Mi Resumen de Malamud

August 27, 2018 | Author: Mica Mattos | Category: Political Parties, Politics, Elections, Decision Making, Power (Social And Political)
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LOS PARTIDOS POLÍTICOS. Andrés Malamud Origen: Los partidos políticos poseen la característica significativa de la universalidad. Sin embargo, aparecen como la consecuencia no buscada de la masificación de las sociedades y la expansión territorial de los Estados, cuyas dinámicas van a dar lugar a la representación política. La condición histórica del surgimiento de los primeros partidos fue el incremento de la participación política a partir del proceso de urbanización europeo de los siglos XVIII y XIX; y la base donde se desarrollaron fue el parlamento. En un principio, las primeras asociaciones o acercamientos son llamadas “facciones”, término que posee una carga de valor negativa refiriéndose a las divisiones políticas subnacionales como antinaturales. Esto es así, debido a la concepción organicista, holista y monocrática de la sociedad. Las primeras explicaciones sobre el surgimiento de los partidos políticos se pueden clasificar en tres vertientes o teorías: Teorías institucionales: Esbozada por Ostrogorski y continuada por Duverger. Según esta concepción, los partidos se habrían desarrollado como organizaciones auxiliares de los parlamentos, con el fin de coordinar la selección y las tareas de los miembros de la asamblea. Pueden clasificarse en “creación interna” (parlamento) y “creación externa” (la sociedad, por fuera de los canales institucionales). La crítica que se le hace a esta teoría, es que la última denominación –creación externa- debilita el argumento de la influencia verdadera del parlamento sobre la creación del partido. Conciliación entre el método teórico y el comparativo: Desarrollado por SteinRokkan, explica la aparición de los partidos a partir de una serie de crisis y rupturas históricas que dividen las naciones aún antes de su consolidación, provocando en cada quiebre la formación de agrupamientos sociales enfrentados. La crítica que se le hace a este enfoque es que limita la explicación a Europa, por ser la fuente empírica de observación. Teorías del desarrollo: Desplegada por La Palombara y Weiner. Justifican la aparición de los partidos como una consecuencia natural de la modernización social y de las necesidades funcionales del sistema político. La crítica es que debería contemplan los casos particulares, que responder a ciertos factores y necesidades. Podemos decir que el nacimiento formal de los partidos se da con la “ReformAct” de Inglaterra en 1832, que implica reconocer a todas las asociaciones anteriores a esa fecha como antecedentes de los modernos partidos. Naturaleza: Puede constituirse una tipología triple de los partidos a partir de los siguientes ejes: A)Base social: la clasificación común divide a los partidos en obreros y burgueses (Europa), pero también se puede agregar la categoría de partido populista para los casos que abarcan una amplia masa multiclasista (“Tercer Mundo”). En algunos países la heterogeneidad social también puede llevar a la formación de partidos campesinos, o representativos de minorías étnicas, religiosas o lingüísticas. B)Orientación ideológica:es el objetivo de la organización lo que determina su accionar. La principal tipología se construye en torno al par derecha-izquierda, que es producto de la Revolución Francesa y se transforma en el criterio por excelencia para ordenar las ideas políticas. Luego se agrega otra tipología que prioriza como elemento distintivo el grado de moderación o radicalización de los postulados programáticos. De esta manera, se puede considerar en un primer grupo a los “partidos moderados o del sistema” como aquellos que se orientan al gobierno y tratan de conseguir el poder dentro de las reglas de juego del sistema político; y en un segundo grupo a los “partidos antisistema o extremistas”, que rechazan el sistema estatuido y tienen el objetivo de cambiar el régimen. C)Estructura organizativa:los partidos al ser concebidos como organizaciones, se suponen movidos por fines propios que trascienden los objetivos que le dieron origen, al mismo tiempo que también trasciende los intereses de los individuos que lo integran. Cabe aclarar, que ni la perspectiva sociológica (base social), ni la teológica (ideología), ni la organizativa (estructura interna), ni la sistémica, pueden abarcar por sí solas todas las dimensiones del fenómeno partidario.

Los tipos: La clasificación más desarrollada es la que distingue entre “partidos de representación individual” y “partidos de representación de masas”. El criterio para la clasificación es histórico-organizativo, lo que se da es una transformación progresiva de un tipo hacia otro. Esto es así, en la medida que la necesidad de legitimidad y apoyo (militancia, financiamiento, votos) hizo imposible la viabilidad sin respaldo electoral. Los partidos de representación individual se caracterizaron por ser una asociación de notables teniendo una dependencia total hacia los caballeros o familias que las patrocinaban. El parlamentario tenía absoluta y libre decisión para decidir en el recinto, de acuerdo al “saber y entender” que las doctrinas le asignaban. Las opiniones de los notables se intercambiaban en los clubes, donde estaban excluidos los que no pertenecían a los sectores altos de la sociedad. Estos clubes vendrían a significar los antecedentes de los comités. El modo de expansión de estos partidos era por cooptación, que consistía en la atracción individual de las personas que se consideraban importantes para la defensa de los objetivos planteados. Su instrumentación consistía en la distribución de prebendas, de beneficios estatales, o de la promesa de una carrera dentro del partido (la ideología todavía no era concebida como razón para participar en la actividad política) La apertura electoral, produce cambios dentro de los partidos socialistas y marxistas, que deben recurrir a nuevos métodos de acción política. Las imprentas se convierten en una nueva herramienta fundamental utilizada para el adoctrinamiento de las masas trabajadoras. Otro hecho clave fue la incorporación de militantes, concentrándose sobre todo en fábricas y áreas urbanas; con la característica de ser “desde abajo” diferenciándose así de los ingresos “directo en la cúpula” que caracterizaba a los partidos de notables. Otro elemento es que se rechaza el mandato libre en el parlamento como norma de acción, para adoptar una posición unificada por bloque ante cada tema de debate. Los nuevos partidos de masas también son llamados “de aparato” debido a la estructura burocrática que debían poseer para coordinar el proceso de movilización de masas. Pero con el desarrollo económico y los avances tecnológicos se fueron modificando la estructura clásica de las sociedades europeas, desdibujándose las fronteras de clase, y multiplicándose los niveles de estratificación horizontal. Esta transformación debilita las identidades subculturales homogenizándolas, al mismo tiempo que fragmenta la sociedad económicamente. En este contexto, los partidos políticos deben acoplarse a las nuevas condiciones, reduciendo la doctrina para ampliar así la base de apoyo. Estos nuevos partidos son definidos como “electorales de masas”, “profesional electorales” o como “partidos escoba o atrapatodo”, esto es así en función de la sociedad por encima de las divisiones de clase. Modelo de partido según Panebianco: Partido burocrático de masas 1. Papel central de la burocracia. 2. Partido de afiliación con fuertes lazos organizativos de tipo vertical (voto cautivo, ideología clara). 3. Dirección colegiada, preminencia de la dirección del partido. 4. Financiación por medio de cuotas de los afiliados y de actividades colaterales. 5. Acentuación de la ideología.

Partido profesional electoral 1. Papel central de los profesionales. 2. Partido electoralista, que se dirige al electorado de opinión, con débiles lazos organizativos. 3. Dirección personificada, preeminencia de representantes públicos. 4. Financiación a través de grupos de interés y por medio de fondos públicos. 5. Problemas con el liderazgo. El papel central lo desempeñan los arribistas y representantes de los grupos de interés.

Definición: Sartori brinda una definición limitada a las naciones occidentales: “un partido es cualquier grupo político identificado con una etiqueta oficial que presenta a las elecciones, y puede sacar en elecciones (libres o no), candidatos a cargos públicos”. Quedan fuera de esta definición los movimientos autoritarios o totalitarios, ya que una vez que tienen el poder del Estado en sus manos, proscriben a los demás partidos y anulan las elecciones. También quedan afuera los pequeños partidos que se presentan a elecciones y no obtienen ningún cargo público. Funciones: Pueden definirse según el carácter ascendente o descendente de la corriente de interacción. Cuando es de la primera manera -ascendente, de la sociedad hacia el Estado- , las tareas básicas serán la

