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MÓDULO DE CAPACITACIÓN “VIOLENCIA DE GÉNERO”

MÓDULO VIOLENCIA DE GÉNERO CRÉDITOS: Dr. José Serrano Salgado Ministro del Interior Mgtr. Carina Argüello Moscoso Subsecretaria de Seguridad Interna Dra. Verónica Feicán Carrasco Asesora- Dirección de Género Elaboración: Jadira Pineda Tutachá Elisa Martínez Espinoza Revisión: Soc. Manuel Varese Coordinación Policía Nacional: Lic. Ivonne Daza Anchundia Coronel de Policía de E.M.

Quito, 2015

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VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA COTIDIANIDAD TEMA 1:

INTRODUCCIÓN AL GÉNERO

Subtema 1: Base Conceptual Objetivo Desarrollo del tema Recursos

Subtema 2: Género y Relaciones de Poder Objetivo Desarrollo del tema Actividades

TEMA 2: IDENTIDAD Y NO DISCRIMINACIÓN Subtema 1: IDENTIDAD Objetivo Desarrollo del tema Recurso Actividad Subtema 2: IGUALDAD DE GÉNERO Objetivo Desarrollo del tema Recurso Actividades

TEMA 3:

VIOLENCIA DE GÉNERO

Subtema 1: TIPOLOGÍA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO Objetivo Desarrollo del tema 2

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Subtema 2: MODALIDADES Y CARACTERÍSTICAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO Objetivo Desarrollo del tema Recursos Actividades

TEMA 4: PERSPECTIVA O ENFOQUE DE GÉNERO Y ACCIONES AFIRMATIVAS

Subtema 1: PERSPECTIVA DE GÉNERO Objetivo Desarrollo del tema Subtema 2: ACCIONES AFIRMATIVAS Objetivo Desarrollo del tema Actividades

BIBLIOGRAFÍA

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TEMA 1:

INTRODUCCIÓN AL GÉNERO SUBTEMA 1:

BASE CONCEPTUAL OBJETIVO Al finalizar el tema, el/la estudiante estará en capacidad conceptualmente el término “Género” y sus implicaciones sociales.

de

definir

DESARROLLO SUBTEMA 1: BASE CONCEPTUAL Antes de hacer una introducción histórica, es necesario definir qué es “género”, con la finalidad de tener una noción general de este concepto. El género puede ser definido como las características culturales que la sociedad impone a hombres y mujeres, asignando roles de “lo femenino” y “lo masculino” a una persona. El género se aprende en la vida familiar y comunitaria, por lo que proviene de una construcción social (Cabrera & Díaz, 1999). Cabe aclarar que el género es diferente del “sexo”. Éste proviene de las características físicas que se le atribuye a un cuerpo, basándose en los órganos reproductores: pene o vagina. Por ello, el sexo no es una construcción social, sino una condición biológica. Así, cuando un ser humano nace con pene como órgano reproductor, se le atribuye un nombre masculino, se le viste con colores como azul, rojo, amarillo, verde; y se le dan juguetes como pistolas, muñecos, carros, entre otros. Además se le sugieren formas de actuar y reaccionar que se establecen como propias de los hombres, por ejemplo: los hombres no lloran, son fuertes, valientes, etc. A la inversa, si nace con vagina como órgano reproductor, se le atribuye un nombre femenino, se le viste con colores rosado, violeta, blanco; y se le dan juguetes femeninos como muñecas, carritos para pasearlas, vasijas de cocina de juguete, entre otros. También se les dice que las mujeres son sensibles, detallistas, cariñosas, y que es normal que lloren fácilmente, etc. Estos son claros ejemplos de la atribución de roles de género a un cuerpo biológico.

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A continuación, se presenta un cuadro en el que se establece de forma resumida la diferencia entre “sexo” y “género”:

GÉNERO

SEXO

MACHO PENE Fecunda

HEMBRA

MASCULINO

FEMENINO

VAGINA

PÚBLICO

PRIVADO

Concibe

Productivo

Reproductivo

Se Nace

Se Aprende

Diferencia Física

Diferencia Social

No Cambia

Puede Cambiar *Basado en Camacho, G. y Prieto, M. Género y Desarrollo Rural. DINAMU 1997. Pág. 22.

A partir de esta diferenciación, podemos hablar de dos sistemas paralelos en los que se impone el sexo como una diferencia física y el género como una diferencia social. Una vez aclaradas las diferencias entre género y sexo, es necesario hacer una breve reseña histórica, de lo que ha venido ocurriendo desde mediados del siglo XX. La palabra “género” fue acuñada en 1955 por el antropólogo John Money, ella proviene del inglés gender role, y pretende justamente determinar la asignación de comportamientos que se le atribuye socialmente a mujeres y hombres. En esta misma lógica, el psicoanalista estadounidense Robert Stoller definió por primera vez el concepto de “identidad de género”, también del inglés gender identity, estableciendo que éste no se basa en el sexo biológico, sino también en las experiencias, costumbres, tradiciones y ritos que se le atribuyen a un sexo establecido (Armiño, 2005). El feminismo anglosajón, entendido como una corriente de pensamiento que pretende identificar y transformar las desigualdades entre los géneros, para convertirlas en justicia y equidades, en sinergias positivas, tomó en la década del 70, esta concepción académica de género como construcciones sociales que diferencian a hombres y 5

