Mario Roberto Santucho

March 4, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Mario Roberto Santucho ...

Description

Sus editoriales y escritos estratégicos

1

Antología y Estudio Preliminar

Daniel De Santis

De Santis, Daniel Mario Roberto Santucho: editoriales y escritos estratégicos / Daniel De Santis; compilado por Daniel De Santis. 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Estación Finlandia, 2021. ISBN 978-987-45433-7-0 1. Lucha Política. 2. Guerrillas. 3. Movimiento Obrero. I. De Santis, Daniel, comp. II. Título. CDD 320 Queda hecho el depósito que indica la ley 11723 Libro de edición argentina

www.nuestramerica.com.ar [email protected]

www.finlandiaestacion.com estació[email protected]



A la militancia del Partido Revolucionario de los Trabajadores

Agradecimientos

A Ana Cristina Santucho por su prólogo en el que nos ofrece sentimientos profundos sobre aquellos esperanzados y desgarradores momentos, que le tocó vivir siendo adolescente, con cabal comprensión de los mismos. Y por su aporte histórico. A Jorge Pedro Zabalza el Tambero, histórico líder tupamaro, cuyo prólogo da el marco adecuado de internacionalismo y latinoamericanismo. Y por su aguda mirada siempre con y desde los de abajo. Fue importante la ayuda desinteresada de los compañeros Mauro Fontenla, Marcelo Estévez Rivero, Blas Estévez y Marcelo Valenti por la lectura de los textos buscando errores, por las conversaciones peloteando ideas para el nombre del libro y contenidos del estudio preliminar. El pedido de Blas de una nota sobre el PRT para la revista Joselito Bembé me hizo bajar a tierra y concretar el estudio preliminar. De mucha utilidad resultó la página de internet eltopoblindado.com de Gabriel Roth con quién hace años colaboramos en el armado de un más completo archivo documental del PRT-ERP. Debo mencionar al Negro Eduardo Soárez cuyo pedido urgente: “pasame todo lo que tengas de Santucho para un compañero colombiano”, de fines de junio, me movilizó para iniciar y concretar esta vieja idea. Las amigas y amigos de las redes sociales que se volcaron en gran número a alentar la idea fue otro índice de la expectativa que generan los escritos de Santucho y sirvió de estímulo.

7

Sus editoriales y escritos estratégicos

Índice

19 Prólogo de Ana Cristina Santucho 25 Prólogo de Jorge Pedro Zabalza 33 Santucho: El análisis concreto de la situación concreta Daniel De Santis 73 PRIMERA PARTE. ESCRITOS ESTRATÉGICOS Y PRIMEROS EDITORIALES 75 Capítulo 1. El Norte Argentino 75 1. El proletariado rural detonante de la revolución argentina. Año 1964 83 2. 4 Tesis sobre el Norte Argentino. Abril de 1966 91 Capítulo 2. Estrategia y Partido Político Revolucionario de los Trabajadores 91 3. El único camino hasta el poder obrero y el socialismo. Documento del IV Congreso. Febrero de 1968. 91 Introducción. 96 Capítulo I: El marxismo y la cuestión del poder. 116 Capítulo II: ¿Tenía nuestra Partido una estrategia de poder? 128 Capítulo III: Relación entre la revolución mundial, continental y regional.

9

Mario Roberto Santucho

140 Capítulo IV: Nuestra estrategia y tácticas nacionales deben partir de las características de nuestra revolución. 157 Capítulo V: Las tareas y organización del Partido. 175 Capítulo 3. Fundación del Ejército Revolucionario del Pueblo 175 175 178 179 205 212 214 216 218 220 227 234

4. Resoluciones del V Congreso. 29 y 30 de julio de 1970. Prólogo. Introducción. La lucha de clases en el seno del Partido. Resoluciones sobre dinámica y relaciones de nuestra guerra revolucionaria. Resolución sobre el trabajo dentro del movimiento de masas y sindical. Resolución de fundación del E.R.P. Resolución sobre relación Partido-Ejército. Resolución sobre el Centralismo Democrático en el Ejército. Minuta sobre Internacional. Estatutos del Partido Revolucionarios de los Trabajadores. Programa del E.R.P.

237 Capítulo 4. Todo el Partido al Combate De agosto de 1970 a mayo de 1973. 237 237 241 243 243 244 245 245 245 246 248 249 249 10

5. Resoluciones del CC de Octubre de 1970. La situación del país. Primer plan operativo militar. El Partido y el Ejército. Sobre la disciplina en el Ejército. Resolución sobre moral ante el enemigo. Sobre criterio financiero. 6. Resoluciones del CC de Marzo de 1971. 1. La Situación Internacional. 2. Situación nacional: Levingston, fiel continuador del onganiato. Ensanchamiento de las posibilidades de luchas legales y semilegales. Levinsgton en la cuerda floja. El movimiento de masas.

Sus editoriales y escritos estratégicos

251 252 252 257 258 259 259 261 262 264 268 269 270 271 273 274 275 277 279 281 281 282 286 294 294 296 297 298 299 300 301 302 304

Nuestras tareas. 7. Resoluciones de CE de Abril de 1971. Situación Nacional. Precisiones sobre Partido y Ejército. 8. Fragmentos de la Carta de Mario Roberto Santucho a su compañera Ana María Villarreal del 22 de septiembre de 1971. 9. Resoluciones del CE de Enero de 1972. Situación nacional. Nuestras tareas. 10. Una definición contrarrevolucionaria. Editorial de El Combatiente Nº 67, del 29 de febrero de 1972. Contenido y significado del documento. Perspectivas. La situación económica. La estrella roja se impondrá. 11. Nuestra posición en la situación política actual. Editorial de El Combatiente Nº 70, del 30 de julio de 1972. ¿Es viable un gobierno populista? El movimiento de masas y la guerrilla. Despreciar al enemigo estratégicamente y tenerlo en cuenta tácticamente. Nuestras tareas. Conclusión. 12. Resoluciones del CC de Diciembre de 1972. Situación nacional. Los próximos meses son de preparación. 13. El triunfo electoral peronista y las tareas de los revolucionarios. Editorial de El Combatiente Nº 76. Segunda quincena de marzo de 1973. 14. Resoluciones del CE de Abril de 1973. Sobre actitud frente al gobierno. Sobre sindical. Sobre trabajo legal. Sobre operaciones militares. Sobre trabajo en el Ejército. Sobre frente único 15. Porqué el E.R.P. no dejará de combatir. Respuesta al Presidente Cámpora. Mayo de 1973. Algunos antecedentes históricos. No dar tregua al enemigo. 11

Mario Roberto Santucho

307 SEGUNDA PARTE. LOS EDITORIALES FIRMADOS POR SANTUCHO 311 Capítulo 5. Santucho rompe con las escrituras… y acierta Desde el 25 de mayo al 5 de septiembre de 1973. 311 16. Unidad obrera y popular contra el imperialismo y sus agentes. Conferencia de prensa del P.R.T. Editorial de El Combatiente Nº 81. Lunes 16 de julio de 1973. 314 17. Las definiciones del peronismo y las tareas de los revolucionarios. Editoriales de El Combatiente Nº 82 a 85, del 20 de julio al 10 de agosto de 1973. 314 El autogolpe contrarrevolucionario del 13 de julio. 320 El rol del General Perón. 325 La unidad de la burguesía. 330 La unidad obrera y popular. 332 Las últimas definiciones. 340 18. 22 de agosto: Día del Combatiente Heroico. Editorial de El Combatiente Nº 86. Viernes 17 de agosto de 1973. 344 19. Porqué nos separamos de la IV Internacional. El Combatiente 86. Viernes 17 de agosto de 1973. 355 20. Unidad nacional o unidad obrera y popular. Editorial de El Combatiente Nº 87. Viernes 24 de agosto de 1973. 360 21. Los obreros y la lucha revolucionaria. Editorial de El Combatiente Nº 88. Viernes 31 de agosto de 1973. 366 22. Septiembre: Prepararse para derrotar la represión. Editorial de El Combatiente Nº 89. Viernes 7 de septiembre de 1973. 371 Capítulo 6. Perón al Poder y la Respuesta del Pueblo y del Partido Desde el 6 de setiembre de 1973 al 18 de enero de 1974. 371 23. El copamiento del Comando de Sanidad. Editorial de El Combatiente Nº 90. Viernes 14 de septiembre de 1973. 374 24. Las enseñanzas del proceso chileno. Editorial de El Combatiente Nº 91. Viernes 21 de septiembre de 1973.

12

Sus editoriales y escritos estratégicos

380 25. El Gobierno inicia el ataque. Editorial de El Combatiente Nº 92. Viernes 28 de septiembre de 1973. 383 26. ¡Unidad antifascista y antiimperialista! Editorial de El Combatiente Nº 93. Viernes 5 de octubre de 1973. 387 27. ¿A dónde va el nuevo Gobierno? Editorial de El Combatiente Nº 94. Viernes 19 de octubre de 1973. 392 28. Fracasa la política represiva. Editorial de El Combatiente Nº 95. Viernes 26 de octubre de 1973. 395 29. Gobierno: No hay soluciones para el pueblo. Editorial de El Combatiente Nº 96. Miércoles 7 de noviembre. 399 30. La guerrilla, núcleo de acero de la lucha popular. Editorial de El Combatiente Nº 97. Miércoles 14 de noviembre de 1973. 403 31. Seis meses de Gobierno peronista. Editorial de El Combatiente Nº 98. Miércoles 21 de noviembre de 1973. 407 32. Crece la oposición a la política del Gobierno. Editorial de El Combatiente Nº 99. Miércoles 28 de noviembre de 1973. 411 33. Se aproximan grandes cambios. Editorial de El Combatiente Nº 100. Miércoles 12 de diciembre de 1973. 417 34. La crisis interburguesa y las tareas de los revolucionarios. Editorial de El Combatiente Nº 101. Miércoles 19 de diciembre de 1973. 421 35. No confiar en ninguna fracción burguesa. Editorial de El Combatiente Nº 102. Miércoles 26 de diciembre de 1973. 425 36. No a la congelación de los salarios. No a la legislación represiva. Editorial de El Combatiente Nº 103. Miércoles 2 de enero de 1974. 427 37. Punto crítico en la lucha de clases. Editorial de El Combatiente Nº 104. Miércoles 16 de enero de 1974. 431 Capítulo 7. Desde el Asalto a la Guarnición de Azul a la Muerte de Perón Desde el 19 de enero al 31 de julio de 1974. 431 38. Reunión del CC de nuestro Partido. El Combatiente 105. Miércoles 30 de enero de 1974. 438 39. Después de Azul. Balance y perspectiva. Editorial de El Combatiente Nº 105. Miércoles 30 de enero de 1974. 443 40. ¿Gobierno popular o Gobierno proimperialista? Editorial de El Combatiente Nº 106. Miércoles 6 de febrero de 1974. 446 41. Derrotar al divisionismo Burgués. Editorial de El Combatiente Nº 108. Miércoles 20 de febrero de 1974. 13

Mario Roberto Santucho

449 42. Eliminar trabas a la movilización popular. Editorial 109. Miércoles 27 de febrero de 1974. 452 43. Perspectiva de la lucha democrática. Editorial de El Combatiente Nº 112. Miércoles 3 de abril de 1974. 455 44. Combatir el reformismo en el seno del pueblo. Editorial de El Combatiente Nº 117. Miércoles 15 de mayo de 1974. 459 45. Guerrillas en el Monte. Propósitos y perspectivas. Editorial de El Combatiente Nº 120. Miércoles 5 de junio de 1974. 463 46. Unir y movilizar todas las fuerzas del pueblo. Editorial de El Combatiente Nº 121. Miércoles 12 de junio de 1974. 466 47. Institucionalización o revolución. Editorial de El Combatiente Nº 125. Miércoles 10 de julio de 1974. 470 48. Enfrentar con energía la represión armada y no armada. Editorial de El Combatiente Nº 126. Miércoles 17 de julio de 1974. 472 49. Movilizar las fuerzas del Partido. Editorial de El Combatiente Nº 127. Miércoles 24 de julio de 1974. 476 50. El Gobierno contra el pueblo. El pueblo contra el Gobierno. Editorial de El Combatiente Nº 128. Miércoles 31 de julio de 1974. 481 Capítulo 8. Hacia una Situación Revolucionaria Agosto y septiembre de 1974. 481 51. El proletariado en pié de lucha. Editorial de El Combatiente Nº 129. Miércoles 7 de agosto de 1974. 485 52. Los combates de Villa María y Catamarca. Editorial de El Combatiente Nº 130. Miércoles 14 de agosto de 1974. 489 53. Antonio del Carmen Fernández Revolucionario Proletario. Editorial de El Combatiente Nº 131. Miércoles 21 de agosto de 1974. 494 54. Cambios en la disposición de fuerzas. Editorial de El Combatiente Nº 132. Miércoles 28 de agosto de 1974. 497 55. Poder Burgués y Poder Revolucionario. 23 de agosto de 1974. 497 El poder de la burguesía. 501 La Dictadura de Onganía. 504 Sin opción revolucionaria de poder. 506 Tercer Gobierno peronista. 511 Promesas vs. Realidades. 512 Reformismo y Populismo. 515 Situación revolucionaria y doble poder. 14

Sus editoriales y escritos estratégicos

518 520 522 524 526 527

Formas de poder local. Unidad y Movilización Popular: el Frente Antiimperialista. Construcción del Ejército del Pueblo. El Partido Revolucionario de los Trabajadores. Nuestra Revolución Triunfará. 56. Las tareas centrales del Partido. Páginas centrales de El Combatiente 134. Miércoles 11 de septiembre de 1974. 536 57. ¡Viva el proletariado azucarero! Editorial de El Combatiente Nº 136. Miércoles 25 de septiembre de 1974. 541 Capítulo 9. Propaganda. Organización. Acumulación de fuerzas Desde octubre de 1974 a mayo de 1975. 541 58. Propaganda, Organización, Acumulación de fuerzas. Editorial de El Combatiente Nº 137. Miércoles 2 de octubre de 1974. 544 59. ¿Por qué un armisticio? Editorial de El Combatiente Nº 138. Miércoles 9 de octubre de 1974. 547 60. Nueva cruzada represiva. Editorial de El Combatiente Nº 139. Miércoles 16 de octubre de 1974. 550 61. Sobre el estado policial. Editorial de El Combatiente Nº 140. Miércoles 23 de octubre de 1974. 555 62. Contra la fascistización: movilización democrática. Editorial de El Combatiente Nº 142. Miércoles 6 de noviembre de 1974. 559 63. A los obreros, campesinos e intelectuales revolucionarios. Editorial de El Combatiente Nº 143. Miércoles 13 de noviembre de 1974. 562 64. Crisis de la burguesía. Agitación de masas. Editorial de El Combatiente Nº 146. Miércoles 4 de diciembre de 1974. 565 65. Unidad y lucha contra el Gobierno represivo. Declaración del CE del PRT. El Combatiente 149. Miércoles 25 de diciembre de 1974. 568 66. La Compañía de Monte Vencerá. Editorial de El Combatiente Nº 155. Lunes de 17 de febrero de 1975. 572 67. Golpes desesperados. Editorial de El Combatiente Nº 160. Miércoles 26 de marzo de 1975. 575 68. Nítidas luchas político revolucionaria. Editorial de El Combatiente Nº 162. Lunes 7 de abril de 1975. 579 69. A los soldados conscriptos. Estrella Roja Nº 52. Miércoles 9 de abril de 1975.

15

Mario Roberto Santucho

581 70. Perseverar y triunfar. Editorial de El Combatiente Nº 163. Lunes 14 de abril de 1975. 584 71. Economía y Política. Editorial de El Combatiente Nº 165. Lunes 28 de abril de 1975. 587 72. Método y Política. El Combatiente 167. Lunes 12 de mayo de 1975. 591 Capítulo 10. Desde las Jornadas de Junio y Julio de 1975 al Golpe Militar 591 73. Victoriosa movilización de masas. Editorial de Estrella Roja Nº 56. Miércoles 9 de julio de 1975. 595 74. Ante las posibilidades democráticas forjar y Fortalecer la unidad. Editorial de El Combatiente Nº 174. Lunes 21 de julio de 1975. 601 75. Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”. El Combatiente 175. Miércoles 30 de julio de 1975. 617 76. Movilización democrática y reivindicativa. Editorial de El Combatiente Nº 175. Miércoles 30 de julio de 1975. 622 77. A la militancia del Partido Comunista. Carta abierta. Julio de 1975. 625 78. Crisis capitalista y poder local. Editorial de El Combatiente Nº 178. Miércoles 13 de agosto de 1975. 629 79. Giro represivo del Gobierno. Editorial de El Combatiente Nº 184. Miércoles 24 de septiembre de 1975. 633 80. Se generaliza la guerra revolucionaria. Editorial de El Combatiente Nº 190. Miércoles 5 de noviembre de 1975. 637 81. Ante la crisis de la burguesía, unidad en la lucha democrática y reivindicativa. Editorial de El Combatiente Nº 191. Miércoles 12 de noviembre de 1975. 641 82. La situación actual y nuestras tareas. Editorial de El Combatiente Nº 193. Miércoles 26 de noviembre de 1975. 644 83. Auge de masas y construcción del Partido. Editorial de El Combatiente Nº 194. Miércoles 3 de diciembre de 1975. 648 84. Lucha a muerte contra el opresor. Editorial de El Combatiente Nº 199. Miércoles 14 de enero de 1976. 652 85. Cuba y el internacionalismo proletario. Editorial de El Combatiente Nº 200. Miércoles 21 de enero de 1976. 654 86. ¿A dónde van los militares? Editorial de El Combatiente Nº 206. Miércoles 3 de marzo de 1976.

16

Sus editoriales y escritos estratégicos

659

Capítulo 11. Dictadura Contrarrevolucionaria Desde el 24 de marzo al 19 de julio de 1976.

659

87. ¡Argentinos a las armas! Editorial de El Combatiente Nº 210. Miércoles 31 de marzo de 1976. 88. Al Clero Argentino. Mensaje dirigido por Mario Roberto Santucho. (2-abr-76). El Combatiente 211. Miércoles 7 de abril de 1976. 89. La clase obrera columna vertebral de la resistencia. Editorial de El Combatiente Nº 213. Miércoles 21 de abril de 1976. 90. El Partido Militar: Enemigo fundamental de nuestro pueblo. Editorial de El Combatiente Nº 214. Miércoles 28 de abril de 1976. 91. Primer mes de la Dictadura. Editorial de El Combatiente Nº 215. Miércoles 5 de mayo de 1976. 92. Tres grandes tareas militares. Editorial de El Combatiente Nº 216. Miércoles 12 de mayo de 1976. 93. Autodefensa y Proselitismo militar. Editorial de El Combatiente Nº 217. Miércoles 19 de mayo de 1976. 94. Con fuerza hacia las masas. Editorial de El Combatiente Nº 220. Miércoles 9 de junio de 1976. 95. Nuestras tareas en el período de reflujo. Editorial de El Combatiente Nº 224. Miércoles 14 de julio de 1976. 96. Diez años de luchas y experiencias. Editorial de El Combatiente Nº 225. Miércoles 21 de julio de 1976.

664 667 672 677 680 683 687 691 695

17

Sus editoriales y escritos estratégicos

Prólogo Ana Cristina Santucho

Pensar en el legado que dejó de su vida, interrumpida antes de cumplir sus 40, es cómo la imagen del tren de la historia pasando por Santiago del Estero durante el comienzo de su juventud, allí lo tomó y nunca se bajó. En el secundario hacía y difundía una publicación estudiantil bilingüe, castellano y quechua. Ya en ese momento, había empezado a atesorar las riquezas de la cultura originaria, así como las realidades de quienes eran parte de su tierra. En las provincias del norte todos los años circulaban miles de campesinos, gran parte golondrinas, viajando por temporadas a participar en las cosechas. La caña de azúcar atraía a gran parte de los trabajadores del campo en el NOA. Robi terminaba el secundario y se preparaba para ir a Tucumán y ser estudiante en Ciencias económicas, eligió ser contador. Durante los primeros años en la universidad fue ayudante de contador en un ingenio de Tucumán. Así, durante su vida estudiantil tejía lazos con trabajadores de otros ingenios con su curiosidad inconmensurable acerca de lo que ocurría en este mundo laboral del azúcar, al mismo tiempo formaba con otros jóvenes la agrupación estudiantil MIECE. Estas realidades lo sumergían en las diferencias entre las provincias del norte y Buenos Aires, en cómo año tras año las provincias tenían sus economías cada vez más débiles, así como más pobladores y trabajadores vulnerables. Poco antes de concluir su vida de estudiante universitario decide viajar por Latinoamérica, también con la excusa de luna de miel, que se prolonga por varios meses. Era principios de los 60, tenía contactos estudiantiles y de activistas sociales en varios países vecinos; además la invitación de un profesor americano de historia latinoamericana, que había conocido en la universidad de Tucumán, para ir a EEUU y conocer a activistas sociales. En este viaje pasa por Cuba a principios del ‘61. El cono Sur y Central era un hervidero de ideas y debate 19

Mario Roberto Santucho

sobre el rumbo de nuestros países. Estaban las ideas de pensadores latinoamericanos y la influencia europea que traía el marxismo-leninismo. También en abril de ese año Cuba es declarada Socialista, al día siguiente de bombardeos en la isla por parte de EEUU. Así al regreso de su viaje viene decidido a construir un partido revolucionario para hacer la revolución socialista, la alternativa de un cambio radical a la política dependiente al capitalismo en Argentina. El apoyo masivo que permitió el triunfo de la Revolución Cubana le resulta una muestra clara de qué, las revoluciones se hacen con el pueblo. Así al regreso del viaje, en junio del ‘61 funda con su hermano mayor Francisco René, el FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano Popular). El FRIP expresaba un espíritu de preservación de la cultura norteña así como en la mejoría de las economías de la región. Así, primero la realidad del norte argentino con economías dependientes y trabajadores sin derechos, luego la concentración de grandes masas de obreros con malas condiciones de trabajo en las ciudades principales del país determina en su pensamiento la formación de un partido que aúne a ambos sectores sociales. Con esa idea se formó el 1er PRT, alianza entre el FRIP y PO (de tendencia trotskista). En ese año escribe “4 Tesis del norte argentino”. Se puede ver en perspectiva el aprendizaje que va haciendo de las acciones más acertadas para formar un partido que sirva de base y sostén a un proyecto de cambio de tal envergadura. Así el PRT llega a estar aliado a la IV Internacional, aunque por poco tiempo. La alianza con PO no prospera por diferencias en la lectura de la realidad social y por tanto en los objetivos cómo partido revolucionario. Esta 1era alianza es la puerta de entrada a la dinámica de la clase trabajadora industrial, más numerosa que la rural. A fines de 1967 se da la separación entre FRIP Y PO y, a principios de 1968, se conforma PRT “El Combatiente”. La construcción de un partido revolucionario era para él, y muchos de su generación la vía más directa para concretar el sueño de realizar una revolución socialista, posible sólo a través de la lucha armada para la toma del poder, y recién entonces construir una sociedad socialista. Tal idea suena lejana a los tiempos de hoy, aunque si nos ubicamos en ese momento histórico social, en diferentes lugares del mundo ocurrían acontecimientos de ese calibre. La guerra de Vietnam, la Revolución Cubana fueron referentes en su pensamiento, y en la certeza de que el triunfo es posible. También los diferentes hechos políticos y sociales en varios países brindaban un panorama de lucha de clases entre los trabajadores y, cómo dice el marxismo, los dueños de los medios de producción, hoy empresarios. La sola alternativa de realizar una revolución socialista por la vía armada era consecuente con el significado de la lucha de clases. Toda su generación creció durante gobiernos militares y/o cortos gobiernos inestables, como el gobierno de Ilia derrocado en el ‘66 por un golpe militar, así 20

Sus editoriales y escritos estratégicos

durante 18 años sucedió el control de gobiernos militares hasta 1973. En este contexto, con un gobierno militar, se formó el definitivo PRT. El PRT y después el ERP tomaron los conceptos y estrategias del marxismo y el leninismo en el método de acción estratégico, y en lo táctico referencias vietnamitas, como también el espíritu libertario del pensamiento de Bolívar, Mariátegui, el Che y más latinoamericanos. El marxismo leninismo fue la referencia principal y la más completa para hacer frente al capitalismo industrial, tanto la filosofía cómo su método de acción. En la segunda mitad de 1960 la clase obrera era muy numerosa y era considerada el actor social más dinámico en el escenario político, económico y social, así lo veía Roby. En los años siguientes a la fundación del PRT, sus editoriales y/o escritos daban cuenta del empeño en la construcción de un partido sólido en sus principios y fuerte en su capacidad de acción. De tal manera se organizaron escuelas de formación política, y avanzaron en la participación sindical tanto en Córdoba, Santa Fe, cómo en provincia de Buenos Aires. El Cordobazo en 1969, da una marca de fuego a la lucha de clases en Argentina. El PRT, mientras se consolida como organización, inicia su participación en la lucha de clases. De tal forma, al interior del partido prevalecía la idea de la proletarización. Había que abandonar la cultura de clase media si se pertenecía, así se plasmaba tal idea en sus editoriales como también los logros de las luchas obreras. La idea de proletarización era una forma de entrega a la lucha revolucionaria en esa dinámica político social y también cómo la vía posible para la toma del poder. La proletarización aseguraba la conciencia de clase, condimento fundamental en ese momento. En el último Congreso del PRT en 1970, al calor de las luchas sociales, se funda el ERP su brazo armado. A partir de entonces se inician pequeñas acciones, asaltos a camiones de empresas de comestibles para repartir en poblaciones vulnerables, como también desarmes a policías para tomar sus armas y proveerse. Desde inicios de los 70 hasta entrando a 1972 el PRT-ERP estaba inmerso en la constitución y solidez de su organización que crecía y participaba en los conflictos sociales. Posteriormente, ante el creciente conflicto social por la lucha de clases en diferentes zonas del país, en especial en las fábricas o industrias, el PRT-ERP decide enfrentar a grandes empresarios con la práctica del secuestro, se consideraban “enemigos del pueblo” por los conflictos sindicales irresueltos en esa coyuntura. Con tal devenir de sucesos y acontecimientos Roby mantenía su escritura al paso de los mismos, explicaba e informaba. El rol de la prensa en el partido tenía que ir al paso de los hechos, así tenían un equipo de prensa tanto en Estrella Roja y El Combatiente. Él era parte del mismo, todas las semanas estaba con su máquina de escribir preparando editoriales o artículos. A inicios de los 70 21

Mario Roberto Santucho

el conflicto social está en su cenit, el gobierno militar de Lanusse busca como salida el Gran Acuerdo Nacional (GAN) y comienza a realizar acuerdos para planificar el retorno de Perón. Las organizaciones sociales, sindicales y guerrilleras pasan diferentes momentos de confusión política e intentos de alianza. De todas formas perdura un accionar conjunto en el sentido de reconocerse entre todas. En este contexto hay varios artículos y análisis sobre el GAN y el accionar de todas las fuerzas “antiimperialistas” que deja en sus escritos. En agosto de 1972 se planifica la primera acción entre las 3 organizaciones guerrilleras PRT-ERP, Montoneros y FAR, la fuga del penal de Rawson. Estaba prevista para más de 100 militantes de dichas organizaciones pero fracasa la parte organizativa en el exterior del penal, sólo puede fugarse un reducido grupo, entre ellos Roby. El 2do grupo de 19 luchadores fracasa en el intento de fuga y una semana después es fusilado durante el gobierno militar de Lanusse. Este duro golpe a las organizaciones guerrilleras y en especial al PRT-ERP acelera el proceso del conflicto, ante el repudio generalizado de todos los actores sociales, junto al clima confuso por la convocatoria a elecciones y la llegada de Perón. Roby analiza la vuelta de Perón cómo un acuerdo cívico militar, entre empresarios y militares, para neutralizar la lucha de clases existente. En ese momento la credibilidad de buena parte del pueblo en la vuelta de Perón, cómo solución o aliciente a la conflictiva social, económica y política era una encrucijada, sólo era posible actuar inserto en esa realidad del país, expresaba Roby. De tal forma se puede ver en sus artículos las posturas y acciones en tal dirección. Los hechos por sí solos van demostrando la certeza de sus análisis y la postura del PRT-ERP luego de la fórmula Perón-Perón y de la aparición organizada de la derecha peronista con la AAA. En este contexto el PRT-ERP continúa con la lucha armada. Asalta cuarteles militares, continúa insertándose en los frentes fabriles en las principales provincias del país. Al mismo tiempo aumenta la represión a todos los niveles, hacia todas las organizaciones sociales. Durante esa etapa el PRT conforma el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo) con otras organizaciones políticas entre ellos organizaciones de base del peronismo revolucionario, sindicatos y otros sectores sociales. El FAS se mantiene organizado hasta 1975. Este Frente era fundamental para políticas de alianza y fortalecimiento en este controvertido momento “democrático” en el que la represión aumentaba. En este durísimo contexto Roby publica Poder Burgués y Poder Revolucionario en agosto de 1974. Empieza a gestarse la idea de un poder paralelo al burgués como paso previo a la toma del poder. En medio de tal crisis política comienza a gestarse la compañía de monte en 1974, en el departamento de Monteros en Tucumán. El PRT-ERP tenía pensado instalar zonas liberadas en el monte tucumano como andamiaje necesario para la toma del poder y la constitución de una sociedad socialista. Se 22

Sus editoriales y escritos estratégicos

instalaron en las proximidades del pueblo de Santa Lucía, allí había un Ingenio cerrado desde 1967, ese ingenio había sido el sustento económico de todos sus pobladores y sólo quedaban sus instalaciones abandonadas. Casi todos sus pobladores se convirtieron en trabajadores rurales golondrinas. No fue casual volver al punto de partida de su vida política activa. La realidad de los trabajadores rurales era cada vez más incierta, Santa Lucía y los pueblos de la zona eran olvidados por los gobiernos provincial y nacional. Desde 1974 desarrolló un accionar de acercamiento y comunicación política con la población, reflejado en los escritos de Roby y en la prensa del PRT. Sin embargo, el intento fallido del copamiento a un cuartel militar en Catamarca por la Compañía de Monte se convirtió en el detonador de una represión brutal. En febrero, el gobierno de Isabel de Perón decreta “El operativo Independencia” e instala el cuartel militar del ejército en el pueblo de Santa Lucía. La actividad de la compañía de monte Ramón Rosa Jiménez se mantuvo hasta 1976. El gobierno de Isabel de Perón, luego de la muerte de Perón en el ‘74, profundiza su accionar represivo y da vía libre a la derecha peronista, al mismo tiempo el ejército argentino es adiestrado por EEUU y escuelas de represión europeas en métodos de tortura y represión. Se mantenía el espíritu revolucionario gracias a la fortaleza que había adquirido el PRT-ERP con su creciente actividad en las luchas sociales y/o de clases. En tal escenario Roby escribía y transformaba en acción sus ideas, cómo también ante cada caída de sus compañeros de lucha levantaba sus banderas. Mantenía la certeza que el poder imperante reprimía de la misma forma que oprimía al pueblo. Durante 1975 sus publicaciones fueron por momentos para levantar la moral de sus compañeros tras las caídas, en otras fueron propias de un guerrero. En diciembre de 1975 se prepara la última acción militar al cuartel de Monte Chingolo. El objetivo era recuperar armamento y realizar un golpe sorpresa al aparato militar. El objetivo fracasa por un infiltrado. Esta grave derrota produce una alerta a la continuidad del proyecto revolucionario. Mantiene en sus artículos su estilo de análisis de la situación y de levantar la moral revolucionaria. En los meses siguientes hay un ordenamiento del PRT-ERP tras las caídas numerosas de sus integrantes. En marzo de 1976 llega el golpe de estado militar previsto hace unos meses. Desde entonces no se disimula la persecución política y la prohibición de actividades políticas. En esta fecha una de sus últimas editoriales incita al pueblo a la toma de las armas, queriendo expresar con esta frase la participación activa contra el golpe militar, en la siguiente ya advierte la necesidad de un repliegue del pueblo teniendo claridad acerca de la voracidad represiva de esta dictadura. En Julio de 1976, es ubicado por Inteligencia del ejército en el departamento de Villa Martelli en el que vivía hace pocos meses preparando su salida 23

Mario Roberto Santucho

del país por un tiempo, al igual que varios de sus compañeros. Hasta el último momento usaba la pluma para plasmar el cúmulo de sucesos históricos que vivió. No pensaba abandonar este proyecto revolucionario, había aceptado la necesidad de un repliegue temporal. Viendo desde hoy este rico y doloroso momento histórico me reconforta que exista su legado, que sin dudas es valioso para la construcción de todo proyecto revolucionario. Hoy siguen activas las mismas causas que hicieron pensar a esta generación en cambios profundos para la sociedad. Asimismo nuevos paradigmas que promueven e incitan cambios revolucionarios para el país, Latinoamérica y el mundo.

24

Sus editoriales y escritos estratégicos

Prólogo. Vela de Armas Jorge Pedro Zabalza

La matanza al por mayor instaló el difuso temor a sufrir más desapariciones, asesinatos, violaciones y torturas masivas, a quedar nuevamente desprotegidos ante la violencia irracional de las instituciones. Las secuelas del terror aún perduran y, de una u otra manera, ayudan a resignarse, a la desmovilización y la disgregación. Elemento subjetivo y vaporoso, pero con efectos muy prácticos a la hora de decidir. Cuando se descarta la insurgencia organizada y se opta por la paciente espera, ¿cuánto pesa el temor en la decisión? Las fuerzas populares fueron derrotadas, es cierto, y su derrota marcó a fuego el ciclo postdictaduras, el de las democracias formales con hegemonía liberal. Sin embargo, con el orgullo de haber sido y la vergüenza de sobrevivir, ahí seguimos, arañando las paredes, sobreviviendo, regando las plantitas del jardín. Ni liberales ni progresistas pueden conciliar la fuerza de trabajo con los propietarios del capital. Misión imposible. Histórica incompatibilidad. Por mucho 5G que consuman las y los asalariados, la lucha no se detendrá hasta la eliminación de las clases sociales, hasta instalar formas de poder popular y de gestión colectiva de la producción planificada. El antagonismo irreconciliable es el alma de la lucha de clases, empuja desde el subterráneo, no deja dormir la paz de los sepulcros. Porque la causa de los pueblos no fue derrotada ni se rindieron las ideas revolucionarias. Sobreviven como pueden, en las grietas de los muros derrumbados, cercadas por restauraciones varias, resistiendo apostasías de los que ya no son. No alcanza con sobrevivir, sin embargo. Sólo tiene sentido la sobrevida si sirve para recrear espíritu e imaginario similares al que abonó la lucha revolucionaria en el mundo de los ’60. En el actual clima de apología a la democracia liberal, el pensamiento de Mario Roberto Santucho rompe esquemas y emplaza a la reconstrucción, ayuda 25

Mario Roberto Santucho

a sortear las trampas del laberinto, a descubrir nuevas perspectivas, a pensar en la necesidad de prepararse para navegar con el pampero en contra. Bienvenido, entonces, este nuevo libro de Daniel De Santis. Es trascendental rescatar las ideas y el modo de pensar del fundador y principal dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). No sólo como datos para el relato histórico, sino que se recuperan ingredientes esenciales para la recreación de nuevas referencias revolucionarias. Es la magia que necesitan estos tiempos de velar armas para renacer. Los agrupados con Francisco René y Mario Roberto Santucho, que fundaron en 1961 un movimiento con intenciones revolucionarias, lo adjetivaron “indoamericano”. Una definición ideológica central que, por lo general, pasa desapercibida cuando se analiza la epopeya del PRT-ERP. El continente no es iberoamericano ni panamericano y es más que dudoso que sea latinoamericano. Usaron a propósito el término “indoamericano”, acuñado por el mexicano José Vasconcelos y luego resignificado por José Carlos Mariátegui. Reafirmación del carácter de invasión sangrienta del estupro financiado por el capitalismo europeo. En rechazo del engañoso “encuentro de dos culturas”, camuflaje que oculta el holocausto más grande de la historia humana. El Frente Revolucionario Indoamericano Popular optó por interpretar nuestra historia a la luz de los cinco siglos de resistencia indígena a la cultura, la religión y la dinámica del capital. Mientras que el estalinismo criollo miraba hacia Buenos Aires, los Santucho sostuvieron que la lucha por la liberación nacional y el socialismo detonaría en las provincias del noroeste. En particular apuntaron a su Santiago del Estero, donde hablan quichua los obreros de los cañaverales y de las minas, los campesinos de la sierra, el pueblo asalariado y sobrexplotado. En ese idioma -y en castellano también- se escribían los folletos y la revista que difundía el FRIP. La revolución en Argentina se iniciaría en la región donde el carácter obrero era indistinguible del indígena. Es que los levantamientos de Tupac Amaru y Tupac Katari (1780) fueron hechos definitorios en la historia del siglo XVIII. Influyeron decisivamente para que, en las condiciones de 1810, detonaran sublevaciones masivas: las “republiquetas” en Alto Perú, las guerrillas de Güemes en Salta y, sobre todo, el pueblo reunido y armado del artiguismo que, desde 1816, hablaba en guaraní. Pese a su notoria influencia en los procesos reales, las rebeliones indígenas fueron ignoradas por las ‘historias oficiales’, ni siquiera las reivindicaron las veinte repúblicas surgidas de la mal llamada “guerra de la independencia” que, en realidad, fue una victoria del imperialismo británico. En la segunda mitad del siglo XX, muchos movimientos guerrilleros leyeron la historia como la leía el FRIP y reubicaron en el centro las insurgencias quichua, aymara y guaraní. No es posible suprimir la particularidad histórica de cada proceso social, como, 26

Sus editoriales y escritos estratégicos

asimismo, tampoco es posible dejar de ver que el rasgo particular está inserto en un proceso general: en la historia de la humanidad que es la historia de la lucha de clases. Lo indoamericano añade un carácter más a las condiciones generales de la lucha1. La teoría revolucionaria indoamericana no puede ignorar su particularidad. El rol que se adjudique a los pueblos originarios será una definición ideológica sustancial del movimiento insurgente en América Latina. Obliga a revisar los conceptos de liberación nacional y de autodeterminación de los pueblos: ¿negarán las futuras insurgencias el derecho ancestral de la nación mapuche a su territorio? ¿a desarrollar como quieran sus relaciones políticas? ¿satisface las necesidades de las naciones quichuas y aimaras un Estado plurinacional? ¿se las obligarán a someterse a un Estado ajeno y extraño, aunque se diga popular y revolucionario? Poder Popular es una concepción que obliga a abarcar lo particular y lo general, es el derecho a la autonomía de todos y cada uno de los pueblos. En enero de 1964 se reunió en Tucumán el último Congreso del FRIP. Se aprobaron las diez tesis que, ocho meses más tarde, se esgrimieron en la fusión con “Palabra Obrera” para dar origen al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Las tesis sintetizaron los debates que precedieron el inicio de la lucha armada en la Argentina, la región y el continente. Despejaron incógnitas, anticiparon, fue la creación intelectual que abonó la acción creadora. Las dos primeras tesis explicaban que el desarrollo industrial no fue obra de la burguesía nacional argentina, sino de la inversión extranjera con fines colonialistas, una seudo industrialización, pues. No se podía confiar en la burguesía nacional para enfrentar a la oligarquía y el imperialismo. No le interesaba. Una caracterización con enormes consecuencias prácticas. La había esgrimido Ernesto Guevara en “Guerra de guerrillas, un método”, publicado en 1960: “En las actuales condiciones históricas de América Latina, la burguesía nacional no puede encabezar la lucha anti feudal y antiimperialista”. Asimismo, lo dijo Fidel al cerrar las sesiones de la OLAS: “Hay veces que los documentos políticos llamados marxistas dan la impresión de que se va a un archivo y se pide un modelo; modelo 14, modelo 13, modelo 12, todos iguales, con la misma palabrería, que lógicamente es un lenguaje incapaz de expresar situaciones reales. Y muchas veces los documentos están divorciados de la vida. Y a mucha gente le dicen que es esto el marxismo... ¿Y en qué se diferencia de un catecismo, y en qué se diferencia de una letanía y de un rosario? “(…)” Porque hay tesis que tienen 40 años de edad; la famosa tesis acerca del papel, por ejemplo —para citar una—, de las burguesías nacionales. Cuánto trabajo ha costado acabarse de convencer que ese es un esquema absurdo 1. Confirma “Boletín Mensual N° 1 del FRIP” Octubre de 1961 en Daniel De Santis. “Vencer o Morir”. Editorial “Nuestra América” Marzo del 2004 pág. 51 27

Mario Roberto Santucho

a las condiciones de este continente; cuánto papel, cuánta frase, cuánta palabrería, en espera de una burguesía liberal, progresista, antimperialista. Y de verdad que nos preguntamos si hay alguien que a estas horas pueda creer en el papel revolucionario de ninguna burguesía en este continente”. Antes de tomar las armas, el movimiento revolucionario debió dividir aguas con el “esquema absurdo” de los partidos estalinistas, simple justificación de sus devaneos con las burguesías. Las guerrillas de toda América Latina sólo pudieron nacer del rompimiento ideológico con el estalinismo criollo. En realidad, la debilidad de los burgueses criollos ya venía codificada en el modo de expansión del capitalismo europeo. No vinieron a invertir sus capitales para que se reprodujeran y acumularan en Indoamérica, generando intereses independientes de los centros del capitalismo, sino a saquear y enviar el botín para pagar sus deudas con la burguesía prestamista. Como hoy, como siempre, los capitales se acumularon en los centros del desarrollo capitalista. En esas condiciones era imposible que surgiera una pujante burguesía nacional, por el contrario, surgió la élite de mayordomos y capataces incapaces de pensar en la independencia económica. Aunque eran muy equivocados los esquemas del estalinismo, los progresismos de hoy día los asumieron como verdaderos, es la ideología que les permite ser buenos pagadores de la deuda contraída con el capital financiero global. Se transformaron en administradores del capital extranjero con un discurso hipócrita, que emplea términos marxistas para disimular su práctica liberal. Antes de las futuras insurgencias habrá que liberarse del freno ideológico del progresismo. Como ofrecían más bajos costos para la salida de sus productos, las inversiones extranjeras privilegiaban notoriamente las zonas portuarias. De ese modo, a la par que acentuaron la superexplotación en las regiones atrasadas, más alejadas de los puertos, generaron sectores de trabajadores privilegiados en los “islotes industriales”. No hicieron sólo negocios, sino que determinaron diferencias y estructuraron a los productores de plusvalía a su gusto y conveniencia. Los sindicatos de los trabajadores privilegiados constituyen un imprescindible instrumento de lucha, es verdad, pero, por otro lado, también son la garantía de que la lucha obrera se dará dentro de la constitución y las leyes, es decir, sin salir de la superestructura jurídica de la clase dominante. La gestión institucional –“lobby”- de las reivindicaciones sindicales requiere esos grandes aparatos administrativos y, con ello, se favorece la formación de grupos burocráticos. La burocracia sindical oficia de amortiguador político, de engranaje para el aceitado funcionamiento del sistema, para impedir que la clase se desmadre y se proponga cambiar el sistema. En contrapartida, dada la superexplotación que sufre el proletariado ru28

Sus editoriales y escritos estratégicos

ral, las ideas y las actitudes de sus direcciones sindicales serán muy diferentes: promueven piquetes, ocupaciones, medidas de fuerza y de choque, organizan el proletariado en función de la lucha frontal y no de “lobby” institucional. Son vehículos de la aspiración difusa a la emancipación, de la necesidad de luchar por el poder. No ven la realidad desde el mismo lugar ni con las mismas gafas de los burócratas. Sin desmerecer para nada el papel revolucionario del proletariado urbano, el FRIP entendió que los trabajadores rurales y, en particular, los de la caña de azúcar, eran el sector social más explosivo, llamados a ser el detonante de la Revolución en la Argentina, definición que orientó su acción política hacia el Norte argentino, el eslabón más débil de la cadena. Casi sesenta años después de la definición del FRIP, el proletariado rural ha sido expulsado de las tierras y de la producción agropecuaria. Emigraron a las periferias urbanas, fenómeno sociológico profundo que abarrotó con pobreza las grandes ciudades: Buenos Aires, Santiago, Rosario, Montevideo. Sin embargo, en el actual discurso político sindical continúan predominando los sectores privilegiados, proclives a los pactos y acuerdos con la clase dominante. Borraron la reforma agraria de sus plataformas de lucha. Sin embargo, los descendientes de los condenados de la tierra parecen heredar la condición de sepultureros del capitalismo, de sector social más explosivo y detonante de las grandes transformaciones, vehículo para expropiar -sin indemnizar- los latifundios agropecuarios y urbanos, de la creación de cooperativas agropecuarias que revolucionen el modo de hacer producir la tierra. Es el legado de los fundadores de los movimientos guerrilleros en toda América Latina, de su opción por el proletariado más empobrecido, el que trabaja la tierra (caña de azúcar, forestales, minería, peones de tambo y de estancia, etc.). En su discurso en las OLAS, Fidel llamó a velar las armas: “(…)” que nadie se haga ilusiones de que conquistará pacíficamente el poder en ningún país de este continente, que nadie se haga el ilustrado y el que pretenda decir a las masas semejante cosa, las estará engañando miserablemente” (…) “esto no quiere decir que hay que agarrar un fusil mañana mismo, en cualquier sitio y empezar a combatir” (…) “tampoco quiere decir que la acción deba esperar al triunfo de las ideas”(…) “precisamente la acción es uno de los más eficaces instrumentos de hacer triunfar las ideas en las masas”. No fue suficiente su voluntad ni la de los miles que velaron las armas, el Che en primer lugar. Se debió esperar a que los dueños del capital acudieran a los sables, su recurso favorito. Pasaron del liberalismo al autoritarismo en un par de días, apenas cayó su tasa de ganancias y sintieron que ganaban un poco menos. En la Argentina de 1966, el golpe “preventivo” lo dieron Onganía y sus 29

Mario Roberto Santucho

“azules”. Derrocaron al presidente constitucional y abrieron los tiempos del palo y la reja. Cerraron los caminos institucionales a los reclamos, pero, pese a ello, los burócratas sindicales subieron al estrado de la dictadura. La tibieza descarada debilitó la hegemonía de la burocracia y, como los trabajadores deseaban combatividad y clasismo, surgió la CGT de los Argentinos. Al finalizar mayo de 1969 fue el Cordobazo. Agustín Tosco encabezó una marcha pacífica de obreros y estudiantes. Sin justificación alguna fue reprimida y hubo cuatro muertos en un par de horas. El salvajismo trajo consigo barricadas, molotov, piedras y hondas. La manifestación tornó en repudio masivo a la dictadura desde abajo. Las cosas se aceleraron, se comenzó a vislumbrar la guerra que vendría, que no podía ser sólo abierta, legal y pacífica. Tres meses más tarde, en setiembre, fue el Segundo Rosariazo. Un cuarto de millón ganó las calles de la ciudad y ocupó barrios enteros como Empalme Graneros y Arroyito. Gendarmes y policías fueron desbordados. Finalmente, como en el Cordobazo, Onganía sacó a la calle el ejército para reinstalar la ley y el orden. El PRT intervino organizadamente en este Rosariazo, sus militantes estuvieron en Graneros, recuperaron armas de un puesto de gendarmería que tomaron. Luego de años de participación en instancias electorales, de severa represión a huelgas y ocupaciones sindicales, de luchas pacíficas derrotadas a palos por la policía, las compañeras y compañeros sintieron la necesidad de pasar al nivel siguiente, el de la franca lucha por el poder. Parece ser que las agresiones del arriba que ya no puede, motivaron el espíritu de lucha del abajo que ya no quiere vivir en las mismas condiciones. Se plantearon los problemas concretos para la lucha por el poder: ¿con qué estrategia, con cuáles herramientas? La respuesta del PRT llegó el 30 de julio de 1970. En el V Congreso se decidió crear el Ejército Revolucionario del Pueblo. La decisión partidaria correspondía a la combatividad expresada en Córdoba y Rosario. Otros partidos no cargaban la mochila con la teoría y la ideología que hizo posible la responsabilidad política y práctica de asumir una respuesta de esa índole histórica. Así comenzó la historia de la guerrilla con mayor grado de desarrollo en el cono sur del continente. Hicieron operaciones del porte de los asaltos al Batallón 141 en Córdoba (sin disparar un sólo tiro), a la guarnición de Azul en provincia de Buenos Aires y a la Fábrica Militar de Explosivos (Villa María, Córdoba). No finalizaron exitosamente la tentativa de tomar el Regimiento de Infantería Aerotransportada en Catamarca, ni la del Batallón Depósito de Arsenales 601 de Monte Chingolo, Buenos Aires. En alguna de esas acciones intervinieron hasta 250 compañeras y compañeros. Fue una guerra a vencer o morir. La estrategia consistía en ir de lo poco a lo mucho, como sostuvieron los 30

Sus editoriales y escritos estratégicos

vietnamitas y repetimos todas y todos. Era una guerra prolongada, desde la debilidad del foco armado -algo muy diferente a foquismo- hasta la fortaleza del ejército popular con la técnica militar y el poder de fuego suficientes para derrotar el ejército reaccionario. Así ocurrió en China, Argelia y Cuba. Así se peleaba en Vietnam y así poblamos América Latina con armas guerrilleras. Es otra muy distinta la actual realidad, no vivimos en los ’60, está clarísimo. Sin embargo, los procesos sociales y políticos continúan recorriendo los mismos andariveles que antaño. Por muy liberal y democrático que se diga el sistema, la violencia institucional sigue siendo su instrumento preferido. Sus víctimas soportan las consecuencias, pero pierden la paciencia, pierden la esperanza en que las mayorías electorales puedan transformar revolucionariamente la sociedad. El voto no defiende a nadie en la ardiente Amazonia, en las rutas cortadas de Bolivia o en la Patagonia Mapuche. ¿Cómo poner fin electoralmente a la silenciosa matanza de luchadores en Colombia? ¿Cómo hacerlo en el Chile de los carabineros exorbitados por el espíritu de revancha? Resurge el mismo imperativo ético que en los ’60 impulsó el movimiento revolucionario. Ello no significa salir a lo loco: los Moncadas que se sufrieron ayudan a ver y pensar mucho mejor. Sin embargo, no hay razón alguna para quitarse las gafas rojas y negras y pensar la realidad color rosadito verdoso. Es imperioso debatir nuevas formas de insurgencias, discutirlas con Guevara, Santucho, Marighela, Enríquez y Sendic, desbrozar las malezas y cultivar con esmero las mil flores que se abrirán en el futuro. ¿No será preciso analizar el propósito de desarrollar la guerrilla hasta transformarla en ejército popular? La formación de ejércitos también entraña crear las condiciones en que surgen grupos burocráticos que arrojan sombras sobre toda la sociedad. Las jerarquías estrictas coartan el pensamiento crítico y echan a perder el sentido de responsabilidad social, son terreno fértil para las “nuevas clases sociales”, ¿no habrá que explorar más fondo en las formas organizativas de “pueblos reunidos y armados” que nos vienen de los pueblos originarios? Agradezco esta posibilidad de firmar tan cerca del legado de Mario Roberto Santucho. Me llena de orgullo. Gracias por el fuego, Robi. Jorge Zabalza

31

Sus editoriales y escritos estratégicos

Estudio Preliminar Santucho: El análisis concreto de la situación concreta Daniel De Santis 22 de octubre de 2020

Como reclama el título de este trabajo, nos vamos a detener en los momentos de viraje de la situación política, desde el punto de vista de los revolucionarios, y exponer la contribución de Santucho en ellos. EL NORTE ARGENTINO Y LA CRISIS DE LA INDUSTRIA AZUCARERA Los registros conocidos ubican el inicio de la militancia socialista de Mario Roberto Santucho en el segundo lustro de la década de 1950. Como estudiante, en la Facultad de Ciencia Económicas de la Universidad de Tucumán, fundó junto a otros compañeros, el Movimiento Independiente de Estudiantes de Ciencia Económicas (MIECE) y, como tal, se convirtió en uno de los principales dirigente de la Universidad. El MIECE introdujo en el movimiento universitario la consigna “por la unidad obrero estudiantil”. Una revolución política para la época. En 1961, bajo la dirección de su hermano Francisco René, participó de la fundación del Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP). En sus Tesis de 1964, que la tradición oral y estilo literario atribuyen al Negro Francisco, se ve la mano de Mario Roberto incorporando categorías marxistas: 1. “La República Argentina es un país semicolonial seudoindustrializado”. 2. “La burguesía nacional en su conjunto es incapaz de luchar por la liquidación de la dependencia de nuestra patria, por un desarrollo nacional independiente. Sólo sectores minoritarios -la pequeña y mediana burguesía industrial- pueden jugar un papel de aliados circunstanciales del proletariado (…) en la lucha antiimperialista”. Estas dos tesis son definiciones que estarán en la base de la concepción 33

Mario Roberto Santucho

política de Santucho y del PRT. El 17 de julio de este último año, el FRIP conformó un Frente Único con Palabra Obrera que culminó con la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) el 25 de Mayo de 1965. Fue decisiva, en la unificación, la actitud común a ambas organizaciones el “ir” a las masas. El Golpe militar de Onganía era una vuelta de tuerca en el proceso golpista iniciado en 1955. Golpe preventivo que venía, justamente, a prevenir el desarrollo de una revolución verdadera, impulsada por la inestabilidad política nacional y el ejemplo internacional de la Revolución Cubana, exigió una respuesta acorde a la militancia socialista. Una experiencia que se gravó en la conciencia de la vanguardia obrera tucumana, con la que Santucho tenía estrecho vínculo, fue la derrota de la huelga azucarera de principios de 1967, pese a la enorme combatividad desplegada por el conjunto del proletariado azucarero. Los militantes obreros del Partido a fines de 1966 habían llevado a la Dirección Regional la propuesta de iniciar la lucha armada revolucionaria, propuesta que fue trasladada oralmente a la Dirección Nacional en enero siguiente. Ella se hacía, sin conocer la presencia en simultáneo del Che Guevara en Ñancahuazú, a sólo 1000 kilómetros más al sur, en la misma región geográfica y cultural. Lo que habla de la madurez de condiciones revolucionarias en el Continente. EL PARTIDO POLÍTICO REVOLUCIONARIO DE LA CLASE OBRERA La respuesta de Santucho fue el Documento del IV Congreso del PRT en el que se establecieron las bases de una estrategia revolucionaria para Argentina: revolución antiimperialista y socialista; se adhirió a la estrategia continental del castrismo tal como la formulara el Che Guevara en su documento: Crear dos tres… muchos Vietnam es la consigna; se establecieron las características que debía tener un partido político revolucionario de la clase obrera, que asumiera una real estrategia de poder; y, como parte de ellas, debía superar el economicismo imperante en el PRT bajo la conducción de Nahuel Moreno. El tercer eje fue, que esa construcción se debía hacer entre los obreros de las grandes fábricas de la industria moderna y, complementariamente, en el resto de la clase obrera y otros sectores populares; mediante una esclarecedora propaganda socialista dirigida al proletariado industrial y una permanente agitación política hacia el conjunto de la clase obrera. Este Congreso se preguntó “qué sentido tiene el ‘retroceso’ de nuestra clase obrera”, a lo que se respondió que el próximo auge de las masas sería diferente a los anteriores, porque se aproximaban luchas políticas 34

Sus editoriales y escritos estratégicos

“verdaderamente revolucionarias” que se orientarían hacia el socialismo. El IV Congreso resumía así su programa de lucha socialista: “1) la revolución argentina es socialista y antiimperialista. 2) la revolución argentina es táctica en relación a la estrategia de la revolución continental, pero tiene una estrategia propia, consistente en que la clase obrera y el pueblo deberán librar una guerra prolongada para derrotar a la burguesía y al imperialismo, e instaurar un gobierno revolucionario, obrero y popular. 3) la revolución es obrera y popular por su contenido de clase, por ser el proletariado industrial su vanguardia, y por ser sus aliados la pequeño burguesía urbana en todo el país y el proletariado rural y el campesinado pobre en el norte. 4) dado el carácter de clase y el carácter armado de la revolución, esta requiere ser dirigida por un partido y un ejército revolucionarios. 5) en su primera etapa la lucha armada será esencialmente guerra civil y se irá transformando paulatinamente en guerra nacional antiimperialista. 6) por varios motivos la guerra revolucionaria tendrá carácter prolongado (...). 7) a medida que se desarrolle, la guerra revolucionaria tomará un carácter cada vez más regional y continental, llegando a no respetar fronteras. 8) en esta etapa de la revolución mundial y continental, para el triunfo de la revolución en la Argentina se requerirán un fuerte partido y ejército revolucionario, la incorporación masiva de la clase obrera y el pueblo a la lucha revolucionaria, la extensión continental de la revolución y una crisis total del imperialismo a escala mundial”1. “El IV Congreso caracterizó científicamente la situación del país, entendió el carácter de la crisis del capitalismo, de su régimen de dominación política y apreció correctamente las potencialidades de la clase obrera y el pueblo argentino, lo que permitió vislumbrar la perspectiva de guerra revolucionaria (…) Esa comprensión armó políticamente a la organización”2. En el año 1969 la caldera revolucionaria entró en ebullición. El Cordobazo y el Rosariazo, en el marco de combativas movilizaciones obreras-estudiantiles-populares extendidas a gran parte del país, hicieron añicos los sueños corporativos de los militares, provocando un salto cualitativo en la lucha de clases argentina. Lo más destacado de estas luchas fue que por primera vez en más de tres décadas, la clase obrera y el pueblo pasaron a la ofensiva, actuando la clase obrera con independencia de cualquier fracción burguesa y acaudillando a importantes sectores de la pequeña burguesía. El análisis marxista del Congreso y haber captado la esencia del mensaje de las masas fueron el timón en el que apoyó Santucho, durante siete años, sus análisis y pronósticos. 1. Documento del IV Congreso del PRT. Capítulo 4to. 2. Santucho, Mario Roberto. Prólogo a Resoluciones del V Congreso y de los CC y CE posteriores. Ediciones El Combatiente. 25 de agosto de 1973. 35

Mario Roberto Santucho

EL EJÉRCITO DEL PUEBLO Metido de lleno en la lucha política y militar, por la que fue encarcelado durante varios meses, no decayó su esfuerzo y en los días finales de julio de 1970, el V Congreso del PRT fundó al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Consciente que la línea revolucionaria exigía la amplia participación de las masas, la concepción militar con la que se delineó la construcción del ERP se inspiró en la experiencia del marxismo internacional: partido de combate de la clase obrera marxista leninista, dirigente del ejército del pueblo con un programa revolucionario, antiimperialista y democrático, asentado en órganos de poder popular. El programa se difundió ampliamente luego de su primera acción publicitada, la toma de la Comisaría 24ª de la ciudad de Rosario, el 19 de septiembre de 1970. Enrique Gorriarán, bajo la orientación de Santucho, escribió la proclama que finalizaba llamando a los “Argentinos: el Ejército Revolucionario del Pueblo convoca a todos los patriotas a asumir sus responsabilidades, a ocupar su puesto de lucha en nuestra guerra revolucionaria del Pueblo, en esta guerra de la Segunda Independencia. El General San Martín y el Comandante Guevara son nuestros máximos ejemplos”. Fue también la primera vez que tomaba vuelo su grito de guerra. ¡A vencer o morir por la Argentina! La doctrina militar del ERP se basó en avanzar de lo pequeño a lo grande, en la guerra de todo el pueblo, la moral solidaria de los combatientes y la primacía del hombre sobre el arma. En el concepto de aniquilamiento se condensa la diferencia entre la concepción burguesa y la concepción proletaria. Mientras para la primera consiste principalmente en la destrucción física del enemigo, la segunda se asienta en la neutralización y anulación de su capacidad de combate. El 2 de octubre del ‘74, hablando sobre el respecto a las leyes de la guerra Santucho afirmó que “nunca se ha torturado a nadie ni se torturará”3. La amplia y exitosa ofensiva revolucionaria alertó a los sectores más lúcidos de la clase capitalista, al comprender que no se podía frenar el auge de las masas y el desarrollo de las fuerzas revolucionarias sólo por medio de la represión. Después del Cordobazo retrocedieron cambiando a Onganía por Levingston, mientras que el Viborazo dio cuenta del Virrey. Fue así que en marzo de 1971 el nuevo Dictador, Lanusse, lanzó la táctica que se revelaría estratégica del Gran Acuerdo Nacional (GAN). En tanto, el líder popular Juan Perón se dispuso a disputarle el liderazgo del proceso. Mientras que Santucho se apoyaba en una asentada confianza estratégica que le daba aplomo en la posición política coyuntural. El 30 de julio de 1972, 3. Santucho, Mario Roberto. Propaganda. Organización. Acumulación de fuerzas. Editorial de El Combatiente Nº 137. Miércoles 2 de octubre de 1974 36

Sus editoriales y escritos estratégicos

en el editorial del número 70, hacía explícito el motivo de esa confianza. “La enseñanza marxista de despreciar al enemigo estratégicamente y tenerlo en cuenta tácticamente es aplicable plenamente a nuestra situación política actual. La táctica y la actividad de los revolucionarios debe estar teñida hoy día de la más firme confianza estratégica, de la seguridad estratégica de que el proceso de guerra revolucionaria abierto es irreversible, profundo, de enorme vitalidad y que la burguesía carece de medios para detenerlo o desviarlo. Grave error estratégico sería considerar que el enemigo tiene posibilidades de estabilización, que la crisis puede ser amortiguada, que la burguesía cuenta con posibilidades de conjugar o atemperar por un período la crisis económica y social. Ese error de sobre estimar al enemigo estratégicamente llevará sin duda al oportunismo, al seguidismo de las corrientes burguesas, al descuido del accionar militar”. Veremos como Santucho reitera esta idea, de distintas formas, en distintos momentos. El consideraba que la crisis económica si bien no terminal, porque las crisis capitalistas nunca lo son, era profunda y sin perspectivas de solución a acorto ni mediano plazo. Que antes la burguesía necesitaba aplastar a la revolución, al movimiento de masas y a la guerrilla, para tener tiempo de ensayar respuestas de reactivación de la economía. Pero, mientras las masas se mantuvieran a la ofensiva, mientras los revolucionarios mantuviesen la iniciativa política, la burguesía no podría estabilizar el sistema. Esta enseñanza estará presenta en el momento de enfrentar a Perón. El GAN consistía en un llamado a elecciones con amplia proscripción pero, como las luchas continuaron, la Dictadura se vio obligada a ampliar las concesiones. Dos de los hechos que impactaron en la población y que acorralaron a la Dictadura fueron, la fuga del Penal de Rawson de 25 dirigentes revolucionarios, mientras que una semana después, el 22 de agosto de 1972, la irracional y cobarde reacción de los marinos los llevó a fusilar 19 hijos e hijas de nuestro pueblo en Trelew. LA LÍNEA DE LOS COMITÉS DE BASE La respuesta táctica de Santucho fue la línea de los Comités de Base, para ampliar la política de masas del PRT contribuyendo con la organización del pueblo, y responder por medio del boicot a las elecciones o la participación en las mismas, de acuerdo al estado de ánimo de las masas. Si este era alto, de gran combatividad y el espejismo electoral no haría mella en su estado de ánimo, entonces la táctica adecuada sería el boicot al que aportarían pueblo organizado esos Comités. Sí, por el contrario, había un retraimiento de la movilización, desde los Comités de Base se podría organizar una fuerza con personería legal 37

