleciera defendiéndolo y Naerys pereciera en el alumbramiento, Aegon IV rindió poco honor a su memoria. Las querellas del rey con sus allegados empeoraron cuando Daeron tuvo edad suficiente para manifestar sus opiniones. En “Vida de los Cuatro Reyes” de Kaeth, recoge las falsas acusaciones de adulterio de la reina hechas por Ser Morgil Hastwyck e instigadas por el rey mismo, aunque en su momento Aegon lo negara. Las pruebas fueron

refutadas tras la muerte de Ser Morgil Hastwyck en su juicio por combate contra el Caballero Dragón. El que estas acusaciones coincidan con la época en que Aegon y el Príncipe Daeron estaban enfrentados por los planes del Rey sobre emprender una guerra no provocada sobre Dorne, no pueden ser coincidencia. Fue la primera, pero no la última vez que Aegon amenazó con anteponer los derechos de sus bastardos sobre los de Daeron.

Fuegoscuro, la espada de los reyes Targaryen.

Tras la muerte de sus hermanos, el rey empezó a hacer veladas referencias a la supuesta ilegitimidad de su hijo—algo a lo que se atrevía únicamente por que el Caballero Dragón estaba muerto. Sus cortesanos y seguidores imitaron al Rey y la calumnia se esparció. En los últimos años de su reinado, el Príncipe Daeron demostró ser el principar obstáculo en el desgobierno de Aegon. Algunos señores del reino vieron la oportunidad de lucrar con un rey cuya corpulencia y glotonería aumentaba y estaba dispuesto a entregar tierras, honores y puestos a quien le prometiera placeres. Otros, que condenaban la conducta del Rey, empezaron a acercarse al Príncipe Daeron, sin embargo, a pesar de las calumnias y bromas de mal gusto, el rey nunca desheredó formalmente a su hijo. Las fuentes difieren en la razón: unos dicen que una parte menos marchita del Rey todavía recordaba el honor, o al menos la vergüenza. Sin embargo, la causa más probable es que el Rey sabía que semejante acción traería la guerra al Reino, ya que los aliados de Daeron—siendo el principal de ellos el Príncipe de Dorne, cuya hermana estaba casada con el príncipe Daeron—defenderían sus derechos. Quizá sea esta la razón por la que Aegon centró su atención en Dorne, usando el odio hacia los Dornienses que aun latía en las Marcas, las Tierras de Tormentas y el Dominio para sobornar a los aliados del Príncipe contra sus principales partidarios. Afortunadamente para el reino, los planes del Rey para invadir Dorne fueron un completo fracaso; pese a que Su Gracia construyó una enorme flota para vencer donde Daeron el Joven Dragón había fracasado, ésta fue destruida y dispersada por las tormentas en su camino a Dorne. Esta fue, por mucho, una de las mayores locuras de la frustrada expedición a Dorne de Aegon IV, sin embargo, Su Gracia había ordenado a los piromantes del antiguo Gremio de Alquimistas que le “construyeran dragones”. Estas monstruosidades de madera y hierro, armadas con bombas que disparaban chorros de fuego valyrio, quizá podrían haber sido de utilidad en un asedio, pero Aegon propuso llevarlas a lo largo del Sendahueso, en donde hay partes tan empinadas que los Dornienses tuvieron que tallar peldaños para poder transitarlas. Pero no llegaron muy lejos, el primer dragón estalló en llamas en el Bosque Real, muy lejos del Sendahueso, y pronto los siete estuvieron en llamas. Cientos de hombres murieron calcinados en los incendios, así como un cuarto del Bosque Real. Después de esto, el Rey abandonó sus ambiciones y nunca más volvió a hablar de Dorne. El reinado de este indigno monarca llegó a su fin en 184DC, cuando el Rey Aegon contaba con 49 años. Estaba extremadamente gordo, apenas capaz de caminar, algunos se preguntaban cómo había hecho su última amante (Serenei de Lys, madre de Shiera Estrella de Mar) para resistir sus abrazos. La muerte del rey fue horrible, su cuerpo estaba tan obeso e hinchado que no podía levantarse de su sillón, sus extremidades putrefactas, con gusanos pululando en ellas. Los maestres aseguraban que nunca habían visto nada igual, los septones declararon que era el juicio de los dioses. Aegon recibió la leche de la amapola para atenuar sus dolores, pero poco más se podía hacer por él. Su último acto antes de morir, según todas las fuentes, fue presentar su testamento. Y en el dejó el veneno más amargo que el reino haya experimentado: la legitimación de todos sus hijos, desde los más humildes hasta los Grandes Bastardos—hijos e hijas nacidos de madres nobles. Muchos de sus hijos naturales nunca fueron reconocidos, así que la declaración de Aegon en su lecho de muerte no significó nada para ellos; pero para los bastardos reconocidos fue un gran hecho… y para el reino significó sangre y fuego por cinco generaciones.

El Rey Aegon IV nombrando caballero a su hijo, Daemon Fuegoscuro.

LAS NUEVE AMANTES DE AEGON IV LADY FALENA STOCKEWORTH Diez años mayor que el rey Lady Faena “lo hizo hombre” en 149DC, cuando Aegon tenía catorce. Cuando un Guardia Real los encontró en el lecho en 151DC, su padre casó a Falena con su maestro de armas, Lucas Lothston, y convenció al Rey de nombrar a Lothsto como Señor de Harrenhall para retirar a Falena de la corte. Sin embargo, Aegon visitó frecuentemente Harrenhall en los dos años siguientes.  Hijos con Falena Stokeworth: Ninguno reconocido. MEGETTE (ALEGRE MEG) La joven y exuberante esposa de un herrero Cuando cabalgaba por Buenmercado en 155DC, el caballo de Aegon perdió una herradura y al acudir al herrero local el príncipe notó a su hermosa esposa, la consiguió por siete dragones de oro y las amenazas de Ser Joffrey Staunton de la Guardia Real. Megette fue instalada en una casa en Desembarco del Rey y Aegon incluso “se casó” con ella en una ceremonia realizada por un actor disfrazado de septón. A lo largo de los años, Megette le dio cuatro hijas a su príncipe; pero el Príncipe Viserys le puso fin, regresando a Megette con su esposo y entregando a sus hijas a la fe para que fuesen septas; Megette fue golpeada hasta morir por el herrero antes de finalizar el año.  Hijos con Merry Meg: Alysanne, Lily, Willow, Rosey.

LADY CASSELLA VAITH Hija de un noble dorniense Tras la Sumisión de Lanza de Sol, Aegon escoltó a los rehenes que el rey había tomado de Dorne de vuelta hacia Desembarco del Rey. Entre ellos estaba Cassella Vaith, una espigada doncella de ojos verdes y cabello rubio claro a quien Aegon “tomó de rehén” en sus propios aposentos. Cuando los Dornienses se rebelaron y asesinaron al Rey Daeron, todos los rehenes fueron sentenciados a muerte y Aegon, que para entonces se había cansado de ella, entregó a Cassella para que ocupara su lugar junto a los demás condenados. Sin embargo, Baelor, el nuevo rey, indultó a todos los condenados y los regresó personalmente a Dorne. Cassella nunca se casó, y ya en la vejez quedó consumida en la ilusión de haber sido el verdadero amor de Aegon, y que éste pronto enviaría a por ella.  Hijos de Casella Vaith: Ninguno. BELLEGERE OTHERYS (LA PERLA NEGRA DE BRAAVOS) Ladrona, comerciante, capitana pirata de la Viuda del Viento, nacida de la unión entre la hija de un mercader Braavosi y en enviado de las Islas de Verano Después de que Naerys quedara embarazada y casi muriera en 161DC, el Rey Baelor envío a Aegon a Braavos en una misión diplomática. Relatos de la época dicen que fue una excusa para alejar a Aegon mientras Naerys se recuperaba de un parto fallido. En Braavos, Aegon conoció a Bellegere Otherys, su relación con Bellegere prosiguió por años, aunque se decía que Bellegere tenía un esposo en cada puerto y que Aegon sólo era uno entre muchos. Tuvo tres hijos en esa década, dos niños y una niña, todos de dudosa paternidad.  Hijos de la Perla Negra: Bellenora, Nerha, Balerion.

De izquierda a derecha: Lady Melissa Blackwood, Serenei de Lys, Lady Falena Stockeworth, Bellegere Otherys

LADY BARBA BRACKEN La morena y vivaz hija de Lord Bracken de Seto de Piedra y compañera de las Princesas en la Bóveda de las Doncellas Con la muerte de Baelor y la ascensión de Viserys al trono en 171DC a las Princesas se les volvió a permitir la compañía masculina. Aegon, ahora príncipe de Roca Dragón y aparente heredero, quedó encantado con Barba, de 16 años. En su propia coronación, en 172DC, Aegon nombró a su padre como Mano y la reconoció públicamente como su amante. Ella le dio un bastardo apenas quince días después de que la Reina Naerys le diera gemelos—un niño que nació muerto y una niña, Daenerys, quien sobrevivió. Estando la reina ceca de la muerte, la Mano, el padre de Barba, hablaba abiertamente de casar a su hija con el Rey. Tras la recuperación de la reina, el escándalo llevó a Barba a la ruina y tanto el Príncipe Daeron, como su tío el Caballero Dragón forzaron a Aegon a enviarla lejos junto con su bastardo. El niño, llamado Aegor Ríos fue criado en Seto de Piedra, pero con los años fue conocido como Aceroamargo.  Hijos de Barba Bracken: Aegor Ríos (Aceroamargo). LADY MELISSA (MISSY) BLACKWOOD La más amada de las amantes del Rey Más joven y hermosa que Barba (aunque menos exuberante), así como también más modesta, Missy tenía un corazón bueno y una naturaleza generosa que lograron que amistara con la Reina Naerys, el Caballero Dragón y hasta con el Príncipe Daeron. En los cinco años de su “reinado” Missy le dio al Rey tres bastardos, siendo el más notable Brynden, nacido en 185DC, después conocido como Cuervo de Sangre.  Hijos de Melissa Blackwood: Mya, Gwenys, Brynden (Cuervo de Sangre) LADY BETHANY BRACKEN Hermana menor de Lady Barba Bethany fue preparada por su padre y hermana específicamente para ganarse el favor del Rey y apartarlo de Missy Blackwood. En 177DC acaparó la atención de Aegon cuando visitó en Seto de Piedra para ver a su bastardo, Aegor. Para ese entonces, el rey estaba gordo y con mal temperamento, pero Bethany lo complació y él se la llevó devuelta a Desembarco del Rey. Aun así Bethany encontró los reales abrazos estresantes, buscando comodidad se entregó a un caballero de la Guardia Real, Ser Terrence Toyne. Aegon en persona los descubrió encamados en 178DC, Terrence fue torturado hasta la muerte y tanto Lady Bethany como su padre fueron ejecutados, Cuando los hermanos de Ser Terrence buscaron vengar su muerte, el Príncipe Aemon el Caballero Dragón fue asesinado mientras defendia a su hermano, el Rey Aegon.  Hijos de Bethany Bracken: Ninguno. LADY JANE LOTHSTON Hija de Lady Falena la primer amante del Rey, y ya sea de Lord Lucas Lothston o del propio Rey Jeyne llegó a la corte con su madre en 178DC, cuando tenía catorce. Aegon convirtió a Lord Lothston en su nueva Mano, y se decía (sin fundamento) que el Rey disfrutó de madre e hija juntas en la cama. No tardó en contagiarle a Lady Jane una infección que contrajo de las rameras que había frecuentado tras la ejecución de Lady Bethany, y los Lothston fueron retirados de la corte de nuevo.  Hijos de Jane Lothston: Ninguno.

SERENEI DE LYS (DULCE SERENEI) Diez años mayor que el rey Serenei fue la más hermosa de las amantes de Aegon, y también fue considerada una hechicera. Murió al dar a luz a la última de los bastados del Rey, una niña llamada Shiera Estrella de Mar, quien se convirtió en la mayor belleza de los Siete Reinos, amada por sus dos medios hermanos Aceroamargo y Cuervo de Sangre, cuya rivalidad maduró hasta convertirse en odio.  Hijos de Serenei: Shiera.

De izquierda a derecha: Lady Bethany Bracken, Lady Barba Bracken, Megette (Merry Meg), Lady Casella Vaith, Ladyt Jeyne Lothston

DAERON II EN EL 184TO año desde la Conquista de Aegon, Aegon IV, el Indigno, al fin dejó esta vida. Su hijo y heredero, el príncipe Daeron partió de Rocadragon catorce días después de conocer la muerte de su padre y fue rápidamente coronado por el Septón Supremo en la Fortaleza Roja. Eligió ser coronado con la corona de su padre—una decisión que intentaba acallar cualquier duda sobre su legitimidad. Luego Daeron actuó rápidamente para poner en orden muchas cosas que Aegon había hecho mal, comenzando con remover a todos los miembros del consejo privado y reemplazándolos con hombres de su propia elección, la mayoría se mostrarían como sabios y capaces consejeros. Paso poco más de un año antes de que la Guardia de la Ciudad fuera reparada, de forma similar, ya que esta fue utilizada por Aegon para mostrar generosidad a quienes más favorecía, y ellos en cambio se aseguraban que los burdeles—e incluso las mujeres honestas de la ciudad—estén a disposición de la lujuria de Aegon. Daeron no se detuvo ahí, si no que continuó con sus esfuerzos para mejorar lo que su padre había corrompido o había dejado en decadencia a través de su maligna negligencia. Él era consciente de sus deberes con el reino, y procuró estabilizarlo de las debilidades creadas por Aegon en su lecho de muerte, con la legitimación de sus mediohermanos bastardos. Aunque no podía—ni quería—deshacer el último deseo de su padre, el hizo lo que pudo para mantener a los Grandes Bastardos cerca, tratándolos con respeto y continuando con los lujos que el rey les había otorgado. Pagó la dote que Aegon le había prometido al Arconte de Tyrosh, y mando a su medio hermano Daemon Fuegoscuro a contraer matrimonio con Rohanne de Tyrosh, como Aegon había deseado, a todo esto Ser Daemon solo tenía catorce años. En el día de su boda, le otorgó a Daemon tierras cerca del Aguasnegras, con el derecho de levantar un castillo. Algunos dicen que hizo tales cosas para afirmar su derecho y legitimidad sobre los Grandes Bastardos y otros dicen, que lo hizo porque era amable y justo. Pero lamentablemente, sin importar sus motivos, sus esfuerzos fueron en vano. Pero su reinado no se vió marcado solamente por los problemas de los Grandes Bastardos y los errores de Aegon. Su matrimonio con Mariah de Dorne—ahora reina de los Siete Reinos—había sido feliz y fructífero, y uno de sus primeros actos significantivos tras asumir el trono fue iniciar las negociaciones con su cuñado, el Príncipe Maron, para unir a Dorne bajo el gobierno Targaryen. Luego de dos años de negociación, se llegó a un acuerdo en el que el Príncipe Maron accedió a comprometerse con la hermana de Daeron, Daenerys, cuando llegara a la edad adulta. Se casaron el año siguiente, y con aquel matrimonio, el Príncipe Maron se arrodilló y juró lealtad ante el Trono de Hierro. El Rey Daeron levantó al príncipe Dorniense mientras el pueblo los aclamaba, y juntos partieron de la Fortaleza Roja hasta el Gran Septo para dejar una guirnalda dorada a los pies de la estatua de Baelor el Santo donde proclamaron “Baelor, tu obra está hecha”. Fue un gran momento, el reino al fin estaba unido, desde El Muro hasta El Mar del Verano, como Aegon el Conquistador había soñado, Daeron II, nombrado, el Joven Dragón, no tuvo que pagar ni una gota de sangre para lograrlo. El año siguiente, Daemon levantó un gran asentamiento en la Marcas Dornienses, cerca de donde las fronteras del Dominio, las Tierras de Tormentas y Dorne se encuentran. Llamándolo Refugio Estival para marcar la paz que él había creado, este era más un

palacio que un castillo y estaba levemente fortificado, en los años venideros muchos hijos de la Casa Targaryen ocuparían el puesto de Príncipe de Refugio Estival.

Daeron II y el Príncipe Maron Martell en la tumba del Rey Baelor.

Sin embargo, el Príncipe Maron ganó algunas concesiones en el acuerdo, y los señores de Dorne obtuvieron significativos derechos y privilegios que las otras grandes casas no tenían—empezando por el derecho de mantener su título real, pero también la autonomía para mantener sus propias leyes, el derecho de administrar y recolectar los impuestos correspondientes al Trono de Hierro con tan sólo un control ocasional de la Fortaleza Roja, y otros asuntos de este tipo. La insatisfacción sobre estas concesiones fue uno de los motivos por los que la Primera Rebelión Fuegoscuro se originó, se creía que Dorne ejercía mucha influencia sobre el rey—ya que Daeron II trajo muchos Dornienses a su corte, a algunos de los cuales se les concedió la cargos de importancia.

Años después de que Daemon Fuegoscuro se mostrara como un traidor, se dijo que su odio hacia Daeron creció tempranamente. Fue voluntad de Aegon—no de Daemon—que él se casara con Rohanne de Tyrosh. En vez de eso, Daemon había desarrollado una pasión por la hermana de Daeron, la joven Princesa Daenerys. Solo dos años menor que Daemon, la princesa supuestamente también amaba al príncipe bastardo si creemos lo que dicen los bardos), pero ni Aegon IV ni Daeron II estaban dispuestos a dejar que tales sentimientos interfieran en temas de estado. Aegon IV vio más provecho en una alianza con Tyrosh, quizá porque su flota podría ser usada si llegaba a hacer otro intento por conquistar Dorne. Esto se ve bastante plausible, pero un relato diferente propone que Daemon no presentaba tanta oposición en casarse con Rohanne de Tyrosh ya que estaba convencido de que podría seguir los pasos de Aegon el Conquistador y Maegor el Cruel y tener más de una esposa. Aegon incluso podría haberle dado cierta indulgencia en esto (algunos de los simpatizantes Fuegoscuro afirmarían después que este fue el caso) pero Daeron tenía un pensamiento enteramente diferente. No solo se negó a permitir que su hermano tuviera más de un esposa, sino que también cedió la mano de Daenerys a Maron Martell, como parte de su pacto para finalmente unir Dorne a los Siete Reinos. El si Daenerys amaba a Daemon, como aquellos que apoyaron al Dragón Negro llegaron a afirmar, ¿quién podría decirlo? En los años venideros, Daenerys nunca fue nada más que una esposa leal al Príncipe Maron, y ella nunca dejó ningún registro de haber llorado por Daemon Fuegoscuro.

Aun así, el reinado de Daeron rápidamente estabilizó al reino, y pronto comenzó a ser llamado Daeron el Bueno, tanto por el pueblo llano como por los señores nobles. Fue ampliamente visto como un hombre justo y de buen corazón, incluso cuando algunos cuestionaban la influencia de su esposa Dorniense. Y aunque no era un guerrero— descripciones de la época lo describen como de contextura pequeña, brazos flácidos, hombros redondos y con disposición a las letras—dos de sus cuatros hijos mostraban todo lo que se podía desear en un caballero, señor, o heredero. El mayor, el Príncipe Baelor, se ganó el nombre de Lanzarrota a la edad de diecisiete, luego de su famosa victoria en el torneo celebrado por la boda de la Princesa Daenerys, en donde derrotó a Daemon Fuegoscuro en la justa final. Y su hijo menor, el Príncipe Maekar, parecía mostrar una habilidad similar. Aun cuando muchos hombres observaban el cabello y los ojos oscuros de Baelor y susurraban que era más Martell que Targaryen, Daeron probó ser un hombre admirable, respetable, y tan generoso y justo como su padre. Caballeros y señores de las Marcas Dornienses llegaron a desconfiar de Daeron, y también de Baelor, y comenzaron a añorar los viejos días, cuando los Dornienses eran enemigos de batalla, no rivales por la atención y generosidad del rey. Luego ellos volvieron su atención a Daemon Fuegoscuro—alto, fuerte y poderoso, medio dios entre los hombres mortales, con la espada del Conquistador en su posesión—y empezaron a especular.

Las semillas de la rebelión habían sido plantadas, pero estas tardaron años en dar frutos. Allí no hubo un insulto final, ningún gran error, que haya permitido a Daemon Fuegoscuro ponerse contra el Rey Daeron. Si era verdad que amaba a Daenerys, ¿Cómo es que pasaron ocho años antes de que la rebelión explotara? Ese fue mucho tiempo para albergar un amor frustrado, en especial cuando Rohanne ya le había dado siete hijos e hijas, y además Daenerys ya le había dado varios herederos al Príncipe Maron también. A decir verdad, la semilla encontró tierra fértil gracias a Aegon el Indigno. Aegon había odiado a los Dornienses y luchado contra ellos, y esos señores que deseaban el regreso de esos días—a pesar del desgobierno asociado—nunca serían felices con este rey pacífico. Muchos guerreros afamados que miraban con desaliento la paz entre el reino y a los Dornienses en la corte del rey, comenzaron a acercarse a Daemon. Quizás al principio, Daemon Fuegoscuro simplemente consintió tales conversaciones en aras de su vanidad. Después de todo, pasaron años entre el acercamiento de los primeros partidarios y la Rebelión. Entones ¿qué fue lo que empujó a Daemon a aspirar al trono? Parece ser que fue otro de los Grandes Bastardos. Ser Aegor Ríos, llamado Aceroamargo. Quizás era su sangre Bracken lo que hacía de Aegor tan colérico y tan fácil de ofender. Quizás fue la vergonzosa caída de los Bracken en la estima del Rey Aegon, llevándolos al exilio de la corte de Aegon .O tal vez fue la rivalidad con su medio hermano Brynden Ríos, a quien se le había permitido mantener relaciones cercanas con la corte—la madre de Cuervo de Sangre había sido muy apreciada durante toda su vida, y era recordada con cariño, por eso los Blackwood no sufrieron como los Bracken cuando el rey se deshizo de sus respectivas amantes. Sin importar cuál fuese el caso, Aegor Ríos pronto empezó a apremiar a Daeron Fuegoscuro para que aspirara al trono, e incluso aún más después de que Daemon accediera en casar a su hija mayor, Calla, con Aegor. Amargo su acero podría ser, pero peor era su lengua. El llenó de veneno los oídos de Daemon, y con este llegaron los reclamos de otros caballeros y señores. Al final, años de tanta charla dieron frutos, y Daemon Fuegoscuro llego a una decisión. Aunque fue una decisión tomada de forma imprudente, ya que llegaron al Rey Daeron las palabras de que Fuegoscuro pretendía autoproclamarse rey con el cambio de luna. (No sabemos cómo llegaron estas palabras a Daeron, no obstante el incompleto libro de Merion “El Dragón Rojo y el Negro” sugieren que otro de los Grandes Bastardos, Brynden Ríos, estuvo involucrado.) El rey envió a la Guardia Real a arrestar a Daemon, antes de que pudiera llevar a cabo sus planes de traición. Daemon fue advertido, y con la ayuda del famoso y temperamental caballero Ser Quentyn Ball, llamado Bola de Fuego, fue capaz de escapar de la Fortaleza Roja a salvo. Los aliados de Daemon Fuegoscuro usaron este intento de arresto como una excusa para la guerra, alegando que Daeron había actuado contra Daemon guiado por miedos sin fundamento. Otros aun lo llamaban Daeron el Falso Nacido, repitiendo la calumnia que Aegon el Indigno había puesto en circulación durante su reinado: que no había sido engendrado por el rey sino por su hermano, el Caballero Dragón. Y así fue como empezó la Primera Rebelión Fuegoscuro, en el año 196DC. Invirtiendo los colores tradicionales de las armas Targaryen para mostrar un dragón negro sobre un campo rojo, los rebeldes declararon al hijo bastardo de la Princesa Daena, Daemon Fuegoscuro, Primero de su Nombre, proclamándolo el verdadero primogénito del Rey Aegon IV, y a su medio hermano Daeron como bastardo. Subsecuentemente muchas batallas fueron peleadas entre los dragones negros y rojos en el Valle, las tierras de Occidente, las Tierras de los Tíos y en el resto de Poniente.

Aceroamargo liderando a la Compañía Dorada. La rebelión terminó en el Campo de Hierbarroja, un año después. Algunos han escrito de la valentía de los hombres que luchaban por Daemon, y otros de su traición. Pero todo su valor en el campo enemigo contra Daeron fue una causa perdida. Daemon y sus hijos mayores, Aegon y Aemon cayeron tras el anillo de flechas arrojadas por Brynden Ríos y su guardia privada, los Picos del Cuervo. Después de esto Aceroamargo arremetió con fuerza, blandiendo a Fuegoscuro, en un intento por reagrupar el ejército de Daemon. Encontrándose con Cuervo de Sangre en el medio de la carga, un furioso duelo tomó lugar, dejando a Cuervo de Sangre ciego de un ojo y provocando la huida de Aceroamargo. Pero la batalla llegó a su fin cuando el Príncipe Baelor Lanzarrota apareció con una hueste de señores de la Tormenta y Dornienses, quienes cayeron sobre la retaguardia rebelde, mientras el joven Príncipe Maekar reagrupó lo que quedaba del ejército de Lord Arryn e hicieron un yunque implacable contra el que los rebeldes fueron aplastados y destruidos. Diez mil hombres murieron por la vanidad de Daemon Fuegoscuro, y muchos más resultaron heridos y mutilados. Los esfuerzos por la paz del Rey Daeron quedaron destrozados, aunque no por su culpa, exceptuando quizás por haber mostrado mucha compasión por su envidioso medio hermano. Luego de la batalla, el Rey Daeron mostró una severidad que pocos esperaban. A muchos señores y caballeros que habían apoyado al Dragón Negro se les confiscaron sus tierras, asentamientos y privilegios y fueron forzados a entregar rehenes. Daeron había confiado en ellos, había hecho todo lo que pudo para gobernarlos con justicia, aun así ellos se habían levantado en su contra. Los hijos sobrevivientes de Daemon Fuegoscuro huyeron a Tyrosh, hogar de su madre, y con ellos fue Aceroamargo. El reino seguiría siendo perturbado por levamientos de los Pretendientes Fuegoscuro por otras cuatro generaciones, hasta que el último descendiente de Daemon Fuegoscuro por línea masculina fue enviado a la tumba. Con su medio hermano derrotado y con la fuerza de sus hijos y herederos apoyándolo, muchos pensaron que el Rey Daeron había asegurado que el reino seguiría bajo el mando de los Targaryen por muchos siglos más. Pocos dudaban que Baelor Lanzarrota se convirtiera en un gran rey, ya que tenía el corazón de un caballero y un alma sabia, y sirvió hábilmente a su padre como Mano. Pero ningún hombre puede conocer la voluntad de los dioses. Baelor Lanzarrota fue herido de muerte por su propio hermano

Maekar en el torneo de Ashford en el año 209DC. No fue en una en las justas, ni en los enfrentamientos de cuerpo a cuerpo, si no en un juicio de siete—el primero en un siglo—en el que Baelor peleó del lado de un desconocido caballero errante de clase baja. Su muerte fue un accidente, desde luego, y está escrito que el Príncipe Maekar siempre se arrepentía amargamente cada año en el aniversario de su muerte. No obstante Baelor murió, y Maekar y el reino se preguntaban si un caballero errante valía la pérdida del Príncipe de Rocadragón y la Mano del Rey. (Para ese entonces, ellos no sabían que tan alto llegaría aquel caballero errante—pero esa es una historia diferente.)

Daemon Fuegoscuro liderando la carga en el Campo de Hierbaroja Baelor tenía hijos—los jóvenes príncipes Valarr y Matarys—y también los tenía Maekar, además el rey tenía otros dos hijos además de Maekar (aunque el reino tenía sus dudas sobre Aerys, estudioso y obsesionado con las materias arcanas, y Rhaegel, un dulce niño tocado por la locura). Pero entonces la Gran Epidemia Primaveral arrasó los Siete Reinos, afectando a todos menos al Valle y a Dorne, donde se mantuvieron cerrados los puertos y los pasos de las montañas. El más afectado fue Desembarco del Rey. El Septón Supremo, la voz de los Siete en la tierra, murió, así como también un tercio de los Máximos Devotos, y a casi todas las hermanas silenciosas en la ciudad. Los cadáveres eran apilados en las ruinas de Pozo Dragón hasta que llegaron a diez pies de altura, al final, Cuervo de Sangre le ordenó a los piromantes quemar los cadáveres. Un cuarto de la ciudad ardió en llamas junto a los cuerpos, pero nada más podía hacerse. Aún peor, los hijos de Baelor Lanzarrota estuvieron entre los muertos, junto a Daeron II llamado por muchos el Bueno, quien gobernó por veinticinco años, y en la mayoría de estos el reino vivió con paz y plenitud.

En Essos, Aceroamargo atrajo a señores y caballeros exiliados, y a sus descendientes. Formó La Compañía Dorada en el año 212 DC, y pronto se establecieron como la mejor compañía libre de las Tierras de la Discordia. “Bajo el oro, el acero amargo” se convirtió en su grito de guerra, reconocidos a través de todo Essos. Después de Aceroamargo, la compañía fue liderada por los descendientes de Daemon Fuegoscuro hasta que el último de ellos, Maelys el Monstruoso, fue asesinado en los Peldaños de Piedra.

AERYS I ASUMIENDO EL TRONO en 209DC, el segundo hijo de Daeron, Aerys, nunca había imaginado que sería rey, y era muy débil y enfermizo para sentarse en el Trono de Hierro. Aerys era estudioso, a su manera, aunque sus intereses están relacionados con antiguos tomos polvorientos acerca de antiguas profecías y los misterios mayores. Casado con Aelinor Penrose, nunca mostró interés en dejarla embarazada, y había rumores que decían que había fallado en consumar el matrimonio. Su consejo privado, en última instancia, pensaba que su esposa ya no era de su agrado, y por lo tanto lo apremiaban para que tomara una nueva esposa. Pero él se negó a escucharlos. Llevando la corona durante la Gran Epidemia Primaveral, Aerys I enfrento un reino en caos desde el principio. Cuando la plaga al fin comenzó a menguar, Dagon Greyjoy, Señor de las Islas de Hierro, envió barcos de los hijos del hierro a saquear por lo alto y lo bajo del Mar del Ocaso, mientras al otro lado del mar angosto Aceroamargo conspiraba con los hijos de Daemon Fuegoscuro. Quizá fue por estas dificultades que Aerys recurrió a Brynden Ríos para que sirva como su Mano.

Se ha sugerido que una de las causas por la que Cuervo Sangre consiguió poder era el hecho de que el interés de Aerys por las artes arcanas e historias antiguas era compartido por Ríos, cuyos estudios sobre los misterios mayores era un secreto a voces en ese momento. Cuervo de Sangre ya se había conseguido un lugar en la corte, pero pocos esperaban que Aerys lo nombrara su Mano. Cuando lo hizo, se inició una pelea entre el rey y su hermano, el Príncipe Maekar, quien esperaba ser nombrado su Mano. Luego de esto el Príncipe Maekar dejó Desembarco del Rey y se instaló en Refugio Estival durante los años venideros.

Cuervo de Sangre demostró ser una mano capaz, pero también un maestro de los susurros que rivalizaba con Lady Misery, y estaban aquellos quienes pensaban que él y su media hermana, Shiera Estrella de Mar, usaban hechicería para obtener dichos secretos. Se volvió común hablar de sus “mil ojos y uno”, y hombres tanto de clase alta como baja comenzaron a desconfiar de sus vecinos temiendo que fueran espías de Cuervo de Sangre. La existencia de los espías de Aerys, comenzó el problema que siguió a la Gran Epidemia Primaveral. El verano llegó, y con él una sequía que duró dos años. Muchos culpaban al rey, y muchos más acusaron a Cuervo de Sangre. Había hermanos mendicantes que predicaban traición, y señores y caballeros también. Y entre ellos estaban los que susurraban una específica: que el Dragón Negro debía volver desde el Mar Angosto y tomar su legítimo lugar. Lord Gormon Peake estuvo detrás del intento de empezar un nuevo levantamiento. Por su participación en la Primera Rebelión Fuegoscuro, a Peake le confiscaron dos de los tres castillos que su casa había poseído durante siglos. Tras la sequía y la Gran Epidemia Primaveral, Lord Gormon convenció al hijo mayor de Daemon Fuegoscuro, Daemon el Joven, de cruzar el mar angosto y realizar su jugada por el trono. La conspiración se hizo realidad en el 211DC en el torneo por el matrimonio en Murosblancos, el gran asentamiento que Lord Butterwell había alzado cerca del Ojo de los Dioses. Este fue el mismo Butterwell quien una vez había sido la Mano de Daeron, hasta que el rey lo depuso a favor de Lord Hayford debido a su sospechoso fallo al actuar en contra de Daemon Fuegoscuro en los comienzos de la rebelión. En Murosblancos, bajo la fachada de la celebración del matrimonio de Lord Butterwell y la

competencia en el torneo, muchos señores y caballeros se reunieron, todos los que compartían el deseo de poner a un Fuegoscuro en el trono. De no ser por el hecho de que Cuervo de Sangre tuviera informantes dentro de los conspiradores, Daemon el Joven puedo haber causado problema desde dentro de las Tierra de los Ríos, pero incluso antes de que el torneo haya concluido, la Mano apareció afuera de Murosblancos con una hueste de los suyos y la Segunda Rebelión Fuegoscuro terminó antes de haber realmente comenzado. Gormon Peake estaba entre los conspiradores ejecutados, mientras otros como Lord Butterwell sufrieron la pérdida de tierras y títulos. Y Daemon, vivió muchos años más, como “huésped” en la Fortaleza Roja. Muchos se preguntaban el porqué de su encarcelamiento, pero el plan era sencillo: su hermano menor, Haegon, no podría reclamar el trono mientras Daemon estuviera vivo.

El sueño de Daemon el Joven de convertirse en rey era bien conocido, también lo era el hecho de que Aceroamargo apoyó al padre pero no al hijo, los motivos todavía se discuten dentro de los pasillos de la Ciudadela. Muchos dicen que Aegon el Joven y Lord Gormon no pudieron convencer a Aceroamargo de que su plan fuera sólido, y a decir verdad parece un argumento muy acertado; Peake estaba cegado por su sed de venganza y el deseo de recuperar sus tierras, y Daemon estaba convencido que tendría éxito sin importar nada. Aun así otros sugieren que Aceroamargo era un hombre duro y poco útil en otra cosa que no fuera la guerra y desconfiaba de los sueños de Daemon y de su amor por la música y las cosas finas. Y otros aun sospechan de la cercana relación entre Daemon y el joven Lord Cockshaw, y sugieren que esto había molestado a Aegor Ríos lo suficiente como para negarle al joven su ayuda.

La Segunda Rebelión Fuegoscuro fue un desastre, pero no todas serian así. En 219DC, Haegon Fuegoscuro y Aceroamargo lanzaron la Tercer Rebelión Fuegoscuro. De las hazañas realizadas, tanto buenas como malas—del liderazgo de Maekar, de las acciones de Aerion Llamabrillante, el coraje del hijo menor de Maekar, y el segundo duelo entre Cuervo de Sangre y Aceroamargo—sabemos bastante. El pretendiente Haegon I Fuegoscuro murió después de la batalla, siendo traicionado luego de haber rendido su espada, pero Ser Aegor Ríos, Aceroamargo, fue capturado con vida y devuelto encadenado a la Fortaleza Roja. Muchos todavía insisten que si se lo hubiera pasado por la espada, como el Príncipe Aerion y Cuervo de Sangre sugirieron, ese hubiera sido un fin definitivo para las ambiciones de los Fuegoscuro. Pero no fue así. Aunque Aceroamargo fue juzgado y declarado culpable de alta traición, el Rey Aerys perdonó su vida, ordenando en cambio que fuera enviado al Muro para servir como hombre de la Guardia de la Noche. Esta fue una misericordia imprudente, ya que los Fuegoscuro aún tenían amigos en la corte, algunos dispuestos a actuar de informantes. El barco que llevaba a Aceroamargo y una docena de otros cautivos, fue capturado en el Mar Angosto de camino a Guardiaoriente del Mar, y Aegor Ríos fue liberado y regresó a la Compañía Dorada. Antes de que el año termine, coronó al hijo mayor de Haegon, Daemon III Fuegoscuro en Tyrosh, y siguió conspirando contra el rey que lo había perdonado. El Rey Aerys se sentó en el trono por dos años más, antes de morir en el 221DC por causas naturales. En el curso de su reinado, Su Gracia había reconocido una serie de herederos, pero ninguno era hijo suyo, Aerys murió sin herederos, su matrimonio aun sin ser consumado. Su hermano Rhaegel tercer hijo de Daeron el Bueno, había muerto antes que él, ahogado con una tarta de lamprea en el 215DC durante un festín. El hijo de

Rhaegel, Aelor, entonces se convirtió en el Príncipe de Rocadragón y heredero del trono, solo para morir dos años más tarde en un grotesco accidente a manos de su gemela y esposa Aelora, bajo circunstancias que la dejaron loca de pena. (Tristemente, Aelora eventualmente tomaría su propia vida tras ser atacada en un baile de máscaras por tres hombres conocidos como la Rata, el Águila y el Cerdo). El último de los herederos que Aerys reconocería antes de su muerte sería el que lo sucedería en el trono, el último hijo superviviente del Rey Daeron, el Príncipe Maekar.

El arresto de Daemon III Fuegoscuro.

MAEKAR I MAEKAR ERA UN rey enérgico, un denotado guerrero, pero también un hombre áspero, pronto a juzgar y condenar. Nunca tuvo el don de su hermano Baelor para ganar amigos y aliados, y tras la muerte de su hermano a sus propias manos—aunque involuntariamente— se volvió más severo y rencoroso. Tal era su deseo de separarse del pasado que ordenó crear una nueva corona—una corona de guerra con puntas de hierro y una banda de oro rojo, ya que la corona de Aegon el Conquistador se había perdido luego de la muerte de Daeron I en Dorne. No obstante, Maekar reinó en un tiempo de relativa paz, entre dos de las Rebeliones Fuegoscuro, y los disturbios que ocurrían en el reino siendo en gran parte provocados por sus propios hijos. El tema principal del reinado de Maekar fue la cuestión de sus herederos. Él tenía un buen número de hijos e hijas, pero había quienes cuestionaban sus capacidades para gobernar. El mayor, el Príncipe Daeron, era conocido como El Borracho, quien prefería ser denominado Príncipe de Refugio Estival porque Rocadragón le parecía una residencia lúgubre. Después de él estaba el Príncipe Aerion, conocido como Llamabrillante o Fuegobrillante—un caballero prometedor pero cruel y caprichoso, y un aficionado a las artes oscuras. Ambos príncipes murieron antes que su padre, aunque tenían descendientes. El Príncipe Daeron engendró una hija, Vaella, en 222DC, pero la niña resultó ser de mente simple. El hijo de Aerion Llamabrillante nació en el 232 DC, quien le puso el siniestro nombre de Maegor, aunque el Príncipe Brillante moriría ese mismo año tras beber una copa de fuego valyrio creyendo que al hacerlo se transformaría en un Dragón.

La corona del Rey Maekar I El tercer hijo de Maekar, Aemon, era un niño aficionado a los libros quien había sido enviado a la Ciudadela en su juventud, quien emergió como un maestre juramentado y con cadena. El hijo más joven del rey era el Príncipe Aegon, quien había servido como escudero de un caballero errante—el mismo caballero errante en cuya defensa había muerto Baelor Lanzarrota—mientras era un niño, y se había ganado el nombre de “Egg.” “Daeron es una burla y Aerion un horror, pero Aegon es más que medio campesino” una ingeniosa frase se escuchó comentar.

Cuando el Rey Maekar murió en batalla en el 233DC, mientras lideraba su ejército contra un señor rebelde en las Marcas Dornienses, una gran confusión rodeó el tema de la sucesión. En vez de arriesgarse a otra Danza de Dragones, la Mano de Rey, Cuervo de Sangre, eligió llamar a un Gran Consejo para decidir la cuestión. En el 233 DC, cientos de señores de grandes y pequeños asentamientos se unieron en una asamblea en Desembarco del Rey. Con ambos hijos de Maekar muertos, habían cuatro posibles pretendientes. El Gran Consejo inmediatamente rechazó a la dulce pero poco capaz hija del Príncipe Daeron, Vaella. Solo unos pocos hablaron a favor del hijo de Aerion Llamabrillante, Maegor; un rey infante implicaría una larga y contenciosa regencia, y también había temor que el niño hubiera heredado la crueldad y locura de su padre. El príncipe Aegon era la elección obvia, pero algunos señores tambien desconfiaban de él, sus aventuras con el caballero errante lo habían vuelto “medio campesino” según muchos. Algunos lo odiaban, de hecho, se hizo un esfuerzo para que su hermano mayor el Maestre Aemon pudiera ser liberado de sus votos, pero Aemon lo rehusó. Mientras el Gran Consejo estaba debatiendo, otro pretendiente apareció en Desembarco de Rey: era Aenys Fuegoscuro, el quinto hijo de los siete engendrados por el Dragón Negro. Cuando el Gran Consejo había sido anunciado por primera vez, Aenys había escrito desde el exilio en Tyrosh, exponiendo su caso con la esperanza que sus palabras pudieran ganarle el Trono de Hierro que sus predecesores habían fallado en ganar con la espada. Cuervo de Sangre, la Mano del Rey, había respondido ofreciéndole salvoconducto, para que el pretendiente pudiera ir a Desembarco del Rey y presentar su petición en persona. Imprudentemente, Aenys aceptó. Apenas había entrado en la ciudad cuando los capas doradas lo atraparon y lo arrastraron hasta la Fortaleza Roja, donde fue decapitado y su cabeza fue presentada a los Señores del Gran Consejo, como advertencia para cualquiera que aun tenga simpatía por los Fuegoscuro. Pronto, el “Príncipe que era un Huevo” (Egg significa Huevo en inglés) fue elegido por la mayoría del Gran Concilio. El cuarto hijo de un cuarto hijo, Aegon V seria ampliamente conocido como Aegon el Improbable por haber estado tan abajo en la línea sucesoria durante su juventud.

AEGON V EL PRIMER ACTO del reinado de Aegon fue arrestar a Brynden Ríos, la Mano del Rey, por el asesinato de Aenys Fuegoscuro. Cuervo de Sangre no negó haber atraído al pretendiente a su poder mediante la oferta de salvoconducto, pero argumento haber sacrificado su honor personal por el bien del reino. Aunque muchos estuvieron de acuerdo, y estaban complacidos de ver otro pretendiente Fuegoscuro removido, El Rey Aegon sentía que no tenía otra opción que condenar a la Mano, así la palabra del Trono de Hierro se vería menos terrible. Sin embargo luego de que la sentencia se pronunció, Aegon ofreció a Cuervo de Sangre la oportunidad de vestir el negro y unirse a la Guardia de la Noche. Y eso hizo. Ser Brynden Ríos se embarcó hacia el Muro luego en el año 233DC. (Nadie interceptó su barco). Doscientos hombres fueron con él, muchos de ellos arqueros de la guardia personal de Cuervo de Sangre, Los Picos del Cuervo. El hermano del rey, el Maestre Aemon, fue con ellos también.

Cuervo de Sangre se alzaría hasta convertirse en Lord Comandante de la Guardia de la Noche en el 239DC, sirviendo hasta su desaparición durante una expedición detrás del Muro en el 252DC.

El reinado de Aegon fue un desafió, comenzando en el medio de un invierno que había durado tres años y no mostraba señales de abatimiento. Había hambre y sufrimiento en el Norte, como había sido cien años atrás, en el largo invierno que regio desde el 130 al 135DC. El Rey Aegon, siempre se interesaba por ayudar al pobre y al débil, hizo lo que pudo para incrementar el flujo de grano y otras comidas al Norte, pero algunos sentían que hacía mucho en su consideración. Su liderazgo seria rápidamente puesto a prueba por aquellos cuyos negocios cuestionaba cuando era príncipe, intentando reducir sus derechos y privilegios. No termino el problema de los Fuegoscuro con la muerte de Aenys Fuegoscuro; la infame traición de Cuervo de Sangre solo había endurecido la enemistad de los exiliados al otro lado del mar Angosto. En el 236DC, cuando un cruel invierno de seis años de duración llegaba a su fin, la Cuarta Rebelión Fuegoscuro vio al supuesto Rey Daeron III Fuegoscuro, hijo de Haegon y nieto de Daemon I, cruzar el mar Angosto con Aceroamargo y la Compañía Dorada, en un nuevo intento de tomar el Trono de Hierro. Los invasores desembarcaron en el Garfio de Massey, al sur de la Bahía del Aguasnegras, pero pocos se acercaron a sus Estandartes. El mismo Rey Aegon V cabalgo a su encuentro, con tres de sus hijos a su lado. En la batalla del Puente Wedwater, los Fuegoscuro sufrieron una aplastante derrota, y Daemon III fue asesinado por el caballero de la Guardia Real Ser Duncan el Alto, el caballero errante a quien “Egg” sirvió como escudero. Aceroamargo eludió su captura y escapo una vez más, para emerger unos años mas tarde en las Tierras de la Discordia, peleando con sus mercenarios en una significante escaramuza entre Tyrosh y Myr. Ser Aegor Ríos tenia sesenta y nueve años de edad cuando cayó, y se dice que murió como había vivido, con la espada en mano y provocación en sus labios. Aun así su legado seguiría vivo en la Compañía Dorada y el linaje Fuegoscuro al cual el sirvió y protegió.

Aegon el Improbable (parado atrás) y sus hijos (de izquirda a derecha) Duncan, Jaeharys, y Daeron Habría otras batallas durante el reinado de Aegon V, el Improbable rey, fue forzado a gastar mucho de su reinado en armaduras. A pesar de ser amado por el pueblo, El Rey Aegon hizo muchos enemigos entre los señores de la realeza, aquellos cuyos poderes quería disminuir. El promulgo numerosas reformas y garantizo los derechos y protecciones de los a los hombres comunes como nunca antes habían conocido, pero todo esa medidas provocaron una fiera oposición y a veces oposición abierta entre los señores. El más abierto de sus enemigos fue tan lejos como para denunciar a Aegon V como un “tirano con las manos manchadas de sangre que intentaba privarlos de sus derechos y libertades dadas por los dioses.” Era bien conocido que la resistencia con el agoto la paciencia de Aegon—en especial con el compromiso que un rey debe tomar de regir bien a veces deja que sus más grandes esperanzas se alejen mas y mas en el futuro. Como un desafiante seguía a otro, su Gracia se encontraba forzado a ceder ante los reacios señores más de lo que él deseaba. Un estudiante de historia y amante de los libro, a Aegon V se lo oía a menudo decir que si solo tuviera dragones, como el primer Aegon tuvo, el podría arma el reino de nuevo, con paz , prosperidad y justicia para todos. Incluso sus hijos se probaron un desafió para su rey de buen corazón, cuando ellos pudieron haber sido una fortaleza. Aegon V se caso por amos, tomando como esposa a Lady Betha Blackwood, la virtuosa (algunos dicen que voluntariosa) hija del señor de Árbol de Cuervos, quien se volvió conocida como Betha Negra por sus oscuros ojos y su pelo de cuervo. Cuando se casaron, en el 220DC, ella tenía diecinueve y el veinte, tan abajo en la línea sucesoria la unión no provoco oposición. En los años siguientes, Betha Negra dio a Aegon tres hijos (Duncan, Jaeharys, y Daeron) y dos hijas (Shaera y Rhaelle). Hacia mucho que era la costumbre de la Casa Targaryen de casar a hermano y hermana para mantener la pureza en la sangre de dragón, pero por alguna razón, Aegon V se había convencido que dichas uniones incestuosas hacían más mal que bien. En cambio decidió unir a sus hijos en matrimonio con los hijos e hijas de los más grandes señores

de los Siete Reinos, con la esperanza de ganar su apoyo para las reformas y fortalecer su gobierno. Con la ayuda de Betha Negra, un número de ventajosos arreglos matrimoniales fueron hechos y celebrados en el 237DC cuando los hijos de Aegon todavía eran jóvenes. Los matrimonios tomaron lugar, mucho bien vendría de ellos… pero Su Gracia había fallado en tomar en cuenta la voluntad de su sangre. Los hijos de Betha Negra resultaron ser tan tercos como su madre, y como su padre también, eligieron seguir sus corazones eligiendo sus parejas. Duncan el hijo mayor de Aegon, Príncipe de Rocadragon y heredero del trono, fue el primero en defraudarlo. Tirando por la borda un matrimonio con una hija de la Casa Baratheon de Bastión de las Tormenta, Duncan se enamoro de una extraña, amorosa, y misteriosa chica que se llamaba a si misma Jenny de Piedraviejas en 239DC, cuando viajaba por la tierras de los ríos. Aunque ella viva salvajemente entre las ruinas y se decía descendiente de un hace mucho desaparecido Rey de los Primeros Hombre, pero los aldeanos de las villas aledañas se reían de esos cuentos, insistiendo que ella solo era una paisana medio loca, y quizás una bruja. Era cierto que Aegon había sido amigo de los aldeanos, prácticamente habia crecido entre ellos, pero consentir el matrimonio del heredero del trono con una mujer común y de nacimiento incierto estaba mas allá del. Su Gracia hizo lo que pudo para que el matrimonio no se celebre, demandando a Duncan poner a Jenny a un lado. El príncipe compartía la terquedad de su padre, de cualquier manera, el se reusó. Incluso cuando el Septón Supremo, el Gran Maestre, y el consejo privado se unieron para insistir al Rey Aegon que fuerce a su hijo a elegir entre el Trono de Hierro y su mujer salvaje de los bosques, Duncan no balbucearía. En vez de darse de renunciar a Jenny, el abjuro en la corte a favor de su hermano Jaehaerys, y abdico como Príncipe de Rocadragon. Eso no restauró la paz, ni ganó la amistad de Bastión de las Tormentas de nuevo. El padre de la mujer deshonrada, Lord Lyonel Baratheon de Bastión de las Tormentas conocido como la Tormenta que Ríe y famoso por su habilidad en batalla no era un hombre fácil de apaciguar cuando su orgullo era herido. Lanzó una corta y sangrienta rebelión, que termino tan sólo cuando Ser Duncan de la Guardia Real derroto a Lord Lyonel en combate singular, y el Rey Aegon dio su solemne palabra de que su hija más joven, Rhaelle, se casaría con el heredero de Lord Lyonel. Para sellar el trato, la Princesa Rhaelle fue enviada a Bastión de las Tormentas para servir a Lord Lyonel como copera y compañía para su señora esposa. Jenny Piedrasviejas—Lady Jenny, como la llamaban por cortesía— fue eventualmente aceptada en la corte, y en todos los Siete Reinos los campesinos le tomaron un cariño especial. Ella y su príncipe, ahora conocido como el Príncipe de las Libélulas, fueron los sujetos favoritos de las canciones por muchos años.

Jenny de Piedrasviejas fue acompañada a la corte por una enana, una mujer albina quien en las Tierras de los Ríos tenía reputación de ser una bruja de los bosques. La misma Lady Jenny clamó, en su ignorancia, que ella era una niña del boque.

El siguiente fue el Príncipe Jaehaerys, ahora Príncipe de Rocadragon. A pesar de que el Rey Aegon había adquirido una distancia por la costumbre Valyria del matrimonio incestuoso durante sus años entre los aldeanos, el Príncipe Jaehaerys era más tradicional, desde una edad muy temprana él se había enamorado de su hermana Shaera y soñaba con casarse con ella como en la antigua moda Targaryen. Una vez

advertido de sus deseos, El Rey Aegon y la Reyna Betha hicieron su mejor esfuerzo por separlos, pero la distancia solo mostro inflamar la pasión mutua entre el príncipe y la princesa. El Príncipe Jaehaerys no era pujante como su hermana, pero cuando Duncan desafió a su padre siguiendo su propio corazón, y el rey y la corte cedieron a su deseo, el joven príncipe no fallo en tomar nota. En el 240DC, un año después del casamiento de Príncipe Duncan, el Príncipe Jaehaerys y la Princesa Shaera eludieron a sus guardias y se casaron secretamente. Jaehaerys tenía quince y Shara catorce al momento de la boda. Para cuando el rey y la reina se enteraron de lo que había sucedido, el matrimonio ya se había consumado. Aegon sintió que no había opción más que aceptarlo. Otra vez el rey tuvo que lidiar con el orgullo herido y la ira de las nobles casas insultadas, ya que Jaehaerys estaba prometido a Celia Tully, hija del Lord de Aguasdulces, y Shaera a Luthor Tyrell, heredero de Alto Jardín

Jaehaerys y Shaera tendrían dos hijos, Aerys y Rhaella. En la palabra de la bruja de los bosques de Jenny Piedrasviejas, el Príncipe Jaehaerys determinó casar a Aerys con Rhaelle, o eso es lo que la corte le dijo. El Rey Aegon se lavó las manos en frustración, dejando al príncipe hacer su voluntad.

Corrompido por el ejemplo de sus hermanos, incluso el hijo menor de Aegon el Principe Daeron afligió a su padre de la misma manera. A pesar de ser prometido con Lady Olenna Redwyne del Arbor cuando ambos tenían nueve, el Príncipe Daeron repudiaría la unión en el 246DC, cuando tenía dieciocho… aunque en este caso, parece no haber otra mujer, Daeron continuó sin casarse por el resto de su corta ida. Un soldado que se regocijaba en torneos y en batalla, el prefería la compañía de Ser Jeremy Norridge, un apuesto caballero quien había estado con el príncipe desde que ambos eran escuderos en Alto Jardín. El Príncipe Daeron trajo a su padre, Aegon, un profundo dolor cuando fue asesinado en batalla en el 251DC, liderando un ejército contra la Rata, el Águila, y el Cerdo. Ser Jeremy murió a su lado, pero la rebelión fue reprimida, y los rebeldes asesinado o colgados. En 258DC en Essos, otro desafío roso el reinado de Aegon, cuando nueve criminales, exiliados, piratas, y capitanes mercenarios se juntaron en las Tierras de la Discordia detrás del Árbol de las Coronas para formar una perversa alianza. La Banda de los Nueve escribió su juramento de mutua ayuda y apoyo para tallar un reino para cada uno de sus miembros. Entre ellos estaba el último Fuegoscuro, Maelys el Monstruoso, quien había comandado la Compañía Dorada, y el reino que ellos planeaban ganar para ellos era Los Siete Reinos. El Príncipe Duncan, fue avisado de este pacto, famosamente conocido que las coronas fueron vendidas a nueve peniques; luego la Banda de los Nueve se volvería conocida como los Reyes Nueve peniques en Poniente. Fue pensado al principio que las Ciudades Libres de Essos darían su poder contra ellos y pondrían fin a sus pretensiones, pero nada de esto fue hecho, Maelys y sus aliados se volcarían contra Los Siete Reinos. Pero esa no era una gran urgencia para ellos, y el Rey Aegon no aparto la vista de su reinado. E intentaba una cosa más: dragones. Cuando se volvía mayor, a Aegon V vinieron sueños de dragones volando otra vez sobre Los Siete Reinos de Poniente. En esto, el no era distinto a sus predecesores, quienes trajeron septones a rezar sobre el ultimo huevo, magos que usen hechizos sobre ellos, y maestres para examinarlos. Aunque amigos y consultores trataron de disuadirlo, el Rey Aegon estaba más convencido de que solo con dragones podría ganar suficiente poder para hacer los cambios que deseaba hacer en el

reino forzar a los orgullosos y rencorosos señores de Los Siete Reinos a aceptar sus decretos. El último año del reinado de Aegon fue consumido por la búsqueda de antiguos conocimientos sobre dragones traídos de Valyria, y se decía que Aegon comisiono travesías a lugares tan lejanos como Asshai de la Sombra con la esperanza de encontrar textos y conocimientos que no habían en Poniente. En lo que se convirtió el sueño de dragones fue una atroz tragedia nacida en un momento de alegría. En el trascendental año de 259DC, el rey convoco a muchos de los más cercanos a él a Refugio Estival, su castillo favorito, para celebrar el nacimiento de su primer bisnieto, un niño luego llamado Rhaegar, de su nieto Aerys y su nieta Rhaella, los chicos del Príncipe Jaehaerys. Es desafortunado que la tragedia ocurrida en Refugio Estival dejo unos pocos invitados vivos, y aquellos sobrevivientes no hablarían de ello. Una atormentada pagina de la historia de Gyldayn—seguramente una de las últimas escritas antes de su muerte—nos dan algunas pistas, pero la tinta que fue derramada sobre ella por accidente borró demasiado.

