Maya Cu

September 21, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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  LA RUEDA  

Maya Cu 

No hubiera querido guardar silencio; hubiera querido saber qué decir.  W. Rodríguez  

Prólogo La rueda  

La poesía es una senda circular que parte de y llega a la intuición. El camino es largo. largo. El devenir, cíclico. El afán, desentrañador . La ilusión, la magia de conjurar el tiempo. En ningún momento se vislumbra el final de la jornada porque éste no existe. Al menos en poesía. La búsqueda de la verdad propia, del sentido primordial o de la esencia universal se diluye en la percepción de su trayecto. La soledad es la única testigo fiel del recorrido que se emprende, no obstante vacilaciones y temores, porque se coloca siempre en el centro del circuito, guardando la misma prudente distancia, tensando aparejos cual noble domador implacable. Esta tensión se instala en el espíritu y crea una disposición de la imaginación de la cual la imagen y la metáfora son huellas. Señal de ese progresivo ejercicio orbital de Maya Cú es la que traza hoy en este poemario conformado alrededor de una rueda. Una aparentemente sencilla rueda que contiene en sí misma todos las fuerzas que en ella se armonizan al establecerse una relación dialéctica por los radios, del centro hacia la circunferencia y de ésta hacia el centro. Esta rueda personal circula circula en su concie ncia descomponiéndose descomponiéndose en partes de la vida de una mujer mitificada por la sociedad y desmitificada por su poesía. Resulta significativo que el nombre de Maya está siempre adosado a conceptos inventados, a alucinaciones intelectuales intele ctuales como la poesía indígena. indígena . Este marco referencial se presenta como un inocente recurso para ubicarla en su tiempo y espacio, que no es más que un insustancial lugar común del que Maya no participa. El mito de Maya y la Maya del mito no son tales y al entendido por señas. Lo que h ay es poesía. Expresión de un ser humano marcado por sus recuerdos, vivencias y sensaciones. Ajena a determinismos externos, Maya es una mujer que se conduce por su propia rueda guiada tan sólo por su mandato interno y su vocación de poeta. La tentación permanece pero su compromiso es --hasta ahora-- consigo misma. Maya va de las partes al todo. Inicia en la sección de la rueda que da hacia el exterior: la cara. Allí contenido, está lo que se sufre a flor de piel, aquello aquello por lo que se le identifi identifica ca y que e lla desea compartir: compartir: pedazos de una historia vuelta a armar alrededor de un círculo vicioso social, ajeno e insensible, una pena de amor no conjurada, un susurro apenas que ha escarbado la corteza para mostrar lo que va del otro lado de la rueda.

 

