MARTÍNEZ, CASAS y NIZAMA El concepto de “literatura regional” en los textos oficiales de educación básica
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Ensayo producido en el Bloque Temático “Análisis y producción de textos literarios en el marco del enfoque crítico refle...
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El concepto de “literatura regional” en los textos oficiales de educación básica *
Marianela Zulema Martínez Torres ● Jesús Martín Casas Montenegro ● Sandro Wilmer Nizama Flores Programa de Especialización en Comunicación. Ministerio de Educación / Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación Lambayeque
1. “Literatura regional”. Sus criterios
Cada comunidad letrada entiende y fortalece su identidad produciendo su propia literatura. En esa literatura expone sus ideologías, creencias y valoraciones, construidas y reproducidas históricamente. Si bien la “literatura regional” es sinónimo de identidad regional, tamta m bién conlleva una diferenciación cultural. Sobre la base del artículo “Aproximación a las dificultades teórico conceptuales del binomio ‘literatura-región’” literatura-región’”,, de Miriam Fernández Morales (2012), se puede señalar que la literatura, literatura, para razones metodológicas, ha sido dividida en repertorios literarios regionales. Los criterios que regionalizan la literatura son los siguientes: Criterio 1. La perspectiva biografista propone asumir el lugar de nacimiento como factor determinante de la pertenencia de un autor a una literatura regional. ¿Cómo puede dar razón del lugar de una obra en la historia de la literatura, el pueblo o ciudad de nacimiento de su autor o autora? Durante mucho tiempo se ha procurado que la práctica pedagógica relacione, con la obra, el lugar de nacimiento y la época en que vivió el autor. Se asume la idea que la época, momento histórico o lugar en que vivió el autor se plasman de manera original en la obra. Por ejemplo, a Manuel González Prada, le tocó vivir en una época difícil, de debilidad de la sociedad política peruana, sin capacidad para unificar criterios y enfrentar al invasor chileno. De ahí su célebre sentencia: “El Perú es un organismo enfermo, donde se aplica el dedo brota la pus”. pus”. Esta situación social causó en él rebeldía, expresada en Pájinas en Pájinas libres y Horas de lucha. lucha. Sin embargo, la la literatura de Prada no se limita a un *
Ensayo producido en el Bloque Temático “Análisis y producción de textos literarios en el marco del enfoque crítico reflexivo e intercultural”, cultural”, Componente Conocimientos Disciplinares con Enfoque Intercultural, en el III ciclo de estudios, Módulo III, en la Especiali- zación en Comuni cación , 2012-2014, Programa de Especialización en Comunicación dirigido a Docentes de Instituciones Educativas Públicas del Nivel de Educación Secundaria de Educación Básica Regular, ámbito Lambayeque y Chiclayo, en el marco del Convenio entre el Ministerio de Educación de la República del Perú, y la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Facultad de Ciencias Histórico Sociales y Educación, de Lambayeque. El Bloque Temático se desarrolló entre junio y octubre de 2013, con un total de 50 horas cronológicas. El Bloque Temático fue dirigido por el profesor Diego Portilla Miranda. Los autores, Marianela Zulema Martínez Torres y Sandro Wilmer Nizama Flores son profesores de Comunicación de la Institución Educativa “La Aplicación” 10836, 10836, José Leonardo Ortiz, Chiclayo; Jesús Martín Casas Montenegro es profesor de la Institución Educativa Pública Militar “Elías Aguirre”, Pimentel, ChiChiclayo.
