Monografía de Los Valores Terminado
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“Año
del Buen Servicio al Ciudadano”
CURSO: Desarrollo Personal PROFESORA: Chavarri Arce, Raquel Martha TEMA: Los valores humanos y su importancia en la vida profesional SECCIÓN: V GRUPO: 3 INTEGRANTES: Mariano Salazar, Edwin Rodriguez Menacho, Valeria Valdez Fuentes, Luis Ñiquen Esqueche, Jason Gamboa García, Gary Moreno Huasasquiche, Marcelo
LIMA - PERÚ
Sumario Resumen Introducción Capítulo I. Los valores humanos 1.1 Concepto de los valores humanos 1.2 Los valores humanos en las relaciones humanas 1.3 Los valores humanos en el campo laboral 1.3.1 Ética Laboral A. Responsabilidad B. Excelencia C. Conducta intachable D. Integridad E. Compromiso F. Lealtad G. Respeto 1.3.2 Actitud Laboral A. Maneja el estrés B. Optimiza tu tiempo C. Desarrolla tu liderazgo D. Ser proactivo Capítulo II. Tipos de valores humanos en el campo laboral 2.1 Automotivación 2.1.1 Formas de aumentar la automotivación 2.2 Responsabilidad 2.3 Adaptabilidad
2.3.1 Adaptabilidad a las empresas 2.3.2 Adaptabilidad a las personas 2.4 Dedicación 2.5 Lealtad Capítulo III. Trascendencia de los valores humanos en la vida profesional. 3.1 Importancia de los valores que debe desarrollar el Ing. Industrial 3.2 Aplicación de los valores que debe desarrollar el Ing. industrial Capítulo IV: Técnicas para desarrollar o mejorar los valores en lo laboral 4.1 Identificación y reconocimiento de los valores 4.2 Autocontrol 4.3 La jerarquización de valores 4.4 Reforzar y perseverar en la aplicación de los valores V Conclusion VI Bibliografía
RESUMEN En el capítulo I veremos que son los valores humanos, su concepto, la importancia y por qué se debe aplicar al campo laboral, en este último el ingeniero industrial debe tener en cuenta dos aspectos a grandes rasgos como son la ética laboral y la actitud laboral. En el capítulo II veremos los tipos de valores humanos en el campo laboral, como son: la automotivación, la responsabilidad, la adaptabilidad, la dedicación y la lealtad, uno de los puntos más importantes es la adaptabilidad ya que el ingeniero industrial debe tener en cuenta los dos tipos que son adaptabilidad a las empresas y adaptabilidad a las personas. En el capítulo III veremos la trascendencia de los valores en la vida profesional, así como la aplicación e importancia que debe tener en cuenta el ingeniero industrial para un mayor desempeño en lo laboral. En el capítulo IV veremos las técnicas para desarrollar y mejorar los valores en lo laboral, como son: Identificación y reconocimiento de los valores, autocontrol, la jerarquización de valores y el reforzamiento y perseverancia en la aplicación de los valores, estas técnicas ayudaran al ingeniero industrial no solo a
administrar personas y formar equipos para mejorar el rendimiento de la empresa, sino también a tener la capacidad de resolver conflictos que se presenten.
INTRODUCCIÓN Los valores son de vital importancia en la sociedad, sin embargo, estos no valen por sí solos, puesto que el hombre es quien les da el verdadero significado; una vez que lo comprendemos, lo hacemos parte de nuestra vida. Este tema es bastante interesante, ya que nosotros tenemos que profundizar más nuestros conocimientos éticos y morales en el ámbito profesional, ya que debemos dar solución con una mayor y mejor eficiencia a esos problemas reales que se nos presentarán en el campo laboral.
Por lo general, con el tiempo, la gente les toma menos importancia a los valores humanos; cada vez le significan menos y ello tiene como consecuencia un impacto negativo que afecta a nuestra vida, incluso a nuestro empleo. Por ello, esta monografía está orientada para que los lectores tomen conciencia acerca de cómo puede mejorar su vida profesional poniendo en práctica los valores.
CAPÍTULO I LOS VALORES HUMANOS 1.1 Concepto de los valores humanos Los valores humanos son aquellos actos que permiten una buena convivencia en la sociedad y estos se encuentran en las culturas, las sociedades y en todos los lugares donde los seres humanos interactúan con los demás.
