Mujeres y Semblantes

March 29, 2017 | Author: Anonymous EQkG2lI | Category: N/A
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Texto de Jacques-Alain Miller...

Description

acques· De mujeres y semblantes

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Jacques-Alain Miller

DE SEMBLANTES Y MUJERES

Cuadernos del Pasador

Cuadernos del Pasador

INDICE

Consejero Editorial: Jacques-Alain Miller Director de la publicación: Vera Gorali

Acuerdos con: "La Lettre Mensuelle" y "Cahiers pour l'analyse"

Ilustración de tapa: Fragmento de una obra de Paul Klee

lmpreso en A.B.R.N. Producciones Gráficas Wenceslao Villafañc 468 Buenos Aires - Argentina en el mes de julio de 1993

ISBN 987-99537-0-3 © 1993 Araoz 1978 (142')) Bueno. . /\tll'"

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11rt..:scntación

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1·:1analista y los semblantes

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De mujeres y semblantes I

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De mujeres y semblantes II

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PRESENTAC IÓN

1h 11q11f tres conferencias de Jacques-Alain Miller, de 111111 1\" 11111y especial para los analistas y no analistas que 11" 11 11 In ori entación lacanianaen psicoanálisis. l .11 primcrafüe dictadaenBuenosAires,el23 de diciembre ch 11>1>1, muy pocos días antes de Ja creación de la Escuela de 111 < h i ~nlac iónLacaniana(E.O.L.). La segunda, dada en París

1~ de fe brero de 1992, tres días después del Pacto por el que cn.:a la Asociación Mundial de Psicoanálisis (A.M.P.), es 111H1 de las lecciones de su curso. La tercera, otra vez en 1h11;11os Aires, la escuchamos el 1O de marzo de 1992, formando parte ya, en el inicio mismo, de la vertiginosa act ividad que comenzaba a desarrollar nuestra muy nueva 1:scucla.

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Las tres tienen un hilo temático común que justifica el interés especial al que me refería: fa elaboración del concepto de semblante.

Este concepto, ubicable en la enseñanza de Jacques Lacan en el título mismo de su seminario XVIII, es decir, en un momento avanzado de la misma, es crucial, porque de él depende tanto una reconsideración más exigente de la cuestión de lo real como poder hacerse una idea, paso a paso, de

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los pasos que condujeron a Lacan a su interés por Ja topologí:i del nudo borromeo.

.11 Sl'1~ala1 que en la experiencia analítica el 111//\f,1 ;,,,, .,. ·'"'111bla11te de saber.

El lector encontrará a lo largo de las tres conferencias un ejemplo vívido de lo que es trabajar un concepto. Quiero decir, ''hacerle variar su extensión y su comprehención, generalizarlo por la incorporación de rasgos de excepción, exportarlo fuera de su región de origen, tomarlo como modelo o inversamente buscarle un modelo, en breve, conferirle progresivamente, por transformaciones regladas, la función de una fo rma", para decirlo en los términos de Canguilhem que fueron elevados a epígrafe de aquellos Cahiers pour l'analyse.

:ip1 ec;iar, de verdad lector, ese punto de partida, 11 1 1110111e11lo en que una comunidad de analistas se 1q 111111 .a t omo Escuela...

Sin ninguna duda, ese es el punto de vista que personalmente recomiendo para la lectura de estos textos. Pero hay otro, del que estas tres conferencias constituyen ejemplo aún más vívido, y que las aleja de las consideraciones eruditas, a saber, el modo único en que en ellas el tiempo de la elaboración conceptual no es otro que el tiempu concreto, incluso acuciante, de las responsabilidades asum idas de la causa analítica como tal. En efecto, ya en la primera de estas conferencias el lector encontrará en sus líneas y en sus entrelíneas la respiración, por decir así de la voz por la que se precipitaban las voces de consentimiento para la creación en Buenos /\ircs de una Escuela en el sentido de l.aca11 Y es l'"k sentido mismo el que J.A.Millcr al rn1s1110 l1l·111po d.1hma ron la noción de

1¡itil 11111

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\..,1 w mo las precisiones que introduce en la noción de 1111 111 -.11puc~lU saber; en la articulación y diferencia de esa 11111 11111 con la función del nombre del padre y su metáfora; en 111 111 t11:11lució11 y diferencia de ambas con el matema S(j\.) 11111111 h1ancia en el saber, como no saber presente tanto en el 1w 1 11ú11 de la experiencia analítica como en el corazón de una 1 .,l 11cla.

Tal es la razón, me parece, por la que la cuestión del deseo 1k saber y Ja transferencia de trabajo aparecen acá no sólo en .11 importancia conceptual, sino como el único antídoto rnntra la infatuación del analista: problema actual, por ser l'lllCrmedad endémica, presente en cuanto hay en el analista deslizamiento por la pendiente de la identificación al semblante con el que opera. Esta primera conferencia también es indicativa de una primera resonancia ,en nuestro contexto, del trabajo en curso, abierto, tentativo, a la búsqueda de pruebas y consecuencias, de Miller, sobre el objeto a como semblante, presentado en estricta equivalencia con sus desarrollos sobre el objeto a como consistencia lógica. Un poco de sorpresa, tal vez un poco de desilusión, para aquellos que podían suponer tratar a lo real con la noción de objeto a del modo más 7

familiar, incluso del modo más unheimlich, puede ser buena manera de leer la segunda y la tercera conferencia.