DE LA HISTORIA DEL ARCHIMAESTRE GYLDAN … la sangre del dragón reunida en uno… … siete huevos, para honrar a los siete dioses, aunque el septón del rey le había advertido… … piromantes… … fuego valyrio… … las llamas se salieron de control… violentamente… tan caliente que… … murió, pero gracias al valor del Lord Coman…

La tragedia de Refugio Esquival

JAEHAERYS II LA TRAGEDIA DE Refugio Esquival llevó a Jaehaerys, el Segundo de Su Nombre, al Trono de Hierro en el 259DC. Ni bien se había puesto la corona Los Siete Reinos se encontraron envueltos en la guerra, los Reyes Nuevepeniques habían capturado y saqueado la Ciudad Libre de Tyrosh y embarcaron a los Peldaños de Piedra, desde ahí, planeaban atacar Poniente.

LOS NOMBRES Y ESTILOS DE LA BANDA DE LOS NUEVE, QUIENES CAUSARON, GRAN AGITAMIENTO EN ESSOS Y LOS PELDANIOS DE PIEDRA La Vieja Madre: Una reina pirata. Samarro Saan, el Ultimo Valyrio: Un notorio pirata de una notoria familia de piratas de Lys, con sangre de Valyria en sus venas. Xhobar Qhoqua, el Príncipe Menguante: Un príncipe exiliado de las Islas de Verano, el había encontrado su fortuna en las Tierras de la Discordia y lideraba una compañía mercenaria. Liomond Lashare, el Señor de las Batallas: Un famoso capitán mercenario. Spotted Tom el Carnicero: Oriundo de Poniente, el era un capitán de una compañía libre de las Tierras de la Discordia. Ser Derrick Fossoway, la Manzana Mala: Un exiliado de Poniente, y un caballero de reputación oscura. Nueve Ojos: Capitán de la Jolly Fellows. Alequo Adarys, la Lengua de Plata: Un príncipe mercante de Tyrosh quien era adinerado y ambicioso. Maelys Fuegoscuro, el Monstruoso: Capitán de la Compañía Dorada, nombrado por su grotescamente grandes torso y brazos, temida fuerza, y naturaleza salvaje. Una segunda tenía una segunda cabeza en su nuca, no más grande que la primera. El se gano el comando de la Compañía Dorada mediante una pelea con su primo, Daemon Fuegoscuro, para ello, mato a su primo con un simple golpe y luego estiro la cabeza de Daemon hasta que se separo de sus hombros.

Jaehaerys conocía la intenciones de la Banda de los Nueve de ganar Los Siete Reinos para Maelys el Monstruoso, quien se había declarado a el mismo Rey Maelys I Fuegoscuro, pero como su padre, Aegon, Jaehaerys había esperado que la alianza se quedara en Essos, o su caída de la mano de un alianza entre las Ciudades Libres. Ahora el momento estaba a la mano, y Aegon V se fue, como también el Príncipe de las Libélulas. El Príncipe Daeron, el esplendido caballero, había muerto hace años, dejando solo a Jaehaerys, el menos marcial de los tres hijos de Aegon. El nuevo rey tenía treinta y cuatro años de edad cuando ascendió al Trono de Hierro. Ninguno podría haberlo llamado formidable. A diferencia de sus hermanos, Jaehaerys II Targaryen era delgado y esquelético, y había enfrentado varios achaques durante su vida. Pero no le faltaba coraje, o inteligencia. Dejando de lado los planes de su padre, Su Gracia puso de lado su grieta, llamando a sus abanderaros, y resolviendo

encontrarse con los Reyes Nueve peniques en los Peldaños de Piedra, eligiendo llevar la guerra a ellos antes de esperar a su desembarque en las costas de Los Siete Reino. El Rey Jaehaerys había intentado liderar el ataque sobre los Reyes Nueve peniques el mismo. Pero su Mano, Lord Ordmund Baratheon, los persuadió que eso no sería sabio. EL Rey no estaba acostumbrado a los rigores de las campañas y no era habilidoso con las armas, la Mano señalo, que sería tonto arriesgarse a perderlo a él en batalla tan pronto luego de la tragedia de Refugio detalles de la pelea. Jahaerys finalmente se dejó convencer para quedarse en Desembarco con su reina. El comando del ejército le fue concedido a Lord Ormund, como Mano del Rey, En 260DC, sus eñoria desembarco los ejércitos Targaryen sobre tres de los Peldaños de Piedra, y la Guerra de los Reyes Nuevepeniques se tornó sangrienta. La batalla bramó a lo largo de las islas y los canales entre ellas por la mayor parte del año. “Relatos de la Guerra de los Reyes Nuevepenique” del Maestre Eon, uno de las mejores obras de su tipo, es una espléndida fuente de detalles sobre el enfrentamiento, narrando las múltiples batallas por tierra y mar, y todas las notables hazañas de guerra. Lord Ordmund Baratheon, el comandante Ponienti, fue de los primero en perecer. Caído bajo las manos de Maelys el Monstruoso, el murió en los brazos de su hijo y heredero, Steffon Baratheon.

Ser Barristan Selmy y Maelys el Monstruoso enfrentados en combate.

El comando de las huestes Targaryen pasaron al joven nuevo Lord Comandante de la Guardia Real, Ser Gerold Hightower, el Toro Blanco. Hightower y sus hombres fueron duramente presionados por un tiempo, pero cuando la guerra se balanceo, un joven caballero llamado Ser Barristan Selmy mato a Maelys en combate singular, ganando un eterno renombre y decidiendo el asunto en un saque, los restantes de los Reyes Nueve peniques tenían poco o ningún interés en Poniente y pronto volvieron a sus propios dominios. Maelys el Monstruoso fue el quinto de los Pretendientes Fuegoscuros; con su muerte, la maldición que Aegon el Indigno había infringido en los Siete Reinos por dar su espada a su hijo bastardo finalmente termino. Medio año de dura lucha continuo antes de que los Peldaños de Piedra y la Tierras de la Discordia fueran liberadas de los restantes de la Banda de los Nueve, y serian seis años antes de que Alequo Adarys, el Tirano de Tyrosh, fue envenenado por su reina y el Arconte de Tyrosh fue restaurado. Para Los Siete Reinos, esa ha sido una grandiosa victoria, aunque no sin el coste de vida o sufrimiento. Luego el reino volvió a estar en paz. Aunque nunca fuerte, Jaehaerys II probó ser un rey capaz, restaurando el orden en Los Siete Reinos y reconciliando a muchas de las grandes casas quienes se habían mantenido descontentos con el Trono de Hierro por las reformas del Rey Aegon V. Pero su regencia resulto corta. En 262DC, el Rey Jaehaerys II enfermo y murió en cama luego de una corta enfermedad, convaleciendo de una repentina falta de aire en la respiración. El tenía treintaisiete años de edad a su paso a la otra vida, y se había sentado en el Trono de Hierro por unos escasos tres años.

AERYS II AERYS TARGARYEN, el Segundo de su Nombre, solo tenia dieciocho años de edad cuando ascendió al Trono de Hierro en el año 262DC, al morir su padre, Jaehaerys, después de poco más de tres años de reinado. Un joven apuesto, Aerys había peleado galantemente en los Peldaños de Piedra durante la Guerra de los Reyes Nuevepeniques. A pesar de que no era ni el más diligente de los principes, ni el más inteligente, tenía un innegable encanto que le hizo ganar muchos amigos. Tambien era vanidoso, orgulloso y cambiante, rasgos que hacian que fuera presa facil de aduladores y zalameros, pero esos fallos no fueron aparentes para todos al momento de su ascenso. Ni el más sabio podría haber sabido que Aerys II seria conocido en un tiempo como el Rey Loco, ni que su reinado pondría fin a casi tres siglos de reinado Targaryen en Poniente. Apenas se puso su corona Aerys, en ese fatídico año 262DC, un hijo lozano y moreno llamado Robert había nacido de su primo Steffon Baratheon y su señora esposa en Bastión de Tormentas, mientras lejos, en el norte, en Invernalia, Lord Rickard Stark celebraba el nacimiento de su propio hijo, Brandon. Otro Stark, Eddard, le siguió pasado un año. Esos tres niños jugarían, a su debido tiempo, un rol crucial en la caída de los dragones. El nuevo rey ya había dado al reino un heredero en la persona de su hijo Rhaegar, nacido entre las llamas de Refugio Estival. Aerys y su reina, su hermana Rhaella, eran jóvenes, y se anticipaba que tendrían muchos más hijos. Esta era una cuestión vital, ya que las tragedias del reinado de Aegon el Indigno habían podado el noble arbol de la Casa Targaryen hasta reducirlo a un par de ramas solitarias. Aerys II no carecía de ambición. Apenas coronado, declaró que era su deseo se rel rey más grande en la historia, un concepto que ciertos amigos suyos reforzaron sugiriendo que algún día sería recordado como Aerys el Sabio o Aerys el Grande. La corte de su padre había estado compuesta de ancianos y expertos hombres, muchos de los cuales también habían servido durante el reinado del Rey Aegon V. Aerys los echó a todos, reemplazandolos por caballeros de su propia generación. Lo más notable fue que le dio el retiro a la madura y excesivamente cauta Mano, Edgar Sloane, y nombró en su lugar a Ser Tywin Lannister, el heredero de Roca Casterly. A los veinte años de edad, Ser Tywin se convirtió asi en la Mano más joven de la historia de los Siete Reinos. Muchos maestres, hasta hoy, insisten en que ese nombramiento fue la cosa más sabia que hizo jamás “Aerys el Sabio”. Aerys y Tywin se conocían desde su niñez. De muchacho, Tywin había servido de paje real en Desembarco del Rey. El y el príncipe Aerys, junto a un paje más joven, el primo del príncipe, Steffon Baratheon de Bastión de Tormentas, se volvieron inseparables. Durante la Guerra de los Reyes Nuevepeniques, los tres amigos habían luchado juntos, Tywin como un nuevo caballero, y Steffon y el principe Aerys como escuderos. Cuando el príncipe Aerys ganó sus espuelas a los dieciseis fue Ser Tywin quien dio la señal de honor para nombrarlo caballero. En el 261DC habia probado su proeza como comandantecuando redujo un levantamiento de dos de los mayores vasallos de su padre, los Lords Tarbeck y Reyne. A pesar de que la brutalidad de sus métodos provocó la crítica de algunos, nadie puede discutir que Ser Tywin devolvió el orden a las tierras del oeste luego del caos y conflicto del mandato de su padre. Aerys Targaryen y Tywin Lannister formaron una improbable alianza, deberia decirse, El joven rey era vivo y activo en los tempranos años de su reinado. Amaba la música, los bailes de máscaras y era excesivamente dado a las jovenes mujeres, llenando su corte

con doncellas de cada rincón del reino. Algunos dicen que tuvo tantas amantes como su antecesor Aegon el Indigno (una afirmación dudosa dado todo lo que conocemos de ese monarca): A diferencia de Aegon IV, de todas formas, Aerys siempre parecía perder el interes por sus amantes rápido. La mayoría no duraba más de una quincena y muy pocas más de medio año. Su Gracia estaba llena de grandiosos proyectos. Poco después de su coronación, anunció su intento de conquistar los Peldaños de Piedra y hacerlo parte del reino para siempre. En el 264DC una visita de Rickard Stark a Desembarco del Rey despertó su interés por el Norte, y elaboró un plan para construir un nuevo Muro unos 480 kilómetros (100 leguas) al norte del existente, y reclamar todas las tierras entre ellos. En el 265DC, ofendido por “la pestilencia de Desembarco del Rey”, habló de construir una “ciudad blanca” totalmente construida de marmol en la orilla sur del rio Aguasnegras. En el 267DC, después de una disputa con el Banco de Hierro de Braavos sobre cierto dinero prestado a su padre, anunció que construiría "la mayor flota en la historia del mundo" para hacer arrodirllarse al Titán. En el 270DC, durante una visita a Lanza del Sol, le dijo ala princesa de Dorne que el haría "florecer a los desiertos de Dorne" cavando un gran canal subterráneo bajo las montañas para traer agua del bosque lluvioso.

El Rey Aerys, el Segundo de su Nombre

Ninguno de estos planes dio frutos, es más, la mayoría fueron olvidados en un cambio de luna, ya que Aerys parecía aburrirse cada vez más con sus entusiasmos reales tan rápido como lo hacía con sus amantes reales. Y aun asi, los Siete Reinos prosperaron, ya que la Mano del Rey era todo lo que el rey no-diligente, decisivo, incansable, tremendamente inteligente, justo y severo. “Los dioses hicieron y dieron forma a este hombre para gobernar”escribiío el Gran Maestre Pycelle sobre Tywin Lannister en una carta a la Ciudadela luego de servir junto a él durante dos años en el consejo privado. Y gobernó. Mientras la conducta del propio rey se volvía más errática, cada vez el goberino rutinario del reino recaía en su Mano. El reino prosperó durante la administración de Tywin Lannister-tanto que los caprichos sin fin de Aerys no parecian tan portentosos. Muchos de los Targaryen que lo precedieron mostraron un comportamiento similar sin gran motivo para preocupación. Desde Antigua hasta el Muro, los hombres comenzaron a decir que Aerys podría estar usando la corona pero era Tywin Lannister quien gobernaba el reino. Fue Tywin Lannister quien arregló la disputa de la corona con los Bravoosi (aunque sin hacer arrodillarse al Titán) pagando las sumas de dinero prestadas a Jaehaerys II con oro de Roca Casterly, asumiendo pues las deudas. Tywin se ganó la aprobación de muchos grandes lores derogando las leyes que Aegon V había dictado para frenar su poder. Tywin redujo las tarifas y las tasas a los barcos entrando y saliendo de las ciudades de Desembarco del Rey, Lannisport y Antigua, ganandose el apoyo de muchos mercaderes ricos. Tywin construyó nuevos caminos y reparó los antiguos, oganizó muchos torneos sobre el reino para el deleite de caballeros y comunes, cultivó el comercio con las Ciudades Libres y castigó duramente a los panaderos hallados culpables de agregar aserrín a su pan y a carniceros que vendían carne de caballo como carne común. En todos esos esfuerzos fue ayudado por el Maestre Pycelle, cuyas notas sobre el reinado de Aerys II nos dan el mejor retrato de esos tiempos. Pero a pesar de aquellos logros, Tywin Lannister era poco querido. Sus rivales le acusaban de carecer de humor, de ser rencoroso, inflexible, orgulloso, y cruel. Sus lords banderizos lo respetaban y seguian fielmente en la paz y en la guerra, pero ninguno podía en verdad llamarse su amigo. Tywin despreciaba a su padre, el poco voluntarioso, gordo e ineficaz Lord Tytos Lannister, y su relación con sus hermanos Tygett y Gerion eran notablemente tormentosa, Mostró más atención por su hermano Kevan, un confidente cercano y compañía constante desde su infancia, y su hermana Genna, pero aun en esos casos, Tywin Lannister aparecía más empujado por el deber que por el afecto. En el 263DC, luego de un año como Mano del Rey, Ser Tywin se casó con su bella prima Joanna, quien había llegado a Desembarco del Rey en el 259DC para la coronación del rey Jaehaerys II y se quedó luego como dama de honor de la Princesa (más tarde Reina) Rhaella. La novia y el novio se conocían desde que eran niños juntos en Roca Casterly. A pesar de que Tywin Lannister no era un hombre dado a mostrarse en público, se dice que el amor por su dama era profundo y duradero. “Solo Joanna conoce de verdad al hombre bajo la armadura”, escribió el Gran Maestre Pycelle a la Ciudadela, “y todas sus sonrisas le pertenecen a ella y a nadie más que ella: Juro que observé como ella lo hacía reir no una, ¡sino tres veces!” Lamentablemente, el matrimonio entre Aerys II Targaryen y su hermana, Rhaella, no era tan feliz; a pesar de que ella hacía la vista gorda a la mayoría de las infidelidades del rey, la reina no aprobaba su "convertir a mis damas en sus putas" (Joanna Lannister no fue la primera dama en ser despedida abruptamente del servicio de Su Gracia, ni fue la última), Las relaciones entre el rey y la reina se volvieron aún más tensas cuando Rhaella comprobó que era incapaz de dar a Aerys más hijos. Abortos en el 263 y 264

fueron seguidos de una niña muerta nacida en el 267. El Principe Daeron, nacido en el 269, solo sobrevivió medio año. Luego vino otro bebé muerto en el 270, otro aborto en el 271 y el Príncipe Aegon, nacido con dos cambios de luna de antelación en el 272, muerto en el 273.

El rumor injurioso de que Joanna Lannister perdió la virginidad con el Principe Aerys la noche de la boda de la coronación de su padre y disfrutó un breve reinado como su amante luego de que ascendiera al Trono de Hierro puede ser fácilmente descontados. Tal como escribe Pycelle en sus cartas, Tywin Lannister dificilmente hubiera tomado como esposa a su prima si eso hubiera sido verdad, "ya que siempre fue un hombre orgulloso y no uno acostumbrado a hacerse un festín con las sobras de otro", Ha sido fiablemente informado, no obstante, que el rey Aerys se tomó libertades no deseadas con la persona de Lady Joanna durante su ceremonia de encamamiento, para el disgusto de Tywin. No mucho después, la Reina Rhaella despidió a Joanna Lannister de su servicio. Jamás se dio una razón para esto, pero Lady Joanna se marchó a Roca Casterly de inmediato y rara vez visitó Desembarco del Rey despues de aquello.

Al principio, Su Gracia consoló a Rhaella en su pena, pero con el tiempo su compasión se volvió sospecha. Para el año 270DC, había decidido que la reina le estaba siendo infiel. "Los dioses no sufrirán un bastardo sentado en el Trono de Hierro", le dijo a su consejo privado; ninguno de los nacimientos muertos, abortos o principes muertos eran suyos, proclamó el rey. Luego de aquello, le prohibió a la reina dejar los confines del Torreón de Maegor y decretó que de alli en adelante dos septas compartirían su cama cada noche, “para asegurarse que se mantuviera leal a sus votos”. Lo que Tywin Lannister hizo de esto no está documentado, pero en el 266DC, en Roca Casterly, Lady Joanna dio a luz a dos gemelos, una niña y un niño, “saludables y hermosos, con el pelo como oro batido”. Este nacimiento sólo exacerbó la tensión entre Aerys II y su Mano. “Parece que me casé con la mujer equivocada”, se dice que dijo Su Gracia, cuando se le informó del feliz evento. Aun así, envió a cada niño su peso en oro como regalo del día de su nombre y ordenó a Tywin que los trajera a la corte cuando fuesen lo suficientemente mayores como para viajar. “Y trae a su madre también, ya que hace mucho tiempo que no miro su rostro”, insistió. El siguiente año, el 267DC, vio la muerte de Lord Tytos Lannister, a la edad de cuarenta y seis. Se afirma que su corazón de caballero estalló mientras subia una empinada escalera en espiral hacia la habitación de su amante. Cuando esto ocurrió, Ser Tywin Lannister se convirtió en Señor de Roca Casterly y Guardián del Oeste. Cuando volvió al oeste a asistir al funeral de su padre y poner orden en las tierras del oeste, el rey Aerys decidió acompañarle. A pesar de que Su Gracia dejó a la reina en Desembarco del Rey (Su Gracia estaba embarazada del bebé que probaria ser la princesa Shaena, nacida muerta), tomó a su hijo de ocho años Rhaegar, Príncipe de Rocadragón, y mas de la mitad de la corte. La mejor parte del año siguiente, los Siete Reinos fueron gobernados desde Lannisport y Roca Casterly, que era donde residían el rey y su Mano. El cortejo volvió a Roca Casterly en el 268DC, y el gobierno volvio a ser como antes… pero estaba claro para todos que la amistad entre el rey y su Mano se estaba deshilachando. Donde antes Aerys se habia puesto del lado de Tywin Lannister en la mayor parte de los asuntos de importancia, ahora los dos hombres empezaron a estar en desacuerdo.

Durante una guerra comercial entre las Ciudades Libres de Myr y Tyrosh de un lado y Volantis en la otra, Lord Tywin abogó por una política de neutralidad; el Rey Aerys vio más ventajoso proveer de oro y armas a los Volantinos. Cuando Lord Tywin resolvió una disputa de fronteras entre la Casa Blackwood y la Casa Bracken a favor de los Blackwood, Su Gracia hizo caso omiso de él y le dio el molino en disputa a Lord Bracken. A pesar de las enérgicas objeciones de su Mano, el rey dobló las tasas de puerto en Desembarco del Rey y Antigua, y las triplicó en Lannisport y el resto de puertos y muelles del reino. Cuando una delegación de pequeños señores y mercaderes ricos llegó frente al Trono de Hierro para quejarse, no obstante, Aerys culpó a la Mano por las subas, diciendo, “Lord Tywin caga oro, pero últimamente estaba estreñido y tenía que encontrar otra forma de llenar nuestros cofres”. Luego de eso, Su Gracia restauró las tasas de puerto y tarifas a los niveles anteriores, ganando mucha aclamación para si mismo y dejando la ignominia para Tywin Lannister. La creciente grieta entre el rey y la Mano del Rey fue también aparente en temas de citas. Mientras que anteriormente Su Gracia había hecho caso de los consejos de su Mano, cesiones, honores y herencias tal como Lord Tywin recomendaba, después del 270DC empezó a ignorar a los sugeridos para su señorío, a favor de los de su propia elección. Muchos hombres del oeste se encontraron despedidos del servicio del rey solo por causa de la sospecha de que pudieran ser "hombres de la Mano". En su lugar, el Rey Aerys puso a sus favoritos… pero el favor del rey se había vuelto algo arriesgado, y su desconfianza algo fácil de despertar. Ni los parientes de la Mano estuvieron exentos del desagrado real. Cuando Lord Tywin quiso nombrar a su hermano Ser Tygett Lannister como el maestro de armas de la Fortaleza Roja, el Rey Aerys le dio el puesto en cambio a Ser Willem Derry. A esta altura, el Rey Aerys se habia dado cuenta del la extendida creencia de que él no era sino un adorno y Tywin Lannister era el verdadero amo de los Siete Reinos. Esos sentimientos llenaron profundamente de ira al rey, y Su Gracia decidió desmentirlos y humillar a su “sirviente todopoderoso” y “ponerlo de nuevo en su lugar”. En el Torneo del Aniversario de 272DC, llevado a cabo para conmemorar los diez años de Aerys en el Trono de Hierro, Joanna Lannister trajo a sus gemelos de seis años Jaime y Cersei desde Roca Casterly para presentarlos a la corte. El rey (bastante pasado de copas) le preguntó a ella si haberles dado de mamar había “arruinado tus pechos, que eran tan altos y orgullosos”. La pregunta divirtió en grande a los rivales de Lord Tywin, quienes siempre disfrutaban ver a la Mano desairada o como blanco de bromas, pero Lady Joanna estaba humillada. Tywin Lannister intentó devolver su cadena la mañana siguiente, pero el rey rechazó su renuncia. Aerys II podría, por supuesto, haber despedido a Tywin Lannister en cualquier momento y nombrado a alguno de sus hombres Mano del Rey, pero en cambio, por alguna razón, el rey eligió mantener a su amigo de infancia cerca de él, trabajando para él, aunque hubiera empezado a socavarlo de todas las maneras. Los desaires y las burlas empezaron a hacerse más numerosos; los aspirantes a la corte que querían subir rápido aprendieron que la forma más rápida de llamar la atención del rey era mofándose de su solemne y seria Mano. Aun así, y con todo esto, Tywin Lannister sufrió en silencio. De cualquier forma, en el 273DC, Lady Joanna fue llevada a parto nuevamente en Roca Casterly, donde murió dando a luz al segundo hijo de Lord Tywin. Tyrion, como se llamó al bebé, era un bebé enano y malformado nacido con piernas mal desarrolladas, una gran cabeza y dispares y demoníacos ojos (algunos informes sugieren que tenía una cola, eliminada por orden de su padre). La ruina de Lord Tywin, llamaba el pueblo llano

a esta criatura contrahecha, y la Desgracia de Lord Tywin. Cuando escuchó del nacimiento, el Rey aerys dijo infamemente, “los dioses castigan tanta arrogancia. Se llevaron una flor de su mano y le pusieron un monstruo en reemplazo, para enseñarle al fin un poco de humildad”.

Lord Tywin Lannister, Mano del Rey. No tardaron mucho en llegar a Lord Tywin los dichos del rey, mientras hacía su duelo en Roca Casterly. Luego de eso, ni un ápice permaneció del viejo afecto entre los dos hombres. Nunca hombre de mostra sus emociones, Lord Tywin continuó siendo Mano del Rey, lidiando con el tedio diario de los Siete Reinos, mientras el rey se volvía cada vez más errático, violento y desconfiado. Aerys se empezó a rodear de informantes, pagando bellas sumas de dinero a hombres de dudosa reputación por rumores, mentiras e historias de traiciones, reales e imaginarias. Cuando uno de ellos informó que el capitán de la guardia personal de la Mano, un caballero llamado Ser Ilyn Payne,

había sido oido diciendo que era Lord Tywin quien de verdad gobernaba el reino, Su Gracia envió a la Guardia Real a arrestar al hombre y sacarle la lengua con tenazas al rojo vivo. El progreso de la locura del rey pareció detenerse en el 274DC, cuando la Reina Rhaella dio a luz a un hijo. Tan profundafue la alegria de Su Gracia que pareció devolverle a quien había sido…pero el Principe Jaehaerys murié ese mismo año, sumiendo a Aerys en la desesperación. En su ira negra decidió que la culpa era de la nodriza e hizo cortarle la cabeza. No mucho después en un cambio de idea, Aerys anunció que Jaehaerys había sido envenenado por su propia ama de casa, la joven hija de uno de sus caballeros domésticos. El rey hizo que torturaran a la chica y a sus parientes hasta la muerte. Durante la tortura, fue escrito, todos confesaron el asesinato, a pesar de que los detalles de su confesión fueron mayormente raros. Luego de eso, el Rey Aerys ayunó durante una semana e hizo una caminata de arrepentimiento a través de la ciudad hasta el Gran Septo, para orar con el Septón Supremo. Cuando regresó, Su Gracia anunció que de ahí en más dormiría solamente con su esposa legal, la Reina Rhaella. Si las crónicas pueden ser creídas, Aerys permaneció fiel a su voto, perdiendo todo interés en los encantos de las mujeres desde ese día en el 275DC. La nueva fidelidad de Su Gracia aparentemente agradó a la Madre Celestial, se diría, ya que el siguiente año, la Reina Rhaella le dio al rey el segundo hijo por el que había rezado. El príncipe Viserys, nacido en el 276DC, era pequeño pero robusto, y tan hermoso como nunca había visto Desembarco del Rey. A pesar de que el Principe Rhaegar a sus diecisiete tenía todo lo que podría desearse en un heredero, Poniente se alegró de saber que al fin tenía un hermano, otro Targaryen para asegurar la sucesión. No obstante, el nacimiento del Principe Viserys solo parecio hacer a Aerys II más miedoso y obsesivo. A pesar de que el nuevo principe parecia lo suficientemente sano, el rey estaba obsesionado en que sufriera la misma suerte que sus hermanos. La Guardia Real fue ordenada a estar noche y día con él para ver que nadie tocara al niño sin el permiso del rey. Hasta la mismísima reina tenía prohibido estar a solas con el pequeño. Cuando su leche se secó, Aerys insistió en tener su propio probador que chupara los pezones de la nodriza, para estar seguro de que la nodriza no había puesto veneno en sus pezones. A medida que iban llegando los regalos para el joven principe de todos los Señores de los Siete Reinos, el rey los apilaba y quemaba, temiendo que algunos de ellos estuvieran embrujados o malditos. Más tarde ese año, Lord Tywin Lannister, tal vez poco sabiamente, organizó un torneo en Lannisport en honor del nacimiento de Viserys. Puede que fuera pensado para ser un gesto hacia la reconciliación. Alli, la riqueza y el poder de la Casa Lannister fueron expuestos para que el reino los viera. El Rey Aerys al principio se negó a asistir, luego cedió, pero la reina y su nuevo hijo fueron confinados nuevamente en Desembarco del Rey. Alli, sentado en su trono entre cientos de notables en la sombra de Roca Casterly, el rey festejó vigorosamente cuando su hijo el Principe Rhaegar, recién nombrado caballero, desmontó a Tygett y a Gerion Lannister: Y hasta superó al galante Ser Barristan Selmy, antes de caer en el encuentro final contra el renombrado caballero de la Guardia Real Ser Arthur Dayne, la Espada del Amanecer. Tal vez buscando ganar ventaja en el espíritu de Su Gracia, Lord Tywin eligió esa misma noche para sugerir que era ya tiempo de que el heredero tuviera un propio heredero; propuso a su propia hija, Cersei, como esposa para el principe. Aerys rechazo la propuesta bruscamente, informando a Lord Tywin que era un buen y valioso

sirviente, pero no más que un sirviente al fin. Su Gracia tampoco accedió a apuntar al hijo de Lord Tywin, Jaime, como escudero del Principe Rhaegar; ese honor se lo dio en cambio a hijos de varios de sus propios favoritos, hombres conocidos por no ser amigos de la Casa Lannister o de la Mano. A esta altura era claro que Aerys II Targaryen estaba hundiéndose rápidamente en la locura, pero fue en el año 277DC que Su Gracia se hundió irrevocablemente en el abismo, con el Desafío de Duskendale. El antiguo pueblo portuario de Duskendale habia sido un sitio de reyes antiguos, en los dias de los Cien Reinos. Alguna vez el puerto más importante de la Bahía de Aguasnegras, el pueblo había visto su comercio menguar y su riqueza hundirse a medida que Desembarco del Rey crecía y florecía, un declive que su joven señor, Denys Darklyn, quiso parar. Muchos han debatido largo y tendido por qué Lord Darklyn hizo lo que hizo, pero la mayoría concuerda en que su esposa myriense, Lady Serala, jugó algún papel. Sus detractores la acusan a ella por completo de lo ocurrido; la Serpiente de Encaje, como la llamaban, envenenó a Lord Darklyn contra su reycon charlas de almohada. Sus defensores insisten en que la locura la hizo el propio Lord Denys; su esposa era odiada simplemente por ser una mujer nacida en el extranjero que rezaba a dioses ajenos a Poniente. El deseo de Lord Denys era ganar una cédula que para Duskendale que le diera más autonomía de la corona, como había hecho Dorne muchos años atrás, y eso comenzó el problema. Esto no le pareció una gran demanda; tales cédulas eran comunes al otro lado del Mar Angosto, como Lady Serala ciertamente le había contado. Aun asi, es comprensible que Lord Tywin, como Mano, rechazó firmemente sus peticiones, por temer que eso establecería un peligroso precedente. Furioso por la negativa, Lord Darklyn desarrolló otro plan para ganar su cédula (y con ella menores tasas para que Duskendale pudiera comerciar con Desembarco del Rey). El plan era una completa locura. El Desafío de Duskendale comenzó bastante silenciosamente. Lord Denys, viendo la conducta errática de Aerys, había empezado a tensar su relación con Lord Tywin, negándose a pagar las tasas que se esperaban de él e invitando al rey a ir a Duskendale a oir su petición. Parecería que lo más improbable era que el rey Aerys hubiera jamás considerado aceptar su invitación…hasta que Lord Tywin le aconsejó rechazar la petición en los términos más duros posibles, por lo que el rey decidió aceptar, informando al Gran Mastre Pycelle y al consejo privado que resolvería el asunto él mismo y obligaría al desafiante Darklyn a arrodillarse. Contrario a los consejos de Lord Tywin, el rey viajó a Duskendale con una pequeña escolta comandada por Ser Gwayne Gaunt de la Guardia Real. La invitación resultó ser una trampa, y una en la cual el rey Targaryen entró ciegamente. Fue capturado con su escolta, y algunos de sus hombres, el más notable de ellos Ser Gwayne, fueron asesinados tratando de defender a su rey. La respuesta inmediata a las noticias desde Duskendale fue shock, luego indignación. Habian quienes pedian un asalto al pueblo para liberar al rey y castigar a los rebeldes por su exceso. Pero Duskendale estaba rodeado por fuertes murallas, y el Fuerte Dun, la antigua residencia de la Casa Darklyn era aun más formidable. Tomarlo a la fuerza no sería tarea fácil. Lord Tywin mando entonces jinetes y cuervos reuniendo fuerzas mientras ordenaba a los Darklyn entregar al rey. En lugar de eso, Lord Denys respondió que. Si se producía algún intento de romper sus murallas, él daría muerte a Su Gracia. Algunos en el consejo privado cuestionaron esto, declarando que ningún hijo de Poniente se atrevería

jamás a cometer tan atroz crimen, pero Lord Tywin no se arriesgaría. En vez de eso, con un considerable ejercito, se movió para rodear Duskendale, cerrándolo por tierra y mar. Con un ejército real fuera de sus murallas y sus suministros cortados, la determinación de Lord Darklyn empezó a faltar. Hizo varios intentos de parlamentar, pero Lord Tywin, en lugar de eso, repitió su demanda de una completa e incondicional rendición del pueblo, el castillo y la liberación del rey.

El asedio de Duskendale. El Desafío duró medio año: Dentro de los muros de Duskendale, los ánimos comenzaron a agriarse a medida que sus almacenes y despensas se agotaron. Aun asi, acantonado dentro del antiguo Fuerte Dun, Lord Denys estaba convencido de que era solo cuestión de tiempo que Lord Tywin se debilitara y ofreciera mejores términos. Aquellos que conocen la determinación de Tywin Lannister lo saben mejor. En lugar de eso, el corazón de la Mano se volvió más duro, y envió al Señor de Duskendale la última solicitud de rendición. Si se negaba de nuevo, Lord Tywin prometía que tpmaría el pueblo por la fuerza y pasaría a cada hombre, cada mujer y cada niño de dentro por la espada. (El cuento, contado a menudo, de que Lord Tywin envió a su bardo para entregar el ultimatum, y le ordenó cantar “Las lluvias de Castamere” para Lord Denys y la Serpiente de Encaje es un detalle colorido que no es, sin embargo, algo respaldado por los registros. Muchos del consejo privado estaban fuera de Duskendale con la Mano, y muchos estaban en contra del plan de Lord Tywin basándose en que tal ataque podría ciertamente llevar a Lord Darklyn a asesinar al Rey Aerys. “Tal vez si, o tal vez no”, está asentado que respondió Tywin Lannister, “pero si lo hace, tenemos un mejor rey aquí mismo”: luego levantó la mano para señalar al Principe Rhaegar.

Los eruditos han debatido desde entonces sobre la intención de Lord Tywin. ¿Creía que Lord Tywin desistiría? ¿O esperaba, realmente, y tal vez quería ver morir a Aerys asi el Príncipe Rhaegar podría sentarse en el Trono de Hierro? Nadie lo sabrá nunca, gracias al coraje de Ser Barristan Selmy de la Guardia Real. Ser Barristan se ofreció para entrar a la ciudad en secreto, encontrar el camino a Fuerte Dun y poner a salvo al rey. Selmy había sido conocido como Barristan el Bravo desde su juventud, pero esta era una bravura que Tywin Lanniste sintió rozar la locura. Aun asi, tanto era el respeto por la proeza y el coraje de Ser Barristan que le dio un dia para intentar su plan antes de tomar Dunkensdale por la fuerza. Las canciones del atrevimiento de Ser Barristan para rescatar al rey son muchas, y, aunque suene raro, los bardos difícilmente pueden mejorarla. Ser Barristan escaló ciertamente las murallas sin ser visto sin más que sus manos. , y se disfrazó de un peticionario encapuchado mientras iba camino a Fuerte Dun. Es cierto también que se las arregló para escalar los muros de Fuerte Dun, matando a un guardia en las almenas antes de qe pudiera dar la voz de alarma. Entonces, con sigilo y coraje, encontró el camino al calabozo donde estaba prisionero el rey. Para cuando tenía a Aerys fuera del calabozo, de cualquier manera, la ausencia del rey se había notado, y el ruido y los gritos se oyeron. Y entonces la verdadera amplitud del heroísmo de Ser Barristan fue revelado, ya que en lugar de rendirse él o a su rey, se plantó y luchó. Y no solo luchó sino que golpeó primero, enfrentando al compañero y maestro de armas de Lord Darklyn, Ser Symon Hollard, y a un par de guardias desprevenidos, y matándolos a todos, y vengando así la muerte de su hermano juramentado, Ser Gwayne Gaunt de la Guardia Real, quien había muerto a manos de Hollard. Corrió a los establos abriendose paso con la espadaa través de quien trató de interferir, y ambos fueron capaces de cabalgar fuera de Fuerte Dun antes de que pudieran cerrar las puertas del castillo. Luego la salvaje cabalgata a través de las calles de Duskendale y la carrera a las murallas mientras los arqueros de Lord Tywin trataban de despejar el camino de defensores. Cuando el rey escapó y estuvo a salvo, a Lord Darklyn no le quedó más que rendirse, pero era dudoso que supiera la terrible venganza que planeaba el rey. Cuando Darklyn y su familia se presentaron ante él, encadenados, Aerys demandó sus muertes, y no solo la de los parientes cercanos de Darklyn sino también la de sus tios y tias y aun parientes lejanos en Duskendale. Hasta sus parientes los Hollard, fueron alcanzados y destruidos. Solo se salvó el joven sobrino de Ser Symon, Dontos Hollard, y solo porque Ser Barristan pidió esa piedad como bendición, y el rey a quien había salvado no pudo negarselo. En lo que respecta a Lady Serala, su muerte fue la mas cruel. Aerys hizo que le sacaran la lengua a la Serpiente de Encaje y le arrancaran sus partes femeninas antes de ser quemada viva (aunque sus enemigos dicen que debería haber sufrido más y peor por la ruina que había hecho caer sobre el pueblo). La cautividad en Duskendale había destruido cualquier sanidad mental que hubiera quedado en Aerys II Targaryen. Desde ese día la locura del rey reinó desenfrenadamente, haciéndose peor con cada año que pasaba. Los Darklyns habían osado poner las manos sobre su persona, empujarlo duramente, arrancando sus vestiduras reales, y hasta osando pegarle. Luego de su liberación el Rey Aerys no pudo dejar que nadie más lo tocara, ni siquiera sus propios sirvientes. Sin cortar y sin lavar, su pelo se volvió aun más largo y más enredado mientras sus uñas se alargaron y se engrosaron en grotescas garras. Prohibió cualquier acero en su presencia, salvo las espadas portadas por su Guardia Real, juramentados protectores. Sus juicios se volvieron más rudos y crueles.

Una vez que volvió a Desembarco del Rey, Su gracia se negó a dejar la Fortaleza Roja bajo ningún concepto y permaneció como un prisionero virtual en su propio castillo durante los siguientes cuatro años, tiempo durante el cual se volvió aun más cauteloso de quienes lo rodeaban, de Tywin Lannister en particular. Sus sospechas se extendían hasta a su propio hijo y heredero. El Principe Rhaegar, estaba convencido, había conspirado con Tywin Lannister para hacer que lo asesinaran en Dunkesdale. Ellos habían planeado atacar las murallas para que Lord Darklyn lo matara, despejando el camino para que Rhaegar se sentara en el Trono de Hierro y se casara con la hija de Lord Tywin. Determinado a evitar que esto ocurriera, el Rey Aerys volvio a otro amigo de su infancia, llamando a Steffon Baratheon de Bastión de Tormentas y nombrándolo para el consejo privado. En el 278DC, el rey envió a Lord Steffon a través del Mar Angosto en una misión al Viejo Volantis, para buscar una esposa adecuada para Rhaegar, “una doncella de noble cuna y antiguo linaje valyrio”. Que Su Gracia encargara esta tarea al Señor de Bastión de Tormentas en lugar de a su Mano o Rhaegar mismo, dice mucho. Los rumores eran abundantes de que Aerys planeaba hacer a Lord Steffon su nueva Mano, cuando completara satisfactoriamente su misión, y de que Tywin Lannister estaba a punto de ser removido de su oficina, arrestado y juzgado por alta traición. Y había muchos señores encantados con ese panorama. Sin embargo, los dioses tenían otros planes. La misión de Steffon Baratheon acabó fallando, y en su regreso de Volantis, su barco naufragó y se hundió en la Bahía de los Naufragios, a la vista de Bastión de Tormentas. Lord Steffon y su esposa se ahogaron mientras sus dos hijos mayores miraban desde las murallas del castillo. Cuando las palabras sobre lo ocurrido llegaron a Desembarco del Rey, el Rey Aerys tuvo un ataque de ira y dijo que de alguna manera el Gran Maestre Pycelle y Tywin Lannister habían adivinado sus reales intenciones y arreglado el asesinato de Lord Baratheon. “Si lo destituyo como Mano, me matará también” le dijo el rey al Gran Maestre. En los años que siguieron, la locura del rey se hizo más profunda. A pesar se que Tywin Lannister seguía siendo la Mano, Aerys no se reunia más con el salvo que estuvieran presente sus siete guardias de la Guardia Real: Convencido de que el pueblo llano y los lores conspiraban contra su vida y temiendo que la Reina Rhaella y el Principe Rhaegar fueran parte de esos complots, cruzó el Mar Angosto hasta Pentos e importó un eunuco llamado Varys para servirle como maestro espía, razonando que solo un hombre sin amigos ni familia o lazos en Poniente podria realmente ser de confianza. La Araña, como pronto le llamó el pueblo llano de su reino, uso el oro de la corona para crear una vasta red de informantes. Por el resto del reinado de Aerys, el se agacharia a un lado del rey, susurrando en su oido. Tras lo sucedido en Dunkesdale, el rey también comenzó a mostrar signos de una creciente obsesión por el fuego valyrio, similar al que había embrujado a varios de sus antepasados. Lord Darklyn nunca habría osado desafiarlo si él hubiera sido un jinete de dragón, razonaba Aerys. Sus intentos de hacer nacer dragones de huevos hallados en las profundidades de Rocadragón (algunos tan viejos que se havían vuelto piedra) sin embargo, condujeron a la nada. Frustrado, Aerys buscó a los Sapiencias del antiguo Gremio de los Alquimistas, que conocían el secreto para producir la volátil sustancia verde conocida como fuego salvaje, que se decía era un primo hermano del fuego de dragón. Los piromantes se volvieron una figura común en la corte a medida que la fascinación del rey por el fuego crecía. Para el 280DC, Aerys habia pasado a quemar traidores, asesinos, y conspiradores, antes que colgarlos o decapitarlos. El rey parecia sentir gran placer con esas fieras ejecuciones, que eran presididas por el Sapencia Rossart, el gran maestre del

Gremio de los Alquimistas…tanto que le granjeó a Rossart el título de Señor y le dio un sillón en el consejo privado. La locura creciente de Su Gracia se había vuelto inconfundible para esa época. Desde Dorne hasta el Muro se referían a Aerys II como el Rey Loco. En Desembarco del Rey era llamado el Rey Costra, por la cantidad de veces que se había cortado él mismo con el Trono de Hierro. Aunque con Varys la Araña y sus pajaritos escuchando, decir estos pensamientos en voz alta se había vuelto muy peligroso. Mientras tanto, el Rey Aerys se había vuelto más desligado de su hijo y heredero. En el comienzo del año 279DC, Rhaegar Targaryen, Príncipe de Rocadragón, fue comprometido formalmente con la Princesa Elia Martell, la delicada hermana de Doran Martell, Príncipe de Dorne. Se casaron el año siguiente, en una fastuosa ceremonia en el Septo de Baelor, en Desembarco del Rey, pero Aerys no asistió. Dijo al consejo privado que temia un atentado contra su vida si dejaba los confines de la Fortaleza Roja, aun con la Guardia Real protegiéndole. Tampoco permitió que su hijo menor, Viserys, fuera a la boda de su hermano. Cuando el Principe Rhaegary su nueva esposa eligieron a Rocadragón como su residencia en lugar de la Fortaleza Roja, los rumores corrieron como pólvora a lo largo de los Siete Reinos. Algunbos decían que el principe planeaba deponer a su padre y tomar el Trono de Hierro para sí mismo, mientras que otros decían que el Rey Aerys planeaba desheredar a Rhaegar y nombrar heredero a Viserys en su lugar. Ni siquiera el nacimiento de la primera nieta del Rey Aerys, una niña llamada Rhaenys, nacida en Rocadragón en el 280DC, sirvió para reconciliar padre e hijo. Cuando el Principe Rhaegar volvio a la Fortaleza Roja a presentar su hija a sus propios madre y padre, la Reina Rhaella abrazó calidamente a la bebé, pero el Rey Aerys se negó a tocar o sostener a la niña, y se quejó de que “olia a Dorniense”. Mientras tanto, Lord tywin Lannister continuó sirviendo como Mano del Rey. “Lord Tywin se ve tan grande como Roca Casterly”, escribió el Gran Maestre Pycelle, “y jamás un rey tuvo una Mano tan capaz y diligente.” Aparentemente seguro en su oficina luego de la muerte de Steffon Baratheon, Lord Tywin llego tan lejos como para traer a su bella joven hija Cersei a la corte. Sin embargo, en el 281DC, el viejo caballero de la Guardia Real Harlan Grandison murió mientras dormía, y el inestable acuerdo entre Aerys II y su Mano finalmente se quebró cuando Su Gracia eligió ofrecer la capa blanca al hijo mayor de Lord Tywin. A los quince, Ser Jaime Lannister ya era caballero, un honor que había recibido de manos de Ser Arthur Dayne, la Espada del Amanecer, a quien muchos en el reino consideraban el guerrero más caballeroso. Jaime había ganado el grado de caballero durante la campaña de Ser Arthur contra los proscritos conocidos como la Hermandad del Bosque Real, y nadie dudaba de su valor. De cualquier forma, Ser Jaime también era el heredero de Lord Tywin, y cargaba con todas sus esperanzas para la perpetuación de la Casa Lannister, ya que su otro hijo era el enano deforme Tyrion. Es más, la Mano había estado en el medio de una negociación para un ventajoso casamiento para Ser Jaime cuando el rey le informó de su elección. De un plumazo, el Rey Aerys había privado a Lord Tywin de su heredero elegido y hecho parecer a él tonto y falso.

El Rey Aerys II condena a los Darklyn No obstante, el Gran Maestre Pycelle nos cuenta que cuando Aerys II anunció el nombramiento de Ser Jaime desde el Trono de Hierro, su caballero cayó sobre una rodilla y agradeció al rey por el gran honor mostrado a su casa. Entonces, diciendo estar enfermo, Lord Tywin solicitó al rey retirarse como Mano. El Rey Aerys estaba encantado forzándolo. Lord Tywin, en consecuencia, entregó su cadena de la oficina y se retiró de la corte, volviendo a Roca Casterly con su hija. El rey lo reemplazó como Mano por Lord Owen Merryweather, un añoso y amigable adulador famoso por reir ruidosamente cada broma y humorada soltada por el rey, no importa cuan mala fuera. De ahí en más, dijo Su Gracia a Pycelle, el reino sabría que ciertamente el hombre que llevaba la corona era el que gobernaba los Siete Reinos. Aerys Targaryen y Tywin Lannisterse habían conocido como niños, peleado y sangrado juntos en la Guerra de los Reyes Nuevepeniques, y gobernado los Siete Reinos juntos por cerca de veinte años, pero en el 281DC su larga sociedad que había probado ser tan fructífera para el reino, llegó a un amargo final. Poco después, Lord Walter Whent anunció sus planes para un gran torneo a desarrollarse en su asentamiento de Harrenhal, para celebrar el Dia del Nombre de su hija doncella. El Rey Aerys eligió este evento para hacer la investidura formal de Ser Jaime Lannister como caballero de la Guardia Real…y esto puso en movimiento los eventos que terminarían en el fin del reinado del Rey Loco y escrito el final del largo reinado de la Casa Targaryen en los Siete Reinos.

LA CAÍDA DE LOS DRAGONES

El Principe Rhaegar presentandole la corona de rosas de invierno a Lyanna Stark.

EL AÑO DE LA FALSA PRIMAVERA EN LAS CRÓNICAS de Poniente, el año 281DC es conocido como el Año de la Falsa Primavera. El invierno había sido crudo y muy frio durante casi dos años, pero ahora por fin la nieve se estaba derritiendo, el bosque estaba volviéndose verde nuevamente, los días se alargaban. Y, aunque los cuervos blancos aún no habían volado, había muchos hombres, incluso en la Ciudadela de Pueblo Viejo que creían que el fin del invierno estaba cerca. Como soplaban vientos cálidos del sur, señores y caballeros de todos lados de los Siete Reinos comenzaron a dirigirse hacia Harrenhal para competir en el gran torneo que Lord Whent había organizado. El torneo prometía ser la competencia más grande y majestuosa desde los tiempos de Aegon el Improbable. Sabemos mucho acerca de los acontecimientos que se dieron lugar durante el torneo, debido a la extensa documentación, cartas y el testimonio de varios cronistas. Pero todavía quedan muchas cosas por saber y que nunca sabremos. Porque mientras los grandes señores de los siete reinos competían en el torneo, otros juegos mucho más peligrosos se estaban jugando en los salones del maldito castillo negro de Harren. Muchos cuentos se han contado en torno al evento de Lord Whent: cuentos de tramas políticas y conspiraciones, traiciones y rebeliones, infidelidades y asignaciones, secretos y misterios. La verdad es conocida solo por unos pocos, muchos de los cuales han pasado el valle de los mortales y los que quedan deben mantener cuidadosamente su lengua quieta para no hablar de más. Por lo tanto la historia que se narrara a continuación es un estudio realizado a consciencia y se pone especial cuidado en separar la realidad de la fantasía, de trazar una línea divisoria entre lo que se sabe, lo que simplemente se sospecha y lo que se rumorea. Esto es lo que sabemos: el torneo se anunció hacia finales del año 280DC por Lord Whent, señor de Harrenhal, no mucho tiempo después de la visita de su hermano menor Ser Oswell Whent, miembro de la guardia real. Que este evento seria magnifico, de eso no tenía ninguna duda Lord Whent, los premios que ofrecía eran tres veces más grandes que los que se ofrecieron en el gran torneo de Lannisport organizado por Lord Tywin en el 272DC, torneo que fue organizado en honor a los diez años que llevaba Aerys II gobernando en el trono de hierro. La mayoría tomo este hecho como un intento de Lord Whent por demostrar el esplendor de su casa y que poseía más riquezas que la anterior mano. Había algunos, sin embargo, que consideraban que esto era un ardid, Lord Whent definitivamente no contaba con los fondos suficientes para pagar semejantes premios. Algunos argumentaban que había otra persona detrás de Whent que era quien en realidad estaba ofreciendo los generosos premios, alguien con suficiente oro en su poder, pero que por alguna razón prefería permanecer en las sombras para dejarle la gloria del magnífico evento a Lord Whent. No tenemos pruebas de que alguna “sombra encubierta” estuviera detrás de la organización del torneo y, no la tenemos hoy en día, pero eso es lo que se creía en aquel entonces y, lo que algunos aun hoy siguen creyendo. Pero... ¿y si en verdad había una sombra benefactora detrás de todo el torneo de Harrenhal?, ¿Por qué mantenerse en secreto? Muchos nombres se han propuesto para esta sombra, pero solo uno parece verdaderamente convincente: Rhaegar Targaryen, el príncipe de Roca Dragón.

Si crees en esta historia entonces consideras que Rhaegar fue quien le propuso a Lord Whent celebrar el torneo, utilizando como intermediario a su hermano pequeño Ser Oswell. Rhaegar le proporciono a Whent el oro y el dinero suficiente para hacer que los premios fueran incluso más esplendidos con el fin de atraer a la mayor cantidad de grandes señores y caballeros a Harrenhal como fuera posible. El propósito de Rhaegar no era realizar un torneo, sino el de atraer a los más grandes señores del reino para que, de una forma de consejo informal, tratar el tema de la locura de su padre, el rey Aerys II, probablemente discutir alguna forma de que el rey abdicara o dejara una regencia en su nombre. Si este era el verdadero propósito detrás del torneo, Rhaegar Targaryen se exponía a un juego por demás peligroso. Aunque muy pocos dudaban de la insanidad de Aerys, mucho aún tenían buenas razones para que este se quedara todavía en el trono. Muchos consejeros y cortesanos habían ganado gran parte de sus riquezas y poderío por caprichos del rey y sabían perfectamente que podían perderlo todo si el príncipe Rhaegar llegaba al poder. El rey loco podía ser salvajemente cruel, como se ve claramente en el hecho de que quemara vivos a aquellos que el percibía como sus enemigos, pero también podía ser extravagante y beneficiar enormemente a aquellos que hombres que lo agraciaban con regalos, solía darles tierra, poderes y oro, mucho oro. Por tal razón aquellas personas que rodeaban a Aerys y se verían perjudicadas si este abdicaba al trono aprovechaban cualquier oportunidad para hablar mal de Rhaegar e enfundar sospechas en el padre sobre el hijo. Los principales partidarios del rey loco, eran tres señores de su consejo: Qarlton Chelsted, maestro de la moneda, Lucerys Velaryon, maestro de los buques, y Symond Staunton, maestro de las leyes. El eunuco Varys, consejero de los rumores, y Sapiencia Rossart, gran maestro del Gremio de Alquimistas, también disfrutaban de la confianza del rey. El apoyo a Rhaegar vino de los miembros más jóvenes de la corte incluyendo a Lord Jon Connington, Ser Myles Mooton de pozo de la doncella y Ser Richard Lonmouth. Los Dornienses que habían llegado a la corte con la princesa Elia también se mostraban a favor del príncipe, principalmente el príncipe Lewyn Martell, el tío de Elia, y un hermano juramentado de la guardia real. Pero el más formidable de todos los aliados de Rhaegar sin duda fue Ser Arthur Dayne, la espada del amanecer. Para el Gran Maestre Pycelle y Lord Owen Merryweather, la mano del rey, cayo la para nada envidiable tarea de mantener la paz entre estas dos facciones, de esta forma su rivalidad se iba acrecentando cada vez más. En una carta a la ciudadela Pycelle escribió que la situación en la fortaleza roja le hacía acordar a la enemistad que se había vivido hace casi un siglo antes durante la Danza de los Dragones cuando la enemistad entre la reina Alicent y la princesa Rhaenyra habían dividido al reino en dos. Pycelle advirtió que un final parecido podía ocurrir sino se llegaba a un acuerdo entre los partidarios del rey y los del príncipe. Cualquier rumor, circunstancia o hecho que pudiera comprobar que Rhaegar conspiraba en contra de su padre hubiese bastado para que los partidarios del rey Aerys planearan su caída. De hecho algunos miembros de la corte del rey habían ido tan lejos como para sugerirle que desheredara a su hijo considerándolo “desleal” y, que en su lugar le diera el trono a su hermano más chico. El príncipe Varys no tenía más que 7 años de edad y si él ocupaba el trono evidentemente necesitaría una regencia, regencia que obviamente ellos se encargarían de ejercer. Con este clima no era de extrañar que el torneo organizado por Lord Whent diera lugar a sospechas, Lord Chelsted le sugirió a su gracia que prohibiera el torneo, y Lord Staunton fue aún más lejos sugiriendo que prohibiera todo tipo de torneo.