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mujeres, con la finalidad de exaltar que estas desigualdades son construidas, y no biológicamente establecidas (Armiño, 2005). Así, es necesario anotar que el feminismo no es un opuesto del machismo ya que este último es una forma de comportamiento social marcado por la desvalorización y subordinación de la mujer como sujeto y la sobre valoración y superioridad de los hombres. Una vez aclarado este punto, es necesario destacar que: Sociólogas e historiadoras feministas han conceptualizado el género como elemento estructurador de un conjunto de relaciones sociales –las relaciones de género– que determinan las interacciones de los seres humanos en tanto personas sexuadas. Las relaciones de género son socialmente construidas y, por lo tanto, son transformables; no proceden de la biología ni son necesariamente armoniosas, al contrario, pueden ser de oposición y conflicto. Puesto que estos conflictos son socialmente determinados, pueden adoptar formas muy distintas en diversas circunstancias; a menudo adoptan la forma de dominación masculina y subordinación femenina (Armiño, 2005) (Whitehead, 1979).

La sociedad atribuye entonces una valoración positiva a lo masculino y valoración negativa a lo femenino, generándose desigualdad social por el hecho “ser” mujer u hombre. Es así como a partir de la década de los 80, el estudio del género se desarrolla en diversos ámbitos de las ciencias sociales, ya que permitió diferenciar el carácter biológico de las desigualdades económicas, sociales y políticas que son construidas socialmente entre hombres y mujeres (Armiño, 2005). Por otro lado, la antropología define al género como la “interpretación cultural e histórica que cada sociedad elabora en torno a la diferenciación sexual” (Armiño, 2005). Mientras que la psicología determina el género en base al “proceso mediante el cual individuos biológicamente diferentes se convierten en mujeres y hombres”, a través de la “adquisición de (…) atributos que cada sociedad define como propios de la feminidad y la masculinidad” (Armiño, 2005). El género se convierte en la fundamentación psico-social de lo femenino y lo masculino (Bleichmar, 1985).

RECURSOS: 1. Video Historia de la Violencia de Género en el Ecuador. 2. Video Encuesta de Violencia de Género en el Ecuador. 6

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SUBTEMA 2:

GÉNERO Y RELACIONES DE PODER OBJETIVO Al finalizar el tema, el/la estudiante estará en capacidad de reconocer teóricamente el concepto básico de las relaciones de poder, así como las circunstancias en las que se presenta. DESARROLLO

SUBTEMA 2: GÉNERO Y RELACIONES DE PODER

Si consideramos que el término “género” se refiere a las construcciones sociales, mediante las cuales se asigna roles a las personas de acuerdo a su condición biológica, podemos decir que hombres y mujeres han desarrollado su personalidad condicionados a los estereotipos de femenino y masculino, en virtud de lo cual se han profundizado las desigualdades entre hombres y mujeres (como veremos a continuación), generando como una de sus consecuencias, las relaciones de poder. Es por esta razón que es importante entender el origen de estas relaciones y sus implicaciones. Según los argumentos de autores como Antonio Gramsci, Michel Foucault y Paulo Freire, el poder es “el acceso, uso y control de recursos tanto físicos como ideológicos, en una relación social siempre presente” (Hernánez Sánchez & García Falconí, 2008). “El poder está presente en todo espacio y relación social, hay que entenderlo como una red productiva que atraviesa el cuerpo social, en lugar de una instancia negativa que tiene como función reprimir” (Foucault, 1981). En este sentido, la persona dominada así como la dominadora, poseen su propio espacio de poder, sin embargo éste puede tener una naturaleza diferente: material, espacial o emocional (Guillén, 2005). Partiendo de esta definición, podemos destacar que el impacto del poder en cada aspecto de nuestras vidas, ya sea en lo público o privado, influencia la manera en que nos vemos a nosotros mismos y lo que creemos que somos capaces de hacer. (…) Esta capacidad está determinada por una compleja serie de relaciones de poder en la mayoría de las esferas de nuestras vidas. (Reflect Action, 2009)

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En este sentido, los roles de género socialmente atribuidos representan desigualdad y sumisión. Por ejemplo, una relación desigual de poder típica es la costumbre según la cual la mujer tiene que realizar todos los trabajos domésticos, mientras que el hombre es el que realiza los trabajos “fuera de la casa” o los que traen el capital económico. Esta relación desigual mantiene a la mujer dependiente económicamente, por lo que el hombre se suele aprovechar de esta dependencia para diversos fines (maltrato, hacer lo que él quiere, no dejarla salir, entre otros). Cabe mencionar que existen otros tipos de dependencia que no necesariamente están ligados al factor económico. Históricamente la convivencia entre las personas han estado marcadas por las relaciones de poder, caracterizadas por el control, el dominio en diversos aspectos tales como: social, familiar, económico, político, etc. En el caso de las relaciones de género son los hombres quienes han ejercido el citado dominio y control sobre la mujer, como una expresión de lo masculino como centro del universo y desconociendo la realidad de la mujer, como lo expresa Alda Facio. Es así entonces, que desde una perspectiva de género, las relaciones de poder nos remiten al carácter cualitativo de las relaciones entre géneros, generalmente favorable a los hombres como grupo social y discriminatoria para las mujeres en función de los roles sociales asignados históricamente para cada uno/a. Estas relaciones de poder se articulan con otras relaciones sociales como las de clase, etnia, preferencia sexual y religión (Gamba, 2008). Para ser más concretos, Las relaciones de desigualdad entre los géneros tienen sus efectos de producción y reproducción de la discriminación, adquiriendo expresiones concretas en todos los ámbitos de la cultura: el trabajo, la familia, la política, las organizaciones, el arte, las empresas, la salud, la ciencia, la sexualidad, la historia[,] (Gamba, 2008)

