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July 9, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 89 INTERVENCIÓN SANITARIA

Capítulo 4 Francisco Martín Rodríguez  Fernando Javier Núñez Crespo

Guía básica de intervención. CROSS™ HAZMAT  

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 I   n  t    e r  n  a  t   i    o n  a l   . T   o  d   o  s  l    o  s   d   e r   e  c  h   o  s  r   e  s   e r  v   a  d   o  s  .

4.1.

Consideraciones iniciales La respuesta ecaz y oportuna a un incidente complejo, como representa una crisis en un entorno NBQ, debe basarse de forma inequívoca en un sistema estructurado y estandarizado de procedimientos operativos y funcionales, conocido y entrenado por todo el sistema encargado de responder a la emergencia. La coherencia de los procedimientos estandarizados garantiza la funcionalidad y operatividad de la respuesta, y de una gestión tácticamente apropiada y puntual ante entornos HAZMA HAZMAT T.

 

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 Analizando de forma sistemática algunos eventos con riesgo NBQ, se ha observado que los factores críticos que garantizan el éxito en la respuesta precisa se basan en la observación, durante la primera hora del incidente, de algunos aspectos que es imprescindible tener en cuenta: •

El mando de más alto nivel en el lugar, junto con la persona del equipo de emergencias con más experiencia en este campo, deben buscar pistas o indicios que hagan sospechar de forma precoz que nos encontramos ante un incidente NBQ.

Figura 59. Detección precoz de entornos HAZMAT Un análisis adecuado del evento, junto con un alto índice de sospecha, y el asesoramiento de especialistas en la materia, debe propiciar la detección precoz de situaciones con riesgo NBQ para poner en marcha de forma temprana los procedimientos necesarios.

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La detección temprana posibilita la adopción de medidas de salud pública en el momento, comenzando por el control de la escena para evitar la difusión del problema y nuevas contaminaciones, siendo prioritario separar a personas y bienes o materiales contaminados del resto. Es necesario establecer un orden y control visible, las barreras se tienen que notar y todo el mundo presente en la escena se tiene que percibir de ello. Durante la fase de respuesta temprana al incidente se deben considerar una serie de factores a tener en cuenta: Localización exacta del lugar, si es posible incluyendo coordenadas GPS y cuantos datos adicionales de localización se puedan aportar: edicios cercanos, lugares públicos, rutas de acceso, etc. Se debe diferenciar si el incidente NBQ es un accidente, o si bien el incidente es un acto premeditado (ataque terrorista, sabotaje, etc.). El manejo del riesgo en el escenario diere radicalmente según esta diferenciación. Existe ya un plan de actuación para este tipo de sucesos en la zona del siniestro, de ser así, están presentes en la escena ya los primeros intervinientes •





Figura 60. Balizamiento del escenario Sólo con un adecuado y oportuno control de la escena se podrá contener en los momentos iniciales la propagación del incidente, que debemos recordar es nuestra máxima prioridad.

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 91

4.1.1.

¿Como mejorar la capacidad de respuesta? El entrenamiento en el manejo de emergencias médicas o de pacientes con trauma grave es complejo y requiere inversión, planicación, constancia, buenos manuales, prácticas regulares para una vez adquiridas las destrezas no perderlas y ser certeros en su ejecución, etc. La formación en la resolución de crisis es aún más difícil, porque en el ideario colectivo, y más aún en el pensamiento de los políticos y dirigentes, está extendida la idea de que es improbable y por lo tanto nunca va a ocurrir, sin embargo, la realidad nos pone en relación con los hechos. Las crisis (limitadas o amplias) ocurren, más cerca o más lejos, pero acaban por producirse, por lo tanto, si no existe la adecuada preparación y el entrenamiento correcto, con simulacros regulares, tanto anunciados como por sorpresa, el sistema de respuesta ante emergencias no estará capacitado para atender este tipo de sucesos, que por denición van a generar (al menos en sus primeras fases) un caos y desorganización de todo el procedimiento habitual de respuesta. Y después de esta argumentación se llega al fondo de la cuestión ¿cómo aumentar la capacidad de respuesta ante incidentes en entornos NBQ? Difícil respuesta. Esta optimización del sistema requiere fondos abundantes, personal especíco, medios materiales complejos, simulacros y formación continuada, educación a los servicios de emergencias y a la población en general, conformar equipos de especialistas HAZMAT y equipos de especialistas en gestión de crisis, etc., condiciones, que salvo una implicación directa de las autoridades es difícil poder llevar a cabo, porque la realidad nos dice que lo que ocurre son otras cosas: •

Como norma ante emergencias de pequeño calibre los profesionales encargados de cuanticar el riesgo tienden a minimizar el potencial del suceso. Esta mala valoración diculta la alarma temprana, que a su vez, ante oelpor miedo a equivocarse por la l a faltade delos datos, se ve acrecentada por las de los superiores, la propia falta de seguridad profesionales para declarar la reprimendas situación de emergencia.

Nota: En incidentes en entornos HAZMA HAZMAT T no hay emergencias menores, cualquier situación presente 1 o 100 contaminados y/o heridos es potencialmente un problema de salud pública y por denición una crisis, que debe ser considerada y gestionada como tal.





Uno de los principales hándicaps de este tipo de situaciones, es que en muchas ocasiones no hay indicadores físicos o ambientales externos que nos indiquen de una forma clara la presencia de un riesgo NBQ. Esta falta de percepción clara del peligro, inuye de forma directa en la activación de los protocolos de emergencias y en sus profesionales, y también incide de forma negativa en la propia población, que en determinadas ocasiones puede que no entienda las medidas de aislamiento y control que se desencadenan después de un posible incidente NBQ. Cuando la situación NBQ es clara y cuanticable (por lo general es necesario la presencia de signos externos, como humo, derrames, fuego, etc.) en las l as primeras fases de control de la situación tanto los profesionales, como el sistema, como la población suelen ser bastante disciplinados en las medidas a adoptar, sin embargo, en el paso del tiempo y la desaparición de los signos externos del suceso suele existir un debilitamiento en la aplicación de los procedimientos, hecho que conlleva el aumento de accidentes y efectos indeseados. Hasta que el HAZMAT Director no anuncia al staff directivo que el incidente NBQ ha terminado, sigue activo y en curso.

Para aumentar la capacidad de respuesta es imprescindible que en el lugar estén presentes especialistas HAZMAT, que poseen conocimientos concretos y especícos sobre este tipo de situaciones y de las medidas a tomar. Estos especialistas deben recabar toda la información posible: tipo de tóxico, nº ONU, pictogramas de peligro, condiciones ambientales, orografía, hora de del día, recursos, etc., y en función de estos datos obtenidos y las fuentes de información que se puedan consultar de modo rápido (manuales la escena, aplicaciones en PDAs, llamadas a expertos, Director y alenIncident Commander presentes en el puesto de mando. etc.), deben asesorar al HAZMAT

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Figura 61. Sistema de gestión de incidentes Los especialistas HAZMA HAZMAT T tienen una elevada formación y entrenamiento en este tipo de situaciones, pero para la resolución de la crisis es necesario personal de mando por encima con la capacidad de ejercer una visión global y multi-agencia sobre el incidente.