El canto, un anverso condenado a la sombra y por ello, encubridor de sentimientos recónditos como la batalla por asumir plenamente su postura de mujer y paulatinamente, la victoria sobre ese temor. Un verso revelador, revelador, en este sentido, sentido, dice, en el primer poema poema de e sta sección, sec ción, dejo pendiente pendiente escapar del estigma de ser mujer . Poco a poco, el yo poético va conformando dentro de sí una revolución llena de paz que no está exenta del peligro en sus ojos y el fuego de sus manos. femenina se considera a losmagnitudes, treinta años por el hechoLa devoz haber descubierto entoncesnacida sus otras su capacidad de crecer en tantos grados, en tantas vías, como su voluntad le guíe. Asimismo, se sabe inspiradora de sentimientos adversos como miradas obscenas, rencores femeninos y envidias contrarrestados en la balanza por los hallazgos de sí  misma, un amor y la amistad certera. Esta transformación callada, a la sombra, madura a la mujer que abre sus poros y que devuelve a la vida incertidumbres transformadas en sonrisa. La niña que buscaba busc aba un reino más cercano que el cuento de hadas  conjura la utopía y fertiliza el aire con su aroma de baile y canto. Más dentro, del centro mismo de su universo, brota otra sección del poemario: el eje hacia donde convergen puntuales los radios del círculo exterior. Por diferentes caminos, la maternidad, los anhelos rotos, los sueños por quebrar, la búsqueda de identidad, llega por fin a un pequeño círculo en donde se reconoce: eslabón de una estirpe de héroes cotidianos cuya única herencia es la tenacidad y la obstinación por no darse por vencidos. Un círculo vital que empieza con una bisabuela mítica y se cierra con una Flor de Estrella, fruto de la esperanza que insufla fragilidad y fortaleza en partes iguales a un yo poético robustecido que declara haber descubierto la verdad: que dios es mujer, curandera curandera y madre. Una rueda lleva, necesariamente, un lado que se desgasta, el que pisa el suelo, el que duele: se le conoce como la labor igual que la última sección en este poemario. La rueda se desgarra aquí en temas de los que se duele el yo poético: la dignidad, la memoria, la historia, la guerra, su Guatemala inconclusa inconclusa y desgarrada a quien ama y odia. La rueda permanece como elemento indispensable en el devenir del ser humano. Facilitadora de movimiento y de esfuerzo, en una carreta para conducirlo, en la fortuna para jugar al destino. Inmensa, como la rueda de molino que lo nutre y diminuta, como la rueda catalina que lo esclaviza en el reloj, así es la multifacética jornada poética de Maya. La rueda se presenta, entonces, como un símbolo del ciclo vital y de la evolución estética de Maya Cú expresado en la manifestación y la retribución de su poesía, porque ella vislumbra que la imaginación es, acaso, la única percepción por la cual puede acceder a la libertad. Gloria Hernández Montes Guatemala, Guatemal a, marzo de 2002

 

  La cara 

Se sorprende navegando en los subterfugios de la soledad su buceo coincide con el silencio recurre al escape obviando sus vacíos le abandona la palabra pa labra de lejos le pide que regrese se hace acompañar de la dulce voz de aquel quien no sabe que lo acorrala en el círculo de su sonido acústico se le desmorona el espíritu también el cuerpo la podredumbre está a punto de cercarlo

Maldita la soledad yo en mi círculo ellas en su isla voy arrastrando el sensiblero en la joroba maldito vos todavía me hacés sufrir quiero fuerzas seguridad pero no encuentro de nuevo esta maldita soledad me atormenta y me lleva al fondo de la angusti angustiaa del vacío de la frustración maldito vos me hundiste en tu palabra remueve mi historia mis recuerdos yo también llevo muchas muertes en la conciencia sobre todo esas de aquellos que al irse han matado un pedacito de mi alma

 

  Hay refugios de cartón en la ciudad de mi alma -ahí escondo mi intensidadme contrapongo a tu imagen en un recodo de la nostalgia escondo mi sollozo para ver tu ausencia voy al reencuentro con mi soledad Mi alma vive contigo te provee la vida cuando fue mía pensaba en tu sombra en la frialdad de tu rostro y de tus manos y mi alma confesaba sus temores naturalmente se escondía en mis ojos en los agujeros de algún saco viejo o en la taza de café caminaba dando mil vueltas en un parque olvidando los quehaceres pensando en encontrarse con mi sombra mi alma huye del encanto escondido las verdades tácitas el estupor el miedo y la busco en el barranco de la memoria el frío de mediodía la lágrima el estruendo de su voz mi alma y yo ya no somos una aunque de la radiografíaa de radiografí d e las manos caminemos No me hacen falta tu ausencia ni tu vacío ni los muertosamiga del pasado ni la exclusión no la muerte

 

ni la tristeza por las carencias de Nicté hoy puedo llorar por un dolor más trivial el más cotidiano uno más estúpido muy mío el más infame y cruel la inasistencia a la sonrisa

Hay un susurro escondido debajo de mis uñas quiere hablarte revelarte sus bordes intenta alcanzar la miel de tus ojos de tu canción ha escarbado apenas tu corteza y está sangrando Quiero matar mi sueño llevarlo a la orilla de tu barranco lanzarlo llamar a los zopilotes para que recojan su carroña tal vez con ella te vayás vos

Antes veía una cara de tu sol ayer vi la libre desmisteriándose mostrame las otras