entre otros; es decir la sociedad ve como “normal” que la mujer gane menos que el hombre; que sea ella quien se haga cargo de los hijos y las hijas bajo el pretexto que debe “amamantarlos”, ocultando que el padre pueda hacer las otras tareas como educar, cocinar, cambiar pañales, porque es visto como “vergonzoso” o “mandarina”. Asimismo, no siempre es valorado y reconocido cuando las mujeres han alcanzado cargos importantes. Todo ello forma parte de las relaciones de desigualdad. El siguiente cuadro nos permite entender bajo qué fórmulas actúa el poder autoritario para la sumisión del dominado.

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Obliga Manipula

Impone

PODER AUTORITARIO

Decide

Inferioriza

Prohíbe

Castiga

Por el contrario, el poder de liderazgo ejerce autoridad fundamentado en las siguientes acciones: Reconoce la diversidad Establece acuerdos

Dialoga

PODER DE LIDERAZ GO Plantea opciones

Respeta

Tolera

Podemos concluir mencionando que las relaciones de desigualdad entre géneros, que se fomentan socialmente dan paso a problemas de violencia, en sus diferentes manifestaciones, razón por la cual es importante aprender a manejar las relaciones de poder con un enfoque de género para generar procesos de crecimiento social. 9

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TEMA 2:

IDENTIDAD Y NO DISCRIMINACIÓN SUBTEMA 1:

IDENTIDAD DE GÉNERO OBJETIVO: Determinar la construcción de las identidades de género y sus implicaciones sociales. DESARROLLO IDENTIDAD DE GÉNERO La palabra “identidad” significa “el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás” (Real Academia Española, 2014). Desde el ámbito de la psicología, varios expertos y expertas afirman que las diferentes personalidades se desarrollan y establecen en los primeros cinco años de vida del ser humano, por lo que es muy probable que la identidad de género se establezca en este lapso de vida. Si bien existe un carácter subjetivo respecto a la identificación de masculino o femenino, también existen circunstancias sociales, culturales y del entorno en el que la persona se desarrolla, las cuales influyen en la determinación de su identidad. A continuación, y amparándonos en el libro de las autoras Anamaría Rodríguez y Sofía Falconí, destacamos cinco estructuras de aprendizaje a través de las cuales las personas definen su identidad de género: La formación que transmiten las personas que rodean al niño o a la niña (…) El proceso de socialización de cada niño y niña [donde influyen] la familia, (…) la escuela, los amigos, la cultura, los medios de comunicación, [entre otros]. La imitación de las acciones o conductas de otras personas o grupos sociales, quienes forman parte de los procesos de educación: padres y madres, hermanos, hermanas, amigos y amigas, vecinos y vecinas, las comunidades, líderes religiosos, autoridades locales (…) La manera como se ha presentado históricamente a las mujeres y los hombres (…) y que se constituyen en ejemplos de cómo se debería ser hombre o mujer.

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MÓDULO DE CAPACITACIÓN “VIOLENCIA DE GÉNERO” La “presión social” para que adaptemos la identidad genérica válida para la sociedad con la finalidad de ser aceptados o aceptadas (…) (Rodríguez & Falconí, 2012).

Así, si bien existe una decisión subjetiva respecto a la identidad de género de la persona, se debe también reconocer el conjunto de factores exógenos que influencian esta condición. En esta lógica, el psicólogo Dio Bleichmar, afirma que la identidad de género se fundamenta en un primer momento en lo que el llama la “asignación de género”, que corresponde al establecimiento que se lleva a cabo en el momento en que nace la persona, a partir de la apariencia de sus genitales. RECURSO

1. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer CEDAW. http://www.fundacionnuestrosjovenes.org.ec/documentos/BibliotecaTrata/C onvencion%20eliminacion%20discriminacion%20de%20la%20mujer%20C EDAW.pdf

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SUBTEMA 2:

IGUALDAD DE GÉNERO OBJETIVO: Diferenciar conceptos en torno a: igualdad, desigualdad y equidad de género DESARROLLO SUBTEMA 2: IGUALDAD DE GÉNERO Antes de pasar a la “igualdad de género”, debemos tener claro que la diferencia entre los géneros son construcciones sociales que, como tales, pueden ser transformadas. Las diferenciaciones que existen en las distintas sociedades conllevan a una subordinación, y en muchos casos a la discriminación de ciertos grupos por su razón de etnia, sexo, condición económica, orientación sexual, nivel educativo, religión, entre otras. La palabra “igualdad” significa, según la Real Academia Española, “conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad” (Real Academia Española, 2014). A partir de ello, la “igualdad ante la ley” es el principio que reconoce a todos los seres humanos, ciudadanos y ciudadanas, capacidad para los mismos derechos humanos (Real Academia Española, 2014). No se trata de que todas las personas sean iguales o idénticas en su forma, sino que debemos reconocernos como diferentes, pero respetando nuestros derechos como iguales. La igualdad entre hombres y mujeres es uno de los ejes fundamentales para poder alcanzar una sociedad pacífica, un desarrollo integral, y una convivencia solidaria, objetivos que solo pueden realizarse si nos basamos en el respeto, igual acceso a oportunidades, y el respeto de los derechos humanos.