Mario Roberto Santucho

que, en alianza con otros sectores populares y de la izquierda, participara en las elecciones con candidaturas obreras y populares. Cómo la situación evolucionó hacia esta segunda posibilidad el PRT intentó levantar la fórmula Presidencial: Agustín Tosco Presidente, Silvio Frondizi Vicepresidente, que no se concretó. Esta línea no se pudo aplicar plenamente porque, a los pocos meses de convocado el GAN, la mayor parte de los miembros del Comité Central fueron detenidos, entre ellos, Santucho y Gorriarán en agosto y, en septiembre, fue desaparecido Luis Pujals. Es decir, el Secretario General, el Jefe Militar y el segundo hombre del Partido. Esta debilidad en la dirección trajo primero una desviación izquierdista que se expresó en la resistencia a aplicar la línea de los Comités de Base durante varios meses. Al izquierdismo se le sumó una desviación militarista, salvo en Córdoba, que extendida a todo el año 1972 originó dos fraccionamientos. Uno, con peso en el Comité Militar de Capital, dio lugar al ERP 22 de Agosto que llamó a votar por el peronismo en marzo del ‘73. El otro, en la Regional Sur de Buenos Aires con arraigo en su Comité Militar, dio nacimiento a la Fracción Roja del PRT. Ambos fraccionamientos, además, se resistieron a la construcción de los Comités de Base. Santucho, desde la cárcel, dio la batalla teórica a través de los editoriales de El Combatiente y orientando la lectura del libro de Lenin: El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo. Ambos instrumentos armaron teóricamente a la militancia partidaria. Pero de todas maneras el PRT y el ERP no estuvieron ausentes en la coyuntura. Una muy activa compaña por la libertad de los presos políticos, en simultáneo con la sostenida agitación de esa consiga por la Juventud Peronista, logró impactar en los sentimientos de amplios sectores del pueblo. En una limpia acción militar en la que no hubo heridos y se dispararon solo tres tiros, el 18 de febrero la Compañía Decididos de Córdoba tomó por asalto el Batallón de Comunicaciones 141 de Córdoba, permaneciendo durante 5 horas con la unidad enemiga ocupada y recuperando para las armas del pueblo dos toneladas de armamento. Las luchas de las masas y del conjunto de las organizaciones revolucionarias anotaron un primer triunfo revolucionario: la retirada de la Dictadura. SANTUCHO ROMPE CON LAS ESCRITURAS… Y ACIERTA Respuesta al Presidente Cámpora Como es conocido, el 11 de marzo de 1973 Héctor Cámpora ganó las elecciones por amplio margen obteniendo el 49,6 % de los votos emitidos. El Comité Ejecutivo del Partido reunido en abril tomó una serie de resolucio38

Sus editoriales y escritos estratégicos

nes. En la que tituló “Resolución sobre actitud frente al Gobierno” establecía: “1°- Mantener una total independencia ante el próximo gobierno parlamentario. Desenmascarar todos sus esfuerzos por aislar a las corrientes progresistas y revolucionarias. Recordar y explicar el carácter capitalista del gobierno y la imposibilidad de llegar sin salirse del capitalismo a verdaderas soluciones a los problemas de nuestra Patria y nuestro pueblo. 2°- Alentar y apoyar y participar en primera línea en la movilización obrera y popular por el cumplimiento de las promesas gubernamentales, por la libertad de los combatientes, el establecimiento de relaciones con Cuba, Vietnam del Norte y Corea del Norte y fundamentalmente por las reivindicaciones inmediatas de las masas, por la elevación de su nivel de vida, etc. 3°- Apoyar activamente y alentar todos los esfuerzos del peronismo progresista y revolucionario por imponer la realización de un programa avanzado por el gobierno; establecer en el curso de la lucha estrechos vínculos entre todos los sectores progresistas y revolucionarios de nuestro pueblo, incluidos los peronistas. En caso de golpe militar, colocarse hombro con hombro con el peronismo progresista y revolucionario para enfrentar cualquier intento de restablecer la Dictadura Militar”4. Esta resolución de independencia de clase no desconocía las contradicciones en la clase capitalista y en el Partido de gobierno. En correspondencia con ella, cuando el Presidente electo Héctor Cámpora le pidió una tregua a la guerrilla el ERP le respondió con una declaración, difundida profusamente en el pueblo, titulada: Porqué el Ejército Revolucionario del Pueblo No Dejará de Combatir, en la que le decía: “El gobierno que el Dr. Cámpora presidirá representa la voluntad popular. Respetuosos de esa voluntad, nuestra organización no atacará al nuevo gobierno mientras éste no ataque al pueblo ni a la guerrilla. Nuestra organización seguirá combatiendo militarmente a las empresas y a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Pero no dirigirá sus ataques contra las instituciones gubernamentales ni contra ningún miembro del gobierno del Presidente Cámpora” y aclaraba que “En cuanto a la policía, que supuestamente depende del Poder Ejecutivo (…) el ERP suspenderá los ataques contra ella a partir del 25 de Mayo y no la atacará mientras ella permanezca neutral”. Apoyaba su argumentación en “algunos antecedentes históricos” críticos de la actuación de la conducción peronista en los últimos 18 años, en la que no usaba adjetivos sino hechos políticos en los que “el pueblo vio morir masacrados y fusilados a decenas y decenas de sus mejores hijos”. Una de las consignas con las que cerraba la declaración, también muy difundida por los sectores revolucionarios del peronismo, era “Libertad inmediata 4. PRT. Resoluciones del CE de Abril de 1973. 39

Mario Roberto Santucho

a los combatientes de la libertad”. La confluencia en este punto se expresó el 25 de Mayo en las puertas y alrededores de la Cárcel de Villa Devoto, y demostrativo de la línea del PRT. Esa tarde, algunos miles de manifestantes se congregaron en las calles que rodean la Cárcel, tomada por los presos políticos desde el día anterior, para intentar hacer efectiva en forma inmediata esa consigna. A la hora de la puesta del sol llegaron muchos miles de manifestantes que venían de la Plaza de Mayo, en lo que para ellos era un día de fiesta. Luego de algunos cabildeos, en la puerta de la Cárcel se dio una asamblea. La propuesta de los presos peronistas hacía hincapié en el “triunfo popular”. La propuesta del ERP fue que los combatientes debían salir ese día, y se ganó la ovación de la masa. Ante ello, el compañero peronista respondió: FAR y Montoneros apoyan la moción del ERP y los combatientes salieron momentos después. Una provocación originó el fuego de los guardia-cárceles que se cobraron la vida de dos jóvenes militantes del pueblo. En los días siguientes, el CE del Partido se reunió con los principales cuadros. En esa suerte de Plenario, se hizo un balance de los tres años anteriores. Respecto a la desviación militarista concluyó que esta era tal no por la realización de grandes acciones militares, sino porque se construían el Partido y el ERP desvinculado de las masas, en particular obreras. Después de un inicio correcto el Gobierno de Cámpora comenzó a ceder ante presiones de su ala derecha. Esa contraofensiva pasó al terreno militar el 20 de Junio en la emboscada de Ezeiza contra las columnas de manifestantes encabezadas por las organizaciones FAR y Montoneros. Trece muertos y más ochenta heridos de consideración fue el primer paso dado por Perón para su anunciada toma del poder. Por lo que el PRT llamó a una Conferencia de Prensa los primeros días de julio, que tuvo gran repercusión. Santucho para hablarle al Gobierno se paró desde el movimiento de masas y las guerrillas que habían derrotado a la Dictadura, es decir, desde la legalidad revolucionaria. Y, considerando que sus previsiones se asentaban en la experiencia de los últimos 18 años, en la ofensiva de las masas, y en una lectura correcta de la dinámica de clases de una semicolonia capitalista en situación prerrevolucionaria, lo ubicaban en una posición de fortaleza. Por lo tanto, podía decirle con autoridad que “los recientes pronunciamientos gubernamentales (…) y la decisión de reprimir las ocupaciones de fábricas y la tenencia de armas y explosivos, sumados a los planes económicos y políticos (…) colocan al nuevo gobierno (…) a un paso de la ‘ilegalidad revolucionaria’”5. 5. Santucho, Urteaga, Fernández. Conferencia de Prensa del PRT. Editorial de El Combatiente Nº 81. Unidad obrera y popular contra el imperialismo y sus agentes. 16 de julio de 1973. 40

Sus editoriales y escritos estratégicos

Perón al poder Ante el segundo momento del GAN, ya con Perón como conductor, Santucho no se dejó confundir por su discurso populista, sino que como líder en ciernes asumió la legitimidad que le otorgaba el triunfo del movimiento de masas y las fuerzas revolucionarias. Después de una larga y persuasiva argumentación, que lo llevó a preguntarse: ¿es Perón un traidor? A la que le siguió otro largo ablande para recién ir a la respuesta: “No podemos entonces obviamente esperar de Perón la Revolución Social (…) y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase (…) Hoy, que la burguesía se encuentra en una profunda crisis, necesita reprimir duramente al pueblo y Perón materializa y materializará sin vacilaciones esa represión”6. Producido el autogolpe contrarrevolucionario Santucho escribía: “el Presidente Cámpora (…) es desplazado por un autogolpe organizado en ‘palacio’ sin la más mínima participación popular”, y ello ocurrió así porque Perón no quería un tránsito pacífico porque la elección de Cámpora se inscribía, aunque deformadamente, en el auge iniciado por el Cordobazo. Por lo tanto, era necesaria una acción violenta que separara su gestión del breve período camporista. El “General Perón avanza hacia el poder de la mano de los Carcagno, los Rucci, los López Rega” remataba Santucho. Núcleo del pensamiento de Santucho por el que decidió enfrentar a Perón Perón se proponía, mediante una tregua social, política y militar, eliminar del escenario la lucha armada y no armada de la clase obrera y el pueblo, lograr la estabilidad social que le permitiera reorganizar el capitalismo, mejorar parcialmente la situación económica, ganar mayor crédito en las masas con algunas concesiones y pasar entonces al aislamiento y represión, a la destrucción de las fuerzas revolucionarias, todo lo cual le permitiría lograr su objetivo de salvar el capitalismo. Idea que Santucho reiterará insistentemente en sus escritos. “Pero ese plan fracasó estrepitosamente” el 25 de mayo: “Ese histórico día un contingente popular de 40.000 compañeros, rodeó la cárcel de Villa Devoto y exigió y obtuvo la inmediata libertad de todos los combatientes”. “En tanto, al amparo de la democracia y la libertad conquistadas por la lucha popular, las fuerzas progresistas y revolucionarias iniciaron un vigoroso movimiento de desarrollo ganando numerosas batallas, recuperando sindicatos 6. Santucho, Mario Roberto. Las definiciones del peronismo y las tareas de los revolucionarios. Ediciones El Combatiente. Agosto de 1973. Las citas de este apartado y el siguiente corresponden al mismo trabajo. 41

Mario Roberto Santucho

y comisiones internas”. La posición del PRT ha sido criticada por no haber apoyado al peronismo en las elecciones de 1973. Por lo que estamos y seguiremos viendo, consideramos que su posición fue correcta y que el gran error de ese período lo cometieron las organizaciones del peronismo revolucionario que lo hicieron. En una de las veces que Santucho criticó esa política lo hizo con estas palabras: “Las organizaciones armadas FAR y Montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error (…) a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón. Hoy (…) ese error puede ser subsanado y retomar una línea independiente del peronismo burgués y burocrático”. La sucesiva confirmación de sus previsiones y, presidida por la firme orientación de la construcción del Partido y el ERP en el proletariado fabril en lo que avanzaba consistentemente, fue lo que le permitió al PRT crecer en las grandes fábricas, fortalecer sus unidades militares y, simultáneamente, ampliar su incipiente construcción de la tercera herramienta estratégica: el Frente Antiimperialista o de Liberación Nacional, es decir, del “ejército político de las masas” como él lo llamó, del cual nos ocuparemos más adelante. La toma del Comando de Sanidad El peronismo de derecha había roto la tregua el 20 de junio, el ERP recién respondió, en el terreno por ellos elegido, el 6 de septiembre con la toma del Comando de Sanidad en plena Capital Federal. El objetivo militar era recuperar las armas que allí estaban depositadas, mientras que el objetivo político era similar al del copamiento del Batallón 141 en Córdoba. Cuando ya estaban cargadas las armas en el camión que las trasportaría y por iniciarse la retirada –los dos heridos del ERP acababan de hacerlo–, por descuido de un compañero dos reclutas se escaparon, dieron el alerta y rápidamente se movilizaron las fuerzas represivas. Los combatientes fueron rodeados, por lo que se vieron obligados a rendirse. No los asesinaron, como era costumbre de los militares, quedaron detenidos hasta el año 1984. Varios de ellos habían salido en libertad el 25 de mayo anterior. Las reacciones de todo el arco político burgués fueron de violento repudio y “en defensa del Ejército contrarrevolucionario”. Mientras que el PRT consideraba que hubo: “aprobación de las masas explotadas que se lamentaron únicamente de la no concreción del objetivo”. A nosotros, en aquel momento, nos pareció que era muy difícil medirlo y no tuvimos esa sensación, pero no dudamos de la línea y, como venimos diciendo, el hecho objetivo era que el ERP no quedaba aislado políticamente sino que aumentaba su influencia.

42

Sus editoriales y escritos estratégicos

Marcha del ERP en la Ciudad de Buenos Aires El 11 de septiembre los militares dieron el Golpe en Chile. El Presidente socialista Salvador Allende resistió en su puesto dignamente. En declaraciones publicadas por la revista Panorama, Perón, mostrando sus sentimientos más profundos, criticó a Allende y dijo que había caído “víctima de su sectarismo, de su política tendiente al exceso” y para defender al Dictador Pinochet, cargó a los guerrilleros con la culpa del Golpe, amenazó a Cuba, y se proclamó “decididamente antimarxista”. En todo el Continente y el mundo se realizaron demostraciones de repudio. En nuestro país; organizada por las juventudes políticas, al día siguiente del Golpe fue convocada una manifestación. Encabezaba la marcha una enorme columna de la JP que tenía unas 20 cuadras, la que le seguía era la columna de la Federación Juvenil Comunista, que reunía como 15 cuadras y, a continuación, se agruparon varios contingentes de militantes del PRT y combatientes del ERP, de la Capital, el Gran Buenos Aires y La Plata que junto a los simpatizantes organizados sumaría algunos cientos. Enarbolando grandes banderas del ERP comenzaron a marchar pero, para gran sorpresa de todos, se les fue sumando gente a tal punto que la columna se extendía por 10 cuadras7, para terminar siendo la tercera más numerosa. Por esas virtudes “milagrosas” que tienen las masas, que todo lo pueden, se organizaron cordones entre los militantes alrededor del resto de los integrantes de la columna para protegerlos, como las demás que ya tenían más entrenamiento. Seis meses de Gobierno peronista Realizado el acto electoral del 23 de septiembre, Santucho reafirma la línea estratégica en el editorial de El Combatiente N° 92 del 28 de setiembre de 1973. Bajo el título “El gobierno inicia el ataque” nos dice que, “el esperado triunfo peronista fue acompañado de una serie de declaraciones y medidas contrarrevolucionarias del peronismo y del gobierno. Tanto Lastiri como Perón centraron sus discursos en atacar a la guerrilla, a los luchadores populares que ellos llaman ahora ‘apresurados’, ‘delincuentes’, etc.”. Y luego realiza una importante valoración estratégica: “el ataque que está iniciando la burguesía contra las fuerzas revolucionarias constituye un intento desesperado de recuperar la iniciativa, de salir de la situación de defensiva estratégica en que están empantanados desde el Cordobazo”, para inmediatamente recordar que “uno de los pilares estratégicos fundamentales de una guerra revolucionaria es su carácter ofensivo. Las 7. Al publicar este dato proporcionado por uno de los participantes, otro compañero me dijo que no eran diez sino cinco cuadras. Más allá de la considerable diferencia el hecho político no cambia, era demostrativo que el ERP concitaba la adhesión de amplios sectores del pueblo. 43

Mario Roberto Santucho

fuerzas revolucionarias cuando logran pasar a una lucha armada activa en el curso de un auge de masas, inician una ofensiva que les permite mantener la iniciativa”. En el acto de asunción, el 12 de octubre, Perón habló detrás de un vidrio blindado en un clima opuesto al 25 de Mayo. Se amplió el decreto de la Dictadura que prohibía la impresión y difusión de bibliografía considerada antirrepublicana. Estalló una bomba en el despacho del Gobernador de Mendoza, quien cedió a las presiones. El Poder Ejecutivo intervino la Provincia de Formosa. Se sucedió una ola de ataques a locales de la JP y de la JTP. Fueron asesinados los militantes de la JP Enrique Grinberg, Constantino Razzetti y Pablo Fredes y, del PB, José Deleroni y su esposa Nélida Arana. El diario El Mundo y las revistas El Descamisado y Militancia recibieron atentados, allanamientos y amenazas. En el editorial de El Combatiente Nº 96 del 7 de noviembre Santucho nos dice que “en el terreno económico el gobierno peronista resulta ser más proimperialista que la Dictadura Militar” y a continuación hace un análisis de las medidas que sustentaban esa aseveración. Perón y la derecha peronista sabían que el enfrentamiento principal sería con los trabajadores. Inmediatamente después de asumir enviaron al Congreso una serie de leyes dirigidas a controlar y reprimir al movimiento obrero. Ley de Asociaciones Profesionales que le daba más poder a la burocracia sindical; restauración de la Ley de la Dictadura de Arbitraje Obligatorio que decidía qué huelga era legal y cuál ilegal; Ley de Prescindibilidad por la que cualquier organismo del Estado podía despedir a los trabajadores sin causa y pagándoles un mes de indemnización; y, la Reforma al Código Penal que no solo atacaba a la guerrilla sino que aumentaba las penas contra el activismo obrero. El Pacto Social y la restauración capitalista necesitaban de estos instrumentos jurídicos, que le daban más poder a la burocracia sindical, a los capitalistas y a su Gobierno para contener y disciplinar a la clase trabajadora. Con el mismo objetivo se lanzaron contra el sindicalismo clasista: la Federación de Luz y Fuerza desafilió a su Sindicato de Córdoba, que dirigía Agustín Tosco; el Smata, aplicó sanciones a la seccional Córdoba que dirigía René Salamanca. En la lucha interna se lanzaron a desalojar a la izquierda peronista de los sectores de poder que ocupaba, uno de sus objetivos fue la Universidad de Buenos Aires, aunque no lograron controlarla porque la Tendencia allí era fuerte. También fueron contra los Gobernadores que se alineaban con la Tendencia Revolucionaria: Bidegain en Buenos Aires, Obregón Cano y Atilio López en Córdoba, Martínez Baca en Mendoza, Ragone en Salta, y Cepernic en Santa Cruz. En sucesivos editoriales Santucho reafirma sus análisis sobre los objetivos del GAN y el papel que en él jugaba el gobierno del peronismo burgués y 44

Sus editoriales y escritos estratégicos

burocrático y de Perón como su Jefe. A los seis meses de gobierno los reitera fortalecido, porque los hechos fueron confirmando la evolución de la situación política. En esa dirección leemos en el editorial de El Combatiente N° 98, del 21 de noviembre de 1973, bajo el título “Seis meses de gobierno peronista” que nuestro Partido “basado en un análisis de clase de ese movimiento pudo determinar que los sectores burgueses y burocráticos predominantes encabezados y dirigidos por el propio Perón, no encararían ningún proyecto revolucionario sino que trabajarían por la reconstrucción capitalista, (…) e imperialista de nuestra patria y nuestro pueblo”. Con su característico estilo literario, por la experiencia ganada durante años en el trabajo de base sabía cómo dirigirse a las amplias masas del pueblo y a la militancia, insistiendo una y otra vez sobre un tema que considera debía ser asido por unas y otras: “La verdad es que el peronismo burgués y burocrático se propuso y se propone prolongar la vida del sistema capitalista semi-colonial que oprime a nuestro pueblo, intenta hoy día salvar ese sistema de la amenaza revolucionaria”. Nuevamente vemos que transcurridos 10 años mantenía la caracterización de capitalismo semi-colonial realizada en las Tesis del FRIP de 1964. Mientras que una semana antes en el editorial del número 97 del 14 de noviembre “La guerrilla: núcleo de acero de la lucha popular” da un nuevo paso en la estructuración del ERP como un ejército regular, sin perder su esencia guerrillera, para poder enfrentar y derrotar al ejército opresor en las próximas batallas de la lucha de clases: “El grado de desarrollo de la guerra revolucionaria en Argentina hace [posible y] necesaria la formación de unidades guerrilleras de alta calificación político-militar que al mismo tiempo que logren mantener una estrecha relación con el pueblo y operar en la propaganda armada con una correcta línea de masas, que eleven constantemente su potencia combativa para librar combates de aniquilación principalmente contra las unidades especiales antiguerrilleras del enemigo”. Asalto a la Guarnición Militar de Azul El 19 de enero del 1974, a las 22.30 hs, la Compañía del ERP Héroes de Trelew, reforzada, cien de cuyos combatientes constituían el grupo de asalto, tomó el Regimiento de Caballería Blindada 10 y el Grupo de Artillería Blindada 1 de Azul, que tenían dos mil efectivos y se extendían sobre una superficie de cuarenta hectáreas. El objetivo militar -el objetivo político, mantener la ofensiva, se desprende de los análisis que venimos exponiendo- era recuperar el armamento y apresar a los jefes de las dos unidades. En el Partido de Azul estaba emplazada la unidad militar más importante, numerosa, mejor armada e instruida; un verdadero símbolo del Ejército. El parte de guerra del ERP informó que, después de tomar la Guardia central y otro puesto, se generó un 45

Mario Roberto Santucho

combate durante una hora “hasta que se comprobó la imposibilidad de doblegar la resistencia atrincherada de fuerzas superiores”. Además de tomar casi totalmente el Cuartel, se tomó la casa de los jefes de las dos unidades, un Coronel y un Teniente Coronel. En medio de un combate generalizado, el Coronel Gay “cae herido de muerte” y el Teniente Coronel Ibarzábal se rindió y estuvo detenido por el ERP un tiempo bastante largo. Según la doctrina militar clásica, para tomar una posición enemiga es necesario contar con una superioridad de tres y, según la situación, hasta de cinco a uno. Se observa que en este combate, la relación de fuerzas era de uno a veinte; es decir, entre sesenta y cien veces desfavorable para la Compañía Héroes de Trelew, relación que aumentaría si se considera el mejor armamento enemigo. Se podrá argumentar que no fue un asalto a una defensa preparada, sino que fue un golpe de mano, pero en ese caso se deberá explicar cómo, desde el punto de vista del arte militar, esta organización irregular con poca preparación militar ocupó por más de una hora la base más poderosa del Ejército y elevó el golpe de mano, que es una operación menor, al rango de una gran batalla. Se ha escrito también, con ligereza, que al enemigo se lo debe atacar en movimiento, porque en esa situación es más débil, verdad táctica de suma importancia que el Che Guevara enseñaba en sus escritos. Eso es verdad y los jefes del ERP, todos sus oficiales y la mayoría de sus combatientes lo sabían. Entonces las preguntas que se deben hacer son: ¿Por qué los Jefes del ERP decidían hacerlas? ¿Cómo era posible realizar este tipo de acciones que violaban la doctrina militar? ¿Por qué eran exitosas? Cuando la realidad es negativa, es sano aceptarla para poder rectificar el rumbo, pero cuando es favorable, con la misma razón, hay que reconocerla. Será mucho más positivo, entonces, estudiar a conciencia las tomas de cuarteles realizadas por el ERP, porque constituyeron verdaderas proezas militares, para poder sacar conclusiones válidas para los revolucionarios y para enriquecer el arte militar proletario. Un factor de gran importancia, que permitía esos éxitos, era la sorpresa en dos formas: una, táctica, el enemigo no sabía cuándo ni dónde sería atacado y otra, estratégica, las acciones del ERP siempre iban muy por delante de las predicciones de la inteligencia enemiga, por lo tanto no esperaba y no estaba preparado ante la realización de acciones de tamaña envergadura. La presencia de soldados conscriptos, que a su vez eran combatientes del ERP, en las filas del Ejército, proporcionaba información operativa del lugar y contribuía decididamente en la sorpresa; se usó en todos los asaltos a cuarteles. Esta acción no fue considerada como un éxito, porque no se pudieron recuperar las armas que allí había. Ahora, desde el punto de vista táctico militar, afirmamos nosotros, fue un arrollador triunfo de las fuerzas revolucionarias y, desde el punto de vista político, fue una demostración de que no sería fácil ani46

Sus editoriales y escritos estratégicos

quilar al ERP; por el contrario, el Ejército enemigo y su Comandante en Jefe, Perón, quedaron desorientados. Éste se puso el uniforme militar que nunca usaba y, desencajado, dirigió un discurso por televisión. Los militantes guevaristas tenían claro algunas cosas, cuando las masas y sus organizaciones capturan la ofensiva en la lucha política, cosa que no pasa todos los días, deben realizar los mayores esfuerzos para conservarla. Crece la penetración imperialista Bajo el título ¿Gobierno Popular o Gobierno Proimperialista? En febrero de 1974, Santucho realiza un análisis de la dependencia y reitera el concepto de burguesía nacional de las Tesis del FRIP: “La enorme confusión de algunos sectores que desde el campo popular y revolucionario han contribuido inconsciente pero poderosamente a engañar al pueblo argentino, tiene como base la errónea creencia de que hay sectores de la burguesía nacional capaces de enfrentarse a los norteamericanos, capaces de luchar consecuentemente por la independencia nacional”. “Pero esa falsa idea es cada vez más absurda. El mundo capitalista contemporáneo se caracteriza por una creciente centralización, por un fortalecimiento vertiginoso de las grandes empresas, por un control imperialista cada vez mayor de los resortes fundamentales de la economía de los países dependientes. En ese mundo el desarrollo del capital nacional está constreñido a límites muy estrechos. Llegado un cierto grado de crecimiento las empresas nacionales no tienen otro camino para mantenerse y continuar su desarrollo que asociarse al capital extranjero”. “La Argentina no es una excepción. La Penetración imperialista no cesa de aumentar. No se trata sólo de las grandes firmas extranjeras que se han instalado y que controlan sectores fundamentales de nuestra economía. Las empresas estatales asimismo sufren la penetración vía la dependencia tecnológica, y en algunos casos como la acería Gurmendi, por ejemplo, han pasado de manos estatales (Fabricaciones Militares) a ser controladas por el capital imperialista alemán”. “Los capitalistas nacionales alcanzado cierto desarrollo, se ven en la necesidad de asociarse al capital extranjero para continuar su evolución. El caso de la empresa TENSA, del ramo automotriz, es típico. Nació y se desarrolló impulsado por un grupo de técnicos e ingenieros argentinos sobre la base de innovaciones tecnológicas. Hoy día ya está asociada a capitales yankis lo que le permitió continuar su expansión y extenderse a varios países latinoamericanos”. “La estructura de la dependencia deja cada vez más el control de los aspectos esenciales de la economía en manos de las empresas multinacionales. De esa manera el rumbo económico de países como la Argentina depende direc47

Mario Roberto Santucho

tamente de los planes de las grandes empresas extranjeras, planes elaborados de acuerdo a los intereses globales de esas empresas. (…) Así determinada por los intereses de esas empresas, ajenas totalmente y opuestos a los intereses del pueblo trabajador, la economía acentúa su deformación en perjuicio de la gran mayoría de la población del país”. “Los gobiernos burgueses de los países dependientes a su vez, incapaces de oponerse a la dominación imperialista ya que ello implicaría un profundo proceso revolucionario socialista que ninguna corriente burguesa podría emprender, tienden cada vez más a jugar el papel contrarrevolucionario de control y represión de la lucha de masas, de custodios de los intereses de las empresas extranjeras y garantes de sus enormes ganancias”. “Ese es el papel que está jugando el actual gobierno peronista, papel que llena de entusiasmo a los círculos dirigentes norteamericanos y europeos, principalmente a los primeros, hoy enteramente dispuestos a apoyar y asesorar a ese gobierno”8. LA TERCERA HERRAMIENTA ESTRATÉGICA: EL FRENTE ANTIIMPERIALISTA Apoyado en la línea de los Comités de Base, el PRT comenzó a desarrollar el tercer eje estratégico: la política de alianzas y la lucha democrática. Esta política estaba contenida en su definición sobre el carácter de la: revolución antiimperialista y socialista o de liberación nacional y social. Es decir que la lucha, además de ser de la clase obrera en contra del capitalismo, era también de la clase obrera y el pueblo contra el imperialismo. La clase obrera, en la concepción del PRT, como clase dirigente del proceso revolucionario no debía marchar sola sino liderar al conjunto del pueblo. Formar una alianza con la pequeña burguesía urbana y el campesinado pobre (IV Congreso). A esta alianza, a partir de estas fechas, se le daba el nombre de “alianza básica”, que en una terminología más académica se le llama fuerza social revolucionaria. En esa alianza, cada sector marcharía por sus reivindicaciones y, la clase obrera a través de su partido, tenía que resolver “las contradicciones en el seno del pueblo” para ganarse la confianza del conjunto. El C.E. de abril de 1973, ya citado, en las resoluciones sobre el “Trabajo Legal”, tomaba como primera la referida al frente antiimperialista: “Luchar enérgicamente por la consolidación y desarrollo del frente antiimperialista en 8. Santucho, Mario Roberto. Editorial de El Combatiente Nº 106. Miércoles 6 de febrero de 1974. 48

Sus editoriales y escritos estratégicos

común con los sectores progresistas y revolucionarios pertenecientes a otras organizaciones e independientes sobre la base de la lucha por las libertades democráticas y el socialismo”.9 Con la denominación Frente Antiimperialista Santucho nominaba al frente estratégico. Volverá a llamarlo así muchas veces, incluso en su más celebrado trabajo Poder burgués y Poder revolucionario. Documento que fue aprobado como Resolución del Comité Central de septiembre de 1974. Aquí, por primera vez, se refiere a él diciendo que “es el ejército político de las masas”. En el Prólogo de junio del ‘73 a las Resoluciones del V Congreso, y poco antes y después del Golpe se referirá, varias veces, a la misma herramienta estratégica como Frente de Liberación Nacional y algunas como Frente de liberación. En el editorial del 26 de octubre del ’73 utiliza una tercera nominación del frente estratégico como Frente Obrero y Popular de masas. Las tres formulaciones tienen el mismo contenido: en el primer caso identifica al enemigo principal, en el segundo la tarea a realizar, y en el tercero las clases y sectores de clases que lo componen. En las tres formas se refiere a una sólida “alianza básica” obrera-campesinos pobres-pequeña burguesía urbana que junto al liderazgo de la clase obrera a través de su partido garantizarían la hegemonía proletaria y revolucionaria. Esta “alianza básica” debía constituirse con los sectores sociales mencionados y “sus expresiones políticas y sindicales, el peronismo progresista y revolucionario, las organizaciones armadas, el Partido Comunista, la Juventud Radical y sus corrientes afines, la amplia gama de las organizaciones de izquierda, el PRT, el Sindicalismo Clasista y las Ligas Agrarias”. A partir de ella, continúa Santucho, “las fuerzas populares podemos darnos después una política de Frente Popular más amplio y dirigido a neutralizar y después ganar a sectores de la burguesía media o nacional uniéndolos al pueblo bajo la firme dirección Antiimperialista y Revolucionaria del Proletariado”.10 Aquí encontramos la única vez que Santucho habló de Frente Popular. No la volvió a usar, no porque lo aquí dicho fuera incorrecto sino, pensamos, por la mala reputación que tenía en partidos izquierdistas pero, más probable, porque no era una definición precisa que se podía prestar a falsas interpretaciones. La experiencia del Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS) La política de frente antiimperialista, en esta etapa, se expresó en el Frente Antiimperialista y por el Socialismo. Como surge de la Resolución de Abril, en la concepción del PRT, el FAS no era un frente de izquierda, aunque parecía serlo por una razón política: Perón se había quedado con todo o casi todo, por 9. PRT. Resoluciones del Comité Ejecutivo de Abril de 1973. 10. Las definiciones del peronismo y las tareas de los revolucionarios. Obra citada. 49

Mario Roberto Santucho

lo que en el FAS, el PRT pudo convocar a parte de la izquierda revolucionaria y a una pequeña del peronismo revolucionario y sectores independientes, es decir sólo a una parte, aunque numerosa y valiosa militancia, de la alianza básica. Tampoco era un frente popular, en la concepción de los PC de América Latina y Europa, porque no incluía a ningún sector de la burguesía. Su Presidente Armando Jaime era dirigente del Frente Revolucionario Peronista como su compañero Simón Arroyo que también integraba la Mesa Nacional. En ella confluían compañeros como Silvio Frondizi del Grupo Praxís; el Diputado Ortega Peña del peronismo revolucionario; el sacerdote Miguel Ramondeti; Leandro Fote, Oscar Montenegro y Gregorio Flores del PRT; Alicia Eguren y Manuel Gaggero (ya incorporado al PRT) provenientes de Acción Revolucionaria Peronista liderada por el hacía poco fallecido J.W. Cooke. En los tres últimos Congresos y actos de masas el principal orador fue Agustín Tosco. Esta construcción no se hacía en un momento de pasividad de la lucha de clases, muy por el contrario el auge de la lucha reivindicativa era sostenido. Santucho lo analizaba así: “las clases dominantes se orientan hacia un gobierno de tipo bonapartista represivo, que intentará anular de hecho las libertades democráticas y perseguir a las fuerzas revolucionarias, basados en un pronunciamiento electoral (…). En el seno del gobierno se fortalece el ala fascista, como primer recambio ante el posible fracaso del bonapartismo”. Pero, continuaba Santucho, “la resistencia obrera y popular hará impracticable la solución bonapartista. Si se logra amplio movimiento unitario que movilice a todas las fuerzas progresistas y revolucionarias peronistas y no peronistas hay serias posibilidades de obligar al gobierno peronista a mantener la democracia y la libertad (…) sería una victoria táctica completa que haría posible un considerable reforzamiento de las fuerzas revolucionarias”11. La realización del Cuarto Congreso del FAS, el 18 de agosto de 1973 citado en Villa Luján Provincia de Tucumán, generó amplia expectativa porque el PRT le había propuesto a Agustín Tosco que encabezara la fórmula presidencial, junto a Armando Jaime como Vice, en las elecciones del 23 de septiembre. El día anterior al Congreso, en el editorial 86, Santucho evaluaba que: “aún en este terreno, que es el más favorable para el enemigo, la maniobra de la burguesía amenaza verse dificultada por la posible presentación de una candidatura auténticamente representativa” y lo que la hacía más necesaria era que “la nueva maniobra electoral que prepara la burguesía tiene por objeto reforzar el aval ‘popular’ a su política represiva”12. Tosco no aceptó pero concurrió al Congreso en el que expuso los argumen11. Ibídem. 12. Ibídem. 50

Sus editoriales y escritos estratégicos

tos. Recordamos que planteó que no quería contribuir a la división de la clase obrera de Córdoba, pero no es verdad que no quería enfrentar a Perón, basta leer sus discursos. Agustín Tosco, como en los Congresos del Movimiento Sindical de Base, fue el principal orador. El Quinto Congreso del FAS se realizó el 24 de noviembre de 1973, en la ciudad de Roque Sáenz Peña, Provincia del Chaco. Allí asistieron alrededor de 12 mil militantes y activistas, entre ellos unos doscientos o trescientos compañeros de las distintas poblaciones aborígenes de la zona, tobas, matacos, mocovíes, que hablaron en el Congreso. Marcelo, un dirigente Toba, organizó su discurso alrededor de la idea de que ellos eran pocos, como 20 mil, y que, por lo tanto, la liberación sus pueblos pasaba por la alianza con la clase obrera argentina. No tenía ese falso concepto de indigenismo como una cosa folclórica, que glorifica el retorno al pasado. Habló Tosco, que fue recibido con una larga ovación, con su propio estilo de gran orador, coincidiendo en todo con la línea del PRT, en particular con la crítica al gobierno y, cuando se refirió a Perón, comentó que este “ha dicho que cuando se critica a algún compañero de la burocracia se lo critica a él. Pues bien, si él toma esas críticas nosotros no renunciamos a ello y marcamos la diferencia”. Por lo que fue saludado por la multitud con el ya clásico ¡Tosco Corazón, el pueblo te reclama para la revolución! Mientras que el Presidente de FAS, Armando Jaime, expresó la línea de construcción aclarando que “un frente lo más amplio posible tiene sus aliados. En primer lugar, los obreros y los campesinos pobres. Luego vamos a tratar de llevar adelante un programa que garantice a los pequeños comerciantes, los pequeños industriales, los pequeños propietarios de tierra, un programa común de lucha en esta etapa”. El Documento que la dirección de FAS presentó en su Sexto Congreso, realizado en Rosario el 16 de junio de 1974, después de manifestar que surgía de las “luchas populares (…) en el camino de la liberación nacional y social” convocaba a “coordinar la lucha por las libertades democráticas, contra la tortura y la represión, contra el imperialismo y las clases explotadoras, por la unidad de todos los explotados en el camino de la movilización y la lucha por la Patria Socialista”. El acto de cierre reunió 25 mil militantes y activistas13. Trascurridos tres meses del último Congreso, en septiembre de 1974, el C.C. hacía en “Las tareas centrales del Partido” la siguiente apreciación del contenido y el papel del FAS. “Durante los primeros meses del tercer gobierno peronista se constituyó el FAS, con la participación de nuestro Partido. Este 13. Este número fue un cálculo realista y bastante fácil de hacer porque en el campo de futbol del Club Tiro Federal se colocaron siete mil sillas, se calculó la capacidad de las tribunas y la gente de pié. Militantes de otras agrupaciones nos decían: “con esta cantidad de gente hay que decir cuarenta mil”. 51

Mario Roberto Santucho

frente luchó denodadamente contra el gobierno burgués contrarrevolucionario en los momentos más difíciles de auge populista, por lo que debió acentuar su definición principista y por tanto aglutinar a los sectores más radicalizados de nuestro pueblo. El FAS jugó y juega un destacado papel en la preparación del terreno para una amplia unidad obrero y popular, pese a los límites en su influencia de masas que necesariamente debían manifestarse por el momento en que surgió. Hoy con el reagrupamiento que ha comenzado a producirse, tanto programática como orgánicamente, el FAS se convertirá en una herramienta estrecha, insuficiente”14. Partiendo de la concepción del frente antiimperialista se construyó el FAS. Cuando Perón fue elegido Presidente, a una parte de la militancia y del activo fabril le fue quedando claro que no venía a hacer ninguna revolución, ni social ni nacional, por la derechización del Gobierno, la creación de la Triple A, los numerosos asesinatos de militantes, una serie de leyes represivas y anti obreras. La percepción de esta situación impactó en la conciencia de un creciente sector del pueblo. El PRT, Armando Jaime, los dirigentes de FAS, obviamente Tosco que conducía una amplia alianza en su Sindicato y en el Movimiento Sindical Combativo de Córdoba, comenzaron a proponer un frente más amplio que el FAS, para dar cabida a ese activo a que hacemos referencia. Santucho comenzó a hablar de Frente Antiimperialista, Democrático y Patriótico. Esta fórmula se hizo más insistente en los meses de octubre y noviembre de 1974 una vez resuelta la interna dentro del Gobierno con el triunfo del ala fascista de López Rega y el desplazamiento de José Gelgard y el sector por el liderado. En tanto que, después del Golpe contrarrevolucionario del 24 de marzo lo formulaba como Frente Antidictatorial, Democrático y Patriótico. Eran las formas que le daba ante las variaciones políticas de las diversas coyunturas, por tanto, esas denominaciones tienen un valor, no menor pero, coyuntural para contener a aliados, más o menos circunstanciales, o dar cuenta de situaciones específicas como en el caso del FAS. La importancia de la lucha democrática En sus editoriales hacía referencia asiduamente a la lucha democrática: en el número 112 de abril del ‘74 titulaba “Perspectivas de la lucha democrática” y decía: “La lucha democrática y el logro de conquistas en este terreno, constituye y constituirá un poderoso aliciente para reconstruir la unidad obrera y popular, romper el divisionismo y el sectarismo”15. En el informe al C.C. Ampliado 14. Las tareas centrales del Partido. El Combatiente Nº 134. Miércoles 11 de septiembre de 1974. Fue parte de las resoluciones del CC de septiembre de 1974, y se incorporó como suplemento en la segunda edición de Poder Burgués y Poder Revolucionario. 15. Santucho, Mario Roberto. Perspectiva de la lucha democrática. El Combatiente Nº 52

Sus editoriales y escritos estratégicos

“Vietnam liberado”, publicado el 21 de julio de 1975, en el que proponía una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, era contundente sobre la importancia de unir la lucha democrática y reivindicativa para mantener el auge de masas de los dos meses anteriores. Su título no deja lugar a dudas: “Ante las Posibilidades Democráticas Forjar y Fortalecer la Unidad”. Santucho, luego de analizar la situación política, veía “posibilidades democráticas” que debían aprovechar los revolucionarios, porque el desmoronamiento del gobierno peronista “pone a la orden del día la posibilidad de ese ‘paso atrás democrático’, la posibilidad de importantes concesiones en el terreno de las libertades, la posibilidad de que la burguesía liberal y las masas populares se proyecten nuevamente a un primer plano, agitando banderas de pacificación y libertad, y lleguen a concretar importantes conquistas democráticas hondamente sentidas por nuestro pueblo”16. Y a renglón seguido titulaba: “La posición liberal burguesa y la posición proletaria” para explicar las dos posiciones en pugna pero que momentáneamente era necesario unificar. Volveremos sobre la valoración de la lucha democrática cuando Las Jornadas de Junio y Julio de 1975. La lucha reivindicativa Otra manifestación de inserción del PRT en el movimiento obrero fue el Segundo Congreso del Movimiento Sindical de Base (MSB) realizado en abril de 1974. El sábado 13 deliberaron representantes de doscientas agrupaciones sindicales y tomaron las resoluciones, entre otras, eligieron una Mesa Nacional integrada por quince miembros, doce del PRT y tres aliados. El domingo 14, en el Acto de cierre del Congreso, en las instalaciones del Córdoba Sport había alrededor de 5 mil militantes, la mayoría obreros, no eran todos del PRT pero sí una importante mayoría y había compañeros de otras fuerzas políticas. Mientras se sucedían los discursos, compañeros de cuatro agrupaciones pidieron que se ampliara la Mesa Nacional a dieciséis integrantes, para incluir uno que los representara. Se llevó la propuesta a votación y los militantes del PRT, orientados por sus dirigentes, le impusieron la “democracia” de los números; la propuesta fue rechazada. Santucho, al bajar del Monte y enterarse de este desastre sectario, realizó una furibunda crítica y ejemplificó diciendo que en ese caso habría que haber elegido tres del Partido y doce aliados. Este gran error de implementación de una concepción correcta limitó el desarrollo posterior de la política de alianzas sindicales del PRT. El orador principal, nuevamente, fue Agustín Tosco. Cuando él llegó, la militancia lo recibió con el clásico: ¡Tosco, Tosco, Tosco… Tosco corazón, el pueblo te 112. Miércoles 3 de abril de 1974. 16. Santucho, Mario Roberto. Ante las posibilidades democráticas forjar y fortalecer la unidad. El Combatiente Nº 174. Lunes 21 de julio de 1975. 53

Mario Roberto Santucho

reclama para la revolución!, mientras, él saludaba y caminaba hacia la tribuna. Finalizados los cánticos, inició su discurso así: “El futuro de Argentina, de América Latina y del mundo no puede ser otro que el que señalaba ese niño –mientras decía esto se daba vuelta para señalar al niño que, subido a los hombros de su padre, aún mantenía el puño izquierdo en alto– con su saludo revolucionario, proletario y socialista”. Nuevamente la ovación. En su editorial del 12 de junio, Santucho empujaba la necesaria unidad de las “corrientes sindicales clasistas y combativas (…) hacia la constitución de una única y poderosa corriente nacional antiburocrática basada en el Movimiento Sindical de Bases, la Intersindical, el Peronismo de Base, la JTP y otras corrientes antiburocráticas”. Y no dejaba de señalar que “el Movimiento Sindical Combativo de Córdoba es, en esa dirección, la expresión más avanzada lograda hasta estos momentos”17. El 7 de agosto se entusiasmaba con la idea de convocar a un Congreso de Bases sindicales, “tal como propusiera un dirigente de la Federación Gráfica Bonaerense” que se concretaría un mes después en el marco de la huelga de la FOTIA en Tucumán. Estos intentos cristalizarían en los meses siguientes en la conformación de las Coordinadoras de Gremios en Lucha, herramienta protagónica en las Jornadas de Junio y Julio de 1975. A fines de agosto de 1974 ante la intervención del SMATA de Córdoba, por algunas vacilaciones en el sector hegemónico de su dirección y la valiente respuesta de las bases obreras cuando fueron baleadas por la policía, Santucho recordó “el precepto marxista de que ante duros enfrentamientos de clase, la vanguardia que rehúye y se retira sin luchar muere políticamente ante las masas y que en cambio la vanguardia que se coloca en la primera fila de combate y se juega hasta las últimas consecuencias gana la confianza de las masas, y aún si fuera derrotada en esa lucha, resurgirá con fuerza renovada”18. EL CARÁCTER ESTRATÉGICO DE LA GUERRILLA RURAL Como vimos, desde antes del IV Congreso, el ala leninista del PRT consideraba iniciar la lucha armada en las zonas rurales, por la profundidad de la crisis que vivía la industria azucarera, la principal de esa región, y la crisis del conjunto de la economía capitalista en el Noroeste argentino. El curso de la lucha determinó que la guerrilla se iniciara en las ciudades, pero con la expe17. Santucho, Mario Roberto. ¡Unir y movilizar todas las fuerzas del pueblo! Editorial de El Combatiente N°121. Miércoles 12 de junio de 1974. 18. Santucho, Mario Roberto. “Cambios en la disposición de fuerzas”. Editorial de El Combatiente 132. Miércoles 28 de agosto de 1974. 54

Sus editoriales y escritos estratégicos

riencia adquirida, el fortalecimiento orgánico y el creciente enraizamiento entre las masas, sumado a los análisis políticos de coyuntura, que a continuación exponemos, la guerrilla rural pasaba a ocupar un papel de la misma importancia, pero dando respuestas que la lucha urbana no podía realizar. Así lo analizaba Santucho en el editorial “Guerrillas en el Monte” del 5 de junio de 1974: “Al analizar las perspectivas del gobierno peronista, con anterioridad al 25 de Mayo de 1973, nuestro Partido, comprendiendo la esencia y límites del intento populista, sostuvo que en ningún momento lograría contener la lucha de las masas, aunque sí confundiría, limitaría sus objetivos en una primera etapa”. Consideraba Santucho que durante los primeros meses del gobierno peronista la lucha obrera se dirigiría hacia objetivos parciales, a enfrentarse con las empresas capitalistas, y que, dilucidado el carácter antipopular del Gobierno, las masas dirigirían su combate más conscientemente contra el sistema capitalista en su conjunto. “Consecuente con esas previsiones, nuestro Partido realizó con tiempo los preparativos necesarios e instaló en las montañas de Tucumán una Compañía de Monte que comenzó de inmediato su periodo de instrucción. (…) La aparición de esta primera unidad rural del ERP se produce así, precisamente en los comienzos del pasaje de la lucha local contra empresas aisladas a la lucha general de nuestro pueblo contra el capitalismo y su gobierno”. La guerrilla rural fue un componente estratégico que se sumó en la disputa por la iniciativa política. Por su comprensión de la dinámica de la lucha de clases, Santucho pudo derrotar la línea de Perón que quería una vez más que las masas fueran del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. La clase obrera, por el contrario, profundizó su movilización reivindicativa como bien Mario Roberto había previsto, pasando al inicio de la lucha política de masas contra el Gobierno peronista. La lucha armada en todo el país no era más que la continuidad de esa ofensiva general de la clase obrera y el pueblo. Continuaba Santucho: “La posibilidad y necesidad de la apertura de frentes guerrilleros rurales tiene una profunda significación para la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Es producto de más de tres años de combate guerrillero en las ciudades, de varios años de luchas populares, de una considerable evolución de la conciencia del pueblo argentino. A partir de la incorporación de unidades de monte a la estructura de combate del ERP, se inicia un nuevo período de desarrollo militar, que rápidamente multiplicará la fuerza, la potencia de fuego de nuestro ejército guerrillero y lo capacitará para enfrentar en combates abiertos a las unidades enemigas”. “La estratégica importancia militar de la guerrilla rural radica en que con el auxilio de la geografía, hace posible construir poderosas unidades bien armadas 55

Mario Roberto Santucho

y entrenadas, capacitadas para golpear al enemigo en terreno favorable, disputarle zonas primero durante la noche y después también de día, liberar zonas más adelante y hacer posible la construcción de bases de apoyo, imprescindible sostén para la construcción de un Ejército Revolucionario del Pueblo de carácter regular, en condiciones de sostener victoriosamente la insurrección general del pueblo argentino”. HACIA UNA SITUACIÓN REVOLUCIONARIA Un nuevo punto de viraje, de una significación difícil de exagerar, se insinuó a mediados de 1974 que dio lugar al texto ya mencionado Poder Burgués y Poder Revolucionario y sus consecuencias organizativas en “Las tareas centrales del Partido” del 23 de agosto y del 11 de septiembre respectivamente. Pueden ser considerados una adecuación de las revoluciones de los IV y V Congresos a la etapa que estamos analizando. Ya Domingo Menna, en el editorial de El Combatiente del 3 de julio de 1974, había pronosticado grandes luchas que se concretarían exactamente un año después en las Jornadas de Junio y Julio de 1975, que derrotaron el proyecto contrarrevolucionario encarnado ahora por el ala fascista del Gobierno: Isabel y López Rega. Aquí, sus propuestas, muestran a un Santucho realizando un llamando a la más amplia unidad obrera y popular y, desde ella, alianzas tácticas para aislar y derrotar a la derecha del Gobierno y enfrentar al futuro golpe militar. En este folleto, incorpora la construcción del doble poder iniciándose en formas de poder local pero, advertía, “no hay posibilidades de avanzar sólidamente en el desarrollo del poder local sin constantes avances en la unidad y movilización de las masas populares” por ello “la unidad y movilización patriótica de todo el pueblo requiere la construcción de una herramienta política orgánica que la centralice, organice, impulse y oriente. Es el Ejército Político de las masas, el Frente Antiimperialista”. El avance de las lucha de masas y revolucionaria, la gran actividad huelguística, el desarrollo del sindicalismo clasista y las más variadas organizaciones sindicales, sociales y políticas, la consolidación de las organizaciones revolucionaria en el terreno militar y en particular las tomas de cuarteles por parte del ERP, el fortalecimiento del partido revolucionario, fueron configurando una situación que hacia agosto de 1974 Santucho analizaba bajo el título “Situación revolucionaria y doble poder”: “Las tendencias de la lucha de clases argentina que se venían marcando cada vez más nítidamente apuntando hacia el fin del proyecto populista, y el 56

Sus editoriales y escritos estratégicos

comienzo de un período de grandes enfrentamientos de clase, han comenzado a cristalizar a partir del mes de julio de 1974. Perón, líder de masas, pese a su intransigente defensa de los intereses capitalistas conservaba aún alguna influencia sobre sectores de nuestro pueblo. Poseía autoridad, experiencia y habilidad para mantener a flote el desvencijado barco del sistema capitalista en el tormentoso mar de la lucha obrera y popular; y había logrado restablecer trabajosa y precariamente el equilibrio con la maniobra táctica del 12 de junio. Por eso es que su muerte colocó a la burguesía ante la necesidad de adoptar de inmediato definiciones políticas con la consiguiente agudización de la crisis interburguesa”. “Este fenómeno, un notable impulso del auge de las masas, y un fortalecimiento acelerado de las fuerzas revolucionarias, políticas y militares, se combinan para configurar el inicio de una etapa de grandes choques de clases, antesala de la apertura de una situación revolucionaria en nuestra Patria. En otras palabras, entramos en un período de grandes luchas a partir del cual comienza a plantearse en la Argentina la posibilidad del triunfo de la revolución nacional y social, la posibilidad de disputar victoriosamente el poder a la burguesía y al imperialismo”. “Pero apertura de una situación revolucionaria, o lo que es lo mismo la existencia de condiciones que hacen posible el derrocamiento del capitalismo y el surgimiento del nuevo poder obrero y popular socialista (…) no quiere decir que ello pueda concretarse de inmediato. Necesariamente se deberá atravesar un período de duras y profundas movilizaciones revolucionarias, de constantes combates armados y no armados (…) ese período -que debe contarse en añosserá mayor o menor en dependencia de la decisión, firmeza, espíritu de sacrificio y habilidad táctica de la clase obrera y el pueblo, del grado de resistencia de las fuerzas contrarrevolucionarias, y fundamentalmente del temple, la fuerza y capacidad del Partido proletario dirigente de la lucha revolucionaria”. En los subtítulos siguientes profundizaba en las “formas del poder local”, en la necesaria “unidad y movilización popular: el frente antiimperialista”, en “la construcción de ejército del pueblo”, para finalizar con el necesario “Partido Revolucionario de los Trabajadores”. Y como era habitual en sus escritos no dejaba de alentar la convicción de que “Nuestra revolución triunfará”. Los combates de Villa María y Catamarca “Los días 10, 11 y 12 de agosto (…) se libraron dos importantes combates entre unidades guerrilleras del ERP y fuerzas combinadas del Ejército Contrarrevolucionario y la Policía”. “En Villa María, coincidiendo con la lucha de los obreros mecánicos cordobeses, la Compañía Decididos de Córdoba atacó y tomó la fábrica Militar de 57

Mario Roberto Santucho

Explosivos de Villa María defendida por 150 hombres (...) nuestra unidad dominó todo el cuartel durante tres horas y recuperó (…) alrededor de dos toneladas de armas y municiones”. En “Catamarca, el ataque al Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada a cargo de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, resultó en cambio una grave derrota para nuestras fuerzas”. Dos compañeros murieron en combate, otros 14 que se habían rendido luego de un combate fueron asesinados indefensos y, en otros puntos, alrededor de 10 fueron detenidos. Mientras que “todos los militares y policías detenidos por el ERP [en ambos combates] fueron puestos en libertad inmediatamente a excepción de un Mayor”. Propuesta de armisticio Como ya hemos visto, Santucho tenía la convicción de que el peligro contrarrevolucionario del GAN, que combinaba el engaño con la represión, encarnado por el Gobierno del peronismo burgués y burocrático había desaparecido, por lo que se atrevió a realizar una audaz propuesta. El 4 de octubre, el Ejército Revolucionario del Pueblo envió a los posibles participantes de la reunión “multisectorial”, organizada por el gobierno, una nota comunicando que estaba dispuesto a discutir un armisticio. La propuesta del ERP tenía como objetivo debilitar la apoyatura política de la cruzada antiguerrillera y antipopular de Isabel, y destinada a influir en los sectores intermedios de la sociedad. Santucho, en un nuevo editorial del El Combatiente, fechado el 9 de octubre de 1974, fundamentaba de esta manera la propuesta: “ahora, ya fracasado el GAN como plan estratégico de contrainsurgencia, con el cual los explotadores y opresores pensaban exterminar las fuerzas revolucionarias argentinas, se presenta una nueva situación. El enemigo necesita pasar a una represión en masa pero encuentra grandes dificultades para hacerlo. Tanto porque no cuenta con fuerzas militares adecuadamente preparadas como porque corre el riesgo de quedar nuevamente aislado como le ocurrió durante la reciente Dictadura Militar”. Nítidas luchas político revolucionarias En el editorial “Nítidas luchas político-revolucionarias” del 7 de abril de 1975, Santucho destaca el carácter político revolucionario de las presentes movilizaciones de la clase obrera. “Los meses de febrero y marzo de 1975 han mostrado claramente el nuevo carácter de la lucha de clases (…) del potente auge revolucionario de la clase obrera y el pueblo argentino y de los propósitos y límites del accionar de las fuerzas contrarrevolucionarias”. “En cuatro frentes principales se está hoy combatiendo y en ellos es posible 58

Sus editoriales y escritos estratégicos

comprobar que se trata de enfrentamientos políticos, de fondo revolucionario. En el Ingenio Ledesma de Jujuy, en los departamentos de Famaillá, Monteros y Chicligasta de Tucumán, en la ciudad de Córdoba y en las riberas del Paraná, la clase obrera y el pueblo se bate con todos sus recursos y motorizado por las fuerzas revolucionarias (...) en todos estos lugares los enfrentamientos han estallado por ataques de las fuerzas represivas”. Santucho no lo dice explícitamente pero en esos cuatro frentes que “son las trincheras avanzadas del combate político-revolucionario” el PRT y el ERP tenían importantes fuerzas organizadas y estrecho vínculo con la población, motivo por el cual las fuerzas del Gobierno decidieron atacarlo. Concluía Santucho diciendo que: “son los primeros choques de una lucha por el poder, de una verdadera lucha revolucionaria que comienza a tomar fuerza de masas”. El segundo Combate de San Lorenzo El 13 de abril, en la localidad Fray Luis Beltrán, departamento de San Lorenzo en Santa Fe, tuvo lugar el mayor combate exitoso de la guerrilla argentina. El asalto al Batallón de Arsenales 121, por parte del ERP, se transformó en combate abierto debido a que los militares lograron montar la defensa del cuartel que fue doblegada por los guerrilleros. Se recuperaron para la causa del pueblo dos toneladas de armamento. El entusiasmo que despertó en las filas revolucionarias se refleja en la nota publicada por el periódico Estrella Roja del ERP: “Reverdeciendo los gloriosos laureles de San Martín, en las históricas barrancas del Paraná, que fueran escenario de aquel victorioso combate de la guerra de nuestra primera independencia, la Unidad Combate de San Lorenzo del ERP escribió una vibrante página militar cubriéndose de gloria en el triunfal ataque al batallón de Arsenales 121 del ejército opresor”. El Combate de Manchalá El ejército contrarrevolucionario estaba organizado en cuatro Cuerpos de ejército, el Primero en Buenos Aires y La Pampa, el Segundo en Santa Fe y las provincias mesopotámicas y del noreste, el Tercero en Córdoba y las provincias del noroeste y el Cuarto con cabecera en Bahía Blanca abarcaba toda la Patagonia. El Tercero contaba con tres Brigadas: de Infantería Aerotransportada IV, de Infantería de Monte V, y de Montaña VIII. En Tucumán estaba asentado el Comando táctico de la V Brigada, integrada por tres regimientos de 900 hombres cada uno, un grupo de artillería con 600 hombres, un destacamento de exploración de caballería con 200 hombres y cuatro compañías: una de ingenieros con 150 hombres y una de comunicaciones, una de arsenales y una de sanidad, todas de 100 hombres. El 28 de mayo, la Compañía de Monte (reforzada) Ramón Rosa Jiménez 59

Mario Roberto Santucho

con unos ciento veinte combatientes se dirigía a la localidad de Famaillá, en la Provincia de Tucumán, donde estaba asentado el Comando Táctico de la V Brigada de Infantería de Monte del ejército enemigo, con el objetivo de tomarlo completamente y aniquilar el mando. Para ello debió salir del monte y operar en terreno desfavorable. En la marcha de aproximación, en el paraje llamado Manchalá, la cabeza de la columna fue atacada por fuerzas enemigas. La actuación de los combatientes y oficiales del ERP fue muy destacada ya que, pese a la sorpresa, batieron a las fuerzas enemigas, y se retiraron ordenadamente. Pero esta suerte de emboscada enemiga abortó los objetivos de la acción. Este desenlace del proyectado copamiento del Comando Táctico y una línea táctica errada que había fijado la guerrilla al terreno llevaron a que el ERP perdiera la iniciativa militar en la Región y, con ella, la política. LAS JORNADAS DE JUNIO Y JULIO DE 1975 A mediados del año 1975 los obreros sindicalizados y las patronales discutían los convenios colectivos de trabajo, actividad que tradicionalmente incitaba las movilizaciones obreras. Pero este año, la clase obrera había logrado elegir direcciones clasistas y combativas en muchas fábricas y varios sindicatos, que en gran número estaban vinculadas a las organizaciones revolucionarias. El PRT era muy activo en impulsar la organización y toma de conciencia en sectores crecientes de los trabajadores. Junto a la JTP, al resto de la izquierda y sectores independientes había logrado conformar las “Coordinadoras Gremios y Delegados en Lucha”. En este marco, la clase capitalista, a través de su Gobierno, realizó el primer intento de aplicar un plan neoliberal, provocando un shock económico de contracción del ingreso de los trabajadores, devaluación del peso y grandes alzas de precios y tarifas. La respuesta de la clase obrera fue la movilización en todo el territorio nacional y en particular en las ciudades industriales. Como venimos viendo, en el marco de la politización obrera y el despertar creciente de la consciencia de clase y socialista, las luchas económicas tomaban rápidamente contenido político. Ahora, primero contra el Ministro fascistoide López Rega y el de Economía Celestino Rodrigo, para alcanzar a la Presidenta Isabel Martínez de Perón y prácticamente a todo el Gobierno. El 3 de julio las Coordinadoras obreras llamaron a una huelga que se cumplió ampliamente en las ciudades industriales. Para ser más precisos, este llamado, consolidó la tendencia huelguística que se ampliaba día tras día y que, a partir de esta fecha, amenazaba convertirse en una huelga general desde abajo y por tiempo indeterminado. Esta situación y los enfrentamientos dentro del 60

Sus editoriales y escritos estratégicos

gobierno entre la burocracia cegetista y el ala fascistoide de Isabel y López Rega, determinaron que la cúpula convocara al Comité Central Confederal de la CGT. La burocracia, apoyándose en la movilización, ganaba fuerza contra el sector fascista pero, al mismo tiempo, intentaba recuperar el liderazgo que las Coordinadoras le disputaban. Por lo tanto, el CCC se vio urgido a convalidar la huelga de hecho llamando la Huelga General los día 7 y 8 de julio que se cumplió con total acatamiento, pero con las masas fuera de la calle. Las magníficas Jornadas de Junio y Julio consumaron la derrota del ala fascistoide del gobierno pero, simultáneamente, significaron la derrota del conjunto del Gobierno del peronismo burgués y burocrático, constituyendo el segundo triunfo de las masas y los revolucionarios del período que se extendía desde el Cordobazo. Los días del Gobierno estaban contados. Un estudio comparado entre acciones guerrilleras y huelgas obreras de la socióloga Inés Izaguirre19 muestra que en los más de 30 días que se extendieron las Jornadas, las acciones de la guerrilla disminuyeron a menos de la mitad, lo que sugiere que los combatientes y militantes estaban en las movilizaciones de las masas, lo cual confirmamos por nuestra experiencia directa. Comité Central Ampliado Vietnam Liberado El Informe de Santucho al Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado” publicado el 21 de julio de 1975 “Ante las posibilidades democráticas forjar y fortalecer la unidad”, se dirigió a la reunión más numerosa en la historia del PRT (60 militantes). Es una combinación de firmeza de principios, ligazón a las masas y flexibilidad táctica, pero casi desconocido y poco valorado por la militancia santuchista, quizás ello se deba a la última cualidad indicada. Tenía en lo inmediato el objetivo de sostener y multiplicar la movilización de masas para forzar concesiones democráticas, demorar los planes golpistas y, cuando se diera el Golpe, los militares se toparan con una amplia unidad y las masas a la ofensiva. En esos días, Santucho analizando las tácticas de Montoneros: “Renuncia de Isabel y elecciones en 60 días”; la del P.C., “Renuncia de Isabel y formación de un gobierno de amplia coalición democrática cívico militar”; y la de 19. Izaguirre, Inés y equipo. Lucha de clases, guerra civil y genocidio en la Argentina. Eudeba. Buenos Aires. 2009. El estudio abarcó todo el Gobierno peronistas de entonces. Resulta sugestivo comprobar que ambas formas de lucha fueron aumentando, en la misma proporción, en cada sub período en los que se dividió el mismo, menos en los días de las Jornadas en los que disminuyeron las acciones y aumentaron los días de huelga. También es sugestivo que en los números finales resultaran empatados (8509 y 8400).