Estos eventos contaban con una gran aceptación popular y sin embargo cuando Lord Merryweather le advirtió a Aerys que si prohibía el torneo solo conseguiría que su imagen se volviera todavía más impopular, el rey escogió su propio consejo y anuncio que asistiría al torneo. Esta sería la primera vez que Aerys II abandonaba la fortaleza roja desde el desafío de valle oscuro. El razonamiento de su gracia se basaba indudablemente en que sus enemigos no se atreverían a conspirar en frente de sus narices. El Gran Maestre Pycelle nos dice que Aerys decidió asistir al torneo, porque consideraba que su presencia en un evento popular conseguiría aplacar un poco los ánimos y conseguir de nuevo el amor de su pueblo. Si esta fue la verdadera intención del rey, cometió un grave error, su presencia en el torneo de Harrenhal hizo que la concurrencia fuera mayor de la esperada, asistieron señores y caballeros de todos los rincones del reino, muchos de los que fueron se horrorizaron al ver en lo que se había convertido su monarca. Aerys tenía largas uñas amarillas, barba enmarañada y largas hebras de pelo plateado sucio, sin lavar, esta imagen hizo que la locura del rey fuera evidente para todos. Tampoco era un misterio para nadie la locura del monarca, todos habían escuchado que el comportamiento de Aerys podía pasar de la alegría a la melancolía en un abrir y cerrar de ojos, muchos de los relatos que se cuentan en Harrenhal hablan sobre su risa histérica, de sus interminables llantos, de sus largos silencios y sus rabias repentinas. Pero por encima de todo Aerys se mantenía en una constante alerta, sospechaba de todos: sospechaba de su hijo, el príncipe heredero, Rhaegar Targaryen, sospechaba de su ejército, Lord Whent… sospechaba de cada caballero que había asistido para competir en el torneo, sospechaba incluso de aquellos que no habían asistido al evento, pero del que más sospechaba era de su ex mano, Lord Tywin Lannister, señor de Roca Casterly. En la ceremonia de apertura del torneo, el Rey Aerys hizo una gran demostración pública de Ser Jaime Lannister, quien llevaría la envestidura de ser miembro juramentado de la guardia real. El joven dijo sus votos frente al pabellón real, de rodillas, sobre la hierba verde, su armadura blanca relucía entre las de los otros caballeros. Cuando Ser Gerold High Tower lo levanto y puso sobre sus hombros la capa blanca sobre sus hombros un rugido ensordecedor se escuchó desde la multitud, Ser Jaime era muy admirado por su coraje, valentía y destreza con la espada, sobre todo en las tierras del oeste. Aunque Tywin se negó a asistir al combate, docenas de sus vasallos y cientos de caballeros estuvieron y lanzaron ovaciones al miembro más joven de la guardia real. El rey estaba contento, en su locura creía que la multitud lo estaba animando a él. Sin embargo y pese a esto Aerys comenzaba a tener ciertas dudas con respecto a su nuevo protector. El creía que tener a Jaime en la guardia real era una forma de humillar a su viejo amigo Tywin Lannister, eso es lo que nos cuenta el Gran Maestro Pycelle. El problema se presentó cuando el rey se dio cuenta que tendría al hijo de Tywin a su lado con una espada día y noche, la idea lo asusto tanto que no podía comer ni beber nada. Pycelle relata que Aerys solicito la presencia de Ser Jaime (sentado en cuclillas sobre su orinal, aunque no podemos decir a ciencia cierta si este feo detalle sea cierto o solo un detalle agregado al cuento) y le ordeno que regresara a desembarco del rey para proteger a la reina Rhaella y al príncipe Viserys que no habían asistido al torneo. Ser Gerold Hightower se ofreció a ir en lugar de Jaime pero Aerys se negó.

El rey Loco, Aerys II Para el joven caballero que esperaba poder lucirse en el torneo este abrupto exilio fue una gran decepción. No obstante, Ser Jaime se mantuvo fiel a sus votos, se puso en marcha hacia la fortaleza roja y no participo de ningún otro torneo de Harrenhal, salvo en los de la mente del rey loco. Durante siete días todos los grandes señores y excelentes caballeros de los siete reinos se dieron justa con la lanza y la espada en los campos debajo del castillo de Harrenhal, por la noche, vencedores y vencidos se daban cobijo por igual en el salón de las cien chimeneas. Muchas canciones e historias se cuentan sobre aquellos días y cenas, algunas incluso, son verdaderas, pero no es nuestro propósito el relatar cada una de

ellas, nada más lejos de eso, esa tarea estaremos encantados de dejársela a los bardos. Sin embargo hay dos incidentes que no se deben tomar por alto debido a las consecuencias que tuvieron. El primero fue el de la aparición de un caballero misterioso, un hombre delgado, joven en cuya armadura se podía apreciar un árbol blanco, un arciano, tallado formando una mueca, que parecía una sonrisa, esto le valió el apodo de el caballero sonriente. El rey Aerys II, no estaba muy seguro con el misterio de un caballero sonriente, estaba totalmente convencido que la sonrisa del árbol que el caballero presentaba en su armadura se estaba riendo de él, y sin más pruebas que esas decidió que el caballero era Ser Jaime Lannister, el miembro más reciente de su guardia real, creía que Jaime había desafiado sus órdenes y vuelto al torneo, esto era lo que gritaba furioso a cualquiera que lo oyera. Loco como estaba mando a los miembros de la guardia real a que desafiaran al misterioso caballero en las justas que se desarrollarían a la mañana siguiente, su intención era derrotarlo, desenmascararlo y que todos vieran al traidor. Mas sin embargo, a la mañana siguiente el caballero misterioso ya no estaba, Aerys creyó que lo habían traicionado y que alguien le había avisado y este había tenido la oportunidad de huir. Finalmente el príncipe Rhaegar se corono como campeón del torneo, sorprendiendo a todos, porque generalmente el príncipe de la corona no participa de los torneos, Rhaegar derroto a todos sus enemigos, incluyendo cuatro caballeros de la guardia real. En el enfrentamiento final desmonto a Ser Barristan Selmy que era considerado como el mejor en manejar la lanza en todos los siete reinos, de esta forma Rhaegar gano la corona de laureles. Los vítores de la multitud decían que eran ensordecedores, pero el rey Aerys no se unió a ellos, lejos de estar orgulloso de su hijo, de su heredero, se vio amenazado. Lord Chelsted y Lord Staunton avivaban esas sospechas diciendo que Rhaegar había reunido a los grandes señores para que apoyara su causa, que él era un guerrero joven, valeroso como no se veía ninguno desde la época de Aegon el conquistador. Y cuando el príncipe triunfante le otorgo la corona de rosas azules a Lyanna Stark nombrándola reina del amor y la belleza los consejeros de Aerys no perdieron el tiempo en aconsejarle que Rhaegar pretendía sentar en el trono de hierro a un norteño, ¿Qué otra razón sino habría para que le diera la corona a una chica de fama indomable y salvaje y a su esposa, la cual se encontraba presente? Staunton le sugirió al rey que este comportamiento solo pretendía agraciarse con los Stark y ponerlos de su lado en una rebelión en su contra. Sin embargo si esto era así, ¿por qué los hermanos de Lyanna se veían tan angustiados con respecto al hecho de que el príncipe le hubiera otorgado semejante honor? Brandon Stark, heredero de invernalia, tuvo que ser contenido para que no se enfrentara a Rhaegar, consideraba un desaire al honor de su hermana el atrevimiento del príncipe además Lyanna estaba desposada con Robert Baratheon, señor de bastión de tormentas. Eddard Stark, hermano menor de Brandon y amigo íntimo de Robert se encontraba más tranquilo, pero no por eso contento, en cuanto a Robert algunos dicen que se rio alegando que el príncipe no había hecho más que hacer honor a la belleza de Lyanna. Mas sin embargo los que lo conocían aseguran que solo mantuvo la fachada pues se encontraba frente al heredero de Roca Dragón, pero que desde ese día su corazón guardo un enorme resentimiento hacia el príncipe.

Y así con este simple gesto de otorgar una corona de rosas azules, Rhaegar daría comienzo a una danza que desgarraría al reino y que provocaría su muerte y la de miles más y, daría de esta forma un nuevo rey al trono de hierro. La falsa primavera del año 281DC, duro menos de lo esperado, mientras el año finalizaba el invierno volvía a acercarse a poniente como una venganza. El último día del año, la nieve empezó a caer sobre desembarco del rey, una corteza de hielo cubría el Aguasnegras. La nevada continúo por al menos una quincena provocando que incluso el Aguasnegras se congelara, como así también las casas y castillos. Mientras los helados vientos azotaban a la ciudad, el rey Aerys II acuso a sus piromantes de atraer al invierno sobre la ciudad con sus magias oscuras. Fuegos verdes ardían alrededor de la fortaleza durante lunas enteras para intentar mantener el enorme lugar caliente. El príncipe Rhaegar no estaba en la fortaleza para mirarlo, tampoco estaba en Roca Dragón con la princesa Elia y su hijo Aegon. Con la llegada del nuevo año, el príncipe heredero se encontraba en la carretera con media docena de hombres a diez leguas de Harrenhal, Rhaegar iba camino a Invernalia, donde tomaría a la joven Lyanna Stark y provocaría un fuego que consumiría su casa, sus familiares y a todos aquellos a los que amaba. Pero esa es historia por demás conocida como para repetirla aquí.

Rhaegar Targaryen, Príncipe de Roca Dragón.

LA REBELIÓN DE ROBERT DESPUES DE QUE el Principe Rhaegar secuestrara a Lyanna Stark llegó la ruina de la Casa Targaryen. La severidad de la locura del Rey Aerys seria eventualmente revelada cuando tomó acciones depravadas en contra de Lord Stark, su heredero, y sus partidarios después de que esto demandaran un reparación por el daño que Rhaegar había causado. En vez de concederles una audiencia justa, el Rey Aerys los mandó asesinar de una forma brutal, tras estos asesinatos le ordenó que Lord Jon Arryn ejecutara a sus antiguos pupilos, Robert Baratheon y Eddad Stark. Ahora, muchos concuerdan en la Rebelión de Robert en realidad se inició con la negativa de Lord Arryn a matarlo y cuando valerosamente convocó a sus abanderados a pelear. Mas sin embargo no todos los vasallos estuvieron de acuerdo con esta decisión, pues la misma implicaba desobedecer abiertamente una orden del rey. Esto provoco, una pelea interna que como objetivo tenia derrocar a Lord Arryn. Los combates pronto se extendieron por los siete reinos como fuego Valyrio, muchos señores y caballeros tomaron partido ya que querían derrocar al rey Aerys y consideraban esta rebelión como una buena oportunidad. Muchos de los participantes de estas batallas hoy en día siguen con vida por eso ellos pueden hablar con mayor claridad de lo que sucedió allí y no yo, que no participe. Por lo tanto dejo a los sobrevivientes de esa batalla el honor de contar lo que sucedió durante la rebelión de Robert. Pues lejos está de mi querer ofender a los que aún se mantienen con vida con relatos inexactos o imperfectos de los acontecimientos o, por error alabar a aquel que es considerado indigno. Así que en vez de eso me limitare a contar la historia del caballero y el Lord que logro sentarse en el trono de hierro al final, reparando en cómo se destruía el reino por la locura de un monarca.

El Rey Robert Baratheon, el Primero de su Nombre.

Robert Baratheon demostró ser un intrépido e indomable guerrero a medida que más y más hombres se congregaban bajo su estandarte. Fue el primero en asaltar los muros de Puerto Gaviota cuando Lord Grafton alzó su pendón a favor de los Targaryen, y desde allí zarpó a Bastión de Tormentas para convocar a sus banderizos, arriesgándose a que la flota real lo capturara. No todos acudieron de buena gana: la Mano de Aerys, Lord Merryweather, animó a algunos señores de las Tierras de Tormentas a levantarse contra Lord Robert. Sin embargo, su intento se reveló infructuoso tras las victorias de Lord Robert en Refugio Estival, donde ganó tres batallas en un único día. Los hombres que tan rápido había reunido derrotaron primero a Lord Grandison y luego a Lord Cafferen, y Robert partió para matar a Lord Fell en combate singular, antes de capturar a su célebre hijo Hacha de Plata. A Lord Robert y los señores de las tormentas les aguardaban más victorias mientras marchaban para unir fuerzas con Lord Arryn y los norteños que apoyaban su causa. Especialmente conocida, y con razón, es la gran victoria de Robert en Septo de Piedra, también conocida como “La Batalla de las Campanas“, en la que mató al célebre Ser Myles Mooton—escudero del príncipe Rhaegar—y a cinco hombres más, y en la que también habría podido acabar con la nueva Mano, Lord Connington, si la contienda hubiera llegado a reunirlos. La victoria significó la entrada de las Tierras de los Ríos en el conflicto, tras el matrimonio de las hijas de lord Tully con los señores Arryn y Stark. Esos triunfos dejaron las fuerzas reales desorientadas y dispersas, aunque hicieron lo que pudieron por reagruparse. Enviaron a la Guardia Real a recuperar lo que quedaba de la hueste de Lord Connington, y el príncipe Rhaegar regresó del sur para tomar el mando de los ejércitos que acaban de reclutarse en las Tierras de la Corona. Y, tras una victoria parcial en Vado Ceniza que obligó a Robert a retirarse, las Tierras de Tormentas quedaron abiertas para Lord Tyrell. Sirviéndose de toda su fuerza, los señores del Dominio barrieron cualquier resistencia y sometieron a asedio Bastión de Tormentas. Poco después, la poderosa flota de lord Paxter Redwyne se unió a la hueste desde el Rejo y completó el asedio por mar y por tierra, situación que se prolongó hasta el final de la guerra. Desde Dorne acudieron diez mil lanceros en defensa de la princesa Elia: cruzaron por Sendahueso y marcharon a Desembarco del Rey para fortalecer el ejército que Rhaegar estaba reuniendo. Los que vivieron aquellos días en la corte cuentan que la conducta de Aerys era errática. No confiaba en nadie excepto en la Guardia Real, y aun así, no totalmente, pues mantenía a ser Jaime Lannister junto a él a todas horas como rehén contra su padre. Cuando el príncipe Rhaegar marchó hacia el Tridente por el Camino Real, lo acompañaban, salvo uno, todos los miembros de la Guardia Real que quedaban en Desembarco del Rey: Ser Barristan el Bravo, Ser Jonothor Darry y el príncipe Lewyn de Dorne. Este último tomó el mando de la tropa dorniense que había enviado su sobrino, el príncipe Doran, aunque se dice que solo la lideró por las amenazas del Rey Loco, que temía que los dornienses tuvieran intención de traicionarlo. El joven Ser Jaime Lannister fue el único que se quedó en Desembarco del Rey. Se ha escrito y hablado mucho de la famosa batalla del Tridente, pero lo que todo el mundo sabe es que los dos ejércitos se encontraron en la encrucijada que desde entonces se llamaría Vado Rubí, por los rubíes que se desprendieron de la armadura del príncipe Rhaegar. Los oponentes estaban equilibrados: las fuerzas de Rhaegar contaban con unos cuarenta mil hombres, de los cuales una décima parte eran caballeros. Los rebeldes disponían de menos hombres, pero sus soldados se habían curtido en más batallas, mientras que gran parte de las fuerzas de Rhaegar eran novatas e inexpertas.

La contienda en el vado fue encarnizada y se perdieron muchas vidas en la refriega. Ser Jonothor Darry murió en medio del conflicto, y también el príncipe Lewyn de Dorne. Pero la muerte más importante estaba aún por llegar. La batalla rugía alrededor de Lord Robert y del príncipe Rhaegar y, ya fuera por la voluntad de los dioses o por casualidad, o acaso de manera intencionada, se encontraron en los bajos del vado. Según todos los relatos, los dos caballeros lucharon con valor sobre los corceles, pues, pese a sus crímenes, el príncipe Rhaegar no era ningún cobarde. En medio del combate, el príncipe dragón hirió a Lord Robert, pero al final se sobrepusieron la tremenda fuerza del Baratheon y su sed de vengar la deshonra que había sufrido su prometida secuestrada. La maza de Robert dio en el blanco y se hundió en el pecho de Rhaegar, y los costosos rubíes que relucían en la coraza del príncipe se esparcieron por el agua. Algunos hombres de los dos bandos detuvieron la lucha al momento y se arrojaron al río de un salto para recuperar las piedras preciosas. Y la derrota se extendió rápidamente entre los regalistas, a medida que sus soldados emprendían la huida del campo de batalla. Las heridas de Lord Robert le impidieron salir tras ellos y dejó la persecución en manos de Lord Eddard Stark, pero Robert demostró su caballerosidad al negarse a permitir que Ser Barristan, gravemente herido, fuera ejecutado. En lugar de eso, envió a su propio maestre a atender al formidable caballero. De esta forma se ganó el futuro rey la fiera devoción de amigos y aliados, pues pocos hombres han sido jamás tan generosos y compasivos como Robert Baratheon.

EL FIN LOS PÁJAROS VOLABAN y los mensajeros se apresuraron a transmitir la victoria de Vado Rubí. Cuando la noticia llegó a la Fortaleza Roja, se dice que Aerys maldijo a los dornienses, convencido de que Lewyn había traicionado a Rhaegar. Envió a Rocadragón a su esposa embarazada, la reina Rhaella, y a su hijo menor y nuevo heredero, Viserys, pero la princesa Elia fue obligada a permanecer en Desembarco del Rey junto con los hijos de Rhaegar como rehenes contra Dorne. Tras haber quemado vivo a Lord Chelsted, su anterior mano, por aconsejarlo mal durante la guerra, Aerys nombró a otro para el cargo: el alquimista Rossart, un hombre de baja cuna con poco que recomendar más allá de llamas o las supercherías. Mientras tanto, dejaron a ser Jaime Lannister al cargo de la defensa de la Fortaleza Roja. Centinelas y caballeros controlaban las murallas, esperando al enemigo. El primer ejército en aparecer portaba el león de Roca Casterly, con lord Tywin a la cabeza, y el rey Aerys ordenó que se abrieran las puertas, nervioso, pensando que al final su viejo amigo y antigua Mano había acudido en su rescate, igual que en la Resistencia del Valle Oscuro. Pero Lord Tywin no había ido allí a salvar al Rey Loco. En esa ocasión, la causa de lord Tywin era la del reino, y estaba decidido a poner fin a un reinado arruinado por la locura. Una vez hubieron traspasado los muros de la ciudad, los soldados asaltaron a los defensores de Desembarco del Rey y la sangre corrió roja por las calles. Un grupo de hombres cuidadosamente elegidos se precipitó a la Fortaleza Roja para asaltar los muros, localizar al rey Aerys y administrar justicia. La Fortaleza Roja cayó pronto, pero, en el caos, el infortunio se cernió sobre Elia de Dorne y sus hijos, Rhaenys y Aegon. Es trágico pensar que la sangre que se derrama en

la guerra pueda pertenecer tanto a los inocentes como a los culpables, y que aquellos que violaron y asesinaron a la princesa Elia escaparan de la justicia. No se sabe quién mató a la princesa Rhaenys en su lecho, o quién aplastó la cabeza del pequeño príncipe Aegon contra un muro. Algunos murmuran que fue una orden del propio Aerys, cuando supo que Lord Lannister se había unido a la causa de Robert, mientras que otros sugieren que fue obra de la misma Elia, por temor a lo que pudiera sucederles a sus hijos en manos de los enemigos de su difunto esposo. La Mano de Aerys, Rossart, fue abatido en una poterna cuando intentaba huir del castillo como un cobarde, y el último en morir fue el propio rey Aerys, a manos del único miembro de la Guardia Real que le quedaba, ser Jaime Lannister. Al igual que su padre, ser Jaime hizo lo mejor para el reino, y acabó con la vida del Rey Loco. Así terminó el reinado de la casa Targaryen y la Rebelión de Robert, la guerra que puso fin a casi trescientos años de gobierno Targaryen y dio paso a una nueva era dorada bajo los auspicios de la casa Baratheon.

LA GLORIOSA REGENCIA DESDE LA CAÍDA de la Casa Targaryen, el reino ha prosperado enormemente. Robert, el Primero de Su Nombre, se hizo cargo de un Poniente fracturado y rápidamente lo sanó de las muchas maldades infligidas por el Rey Loco y su hijo. En su primer acto, el rey tomó por esposa a la mujer más bonita en el reino, Cersei de la Casa Lannister—por consiguiente—concediendo a la Casa Lannister todos los honores que Aerys le había negado. Y aunque todos sabían que Lord Tywin podría haber asumido de nuevo como la Mano, el rey, en su gracia, dio ese cargo a su viejo amigo y protector, Lord Jon Arryn, en cambio. Desde entonces, el sabio y justo Lord Arryn ha ayudado de hecho al rey a pastorear el reino hacia la prosperidad. Pero no se puede decir que el reino de Robert ha sido completamente tranquilo. Seis años después de su coronación, Balon Greyjoy ilegalmente se alzó contra su rey—no por algún daño hecho a él o a su gente, sino meramente por ambición injustificable. Lord Stannis Baratheon, el hermano de Robert, llevó la flota real contra Lord Greyjoy, mientras el propio Rey Robert montó a la cabeza de un poderoso ejército. Grandes acciones fueron realizadas por Rey Robert cuando Pyke fue tomado y dominado. El rey Balon Greyjoy—el pretendiente a la corona de las Islas de Hierro—dobló la rodilla al Trono de Hierro. Y para asegurar su lealtad, su único hijo superviviente se tomó como rehén. Ahora el reino estaba en paz, y lo que prometía la ascensión de Robert al trono ha venido a pasar. Nuestro noble rey ha gobernado durante uno de los veranos más largos en muchos años, lleno de prosperidad y buenas cosechas. Es más, el rey y su querida reina han dado tres dorados herederos al reino para asegurar que la Casa Baratheon reinará suprema por mucho tiempo. Y aunque un falso Rey más allá del Muro se ha declarado recientemente, Mance Rayder es un traidor fugitivo de la Guardia de la Noche, y la Guardia de la Noche siempre ha aplicado una justicia veloz a aquéllos que la han traicionado. Este rey lo logrará nada, igual que todos los otros reyes de los salvajes antes de él. No podrá ser por siempre. Como esta historia ha mostrado, el mundo ha visto muchas edades. Muchos miles de años han pasado desde la Edad del Alba hasta hoy. Los castillos han subido y han caído, igual los reinados.

Los arrendatarios han nacido, crecido para trabajar los campos, y se murieron de vejez, o desgracia, o enfermedad, dejando atrás a los niños para hacer lo mismo. Príncipes han nacido, crecido para llevar una corona, y se murieron en la guerra, o cama, o torneo, dejando atrás reinados grandes, olvidables, o infames. El mundo ha conocido el hielo en la Larga Noche, y el fuego en la Maldición. Desde la Orilla Helada hasta Asshai de la Sombra, este mundo de hielo y fuego ha revelado una rica y gloriosa historia—no obstante hay mucho más para ser descubierto todavía. Si más fragmentos del manuscrito de Maestre Gyldayn son localizados—o si otros tales incomparables tesoros (por lo menos a los ojos de los maestres) —más de nuestra ignorancia podría desvanecerse. Pero una cosa puede decirse con certeza. Mientras los próximos mil años se desplegarán—y miles más allá—muchos más nacerán, y vivirán, y morirán. Y la historia continuará desplegándose, tan extraña y compleja y compilada como mi pluma humilde es capaz de poner aquí. Ningún hombre puede decir con certeza lo que nos depara el destino. Pero quizás, sabiendo lo que ya ha pasado, podemos hacer un esfuerzo para evitar los errores de nuestros antepasados, emular sus éxitos, y crear un mundo más armonioso para nuestros niños y sus niños, para las futuras generaciones. En nombre del glorioso Rey Robert, Primero de Su Nombre, yo, humildemente, concluyo esta historia de los reyes de los Siete Reinos.

La Fortaleza Roja y Desembarco del Rey

LOS SIETE REINOS

El valle de Arryn

EL NORTE

EL INMENSO Y helado reino de los Reyes de Invierno, los Stark de Invernalia, generalmente es considerado el primero y más antiguo de los Siete Reinos, el más perdurable e invicto por más tiempo. La variedad de la geografía e historia pusieron el Norte aparte de sus vecinos del sur. Se dice a menudo que el Norte es tan grande como los otros seis reinos juntos, pero la verdad es un poco menos grande: el Norte, gobernado hoy por la Casa Stark de Invernalia, comprende poco más de un tercio del reino. Comenzando en el borde sur del Cuello, los dominios de los Stark se extienden hasta el norte lejano del Nuevo Agasajo (una parte de su reino, hasta que Rey Jaehaerys I convenció a Invernalia de que cediera esas tierras a la Guardia de la Noche). El Norte cuenta con grandes bosques, llanuras azotadas por los vientos, colinas y valles, orillas rocosas, montañas coronadas de nieve. El Norte es una tierra fría—con muchas crestas elevadas y llanuras altas que conducen a las montañas en los dominios norteños—y esto lo hace menos fecundo que los lejanos dominios del sur. Se ha sabido que allí la nieve cae incluso en verano, y es mortal en invierno.

Durante siglos ha sido la costumbre de hablar de los Siete Reinos de Poniente. Esta costumbre común deriva de los siete grandes reinos que gobernaron la mayor parte de Poniente durante los años de la Conquista de Aegon. Aunque el término es inexacto. Así como hablamos de los Cien Reinos de antaño—aunque nunca Poniente estuvo realmente dividido en cien estados independientes—debemos aceptar al uso común y hablar de los Siete Reinos, a pesar de la imprecisión.

El Puerto Blanco, la única verdadera ciudad del Norte, es la ciudad más pequeña en los Siete Reinos. Los pueblos más prominentes en el Norte son: “el pueblo invernal” bajo las paredes de Invernalia y el Fuerte Túmulo en los Túmulos. El anterior está principalmente vacío en primavera y verano, pero lleno a reventar en otoño e invierno con aquéllos que buscan la protección y el patrocinio de Invernalia para ayudarles a sobrevivir los tiempos duros. No sólo llegan los habitantes de los pueblos periféricos, sino muchos hijos e hijas de los clanes montañeses que vienen al pueblo invernal cuando la nieve empieza a desplomarse en serio.

La corona oxidada en el escudo de armas de la Casa Dustin deriva de su demanda de ser los descendientes del Primer Rey y los Reyes de Túmulos que gobernaron después de él. Las historias antiguas recolectadas por Kennet en “Los Pasajes de la Muerte” mencionan que una maldición se puso en el Gran Túmulo que no le permitiría a ningún hombre viviente rivalizar con al Primer Rey. Esta maldición hecha para estos pretendientes al título, cobran la apariencia de cadáveres, como si algo les absorbiera su vitalidad y vida No es más que una leyenda, seguro, pero que los Dustin comparten la sangre y descienden de los viejos Reyes de Túmulos parece bastante cierto.

Los Túmulos, también, son un poco curiosos—es un lugar construido al pie del famoso túmulo del Primer Rey que una vez gobernó supremo sobre todos los Primeros Hombres, según las leyendas. Se alza en medio de una extensa y vacía llanura, y ha prosperado gracias a la mayordomía sutil de los Dustin, fieles vasallos de los Stark, que han gobernado los Túmulos en su nombre desde la muerte del último de los Reyes de Túmulos.

Los hombres del Norte descienden de los Primeros Hombres, y su sangre lentamente se mezcló con los Ándalos que inundaron los reinos al sur. El idioma original de los Primeros Hombres—conocido como la Antigua Lengua—sólo es hablada por los salvajes más allá del Muro, y muchos otros aspectos de su cultura han desaparecido (como los aspectos más espantosos de su culto, cuando mataban a los delincuentes y traidores y sus cuerpos y entrañas es colgaban de las ramas delos arboles arcianos.)

En el Norte relatan el cuento del Cocinero Rata quien sirvió a un rey Ándalo—identificado como el Rey Tywell II de la Roca, y a otros como el Rey Oswell I de la Montaña y el Valle—la carne del propio hijo del rey, cocida en un pastel. Por esto fue castigado convirtiéndose en una rata monstruosa que se comió sus propias crías. Todavía el castigo no fue por matar al hijo del rey, o por servirlo al rey, sino por la ruptura del derecho de invitado.

Pero los Norteños todavía retienen algo de las viejas costumbres y maneras. Su vida es más dura, y por eso se endurecen, y consideran que los placeres en el sur son infantiles y menos dignos que la cacería y peleas que aman los Norteños. Incluso los nombres familiares son diferentes, debido a que los nombres de los Primeros Hombres eran cortos; nombres como Stark, Wull, Umber, y Stout, todos provienen de los días cuando los Ándalos no tenían influencia en el Norte.

Foso Cailin Una costumbre notable que los Norteños estiman más que cualquier otra, es el derecho del invitado, una tradición de hospitalidad, según la cual un hombre no puede hacerle daño a un invitado bajo su techo, ni un invitado a su anfitrión. Los Ándalos también tuvieron una costumbre similar, pero es menos importante para los sureños. En su

texto “Justicia e Injusticia en el Norte: Los juicios de los Tres Señores Stark”, Maestre Egbert nota que los crímenes en el Norte relativos a la violación del derecho del invitado eran raros, pero invariablemente se trataron tan severamente, como la más horrible de las traiciones. Sólo matar a un rey se considera un pecado tan grande como la violación de esta ley de hospitalidad.

Como la caballería es rara en el Norte, el torneo de caballeros y su pompa y caballería son tan raros como los dientes de gallina más allá del Cuello. Los norteños luchan y cabalgan, con lanzas de guerra, pero raramente por deporte y prefieren las luchas cuerpo a cuerpo. Hay cuentos de concursos que han durado la mitad de un día y los campos quedaron pisotearon y las aldeas medio destruidas.

Las lesiones serias son comunes en tales luchas cuerpo a cuerpo, y las muertes no se descartan. En el gran concurso en El Último Hogar en 170DC, se dice que no menos de dieciocho hombres murieron, y nueve fueron mutilados penosamente.

LOS REYES DEL INVIERNO Las canciones y las historias nos dicen que los Starks de Invernalia gobernaron grandes extensiones de territorio más allá del Cuello por ocho mil años, llamándose a si mismos, Reyes del Invierno (según el uso más antiguo) y Reyes en el Norte (en siglos más recientes). Su gobierno no siempre fue indisputado. Muchas fueron las guerras con las que los Stark expandieron su dominio, o con las que fueron forzados a recuperar tierras que le fueron conquistadas por rebeldes. Los Reyes del Invierno eran hombres duros para tiempos duros. Canciones antiguas, entre las más antiguas que se encuentran en los archivos de la Ciudadela de Antigua, hay las que hablan de cómo un Rey del Invierno expulsó a los Gigantes del Norte, mientras que otro derrotó al cambiapieles Gowen "Lobogris" y sus parientes en la salvaje "Guerra de los Lobos", pero sólo tenemos la palabra de los cantantes, y esos reyes y esas batallas pudiera que jamás hayan existido. Existen más pruebas históricas de la guerra entre los Reyes del Invierno y los "Reyes Túmulo", que usaban se llamaban a si mismos "Reyes de los Primeros Hombres" y que reclamaban la supremacía sobre todos los primeros hombres en todas partes, incluidos los propios Starks. Registros rúnicos sugieren que su lucha, llamada por los bardos “Guerra de los Mil Años”, fue en realidad una serie de guerras que duraron cerca de doscientos años en vez de mil, y que terminaron cuando el último Rey Túmulo dobló la rodilla ante el Rey del Invierno, y le dio la mano de su hija en matrimonio. Pero incluso esto no le dio a Invernalia el dominio sobre todo El Norte. Muchos otros reyezuelos permanecieron gobernando sobre reinos grandes y pequeños, y requerirían miles de años y muchas más guerras antes de que el último de ellos fuera conquistado. Sin embargo, uno por uno, los Stark los sometieron a todos, y durante estas luchas, muchas casas orgullosas y líneas antiguas se extinguieron para siempre. Entre las casas reducidas de reyes a vasallos, podemos contar a los Flints de Colina Piedrarota, los Slates de ¿Lagonegro?, los Umbers de Último Hogar, los Lockes de Castillo Viejo, los Glover de Bosquepeso, los Fisher de Costa Pedregosa, los Ryswell de Los Riachuelos, y tal vez incluso los Blackwoods de Árbol de Cuervos, cuyas tradiciones

propias insisten en que una vez gobernaron parte del Bosque de Lobos antes de ser expulsados de sus tierras por los Reyes del Invierno (ciertos registros rúnicos apoyan esta afirmación, si las traducciones del maestre Puenelly se pueden confiar).

Las armas de la Casa Stark (centro) t algunos de sus vasallos (en sentido del reloj desde arriba): Glover, Rysweel, Manderly, Dustin, Bolton, Tallhart, Reed, Umber, Karstark, Hornwood, y Mormont Crónicas que se encontraron en los archivos de la Guardia de la Noche en Fuerte de la Noche (antes de que fuera abandonado) hablan de la guerra por Punta Dragón Marino, en donde los Stark derrotaron al Rey Warg y sus aliados inhumanos, los Niños del Bosque. Cuando el Rey Warg cayó, sus hijos fueron pasados por la espada, junto con sus bestias y verdevidentes, mientras sus hijas fueron tomadas como premios por sus conquistadores. Las Casa Greenwood, la Casa Towers, la Casa Amber y la Casa Frost tuvieron finales similares, junto con otra veintena de casas menores y reyezuelos cuyos nombres se han perdido en la historia. Sin embargo, los enemigos más encarnizados de Invernalia eran, sin lugar a dudas, los Reyes Rojos de Fuerte Terror, esas tierras sombrías de la Casa

Bolton cuyos dominios de antaño se extendían desde el Río Último hasta el Cuchillo Blanco, y por el sur hasta las colinas Cabeza de Oveja. La enemistad entre los Stark y Bolton viene desde La Larga Noche, se afirma. Las guerras entre estas dos familias antiguas eran legendarias, y no todas terminaron con la victoria de la Casa Stark. Se dice que el Rey Royce II Bolton, capturó y quemó Invernalia misma, su homónimo y descendiente Royce IV (recordado por la historia como Royce "Brazorojo", por su costumbre de sumergir el brazo en los vientres de sus enemigos cautivos para sacar su entrañas a mano desnuda) hizo lo mismos tres siglos más tarde. Otros Reyes Rojos tenían la reputación de llevar mantos hechos con las pieles de príncipes Stark que habían capturado y desollado. Sin embargo, al final, incluso Fuerte Terror cayó ante el poderío de Invernalia y el último Rey Rojo, conocido en la historia como Roger el Cazador, juró lealtad al Rey del Invierno y envió a sus hijos a Invernalia como rehenes, cuando los primeros ándalos estaban cruzando el mar estrecho en sus barcoluengos. Después de la derrota de los Boltons, el último de sus rivales norteños, las más grandes amenazas al dominio de la Casa Stark vinieron del mar. El límite norteño de los dominios Stark era protegido por el Muro y los hombres de la Guardia de la Noche, aunque al sur, la única ruta a través de los pantanos del Cuello pasando debajo de las torres arruinadas y muros sumergidos de la gran fortaleza llamada Foso Cailin. Incluso cuando los Reyes de Pantano poseían el Foso, sus lacustres luchaban con firmeza contra cualquier invasor del sur, aliándose con los Reyes de Túmulos, Reyes Rojos, y Reyes de Invierno cuando era necesario hacer retroceder a cualquier señor del sur que buscaba atacar el Norte. Y una vez Rey Rickard Stark agregó el Cuello a su dominio, Foso Cailin demostró ser más aun un imponente baluarte contra los poderes del sur. Algunos trataron de pasar más allá, y las historias dicen que ninguno nunca tuvo éxito. Los extensos litorales ásperos del Norte al este y el oeste, permanecían vulnerables, sin embargo; y era allí donde la regencia de Invernalia era amenazada más a menudo… por los hijos de hierro en el oeste y Ándalos en el este. Cruzando el mar Angosto en centenares y miles, los barcos vikingos de los Ándalos desembarcaron en el Norte, como en el sur, pero dondequiera que tocaban tierra, los Stark y sus vasallos cayeron sobre ellos y los enviaron de regreso al mar. Rey Theon Stark, conocido en la historia como el Lobo Hambriento, hizo retroceder las más grandes de estas amenazas, haciendo causa común con los Boltons aplastando al señor de guerra de los Ándalos, Argos Sevenstar en la Batalla de Rio de Las Lágrimas. Como consecuencia de su victoria, Rey Theon levantó su propia flota y cruzó el mar Angosto hasta las costas de Ándalos, con el cadáver de Argos azotado en la proa de su buque insignia. Allí, se dice, él tomó una venganza sangrienta, quemando una veintena de pueblos, capturando tres casas-torres y un septo fortificado, y pasando a centenares por la espada. El Lobo Hambriento exigió como premio las cabezas de los asesinados, llevándolas de regreso a Poniente y plantándolos en las púas a lo largo de sus propias costas, como advertencia a otros posibles conquistadores. (Después en su reinado empapado en sangre, él conquistó las Tres Hermanas y aterrizó un ejército en los Dedos, pero estas conquistas no duraron por mucho tiempo. Rey Theon también luchó con los hijos de hierro en el oeste, alejándolos de Cabo Kraken e Isla del Oso, tumbando una rebelión en los Riachuelos, y se unió a la Guardia de la Noche en una incursión más allá del Muro para romper el poder de los salvajes por una generación).

Hasta que Desembarco del Rey se alzó en la orilla del Aguasnegras, el Puerto Blanco era más nueva la ciudad en los Siete Reinos. Construida con la riqueza que los Manderly que habían traído desde el Dominio - donde habían sido desterrados por el Lord Lorimar Peake por mandato del Rey Perceon III Gardener, que temió su creciente poder en el Dominio - el Puerto Blanco tiene más en común con los elegantes castillos y torres del Dominio, que con los castillos del Norte; se dice que el Castillo Nuevo fue construido para reflejar el castillo Dunstonbury que los Manderly habían perdido en su destierro.

Incluso antes de la venida de los Ándalos, la Guarida del Lobo fue fundada por el Rey Jon Stark, construida para defender la boca del Cuchillo Blanco contra los invasores y mercaderes de esclavos por el mar Angosto (algunos estudiosos sugieren que éstas eran las primeras incursiones de los Ándalos, aunque otros dicen que eran los antepasados de los hombres de Ib, o incluso mercaderes de esclavos de Valyria y Volantis). Gobernada durante siglos por una sucesión de casas (incluso los Greystarks, una rama cadete de la Casa Stark, así como los Flints, Slates, Longs, Holts, Lockes, y Ashwoods), la antigua fortaleza sería el foco de una sucesión de conflictos. Durante las guerras entre Invernalia y los Reyes Ándalos de la Montaña y el Valle, el Viejo Halcón, Osgood Arryn, sitió la Guarida del Lobo. Su hijo, Rey Oswin la Garra, la capturó e incendió. Después, fue atacada por los señores piratas de las Tres Hermanas y mercaderes de esclavos de Peldaños de Piedra. No fue hasta unos mil años antes de la Conquista, cuando los Manderlys fugitivos vinieron al Norte y juraron sus votos en la Guarida del Lobo, que el problema de la defensa del río Cuchillo Blanco—que proporciona el acceso al mismo corazón del Norte—se resolvió con la creación de Puerto Blanco. La costa oriental del Norte también se ha asediado a menudo por los piratas, y algunas de las guerras del Lobo Hambriento recayeron en él, cuando los barcos vikingos de Gran Wyk, Wyk Viejo, Pyke, y Monteorca descendieron en sus costas occidentales bajo los estandartes de Harrag Hoare, el Rey de las Islas de Hierro. Durante un tiempo Costa Pedregosa juró su lealtad a Harrag y sus hombres de hierro, quemando el Bosque de Lobos; y la Isla del Oso era una base para el pillaje, gobernada por el hijo de corazón negro de Harrag, Ravos el Violador. Aunque Theon Stark mató a Ravos con sus propias manos, y expelió a los hombres de hierro de sus orillas, ellos volverían liderados por el nieto de Harrag, Erich el Águila, y de nuevo con el Viejo Kraken, Loron Greyjoy, que volvió a capturar la Isla del Oso y Cabo Kraken (Rey Rodrik Stark reclamó la Isla del Oso después de la muerte del Kraken Viejo, aunque sus hijos y nietos batallaron por Cabo Kraken). Las guerras entre el Norte y los hijos de hierro continuarían después de esto, pero menos decisivas.

LOS CLANES DE LAS MONTAÑAS Los clanes de las montañas Norteñas son particularmente famosos por su adherencia a las leyes de la hospitalidad, y los señores menores que gobiernan estos clanes, a menudo compiten entre sí por ser el anfitrión más hospitalario. Estos clanes— localizados principalmente en las regiones montañosas más allá del Bosque de los Lobos, en los altos valles y prados, y a lo largo de la Bahía de Hielo y ciertos ríos del Norte—deben lealtad a los Stark, pero sus disputas a menudo han causado dificultades para los Señores de Invernalia y para los Reyes del Invierno antes que ellos, forzándolos a enviar hombres a las montañas para contener los derramamientos de sangre

(conmemorados en canciones como “Los Pinos Negros” y “Los Lobos en las Colinas”), o para convocar a los líderes a Invernalia para juzgar sus disputas. El más poderoso de los clanes Norteños es el de los Wull, los pescadores que habitan en las orillas de la Bahía de Hielo. Su odio hacia los salvajes es igualado tan sólo por su odio hacia los hombres de las Islas de Hierro, quienes a menudo hacían incursiones a lo largo de la costa de la bahía, quemando sus salones, llevándose sus cosechas, y tomando a sus esposas e hijas como sirvientas y esposas de sal. Grandes extensiones de la Costa Pedregosa, la Isla del Oso, Punta Dragón Marino, y Cabo Kraken, han estado bajo el poder de los hombres de hierro durante varias épocas. De hecho, Cabo Kraken, el más cercano a las Islas del Hierro, ha pasado de manos tantas veces que muchos maestres creen que su población tiene más sangre de los hombres del hierro que de Norteños.

Las historias del Norte afirman que Rodrik Stark obtuvo Isla del Oso de vuelta tras ganar en una competencia de lucha, y quizás existe algo de verdad en este cuento; los reyes de las Islas del Hierro a menudo competían con demostraciones de fuerza, para probar su destreza y su derecho a llevar la corona de madera de deriva. Eruditos más serios ponen esto en tela de juicio, sugiriendo que si hubo una “lucha,” esta debió ser con palabras.

LOS HIJOS DE LA PIEDRA DE SKAGOS A pesar de siglos de disputas, los clanes de las montañas tradicionalmente se han mantenido leales a los Stark, en tiempos de guerra y paz. Pero no podemos decir lo mismo de los habitantes salvajes de Skagos, las islas montañosas al este de la Bahía de las Focas. Los Skagosi que residen aquí son poco apreciados por los demás Norteños, quienes los consideran iguales a los salvajes y los llamas Skaggs. Los Skagosi se llaman a sí mismos hijos de la piedra, refiriéndose al hecho de que Skagos significa “piedra” en la Antigua Lengua. Son gente enorme, peluda y maloliente (algunos maestres creen que los Skagosi tienen cierta cantidad de sangre Ibbenés; otros sugieren que podrían ser descendientes de los gigantes), cubiertos en pieles, pelajes y cueros sin curtir, y se dice que montan unicornios, los Skagosi son sujeto de muchos rumores tenebrosos. Se dice que aun ofrecen sacrificios de sangre a los arcianos, que atraen con luces falsas a los barcos que pasan para que se destruyan con los peñascos, y que se alimentan de carne humana durante el invierno.

Un guerrero de Skagos. A lo mejor los Skagosi si practicaron el canibalismo, aunque el si esta costumbre aún se practica hoy en día, es materia de muchos debates. El extremo del Mundo—una colección de cuentos y leyendas compiladas por el Maestre Balder, quien sirvió en Guardaoriente del Mar durante los sesenta años de gobierno del Lord Comandante Osric Stark—es nuestra fuente principal para mucho de lo que sabemos de los Skagosi, incluyendo el Festín de Skane, donde se dice que una flota Skagosi descendió sobre la pequeña isla de Skane, violando y llevándose a las mujeres Skanenses, mientras que asesinaron y consumieron la carne de los hombres Skanenses en un festín que duró quince días. Incluso si esto no es verdad, Skane permanece deshabitada hasta el día de hoy, aunque las piedras derrumbadas y los cimientos cubiertos de vegetación atestiguan que alguna vez hubo hombres habitando entre sus colinas azotadas por el viento y sus costas pedregosas.

Los maestres la Ciudadela solían burlarse de los “unicornios” de Skagos. El ocasional “cuerno de unicornio” ofrecido por mercaderes inescrupulosos no era nada más que el cuerno de un

tipo de ballena cazada por los balleneros de Ib. Sin embargo, cuernos de una clases completamente distinta—supuestamente provenientes de Skagos—han sido examinados por los maestres de Guardaoriente en ciertas ocasiones. También se dice que aquellos marineros lo bastante valientes para comerciar con Skagos han visto a los señores Skagosi montando enormes bestias lanudas con cuernos, monturas monstruosas de paso tan firme que hasta pueden escalar por las laderas de las montañas. Un ejemplar vivo de tales criaturas—o al menos un esqueleto—ha sido ampliamente buscado para su estudio, pero ninguno ha sido llevado hasta Antigua.

Aunque son rara vez vistos fuera de sus tierras, a veces los hijos de la piedra solían cruzar la Bahía de las Focas para comerciar o, incluso más a menudo, para asaltar— hasta que el Rey Brandon Stark, Noveno de Su Nombre, acabó con sus fuerzas de una vez por todas, destruyó sus naves, y los vedó del mar. Por la mayor parte de su historia reciente, han permanecido como un pueblo salvaje, aislado, y esquivo, proclives tanto de asesinar, como de comerciar con aquellos que desembarcan en su isla. Cuando consentían comerciar, los Skagosi ofrecían pelajes, cuchillas y puntas de flecha de obsidiana, y “cuernos de unicornio,” a cambio de las mercancías que ellos desearan. Algunos Skagosi también han servido en la Guardia de la Noche. Hace más de mil años, un Crowl (miembro de un clan considerado como la nobleza en Skagos) incluso llegó a ser Lord Comandante por algún tiempo, y los Anales del Centauro Negro mencionan a un Stane (miembro de otra familia Skagosi) que llegó a ser Primer Explorador pero murió poco tiempo después. Skagos a menudo ha sido fuente de problemas para los Stark—tanto como reyes cuando intentaron conquistarla, y como señores cuando se les enfrentaron para mantenerlos leales. De hecho, hace muy poco, durante el reinado del Rey Daeron II Targaryen (Daeron el Bueno), la isla se rebeló en contra del Señor de Invernalia—una rebelión que duró varios años y reclamó las vidas de miles, incluyendo la de Barthogan Stark, Señor de Invernalia (llamado Barth Espada Negra), antes de ser finalmente reprimida.

LOS LACUSTRES DEL CUELLO Los últimos (y algunos dirían que los menos importantes) de los pueblos del Norte son los habitantes de los pantanos del Cuello, conocidos como lacustres, quienes habitan sobre islas flotantes en las cuales construyen sus salones y chozas. Son gente pequeña y astuta (algunos dicen que son de baja estatura porque se casaron con los niños del bosque, pero probablemente tan sólo sea producto de una nutrición inadecuada, ya que los granos no crecen entre las ciénagas, pantanos y marismas saladas del Cuello, y los lacustres subsisten principalmente con una dieta de peces, ranas, y lagartos), son bastante reservados, prefiriendo mantenerse alejados de todos.

Un lacustre del Cuello. Al sur del Cuello, la gente del río cuyas tierras colindan con el suyo, dicen que los lacustres respiran agua, tienen manos y pies palmeados como ranas, y usan venenos en

sus tridentes y flechas. Cabe mencionar que esto último tiene bastante de verdad; muchos mercaderes han traído hierbas y plantas desconocidas a la Ciudadela, las cuales tienen muchas propiedades extrañas, ya que los maestres buscan entender mejor sus propiedades y su valor. Pero del resto, no existe evidencia: los lacustres son hombres, aunque más pequeños que la mayoría, incluso si tienen un estilo de vida único en los Siete Reinos. Las historias afirman que hace mucho, los lacustres eran gobernados por los Reyes del Pantano. Los bardos dicen que montaban lagartos león y usaban enormes tridentes como lanzas, pero esto es claramente fantasía. ¿Fueron estos Reyes del Pantano realmente reyes como los conocemos hoy en día? El Archimaestre Eyron escribe que los lacustres veían a sus reyes como los primeros entre un grupo de iguales, de quienes se pensaba que habían sido tocados por los dioses—un hecho que se manifestaba en ojos de matices extraños, o incluso la habilidad de hablar con los animales, como se decía que hacían los niños del bosque. Sea cual sea la verdad, el último hombre llamado Rey del Pantano fue asesinado por el Rey Rickard Stark (a veces conocido en el Norte como el Lobo Risueño, debido a su buen carácter), quien tomó a la hija del Rey caído como su esposa, con lo cual los lacustres doblaron sus rodillas y aceptaron el dominio de Invernalia. Desde entonces los lacustres se han convertido en aliados acérrimos de los Stark, bajo el liderazgo de los Reed de la Atalaya de Aguasgrises.

LOS SEÑORES DE INVERNALIA Después de la Conquista y la unificación de los Siete Reinos, los Stark se convirtieron en los Guardianes del Norte (en vez de reyes), jurando lealtad al Trono de Hierro, pero permaneciendo como gobernantes de sus propios dominios en todo menos en nombre. Aunque Torrhen Stark había renunciado a la antigua corona de los Reyes del Invierno, sus hijos estuvieron menos contentos bajo el yugo de los Targaryen, y algunos de ellos se entretuvieron hablando de una rebelión, y de alzar el estandarte Stark, con o sin el consentimiento de Lord Torrhen.

No sabemos si los sentimientos anti-Targaryen empeoraron tras los esfuerzos de la Reina Rhaenys Targaryen por unir el nuevo reino mediante matrimonios entre las grandes casas. Pero si sabemos que la hija de Torrhen Stark se casó con el joven y nefasto Lord del Valle; este fue uno de los varios matrimonios de paz forjados por Rhaenys. No obstante, aún se preservan cartas en la Ciudadela que sugieren que los Stark tan sólo aceptaron este compromiso tras muchas protestas, y que los hermanos de la novia se negaron rotundamente a asistir a la boda.

Aun mucho después, se dijo que los Stark estaban enojados con el Viejo Rey y la Reina Alysanne por haberlos forzado a ceder el Nuevo Agasajo y entregárselo a la Guardia de la Noche; ésta pudo haber sido la razón por la cual Lord Ellard Stark se puso del lado de Corlys Velaryon y la Princesa Rhaenys durante el Gran Consejo de 101 DC. Anteriormente hemos discutido el rol de la Casa Stark en la Danza de los Dragones. Debemos añadir que Lord Cregan Stark obtuvo muchas recompensas por su apoyo fiel al Rey Aegon III… incluso si no se le entregó a una princesa real para desposar a

alguien de su familia, como había sido acordado en el Pacto de Hielo y Fuego, sellado cuando el príncipe Jacaerys Velaryon voló hasta Invernalia sobre su dragón.

Aunque ahora se dice que Lord Ellard Stark estaba contento de ayudar a la Guardia de la Noche con el Agasajo, y que no se tardó mucho en convencerlo, la verdad es diferente. El hermano de Lord Stark envió cartas a la Ciudadela, preguntándoles a los maestres si existían precedentes sobre la donación forzosa de propiedades, esto deja en claro que los Stark no estaban tan dispuestos a cumplir las órdenes del Rey Jacaerys. Es posible que los Stark temieran que bajo el control del Castillo Negro el Nuevo Agasajo inevitablemente caería en decadencia—ya que la Guardia de la Noche siempre le prestaría más atención al norte y descuidaría a sus inquilinos en el sur. Y da la casualidad de que, muy pronto, eso fue exactamente lo que ocurrió, y ahora se dice que el Nuevo Agasajo está casi inhabitado gracias al declive de la Guardia de la Noche y al creciente número de vidas tomadas por los exploradores salvajes de más allá del Muro.

Tras la Danza de los Dragones, los Stark se mantuvieron mucho más leales a los Targaryen que en tiempos anteriores. De hecho, el hijo y heredero de Lord Cregan Stark peleó bajo el estandarte Targaryen cuando el Joven Dragón intentó conquistar Dorne. Rickon Stark peleó valientemente, y sus acciones fueron relatadas por el Rey Daeron en su Conquista de Dorne, y la muerte de Rickon tras los muros de Lanza del Sol en una de las batallas finales, fue lamentada por el Norte durante varios años debido a los problemas que acontecieron con los reinados de sus medio hermanos. En las décadas siguientes, el Norte observó a los Stark enfrentarse a la rebelión de Skagos, una nueva oleada de asaltos por parte de los hombres del hierro bajo el mando de Dagon Greyjoy, y una invasión salvaje liderada por Raymun Barbarroja, el Rey-másallá-del-Muro, en 226 DC. En cada una de estas fallecieron Starks. Aunque la casa mantuvo su fortuna casi inalterada—probablemente debido a la firme voluntad de la mayoría de los Señores de Invernalia de evitar involucrarse en las intrigas de las cortes sureñas. Cuando el linaje Stark fue casi exterminado por el Rey Loco Aerys tras el secuestro de Lyanna a manos de Rhaegar, algunos hombres erróneamente culparon al fallecido Lord Rickard, cuyas alianzas de sangre y amistad habían unido a las grandes casas y habían asegurado que estas actuaran unidas en respuesta a los crímenes del Rey Loco.

INVERNALIA El castillo más grande del Norte es Invernalia, el asentamiento de los Stark desde la Edad del Amanecer. La leyenda dice que Brandon el Constructor construyó Invernalia tras el invierno que duró una generación, conocido como la Larga Noche, para convertirse en la fortaleza de sus descendientes, los Reyes del Invierno. El hecho de que Brandon el Constructor está conectado con un número improbable de grandes construcciones (Bastión de Tormentas y el Muro, por citar algunos ejemplos destacables) durante un lapso de numerosas vidas, probablemente se debe a que los cuentos terminaron convirtiendo a un antiguo rey, o a un grupo de diferentes reyes de la Casa Stark (ya que ha habido varios Brandon durante el largo reinado de esta familia) en algo más legendario. El propio castillo es peculiar debido a que los Stark no nivelaron el terreno cuando establecieron los cimientos y murallas del castillo. Muy posiblemente porque el castillo fue construido en partes a medida que pasaban los años, en vez de haber sido planteado

como una sola estructura. Algunos eruditos sospechan que alguna vez fue un complejo de fuertes circulares interconectados, pero con el paso del tiempo ha desaparecido casi toda evidencia de ellos.

Invernalia, con el pueblo de invierno fuera de sus murallas.

Las murallas exteriores de Invernalia fueron erigidas durante las últimas dos décadas del reinado del Rey Edric Barbanevada. Aunque Edrick es recordado por un reinado que duró cerca de un siglo, durante su vejez su gobierno se tornó cada vez más errático. Al ver esto, muchas facciones intentaron tomar el control de su vacilante reino. Las amenazas más evidentes fueron sus numerosos—y revoltosos—descendientes, pero otros también tuvieron su oportunidad, incluyendo hombres del hierro, esclavistas del otro lado del Mar Angosto, salvajes, y rivales Norteños como los Bolton.

Las murallas interiores, que alguna vez fueron la única muralla defensiva, tienen cerca de dos mil años de antigüedad, y quizás algunas secciones son más antiguas. En años posteriores, un foso defensivo fue cavado a su alrededor, luego una segunda muralla fue levantada al otro lado del foso, dándole al castillo una defensa formidable. Las murallas interiores tienen cien pies de altura, las murallas exteriores ochenta; cualquier atacante que tuviera éxito capturando la muralla exterior aun tendría que enfrentarse a los defensores de las murallas interiores quienes arrojarían lanzas, piedras y flechas contra él.

Podemos rechazar la afirmación de Mushroom en su Testimonio de que el dragón Vermax haya dejado una nidada de huevos en algún lugar en las profundidades de las criptas de Invernalia, donde las aguas de las fuentes termales corren cerca de las murallas, mientras su jinete trataba con Cregan Stark al inicio de la Danza de Dragones. Como señala el Archimaestre Gyldayn en su historia fragmentada, no hay constancia de que Vermax haya puesto siquiera un solo huevo, sugiriendo que el dragón era macho. La creencia de que los dragones podían cambiar de sexo por necesidad es errónea, según Verdad del Maestre Anson, originada tras una malinterpretación de la metáfora esotérica que Barth formulaba cuando discutía sobre los misterios mayores.