organización y el filtro de demandas, la movilización e integración social y la estructuración del voto. En el segundo caso –descendente, del gobierno a la sociedad), las funciones abarcan el reclutamiento de elites y personal político y formación de políticas públicas. La actividad que realizan los partidos puede ser resumida mediante los conceptos de representación (de la sociedad en el Estado) y gobierno (sobre la sociedad por el Estado). Frente al primer concepto estamos en presencia de una nación más pluralista con mayor autonomía de sus grupos de interés; y frente al segundo caso se percibe menor autonomía, mayor control de los gobernantes sobre los gobernados, y una jerarquización rígida de las relaciones sociales. Características: Las características que pueden presentar los partidos políticos y que los diferencian entre sí más allá de sus funciones, están desarrolladas con Panebianco en su análisis de los modelos de partido. El control que tenga la coalición dominante de las áreas de incertidumbre determinará el perfil de la organización y sus expectativas de supervivencia. Dichos recursos son acumulativos y la configuración de la dirigencia partidaria dependerá de la medida que sus integrantes logren adueñarse de estos recursos de control. Sistemas de partido: Los partidos están en constante interacción con las demás partes o partidos del ambiente. Cada partido compite en un espacio más o menos abierto de acuerdo con el marco general del régimen político para la obtención del voto que le otorgue mayor poder de influir en la toma de decisiones públicas. Las corrientes de interacción que se determinan entre los partidos dan lugar a un conjunto de elementos interrelacionados, de la manera que la modificación de un elemento produce cambios en el sistema. A su vez, el sistema de partidos funciona como parte de un subsistema mayor, que es el político, en combinación con otros subsistemas como el electoral y el jurídico-institucional. Sartori en 1976 planteó su innovadora tipología de sistemas de partido que luego es retomada por todos los autores posteriores. Como antecedente de la tipología de Sartori encontramos por un lado a Duverger y por el otro a La Palombara y Weiner. Duverger caracteriza el escenario donde actúan los partidos políticos como unidimensional, en cuyos extremos se define las posiciones ideológicas “derecha” e “izquierda”. Entre ellas y de acuerdo al tipo de régimen se ubican uno o más partidos dividiendo el sistema a través de un criterio cuantitativo: sistemas unipartidistas, bipartidistas y multipartidistas. Por otro lado La Palombara y Weiner desarrollan una tipología cuádruple: ideológico hegemónico, pragmático hegemónico, ideológico turnante y pragmático turnante. Sartori combina la dimensión cuantitativa numérica de Duvergercon una cualitativa ideológica que actúa como variable de control, con el objetivo de establecer cuando la variación del número de partidos afecta la dinámica de la competencia. El formato es heptuple, subdividiendo las categorías de Duverger desdoblando al unipartidismo en tres clases: a) de partido único, b) de partido hegemónico, c) de partido predominante; el bipartidismo queda tal cual está; y el multipartidismo se divide en: a)de partidos limitados, b) extremo, c) atomizado. DUVERGER Unipartidista

Bipartidista Multipartidista

SARTORI Sistema de partido Competencia No  Único(solo un partido está permitido) No  Hegemónico(pese a la prohibición legal o fáctica, otros partidos pueden presentarse) Sí  Predominante (la competencia es libre, pero gana casi siempre el mismo partido) Bipartidario Sí Sí  Limitado, moderado (menos de 5 partidos) Sí  Extremo, polarizado (más de 5 partidos) Sí  Atomizado

Característica Unipolar Unipolar

Bipolar

Bipolar Bipolar Multipolar Multipolar

DUVERGER: LA ESTRUCTURA DE LOS PARTIDOS  ORIGEN ELECTORAL Y PARLAMENTARIO DE LOS PARTIDOS Consiste en primer lugar, en la creación de grupos parlamentarios; en segundo lugar, en la aparición de comités electorales; y en tercer lugar, en el establecimiento de una relación permanente entre ambos elementos. En algunos países los primeros grupos parlamentarios fueron grupos locales –dada su cercanía geográfica o la defensa de intereses profesionales- que se transformaron posteriormente en grupos ideológicos –dada las ideas comunes-. Asimismo, sobre la formación de los grupos parlamentarios ha influido el escrutinio de lista y la representación proporcional en tanto exigen un esfuerzo colectivo. Por su parte, la aparición de los comités electorales está directamente ligada a la extensión del sufragio universal que hace necesaria la organización de nuevos electores y al desarrollo de sentimientos igualitarios, de modo que la creación de comités electorales tiende a ser una iniciativa de la izquierda. Una vez nacidas estas dos células madres, grupos parlamentarios y comités electorales, basta con que una coordinación permanente se establezca entre éstos y que lazos regulares los unan a aquellos, para que nos encontremos frente a un verdadero partido. Generalmente, es el grupo parlamentario quien desempeña el papel esencial en esta última fase. Así, en la cima, el grupo coordinaba la actividad de los diputados; pero cada uno de ellos se esforzaba, por otra parte por estrechar sus lazos con su propio comité electoral, del que dependía la futura renovación de su mandato, viéndose así los comités federados indirectamente en el Parlamento por la acción de sus representantes. Basta entonces que esas relaciones pasen del plano personal al plano institucional para que se extienda oficialmente el acta de nacimiento de un partido.  ORIGEN EXTERIOR DE LOS PARTIDOS Hablamos de creación exterior cuando el conjunto de un partido es establecido esencialmente por una institución ya existente, cuya propia actividad se sitúa fuera de las elecciones y el parlamento. Dentro de los “organismo exteriores” capaces de engendrar partidos podemos mencionar los sindicatos, agrupaciones agrícolas, círculos de intelectuales y sociedades de pensamiento, Iglesias y sectas religiosas, asociaciones de excombatientes, grupos industriales y comerciales, entre otras. Así, muchos partidos fueron creados por dichos organismos constituyéndose como su “brazo secular” en materia electoral y parlamentaria. Partidos de creación electoral y parlamentaria

Partidos de creación exterior

Más descentralizados

Más centralizados

Nacimiento desde la cima.

Nacimiento desde la base.

Creación de comités y secciones locales bajo impulso del centro (reducen su libertad de acción).

Son los comités y secciones locales existentes los que crean el organismo central (quieren conservar su autonomía).

Menos coherentes y disciplinados

Más coherentes y disciplinados

Se ven obligados a establecer vínculos mediante el grupo parlamentario.

Organización ya existente que relaciona todas las células de base.

Papel esencial de los diputados.

Influencia menor de los diputados (desconfianza hacia el grupo parlamentario)

Su fin es conquistar escaños. La lucha electoral y parlamentaria es esencial para el partido.

La lucha electoral y parlamentaria, si bien es importante, es secundaria para el partido, no es más que un de los elementos de la acción general del partido.

La génesis electoral y parlamentaria se corresponde a La génesis exterior parece corresponder a un tipo una fase determinada de la evolución democrática: el moderno de partido (a partir de 1900 la creación externa establecimiento progresivo del sufragio universal se constituye en regla). (predomina hasta 1900). Se desarrolla en un país donde no existe todavía un sistema de partidos organizados.

Se impone en los países con un sistema de partidos ya funcionando.

A) La armazón de los partidos La armazón de los partidos políticos modernos constituye el marco general de la actividad de los miembros, determina los mecanismos de elección de sus dirigentes y los poderes de estos. La misma se divide en los siguientes apartados. I. Estructura directa y estructura indirecta Duverger hace corresponder esta distinción en el plano de los partidos a la distinción entre Estado unitario y Estado federal en el plano nacional. En consecuencia, “en el Estado unitario, los ciudadanos están ligados inmediatamente a la comunidad nacional: así, en el partido directo, los miembros forman en si la comunidad del partido, sin la añadidura de otros grupos sociales. En el Estado federal, por el contrario, los ciudadanos se unen a la nación por mediación de los Estados miembros: del mismo modo el partido indirecto está constituido por la unión de grupos sociales de base” (este último supone que se es miembro de un grupo social como sindicatos, cooperativas, que se adhiere colectivamente al partido). Formas de los partidos indirectos: en general encontramos aquí a los partidos socialistas, partidos católicos y partidos agrarios. En los partidos directos hay un lazo individual que une al partido con los miembros, es decir, que la adhesión al partido es individual y directa. Por ello, la cotización política individual –pagar una cuota- al hacerse expresa vincula directamente al miembro con el partido y socava la estructura indirecta, al igual que las afiliaciones individuales. Factores de estructura indirecta: “los partidos directos constituyen la regla y los partidos indirectos la excepción”, pues los primeros están más extendidos que los segundos. Según Duverger, los factores que impulsan a un partido a tener una estructura indirecta son las circunstancias políticas, las influencias doctrinales, el temperamento nacional –“no se encuentran ya partidos indirectos en los países latinos, sino sólo en los países nórdicos, anglosajones y germánicos”-, y principalmente el sistema electoral. Ante la ausencia de sufragio universal que frena el desarrollo de los partidos socialistas, se evidencia la intervención de los sindicatos y cooperativas en los partidos influenciando sobre su estructura indirecta. Igualmente, en otros países como Austria o Bélgica, el escrutinio de lista también ha favorecido la estructura indirecta de los partidos a partir de la organización federal de los partidos católicos. Asimismo, “cuando los sindicatos o cooperativas han nacido antes del Partido Socialista, la tendencia natural de éste ha sido organizarse en su marco, sobre la base de una participación indirecta; si, por el contrario, el partido ha nacido antes que los sindicatos, sigue el camino clásico de participación directa”. Es necesario tener en cuenta que estas reglas no constituyen leyes generales sino tendencias que ofrecen un principio de explicación. II. Elementos de Base Duverger define partido como “un conjunto de comunidades, una reunión de pequeños grupos diseminados a través del país (secciones, comités, asociaciones locales, etc.) ligados por instituciones coordinadas”. Por su parte, los elementos de base designan las células componentes del organismo del partido, es decir, son las células madres del partido. Pues, dicha noción se refiere a un plano vertical.