61

Mario Roberto Santucho

PRT, “Asamblea Constituyente Libre y Soberana”, no se detuvo a hurgar en las significativas diferencias sino que encontró que “las tres están en el plano de la lucha democrática”. En la recapitulación del Informe remarcaba: “el espectacular derrumbe del gobierno peronista ha dejado al país a la deriva. El Partido Militar, última reserva del capitalismo, se encuentra incapacitado para intervenir, porque no cuenta con proyectos gubernamentales inmediatos y porque afronta serios inconvenientes frente a la guerrilla. Es así que comienzan a tomar cuerpo posiciones democráticas que responden en mayor o menor medida a profundas aspiraciones del pueblo argentino. Es tarea fundamental fortalecer las perspectivas de democratización en torno a un programa básico por la libertad de los presos políticos, la derogación de la legislación represiva, la eliminación del terrorismo de las AAA y salarios dignos para los trabajadores. Tras esos objetivos pueden y deben unirse sectores diversos, desde las fuerzas revolucionarias hasta sectores vacilantes y aún contrarrevolucionarios que se verán obligados a aceptar una posible democratización. Pero (…) ‘el proletariado jamás olvidará que los demócratas burgueses no pueden ser demócratas seguros’20”. “Marchando junto a todos por el programa antedicho, la clase obrera levantará su propuesta consecuentemente democrática de Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana”. Para concluir con que: “es tarea primordial de los revolucionarios forjar y fortalecer la unidad, creando un fuerte núcleo frentista proletario y popular integrado por las corrientes consecuentes y buscar a través de él la unidad con los demás sectores democráticos (…) mantener e intensificar la lucha política y armada, hostigando al enemigo para obligarlo a ceder”. En el editorial “Giro represivo del gobierno”, del 24 de septiembre, analizaba los motivos por los que consideraba que no se había concretado la democratización: “El Comité Central de Julio señaló que se planteaba a la orden del día la posibilidad de arrancar importantes concesiones democráticas, por medio de la unidad y movilización de amplias masas populares (…) nuestro Partido redobló sus esfuerzos unitarios y se esforzó por acrecentar su accionar en los terrenos reivindicativo, político y armado. Pero nuestra actividad frentista no logró el eco necesario, la lucha reivindicativa y política de masas se aquietó, y en conjunto el accionar guerrillero tuvo importantes fallas. Estos hechos resultaron un gran respiro para la burguesía”. La Batalla de Monte Chingolo A finales de diciembre el ERP se empeñó en su acción más audaz, junto 20. Lenin, Tomo 8, pág. 76, Obras Completas. 62

Sus editoriales y escritos estratégicos

a la frustraba en Manchalá. El ERP movilizó más de 200 combatientes con el objetivo de tomar el Batallón de Arsenales de Monte Chingolo para recuperar 20 toneladas de armamento. El objetivo militar inmediato era, armar convenientemente a sus unidades y construir otras nuevas en el Monte tucumano y el objetivo político retrasar el Golpe militar y realizar un ejercicio semi insurreccional de controlar de una zona altamente poblada. Sabemos que en la Batalla de Monte Chingolo el ERP sufrió una dura derrota por el fracaso de la acción y el alto precio en vidas que pagó (55 militantes y combatientes). Aunque no fue el fin del ERP como se ha dicho sin fundamentos y sin verificarlo con datos de la realidad. Para que los debates sean fructíferos, consideramos necesario realizar la siguiente precisión: esta acción se correspondía cabalmente con la estrategia del PRT y con el nivel alcanzado por la lucha de clases, otra cosa es si debió realizarse con los datos aportados por la inteligencia del Partido. Para esto último nos remitimos a la autocrítica del Buró Político: “Fue un gravísimo error haber lanzado la acción en conocimiento de indicios ciertos de que el enemigo podría estar alertado. Ese error y cuya responsabilidad recae principalmente en el mando de la operación con extensión a la Comandancia del ERP, reconoce fundamentalmente dos causas: subestimación del enemigo y déficits en la técnica militar”21. El Cadillal y La Pastoril Dos hechos que se suman a los golpes recibidos por el PRT y el ERP fueron: el frustrado intento de abrir un segundo frente rural en la zona de El Cadillal, a solo 25 Km al norte de la ciudad de Tucumán, en febrero de 1976. Si bien podemos decir que fue un hecho fortuito, porque el ejército enemigo estaba allí persiguiendo una unidad de la organización Montoneros y se topó con nuestra unidad, no deja de ser un golpe de gran significación táctica, con implicancias estratégicas. El otro hecho ocurrido inmediatamente después del Golpe fue la caída de la reunión del Comité Central en La Pastoril, partido de Moreno, el 29 de marzo. Allí se perdió la valiosa vida de 11 compañeras y compañeros y uno detenido, las resoluciones de una reunión de CC en un momento de viraje en la situación política y, de significación estratégica, la caída del organigrama “más completo que hemos hecho, somos seis mil” según palabras de Domingo Menna Responsable de Organización del PRT. Del informe de Menna se desprende claramente que el PRT no estaba derrotado al 29 de marzo de 1976: 21. Boletín Interno Nº 98. 27-12-75. 63

Mario Roberto Santucho

Militantes del Partido 1654 JG (sin contar los militantes del Partido) 750 Combatientes no pertenecientes al Partido 350 Presos 623 Muertos 248 Desaparecidos 109 Simpatizantes y colaboradores 2200 Total 5934 Los 1654 militantes del Partido estaban distribuidos aproximadamente así: unos 450 en el Frente Militar (ERP), alrededor de 250 en Propaganda, 350 en el Frente Sindical, 154 en la JG, unos 150 en el Frente Legal y Solidaridad, el Frente de Mujeres que era más incipiente tendría unas 70 compañeras, mientras que el resto, unos 200 estaban destinados a las estructuras internas del Partido. El ERP contaba con alrededor de 800 combatientes plenos, distribuidos en un Pelotón Especial, siete Compañías y tres o cuatro Pelotones y/o Escuadras independientes, y no menos de 1500 realizaban acciones menores y estaban dispuestos a combatir cuando la dirección los convocara. Según la concepción del PRT, a los frentes fabriles no sólo estaban destinados los militantes del Frente Sindical sino un número importante de los demás frentes de trabajo de masas e incluso del Frente Militar. DE ARGENTINOS A LAS ARMAS A CON FUERZA HACIA LAS MASAS En el editorial del 31 de marzo de 1976 Santucho llamaba a redoblar los esfuerzos de guerra revolucionaria bajo la consigna ¡Argentinos a las armas! Cometiendo “un error de apreciación táctica” que analizaremos pero que no invalidan la caracterización que en él se hacía del golpe militar: “en la noche del 23 al 24 de marzo las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias derribaron al gobierno peronista para instaurar otra dictadura militar (...) el programa levantado por la Junta Militar poco después de asumir y las primeras medidas de gobierno no dejan ninguna duda respecto al carácter profundamente antiobrero antipopular y antinacional de la Dictadura” Y finalizaba con un llamado en el que preveía las futuras presiones divisionistas que podía ejercer la dureza de la lucha: “Estrechamente unidos en torno al Comité Central, siguiendo el elevado y poderoso ejemplo de nuestros héroes y mártires, los militantes del PRT cumpliremos cabalmente y con honor nuestras misiones revolucionarias”. Dos meses y 9 días después, un tiempo breve en períodos de calma de la 64

Sus editoriales y escritos estratégicos

lucha de clases pero casi una eternidad en la etapa que estamos analizando, se inicia la corrección de la línea. “Con fuerza hacia las masas”22 fue la consigna con la que Santucho rectificaba la errónea del 31 de marzo de 1976 “Argentinos a las armas”. En este editorial, del 9 de junio, realizaba la siguiente reflexión autocrítica: “Cuando poco antes y después del 24 de marzo analizamos las perspectivas del golpe militar cometimos un error de cálculo (…) Al no prever un reflujo transitorio de la movilización obrero-popular (…) El error de apreciación táctica que cometimos nos debilitó en lo ideológico y en lo orgánico. En lo ideológico en cuanto dificultó el enraizamiento de la concepción de guerra prolongada, y en lo orgánico en cuanto no nos orientamos con máxima energía a simplificar el aparato y volcar más compañeros a los frentes de masas”23. Para aventar erróneas interpretaciones, recordamos que en el mismo editorial remarcaba que: “En el actual período de reflujo de movilización de masas, el accionar guerrillero mantendrá viva la llama de la resistencia popular. (…) la lucha armada ocupa el centro de la lucha política, es y será el eje de la política nacional”. Mario Roberto, reflexionando sobre el “error de apreciación táctica”, entre el 23 de junio y el 7 de julio, en un editorial que no se ha conservado, escribió que habíamos “manejado solo briznas de marxismo”24. Si bien lo escribe en primera persona del plural, una forma muy habitual de hablar y escribir en esa época porque no se desvinculaba lo personal de lo colectivo, no oculta que se está refiriendo a él en primer lugar. Pero si recordamos que era un gran lector y tenía una amplia formación marxista, queda claro que no se está refiriendo a haber leído unos libros más. En “Con fuerza hacia las masas” nos habla de que no vimos el reflujo del movimiento de masas. La respuesta, entonces, no se va a encontrar escrita en ningún libro; porque no se está refiriendo a un conocimiento enciclopédico del marxismo sino a su alma viva, a la pericia para la maniobra política, que se obtiene principalmente en la experiencia y de los datos necesarios para el análisis que surgen de auscultar el estado de ánimo de las masas. En el penúltimo escrito de Santucho, informe al C.E. “Edgado Enríquez” y editorial de El Combatiente Nº 22425: “Nuestras tareas en el período de reflujo”, 22. Santucho, Mario Roberto. “Con fuerza hacia las masas”. Editorial de El Combatiente Nº 220. Miércoles 9 de junio de 1976. Este editorial recogía las resoluciones del Comité Ejecutivo “Comandante Juan Manuel Carrizo” recién reunido. 23. Ibídem. 24. Esta expresión fue escrita en uno de los dos editoriales de El Combatiente (222 o 223) que aparecieron entre las fechas indicadas, periódicos que no se han conservado. 25. Este editorial lo obtuvimos del Boletín Interno Nº 121 de la misma fecha que El Combatiente Nº 224 cuyo ejemplar no hemos podido conseguir. 65

Mario Roberto Santucho

del 14 de julio de 1976, dejaba el único testimonio escrito de la planificada Organización para la Liberación de Argentina (OLA), entre el PRT, Montoneros y la Organización Comunista Poder Obrero (OCPO). Por el valor histórico que tiene el documento lo reproducimos completo: Un Gran Paso Unitario “Esta gran tarea se verá enormemente facilitada por los recientes avances unitarios en el campo revolucionario que nos han colocado ante la posibilidad real e inmediata de construir una organización frentista integrada por el PRT, Montoneros y Poder Obrero, que unifique la lucha antidictatorial y encauce un transcendental proceso hacia la completa unidad política y militar de las organizaciones revolucionarias proletarias y populares (el Partido de la Clase Obrera, el Ejército Popular y el Frente de Liberación Nacional). Dar este paso significará iniciar un proceso de convergencia quizás complejo, pero de un positivismo difícil de exagerar. En primer lugar influirá favorablemente en el estado de ánimo de las masas populares, que se sentirán respaldadas por este sano paso de sus organizaciones. Se materializará en un aumento cualitativo de los recursos revolucionarios globales, que serán empleados más racionalmente y con mayor eficacia”. “Reforzará nuestra presencia internacional facilitando por lo tanto el esfuerzo para conquistar la solidaridad y apoyos internacional activos a nuestra causa revolucionaria. Al partido le cabe una gran responsabilidad en el proceso de unidad que se abrirá. Sin ceder un milímetro en los principios, activo en la lucha ideológica que se intensificará en los nuevos marcos unitarios nuestro partido deberá hablar con gran dinamismo y flexibilidad. Los cuadros y militantes deben predicar con el ejemplo de sus virtudes proletarias, de su línea de masas, de su confianza en las masas, de su combatividad y heroísmo, de su dedicación profesional, de su férrea voluntad en el cumplimiento de las tareas, de su sencillez, fraternidad y espíritu solidario”. “La total unidad que es posible, se conquistará, en un proceso gradual a desarrollarse paso a paso en todos los niveles, en la base y en la dirección, que requiere paciencia, flexibilidad y firmeza ideológica. La fusión de las organizaciones revolucionarias será un gran avance para la lucha de nuestro pueblo, en la medida que se asiente sobre sólidos principios ideológicos y orgánicos, y nuestro partido pondrá todo su esfuerzo para hacerlo realidad”. Su firmeza de principios y flexibilidad táctica mantienen su frescura En el mismo editorial, hace una apreciación del estado de ánimo de las masas cuando escribe que: “en aparente contradicción con el reflujo, las masas viven una intensa vida política de características profundas y singulares”. Noso66

Sus editoriales y escritos estratégicos

tros que estábamos intentando movilizar a los obreros del Gran La Plata, con eje en Propulsora, lo pudimos comprobar en toda su significación. Por eso no es de extrañar que unos párrafos más adelante iniciara un nuevo título diciendo que “el actual período de reflujo que precederá al nuevo auge”, que exhuma esa apreciación, y su gran optimismo revolucionario y confianza en las masas. Como era habitual en sus escritos, los análisis políticos culminaban con una propuesta organizativa, aquí bajo el poco creativo pero preciso título: Las Tareas Centrales del Partido: “(…) y de nuestro ejército guerrillero, pueden resumirse en dos grandes misiones”: “a) Mantener viva la resistencia popular armada con un ininterrumpido accionar guerrillero; b) Forjar una nueva promoción de cuadros y militantes proletarios multilaterales, el cuerpo de ‘oficiales’ y ‘suboficiales’ del ejército político de las masas y el ejército guerrillero popular, que se desplegarán nacionalmente con irresistible vigor en el desarrollo del nuevo auge obrero y popular”. Sus innegables aciertos en más de 10 años de lucha, creemos, dificultaron al estratega prever y luego ver el viraje en la situación política que provocó el Golpe contrarrevolucionario. Al comprenderlo lo manifestó autocríticamente en el editorial ya analizado y con aquello de “briznas de marxismo”. Las medidas de corrección por él propuestas y aprobadas por el Comité Ejecutivo “Comandante Juan Manuel Carrizo” de junio y contenidas en “Con fuerza hacia las masas” no pudieron ser aplicadas cabalmente, porque Santucho y casi toda de la dirección cayeron en combate el 19 de julio y en los meses anteriores. Y porque el sector Mattini de la dirección sustituta no comprendió que “el error de apreciación táctica nos debilitó en lo ideológico”, por lo que no se tomaron en la profundidad necesaria las medidas de repliegue y preservación de la militancia y las estructuras de la organización; lo que provocó que “el error de apreciación táctica”, en los meses siguientes se convirtiera en estratégico. Leyendo los editoriales de El Combatiente se puede seguir la maduración de su pensamiento, en correspondencia con el avance del PRT entre los obreros fabriles y su emergencia como líder revolucionario. Este Santucho político es casi desconocido por lo que, en primer lugar, debe ser leído y estudiado por sus seguidores, contrastadas sus ideas y experiencias con la realidad de hoy, para que su mensaje despliegue la inquebrantable firmeza de principios y lúcida flexibilidad política en las actuales y futuras luchas revolucionarias. Breve Balance Las causas del reflujo del movimiento de masas ya estaban contenidas en los análisis que venía haciendo Santucho. Antes del golpe, no se logró unir la lucha reivindicativa con la lucha democrática, los esfuerzos unitarios no fructificaron, el frustrado ataque al Comando Táctico de la V Brigada, la derrota de 67

Mario Roberto Santucho

Monte Chingolo, el fracaso en la apertura del segundo frente rural en Tucumán y la caída del CC de Moreno, y, aunque se mantuvo en alto nivel la movilización sobre todo en el Oeste y el Sur del Gran Buenos Aires no fue lo poderosa que se hubiese necesitado para condicionar al Golpe militar. También estaba formulado por Santucho otro condicionante, mediato, pero de amplia significación: el desfasaje entre la maduración de la vanguardia (los obreros de las grandes fábricas) y el más lento proceso en el resto de la clase obrera y los sectores intermedios. El GAN jugó la carta del peronismo para intentar derrotar al movimiento de masas y revolucionario en lo que fracasó y, por el contrario, fue derrotado por este. Pero logró meter una cuña entre los obreros fabriles y los sectores intermedios. Los que buscan los errores del PRT en su trabajo en las grandes fábricas no los encontrarán y se tentarán con inventarlos, como ha ocurrido. Dicho brutalmente, el problema fue que la vanguardia se quedó sin retaguardia. Santucho era consciente de ello, lo escribía y se dio una activa política para superarlo. La ampliación del FAS y la política de frente que hemos analizado, la reiterada propuesta de tregua, el énfasis en la lucha democrática y su unidad con la lucha reivindicativa, junto a la importancia de la lucha armada que, como vimos, tuvo sensibles derrotas. Con Manchalá se perdió la iniciativa político militar en el Norte y con Monte Chingolo en el resto del país. Sobre este estado de situación, el Golpe y la presión que significó el despliegue de fuerzas y la ocupación militar del territorio desdibujaron la fábrica como centro aglutinador de la movilización y la lucha de las masas. Todos fueron condicionantes para que los obreros fabriles, con gran instinto de clase y de conservación, hicieran un alto para semblantear al enemigo, que no fue previsto ni visto inmediatamente, pero sí con suficiente tiempo para reorganizar las filas revolucionarias, que estaban golpeadas pero que conservaban la mayoría de la militancia, un buen escalonamiento de cuadros, la estructura nacional de la organización, su dirección, su Secretario General y Comandante Jefe. Por lo que el PRT, el ERP, sus militantes y combatientes estaban en condiciones de realizar las misiones encomendadas por el C.E. y Santucho en su último escrito, Diez años de Luchas y experiencias: “Y en este momento de reflujo de las masas, mientras despliegan sin cesar su aguerrida resistencia guerrillera, las fuerzas revolucionarias podrán analizar serenamente las experiencias, ‘hacer un alto en el camino’, reagrupar, reorganizar y consolidar el potencial revolucionario para estar en condiciones de aportar vigorosa y organizadamente para la máxima extensión y potencia del próximo auge obrero-popular”. “Así, concentrados en los frentes, recibiendo al formidable estímulo de las masas, con las unidades guerrilleras activas, perseverando con garra y tesón en 68

Sus editoriales y escritos estratégicos

las distintas actividades revolucionarias, el PRT, el ERP y las demás fuerzas revolucionarias argentinas, continuaremos ascendiendo sin pausa por el abrupto y glorioso sendero que nos conduce a la tan ansiada liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo”.

69

Sus editoriales y escritos estratégicos

Del Prólogo al V Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores Mario Roberto Santucho Las resoluciones del V Congreso han tenido una influencia decisiva en la formación de nuestra organización y la seguirán teniendo porque encaran y resuelven los problemas fundamentales, dominantes, de la construcción de la organización revolucionaria propias de la estructura económico-social argentina, a saber: 1) La lucha de clases en el seno del Partido marxista leninista. 2) El tipo de fuerza militar necesaria para librar la guerra popular y prolongada, urbana y rural, de masas, que desarrolla y desarrollará en Argentina y la imprescindible necesidad de la dirección del Partido marxista-leninista sobre esa fuerza militar. 3) La comprensión y explicitación de que la lucha armada y no armada de las masas, pacífica y violenta, en todas sus variadas y complejas manifestaciones es parte inseparable de la guerra popular revolucionaria; que tiene carácter decisivo la permanente vinculación y convergencia, mutuo apoyo, interinfluencia, de la lucha armada y no armada, de las operaciones militares con las manifestaciones, huelgas, ocupaciones de fábricas, ocupaciones villeras de tierras, intervención electoral y otras formas de lucha no armada, violenta y pacífica, de las masas obreras y populares. 4) Que esa convergencia, interrelación, ha de lograrse por medio de la hábil intervención dirigente del Partido marxista-leninista y los dos tipos de organizaciones revolucionarias fundamentales por él creadas y dirigidas, el Ejército Revolucionario del Pueblo y el Frente de Liberación Nacional.

71

Sus editoriales y escritos estratégicos

P R I M ER A PA RT E

Escritos estratégicos y primeros editoriales

73

Sus editoriales y escritos estratégicos

1. El Norte argentino desde 1964 a 1967

NORTE ARGENTINO 1964 Editada por la Secretaría Ideológica del FRIP Frente Revolucionario Indoamericanista Popular EL PROLETARIADO RURAL DETONANTE DE LA REVOLUCIÓN ARGENTINA TESIS POLÍTICAS DEL FRIP INTRODUCCIÓN Este folleto contiene el Documento Político aprobado por el Congreso del FRIP, reunido en Tucumán los días 17, 18 y 19 de enero de 1964. Dicho documento recoge la experiencia teórica y práctica del FRIP, es un resumen -en forma de tesis- que demarca la línea política y la estrategia del movimiento para su concreción como partido revolucionario. Es de gran importancia señalar que estas tesis expresan racionalmente el punto de vista de los obreros del interior sobre los problemas fundamentales de la revolución argentina. Han sido producto -como se dice más arriba- de la experiencia del FRIP, cuya práctica se ha desarrollado fundamentalmente en Santiago, Tucumán y Salta, es decir en el corazón del Noroeste. Como bien señalaba el informe base, a partir del cual se formularon, estas tesis son sólo el primer paso que da el FRIP en su análisis de la revolución indoamericana. Ellas se enriquecerán, profundizarán, ampliarán, a medida que nuestro movimiento acreciente su función con la revolución, con sus protagonistas fundamentales: la clase obrera y el campesinado. Norte Argentino, Junio de 1964

75

Mario Roberto Santucho

TESIS I La República Argentina es un país semicolonial seudoindustrializado Caracterizamos a la República Argentina como un país semicolonial, seudoindustrializado. No es como sostienen los teóricos burgueses, y también algunos de izquierda, que la Argentina se encuentre en un desarrollo capitalista “clásico”; es decir, no es que nuestro país haya llegado a través del desarrollo de sus fuerzas productivas al capitalismo y de lo que se trate ahora sea de desbrozar el camino de las supervivencias feudales para un más amplio desarrollo de ese capitalismo, esto es, que la burguesía argentina realice la inconclusa revolución democrático-burguesa. La industrialización, mejor dicho la seudoindustrialización de la Argentina, es promovida por el imperialismo. No es el resultado de una nueva clase en ascenso, de una burguesía nacional con intereses en el mercado interno, vale decir, con intereses nacionales, sino que es el producto de nuevas formas de explotación de los países coloniales a que ha echado mano el imperialismo. Este, sin abandonar su rapiña financiera, explota económicamente a los países coloniales y semicoloniales, se introduce con industrias (la seudoindustrialización) en la estructura económica de estos países, pasa a ser un factor interno en su desarrollo. No se limita a explotarnos en el comercio internacional, a vendernos productos manufacturados, sino que ahora los produce en nuestros propios países, con mano de obra barata, sin impuestos, sin competencia, en condiciones óptimas, extrayendo ganancias cada vez más fabulosas. En el proceso de penetración el imperialismo entrelaza sus intereses con la gran burguesía nacional y con la oligarquía terrateniente; las convierte en sus socias menores. Se inserta en las viejas formas de producción sin transformar en profundidad la estructura económica. No desarrolla plenamente las industrias productoras de medios de producción (maquinaria pesada, etc. ), que habrían de sostener el posterior crecimiento de los sectores industriales ligados a la producción de bienes de consumo (que en nuestro país sobrepasa a la producción de bienes de producción) sino que se deja intacto el poder económico de sus aliados -la gran burguesía industrial y rural y la oligarquía terrateniente-, dándose entonces, en la sociedad política, una coparticipación en el poder de las clases dominantes, pese a las fricciones circunstanciales, y al agudizamiento, en momentos de crisis, de las contradicciones interburguesas. El imperialismo, por otro lado, se favorece ante esta situación, porque sigue obteniendo altos rendimientos en sus inversiones, y porque al mantener las viejas formas de explotación agrarias -originadas por la división internacional del trabajo en la fase de predominancia del imperialismo mercantilista, exportador de manufacturamantiene nuestros lazos de dependencia con el mercado internacional, todo lo cual indica, que de ninguna manera la industrialización por si sola juega 76

Sus editoriales y escritos estratégicos

un papel progresista en nuestros países. Todo lo contrario, la industrialización, la seudoindustrialización, refuerza nuestros lazos de dependencia, significa un aumento del grado de explotación de nuestro pueblo. TESIS II La burguesía nacional en su conjunto es incapaz de luchar por la liquidación de la dependencia de nuestra patria, por un desarrollo nacional independiente. Sólo sectores minoritarios -la pequeña y mediana burguesía industrial- pueden jugar un papel de aliados circunstanciales del proletariado, pueden ser arrastrados circunstancialmente por el proletariado en la lucha antiimperialista. Pero el imperialismo se limita a controlar las industrias más importantes. Estas requieren de la colaboración de un gran número de industrias subsidiarias pequeñas y medianas, las que quedan en manos de la burguesía nacional, con intereses opuestos a los del imperialismo, lo mismo que la burguesía comercial menor, interesada en la expansión del consumo nacional. De esta manera la seudoindustrialización provoca la existencia de tres sectores burgueses: 1° La gran burguesía, aliada incondicional del imperialismo, cuyas ganancias comparte como socio menor, la que constituye, por otra parte, el sector más importante y representativo de la burguesía nacional. 2° La burguesía comercial mediana y pequeña, no ligada al comercio internacional. 3° La burguesía de las pequeñas y medianas industrias. Estos dos últimos sectores de la burguesía nacional son opuestos en sus intereses al imperialismo, y necesitan de la ampliación del mercado interno, del aumento del poder adquisitivo de todo el pueblo, constituyéndose entonces en aliados circunstanciales del proletariado, que pueden incorporarse circunstancialmente a su lucha. Pero su debilidad y el hecho de tender hacia su fusión, con el capital imperialista, los despoja de iniciativa propia, de capacidad revolucionaria a estos dos sectores. Sólo se incorporarán circunstancialmente a la lucha antiimperialista que encabece el proletariado. En resumen, por sus vinculaciones económicas, la burguesía nacional esta incapacitada -como lo demuestra la historia de los últimos 30 años- para imprimir a la nación un desarrollo capitalista independiente, para cumplir las tareas democráticas que están a la orden del día para el desarrollo nacional. Estas vinculaciones económicas unen los intereses de la burguesía industrial con los de la oligarquía terrateniente, vinculada tradicionalmente a los monopolios de la carne, cereales y otros productos primarios, y a los consorcios financieros imperialistas, lo que la ata com77

Mario Roberto Santucho

pletamente para realizar la reforma agraria y liberar al país de la dependencia exterior, tareas básicas sin las cuales no es posible el desarrollo económico. TESIS III La seudoindustrialización acentúa los desniveles regionales, y aumenta la superexplotación de los obreros de las zonas coloniales más atrasadas El imperialismo, al introducirse como factor estructural en el desarrollo de la economía Argentina promoviendo la seudoindustrialización, ha acentuado los desniveles regionales, al desarrollar unilateralmente la zona portuaria en detrimento del Interior. En este sentido, al centrar el establecimiento de “islotes industriales”, principalmente en Buenos Aires y el Litoral, provoca un crecimiento desmesurado de esa región en relación con otras zonas interiores. Y a la vez que acrecienta el proletariado industrial, establece en la región las formas más avanzadas posibilitando la existencia de sectores obreros privilegiados. Sin embargo, el imperialismo mantiene la explotación colonial en las industrias primarias. Es por ello que la explotación de la clase obrera cobra características de superexplotación de las masas trabajadoras más atrasadas y ocupadas en actividades primarias. Tal es el caso de los obreros azucareros, mineros, forestales, peones agrarios, etc. TESIS IV La burocracia sindical centralizada en Buenos Aires es el principal obstáculo para el desarrollo del proletariado, y debe enfrentársela sobre la base del movimiento obrero del interior Para defender sus intereses profesionales, los obreros se organizan sindicalmente. El sindicato es entonces un aparato administrativo, que el proletariado debe desarrollar para su lucha económica, por sus reivindicaciones gremiales. Y como todo aparato administrativo es propenso a la burocratización, a un desarrollo exagerado que lo aleja de los intereses de las masas, creando sus propios intereses. La presencia de sectores privilegiados en el seno de la clase trabajadora, centralizados en los grandes centros industriales, proporciona una base social inmejorable, son el caldo de cultivo para la burocratización, para la consolidación de un poderoso aparato burocrático. La inexistencia de un partido revolucionario capaz de someter la lucha económica a una lucha política revolucionaria, capaz de llevar al proletariado a 78

Sus editoriales y escritos estratégicos

superar las limitaciones de las reivindicaciones puramente económicas, también ha favorecido el fortalecimiento de la burocracia. Estos son los factores que han permitido la formación de la poderosa burocracia que hace de dique de contención al proletariado y que éste debe liquidar en su ascenso revolucionario. Así, la burocracia centralizada en Buenos Aires, controlando al conjunto del Movimiento Obrero a través del aparato cegetista, cumple su nefasto papel de desviar, de contener al proletariado, y como tal, debe ser combatida sin descanso por el Partido de la Revolución, dirección política de la clase obrera. En la zona colonial, en cambio, por la superexplotación del proletariado rural, las direcciones sindicales representan las reales aspiraciones de las masas (tal el caso de FOTIA) o en el caso de haber degenerado en burocracia, se mantiene precariamente (caso FOSIF por ejemplo). Por otra parte, el grado de agremiación es todavía bajo, lo que posibilita que el Partido Revolucionario pueda dirigir y controlar un proceso de sindicalización. De manera que los militantes del FRIP pueden y deben trabajar en el terreno sindical, sobre el proletariado de la zona colonial, sin descuidar la tarea entre los obreros urbanos, sindicalizando, estructurando el movimiento obrero en intersindicales y regionales en permanente lucha contra la burocracia, con miras a arrancar de sus manos la dirección efectiva del Movimiento. TESIS V En la República Argentina, el eslabón más débil de la cadena es el Norte Argentino La existencia en el país de zonas económicas netamente diferenciadas, origina distintas relaciones de producción. Se pueden distinguir en forma global dos zonas: 1. una zona avanzada, con gran crecimiento industrial, y gran desarrollo capitalista en el campo. 2. una zona colonial, subdesarrollada, con formas atrasadas de producción y asiento del sector industrial de actividad primaria. Tal es el caso del Norte, Cuyo y la Mesopotamia. Estos desniveles regionales plantean a la vanguardia problemas tácticos, programáticos y formas de trabajo político que deben medirse cuidadosamente para el posterior planteo de la táctica insurreccional. La existencia de estas zonas diferenciadas genera distintos sectores y permite delimitar el sector de la clase obrera que se encuentra afectada en la zona colonial, soportando de manera más aguda las contradicciones del sistema capitalista. En el Norte, existe un numeroso proletariado rural afectado en sus rela79

Mario Roberto Santucho

ciones con la oligarquía azucarera (sin tradición de burguesía aunque emplee las formas racionales de explotación capitalista), con el imperialismo que controla el paquete accionario de muchos ingenios, perteneciéndole totalmente algunos, con la burguesía forestal que aún continúa utilizando en el seno del obraje las antiguas formas de pagos con vales, giros, etc. Este proletariado rural es allí sometido a una cruel explotación. Es en el Noroeste donde al no darse un acentuado desarrollo capitalista no se ha originado el crecimiento de las capas medias, y donde la diferenciación social, la existencia de ostensibles desniveles de ingreso, es más evidente. Es en el Noroeste donde el aparato de represión del Estado burgués es más débil, no habiendo desarrollado las clases dominantes las vías institucionales para incorporar a los sectores explotados dentro de los marcos del sistema, mejorando en algo sus condiciones de vida, amortiguando la lucha de clases. Es el Noroeste el lugar donde el peso contrarrevolucionario de la burocracia sindical es menor, a diferencia, de lo que ocurre en los grandes centros urbanos. Estas características establecen: 1. existen condiciones objetivas de superexplotación del proletariado rural. 2. las posibilidades de desarrollo del FRIP entre el proletariado rural son óptimas. La permanencia de estas condiciones y la imposibilidad de la burguesía de suprimirlas, provocando un ensanchamiento temporario de los marcos del sistema capitalista, incorporando en ese proceso, en otros modos de integración social, al proletariado rural, determina que el Noroeste sea el eslabón más débil de la cadena, el nudo que habrá de romper el FRIP, poniendo a las masas en combate, haciendo funcionar el motor humano de la revolución. TESIS VI El proletariado rural, con su vanguardia, el proletariado azucarero, es el detonante de la Revolución Argentina El proletariado del Noroeste está constituido en su inmensa mayoría por el proletariado rural, el proletariado ocupado en actividades primarias, localizado en las zonas rurales, en el azúcar, la explotación forestal, las minas, el algodón, etc. Este proletariado alcanza a 400. 000 trabajadores, y cuenta con el proletariado azucarero nucleado en FOTIA como vanguardia natural. También está la FOSIF, que nuclea al proletariado forestal de Santiago del Estero, numerosos sindicatos mineros, peones agrarios (FATRE), petroleros, etc. La tradición de lucha del proletariado rural encuentra su expresión en el proletariado rural tucumano. Con un alto grado de politización, de conciencia 80

Sus editoriales y escritos estratégicos

de clase, los trabajadores azucareros han señalado en reiteradas oportunidades el camino de la lucha al resto de la clase obrera argentina. Han llevado a su más alto nivel de combatividad el método más avanzado de combate espontáneo alcanzado por la clase obrera argentina: la ocupación de fábricas. En la última huelga por mejoras salariales, el gobierno provincial debió recurrir a la Gendarmería Nacional por resultarle insuficiente la policía para detener la movilización azucarera. La FOTIA agremia 90.000 obreros con sus familias. El proletariado azucarero cuenta además con otra poderosa arma: la concentración. Tucumán es la provincia con mayor cantidad de habitantes por Km. cuadrado. El resto del proletariado rural del Noroeste argentino tiene la característica común de que el grado de explotación a que se ve sometido lo obliga a buscar permanentemente una salida, una modificación sustancial. No puede aguantar por más tiempo. Pero a diferencia del proletariado rural azucarero, no se encuentra ni tan concentrado, ni tan politizado. Por el contrario, ha sido abandonado por toda la izquierda cuya prédica nunca se hizo escuchar. Y está listo para despertar, esperando quien lo dirija para ponerse en movimiento. La lucha del proletariado azucarero encabezado por FOTIA, confirma la tesis de los desniveles regionales, de la existencia de una zona colonial-capitalista, en donde se agudizan críticamente las contradicciones no resueltas en el desarrollo capitalista por la burguesía. Y es de señalar que esta lucha quedó reducida a los límites del sistema capitalista por la ausencia de una vanguardia esclarecida que indique desde fuera de FOTIA una estrategia revolucionaria llevando a la clase obrera a una abierta lucha contra el régimen. TESIS VII En toda Indoamérica, el proletariado rural es el sector más explosivo de la clase obrera por su carácter de enemigo irreconciliable del imperialismo y por la superexplotación a que se ve sometido Las características enunciadas del proletariado rural, así como la importancia del problema regional, no son exclusivas de Argentina sino que son una característica general en toda Indoamérica. En la mayoría de los países latinoamericanos, el sector más combativo de la clase obrera es el proletariado rural pues sobre él cae el mayor peso de toda la explotación (mineros, cafetaleros, bananeros, azucareros, etc.).

81

Mario Roberto Santucho

TESIS VIII El papel del proletariado urbano en el proceso de la revolución argentina no se desmerece por el carácter de detonante, iniciador de la revolución que posee el proletariado rural La afirmación que antecede, que señala al proletariado rural como detonante de la revolución, no significa de manera alguna que se desmerezca, que se subestime el rol del proletariado urbano en la revolución. La clase obrera forma un conjunto, es una totalidad, y como tal es la clase más revolucionaria de la sociedad, la que representa el futuro, la que dirigirá a todo el pueblo en la liquidación del capitalismo y la instauración del socialismo. Sobre todo, en la construcción del socialismo los obreros urbanos tendrán una importancia primordial, por su número, pero en el proceso revolucionario, en su faz inicial, el destacamento de vanguardia de la clase obrera será el proletariado rural. TESIS IX El proletariado rural incorporará fácilmente al campesinado a la lucha por la liberación nacional y social Por los profundos lazos que unen al proletariado rural con el campesinado, el mismo se encuentra en inmejorables condiciones para sellar la alianza obrero-campesina, arrastrándolo junto a él. Los obreros rurales están unidos a los campesinos por lazos familiares y locales; son hijos, hermanos, vecinos. Ese hecho facilita enormemente su influencia sobre el campesinado. Este es otro rasgo que otorga al proletariado rural el papel de mayor importancia en el proceso revolucionario. Los campesinos, explotados en el mercado, tienen intereses contrapuestos con la burguesía, la oligarquía y el imperialismo. Están por ello dispuestos a luchar contra ellos; más por su carácter de clase propietaria, es incapaz de llevar adelante una lucha consecuente, y por su heterogeneidad, por su dispersión geográfica, no está en condiciones de constituir por si sola una fuerza capaz de combatir abiertamente contra el régimen. Es así que el papel del campesinado en la Revolución Argentina es el de compañero, aliado, apoyo del proletariado. Sin embargo, es necesario ganarlo por esa alianza y el proletariado rural está en inmejorables condiciones para conseguirlo. Debemos señalar que en lo que respecta al resto de Indoamérica, tal como lo señala la experiencia peruana, mexicana, cubana, el campesinado disputa el liderazgo de la revolución al proletariado e incluso ha resultado campo propicio (tal como lo enseña la revolución cubana y la formación del FIR en el Perú) para el desarrollo de una vanguardia revolucionaria. 82

Sus editoriales y escritos estratégicos

TESIS X El FRIP como vanguardia en construcción de la revolución argentina, debe dirigir su trabajo de desarrollo sobre la base social de los trabajadores rurales, especialmente sobre la FOTIA y la FOSIF, sin descuidar el trabajo sobre otros sectores, en especial el proletariado urbano Entonces el FRIP debe organizarse como el Estado Mayor de la Revolución Argentina, sobre la base primordial del proletariado rural, especialmente sobre el proletariado azucarero; debe dirigir sus esfuerzos a consolidarse organizativamente entre el proletariado rural, fundirse con él y con el resto de la clase obrera, ponerse a su cabeza, y señalarle el camino de la lucha, el camino de la toma del poder. Sólo un partido revolucionario estructurado sobre esa base social, con una férrea organización, dirección centralizada, completa independencia ideológica y organizativa, estará en condiciones de llevar al pueblo a la victoria, liquidar al imperialismo, al capitalismo, la explotación del hombre por el hombre y abrir a la Argentina, a Indoamérica, el brillante futuro de una sociedad socialista. Y ese partido será el FRIP, que construiremos con nuestras propias manos, con nuestra actividad incansable de revolucionarios.

Estrategia (Director N. Moreno) 3° época N° 5, abril 1966. 4 TESIS SOBRE EL NORTE ARGENTINO Mario Roberto Santucho Mario Roberto Santucho es uno de los fundadores del FRIP, y a partir de la unificación de esa organización con Palabra Obrera, uno de los dirigentes nacionales más importantes del PRT. El presente documento fue presentado por él al Comité Central que lo aprobó. Creemos que es la primera aproximación marxista seria sobre el Norte Argentino. Introducción El Partido Revolucionario de los Trabajadores tiene una caracterización general de la lucha de clases en el país, que precisa que la burguesía en su conjunto es contrarrevolucionaria, es decir que no existe ningún sector burgués nacionalista capaz de enfrentar al imperialismo en aras de un desarrollo inde83

Mario Roberto Santucho

pendiente de la Argentina; que la única clase dispuesta a cumplir dicha tarea democrática es la clase obrera, la que en consecuencia desarrolla simultáneamente sus propias reivindicaciones socialistas, lo que da tal contenido a la lucha antiimperialista de nuestra patria. En otras palabras, las tareas democráticas de independencia nacional están ligadas –por ser la clase obrera la única capaz de resolverlas- a las tareas socialistas de liberación social de los explotados, y en su conjunto dan un carácter nacional y social a la próxima, inevitable, revolución argentina. También señala nuestro Partido que en Argentina –a diferencia de la mayoría de los demás países latinoamericanos- el aliado fundamental del proletariado es la pequeña burguesía en su conjunto (clase media urbana y campesinado pobre) lo que caracteriza a la revolución como obrera y popular. Asimismo, sostiene el PRT que la revolución argentina forma parte de la revolución latinoamericana, colonial y mundial, y que la lucha antiimperialista contra el imperialismo yanqui, como así la unidad histórica, cultural y geográfica de Latinoamérica, define a la revolución latinoamericana como una unidad. En cuanto a la etapa actual de la lucha de clases que se desarrolla en la Argentina, nuestra organización señala que las consignas fundamentales son: “Nuestro trabajo sobre las fábricas, junto a los nuevos delegados y comisiones internas que surgen, sigue siendo nuestro trabajo fundamental y creemos que seguirá siéndolo en toda esta etapa. Esto no hay que discutirlo, pero la clase obrera tiene también otras tareas de conjunto a las cuales hay que darles respuesta inmediata, aunque sea en forma propagandística. La miseria creciente, el alza del costo de la vida, exigen una respuesta de conjunto. El plan de lucha o como se lo llame es y será uno de los ejes de nuestra actividad, independientemente de que esta quinta etapa se inició o no. El otro gran eje alrededor del cual girará también nuestro trabajo es el problema del poder. Alrededor de esos dos problemas-polos se centrará nuestro trabajo y por lo tanto nuestras consignas irán de las inmediatas a las de poder pasando por las de transición. Y sabiendo combinar unas con otras. La lucha contra el imperialismo, el gobierno, los explotadores y la burocracia dependerá de cómo combinemos estas consignas. Congreso de Bases, Unidad del Movimiento Obrero, Central Revolucionaria Estudiantil, lucha por las libertades democráticas, deberán combinarse con las de que la CGT se convierta en el Partido de los Trabajadores, con la necesidad de un plan económico para enfrentar las soluciones patronales, Asamblea Constituyente y con consignas específicamente antiimperialistas como ruptura de los pactos que nos atan a Norteamérica, Federación con Cuba, etc.”. Estos elementos teóricos y metodológicos que están desarrollados en el documento nacional del PRT son guía general del presente documento político para la región del país. 84

Sus editoriales y escritos estratégicos

I) ESTRUCTURA ECONÓMICA DEL NOROESTE El eje histórico y contemporáneo del desarrollo capitalista en el Norte Argentino fue y es la industria azucarera. La incorporación de esta región al conjunto del desarrollo capitalista nacional, producida a fines del siglo pasado, con el catalizador del ferrocarril que, al acortar distancias y vincular de manera ya indisoluble las economías pre-capitalistas del noroeste al mercado nacional, dio un golpe de muerte a la diversificada producción artesanal y agrícola, y reorientó la economía hacia la monoproducción capitalista. A partir de entonces su economía se basó en la incipiente industria azucarera que adquirió un impresionante ritmo de desarrollo y concentración, convirtiéndose en el abastecedor nacional de azúcar del país. La producción de azúcar pasó de 1. 400 toneladas en 1872 a 336. 000 en 1914. Este proceso de liquidación de viejas estructuras agrícolas ganaderas y artesanales, con relaciones de producción semi-feudales capitalistas, cuyo núcleo económico fundamental lo constituía la estancia, producido como decimos por la influencia del ferrocarril en su función de integrar en un todo la economía nacional e incorporarla al mercado capitalista tuvo en otras provincias de la región distintos ejes productivos (por ejemplo la producción forestal en Santiago del Estero). Pero en el conjunto del noroeste fue sin duda determinante el peso específico de la industria azucarera que al concentrarse en Tucumán la convirtió en la provincia con mayor desarrollo capitalista de todo el noroeste, en su metrópoli. Esta etapa que podemos situar entre los años 1880 y 1900 se caracteriza justamente por el ascenso de Tucumán a uno de los primeros lugares en cuanto a desarrollo capitalista en el país. Es importante destacar que el proceso de integración del Noroeste a la economía nacional se da bajo una característica general del país, como monoproductor, dependiente, semicolonial. Al impacto del ferrocarril se desarrollan inmensamente aquellas industrias que producen para el mercado nacional e internacional, en forma desproporcionada, impidiendo al propio tiempo el desarrollo de otras ramas de la producción que se ven, por otra parte, barridas por la competencia nacional y extranjera. Es así que artesanías muy desarrolladas prácticamente desaparecen en un período de 20 o 30 años. Al propio tiempo la clase propietaria, la oligarquía, nace unida al capital nacional e internacional, sin ningún interés en el desarrollo homogéneo de todo el noroeste. Todo lo contrario, su perspectiva es la extracción ilimitada de ganancias para satisfacer a lejanos accionistas o para invertir en otras zonas del país y del extranjero. Las primeras décadas de este siglo marcan la incorporación de Jujuy y Salta a la producción azucarera, la que se produce a iniciativa del capital extranjero, 85

Mario Roberto Santucho

fundamentalmente inglés. Desde el comienzo la industria azucarera de Salta y Jujuy comienza pisando fuerte, en fábricas más modernas que las tucumanas, con plantaciones de tipo altamente capitalista, fundamentalmente disímiles a la estructura agrícola tucumana signada por la presencia de cañeros chicos medianos (que aportan un elevado porcentaje de la materia prima). En Salta y Jujuy prácticamente no existen cañeros (el grueso de las plantaciones son propiedad de las empresas que poseen los ingenios) y los que hay son grandes, también con plantaciones de tipo capitalista, plantaciones que son verdaderas fábricas, con sus estaciones de máquinas, su taller, su concentración proletaria. En estas tres provincias el desarrollo del capitalismo es muy elevado, forman entre las más desarrolladas del país, y en su conjunto aportan más del 90% de la producción azucarera nacional. Están unidas por esa característica común: la producción azucarera. Pero mientras en Tucumán se encuentra estancada, aproximadamente desde hace más de treinta años, cuando se detuvo la expansión de la industria ante el triple dique de la saturación del mercado nacional, la imposibilidad de exportar y la incorporación a la producción azucarera de Salta y Jujuy, no solamente estancada a partir de 1957 en una crisis estructural sin salida capitalista, Salta y Jujuy continúan su expansión, se caracterizan por un capitalismo pujante, en desarrollo, no solamente en la producción azucarera, sino en otras importantes ramas, (petróleo, ganadería, agricultura y siderurgia). Es decir, tres provincias con alto desarrollo del capitalismo y completando la zona otras dos (Santiago y Catamarca), tributarias de aquéllas y del capitalismo del centro y del litoral, atrasadas, proveedoras de mano de obra, especialmente del trabajador golondrina sin un significativo desarrollo industrial ni agrario, con estructuras muy atrasadas por el tipo de producción, escasa clase obrera, predominantemente campesina. Vemos entonces que la columna vertebral de la economía del Noroeste lo constituye la industria azucarera que hoy atraviesa por una grave crisis de superproducción, en su conjunto, crisis de superproducción, que se manifiesta con mayor gravedad en Tucumán al asentarse sobre la crisis estructural de la industria en esta provincia. II) LAS CLASES SOCIALES 1) La oligarquía terrateniente, que posee alrededor del 75% de la tierra cultivada, a pesar de constituir el 5% de los propietarios de tierras, es la clase más retardataria, parasitaria, de la sociedad, aunque carece de política propia independiente, dado que en su aplastante mayoría está ligada, es una misma cosa, con la burguesía oligárquica azucarera, que defiende entonces también los 86

Sus editoriales y escritos estratégicos

intereses de los terratenientes. En Salta, como excepción, la oligarquía terrateniente conserva aún gran influencia y da su tónica ideológica (un catolicismo ultra conservador) a toda la ideología dominante. Pero debe quedar claro que no existen contradicciones entre la oligarquía terrateniente y la burguesía oligárquica de los ingenios. 2) La burguesía oligárquica azucarera: Es el gran patrón del Norte, controla el grueso de la vida económica y subordina a sus intereses a amplios sectores de la burguesía comercial, agrícola, ganadera e industrial de las provincias azucareras. En consecuencia, es el gran enemigo de las clases explotadas del país. Sus vinculaciones económicas con el imperialismo, del que es socia en la propiedad de varios ingenios, y con la oligarquía y la gran burguesía del litoral, da respaldo nacional, la muestra como uno de los pilares fundamentales del régimen capitalista argentino. En la disputa por el mercado, se producen serios y frecuentes roces entre los distintos sectores de esta clase. 3) El imperialismo, posee varios ingenios, fábricas, minas y fincas, en algunos casos en sociedad con la burguesía oligárquica del azúcar, así como en Bancos y otras empresas. Su presencia como socio mayor de la patronal azucarera confirma su papel de gran expoliador del país y de los trabajadores. 4) La burguesía mediana es una clase contradictoria que por una parte encuentra su horizonte restringido por el tapón oligarquía-burguesía oligárquica azucarera-imperialismo, se plantea desarrollar nuevos rubros de explotación, intenta profundizar y extender el desarrollo capitalista, intento en el que choca con las clases explotadoras tradicionales, lo que provoca serios roces con dichas clases. Pero, por otra parte, como explotadora del trabajo asalariado, como clase propietaria, se encuentra en una contradicción crucial, permanentemente en brazos de la gran patronal. 5) La pequeña burguesía urbana constituida por profesionales, comerciantes, talleristas, artesanos, empleados y estudiantes, simpatiza en general con la clase obrera y sus luchas, fundamentalmente los empleados y una vanguardia importante del movimiento estudiantil. La crisis general del país, unida a la coyuntural de la industria azucarera es la base de sustentación de la radicalización de estos sectores medios. El proletariado debe darse una política hacia estos sectores para convertirlos en sus aliados, ya que por sí solos son incapaces de enfrentar al imperialismo y a la gran patronal argentina en forma consecuente. Las posibilidades de que la clase media sea utilizada como carne de cañón contra el proletariado, en las condiciones actuales, son mínimas. 6) El campesinado de la zona presenta características dispares, por lo que podemos dividirlo en cuatro grandes grupos: a) burguesía mediana; b) pequeños agricultores, quinteros, etc.; c) cañeros; d) campesinado pre-capitalista. En el grupo a) podemos incluir a los ganaderos, al campesinado que trabaja 87

Mario Roberto Santucho

sus explotaciones con medios mecánicos, en zonas de riego o de lluvias muy abundantes, y en su totalidad para el mercado. Este grupo de campesinos debe ser incluido por su comportamiento de clase en el grupo 4). Los del grupo b) producen también para el mercado fundamentalmente, pero no poseen medios mecánicos, son en su mayoría arrendatarios, y son explotados por los mayoristas y acopiadores. Son potenciales aliados de la clase obrera, por su dinamismo, concentración, organización y combatividad, y porque sus intereses inmediatos coinciden con suma frecuencia con los de los obreros del azúcar. (Nos referimos a los cañeros chicos fundamentalmente, y a los medianos. Los cañeros grandes deben ser incluidos también en el punto 4). En cuanto al grupo d) compuesto por aquellos agricultores y criadores de las zonas más atrasadas de las provincias norteñas, que utilizan métodos no mecánicos de cultivo y cosecha, que producen para su propio consumo y no están integrados al mercado capitalista, son también potenciales aliados de la clase trabajadora, la que debe agotar esfuerzos para incorporarlos en su lucha, sacándolos del atraso en que se encuentran. 7) La clase obrera, que es la más revolucionaria de la sociedad, y la que encabeza a los sectores populares en la lucha por la liberación nacional y social de nuestra patria y de los explotados, porque tiene intereses directa y totalmente contrapuestos con la patronal nacional y el imperialismo. El núcleo fundamental de la clase obrera norteña, su sector más combativo es el proletariado azucarero, hacia quien debe dirigir nuestro partido sus esfuerzos fundamentales, como lo está haciendo actualmente. Existen también fuertes núcleos de obreros urbanos (metalúrgicos, textiles, ferroviarios, cerámicos, transporte, vitivinícolas, construcción, etc.), los que juegan y jugarán un rol de gran importancia; un numeroso proletariado agrícola muy desorganizado, pero que tiene asimismo suma importancia; el proletariado forestal que para el caso de Santiago es fundamental y el proletariado de minas y canteras. III) OTRAS CARACTERÍSTICAS La pequeña burguesía urbana tiene en el Noroeste un peso considerable menor que en el conjunto del país. En las provincias más desarrolladas (fundamentalmente en Jujuy y Tucumán) es escasa, y su papel en la lucha de clases es infinitamente menor que en el Centro y en el Litoral. En las provincias más atrasadas, por la predominancia campesina, es asimismo relativamente débil. El poder del Estado resulta débil en algunas provincias (Tucumán, Catamarca, Santiago) y en otras ( Jujuy, Salta), fuerte. Especialmente en Jujuy, en su zona proletaria, las fuerzas represivas obligan a un trabajo absolutamente 88

Sus editoriales y escritos estratégicos

clandestino; es una de las zonas de todo el país donde la represión es más aguda. La burocracia tiene características especiales en cada provincia. En Jujuy y Salta la mayoría de las direcciones están actualmente enfeudadas a la patronal. Salvo en la zona de Calilegua, a través de la FAR, las direcciones tienen un carácter más centrista. En la FOTIA es necesario señalar las particularidades específicas. Es indudable que no existe un aparato como en textiles, carne o metalúrgicos, por ejemplo. La razón fundamental es que ni el monto de cotizaciones, ni las contribuciones de la patronal, son tan importantes como para permitir la estructuración de este aparato. No obstante debemos reconocer que mientras los fondos estuvieron centralizados fue difícil reemplazar la camarilla Pasayo, Nicolás González, Romano, Zelarrayán, Villalba, que aunque tenían diferencias igualmente formaban un equipo. La presión de las direcciones de ingenios obligó a la descentralización de fondos. El viejo equipo, que tenía poco que repartir, ahora se desintegró y permitió el surgimiento de una nueva dirección muy débil, la dirección Aparicio, permanentemente saboteada financieramente por las ahora fortalecidas direcciones de ingenios. El fenómeno entonces que se da es una Federación débil y el relativo fortalecimiento de direcciones por sindicato, que habrá que observar en qué medida da lugar a la estructuración de burocracias locales fuertes. Por otra parte la tradición del control de la base y la situación crítica permanente ha hecho que la burocracia de FOTIA siempre haya tenido las características centristas, reformistas y no estatizadas de la burocracia del gran Buenos Aires, lo que no obsta para que siempre hayan actuado y sigan actuando de freno del movimiento obrero. Los partidos de izquierda son prácticamente inexistentes. Y no por dificultad de penetración, sino por carecer de una política a la altura de las circunstancias, y por la escasa militancia en la base. En general, en la Región la tradición de izquierda es mínima, salvo en Tucumán donde la clase obrera, particularmente el proletariado azucarero es heredero de una rica tradición marxista. IV) LAS TAREAS GENERALES DE NUESTRO PARTIDO De la caracterización que antecede surge claramente que el lugar de trabajo fundamental del PRT, en el Norte, es, en estos momentos, el proletariado azucarero de Tucumán, Salta y Jujuy, hacia el que debemos dirigir nuestros mejores esfuerzos, formando militantes y equipos en los Ingenios, colonias y lotes, logrando cada vez mayor influencia en las organizaciones sindicales, interviniendo en cada acción de los trabajadores, en cada conflicto, para elevar incesantemente la conciencia de la clase y profundizar a cada paso el contenido 89

Mario Roberto Santucho

de sus luchas. Asimismo debemos prestar primerísima atención al proletariado urbano, al proletariado agrícola, al proletariado de minas y canteras, especialmente los metalúrgicos de Jujuy y los petrolíferos de Salta, también parte de la clase obrera y a quienes debemos esforzarnos por organizar en torno a los azucareros. En el caso especial de Santiago, el trabajo fundamental en la provincia debe dirigirse al proletariado forestal, que es el único capaz de desarrollar acciones de trascendencia en dicha provincia. Con respecto a los campesinos cañeros, que caracterizamos como el aliado fundamental de la clase obrera en el Norte, debemos tener una política clara de alianza que no puede surgir sino de un profundo trabajo sindical y político en dicho sector. Simultáneamente nuestro Partido debe volcarse al estudiantado y por esa vía a toda la pequeña burguesía urbana. La importancia del movimiento estudiantil es inmensa, a pesar de sus limitaciones, porque de él surgen gran parte de los dirigentes revolucionarios que se fusionarán con la clase obrera. En cuanto al campesinado atrasado, a pesar de su poco peso económico, es también aliado potencial de importancia para la clase obrera y debemos realizar sobre él todo un trabajo propagandístico por medio de los trabajadores rurales, ligado a nuestro trabajo sobre el proletariado rural. Con respecto a la burguesía mediana comercial, industrial, agrícola y ganadera, la realidad nos dirá en que momento puede ser posible un trabajo conjunto, concreto, sin olvidar que es una clase enemiga. O sea, que a pesar de ser la burguesía enemiga de los trabajadores y no poder otorgarle la más mínima confianza, a raíz de sus roces con la gran burguesía, con la oligarquía y el imperialismo, se darán excepcionalmente oportunidades concretas en que una alianza circunstancial con esta clase beneficiará a los trabajadores. Todo este trabajo estructural sólo será posible si sabemos combinar acertadamente ambas consignas, en cada etapa de la lucha de clases, y si somos capaces de darnos una política correcta.

90

Sus editoriales y escritos estratégicos

2. Estrategia y Partido Político Revolucionario de los Trabajadores Documento del IV Congreso (1968)

EL ÚNICO CAMINO HASTA EL PODER OBRERO Y EL SOCIALISMO Partido Revolucionario de los Trabajadores [Febrero de] 1968 Carlos Ramírez [Mario Roberto Santucho] Sergio Domecg [Oscar Demetrio Prada] Juan Candela [Félix Helio Prieto]

Introducción Capítulo I: El Marxismo y la cuestión del poder. Capítulo II: ¿Tenía nuestro Partido una estrategia de poder? Capítulo III: Relaciones entre la revolución mundial, continental y regional. Capítulo IV: Nuestra estrategia y tácticas nacionales deben partir de las características de nuestra revolución. Capítulo V: Las tareas y organización del Partido.