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espacio geográfico, sino que trasciende hacia otros espacios literarios, textuales y culturales. La perspectiva biografista es cuestionable porque limita la literatura regional a regional a un “es“es pacio” sin poner a consideración la trascendencia de la de la obra. El caso de Andrés Díaz Núñez llama la atención porque generalmente sus obras se enmarcan en los límites regionales, y a la vez, plantea un dilema al momento de situarlo en la literatura regional de Lambayeque, o Cajamarca, considerando que Díaz Núñez es nacido en Chota, mas, su producción literaria está enmarcada y tematizada en Lambayeque y en su región de origen. Criterio 2. Exclusión de los discursos de las mayorías. Una perspectiva hegemónica concibe la literatura regional por fuera de determinados centros de poder económico y cultural. Por haber nacido en un centro de poder, ¿debemos presuponer que nuestros textos son etnocéntricos y homogeneizadores? Quién homogeneizadores? Quién de nosotros se ha preguntado alguna vez por la inexistencia en nuestro canon literario de autoras de la literatura regional, y aun de la literatura nacional. Sin duda que en la constitución del canon, las voces de las mujeres han sido ignoradas. Por ello, cabe mencionar que la existencia de un canon literario es excluyente, imposibilita la inclusión de producciones no canónicas, impide el diálogo de autores y obras de diversas regiones, temáticas, o momentos históricos. De ahí la necesidad de iniciar la apertura de los listados hegemónicos de obras, géneros y temas literarios. Asimismo, existe la necesidad de reconocer la importancia del lector como crítico en la construcción de una historia literaria, y el papel de discursos subalternos como lo indígena, provinciano, femenino, etc. Si bien existe el interés por la conservación del canon, hay también la crítica creadora de “cánones laxos”, los cuales no han sido incluidos por la hegemonía. Mención y poder especial, en este punto, lo tiene la industria editorial configuradora de un “neo“neocanon” que selecciona obras y autores sin preservar la metodología rigurosa y crítica requerequerida para un tema tan complejo como la pedagogización de la literatura. Ha llegado la hora de entender que toda literatura o fenómeno literario es un proceso que nunca termina, que necesita de constante reflexión, continuamente nutrido con resultados de investigaciones rigurosas que no pretendan exponer un decálogo de la historia literaria sino que dejen abierto el terreno para la discusión y el nuevo conocimiento, que primero cuestione al lector, que le genere preguntas en vez de establecer dogmatismos e imponer conocimientos. La apertura del canon y discurso hegemónico nunca le hará daño al sistema literario, al contrario, logrará exponer y explicar problemas que la historiografía clásica y las obras tradicionales no habían pensado o ni siquiera advertido. Criterio 3. Relacionar la literatura regional y la oralidad. Desde esta perspectiva, la ‘ liteliteratura regional ’ ’ es es vista como sinónimo de ‘ literatura literatura oral ’, que, ’, que, a su vez, estaría relacionada con ‘ lo lo tradicional ’ ’ , la estrechez espacial y lo primigenio. Como consecuencia de ello, la literatura regional ha sido por mucho tiempo subvalorada debido a que se ha construido sobre ella la idea de coloquialidad, informalidad, costumbrismo, y ha sido limitada geográficamente, puesto que se constituye como parte de la identidad de un pueblo, que difunde sus creencias y cosmovisiones que la identifican y hacen diferente a la de otros pueblos. Este criterio reduce la literatura regional a un plano popular y de informalidad. Por ejemplo, dentro de la literatura oral de Lambayeque sobresalen los relatos referidos a las creencias, costumbres y tradiciones. Podemos Podemos decir que “La serpiente de fuego”, fuego”, “Vida y alma de los cerros”, “El sol padre de los brujos”, “El cacique Tancúm y el canto de la lelechuza”, “La leyenda del cerro La vieja”, entre otros, otros, son discursos que forman parte de la cultura de una región y van siendo modificados según el lugar de procedencia, pero que a la
