Mateos, Juan & Camacho, Fernando - El Evangelio de Mateo. Lectura comentada (Cristiandad, 1981, 296pp)
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Descripción: Short commentary on the Gospel of Matthew...
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LECTURA DEL NUEVO TESTAM.ENTO
* * * EL EVANGELIO DE MATEO
OTRAS PUBLICACIONES DE J. MATEOS
CRISTIANOS EN FIESTA
Mds alld del cristianismo convencional 3.a edici6n. 346 pags. LOS «DOCE» Y OTROS SEGUIDORES DE JESUS EN EL EVANGELIO DE MARCOS
315 pags. Enc. en tela EL ASPECTO VERBAL EN EL NT
175 pags. Enc. en tela CUESTIONES DE GRAMATICA Y LEX/CO EN EL NT
150 pags. ( en colaboraci6n con A. Urban y M. Alepuz) J. Mateos/J. Barreto EL EVANGELIO DE JUAN
Andlisis lingüistico y comentario exegetico 2.a edici6n. 954 pags. VOCABULARIO TEOLOGICO DEL EVANGELIO DE JUAN
310 paginas
JUAN MATEOS FERNANDO CAMACHO
EL EV ANGELIO DE MATEO LECTURA COMENTADA
EDICIONES CRISTIANDAD H uesca, 30-32
MADRID
LECTURA DEL NUEVO TESTAMENTO
Serie dirigida por JUAN MATEOS profesor de los Institutos Oriental y Biblico de Roma
VolUmenes previstos: 1. EI Evangelio de Marcos 2. EI Evangelio de Mateo 3/1. EI Evangelio de Lucas 3/2. Hechos de los Ap6stoles 4. EI Evangelio de Juan. 2.a ed.
© Copyright by EDICIONES CRISTIANDAD
Madrid 1981 Dep6sito legal: M. 41.692 - 1981
ISBN: 84-7057-298-9 (rustica) ISBN: 84-7057-299-7 (enc.)
Printed in Spain TORDBSILLAS, ÜRGANIZACI6N GRAFICA -
Sierra de Monchique, 25 - MADRm-18
CONTENIDO
Introducci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
„ .. „
. . . „. . . . . . .
11
1. Genealogia e infancia de Jesus . . .
17
II. Preparaci6n ... ... ... ... ... ... ...
31
III. Pro'Clamaci6n del reino y revelaci6n del Mesias ... A. EI Israel mesianico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . B. Oposici6n de los dirigentes e incomprensi6n del pueblo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C. Las seiiales del exodo del Mesias ... ... .. . IV.
Resistencia de los discipulos al mesianismo de Jesus ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... A. Verdadero y falso mesianismo ... ... ... ... B. Conducta individual y comunitaria . . . . . . C.
V.
En Jerusalen: Jesus y la institucion judia ... A. Entrada y aclamaci6n mesianica ... ... ... B. C.
VI.
Falso mesianismo y ambici6n de poder ...
En el templo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fuera del templo . . . . . . . . . . . . . . .
Pasi6n, muerte y resurrecci6n ... ... A. Plan para matar a Jesus ... ... ... ... B. La Pascua de Jesus . . . . . . . . . . . . . . . C. Prendimiento y condena . . . . . . . . . . . . D. Muerte y resurrecci6n ... ... ... ...
45 47 111 145 167 169 179 199 205 207 209 233 247
... .. . ... ...
Epilogo: En Galilea. La misi6n universal ... ...
249 253 257 273 285
ABREVIATURAS DE LOS„UBROS .BIBLICOS Abd ............ Abdias 3 Jn .............. 3.• Juan Ag ............... Ageo Jds ................ Judas Am .............. Arnos Jdt ................ Judit Ap ............... Apocalipsis Jue ................ Jueces Bar .. . . . . ... . . . . . Baruc · Lam · .... , .„.... „, Lamentaciones Cant ............ Cantar de los Cantares Lv ................. Levitico Lc .............. „. Lucas Col .. . .. . ... . . . . . Colosenses 1 Mac .. . . . . . . . . . 1. Macabeos 1 Cor .. . ... ... . 1.' Corintios 2 Cor .......... , 2.•. Corintios 2 Mac ··'········ 2. Macabeos Mal .... : . . . . . . . . . . Malaquias 1 Cr . . . . . . . . . . . . 1.° Cr6nicas 2 ·er . . . . . . . . . . . . 2.° Cr6nicas .J.Vlc .. ;. . . ... . . . . . . . Marcos Dn ............... Daniel Mt.: ............... Mateo Dt......... .. . .. . . Deuteronomio Miq .............. Miqueas Ecl .. . .. . ... . . . . . Eclesiastes Nah ........ „.... Nahun Eclo . . . . . . . . . . . . Eclesiastico Neh · •:. . . . . . . . . . . . Nehemias Ef ............... Efesios Nm ............... Numeros Esd .... '........ Esdras Ös .. ;;. . . . . . . . . . . ... Oseas Est .. . . . . ... . . . . . Ester 1 Pe. . . . . . . . . . . . . . . L• Pedro Ex ............... „ Exodo 2 Pe .............. 2.• Pedro Ez ....... , . . . . . . . Ezequiel Prov .. . . . . ... . . . . Proverbios Flm .. . . . . . . . . . . . Filem6n 1 Re . . . . . . . . . . . . . . 1. Reyes „2,R,.e .... „ ........ 2. Reyes Flp .............. Filipenses GM ....... „ ..... Galatas Rom .............. Romanos Gn ............... Genesis Rut .. „ ......... , .. Rut Hab ............. Habacuc Sab .. . . . . . . . . . . . . . Sabiduria Heb ............. Hebreos Sal · .. ~... ... . . . . . . . Salmos Hch ........... „ Hechos 1 Sm .. . . . . ... . . . . 1. Samuel Is . .. . . . . . . . . . . . . . . Isaias 2 Sm .......... , . . 2. Samuel Jr ~ ..... :......... Jeremias Sant .............. Santiago Job .. . .. . ... . . . . . Job Sof .. . . . . ... . . . . . . . Sofonias . J1 ............... Joel 1 Tes ............ L• Tesalonicenses Jon ............. Jonas 2 Tes ............. 2.• Tesalonicenses Jos ...... :....... Josue 1 l;'im ........... 1.• Timoteo Jn .··············· Juan 2 Tim ........... 2.• Timoteo Tit .. ~ .... ;......... Tito 1 Jn ............ t.• Juan 2 Ji:i ............ 2.• Juan Tob ... ;.~ ......... Tobias Zac .. . . . . ... . . . . . . . Zacarfas 0
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PREFACIO El prop6sito del equipo que colabora en la «Lectura del Nuevo Testamento» es publicar un comentario a cada evangelio, andlogo al ya publicado del evangelio de Juan. Sin embargo, ante la dilaci6n impuesta por el minucioso estudio que requieren tales obras, el publico, por una parte, y el editor, por otra, nos han urgido a dar un avance del comentario al evangelio de Mateo que pueda ser utilizado en tanto llega la publicaci6n del comentario extenso. Teniendo en cuenta el vivo interes por los temas biblicos que existe en Espaiia, nos hemos decidido a presentar esta Zectura comentada. El metodo seguido es el mismo utilizado ya para el evangelio de Juan: el andlisis del texto sobre el trasfondo del AT y la consideraci6n del evangelio como una obra unitaria que permite relacionar unas partes con otras e interpretar unos pasajes a la luz de otros. Por otra parte, el sentido teol6gico de las pericopas, expresado por Mt en lenguaje simb6lico, se concluye a partir del lenguaje tradicional del judaismo y de las marcas colocadas en el texto por el mismo evangelista. No siempre, sin embargo, dada la reducida extensi6n de esta lectura, se han podido exponer con todo detalle los pasos del andlisis. No poco ha ayudado a la interpretaci6n de Mt la ya hecha del evangelio de Marcos, cuyo comentario mayor se encuentra en su ultima fase de elaboraci6n. En otra obra de inmediata publicaci6n, «Los 'Doce' y otros seguidores de Jesus en el evangelio de Marcos», se exponen los pasos para la determinaci6n del sentido teol6gico de las pericopas. Aprovechamos la ocasi6n para agradecer a Alberto Maggi, miembro del equipo, su dedicada colaboraci6n, que ha facilitado en gran medida la rdpida entrega a la imprenta de esta lectura comentada.
Los
AUTORES
JNTRODUCCJON
1.
REDACCION Y ESTILO
Este evangelio, posterior al de Marcos, sigue el esquema de la vida y actividad de Jesus establecido por su predecesor. Sin embargo, en ese esquema fundamental, en que Mt recoge practicamente todo el material narrativo de Mc, inserta gran cantidad de material nuevo; aproximadamente la mitad de Mt no tiene paralelo en Mc. lncluso lo que recoge de Mc lo reelabora Mt siguiendo Iineas bien definidas; elimina lo concreto o anecd6tico, suprime o cambia las referencias a las emociones de Jesus, creando un estilo hieratico: la figura de Jesus adquiere gran relieve, y lo mismo el punto teol6gico de cada episodio. En las narraciones de milagros, en particular, pone en evidencia el encuentro entre Jesus y el creyente, a veces a expensas de la claridad, por suprimir personajes secundarios a los que despues alude (Mt 8,23 suprime «las otras barcas» de Mc 4,36, pero en 8,27 menciona «la gente»; en 9,2 omite la menci6n de los portadores del paralitico y del boquete en el techo [Mc 2,4], aunque despues menciona «la fe que tenian»). El estilo es muy apto para la catequesis. La intenci6n catequetica hace que Mt se interese mas por la ensefianza que contienen para la vida de su comunidad que por el hecho milagroso en si mismo (p. ej., en la tempestad apaciguada describe el miedo de los discipulos, causado por su falta de fe, ante la resistencia del paganismo ). El material didactico, tan abundante en Mt ( del que solo poco mas de la mitad se encuentra en Lc), no aparece disperso, sino formando bloques, cinco grandes discursos terminados por frases parecidas (7,28; 11,1; 13,53; 19,l; 26,1): la fidelidad propia del reino (Sermon de la Montafia) (caps. 5-7), instrucciones a los mensajeros del reino (10), las parabolas sobre el secreto del reino (13), el comportamiento en la comunidad (18), las crisis que precederan la venida del reino definitivo y la actitud de los que lo esperan (24-25). Entre los discursos se intercalan diversos episodios de la actividad de Jesus (8-9), otros que muestran la oposici6n o la incomprensi6n (11-12, aunque con mucho elemento didactico discursivo), la formaci6n de los discipulos (14-17), o la ruptura total con los jefes del pueblo (19-23). Este cuerpo del evangelio esta precedido por los origenes de Jesus e incidentes durante su infancia (1-2) y por la preparaci6n para su ministerio (3,1-4,11). Culmina con el relato de la pasi6n y el anuncio de la resurrecci6n (26-28).
12
INTRODUCCION
Los discursos no estan arbitrariamente colocados; su tema enlaza con el esquema crono16gico de la vida de Jesus proveniente de Mc. El Sermon de la Montafia ejemplifica «el modo de ensefiar con autoridad» (Mc 1,22; Mt 7,28-29); el discurso misionero (Mt 10) desarrolla Mc 6,7-13; las parabolas del reino amplian las tres que propone Mc (aunque omitiendo Mc 4,26-29); el discurso escatol6gico (Mt 24-26) dobla la longitud del de Mc 13. La misma instrucci6n comunitaria (Mt 18) toma pie de Mc 9,33-37. A ·diferencia de Mc, Mt no explica las usanzas judias (15,2-Mc 7, 2-3; 23,5.24) ni traduce las expresiones ararneas (5,22; 27,6 traducidas en nuestro texto ). Corrige el estilo de 'Mc; el griego de Mt es mucho mejor, a la vez popular y esmerado, con frecuentes giros semiticos. II.
LINEAS TEOLOGICAS
Jesus aparece en este evangelio · cömo el Mesias Salvador enviado por Dias, el rey de Israel. En contraste creciente con las autoridades judias se debe a la diversa concepci6n de la mesianidad: Jesus no responde a la idea de un Mesias nacionalista, politico, liberador del yugo romano y vengador de Israel. El conflicto se exacerba porque Jesus no forma una secta, sino que se pone en contacto con el pueblo entero y discute publicamente la autoridad de los jefes. La actividad mesianica y salvadora de Jesus se ejerce en la liberaci6n del yugo satanico manifestado en la enfermedad y la posesi6n diab6lica. Al mismo tiempö es el interprete autentico de la ley divina, de la que propone una interpretaci6n radical, liberandola de la hojarasca de tradici6n que la sofocaba. Propone la nueva fidelidad, la nueva relaci6n con Dias, que revela como a Padre, y el modo de cumplir su voluntad. Enfoca toda la antigua Ley en terminos de amor al pr6jimo, declarando que en eso consiste el ser hijos de Dias. Toda su insistencia esta en el obrar, en hacer lo que Dias quiere, y, al ser rechazado por Israel, el Mesias formara la nueva comunidad mesianica, la nueva naci6n que produzca los frutos del reino. Su cristologia refleja con insistencia al Sefior resucitado: los titulos de Jesus, usados por Mc con sobriedad, se prodigan en Mt. En ningun otro evangelio se subraya tanto la filiaci6n divina de Jesus y la paternidad de Dias; a la condici6n del Hijo responde la de los discipulos, gracias a el hijos del mismo Padre. Su espiritualidad se resume en vivir como hijos de tal Padre y, por lo tanto, como hermanos unos de otros. Caracteristica de Mt es la conexi6n que establece entre los acontecimientos de la vida de Jesus y el AT considerado como profecia. Buen numero de citas del AT se encuentran solo en el (1,23; 2,6-7.
LINEAS TEOLOGICAS
13
15.17-18.23; 4,14-16; 8,17; 12,17-21; 13,35; 21,4-5; 27,9-10), estan introducidas por formulas propias y semejantes y se acercan mas al texto hebreo. La figura de los discipulos esta idealizada en Mt con relaci6n a Mc: no insiste tanto. en su incredulidad o en su torpeza, a veces sustituye un rasgo desfavorable por otro halagador (Mt 13,16-17; cf. Mc 4,13; Mt 14,33; Mc 6,52), aunque no siempre (Mt 16,8; Mc 8,17; Mt 16,23; Mc 8,33). La comunidad de Mt se encuentra en oposici6n con los judios de su tiempo, con los que mantiene una intensa polemica. De ahi sus ataques a la piedad farisea y a la interpretaci6n casufstica de la Ley, que delatan ignorancia del significado verdadero de la Escritura. Con esto se conecta la «fidelidad» propia del reino, en contraste con la de los letrados y fariseos (5,21). No hay duda de que los miembros de fa ·comunidad de Mt se veian tentados de volver a la observancia y a las instituciones judias. EI «Vosotros, en cambio», colocado en medio de una invectiva antijudia (23,8-12), el aviso del cap. 18 a los que, convencidos de su propia superioridad, despreciaban a los que no compartian los ideales judios, son buen indicio de. ello. Por eso, por muy legales que sean los terminos que use Mt, no se puede nunca pensar que pretenda propugnar un retorno al legalismo judio: su ley es la del evangelio, es decir, su moralidad no es sino la respuesta al favor de Dios que ha precedido; deriva de la adhesi6n a Jesus, manifestada en la practica de las bienaventuranzas (5,3-10). No son leyes ni prescripciones, sino principios que guian la vida. Desarrolla, ademas, extensamente el tema de la infidelidad del Israel hist6rico a su llamamiento: aunque insiste en que el Mesias ha venido para su pueblo (10,5-6; 15,24), pone tambien de relieve c6mo Israel lo rechaza: las autoridades no se interesan por su nacimiento, el rey Herodes quiere matarlo, mientras los extranjeros paganos lo buscan y le rinden horhenaje (cap. 2). Jose primero (2,22) y Jesus mas tarde se retiran a Galilea, tierra de paganos (4,12-17). Su denuncia de la infidelidad de los judios aparece extremadamente viva en la historia de la Pasi6n, que culmina en 27,25. Aunque refleja la mentalidad de un grupo judio creyente, Mt no es en modo alguno particularista; el mensaje de Jesus esta destinado a todos los pueblos. Esto esta explicitamente afirmado en la misi6n final (28,19), pero aparece ya a lo largo del evangelio (13,38: el mundo; 24,14, etc.). EI antiguo pueblo mesianico ha sido sustituido por la comunidad cristiana, que incluye lo mismo a judios que a paganos (21,43), pero que tiene sus raices en las antiguas promesas, como lo muestra el tftulo: . Jesus Mesias, hijo de David, hijo de Abrahan (1,1). ' · · El evangelio de Mt es un evangelio eclesiastico; esta compuesto
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INTRODUCCION
para ensefiar a la lglesia a seguir las huellas del Maestro. Su preocupaci6n eclesial se nota muy particularmente en 21,43: el reino de Dios se le dara a un pueblo que produzca sus frutos, es decir, cuya conducta y actividad respondan a las exigencias del reino. Asi afiade a la parabola del banquete de bodas el episodio del hombre sin traje de etiqueta, que se dirige a los cristianos indignos (22,11-14 ). La constante menci6n del reino de los cielos (el reinado de Dios) subraya la dimensi6n social de la acci6n salvadora divina. Mt, sin embargo, no identifica al reino con la Iglesia: esta es testigo de la realidad del reino, anuncia a la humanidad su existencia e invita a responder a su Harnada.