Hay que considerar que diferencia y desigualdad NO son sinónimas. La DIFERENCIA sitúa a dos personas distintas en un nivel igual, la DESIGUALDAD subordina a una frente a la otra.

El concepto de igualdad fue sostenido por varios países y doctrines entre la década de los 80 y 90, promoviendo la garantía de cada persona de poder acceder y gozar de los derechos que establece la ley. No obstante, si bien hubo varios avances en materia de legislación y transformación de políticas públicas en aras de la igualdad, en la práctica el 12

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avance del concepto de igualdad no fue suficiente, debido a que el tener el mismo acceso a oportunidades, no garantiza necesariamente igualdad en los resultados (ALAI , 2012). El artículo 11 de la Constitución de la República de Ecuador, establece, entre otras cosas que “todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades” (Constitución de la República del Ecuador, 2008). Es decir, que el Estado tiene como principio la no discriminación por varias razones, entre ellas su sexo e identidad de género, así como la obligatoriedad para “adoptar medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad” (Constitución de la República del Ecuador, 2008). Por lo tanto, para que se pueda implementar una verdadera IGUALDAD DE GÉNERO es necesario que tanto los hombres como las mujeres puedan acceder de igual manera a diversos espacios: económico, político, social, cultural, entre otros, logrando que las responsabilidades, oportunidades y derechos sean de facto y de juris (de hecho y de derecho) iguales. Ello implica que no exista una discriminación por su identidad de género, o cualquier diferencia entre una u otra persona. Así, una de las formas para lograr esta igualdad, es a través de la EQUIDAD DE GÉNERO, entendida como “la justicia en el tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades específicas” (América Latina Genera, 2014). Revisemos algunas definiciones conceptuales, enfocadas principalmente a las diferencias de género (GAMMA, SOLIDARIDAD INTERNACIONAL, AECID, CONCOPE, PRO-ODM, 2012) 1: DIFERENCIA: Entre hombres y mujeres, las diferencias están asociadas a las características biológicas y fisiológicas propias de su sexo. Entre grupos étnicos, a rasgos físicos y diversidad de comportamientos. También se hacen diferencias por la edad, las capacidades, el lugar de procedencia, etcétera. Éstas dan lugar a desigualdades y, como consecuencia, a discriminaciones. Respetar las diferencias es apuntar a erradicar las desigualdades sociales. DESIGUALDAD: Falta de igualdad en la sociedad que se puede dar entre los géneros, etnias, edades, pertenencia territorial, capacidades físicas y mentales diferenciadas, etc. Este término ha sido acuñado desde la perspectiva de género y tiene su origen en las diferencias sexuales a partir de las cuales se ha legitimado el sometimiento de las mujeres al poder ejercido por los varones en una sociedad. La misma lógica de poder y sometimiento se aplica a las diferencias entre los grupos mencionados anteriormente.

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Las presentes definiciones fueron retiradas del Manual de comunicación exclusiva, Buscando la Equidad.

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DISCRIMINACIÓN: Toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo y en demás diferencias mencionadas anteriormente que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos. La discriminación es resultado de la desigualdad social y ante la ley que existe entre hombres y mujeres, entre grupo de diferente etnia y demás grupos humanos. EQUIDAD DE GÉNERO: Es un objetivo del desarrollo humano y social, que implica cambiar las relaciones de poder de mujeres y hombres mediante la búsqueda de tratamientos y oportunidades justas. Se considera que no es posible el desarrollo humano sin equidad de género. IGUALDAD DE GÉNERO: Implica la misma valoración de mujeres y hombres, que tienen los mismos derechos, responsabilidades y oportunidades. Mientras la igualdad formal de género implica la igualdad de hombres y mujeres de derechos, ante la ley; la igualdad real va más allá al incorporar el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, al tiempo que justifica la adopción de acciones positivas para lograr un real y efectivo acceso de las mujeres a los derechos humanos. Muchas veces la igualdad ante la ley debe considerar las diferencias entre hombres y mujeres para desarrollar medidas de acciones positivas. Por ejemplo, en el tema de la lactancia, las mujeres requieren de medidas de acción positiva para facilitar el desarrollo de su rol como madre. Claro está, también se debe tomar en cuenta, en este ejemplo, el rol del padre en el apoyo de las tareas para el cuidado de los niños y niñas, ya que muchas veces se entiende la maternidad como la responsabilidad única de la madre sobre los otros cuidados: aseo, cambio de pañales, protección, etc.

RECUERDE: La EQUIDAD requiere la creación de condiciones para disminuir las desigualdades existentes entre los diversos grupos sociales. Para lograr la equidad, es necesario dar prioridad a quienes, históricamente, no han tenido las mismas oportunidades de acceder al cumplimiento de sus derechos.