 

quiero revolcarme también en la inmundicia

Cuando estás amigable me llevo bien con vos pero hoy estás insoportable pesas me fastidia tu presencia su ausencia hoy te quiero lejos vete con quien se hartó de la gente acompañá a otras a mí  devolveme mi tesoro Me gusta mirar a la cara de la gente que camina sobre la muerte en la acera porque puedo hacer una primera lectura echar una ojeada en las costras que su carne le hace a los días -podría decirse que ya no miro nada en tus ojosdeconstruyo la historia posible miro cómo de repente todas cargo sus arrugas

 

sus ojeras y tengo que imaginar las avellanas lisas de tus cuencas para descansar La lista de hombres que amé no se empañará con el tuyo vos sólo fuiste accidente las heridas por fin dejaron de sangrar una deferencia quedó pendiente agradecerte el regalo: una semilla Es la nada en la aldea de la desilusión es el todo en las horas en los sueños sobreviven las almas revientan los colores vamos venimos nos acercamos a la muerte renacemos en una voz un grito podemos al fin recogernos y ser Sí soy yo date la vuelta hallarás una ingenua

 

que tímidamente estuvo desnuda ante vos no podés mirarme aceptalo estoy viéndote Adán desnudé cada uno de tus cuerpos y te da vergüenza El canto

Amé a un hombre tierno y él me amó vaya privilegio vivirlo de recuerdo tengo su ternura guardada en una gaveta y su voz en una caja sólo uno me hizo el amor tan sólo una vez y ha perdurado tanto que ahora un halcón me presta sus alas me convierte en princesa me dejo sitiar por el miedo dejo pendiente escapar esca par del estigma de ser mujer muje r

Estoy en la cima ésa que te da miedo mi piel estirada abre mis poros

 

éstos se agitan entre las manos suaves del desconocido siento dentro mío ha empezado una revolución llena de su paz mis adiposidades felices danzan a su ritmo hay peligro en mis ojos y en el fuego de mis manos podría nacer la muerte de mi vientre vacío podría morir la vida de mi carne desolada Nació a los treinta años descubrió sus otras magnitudes podía crecer en tantos grados en tantas vías encendió una llama dentro de su cuerpo albergó fantasías y derrumbes dejó de palpar ausencia se llenó con la certeza de una presencia lejana vivió creció

 

  Vos te emborrachás con alcohol yo no puedo a mí  me embriagan las palabras y la borrachera se me sale por los ojos como hoy viernes a medio atardecer como ayer que se me derramó en papeles y en cariños

Tríptico del retorno La pérdida te escribí desde aquella cama aquella noche y te perdí en el estanque varado en el centro de la memoria me escribiste un anónimo te despojaste de mi nombre me escondiste te alejé El reencuentro Él me cobija bajo su palabra me lee desde lo etéreo se descalza se desnuda para mí  El paso ahora frente a vos mis dedos caen en la urgencia de espulgarte quitan matan la el cáscara miedo

 

caminan

A lo alto de estos seis lustros veo que he acumulado una serie de admiradores con bonito pensamiento afilada lengua miradas obscenas por demás olvidadizos acumulé también envidias rencores femeninos dentro de todo es rescatable apenas este espacio proveedor y su gente más la lista de amigas más un amor tu voz y tu presencia eterna

Todas las noches veo a esos perros haciéndolo en público ella tan libre el tan tierno y recuerdo que estás cientos de avuelos

 

de mi boca

Ella la que siempre andaba en busca de certezas te vio no le guiñaste el ojo sino le sonreíste desde la caricatura de tu alma supo pues que eras otro amor el que pisó suelo tocando cielo entre ustedes existe un rayo secreto ¿la certeza? les unirá para toda su muerte

REITERATIVO Sabelo: lejos alguien piensa en vos se interesa en tus pasos en la hora que abrís los ojos y ves a la ventana adivinando el vuelo de los zanates o pensando en tus libros recorre con vos el camino el barranco el ruido de la gente la tarde el la ocaso ruta de las estrellas