INTRODUCCIÓN Nada estuvo más alejado de las preocupaciones de los “marxistas” argentinos hasta el presente que el problema del poder y la lucha armada. El otrora poderoso Partido Comunista arrastró su existencia en la búsqueda de un gobierno burgués liberal que le permitiera vivir legalmente en el régimen capitalista, usufructuando el nombre y el prestigio del socialismo que otros pueblos construyen a costa de su sangre y sacrificios. Luego, como maná 91

Mario Roberto Santucho

del cielo, vendría el “tránsito pacífico” al socialismo. Esta concepción desconoce la naturaleza del imperialismo, que necesita de la guerra contrarrevolucionaria para prolongar unos años más su agonía histórica. Supone, además, la existencia de una burguesía dispuesta a ceder gratuitamente sus privilegios. En los hechos se ha revelado tan utópica como reaccionaria. El PC, que dirigió sectores masivos de la clase obrera argentina, lo único que consiguió con su política reformista es verse reducido a un partidejo de la menor importancia, que hoy sólo puede aspirar a postularse ante la burguesía, como el “mal menor” ante la revolución socialista encabezada por la heroica Cuba, papel que con muy buena disposición ya están jugando sus partidos hermanos de Venezuela, Bolivia, Chile y Uruguay. El Posadismo, Política Obrera y La Verdad actúan como epígonos del trotskismo y, como tales, lograron ganar sectores minúsculos de la vanguardia obrera y estudiantil decepcionada por la política reformista del PC. Pese a sus diferencias -que son las propias de todas las sectas intelectuales- los epígonos del trotskismo mantienen una concepción idéntica ante el problema fundamental de la revolución: la cuestión del poder y la lucha armada. Todos esperan que una insurrección espontánea de las masas venga a rescatarlos de su impotencia para cumplir con el papel que como “revolucionarios” les corresponde. Como veremos enseguida, estos grupos no han superado la estrategia de poder que en los albores del movimiento obrero se dieron Marx y Engels para los países europeos, de 1848 a 1850, y que abandonaron para esa fecha. En este sentido -y en muchos otros- estos grupos se mantienen en la prehistoria del marxismo. Su estrategia de poder (de algún modo hay que llamarla) condiciona toda su política cotidiana. Así los vemos arrastrarse en el más gris sindicalismo, practicando una política oportunista con la cual se vinculan a los sectores más atrasados de la clase obrera y que, al fin de cuentas, les ha impedido poner el pie con firmeza en el seno del movimiento obrero. El fracaso de las ilusiones “desarrollistas” que despertó el frondizismo en amplios sectores de la pequeña burguesía y las capas medias y la posterior influencia del castrismo en estos sectores, dio lugar al nacimiento de un grupo de características peculiares: el Movimiento de Liberación Nacional. Este grupo se mantuvo durante años en la indefinición ante este problema crucial. Recientemente se ha definido por una estrategia de poder similar a la de los epígonos del trotskismo (ver Liberación, Número 54. “Los caminos de la revolución” Ismael Viñas). Estos últimos al menos, han tenido la valentía política de criticar consecuentemente la estrategia impulsada por los cubanos en defensa de sus propias concepciones. El MLN, en cambio, no se atreve a tanto: copia de los epígonos del trotskismo su “estrategia” de poder pero hace esfuerzos desespe92

Sus editoriales y escritos estratégicos

rados por mantenerse en el seno del castrismo y asiste incluso a la conferencia de la OLAS. Con esta política el MLN tiene todos los defectos de los epígonos del trotskismo, pero ninguna de sus virtudes. Como ellos, se opone a la estrategia del castrismo, pero al no tener ni la consecuencia política ni el armamento teórico necesarios para combatirla con algún grado de efectividad, está imposibilitado de ganar ningún elemento con inquietudes políticas. Pretende beber en el cauce revolucionario abierto por el castrismo, con la escudilla de barro del anti-castrismo. Como los epígonos, se arrastra hacia el más gris sindicalismo (“la lucha de clases nace en la lucha económica”, “la acción de propaganda, la agitación entre las clases populares, la tarea constante de organización, montadas en las luchas espontáneas por reivindicaciones económicas”), pero con la diferencia de que su sindicalismo es meramente teórico porque sus militantes tiemblan al escuchar la palabra “proletarización”. La crisis del Partido Comunista ha dado a luz (¡Por fin!) a una nueva organización que rompió con el reformismo: El PC CNRR 1. Si bien este movimiento se orienta hacia algunas posiciones del marxismo revolucionario, su tardía asimilación del mismo le ha impedido hasta el presente formular una estrategia de poder coherente y global. En este terreno, los camaradas del CNNR sólo pueden decir: “nosotros y nuestra propia confusión”. Si bien su dirección a través del órgano oficial ha formulado una estrategia similar a la de los epígonos del trotskismo, no puede tomarse ésta como una concepción compartida por el conjunto de este movimiento. Están en la etapa preparatoria de su primer congreso y si en él logran una aplicación consecuente del marxismo-leninismo a los problemas que plantea la revolución argentina, pueden dar lugar a un segundo alumbramiento: otra organización de centenares de militantes revolucionarios con una consecuente línea marxista-leninista. Luego de un año de intensa crisis interna que prácticamente lo sustrajo de la actividad política, Vanguardia Comunista ha recomenzado a editar su órgano No Transar. Esta organización resolvió su lucha interna contra una tendencia caracterizada como “foquista”, adoptando la estrategia de poder que Mao formulara... para China en 1930. Hasta ahora no ha dado a conocer un análisis concreto de los problemas que plantea la revolución argentina, única forma de preparar con eficacia la guerra revolucionaria. Estos camaradas parecen no comprender que la única forma de ser consecuentemente “maoísta”, es adoptar frente a Mao la misma posición que Mao adoptó frente a Lenin: incorporar al acervo teórico del Partido las leyes generales descubiertas por él, pero adecuarlas al carácter específico de la revolución en nuestro país, enriqueciendo, e incluso 1. Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria. [Nota de esta edición] 93

Mario Roberto Santucho

-si se nos permite la “herejía”- superando la teoría revolucionaria. Su consigna de poder, su estrategia: construcción del ejército en el campo para rodear a las ciudades y tomarlas desde afuera, no tienen en cuenta las características específicas de nuestra revolución en la cual no existe una burguesía revolucionaria como en China y la relación porcentual entre el campesinado y el proletariado es casi diametralmente opuesta. Todo su método de análisis, consistente en la repetición dogmática y casi religiosa del “pensamiento del presidente Mao”, es profundamente antimaoista, ya que no los lleva a “descubrir las verdades por la práctica, y confirmarlas y desarrolladas por la práctica” (Mao Tsé Tung: Acerca de la práctica). Nuestro Partido -como veremos más adelante- hizo una dolorosa experiencia debido al método que siguieron algunos dirigentes en el pasado, que trataron de elaborar una estrategia de poder, partiendo de un estudio abstracto de las leyes generales del marxismo sin aplicarlas a la realidad concreta de nuestro país. Algunos grupos de jóvenes peronistas hacen intentos de formular una estrategia revolucionaria. Esos intentos terminarán inevitablemente en el fracaso mientras se mantengan en los marcos de una política oportunista. No puede haber estrategia de poder correcta con una política oportunista que reivindica una dirección que en los últimos trece años ha dado pruebas consecuentes de su carácter capitalista y que sólo ha sabido organizar derrotas del movimiento obrero argentino. Marx señaló que la existencia de los hombres determina su conciencia. Esta ley se aplica también y sobre todo a la cuestión fundamental que plantea la revolución. Sólo puede surgir en un país un Partido revolucionario del proletariado que coloque como centro de sus preocupaciones y desvelos el problema del poder y la lucha armada, cuando las masas de trabajadores viven en una situación que les exige imperiosamente buscar un camino hacia el poder obrero y el socialismo. En el segundo capítulo de este folleto señalamos que la causa fundamental por la cual nuestro Partido no tuvo una estrategia de poder correcta es que las masas trabajadoras vivieron el período que abarca de 1945 a 1955 una situación de auge y estabilidad del capitalismo. Si bien en 1955 el signo del proceso cambió y nuestro país comenzó a ser una semicolonia del imperialismo yanqui con su secuela de hambre y explotación, el período anterior había permitido que se consolidara ante las masas una dirección capitalista que, en la nueva situación, sólo podía llevarlas derrota tras derrota. Ese largo período termina. Hoy están dadas todas las condiciones para el surgimiento de una nueva dirección revolucionaria del movimiento de masas. Pero estas condiciones si bien son necesarias no son suficientes. Es imprescindible, además, un grupo de hombres capaces de hacer un análisis científico de la realidad del país y del camino de la revolución, 94

Sus editoriales y escritos estratégicos

y, por sobre todo, capaces de transitar dotados por una férrea voluntad y claridad del pensamiento por ese camino. Estamos imbuidos de la firme confianza de que este trabajo significa un primer paso en ese sentido. Más confianza aún tenemos en que las masas explotadas de nuestro país nos acompañarán en este largo y duro camino que hemos elegido. Los capítulos que integran este folleto forman parte de un documento más amplio, cuya publicación íntegra es imposible por razones obvias, que fuera preparado para su discusión en el IV Congreso de nuestro Partido. La preocupación fundamental de sus autores fue sentar las bases para una estrategia de poder y lucha armada que iluminara la práctica cotidiana de los militantes de nuestra organización en la tarea de las tareas: preparar la guerra revolucionaria. Tuvimos que hacer una pesada tarea teórica. Había que desbrozar el camino de las falsificaciones sostenidas por la vieja dirección durante muchos años. Nuestro Partido iba a pasar por una prueba decisiva: debía discutir el problema fundamental de la revolución manteniendo su unidad. Así hubiera sido si la realidad hubiera respondido a la ficción. La vieja dirección había inventado la historia de que nuestra organización era un partido proletario y revolucionario. Los partidos proletarios y revolucionarios no se dividen aun cuando en su seno se discutan los más importantes problemas teóricos y políticos que plantea la revolución. Ello es así porque los obreros conscientes quieren a su partido, conocen las dificultades que entraña su construcción y defienden su unidad por sobre todas las cosas. Algunos elementos de la vieja dirección revelaron su carácter antiproletario, pequeño-burgués, al romper con la mayoría. Estos elementos defendieron la unidad del Partido mientras tuvieron la hegemonía de su dirección. Cuando la gran mayoría de los cuadros y militantes emprendieron la tarea de formular una política auténticamente marxista-leninista y erradicar las posiciones oportunistas del pasado, los elementos pequeño burgueses de la dirección antepusieron sus intereses de círculo a los del Partido y rompieron su disciplina. Hubiera sido necesario completar este folleto con un análisis y crítica sistemática de las posiciones de las otras organizaciones de izquierda. Ese trabajo lo postergamos porque las exigencias de la conducción práctica de un partido revolucionario muchas veces restan tiempo a la labor teórica. De todos modos muchas de las críticas que formulamos a las posiciones oportunistas del señor Moreno tienen plena vigencia para otros “teóricos” de la revolución. Los autores

95

Mario Roberto Santucho

Capítulo I EL MARXISMO Y LA CUESTIÓN DEL PODER A) ALGUNAS TESIS GENERALES SOBRE EL PROBLEMA DE PODER Y LUCHA ARMADA Comencemos por el principio: ¿cuáles son los requisitos generales que todo marxista revolucionario debe exigir cuando se consideran los problemas de la estrategia de poder y de lucha armada? 1) En primer lugar debemos hacer un análisis de la situación económica capitalista mundial y de la lucha revolucionaria internacional, teniendo en cuenta que la revolución socialista es internacional por su contenido y nacional por su forma. Debemos pasar luego a efectuar un análisis de la situación económica y de la lucha revolucionaria en la región y el país, tomando en cuenta el desarrollo de las fuerzas productivas que nos permitirá tener un primer criterio para establecer las posibilidades de una “verdadera” revolución (si el capitalismo aún puede desarrollar o no las fuerzas productivas), la existencia o no de clases revolucionarias, la relación entre la superestructura política y la estructura social, el desarrollo desigual de la economía y las fuerzas revolucionarias país a país, región a región, etc; y las posibles combinaciones concretas de factores tanto económicos como políticos, etc. Este análisis nos permite establecer: a) las posibilidades de desarrollo de la revolución y su ritmo desigual en las distintas regiones del mundo y en el país, b) cuál es la clase revolucionaria y sus posibles aliados, c) cuál es la combinación específica de tareas y consignas de la revolución en sus distintas etapas (tareas democráticas, socialistas, nacionalistas, etc.) para cada región y país. 2) En segundo lugar debemos hacer un análisis de la relación de fuerzas entre las clases. Debemos ver el grado de organización y cohesión de las fuerzas sociales contrarrevolucionarias, la complejidad y nivel de su Estado, el desarrollo de la técnica militar y el ejército, sus contradicciones internas, tanto en el orden nacional como internacional. Debemos ver también el grado de organización y fuerza de las clases revolucionarias, su experiencia y conciencia revolucionaria, si han logrado construir un sólido partido revolucionario, si han logrado desarrollar una fuerza militar y las características de esta fuerza (si es poderosa o débil, etc.). Este segundo aspecto, -respecto al cual en general hemos tenido una actitud superficial-, en combinación con el primero nos permitirá establecer: a) la dinámica futura de la lucha revolucionaria (si será corta o prolongada, si será una guerra nacional o civil o una combinación de ambas, las características que adquirirá la lucha en cada período de acuerdo a las formas específicas de lucha 96

Sus editoriales y escritos estratégicos

de cada clase y a la relación de fuerzas existente). Es muy importante este análisis ya que de él dependen las tareas y la política que nos demos en cada etapa y nos permite establecer las características de ésta y su estrategia (defensiva u ofensiva, de lucha armada parcial o generalizada, etc.) teniendo en cuenta no sólo las necesidades de la etapa actual, sino la preparación de nuestras fuerzas para la que le sigue; b) las condiciones concretas para la victoria de la revolución que varían de país a país y difieren en cada época histórica. Resumiendo: para establecer las bases de una estrategia de poder debemos considerar las condiciones que abarcan la situación económica, política y militar de conjunto: en el mundo, en el continente, en la región y en el país. Del estudio de la situación de conjunto podemos formarnos una idea clara de las etapas y faces de la guerra revolucionaria, de las tareas principales y secundarias en cada etapa, de su duración aproximada, de sus características políticas y militares y de la forma y condiciones en que se producirá la toma del poder por la revolución. Todo este conjunto es lo que denominamos estrategia de poder político y militar. Sin una apreciación justa de la situación de conjunto, -estratégica-, y de las varias fases o etapas que la componen, el partido procederá a ciegas y no podrá dirigir a las masas a la victoria de la revolución. Permanecerá atado a la empiria de lo inmediato, en la convicción de que el éxito estratégico de la revolución es la mera suma aritmética de éxitos parciales tácticos; sin tener en cuenta el factor determinante del resultado de la guerra revolucionaria: la atención que se debe prestar al conjunto de la situación, incluyendo las diversas etapas. Porque la comprensión del conjunto nos facilita el manejo de las partes integrantes del todo, siendo la única posibilidad de no perderse en la visión meramente táctica de las etapas y caer en el aventurerismo o en el oportunismo. Pasemos ahora al segundo punto de la cuestión: una vez establecida nuestra estrategia, nuestra visión del conjunto de la situación y de las distintas etapas y fases, parciales, se nos planteará el problema de las distintas formas de lucha y de la táctica militar, adecuadas a cada etapa y vinculadas con la estrategia. Veamos también algunas tesis generales del marxismo para encarar estos problemas: a) el marxismo revolucionario, a diferencia de todas las otras tendencias políticas, toma en consideración todas las formas de lucha de clases revolucionarias, sin desechar a ninguna. (Los sindicalistas toman solamente la huelga económica aún con la aplicación de “métodos contundentes”, los reformistas la lucha legal y parlamentaria, los anarquistas -por lo menos en la época en que existían, el terrorismo, etc.). No las “inventa”, las toma del curso general de la lucha revolucionaria “generalizando, organizando e infundiendo conciencia” (Lenin: “La Guerra de Guerrillas”); b) el marxismo exige que enfoquemos las 97

Mario Roberto Santucho

formas de lucha de acuerdo a las condiciones históricas concretas de la etapa en que vive la revolución y de acuerdo a esas condiciones, determina cuáles son las fundamentales y cuáles las accesorias (por ej.; en un sentido general: en épocas de auge y estabilidad del régimen burgués pueden considerarse como formas fundamentales el parlamentarismo y el sindicalismo; en épocas de crisis del régimen burgués, la lucha armada y la insurrección etc.), correspondiendo al partido revolucionario orientar y dirigir a las masas a las formas de lucha más convenientes de acuerdo a la estrategia general del poder y a las características de la etapa; c) el marxismo no se limita a las formas de lucha posibles y existentes en un momento dado, ya que reconoce la inevitable necesidad de formas nuevas de lucha al cambiar las condiciones históricas. Y tomando en cuenta el desarrollo desigual y combinado de la revolución, reconoce que en muchas ocasiones, las formas de lucha necesarias para enfrentar un nuevo período, son tomadas con cierto retraso por las masas debido al peso de inercia de la etapa anterior. La misión del revolucionario entonces, es tratar de difundir y organizar a las masas en las formas de lucha más adecuadas a cada etapa de la revolución. Sin olvidar, ni por un instante, todos los aspectos mencionados, debemos señalar otro aspecto, que se supedita a la estrategia de poder y a las formas de lucha más convenientes para cada período y que tanto Lenin como Engels “se cansaron de repetir, esforzándose en llevarlo a la comprensión de los marxistas”: “La táctica militar depende del nivel de la técnica militar”. Lenin nos explica prácticamente la aplicación de este principio al señalar: “La técnica militar no es hoy la misma que a mediados del siglo XIX. Sería una necedad oponer la muchedumbre a la artillería y defender las barricadas a tiro de revolver” (todas estas citas son de “Enseñanzas de la insurrección de Moscú”). El partido entonces, también debe desempeñar un papel dirigente para desarrollar las modernas tácticas militares, derivadas del nivel de la técnica militar. B) EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA ESTRATEGIA DE PODER Y LUCHA ARMADA EN EL MARXISMO REVOLUCIONARIO Enunciados ya los principios generales a tener en cuenta para encarar el estudio de la estrategia de poder y de lucha armada, intentemos hacer una reseña histórica que nos permita ver cómo resolvieron estos problemas, en las condiciones concretas de su tiempo y sus países, los grandes dirigentes y teóricos del marxismo revolucionario.

98

Sus editoriales y escritos estratégicos

MARX Y ENGELS Establecieron una estrategia para la toma del poder por la clase obrera, basada en las condiciones de desarrollo de las fuerzas productivas y de la técnica militar propia de la Europa del siglo pasado. Debemos distinguir dos períodos: sus concepciones hasta 1895 y la concepción de Engels a partir de 1895. Hasta 1895, para Marx y Engels el problema consistía en que el proletariado, en una acción insurreccional, rápida y violenta, en la que arrastrara tras de sí a las capas intermedias de las grandes ciudades se adueñara de las calles mediante la lucha de barricadas. El fin que se perseguía mediante esta lucha, no era una “victoria como el combate entre dos ejércitos”, lo que sería, según Engels “una de las mayores rarezas” (del “Prologo a la Lucha de clases en Francia de 1848 a 1850”. Engels, 1895) sino hacer “flaquear a las tropas mediante factores morales, que en la lucha entre los ejércitos entre dos países beligerantes no entran nunca en juego, o entran en un grado mucho menor. Si se consigue este objetivo, la tropa no responde, o los que la mandan pierden la cabeza; y la insurrección vence. Si no se consigue, incluso cuando las tropas sean inferiores en número, se impone la ventaja del mejor armamento y de la instrucción, de la unidad de la dirección, del empleo de las fuerzas con arreglo a un plan y de la disciplina”. Ellos habían estructurado esta estrategia tomando en cuenta las siguientes consideraciones: 1) el carácter casi exclusivamente obrero y urbano de la revolución, 2) la agrupación de la totalidad de las capas intermedias en torno al proletariado y la juventud y pujanza del socialismo que era identificado con los más románticos ideales del liberalismo, 3) la debilidad de las fuerzas militares y el armamento de la burguesía. (En su época no existía el imperialismo). Cuando en 1895, Engels hace el balance de las grandes revoluciones obreras habidas en el siglo, hace un replanteo de esta estrategia a la luz de los siguientes cambios producidos -desde que él y Marx la elaboraron hasta este momento-: 1) ya en 1849 “la burguesía se había colocado en todas partes al lado de los gobiernos”; además “una insurrección con la que simpaticen todas las capas del pueblo se da ya difícilmente; en la lucha de clases, probablemente ya nunca se agruparan la capas medias en torno al proletariado de un modo tan exclusivo que el partido de la reacción que se congrega en torno a la burguesía, constituya, en comparación con aquellas, una minoría insignificante. El “pueblo” aparecerá, pues, siempre dividido, con lo que faltará una formidable palanca, que en 1848 fue de una eficacia extrema”; por último “la barricada había perdido su encanto; el soldado ya no veía detrás de ella al pueblo, sino a rebeldes, a agitadores, a saqueadores, a partidarios del reparto, la hez de la sociedad”. 2) el crecimiento de los ejércitos y la preparación especial para la lucha contrarrevolucionaria. 3) el desarrollo de los ferrocarriles que otorgaban capacidad de grandes concen99

Mario Roberto Santucho

traciones militares en poco tiempo. 4) la aparición del fusil a repetición muy superior a las escopetas de caza, incluso “a las carabinas de lujo de las armerías” y el nuevo trazado de las calles, “largas, rectas y anchas, como de encargo para la eficacia de los nuevos cañones y fusiles”. La conclusión que saca Engels de su propio análisis es la siguiente: “La época de los ataques por sorpresa, de las revoluciones hechas por pequeñas minorías conscientes a la cabeza de las masas inconscientes, ha pasado. Allí donde se trate de una transformación completa de la organización social, tienen que intervenir directamente las masas, tienen que haber comprendido ya por sí mismas de que se trata, porque dan su sangre y su vida”. “Por tanto, una futura lucha de calles sólo podrá vencer si la desventaja de la situación (se refiere a los puntos más arriba enumerados) se compensa por otros factores. Por eso se producirá con menos frecuencia en los comienzos de una gran revolución, que en el transcurso ulterior de ésta y deberá emprenderse con fuerzas más considerables y estas deberán, indudablemente (...), preferir el ataque abierto a la táctica pasiva de barricadas” (los subrayados son nuestros). Consecuente con este análisis, Engels preconiza la importancia de que la social-democracia europea aproveche la posibilidad de crecimiento que le otorga la legalidad, “la utilización del sufragio universal”, ya que “los socialistas van dándose cada vez más cuenta de que no hay para ellos victoria duradera posible a menos que ganen de antemano a la gran masa del pueblo lo que aquí equivale a decir, los campesinos. El trabajo lento de propaganda y la actuación parlamentaria se han reconocido también aquí (en Francia) como la tarea inmediata del partido”. La dirección oportunista de la social-democracia alemana, aprovechó este trabajo de Engels, al que incluso publicó en forma fragmentaria y desfigurada, “escogiendo todo lo que podía servirle para defender una táctica de paz a ultranza y contraria a la violencia”, (carta de Engels a P. Lafargue, del 3 de abril de 1895). No decimos que el trabajo de Engels haya provocado la degeneración reformista de la social-democracia europea; esta degeneración se produjo por causas sociales, pero apoyándose entre otras cosas en él, la social-democracia alemana desarrolló toda su concepción parlamentaria y reformista. LENIN Contra el reformismo de la social-democracia, elaboró para las condiciones concretas de Rusia una nueva estrategia de poder, que si bien tomaba elementos de la concepción clásica, difería fundamentalmente de ésta en varios aspectos. Continúa la concepción clásica de poder al considerar que en condiciones concretas de Rusia, la toma de poder se produciría mediante una insurrección 100

Sus editoriales y escritos estratégicos

general, de carácter obrero y urbano, en la cual la clase obrera acaudillaría al campesino que se encontraba desarrollando su propia revolución agraria, y en forma similar a las grandes revoluciones europeas del siglo anterior, ganaría sectores amplios del ejército zarista y con las armas y soldados ganados a éste, instauraría el poder revolucionario. Pero Lenin introduce varios elementos nuevos en la concepción de la insurrección: 1) La victoria de la Revolución no se producirá como consecuencia de una acción insurreccional rápida, sino que será el resultado de una guerra civil prolongada. Ante la apreciación de Kautsky: “la futura revolución... se parecerá menos a una insurrección por sorpresa contra el gobierno que una guerra civil prolongada”, Lenin responde: “En efecto, así sucedió ¡Así sucederá también en la futura revolución europea! (Lenin: “Informe sobre la Revolución de 1905”, 9-1-17). ¿Qué característica tendría para Lenin esta guerra civil prolongada? En su trabajo “La guerra de guerrillas” escrito en 1906 lo explica del siguiente modo: “Las formas de lucha de la revolución rusa se distinguen por su gigantesca variedad, en comparación con de las revoluciones burguesas de Europa. Esto ya lo había previsto en parte Kautsky, cuando dijo en 1902, que la futura revolución (a lo que añadía: tal vez con excepción de Rusia) sería no tanto la lucha del pueblo contra el gobierno, como la lucha entre dos partes del pueblo. No cabe duda de que en Rusia nos encontramos con un desarrollo más extenso de esta segunda lucha que en las revoluciones burguesas occidentales...”. “Es completamente natural e inevitable que la insurrección revista las formas más altas y complicadas de una larga guerra civil extensiva a todo el país, es decir, de una lucha armada entre dos partes del pueblo. Esta guerra no podemos concebirla más que como una larga serie de grandes batallas separadas unas de otras por períodos de tiempo relativamente largos, y una gran cantidad de pequeños encuentros librados a lo largo de estos intervalos. Y siendo esto así, -como así es, indudablemente- la social-democracia debe indefectiblemente plantearse como tarea la creación de organizaciones capaces de dirigir en el mayor grado posible a las masas, tanto en las grandes batallas como, dentro de lo posible, en los pequeños encuentros”. Lenin consideraba que la insurrección triunfaría después de una guerra civil prolongada, porque sostenía que el proletariado partía de una situación de debilidad, frente a un poder estatal fuerte y poderosamente organizado. Que en el curso de la guerra civil prolongada el proletariado iría adquiriendo fuerza y experiencia, iría formando un partido fuerte, templado en la acción, clandestino y centralizado, y a la vez, un ejército revolucionario templado tanto en las “grandes batallas” de las épocas de auge revolucionario, como en la “gran cantidad de pequeños encuentros” (guerra de guerrillas) librados en los largos períodos de 101

Mario Roberto Santucho

retroceso revolucionario. Cuando el proletariado hubiera adquirido la suficiente experiencia, creado su partido fuerte y templado y su ejército revolucionario; cuando la burguesía se hubiera descompuesto suficientemente, principalmente su ejército y se hubiera enajenado el apoyo de las capas intermedias; recién entonces la insurrección triunfaría. Para Lenin, entonces, la revolución era una espiral ascendente, con ascensos revolucionarios, descensos provocados por los fracasos, pero en los cuales las clases revolucionarias conservaban un nivel superior de experiencia y organización que las colocaba en un escalón superior para el nuevo ascenso. Esta espiral sólo podía cortarse si la burguesía lograba resolver los problemas de desarrollo de las fuerzas productivas. 2) Lenin, juntamente con Trotsky, determinan las condiciones generales para el triunfo de la revolución en Rusia (extensibles en general, a la Europa de su tiempo). Estas eran las siguientes. Primera: “La incapacidad del régimen social existente para resolver los problemas fundamentales del desarrollo de un país (Trotsky. Historia de la Rev. Rusa. T. II). Segunda: La existencia de “una clase capaz de tomar las riendas de la nación para resolver los problemas planteados por la historia” (Ídem). Esta clase, el proletariado, sería “capaz” de tomar las riendas de la nación cuando tuviera una “nueva consciencia política” (revolucionaria), hubiera creado un partido y un ejército revolucionario y organismos de poder dual. Tercera: “el descontento de las capas intermedias” y “su inclinación a sostener la iniciativa audazmente revolucionaria del proletariado” (Ídem). Cuarta: “el partido revolucionario, como vanguardia sólidamente unida y templada de la clase” (Ídem). Quinta: “la combinación del partido con los soviets o con otras organizaciones de masas que de un modo u otro los equivalgan” (Ídem); y Sexta: la existencia de un ejército revolucionario ya que, “sin ese ejército la victoria de la insurrección es imposible” (Lenin: “La última palabra de la táctica Iskrista”). 3) Podemos decir que los elementos tácticos de fundamental importancia que Lenin agrega a la concepción clásica (tácticos porque son subordinados a la estrategia de guerra civil prolongada) son los siguientes: a) el ya conocido planteo de la necesidad de un fuerte partido centralizado, clandestino y dirigido por profesionales, b) que la lucha armada se libra en todas las etapas, tanto en las “grandes batallas”, como en las épocas de retroceso bajo la forma de “una gran cantidad de pequeños encuentros” (denominados por Lenin, guerra de guerrillas), c) la necesidad para la victoria de la revolución, de un ejército revolucionario, organizado a partir de la preparación militar del propio partido y la creación de destacamentos armados del proletariado (para lo cual el partido debía llevar una incasable tarea de propaganda, agitación y organización), que 102

Sus editoriales y escritos estratégicos

irían haciendo su experiencia militar en múltiples “acciones guerrilleras”, en el “proceso difícil, complejo y largo de la guerra civil prolongada” y que en el alza insurreccional lograrían el armamento del proletariado y el paso a su bando de sectores del ejército reaccionario. Estos destacamentos actuarían bajo la orientación del partido y sus acciones tenderían no sólo a su desarrollo militar, sino al aseguramiento de la actividad partidaria mediante la eliminación física de sus enemigos y el apoyo financiero mediante las expropiaciones, d) el llamado a la insurrección general sólo debía hacerse cuando hayan “madurado las condiciones generales de la revolución”, cuando se “hayan revelado en formas definidas el estímulo y la disposición de las masas a la acción”, cuando “las circunstancias exteriores (objetivas) hayan desembocado en una crisis evidente” y cuando existiera “un ejército revolucionario fuerte y preparado”. 4) Desde el punto de vista estrictamente militar, Lenin hace un extraordinario aporte táctico. Vimos que Engels había demostrado la imposibilidad de defender posiciones militares, al menos en las primeras etapas de la revolución, cuando el ejército burgués aún no había entrado en una crisis total. Pero Engels no dio una solución militar a este problema. Lenin parte de la conclusión fundamental alcanzada por Engels: “La táctica militar depende del nivel de la técnica militar” y lo desarrolla así: “la técnica militar no es hoy igual que a mediados del siglo XIX. Sería una necedad oponer la muchedumbre a la artillería y defender las barricadas a tiro de revolver. Kautsky tenía razón al escribir que ya es hora, después de Moscú de revisar las conclusiones de Engels y que Moscú ha hecho surgir “una nueva táctica de barricadas”. Esta táctica era la de la guerra de guerrillas. La organización que dicha táctica imponía eran los destacamentos móviles y extraordinariamente pequeños: grupos de diez, de tres e incluso de dos hombres”. (“Enseñanzas de la insurrección de Moscú”, 29-8-05). Como vemos Lenin es el descubridor y propulsor de la guerrilla urbana, reemplazando con ella la guerra de posiciones que había tratado de sostener hasta entonces el proletariado contra ejércitos superiores en armamento y organización. Cuando se dan el cúmulo de condiciones y situaciones previstas por Lenin, la revolución triunfa. Posteriormente a ese triunfo se organiza el Ejército Rojo y su columna vertebral pasa a ser constituida por el viejo ejército revolucionario (o Guardia Roja) construido por los bolcheviques en el curso de la revolución. La guerra civil y antiimperialista, se produce después de la toma del poder, para responder a la agresión combinada de sectores de la burguesía rusa y el imperialismo. Toda la concepción estratégica y táctica del leninismo condujo a la clase obrera y al campesino ruso al triunfo, se reveló correcta en la práctica, último criterio de verdad para el marxismo, porque partía de una caracterización justa de la dinámica de la revolución y del nivel de la técnica militar de su época. 103

Mario Roberto Santucho

Lenin estableció con precisión cuál era la clase de vanguardia en la sociedad rusa: el proletariado industrial y cuál era su sector de vanguardia: el proletariado de Petrogrado, Riga y Varsovia; cuál su aliado fundamental: el campesino y cuál la forma de destruir el ejército de la burguesía: el trabajo político sobre su amplia base de soldados obreros y campesinos, combinados con enfrentamientos directos, con una “guerra de guerrillas” llevada a cabo por los destacamentos armados del proletariado, en el curso de la cual se construyó el ejército revolucionario que fue la “fuerza material” que aseguró la victorias de la revolución. Toda esta concepción se ajustaba como un guante a las condiciones de Rusia, país agrario de desarrollo capitalista, con un gobierno autocrático que arrojaba amplios sectores de las clases medias en brazos del proletariado, con un ejército desgastado en años de guerra inter-imperialistas, cuya base estaba constituida por soldados obreros y campesinos sedientos de “pan, paz y tierra” y en una época en que la revolución tenía que vérselas fundamentalmente con sus enemigos nacionales y con su ejército, cuyo armamento y técnica eran acordes con el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales, ya que las contradicciones inter imperialistas impedían la existencia de un gendarme de la contra revolución mundial. TROTSKISMO Nuestro movimiento surge luchando por mantener vivas las concepciones revolucionarias del marxismo-leninismo, en la etapa de degeneración del marxismo bajo la égida del stalinismo y de aplastamiento de la revolución europea. Su programa para esta última, y para la lucha contra el fascismo fue esencialmente correcto; pero la liquidación física de sus mejores cuadros por la represión fascista y stalinista, debilitó hasta la agonía las posibilidades de vinculación del programa correcto con las masas: la organización revolucionaria. Nuestro Programa de Transición es muy cauto en el desarrollo de los problemas estratégicos de poder, y los resuelve planteando que “es imposible prever cuáles serán las etapas concretas de la movilización revolucionaria de las masas” por un lado y desarrollando del modo más perfecto logrado hasta el presente por el marxismo, las tareas transitorias del proletariado, entre ellas la creación de destacamentos armados y milicias obreras, como embriones del futuro ejército proletario. En donde se torna evidente la ausencia de una clara estrategia de poder de nuestro movimiento, es en los países atrasados; donde la revolución tiene un carácter agrario y antiimperialista. Nuestro Programa Transitorio resuelve el problema dando las consignas esencialmente correctas: revolución agraria, 104

Sus editoriales y escritos estratégicos

independencia nacional, asamblea nacional; pero yerra en la apreciación de cuáles son las formas de lucha adecuadas y las etapas futuras de la revolución. Es decir: subestima el papel del campesinado, ignora el papel de la guerra de guerrillas como método de construcción del ejército revolucionario en el campo, y no plantea el carácter de guerra revolucionaria civil y nacional -de carácter prolongado- que tendría la revolución en los países agrarios, coloniales o semicoloniales. Lo que es fundamental es que nuestro movimiento reivindicó siempre la lucha armada, la necesidad de armar al proletariado y de crear nuevos organismos armados de la clase obrera; a diferencia de algunos de sus actuales epígonos que consideran ultraizquierdista todo intento de organizar y preparar nuevos organismos armados en el seno de la clase obrera con lo cual se colocan varios pasos atrás de la vieja concepción social-demócrata. Veamos pues cómo se plantea el armamento del proletariado y la creación de los organismos armados en el programa de transición: “los demócratas pequeñoburgueses -incluso los socialdemócratas, los socialistas y los anarquistas- gritan más estentóreamente acerca de la lucha contra el fascismo cuanto más cobardemente capitulan ante el mismo. Las bandas fascistas sólo pueden ser contrarrestadas victoriosamente por los destacamentos de obreros armados que sientan tras de sí el apoyo de millones de trabajadores. La lucha contra el fascismo no se inicia en la redacción de una hoja liberal, sino en la fábrica y termina en la calle. Los elementos amarillos y los gendarmes privados en las fábricas son las células fundamentales del ejército del fascismo. Los piquetes de huelga son las células fundamentales del ejército del proletariado. Por allí es necesario empezar. Es preciso inscribir esta consigna en el programa del ala revolucionaria de los sindicatos”. “En todas partes donde sea posible, empezando por las organizaciones juveniles, es preciso constituir prácticamente milicias de autodefensa, adiestrándolas en el manejo de armas”. “La nueva ola del movimiento de masas no sólo debe servir para aumentar el número de esas milicias, sino también para unificarlas por barrios, ciudades o regiones. Es preciso dar una expresión organizada al legítimo odio de los obreros en contra de los elementos rompehuelgas, las bandas de los pistoleros y fascistas. Es preciso lanzar la consigna de la milicia obrera, como única garantía seria de la inviolabilidad de las organizaciones, de las reuniones y de la prensa obreras”. “Sólo gracias a un trabajo sistemático, constante, incansable, valiente en la agitación y la propaganda, siempre en relación con la experiencia de la masa misma, pueden extirparse de su conciencia las tradiciones de docilidad y pasividad; educar destacamentos de heroicos combatientes, capaces de dar el ejemplo a todos los trabajadores; infligir una serie de derrotas tácticas a las bandas de la contrarrevolución; aumentar la confianza en si mismos de los explotados; desacreditar el fascismo a los ojos de la pequeña 105

Mario Roberto Santucho

burguesía y despejar el camino para la conquista del poder para el proletariado”. (los subrayados son nuestros). Como vemos, si bien nuestro movimiento no tuvo una estrategia de poder clara y precisa; es un hecho irrefutable que el Programa de Transición plantea la exigencia, con fines de autodefensa y como embriones del futuro ejército del proletariado, de creación de los destacamentos armados del proletariado. MAOÍSMO Mao elabora su estrategia de poder a partir de una caracterización de la revolución china y de su vanguardia. Señala las siguientes características de su revolución: 1) China es “un vasto país semicolonial, desigualmente desarrollado en lo político y en lo económico y que ha pasado por una gran revolución”. 2) “La revolución agraria”. De estas dos características, Mao extrae la conclusión siguiente: luego de la derrota de la revolución obrera y urbana y de resultas de la cual surgió el Ejército Rojo, producto de una división del Ejército nacional revolucionario (Ejército del Kuomintang, partido de la burguesía antifeudal china); el Partido y el Ejército Rojo, deben aprovechar el desarrollo desigual de China y la vastedad de su territorio, dedicándose a establecer “bases” revolucionarias en los territorios más alejados, sin vías de comunicación, más inaccesibles para los ejércitos reaccionarios. Desde estas “bases” organizar el poder revolucionario apoyándose en la revolución agraria y desarrollar el Ejército Rojo hasta que este fuera lo suficientemente fuerte como para “cercar a las ciudades con las fuerzas del campo”. Según Mao esto era posible, porque “China ha pasado por una gran revolución (1925-27) que ha echado las bases del Ejército Rojo, del Partido Comunista chino que dirige al Ejército Rojo y de las masas que han participado en la revolución”. 3) La tercera característica es “el gran poderío del enemigo”. 4) La cuarta es que el Ejército Rojo es débil y pequeño. De estas dos características Mao sacaba la conclusión de Lenin: la revolución será una guerra prolongada. La forma concreta sería la de “contra campaña a las campañas de cerco y aniquilamiento del enemigo”. “Las contracampañas también tendrían las características de cercar y aniquilar a las fuerzas del enemigo”. (Las citas son de “Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas”). Así Mao toma los elementos fundamentales de la estrategia de poder leninista: lucha armada permanente dirigida por el partido, guerra civil prolongada y guerra de guerrillas. Y basado en consideraciones geográfico-sociales (existencia en China de regiones inaccesibles para el ejército reaccionario y carácter agrario de la revolución), y técnico-militares (imposibilidad de enfrentar un ejército fuerte, poderosamente armado, en las ciudades y en la guerra de posi106

Sus editoriales y escritos estratégicos

ciones), traslada el eje de estas concepciones, -la revolución obrera y urbana- a la revolución agraria y campesina. Su concepción de la “guerra prolongada”, que en Lenin era una espiral ascendente, con alzas del proletariado urbano, retrocesos que lo colocan en un escalón superior para una nueva alza, puede representarse con una línea zigzagueante y quebrada, también ascendente. El Ejército Rojo iría creciendo cuantitativamente en “mil batallas tácticas”, libradas contra el enemigo, avanzaría en forma zigzagueante para ir directamente a su objetivo, su crecimiento se daría en forma relativamente independiente a la alzas y bajas del proletariado y el campesinado (aunque estas influyeran en su fortificación). Durante la primera etapa de la guerra civil revolucionaria, que se extiende de 1928 hasta 1936, año en que se produce la intervención del imperialismo japonés Mao da gran importancia a las luchas del proletariado urbano, aunque siempre, claro está, subordinadas a la estrategia de construcción del Ejército Rojo en la guerra civil prolongada, de guerrillas y campesinas; luego, al producirse la intervención del imperialismo japonés, Mao da menor importancia a las posibilidades de un levantamiento armado del proletariado urbano, -controlado y diezmado por la ocupación japonesa en las grandes ciudades- y las subordina a que el ejército campesino tenga suficiente fuerza como para cercar las ciudades. Para Mao las condiciones generales de la victoria de la revolución, analizadas por Lenin y Trotsky para Rusia, varían fundamentalmente para China. Por empezar, la revolución china se encuentra en una situación distinta: 1) debe luchar contra un ejército imperialista de ocupación (el japonés), antes de que la revolución haya tomado el poder; 2) el ejército revolucionario tiene un carácter distinto de la Guardia Roja de Rusia, tanto en su aspecto organizativo técnico como en su forma de combatir (guerra de movimientos y guerrilla campesina) aunque también se apoyó en soviets obreros y campesinos; 4) las características de clase de la revolución son distintas. De allí que Mao estime necesario otras condiciones para la expulsión del ejército japonés y el triunfo de la revolución, a saber: Primera: la creación de un frente único antijaponés en China. Segunda: la formación de un frente único antijaponés internacional. Tercera: el ascenso del movimiento revolucionario del pueblo japonés y de los pueblos de las colonias japonesas. Cuarta: crecimiento de las bases revolucionarias y del Ejército Rojo hasta que sea posible de derrotar al ejército japonés y al ejército de la gran burguesía china y después, rodear a las ciudades con el ejército campesino y tomarlas, llamando a la insurrección. (Mao: “La guerra prolongada”). Tanto Mao como los vietnamitas distinguen cuidadosamente como lo hiciera Lenin lucha armada de insurrección general. El PC vietnamita y el Viet Minh, por ejemplo, se opusieron durante los seis años que duró la guerra de 107

Mario Roberto Santucho

guerrillas antijaponesa (1939-1945), a las tendencias que urgían a un llamado a la insurrección general del pueblo por considerarla una posición aventurera. Recién en Agosto de 1945, cuando se había desarrollado un poderoso ejército revolucionario después de 6 años de guerra, los japoneses se habían retirado y los ejércitos de Chiang amenazaban con pasar las fronteras en alianza con las débiles fuerzas expedicionarias del imperialismo francés; recién entonces, Ho Chi Min hace el llamado a la Insurrección general y la insurrección triunfa. VALORACIÓN DEL TROTSKISMO Y MAOÍSMO Aunque no contamos con el tiempo suficiente para la exposición ordenada y fundamentada que es necesaria y que desde ya prometemos, nos resulta imprescindible adelantar nuestra valoración del trotskismo y el maoísmo -que es notoriamente distinta a la sostenida por Trotsky y todo el trotskismo, como así a la valoración de Mao- para hacer comprensible una cantidad de referencias contenidas en este trabajo. Para nosotros desde la muerte de Lenin y posterior consolidación del stalinismo, no hubo una sola corriente que mantuvo viva las tradiciones y concepciones marxistas-leninistas, sino dos. No fue sólo Trotsky y el trotskismo quien conservó y desarrolló el marxismo revolucionario frente a la degeneración stalinista, como tradicionalmente se ha afirmado en nuestro Partido y en nuestra Internacional. Similar rol jugó Mao Tsé Tung y el maoísmo. Con una particularidad; ninguno de los dos se elevó a una comprensión, aplicación y desarrollo del conjunto del leninismo, sino que cada uno lo hizo con respecto a una parte, en forma parcial, incompleta. Trotsky y el trotskismo, desarrollaron la teoría de la revolución permanente llegando a una comprensión más acabada de la complejidad y dinámica de los procesos sociales, entendiéndolos siempre como proceso de conjunto y analizándolos desde un punto de vista general. No es casual que todo el trotskismo, desde el punto de vista de una perspectiva general de la lucha de clases de conjunto, a nivel mundial y continental, ha llegado a importantes aciertos y conclusiones, ampliando de esa forma la visión de los revolucionarios. Trotsky y el trotskismo aportaron también al marxismo -creadoramentesu análisis de la burocracia soviética y a partir de él una ajustada teoría del carácter y rol de los aparatos burocráticos. Mao y el maoísmo continuaron el leninismo en la teoría y la práctica de la toma del poder, que no es otra cosa que la aplicación del marxismo revolucionario a la situación de un determinado país en la perspectiva del poder obrero; 108

Sus editoriales y escritos estratégicos

el “análisis concreto de situaciones concretas” que Lenin definió como “el alma viva del marxismo”, la aplicación creadora de la teoría revolucionaria a la realidad concreta de una revolución ampliamente estudiada, conocida y protagonizada. Como dice el propio Mao “la fusión de la verdad general del marxismo con la práctica concreta de la revolución china”. Mao y el maoísmo continuaron y desarrollaron el marxismo-leninismo, creadoramente, con la teoría de la guerra revolucionaria popular, de la necesidad de una ejército revolucionario para derrotar al ejército contrarrevolucionario, de la construcción de ese ejército en el campo, en un proceso prolongado, donde las fuerzas revolucionarias parten de lo pequeño hacia lo grande, de lo débil hacia lo fuerte, mientras las fuerzas reaccionarias van de lo grande a lo pequeño, de lo fuerte a lo débil, y donde se produce el salto cualitativo de la insurrección general, cuando las fuerzas revolucionarias han pasado a ser más fuertes. Ambos, el trotskismo y el maoísmo se ignoraron mutuamente. Es más, algunos trotskistas siguen considerando al maoísmo parte del stalinismo y en consecuencia como corriente contrarrevolucionaria; y el maoísmo a su vez, sigue considerando al trotskismo como una corriente provocadora agente del capitalismo y del imperialismo. Hoy, la tarea teórica principal de los marxistas revolucionarios, es fusionar los aportes del trotskismo y el maoísmo en una unidad superior que significará un retorno pleno al leninismo. El desarrollo de la revolución mundial lleva inevitablemente a ese logro, como lo indican los avances unilaterales del maoísmo hacia la asimilación del trotskismo (ruptura con la burocracia soviética, revolución cultural); los avances del trotskismo hacia una incorporación de los aportes maoístas (teoría de la guerra revolucionaria) y sobre todo los esfuerzos de la dirección cubana por llegar a esa unidad superior. CASTRISMO En los últimos tiempos, anda muy en boga en nuestro Partido, la afirmación, -que tiene un fuerte tufito a demagogia u oportunismo- de “nuestro acuerdo estratégico con el castrismo”. Pero ocurre que aún no hemos precisado con claridad cuál es la “estrategia del castrismo”, más bien se ha hecho un lindo embrollo considerando aspectos tácticos como si fueran los fundamentales (nuestras “críticas” a la teoría del foco) y pretendiendo demostrar -sin el menor análisis serio y con una pedantería propia de intelectuales pequeño burgueses- que el “castrismo” era un “movimiento empírico” que se está “elevando” a nuestras concepciones. En realidad, el castrismo, sin la claridad teórica y la pureza de “método” de los grandes marxistas revolucionarios del pasado -pero con muchísima más que 109

Mario Roberto Santucho

nuestros teóricos- desde hace años ha venido desarrollando una clara estrategia mundial y continental para la lucha revolucionaria, que aún no ha sido discutida y asimilada seriamente por nuestro Partido. En forma de breves tesis trataremos de resumir sus aspectos fundamentales estratégicos y tácticos. 1) Para el castrismo (no hacemos distinción alguna entre castrismo y guevarismo, porque la distinción es falsa), la revolución ha entrado en su “etapa final de lucha contra el imperialismo”. El castrismo parte de un análisis mundial de conjunto y responde con una estrategia mundial revolucionaria: “Hay que tener en cuenta que el imperialismo es un sistema mundial, última etapa del capitalismo y que hay que batirlo en una gran confrontación mundial. La finalidad estratégica de esa lucha debe ser la destrucción del imperialismo” (Che Guevara: Mensaje a la Tricontinental). Así, el castrismo parte del hecho verdaderamente nuevo que se produce en la posguerra: las contradicciones inter imperialistas se han tornado secundarias. Hoy, los revolucionarios no podemos contar ya con las guerras interimperialistas como importante factor para la victoria de la revolución que tanto favoreciera a las revoluciones chinas, rusa y de Europa oriental. Por lo tanto se ha tornado muy difícil el triunfo de la revolución en un país por separado: hoy el imperialismo “hay que batirlo en una gran confrontación mundial”. 2) La táctica que responde a esta estrategia mundial es la creación de “dos, tres, muchos Vietnam”. Esta consigna es tan clara como el agua y sin embargo no ha sido aún asimilada medianamente. ¿Por qué el Che dice dos, tres, muchos Vietnam, y no dos, tres, muchas Cubas? Porque reconoce la excepcionalidad de la revolución cubana que no volverá a repetirse. Porque del análisis estratégico, de conjunto de la revolución mundial prevé la inevitable intervención del imperialismo antes de la toma del poder por la revolución; y la transformación de ésta en guerra prolongada antiimperialista, de una o varias naciones ocupadas por el ejército yanqui: “si los focos de guerra se llevan con suficiente destreza política y militar, se harán prácticamente imbatibles y exigirán nuevos envíos de tropas de los yanquis… ”. “Poco a poco, las armas obsoletas que bastan para la represión de pequeñas bandas armadas, irán convirtiéndose en armas modernas y los grupos de asesores en combatientes norteamericanos, hasta que, en un momento dado, se vean obligados a enviar cantidades crecientes de tropas regulares para asegurar la relativa estabilidad de un poder cuyo ejército nacional títere se desintegra ante los combates de las guerrillas. Es el camino del Vietnam; es el camino que deben seguir los pueblos; es el camino que seguirá América, con la característica especial de que los grupos en armas pudieran formar algo así como juntas de coordinación para hacer más difícil la tarea represiva del imperialismo yanqui y facilitar la propia causa”. “América… tendrá una tarea de mucho mayor relieve: la de la creación del segundo o tercer Vietnam 110

Sus editoriales y escritos estratégicos

o del segundo y tercer Vietnam del mundo”. (Che ídem). “Sinteticemos así nuestra aspiración de victoria: destrucción del imperialismo mediante la eliminación de su baluarte más fuerte: el dominio imperialista de los EE UU de Norteamérica. Tomar como función táctica la liberación gradual de los pueblos, uno por uno o por grupos, llevando al enemigo a una lucha difícil fuera de su terreno, liquidándole sus bases de sustentación, que son sus territorios dependientes”. “Eso significa una guerra larga. Y, lo repetimos una vez más, una guerra cruel. Que nadie se engañe cuando la vaya a iniciar y que nadie vacile en iniciarla por temor a los resultados que pueda traer para su pueblo. Es casi la única esperanza de victoria”. (Che ídem). En esta estrategia mundial de lucha revolucionaria, lo fundamental es la revolución socialista y antiimperialista en “los territorios dependientes”, siendo todavía secundario el papel que puedan jugar las masas de las metrópolis imperialistas que, aún no han producido movimientos revolucionarios de significación y que gozan de la relativa estabilidad interior de las metrópolis. Pero de modo alguno el castrismo ignora el papel que en los próximos años pueden comenzar a jugar los pueblos de las metrópolis imperialistas, en especial Europa. “La tarea de liberación espera aún a países de la vieja Europa suficientemente desarrollados para sentir las contradicciones del capitalismo, pero tan débiles que no pueden ya seguir el rumbo del imperialismo o iniciar su ruta. Allí las contradicciones alcanzarán en los próximos años carácter explosivo para sus problemas, y por ende la solución de los mismos, es diferente a la de nuestros pueblos dependientes y atrasados económicamente”. (Che ídem). El castrismo también ha comenzado a prestar atención al movimiento negro de los EEUU, pero sin sobrestimar sus posibilidades, porque esas sobrestimaciones introduciría un elemento de confusión respecto a las características de la actual etapa de la revolución mundial, que es aún fundamentalmente socialista y antiimperialista en los países dependientes, y lo será por un largo período, a menos que se produzca una catástrofe en la economía capitalista, catástrofe que hoy no está a la vista, o un desarrollo abruptamente acelerado de la revolución colonial. Aún más cautelosa es la posición del castrismo hacia el movimiento pro-paz en EEUU. Si bien lo alienta permanentemente, no sobrestima sus posibilidades revolucionarias porque introduciría, como toda sobreestimación, otro elemento de confusión en su concepción estratégica. 3) En relación con esta estrategia mundial, el castrismo distingue tres continentes, en los cuales la lucha revolucionaria es una parte táctica de ese todo que es la revolución mundial. Los continentes son Asia, África y América Latina. Para cada uno de ellos, el castrismo define a su vez, una estrategia continental de lucha revolucionaria, pero lo hace en especial para América Latina. 111

Mario Roberto Santucho

“El campo fundamental de explotación del imperialismo abarca los tres continentes atrasados, Asia, América y África. Cada país tiene características propias, pero los continentes en su conjunto, también las presentan. América constituye un conjunto más o menos homogéneo y en la casi totalidad de sus territorios los capitales monopolistas norteamericanos mantienen una primacía absoluta”. (Che ídem). En primer lugar el castrismo determina el carácter de la revolución latinoamericana: socialista y antiimperialista. En segundo lugar determina su carácter de clase: campesino, obrero y popular. “Las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -si alguna vez la tuvieron- y sólo forman su furgón de cola”. (Che ídem). En tercer lugar determina el carácter continental de la lucha, pero señalando claramente que dentro de esa estrategia continental, debe partirse del desarrollo de las revoluciones nacionales y regionales que si bien son tácticas en relación con la estrategia, constituyen la forma adecuada de comenzar la lucha. Así, cada país y cada región del continente, si bien son partes tácticas del todo, que es la estrategia continental, requieren a su vez una estrategia específica regional y nacional, cuya determinación es propia también de los revolucionarios de cada país y región, aunque por supuesto, en el marco de una organización revolucionaria continental que es la Olas. Tener una estrategia continental, no significa para el castrismo que la lucha ya haya adquirido dimensiones continentales; eso se logrará cuando la lucha revolucionaria en los países y regiones se desarrolle suficientemente: “Hemos sostenido desde hace tiempo que, dadas sus características similares, la lucha en América, adquirirá en su momento, dimensiones continentales. Será escenario de muchas grandes batallas dadas por la humanidad por su liberación”. “En el marco de esa lucha de alcance continental, las que actualmente se sostienen en forma activa son sólo episodios” (Che ídem). Así responde el Che por anticipado a las febriscentes interpretaciones de quienes hoy, un poco tarde y bastantes confundidos, descubren que en América Latina se vive “una guerra civil continental”, “apocalíptica”, etc.; cuando en realidad lo que existen son procesos revolucionarios nacionales, que se inscriben en una estrategia revolucionaria continental, posible gracias a la existencia de una dirección revolucionaria continental. 4) La táctica del castrismo para la estrategia continental, es la misma que para su estrategia mundial: “la creación del segundo o tercer Vietnam o del segundo y tercer Vietnam del mundo”. Esta, repetimos, es la tarea esencial de los revolucionarios en cada país y región. “Para la mayoría de los países del continente el problema de organizar, 112

Sus editoriales y escritos estratégicos

iniciar, desarrollar y culminar la lucha armada constituye hoy la tarea inmediata y fundamental del movimiento revolucionario”. (punto 7 del programa de la Olas). “A los pueblos de cada país y a sus vanguardias revolucionarias corresponderá la responsabilidad histórica de echar hacia adelante la revolución en cada uno de ellos”. (punto 9). Y, por fin, “la solidaridad más efectiva que pueden prestarse los movimientos revolucionarios entre sí, la constituye el desarrollo y la culminación de la propia lucha en el seno de cada país”. (punto 12). La forma concreta, política y militar, que adquirirá esa táctica revolucionaria continental, es la de una guerra prolongada cuyo principal pilar está constituido por los ejércitos guerrilleros, que deben construirse respetando las condiciones particulares de cada país y región. (“el desarrollo y organización de la lucha dependen de la justa selección del escenario dónde librarla y del medio organizativo más idóneo”. (Declaración de la Olas). Esta concepción se opone expresamente a las tendencias espontaneístas, que esperan un “reanimamiento espontáneo” de las clases revolucionarias y el triunfo de la insurrección en un período breve de tiempo. El Che lo dice expresamente así: “Los combates no serán meras luchas callejeras de piedras contra gases lacrimógenos ni huelgas generales pacíficas; ni será la lucha de un pueblo enfurecido que destruye en dos o tres días el andamiaje represivo de las oligarquías gobernantes; será una lucha larga, cruenta, donde su frente estará en los refugios guerrilleros, en las ciudades, en las casas de los combatientes”. Por otra parte, la dirección castrista ha avalado los siguientes párrafos de una carta del destacamento “Edgar Ibarra” al CC del PC Guatemalteco y al M-13 de Yon Sosa, donde se critica la concepción espontaneísta de la insurrección rápida del siguiente modo: “Toda esta posición, lleva, mediante una hábil maniobra, a quitarle el contenido revolucionario a la guerrilla; a negar su desarrollo hasta convertirse en el ejército del pueblo; a negar el papel del campesinado en la guerra revolucionaria de nuestros países; a negar la necesidad de la derrota militar del imperialismo y sus lacayos para arrebatarles el poder; a negar el carácter de guerra prolongada de la lucha armada y presentar ilusoriamente la perspectiva insurreccional a corto plazo”. Para el castrismo, entonces, el método, la táctica fundamental de la lucha, es la construcción del ejército revolucionario, a partir de la guerrilla. “La guerrilla como embrión de los ejércitos de liberación constituye el método más eficaz para iniciar y desarrollar la lucha revolucionaria en la mayoría de los países”. Pero sin desconocer otras formas de lucha armada, que si bien aún no están especificadas en su programa -quizás porque la realidad aún no nos indica cuáles son-, están implícitamente reconocidas al mencionarse la guerrilla campesina como una de las formas de lucha armada, aunque la principal. 113

Mario Roberto Santucho

En sus últimas declaraciones y planteos, el castrismo menciona la guerrilla en un sentido más general, que el que le asignaba anteriormente. (Teoría del foco). Deja así las puertas abiertas al surgimiento de otras formas de guerra de guerrillas, sin limitarse exclusivamente a la teoría del foco. La discusión alrededor de la teoría del foco, se torna entonces, cada día más secundaria, quedando librado a los revolucionarios de cada país y cada región establecer la forma más conveniente de iniciar la lucha armada y la guerra de guerrillas, siempre, claro está, que se dispongan a iniciarla. 5) Una cuestión que debe señalarse como parte integrante de la concepción revolucionaria del castrismo, es el planteo de la unidad político-militar de la dirección revolucionaria. Esta, si bien no puede ubicarse como una cuestión integrante de la táctica o estrategia del castrismo, es una cuestión de principios muy importante y que también es bastante confundida por algunos “teóricos”. No se refiere específicamente al viejo problema planteado por el leninismo-trotskismo y luego por el maoísmo, de la relación entre el partido y el ejército. Esa discusión, en las condiciones actuales de América Latina es tan inútil como la vieja discusión del huevo y la gallina. El castrismo se encontró, como dirección revolucionaria ante una realidad objetiva que se la imponía: en América Latina no existen partidos revolucionarios fuertes; crearlos es una tarea que exige, en la época del gendarme mundial del imperialismo, una estrategia política y militar desde el inicio mismo de toda actividad revolucionaria. La tarea de construcción del partido y construcción de la fuerza militar para los verdaderos revolucionarios, van indisolublemente ligadas. Donde no existen partidos revolucionarios habrá que crearlos como fuerzas militares desde el comienzo. Donde existen y son débiles, habrá que desarrollarlos, pero transformándolos en fuerzas militares de inmediato, para que puedan responder a las exigencias que plantea una estrategia político-militar de poder en esta época. Para responder a esta necesidad es que el castrismo plantea la unidad político militar de la dirección revolucionaria ya que, en nuestra época la política y el fusil, no pueden ir separados. Otra cosa distinta es determinar quienes combaten con las armas en la mano en el seno de una organización revolucionaria y quienes cumplen otro tipo de funciones. Aún los foquistas más ortodoxos tienen organizaciones donde una mitad combate, y la otra cumple otro tipo de tareas. Este es un problema que debe ser resuelto de acuerdo a la estrategia y la táctica de la lucha que se den los revolucionarios en las condiciones de su país. Pero la unidad político militar de la dirección, es un principio general aplicable a todas las situaciones y no impone nada más que la exigencia de que la 114

Sus editoriales y escritos estratégicos

dirección del ejército y la del partido (suponiendo que existan ambos separados) sean una misma cosa. Quienes se oponen a esta concepción, lo hacen por que sostienen ideas reformistas sobre la construcción del partido revolucionario. Tal fue por ejemplo el planteo de la dirección del PC Venezolano, que con tanto entusiasmo apoya Moreno en sus “tesis” publicadas en Estrategia Nº 1. Los resultados a que llevó esta concepción están a la vista y pertenecen al dominio de toda la vanguardia revolucionaria Latinoamericana. 6) Una última cuestión merece señalarse. Si bien el castrismo considera que el lugar y método fundamental de construcción del ejército revolucionario es el campo y la guerra de guerrillas, y que sin la existencia de ese ejército es imposible la victoria de la revolución; otorga mayor importancia que el maoísmo a la lucha urbana. En Cuba y en todos los países en donde influye en la dirección de la guerra revolucionaria (Guatemala y Venezuela por ejemplo), el castrismo desarrolló fuertes aparatos armados en las ciudades que combaten tanto como la guerrilla en el campo. En Cuba, además, el castrismo llamó en dos oportunidades al proletariado a la huelga insurreccional, la primera en abril de 1958 con la oposición de Fidel que consideraba prematuro el llamado (y la huelga resultó un fracaso), y la segunda en diciembre de 1958, cuando ya el ejército de Batista se tambaleaba y el ejército rebelde marchaba sobre La Habana (en esta oportunidad la huelga coadyuvó a la caída del régimen). Tal es, en rasgos generales la estrategia y la táctica mundial, continental y regional del castrismo. De todos sus elementos, el menos importante, el que tiene carácter más táctico, es la teoría de la construcción del ejército a partir del foco. Esta teoría fue desarrollada por el castrismo a partir de su experiencia empírica como método más rápido y práctico de construir el ejército revolucionario. El Partido ha perdido años polemizando contra las lagunas y deficiencias de esta teoría, tan secundarias en la concepción general, estratégica y táctica del castrismo. Enredados en esta polémica mezquina, nosotros, los supergenios del marxismo revolucionario, nos hemos relamido con nuestros triunfos teóricos, ante ese “sectario” y “mecanicista”, “pequeño-burgués” de Guevara (adjetivos utilizados por el Sr. Moreno en sus trabajos de crítica al guevarismo) pero hasta ahora no hemos indicado prácticamente cuál es el método para suplir esa teoría, cuál es la forma adecuada de iniciar la lucha armada y de comenzar la construcción del ejército revolucionario, que los verdaderos teóricos prácticos del marxismo revolucionario (Lenin, Trotsky, Fidel, Mao y el Che) supieron crear, hacer combatir y llevar al triunfo. Y lo que es más grave, hemos mascullado con un bisbiseo confuso nuestro “acuerdo estratégico” con el castrismo, pero sin definir de un modo claro, preciso, tajante, nuestra posición ante las verdaderas concepciones estratégicas y tác115

Mario Roberto Santucho

ticas del castrismo. Toda esa demagogia vergonzante debe terminar. Sólo tienen derecho a decir que tienen un “acuerdo estratégico” con el castrismo quienes comparten su estrategia y táctica de la revolución mundial y continental, resumidas en los 6 puntos anteriores, y demuestran con su praxis que lo hacen.