Los valores son esa guía que ayuda a las personas a orientarse hacia lo que es correcto, aun cuando existan nuevas costumbres a través de la historia estos se mantendrán inalterables, ya que definen al ser humano como especie.
Todo objeto tiene un valor, de mayor o menor importancia, en la medida en que sirve mejor para la supervivencia y prosperidad del ser humano; es por esto que los valores que se eligen y se persiguen en la propia vida se corresponden con la realidad del hombre es decir “verdaderos”, puesto que solo los valores verdaderos pueden conducir a las personas a un desarrollo pleno de sus capacidades naturales, sin embargo puede afirmarse que, en el terreno moral,
un valor será verdadero en función de su capacidad para hacer más humano al hombre.
El valor humano en nuestras vidas es fundamental, ya que nos permite alcanzar determinadas cosas y por sobre todo adquirir actitudes relevantes para actuar como sujetos más comprometidos; por ejemplo: responsabilidad, respeto, compromiso, amor, justicia, sencillez, optimismo, entre otros.
En la actualidad, estamos inmersos en una sociedad que ha perdido muchas de estas actitudes y que hacen al valor humano como el eje central de una sociedad más equitativa; es decir, nos estamos rigiendo por la pérdida de metas, objetivos claros, para tornarnos más consumistas y materialistas; lo cual crea en nosotros una falsa felicidad y nos enceguece ante los verdaderos y simples hechos que nos permiten ser más humano en esta sociedad global. Lo más importante, es valorarse uno mismo y tal cual es. Porque ello nos permitirá aceptar y querer a las demás personas por lo que son y no por lo que tienen.
1.2 Los valores humanos en las relaciones humanas Las relaciones humanas son capaces de crear y mantener entre los individuos una cordial comunicación, vínculos amistosos, relaciones cordiales y fundamentalmente el conocimiento y respeto de la personalidad humana, el objetivo de las relaciones humanas es que la persona tenga buena calidad de vida y que se desarrolle plenamente. Los valores son importantes y necesarios, pues son los pilares sobre los que se cimienta la identidad humana y nos sirven de guía para poder convivir sobre la base de la sociedad.
Cuando se dice que un acto humano tiene un valor moral implica que este valor moral puede ser de signo positivo o de signo negativo; trabajar, por ejemplo, tiene valor moral positivo, pero asesinar tiene un valor moral negativo lo cual hemos designad como "inmoral"; pero esta palabra, en su etimología, indica más bien un desligamiento del valor moral, pero los únicos actos que están desligados de los valores morales son los actos del hombre, sin embargo, estos ya han sido calificados como "amorales".
Todo acto humano tiene un elemento psíquico que también es motivo de una valoración moral, este es el "Fin" o "intención", que es el objetivo o finalidad por el cual se realiza un acto humano, ya que el hombre al ser un ser social y vivir rodeado de personas, necesita de ellas para su realización y crecimiento, por ello es difícil poder vivir en soledad y aislamiento.
Pese a esto, no todos los valores poseen la misma importancia, ya que los valores se sistematizan y organizan de forma jerárquica en sistemas de valores que se interrelacionan, formando así relaciones de necesidad y dependencia entre ellos.
A medida que vamos creciendo y desarrollándonos, encontramos de imprevisto amistades, muchas veces comienzan sin buscarlas: alguien “nos cae bien” y comenzamos a relacionarnos con esa persona; convicciones, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones, ideas políticas, creencias, religión son algunos de las cosas en común, que pueden hacer que nos hagamos amigos de alguien, ya
que es importante sentirnos a gusto con una persona y compartir sentimientos, este es el principio a lo que llamamos amistad. 1.3 Los valores humanos en el campo laboral Para comenzar a hablar sobre el tema señalado, tenemos que tener muy en claro qué es la ética profesional que es el estudio moral de los comportamientos deseables y una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral en donde los valores están muy presentes.