III.
LUGAR Y FECHA DE COMPOSICION
Mt se dirige a una comunidad de lengua griega y de mayoria judia creyente. Esto no excluye la posibilidad de un origen palestinense. Sin embargo, como mas probables se proponen Antioquia, la parte de Siria colindante con Palestina o bien Fenicia (el Libano actual). Mt supone la destrucci6n de Jerusalen (afiade 22,7). La fecha de composici6n se coloca alrededor del afio 80.
IV.
AUTOR
Desde Papias (hacia el 140) se atribuye el primer evangelio, escrito, segiln el, en hebreo, a Mateo el recaudador, uno de los Doce. El analisis del texto transmitido, sin embargo, muestra que no se trata de una traducci6n, sino de un original griego; el autor aparece como un creyente judio de lengua griega, con posible formaci6n rabinica, que redacta acercandolos a su mentalidad los dichos de Jesus, proclamandolo al mismo tiempo Mesias para todas las naciones. En frase del evangelio mismo, «un letrado instruido en el reinado de Dios» (13,52).
V.
PLAN DEL EVANGELIO
Titulo de la obra (1,1): I. Genealogia e infancia de Jesus (1,2-2,23).
II. Preparacion (3,1-4,11).
PLAN DEL EVANGELIO
III.
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Proclamacion del reino y revelacion del Mesias (4,12-16,20). A. El Israel mesianico (4,12-11,1). Introducci6n: Primera actividad en Galilea (4,12-24). C6digo de la alanza mesianica: El Sermon del Monte {4,25-8,1).
Ambito universal del Israel mesianico (8,2-9,34). Primera misi6n del Israel mesianico (9,35-11,1). B. Oposici6n de los dirigentes e incomprensi6n del pueblo (11,2-13,58).
C. Las sefiales del exodo del Mesias (14,1-16,20). Introducci6n: Identidad de Jesus y muerte de Juan Bautista (14,1-12). El Mesias e Israel (14,13-36). El obstaculo a la universalidad: La tradici6n de los mayores (15,1-20). El Mesias y los paganos. Incomprensi6n de los discipulos ( 15,21-16,12).
Reconocimiento del Mesias (16,13-20). IV. Resistencia de los discipulos al mesianismo de Jesus (16,2120,34).
A. Verdadero y falso mesianismo (16,21-17,20). B. Conducta individual y comunitaria (17,22-20,16). C. Falso mesianismo y ambici6n de poder (20,17-34 ). V. En Jerusalen: Jesus y la institucion judia (21,1-25,46). A. Introducci6n: Entrada y aclamaci6n mesianica (21,1-11). B. En el templo (21,12-23,39). Denuncia del templo y maldici6n de la higuera (21,12-22). Polemica y denuncia de los dirigentes (21,23-22,46). Denuncia de letrados y fariseos (23,1-36). Lamento por Jerusalen (23,37-39). C. Fuera del templo (24,1-25,46). Futura destrucci6n. Proceso hist6rico del reinado de Dios (24,1-36 ).
Responsabilidad de los discipulos (24,37-25,30). Juicio de las naciones y reivindicaci6n de los discipulos (25,31-46 ). VI.
Pasion, muerte, resurreccion (26,1-28,20). A. Introducci6n: Plan para matar a Jesus, unci6n para la sepultura, traici6n de Judas (26,1-16). B. La Pascua de Jesus (26,17-30). C. Prendimiento y condena (26,31-27,32). Getsemani: camino, oraci6n, prendimiento (26,31-56). Jesus ante el Consejo, burlas, negaciones de Pedro (26, 57-75).
16
INTRODUCCION
Entrega a los paganos y suicidio de Judas (27,1-10). Juicio ante Pilato, burla de los soldados, seguimiento de Simon Cirineo (27,11-32). D. Muerte y resurrecci6n (27,33-28,15). Crucifixi6n y muerte (27,33-56). Sepultura y guardia del sepulcro (27,57-66). R.esurrecci6n: aparici6n a las mujeres y soborno de los , ' guardias (28,1-15)~ . . . .. . E. Epilogo: En Galilea. La misi6n universal (28,16-20).
I
GENEALOGIA E
INFANCIA DE !ESUS
(1,2-2,23)
1 1 Genesis de Jesus, Mesias, hijo de David, hijo de Abrahan.
1,1. Puede preguntarse si el primer versiculo de este evangelio es unä. introducci6n a la genealogia que sigue o bien el titulo de la obra entera. La respuesta depende de la interpretaci6n que se de a la expresi6n inicial: «Libro de la genealogia ( = arbol genea16gico )/de la genesis/de la historia» de Jesus Mesias. La expresi6n «libro de la genesis» se encuentra dos veces en los LXX, en Gn 2,4a y 5,1. En este ultimo pasaje precede a una descripci6n de la creaci6n del hombre y la mujer y va seguido de una lista de descendientes, en vez de una lista de antepasados, como es el caso en Mt. En Gn 2,4a la expresi6n se encuentra entre la descripci6n de la creaci6n del universo, humanidad incluida (Gn 1,1-2,3), y la segunda narraci6n de la creaci6n del hombre (Gn 2,4bss). La expresi6n «libro de la genesis» puede aludir asi tanto al relato de la creaci6n como al arbol geneal6gico de la humanidad. Si el evangelista pretende poner en paralelo su expresi6n con la usada en el Genesis, estaria presentando a Jesus como el nuevo Adan, «el Hombre», y la existencia y obra de Jesus como una nueva creaci6n que trasciende la primera. Ahora bien, la concepci6n y nacimiento de Jesus es tratado por Mt precisamente como una nueva creaci6n. Tal es el significado de la acci6n del Espiritu Santo en 1,18-25, en paralelo con la del Espiritu de Dios que aparece en Gn l,ls. Puede, pues, interpretarse Mt 1,1 como el titulo del libro. Este va a describir la nueva creaci6n que existe en la persona de Jesus y se continua por obra suya. Su manifestaci6n plena tendra lugar en la resurrecci6n: la expresi6n «el primer dia de la semana» (28,1) alude al primer dia de la antigua creaci6n (Gn 1,5), superada ahora por la que se realiza en Jesus. La genealogia de Jesus, que comienza en Mt 1,2, carece, pues, de introducci6n. Esta no se consideraba necesaria, como lo prueba 1 Cr 1,1, donde la genealogia de la humanidad y, en particular, la de Israel, esta presentada de modo abrupto. Sin embargo, la menci6n en el titulo (Mt 1,1) de Abrahan y David, personajes que van a ser clave en la genealogia que sigue, evita un paso demasiado brusco. Jesus, iniciador de la nueva humanidad, aparece en el seno de la antigua. La primera creaci6n ha sido condici6n indispensable para la eclosi6n de la nueva y definitiva. Al contrario que Mc (1,1), que define a Jesus como Mesias Hijo de Dios, con titulos que responden a. judios y a paganos, Mt lo
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GENEALOGIA DE JESUS
conecta con la tradici6n judia: «hijo de David, hijo de Abrahan», para significar que en el se cumple la promesa hecha a Abrahan, la bendici6n para todos los pueblos y la descendencia ilimitada (Gn 17,4s; 18,18; 21,17s), y que a el corresponde el caracter real de David. N6tese la ausencia de articulos (hijo de David, hijo de Abrahan): tanto la realeza como la filiaci6n abrahamitica, propias de Jesus «el Hombre», seran extensivas a todos sus seguidores (cf. 19,28; 3,9; 8,11). Arduo problema es traducir la expresi6n de Mt biblos geneseos. «Libro de la creaci6n» (cf. Gn 2,4a) es demasiado explicito; «libro de la descendencia» (cf. Gn 5,1) da un sentido incompleto; «libro de la historia» supondria un plural (hebr. toledot; gr. geneseis). En castellano, por otra parte, puede suprimirse la palabra «libro» en un titulo. Lo mas cercano entonces al sentido del original es «Genesis de Jesus Mesias», que puede incluir el origen de Jesus como nueva creaci6n y la nueva creaci6n quese efectua por su medio. No es seguro que el primer libro del Pentateuco llevase ya en el siglo I el titulo de «Genesis», pero el termino «genesis» de Gn 2,4a y 5,1, asi como el concepto de creaci6n en relaci6n con la primera, estan en Mt 1,1. Mesias = khrist6s en griego. Unido al nombre propio «Jesus» es titulo y designa la misi6n de Jesus en la historia como Ungido ( = Mesias) por Dios. En castellano «Cristo» es ilnicamente nombre propio, sin que especifique su misi6n hist6rica. Mt comienza su evangelio subrayando la conexi6n de lo que va a narrar con la expectaci6n del pueblo judio en el AT. Lleg6 ya el Mesias esperado y se llama Jesus. Mt expone la genealogia y el nacimiento del Mesias (1,17.18), titulo que tiene por sin6nimos «Hijo de David» (1,1; 12,23; 21,9), «Sucesor de David» (22,42) y, en boca de extranjeros, «Rey de los judios» (2,2.4; 27,11.29.37). EI reconocimiento de Jesus como Mesias por parte de Pedro (16,16) sera el punto central del evangelio. Jesus se declara Mesias ante el sumo sacerdote (26,63) y esa sera la causa de su condenaci6n a muerte (27,17.22).
GENEALOGIA DE JESUS
Abrahan engendr6 a Isaac, Isaac engendr6 a Jacob, Jacob engendr6 a Juda y a sus hermanos, 3 Juda engendr6, de Tarnar, a Fares y a Zara, Fares engendr6 a Esr6n, Esr6n engendr6 a Aran, 4 Aran engendr6 a Aminadab, Aminadab engendr6 a Naas6n, Naas6n engendr6 a Salm6n, 5 Salm6n engendr6, de Rajah, a Booz, Booz engendr6, de Rut, a Obed, Obed engendr6 a Jese, 6 J ese engendr6 al rey David, 2
David engendr6, de la que fue mujer de Urias, a Salom6n, 7 Salom6n engendr6 a Roboan, Roboan engendr6 a Abias, Abias engendr6 a Asaf, 8 Asaf engendr6 a Josafat, Josafat engendr6 a J oran, Joran engendr6 a Ozias, 9 Ozias engendr6 a Joatan, Joatan engendr6 a Acaz, Acaz engendr6 a Ezequias, 10 Ezequias engendr6 a Manases, Manases engendr6 a Am6n, Am6n engendr6 a Josias, 11 Josias engendr6 a Jeconias y a sus hermanos, cuando la deportaci6n a Babilonia. 12
Despues de la deportaci6n a Babilonia, J eremias engendr6 a Salatiel, Salatiel engendr6 a Zorobabel,
22
GENEALOGIA E INFANCIA DE JESUS
Zorobabel engendr6 a Abiud, Abiud engendr6 a Eliacin, Eliacin engendr6 a Sadoc, 14 Azor engendr6 a Sadoc, Sadoc engendr6 a Aquin, Aquin engendr6 a Eliud, 15 Eliud engendr6 a Eleazar, Eleazar engendr6 a Matan, Matan engendr6 a Jacob 16 y Jacob engendr6 a Jose, el esposo de Maria, de la que naci6 Jesus, llamado el Mesias. 13
17 Par tanto, las generaciones desde Abrahan a David fueron en total catorce, desde David hasta la deportaci6n catorce y desde la deportaci6n a Babilonia hasta el Mesias catorce.
Inserci6n del Mesias en la historia. Hombre entre los hombres. Solidaridad: su ascendencia empieza con la de un id6latra convertido (Abrahan) y pasa por todas las clases sociales: patriarcas opulentos, esclavos en Egipto, pastor llegado a rey (David), carpintero (Jose). · Aparte Maria su madre, de las cuatro' mujeres citadas, Tarnar se prostituy6 (Gn 38,2-26), Rut era extranjera, Rahab extranjera y prostituta (Jos 2,1), Betsabe, «la de Urias», adultera (2 Sm 11,4). Ni racismo ni pureza de sangre, Ja humanidad como es. En Jesus Mesias va a culminar la historia de Israel. La genealogia se divide en tres perfodos de catorce generaciones, marcados por David y por la deportaci6n a Babilonia. La divisi6n en generaciones no es estrictamente hist6rica ( omisi6n de tres generaciones entre Joran y Ozias, v. 8), sino arreglada por el evangelista para obtener e} numero «CatorCe» (valor numerico de} nombre de David), estableciendo al mismo tiempo seis septenarios o «Semanas» de generaciones. Jesus, el Mesias, comienza la septima semana, que representa la epoca final de Israel y de la humanidad. La octava sera el mundo futuro. Con la aparici6n de Jesus Mesias da comienzo, por tanto, la ultima edad del mundo. «Engendrar», en el lenguaje biblico, significa transmitir no solo el propio ser, sino la propia manera de ser y de comportarse. El hijo es imagen de su padre. Por eso, la genealogia se interrumpe bruscamente al final. Jose no es padre natural de Jesus, sino solamente legal. Es decir, a Jesus pertenece toda la tradici6n anterior, pero el no es imagen de Jose; no esta condicionado por una herencia hist6rica; su unico Padre sera Dios, su ser y su actividad reflejaran los de Dios mismo. El Mesias no es un producto
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NACIMIENTO DE JESUS
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de la historia, sino una novedad en ella. Su mesianismo no sera davidico (cf. 22,41-46). Mt hace comenzar la genealogia de Jesus con los comienzos de Israel (Abrahan) (Lc 3,23-38 se remonta hasta Adan). Esto corresponde a su visi6n teol6gica que integra en el Israel mesianico a todo hombre que de su adhesi6n a Jesus. La historia de Israel es, para Mt, la de la humanidad. EI hecho de que Abrahan no lleve patronimico y, por otra parte, se niegue la paternidad de Jose respecto de Jesus, puede indicar un nuevo comienzo. Asi como con Abrahan empieza el Israel etnico, con Jesus va a empezar el Israel universal, que abarcara a la humanidad entera.
Nacimiento de Jesus (Lc 2,1-7) Asi naci6 Jesus el Mesias: Maria, su madre, estaba desposada con Jose y, antes de vivir juntos, result6 que esperaba un hijo por obra del Espiritu Santo. 19 Su esposo, Jose, que era hombre justo y no queria infamarla, decidi6 repudiarla en secreto. 20 Pero apenas tom6 esta resoluci6n, se le apareci6 en suefios el angel del Sefior, que le dijo: -Jose, hijo de David, no tengas reparos en llevarte con" tigo a Maria tu mujer, porque la criatura que lleva en su seno viene del Espiritu Santo. 21 Dara a luz un hijo, y le pondras de nombre Jesus, porque el salvara a su pueblo de los pecados. 22 Todo esto sucedi6 para que se cumpliese lo que habia dicho el Sefior por el profeta: 18
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Mirad: la virgen concebira y dara a luz un hijo y le pondran de nombre Emanuel (Is 7,14) ( que significa «Dios entre nosotros» ).
Cuando se despert6 J ose, hizo lo que le habia dicho el angel del Sefior y se llev6 a su mujer a su casa; 25 sin haber tenido relaci6n con el, Maria dio a luz un hijo, y el le puso de nombre Jesus. 24
EI Mesias salvador nace por una intervenci6n de Dios en la historia humana. Jesus no es un hombre cualquiera. EI significado primario del nacimiento virginal, por obra del Espiritu Santo, hace aparecer esta acci6n divina como una segunda creaci6n, que su-
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GENEALOGIA E INFANCIA DE JESUS
pera la descrita en Gn 1,lss. En la primera (Gn 1,2), el Espiritu de Dias actuaba sobre el mundo material; ahora hace culminar en Jesus la creaci6n del hombre. Esta culminaci6n no es mera evoluci6n o desarrollo de lo pasado; por ser nueva creaci6n se realiza mediante una intervenci6n de Dias mismo. Puede aun compararse Mt 1,2-17 y 1,18-25 con los dos relatos de la creaci6n del hombre. En el primero (Gn 1,1-2,3) aparece el hombre como la obra final de la creaci6n del mundo; en el segundo (Gn 2,4bss) se describe con detalle la creaci6n del hombre, separado del resto de las obras de Dias. Asi Mt coloca a Jesus, por una parte, como la culminaci6n de una historia pasada (genealogia) y, a continuaci6n, describe en detalle el modo de su concepci6n y nacimiento, con los que comienza Ia nueva humanidad. Jesus es aI mismo tiempo novedad absoluta y plenitud de un proceso hist6rico. La escena presenta tres personajes: Jose, Maria y eI angel del Sefior, denominaci6n deI AT para designar al mensajero de Dias, que a veces se confunde con Dias mismo (Gn 16,7; 22,11; Ex 3,2, etc.). 18. EI matrimonio judio se ceiebraba en dos etapas: el contrato y la cohabitaci6n. Entre uno y otra transcurria un intervalo, que podia durar un afio. EI contrato podia hacerse desde que la joven tenia doce afios; el intervaio daba tiempo a Ia maduraci6n fisica de la esposa. Maria esta ya unida a Jose por contrato, pero aun no cohabitan. La fidelidad que debe Ia desposada a su marido es Ia propia de personas casadas, de modo que Ia infidelidad se consideraba aduiterio. EI «Espiritu Santo» (en gr. sin articulo en todo el pasaje) es la fuerza vital de Dias (espiritu = viento, aliento), que hace concebir a Maria. EI Padre de Jesus es, por tanto, Dias mismo. Su concepci6n y nacimiento no son casuales, tienen lugar por voluntad y obra de Dios. Asi expresa eI evangelista la elecci6n de Jesus para su misi6n mesianica y la novedad absoluta que supone en la historia (nueva creaci6n). 19. Jose es el hombre justo o recto. Por el uso positivo que hace Mt del termino (cf. 13,17; 23,29; en ambos casos «justos» asociados a «profetas») se ve que es prototipo del israelita fiel a los mandamientos de Dias, que da fe a los anuncios profeticos y espera su cumplimiento; puede considerarse figura del resto de Israel. Su amor o fidelidad a Dias (cf. 22,37) lo manifiesta queriendo cumplir la Ley, que lo obligaba a repudiar a Maria, a la que consideraba culpable de adulterio; el amor al pr6jimo como a si mismo (cf. 22,39) le impedia, sin embargo, infamarla. De ahi su decisi6n de repudiarla en secreto y no exponerla a la vergüenza publica. Interviene «el angel del Sefior» (cf. 28,2), y Jose, que encarna al resto de Israel, es d6cil a su aviso; comprende que la expectaci6n ha llegado a su termino: se va a cumplir lo anunciado por los profetas.
