Medio natural y poblamiento en la toponimia zamorana

February 5, 2017 | Author: Pascualon | Category: N/A
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Un recorrido por algunos topónimos mayores destacados en la provincia de Zamora. Referencia: RIESCO CHUECA, Pasc...

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MEDIO NATURAL Y POBLAMIENTO EN LA TOPONIMIA MAYOR DE ZAMORA

PASCUAL RIESCO CHUECA *

Se pasa revista aquí a algunos topónimos mayores de la provincia de Zamora. Los nombres de lugar contemplados pertenecen a dos categorías: en unos, se cree haber aportado una interpretación original, bien en la determinación del étimo, o en la especificación semántica del mismo; en otros, se ha procurado acercar al contexto provincial zamorano estudios previos de otros autores. En la discusión de los casos tratados se ha hecho uso de información extra-filológica, perteneciente al ámbito de las ciencias naturales o al de la etnografía. Algunas propuestas etimológicas se argumentan acudiendo a topónimos menores de Zamora y a otros nombres de lugar del territorio circundante, incluido Portugal, con especial referencia al área asturianoleonesa. EL ENTORNO Argusino: pueblo sayagués cercano al Tormes, bajo cuyas aguas reposa. Surge de modo inevitable la asociación con los topónimos portg. Algoso, población y antiguo concejo de la zona de Mogadouro, Argozelo, lugar próximo a Vimioso, y Algosinho, de las Arribes del Duero. Algoso es documentado como Ulgoso, Ylgoso hacia 1230; y Argozelo figura como Ulgosello también en la misma época l. La etimología ha sido señalada repetidamente para los tops. portg.: latoÜLEX,rCIS'brezo', con sufijo abundancial en -oso. Se tratará por lo tanto de un brezal, sin que pueda saberse si todas las localidades que comparten nombre tiene su origen en este hecho botánico. Dada la proximidad entre ellas, es posible en algún caso el traslado toponímico. El cierre de la -0- en *Algosino > Argusino no es anormal dada su condición de vocal átona; cierres similares, también en posición pretónica, se observan en el sayagués actual: hurmiguero. rudesno 'rodezno', lluvisna 'llovizna', muchuelo

* Universidad de Sevilla. 1 COROMINAS. Joan y PASCUAL, Antonio: Diccionario Crítico Etimoló[?icoCastel/ano e Hispánico. Ed. Gredos, Madrid, 1980-1991. Seis volúmenes. Citado a partir de aquí como DCECH; voz urce. 2 BORREGO GARCÍA, Julio: Sociolin[?üística rural; investi[?ación en Vil/adepera de Saya[?o. Universidad de Salamanca, 1981; p. 214-225.

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sorprende la vacilación entre líquidas l-r en posición implosiva. Compárese con surco < lat. SULCU-. Ha de observarse la dualidad de derivación de la -C-, que velariza o no dependiendo de la posición del acento: üL1cE-> cast. urce, leonés urz 'brezo albar, Erica aI-borea'; frente al antiguo Ulgoso < üL1COsu-o los tops. Urgal (Galicia) o Orgal y Orgueira (Portugal), con sufijación en -ale o en -aria. Esta dualidad es la misma que se observa en SAL1cE-> sauce, sauz; frente a SAL1cARIU> portg. salgueiro. Similar a Algoso en su derivación morfológica y fonética es el nombre del río Sangosín (sur de Salamanca), documentado como Salgosin en textos medievales. En un documento donde Alfonso VIII fija términos al concejo de Plasencia, fechado en 1189, se lee «ad somum de Salgosin, et de Salgosin ad iusum»3; también en el Libro de la Montería de Alfonso XI (1350)4: «por r;ima de la cunbre del moljniello contra salgosin et la otra de parte de sancta maria del llano fasta el Rio de alagon». Sin duda hay que interpretar Sangosín como originado en SAL1cosu-'abundante en sauces' con un sufijo diminutivo. Son frecuentes en efecto en León las galerías arbóreas dominadas por especies del género Salix, escoltando a los arroyos en formación lineal, a veces impenetrable. Vivinera: localidad cercana a Alcañices y rayana con Portugal. Puede proponerse como origen una forma colectiva vegetal en -era < -ARIAsobre un derivado del 1al. V1MEN,-1NIS'mimbrera'. La asimilación entre labiales b-m > b-b es fenómeno común. No es forzoso interpretar el topn. como colectivo ('lugar abundante en mimbreras'), a pesar de que la forma no sufijada es habitual en leonés (brime, brimbia, bime) para designar la planta. Álvarez Maurín5 recoge una cita de S. Vicente de Oviedo, fechada en 1003: «per illa uimenaria per ipsum riuulo»; también, del Archivo de la Catedral de León (952), «arbores uiminarios». Desde el punto de vista semántico, la alusión toponímica a una especie vegetal poco notable puede deberse a su uso en cestería y otros utillajes agrarios (vallados, adrales de carro). Con la misma construcción, cabe citar el topn. portg. Vimieira, estudiado junto a numerosos derivados de V1MEN por Piel6. Compárese con los nombres de población siguientes. Brime de Urz, Brime de Sog: localidades del norte provincial, en el antiguo partido de Benavente. En ambos casos se descubre una forma leonesa de VrM~NE-'mimbrera', sometida a disimilación de nasales m-n > m-r y posterior metátesis y síncopa. El castellano y las áreas orientales del leonés no trasponen m-r > r-m, sino que introducen una -b- epentética7: Valdevimbre (León). En cambio, en el extremo 3 BARRIOS GARCÍA. Ángel y MARTÍN EXPÓSITO, Alberto: Documentación Medieval de los Archivos Municipales de Béjar y Candelario, Diputación de Salamanca, 1986; p. 18. 4 SENIFF, Denis (ed.): Libro de la Montería de Alfonso XI (/350). Hispanic Seminary ofMedieval Studies (Madison), 1985; p. 69. Citado como Libro de la Montería a partir de aquí. 5 ÁLVAREZ MAURÍN, María del Pilar: Diplomática asturleonesa. Terminología toponímica. Universidad de León, 1994; p. 262. 6 PIEL, Joseph Maria: «Beitrage zur spanischen und portugiesischen Phytotoponomastik 11», en Festschrift Walther von Wartburg zum 80. Geburtstag, Max Niemeyer Verlag. Tübingen, 1968; p. 189. 7 ZAMORA VICENTE, Alonso: Dialectología española, Editorial Gredos, Madrid, 1979; p. 155.

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occidental del leonés (Babia, Laciana, Cabrera, Sanabria) perdura la reducción m' n > m como en gallo y portg.: (por ejemplo, en el topn. Vime de Sanabria). El topónimo Brime se repite en León en forma colectiva (Brimeda). Es probable que el mismo étimo dé respuesta de Brive, despoblado próximo a Sta. Cristina de Entreviñas (Zamora), con una asimilación de labiales análoga a la propuesta para Vivinera. En cuanto al determinativo Urz, añadido a uno de los dos Brimes, corresponde, como se ha indicado, a la denominación aún vigente del brezo albar (Erica arborea). Para sog, véase la discusión referente a Sogo. Sogo: pueblo de Sayago. Soguino: dehesa en el término de Viñuela de Sayago, sin relación con el topn. anterior. Se explican como formas derivadas dellat. tardío SABÜCU'saúco'. Morala Rodríguez8 analiza dos tops. leoneses del mismo origen en los que se ha producido la monoptongación tras caer la -b- intermedia: Gigosos (antiguo Sogosos), y El Sogal (Fresno de la Vega). Existe asimismo un Monte Jigoso junto a Mellanes (Zamora). Compárese con el topn. leonés de Valdesogo, documentado en 937 ualle de Sabugo y en 966 ualle de Sabuco9. Podría justificarse esta evolución, que coexiste con formas trisilábicas (saúco, saúgo), suponiendo un desplazamiento del acento hacia la sílaba inicial por influencia de sauce, sauz. Ello daría lugar a una variante popular bisilábica *sau-go, cuya primera sílaba, interpretada por los hablantes como un diptongo decreciente (AURU-> oro; autario > otero), permitiría la reducciónhacia sogo. La formaSoguinoes explicablepor diferenciacióntoponímica. Inicialmente debió de llamarse Soga, como el topn. mayor: así lo sugiere el nombre de lugar (Alfaraz)1OValdisogo, evidentemente alusivo al actual Soguino. Es de destacar que la dehesa salmo de Sagos, próxima a Tavera y Garcigrande, aparece inequívocamente atestiguada en un documento fechado en 126511con el epígrafe «Garcigrande e Sabugo». En un censo del S.XVI, figura la mención 12 al mismo lugar como Los Saugos (1587) en ubicación que no deja lugar a dudas (una lista de núcleos de población del arciprestazgo de Baños, entre Barbadillo y S. Tomé). También, en 1534, se hace referencia a «Los Sahugos y Garcigrande». Deberá por lo tanto tratarse del mismo proceso fonológico de reducción de hiato. Véase asimismo el topn. menor en el término de Santiz, rayano con la provincia de Zamora, Valdesugueras (MTN, hoja 424-IV), que procederá de un descendiente de *SABUcARIAS. Es el mismo topn. registrado como Val de Soguero por Coca Tamame,

8 MORALA RODRÍGUEZ, José Ramón: Toponimia de la Comarca de los Oteros (León). Diputación Provincial de León, 1989; p. 39. 9 ALVAR LÓPEZ, Manuel: «Derivados de sabucus en la toponimina peninsular», Re\'ista de Filolof?ia Española. XLI, 1957; p. 28. 10 Mapa Topof?ráfico Nacional: hoja 424. Citado a partir de aquí como MTN. 1I GARCÍA MARTÍN, Bienvenido: El proceso histórico de despoblamiento en la prm'incia de Salamanca. Universidad de Salamanca, 1982; el documento citado pertenece al Archivo de la catedral de Salamanca. 12 Censo de población Real, Madrid, 1829.

de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el sif?lo XVI. Imprenta

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quien lo deriva de SALlX'sauce'l3, sin citar paralelismos en leonés. En fuzbado (Salamanca), se registra el nombre Las Suguerasl4. Probablemente es una variante del topn., también recogido por Coca, Las Ahogueras o Las Saogueras. En este caso, el autor lo adscribe a *SABUcARIAS. El determinante de [Brime de] Sog muestra una forma apocopada. Tal pérdida de la -o- final detrás de -g- es insólita: en las hablas leonesas se produce apócope detrás de -n-, y esto sólo localmente; también se registran en el área castellano-leonesa esporádicas caídas de vocal final detrás de -z-, especialmente en monosílabos: diz 'dice', urz 'urce', saz, sauz 'sauce', caz 'cauce', tenaz 'tenaza'. Pueden citarse ejemplos en la toponimia leonesa: Val de Santa María, Valdesaz de los Gteros. Zamora Vicente 15cita ejemplos mozárabes como esparrag 'espárrago', Luc 'Luque' . Sanchís Guamerl6 indica que «debió también actuar sobre el habla mozárabe la práctica de la lengua árabe de apocopar la vocal final de las palabras románicas que admitía»; y, en otro punto, añade: «no carecía, pues, de base sólida la aceptación por García de Diego de la pérdida de la -o final como norma de conjunto para el mozárabe». Aporta ejemplos como los conocidos diminutivos en -el, muy abundantes en el área leonesa (Valdunciel, Mozodiel, fustel), y las frecuentes terminaciones en -e reveladoras de una caída previa de la -o final: Fregenite, Tembleque... Cabe añadir, citando de nuevo a Alvarl7, el registro a manos de un botánico mozárabe anónimo del s. XII-XIII de un apelativo sabuq 'saúco'. Sin embargo, a pesar de tales referencias mozárabes a apócope de vocal final tras -g, no parece probable que en Sog perviva una huella tan arcaica, y se tratará más bien de la tendencia, no exclusiva al leonés, a la caída de vocal final bajo condiciones aún no aclaradas. Losacio, Losacino: poblaciones de Aliste. Joaquim da Silveira estudia una serie de ejemplosl8 que tienen en común su origen en el sufijo latino -ACEUS,indicador de proceso constructivo o material. Así pues, una eira pedraza (1182) es una era empedrada; unas casas palha~as, citadas en Gil Vicente (Auto da Feira), son casas cubiertas de paja de centeno o cuelmo, análogas en significado a las pallazas o pallozas de Los Ancares. Esta denominación es frecuente en documentos notariales de Zamora y Salamanca, lo que pone de manifiesto el predominio de las cubiertas vegetales en la arquitectura doméstica leonesa del medioevo. Asimismo, «casas murias vel telliazas», citado por Silveira para 1048, es decir, 'cubiertas de teja', y los tops. Taboa~o < TABOLACEU '[casa o construcción] hecha con tablas', Cortega~a < CORT1cACEA

13 COCA TAMAME, Ignacio: Toponimia de la Ribera de Cañedo, Salamanca, 1993; p. 357. 14 Recogido por COCA TAMAME, 1993; p.31O. 15 ZAMORA VICENTE, 1979; p. 155. 16 SANCHÍS GUARNER, Manuel: «El mozárabe peninsular», Enciclopedia Lingüística Hispánica 1, Madrid, 1960. 17 ALVAR LÓPEZ, 1957; p. 33. 18 SILVEIRA, Joaquim da: «Notas sóbre a toponímia do concelho de Nelas», O Instituto, vol. 97, nO5, 1940; p. 415.