Si bien los elementos de base de cada partido tienen una estructura original, pueden distinguirse cuatro tipos de elementos de base: comité, sección, célula y milicia. a) COMITÉ: se caracteriza por su carácter limitado. Reúne un pequeño número de miembros sin pretensión de aumentarlos. Para Duverger, no tiene miembros propiamente dichos ya que este grupo limitado es un grupo cerrado: no se penetra en el partido sino mediante una cooptación tácita, o una designación formal. Puede disponer de un gran poder, el cual descansa en la calidad de sus miembros, no en su cantidad: constituye un partido de notables, escogidos por su influencia. Funciona en una zona geográfica bastante grande, encontrándose en el territorio donde opera –base local-, de modo que su principal característica es la territorialidad. Su actividad es estacional: alcanza el máximo en época de elecciones, para reducirse considerablemente en el intervalo de los escrutinios, por lo tanto el comité tiene un carácter semipermanente. Su estructura es jerarquizada, en tanto responde a una organización interna por niveles. Pueden distinguirse los siguientes tipos de comités: i. comité directo (reúne a notables escogidos por sus cualidades individuales, ninguno representa formalmente a una clase o grupo); ii. comité indirecto (reúne delegados de los elementos de base locales de cada uno de sus grupos, cuya reunión constituye el partido); iii. comité de notables (compuesto por personalidades escogidas por su influencia personal); iiii. comité de técnicos (compuesto por miembros escogidos por su conocimiento de los medios que permiten una acción electoral). Duverger dirá que los comités “forman la organización normal de los partidos en un régimen de sufragio censatario, o en un sistema de sufragio universal todavía en sus inicios. Si dejamos a un lado a los comités indirectos, en efecto, los demás reúnen a las elites sociales tradicionales: por su composición y su estructura (débil organización colectiva, predominancia de las consideraciones individuales) traducen la influencia de la gran burguesía o de la pequeña”. Son la expresión política normal de la clase burguesa. Para el caso de partidos políticos argentinos, un ejemplo de comité como elemento de base es la U.C.R. b) SECCIÓN: “no es más que una parte de un todo, cuya existencia separada no es concebible”. Es más centralizada que el comité y se caracteriza por multiplicar el número de miembros, de modo que la sección constituye un elemento de base abierto: la sección apela a las masas. Asimismo, guarda contacto con ellas: de ahí su base geográfica, es decir, que descansa en una base local. (En un mismo espacio geográfico pueden haber distintas secciones con diferencias ideológicas). Es permanente en tanto la actividad de la sección sigue siendo importante y regular luego de las elecciones. Si bien su estructura no es rígida, debido al número de sus miembros posee una organización interior más perfeccionada que la del comité, pues, la jerarquía de la sección es más clara y la separación de funciones es más precisa que consiste en un procedimiento reglar de designación de la oficina, generalmente la elección. Según Duverger, “la sección es un invento socialista”, en tanto estos “fueron los primeros en tratar de organizar las masas, de darles una educación política y de sacar de su seno elites populares”. Frente al comité, la sección aparecía como el órgano normal de expresión política de las masas. En consecuencia, la sección donde los dirigentes son elegidos por sus miembros se corresponde con las exigencias de la democracia política. Además de los partidos socialistas, los partidos católicos o los partidos de tendencia fascista son los únicos que han sabido adoptar la sección como elemento de base. Para el caso de partidos políticos argentinos, la sección como elemento de base fue adoptada por el P.J. c) CÉLULA: “descansa en una base profesional: reúne a todos los miembros del partido que tienen un mismo lugar de trabajo”, de modo que puede haber células de fábrica, de taller, de oficina, etc. “Sin embargo, existen necesariamente células locales junto a las células de empresa, bien para reunir a obreros aislados, bien para agrupar a los miembros del partido que no trabajan en una colectividad”. Las células locales están subsumidas a las células de empresa que son las que reúnen a los miembros del partido en el lugar mismo de trabajo. El poder de la célula sobre sus miembros es mayor que el de la sección, lo que se debe a que la célula se trata de un grupo absolutamente permanente, cuyos miembros se conocen bien y su solidaridad hacia el partido es más fuerte. Además, dicha solidaridad es aumentada por la naturaleza profesional de la célula, que le otorga una

base concreta y directa, a la vez que implica un peligro para la célula: que ésta se absorba enteramente en las reivindicaciones laborales y se olvide de las políticas. Es decir, hay una preeminencia de las cuestiones económicas sobre las políticas. Este análisis en válido, principalmente para los partidos obreros. La célula es un invento comunista y conviene perfectamente a la clandestinidad, en la medida en que al insertarse en estructuras productivas o funcionales, los miembros del partido están en contacto diariamente en sus lugares de trabajo facilitando la circulación de consignas y la organización de conspiraciones. “El sistema de células no puede establecerse, pues, y mantenerse más que mediante un esfuerzo constante del centro. Este esfuerzo es posible en un partido comunista, en la que la autoridad de la dirección del partido es grande. No lo es en un partido socialista, más descentralizado y menos disciplinado”. Como vemos, la estructura de la célula es rígida, cuyo orden es aceptado y cumplido. El dirigente se comunica con las demás células sin saber quienes las componen. Pues, posee una estructura piramidal que se organiza así a fin de existir con mayor facilidad en la clandestinidad. “Por su marco y sus dimensiones, la célula no es un instrumento adaptado a la lucha electoral: está concebida para la acción en el seno de una empresa y no para la participación en un escrutinio político”. “Se convierte en instrumento de agitación, de propaganda, de organización, y eventualmente de acción clandestina”. En el caso argentino, la célula como elemento de base se puede identificar con el grupo guerrillero E.R.P., que constituía el brazo militar del P.R.T., y con Montoneros. d) MILICIA: “especie de ejército privado, cuyos miembros están organizados militarmente, sometidos a la misma disciplina y al mismo entrenamiento que os soldados, revestidos como ellos de uniformes e insignias, capaces como ellos para combatir a un adversario por las armas y la lucha física. Pero sus miembros siguen siendo civiles”. Dentro de la milicia se distinguen dos categorías: i. el ejército activo y ii. La reserva. El carácter militar de la milicia aparece, no solo en su composición, sino también en su estructura: grupos de base muy pequeños, aglomerados en pirámides para formar unidades cada vez mayores. La milicia es una creación fascista, en tanto afirma el predominio de las elites, de las minorías actuantes, y la necesidad de la violencia como medio para conquistar y conservar el poder: la milicia organiza esas minorías y les da los medios de acción violenta. La milicia constituye la ruptura entre los partidos políticos y la acción electoral y parlamentaria, aún más que en las células. Sin embargo, “los partidos-milicias no desdeñan las elecciones y los Parlamentos, en la fase de conquista del poder, como los partidos-células”. Pero una vez en el poder, la milicia se constituye en instrumento para socavar la acción electoral y parlamentaria, para destruir el régimen democrático. En consecuencia, debido al carácter común de alejamiento de los métodos electorales y parlamentarios, se observa una tendencia a utilizar la milicia y la célula simultáneamente. Para Duverger, nunca un partido político ha estado compuesto exclusivamente sobre la base de la milicia, así como “es raro que un partido descanse exclusivamente en uno solo de los cuatro elementos de base, salvo quizás los viejos partidos del siglo XIX, apoyados en los comités”. “La distinción de los partidos a base de comités, partidos a base de secciones, partidos a base de células, partidos a base de milicias, descansa en su elemento constitutivo fundamental, sin pretender que sea exclusivo. No es incluso necesario que ese elemento agrupe a la mayoría numérica de los miembros del partido”.