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A continuación, presentamos algunos instrumentos jurídicos internacionales en los que se amparan los elementos que definen la igualdad entre hombres y mujeres:

INSTRUMENTOS INTERNACIONALES

ELEMENTOS QUE DEFINEN LA IGUALDAD ENTRE SERES HUMAMOS O ENTRE HOMBRES Y MUJERES2

Declaración Universal de los DD HH

Igualdad de las personas en la dignidad humana y derechos.

Declaración Primera Conferencia Mundial de la Mujer, México 1975

Igualdad de mujeres y hombres en dignidad y valor humanos, derechos, oportunidades y responsabilidades.

Declaración Segunda Conferencia Mundial de la Mujer, Copenhague 1980

Igualdad de mujeres y hombres ante la ley, eliminación de la discriminación de jure y de facto, igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades.

Declaración Tercera Conferencia Mundial de la Mujer, Nairobi, 1985

Igualdad de mujeres y hombres en el trato ante la ley, de oportunidades, de derechos y en el desarrollo de potencialidades y habilidades personales.

Declaración Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, Beijing, 1995

Igualdad de mujeres y hombres en dignidad y derechos.

RECURSO 1. Video la violencia de género no es un mito.

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http://estudiosdelamujer.wordpress.com/genero/

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TEMA 3:

VIOLENCIA DE GÉNERO OBJETIVO Al finalizar el tema, el/la estudiante estará en capacidad de identificar los tipos de violencia de género y sus distintas manifestaciones y características

DESARROLLO SUBTEMA 1: TIPOLOGÍA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para comenzar, podemos decir que la violencia es el Uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones (OMS, 2002).

Desde la Declaración de la ONU sobre Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, aprobada el 20 de diciembre de 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, se utiliza el término “violencia de género o violencia contra las mujeres”, para referirse a todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (ONU, 1993).

Después, en 1995 tuvo lugar en Pekín la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en donde se especificó que “la violencia contra la mujer impide el logro de los objetivos de la igualdad de desarrollo y paz, que viola y menoscaba el disfrute de los deberes y derechos fundamentales”, por lo que se instó a los gobiernos signatarios a la adopción de “medidas para prevenir y eliminar esta forma de violencia” (ONU, 1995). En la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2006, se remarcó que una de las razones por las que las mujeres sufren violaciones a sus derechos humanos es más estructural y social, que determinado por acciones individuales o al azar. Por ello, es necesario entender a esta problemática más allá de las lecturas locales, sino comprendiéndolo como un problema global, que afecta a todas las sociedades, y es un 16

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fuerte obstáculo para luchar contra la discriminación e inequidad de género (Barranco, 2014).

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SUBTEMA 2: MODALIDADES Y CARACTERÍSTICAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO Una vez explicada la violencia de género de forma conceptual, a continuación veremos en la realidad cómo este tipo de violencia se perpetúa en diversos ámbitos sociales como el doméstico, laboral, comunitario, entre otros. En algunos casos las mujeres llegan hasta a ser víctimas de asesinato por este tipo de violencia. A partir de ello, en primer lugar vamos a definir los tipos de violencia que figuran en el Código Orgánico Integral Penal, para en un segundo lugar ver otros tipos de violencia que están tipificados en otros países, pero que también se ejerce en el Ecuador. 1.- Violencia Intrafamiliar.Por su parte, respecto a la violencia contra la mujer, el Código Orgánico Integral Penal (COIP) ecuatoriano, dispone en su artículo 155: Violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- Se considera violencia toda acción que consista en maltrato, físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer o demás integrantes del núcleo familiar (…). (Asamblea Nacional, 2014)

a) Violencia física El COIP define a la violencia física contra la mujer o miembros del núcleo familiar en su artículo 156: Violencia física contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- La persona que, como manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar, cause lesiones, será sancionada con las mismas penas previstas para el delito de lesiones aumentadas en un tercio. (Asamblea Nacional, 2014)

Contravención: Incapacidad de la víctima entre uno y tres días. Sanción: Con pena privativa de libertad de siete a treinta días. Delito: Incapacidad de la víctima por más de 3 días. Sanción: Con pena privativa mayor a 30 días. b) Violencia psicológica Respecto a la violencia psicológica, se dispone en el artículo 157: 18

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Violencia psicológica contra la mujer o miembros del núcleo familiar.- La persona que, como manifestación de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar, cause perjuicio en la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones. (Asamblea Nacional, 2014)

Será sancionada de la siguiente manera: Sanciones: Leve: 30 a 60 días Moderada: 6 meses a 1 año Severa: De 1 a 3 años c) Violencia sexual contra la mujer o miembros del núcleo familiar.Respecto a la violencia sexual, encontramos en el artículo 158: La persona que, como manifestación de violencia contra la mujer o un miembro del núcleo familiar, se imponga a otra y la obligue a tener relaciones sexuales u otras prácticas análogas, será sancionada con las penas previstas en los delitos contra la integridad sexual y reproductiva. (Asamblea Nacional, 2014)

Sanciones: Violación: 19-22 años Abuso sexual: 3-5 años Abuso sexual a víctimas menores de 14 años: 5-7 años Abuso sexual a víctimas menores de 6 años: 7-10 años A continuación, presentamos un cuadro que resume las acciones y sanciones que conllevan los delitos:

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VIOLENCIA FISICA • Lesiones que excedan los tres días de incapacidad • Pena privativa de libertad de 30 días a 7 años

VIOLENCIA PSICOLÓGICA • Perjuicio en la salud mental por actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, hostigamiento, control de creencias, decisiones o acciones. • Pena privativa de libertad de 30 días a tres años.

