Materiales Utilizados En La Época Prehispánica Para La Construcción

May 2, 2021 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Materiales Utilizados En La Época Prehispánica Para La Construcción INTRODUCCIÓN En este proyecto veremos las propiedades de los materiales de culturas prehispánicas y que hacían con ellos, la mayoría de estas se ocupaban en la construcción de casas. Algunos productos como Jade, Barro, y otros con los que al empezar las civilizaciones se utilizaron para la cerámica. 1.

Materiales y usos

El mundo entero posee una historia y todas las civilizaciones, alguna vez fueron llamadas incivilizadas y para subsistir debían adaptarse a cierta forma de vida que ellos mismo se formaban. Necesitaban encontrar materia prima que les fuera útil y así fueron inventando diversos objetos que los ayudaron a la subsistencia, y principalmente a la construcción de sus hogares. Algunos materiales que utilizaban son: Grafito Carbono (principal) Roca Adobe Ladrillo Tabique Arcilla Barro Todos esos materiales tuvieron su función como por ejemplo el grafito servía para escribir pero la mayoría de los otros se utilizaron para la construcción; por ejemplo los templos y casas eran hechos con arcilla, adobe, ladrillo y tabique. A continuación en el siguiente subtema veremos las propiedades de los materiales, sus usos en la edad prehispánica y los conceptos de ellos.

1.1

Barro

El barro o lodo, es una mezcla líquida o semilíquida de agua y tierra o sedimentos. Geológicamente hablando, el barro es una mezcla de agua y partículas de polvo y arcilla. Los depósitos de barro antiguos se endurecen con el paso del tiempo geológico hasta convertirse en lutita. Un baño de barro, usualmente con ingredientes especiales, se usa por motivos de belleza, salud o placer. También se utiliza para hacer artesanías y/u objetos de decoración. El barro es uno de los primeros materiales usados por el hombre para construir refugios. El barro apilado a mano (cob), en forma de ladrillos (adobe), o compactado (tapial) es una forma barata y muy poco tecnificada de crear paredes y muros, por lo que ha sido ampliamente utilizado por las civilizaciones antiguas así como por las culturas ubicadas en entornos desérticos, donde escasea la piedra y la madera. 1.2

Arcilla

La arcilla está constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratado, procedente de la descomposición de minerales de aluminio. Presenta diversas coloraciones según las impurezas que contiene, siendo blanca cuando es pura. Surge de la descomposición de rocas que contienen feldespato, originada en un proceso natural que dura decenas de miles de años.

Arcilla del período cuaternario (400.000 años), Estonia. Físicamente se considera un coloide, de partículas extremadamente pequeñas y superficie lisa. El diámetro de las partículas de la arcilla es inferior a 0,002 mm. En la fracción textural arcilla puede haber partículas no minerales, los fitolitos. Químicamente es un silicato hidratado de alúmina, cuya fórmula es: Al2O3 • 2SiO2 • H2O COLOIDE: Dispersión de partículas o macromoléculas en un medio continuo. Se caracteriza por adquirir plasticidad al ser mezclada con agua, y también sonoridad y dureza al calentarla por encima de 800º C. La arcilla endurecida mediante la acción del fuego fue la primera cerámica elaborada por el hombre, y aún es uno de los materiales más baratos y de uso más amplio. Ladrillos, utensilios de cocina, objetos de arte e incluso instrumentos musicales como la ocarina son elaborados con arcilla. También se la utiliza en muchos procesos industriales, tales como en la elaboración de papel, producción de cemento y procesos químicos. Los conceptos de arcilla son los siguientes: El diccionario nos dice lo siguiente:

Las arcillas son las rocas blandas que se hacen plásticas al contacto con el agua, siendo frágiles en seco, y con gran capacidad de absorción. La Enciclopedia las define así: La arcilla es un silicato de aluminio hidratado, en forma de roca plástica, impermeable al agua y bajo la acción del calor se deshidrata, endureciéndose mucho. La Enciclopedia técnica dice: Las arcillas son cualquier sedimento o depósito mineral que es plástico cuando se humedece y que consiste de un material granuloso muy fino, formado por partículas muy pequeñas cuyo tamaño es inferior a 4 micras, y que se componen principalmente de silicatos de aluminio hidratados 1 micra es la diezmilésima parte de un centímetro! o sea la dimensión aproximada de los microbios comunes. En general, las arcillas son las rocas blandas que se hacen plásticas al contacto con el agua, siendo frágiles en seco, y con gran capacidad de absorción.

1.3

Tabique

Se llama tabique a una pared delgada que sirve para separar estancias dentro de una vivienda. Esta compuesta por ladrillos en forma lineal, recta. 1.4

Ladrillo

Los ladrillos más antiguos fueron localizados durante las exploraciones que se efectuaron durante 1955 en el centro ceremonial de La Venta, Tabasco. Este particular hallazgo permite atribuir a sus constructores el descubrimiento y asegurarles una antigüedad que va del año 1 500 a.C. al 200 d.C.

Se trata, sin lugar a dudas, de un primer ejemplo de la utilización de los ladrillos junto con la tierra y el adobe, en la construcción de uno de los primeros centros planificados de la cultura olmeca.