Capítulo II ¿TENÍA NUESTRO PARTIDO UNA ESTRATEGIA DE PODER? En uno de sus artículos más difundidos, el Gral. Giap, dirigente militar de la revolución vietnamita, comienza por señalar: “Nuestro Partido surgió cuando el movimiento revolucionario vietnamita estaba en pleno auge. Desde el comienzo dirigió a los campesinos, los impulsó a alzarse y a instaurar el poder de los soviets. Así, pues, tuvo conciencia rápidamente de los problemas que plantea el poder revolucionario y la lucha armada”. Nuestro Partido en cambio, surgió en momentos en que el movimiento revolucionario, en el sentido marxista, era prácticamente inexistente. Así, pues, no se ha visto enfrentado con los problemas que plantea el poder revolucionario y la lucha armada, en los últimos 25 años. Hoy, la profundidad de la revolución ideológica en la conciencia de la clase obrera y sectores de la pequeña burguesía, se manifiesta también en nuestro Partido, en el papel destacado que comienza a tener la discusión de “los problemas que plantea el poder revolucionario y la lucha armada”. Nuestra organización se desarrolló en el marco de dos grandes procesos históricos: 1) el peronismo, expresión burguesa y reformista de nuestra clase obrera, con su prolongación natural, la derrota de ésta en sus enfrentamientos con los sectores más reaccionarios de la burguesía y el imperialismo, y su posterior retroceso, y 2) el castrismo, dirección indiscutida de la revolución socialista en nuestro continente, al menos desde 1961 hasta la fecha. A estos dos grandes movimientos sociales que constituyen el marco histórico en el cual se desarrolla nuestro Partido, debemos agregar un tercer elemento superestructural: el trotskismo. La primera fuente histórica de nuestro Partido: su surgimiento durante el peronismo y el posterior retroceso de nuestra clase obrera, constituyen su más seria limitación para la elaboración de una estrategia de poder y lucha armada. La mayor parte de las presiones que han soportado nuestros cuadros y dirigentes en el curso de estos últimos años han sido reformistas, economistas y oportunistas. Estas presiones han creado ideas políticas erróneas, petrificadas hoy por el peso de la tradición, que debemos erradicar si queremos prepararnos para actuar como una real dirección revolucionaria en el nuevo período histórico. 116

Sus editoriales y escritos estratégicos

La segunda fuente histórica de nuestro Partido: el castrismo, movimiento revolucionario continental del cual nos consideramos parte, constituye un peligro de signo opuesto. La mala asimilación de la experiencia cubana ya nos provocó un desastre (1961-1962). Es que la dirección cubana, al enfrentarse con los problemas que plantea la lucha por el poder y la lucha armada, los resolvió en forma asombrosamente genial -elevándose últimamente a formular una estrategia mundial y continental correcta- pero no tomó en consideración las más ricas experiencias del marxismo revolucionario y su método de análisis. Su posterior intento de extender sus experiencias a todo el continente, sin formular un análisis concreto de las formas de acción revolucionaria necesarias ante cada situación nacional -combinada con la incapacidad de los partidos marxistas para cubrir ese déficit- originó muchos desastres, de los cuales no se eximieron ni nuestro Partido, ni ninguno de nuestros dirigentes. Nuestro Partido desde sus orígenes como grupo trotskista había sostenido la concepción -común a todo el trotskismo- de que el poder en nuestro país se lo tomaría a caballo de un alza revolucionaria de las masas obreras de los grandes centros urbanos, y había rebajado esa concepción por la omisión de dos condiciones básicas del leninismo, a saber: a) La revolución es una guerra civil prolongada. b) Es necesario el armamento y preparación militar previa del proletariado y de su partido, la construcción del ejército revolucionario. Esta concepción no influyó negativamente en la formación del Partido como organización revolucionaria, porque no obstruyó sino por el contrario impulsó la tarea número uno de esta etapa: la penetración en un movimiento de masas en pleno desarrollo. De ahí que aun careciendo de una estrategia de poder correcta, nuestro Partido haya logrado desarrollar los pilares básicos que nos caracterizaron como organización revolucionaria, que aún conservamos y que debemos seguir manteniendo: a) ligazón con el movimiento de masas y su vanguardia; b) parcial defensa y aplicación del trotskismo (con sus aciertos, errores y limitaciones); c) desarrollo -aunque deformado- de métodos bolcheviques de trabajo y organización partidaria. A) APERTURA HACIA UNA ESTRATEGIA DE PODER Bajo el impacto de la revolución cubana, de los éxitos de Hugo Blanco en el campo peruano, de las movilizaciones de los azucareros tucumanos, de la guerrilla de Uturunco y bajo la influencia personal de Abrahan Guillén, teórico de dicha guerrilla, “Palabra Obrera” dio un importante viraje en los años 1961-62, viraje que está fundamentado teóricamente en “La Revolución Latinoamerica117

Mario Roberto Santucho

na” de Moreno, que en la práctica significó una desviación putchista del conjunto del Partido y culminó con la escisión del grupo Bengochea y un apresurado retorno a la concepción espontaneísta de la toma del poder. Este folleto estudia, desde un punto de vista general, algunos problemas teóricos planteados por el maoísmo y el castrismo, aunque no les da una respuesta contundente, precisa y lo que es más importante, no intenta su aplicación al análisis de realidades concretas, en primer lugar de nuestro país. De tal manera los problemas planteados en el folleto lo hacen positivo en cuanto abren una nueva perspectiva, pero insuficiente y germen de todo tipo de desviaciones, en cuanto tales problemas no encuentran una respuesta categórica y fundamentalmente en cuanto no son expuestos en relación a la situación concreta de un país. Este método de análisis, por otra parte, es típico de los intelectuales afectos a los esquemas teóricos grandilocuentes, pero incapaces de vincular con la práctica sus ideas. Impulsados por la valorización general y abstracta de la guerra de guerrillas y de la estrategia de los chinos y cubanos, contenida en “La Revolución Latinoamericana”, los mejores militantes de nuestra organización buscaron llevarla a la práctica. El Che Pereyra, Martorell, Creus y otros, tuvieron participación activa en la Revolución Peruana, donde llegaron a convertirse en verdaderos líderes revolucionarios de masas junto con Hugo Blanco. Pero sin el apoyo del Partido, aislados y abandonados por sus camaradas argentinos, sin una visión clara de los problemas que plantea la lucha armada y enfrentados en una dura lucha política con Moreno que renegó de inmediato de sus planteos teóricos cuando se trató de llevarlos a la práctica, fueron rápidamente abatidos por la represión2. Ángel Bengochea, Santilli y otros camaradas del Partido, también se vieron obligados de inmediato a romper con el teórico de “La Revolución Latinoamericana”. Su grupo fue expelido del Partido como un cuerpo extraño y, en el aislamiento, tuvo el trágico fin de calle Posadas, el 20 de julio de 1964. La etapa que comentamos de la historia de nuestro Partido debe ser definida como de apertura teórica a los grandes aportes del marxismo revolucionario contemporáneo desarrollados fundamentalmente por Mao Tsé Tung y los asiáticos en general. Pero esta apertura teórica duró pocos meses, porque su promotor renegó de inmediato de sus planteos y como ocurre frecuentemente en los procesos revolucionarios fueron otros los que pusieron su pellejo al ser2. Nuestro Partido dará a conocer a la brevedad un balance de la experiencia peruana por considerarla un hito fundamental en la revolución latinoamericana. También se darán a conocer todos los documentos y testimonios hasta hoy ocultados por la camarilla morenista, fiel imitadora de los métodos del stalinismo. 118

Sus editoriales y escritos estratégicos

vicio de esas ideas. En conjunto esta etapa es considerada por nosotros positiva; pudo haber sido un salto cualitativo en el Partido en la formulación de una estrategia de poder, pero fue frustrada momentáneamente. El IV Congreso debe concretar ese salto. B) RETORNO AL ESPONTANEÍSMO POSTERIOR AL FRACASO “PUTCHISTA”. La forma de borrar con el codo lo que se escribió con la mano, de dar la espalda a las concepciones planteadas en “La Revolución Latinoamericana” fue encontrada por Moreno, desarrollando una nueva teoría: de que las clases o sectores de clase y regiones de vanguardia variaban en forma permanente; que en un momento dado podía ser la vanguardia los trabajadores azucareros, otro momento los portuarios e insistió con el ejemplo de que en nuestro país en el año 58, la vanguardia habían sido durante un período los trabajadores bancarios. Esta teoría es recordada por nosotros, porque fue motivo de intensas discusiones y finalmente aceptada en los hechos aunque a regañadientes. Hoy, en este proceso de revolución ideológica, no dudamos en reconocer la teoría de la variación de clases y regiones, como el atajo teórico por el que Moreno cortó los vínculos con la perspectiva abierta por “La Revolución Latinoamericana” y retomó el viejo cauce de la estrategia espontaneísta de toma del poder. Las elecciones del 63 con el triunfo de Illia y su posterior ascensión al poder con la consecuente apertura de un proceso de legalidad retaceada que favoreció un reanimamiento de las luchas económicas (huelgas con ocupación de fábricas) y alejó las perspectivas armadas, la derrota del movimiento campesino en el Perú, los reveses sufridos por los “foquistas” son el marco político-social en que se produce el retorno a las concepciones espontaneístas, hito que es marcado por “Argentina un País en crisis”. Este libro contiene la estrategia espontaneísta de toma del poder que nuestro Partido ha sostenido en los últimos tres años, y que nuestro congreso IV debe enterrar y superar definitivamente. ¿Cuál es la perspectiva de poder que se da en “Argentina un País en crisis”? La transcripción de los escasos párrafos en que se toca este problema capital y el de la lucha armada, nos ayudarán. Dice Moreno: “Sólo nos falta un elemento para completar las perspectivas: prever el futuro del movimiento obrero y popular. Como la crisis económica y la ofensiva patronal no se detendrán (lo que significa superexplotación y carestía de la vida siempre creciente), las medidas defensivas de la clase obrera irán en aumento hasta que se obtengan algunos importantes triunfos que transformarán la actual 119

Mario Roberto Santucho

etapa defensiva en ofensiva, que superará todo lo visto hasta ahora. Alrededor de esos conflictos quizá empiecen a surgir en los barrios acuerdos de comisiones, huelgas de solidaridad, interfabriles, nuevos plenarios de las 62. La clase dirá. Ni nosotros ni los activistas somos quienes para imponer una forma de organización. ¿Quién iba a prever que iban a surgir los plenarios de las 62? Nadie, aunque nosotros lo previmos. Es muy probable que surja la interfabril y de nuevo los plenarios de las 62. El proceso dirá a medida que empiecen a darse los primeros triunfos importantes. Si la patronal comienza a superar su crisis de coyuntura, es necesario ver hacia el futuro, es muy posible entonces que ceda un poco porque tiene trabajo, lo que posibilitará que el movimiento avance, dándose formas de organización superiores a todo lo visto anteriormente. El movimiento obrero se planteará en base a su experiencia y las nuevas formas organizativas, el problema del poder” (págs. 52 y 53). “No voy a referirme aquí a las magníficas posibilidades que tiene la guerra guerrillera rural, como expresión local, parcial de la lucha de las masas en ciertas regiones del país, ya que es un problema local a ser estudiado localmente, sino a la lucha guerrillera rural con su metafísica de las tres etapas y como espina dorsal de la organización de toda la lucha del movimiento de masas. Nosotros no creemos en esa ni en ninguna metafísica. Sostenemos por el contrario que la lucha revolucionaria en nuestro país, como en todos los demás, tendrá sus características específicas, totalmente distintas a las que adquirió esa lucha en los países en los que las masas trabajadoras ya tomaron el poder”. “Esas características están dadas por la combinación de los siguientes factores: la estructura económico-social del país, la tradición del movimiento de las masas trabajadoras y su vanguardia, la experiencia y solidez de los explotadores, incluida la clase media, y el reflejo en el propio país del desarrollo de la revolución mundial. En ningún país esa combinación puede dar el mismo resultado. En el nuestro, por ejemplo, la revolución no puede darse como en China, con un 80% de población campesina y una enorme frontera con Rusia, ya que tenemos un 80% de población urbana y estamos a miles de kms. de Rusia. Ni tampoco como en Cuba, donde se dio con el visto bueno de todos los países próximos, incluyendo EEUU, como lo reconoce el Che, de la masonería internacional, de los jesuitas y con el apoyo de los terratenientes y la clase media”. “Este llamado a la reflexión para la búsqueda del camino específico que tendrá la Revolución Argentina, está alerta contra la metafísica de un solo camino (el de las tres inexorables etapas), esta exigencia para que se respete el lenguaje, los métodos, la tradición de nuestro pueblo trabajador que no podrá ser dirigido a la revolución por más heroicos que sean, por los magníficos revolucionarios que en un lenguaje ininteligible les dicen: ‘Oye chico, no seas come mierda’, no es, no debe, ni puede ser un intento de frenar el gran aporte 120

Sus editoriales y escritos estratégicos

de la revolución cubana y de sus geniales líderes: La lucha armada como ingrediente fundamental, permanente, de las luchas de las masas latinoamericanas, incluidas las argentinas. ¡No! Ese llamado, alertas y exigencias son para mejor emplear la lucha armada y una de sus tantas variantes: la guerrilla rural”. “Nosotros creemos que la población rural, exceptuando la del noroeste del país, que significa alrededor del 2% de la población nacional, no será la última en reflejar el proceso revolucionario en oposición a la urbana y a la clase obrera, que serán las primeras. Estas ya han demostrado infinidad de veces su capacidad de lucha y rápida recuperación. Se trata ahora de acompañar, dirigir, empujar y garantizar esa lucha del movimiento obrero y la clase media urbana con la lucha armada, en este nuevo período que se abre. Porque vamos a dar la espalda a eso que forma parte de nuestra mejor tradición nacional. ¿Es que acaso esos magníficos revolucionarios que han perdido la lengua de nuestro pueblo y que derraman lágrimas de emoción por el terrorismo venezolano, ignoran que el terrorismo urbano peronista del 56 fue infinitamente superior a aquél? ¿Se olvidan también de las grandes huelgas anarquistas, comunistas o peronistas con acompañamiento de lucha armada? ¿Por qué no repetirlas, corregirlas y aumentarlas? ¿No es lastimoso renegar de esa magnífica tradición revolucionaria, en nombre de una metafísica, copia fiel de otra revolución?”. “Nosotros creemos que en la etapa de grandes luchas obreras que se está abriendo en el país, el acompañamiento armado es fundamental, decisivo, es el único que garantizará nuestra consigna fundamental para esta etapa”. “No se debe perder un solo conflicto más, preparar formas de lucha aún más decisivas y finalmente la toma del poder” (pág. 70-71). Despreciando toda la tradición del marxismo revolucionario, del leninismo y del maoísmo e incluso olvidando sus propias posiciones de la “La Revolución Latinoamericana”, Moreno vuelve sin ningún rubor a la vieja idea espontaneísta de que el movimiento obrero se planteará en base a sus experiencias y a las nuevas formas organizativas el problema del poder. Claro que adereza con el “acompañamiento armado” como “ingrediente” de su aperitivo reformista, “ingrediente” que como todos sabemos no pasó del papel. Simultáneamente en la búsqueda del “camino específico de la revolución argentina”, descarta para nuestro país, como al pasar, los dos más grandes ejemplos de toma del poder por la lucha armada: el chino y el cubano, que en “La Revolución Latinoamericana” reivindicó como grandes aportes al marxismo contemporáneo. Los argumentos que utiliza son francamente ridículos; características específicas de las revoluciones chinas y cubanas. Soslaya en cambio los aspectos fundamentales que han constituido aportes teóricos y programáticos al marxismo de los que nuestro país no se exceptúa, a saber: 121

Mario Roberto Santucho

a) que no hay otro camino [para] la toma del poder que la lucha armada. b) que la lucha armada no se inicia como corolario de una insurrección popular triunfante, sino que pueda comenzar como reacción defensiva de las masas y de su vanguardia, en circunstancias del más pronunciado retroceso. c) que la construcción del ejército revolucionario, sin el cual es hoy día imposible la toma del poder, es una tarea a realizar en el campo, en zonas sociales y geográficas favorables, yendo de lo pequeño a lo grande, de lo débil a lo fuerte. Para citarlo nuevamente a él en su “La Revolución Latinoamericana”, Moreno “se resiste a integrar en el programa y la teoría de la revolución permanente, los aportes de la teoría y la práctica de la guerra de guerrillas, que son los específicos del avance de las masas en los países atrasados”. Finalmente se convierte en el campeón de la defensa de “nuestra mejor tradición nacional” e introduce por esa vía el subterfugio de oponer estrategia de poder político-militar a [la] actividad en el movimiento de masas. Como queriendo demostrar que todo aquel que partiendo de un análisis concreto de la situación del país, se diera una perspectiva de poder no subordinada a las alzas o bajas del proletariado urbano, está de hecho abandonado el trabajo en esas masas. En cambio no señala que el modelo ruso, de insurrección urbana triunfante, tiene una característica específica de fundamental importancia que las hacen excepcionales: el ejército zarista estaba combatiendo en el frente en una guerra injusta y por lo tanto en plena descomposición. Es necesario insistir en este problema para dejarlo completamente claro al Partido. Los dos ejemplos fundamentales de insurrecciones urbanas triunfantes: la Comuna de París, la revolución rusa de febrero y octubre [de] 1917, tienen como característica común una debilidad extrema del ejército burgués. En la Comuna de París por la guerra franco prusiana, que mantenía las tropas ocupadas en ella. En cuanto los alemanes se dieron cuenta del peligro histórico de la Comuna, no sólo permitieron a los franceses volverse contra la Comuna sino que incluso mandaron parte de sus fuerzas contra la revolución obrera, que en esas condiciones no pudo subsistir y terminó ahogada en sangre. En la revolución rusa de octubre las tropas rusas luchaban en el frente alemán, en una guerra injusta y habían llegado a un estado de descomposición muy elevado. Ello hizo posible el triunfo de la insurrección. Por otra parte hay decenas de insurrecciones urbanas aplastadas en forma sangrienta, la última de ellas la de Santo Domingo, debido a la debilidad relativa de la población insurreccionada, frente a un sólido ejército burgués o frente a la intervención imperialista. De estos hechos debemos extraer una clara conclusión: si el ejército burgués no se encuentra en crisis, o si interviene el imperialismo yanqui, es imposible el triunfo de una insurrección urbana. 122

Sus editoriales y escritos estratégicos

C) LA JUSTIFICACIÓN ACTUAL DEL RETORNO AL ESPONTANEÍSMO En un reciente trabajo, Moreno plantea la “necesidad de cambiar completamente nuestro planteo de poder a partir de ahora”. Pero es muy interesante ver como resume el planteo de poder de nuestro Partido, aún vigente, puesto que todavía no lo hemos cambiado. Moreno dice: “Anteriormente nuestro planteo de poder partía de la premisa de que la clase obrera venía de una extraordinaria experiencia sindicalista, reformista-economista y nacional, que había que tomar en cuenta. De ahí que nuestros distintos planteos de poder partieran de la premisa de la necesidad de elevar la conciencia de la clase obrera nacional, apoyando el gobierno de las direcciones y organizaciones que ellas sostenían con toda confianza. De ahí que también nuestras tácticas de poder tuvieran el mismo eje: la CGT y el movimiento sindical, dentro de la experiencia nacional. El método que preconizábamos para disputar y tomar el poder era la huelga general insurreccional. De acuerdo al momento dábamos el énfasis a distintas variantes tácticas de esta línea estratégica. Nunca las direcciones sindicales se elevaron al planteamiento del problema del poder y ni siquiera al de la independencia política de la burguesía y el peronismo”. Antes de analizar este magnífico resumen de la estrategia de poder de nuestro Partido, señalemos que Moreno olvida la indigestión castrista que “lo atacó” y atacó al Partido alrededor de 1961. Veamos ahora párrafo por párrafo la culminación del viraje de Moreno y su pretendida justificación del mismo. “Anteriormente nuestro planteo de poder partía de la premisa de que la clase obrera venía de una experiencia sindicalista, reformista, economista, nacional, que había que tomar en cuenta”. ¡Correcto! Uno de los elementos que hay que tomar en cuenta es la experiencia de la clase obrera nacional; pero elaborar a partir de allí una estrategia de poder va en contra de todo el marxismo revolucionario y forma parte del oportunismo propio de los intelectuales pequeño burgueses que siguen a la cola del movimiento espontáneo de la clase obrera. Una estrategia de poder se establece a partir de un análisis de las condiciones económicas, sociales y políticas y de la relación de fuerzas entre la revolución y la contrarrevolución, en el mundo, en una región y en el país. Este análisis conjunto es ya, en principio, una estrategia de poder y no tiene nada de abstracto, ya que los elementos que se analizan son bien objetivos y concretos y es a partir de él, para completarlo, que debemos establecer las distintas etapas de la revolución, sus posibilidades concretas de realización, las tácticas adecuadas 123

Mario Roberto Santucho

a cada etapa, las clases fundamentales dentro de la estrategia y la política del partido dirigida a la clase revolucionaria, tendiente a orientarla hacia la toma del poder a través de numerosas etapas, en las cuales siempre habrá que tener en cuenta la experiencia de la clase revolucionaria, pero para elevarla a un nivel superior mediante la política del partido de vanguardia. La confusión permanente de Moreno en la mayor parte de sus análisis es que confunde lo concreto con lo que tiene delante de las narices, así permanentemente, el árbol contra el que apoya la frente no le permite ver el bosque. Esta confusión entre lo concreto y lo sensorial, lo inmediato, tiene todas las características propias del empiriocriticismo y no toma en cuenta que la dialéctica materialista es, por sobre todas las cosas, la ciencia de los conjuntos, de la totalidad, que trata de entender los aspectos parciales dentro del conjunto de fuerzas que determinan una situación, y que -aunque no se toquen con los dedos- son por cierto bien concretas. Su razonamiento parte de lo inmediato y parcial y a partir de allí hace esfuerzos por elevarse a lo general, pero siempre a través del lente estrecho de lo parcial. Ya señalamos, que de la ley hegeliana “todo lo real es racional y todo lo racional es real”, los oportunistas como Moreno siempre toman sólo la primera parte, yendo siempre a la saga de la realidad, incapaces de actuar sobre ella. Nuestro método tiene en cuenta los dos polos de la contradicción y reconoce la realidad del pensamiento revolucionario que se esfuerza por abarcar la totalidad de las fuerzas sociales, por distinguir en ellas lo fundamental de lo secundario, por ver la sucesión de las etapas, y por guiar a la clase de vanguardia a través de esas etapas, hacia la toma del poder. “De ahí que nuestros distintos planteos de poder partieran de la premisa de la necesidad de elevar la conciencia de la clase obrera nacional, apoyando el gobierno de las direcciones y organizaciones que ellas sostenían con toda confianza”. ¡Un silogismo de la lógica formal perfecto! ¡Cien años de marxismo revolucionario arrojados por la borda! Como vimos en el resumen del capítulo anterior, el marxismo revolucionario estableció una serie de condiciones concretas para el triunfo de la revolución, señaló una serie de etapas, que debía recorrer la revolución, en el juego de lucha de fuerzas revolucionarias y contrarrevolucionarias, hasta que las primeras, en determinadas condiciones internacionales y nacionales, se imponían sobre las segundas. Advirtió además que esas etapas y condiciones variaban de época a época y de país a país. Moreno prefiere eludir todo ese análisis complejo del “largo, difícil y duro” proceso de la revolución y salta de la conciencia sindicalista de la clase obrera a apoyar el gobierno de los burócratas y los sindicatos. Moreno olvida también, los trabajos de Trotsky acerca de los sindicatos en la 124

Sus editoriales y escritos estratégicos

época del imperialismo, cuya tesis central es que los sindicatos no pueden mantener siquiera su independencia ante los gobiernos bonapartistas, si no están dirigidos por un partido revolucionario. Más adelante Moreno reconoce en su trabajo que este planteo tenía un carácter meramente propagandístico ya que “en última instancia la clase obrera y su vanguardia no se planteaban, ni necesitaban plantearse para solucionar sus problemas inmediatos el problema del poder”. Lo que aquí quiere decir Moreno, traducido al lenguaje del marxismo revolucionario, es que no estaban dadas en nuestro país las condiciones pre-insurreccionales o insurreccionales, que por lo tanto, el planteo de poder debía hacerse en forma propagandística. Pero ¡linda forma de elevar la conciencia de la clase obrera es ésta! En lugar de señalar a la clase obrera las etapas que debe recorrer hasta la toma del poder (creación del partido y del ejército revolucionarios, lucha armada prolongada contra la burguesía y el imperialismo, captación de los sectores intermedios para su política, etc.) se ilusiona a los obreros con la posibilidad de que los burócratas y los sindicatos -quienes según Trotsky no podían ni siquiera elevarse a una política independiente- tomen el poder. ¡Esto sí que es confundir la revolución permanente con la revolución “a salto de canguros”! “De ahí también que siempre nuestras tácticas de poder tuvieran el mismo eje: la CGT y el movimiento sindical, dentro de la experiencia nacional”. A esta afirmación se le pueden hacer las mismas críticas que a la anterior, pero aquí se agrega un elemento importante: “la experiencia nacional”. A esta altura, Moreno es confeso de su miopía nacionalista. Recién en 1968 descubre que en nuestro continente hay una guerra civil provocada por el castrismo, a la que -dejando sus exageraciones de lado- hay que tomar en cuenta para elaborar una estrategia de poder. Pero su expresión “dentro de la experiencia nacional”, es la confesión de que siempre fue incapaz de elevarse a un análisis de los factores internacionales y continentales que juegan en relación a la estrategia de poder nacional. ¡Y esto, tan luego en un continente en el cual una dirección revolucionaria tiene una estrategia de poder correcta desde hace varios años! “El método que preconizábamos para disputar y tomar el poder era la huelga general insurreccional”. Toda esta “estrategia de poder” es un paso atrás en relación a la estrategia de poder que se dieran Marx y Engels... antes de 1895. Y es un paso atrás, porque por lo menos Marx y Engels vivían en países con un proletariado de tradición revolucionaria y no precisamente sindicalista-reformista-nacionalista, y en los cuales, el proletariado se enfrentaba con un poder débil y contando con el apoyo de amplias capas de la burguesía, sin la existencia de un gendarme mundial imperialista. 125

Mario Roberto Santucho

Pero esta “preconización” de la huelga general insurreccional, es el canto más alto que se ha entonado al espontaneísmo en la historia del marxismo. Moreno ha olvidado las permanentes recomendaciones de Lenin a quienes parloteaban permanentemente sobre la insurrección. Se ha olvidado del cúmulo de condiciones concretas que exigían los marxistas revolucionarios para cada país y cada época, antes de llegar a la insurrección. Y plantea que una clase obrera reformista-sindicalista-nacionalista, sin conciencia revolucionaria, sin partido, sin ejército revolucionario, sin condiciones objetivas insurreccionales en el país, -como él mismo se cansa de repetir para justificar su rechazo a la lucha armada- hay que “preconizarle” la huelga insurreccional. Lenin llamaba a quienes así procedían, aventureros, charlatanes y confusionistas. “De acuerdo al momento dábamos el énfasis a distintas variantes tácticas de esta línea estratégica. Nunca las direcciones sindicales se elevaron al planteamiento del problema del poder y ni siquiera al de la independencia política de la burguesía y el peronismo”. ¡Eureka! Moreno necesitó años de práctica oportunista, para advertir una verdad que podía haber descubierto estudiando con un poco más de aplicación a los grandes marxistas, en especial a Trotsky. Pero Moreno, -el campeón de lo concreto- inmediato, constata solamente el hecho, incapaz de elevarse a la generalización de Trotsky de 30 años atrás: “Los sindicatos no pueden, en época del imperialismo y bajo gobiernos bonapartistas, mantener siquiera su independencia de clase, sin la dirección de un partido revolucionario”. Lejos de ello, como un vulgar oportunista, se lamenta de que las direcciones sindicales nunca se elevaron (como por arte de magia) al planteamiento del problema del poder. Pero hay otra parte en su análisis donde nuestro buen teórico ya se aproxima a la demencia senil: “Nuestra línea política era que los sindicatos y la CGT tomaran el poder por medio de una huelga general insurreccional, toda huelga general de hecho es insurreccional. La burocracia impidió que fuera así”. Muy anciano y muy cansado debe estar nuestro buen teórico para olvidar de este modo el ABC del marxismo revolucionario, o muy desesperado debe ser su afán de confundir al Partido. Este párrafo lo arroja a Moreno no ya fuera del marxismo, sino de la cordura. En su afán por escribir cualquier cosa, se olvida de la dinámica de la revolución que es un proceso de “guerra civil prolongada”, se olvida del cúmulo de condiciones subjetivas (partido, poder dual, etc.) que él mismo exige no ya para el triunfo de la insurrección, sino para empezar la lucha armada, se olvida de todo lo escrito por él mismo, para transferir a la malvada burocracia toda su carencia de una estrategia de poder. “Toda huelga general 126

Sus editoriales y escritos estratégicos

de hecho es insurreccional”. Uno no puede menos que lamentarse al leer en un “documento” girado a la base de nuestro Partido esta chiquilinada. Algunos camaradas, quizás por conocimientos insuficientes de “los clásicos”, plantean que nuestro Partido ha tenido la “concepción clásica” de la toma del poder. Al decir esto, le prestan un gratuito favor a Moreno y un flaco favor al Partido. Como hemos visto, la concepción que hemos sostenido sobre el problema del poder hasta hoy, no tiene ninguna semejanza “con la de los clásicos”. La forma en que hemos venido encarando el problema del poder, no merece llamarse estrategia de poder y mucho menos político-militar, ya que en ella el planteo de la lucha armada no se integra con claridad en ninguna etapa del proceso y permanece como una reivindicación general, como para distinguirnos en los días de fiesta de los stalinistas y reformistas. Este planteo espontaneísta debe ser arrancado de cuajo de la política del Partido, ya que no sólo da una perspectiva falsa de la estrategia de poder y la lucha armada que, como un peso muerto nos impide avanzar hacia una perspectiva correcta, sino que también determina infinidad de errores tácticos en la práctica cotidiana. Ello es así, porque quien carezca de una visión adecuada del conjunto, de la estrategia y las etapas, comete permanentemente errores en las luchas parciales, ya sea porque sobrevalora sus posibilidades o porque las subestima. La forma incorrecta con que se ha venido planteando el problema del poder, no es otra cosa que un planteo sindicalista, “adornado” de insurreccionalismo y espontaneísmo. No es extraño entonces que nuestros cuadros crean que el sindicalismo es todo, que la política es propagandismo pequeño burgués, y que las pretensiones de elaborar una estrategia de poder y lucha armada, en esta época en que no hay luchas sindicales, es “putchismo”. No es extraño tampoco, si creemos “que el triunfo de una Interna3 puede provocar el reanimamiento de toda la clase” y ese reanimamiento llevar a la huelga general insurreccional que derrocará al gobierno en cuatro días, si teníamos en mente esta caricatura sindicalista del marxismo, que nuestros cuadros quisieran convertir a cada fábrica, a cada conflicto, en un pequeño Vietnam, apareciendo como marcianos ante los obreros y convirtiéndose frecuentemente en los “mariscales de la derrota” del movimiento obrero; ya que en aras de la heroica lucha contra el “putchismo” caímos frecuentemente en el vulgar “putchismo” sindical, que determina que, lugar donde nuestro Partido dirigió un 3. Comisión Interna de reclamos. Como parte de la organización sindical, en casi la totalidad de las fábricas argentinas, los obreros elegían y eligen un Cuerpo de Delegados y una parte de ellos constituyen esta Comisión para elevar sus reclamos ante la patronal. [nota de esta edición] 127

Mario Roberto Santucho

conflicto en los últimos años, sea lugar donde los activistas siguieron el camino del despido. Llegamos al fin de este capítulo, y a las siguientes conclusiones fundamentales: 1) Nuestro Partido ha carecido hasta la fecha de una estrategia de poder correcta. Hemos venido sustentando la errónea concepción de que el poder se lo tomará por una insurrección urbana espontánea en cuyo curso tomaríamos la dirección del movimiento de masas, el proletariado se armaría y en un período relativamente corto accederíamos al poder. Nuestro Partido debe autocriticarse de tal concepción espontaneísta y debe hacerlo públicamente como corresponde a una verdadera organización bolchevique. 2) Esta estrategia de poder errónea, no impidió la formación de nuestro Partido como corriente revolucionaria caracterizada por: a) Su ligazón con el movimiento de masas y su vanguardia. b) Su parcial defensa y aplicación al trotskismo (con sus aciertos, errores y limitaciones). c) Su desarrollo -con algunas deformaciones- de métodos bolcheviques de trabajo y organización partidaria. 3) Hoy si nuestro Partido no supera esta limitación fundamental, corre riesgo de su frustración definitiva. Además, la situación mundial y latinoamericana, la crisis del país, la existencia de la Dictadura Militar y el carácter nacional de nuestro Partido, son factores que alientan el trascendental paso adelante que tiene que dar nuestro IV Congreso: dotar al PRT de una correcta estrategia de poder político-militar. 4) Para la formulación de esa estrategia debemos partir del análisis concreto de la situación del país y del conocimiento exhaustivo de la teoría y la práctica de la revolución mundial, es decir del marxismo revolucionario, para aplicar sus leyes generales a las particularidades de la revolución argentina.

Capítulo III RELACIONES ENTRE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL, CONTINENTAL Y REGIONAL Desde su nacimiento, el marxismo tomó en cuenta el carácter mundial de la economía capitalista y en consecuencia, el carácter mundial de la revolución. Lenin y Trotsky tuvieron en cuenta el carácter internacional de la revolución, no sólo para determinar la estrategia mundial de la III y IV Internacional, sino para todos los análisis que hacían de la revolución rusa, de sus posibilidades 128

Sus editoriales y escritos estratégicos

de triunfo sin un auge revolucionario del proletariado europeo, de la influencia de la revolución rusa sobre ese auge, etc. Marx y Engels vivieron en la época del capitalismo de libre concurrencia, es decir, cuando aún no existía el imperialismo capitalista y las revoluciones, internacionales en su contenido y nacionales en su forma, tenían que verse casi exclusivamente con sus enemigos nacionales. Lenin y Trotsky vivieron en la época del imperialismo, pero en una etapa en que las contradicciones inter-imperialistas eran muy agudas, llegando a las dos guerras mundiales que favorecieron a las revoluciones rusa, china y de Europa oriental. El carácter agudo de las contradicciones inter-imperialistas, posibilitó que los bolcheviques tomaran el poder sin que se produjera la intervención del imperialismo. Asimismo la intervención del imperialismo yanqui en China fue más bien indirecta y en Europa oriental prácticamente nula. Pese a que en el terreno mundial no luchaban contra un enemigo unificado, Marx, Engels, Lenin y Trotsky, consideraban indispensable una organización revolucionaria internacional, que se diera una política correcta para impulsar la revolución mundial. En nuestros días la situación ha sufrido un cambio sustancial. De este cambio, al parecer, sólo la dirección castrista ha tomado plena conciencia y ha sacado sus últimas consecuencias: a partir de la segunda guerra mundial, debido al desarrollo de la técnica nuclear y al crecimiento de los Estados Obreros; las contradicciones interimperialistas se han tornado secundarias, las posibilidades de una guerra interimperialista nulas, y el imperialismo yanqui se ha convertido paulatinamente, en gendarme de la contrarrevolución mundial. Hoy, a diferencia de la preguerra, la contradicción que era secundaria se ha tornado fundamental, y se da entre el imperialismo yanqui acaudillando a los demás sectores monopolistas y oligarquías nacionales, y la revolución socialista mundial, cuyo primer destacamento de vanguardia está constituido por el FNL de Vietnam. Los revolucionarios de todo el mundo, debemos enfrentarnos a la segura intervención del imperialismo que paulatinamente enviará armas, “asesores” y finalmente miles de combatientes, como lo demuestran todas las revoluciones en curso, de las cuales Santo Domingo, es una de las más aleccionadoras. A su vez otro cambio importante se está produciendo desde la posguerra: en todos los países, incluso en algunas metrópolis imperialistas, el estado burgués tiende a adquirir formas bonapartistas, debido a la necesidad de la burguesía de controlar sus crisis económicas y sociales, a la amenaza de la revolución y a la necesidad de homogeneizar su frente único con el imperialismo. 129

Mario Roberto Santucho

En síntesis: desde la posguerra se está produciendo un fenómeno de polarización de las fuerzas contrarrevolucionarias alrededor del imperialismo yanqui, que se manifiesta claramente en dos aspectos: a) las contradicciones interimperialistas se han tornado secundarias, la contradicción fundamental, que tiende a ser cada vez más aguda, se da entre la contrarrevolución y la revolución mundial, b) en la mayor parte de los países capitalistas la tendencia es a suprimir o restringir la democracia burguesa y reemplazarla por formas bonapartistas de gobierno, que en muchos casos tienden al semi fascismo. Esta polarización obedece a una ley que fue formulada insistentemente por Lenin y Trotsky en sus análisis de las revoluciones nacionales en Rusia y Europa: si hay revolución, hay contrarrevolución; a medida que avanza la revolución avanza la contrarrevolución. Esta ley que en la época del capitalismo de libre concurrencia, y en la época de las guerras interimperialistas, se manifestaba fundamentalmente en las revoluciones nacionales. Hoy, en la “etapa final del imperialismo”, se da agudamente en el campo de la revolución mundial. Jamás en la historia de la revolución socialista, se hizo tan necesaria una Organización Internacional con real influencia en el proceso revolucionario, y una estrategia mundial revolucionaria en la cual los continentes y países fueran aspectos tácticos. La posibilidad de esa Internacional y de esa estrategia, deben concretarse a partir de las direcciones revolucionarias internacionalistas que existen: la IV Internacional, el Castrismo y algunos sectores de la Tricontinental (Vietnam y otros). Nosotros, en el marco de la IV Internacional, tenemos importantes aportes que realizar, pero para ello debemos definir nuestra propia estrategia ante la etapa que vive la revolución mundial. Consideramos que nuestro Partido debe pronunciarse claramente a favor de la estrategia de la revolución mundial formulada por el castrismo. Aquí son necesarias algunas aclaraciones: En primer lugar estamos por pronunciarnos por la estrategia y táctica castristas, para la revolución mundial y continental, por los siguientes motivos: a) consideramos que son esencialmente correctas; b) en sus últimos trabajos Moreno comienza a barruntar algunos aspectos de esa estrategia, pero tomándolos como aportes propios, con lo cual introduce elementos de confusión y contrabando ideológico; además toma elementos de la estrategia castrista, pero los mezcla con una infernal confusión de categorías mal definidas (guerra civil continental, por ej.) y sin establecer de un modo preciso las etapas, la dinámica de la revolución, sin distinguir lo fundamental y lo accesorio en cada etapa, y el desarrollo en el tiempo de las mismas (un ejemplo de ello es su afirmación “la 130

Sus editoriales y escritos estratégicos

dinámica irá aproximando la revolución cada vez más a la ‘norma’ estudiada por el marxismo”, etc.). En segundo lugar la estrategia castrista define con claridad que en la actual etapa de la revolución, lo fundamental es el desarrollo de la revolución socialista y antiimperialista, en los “territorios dependientes” y aún es secundario el papel que pueden jugar las masas de las metrópolis imperialistas, aunque este papel se acreciente “en los próximos años”, gracias a la exacerbación de las contradicciones en las metrópolis provocada por el desarrollo de la revolución colonial y de las contradicciones económicas y sociales en el seno de las metrópolis. Moreno, en sus denodados esfuerzos por sobrepasar teóricamente a la dirección castrista, señala que la revolución mundial se “aproxima a la norma estudiada por Lenin y Trotsky”, “de intervención de la clase obrera y de la población urbana como caudillo de las masas campesinas y con un partido revolucionario consciente que plantee el problema del poder”. Esta “norma” aislada del tiempo y del espacio, se convierte en una peligrosa afirmación que nos imposibilita entender la realidad. Si quiere decir que ahora y en las metrópolis imperialistas de EEUU y Europa, la revolución se aproxima a la “norma”, esta afirmación, además de ser falsa por sobreestimar el actual grado de desarrollo de la revolución y sus posibilidades inmediatas en las metrópolis, nos impide darnos una estrategia mundial correcta, que implica distribuir las fuerzas humanas y recursos en los lugares de trabajo fundamentales. Si quiere decir ahora y en el continente americano, es tan nefasta como en el caso anterior porque nos desarma estratégica y tácticamente en el continente, en el cual la estrategia y táctica castristas son correctas. Si quiere decir ahora y en algunos países como Bolivia y Argentina, por ejemplo, aunque se basaría en aspectos parciales correctos, no tiene en cuenta la situación de conjunto, las tareas de construcción de la fuerza militar y la relación dialéctica en el tiempo y en el espacio, entre el campo y la ciudad. Ese estudio lo haremos en los capítulos siguientes. Lo importante es distinguir en todos los planteos que tengan que ver con la estrategia y con las etapas, lo que es perspectiva histórica, de lo que es parte viviente y fundamental de la etapa actual, y además, establecer un pronóstico lo más justo posible acerca de la etapa en la cual cuajará la perspectiva histórica que se señala. Ese es el único método que nos permite determinar las tareas y lugares de trabajo fundamentales y secundarios, y que nos permite armar políticamente y moralmente al Partido, que debe tener en claro la etapa que está atravesando y las perspectivas futuras de la revolución. La revolución mundial está atravesando aún la etapa que se abrió con la 131

Mario Roberto Santucho

derrota de la revolución europea. Esta derrota y el auge de la economía capitalista en las metrópolis europeas y americanas, trasladaron el eje de la lucha revolucionaria a las colonias y semicolonias. El trotskismo, como movimiento internacional, vivió aislado de la vida revolucionaria por no comprender cabalmente este fenómeno. Las especulaciones teoréticas sobre el “retorno a la norma” sólo conseguirán continuar esa desligazón, ya que tendrá aún que avanzar mucho trecho la revolución socialista y antiimperialista en las colonias, tendrán que surgir “dos, tres... muchos Vietnam” antes que la revolución retorne a la “norma”. Tampoco debe exagerarse la crisis actual de la economía capitalista en las metrópolis. Si bien hay elementos importantes de crisis económica, no existe un sólo economista serio que afirme que esa crisis pueda tornarse tan grave como para estancar el desarrollo de las fuerzas productivas. Establecer toda una perspectiva estratégica en base a elementos tan débiles, nos induciría a convertirnos en una secta internacional de pedantes. Hasta el momento, lo único que podemos afirmar con certeza es que el avance de la revolución colonial exacerbará la explotación de las colonias y semicolonias por el imperialismo, en un intento desesperado de éste por mantener su estabilidad interna, y creará cada vez contradicciones más grandes en los “territorios dependientes”. Detrás de nuestra concepción de la etapa actual de la revolución mundial, no se esconde la menor subestimación del papel que debe jugar la clase obrera en algunos países semicoloniales, como Bolivia y Argentina, por ej. Pero la estrategia mundial y la nacional, si bien son dos planos estrechamente relacionados, no deben confundirse. Detrás de la charlatanería hueca de Moreno que predice una crisis para “toda la economía yanqui”, y la movilización de las masas obreras metropolitanas con objetivos revolucionarios (retorno a la “norma”), cuyo papel revolucionario no proviene ya -como afirmaba en “La Revolución Latinoamericana”de la alienación sino de su “ubicación en la producción”, detrás de toda esta charlatanería se esconde el oportunismo de los intelectuales pequeño burgueses que tiemblan ante la “fuerza y estabilidad” de la burguesía argentina, pero que sueñan ya con movilizaciones revolucionarias de “la clase obrera y las masas de los países adelantados” provocadas por la “situación crítica”... de la burguesía yanqui, que, por suerte, está a miles de kilómetros. Para este análisis nuestro profesor recurre al método político que lo caracterizó siempre, copia mal los análisis de los marxistas, trata de hacerlos pasar como “aportes geniales” suyos para mantener el mito con que trata de deslumbrar a los pequeños burgueses, y... saca las conclusiones contrarias a las de los marxistas serios que copia sin citar. Con estas conclusiones desarma al Partido que debe ser consciente que, por 132

Sus editoriales y escritos estratégicos

una larga etapa, la lucha revolucionaria se librará en las colonias y semicolonias, que no es de esperar una crisis del imperialismo a corto o mediano plazo, que debe tensar sus fuerzas revolucionarias, armarse moralmente para una lucha prolongada, sin hacerse ilusiones de que las “masas metropolitanas” vengan a sacarle las “castañas del fuego”. Todo el análisis que “hace Moreno” de la situación de la economía yanqui, es una copia deshonesta de un análisis efectuado por el economista trotskista más serio de nuestro tiempo: Ernest Mandel, publicado en World Outlock, Vol. 4, Nº 2, 19/1/68. La copia es deshonesta por dos motivos: a) no se cita la fuente; b) se tergiversan todas las conclusiones y el mismo análisis. Mandel señala sí, que no es la balanza comercial, sino la de pagos, la que está en déficit, y abona su análisis con todas las cifras, textuales e idénticas, en monto y año, con que Moreno abona su “análisis”. Pero apartémonos del “análisis” de este charlatán y veamos que dice Mandel: “La fortaleza económica de un país es siempre, en último análisis, función de la capacidad productiva y de la productividad del trabajo, es decir, el potencial para producir una dada cantidad de productos con el menor gasto posible de mano de obra. En el régimen capitalista, este potencial debe ser medido por el valor per cápita de la producción y por los precios de las mercaderías en relación a los otros países (es decir por la capacidad competitiva de la industria y de la agricultura). Desde este punto de vista, los EEUU continúan siendo de lejos el país capitalista más próspero y poderoso del mundo”. Así Mandel, con el método del marxismo comienza por analizar la situación de las fuerzas productivas, señalando que es el factor más importante. Moreno en cambio hace un análisis meramente monetarista, propio de los economistas burgueses. Luego Mandel, “toma el aporte de Moreno”, y señala que “la balanza comercial de EEUU arroja un considerable superávit: los EEUU continúan exportando muchas más mercaderías de las que importan”, que el déficit se encuentra en la balanza de pagos. “El origen del déficit reside entonces exclusivamente en: a) ayuda del gobierno a países extranjeros, es decir, el costo de mantener las alianzas imperialistas; b) los gastos de las fuerzas armadas en el extranjero, es decir, el mantenimiento de bases militares y la conducción de operaciones militares en el exterior”. Luego de señalar que “la devaluación del dólar no sería una catástrofe económica para EEUU” que “la economía norteamericana sería a duras penas tocada por la devaluación”; que si no se devalúa el dólar tampoco estarían los 133

Mario Roberto Santucho

EEUU en peligro de deslizarse a una bancarrota, que la relación monetaria de EEUU con Europa beneficia a corto plazo a los capitalistas europeos pero a largo plazo a los yanquis; Mandel señala: “La debilidad real del dólar no reside en el déficit de la balanza de pagos de EEUU. Podría inclusive declararse paradójicamente que ese déficit refleja la fortaleza de la economía norteamericana más que su debilidad. La real debilidad del dólar descansa en el enorme endeudamiento gubernamental y privado de EEUU, sin el cual la formidable máquina productiva norteamericana no podría vender su diluvio de mercancías”. Al revés de nuestro minoritario, que toma todos los elementos del análisis de Mandel parcialmente y saca las conclusiones contrarias, Mandel señala “que los EEUU continúan siendo de lejos el país capitalista más próspero y poderoso del mundo”, que el déficit monetarista lejos de reflejar su debilidad refleja su fortaleza, de lo cual deduce que no hay perspectivas de crisis económica en EEUU a corto plazo, sino a largo plazo, y cuando el único factor que provoca el desequilibrio de la balanza de pagos se desarrolle aún más: la revolución colonial y semicolonial. Todo el trabajo de Mandel apuntala en el plano económico nuestra estrategia revolucionaria, nuestra previsión sobre el papel del proletariado y las masas de las metrópolis en esta etapa que durará muchos años, y nuestra valoración de la “crisis” de la economía yanqui. Dejemos entonces a nuestro minoritario que siga especulando con “el retorno a la norma”, y desfigurando los análisis de los marxistas serios, prostituyendo el marxismo. Nuestro Partido debe tener claridad sobre la actual situación mundial y las características de la etapa revolucionaria. UNA ESTRATEGIA PARA NUESTRO CONTINENTE Dentro de la estrategia mundial de lucha contra el imperialismo formulada por el castrismo, y que nosotros apoyamos en todos sus términos, nuestro continente tiene un valor fundamental, juntamente con Asia y África. A su vez, el castrismo, mantiene una concepción estratégica para nuestro continente, dentro de la cual las regiones y países son una parte táctica. Si bien ya hemos desarrollado la estrategia continental del castrismo, precisaremos algunos aspectos que deben tenerse en cuenta. La estrategia continental del castrismo parte de su grito de guerra antiimperialista, pronunciado por Fidel el 1° de Enero de 1959, el mismo día que toma el poder en Cuba: “Convertiremos los Andes en la Sierra Maestra del continente americano”. La seriedad, abnegación y decisión revolucionarias del castrismo, su determinación de llevar a la práctica su declaración de guerra, 134

Sus editoriales y escritos estratégicos

fueron comprendidas tardíamente, con mucho esfuerzo, por muchos marxistas latinoamericanos, entre ellos por nuestro Partido. Los intentos del castrismo de llevar a la práctica esa estrategia, recorrieron varias etapas, algunas de las cuales ya fueron someramente analizadas por nuestro Partido (Alejandro Martell, “Tesis Latinoamericanas”, Estrategia N° 1). Lo que no hemos advertido suficientemente, es que el castrismo, en cada uno de sus intentos, en cada uno de sus éxitos y fracasos, modificaba, completaba y generalizaba su estrategia y táctica de poder continental. Así llega en 1967 a su formulación de la “creación del segundo o tercer Vietnam del mundo o del segundo y tercer Vietnam del mundo” en América Latina, con todos los elementos que ello agrega a su concepción anterior: carácter socialista y antiimperialista de la revolución, necesidad de crear ejércitos revolucionarios que libren una guerra prolongada contra la burguesía y el imperialismo, etc. Esta estrategia y táctica ha comenzado a cuajar en una región del continente: Centroamérica. En los últimos años el castrismo prestó atención secundaria a la región Sur de nuestro continente (Perú, Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay), sus intentos, hasta la guerrilla boliviana, se redujeron a apoyar grupos guerrilleros reducidos a los cuales les prestó, por razones geográficas, un apoyo militar de menor importancia. Salvo estos intentos del castrismo y los reducidos grupos que le respondían, en la región Sur no hubo intentos importantes de desarrollar la estrategia y táctica del castrismo (la experiencia de Hugo Blanco se hizo con otra concepción). Consolidados en varias regiones guerrilleras centroamericanas (Colombia, Guatemala y Venezuela), los cubanos hacen su primer intento serio de iniciar la lucha armada en la región Sur -lucha armada que nosotros, los revolucionarios de la región Sur fuimos incapaces de iniciar- enviando su equipo más selecto de combatientes a Bolivia. Nuestros hermanos bolivianos comenzaron a plantearse en 1963 la organización de la guerrilla. Nuestro Partido se opuso partiendo de un análisis opuesto al del POR, elaborado con el crónico espíritu de pedantería del teórico de la minoría. Moreno, que se caracteriza por manejarse con mentiras políticas de todo tipo, ha negado reiteradamente esa posición. Desgraciadamente para él cometió el error de escribirla y publicarla, aunque parcialmente, ya que la carta que envió al POR, que nunca se ha publicado, es aún más clara en ese sentido. Para terminar esta polémica con los campeones de la deshonestidad política veamos cuál fue la posición del POR y cuál la nuestra en aquel entonces; extraídas de los documentos publicados en Estrategia N° 2. 135

Mario Roberto Santucho

POSICIONES DEL PRT

POSICIONES DEL POR

“Hay revolucionarios que comparan la caída de Paz Estensoro con la de Goulard. Nada más falso. La Revolución Boliviana del 64 repite la historia de la del 52... Hoy día nos encontramos con una situación parecida. Después de un sinnúmero de derrotas de las masas sudamericanas... Los trabajadores bolivianos pasan a un primer plano e invierten el proceso”. “Por golpe preventivo entendemos una colosal concesión al movimiento de masas boliviano hecha por el ejército para evitar la revolución obrera”.

“Constituye un golpe preventivo apoyado por el imperialismo norteamericano y dirigido a contener y canalizar el más importante movimiento revolucionario y democrático del proletariado”. “El golpe militar no estuvo dirigido contra Paz Estensoro, sino contra la movilización obrera y popular. Paz dejó todo arreglado y nombrados sus sucesores y encargados de continuar, bajo nuevas formas, el curso contrarrevolucionario de su gobierno”.

ACERCA DEL CARÁCTER DE LA JUNTA MILITAR: “Este se vio obligado (el Ejército), contra su voluntad, a inaugurar la etapa de libertades democráticas más extraordinaria que haya vivido el movimiento de masas boliviano”. “Aún los aspectos más superficiales confirman este análisis: en Bolivia no surgió un régimen dictatorial como en Brasil, sino democrático, que hace amplias concesiones al movimiento de masas”.

“La Junta militar es pues, un intento reaccionario de aplastar las perspectivas abiertas en Bolivia por la lucha de las masas. Las declaraciones de los ministros militares no dejan lugar a dudas y menos aún las medidas puestas en práctica, como la llamada “Operación Desarme...”. “De ahí se desprende que la junta militar es la continuadora del régimen anterior, pero acentuando su curso derechista”.

POSICIÓN DE LA CLASE OBRERA ANTE LA JUNTA Y LA POSIBILIDAD DE UNA SALIDA ELECTORAL: “Es así como es posible que el ejército boliviano, con sus asesores del Pentágono, intente desviar al mo136

“Si bien en algunos sectores se desarrolló una esperanza en el nuevo gobierno, muy pronto ha desaparecido,

Sus editoriales y escritos estratégicos

vimiento obrero y popular hacia un régimen parlamentario, electoral...”. “Las direcciones pequeño burguesas y oportunistas del movimiento obrero... al exigir elecciones le están haciendo el juego a esa maniobra del ejército y el imperialismo”.

dando paso a la desconfianza y la crítica...”. “Luego, ante el desarme, la posición ha sido clara, oposición franca. El proletariado minero fue el primero en levantar la consigna de: Abajo la bota militar”. “Estas perspectivas ya han sido probadas (la salida electoral burguesa) y han demostrado su fracaso, y por eso mismo son repudiadas por las masas”.

FRENTE A LA POSIBLE MANIOBRA ELECTORAL Y CONSIGNAS DE PODER: “La verdadera exigencia (al gobierno) debe concentrarse en la necesidad imperiosa de que un gobierno obrero y popular, no el militar, llame a una Asamblea Constituyente libre y soberana”.

“Contra la falsa disyuntiva de las direcciones derechistas, de escoger entre la dictadura pazestensorista y la democracia burguesa, el POR afirma que el único camino... es la lucha por el socialismo”. “Frente a las utopías e ilusiones de los pequeño burgueses, lo único efectivo, real y concreto es el gobierno obrero y campesino”.

PERSPECTIVAS FUTURAS DE LA LUCHA DE CLASES “Como toda etapa superior de la lucha de clases significa ampliación y generalización de esa lucha no está descartado que el movimiento obrero sea vencido. El ejército está aprovechando las libertades democráticas actuales para dividir a los sectores populares y principalmente al campesinado y a la pequeña burguesía del movimiento obrero”.

“La situación del campesinado, inicialmente de desconcierto, va definiéndose en sentido de oposición a la junta”. “La pequeña burguesía urbana que actualmente saborea las bondades de una libertad y democracia amplias... , es la que mantiene en cierto grado sus ilusiones en la Junta. Pero en su seno ya existen brotes de conflictos”. “Por lo tanto, la clase obrera, como 137

Mario Roberto Santucho

el campesinado, acicateados por sus problemas marchan a la cristalización de su alianza”. “La polarización de fuerzas que la descomposición y crisis del régimen imperante impulsarán, ya no permitirán las medias tintas”. “La situación de mov. obrero, campesinos, y clase media, de rápida evolución hacia un enfrentamiento con la Junta Militar”.

De todas estas caracterizaciones, prácticamente opuestas por el vértice, se desprendían -como es inevitable- tareas distintas para los revolucionarios bolivianos. El PRT proponía aprovechar la legalidad, reorganizar los sindicatos, exigir a la Junta una Asamblea Constituyente llamada por un Gobierno Obrero y Popular (¡?) dado que la etapa es de ampliación y generalización de las luchas, preparar la huelga insurreccional. Como vemos, un calco del eterno cantito espontaneísta. El POR en cambio, planteaba centralizar el armamento en los sindicatos organizando al “ejército proletario”, defensa armada de las tierras arrebatadas a los campesinos y preparación de la guerrilla. Previo a todo análisis de la guerrilla boliviana y sus implicancias, nuestro Partido debe efectuar una seria autocrítica de sus posiciones pasadas ante la situación boliviana, desbrozar el terreno de las barbaridades teóricas que hemos cometido al respecto, y aceptar la grave responsabilidad que nos cabe por el fracaso de la guerrilla del Che, por nuestra oposición expresa a que el Partido boliviano preparara la guerrilla, y por nuestra falta de apoyo humano y material a esa tarea. Solamente si van precedidas de esa autocrítica, podrán tomarse con seriedad las declaraciones de quienes hablan del “colosal acierto estratégico del Che”. Lo cierto es que los cubanos con su acierto estratégico, han dado un bofetón en pleno rostro a los que no veían la menor posibilidad de desarrollar a la lucha guerrillera en la región Sur, han logrado incluso el milagro de hacer que Moreno descubriera que desde el surgimiento del castrismo hay una guerra revolucionaria en el continente y que es tarea inmediata de los revolucionarios de la región Sur iniciar la lucha armada. ¡Eso sí que es todo un logro! 138

Sus editoriales y escritos estratégicos

Pero aún faltará que los cubanos lo envíen a Raúl Castro con 20 comandantes de su ejército a la Argentina, para que Moreno descubra, que también en la Argentina la tarea inmediata de los revolucionarios es iniciar la lucha armada. Aun así, quién sabe: ya que, como decía Trotsky: “los oportunistas son tanto más radicales cuanto más lejos están de las situaciones”. Veamos ahora cuál es la situación de la región Sur del continente en relación a la guerra revolucionaria continental y a la estrategia y táctica continental del castrismo. Dentro de su táctica de crear dos o tres Vietnam en América el castrismo inicia la lucha armada en Bolivia; la experiencia fracasa por la falta de partidos revolucionarios preparados organizativa, política y técnicamente para sostener la lucha armada llevada a cabo por el “Che”. La región Sur ha sido considerada por el castrismo y debe ser considerada por nosotros, la segunda zona táctica de guerra antiimperialista del continente (la primera es Centroamérica), dentro de la estrategia de guerra revolucionaria prolongada socialista y antiimperialista. Pero necesitamos una estrategia de conjunto para la región que tome en cuenta la totalidad de elementos que entran en juego, que distinga etapas y regiones fundamentales y la función táctica de las regiones secundarias. (Se suprime el análisis de la Estrategia para la región Sur por razones de seguridad). El hecho de que la lucha revolucionaria comenzará a desarrollarse en zonas aisladas por centenares de kilómetros, acentuará en sus comienzos la forma nacional del proceso revolucionario y la coordinación de esfuerzos entre los revolucionarios de los países hermanos recorrerá tres etapas: a) en la etapa preparatoria será posible un intercambio intenso de recursos y cuadros, de discusión política tendiente a precisar la estrategia común, b) iniciada la lucha armada, por un largo período el control de los ejércitos represivos y las grandes distancias geográficas harán que la lucha se libre en zonas separadas, que tenga un carácter nacional más que regional, aun cuando se realicen desde el comienzo acciones tácticas de apoyo mutuo y el intercambio de hombres y recursos entre las fuerzas revolucionarias. El sueño febriscente de Moreno en el cual ejércitos guerrilleros bajan de Bolivia a liberar a la Argentina, se verá así postergado por varios años, c) en una tercera etapa, después de años de lucha, si no somos derrotados y logramos establecer sólidas bases revolucionarias en las zonas de lucha armada, será posible la acción militar coordinada en escala mayor, entre las fuerzas revolucionarias de varios países; grupos armados podrán entonces operar en las zonas intermedias con el respaldo de bases establecidas. Esta estrategia de conjunto para la región Sur del continente, exige, no elimina, una correcta estrategia de poder para cada uno de nuestros países y 139

Mario Roberto Santucho

partidos dispuestos a realizar los más abnegados sacrificios revolucionarios para “iniciar, desarrollar y culminar” la lucha armada en su país.

Capítulo IV NUESTRA ESTRATEGIA Y TÁCTICAS NACIONALES DEBEN PARTIR DE LAS CARACTERÍSTICAS DE NUESTRA REVOLUCIÓN Si bien la revolución socialista argentina, es una parte táctica de la estrategia continental y mundial, tiene una estrategia propia, en el marco nacional y relacionada con la estrategia regional, continental y mundial, como la parte al todo. Quienes disuelven la necesidad de una estrategia y una táctica para la toma del poder en la Argentina, en la necesidad de una estrategia continental, o bien no comprenden la vinculación de la parte con el todo, o bien son oportunistas que no quieren desarrollar la lucha armada en su país. Toda estrategia de poder y de lucha armada en la Argentina, debe partir de un análisis de la revolución mundial y continental, análisis que efectuamos en capítulos anteriores y de un análisis de las características generales de la revolución en nuestro país. Luego, debemos precisar las tareas apropiadas para cada etapa de la revolución, partiendo de las inmediatas adecuadas a la situación actual y al nivel de conciencia y experiencia de la clase revolucionaria. 1) Argentina es una semicolonia del imperialismo yanqui, en la “etapa final de la lucha contra el imperialismo”, ubicada en un continente que vive un proceso de revolución permanente antiimperialista y socialista; con desarrollo capitalista desigual, una economía en crisis crónica que se acerca a una nueva crisis coyuntural; y desarrollo político relativamente uniforme en todo el país. Del carácter de semi-colonia del imperialismo, en la etapa final de lucha contra el mismo, se desprende que nuestra lucha revolucionaria, aun cuando se inicie como guerra civil, desembocará en una segunda etapa, en una guerra nacional antiimperialista, en la cual es previsible que se alineen del lado de la revolución sectores de la burguesía media, por lo cual tienen importancia las consignas y tareas antiimperialistas y democráticas. La intervención del imperialismo volverá a desequilibrar a favor de la reacción la relación revolución-contrarrevolución. Esta es la primera razón por la cual, la guerra revolucionaria tendrá carácter prolongado. De la ubicación de Argentina en un continente que vive un proceso de 140

Sus editoriales y escritos estratégicos

revolución permanente antiimperialista y socialista, en la “etapa final del imperialismo”, deviene el carácter continental de la revolución y la necesidad de coordinar nuestros esfuerzos, en el curso de la guerra revolucionaria, con los movimientos revolucionarios de los países hermanos. La intervención de las fuerzas imperialistas se producirá en todos los países del continente, en los que la guerra civil revolucionaria haga entrar en crisis a los gobiernos y ejércitos títeres, siendo muy difícil, a menos que haya un cambio total en la situación mundial (guerra mundial, por ej.), que triunfe la revolución en un país por separado. Esta es la segunda razón por la cual nuestra guerra revolucionaria tendrá carácter prolongado y no hay posibilidades de una victoria rápida. Del carácter desigual del desarrollo capitalista en la Argentina, de la crisis orgánica de su economía y de las perspectivas de una crisis coyuntural a corto plazo; deviene que haya regiones en las cuales la crisis sea más aguda, las posibilidades de iniciar la lucha armada más inmediatas y necesarias; el apoyo del campesinado pobre para la guerra de guerrillas pueda ser considerado como seguro; la posibilidad de organizar ya mismo grupos armados que encaren acciones armadas en los sectores de vanguardia de la clase obrera y el pueblo, inmediata; que todas estas perspectivas se acrecienten por el desarrollo de la crisis coyuntural; mientras que las regiones en las que la estabilidad económica es mayor, el apoyo del campesinado acomodado debe ser considerado imposible, haya menos posibilidades de que la lucha armada encuentre de inmediato el apoyo de la población, aunque el desarrollo de la crisis coyuntural provoque movilizaciones de masas. Del desarrollo político relativamente uniforme en todo el país, deviene la posibilidad de que un movimiento revolucionario tenga características nacionales al poco tiempo de iniciarse la lucha en la clase y región de vanguardia; aunque en las regiones económicamente estables el apoyo a la lucha armada tenga durante un largo tiempo el carácter de una difusa simpatía, de contribución económica, humana y logística y sólo de acción armada directa en sectores reducidos de la vanguardia obrera y popular. De la uniformidad del desarrollo político, deviene también la unidad de las clases y partidos reaccionarios a escala nacional, en contra de la revolución, siendo este un rasgo que nos diferencia nítidamente de la revolución china, donde el desigual desarrollo político hizo imposible que los distintos sectores de la burguesía contrarrevolucionaria, los “múltiples señores feudales de la guerra” se unificaran en una sólida acción común contrarrevolucionaria. Esta es la tercera razón del carácter prolongado de nuestra guerra revolucionaria. 2) La clase más revolucionaria en la Argentina es el proletariado industrial y sus aliados potenciales, la pequeño burguesía urbana y el campesinado pobre en el norte. La clase obrera está organizada sindicalmente a escala nacional y 141

Mario Roberto Santucho

tiene una tradición de luchas económicas-reformistas bajo la dirección peronista. Hay síntomas serios de que la clase obrera está agotando su experiencia peronista y se torna permeable al socialismo revolucionario. Sectores importantes de la vanguardia obrera han pasado por la experiencia del terrorismo peronista. El sector de vanguardia de la clase obrera lo constituye el proletariado azucarero y el proletariado rural del Norte. Del hecho de que la clase obrera más revolucionaria sea la clase obrera industrial, deviene la importancia que tiene para un partido revolucionario desarrollar todas las formas de lucha propias de esta clase, procurando mediante la agitación, la propaganda y la acción armada, que las distintas formas de lucha se eleven a planteos políticos, socialistas y revolucionarios, sin estancarse en las reivindicaciones exclusivamente económicas. El hecho contradictorio de que la clase obrera esté organizada sindicalmente a escala nacional y tenga una tradición de luchas económicas-reformistas, es un factor de unión que posibilita que toda lucha revolucionaria emprendida por un sector de vanguardia obrera de importancia se extienda al plano nacional; pero por otra parte, el control de la burocracia que ha surgido como producto de esta tradición es un factor que impide en forma inmediata, la extensión de la lucha a los sectores del proletariado que aún controla. La crisis de la concepción peronista en la clase obrera (su “revolución ideológica”), y la experiencia de métodos revolucionarios-terroristas realizada por sectores de vanguardia (sobre todo en el interior del país) de 1956 a 1961, a la par de tornar más permeable a la clase obrera para nuestra propaganda socialista y revolucionaria, posibilita que nos apoyemos en la tradición revolucionaria de sectores de vanguardia, para combatir la tradición economista-reformista del conjunto. El hecho de que el sector de vanguardia indiscutido de la clase obrera sea el proletariado azucarero tucumano y sus aliados del proletariado industrial y rural y el campesinado pobre, combinado con el hecho de que una de las zonas que vive una crisis económica más aguda sea Tucumán, determina la necesidad de elevar las luchas de la clase obrera tucumana y sus aliados. 3) Las fuerzas de la reacción son grandes y están unidas alrededor de la dictadura bonapartista, de un poderoso y moderno ejército, de los monopolios y el imperialismo, independientemente de sus contradicciones que en tanto no se desarrolle un proceso revolucionario de importancia, o una catástrofe económica, -perspectivas que no son en modo alguno inmediatas- revestirán carácter secundario en relación a la contradicción principal que es la del imperialismo y burguesía nacional por un lado y la clase obrera, sectores empobrecidos de las capas intermedias y campesinado pobre por el otro. 4) Las fuerzas de la revolución son muy débiles, sólo existe un pequeño par142

Sus editoriales y escritos estratégicos

tido revolucionario sin mayor influencia de masas, el conjunto de la clase está en retroceso, no existe siquiera un embrión de ejército revolucionario. De estas dos características, la fuerza de nuestro enemigo y nuestra debilidad, se desprende la cuarta razón por la que nuestra guerra revolucionaria será prolongada, siendo imposible una rápida victoria de la revolución. De estas características se desprende también que la lucha armada y la formación de nuestro ejército revolucionario debe ir de lo pequeño a lo grande, de las acciones más simples a las complejas, procurando que estén ligadas a las necesidades y simpatías de las masas, templando lentamente nuestras fuerzas y educando en mil pequeñas acciones nuestros destacamentos armados. De las características de nuestro país, de sus condiciones económicas y sociales, de su tradición política hemos extraído algunas características generales que tendrá la lucha armada y la lucha por el poder en la Argentina. Podemos resumir todas estas características de la revolución en la Argentina, relacionadas con la revolución mundial y continental, del siguiente modo: 1) la revolución argentina es socialista y antiimperialista, es decir permanente. 2) la revolución argentina es táctica en relación a la estrategia de la revolución continental, pero tiene una estrategia propia, consistente en que la clase obrera y el pueblo deberán librar una guerra prolongada para derrotar a la burguesía y al imperialismo, e instaurar un gobierno revolucionario, obrero y popular. 3) la revolución es obrera y popular por su contenido de clase, por ser el proletariado industrial su vanguardia, y por ser sus aliados la pequeño burguesía urbana en todo el país y el proletariado rural y el campesinado pobre en el norte. 4) dado el carácter de clase y el carácter armado de la revolución, esta requiere ser dirigida por un partido y un ejército revolucionarios. 5) en su primera etapa la lucha armada será esencialmente guerra civil y se irá transformando paulatinamente en guerra nacional antiimperialista. 6) por varios motivos la guerra revolucionaria tendrá carácter prolongado y será estratégicamente defensiva por que la librarán los revolucionarios, la clase obrera y el pueblo, con minoría de fuerzas ante un enemigo común mucho más poderoso que actuará a la ofensiva; aunque todas las operaciones tácticas serán ofensivas y libradas, dentro de lo posible, con mayoría de fuerzas. 7) a medida que se desarrolle, la guerra revolucionaria tomará un carácter cada vez más regional y continental, llegando a no respetar fronteras. 8) en esta etapa de la revolución mundial y continental, para el triunfo de la revolución en la Argentina se requerirán un fuerte partido y ejército revolucionario, la incorporación masiva de la clase obrera y el pueblo a la lucha revolucionaria, la extensión continental de la revolución y una crisis total del imperialismo a escala mundial. 143

Mario Roberto Santucho

LA SITUACIÓN ACTUAL DE NUESTRO PAÍS, CLASE Y REGIÓN REVOLUCIONARIA Consideradas la estrategia mundial y continental de lucha contra el imperialismo, establecida la estrategia para la región Sur del continente, estudiadas las características generales de nuestra estrategia política y militar y las etapas que deberá recorrer la lucha revolucionaria: ¿cómo, cuándo, dónde comenzar la lucha armada? ¿cuáles son las tareas fundamentales de los revolucionarios en la presente etapa? Permaneciendo fieles al marxismo nosotros no podemos ni debemos eludir, mediante frases generales, el análisis de las condiciones objetivas y subjetivas, actuales, vivientes que son en última instancia, las que deciden esos problemas, de la solución de los cuales dependerá toda la táctica. Un ejemplo de tratamiento indigno de estos problemas, indigno para un marxista serio es el documento de Moreno. En el cual mediante generalidades y ambigüedades trata de desembarazarse de estos problemas. Son frases generales y ambiguas, por ej.: “Ninguna de las condiciones objetivas básicas se dan, aunque hay síntomas de que esta situación puede llegar a producirse”, “Paraguay y nuestro país van a la zaga, son actualmente los países más estables (de Latinoamérica)”, “la situación de nuestro país es de relativa estabilización con un deterioro tremendo de la economía nacional (¡?) y de las condiciones de los trabajadores industriales y de pequeños sectores de la pequeño burguesía”, “situación relativamente estable de la burguesía y de grandes sectores de la clase media nacional y de retroceso del movimiento obrero”, etc. Nosotros, en cambio, estudiaremos la situación del régimen, el estado del movimiento obrero, la influencia de la primera sobre el segundo y trataremos de dar respuesta a las preguntas que encabezan este capítulo, tomando en cuenta ese estudio concreto de las condiciones objetivas y subjetivas. ¿Qué elementos objetivos debemos tener en cuenta para responder los interrogantes planteados? En favor de la tesis derrotista, hablan una serie de hechos que están “a la vista”. La dictadura no ha tropezado aún con una oposición abierta desde su instauración. La oposición burguesa ha sido débil y superestructural (hasta ahora llevada a cabo solamente por los “políticos” sin apoyo de sectores burgueses importantes). Desde la derrota del plan de lucha la burocracia sindical se ha sometido más o menos dócilmente y la clase obrera se ha hundido aún más en el “retroceso”. Todo parece indicar como predica muestro “pájaro agorero” “la estabilización por varios años en el cono sud” (luego de la derrota de la lucha armada boliviana). Pero llegados a este punto, debemos aclarar un problema teórico de suma importancia que ha sido permanentemente confundido en nuestro Partido por 144