VIOLENCIA SEXUAL • Imposición de mantener relaciones sexuales u otras prácticas análogas • Penas previstas en los delitos contra la integridad sexual y reproductiva.

2.- Acoso Sexual.El Acoso Sexual está tipificado por el COIP, en su artículo 166, donde se dispone que: La persona que solicite algún acto de naturaleza sexual, para sí o para un tercero, prevaliéndose de situación de autoridad laboral, docente, religiosa o similar, sea tutora o tutor, curadora o curador, ministros de culto, profesional de la educación o de salud, personal responsable en la atención y cuidado del paciente, o que mantenga vínculo familiar o cualquier otra forma que implique subordinación de la víctima, con la amenaza de causar a la víctima o a un tercero, un mal relacionado con las legítimas expectativas que pueda tener en el ámbito de dicha relación, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. (Asamblea Nacional, 2014)

Además, se encuentran agravantes en donde, si la persona es menor de edad o no puede comprender el significado del hecho, la pena privativa es de 3 a 5 años. 3.- Femicidio.Este tipo de violencia es considerada la más extrema contra las mujeres. El Código Orgánico Integral Penal tipifica el delito de FEMICIDIO, como el dar muerte a una mujer por su condición de mujer o por su condición de género. Esto ha sido un logro muy importante en la lucha por los derechos de las mujeres y el reconocimiento de su situación de desigualdad. En efecto, en el artículo 141 dispone:

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Femicidio.- La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años (Asamblea Nacional, 2014).

En el Ecuador este tipo de agresión lo podríamos considerar incorporado en el significado establecido en el COIP sobre Acoso Sexual.

CARACTERÍSTICAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO (UNACH, 2014) a) La violencia no es natural Muchas veces hemos escuchado que la violencia es “inherente” al ser humano, y que una persona es violenta por naturaleza. En lo macro social, se dice que las guerras siempre han existido, y que por lo tanto hay que continuar con esa agresividad entre seres humanos. En lo micro social, es decir en las relaciones interpersonales, se dice que el hombre masculino tiene que “pelearse” de vez en cuando, para mostrar su “valentía”; o que necesita “descargarse” por su “testosterona”. Ello hace que se “justifiquen” acciones de violencia contra las mujeres, tales como: “así pegue… así mate… marido es”, “es solo porque está estresado que te pega, con quién más se va a desquitar”, o “te pego porque te quiero”. b) La violencia es dirigida e intencional La violencia no es producto del azar, ni tampoco de “buenas intenciones”. Uno de los imaginarios sociales que se tiene es “te pego porque te quiero”, o “te pego porque es tu culpa”. Cualquier tipo de insulto, golpe, palabras dañinas u omisiones (callar, no decir nada sabiendo que a la otra persona le está afectando), tienen la intención inconsciente o consciente de lastimar. Además, en la gran mayoría de casos esta violencia se ejerce contra personas que son vulnerables a los ataques, y que les cuesta defenderse. c) La violencia se basa en un abuso del poder Una de las principales características de actitudes violentas es el abuso del poder, a través del empleo de la fuerza o intimidación para someter a otras personas. En el caso de la violencia de género, el factor económico y patrimonial es importante, ya que en las peleas un argumento del agresor es “¿qué vas a hacer si te vas?; esta casa es mía; yo traigo el dinero a la casa”. Por ello es tan importante que la mujer tenga independencia 21

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económica. Además, bajo esta lógica también el agresor se ampara en comentarios como “lo único que quiero al llegar del trabajo es encontrar todo limpio y en orden”, como si eso fuera tarea exclusiva de la mujer, cuando no lo es. RECURSOS: 1. Video Violencia de Género “Realidad en el Ecuador”. 2. Video Femicidio. A continuación, explicamos lo que es el “ciclo de violencia”:

PRINCIPALES MITOS SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO: Debido a los diferentes aspectos de la estructura social basada en la desigualdad y la discriminación que en muchos casos están marcadas por las relaciones de poder la sociedad misma ha construido mitos o creencias que justifican, perpetua, oculta y legitima la violencia contra la mujer e intrafamiliar; es importante reconocer que la violencia nunca es culpa de la víctima, no se provoca, etc, a continuación analizamos algunos de los mitos más comunes:

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MÓDULO DE CAPACITACIÓN “VIOLENCIA DE GÉNERO” Mito 1:“Las mujeres con su forma de vestir y proceder, provocan la violencia sexual”; “La mujer mismo busca o merece que se le violente” Falso: a ningún hombre se le pega por “cómo se viste”, o se le recrimina por ello. Falso: Puesto que la soberanía del cuerpo es un hecho que pertenece a cada ser humano y nada legitima que se cause. Las personas decidimos sobre la imagen que queremos tener y proyectar; y también sobre nuestras vidas, nada justifica usar la violencia. Mito 2: “La mujer violentada no cambia su situación porque le gusta” No siempre es fácil salir de una situación que ha sido aprendida como verdadera, justa y legitimada por la familia y la sociedad; es por eso que hay muchas personas les cuesta poner límites y solicitar ayuda, además son procesos cargados de dolor y decepción de unas personas que suelen justificarla a nombre del amor. También muchas veces los violentadores suelen generar dependencias complejas de romper; como por ejemplo el amor y cuidado de los hijos que están asociados al sacrificio y a la paciencia, la economía, la falta de trabajo, la falta de seguridad en la persona, a creencias religiosas, etc. Mito 3: “El violentador o abusador tiene problemas de salud mental” Se ha realizado estudios que evidencia que en la mayoría de los casos la causa de la violencia son las relaciones de poder y el aprendizaje discriminador y machista que ha construido el modelo patriarcal de sociedad. Solo un 10% de los casos estudiados son productos de alguna forma de trastorno mental. Además, la mayoría de las veces las mujeres víctimas de violencia sufren agresiones por no haber cumplido las “tareas domésticas”, cuando en realidad estos quehaceres deberían ser realizados por ambos. Mito 4: “Consumir alcohol y otras drogas es la causa de la violencia”. Consumir drogas, alcohol u otras sustancias o medicamentos no son causa de la violencia; sin embargo se suele usar como pretexto para las conductas violentas. Mito 5: “La violencia se da solo en los sectores económicamente empobrecidos, a las personas con menor nivel de educación, o en ciertas etnias”. 23

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La violencia afecta a todas las mujeres y familias, sin importar la clase socioeconómica, el nivel de educación, la etnia, etc. Mito 6: “La violencia es natural en la pareja”. No es natural nada que atropelle los derechos de las personas y que genere algún tipo de daño e inconformidad en la personas, aún en nombre del amor o del deber ser. Mito 7: “La violencia cuando se da en el interior de la familia, es un problema del ámbito privado y nadie debe intervenir”. Falso: Creer que la familia es un ámbito privado e “intocable” ha justificado la violencia en el espacio doméstico. Ante estas situaciones, los terceros callan y no intervienen por un falso respeto a su intimidad. Hay que hacer público el problema privado. La violencia es considerada como un delito contra la libertad y seguridad, lo que afecta gravemente a las personas y se tiene que prevenir y generar la debida sanción a quien la comete, además de garantizar la adecuada asistencia y protección a las víctimas; los hechos de violencia deben denunciarse, no debemos callar ante ninguna forma de vulneración de derechos.

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TEMA 4:

PERSPECTIVA O ENFOQUE DE GÉNERO Y ACCIONES AFIRMATIVAS OBJETIVO Al finalizar el tema, el/la estudiante estará en capacidad de utilizar el enfoque o la perspectiva de género para aplicarlas en sus tareas cotidianas. DESARROLLO SUBTEMA 1: PERSPECTIVA DE GÉNERO Las frases “perspectiva de género” o “enfoque de género” significan lo mismo. Para definir lo que implica la perspectiva de género, podemos decir que es una herramienta teórico-metodológica desarrollada para analizar los significados, prácticas, símbolos, representaciones y normas que las sociedades establecen a partir de las diferencias biológicas existentes entre hombres y mujeres. Se enfoca en las relaciones sociales y relaciones de poder, a partir de la conciencia de género (Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género, 2011) .

Esta herramienta permite, por un lado, encontrar en la sociedad cuáles son los comportamientos, acciones y tradiciones que mantienen la desigualdad entre hombres y mujeres. Es importante que las propias mujeres aprendan a reconocer estos comportamientos desiguales, para poder identificarlos en aras de transformarlos dentro de los actos cotidianos. Pero es igualmente importante que los hombres también reconozcan actitudes que mantienen modelos machistas, o que discriminan a la mujer. Por ello, el género es fundamental para encontrar las condiciones en las que viven las mujeres en relación a los hombres, procesos sociales y factores de desarrollo, para después poder modificar esta posición de subordinación y desigualdad de las mujeres, abordando los aspectos político, económico, cultural y social, para transformar las condiciones de la cotidianidad (de la Cruz, 1998). Así, las transformaciones en la cotidianidad, según Carmen de la Cruz, se deben instaurar en tres niveles: el hogar (unidad básica de intervención), la comunidad y las instituciones (de la Cruz, 1998). El hogar es el primer lugar de desarrollo de la principal institución humana: la familia. Desde el nacimiento de un nuevo ser humano en el seno de la familia, se comienza a diferenciar si es hombre o mujer, y es a través de actitudes que, sin darnos cuenta, perpetuamos comportamientos machistas. Podemos citar una lista de ejemplos:

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A las mujeres se les enseña a tomar el té, cuidar de los muñecos bebés, se les regala cocinas de plástico, cochecitos para pasear a los muñecos. Estos comportamientos no se le atribuye a los hombres. La consecuencia es que desde niñas y niños, se asimila que todos esos roles son específicamente de la mujer, cuando en realidad tanto hombres como mujeres tienen la facultad, la capacidad y el deber de realizar las tareas ligadas a la cocina, al cuidado de los hijos e hijas, a pasearlos, y a dedicarse al aseo de la casa. A los hombres se les regala pistolas, juegos de construcción, juegos de cálculo, pelotas, bates y artículos para deporte. Al igual que el ejemplo de arriba, estas conductas no se les atribuye a las mujeres, lo que implica una construcción social de los hombres como los seres de acción, reflexión y ejercicio, excluyendo injustamente a las mujeres de estos roles. En realidad, y en aras de una igualdad de género, las mujeres también deberían adoptar estos comportamientos, para no ser excluidas de los campos de acción.