CAPÍTULO 3: COALICIÓN DIMINANTE Y ESTABILIDAD ORGANIZATIVA -

Premisa

Los recursos del poder organizativo son los factores cuyo control permite a ciertos actores desequilibrar en su favor los juegos de poder, dentro del partido político, permitiendo a quienes los poseen ser influyentes en la toma de las decisiones. Estos recursos del poder se los denomina como zonas de incertidumbre al ser ámbitos imprevisibles para la organización del partido que se van a distribuir entre algunos de los miembros del partido, los cuales tendrán como meta el control de ellos. Las principales zonas de incertidumbre son seis: competencia, gestión de las relaciones con el entorno, las comunicaciones internas, las reglas formales, la financiación de la organización y el reclutamiento. 1. Competencia: es el “poder del experto”, el “saber especializado”. Consiste en el reconocimiento, por parte de los otros actores organizativos, de que algunos poseen las cualidades idóneas para desempeñar ciertos roles. Surge de la idea de que, por su competencia, un actor determinado es indispensable en el papel que desempeña al presentar el conocimiento técnico necesario para desempeñar tal rol. Se presenta como un recurso fundamental del poder organizativo. 2. Las relaciones con el entorno: estipular, redefinir, o alimentar alianzas con otras organizaciones, o bien establecer los temas sobre los que se entablará el conflicto con ellas, son sólo algunas de las numerosas tareas en la gestión de las relaciones con el entorno, que algunos actores deben necesariamente asumir por cuenta de la organización participando en dos sistemas de acción, uno en el interior de la organización y otro constituido por la relación entre la organización y el entorno. Es decir, los actores que manejen esta zona intentarán controlar las relaciones interpartidarias. 3. Comunicación: refiere al control de los canales de comunicación. En definitiva, quien tiene la capacidad para distribuir, manipular, retrasar o suprimir la información controla un área fundamental de incertidumbre y tiene en sus manos un recurso decisivo en las relaciones de poder. 4. Reglas formales: significa fijar el campo de juego - elegir el terreno en el que se desarrollarán os conflictos, las negociaciones o los juegos de poder con los otros actores organizativos. Pocas de ellas tienen un significado unívoco, una regla necesita casi siempre ser interpretada; por lo cual quien tiene la facultad de la interpretación goza de una renta de situación respecto a todos los demás actores, a la vez que, el control sobre las reglas significa también la posibilidad de tolerar desviaciones respecto a aquellas. Establecer las reglas, manipular su interpretación, imponer o no su observancia, constituyen zonas de incertidumbres, áreas de carácter imprevisible en la organización cuyo control supone otro decisivo recurso en las relaciones de poder. A través de este razonamiento se explica por qué los estatutos de un partido no describen se organización, sino que son una pálida huella lábil e imprecisa. 5. Financiación: quien controla los canales a través de los cuales afluye el dinero que sirve para financiar la organización, controla otro recurso crucial. Ahora bien el dinero puede llegar de distintas maneras, existiendo dos extremos: financiación externa – en este caso la fuente externa controla directamente esta zona de incertidumbre y ejerce un determinado poder sobre el partido - y existencia de un gran número de aportaciones de pequeña cuantía – ejemplo de ello son las cuotas de los afiliados, las campañas de autofinanción, etc.-. En la mayor parte de los casos, los partidos se colocan en una posición intermedia entre los dos extremos; en el caso de Argentina la financiación externa ya no se permite. 6. Reclutamiento: el reclutamiento en los diversos niveles de la organización se relaciona a decidir sobre quién puede o no entrar a formar parte de la organización, sobre quién hará carrera en alguna de las ramas de la organización y cuáles son los requisitos para ello. Los recursos del poder son acumulativos ya que quien controla una cierta zona de incertidumbre tiene bastantes posibilidades de adquirir el control de las demás. Por lo cual la tendencia de la mayoría de los partidos es la concentración de los recursos de poder en grupos reducidos, sin embargo el control sobre las zonas de incertidumbre no puede ser monopolizado por un solo grupo.

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La coalición dominante

Los principales recursos del poder tienden a concentrarse en manos de grupos reducidos, los cuales son denominados por el autor como coalición dominante por tres razones:

1. Existe una compleja formación de la estructura del poder donde el líder es el centro de una organización de fuerzas internas del partido, con las que debe, al menos en cierta medida, avenirse a pactos. A su vez, debe controlar las zonas de incertidumbre organizativa y de su flexibilidad para garantizar a los otros miembros de la coalición dominante las compensaciones requeridas 2. El poder organizativo en un partido no está concentrado en los cargos internos o parlamentarios del propio partido. 3. La coalición dominante comprende tanto a los líderes nacionales, como a los intermedios y/o locales. En definitiva, la coalición dominante de un partido está integrada por aquellos actores, pertenezcan o no formalmente a la organización, que controlan las zonas de incertidumbre más vitales. El control de estos recursos, a su vez, hace de la coalición dominante el principal centro de distribución de los incentivos organizativos del partido. A destacar es que siempre la coalición dominante es una alianza de alianzas, que a su vez son coaliciones de grupos más pequeños. Presenta como característica general el ser una construcción precaria ya que puede disgregarse ante el choque con fuerzas externas – al no estar en condiciones de controlar las zonas de incertidumbre organizativa – o puede disolverse a causa de sus conflictos internos, debido a cambios en el centro de gravedad el poder. La fisonomía de una coalición dominante puede ser examinada desde tres puntos de vista, a fin de definir su configuración: - Grado de cohesión es el que define si los intercambios verticales (elites – seguidores) están concentrados en pocas manos o bien dispersos entre una pluralidad de líderes. Depende de si el control sobre las zonas de incertidumbre se halla disperso o concentrado. La distinción principal se establece entre partidos subdivididos en: facciones, que son grupos fuertemente organizados que suponen un corte vertical del partido entero o bien grupos geográficamente concentrados (organizados sólo en la periferia del partido), o en tendencias, que son grupos débilmente organizados carentes de bases organizadas en el conjunto de la organización. En los partidos donde los grupos internos se configuran como facciones el control sobre las zonas de incertidumbre estará disperso y la coalición dominante se hallará poco cohesionada al ser el resultado de un compromiso entre diversas facciones frente a otras, lo cual permitirá que se intente romper con la coalición desplazándola para imponerse otra alianza de las facciones. Mientras que, en un partido se configure en base a tendencia el control sobre las zonas de incertidumbre estará más concentrado, y la coalición dominante estará más unida al ser esta formada, en la mayoría de los casos, por los lideres de cada tendencia del partido; es decir, en los casos de que la estructuración del partido sea en tendencias, se intenta seguir la continuidad de la coalición dominante. - Grado de estabilidad refiere a los intercambios horizontales (entre elites), y en particular al carácter estable o precario de los compromisos en el vértice de la organización. Tendencialmente, una coalición dominante unida es una coalición estable, aunque no siempre que la coalición esta dividida (en facciones) es inestable debido a que pueden existir compromisos entre las facciones que integran al país a fin de mantener la estabilidad. - Mapa del poder organizativo circunscribe tanto a las relaciones entre las distintas áreas organizativas del partido y las relaciones entre el partido y otras organizaciones. Los cambios en la composición de una coalición dominante no tienen porque producir alteraciones en su configuración, es decir modificar el grado de cohesión interna, el grado de estabilidad o el mapa del poder. -

La legitimidad

Remontándose a Weber, es posible y útil pensar en los líderes de un partido como empresarios teniendo como primer fin el mantener el control de su empresa. Para continuar con este razonamiento, Panebianco retoma el concepto de la legitimidad, para expresar que la legitimidad del liderazgo está en función de su capacidad para distribuir bienes públicos (incentivos colectivos) y/o bienes privados (incentivos selectivos). Representando los incentivos colectivos a los que tratan de llegar al afiliado con un reconocimiento de base que a la persona le permiten sentir pertenencia – por ejemplo fines, ideología organizativa -; mientras que los incentivos selectivos reconocen las capacidades individuales generando una distinción entre unos y otros miembros del partido.