Dentro de sus murallas, el Castillo se extiende sobre varios acres de tierra, abarcando varias edificaciones independientes. La más antigua de estas—una torre hace mucho abandonada, redonda, achatada y cubierta de gárgolas—conocida como el Primer Torreón. Algunos piensan que esto se debe a que fue construida por los Primeros Hombres, pero el Maestre Kennet ha demostrado definitivamente que no podría haber existido antes de la llegada de los Ándalos, ya que los Primeros Hombres y los primeros Ándalos construían torres y fortalezas cuadradas. Las torres redondeadas surgieron en tiempos posteriores.

Se ha demostrado que las fuentes termales, como la que discurre bajo Invernalia, son calentadas por los hornos del mundo—los mismos fuegos que hicieron los Catorce Fuegos o la montaña humeante de Rocadragón. Sin embargo, se sabe que el pueblo llano de Invernalia y del pueblo del invierno afirma que las fuentes son calentadas por el aliento de un dragón que duerme bajo el castillo. Esto es aún más absurdo que las afirmaciones de Mushroom y no es necesario darle ningún tipo de consideración.

Para el ojo entrenado, la arquitectura de Invernalia parece ser una amalgama de muchas épocas distintas. Y su extensión no sólo abarca edificaciones, sino que también espacios abiertos. De hecho, nada menos que tres acres fueron destinaron para un antiguo Bosque de Dioses, donde una vez Brandon el Constructor le oró a sus dioses, según dicen las leyendas. Incluso si esto no fuera cierto, la antigüedad del bosquecillo

no puede discutirse. Y el bosque de dioses sin duda se beneficia de las fuentes termales que se encuentran en su interior, protegiendo a los árboles de lo peor del frío del invierno. De hecho, la presencia de las fuentes termales—que salpican la tierra alrededor de Invernalia—puede ser la principal razón por la cual los Primeros Hombres decidieron establecerse allí. Es fácil imaginar el valor que una fuente de agua fresca—y además caliente—habría tenido durante lo peor de un invierno Norteño. En siglos recientes, los Stark han erigido estructuras que hacen uso directo de estas fuentes con el fin de calentar sus viviendas.

EL MURO Y MÁS ALLÁ

El Castillo Negro y el Muro.

LA GUARDIA DE LA NOCHE Unica en los siete reinos es la Guardia de la Noche, la hermandad juramentada que ha defendido el Muro alrededor de siglos y milenios, originada en resultado de la Larga Noche, la generacion- el largo invierno que trajo a los Otros a los reinos de los hombres y casi les puso a fin. La historia de la Guardia de la Noche es larga. Las historias de los Caballeros negros del muro y de su noble llamado. Pero la edad de los heroes se acabo hace mucho, y los Otros no se han mostrado asi mismo en miles de años, si ciertamente alguna vez existieron. Y asi, año por año, la Guardia ha disminuido. Sus propias cronicas demuestran que este declive ha estado progresando desde antes de la epoca de Aegon el Conquistador y sus hermanas. Sin embargo los Hermanos negros de La Guardia siguen guardando los reinos de los hombres tan noblemente como pueden, las amenazas que ellos enfrentan ya no vienen de los Otros, espectros, gigantes, verdevidentes, wargs, cambiapieles y otros monstruos de cuentos infantiles y legendas, sino de salvajes barbaros armados con hachas de piedra y porras; salvajes para estar seguros, pero solo hombres, ni parecido con guerreros disciplinados. No siempre fue asi. Sin importar si las leyendas son ciertas o no, esta a la vista que los Primeros Hombres y los niños del bosque (E incluso los gigantes, si tomamos palabra de los Bardos) temieron algo lo suficiente que los llevo a levantar el Muro. Y asi esta gran construccion, tan simple como es, es simplemente contada entre las maravillas del mundo. Puede ser que sus primeros cimientos fueran de piedra- Los maestres difieren en esto- pero ahora lo unico que puede ser visto en cien leguas de distancia es hielo. Lagos cercanos proveyeron el material, el cual los Primeros Hombres cortaron en grandes bloques y arrastraron sobre trineos hacia el muro. Ahora miles de años despues, El Muro mide mas de siete mil pies de altura en su punto mas alto (Aunque su altura varie considerablemente sobre las cientas leguas de su longitud, siguiendo los niveles de la tierra).

Las leyendas hablan de que los gigantes ayudaron a levantar el Muro, usando su gran fuerza para arrastrar los bloques de hielo en su lugar. Ahi quiza algo de verda en esto aunque las historias hacen a los gigantes mas grandes y mas poderosos de lo que de verdad dueron. Estas mismas leyendas tambien dicen que los Niños del Bosque- Quienes no construian paredes ni en hielo o en piedra- pudieron contribuir con la magia de la construccion, Pero las leyendas, como siempre, tienen dudoso valor.

Debajo de la sombra del muro de hielo, La Guardia de la Noche, construyo diecinueve fuertes- Aunque no son parecidos a cualquier otro castillo en los siete reinos, no tienen murallas o otras fortificaciones defensivas que los protejan (El Muro en si mismo es mas que suficiente para combatir contra cualquier cosa que venga del Norte, y la Guardia insiste en que no tiene rivales en el sur). La mas grande y vieja de estos es el Fuerte de la Noche, el cual estuvo abandonado por los pasados doscientos años, mientras la guardia disminuia, su tamaño lo hizo muy largo y muy dificil de mantener. Los maestres quienes sirivieron en el Fuerte de la Noche mientras este estaba en uso dejaron claro que el castillo habia sido expandido muchas veces a lo largo de los siglos y que una pequeña parte permanecia de su

estructura original, guardada por alguna de las mas profundas criptas, tallada en la roca debajo de los pies del castillo. Aun a lo largo de los miles de años de su existencia como el principal asentamiento de la Guardia, el Fuerte de la Noche ha acumulado muchas leyendas de si mismo, algunas las cuales han sido recopiladas por el Archimaestre Harmun en Vigilantes del Muro. La mas vieja de estas historias pertenece al legendario Rey de la Noche, El treceavo lord comandante de la Guardia de la Noche, quien fue presunto/acusado de haber encamado con hechicera palida como un cadaver y haberse declarado un rey. Por trece años el Rey de la Noche y su "Reina Cadaver" (Nota del traductor: La traduccion de Gilgamesh habla de una reina Espectro pero aca hablan de un cadaver asi que...) Reinaron juntos, antes de que el Rey en el Norte, Brandon el Rompedor [No puedo poner el interruptor] (Se dice que en alianza con el Rey-Mas-Alla-del-Muro, Joramun) Le trajo fin. A partir de ahi, el nombre mas del Rey de la Noche se olvido. En la citadela, los archimaestres esencialmente desestiman estas historias-aunque algunos dicen que pudo haber un Lord comandante quien intento hacer reino para si mismo en los primeros dias de la Guardia. Algunos sugieren que la reina espectro fue una mujer de los Tumulos, una hija de quien fue Rey en el Tumulo (Nota del traductor; Barrowlands hace referencia a Fuerte tumulo Barrowton asentameiento de la casa Dustin, aunque tambien puede hacer referencia a los reyes en el pantano ya que esta region es parte de el Cuello) quien fue en ese entonces un poder por derecho propio, a menudo asociado con tumbas. El Rey de la Noche ha sido dicho que pudo haber sido un Bolton, un Piedemadera, un Umber, un Norrey o incluso un Stark, dependiendo de donde la historia sea contada. Como todas las historias, tiene algunos atributos que la hacen mas atrayenta hacia quien la cuenta.

CASTILLOS DE LA GUARDIA DE LA NOCHE ACTIVOS Torre sombria El castillo negro (Asentamiento del Lord comandante de la Guardia) Guardiaoriente del mar ABANDONADOS Guardiaoccidente por el rio Garita Guardiagris Puertapiedra Colina escarcha Marcahielo Lago Hondo Puerta de la Reina, (originalmente llamado Puerta de la Nieve, renombrado después de que la Bondadosa Reina Alysanne) Escudo de Roble Guardiabosque del Lago. Fortaleza de Azabache Túmulo Largo Guardiaverde

La Guardia de la Noche, podria ser bien llamada la primera orden militante en los Siete Reinos (El principal deber de todos sus miembros es defender el Muro, y todo son

entrenados en armas para este fin), ha dividido sus hermanos juramentados en tres grupos: 1.) Los mayordomos, quienes suministran a la Guardia con comida, vestimenta, y todas las otras cosas que ellos necesitan para la guerra 2.) Los constructores que se ocupan del Muro y los Castillos 3.) Los exploradores que se aventuran en lo salvaje mas alla, para hacer la guerra contra los salvajes. Liderandolos esta oficiales veteranos de la Guardia, y su jefe es el Lord Comandante. El mismo es elegido por eleccion: Los hombres de la Guardia, uno y cada uno- de el primer de los iletrados escalfadores de huevos hasta los vastagos de las grandes casasVan a votar por el hombre que ellos creen que deberian liderarlos. Hasta que un hombre tiene la mayor parte de los votos , el liderara la Guardia hasta su muerte. Es una costrumbre que desde hace mucho a permanecido en la Guardia, y los esfuerzos por trastocarla (Como cuando el Lord Comandante Runcel Hightower intento dejar la Guardia a su hijo bastardo hace quinientos años atras) no han funcionado. Lastimosamente, la mas importante verdad sobre la Guardia de la Noche hoy es su declive. Quiza hace mucho sirvio para un gran proposito. Pero si los Otros alguna vez existieron, ellos no han sido vistos en miles de años y no son amenaza para el hombre. Son los salvajes mas alla del Muro quienes son el peligro que la Guardia de la Noche ahora enfrenta. Aun cuando solo hay Reyes-Mas-Alla-Del-Muro han los salvajes alguna vez verdaderamente presentado amenaza para el reino de los hombres. El gran costo en mantener el Muro y los hombres quien se encargan de el se ha vuelto cada vez mas insoportable. Solo tres castillos de la Guardia de la Noche estan ahora habitados, y la orden es un decimo del tamaño que tenia cuando Aegon y sus hermanas aterrizaron, aun asi en este tamaño, la Guardia sigue siendo una carga. Algunos argumentan que el muro sirve como una util via para deshacerse de los asesinos, violadores, cazadores furtivos, y los de su calaña, a pesar de que otros se cuestionan sobre poner armas en sus manos y entrenarlos en las artes de la guerra. Los saqueadores salvajes pueden ser considerados correctamente mas un fastidio que una amenaza; muchos sabios sugueren que seria mejor que los Lores del norte extienda su dominio mas alla del Muro asi ellos puedan mandar a los salvaje. Solo el gran honor de los hombres del norte ha mantenido a la Guardia funcionando, y una gran parte de la comida que mantiene a los hermanos negros del Castillo Negro, Torresombria, y Guardiaoriente por el Mar viene como regalo anual de estos señores norteños que envian al muro como su sustento.

Los castillos de la Guardia de la Noche

LOS SALVAJES En las tierras mas alla del Muro vive la diversa gente- Descendientes de los primeros hombres- que nosotros los mas civilizados del norte llamamos salvajes. Este no es un termino que ellos usen para si mismos. El mas grande y mas numeroso de las personas que viven del otro lado del Muro se llaman a si mismo el Pueblo Libre, en su creencias que sus salvajes costumbres les permiten vivir en una mayor libertad que los arrodilladores (Nota del traductor, se refiere a que se arrodillan ante todos) del sur. Y es verdad que ellos viven si Lores ni Reyes y que no se doblegan ante ningun hombre o sacerdote, sin importar su nacimiento o sangre o puesto. Pero ellos tambien viven miserablemente, y no son libres del hambre, de las extremos del frio, de la bárbara guerra o de las depredaciones de su propio tipo. La falta de leyes mas alla del Muro es nada para envidiar, como cualquier hombre que alla visto salvajes pueda atestiguar. (Y asi muchos han atestiguado, en un numero de trabajos basados en los diarios de los exploradores de la Guardia de la Noche). Su orgullo en su pobreza, en sus hachas de piedra y debiles-escudos de madera, en sus pulgas- en sus pieles infestadas, es algunas de las razones por las que son separados de la gente de los Siete Reinos. Las incontables tribus y clanes del Pueblo Libre siguen siendo devotos a los viejos dioses de Los Primeros Hombres y los niños del bosque, los dioses de los arcianos (Algunos diarios dicen que hay aquellos quienes veneran a otros dioses diferentes: Dioses oscuro en los Colmillos helados, dioses de nieve y hielo en la Costa Helada o dioses cangrejo en Punta Storrold pero esto nunca ha sido confirmado de manera fiable).

La principal causa por la que los Salvajes escalan el muro es en gran parte para conseguir hierro y acero que ellos no pueden fabricar. Muchos de los invasores están armados con armas de madera, piedra e incluso cuerno en algunos casos. Algunos llevan hachas de bronce y cuchillos, pero incluso estos últimos se consideran algo valioso. Los famosos líderes a menudo han robado acero, en ocasiones de los exploradores de la Guardia que ellos mismos habían matado.

Los exploradores de la Guardia de la Noche hablan de pueblos todavía más extraños que habitan en los rincones más alejados de las tierras más alla del Muro, de guerreros revestidos de bronce en un valle escondido lejos, hacia el norte y los Pie de Cuerno, que van descalzos incluso sobre el hielo y la nieve. Sabemos de salvajes que viven en la orilla congelada y tienen chozas y trineos de hielo tirados por perros. Hay media docena de tribus que hacen sus hogares en cavernas y rumores de caníbales en la parte más alta de los Ríos Helados más allá del Muro. Pero pocos exploradores han penetrado más de medio centenar de leguas en el Bosque Encantado y sin duda hay más tipos salvajes de los que ellos pueden siquiera imaginar.

Un explorador salvaje La amenaza que representan para el reino estos pueblos salvajes es descartable, a excepción de las escasas ocasiones en las que se unieron bajo el liderazgo de un ReyMás-Allá-Del-Muro. Aunque muchos de los asaltantes salvajes y jefes de guerra han aspirado a ese título, pocos. Ninguno de los salvajes que se ha alzado como Rey-MásAllá-Del-Muro ha hecho nada para construir un verdadero reino o cuidar de su gente; en verdad, estos hombres son señores de la guerra, no reyes y aunque han sido muy diferentes unos de otros, todos ellos han llevado a su pueblo contra el Muro, con la esperanza de atravesarlo y conquistar los Siete Reinos del sur.

El primer Rey-Más-Allá-Del-Muro, según cuenta la leyenda, fue Joramun, que afirmaba tener un cuerno capaz de derribar el Muro cuando despertase a ‘los Gigantes de la Tierra’ (que el Muro siga en pie pone en duda su eficacia, e incluso su existencia).

Casa Austera fue el único intento de hacer un asentamiento en las tierras más allá del Muro, al abrigo de Punta Storrold y junto a un puerto de aguas profundas. Pero fue quemado y destruido hace seiscientos años, aunque la Guardia sigue sin poder decir con certeza lo que sucedió. Algunos dicen que los caníbales de Skagos cayeron sobre ellos, otros que fueron los esclavistas del Mar Angosto quienes tuvieron la culpa. Las historias más extrañas han sido contadas, enviaron un barco de la Guardia para investigar lo que había sucedido y volvieron con un informe de gritos espantosos que resonaban desde los acantilados de Casa Austera, en los que no se pudo encontrar a ningún hombre o mujer con vida. Un relato más fascinante de Casa Austera, puede ser el que cuenta el maestre Willys: nos cuenta una historia de los tres años que pasó más allá del Muro entre los Salvajes, los exploradores y las brujas de los árboles. Willys viajó a Casa Austera con un comerciante Pentoshi y se instaló allí como curandero y consejero para poder escribir sobre sus costumbres. Un cacique (Gorm el Lobo), que compartía el control de Casa Austera con otros tres jefes le dio protección. Cuando Gorm fue asesinado en una pelea de borrachos, Willys pasó a encontrarse en peligro de muerte y regreso a Antigua. Allí dejó su experiencia, solo para desaparecer un año después cuando comenzaron los alumbrados. Se dijo en la Ciudadela que fue visto por última vez en los muelles, en busca de un barco que lo llevase a Guardiaoriente del Mar.

Los hermanos Gendel y Gorne fueron unos reyes que gobernaron juntos hace tres mil años. Lideraron a sus gentes por un laberinto de cavernas subterráneas por las que lograron atravesar el Muro para atacar el Norte. Gorne mató al rey Stark en la batalla solo para ser asesinado a su vez por el heredero del rey y Gendel y sus súbditos Salvajes.

Un ejército salvaje reuniéndose junto al Muro. El señor Astado les seguiría, mil años después (o quizás dos mil). Su nombre se pierde en la historia, pero se dice que él conocía el modo de usar la magia para cruzar el Muro. Después de él, siglos más tarde, llegó Bael el Bardo, cuyas canciones aún se cantan más allá del Muro… Pero hay dudas acerca de si realmente existió o no. Los Salvajes cuentan lo que hizo y dan crédito a muchas de sus canciones, pero las viejas crónicas de Invernalia no dicen nada de él. Ya fuese por las derrotas y humillaciones que se decía que habían sufrido con su visita (incluyendo una historia improbable en la que desfloró a una heredera Stark y la dejó en cinta) o porque nunca existió, nunca podremos decirlo con seguridad.

Entre los salvajes se dice que Gendel y su pueblo se perdieron y atrapados en las cavernas, aún vagan por ellas hoy en día. Entre las historias de los exploradores, sin embargo, se dice que Gendel muró también y que solo un puñado de sus seguidores siguieron con vida para huir de nuevo a las cavernas.

El último Rey-Más-Allá-Del-Muro que trató de cruzar el Muro fue Raymun Barbarroja, quién unió a los salvajes en el 212 o 213DC. No fue hasta el 226DC cuando él y sus Salvajes escalarían el Muro por el traicionero hielo y bajarían al otro lado en grupos de cientos y miles. Las tropas de Raymun se contaban por miles y lucharon todo elcamino hasta Lago Largo, donde el señor Lord Willam Stark y Lord Harmon de la casa Umber (el Gigante Borracho), cargaron con sus ejércitos contra ellos. Con dos ejércitos rodeándole y el lago a sus espaldas, Barbarroja luchó y murió, pero no antes de matar a Lord Willam. Cuando la Guardia de la Noche se presentó por fin, liderada por su Lord Comandante Jack Musgood (llamado Alegre Jack antes de la invasión y Durmiente Jack después de ella) la batalla había terminado y se encontraron con un muy enojado Artos Stark (hermano del difunto Lord Willam, y el más terrible guerrero de su época) quien dejó a la Guardia el deber de enterrar a los muertos. Esta tarea al menos, la cumplieron admirablemente.

LAS TIERRAS DE LOS RÍ OS

HAY MUCHA HISTORIA–tanto de alegrías como de tragedias–en las tierras del Tridente y sus tres afluentes. Se extiendes desde el cuello hasta el nacimiento del Aguasnegras y por el este hace frontera con las tierras del Valle, las tierras de los ríos, son el corazón palpitante de Poniente. Ninguna otra tierra de los Siete Reinos ha visto tantas batallas, ni tantos reyezuelos, ni la ascensión y caída de tantas casas reales. Las causas de todo esto están claras. Rica, fértil y tienen frontera con cada uno de los otros seis reinos excepto Dorne, aunque poseen pocos límites naturales para evitar la invasión. Las aguas del Tridente hacen las tierras perfectas para el sosiego, la agricultura y la conquista, mientras que las ramas del río estimulan el comercio y los viajes en tiempos de paz y sirven de barreras y caminos en tiempos de guerra.

La importancia del Tridente en la región no se hizo nunca tan clara como cuando el rey Harwyn Hoare, abuelo de Harren el Negro, luchó por las tierras de los ríos con el rey de la Tormenta Arrec. Los nacidos del hierro fueron capaces de lograr el dominio sobre los ríos y los utilizaron como medio de transporte para sus fuerzas de forma rápida entre sus bastiones lejanos y los campos de batalla. El rey Tormenta sufrió la peor derrota en el cruce del Forca Azul, cerca de Buenmercado, donde los barcoluengos resultaron decisivos para permitir que los hijos del hierro aprovechasen la travesía del río a pesar de la superioridad numérica de Arrec.

Las tres ramas del Tridente son las que dan a las tierras de los ríos su nombre: El Forca Rojo, coloreado por el barro y el limo que fluye desde las montañas del oeste, el Forca Verde, cuyas aguas son verdes, cubiertas por el musgo al salir de los pantanos del cuello y el Forca Azul, llamado así por la pureza de sus espumosas aguas, alimentado por un manantial. Sus aguas son los caminos por los que desplazarse en las tierras de losríos y no es extraño ver barcazas para cruzar por cada tramo de un kilómetro. Nunca ha habido una ciudad en la tierra de los ríos por extraño que pueda parecer (aunque los grandes mercados son comunes), probablemente debido al historial rebelde de la región y a la tendencia que tenían los reyes en el pasado de rechazar las cartas que algunas licencias para que lugares como Salinas o Buenmercado se expandiesen. Durante los largos siglos en que los Primeros Hombres reinaron en Poniente, un sinnúmero de pequeños reinos se levantaron y cayeron en las tierras de los ríos. Sus historias, entrelazadas con los mitos y las canciones, están en gran medida olvidadas, a excepción de los nombres de algunos reyes y héroes legendarios cuyos hechos han quedado registrados en erosionadas piedras con runas cuyo significado es incluso disputado en la Ciudadela. Por lo tanto, mientras que los bardos nos regalan los oídos con coloridos cuentos de Artos el Fuerte, Florian el Loco, Jack Nuevededos, Sharra la Reina Bruja y el Rey Verde del Ojo de Dioses, la existencia misma de ese tipo de personajes ha de ser cuestionada por cualquier estudioso serio. La verdadera historia de las tierras de los ríos comienza con la llegada de los ándalos. Después de cruzar el Mar Angosto y arrasar el Valle, estos conquistadores venidos del este se dispusieron a hacerla suya, navegando con sus barcos hasta el Tridente y sus tres grandes ramas. En aquellos días, parece que los ándalos lucharon contra los caciques y sus bandas que los septones posteriormente nombrarían reyes. Uno por uno, fueron invadiendo cada una de las tierras de los reyezuelos. Las canciones nos hablan con el paso de los años de la caída de Poza de la Doncella y la muerte de su rey niño, Florian el Valiente, quinto de su nombre; El Lavadero de la

Viuda, donde tres hijos de Lord Darry fueron detenidos por el señor ándalo de la guerra Vorian Vypren y sus caballeros por un día y una noche, matando a antes de caer ellos mismos; La noche en White Wood (de nuevo, no consigo ubicar el lugar), donde supuestamente los Niños del Bosque emergieron de debajo de una colina hueca para enviar cientos de lobos contra un campamento ándalo, muriendo cientos de hombres a la luz de la luna creciente; la gran batalla de Río Amargo, donde Blackwood de Raventree y los Bracken de Septo de Piedra hicieron causa común contra los invasores solo para ser destruidos por la carga de 777 caballeros ándalos y siete septones, que llevaban la estrella de las siete puntas de la Fe en sus escudos. La estrella de siete puntas fue llevada por todos los rincones por los ándalos, en sus escudos y estándartes, bordados de sus túnicas y a veces incluso en su propia carne. En su celo por los Siete, los conquistadores miraban a los Antiguos Dioses de los Primeros Hombres y los Niños del Bosque como si fuesen poco más que demonios y cayeron sobre las sagradas arboledas con acero y fuego, destruyendo los grandes arcianos cada vez que los encontraban. El gran cerro llamado Alto Corazón, especialmente sagrado para los Niños y los Primeros Hombres, era un cerro coronado por los arcianos más antiguos que se habían visto en los Siete Reinos, Alto Corazón seguía siendo la morada de los Niños y sus verdevidentes. Cuando el rey ándalo Erreg Kinslayer rodeó la colina, los Niños salieron en su defensa invocando nubes de cuervos y ejércitos de lobos… O eso dicen las leyendas. Sin embargo, ni los picos ni las garras estaban a la altura del acero de los ándalos, que masacraron a los verdevidentes, las bestias y a los Primeros Hombres por igual y se hizo junto a la colina de Alto Corazón otra de cadaves la mitad de alta que la primera… tal y como lo cuentan los bardos. La verdadera historia sugiere lo contrario, insistiendo en que los niños habían abandonado hacía mucho las tierras de los ríos. Pero lo que está claro es que el bosque fue destruido y hoy en dia solo quedan tocones donde una vez hubo arcianos.

Aunque el nombre de Erreg es una de los más negros en las historias antiguas, uno puede preguntarse si existió alguna vez de verdad. El archimaestre Perestan ha sugerido que Erreg, podía ser de hecho, una corrupción del título de ándalo y no un nombre en absoluto. Perestan va más allá en su ‘Consideración sobre la historia’, sugiriendo que este ándalo sin nombre había talado los árboles a instancias de un rival del rey del río que utilizaba a los ándalos como mercenarios.

El penúltimo y más grande de los reyes de los ríos que quedaban en pie antes de la llegada de los ándalos, fue Tristifer IV de la casa Mudd, Martillo de la Justicia, que gobernó desde un gran castillo llamado Piedrasviejas, en una colina a orilla del Forca Azul. Los bardos nos cuentan que luchó en un centenar de batallas contra los invasores y gano noventa y nueve de ellas, solo para caer en la centésima cuando cabalgaba a la guerra contra una alianza de siete reyes ándalos. Sin embargo, parece conveniente que haya siete reyes en las canciones: probablemente este sea otro cuento inventado por los septones como una lección de piedad. Antes de los Mudd, había habido otros reyes igual de poderosos. Los Pescadores, se dice en algunas crónicas que habían sido el primero y más antiguo linaje de reyes de los ríos (en otros se contabilizan como una segunda dinastía y la revisión de los Anales de los Ríos del antiguo septo de Peasedale sugiere que eran la tercera). Los Blackwood y

los Bracken, ambos afirman haber reclamado las tierras de los ríos en varias ocasiones durante la Edad de los Héroes. Los Mudd tuvieron más éxito en la unificación de varias tierras de los ríos que sus predecesores, pero su reinado no duró mucho. El Martillo de Justicia fue sucedido por su hijo, Tristifer V, o Tristifer el Último, que fue incapaz de contener la marea de los ándalos y no pudo siquiera mantener a su propio pueblo unido. Los reyes ándalos que derribaron Piedrasviejas y mataron a Tristifer, se casaron con la nobleza de los Primeros Hombres restante y pasaron por el cuchillo a todos los que no doblaron la rodilla. Los ándalos repartieron las tierras entre ellos. La sangre de los últimos reyes de los Primeros Hombres ya era escasa antes de que los ándalos comenzaran la guerra contra ellos para dominarlos. Aunque muchos señores se nombrasen a si mismo reyes de los ríos y de las colinas o rey del Tridente, siglos pasarían antes de que cualquiera de estos pequeños monarcas tuviese suficiente influencia sobre estas tierras para ser digno de ese título. El primero de los reyes ándalos que tuvo toda las tierras de los ríos bajo su dominio, fue un bastardo nacido de la unión entre los enemigos Blackwood y Bracken. Cuando era un niño, Benedict Ríos, fue despreciado por todos, pero llegó a ser el guerrero más grande de su edad y pasó a llamarse ser Benedict el Temerario. Su destreza en la batalla le ganó el apoyo tanto de la casa de su madre, como la de su padre y pronto otros señores de los ríos doblaron también la rodilla ante él. Benedict tardó más de treinta años en acabar con todos los reyezuelos del Tridente. Como rey, se hizo conocido como Benedict el Justo, nombre que le gustó lo suficiente como para dejar de lado su apellido bastardo y tomar Justman como nombre para su casa. Tan sabio como severo, reinó durante veintitrés años, extendiendo sus dominios hasta el Cuello y Poza de la Doncella. Su hijo, otro Benedict, reinó durante sesenta años y añadió Valle Oscuro, Rosby y el nacimiento del Aguasnegras al reino del río. La casa Justman gobernó las tierras de los ríos durante casi tres siglos según afirman las crónicas. Su línea se terminó cuando Qhored Hoare, rey de las Islas del Hierro, asesinó a los hijos del rey Bernarr II mientras estaban cautivos en Pyke. Su padre no los sobrevivió mucho tempo, provocando una guerra de venganza desesperada contra los hijos del hierro. De nuevo, las tierras se sumieron en otro periodo de anarquía y derramamiento de sangre. El reino que Benedict el Temerario había tejido se rasgó en pedazos una vez más y de nuevo hubo un centenar de años de conflictos, apareciendo de nuevos reyezuelos Blacwood, Bracken, Mallister, Vance y Charlton en una pugna por la supremacía. El poco probable vencedor de todas estas luchas fue lord Torrance Teague, un aventurero de nacimiento dudoso que se hizo con una fortuna en oro en un audaz ataque a las tierras del Oeste y utilizó esas riquezas para contratar un gran número mercenarios del otro lado del Mar Angosto. Guerreros experimentados en mil batallas, sus hojas demostraron la diferencia y Teague fue nombrado Rey del Tridente en Poza de la Doncella después de seis largos años de guerra. Se dice, sin embargo, que ni Torrence ni sus herederos se sentaron seguros en el trono. Los Teague fueron tan poco amados por aquellos que doblaron la rodilla que se vieron obligado a mantener a hijos de todas las casas como rehenes para utilizarlos en caso de traición. Aún asi, el cuatro monarca Teague, Theo Silla Dolorosa, pasó todo su reinado a caballo, llevando a sus caballeros de una rebelión a la siguiente mientras colgaba rehenes de cada árbol.

Al igual que con los Primeros Hombres, las dinastías de los reyes ándalos resultaron ser de corta duración y los enemigos rodeaban el reino por todas partes. Los hombres de las Islas del Hierro allanaron sus costas hacia el oeste, mientras que los piratas de los Peldaños de Piedra y Tres Hermanas hicieron lo mismo por el este. Los hombres de oeste cabalgaron por todo el Forca Roja para saquear y conquistar y las tribus salvajes de las Montañas de la Luna bajaban para quemar y saquear y llevarse a las mujeres. Desde el Suroeste, los señores del Domino enviaron columnas de caballeros cubiertos de hierro por todo el Aguasnegras; al sureste se encontraba el dominio de los señores de la tormenta, siempre ávidos de oro y gloria. En toda la larga historia del Tridente, bajo cientos de gobernantes, apenas hubo un momento en que los hombres de esta tierra no estuvieron o sufrieron una guerra con al menos uno de sus vecinos. Algunos incluso se vieron forzados a luchar en dos o en tres a la vez. Peor aún, algunos reyes de los ríos nunca contaron con el apoyo de sus señores vasallos. Los recuerdos de antiguos agravios y traiciones pasadas no eran dejadas de lado a menudo por los señores del Tridente, cuyas enemistades corrían tan profundas como los ríos que riegan sus tierras. Una y otra vez, uno y varios de estos señores se unirían con algún invasor contra su propio rey; de hecho, en algunos casos, fueron estos señores los que trajeron forasteros a las tierras de los ríos ofreciéndoles tierras, oro o hijas a cambio de ayuda contra los enemigos de la familia.

El Rey Benedict de la casa Justman Más de un reino fue derrocado por tales alianzas y cada nueva batalla solo sirvió para sentar las bases de la siguiente. En retrospectiva, es fácil de ver que era solo cuestión de tiempo hasta que uno de los invasores optara por quedarse y reclamar las tierras de los ríos para sí mismo. El primero en hacerlo fue el rey de la Tormenta, Arlan III Dundarron. Humfrey de la casa Teague era rey de los Ríos en aquella época. Un gobernante piadoso, fundó muchos septos y casas madre en las tierras de los ríos y trató de reprimir la adoración de los Dioses Antiguos en su reino. Esto llevó a Árbol de Cuervos a levantarse contra él, los Blackwood nunca se habían convertido a la Fe de los Siete. Los Vance de Atranta y los Tully de Aguasdulces se le unieron en la rebelión. El rey Humfrey y sus partidarios, apoyados por las estrellas y

espadas de la Fe Militante, estaban a punto de aplastarlos cuando lord Roderick Blackwood envió a un mensajero a Bastión de Tormentas para pedir ayuda. Lord Blackwood estaba unido a la casa Dundarron por matrimonio, lord Arlan había tomado por esposa a una de las hijas de Blackwood por los viejos ritos, bajo el gran arciano muerto en el bosque de dioses de Raventree. Arlan II no tardo en responder. Llamando a sus banderizos, el Rey Tormenta lideró un gran ejército a través de Aguasnegras, aplastando al Rey Humfrey y sus partidarios en una serie de sangrientas batallas y levantando el asedio de Raventree. Roderick Blackwood y Elston Tully cayeron en la lucha, junto con los señores Bracken, Darry, Smalwood y lord Vance. El rey Humfrey, su hermano y campeón, ser Damon y sus hijos Humfrey, Hollis y Tyler perecieron en la batalla final de la campaña, una refriega sangrienta que tuvo lugar entre dos cerros conocidos como ‘las Tetas de la Madre’ en tierra reclamada tanto por los Blackwood como por los Bracken. El rey Humfrey fue el primero en morir ese día, según esta escrito. Su heredero, el príncipe Humfrey, tomó posesión de su corona y espada pero murió poco después, con lo cual el segundo hijo, Hollis, hizo lo mismo, solo para ser asesinado a su vez. Y así fue como la sangrienta corona paso de un hijo a otro y finalmente al hermano y campeón del rey, todo en el espacio de una sola tarde. En el momento en que el sol se puso, la casa Teague se había extinguido por completo junto con el reino de los ríos y las colinas. La lucha, que es conocida como la Batalla de los Seis Reyes, en honor a Arlan III, rey de la Tormenta y a los cinco reyes de los ríos que mataron sus hombres de la tormenta, algunos de los cuales reinaron durante horas o minutos. Ciertas cartas y documentos encontrados por los maestres durante su servicio en Bastión de Tormentas, sugieren que Arlan III no tenía intención de tomar para sí las tierras de los ríos, sino restaurar en el trono a la casa Blackwood, más concretamente a lord Roderick Blackwood. La muerte del señor torció estos planes, dado que el heredero de Raventree tenía solo ocho años de edad y al rey de la Tormenta ni le gustaban, ni confiaba en los hermanos de Lord Blackwood. Parece ser que el rey Arlan consideró coronar a Shiera, hija mayor de Roderick, con su propio hijo a su lado, pero los señores de las tierras de los ríos se negaron a ser gobernados por una mujer y su Gracia decidió finalmente añadir las tierras de los ríos a sus propios dominios. Y así permanecerion por más de tres siglos, aunque los señores de los ríos se levantaron contra Bastión de Tormentas al menos una vez en cada generación. Una docena de pretendientes de otras tantas casas intentarían coronarse como Rey del Río o Rey del Tridente y juraron liberarse del yugo de los reyes tormenta. Algunos incluso tuvieron éxito… durante quince días, una luna e incluso un año. Pero sus tronos fueron construidos de barro y arena y al final Bastión de Tormentas marchaba para acabar con ellos. Así terminaron los breves reinados sin gloria de Lucifer Justman (Lucifer el Mentiroso), Marq Mudd (El bardo loco), Lord Robert Vance, Lord Petyr Mallister, Lady Jeyne Nutt, el Rey Bastardo ser Addam Ríos, el Rey Campesino Pate de Buenmercado, y ser Lymond Fisher, caballero de Piedrasviejas, y una docena más. Cuando finalmente las tierras de los ríos fueron arrancadas de las manos de Bastión de Tormentas, no fue por un señor de los ríos, sino unos conquistadores rivales de más allá de las tierras del Tridente: Harway Hoare, Manodura, rey de las Islas de Hierro. Cruzaron la Bahía del Hierro con un centenar de barcoluengos y desembarcaron toda su fuerza cuarenta leguas al sur de Varamar y marcharon hacia el interior del Forca Azul llevando con ellos sus naves, sobre sus hombros en una hazaña que los bardos de las islas todavía celebran. Los hijos del hierro navegaron rio arriba y rio abajo saqueando y asaltando a su antojo, los señores de los ríos retrocedieron ante su avance o se refugiaron en sus castillos, no

muy dispuestos a tomar parte en una batalla por un rey al que muchos de ellos habían insultado. Los que tomaron las armas fueron salvajemente castigados. Un caballero joven y audaz, Samwell Ríos, hijo natural de Tommen Tully, señor de Aguasdulces, reunió una pequeña multitud y se reunió con el Rey Harwin en la Piedra Caída, pero sus líneas se hicieron añicos cuando Harwin cargó contra ellos. Cientos se ahogaron intentando huir. Ríos fue cortado en dos, de modo cada mitad de su cuerpo pudiese ser entregado a cada uno de sus padres. Lord Tully abandonó Aguasdulces sin luchas y huyó con todos sus efectivos para unirse a los que se habían juntado en el salón de Raventree, donde fueron acogidos por lady Agnes Blackwood y sus hijos. Pero cuando lady Agnes avanzó contra los hijos del hierro, su beligerante vecino, Lothar Bracken, cayó sobre su retaguardia con todas sus fuerzas y puso a su ejército en fuga. Lady Agnes y dos de sus hijos fueron capturados y entregados al rey Harwyn, que obligó a la madre a ver como estrangulaba a sus dos hijos con sus propias manos. Sin embargo, si los cuentos son ciertos, lady Agnes no lloró ‘tengo otros hijos’ le dijo al rey de las Islas del Hierro ‘Raventree durará cuando usted y los suyos sean destruidos. Su linaje acabará en sangre y fuego’. Probablemente, este discurso profético sea una invención posterior añadida a la historia por algún cantante o narrador. Lo que sí sabemos es que Harwyn Manodura quedó con impresionado con su desafío que le ofreció salvar su vida y convertirse en su esposa de sal. ‘Me gustaría más tener una espada dentro de mí que tu polla’ respondio lady Agnes. Y Harwyn Manodura le concedió su deseo. La derrota de las huestes de lady Blackwood significó el fin de la resistencia de los señores de los ríos a los hijos del hierro, pero no el fin de los combates, puesto que las noticias de la invasión habían llegado al lejano Bastión de Tormentas y el rey Arrec. Al mando de un poderoso ejército, el rey Tormenta cabalgó hasta el norte para luchar contra el enemigo. Tan ansioso estaba este joven rey por luchar a brazo partido contra los hombres del hierro que ñpronto cometió un error garrafal dejando atrás a su convoy de aprovisionamiento. Un grave error, como pudo comprobar cuando cruzó el Aguasnegras y se encontró cada castillo cerrado a cal y canto y pueblos y campos calcinados. Muchos señores de los ríos se habían unido a los hombres del hierro en aquel momento. Bajo el mando de los señores Goodbrook, Paege y Vypren, se deslizaron por el Aguasnegras y cayeron sobre el convoy de aprovisionamiento antes de que llegase al río, poniendo en estampida la retaguardia de Arrec y quedándose con sus suministros. De modo que una hambrienta multitud de señores de la tormenta finalmente se enfrentaron a Harwyn Manodura en Buenmercado, donde Lothar Bracken, Theo Carlton y una veintena de otros señores de los ríos se le habían unido. El rey Arrec tenía el doble de hombres que sus enemigos, pero estaban cansados por los largos días de marcha, confundidos y desanimados y su rey pronto demostró ser testarudo e indecis. Cuando se unieron a la batalla, está resulto ser una derrota demoledora para los señores de la tormenta. Arrec logró escapar de la carnicería, pero dos de sus hermanos murieron combatiendo y el reinado de Bastión de Tormentas sobre las tierras de los ríos llegó a su fin de forma sangrienta. Se dice, que se escuchó al pueblo llano por todas las tierras de los río alegrándose al escuchar la noticia, mientras que sus señores, envalentonados, se levantaron contra las guarniciones de señores de la tormenta que quedaban dispersas por toda la región, expulsándolos o pasándolos por la espada. Las campanas sonaron en Septo de Piedra durante un día y una noche, según cuentan los cronistas y bardos, y los hermanos

mendicantes iban de pueblo en pueblo proclamando que en el Tridente, eran sus propios amos de nuevo. Estas celebraciones duraron poco, obviamente. Se ha dicho, sobre todo cerca de Sept de Piedra que lord Lothar Bracken había hecho causa común con los hijos del hierro con la creencia de que Manodura le haría rey cuando los hombres de la tormenta fuesen expulsados, pero no hay evidencia escrita que apoye esta afirmación. Parece poco probable; Harwyn Hoare no era el tipo de hombre que regalaba coronas. Y de la misma forma que Arlan Dundarron hizo tres siglos atrás, Harwyn Hoare tomó las tierras de los ríos para si mismo. Esos señores de los ríos que habían apostado por él no habían hecho más que cambiar un amo por otro… Y su nuevo amo era más duro, más cruel y más exigente que el anterior. El propio Lothar Bracken fue de los primeros en aprender la lección cuando trató de rebelarse contra Manodura medio año después. Solo unos pocos señores de menos importancia se unieron bajo su bandera y el rey Harwyn y sus hombres los aplastaron por completo, saquearon Sept de Piedra y colgaron a lord Bracken en una jaula de cuervos durante un año, mientras moría poco a poco de hambre. A lo largo de su vida, dos veces intentó Arrec Dundarron cruzar el Aguasnegras y recuperar lo que había perdido pero sin éxito. Su hijo mayor y sucesor, el rey Arlan V lo intentó también y murió en el intento. Harwyn Manodura gobernaría las tierras de los ríos hasta su muerte (que sucedió a la edad de sesenta y cuatro años mientras se acostaba con una de sus esposas de sal) y su hijo y nieto mantendrían el cruel dominio de los hombres del hierro sobre el Tridente. El nieto de Harwyn, Harren el Negro, pasó la mayor parte de su vida construyendo una monstruosa fortaleza en el Tridente, la cual llevaría su nombre y volviendo a las Islas del Hierro con poca frecuencia. Así estaban las cosas cuando Aegon el Conquistador llegó a tierra y puso fin a Harren en el holocausto que envolvió Harrenhal. Después, Aegon nombró a Edmyn Tully de Aguasdulces (primero de los señores de los ríos en rendirse a Aegon) señor del Tridente y redujo al resto de señores a ser sus vasallos. El reinado lo conservó para sí mismo: no habría más reyes en Poniente que Aegon.

El Rey Tormenta Arrec observando la Batalla de Mercadobello

CASA TULLY Los Tully de Aguasdulces nunca fueron reyes, pero en los libros pueden encontrarse un gran número de conexiones con las dinastías del pasado. Puede que fuesen precisamente estas conexiones las que pusieron a la casa Tully en el camino para ser los Señores del Tridente bajo el reinado de Aegon I.

El blasón de la Casa Tully (centro) y algunas casas notables, antiguas y actuales (en sentido horario desde arriba): Mallister, Mooton, Darry, Mudd, Piper, Strong, Vance, Bracken, Blackwood, Whent, Lothston y Frey. Los Tully aparecen nombrados en muchas crónicas y anales del Tridente, desde los días de los Primeros Hombres, cuando el primer Edmure Tully y sus hijos lucharon al lado de Tristifer IV Mudd, Martillo de Justicia, en muchas de sus noventa y nueve victorias. Después de la muerte de Tristifer, ser Edmure se acercó al más poderoso de los conquistadores Ándalos, Armistead Vance. Fue Axel, el hijo de Edmure, quien recibió una concesión de tierras en la unión del Forca Roja con su veloz afluente, el Piedra

Caída. Lord Axel estableció su asentamiento en un castillo rojo que llamó Aguasdulces. Situado donde estaba, Aguasdulces pronto demostró tener un gran valor estratégico, y los reyezuelos que lucharon en la época de la anarquía pronto comenzaron a competir por el apoyo de la casa Tully. Axel y sus descendientes crecieron ricos y poderosos, y con el tiempo se convirtieron en el baluarte de muchos reyes del río cuando estos defendían las marcas occidentales del Tridente contra el Reino de la Roca.

LISTA DE CASAS QUE EN UN MOMENTO U OTRO GOBIERNAN LAS TIERRAS DE LOS RÍOS, COMO SE AFIRMA EN LAS HISTORIAS: CASA FISHER: de Isla Mística. CASA BLACKWOOD: Raventree CASA BRACKEN: de Septo de Piedra CASA MUDD: de Piedrasviejas (última dinastía de los Primeros Hombres que gobernó las tierras de los ríos). CASA JUSTMAN CASA TEAGUE: últimos Reyes de los Ríos de la Tierra de los Ríos. CASA DURRANDON: de Bastión de Tormentas CASA HOARE: de las Islas del Hierro

Los Tully fueron de los principales señores de los ríos en los tiempos en que los reyes de la Tormenta ganaron su guerra contra el último rey de los ríos y las colinas. Algunas casas nobles fueron destruidas en esas guerras, pero la mayoría doblaron la rodilla ante el Rey de la Tormenta una vez que los Teague fueron desposeídos, y los Tully se encontraban entre ellos. Pronto, los Tully comenzaron a aparecer en puestos prominentes y cargos de confianza. Aguasdulces resistió los reinados de los reyes Tormenta y sobrevivió a la conquista posterior de los hijos del hierro, permaneciendo prácticamente intactos. Otras casas de gran renombre de las tierras de los ríos no tuvieron tanta suerte. Una década antes de la conquista de Aegon, Blackwood y Bracken habían vuelto a entrar en su guerra privada. Anteriormente, los hijos del hierro habían ignorado en gran medida este tipo de conflicto entre sus vasallos–de hecho si ‘La Crónica del Hierro’ puede ser creida, Harwyn Manodura a menudo solía enfrentar a sus vasallos unos contra otros para mantenerlos débiles Pero esta vez, la pugna interrumpió la construcción de Harrenhal y esto fue razón suficiente para que Harren el Negro solucionase el asunto con dureza. Fue por esto, que cuando Aegon conquistó las tierras de los ríos, los Tully fuesen los señores del río más poderosos entre los restantes.

La enemistad entre Blackwood y Bracken es infame, y con razón, ya que se remonta a miles de años antes de la llegada de los Ándalos. Los orígenes de la lucha se han visto envueltos por la leyenda. Los Blackwood dicen que eran reyes y los Bracken poco más que pequeños señores empeñados en traicionarlos y deponerlos, mientras que los Bracken dicen lo mismo de los

Blackwood. Que ambos eran casas reales en el Tridente, parece cierto, y nadie puede dudar que su enemistad tiene una causa, tan arraigada que se ha convertido en legendaria. Poderosos como eran, han mantenido sus feudos a pesar de los muchos reyes que han tratado de hacer la paz entre ellos, incluso el viejo rey Jaehaerys el Conciliador, fracasó en su intento de detener esa guerra incesante, pero la paz que forjó no duró más allá que el final de su reinado.

Cuarenta años del reinado de Harren el Negro, que llevo la miseria y la muerte a miles de personas, no le habían ganado ningún cariño entre las gentes de los ríos. En consecuencia, la llegada de Aegon fue anunciada por señores grandes y pequeños, que acudieron a su estandarse, deseosos de derrocar a su rey, cruel además de extranjero. El principal de ellos era Edmyn Tully. Cuando Harrenhal fue quemado y la línea de Harren el Negro desapareció, Aegon entregó el señorío del Tridente a lord Edmyn. Algunos incluso propusieron que se le concediera a lord Tully el dominio sobre las Islas del Hierro también, esto, sin embargo, no sucedió. Lord Edmyn hizo mucho para reparar el daño que Harren había dejado tras el. Nuevos lazos fueron forjados, como cuando el recién nombrado señor Quenton Qoherys–antes maestro de armas de Rocadragón y por aquel encontes arruinado señor de Harrenhal– tomo por esposa a la hija de lord Tully (aunque en los últimos años esto demostraría ser una unión problemática, aliviada únicamente por el triste final de la casa Qoherys). Fue en el 7DC, cuando Edmyn comenzó su andadura como Mano del Rey, renunciando a su cargo dos años después para volver a Aguasdulces con su familia. En los años siguientes, muchos Tully jugarían un papel en los principales acontecimientos de los primeros reyes Targaryen. Cuando el rey Aenys estuvo como invitado en Aguasdulces y Harren el Rojo invitado de los Tully y de su Gracia, intentó arrebatar Harrenhal a Gargon el Invitado, señor de Harrenhal, fuera de la ley del rey. En los años posteriores, los Tully–junto con los Harroway, señores de Harrenhal en ese momento–formaron parte del ejército que rodeó al príncipe Aegon y su dragón, Quicksilver, en su guerra contra su tío Maegor el Cruel.

La muerte del Príncipe Aegon y su dragón Quicksilver

SEÑORES DE HARRENHAL Lord Gargon, el segundo y último Qoherys en gobernar Harrental era el nieto de Lord Quenton. Famoso por su apetito por las mujeres, se hizo famoso por asistir a todas las bodas dentro de sus dominios para poder aprovechar el derecho del señor de la primera noche. No es ninguna sorpresa que el padre de alguna doncella desflorada por Gargon el Invitado le abriese la puerta de atrás a Harren el Rojo y su panda de forajidos, o que Gargon fuese castrado antes de morir. Harrenhal se ganaría la reputación de estar maldito en los años siguientes, ya que muchas de las casas que lo poseyeron tendrían finales extremadamente infelices: CASA HARROWAY Elevados al señorío de Harrenhal durante el reinado de Aenys I tras la muerte de Gargon Qoherys, lord Lucas Harroway vio a su hija Alys casada con Maegor. Ella, se convirtió en una de las reinas de Maegor y él en su Mano, hasta que Maegor el Cruel acabó con toda su estirpe matándolos. CASA TOWERS Después de destruir a la casa Harroway, Maegor prometió el castillo al más fuerte de los caballeros, aunque no todas sus tierras. Veintitrés caballeros de su guardia lucharon en las calles de la Ciudad de Lord Harroway por un premio empapado en sangre. Ser Walton Towers fue el vencedor y se le concedió la sede, aunque murió poco después por sus heridas. Su línea terminó dos generaciones más tarde cuando él último lord Tower murió sin heredero. CASA STRONG Lyonel Strong, afamado guerrero y hombre de grandes dotes naturales (había forjado seis eslabones en la Ciudadela), se le concedió el señorío durante el reinado de

Jaehaerys I. Se desempeñó como maestro de leyes y posteriormente, como mano de Viserys I, mientras que sus hijos se integraron rápidamente en el entramado de la corte. El y su heredero, ser Harwin, murieron en el incendio que estalló en Harrenhal, dejando a su hijo menor, Larys Strong como señor de Harrenhal. Larys sobrevivió a la Danza de Dragones pero no al Juicio del Lobo. CASA LOTHSTON Ser Lucas Lothston, maestro de armas de la Fortaleza Roja, recibió el asiento como regalo de Aegon III en el 151DC. Recientemente casado con lady Falena Stokeworth tras el escándalo de sus relaciones con el príncipe Aegon (futuro Aegon el Indigno), Lotshton pronto partió de la corte con su esposa. Regresó a Desembarco del Rey durante el reinado de Aegon IV, sirviendo como Mano menos de un año antes de ser desterrado de nuevo lejos de la corte junto a su mujer y su hija. Su línea acabó en la locura y el caos cuando lady Danelle Lothston se volvió hacia las artes negras durante el reinado de Maekar I. CASA WHENT Caballeros al servicio de los Lothston, se les dio Harrenhal como recompensa por su ayuda para derrocar a los anteriores señores. Mantienen el asentamiento a día de hoy, pero la tragedia los ha marcado.

El gran castillo de Harrenhal

Lord Forrest Frey yendo a la guerra.

Fue durante los primeros días de la Danza cuando el príncipe Daemon Targaryen condujo a las fuerzas de la reina Rhaenyraa una victoria sin derramamiento de sangre en Harrenhal, aprovechando que el castillo como lugar de reunión para sus seguidores. Muchos de estos seguidores, eran de las tierras de los ríos, que se alzaron por miles y se unieron a su anfitrión el príncipe en nombre de Rhaenyra. Destacable entre ellos el caballero lord Forrest Frey, quien había sido pretendiente de Rhaenyra. Los Frey no eran una casa antigua. Se habían hecho señores hacía poco más de seiscientos años, de una línea procedente de un pequeño señor que levantó un puente de madera desvencijada en la parte más estrecha del Forca Verde. A medida que su riqueza e influencia crecieron, también lo hizo el Cruce. Y pronto el castillo pasó de ser una sola torre que daba al puente, a dos formidables torreones, ahora llamados los Mellizos, que se encuentran entre los más fuertes del reino. Lord Forrest luchó valientemente para la reina que había amado, bajo el Fishfeed, donde fue uno de los muchos señores y caballeros que murieron en la batalla más sangrienta de la guerra. Su viuda, lady Sabitha Vypren, resultó temible por su coraje y su notoria falta de misericordia. De acuerdo con Seta, ‘cara afilada, lengua afilada y una bruja, que antes de empezar la Danza vestía malla en vez de seda y era aficionada a matar hombres y besar mujeres’.

Pero no pasaría mucho tiempo antes de que Aguasdulces comenzar a irritarse bajo la bota de Maegor. A medida que sus enemigos se levantaron a su alrededor, los Tully se unieron a las banderas del príncipe Jaehaerys Targaryen, hermano del asesinado príncipe Aegon, en el último año del reinado de su cruel tío. A través de los años que siguieron, los Tully dejaron su huella en la historia. Lord Grover Tully apoyó al príncipe Viserys Targaryen por encima de Laenor Velaryon como sucesor de Jaehaerys I en el Gran Consejo del 101DC. Cuando la Danza de los Dragones

estalló en el 129DC, el viejo señor resultó real a sus principios y al rey Aegon II… Pero era viejo y estaba postrado en cama y su nieto ser Elmo le desafió y tuvo que cerrar las puertas y mantener cerca a sus banderizos.

Ser Elmo Tully

Más tarde, durante la danza, Ser Elmo Tully guió a los señores de los ríos durante la Segunda Batalla de Ladera, pero en el lado de la Reina Rhaenyra, en lugar del Rey Aegon II, a quien su abuelo había favorecido. La batalla resultó una victoria, al menos en parte, y poco después, su abuelo, finalmente murió, y Ser Elmo se convirtió en Señor de Aguasdulces. Pero no disfrutó mucho tiempo su posición; él murió durante la marcha cuarenta y nueve días después, dejando a su hijo pequeño, Ser Kermit, para sucederle. Lord Kermit llevó a los Tully a lo alto del poder. Vital y audaz, luchó incansablemente por la Reina Rhaenyra, y su hijo, el Príncipe Aegon, más tarde el Rey Aegon III. Lord Kermit era el comandante en jefe de las huestes que tomaron Desembarco del Rey en los últimos días de la guerra, y él personalmente mató Lord Borros Baratheon en la batalla final de la Danza de los Dragones. Sus sucesores gobernaron lo mejor que pudieron después de él, pero nunca fue de nuevo Aguasdulces tan prominente como en aquellos años. Fiel a la Casa Targaryen a través de todas las rebeliones Fuegoscuro, la Casa Tully finalmente se cansó de los reyes dragones durante la locura del rey Aerys II Targaryen, y Lord Hoster Tully se unió a Robert Baratheon y sus rebeldes y ayudó a atar juntos la alianza que llevó a Robert al Trono de Hierro mediante la concesión de las manos de sus hijas a Jon Arryn Señor del Nido de Águilas y Lord Eddard Stark de Invernalia.

AGUASDULCES La sede de la Casa Tully es pequeña en comparación con los grandes castillos y fortalezas de las otras grandes casas. Y el castillo más grande de las tierras de los ríos, Harrenhal, podría contener diez Aguasdulces en su interior. Sin embargo, es una fortaleza robusta y bien construida, y su posición en la unión de dos ríos que la rodean de aguas profundas por dos de sus lados, hace que sea extremadamente difícil asaltarlo. Aunque sitiada muchas veces a lo largo de los siglos, Aguasdulces rara vez se ha tomado y nunca por los señores de la tormenta. La clave de la fortaleza del castillo está en el foso cavado bajo su muro occidental, donde se encuentra la puerta principal. Muchos castillos de los Siete Reinos tienen fosos, pero pocos se crean con complicadas compuertas que permiten inundarlos en caso de necesidad. Esto da al foso de Aguasdulces una profundidad y amplitud que pocos pueden lograr. Con su foso totalmente inundado, se convierte en una isla del todo invulnerable al asalto.