Sus editoriales y escritos estratégicos

obra y gracia de nuestro buen reformista: ¿Qué condiciones exige el marxismo revolucionario para iniciar la lucha armada? ¿En qué momento, en un país o en una región un grupo o un partido revolucionario debe considerar que están dadas las condiciones para el desarrollo de la lucha revolucionaria? El teórico del reformismo en nuestro Partido, presenta el problema del siguiente modo: “¿cuándo comenzamos la lucha armada para conquistar el poder?”. O formulada de otra forma: ¿cuándo podemos decir que hay una situación pre-revolucionaria que nos posibilite la lucha armada por el poder? Y acto seguido cita un párrafo textual del programa de transición que comienza diciendo: “Las condiciones básicas para la victoria de la revolución proletaria han sido establecidas por la experiencia histórica” y acto seguido reproduce las cuatro condiciones conocidas por todo el Partido “para la victoria de la revolución proletaria”. Lenin y Trotsky establecieron estas condiciones para el triunfo de la insurrección para la época y los países que estudiaban. Esas condiciones, según como se agrupen, pueden ser consideradas cuatro o seis, digamos que a las cuatro mencionadas por Moreno, en distintos escritos de Lenin y Trotsky se le agregan otras dos: a) “una nueva conciencia política en la clase revolucionaria que se manifiesta en una colérica hostilidad hacia el orden constituido y la determinación de empeñar los esfuerzos más dolorosos de sufrir inmolaciones dolorosísimas para sacar al país del marasmo en que se debate”, (L.T. Historia de la Rev. Rusa Tomo II pág. 575) y b) “la existencia de un ‘ejército revolucionario’, sin el cual la victoria de la insurrección es imposible” (Lenin Obras Completas Tomo IX pág. 356). Nuestro Partido se movió siempre por este esquema extraído de los clásicos y presentado parcialmente por Moreno, para determinar si había o no condiciones para iniciar la lucha armada. Esta es otra de las trampas teóricas de nuestro reformista. Veamos: en primer lugar, Lenin y Trotsky jamás pretendieron que este esquema de exigencias fuera aplicable en todo tiempo y lugar; eran, más bien, las condiciones que ellos estimaban necesarias para el triunfo de la insurrección en Rusia o a lo sumo en Europa, en el tiempo en que vivían. En segundo lugar, estas condiciones se establecían para la victoria de la insurrección, no para el inicio de la lucha armada, ni para determinar una situación pre-revolucionaria ya que desde Lenin a nuestros días, todos los grandes revolucionarios distinguieron con claridad lucha armada de insurrección y condiciones revolucionarias de condiciones insurreccionales. En la concepción estratégica de Lenin, las clases revolucionarias podían tomar el poder cuando satisfacían esas exigencias. Pero todos los factores subjetivos, se construían en el curso de la lucha 145

Mario Roberto Santucho

revolucionaria, en el curso de la guerra civil prolongada, que era política pero también armada. Siguiendo la concepción leninista, a la cual debemos agregarle hoy otras exigencias superiores determinadas por la etapa que vivimos (expansión continental de la lucha y crisis del imperialismo), nosotros debemos responder que las clases revolucionarias en la Argentina no están en condiciones de hacer la revolución, de tomar el poder; que la fuerza necesaria para realizarla la adquirirán en el curso de la lucha revolucionaria, que se desarrollará en los marcos estratégicos que hemos analizado en los capítulos anteriores. Solamente en el curso de esa lucha revolucionaria, de esa guerra civil y antiimperialista prolongada, la clase revolucionaria adquirirá “la nueva conciencia política necesaria”, construirá su partido y ejército revolucionario y desarrollará los organismos o regiones de poder dual, necesarios para derrocar el régimen. La responsabilidad de los revolucionarios es, precisamente, iniciar la lucha revolucionaria cuando las condiciones objetivas han madurado, colocarse a la vanguardia de la clase revolucionaria y orientarla por el “largo, difícil y duro” camino de la revolución. ¿Qué elementos deben tomarse en cuenta para caracterizar una situación como pre revolucionaria? Lenin nos dice: “Marx resuelve el difícil problema sin escudarse en el ‘estado’ de ‘depresión’ y cansancio de éstas o de aquellas capas del proletariado (como lo hacen a menudo los socialdemócratas que caen en el seguidismo). No, mientras no poseía otros datos fuera del estado de ánimo de depresión (en marzo de 1850), continuaba exhortando a armarse y a prepararse para la insurrección, sin tratar de deprimir con su escepticismo y su desorientación el estado de ánimo de los obreros”. Para Lenin y Marx, las condiciones para el desarrollo de la revolución se establecen a partir del estudio de las condiciones objetivas. Estas condiciones objetivas son: 1°) el estado de las fuerzas productivas (si se desarrollan, si están estancadas, o en retroceso). 2°) la existencia objetiva de clases revolucionarias. 3°) si las capas intermedias tienen o no salida dentro del régimen imperante. Según Lenin, Marx, pese al aplastamiento de la revolución alemana en 1849, y al evidente estado de “depresión” de las masas, continúa exhortando a éstas a armarse, a prepararse para la lucha revolucionaria. Recién cuando Marx y Engels llegan a la conclusión de que la crisis industrial del año 1847 ha pasado, recién entonces, plantean la cuestión de manera tajante y precisa; “en el otoño de 1850 declara categóricamente que ahora, en momento de tan exuberante desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad burguesa no cabe ni siquiera hablar de una revolución verdadera” (Lenin Tomo X-133). Este ejemplo de Marx fue el procedimiento que siguió permanentemente 146

Sus editoriales y escritos estratégicos

Lenin en todos sus análisis, incluso en 1906, fecha de la que provienen estas citas, polemizó contra los mencheviques y contra Trotsky que del retroceso evidente de las masas posterior a la derrota de 1905, deducían la necesidad de adoptar toda una política reformista, parlamentaria, legalista, no-bolchevique. Los pedantes unidos del club Moreno & Cía. han tergiversado totalmente esta polémica pretendiendo afirmar que Trotsky y los mencheviques tuvieron razón en 1906. Nada más falso. El método y la política de Lenin que, independientemente del “retroceso” de las masas, a partir del análisis de las condiciones objetivas, dedujo la necesidad de mantener la organización clandestina del partido, los métodos revolucionarios de trabajo, la preparación de los destacamentos armados, fue el método que permitió construir el Partido bolchevique, contra el espontaneísmo de los mencheviques que todo lo reducían al estado de ánimo de las masas y a los factores subjetivos. En resumen: debe distinguirse condiciones insurreccionales de condiciones revolucionarias. Las primeras son el conjunto de condiciones objetivas y subjetivas, que posibilitan la victoria de la insurrección general. Estas condiciones confluyen por breve tiempo luego de un largo proceso revolucionario, de una guerra civil prolongada. “Entre el momento en que la tentativa insurreccional por ser prematura conduciría a un aborto revolucionario, y aquel otro en que la situación favorable se ha desvanecido sin remedio, transcurre una etapa de la revolución -puede medírsela en semanas cuando no en algunos meses- durante la cual el alzamiento tiene probabilidades más o menos serias de triunfo” (Trotsky. Historia T II-574). Es para establecer ese “momento”, en las condiciones de su época y sus países, en el cuál la dirección revolucionaria llama a las masas al asalto del poder, que los clásicos utilizaban el esquema de las condiciones insurreccionales. Las condiciones revolucionarias deben establecerse a partir de las condiciones objetivas. Aclarada esta cuestión hagamos el análisis de esas condiciones en nuestro país. El proceso de colonización imperialista en nuestro país ha culminado con la instauración de la dictadura bonapartista, apoyada por los grandes monopolios y la gran burguesía. Nuestro país es hoy más dependiente que nunca de la economía mundial capitalista y del imperialismo. Como ya hemos visto el déficit de la balanza de pagos del imperialismo repercutirá agudamente en las semicolonias. A esto debemos agregar que la polarización entre los países imperialistas y los dependientes se acrecienta año a año, por ejemplo la exportación de productos primarios, uno de los índices del desarrollo de las fuerzas productivas de los países dependientes, ha bajado a 96, si se toma como índice el año 1953. 147

Mario Roberto Santucho

Nuestro país vivió, a costa de enajenar los sectores fundamentales de su economía, un período de equipamiento industrial, de ligero desarrollo de las fuerzas productivas, durante el frondizismo. Durante el gobierno de Illia ese desarrollo se estancó. La dictadura bonapartista anunció que, previa una etapa de “estabilización” y “reordenamiento”, iniciaría una etapa de desarrollo de las fuerzas productivas; mucha gente lo creyó, entre ellas nuestro impresionista compañero Moreno que predijo hace un año:.. un reanimamiento a un año de la economía nacional. Lo cierto es que los planes de la dictadura se han venido abajo: su ministro de economía ha anunciado, ya abiertamente, sin tapujos, cuáles son sus planes futuros: colocar aún más la economía nacional en situación de “interdependencia” con el imperialismo, no “sustituir importaciones” mediante el desarrollo de sectores de la industria nacional que resultan “onerosos” al país en su conjunto, estimular la elaboración de productos primarios, etc. Este plan anti-desarrollista de la dictadura, se basa en la situación real de la economía capitalista para 1968: falta de financiación exterior a las obras de infraestructura debido a la crisis del capitalismo mundial, cierre de mercados para los productos de exportación argentinos con la consiguiente reducción de ingresos de divisas, comienzos notorios de una recesión industrial para este año, descenso del producto bruto “per cápita” del 2 % en 1967, cerca de un millón de desocupados, etc. A esto debe agregarse la perspectiva de una crisis coyuntural de la economía argentina, que de producirse acelerará todas las contradicciones sociales, comenzando por las inter-burguesas, siguiendo por las de la burocracia sindical y la burguesía y las de la clase obrera con la burocracia y la burguesía. Esta es la perspectiva real, concreta, expresada sin rodeos, sin frases generales vacías de contenido, abierta para el año que se inicia, aun cuando no estemos en condiciones de predecir cuándo se concretará. No hay a la vista elementos que permitan suponer una recuperación o reanimamiento de la economía argentina; de producirse esta más adelante, se alejarían las posibilidades de una “verdadera” política revolucionaria para amplios sectores de masas, aun cuando se produjera fomentada por la reactivación económica una “reactivación del movimiento obrero y la vanguardia como consecuencia de una demanda de mano de obra”. Tal como señalara Moreno en su famosa tesis económica en la que, una vez más, confunde reanimamiento de las luchas económicas, con posibilidades de un reanimamiento de las luchas económicas y político revolucionarias de la clase obrera, con posibilidades de desarrollo de la “verdadera” revolución, que sólo existe en épocas de estancamiento de las fuerzas productivas y no de desarrollo de éstas. La primera condición establecida por los clásicos, dentro de los marcos nacionales, para considerar una situación revolucionaria es: “la incapacidad del 148

Sus editoriales y escritos estratégicos

régimen social existente para resolver los problemas fundamentales de desarrollo del país” (L. Trotsky, H. de la Rev. Rusa, T. II, pág. 575). Expresión mucho más precisa y menos exigente que la interpretación que ha contrabandeado en el Partido Moreno: “que las clases burguesas no encontrasen salida a una situación crítica”, ya que es evidente que, por ejemplo, ya hoy en la Argentina el régimen se muestra “incapaz de resolver los problemas fundamentales del país”, pero nadie puede decir que “las clases burguesas no encuentran salida a una situación crítica” (incluso porque habría que definir qué quiere decir Moreno con una “situación crítica”) . Esa condición existe en el país desde hace varios años y en la casi totalidad del Norte, con una agudeza crónica similar a la de los países más atrasados. Dentro de este marco, las capas intermedias no tienen perspectiva de desarrollo, de allí su descontento, su desilusión ante la política de la clase dirigente, su oposición a la dictadura, que a la vez de ser un estado de ánimo palpable, comienza a manifestarse en algunos síntomas como la reciente huelga de los médicos, de los estatales en La Plata, las amenazas de los maestros, la izquierdización de la dirección del movimiento estudiantil manifestada en el congreso de la FUA, y que no debemos adjudicar solamente a la influencia superestructural de la OLAS. Este descontento no puede, no podrá concretarse en grandes acciones contra la dictadura, porque la clase media es incapaz de llevar a cabo por sí misma, en los países con una industria desarrollada, una acción política sostenida. Sólo puede actuar apoyando a un sector de la burguesía como lo hizo en 1955, o sosteniendo la iniciativa revolucionaria del proletariado, siempre que éste se de una política correcta para acaudillar al pueblo en su conjunto. En los tiempos de crisis nacional “la pequeña burguesía sigue a la clase capaz de inspirarle confianza, no sólo por sus palabras sino por sus hechos. Es capaz de impulsos y hasta de delirios revolucionarios, pero carece de resistencia, los fracasos la deprimen fácilmente y sus fogosas esperanzas pronto se cambian en desilusión” (Trotsky Ídem, 577). Esa clase “capaz de inspirarle confianza por sus hechos”, “capaz de tomar las riendas de la nación para resolver los problemas planteados por la historia aún no ha hecho su entrada como clase revolucionaria, con una política independiente, en la historia de nuestro país. Corresponde que intentemos responder al interrogante: ¿su calma actual es el preludio de su entrada en la historia del país como clase revolucionaria independiente? O, por el contrario ¿es el inicio de un largo retroceso y su integración al régimen tal como se produjo en las metrópolis imperialistas? O, finalmente, ¿es un período de retroceso entre períodos de luchas económicas, dirigidas por sectores burocráticos y burgueses, con objetivos reformistas, no revolucionarios ni socialistas?

149

Mario Roberto Santucho

QUE SENTIDO TIENE EL “RETROCESO” DE NUESTRA CLASE OBRERA Hemos establecido, mediante un análisis concreto, actual, que las condiciones objetivas para el desarrollo de la revolución verdadera están dadas. Hemos señalado que las dos primeras condiciones objetivas establecidas por los clásicos para el desarrollo de la revolución, incapacidad de la burguesía de resolver los problemas de desarrollo económico y falta de perspectivas de las capas intermedias, existen en nuestro país desarrolladas desigualmente en distintas regiones y todos los hechos concretos indican que se agudizarán en el futuro. Ahora bien: ¿existe en nuestro país “la clase capaz de tomar las riendas de la nación”, de aprovechar las condiciones objetivas favorables para la revolución socialista, de crear las condiciones subjetivas y de arrastrar a las clases intermedias tras su política? Sí, existe. En nuestro país el capitalismo ha desarrollado una numerosa clase obrera con tradición de lucha económica, organizada sindicalmente, que ha pasado por la experiencia del peronismo y constituye la fuerza social potencialmente revolucionaria, más importante de Latinoamérica. Así se complementan las condiciones objetivas revolucionarias. Esa clase, ¿tiene en estos momentos fuerza y experiencia suficientes como para hacer la revolución? Como señalan Lenin y Trotsky: “La revolución puede haber madurado, y los creadores revolucionarios de esta revolución pueden carecer de fuerzas suficientes para realizarla, entonces la sociedad entra en descomposición y esta descomposición se prolonga a veces hasta por decenios”. Se trata entonces de saber “si las clases revolucionarias tienen bastante fuerza para realizarla”. Vamos ahora a estudiar el estado de la clase obrera, para ver de qué punto debemos partir para iniciar la lucha armada revolucionaria, en el curso de la cual se desarrollarán las fuerzas subjetivas necesarias para su futuro y lejano triunfo. Frecuentemente en nuestro Partido se ha utilizado la descripción del estado de la clase como explicación de todos los males del país y partidarios, el “retroceso” es la fatalidad que nos deja sin perspectivas, a la espera de reanimamientos, “los males del retroceso sólo los cura el ascenso”. Dentro de ese esquema tan simple y superficial como oportunista, el partido y la situación objetiva no son nada, el estado de ánimo de la clase obrera lo es todo. Lenin, a quien por suerte todavía nadie llama “putchista” en nuestro Partido, repudió siempre ese método de análisis, señalando que la política del partido no debía determinarse en base al estado de la clase, sino de las posibilidades objetivas de desarrollo de la “verdadera” revolución. Ya hemos citado sus ejemplos recientemente. 150

Sus editoriales y escritos estratégicos

Nosotros vamos a analizar el estado de la clase en el sentido leninista, no para explicar todos los males del Partido o determinar las posibilidades de desarrollo de la revolución. Nosotros, como Lenin, creemos que las posibilidades de desarrollo de la revolución, se basan fundamentalmente en el análisis de las condiciones objetivas. Ese análisis ya lo hemos hecho precedentemente y nos permite afirmar la existencia de condiciones revolucionarias en todo el país y en especial en el norte. Tratemos ahora de penetrar en el sentido del actual “retroceso” de la clase obrera, para tener un elemento más a tomar en cuenta, acerca de la forma mejor de luchar para movilizar a la clase obrera contra la dictadura y el imperialismo. Nuestra clase obrera industrial, desde el surgimiento del peronismo hasta hoy, apoyó la política y las concepciones de la dirección peronista y la burocracia sindical. En esta etapa vivió ascensos y descensos, períodos de luchas y períodos de retroceso, pero el común denominador de todos ellos fue que la dirección burguesa y la burocracia sindical siguieron contando con el apoyo de la clase obrera, que sus concepciones, sus objetivos políticos, tanto en las épocas de auge de las luchas económicas como en las de retroceso, fueron tomados por la clase obrera como suyos. Hoy la situación ha cambiado, la clase obrera vive una en intensa revolución ideológica. Las concepciones pequeño burguesas que le inculcó el peronismo, la confianza en las direcciones sindicales burocráticas, se encuentran profundamente corroídas por las duras derrotas sufridas en los últimos 12 años y por el ejemplo que significa la existencia de una dirección revolucionaria continental: el castrismo. La orientación futura e inmediata de la clase obrera y el pueblo, estará determinada cada vez más: 1) por las condiciones objetivas de descomposición del capitalismo semicolonial y las subjetivas de existencia de un proceso de revolución latinoamericana y una dirección revolucionaria continental (a la que debemos agregar la existencia en la Argentina, por primera vez en 25 años, de un Partido revolucionario nacional, aunque pequeño y con poca influencia de masas) y; 2) por la política de traición de su vieja dirección (el peronismo y la burocracia sindical). De estos dos factores el decisivo es el primero. Por un lado las leyes de la historia son más fuertes que los aparatos burocráticos que no podrán ya adormecer por mucho tiempo el natural impulso revolucionario de la clase obrera y el pueblo en situaciones de crisis social. Por el otro, el desarrollo de la revolución latinoamericana y de nuestro Partido dotarán a las masas de la dirección que necesitan para superar su actual retroceso. Nuestra tarea fundamental en todo este período que va de la actual etapa de retroceso hasta el próximo reanimamiento de la lucha de clases, consiste en 151

Mario Roberto Santucho

superar la contradicción existente entre: 1) la madurez de las condiciones objetivas para la revolución en la Argentina, y el desarrollo avanzado de la lucha de clases en el continente, por un lado; y, 2) la falta de madurez revolucionaria de la clase obrera y el pueblo (confusión y desánimo en el viejo proletariado, falta de experiencia revolucionaria en el joven, falta de conciencia socialista en general) y el retroceso de la lucha revolucionaria en nuestra patria en relación al resto del continente, por el otro. No están dadas las condiciones objetivas para que ese retroceso desemboque en la integración al régimen como ocurriera en los países metropolitanos, (laborismo, ALF-CIO). Por primera vez en 25 años comienzan a darse las condiciones para que un reanimamiento de la clase obrera desemboque en un auge “verdaderamente” revolucionario. En la preparación y en el curso de ese auge, se fortalecerá, desarrollará y adquirirá influencia en grandes sectores de masas, nuestro Partido; en la preparación armada y en el curso de ese auge, nuestro Partido fortalecerá el ejército revolucionario, sin el cual, desde Lenin hasta el presente, todos los revolucionarios sabemos que la victoria es imposible, y al cual debemos comenzar a crear ya mismo, con la preparación e iniciación de la lucha armada. La única posibilidad de que las fuerzas que templa nuestra clase, en el caldero de sus sufrimientos cotidianos, y que inevitablemente llevarán a un reanimamiento de sus luchas, desemboquen en un auge revolucionario, residen en nuestro Partido. Es la única fuerza revolucionaria existente en el país, de su audacia y decisión, de su capacidad de indicar a los más amplios sectores de la clase -mediante una vigorosa campaña de propaganda y agitación- la salida política a la actual situación, de su capacidad para preparar, iniciar y desarrollar -estrechamente ligado a las clases revolucionarias- la lucha armada contra el régimen y el imperialismo, depende la suerte de la revolución en los próximos años. La clase obrera tensa sus fuerzas para un reanimamiento de contenido distinto a todos los anteriores, desorientada y a la espera de un polo revolucionario que le indique el camino a seguir. Ella, que aún bajo las más podridas direcciones reformistas supo dar muestras de heroísmo, sabrá cumplir con su cometido. Somos nosotros los revolucionarios conscientes quienes debemos cumplir con el nuestro. (Por razones de seguridad hemos suprimido el análisis de las relaciones entre la vanguardia revolucionaria y región revolucionaria y la respuesta a la pregunta cómo, dónde y cuándo, debe iniciarse la lucha armada).

152

Sus editoriales y escritos estratégicos

RELACIÓN MILITAR ENTRE EL CAMPO Y LA CIUDAD EN LA PRIMERA ETAPA DE GUERRA REVOLUCIONARIA Dentro de nuestra estrategia de guerra civil prolongada, la creación de una fuerza militar revolucionaria es nuestro objetivo táctico principal. Dentro de nuestra estrategia de poder, que el proletariado industrial de las ciudades y sus aliados inicien un auge revolucionario contra la dictadura bonapartista y el imperialismo es otro objetivo estratégico que debe ser subordinado tácticamente a la estrategia de guerra civil prolongada. La experiencia de todas las revoluciones enseña que el proletariado no obtiene el poder en su primer alzamiento revolucionario. Lo más probable es que en sus primeros intentos sea derrotado, hasta que atesore la suficiente experiencia de lucha y organice un ejército revolucionario capaz de derrotar al ejército del régimen; el partido revolucionario debe trabajar tesoneramente en la preparación de ese auge pero sabiendo que es muy difícil que en su primer intento “verdaderamente” revolucionario la clase obrera tome el poder, y que desde el comienzo mismo del auge el partido debe preparar su posible repliegue. Por eso decimos que el auge revolucionario del proletariado es táctico en relación a la estrategia de guerra civil prolongada. Ahora bien: ¿qué es táctico en relación a nuestro objetivo estratégico de formación de una fuerza militar revolucionaria? Desde ese ángulo el levantamiento del conjunto del proletariado debe también ser considerado táctico, durante un primer período. Es táctico en relación al objetivo estratégico de construir un ejército revolucionario; objetivo que se logra estratégicamente en el campo. “Es fundamental en nuestro país la lucha del proletariado urbano”. Los compañeros que dicen eso tienen razón, pero señalan una verdad a medias. La lucha del proletariado urbano es fundamental, por ser la clase motor de la revolución, pero en la etapa actual de lucha contra el imperialismo no tiene posibilidad alguna de triunfar si no es respaldada por un ejército revolucionario estratégicamente construido en el campo. Y esto es así por varias razones. Ya Engels y Lenin habían señalado la imposibilidad de llevar a cabo una guerra de posiciones, o una guerra de movimientos de grandes unidades combatientes del proletariado en las ciudades. Lenin resolvió el problema aconsejando al proletariado organizarse en grupos reducidos de tres a cinco, que libraran una guerra de guerrillas de gran movilidad, sin defender posiciones. En nuestra época la situación ha variado totalmente. Como hemos visto en detalle, si bien como perspectiva histórica las crisis del imperialismo es inevitable, el levantamiento de las masas oprimidas de las metrópolis seguro, y la derrota del imperialismo en manos de esas masas no menos segura; eso está muy lejos de producirse, tendrá que avanzar mucho más aún la revolución de los 153

Mario Roberto Santucho

países coloniales y semicoloniales para que ocurra. Hasta tanto suceda, el imperialismo es una fuerza militar muy poderosa, con una gran cohesión y poder técnicos de destrucción, su intervención para aplastar la revolución se produce siempre que los gobiernos y ejércitos títeres tambalean, por lo tanto es imposible resistir en una guerra de posiciones en las ciudades, al ejército imperialista. La Revolución en la Rep. Dominicana es un ejemplo de lo que decimos. En todos los países dependientes la tendencia es a eliminar los gobiernos de características democrático-burguesas para reemplazarlos por dictaduras militares que, ya en una primera etapa, le plantean al movimiento obrero la imposibilidad de desarrollar movilizaciones de masas y, menos que menos, defender posiciones ocupadas, ya sean fábricas o barrios. A lo máximo que puede llegarse en las ciudades, es la formación de pequeñas unidades de combate que lleven a cabo acciones de guerrillas urbanas. Algunas estarán combinadas y otras no con movilizaciones de masas. Solamente en zonas geográficamente favorables y contando con el apoyo de la población, es posible la formación de columnas móviles numerosas que lleven a cabo una guerra de movimientos. Sin la formación de estas columnas móviles es imposible hablar de ejército revolucionario, a menos que se quiera confundir el problema llamando ejército revolucionario a los desperdigados destacamentos de combate que operan en las ciudades y que nunca, por sí solos, ni aun contando con la movilización masiva del proletariado, podrán derrotar a los modernos ejércitos del imperialismo. Todo esto debe tenerse en cuenta al combatir las tendencias aventureras que formulan llamados prematuros a la insurrección. Por todos estos motivos, por una etapa de varios años, la formación de un ejército en el campo es nuestra estrategia para la creación del ejército revolucionario; y la creación de centenares de destacamentos armados obreros y populares que actúen en las ciudades; 1) apoyando las movilizaciones de masas, y 2) llevando a cabo una acción militar independiente; es nuestra táctica fundamental que debe estar subordinada a aquella estrategia. CARÁCTER ESTRATEGICAMENTE DEFENSIVO Y TÁCTICAMENTE OFENSIVO DE NUESTRA GUERRA REVOLUCIONARIA EN UNA LARGA PRIMERA ETAPA, SUS FORMAS ESPECÍFICAS EN LA CIUDAD Y EL CAMPO La lucha armada revolucionaria, tendrá un carácter estratégicamente defensivo en todo el país y en toda la región Sur. 154

Sus editoriales y escritos estratégicos

El carácter ofensivo o defensivo de una estrategia debe establecerse tomando el conjunto de las relaciones de fuerzas políticas y militares que actúan en el continente, la región, el país y dentro de una zona del país. Iniciada la lucha armada revolucionaria con minoría de fuerzas en el continente, en la región, el país y la zona del país; el partido y el ejército durante una larga primera etapa que llevará muchos años, se verá obligado, si no quiere sufrir y hacer sufrir a las masas serios reveses, a darse una estrategia defensiva. Esto quiere decir que el Partido tomará en cuenta que las fuerzas de la revolución son más débiles que las de la contrarrevolución; que si bien las oligarquías y el imperialismo defienden sus privilegios de explotadores ante la perspectiva histórica de que le sean arrebatados por las clases revolucionarias: en el terreno militar y político, en la presente etapa, tienen una fuerza abrumadoramente superior a la de la revolución y, apenas esta desarrolle la lucha armada, se colocarán a la ofensiva en todos los frentes tratando de reprimirla. En todo momento debemos tener en cuenta esta relación de fuerzas del conjunto de la situación, porque si nos dejamos guiar por la situación parcial en una breve etapa de tiempo o en una estrecha región podemos sobrestimar nuestras propias fuerzas y subestimar las del enemigo, y sufrir duras derrotas. Esto implica que debemos combatir teniendo en cuenta nuestra debilidad y siendo conscientes de que la superaremos con el correr del tiempo si combatimos bien y con una política justa. El error que cometen los oportunistas es que se dejan impresionar por aspectos parciales, y de allí sacan conclusiones generales sin tomar en cuenta el conjunto de la situación, o bien que confunden las perspectivas históricas a largo plazo, con la realidad de la presente etapa de nuestra revolución. Su método ha sido definido en el marxismo como método metafísico y consiste en juzgar los aspectos parciales por separado, sin tomar en cuenta su relación con el todo y con la realidad; es el método que guía en muchas oportunidades el pensamiento de Moreno y que puede llevar al Partido a errores fatales. El carácter estratégico defensivo de una larga primera etapa de la revolución, debe tomarse en cuenta para combatir a las tendencias, como la de Moreno, que por seguir un método metafísico de pensamiento, se dejan impresionar por cualquier aspecto parcial de la situación -como ha ocurrido con la guerrilla boliviana que, según él cambia la etapa en Bolivia de defensiva en ofensiva- y adoptan posiciones aventuras que, sí por un milagro, llegan a tener influencia en las masas, pueden provocar duras derrotas o en el mejor de los casos, dan perspectivas falsas que desorientan al Partido. Por otra parte, debe tenerse en cuenta que, por razones políticas y militares, toda operación táctica de lucha armada debe prepararse y librarse con un criterio ofensivo, procurando mantener la iniciativa y concentrar la mayoría de 155

Mario Roberto Santucho

fuerzas contra el enemigo. Debemos tener en cuenta que esto es posible y necesario, para combatir a los aventureros que quieran hacernos librar batallas innecesarias en inferioridad de condiciones, y para combatir a los seguidistas que partiendo del estado de retroceso de la clase obrera, consideran que es imposible librar exitosamente acciones armadas. La primera conclusión importante que debemos sacar de nuestra estrategia defensiva para la primera etapa, es la necesidad de un fuerte aparato ilegal del conjunto del Partido antes de emprender acciones militares. Si no lo hacemos, si nos dejamos guiar por las irresponsables caracterizaciones de Moreno que considera que la lucha armada en el Norte y Bolivia no modificará para nada la situación de Centro y Litoral, que no toma en cuenta que deberemos colocarnos a la defensiva en el conjunto del país, seremos liquidados en cuatro días. El desarrollo del ejército revolucionario en el campo depende más de la corrección de su mando, que de las fluctuaciones en las condiciones económico-sociales y del estado de ánimo de la clase obrera. Aunque si se produce un cambio cualitativo en el régimen burgués, y éste, logra superar su crisis crónica para iniciar un pujante desarrollo de su economía, este cambio afectará grandemente el curso de la guerra revolucionaria. Lo que es necesario tener en cuenta es que la economía argentina no puede resolver el estado de miseria del campesinado y la crisis aguda de la economía en el Norte. Manteniéndose esas bases el desarrollo del ejército revolucionario dependerá fundamentalmente de la corrección de su mando. Si tenemos un mando decidido, audaz e inteligente, dispuesto a los mayores sacrificios; y un Partido y una estrategia nacional y continental, el crecimiento de nuestra fuerza militar será constante y ascendente, independientemente de las marchas y contramarchas, avances y retrocesos que necesariamente habrá de efectuar; y estará vinculado tanto a la lucha en el resto del país, como a toda la Región Sur. El desarrollo de la lucha armada revolucionaria en los grandes centros industriales, en cambio, seguirá pautas y una dinámica distinta. Dentro de la primera etapa estratégicamente defensiva, habrá épocas en que la clase obrera se movilizará colocándose a la ofensiva táctica contra el régimen, se librarán grandes batallas que inicialmente serán ganadas por el enemigo y desde el comienzo de las cuales es necesario preparar el redespliegue y se abrirán largos períodos de retroceso en los cuales la clase obrera en su conjunto no participará en la lucha de guerrillas en el campo y la ciudad, y nuestro Partido y los destacamentos armados deberán librar mil pequeños encuentros tácticos, algunos subordinados a la estrategia del ejército revolucionario, otros ligados a las necesidades inmediatas de la lucha de clases y tendientes a provocar un nuevo reanimamiento de la lucha de la clase obrera; otros por fin, tendientes al financiamiento del Partido y los combatientes. 156

Sus editoriales y escritos estratégicos

No debe olvidarse, en fin, que toda lucha revolucionaria recorre ineluctablemente tres etapas: en la primera la revolución está poco desarrollada, en inferioridad de condiciones y tiene una estrategia defensiva; en la segunda, gracias a la lucha revolucionaria se produce un equilibrio de fuerzas en el cual la revolución prepara sus fuerzas para pasar a la ofensiva; en la tercera, la revolución pasa a la ofensiva y el enemigo se defiende. Esta dinámica inevitable casi seguramente provocará la intervención del imperialismo y transformará la guerra civil revolucionaria en guerra nacional antiimperialista. Pero en esa etapa, el desarrollo continental de la revolución colonial y de la revolución socialista provocará el derrumbe final del imperialismo y el triunfo de nuestra revolución será inevitable!

Capítulo V LAS TAREAS Y ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO ¿Cuáles son las principales tareas externas del Partido? Debemos partir de la caracterización que hicimos de la etapa (transición del economismo hacia formas de lucha verdaderamente revolucionarias) por la que pasa la clase obrera. Para cumplirlas, nuestro Partido debe pegar el salto de círculo de propaganda y actividad sindical a partido político-militar revolucionario. Tomaremos de Lenin la caracterización general de cuáles son las tares en una etapa de transición como la que vivimos. Los compañeros nos perdonarán que en este extenso trabajo, incluyamos ahora extensas citas de Lenin. Lo hacemos con el convencimiento de que en nuestro Partido, los oportunistas encabezados por Moreno, han tergiversado permanentemente el pensamiento revolucionario en la forma más repugnante. Por eso, ante la difícil etapa que se avecina, consideramos que todo trabajo teórico en el Partido debe apoyarse y partir de un estudio serio de las posiciones de los grandes marxistas revolucionarios ante los problemas generales de estrategia y táctica revolucionarias. A partir de este estudio, estaremos en condiciones de distinguir qué hay de “clásico” en nuestra situación nacional -y qué hay de “nuevo”- que no es otra cosa que la aplicación de los principios y leyes del marxismo revolucionario a las nuevas condiciones de la etapa de la revolución mundial, continental y nacional. Dejaremos entonces a los oportunistas que polemicen si quieren, o si pueden, con las ideas y principios del marxismo revolucionario. Los trabajos de Lenin que pasamos a citar, pertenecen a una época de características parecidas en Rusia, a las actuales de la Argentina desde el punto de vista de la relación del partido con las masas. El Partido Revolucionario era 157

Mario Roberto Santucho

muy pequeño, recién se organizaba, tenía influencia en sectores muy reducidos de la vanguardia obrera, la clase obrera en su conjunto recién comenzaba a movilizarse en huelgas económicas; ello ocurría por los años 1899-1900. Lenin se encontraba en Rusia con el mismo problema que nosotros hoy en la Argentina: aplicar el programa general del marxismo revolucionario a esas condiciones particulares. Él también se vio obligado a luchar desde el comienzo contra las tendencias economistas que pretendían centrar la actividad fundamental del partido en las luchas sindicales de la clase obrera. La diferencia sustancial residía en la situación y etapa de la revolución mundial, ella nos exige hoy incorporar la lucha armada desde el comienzo mismo de la construcción del Partido. En nuestro Partido, ha llegado el momento en que, desgraciadamente, tengamos que preguntarnos como Lenin en 1899, qué quieren decir algunos conceptos generalmente aceptados por todos pero que, al parecer, cada uno interpreta como le conviene. Transcribimos a continuación un párrafo al que apoyamos totalmente y lo tomamos como si hubiera sido escrito en 1968, para la situación especial que pasa nuestro Partido. “Todos estamos de acuerdo en que nuestra tarea es organizar la lucha de clases del proletariado. ¿Pero qué es la lucha de clases? Cuando los obreros de una determinada fábrica, de un gremio determinado, inician una lucha contra su patrono o patronos, ¿es eso lucha de clases? No; eso es tan sólo un débil comienzo. La lucha de los obreros se convierte en lucha de clases, sólo cuando los representantes de vanguardia de toda la clase obrera de un país tienen conciencia de la unidad de la clase obrera y emprenden la lucha, no contra un patrono aislado, sino contra toda la clase capitalista y contra el gobierno que apoya a esa clase. Sólo cuando cada obrero tiene conciencia de ser parte de toda la clase obrera, cuando en su pequeña lucha cotidiana contra un patrono o un funcionario ve la lucha contra toda la burguesía contra el gobierno en pleno, sólo entonces su lucha se transforma en lucha de clases. ‘Toda lucha de clases es lucha política’; esta conocida frase de Marx no debe interpretarse en el sentido de que toda lucha de los obreros contra los patrones es siempre lucha política. Hay que interpretarla en el sentido de que la lucha de los obreros contra los capitalistas necesariamente se convierte en lucha política, a medida que se convierte en lucha de clases. La tarea de la socialdemocracia reside precisamente en transformar, por medio de la propaganda, la agitación y la organización de los obreros, esa lucha espontánea contra sus opresores, en una lucha de toda la clase, en una lucha de un partido político determinado, por ideales políticos y socialistas definidos”. (Los subrayados son de Lenin). Aquellos que siguiendo las concepciones oportunistas de Moreno llaman lucha de clases a los conflictos económicos mínimos de la clase obrera y que 158

Sus editoriales y escritos estratégicos

creen con arrogante pedantería que nuestro Partido se ha construido en la “lucha de clases”, deben estudiar con detenimiento este párrafo de Lenin para entender qué queremos decir nosotros cuando caracterizamos a nuestro Partido como un círculo de propaganda construido en la lucha sindical. Nosotros le damos al término lucha de clases la acepción leninista, y nos oponemos a quienes en nombre de la lucha sindical, desprecian el alma de la actividad revolucionaria: la lucha política y se autocastran para cumplir la tarea de los revolucionarios que es transformar la lucha sindical en lucha de clases político-revolucionaria. Nuestros oportunistas nos dirán que somos sectarios y ultraizquierdistas, que queremos apartarnos de las masas en nombre de la “lucha política”, que no entendemos que en esta etapa lo fundamental es la lucha económica y que luego, cuando el Partido penetre lo suficiente en la clase y cambie la situación de la misma, tendrá recién importancia la lucha política que será realizada por y desde la clase. No harán con eso otra cosa que repetir los argumentos que usaban los economistas contra Lenin. Veamos como respondía Lenin a esos ataques: “Algunos social-demócratas rusos consideran incomparablemente más importante la lucha económica, llegando casi a aplazar la lucha política por un porvenir más o menos lejano. Semejante opinión es profundamente equivocada. Todos los socialdemócratas están de acuerdo en que se debe organizar la lucha económica de la clase obrera, en que en este terreno hay que ayudarles en su lucha diaria contra los patronos, llamar su atención sobre todos los aspectos y casos de opresión y explicarle de este modo la necesidad de unificarse. Pero olvidar la lucha política a causa de la lucha económica, significaría renegar del principio fundamental de la socialdemocracia del mundo entero, significaría olvidar todas las enseñanzas que nos proporciona la historia del movimiento obrero”. (el subrayado es nuestro). ¡He aquí la respuesta leninista a los que subordinan la propaganda y agitación política a la lucha sindical! Luego Lenin dice: “La socialdemocracia no se limita simplemente a servir al movimiento obrero; ella es ‘la unión del socialismo en el movimiento obrero’ (según la definición de Kautsky, quien reproduce las ideas básicas del Manifiesto Comunista); su tarea es introducir en el movimiento obrero espontáneo determinados ideales socialistas, ligar este movimiento con las convicciones socialistas, que deben estar al nivel de la ciencia contemporánea, ligarlo con la sistemática lucha política por la democracia, como medio de realizar el socialismo; en una palabra fundir este movimiento espontáneo en un todo indivisible con la actividad del partido revolucionario”. En la “Protesta de los Socialdemócratas de Rusia”, uno de sus primeros trabajos propagandísticos, Lenin nos dice: “El marxismo ligó en un solo haz inseparable la lucha económica y política de la clase obrera; y el afán de los au159

Mario Roberto Santucho

tores del ‘credo’ de separar esas formas de lucha constituyen una de sus desviaciones del marxismo menos felices y más deplorables”. Y luego: “la convicción de que la lucha de clases única debe abarcar necesariamente la lucha política y económica, se ha hecho carne en la socialdemocracia internacional. Además, la experiencia histórica testimonia de un modo irrefutable que la falta de libertad o la restricción de los derechos políticos del proletariado conduce siempre a la necesidad de plantear la lucha política en el primer plano”. ¡Qué aire vivificante! Qué olor putrefacto a economismo han destilado durante los últimos tiempos en el Partido las “opiniones” de Moreno y su tendencia: los campeones del “enganche” a través de la peinada sindical, con un programa sindical, los que se enojan cuando un compañero le pide a un obrero sin partido su opinión sobre la lucha armada; los que se lamentan porque la burocracia sindical no se elevó a planteos de poder; los que distinguen artificialmente propaganda de agitación, reservando esta última sólo para los “reanimamientos” de la “lucha de clases” (sindical, por supuesto), y la primera para reducidos grupos de obreros “enganchados” previamente en la actividad sindical. Todos ellos, presionados por nuestra tendencia, como buenos oportunistas se han visto obligados a reconocer la importancia de la propaganda política; pero inventan todo tipo de justificaciones sobre su cambio de posición: descubren que ahora está bien hacer propaganda política “porque ha cambiado la etapa”, que antes, debido a las grandes luchas sindicales, no hubiera sido correcto hacerlo. ¡Pero señores! La misión de un partido revolucionario es hacer siempre propaganda y agitación política, independientemente del “estado de ánimo” de la clase obrera, en las distintas etapas lo que varía es el contenido de las consignas, pero no la actividad. Las desviaciones y concepciones economistas del Partido Socialdemócrata Ruso, tuvieron un origen similar a las de nuestro Partido. En “Una tendencia regresiva”, escrito en 1899, Lenin describe su surgimiento histórico y vemos la notable coincidencia con la concepción economista de la tendencia Moreno, Lenin nos dice que en la década del 80 “luchando contra la concepción estrecha de los que reducían la política a las conspiraciones, los social demócratas podían pronunciare y se pronunciaban a veces, en general, contra la política (porque predominaba una concepción determinada y estrecha de la política)” y luego, “Como es natural, los socialdemócratas se impregnaron de odio hacia esas gentes y hacia sus bellas frases y se consagraron a una labor más menuda, pero también más seria, de propaganda en el proletariado fabril. El carácter estrecho de este trabajo, fue inevitable en un principio y se manifestaba también en las estrechas manifestaciones de algunos socialdemócratas”. Lenin sostiene que ellos no se alarmaban demasiado ante esas manifestaciones estrechas (concepciones economistas) porque confiaban en que irían desapareciendo a medida 160

Sus editoriales y escritos estratégicos

que se ampliara la propaganda y la agitación socialdemócratas. Como vemos, hasta aquí la interpretación histórica guarda una similitud asombrosa con lo ocurrido hasta ahora en nuestro Partido: la lucha contra las concepciones putchistas de la izquierda pequeño-burguesa, nos llevó a trabajar en un movimiento obrero dominado por la larga tradición reformista-economista, esa es la explicación de la “estrechez” de los compañeros, sobre todo de los compañeros pequeño-burgueses, que siguen las concepciones economistas de Moreno -no es, por supuesto, la explicación del origen del carácter oportunista y economista de Moreno que reconoce otro origen social e histórico-. Como dijimos, Lenin esperaba que la difusión de la propaganda y agitación social-demócratas en el proletariado, eliminaría las concepciones economistas. “Pero ocurrió de otra manera -nos dice Lenin-: [la difusión de la propaganda puso a los socialdemócratas en contacto con las capas atrasadas y menos desarrolladas del proletariado]; la incorporación [de estas] exigió de los propagandistas que se adaptaran al más bajo nivel de comprensión; los fue habituando a colocar en primer plano las reivindicaciones y los intereses del momento y postergar los altos ideales del socialismo y de la lucha política”. La falta de firmeza política para resistir las presiones de los sectores más atrasados del proletariado, el carácter todavía minúsculo de la vanguardia obrera en nuestro país, es la explicación de que las concepciones economistas sembradas por el oportunismo, hayan fructificado en muchos compañeros provenientes de la pequeña burguesía, y que, por su extracción de clase, son incapaces de sobreponerse a las presiones reformistas del proletariado. Esta es, también, la explicación del nivel deplorable de nuestra propaganda, sobretodo de nuestro periódico, que no es agitativo sin duda, pero que tampoco sirve para educar en la teoría del socialismo científico a la vanguardia obrera. Nosotros hemos venido bregando por cambiar este estado de cosas en el Partido, planteando la necesidad de que este incorpore la lucha armada, la propaganda y la agitación al conjunto de su actividad cotidiana. Los economistas sólo han sabido respondernos con pueriles acusaciones de “putchismo”, “propagandismo”, “aventurerismo de elementos desligados de la clase obrera”. Poco a poco nuestras concepciones políticas han ido penetrando en los obreros de vanguardia del Partido y en los cuadros de mayor experiencia, que ya han superado el sarampión que les ataca a los pequeño-burgueses cuando comienzan a militar en la clase obrera y ceden, por su inferioridad de clase, a todas las presiones reformistas de los elementos más atrasados del proletariado. Este cambio en la conciencia de los mejores elementos del Partido, ha obligado al teórico del ala economista a elaborar una teoría que justifique el porqué del carácter economista de nuestra actividad en los últimos años, el porqué del desprecio a la actividad política que siempre fue tildada de “propagandismo”. La teoría es 161

Mario Roberto Santucho

tan original como infantil: ahora es correcto hacer propaganda política porque no hay grandes luchas sindicales (!?). Para superar su carácter de círculo propagandista que actúa en la lucha sindical nuestro Partido debe considerar, juntamente con la preparación para la lucha armada, como sus principales tareas la propaganda y la agitación. Para encarar esta tarea como uno de los ejes centrales de nuestra actividad, debemos comenzar por estudiar las relaciones entre las capas más avanzadas y las capas inferiores del proletariado, establecer la importancia de nuestra labor en unas y otras, los medios de propaganda que usamos para llegar a ellas, y las consignas fundamentales. Nuestro Partido, como un subproducto de las concepciones economistas ha acuñado el término “vanguardia sindical”. Este es uno de los tantos términos confusos que andan en boga y que es necesario precisar porque en él se esconde una valorización de nuestro lugar fundamental de trabajo. El marxismo siempre usó el término de vanguardia obrera para señalar a aquel sector del movimiento obrero con conciencia política, que se había elevado a la concepción leninista de la lucha de clases. Nuestros economistas con el aditamento de la palabra “sindical”, nos han tendido una trampa en la que hemos caído durante años. Han tergiversado el sentido marxista de la expresión “vanguardia”, utilizando su prestigio, para orientar el trabajo central del Partido hacia las actividades sindicales casi exclusivamente. Así, durante años, nuestros cuadros y militantes consideraron que la vanguardia en una fábrica o un gremio estaba constituida por los activistas sindicales que se planteaban luchar por reivindicaciones mínimas o contra la burocracia (aunque a veces ni se exigía ese requisito), con prescindencia de su conciencia política. Un obrero podía ser gorila, vandorista, anticomunista furibundo, estar a favor de los yanquis en Vietnam, pero si era capaz de movilizar una sección para exigir papel higiénico en el baño, ese era un obrero de vanguardia. Nosotros creemos que el Partido debe terminar con esa caracterización economista de la “vanguardia”, para tomar la concepción marxista. Los obreros de vanguardia son aquellos que tiene conciencia de que la misión histórica de su clase es luchar políticamente para derrocar al gobierno de la burguesía; aun cuando estos compañeros tengan una concepción estrecha de la política que los haga despreciar las luchas económicas. El Partido deberá, si ese es el caso, educarlos en la necesidad de que los revolucionarios prestemos atención a todas las formas de lucha. A los activistas sindicales que aún no se han elevado a una concepción política de la lucha de clases, deberemos acompañarlos en sus luchas económicas, pero siendo bien conscientes de que no son obreros de vanguardia, y que nuestro deber es transformarlos en obreros de vanguardia, sin hacer la menor 162

Sus editoriales y escritos estratégicos

concesión a sus concepciones reformistas. Hecha esta aclaración que consideramos indispensable, veamos cómo debemos trabajar en las distintas capas del proletariado. Una vez mas, tomaremos de Lenin las indicaciones generales. “La historia del movimiento obrero de todos los países demuestra que la capas mejor organizadas de los obreros son las que más rápida y fácilmente asimilan las ideas del socialismo. En ella se recluta principalmente a los obreros de vanguardia que destaca todo movimiento obrero, aquellos que saben ganar la confianza absoluta de las masas obreras, aquellos que se consagran enteramente a la causa de la educación y organización del proletariado, aquellos que asimilan bien a conciencia el socialismo y que incluso por propia iniciativa, elaboran teorías socialistas”. (El subrayado es nuestro). “El periódico que quiera convertirse en el órgano representativo de todos los social demócratas rusos debe colocarse al nivel de los obreros de vanguardia; no sólo no debe rebajar su nivel artificialmente, sino que, por el contrario, debe elevarlo constantemente y estar al día en todas las cuestiones tácticas y teóricas de la socialdemocracia mundial. Solamente así serán satisfechos los intereses de la intelectualidad obrera y ella tomará en sus manos la causa obrera rusa y por consiguiente la causa revolucionaria rusa”. (El subrayado es de Lenin). Como vemos Lenin despeja toda la confusión de nuestros economistas acerca de qué es la vanguardia obrera. En segundo lugar nos indica el carácter que debe tener el periódico dirigido a esa vanguardia. Nuestro periódico -a pesar de todos los esfuerzos que hemos hecho por mejorarlo a partir de las duras críticas del CC del 8 de octubre- estuvo siempre, y aún lo está, muy lejos de ser el órgano que exigía Lenin para educar a la vanguardia obrera. En él nunca se hace una seria propaganda socialista y no “refleja todas las cuestiones tácticas, políticas y teóricas” del marxismo revolucionario mundial. La mayor parte de sus artículos se refieren a problemas sindicales o internacionales, siendo notoria la falta de elaboración teórica y política en sus páginas. Tiene el carácter de un semanario superficial, que está a mitad del camino entre la propaganda y la agitación, entre el sindicalismo y la política revolucionaria o, más precisamente, es economista en los problemas nacionales y “revolucionario” en los internacionales. Lenin distingue luego una capa de obreros medios “que no pueden convertirse en dirigentes totalmente independientes del movimiento obrero social demócrata”. Para la educación de este sector, sostiene que el diario “debe vincular, imprescindiblemente, el socialismo y la lucha política con cualquier problema local limitado”. Esta capa sería la de nuestros “activistas”. “Finalmente, -continúa Lenin- detrás de la capa media sigue la masa de las capas inferiores del proletariado. Es muy probable que el diario socialista le sea a esa masa total o casi totalmente inaccesible; pero sería absurdo deducir de allí, 163

Mario Roberto Santucho

que el diario de los socialdemócratas debe adaptarse al nivel más bajo posible de los obreros. De esto surge solamente que es necesario someter a dichas capas a otros medios de agitación y propaganda: folletos escritos en la forma más popular posible, propaganda oral y fundamentalmente, volantes relacionados con los acontecimientos locales”. Y luego: “Sólo un partido organizado puede realizar una amplia agitación, puede dar la dirección necesaria (así como los materiales) a los agitadores sobre las cuestiones económicas y políticas...”. “Esto pone en evidencia que, cuando en la lucha económica se olvida la agitación y la propaganda políticas, cuando se olvida la necesidad de organizar el movimiento obrero para la lucha, en su carácter de partido político, se priva hasta de la posibilidad de organizar con éxito y de manera sólida la incorporación de las capas más inferiores del proletariado a la causa obrera”. Como vemos, Lenin considera la agitación entre las capas más atrasadas del proletariado como una actividad permanente del partido revolucionario y sumamente necesaria. Él definió la agitación como “el arte de explicar una cantidad reducida de ideas políticas a un grupo numeroso de personas”, al contrario de la propaganda que sería “el arte de explicar una gran cantidad de ideas políticas a un número reducido de personas” y la condicionó, no al estado de las masas, sino a la capacidad de los círculos de propagandistas, de transformarse en agitadores. Moreno, en su manía conservadora y economista de supeditar toda la actividad del Partido a las fluctuaciones de las luchas económicas de la clase obrera, ha inventado también una curiosa distinción entre propaganda y agitación. Para él, la propaganda es la actividad propia del partido en épocas del “retroceso” y la agitación la de las épocas del “reanimamiento” cuando pueden ser tomadas para la acción las consignas que lanza el agitador. Confunde así el carácter de las consignas con el carácter de la actividad: si la situación de las masas indica que no tomarán consignas “para la acción” eso no indica que la agitación como actividad del partido no deba hacerse, sólo indica que debe hacerse con consignas propagandísticas y agitativas. En su rechazo a la agitación como actividad permanente del partido, y en la supeditación que establece entre la actividad de agitación política y el estado de la clase; los minoritarios coinciden una vez mas con los economistas de todos los tiempos, y, como ellos, causan un gran daño en el movimiento obrero. Como decía Lenin: “Bajo la influencia de la prédica de los economistas, las capas inferiores del proletariado, los obreros no desarrollados en absoluto, pueden ser ganados por las convicciones burguesas y profundamente reaccionarias, de que, fuera del aumento de salario y del restablecimiento de feriados (“los intereses del momento”) el obrero no puede, ni debe interesarse por nada, 164

Sus editoriales y escritos estratégicos

que los obreros, en general, pueden y deben, por su sólo esfuerzo, por su propia “iniciativa” defender la causa obrera, sin tratar de fundirse con el socialismo, sin pretender convertir la causa esencial y progresista de toda la humanidad”. “Reducir todo el movimiento a la defensa de los intereses momentáneos, significa especular con la falta de desarrollo de los obreros, dar rienda suelta a sus peores pasiones. Significa romper artificialmente los lazos entre el movimiento obrero y el socialismo, entre las aspiraciones políticas bien definidas de los obreros de vanguardia y las manifestaciones espontáneas de protesta de las masas”. Suponemos que a todo esto Moreno podrá responder que su tendencia no es economista porque, a diferencia de los economistas rusos, ellos plantean la necesidad del partido revolucionario. A esta objeción respondemos que, por supuesto, su economismo no es idéntico al de los economistas rusos. Ese economismo, en su forma grosera y primitiva de manifestarse, ya fue arrojado fuera del marxismo por Lenin. Es un economismo de nuevo cuño, que no plantea que el partido revolucionario es innecesario, sino que plantea el “partido obrero de Vandor” o la CGT “partido político”, es un economismo que toma la fraseología del marxismo revolucionario y la vierte sobre un grupo de “iniciados”, pero en su actividad cotidiana procura “adaptarse” al nivel de las capas más atrasadas del proletariado y plantea solamente o casi solamente consignas y propaganda economista. Su original invento de que la agitación es para el “reanimamiento” y la propaganda para el “retroceso”, es una forma de hacer el más alevoso economismo por omisión, ya que deja el campo libre a la burocracia sindical, para que inculque en las amplias capas del proletariado las más podridas ideas economistas, sin que el partido revolucionario haga nada por difundir entre ellas las ideas del socialismo y la revolución. Nosotros consideramos que, -juntamente con la preparación e iniciación de la lucha armada- el segundo gran salto que debe pegar nuestro Partido es el de transformarse de círculo de propaganda que hace actividad sindical, en partido revolucionario que hace propaganda de alto nivel político sobre la vanguardia política del movimiento obrero, y una permanente agitación política, sobre las más amplias capas del proletariado. El pasar de círculo de propaganda a la agitación, es un salto político que exigirá profundos reacomodamientos en nuestro Partido y debe dar surgimiento a un nuevo tipo de especialista: el agitador. No todos los militantes pueden desempañar con éxito esa tarea y deberemos tener especial cuidado en cometer el error que otras veces hemos cometido bajo la influencia de las concepciones economistas: el desarrollo unilateral de un tipo parcial de tarea en detrimento de las demás. Esta es también una característica típica del economismo que también fuera exhaustivamente analizada por Lenin (ver “¿Qué hacer?”) y tie165

Mario Roberto Santucho

nen como origen la raíz ideológica y de clase de los economistas -al menos de los que pululan en el campo del marxismo- el impresionismo de los intelectuales pequeño burgueses, que -según Lenin- “no saben o no tienen la posibilidad de ligar el trabajo revolucionario al movimiento obrero para formar un todo”; y que, por lo tanto, en lugar de tener una política que abarque todos los aspectos de la actividad revolucionaria, cambian diariamente la “línea” impresionados por los acontecimientos de último momento -ahora la “línea” es el trabajo sindical, mañana la propaganda sobre la “guerra civil continental”, ayer el problema del poder debíamos plantearlo a través de los organismos sindicales, hoy a través del “foco” (1961-62), etc.- y de caracterización sobre el lugar fundamental de trabajo -ayer la “vanguardia” eran los metalúrgicos, ahora son los bancarios o los bolivianos (¡?), mañana podrán serlo los verduleros, “cualquier país y cualquier región es apto para la revolución permanente”, “la clase media urbana, en un momento dado puede ser la vanguardia” (Moreno, “La Revolución Latinoamericana”) -y todo este embrollo, toda esta falta de firmeza teórica, todos estos vaivenes oportunistas en nombre de la “dialéctica”. ¡Pobre y tan manoseada dialéctica! Al pasar de círculo de propaganda a la agitación política, no debemos olvidar que la tarea de un partido revolucionario es desarrollar todos los aspectos de la política revolucionaria, y en primer lugar, los fundamentales, es decir, la preparación y la iniciación de la lucha armada y la propaganda y la agitación políticas sobre los más amplios sectores del proletariado. Para cumplir estas múltiples tareas y no caer en el desarrollo unilateral de un aspecto parcial en detrimento de los otros, el Partido deberá terminar con los métodos artesanales de trabajo, que existen en su seno, pero no por razones metafísicas, sino porque los métodos artesanales son también propios del economismo (Lenin: “¿Qué Hacer?”). Como producto de las concepciones economistas imperantes, nuestro Partido llegó a tener cuatrocientos noventa y nueve especialistas en cuestiones sindicales y un especialista en cuestiones “teóricas”. Debemos hacer trizas esta monstruosa relación, todo el Partido, desde la dirección nacional hasta el más pequeño equipo de base, deben tender a la especialización. Por supuesto que el grado de especialización deberá ser mayor a medida que ascendemos en la “jerarquía” partidaria. La formación de agitadores capaces es un difícil trabajo que, por ser nuevo exigirá mucho tacto y paciencia. No debemos forzar a todos los compañeros a que intenten este tipo de actividad, sino que debemos seleccionar a aquellos que tengan más inclinación hacia ella; debemos elegir preferiblemente a compañeros obreros con experiencia de trabajo en su clase y capacitarles teórica y prácticamente para esta tarea. La dirección nacional, deberá, semana a semana, elegir los grandes temas 166

Sus editoriales y escritos estratégicos

de agitación, nacionales e internacionales, elaborar minutas donde se den las líneas generales que orienten la agitación e indicar el sector social y la región donde sea más importante llevarla a cabo. Las direcciones regionales y zonales, juntamente con las de equipo y los especialistas de defensa, deberán seleccionar los lugares y momentos adecuados para llevar a cabo la agitación política, oral y escrita y los compañeros que se irán especializando en esta tarea. Cada acción agitativa debido a la ilegalidad imperante deberá ser encarnada como una acción militar, con todos los resguardos posibles a nuestros militantes. La elección del lugar y el momento adecuado para la agitación política es un problema que la propia experiencia colectiva irá indicando. Podemos hacer pequeños actos agitativos -siempre en nombre del Partido, claro está- a la entrada de personal de determinadas fábricas (muy raramente a la salida); en los medios de transporte colectivo en que viajan gran cantidad de obreros y en las horas en que el peligro de represión sea menor; las “pintadas” deberán hacerse economizando esfuerzos, solamente en los lugares elegidos por las direcciones; etc. Nuestro Partido ha permanecido ausente, como partido político, de la mayoría de los grandes hechos políticos de los últimos tiempos. No le hemos hecho ver a las amplias capas del proletariado la existencia de una organización revolucionaria que tiene una política para responder a las mil arbitrariedades que la dictadura y la patronal cometen todos los días contra el movimiento obrero y el pueblo, que el imperialismo comete todos los días contra los pueblos que luchan por su libertad. Hemos dejado el campo libre, para que esas amplias capas reciban exclusivamente el martilleo cotidiano de la propaganda de la burguesía, el imperialismo y la burocracia. De hoy en adelante, no debe pasar ningún conflicto sindical de importancia, ningún hecho político nacional o internacional de trascendencia, sin que nuestro Partido haga llegar su voz mediante pintadas, pequeños volantes y actos agitativos, a las más amplias capas del proletariado. Así, desentumeceremos los miembros del Partido, adormecidos en la rutina del círculo propagandístico y la actividad exclusivamente sindical; le daremos a nuestra actividad otra dinámica, crearemos en cada militante una actitud más aguerrida. En síntesis: transformar al PRT de círculo de propaganda formado en la actividad sindical, en Partido Revolucionario nos exige incorporar las siguientes tareas fundamentales: 1. Una consecuente labor de propaganda política sobre la vanguardia consciente de la clase obrera y una consecuente labor de agitación política sobre las capas más atrasadas de la clase obrera y el pueblo. 2. Preparar e iniciar la lucha armada bajo la forma de lucha armada parcial 167

Mario Roberto Santucho

ligada al movimiento obrero en todo el país, en la perspectiva de crear un ejército en el campo y de impulsar la guerrillera urbana, tanto en apoyo a la guerrilla rural, como acompañando las luchas de masas. NUESTROS LUGARES FUNDAMENTALES DE TRABAJO Los economistas han acuñado un término nuevo para designar el lugar fundamental de trabajo de un partido revolucionario: “estructural”. He aquí otro ejemplo de las confusiones que introducen en la teoría más precisa y científica de la sociedad. El término estructura fue establecido por Marx y Engels para indicar las relaciones que se establecían entre los grupos humanos en el proceso de la producción (las relaciones entre el trabajo asalariado y capital, o entre proletarios y burgueses en la sociedad capitalista, por ej.). Tomando en cuenta esta definición clásica de estructura, trabajo “estructural” es uno de los tantos términos ambiguos inventados por nuestros economistas, que puede significar cualquier cosa. Ellos, así como han utilizado el término “concreto” para indicar lo sindical o lo inmediato, han utilizado con frecuencia el término “trabajo estructural” como sinónimo de trabajo sindical. Así, lo que era una pésima definición teórica de nuestro lugar de trabajo, han tendido a convertirlo en una oportunista definición de nuestra “actividad” fundamental. Lo cual es otra forma sutil de llevar agua al molino del economismo. Consideramos que en nuestro Partido debe terminarse con el mal uso de la teoría marxista y que debemos utilizar cada término en el sentido que le asignaron los grandes teóricos del marxismo revolucionario. Por eso precisamos que el lugar fundamental de trabajo para el Partido es el proletariado fabril y, en especial, el de las fábricas y ramas industriales de mayor concentración (metalúrgicos, carne, textiles, azucareros, automotores). A este criterio central, que debe orientar la concentración de fuerzas del Partido le agregamos dos que se combinan: uno objetivo, debemos trabajar constante y consecuentemente en los sectores más explotados, y otro subjetivo, debemos volcar parte de nuestras fuerzas en los sectores donde surjan elementos de vanguardia y activistas sindicales, aun cuando no sean los más concentrados o los más súper explotados. Para el Norte, consideramos lugar fundamental de trabajo, además del proletariado fabril, el proletariado rural y el campesinado pobre. Otro lugar muy importante de trabajo es el movimiento estudiantil antiimperialista y sus organismos: centros y agrupaciones social-cristianas antiimperialistas. Lugares secundarios de trabajo, son los siguientes: 168

Sus editoriales y escritos estratégicos

a) superestructura del movimiento obrero, del movimiento estudiantil y las agrupaciones de frente único de la izquierda. La militancia en estos sectores debe perseguir el fin de penetrar aún más en la base del proletariado fabril o del movimiento estudiantil antiimperialista o de establecer tareas comunes con las organizaciones de izquierda en vista del frente único revolucionario; b) los gremios no obreros (bancarios, empleados públicos) y los sectores privilegiados de la clase obrera (fábricas privilegiadas, algunos estatales, etcétera); c) los intelectuales de izquierda que pueden integrarse a la actividad revolucionaria prestando singular colaboración desde el punto de vista militar, y llevando a cabo una labor de creación intelectual en su campo específico, orientada en los principios científicos del marxismo; d) los barrios obreros, en especial las villas de emergencia atacada por el plan semi-fascista de la dictadura, en donde pueden desarrollarse formas político-militares de resistencia, y en las cuales podemos ganar a obreros conscientes para luego volcarlos al trabajo fabril. Consideramos a las comisiones internas y cuerpos de delegados, como parte integrante del trabajo en la base del proletariado fabril. Establecido nuestro lugar fundamental de trabajo, el Partido debe volcar el grueso de sus fuerzas hacia él. Nuestro objetivo central es penetrar en profundidad en la clase obrera. Penetrar en profundidad quiere decir formar equipos políticos partidarios en las fábricas, hacer que esos equipos sean reconocidos como real dirección política y económica en su sector de trabajo. Esto lo lograremos con nuestra actividad política, económica y militar. Pero fundamentalmente con la primera y la tercera. El problema es resolver a que fábricas prestamos más importancia y cómo nos vinculamos a ellas. En el apartado anterior hemos fijado los criterios que deben mover a todas las direcciones para elegir las fábricas y gremios sobre los cuales debe llevarse a cabo un trabajo constante, prolongado y sistemático. A ello debemos agregar, como es obvio, las fábricas en conflicto, a las cuales es posible vincularse con relativa facilidad. La “penetración” se torna más difícil cuando no existen conflictos. Para ella hay varias vías, una fundamental y las otras secundarias. La fundamental es la proletarización de nuestros militantes. Las otras -inclusive la famosa “peinada”deben estarle subordinadas. La “peinada”, que es una forma táctica de vincularse al movimiento obrero, ha sido elevada al carácter de rito religioso por los economistas. Eso es acorde con su carácter social y político: la “peinada” posibilita el trabajo “sobre” el movimiento obrero sin necesidad de proletarizarse, lo cual viene muy bien a 169