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'[choza] hecha con paneles de corcho' (tal como aún se veía en los alcornocales portg. a mediados del s. XX: valga la cita referente a Cedillo (Cáceres) en 179p9, "La poblacion es de 16 vecino en unas chozas de mui mala construzion sin mas tejas que corchos") y Colmar;a 'casa hecha o techada con cuelmos (pajas largas de centeno)'. Se podría añadir el nombre de lugar portg. Bergar;o '[redil, hórreo u otra construcción] hecha con varas [trenzadas]', dellat. VTRGA. En Salamanca, próxima a San Cristóbal de la Cuesta, se encuentra Fuente Pedraza 'hecha en piedra'. Puede citarse también el antiguo chumazo 'colchón de plumas'. Finalmente, cabe mencionar la forma latina PARIES FORMACEA 'pared de horma o de tapial', es decir, la que se fabrica mediante un encofrado y posterior apisonado de barro y paja o cal. De ahí el topn. cast. Hormaza. Losacio procederá de la aplicación de este mismo sufijo de construcción a la base losa < *LAUSA.Se trataría por lo tanto de la referencia a alguna construcción techada con losa (hecho frecuente en el NW peninsular en la arquitectura popular de molinos de agua y hornos, elementos particularmente necesitados de refuerzo ante el peligro, respectivamente, de inundaciones o incendios). Trabazos: localidad alistana, cercana a Alcañices. Puede hacerse referencia al lema anterior (Losacio) para la interpretación del sufijo -ACEUS.La base habrá de ser ellat. TRABS,TRABIS'viga'. Tal raíz pervive en gall. y portg. tI'ave con la misma acepción. Son frecuentes los tops. portg. de idéntica forma. Según Silveira20, harían referencia a construcciones hechas de maderos o troncos. Actualmente no perdura en la arquitectura popular de la zona ninguna tradición constructiva basada en tal recurso, exceptuados los pontones de madera y las represas (véase infra). Por ello cabe dudar si el topn. se refiere a una obra humana o a un hecho natural. Podría en efecto entenderse la acepción' [lugar abundante en] árboles corpulentos', esto es, arboleda añosa, aprovechable para vigas. Es sabida la importancia de tales componentes constructivos para la edificación, en vigas cumbreras (port. trave de cume), dinteles y puentes. Tal vez es adscribible a esta misma base el nombre de Trefacio, en Sanabria, aunque a falta de documentación antigua, ello ha de permanecer en el terreno de lo hipotético. Se habría producido aquí una reacción cultista de signo opuesto a la que se describe más abajo (Moveros, devesa) de ensordecimiento de la -b- acompañada de una disimilación a-a > e-a. El pueblo alistano Vegalatrave podría contener el mismo término, como 'lugar donde abunda arbolado añoso, productivo de vigas'. Silveira indica que trave significó en portg. «nao só 'madeiro', mas também 'árvore que dá madeira'» y cita tops. como Vale da Trava y Vale das Traves. El uso de un singular con valor abundancial

19 RODRÍGUEZ CANCHO, Miguel y BARRIENTOS Real Audiencia. Extremadura a finales de los tiempos Extremadura, Mérida, 1993; p. 338. 20 SILVEIRA, 1940; p. 414.

ALFAGEME, Gonzalo (eds.): Interrogatorio de la modernos. Partido de Alcántara. Asamblea de

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es frecuente en toponimia: véanse los tops. menores salmo Valdemadera (Forfoleda) y Manga la Madera (Palacios del Arzobispo)21, cuyo valor será 'valle (manga) abundante en arbolado' (por no apelar al nombre de la Isla de Madeira) análogos por tanto a El Maderal (pueblo de Tierra del Vino): en portg. se usa o se usaba madeiral 'arvoredo de que se extraem madeiras'22. Coca descarta que el topn. menor salmo Tres Vigas (Valdelosa)23 proceda de la presencia en el lugar de tres robles, a pesar del testimonio oral recogido en su encuesta. Sin embargo, es ésta la interpretación más verosímil, especialmente a la vista de los apelativos trampa 'roble más viejo que la rebolleta, adulto, pero que nunca ha sido podado' y trampón 'roble viejo y de gran tamaño', recogidos por Millán Urdiales en Villacidayo (León)24, y que nacerían de una sinécdoque popular. Trampa se originaría por recomposición a partir de trabazo 'viga grande', 'árbol corpulento, del que cabe obtener una viga'. Con igual verosimilitud cabe proponer sin embargo para Vegalatrave otro valor: alguna especialización semántica de trave, por ejemplo, en el sentido de 'viga tendida para cruzar un arroyo', 'puente de troncos'. Morala25 explica el topn. menor leonés El Madero con la siguiente anotación: «antes, en vez de pontón, había sólo unos maderos apoyados sobre peñas para cruzar de un lado a otro de la presa». En el Diccionario de Madoz26 (1845-1850) es frecuente la alusión a puentes de vigas. Por ejemplo, en la entrada correspondiente a Avedillo: «le cruzan [a un arroyuelo] 2 estrechos pontones de maderos, que solo sirven para el paso de las personas». En Vegalatrave se trataría pues, de acuerdo con esta segunda hipótesis, de una simple viga tendida para facilitar el paso de los peatones. A título conjetural es lícito aducir aquí el microtopn. Valdelasna (Calzada de Valdunciel, Salamanca)27, que contendría una aplicación metonímica similar: asna 'viga de cubierta, cabrio', referida, dado el contexto, a un madero durmiente para cruzar un arroyo. Con la misma metáfora animal y distinta especie, se constata el abundante topn. gallo Poldras 'pasaderas de arroyo' (As1NA'burra', *PULL1TRA 'potra'): la idea común es 'bestia de carga'. Véase también el salmantino burra 'viga grande y horizontal, inferior a los forjados del techo, que soporta el lienzo opuesto al muro de la campana de la chimenea'28. Regresando ahora a Trabazos, existe una explicación alternativa del sufijo. En los nombres de lugar portg. Gestar;o, Milhar,,'o,Gramar;o parece inferirse un sentido

21 COCA TAMAME: op. cit.; p. 340. 22 SILVEIRA, 1940; p. 418. 23 COCA TAMAME: op. cit.; p. 392. 24 MILLÁN URDIALES, José: El habla de Villacidayo (León), Anejo del Boletín de la Real Academia Española, Madrid, 1966; p. 402. 25 MORALA RODRÍGUEZ, 1989; p. 421. 26 MADOZ, Pascual, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, 1845-1850. Citado a partir de aquí como MADOZ. 27 Recogido en encuesta directa.

28 Calzada de Valdunciel (recogido en encuesta directa).

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abundancial botánico: 'lugar abundante en escobas (GENYSTA), mijos (milho) o gramas'. El mismo valor, equivalente al de la sufijación en -oso, habrá de ser dado al topn. leonés Genestacio [de la Vega] 'escobar, retamar', como demuestra Pie129, quien aporta asimismo los nombres de lugar, de idéntico origen, Genestaza (Asturias) y Gesta~'o (Portugal). Con todo, no es posible descartar aquí la referencia a una choza u otra construcción hecha de retama. Para el uso abundancial botánico, véanse los tops. gallo en -ás (-azo), tales como Feás 'henar', Frechazo 'fresneda' (port. Ji'eixo), Carhallás 'robledo', Juncás 'juncal', Carpazás 'lugar de carpazos o Cistus psilosepalus'. También es productivo el sufijo en asturiano: Fresnaza 'fresneda', La Xinistaza 'el escobal'30, y en gascón: Pinatasso 'pinar'. En el caso del topn. gallo Vimianzo (La Coruña) < *VIMYN-ACEU-, también citado por Piel, cabe la doble interpretación 'construcción hecha de mimbre (por ejemplo un canastro u hórreo hecho de ramas encestadas)' o bien 'lugar abundante en mimbreras'. Así pues, en los tops. en -azo confluyen tres valores semánticos: material constructivo (fabricado o ensamblado con), colectivo vegetal (abundante en) y aumentativo (grande). Es preciso analizar caso por caso a la luz del contexto natural yetnográfico de la zona antes de proponer una interpretación. Merece ser aducido aquí el topn., también alistano, Latedo, que en idéntica forma se repite en Portugal. Parece contener la referencia a una arboleda joven o tallar, productiva de latas 'varas largas y delgadas'. Es sabida la importancia de las latas en la antigua construcción de techos, particularmente como piezas tendidas sobre las techumbres de paja para prevenir el arrastre por viento; o como largueros horizontales sobre los cabrios del tejado, bajo la cubierta; y también como armantes de las portillas de prados. Era frecuente también su aplicación para construir emparradas: se registra en portg. latada 'armazón de varas para sustentar parras'. Madoz indica en su referencia a Calahor: «[tiene] una calle principal de vista pintoresca, pues está entoldada con estensos parrajes». Véanse a este respecto las Ordenanzas de Cebrones del Rí031 (León), de 1701: "cualquier persona que entrare cualquiera carro de latas o madera del soto de esta villa". Consta el antiguo topn. portg. Vale de Latas (1134), así como los nombres de lugar actuales Latas, en los que deberá verse el mismo origen; igualmente, en Burgos, Latedo y Valdelatas32. Asimismo, Valle de las Latas, topn. menor próximo a Barceíno (Salamanca)33. La acepción dialectal portuguesa lata y alistana llata 'campo de forma alargada, longuera', basada probablemente en

29 PIEL, 1968. 30 GARCÍA ARIAS, Xosé LIuis: Pueblos asturianos: el porqué de sus nombres, Ediciones Ayalga, 1977; p. 134-135. 31 RUBIO PÉREZ, Laureano: El sistema político concejil en la provincia de LeÓn, Universidad de León, 1993; p. 382 (De la saca de latas). 32 MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo: Pueblos y alfoces burgaleses de la repoblaciÓn, Burgos, 1987. 33 MTN: hoja 450-III.

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la analogía formal entre una vara y un terreno en forma de tira, no parece aplicable en Latedo, dado que el sufijo -edo es sobre todo un abundancial vegetal. La importancia de los renuevos de árbol para diversas funciones constructivas ha dado lugar a una toponimia localizadora de los puntos de aprovisionamiento. Las varas más finas eran aprovechadas en la manufactura de encestados, para uso residencial y productivo (véase infm la referencia a las sebes, tabiques de trenzado de vara, que se aplicaban tanto para cerrar la caja del carro como para cercar fincas). El avellano y la mimbrera eran preferidos para tal función. Son también conocidos los nombres de lugar galloy portg. derivados de *VIROOCU'vara, retoño': Berducedo, Verducido, Bordozedo 'matorral de vástagos o verdugos' 34. Idéntico origen tendrá El Verdugal, topn. recogido en El Libro de la Montería35, cercano a Hervás (Cáceres), donde todavía se hace cestería de varas y tiras de castaño. Asimismo, Vertiente del Verdugal, arroyo en el término de Peralejos de Arriba (Salamanca)36. Próxima en significado y probablemente en origen es la voz portuguesa vergontea, virgunto, de la que procede el nombre de la aldea de Bergontes (Ponte de Lima), documentada en 1258 como Vergonteas37.Es probable que tenga la misma procedencia el microtopn. salmantino La Vergonzada (Calzada de ValduncieI38), con un sufijo predial. También debieron de tener cierta circulación toponímica los derivados directos dellat. VIRGA'vara' (véase más adelante Bergar;o). De esta base derivará el nombre de lugar salmantino Bergal, Nava del Bergal (Palacios del Arzobispo)39, mejor que de varga 'cuesta'. En efecto, El Bergal (grafiado como El Vergal en el MTN, hoja 424) es inmediato a los arroyos Saceo y Saceíno, colectivos vegetales en -edo formados a partir de *sace, saz 'sauce'; de la abundancia de vástagos producidos por ambas saucedas habrá nacido el topn. Los numerosos tops. portg. aducidos por Almeida Fernandes4o, quien les atribuye otro origen (prerromano) aparentemente menos verosímil, Bergado, Bergadelas, Bergada, Bergadas, pueden entenderse mejor como alusivos a vallados de varas trenzadas o setos vivos. El antiguo uso local de varas para construcción de vallados parece confirmarse: en Santiz, próximo al Bergal de Palacios del Arzobispo (Salamanca), pervive el topn. Las Ensebadas, en zona de pequeñas cortinas para pasto próximas al caserío. Aunque actualmente las cercas son de piedra (con cercado a la sayaguesa, mediante hincones alternando con paños de mampostería o pelgones) es muy probable que el nombre aluda a un antiguo sistema delimitador mediante seto vivo o varas trenzadas.

