Motivación ensayo

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Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Psicología y Educación Ginneth Viviana Hernández Galvis Cód. 04861297

Mayo 23, 2012

MOTIVACIÓN: UN FACTOR IMPRESCINDIBLE EN EL APRENDIZAJE La motivación, entendida como el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades que le conducen a él en donde dicho interés se puede adquirir, mantener o aumentar en función de elementos intrínsecos y extrínsecos. (Díaz y Hernández, 1998), 1 998), cumple un papel significativo e indispensable para el proceso de aprendizaje dentro del aula de clases. Un estudiante que posee motivación logrará con mayor facilidad aprender algo algo y transformarlo en conocimiento contrario a un estudiante que no quiere o permanece indiferente. La función entonces entonces del profesor se verá limitada a ser un agente exterior que tratara de desencadenar las fuerzas interiores del educando. Pero ¿qué estrategias debe utilizar el docente? Y ¿Qué factores y aspectos debe considerar para que el proceso de aprendizaje sea productivo y exitoso?

Factores que intervienen en el aprendizaje del estudiante

Motivación intrínseca y extrínseca

En el aprendizaje, la motivación depende inicialmente de las necesidades y los impulsos del individuo, puesto que estos elementos originan la voluntad de aprender en general y concentran la voluntad. Cuando una persona desea

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aprender algo, se produce un cambio, un aumento de expectativa y los esfuerzos que en un principio serian difíciles al realizar dicha acción se ven opacados y su grado de dificultad disminuido por el deseo de éxito y culminación. Lamas (2008), logra distinguir dos clases de motivaciones: la motivación intrínseca, que refiere a todas aquellas acciones realizadas solamente por el interés que genera la propia actividad. Siendo así esta última el fin, y no un medio para alcanzar otra meta. Y la motivación extrínseca, que hace referencia a todos los estímulos externos e incentivos que llevan al individuo a ejecutar una acción para satisfacer otros motivos que no son generados por la acción en sí misma, sino por la consecución de otras metas derivadas de la acción. Estas dos se mezclan continuamente y a veces resulta imposible separarlas. Dichas motivaciones varían de persona a persona e involucran diferentes clases de motivos: motivos primarios, también conocidos como motivos o necesidades biológicas; los motivos de estimulo, en donde don de se buscan nuevas sensaciones o emociones generadas por la curiosidad y los motivos sociales o aprendidos, que involucran a la sociedad y a la cultura particular de dicha sociedad, entre otros (Coon, 2010). Para que la función del docente sea completamente efectiva y eficiente, hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y conectarlos con los objetivos del aprendizaje o con la misma actividad (Peña, M). Hay muchos profesores que tienden a buscar técnicas interesantes para ellos pero que no provocan ninguna motivación en los educandos. Los estudiantes no se motivan por igual, por lo que

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es importante buscar y realizar actividades motivadoras que impliquen mayor  participación del estudiante.

Indefensión y desesperanza aprendida

El ideal del estudiante es alcanzar con éxito sus estudios, ser valorado y obtener recompensas de ello; sin embargo, cuando no lo logra, y sufre alguna experiencia de vergüenza y humillación pueden surgir dos problemas emocionales afectivos: indefensión y desesperanza aprendida (Herrera y Ramírez): a) Indefensión: cuando los estudiantes atribuyen el éxito escolar a causas externas fuera de su control y a causas internas estables y no controlables. b) Desesperanza aprendida: cuando la conducta de los estudiantes se orienta principalmente a evitar el fracaso escolar. Piensan que no importan lo que hagan ya que van a fracasar. No quieren participar porque sus ideas están mal. Antes de empezar cualquier actividad ya saben que van a estar mal. Son derrotistas en potencia y tienen muy baja autoestima. Para ello es necesario que el maestro a través de sus actitudes, comportamiento y desempeño dentro del aula motivé a los estudiantes durante tres etapas a construir su aprendizaje

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Función motivadora del profesor  La motivación no es únicamente un ejercicio inicial, por el contrario refiere a una acción que debe mantenerse hasta el final y que además debe ser el punto de partida, si el proceso de aprendizaje tiene éxito, de nuevas motivaciones para nuevos procesos. Tal y como lo afirma de la Peña (2009) “... La motivación no se activa de manera automática ni es privativa del inicio de la actividad o tarea, sino que abarca todo el episodio de enseñanza aprendizaje, y que el alumno así como el docente deben realizar deliberadamente ciertas acciones, antes, durante y al final, para que persista o se incremente una disposición favorable para el estudio”