Sin embargo, aunque los conocimientos tecnológicos para la elaboración y el aprovechamiento del ladrillo ya habían sido introducidos, las exploraciones demostraron también que los ladrillos fueron utilizados de manera esporádica, ¿cómo explicar que una innovación tecnológica tan importante no fuera aprovechada en mayor proporción?

Es probable que el uso limitado de los ladrillos indique que el material se encontraba en una "faceta experimental", o tal vez fue debido a que las necesidades mismas del sistema constructivo de los olmecas no los requirió en mayor abundancia, razón por la cual predominó la arquitectura de tierra y adobe reservando el uso del ladrillo sólo como un complemento estructural.

El desempeño del ladrillo como elemento de construcción, surge de nueva cuenta en Cholula. En esta ciudad, cuyo apogeo constructivo corresponde al periodo que comprende de los años 200 al 700 d.C., las propiedades del ladrillo fueron aprovechadas, aunque aquí, como en el caso anterior, en una proporción mucho menor al uso de la piedra y del adobe. No obstante, en esta zona arqueológica, el ladrillo se utilizó, tanto en algunos muros, como para formar i pisos. La presencia de ladrillos en Cholula indica que su uso fue un recurso arquitectónico cuya técnica conocieron y dominaron sus constructores y la cual desarrollaron de manera independiente, ya sea en la búsqueda de nuevos materiales, o tal vez en forma accidental. También es pertinente considerar que su utilización pudo originarse a través de las migraciones de grupos sureños en el sur de Puebla de las que nos hablan algunos documentos de tradición prehispánica y varios cronistas de la Colonia.

Hacia 1920, con el descubrimiento de los altares policromados de San Esteban Tizatlán, en el Estado de Tlaxcala, el empleo de grandes y pesados ladrillos (56 x 30 x 6 cm) demuestran ampliamente el uso de estas piezas en una construcción prehispánica, asociados directamente con inusitadas representaciones pictóricas cuyo discurso está relacionado con el autosacrificio.

En Tizatlán, el ladrillo fue utilizado como revestimiento; en los cuerpos en talud del basamento, en la escalinata, el banco del aposento y en los pequeños altares. Estos últimas fueron construidos con un núcleo de adobe y rematados por una capa de ladrillos, posteriormente se les cubrió con una capa de estuco y finalmente, sobre esta base, fueron, aplicados los diseños que representan varias escenas en el estilo de los códices del grupo Borgia. El altar ubicado al occidente ostenta al frente representaciones de Tlahuizcalpantecuhtli, a la izquierda y Tezcatlipoca, a la derecha. En los costados está representados siete glifos identificados como cráneo, corazón, escudo y mano.

Al igual que Tizatlán, Tecuaque, Ocotelulco y el mismo Tlaxcala han sido señalados como sitios en donde las cualidades físicas del ladrillo se aprovecharon para formar parte de las construcciones. Prueba de su alta resistencia y gran adaptabilidad es el hecho de que algunos ladrillos prehispánicos de Tizatlán fueron reutilizados para efectuar una reparación en el ábside de la capilla abierta que data del siglo XVI. Manuel Toussaint, quien realizó una breve descripción de este monumento, nos dice que en la

parte más alta del edificio, los muros fueron completados con grandes ladrillos de procedencia arqueológica y que el ángulo noreste de la planta alta está totalmente construido con ellos, al igual que uno de los arcos cerrados de la capilla.

A propósito de los altares policromados de Tizatlán, recientemente tuve la oportunidad de conocer otro ejemplo de ladrillos utilizados con recubrimiento estucado y sobre esta base el diseño de un cráneo en una muestra que proviene del cerro del Altipetzin, ubicado en Epatlán, al sur de la ciudad de Puebla.

Por supuesto que la expresión más sobresaliente de arquitectura monumental que incorpora al ladrillo como elemento de construcción mayoritario es Comalcalco. Enclavada en medio de la exuberante vegetación de la chontalpa tabasqueña, la ciudad de Comalcalco, cuya construcción se atribuye a los maya-chontales (también llamados putunes), representa la expresión arquitectónica más destacada que recurrió a la producción de ladrillos para la construcción de los templos y palacios evocadores del inconfundible estilo arquitectónico palencano.

En Comalcalco, plataformas, muros, pilastras y bóvedas, fueron erigidas mediante la trabazón de miles y miles de ladrillos manufacturados en una amplia variedad de formas, pesos y medidas, lo cual respondía directamente a las necesidades que el propio sistema constructivo les exigía. Entre estas piezas destacan por su tamaño los ladrillos utilizados para las cornisas, cuya longitud suele comúnmente sobrepasar los 80 cm, aunque excepcionalmente han sido localizados ejemplares mucho mayores.

Desde luego que en Comalcalco no todas las construcciones son de ladrillo.

De acuerdo con los especialistas, este novedoso sistema que predomina especialmente en el conjunto conocido como la gran Acrópolis, corresponde al de su última etapa constructiva.