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vez mantienen elementos comunes en las historias que narran, las cuales dependerán del lugar de producción del relato. Estas historias han sido producidas y consumidas por mucho tiempo sin ser valoradas por la crítica literaria y, de hecho, sin que formen parte del canon literario. Sin embargo, en la actualidad estas producciones vienen siendo recogidas y revitalizadas en una dinámica constante, a tal punto que están siendo tomadas como insumo para la creación de las literaturas denominadas “cultas”, “cultas”, por el valor que les da la escritura. Criterio 4. Enmarcar la literatura en un solo contexto. Aquí contexto. Aquí podemos señalar lo propuesto por Milan Kundera, quien dice que hay dos contextos elementales en que podría situarse una obra: el contexto pequeño, el de la historia propia de una nación, y el otro gran contexto, referido a la historia supranacional de su arte. Kundera define el provincianismo, equiparado de alguna manera con literatura regional, como la incapacidad de considerar su cultura en un gra n contexto. Aquí aparecen ap arecen dos y hasta tres tipos de provincianismo: un provincianismo de las naciones grandes, un provincianismo de las naciones pequeñas y una tercera, un provincianismo intermedio entre el gran contexto y el pequeño contexto nacional. Hay que entender que bajo este criterio se concibe como literatura regional las manifestaciones literarias de cualquier ámbito, y por ello podemos leer literatura de otros lugares en cualquier tiempo o época. La literatura como producto cultural verbal, como práctica social y constructo con structo de múltiples sentidos, no puede ser limitada a un espacio geográfico, limitado por fronteras espaciales, culturales o lingüísticas; por el contrario, un discurso literario debe unificar las culturas a partir de los elementos comunes a éstas, de sus valoraciones implícitas, dejando de lado criterios tradicionalistas que han fomentado que vayan apareciendo “diferencias” entre una y otra otra producción literaria. 2. Análisis de documentos didácticos sobre la relación literatura y y región
Teniendo en cuenta la lectura de documentos relacionados con las dificultades teóricoconceptuales en el binomio literatura-región, proponemos analizar algunas actividades incluidas en los textos didácticos oficiales del área de Comunicación, Comunicación, referidos a literatura regional: Documento 1: Santillana (2008). Comuni cación cación 1. Lima: MINEDU (p. 103). La sección “Visitamos las regiones” se ubica al finalizar cada unidad de aprendizaje. Esta sección tiene como finalidad familiarizar al estudiante con la literatura oral de las diferentes regiones del país. Los textos se complementan con imágenes representativas de las regiones. Lima es la primera región citada, y se adjunta la leyenda de Cuniraya Viracocha. El texto refiere un lugar histórico ubicado en Pachacámac (“Hace más de 1600 años”), años”), al sur de Lima, según el texto, un lugar mítico y religioso al que concurría gente de diversas partes del Perú. A pesar del tiempo transcurrido, Pachacámac no ha perdido su importancia sagrada, puesto que la magia y el misterio continúan vigentes. A continuación se presenta la Amazonia peruana desde dos perspectivas: primero, por su exuberante vegetación; segundo, por su variedad de relatos, sinónimo de fabulosas y espléndidas historias. Además se precisa que culturalmente las leyendas de la Amazonia son motivo de constante estudio, puesto que encierran historias complejas y enigmáticas. En ellas, el agua y los animales de la región toman un importante protagonismo. Se incluye la leyenda de la Yacumama. En tercer lugar está la región de la sierra. Una introducción alude el tema del amor y la soledad, como recurrentes en las historias literarias; más adelante se menciona una leyenda de Ancash, que
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los connota. Asimismo, se precisa que en la sierra las historias que se narran son conmovedoras y explican el origen de lagos, nevados y ciudades. A partir de la revisión de estos textos didácticos se infiere algunos criterios con que se ha construido el binomio literaturaregión. El documento concibe la leyenda como leyenda como una forma de sobrevivencia de la voz de los antepasados, es un discurso que permite conocer cómo los antepasados concibieron los orígenes y su realidad circundante. La literatura oral y y literatura regional se se relacionan con lo primigenio y tradicionalista. Al decir “leeremos “leeremos leyendas de la costa (Lima), la selva (Ucayali) y la sierra (Ancash)” (Ancash)”, se pone en evidencia el predominio de los centros de poder cultural, reproduciendo la vigencia conceptual del centralismo imperante. La leyenda que pertenece a Lima es situada histórica y geográficamente, enmarcándose como una construcción social que ha perdido vigencia, devenida en improductiva e intrascendente, pues forma parte de grupos minoritarios cuya cosmovisión se ha mantenido arraigada en lo míticoreligioso. En el caso de la literatura de Ucayali se resaltan los imaginarios de “región enigenigmática y de historias complejas”. complejas”. Desde una mirada centralista estas historias se tornan complejas pues la forma en que un poblador citadino ve el mundo, no es la misma visión de quien convive a diario con la naturaleza, relación