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Se percibe al mismo tiempo el significado que el evangelista atribuye a la figura de Maria, quien mas tarde aparecera asociada a Jesus, en ausencia de Jose (2,11). Ella representa a la comunidad cristiana, en cuyo seno nace la nueva creaci6n por la obra continua del Espiritu. La duda de Jose refleja, por tanto, el conflicto interno de los israelitas fieles · ante la nueva realidad, la comunidad cristiana. Por la ruptura con la tradici6n que percibe en esta comunidad ( = nacimiento virginal, sin padre o modelo humano/judio), Jose/Israel debe repudiarla para ser fiel a esa tradici6n; por otra parte, no tiene motivo alguno real para difamarla, pues su conducta intachable es patente. E1 angel del Seiior, que representa a Dios mismo, resuelve el conflicto, invitando al Israel fiel a aceptar la nueva comunidad, porque lo que nace en ella es obra de Dios. Ese Israel comprende entonces la novedad del mesianismo de Jesus y acepta la ruptura con el pasado. 20. La apelaci6n «hijo de David», aplicada a Jose, indica, en relaci6n con 1,1, que el derecho a la realeza le viene a Jesus por la linea de Jose (cf. 12,23; 20,30). El hecho de que el angel se aparezca a Jose siempre en suefios (2,13.19) muestra que el evangelista no quiere subrayar la realidad del angel del Seiior. 21. El angel disipa las dudas de Jose, le anuncia el nacimiento y le encarga, como a padre legal, de imponer el nombre al nifio. El nombre Jesus, «Dios salva», es el mismo de Josue, el que introdujo al pueblo en la tierra prometida. Se imponia en la ceremonia de la circuncisi6n, que incorporaba al nifio al pueblo de alianza. El significado del nombre se explica por la misi6n del nifio: este va a salvar a «SU pueblo», el que pertenecia a Dios (Dt 27,9; 32,9; Ex 15,16; 19,5; Sal 135,4): se anticipa el contenido de la profecia citada a continuaci6n. El va a ocupar el puesto de Dios en el pueblo. Va a salvar no del yugo de los enemigos o del poder extranjero, sino de «los pecados», es decir, de un pasado de injusticia. «Salvar» significa hacer pasar de un estado de mal y de peligro a otro de bien y de seguridad: el mal y el peligro del pueblo estan sobre todo en «sus pecados», en la injusticia de la sociedad, a la que todos contribuyen. 22-25. El evangelista comenta el hecho y lo considera cumplimiento de una profecia (1,22: «Todo esto sucedi6, etc.»). Mientras, por un lado, el nacimiento de Jesus es un nuevo punto de partida en la historia, por otro es el punto de llegada de un largo y atormentado proceso. Con el termino Emmanuel, «Dios con nosotros» o, mejor, «entre nosotros» da la clave de interpretaci6n de la persona y obra de Jesus. No es este un mero enviado divino en paralelo con los del AT. Representa una novedad radical. EI que nace sin padre humano, sin modelo humano al que ajustarse, es el que puede ser y de hecho va a ser la presencia de Dios en
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GENEALOGIA E INFANCIA DE JESUS
la tierra, y por eso sera el salvador. Respeto de Jose por el designio de Dios cumplido en Maria.
Visita de los Magos 2 1 Jesus naci6 en Belen de Judea en tiempos del rey Herodes. En esto, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalen 2 preguntando: -i:D6nde esta ese rey de los judios que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a rendirle homenaje. 3 Al enterarse el rey Herodes se sobresalt6, y con el Jerusalen entera; 4 convoc6 a todos los sumos sacerdotes y letrados del pueblo, y les pidi6 informaci6n sobre d6nde tenia que nacer el Mesias. 5 Ellos le contestaron: 6
Y tu, Belen, tierra de Juda, no eres ni mucho menos la ultima de las ciudades de Judd; pues de ti saldrd un jefe que serd pastor de mi pueblo, Israel (Miq 5,1).
Entonces Herodes llam6 en secreto a los magos, para que le precisaran cuando habia aparecido la estrella; 8 luego los mand6 a Belen encargandoles: -Averiguad exactamente que hay de ese niiio y, cuando lo encontreis, avisadme para ir yo tambien a rendirle homenaje. 9 Con este encargo del rey, se pusieron en camino; de pronto la estrella que habian visto salir comenz6 a guiarlos hasta pararse encima de donde estaba el niiio. 10 Ver la estrella les dio muchisima alegria. 11 Al entrar en la casa, vieron al ni:iio con Maria, su madre, y cayendo de rodillas le rindieron homenaje; luego abrieron sus cofres y como regalos le ofrecieron oro, incienso y mirra. 12 Avisados en sue:iios de que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino. 7
1-3. Lugar donde naci6 Jesus (Belen de Judea) y dataci6n aproximada, en tiempo del rey Herodes el Grande (c. 73-4 a. C.), conocido por su habilidad politica, su crueldad y su despotismo; muy abierto a la cultura griega, construy6 varias ciudades de tipo helenistico, entre ellas Sebaste y Cesarea, y ademas reconstruy6 el
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VISITA DE LOS MAGOS
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templo de Jerusalen (acabado el 63/64 d. C.). Fue nombrado por Roma rey de Judea el afio 40 a. C. y conquist6 Jerusalen el afio 37. No era judio de raza, sino de padre idumeo y, por tanto, no podia ser considerado rey legitimo de Israel. «Magos», es decir, astr6logos orientales, que mezclaban su ciencia astron6mica con la predicci6n del destino, anunciado, segiln ellos, en los astros. Llegan a Jerusalen, pero no preguntan por un personaje religioso, sino por «el rey de los judios», para rendirle homenaje: rey universal. «Preguntando»: lit. «diciendo». Asi en el AT como en el NT se usa el verbo generico «decir» para indicar tanto una afirmaci6n como una negaci6n o una pregunta. En las lenguas modernas se utiliza un verbo especifico, en este caso «preguntar», pues lo que los magos proponen es una pregunta. «Hemos visto salir su estrella»: lit. «hemos visto su estrella en la salida». La palabra griega anatole significa, sin articulo, el punto cardinal, el oriente (por donde sale el sol); con articulo, la salida misma de un astro. Este rey que ha nacido se contrapone al reinante, Herodes. Los judios no se han percatado del nacimiento del nuevo rey, pero si los paganos; son estos los que anuncian su nacimiento al pueblo de Dios. Agitaci6n de Herodes, siempre sospechoso de posibles pretendientes al trono, y de la ciudad entera, al unisono con el tiran que la domina. Ante la noticia, Jerusalen tiene la misma reacci6n que el rey, no ve en el que ha nacido un posible liberador. De hecho, el pueblo no hara esfuerzo alguno por encontrarlo. 4-6. Herodes convoca a los miembros del Consejo, excepto a los «senadores», cuyo papel era meramente politico. EI tema que se propone tratar es religioso. «Letrados», gr. grammateus, derivado de gramma, letra, escrito, libro y, en plural, «letras», ciencia. Designa a los «hombres de letras» o «de ciencia», a los expertos en la Ley, te6logos y, sobre todo, juristas. Constituian una alta clase social de reciente aparici6n, que intentaba arrebatar la hegemonia a la aristocracia sacerdotal. Despues de varios afios de estudio recibian una ordenaci6n. Sus decisiones en materia de legislaci6n religiosa o ritual eran decisivas. Herodes identifica al «rey de los judios» por el que preguntan los magos con el Mesias esperado, el salvador prometido. Los entendidos contestan a su pregunta dandole la referencia exacta: en Belen de Judea. EI texto profätico citado por Mt combina Miq 5,2 con 2 Sm 5,2; este ultimo pasaje es estrictamente mesianico, pues trata de la unci6n de David como rey de Israel (2 Sm 5,4). EI nifio es, por tanto, el Mesias de la casa de David. Resalta en primer lugar la importancia de Belen, patria de David, lugar del nacimiento del nuevo rey, frente a Jerusalen, donde reina Herodes. El caudillo que va a nacer sera pastor del pueblo de Dios, Israel. La funci6n de «pastor» se aplicaba a David (Sal 78,70s) o al nuevo David (Jr
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GENEALOGIA E INFANCIA DE JESUS
23,5; 30,9; Ez 34,23s). EI pueblo de Dios, del que sera pastor el rey nacido, incluye a los magos que han venido a rendirle homenaje como a su propio rey: el pueblo del Mesias incluira a los paganos. «Rendir homenaje» es el significado del gr. proskuneo referido a un rey o a Dios como soberano. Se expresaba en forma de inclinaci6n o de postraci6n. 7-8. Herodes convoca a los magos en secreto, sus planes sean conocidos. Mt lo caracteriza por pretende tener el prop6sito de prestar homenaje cuando en realidad se propone matarlo. Los jefes cambio, no manifiestan reacci6n alguna.
no quiere que su hipocresia: al nuevo rey, del pueblo, en
9-12. La «estrella» alude a Nm 24,17: «surgira un astro de Jacob y se levantara un hombre de Israel» (LXX). La estrella es figura de la persona misma del rey nacido y los guia al lugar donde este se encuentra. En Jerusalen, donde ni el pueblo ni los dirigentes esperan al liberador, no es visible. Vuelve a aparecer a los magos cuando se alejan de la capital. «En la casa» ven al nifio con su madre. Ausencia de Jose. En Israel, el rey y su madre constituian 1a pareja real (cf. 1Re2,19; 15,2; 2 Re 10,13; 12,2; 23,31.36; 24,18). La escena subraya la realeza del nifio. El homenaje se manifiesta con una postraci6n y dones que expresan sumisi6n y alianza (mirra e incienso, Cant 3,6; incienso, Lv 2,1-16; Jr 6,20; 17,26; 48,5; Is 60,6; Eclo 39,14; 50,9; mirra, Eclo 24,15). Dios vela por su Mesias, impidiendo que Herodes sepa d6nde esta el nifio.
Huida a Egipto Apenas se marcharon, el angel del Sefior se apareci6 en suefios a Jose y le dijo: -Levantate, coge al nifio y a su madre y huye a Egipto; quedate alli hasta nuevo aviso, porque Herodes va a buscar al nifio para matarlo. 14 Jose se levant6, cogi6 al nifio y a su madre de noche, se fue a Egipto 15 y se qued6 alli hasta la muerte de Herodes. Asi se cumpli6 lo que dijo el Sefior por el profeta: 13
Llame a mi hijo para que saliera de Egipto (Os 11,1). Matanza de los inocentes Entonces Herodes, viendose burlado por los magos, mont6 en c61era y mand6 matar a todos los nifios de > ), y el mismo tiene en este pasaje. «Reconocer» corresponde a la manifestaci6n indicada por «el nombre». EI uso de agiazo aiiade, sin embargo, al reconocimiento el sentido de la trascendencia implicado en la raiz «Santo». Es el reconocimiento de una realidad excelente y distinta. Para expresar de algun modo este matiz puede utilizarse el verbo «proclamar», que incluye la idea de exaltaci6n. De hecho, esta frase es paralela de 5,16: «glorifiquen» [los hombres] a vuestro Padre del cielo», a traves de las obras de los discipulos, que realizan la acci6n del Padre en la historia. La comunidad pide, por tanto, que la humanidad reconozca a Dios como Padre; por el paralelo con 5,16, sin embargo, es ella la que tiene que obtener, con su actividad, ese reconocimiento. La petici6n supone, por tanto, el compromiso de la comunidad a realizar las «buenas obras» (5,16; cf. 5,7-9) y pide la eficacia de su actividad en el mundo. No se cncierra en si misma. La experiencia de Dios como Padre de que ella goza, quiere que se extienda a todos los hombres. Antes que pensar en si misma, la comunidad se preocupa por la humanidad que la rodea. 10a. «Llegue tu reinado». EI contenido de esta petici6n formula lo mismo de manera diversa. EI reinado de Dios, del que ya tiene experiencia (5,3.10), debe extenderse a todo hombre. Dado que la puerta del reino es la primera bienaventuranza, la comunidad pide la aceptaci6n del mensaje de Jesus, que funda el reinado de Dios. Al mismo tiempo, ella es la que, con su modo de vida, hace presente en el mundo ese mensaje (5,12: profetas). Im, plicitamente pide su fidelidad al mensaje de las bienaventuranzas y a la practica de la actividad que requiere, por la que se va
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EL ISRAEL MESIANICO
creando la nueva sociedad y va dando ocasi6n a la liberaci6n de los hombres. lOb. «Realicese en la tierra tu designio del cielo». EI gr. thelema manifiesta una voluntad concreta que puede referirse al individuo o a Ia historia. La frase formula nuevamente la anterior ( «llegue tu reinado»; por eso se omite en Lc 11,2); significa, por tanto, el cumplimiento del designio hist6rico de Dios sobre la humanidad, anunciado en 5,18. EI termino «designio» incluye dos momentos, la decisi6n y la ejecuci6n, a los que corresponden las especificaciones «en el cielo, en la tierra». La decisi6n esta tomada en el cielo (Dias), pero tiene que ejecutarse en la tierra. La frase significa, pues, «realicese en Ia tierra el designio que tu has decidido en el cielo». La preposici6n «Corno» del original indica el deseo de que ese designio se realice exactamente como esta decidido. La comunidad vuelve a pedir por el mundo; su primera preocupaci6n es la misi6n que Jesus le confia. Las tres primeras peticiones tienen igual contenido. La experiencia de vida impulsa a desear que esa vida se extienda. Solo despues pasa el grupo cristiano a preocuparse de si mismo. 11. «Pan del mafiana» o «venidero»: griego epiousion, que, segiin Origenes, no se encontraba en la literatura ni en la lengua hablada; lo consideraba acufiado por los evangelistas para traducir un texto arameo. San Jer6nimo, por su parte, dudaba de su significado y lo tradujo en latin de manera diferente en Mt 6,11 (supersubstantialem) y en Lc 11,3 (quotidianum), sin apoyo alguno en la realidad lingüistica del tiempo. El mismo afirma, sin embargo, haber encontrado en el evangelio de los Hebreos (en arameo), como traducci6n de epiousion, maJ:zar = «del mafiana», «futuro». De hecho, la forma femenina (te epiouse) se usaba en griego para indicar el dfa siguiente, «mafiana». Por otra parte, Jesus recomienda a sus discipulos abandonar toda preocupaci6n por el alimento necesario (6,25.31-32) y les pide que no se preocupen tampoco por el mafiana (6,34). Epiousion ha de denotar, por tanto, un futuro diferente del simple «mafiana». En la traducci6n egipcia bohairica y en el uso liturgico de la lglesia copta, lo mismo en copto que en arabe, se conserva hasta hoy Ja traducci6n «nuestro pan del mafiana». La interpretaci6n puede considerarse, por tanto, como segura. «Pan», semitismo por «alimento» (cf. Gn 18,5-8). «El pan del mafiana» o «venidero» alude al banquete mesianico en la etapa final del reino (8,11), cuya etapa hist6rica se realiza en el grupo de discipulos ( «nuestro pan» ). Se pide, por tanto, que la uni6n y alegria propias de Ia comunidad final sean un hecho en la comunidad presente. Jesus mismo describi6 su presencia con los discipulos como un banquete de bodas, oponiendose a la tristeza del ayuno practicado por los discipulos de Juan y los fariseos (9,14-15). La uni6n simbolizada por el banquete es la amistad (cf. 9,15:
6,1-18: EL «PADRENUESTRO»
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«los amigos del novio» ). Este es el vinculo que une a los miembros de la comunidad, y que se expresara en la eucaristia. 12. Unica petici6n que incluye una exigencia para la comunidad. La particula griega hos indica motivo ( «que/ya que») mas que comparaci6n ( «Como» ). El perd6n dcl Padre esta condicionado al perd6n mutuo, expresi6n del amor. Quien se cierra al amor de los otros se cierra al amor de Dios que se manifiesta en el perd6n. En ·este pasaje y en 5,14s Mt no emplea el termino «pecados», sino «deudas» o «fallos», porque en el evangelio, «los pecados» representan el pasado que queda borrado con la adhesi6n a Jesus (cf. 9,6). La divisi6n en la comunidad impide la presencia en ella del amor del Padre. Se pide, pues, la manifestaci6n continua de ese amor, aduciendo por motivo la practica del amor que se traduce en el perd6n mutuo. «Los deudores» incluyen a los enemigos y perseguidores (5,43ss). La comunidad pretende vivir la perfecci6n a que Jesus la exhortaba (5,48). 13. «No nos dejes ceder a la tentaci6n», lit. «no nos hagas entrar/no nos introduzcas» ... EI arameo no distingue entre las formas «hacer» y «dejar hacer». EI sentido permisivo esta exigido por el paralelo con la frase siguiente (omitida por Lc 11,4). EI sentido es: «haz que no entremos (cedamos/caigamos) en tentaci6n» o, de modo mas castellano, «no nos dejes ceder a la tentaci6n» (cf. 26,41). «Tentaci6n» no lleva articulo en el original. No se trata, por tanto, de una tentaci6n unica y determinada. EI termino remite a las tentaciones de Jesus en el desierto, unico lugar donde en Mt ha aparecido antes este tema. Alli, «el diablo» o «Satanas» era llamado «el tentador»; aqui, «el Malo» (cf. 5,37); la tentaci6n es su obra. La relaci6n con la escena del desierto aclara el sentido de «tentaci6n» en este pasaje: se refiere a las mismas que experiment6 Jesus. Aquellas pretendian desviar su mesianismo e impedir la liberaci6n del hombre; Jesus, sin embargo, respondi6 a cada una de ellas con un texto sin caracter mesianico, aplicable a todo hombre. EI Mesias es «el Hombre», como qued6 expresado en la escena del bautismo (3,16). La comunidad puede experimentar en su misi6n, que continua la de Jesus, las mismas tentaciones que este: la del ateismo practico, usando de sus dones para propio beneficio, sin atender al plan de Dios ( 4,3 ); la del providencialismo que hace caer en la irresponsabilidad (4,6) y, sobre todo, la de la gloria y el poder (4,8s). Ceder a esta ultima equivaldria a prestar homenaje a Satanas ( 4,9), renunciando a la misi6n Iiberadora. La tentaci6n del brillo y del poder se opone frontalmente a la primera y ultima bienaventuranzas. Es la opci6n por la pobreza y, con ella, la renuncia al brillo y al poder, la que hace inmunes a la tentaci6n. EI Malo es la personificaci6n del poder mundano,