 

alguien trata de acompañar tu sueño o tu derrota

Tuve miedo de que te fueras sin siquiera haber entrado en mi dominio durante la espera ensayé adioses reencuentros desencuentros y un pequeño halcón se posó en una página cotidiana desbaratando el miedo ahora que regresas dejas escapar una incertidumbre sobre este hilo retorcido te la devuelvo transformada en sonrisa La niña que buscaba un reino más cercano que el cuento de hadas  

Podrías si quisieras escribir escri bir la historia de esta niña que encontraste  jugando en un viejo patio desierto de cariño Podrías crearle un jardín con todas las semillas que aguardan por tu agua darle un futuro cercano de duración

 

indeterminada dejarla crecer proveerle una habitación un jardín una cama en tu territorio de rey solitario Preparémonos pues para el día en que mueras y que tu ceniza pueble toda la playa y la sal que me circunda hagamos pues un pacto de luz y sueño a través del puente que une nuestra utopía fertilicemos el aire de un común aroma de baile y canto

La mujer se acerca a un ciprés oloroso a invierno deja que la cobije su sombra se acomoda entre sus ramas moviéndose ambos al ritmo del viento las hojas dejan escapar su olor la mujer abre sus poros y deja también su en olor la copa del ciprés

 

  El

eje  

Siendo virgen mi vientre engendró laberintoss de muerte laberinto células que sirvieron al mercader de artificios un día de feria engendró una Flor de Estrella que amamanto enseño a caminar y llevo de la mano a mi abismo sobre todo ella me lleva a lo macabro lo divino de su sueño Amalia soltó mis dedos y se fue apresurada sin tiempo para un sueño ni espacio el deseo siempre ibapara corriendo para procurarme la existencia su paso por mi infancia fue tan vago que apenas dejó su imagen de doméstica  junto a aquel calzoncito de cuadros en algodón en una edad remota de pasos inseguros volvió a mis manos

 

en otras edades dejándome como herencia una lección de valentía y lucha y Amalia vuelve para eternizar la ternura en la nieta que la trasciende hacia este siglo Rueda No has leído la línea de mis ojos yo metida en tu ángulo leía romero azúcar cera pétalos humo que me arrancó banalidades me llevó al cielo derritió mi cuerpo haciéndome vapor olor de sangre leéme entera transportame todo nuestro misterio rueda TRECE SEMANAS He cambiado mis ojos por una ilusión el dolor se conrevuelve la alegría

a la luz de

 

de saberte aquí  en la curva estirada de mi ternura la semilla que fuiste hoy es sexo manos cabeza desplegándose en mi interior eres mía nos amaremos nos daremos ternura seremos siempre nosotras y los demás

Este animal insolente maneja mi vientre me exprime el hígado manosea mi corazón me convierte en su enemiga lo odio quiero sacármelo pero se ha convertido en mí  y yo en él ha jugado conmigo toda la vida ha llevado y traído locuras y desastres aahora punto del abismo lo encuentro escondido nos vemos reímos calculamos fuerzas y estamos aprendiendo a convivir dentro de esta jaula llamada ser a reencont r eencontrar rar nuestro mutuo origen

 

Vivo desanclada de una mitad de alma anduve esquivando el reojo y mi espíritu creció temeroso de mundos ajenos mi casa fue cueva que escondía milenios que de a poco fueron sorbidos sorbidos en mi tarde me fui tostando junto a mi madre y me hice doblemente mujer cargada de vergüenza de culpa de lenguas en mí  navega una doble identidad: soy invariablemente una hija más de este suelo y su historia a César Millahueique  

Te debo las ganas del regreso a repetir cada verbo hasta desnudarlo sacarle de cada astilla canciones de cada raíz estrellas de cada hoja tristezas te debo la necesidad de repasar los nombres en la rueca donde tejí óvulos y piel a una raíz: el círculo donde me reconozco  

Se lo dijo el Águila volando por lo bajo lo reveló ella desde la negritud de su luz