En relación a la legitimidad e incentivos colectivos, se debe mencionar que los fines oficiales requieren de la especificación de una línea política con el objeto de dar suficiente credibilidad a la causa y para nutrir, su función de centro simbólico de identificación. En definitiva, los fines oficiales deben ser traducidos en una línea política. A consecuencia de lo anterior, la elite mayoritaria, es prisionera –la mayoría de las veces- de su línea política, a través de la cual distribuye incentivos de identidad a sus seguidores sin poder cambiar drásticamente las características de esta identidad. Todo ello introduce un elemento de rigidez en los conflictos internos de los partidos y explica por qué, frente a crisis organizativas de gran alcance las coaliciones dominantes no consiguen reelaborar la línea política y caen bajo los golpes de las elites minoritarias. -

La estabilidad organizativa

Por estabilidad organizativa se entiende la conservación de las líneas internas de autoridad en el partido, es decir, de la forma en que se halla configurado el poder legitimo dentro del partido. Tal concepto se presenta como el objetivo fundamental para los líderes, intentando alcanzarlo a través de distintas estrategias que no serán definidas por los líderes del partido de antemano a optarla. En algunos casos se buscará la expansión de la organización (con estrategias de dominio del medio en que se desenvuelven), o en otros se desaconseja la expansión (con estrategias de adaptación del medio). La estrategia a seguir dependerá de las características de los equilibrios internos de poder y de las relaciones de la organización con los diversos ambientes con los que se relaciona. CAPÍTULO 4: LA INSTITUCIONALIZACIÓN -

Premisa

Partido es una estructura en movimiento que evoluciona, que se modifica a lo largo del tiempo y que reacciona a los cambios exteriores, al cambio de los ambientes en que opera y en los que se halla inserto. Se afirma que los factores que inciden mayormente sobre la estructura organizativa de los partidos, los que explican su fisonomía y funcionamiento, son su historia organizativa (su pasado) y las relaciones que en cada momento establece son un entorno sujeto a continuos cambios. Los conceptos centrales en torno a los cuales el autor organiza el análisis son los de modelo originario y el de institucionalización. -

El modelo originario

Las características organizativas de cualquier partido dependen de su historia, de cómo la organización haya nacido y se haya consolidado. Para referirnos a ello Panebianco retoma la Teoría de la formación de los partidos de Duverger deteniéndose en la distinción de creación externa y de creación interna; sin embargo al ser el proceso de formación de un partido un proceso complejo que consiste a menudo en la aglutinación de una pluralidad de grupos políticos, a veces incluso fuertemente heterogéneo. En consecuencia, para el autor hay tres factores que contribuyen a definir el modelo originario particular de cada partido. 1. Por penetración territorial o difusión territorial o una combinación de ambos: el primer caso se da cuando un centro controla, estimula y dirige el desarrollo de la periferia, una variante del nacimiento por difusión es cuando se produce un partido por la unión de dos o más organizaciones nacionales preexistentes, de este modo se habla en ambos casos de un impacto a nivel nacional que luego se disemina hacia los territorios locales. En contraposición el segundo caso sucede cuando el desarrollo se produce por generación espontanea, cuando las elites locales son las que constituyen las agrupaciones locales del partido y sólo a continuación éstas se integran en una organización nacional. Cuando hay una modalidad mixta, combinación de ambas características, el desarrollo inicial es por difusión y después se unen en una organización nacional, para finalizar su proceso desarrollando -la organización nacional (por penetración)- las agrupaciones locales allí donde aún no se han constituido. 2. Presencia o ausencia de una institución externa que patrocine el nacimiento del partido: si una institución externa favorece el nacimiento de un partido y se la concibe como el brazo político de esa institución, trae aparejado como consecuencias: a) las lealtades que se forman en el partido son lealtades

indirectas (se dirigen en primer lugar a la institución externa y luego al partido), b) la institución externa es la fuente de legitimación de los lideres y es ella la que hace que la balanza se equilibre para un lado u otro en la lucha interna del partido. Dependiendo la nacionalidad de origen de la institución externa podemos distinguir a los partidos de legitimación externa (manejados por instituciones como el FMI, Comintern) y los partidos de legitimación interna, donde la institución externa es de origen local como es el caso de la Iglesia, sindicatos. 3. Líder carismático: se trata del hecho de que el partido sea la creación de un líder que aparece como el creador e intérprete indiscutido de un conjunto de símbolos políticos que llegan a ser indispensables de su persona. Hay que diferenciar el carisma puro del de situación ya que el primero no tiene existencia autónoma del líder y está enteramente a su merced, mientras que en el caso del carisma de situación el partido no es simplemente la criatura del líder, sino que nace de una pluralidad de impulsos y otros actores pueden reservarse un cierto grado de control sobre las zonas de incertidumbre de la organización. - La institucionalización Los lideres, sean carismáticos o no, desempeñan un papel crucial al elaborar las metas ideológicas del futuro partido, seleccionar la base social de la organización y sobre ella plasmar las diversas condiciones socio – económicas y políticas de las distintas zonas del territorio nacional, etc., la organización en trance de construcción. La institucionalización es el proceso mediante el cual la organización incorpora los valores y fines de los fundadores del partido, convirtiéndose la organización -en sí misma- un fin y se carga de valores. Los procesos que provocan la institucionalización son: a) desarrollo de intereses en el mantenimiento de la organización (por parte de los dirigentes en los diversos niveles de la pirámide organizativa) y b) desarrollo y difusión de lealtades organizativas. Ambos procesos se ven ligados al sistema interno de incentivos al representar el punto a) la función que tendrá la organización al tener que distribuir los incentivos selectivos a algunos de sus miembros con el objeto de seleccionar y reclutar los cuadros de dirigentes en los distintos niveles de la organización. Todos los partidos tienen que institucionalizarse en una cierta medida para sobrevivir, pero mientras en ciertos casos el proceso desemboca en instituciones fuertes, en otros da a lugar a instituciones débiles. A partir de lo expuesto, se pretende medir la institución organizativa a partir de: - Grado de autonomía se diferencia como características principales la autonomía de la dependencia. La autonomía se establece cuando la organización desarrolla su capacidad para controlar directamente los procesos de intercambio con el ambiente, y la organización es dependiente cuando los recursos indispensables para su funcionamiento son controlados desde el exterior, por otras organizaciones. En definitiva, una organización autónoma respecto al ambiente permite establecer con seguridad dónde empieza y dónde acaba – definiendo los límites (correspondiendo al modelo cerrado)- ; por el contrario una organización muy dependiente de su ambiente es una organización cuyos límites son indefinidos correspondiendo, de este modo, al modelo abierto. - Grado de sistematización refiere a la coherencia estructural interna… Un grado elevado de sistematización implica una fuerte interdependencia entre las diversas subunidades, garantizada mediante un control centralizado de los recursos organizativos y de los intercambios con el entorno. Cuanto más elevado es el grado de sistematización, más se concentra el control sobre las zonas de incertidumbre organizativa; y recíprocamente cuanto menor es el grado de sistematización más disperso se halla el control sobre las zonas de incertidumbre. Las dos dimensiones de la institucionalización tienden a estar ligadas entre sí: a raíz de que un bajo nivel de sistematización organizativa, implica a menudo una débil autonomía respecto al ambiente; y cuanto mayor es el grado de sistematización organizativa, existe un mayor nivel de autonomía respecto al ambiente. Además, la frontera de la organización es un factor que favorece una débil coherencia estructural interna y un bajo nivel de sistematización. Tal característica permite la observancia de un partido fuertemente institucionalizado como una organización que limita drásticamente los márgenes de maniobra de los actores internos, conllevando a que los cambios que se producen dentro de ella sean lentos, penosos y limitados (al ser tan rígida es más propensa a rupturas); sucede a la inversa en las organizaciones débilmente institucionalizadas.

Respecto al grado de institucionalización de los partidos se mencionan cinco indicadores: 1. Grado de desarrollo de la organización extraparlamentaria central en un partido fuertemente institucionalización posee una burocracia central desarrollada, un aparato nacional fuerte, en oposición a los partidos débilmente institucionalizados donde el aparato central es débil, embrionario, poco o nada desarrollado y las organizaciones periféricas son más independientes del centro. 2. Grado de homogeneidad entre las subunidades organizativas del mismo nivel jerárquico si la institucionalización es elevada las agrupaciones locales tenderán a organizarse de la misma forma en todo el territorio nacional, en cambio si la institucionalización es débil es probable que existan fuertes diferencias organizativas. 3. Modalidades de financiación a mayor grado de institucionalización es más probable que la organización disponga de un sistema de ingresos basado en aportaciones que afluyen con regularidad a las cajas del partido desde un pluralidad de fuentes; mientras que cuanto menor sea el grado de institucionalización más discontinuo e irregular será el flujo de fondos y menos diversificadas serán las fuentes de financiación. 4. Relaciones con las organizaciones cercanas al partido un partido fuertemente institucionalizado ejercerá un predominio sobre las organizaciones externas al partido, en cuanto a un partido débilmente institucionalizado o no existe relación algunas con las instituciones exteriores o son precarias o las organizaciones externas son débiles y tienen poca vida o el propio partido depende de la organización. 5. Grado de correspondencia entre las normas estatutarias y la constitución material del partido en esta tendencia es mayor el grado en el caso de las instituciones fuertemente institucionalizadas. - La institución fuerte y la institución débil: dos tipos ideales El grado de institucionalización de un partido político incide sobre la configuración de su coalición dominante e influye sobre su grado de cohesión interna. En cuanto más institucionalizado se halle el partido, menos organizados serán los grupos internos, cuanto menos institucionalizado se halle el partido, más organizados estarán los grupos internos. Existen casos extremos de institucionalización ya sea máxima, donde los grupos no tienen prácticamente ninguna organización sino que se trata de tendencias en estado puro, como mínima, donde los grupos son facciones. En cuanto a la carrera de los miembros del partido cuando existe una institucionalización fuerte existe verdaderamente una carrera donde la integración de las elites es de modo vertical, y se asocia la institucionalización débil con las carreras poco convencionales –integración horizontal-, es decir se presenta una discontinuidad en la participación a todos los niveles. Sin embargo, que un partido haya experimentado un proceso de fuerte institucionalización no garantiza que no puedan verificarse procesos de des - institucionalización, de pérdida de autonomía respecto al ambiente y de debilitamiento del grado de sistematización organizativa; por otro lado un partido débilmente institucionalizado no está necesariamente condenado a mantener esta característica. -