En la mayoría de las situaciones es inusual que sobre el terreno desde los momentos iniciales podamos contar con especialistas HAZMAT. En estos casos la persona o personas responsable del mando operativo deben apoyarse en fuentes de información, en obtener muchos datos de los testigos e intervinientes ya presentes e intentar trazar una estrategia factible y adecuada al contexto. De igual modo, es bastante frecuente que ante la ausencia de un sistema de gestión de incidentes bien estructurado y desplegado sobre el terreno, acudan al lugar múltiples agencias y organizaciones, cada

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una con sus jefes, procedimientos y materiales, incrementando el caos ya existente.

4.1.2.

Herramientas para mejorar la respuesta La tipología de los incidentes NBQ puede ser muy variable en función del agente diseminado: agentes nucleares, biológicos, químicos, explosivos, radiológicos, etc., o la mezcla de alguno de ellos, y su origen de igual modo fortuito, accidental, provocado, etc., pero casi todos presentan dos características comunes: son eventos de alta intensidad y de corta duración, con una latencia por lo general menor de ocho horas. Con esto no se quiere armar que todos los sucesos sean de este modo, en estos momentos por citar un ejemplo, nos encontramos inmersos en un incidente de alta intensidad y alta duración, nos referimos a la epidemia por el virus Ébola, que afecta ya al África Occidental y con pacientes contagiados ya en España, USA, Macedonia, etc. Cuando la situación se perpetua en el tiempo, debe cambiar el procedimiento de intervención, con la llegada masiva de intervinientes, adaptando infraestructuras, implementando el equipamiento y la formación, con necesidades logísticas directamente proporcionales a la duración e intensidad del evento.

Figura 62. Traslado de paciente paciente infectado por Ébola Repatriación en condiciones de bioseguridad del misionero Miguel Pajares el 12 de agosto, procedente de Liberia.

 

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Para conseguir la resolución ecaz y temprana del suceso no podemos ni debemos conar solo en el buen hacer de los profesionales que ese día acudan a la llamada de emergencia, como ciudadanos y profesionales debemos esperar la mejor respuesta posible. Es por ello, que el Incident Commander, al igual que el staff directivo deben poseer los conocimientos necesarios para manejar este tipo de crisis. Las autoridades competentes deben proveer al sistema de emergencias de este tipo de especialistas, técnicamente entrenados en el control de crisis. El Incident Commander (máximo mando presente en la escena) debe ser capaz de priorizar los problemas existentes y desarrollar soluciones en función de los datos disponibles y de los recursos presentes en la escena y los que estén por llegar en un tiempo prudencial. Además debe tener la habilidad de conocer todo lo que ocurra bajo su jurisdicción (riesgos, amenazas, operatividad, recursos, información, etc.), para mantener una visión a vista de pájaro, de modo, que obtenga en todo momento una visión global del suceso. El jefe del dispositivo debe contemplar una serie de aspectos básicos: •



En este tipo de sucesos la información es la llave para la gestión del operativo. Debe hablar con especialistas, políticos, mandos desplegados en el operativo, autoridades locales, etc., manteniendo la búsqueda de la información en curso como una tarea fundamental. La gura del Liaison ofcer es clave, descarga al Incident Commander de determinadas funciones burocráticas y le facilita su trabajo, siendo su sombra y estableciendo los contactos pertinentes con el resto de mando.

Figura 63. Liaison ofcer Persona encargada de la coordinación con agencias y organismos en el terreno más allá de los servicios de emergencias, como el Fuerzas Armadas, instituciones privadas involucradas en el incidente o de cualquier otro tipo.







Como jefe del dispositivo debe asegurar unas comunicaciones adecuadas y sencillas, de modo, que los diferentes intervinientes y organizaciones involucradas en el suceso se puedan comunicar de una forma precisa y clara. La seguridad tanto de la población, el entorno, como de los profesionales destacados en la emergencia debe ser su principal preocupación. El Safety Ofcer y el ASO HAZMAT HAZMAT deben velar por el cumplimiento de las normas de seguridad para minimizar al máximo los accidentes y no diseminar el incidente. El Incident Commander debe asumir e interiorizar, que en el caso de que la crisis no evolucione del modo deseado, o la situación sea especialmente delicada, las autoridades no se caracterizan por tener excesiva paciencia, y no suelen dejarse asesorar por especialistas, por lo que siempre se debe contar con planes de contingencia para implementar en el sistema y reformular la operativa. De modo genérico para evitar errores se aconseja no suponer nada, consultar todos los aspectos técnicos con especialistas, documentar absolutamente todo y crear un consenso (aunque la última palabra siempre la tiene el Incident Commander) para elaborar una nueva propuesta de resolución.

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4.2.

Guía básica de intervenci intervención ón cross™ HAZMAT  Antes de comenzar a desarrollar los procedimientos básicos de intervención sanitaria en situaciones con riesgo NBQ, es necesario recalcar que el objetivo de esta publicación, en ningún modo es marcar líneas estratégicas de actuación que deban ser asumidas por un servicio o institución e particular. En este capítulo se exponen recomendaciones generales de actuación basadas en la evidencia cientíca, en lecciones aprendidas de eventos anteriores y siempre de acuerdo con los últimos estándares cientíco-técnicos, pero debe ser cada servicio quien de forma individual, y adaptándose a su contexto de funcionamiento, adopte los procedimientos de actuación especícos.

4.2.1.

Crisis response operating strategic system™ Las crisis son una constante en la historia hi storia de la humanidad, ocurren en todos los ámbitos, por lo l o tanto, la local de los servicios de emergencias, mejor estrategia para afrontar estas incidencias es la preparación local de para conseguir la autosufciencia.

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Las crisis no sólo generan problemas sanitarios, generan desorganización y caos a todos los niveles de la comunidad, representando el triángulo de la gestión de crisis un crisis un elemento básico para aportar una respuesta integral a la situación. El cross™ system basa su modo de actuar y reaccionar en cuatro pilares básicos: •







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Seguridad. Nos ocupa y preocupa de forma especial la seguridad de las personas, el entorno y los profesionales, debiendo estar presente la conciencia de la seguridad en todo el desarrollo de la actuación. Organización. Gestión de la autoridad y establecimiento de una cadena de mando sencilla pero visible en todos los niveles. Logística. Adaptada al medio en el que se desarrolla el incidente y aprovechando al máximo los recursos locales, con una máxima agilidad. Socorro. Desde medidas salvadoras hasta medidas avanzadas, pero sin perder de vista que el objetivo es realizar técnicas sencillas, avaladas por la evidencia, y con el menor uso posible de recursos, tanto humanos como técnicos.

Figura 64. cross™ HAZMAT system Las crisis generan emergencias colectivas, y colectiva debe ser la respuesta, representando el cross™ system una herramienta operativa y potente para la resolución de incidentes.

Para que el sistema sirva de herramienta metodológica en la gestión de incidentes es necesario asumir una serie de bases conceptuales: •

• •



Es necesario aplicar el método no sólo a grandes desastres, sino también a emergencias más reducidas: de crisis amplias a crisis limitadas. Solo aumentando la capacidad de organización se absorbe más rápidamente la desorganización. Debe ser un estándar moldeable, que se adapte a diferentes contextos y realidades. Cada realidad es única, y exclusiva tiene que ser la forma de responder ante el incidente, si bien, manteniendo unos principios fundamentales de actuación que nos sirven para casi cualquier suceso. La columna vertebral, se basa en equipos multisectoriales y multidisciplinares (Crisis Management Team®).