 

antes no era y se empeñaba en descubrir caminos donde las tablas entre el maquillaje y la máscara descubrió la soledad ella la reveló se fue encontrando en sus dolores sus olores reconoció cada recoveco de su cuerpo muy a pesar de las otras reconoció la morenidad que la envuelve y le hace frágil sus curvas, sus líneas sus carencias y excesos todo perfecto puesto en el lugar exacto alguna mañana quiso convertirse en maniquí  llenar de vacío su presencia y una extraña apareció en el espejo se volvió para encontrar su hermosura y llevarla por las calles por el tiempo

Historia  A

Eddye 

I Nunca he sido santa pero sigo siendo virgen un día de tantos el altísimo te envió

 

te hincaste frente a mí  sacaste la estola y el hábito me ordenaste reverenda y sacerdotisa II Mi entrenamiento fue precario: primero un estudiante tan rebelde como Cristo se acercaba a mí  para rebatir la estúpid estúpidaa versión de la ciencia ante el fenómeno de la concepción luego sabias mujeres desfilaban ante un tribunal de machos descuartizándole su tesis sólo con arrancar hojitas de las orillas de los caminos fui su cómplice y descubrimos la verdad: dios es mujer, curandera y madre III Finalmente venís vos y me confesás tu pecado haciéndome sentir la Ungida la nueva Mesías he elevada a lasido categoría de pastora y has sido vos mi m i seminario y mi escuela de Teología La labor 

NACIMIENTOS Este ha sido uno de tantos entre mis nacimiento nacimientoss te meviviste

 

y mientras un discurso seguía recordándonos el dolor de parto muerte la agonía se trasladó a nuestra espalda y la sabemos presente por todos los rincones del tiempo hemos apenas adivinado el color de nuestro cuerpo pero ya conocemos lo amargo de cada empujón hacia nuestra muerte sí  porque sabemos que hay dignidades a medio morir o a medio nacer en nosotros como tantas otras esta concepción nunca fue premeditada uno, dos encuentros travesuras travesur as de la memoria que se cansó de ser dejando paso a la mirada la única la palabra entonces sale en una sola corriente sin vestidos que la escondan desadornada empujada empuja da por la fuerza de cierto arraigo ha sido perpetrada la entrega y vos y yo nos hemos arrancado estos diques dando paso al esplendor de nuestras vacuidades ahora bien todos estos siglos que nos pesan tendrán que hacerse no les quedará más livianos

 

que dar sangre a nuestro rostro no habrá sino un camino posible devolvernos hacia el misterio para nacer de nuevo

RAZONES Si la memoria no me falla hay en mi árbol genealógico genealógico una madre abatida por trabajo, hambre, abandono... algún hermano desterrado por padecer cierta lepra moderna una hija sobreviviendo a un padre ausente más allá hay dos abuelas cuyas bisabuelas parieron frutos híbridos quienes a su vez parieron otras frutas poblando siglo tras siglo este Paraíso Violado del otro lado del océano llegó un abuelo cuyo abuelo cruzó la puerta de los esclavos en la isla de Goré de ellos heredé la terquedad del ritmo aun cuando el espíritu agonice deberás comprender entonces lo difícil que es olvidar este dolor que nació conmigo como herencia familiar tendrás que sumarle además la rabia

 

de saberme mujer no nacida amante mutilada arco iris abortado -recuerda que fui parida durante la guerra eternaque no te extrañe entonces si a tu pedido de bondad alegría y olvido respondo  justicia ahora que conoces esta historia personal te pido: no apresures tu reacción o tu discurso detente escucha por ahí  en algún espacio de vida corre todavía un riachuelo que, si lo dejas inundarte te convertirá en la continuación de mi cauce de esperanza

Rabia Te aterrás Guatemala y te das vergüenza Guatemala. Guat emala. Te da miedo verte al espejo y ver tu viejo rostro adolescente, agrietado, herido; morenísimamente hermoso. Te horrorizás al saberte híbrida y te lavás la cara. Tus ojos y tu boca aparecen indios; te ves los rizos, y una parte de ti vibra tropical y negra. Tu única certeza es este nombre que te niega y califica. Te da vergüenza saberte violada, saberte hija del dominio y del ultraje, Guatemala. Y caminás inconclusa, desgarrada. Amándote Guate odiándote mala.

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