Aguasdulces

EL VALLE

EL VALLE DE ARRYN—un valle fértil, alargado y extenso, completamente rodeado por los picos verde-grisáceos de las imponentes Montañas de la Luna—es tan próspero como hermoso. Fue quizás por esto que los primeros invasores Ándalos eligieron desembarcar allí mientras cruzaban el Mar Angosto bajo el estandarte de sus dioses. Prueba de ello, son las piedras talladas encontradas en el territorio de los Dedos, las cuales muestran imágenes de estrellas, espadas, y hachas (o martillos, como algunos afirman). El libro sagrado de la Fe, La Estrella de Siete Puntas, dice que Hugor de la Colina recibió una visión divina acerca de una“tierra dorada entre altas montañas”, que algún día le pertenecería a los Ándalos. Aislado del resto de Poniente por sus altas montañas, el Valle resultó ser el terreno perfecto para que los Ándalos comenzarán a forjar sus primeros reinos. Los Primeros Hombres, quienes estuvieron ahí antes que los Ándalos, lucharon persistentemente contra estos invasores llegados del mar, pero el Valle estaba escasamente poblado en aquel entonces, y pronto se vieron superados en número en cada enfrentamiento. Los bardos dicen que por cada barcoluengo que era incendiado o expulsado de vuelta al mar, otros diez aparecían al día siguiente. Los invasores luchaban con un fervor que los Primeros Hombres no pudieron igualar, y sus hachas y cotas de escamas de bronce demostraron ser inferiores que las espadas de acero y las cotas de malla de hierro de los Ándalos. Es más, el Valle y sus picos circundantes estaban divididos en una veintena de pequeños reinos para cuando los primeros Ándalos empezaron a desembarcar en sus costas, con la estrella de siete puntas pintada (o grabada, en algunos casos) en sus pechos. Divididos por antiguas enemistades, los reyes de los Primeros Hombres no se unieron en contra de los invasores cuando estos empezaron a aparecer en sus costas, sino que en cambio hicieron pactos y alianzas con ellos, buscando usar a los recién llegados para sus propias guerras. (Un hecho que se repitió incontables veces a medida que los Ándalos se expandían por Poniente). Dywen Shell y Jon Brightstone, cada uno de los cuales reclamaba el título de Rey de los Dedos, llegaron incluso a pagarle a los caudillos Ándalos para que crucen el mar, cada uno pensando que podría usar sus espadas en contra del otro. En vez de eso los caudillos se rebelaron en su contra. En menos de un año Brightstone fue capturado, torturado y decapitado, y Shell fue quemado vivo dentro de sus propios salones de madera. Un caballero Ándalo llamado Corwyn Corbray tomó como esposa a la hija del primero, y como amante a la esposa del segundo, y reclamó los Dedos para sí (aunque Corbray, a diferencia de muchos de sus compañeros, nunca se proclamó rey, prefiriendo en cambio el título más modesto de Señor de los Cinco Dedos). Más al sur, el adinerado pueblo portuario de Puerto Gaviota en la Bahía de los Cangrejos era gobernado por Osgood Shett, Tercero de Su Nombre, un viejo guerrero de cabello entrecano que reclamaba el antiguo y pomposo título de Rey de los Verdaderos Hombres, un título que supuestamente tenía diez mil años de antigüedad remontándose hasta la Edad del Amanecer. Aunque Puerto Gaviota estaba bien resguardado tras sus gruesas murallas de piedra, el Rey Osgood y sus antepasados habían estado en constante enfrentamiento contra los Reyes de Bronce de Piedra de las Runas, una casa más poderosa que su vecina y tan antigua y renombrada como la suya propia. Yorwick Royce, Sexto de su Nombre, había reclamado la Corona Rúnica, después de que su predecesor falleciera en batalla, y había demostrado ser un enemigo más formidable, derrotando a los Shett en reiteradas ocasiones y expulsándolos de regreso al interior de sus murallas. El Rey Osgood cometió la insensatez de recurrir a los Ándalos buscando ayuda para recuperar lo que había perdido. Pensando en evitar el ataque de Shell y Brightstone, él

buscó unirse a sus aliados con sangre en vez de con oro; entregó a su hija en matrimonio con el caballero Ándalo Gerold Grafton, Tomó como esposa a la mayor de las hijas de Ser Gerold, y casó a la menor con su hijo y heredero. Todos los matrimonios fueron oficiados por septones, según los ritos de los Siete. Shett llegó incluso a convertirse a la Fe, prometiendo construir un gran septo en Puerto Gaviota si los Siete le concedían la victoria. Entonces partió con sus aliados Ándalos para enfrentarse al Rey de Bronce. El Rey Osgood consiguió la victoria, pero no sobrevivió a la batalla, y poco después entre los hombres de Puerto Gaviota y otros Primeros Hombresse susurrabaque había sido el propio Ser Gerold quien lo había asesinado. Al regresar al pueblo, el caudillo Ándalo reclamó para sí la corona de su suegro, arrebatándosela al hijo de Shett y confinándolo a sus aposentos hasta que consiguió dejar un niño en el vientre de la hija de Ser Gerold (tras lo cual, el padre del niño desapareció de las páginas de la historia). Cuando Puerto Gaviota se rebeló contra él, el Rey Gerold aplastó las protestas brutalmente, y pronto las alcantarillas de la ciudad se tiñeron de rojo por la sangre de los Primeros Hombres… y mujeres y niños también. Los muertos eran lanzados a la bahía para alimentar a los cangrejos. Durante los años siguientes, nadie osó desafiar el gobierno de la Casa Grafton, ya que (para sorpresa de todos) Ser Gerold demostró ser un gobernante sabio y astuto, y el pueblo prosperó enormemente bajo su reinado y el de sus sucesores, convirtiéndose en la primera y única ciudad del Valle. No todos los señores y reyes de los Primeros Hombres fueron tan insensatos como para invitar a sus conquistadores a sus salones y hogares. En cambio, muchos eligieron luchar. El más importante entre ellos fue el anteriormente mencionado Rey de Bronce, Yorwick VI de Piedra de las Runas, quien lideró a los Royce en varias victorias notables sobre los Ándalos, en una de ellas llegando incluso a destrozar siete barcoluengos que habían osado desembarcar en sus costas y decorando las murallas de Piedra de las Runas con las cabezas de sus capitanes y tripulaciones. Sus herederos continuaron los enfrentamientos, ya que las guerras entre los Primeros Hombres y los Ándalos se extendieron por generaciones. El último de los Reyes de Bronce fue el nieto de Yorwick, Robar II, quien heredó Piedra de las Runas de su predecesor menos de una quincena antes de su decimosexto día del nombre, pero demostró ser un guerrero de tal ferocidad, astucia y encanto que casi consiguió detener la invasión de los Ándalos. Para cuando los Ándalos controlaban tres cuartos del Valle y habían comenzado a pelear entre ellos, como habían hecho los Primeros Hombres antes que ellos. Robar Royce se dio cuenta de la ventaja que ofrecía su desunión. A lo largo del Valle, un puñado de Primeros Hombres había resistido contra los Ándalos; los Redfort de Fuerterrojo, los Hunter de Arcolargo, los Belmore de Rapsodia, y los más importantes, los Coldwater de Comezón de Aguasfrías. Robar formó alianzas con cada uno de ellos, además de con varias casas menores y clanes, uniéndolos a su causa con matrimonios, concesiones de tierras, oro, y (en un caso especial) tras vencer a Lord Hunter en una competencia de arquería (la leyenda dice que el Rey Robar hizo trampa). Tal fue su elocuencia que incluso se ganó la alianza deUrsula Upcliff, una famosa hechicera que se hacía llamar la esposa del Rey Tritón. Muchos de los señores que se reunieron bajo sus estandartes habían sido reyes menores, pero dejaron de lado sus coronas, y doblaron la rodilla ante Robar Royce proclamándolo Rey Supremo del Valle, de los Dedos y de las Montañas de la Luna

La Batalla de las Siete Estrellas. Finalmente unidos como un sólo pueblo bajo un solo gobernante, los Primeros Hombres consiguieron varias grandes victorias sobre los conquistadores, que se hallaban divididos y enfrentados. El Rey Robar tuvo la sensatez de evitar atacar a todos los Ándalos al mismo tiempo. En vez de eso, enfrentó a un enemigo a la vez, usualmente haciendo causa común con un líder Ándalo para derrocar al otro. El Rey de los Dedos fue el primero en caer. La leyenda nos dice que fue el propio Rey Robar quien asesinó a Qyle Corbray, después de haberle arrebatado a Dama Desesperada, su famosa espada. Puerto Gaviota fue reconquistado por asalto después de que Robar enviara a su propia hermana dentro de las murallas para persuadir a los Shett de rebelarse en contra de los Grafton y abrirles las puertas de la ciudad. El Martillo de las Colinas, el rey Ándalo que dominaba el extremo occidental del Valle, fue el siguiente en enfrentarse a los Primeros Hombres resurgentes y cayó ante las huestes del Rey Robar bajo las murallas de Roble de Hierro. Por un glorioso y breve momento, parecía que los Primeros Hombres podrían retomar sus tierras bajo el liderazgo de este joven pero valiente rey. Pero no fue así. Robar había conseguido su última victoria, ya que los señores y reyes Ándalos restantes finalmente se habían dado cuenta del peligro que corrían. Y entonces, fueron los Ándalos quienes dejaron de lado sus diferencias para hacer causa común y unirse bajo los estandartes de un único señor. El hombre que eligieron para dirigirlos no era ningún rey, ni tampoco era príncipe, ni siquiera era un señor, sino un caballero llamado Ser Artys Arryn. Un hombre joven, de la edad del Rey Robar. Él era alabado entre sus pares como el mejor guerrero de sus tiempos, un campeón con la espada, la lanza y el mangual, y un astuto e ingenioso líder para los hombres, y apreciado por todos los que habían luchado bajo su mando. Aunque era de sangre Ándala pura, había nacido en el Valle a la sombra de la Lanza del Gigante, donde los halcones volaban entre los altos picos de las montañas. En su escudo lucía la luna y el halcón, mientras que un par de alas de halcón decoraban su yelmo plateado. El Caballero Halcón, sus hombres lo llamaban, entonces y ahora. Para hablar de lo que ocurrió después, debemos regresar al reino de las canciones y las leyendas. Los bardos dicen que las dos huestes se enfrentaron al pie de la Lanza del Gigante, a una legua de la casa en donde Ser Artys había nacido. Aunque los ejércitos eran casi iguales en número, Robar Royce controlaba el terreno alto con la montaña a sus espaldas, una posición defensiva muy ventajosa.

Los Primeros Hombres llegaron varios días antes que los Ándalos, y cavaron zanjas frente a su campamento que luego llenaron con estacas afiladas (untadas de entrañas y excrementos, según los relatos de la batalla del Septón Mallow). La mayoría de los rimeros Hombres combatía a pie; los Ándalos tenían la ventaja, ya que uno de cada diez iba a caballo y además estaban mejor armados y protegidos. Dicen los cuentos que estos llegaron tarde a la batalla; el Rey Robar llevaba buscándolos por tres días. Ya anochecía cuando el ejército Ándalo por fin apareció, y levantaron sus tiendas a una legua de las del enemigo. Pero incluso en la creciente oscuridad, Robar Royce pudo distinguir a su líder. Su armadura y yelmo alado plateados hacían que el Caballero Halcón fuera inconfundible, incluso a la distancia. Sin duda, fue una noche intranquila en ambos campamentos, ya que cada hombre sabía lo que iba a acontecer al amanecer, con el destino del Valle pendiendo de la balanza. Nubes llegaron desde el este, ocultando la luna y las estrellas, por lo que la noche fue realmente oscura. La única luz procedía de los cientos de fogatas que ardían en los campamentos, con un mar de oscuridad entre ellos. Los bardos dicen, que de vez en cuando los arqueros de algún lado lanzaban flechas al aire, esperando que acertaran en algún enemigo, pero las historias no nos dicen si alguno de estos tiros a ciegas llegó a acertar. A medida que el este empezó a iluminarse, los hombres se levantaron de sus lechos de tierra, se pusieron sus armaduras, y se prepararon para la batalla. Entonces un grito recorrió el campamento Ándalo. Una señal había aparecido en el oeste: siete estrellas brillando en el cielo grisáceo del amanecer.“Los dioses están con nosotros,” gritaron miles de gargantas. “La victoria es nuestra.” Mientras las trompetas sonaban, la vanguardia de los Ándalos cargó ladera arriba, con sus estandartes ondeando. No obstante, los primeros hombres no se inmutaron ante la señal que había aparecido en el cielo, se mantuvieron firmes y así fue como empezó la batalla, tan salvaje y sangrienta como ninguna otra en la historia del Valle. Los bardos dicen que siete veces los Ándalos arremetieron; seis veces los Primeros Hombres los repelieron. Pero el séptimo ataque, liderado por un gigantesco hombre llamado Torgold Tollet, les abrió el paso. Torgold el Siniestro, era llamado este hombre, pero aquel nombre era tan sólo una broma, ya que se cuenta que entraba en batalla riéndose, desnudo de la cintura para arriba, con una estrella de siete puntas ensangrentada grabada en su pecho y un hacha en cada mano. Las canciones dicen que Torgold no conocía el miedo y no sentía dolor alguno. Aunque sangraba de una veintena de heridas, logró abrir una zanja sangrienta en las filas de los más valerosos guerreros de Lord Redfort, después de un sólo tajo arrancó el brazo de su señoría de sus hombros. Ni tan poco se inmutó cuando la hechicera Ursula Upcliff apareció sobre un caballo de color rojo sangre para maldecirlo. Para entonces no tenía arma alguna, ya que había dejado sus hachas clavadas en el pecho de algún enemigo, pero los bardos dicen que se subió al caballo de la bruja, sujetó su rostro entre sus manos ensangrentadas, y le arrancó la cabeza de los hombros mientras ella gritaba por ayuda. Luego se desató el caos, los Ándalos arremetieron por la franja abierta en las filas de los Primeros Hombres. La victoria parecía a su alcance, pero Robar Royce no era tan fácil de derrotar. Cuando otros hombres hubieran retrocedido para reagruparse, o hubieran escapado de la batalla, el Rey Supremo comandó un contraataque. El en persona encabezó la carga y atravesó la confusión al lado de sus paladines. En sus manos estaba Dama Desesperada, la temible espada que había arrebato de las manos inertes del Rey de los Dedos. Asesinando a hombres a diestra y siniestra, el rey se abrió paso hasta Torgold el Siniestro. Mientras Robar le lanzó un tajó hacia la cabeza, Tollet sujetó la

hoja sin dejar de reír… pero Dama Desesperada atravesó sus manos y se hundió en su cráneo. Los bardos dicen que el gigante murió asfixiado en su última risa. Fue entonces cuando el Rey Supremo divisó al Caballero Halcón a través del campo de batalla y cabalgó hacia él; ya que pensaba que si su líder caía los Ándalos perderían el coraje y romperían filas. Se enfrentaron mientras la batalla rugía a su alrededor, el rey en su armadura de bronce, y el héroe en su armadura de acero plateado. Aunque la armadura del Caballero Halcón resplandecía bajo el sol de la mañana, su espada no se comparaba con Dama Desesperada. El duelo terminó casi antes de empezar, ya que el acero atravesó el yelmo alado y derrumbó al Ándalo. Por un instante, mientras su enemigo caía de la montura, Robar Royce de seguro debió haber pensado que había ganado la batalla. Pero entonces escuchó las trompetas, retumbando en el amanecer, el sonido provenía de sus espaldas. Al girarse en su silla, el Rey Supremo contempló con desesperación como quinientos caballeros Ándalos descendían por las laderas de la Lanza del Gigante para atacar a sus huestes por la retaguardia. Encabezando el ataque estaba un paladín de acero plateado, con una luna y un halcón pintados en su escudo y un yelmo alado. Ser Artys Arryn había vestido con una de sus armaduras de repuesto a uno de los caballeros que le servían, dejándolo en el campamento mientras él se llevaba a sus mejores jinetes por un camino de cabras que recordaba de su niñez, de modo que pudieran reaparecer por detrás de los Primeros Hombres y cargar contra ellos desde arriba. Lo que siguió fue la derrota. Atacados desde vanguardia y retaguardia, la última gran hueste de losPrimeros Hombres del Valle fue despedazada. Treinta señores pelearon al lado de Robar Royce aquel día. Ninguno sobrevivió. Y aunque los bardos dicen que el Rey Supremo asesinó decenas de enemigos, al final él también fue asesinado. Algunos afirman que Ser Artyn lo asesinó, mientras otros dicen que fue Lord Ruthermont, o Luceon Templeton, el Caballero de Nuevestrellas. Los Corbrays de Hogar insisten que fue Ser Jaime Corbray quien asestó el golpe que lo mató, y para demostrarlo muestran a Dama Desesperada, recuperada por la Casa Corbray después de la batalla. Tal es el relato de la Batalla de las Siete Estrellas, como es contado por los bardos y los septones. Una historia emocionante sin lugar a dudas, pero los eruditos deben preguntarse, ¿cuánto de esto es verdad? Nunca lo sabremos. Lo único seguro es que el Rey Robar II de la Casa Royce se enfrentó a Ser Artys Arryn en una gran batalla al pie de la Lanza del Gigante, donde el rey falleció y el Caballero Halcón les propinó a los Primeros Hombresun golpe del quenunca fueron capaces de recuperarse. Nada menos que catorce de las más antiguas y nobles casas del Valle se extinguieron aquel día. Aquellos cuyos linajes perduraron—los Redfort, los Hunter, los Coldwater, los Belmore, e incluso los Royce—tan sólo lo hicieron al rendirle oro, tierras y rehenes a sus conquistadores y al doblar la rodilla para jurarle lealtad a Artys Arryn, el Primero de su Nombre, recién coronado Rey de la Montaña y el Valle. Con el tiempo algunas de las casas vencidas recuperaron gran parte del orgullo, riquezas y poderío perdido en el campo de batalla aquel día, pero aquello requirió el paso de varios siglos. En cuanto a los vencedores, los Arryn gobernaron el Valle como reyes hasta la llegada de Aegon el Conquistador y sus hermanas, y desde entonces sirvieron como Señores del Nido deÁguilas, Protectores del Valle, y Guardianes del Este. Desde ese día en adelante, el Valle empezó a ser conocido como el Valle de Arryn. El destino de los vencidos fue mucho más cruel. A medida que los rumores de la victoria se extendieron por el Mar Angosto, cada vez más barcoluengos zarpaban de

Andalia, y cada vez más Ándalos invadían el Valle y las montañas circundantes. Todos ellos necesitaban tierras—tierras que los señores Ándalos estaban encantados de entregar. Donde sea que los Primeros Hombres trataran de resistirse, eran arrasados, convertidos en sirvientes, o expulsados. Sus propios señores, derrotados, no poseían el poder para defenderlos. Algunos de los Primeros Hombres sobrevivieron al unir su sangre con la de los Ándalos, pero muchos más huyeron hacia el oeste a los altos valles en los pasos pedregosos de las Montañas de la Luna. Allí los descendientes de este otrora orgulloso pueblo habitan hasta el día de hoy, viviendo cortas, salvajes y brutales vidas entre los picos, como bandidos y forajidos, atacando a cualquier hombre que cometa la insensatez de entrar en las montañas sin una escolta. Poco mejores que el pueblo libre de más allá del Muro, estos clanes de las montañas también son llamados salvajes por los civilizados. Aunque el Valle está resguardado por montañas, esto no ha impedido ataques externos. El camino alto desde lasTierras de los Ríos a través de las Montañas de la Luna ha visto muchos derramamientos de sangre, ya que pese a lo empinadas y pedregosas que son, representan el camino perfecto para que un ejército ingrese en el Valle. Su extremo oriental está protegido por la Puerta de la Sangre, en otros tiempos una simple muralla tosca sin argamasa al estilo de los fuertes circulares de los Primeros Hombres. Pero fue reconstruida durante el reinado del Rey Osric V Arryn. A través de los siglos, una docena de ejércitos invasores se han hecho añicos intentando abrir una brecha en las Puertas de la Sangre. Las costas del Valle—rocosas y llenas de bajíos y arrecifes traicioneros—no son una buena zona de anclaje, lo que ha servido para su defensa, pero los reyes Arryn, muy conscientes de que sus antepasados llegaron a Poniente a través del mar, nunca descuidaron sus defensas costeras. Castillos y fuertes resistentes resguardan las líneas costeras más vulnerables,e incluso los rocosos Dedos están plagados de torres de vigilancia, cada una con su propio faro para advertir contra los invasores del mar.

Aquí están los nombres de los más notables clanes de las Montañas de la Luna, según se informa enLa Montaña y el Valle del Archimaestre Arnel: Grajos de Piedra Serpientes de Leche Hijos de la Niebla Hermanos de la Luna Orejas Negras Hijos del Árbol Hombres Quemados Aulladores Herreros Rojos Perros Pintados

También existen clanes menores, que a menudo se forman después de que alguna disputa divide el clan, pero estos tan sólo duran por un corto periodo de tiempo antes de ser capturados por los clanes rivales o caer ante los caballeros del Valle. La mayoría de los nombres de estos clanes guardan significados que podrían parecernos muy oscuros. Sabemos que los Orejas Negras toman como trofeos las orejas de los hombres que derrotan en batalla. Entre los Hombres Quemados, un joven debe entregar una parte de su cuerpo al fuego para probar su valor antes de que pueda ser considero un verdadero hombre. Algunos maestres creen que esta práctica podría haberse originado años después de la Danza de los Dragones, se decía que una rama del clan de los Perros Pintados adoraba a una bruja de fuego en las montañas, estos enviaban a sus hijos para entregarle regalos y arriesgarse a padecer ante el fuego del dragón que ella controlaba, todo para probar su hombría.

Los Ándalos siempre fueron han sido un pueblo bélico, ya que uno de los Siete que ellos adoran es el propio Guerrero. Aunque estaban protegidos en sus dominios, algunos Reyes del Valle de vez en cuando buscaron conquistas más allá de sus fronteras. En tales guerras ellos poseían la ventaja de saber que, si el enfrentamiento no les favorecía, siempre podrían refugiarse tras las grandes murallas naturales que eran sus montañas. Tampoco descuido sus flotas el Rey de la Montaña y el Valle. En Puerto Gaviota poseían unformidablepuerto natural, y bajo el reinado de los Arryn se convirtió en una de las ciudades más importantes de los Siete Reinos. Aunque el Valle en sí mismo es famoso por su fertilidad, es pequeño comparado con los dominios de otros reyes (e incluso grandes señores), y las Montañas de la Luna son sombrías, pedregosas e inhóspitas. Por tanto, el comercio era de extrema importancia para los gobernantes del Valle, y el más sabio de los reyes Arryn siempre se encargaba de protegerlo construyendo barcos de guerra por su cuenta. En las aguas de sus costas hacia el este y el norte se encuentran sesenta islas, algunas no son más que rocas infestadas de cangrejos y nidos de aves marinas, otras son mucho más grandes pero casi todas deshabitadas. Con sus flotas, los reyes Arryn fueron capaces de expandir su dominio sobre estas islas. Guijarro fue tomada por el Rey Hugh Arryn (el Gordo) después de una breve lucha, Los Senos fue capturada por su nieto, el Rey Hugo Arryn (el Optimista) después de una lucha un tanto más larga. La Isla de la Bruja, asentamiento de la Casa Upcliff y de una siniestra reputación, fue incorporada al reino por matrimonio, cuando el Rey Alester Arryn, el Segundo de Su Nombre, tomó como esposa a Arwen Upcliff. Las últimas islas en ser anexadas al Valle fueron las Tres Hermanas. Por miles de años, estas islas habían sido gobernadas por reyes, piratas y ladrones crueles cuyos barcoluengos navegaban el Mordisco, el Mar Angosto, e incluso el Mar de los Escalofríos con impunidad, saqueando y secuestrando tanto como podían para luego volver a las Hermanas cargados de oro y esclavos. Estos ataques finalmente llevaron al Rey del Invierno a enviar sus propias flotas de guerra buscando ejercer dominio sobre las Hermanas—ya que aquel que dominaba las Tres Hermanas, dominaba a su vez el Mordisco. El Rapto de las Tres Hermanas es el nombre con el que se conoce a la conquista Norteña de las islas. Las Crónicas de Hermana Larga atribuye muchos horrores a tal conquista: Norteños salvajes asesinando niños para llenar sus calderos, soldados que arrancaban las entrañas de hombres vivos para enrollarlas y ponerlas sobre el espetón, la ejecución de trescientos guerreros en un sólo día sobre el Monte del Jefe, y el Pabellón Rosa de Belthasar Bolton confeccionado con la piel desollada de cientos de hermaneños…

Es incierto hasta qué punto podemos fiarnos de estos cuentos, pero cabe la pena notar que estas atrocidades, aunque con frecuencia mencionadas en los relatos de guerra escritos por los hombres del Valle, no son mencionadas en ninguna crónica Norteña. Sin embargo, no podemos negar que el reinado de los Norteños fue tan penoso que los señores restantes fueron corriendo alNido de Águilas suplicando por la ayuda del Rey de la Montaña y el Valle. Ayuda que el Rey Mathos Arryn, Segundo de Su Nombre, estaba ansioso por ofrecer, con la condición de que los hermaneños accedieran a jurarle lealtad a él y a sus descendientes, y reconocieran el derecho delNido de Águilas para gobernarlos. Cuando su señora esposa cuestionó su idea de involucrar al Valle en esta Guerra Sobre el Agua, su Gracia le respondió que prefería a un pirata en vez de a un lobo como vecino. El Rey navegó hacia Villahermana con cientos de naves de guerra. Nunca regresó, pero sus hijos continuaron la guerra después de él. Durante mil años, Invernalia y el Nido de Águilas, se disputaron el gobierno sobre las Tres Hermanas. La Guerra Inútil, la apodaron algunos. Muchas veces parecía que el enfrentamiento llegaba a su fin, tan sólo para volver a estallar en la siguiente generación. Las islas cambiaron de manos más de una docena de veces. Tres veces los Norteños desembarcaron en los Dedos. Los Arryn enviaron flotas por el Cuchillo Blanco para quemar la Guarida del Lobo, y los Stark respondieron atacando Puerto Gaviota, y cuando las murallas probaron ser demasiado resistentes, pasaron por la antorcha centenares de barcos. Al final los Arryn resultaron victoriosos, y las Tres Hermanas se han mantenido como parte del Valle desde entonces, exceptuando el breve reinado de la autoproclamada Reina Marla Sunderland en el período consecutivo a la Conquista de Aegon; ella fue depuesta ante la visión de la flota Braavosi que se acercaba, esta había sido contratada por los Norteños por órdenes de Aegon. Su hermano juró lealtad a los Targaryen, y ella pasó el resto de sus días como una hermana silenciosa. “No fue el caso que el Nido de Águilas ganara, sino más bien que Invernalia perdió el interés” como observa el Archimaestre Perestan enUna Reflexión de la Historia, “por diez largos siglos el huargo y el halcón se habían enfrentado y sangrado por la posesión de tres rocas, hasta que un día el lobo despertó del sueño que lo había obnubilado y se dio cuenta de que no era más que una roca entre sus dientes, así que la escupió y siguió caminando.”

LA CASA ARRYN La Casa Arryn deriva del más antiguo y puro linaje de la nobleza Ándala. Los reyes Ándalos pueden estar orgullosos de rastrear su linaje hasta la misma Andalia, y algunos han ido tan lejos como para afirmar que descienden de Hugor de la Colina.

El emblema de la Casa Arryn (centro) y algunos de sus vasallos (en sentido del reloj desde arriba): Waynwood, Royce, Corbray, Baelish, Belmore, Grafton, Hunter, Redfort, y Templeton. No obstante, en cualquier discusión sobre los orígenes de la Casa Arryn, es crucial distinguir entre historia y leyenda. Existe abundante evidencia histórica sobre la existencia de Ser Artys Arryn, el Caballero Halcón, el primer rey Arryn en gobernar sobre la Montaña y el Valle. Podemos dar fe de su victoria sobre el Rey Robar II en la Batalla de las Siete Estrellas, aunque los detalles de tal victoria pueden haber sido adornados en los siglos posteriores. El Rey Artys fue indudablemente un personaje real, aunque no uno extraordinario. En el valle, sin embargo, las obras de este personaje histórico real han sido completamente confundidas con aquellas de su homónimo legendario, otro Artys Arryn, que vivió miles de años antes durante la Edad de los Héroes, recordado en canciones e historias como el Caballero Alado.

El primer Ser Artys Arryn supuestamente montaba sobre un halcón gigante (posiblemente un recuerdo distorsionado de los señores dragón vistos desde lejos, como sugiere el Archimaestre Perestan). Ejércitos de águilas luchaban bajo su mando. Para hacerse con el Valle, voló hasta la cima de la Lanza del Gigante y asesinó al Rey Grifo. Tenía a gigantes y tritones como sus amigos, y se casó con una mujer de los niños del bosque, aunque ella falleció dando a luz a su hijo. Cientos de otras historias como estas se cuentan sobre él, la mayoría son pura fantasía. Es improbable que un hombre así haya existido, como Lann el Astuto en las tierras de occidente, y Brandon el Constructor en el Norte, el Caballero Alado está hecho de leyendas, no de carne y hueso. Si tal héroe camino por las Montañas y el Valle, tiempo atrás en las oscuras nieblas de la Edad del Amanecer, de seguro su nombre no fue Artys Arryn, ya que los Arryn provienen de la estirpe Ándala, y este Caballero Alado vivió, voló sobre su halcón y luchó miles de años antes de que los primeros Ándalos llegaran a Poniente. Como no, fueron los bardos del Valle quienes fusionaron a estos dos personajes, atribuyéndole las obras del legendario Caballero Alado al histórico Caballero Halcón, quizás para ganarse el favor de los sucesores del verdadero Artyn Arryn al incluir a este gran héroe de los Primeros Hombres como uno de sus antepasados La verdadera historia de la Casa Arryn no incluye gigantes, ni grifos, ni halcones, sin embargo, desde el día en que Ser Artys se puso la Corona del Halcón hasta el día de hoy, los Arryn han ocupado un lugar importante en la historia de los Siete Reinos. Desde los días de la Conquista de Aegon, los Señores del Nido de Águilas le han servido al Trono de Hierro como Guardianes del Este, defendiendo las costas de Poniente contra enemigos de más allá del mar, Y antes de eso, las crónicas nos hablan de incontables batallas con los salvajes clanes de las montañas; el enfrentamiento de mil años con el Norte sobre la posesión de las Tres Hermanas; sangrientas batallas navales donde las flotas Arryn expulsaron a los barcos esclavistas de Volantis, asaltantes de los hombres del hierro, y piratas de los Peldaños de Piedra y las Islas Basilisco. Los Stark también podrán ser antiguos, pero sus leyendas llegaron antes de que los Primeros Hombres conocieran las letras, mientras que los Arryn acumularon conocimiento entre los septrios y septos, y sus buenas obras y grandes hazañas pronto fueron recopiladas y comentadas en los escritos de devoción de la Fe. Con la unificación del Reino y el establecimiento del niño Ronnel Arryn (El Rey Que Voló) como primer Señor del Nido de Águilas, aparecieron nuevas oportunidades para esta casa. No fue sorpresa que la Reina Rhaenys Targaryen arreglara el compromiso entre el joven Ronnel y la hija de Torrhen Stark, aquel no fue sino uno de los muchos matrimonios que ella arregló para mantener la paz. Tristemente, Lord Ronnel pronto sufrió una muerte violenta a manos de su hermano Jonos el Matarreyes, pero el linaje Arryn continuó a través de uno de sus parientes y se ha mantenido muy involucrado en muchos de los grandes eventos de los Siete Reinos. La Casa Arryn incluso puede presumir la rara distinción de haber sido considerara digna de contraer matrimonio con la sangre del dragón en dos ocasiones. Rodrik Arryn, Señor del Nido de Águilas, fue honrado por el Rey Jaehareys I Targaryen y su esposa la Bondadosa Reina Alysanne, con la mano de su hija, la Princesa Daella, y unos de los vástagos de tal unión, Lady Aemma Arryn, a su vez se convirtió en la primera esposa del Rey Viserys I Targaryen y madre de su primogénita, la Princesa Rhaenyra, quien se enfrentó a su medio hermano Aegon II por el Trono de Hierro. Durante tal enfrentamiento, Jeyne Arryn, Señora de Nido de Águilas y Doncella del Valle, resultó ser una amiga leal para Rhaenyra Targaryen y sus hijos, y en última instancia sirvió como uno de los regentes del Rey Aegon III. Desde aquel entonces, cada Targaryen que se ha sentado en el Trono de Hierro ha tenido un poco de sangre Arryn.

Los Arryn desempeñaron un papel importante en las guerras de los reyes Targaryen, y en las rebeliones Fuegoscuro, se mantuvieron del lado del Trono de Hierro en contra de los Pretendientes Fuegoscuro. Durante la Primera Rebelión Fuegoscuro, Lord Donnel Arryn valientemente encabezó la vanguardia de la hueste realista, aunque sus líneas fueron arrasadas por Daemon Fuegoscuro, y la vida de su señoría se vio amanezada hasta que Ser Gwayne Corbray de las Guardia Real apareció con refuerzos. Lord Arryn sobrevivió para luchar otro día, y años después cerró el tráfico del Valle por el camino alto y por el mar, cuando la Gran Epidemia Primaveral arrasó los Siete Reinos; de este modo, el Valle y Dorne fueron los únicos que no se vieron afectados por esta terrible plaga. En años recientes, no podemos pasar por alto el importante papel que desempeñó Lord Jon Arryn en la Rebelión de Robert. De hecho, fue la negativa de Lord Jon de entregar a sus pupilos, Eddard Stark y Robert Baratheon, lo que inició la revuelta. De haber hecho lo que le ordenaron, el Rey Loco aún podría estar sentado en el Trono de Hierro. A pesar de su avanzada edad, Lord Arryn peleó valientemente al lado de Robert en el Tridente. Después de la guerra, el nuevo rey tuvo el buen juicio de elegir a Lord Jon Arryn como su primera Mano. La sagacidad de su señoría ayudó al Rey Robert a gobernar los Siete Reinos con sabiduría y justicia desde entonces. Para alegría del reino, cuando un gran hombre sirve como Mano de un gran rey, la paz y la prosperidad de seguro han de abundar.

En el Gran Consejo de 101DC, los Arryn no desempeñaron un papel importante, ya que Lady Jeyne estaba con la minoría. En su ausencia Yorbert Royce de Piedra de las Runas ocupó su lugar como Lord Protector del Valle. Una de las casas más poderosas del Valle, los Royce aun alardean con orgullo ser descendientes de los Primeros Hombres y de su último gran Rey, Robar II. Incluso hoy en día, los Señores de Piedra de las Runas entran en batalla vestidos con la armadura de bronce grabada con runas de sus antepasados, que se dice protege a quien la use de cualquier daño. Por desgracia, el número de Royces que han muerto usando dicha armadura rúnica es poco alentador. Lo que es más, el Maestre Denestan en Preguntas especula que la armadura no es tan antigua como parece.

EL NIDO DE ÁGUILAS Muchos han afirmado que el Nido de Águilas de los Arryn es el castillo más hermoso de los Siete Reinos, y es difícil negar la verdad en esto (aunque los Tyrell de seguro lo hacen). Siete delgadas torres blancas coronan el Nido deÁguilas asentado sobre uno de los hombros de la Lanza del Gigante, y ningún castillo en Poniente cuenta con tanto mármol en sus pisos y paredes. Además los Arryn y los hombres del Valle dicen que el Nido de Águilas es inexpugnable, ya que su posición en lo alto de la ladera de la montaña hace que sea casi imposible tomarlo por asalto. El más pequeño de los asentamientos reales de Poniente, elNido de Águilas no era originalmente la sede de la casa Arryn. Aquel honor le correspondía a las Puertas de la Luna, un castillo mucho más grande erigido al pie de la Lanza del Gigante, en el mismo lugar donde Ser Artys Arryn y sus Ándalos levantaron su campamento la noche anterior

a la Batalla de las Siete Estrellas. Aun inseguro sobre su trono en sus primeros años de reinado, el Rey Artys quería un asentamiento que fuera lo suficientemente fuerte para resistir los asedios y asaltos en caso de que los Primeros Hombres se rebelaran en su contra. Las Puertas de la Luna servían bastante bien en este sentido, pero estas tenían más de fuerte que de castillo, y aquellos que las veían por primera vez solían comentar que era un castillo apropiado para un señor menor pero no para un rey. Pero esto no representaba ningún problema para el Rey Artys, ya que rara vez pasaba tiempo allí. El primer rey Arryn pasó la mayor parte de su reinado sobre el caballo, cabalgando por toda la extensión de sus dominios en una marcha real interminable.“Mi trono está hecho del cuero de una silla de montar,” solía decir, “y mi castillo es una tienda.”

El Nido de Águilas. El Rey Artys fue sucedido por sus dos hijos mayores, quienes reinaron a su vez como el segundo y tercero Rey de las Montañas y el Valle. A diferencia de su antecesor, ellos pasaron cantidades considerables de su reinado en las Puertas de la Luna y parecían contentos allí, aunque cada uno de ellos realizó ciertas adiciones al castillo. Fue el cuarto rey Arryn, el nieto de Artys I, quien inició el proceso que dio lugar a la construcción delNido de Águilas. Roland Arryn quien de niño había sido pupilo de un rey Ándalo en las Tierras de los Ríos había viajado por muchos lugares después de convertirse en caballero, visitando Antigua yLannisport antes de regresar al Valle a reclamar la Corona del Halcón tras la muerte de su padre. Habiendo contemplado las maravillas de Torrealta y Roca Casterly, y los grandes castillos de los Primeros Hombres que aun poblaban las tierras del Tridente, le pareció que las Puertas de la Luna eran un lugar vulgar y feoen comparación. El primer impulso del Rey Roland fue derrumbar las Puertas y reconstruir su nuevo asentamiento sobre el mismo sitio, pero

aquel invierno miles de salvajes bajaron desde las montañas buscando comida y refugio, ya que los valles altos habían quedado enterrados bajo terribles nevadas. Sus ataques le demostraron al rey lo vulnerable que estaba su asentamiento en el aquel lugar. La leyenda afirma que fue su futura esposa, la hija de Lord Hunter, Teora, quien le recordó como su abuelo había derrotado a Robar Royce, atacando desde el terreno alto. Embelesado por las palabras de la muchacha, y por la muchacha en sí, Lord Roland decidió apoderarse del terreno más alto de todos y decretó la construcción del castillo que algún día se convertiría en elNido de Águilas. Pero no vivió para verlo completado. La tarea que su Gracia le había encomendado a sus constructores era desafiante, ya que las laderas de la Lanza del Gigante eran empinadas y estaban cubiertos de vegetación, y en lo más alto la piedra desnuda de la montaña se tornaba muy escarpada y estaba cubierta de hielo. Se dedicó más de una década tan sólo en despejar un tortuoso camino en uno de los lados de la montaña. Más allá de los árboles, un pequeño ejército de canteros armados con martillo y cincel empezó a esculpir peldaños para facilitar el ascenso por donde la ladera se hacía más empinada. Mientras tanto, Roland envió a sus constructores a través de los Siete Reinos en busca de piedra, ya que su Gracia no estaba complacido con el aspecto del mármol disponible en el Valle. Con el tiempo llego otro invierno y otro ataque de los clanes salvajes de las Montañas de la Luna. Tomado por sorpresa por una banda de Perros Pintados, el Rey Roland I Arryn fue derrumbado de su caballo y asesinado, su cráneo fue aplastado con un mazo de piedra mientras intentaba desenfundar su espadón. Había reinado por veintiséis años, lo suficiente para ver la colocación de las primeras piedras en el castillo que había decretado. La construcción continuó durante el reinado de su hijo, y del hijo de su hijo, pero el avance era demasiado lento, ya que el mármol tenía que ser traído por barco desde Tarth, y luego transportado en mulas hasta la ladera de la Lanza del Gigante. Docenas de mulas perecieron en el ascenso, junto a cuatro obreros y un maestro cantero. Poco a poco los muros del castillo comenzaron a elevarse, un pie tras otro… hasta que la Corona del Halcón pasó al bisnieto del primer rey que había soñado con la idea del castillo en el cielo. Batallas y mujeres fueron las pasiones del Rey Roland II, no la construcción; el costo delNido de Águilas también se había elevado por sobre las nubes, y el nuevo rey necesitaba oro para pagar por las campañas en las Tierras de los Ríos que tenía planeado realizar. Apenas su padre hubo fallecido, el Rey Roland II ordenó un alto en los trabajos de construcción del castillo. Así fue como el Nidode Águilas fue abandonado en los cielos por cerca de cuatro años. Los halcones anidaron entre las torres a medio terminar mientras el Rey Roland II peleaba contra los Primeros Hombres en lasTierras de los Ríos en busca de riquezas y gloria. No obstante, las conquistas resultaron ser más difíciles de conseguir de lo que había anticipado. Después de una serie de pequeñas victorias sobre reyes menores, le llegó el turno de enfrentarse a Tristifer IV, el Martillo de la Justicia. El último verdadero rey de los Primeros Hombres le otorgó a Roland Arryn una derrota demoledora, el año siguiente le sirvió otra derrota aun peor. Al verse en apuros, su Gracia escapó hacia el castillo de unos de sus antiguos aliados, un señor Ándalo, tan sólo para ser traicionado, encadenado y enviado de vuelta con Tristifer. Tras cuatro años de partir cabalgando con esplendor desde el Valle, el Rey Roland II fue decapitado en Piedrasviejas,a manos del propio Martillo de la Justicia.

En el Valle muy pocos lamentaron su fallecimiento, dado que su actitud hostil y petulante no le había ganado ningún amigo. Cuando su hermano Robin Arryn le sucedió, el trabajo en el Nido de Águilas se reanudó. Pero tuvieron que pasar cuarenta y tres años y otros cuatro reyes antes de que el castillo estuviera finalmente terminado y apto para ser habitado. El maestre Quince, el primer hombre de su orden en servir allí, declaró que el Nido de Águilas era “la obra más espléndida jamás construida por las manos del hombre, un palacio digno de los propios dioses. De seguro, ni el Padre Celestial posee un asentamiento como este.” A partir de ese entonces, el Nido deÁguilas se ha mantenido como el asentamiento de la Casa Arryn en primavera, verano, y otoño. En el invierno, el hielo, la nieve y los fuertes vientos hacen imposible el ascenso, y el castillo se vuelve inhabitable, pero en verano el castillo es bañado por las refrescantes brisas de la montaña, un refugio del calor sofocante del fondo del valle. No existe un castillo igual en todo el mundo, o al menos aun no se ha registrado alguno que se le compare.

Vale la pena hablar sobre la estatua que se encuentra en el bosque de dioses del Nido de Águilas, una escultura de Alyssa Arryn. La leyenda dice que hace seis mil años, Alyssa presenció el asesinato de su esposo, sus hermanos y de todos sus hijos, pero nunca derramó ninguna lágrima por ellos. Por lo que los dioses decidieron castigarla al no permitirle descansar en paz hasta que sus lágrimas tocaran el suelo del valle. La gran cascada que discurre desde la Lanza del Gigante es conocida como las Lágrimas de Alyssa, ya que las gotas de agua derramadas desde aquella altura se convierten en niebla antes de tocar el suelo. ¿Qué hay de cierto en este cuento? Alyssa Arryn si existió, de aquello estamos seguros, pero es poco probable que viviera hace seis mil años. Historia Verdadera dice que fueron cuatro mil años, mientras que Preguntas propone la mitad de este número.

El Nido de Águilas nunca ha sido tomado por asalto. Para asaltarlo, un atacante primero debe tomar las Puertas de la Luna en la base de la montaña, que de por sí es un castillo formidable. Una vez hecho esto, resta realizar el largo ascenso, y mientras sube, el atacante debe asaltar nada menos que tres torres de vigilancia, las cuales resguardan la tortuosa subida por la montaña: Piedra, Nieve y Cielo. Esta serie de defensas hacen que acercarse al Nido de Águilas sea extremadamente difícil, pero incluso después de haber sorteado todas las torres de vigilancia, el atacante se encontraría al PIE de un acantilado, con el Nido de Águilas aun a seiscientos PIES de altura, tan sólo accesible por el cabestrante o por escaleras No es de extrañar entonces que nunca se hayan hecho esfuerzos para asediar elNido de Águilas. Desde que fue completado, los reyes Arryn siempre han sabido que poseen un reducto inexpugnable en donde refugiarse en caso de apuros.Los maestres que han servido a la Casa Arryn, todos ellos estudiantes de las ciencias de la guerra, han coincidido en que el castillo no puede ser conquistado… …salvo quizás por dragones, como demostró Visenya Targaryen cuando aterrizó en el patio interior del Nido de Águilas montada en su dragón, Vhagar, y persuadió a la madre del último rey Arryn a someterse ante la Casa Targaryen y rendir la Corona del Halcón. Sin embargo, casi han pasado trescientos años desde aquel día y el último dragón falleció hace mucho tiempo en Desembarco del Rey, así que los futuros Señores del

Nido de Águilas pueden volver a dormir seguros sabiendo que su espléndido asentamiento seguirá siendo invulnerable e inexpugnable.

Las Puertas de la Luna.

LAS ISLAS DEL HIERRO

¿FUERON LOS PRIMEROS HOMBRES verdaderamente los primeros? Muchos estudiosos lo creen. Antes de su llegada, se piensa, Poniente perteneció a los gigantes, a los niños del bosque, y a las bestias del campo. Pero en las Islas del Hierros, los sacerdotes del Dios Ahogado cuentan una historia diferente. De acuerdo a su fe, los hijos del hierro son una raza aparte del resto de la humanidad. ‘’No vinimos a estas islas santas desde tierras sin dioses a través del mar’’ dijo una vez el sacerdote Sauron Lengua de Sal1. ‘’Vinimos de debajo de estos mares, de los salones acuosos del Dios Ahogado quien nos creó a su semejanza y nos dio dominio sobre todas las aguas de la tierra’’. Aun entre los hijos del hierro hay algunos quienes dudan esto y admite la versión aceptada ampliamente de un antiguo descenso de los primeros hombres –aunque se piensa que los primeros hombres, a diferencia de los ándalos, nunca fueron personas navegantes. Ciertamente, no podemos aceptar de manera seria las aseveraciones de los sacerdotes de los hijos del hierro, quienes han tendido a creer que los hijos del hierro son parientes más cercanos a los peces y a tritones que a otras razas de la humanidad.

El Archimaestre Haereg una vez desarrollo la interesante idea de que los ancestros de los hijos del hierro vinieron de alguna desconocida tierra del oeste del Mar de Ocaso, refiriéndose a la leyenda del Trono de Piedramar. El trono de los Greyjoys, tallado en la forma de un kraken en piedra negra oleosa, que se dice haber sido encontrado por los primeros hombres cuando ellos llegaron por primera vez a Viejo Wyk. Haereg argumentó que la silla era producto de los primeros habitantes de las islas, y solo las historias posteriores de maestres y septones del mismo modo empezaron a afirmar que ellos fueron de hecho descendientes de los primeros hombres. Pero esto es pura especulación y, al final, Haereg mismo descartó la idea y de la misma manera nosotros.

Sea cual sea la forma en la que surgieron los hijos del hierro, no se puede negar que ellos permanecieron apartados, con sus costumbres, creencias y forma de gobierno muy diferentes a lo común en los Siete Reinos. Todas estas diferencias, que afirma el Archimaestre Haereg en su Historia de los Hijos del Hierro2, están arraigadas en la religión. Estas frías, húmedas y ventosas islas que nunca fueron tan boscosas, y sus delgados suelos no soportaban el crecimiento de los arcianos. Ningún gigante jamás hizo su hogar aquí, ni los niños del bosque caminaron por sus bosques. Los viejos dioses adorados por esas antiguas razas estuvieron de la misma manera ausente. Y aunque los ándalos dominaron las islas eventualmente, su Fe nunca pudo anclarse aquí, debido a un dios que llego antes de los Siete: el Dios Ahogado, creador de los hijos del hierro. El Dios Ahogado no tiene templos, ni santos libros, ni ídolos tallados a su semejanza, pero el tiene abundantes sacerdotes. Desde mucho antes de la historia grabada, estos itinerantes santos hombres han infestado las Islas del Hierro, predicando su palabra y denunciando a todos los otros dioses y a esos quienes lo siguen. Males vestidos, despeinados y a menudo descalzos, los sacerdotes del Dios Ahogado no tienen morada permanente siempre vagan por las islas, rara vez desviándose del rumbo lejos del mar. Muchos son analfabetos; lo de ellos es tradición oral, y los sacerdotes mas jóvenes aprenden las oraciones y rituales delos mas viejos. Dondequiera que ellos vayan, 1 2

Sauron Salt-Tongue History of the Ironborn

señores y campesinos están obligados a darles comida y refugio en el nombre del Dios Ahogado. Algunos sacerdotes comen solo pescado. La mayoría no se baña, solo en el mar. Hombres de otras tierras frecuentemente los creen locos, y ellos lo pueden parecer, pero eso no puede negar que ellos ejercen un gran poder. Aunque los hijos del hierro no tienen nada más que desprecio por los Siete del sur y los antiguos dioses del Norte, ellos reconocen la existencia de una segunda deidad. En su teología, el Dios Ahogado se opone al Dios de la Tormenta, una deidad maligna que mora en los cielos y odia a los hombres y todas sus obras. El envía crueles vientos, azotantes lluvias, y los relámpagos y truenos que son muestra de su ira sin fin. Algunos dicen que las Islas del Hierro son llamadas así por el mineral que es encontrado aquí en abundancia, pero los hijos del hierro mismos insisten que el nombre deriva de su naturaleza, pues son gente dura, tan inflexibles como su dios. Cartógrafos nos dicen que hay treinta y un Islas del Hierro en el grupo principal, agrupándose fuera de la Bahía del Hombre del Hierro3 al oeste del Cabo de las Águilas4, y trece mas aglomeradas alrededor de Luz Solitaria5, alejadas en la inmensidad del Mar del Ocaso. Las mayores islas del archipiélago son siete: Viejo Wyk, Gran Wyk, Pyke, Harlaw, Acantilado de Sal, Marea Negra y Monteorca.

Bay’s Ironman Cape of Eagles 5 Lonely Light 3

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El Rey Gris sentado en su trono hecho de las mandíbulas de Nagga. Harlaw es la más poblada de las islas, Gran Wyk es la más grande y rica en minerales, y Viejo Wyk es la más santa, el lugar donde los reyes de roca y sal se reunían en los Salones del Rey Gris de antaño para escoger quien debería reinar sobre ellos. La pedregosa y montañosa Monteorca fue el hogar de los Reyes del Hierro de la Casa Greyiron durante los siglos que anduvieron. Pyke se jacta por el Puerto Noble6, el pueblo más grande en las islas, y es el asentamiento de la casa Greyjoy, gobernantes de 6

Lordsport

todas las islas desde la Conquista de Aegon. Marea Negra y Acantilado de Sal son las menos notables. Las torres fortalezas de señores menores se levantan sobre algunos de esto pequeños islotes, junto a minúsculas aldeas de pescadores. Otros son usados para el apacentamiento de ovejas, mientras que muchas más permanecen deshabitadas. Un grupo de islas secundarias yacen a ocho días de navegación al noroeste del Mar del Ocaso. Aquí, focas y leones marinos hacen sus colonias sobre las rocas barridas por el viento tan pequeñas que no permiten asentarse un simple caserío. Sobre las rocas mas grandes se levantan fortalezas de la Casa Farwynd, llamado Luz Solitaria7 por el faro que alumbra su cima día y noche. Raras cosas se dicen de los Farwynd y el poblado que ellos gobiernan. Algunos dicen que ellos yacen con focas para dar a luz a niños semihumanos, mientras que otros rumorean que son cambiapieles que pueden tomar la forma de leones marinos, morsas y hasta ballenas moteadas, los lobos de los mares occidentales. Extraños cuentos como este son comunes en los bordes del mundo, sin embargo, la Luz Solitaria perdura más lejos al oeste de todas las tierras conocidas por nosotros. Un buen número de marineros atrevidos han navegado más allá de la luz de su faro a través de los siglos, buscando el legendario paraíso que se dice yacer sobre el horizonte, pero los marineros que regresan (muchos no lo hacen) hablan solo de grises océanos ilimitados extendiéndose hacia la vastedad por la eternidad. Tales riquezas como las que posee las Islas del Hierro yacen bajo las colinas de Gran Wyk, Harlaw y Monteorca, donde el plomo, el estaño y el hierro pueden ser encontrados en abundancia. Estos minerales son la mayor exportación de las islas. Hay muchos buenos metalistas entre los hijos del hierro, como se podría esperar; las forjas del Puerto Noble producen espadas, hachas, cota de mallas y placas de una calidad insuperable. El suelo de las Islas del Hierro es delgado y pedregoso, mas adecuado para el apacentamiento de cabras que para el cultivo. Los hijos del hierro debieron seguramente sufrir hambrunas cada invierno sino fuera por la generosidad del mar y los pescadores quienes lo cosechan. Las aguas de la Bahía del Hombre del Hierro son hogar de grandes bancos de bacalao, bacalao negro, pejesapo, rayas, dracos, sardinas y caballas. Cangrejos y langostas son encontradas a lo largo de las costas de las islas, y al oeste de Gran Wyk peces espada, focas, y ballenas vagan por el Mar del Ocaso. El Archimaestre Hake, nació y creció en Harlaw, estima que siete de cada diez familias de las Islas del Hierro son pescadores. Aunque el mal y la pobreza de estos hombres pueden estar en tierra, en el mar ellos son los amos. “El hombre que posee un bote nunca será un siervo’’ escribe Hake “pues cada capitán es rey de la cubierta de su propia nave’’. Esa es la forma en la que atrapan el alimento de las islas. Pero aun más que los pescadores, los hijos del hierro aprecian sus aseveraciones. ‘’Lobos del mar’, los hombres de las tierras del oeste y de las tierras de los ríos los nombraban en tiempos de antaño, y estaban en lo correcto. Como lobos, ellos cazaban en jaurías, cruzando tormentosos mares en sus veloces barcoluengos y descendían sobre pacificas aldeas y pueblos, de arriba a abajo por las costas del Mar del Ocaso para asaltar, robar y saquear. Marineros sin miedo y temibles luchadores, aparecían de las nieblas matutinas para hacer su trabajo sangriento y volver al mar antes de que el sol llegara a su zenit, sus barcoluengos cargados con lo saqueado y abarrotados con niños sollozantes y mujeres aterrorizadas. 7

Lonely Light

El Archimaestre Haereg ha argumentado que fue la necesidad de madera lo que primero coloco a los hijos de hierro en su camino sangriento. En el amanecer de los días, había extensos bosques en Gran Wyk, Harlaw y Monteorca, pero los constructores de barcos de las islas tuvieron una necesidad tan voraz por madera que de uno a uno los bosques desaparecieron. Así los hijos del hierro no tuvieron más opción que girar su vista hacia los vastos bosques de las tierras verdes, el Poniente continental. Todo lo que las islas no tenían, los saqueadores lo encontraban en las tierras verdes. Poco o nada era intercambiado a través del comercio, mucho o todo era comprado con sangre, con la punta de una espada o el filo de un hacha. Y cuando los saqueadores regresaban con tal botín, ellos decían que habían ‘’pagado el precio del hierro’’ por todo; habían quienes se quedaban atrás ‘’pagando el precio del oro’’ para adquirir esos tesoros, o quedaban fuera. Y de esa manera, Haereg nos dice, fueron los saqueadores y sus hazañas exaltados por los bardos, el pueblo y los sacerdotes del mismo modo. Muchas leyendas se han derrumbado a través de los milenios de los reyes de sal y saqueadores quienes hicieron del Mar del Ocaso de su propiedad, hombres tan salvajes y crueles y sin miedo como nunca se haya visto. Así escuchamos de los gustos de Torgon el Terrible, Jorl la Ballena, Dagon Drumm el nigromántico, Hrothgar de Pyke y su cuerno invoca kraken, y el Harapiento Ralf de Viejo Wyk. El mas infame de todos fue Balon Pielnegra8, quien peleaba con un hacha en su mano izquierda y un martillo en la derecha. Ningún arma hecha por hombre lo podía dañar, eso decían; las espadas con las que se enfrentaba rebotaban y no les dejaban marcas, y las hachas se destrozaban contra su piel. ¿Tales hombres verdaderamente caminaron sobre la tierra? Es difícil saber puesto que la mayoría supuestamente vivieron y murieron miles de años antes que los hombres del hierro aprendieran a escribir; la capacidad de leer y escribir en las Islas del Hierro es rara hasta el presente día, y esos quienes tienen la habilidad son a menudo llamados despectivamente criaturas débiles o son temidos como magos. Todo lo que sabemos de esos semidioses del amanecer llego a nosotros de personas que ellos saqueaban y cazaban. Escrito en la Vieja Lengua y con las runas de los primeros hombres. Las tierras que los saqueadores asolaban estaban densamente cubiertas de arboles pero apenas poblada por personas en esos días. Entonces como ahora, los hijos del hierro eran reacios para alejarse de los mares salados que los sustentaban, pero aun así ellos gobernaban el Mar del Ocaso desde la Isla del Oso y la parte baja de la Costa Helada hasta El Rejo. Los pocos convincentes botes de pesca y el comercio tramposo de los primeros hombres, los cuales rara vez se aventuraban a despegarse de la tierra firme, no eran competencia para los rápidos barcoluengos de los hombres del hierro con sus grandes velas y bancos de remos. Y cuando la batalla era junto a las costas, poderos reyes y famosos guerreros cayeron antes de que los saqueadores cosecharan la cebada, en tales números que los hombres de las tierras verdes dijeron que todos los hijos del hierro eran demonios surgidos de algún infierno acuoso, protegido por magos caídos y en posesión de armas negras corrompidas que bebían las almas de aquellos a quienes mataban. Cada vez que el otoño se iba a terminar y el invierno amenazaba, los barcoluengos llegaban con comida asaltada. Y de esa manera las Islas del Hierro comían, aun en la yema del invierno, a pesar de que ningún hombre había plantado, tendido y segado una pobre cosecha. ‘’Nosotros no sembramos’’ se convirtió en el lema de los Greyjoys, cuyos gobernadores empezaron con a llamarse a si mismos como Lords Segadores de Pyke. 8

Balon Blackskin

Los saqueadores traían más que oro y grano a su regreso a las Islas de Hierro; ellos traían prisioneros también, quienes de ahora en adelante servirían a sus captores como siervos9.Entre los hijos del hierro, solo saquear y pescar era considerado trabajo digno para los hombres libres. El trabajo interminable de labores de granja era adecuado únicamente para los siervos. Lo mismo pasaba con la minería, aunque esos siervos que eran colocados para trabajar el campo se enumeraban así mismos entre los afortunados, escribe Haereg, pues muchos de ellos o todos vivieron y envejecieron y les fue permitido casarse y tener hijos. Pero no se puede decir lo mismo de los condenados a trabajar en las minas –esos oscuros y peligrosos pozos debajo de las colinas donde los amos eran brutales, el aire era frio, húmedo y pestoso, y la vida era corta. Mucho de los hombres hechos prisioneros que eran llevados a las Islas del Hierro gastaron su vida en trabajos duros en el campo o en las minas. Algunos pocos, los hijos de los señores y caballeros y ricos mercaderes, eran liberados por oro. Los siervos que podían leer, escribir y hacer sumas servían a sus amos como mayordomos, tutores y escribas. Albañiles, cordobaneses, cereros, toneleros, carpinteros y otros artesanos expertos era aun más valiosos.