34 35 36 37

DCECH: voz verdugo. Libro de la Montería: p. 71. MTN: hoja 450-IY. ALMEIDA FERNANDES, A. de: Toponímia portuguesa.

91. 38 Recogido en encuesta directa. 39 COCA TAMAME, 1993; p. 341. 40 ALMEIDA FERNANDES, 1999; p. 91.

Exame a um Dicionário.

Arouca, 1999; p.

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Las Ensebás equivaldría por lo tanto a '[las tierras] cercadas con sebe'. Es menos verosímil la interpretación

propuesta

por Coca Tamame41 (ensebadas

= [tierras

de

calidad pegajosa, pastosa]), pues son tierras no cultivadas a pesar de su proximidad al pueblo. La sufijación en -ada es frecuente y da lugar a formas sustantivadas: cercado, murada, vallado, bergada. Álvarez Maurín42 encuentra un sipiato 'recinto, sebe' en un documento de la Catedral de León fechado en 967. Lo interpreta como una falsa grafía en vez del clásico SAEPTU-; sin embargo, es posible que se trate ya de un derivado romance, con un participio débil análogo al que se postula aquí para Ensebadas. Tal vez sea del mismo origen la Fuente de la Sebá (Palencia de Negrilla, Salamanca)43. En conexión con Latedo, Verdugal y tops. similares, pueden añadirse44 los derivados del gall. trepesa, tropesa 'conjunto de retoños o varas de roble y de castaño'. Compárese finalmente el topn. asturiano Pertegal, que ha sido puesto en relación por García Arias45con piértuga 'vara delgada' atribuyéndole el significado 'lugar donde crecen las varas'. Moveros: localidad alistana. Procederá del término, aún vigente en dominio leonés, mofo, cuyo valor no es sólo 'moho', sino preferentemente 'musgo, líquenes de los árboles'. Es por lo tanto un colectivo vegetal, con el sufijo -eras < -ARIOS. Compárese el monte de la Mofosa, citado en el Libro de la Montería (1350) cerca de El Tiemblo (Ávila). El proceso fonético no es insólito: se trata de la normal sonorización de la fricativa sorda

-f-

intervocálica,

como en el alistano devesa 'dehesa'

<

latotardío DEFESA < DEFENSA o en el nombre del pueblo zam. Santovenia < [ECCLESIA] SANCTAE EUPHEMIAE46. En cuanto a congruencia toponímica, la insignificancia del musgo como denominador puede ser indicio de que el término moveros aparecía en función adjetival, calificando a un sustantivo que se elidió posteriormente: molinos, cercas, rocas cubiertos de musgo o liquen. Compárese con el frecuente Adrados (árboles o edificios cubiertos de hiedra), o con La Adrada, topónimo repetido, que en algunos casos aparece atestiguado como Peña Hedrada. En Zamora existe un Hedradas, pueblo rayano con Orense; en Salamanca, Ledrada, documentado como El Hedrada en 1470.47 De semántica parecida, puede aducirse aquí el nombre de la dehesa salmo de Moscosa (cerca de Ledesma); es dado suponer una evolución por etimología popular a partir de musgo, con el sufijo -oso, de aplicación preferentemente vegetal. 41 COCA TAMAME, 1993; p. 362. 42 ÁLVAREZ MAURÍN, 1994; p. 355. 43 Recogido en encuesta directa. 44 RIVAS QUINTÁS, Eligio: Toponimia de Marín, Yerba, Anuario Galego de Filoloxia, Universidade de Santiago de Compostela, Vigo, 1982; p. 165. 45 GARCÍA ARIAS, 1977; p. 139. 46 LÓPEZ SANTOS, Luis: «Hagiotoponimia», Enciclopedia Lingüística Hispánica /, Madrid, 1960; p. 579-614. 47 BARRIOS GARCÍA y MARTÍN EXPÓSITO,

1986; p. 130.

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También es alegable el topn. menor salmantino Matamojosa48 'bosque musgoso o de

árboles revestidosde liquen'; para la aspiración de la -/-, compárese con el topn. Fuentejonda (Lumbrales, Salamanca)49 y ciertamente con el dialectal mojo 'moho, musgo, liquen', constatado en Oseja de Sajambre (León)50, en Cespedosa de Tormes (Salamanca)51 Esta aspiración de la -/-, finalmente asimilada a la -j- castellana, es característica de áreas de repliegue antiguo del leonés en su frontera. Asmesnal: dehesa del sur de Sayago. Documentado como Almeznal (1167-1176) y como La Almexnal (citado en el Fuero de Ledesma, de 1161)52,parece inscribirse en un tipo muy difundido en el área leonesa, el constituido por el nombre, en singular femenino, de un árbol. Véase, por ejemplo, el frecuente La Moral (con y sin artículo), así como sus diminutivos, que preservan el género femenino, de tradición latina: Moral, Moraleja, Moralina, repetidos en Zamora. Se trata, como es sabido, del totémico Morus nigra o morera negra, aún denominado moral en gran parte del dominio leonés, árbol de antigua tradición concejil, que se plantaba ante las iglesias rurales. La forma diminutiva, en la mayor parte de los casos, no aludirá a un moral pequeño, sino a una población llamada Moral de menor rango que otra localidad del mismo nombre. Así también Lavillanal, que fue el nombre del pueblo alistano ahora conocido por Dómez. En este caso se trata de la denominación leonesa del avellano, con el artículo femenino aglutinado. La antigua forma toponímica habrá sido descartada por su ingrata resonancia (villano). Por otro lado, los frecuentes [El] Ahigal < La Figal, que preservan el nombre de la higuera, con una segmentación errónea del artículo. De este mismo origen es el topn. menor Ligar o Higar, en el término de Andavías, documentado como La Figal en el s. XV53, donde se ha producido la evolución hacia el masculino (El Figal); análogamente, ¡gala en Villamayor de Armuña (Salamanca)54: aquí la persistencia del artículo femenino habrá inducido la desinencia -a no etimológica, como en Moral(a), Peral(a). Los abundantes Manzanal y Cerezal han de ser interpretados preferiblemente como un singular: la manzanal 'el manzano', la cerezal 'el cerezo'. En el caso de Asmesnal, parece inevitable acudir a la base la amexinar 'el ciruelo damasceno'. El artículo perdura en el Fuero de Ledesma. Actualmente, en gall. y en portg. pervive el término ameixa ( [PRUNA]*OAMAsclNA

48 Mapa Topo¡;ráfico Nacional, Hoja 450-1. Citado a partir de aquí como MTN. 49 ZAMORA VICENTE, Alonso, 1979; p. 119. so FERNÁNOEZ GONZÁLEZ, A.R.: El habla y la cultura popular de Oseja de Sajambre, Oviedo, 1959. SI SÁNCHEZ SEVILLA, P.: «El habla de Cespedosa de Tormes», Revista de Filolo¡;ía Española, XV, 1928. 52 CASTRO, Américo y ONÍS, Federico de (eds.): Fueros leoneses de Zamora, Salamanca, Ledesma y Alba de Tormes. Madrid, 1916. 53 MATEOS CARRETERO, José Antonio, Andavías. un lu¡;ar de realengo en la jurisdicciÓn de Zamora. Siglos XII al XIX, Madrid, 1994. 54 COCA TAMAME, 1993; p. 195.

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< lal. DAMAsrnNA'[ciruela] de Damasco', explicable por corrimiento del acento (damáscena) debido a la transmisión tardía del término desde el griego55 y posterior pérdida de la vocal postónica, seguida de caída de la -d- inicial, que habría sido previamente interpretada como nexo preposicional. Floriano56 cita ejemplos del apelativo amexinares en textos notariales del primer Medioevo astur. Compárense el topn. portg. Ameixial y los abundantes Ameixedo y Ameijido del área galaico-portuguesa57. Cuelgamures: población del sur de la provincia, cercana a El Cubo del Vino. Basta remitirse al estudio de S. Ruhstaller58 sobre la toponimia de Carmona (Sevilla), donde explica el nombre de lugar Colgamure como una construcción del tipo Cantan'anas, Rompesacos, Quebrantarrejas o Ahogaborricos (por citar ejemplos representados en el entorno provincial zam.). Su significado, según la lúcida conjetura del autor, es el de 'lugar donde se cuelgan (para dormir) los murciélagos'. Se trataría por lo tanto de una cueva, bodega, pozo o solape de peña donde alguna especie de murciélago habría asentado su colonia. Tales colonias pueden reunir poblaciones densísimas, especialmente durante la hibernación. Cerca de Peña Falcueira (León), se cita actualmente una colonia de invernada de 10.000 murciélagos59. La forma documentada para el topn. zam., Colga Mures (1143), en una donación imperial60 parece acreditar esta interpretación. Cabe añadir la siguiente justificación semántica: los colgaderos de murciélagos son lugares donde se acumulan deyecciones de alto valor fertilizante; algo análogo ocurría con los asientos de palomar. Es posible que las referencias toponímicas a tales lugares den muestra del interés económico por estos depósitos. Vidriales: río y valle del norte de la provincia, cuyo nombre figura como determinativo de numerosos tops. Puede postularse una base *BE1ÜLARES 'abedulares', con -u- breve. Coromines6I señala que la forma BE1ÜLOestá latente en todas las formas del dominio gallego-portg. (gall. vido, bidro, brido, bidulo, bíduo, bidueiro), mientras que en ámbito castellano, la base será BE1ÜLE-(de ahí abedul). El topn. Vidriales es explicable por caída de la -u- y sonorización de la -t- en posición implosiva, a lo que habrá seguido un proceso de asimilación-disimilación entre líqui-

55 DCECH: voz damasco. 56 FLORIANO CUMBREÑO, Antonio: Diplomática española del periodo astur (718-910). Tomo l/, Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, 1951; p. 733. 57 PIEL, Joseph Maria: «Sobre a tennina~¡¡o -endo (-indo), -enda na fito-toponímia galego-portuguesa», Boletim de Filologia. XX, 1961; p. 156. 58 RUHSTALLER, Stefan: Toponimia de la región de Ca/mona, Francke Verlag, Berna, 1992; p. 92. 59 BENZAL, Jesús: «Los murciélagos trogloditas se quedan sin refugios», Qllercus, 185, Madrid, julio 2001. 60 RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Justiniano: Los fllero.~ locales de la provincia de Zamora, Junta de Castilla y León, Salamanca, 1990. 61 COROMINES, Joan: Diccionari Etimológic i Complementar; de la LIenglla Catalana. Nueve volúme-

nes. Curial Edicions Catalanes, Barcelona, 1995.Citado a partir de aquí como DEC.

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das l-r > r-l. La atracción ejercida por los vocablos vidrio, vidrial habrá asistido en el desarrollo de tales procesos fonéticos. Esta etimología popular está presente en la explicación mítica del nombre que Madoz incluye en la entrada Rosinos de Vidriales: «se ve una cueva en que se dice fabricaban los moros, basijas de vidrio, trayendo canalizada el agua desde Castrocontrigo (3 lego de dist.), y de estas fábricas parece tomar nombre el valle de Vidriales». Podría objetarse que la presencia del abedul (Betula pubescens ssp. celtiberica) en la provincia de Zamora es actualmente marginal. Los mapas forestales señalan una máxima concentración en el macizo de Sanabria, donde su denominación popular es bedulo, bidulo, abeduro62. Compárese con los tops. asturianos Vidural63 y con el nombre de río Rebedul64, así como con los microtops. Cabeza Bedulo (Ribadelago) y Valdebiduelo (Hermisende), citados por Cortés Vázquez65, quien duda sobre la base etimológica (ABIESo BE1ÚLO-) de los mismos. Fuera de esta zona también se detecta la presencia aislada de abedules en vaguadas. Así, por ejemplo, las teselas 149 y ISI de la hoja 3-4 (Alcañices)66, correspondientes al alto río Manzanas, muestran «presencia singular de Betula celtiberica». Del otro lado de la frontera es destacable el topn. Viduedo < BE1ÚLETUen la vertiente norte de la Sierra de Mogadouro, donde la subsistencia del abedul debe de ser marginal. Se trata pues de una especie en retroceso y, de acuerdo con la interpretación aquí defendida, el topn. Vidriales habrá nacido en las partes altas del valle, donde las circunstancias geoclimáticas son favorables a la presencia histórica del abedul. Compárese con el topn. de Palencia Vidrieros, pueblo del alto Carrión, en área de abedules, que se originará en un BE1ÚLARIOS. De igual base etimológica ha de ser el nombre de la localidad leonesa de Veldedo < BE1ÚLETU-, donde se habrá producido una metátesis comparable a la de los tops. asturianos [Visar de] Vildas y, con otro sufijo, La Vildosa67. Álvarez Maurín68 aporta la antigua cita de un topn. leonés, ualle de Betules (941). Sería deseable comprobar si la ubicación de este lugar es próxima a Vidriales.