1 1 111 1li11111 •.t1ú1Hk las mujeres, y por ser cuestión que hace 1 t 1 111 1f1111d1dncks del gusto de una época. Hoy estamos 11. 11111 dl' los signos por los que cualquier mujer es más

Se trata en ambas de aplicar la noción de semblante a la diferencia de los sexos y sus relaciones.

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J.A.Miller parte de considerar que en la ensel'lanza de Lacan Ja noción desemblante sirve para emplear lo simbólico y lo imaginario conjuntamente, en oposición a lo real, y no en oposición al ser. Por esa razón, contrariamente a Ja creencia deque las mujeres y sus " mascaradas" ejemplificarían mejor .el semblante contra la supuesta "esencialidad" de los hombres, él orienta su indagación en sentido inverso, atisbando en ellas lo real que se opone a la seriedad con que ellos sostienen los semblantes culturales tan " necesarios" . Encontrará entonces el lector, en la segunda conferencia, cómo saca a luz la figura, por lo general muy velada, del cinismo femenino, tal como se encarna en la creación 1iteraría de R. Queneau, Zazie en el metro, para mostrar cómo ella efectúa su muy lógica, implacable y generalizable denuncia crítica al mundo de los semblantes en toda su extensión. Y encontrará también cómo este punto de vista ilumina párrafos de Freud de El Malestar de la Cultura. Creo que no hay que entender esto último como un retorno al psicoanálisis Juego de haberse alejado un poco por la literatura. La trama que se teje es la de explorar el real del psicoanálisis -presente en Freud por la invención del dispositivo- como igualmente opuesto al semblante, para entender mejor el reclutamcnto que efectúa de las mujeres y sus intereses, tan notable, pm lo dc111í1s, en nuestro medio. Ocurre que si esto es asl dcsd1: Ftrnd, podemos decir que se ha intensifi cado pw las p lll • la'i 11l>1l'1111'' en la enseñanza de

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1111ll' que todos los hombres ...

I' 111 huy el riesgo de que el psicoanálisis se detenga una l 111 ,., ,111tc ellas, incluso ante su "Nosotras las mujeres'', p 11 11 111plcarunaexpresión del mismo Miller, pomo ser fácil t111• , 11lnhrn en a levantar un velo al que deben sus encantos. 11•'11 1u. entonces, al lector, que puntúe el modo en que Miller , 1 1gl'lnús en la clínica psicoanalítica de las muj eres~ no sólo 1l11111do en que circunscribe el cinismo femen ino (bien llama1h1 ''"'· pues no es sin alusión al objeto en su modalidad 1\l' t l.:mcncial), sino su intención de considerar también en las 1111qcres un fetichismo insuficientemente analizado aún. S1 he logrado evocar con lo anterior la estrecha relación q11l' trasudan estas conferencias entre los problemas cruciales q11c agitan a la responsabilidad de Ja causa analítica hoy, y la

lnboración de saber, el lector encontrará solo en la última, la 111ancra de llegar a lo más agudo del debate sobre el deseo del analista a Ja luz de los resultados del dispositivo del pase.

l

En ella J.A.Miller retoma el tema de mujeres y semblantes, y esboza los fundamentos de una clínica "femenina" delineando algunas de sus figuras, comparádolas con las figuras masculinas, y mostrando cómo Lacan enriqueció y corrigió las vías abiertas por Freud al respecto. Considero esa perspectiva fundamento de una cl ínica propiamente psicoanalítica, de la que queda mucho por ordenar y desarrollar, y por la que poco a poco podríamos realmente tomar

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distancia de la herencia psiquiátrica.en la que inicalmente sl' sostuvo, Una reciente conferencia de Carmen Gallano en esa línea, dictada en la EOL, sobre madres y mujeres, me anima a decir eso.

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Pero lo importante acá es queMillerpresentaesas posiciones para contraponerles la figura de una verdadera mujer, una femineidad, por el sesgo -no hay otro- de su repentina contingencia.

1 1t'~ l'11tación

Lo hace desarrollando los ejemplos mencionados por Lacan en lo tocante a Medea y a la Madeleine de Gide. Y es más importante aún que con esos destellos cierra esta tercera conferencia abriendo al debate más actual sobre la relación entre, por un lado, el fin de análisis y el deseo del analista, y por el otro, las posicione:; -:;n la sexuación. ¿Será decid ibk oponiendo el atravesamento del fantasma como accesc a la contingencia de la femineidad versus la identific"ción al síntoma como incurable necesariedad fálica? J.A.M illerdejaen la ocasión el problema planteado, más un deseo que el lector sabrá entender. J.C.lndart

l 1\N/\ LI STA Y LOS SEMBLANTES 1

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1< 'hnmorro: La reunión de esta noche tiene una relevancia En primer Jugar, esta interven' 1111 1dl: hoy, deJacques-AlainMiller, hace serie con otras que 11 ,d11n e n Buenos Aires desde hace tiempo. Tienen tod as, en , 11 11 11 forma, por referencia, su curso, y fueron de gran 11111mrl estructural de la palabra, en tanto hay algo que no se puede decir, es un secreto que hay del lado de las mujeres. Y tanto

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es así, que el secreto puede ser condic1ú11
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