La servidumbre fue una práctica común entre los primeros hombres durante su largo dominio sobre Poniente –de ahí el soporte de que los hijos del hierro sean descendientes de los primeros hombres. Lejos de eso, la servidumbre no debería ser confundida con la esclavitud como la que existió en ciertas ciudades libres y tierras del muy lejano este. Pues a diferencia de los esclavos, los siervos conservaban ciertos importantes derechos. Un siervo pertenecía a su apresador, y le debe servicio y obediencia, pero el es todavía un hombre, no una propiedad. Los siervos no pueden se comprados o vendidos. Ellos pueden obtener propiedades, casarse como ellos deseen, tener hijos. Los hijos de los esclavos nacen dentro de la esclavitud, pero los hijos de los siervos nacen libres; todo bebé que nace en una de las islas es considerado un hijo del hierro, aun cuando sus padres sean siervos. No pueden tales niños ser separados de sus padres hasta la edad de siete años, cuando muchos comienzan su aprendizaje o se unen como aprendices de barco.

Un hijo del hierro saqueador tomando su premio. 9

Thralls.

Fueron jóvenes mujeres la que los saqueadores más apreciaban, sin embargo. Las mujeres mayores eran algunas veces murieron en manos de capitanes que necesitaban pinches, cocineros, costureras, tejedores, comadronas y cosas por el estilo, pero las doncellas y niñas cerca de su primera floración eran tomadas en cada asalto. Muchas terminaban sus días en las islas como chicas de servicio, prostitutas, siervas del hogar, o esposas para otros siervos, pero las más bellas y más fuertes y más núbil serian conservadas como esposas de sal por sus captores. En sus costumbres matrimoniales, como en sus dioses, los hijos del hierro difieren de las costumbres de Poniente continental. En cualquier lado donde la Fe prevalece en los Siete Reinos, un hombre se une de por vida a una mujer soltera, y una dama a un único esposo. En las Islas del Hierro, sin embargo, un hombre puede tener una sola ‘’esposa de roca’’ (al menos que muera, después de eso puede tomar otra), pero no hay numero limite de ‘’esposas de sal’’. Una esposa de roca debe ser una mujer libre de las Islas del Hierro. Su lugar esta al lado de su hombre y en su cama, y sus hijos están por encima de cualquier otro. Las esposas de sal son casi siempre mujeres y chicas capturada durante asaltos. El número de esposas de sal que un hombre ha tenido habla de su poder, riqueza y virilidad. Aun así, no se debe pensar que las esposas de sal de los hijos del hierro no son más que concubinas, prostitutas o esclavas de cama. Los matrimonios de sal, como los matrimonios de roca, eran acostumbrados a realizarse por sacerdotes del Dios Ahogado (aunque en ceremonias menos solemnes que esas que comprometen a un hombre son su esposa de roca), y los hijos de tales uniones eran considerados legítimos. ‘’Los hijos de sal’’ pueden heredar, cuando un hombre no tiene hijos legítimos de su esposa de roca. Los matrimonios de sal han decaído notablemente en las Islas del Hierro desde la Conquista, pues Aegon el Dragón hizo del robo de mujeres un crimen a través de todos los Siete Reinos (a pedido de la Reina Rhaenys, se dice). El Conquistador también prohibió a los saqueadores la cacería en sus dominios. Estas prohibiciones han sido solo esporádicamente implementadas por sus sucesores, sin embargo, y muchos hijos del hierro aun aspirar regresar a lo que ellos llamas las Antiguas Costumbres.

CORONAS DE MADERA DE DERIVA En la Edad de los Héroes, las leyendas dicen, que los hijos del hierro eran gobernados por un poderoso monarca conocido como el Rey Gris. El Rey Gris gobernó el mismo mar y tomo una sirena como esposa, así sus hijos e hijas podrían vivir sobre las olas o debajo de ellas como ellos eligieran. Su cabello, barba y ojos era tan grises como el mar invernal, y de ellos tomo el nombre. La corona que el llevaba estaba hecha de madera de deriva, así todo quienes se arrodillaban ante el podría saber que su reinado vino del mar y del Dios Ahogado que mora bajo el. Las hazañas atribuidas al Rey Gris por los sacerdotes y los bardos de las Islas del Hierro son muchas y maravillosas. Fue el Rey Gris quien trajo fuego a la tierra burlándose del Dios de la Tormenta hasta que este hizo caer un rayo, encendiendo en llamas un árbol. El Rey Gris también enseño a los hombres tejer redes y velas y tallar los primeros barcoluengos de la madera pálida y dura de Ygg, el árbol demonio que se alimentaba de carne humana. La mayor hazaña del Rey Gris, sin embargo fue el asesinato de Nagga, el más grande de los dragones marinos, una bestia tan colosal que ella se alimentaba según dicen de

leviatanes y krakens gigantes y ahogaba islas enteras con su ira. El Rey Gris construyo un poderoso gran salón sobre sus huesos, usando sus costillas como vigas. Desde ahí el gobernó las Islas por miles de años, hasta que su piel se volvió tan gris como su cabellos y barba. Solo entonces el dejo a un lado su corono de madera de deriva y camino hacia el interior del mar, descendiendo a los salones acuosos del Dios Ahogado para su lugar legítimo como su mano derecha. El Rey Gris fue el rey soberano de las Islas del Hierro, pero el dejo cientos de hijos tras de el, y tras su muerte empezaron a reñir sobre quien debía de sucederlo. Hermano asesino hermano en una orgia de matareyes hasta que solo dieciséis quedaron. Estos últimos sobrevivientes dividieron las islas entre ellos. Todas las grandes casas de los hijos del hierro afirman descender del Rey Gris y de los hijos que sobrevivieron, curiosamente, los Goodbrothers de Vejo Wyk y Gran Wyk, quienes supuestamente derivan de los leales hermanos mayores del Rey Gris.

Los huesos petrificados de alguna gigantesca criatura marina de hecho se levantan sobre la colina de Nagga en Viejo Wyk, pero que cualquiera de ellos sea de hecho los huesos de un dragón marino permanece en una disputa abierta. Las costillas son enormes, pero de ningún modo lo suficientemente grande para haber pertenecido a un dragón capaz de devorar leviatanes y krakens gigantes. En verdad, la sola existencia de dragones marinos ha sido cuestionada por algunos. Si tales monstruos existen, ellos deben seguramente morar en los más profundos y oscuros dominios del Mar del Ocaso, pues ninguno ha sido visto en el mundo conocido por miles de años.

Así dicen las leyendas y los sacerdotes del Dios Ahogado. La historia nos dice un cuento diferente. Los registros más antiguos sobrevivientes en la Ciudadela revelan que cada una de la Islas del Hierro era alguna vez un reino separado, gobernado no por uno sino por dos reyes, un rey de roca y un rey de sal. El fundador gobernó las islas mismas, dispensando justicia, haciendo leyes y decidiendo sobre disputas. El posterior dominio del mar, cuando sea y en cualquier parte los barcoluengos navegaban. Registros sobrevivientes sugieren que los reyes de roca fueron casi siempre más viejos que los reyes de sal; en algunos casos los dos eran padre e hijo, lo que encamina a algunos a argumentar que los reyes de sal no eran más que herederos, príncipes coronados para sus padres. Todavía hay otros ejemplos conocidos para nosotros donde el rey de roca y el rey de sal eran de diferentes casas, algunas veces casas rivales conocidas por su enemistad con otra. En cualquier lugar de Poniente, pequeños reyes reclamaron coronas doradas en virtud de su nacimiento y sangre, pero la corona de madera de deriva de los hijos del hierro no era tan fácilmente ganada. Solo aquí de todo Poniente los hombres elegían sus propios reyes, se congregaban en un consejo llamado asamblea de sucesión para escoger a los reyes de roca y reyes de sal quien gobernarían sobre ellos. Cuando un rey moría, los sacerdotes del Dios Ahogado llamaban a una asamblea de sucesión para escoger un sucesor. Todo hombre dueño y capitán de un barco le era permitido una voz en esa reunión revoltosa, la cual podía seguir por días, y en unas pocas instancias mucho más tiempo. Los hijos del hierro también cuentan de ocasiones cuando los sacerdotes llamaban a ‘’los capitanes y reyes’’ a juntarse para remover un gobernante indigno.

El poder ejercido por estos profetas del Dios Ahogado sobre los hijos del hierro no debería ser sobreestimada. Solo ellos podían convocar asambleas de sucesión, y la pena para el hombre, sea señor o rey, que los desafío. Los más grandes sacerdotes de gran altura fueron el profeta Galon Bastonblanco10, así llamado por el bastón tallado que el llevaba a todos lados para golpear duramente a los impíos. (En algunas historias su bastón estaba hecho de arciano y otros estaba hecho de uno de los huesos de Nagga.) Fue Galon quien decreto que los hijos del hierro no deben hacer guerra a otro hijo del hierro, quien les prohibió matar a la mujer de otro o asaltar las costas de otro, y quien forjo las Islas del Hierro en un solo reino, convocando a los capitanes y los reyes de Viejo Wyk para escoger a un gran rey para reinar de forma suprema sobre los reyes de sal y de roca por igual. Ellos escogieron a Urras Greyiron, llamado Pie de Hierro11, el rey de sal de Monteorca y el más temido saqueador de la época. Galon mismo le coloco la corona de madera de deriva sobre la cabeza del supremo rey, y Urras Pie de Hierro se convirtió en el primer hombre desde el Rey Gris en gobernar sobre todos los hijos del hierro. Muchos años después, cuando Urras Pie de Hierro murió de heridas que sostuvo durante un saqueo, su hijo mayor tomo su corona y se proclamo como Rey Erich I. Aunque medio ciego y débil con edad para ese tiempo. Galon no obstante se levanto con furia ante tales noticias, declarando que solo una asamblea de sucesión puede convertir a alguien en rey. Los ‘’capitanes y los reyes’’ se reunieron en una asamblea una vez mas en Viejo Wyk y Erich el Feo fue desechado y condenado a muerte, un destino que el evito al romper la corona de su padre y lanzándola al mar como una señal de sumisión al Dios Ahogado. En su lugar la asamblea de sucesión levanto a Regnar Drumm, llamado Alimenta Cuervos, el rey de roca de Viejo Wyk. Los siglos que siguieron fueron una era dorada por las Islas del Hierro, y una edad oscura para los primeros hombres que vivieron junto al mar. Una vez que los saqueadores habían ido hacia delante en busca de comida para sobrevivir durante los duros inviernos, madera para construir sus barcoluengos, esposas de sal para darles hijos, y las riquezas que las Islas del Hierro carecía, pero ellos siempre regresaban a casa con su botín. Bajo sus reyes de madera de deriva la práctica dio paso a algo más difícil y peligroso: conquistar, colonizar y gobernar.

Por tradición, la corona de madera de deriva misma es rota y regresada al mar tras la muerte de su poseedor. Su sucesor llevaría una nueva corona hecha de madera de deriva recientemente lavada en la costa de su isla natal. Así cada corona de madera de deriva era diferente de las que le habían antecedido. Algunas eran pequeñas y simples, otras enormes, poco manejables y magnificas.

La exhaustiva Historia de los hijos del hierro del Archimaestre Haereg enlista 111 hombres quienes llevaron una corona de madera de deriva como Reyes Supremos de las Islas del Hierro. Se ha reconocido que la lista esta incompleta y llena de contradicciones, aun así no se puede dudar que los reyes de madera de deriva alcanzaron el cenit de su poder bajo Qhored I Hoare (dado como Greyiron en algunos relatos, y como Blacktyde en otros), quien escribió su nombre en sangre en la historia de Poniente como Qhored el Cruel. El Rey Qhored gobernó sobre los hijos del hierro por tres cuartos de siglo, viviendo la vejez madura de 90 años. Por esos días, los 10 11

Galon Whitestaff Ironfoot

primeros hombres de las tierras verdes habían masivamente abandonado las costas del Mar del Ocaso por miedo a los saqueadores. Esos quienes permanecían, principalmente señores en sus castillos fornidos, pagando tributo a los hijos del hierro. Fue Qhored quien famosamente se jacto por lo que su mandamiento se esparció ‘’donde sea que los hombres puedan oler el agua salada o escuchar el romper de las olas. ’’ En su juventud, el capturo y saqueo Antigua, trayendo miles de mujeres y niñas a su regreso a las Islas del Hierro encadenadas. A los treinta, el derroto a los señores del Tridente en batalla, forzando al señor del rio Bernarr II a doblar la rodilla y a entregar a sus tres jóvenes hijos como rehenes. Tres años después, el mato a los chicos con sus propis manos, sacándoles el corazón cuando el tributo anual de su padre se tardo en llegar. Cuando su angustiado padre fue a la guerra para vengarlos, el Rey Qhored y sus hombres del hierro destruyeron las huestes de Bernarr y lo ahogo como un sacrificio al Dios Ahogado, poniendo fin a la Casa Justman y dejando las tierras de los ríos en una sangrienta anarquía. Pero después Qhored, comenzó una lenta decadencia. Los reyes quienes seguían a Qhored jugaron una parte en eso, aun así los hombres de las tierras verdes se fortalecían entre si. Los primeros hombres habían construido barcoluengos de su propiedad, sus pueblos se defendían con muros de piedra en lugar de empalizadas de madera y zanjas con púas. Los Gardeners y los Hightowers fueron los primeros en cesar el pago de tributo. Cuando el Rey Theon III Greyjoy navego contra ellos, el fue derrotado y asesinado por Lord Lymon Hightower, el León Marino, quien revivió la practica de la servidumbre en Antigua solo el suficiente tiempo como para colocar a los hombres del hierro el duro labor de fortalecer los muros de la ciudad durante la batalla. La creciente fuerza de las tierras del oeste planteo aun una amenaza más al dominio de los reyes de madera de deriva. Isla Bella fue la primera en caer, cuando su pueblo se levanto bajo Gylbert Farman para repeler a los supremos hijos del hierro. Una generación después, los Lannisters capturaron el pueblo de Kayce cuando Herrock el Hijo de Puta12 soplo su gran cuerno de bandas doradas y las putas del pueblo abrieron una portilla posterior a sus hombres. Tres sucesivos reyes hijos del hierro intentaron volver a tomar el premio y fallaron, dos de ellos murieron en la punta de la espada de Herrock. La deshonra final llego cortesía de Gerold Lannister, Rey de la Roca. Gerold el Grande, como el es recordado en el oeste, navego su propia flota a las Islas de Hierro mismas en un audaz asalto, tomando a ciento de hijos del hierro como rehenes. El los mantuvo en Roca Casterly después, ahorcando uno cada vez que sus costas sean asaltadas. En los siglos que siguieron, una sucesión de reyes débiles perdieron el Rejo, la Isla del Oso, el Dedo de Pedernal13 y muchos de los enclaves de los hijos de hierro en el Mar del Ocaso, hasta que lo único que quedo fue un puñado. No se debe pensar que los hijos del hierro no ganaron victorias durante esos años. Balon V Greyjoy, llamado Viento Frio14 destruyo las flotas débiles de los Reyes en el Norte. Erich V Harlaw retomo Isla Bella en su juventud, solo para perderla de nuevo en su vejez. Su hijo Harron mato violentamente a Gareth el Sombrío de Altojardin detrás de los muros de Antigua. Medio siglo después, Joron I Blacktyde capturo a Gyles II

Herrock the Whoreson Flint’s Finger 14 Coldwind 12 13

Gardener cuando su flota chocó lejos de las Islas Brumosas15. Después lo torturo hasta la muerte, Joron tomo su cadáver y lo corto en pedazos tan pequeños como para usarlos como cebo en sus anzuelos con ‘’un trozo de rey’’. Después de su reinado, Joron barrió con todo el Rejo con acero y fuego, y supuestamente mato a toda mujer por debajo de los treinta años de las islas, por lo que se gano el nombre de Matadoncella, por el cual es mejor recordado.

Un barcoluengo de un hijo del hierro en el mar. Aun así todos esos triunfos duraron brevemente, junto con los muchos de los reyes quienes lo lograron. Conforme los siglos pasaron, los reinos de las tierras verdes se hicieron más fuertes y las Islas del Hierro más débiles. Y después en la Edad de los Héroes, otra crisis debilito y dividió a los hijos del hierro aun más. Tras la muerte del Rey Urragon III Geyiron (Urragon el Calvo), sus jóvenes hijos se apresuraron a convocar una asamblea de sucesión mientras su hermano mayor Torgon estaba asaltando la parte de arriba del Mander, pensando que uno de ellos seria escogido para llevar la corona de madera de deriva. Para su disgusto, los capitanes escogieron a Urrathon Goodbrother de Viejo Wyk de inmediato. La primera cosa que el nuevo rey hizo fue ejecutar a los hijos del antiguo rey. Por eso, y por la salvaje crueldad que mostro frecuentemente durante sus dos años como rey, Urragon IV Goodbrother es recordado en la historia como Malhermano16. 15 16

Misty Islands Badbrother

Cuando Torgon Greyiron regreso por fin a las Islas del Hierro, el declaro invalida la asamblea de sucesión pues el no había estado presente para hacerse oír. Los sacerdotes lo apoyaron en esto, pues estaban hartos de la arrogancia del Malhermano y su impiedad. El pueblo y los grandes señores por igual se levantaron a su llamada, congregando los banderizos de Torgon, hasta los propios capitanes de Urrathon cortaron en pedazos a Urrathon. Torgon el Rezagado se convirtió en rey en ese momento, y gobernó por cuarenta años sin haber sido escogido y proclamado en una asamblea de sucesión. El probó ser un fuerte rey, justo y sabio e imparcial, pero el pudo hacer poco para detener la caída de las fortuna de las Islas del Hierro, por eso fue durante el reinado de Torgon que la mayor parte del Cabo de Águilas fue perdido a los Mallister de Varamar. Torgon había golpeado contra la institución de la asamblea de sucesión en su juventud, sacando de en medio a su rey escogido. En su vejez el lo hizo otra vez, llamando a su propio hijo Urragon para ayudarle a gobernar. En la corte y en el consejo, en guerra y paz, los hijos permanecían a lado de su padre con la mejor intención por casi cinco años, así cuando Torgon finalmente murió solamente le pareció natural para su heredero escogido sucederle como Urragon IV Greyiron. Ninguna asamblea fue convocada, y esta ocasión ningún Galon Bastonblanco se levanto con indignidad para protestar la sucesión. Al final, el golpe fatal contra el poder de los capitanes y los reyes reunidos fue negociado cuando Urragon IV mismo murió, después de un largo pero indistinguible reinado. Había sido el deseo del difunto rey que el supremo reino pasara a su sobrino nieto Urron Greyiron, rey de sal de Monteorca conocido como Urron Mano Roja. Los Sacerdotes del Dios Ahogado estaban determinados a no permitir que el poder del hacedor de reyes sea tomado por tercera vez, así anunciaron a los capitanes y reyes a que deberían reunirse en Viejo Wyk para una asamblea de sucesión. Cientos llegaron, entre ellos los reyes de sal y de roca de las siete grandes islas, inclusive de Luz Solitaria. Aun así apenas se reunieron cuando Urron Mano Roja dejo caer a sus hombres con hacha sobre ellos, y las costillas de Nagga se tiñeron de rojo. Trece reyes murieron ese día, y la mitad de cientos de sacerdotes y profetas. Eso fue el fin de las asambleas de sucesión, y el Mano Roja gobernó como rey supremo por veintidós años después de eso, y sus descendientes después de el. Los errantes santos hombres nunca volvieron a levantar y derrocar reyes como alguna vez lo hicieron.

LOS REYES DE HIERRO Los Greyiron estaban entere la mas antigua y mas renombrada de las casas de las Islas del Hierro. Durante la larga edad de las asambleas de sucesión, de los capitanes y reyes que llevaron la corona de madera de deriva no menos de treinta y ocho eran Greyirons, de acuerdo a Haereg, dándoles dos veces mas reyes que cualquier otra casa. Esa era termino con Urron Mano Roja y la matanza en Viejo Wyk. En adelante la corona de las Islas de Hierro seria hecha de hierro negro y pasaría de padre a hijos por derecho de primogenitura. Ni los Greyirons soportarían otros reyes en las islas. No habría mas reyes de sal, ni más de reyes de roca. Urron Mano Roja como su heredero se llamaron así mismos simplemente como Reyes de las Islas del Hierro. Los gobernadores de Gran Wyk, Viejo Wyk, Pyke, Harlaw y las islas menores fueron reducidos a señores, y varias antiguas líneas fueron extinguidas enteramente cuando ellos se rehusaron a doblar sus rodillas.

Pero el control de la Casa Greyiron tras su corona de hierro no fue correspondido. Junto con la asamblea de sucesión, la prohibición de Galon Bastonblanco contra los hijos del hierro de hacer guerra contra otro hijo del hierro también expiro en medio de la matanza de Viejo Wyk. Tras los siglos que le siguieron, Urron Mano Roja y sus sucesores tuvieron que tratar con una mitad de docenas de grandes rebeliones, y al menos dos grandes levantamientos de siervos. Ni los señores ni los reyes del continente se tardaron en darse cuenta que podían tomar ventaja de la desunión entre los hijos del hierro. Uno por uno, todos los puntos de apoyo que sobraban en las tierras verdes fueron perdidos. El golpe mas contado fue el que dio el Rey Garth VII, el Manodorada, Rey del Dominio, cuando el condujo a los hombres del hierro de las Islas Brumosas, y las renombro Islas Escudos, y volvió a establecerse sobre ellas con su propios guerreros fieros y buenos marinos para defender la desembocadura del Mander. La llegada de los ándalos a los Siete Reinos solo anticipo la caída de las Islas del Hierro, pues a diferencia de los primeros hombres que habían estado antes, los ándalos fueron marineros valientes, con barcoluengos de su propiedad rápidos y en buen estado para navegar así como cualquiera de los hijos del hierro podían construir. Como los ándalos inundaron las tierras de los ríos, las tierras del oeste, y el Dominio, nuevas aldeas se esparcieron a lo largo de las costas, pueblos amurallados se levantaron sobre cada ensenada y puertos, y grandes señores y pequeños reyes por igual empezaron a construir buques de guerra para defender sus costas y navieros. A su debido tiempo, los ándalos barrieron sobre las Islas del Hierro solo como ellos hicieron con todo Poniente bajo el Cuello. Sucesivas olas de ándalos aventureros descendieron sobre las islas, frecuentemente en alianza con una u otra facción de los hijos del hierro mismos. Los ándalos se casaron entre los parientes de algunas de las antiguas familias de las islas y llevaron a otras a un fin sangriento con espada y hacha. La Casa Greyiron estaba entre esas familias destruidas. El ultimo Rey de Hierro, Rognar II, fue derrocado cuando los Orkwoods, Drumms, Hoares y Geyjoys hicieron causa común contra el, apoyados por una hueste de piratas ándalos, mercenarios y comandantes de guerra. Después los victoriosos no pudieron llegar a un acuerdo sobre quien debería suceder a Rognar como rey, así que fue decidido ellos deberían arreglar el asunto por medio de la danza del dedo, un juego popular entre los hijos del hierro en donde los jugadores giraban arrojando hachas hacia otros e intentaban atraparlas en el aire. Harras Hoare emergió con la victoria, al costo de dos dedos. Como Harras Muñón17, gobernó las Islas del Hierro por treinta años.

Muchos creen que la historia de cómo Harras gano su corona por atrapar un hacha no es mas que una fantasía de bardo. En verdad, el Archimaestre Haereg sugiere que Harras fue escogido porque el había tomado una doncella ándala por esposa, por consiguiente gano el apoyo de su padre y de muchos otros poderosos señores ándalos.

17

Harras Stump-hand

Harras Muñón victorioso.

LA SANGRE NEGRA El Archimaestre Hake nos dice que los reyes de la Casa Hoare fueron, ‘’de cabello negro, ojos negros, y negro de corazón’’. Sus enemigos clamaban que su sangre era negra también, oscurecida por la ‘’mancha Ándala’’, pues muchos de los tempranos reyes Hoare tomaron doncella de esa índole como esposa. Los verdaderos hijos del hierro tenían agua salada en su venas, los sacerdotes del Dios Ahogado proclamaban; que los Hoares sangre negra eran falsos reyes, impíos usurpadores que solo debían ser abatidos. Muchos intentaron hacerlo por siglos, como en algunos relatos de Haereg detallan. Ninguno tuvo éxito. Que los Hoares carecieran de valor los hacia crueles y astutos. Pocos de sus súbditos eran leales, pero muchos tenían buenas razones para temer su ira. Sus mismos nombres proclamaban su naturaleza, aun después del paso de cientos de años. Wulfgar el Hacedor de Viudas, Horgan el Mata Sacerdotes, Fergo el Feroz, Othgar el Sin Alma, Othgar el Demonio Enamorado, Craghorn de la Sonrisa Roja. Los sacerdotes del Dios Ahogado denunciaron a todos ellos. ¿Eran los reyes de la Casa Hoare ciertamente tan impíos como esos santos hombres proclamaban? Hake cree que lo fueron, pero el Archimaestre Haereg tomo una postura muy diferente, sugiriendo que el único verdadero crimen de los reyes ‘’sangre negra’’ no fue la impiedad ni adorar demonios, sino la tolerancia. Pues fue bajo los Hoare que la Fe de los Ándalos vino a las Islas del Hierro por primera vez. Apremiados por sus reinas ándalas, esos reyes les garantizaban a septas y septones su protección y les dio permiso para moverse por las islas, predicando a los Siete. El

primer septo en las Islas del Hierro fue construido en Gran Wyk durante el reinado de Wulfgar el Hacedor de Viudas. Cuando su bisnieto Horgan permitió la construcción de otro en Viejo Wyk, donde las asambleas de sucesión habían sido sujetas antiguamente, la isla entera se levanto en una rebelión sangrienta, incitada por los sacerdotes. El septo fue quemado, el septón fue troceado en pedazos, los adoradores sin razón fueron metidos en el mar para ahogarlos, pues ellos podían mantener su fe. Fue en respuesta a esto, Haereg alega, que Horgan Hoare empezó a asesinar sacerdotes. Los reyes Hoare también desalentaron la práctica del saqueo. Y como declino los saqueos, el comercio creció. Había aun riquezas de mineral de hierro a ser encontradas debajo de las colinas de Gran Wyk, Monteorca, Harlaw y Pyke, y de plomo y estaño también. La necesidad de os hombres del hierro por madera para construir sus barcos permaneció tan grande como siempre, pero ellos ya no tenían la fuerza para tomarlos donde sea que ellos los encontraran. En lugar de eso intercambiaron hierro por madera. Y cuando el invierno llego y los vientos fríos soplaron, el mineral de hierro se convirtió en la moneda de los reyes de la Casa Hoare usada para comprar trigo, cebada y nabos para mantener a su pueblo alimentado (y carne y cerdo para sus mesas). ‘’Pagando el precio del hierro’’ tomo un significado totalmente diferente, y muchos de los hijos del hierro lo encontraron humillante y los sacerdotes lo condenaban como vergonzoso. El punto mas bajo del orgullo y poder de los hijos del hierro llego a su punto máximo durante el reinado de los tres Harmunds. En las islas, ellos son mejor recordados como Harmund el Anfitrión18, Harmund el Regateador19 y Harmund el Apuesto20. Harmund el Huésped fue el primer rey de las Islas del Hierro conocido por saber leer y escribir. El daba la bienvenida a viajeros y comerciantes de las más lejanas esquinas del mundo a su castillo en Gran Wyk, atesoraba libros, y dio a septones y septas su protección. Su hijo Harmund el Regateador compartió su amor por la lectura, y llego a ser renombrado como un gran viajero. El fue el primer rey de las Islas del Hierro en visitar las tierras verdes sin una espada en su mano. Habiendo pasado su juventud como un pupilo de la Casa Lannister, el segundo Harmund regreso de Roca Casterly como un rey y tomo a Lady Lelia Lannister, una hija del Rey de la Roca y ‘’la mas bella flor de occidente’’ como su reina. En un viaje posterior el visito Altojardín y Antigua, para tratar con sus señores y reyes e impulsar el comercio. Sus propios hijos fueron criados en la Fe, o la versión propia que el Rey Harmund tenia de ella. Tras su muerte, el mayor de ellos ascendió al trono. Harmund el Apuesto (influenciado, según dicen, por su madre Lannister, la Reina Viuda Lelia) anuncio que de ahora en adelante seria colgado los saqueadores como piratas en vez de celebrarlos, y formalmente se proscribió el tomar esposas de sal, declarando a los niños de tales uniones como bastardos sin derecho a heredar. El estaba considerando una medida para dar fin con la servidumbre en las islas también cuando un sacerdote conocido como el Alcaudón21 comenzó a predicar en contra de el. Otros sacerdotes se levantaron a protestar, y los señores de las islas tuvieron cuidado. Solo los septones y sus seguidores se levantaron por el Rey Harmund, y el fue derrocado en dos semanas, casi incruentamente. Lo que siguió fue de lejos incruento, sin embargo. El Alcaudón mismo desgarro la lengua del depuesto rey, así el nunca podría volver a hablar ‘’mentiras y blasfemias’’. Harmund estaba ciego también, y su nariz fue amputada, así ‘’todo hombre podría ver el monstruo que el es’’. The Host The Haggler 20 The Handsome 21 Shrike 18 19

En su lugar, los señores y sacerdotes coronaron a su hermano menor Hagon. El nuevo rey denuncio a la Fe, anulo los edictos de Harmund, y expulso a los septones y a las septas de su reino. En dos semanas cada septo en las Islas del Hierro estaba en llamas. El Rey Hagon, pronto paso a ser conocido como Hagon el Despiadado 22, inclusive permitió la mutilación de su propia madre, la Reina Lelia, La ‘’Zorra’’ Lannister quien fue acusada por el Alcaudón por alejar a su esposo e hijos del verdadero dios. Sus labios, orejas y parpados fueron cortados y su lengua cercenada con pinzas calientes, después de la cual ella fue atada en bultos en un barcoluengo y regresada a Lannisport. El Rey de la Roca, su sobrino, estaba tan enojado por esta atrocidad que llamo a sus banderizos.

Aunque Harmund II acepto a los Siete como dioses verdaderos, el continuo haciendo honor al Dios Ahogado también, y en su regreso a Gran Wyk hablo abiertamente de ‘’los Ocho Dioses’’, y decreto que una estatua del Dios Ahogado debería ser levantada en las puertas de cada septo. Esto no agrado ni a los septones ni a los sacerdotes y fue denunciado por ambos. En un intento de aplacarlos, el rey anulo su decreto y declaro que dios tenía siete rostros… pero el Dios Ahogado era uno de esos, como un aspecto del Desconocido.

La Guerra que siguió dejos diez mil muertos, tres cuartas partes de ellos hijos del hierro. En el séptimo anos, los hombres del oeste desembarcaron en Gran Wyk, aplastaron las huestes de Hagon en batalla, y capturo su castillo. Hagon el Despiadado fue mutilado en las misma forma como lo fue su madre antes de ser colgado. Ser Aubrey Crakehall, comandante de los ejércitos Lannister, ordeno que el Castillo Hoare sea destruido por completo, pero como sus hombres estaban saqueando, se toparon con Harmund el Apuesto en una mazmorra. Crakehall brevemente considero restaurar a Harmund a su trono, Haereg afirma, pero el anterior rey estaba ciego, arruinado, y medio loco debido a su largo confinamiento. Ser Aubrey le garantizo ‘’el regalo de la muerte’’ en lugar de eso, sirviendo a Harmund una copa con vino rociado con leche de amapola. Entonces, en un acto de absurda locura, el caballero decidió reclamar el reino de las Islas del Hierro para si mismo. Este no agrado ni a los hijos del hierro ni a los Lannister. Cuando las palabras alcanzaron Roca Casterly, el rey llamo sus buques de Guerra a casa, dejando que Crakehall se defendiera por su cuenta. Sin el poder ni la riqueza de la Casa Lannister para apuntalarlo, ‘’El Rey Aubrey’’ vio como su poder se derrumbo rápidamente. Su reinado duro menos de la mitad de un año antes de que el fuera capturado y sacrificado al mar por el Alcaudón en persona. La guerra entre los hijos del hierro y los hombres del oeste continúo de forma irregular por cinco años más, finalmente termino en una exhausta paz que dejo a las Islas del Hierro empobrecidas, quemadas y arruinadas. El invierno que siguió fue largo y duro, y es recordado en las islas como el Invierno de la Hambruna. Hake nos cuenta que tres veces tantos hombres del hierro perecieron de inanición en el invierno que los muertos en la guerra que le precedió. Pasarían siglos antes de que las Islas del Hierro se recuperaran, una larga y lenta cima que escalar hacia la prosperidad y el poder. De los reyes quienes reinaron durante esta 22

Hagon the Heartless

edad desolada, no necesitamos tratar. Muchos fueron marionetas de los señores y sacerdotes. Unos pocos fueron mas que saqueadores de la Edad de los Héroes, hombres tales como Harrag Hoare y su hijo Ravos el Violador23 quienes trato salvajemente el Norte en los años del reinado sangriento de los Lobos Hambrientos, pero ellos fueron inusuales y distantes. Tanto el saqueo y el comercio desempeño una parte de la restauración del orgullo y destreza de las islas. Otras tierras ahora construyen tan grandes y formidables buques de guerra que los de los hombres del hierro, pero en ningún lugar hubo marineros tan atrevidos. Los mercantes y comerciantes que navegan desde Puerto Noble de Pyke y los puertos de Gran Wyk, Harlaw y Monteorca se esparcen hacia los mares, visitando Lannisport, Antigua y las Ciudades Libres, y regresan con tesoros que sus antepasados nunca soñaron.

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Ravos the Raper

Rey Harwyn Hoare. Los saqueos continuaron también, pero los ‘’lobos del mar’’ no cazaban cerca de casa, pues los reyes de las tierras verdes habían crecido tanto en poder como para

provocarlos. En lugar de eso encontraron sus victimas en los mares distantes, en las Islas Basilisco y en los Peldaños de Piedra y a lo largo de las Tierras de la Discordia. Algunos se dedicaron como marinos mercenarios, peleando por una u otra de las Ciudades Libres en sus guerras comerciales sin fin. Uno de esos fue Harwyn Hoare, tercer hijo del Rey Qhorwyn el Astuto24. Un sagaz y avaricioso rey, Qhorwyn había pasado todo su reinado acumulando riquezas y evitando la guerra. ‘’La guerra es mal para el comercio’’ dijo el, infamemente, aun así el doblo, y luego triplico el tamaños de su flota y encomendó a sus herreros forjar mas armaduras, espadas y hachas. ‘’La debilidad incita el ataque’’ declaro Qhorwyn ‘’. Para tener paz, debemos ser fuertes’’. Su hijo Harwyn no las uso para la paz, pues uso muchas o todas las armas que su padre forjo. Un chico beligerante en lo que respecta, y el tercero en la sucesión. Harwyn fue enviado al mar a una edad temprana. El navego con una sucesión de saqueadores en los Peldaños de Piedra, visito Volantis, Tyrosh y Braavos, se convirtió en hombre en los jardines de placer de Lys, paso dos años en las Islas Basilisco como prisionero de un rey pirata, vendió su espada a una compañía libre en las Tierras de la Discordia, y peleo en varis batallas como un Segundo Hijo. Cuando Harwyn regreso a las Islas del Hierro, el encontró a su padre Qhorwyn muriendo, y a su hermano mayor con dos años muerto a causa de la psoriagris. Un segundo hermano aun permanecía entre Harwyn y la corona, y su muerte súbita aun cuando el rey todavía estaba respirando su último aliento permanece en materia de disputa hasta el día de hoy. Esto presento el paso al Príncipe Harlan cuya muerte fue declarada accidental, resultado de una caída de su caballo, que por supuesto habría sido digna para su vida como para sugerir otra cosa. Más allá de las Islas del Hierro, fue ampliamente asumido que el príncipe Harwyn estaba detrás del asesinato de su hermano. Algunos afirmaron que el mismo lo había hecho. Otros que el Príncipe Harlan había sido asesinado por un Hombre sin Rostro de Braavos. El Rey Qhorwyn expiro seis días después de que coronen al príncipe, dejando a su tercer hijo heredar. Como Harwyn Manodura25, el pronto escribiría su nombre con sangre a través de los Siete Reinos. Cuando el nuevo rey visito los astilleros de su padre, el declaro que ‘’los barcoluengos están hechos para ser navegados’’. Cuando el inspecciono las armerías reales, el anuncio que ‘’las espadas están hechas para ser ensangrentadas’’. El Rey Qhorwyn había frecuentemente dicho que la debilidad incita el ataque. Cuando su hijo contemplo toda la Bahía del Hombre del Hierro, el vio solo debilidad y confusión en las tierras de los ríos, donde los señores del Tridente se irritaban sin descanso bajo el talón del Rey de la Tormenta, Arrec Durrandon, en el distante Bastión de Tormentas. Harwyn convoco una hueste y los guio a través de la bahía en unos de los cientos de barcoluengos de su padre. Desembarcaron incuestionablemente al norte de Varamar, ellos llevaron sus barcos sobre la tierra hasta el Forca Azul del Tridente, entonces barrieron corriente abajo con fuego y espada. Unos pocos de los señores de los ríos se levantaron en armas contra ellos; la mayoría no. Pues ellos tenían poco amor y menos lealtad por su señor feudal en las tierras de la tormenta. En eso días, los hijos del hierro eran pasados por salvajes luchadores del mar pero fácilmente de vencerlos en tierra. Pero Harwyn Hoare no era como los otros hijos del hierro. Endurecido en las Tierras de la Discordia, el probó ser tan feroz a pie como en el mar, derrotando totalmente a sus

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Qhorwyn the Cunning Harwyn Handhard

enemigos. Después de que repartió a los Blackwood en una derrota aplastante, muchos señores del Tridente declararon a favor de el. En Buenmercado, Harwyn se encontró así mismo enfrentándose a Arrec Durrandon, el joven Rey de la Tormenta, liderando una hueste de la mitad del tamaño que la suya, pero los hombres de la tormenta estaban mal conducidos, cansados y lejos de su hogar, y los hombres del hierro y los señores de las tierras de los ríos los hicieron pedazos. El Rey Arrec perdió dos hermanos y la mitad de sus hombres, y fue afortunado al escapar con su vida. En cuanto el huyo al sur, el pueblo de las tierras de los ríos se levanto, y sus guarniciones fueron expulsadas o asesinadas. Las amplias y fértiles tierras de los ríos y todas sus riquezas pasaron de las manos de Bastión de Tormentas a la de los hombres del hierro. En un golpe atrevido, Harwyn Manodura había incrementado sus territorios diez veces e hizo de las Islas del Hierro una vez más un poder a ser temido. Esos señores del Tridente quienes se habían unido con la esperanza de desvincularse de los Durranndons pronto aprendieron que sus nuevos amos eran más brutales y demandaron a sus antiguos. Harwyn gobernaría su conquista con una mano pesada hasta su muerte, pasando mucho de su tiempo en las tierras de los ríos que en las islas, montando desde el fin del Tridente hasta el otro lado a la cabeza de un ejército rapaz, rastreando cualquier indicio de rebelión mientras cobraba impuesto, tributos y esposa de sal. ‘’Su lugar fue una tienda, su trono una silla de montar’’ dicen los hombres sobre el. Su hijo Halleck, quien le sucedió a la corona cuando el Manodura murió a sus sesenta y cuatro años, era un hombre de la misma calaña. Halleck visito las Islas del Hierro solo tres veces durante su reinado, pasando menos que dos años ahí dicen todos. Aunque el se llamo hijo del hierro, sacrifico para el Dios Ahogado, y siempre mantuvo tres sacerdotes a su lado, había mas del Tridente que la sal de mar en Halleck Hoare, y el parecía mirar a las islas solo como una fuente de armas, barcos y hombres. Su propio reinado fue aun más sangriento que el de su padre, aunque menos exitoso, marcado por guerras frustradas contras los hombres del oeste y hombres de la tormenta, y no menos que tres intentos fallidos para conquistar el Valle, todas terminando en un desastre en la Puerta de Sangre. Como su padre, el Rey Halleck pasó una gran parte de su reinado en tiendas de campaña, en compañías. Cuando no estaba en guerra, el gobernaba sus amplios dominios desde la torre de su modesta casa en Buenmercado en el corazón de la tierra de los ríos, cerca del sitio de la gran victoria de su padre. Su propio hijo deseo un asentamiento más grande que ese, y pasaría mucho de su propio reinado construyéndolo. Pero la historia de Harren el Negro, y la construcción de Harrenhal, ya han sido tocadas en otro sitio. Las llamas de dragón que destruyeron Harrenhal puso un fin fogoso a los sueños del Rey Harren, a la dominación de las tierras de los ríos por los hijos del hierro, y a la ‘’línea negra’’ de la Casa Hoare.

LOS GREYJOY DE PYKE La muerte de Harren el Negro y sus hijos dejaron a las Islas del Hierro sin rey y en un caos.

Muchos grandes señores y famosos guerreros habían estado sirviendo con el Rey Harren en las tierras de los ríos. Algunos murieron en la quema de Harrenhal, otros cuando las tierras de los ríos se levantaron en contra de ellos. Solo unos pocos dominios de la costa sobrevivieron, y muy pocos aun encontraron barcoluengos esperando, que no estaban quemados, para llevarlos a casa.

Las armas de la Casa Greyjoy (centro) y algunas casas importantes, del pasado y del presente (en sentido de las agujas del reloj desde arriba): Greyiron, Goodbrother, Wynch, Botley, Drumm, Harlaw, Hoare y Blacktyde. Aegon Targaryen y sus hermanas prestaron poca atención a las Islas del Hierro inmediatamente después de lo de Harrenhal. Tenían más preocupaciones apremiantes, y poderosos enemigos que derrotar por todas partes. Dejaron que se defiendan así mismos, y los hijos del hierro inmediatamente empezaron a pelear. Qhorin Volmark, un señor menor de Harlaw, fue el primer hombre en reclamar el reinado. Su abuela había sido la hermana menor de Harwyn Manodura. En base de ese nexo, Volmark se declaro como el heredero legitimo de ‘’la línea negra’’.

En Viejo Wyk, respetados sacerdotes se reunieron bajo los huesos de Nagga para colocar una corona de madera de deriva sobre uno de ellos, un hombre santo descalzo llamado Lodos quien afirmaba ser el hijo viviente del Dios Ahogado. Otros reclamadores pronto se levantaron en Gran Wyk, Pyke y Monteorca, y por un año entero y mas sus seguidores pelearon uno contra otro por tierra y mar. Aegon el Conquistador puso fin a la contienda en el 2 DC cuando el y Balerion descendieron sobre Gran Wyk acompañado por una vasta flota de guerra. Los hombres del hierro colapsaron ante el. Qhorin Volmark murió a manos del Conquistador, cortado bajo la hoja de acero valyrio de Aegon, Fuego Oscuro. En Viejo Wyk, el sacerdote-rey Lodos se volvió a su dios, llamando a los krakens para hundir los buques de guerra de Aegon. Cuando los kraken fallaron en aparecer, Lodos lleno sus túnicas con piedras y camino hacia el mar para ‘’asumir consejo’’ de su padre. Miles lo siguieron. Sus cadáveres hinchados y lavados llegaron a las costas de las islas por años, aunque el del sacerdote no estaba entre ellos. En Gran Wyk y Pyke, los contendientes sobrevivientes (el rey de Monteorca había asesinado un año antes) se dieron prisa por doblar la rodilla y hacer homenaje de la Casa Targaryen. ¿Pero quien gobernaría sobre ellos? En el continente, algunos exigieron a Aegon convertir en vasallos, a los hijos del hierro, de Lord Tully de Aguasdulces, a quien lo habían nombrado Lord Protector del Tridente. Otros le sugirieron que las islas sean dadas a Roca Casterly. Unos pocos fueron mas lejos como para implorar que limpie las islas con llamas de dragón, poniéndole fin al azote de los hijos del hierro para siempre. Aegon escogió un rumbo distinto. Reunió a los señores de las Islas del Hierro que quedaban, anuncio que el permitiría que ellos escogieran su propio señor supremo. De manera poco sorprendente ellos escogieron a uno de ellos: Vickon Greyjoy, Lord Segador de Pyke, un famoso capitán descendiente del Rey Gris. Aunque Pyke era más pequeña y pobre que Gran Wyk, Harlaw y Monteorca, los Greyjoys tenían a su haber un linaje largo y distinguido. En los días de las asambleas de sucesión, solo los Greyirons y los Goodbrothers habían producido la mayoría de los reyes, y los Greyirons ya habían desparecido. Cansados y empobrecidos por años de guerra, los hombres del hierro aceptaron su nuevo jefe supremo sin objeción. Eso llevo a las Islas del Hierro a la mejor parte de una generación para recuperarse de las heridas infligidas por la caída de Harren y la fratricida guerra que le siguió. Vickon Greyjoy, entronizado en Pyke en la Silla de Piedramar, probó ser un severo pero precavido gobernador. Aunque el no proscribió el saqueo, el ordeno que la practica sea llevada a cabo en aguas distantes, mas ala de las costas de Poniente, así como no provocar la ira del Trono de Hierro. Y desde que Aegon había aceptado a los Siete como sus dioses y había sido ungido por el Septón Supremo en Antigua, Lord Vickon permitió el regreso de septones a las islas una vez más para predicar la Fe. Esto enfureció a muchos de los hijos del hierro más piadosos y a los sacerdotes del Dios Ahogado, como siempre lo había hecho antes. ‘‘Que prediquen’’, dijo lord Vickon cuando se quejaron ante él, ‘‘Necesitamos vientos que llenen nuestras velas’’. Era el hombre de Aegon, y se lo recordó a su hijo Goren, y ningún hombre menos un idiota se atrevería a levantarse contra Aegon Targaryen y sus dragones. Estas fueron las palabras que Goren Greyjoy recordaría cuando lord Vickon murió en el 33 DC y fue sucedido por su hijo, que echó abajo una conspiración torpe para restaurar la ‘‘línea negra’’ y coronar al hijo de Qhorin Volmark en su lugar. Se enfrentó a su prueba más seria cuatro años más tarde, cuando Aegon el Conquistador murió de un

ataque al corazón en Rocadragón y su hijo Aenys fue coronado rey en su lugar. Aunque amable y bienintencionado, Aenys Targaryen fue ampliamente reconocido como un hombre débil, incapaz de sentarse en el Trono de Hierro. Él nuevo rey estaba aún adaptándose al trono cuando las rebeliones se levantaron por todo el reino. Una de estas revueltas convulsionó las Islas del Hierro, liderada por un hombre que decía ser el rey sacerdote Lodos que había regresado al fin de visitar a su padre. Pero Goren Greyjoy actuó con decisión, hasta el punto de mandar la cabeza en escabeche de Lodos a Aenys Targaryen. Su Alteza estaba tan contento con el regalo que prometió a lord Goren que estuviese en su mano otorgarle. Como sabio que era, el salvaje Greyjoy pidió al rey que le diera permiso para expulsar a septones y septas de las Islas del Hierro. Y el rey Aenys se vio obligado a concederlo. Un siglo pasaría antes de que se construyese otro septo en las islas. Durante largos años después de esto, los hijos del hierro se mantuvieron tranquilos bajo la sucesión de los Greyjoy. Evitando otros pensamientos de conquista, vivían de la pesca, el comercio y la minería. Todo el ancho Poniente giraba en torno a Desembarco del Rey y Pyke y los hijos del hierro tuvieron poco y menos que ver con los asuntos de la corte. La vida era dura en las islas, sobre todo en invierno, pero siempre lo había sido. Algunos hombres aún soñaban con regresar las antiguas costumbres, cuando los hombres del hierro eran un pueblo temido, pero los Peldaños de Piedra y el Mar de Verano estaban muy lejos y los Greyjoy de Piedramar no permitirían nunca más el saqueo cerca de casa.

EL KRAKEN ROJO Pasaría una buena parte de un siglo desde que el kraken se despertó, todavía los sueños no habían muerto, para los sacerdotes que todavía doblaban la rodilla en el profundo mar de sal y predican las Antiguas Costumbres, ni en los cien burdeles y las tabernas del muelle donde los marineros todavía relatan los cuentos de los días pasados, cuando los hijos del hierro eran ricos y orgullosos, y cada remero tenía un docena de esposas de sal para calentar su cama por la noche. Muchos chicos y jóvenes crecieron bebiendo tales historias, hambrientos de las glorias de la vida de saqueos. Uno fue Dalton Greyjoy, el joven salvaje hijo heredero de Pyke y las Islas de Hierro. De él Hake escribe, “Él amó tres cosas: el mar, su espada, y mujeres.” Un niño intrépido, testarudo y arrebatado, que se dice estaba remando a los cinco años y saqueaba a los diez, navegó con su tío a las Islas del Basilisco para atacar las ciudades de los piratas por el pillaje.

Los saqueadores del Kraken rojo

A los catorce años, Dalton Greyjoy había navegado tan lejos como al Viejo Ghis, luchado en una docena de eventos, y tomando a cuatro esposas de sal. Sus hombres lo amaron (más que sus esposas, porque se cansaba rápidamente de las mujeres). Su amor era su espada, un espadón de acero valyrio que le había quitado a un corsario muerto, llamado Anochecer26. En su decimoquinto año, luchando en los Peldaños de Piedra como saqueador, vio a su tío asesinado y vengó su muerte, recibiendo una docena de heridas y surgiendo de la lucha bañado en sangre de la cabeza a los pies. Desde ese día los hombres lo llamaron el Kraken Rojo. Después, ese mismo año, la noticia de la muerte de su padre lo localizó en los Peldaños de Piedra, y el Kraken Rojo exigió el trono de Piedramar como el Señor de las Islas de Hierro. En seguida comenzó a construir barcoluengos, forjar espadas, y entrenar a los luchadores. Cuando le preguntaron por qué, el joven señor contestó: “Se acerca la tormenta.” La tormenta que él había previsto llegó el año siguiente, cuando el Rey Viserys I Targaryen se murió en la Fortaleza Roja en Desembarco del Rey. Su hija Rhaenyra y su medio hermano Aegon reclamaron el Trono de Hierro, y provocaron la orgía de sangre, batallas, rapiñas y asesinatos conocida como la Danza de Dragones. Cuando la noticia localizó Pyke, se dice que el Kraken Rojo se había reído. A lo largo de la guerra, la Princesa Rhaenyra y sus negros disfrutaron de una gran ventaja en el mar, pues entre sus partidarios se contaba Corlys Velaryon, Señor de las Mareas, la legendaria Serpiente de Mar, que comandaba la flota de la Casa Velaryon de Marcaderiva. Esperando enfrentarse a eso, el concilio verde del Rey Aegon II extendería la mano a Pyke, ofreciéndole un lugar a Lord Dalton en el concilio privado como Lord Almirante del reino, siempre que él trajera sus barcoluengos para luchar con la Serpiente de Mar. Era una buena oferta, y la mayoría de los muchachos la hubiese aceptado, pero Lord Dalton tenía una rara agudeza en un chico tan joven y eligió esperar y ver que podría ofrecer la Princesa Rhaenyra. Cuando llegó su misiva, era mucho más de su agrado. Los negros no lo necesitaban para que navegara con su flota alrededor de Poniente y batallar en el Mar Angosto, que era una proposición bastante arriesgada. La princesa sólo solicitaba que él atacase a sus enemigos. Entre esos enemigos se encontraban los Lannister de Roca Casterly, cuyas tierras estaban cerca de su casa y eran vulnerables. Lord Jason Lannister se había llevado con él a la mayoría de sus caballeros, arqueros, y luchadores expertos para atacar a los aliados de Rhaenyra en las tierras de los ríos, dejando las tierras de oeste escasamente defendidas. Lord Dalton vio la oportunidad. Mientras Lord Jason se desplomaba en la batalla en las tierras de los ríos y su ejército se tambaleaba de batalla en batalla bajo una sucesión de comandantes, el Kraken Rojo y sus hombres de hierro cayeron en las tierras del oeste como lobos en un rebaño de ovejas. Roca Casterly era demasiado fuerte para ellos, una vez que Johanna, la viuda de Lord Jason, obstruyó sus puertas, pero los hombres del hierro quemaron la flota de los Lannister y saquearon Lannisport, llevándose inmensas cantidades de oro, granos y mercancías, y apoderándose de centenares de mujeres y chicas como esposas de sal, incluso a la dama favorita del rezagado Lord Jason y sus hijas naturales. Las incursiones y depredaciones siguieron. Los barcoluengos navegaron por las costas occidentales, atacando como en los tiempos lejanos. El Kraken Rojo comandó el ataque que capturó Kayce. Castibello cayó, y también la Isla Bella y toda su riqueza. Lord Dalton exigió a cuatro de las hijas de Lord Farman como esposas de sal y entregó a la quinta—”la más fea“—a su hermano Veron. 26

Nightfall

Durante casi dos años, el Kraken Rojo gobernó el Mar del Ocaso como sus antepasados lo habían hecho antaño, mientras en otra parte de Poniente marchaban y chocaban grandes ejércitos y los dragones volaban por los cielos y se encontraban en batallas sangrientas. Todas las guerras deben acabar, sin embargo, y también la Danza de Dragones. La princesa Rhaenyra se murió, y después el Rey Aegon II. Por ese tiempo también la mayoría de los dragones de los Targaryen estaban muertos, junto con veintenas de grandes y pequeños señores, cientos de caballeros valientes, y decenas de miles de hombres comunes y campesinos. Los restantes negros y verdes acordaron los términos, y el joven hijo de Rhaenyra se coronó como el Rey Aegon III y se casó con Jaehaera, la hija de Aegon II. La paz en Desembarco del Rey no significó la paz en el oeste, sin embargo. El Kraken Rojo no había perdido su apetito por la batalla. Cuando el concilio de regentes, que gobernaban en nombre del nuevo niño rey, le ordenó que dejara sus incursiones, él continuó como antes. Finalmente, era una mujer quien demostraría ser la perdición del Kraken Rojo. Una chica sólo conocida como Tess le abrió la garganta a Lord Dalton con su propia daga, mientras él dormía en la alcoba de Lord Farman en Castibello, luego lo tiró al mar. El Kraken Rojo nunca había tomado a una esposa de piedra. Sus herederos más cercanos eran sus hijos de sal, chicos jóvenes engendrados con varias de sus esposas de sal. Pocas horas después de su muerte, estalló una sangrienta disputa por la sucesión. E incluso antes de que las batallas empezaran en Viejo Wyk y Pyke, el pueblo de Isla Bella se levanto y mataron a los de hierro que aún permanecían entre ellos. En 134 DC, Lady Johanna Lannister tuvo su venganza por todo lo que el Kraken Rojo les había infligido a ella y a los suyos. Con sus propias flotas destruidas, ella persuadió a Ser Leo Costayne, el anciano almirante del Dominio, de enviar a sus espadachines a las Islas de Hierro. Embrollados en su propia guerra de sucesión, los hijos de hierro fueron cogidos desprevenidos. Miles de hombres, mujeres, y niños fueron pasados por las espadas, una veintena de pueblos y centenares de barcoluengos pasaron por la antorcha. Finalmente Costayne murió en la batalla, su ejército fue esparcido y destruido. Sólo una parte de su flota (repleta de despojos de guerra, incluyendo muchas toneladas de granos y peces) retornó a Lannisport, pero entre los nobles cautivos que habían traído a Roca Casterly, se hallaba uno de los hijos de sal del Kraken Rojo. Lady Johanna ordenó castrarlo y lo entregó como bufón a su hijo. “Demostró ser un bufón ocurrente”, observó el Archimaestre Haereg, “y ni la mitad de necio como su padre.” En otras tierras, un señor que acarreara tal destino a su casa sería justamente repudiado por la gente, pero cosas así son habituales para los hijos de hierro de las islas, por lo que el Kraken Rojo se venera hasta el presente y se le considera uno de sus grandes héroes.