En el transcurso de las diferentes exploraciones realizadas en Comalcalco, el desmantelamiento de paredes y bóvedas colapsadas, se han rescatado de los escombros una de las expresiones arqueológicas más singulares del pasado prehispánico: se trata de una impresionante y en gran parte inédita colección de ladrillos, los cuales, además de tener un sentido utilitario como elemento de construcción, conservan en una de sus caras representaciones de glifos y de personajes mayas, apuntes para la construcción de templos; trazos de innegable origen infantil, varias figuras en relieve de la fauna local, y escenas de difícil interpretación,

realizadas en una amplia variedad de técnicas. Los anteriores son sólo algunos ejemplos de la riqueza de motivos presente en los ladrillos de Comalcalco.

El nombre de Comalcalco proviene del náhuatl y está formado por las palabras comalli; comal, calli; casa y la partícula co; en o lugar. Su traducción literal es pues "en la casa de los comales" y por extensión, "lugar de la casa de ladrillo". En Tabasco, además de Comalcalco, otros sitios que utilizan ladrillos en sus construcciones son Bellote, Juárez, Jonuta, Allende y El Encanto. Es claro que en la planicie costera de Tabasco, donde prácticamente no existe la piedra, el ladrillo resultó un excelente sustituto y es además un rasgo característico de la arquitectura de la región.

En lengua náhuatl, son varías las expresiones relacionadas con el ladrillo, xamitl, puede significar tanto adobe como ladrillo, en cambio xamíxcalli significa ladrillo cocido, por su parte el xancopinaloni es el molde para hacer los ladrillos, xamixcoyan es el horno para la quema de ladrillos y xantepantli significa muro de ladrillos. En el Códice Florentino podemos observar las primeras etapas de su elaboración.

Hernán Cortés identificó el uso de ladrillos en las casas del importante puerto comercial sureño de Potonchan, localizado a las orillas del Río Gríjalva, así como en el impresionante mercado de la Gran Tenochtitlán donde se vendía: "piedra labrada y por labrar, adobes, ladrillos, madera labrada y por labrar; de diversas maneras" (Cortés, II carta a Carlos V).

Para dar al lector una idea de la frecuencia y la distribución con que el ladrillo ha sido localizado en las construcciones arqueológicas, mencionaremos algunos sitios: Coixtlahuaca en la Mixteca Alta Oaxaqueña, que representa una "estación intermedia" entre las regiones sureste y poblano tlaxcalteca; Texcoco y Calixtlahuaca, en el Estado de México; Tula, en Hidalgo y Chalchihuites, en Zacatecas, donde al igual que en Ocotelulco combinan el empleo de lajas y de ladrillos. Consideremos finalmente que el ladrillo está esencialmente relacionado con el descubrimiento de la cerámica y del adobe, ya que en ambos casos, tanto la materia prima, como los procedimientos para su manufactura son muy similares, de ahí que no deba sorprendernos que un material de construcción en apariencia tan moderno resulte ser tan antiguo.

Para concluir, es conveniente recordar que los arquetipos del ladrillo, tanto en el Nuevo, como en el Viejo Mundo son muy remotos y que su descubrimiento, como todo nuevo recurso tecnológico, ciertamente modificó y estableció cambios en la sociedad que los produjo.

Ladrillo

Tabique 1.5

Adobe

El adobe es una pieza para construcción hecha con una masa de barro (arcilla y arena) mezclada a veces con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol; con ellos se construyen paredes y muros de variadas edificaciones. La técnica de elaborarlos y su uso están extendidos por todo el mundo, encontrándose en muchas culturas que nunca tuvieron relación. Se elabora con una mezcla de un 20% de arcilla y un 80% de arena y agua, se introduce en moldes, y luego se deja secar al sol por lo general unos 25 a 30 días. Para evitar que se agriete al secar se añaden a la masa paja, crin de caballo, heno seco, que sirven como armadura. Las dimensiones adecuadas deben ser tales que el albañil pueda manejarlo con una sola mano, normalmente son de unos 6 x 15 x 30 cm. Puede deshacerse con la lluvia por lo que, generalmente, requiere un mantenimiento sostenido, que debe hacerse con capas de barro (revoques de barro). No es correcto hacerlo con mortero de cemento, puesto que la capa resultante es poco permeable al vapor de agua y conserva la humedad interior, por lo que se desharía el adobe desde dentro. Lo mejor para las paredes externas es la utilización de enlucido con base en la cal apagada en pasta, arcilla y arena, para la primera capa, en la segunda, solamente pasta de cal y arena. Para las internas se puede hacer una mezcla de arcilla, arena y agua. En países de mano de obra barata es muy económico; permite fabricar uno mismo los materiales para construir su propia casa. Antiguamente, en los días que los labradores no tenían faenas que hacer en el campo, fabricaban adobes, que luego vendían al que quisiera hacerse una casa. De ahí el proverbio: mientras descansa está haciendo adobes [3]. Actualmente se fabrican de manera más certera con respecto a la composición, y suelen tener un veinte por ciento de arcillas y un ochenta por ciento de arena, eso en función de la composición del suelo, cuanto más arcilloso mas arena se agrega, no agregando ningún tipo de paja u otros elementos a la mezcla. Las investigaciones han mostrado que la inclusión de fibras vegetales puede servir como atracción para las termitas y además, si el secado del adobe sin fibras ocurre en la sombra, la retracción es menor. Tiene una gran inercia térmica, por lo que sirve de regulador de la temperatura interna; en verano conserva el frescor, y durante el invierno el calor. Frente al tapial, que es semejante pero fabricado con encofrados, tiene la ventaja de que requiere mucho menos tiempo de preparación.