incorruptible, de pertenencia, entre hom bre-naturaleza. Respecto a esta región no se usa la presentación, que sí se observa para el caso de Lima; además no hay contextualización, ni marcadores de tiempo (no se les sitúa históricamente). Lo mismo sucede para la lectura de la leyenda de la región Ancash. Según esto, para los dos últimos casos se remarca el discurso hegemónico, puesto que se obvia el marcador histórico, la contextualización y la presentación. De esta manera se constituyen en un discurso oficial, institucionalizado y plasmado en los diversos textos escolares para lectura de los estudiantes peruanos; discurso que va marcando, desde ya, algunas diferencias. Documento 2: Santillana (2008). Comuni cación cación 1. Lima: MINEDU (p. 109). El análisis corresponde a un taller de creación denominado “Creamos una “Creamos una historieta sobre un relato de nuestra región”. región”. La sección tiene como finalidad que el estudiante, a partir de la lectura de la historieta “El zorro y el cuy”, cuy”, cree otra, y para ello, tendrá como base un relato de la región de procedencia del estudiante. Se ha tomado como referencia un relato oral enmarcado en un espacio rural-andino, mítico, tradicional. Se evidencia nuevamente el criterio tan arraigado de relacionar literatura oral-regional, con un sesgo de tradición tradición y como parte de las minorías. Documento 3: Santillana (2008). Comuni cación cación 1. Lima: MINEDU (p. 172). En este caso el análisis corresponde a la parte referida a la Comunicación escrita, donde se presenta el cuento tradicional o popular. Se inicia la propuesta de trabajo con interrogantes acerca de los relatos que se cuentan en la región del estudiante, además se pregunta si saben narrar un cuento popular y se sugiere leer el texto “Las sandalias del mensajero”, texto que servirá para aprender a narrar. Luego se presenta una ficha de lectura, un u n recuadro sombreado con la definición del cuento tradicional o popular, su estructura, el lenguaje que se usa y la intención. Posteriormente se proponen actividades para la escritura de un hecho de la vida cotidiana del estudiante. Para el análisis de esta sección del texto de comunicación del primer año, podemos analizar cómo se construye la literatura regional a partir de marcas textuales determinadas. Cuando se denomina “cuento “cuento tradicional o popular ”, se relaciona la producción artística regional con c on lo popular, y con sentido tradicionalista. trad icionalista. Además es cuestionable la pregunta: “¿Sabes cómo se debe narrar un cuento popular?” popular?”, puesto que el senti-
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do que transmite es que se debe tener determinados “conocimientos” para poder narrar, obviando de esta manera una de las característica inherentes al ser humano: el de ser narradores. Se obvia la idea que la narración, como práctica social, es usada en las diversas actividades de la cotidianeidad del hombre. A lo planteado anteriormente, se sugiere que para saber narrar se debe leer un texto, para este caso el cuento “Las sandalias del mensajero”, y desarrollar un conjunto de actividades propuestas, como si la narración tuviera modelos parametrados que van a permitir “aprender a narrar”, narrar”, no teniendo en consideración, por ejemplo, lo que plantea Zavala (2006), cuando dice que “lo “lo que motiva el surgimiento de las narraciones son circunstancias reales”, es decir , que la narración, al formar parte de las actividades cotidianas del hombre, es un género discursivo con performance natural y pro pia de un contexto o situación particular. En la parte referida a la conceptuación de l “cuento popular o tradicional” tradicional”, se remarca en negrita que este per per tenec tenece e a la tr adición adición or al y fol cló- cló- ri ca de un lu gar o región región . En este caso se evidencia la concepción tan arraigada del prestigio de la escritura sobre la oralidad. La escritura goza de prestigio social, tiene un carácter distintivo frente al uso oral de la lengua, perenniza lengua, perenniza los los usos orales de una determinada variedad lingüística considerada como legítima y reconocida sobre la base de estereotipos culturales, por ejemplo, la unidad de la lengua, o la asociación de la escritura con la civilización. Por ende, la escritura se convierte en medio que difunde el modelo homogéneo, homogéneo, lo legitimado por los grupos que ostentan el poder, que consideran al margen el uso heterogéneo de la oralidad, para este caso, la literatura oral. Además, al expresarse que pertenece pert enece a la tr adición adición or al y folcl óri ca de un l ugar o r egión gión , se posiciona esta literatura como un discurso de las minorías, como literatura popular, folclore y de baja calidad. En