Mind Your Own Business

ceso

canasta y se comen el 10% de el i a ($131, el en todo caso obteniendo una rentabilidad privada positiva de $7 con su inversión, pues eso es lo que le queda como ganancia después de pagar los $110 al Banco con los $1 17 que le dejaron ig3 ratones después de comerse el 10% de su patrimonio. EY decir, el privado aún tendrá todo el incentivo para “conseguirse” el crédito bancario --aún pagando una coima de hasta $7, si bien 10 normal es que 38 vayan “miti-mota” con quien tramita y au:oriza el crédito--, a pesar de que dicho proyecto genera un costo social de $13 en términos de recursos reales del país, y un único beneficio de tener ratones mejor alimentados y nás gorditou.

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El ejemplo de 103 ratones claramente demuestra la legitimidad de un gobierno para ejercer el mayor,control posible sobre el destino del crédito otorgado, puesto que la rentabilidad privada del proyecto emprendido no refleja su rentabilidad (social) para el pais. @ué mejor manera de controlarlo que expropiando la banca privada? De modo que cuando los empresarios de un país piden el favor de tener créditos subsidiados, automáticamente invitan a un mayor control por parte del Estado, fomenta las coimas y la COrrupción, y despierta el revanchismo de parte de quienes no tienen los contactos e influencias para acceder a 10s regalos implícitos en dichos créditos discriminatorios.

“MIND (25

YOUR OWN DUSINESSI” de octubre, 1990)

Hace varios aflos, un muy inteligente ingeniero asociado al sector eléctrico chileno y amante de la economia, me dio una buena oportunidad para ensenarle un principio muy básico de esta ciencia cuando me dijo: “Ea escandaloso observar cómo los gringo3 derrochan y malgastan la energía. ¿Te has fijado en la enorme cantidad de hielo que te sirven cuando pides una Coca-Cola, el cual queda en el vaso plástico donde te la han servido y va a la basura?” Le argumenté que “sobre gustos no hay nada escrito”, y que lo

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TRABAJO DOCENTE No 49

importante era establecer ::i quien estaba derrochando el hielo estaba o no devolviendo al país lo que éste había gastado en producirlo. Porque si al país le costó cinco centavos producir ese hielo y el consumidor pagó los mismos Cinco Centavo5 al comprarlo, lo que éste haga con ese hielo --si con ello no afecta a terceros-ea sólo de 9u incumbencia: puede comerse lo que queda en el vaso (Si tiene "buena" dentadura), puede darse el gusto de ver como se derrite, puede botarlo o, si quiere, puede metérselo por el cuello de su camisa para darse un gusto eatrafalario. Si la produccion de hielo estuviera subsidiada y el consumidor estuviera pagando solo tres centavos en oircunstanLii> dc que el país gautó c:nco centavos en producirlo, todo consumidor de hielo estará provocando un daho al país como consecuencia de que ese "pr,ecio mentiroso" les induce consumir más allá de lo deseable. La culpa del daho no es achacable al consumidor, sino al gobierno que estab,leció el subsidio. &ue se entiende por un consumo "escandoloso"? JNo es acaso exandalcsa la manera 2n que la mayoría de mis lectorea desechan la9 hojas "r‘eas" de las lechugas que utilizan para xus ensaladas? $0 es también encandaloso u3ar generosas cantidades de finos champúes para lavarse el pelo tan seguido, en circunstancias que el jabón es SUficientemente bueno para hacerlo una vez a la semana? &o basta, acaso, con ducharse con agua fría unos pocos minutos sólo un par de veces por semana, y lavarse los "encuentros" el resto de los dias? ACuántas veces a la semana cambia su ropa di cama, sus toallas y sus pazos de cocina? ¿Cuántaa veces al dia "tira la cadena" de Su9 wáteres? $uántas corbatas y collares tiene? ¿Por qué tener cubrecamas, colchas y alfombras? Estas pregunta9 no tienen sentido alguno si quien consume estos bienes y servicios paga al país lo que 6ste gasta en recurSo para proveerlos, pues lo que ~nc decida hacer con ellos ;e5 un asunto personal! Es de mal gusto y un reflejo de poca educacijn --según me lo enseR mi querido papá-hacer "personal remarles".

EL ROL DEL SISTEMA DE PRECIOS EN EL CRECIMIENTO ECONOMICO : EL ESTADO Y EL SECTOR P""'AD0

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En estos días hemos escuchado voces qUe con prepotencia nos critican por malgastar bencina, escandalizándose por el gran número de Santiaguinos que decidieron pasar el fín de semana largo en el sector costero, incluyendo la cada vez mîs famosa y concurrida Cachagua. Curiosamente, no hubo una crítica directa hacía quienes fueron al campo. Se nos dijo que deblamos tomar conciencia de la magnitud de la crisis energetlca, a los efectos de reducir nuestro3 conzumos para que el petróleo pueda ser usado por el paiz en actividades productivas tales como la industria y, por supuesto, la agricultura; es decir, se no3 tildó de inconscientes.. . dirresponsablea? Si el precio del petróleo fuese un “precio mentiroso” que no reflejara el costo para el psis de importarlo, la crítica no debiera dirigirse a “quienes comemos, sino a quien nos dan el afrecho”. Si el precio, como lo es aproximadamente en Chile, equivale al verdadero costo para el psis de importarlo, lo que cada ciudadano quiera hacer con éi es sólo 3u problema personal, ;de nadie más1 A quien tenga la osadía de criticarnos por ello debemos responderle con un “Mind you oun businessl”, como solfa tan OpOrtUnameaie y con digno enojo dczirncs mi querida marn en respuesta a nuestras ocasionales impertinencias.

CREDITOS, (17

INFLACION de diciembre,

Y PEBDONAZOS 1987)

Nuevamente han surgido presiones de algunos deudores para que se loa “ayude” deslndexando su3 deudas de la UF; incluso, la prensa informó que el Flamante presidente de la Cámara de Comercio detallista, Rafael Cumsllle, habria pedido una entrevista con el Presidente de la República A 3u para plantearle a él 103 problemas de su gremio. vez, la Comisión Agricola de Renovación Nacional ConClUY6 “el problema del endeudamiento agrlcola se mantiene que inalterado, sín soluciones acorde con la capacidad de pago de loa deudores”. El sector transporte ha hecho peticiones similares de tanto en tanto, como asimismo los deudo-