La construcción con adobes presenta la ventaja de su similitud formal, constructiva y estética con el ladrillo de campo cocido. En caso de disponer de mucha mano de obra, especializada o no, esta técnica es muy adecuada en función de los procesos de fabricación que permiten la integración de gran cantidad de personas durante el pisado y moldeado aunque se debe tener en cuenta aquí es el control durante la producción para minimizar la variación de las dimensiones y la forma irregular de las piezas. Los muros de adobes presentan muy buenas condiciones de aislamiento acústico y térmico debido a las características del material y los espesores utilizados. Las desventajas de esta técnica están en función del propio proceso de fabricación que puede resultar lento ya que se requieren dos o tres semanas para poder utilizar las piezas en caso de que la producción se haga en obra. El proceso también depende de las áreas de pisado, secado y acopio, que comandarán la continuidad de producción mientras se espera por el secado de las piezas anteriores. Por lo tanto, esta técnica requiere cierta previsión de infraestructura para contar con superficies horizontales y limpias, y zonas protegidas para evitar que el agua de lluvia afecte a la producción. Las fallas comunes en las construcciones con adobes pueden ser reducidas mediante los controles de la tierra y los estabilizantes utilizados, el dimensionado adecuado de las piezas y los muros, el dimensionado adecuado de la estructura, tanto de la cimentación como del muro portante, o las vigas y pilares y la protección frente a la lluvia y a la humedad natural del terreno. Tanto las ventajas o desventajas se deben tener en cuenta como datos de la realidad pero las condicionantes propias de la obra serán las que determinen la viabilidad o no de los procesos. 1.6

Carbono

El carbono es un elemento químico de número atómico 6 y símbolo C. Es sólido a temperatura ambiente. Dependiendo de las condiciones de formación, puede encontrarse en la naturaleza en distintas formas alotrópicas, carbono amorfo y cristalino en forma de grafito o diamante. Es el pilar básico de la química orgánica; se conocen cerca de 10 millones de compuestos de carbono, y forma parte de todos los seres vivos conocidos. El carbono es un elemento notable por varias razones. Sus formas alotrópicas incluyen, sorprendentemente, una de las sustancias más blandas (el grafito) y la más dura (el diamante) y, desde el punto de vista económico, uno de los materiales más baratos (carbón) y uno de los más caros (diamante). Más aún, presenta una gran afinidad para enlazarse químicamente con otros átomos pequeños, incluyendo otros átomos de carbono con los que puede formar largas cadenas, y su pequeño radio atómico le permite formar enlaces múltiples. Así, con el oxígeno forma el óxido de carbono (IV), vital para el crecimiento de las plantas (ver ciclo del carbono); con el hidrógeno forma numerosos compuestos denominados genéricamente hidrocarburos, esenciales para la industria y el transporte en la forma de combustibles fósiles; y combinado con oxígeno e hidrógeno forma gran variedad de compuestos como, por ejemplo, los ácidos grasos, esenciales para la vida, y los ésteres que dan sabor a las frutas; además es vector, a través del ciclo carbono-nitrógeno, de parte de la energía producida por el Sol.

2.

Minerales en la época prehispánica

2.1

Minerales Antiguos

En Mesoamerica los artefactos metálicos aparecieron inicialmente en la región occidental, alrededor del año 650 d.C. La metalurgia se introdujo en dicha región, proveniente de Sudamérica mediante una ruta marítima (Hosler y Macfarlane, 1996). Algunas de las técnicas que caracterizan a la metalurgia mexicana provienen de otras mas antiguas como las de Colombia (vaciado), de las de Perú y Ecuador (martillado en frío), adaptándolas a la disponibilidad de metales y minerales. El occidente de México contiene la mayor variedad de minerales, incluyendo los carbonatos y sulfuros de cobre, la arsenopirita (FeAsS), la argentita (Ag2S) y sulfosales de plata. Por ejemplo, la casiterita que es un mineral de oxido de estaño (SnO2) existe en la region suroeste del Estado de Zacatecas. Los fundidores de metales del Occidente de México trabajaron principalmente en la producción de objetos rituales y sagrados durante aproximadamente 900 años del desarrollo de esta tecnología. En los años previos a 1200 d.C. usaron el cobre principalmente en la producción de campanas, pero también en algunos artefactos preparados por martillado en frío. Posteriormente entre 1200 y 1300 produjeron bronces de cobre-arsénico, bronces de cobre estaño y aleaciones de plata y cobre, con la intención no solo de obtener los colores dorado y plateado, sino también de optimizar el diseño y funcionalidad de objetos hechos previamente de cobre. Se han encontrado campanas y prendedores elaborados, agujas, leznas y otras herramientas que pertenecen a la misma época en diferentes sitios de Mesoamerica (Hosler, 1994). En la sala del Museo de Antropología de la ciudad de México que incluye la colección correspondiente al Periodo Preclasico de la zona del Altiplano Central se puede observar que el mineral de hierro de color rojo llamado hematita (Fe2O3, conocido también como rojo ocre) se consideraba de uso ceremonial. Se transportaba en recipientes especiales (vasijas) para lo cual, primero se trituraba en metates de piedra volcánica y se vertía usando embudos de barro. El pigmento se usaba para decorar gurillas funerarias implicando la impregnación de vida para el sepultado, en el otro mundo.