62 GARCÍA LÓPEZ, David y BOYANO ANDRÉS, Ricardo: «Toponimia menor del noroeste de la provincia de Zamora: 2. San Ciprián de Senabria (con notas del habla charra»>, Lletres Asturianes, 73, 2000; p. 23-39. KRÜGER, Fritz: Die Gegenstandskultur Sanabriens und seiner Nachbargebiete. Ein Beitrag zur Spanischen und portugiesischen Volkskunde, Hamburgo, 1925. Existe una versión traducida al español en la Colección Etnográfica del Instituto Florián de Ocampo. 63 GARCÍA ARIAS, 1977: p. 135. 64 CARRERA DE LA RED, María de Fátima: Toponimia de los valles del Cea, del Valderaduey y del Sequillo, León, 1988; p. 544. 65 CORTÉS VÁZQUEZ, Luis: «Muestra de la toponimia menor zamorana», en Philologica /. Homenaje a D. Antonio Llorente, ed. J. BORREGO NIETO, J.J. GÓMEZ ASENCIO y L. SANTOS RÍO, Universidad de Salamanca, 1989. 66 Mapa forestal de España, Alcañices, hoja 3-4, Juan Ruiz de la Torre (dir.), Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid, 1991; p. 111. 67 GARCÍA ARIAS, 1977; p. 135. 68 ÁLVAREZ MAURÍN, 1994; p. 246.

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Es oportuno traer a colación el nombre de Becedas, pueblo de la provincia de Ávila. La documentación antigua muestra la forma Be Cheires, Represas > Repeses, Frechas > Freches, Domas> Domes. Pasariegos: pueblo sayagués, cercano a Bermillo. Parece hacer referencia a unas pasaderas o pontones sobre una corriente fluvial, en este caso, la rivera de las Suelgas. El topn. Pasal'ón, repetido en Galicia y Extremadura, debe de hacer alusión al mismo tipo de construcciónl52, también denominada en gall. pasos, pasais, pasaos, poldras, espoldras/53: se trata de una alineación de piedras, aproximadamente prismáticas o cilíndricas, que dispuestas sobre un arroyo o zona encharcadiza permiten el paso a zancadas de piedra a piedra. Sorprende sin embargo la morfología de Pasariegos, pues el sufijo -iego no es instrumental, es decir, no construye el significado 'aquello que sirve para (pasar)'. Más esperable en este valor serían pasar, pasaderas, pasadorio. Véase, por ejemplo, el topn. menor Los Pasaderos/54, análogo en su morfología a los nombres de lugar de la misma hoja La Resbaladera 'donde el suelo es resbaladizo' o Las Entalladeras 'donde es fácil quedarse entallado (encajado, encajado)'. Quizás haya que interpretar el término Pasariegos con un matiz de proximidad o abundancia (cf. [campos] riveriegos 'próximos a una rivera', [campos] pinariegos 'abundantes en pinares'), es decir, en referencia a un lugar próximo a (o abundante en) vados naturales del citado arroyo. Con el mismo sufijo, puede ser citado un topn. menor, La Pasiega (San Xuan de Bolantes, Asturias), que García Ariasl55 reúne con otros nombres referidos al paso de montes y arroyos: Pasadeiru, La Pasuca. Algodre: población y arroyo próximos a Zamora, en zona de intensa huella mozárabe. Parece estar presente un término árabe, gadfr 'balsa, charca', cuyo plural gudur, que en lengua clásica se acentúa en la primera sílaba, habría dado lugar al topn. Ésta es la explicación de Machadol56 para el Algodres portg., que también da

151 ALMEIDA FERNANDES. 1999; passim. 152 CABEZA QUILES, 1992. 153 BAS LÓPEZ, Begoña: Cami'los, pasos e pontes, Ediciones Ir Indo. Vigo, 1989. 154 MTN, hoja 423-IV. 155 GARCÍA ARIAS, Xosé Lluis: «De toponimia tebergana (VII): las vías de comunicación». XXXIII, Oviedo, 1983. p.448. 156 DEP, voz algodre.

AO,

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nombre a un arroyo y a un pueblo situado sobre él. Se ha de suponer que la -u- final átona habrá caído y se habrá añadido una -e de apoyo. Compárese con el topn. valenciano Algóder. Coromines157 y Terés158señalan que el acento en el plural se dislocó en hispanoárabe hacia la segunda sílaba (gudúr), por lo que la mayor parte de los descendientes se han transmitido en forma oxítona: así Algodor (registrado por los geógrafos hispano-árabes como nombre de las Lagunas de Ruidera). De ahí la reticencia expresada por Coromines ante la posibilidad de admitir que Algóder, y de pasada Algodre, deriven de gudur. Ello exigiría una preservación del acento clásico que no parece comprobarse, a juzgar por las menciones literarias acopiadas por Terésl59. De hecho, este mismo autor cita una referencia leonesa antigua, del monasterio de San Martín de Castañeda, a un San Andrés de Algodorio, que debe de contener esta misma raíz, pero con el acento dislocado (gudúr). En todo caso, Coromines no excluye la presencia de otra base árabe, 'akdar 'turbio, mate', cuyo plural kudr habría podido cruzarse en la evolución de Algóder y tal vez estuviese en el origen de Algodre. Semánticamente satisface más la hipótesis al- gudur 'las charcas, los lavajos', referida al arroyo de Algodre, análoga al [Vil/amor de] Cadozos sayagués. Mogátar: localidad del sur de Sayago. Cabe proponer la raíz árabiga gtw 'tapar, cobijar', a través del participio mu gáua '(en)cubierta'160.Corriente deriva de este participio el antiguo mogate 'barniz de alfarero', y tal vez mogato 'que finge o exagera humildad o cobardía'. Es posible que se haya producido un cruce con dIr 'abrigar, arropar' 161,de la que se origina el derivado participal mudallar 'lugar abrigado'. La confusión d g en posición intervocálica es vulgar: véase en el léxico zamorano de Fernández Duro bodajo 'agalla de quejigo, bogajo', Villacidayo cogorniz 'codorniz', o el catalán boga 'espadaña, Typha sp.', proveniente dellat. BODAI62. La aplicación toponímica, siguiendo a Llorente Maldonado (véase infra), haría alusión al carácter resguardado, abrigado de la topografía de Mogátar. El término propuesto casa bien con la ubicación del pueblo, encajado en una vaguada incisa en la ladera orientada al Mediodía de una loma, rasgo relativamente infrecuente en la topografía (generalmente llana) de los asentamientos sayagueses. La provincia de Zamora muestra la pervivencia toponímica de arabismos que no han pasado al lenguaje común, y que ilustran sobre el léxico medieval, enriquecido por la aportación mozárabe: véase infra los nombres de Algodre. Adalías, así como los de Alcoba/63,

157 OC, voz Algodor. 158 TERÉS, Elías: Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe. Nómina fIul'ial. Tomo /. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1986. 159 TERÉS, Elías, 1986. 160 PEZZI. Elena: El Vocabulario de Pedro de Alcalá, Almería, 1989; p. 658; p. 226. CORRIENTE. Federico: Diccionario de arabismos y I'oces afines en iberorromance, Gredos, 1999; voz mogate. El fonema corre~ndiente a I es un sonido de t enfática. En cambio,l equivale a una: española. 1 1 PEZZI, 1989; p. 588; p. 25. 162 DEC, voz boga l/. 163 CARRERA DE LA RED, 1988; p. 483. SANZ ALONSO, 1997; p. 340.

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Alcorcillo, Almeida, Almaraz. En todos ellos parecen testimoniarse vocablos que fueron apelativos y que, sin embargo, no han dejado huella léxica en las hablas leonesas. Subsisten dudas sobre la vigencia apelativa de tales vocablos: dependiendo de los casos, pueden haber estado restringidos a un círculo de primeros pobladores mozárabes, extinguiéndose con ellos; o, por el contrario, puede tratarse de términos que gozaron de cierta difusión en las zonas más mozarabizadas del Reino de León. Véase la discusión sobre el hipotético apelativo almuzara 'campo de cereales', citado por Álvarez Maurínl64, que ha dado lugar a dos tops. en la provincia de León. Llorente MaldonadoI65 cita un topn. que podría en su opinión derivarse de esta misma base arábiga, Moguete, aceña inmediata a Ledesma (Salamanca), a la orilla del Tormes. Sin embargo, la referencia en una concordia medieval 166a una Aldea de Pelai Muget (1185) próxima a otros tops. del entorno ledesmino, evidencia un origen antroponímico a partir del apellido Muguet(e) de un repoblador, de origen incierto. Con mucha inseguridad, se propone aquí derivarlo del participio árabe mugir 'protector, defensor', de gwr 'amparar'; Mughith (grafía francesa) es usado actualmente como nombre personal 167. Este mismo lugar consta como Aceña de Almoguer (posible error del copista) en un censo del s. XVII68. Actualmente pervive en las inmediaciones el topn. Las Aldehuelas, que debe evocar el conjunto de aldeas próximas a Ledesma, una de las cuales era el actual Moguete. No parece viable vincular este topn., ni tampoco Mogátar, con la serie Muga, Mugadero, Mogadouro tratada más arriba. Peleas de Arriba, Peleas de Abajo: dos poblaciones sobre el arroyo de Valparaíso, al sur de la provincia. La documentación antigua recoge ya la referencia a Peleas de Arriba (antes susanas o de suso): en 1143 y 1144, en textos redactados en latín, se menciona Peleas; sin embargo, en 1151, en una acta de donación de Alfonso VII, figura Peleias169.En 1240, «fratribus Vallis Paradisi que antea vocabatur Peleas» 170. Véase la clara indicación de 1234: «conventus Vallis Paradisi, que in vulgari Peleyas solita est dici». En 1174 se hace referencia también a Peleas de Abajo (Peleas iusa-

164 ÁLVAREZ MAURÍN, 1994; p. 153. 165 LLORENTE MALDONADO DE GUEVARA. Antonio: «La toponimia árabe, mozárabe y morisca de la provincia de Salamanca», XI Congreso lnternacional de Lingüística y Filología Románicas, Vol. 4, 1965; p. 2010. 166 MARTÍN MARTÍN, VILLAR GARCÍA, MARCOS RODRÍGUEZ y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, (eds.), 1977; p. 176. 167 TIDJANI, Dina: Dictionnaire des prénoms arabes, Tabat, 1997. PEZZI, 1989; p. 52, 659. 168 Censo de población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI, Imprenta Real, Madrid, 1829; p. 26. 169 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DIEGO, 1998. 170 MARTÍN MARTÍN, VILLAR GARCÍA, MARCOS RODRÍGUEZ y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ (eds.), 1977. 171 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DIEGO, 1998.