relación con la estructura del relato, se plantea la conocida organización narrativa de considerar que un relato tiene inicio, nudo y desenlace. En este sentido, no se considera que “en “en la estructura misma del relato se establece permanentemente una analogía entre el contenido del relato y un hecho de la realidad del interlocutor” (Zavala interlocutor” (Zavala 2008), es decir que, al momento mismo de narrar se compara, evoca o toma algún suceso de la realidad, relacionado con lo que se relata. Al contar historias los narradores no se “guían” por una estructura, sino más sino más bien se orientan por el contexto de una situación particular, por las intenciones o propósitos narrativos. Documento 4: Santillana (2008). Comunicación 1. Lima MINEDU (pp. 183-186). Las siguientes páginas corresponden a la sección de Las regiones de los grandes ríos, donde se hace referencia al cuento “El bagrecico” de Francisco Izquierdo Ríos. Ríos. Además, el estudiante conocerá las regiones surcadas por caudalosos ríos: Amazonas (al norte de nuestro país) y Madre de Dios (al sur del territorio nacional). A continuación se presenta el Marañón como río sagrado, sus referencias geográficas, la cosmovisión del pueblo que vive a orillas de este río y el testimonio de un poblador. Después posiciona al escritor Ciro alegría Bazán como el narrador del Marañón, se cita un fragmento de su obra y posteriormente se presenta el río Utcubamba como fuente de energía para la Reg ión Amazonas. En la siguiente página se presenta la región de Madre de Dios, el río del mismo nombre, y a Javier Heraud como el inmortal cantor de los ríos. Podemos precisar que se mantiene la relación entre oralidad y literatura regional. Cuando se menciona la cosmovisión de los pobladores que habitan cerca del Marañón y se recurre a un testimonio de un poblador que habita en las cercanías del río, la intención es continuar con la relación que lo primigenio y lo tradicional va de la mano con la producción regional. Cuando se menciona a Ciro Alegría Bazán como el narrador del Marañón Marañón se limita su obra literaria a solo una producción, en este
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caso La caso La serpiente de oro. oro. Además, se presenta una visión romántica del regionalismo, puesto que se cita un fragmento de la obra con sesgo idílico: “Un rumor profundo que palpita en todos los ámbitos, denuncia la creciente máxima que ocurre en febrero. Entonces uno siente respeto hacia la correntada y entiende su rugido como una advertencia personal”. personal”. Según Fernández, la visión romántica del regionalismo no puede ser aceptada en la actualidad como perspectiva crítica, de esa manera se evita caracterizar la literatura regional como ingenua y reflejo de atraso e inmadurez artística. Además, podemos notar, en este documento de análisis, que no se considera ningún relato de la literatura oral de Madre de Dios, por el contrario, se hace referencia a un poema de Javier Heraud, “El río”. río”. ¿Es que acaso Madre de Dios no tiene relatos orales relacionados con los ríos? De esta manera, desde el discurso oficial, se anula la producción cultural literaria de esta región y se concibe ésta como carente de literatura. No hay cabida para los discursos que no son reconocidos por el canon literario. Documento 5: Santillana (2008). Comuni cación cación 1. Lima: MINEDU (pp. 207-209). En estas páginas, que pertenecen a la Unidad 8, también corresponden a la sección Visitemos las regiones, y lo primero que llama a la atención es el encabezado “Grandes escritores”. A continuación se hace una breve introducción que nos parece interesante para el análisis y que reproducimos textualmente:
“En esta unidad hemos visto que todo ser humano es valioso y único, con capacidades y habilidades que lo distingue de otras personas. Sin embargo, hay personas que poseen talentos especiales para la ciencia, la música, la literatura, etc. en nuestra visita por las regiones de esta unidad, estudiaremos a tres peruanos con aptitudes especiales para la literatura: Enrique López Albújar, Amarilis y Abraham Valdelomar”. (pág. Valdelomar”. (pág. 207). Después, en el texto aparece el nombre de la región, en este caso “Huánuco”, “Huánuco”, seguido del nombre del primer escritor mencionado: Enrique López Albújar. Luego se mencionan algunos datos de su biografía para luego sugerir la lectura de una de sus obras, “Las tres jircas”. Después de esta lectura aparece el nombre de Amarilis: nuestra primera gran poeta. Nuevamente se hace una biografía de esta poeta y luego se evidencia parte de su obra, que en realidad, son algunos versos. Después se formula un conjunto de preguntas de comprensión. Lo mismo ocurre en la página 209, con Valdelomar y su obra, “El caballero