 

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Nota: El cross™ system no en un conjunto de dogmas, todo lo contrario. Es un conjunto de recomendaciones que tienen que servir para estructurar una respuesta ordenada y eciente ante crisis sanitarias, desarrollando una masa crítica de pensamiento que mejore la resolución de incidentes.









Metodológicamente tiene que ser fácil de transmitir, sencillo de aprender y reproducir, y pragmático en su aplicación. Es necesario contar con herramientas concretas y especícas para la gestión de incidentes. De igual modo que se dispone de los últimos avances en trauma o cardiología, se debe considerar la gestión de incidentes como una parte más, y sustancial, del entrenamiento y capacitación de los servicios de emergencias. Si el sistema quiere mejorar debe poseer una gran capacidad crítica y revisar constantemente las intervenciones propias y ajenas. Las “lecciones aprendidas” representan una forma continua de mejora y adaptación. Estamos en constante evolución: los tiempos cambian, los conocimientos y cómo aplicarlos también.

 Antes de comenzar a detallar los pasos recomendados a seguir, para la gestión inicial sanitaria de accidentes con víctimas en masa, es necesario recalcar tres conceptos clave: •





No hay normas mágicas. Podemos y debemos funcionar de acuerdo a los procedimientos de cada servicio, pero cada incidente aporta nuevos problemas que requieren soluciones ingeniosas. La cadena de mando no se improvisa. Ni las víctimas, ni los profesionales, deben conar en el buen hacer de la persona que ese día debe asumir la responsabilidad de mandar, debe saber y estar entrenado, solo así podrá transmitir la autoridad. Durante todo el manual se han explicado las técnicas y procedimientos por separado y de una forma muy lineal. En intervenciones reales las fases se solapan, los espacios se difuminan, y debe primar el trabajo en equipo con varias funciones simultáneas.

Se pueden seguir múltiples y variadas reglas nemotécnicas, con el objetivo de no obviar alguna acción importante. En este manual se enumeran ocho acciones fundamentales, acciones que describen las funciones tácticas para ser desarrolladas en incidentes con entornos HAZMAT. Las ocho acciones se pueden acometer de forma exible, según el alcance y magnitud del incidente va incrementándose.

Figura 65. Pasos generales del cross™ HAZMAT

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Figura 66. Hoja de gestión de crisis

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Modicado de: Protocolo de campo para el coordinador sanitario de accidentes de múltiples víctimas; E. E. Pesqueira Alonso; Emergencias, 2001;13:310-318

 

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4.2.2.

Evaluación de la situación y control del escenario Este primer punto representa el comienzo de la intervención, comienzo que posibilita el conocimiento de la distribución del incidente. Se deben visualizar los límites de la agresión, e identicar de forma precoz el problema que ha generado la crisis, para en un segundo momento iniciar la zonicación, y de esta forma poder comenzar a estructurar la actuación. Los primeros intervinientes (First Responders) deben ser los encargados de intentar controlar el escenario, desarrollando las acciones mínimas necesarias. Una vez que ha llegado la ayuda profesional y especializada al lugar (no necesariamente los equipos HAZMAT, sino los servicios de emergencias profesionales), se debe valorar de forma muy cuidadosa la situación, ya que los 10 primeros minutos de gestión del evento marcar el devenir de los próximos 60 minutos, y esta primera hora de evolución y las medidas que se hayan implementado, marcan el desarrollo de las primeras ocho horas, por lo que debemos interiorizar en nuestra actuación que no debemos intentar controlar más de lo que realmente estemos capacitados como servicio o como profesionales para poder hacer. Son situaciones altamente complejas que requieren de especialistas, para aislar de forma ecaz y rápida el riesgo y controlar la situación.

Nota:  .   s   o    d   a   v   r   e   s   e   r   s   o    h   c   e   r

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El objetivo fundamental de estas primeras acciones organizativas es proporcionar al dispositivo las mínimas condiciones de seguridad que propicien una intervención posterior ecaz y estable.

Para poder desarrollar el cross™ HAZMAT de forma óptima, y para conseguir que todos entendamos los mismos conceptos, es preciso antes de continuar con los pasos a seguir en el control de la situación, “negociar” el signicado de una serie de ideas o consideraciones que van a marcar la intervención, para que todos hablemos el mismo lenguaje y con un criterio común. Los conceptos que sean internacionalmente admitidos por su nombre original se denominarán en inglés. •

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Staging area. Es la zona de seguridad establecida para la ubicación temporal de los recursos disponibles. Debe estar cerca de la zona cero, pero sin riesgos evolutivos, para reducir el tiempo de respuesta. Se habla de nivel I cuando los sistemas locales de emergencias son autosucientes para proporcionar los recursos humanos y materiales sucientes para la resolución de la crisis, y de nivel II cuando es preciso la ayuda de unidades de otros servicios o lugares, porque la capacidad de respuesta local es limitada, o bien la agresión se intensica más allá de lo inicialmente esperado. Perímetro de aíslamiento.  aíslamiento.  Es el perímetro externo que delimita las zonas de intervención. Es prioritario realizar una contención ecaz de personas y medios, de modo que solo puedan entrar a la zona de intenvención los equipos adecuadamente equipados y preparados, y bajo conocimento del Site control leader. Dentro del perímetro de aislamiento, y basados en el grado de peligro y el nivel de seguridad que se debe alcanzar se delimitan el resto de las aéras. Zona caliente. Representa caliente. Representa el punto de mayor impacto, donde la agresión es máxima y pueden existir riesgos evolutivos. Tiene límites imprecisos y el acceso está limitado por el propio daño. El acceso a esta zona debe estar restringido a las personas que tengan la formación y el nivel de protección individual adecuada al agente diseminado. Alrededor de esta zona caliente y siguiendo el contorno de ésta, se establece la zona templada. Zona de refugio o zona de espera. Ubicado espera. Ubicado en la zona templada, pero cerca del área caliente, es el espacio habilitado para la espera de las víctimas o equipos contaminados que deben pasar por la zona DECON, y no salir de forma intempestiva del área caliente contaminando otras zonas. Zona templada.  templada.  Debe tener acceso rápido y permeable, ya que es el lugar de despliegue de los equipos de descontaminación, y donde se realizan los primeros gestos terapéuticos, por personal sanitario debidamente protegido.

 

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Figura 67. Zonicación básica del escenario NBQ

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Zona fría. Es fría. Es la zona más alejada al incidente, se localiza exterior a la zona templada y presenta un fácil acceso. En esta zona no se precisa adoptar un nivel de protección individual, aunque será necesario incrementar el nivel de seguridad, para favorecer o no entorpecer los movimientos de los servicios de emergencia en esa área. En esta área se organizan todos los apoyos disponibles, incluyendo el personal de los servicios de emergencias médicas.