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nas) (Peleias/7/). Puede citarse un topn. menor, sin duda diminutivo de los anteriores, Camino de la Pelejina, que seguía un trazado paralelo al arroyo de Valparaíso. El término que causa el topn. parece ser antiguo. Puede compararse con Illos Pelios (1089), Los Peios (1195), atestiguaciones medievales del actual Los Espejos {de la Reina] (León), explicado por García MartínezI72 a partir de una raíz antigua *pal, *pel 'prominencia del terreno, montículo'. La vigencia romance de esta raíz es discutida por HubschmidI73. Este autor cita monte Pelio (857) próximo a Oviedo, así como Illos Pelios (sin establecer conexión con Los Espejos) y numerosos tops. emparentados en la Liguria. Dauzat et af.I74 presentan abundantes ejemplos franceses derivados de la doble base oronímica *pal, *pel, que consideran formas duales de una misma raíz. Hubschmid, en cambio, se limita a postular una raíz ligur *pelio-, *pelia 'elevación del terreno'. Una mención antigua no considerada por estos autores es decisiva para la interpretación del topn. zam. Peleas. Almeida Femandes175, en su valiosísimo estudio sobre los nomina parochialia del siglo VI, referido al área de influencia sueva, pone al descubierto un copioso estrato de toponimia antigua. El nombre de Sancta Maria sub Pelegio, localizado por Almeida en el actual topn. Aspeleias (Concejo de Vinhais), remite a un lugar, Pelegio, probablemente un monte, puesto que la iglesia se encontraba bajo él. En este topn. es dado suponer una forma diminutiva del Pelio asturiano y leonés. El cambio de género puede atribuirse a la atracción ejercida por el término popular pelea 'riña, disputa', o bien a la vitalidad, muy común en los orónimos, del doble género (compárese con los abundantes Lomo y Loma, Montijo y Montilla, Morro y Morra). Puede citarse asimismo el nombre de lugar gallo Pelexa (señalado por Moralejo Lasso sin propuesta etimológica) y el topn. menor Escobal de la Pelleja (término municipal de Trabanca, Salamanca, hoja 423-III MTN), situado en las inmediaciones de un teso cuyo nombre es Peñagorda. Como explicación de la evolución sufrida desde un *Pelegias hasta Peleas, es aplicable lo indicado a propósito del topn. leonés (comarca de la Ribera) Pelleja, del que Vaquero Prieto 176documenta formas antiguas Pelleya y Pelea. Sin proponer una interpretación semántica, Vaquero analiza la caída del fonema -y- en la secuencia Pelleya >Peleya > Pelea. En primer lugar, se produce una disimilación entre palata-

172 GARCÍA MARTÍNEZ, Javier: «Etimología e interpretación popular y cultista en los pueblos de León», Toponimia de Caslilla y León, Actas de la Reunión Científica sobre Toponimia de Castilla y León, Antonio Álvarez y Hermógenes Perdiguero (eds.), Burgos, 1994. 173 HUBSCHMID, Johannes: Pyreniienworler I'orromanischen Ursprungs und das I'orromanische Subslrul der Alpen, Universidad de Salamanca, 1954; p. 56-57. 174 DAUZAT, A., DESLANDES, G., y ROSTAING, Ch.: Diclionnaire Élymologique des Noms de Ril'ieres el de Monlagnes en Frunce, París, 1982; voces Pal, Palme, Pela, Pelouse. 175 ALMEIDA FERNANDES, A. de: Paróquias suel'a.~ e dioceses I'isigólicas, Arouca, 1997; p. 65. 176 VAQUERO PRIETO, Pilar: «Rasgos dialectales en la toponimia de Cimanes del Tejar, Azadón y Secarejo», Toponimia de Caslilla y León, Actas de la Reunión Científica sobre Toponimia de Castilla y León, Antonio Álvarez y Hermógenes Perdiguero (eds.), Burgos, 1994; p. 191.

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les, seguida de una pérdida de la -y-o Se trata de una caída análoga a la que se registra en los tops. citados por Vaquero, Montea < Ml>NTfCÚLA y Conceo Caleya > Calea. También son asturianos urea 'oreja', abea 'abeja''¡uea 'hoja'177. Véase en sayagués abiaruco 'abejaruco, Merops apiaster'178. En Camino de la Pelejina, sin embargo, permanece velarizada la antigua palatal -y-o De diferente origen habrá de ser Pelilla, despoblado salmo cercano al bajo Tormes, documentado como Pilela (1167-1175)179, y como Peliella en el Fuero de Ledesma (1161)180. J. González registra otras variantes: Piliella (1210), Pile/la (1214)181.Dada la extremada abundancia en la toponimia menor sayaguesa y ledesmina de nombres como El Pilo, La Pila, Las Pilanquinas... y dado que se mantiene como apelativo en Salamanca (Arribes) pilanca 'pozo formado en las oquedades de las rocas del río' 182y en sayagués pilaca, pilaco, pilanca 'hoyo natural en la peña que retiene el agua de lluvia', y pilo 'manantial natural en forma de pila'183, es verosímil derivar de esta base el nombre de Pelilla. Idéntico étimo tendrá Pías, pueblo del área gallego-parlante zamorana. No es descartable, sin embargo, que la referencia sea a una pila arqueológica, es decir, una oquedad de roca excavada con función de sepultura o silol84. En cualquier caso, la litología de Pelilla, abundante en bolos graníticos, favorece la interpretación de pila como 'cavidad, natural o artificial, excavada en la cara horizontal de una roca'. Tales cavidades tenían aplicaciones múltiples en una cultura pastoril, como abrevadero o pesebre improvisado. En Las Hurdes, servían para el ordeño in situ y el almacenamiento de leche de las cabras: «los pastores nos juntábamos por la parte de Las Pozas, donde hay hechos como unos barreño s que están cavados y picados en los mismos canchales. Cogíamos a las cabras y las ordeñábamos sobre esas pozas, colocando en las bocas de las pozas unas escobas de brezos que hacían las veces de colador» 185.

177 ZAMORA VICENTE, 1979; p. 148. 178 BORREGO NIETO, 1981; p. 123. 179 MARTÍN MARTÍN, VILLAR GARCÍA, MARCOS RODRÍGUEZ y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ (eds.), 1977; p. 130. 180 CASTRO Y ONÍS, 1916. 181 COCA TAMAME, 1993; p. 253. En su estudio del topónimo, el autor recorre numerosas hipótesis, incluida la derivación desde pila. 182 LLORENTE MALDONADO DE GUEVARA, Antonio: Estudio sobre el habla de La Ribera, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Salamanca, 1947; p. 242. 183 PANERO, Juan Antonio: Sayago. Costumbres, creencias y tradiciones, Carlos Sánchez Editor, Medina del Campo, 2000. 184 GORDÓN PERAL, María Dolores, RUHSTALLER, Stefan: Estudio léxico-semántico de los nombres de lugar onubenses. Toponimia y arqueología. Sevilla, 1991. 185 BARROSO GUTIÉRREZ, Félix: Las Hurdes: visión interior. Centro de Cultura Tradicional. Diputación de Salamanca, 1993; p. 81.

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Para la evolución de Pelilla, véase lo indicado por Moralal86 sobre la disimilación de la vocal pretónica con respecto a la tónica (formas Pelilla, Revilla, en vez de Pililla, Rivilla): en las áreas donde el diptongo -ie- del sufijo se redujo a -i-, se activa la disimilación, mientras que donde perdura el diptongo leonés o la forma no diptongada gallega, se ha preservado la forma etimológica de la vocal pretónica: Ribiella, Ribela. En el frecuente topn. cast. Velilla, procedente de un diminutivo de VILLA-,se produce el mismo fenómeno de disimilación i-i > e-i, acompañado por una disimilación entre palatales. Es destacable la proximidad a Pelilla, aguas abajo del arroyo del mismo nombre, de un topn. afín, Regato del Pilo y NavalpiloI87. Esta vecindad no es confirmatoria de la interpretación propuesta, pero aporta una corroboración parcial. En el alfoz de Muño (Burgos), se cuenta con dos despoblados, Pila y Pelilla, el segundo de los cuales se documenta en 1352 como PiliellaI88. [Santa Clara de] Avedillo: pueblo de la Tierra del Vino; Avedillo: localidad sanabresa. En referencia al primer topn., el Fuero dado a sus pobladores y herederos en 1176 lo menciona como Viadello y como Aviadello. Vadillo [de Guareña] también aparece citado como ViadelloI89. A estos nombres habrá que unir el topn. menor Avedillo (MTN, 396-IV), en el término municipal de Sobradillo de los Palomares, así como Valdabiao (MTN, 423-III), zona de viñas en la ladera occidental del Alto de la Barrera, en término municipal de Pereña (Salamanca). En estos tops. se descubre la pervivencia dellat. vYA'camino', en una acepción cuyo contenido no es fácil concretar. Puede citarse asimismo la referencia toponímica tebergana de García Ariasl90 Puexuviáu (Valdesampedro, Asturias): «aproximadamente en la mitad derecha de la gran mole caliza hay una franja estrecha y alargada de campera, semejante a un camino»: en este caso, el término sustantivo p¡)mu'cerro' habrá sido calificado para indicar que está franqueado o hendido por una abertura de forma de camino. Asimismo, García Arias menciona una Veigaviada, de análoga semántica al Valdabiao salm., 'prados llanos con un camino que los atraviesa'. En Viáu (Les Regueres) 191cree reconocer el autor la acepción 'lugar en el que el camino tiene una bifurcación'. El Libro de la Montería de Alfonso X¡I92 muestra diversas huellas de la misma base: cerca de Lebanza (Palencia), se encuentra «la peña de viado», en una zona donde son habituales las hoces o desfiladeros. En otro pasaje, que describe sierras

186 MORALA RODRÍGUEZ, 1989; p. 47-48 Y 597. 187 COCA TAMAME, 1993; p. 259. Es preferible interpretar pila como 'concavidad como 'pila de la~ar' (propuesta de Coca). 188 MARTINEZ DÍEZ, 1987; p. 309. 189 SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, 1987; p. 44-46. 190 GARCÍA ARIAS, 1983; p. 448. 191 GARCÍA ARIAS, 1977; p. 297. 192 Libro de la Montería: p. 55 Y 67.

de roca' antes que

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próximas a Bembibre en Bierzo, aparece una armada (es decir, un puesto de aguardo a las reses de montería previamente espantadas en las bozerías) situada «al Auiado». Las armadas se ubican habitualmente en angosturas, donde es fácil controlar a las reses en fuga. Cerca de Poyo Bueno (actual Poibueno, León), se señala la existencia de otra armada «a la Portiella del Viado». Como es sabido, una portilla es un paso natural. Finalmente puede citarse el topn. de Santander La Hoz de Abiada, desfiladero próximo al nacimiento del Ebro. Ciertamente que la hidronimia europea antigua muestra con profusión una base *au- 'fuente, corriente de agua', cuyos descendientes asturianos y montañeses son presentados por Sevilla Rodríguezl93 y por González Rodríguezl94, respectivamente. Este último autor incluye La Hoz de Abiada entre los derivados de la raíz prerromana. No obstante, la coincidencia topográfica, las citas medievales a numerosos viados, y el sufijo de apariencia romance -ada parecen inclinar la balanza en los nombres de lugar Abiado-a, Abiados-as a favor de la hipótesis aquí expuesta. En los ejemplos del asturiano Valle del Huema acopiados por Concepción Suárezl95, quien también propone para su origen un tema prelatino *abia 'agua' derivado de *au, nada impide la adscripción allat. VIA.Todos ellos están en un mismo punto geográfico, en Rospaso, y parecen referirse a un único accidente geográfico que los preside y que habrá originado la designación toponímica: la Penasca o Penón de Abiaos (en sus proximidades, el Quentu Abiaos, donde quentu procede de Cantu- por metafonía), franqueada «por un paso roquizo entre dos peñas», llamado La Forqueta Abiaos. Por otra parte, Sanz Alonso cita un microtopn. vallisoletanol96, Balviado, y lo interpreta como «valle del camino, valle transitado». Las referencias aportadas confirman esta propuesta. Parece desprenderse pues el sentido dominante de viado, aviado como calificativo que se aplica a cualquier accidente natural (peña, valle, monte) surcado por un camino o por una hendidura propicia al paso. Madoz informa de que Santa Clara de Avedillo se encuentra situada en un «estrecho valle rodeado por todas partes de cerros, y sobre las márgenes de un arroyuelo». Por esta angostura transita un camino que debe de ser antiguo, a juzgar por su coincidencia con el cordel de ganados señalado en las hojas 397 y 425 del MTN. Los tops. menores Pedrones y Pontecillos, localizados precisamente sobre dicho cordel en el término de Santa Clara, parecen evocar la infraestructura (mojones y puente) de un antiguo trazado viario. Vadillo de Guareña está situado al pie del río Guareña, ante un vado que ha

193 SEVILLA RODRÍGUEZ. Martín: Toponimia de Origen Indoeuropeo Prelafino en ASfurias, Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, 1984; p. 25-26. 194 GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Alberto: Diccionario Efimológico de la Toponimia Mayor de Can/abria, Santander, 1999; p.n 195 CONCEPCiÓN SUÁREZ, Julio: Toponimia lenense (origen de algunos nombres en torno al Valle del Huerna), Real Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, 1992; p. 241. 196 SANZ ALONSO, 1997; p. liS.