CarmeCarmelo”. lo”. Con respecto al párrafo introductorio de la página 207, da a entender cómo la “literatura regional” o de las regiones, en el texto en revisión, está vista desde un criterio hegemónihegemónico de los discursos de las mayorías, pues estos escritores, aunque pertenecen a los “márge“márgenes”, nes”, forman parte de la literatura de los “centros”, “centros” , los tres autores son considerados como ilustrados y famosos escritores de literatura. Remarcamos el término “escritores” escritores” puesto que se relaciona con la literatura escrita, posicionada como más culta, en un escalón más alto que la literatura oral o “popular”. Un detalle importante es que cuando se menciona la literatura de la región de Huánuco, dentro de esa región, aparece Enrique López Albújar, quien es nacido en la ciudad de Chiclayo, Lambayeque, y su labor literaria, sin embargo, está muy ligada a la ciudad de Huánuco, a lo andino; por ello, muchos califican la narrativa de López Albújar como indigenista, prueba de de ello es el relato “Las tres jircas”. Desde lueluego que aquí, el concepto de literatura regional está tomado con un criterio no biografista, un criterio que contempla diferentes contextos dentro de la literatura. El caso de Amarilis y de 6
Abraham Valdelomar constituye un ejemplo de literatura regional desde un criterio biografista ya que, de acuerdo con la edición del texto Comunicación 1 de 1 de la editorial Santillana, su literatura es fiel reflejo de las vivencias propias en sus lugares de origen, en su propia cultura. Documento 6: Santillana (2008). Comuni cación cación 2. Lima: MINEDU. En este caso se analiza los documentos referidos al segundo grado de educación secundaria: En las páginas 184-188 de la Unidad 7 del texto Comunicación, Comunicación, correspondiente a la sección Visitemos las regiones, observamos que es dedicada a las regiones Lambayeque, Ica y San Martín. Sin embargo, antes de iniciar la Unidad 7, el texto contiene un preámbulo (págs. 172- 175): El relato de costumbres (Comunicación oral) y El cuento. El cuento popular (Comunicación escrita). El relato de costumbres presenta dos acápites: antes acápites: antes de empezar , en donde se indaga sobre los saberes previos de los estudiantes acerca de la narración de una costumbre o tradición de la comunidad; luego decidimos qué hacer , en que se presenta una nota a manera de introducción acerca de la multiplicidad de manifestaciones culturales del Perú. A continuación se presentan instrucciones para trabajar en grupo una costumbre o tradición. Los estudiantes deberán investigar sobre ella y luego narrarla ante sus compañeros. De otro lado, el cuento popular presenta, también, dos secciones: antes de empezar , en que se indaga por el conocimiento de los estudiantes acerca del origen de sus padres o abuelos, y si estos les han contado historias sobre su pueblo; se da énfasis a la familiaridad que tienen con las narraciones de diferentes culturas y su importancia en la transmisión de valores de generación en generación; a continuación se presenta un cuento popular árabe titulado “Dos amiamigos”, gos”, y actividades de comprensión. Luego aparece un resumen científico sobre el cuento popular. Finalmente, una actividad de extensión para p ara elegir eleg ir una imagen de costumbres (de tres propuestas) para producir un cuento popular con las características antes señaladas. Esta primera entrada permite suponer el interés por familiarizar a los estudiantes con el género narrativo y con la necesidad de motivar o despertar el interés por la narración de experiencias en la comunidad. Lamentablemente, todas las actividades giran en torno a las costumbres y tradiciones de la comunidad. Asimismo, se direcciona a los estudiantes para asumir que el cuento popular pertenece a la tradición “oral y folclórica de un lugar o r eegión”. Relacionando reiteradamente la concatenación: popular, popular, oral, folclórico. Visión, en nuestra opinión, sesgada del género en mención puesto que es asociado a lo informal o de menor valía. La Unidad 7 Visitamos las regiones se inicia con el encabezado: “Cuentistas de las regiones” e inicia diciendo: “En “En esta unidad hemos apreciado la riqueza cultural de nuestra patria: bailes costumbres, relatos…”, y presenta a tres grandes cuentistas: Enrique López Albújar (Lambayeque), Abraham Valdelomar (Ica) y Francisco Izquierdo Ríos (San Martín). La región San Martín: Francisco Francisco Izquierdo Ríos. Presenta el cuento “Ladislao, el flautista”. Se flautista”. Se adjuntan actividades de comprensión lectora y al finalizar la página se observa que en un pequeño recuadro se hace una breve biografía del autor. El segundo cuentista es Abraham Valdelomar Valdelomar (Ica), se presenta su biografía en que se lee: “En sus cuentos