Los primeros indicios del uso de los metales en México provienen de zonas arqueológicas de Jalisco y Nayarit, donde abundaban el cobre y la plata principalmente. En México los minerales de cobre mas comunes son la malaquita (Cu2CO3(OH)2), la cuprita Cu2O y la calcopirita (CuFeS2), que requieren del proceso de fusión (comúnmente llamado fundición) para obtener el metal puro. La forma tradicional de purificación de un metal empleada en la época prehispánica era la fusión de la mena en un crisol conteniendo el mineral y el combustible, que era leña. Por ejemplo, para fundir la malaquita se debía generar suficiente calor para permitir que el oxígeno del mineral se combinara con el monóxido de carbono (CO) derivado de la combustión incompleta de la leña; de esta manera se obtenía el cobre metálico. Esto se puede ilustrar mediante la siguiente reacción:

Cu2CO3(OH)2 + 2CO ---- 2Cu0 + 3CO2 +H2O

2.2

Malaquita

Uno de los métodos empleados por los metalurgistas para moldear los metales se denomina "técnica de la cera perdida", usado en algunos casos para obtener cascabeles en diferentes tamaños y formas. Esta técnica requiere de la elaboración de un modelo de cera del objeto que se desea obtener; por ejemplo, un cascabel. Este se recubre con una mezcla de barro y ceniza que posteriormente se calienta para fundir la cera. El paso final es vaciar el metal fundido en el molde para obtener el objeto deseado. Otro método es el martillado en frío hasta alcanzar la forma deseada.

Los metales para los pueblos mesoamericanos eran importantes por su resonancia y sonoridad, más que por sus fines utilitarios. Los sonidos de los cascabeles se consideraban sagrados y creativos: protegían a los que los portaban de influencias maléficas; simulaban el ruido del trueno, de la lluvia y de la víbora de cascabel y propiciaban la fertilidad agrícola y humana.

2.3

Broce

Es una aleación que contiene como componente principal al cobre (Cu); su composición es compleja e incluye al estaño (Sn) y al zinc (Zn). En este caso las proporciones son Cu(70-95), Zn(1-25), Sn(1-18). En los bronces con aluminio (Al) la composición es Cu(90), Al(10). También existen bronces de cobre y arsénico (As) y de cobre con plata (Ag). Los artesanos del occidente de México empezaron a producir la aleación Cu ¡ ¡Sn a partir del año 1200 d. C, fundiendo la casiterita (oxido de estaño, SnO2) con cobre.

Se han encontrado objetos de bronce de Cu y Sn, y Cu y As en las zonas arqueológicas de Jalisco (Atoyac) y Michoacan (Milpillas, Urichu y Tzintzuntzan); en la región del río Balsas y en las costas de Guerrero.

Para obtener el bronce de estaño se puede fundir la casiterita para producir el estaño metálico; aparte se funde el mineral de cobre (malaquita por ejemplo) para obtener cobre metálico, y finalmente, se funden los metales juntos.

En el caso del bronce con arsénico, aparentemente los metalurgistas utilizaban como materia prima la arsenopirita (FeAsS), que es el mas común de los minerales de arsénico en México y que abunda en la región occidental del país.

Entre los usos que los artesanos daban al bronce estaban los cascabeles y las argollas, aprovechando el mejoramiento en la maleabilidad, la dureza y la resistencia mecánica. Los objetos que pertenecen a esta época eran mas refinados, con diseños elaborados. También el diseño de prendedores se volvió mas complicado, presentado ondulaciones complicadas, siendo estos mas delgados, mas grandes y mas anchos que sus antecesores de cobre. Estos objetos eran símbolos de poder político y los portaban la nobleza y los grupos privilegiados. Algunos otros objetos de uso cotidiano obtenidos eran las agujas, cada vez mas largas, punzantes y durables. Los artesanos prehispánicos aprovecharon las propiedades del bronce para obtener diferentes colores. Así, en aleaciones que contienen 23% de arsénico, el metal adquiere una apariencia plateada, y cuando la concentración de estaño es de 5% se obtiene una apariencia dorada. 2.4

Metales preciosos

El oro y la plata eran metales muy apreciados por los pueblos mesoamericanos, aunque no por el valor que le adjudicaban los europeos. Ambos eran usados como tributo, sabiendo que se podían elaborar joyas vistosas y elaboradas a partir de ellos (LeonPortilla, 1997). La región mas rica en oro fue la zona del actual estado de Oaxaca; esta es la razón por la que actualmente en los museos se cuenta con un numero considerable de objetos de este metal, provenientes de esa zona.