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sido aprovechado desde antiguo, como demuestra el trazado del cordel de ganado que desde Salamanca se dirige hacia Tordesillas' (MTN, 426). En cuanto a Avedillo de Sanabria (citado en 1171 en donación al Monasterio de San Martín de Castañeda como «Sancta Maria de Avitello, sito iuxta Cubleiros et Sanctam Columbam»), dice de él Madoz que el arroyuelo que lo cruza es «de poco caudal, vadeable por todas partes». Puede pues inferirse la acepción general viado, aviado (con a- protética) = 'transitable' . En cuanto a la evolución en Zamora hacia Vadillo, Avedillo, es aplicable el estudio de Vaquero Prietol97, donde demuestra que el microtopn. de León Pornilla procede de un *piorniella 'diminutivo de piorno' por disimilación entre la i etimológica de la primera sílaba y la segunda i del sufijo diminutivo leonés. Análogamente, en *Viadiello se habrá producido dicha disimilación hacia Vadiello seguida de la reducción habitual del sufijo hacia la forma castellana, Vadillo. Asimismo, Aviadiello habrá dado Avadiello y posteriormente Avadillo, que disimilaría la serie a-a hasta a-e.

LOS POBLADORES Piñuel: pueblo sayagués, próximo a Torrefrades. Puede remitirse a la documentada atestiguación de esta base como nombre personal, de origen latino, Piniolus, que debió de tener vigencia en la alta Edad Media. Los ejemplos caste-

llano-leoneses aportados por Díez Melcón198 son todos patronímicos desde la cita más temprana: Froila Pinio/iz (945), Petro Pinio/iz (1119), Falcon Pinnuelez (924), Zite Pinniolez (979). Rivas Quintásl99 presenta numerosos ejemplos de este nombre: Piniolus (946, Sobrado, La Coruña; 954, Santiago de Compostela; 955, Orense), Piniolo (998, provincia de Lugo). También aduce citas más tardías en Portugal: Pigniolus (1077), Piolo (1069). No faltan en Asturias: Piniolus (980). Como indica Rivas Quintás, el nombre es de ascendencia latina, y consta un Pinnius ya en Cicerón. Véanse los tops. gall., en todo comparables con el Piñuel sayagués, Vil/apiñol y Piñor200, así como Pinhoi, Piñoi, y tal vez Piñón20I. Añádanse las citas incluidas en Viejo Fernández202. En Burgos203 hay un despoblado antiguo que hace referencia al mismo nombre, Vil/apiñuelo, citado en 1042 como villa de Pinnolo.

197 VAQUERO PRIETO, 1994; p.191. 198 DÍEZ MELCÓN, Gonzalo: Apellidos castellano-Ieoneses (s. IX-XliI), Universidad de Granada, 1957. 199 RIVAS QUINTÁS, Eligio: Onomástica persoal do Nordeste Hispano, Ed. Alvarellos, Lugo, 1991. 200 CABEZA QUILES, 1992. 201 RIVAS QUINTÁS, 1991. 202 VIEJO FERNÁNDEZ, Julio: La onomástica asturiana bajomedieval. Nombres de persona y procedimientos denominativos en Asturias de los siglos Xlll al XV, Niemeyer, Tübingen, 1998; p. 500. 203 MARTÍNEZ DÍEZ, 1987; p. 237.

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Tamame: pueblo del sur sayagués. Puede proponerse como base del topn. el nombre personal de un propietario, probablemente mozárabe. Oliver Pérez204 lo incluye en una sucinta relación de nombres de lugar zams. basados en onomásticos árabes: Tamame, de Tammam, Villanázar, de Nasr, Villaveza, de Abu' ¡sil, [San Pedro de] Zamudia, de Samut. Menéndez Pidal, en sus Orígenes, cita el nombre de un Temam ben Afif Se trataría del mismo antropónimo que recoge Coromines205 de una cita del Cartulario de San Cugat: «ipsum sarracenum nomine Temem» (1078). Cabe citar asimismo el nombre del poeta árabe arcaico Abu-Tammam. Estas formas proceden, según Coromines, de una variante morfológica en el vocalismo, Tiimam, de un antropónimo bien conocido, cuyo origen es situado en el gentilicio at-Tiimími 'el de Tamim', derivado a su vez del nombre tribal de los Biini tiimim. De la forma en gentilicio surge el nombre de la población burgalesa de Temiñ0206,así como el pueblo ampurdanés Vilatenim. Martínez Díez aporta también una referencia a Simonet, que, en su Historia de los mozárabes de España, p. 830, menciona a un mozárabe Temim o Temin. El nombre del pueblo salmode Tamames ha de ser atribuido al mismo origen que Tamame. La forma plural tendrá su explicación en una dualidad o pluralidad de aglomeraciones próximas que compartieran el mismo nombre (véase infra la referencia a Alaejos) y que luego serían englobados en una designación común. Ganame: pueblo sayagués. En 1343 consta con el mismo nombre. Se nos informa de que estaba "hiermo y despoblado por los pechos que le ponían"207. Parece apropiado sugerir para el topn. un origen basado en un possessor mozárabe. Podría pensarse en el portg. antiguo alganame 'pastor principal', que ha sido relacionado con el árabegannam y el andalusí gannám 'pastor'208. Machad0209 menciona, en un documento de 1096, una "uinea de stephanus alganam". La acepción 'pastor principal' es avalada por un documento de Évora de 1264. Sin embargo, como observa Coromines21O,en fonética castellana el étimo árabe propuesto habría evolucionado hacia *algañeme o *algañime, por la inevitable palatalización de la -nn- y el efecto de la imela. En el topn. zamorano, podría, ello no obstante, suponerse la preservación de la forma portuguesa como nombre propio de un poblador de tal origen, luego transmitido al lugar poseído por dicho propietario.

204 OLIVER PÉREZ, Dolores: «Observaciones sobre la toponimia árabe de la región castellano leonesa», Toponimia de Ca,~lilla y León, Actas de la Reunión Científica sobre Toponimia de Castilla y León, Antonio Álvarez y Hennógenes Perdiguero (eds.), Burgos, 1994. 205 OC, voz Vilalenim. 206 MARTÍNEZ DÍEZ, 1987. 207 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DIEGO, 1998. 208 CORRIENTE, 1999; voz alganame. 209 DEP, voz alganame.

210 DCECH, artículo gañán.

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El antes citado campo de Argañán, comarca salm., podría tener este mismo origen a juzgar por las atestiguaciones antiguas211 como canpo de Alganan (1376), campos de Algañán (1414). El nombre de un propietario habría sido transferido a unos campos de su propiedad y luego, por extensión, a la comarca circundante. La propuesta etimológica de Dozy, según la cual el término gañán derivaría de esta misma base árabe, aunque ha sido rechazada con cierta unanimidad sobre la base de los argumentos de fonética histórica antes aducidos, es defendida sin titubeos por Corriente en su docto Diccionario de Arabismos212. Por otra parte, Garul0213(1983) señala cómo la distribución geográfica de gañán en la acepción andaluza 'vaquero' ocupa los puntos más orientales de Jaén, el este de Granada y el centro de Almería, es decir, una zona intensamente arabizada. De ahí que la vinculación de los tops. Ganame y Argañán con la citada base gannám 'pastor', por vía antroponímica, parezca, cuando menos, plausible. En cualquier caso, la escasez documental sobre *alganan 'pastor' dificulta la discusión. En cuanto a la actual posición del acento de Ganame en esdrújula, es atribuible a una etimología popular, posiblemente de implantación cultista, desde el imperativo de ganar. Obsérvese que en Madoz, que suele marcar con tilde las esdrújulas, todas las citas de Ganame lo transcriben sin acentuar (voces Fresnadillo, Torrefrades, Fadon, Bermillo de Sayago) con la excepción de una mención en tabla estadística, donde figura Gáname. Sin embargo, en la cita incluida en la voz Avelon, aparece expresamente acentuado en grave: Ganáme. Sobre posible poblamiento mozárabe de origen en el actual Portugal, véase el nombre de la dehesa zamorana Santarén [de los peces]. Fadón: localidad sayaguesa vecina a Ganame. Fadoncino: dehesa próxima. Parece tratarse de un nombre de poblador. El antropónimo probablemente es el mismo del antiguo nombre de lugar burgalés214Quintaniella de Faton (1052). Martínez Díez cita asimismo un Fatone, nombre de persona atestiguado en Sahagún. En 1461 figura un Vasco Faton en Sobrado (Orense)215. Rivas Quintás supone un origen en ellat. FATUU-'insípido', 'bobo', del que también procedería el asturiano fato 'tonto'; en las hablas leonesas es más frecuente la acepción 'vanidoso'. Podría sin embargo conjeturarse para Fadón la presencia de un antropónimo árabe, Fathún, derivado por sufijación a partir de fath 'victoria'216. Coromines estudia algunos derivados onomásticos valencianos de esta misma base, que no sorprendería reencontrar en Zamora.

211 BARRIOS GARCÍA, Ángel, MONSALVO ANTÓN, José María, SER QUIJANO, Gregario del: DocumentaciÓn Medieval del Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo, Diputación de Salamanca, 1988; p. 4648,53; p. 151. 212 CORRIENTE,1999. 213 GARULO MUÑOZ, Teresa: Los aI'abismos en el léxico andaluz, Instituto Hispano Árabe de Cultura, Madrid, 214 215 216 base.

1983; p. 228. MARTÍNEZ DÍEZ, 1987; p. 273. RIVAS QUINTÁS, 1991; p. 422. DC: voz Benifato. El fonema tras la t es una h aspirada. transcrita habitualmente

con un punto en la

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Amor: dehesa y arroyo en Sayago. El nombre puede ser puesto en relación con los diversos Vil/amor zams. (dos en Sayago, Vil/amor de Cadozos y Vil/amor de la Ladre; y uno en tierra del Vino, Vil/amor de los Escuderos), aunque no es evidente que compartan etimología. En el caso de Amor, parece claro que se está ante un nombre de propietario medieval. El antropónimo está atestiguado por Rivas Quintás217en Portugal (1037), Ammor, y en Galicia (1120), domino Amor. En Salamanca consta un «dompnus Amor, cIericus Sancte Marie» (1223)218.Moríñigo, pueblo salm., es interpretado por LIorente Maldonado como derivado de un nombre de poblador vasco, Amore Enneco219. Parece clara la presencia en función onomástica del lat. AMOR.Con esta base habrá confluido, produciendo una compleja superposición, el nombre personal de origen árabe 'Ammur, seguramente el mismo del Ammor portg. antes citado y de alguno de los tops. zams. reseñados. Coromines menciona un topn., Mas d' amó, de igual origen220. Los tops. Vil/amor, si bien son analizables como Vil/a (de un propietario llamado) Amor o 'Ammur, pueden esconder otros orígenes. En una confirmación foral, fechada en 1259, Vil/amor de los Escuderos aparece sistemáticamente documentada221como Vil/a mayor, Vil/a Maor. En efecto, la variante maor < MAIOR es leonesa222; en portg. es general su evolución hasta mor en compuestos. Esta misma monoptongación (compárese sogo < saugo) se habrá producido en Vil/amor. Ninguna relación tendrán los tops. sayagueses Vil/amor con el Vil/amol leonés, próximo a Cea, documentado por Carrera de la Red223 como Vil/a Moffole, Vil/a Mohole. Aparece aquí un antropónimo de apariencia arábiga, sometido a una caída de la -fque no se habría producido en los tops. sayagueses. [Villardiegua del] Nalso: dehesa sayaguesa en el término de Roelos. Puede suponerse la presencia del nombre personal Enalso. Díez Melcón relaciona con este antropónimo, entre otros, los nombres medievales Maria Analzo, Maria Analso, Maria Enalso (San Vicente de Oviedo, 1080, 1092 y 1103), Fernando lnalso (Comeliana, 1238)224.Viejo Femández225 estudia el nombre y le propone un étimo vasco. No cabe descartar un origen apelativo más reciente emparentado con el término nalsa 'aparato de mimbres para pescar', vigente en Zamora según Femández Duro, aunque la ubicación de Villardiegua en un cerro lo hace improbable. Nalsa es

217 RIVAS QUINTÁS, 1991; p. 100. 218 MARTÍN MARTÍN, VILLAR GARCÍA, (eds.), 1977; p. 242.

MARCOS

RODRÍGUEZ

y SÁNCHEZ

RODRÍGUEZ

219 COCA TAMAME, Ignacio: «Diccionario de toponimia (con especial referencia a los topónimos salmantinos»>, Salamanca. Revista de Estudios, 43, 1999; p. 451. 220 OC: voz Amo(r). 221 222 223 224 225

RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, 1990; p. 370-371. DCECH: voz mayor. CARRERA DE LA RED, 1988; p. 709. DÍEZ MELCÓN, 1957; p. 113. VIEJO FERNÁNDEZ, 1998; p. 352.