revela su auténtica sensibilidad hacia sus raíces peruanas y provincianas”. provincianas”. Luego viene una introducción al relato que continúa: continúa: “El vuelo de los cóndores” (fragmento). cóndores” (fragmento). Al finalizar se ad juntan actividades de comprensión lectora y un breve glosario. El tercer cuentista es Enrique López Albújar (Lambayeque). Se presenta una breve biografía en que se lee: “Primer escritor peruano que pudo crear personajes indígenas de verdad”, verdad”, “se le considera el primer escritor indigenista del Perú”. Sigue su cuento “Los tres jircas” (fragmento). jircas” (fragmento). Al finalizar se adjuntan actividades de comprensión lectora. En los tres autores presentados, además de la
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estructura didáctica semejante, llama la atención la preocupación del autor del texto porque el estudiante se informe sobre los narradores nacidos en su región, este detalle se encuentra subtitulado con la interrogante: ¿Y en nuestra región? La primera región presentada por el autor evidencia una contradicción puesto que habiendo tratado de relacionar los conceptos popular, oral, o ral, folclórico (con tendencia tend encia a lo informal o lo de menos valor), en la introducción dice: “En esta unidad hemos apreciado la riqueza cultural de nuestra patria: bailes coscostumbres, relatos…” oponiendo relatos…” oponiendo dos conceptos o ideas: riqueza cultural a popular, oral, folclórico, y región (parte, márgenes) a patria (todo, centro). Podemos afirmar que se conserva el tópico biografista al leerse textualmente: “En Saposoa, una de las cálidas provincias de la región San Martín, nació Francisco Izquierdo Ríos”, Ríos”, “La región Lambayeque tiene un hijo ilustre (1872-1966)”, (1872-1966)”, “Abraham Valdelomar (1888(1888-1919) 1919) nació en Ica”. Ica”. En el cuento elegido es “Ladislao, el flautista”, flautista”, se remarcan algunos rasgos lingüísticos propios de la región San Martín, como por ejemplo: ladislau o ladislau o diz , en un afán, tal vez, por enfatizar el regionalismo (entendido como propio de la región física). La adjetivación que realiza el autor del texto infiere un matiz segregacionista: llama a los escritores escritores “cuentistas”. Dice de Enrique López Albújar: el primer escritor “indigenista” y de Abraham Valdelomar , su auténtica sensibilidad hacia sus raíces “peruanas” y “provincianas”. 3. Conclusiones
Por una necesidad metodológica, la literatura se ha clasificado siguiendo diversos criterios, dentro de los cuales está el criterio biografista, el de exclusión de los discursos de la s mayorías, el de la relación literatura regional y la oralidad, y el criterio de enmarcar a la literatura dentro de un solo contexto. Sin embargo estos criterios son cuestionables, como ya lo hemos visto al analizar los documentos didácticos oficiales. El Ministerio de Educación, si bien es cierto actualmente realiza intentos por incorporar la literatura regional en sus textos oficiales, detrás de esas consideraciones hay todavía ideologías hegemónicas, centralistas que ven la literatura escrita como culta y la literatura oral vista como tradición popular. Si bien al momento de ubicar a algunos autores dentro de una determinada literatura regional, se perciben ciertos criterios biografistas, en algunos pocos casos (como en el caso de Albújar), ya no se está asumiendo este criterio. Abordar la historiografía literaria es teóricamente complejo por la diversidad de enfoques críticos (formales, contextuales e ideológicos) que hay tras este estudio. Lo formal, determinado por el canon literario y la postura de “legitimizar” ciertas producciones; lo contexcontextual, porque se pretende enmarcar la literatura en un solo contexto; y lo ideológico por el discurso hegemónico y centralista que hay ha y tras los análisis de las producciones. Pero ello no impide que se vayan cambiando ca mbiando las perspectivas de análisis de la literatura regional. La literatura es un legado cultural incompleto y en ese dinamismo estamos insertos todos los interesados. Es hora de la apertura a la discusión y la crítica constructiva que, primeramente, logre cuestionar al lector e involucrarlo en este trabajo de análisis y reflexión de nuestra cultura, pero cuidando de no caer en exclusiones o silenciando voces tantas veces marginadas por el poder del discurso hegemónico. 8
Referencias
1. Fernández, M. (2012). Aproximación a las dificultades teórico-conceptuales del binomio “literatura-regi “literatura-región”. ón”. Lingüística y literatura, 61, 59-72. 59-72. 2. Zavala, V. (2006). La oralidad como performance: un análisis de géneros discursivos andinos desde una perspectiva sociolingüística. BIRA 33, 129-137.
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