La adecuada zonicación permite establecer medidas de protección de la salud pública y del entorno, al implantar de forma adelantada el perímetro de aislamiento. El HAZMAT director en colaboración con el resto de integrantes del grupo, debe asegurarse de cumplir el siguiente checklist: • •



Hora de llegada al lugar del incidente y especicar todo lo posible la localización. El mando debe perimetrar la zona de máximo impacto y acotar zonas: evaluación primaria. Es vital durante la aproximación a la escena del incidente, que la colocación de las unidades sea la adecuada, para evitar contaminaciones indeseadas o colocar unidades no adecuadamente equipadas en zonas de peligro. Hacer visible el perímetro de aislamiento. Se puede usar cinta de balizar, vallas, conos, etc., y si hay presente personal de seguridad que se hagan cargo de la situación. De otro modo, el teatro de operaciones se colonizará por elementos ajenos al dispositivo, que además se pueden contaminar, sobredimensionando el incidente. Es prioritario, sobre otras líneas de actuación, marcar líneas de seguridad visibles y efectivas, para denir áreas de trabajo, y organizar el escenario. Hay que hacer visible la organización.

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Figura 68. Contención del incidente En escenarios hostiles con riesgos reales, deben ser los especialistas en contención de riesgos los encargados de garantizar cierto grado de seguridad (es imposible en estas situaciones el riesgo cero).

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Establecer la zona caliente, evitando que ningún equipo penetre en el interior sin el equipamiento de protección suciente. En caso de duda siempre se equiparán con el máximo nivel de protección, tanto cutáneo como respiratorio. La contención de riesgos debe ser realizada por especialistas, con el entrenamiento y el equipamiento adecuado. Si se sospecha la presencia de un entorno NBQ con víctimas o equipos contaminados se debe planicar el despliegue de una unidad de descontaminación, y aislar a todas las posibles víctimas que potencialmente hayan estado expuestas al riesgo. El personal de emergencia debe entender que hasta que no estén equipados de forma adecuada y la estación de descontaminación establecida, la intervención no se podrá realizar. Observar los recursos presentes en la escena y establecer un área de almacenamiento temporal. Debemos recordar la cantidad ingente de bienes y equipos que se desplazan al lugar para el control y gestión del incidente. Es necesario detectar y valorar los riesgos reales y/o potenciales, presentes o futuribles y el número aproximado de víctimas, tanto en número como en cualidad, para dimensionar el incidente. Debemos hacer una aproximación de las necesidades inmediatas para planicar los recursos necesarios y solicitarlos. Una adecuada, ordenada y completa evaluación del incidente hace patente los riesgos más evidentes. Conociendo los peligros, se pueden tomar medidas para minimizarlos.

Tabla 14. •









Aspectos tácticos a tener tener en cuenta cuenta para el control control del escenario escenario

Es imprescindible que una persona ejerza la función de mando único, y que además exista un  jefe del despliegue especíco NBQ. Es necesario garantizar la seguridad de los efectivos presentes en la escena, la colocación de los recursos es vital. El perímetro de aislamiento es la mejor herramienta para evitar nuevas contaminaciones, tanto de victimas que salgan hacia el exterior, como de profesionales o personas que penetren en la zona de aislamiento. La zona 0 o zona caliente debe permanecer en aislamiento severo, e imposibilitar que personal no equipado o entrenado acceda a su interior. Se debe valorar la necesidad de un rescate inmediato de heridos o de intervinientes que hayan entrado en zonas peligrosas sin el adecuado equipamiento, y priorizar la descontaminación y primeros auxilios de estas personas.

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 101

4.2.3.

Estructuración Estructur ación del mando La máxima prioridad táctica en la escena es la seguridad, y la contención del incidente para evitar víctimas adicionales, y ya en una segunda fase, se puede empezar a plantear el diseño del plan para realizar las tareas de asistencia y evacuación de las víctimas previamente descontaminadas.

Nota: Los mandos y los equipos de emergencias deben ser conscientes de que en muchos entornos NBQ los riesgos son invisibles, no se ven ni se huelen, por lo que la seguridad en la escena es la prioridad absoluta.

En el lugar del incidente en la zona fría se debe establecer un puesto de mando centralizado, por donde discurra la información y la estrategia acerca de todas las operaciones de emergencia del dispositivo. El responsable del dispositivo debe asegurarse de: • •



 Asumir el mando correctamente. Seleccionar el lugar adecuado para ubicar el puesto de mando. Establece un puesto de mando físico visible y accesible y contacta con el resto de mandos presentes en la escena. Como norma general se ubicará en un lugar más elevado que el resto y en contra del viento, pero con la precaución siempre presente de que las condiciones pueden cambiar rápidamente. Desplegar la cadena de mando, tanto del grupo HAZMAT, como del grupo sanitario, repartiendo chalecos, y por tanto funciones. El uso de chalecos de colores y rotulados realiza una doble función. De una parte, identica al responsable y le hace visible, de otro lado, genera una corriente de organización que puede ayudar a absorber elementos inestables dentro del sistema.

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Figura 69. Estructuración del mando La estructuración del mando debe ser visible. El puesto de mando se puede organizar en una sala, un vehículo, etc., pero debe disponer de buenas transmisiones, estar bien comunicado y bien identicado.

• • •





Explicar los procedimientos a seguir: marcar las líneas generales de actuación. Dotar de comunicaciones básicas al dispositivo. Tomar las primeras decisiones: lugar l ugar y forma de despliegue, solicitar recursos complementarios, etc., y solicita la asistencia necesaria. Si es posible el primer despliegue se hará con medios básicos, sencillos, baratos y que sean s ean fácilmente transportables: lonas, conos, banderas, cinta de balizar, etc. A medida que progresa el incidente y llegan más recursos, se pueden montar tiendas de despliegue rápido, puestos de mando, unidades logísticas, etc. Establecer un área de almacenamiento temporal.

El despliegue de la cadena de mando tiene que ser proporcional a la intensidad y tamaño del incidente, el problema en este tipo de situaciones, es que no hay emergencias menores. Con solo un afectado contaminado, el sistema requiere multitud de recursos y organización para su manejo adecuado y no propagar la amenaza.

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102 | GUÍA BÁSICA DE INTERVENCIÓN. CROSS™ HAZMAT

Una buena estructuración del mando redunda en control más certero de la situación, sin ausencia de algunas funciones, y sin duplicidades de mandos.

Figura 70. Hoja de gestión de crisis HAZMAT 1.0

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   T    E    h    P  .    4    1    0    2    ©    t    h   g    i   r   y   p   o    C

 

La resolución ecaz de un incidente en entornos NBQ depende directamente del grado de coordinación alcanzado por los intervinientes y con la implantación precoz de un sistema de gestión de incidentes creíble y aplicable. La cadena de mando tiene que estar estructurada de forma orgánica, de modo que las funciones de cada mando estén claras y sean conocidas por el resto del equipo. El Incident Commander debe imponer la metodología común de aplicación, igual que en cualquier otra emergencia colectiva, independientemente de su naturaleza y tamaño. Debe primar la seguridad en la actuación sobre cualquier otra prioridad, hecho que puede hacer surgir roces entre los distintos grupos de operaciones, ya que cada jefe y sus subordinados pueden tener prioridades y sensibilidades diferentes, pero el Incident Commander debe coordinar todos los equipos y trazar de forma nítida la estrategia general de actuación. Una mala praxis del responsable del incidente o de los jefes, cada uno a su nivel, puede hacer fracasar el buen hacer de los recursos operativos, al igual que las presiones políticas u otras cuestiones externas, cuando no priman los aspectos técnicos y profesionales, la respuesta no suele ser la mejor.