LAS ANTIGUAS Y NUEVAS COSTUMBRES Desde ese día hasta hoy, el lord Segador de la casa Greyjoy ha gobernado las Islas del Hierro desde el trono de Piedramar en Pyke. Ninguno desde el Kraken Rojo ha planteado una auténtica amenaza para los Siete Reinos o el Trono de Hierro, pero pocos pueden ser realmente descritos como súbditos fieles a la corona. Fueron reyes en

días pasados, e incluso un millar de años después no pueden borrar el recuerdo de la corona de madera de deriva. Se puede encontrar una relación completa de sus reinados en la ‘’Historia de los Hijos del Hierro’’ del Archimaestre Haereg. En ella, se puede leer sobre Dagon Greyjoy, el Último Saqueador, cuyos barcoluengos acosaron las costas occidentales cuando Aerys I Targaryen se sentaba en el Trono de Hierro. De Alton Greyjoy, el Santo Idiota, que buscó nuevas tierras para conquistar más allá de Luz Solitaria. De Torwon Greyjoy, que juró con sangre por Aceroamargo y luego lo traicionó a sus enemigos. De Loron Greyjoy, el bardo, y su gran y trágica amistad con el joven Desmond Mallister, un caballero de las tierras verdes. Cerca del final de la gran obra de Haereg, se llega a Quellon Greyjoy, el más sabio de los hombres sentado sobre el trono de Piedramar desde la Conquista de Aegon. Era un hombre enorme, de seis pies y medio de altura, tan fuerte como un buey y tan rápido como un gato, o eso dicen. En su juventud ganó fama como guerrero, luchando contra corsarios y esclavistas en el Mar de Verano. Un leal sirviente del Trono de Hierro, dirigió un centenar de barcoluengos por el sur de Poniente en la guerra de los Reyes de Nueve peniques y desempeñó un papel crucial en la batalla de los Peldaños de Piedra. Como lord, sin embargo, Quellon eligió el camino de la paz. Prohibió el saqueo. Llevó maestres a las Islas del Hierro para servir como curanderos a los enfermos y como tutores a los jóvenes y con ellos llegaron los cuervos, cuyas negras alas atarían las islas a las tierras verdes, más estrictas que nunca. Fue lord Quellon quien liberó a los siervos que quedaban y prohibió la práctica de la servidumbre en las Islas del Hierro (no fue un completo éxito). Y mientras tanto, el no tomó esposas de sal, y aunque permitió que otros hombres lo hicieran, tenían que pagar un alto impuesto por tal privilegio. Quellon Greyjoy engendró nueve hijos en tres esposas. Las dos primeras eran esposas de roca, que se unieron a él por los ritos de un sacerdote del Dios Ahogado, pero su última mujer, era de las tierras verdes, una Piper de Princesa Rosada y se casó con ella en la casa de su padre, por un septon. En eso, como en muchas otras cosas, lord Quellon se apartó de las antiguas costumbres de los hijos del hierro, con la esperanza de forjar lazos más fuertes entre sus propios dominios y el resto de los Siete Reinos. Tan fuerte era lord Quellon Greyjoy que pocos se atrevían a hablar abiertamente en su contra, porque era conocido por su carácter fuerte y tenaz y temiblemente airado. Quellon Greyjoy seguía sentado en su trono de Piedramar cuando Robert Baratheon, Eddard Stark y Jon Arryn levantaron sus banderas en la rebelión. La edad le había servido para profundizar en su naturaleza cautelosa y como la lucha se extendió por las tierras verdes, su señoría estuvo resuelto a no tomar parte en la batalla. Pero sus hijos tenían un hambre implacable de tesoros y gloria y su propia salud y fuerzas estaban fallando. Lord Quellon, llevaba un tiempo sufriendo dolores de estómago que habían ido creciendo de forma insoportable hasta el punto de necesitar leche de la amapola para dormir a diario. Aún así, se resistió a todos los ruegos hasta que un cuervo llego a Pyke con la noticia de la muerte del príncipe Rhaegar en el Tridente. Estas noticias unieron a sus tres hijos mayores: los Targaryen han tenido su tiempo, dijeron, y si la casa Greyjoy no se une a la rebelión ahora, quizá nunca pueda compartir el botín de la victoria. Lord Quellon cedió. Se decidió que demostrarían su lealtad atacando a los Targaryen más cercanos. A pesar de su creciente debilidad, su señoría insistió en comandar la flota el mismo. Cincuenta barcoluengos fueron llevados desde Pyke hasta el Dominio. La mayor parte de la flota de los hijos del hierro se quedó en casa para protegerse de un

posible ataque de los Lannister, porque aun no sabían si Roca Casterly se pondría del lado del rey o de los rebeldes. Poco o nada necesita decirse del final de Quellon Greyjoy. En la historia de la Rebelión de Robert, no es más que un añadido final al resultado de la guerra. Los hijos del hierro hundieron algunos barcos de pesca y capturaron algunos comerciantes, quemaron algunas aldeas y saquearon algunas ciudades pequeñas. Pero en la desembocadura del Mander, se encontraron con la resistencia inesperada de los isleños de las Escudos, que salieron en su propia flota para presentar batalla. Una docena de barcos fueron capturados o hundidos en la lucha que siguió, y aunque los hijos del hierro ganaron más de lo que perdieron, lord Quellon Greyjoy se encontraba entre sus muertos. Para aquel entonces, la guerra estaba decidida. Prudentemente, su heredero, Balon Greyjoy, optó por volver a sus propias aguas y reclamar el trono de Piedramar. El nuevo señor de las Islas del Hierro era el hijo mayor de lord Quellon, un hijo de su segundo matrimonio (los hijos de su primer matrimonio habían muerto todos en su juventud). En muchos sentidos, era como su padre. A los trece años podía manejar los remos de un barcoluengo y bailar la danza del dedo. A los quince, pasó un verano en los Peldaños de Piedra, saqueando. A los diecisiete, era capitán de su propio barco. A pesar de que carecía de la talla de su padre y su fuerza bruta, Balon Greyjoy tenía toda su rapidez y habilidad con las armas. Y nadie podía cuestionar su valor. Sin embargo, cuando era niño, Lord Balon había deseado liberar a los hijos del hierro yugo del Trono de Hierro y restaurarles un lugar de orgullo y poder. Una vez sentado en el trono de Piedramar, barrió muchos de los decretos de su señor padre, la abolición de los impuestos sobre las esposas de sal y declaró que los hombres que fueran capturados en la guerra podrían mantenerse como siervos. Aunque no expulsó a los septones, les aumentó el impuesto de los diezmos. Mantuvo a los maestres, porque habían demostrado ser demasiado útiles como para abandonarlos. Mientras tanto, mató a su propio maestre en Pyke por razones que siguen siendo un tanto oscuras. Lord Balon, de inmediato solicitó otro a la Ciudadela. Lord Quellon había pasado la mayor parte de su largo reinado evitando la guerra: lord Balon comenzó a su vez a prepararse para ella. Por encima del oro o la gloria, Balon codiciaba una corona. Este sueño de coronas ha parecido rondar a la casa Greyjoy a lo largo de su historia. Algunas veces no, pero suele terminar en derrota, desesperación y muerte, como lo hizo para Balon Greyjoy. Durante cinco años se preparó, reuniendo hombres y barcoluengos, y construyendo una gran flota de enormes buques de guerra con casco reforzado y espolones de hierro, sus cubiertas erizadas de escorpiones y lanza fuegos. Los barcos de esta flota del hierro eran más galeras que barcoluengos, más grandes de lo que cualquier hombre del hierro había construido antes.

Las restantes torres del castillo de Pyke En el 289 DC, lord Balon dio su golpe, declarándose a si mismo rey de las Islas del Hierro y envió a sus hermanos Euron y Victarion a Lannisport para quemar la flota de los Lannister. ‘‘El mar será mi foso’’, declaró mientras los barcos de Tywin ardían en llamas, ‘‘Y ¡Ay del hombre que se atreva a cruzarlo!’’. El rey Robert se atrevió. Robert Baratheon, primero de su nombre, había ganado la gloria eterna en el Tridente. Rápido en responder, el joven rey convocó a sus banderizos

y envió a su hermano Stannis, señor de Rocadragón, rodear Dorne con la flota real. Buques de guerra del Rejo y Antigua los alcanzaron y se unieron a ellos. Balon Greyjoy envió a su propio hermano Victarion a su encuentro, pero en el estrecho de Isla Bella, lord Stannis atrajo a los hijos del hierro en una trampa la flota del hierro se estrelló. Con el ‘foso’ de Balon ahora indefenso, el rey Robert no tuvo ninguna dificultad en cruzar con su ejército la Bahía del Hierro, desde Varamar y Lannisport. Con los Guardianes del Norte y Occidente a su lado, Robert forzó el desembarco en Pyke, Gran Wyk, Harlaw y Monteorca, y cortó su huída a través de las islas con acero y fuego. Balon se vio obligado a replegarse a su fuerte en Pyke, pero cuando Robert derribó su muralla y envió a sus caballeros al asalto a través de la abertura, toda resistencia se derrumbo. El renacer del reinado de las Islas del Hierro había durado menos de un año. Sin embargo, cuando Balon Greyjoy fue llevado ante el rey Robert encadenado, el hombre del hierro se mantuvo desafiante ‘‘puedes cortarme la cabeza’’, le dijo Balon, ‘‘pero no puedes llamarme traidor, ningún Greyjoy hizo nunca un juramento a un Baratheon’’. Robert Baratheon, siempre misericordioso, se dice que se rió de eso, porque le gustaban los hombres con espíritu, incluso si eran sus enemigos. ‘‘Jura ahora’’, respondió ‘‘o tu y los tuyos perderán su terca cabeza’’. Y así, Balon Greyjoy dobló la rodilla y se le permitió vivir, después de renunciar a su último hijo varón sobreviviente como rehén por su lealtad. Las Islas del Hierro sobrevivieron como siempre lo han hecho. Desde el reinado del Kraken Rojo hasta nuestros días, la historia de los hijos del hierro es la historia de una gente atrapada entre los sueños de la gloria pasada y la pobreza presente. Apartadas de Poniente por las aguas grises y verdes, las islas siguen siendo un reino para ellas mismas. El mar está siempre en movimiento, siempre cambiante, dicen los hijos del hierro, y sin embargo sigue siendo eterno, sin límites, nunca y a la vez siempre igual. Lo mismo sucede con los hijos del hierro, la gente del mar. “Puedes vestir a un hombre del hierro con sedas y terciopelos, enseñarle a leer y escribir y darle libros, instruirlo en la caballerosidad, la cortesía y los misterios de la Fe’’ escribe el Archimaestre Haereg ‘‘pero cuando le mires a los ojos, el mar todavía estará allá, frío, gris y cruel’’.

PYKE Pyke no es ni el castillo más grande ni el más glorioso de las Islas del Hierro, pero si puede que sea el más antiguo y es desde allí, donde los señores de la casa Greyjoy gobiernan a los hijos del hierro. Durante mucho tiempo, se ha dicho que la isla de Pyke toma el nombre de su castillo; el pueblo llano de las islas insiste en lo contrario. Pyke es tan antiguo que nadie puede decir con certeza cuando fue construido, ni el nombre del Lord que lo construyó. Al igual que el trono de Piedramar, sus orígenes se pierden en el misterio. Una vez, hace siglos, Pyke era como los otros castillos: construido sobre sólida roca en un acantilado con vistas al mar, con una muralla y torres. Pero los acantilados sobre los que descansaba no eran tan sólidos como parecía y bajo el interminable acoso de las olas, comenzó a desmoronarse. Las paredes cayeron, el suelo cedió, y los edificios exteriores se perdieron.

Lo que queda de Pyke hoy es un montón de torres dispersas en media docena de islotes, con el mar y las olas entre ellos. Una sección de la muralla, junto con el gran portón de entrada y las torres defensivas se extienden a través dela punta, el único acceso al castillo y es todo lo que queda de la construcción inicial. Un puente de piedra desde la punta conduce al primero de los islotes y el más grande, el Gran Guardián de Pyke. Mas allá de eso, puentes de cuerda conectan las torres una con otra. A los Greyjoy les gusta decir que cualquiera de sus hombres puede caminar por uno de esos puentes cuando la tormenta esta aullando tan fácilmente como remar. Por debajo de las murallas del castillo, las olas rompen día y noche con las rocas que quedan y que sin duda, son demasiado grandes para ser arrastradas por el mar.

LAS TIERRAS DE OCCIDENTE

LAS TIERRAS DE OCCIDENTE son un lugar de escabrosas colinas y llanuras rodantes, de brumosos valles y peñascosas costas, un lugar de lagos azules, ríos brillantes y tierras fértiles, bosques de árboles de hojas anchas donde habita caza de todo tipo, donde puertas medio escondidas a los lados de pasillos de madera se abren a cuevas laberínticas que avanzan a través de la oscuridad para revelar maravillas inimaginables y vastos tesoros bajo la tierra. Son tierras ricas, con buena temperatura y fértiles, escudadas por altas colinas en el Este y el sur y las interminables aguas azules del Mar del Atardecer en el Oeste. Una vez los Niños del Bosque hicieron sus hogares en los bosques, mientras los gigantes vagaban por las colinas, donde sus huesos ocasionalmente son encontrados. Pero entonces los Primeros Hombres llegaron con fuego y hachas de bronce para cortar los bosques, arar los campos y construir caminos por las colinas donde los gigantes tenían sus moradas. Pronto, las granjas y aldeas de los Primeros se extendieron por el Oeste “de la sal a la roca”, protegidos por fuertes con murallas exteriores primero, y más tarde por grandes castillos de piedra; hasta que no hubo más gigantes, y los Niños del Bosque desaparecieron entre los bosques profundos, las colinas vacías, y el lejano Norte. Muchas, y más de las grandes casas, tienen sus raíces en la edad dorada de los Primeros Hombres. Entre ellos están los Hawthorne, los Foote, los Broom y los Plumm. En Isla Bella, los barcos de los Farman ayudan a defender la costa oeste de los saqueadores hijos del hierro. Los Greenfield tienen un vasto castillo de madera llamado Entramado (ahora simplemente Greenfield) construido enteramente de madera de arciano. Los Reyne de Castamere hicieron un gran sistema de minas, cuevas y túneles bajo su propio asiento, mientras que los Westerling construyeron El Risco sobre las olas. Otras casas brotaron de los lomos de héroes legendarios, cuyos cuentos se cuentan hasta nuestros días: los Crakehall de Crake el Mataosos, los Banefort del Hombre Encapuchado, los Yew del Arquero Ciego Alan El Roble, los Moreland de Pate el Arador. Cada una de esas familias se hizo poderosa, en algún tiempo se convirtieron en señores e incluso reyes. Pero de largo los más poderosos señores de Las Tierras de Oeste eran los Casterly de la Roca, que tenían su asiento en una colosal roca que se alzaba junto al Mar del Atardecer. Las leyendas cuentan que el primer lord Casterly fue un cazador, Corlos hijo de Caster, que vivía en un pueblo cerca de donde Lannisport se encuentra hoy. Cuando un león se dedicó a cazar las ovejas de la aldea, Corlos lo siguió hasta su guarida, una cueva en la base de la Roca. Armado solo con una lanza, mató al león y su leona pero perdonó la vida a sus recién nacidas crías–un acto de misericordia que tanto gustó a los Antiguos Dioses (ya que esto fue mucho antes de que los Siete llegaran a Poniente)–que enviaron un súbito rayo de luz que iluminó la cueva, y en los muros de piedra relució el brillo del oro amarillo, una vena tan gruesa como la cintura de un hombre. La verdad de ese cuento está perdida entre las nieblas del tiempo, pero nadie puede dudar de que Corlos, o algún progenitor de lo que se convertiría en la Casa Casterly, encontró oro en la Roca y pronto comenzó a minar allí. Para defender su tesoro frente a aquellos que quisieran llevárselo, se trasladó a la cueva y fortificó su entrada. Mientras años y siglos pasaban, sus descendientes ahondaron y ahondaron cada vez más profundo, siguiendo el oro, mientras tallaban pasillos, galerías, escaleras y túneles dentro de la misma roca, transformando la gigantesca piedra en una tremenda fortaleza que hacía enano a cualquier otro castillo de Poniente. Aunque nunca fueron reyes, los Casterly se convirtieron en los más ricos señores de Poniente y la fuerza más poderosa de Las Tierras de Oeste, y así permanecieron durante cientos de años. Pero la Edad del Amanecer dio lugar a la Edad de los Héroes.

Fue entonces cuando un truhan rubio llamado Lann el Astuto apareció desde el Este. Algunos dicen que era un ándalo aventurero de más allá del Mar Angosto, aunque esto fue milenios antes de la llegada de los Ándalos a Poniente. Independientemente de sus orígenes, los cuentos concuerdan en que de alguna manera Lann el Astuto logró sacar a los Casterlys de su Roca y apoderarse del castillo. El método preciso por el cual lo consiguió sigue siendo un tema de conjeturas. En la versión más común de la historia, Lann descubrió un camino secreto dentro de la Roca, una hendidura tan estrecha, que tuvo que despojarse de sus ropas y untarse en manteca para escurrirse por ahí. Una vez dentro, sin embargo, comenzó con sus tretas, susurrando amenazas en los oídos de los Casterly durmientes, aullando en la oscuridad como un demonio, robando tesoros de un hermano para ponerlos en la habitación del otro, urdiendo diversas trampas y trampillas. Con esos métodos hizo que los Casterly se enfrentaran entre ellos y les convenció de que la Roca era un lugar encantado por alguna maligna criatura que nunca les dejaría vivir en paz. Otros prefieren otras versiones del cuento. En una, Lann usa la grieta para llenar la roca de ratas, ratones y otras alimañas, logrando expulsar a los Casterly. Y en otro cuento, Lann logra introducir una manada de leones dentro de Roca Casterly. Los hombres son devorados por los leones y Lann toma a una de las mujeres por esposa. Otra leyenda dice que logró colarse y acostarse con varias doncellas (sí, muchas doncellas). Un puñado de hijos de pelo rubio apareció 9 meses después, aunque las chicas seguían diciendo que aún eran doncellas. Este último cuento, aunque suena algo procaz, tiene varios aspectos intrigantes que podrían hacer alusión a lo que en verdad ocurrió. El Archimaestre Perestan creía que Lann era un sirviente de algún tipo al servicio de Lord Casterly (quizás un guardia), quien embarazó a la hija (o hijas, aunque esto suena menos probable) de su señoria, y persuadio al padre para que le concediera la mano de su hija en matrimonio. Si esto fue lo que ocurrió en verdad, asumiento (ya que no lo sabemos) que Lord Casterly no tenía hijos varones, entonces tras su muerte, su hija debió heredar la Roca, y por lo tanto también Lann. No hay más evidencias ni de esta historia, ni de las otras. Todo lo que sabemos es que en algún momento durante la Edad de los Héroes, los Casterly desaparecieron de las crónicas, y los Lannister, hasta entonces desconocidos, ocuparon su lugar, gobernando grandes porciones de las tierras de Occidente desde Roca Casterly. Lann el Astuto suspuestamente hasta los 312 años, y engendró a un centenar de valientes hijos y a un centenar de gráciles hijas, todos hermosos, limpios, y bendecidos don cabello “tan dorado como el sol”. Pero dejando los cuentos de lado, las historias sugieren que los primeros Lannister eran tan fértiles como hermosos, ya que muchos nombres empezaron a aparecer en las crónicas, y tan sólo en un par de generaciones los descenfientes de Lann se habían hecho tan numeroros que incluso Roca Casterly era incapaz de albergarlos a todos. En lugar de cavar nuevos pasajes en la roca, algunos hijos e hijas de ramas menores de la familia se fueron para construir sus propios hogares en una villa ubicada a un par de millas. La tierra era fértil, el mar proveía peces, y el lugar que habían elegido resultó ser un excelente puerto natural. Poco después la villa se convirtió en un pueblo, luego en una ciudad: Lannisport. Para cuando los Ándalos llegaron, Lannisport se había convertido en la segunda ciudad más grande de Poniente. Tan sólo Antigua era más grande y poderosa, y las naves mercantes de cada rincón del mundo navegaban por las costas occidentales para desembarcar en la ciudad dorada del Mar del Ocaso. El oro hizo rica a la Casa Lannister; el comercio la hizo aun más rica. Los Lannister de Lannisport porsperaron, construyeron enormes murallas para proteger su ciudad de aquellos (principalmente

hijos del hierro) que buscaban robar sus riquezas, y poco después se convirtieron en reyes. Por lo que sabemos Lann el Astuto nunca llegó a coronarse como rey, aunque algunas historias dicen que siglos después le confirieron aquel título de forma póstuma. El verdadero primer rey Lannister del que sabemoes fue Loreon Lannister, también llamado Loreon el León (a muchos reyes nombraron “león” o “dorado”), quién convirtió a los Reynes de Castamere sus vasallos, casándose a una hija de esa casa, y derrotó al Rey Oscuro, Morgon Banefort, y a sus esclavos en una guerra que duró veinte años. Loreon podría haber sido el primer Lannister en llamarse el Rey de la Roca, pero era un título que sus hijos y nietos y sus descendientes continuaron llevando por miles de años. Sin embargo, los límites de su reino no alcanzaron su pleno dominio hasta la llegada de los invasores Ándalos. Los Ándalos vinieron tarde a las tierras de oeste, mucho tiempo después de haber capturado el Valle y haber derrotado los reinos de los Primeros Hombres en las tierras de los ríos. Los primeros señores guerreros Ándalos que lideraron un ejército a través de las colinas, encontraron un final sangriento a las manos del Rey Tybolt Lannister (llamado, curiosamente el Rayo). Pero como cada vez más Ándalos empezaron a moverse al oeste en bandas grandes y pequeñas, el Rey Tyrion III y su hijo Gerold II vieron su inminente derrota. En lugar de intentar arrojar a los invasores de sus tierras, estos reyes prudentes acordaron matrimonios entre los poderosos caudillos Ándalos con las hijas de las grandes casas del oeste. Prudentes y bien conscientes de lo que había pasado en el Valle, tuvieron la precaución de exigir un precio por este acuerdo; los hijos e hijas de los señores de los Ándalos ennoblecidos de este modo, serian tomados como pupilos, para servir como escuderos y pajes y escanciadores en Roca Casterly… y como rehenes, si sus padres demostrarían ser traicioneros. Con el tiempo, también los reyes Lannister casaron a sus niños con los Ándalos; de hecho, cuando Gerold III se murió sin hijos varones, un concilio coronó al marido de su única hija, Ser Joffery Lydden, quien tomó el apellido Lannister y fue uno de los primeros Ándalos en gobernar la Roca. Otras casas nobles también nacieron de tales uniones—tales como Jast, Lefford, Parren, Droxe, Marbrand, Braxe, Serrett, Sarsfield, y Kyndall. Y revitalizados de este modo, los Reyes de la Roca extendieron aún más su reino. Cerion Lannister extendió su regencia hasta el Colmillo Dorado y sus colinas adyacentes, derrotando a tres reyes menores cuando ellos formaron una alianza contra él. Tommen Lannister, el Primero de Su Nombre, construyó una gran flota e incluyó la Isla Bella en el reino, tomando a la hija del último rey Farman por esposa. Loreon II organizó los primeros torneos en las tierras de occidente, derrotando a cada caballero que montó contra él. El primer Lancel Lannister (conocido como Lancel el León) guerreó contra los reyes Gardener de Altojardin y conquistó el Dominio hasta el sur lejano como el Roble Viejo antes de morir en la batalla. (Su hijo, Loreon III, perdió todo lo que su padre había ganado y se había ganado el mote de Loreon el Flojo). Rey Gerold Lannister, conocido como Gerold el Grande, navegó a las Islas de Hierro y volvió con cien rehenes de los hijos de hierro, prometiendo colgar a cada uno, cada vez que los hombres de hierro se atrevieran a incursionar en sus costas. (Fiel a su palabra, Gerold colgó más de veinte rehenes). Lancel IV, se dice, había decapitado al rey Harrald el Medio-Ahogado de las Islas de Hierro y a su heredero con un solo golpe de su espada de acero valyrio Rugido en la Batalla de la Punta de Lann; se murió después en la batalla en el Lago Rojo intentando invadir el Dominio.

Rugido, la espada de acero Valyrio, extraviada, de la Casa Lannister. Algunos de los reyes Lannister eran afamados para su sabiduría, otros por su valor, todos por su generosidad… salvo quizás el Rey Norwin Lannister, bien conocido como Norwin el Mezquino. Todavía Roca Casterly también alojó a muchos reyes débiles, crueles, e impotentes. Loreon IV era conocido como Loreon el Soso, y su nieto Loreon V como la Reina Lorea, porque le gustaba ponerse los vestidos de su esposa y pasearse por los andenes de Lannisport en la guisa de una prostituta común. (Después de sus reinados, el nombre Loreon se volvió menos común entre príncipes Lannister.) Un monarca,Tyrion II, era conocido como el Atormentador. Aunque era un rey fuerte, afamado por su proeza con su hacha de guerra, su verdadero deleite era la tortura, y se susurraba que lo deseaba a ninguna mujer antes de hacerla sangrar.

La espada Rugido entró en posesión de los reyes Lannister un siglo antes de la Maldición, y se dice que el peso en oro que pagaron por ella habría sido suficiente como para haber comprado un ejército entero. Pero después estuvo perdida por más de un siglo, cuando Tommen II se la la llevó cuando navegó con su gran flota hacia la destruida Valyria, con la intención de pillar las riquezas y hechicerías que aún permanecían efectivamente. La flota nunca volvió, ni Tommen, ni Rugido. El último informe sobre ellos se encuentra en una crónica de Volantis llamadaLa Gloria de Volantis. Allí se declara que “una flota dorada que portaba al Rey León” se había quedado allí por los suministros, y que los triarcas le dieron muchos regalos. Según la crónica, él les prometió darles a los triarcas la mitad de todo lo que encontrara a cambio de su generosidad—y una promesa de enviar su flota en su ayuda cuando él lo pidiera. Después de

eso, él zarpó. El año después, la crónica afirma, el Triarca Marqelo Tagaros despachó un escuadrón de barcos hacia Valyria buscando cualquier señal de la flota dorada, pero no encontraron nada.

Finalmente los dominios de os Lannister se extendieron hasta la orilla occidental de las cabeceras del Forca Roja y Ladera, desde el Colmillo Dorado hasta la orilla sur de la Bahía de Hierro y las fronteras del Dominio. Las fronteras de las tierras de oeste hoy siguen siendo aquéllas del Reino de la Roca, como eran antes del Campo de Fuego, cuando el Rey Loren Lannister (Loren el Último) se arrodilló como un rey y se alzó como un señor. Pero en el pasado, los límites eran más cambiantes, particularmente al sur, dónde los Lannister contendieron a menudo contra los Gardener en el Dominio y al este, dónde guerreaban contra los muchos reyes del Tridente. Además, el litoral de los Lannister se hallaba más cerca de las Islas de Hierro que cualquier otro reino, y la riqueza de Lannisport y su comercio era una tentación constante para los piratas de esas islas. Las guerras entre los hombres de oeste y los hijos de hierro hicieron erupción casi cada generación; incluso durante los períodos de paz, incursionaron los hijos de hierro, buscando riquezas y esposas de sal. La Isla Bella sirvió como escudo en la costa sureña más lejana; por esta razón los Farman se han vuelto famosos por su fuerte odio hacia ellos. La gran riqueza de las tierras del oeste, obviamente, proviene principalmente de sus minas de oro y plata. Las vetas de los minerales son anchas y profundas, y hay minas, aun ahora, que se han cavado durante más de mil años y todavía no se han vaciado. Según los informes de Lomas Longstrider , había conocido a mercaderes que le preguntaron incluso en la lejana Asshai de la Sombra , si era verdad que el “Señor León” vivía en un palacio de oro sólido y que los arrendatarios cosechaban una fortuna en oro simplemente arando sus campos. El oro del oeste ha viajado lejos, y los maestres saben que no hay ninguna mina en todo el mundo es tan rica como las de Roca Casterly.

La riqueza de las tierras occidentales es similar, en tiempos antiguos, con el hambre del Feudo Franco de Valyria por los metales preciosos, no obstante no aparece ninguna evidencia de que los señores dragón hicieron contacto alguna vez con los señores de la Roca, Casterly o Lannister. Septón Barth especuló sobre el tema, refiriéndose a un texto de Valyria que ha estado subsecuentemente perdido, sugiriendo que los hechiceros de Feudo Franco predijeron que el oro de Roca Casterly los destruiría. Archimaestre Perestan ha puesto una especulación diferente, más plausible, sugiriendo que los Valyrios en tiempos antiguos se extendieron hasta Antigua pero sufrieron algún gran revés, o tragedia allí, que los obligó a huir de Poniente.

LA CASA LANNISTER BAJO LOS DRAGONES Una vez que Loren el Último dejó su corona, los Lannisters se redujeron a señores. Aunque sus inmensas riquezas permanecían intactas, no tenían lazos íntimos con la Casa Targaryen (diferente de los Baratheon) y al contrario de los Tully, eran demasiado orgullosos para suplicar en seguida un lugar de prominencia bajo el Trono de Hierro. No era después de una generación, cuando el Príncipe Aegon y la Princesa Rhaena se refugiaron del Rey Maegor el Cruel, que los Lannister empezaron a poner una marca

mayor en el reino una vez más. Lord Lyman Lannister protegió al príncipe y princesa bajo su techo, concediendo el derecho del invitado y negándose a las demandas del rey de entregaros. Todavía su señoría no empeñó sus espadas por el príncipe y la princesa fugitivos, ni se involucró, hasta que el Príncipe Aegon había perecido a manos de su tío durante la Batalla de Ojo de Dioses. Sólo cuando Jaehaerys, el hermano más joven de Aegon reclamó el Trono de Hierro, los Lannisters ofrecieron su apoyo. La muerte del Rey Maegor y la coronación del Rey Jaehaerys movieron la Casa Lannister más cerca del Trono de Hierro, aunque los Velaryon, Arryn, Hightower, Tully y Baratheon todavía los eclipsaron en influencia. Lord Tymond Lannister estaba presente en el Gran Concilio de 101DC que decidió la sucesión, llegando con un gran séquito de trescientos abanderados, caballeros, y sirvientes… sólo excedido por Lord Matthos Tyrell de Altojardin que contaba quinientos en su séquito. Los Lannisters escogieron estar al lado del Príncipe Viserys durante las deliberaciones—elección recordada y premiada algunos años después, cuando Viserys ascendió al Trono de Hierro y Ser Tyland Lannister, hermano gemelo de Lord Jason Lannister, fue promovido a Consejero de Barcos. Después, Ser Tyland se volvió Consejero de la Moneda del Rey Aegon II, y por su asociación personal con el Trono Hierro y una posición ventajosa en la corte trajo a su hermano, Lord Jason al bando Aegon en la Danza de Dragones. Sin embargo, cuando la pugna por la sucesión continuó, Ser Tyland sufrió considerablemente por esconder la mayor parte del oro de la corona, dónde Rhaenyra Targaryen no podría alcanzarlo cuando ella capturó Desembarco del Rey. Y la asociación de los Lannisters con el Trono de Hierro demostró ser nefasta cuando el Kraken Rojo y sus saqueadores cayeron en las indefensas tierras de oeste, pues Lord Jason marchó al este por mandato del Rey Aegon II. Los partidarios de la reina Rhaenyra encontraron su ejército en el cruce del Forca Roja, dónde Lord Jason murió en la batalla, mortalmente herido por el escudero Pate de Hojalarga (armado caballero después de la batalla, este guerrero de baja cuna fue conocido como como el Mataleones por el resto de sus días). El ejercito de los Lannister continuó marchando, obteniendo victorias liderado por Ser Adrián Tarbeck, luego por Lord Lefford, antes de que él pereciera en el Alimento de los Peces, dónde sus hombres fueron matados entre los tres ejércitos. Ser Tyland Lannister, entretanto, cayó prisionero después de que la reina Rhaenyra asió Desembarco del Rey. Cruelmente torturado para obligarle a revelar donde había ocultado el oro de la corona, Ser Tyland se negó a hablar. Cuando Aegon II y sus leales recuperaron la ciudad, él fue encontrado cegado, mutilado, y castrado. Todavía su mente permanecía intacta, y el Rey Aegon lo retuvo como Consejero de la Moneda. En los últimos días de su regencia, Aegon II incluso envió a Ser Tyland a las Ciudades Libres a contratar mercenarios para apoyar su causa contra el hijo de Rhaenyra, el futuro Aegon III, y sus partidarios. La lucha llegó a su fin, con la regencia del nuevo rey, Aegon III, de once años de edad, cuando ascendió al Trono de Hierro. Esperando sanar las heridas profundas ocasionadas por la Danza, Ser Tyland Lannister fue nombrado Mano del Rey. Quizás aquéllos que habían sido sus enemigos lo juzgaron demasiado cegado y roto como para representar una amenaza, pero Ser Tyland sirvió hábilmente durante una buena parte de dos años, antes de morir de fiebre en 133DC. En los años siguientes los Lannisters lucharon con los Targaryens contra Daemon Fuegoscuro, aunque los rebeldes del Dragón Negro ganaron victorias notables en las tierras de oeste—especialmente en Lannisport y Colmillo Dorado, dónde Ser Quentyn

Ball, el caballero impetuoso, renombrado como Fireball, mató a Lord Lefford y logró la retirada de Lord Damon Lannister (después conocido como el León Gris). El León Gris falleció en 210DC, y su hijo Tybolt lo sucedió como Lord de Roca Casterly, muriendo dos años después bajo circunstancias sospechosas. El joven Lord Tybolt no dejó un heredero, salvo una hija, Cerelle, de tres años de edad, cuyo reinado como Señora de Roca Casterly fue cruelmente breve. En menos de un año, ella también había muerto, después de lo cual la Roca y las tierras de occidente y toda la riqueza y poder de la Casa Lannister pasaron a su tío, Gerold, el hermano más joven del finado Lord Tybolt.

Los escudos de armas de la Casa Lannister (centro) y de algunas casas notables, pasadas y presentes: Crakehall, Brax, Clegane, Farman, Lefford, Reyne, Westerling, Payne, Marbrand, Lydden, Prester, y Tarbeck. Un hombre destacado, conocido por ser extremadamente listo, Gerold había servido como regente de su joven sobrina, muerta a una edad tan tierna, y la sucedió después de su muerte, poniendo las lenguas a menearse, pues en el oeste se murmuraba que ambos, Lady Cerelle y Tybolt, fueron asesinados por él.

Nadie puede afirmar con certeza si había alguna verdad en estos cuchicheos, y Gerold Lannister pronto demostró ser un señor excepcionalmente sutil, capaz, y considerado, incrementando la riqueza de la Casa Lannister, el poder de Roca Casterly, y el comercio en Lannisport. Él gobernó las tierras de oeste durante treinta y un años, ganando el apodo de Gerold el Dorado. No obstante las tragedias que ocurrieron en la Casa Lannister en los años siguientes eran pruebas suficientes para los enemigos de Lord Gerold. Su querida segunda esposa, Lady Rohanne, desapareció bajo circunstancias misteriosas en 230DC, menos de un año después de dar a luz al cuarto de los hijos de su señoría y el hijo más joven, Jason. Tywald, el mayor de sus hijos gemelos, murió en la batalla en 233DC, como escudero de Lord Robert Reyne de Castamere durante la Insurrección de Peake. Lord Robert murió también, dejando a Ser Roger Reyne (el León Rojo), su hijo mayor como su heredero. La muerte más importante, por lejos, que provino de la Insurrección de Peake era la del Rey Maekar, pero el caos que esto causó, se ha relatado abundantemente. Mucho menos conocidos, pero no menos malsanos, eran los horribles efectos que la batalla tuvo en la historia del oeste. Tywald Lannister se había desposado hacía mucho tiempo con la vivaz joven hermana del León Rojo, Lady Ellyn. Esta doncella de fuerte temperamento que soñaba con ser la Señora de Roca Casterly, involuntariamente perdió ese sueño. Como consecuencia de la muerte de su novio, ella persuadió a su hermano gemelo, Tion, para que anulara su compromiso con una hija de Lord Rowan de Sotodeoro y desposarla en cambio. Lord Gerold se opuso a este casamiento, pero el pesar, la edad y la enfermedad le habían dejado igual una sombra pálida de su temple anterior, y al final dio su consentimiento. En 235DC, en una boda doble en Roca Casterly, Ser Tion Lannister tomó a Ellyn Reyne por esposa, mientras que Tytos, su hermano menor, se casó con Jeyne Marbrand, una hija de Lord Alyn Marbrand de Marcaceniza. Dos veces viudo, y achacoso, Lord Gerold no se casó de nuevo, por lo que después de su matrimonio, Ellyn de la Casa Reyne se volvió la Señora de Roca Casterly en todo, menos de nombre. Cuando su suegro se retiró a sus libros y su alcoba, lady Ellyn presidio una corte espléndida, organizando una serie de magníficos torneos y bailes y llenando la Roca de artistas, bufones, músicos… y Reynes. Sus hermanos Roger y Reynard siempre estaban a su lado, y les llovieron cargos, honores, y tierras, y en sus tíos, primos, y sobrinos y sobrinas también. Señor Sapo, el viejo bufón de Gerold, dijo que “Lady Ellyn debía ser una hechicera, pues hizo llover (to rain en inglés) dentro de la Roca durante todo el año” En 236DC, el pretendiente al trono Daemon Fuegoscuro, Tercero de Su Nombre, cruzó el Mar Angosto y aterrizó en el Garfio de Massey con Aceroamargo y la Compañía Dorada, intentando tomar el Trono de Hierro. Rey Aegon V convocó a los señores leales de todos los Siete Reinos para enfrentarlo, y la Cuarta Rebelión de Fuegoscuro empezó. Acabó mucho más rápidamente de lo que el pretendiente podría haber deseado, en la Batalla del Puente Rodeo. Después, los cadáveres de los seguidores del Dragón Negro sofocaron el Puente Rodeo inundando sus costas. Los realistas, a su vez, perdieron menos de cien hombres… pero entre ellos estaba Ser Tion Lannister, el heredero de Roca Casterly. Era de esperar que la pérdida del segundo de sus “gemelos gloriosos” destrozaría a su afligido padre, Señor Gerold. Pero curiosamente, parecía ser lo contrario. Cuando el cuerpo de Ser Tion descansó dentro de Roca Casterly, Gerold el Dorado se despertó y

tomó una vez más un firme control de las tierras de oeste, e intento hacer todo lo posible para preparar a su tercer hijo Tytos, de débil voluntad y un chico poco prometedor, para sucederle. El “Reino de los Reynes” llegó a su conclusión. Pronto los hermanos de Lady Ellyn partieron de Roca Casterly hacia Castamere, acompañados por muchos de otros Reynes.

Lady Ellyn Reyne y Lady Jeyne Marbrand en la corte de Lord Gerold Lannister Lady Ellyn se quedó, pero su influencia menguó, mientras que la de Lady Jeyne creció. Pronto, la rivalidad entre la viuda de Ser Tion y la esposa de Tytos se puso verdaderamente fea, si los rumores descriptos por Maestre Beldon pueden creerse. Beldon nos dice que en 239DC, Ellyn Reyne fue acusada de intentar acostarse con Tytos Lannister, instándole repudiar a su esposa y casarse con ella, en cambio. Sin embargo, el joven Tytos (entonces de diecinueve) encontró a la viuda de su hermano tan intimidante, que era incapaz de rendir. Humillado, corrió hacia su esposa para confesarse y pedir su perdón. Lady Jeyne perdonó a su joven marido pero no a su cuñada, y no dudó en informar a Lord Gerold del incidente. Furioso, su señoría resolvió que para liberar Roca Casterly de Ellyn Reyne de una vez por todas, debía encontrarle un nuevo marido. Los cuervos volaron, y un apresurado matrimonio fue concretado. Una quincena después, Ellyn Reyne estaba casándose con Walderan Tarbeck, Lord de la Torre Tarbeck, un viudo de cincuenta y cinco años, de una casa honorable, pero empobrecida. Ellyn Reyne, ahora Lady Tarbeck, partió de Roca Casterly con su marido, para nunca volver, pero la rivalidad entre ella y Lady Jeyne no había acabado. Por el contrario, parecía intensificarse a través de lo qué Señor Sapo llamó la Guerra de los Vientres. Aunque lady Ellyn no había podido darle un heredero a Ser Tion, demostró ser más fecunda con Walderan Tarbeck (quién, debe notarse, tenía varios hijos mayores de sus

dos primeros matrimonios), dándole dos hijas y un hijo. Lady Jeyne contestó con sus propios niños, el primero de los cuales era un hijo. Se le dio el nombre de Tywin, y demanda la leyenda, que cuando su señoría Lord Gerold rizó el pelo dorado del bebé, el niño mordió su dedo. Otros niños siguieron, pero Tywin, el mayor, era el único nieto al que su señoría llegó a conocer. En 244DC, Gerold el Dorado se murió por problemas de vejiga, incapaz de orinar. A la edad de veinticuatro, Tytos Lannister, su sobreviviente hijo mayo, se volvió Lord de Roca Casterly, Escudo de Lannisport, y Guardián del Oeste. Todos eran títulos evidentemente impropios. Lord Tytos Lannister tenía muchas virtudes. Lento para el enfado, rápido para el perdón, pensaba bien de cada hombre, grande o pequeño, y también era confiado. Lo llamaron el León Risueño por su carácter jovial, y durante un tiempo el oeste se rio con él… pero bastante pronto, muchos más estaban riéndose de él. En relación con los importantes asuntos de estado que le concernían, Lord Tytos demostró su débil voluntad e indecisión. No era un guerrero y tomó a risa los insultos, por los que la mayoría de sus antepasados habría desnudado sus espadas. Muchos vieron en su debilidad una oportunidad de asir poder, riqueza, y tierras. Algunos pidieron grandes préstamos a Roca Casterly sin reembolsarlos. Cuando fue visto que Lord Tytos estaba deseoso de extender tales deudas, incluso perdonarlas, los comerciantes comunes de Lannisport y Kayce también empezaron a rogar por los préstamos. Los decretos de Lord Tytos fueron ignorados ampliamente, y se extendió la corrupción. En los banquetes y bailes, los invitados se sentían libres de mofarse de su señoría, incluso en su cara. "Retorcer la cola del león", esto fue llamado, y los caballeros jóvenes e incluso escuderos rivalizaban entre sí para ver quién podría retorcer la cola del león con más fuerza. Se dice que nadie se rio más ruidosamente de estas bromas que el propio Lord Tytos. El Maestre Beldon, en una de sus cartas a la Ciudadela, escribió, “su señoría sólo quiere ser amado. Así que se ríe, y no se ofende, y perdona, y da honores y cargos y regalos pródigos a aquéllos que se burlan de él y lo desafían, pensando ganar su lealtad de esta forma. Todavía mientras más se ríe y más da, más lo desprecian.” Mientras el poder de la Casa Lannister menguaba, otras casas crecieron más fuertes, más desafiantes, y más desordenadas. Y por 254DC, incluso los señores más allá de las fronteras de las tierras de oeste se habían vuelto conscientes de que el león de Roca Casterly no era más una bestia temida. Ese año Lord Tytos consintió en casar a su hija de siete años, Genna, con uno de los hijos menores de Walder Frey, Lord del Cruce. Con solo diez años de edad, Tywin se opuso al matrimonio por considerarlo una alianza inapropiada. Lord Tytos no cedió, pero los hombres pudieron ver que este niño osado poseía una voluntad de hierro, y era duro más allá de sus años y no era como su amable padre. No mucho después, Lord Tytos despachó a su heredero a Desembarco del Rey, para servir como escanciador en la corte del Rey Aegon. El segundo hijo de su señoría, Kevan, fue enviado lejos también, para servir como paje y luego escudero de Lord de Castamere. Ricos, y poderosos, los Reynes habían prosperado considerablemente con la negligencia de Lord Tytos. Roger Reyne, el León Rojo, era temido por su habilidad en

armas; muchos lo consideraron la espada más mortal en las tierras de oeste. Su hermano, Ser Reynard, era tan encantador y hábil, como Ser Roger era veloz y fuerte. Cuando los Reynes se elevaron, también lo hicieron sus aliados íntimos, los Tarbecks de la Torre Tarbeck. Después de siglos de lento declive, esta casa antigua empobrecida, había empezado a florecer, principalmente gracias a la nueva Lady Tarbeck, previamente Ellyn Reyne. Aunque no era bienvenida en la Roca, Lady Ellyn había ideado extraer grandes sumas de oro de la Casa Lannister a través de sus hermanos, porque Lord Tytos encontró muy difícil negarse al León Rojo. Con esos fondos ella restauraba la ruina desmenuzada que era la Torre Tarbeck, reconstruyendo sus muros, fortaleciendo sus torres, y amueblando su interior con un esplendor que podría rivalizar con cualquier castillo en el oeste. En 255DC, Lord Tytos celebró el nacimiento de su cuarto hijo en Roca Casterly, pero su alegría pronto se volvió pena. Su amada esposa, Lady Jeyne, nunca recuperada del parto, murió un mes después del nacimiento de Gerion Lannister. Su pérdida destrozó a su señoría. De ese día nadie nunca vio el León Risueño de nuevo. Los años que siguieron eran los tristes en la larga historia de las tierras de oeste. Las condiciones se tornaron tan aciagas, que el Trono de Hierro se vio en la necesidad de intervenir. Tres veces el Rey Aegon V envió a sus caballeros para que restauraran el orden en las tierras de oeste, pero una vez regresaban a la capital, las cosas volvían a su estado anterior. Cuando Su Gracia pereció en la tragedia en Refugio Estival en 259DC, los asuntos en el oeste incluso se deterioraron aún más, y al nuevo rey, Jaehaerys II Targaryen, le faltó la fuerza de voluntad de su padre y además estuvo pronto inmerso en la Guerra de los Reyes de Nuevepeñiques. Mil caballeros y diez mil hombres armados marcharon de las tierras de oeste a la llamada del rey, pero Lord Tytos no estaba entre ellos. Al hermano de su señoría se le dio el mando en su lugar, pero en 260DC Ser Jason Lannister murió en Sangrepiedra. Después de su muerte, Ser Roger Reyne asió la dirección de los hombres de oeste restantes y los lideró en varias notables victorias. Los tres hijos mayores de Lord Tytos también se aquilataron en los Peldaños de Piedra. Armado caballero en la víspera del conflicto, Ser Tywin Lannister luchó en el séquito del joven heredero del rey, Aerys, Príncipe de Rocadragón, y tuvo el honor de ser armado caballero al final de la guerra. Kevan Lannister, escudero del León Rojo, también ganó sus espuelas, y se armó caballero por el propio Roger Reyne. Su hermano Tygett era demasiado joven para la caballería, pero su valor y habilidad con las armas se comentó por todos, porque mató a un hombre mayor en su primera batalla y a tres más en las luchas siguientes, uno de ellos era un caballero de la Compañía Dorada. Sin embargo, mientras sus cachorros estaban luchando en los Peldaños de Piedra, Tytos Lannister permanecía en Roca Casterly, en compañía de una cierta mujer joven de bajo nacimiento, la nodriza a su hijo menor.