Modelo originario e institucionalización: una tipología

Un desarrollo por penetración tiende a producir una institución fuerte (existiendo por efecto una elite cohesionada), en un desarrollo por difusión tiende a producir una institucionalización débil dado que existen numerosas elites que controlan los recursos organizativos y la organización tiene que desarrollarse por la federaciones y a través de compromisos y negociaciones entre una pluralidad de grupos. En el caso de que el partido haya tenido origen por una organización patrocinadora, la institución –en mayor medida- suele ser débil porque si la organización patrocinadora es un sindicato o una iglesia impedirá la formación de un partido fuertemente institucionalizado; mientras que si la organización patrocinadora se halla fuera de los confines del régimen político, una institucionalización fuerte que garantice la autonomía del partido respecto al régimen es un resultado más probable; en definitiva la presencia de una organización patrocinadora influye en el proceso de institucionalización dependiendo si forma parte del mismo régimen político donde funciona el partido y si opera o no directamente en la misma sociedad nacional. -

El carisma personal: un caso anormal

El carisma puede ir asociado tanto a un desarrollo organizativo por penetración como a un desarrollo por difusión, lo más probable es que se asocie a la segunda al nacer a partir de la federación de una pluralidad de grupos locales surgidos espontáneamente y/o de organizaciones preexistentes, que se reconocerá en el líder. En cambio, la presencia del carisma es incompatible con la presencia simultánea de una organización patrocinadora. Con respecto a la coalición dominante que se forma en un partido de origen carismático no busca tomar las decisiones- la toma de decisiones queda en manos del líder- sino que intentan lograr mayor protección y favores por parte del líder. El reclutamiento de las elites tiene un desarrollo centrípeto y la organización se encuentra fuertemente centralizada. En un partido carismático (antes de de que el carisma se rutinice) se da, a menudo, una ausencia en la institucionalización – presentando una fuerte resistencia a su desarrollo- y una fortísima centralización del líder; en oposición a ello cuando el carisma logra su rutinización, se institucionaliza fuertemente en una centralización de la autoridad.

Capitulo 6: SISTEMAS COMPETITIVOS 6.1. Pluralismo polarizado: Es un sistema de partidos que parte de una demarcación operacional numérica, estableciendo un punto crítico que ronda entre 5 y 6 partidos importantes ( se descarta los partidos que carecen de utilidad de coalición, salvo que su capacidad de intimidación afecte a la táctica de la competencia entre partidos) y de una variables de control: la diferencia ideológica que provoca distancia entre los partidos. Características: 1) Partidos antisistemas: Estos partidos y su actitud anti tienen diferencias de grado ya que la negación abarca o puede abarcar un ámbito muy grande de actitudes diferentes, que van desde la enajenación y la negativa total a la protesta. Hay pues dos motivos por lo menos para concebir de forma amplia lo que es antisistema: las variaciones a lo largo del tiempo y las variaciones de carácter. Esas variaciones y variedades encuentran un común denominador en un impacto deslegitimador común. Por ello se puede decir que un partido antisistema siempre socava la legitimidad del régimen al que se opone, quedando el sistema político enfrente a una crisis de legitimidad, dejando a la comunidad política ante una falta de apoyo que se suma a la una enemistad ideológica. Estos partidos tienen en su génesis una oposición por principio ya que un partido antisistema no cambiaria el gobierno, si no el sistema de gobierno en sí porque no comparte los valores del orden político en el cual actúa. Según una definición estricta estos partidos representan una ideología extraña, lo cual indica una comunidad política que se enfrenta con un máximo de distancia ideológica. Estos partidos pueden funcionar tanto desde adentro como desde afuera del sistema de partidos, mediante una sutil infiltración igual que mediante una obstrucción conspicua. 2) Oposiciones bilaterales: En comunidades políticas polarizadas nos encontramos con oposiciones que son mutuamente excluyentes: no pueden sumar sus fuerzas. El sistema tiene dos oposiciones en el sentido de que son contraposiciones que, en términos constructivos, son incompatibles. 3) Ubicación central de un partido o un grupo de partidos: El sistema es multipolar en el sentido de que su mecánica competitiva depende de un centro que debe enfrentarse tanto con una izquierda como una derecha. Los sistemas de pluralismo polarizado se caracterizan por la ubicación central de un partido o un grupo de partidos, las interacciones entre los partidos no son bipolares, si no triangulares.

Cuando se habla de un sistema basado en el centro, nos ocupamos sólo de una posición de centro, no de las doctrinas, ideologías y opiniones centristas, sean estas las que sean. La ocupación física del centro es, por y en sí misma, de gran importancia, pues implica que el terreno central del sistema político está situado fuera de la competencia. La existencia de un partido (o de partidos) de centro desalienta la centralidad, eso es, los impulsos centrípetos del sistema político. Y los impulsos centrípetos son precisamente los impulsos moderadores. Por eso este tipo de sistema es centrífugo, por ende conducente a políticas inmoderadas o extremistas. 4) Polarización como característica sintética: Hay polarización cuando hay distancia ideológica (en contraposición a la proximidad ideológica). El sistema se basa en el centro precisamente porque está polarizado. La toma de decisión de centro no es sólo una consecuencia, sino también una causa de polarización, pues el mismo hecho de que la zona de centro esté ocupada alimenta al sistema con impulsos centrífugos y desalienta la competencia centrípeta. 5) Impulsos centrífugos sobre los centrípetos: La tendencia característica del sistema es el debilitamiento del centro, una pérdida persistente de votos a favor de uno de los extremos (o incluso de ambos). Quizá se pueda frenar la hemorragia centrifuga, pero las tensiones centrifugas parecen contrarrestar con éxito toda inversión decisiva de la tendencia. 6) Estructuración ideológica congénita: Cuando se halla un amplio espacio ideológico la comunidad política contiene partidos que no solo están en desacuerdo en torno a cuestiones políticas generales, si no también, y de modo más importante, acerca de los principios y las cuestiones fundamentales. La característica común es que todos los partidos se combaten con argumentos ideológicos y compiten en términos de mentalidad ideológica. Una comunidad política es ideológica porque la sociedad está ideologizada y así la misma configuración del sistema de partidos mantiene y sostiene la estructuración ideológica de la sociedad. Cuando un sistema de partidos llega a quedar establecido y pasa más allá de la fase de atomización, los partidos se convierten en algo automático, se convierte en el sistema natural de canalización de la sociedad política. Y cuando hay varios partidos establecidos automáticamente, el sistema adquiere un interés creado en fomentar un tipo ideológico de canalización, al menos por dos razones. La primera es que sin han de percibirse y justificarse tanto partidos por separado, estos no pueden permitirse una falta pragmática de diferenciación. La segunda razón es que en una situación de pluralismos extremo casi todos los partidos son grupos relativamente pequeños, la mejor forma de asegurar cuya supervivencia es que a sus seguidos se les adoctrine como “creyentes”. 7) Oposiciones irresponsables: El acceso periférico y limitado al gobierno ( imposibilidad de alternación de los partidos en el poder, están limitados a una alternancia periférica en el sentido de que el acceso al gobierno se limita únicamente a los partidos de centro izquierda y/o de centro-derecha) sirve para explicar, por qué el pluralismo polarizado carece de una oposición responsable importante y se caracteriza tanto por una oposición semiresponsable como por una oposición irresponsable. Es probable que una oposición se comporte de modo responsable si se espere que responda, esto es que deba llevar a la práctica lo que ha prometido. A la inversa, es probable que una oposición sea tanto menos responsable cuantas menos esperanzas tenga de gobernar. En las comunidades políticas polarizadas, la alternación de los posibles aliados del partido dirigente de centro se impone sobre todo por limitaciones ideológicas. Por eso los partidos del sistema orientados hacia el gobierno no se siente motivados a desempeñar el papel de una oposición responsable; puede permitirse ser semiresponsables. Y lo partidos antisistema, si tiene motivación es la de ser irresponsables ya que se oponen al sistema; son una oposición permanente que se niega a identificarse con el sistema político, cuyas promesas no se prevé que se vayan a cumplir nunca. 8) Política de súper oferta o promesas excesivas: La competencia política consiste no solo en la competencia misma sí no también en las normas de competitividad. La política competitiva está condicionada por la existencia de más de un partido y por el mínimo de una competencia limpia (y de confianza mutua), por debajo del cual difícilmente puede funcionar un mercado político como mercado competitivo.