El patrono de los orfebres era Xippe Totec, señor de la fertilidad. Fray Bernardino de Sahagún recogió varios testimonios de las técnicas de los llamados teocuitlapitzque ("fundidores del metal precioso"), y de los teocuitatzotzonque ("martilladores del metal"), los que lo trabajaban en frío, lo repujaban, o de quienes engastaban en el oro piedras preciosas. Tan reconocido era el oro, que incluso se tenía un símbolo o glifo para representarlo.

Las formas en que se moldeo el oro, a partir del siglo X d.C. incluyen figuras de dioses, escudos con incrustaciones, imágenes de templos, de juegos de pelota, °ores, animales, joyas, discos del Sol y la Luna, etc. El polvo de oro se uso solo en pequeña proporción en cañutos de huesos de ave, como medio de cambio en ciertas transacciones.

Tanto Hernan Cortes como Cristóbal Colon mencionan en sus escritos la palabra oro muchas veces, y en algunos casos para referirse al arte de las creaciones logradas con este metal. En la segunda carta que Hernan Cortes dirigió a Carlos V, se expreso de Moctezuma, diciendo:

Que mas grandeza puede ser que un señor bárbaro como este tuviese contrahechas [reproducidas] de oro y plata y plumas, todas las cosas que debajo del cielo hay en su señorío, tan al natural lo de oro y plata, que no hay platero en el mundo que mejor lo hiciese" (Cortes, 1963).

La misma admiración experimento el humanista italiano Pedro Martir de Anglería cuando contemplo los objetos que Cortes había enviado a Carlos V y los describió así: "No me admiro en verdad del oro y las piedras preciosas; lo que me causa estupor es la habilidad y el esfuerzo con el que la obra aventaja a la materia. Infinitas figuras y rostros he contemplado que no puedo describir; parece me no haber visto jamás cosa alguna que, por su hermosura, pueda atraer tanto a las miradas humanas" (Angler ía, P., 1964).

2.5

Turquesa

En nuestro país la región mas rica en turquesa es el noroeste; específicamente, los estados de Sonora y Zacatecas (región de Chalchihuites); también se exploto abundantemente en la Sierra Gorda de Querétaro, donde se estableció un complejo de aproximadamente 3000 minas. En el Suroeste de los Estados Unidos también existen grandes yacimientos en los estados de Nuevo México, Arizona, Utah y Colorado. El consumo masivo de turquesa ocurrió en los períodos Clásico (100-900 d. C) y Posclásico Temprano (900-1200 d. C.).

A la turquesa ninguna civilización la ha valorado tanto como la Mesoamericana, en la que se le relacionaba con la lluvia, la sabiduría, el discurso sagrado, la fertilidad, el poder político, el concepto del tiempo, etc. Así, los objetos recubiertos con turquesas entregados a Hernan Cortes por los embajadores del emperador azteca Moctezuma II eran ofrendas religiosas a uno de sus dioses. Según los historiadores, Moctezuma II estaba convencido de que Cortes era Quetzalcoatl, la serpiente emplumada personificada. El cronista español fray Bernardino de Sahagún describió los regalos entregados a Cortes: "Primeramente una mascara labrada de mosaico de turquesas; tenía esta mascara labrada de las mismas piedras una culebra dorada y retorcida . . . " (Harbottle y Weigand, 1992).

La turquesa es un fosfato de cobre y aluminio (CuAl6(PO4)4(OH)8 ¢ 4H2O); se trata de un mineral cuya coloración puede ser azul intenso, azul cielo, verde-azul o gris-verde. Fue uno de los minerales favoritos para la elaboración de objetos rituales y artísticos. Se calcula que existe mas de un millón de piezas de turquesa en las colecciones de los museos, algunas de las cuales se han obtenido mediante excavaciones arqueológicas formales y otras provienen de colecciones particulares. La técnica de extracción era

ardua y compleja, pues la turquesa se tenía que separar de rocas muy duras. El proceso consistía en hacer fuego frente a la roca para calentarla y posteriormente echarle agua para resquebrajarla. De esta manera se podía iniciar la explotación de la cantera, para lo cual se utilizaban mazos de piedra.

Se ha demostrado mediante la técnica de activación de neutrones que algunas de las piezas de turquesa halladas en zonas arqueológicas de Mesoamerica provienen de minas del Suroeste de los Estados Unidos. Esta técnica consiste en bombardear una muestra con un haz de neutrones, produciendo radioisótopos de elementos traza contenidos en la turquesa, como sodio, potasio, bario y escandio. También se pueden detectar elementos de transición como manganeso, hierro, cobalto, arsénico y cobre. En los casos en que se obtiene el mismo patrón de composición en piezas encontradas en diferentes zonas arqueológicas, se concluye que provienen del mismo filón. De esta manera se ha encontrado que decenas de objetos encontrados en México provienen de minas situadas a mas de 1600 kilómetros, en Nuevo México, Arizona y Nevada (Harbottle y Weigand, 1992). 2.6

Jade

La palabra jade no la usaron las culturas mesoamericanas. Para referirse al mineral los aztecas le llamaban chalchíhuitl y los mayas se referían a el usando la palabra yax que significa "numero uno", "el primero", "el mas fino", y también "verde resplandeciente" (Ridinger, 1997).