La ética profesional descubre en la persona la eficacia y la moral al realizar su trabajo en base a los valores y estos representan el cómo hacemos las cosas, por eso mismo, no solo tiene que encontrarse en la actitud de los miembros, sino en todo aquello que intervenga en el grupo de trabajo; ya que todo ello ayuda al buen funcionamiento de la organización y de trabajadores, creándose así un ambiente donde se compartan valores que ayuden al rendimiento y éxito de una empresa o lugar de labor, y a su vez una mayor facilidad de adaptación para los integrantes que formen parte del trabajo. Los valores en el campo laboral se relacionan con los siguientes aspectos:
1.3.1 Ética Laboral Algunos de los principios y valores que rigen la ética laboral son: A. Responsabilidad: es el compromiso con el trabajo bien hecho, al cumplimiento dentro de las obligaciones, normas y horarios. Además, te permite reflexionar y evaluar las consecuencias de tus acciones. B. Excelencia: dar lo mejor de ti, ser meticuloso, detallista e innovador en la ejecución de tu trabajo.
C. Conducta intachable: actuar con rectitud y honestidad, lo que de paso ayudará a ganar la confianza del resto. D. Integridad: desenvolverse en concordancia con creencias y valores con rectitud y honradez. E. Compromiso: aceptación y voluntad de cumplir metas y valores de la organización, así como trabajar para la consecución de obligaciones y promesas. F. Lealtad: ser fiel a la empresa y al equipo de trabajo, ofrecer apoyo y rechazar influencias indebidas que puedan generar conflictos de interés. G. Respeto: demostrar respeto por las personas, las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes a las propias.
1.3.2 Actitud laboral Si enfrentas tu trabajo con la actitud correcta lograrás encontrar un equilibrio positivo en tu vida, tanto el estrés como la sobrecarga de trabajo son parte de los males del siglo XXI, por ello debemos aprender a sobrellevar esto de la mejor forma posible para que no afecte nuestro rendimiento laboral y calidad humana; a todo esto, proponemos incorporar ciertos hábitos que te permitirán marcar la diferencia, sobre todo en momentos de gran presión laboral.
A. Maneja el estrés: si bien existe el estrés bueno, ya que estimula al organismo a reaccionar ante situaciones regulares, cuando las exigencias y estímulos del entorno, especialmente los relativos al trabajo, superan el límite de las personas y se mantienen en el tiempo, éste se convierte en algo negativo. Sin embargo,
está en tus manos el poder manejar el estrés laboral. Para ello te recomendamos:
Establece una rutina diaria, que incluya idealmente alguna actividad física o de recreación.
Organiza tu tiempo en el trabajo destinando lapsos para llevar a cabo todas tus tareas y contemplando media hora para imprevistos.
Ordena tu escritorio para que tengas a mano lo que necesitas y un ambiente despejado.
Preocúpate de dormir las horas que corresponde.
Siempre busca en que aspecto innovarás el día de hoy para tu trabajo.
B. Optimiza tu tiempo: esto es un gran desafío, ya que la mayoría de los profesionales deben cumplir plazos y metas, además de realizar múltiples tareas y funciones durante el día. Algunos consejos que te ayudarán en este objetivo son los siguientes a mencionar:
Organiza y mantén limpio tu lugar de trabajo.
Sé puntual.
Comparte y/o delega tareas.
Escucha atentamente y toma notas cuando te encarguen tareas, así como tener claro los requerimientos te ayudará a ser más eficiente.
Evita las distracciones, especialmente las que se pueden encontrar online.
C. Desarrolla tu liderazgo: esto no implica tener un cargo de jefatura o responsabilidad, es más bien una actitud que te permitirá destacar incluso entre tus pares y de paso les demostrarás a tus jefes el gran potencial que tienes. Si
bien no existe un modelo único de liderazgo, quienes se han posicionado como buenos líderes comparten ciertas características:
Orientación al logro de objetivos.
Conocen sus fortalezas y debilidades.
Están al tanto de lo que ocurre en su entorno.
Son íntegros, innovadores y responsables.
Son apasionados por lo que hacen.
Son claros para expresar ideas y dar instrucciones, y logran inspirar a los demás.
Tienen inteligencia emocional.
Hacen crecer a la gente de su equipo.
D. Ser proactivo: el empleador moderno necesita gente comprometida con la empresa, con actitud y aptitudes especiales; la proactividad hace referencia a las competencias y características del trabajador, tales como: optimismo, creatividad, apertura a nuevas ideas y desafíos, capacidad para anticiparse a los problemas y tomar buenas decisiones, algunas de las características de las personas proactivas son:
Expresan sus opiniones de manera asertiva.