Mario Roberto Santucho

su base pequeño burguesa; la “peinada” por su carácter de contacto superficial, cuantitativo, no exige un trabajo político intenso y puede quedar a nivel de charla sobre problemas económicos. Consideramos que este método presta utilidad solamente para vincular a algunos obreros conscientes aislados a nuestro Partido y para extender el trabajo en un gremio a partir de la consolidación de un equipo y una corriente fuertes en alguna fábrica importante. En esta etapa consideramos fundamental la penetración en profundidad. Para ella deben concentrarse esfuerzos en las fábricas más importantes, y de ellas, en las que tengamos compañeros obreros o proletarizados. Los militantes estudiantiles que no logren proletarizarse deben ayudar al trabajo de estos compañeros concentrando sus esfuerzos sobre esas fábricas. Haciendo permanentemente propaganda y agitación desde afuera, para posibilitar el trabajo político desde adentro. Deben colocarse al servicio de los militantes obreros para visitar contactos, editado un boletín de fábrica, y prestar todo tipo de colaboración. Este “bloqueo” constante y sistemático, dará a corto plazo, mucho más resultado que la “peinada” meramente cuantitativa y superficial. La “peinada” debe colocarse al nivel de cualquier otra forma táctica de vincularse al movimiento obrero, no más importante que el convivir en un barrio con los obreros, asistiendo a sus lugares de reunión y diversión, o que el organizar la defensa de una villa de emergencia atacada por la policía. LAS LUCHAS ECONÓMICAS Y LAS CONSIGNAS El “retroceso” de nuestra clase obrera luego de la derrota del plan de lucha, trajo aparejado un descenso brutal de sus luchas económicas. Desde allí nuestros impresionistas sacan la conclusión de que es prácticamente imposible el triunfo -en las presentes circunstancias- de las luchas económicas. Nosotros, en cambio, apoyándonos en la experiencia de todo el proletariado mundial, estamos convencidos de que al surgir una dirección revolucionaria que inicie la lucha armada -o, incluso, sin la existencia de esa dirección-, la clase obrera, lentamente, comenzará a librar batallas por problemas económicos. La dinámica de esas luchas, gracias al régimen político imperante, y a la existencia de un partido revolucionario, las llevará a transformarse en luchas políticas. Que las batallas económicas se ganen o se pierdan es una cuestión que se decidirá en el terreno de la lucha. En última instancia dependerá de la firmeza y capacidad de lucha del proletariado. A esta forma de lucha, tras la cual aún en épocas revolucionarias, se movilizaron las capas más atrasadas del proletariado, debemos prestarle fundamental importancia. La orientación general que deben seguir nuestros militantes para dirigir ese 170

Sus editoriales y escritos estratégicos

tipo de luchas, y para iniciar todo trabajo sindical es la establecida en el Anexo a las Tesis de nuestro 3er. Congreso, que consideramos vigente. Nuestro Partido tiene un programa compuesto por consignas mínimas, de transición y máximas; el carácter de estas consignas ha sido correctamente definido por el Partido en varias oportunidades por lo que consideramos superfluo insistir sobre el tema. Agregaremos que, según la oportunidad en que son lanzadas y las posibilidades de que sean tomadas o no por la vanguardia obrera, por los activistas sindicales o por sectores amplios de la clase distinguimos entre consignas propagandísticas, agitativas y para la acción. De todas las consignas de nuestro programa, el predominio de las concepciones economistas, ha mandado al anaquel para su uso entre sectores reducidísimos de obreros o para los días de fiesta (cuando discutimos con el stalinismo, por ej.) a las consignas máximas, de transición y políticas; y a determinado que en la práctica cotidiana del Partido sobre la clase obrera, nuestros cuadros y militantes se dediquen casi exclusivamente a propagandizar las consignas mínimas. Esta relación también debe cambiar. Todos nuestros militantes deben prestar atención a los mínimos problemas fabriles y a las múltiples consignas mínimas que estos imponen, pero el arte de la propaganda revolucionaria consiste en vincular estas consignas mínimas con consignas políticas, en hacer ver permanentemente a los obreros la vinculación existente entre los problemas mínimos y particulares que tienen diariamente como producto de la explotación capitalista, con los problemas políticos generales, la vinculación que existe entre la forma particular de explotación en su lugar de trabajo con la forma general de explotación de una sobre otra clase, y la necesidad de la lucha de clases -en el sentido leninista- contra toda la burguesía y su gobierno, por la instauración de un Gobierno Revolucionario Obrero y Popular, y la construcción de una sociedad socialista. Todo compañero, que en su propaganda cotidiana, se queda al principio del camino, en el planteo de los problemas mínimos sin ligarlos a la lucha general política de clases, no se distingue en nada de un economista consecuente. Nuestro programa contiene varias consignas relacionadas al problema de las organizaciones del movimiento obrero: defensa y reorganización de las comisiones internas, defensa y recuperación de los sindicatos, organicemos oposiciones clasistas a la burocracia sindical, organicemos comisiones de resistencia y destacamentos armados y, recientemente, comités de base de la OLAS. Nosotros consideramos a todas esas consignas útiles y correctas para un aspecto de nuestra actividad. Desde hace un año venimos luchando para que nuestro Partido incorpore consignas organizativas de transición, de lo sindical a lo político, como ser: 171

Mario Roberto Santucho

comisiones de resistencia fabriles y destacamentos armados. Los economistas, primero se opusieron con uñas y dientes a estas consignas que podían llevarlos, ¡oh, terror! a una actividad armada y política. Levantaron todo tipo de infundios contra nuestros mejores militantes de la clase y haciendo gala del mejor terrorismo ideológico los caracterizaron como “elementos pequeño-burgueses desesperados que quieren alejarse del movimiento obrero”, nos acusaron -como los economistas a Lenin- de querer abandonar la lucha sindical y los organismos de la clase obrera: nosotros -como Lenin a los economistas- les respondíamos pacientemente: “Esa ‘actividad’ nuestra, de los obreros, que todos vosotros queréis sostener presentando reivindicaciones concretas que prometen resultar tangibles, ya existe entre nosotros, y en nuestro trabajo cotidiano, pequeño, sindical, nosotros mismos estamos lanzando esas reivindicaciones concretas, a menudo sin ayuda alguna de los intelectuales. Pero esa actividad no nos basta; no somos niños a los que se puede alimentar sólo con la papilla de la política ‘económica’; queremos saber todo lo que saben los demás, queremos conocer detalladamente todos los aspectos de la vida política y tomar parte activa en todos y cada uno de los acontecimientos políticos”. (“¿Qué hacer?”). Luego, ante la presión de un sector numeroso del Partido, cedieron y aceptaron “a título exploratorio” esas consignas organizativas. Más tarde, en el curso de todo un año de actividad, impidieron que el Partido centrara su actividad en la organización de las comisiones de resistencia y los destacamentos armados. Ahora, en otra curiosa cabriola teórica, sin el menor rigor autocrítico, las consideran tarea fundamental del Partido. Cómo no pensar que se trata de confundir a la base del Partido para que no aprecie las diferencias entre una auténtica política revolucionaria y una política sindicalista-reformista. Para terminar de una vez para siempre esta enredada polémica, con los pequeño-burgueses que viven del culto a la espontaneidad de la clase, a la cual son incapaces de dirigir, y a la que sólo pueden seguir, nosotros decimos de un modo claro y tajante, siguiendo el ejemplo de los grandes marxistas revolucionarios: Queremos elevar a la Clase Obrera a nuevas formas de Lucha y Organización. Queremos que de la fusión de la ideología y la práctica revolucionaria con las formas espontáneas de lucha y organización de la clase obrera, surjan nuevas formas de lucha y organizaciones que superen el pasado reformista de nuestra clase y la eleven a la toma del poder político, por medio de la lucha política y armada. Uds. olvidan que el primer deber de los revolucionarios es “imponerle” a la clase obrera una nueva forma de organización que ella, por sí sola, no puede darse: El Partido Revolucionario. Para nosotros las comisiones de resistencia y los destacamentos armados, son un escalón intermedio entre las organizaciones sindicales de la clase obrera y la forma organizativa más elevada de la misma: el Partido Revolucionario. Por eso también sostenemos, que la necesidad de cons172

Sus editoriales y escritos estratégicos

trucción de ese partido, cuya base es el nuestro, debe ser una de las consignas centrales de nuestra propaganda y agitación. Como es notorio, en nuestro país no existen organismos obreros que luchen por el poder contra la dictadura, ni siquiera existe un partido revolucionario con influencia de masas, y mucho menos órganos de poder dual o un ejército de liberación. Siendo así las cosas, nuestra consigna de poder, no puede tener otro carácter que el propagandístico, ya que no se pueden indicar organismos concretos para los cuales reclamamos el poder. Por eso la fórmula debe tener carácter “algebraico” indicando el tipo de gobierno que queremos imponer y las tareas fundamentales que deberá encarar. La consigna Gobierno Revolucionario Obrero y Popular es la única realmente adecuada. De ella debemos retirar el aditamento “que llame a una Asamblea Constituyente”, calcado de la experiencia de la revolución rusa, en la cual, sectores numerosos de la burguesía luchaban por la asamblea constituyente que se había convertido en su principal objetivo político. Esta situación no tiene nada que ver con la de nuestro país, en el cual la asamblea constituyente no moviliza sectores ni siquiera reducidos de la pequeña burguesía. Su reivindicación es: 1. Una concesión ineficaz e innecesaria a la pequeña burguesía, 2. Una consigna abstracta que puede ser reemplazada con consignas democráticas de contenido, 3. Una consigna ambigua que ha sido utilizada por nuestros economistas para darle un carácter confuso y liberal a nuestra consigna de poder alrededor del problema de quién llama a la asamblea constituyente. En lugar de ella, en nuestra propaganda y agitación, se deben indicar -según las circunstancias y el lugar en que se lleve a cabo la agitación- las tareas revolucionarias que debe encarar nuestro gobierno; algunas de carácter nacional y que deben ser planteadas permanentemente: “que rompa con el imperialismo”, “que construya el socialismo”, “que nacionalice la tierra”, “que expropie a los monopolios y los bancos”, etcétera; y otras de carácter local o que deben ser planteadas en coyunturas políticas favorables: “que expropie a los ingenios”, “que haga la reforma urbana”, “que expropie al comercio mayorista y solucione el problema de la carestía”, etcétera. LOS “CENTRÍFUGOS” Toda nuestra autocrítica a la actividad y concepciones del Partido, nos mereció otra original acusación que han inventado los economistas: de “fuer173

Mario Roberto Santucho

zas centrífugas”. Se dio así el caso curioso de que ellos, la minoría pequeño burguesa del Partido, se consideraran sus dueños, y todos aquellos que quisieran someter a su política a las armas de la autocrítica, aun siendo mayoría, fueran “centrífugos”. Los hechos recientes, demostraron palpablemente que los centrífugos, los que provocaron la ruptura para no enfrentar las tareas revolucionarias, son los integrantes del círculo pequeño-burgués y aparatistas de Moreno y Cía. En el Anexo que sigue a este trabajo haremos un análisis detallado de lo que ellos, los verdaderos centrífugos, han bautizado “la crisis del Partido”. Pero desde ya quede bien claro, que los únicos centrífugos fueron quienes nos chantajearon con la ruptura para impedir la lucha teórica que armara al Partido para sus tareas históricas. La inmensa mayoría del Partido repudio estas actitudes y exigió “la máxima democracia en la discusión, con la máxima disciplina a los organismos de dirección”. La camarilla rupturista, primero hizo denodados esfuerzos por llegar a un frente sin principios en el Comité Central. Luego, acorralados y puestos ante la obligación de discutir políticamente, han preferido irse y constituir una secta pequeño-burguesa separada del Partido. Nosotros hemos mantenido una permanente política unitaria pero hemos encarado la lucha teórica convencidos de que es la única forma de depurar al Partido de las concepciones erróneas que traban su desarrollo y de hacerlo avanzar por la senda de la lucha revolucionaria. Queremos terminar este trabajo, entonces, con la misma cita a Lasalle con que Lenin encabezó el “¿Qué Hacer?”. “La lucha partidaria da al partido fuerza y vitalidad; la prueba más grande de la debilidad de un partido es el amorfismo y la ausencia de fronteras netamente delimitadas: El Partido se fortalece depurándose”.

174

Sus editoriales y escritos estratégicos

3. Fundación del Ejército Revolucionario del Pueblo 29 y 30 de julio de 1970

RESOLUCIONES DEL V CONGRESO1 [Delta del Paraná, 29 y 30 de julio de 1970] PRÓLOGO Mario Roberto Santucho Junio de 1973 Esta nueva edición de las resoluciones del V Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores tiene una importancia singular por el marco político en que es lanzada, por los objetivos que nos proponemos alcanzar con ella. El IV Congreso de nuestro Partido (marzo de 1968), fue la culminación de un proceso de construcción revolucionaria muy embrionario que dio como fruto una pequeña organización revolucionaria en vías de proletarización, liberada en lo fundamental de la presión dominante de las clases hostiles, no proletarias. El IV Congreso del PRT caracterizó científicamente la situación del país, entendió el carácter de la crisis del capitalismo, de su régimen de dominación política y apreció correctamente las potencialidades de la clase obrera y el pueblo argentino, lo que permitió vislumbrar la perspectiva de guerra revolucionaria que a partir del Cordobazo (mayo de 1969) comenzó a vivir nuestra patria. Esa comprensión armó políticamente a la organización y le permitió desarrollar ricas experiencias revolucionarias en el curso de una creciente actividad combativa de la clase obrera y el pueblo argentino. Entre esas experiencias sobresale la participación del Partido en el rosariazo de setiembre de 1969 en el cual la organización intervino de lleno en Empalme Graneros, en la toma de una Radio y en el curso de la lucha, con las masas en la calle, una unidad de 1. Resoluciones del V Congreso y de los Comité Central y Comité Ejecutivo Posteriores. Ediciones El Combatiente. Impreso en los talleres del PRT. Agosto de 1973. [nota de esta edición] 175

Mario Roberto Santucho

combate del PRT tomó un puesto de la Gendarmería recuperando dos fusiles FAL y pistolas. Mientras en todo el país la organización fue incrementando su participación vanguardizando la aplicación de métodos violentos, los sectores con influencia pequeño burguesa aún subsistentes, principalmente en la dirección, se resistían a la transformación de la organización que llevaba aparejado el cumplimiento fiel de las resoluciones del IV Congreso y esa resistencia se transformó en lucha de clases abierta en el interior del Partido a partir de octubre de 1969. La crisis que esa lucha provocó fue resuelta precisamente en el V Congreso (julio de 1970) que constituyó un nuevo salto cualitativo en la vida de la organización y el punto de partida en la construcción efectiva del Partido Revolucionario marxista-leninista en nuestro país. Desde el V Congreso en adelante, con prácticamente todos los problemas teóricos y políticos de nuestra revolución resueltos, débil aún en su organización pero ya con una primera estructura nacional de cuadros sólidos y lo que es fundamental, con un aceptable peso proletario en su estructura y en su dirección, el Partido se lanza firme y organizadamente a asumir sus grandes responsabilidades revolucionarias; se desembaraza de los elementos no proletarios que aún conservaban peso importante en la dirección; se reorganiza bajo sólidos y explícitos lineamientos principistas marxistas-leninistas, proletarios; crea el ERP en correspondencia ortodoxa con la concepción marxista-leninista de la guerra revolucionaria prestando especial atención al modelo vietnamita y se prepara para desarrollar operaciones de propaganda armada. Las resoluciones del V Congreso han tenido una influencia decisiva en la formación de nuestra organización y la seguirán teniendo porque encaran y resuelven los problemas fundamentales, dominantes, de la construcción de la organización revolucionaria propias de la estructura económico-social argentina, a saber: 1) La lucha de clases en el seno del Partido marxista leninista. 2) El tipo de fuerza militar necesaria para librar la guerra popular y prolongada, urbana y rural, de masas, que desarrolla y desarrollará en Argentina y la imprescindible necesidad de la dirección del Partido marxista-leninista sobre esa fuerza militar. 3) La comprensión y explicitación de que la lucha armada y no armada de las masas, pacífica y violenta, en todas sus variadas y complejas manifestaciones es parte inseparable de la guerra popular revolucionaria; que tiene carácter decisivo la permanente vinculación y convergencia, mutuo apoyo, interinfluencia, de la lucha armada y no armada, de las operaciones militares con las manifestaciones, huelgas, ocupaciones de fábricas, ocupaciones villeras de tierras, intervención electoral y otras formas de lucha no armada, violenta y pacífica, de las masas obreras y populares. 176

Sus editoriales y escritos estratégicos

4) Que esa convergencia, interrelación, ha de lograrse por medio de la hábil intervención dirigente del Partido marxista-leninista y los dos tipos de organizaciones revolucionarias fundamentales por él creadas y dirigidas, el Ejército Revolucionario del Pueblo y el Frente de Liberación Nacional. Desde el V Congreso hasta ahora, en casi tres años de dura lucha, el PRT, aplicando las resoluciones votadas, ha logrado grandes avances, ha dado sólidos pasos en el cabal cumplimiento de sus responsabilidades revolucionarias. Militantes y cuadros, entre ellos miembros del Comité Central, han dado su vida con honor, cayendo algunos en combate, otros asesinados en la cámara de tortura, otros ejecutados fría y premeditadamente por el enemigo. Pero su sacrificio no ha sido vano, su ejemplo y su sangre se han convertido en formidable aliciente que galvaniza y une cada vez más a los mejores elementos revolucionarios de nuestro pueblo en torno al PRT, bajo la bandera y la estrella que simbolizan al Ejército Revolucionario del Pueblo. La autoridad que ha ido adquiriendo con su consecuente lucha ha rodeado a nuestro Partido del aprecio y el interés de la vanguardia, así como la actividad guerrillera del ERP le ha ganado el cariño y la admiración de amplios sectores de masas. Este interés de la vanguardia se ha acrecentado ante el avance del GAN, la concreción de la elección y la proximidad del establecimiento del gobierno parlamentario del Frejuli que se propone detener y desviar el proceso revolucionario en marcha. Agotado el intento de la burguesía de aplastar la lucha de las masas y consolidar el capitalismo en Argentina mediante una bárbara Dictadura Militar, los políticos burgueses y la casta militar deciden recurrir a la alternativa parlamentaria. Conscientes de la potencia que han adquirido las fuerzas revolucionarias se ven obligados a echar mano, en este nuevo intento de revitalización del agonizante capitalismo, a todas sus cartas, a la proclamada unidad entre todos los políticos burgueses, a un nuevo gobierno de “unidad nacional” que “pacifique” el país, que aniquile las fuerzas revolucionarias actualmente en desarrollo, que aleje el peligro de una revolución socialista. Ese plan llamado GAN se ha concretado corporizándose en el nuevo gobierno parlamentario de Cámpora-Solano Lima que entró en escena agitando la bandera de la tregua. Frente a él se alza el ERP dirigido por nuestro Partido como clara y sólida opción revolucionaria, aunque con fuerzas insuficientes y distintos déficits relacionados con su pequeñez y juventud. Así, la vanguardia obrera y la intelectualidad revolucionaria visualizan cada vez más al PRT como consistente organización marxista-leninista que permite y necesita canalizar la energía de los miles de elementos revolucionarios proletarios y no proletarios, que han hecho sus primeras y muy ricas experiencias en el reciente período de lucha antidictatorial de nuestro pueblo. Como uno de los medios de satisfacer ese interés, de hacer conocer nuestra 177

Mario Roberto Santucho

línea, de mostrar la estrategia, la táctica y los métodos de acción revolucionaria que nuestro Partido ha aplicado en el logro de sus avances, reeditamos hoy el folleto del V Congreso y una selección de documentos y resoluciones posteriores. Nuestra esperanza es que esta edición contribuya a consolidar nuestros lazos con el proletariado, a fortalecer al PRT y colocarlo en las mejores condiciones posibles para afrontar exitosamente las grandes y complejas tareas de la revolución socialista argentina. INTRODUCCIÓN Julio de 1971 Entre los días 29 y 30 de julio de 1970 se reunió clandestinamente el V Congreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Desde su IV Congreso, en marzo de 1968, el Partido había vivido accidentadas alternativas en sus esfuerzos por transformarse en un partido proletario y de combate, alternativas que entre noviembre de 1969 y julio de 1970 se manifestaron como una profunda crisis, producto de la eclosión abierta de la lucha de las clases en su interior. Este proceso culminó justamente en el V Congreso, que marcó un viraje fundamental en la vida de la organización. Protagonistas de esta importante reunión fueron compañeros representantes de las células de la organización diseminadas en distintos puntos del país. El V Congreso se caracterizó por la firme determinación en asumir las complejas y variadas tareas propias del proceso de guerra revolucionaria que comenzaba a vivir nuestra patria y nuestro pueblo, por su buena composición social y por la seria, responsable, entusiasta y afanosa discusión que terminó por definir con precisión la línea del Partido e iluminar así, mediante la aplicación correcta de los principios generales de la ciencia marxista leninista a las condiciones concretas de la revolución argentina, el largo y victorioso camino a recorrer. El folleto que ahora presentamos a la vanguardia obrera y a los intelectuales revolucionarios contiene como material fundamental las resoluciones del V Congreso de nuestro Partido. Saldamos con esta edición una deuda revolucionaria: la demora excesiva en la publicación de estos materiales. Si bien se habían adelantado impresiones mimeografiadas y una edición parcial y muy defectuosa técnicamente, su circulación fue escasa. La presente edición completa, con el agregado de algunas resoluciones posteriores del Partido y del programa del ERP, constituye un material que expone adecuadamente la línea general de la organización. La importancia dirigente fundamental del Partido surge nítidamente del 178

Sus editoriales y escritos estratégicos

análisis de este material que muestra el carácter consciente de la actividad desarrollada por nuestra organización y la discusión y elaboración permanente de la línea. Los pocos meses de experiencia vividos por nosotros a partir del V Congreso nos han permitido comprobar cotidianamente y comprender más claramente la corrección de la concepción marxista leninista sobre el papel del Partido en un proceso de guerra revolucionaria, concepción que nos esforzamos por aplicar consecuentemente, conscientes de que ello constituye uno de nuestros aportes fundamentales a los problemas de la revolución argentina y latinoamericana. LA LUCHA DE CLASES EN EL SENO DEL PARTIDO El siguiente análisis de la lucha de clases en el Partido utiliza como punto de referencia polémico un proyecto de resolución del Comité Central, de autocrítica y convocatoria al V Congreso, presentado por Candela, Polo, Bernardo, Alonso y Matías, en abril del presente año. Este documento es una de las primeras exposiciones oficiales del Centrismo, y pese a su carácter elemental, las tergiversaciones y graves faltas a la clandestinidad que contiene, resulta útil su respuesta, por cuanto expone algunos de los principales argumentos que el Centrismo utilizó en la lucha interna. Debido a la estructura del documento centrista, que constituye no un análisis objetivo, una crítica revolucionaria, un aporte a la línea del Partido, sino que es un alegato fraccional, con contenido de clase dirigido a minar la moral del Partido, a confundir a los sectores más débiles en base a tergiversaciones, exageraciones y mentiras. El primer paso de la crítica a dicho documento es, necesariamente, un análisis de la lucha de clases en el seno del Partido, una recapitulación de la situación interna del Partido, del contexto en que el documento ha sido elaborado, de las fuerzas sociales que representan las tendencias en lucha. Naturalmente que los teóricos del centro, pese a su nueva preocupación crítica, no tienen ningún interés en desentrañar esta vital cuestión. Nosotros, con el interés superior de hacer de nuestra organización un Partido Proletario Revolucionario, lo hemos venido haciendo desde la época del morenismo e insistiremos una vez más conscientes de que la importancia fundamental de esta batalla radica en que de ella puede emerger el Partido inmunizado del virus morenista, principal forma en que la pequeña burguesía se introduce en nuestro Partido para actuar negativamente en su seno como agentes de las clases hostiles a la Revolución Socialista. La teoría marxista del Partido Revolucionario enseña que en todo momento tal organización está expuesta a la manifestación de la lucha de clases en su seno. Ello es inevitable en su primera etapa, en el período del nacimiento de 179

Mario Roberto Santucho

tal organización; muy probable en el período de formación y desarrollo y aún posible su retorno en un Partido Proletario maduro. Mientras subsista el capitalismo en el mundo, mientras se desarrolle la lucha de clases en la sociedad, todo partido revolucionario sufrirá su influencia, la presión de las clases en pugna. Ello puede permanecer latente, oculto, desenvolviéndose en forma subterránea, solucionándose en parte por el ejercicio de la crítica y de la autocrítica, o puede hacer eclosión transformándose en manifiesta con el surgimiento de tendencias, tal como ha ocurrido en nuestro Partido. La lucha de clases en el Partido se corresponde con la lucha de clases en el seno de la sociedad. La exacerbación de los antagonismos de clase, la maduración de la situación, agudizan la lucha de clases en el seno del Partido, clarificado sus distintas tendencias y preparando un desenlace que -de resultar un triunfo del ala proletaria- acelera la maduración del Partido Proletario Revolucionario, poniéndolo en condiciones de jugar su papel dirigente y creador. La lucha de clases en el seno del Partido tiene una importancia fundamental porque el triunfo del proletariado en esta lucha interior, apunta a la resolución de uno de los problemas fundamentales de toda revolución: a) la creación por el proletariado y la intelectualidad revolucionaria del Partido Revolucionario, herramienta principal y decisiva que hará posible el triunfo posterior de la revolución, b) la adopción de una línea correcta para un determinado período. Las manifestaciones de la lucha de clases acarrean graves trastornos al Partido y suelen darse con suma dureza e intensidad. Todos recordamos las históricas batallas de Lenin en el seno de la socialdemocracia rusa. El Partido Comunista chino también soportó fuertes luchas e importantes desgarramientos. En el caso de estos dos partidos fueron varias las divisiones y rupturas irreversibles. El Partido Comunista vietnamita, en cambio, culminó sus lucha interiores con la unificación del grueso de los tres partidos preexistentes, merced a la autoridad política de Ho Chi-Minh y el criterio proletario de la amplia mayoría de los cuadros dirigentes vietnamitas. El agente introductor de las concepciones y métodos burgueses y pequeñoburgueses en el seno de las organizaciones revolucionarias es, principalmente, la intelectualidad revolucionaria, constituida por elementos provenientes de esas clases. El basamento proletario de un partido revolucionario, lo constituyen sus cuadros y militantes obreros. Como explicaba Lenin, ambos elementos son imprescindibles para el Partido, desde que éste es la fusión de la vanguardia obrera con la teoría revolucionaria. La vanguardia obrera, hasta lograr en el curso de la lucha revolucionaria el dominio de la teoría, precisa de la intelectualidad revolucionaria de origen burgués y pequeñoburgués. Pero esta fusión, esta unión obrero-intelectual, debe realizarse como una elevación recíproca en el seno del Partido: los obreros de vanguardia elevándose en su compresión de la teoría y los intelectuales revolucionarios, ele180

Sus editoriales y escritos estratégicos

vándose en la adopción del punto de vista, características y métodos proletarios. Aquellos intelectuales que al no ejercer la autocrítica para corregirse y superarse persisten en sus limitaciones de clase, se convierten en virus pequeñoburgueses y burgueses, pasan a constituir tendencias con la agudización de la lucha de clases, convirtiéndose en agentes de las clases enemigas en el seno del Partido Revolucionario. Lo mismo ocurre con aquellos obreros que adoptan las características, métodos y punto de vista pequeñoburgueses y burgueses o se burocratizan. Todo intelectual revolucionario no proletarizado, todo obrero aburguesado o burocratizado, puede orientarse correctamente en el curso de la lucha interna, comprender sus errores y corregirse en el ejercicio de la crítica y la autocrítica. A ocurrido incluso en la historia, particularmente en el caso de León Trotsky, Lunarcharski y otros revolucionarios rusos, que la preeminencia circunstancial del individualismo, la pedantería intelectual y otras limitaciones pequeñoburguesas, los han apartado durante años de la corriente proletaria. Pero con su consecuencia revolucionaria, su contacto con las masas obreras, terminaron por reintegrarlos al ala proletaria en una etapa posterior, cuando comprendiendo sus errores pasados y la causa de ellos y autocriticándose sinceramente, pudieron reintegrarse al Partido, contándose desde entonces entre los más firmes revolucionarios. Hechas estas puntualizaciones, que aunque están muy lejos de agotar la cuestión de clase en el seno del Partido nos ayudarán a orientarnos y comprender la prehistoria de nuestro Partido y la situación por la que actualmente atraviesa, pasaremos a una recapitulación del pasado partidario. Durante 20 años vegetó en el seno del movimiento obrero una secta que adoptó diversos nombres resumibles en el de “morenismo”, por su líder N. Moreno. Surgido de los grupos intelectuales burgueses que se reivindicaban trotskistas (Quebracho, Justo y Cía.), el morenismo se caracterizó al nacer por el criterio correcto de ir a las masas como primer paso para la construcción de un Partido Revolucionario. La extrema juventud de sus cuadros, su distanciamiento de la teoría y el método leninista, en esa época de difícil acceso, y poco simpáticos por la contrapropaganda stalinista, el egocentrismo propio ha todo esfuerzo juvenil, llevaron al grupo de Moreno a sucumbir desde sus comienzos ante la enorme presión del movimiento de sindicalización masiva que vivía el país (1944-45), le imprimieron el sello sindicalista y espontaneísta del que no saldría jamás, que constituyó su característica más saliente y lo estimularon a desarrollar sobre esa base una concepción y un método ajenos y hostiles al marxismo leninismo, que aún hoy ejerce su influencia nociva en la vanguardia y la ejerció en nuestro Partido hasta este V Congreso. La estrategia morenista suponía que el proceso revolucionario, comenza181

Mario Roberto Santucho

ría por una huelga triunfante o una serie de huelgas triunfantes (un alza) que seguidas por una huelga general, culminaría en una insurrección de masas para cuya victoria al menor costo posible y con garantía de revolución profunda era necesaria la dirección del Partido Proletario Revolucionario. Suponía que las masas espontáneamente se orientarían hacia el programa del Partido y aceptarían su liderazgo. Que las Fuerzas Armadas de la burguesía se disgregarían al embate de las masas y que el triunfo de la revolución sería un proceso rápido e incruento. Soñaba con una revolución “antiséptica”, sin ese ingrediente horrible de muertes y heridos, triunfante en base a habilidad política. Para él, el ejemplo era la Revolución Rusa (octubre), con menos muertos y sin la guerra civil que le siguió. La Revolución China era condenada y también su dirección por el alto costo en vidas. Esta ingenua y aristocrática pretensión empañó durante años al Partido y es la causante de la ausencia total de moral de combate, de la alergia a los riesgos más mínimos, característica de la mayoría de los dirigentes del morenismo. Señala, asimismo, que en la Argentina los sindicatos son elementos principalísimos de aglutinamiento y dirigentes de las masas (como los Soviets rusos), que el papel fundamental de motor y dirección de la revolución correspondía a un puñado de fábricas de mayor concentración, lo que permitiría a un pequeño partido encaramarse en ese proletariado y vía las organizaciones sindicales de masas (CGT) ejercer su liderazgo en todo el país. De esa estratégica extraía la táctica de centrar los esfuerzos en las organizaciones sindicales, especialmente de las grandes fábricas, donde el Partido debía estar, prenderse, en espera de las alzas, de la huelga general y la insurrección victoriosa. De ahí que la obligación principal de la dirección era mantener el Partido, “conservarlo”, sin comprender que detener, conservar, es morir. Ese es el motivo del enormemente nocivo conservadurismo que se expandía como un gas venenoso, como un somnífero sobre el Partido, matando la iniciativa, reduciendo los objetivos a dimensiones ridículas, convirtiendo la actividad en intrascendente artesanía, reemplazando el rugido del león de los revolucionarios por tímidos y esporádicos maullidos gatunos. Esta idea originó la mentalidad tímida que en todo ve grandes peligros, retrocede ante los riesgos, considera al menor movimiento positivo una aventura y al magnificar los golpes recibidos no atina a contestarlos y es apabullado por ellos. Esta mentalidad como sabemos, caracterizó a la mayoría de los dirigentes de raíz morenista. Todo el Partido debe gravarse con letras de fuego el principio revolucionario de que no se puede destruir al capitalismo sin “audacia y más audacia”, que una de las características más esenciales de un revolucionario es su decisión, que un revolucionario es un hombre de acción. De su concepción sindicalista viene también el fetichismo de las comisiones internas y cuerpos de delegados como vanguardia obrera natural, la concepción de que la actividad central del Partido consistía en la lucha por las 182

Sus editoriales y escritos estratégicos

reivindicaciones inmediatas de fábricas y que dirigir el proletariado era tener la mayoría en la comisión interna y cuerpo de delegados y orientar desde allí la “lucha de clases concreta”, “estructural”, es decir, la lucha sindical de los guantes y los aumentos. Para lograrlo los militantes tenían necesariamente que ocultar su carácter de revolucionarios. La eficacia de esta militancia sindical hacía de los militantes, tácticos, “oficiales” de la lucha de clases, de acuerdo al criterio morenista. Cada conflicto sindical se transformaba en eje de todo del Partido y su triunfo era una cuestión de honor. En cambio, la propaganda y la agitación revolucionaria era “propagandismo”. El morenismo inventó ese término en el que quería señalar como errónea toda actividad política no dependiente del sindicalismo “concreto”. Intentar llevar las concepciones marxistas, el socialismo, a las masas, constituía una actividad superestructural y por ende de segundo orden, cuando no “provocadora”. Es claro que esta táctica no podía sino mantener al morenismo a la zaga (a veces del brazo) de la burocracia sindical, y los esfuerzos por diferenciarse (con un porcentaje mayor de aumento) no hacían sino hacerlo marchar detrás de los burócratas protestando y gesticulando. Es claro también que al omitirse la actividad independiente, propia del Partido, cuyo eje es la propaganda y la agitación revolucionaria entre las masas, se ahogaba todo desarrollo cuantitativo y cualitativo. Esta estrategia, esta táctica y los métodos que de ellas se desprenden, en vez de unir el morenismo a las masas (objetivos que perseguía sinceramente) lo fueron, paradójicamente, alejando de ellas. Su composición se fue haciendo más y más pequeñoburguesa, hasta llegar a ser en el período previo a la unificación FRIP-Palabra Obrera, casi totalmente pequeñoburguesa. No podía ocurrir de otra manera porque el sindicalismo y el espontaneísmo corresponden al punto de vista de esa clase social, cuando, influida por la lucha obrera y/o atraída por el marxismo, adopta un obrerismo elemental de adoración de los elementos más visibles de la lucha de clases. Ese mismo alejamiento de la clase obrera produjo la proletarización indiscriminada y formal que todos conocimos, paralelamente a su pequeñoaburguesamiento, la secta morenista, ya sin vitalidad, sufrió un proceso de burocratización (a la altura de la ruptura con Bengochea) con el ascenso a la dirección de hombres sin formación ni trayectoria, con las características típicas de los funcionarios arribistas. Creemos que con lo dicho es suficiente para traer a la memoria del partido los rasgos fundamentales del morenismo y su carácter social. Vayamos ahora a la historia del Partido para encontrar los gérmenes de la transformación de la organización, los orígenes del ala leninista y proletaria que al penetrar en el tronco pequeñoburgués y ya senil del morenismo, comenzó por revitalizarlo 183

Mario Roberto Santucho

para iniciar enseguida su transformación superadora, en un proceso dialéctico cuyo motor fue la lucha de clases interna expresada por la contradicción antagónica pequeña burguesía-proletariado2 y cuyo resultado es para beneficio de la revolución socialista argentina un nuevo triunfo leninista y proletario y consecuentemente un sustancial y posiblemente definitivo paso en la transformación del PRT en la organización proletaria marxista leninista que dirigirá la lucha revolucionaria en nuestro país. En el invierno de 1963 se firmó un acuerdo de Frente Único entre Palabra Obrera (representada por N. Moreno) y el FRIP (representado por 5 de sus miembros). Dicho acuerdo tenía como base ideológica la aceptación del marxismo y como fundamento político la perspectiva de la construcción de un Partido Revolucionario Obrero. Contribuyó al acuerdo el punto de vista similar de ambos grupos de que para encarar la lucha armada -considerada como única vía para la toma del poder- era necesario construir previamente un pequeño partido revolucionario. Este acuerdo correspondía a la situación del momento en que la vanguardia discutía como comenzar la lucha armada y proliferaban las corrientes putchistas. Palabra Obrera había sufrido recientemente una escisión en esta dirección (grupo Bengochea). Subsistían, sin embargo, dos grandes diferencias que se acordó resolver en los meses siguientes: a) Las relaciones con el peronismo. Palabra Obrera se reivindicaba peronista de acuerdo a la táctica del entrismo y el FRIP consideraba ello incorrecto. Esta diferencia se solucionó enseguida con el abandono del entrismo. b) Las relaciones con la Cuarta Internacional y el trotskismo. Palabra Obrera se reivindicaba trotskista y estaba adherida a la Cuarta Internacional; el FRIP no estaba de acuerdo con ello. Esto se resolvió más de un año después por mayoría, en un comité central ampliado, con la incorporación plena a la Internacional. El FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano Popular), del que estamos hablando, era un pequeño grupo pequeñoburgués nacido en 1961 con una concepción populista y que, merced al trabajo de masas que había encarado en Santiago y Tucumán, entre sectores del proletariado azucarero y forestal y en las barriadas pobres, había ido adoptando progresivamente el método y las concepciones marxistas. Al tiempo del Frente Único con Palabra Obrera continuaba siendo una corriente pequeñoburguesa cuyo mérito fundamental consistía en su orientación hacia el trabajo de masas. Al poco tiempo de la firma de este acuerdo y en cumplimiento de una de sus cláusulas, el Frente FRIP-Palabra Obrera inicia un trabajo orgánico en Tucumán, en base a trabajos anteriores de ambos grupos. Esa actividad tiene como 2. Antagónica dentro del Partido. 184

Sus editoriales y escritos estratégicos

eje una orientación hacia el proletariado azucarero y es el punto de partida del ala leninista y proletaria del Partido. En efecto, el proletariado azucarero vivía desde 1961 una etapa de grandes movilizaciones, de enérgicas luchas provocadas por la profunda crisis de la industria azucarera. Esa lucha lo convirtió en la vanguardia indiscutida de la clase obrera argentina, y a partir de un eje sindical fue trascendiendo, entre otras cosas, gracias al esfuerzo de nuestro Partido, hacia el terreno político. En esta época es cuando irrumpe en el Partido un grupo de obreros que al tiempo que se van formando como revolucionarios, adhiriendo al marxismo, incorporan a la organización puntos de vista de clase, métodos y características proletarias (solidez, decisión, energía, estrecha relación con las masas). Influyen decisivamente sobre los intelectuales revolucionarios que se forman con ellos y hacen predominar en la Regional Tucumán su influencia de clase, convirtiéndola en una regional proletaria. Este hecho, decisivo para el futuro del Partido, lleva en germen, la batalla de clases interna. Mientras la burguesía mantiene su régimen de dominación democrático-burgués, parlamentario, esta contradicción permanece larvada3 y emerge en toda su intensidad cuando la burguesía necesita recurrir a la Dictadura Militar de Onganía e incorpora la violencia abierta contra las masas como el método dominante para continuar su ofensiva antiobrera y antipopular. Es así que la elaboración de la línea partidaria para enfrentar la nueva etapa abierta con el golpe de junio del 66, es el terreno en que ha de manifestarse en forma abierta la lucha de clases en el seno del PRT 4. En los últimos meses de 1966, la base obrera de la Regional Tucumán comienza a plantear la necesidad de pasar a la lucha armada. Los compañeros que hacían este planteo venían de varios años de lucha pacífica, predominantemente sindical: habían dirigido importantes movilizaciones obreras y sufrido finalmente una brutal derrota en ese terreno, pese a haber comenzado a utilizar métodos crecientemente violentos. El planteo de la lucha armada irrumpe en el PRT entonces no a través de estudiantes o intelectuales revolucionarios influidos por la experiencia revolucionaria de otros países. Surge de la experiencia directa de las masas obreras argentinas y es incorporada al Partido por su vanguardia, que ha recorrido previamente el camino de la lucha pacífica, que ha comenzado por las huelgas corrientes, por la participación en elecciones, que ha pasado a la ocupación de fábricas con rehenes, a la manifestaciones callejeras violentas, hasta que, cerradas todas las posibilidades legales con la asunción de Onganía, se orienta 3. Manifestándose en forma sorda y parcial en cuestiones como la relación Partido-CGT. (La naciente corriente proletaria se opuso a la consigna morenista CGT-Partido Obrero). 4. La organización había adoptado tal nombre en su Primer Congreso (1965). 185

Mario Roberto Santucho

correctamente hacia la guerra revolucionaria 5. En estos momentos vienen a nuestra memoria numerosos recuerdos de esas luchas y nos decidimos a referir una anécdota, a modo de ejemplo: 12 de enero de 1967. Como parte del Plan de Lucha Azucarero Nacional, la FOTIA llama a 4 concentraciones en otras tantas ciudades pequeñas del interior de la provincia. Bella Vista es una de ellas. Allí deben convergir los obreros de San Pablo, San José, Amalia, Bella Vista y Santa Lucía. Nuestro Partido dirige en ese momento al Sindicato de San José y participa por esa vía en esa concentración. El gobierno ha dado ya amplias muestras de sus nuevos métodos y prohibió las concentraciones. Los obreros de San José recorren los 45 kilómetros hasta Bella Vista, en vehículos, por camino laterales previamente reconocidos. De Santa Lucía parten grupos a pie, para cubrir caminando los 20 kilómetros que hay hasta el sitio de concentración. Ello se debe al dispositivo policial que controla las rutas para evitar el paso de los obreros. A las 13 horas, hay alrededor de 200 obreros en Bella Vista. La mayoría son de San José y Santa Lucía y esperan en la cercanía del Sindicato la hora de la concentración citada para las 17. En la policía, a 4 cuadras, están acuartelados unos 40 policías de la Guardia de Infantería Provincial llegados de San Miguel de Tucumán. Un incidente insignificante es aprovechado por la policía para provocar a los trabajadores deteniendo a un dirigente de San José. En pocos momentos comienza la lucha. Los obreros, encabezados por unos 100 activistas de San José, emplean hondas con recortes y cuentan con una veintena de molotovs de las que se utilizan 3 ó 4. La policía comienza con gases lacrimógenos y carga contra el local sindical. Posteriormente, fuertemente acosada, emplea pistolas 45. El enfrentamiento dura media hora. Su resultado es la retirada de los soldados que abandonan la zona y se refugian en el local policial dejando al pueblo en manos de los obreros (a las 17 se hizo la concentración con alrededor de 1000 obreros presentes y el único detenido fue liberado inmediatamente). En las filas obreras hay un muerto y 3 heridos. La heroica y enérgica tucumana Hilda Guerrero de Molina ha pasado a ser una bandera y un ejemplo. De los heridos 2 son de bala y uno con fuertes golpes de garrote. La policía tiene 8 heridos por recortes y piedras, y 3 de ellos son hospitalizados. Al día siguiente, en el Ingenio San José, el ambiente entre los obreros es de satisfacción por la enérgica actitud asumida y plantean reiteradamente a los militantes del Partido que hay que armarse, conseguir ametralladoras e ir a la lucha a muerte contra la dictadura6. 5. Es importante conocer esos hechos para poner en su lugar el intento centrista de remontar los orígenes del ala leninista al grupo Bengochea y por esa vía emparentarnos con su posición putchista. 6. Esta conclusión se estaba generalizando a esta altura entre los trabajadores azucareros y en amplios de los sectores de la vanguardia obrera en todo el país. 186

Sus editoriales y escritos estratégicos

Es en ese enero de 1967 que los dirigentes de la Regional Tucumán llevan verbalmente a la Dirección Nacional el planteo formal de adoptar una línea armada centrada en una guerrilla rural en Tucumán. La mayoría de los actuales dirigentes del Centro y Derecha, más papistas que el Papa, se oponen inicialmente a esta línea, pero como Moreno la acepta, e incluso se encarga de preparar un primer documento en este sentido, optan también por adoptarla. Moreno no rechazaba en teoría a la guerrilla, pero en lugar de concebirla como el inicio de una guerra revolucionaria prolongada, la ubicaba como un elemento de presión en el marco de la concepción estratégica espontaneísta de que ya hemos hablado, y sobre todo, no estaba dispuesto a protagonizarla. A lo largo de 1967, mientras la corriente leninista adopta progresivamente una correcta óptica de guerra revolucionaria comienza a manifestarse la lucha de clases en el seno del Partido. La agudización de las contradicciones sociales en el país influye favorablemente en el Partido facilitando que la presión proletaria en la Regional Tucumán, con su punto de vista de clase, comience a repercutir en el conjunto del Partido. Los militantes y los cuadros obreros, en distintas regionales, adoptan posiciones más activas y parte de la intelectualidad revolucionaria, en especial los cuadros y militantes jóvenes, encabezan lo que se dio en llamar “la revolución ideológica en el Partido”, que no es otra cosa que los aspectos ideológicos de la proletarización partidaria. Moreno, con certero golpe de vista, comprendió que se estaba iniciando un proceso irreversible, antagónico en relación al morenismo. Pero, cegado por la preocupación y el temor, forzó la ruptura echando mano a toda clase de maniobras, uno de cuyos resultados fue la incorporación momentánea al sector leninista y proletario de numerosos elementos política e ideológicamente morenistas. Esta primera etapa de la lucha de clases en el Partido culminó con la ruptura de Moreno y su grupo que, desconociendo los organismos partidarios, rompió con el Partido, usurpó su nombre y retornó a su sindicalismo pequeño-burgués. El entusiasmo provocado por este triunfo, que al liberarlo del más pesado lastre morenista y concretarse bajo la Bandera de la Guerra Revolucionaria permitió de inmediato al Partido abocarse a los primeros pasos prácticos en la dirección de la preparación de la guerra, disimuló brevemente la lucha de clases en el seno del Partido. Ella retornó al poco tiempo, a 2 o 3 meses del IV Congreso y se manifestó en la persistencia del morenismo en la dirección partidaria, que comenzó a ser enfrentado desde las zonas y regiones principalmente Córdoba y Chaco. Esta lucha se desarrolló subterráneamente, en los meses siguientes, circunscribiéndose a enfrentamientos en los máximos niveles dirigentes, sin conocimiento ni participación de las bases partidarias. La crónica de estos acontecimientos está contenida en diversas cartas y documentos elaborados en 187

Mario Roberto Santucho

el curso de la lucha interna, que no consideramos necesario reproducir aquí. Sí es necesario transcribir una autocrítica del compañero Carlos formulada ante el Congreso, que dice: “Numerosos compañeros me han planteado una crítica por no haber recurrido a la base del Partido, ante las primeras manifestaciones de la lucha interna en los niveles dirigentes. De primera intención creí que esa crítica no era justa, por cuanto se había llevado adelante una lucha contra el morenismo como corriente, una de cuyas expresiones son las resoluciones del Comité Central de marzo y pensé que había sido correcto no reaccionar ante los distintos indicios de resistencia a la línea del Partido por cuanto ello se daba en forma poco clara y no convenía lanzar al Partido a una discusión tan importante sin claras pruebas. Pero luego, analizando mejor esta cuestión, ante la insistencia de los compañeros, me he dado cuenta de que hubo varias oportunidades en que se podía y se debía denunciar ante la base al morenismo y comprendí que ante esos casos actué dominado por el espíritu de camarilla en que nos habíamos acostumbrado a trabajar en vez de recurrir inmediatamente al Partido y llamarlo a ejercer la vigilancia revolucionaria sobre la dirección y a participar de lleno en la lucha interna desde sus primeros esbozos. Ello desarmó a la base y a los cuadros y posibilitó un transitorio predominio del morenismo (diciembre a febrero) que se prolongó hasta la carta de Mariano, primera reacción del ala leninista. Teniendo en cuenta que hay que delimitar responsabilidades, señalamos que también en esto los cuadros y la base tienen responsabilidades, porque si bien reaccionaron ante algunas manifestaciones (ejemplo: artículo sobre la CGT de los argentinos, agrupaciones revolucionarias, etc.), no actuaron con la energía suficiente para el desarrollo de las contradicciones. Debiendo quedar claro que las bases reaccionan hasta donde el método que venía usando la dirección se lo permite”. La lucha de clases en el Partido, cuyo núcleo es la contradicción antagónica pequeña burguesía-proletariado, la lucha por la consolidación del Partido como organización proletaria revolucionaria superando definitivamente su pasado pequeñoburgués, sale abruptamente a la superficie ante la represión en Tucumán, en los meses de octubre y noviembre de 1969. Dicha represión costó al Partido, la muerte de un militante la detención de 7 militantes, un contacto y 4 elementos ajenos al Partido, el secuestro de algunas armas y el allanamiento de varias casas. Estos hechos fueron considerados por el “morenismo” “el desastre de Tucumán”, y constituyeron el pretexto con el que intentó apartar al Partido de la Guerra Revolucionaria. Comienza la lucha política y se dibujan la Derecha, el Centro y la Izquierda. Inicialmente el morenismo de derecha y centro permanecen unidos en su condición de ala derecha y se aprestan a culminar su ofensiva con el abandono de la línea del IV Congreso y la sepultura del ala proletaria, lo que creen lograr 188

Sus editoriales y escritos estratégicos

con facilidad. La reacción del Partido, que no esperaban, los obliga a delimitarse tajantemente entre sí y a afrontar una batalla que no entraba en sus cálculos. La Derecha prefiere desenmascarase francamente, retorna plenamente al morenismo y prácticamente abandona el Partido. El Centro en cambio, después de un período de vacilaciones, acepta la lucha en el marco de una concepción estratégica de guerra revolucionaria. La manifiesta inferioridad política en que quedan al tomar esta posición los lleva a basar su argumentación en tergiversaciones y mentiras, adoptan la actitud pequeñoburguesa, de sembrar la desorientación, provocar la duda, maniatar la actividad cotidiana so pretexto de la necesidad de “estudiar”. Este es el contexto en que se presenta el proyecto autocrítico que hemos nombrado. Así ubicados pasamos a su análisis. CRÍTICAS AL IV CONGRESO El proyecto de resolución comienza señalando: “Que la profundidad de esta crisis partidaria tiene origen histórico en el carácter oportunista que tuvo nuestro Partido desde 1955 hasta 1968, ya que durante toda esta etapa careció de un análisis de la estructura de nuestro país y del carácter de nuestra revolución, de una estrategia de poder, de un programa, de una táctica y metodología de organización y de una política militar correcta. Durante todo ese período el Partido utilizó el método positivista de la ciencia social burguesa, partiendo del reconocimiento empírico de las fuerzas políticas dominantes y del establecimiento de la política oportunista de plegarse a esa fuerza sin programa, estrategia y tácticas propias. Por consiguiente, tuvo una política oportunista frente al peronismo desde 1955 hasta 1964 (etapa del “entrismo” en el peronismo ), ante el castrismo de 1960 a 1962 (etapa del frente único castrista), ante las organizaciones sindicales y las masas más atrasadas de 1963 a 1968 (etapa sindicalista)7. Ya comenzamos a ver cómo estos compañeros no han comprendido aún la trayectoria de nuestra organización, aunque se ven obligados, por el despertar irreversible del Partido, a volver los ojos al período morenista cuyos últimos resabios estamos superando. Tanto el Centro como la Derecha se han negado sistemáticamente a aceptar la caracterización crítica del morenismo como una corriente perfectamente diferenciada, de carácter pequeñoburgués y burocrático. Si se ha logrado incluir en algunos documentos, como El único Camino y las resoluciones del Comité Central de marzo de 1969, esa caracterización crítica y tajante, fue únicamente por la firme determinación del ala proletaria que 7. Proyecto autocrítico, pág. 1. 189

Mario Roberto Santucho

redactó esas caracterizaciones y obligó a su inclusión. Pero para los morenistas de Centro y Derecha ello constituía letra muerta, sólo una concesión formal al “militarismo”. Sin embargo, nunca aceptaron esas caracterizaciones, y consecuentemente nunca se esforzaron por abandonar las concepciones y métodos morenistas. Es más, cuando el ala proletaria desde la base como la dirección insistía en su lucha contra esas supervivencias, la Derecha y el Centro se oponían con indignación. Si en la dirección se atacaba al morenismo, era “terrorismo ideológico”, y si desde la base se elevaban documentos en el mismo sentido, partía el contraataque airado, como ocurrió con una minuta preparada por la Regional Córdoba a principios de 1969 (esa minuta se rechazó por irrespetuosa, no se contestó y se negó su publicación interna solicitada por Córdoba). Ahora, cuando no les queda más recurso que volver los ojos al pasado, reconocen algunas de las principales características del morenismo, pero evitan cuidadosamente nombrarlo, no señalan su carácter social y tratan de reducirlo a un simple “carácter oportunista” producto de la carencia de una línea correcta. ¡Ejemplar análisis de 13 años de vida del Partido! Después de lavarse las manos con ese párrafo crítico de la historia del Partido y de reconocer que el IV Congreso fue un gran paso adelante en la vida de nuestro Partido 8, lejos de analizar como corresponde al método marxista, las fuerzas de clase que impulsan esa transformación y las resistencias de clase que había que vencer, utilizan la metodología cientificista, idealista, propia de la sociología burguesa y del morenismo, buscan la causa de la crisis de dirección que vivimos en errores teóricos y hacen aparecer posteriormente una tendencia foquista, que por lo que se puede sacar en limpio entre la madeja de tergiversaciones y mentiras, está representada por un tal Carlos, origen de todos los males y errores, quien gradualmente, y favorecido por el bajo nivel político y militar de la Dirección y la ausencia de la mitad del Comité Ejecutivo..., fue imponiendo su concepción foquista 9. El redactor de este proyecto de resolución se confundió. Debió escribir un análisis de hechos políticos reales, se dejó tentar por su imaginación y pese a sus afeites terminológicas no es difícil encontrar en ese proyecto un mediocre folletín de aventuras con sus héroes y villanos. Como decimos, el redactor del proyecto señala lo evidente: el IV Congreso es nada menos que el comienzo y sólo un comienzo. Numerosos problemas quedaron por solucionar en la vía abierta de transformación del PRT. No tenemos a mano las resoluciones para precisarlos y ordenarlos, pero nos parece que 8. Proyecto autocrítico, pág. 2. 9. Proyecto autocrítico, pág. 1. 190

Sus editoriales y escritos estratégicos

el proyecto tampoco lo hace. Incluye puntos que habían sido tratados satisfactoriamente, como el 3º (“Carácter de nuestra revolución, fundado en un análisis del desarrollo desigual y combinado del capitalismo en el país y en cada una de las regiones”10); 5º (características fundamentales de la etapa presente de nuestra revolución y de la etapa de construcción del Partido y su fuerza militar)11 y primera parte del 7º: (“Política para la clase obrera y sus diferentes sectores”)12 y olvida el que se reveló fundamental: la lucha contra los resabios morenistas y la subsistencia del morenismo, sobre todo en la dirección partidaria. Al estar ausente toda intención crítica constructiva, revolucionaria, las observaciones que el proyecto hace en seguida son señalamientos tendenciosos, insustanciales, falaces, que sólo nos corresponde rebatir. Dice el proyecto: “1º) en la resolución sobre la situación nacional, el segundo punto resolutivo dice: “la lucha armada debe iniciarse cuanto antes en la forma de autodefensa del movimiento obrero de todo el país, encarando la autodefensa de militantes y activistas y la represalia contra los agentes de la patronal, la burocracia y el gobierno”. “Con lo que el IV Congreso desestimó la actividad militar independiente en las ciudades y condenó la lucha armada al mero papel de autodefensa de carácter fundamentalmente sindical”13 . Una tergiversación verdaderamente infantil. En primer lugar porque del mismo texto transcripto surge que se planteaba la autodefensa en todo el país. Nadie puede entender cómo de una cita que propone la autodefensa en todo el país puede el redactor sacar la conclusión de que condena la lucha armada en las ciudades al mero papel de autodefensa sindical. En segundo lugar porque el documento del IV Congreso plantea claramente la actividad militar independiente en todas las ciudades. Una cita bastará para demostrarlo: “Por todos esos motivos, por una etapa de varios años la formación de un Ejército en el Campo es nuestra estrategia para la creación del Ejército Revolucionario, y la creación de centenares de destacamentos armados obreros y populares que actúan en la ciudad, 1) apoyando las movilizaciones de masas, 2) llevando a cabo una acción militar independiente; es nuestra táctica fundamental que debe estar subordinada a aquella estrategia”14. En 3er. lugar porque desde los primeros planes tácticos se propuso la preparación de unidades militares independientes para actuar en las ciudades, precisándose su tamaño, objetivos, etc. A tal punto es así que las primeras unidades que el Partido preparó fueron urbanas. Asimismo en los planes de entrenamiento y formación de responsables se tuvieron en cuenta tanto las 10. Proyecto autocrítico, pág. 1. 11. Proyecto autocrítico, pág. 1. 12. Ídem 13. Ídem 14. El Único Camino, pág. 61. 191

Mario Roberto Santucho

necesidades rurales como las urbanas. Es posible que en los documentos del IV Congreso no se emplee el término “Guerrilla Urbana”. Como tampoco encontramos esos términos en los textos del Che, ni en los de Giap, ni Mao, sencillamente porque los clásicos nunca diferenciaron entre guerrilla urbana y rural y al hablar de guerrilla entendían la rural. A los combatientes urbanos se los denominó “clandestinidad” en Cuba, “unidades tácticas de combate” en Venezuela, nombres similares en Vietnam (ver Burchett). La actividad de los revolucionarios negros en EEUU y de los Tupamaros en Uruguay hizo acuñar el término que ahora utilizamos corrientemente y con precisión. Por otra parte, es conocida por todo el Partido la clara diferenciación que se hizo entre guerrilla urbana y autodefensa de masas, señalándose que las unidades guerrilleras de las ciudades, actuaban de acuerdo a una táctica relativamente independiente de los avatares cotidianos de la lucha de clases. Es decir, elaboran planes tácticos independientes de la lucha inmediata de las masas, consistentes en acciones dirigidas a obtener armamento, a propagandizar el nombre y la línea de nuestra fuerza militar y a hostilizar al enemigo. En cambio, la autodefensa era cuestión del conjunto del partido, de sus células no especializadas y consistían en todo tipo de acciones violentas ligadas directamente a la lucha cotidiana de las masas. Dice en seguida el proyecto: “2º) En la misma resolución del punto 3 dice: debemos preparar a corto plazo la guerrilla en el norte, para una próxima etapa, inevitable, provocada por la represión en las ciudades, por el conjunto de la situación en el Norte, y las necesidades estratégicas de construir un embrión del Ejército Revolucionario”. “Con lo que el Congreso incurrió en una desviación voluntarista al determinar un corto plazo sin tener en cuenta el principio marxista de que la lucha armada no es cuestión de plazos sino de desarrollo político de una lucha de clases y de las fuerzas del Partido”15. Esto parece una broma. Nadie niega que la lucha armada no es cuestión de plazos y la resolución citada tampoco lo hace. Todo el Partido sabe que la resolución de preparar la guerrilla en el Norte ha surgido de un profundo análisis político del país que precisamente el IV Congreso votó. Pero también corresponde a todo Partido leninista, dispuesto no sólo a recetar soluciones, sino a ponerlas en práctica, determinar los plazos y ritmos de la línea que adopta. Para recordar más que un solo episodio histórico: los entonces “voluntaristas” o quien “no tuvo en cuenta el principio marxista de que la lucha armada no es cuestión de plazos”. Vladimir Ilich Lenin, cuando planteaba insistentemente en septiembre y octubre de 1917, en reiteradas cartas a la dirección del Partido y luego personalmente, la necesidad inmediata de organizar la insurrección armada; llegando a señalar 15. Proyecto autocrítico, pág. 1 y 2. 192

Sus editoriales y escritos estratégicos

incluso que una demora de días podía llegar a ser fatal y dar a la burguesía la oportunidad de rehacerse. Igual ocurre en nuestro caso. Rompimos con Moreno porque obstruía la aplicación inmediata de la línea de guerra revolucionaria, y somos conscientes de que si permitimos indefinidamente a la burguesía experimentar la solución desesperada que constituye el Onganiato que nos da la oportunidad de iniciar la resistencia armada en condiciones muy favorables, el enemigo puede terminar por encontrar otro camino y dificultar por años la posibilidad revolucionaria en nuestro país. Sigue diciendo el proyecto: “3º) El punto 4 dice: “En el Norte nuestra política debe estar ya subordinada a nuestra estrategia militar, y en el resto del país nuestra actividad militar debe estar subordinada a la penetración política del Partido en el movimiento de masas, en la forma de autodefensa”. “Con esta resolución el Congreso incurrió en un error militarista para el Norte al no tener en cuenta el principio marxista reiteradamente expresado por Giap, según el cual siempre y en todas partes, al comienzo de la lucha armada, la actividad militar se subordina a la penetración política del Partido en el movimiento de masas. E incurrió en un error de derecha, conservador, al reiterar que la actividad militar en las ciudades debía reducirse a la autodefensa, negando la actividad militar independiente”16. Al revés de los anteriores, esta observación crítica tiene un aspecto verdadero. Se apoya en una formulación errónea de un pensamiento correcto. Lo que se quería significar con ese párrafo, como puede desprenderse del conjunto del documento del IV Congreso, era que desde una primera etapa en el Norte el centro de la política de masas del Partido, es la guerra y que a sus necesidades y objetivos debían subordinarse y confluir los otros aspectos de la actividad revolucionaria (reivindicaciones económicas, políticas, agitación y propaganda, etc.). Mientras que en el resto del país las movilizaciones reivindicativas económicas y políticas violentas y pacíficas primarían en nuestra política de masas, constituyendo la actividad militar un aspecto complementario y secundario. Esta formulación correspondía a un análisis realista, marxista, del desarrollo desigual de la situación prerrevolucionaria argentina, en la que, mientras que para las masas empobrecidas del Norte la guerra revolucionaria es un problema inmediato, una necesidad y una preocupación advertida por las masas, en el resto del país, principalmente en el Gran Buenos Aires y otras regiones de economía relativamente estable y no golpeadas tan duramente por la crisis, la guerra revolucionaria es considerada como una salida inmediata sólo para la vanguardia obrera y la intelectualidad revolucionaria, mientras que el conjunto de las masas tienden a orientarse principalmente a la resistencia y otras formas similares de oposición y lucha, aunque incorporando a esas formas métodos cre16. Proyecto autocrítico 193

