Mauricio Kagel

COMPOSITORES | SIGLO XX

Nacido el 24 de diciembre de 1931 en Buenos Aires, Mauricio Kagel cursó estudios de Historia de la Literatura y Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. En forma privada, estudió piano, violoncello, órgano, canto, dirección y teoría musical. Tuvo como maestro a Alberto Ginastera, si bien en composición fue un autodidacta. En 1950, comenzó a escribir sus primeras piezas instrumentales y electroacústicas, buscando ideas musicales opuestas al neoclacisismo predominante en la época. Ese mismo año, ayudó a fundar la Cinemateca Argentina, para la cual realizó trabajos fílmicos y musicales que testimonian su interés interdisciplinario. En 1955, fue editor en las secciones de Fotografía y Cine de la revista Nueva Visión. Desde 1947, ya formado en los principios dodecafónicos y seriales de Schönberg y Webern, fue consejero artístico en la agrupación Nueva Música. Tras un fallido intento de crear un estudio de música electrónica, se desempeñó entre 1955 y 1957 como director de coro, pianista acompañante y director de orquesta en el Teatro Colón. Fue también director de la Ópera de Cámara de Buenos Aires y, en 1956, asesor musical de la Universidad de Buenos Aires. Durante una gira por Buenos Aires, Pierre Boulez estudió sus partituras y le sugirió viajar a Europa. Con una beca del DAAD del gobierno alemán, Kagel ingresó en 1957 a la Westdeutscher Rundfunk (WDR) de Colonia. Entre 1957 y 1961 dirigió la Orquesta de Cámara de música contemporánea de Rheinland. En 1959 creó el Kölner Ensemble für Neue Musik y desde 1958 participó en los cursos de verano dictados en el Kranichsteiner Musikinstitut en la ciudad de Darmstadt, en los que pasó a formar parte del cuerpo de profesores durante los períodos 1960-66 y 19721976. Mientras se desempeñaba como profesor en el Kranichsteiner Musikinstitut (1961-65), realizó varias giras, conciertos y clases magistrales en los Estados Unidos. En 1969 fue nombrado director del Instituto de Nueva Música en la Rheinische Musikschule de Colonia y, como sucesor de Stockhausen, director de los cursos de Colonia para la Nueva Música, cargo en el que permaneció hasta 1975. En 1974 creó la cátedra de Teatro Musical de la Hochschule für Musik de Colonia. Desde 1977, fue miembro de la Academia de Artes de Berlín. En 1989 fue compositor residente de la Orquesta Filarmónica de Colonia. Entre otras distinciones, obtuvo los premios Koussevitzky y Erasmus.

En los años ’60, Kagel acentuó sus intereses en el teatro instrumental con Sur Scene (1959), obra que lo convirtió en una autoridad dentro del paisaje creativo musical europeo. A partir de ese momento, sus piezas instrumentales y escénicas se multiplicaron, incluyendo sinfonías de concepción abierta, Heterophonie y Diaphonies I, II y III. Entre las películas dirigidas en este período se encuentran Antithèse (1965), Match (1966) y Solo (1967). En los años ’70, Kagel dirigió su trabajo hacia la gran tradición (Bach, Beethoven, Brahms) e integró en su creación las formas musicales de variedades. Las películas de esta década fueron Ludwig Van (1969), su filme más conocido, Zwei-Mann-Orchester (1973) y Kantrimiusik (1976). En 1970, transformó la banda sonora de la película Ludwig Van en una pieza musical que puede ser ejecutada en una sala de concierto. Al año siguiente, estrenó Staatstheater. Piezas instrumentales, radiofónicas y teatrales continuaron las exploraciones, como Ein Aufnahmezustand (1969), Charakterstück para cuarteto de cítaras, Exótica para instrumentos extraeuropeos (1972), Mare Nostrum (1975), Bestiarium (1976), M M 51 (1977) y las óperas Die Erschöpfung der Welt (1980) y Aus Deutschland (1981). En 1975, publicó Tamtam, una obra en la que reflexiona sobre su producción. A partir de los años ’80, regresó a los géneros convencionales. En 1983 compuso la música para Un perro andaluz (1929) de Buñuel y Dalí. Los filmes de este período son Mitternachsstück (1987) y Repertoire (1990). Mauricio Kagel falleció el 18 de septiembre de 2008 a los 76 años de edad en Colonia, Alemania.

Desde su llegada a Colonia, Kagel quedó inmediata y permanentemente involucrado en la autodenominada “segunda generación de compositores de Darmstadt”. En los años '50, John Cage comentó al respecto que “el mejor músico europeo que conozco es un argentino, Mauricio Kagel”. La obra de Kagel es extensa y variada, e incluye numerosas obras escénicas, diecinueve películas y once piezas radiofónicas. En relación a su vida como cineasta, ha dicho: “El cine es una forma de ópera moderna, y yo compongo al mismo tiempo visual y musicalmente”. Entre sus composiciones de la década del ‘50, se destacan las Variaciones para cuarteto mixto (1952), Cinco cantos del Génesis para soprano y piano (1954), Cuatro piezas para piano (1954), Música de giro (obra dividida en cuatro partes: “Fragmento para orquesta”, “Estudio para percusión”, “Ostinato para conjunto de cámara” y “Ensayo de música concreta”, 1954), Drei Klangstudien (1955), Aforismos de Guillaume Apollinaire para clarinete y piano (1956) y para sexteto de cuerdas (1957) y Anagrama para coro recitado, cuatro solistas vocales y orquesta de cámara (1958), basado en un anagrama latino de Dante Alighieri. Las obras con carácter electrónico fueron Transición I para cuatro altavoces (1958), basada en la oposición de “capas fijas a capas variables”, y Transición II para piano, percusión y magnetófono (1959).

HÁGASE LA MÚSICA

Mauricio Kagel, fallecido el 18 de septiembre pasado en Colonia con 76 años, era una figura libre y rebosante de humor dentro de la música contemporánea, un maestro del "teatro instrumental" que marcó estilo sin tomarse demasiado en serio. Deja una obra abundante y variada, que abarca los campos de la música escénica, de cámara, para conjuntos, piano o voz, a buena distancia de los códigos tradicionales del estilo sinfónico o de la ópera.

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