Les gusta asumir retos y desafíos nuevos.
Actúan con decisión para alcanzar sus metas.
Enfrentan de manera positiva los cambios e incertidumbres.
Transforman los problemas en oportunidades.
Son perseverantes, no se rinden al primer cambio.
Generan nuevas ideas y estrategias para resolver las dificultades.
CAPÍTULO II TIPOS DE VALORES HUMANOS EN EL CAMPO LABORAL 2.1 Automotivación Automotivarse es darse a uno mismo las razones, impulso, entusiasmo e interés para realizar una acción específica o un determinado comportamiento, con el fin de influir en tu estado de ánimo para que así puedas proceder de una manera precisa y efectiva en un aspecto de tu vida; con esta habilidad tendrás una fuerza interna que será un “motor potente” que te impulsará hacia adelante, así como hacer que produzcas en ti la energía vital necesaria para realizar esfuerzos extraordinarios y lograr un determinado objetivo o meta. Por eso, es fundamental que cualquier persona que busque mejorar, dirigir, gobernar y gestionar su vida, necesite automotivarse y entender las consecuencias positivas que ello trae.
Las empresas buscan empleados que requieren poca supervisión y dirección para que el trabajo sea realizado de manera oportuna y profesional; y puesto que los empleados automotivados requieren muy poca dirección de sus supervisores ya que el mismo comprende sus responsabilidades en el trabajo y lo hacen sin
ningún tipo de insistencia de los demás, son los más requeridos por las empresas.
2.1.1 Formas de aumentar la automotivación:
Las ganas no vienen solas: muchas personas se confunden al creer que primero deben “tener ganas” y luego actuar. Esto es un error. Haz la prueba; primero actúa y después verás cómo tienes más ganas de continuar haciendo cosas. Mucha gente decide seguir trabajando una vez que ya ha empezado.
Fíjate unos objetivos realistas: es bueno que dividas estos objetivos en subobjetivos que te permitan valorar si efectivamente te estás acercando a la meta deseada. Ver que estamos en el camino correcto es muy motivante.
Proporciónate algún premio cuando crees que has hecho las cosas bien.
Evita postergar tareas: la postergación (aplazar las tareas sin motivo) puede hacer que tus niveles de motivación desciendan por verte incapaz de conseguir tus objetivos.
Aprende habilidades: si para conseguir un objetivo crees que te faltan técnicas específicas, intenta adquirirlas o pide ayuda a otra persona para que te las enseñe.
Queda con otras personas para emprender una tarea si te es posible.
Imagina las consecuencias de no actuar. Una técnica diferente, pero efectiva es pensar en la frustración que puedes sentir al vincular mentalmente el dolor de no actuar. Imagínate las consecuencias malas de no ponerte en marcha y hacer lo que tienes que hacer.
2.2 Responsabilidad Es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo, también es el hecho de ser responsable de alguien o de algo. Por un lado, su importancia radica en que facilita la convivencia social cuando se cumplen las normas y horarios, facilita la atención y el interés para ejecutar las órdenes y tareas, consigue que las personas se vuelvan ordenadas y cumplidoras de sus obligaciones.
Por otro lado, es uno de los aspectos más valorados por la sociedad; por ello, las empresas valoran los empleados que son responsables, es decir, los empleados que cumplen con las tareas asignadas y son puntuales al hacerlo, ser responsable laboralmente también implica estar informado sobre los proyectos de la empresa y mantener el ritmo con que se trabaja, además de siempre estar contribuyendo con ideas, opciones a mejoras e implementaciones para el trabajo.
2.3 Adaptabilidad Es la capacidad de una persona para adaptarse a un nuevo medio o situación, este concepto nos presenta la idea de que el estudiante, el trabajador o el directivo que mejor se adapte a los cambios continuos y exigentes será aquel que tendrá más fácil encontrar un espacio en el cada vez más complejo mercado laboral.