El termino actual es una deformación del nombre que los españoles le dieron: "piedra de ijada" o "piedra de riñones", porque supuestamente curaba los dolores en esas partes del cuerpo. Los franceses tradujeron este nombre como pierre ejade, o simplemente, jade.

Los principales usos que los pueblos mesoamericanos le dieron al jade fueron: funerario, ornamental, ritual y utilitario. El jade tiene como propiedades importantes dureza, resistencia mecánica y durabilidad, razón por la que se le adjudicaron connotaciones tan especiales como el símbolo de la respiración, y por lo tanto, de la vida. También se asocio a la fertilidad y al poder político.

Históricamente, el jade fue un mineral valioso, ampliamente utilizado antes que la turquesa, la cual lo sustituyo a partir del período Clásico (100-900 d. C.). El jade lo usaron los olmecas, los mayas y los aztecas. Cuando esta pulido, el jade aparece como

un mineral verde oscuro o blanco verdoso, constituido por jadeíta o nefrita. A su vez, la jadeíta es un silicato, cuya formula es NaAl (SiO3)2 y la nefrita es CaMg (SiO3)2. Estos minerales contienen impurezas, las cuales proporcionan la coloración de la piedra. Si la impureza es cromo, la jade íta es verde claro, si es cobre y hierro, es verde oscuro. El manganeso le da un tono negro y el hierro (Fe(II)) un tono azul; el cobalto y el níquel juntos le dan un color verde azulado. El jade de las piezas arqueológicas encontradas en México proviene de minas de Guatemala, y en estas solo se ha hallado jadeíta.

Existen diferentes variedades de jade, las cuales los antiguos lapidarios tenían bien clasificadas y sabían distinguir. Así, en las zonas alejadas y de menor importancia del reino de los mexicas se han encontrado ofrendas funerarias consistentes en jades de menor calidad: serpentina ((Mg,Fe)3Si2O5(OH)4), crisoprasa (un silicato de níquel) o aventurina (cuarzo que contiene hematita o mica como impurezas). Una de las diferencias mas importantes entre el jade y la turquesa es que el primero se tiene que pulir (al igual que muchas otras gemas) para adquirir esa apariencia brillante y coloración intensa, cosa que no es necesario hacer en el caso de la turquesa. El proceso de extracción del jade de las minas sigue siendo a la fecha un secreto, aunque fray Bernardino de Sahagún proporciono información útil para encontrar piedras preciosas, como el jade: "Hay personas que conocen donde se crían [. . . ], y es que cualquier piedra preciosa, donde quiera que esta, esta echando de sí vapor o exhalación como un humo delicado, y este humo se aparece cuando quiere el sol salir [. . . ] y los que las buscan [. . . ] ponerse en lugar conveniente [. . . ] y miran hacia donde sale el sol, y donde ven salir un humito delicado, luego conocen que allí hay piedras preciosas, o que ha nacido allí o que ha sido escondida allí . . . " (Sahagun, 1979).

Turquesa

Jade

3. los Arquitectos Prehispánicos Se define a los arquitectos como aquellos individuos que conciben edificios, y diseñan proporcionando imágenes concretas para que pueda erigirse una nueva estructura. Ahora bien, con el objetivo referirnos -específicamente- a los arquitectos prehispánicos, decidimos consultar los criterios de Ana Leslie del Carmen Escalante Canto, maestra en arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán, quien dedicó su tesis de Maestría al diseño en la arquitectura prehispánica Maya, haciendo énfasis en sus basamentos

geométricos y astronómicos: partes fundamentales del mencionado proceso arquitectónico. En dicha investigación, la autora precisa que en todas las culturas ha existido el arquitecto o constructor, muchos no fueron especialistas; pero sí conocían sus necesidades inmediatas, y pudieron adecuar materiales y espacios para garantizar satisfacerlas, llegando -en ocasiones- a una especialización que les permitió construir magníficos edificios. Esa actividad -señala Escalante Canto- experimentó un proceso evolutivo hasta llegar a la realización de obras monumentales, como las pirámides de Uxmal y Chichén Itzá, en Yucatán, México; las de Giza, en Egipto; el Partenón, de Grecia; las pirámides de Teotihuacan, en México; la ciudadela de Machu Picchu, en Perú, entre otras. En esta tesis, se concluye que la planificación urbana prehispánica entre los Mayas, se practicó por arquitectos, como los conceptualizamos actualmente, quienes aplicaron la geometría, las matemáticas y unidades de medida. El hecho de que los Mayas emplearan la proporción Áurea -universalmente utilizada-, evidencia profundos conocimientos de geometría. Por otro lado, sus nociones astronómicas necesariamente implicaron el dominio de la geometría, para calcular altura, distancias de observación y posición de ventanas, nichos, puertas, alineamientos, sombras, luces, estelas, observatorios subterráneos. Asímismo, se argumenta que el uso del cero nos informa de la profundidad de sus rudimentos matemáticos. Además, resulta indudable que la simetría y repetición de elementos constructivos en los edificios, requirieron de una unidad de medida que les posibilitara calcular volúmenes, secuencias, ritmos, alturas, distancia de las visuales y la perspectiva. A continuación, Ana Leslie Escalante destaca la conciencia ecológica de los Mayas, que vemos reflejada en sus obras arquitectónicas y, especialmente, en el manejo de los espacios abiertos, los cuales armonizan con la naturaleza de su entorno. Cerrando el tema, ella precisa que en ese entonces el conocimiento superior estaba monopolizado por una élite, dentro de la cual se encontraba la clase político-religiosa gobernante, y en primera instancia, los sacerdotes. A ese grupo debió pertenecer el arquitecto o diseñador, quien para realizar grandes proyectos, probablemente, dedicaba a esa tarea la mayor parte de su tiempo, sin desatender sus otras responsabilidades. 3.1 Casas antiguas Las casas antiguas pueden llegar a ser una fuente inagotable de problemas debido a los deterioros propios del paso del tiempo. Por lo tanto antes de decidirse por la compra de una casa antigua conviene tener en cuenta ciertos detalles. La ubicación es un aspecto fundamental a considerar. Se debe valorar el entorno, las posibilidades de aparcamiento, las comunicaciones, la cercanía de negocios y la calidad de vida que el