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palabra derivada dellat. NASSA,y puede haber circulado una acepción como 'represa o cañiza instalada en un arroyo para la pesca'. La forma nalsa en vez de nasa es de difícil explicación (DEC, voz nansa 1); en cualquier caso, admitiendo como más probable la hipótesis antroponímica, la forma Vil/ardiegua del Nalso, que sugiere un valor apelativo del determinante, habría evolucionado desde V. de (E)nalso bajo la influencia del vocablo patrimonial nalsa. En cuanto a Vil/ardiegua, se hará referencia, como en las poblaciones zamoranas del mismo nombre, a alguna escultura zoomorfa o verraco, como fue frecuente en la segunda Edad del Hierro tal vez para consolidar derechos de trashumancia o deslindar pastos. César Morán describió la mula de Villardiegua (de la Rivera), un verraco de forma equina también en Sayago. Vil/atoro y El Barraco (Ávila) han conservado sus correspondientes esculturas en piedra226. Alafes: despoblado en el término de Cañizo, sobre el Valderaduey, aguas abajo de Villalpando. En la rica documentación aducida por Carrera de la Red227, aparecen menciones medievales a este lugar: Halaues (152), AlaJes (194). No parece convincente desde el punto semántico la propuesta de Carrera ligándolo al árabe (al)lawa 'curvo', del que procede el apelativo actual álabe. La base, como la propia autora sugiere, debe de hallarse en el nombre de persona lala/, frecuente en la Hispania musulmana y entre las etnias mozárabe y judía de los reinos cristianos228.Véanse los numerosos ejemplos documentales aducidos por Carrera. En una venta de casas, fechada en 1278 en Salamanca, aparece el nombre del judío HalaJe; también en documentación notarial de Ávila229,consta el nombre de HalaJTareha (299). Asimismo, en Portugal: «Tructino, cogn. FalaJe (var. HalaJe)>>(citado por Kremer, quien hace referencia a un documento de 1055). Se trata de un derivado antroponímico de la raíz

jlf 'suceder, valer,componer'230. El despobladode AlaJesestá enclavadoen un área de arraigada tradición mozárabe; en el mismo término municipal, se encuentra el también despoblado de Toldanos, alusivo a una colonización procedente de Toledo, y que será tratado más adelante. El mismo antropónimo reaparece en un nombre de lugar zamorano documentado en 1181, FonJalaJe,es decir, 'fuente de Falafe'231. AlaJes puede ser puesto en relación con el nombre antiguo FalaJeios (1180) identificado como Alaejos (Valladolid) por Martín et al.232. El diminutivo presente en

226 TEJERO ROBLEDO, 1983. 227 CARRERA DE LA RED. 1988; p. 482. 228 CUNHA SERRA, Pedro: Contribu~'ao topo-antroponimica para o estudo do povoamento do noroeste peninsular, Lisboa, 1968. 229 BARRIOS GARCÍA, Ángel: DocumentaciÓn Medieval de la Catedral de Ávila. Universidad de Salamanca, 1981; p. 178. 230 OC, voz Calaf El grafema}, de sonido velar, es a veces transcrito kh (francés) o b. (Coromines). 231 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DIEGO, 1998; p. 18. 232 MARTÍN MARTÍN, VILLAR GARCÍA, MARCOS RODRÍGUEZ y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ (eds.),

1977.

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Alaejos parece corresponder a fenómenos de aplicación toponímica. FalaJeios sería en origen una población de menor rango que AlaJes. En cuanto a la desinencia de plural, puede atribuirse a un fenómeno de multiplicación del topn., frecuente en el nomenclátor medieval: véase la mención a «Mahamutes ambas» (916), citada por Cunha Serra233, correspondientes a un antropónimo de fundador o possessor Mahamud. También, en ámbito leonés, puede citarse la concordia de 1185 entre los obispos de Salamanca y de Zamora, donde se alude a234 «Assamassa et Assamassa, et alia Assamassa», actualmente englobadas en las dehesas de Samasa y Samasita, próximas a Ledesma. Asimismo, en 1136, se mencionan «ambos Spinos»; y, más adelante, «ambos Cemaiones». También, en 1215, en referencia a Villaescusa (sur de Zamora), se lee «in Villis Scusis ambabus»235.Son innumerables las parejas de población vecinas que compartían nombre y que han sido diferenciadas mediante diminutivo: Macada y Macadina, Samasa y Samasita, Zamayón y Zamocino, AlaJes y Alaejos. Otras veces, dada la frecuente repetición de tops. idénticos para núcleos de población colindantes, la fusión de tales aldeas o la extinción de una de ellas conducía a la adopción del plural como denominación del poblamiento resultante. Siguiendo de nuevo a Carrera de la Red (p. 482), puede conjeturarse que Villardefallaves, próximo a Villalpando, y el despoblado Fallaves, del mismo término municipal, contienen el mismo antropónimo. En la documentación medieval figura el primero como Villar, mientras que el segundo es Villa Hallave (1036)236. En un texto notarial de 1363 también se menciona a Fallaves237. Ambos tops. evidentemente se aluden. En cuanto a la forma que adopta aquí el nombre lalaJ, tal vez se esté ante un ejemplo de sonorización de -J- (véase la referencia a Moveros) acompañada de una infrecuente palatalización de la -l- intervocálica. En cualquier caso, la adscripción a esta base deberá ser confirmada. Otro topn. reseñado por Carrera de la Red, Faravellos (p. 491), localizado en Valladolid, estaría en la misma relación con respecto a Falaves-Fallaves que Alaejos con respecto a AlaJes. En Faravellos se habría producido disimilación l-ll > r-ll. Esta interpretación es preferible a la sugerida por Carrera, según la cual Faravellos sería un patronímico plural, 'los hijos o descendientes de un Farahí (nombre personal de origen arábigo)'. Merendeses: dehesa en el término municipal de Molacillos. Con el mismo nombre, es el objeto de una transacción documentada en 1230238:«damus eis potestatem 233 CUNHA SERRA, 1968. 234 MARTÍN (eds.), 1977.

MARTÍN,

VILLAR

GARCÍA,

235 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, DIEGO, 1998. 236 CARRERA DE LA RED, 1988. 237 VACA LORENZO, Ángel: Documentación Universidad de Salamanca, 1988; p. 106. 238 RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, 1990.

MARCOS

LORENZO

RODRÍGUEZ PINAR,

y SÁNCHEZ

MORETA

VELAYOS

RODRÍGUEZ y GARCÍA

medieval del archivo parroquial de Villalpando (Zamora),

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faciendi cannales et bollonarias in predictis rivulis, in ipsa hereditate nostra de Merendeses». La forma del topn. orienta hacia su comprensión como gentilicio de pobladores, es decir, un etnónimo de origen geográfico. Carrera de la Red, en el estudio toponímico antes citado sobre los valles del Cea, Valderaduey y Sequillo (p. 742), busca su origen en la Miranda castellana, es decir, Miranda de Ebro, y muestra el caso paralelo de Mirandilla, despoblado en el término de Castronuevo, que figura en documentos antiguos como Merendela (1185). No es descartable, sin embargo, la conexión con la Miranda do Douro portuguesa, que mantuvo estrechos lazos con el cercano Monasterio de Moreruela. Origen similar en Miranda tendrá el arroyo Merendina próximo a Villarino de Manzanas. Sorprende, sin embargo, que un topn. originado en *Mirandeses se haya deturpado por vía popular hasta Merendeses en fecha tan temprana, y ello en un contexto geográfico donde el nombre de Miranda (de Duero) y el gentilicio mirandés gozaban sin duda de cierta circulación. Carrera de la Red (p. 742) cita un lt'gar documentado como Mereteses y Meredeses que parece haber estado situado en el Valderaduey, cerca de Villavicencio de los Caballeros (Valladolid). Cunha Serra239menciona a su vez varios descendientes toponímicos de la antigua Emerita, que fue un foco destacado de difusión de mozárabes. En Portugal, existe un Meridáos y un Merideses. En este contexto, se apunta aquí como mera hipótesis la posibilidad de que Merendeses perpetúe el recuerdo de pobladores mozárabes emeritenses. Observése la proximidad geográfica de Merendeses a varias localidades con resonancia mozárabe o andalusí. Brevemente cabe citar Benegiles, atestiguado en 1421 como Venexires240,y que parece contener el Beni- árabe 'hijos de' antepuesto tal vez a un nombre tribal bereber241.Es también reseñable el nombre de Algodre, antes analizado, así como el del arroyo Adalia (árabe (al)-daliya 'la vid')242. Del otro lado del Duero, se detectan asimismo abundantes remanentes toponímicos de esta etnia. En el valle de Aribayos se asienta el pueblo de Madridanos, tratado más adelante, claramente alusivo a una repoblación mozárabe del actual Madrid, perteneciente al antiguo reino de Toledo, del que provienen gran parte de los pobladores que llegaron a Zamora, como se indica más adelante243. Más abajo está situado VilIalazán, documentado en 1463 como Villalasan244,que como la mayor parte de los tops. en Villa-

239 CUNHA SERRA, 1968. 240 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DIEGO, 1998. 241 CARRERA DE LA RED, 1988; p. 488. 242 VERNET GINÉS, Juan: "Toponimia arábiga", Enciclopedia LingüÚtica Hispánica /, Madrid, 1960: p. 570. SANZ ALONSO, 1997; p. 220. 243 MARSÁ, E: "Toponimia de la Reconquista", Enciclopedia Lingüística Hispánica /, Madrid, 1960. MENÉNDEZ PIDAL, 1960. 244 LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, LORENZO PINAR, MORETA VELAYOS y GARCÍA DI EGO,

1998.

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(véanse las obras citadas de Carrera de la Red o Martínez Díez) contiene, en segundo término, un antropónimo de possessor, en este caso de apariencia arábiga. Tal vez sea posible ponerlo en relación, una vez explicada el interfijo -al- (quizás simplemente el artículo árabe, como apunta Asín Palacios), con el antropónimo Hazm o Hazam, frecuente en la documentación portuguesa y leonesa (formas medievales Ha~'em, Hazem, Fa~ame, Hacem)245, y que también debe de estar presente en el nombre de la alquería salmo Miranda de Azán. Carrera de la Red cita las antiguas menciones Villa A~'an, Villa Azan, Vilazan, precedentes del moderno Villazán. En el término municipal de El Perdigón subsiste un topn. menor Vallezán, que tendrá la misma procedencia246. Del otro lado del Duero, el pueblo de Sanzoles evoca en su nombre el culto a un mártir cordobés, Zoilo, que fue venerado a partir del S. VII en el arrabal de los bordadores de la ciudad califal; se tratará pues de un santo que gozaría de gran devoción entre los mozárabes huidos de AI-Andalus hacia tierra leonesa247. También cercano es el pueblo de Venialbo, donde Cunha Serra248descubre un patronímico o nasab de composición híbrida, árabe beni 'hijos' y romance Albo, antropónimo con el significado de 'blanco', que tal vez perviva como nomen de poblador en la vecina localidad de Villaralbo. En [Casa de] Barzolema, topn. cercano a Matilla la Seca, se descubre una formación análoga a la de Val de Zolema249 identificado por Carrera de la Red como un arroyo cercano a Castrovega (León). Como propone la autora, en Valdezolema hay un nombre de possessor, que también estará presente en el topn. zam. Se trata de un derivado de la raíz slm 'salvar(se), estar sano', como Islam o musulmán, y los nombres de persona Salam, Saliima, Siilem, Siilema, Salim, Salima, Selma, Sulma, y Suleymiín, Selmiin (que se corresponden con el bíblico Salomón). En la base de todos estos nombres está la idea de salud y salvación. Tales antropónimos eran frecuentes entre los mozárabes: así, de Salama proceden, entre otros, los pueblos leoneses de Villacelama y Zalamillas250; de Suleymiin, el despoblado, también leonés, de Villazulema, así como el topn. menor (de Arquil/inos) Sanzolema, cuya segunda parte explica Cortés Vázquez25I a partir de esta misma base. Con más detenimiento, puede mencionarse Monfarracinos, antiguo Monzarracinos252, compuesto de un apócope de monte y el nombre personal o étnico

245 CUNHA SERRA, 1967; p. 42. RIVAS QUINTÁS, 1991; p. 194. 246 CORTÉS VÁZQUEZ, 1989. 247 RIESCO CHUECA, Pilar: Pasionaria hispánico, Universidad de Sevilla, 1995: p. 244. PIEL, Joseph María: Os nomes dos Santos Tradicionais Hispilnicos na toponímia peninsular. Separata de Bihlos, vol. XXVXXVI. Coimbra, 1950. 248 CUNHA SERRA, 1968. 249 CARRERA DE LA RED, 1988: p. 545. 250 CUNHA SERRA. 1968. TIDJANI, 1997. 251 CORTÉS VÁZQUEZ, 1989. 252 CUNHA SERRA, 1968; CARRERA DE LA RED, 1988.