Las investigaciones nos dicen que el mercado de trabajo está fuertemente sometido a los avances tecnológicos, a la innovación, a las competencias, a la
adaptabilidad, por lo cual de ninguna manera debe entenderse como un proceso pasivo, donde el individuo se “somete” a las reglas imperantes; por el contrario, supone una participación activa en las modificaciones que ocurren a su alrededor, contribuyendo con aportes personales a la mejora de los modelos imperantes, por ello una persona con buena capacidad de afrontamiento a los cambios no sólo aceptará nuevas pautas o políticas que la empresa considere conveniente de implementar, sino que además estará dispuesto a poner su creatividad al servicio de la misma, incentivará a los demás a sumarse a las nuevas condiciones
y permitirá que quienes estén a su cargo se desenvuelvan con iniciativa y esta capacidad atraviesa a toda estructura empresarial, desde las posiciones gerenciales hasta las más operativas. La adaptabilidad a su vez se puede aplicar al ámbito de la empresa y persona:
2.3.1 Adaptabilidad de las empresas Entendida como capacidad de una empresa o unidad productiva de acompasar su organización y gestión de la producción a los cambios originados por la introducción de nuevas tecnologías, a los vaivenes de la demanda y al incremento de la competencia por los mercados.
2.3.2 Adaptabilidad de las personas Entendida como capacidad de una persona o grupo de personas a los cambios demandados por la empresa, sector, entorno, así como a las exigencias organizativas y de dirección que son necesarias para dar una respuesta adecuada.
2.4 Dedicación Se puede definir la dedicación al trabajo como la entrega intensa a una actividad determinada, estar dispuestos a entregarse sin condición al cumplimiento del deber para con los demás o con uno mismo con atención, cortesía y servicio. 2.5 Lealtad La lealtad organizacional es una actitud de profundo compromiso de los empleados con la empresa y se manifiesta en las cosas a las que nuestros subordinados están dispuestos a renunciar o a hacer con sacrificio por el bien de la organización.
A menudo algunos índices como rotación del personal, clima organizacional y satisfacción de los empleados son considerados como factores clave para aumentar la lealtad. Si bien es cierto que mejorar estos indicadores es conveniente, no necesariamente su impacto es directo sobre lo que llamaríamos la genuina lealtad, ya que los empleadores valoran a los empleados en que puedan confiar y que muestran su lealtad a la empresa.
Atrás han quedado los días donde los empleados comenzaban y terminaban en la misma empresa, puesto que se dice que la mayoría de la gente llevara entre 8 y 12 puestos de trabajo durante toda su carrera, por ello las compañías ofrecen crecimiento y oportunidad a sus empleados con el fin de obtener la lealtad de ellos; ya que, los empleados hoy en día quieren sentir una sensación de satisfacción en sus puestos de trabajo y hacen un buen trabajo siempre y cuando sienten que su empleador es justo con ellos.
CAPÍTULO III TRASCENDENCIA DE LOS VALORES HUMANOS EN LA VIDA PROFESIONAL
Todo profesional debe regirse bajo ciertas normas y principios morales y éticos dentro de la sociedad y más aún dentro del ámbito laboral, lugar donde se promueven la responsabilidad, el respeto, la iniciativa, el dominio, la cooperación, la creación, la libertad, la lealtad, el compromiso, la honestidad y otros valores que se unen día a día para lograr ser parte de una empresa.
Toda empresa es un espacio donde personas con diferentes funciones se relacionan para cumplir un objetivo, un espacio donde el comportamiento de los miembros no es arbitrario sino que está sometido a unas reglas de cooperación, que hacen posible la autorrealización personal en un clima de respeto mutuo donde se hallan delimitadas las responsabilidades que se comparten, ya que establecen un sistema de división y reparto de derechos y deberes, de beneficios y patrimonios, de responsabilidades y poderes, de ventajas y desventajas, de plusvalías y gravámenes; por ello, toda institución debe tener en cuenta la perspectiva del personal para que funcione en conjunto con la perspectiva
empresarial, es decir evaluar y resaltar las habilidades de sus empleados para asignar funciones y mejorar así el cumplimiento, la motivación y el desempeño de su labor, así mismo tener en cuenta sus falencias para mejorar y corregirlas.