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EL ISRAEL MESIANICO
que excita la ambici6n. Que el Padre no permita que la comunidad ceda a sus halagos es la petici6n final del Padrenuestro. Lo contrario seria la ruina de la comunidad de Jesus. En resumen: Despues de la invocaci6n inicial, que vincula a cada cristiano con la comunidad de los hijos de Dios, y que incluye el compromiso de comportarse como hijos de tal Padre, se pide por la extensi6n del reinado del Padre a la humanidad entera. Con ello, la comunidad pide la eficacia de su misi6n, pues es ella la que continua la obra de Jesus. En la segunda parte, bajo la fi. gura del pan futuro, se pide la uni6n y la alegria en la comunidad y la experiencia del amor del Padre en el perd6n continuo, comprometiendose a expresar el amor de unos a otros en el perd6n a todos. Finalmente, quiere conjurar el peligro de su ruina; pide al Padre que no la deje ser infiel al compromiso contraido al aceptar las bienaventuranzas. La primera parte se refiere a su trabajo por la paz que ya practica y que le permite invocar a Dios como Padre (5,9). En la segunda se reflejan «el coraz6n limpio», que excluye el rencor, y la fidelidad, que considera la persecuci6n como motivo de gozo (5,10-12). La relaci6n del Padrenuestro con las bienaventuranzas es asi muy estrecha. Cada parte del Padrenuestro (6,9b-10.11-12) corresponde a un grupo de bienaventuranzas (5,4-6.7-9). Lo mismo en uno que en otro texto se trata primero de la liberaci6n de la humanidad y solo despues del fruto de la comunidad. EI designio de Dios del que habla el Padrenuestro se identifica, pues, con la saciedad de justicia expresada en la cuarta bienaventuranza (5,6) y con la felicidad del hombre por la que trabaja la comunidad (5,9). Esto significa el reinado de Dios y esta es la experiencia que hace reconocer a Dios como Padre (cf. 5,16). La situaci6n de la comunidad que se pide en la segunda parte del Padrenuestro corresponde a las experiencias de Dios que se enuncian en las bienaventuranzas quinta a septima (recibir ayuda, ver a Dios, ser hijos de Dios). La invocaci6n inicial «Padre nuestro del cielo» describe la experiencia del reinado de Dios (lit. «de los cielos») propia de los que hacen Ja opci6n por Ja pobreza (5,3): la relaci6n hijo-Padre describe la solicitud de Dios como rey por los suyos; Dios-rey no es un soberano, sino un Padre. Se ve que la expresi6n «el reinado de Dios», tomada de la tradici6n de Israel, cambia de sentido en la pluma del evangelista. Por otra parte, dado que Ja condici6n de «hijos de Dios» se aplica a los que trabajan por Ja paz/felicidad del hombre (5,9), la comunidad no puede dirigirse a Dios como Padre mas que si esta de hecho realizando esa labor. La ultima petici6n del Padrenuestro (6,13), que tiene dos aspectos: «no nos dejes ceder a la tentaci6n, sino libranos del Malo», corresponde a la ultima bienaventuranza: la comunidad pide por su
6,19-34:
EXPLICA «LOS QUE ELIGEN SER POBRES»
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propia fidelidad ( «no nos dejes ceder») y, al mismo tiempo, pide verse libre del Malo, que se identifica asi con los perseguidores que ponen en peligro la fidelidad. Se confirma de este modo la interpretaci6n dada de la figura de Satanas en la escena del desierto (4,1-11). El Malo/Satanas representa el poder opresor, que va a oponerse a que los discipulos lleven adelante el programa de Jesus, como primeramente intent6 desviar a Jesus de su mesianismo. 14-15. Insiste Jesus en la necesidad del perd6n. La uni6n en la comunidad es condici6n esencial de su existencia, pues solo ella asegura la experiencia del amor del Padre. No es que Dios se niegue a perdonar; es el hombre que no perdona quien se hace incapaz de recibir el amor. 16-18. Tercera obra de piedad farisea: el ayuno. Corno en los dos apartados anteriores ( 6,2-4.5-6) opone aqui Jesus el ayuno sincero a la conducta de los hip6critas, que con su aspecto descuidado dan a entender que estan ayunando, con objeto de ser admirados por los hombres. El ayuno ha de hacerse en secreto, sirve para expresar ante el Padre una actitud intima. Por ser privaci6n de alimento, fuente de vida, es sfmbolo de solidaridad con el dolor de la muerte y expresa su tristeza. Esta tiene que ser interior, no afectada como la de «los hip6critas».
Explica «los que eligen ser pobres» (Lc 6,13; 11,34-36; 12,22-34) 19 Dejaos de amontonar riquezas en la tierra, donde la polilla y la carcoma las echan a perder, donde los ladrones abren boquetes y roban. ~ En cambio, amontonaos riquezas en el cielo, donde ni polilla ni carcoma las echan a perder, donde los ladrones no abren boquetes ni roban. 21 Porque donde tengas tu riqueza tendras el coraz6n. 22 La esplendidez da el valor a la persona. Si eres desprendido, toda tu persona vale; 23 en cambio, si eres tacafio, toda tu persona es miserable. y si por valer tienes solo miseria. jque miseria tan grande! 24 Nadie puede estar al servicio de dos amos, porque aborrecera a uno y querra al otro, o bien se apegara a uno y despreciara al otro. No podeis servir a Dios y al dinero. 25 Por eso os digo: No andeis preocupados por la vida pensando que vais a comer o a beber, ni por el cuerpo, pensando con que os vais a vestir. (No vale mas la vida que el alimento, y el cuerpo mas que el vestido? 26 Fijaos en los pajaros: ni
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EL ISRAEL MESIANICO
siembran, ni siegan, ni almacenan; y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. lNo valeis vosotros mucho mas que ellos? Z1 Y lquien de vosotros, a fuerza de preocuparse, podra afiadir una hora sola al tiempo de su vida? 28 Y lpor que andais preocupados por el vestido? Daos cuenta de c6mo crecen los lirios del campo, y no trabajan ni hilan. 29 Y os digo que ni Salom6n, en todo su fasto, estaba vestido como cualquiera de ellos. 30 Pues si a la hierba, que hoy esta en el campo y mafiana se quema en el horno, la viste Dios asi, lno hara mucho mas por vosotros, gente de poca fe? 31 Conque no andeis preocupados pensando que vais a comer, o que vais a beber, o con que os vais a vestir. 32 San los paganos quienes ponen su afän en esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que teneis necesidad de todo eso. 33 Buscad primero que reine su justicia, y todo eso se os dara por afiadidura. 34 Total, que no andeis preocupados por el mafiana, porque el mafiana se preocupara de si mismo. A cada dia le basta su dificultad.
19-21. Comienza una explicaci6n del contenido de la primera bienaventuranza, que se extiende hasta el final del capitulo (6,34). En esta primera pericopa precisa Jesus que la pobreza propia del reino consiste en la renuncia efectiva a la riqueza. La riqueza «en el cielo» es Dios mismo (cf. 19,21). Acumulaci6n de dinero y reino de Dios son incompatibles, pues el que acumula dinero esta necesariamente apegado a el. EI hombre se define por los valores que estima y las seguridades que busca; ellos orientan su vida y marcan su personalidad. 22-23. Para traducir esta pericopa hay que interpretar los modismos semiticos que contiene. EI primero y mas evidente es «el ojo perverso», que en hebreo significa la envidia (cf. 20,15), o la tacafieria (Dt 15,9; Eclo 14,10). Se le opone «el ojo simple» o «generoso» (Prov. 11,25 LXX; 2 Cor 8,2), es decir, «la generosidad, el desprendimiento». La oposici6n entre «tacafio» y «desprendido» muestra que la pericopa se refiere al dinero, seg(tn el tema general de la secci6n (6,19-34). «Lampara», reasumido mas adelante por «luminoso», indica el valor positivo que la generosidad comunica al hombre (cuerpo = persona). EI castellano, como el hebreo, asimilan la generosidad a la luminosidad: «esplendido», «esplendidez». La esplendidez ( = el ojo en su funci6n positiva) da valor ( = luz, lampara) a la persona (cuerpo). En contexto de tacafieria, el antivalor ( = tinieblas) se expresa por «miseria».
6,19-34:
EXPLICA «LOS QUE ELIGEN SER POBRES»
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Lo opuesto a acmnular riquezas (19-21) es compartir lo que se tiene, obra de la generosidad o esplendidez. El apego al dinero hace del hombre un miserable; es precisamente el despego que se traduce en el don, el que da valor a la persona. Jesus pone el valor de la persona en el desprendimiento, que manifiesta el amor, su falta de valor en la tacafieria, que se cierra al amor. La generosidad es condici6n para la ayuda a los demas y para el cumplimiento de la pobreza a la que Jesus llama. 24. Jesus penetra hasta el fondo de las antitesis expuestas antes (acumular/no acumu1ar riqueza; generosidad/tacafieria). Esta en juego la fidelidad a Dias o la idolatria. Aunque el hombre pretenda concordar su fidelidad a Dias con el apego al dinero, esto no es mas que apariencia. Su verdadero duefio es el dinero (mammona = la riqueza, el lucro ). La opci6n por Dias y contra el dinero esta expresada en la primera bienaventuranza. 25-34. Las tres pericopas anteriores explicaban el sentido de la pobreza evangelica (19-21.24) o la condici6n para poder practicarla (22s). En esta se explica la segunda parte de la primera bienaventuranza, c6mo se manifiesta el reinado de Dias sobre los que hacen esa opci6n. La opci6n por la pobreza no conduce a la miseria; produce, en cambio, la felicidad ( «dichosos») porque el reinado de Dias se ejerce sobre ellos. La figura de Dios-rey se explicita en la de Dias-Padre. Comienza la pericopa enunciando el principio general: el discipulo que ha renunciado a todo no esta obsesionado por lo material. De los dones que ha recibido de Dias, la vida, a cuyo servicio esta el alimento, vale mas que este, y el cuerpo mas que el vestido que lo protege. EI Padre, que ha dado lo mas, dara tambien lo menos. A los que han renunciado a la riqueza para ser fieles al unico Dias, Jesus los exhorta a tener confianza en la eficacia del amor del Padre. Pone ante los ojos de los discipulos das testimonios de la generosidad del Padre con sus criaturas y construye un argumento a fortiori: Si el Padre se ocupa tan eficazmente de seres que valen mucho menos que el hombre, cuanto mas se ocupara de los que han renunciado a toda otra seguridad. « Una hora sola al tiempo de su vida» (27), lit. «un codo solo a su edad». EI hebreo expresaba frecuentemente la duraci6n temporal en terminos de longitud (cf. Sal 36,9). La interpretaci6n de helikia como «estatura» es incongruente, pues afiadir un codo a la propia estatura seria algo extraordinario, mientras el contexto y Lc 12,26 interpretan la afiadidura como algo insignificante. Despues de las das comparaciones vuelve Jesus al tema inicial. Hacer de lo material la maxima preocupaci6n de la vida es propio de los paganos que no conocen al verdadero Dias (31-33). Si el Padre sabe lo que necesitan los suyos, su amor se lo procurara.
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EL ISRAEL MESIANICO
La primera preocupaci6n de los discipulos debe ser que sea realidad la justicia del reino. «Oue reine su justicia», lit. «el reinado y su justicia (la del Padre)». En la traduccion se pueden conectar los terminos «reinado» y «justicia» considerandolos como hendiadis. Dikaiosyne puede significar aqui la relaci6n entre los hombres segun la voluntad de Dios expresada por Jesus, las justas relaciones humanas, o bien la relaci6n de los discipulos con el Padre seglin el programa expuesto por Jesus (las bienaventuranzas), es decir, la fidelidad a Dios. En uno y otro caso el reinado se hace realidad, porque una y otra son inseparables: la fidelidad a Dios se muestra en la fidelidad al hombre, en la labor de la comunidad en el mundo. Jesus, que ha quitado a los discipulos la preocupaci6n por el objetivo inmediato, la subsistencia (6,25-32), les recuerda el objetivo primario de la existencia del grupo, el trabajo por la paz (5,9), la extensi6n del reinado de Dios (primera parte del Padrenuestro ), que se verifica en la nueva relaci6n humana. Cuando la comunidad trabaja asi (5,9), no tiene que preocuparse por su vida material; de esta se ocupa el Padre. Termina la pericopa con un dicho-resumen con el que Jesus expresa la liberaci6n del agobio. Hay que vivir en el presente, sin agobios por el mafiana (cf. v. 27). EI mafiana se preocupara de si mismo, no faltara en el la solicitud del Padre. Basta al discipulo enfrentarse con la dificultad dia por dia, y experimentar en ella la eficacia de su amor.
Avisos. Invitaci6n a la oraci6n (Lc 6,37s.41s; 11,9-13) 7 1 No juzgueis y no os juzgaran; 2 porque os van a juzgar como juzgueis vosotros, y la medida que useis la usaran con vosotros. 3 cPor que te fijas en la mota que tiene tu hermano en el o j o y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? 4 0 ( c6mo vas a decirle a tu hermano: «Deja que te saque la mota del ojo», con esa viga en el tuyo? 5 Hip6crita, sacate primero la viga de tu ojo; entonces veras claro y podras sacar la mota del ojo de tu hermano. 6 No >, aduciendo sus obras para encontrar acogida. Las obras que se citan: «haber profetizado», «haber expulsado demonios» y «haber realizado milagros», fueron hechas «por/con su nombre», es decir, invocando la autoridad de Jesus. Este, sin embargo, no las acepta; considera esas obras, no solamente sin valor, sino como propias de malhechores. El termino anomia, iniquidad, es el que Jesus aplica a los letrados y fariseos hip6critas (23,28), y la frase de rechazo se encuentra en Sal 6,9, donde los malhechores son los que oprimen al justo y le procuran la muerte. Esta pericopa, en cuanto a su sentido, no esta lejos de la anterior (15-20). Estos que cumplen acciones extraordinarias y que llevan en sus labios el nombre del Sefior, tienen una actividad que, aunque aparentemente laudable, es en realidad inicua, porque no nace del amor ni tiende a construir la humanidad nueva segun el designio del Padre (21). El semitismo «Nunca os he conocido» es una f6rmula de rechazo total; equivale a decir que esas personas no significan nada para el que habla (cf. 25,12). 24-27. El discurso termina con una parabola compuesta de dos miembros contrapuestos. Jesus habla de dos clases de hombres que han oido el discurso precedente. La diferencia entre ellos se centra en llevar o no llevar a la practica la doctrina escuchada. «La casa» que pertenece al hombre ( «SU casa») representa al hombre mismo. EI exito de su vida y la capacidad para mantenerse firme a traves de los desastres, que pueden identificarse con las persecuciones (5,lls), depende de que su vida tenga por cimiento una praxis acorde con el mensaje de Jesus, cuyo punto culminante
7,13-8,1:
CRITERIOS DE FIDELIDAD
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han sido las bienaventuranzas. Se descubre una alusi6n a los individuos retratados en la pericopa anterior (21-23). Jesus ha hablado como maestro; su doctrina expresa el designio del Padre sobre los hombres (7,21). Toca al hombre no solo entenderla, sino llevarla a la practica. De ello depende el exito o la ruina de su propia vida. Las multitudes que lo habian seguido antes de comenzar el discurso (4,25) han escuchado la exposici6n de Jesus y su reacci6n es de asombro. Acostumbrados a la ensefianza de los letrados, que repetian la doctrina tradicional apoyandose en la autoridad de los antiguos doctores, notan en Jesus una autoridad diferente. No se apoya en la tradici6n; expone su doctrina interpretando, corrigiendo o anulando las antiguas prescripciones. La alusi6n a los letrados, mencionados en el discurso (5,20), es polemica. Ante la ensefianza de Jesus, la de los letrados ha perdido su autoridad. Lo que ellos proponian como tradici6n divina deja de aparecer tal a los ojos de las multitudes que han escuchado a Jesus. La doctrina oficial cae en el descredito. Se cierra el contexto del discurso mencionando que grandes multitudes siguen a Jesus despues de su ensefianza, en paralelo con las que lo siguieron hasta el lugar del discurso ( 4,25; 5,1 ). La ensefianza tan nueva y radical de Jesus no ha hecho disminuir su popularidad.