Por lo tanto es preciso que el profesor se plantee un triple objetivo en su acción motivadora: a) suscitar el interés b) dirigir y mantener el esfuerzo y c) c) lograr el objetivo de aprendizaje prefijado (Martínez (Martínez y Sánchez). Y que él, través de sus actitudes, comportamiento y desempeño dentro del aula motivé a los estudiantes a construir su aprendizaje, en cada una de las ya dichas etapas (antes, durante y al final). En 2009, Navarrete retomando textos de varios autores (García y Bacette, F. J. y Domenec, F. y Woolfok, A. E.) plantea y establece las tareas que el docente debe realizar en cada una de las etapas: 1. Manejo de la motivación “antes” : Primero que nada, el maestro debe mostrar una actitud positiva, ya que los alumnos la captarán inmediatamente cuando entre al salón de clase (mantener ( mantener una actitud positiva); El clima o la atmósfera del salón de clase debe ser cordial y de respeto. Se debe evitar 

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situaciones donde se humille al alumno (generar un ambiente agradable de trabajo); detectar el conocimiento previo de los alumnos, esto permitirá tener un punto de partida para organizar las actividades y detectar el nivel de dificultad que deberá tener. Asimismo, se podrá conocer el lenguaje de los alumnos y el contexto en el que se desenvuelven; preparar los contenidos y actividades de cada sesión, un maestro que llega a improvisar es detectado automáticamente por  los alumnos, por lo cual pierde credibilidad y los desmotiva; mantener una mente abierta y flexible ante los conocimientos y cambios, hay que considerar que los conocimientos se construyen y reconstruyen día con día; que existen diferentes perspectivas para abordarlos ya que no son conocimientos acabados e inmutables. 2. Manejo de la motivación “durante” : utilizar ejemplos y un lenguaje familiar al alumno, a partir del conocimiento previo del educando, el maestro puede conocer su forma de hablar y pensar. Utilizando esto se pueden dar  ejemplos que los alumnos puedan relacionar con su contexto, sus experiencias y valores; variar los elementos de la tarea para mantener la atención, si el maestro siempre sigue las mismas actividades y procedimientos en todas las clases, los alumnos se aburrirán, ya que éstas se harán monótonas. Por ello, el maestro deberá tener una amplia gama de estrategias de aprendizaje para que los alumnos se motiven en la construcción de su aprendizaje; organizar actividades en grupos cooperativos, pueden ser exposiciones, debates, representaciones, investigaciones, etc. las actividades en grupos cooperativos permitirán a los

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alumnos tener diferentes puntos de vista sobre el mismo material, por lo cual sus compañeros servirán de mediadores en su construcción del conocimiento. 3. Manejo de la motivación “después” : diseñar las evaluaciones de forma tal que no sólo proporcionen información del nivel de conocimientos, sino que también permitan conocer las razones del fracaso, en caso de existir: la evaluación debe permitir detectar las fallas del proceso enseñanza aprendizaje, para que el maestro y el alumno puedan profundizar en ellas y corregirlas; evitar  en lo posible dar sólo calificaciones, se debe proporcionar a los alumnos información acerca de las fallas, acerca de lo que necesita corregir y aprender y finalmente tratar de incrementar su confianza, emitir mensajes positivos positivos para que los alumnos se sigan esforzando, en la medida de sus posibilidades.

En conclusión, teniendo en cuenta los factores que intervienen en el aprendizaje del estudiante, es deber del docente su reconocimiento y la aplicación de no solo las tareas anteriormente enunciadas si no de todas aquellas que fomenten, involucren y motiven al estudiante a adquirir ad quirir conocimiento sobre algo. La motivación es una herramienta indispensable para que el proceso de aprendizaje sea efectivo y es necesario que dicha motivación sea una acción continua y articulada con las dinámicas y didácticas que el profesor maneje en el aula de clases.

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Referencias Díaz, A.F. & Hernández, G. (1998) Estrategias Docentes Doc entes para un Aprendizaje Significativo. Una Interpretación Constructivista. México, Ed. Mc. Graw Hill. Lamas Rojas, H. (2008) Aprendizaje Autorregulado, Motivación y Rendimiento  Académico. Lima: Liberabit. Coon, D. (2010) Motivation and Emotion. En Introduction to Psychology. (p.p. 319356). Wadsworth, Belmont. Peña, M. (s. f.) ¿Cómo Despertar la Motivación en el Aula? Recuperado de http://www.ada-hi.org/descargas/Ponencia3.pdf  Herrera, C.F. y Ramírez, S. I. (s. f) Motivación. Recuperado de http://www.ugr.es/~iramirez/Motivacion.htm De la Peña, X. (2009,15 de abril) La Motivación en el Aula. Educación Pedagogía e Intrucción, 1. Recuperado de

http://www.barbarazamoram.blogspot.com/2009/04/articulo-i.html Martínez E. y Sánchez S. (s. f.) La motivación en el aprendizaje. Recuperado de http://www.uhu.es/cine.educacion/didactica/0083motivacion.htm Navarrete Ruiz, B. (2009) La Motivación en el Aula. Funciones del Profesor para Mejorar la Motivación en el Aprendizaje. Recuperado de http://www.csicsif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_15/BELEN_NAVA RRETE_1.pdf