3.1 Importancia de los valores que debe desarrollar el Ing. Industrial La educación en valores, en la formación profesional de un ingeniero industrial, es importante para humanizar lo social de la profesión en las competencias profesionales, ello significa desarrollar la personalidad profesional integral, mediante la modelación del ejercicio profesional en el proceso docente y en toda la vida universitaria, para el desarrollo de los futuros modos de actuación profesionales; para ello, el modelo o aspiración de competencias y actitudes profesionales debe estar definido y debe tener un carácter pluridimensional, que abarca las siguientes dimensiones a desarrollar: intelectual, técnica, ética, estética, política y otras según la profesión, y de otros factores a considerar.
La imagen de la ciencia y de la tecnología existe en los futuros profesionales, que varía según las concepciones y paradigmas con que se interpreten y comprendan dichos procesos producto de los contenidos de la carrera como son los conocimientos, enfoques, habilidades, relaciones, comportamientos de los docentes, estilos y maneras de determinar y solucionar problemas de la vida universitaria en general.
El contenido de la formación profesional se refiere a la cultura que debe alcanzar un profesional para ejercer adecuadamente su profesión, y que abarca no sólo los conocimientos científicos y tecnológicos necesarios que respondan a esa
rama y objeto del saber y saber hacer específicos, sino a una cultura profesional como resultado de un tipo específico de educación científico-tecnológica, entendida ésta como: el proceso continuo de adquisición de conocimientos teóricos y prácticos y de formación de valores en relación con la práctica tecno científica, que propicie una actitud crítica de los aspectos contradictorios presentes en las relaciones entre la actividad científico-tecnológica y las otras formas de actividad social.
La cuestión no estriba en la mayor o menor información que un profesional posea, sino en los principios y las concepciones que éste posea para comprender a la sociedad y, en ella, el lugar de su profesión para gestionar adecuadamente la ciencia a la tecnología.
En estas condiciones la formación integral y especializada son dos pilares de la profesionalidad. De ahí que la formación socio-humanista en particular adquiera mayor significado en cuanto a la creación de una cultura que permita interpretar el paradigma vigente y lograr el desarrollo sustentable.
3.2 Aplicación de los valores que debe desarrollar el Ing. Industrial Un ingeniero industrial debe contar con suficiente aptitud para desempeñar su trabajo. Ser competitivo implica ser competente. Al volante deben estar los mejores, los más preparados, los más capaces. La aptitud es una cualidad objetiva y medible que debe ser retroalimentada mediante el aprendizaje y premiada. En un mercado altamente competitivo, la aptitud de los directivos en el desempeño de sus funciones determinará el futuro de toda su organización.
Contar con profesionales con gran capacidad de trabajo, esfuerzo y superación nos garantiza resultados a medio y largo plazo. Ahora bien, este no debe ser medido y retribuido en horas de estancia dentro de la empresa. Hemos de redefinir el sentido del esfuerzo y reorientarlo a la obtención de calidad y resultados. El profesional debe cambiar su mentalidad y buscar cómo aportar más valor. Para que la cultura del esfuerzo penetre en todos los niveles de la organización, hemos de transmitirla con el ejemplo. Es necesario recurrir a la ejemplaridad para poder cambiar las cosas internamente y esta debe de comenzar desde la propia Dirección General.
Un profesional acude voluntariamente a su trabajo, es decir, acepta las normas, se compromete a ser leal desde el inicio y a tiempo completo, a compartir y difundir el conocimiento adquirido con el resto de la organización, evitando arrogarse como éxito personal el trabajo colectivo, sin incurrir en una gestión aislada de su función o departamento, a ser transparente y explicar el porqué de sus decisiones con visión de conjunto. En ocasiones el compromiso conlleva a asumir riesgos en la toma de decisiones o a colisionar con otras visiones e incluso intereses particulares. El coraje del profesional fiel a unos principios debe ser puesto en valor en aquellas organizaciones basadas en retener a los mejores profesionales.
El compromiso de la empresa debe ser mantener en forma a su equipo, con un proceso definido y planificado a lo largo de la vida laboral, despejar el terreno de juego profesional a todos sus integrantes por igual, canalizar el talento adecuadamente y en la última etapa laboral el trabajador pueda seguir siendo
útil transfiriendo su conocimiento al resto de la organización. Así un trabajador podrá representar 30 años en conocimiento y no 1 año repetido 30 veces.