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 103

Figura 71. Hoja de gestión de crisis HAZMAT 2.0

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4.2.4.

Análisis especíco de riesgos La contención del incidente y el control del escenario para evitar nuevas víctimas es fundamental, al igual que la estructuración de la cadena del mando (pasos 1 y 2 del cross™ HAZMAT), pero llegados a este punto, es necesario conocer qué tipo de agente está generando la crisis. Es el momento de la intervención de los especialistas HAZMAT y de contar con la ayuda del Technical refence, además de todas las fuentes de información posibles. Es necesario estudiar la escena de forma minuciosa para detectar la presencia de agentes NBQ, identicar la naturaleza del problema y de los materiales involucrados, forma de liberación, método de contaminación, si está en contenedores ver sus características y propiedades, etc. Es necesario contemplar la presencia de riesgos NBQ y de riesgos asociados: incendios, derrumbamientos, derrames, explosiones, vehículos o infraestructuras involucrados en el escenario, etc., y contar siempre con un alto índice de sospecha sobre la intencionalidad del incidente. Si el suceso no es casual, sino que es un acto de terrorismo, el riesgo en la escena aumenta, y la forma de proceder debe ser más cautelosa, ante la posible presencia de efectos no controlables en el lugar.

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Figura 72. Analizador StreetLab® Mobile de SAFRAN Cuando se trata de agentes desconocidos se deben usar detectores y analizadores para determinar la naturaleza del agente causal.

El proceso de identicación del agente especíco que ha originado la crisis debe ser realizado por personal experto, con amplios conocimientos técnicos y con los últimos sistemas de detección y análisis. Una vez que se tienen pistas que nos orienten hacia la naturaleza del agente es necesario comenzar con las acciones especícas de contención, además de equipar de forma conveniente en función del riesgo al personal interviniente e implantar las medidas de salud pública oportunas.  .   s   o    d   a   v   r   e   s   e   r   s   o    h   c   e   r

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En el capítulo especíco de gestión de accidentes por mercancías peligrosas (capítulo número 6 de la sección dos de este manual), se especica de forma exhaustiva la forma de identicar mediante diferentes datos el tipo de sustancia química que se puede ver involucrada en el accidente, pero no podemos ni debemos perder de vista, que en entornos NBQ nos podemos ver expuestos a agentes químicos, biológicos, radiactivos, a la mezcla de uno o alguno de ellos y además en el seno de hechos intencionados que pueden verse acompañados de explosivos. Por lo tanto un alto índice de sospecha es nuestra mejor arma defensiva, y adelantarnos a las posibles situaciones de riesgo. La detección precoz de agentes biológicos observando la epidemiología y sintomatología, el uso de equipos detectores de radiación, de equipos analizadores de compuesto químicos, son elementos que nos pueden orientar hacia la acción, y una vez que los especialistas nos conformen el tipo de agente al que nos enfrentamos tomar las medidas oportunas en varios frentes: •

• • • • •

Establecer un plan general de actuación, adaptado ya a los datos reales de los que disponemos, más especíco, y menos general de lo que hasta ahora, por no conocer el tipo de agente, por fuerza debe ser más genérico. Medidas de protección y aislamiento de la zona para evitar la difusión del agente. Equipos de protección individual adecuados al riesgo. Formas de inactivar el agente, si es que existen. Medidas de salud pública. Manejo médico especícos, por ejemplo, uso de antídotos concretos o determinadas maniobras sanitarias, etc.

Figura 73. Snalizador de compuestos químicos Cuando no se conoce la naturaleza del agente causal los especialistas encargados en identicación del tóxico deben emplear las máximas medidas de protección y seguridad.

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 105

El proceso de identicación del agente causal del incidente es a menudo complejo y en muchos casos inconcluso en los momentos iniciales, ya que los detectores y analizadores móviles que se desplazan hacia el lugar, en muchas ocasiones disponen de un catálogo de productos detectables limitados, por no hablar de agentes biológicos que requieren unos laboratorios y sistema de análisis muy complejos. Las primeras maniobras, para obtener la posible identicación del agente es estudiar los hechos y las condiciones del evento, y seguir una serie de pasos: •











Reconocer que nos enfrentamos ante un incidente NBQ. En muchas ocasiones este reconocimiento inicial por obvio no ocurre, recordemos que muchos agentes NBQ son invisibles, y por lo tanto ante ausencia de signos físicos externos del agente, el alto índice de sospecha es garantía de seguridad. Si se trata de agentes químicos regulados es preciso observar el número de placa ONU, los paneles informativos, rótulos y etiquetas, documentos de embarque o transporte, etc., y consultando el Libro Naranja de la ONU determinar qué tipo de agente químico es, y cómo actuar. Si es posible acceder a una muestra, y si disponemos de analizadores portátiles (recordemos que el StreetLab® Mobile es capaz de clasicar más de 5000 tipos de sustancias químicas, incluyendo materiales explosivos), debemos realizar un rápido análisis in situ.  Ante desastres nucleares es preciso contar con detectores de radiación y cuanticar el grado de radiación. En procesos en los que hay involucrados i nvolucrados agentes biológicos, el método inicial de detección es realizar una encuesta epidemiológica amplia y concienzuda y observar los signos y síntomas precoces del agente biológico que sospechamos pueda producir la crisis (recuerde que si no se conoce el agente causal todos los intervinientes deben protegerse con el nivel más elevado de protección individual). Se deben consultar todas las fuentes de datos posibles, además de realizar consultas con expertos en el tema.

Después de todo este proceso de análisis, se puede llegar, en los momentos iniciales a un diagnóstico de sospecha sobre la etiología del agente causal.

Figura 74. Identicación de riesgos

 

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106 | GUÍA BÁSICA DE INTERVENCIÓN. CROSS™ HAZMAT

4.2.5.

Selección de EPIs y equipamientos Una vez que los especialistas HAZMAT han realizado un análisis pormenorizado, y sabemos a que agente, o familia de compuestos nos enfrentamos, es el momento de determinar qué tipo de equipo de protección individual es necesario usar para cada área de intervención. En este punto la gura del  Assistant safety ofcer HAZMAT HAZMAT es esencial, marca el tipo de equipo de protección a utilizar y determina el modo y duración de la intervención, además de tener la potestad de poder parar una maniobra operativa si no cumple las medidas de seguridad pertinentes.

Nota: Si se desconoce la naturaleza y propiedades del agente siempre se procederá por criterios de máxima seguridad, de forma que se procederá a intervenir con el equipo de máxima protección disponible (nivel A, categoría III, tipo 1A)

Sobre la base de los hallazgos anteriores, la experiencia previa en otros incidentes y los protocolos operativos en ese momento el ASO debe asignar el nivel adecuado de protección personal y de equipamiento necesario.  .   s   o    d   a   v   r   e   s   e   r   s   o    h   c   e   r

Figura 75. Control de riesgos El ASO debe asegurarse de que todo el personal que interviene en el incidente NBQ (cada uno a su nivel) tiene el nivel adecuado de protección y equipamiento.

  e    d   s   o    l   s   o    d   o    T  .    l   a   n   o    i    t   a   n   r   e    t   n    I      M    T

   T    E    h    P  .    4    1    0    2    ©    t    h   g    i   r   y   p   o    C

La selección de los equipos de protección no puede ser segura ni acertada hasta que no se conozca mínimamente la naturaleza del agente y se jen los objetivos tácticos de la intervención. La elección de un tipo u otro de protección o prendas, depende de diversos factores: • • • • • • •

Tipo de agente causal. Propiedades de los compuestos involucrados. Riesgo presente en la escena. Objetivos del dispositivo. Tareas especícas a desarrollar. Tiempo de trabajo con los equipos. Capacidades físicas y psicológicas de los intervinientes que porten determinados equipos de protección.