Estos dos ejemplos en el seno de la familia, deben ser entendidos como los orígenes de una construcción social que favorece a los hombres y discrimina a las mujeres. De hecho, las preguntas que saltan a la mente son: -

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¿Por qué las mujeres no se les incita a hacer deporte al igual que a los hombres? Porque, en la construcción social, se les ve “poco femeninas”. Sin embargo, en una sociedad de igualdad, ellas deben y pueden hacer tanto deporte como los hombres. En general, el deporte se asimila con lo “masculino” porque demuestra valentía, fuerza, desdén, confrontación, competencia: atributos ligados al poder. Es por ello que es indispensable para el equilibrio entre los géneros que las mujeres también puedan realizar estas actividades, y ello sea visto como normal. ¿Por qué a los hombres no se les regala juguetes de cocina? La respuesta común es “porque eso es responsabilidad de la mujer”. Pero la respuesta CORRECTA es que los hombres también tienen que participar de los quehaceres de la casa porque la responsabilidad es conjunta: cocina, limpieza, cuidado de niños.

Por otro lado, en la comunidad también se mantienen estos roles aprehendidos, que son después repetidos en las instituciones. Por ello, incorporar e identificar en nuestra realidad cotidiana las tendencias de género, es fundamental para eliminar estas desigualdades entre hombres y mujeres, logrando la equidad. De esta manera, hay que realizar lo que se llaman “acciones afirmativas”.

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SUBTEMA 2: ACCIONES AFIRMATIVAS

Según la activista Marta Suplecy Acciones afirmativas son estrategias destinadas a establecer la igualdad de oportunidades, por medio de medidas que compensen o corrijan las discriminaciones resultantes de prácticas o sistemas sociales. Tienen carácter temporal, están justificadas por la existencia de la discriminación secular contra grupos de personas y resultan de la voluntad política de superarla (Suplecy, 1996).

De esta forma, las acciones afirmativas permiten corregir estas desigualdades en la práctica. Los siguientes objetivos fueron extraídos del documento Diseños de propuesta de acción afirmativa: guía de medidas para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el entorno empresarial, de Susana Puertas (Puertas, 2008). a) Identificar y eliminar las discriminaciones reales existentes para las mujeres y los hombres en el trabajo. b) Contrarrestar los efectos de los estereotipos sociales sobre la división del trabajo y las funciones de los hombres y las mujeres, buscando un reparto equitativo de las responsabilidades familiares, laborales y sociales. c) Fomentar la formación de mujeres y hombres en puestos o campos donde estén menos representadas o representados ampliando las opciones laborales para las mujeres y los hombres. d) Incrementar la presencia femenina en el mercado laboral en igualdad de condiciones respecto a los hombres. e) Eliminar los obstáculos que puedan impedir a las mujeres ocupar cargos de responsabilidad dentro de la empresa o desarrollar ciertas profesiones. f) Aplicar medidas que favorezcan la incorporación, permanencia y promoción de mujeres en la organización. A continuación planteamos algunos ejemplos de cómo incorporar acciones afirmativas al interior de la institución policial, recordando que la aplicación y resultado de las mismas dependerá de la decisión política de las autoridades: a) Incluir en la malla curricular, conocimiento, principios, procesos, estrategias, acciones y procedimientos que facilitan el abordaje e incorporación apropiada del enfoque de género y del enfoque de derechos humanos en los diversos servicios que prestan los miembros de la Policía Nacional b) Fortalecer procesos sostenidos de sensibilización y capacitación en género a los miembros de la Policía Nacional 27

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c) Incorporar un lenguaje de género a nivel verbal y escrito d) Utilizar protocolos de atención específica para los miembros de la Policía Nacional del servicio preventivo e investigativo (DEVIF) en casos de violencia intrafamiliar. e) Eliminar el lenguaje y tratamiento sexista al momento de realizar operativos en los que se involucre a niños, niñas, adolescentes, mujeres y comunidades GLBTI f) Aplicar el manual de Derechos Humanos de la Policía Nacional g) Eliminar prácticas sexistas en el trabajo cotidiano entre los/as compañeros/as de trabajo; y, el trabajo con la comunidad (juegos, comentarios) h) Eliminar frases que impliquen una discriminación hacia el género femenino: a. “Eres una madre”: ¿Qué tiene de malo ser madre? b. “Pareces pelada”: ¿Por qué parecer mujer significa ser débil o sensible? c. “Mijita”: ¿Por qué no se les trata a las mujeres por su grado? d. “Eres una teta”: para decir que una persona es sensible o débil e. “Plata mal invertida”: Se les dice a las policías porque están en estado de gestación o sus horas de lactancia, siendo un derecho propio de las mujeres en su rol de madres i) Equilibrar la participación igualitaria de hombres y mujeres en las actividades de servicio policial, desde una perspectiva de género, es decir considerando su condición de género.

ACTIVIDADES: Reflexione el siguiente cuestionario: Cuando acude una mujer víctima de violencia intrafamiliar a un servicio policial y le comenta que fue agredida por no cumplir con las obligaciones del hogar (lavar, cocinar, planchar, tener lista la comida, etc) ¿Qué piensa usted y cuál es su reacción? ¿Considera usted que al interior de la Policía Nacional existe participación equitativa de hombres y mujeres en espacios de poder? Explique su respuesta.

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