La ética pertenece a los individuos y no a las empresas, puesto que son las personas quienes representan a las empresas, la ética es la misma en el entorno familiar que en el laboral y la escala de valores no se aprende en las escuelas de negocios, viene con la persona, con su educación; sin embargo, la cultura dentro de las organizaciones debe potenciar un comportamiento ejemplar de sus trabajadores, censurando comportamientos impropios, también un profesional no debe refugiarse en los intereses de su empresa para comportarse de manera poco ética, con el fin de lograr un objetivo sea cual fuese, ya que el profesional debe ser honesto, cumplir con sus obligaciones, ser congruente entre cómo piensa y cómo actúa, y su labor al frente suponga un activo profesional y personal que permita abrir camino a la empresa para la cual trabaja.
Cuidar las formas y respetar los códigos en nuestras relaciones con los demás sí es importante dentro y fuera de nuestra organización, especialmente con culturas distintas a la nuestra, por ello saber mantener un trato exquisito permitirá disponer de una mayor capacidad de interlocución y reconocimiento de quienes te rodean, así como cuidar la forma en cómo nos dirigimos, en el trato personal o por escrito, con especial mención en las relaciones entre trabajadores de distinta escala de responsabilidad; ser puntual, abstenerse de comentarios personales inapropiados, cumplir con la confidencialidad de la información dentro y fuera de la empresa, aceptar los métodos de trabajo acordados y otras
muchas normas de convivencia que nos capacitan para el desempeño del trabajo en equipo, marcan las diferencias entre las organizaciones.
Humildad, curiosidad, pasión, inconformismo; todas ellas responden a una actitud que es propia de un agente del cambio que marca la diferencia en un equipo, así como escuchar y respetar a aquellos que piensan diferente, ser consciente del dinamismo del mercado, ser abierto, observador y en constante aprendizaje.
CAPÍTULO IV TÉCNICAS PARA DESARROLLAR O MEJORAR LOS VALORES EN LO LABORAL El nivel de los valores expresa concepciones del mundo, ideas de lo que debe ser correcto y lo ético, sin embargo en el campo laboral los valores crean sentido de identidad, establecen marcos de referencia para implementar las prácticas, las políticas y los procedimientos, así como un marco para evaluar la efectividad de su implementación y determinar la forma en que se gestionan los recursos, ellos son capaces de motivar al personal y de reducir la confusión de todo el sistema organizacional; en este sentido, los valores sirven para resolver los problemas básicos de integración de los grupos en sus procesos internos y, con ello, afianzar su capacidad de supervivencia y adaptación, todo ello surge vinculado a las ideas de personas influyentes, líderes del grupo, y en la medida en que se van generalizando se convierten en presunciones.
Las presunciones acerca de la naturaleza de las relaciones humanas son el resultado del aprendizaje del grupo, en cuya base se encuentra la necesidad de enfrentar situaciones problemáticas juntos, así como de concebir de manera
conjunta las alternativas de solución hasta llegar a implementar la más adecuadas.
La práctica de los valores nos ayuda a tener mejores relaciones interpersonales e intergrupales las cuales condicionan el funcionamiento de la organización laboral, el establecimiento y mantenimiento de relaciones funcionales y saludables resultan imprescindibles para el funcionamiento armónico de una organización, por lo que en el ámbito laboral resulta oportuno el desarrollo de programas que promuevan los sistemas de apoyo social, con el propósito de mejorar el trabajo en equipo, el desempeño grupal y el fortalecimiento de valores organizacionales como la cohesión y la solidaridad.
Los valores se forman y es este un proceso altamente complejo donde se aprenden conocimientos, emociones y patrones de conducta, que se desarrollan habilidades y actitudes; por ello, para facilitar este proceso de aprendizaje y lograr el fortalecimiento de los valores deseados es necesario buscar desarrollar la aplicación de los valores.
4.1 Identificación y reconocimiento de los valores
Los ingenieros industriales deben reconocen aquellos valores que puedan ayudarle a mejorar y reforzar sus capacidades dentro del campo laboral, así como elegir lo que es más adecuado para ponerlo en práctica; y de este modo poner en evidencia un buen desempeño para elevar sus niveles de satisfacción personal, reforzar la confianza en sus capacidades y lograr los objetivos o metas de las empresas.