AMBITO UNIVERSAL DEL ISRAEL MESIANICO
Cura a un leproso (Mc 1,40-45; Lc 5,12-16) 2 En esto se le acerc6 un leproso, y se puso a suplicarle: -Sefior, si quieres puedes limpiarme. 3 Extendi6 la mano y lo toc6 diciendo: -jQuiero, queda limpio! Y en seguida qued6 limpio de la lepra. 4 Jesus le dijo: -Cuidado con decirselo a nadie; eso sf, ve a presentarte al sacerdote y ofrece el donativo que mand6 Maises, para que les conste.
Esta escena esta separada de la anterior, como lo muestra la orden de Jesus al leproso: «Cuidado con decirselo a nadie», que resultaria imposible de colocar en un contexto de multitudes que siguen a Jesus (8,1). El leproso es el prototipo del marginado. La lepra, en sus multiples variedades de erupciones de la piel, ademas de ser repelente por su apariencia, era considerada como causante de impureza religiosa; es decir, el hombre afectado de tal enfermedad no podia tener acceso a Dios. En J erusalen, lugar del templo y del culto oficial, no tenian entrada los leprosos, que habrian impurificado la ciudad santa. Les estaba prohibido acercarse a los sanos. Este hornbre, sin embargo, ve en Jesus la posibilidad de salir de su marginaci6n y, contra la que estaba mandado, tama la iniciativa y se acerca a Jesus, esperando de el la curaci6n. EI termino que usa, «limpiarse», tenia una triple acepci6n: 1) rnaterialmente limpio 0 sucio; 2) medicamente limpio (de piel sana) a sucia (leproso); 3) religiasamente limpio/pura o sucia/ irnpuro (aceptado a rechazado por Dias). Solamente las sacerdotes, mediante ritos en el ternpla, padian declarar al hombre libre de la impureza religiosa despues de constatar su curaci6n fisica. Al acercarse a Jesus, el leprasa le pide sencillamente la salud. Un israelita abservante habria expresado su rechazo por el leproso, distanciandose de el por temor a contraer impureza. La Ley prohibia tocar a una persona impura (Lv 5,3), pues su contacto transmitia impureza (cf. Nm 5,2); segtin ella, Dias sancionaba la marginaci6n. En lugar de rechazar al hombre, Jesus la toca, violando la Ley; muestra asi que en nombre de Dias no se puede rnarginar al hombre. El resultado no es que Jesus quede impuro, sino que el lepraso queda limpia. La violaci6n de la Ley ha perrnitida la curaci6n del hombre; la Ley era el obstacula que
8,5-13:
EL CRIADO DEL CENTURION
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impedia la relaci6n humana y la relaci6n con Dios. Jesus distingue entre la impureza fisica (la enfermedad) y la religiosa, y no acepta la segunda. La enfermedad no separa al hombre de Dios, porque no viene de el ni es efecto de un castigo divino o maldici6n, como se pensaba en el judaismo. Jesus no quiere que se divulgue la noticia. Recomienda al hombrc que cumpla con los ritos de purificaci6n, para que conste oficialmente su. curaci6n y pueda ser aceptado por la sociedad en que vive. Jesus distingue, pues, dos aspectos de la Ley: uno religioso, que el no acepta ni respeta; otro social, como c6digo de costumbres que organiza una comunidad humana; como tal, manda respetarla; para hacer posible la integraci6n del hombre en su medio. Con su acci6n niega Jesus · el valor religioso de las prescripciones de la Ley y relativiza las instituciones israelitas. Este episodio puede relacionarse con el compendio hecho por Jesus de la moral del AT (7,12). Si la conducta prescrita por la Escritura puede resumirse en el buen comportamiento con los demas, caen por tierra todos los preceptos rituales. N6tese que antes del discurso no se mencionan leprosos entre los enfermos curados por Jesus (4,24). El leproso es figura de todo marginado por motivo religioso. De ahi el episodio siguiente.
El criado de! centuri6n (Lc 7,2-10; Jn 4,43-54) 5 Al entrar en Cafarnaun se le acerc6 un centuri6n 6 rogandole: -Sefior, mi criado esta echado en casa con paralisis, sufriendo terriblemente. 7 Jesus le contest6: -Voy yo a curarlo. 8 EI centuri6n le replic6: -Sefior, yo no soy quien para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi criado se eure. 9 Porque yo, que soy un simple subordinado, tengo soldados a mis 6rdenes, y si le digo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le digo a mi siervo que haga algo, lo hace. 10 Al oir esto, Jesus dijo admirado a los que lo segufan: -Os aseguro que en ninglin israelita he encontrado tanta fe. 11 Os digo que vendran muchos de Oriente y Occidente a sentarse a la mesa con Abrahan, Isaac y Jacob en el reino de Dios; 12 en cambio, a los ciudadanos del reino los echaran
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EL ISRAEL MESIANICO
afuera, a las tinieblas. Alli sera el llanto y el rechinar de dientes. 13 Y al centuri6n le dijo: -Vete; lo que has creido, que se te cumpla. Y en aquel momento se puso bueno el criado. Jesus vuelve a Cafarnailn, ciudad donde se habia instalado (4,13). La escena que sigue tiene relaci6n con la anterior. EI centuri6n pagano es tambien religiosamente impuro, por no pertenecer al pueblo de Israel. No se debia entablar conversaci6n con paganos ni mucho menos ir a su casa (cf. Hch 10,28). EI pagano ruega a Jesus por un criado que tiene en casa paralitico con grandes dolores. Despues del episodio del leproso, que muestra que Jesus no respeta las prohibiciones de la Ley sobre lo impuro, hay que interpretar la reacci6n de Jesus como positiva: esta dispuesto a ir a casa del pagano y curar al enfermo. La salvaci6n que Jesus trae es universal y Iio reconoce fronteras entre hombres o pueblos. El centuri6n, en su respuesta, se declara indigno de recibir en su casa a Jesus. Es consciente de su inferioridad como pagano, pero eso le da ocasi6n para mostrar la calidad de su fe. Acostumbrado a ser obedecido, ve en Jesus una autoridad absoluta capaz de sacar al hombre de la paralisis. No hay acci6n de Jesus con el enfermo, el centuri6n le pide solamente una palabra. Alude Mt a la misi6n entre los paganos, que, sin haber tenido contacto directo con Jesus, experimentan la salvaci6n que de el procede. EI hecho de no ir a la casa adquiere entonces todo su relieve. La presencia fisica de Jesus no es necesaria. La salvaci6n de los paganos se realizara a traves del mensaje. La fe del pagano suscita la admiraci6n de Jesus y da pie al contraste con la poca adhesi6n que encuentra en Israel. Jesus ve que su mensaje va a suscitar mejor respuesta entre los no judios que entre los israelitas. «Ciudadanos del reino», lit. «hijos del reino». Es modismo semitico comun expresar una relaci6n estrecha por medio del morfema ben (hebreo) o bar (arameo), que, en posici6n independiente, significa «hijo». La relaci6n expresada puede ser muy varia: derecho (ciudadano), destino (destinado a la ruina, 2 Tes 2,3); participaci6n (miembro de la rebeldia = rebelde, Ef 2,2; 5,6); pertenencia (hijo de hombre = individuo de la raza humana) u otras. EI banquete es simbolo del reino de Dios. La curaci6n del criado del centuri6n va a. mostrar que la salvaci6n se extiende a los no judios. Aparecen estos en el reino en uni6n con los tres patriarcas, que presiden el banquete. Los paganos se incorporan al pueblo de Israel.
8,14-17:
CURACIONES
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Los israelitas, que tenian derecho prioritario para entrar en el reino, por su falta de fe, es decir, por no reconocer en Jesus al «Dios entre nosotros» (1,23), seran excluidos del reino. «El llanto y el rechinar de dientes» es una figura usada por Mt para indicar la frustraci6n definitiva (cf. 13,42). La fe en Jesus es condici6n necesaria y suficiente para ser ciudadanos del reino; se derriba la barrera entre Israel y los otros pueblos. Jesus responde al centuri6n y su palabra tiene eficacia inmediata (13). En el contexto de la misi6n entre los paganos, Mt muestra la eficacia de la palabra/mensaje de Jesus para sacar al hombre de su estado sin esperanza.
Curaciones (Mc 1,29-34; Lc 4,38-41) 14 Al llegar Jesus a casa de Pedro encontr6 a la suegra echada con fiebre, 15 le toc6 la mano y se le pas6 la fiebre; ella se levant6 y se puso a servirle. 16 Al anochecer le llevaron muchos endemoniados; con su palabra expuls6 a los espiritus y euro a todos los enfermos, 17 para que se cumpliese lo que dijo el profeta Isaias:
El tom6 nuestras dolencias y quit6 nuestras enfermedades (Is 53,4). 14-15. Pedro es llamado por su sobrenombre, ya mencionado en 4,18. «Servir a Jesus» ( = colaborar con Jesus) se ha afirmado de «los angeles» en el desierto (4,11). Este es el efecto de la curaci6n. La situaci6n de la suegra antes de ser curada es equivalente a la de un paralitico (cf. 9,2), es decir, esta imposibilitada para toda actividad. «La fiebre» impide la actividad, su ausencia permite colaborar con Jesus. Esta oposici6n muestra el sentido teol6gico de la pericopa. «La fiebre», mencionada dos veces (en gr. con verbo y sustantivo de la misma raiz), se asimila por su etimologia al «fuego» (gr. pur,· fiebre: puressousa, puretos). Esta fiebre/fuego que impide colaborar con Jesus en la obra a que llama (4,19: «pescadores de hombres), ha de ponerse en relaci6n con «el fuego» mencionado tres veces por Juan Bautista (fuego del castigo, 3,10.11.12; cf. Eclo 48,1.3.9). «La suegra» representa, pues, al grupo humano al que Pedro se ha vinculado libremente y que profesa la concepci6n mesianica propia del Bautista, la de un Mesias reformista violento, ·que ejerceria inmediatamente un juicio sobre los malvados o pecadores (ef. el «fuegö/celo de Elias», Eclo 48,1.2.4; 1 Re 19,10.14). La curaci6J:l de «la suegra» representa
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el intento de Jesus de liberar a Pedro de esa concepc10n que le impediria el verdadero seguimiento. Basta su contacto «en la mano/brazo», simbolo de la actividad, para liberarla. La pericopa cuadra bien en este contexto, donde Jesus acaba de derribar la barrera que separaba a puros de impuros (2-4 ), a israelitas de paganos (5-13). Para la misi6n pagana que va a comenzar, es necesario liberar al discipulo de su mentalidad nacionalista. 16-17. Efecto de la palabra de Jesus, ya expuesto antes (vv. 8.13) a prop6sito de la curaci6n del pagano y que se verificara despues (8,32) con unos endemoniados tambien paganos. La fuerza de Jesus esta presente en su palabra. «Los espiritus» son agentes que despersonalizan al hombre y que Mt aun no define. Jesus cura a todos los enfermos. Mt ve en esto el cumplimiento de Is 53,4, que trata del Siervo de Yahve. No se atiene, sin'embargo, ni al texto hebreo ni a los LXX; modifica significativamente el texto del profeta (hebreo: «Soport6 nuestros sufrimientos y carg6 con nuestros dolores»; griego: «el lleva nuestros pecados y sufre por nosotros» ); habla simplemente de «tomar/quitar» (para el sentido de bastaz6 en aoristo, cf. 3,11). EI contexto del cantico del Siervo, que trata de sus sufrimientos y muerte (ls 52,13-53,12), muestra que Mt alude a la pasi6n y muerte de Jesus; sera entonces cuando el quite las dolencias y enfermedades de la humanidad. Aparece el sentido que Mt quiere dar a las curaciones: son expresi6n de la salvaci6n integral que efectuara Jesus.
Seguir a Jesus (Lc 9,57-62) 18 Al ver Jesus que una multitud lo rodeaba dio orden de salir para la otra orilla. 19 Se le acerc6 un letrado y le dijo: -Maestro, te seguire adondequiera que vayas. 20 Jesus le respondi6: --Las zorras tienen madrigueras y los pajaros nidos, pero el Hombre no tiene d6nde reclinar la cabeza. 21 Otro, ya discipulo, le dijo: -Sefior, permiteme ir primero a enterrar a mi padre. 22 Jesus le replic6: -Sigueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Jesus quiere evitar la popularidad de masa. «La otra orilla» correspondia a regiones paganas de Galilea. La expulsi6n de los demonios con su palabra (v. 16) preparaba lo que va a suceder
8,18-22:
SEGUIR A JESUS
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en territorio pagano. Jesus se dispone a salir de los limites de Israel. « Un letrado», cuya doctrina ha desacreditado Jesus con su discurso en eI monte (cf. 7,29). EI letrado reconoce en Jesus un maestro superior a si mismo y se ofrece a seguirlo sin condiciones. Aparece por primera vez en Mt la expresion «el Hijo deI hombre». No articulada ( «hijo de hombre») significa «hombre», individuo de la especie humana; el dobie articulo «el Hijo del hombre» indica unicidad y excelencia: es «el Hombre» acabado, el modeio de hombre, por poseer en plenitud el Espiritu de Dios (3,16). EI Hombre (=el Mesias) tiene una mision que cumplir, cuya urgencia no le permite descanso. EI letrado supone que el camino de Jesus tiene un termino. Jesus lo niega: toda su vida, hasta el momento de su muerte, va a ser una pura entrega, sin instalacion ni descanso. Tal es el camino «deI Hombre». EI discipulo ha de participar en esta mision del maestro. «el Hombre», lit. «el Hijo del hombre». Esta autodesignaci6n que usa Jesus puede corresponder al arameo bar-nas (sin articulo)/bar-nasa (con articulo)/bar adam, o bien al hebreo ben-'adam. Tal incertidumbre acerca de la expresi6n original recomienda cautela en la interpretaci6n del apelativo, pues en los dos 1'.1ltimos casos excluirfa incluso la alusl.6n a Dn 7,13, mientras enlazarfa con Gn 1,26s. La expresi6n aramea significa en todo caso «individuo de la especie humana», «hombre». La Pesitta siriaca traduce con bar-nasa el anthropos griego indeterminado. Con articulo, bar-nafo podria designar al hombre en general; ademas, con o sin articulo, se usaba como peri~ frasis de «YO». Si a principios de siglo esta ultima posibilidad fue ne~ gada por Dalman, estudios mas recientes, apoyados en material m, rehuyendo (cf. Mc 8,31) el empleo de la perifrasis. No es la unica perifrasis que usa Jesus para designarse; cf. 9,15, «el Esposo»; 11,27, «el Hijo»; 12,41s, «el que es mas que Jonas/Salom6n», pero en los sin6pticos es ciertamente la mas frecuente y caracteristica. La usa con frecuencia cuando hace una predicci6n acerca de si mismo, su destino, su vocaci6n. Nunca introduce un dicho ( «el Hombre dice») ni la emplea para dar autoridad a sus palabras. Su futura gloria no le compete en cuanto «el Hombre»; lo asombroso y parad6jico es lo contrario, que «el Hombre» vaya a sentarse a la derecha de Dios 26,64 (cf. Ef 2,5s). La designaci6n «el Hijo» puede tener un timbre de autoridad (11,27), «el Hombre» no. Es un antititulo que denota solidaridad e identificaci6n con los hombres (cf. la kenosis de Flp 2,7); es «el Hombre» el amigo de recaudadores y descreidos (11,19), el que ha venido a servir y a dar su vida (20,28). La autodesignaci6n de Jesus es un testimonio de su dedicaci6n a la Humanidad. Esta denominaci6n corresponde a Jesus en virtud de la bajada del Espiritu sobre el; la aparici6n de este en forma de paloma, que alude al Espiritu creador, significa precisamente que su obra en Jesus consiste en terminar en el la creaci6n del hombre, en llevarlo a la plenitud de lo humano (cf. 3,16). Jesus es «el Hombre» porque posee el Espiritu de Dios. Por ello, la denominaci6n es extensiva: aunque designa primordial y principalmente a Jesus, se aplicara a todos aquellos que reciban de el el Espiritu (cf. 3,11) y, siguiendo a Jesus, lleguen a la plenitud humana. «EI Hombre» se opone a «hombres/hombre» (cf. 17,22; 26,24), que designa a los que no poseen el Espiritu de Dios, a los que, con su conducta, se cierran el camino de la plenitud humana. Esta designaci6n implica, ademas, que no hay personas privilegiadas en el grupo de Jesus; reduce a la nada toda diferencia y pone al alcance de cualquiera la plena posibilidad de identificarse con el; no hace falta riqueza ni rango, basta la condici6n humana. Devuelve al hombre lo esencial, su humanidad, imagen de Dios (Gn 1,26s). No es imposible que san Pablo se haya inspirado en esta designaci6n para su doctrina sobre «el segundo Adan ( = el hombre )», en oposici6n al primero (cf. Rom 5,14ss; 1 Cor 15,45ss). N6tese la traducci6n de «Hijo del hombre» (Mc 10,45) por «hombre» (1 Tim 2,5s). Se le acerca despues un discipulo que quiere cumplir con los deberes de piedad para con el padre difunto, poniendolos por encima de la urgencia de la tarea. Jesus lo disuade. La urgencia de la misi6n es tan grande, que no deja tiempo ni para los deberes mas elementales. Sin embargo, tomado literalmente, el dicho de Jesus es tan brutal, que hay que pensar en un sentido teol6gico. «El padre» representa la tradici6n, el modelo al que hay que ajus-
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EL ISRAEL MESIANICO
tarse. De hecho, «abandonar al padre» (4,22) significa independizarse de la tradici6n transmitida por el. Jesus no tiene padre humano y el discipulo ha de renunciar al propio. «Enterrar al padre» indica la veneraci6n, el respeto y estima por el pasado que representa. La orden de Jesus puede significar que el discipulo, que ya lo sigue, tiene que desentenderse de ese pasado, romper su dependencia de tradiciones humanas (cf. 23,9). «Los muertos» mencionados en primer lugar son los que profesan esas tradiciones; «sus muertos» son figura de las tradiciones mismas. EI mundo de la tradici6n es un mundo de muerte. La tradici6n muerta engendra muertos. El discipulo mostraba, por tanto, no haber roto definitivamente con su pasado, considerarlo aun como un valor positivo. La menci6n del padre pone este episodio en relaci6n con la llamada de Eliseo, que pidi6 permiso a Elias para despedirse de su padre (1 Re 19,20). La diferencia esta en que en el AT la tradici6n (el padre) estaba viva, mientras que para Jesus esta muerta. La escena remite, pues, a la llamada de Simon y Andres (4,19); la invitaci6n que hace Jesus a seguirlo ofrece al mismo tiempo la comunicaci6n del Espiritu.