Todo el personal involucrado en la resolución de la crisis debe estar equipado de forma correcta, representando este punto un eslabón débil de la cadena, ya que es frecuente que las primeras unidades que se han desplazado al lugar es muy posible que hayan accedido hasta áreas o heridos con riesgo sin los adecuados equipos de protección, bien por desconocimiento sobre el agente real que causa la emergencia, ausencia en los primeros momentos de equipos, usar ropa estructural de protección térmica como equipos de protección química o biológica, celo profesional que nos lleva a sabiendas a manejar pacientes que sabemos que pueden estar contaminados, etc., por lo que el ASO debe estrechar el cerco

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 107

sobre estos primeros respondientes, y asegurarse de su correcto nivel de protección, y en caso de duda de contacto aislarles y trasladarles a la unidad de descontaminación. El personal de emergencias debe contemplar en su diseño curricular la protección de riesgos como un elemento vertebrador de su formación y entrenamiento, solo de esta forma se conseguirá transmitir esta cultura de la protección y de la importancia del equipamiento e interiorizar estas maniobras en nuestras actuaciones diarias. Los equipos de protección personal son la última línea de defensa frente a los agentes externos, y son la barrera más efectiva para evitar los contagios del personal de emergencias. Los profesionales deben entrenar periódicamente la elección del tipo de equipos, su colocación y su retirada, asegurándose además de un manteniendo preventivo y revisión de los equipos.

Figura 76. Equipamiento deciente La disponibilidad o no de equipos adecuados nunca debe ser una excusa para acceder a zonas restringidas de riesgo sin el equipamiento preciso. Podemos entrar en zona caliente con más equipo y protección de la necesaria para ese caso, pero nunca con un nivel de protección menor al necesario.

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 Aunque pueda parecer que el uso de equipos de menor nivel de protección es sencillo, la realidad nos demuestra que incluso los equipos más simples si mples requieren de un entrenamiento exhaustivo, ya que si la rutina de uso no es la adecuada, una vez puesto el equipo todos los problemas se acrecientan.

Tabla 15. •

• • • •



Aspectos a tener en cuenta en el uso de EPIs

Calor o frío extremo y alta humedad relativa. Ruido. Disminución del campo de visión. Operaciones con baja visibilidad o poca luz. Dicultad en los movimientos corporales habituales. Deciencias en los sistemas de comunicaciones.

• • • • •

Reducción de la destreza manual. Operaciones en espacios connados. Duración de la intervención. Esfuerzo físico intenso. Estrés psicológico, por la propia dureza del escenario, por operar con los equipos (trajes estancos, cascos, inseguridad en su uso, miedos personales, etc.).

Después de haber visto la importancia de los EPIs y de su elección adecuada (recuerde que en el capítulo 2, sección 1 de este manual se trata de forma especíca el uso y tipos de equipos de protección individual), es necesario destacar algunas normas mínimas de utilización en el escenario, que no por obvias se realizan. Antes de describir estas normas mínimas y las situaciones de emergencia que se pueden generar por el uso de los EPIs, los autores de este manual quieren recordar que lo que a continuación se expone son una serie de recomendaciones de no obligado cumplimiento, cada servicio u organización debe seguir los protocolos operativos vigentes en ese momento. •

Como norma general cada intervención en áreas de riesgo deberá ser realizada por parejas, siempre en múltiplos de dos. Por sencilla que sea la maniobra a realizar, siempre debe ir un especialista espejo, y ambos con el mismo nivel de protección.

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108 | GUÍA BÁSICA DE INTERVENCIÓN. CROSS™ HAZMAT









El ASO debe vigilar la correcta colocación de los EPIs, monitorizando en todo momento los pasos a seguir, incluyendo la retirada del equipo, el punto más crítico de todo el procedimiento. El Site control leader (con autorización del Entry leader) debe realizar un control intensivo de los profesionales que entran a zonas de riesgo y el tiempo que están operativos, incluyendo el tiempo de equipamiento y retirada de EPIs. Todos los intervinientes deben ir adecuadamente equipados con radio-transmisores y sistemas de comunicación craneal o laringófonos, ya que con el uso de mascarillas, máscaras panorámicas, ERA, o trajes estancos la comunicación es muy dicultosa, pero esencial. El sistema debe tener previsto evacuaciones de emergencia y rápida descontaminación en caso de accidente, el más peligroso pérdida del suministro de aire, rotura de los trajes o sistemas de protección, etc. En estos casos el profesional que ha sufrido el accidente y su compañero espejo, deben dejar lo que estén realizando, noticar la incidencia al puesto de mando y dirigirse de forma inmediata a la unidad de descontaminación de forma prioritaria.

Figura 77. Equipamiento de comunicación comunicación por laringófono Las comunicaciones verbales con determinados equipos de protección son prácticamente imposibles. Se deben usar laringófonos o sistemas similares y lenguaje no verbal, que sea conocido por todo el sistema (por ejemplo pulgar arriba, OK, etc.).

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4.2.6.

Marcar prioridades tácticas Llegados a este punto los mandos desplazados al lugar deben elaborar un plan estratégico de actuación, con opciones tácticas claras y un operativo aplicable. Todas las crisis tienen unas fases de evolución predecibles, de modo que conociendo los efectos desfavorables que los acontecimientos pueden originar, debemos determinar cómo inuir en el proceso para conseguir la resolución y minimizar los daños.  Algunos de los factores que pueden afectar al comportamiento de un incidente NBQ NBQ son: • • • • •



Propiedades inherentes al propio agente causal. Magnitud e intensidad del incidente. Meteorología, dirección del viento y hora del día. Localización de la emergencia: espacio connado, aire libre, dicultades en el acceso, etc. En el caso de que sea un accidente con mercancías peligrosas es preciso conocer cómo es el recipiente que contiene el producto y sus características. Cuando el incidente NBQ se origina de forma intencionada, el escenario y su comportamiento cambia de forma radical. Debemos estar especialmente vigilantes a los peligros asociados, al ser un escenario inestable por naturaleza.

El Incident Commander basado en el proceso de evaluación de riesgos y en conjunto con los especialistas, debe trazar un plan de acción, que como norma general debe desarrollar acciones ofensivas, como por ejemplo aislar la zona, contener el riesgo, neutralizar la amenaza, etc., acciones defensivas, dirigidas sobre todo a la protección del personal interviniente, y por último acciones de no intervención táctica, ante casos en los que no disponemos del equipamiento o el entrenamiento necesario, es decir, en

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 109

determinadas ocasiones el sistema deberá esperar la llegada de especialistas que puedan afrontar la situación, y hasta su llegada nuestras acciones estarán dirigidas a evitar la propagación del incidente y evitar nuevas contaminaciones.

