ENSAYO Autor: Miguel Ángel Yufra Nina Docente Formador del IESPP “José Jiménez Borja” de Tacna.
Jefe del Área Académica de Educación Primaria Prim aria del IESPP José Jiménez Borja. E-mail:
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¿POR QUÉ Y PARA QUÉ LA COMUNICACIÒN INTERPERSONAL? INTRODUCCIÓN
E
n la actualidad nos encontramos inmersos en una sociedad que está íntimamente ligada al proceso científico y tecnológico, ambas influyen de manera importante en la forma en que el hombre capta la realidad que le rodea. La ciencia viene aportando grandes descubrimientos, mucho más que en los siglos anteriores. Dentro del sorprendente desarrollo tecnológico y científico que vivimos (antenas parabólicas, videocaseteras, los satélites) destacan considerablemente los medios masivos de comunicación: prensa, radio, cine y televisión. Por lo tanto, es importante rescatar la importancia que representa para el hombre la comunicación en el campo de las relaciones humanas. No se trata de restar importancia al papel que juegan -y jugarán- los medios masivos de comunicación en el mundo contemporáneo, sino dejar establecido que la comunicación interpersonal no sólo no ha sido desplazada por los medios masivos, sino que, por el contrario, conforme pasa el tiempo la comunicación entre personas, mejor conocida como comunicación interpersonal, adquiere cada día mayor importancia puesto que el hombre lucha desesperadamente por encontrar comprensión, compañía y confianza en alguien que a su vez le dé sentido a su vida; identidad que se está perdiendo por la tendencia del hombre a masificarse. No podemos ni debemos perder de vista el significado de la comunicación interpersonal, principio de cualquier forma de comunicación. Es en esta lucha contra la masificación, donde la comunicación interpersonal se constituye como un valor fundamental, del cual el hombre se puede servir para desarrollar su identidad y, con esto, todos los valores que hacen de él una realidad única, irrepetible, social y trascendente. ¿Qué entendemos por comunicación interpersonal? ¿En qué momento se aplica la comunicación a las relaciones humanas? DESARROLLO 7 La comunicación es ante todo una experiencia humana, una realidad del hombre y la mujer sin importar edad, nacionalidad, posición económica o cultural. Cualquier ser humano, más o menos inteligente, religioso o ateo, feliz o desdichado, experimenta la necesidad de tener comunicación con sus contemporáneos. La comunicación es un fenómeno que incide de manera concreta y cotidiana en las relaciones humanas. No es preciso descubrir ni demostrar este fenómeno, pues se da continuamente en nuestra vida. La comunicación es necesaria en la vida del hombre, pero nos parece tan común que no advertimos su presencia. Pero, sin embargo la siguiente analogía nos dice, “la comunicación es al hombre lo que el aire es a los pulmones”: indispensable para vivir.
A través, del presente se busca que la persona se dé cuenta de la importancia fundamental que para su propia vida posee la comunicación con los demás. Por lo tanto, el alumno debe hacer un “alto” en su vida, y salir de su estado de confusión, para reflexionar acerca de lo que significa la comunicación en su existencia. Este proceso no es fácil. En él intervienen tres momentos: en primer lugar, vivir cotidianamente la comunicación sin darse cuenta de lo que influye en nuestras actitudes y reacciones; en segundo lugar, caer en la cuenta de la importancia de la comunicación en su vida y por último, vivir dentro del mundo lo que hemos aprendido y asimilado en este proceso continuo de reflexión. La comunicación parece escapar de nuestras manos, se esconde y se pierde en medio de una multitud de hechos concretos. Sin embargo, es al mismo tiempo un acontecimiento tan rutinario, tan poco espectacular que olvidamos su trascendencia. Debemos considerar la siguiente analogía “la comunicación es a la convivencia lo que el corazón es al cuerpo”: nos percatamos de que existen cuando llegan a faltar. Ahora aparece otra interrogante ¿En qué momento se aplica la comunicación a las relaciones humanas? En el momento del encuentro. Este es, por su misma esencia, interpersonal y no individual. La comunicación nos pone en contacto con el “otro” en situaciones diversas que se suceden a lo largo de las
veinticuatro horas del día: clases, conferencias, laboratorios, consultas particulares a maestros y compañeros, en conversaciones informales, en el patio, en los jardines, en los corredores, etcétera; en las reuniones sociales con amigos: bailes, paseos, diversiones fuera de casa, en el trabajo en el pedagógico o en la universidad. Además, hay que agregar las conversaciones acostumbradas durante las comidas en compañía de nuestros padres o parientes. A esto, debemos sumar el trayecto al pedagógico o a la universidad, en bus, colectivo o combi comúnmente utilizado en esos viajes, donde intercambiamos conversaciones con dos o más amigos, en actividades deportivas, ritos religiosos, cine, conciertos, teatros, discotecas, discusiones o reconciliaciones con la pareja, en fin; todos estos momentos de encuentro ponen de manifiesto la importancia que la comunicación adquiere en las relaciones humanas. CONCLUSIÓN En conclusión, se puede afirmar que existe un gran número de personas en el mundo que sin haber oído jamás una conferencia sobre comunicación, ni leído algún libro acerca del tema, viven con intensidad y riqueza sus relaciones humanas. Lo importante no es saber qué es la comunicación, sino saber comunicarse. En la práctica, es un hecho que mucha gente resta importancia a sus relaciones con los demás, y si no lo hace así, por lo menos no está consciente de la enorme importancia que reviste la comunicación. Normalmente reconocemos que la comunicación es necesaria en la vida del hombre, pero de esa suposición al hecho de cuestionar nuestras relaciones con los demás, existe un abismo. ¿Es importante la comunicación interpersonal entre docentes? ¿Es importante la comunicación interpersonal entre estudiantes? ¿Es importante la comunicación interpersonal en una comunidad educativa? BIBLIOGRAFÍA
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FERNANDEZ SOTELO, José Luis Diego. La Comunicación en las Relaciones Humanas. Editorial Trillas. México 1990.