barrio ofrece. No esta de más averiguar un poco sobre los vecinos. Las instalaciones de gas, luz, agua y calefacción deben ser cuidadosamente inspeccionadas, y si es con la ayuda de un arquitecto mejor. Si se decide a comprar una casa antigua hay que tener muy en cuenta el estado en el que puedan encontrarse las instalaciones anteriormente mencionadas, de lo contrario su adquisición puede resultarle muy cara. Cuando se realiza la inspección hay que estar atentos a maderas carcomidas, paredes desconchadas, agrietadas y/o llenas de humedad, baños obsoletos cuando no inexistentes y suelos que, aún siendo de madera maciza, están en unas condiciones más que lamentables. Generalmente las paredes pueden presentar pequeñas grietas, socavones o señales que indican que se han empleado ladrillos para tapar algún hueco, en lugar de utilizar materiales originales, como el adobe por ejemplo. En muchas ocasiones dentro de estas viviendas y casas antiguas se encuentran elementos decorativos o arquitectónicos que por su alto coste no son usuales en las construcciones actuales. Magníficas puertas macizas de cerezo o roble, pasamanos con tallas que son una auténtica obra de arte o artesonados que de encargarlos a un ebanista hoy en día costarían mucho.

3.2 La construcción de una ciudad importante para la historia de México: LA TEOTIHUACANA

Principalmente, tierra, toba volcánica, tezontle, y cal. De todos los anteriores el más complicado e interesante es la cal. Para obtenerla se requiere un proceso de transformación de la roca caliza cuya fórmula es CaCO3 y someterla a 800º C, por un lapso y así descomponer los carbonatos en óxidos. Ya transformada en óxido de calcio o cal viva se agrega agua y se forma algo conocido como cal apagada que es hidróxido de calcio. El hidróxido es útil en la arquitectura, se aplica en paredes, pisos, techos y así produciendo una superficie blanca, tersa y segura. Es un material limpio, ya que ni insectos ni plantas lo toleran por ser alcalino. Esto hace posible, que mucha gente viva en un contexto urbano. La primera vez que se juntaron más de 100 000 habitantes en una ciudad, se ideó la forma de mantener limpias las casas, a lo cuál la cal ayudó mucho. Por ejemplo una enfermedad se contagia muy rápido, y con la cal por su alcanidad las bacterias huyen. En la cuenca de México no hay afloramientos de roca caliza, y los antiguos habitantes tuvieron que cargarla de lugares cercanos en donde había, como tula-Hidalgo, SivacCuernavaca y Tepeaca-Puebla.

CONCLUSIÓN Bueno para concluir yo pienso y entendí que las antiguas civilizaciones utilizaban materiales que ellos mismos “creaban” por así decirlo; es decir, que ellos componía juntando diversos elementos que por lógica ellos no sabían específicamente como se llamaban, como el carbono, la turquesa, el bronce, el barro, la arcilla, y algunos otros materiales, que por cierto tienen similitudes. También pues que todos esos materiales lograron que las antiguas civilizaciones como la teotihuacana hicieran ciudades, y centros ceremoniales, y que dichos materiales no solo sirvieron para la construcción, sino también para la cerámica.

BIBLIOGRAFÍA http://www.wikipedia.com http://www.google.com http://www.mexicodesconocido.com

FUENTES: Ciencias 3, química Jara Reyes Silvia Larousse

Índice Pág. Portada-------------------------------------------------------------------------

1

Introducción------------------------------------------------------------------

2

1.- materiales y usos-------------------------------------------------------

3

2.- Minerales en la época prehispánica ----------------------------

12

3.- los arquitectos prehispánicos -------------------------------------

18

Conclusión--------------------------------------------------------------------Bibliografía -------------------------------------------------------------------

21 22

Índice ---------------------------------------------------------------------------

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