Figura 78. Control de la información La evaluación de la información sobre peligros yforma riesgos determina de puntual la evolución de la respuesta, por lo que los mandos deben conocer en todo momento los particulares de la intervención.

En las operaciones de respuesta ante emergencias en operativos ordinarios, el concepto de riesgo es entendido como un parámetro crítico de la intervención para aumentar la seguridad del dispositivo. Revisando casos en los que ha habido accidentes o intervinientes contaminados (con muertos o heridos), se ha observado que por lo general, si se tiene constancia del riesgo como peligro genérico, sin embargo, existe una carencia habitual en evaluar el nivel de riesgo que implica cada intervención, de modo que se diluye la atención y es cuando pueden ocurrir los accidentes. En el plan general de actuación, se debe evaluar el riesgo de forma continua y constante y para cada intervención, solo de este modo y tomándonos la seguridad y el control de peligros como un pilar fundamental del plan podremos disminuir el riesgo. Una vez realizada la evaluación del incidente, estimando su posible comportamiento y los riesgos que conlleva, se debe trazar un plan de acción que al menos contemple los siguientes parámetros para desarrollar en la primera hora post-incidente: • • • • • •



• • • • • •

Montar perímetro de aislamiento. Establecer la cadena de mando y repartir comunicaciones. Determinar los agentes/materiales involucrados en la escena. Control de derrames, fuego, fugas, etc. Garantizar la seguridad de todo el personal y víctimas en el escenario. En caso de ataques terroristas se debe extremar la precaución y si es posible preservar los indicios para los investigadores.  Asegurarse de que todos los miembros del dispositivo obtengan los EPIs adecuados para cada intervención, y sepan en todo momento ante qué tipo de riesgos se van a enfrentar (siempre que sea posible). Desplegar la unidad de descontaminación. Iniciar rescates de emergencia y maniobras salvadoras. Desplegar el área de asistencia sanitaria y proveer las medidas de soporte necesarias. Control de accesos de entrada y evacuación. Control de personas. Iniciar las medidas de protección pública, en función de la naturaleza del evento.

El responsable del dispositivo (Incident Commander) y el HAZMAT Director deben ser conscientes que en este tipo de eventos, es muy probable que rápidamente cambien las condiciones evaluadas, lo que hace que sea necesario siempre tener un plan B, dicho de otro modo, puede ser necesario plantear varias opciones tácticas de forma simultánea, primando las opciones defensivas sobre las ofensivas, para garantizar al máximo la seguridad de los intervinientes.

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110 | GUÍA BÁSICA DE INTERVENCIÓN. CROSS™ HAZMAT

4.2.7.

Descontaminación Uno de los aspectos diferenciales de las intervenciones NBQ con respecto a otro tipo de crisis es la necesidad de descontaminar a los afectados y/o heridos y personal interviniente. Una máxima que no se puede obviar, y que se debe seguir como procedimiento obligatorio, por mucha urgencia que haya, o dramatismo en el lugar, o presencia de heridos, es establecer una unidad de descontaminación, antes de que nadie entre a la zona caliente, o al menos simultáneamente, pero asegurando la operatividad de la zona DECON de forma precoz; recuerde que el objetivo de la intervención no es el rescate rápido de heridos, sino evitar nuevas contaminaciones y trabajar en todo momento en condiciones de seguridad.

Nota: Tanto las víctimas ilesas como las víctimas que han sido sacadas de la zona contaminada por los equipos de rescate, y todos los equipos de salvamento que hayan estado en contacto con las sustancias tóxicas, deberán pasar por los túneles o duchas de descontaminación así como la eliminación de sus trajes de protección, de una forma adecuada.

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La función básica de la descontaminación (en el capítulo 9 de la sección 3 se detalla en profundidad los procedimientos de descontaminación), es reducir o eliminar las sustancias agresivas o nocivas sobre las personas o los equipos. En entornos NBQ no queda otra solución que entrar en zonas de alto riesgo, con equipos de protección, para poder gestionar in situ el incidente. La descontaminación es el proceso que nos permite devolver de forma segura a las personas y los equipos a la situación original antes de entrar en contacto con el agente causal, este es el objetivo, pero no la realidad, hay determinados agentes, por ejemplo contaminaciones biológicas o radiactivas, en las que la descontaminación total no es posible. Una vez que se ha procedido a la descontaminación de la escena, de los intervinientes y de los afectados y/o heridos, es necesario considerar el potencial de contaminación del entorno, por lo que desde el dispositivo se debe contemplar la posibilidad de tener que reducir la contaminación secundaria más allá del incidente.

Figura 79. Unidad de descontaminación

   M    T

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Todo el personal que integra el dispositivo debe estar capacitado y formado en los procedimientos básicos de descontaminación.

La unidad de descontaminación (DECON), a través de su responsable el Decontamination leader, debe mantener una comunicación uida con el HAZMAT HAZMAT director y una coordinación escrupulosa con el Entry leader, para organizar una área de descontaminación que tenga unos accesos uidos y forzosamente unidireccionales. El Decontamination leader debe asegurarse de: •

• •

Buscar una ubicación adecuada, vigilando la orografía, dirección del viento, accesos, posibilidad de contar con abastecimiento de agua, etc. Cartelizar y marcar de forma clara y llamativa la unidad de descontaminación. Desplegar la unidad y dotarla del material necesario, incluyendo los EPIs adecuados.

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 111







• •

4.2.8.

Contar con el personal adecuado, tanto entrenados como en número. Se estima una relación 5/1 personal/afectados, es decir, se necesitan 5 personas para descontaminar a un afectado. Se debe garantizar la descontaminación de todo el personal y afectados antes de que abandonen la escena. Si un afectado por la naturaleza del agente o cualquier otra causa no puede ser debidamente descontaminado debe ser evacuado en cámaras de aislamiento estancas y con presión negativa. Integrar la unidad DECON en el sistema general de gestión de incidentes. Contemplar cómo realizar la gestión de residuos procedentes de las técnicas de descontaminación.

Manejo sanitario de heridos Hasta este momento, el despliegue se ha orientado a proporcionar los medios y capacidades necesarias para poder garantizar la seguridad y la contención del incidente, para una vez descontaminadas las víctimas, desarrollar la labor asistencial, comenzando por la selección de heridos y las maniobras salvadoras, siempre con los equipos de protección adecuados.

Nota: Las primeras víctimas en ser seleccionadas son las que caminan y salen por sus propios medios de la zona caliente.

El Jefe de Triaje debe comenzar a reagrupar a todas las víctimas verdes, se dirigirá a la salida del área DECON, y si se dispone de un megáfono, debe pedir a todas personas que puedan andar que le acompañen. A continuación, debe buscar una persona que se pueda responsabilizar de los verdes, tomar liación, y avisar si alguien empeora. La persona ideal para este cargo es una propia víctima ilesa y que se le noten capacidades, o bien un técnico de emergencias. Estas personas deben ser “recluidas” en un área de espera hasta que puedan recibir asistencia cualicada. El jefe de triaje debe realizar las siguientes funciones: • •



Reclutamiento de camillas y camilleros.  A continuación se selecciona a las víctimas que no andan, pueden ser rojos, amarillos o negros, siempre una vez descontaminados. Las víctimas críticas deben recibir las medidas salvadoras pertinentes y ser evacuadas de forma prioritaria al centro de asistencia de heridos. Si es necesario que personal sanitario realice maniobras salvadoras a víctimas contaminadas, bien por su extrema gravedad o bien porque estén atrapados y el tiempo de rescate sea largo, solo podrán entrar a zona caliente sanitarios con alta cualicación y destreza en el uso de los EPIs y los procedimientos especícos, y solo se realizarán las maniobras salvadoras imprescindibles.