Calma el temporal (Mc 4,35-41; Lc 8,22-25) 23 Subi6 Jesus a la barca y sus discipulos lo siguieron. 24 De pronto se levant6 un temporal tan fuerte que la barca desaparecia entre las olas; el dormia. 25 Se acercaron los discipulos y lo despertaron gritandole: -jAuxilio, Seiior, que perecemos! 26 EI les dijo: -(Por que sois cobardes? jQue poca fe! Se puso en pie, increp6 a los vientos y al mar y sobrevino una gran calma. 27 Aquellos hombres se preguntaban admirados: -( Quien puede ser este que hasta el viento y el mar le obedecen?
Los discipulos siguen a Jesus, aceptando el itinerario hacia los paganos. Mt utiliza un termino extrafio para designar el temporal: «seismo», que se aplica a los terremotos (cf. 24,7; 27,54; 28,2). Insinua asi el sentido particular de la tempestad. La presencia de la barca que lleva a Jesus y a los discipulos produce el «terremoto»; es como si en el mar temblara la tierra. La barca y sus ocupantes estan en peligro.
8,28-9,1:
LOS DOS ENDEMONIADOS
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El termino «seismo/terremoto», que no se aplica al mar, sefiala la oposici6n al viaje de Jesus y los discipulos; simboliza la resistencia del paganismo a la misi6n. Mt no ha sefialado que Jesus se echara a dormir. Sin embargo, los discipulos lo encuentran dormido. El suefio de Jesus, que simboliza su ausencia, indica solamente que los discipulos no son conscientes de su presencia hasta el momento del peligro. El miedo de los discipulos ante la resistencia del paganismo muestra su falta de fe. Jesus se dirige a ellos antes que a la tempestad, cuya causa eran «los vientos» y el mar. Se admiran «los hombres», termino contrapuesto a «el Hijo del hombre/el Hombre» (v. 20); Süll los que aun no poseen el Espiritu y, en la estrechez de su experiencia, no pueden comprender al HombreDios. Su pregunta es una puerta para la fe. La pericopa presenta numerosos paralelos con la siguiente, donde Jesus libera a los endemoniados gadarenos. Es tos salen a su encuentro como si esperasen su llegada, quieren impedir su acci6n y le suplican que no los atormente. Todo esto supone que la tierra de los gadarenos sabia ya quien llegaba y para que. N6tese, ademas, el paralelo entre «los vientos» (26) y los «demones» que expulsara Jesus (31). Estos datos confirman que la tempestad que se opone a la ida de Jesus a Gadara representa la resistencia y oposici6n del paganismo a recibir el mensaje de Jesus. Son «los demonios» del pais pagano los que provocan la tempestad para impedirlo. En este enfoque se explica tambien el panico de los discipulos, que han seguido a Jesus en la misi6n (23). Esta les parece superior a sus fuerzas. Ante la hostilidad del paganismo, la comunidad de Jesus (la barca) parece que va a ser destruida. La presencia de Jesus, sin embargo, aunque aparentemente inactivo ( «dormir» pu(!de significar el tiempo despues de su muerte, cf. 9,24), basta para asegurar la persistencia de la comunidad. La acci6n de calmar los vientos y el mar esta, por tanto, en paralelo, con la expulsi6n de los demonios en el episodio que sigue. Los discipulos no comprenden aun la calidad del Hombre-Dios.
Los das endemoniados (Mc 5,1-20; Lc 8,26-39)
Lleg6 el a la otra orilla, a la regi6n de los gadarenos. Desde el cementerio dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan peligrosos que nadie se atrevia a transitar por aquel camino. 29 De pronto empezaron a gritar: -(Que tienes tu contra nosotros, Hijo de Dias? cHas venido aqui a atormentarnos antes de tiempo? 28
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31
EL ISRAEL MESIANICO
30 Una gran piara de cerdos estaba hozando a distancia. Los demonios le rogaron: -Si nos echas, mandanos a la piara. 32 Jesus les dijo:
-Id. Salieron y se fueron a los cerdos. De pronto la piara entera se precipit6 al mar, acantilado abajo, y muri6 ahogada en el agua. 33 Los porquerizos salieron huyendo, llegaron a la ciudad y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. 34 Entonces la ciudad entera sali6 a donde estaba Jesus y, al verlo, le rogaron que abandonase su territorio. 9 1 Subi6 a una barca, cruz6 a la otra orilla y lleg6 a su propia ciudad. Gadara, en el lado oriental del lago, a unos diez kil6metros al sur de la desembocadura del Jordan. Los endemoniados salen al encuentro de Jesus desde el cementerio. Viven con los muertos, estan en la condici6n de muertos en vida. A su impureza como paganos aiiaden la del contacto con la muerte. Corno se ha notado, salen al encuentro de Jesus como si supieran que habia de llegar (conexi6n con la pericopa anterior). Son muy violentos y era peligroso pasar por aquel camino. Este rasgo indica que los endemoniados no representan simplemente al pueblo pagano de Gadara, sino a una parte de el que vive marginada en condici6n inhumana (en el cementerio) y en rebeli6n respecto a la sociedad. Representan, pues, a una clase oprimida. Estos endemoniados se resisten a la acci6n de Jesus, como lo indican sus gritos: «i,Que tienes tu contra nosotros?». Reconocen al mismo tiempo su condici6n divina: «Hijo de Dias», concepto familiar al mundo pagano, aunque no con Ja dimensi6n teol6gica que le atribuye Mt. Sahen que Jesus va a atormentarlos «antes de tiempo», cuando aun no se les ha presentado la ocasi6n propicia. Hablan los hombres, llevados por el espiritu diab61ico. El verbo «atormentar» pone a esta pericopa en relaci6n con la del criado del centuri6n, «que sufria terriblemente» (8,6). Hay un paganismo que esta paralizado, es decir, privado de vida, pero que espera la salvaci6n de Jesus (8,6); hay otro que la rechaza, porque esta endemoniado. En el primer caso se trataba del criado que habitaba en «la casa» de su amo (el centuri6n); en el segundo, los sometidos en rebeldia, que habitan «en el cementerio», lugar de muerte. Lo que produce la violencia de estos hombres son los demonios que los poseen; estos pueden identificarse con «el espiritu de violencia». Par eso se resisten a ser liberados de ese espiritu, que mantiene su rebeldia, aunque los reduce a un estado de muerte.
9,2-8:
CURA A UN PARALITICO
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Jesus no pronuncia palabra, pero los demonios ( «demones», termino pagano) conocen su derrota. Habia alli a distancia una piara de cerdos; se trata evidentemente de pais pagano. EI cerdo era animal impuro. La piara es numerosa, representa un capital considerable. En el judaismo del tiempo, el cerdo era simbolo de Roma, el poder pagano que dominaba al pueblo judio (cf. Sal 80,14 ). La piara representa, pues, al poder politico, posesor de la riqueza y opresor del pueblo. Los demonios, impuros, vuelven a su lugar natural, los cerdos impuros. El espiritu de violencia de los oprimidos procede de la violencia del sistema opresor. En Ja liberaci6n que hace Jesus se encuentra la ruina del sistema opresor (los cerdos que perecen en las aguas ). Toda la ciudad sale al encuentro de Jesus (34), frase en paralelo con la del principio (28): los dos endemoniados salieron del cementerio al encuentro de Jesus. El paralelo indica que los habitantes de la ciudad estaban poseidos del mismo espiritu. Ruegan a Jesus que se marche de su territorio. Continua la oposici6n ex~ presada por la tempestad (8,24) a la actividad de Jesus en territorio pagano. Era efiales tan espectaculares como las del exodo de Egipto. El tema de los panes concreta la sefi.al del cielo en un portento semejante al del mana (el mana, pan del cielo, cf. Ex 16,15; Nm 11,7-9; Sal 78,24; Neh 9,15). El deseo de sefi.ales espectaculares para la manifestaci6n del Mesias corresponde a la primera y segunda tentaci6n de! desierto (4,1-7). Si los discipulos participan de la expectaci6n de los adversarios de Jesus, no podran entender su mesianismo.
RECONOCIMIENTO DEL MESIAS
(Mc 8,27-30; Lc 9,18-21) u Al llegar a la regi6n de Cesarea de Filipo, Jesus pregunt6 a sus discipulos: -i:Ouien dice Ia: gente que es el Hombre? 14 Contestaron ellos: -Unos que Juan Bautista, otros que Elias, otros que Jeremfas o uno de los profetas. 15 EI les pregunt6: -Y vosotros, i:quien decis que soy yo? 11
162
LAS SENALES DEL EXODO DEL MESIAS
Simon Pedro tomo la palabra y dijo: -Tu eres el Mesias, el Hijo de Dios vivo. 17 Jesus le respondio: -jDichoso tu, Simon, hijo de Jonas! Porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre del cielo. 18 Ahora te digo yo: Tu eres Piedra, y sobre esa roca voy a edificar mi Iglesia, y el poder de la muerte no la derrotara. 19 Te dare las llaves del reino de Dios; asi, lo que ates en la tierra quedara atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo. 20 Y prohibio terminantemente a los discipulos decirle a nadie que el era el Mesias. 16
13. EI paso a la parte pagana del lago (16,5) tenia por objeto salir del territorio judio. Cesarea de Filipo era la capital del territorio gobernado por este tetrarca, hermano de Herodes Antipas (cf. Lc 3,1). Para proponer a sus discipulos la cuesti6n de su identidad, Jesus los saca del territorio donde reina la concepci6n del Mesias davidico. Primera pregunta: cual es la opini6n de la gente (los hombres) sobre Jesus ( «el Hijo del hombre» = «el Hombre» ). EI Hombre es el portador del Espiritu de Dias (cf. 3,16s); por contraste, «los hombres» en general son los que no estan animados por ese Espiritu, los que no descubren la acci6n divina en la realidad de Jesus. «EI Hombre/este Hombre»: la expresi6n se refiere claramente a Jesus, en paralelo con la primera persona («yo») de la pregunta siguiente (15). Este pasaje muestra con toda evidencia que Mt no interpreta «el Hijo del hombre» como un titulo mesianico. Resultaria ridiculo que Jesus, cuando va a proponer a los discipulos la pregunta decisiva, les de la soluci6n por adelantado; incomprensible seria, ademas, la declaraci6n de que Pedro habia recibido tal conocimiento por revelaci6n del Padre (17), si Jesus mismo se lo habia dicho antes. 14. La gente asimila a Jesus a personajes conocidos del AT. 0 bien es una reencarnaci6n de Juan Bautista (cf. 14,2) o Elias, cuyo retorno estaba anunciado por Mal 3,23; Eclo 48,10. Para Jeremias, cf. 2 Mac 15,13ss. En todo caso, ven en Jesus una continuidad con el pasado, un enviado de Dias como los del AT. No captan su condici6n unica ni su originalidad. No descubren la novedad del Mesias ni comprenden, por tanto, su figura. 15-16. Pregunta a los discipulos, que han acompafiado a Jesus en su actividad y han recibido su ensefianza. Simon Pedro (nombre mas sobrenombre por el que era conocido, cf. 4,18; 10,2) toma la iniciativa y se hace espontaneamente el portavoz del grupo.
16,13-20:
RECONOCIMIENTO DEL MESIAS
163
Las palabras de Pedro son una perfecta profesion de fe cristiana. Mt no se contenta con la expresion de Mc 8,29: «Tu eres el Mesias», que Jesus rechaza por reflejar la concepcion popular del mesianismo (cf. Lc 9,20: «el Mesias de Dios» = «el Ungido por Dios» ). La expresion de Mt la completa, oponiendo el Mesias Hijo de Dios (cf. 3,17; 17,5) al Mesias hijo de David de la expectacion general. «Hijo» se es no solo por haber nacido de Dios, sino por actuar como Dios mismo. «El hijo de Dios» equivale a la f6rmula «Dios entre nosotros» (1,23). «Vivo» (cf. 2 Re 19,4.16 [LXX]; Is 37, 4.17; Os 2,1; Dn 6,21) opone el Dios verdadero a los fdolos muertos; significa el que posee la vida y la comunica: vivo y vivificante, Dios activo y salvador (Dt 5,26; Sal 84,3; Jr 5,2). Tambien el Hijo es, por tanto, dador de vida y vencedor de la muerte. 17. A la profesion de fe de Simon Pedro responde Jesus con una bienaventuranza. Llama a Pedro por su nombre: «Simon». «Bar-Jona» puede ser su patronfmico: hijo de Jonas; se ha interpretado tambien como «revolucionario», en paralelo con Simon el Fanatico o zelota ( 10,4 ). Jesus declara dichoso a Simon por el don recibido. Es el Padre de Jesus (correspondencia con «el Hijo de Dios vivo») quien revela a los hombres la verdadera identidad de este. Relacion con 11,25-27: es el Padre quien revela el Hijo a la gente sencilla y el Hijo quien revela al Padre. Pedro pertenece a la categorfa de los sencillos, no a la de los sabios y entendidos, y ha recibido esa revelacion. Es decir, los discfpulos han aceptado el aviso de Jesus de no dejarse influenciar por la doctrina de los fariseos y saduceos (16,12) y estan en disposicion de recibir la revelacion del Padre, es decir, de comprender el sentido profundo de las obras de Jesus, en particular de lo expresado en los episodios de los panes (cf. 16,9s). Han comprendido que su mesianismo no necesita mas sefiales para ser reconocido. La revelacion del Padre no es, por tanto, un privilegio de Pedro; esta ofrecida a todos, pero solo los «sencillos» estan en disposicion de recibirla. Se refiere al sentido de la obra mesianica de Jesus. «Mi Padre del cielo» esta en paralelo con «Padre nuestro del cielo» (6,9). Los que reciben del Padre la revelacion sobre Jesus son los que ven en Jesus la imagen del Padre (el Hijo), y los que reciben de Jesus la experiencia de Dios como Padre (bautismo con Espfritu Santo) pueden invocarlo como tal. 18. Jesus responde a la profesion de fe de Pedro (16: «Tu eres»; 18: «Ahora te digo yo: Tu eres» ). Lo mismo que, en la declaracion de Pedro, «Mesias» no es un nombre sino indica una funcion, asf «Piedra» en la declaracion de Jesus. Hay en ella dos terminos, «piedra» y «roca», que no son equivalentes. En griego, petros es nombre comun, no propio, y significa una piedra que puede moverse e incluso lanzarse (2 Mac 1,16; 4,41:
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LAS SENALES DEL EXODO DEL MESIAS
piedras que se arrojan). La «roca», en cambio, gr. petra, es simbolo de la firmeza inconmovible. En este sentido usa Mt el termino en 7,24.25, donde constituye el cimiento de «la casa», figura de! hombre mismo. De hecho, los pasajes de 7,24s y 16,16-18 estan en paralelo. En el primero se trata de la vida individual de! seguidor de Jesus; en el segundo, de la vida de su comunidad. La primera se concibe como una casa; la segunda, como una ciudad (iglesia) (cf. 27,53), es decir, como una sociedad humana. Puede expresarse el paralelo de este modo: 7,24-45 escuchar y practicar sus palabras [sensato]
16,16.17-18 profesar la fe en Jesus
[piedra]
el hombre funda sobre la roca su casa
Jesus funda sobre la roca su ciudad
ataque (elementos)
ataque (la ciudad enemiga)
victoria (no caera)
victoria (no la derrotara)
En el primer caso, la roca es la praxis del hombre, consecuencia de su adhesi6n a Jesus; en el segundo, la fe en Jesus como Mesias Hijo de Dios vivo, que ha de expresarse en una praxis determinada. EI hombre que pone en practica las palabras de Jesus es «sensato» porque construye bien; el hombre que profesa la fe en Jesus es «piedra», es decir, es id6neo para ser utilizado en la construcci6n de la nueva ciudad. Tambien en arameo se observa la misma diferencia entre «piedra» (kepha) y «roca» (fo'a), aunque la lfnea divisoria entre los dos terminos no es exactamente la misma que en griego. «La roca» (fo'a) significa la solidez y firmeza absoluta y no puede ser hendida ni sacudida. Asi la
usa la traducci6n siria en Mt 7,24.25. Cuando una roca puede ser hendida, el siriaco no usa fo'{i sino kepha, asi en Mt 27,51. Se tiene, por tanto, que en esa lengua la oposici6n es aun mas fuerte que en griego: kepha es una piedra o roca que no ofrece garantia de estabilidad ni firmeza total; fo'a, en cambio, es el simbolo de la firmeza absoluta, correspondiente al hebr. sur. Es claro que la roca sobre la que Jesus funda su ciudad no puede ser de ningiln modo traducida por kepha, v que el apelativo de Sim6n no equivale a «roca».