La competencia injusta se da cuando un partido hace promesas ante las cuales nunca responde, esto produce una escalada incesante. Esta política de la súper oferta lleva a un desequilibrio inflacionario: una situación en la que los competidores tratan de arrancarse el apoyo uno a los otros mediante llamamientos más estentóreos y promesas mayores, de modo que aumenta la competencia por la oferta disponible, pero la oferta no aumenta. 6.3 El pluralismo moderado y las sociedades segmentadas El pluralismo limitado y moderado está demarcado, en una frontera, por los sistemas bipartidistas y, en la otra, por el pluralismo extremo y polarizado. La clase abarca básicamente, de tres a cinco partidos importantes, y por eso digo que se trata de un pluralismo limitado (en contraposición al extremo) El principal rasgo del pluralismo moderado es el de gobierno de coalición. Esta característica se desprende del hecho de que los partidos importantes son por lo menos tres, por lo general ningún partido alcanza la mayoría absoluta y de que parece irracional permitir que el partido mayor o dominante gobierne solo cuando se le puede obligar a compartir su poder. Los gobiernos minoritarios de un solo partido son – en el contexto del pluralismo limitado y moderado- gobiernos débiles aunque pueden ser duraderos. La fórmula del pluralismos moderado no es el gobierno alterno, sino el gobierno en coalición dentro de la perspectiva de las condiciones alternativas (lo cual no significa forzosamente coaliciones alternantes). Su estructura es bipolar ya que en lugar de dos partidos encontramos por lo general alineaciones bipolares de coaliciones alternativas. A diferencia del pluralismo polarizado, este sistema no posee partidos antisistemas importantes y/o grandes como así tampoco oposiciones bilaterales significativas. Todos los partidos en este sistema se orientan hacia el gobierno, es decir, están disponibles para coaliciones gubernamentales. De ahí que todos los partidos no gobernantes puedan coalescer como opositores, esto significa que la oposición será unilateral, estará todo de un lado, sea izquierda o derecha. En síntesis este sistema moderado se caracteriza por: a) una distancia ideológica mínima entre sus partidos; b) una configuración de coalición bipolar, y c) una competencia centrípeta. 6.4 Sistemas bipartidistas. Existen formatos bipartidistas siempre que la existencia de terceros partidos no impida que los partidos principales gobiernen solos, esto es, cuando las coaliciones resultan innecesarias. (Esto es aplicable solo a los sistemas parlamentarios). El formato del bipartidismo debe evaluarse en número de escaños, no de resultados electorales ya que estos gobiernos se forman y actúan conforme a su fuerza en el Parlamento. Una de las propiedades del bipartidismo es que un partido gobierna solo, en el sentido de que la alternación en el poder puede ser de uno contra dos, siempre que dos no sea una simple coalición, si no una coalescencia. La alternación en el poder es la señal característica de la mecánica del bipartidismo. Se debe entender la alternación de forma flexible, en el sentido de que implica la expectativa más bien que el hecho real del traspaso de gobierno. O sea, que alternación significa que el margen entre los dos partidos principales es bastante estrecho y que el partido en oposición tiene una oportunidad real de echar al partido gobernante. Las condiciones de lenidad para un sistema que funciona conforme a las normas de bipartidismo serían: a) dos partidos se hallan en condiciones de competir por la mayoría absoluta de escaños; b) uno de los dos partidos logra efectivamente conseguir una mayoría parlamentaria suficiente; c) este partido está dispuesta a gobernar solo; c) la alternación o la rotación en el poder sigue siendo una expectativa creíble. 6.5 Sistema partido predominante Siempre que encontramos, en una comunidad política, un partido que deja atrás a todos los demás hay un partido dominante, este partido es dominante en el sentido de que es considerablemente más fuerte que los otros. El concepto de partido predominante no estable una clase ni un tipo de sistema de partidos. Es correcto y acertado decir que determinados partidos son dominantes.

El sistema de partido predominante pertenece a la zona del pluralismo de partidos, ya que se permite la existencia de partidos distintos del principal siendo estos legales y legítimos – aunque no forzosamente eficaces- siendo posibles competidores. Este sistema es de hecho un sistema de más de un partido en el que la rotación no ocurre en la práctica, sucede que el partido predominante se las arregla para ganar, a lo largo del tiempo una mayoría absoluta de los escaños (no necesariamente de los votos) en el Parlamento. Un sistema de partido es predominante en la medida en que su principal partido se vea constantemente apoyado por una mayoría ganadora (de escaños) de los votantes. De ello se sigue que un partido predominante puede, en cualquier momento, cesar de serlo. Cuando ocurre esto, o bien la pauta se restablece pronto o el sistema cambia de carácter, esto es, cesa de ser un sistema de partido predominante. El tiempo que debe transcurrir para que un partido sea predominante es el de cuatro legislaturas consecutivas por lo menos. El sistema de partidos es un tipo, no una clase, por ello el criterio no pasa por el número de partidos, si no por una distribución concreta del pode entre ellos. Así un sistema de partido predominante puede ser o bien el resultado de un sistema bipartidista, o de un formato muy fragmentado. Giovanni Sartori. Capítulo 7 “Sistemas no competitivos” Para el desarrollo del capítulo es fundamental retomar la distinción realizada por Sartori:  SISTEMA COMPETITIVO:Implica, en su condición óptima, que la mayoría- si no todos- los escaños se disputan entre dos o más candidatos al puesto. Sin embargo, el autor se pregunta cuán mínima puede ser la competencia para que ésta siga siendo significativa, y afirma que persiste en la medida en que: a)el enfrentamiento durante la disputa por los escaños se desenvuelvasin temor frente a los candidatos del partido predominante; yb) con igualdad de derechos. Añade además otro marco analítico- el de Hirschman- que afirma que para que este sistema sea tal, debe tener ambas opciones: i) la de voz (hacerse oír); y ii) la de salida (marcharse de un partido e irse a otro lado), constituyéndose en condición mínima e irrenunciable el segundo requisito.  SITUACIÓN SUBCOMPETITIVA: Esta se da cuando, aun estando vigente la estructura de juego y las normas de competencia, un candidato no encuentra oposición. Esta situación implica en la práctica la posibilidad de que una circunscripción en la que el triunfo es seguro pase a no serlo con la postulación de otro candidato. Según Sartori: >.1  SISTEMA NO COMPETITIVO: El sistema toma este cariz cuando las dos condiciones expuestas – a) y b)en el sistema competitivo no se cumplen, lo que equivaldría a que no se permita elecciones disputadas. En este caso el autor aclara que lo que importa para el análisis es la “norma real”, cualesquiera sean las disposiciones legales. A este sistema el marco analítico de Hirschman lo caracteriza por, en el mejor de los casos, sólo permitir una de las opciones y nunca del todo; siendo ninguna de las opciones viables en el caso del monopolio totalitario. Entretanto, para comprender mejor lo anteriormente expuesto, Sartori nos define dos conceptos:  Competencia; es una estructura o regla de juego. En este caso la competitividad es potencial: abarca tanto la como la competitividad. Si se desarrolla sin competitividad, se ve como no completo respecto a ésta.

1

Página 260, segundo párrafo.

 Competitividad; es un estado concreto del juego. Esta no puede darse sin la competencia, ya que es un atributo de aquella, implicando una idea de completitud cuando tiene lugar.2 Para la constatación de ambos conceptos, Sartori afirma que son los resultados de la contienda electoral lo único que demuestra hasta qué punto es competitivo un sistema: 3. Especificando un poco más, la competitividad se mide por la proximidad entre los resultados y por la frecuencia en la sucesión entre los partidos. También destaca Sartori la importancia de una estructura política de mercado como medio para proteger y beneficiar al consumidor (tanto al económico como político), cuyo beneficio proviene del principio de las , según el cual se prevé que el consumidor reaccionará o podrá reaccionar. En este sentido se entiende que una comunidad política podrá ser competitiva simplemente por las condiciones brindadas por el mercado, más allá de que la reacción o la posible reacción del consumidor – aunque independiente de las siguientes variables- pueda verse bloqueada o condicionada por la publicidad, las actividades electorales, la presión sobre el público y la movilización: 4 En este contexto,a pesar de que una estructura competitiva, tanto en el ámbito económico como en el político, defiende al público, el mercado económico es por mucho más sensible y el consumidor económico está mucho mejor situado para evaluar su propia utilidad y defenderse. E incluso mientras la competitividad es más importante y más beneficiosa para la competencia económica que para la política, un politólogo debe reconocer que aun así cuando un partido no influye a otro, sin embargo la mera yuxtaposición de ambos o la posibilidad de que surja otro partido es importante y queda incorporado al comportamiento de los políticos. Para concluir, la importancia recae en si es posible la competencia, y esta existe en un sistema, en tanto y en cuanto las políticas se guíen por la conciencia de que podría entrar en el mercado un nuevo competidor y que grandes sectores del público podrían modificar sus lealtades. Yendo hacia lo concreto, dentro de los sistemas no competitivos, Sartori reconoce dos tipologías con sus distintas clases: 1. PARTIDO ÚNICO En este caso, sólo se permita que exista un partido, debido a que éste veta de hecho y de derecho cualquier tipo de pluralismo de partidos. Posee además tres clases, colocados en orden de intensidad decreciente de la coacción: I. II. III.