Figura 80. Camilleo en situaciones NBQ Un punto fundamental, y por el que fallan muchos dispositivos es por no disponer de camillas y camilleros. Por lo tanto, una labor esencial en este punto es reclutar personal, que debe estar pertinentemente protegido y recordar que la camilla también debe ser descontaminada.

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112 | GUÍA BÁSICA DE INTERVENCIÓN. CROSS™ HAZMAT

El despliegue del puesto sanitario avanzado se realiza siguiendo criterios de uidez en el marco del incidente NBQ, considerando la naturaleza del evento, los ujos de rescate y las vías de apoyo y evacuación, al área DECON, etc., dejando la organización del CAH a interpretación del mando sanitario. Dentro del centro de asistencia de heridos se delimitarán unos espacios de trabajo, en los que se realizan labores diferentes que contribuyen al proceso de estabilización de víctimas en masa. La asistencia sanitaria se compone de 3 subprocesos principales que son el de selección/checking, el de estabilización y el de transporte. Para llevar a cabo estas tareas es necesario establecer los siguientes espacios de trabajo, a modo de áreas funcionales: •





 .   s   o    d   a   v   r   e   s   e   r   s   o    h   c   e   r   e    d   s   o    l   s   o    d   o    T  .    l   a   n   o    i    t   a   n   r   e    t   n    I  



Zona de recepción de víctimas. Punto inicial del proceso, donde empiezan las labores de admisión. Es el lugar donde se realiza el registro de la víctima a la entrada del área de asistencia. Debemos asegurarnos que todas las víctimas que ingresan en el CAH están descontaminadas. Zona de selección. Con selección. Con una mínima exploración y un sucinto análisis se comprueba la prioridad de asistencia asignada en el área de selección de víctimas y se prioriza la atención de los heridos más graves pero con posibilidades de sobrevivir sin necesitar excesivos recursos. En este punto se derivan los pacientes a sus áreas especícas de tratamiento o de espera. Zona asistencial.  asistencial.  Espacio preparado para la estabilización y reagrupamiento de las victimas. Se fundamenta en el agrupamiento de los heridos por categorías (en función de la gravedad), para su abordaje de forma especíca. Área de salida. Lugar salida. Lugar de recogida de los pacientes y transición al puesto de carga de ambulancias, dotado de camilleros que se encarguen de este transporte. En este punto se debe vericar que se dispone de la información indispensable para la evacuación (liación del paciente, patología, tratamiento administrado, centro de evacuación, personal responsable del traslado, prioridad de evacuación), datos que se transferirán al jefe de evacuación para que organice el traslado.

Figura 81. Apoyo vital En este tipo de incidentes se necesitan personas con amplios conocimientos de múltiples materias, y muchas de ellas no estrictamente sanitarias. El personal sanitario tiene que interiorizar que es preciso trabajar siempre con los EPIs adecuados en condiciones de seguridad.

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   T    E    h    P  .    4    1    0    2    ©    t    h   g    i   r   y   p   o    C

4.2.9.

Evacuación controlada Una vez que las víctimas hayan pasado al centro de asistencia de heridos, procedentes del área de descontaminación, y estén sucientemente estabilizadas, se priorizará su evacuación en función de su estado clínico (revised trauma score), de los medios disponibles, y del centro de destino: hospitales, centros de salud, estructuras provisionales de alojamiento, etc.

Nota: El de organizar lasde evacuaciones losencargado recursos disponibles esque el jefe evacuación.sean lo más ordenadas posibles, optimizando

 

INTERVENCIÓN SANITARIA SANITARIA EN ENTORNOS CON RIESGO NBQ | 113

Para los transportes sanitarios de enfermos conrmados de padecer enfermedades infectocontagiosas, los vehículos sanitarios deben contar con separación física entre la cabina y el habitáculo, e incluso para una mayor protección los vehículos deberían estar dotados de ltros de alta ecacia biológica (ltros HEPA - High Ecciency Particulate Air Filtration) para impedir la posibilidad de contagio desde el vehículo hacia el exterior. Además se tendría que reducir al mínimo el material médico a utilizar y evitar los aparatos generadores de aerosol o humidicadores, y proteger el interior de las supercies con cobertores plásticos impermeables de un solo uso, debido al riesgo que supone la deposición/ adherencia de las partículas infecciosas sobre las distintas supercies verticales y horizontales.

Figura 82. Evacuación con vehículo protegido Cuando haya que evacuar heridos contaminados (agentes biológicos) o que no han podido ser totalmente descontaminados es necesario forrar todo el habitáculo de la ambulancia para evitar nuevas contaminaciones.

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El centro coordinador de emergencias debe disponer de un listado con los hospitales más cercanos, y de la siguiente información: • • • • • • •

Procedimiento operativo de admisión de bajas contaminadas y de bajas descontaminadas. Número de habitaciones de aislamiento y capacidad para manejar víctimas contaminadas. Disponibilidad de EPIs. Capacidad del servicio de radiología y análisis clínicos. Especialidades médico-quirúrgicas. Recursos humanos disponibles y/o localizables. Distancia desde el lugar del incidente, etc.

Las víctimas seguirán un ujo unidireccional, que no se debería alterar en ningún momento para mantener el orden lógico de la gestión del incidente, y evitar el colapso del sistema generado y la diseminación del incidente.

4.3.

Resumen •









La respuesta ecaz y oportuna a un incidente complejo, como representa una crisis en un entorno NBQ, debe basarse de forma inequívoca en un sistema estructurado y estandarizado de procedimientos operativos y funcionales. Un error frecuente de personal poco entrenado es comenzar la asistencia de los heridos sin haber realizado un análisis pormenorizado de la situación y sin las medidas de protección adecuadas. Muchos incidentes NBQ son invisibles, un alto índice de sospecha nos puede salvar de contaminaciones accidentales. La organización absorbe desorganización, potencia las acciones de control y minimiza el caos existente. En los momentos iniciales de un accidente con víctimas en masa el caos es inevitable y consustancial a la propia situación. La función esencial de los servicios de emergencias es evitar la progresión temporal y espacial de esta desorganización. La vertebración del escenario de operaciones en áreas de trabajo balizadas, con funciones diferenciadas, propicia la concentración de los esfuerzos organizativos, evita la duplicidad de funciones y ayuda a la toma de decisiones rápidas. Una estructura tácticamente visual provoca un tropismo positivo en el sistema que implemente las herramientas de control.

T  M

 I   n  t    e r  n  a  t   i    o n  a l   . T   o  d   o  s  l    o  s   d   e r   e  c  h   o  s  r   e  s   e r  v   a  d   o  s  .

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