16,13-20:
RECONOCIMIENTO DEL MESIAS
165
En este pasaje expone Mt su tratado sobre la fe en Jesus. Esta es la que permite la construcci6n de una sociedad humana nueva, la «iglesia de Jesus» o Israel mesianico (cf. ekklesia, la asamblea del Sefi.or del antiguo Israel, Dt 23,2-4; Jue 20,2), que equivale al reinado de Dias en la tierra, al reino del Hombre (13,41). Su base inamovible es la fe en Jesus como Mesias hijo de Dias vivo. Todo el que de tal adhesi6n a Jesus sera «piedra» utilizable para la construcci6n de la ciudad. «El poder de la muerte», lit. «las puertas del Abismo», o reino de la muerte. Se representa el reino de la muerte como una ciudad rival, como una plaza fuerte con puertas que representan su poder y que combate la obra de Jesus (cf. Is 38,10; Job 38,17; Sal 9,14; 107,18; Sab 16,13). «No la derrotara» indica la victoria sobre la muerte, la indefectibilidad de la ciudad de Jesus, la permanencia del reino de Dias; pero no solamente en su etapa terrestre, sino incluso a traves de la muerte misma, Jesus es el dador de vida ( «el Hijo de Dias vivo») y su obra no puede estar sujeta a la muerte. Se refleja aqui el contenido de la ultima bienaventuranza, que anunciaba la persecuci6n para los que son fieles a la opci6n propuesta por Jesus (S,lOs). Tambien otros pasajes, por ej„ el ya citado de 7,24s y el de 10,28, sobre no temer a los que pueden matar el cuerpo. 19. Con dos imagenes paralelas se describen ciertas funciones de los creyentes. En la primera, el reino de Dias se identifica con la iglesia o comunidad mesianica. Continua la imagen de la ciudad con puertas. Los creyentes, representados por Pedro, tienen las llaves, es decir, son los que abren o cierran, admiten o rechazan (cf. Is 22,22). Se opone esta figura a la que Jesus utilizara en su denuncia de los fariseos (23,13), quienes cierran a los hombres el reino de Dias. La misi6n de los discipulos es la opuesta: abrirlo a los hombres. Sin embargo, no todos pueden ser admitidos, o no todos pueden permanecer en el, y esto se explicita en la frase siguiente. «Atar, desatar» se refiere a tomar decisiones en relaci6n con la entrada o no en el reino de Dios. La expresi6n es rabinica. Procede de la funci6n judicial, que puede mandar a prisi6n y dejar libre. Los rabinos la aplicaron a la explicaci6n de la Ley con el sentido de declarar algo permitido o no permitido. Pero, en este pasaje, el paralelo con las llaves muestra que se trata de acci6n, no de ensefi.anza. El pasaje no esta aislado en Mt. Su antecedente se encuentra en la curaci6n del paralitico, donde los espectadores alababan a Dias «por haber dado tal autoridad a los hombres» (9,8). La «autoridad» de que habla el pasaje esta tipificada en Jesus, el que tiene autoridad para cancelar pecados en la tierra (9,6). Esa misma es la que transmite a los miembros de su comunidad ( «desatar» ). Se. trata
166
LAS SENALES DEL EXODO DEL MESIAS
de borrar el pasado de injusticia permitiendo al hombre comenzar una vida nueva en la comunidad de Jesus. Otro pasaje que explica el alcance de la autoridad que Jesus concede se encuentra en 18, 15-18. Se trata alli de excluir a un miembro de la comunidad ( «atar») declarando su pecado. Resumiendo lo dicho: Sim6n Pedro, el primero que profesa la fe en Jesus con una f6rmula que describe perfectamente su ser y su misi6n, se hace prototipo de todos los creyentes. Con estos, Jesus construye la nueva sociedad humana, que tiene por fundamento inamovible esa fe. Apoyada en ese cimiento, la comunidad de Jesus podra resistir todos los embates de las fuerzas enemigas, representadas por los perseguidores. Los miembros de la comunidad pueden admitir en ella (llaves) y asi dar a los hombres que buscan salvaci6n la oportunidad de encontrarla; pueden tambien excluir a aquellos que la rechazan. Sus decisiones estan refrendadas por Dios mismo. 20. La f6rmula que Jesus prohibe divulgar no es la misma que Pedro ha expresado, sino mas breve: que es el Mesias. Esta expresi6n aislada daria pie al equivoco: la gente la interpretaria en el sentido corriente, del Mesias davidico nacionalista y violento.
IV
RESISTENCIA DE LOS DISCIPULOS AL MESIANISMO DE /ESUS
(16,21-20,34)
A.
VERDADERO Y FALSO MESIANISMO (Mc 8,31-9,1; Lc 9,22-27)
Predice la Pasi6n Desde entonces empez6 Jesus a manifestar a sus discipulos que tenia que ir a Jerusalen, padecer mucho a manos de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer dia. 22 Entonces Pedro lo tom6 aparte y empez6 a increparlo: -jLibrete Dias, Seiior! jNo te pasara a ti eso! 23 Jesus se volvi6 y dijo a Pedro: -jVete! jQuitate de en medio, Satanas! Eres un tropiezo para tni, porque tu idea no es la de Dias, sino la humana. 24 Entonces dijo a los discipulos: -EI que quiera venirse, conmigo, que reniegue de si mismo; que cargue con su cruz y entonces me siga. 25 Porque si uno quiere salvar su vida, la perdera; en cambio, el que pier" da su vida por mi, la encontrara. 26 Y luego, , que coloca el episodio en un marco hist6rico y temporal concreto. «Senadores»: gr. presbuteroi (lit. «ancianos»; el latin senator deriva de senex, senior, «anciano» ). Eran los miembros del Gran Consejo (Sanhedrin) pertenecientes a la aristocracia seglar, constituida por los grandes terratenientes; formaban el nucleo del partido saduceo. «Sumos sacerdotes»: la aristocracia sacerdotal, constituida por los altos cargos de la jerarquia, cuyo primado era «el sumo sacerdote». Pertenecian, como los senadores, al partido saduceo. «Letrados»: el tercer grupo del Gran Consejo, miembros en su mayoria del partido fariseo (cf. 2,4 ). EI Gran Consejo, representante de todas las clases dirigentes, poder del dinero, lideres religiosos e intelectuales, va a pasar a Ia acci6n contra Jesus. EI destino de este esta seiialado por la muerte; esta va a ser la ultima palabra de los dirigentes, su intento de destruir al Hombre, y la pronunciaran en nombre de Dios, de «SU» dios. Pero Dios mismo la desautorizara resucitando a Jesus, dandole de este modo la raz6n a el, no a «sus representantes». Con Ia resurrecci6n, Dios va a refrendar la palabra y la actividad de Jesus, poniendose en contra de quienes lo han condenado. EI verbo «tenia que» (gr. dei) indica una necesidad que entra dentro del designio divino. Este consiste en que Jesus salve a su pueblo {1,21) aun a costa de su vida misma. No es que Dios quiera y haya decidido la muerte de Jesus, sino que esta es inevitable dada la oposici6n de los dirigentes al mesianismo que el encarna; Jesus Mesias, cuya misi6n consiste en liberar de la opresi6n religioso-politica ( exodo) ejercida sobre Israel por las instituciones y sus representantes, tiene necesariamente que sufrir la oposici6n implacable de esas autoridades, que lo condenaran a muerte. «Al tercer dia» era f6rmula consagrada para indicar un breve espacio de tiempo. Puede hacer alusi6n tambien a la teofania (cf. Ex 19,lOs.lSs) y a Os 6,2: «al tercer dia nos resucitara». 22. Pedro esta en completo desacuerdo con lo expuesto por Jesus. Ha expresado la fe autentica, pero no acepta 1a praxis que se deriva de ella. Llevandose aparte a Jesus, lo increpa. EI verbo es fortisimo, puesto que Io usa Jesus con los demonios (17,18) o elementos demoniacos (8,26). En general, el uso del verbo indica que el destinatario del reproche se opone al plan de Dios o podria hacerlo si no hiciese lo que se le dice. Pedro, por tanto, considera que el destino expuesto por Jesus es contrario al designio divino. Corno lo expresan sus palabras, se opone a que Jesus muera.
16,21-28: PREDICE LA PASION
171
23. La respuesta de Jesus manifiesta el colmo de la indignaci6n. Pedro encarna a Satanas, es decir, sus palabras concretan la tercera tentaci6n del desierto (4,10). En el encuentro con sus enemigos, Pedro lo tienta a que sea un Mesias poderoso y vencedor. Jesus lo rechaza con el mismo imperativo con que rechaz6 a Satanas: «jVete!»; la segunda parte: >. Mt expone cuidadosamente la vuelta a las condiciones ordinarias.
9. Jesus refiere a «el Hombre» el contenido de la visi6n mesianica. Esto confirma el significado de la dataci6n inicial «Seis dias despues». Identifica ademas al Hombre (el Hijo del hombre) con el Hijo de Dios (v. 5). Comunicarla a otros podria despertar expectativas mesianicas
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VERDADERO Y FALSO MESIANlSMO
falsas, como si su muerte se hiciera innecesaria. En cambio, despues de su muerte, cuando la calidad de su mesianismo no deje lugar a dudas, el relato de esta vision podra iluminar a los demas sobre la experiencia de la resurrecci6n de Jesus. Es la unica vez que Mt emplea el termino «Vision», que se usaba para visiones profäticas (Gn 15,1; Ex 3,3; Dn 2,19; 4,10; 7,2; Job 7,14). Estos tres discipulos seran los que presencien la oracion de Jesus en Getsemani (26,37). Lo que han presenciado deberia servirles para en· tender la realidad que se oculta bajo la angustia de la muerte. 10. Los discipulos han comprendido el alcance mesianico de la transfiguraci6n e intentan compaginar lo que dicen los letrados acerca del Mesias con la realidad de Jesus. 11-12. Jesus alude a Mal 3,23s, texto que menciona la vuelta de Elias, pero lo explica a continuaci6n. La vuelta de Elias ha de interpretarse figuradamente y el resultado de su mision no sera triunfal. Lo mismo sucedera con las profecias mesianicas: todo aspecto triunfal que a ellas se atribuya es falso. Al afirmar Jesus que Elias ha venido ya, echa por tierra la doctrina mesianica de los letrados sobre una restauracion gloriosa. La mision del nuevo Elias, que consistia en preparar al pueblo, ha sido impedida por los que no lo reconocieron y lo trataron a su antojo, dandole muerte. Estos son los dirigentes judios, fariseos y saduceos, a los que Juan se opone desde el principio (3,7), y los miembros del Gran Consejo que no han reconocido a Juan como enviado divino (21,23-27). La realizaci6n del plan divino sobre Israel depende de la respuesta de este a Dios. Dios no se impone forzando la libertad humana ni exime al hombre de su responsabilidad. 13. Mt explicita el dato que en Mc queda solo insinuado. La anunciada vuelta de Elias se ha verificado con la aparicion de Juan Bautista. Se opone asi la ensefianza de Jesus a la de los letrados respecto al Mesias y a su precursor. Mt actua como un letrado instruido en el reino de Dios que interpreta lo antiguo a la luz de lo nuevo (cf. 13,52).
El niiio epileptico (Mc 9,14-29; Lc 9,37-43a) Cuando llegaron adonde estaba la multitud se le acerc6 un hombre 15 que le dijo de rodillas: -Sefi.or, ten compasi6n de mi hijo, que tiene epilepsia y sufre terriblemente: muchas veces se cae en el fuego y otras 14
17,14-20: EL NINO EPILEPTICO
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muchas en el agua. 16 Se lo he trafdo a tus discf pulos y no han sido capaces de curarlo. 17 Jesus contest6: -jGente sin fe y pervertida! tHasta cuando tendre que estar con vosotros? tHasta cuando os tendre que soportar? Traedmelo aquf. 18 Jesus increp6 al demonio y sali6; en aquel momento qued6 curado el chico. 19 Los disdpulos se acercaron a Jesus y le preguntaron aparte: -t Par que raz6n no pudimos echarlo nosotros? :w Les contest6: -Porque teneis poca fe. Os aseguro que si tuvierais fe como un grano de mostaza le diriais a ese monte que se moviera mas alla y se moveria. Nada os seria imposible. 14-15. Esta narraci6n, colocada por los tres evangelios sin6pticos inmediatamente despues de la transfiguraci6n, esta, por tanto, en relaci6n con ella y, en consecuencia, con el problema del mesianismo, que viene tratando Mt desde 16,13. Mt combina en la figura del hijo una multitud de datos: esta «lumitico» o «epileptico», es decir, tiene periodos en que pierde el COntrol; «SUfre terriblemente», es decir, los ataques tienen para el consecuencias muy dolorosas; lo llevan a caer a menudo en el fuego y en el agua. Estas precisiones, narrativamente superfluas pero que Mt, a pesar de abreviar notablemente el texto de Mc, no ha suprimido (cf. Mc 9,22), han de tener un sentido particular. De hecho, pueden ponerse en relaci6n con los , lo haria, y 22 todo lo que pidieseis orando con esa fe lo recibiriais. 18
18-20. Comienza el segundo dia que pasa Jesus en Jerusalen. La higuera, con mucha apariencia, pero sin fruto, esta en paralelo con el templo esplendoroso, pero infiel a su misi6n. Jesus maldice a la higuera, condenandola a la esterilidad, pero el efecto va mucho mas alla de la maldici6n. La higuera se seca de repente. Segun la concepci6n del tiempo, la creaci6n existe por el hombre; lo que es inutil para el no merece ni puede existir. Se descubre como horizonte la destrucci6n del templo, que mas tarde sera predicha por Jesus (24,2). 21. Jesus contesta a la pregunta extraiiada de sus disdpulos. Del caso de la higuera saca una instrucci6n sobre la fe. «Fe sin reservas», lit. «Si tuvierais fe y no admitieseis la duda» (aor.). «El monte ese»: dado el lugar donde se encuentra el grupo (v. 18: «Volvia a la ciudad») puede identificarse con el monte del templo. La lecci6n que Jesus les da, de inmediata aplicaci6n despues de su denuncia del templo, es que la fe sin reservas hara que desaparezca la instituci6n judia que va a matarlo (cf. 17,23).
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«Decir al monte ese» no es una oraci6n, sino una orden. Representa la decisi6n del discipulo de romper radical y definitivamente con la instituci6n judia, como ha hecho Jesus. Esta actitud y la confianza en su eficacia seran las que derriben el sistema enemigo. No hay sistema opresor, por fuerte e inconmovible que parezca, que no pueda ser vencido por esta fe. N6tese el paralelo entre los cerdos (figura del sistema opresor pagano) que se tiran al mar (8,32) y el monte (sistema opresor judio) al que se manda que se tire al mar (21,21). 22. El texto de la ultima frase puede dividirse de ) del hijo desobediente (cf. Eclo 3,7). «La voluntad/designio del Padre» (cf. 7,21; 12,50).
Los adversarios de Jesus responden seglin el claro contenido de la parabola, pero Jesus les lanza inmediatamente la aplicaci6n, que los pone por debajo de las dos categorias mas despreciadas de Israel: recaudadores y prostitutas. En el AT, el conjunto de Israel era el hijo de Dios (Os 11,1; Ex 4,22). Ahora Jesus distingue en Israel dos clases de hijos, que representan a las dos categorias que se distinguian en tiempos de Jesus: los pecadores y los justos (cf. 9,13). Los primeros eran los que no observaban la ley y hacian caso omiso de las prescripciones rabinicas (recaudadores y prostitutas), quienes, segun la doctrina del judaismo, no tenian parte en el mundo futuro; los segundos, los quese preciaban de observar la Ley (aqui, los jefes del pueblo). EI «hoy» de la parabola indica que Dios pide una decisi6n en un tiempo o plazo determinado. La ultima frase se refiere a la situaci6n del momento. Tampoco ahora, despues del tiempo transcurrido y viendo el cambio operado por Juan en los pecadores, han querido comprender el caracter divino de su misi6n. Son las supremas autoridades, entre ellas las religiosas, las que no cumplen la voluntad de Dios. Bajo la respetuosa actitud de los dirigentes hacia Dios, se esconde su .absoluta infidelidad hacia el. La parabola, que denuncia esta hipocresia, es, al mismo tiempo, una Harnada a la conversi6n.