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Sarracinus. Laf- inicial evoluciona hacia z- como en los tops. asturianos Cerracín, Zarracín, Zarracina, aducidos por Cunha Serra. Puede compararse con SERARE> cerrar y con los microtops. salms. Los Cerracines o Serracinos (término municipal de Palacios del Arzobispo) y Cerrecín o Cerracín (Valdelosa)253. Posteriormente, la conocida confusión vulgar z ffavorecería el paso a Monfarracinos. Cunha Serra y Carrera de la Red (p. 735) se inclinarían a ver en esta forma, aparentemente plural, una alusión a un colectivo poblacional de musulmanes (¿o islamizados?). Sin embargo, es más probable ver en el topn. una huella del conocido nombre personal Sarracenus (915), Sarracino (976, 1065), Sarrazino (1055), Serracino (978, 1080), por citar sólo unos ejemplos de Portugal, León y Asturias recogidos por Rivas Quintás. La forma apocopada del nombre personal parece pervivir en el topn. Sarracín [de Aliste], a menos que se trate de un descendiente directo, como apelativo (y no petrificado en el nombre personal) del plural arábigo sarraqin 'sarracenos'. Sin embargo, esta última hipótesis, sugerida por Vemet Ginés (1959), parece más improbable en una zona escasamente arabizada como el norte de Aliste, dado que exige una preservación del lenguaje que va más allá de la mera memoria léxica. Asimismo, en Salamanca consta la mención antigua a una aldea próxima a Ledesma, Sarra~in (1335)254,que ha de coincidir con Sarrazin Yvannes (1265)255 Ycon la actual Peñasarracín, también conocida como Peñacerrecín o Peñazarracín. La forma praenomen-nomen de 1265, con el apellido que luego sería lbáñez, no deja lugar a dudas de que aquí se tiene un nombre personal y no un étnico. Coreses: pueblo también cercano a Zamora, como Merendeses, y con la misma estructura reveladora de gentilici0256. Cunha Serra257documenta este tipo toponímico: Caurieses (987), Coreses (1034), Kaureses (1180), Coresses (1188). Ya Menéndez Pidal, en sus Orígenes, aportó las dos primeras referencias e interpretó el topn. como alusivo a una repoblación con mozárabes de la Coria extremeña, en la antigua zona de influencia de Mérida. Posteriormente, sistematiza en un estudio, apoyado en la toponimia, su visión del despoblamiento medieval en la cuenca del Duero258,recogiendo un listado de nombres de lugar de la serie mozárabe: Toldanos, Toldaos, Madridanos, COI'eses, Cordobeses, Mozárvez, Mozarvitos y Moarves. Marsá259pone en relación el nombre de COI'esescon la precaria toma de la ciudad de Coria (Cáceres) a manos del rey Ordoño 1 (850-866). En esta primera, y efímera, captura de la ciudad extremeña, los mozárabes locales serían captados e invitados a par-

253 254 DlEGO, 255 256 257 258 259

COCA TAMAME. 1993; p. 251. LERA MAÍLLO, LÓPEZ VALLINA, 1998. GARCÍA MARTÍN, 1982. CARRERA DE LA RED, 1988; p. 744. CUNHA SERRA, 1968. MENÉNDEZ PIDAL. 1960. MARSÁ, 1960.

LORENZO

PINAR,

MORETA

VELAYOS

y GARCÍA

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ticipar en la repoblación de las tierras de Zamora. Marsá260supone que fue en la campaña repobladora de 899, llevada a cabo por Alfonso III, cuando se estableció el actual pueblo de COl"eSes.Cunha Serra261señala la existencia antigua de otra localidad con igual origen, situada en Galicia: Vilar de Coreses (1184), al tiempo que analiza otra serie, derivada del nombre personal Qurays, que en alguna ocasión ha dado lugar a confusión con ésta. Toldanos, despoblado en el término de Cañizo, mencionado antes por proximidad con Alajes, pertenece al mismo tipo toponímico, del que Menéndez Pida}262, Marsá263, Cunha Serra264y Carrera de la Red265muestran la distribución geográfica, con cinco localidades llamadas Toldaos en Galicia y otra Toldanos en León. El Toldanos zam. corresponde, según Marsá, a una zona repoblada en la segunda mitad del s. IX, pues la densa colonia mozárabe de Toledo experimentó reiteradas emigraciones hacia el Norte mucho antes de su reconquista por Alfonso VI en 1085. Madridanos, pueblo citado antes en conexión con Gema, es interpretado por Marsá266como fruto de una emigración de mozárabes, provenientes de la ciudad castellana, cuya fecha coincidiría, si no es incluso anterior, con la destrucción de las murallas de Madrid a manos de Ramiro 11en 932. La ocupación definitiva de Madrid no se produjo hasta 1082, pero la fundación de Madridanos es sin duda más temprana. Manganeses [de la Lampreana]; Manganeses [de la Polvorosa]: pueblos ambos del antiguo partido de Benavente, el primero asentado en las proximidades de Granja de Moreruela, el segundo, ribereño del Órbigo. Carrera (p. 739) estudia estos tops., poniéndolos en conexión con el actual despoblado de Manganes (también Maganes en la documentación medieval), localizado en el alfoz de Mansilla de las Mulas (León). Se constatan estrechas relaciones entre los Manganeses y Manganes: en un texto notarial de 1229, referente a Manganeses de la Lampreana, firman como testigos tres personas identificadas como «de Manganes». El conde leonés Ponce de Cabrera tenía posesiones tanto en Manganes como en Manganeses. Ante esta disposición en cascada de los tops., organizados de norte a sur, parece natural proponer una relación de progenie entre ellos. Carrera de la Red, que sólo considera los tops. de Zamora y León, se inclina por vincular el Ma(n)ganes leonés con los dos Manganeses zams. Así pues, el significado de manganeses sería 'oriundos de Ma(n)ganes (León)'; tal hipótesis es sólida y viene avalada por las relaciones

260 261 262 263 264 265 266

MARSÁ, 1960. CUNHA SERRA, 1968. MENÉNDEZ PIDAL, 1960. MARSÁ, 1960. CUNHA SERRA, 1968. CARRERA DE LA RED, 1988; p. 742. MARSÁ, 1960.

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patrimoniales y clientelares establecidas entre ambas localidades. Sin embargo, puede todavía plantearse alguna duda: la importancia histórica de Maganes no parece justificar su capacidad radiadora de dos pueblas medievales en Zamora; la antigüedad de los tops. zams. no es menor que la de Ma(n)ganes (León); y los tops. étnicos en -eses suelen originarse en poblaciones grandes o renombradas (Meredeses, COI'eses,Cordobeses). Por ello, y como mera conjetura, pendiente de nuevos datos documentales, se propone aquí una solución alternativa: ambos Manganeses, así como el Ma(n)ganes leonés, procederían de una repoblación en el s. IX con mozárabes del Reino de Toledo, originarios de Magán, localidad cercana a la capital, que gozó de cierta importancia en época califal. Según Ibn Hawqal, viajero que recorrió AI-Andalus en la segunda mitad del s. X, había una etapa de camino, en la ruta de Toledo a Madrid, hasta Magán, que es descrito como «gran pueblo, donde se encuentra la tierra de batanes española»267. La alusión a la tierra de Magán parece originarse en el siguiente hecho: «la tierra comestible [:] a pesar de ser prohibida por los malikies, en Magán (Toledo) se mezclaba con harina y se hacía pan con ella, exportándose también a Siria, Iraq, Irán y el país de los turcos»268. En cuanto a las formas Manganes, Manganeses, se tratará de una nasalización de la primera sílaba por influjo de palabras conocidas como manga, mengano. El primer topn., Ma(n)ganes, se originaría, como Tamames a partir de Tamame o AlaJes a partir de AlaJe, por multiplicación toponímica. Los dos Manganeses serían simples gentilicios: 'los de Magán'. Las relaciones constatadas en la Edad Media entre el Ma(n)ganes leonés y Manganeses serían prueba de un vínculo causado por el origen común, mantenido durante los siglos iniciales tras la repoblación. Obsérvese que, así como la designación de origen mozárabe en los tops. era exacta en su referencia geográfica, generalmente urbana (gentilicios de Toledo, Madrid, Coimbra, Córdoba, Coria; transposición directa del nombre de ciudades del sur: Granadilla, COI'monita), la identificación toponímica de los pobladores procedentes de los reinos cristianos es generalmente imprecisa: Astureses, Navianos, Vascones, NaJarras, Gallegos, Bercianos (excepciones son Astorganos, Coruñeses). Ello sugiere un carácter más rural y colectivo de los procesos repobladores cuyo origen radica en el norte del Duero. De ahí que sea inseguro atribuir a una pequeña localidad leonesa (Ma(n)ganes, que posteriormente quedaría despoblada), y aun menos a una parroquia asturiana, Maganes, una identidad tan marcada como para ser preservada en dos tops. mayores descendientes.

267 ARJONA CASTRO, Antonio: Anales de Córdoba musulmana. 711-1008, Córdoba, 1982; p. 123. El autor se basa en una traducción de María José Romaní, 1971. 268 CASTRO, Teresa de: «La alimentacion en la cronística almohade y nazarí: acerca del consumo del vino», La Meditem'inia. area de convergencia de sistemes alimentaris. A. Riera y M. Barceló (eds.), Mallorca, 1996; pp. 591-614.

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Que Manganeses de la Lampreana pueda hipotéticamente tener un origen mozárabe no sorprende a la luz de la toponimia del entorno. Madoz menciona el despoblado de Columbrianos, localizado en el mismo término de este Manganeses, y que sin duda, como el lugar leonés de idéntico nombre, se deriva de un gentilicio de mozárabes de Coimbra < CONIMBRIGA, en la Edad Media Conimbria y frecuentemente disimilada como Colimbria. Calzada colimbriana era, en el Fuero de Salamanca, el camino desde Coimbra hasta Salamanca. También, en el Fuero de Ledesma, se alude a la «calrrada Colunbrana»269. Cunha Serra cita numerosos tops. gall. y portg. del mismo origen. Marsá270 explica que Coimbra fue conquistada por los cristianos durante el reinado de Alfonso III (866-910), cayendo de nuevo en manos musulmanas en 987. Durante esta etapa, los mozárabes huidos participarían abundantemente en la repoblación de las líneas cristianas al norte del Duero hasta la segunda conquista de Coimbra por Fernando 1 en 1064. Por otra parte, se cuenta en Zamora con el topn., antes citado, de Santarén de los Peces. Es sabida la importancia de la mozarabía de Santarém, ciudad portuguesa en la orilla del Tajo. Cunha Serra atribuye a esta ciudad un papel radiador en el poblamiento mozárabe del NW ibérico. El Santarén zamorano derivaría de allí, por traslado toponímico. La hipótesis que explica Manganeses como 'repobladores oriundos de Magán (Toledo)' quedaría muy debilitada si se confirma el carácter autóctono, y no importado, del topn. leonés Ma(n)ganes. Existe asimismo un Maganes, parroquia de Cangas del Narcea (Asturias), para el que García Arias propone un étimo antroponímico en Maga o Maganus27/. Rivas Quintás recoge un texto de 951, referido a Magán (Pontevedra): «in ea ualle uel uico quam dicunt maganes». El mismo antropónimo, que Rivas considera germánico (siguiendo a Piel y Kremer), estaría presente en el nombre de lugar portg. Magáes, en el Magaz leonés, y en el propio Magán toledano272.

AGRADECIMIENTOS Figure en primer lugar la gratitud del autor a la Real Academia Española, que facilita el libre acceso a su valiosa base de datos CORDE (Corpus Diacrónico del Español), herramienta informática, aún en fase de elaboración, cuyo valor para los estudios filológicos, históricos y etnográficos es incalculable. Asimismo, debe hacerse constar el apoyo prestado a este artículo por el Dr. Casquero Fernández, del Instituto Florián de Ocampo. Es finalmente de destacar la valiosa ayuda bibliográfica

269 270 271 272

CASTRO Y aNÍs. 1916. MARSÁ. 1960. GARCÍA ARIAS. 1977. RIVAS QUINTÁS. 1982; p. 380.

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