Lord Tytos Lannister y su heredero, Ser Tywin. El retorno de los hijos de Lord Tytos de la guerra anunció el cambio finalmente. Endurecidos por la batalla, y todos demasiado conscientes de la baja consideración que

los otros señores del reino demostraban a su padre, Ser Tywin Lannister decidió en seguida restaurar el orgullo y poder de Roca Casterly. Su padre protestó débilmente, luego se retiró a los brazos de su nodriza mientras su heredero asumía el mando. Ser Tywin empezó exigiendo el reembolso de todo el oro que había prestado Lord Tytos. A aquéllos que no podrían pagar se les exigió enviar rehenes a Roca Casterly. Con quinientos caballeros veteranos que lucharon en los Peldaños de Piedra, se formó una nueva compañía bajo la orden de Ser Kevan, el hermano de Ser Tywin, para librar el oeste de caballeros ladrones y bandidos. Algunos se apresuraron a obedecer. “El león se despertó,” dijo Ser Harys Swyft, el caballero de Maizal, cuando los recolectores llegaron a las puertas de su castillo. Incapaz de pagar, entregó a su hija en cambio a Ser Kevan como rehén para reembolsar su deuda. Pero en otras partes, los recolectores enfrentaron una oculta resistencia y abierto desafío. Lord Reyne se rió, según informes recibidos, cuando su maestre le leyó los decretos de Ser Tywin y aconsejó a sus amigos y vasallos no hacer nada. Lord Walderan Tarbeck, imprudentemente, escogió un curso diferente y montó a Roca Casterly para protestar, seguro de su habilidad de engatusar a Lord Tytos y obligarle a rescindir los decretos de su hijo. Pero en cambio, se encontró enfrentando a Ser Tywin, quién lo arrojó a un calabozo. Con Lord Walderan encadenado, Tywin Lannister no abrigaba ninguna duda respecto la rendición de los Tarbeck. Pero Lady Tarbeck fue rápida en desengañarlo. En cambio, esa mujer temible, envió a sus propios caballeros y capturó a tres Lannister. Dos de los cautivos eran Lannister de Lannisport, parientes distantes de los Lannisters de Roca Casterly, pero el tercero era el joven escudero, Stafford Lannister, el hijo mayor y heredero de Ser Jason, el hermano fallecido de Lord Tytos. La crisis resultante alejó a Lord Tytos de su nodriza el tiempo suficiente para dominar a su heredero de voluntad de hierro. Su señoría no sólo ordenó que liberen a Lord Tarbeck ileso, sino también fue tan lejos como disculparse y perdonar sus deudas. Para salvaguardar el intercambio de rehenes, Lord Tytos recurrió al hermano más joven de lady Tarbeck, Ser Reynard Reyne. El formidable asiento del León Rojo en Castamere fue escogido para organizar la reunión. Ser Tywin se negó a asistir, así que Ser Kevan devolvió a Lord Walderan, mientras lady Tarbeck entregó a Stafford y sus primos. Una gran muestra de amistad fue organizada, con los Lannister y Tarbeck brindaron e intercambiaron regalos y besos, y juraron seguir siendo amigos leales “por toda la eternidad.” Toda la eternidad no duró ni un año, Gran Maester Pycelle observó después. Tywin Lannister que no había estado presente en la fiesta del León Rojo nunca había desistido de su resolución de deponer a estos vasallos poderosos. A finales del año 261DC, envió cuervos a Castamere y Torre Tarbeck, exigiendo que Roger y Reynard Reyne y Lord y Lady Tarbeck se presenten en Roca Casterly “para responder por sus crímenes.” Los Reyne y Tarbeck escogieron desafiarlo en cambio, como Ser Tywin ciertamente supo que harían. Ambas casas se alzaron en rebelión abierta, renunciando a su fidelidad a Roca Casterly. Así que Tywin Lannister izó los estandartes. No buscó la aprobación de su señor padre, ni incluso le informó de sus intenciones, sino que marchó con quinientos caballeros y tres mil hombres armados y arqueros. La Casa Tarbeck fue la primera en sentir la ira de Ser Tywin. El ejercito de los Lannister descendió tan rápido sobre los vasallos y partidarios de Lord Walderan, que él no tuvo

tiempo de reunirlos. Alocadamente su señoría montó para encontrarse al ejército de Ser Tywin con uno de los caballeros de su casa a su lado. En la breve batalla brutal, los Tarbeck fueron destrozados y matados. Decapitaron a Lord Walderan Tarbeck y sus hijos, junto con sus sobrinos y primos, los esposos de sus hijas, y a cualquier hombre que desplegara la estrella azul y plata de siete puntas en su escudo o sobreveste alardeando de la sangre Tarbeck. Y cuando el ejército de los Lannister reasumió su marcha hacia la Torre Tarbeck, las cabezas de Lord Walderan y sus hijos iban adelante, empaladas en las lanzas. A su aproximación, Lady Ellyn Tarbeck cerró sus puertas y envió cuervos a Castamere, convocando a sus hermanos. Confiando en sus muros, Lady Tarbeck sin duda anticipó un largo asedio; sin embargo los artefactos del asedio se prepararon en un día, y esos muros demostraron ser de poca ayuda cuando una gran roca voló por encima de ellos y derrumbó los viejos cimientos del castillo. Lady Ellyn y su hijo Tion el Rojo murieron en el súbito derrumbamiento de la estructura. Toda la resistencia en la Torre Tarbeck acabó poco después, y las puertas se abrieron a la hueste de los Lannister. Entonces Tywin Lannister ordenó pasar la Torre Tarbeck por la antorcha. El castillo ardió durante un día y una noche, hasta que quedó sólo un armazón teñido de negro. El León Rojo llegó a tiempo para ver las llamas. Dos mil hombres montaban con el: todos los que había podido reunir en el corto tiempo disponible. Tywin Lannister tenía tres veces su fuerza, la mayoría de las historias coinciden; algunos insisten en que los Lannister excedían a los Reyne cinco a uno. Esperando que la sorpresa pudiera salvar el día, Roger Reyne ordenó que sus trompetas sonaran el ataque y cargó precipitadamente hacia el campamento de Ser Tywin. Después de la sorpresa inicial, los Lannister se recuperaron rápidamente y sus números pronto hablaron por sí mismos. Lord Reyne no tuvo otra elección que retroceder y huir, dejando cerca de la mitad de sus hombres muertos en el campo. Una lluvia de saetas de ballestas cazó a sus jinetes del campamento; una cogió a Lord Reyne entre los hombros, aguijoneándolo a través de su armadura. El León Rojo siguió adelante, cayendo de su caballo a menos de media legua; luego fue llevado de regreso a Castamere. El ejército de los Lannister llegó a Castamere tres días después. Igual Roca Casterly, el asiento de la Casa Reyne había empezado como una mina. Las ricas vetas de oro y plata habían hecho a los Reyne casi tan opulentos como los Lannister durante la Edad de los Héroes; para defender sus riquezas, habían levantado los muros sobre la entrada a su mina, la habían cerrado con una puerta de roble y hierro y flanqueado con un par de robustas torres. Siguieron las recamaras y salones, pero mientras tanto, los pozos de la mina se habían escavado más y más profundamente, y cuando por fin el oro se agotó, habían ensanchado los salones y galerías y confortables alcobas, túneles y un inmenso, salón de baile. Para un ojo inexperto, Castamere parecía una residencia modesta, un asiento apropiado para un caballero terrateniente, o un señor pequeño, pero aquéllos que conocían sus secretos sabían que nueve de diez partes del castillo estaba bajo tierra. A esas cámaras profundas se retiraron los Reynes ahora. Febril y débil por la pérdida de sangre, el León Rojo no estaba en buen estado de salud para liderar. Ser Reynard, su hermano, asumió el mando en su lugar. Menos terco, pero más hábil que su hermano, Reynard supo que no tenía hombres suficientes para defender los muros del castillo, entonces dejó la superficie completamente al enemigo y se retiró bajo la tierra. Una vez toda su gente estaba segura dentro de los túneles, Ser Reynard envió un mensaje a Ser Tywin ofreciendo sus condiciones. Pero Tywin Lannister no honró la oferta de Ser Reynard con una respuesta. En cambio ordenó sellar las minas. Con picos y hachas y antorchas, sus propios mineros derrumbaron toneladas de roca y tierra, enterrando las grandes puertas a las minas hasta que no existió ningún camino y ninguna manera de salir. Una vez hecho, él volvió su atención al veloz pequeño arroyo, que alimentaba el estanque de aguas azules cristalinas al lado del castillo del que Castamere tomó su

nombre. Tomó menos de un día para represar el arroyo y sólo dos para desviarlo hacia la entrada de la mina más cercana. La tierra y piedras que sellaron las minas no dejaron ningún hueco lo bastante grande para dejar pasar una ardilla, menos un hombre… pero el agua encontró su camino hacia abajo. Ser Reynard había ocultado más de trescientos hombres, mujeres, y niños en las minas, se dice. Ni uno surgió. Unos de los guardias asignados a la más pequeña y distante de las entradas de la mina, informó haber oído gritos débiles que vinieron debajo de la tierra una noche, pero por el alba las piedras habían estado en silencio una vez más. Nadie ha vuelto a abrir las minas de Castamere nunca. Los salones sobre ellas, fueron pasados por la antorcha por Tywin Lannister, vacíos hasta el presente, un testimonio mudo del destino que le espera a esos, lo suficiente necios, como para alzar las armas contra los leones de la Roca. En 262DC, el Rey Jaehaerys II se murió en Desembarco del Rey, después de haberse sentado en el Trono de Hierro durante sólo tres años. Su hijo Aerys, Príncipe de Rocadragón lo sucedió como Rey Aerys II. Su primer acto como rey—y el más sabio, según dijeron muchos—fue convocar a su amigo de niñez Tywin Lannister de Roca Casterly y nombrarlo la Mano del Rey. Ser Tywin contaba veinte, el hombre más joven en servir como la Mano, pero la forma en que había tratado la rebelión de los Reyne y Tarbeck le había hecho muy respetado, incluso temido, a lo largo de los Siete Reinos. Su prima, Lady Joanna, la hija de Ser Jason, el hermano finado de Lord Tytos, ya estaba en Desembarco del Rey; había estado sirviendo como dama de compañía y compañera de Rhaella desde 259DC. Ella y Ser Tywin estaban casados un año después de que él se volviera la Mano del Rey en una ceremonia pródiga en el Gran Septo de Baelor, con el propio Rey Aerys presidiendo el banquete de bodas y el encamamiento. En 266DC, Lady Joanna dio a luz a los gemelos, un niño y una niña. Entretanto, Ser Kevan, el hermano de Tywin también se casó, tomando como novia a la hija de Ser Harys Swyft de Maizal, que le había sido entregada una vez como rehén por las deudas de su padre. En 267DC, estalló el corazón de Lord el Tytos Lannister, cuando estaba subiendo una escalera empinada hacia la alcoba de su amante (su señoría había apartado a su nodriza finalmente, sólo para atontarse con los encantos de una hija del fabricante de velas). Así pues, a la edad de veinticinco, Tywin Lannister se volvió Lord de Roca Casterly, Escudo de Lannisport, y Guardián del Oeste. Después de la muerte del León Risueño, la Casa Lannister nunca había sido más fuerte ni más segura. Los años que siguieron eran dorados, no sólo para las tierras de oeste, sino para todos los Siete Reinos. Había un gusano dentro de la manzana, sin embargo, y la locura creciente del Rey Aerys II Targaryen pronto puso en peligro todo lo que Tywin Lannister trató construir. Su señoría también sufrió una gran pérdida personal por su amada esposa, Lady Joanna quien se murió en 273DC, mientras paría a un horroroso niño deformado. Con su muerte, Gran Maester Pycelle observa, la alegría abandonó a Tywin Lannister, no obstante él persistió en su deber. Día tras día y año tras año, Aerys II se volvería más y más contra su propia Mano, el amigo de su niñez, sujetándolo en una sucesión de reprobaciones, contrariedades, y humillaciones. Todo esto soportó Lord Tywin, pero cuando el rey designó a Ser Jaime su hijo y heredero como un caballero de la Guardia Real, no pudo soportarlo por más tiempo. Lord Tywin resignó su cargo en 281DC.

Privado del consejo del hombre con el que había contado tanto tiempo, rodeado por los lameculos y conspiradores, el Rey Aerys II pronto fue tragado completamente por su locura, mientras el reino se desplomaba a su alrededor. Se revelan los eventos de la Rebelión de Robert en otra parte y no es necesario repetirlos, salvo para notar que Señor Tywin Lannister comandó un gran ejercito desde el oeste para capturar Desembarco del Rey y la Fortaleza Roja para Robert Baratheon. Cerca de trescientos años de regencia de los Targaryen tuvieron su fin por las espadas de Lord Tywin y sus hombres de oeste. El año siguiente, Rey Robert I Baratheon tomó por esposa a la hija de Lord Tywin, Lady Cersei, uniendo dos de las más grandes y nobles casas en todo Poniente.

ROCA CASTERLY Roca Casterly, el antiguo asentamiento de la Casa Lannister, no es un castillo ordinario. Aunque está coronado con torres, torretas y torres de vigilancia, con murallas de piedra, puertas de roble y rastrillos de hierro resguardando cada salida, esta antigua fortaleza es en realidad una colosal roca junto al Mar del Ocaso, una roca que dicen algunos, cuando el sol se pone y las sombras caen, parece un león descansando. La Roca ha sido habitada por los hombres durante miles de años. Es probable que antes de la llegada de los Primeros Hombres, los niños del bosque y los gigantes hicieran sus hogares en las cuevas esculpidas por el mar, en la base de la roca. Se sabe que osos, leones, lobos y murciélagos también hacen sus guaridas dentro de estas cuevas, junto a muchas otras pequeñas criaturas. Cientos de pozos mineros penetran las partes bajas de la Roca, donde muchas vetas de oro rojo y amarillo relucen intactas en la piedra incluso después de milenios de excavación. Los Casterly fueron los primeros en excavar salones y cámaras en los pozos, y establecieron un fuerte circular en la punta de la Roca, desde donde podían vigilar sus dominios. La Roca mide tres veces la altura del Muro o de la Torrealta de Antigua. Casi diez kilómetros (dos leguas) de longitud de este a oeste, está plagada de túneles, calabozos, despensas, barracas, salones, establos, escaleras, patios, balcones, y jardines. Incluso hay un bosque de dioses, aunque el arciano que crece allí es una cosa extraña y retorcida cuyas enmarañadas raíces han llenado la cueva donde se sitúa, ahogando todas las demás plantas. La Roca incluso tiene un puerto por dentro, con muelles, embarcaderos y astilleros, ya que el mar ha excavado grandes cuevas en su cara occidental, puertas naturales lo suficientemente profundas y anchas como para que barcoluengos e incluso cocas puedan anclar y descargar sus cargamentos. La Boca del León—la inmensa caverna natural que forma la entrada principal de la Roca—forma un arco de más de sesenta y un metros (doscientos pies) desde el suelo al techo. A través de los siglos ha sido ampliado y mejorado, y ahora se dice que por sus amplios escalones pueden subir hasta veinte jinetes cabalgando uno al lado del otro. Roca Casterly nunca fue tomada por asalto o asedio. Ningún castillo en los Siete Reinos es tan grande, tan rico o está mejor defendido. Las leyendas dicen que al verlo Visenya Targaryen, agradeció a los dioses que el Rey Loren cabalgara para enfrentarse a su

hermano Aegon en el Campo de Fuego, ya que si se hubiera quedado dentro de la Roca, ni siquiera el fuego de dragón lo habría intimidado. Los Señores de Roca Casterly han reunido muchos tesoros a lo largo de los siglos, y los monumentos de la Roca—en especial la Galería Dorada, con sus decoraciones y paredes doradas, y la Sala de los Héroes, donde las costosas armaduras usadas por cien caballeros, señores, y reyes Lannister, montan eterna guardia—son de reconocida fama en todos los Siete Reinos, e incluso en las tierras más allá del Mar Angosto.

Roca Casterly.

EL DOMINIO

EL MÁS GRANDE Y más poblado de los seis reinos sureños (el Norte, vasto en extensión, pero escasamente poblado, es una tierra aparte) es comúnmente llamado El Dominio, pero este nombre es muy poco apropiado. Los dominios de la casa Tyrell, los Señores de Altojardín, ahora se corresponden en gran medida con aquellos del Reino del Dominio como existió durante miles de años antes de la Conquista de Aegon, pero ese reino rico y fértil estaba, en realidad, compuesto por cuatro reinos: Antigua y sus alrededores, delimitados por las Montañas Rojas hacia el este y por la cabecera del Vinomiel en el norte. El Rejo, la isla dorada más allá de los Estrechos del Tinto, famosos por sus vinos y sus días siempre soleados. Las marcas occidentales, desde Colina Cuerno hasta Canto Nocturno. El Dominio mismo, una vasta extensión de campos y granjas, lagos y ríos, colinas, bosques y fragantes prados, molinos y minas, salpicado de pequeños pueblos, prósperas ciudades comerciales, y antiguos castillos, que se extiende desde las Islas Escudo, subiendo por la desembocadura del Mander, pasando Altojardín, hacia Lago Rojo, Sotodeoro, y Puenteamargo, hasta Ladera y las cabeceras del Mander. Este último fue el reino gobernado por los Gardener de antaño, y en días más recientes por los descendientes de sus mayordomos, los Tyrell de Altojardín. La historia nos dice que fue en estos verdes campos donde nació la caballería; los galantes caballeros y bellas doncellas del Dominio son celebrados a través de los Siete Reinos por los bardos, cuyas propias tradiciones también se originaron aquí. Un grandioso reino, en la antigüedad y en el presente, el Dominio es muchas cosas para sus habitantes: el dominio más poblado, fértil y poderoso de los Siete Reinos, su riqueza tan sólo superada por el rico Occidente; una sede de aprendizaje; un centro de música, cultura, y todas las artes, brillantes y oscuras; el granero de Poniente; un nexo de comercio; hogar de grandes navegantes, reyes nobles y sabios, terribles hechiceros, y las mujeres más bellas de Poniente. Sobre una colina que domina el Mander se alza Altojardín, nombrado el castillo más hermoso en el reino. El propio Mander, que fluye bajo sus murallas, es el río más largo y caudaloso de los siete Reinos. La gran ciudad de Antigua es igual de grande que Desembarco del Rey, pero es superior en todo lo demás, siendo mucho más antigua y hermosa, con sus calles adoquinadas, sus ornamentadas casas gremiales, las casas de piedra, y tres grandiosos monumentos: el Septo Estrellado de la Fe, la Ciudadela de los Maestres, y la imponente Torrealta, con su gran faro, la torre más alta de todo el mundo conocido. En verdad, el Dominio es una tierra de superlativos.

GARTH MANOVERDE La historia del Dominio comienza conGarthManoverde, el legendario progenitor no sólo de losTyrellde Altojardín, sino que también de los reyesGardenerantes que ellos… y también de todas las otras grandes casas y familias nobles del Reino Verde. Se cuentan mil historias sobreGarth, en el Dominio y más allá. La mayoría son inverosímiles, y muchas otras contradictorias. En algunas, es contemporáneo de Bran el Constructor,Lannel Astuto,Durran Pesardediosesy otras coloridas figuras de la Edad de los Héroes. En otras, se presenta como el ancestro de todos ellos.

Está escrito queGarthfue el Rey Supremo de los Primeros Hombres; fue quien los lideró hacia el Este y a través del puente de tierra hacia Poniente. Aunque otras historias quieren hacernos creer que precedió a la llegada de los Primeros Hombres por miles de años, convirtiéndolo no solo en el Primer Hombre en Poniente, sino en elúnicohombre, deambulando en solitario a lo largo y ancho del continente y comerciando con los gigantes y los niños del bosque. Algunos incluso dicen que era un dios. Hay desacuerdo hasta en su nombre.GarthManoverde, le decimos nosotros, pero en las historias más antiguas es nombrado GarthPeloverdeo simplementeGarthel Verde. Algunas historias dicen que tenía manos verdes, cabello verde o toda la piel verde (algunos incluso dicen que tenía astas, como un ciervo). Otros dicen que vestía de verde de la cabeza a los pies, y ciertamente esta es la forma en la que se lo representa con mayor frecuencia en las pinturas, tapices y esculturas.Lo másprobable es que su apodo derivara de sus dotes como jardinero y labrador de la tierra—el único rasgo en el que todos los relatos concuerdan. Los bardos dicen "Garthhacía que el maíz madure, que los árboles den frutos y que las plantas florezcan".

Algunos de los cuentos más antiguos sobreGarthManoverdenos lo presentan como una deidad considerablemente más oscura, una que demandaba sacrificios de sangre de sus seguidores para asegurar una cosecha abundante. En algunas historias el dios verde muere cada otoño cuando los árboles pierden sus hojas, tan sólo para renacer con la llegada de la primavera. Esta versión deGarthha sido casi olvidada.

Muchas de los pueblos más primitivos del mundo veneraban a un dios o diosa de la fertilidad, yGarth Manoverdetenía mucho en común con estas deidades. Se dice que fueGarthquien les enseñó a los hombres a cultivar. Antes de él, todos los hombres eran cazadores y recolectores, nómadas desarraigados siempre en búsqueda de sustento, hasta queGarthles dio la habilidad para sembrar, y les mostró como plantar y cosechar, como cuidar los cultivos y como recoger las cosechas. (Enalgunos cuentos, también intentó enseñarle a las antiguas razas, pero los gigantes le rugieron y lo apedrearon con rocas, mientras que los niños se rieron y le dijeron que los dioses de los bosques les proveían todo lo que necesitaban). Por donde iba brotaban granjas, pueblos y huertos tras su paso. Sobre sus hombros colgaba una bolsa de lona, cargada de semillas, que iba esparciendo mientras caminaba. Como corresponde a un dios, el contenido de su bolsa era inagotable; dentro habían semillas de todos los árboles, granos, frutas, y flores del mundo.

Garth Manoverde.

ALGUNOS DE LOS HIJOS MÁS FAMOSOS DE GARTH MANOVERDE JOHN EL ROBLE, el Primer Caballero, quien trajo la caballería a Poniente (un hombre enorme, todos concuerdan, de ocho pies de altura en algunas historias, diez o doce pies de altura en otras, engendrado por Garth Manoverde y una gigante). Sus descendientes se convirtieron en los Oakheart de Roble Viejo. GILBERT DE LOS VIÑEDOS, quien le enseñó a los hombres en el Rejo a preparar vino dulce de las uvas, tan jugosas y exuberantes, que crecían en su isla, y fue quien fundó la Casa Redwyne. FLORYS LA ZORRA, la más lista de los hijos de Garth, que tuvo tres esposos, cada uno ignorando la existencia de los otros. (De sus hijos surgieron la Casa Florent, la Casa Ball, y la Casa Peake)

MARIS LA DONCELLA, la más hermosa, cuya belleza era tan famosa que cincuenta señores compitieron por su mano en el primer torneo que se celebró en Poniente. (El vencedor fue el Gigante Gris, Argoth Piel-de-Piedra, pero Maris se casó con el Rey Uthor de la Torre Alta antes de que pudiera reclamarla, así que Argoth se pasó el resto de sus días encolerizado ante las murallas de Antigua, gritando por su novia.) FOSS EL ARQUERO, conocido por ser capaz de disparar a una manzana en la cabeza de cualquier doncella que le consintiera el capricho, de quien descienden ambos Fossoway, los de la manzana roja y los de la verde. BRANDON DE LA HOJA SANGRIENTA, quien expulsó a los gigantes del Dominio y peleó contra los niños del bosque, asesinando a tantos en el Lago Azul que ha sido conocido como Lago Rojo desde entonces. OWEN ESCUDO DE ROBLE, quien conquistó las Islas Escudo, expulsando a los selkies y tritones de regreso al mar. HARLON EL CAZADOR y HERNDON DEL CUERNO, hermanos gemelos que construyeron su castillo sobre Colina Cuerno y tomaron como esposa a la hermosa bruja de los bosques que habitaba allí, compartiendo sus favores durante cien años (ya que los hermanos evitaban el envejecimiento al abrazarla cada vez que la luna estaba llena). BORS EL ROMPEDOR, quien obtuvo la fuerza de veinte hombres al alimentarse únicamente de la sangre de toros, y fundó la casa Bulwer de Corona Negra. (Algunos relatos afirman que Bors bebió tanta sangre de toro que le crecieron dos cuernos de un color negro brillante.) ROSE DEL LAGO ROJO, una cambiapieles, capaz de transformarse en una grulla a voluntad—un poder que, algunos dicen, aún se manifiesta de cuando en cuando entre las mujeres de la Casa Crane, sus descendientes. ELLYN SIEMPRE DULCE, la muchacha que amaba tanto la miel que buscó al Rey de las Abejas en su inmensa montaña colmena e hizo un pacto con él, le dijo que ella cuidaría de sus hijos, y de los hijos de estos, durante toda la eternidad. Y así se convirtió en la primera apicultora, y en la madre de la Casa Beesbury. ROWAN ÁRBOL-DE-ORO, quien estaba tan afligida cuando su amante la dejó por una rival más rica, que envolvió una manzana en su cabello dorado, y la plantó sobre una colina, y de esta creció un árbol cuya corteza, hojas y frutos eran de reluciente oro amarillo; de sus hijas descienden los Rowan de Sotodeoro.

Garth Manoverde trajo el don de la fertilidad con él. Pero no era sólo la tierra lo que podía hacer fecundo, ya que las leyendas nos dicen que podía hacer que las mujeres estériles se volvieran fértiles al tocarlas—incluso ancianas cuya sangre de la luna ya no fluía. Las doncellas maduraban en su presencia, las madres concebían mellizos o incluso trillizos cuando él las bendecía, las muchachas jóvenes florecían al contemplar su sonrisa. A dondequiera que iba, señores y hombres comunes le ofrecían a sus hijas vírgenes, para que sus cultivos maduren y sus árboles crezcan cargados de fruta. Todas las doncellas que desfloró quedaron embarazadas, sin excepción, y nueve lunas después concibieron hijos fuertes o hermosas doncellas, o al menos eso dicen las historias. Estas leyendas, aunque son apreciadas por el pueblo llano, son bastante desacreditadas tanto por los maestres de la Ciudadela como por los septones de la Fe, quienes comparten la opinión de que Garth Manoverde era un hombre, no un dios. Posiblemente fue un cazador líder o un jefe guerrero, o quizás un rey menor, podría haber sido el primer señor de los Primeros Hombres que guió a sus seguidores a través

del Brazo de Dorne (cuando aún no estaba roto) y luego al deshabitado Poniente, donde sólo las razas antiguas habían puesto pie antes. Siendo un dios o un hombre, Garth Manoverde, engendró muchos hijos en esta nueva tierra; en esto todos los cuentos concuerdan. Muchos de sus descendientes llegaron a ser héroes, reyes, y grandes señores por derecho propio, fundando poderosas casas que perduraron por miles de años. De todos ellos, el más grandioso fue su primogénito, Garth el Jardinero, quien construyó su hogar sobre una colina situada sobre el Mander, lugar que con el tiempo llegó a ser conocido como Altojardín, y llevaba una corona de flores y enredaderas. Los demás hijos de Garth Manoverde le rindieron homenaje al Jardinero como legítimo rey de todos los hombres en todas partes. De su descendencia surgió la Casa Gardener, cuyos reyes gobernaron el Dominio bajo el estandarte de la mano verde por miles de años, hasta que Aegon el Dragón y sus hermanas llegaron a Poniente. La lista de descendientes es larga, y muchas son sus leyendas, pues no escasea casa noble en el Dominio que no presuma de descender de uno de los incontables hijos de Garth Manoverde. Incluso los héroes de otras tierras y reinos son a veces contados entre la descendencia de Manoverde. Estos cuentos nos dicen que Brandon el Constructor desciende de Garth por parte de Brandon de la Hoja Sangrienta. Por otro lado Lann el Astuto, en unos cuentos, era un hijo bastardo de Florys la Zorra, y en otros, hijo de Rowan Árbol-de-Oro. Sin embargo, el parentesco de Lann el Astuto y Garth Manoverde es un relato contado únicamente en el Dominio. En las Tierras de Occidente, a menudo se dice que Lann engañó a Garth haciéndole creer que era uno de sus hijos (Garth tenía muchos hijos, así que a veces se confundía), consiguiendo parte de la herencia que por derecho le correspondía a los verdaderos hijos de Garth. El que Garth haya tenido muchos hijos, es algo que no podemos negar, considerando la gran cantidad de casas en el Dominio que afirman descender de él. Pero es muy poco probable que todas las otras casas nobles de Poniente también sean sus descendientes.

LOS REYES GARDENER La historia del Dominio en los días de los Primeros Hombres no es diferente de la de los otros reinos de Poniente. La generosidad de estas verdes y fértiles tierras no hizo a los hombres más pacíficos, ni menos codiciosos. Aquí los Primeros Hombres también lucharon contra los niños del bosque, erradicándolos de sus arboledas sagradas y de sus colinas huecas, talando sus arcianos con grandes hachas de bronce. Aquí también hubo reinos que surgieron, cayeron y fueron olvidados, a medida que reyes menores y señores orgullosos luchaban entre sí por la tierra, el oro y la gloria, y así los pueblos fueron quemados, las mujeres lloraron de dolor y las espadas entrechocaron, siglo tras siglo. Pero sin embargo hubo una diferencia, algo significativa, ya que casi todas las casas nobles del Dominio tenían un ancestro en común, remontándose a Garth Manoverde y sus muchos hijos. Muchos eruditos han sugerido que fueron estos lazos de sangre lo que le dio a la Casa Gardener la ventaja en los siglos siguientes; ningún rey menor podía esperar rivalizar con el poderío de Altojardín, donde los descendientes de Garth el Jardinero se sentaban sobre un trono viviente (el Asiento de Roble) que creció de un roble que el mismo Garth Manoverde había plantado, y usaban coronas de enredadores y flores en tiempos de paz, y coronas con espinas de bronce (y después de hierro) cuando iban a la guerra. Otros se dieron el título de reyes, pero los Gardener eran

incuestionablemente los Reyes Supremos, y los monarcas menores les rendían honor, y algunos hasta obediencia.

Rey Garth VII Gardener, Mano Dorada. En esos siglos de aflicción y tumulto, el Dominio produjo muchos valientes guerreros. Desde entonces hasta el día de hoy, los bardos han celebrado las andanzas de Serwyn del Escudo Espejo, Davos el Asesino de Dragones, Roland del Cuerno, y el Caballero Sin Armadura—y los legendarios reyes que los lideraron, Garth V (Martillo de los

Dornienses), Gwayne I (el Galante), Gyles I (el Afligido), Gareth II (el Siniestro), Garth VI (el Lucero del Alba), y Gordan I (Ojos-Grises). Muchos de estos monarcas tuvieron un enemigo en común, ya que durante estos siglos oscuros y sangrientos, los asaltantes del mar provenientes de las Islas del Hierro dominaban la mayor parte de la costa occidental, desde la Isla del Oso hasta el Rejo. Con sus veloces barcoluengos, los hijos del hierro eran capaces de realizar un ataque y escapar antes de que llegara cualquier ayuda. Los asaltantes usualmente desembarcaban en lugares inesperados, tomando a sus enemigos por sorpresa. Aunque los hombres del hierro rara vez se aventuraban tierra dentro, llegaron a controlar el Mar del Ocaso y exigieron crueles tributos de los pescadores que vivían a lo largo de la costa. Habiéndose establecido en las Islas Escudo al asesinar a todos los hombres que encontraron allí y reclamando a las mujeres como suyas, los hijos del hierro incluso llegaron a asaltar el Mander con impunidad. El Rey Qhored, el más temible de los señores entre los hijos del hierro, presumía que sus dominios se extendían por “dondequiera que los hombres puedan oler el agua salada o escuchar el choque de las olas.” En el Dominio fue conocido como Qhored el Cruel, y los reyes que le sucedieron se apodaron Hagon el Terrible y Joron Perdición de Doncella. Los reyes de la Casa Gardener pelearon contra estos hombres y sus seguidores durante tres siglos, algunas veces en alianza con los Reyes de la Roca y los Señores de Antigua, y algunas veces solos. Al menos seis de los reyes Gardener murieron en batalla, entre ellos Gareth el Siniestro y Garth Lucero del Alba, mientras que Gyles II fue capturado, torturado y cortado en pequeños trozos que fueron usados como carnada para los anzuelos de su captor. Sin embargo, al final resultaron victoriosos, y cada uno de ellos logró expandir los dominios de la Casa Gardener y conseguir más tierras y señoríos bajo el mando de Altojardín. Dicho esto, muchos eruditos aún creen que los mejores entre los reyes Gardener fueron los pacifistas, no los luchadores. Es verdad que se cantan menos canciones sobre ellos, pero en los anales de la historia, de nombres como Garth III (el Grande), Garland II (el Novio), Gwayne III (el Gordo), y John II (el Alto), se ha escrito extensamente. Garth el Grande extendió las fronteras de su reino hacia el norte, ganando Roble Viejo, el Lago Rojo, y Sotodeoro con pactos de amistad y de defensa mutua. Garland logró lo mismo en el sur, trayendo a Antigua al reino al desposar a su hija con Lord Lymond (el León Marino) de la Casa Hightower, mientras que él dejo de lado a sus otras esposas para casarse con la hija de Lord Lymond. Gwayne el Gordo convenció a Lord Peake y Lord Manderly de dejarlo mediar en sus conflictos, y de jurar vasallaje por sus tierras, y lo hizo sin pelear una sola batalla. John el Alto navegó su barcaza por el Mander hasta su cabecera, plantando el estandarte de la mano verde por doquier y aceptando el homenaje de señores y reyes menores cuyas tierras ocupaban las orillas del poderoso río. El más grande de todos los Gardener fue el Rey Garth VII, Mano Dorada, un gigante tanto en la guerra como en la paz. Aun siendo un niño, logró expulsar a los Dornienses cuando el Rey Ferris Fowler lideró a diez mil hombres a través del Sendancha (como era conocido el Paso del Príncipe en ese entonces), con la intención de conquistarlo. Poco después, volvió su atención al mar y expulsó a los últimos hombres del hierro de sus fortalezas en las Islas Escudo. Después de esto le entregó las islas a sus más feroces guerreros, otorgándoles concesiones especiales con el propósito de convertirlos en una primera línea de defensa contra los hijos del hierro, en caso de que estos regresaran. Demostraron ser un gran éxito, y hasta el día de hoy los hombres de las Islas Escudo se enorgullecen de proteger la desembocadura del Mander y el corazón del Dominio en contra de todos y cada uno de los enemigos provenientes del mar.

En su última y más grande guerra, Garth VII enfrentó una alianza entre el Rey Tormenta y el Rey de la Roca, quienes tenían la intención de repartirse el Dominio, pero Garth logró derrotarlos a ambos, y luego los engañó usando ingeniosos argumentos para que se volvieron el uno contra el otro, llevándolos a enfrentarse brutalmente en la Batalla de los Tres Ejércitos. Al final casó a sus hijas con sus herederos, y firmó un pacto con cada uno, fijando las fronteras entre los tres reinos. Sin embargo, incluso este hecho palidece antes su mayor logro: una paz que duró tres cuartos de siglo. Garth Mano Dorada se convirtió en Rey del Dominio a la edad de veinte y murió sobre el Asiento de Roble cuando tenía noventa y tres, aún sano de mente (aunque frágil de cuerpo). Durante los ochenta y un años de su reinado, el Dominio estuvo en guerra por menos de diez. Generaciones de niños nacieron y llegaron a la adultez, engendraron hijos propios, y murieron sin saber nunca lo que era tomar una lanza y un escudo para marchar hacia la guerra. Y con este largo tiempo de paz llegó una prosperidad sin precedentes. El Reinado Dorado, como llegó a ser conocido este período, fue cuando el Dominio realmente floreció. No obstante, todas las edades de oro terminan, y así ocurrió en el Dominio. Garth Mano Dorada se fue de este mundo. Un bisnieto lo sucedió en el Asiento de Roble, y luego les dio paso a sus propios hijos. Y entonces llegaron los Ándalos.

ÁNDALOS EN EL DOMINIO Los Ándalos llegaron tarde al Dominio. Tras cruzar el Mar Angosto en sus barcoluengos, primero desembarcaron en las costas del Valle, luego a lo largo de todas las costas orientales. Las flotas de Antigua y el Rejo los alejaron de los Estrechos del Tinto y del Mar del Ocaso. Noticias acerca de la prosperidad del Dominio y sobre la riqueza y el poderío de Altojardín y sus reyes, sin lugar a dudas llegarían a los oídos de muchos caudillos Ándalos, pero otras tierras y otros reyes se interponían entre ellos. Por lo tanto, mucho tiempo antes de que los Ándalos llegaran al Mander, los reyes en Altojardín sabían de su llegada. Observaron desde lejos las batallas en el Valle, en las Tierras de Tormentas, y en las Tierras de los Ríos, tomando nota de todo lo que sucedió. Quizás fueron más sabios que sus contrapartes de otras regiones, ya que ellos no cometieron el error de aliarse con los Ándalos en contra de sus rivales. Gwayne IV (el Temeroso-de-los-Dioses) envió a sus guerreros en busca de los niños del bosque, con la esperanza de que los verdevivientes y su magia pudieran detener a los invasores. Mern II (el Albañil) construyó una nueva muralla alrededor de Altojardín y les ordenó a sus señores banderizos revisar sus propias defensas. Mern III (el Loco) colmó de oro y honores a una bruja de los bosques que afirmaba ser capaz de levantar ejércitos de muertos para expulsar a los Ándalos. Lord Redwyne construyó más barcos, y Lord Hightower reforzó las murallas de Antigua. Sin embargo, las batallas que la mayoría de ellos había anticipado no llegaron a ocurrir. Para cuando los conquistadores habían terminado de conquistar las costas orientales, ya habían pasado generaciones y los Ándalos habían establecido cerca de cuarenta

reyes menores, muchos de ellos enfrentados entre sí. Y en Altojardín, los Tres Reyes Sabios se dieron paso en el Asiento de Roble. Garth IX Gardener, su hijo Merle I (el Manso), y su nieto Gwayne V fueron hombres muy diferentes, pero todos usaron una táctica común con los Ándalos, basada en acuerdos y asimilación en vez de resistencia armada. Garth IX invitó a un septón a su corte y lo hizo parte de sus concilios, y construyó el primer septo en Altojardín, aunque él mismo continuó orando en el bosque de dioses del castillo. Su hijo Merle I, en cambio, abrazó formalmente la Fe, y ayudó a financiar la construcción de septos, septrios, y monasterios por todo el Dominio. Gwayne V fue el primer Gardener nacido en la Fe, y el primero en ser armado caballero con el rito solemne y la vigilia. (Muchos de sus antepasados fueron armados caballeros de forma póstuma por los bardos y los cuentacuentos, pero la verdadera caballería llegó a Poniente con los Ándalos). Merle I y Gwayne V tomaron doncellas Ándalas como sus esposas, a modo de unir a los padres de sus novias al reino. Los tres reyes tomaron Ándalos bajo su servicio como espadas juramentas y criados. Entre los más glorificados estaba un caballero Ándalo llamado Ser Alester Tyrell, cuya destreza con las armas era tal que fue armado paladín del rey y escudo juramentado bajo el reinado Gwayne V. Con el tiempo, los descendientes de Ser Alester se convirtieron en los mayordomos de Altojardín, título que fueron heredando bajo el reinado de los Gardener. Los Tres Reyes Sabios también les otorgaron tierras y señoríos a los más poderosos reyes Ándalos que llegaban al Dominio a cambio de promesas de lealtad. Los Gardener también buscaron artesanos Ándalos y animaron a sus señores banderizos de hacer lo mismo. Los herreros y los canteros, en particular, fueron generosamente recompensados. Los herreros les enseñaron a los Primeros Hombres a usar armas y armaduras de hierro en lugar de bronce; y los canteros les ayudaron a fortalecer las defensas de sus castillos y fortalezas. Y aunque algunos de estos nuevos señores abjuraron sus votos en años posteriores, la mayoría no lo hizo. En cambio, se unieron con sus señores feudales para acabar con estos rebeldes y para defender el Dominio en contra de los reyes y los ejércitos Ándalos que llegaron después. “Cuando un lobo desciende sobre el rebaño, todo lo que ganas al matarlo es un breve respiro, ya que de seguro otros lobos vendrán,” dijo el Rey Garth IX. “Pero, en cambio, si alimentas al lobo, lo domesticas y conviertes a sus cachorros en tus perros guardianes, ellos protegerán tus rebaños cuando llegue otra manada.” El Rey Gwayne V lo dijo de forma más concisa. “Ellos nos dieron siete dioses, nosotros les dimos tierras e hijas, y nuestros hijos y nietos crecerán como hermanos.” Muchas casas nobles del Dominio remontan su ascendencia a aquellos aventureros Ándalos que recibieron tierras y esposas de Garth IX, Merle I, y Gwayne V, entre ellos los Orme, Parren, Graceford, Cuy, Roxton, Uffering, Leygood, y Varner. A medida que los siglos pasaron, los hijos e hijas de estas casas Ándalas se fueron mezclando con los descendientes de los Primeros Hombres mediante matrimonios, de modo que se volvió imposible distinguir a unos de otros. Pocas veces se ha logrado una conquista con tan poco derramamiento de sangre. Los siglos posteriores a la conquista Ándala resultaron ser menos pacíficos. Los Gardener que se sucedieron en el Asiento de Roble incluyeron hombres fuertes y débiles, hombres sabios y tontos, y una vez incluso hubo una mujer, pero pocos pudieron igualar el ingenio y la astucia de los Tres Reyes Sabios, por lo que la prospera paz de Garth Mano Dorada no se volvió a dar. En esa larga época entre la asimilación de los Ándalos y la llegada de los dragones, los Reyes del Dominio lucharon constantemente con sus vecinos en un enfrentamiento perpetuo por las tierras, el poder y la gloria. Los Reyes de la Roca, los Reyes Tormenta, muchos de los conflictivos reyes

de Dorne, y los Reyes de los Ríos y las Colinas podían contarse entre sus enemigos (y a menudo entre sus aliados también.)

El Asiento de Roble.

Altojardín llego a la cúspide de su poder bajo el reinado del Rey Gyles II Gardener, quien lideró una reluciente hueste de caballeros armados hacia las Tierras de Tormentas, destrozó a los ejércitos del anciano Rey Tormenta, y conquistó todas las

tierras al norte de la Selva excepto por Bastión de Tormentas, el cual estuvo bajo asedio durante dos años. Gyles bien podría haber completado su conquista si el Rey de la Roca no hubiera bajado al Dominio durante su ausencia, forzándolo a levantar el asedio y regresar rápidamente a casa para enfrentarse a los hombres del Occidente. La siguiente guerra, aún más extensa, involucró a tres reyes Dornienses y dos de las Tierras de los Ríos, y acabó con Gyles III muerto en un charco de sangre y las fronteras entre los reinos casi restauradas a como habían estado antes de que el derramamiento de sangre comenzara. El punto más bajo del poderío de los Gardener llegó durante el largo reinado del Rey Garth X, llamado Garth Barbagris, quien fue coronado a la edad de siete y murió a los noventa y seis—un reinado más extenso que el de su famoso antepasado Garth Mano Dorada. Aunque fue vigoroso en su juventud, Garth X fue un rey vano y frívolo que se rodeaba a sí mismo con tontos y aduladores. No fue ni muy listo ni muy astuto, la razón lo abandonó completamente en la vejez, y durante los largos años de su senilidad, se convirtió en la herramienta de una facción, y luego de otra, quienes competían por riqueza y poder. Su gracia no había engendrado hijos, pero Lord Peake se había casado con una de sus hijas, Lord Manderly con otra, y cada uno estaba determinado en hacer que su esposa fuera la sucesora. La rivalidad entre ellos estuvo marcada por traiciones, conspiración, y asesinato, lo que llevó a que se desatara una guerra. Otros señores se unieron a ambos bandos. Con los señores del Dominio enfrentados y con un rey senil incapaz de entender lo que estaba ocurriendo, y mucho menos capaz de detenerlo, el Rey Tormenta y el Rey de la Roca aprovecharon el momento, y se apoderaron de grandes extensiones de tierra, mientras que las incursiones Dornienses se hicieron más osadas y más frecuentes. Un rey Dorniense sitió Antigua, mientras que otro cruzó el Mander y saqueó Altojardín. El Asiento de Roble, el trono viviente que había sido el orgullo de la Casa Gardener por incontables años, fue cortado en pedazos e incendiado, y el senil Rey Garth X fue encontrado en su cama, lloriqueando y cubierto en su propia suciedad. Los Dornienses le cortaron la garganta (“por misericordia”, dijo más tarde uno de ellos), después incendiaron Altojardín tras despojarlo de todas sus riquezas.

Saqueador Dornienses en Antigua.

Después de esto, hubo casi una década de anarquía, pero al final cerca de cuarenta de las grandes casas del Dominio hicieron causa común, y lideradas por Ser Osmund Tyrell, el Mayordomo Supremo, derrotaron a los Peake y a los Manderly, y reclamaron las ruinas de Altojardín, y colocaron sobre el trono a un primo segundo del fallecido Rey Barbagris, el Rey Mern VI Gardener. Aunque Mern VI fue un hombre de habilidad modesta, sus mayordomos probaron ser consejeros capaces. Ser Osmund Tyrell fue sucedido en aquel cargo por su hijo, Ser Robert, y luego por su nieto, Lorent. Confiando en el juicio de sus consejeros, Mern VI gobernó bien, reconstruyendo Altojardín, y haciendo mucho más por reconstruir a la Casa Gardener y el Dominio. Su hijo, Garth XI, hizo el resto, tomando tan terrible venganza contra los Dornienses, que Lord Hightower dijo después que las Montañas Rojas habían sido verdes antes de que Garth las pintara con la sangre de los Dornienses. Por el resto de su largo reinado fue conocido como Garth el Pintor. Y así continuó, un rey tras otro, en tiempos de guerra y de paz. Aun así, a pesar de todo, la mano verde se propagó orgullosamente a través del Dominio, hasta que el Rey Mern IX cabalgó al encuentro de Aegon Targaryen y sus hermanas en el Campo de Fuego.

ANTIGUA Ninguna historia del Dominio está completa sin una mirada a Antigua, la más grande y antigua de las ciudades, todavía la más rica, grande, y bonita en todo Poniente, aun cuando Desembarco de Rey la ha eclipsado como la más poblada. ¿Cuántos años tiene Antigua? Muchos maestres han ponderado esa pregunta, pero simplemente no lo sabemos. Los orígenes de la ciudad están perdidos en las brumas del tiempo y nublados por la leyenda. Algunos septones ignorantes dicen que los Siete marcaron sus límites, otros dicen que los dragones durmieron una vez en la Isla Batalla, hasta que el primer Hightower acabara con ellos. Muchos pueblerinos creen que el propio Hightower simplemente apareció un día. La historia completa y verdadera del fundador de Antigua probablemente se conocerá nunca. Podemos declarar con certeza, sin embargo, que los hombres han vivido en el estuario del Vinomiel desde la Edad del Amanecer. Los archivos rúnicos más antiguos confirman esto, como también ciertas historias fragmentadas escritas por los maestres que vivieron entre los niños del bosque. Uno, Maestre Jellicoe, sugiere que la estructura en la cima del Canal de los Susurros empezó como un puesto comercial, dónde los barcos de Valyria, Viejo Ghis, y las Islas de Verano adquirían sus provisiones, realizaban refacciones, y negociaban con las antiguas razas, y eso parece una suposición tan probable como otra cualquiera. Sin embargo los misterios persisten. La isla pedregosa dónde residen los Hightower es conocida como la Isla Batalla incluso en nuestros archivos más antiguos, ¿pero por qué? ¿Qué batalla? ¿Cuándo? ¿Entre qué señores, que reyes, que razas? Incluso los cantantes no nos han dejado ninguna información en estos temas. Aún más enigmática para los estudiosos e historiadores es el gran cimiento cuadrado de roca negra que domina esa isla. Según la mayoría de los registros históricos, este edificio monumental ha servido como la base y el nivel inferior de Torrealta, no

obstante sabemos con certeza que es por miles de años más antiguo que los niveles superiores de la torre. ¿Quién la construyó? ¿Cuándo? ¿Por qué? La mayoría del maestres aceptan la sabiduría común que supone que fue erigida por los Valyrios, por sus gruesos muros y todos los interiores laberínticos de roca sólida, sin ninguna sugerencia de uniones o morteros, ninguna marca del cincel de ninguna clase; un tipo de construcción que se ve en otras partes, las más notables en los caminos de dragones del Feudo Franco de Valyria, y el Muro Negro que protege el corazón de la Vieja Volantis Los señores dragón de Valryia, como es muy sabido, poseían el arte de trocar la piedra en líquido con el fuego de dragón, dándole la forma que deseaban, fundiéndola con el hierro, acero, o granito. Si de hecho esta primera fortaleza es de origen Valyrio, sugiere que los señores dragón vinieron a Poniente miles de años antes de que tallaran su fortín en Rocadragon, mucho antes de la venida de los Ándalos, o incluso de los Primeros Hombres. ¿En ese caso vinieron para comerciar? ¿Eran mercaderes de esclavos, quizás buscando a los gigantes? ¿Quisieron aprender la magia de los niños del bosque, con sus verdevidentes y sus árboles arcianos? ¿O había algún propósito más oscuro? Tales preguntas incluso abundan hasta el presente. Antes de la Maldición de Valyria, maestres y archmaestres a menudo viajaron al Feudo Franco buscando las respuestas, pero ninguna fue encontrada nunca. La afirmación de Septon Barth de que los Valyrios vinieron a Poniente porque sus sacerdotes profetizaron que la Maldición del Hombre saldría de la tierra más allá del mar estrecho, puede desecharse como algo sin sentido, como la mayoría de las excéntricas creencias y suposiciones de Barth. Más inquietantes, y dignos de consideración, son los argumentos de aquéllos que afirman que la primera fortaleza no es en absoluto de los Valyrios. De hecho la fundida roca negra hace pensar en Valyria, pero no el sencillo estilo de la arquitectura, porque los señores dragón utilizaban la piedra solo para transformarla en formas extrañas, imaginativas y floridas. El interior estrecho, retorcido y estancias sin ventanas, se asemeja mucho más a los túneles, en lugar de salones; es muy fácil perderse entre sus recodos. Quizás no es más que una medida defensiva diseñada para confundir los atacantes, pero también es singularmente Valyriana. La naturaleza laberíntica de su arquitectura interior ha llevado al Archmaestre Quillion a sugerir que la fortaleza podría haber sido el trabajo de los creadores de laberintos, unas personas misteriosas, los remanentes de su desaparecida civilización en Lorath en el Mar de los Escalofríos. La noción es intrigante, pero plantea más preguntas que respuestas. Y aún más, la imaginativa posibilidad dicha por el Maestre Theron hace un siglo. Nacido bastardo en las Islas de Hierro, Theron notó una cierta semejanza entre la piedra negra de la fortaleza antigua y la de la Silla de Piedramar, el alto asiento de la Casa Greyjoy de Pyke, cuyos orígenes son similarmente antiguos y misteriosos. Los manuscritos bastante rudimentarios de Theron "Las Piedras Extrañas" postulan que fortaleza y el asiento podrían ser el trabajo de una raza extraña, deformada, que era una cruza entre las mujeres humanas y las criaturas de los mares. Estos "Profundos", cuando él los nombra, es la semilla de la cual han crecido nuestras leyendas sobre sirenas, aunque sus terribles padres realmente han venido después del Dios Ahogado de los hombres de hierro. Las abundantes, detalladas, y perturbadoras ilustraciones incluidas en “Las Piedras Extrañas” vuelven fascinante este extraño volumen, pero el texto es incomprensible en algunas partes; el Maestre Theron tenía un don para dibujar, pero poca habilidad para las palabras. En cualquier caso, su tesis no tiene ninguna verdadera base y puede desecharse a ciencia cierta. Y así volvemos al principio, obligados a conceder que los

principios de Antigua, Isla Batalla, y su fortaleza deberán seguir siendo un misterio por siempre. Las razones del abandono de la fortaleza y el destino de sus constructores, quienquiera que podrían haber sido, están perdidas, pero en algún punto sabemos que la Isla Batalla y su gran fortaleza entraron en posesión de los antepasados de la Casa Hightower. ¿Ellos eran los Primeros Hombres, como la mayoría de los estudiosos creen ahora? ¿O quizás descienden de los marineros y comerciantes que se habían establecido en la cima del Canal de los Susurros en épocas más tempranas; eran los hombres que vinieron antes que los Primeros Hombres? No lo sabemos. En las primeras vislumbres en las páginas de historia, los Hightowers ya son reyes, Antigua gobierna desde la Isla Batalla. La primera “torre alta,” los cronistas nos dicen, era hecha de madera y se elevaba unos cincuenta pies sobre la fortaleza antigua que era su fundación. Ni esa torre, ni las torres de madera más altas que siguieron en los siglos subsiguientes, eran utilizadas como moradas; eran puramente faros sobresalientes, construidos para iluminar un camino de los barcos comerciales en las aguas amortajadas por la niebla del Canal de los Susurros. Los primeros Hightowers vivieron en salones oscuros, bóvedas, y cámaras con la extraña roca debajo. Sólo estaba edificada la quinta torre, la primera en ser construida completamente de roca, que se volvió un digno asiento de una gran casa Hightower. Esa torre, nos dicen, se eleva doscientos pies sobre el puerto. Algunos dicen que se diseñó por Brandon el Constructor, aunque otros nombran a su hijo, otro Brandon; el rey que lo requirió y lo pagó, se recuerda como Uthor de la Torre Alta. Después de esto, por miles de años sus descendientes gobernaron Antigua y las tierras del Vinomiel como reyes, y los barcos de todo el mundo venían a su creciente ciudad para comerciar. Cuando Antigua creció opulenta y poderosa, los vecinos y reyezuelos volvieron sus ojos codiciosos hacia sus riquezas, y piratas y saqueadores de más allá de los mares también oyeron cuentos de sus esplendores. Tres veces durante un solo siglo la ciudad fue tomada y saqueada, una vez por el rey Samwell Dayne (Starfire) de Dorne, una vez por Qhored el Cruel y sus hombres de hierro, y una vez por Gyles I Gardener (el Penas) quién, según informes recibidos vendió tres cuartas partes de los habitantes de la ciudad a los mercaderes de esclavos, pero era incapaz de abrir una brecha en las defensas de los Hightower en la Isla Batalla. Los cercados de madera y el foso que habían protegido la ciudad hasta ahora, obviamente demostraron ser inadecuados, y el siguiente Rey de Torre Alta, Otho II, gastó la mayor parte de su reinado cercando Antigua con muros de rocas macizas, más gruesos y más altos que cualquiera visto en Poniente por entonces. Este esfuerzo empobreció la ciudad por tres generaciones, pero tal era su firmeza, que persuadieron a los saqueadores y supuestos conquistadores de buscar el pillaje en otra parte, y aquéllos que presumieron de atacar Antigua, no pudieron hacerlo. Sin embargo la guerra no había terminado hasta que los Hightowers fueron introducidos en el Reino del Dominio, a través de largas negociaciones y matrimonios. Cuando Lymond Hightower tomó por esposa a la hija de Rey Garland II Gardener, y otorgando a su propia hija en matrimonio a su padre, los Hightowers se volvieron los banderizos de Altojardin, reducidos de reyes ricos a relativamente menores de los más grandes señores del Dominio. (Antigua era el último de los reinos antiguos en doblar la rodilla a Altojardin, no mucho después de que el último Rey de Arbor desapareciera en el mar, permitiendo a su primo, Rey Meryn III Gardener, incluir a la isla como parte de su dominio). Por las condiciones del tratado político, los Gardener emprendieron también la defensa de la ciudad contra cualquier ataque por tierra que libró Señor Lymond, quien volvió su

atención a su “gran propósito,” la construcción de barcos y la conquista de los mares. A finales de su reinado, ningún señor o rey en todo Poniente podría emparejar la fuerza de la Casa Hightower en el mar. Se irguió una gran estatua de Lymond Hightower en el puerto de Antigua, mirando hacia el Canal de los Susurros. El último rey Hightower todavía se recuerda como el León Marino. Los descendientes de Señor Lymond compartieron su visión. Con raras excepciones, vigilaron sus propios jardines y la ciudad, evitando enredarse en las guerras interminables de los reyezuelos y después, en los Siete Reinos que surgieron. “Altojardin defiende nuestras espaldas,” Señor Jeremy Hightower dijo una vez, “por lo que somos libres de mirar al mar y las tierras más allá.” Mirando más allá, y construyendo más que nunca nuevos barcos para proteger su comercio, Señor Jeremy dobló la riqueza de la ciudad. Su hijo Jason la dobló de nuevo, y reconstruyó Torrealta a una altura de cien pies.

Los orígenes de la Ciudadela casi son tan misteriosos como las de Torrealta. La mayoría acreditan su fundación al segundo hijo de Uthor de la Torre Alta, el Príncipe Peremore el Torcido. Un muchacho enfermizo, nacido con un brazo marchito y torcido, Peremore estuvo postrado durante gran parte de su corta vida, pero sentía una curiosidad insaciable por el mundo más allá de su ventana, por lo que se volvió hacia los hombres sabios, maestros, sacerdotes, sanadores, y cantantes, junto con un cierto número de magos, alquimistas, y hechiceros. Se dice que el príncipe no tuvo mayor placer en su vida, que escuchar a estos estudiosos debatir entre sí. Cuando Peremore murió, su hermano, el Rey Urrigon legó un tracto grande de tierra al lado del Vinomiel a “las mascotas de Peremore,” para que pudieran establecerse y continuar la enseñanza, el aprendizaje, y buscando la verdad. Y ellos lo hicieron.

Cuando llegaron los Ándalos, los Hightower estaban entre los primeros señores de Poniente en darles la bienvenida. “Las guerras son malas para el comercio,” dijo Señor Dorian Hightower, cuando alejó a su esposa de veinte años, la madre de sus niños, para desposar a una princesa ándala. Su nieto, Señor Damon (el Devoto), fue el primero en aceptar la Fe. En honor a los nuevos dioses, construyó los primeros septos en Antigua y seis más en su reino. Cuando se murió prematuramente de disentería, el Septon Robeson se volvió el regente de su hijo recién nacido, gobernando Antigua en todo menos nombre durante los próximos veinte años y finalmente volviéndose el primer Septon Supremo. El niño que él crio y entrenó, Señor Triston Hightower, construyó el Septo Estrellado en su honor después de su muerte. En los siglos siguientes, Antigua se volvió el incuestionable centro de la Fe en todo Poniente. De los salones oscuros de mármol del Septo Estrellado, salió una sucesión de Septones Supremos con la corona de cristal (la primera fue dada a la Fe por Lord Barris, el hijo del Lord Triston) para volverse la voz de los Siete en la tierra, ordenando las espadas de la Fe Militante y los corazones de todos los creyentes desde Dorne hasta el Cuello. Antigua se volvió su ciudad santa y muchos devotos, hombres y mujeres, la visitaron para orar en sus septos y santuarios y otros lugares santos. Indudablemente era en parte debido a estos lazos con los Siete, que los Hightower pudieron tan a menudo mantenerse alejados de las innumerables guerras de la Casa Gardener.

La Fe no era la única institución que floreció detrás de los macizos muros de Antigua, bajo la protección de los Hightower. Miles de años antes de que los primeros septos abrieran sus puertas, la ciudad había sido el hogar de la Ciudadela, dónde los niños y hombres jóvenes de Poniente venían a estudiar, instruirse, y forjar sus cadenas como maestres. Ninguna sede mayor de conocimiento existe en ninguna parte del mundo. En los tiempos de la Conquista de Aegon, Antigua era la más grande ciudad en todo Poniente—la más grande, rica, y poblada, y un centro de aprendizaje y fe. Aun así, podría haber sufrido el mismo destino que Harrenhal si no fuera por los lazos íntimos entre los Hightower y el Septo Estrellado, y porque el Septon Supremo persuadió a Lord Manfred Hightower de no ofrecer resistencia a Aegon Targaryen y sus dragones, sino, en cambio, abrirle sus puertas al conquistador y jurarle lealtad. De esta manera el conflicto se desvió, pero surgió de nuevo en la siguiente generación durante la sangrienta disputa entre la Fe y el segundo hijo del Conquistador, oportunamente llamado Rey Maegor el Cruel. El Septon Supremo durante los primeros años del reinado de Maegor era el pariente político de los Hightowers. Su muerte súbita en 44DC—poco después de que el Rey Maegor había amenazado con incinerar el Septo Estrellado con fuego de dragón furioso por haber condenado Su Alta Santidad sus matrimonios—más tarde se consideró bastante fortuita, cuando Señor Martyn Hightower permitió abrir sus puertas antes de que Balerion y Vhagar liberaran sus llamas.

Sin embargo, la naturaleza inesperada de la muerte del Septon Supremo en 44DC despertó muchas sospechas, y los cuchicheos sobre un asesinato persisten hasta el momento. Algunos creen que Su Alta Santidad fue eliminada por su propio hermano, Ser Morgan Hightower, comandante de los Hijos del Guerrero en Antigua (y es indisputable verdad que Ser Morgan era el único de los Hijos del Guerrero perdonado por el Rey Maegor). Otros sospechan de la tía doncella de Señor Martyn, lady Patrice Hightower, aunque su argumento parece basarse en la creencia de que el veneno es el arma de una mujer. Incluso se ha sugerido que la Ciudadela pudiera haber jugado un papel en la remoción del Septon Supremo, aunque esto parece muy improbable.

La Torrealta en la Isla de la Batalla

SIGUE EN PARTE 3

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