4.2 Autocontrol Es la habilidad para regular nuestros impulsos, emociones, deseos y acciones; este dominio nos permite desarrollar un comportamiento adecuado en situaciones laborales, sin embargo si los impulsos no son dominados y controlados, traerán como consecuencia comportamientos negativos de los cuales luego nos arrepentiremos. Generalmente el autocontrol va relacionado con la determinación que una persona tenga en cierto instante para tomar una decisión, o reaccionar de alguna manera ante las eventualidades que se presenten.
Si tenemos un correcto autocontrol se podrá crear un buen ambiente con los demás compañeros de trabajo y lograr una mayor empatía y buena estabilidad emocional, por ello el ingeniero industrial debe tener un buen autocontrol para que pueda tomar buenas decisiones en el trabajo.
4.3 La jerarquización de valores
Tanto a nivel social como personal, los valores asumidos se manifiestan a través de una escala que se va conformando a partir de las prioridades sociales e individuales desde el punto de vista espiritual; por eso, la jerarquización de valores es un elemento esencial a tener en cuenta en cualquier estrategia organizacional que se proponga la formación y el fortalecimiento de valores.
La jerarquización de valores es un hecho común en la conformación de las escalas de valores de los sujetos, quienes elevan a un primer plano o priorizan aquellos que reflejan más directamente sus necesidades e intereses, y esto también ocurre a nivel social, todo esto lleva a cuestionarse qué es lo que
determina que en un momento concreto determinado valor o valores asuman un rol más relevante que otros, sobre todo teniendo en cuenta que los mismos conforman un sistema.
4.4 Reforzar y perseverar en la aplicación de los valores Se tiene que reforzar los valores, ponerlos en práctica día a día, no como una obligación, sino como algo que es indispensable para el correcto desarrollo de tu vida, lo que contribuirá a que seas una mejor persona y realices de manera eficiente tus labores en el trabajo.
Las habilidades que se buscan en cualquier trabajo y que un ingeniero industrial debe tener en cuenta son los que tienen que ver con saber manejar relaciones interpersonales efectivas, saber trabajar en equipo, tener la capacidad de discernimiento para seleccionar la información adecuada y saber cómo sintetizarla, para ello se debe de tener en cuenta los valores que servirán de un soporte o base para que puedas alcanzar dichas habilidades, también tiene que sumarse a ello la perseverancia que implica llevar adelante cualquiera de tus propósitos y decisiones adoptadas independientemente de los obstáculos que haya que vencer, la perseverancia caracteriza, por tanto, el nivel funcional superior del valor en la regulación de la actuación.
CONCLUSION Jasón: Actualmente el éxito no solo está ligado a lo buen profesional que puedas ser en tu campo laboral, sino también a la manera en como empatizamos y nos interrelacionamos con los demás, aquí es donde intervienen los valores, los cuales nos ayudan a ser mejores profesionales y mejores personas; por estas razones hay que cuidarlas y mejorarlas constantemente. Edwin: Los valores dentro del ámbito laboral son muy importantes y esenciales para poder formar a un excelente profesional, para que pueda ser productivo y eficiente dentro de su trabajo y a la vez una persona con buenos principios y modales, lo cual hará que siga progresando y alcanzando éxitos en su vida. Luis: El éxito en la vida profesional de las personas depende más de los valores que se practiquen que del aspecto cognitivo, ya que estos ayudan a mejorar el rendimiento del trabajador en cada actividad que se le encomiende o que se proponga a sí mismo. Marcelo: Los valores humanos son muy importante en el desarrollo del ingeniero industrial, puesto que esto le ayuda a administrar personas y formar equipos para mejorar el rendimiento de la empresa, así como también a tener la capacidad de resolver conflictos que se presenten; por ello, deben tener la capacidad de mejorar y desarrollar estos valores.
Valeria:
BIBLIOGRAFÍA CARIAGA VALDEZ, Luis Tú y los valores humanos, 1era. Edic. La Paz, 2014, 50p. MANZANAL BERCEDO, Santiago
Ética profesional, 1era. Edic.
San José, Costa Rica, 1998, 45p
http://www.induing.com/actualidad/que-valores-deberia-cumplir-un-buen-profesional2/1190/ [Consultado el 16 de mayo de 2017]
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