Unipartidismo totalitario. Unipartidismo autoritario. Unipartidismo pragmático.

Las comunidades unipartidistas varían en cuanto a la intensidad de la represión, del control coercitivo

Es importante retomar los criterios que el autor retoma como parámetro para analizar comparativamente una clase con otra. Entre ellos, el más importante criterio es el que se basa en la distinción ideología/ pragmatismo.Este parámetro distingue a los partidos tanto en la solución de distintos problemas como en la evolución y la finalidad 2

Esta analogía de completo/no completo, la desarrolló la profesora Guadalupe Del Barco en la clase del día 09/05/2013. Página 260, tercer párrafo. 4 Página 263, párrafo primero. 3

del partido. Por mencionar uno: un partido pragmático sigue una , en distinción con un partido ideológico el cual sigue una ya que se orienta a un meta , cuyo objetivo, por ejemplo, puede ser lograr un nuevo estado de la humanidad. En este sentido, el totalitarismo y el autoritarismo –caracterizados por una mentalidad ideológica- se presentan como puntos diferentes de una escala ideológica cuyo punto más bajo es denominado pragmatismo – dando lugar a una mentalidad pragmática-. Sin embargo, este criterio presenta debilidades empíricas que llevan al autor a buscar criterios complementarios, como el grado de autonomía de los subgrupos y los subsistemas. CUADRO 27.-Caractrísticas de los Estados de partido único por tipos y criterios UNIPARTIDISMO TOTALITARIO

UNIPARTIDISMO AUTORITARIO

UNIPARTIDISMO PRAGMÁTICO

Ideología

Fuerte y totalista

Más débil y no totalista

Sin importancia o muy débil

Coacción, extracción, movilización

Alta

Media

Baja

Políticas respecto de grupos externos

Destructoras

Excluyentes

Absorbentes

Independencia de los subgrupos

Ninguna

Limitada a los grupos no políticos

Permitida o tolerada

Arbitrariedad

Ilimitada e impredecible

Dentro de los límites predecibles

Limitada

A continuación expondremos en un cuadro las características principales de las clases de unipartidismo, teniendo en cuenta los criterios expuestos y otros: Unipartidismo Totalitario (caracterizado por: ser muy ideológico, de gran omnipresencia, movilización y control monopólico sobre los ciudadanos)

Criterio ideologíacoacción

-Debido a su alta ideologización es alto es precio de pertenencia al partido,pues por lo poderoso, limita la presencia en él. -Posee una tentativa de alcance total, de penetración y politización totales. -Movilizador. -Consagrado a la evolución política impuesta.

Unipartidismo Autoritario(caracterizado por: una ideología no muy fuerte y un control limitado más allá de los instrumentos normales del poder, incluyendo al poder judicial) -Su esfuerzo movilizador gira en torno al carisma del líder y por lo general se contenta con efectos de fachada (todo tipo de manifestaciones y movilizaciones en masa) - No tiene pretensión de permear en toda la sociedad. -:

Unipartidismo pragmático (caracterizado por carecer de cohesividad ideológica)

-Carece de la legitimación de una ideología, lo que lo lleva a tener menos capacidades coercitivas, impidiendo políticas de exclusión. -Se ve impulsado a experimentar con políticas de absorción o agregadoras.

limita las actividades políticas de los que no están dentro de él. Relación con grupos externos e intermedios

-Pauta totalistica: está consagrado a destruir el subsistema y a cualquier tipo de autonomía de subgrupo. -Elimina el límite entre las esferas de la vida controlada por el Estado y las íntimas.

-Al estar consagrado a las políticas de exclusión hay una serie de subgrupos que se mantiene cuidadosamente apartados de la política, y en este sentido, se le permite que sigan con su rumbo. Reprime pero tolera, al menos de hecho.

- Su relación con los grupos externos tiene a ser agregadora, generando una organización más flexible y hasta un tanto pluralista. - Muy abierto con respecto a la autonomía de los subgrupos y deja margen para cierta autonomía periférica de los subsistemas.

Carácter dictatorial de los regímenes (los dos primeros más analizados bajo la rúbrica ) Función canalizadora

-El dictador o la oligarquía totalitaria no tiene límites y su actuación es impredecible.

-No tiene límites pero se ve limitado por los márgenes predecibles de la arbitrariedad.

-Se ve limitada por la constelación de fuerzas con las que tiene que negociar.

-Canaliza mediante la represión.

-Canaliza mediante la exclusión

- Canaliza mediante la absorción.

Es importante aclara que con respecto al cambio de las comunidades políticas no competitivas, sus estructuras no contemplan un cambio interno, y su estructura es bastante insensible con respecto al cambio ambiental. Y por último, haremos una breve mención con respecto al análisis del Estado unipartidista. Con lo que respecta a su origen, Sartori retoma las explicaciones causales en boga en el momento de redacción del artículo, las cuales partían de que el unipartidismo era una solución como un producto originado de una sobrecarga de crisis generada por secuelas y una aceleración excesiva. Con respecto a los objetivos y al criterio de las políticas y resultados, las respuestas son de lo más variables. 2. PARTIDO HEGEMÓNICO Esta tipología de partido sui generisse caracteriza por tener alrededor del partido hegemónico una serie de pequeños partidos periféricos, a los cuales se les permite su existencia en tanto y en cuanto sigan siendo partidos de segunda, a los cuales no se les permite competir con el partido hegemónico en términos antagónicos y en pie de igualdad. La alternancia no es una posibilidad, no puede ocurrir, y mientras el partido predominante siga sometiéndose a las condiciones de un gobierno responsable, no existe ninguna auténtica sanción que comprometa al partido hegemónico a actuar con responsabilidad. Más que un sistema multipartidista, este es un sistema en dos niveles, en el cual el partido hegemónico tolera y asigna a su discreción una fracción de su poder a grupos políticos subordinados. La política es competitiva en apariencia, pero no en sustancia, al no permitirse el enfrentamiento abierto ni el disenso efectivo; realza la comunicación política con respecto a la cantidad y la calidad de la información que entra, aunque no exista vinculación alguna entre las exigencias y sus satisfacciones, ya que cualquiera sea la información, el partido hegemónico puede imponer su propia voluntad.La posibilidad de que los partidos de afuera pasen a formar parte de los partidos de dentro es nula, su oposición es solamente una oposición tolerada. Los subtipos del partido hegemónico son:

I.

Partido hegemónicoideológico.

Distinciones generales

-Es la variedad más autoritaria por ser la ideológica, aunque no exista una modalidad.

Prototipo

Polonia, Partido Unido de los Trabajadores Polacos (Partido Comunista). Los partidos periféricos son verdaderos partidos y la cuestión es en qué medida participan éstos en la toma de decisiones básicas. Produce un pluralismo simulado del poder al compartir puestos en el Parlamento, sin embargo para nada implica la distribución de poder.

II.

Partido hegemónico-pragmático.

México, Partido Revolucionario Institucional. Es decididamente pragmático y tan inclusivo y agregadorque se acerca a un partido de tipo amalgama. Frente a la amenaza en la que pueden convertirse los partidos de izquierda (Partido Popular Socialista y Partido Auténtico de la Revolución Mexicana), este partido está dispuesto a reprimirlos por motivos de seguridad interna y a asegurarse de que obtengan bajos resultados electorales. -Lo más importante a destacar es que es su disposición hegemónica lo que lo mantiene unido, ya que el paso a un sistema competitivo implicaría un peligro a su unidad por eliminar las sanciones prohibitivas infringidas.

Para finalizar, enunciamos unas aclaraciones del autor que son sumamente relevantes: -

-

La evolución de un tipo hegemónico se ve promovido por la conciencia, a falta aun de un artefacto hegemónico por parte de los edificadores de comunidades políticas que buscan la posibilidad menos monopólica de monopolio; Sigue siendo muy importante disponer de una categoría como la hegemónica que permite ubicar una comunidad política dada o ; Parece que la elasticidad de un monopolio termina cuando un partido único no puede permitirse el reestructurarse en sentido hegemónico, o es incapaz de hacerlo.

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