Los vifiadores perversos (Mc 12,1-12; Lc 20,9-19) 33 Escuchad otra parabola: -Habia una vez un propietario que plant6 una vma, la
rode6 con una cerca, cav6 un lagar, construy6 la torre del guarda (Is 5,1-7), la arrend6 a unos labradores y se march6 al extranjero. 34 Cuando lleg6 el tiempo de la vendimia, envi6 criados suyos para percibir de los labradores los frutos que le correspondian. 35 Los labradores agarraron a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. 36 Envi6 entonces otros criados, mas que la primera vez, e
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hicieron con ellos lo mismo. :ri Por ultimo les envi6 a su hijo, diciendose: -A mi hijo lo respetaran. 38 Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: -Este es el heredero: venga, lo matamos y nos quedamos con su herencia. 39 Lo agarraron, lo empujaron fuera de la vifia y lo mataron. 40 Vamos a ver, cuando vuelva el duefio de la vifia, c:que hara con aquellos labradores? 41 Le contestaron: -Hara morir de mala muerte a esos malvados y arrendara su vifia a otros que le entreguen los frutos a su tiempo. 42 Jesus les dijo: -c:Nunca habeis leido en la Escritura:
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto lo ha hecho el Seiior: jque maravilla para nosO'tros!? (Sal 118,22~23). Por eso os digo que se os quitara_ a vosotros el reino de Dios y se le dara a un pueblo que produzca sus. frutos. 44 Ade~ mas, el que caiga sobre esa piedra se estrellara, y si ella cae sobre alguno, lo hara trizas. · 45 ALoir sus parabolas, los. sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que iban por ellos. 46 Aunque estaban deseando echarle mano, tuvierori miedo de las multitudes, que lo tenian por profeta. 43
33. Jesus reclama la atenci6n de los dirigentes para la parabola que sigue ( «escuchad» ). La imagen de la viiia esta tomada de Is 5,ls, citado libremente. «La torre del guarda», lit. «Ulla torre»; se trata de una torrecilla o atalaya para vigilar la viiia, sobre todo en la epoca de la vendimia. Con la especificaci6n «del guarda» se indica la finalidad para la que se construye. La viiia 'como imagen del pueblo elegido era familiar a los judios (cf. Os 10,1; Jr 2,21; Ez 15,lss; 19,lOss; Sal 80,9ss). Para mayor claridad, puede anticiparse el significado de las figuras simb6Iicas que aparecen en esta alegoria: el propietario de la viiia representa a Dios; la viiia, como se ha dicho, a Israel; la plantaci6n y trabajos del dueiio en favor de ella muestran la solicitud y el amor de Dios por el pueblo elegido; los labradores encargados de que la viiia produzca, son figura de los dirigentes; el fruto, como lo indica el paralelo de Is 5,7, es el amor al pr6jimo,
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es decir, el derecho y la justicia; los criados enviados por Dios representan a los profetas; su repetido envio sefiala la constante llamada de Dias a la conversi6n; el Hijo y heredero es Jesus el Mesias. 34-35. «EI tiempo de la vendimia», lit. «el tiempo/momento de los frutos». Dias pide cuentas a los dirigentes; envia dos grupos de criados, que pueden corresponder a los profetas de antes y despues de la deportaci6n a Babilonia. Los malos tratamientos que sufren por parte de los labradores marcan una progresi6n ascendente: apalear, matar, apedrear, mostrando el empeoramiento progresivo de las relaciones del pueblo con Dios. Tanto en el judaismo como en el cristianismo primitivo se habla de la lapidaci6n de los profetas (cf. 2 Cr 24,21; Mt 23,37). 36-37. EI segundo grupo de criados, mas numeroso que el primero, sufre los mismos malos tratos. Los dirigentes tampoco responden a su mensaje. La historia de Israel esta dominada por la infidelidad a Dios. Pasa un periodo de tiempo ( «por Ultimo»). EI duefio esta seguro de que a su hijo lo respetaran; Dias espera siempre una respuesta del hombre. «EI Hijo» es clara alusi6n a Jesus mismo (cf. 2,15; 3,17; 4,3; 8,29; 14,33; 16,16; 26,63; 27,43-54). 38. La expectaci6n del duefio se ve defraudada. Los labradores reconocen inmediatamente al hijo; no hay vacilaci6n, pero deciden matarlo. Su crimen no es consecuencia de un error tragico; tienen plena conciencia de la gravedad de su acci6n. Quieren ser ellos los unicos duefios y sefiores de la vifia, del pueblo de Dias. La parabola se refiere directamente a los dirigentes de Israel, pero indirectamente toca tambien al pueblo, en cuanto este se deja arrastrar y participa de la infidelidad de sus dirigentes. Asi sucedera en el juicio ante Pilato (27,20). 39. «Echar fuera de la vifia» indica la exclusi6n de la sociedad .iudia que los dirigentes decretan contra Jesus. Se juzga al hijo indigno de vivir y aun de morir dentro de su heredad; la vifia ya no le pertenece. «Lo mataron» pone el punto final a la acci6n de los labradores. 40-41. La pregunta de Jesus recuerda la de Is 5,3: «Pues ahora, habitantes de Jerusalen, hombres de Juda, sed jueces entre mi y mi .vifia.» La respuesta de los. dirigentes tiene ecos de la ruina y destrucci6n de Jerusalen, que sera predicha por Jesus mas tarde ( 24 ,2.15ss ). 42. Jesus pone al descubierto la responsabilidad de los dirigentes. La cita de Sal 118,22s supone la costumbre de que un oficial o maestro diera su aprobaci6n a cada uno de los sillares destinados a un edificio; los defectuosos se desechaban. La piedra que
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LOS INVITADOS A LA BODA
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los dirigentes desechan, que se identifica con el Hijo al que expulsan fuera y matan, sera la que corone el nuevo edificio, figura del nuevo pueblo de Dios. No se hace esto por iniciativa de Jesus, sino de Dias mismo, y para los que lo presencian es algo absolutamente ins61ito, pues invierte los valores establecidos en la sociedad israelita. 43. Recoge Jesus el juicio dado por sus adversarios (v. 41) y lo aplica a ellos mismos. La vifia representaba el reinado de Dias. Este va a ejercerse sobre otro pueblo (en singular), es decir, sobre el Israel mesianico, en el que se integraran todas las naciones. Es la adhesi6n a Jesus como Mesfas Hijo de Dias vivo (16,16) la que funda el nuevo edificio y constituye el nuevo pueblo. 44. Si este versiculo es original (cf. Lc 20,18), representa una sfntesis de Dn 2,44s, con un trasfondo de ls 8,14, y expresa el fracaso de toda oposici6n al designio de Dias que se cumple en Jesus, constituido en piedra angular (cf. 7,21-23). 45-46. En lugar de los senadores aparecen ahora los fariseos. Su deseo de prender a Jesus se ve detenido por la opini6n de las multitudes. Estas piensan de Jesus lo mismo que habfan pensado de Juan (cf. 21,26; 21,11). La expectaci6n mesianica expresada en la entrada en Jerusaien no acaba de cuajar.
Los invitados a la boda (Lc 14,15-24) 22 1 De nuevo tomo Jesus la palabra y les hablo en parabolas: - 2 Se parece el reinado de Dios a un rey que celebraba la boda de su hijo. 3 Envi6 criados para avisar a los que ya estaban convidados a la boda, pero estos no quisieron acudir. 4 Volvi6 a enviar criados, encargandoles que les dijeran: -Tengo preparado el banquete, he matado los temeros y los cebones y todo esta a punto. Venid a la boda. 5 Pero los convidados no hicieron caso: uno se marcho a su finca, otro a sus negocios; 6 los demas echaron mano de los criados y los maltrataron hasta matarlos. 7 EI rey mont6 en c6lera y envi6 tropas que acabaron .con aquellos asesinos y prendieron fuego a su ciudad. 8 Luego dijo a sus criados: -La boda esta preparada, pero los que estaban convidados no se la meredan. 9 Id ahora a las salidas de los caminos, y a todos los que encontreis invitadlos a la boda.
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10 Los criados salieron · a los camiiios y reuiiieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llen6 de comensales. · 11 Cuando entr6 el rey a ver a los comensales, repar6 en uno que no iba vestido de fiesta, 12 y le dijo: -Amigo, c:c6mo has entrado aqui sin traje de fiesta? EI otro no despeg6 los labios. 13 Entonces el rey dijo a los servidores: -Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Alli sera el llanto y el rechinar de dientes. 14 Porque hay mas llamados que escogidos.
1-2. Esta parabola responde a la actitud que muestran los sumos sacerdotes y fariseos despues de oir las dos primeras. Dios como rey ha aparecido ya en 6,10; 18,23; la figura del hijo del rey se asocia inmediatamente a Jesus. El reinado de Dios se presenta, por tanto, bajo figura de un banquete de bödas. Jesus mismo se ha presentado como «el Esposo» (9,15) y «el hijö» ha aparecido en la parabola anterior (21,37s). 3-4. «Los criados», en plural; remiteri tambieri a los de ·esä pa· rabola y, como ellos, pueden representar a los profetas (21,36). El llamamiento es tema frecuente en Mt (cf. 2,7.15; 4,21; 9,13; 20,8; 25 ,14 ). La invitaci6n es rechazada tonscientemente ( «IlO quisieron acudir» ). La insistencia del rey enviando otros criados muestra el amor de Dios a Israel, el pueblo que habia elegido. EI banquete esta a punto, con magnificencia real. 5-6. Nuevo y definitivo rechazo de la invitaci6n. Unos reaccionan con total indiferencia, otros con hostilidad, y llegan al asesinato. La situaci6n sigue siendo semejante a la de la parabola anterior (21,35). 7. El desastre anunciado en la parabola (cf. Is 5,24s) corresponde a la destrucci6n de Jerusalen (cf. Mt 21,41), la asesina de los profetas (cf. 23,37s). Mt pone .la destrucci6n de Ia ciudad en conexi6n con el rechazo pertinaz de la llamada divina. 8-9. Sin embargo, el designio de Dios no fracasa. Los que tenian derecho a la invitaci6ri la han rechazado, y por eso se hä.n hecho indignos de ella. Se adivina el tragico destino de Israel. Los nuevos invitados representan al nuevo pueblo que va a constituir el Israel mesianico (cf. 21,43). La distinci6n «buenos y malos» recuerda la paraböla de la red (13,47s; cf. 13,24-30.36-43). EI prop6sito del rey se cumple, la fiesta se celebra con la maxima concurrencia de gente.
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11-13. Escena final inesperada. El rey no solfa comer con sus invitados, sino aparte, pero iba a saludarlos. «Vestido/traje de fiesta», lit. «traje de boda», es decir, traje apto para una boda. Ahora se llama «traje de boda» al de los esposos, en particular al de la novia; los invitados asisten en traje de etiqueta o de fiesta. En el contexto de Mt, el traje de fiesta se identifica con cumplir las condiciones de la adhesi6n a Jesus (5,3-10; 16,24), es decir, con la nueva fidelidad del reino (5,20). Sin ella, no se puede permanecer en la comunidad (cf. 5,19). Han sido invitados «buenos y malos», pero nadie puede seguir en su condici6n de «malo». La suerte de los miembros del Israel mesianico que no respondan al llamamiento recibido sera igual a la del antiguo Israel (cf. 8,12). 14. «Porque hay mas llamados que escogidos», lit. «porque muchos son llamados, mas pocos escogidos». La particula griega gar enlaza directamente con lo que precede, explicandolo. La traducci6n literal resulta entonces incomprensible, pues de los invitados (v. 10: la sala llena) solo uno ha sido expulsado; la conclusi6n obvia seria: «muchos son llamados y la inmensa mayorfa escogidos». Tampoco se resuelve el problema conectando este colof6n con la primera parte de la parabola, pues ninguno de los antiguos invitados era digno del banquete (v. 8) y el dicho habria sonado: «muchos son los Ilamados y ninguno escogido». Resultaria ademas incongruente que Mt enlazara con «porque» la primera parte al colofon, sin hacerlo notar de alguna manera. Hay que buscar, pues, una soluci6n filol6gica, que puede encontrarse teniendo en cuenta el modismo semitico para establecer la comparaci6n de superioridad. Es conocido que, en vez de usar un comparativo, en hebreo y arameo la superioridad se expresa mediante una oposici6n de contrarios, por ejemplo: Rom 9,13: «a Jacob ame, mas a Esau odie» = «ame a Jacob mas que a Esau»; Lc 14,26: «odiar a su padre, etc.»= «amar a Jesus mas que a su padre», interpretado por Mt 10,37; Gn 1,16: «e hizo Dios las dos lumbreras grandes, la lumbrera grande .. .la pequefia» = «la mayor, la menor». En Mt 22,14 la frase indica solo una superioridad numerica, sin referirse a las relativas proporciones: «hay mas llamados que escogidos» (el unico expulsado es paradigmatico), cuadrando asi perfectamente con el contenido del episodio anterior. Aviso a los cristianos, advirtiendoles de la necesidad de responder con una verdadera conversi6n (nuevo traje) al llamamiento gratuito.
Tributo al Cesar (Mc 12,13-17; Lc 20,20-26) 15 Se retiraron entonces los fariseos a elaborar un plan para cazar a Jesus con una pregunta. 16 Le enviaron a sus discipulos con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: -Maestro, sabemos que eres sincero y que ense:fias el camino de Dios con verdad; ademas, no te importa de nadie, porque tu no miras lo que la gente sea. 17 Por eso, dinos que opinas: i:esta permitido pagar tributo al Cesar o no? 18 Calando Jesus su mala intenci6n, les dijo: · -i:Por que me tentais, hip6critas? 19 Ensefiadme la moneda del tributo. Ellos le ofrecieron un denario 2X) y el les pregunt6: -(De quien son esta efigie y esta leyenda? 21 Le respondieren: ___;Del Cesar. Entonces les replic6: -Pues lo que es del Cesar devolvedselo al Cesar, y lo que es de Dios, a Dios. 22 Sörprerididos al oir aquello, lo dejafon alli y se marcharon.
15-16. Los fariseos, conocidos observantes de la Ley, buscan entonces desacreditar a Jesus ante el pueblo ö hacerlo prender por las tropas romanas, haciendo que Jesus pronuncie una declaraci6n comprometedora. ta delegad6n que envfan, ademas de sus propios discipulos, comprende a los herodianos, judios partidarios de la monarquia de Herodes, simpatizantes del poder romano. Se dirigen a Jesus cortesmente («Maestro») y preparan el terreno alabando su ensefianza y su valentia, que no se deja impresionar por la posici6n social de los hombres. 17. La pregunta es neta y pide a Jesus una opini6n autorizada como maestro. Se presentan como israelitas piadosos que tienen un ·escrupulo .de conciencia. Habia sido precisamente la introducci6n del tributo al Cesar la que habia provocado la rebeli6n de Judas en el templo el afio 6 d. C. Los zelotas sostenian que reconocer el sefiorio del emperador mediante el pago del tributo se oponia directamente al primer mandamiento, que manda reconocer a Dios por solo Sefior (Dt 6,5). 18. Jesus no se deja engafiar y denuncia su hipocresia: el escrupulo de que alardean es falso; su unica intenci6n es ponerlo en una situaci6n dificil. Si responde que esta permitido pagar el
22,15-33: TRIBUTO . AL CESAR- LA RESURRECCION
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tributo, se enajena al pueblo y pierde su credito ante el; las autoridades encontrarian el camino despejado para poder prenderlo (cf. 21,46). Si, por el contrario, sostiene que no estaba permitido, inmediatamente seria detenido como sedicioso por la autoridad romana. La pregunta renueva implicitamente la tercera tentaci6n del desierto ( «lPor que me tentais») (cf. 4,8-10). Esperan en realidad que Jesus se declare como un Mesias nacionalista que pretende conquistar el poder en rebeldia contra Roma. La presencia de los herodianos aseguraria la denuncia. Jesus pide una moneda del emperador (un denario), que llevaba su efigie y en la que estaba inscrito su nombre. 21. Para comprender la respuesta de Jesus hay que tener presente la diferencia entre el verbo utilizado por sus adversarios: «pagar/dar tributo al Cesar», y el que usa Jesus: «Devolved al Cesar lo que es del Cesar.» La imagen y leyenda de la moneda muestran quien es su propietario. La idea de ellos es un robo; proponen no pagar el tributo, pero quedandose con el dinero del Cesar. No basta negarse a pagar el tributo, hay que salir de la dependencia econ6mica, rechazando el dinero del Cesar ( «devolved» ); asi no se le reconocera por Seiior ni habra que pagarle tributo. Cuando ellos sean capaces de renunciar a ese dinero y a la riqueza que les procura, podran ser fieles a Dios, a quien
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