Mario Roberto Santucho

cientemente violentos. Todo lector honesto del documento comprende esto. Los redactores del proyecto autocrítico, en su afán polémico, se apresuran a rescatar esta perla, tergiversarla a conciencia, para “demostrar” al Partido los orígenes del “militarismo”. AUTOCRÍTICA, CONCEPCIÓN MILITAR, ETC. Pasa en seguida el “proyecto autocrítico” a proponer autocríticas. Veamos lo que dice: “la primera autocrítica que se formula es del Comité Central ante el Partido; es la de haber tenido una actitud superficial e irresponsable, al no llamar la atención al conjunto del Partido sobre las omisiones y errores del IV Congreso. Al no haber encarado seriamente la elaboración política necesaria para superarlos y al haber difundido su irresponsable actitud política por todo el Partido, pretendiendo que con el IV Congreso teníamos todos los problemas resueltos”17. Los dirigentes del Centro tienen muy frágil memoria. Se olvidan que el Comité Central de marzo del 69 votó un conjunto de resoluciones sobre táctica y organización, cuya introducción decía: “Parte esencial para la preparación de la guerra son la adecuación organizativa del Partido para afrontar las nuevas tareas; la penetración en el movimiento de masas, la capacitación de los cuadros partidarios, una creciente eficacia en todas las tareas. Diversos motivos, de los cuales el más importante es la herencia reformista-sindical artesanal del morenismo, han determinado que nuestro Partido sufra aún importantes limitaciones en el terreno de la organización y la táctica, limitaciones que es necesario superar para lograr resultados satisfactorios en los objetivos que hemos señalado. Esta tarea, esta necesaria superación, puede definirse globalmente como un abandono de la metodología sindicalista del pasado y la impregnación de todo el Partido en el método de organización y en la táctica leninista”. “Nuestro Partido es un robusto infante que se aproxima a la pubertad. Ha dejado de lado el juguete del sindicalismo reformista y se encamina aún tímidamente a una experiencia completamente nueva: su fusión revolucionaria con las masas por el único camino que ello es posible, la iniciación y desarrollo de la guerra revolucionaría. Pero ocurre que este niño que hoy es nuestro Partido ha sido criado como una persona mayor, se ha considerado un niño prodigio que todo lo sabe y todo lo ha experimentado. Y hoy que debe lanzarse a torrente de la vida, al torrente de la revolución, para allí crecer y ser hombre, hoy que su cuerpo, sus brazos, sus piernas y su corazón tienden a lanzarse en ese torrente, son detenidos, desviados, limitados, por su cabeza que no termina por 17. Proyecto autocrítico. 194

Sus editoriales y escritos estratégicos

orientarse, que sigue creyendo en la seriedad de sus juegos, que no se resigna a desecharlos, a aceptar la nueva realidad, la necesidad de reformarse, de aprender ávidamente todo lo nuevo, para así impulsar y dirigir acertadamente todo su cuerpo a adueñarse del torrente, de la nueva situación”. “Debemos ser conscientes de esta realidad de nuestro Partido, de su falta de madurez, de su juventud, ser conscientes de los importantes defectos y limitaciones que debemos superar. Con respecto a esto último consideramos de gran utilidad recordar esos defectos y limitaciones, algunos de los más notorios.” “Empecemos por la autosuficiencia, una injustificada autosuficiencia, una falta absoluta de noción de la propia pequeñez, una ridícula sobreestimación propia y del líder. Había compañeros en el Partido (y no eran pocos) que creían a Moreno un genio superior a Lenin. Para qué hablar de los empíricos Mao, Ho, Fidel. Y todo ello sin ninguna justificación -salvo si lo consideramos un defecto de la infancia-, dado que Moreno fue siempre lo mismo que hoy: el mismo charlatán, el mismo vivillo y una muestra viva de la mayor inconsecuencia política y personal”. “Trataremos de definir la metodología del pasado. Ello es necesario para que todos los compañeros hagan memoria, comparen los avances logrados, y tomen conciencia cada vez más acabada de las limitaciones que debemos esforzarnos por superar.” “Se clasificaba el trabajo en estructural y superestructural. Se consideraba básico al primero, que en realidad consistía en un sindicalismo estrecho al que se subordinaban todas las tareas que verdaderamente debe realizar un partido revolucionario.” “El trabajo de masas de un equipo -excepto que fuese estudiantil- consistía en lo siguiente: visitar todas las fábricas de la zona, peinarlas, en busca de contacto por la vía sindical. Se conversaba con los obreros de los problemas más intranscendentes y se buscaba impulsar, desarrollar o crear la lucha sindical. Era la táctica de pelear por los guantes. Ni una palabra del gobierno, algunos ataques a la burocracia sindical y a cuidarse especialmente de que los obreros no vayan a sospecharnos de marxismo, comunismo, esas cosas raras. Cuando se lograba ganar un delegado o miembro de la comisión interna o se enganchaba un conflicto importante, dábamos el gran salto: La lucha contra la patronal y la burocracia. Del gobierno ni una palabra, del sistema capitalista menos, por supuesto, menos que menos del socialismo.” “Este era el 90 % ó 99 % de la actividad de los equipos y se consideraba a este ramplón sindicalismo denominado ‘Trabajo estructural’ (?) como el único verdaderamente revolucionario. Hablar del socialismo, hacer pintadas, era hacer ‘propagandismo’. ¿Actos públicos o cualquier otra actividad independiente del Partido? Ni soñarlo.” “Hoy, que el partido se encamina aceleradamente a una nueva etapa, debe195

Mario Roberto Santucho

mos acabar definitivamente con esas limitaciones y hacia ese objetivo apuntan las presentes resoluciones sobre táctica y organización. No debemos olvidar que para que ellas se apliquen como corresponde se necesitan cuadros y dirigentes cada vez más capaces, y de formación leninista.” Es natural que los morenistas olviden estas resoluciones tan fácilmente como las ocultaron. Es natural que intenten ocultar, asimismo, que el problema real del Partido no eran los errores y omisiones del IV Congreso, sino algo previo: la subsistencia del morenismo pequeñoburgués y burocrático. El ala proletaria siempre luchó abiertamente contra él y con suficiente eficacia como para que el Partido pudiera ahogar con relativa facilidad el actual intento de resurrección del morenismo. Los morenistas de Centro y de Derecha deben autocriticarse de haber aprobado formalmente y resistido sordamente los esfuerzos del ala proletaria en esta y otras direcciones. No es casual que ahora aún quieran borrar conquistas leninistas, como esas resoluciones, por el método de una autocrítica falaz y diversionista. Para muestra basta un botón. Sería cansar y distraer demasiado a los camaradas continuar con la crítica detallada a la argumentación centrista. La mayor parte de los párrafos siguientes que se refieren a la vida del Partido desde el IV Congreso a la fecha han sido contestados por anticipado en la carta del 24 de febrero, que los centristas fingen ignorar. Otros aspectos son fácilmente rebatibles por los cuadros y militantes que han participado activamente en la vida partidaria de ese período. Sin embargo, nos interesa destacar críticamente las siguientes cuestiones del proyecto: 1) en página 5, punto 9, dice: “en el terreno de la lucha teórica interna, tan necesaria para depurar el Partido, este Comité Central permitió que un sector de la Derecha oportunista presentara un documento en octubre que no se bajó a la base ni se rebatió como merecía, que atacaba todas las posiciones fundamentales del Partido”. Más abajo: “Este documento, confuso, contradictorio, oportunista, no fue rebatido por el Comité Central por la natural subestimación foquista a la lucha teórica y porque foquistas y oportunistas de Derecha tenían en común su irresponsable aventurerismo, ya que el documento de la Derecha proponía con grandes letras “iniciar ya la guerra en las ciudades y acelerar la preparación en el campo”18. B., P. y A. mienten deliberadamente. Ellos estaban presentes en el Comité Ejecutivo realizado a principios de noviembre del 69 (el documento fue conocido en el Comité Central de fines de octubre) cuando los miembros del ala leninista manifestaron que el documento de la Derecha debía servir para iniciar la discusión, que sería contestado polémicamente y a su pedido se votó 18. Proyecto autocrítico, pág., 5. Proyecto autocrítico, pág., 5. 196

Sus editoriales y escritos estratégicos

enviarlo a la base, previas modificaciones secundarias que I. pidió incorporar. Por otra parte, en la carta de Mariano del 24 de febrero, se mencionó dicho documento y se propuso a todo el Partido solicitar ejemplares del mismo. Si no se rebatió en el Comité Central, fue porque la Derecha no lo sostuvo, bajo la impresión de fuertes críticas que recibió en conversaciones previas. Si la base no lo conoció es por culpa exclusiva de B., P. y A., que constituían entonces el secretariado y no cumplieron la resolución del Comité Ejecutivo. 2) El proyecto pone en evidencia la óptica idealista, burocrática, paternalista y autosuficiente de los dirigentes centristas a circunscribir la lucha interna a los niveles dirigentes. Para ellos la base no jugó ningún papel, no participó en esta lucha. Cierran así los ojos ante la realidad tan evidente, palpable, señalada por nosotros, explícitamente en el Comité Central de marzo de 1969, de que el principal agente de transformación de nuestro Partido en una organización proletaria y leninista fue y es la base del Partido. Y no sólo eso. Las únicas referencias a los militantes y cuadros del Partido que contiene el proyecto expresan desembozadamente el profundo desprecio pequeñoburgués, la hostilidad intelectualoide de estos señores hacia la base y hacia el Partido. Dicen: “al realizarse ese Comité Central las fuerzas del Partido eran aproximadamente X militantes en el Norte, con mayoría obrera, militantes cuyas características y método de trabajo han quedado revelados de octubre a hoy. X en Córdoba, de los cuales X son obreros...” (sigue la serie). “Veamos para qué partido este Comité Central vota la guerra revolucionaria a 5 meses: en su conjunto tenemos bastante menos de X militantes, incluyendo a todos los que revisten como tales y de los mismos ni siquiera la mitad se aproxima a lo que debe ser un militante revolucionario profesional. Excepto el Norte, las distintas zonas casi no tienen obreros”19. 3) El proyecto contiene gravísimas infracciones a las normas de clandestinidad, casi lindantes con la delación. ¿Qué significa esto? ¿Qué razón hay para revelar los planes operativo-militares que debían mantenerse en el más estricto secreto? Es hora ya que suspendan el parloteo insustancial e irresponsable, midan sus palabras y se abstengan absolutamente de continuar revelando cuestiones secretas de la organización. 4)Particular mención como expresión máxima de ignorancia elemental, intelectualismo y desvergonzado charlatanismo con disfraz erudito, merecen los argumentos “Militares” del proyecto. Vamos a la cita: “la concepción de los chinos y los vietnamitas: la guerrilla surge de un proceso de organización del proletariado rural y el campesinado pobre en centenares de grupos de autodefensa que actúan en las más rigurosa clandestinidad, moviéndose entre las ma19. Proyecto autocrítico, pág. 9 (por razones de seguridad reemplazamos las cifras por X). 197

Mario Roberto Santucho

sas, ‘como pez en el agua’, sólo cuando el partido se ha desarrollado en el seno de las masas, dispone de grupos de autodefensa ligados a la población y fogueados en cientos de acciones, cuando ya la represión le exige pasar a formas de acción superior y cuando está en condiciones de hacerlo porque dispone del apoyo de las masas y la experiencia y potencia de fuego necesaria, pasa a una segunda etapa que es la creación de la ‘guerrilla regular’, es decir, de destacamentos móviles desligados de la producción. El foquismo, en cambio, no realiza esa labor previa de carácter político y de organización de núcleos armados y pretende crearlo todo ‘desde arriba’, con un foco X de hombres, exactamente como ha intentado hacer este Comité Central. La unidad de X hombres que votó el Comité Central de Octubre constituye otro error de carácter específicamente militar: con modernas técnicas de lucha antiguerrillera que utilizan los ejércitos latinoamericanos, y moviéndose con numerosas unidades poderosamente armadas y de las cuales la menor es el pelotón, una unidad guerrillera de X tamaño se ve condenada a huir permanentemente y prácticamente no puede realizar acciones de aniquilamiento, salvo raras excepciones. Sólo unidades mayores, que cuentan con el apoyo organizado de la población para sostenerse logísticamente, que pueden movilizar como fuerza de apoyo a numerosos grupos de autodefensa y que cuentan con la potencia de fuego de una columna poderosamente armada, pueden realizar acciones militares de aniquilamiento.” “Por no contar con esas condiciones fue liquidada la guerrilla del Che y la guatemalteca de Cesar Montes, la peruana del MIR y el ELN, etc., las venezolanas y colombianas lograron sobrevivir disolviendo frentes enteros y reagrupando sus fuerzas en lo que llaman “columnas estratégicas”. Ese es el motivo militar por el cual los últimos foquistas que quedan en América latina son los integrantes de este Comité Central, hasta esta autocrítica”20. Casi tantos párrafos como errores. No es exacto que la concepción de los chinos y vietnamitas sea que la guerrilla surge de centenares de grupos de autodefensa que se mueven entre las masas. Para ellos y también para nosotros la guerrilla brota de la lucha de las masas que han agotado la experiencia de otras formas inferiores de lucha y deciden apelar a la lucha armada; lo que actúa entre las masas como pez en el agua es justamente la guerrilla. Es intelectualismo puro pretender grupos de autodefensa fogueados en cientos de acciones como pase previo a la guerrilla. Excepto Colombia, ningún país del mundo, en ninguna guerra revolucionaria de la historia, comenzó una guerrilla de esa manera. Giap no había combatido nunca hasta tomar la Jefatura del Destacamento de Propaganda Armada de 33 hombres que inició la guerra revolucionaria en Vietnam. Fidel y sus hombres sólo conocían la experiencia del Moncada 20. Proyecto autocrítico, pág. 9. 198

Sus editoriales y escritos estratégicos

(algunos) y en su totalidad no integraron antes nada parecido a un grupo de autodefensa. Yon Sosa era militar de carrera y ninguno de sus hombres provino de grupos de autodefensa, ni nada parecido. Tampoco ocurrió nada similar en China, ni en Corea, ni en Chipre, ni en Yugoslavia, ni en Survietnam, ni en Venezuela. Sólo en Colombia el Partido Comunista logró frenar un tiempo la necesidad de fundar esa guerrilla y mantuvo el armamento campesino en los límites de la autodefensa, con resultados lamentables. Lo que es insustituible para iniciar una guerrilla rural es un partido revolucionario, con penetración en las masas de la región, que esté en condiciones de proveer hombres, asegurar la información, parte del abastecimiento, trabajar políticamente entre las masas e incluso brindar apoyo operativo. Los centristas, con su inalterable amor por la artesanía, han dividido la primera de las tres famosas etapas de la guerra revolucionaria (1. Guerra de guerrillas o defensiva estratégica, 2. Equilibrio de fuerzas, 3. Ofensiva estratégica, estas dos últimas, con predominio de la guerra regular) en dos minietapas: 1) autodefensa, 2) guerrilla regular. En cuanto a lo de la determinación de foquismo por el tamaño de la unidad con que se empieza a combatir, es francamente ridículo. La cuestión del foquismo o guerra revolucionaria es un problema de política, no de número de combatientes. Si se pretende iniciar la lucha basada únicamente en la geografía, se evita el contacto con la población y se pretende enfrentar al enemigo con sólo la fuerza militar con que se cuenta; si se ignoran las necesidades del Partido Revolucionario, estamos en presencia de una desviación foquista. Si en cambio se comprende claramente que la fuerza fundamental de la guerrilla es el apoyo de la población y la geografía sólo un auxiliar; si se permanece lo más ligado posible a las masas; si se cuenta con una política de masas correcta; si se orienta la actividad militar con un punto de vista de masas; si se comprende que lo principal es el Partido, se garantiza su dirección de la guerrilla y se trabaja firmemente por construirlo y desarrollarlo, estamos en presencia de una línea leninista de guerra revolucionaria. La cuestión del número depende de la situación concreta, de las características de la zona, de la realidad política inmediata, de las fuerzas del Partido, de la disposición de las fuerzas del enemigo y de consideraciones tácticas de carácter militar. Precisamente a cuestiones de táctica militar se refiere el párrafo siguiente de la cita. Francamente ya no sabemos qué pensar del redactor de estos párrafos. ¿Olvidó, compañero, que la principal arma de la guerrilla es su movilidad, su independencia logística? ¿Qué lo que caracteriza militarmente a una guerrilla y le otorga posibilidades de triunfo es “morder y huir”, golpear o desaparecer? A las modernas tácticas de lucha antiguerrillera debemos responder con las viejas armas de la guerrilla: movilidad, ayuda de la población, eficacia técnica y elevada moral de combate. No vamos a caer en la discusión del número, porque significa entrar en vuestro terreno, donde la norma es la 199

Mario Roberto Santucho

irresponsable divulgación de datos y planes prácticos, que ya hemos criticado. Sí tocaremos vuestros ejemplos históricos que el más charlatán de los “izquierdistas” dudaría en emplear con idéntica desaprensión. Primero, la guerrilla del Che, la más conocida. El Che, con 35 hombres iniciales, ganó más de 10 combates, despojó de 200 armas al enemigo, transitó triunfalmente durante 9 meses con un puñado de combatientes por una zona totalmente desconocida, sin el más mínimo apoyo de la población y perseguido por más de tres mil hombres. Si sucumbió, de ningún modo fue por error militar. Al contrario, militarmente resultó una verdadera epopeya. Como todos sabemos, su derrota se debió a la hostilidad de la población que terminó denunciando su posición y movimientos al Ejército burgués. Sobre Guatemala, no estamos interiorizados de la liquidación de Montes. Sabemos que ese frente sufría gravísimos problemas de línea y de dirección. En cambio, debemos recordarles que la guerrilla de Yon Sosa controlaba una zona campesina sin ninguna de las condiciones militares que ustedes nombran. La guerrilla del MIR tampoco sirve como ejemplo. Dividida en tres frentes, sufrió el mortal error militar de aceptar batalla de posiciones a un ejército inmensamente superior. Es decir, su error militar fue olvidar que la movilidad es arma esencial de la guerrilla. En cuanto al ELN peruano, no conocemos suficientemente esa experiencia, pero creemos que su caso fue parecido al del MIR en cuanto se estacionó en una zona muy pequeña y fue cercado. Lo de Colombia y Venezuela es otra cuestión. Las columnas estratégicas son producto del desarrollo de la lucha. Es claro que cuando una guerrilla logra asentarse sólidamente en la población, constituyendo efectivas bases de apoyo, debe pasar de inmediato a la formación de columnas, compañías, batallones con armamentos pesados, para poder continuar eficazmente la guerra. En Colombia está también la experiencia del ELN, que ha combatido exitosamente hasta hace muy poco tiempo con 40 ó 50 hombres. ¡Dejen de inventar foquismo, señores! Suspendan el intento de justificar teóricamente vuestro creciente alejamiento de la línea del IV Congreso. Si no están dispuestos a compartir con el Partido los riesgos de su línea, díganlo francamente, no inventen pretextos “militares”. FUERZA Y COMPOSICIÓN SOCIAL DE LAS ACTUALES TENDENCIAS21 A 6 meses de la detonación de la crisis partidaria, el Partido ha ido toman21. Esta estadística fue preparada antes del V Congreso, en el mes de junio. Posteriormente la relación de fuerzas se hizo más favorable el ala leninista con incorporación de indefinidos y otros compañeros. Finalmente, concretada ya la ruptura del Centro, siguen en el Partido el 95 % de los compañeros obreros y el 85 % del total de militantes 200

Sus editoriales y escritos estratégicos

do posiciones. Estamos en condiciones de ofrecer una estadística aproximada de la fuerza y composición social de las distintas tendencias, zona por zona, regional por regional, y en total incluiremos también las cifras correspondientes al Comité Central. Por razones de seguridad utilizaremos el siguiente método porcentual: en cada zona o regional que numeraremos de 1 a 11, se trabajará con porcentajes basados en el número de militantes obreros y no obreros respectivos. En la columna de total, el % de los militantes del Partido. Indefinido Izquierda 85

1 2 3

60

4

70

100

82 94

100

Derecha 15

obrero

40

no obrero obrero

35

no obrero obrero

no obrero

12

obrero

6

no obrero obrero

no obrero obrero

100 100

9,5 25

6,2 6,5

no obrero

80

20

80

20

28,5

24

37,2

31

100

10

90,5 50

76,7

no obrero no obrero

100

9

obrero obrero

100

8

Total

30

100

7

Comité Central

70

100

6

11

30

65

5

Centro

12,71

obrero

no obrero obrero 9,5 19 25

24,8 3,72

no obrero obrero

no obrero obrero

no obrero

[Los datos son en Por ciento] 201

Mario Roberto Santucho

Este es el panorama estadístico de las fuerzas y composición social de las tres tendencias. Allí se ve con toda claridad el carácter de clase de cada una de ellas. Las cifras revelan, asimismo, que la actual crisis es una crisis de dirección, ya que en el Comité Central se da el mayor equilibrio y tensión de fuerzas. Surge inequívocamente el carácter predominante burocrático de la Derecha, la mitad de cuyos elementos son miembros del Comité Central; el predominio pequeñoburgués del centro, que cuenta con sólo el 0,31 % de los obreros del Partido; mientras que la corriente leninista comprende el 76 % del Partido y el 97 % de sus obreros, es decir, su casi totalidad. Ex profeso hemos dejado para tocar ahora una importante cuestión referente a la lucha de clases en un partido revolucionario. Se trata del criterio de verdad que un marxista debe emplear para orientarse objetivamente en esa lucha. Los teóricos centristas se reivindican marxistas y hacen alarde de la necesidad de análisis científicos de todas las cuestiones. Hablan y hablan de esa necesidad. La crisis del partido es el terreno inmediato en que deberían poner en práctica esa preocupación científica. Ya hemos visto cómo en el estudio de las corrientes internas, de la historia del partido y de la crisis actual, se olvidan del marxismo, del análisis de clases. Ahora veremos cómo en la determinación del error o la verdad de las actuales posiciones partidarias vuelven a ignorar otra cuestión principista: el criterio de verdad de la teoría del conocimiento marxista. Nosotros ya hemos dado nuestra interpretación científica de la lucha de clases interna, ahora ofrecemos nuestra determinación científica de la verdad o el error de las posiciones internas, tomando un claro criterio práctico de verdad. En lugar del parloteo abstracto y la duda permanente, los teóricos centristas deberían contraponer a nuestros criterios otros, claros, sencillos y contundentes. Como no los tienen y no los podrán encontrar, es que siguen amenazando con el “análisis marxista”, mientras aplican una metodología cientificista y subjetivista, opuesta al materialismo dialéctico en todas las cuestiones que tenemos por delante. Como sabemos, “es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y la fuerza, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento, aislado de la práctica, es un problema puramente escolástico”22. Marx enseñó aquí que la verdad o error de todo pensamiento surge de esa confrontación con la práctica. Este principio marxista tiene plena validez y aplicación para el caso de la lucha interna en un partido. Todo teórico y militante de un partido revolucionario puede estar equivocado, puede sufrir de una óptica subjetivista que lo suma francamente en el error, que limite su comprensión de la situación. Si tal teórico o militante es un marxista, se apresurará en utilizar 22. Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach. 202

Sus editoriales y escritos estratégicos

un criterio práctico de verdad para confirmar la justeza de su punto de vista, con ánimo de ejercer la autocrítica, si está equivocado. El criterio práctico de verdad para determinar la corrección y contenido proletario de una línea en el seno del partido revolucionario, en especial cuando se manifiesta abiertamente la lucha de clases en él, es la orientación de la base obrera en esa lucha. Así lo enseñó Lenin en “Un paso adelante, dos atrás”. Así lo enseñó Trotsky en su análisis de la lucha del Socialist Worker Party (ver “En defensa del marxismo”). Así lo enseñó Mao en sus trabajos sobre la Revolución Cultural. En lugar de persistir en el error, profundizarlo, acentuar sus rasgos pequeñoburgueses y refugiarse en la pedantería y la suficiencia, deben esforzarse por objetivar la actual situación, adoptar un sano criterio proletario, abandonar sus rasgos negativos y estar dispuestos a escuchar y observar, con espíritu autocrítico, a la militancia obrera del partido. Si son capaces de hacerlo sinceramente, ahorrarán desgarramientos a nuestra organización, serán útiles en el futuro, ocuparán un lugar de vanguardia en nuestro partido proletario, canalizarán su aporte personal en la preparación para la guerra y se elevarán notablemente como revolucionarios. Si en cambio persisten en el error, continúan acentuando sus rasgos pequeñoburgueses, se niegan a escuchar a la militancia obrera, terminarán indefectiblemente rompiendo con el Partido. ¿A DÓNDE VA EL CENTRISMO? Estas son las dos posibilidades, los dos caminos entre los que pueden optar los centristas en la encrucijada actual; salvar su “personalidad”, su amor propio, su “prestigio”, indisciplinarse al Partido y separarse de él antes o durante el Congreso, procurando hacerle el mayor daño posible o reconocer la posibilidad de estar equivocados, prestar oídos a las opiniones de la base obrera, aceptar las resoluciones de la mayoría y adoptar una clara disposición a integrarse al nuevo partido, esforzándose por liquidar todo resabio morenista. La adopción de una u otra de las posiciones antedichas será para el Partido el criterio objetivo que nos permitirá determinar si priman en los elementos del Centro sus limitaciones de clase, definiéndose como corriente pequeñoburguesa cristalizada, hostil a la guerra revolucionaria o triunfa en ellos un criterio proletario. Los informes que nos llegan del Partido muestran una clara y marcada tendencia rupturista y antipartido por parte del Centro. Las actividades últimas de estos compañeros acrecientan su grado de coherencia, marcando día a día más claramente una orientación general a renegar de todas las posiciones del IV Congreso, desviar la polémica de los aspectos esenciales con el consabido 203

Mario Roberto Santucho

método pequeñoburgués de poner en duda hasta las posibilidades mismas del conocimiento y trasladarla a infinidad de cuestiones mínimas, “historias de 5 guitas”, en su mayoría falsedades y que en caso de que fueran ciertas no hacen a las cuestiones estratégicas y tácticas más generales, sino serían motivo de correcciones prácticas. De esta manera, eludiendo el tratamiento serio, la polémica marxista de los aspectos centrales que interesan a la organización (crisis partidaria y demás problemas relativos a la proletarización del Partido y a la preparación de la guerra) y desatando paralelamente un infernal barullo en torno a cuestiones secundarias y de carácter meramente práctico, cumplen su papel pequeñoburgués de sembrar la desorientación, la duda, el temor, la inseguridad. El que esta dinámica se desarrolle y confirme o no, dependerá fundamentalmente de la evolución interna del grupo centrista. Pero jugará un papel auxiliar importante la táctica que el Partido emplee en relación a ellos. El principio táctico que debe guiar nuestra actitud frente a los centristas es el que tan bien resumiera Mao al utilizar la expresión “matar la enfermedad para curar al enfermo”. Es decir, debemos atacar unánime y constantemente la enfermedad “morenismo pequeñoburgués” que sufren los elementos del Centro. Debemos extremar nuestra dureza e intransigencia en mostrarles las cuestiones centrales, la necesidad de no debilitar al Partido que se prepara para llevarlas adelante. Hacerles ver cómo una actitud rupturista de su parte es objetivamente favorable a nuestros enemigos y aun en el caso de tener razón, cosa que se determinará por la evolución posterior de los hechos, su lugar está en el Partido, al que pueden servir con el ejercicio de una crítica constructiva. Esta táctica general, debe ir acompañada de los siguientes criterios frente al Centro: a) evitar actitudes violentas y de carácter personal; b) impedir las trabas a la actividad, obligando firmemente a los centristas a cumplir con las tareas y respetar la disciplina partidaria. Toda indisciplina debe ser registrada como antecedente y comunicada al Partido; d) proponer a los militantes de base del Centro, previa cuidadosa selección, períodos de militancia en equipos obreros; e) mostrar con el ejemplo el respeto leninista, a las opiniones constructivas, la disposición de escuchar y asegurar así a los centristas que nuestro Partido no es ni será nunca un aparato stalinista; f ) acelerar los trabajos del V Congreso y realizarlo lo más pronto posible. Este en un aspecto fundamental. Es necesario terminar con la indefinición, la ambigüedad que está trabando y distrayendo al Partido. No podemos perder ni un solo día más en el cumplimiento de nuestras tareas de preparación. Por eso necesitamos un inmediato Congreso que dé solución a la crisis partidaria y nos permita lanzarnos de lleno a las luchas que nos esperan. El partido ya ha tomado posición en su casi totalidad. Si no podemos elaborar los documentos exhaustivos que son necesarios, principalmente para dirigirnos a la vanguardia 204

Sus editoriales y escritos estratégicos

de las masas, reemplacémoslos con claros grupos de resoluciones; la definición de la crisis partidaria, es un problema organizativo. Démosle urgente solución en el V Congreso. Camaradas: el Partido ha vivido casi 7 meses de lucha interna, abierta, el Congreso ha puesto fin a esta experiencia y de él nuestro Partido sale fortalecido y depurado. La experiencia que acabamos de vivir debe grabarse a fuego en la memoria del Partido y en adelante debemos prever cotidianamente y matar de raíz, con el ejercicio de la crítica, la autocrítica y la vigilancia proletaria, cualquier resurgimiento de la hierba venenosa del morenismo pequeñoburgués y burocrático. Del mismo modo debemos prevenir y matar en su nacimiento cualquier otra nueva forma en que las clases enemigas logren penetrar en el seno del Partido. No será la última vez que tengamos estos problemas. No debemos desesperarnos ni desanimarnos, si, pese a todo, resurgen. Pero de esta crisis tenemos que salir perfectamente alertas y armados para prevenir otra futura. Hemos comprendido el tratamiento a seguir. El no es otro que la creciente proletarización del Partido, el aumento constante del porcentaje de obreros en la organización, la participación activa y consciente de la base y de los cuadros. La más estricta intransigencia ante todo tipo de desviaciones. El ejercicio constante de la crítica y de la autocrítica. La más estrecha relación con las masas. El estudio serio del marxismo leninismo. El creciente grado de efectividad en el cumplimiento de la línea y de las tareas. RESOLUCIONES SOBRE DINÁMICA Y RELACIONES DE NUESTRA GUERRA REVOLUCIONARIA CARÁCTER DE LA GUERRA REVOLUCIONARIA De acuerdo a las características que señalamos que tendrá la revolución en nuestro país, debemos definir nuestra guerra como guerra civil revolucionaria, la cual desde el comienzo tendrá consignas antiimperialistas, dado el carácter de semicolonia de nuestro país. La guerra civil revolucionaria se irá transformando en guerra nacional antiimperialista, tanto porque lucharemos contra la burguesía y contra un enemigo invasor, como porque la librará el conjunto de la clase obrera y el pueblo. En este momento nuestras consignas tenderán a neutralizar a sectores de las capas superiores de la pequeña burguesía y mediana burguesía e incluso sectores de las fuerzas represivas, entonces nuestra guerra adquirirá un sentido patriótico. Si bien es necesario señalar las características del desarrollo de nuestra guerra, debe quedar claro que ésta será dirigida permanentemente por el proletariado, que su esencia de guerra civil revolucionaria se mantiene a 205

Mario Roberto Santucho

todo lo largo del proceso. En este sentido podemos decir que la guerra civil revolucionaria ha comenzado en nuestro país desarrollada por sectores de la vanguardia; que continuarán librándola la vanguardia obrera y sectores del proletariado y el pueblo y que, por último, será la lucha de la vanguardia obrera, la clase obrera y el pueblo, contra la burguesía y el imperialismo. Por muchos motivos, desarrollados ya en El Único Camino..., nuestra guerra tendrá un carácter prolongado. Nuestro Partido no debe olvidar ni por un momento la experiencia vietnamita, que nos indica que, en el actual grado de desarrollo de la revolución mundial, es imposible tomar y mantener el poder en un país aisladamente. Esto sólo se logrará ante la crisis del imperialismo a escala mundial. De aquí se desprende el carácter continental e internacionalista de nuestra guerra revolucionaria. Por todo lo que dijimos anteriormente, el Ejército Revolucionario debe desarrollarse de lo pequeño a lo grande, de las acciones más simples a las más complejas, procurando la ligazón permanente con las masas, templando seriamente nuestras fuerzas y educando en mil acciones a nuestros destacamentos armados. DINÁMICA DE LA GUERRA REVOLUCIONARIA Si tenemos en cuenta que el sector de vanguardia de la clase está constituido por el proletariado industrial, que éste se concentra en Tucumán, Córdoba, Rosario y Buenos Aires, que su vanguardia es crecientemente permeable a posiciones revolucionarias y que en conjunto está inspirado por su profundo odio a la Dictadura, éstas son las regiones donde fundamentalmente se desarrollará la lucha armada tanto en su forma rural como urbana. Esta situación de conjunto tiene un desarrollo particular en cada región, y también el grado de radicalización de la vanguardia y la clase tiene niveles distintos. Dentro de este marco, el proletariado azucarero mantiene su puesto de vanguardia, pero con menos diferenciaciones con el resto que en años anteriores, por lo extensión de la crisis económica y social. Estas situaciones particulares, regionales, afectan las formas de desarrollo de la lucha armada; por ejemplo, en Tucumán el sector de vanguardia lo constituyen los obreros azucareros directamente ligados al proletariado rural y a través de éste al campesino pobre; esto, sumado a la situación geográfica de Tucumán, hace que el eje estratégico de la lucha armada pase allí por las formas iniciales de la guerrilla rural, con una etapa previa de acciones tácticas y operativas de lucha urbana y suburbana, las que se convertirán en secundarias al iniciarse la 206

Sus editoriales y escritos estratégicos

etapa estratégica (guerrilla rural); las características de la ciudad de Tucumán no hacen posible la formación de unidades militares estratégicas y muy difícil la de unidades militares operativas. Podríamos prever para Tucumán, en el aspecto de la lucha urbana, la actividad de unidades militares tácticas, subordinadas totalmente a las necesidades operativas y estratégicas del campo. Es evidente que la tarea fundamental estará dada por la construcción de aparatos logísticos: reclutamiento, inteligencia, comunicaciones y enlace, abastecimientos, etc. La mayoría de las acciones armadas se darán en el terreno de las defensas de esos aparatos (por ejemplo, la protección de la vías de comunicaciones guerrilleras, a personas refugiadas en la ciudad, talleres, hospitales clandestinos, etc.), y en la agitación de masas, sin descartar algunas acciones de distracción de fuerzas o de apoyo a la guerrilla, como el sabotaje, la destrucción de vías de comunicación, los ajusticiamientos de represores, o el hostigamiento de unidades en descanso o acuarteladas. En las otras tres regiones, la lucha armada será urbana y suburbana, y tanto las acciones militares como las fuerzas armadas del Partido se desarrollarán a los niveles táctico, operativo y estratégico: cumpliendo además tareas, tanto militares como logísticas, destinadas al fortalecimiento de la lucha armada en zonas rurales. Que en esta primera etapa se reducirán a Tucumán, pero que posteriormente se irán extendiendo por todo el Norte hasta llegar a enlazar geográficamente con áreas cercanas a regiones urbanas, como Córdoba y Rosario (Santiago del Estero, Catamarca, Chaco, Formosa, norte de Santa Fe, etc.). RELACIÓN CAMPO-CIUDAD El método de encasillar la realidad a través de esquemas subjetivos, a partir de los cuales se elabora una “estrategia” en la cual la realidad adquiere la dinámica de una mole de granito y la dialéctica es sólo algo que se desarrolla dentro de nuestras mentes, es algo común a toda la Izquierda, aquí y en todas partes. Nosotros no somos una excepción. Despojarse de estos hábitos es dar un gran paso hacia la Revolución y creemos que nuestro Partido está dando ese paso; pero aún subsisten en él rémoras de ese esquematismo. El manoseado problema de la relación campo-ciudad es un aspecto que aún nos queda por aclarar en el seno del Partido. Expulsada la Derecha, aislado y en vías de irse el Centro, el Partido actual representa la consolidación de los sectores proletarios y combativos y el fin de la batalla que desde el IV Congreso se libró contra las excrecencias morenistas. Pero este Partido que hoy somos, no es una aparición espontánea, sino el fruto de un proceso, cuyos aciertos y errores conforman nuestra realidad subjetiva; es así que el problema campo-ciudad, en vez de ser analizado como 207

Mario Roberto Santucho

lo que realmente es: la interrelación dialéctica entre dos aspectos de una misma situación, se transforma en una contradicción con dos polos antagónicos. Fue quizás la minimización del carácter de la lucha en el campo por el centrismo donde su temor de clase a la decisión de combatir se ocultaba en una vaga fraseología teórica y con la formulación del concepto “seguidista”, según el cual la crisis se “habría trasladado” a los centros urbanos, uno de los elementos que contribuyeron a aumentar la confusión y crear susceptibilidades en el seno del Partido. La vulgarización de dos experiencias de guerra revolucionaria importantes, la china y la cubana, unidas a la falta de información a veces deliberada, ha creado en el seno del movimiento revolucionario continental situaciones como las que estamos tratando. No vale la pena en este trabajo (aunque habría que hacerlo en otros) precisar las tergiversaciones más vulgares de las experiencias de China y Cuba, sino que trataremos de precisar nuestra realidad, adaptando a ella y no al revés la experiencia de lucha del proletariado mundial. Además, por lógicas razones de incomunicación, hemos tenido acceso parcial a las experiencias renovadoras de los camaradas survietnamitas. El IV Congreso señaló que la Argentina en su conjunto estaba en una situación prerrevolucionaria: la realidad lo fue confirmando día a día y hoy asistimos a algo más concreto: la guerra civil revolucionaria ha comenzado. A partir de esta realidad, es inútil que nos pongamos a discutir en qué lugar geográfico, vamos a comenzar una guerra que ya empezó hace más de un año y en la que estamos metidos hasta el pescuezo; o dónde empezará a combatir el Partido cuando ya tenemos más de medio Partido en la clandestinidad y combatiendo, amén de un montón de presos y torturados. Este hecho no puede ser ignorado por el Partido. El problema que debemos plantearnos es el siguiente: en primer lugar, ¿por qué el Partido desarrolla su actividad militar en forma desigual y qué hay que hacer para que se comience a combatir en todas partes? En segundo lugar, ¿qué tipo de estructura militar debemos adoptar en cada región del país donde existe el Partido, adecuada a nuestra fuerza real y a las condiciones sociales? Y por último, ¿cómo coordinamos toda la actividad militar del Partido para superar los desniveles actuales e incorporar a todo el Partido a la guerra? De la misma manera que no se concibe un militante revolucionario separado de las masas, del trabajo político, en una situación de guerra no pueden existir sectores o militantes del Partido que no estén incorporados a la tarea de la guerra en el nivel que la realidad de su región o frente de trabajo lo permita. Un Partido de combate se caracteriza por eso mismo, porque combate, y en esta Argentina en guerra, la política se hace en lo fundamental armada, por lo tanto, en cada lugar donde el Partido esté presente en las masas se deben impulsar las 208

Sus editoriales y escritos estratégicos

tareas militares. Combatir, formar el ejército en la práctica de la lucha armada: quién no pelea no existe. Nuestra guerra revolucionaria no será, no es (ya que ha comenzado) una guerra regional; es una guerra nacional, es una guerra popular de masas que se desarrollará donde quiera que existan las masas adaptándose a las formas concretas que la realidad de cada región exija. Lo que podemos prever es que la guerra revolucionaria se asentará sobre dos elementos militares principales; la lucha armada en el campo, con sus características de guerra de guerrillas primero y de movimientos después y la lucha armada en las grandes ciudades, con un desarrollo que a partir de acciones de recuperación y resistencia llega a operaciones de aniquilamiento. Esto en cuanto a características particulares; en lo general, ambos procesos desarrollan una lucha de desgaste de la fuerza enemiga (moral, humano y material, en este orden) quebrando su capacidad ofensiva en el campo mediante su dispersión y aferrándolas al terreno en la ciudad: movilizando a las masas e incorporando a todo el pueblo a la guerra; creando tanto en el campo como en la ciudad unidades militares estratégicas, con un número y potencia de fuego que les permita dar combates de aniquilamiento; hasta desembocar en la insurrección general urbana con el cerco y liberación de las ciudades medianas, cercanas a la zona de operaciones rurales. Ambos procesos son coincidentes, interrelacionados e inseparables. Otro ejemplo fundamental de esta interrelación campo-ciudad está dado por el decisivo apoyo que, en su etapa inicial, recibe la guerrilla de los organismos de combate urbano, el cual se traduce no sólo en el apoyo logístico, por cierto muy importante, sino que el accionar de unidades operativas en las áreas urbanas determina la concentración en estas de sectores importantes de las fuerzas represivas y de su fijación en el terreno; esta situación, que consideramos que es de vital importancia, no ha sido analizada plenamente. Como ejemplo de su importancia señalaremos dos casos concretos: en Brasil, el desarrollo de las operaciones urbanas ha obligado a la represión a concentrar en el área Río-San Pablo-Bello Horizonte, a 40 mil hombres de sus mejores tropas antiguerrilleras (paracaidistas, infantes de marina, etc.). En nuestro país, importantes contingentes de gendarmería están ya aferrados al terreno en las grandes ciudades (Córdoba, Rosario, Buenos Aires) y su empleo en acciones antiguerrilleras rurales es poco probable. Creemos por último que el Partido deberá dar solución práctica al problema muy concreto de que, teniendo la región (que desde el punto de vista del desarrollo de la lucha de masas, de la fuerza de Partido y su prestigio e incluso de las características del terreno, constituye el eslabón más débil del dominio burgués) todas las condiciones para iniciar allí la guerra, el Partido no haya 209

Mario Roberto Santucho

logrado aún concretar esta tarea fundamental, lo cual nos permitirá dar un salto en la calidad del Partido y su prestigio ante las masas y las demás fuerzas revolucionarias. La guerra revolucionaria, guerra popular, se asienta sobre dos concepciones básicas: el desarrollo de lo pequeño a lo grande y la incorporación de las masas a la guerra en un proceso dialéctico. Nada ilustra mejor este carácter que estas dos concepciones. Cada etapa de este proceso las muestras interrelacionadas, la intensidad y extensión de la guerra están en relación directa con la incorporación de sectores cada vez más amplios de las masas a su dinámica; el objetivo militar de la lucha es secundario frente a los objetivos políticos, se busca en cada acción armada movilizar y educar a las masas, organizarlas e incorporarlas a la lucha e incluso defenderlas cuando el enemigo las reprime si estamos en condiciones de operar. La ciencia militar proletaria reconoce tres niveles militares: el táctico, el operativo y el estratégico. A diferencia de la ciencia militar burguesa, estos niveles guardan muy relativa relación con ellas: lo determinante es el contenido político y la incidencia que tienen las acciones en el desarrollo del proceso; por ejemplo, una unidad del ejército revolucionario de 5 a 6 combatientes (la cual por su número y poder de fuego es objetivamente una unidad militar táctica) al realizar una expropiación de gran cantidad de dinero, o recuperar armas de gran potencia o golpear a un cuerpo represivo está realizando una acción de importancia estratégica. Un destacamento guerrillero de apenas 15 a 20 combatientes que al operar en una zona determinada obliga a dispersar en cercos, peines, patrullas y vigilancia a 2 ó 3 mil soldados de la represión, minando su moral y deteriorando su capacidad combativa, sin ni siquiera combatirlos, está cumpliendo un papel estratégico, a pesar de ser sólo una unidad operativa a nuestra escala y aun cuando en una escala de un ejército clásico, este destacamento es apenas por su número y poder de fuego, la menor de las unidades tácticas. Esta relación de fuerzas está dada en función del aspecto político de la guerra, pero si nos guiáramos por términos puramente militares, un destacamento guerrillero enfrentando a un pelotón o sección del ejército represor en combate frontal sería posiblemente derrotado por la superioridad técnica del enemigo. De la misma manera, el aniquilamiento de una patrulla del ejército opresor, que en una guerra convencional es un hecho muy menor, se convierte en la guerra revolucionaria en acontecimiento nacional que, al ser conocido por las masas, las conmueve y moviliza y el golpe que recibe el prestigio del enemigo no guarda relación con sus pérdidas en hombres y equipos, que son minúsculas: relación que en términos materiales se invierte cualitativamente para la guerrilla: perder 15 FAL no afectó materialmente al ejército represor, pues puede equivaler al 1/10.000 de su potencia de fuego, pero para la guerrilla puede significar un 100 210

Sus editoriales y escritos estratégicos

por ciento de aumento en su poder de fuego. Otro ejemplo interesante lo tenemos en el accionar de los comandos urbanos, que compuestos en su primer etapa de algunas decenas de combatientes, fijan al terreno a decenas de miles de soldados y policías enemigos. Pero en estos tres niveles se da también un grado de desarrollo, de elevación cuantitativa, que no sólo pasa por los cambios de un nivel a otro superior, sino que determina una progresión de cada nivel, o multiplicación de acciones a ese nivel que inciden en la magnitud del proceso, del desarrollo continuo de esta progresión donde se interrelacionan los conceptos de desarrollo de lo pequeño a lo grande y la incorporación de las masas a la guerra, resultando un cambio en [la] relación de fuerzas. Por ejemplo, una columna guerrillera de 30 a 40 combatientes es, en la primera etapa, una unidad militar estratégica, lo mismo que una brigada en la ciudad; pero en las etapas finales de la guerra, en el momento del cerco y liberación de las ciudades y de la insurrección general, las unidades estratégicas militares de la revolución cuentan, cada una de ellas, con varios miles de combatientes. La primera unidad militar estratégica del Ejército Popular del Vietnam fue un destacamento de propaganda de 40 hombres más o menos; 10 años después, en la campaña de Dien Bien Phu, en una acción de nivel operativo con resultados político-militares estratégicos, participaron 4 divisiones con fuerzas auxiliares: unos 80.000 hombres en total. La guerra popular no admite ser aprisionada en esquemas, todos los moldes tradicionales se rompen ante sus métodos revolucionarios. Hemos visto cómo las relaciones clásicas, número, fuego, estrategia, táctica, son transformadas; pero hay aún otro elemento que tenemos que contemplar por cuanto no desarrollarlo se presta a incomprensión y error. Se trata del problema del aniquilamiento. El concepto clásico del aniquilamiento está expresado en la ciencia militar burguesa con claridad por Clausewitz. Su frase “la sangre es el precio de la victoria” indica que el aniquilamiento sólo se lograría a través del choque sangriento entre los contendientes y la utilización de todas las armas disponibles. Para los clásicos, pues, aniquilar significa matar o capturar a las fuerzas enemigas; pero la ciencia militar moderna y en mucho mayor grado la ciencia militar proletaria, han superado este concepto de aniquilamiento físico. Una fuerza militar no sólo puede ser aniquilada mediante el choque, es evidente que es perfectamente posible su destrucción a través de acciones menores de hostigamiento, o de estrangularlas cortándoles su abastecimiento. Pero sostenemos que su aniquilamiento por medios políticos es aún más eficaz que los anteriores: en la guerra revolucionaria lo que se busca no es la destrucción física de la masa enemiga: en todo caso podría interesarnos destruir una parte de sus cuadros de dirección, pues la fuerza en su totalidad está compuesta por una mayoría de reclutas de igual origen de clase que nuestras propias fuerzas. Lo que se busca 211

Mario Roberto Santucho

es su destrucción moral a través de acciones político-militares y su paralización, negándoles capacidad operativa, ya sea fijándolas al terreno o dispersándolas. Esto nos permite afirmar: Tropa que no combate es como si no existiera. Esto no significa que en la guerra civil revolucionaria no se produzca el choque de fuerzas, la destrucción física del enemigo y la utilización de medios masivos de destrucción, pero sostenemos que adquiere características secundarias frente a la utilización de la política, de la ideología. Estas armas son las que nos permiten, al cambiar el sentido clásico del aniquilamiento, conjugar en la guerra toda las fuerzas de las masas y utilizar en todos los terrenos y con distinto tipo de unidades militares nuestro concepto proletario revolucionario del aniquilamiento. RESOLUCIONES SOBRE EL TRABAJO DENTRO DEL MOVIMIENTO DE MASAS Y SINDICAL Considerando: Que los marxistas-leninistas deben utilizar todas las formas de lucha (ideológicas, económicas, políticas, militares) simultáneamente, sabiendo en cada etapa de la lucha de clases distinguir cuál de ellas es preponderante sobre las demás y en qué medida. Que la actual etapa de la lucha de clases, definida por nuestro Partido como de preparación para la guerra, se caracteriza por la existencia de condiciones prerrevolucionarias, coincidentes con un auge de las luchas espontáneas reivindicativas del proletariado. Que estas condiciones extremadamente favorables para comenzar la lucha armada se hallan limitadas por la debilidad de nuestro Partido y su escasa influencia en el proletariado, el retraso de la clase obrera del conjunto del país en relación a los sectores más avanzados, y los poderosos resabios sindicalistas y nacionalistas que aún subsisten dentro de los sectores más avanzados. Que la propaganda y la agitación política de las masas constituyen la herramienta fundamental de esta etapa preparatoria para hacer avanzar al proletariado y al pueblo hacia la necesidad de la guerra revolucionaria contra el régimen, la que debe ser combinada con la lucha ideológica contra el nacionalismo burgués, el populismo y el reformismo, la autodefensa en amplia escala y la propaganda armada, el desarrollo y la generalización de la lucha económica y la construcción del Partido. Que la participación de los revolucionarios en la lucha económica debe realizarse con los objetivos de vincularse a las capas más atrasadas del proletariado, movilizar al conjunto del proletariado contra el régimen y ayudar a la penetra212

Sus editoriales y escritos estratégicos

ción de la agitación y la propaganda política. La lucha económica no debe verse como opuesta a la política, sino como un nivel inferior de la lucha proletaria, que los revolucionarios debemos utilizar para nuestros objetivos estratégicos, sin dejar de esforzarnos en todo momento para elevar cada una de sus fases en el plano político. Que para tal fin el Partido debe darse una clara política para actuar en los movimientos de masas y en particular en las luchas sindicales del proletariado, dentro del movimiento estudiantil y de los demás sectores que consideramos aliados del proletariado. Que nuestra política de masas para el movimiento obrero debe combinar su forma esencial, la propaganda y agitación política y el desarrollo del Partido, con el cuidado de las condiciones de vida de las masas y una gran atención a las reivindicaciones inmediatas, teniendo en cuenta los elementos fundamentales de la situación actual; caída catastrófica del nivel de vida, opresión política, régimen semimilitar en el trabajo, intento de la dictadura de estatizar completamente el movimiento sindical, represión policial indiscriminada, etc. Que no hay otra garantía para un movimiento sindical consecuentemente enfrentado a la dictadura y estratégicamente incorporado a la perspectiva de la guerra revolucionaria que la dirección revolucionaria del Partido. Resuelve: 1°- La tarea esencial de los revolucionarios en el seno de las masas es la propaganda y la agitación política y la construcción y desarrollo del Partido. Consecuentemente, toda Regional, toda Zona, todo equipo y cada militante del Partido deben ligarse estrechamente a las masas con la preocupación central de desarrollar el Partido audazmente, llevar su nombre, su línea, el socialismo revolucionario y la concepción de la guerra revolucionaria a los más amplios sectores vía la enérgica propaganda y la agitación revolucionaria. 2°- En su actividad cotidiana en el seno de las masas, el Partido debe prestar gran atención a todas las reivindicaciones inmediatas, sean ellas económicas, políticas, culturales, etc. Cada militante del Partido debe ganarse el cariño y el respeto de las masas, no sólo por señalar el camino revolucionario sino asimismo por hacer frente a todas las injusticias y postergaciones. No sólo por denunciar la opresión y la explotación y explicarlas desde un punto de vista político revolucionario, sino asimismo por organizar las masas para luchar inmediatamente contra dichas injusticias. 3°- La construcción de organizaciones de masas para luchar por sus reivindicaciones inmediatas lo más amplias y menos clandestinas posibles (sindicatos, comisiones de fábricas, agrupaciones clasistas, comisiones barriales, etc.) y la lucha por la dirección de las existentes, constituyen una necesidad estratégica 213

Mario Roberto Santucho

del Partido para reforzar su influencia sobre las capas más atrasadas del proletariado, extender y generalizar la lucha económica y facilitar el tránsito hacia la compresión del socialismo revolucionario entre las amplias masas. Esta tarea está estrechamente vinculada al desarrollo del Partido entre la clase obrera y subordinada a él y bajo ningún aspecto podrá dejar de desarrollarse. 4°- Ratificar que la lucha económica frente a la política estatizante de la dictadura, requiere canales clandestinos o semiclandestinos. Nuestro Partido debe alentar e impulsar la multiplicación de agrupaciones clasistas amplias, de comisiones de resistencias fabriles allí donde haya condiciones y la extensión y generalización de las luchas del proletariado, cuidando que ello no afecte sino que favorezca en el sentido más amplio la actividad político revolucionaria del Partido. Esto no excluye la defensa de la legalidad de los sindicatos y la lucha por su recuperación para la clase obrera de los ya semiestatizados, lo que será en esta etapa un objetivo secundario. 5°- El Partido debe luchar firme y consecuentemente por la dirección del movimiento sindical antidictatorial, evitando caer tanto en el sectarismo como en el oportunismo, oscilaciones permanentes de la etapa sindicalista de la Organización que hemos desterrado definitivamente. RESOLUCIÓN DE FUNDACIÓN DEL EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO Considerando: Que en el proceso de guerra revolucionaria iniciado en nuestro país, nuestro Partido ha comenzado a combatir con el objetivo de desorganizar a las Fuerzas Armadas del régimen para hacer posible la insurrección victoriosa del proletariado y el pueblo. Que las Fuerzas Armadas del régimen sólo pueden ser derrotadas oponiéndoseles un ejército revolucionario, el que por su naturaleza otorga a la fuerza militar revolucionaria un carácter distinto al del Partido, debiendo reclutar aquella personal tanto dentro como fuera del Partido. Que la constitución de un ejército revolucionario en las presentes condiciones (debilidad de nuestro Partido, inexistencia de un Estado Obrero fronterizo, carencia de Fuerzas Armadas importantes) será un proceso político, social, técnico y militar prolongado que se desarrollará de lo pequeño a lo grande. Que durante toda una larga etapa, nuestra guerra revolucionaria adquirirá formas guerrilleras, urbanas y rurales, extendida a distintas ciudades y zonas campesinas, con radios operativos locales, sobre la base de cuya ampliación y extensión política y militar será posible pasar a la guerra de movimientos en el 214

Sus editoriales y escritos estratégicos

campo y a la constitución de importantes unidades estratégicas en las ciudades. Que las Fuerzas Armadas tendrán un carácter obrero y popular y serán férreamente dirigidas por el Partido, garantizándose en todo momento el funcionamiento de sus células y la educación política ideológica de sus cuadros. Que la experiencia vietnamita aconseja el principio de “dirección por el Comité del Partido y responsabilidad por los jefes de unidad, lo que garantiza la aplicación del principio de la dirección colectiva y además, aprovecha la sabiduría de las masas, fortalece más la unidad y la cohesión, coordina los diferentes aspectos del trabajo en el ejército realizando la unidad del pensamiento y la acción” (Giap). Que el otro principio fundamental de guerra revolucionaria a aplicar por nuestra fuerza militar es la ejecución de las operaciones militares con una línea de masas, es decir, orientada hacia la movilización de las masas y su participación directa o indirecta en la guerra. El V Congreso del PRT resuelve: 1°- Fundar el Ejército Revolucionario del Pueblo y dotarlo de una bandera. 2°- Considerar al Ejército Revolucionario del Pueblo y sus distintos destacamentos armados como los instrumentos militares del Partido para su política en la presente etapa de la lucha de clases y el embrión del futuro Ejército revolucionario obrero y popular. 3°- Construir un Ejército Revolucionario del Pueblo incorporando a él a todos aquellos elementos dispuestos a combatir contra la dictadura militar y el imperialismo (que acepten el programa del Ejército) y utilizando en la estricta selección necesaria criterios de seguridad, decisión, coraje, moral y odio de clase a la dictadura. 4°- El reclutamiento para las unidades del Ejército Revolucionario del Pueblo será controlado por la célula del Partido, los responsables del Partido, los responsables militares y los Comisarios Políticos correspondientes, los que cuidarán no se alteren negativamente la moral, la disciplina y la composición social de las unidades, ni se debilite el papel dirigente del Partido. 5°- En la primera etapa de la guerra revolucionaria, el Ejército Revolucionario del Pueblo estará compuesto por las siguientes fuerzas: a) unidades urbanas constituidas por los comandos armados organizados por el Partido y por los comandos armados extrapartidarios que acepten la disciplina del Ejército Revolucionario del Pueblo. En estos últimos casos deberá garantizarse de inmediato la constitución de la célula dirigente partidaria; b) unidades suburbanas de igual constitución; c) unidades guerrilleras rurales. 6°- Las células básicas del Partido tendrán como preocupación fundamental en el terreno militar la aplicación de una línea de masas por el Ejército 215

Mario Roberto Santucho

Revolucionario del Pueblo y contribuirán a ella mediante un estrecho contacto con dicha organización, aportando informes y transmitiendo la opinión y estado de ánimo de las masas a fin de lograr su movilización con operaciones de propaganda armada. Realizarán, asimismo, tareas de resistencia e información: a) de acuerdo a las necesidades y posibilidades de su frente de masas; b) como auxiliares del Ejército Revolucionario del Pueblo. En este último caso recibirán directivas y orientaciones de los Comités Zonales, Regionales o del Comité Ejecutivo del Partido. 7°- El Comité Central y el Comité Ejecutivo del Partido constituirán la dirección colectiva de la guerra y a éste corresponderá designar al secretario militar nacional, los responsables militares de las distintas unidades, los comisarios políticos respectivos y el comité militar del Partido. En el campo, estos responsables militares integrarán los comités zonales y regionales del Partido. A todos los niveles las células del Partido en el Ejército garantizarán y controlarán la aplicación firme y correcta de las directivas militares impartidas por el Comité Central y el Comité Ejecutivo. 8°- Para los grupos y personas extrapartidarios que ingresen al Ejército Revolucionario del Pueblo será condición aceptar la jefatura militar y los comisarios políticos que el Partido designe. 9°- Organismos intermedios. Forman además parte del Ejército Revolucionario del Pueblo los Comandos Armados del Pueblo: estos organismos son los que el Partido y el Ejército Revolucionario crean de la resistencia activa de las masas. Sus acciones de un nivel mínimo de especialización, van elevándose de lo pequeño a lo grande. Se organizan con un máximo de iniciativa en su funcionamiento y sus objetivos son: en defensa de una lucha concreta de las masas, alentar la lucha de clases y de apoyo táctico y selección de combatientes al Ejército Revolucionario. Su constitución es de suma importancia, pues ello servirá para introducir la lucha armada en el seno de las masas. RESOLUCIÓN SOBRE RELACIÓN PARTIDO-EJÉRCITO 1°- “¿Por qué razones nuestro ejército, pese a su creación bastante reciente, ha escrito gloriosas páginas históricas, realizado brillantes hechos de armas y contribuido en alto grado al éxito de la obra revolucionaria de nuestro pueblo? Porque es un ejército del pueblo dirigido por nuestro Partido. Esta dirección es el factor que ha decidido todos sus éxitos.” “... es un ejército popular, el ejército del pueblo trabajador, en su esencia el ejército de los obreros y los campesinos, dirigido por el Partido de la clase obrera.” 216

Sus editoriales y escritos estratégicos

“El primer principio fundamental en la organización de nuestro ejército es la necesidad imperiosa de colocar el ejército bajo la dirección del Partido y fortalecer sin cesar la dirección del Partido. El Partido es el fundador, el organizador y el educador del ejército” (Partido y Ejército en la Guerra del Pueblo, Giap, páginas 66, 67, 71-72). Esta cita de Giap, que se corresponde con la concepción expresa de Lenin y Trotsky para el Ejército Rojo y de Mao Tsé tung para el caso de China, expone claramente la concepción marxista del Ejército Revolucionario y sus relaciones con el Partido. Para el marxismo, Ejército y Partido son dos organizaciones diferentes, con tareas distintas y complementarias. El Ejército es el brazo armado, la fuerza militar de la clase obrera y el pueblo, del que se sirve el pueblo revolucionario en la lucha armada contra el ejército burgués. El Partido, en cambio, es una organización exclusivamente proletaria, cualitativamente superior que se constituye en la dirección política revolucionaria de todo el pueblo, en todos los terrenos de lucha, tanto en el terreno militar como en el económico, político, etcétera. 2°- La crisis del marxismo en Europa y Latinoamérica, cuya dimensión y causas no es del caso analizar aquí, permitió el auge de una concepción militarista cuyo teórico es Debray, ajena por completo al marxismo. Esa concepción basada en una exaltación de las deficiencias y particularidades del proceso cubano, sostiene que el Partido es la guerrilla y que ella debe dirigir la política. Los cubanos llevaron adelante la guerra sin partido marxista. En el curso de las hostilidades la dirección adoptó el marxismo y después del triunfo de la Revolución pasó recién a la construcción del Partido. De modo que durante la guerra el Ejército Rebelde actuó relacionado con corrientes políticas pequeñoburguesas y burguesas y necesitó subordinarlas a sus objetivos revolucionarios, de esta experiencia saca Debray la conclusión de que siempre el Ejército debe dirigir al Partido, porque el monte es proletario y el llano burgués. Esta concepción militarista ha causado mucho daño al movimiento revolucionario latinoamericano, entre otras cosas, porque ha servido magníficamente al reformismo para utilizar argumentos “marxistas” en su oposición a la lucha armada. El punto de vista de que el Partido y el Ejército deben ser idénticos, emparentado con el debraysmo, aparte de no tener ningún sentido práctico inmediato y llevar la confusión al seno de la organización, encierra el doble peligro de una línea sectaria y oportunista. Sectaria, en cuanto al considerar iguales al Partido y al Ejército, tendería a una rígida selección de los combatientes, cerrándonos la posibilidad de incorporar a elementos no marxistas. Oportunista en cuanto traería al Partido elementos buenos para el combate, pero políticamente inmaduros. Nuestra corta experiencia nos indica que teniendo clara esta 217

Mario Roberto Santucho

cuestión y planteándola con claridad a todo el mundo, logramos una relación más definida con los nuevos elementos de combate, que pronto aprenden que la cuestión no es sólo combatir, sino que en la guerra revolucionaria es dominante la política, que “el Partido manda el fusil” y a partir de esa comprobación evolucionan políticamente para ganarse un lugar en el Partido. 3°- A partir del Comité Central de marzo de 1969 nuestro Partido adoptó y comenzó a aplicar la concepción marxista en esta cuestión. Las Regionales de Rosario y Córdoba, que lo hicieron más firme y consecuentemente, han logrado resultados ampliamente satisfactorios. Se ha visto de esa manera cómo se logra incorporar a acciones a todos aquellos elementos que están dispuestos a empuñar las armas contra el régimen, cualquiera sea su grado de maduración política y, al mismo tiempo que se canaliza a esa gente a lucha revolucionaria con la línea del Partido, se mantiene y aún eleva la calidad de la organización partidaria. Continuar con la concepción adoptada en el Comité Central de marzo de 1969 es una cuestión de principios y de una importancia capital. Es fundamental la firme e intransigente defensa y aplicación del punto de vista marxista sobre la cuestión que nos ocupa, no sólo por razones prácticas inmediatas, sino además por un problema de educación partidaria. 4°- Una vez clara la diferencia entre Partido y Ejército, pasamos a la cuestión fundamental en las relaciones entre ambos organismos. Nos referimos a la dirección del Ejército por el Partido y la forma de garantizarla. Ella se ejerce en todos los niveles. En la unidades menores, básicas, mediante las células de combate que se constituyen en el núcleo dirigente de dichas unidades. A nivel dirigente por los responsables militares y el comité militar del Partido que son nombrados y controlados por el Comité Central y el Comité Ejecutivo partidarios y se constituyen en el núcleo dirigente de los Estados Mayores del Ejército. En los organismos dirigentes de las fuerzas armadas (Estados Mayores), pueden también incorporarse elementos extrapartidarios a condición que el número de ellos no supere un 20 por ciento de los miembros de cada organismo. Finalmente, el sistema de comisarios instituidos en todas las unidades de las fuerzas armadas, garantizará la educación política del Ejército y la aplicación de una línea de masas en las operaciones militares. RESOLUCIÓN SOBRE EL CENTRALISMO DEMOCRÁTICO EN EL EJÉRCITO I- Como explica con toda precisión el camarada Giap (ver páginas 87 y siguientes Guerra del pueblo, ejército del pueblo), son dos los aspectos que hacen a un funcionamiento correcto de la organización militar revolucionaria, aspectos 218

Sus editoriales y escritos estratégicos

que se corresponden con el centralismo democrático del Partido. En primer lugar, el ejercicio efectivo de la democracia interna, consiste en la aplicación de estos principios: a) democracia política, asambleas periódicas, para lograr la participación de todos los combatientes y cuadros en el tratamiento de los distintos problemas del Ejército; b) democracia militar, consistente en comunicar con antelación los planes de operaciones al conjunto, siempre que las condiciones lo permitan, para facilitar las iniciativas y aportes; c) democracia económica, estableciendo el sistema de “finanzas abiertas” para permitir la intervención y control de combatientes y cuadros en la administración. En segundo lugar, el ejercicio de “una disciplina, libremente aceptada, de las más severas”; un ejército revolucionario “para garantizar su unidad de voluntad y acción, indispensable para la conservación de sus fuerzas y el aniquilamiento del enemigo, tiene que estar centralizado en el más alto grado y apoyarse en una disciplina severa”. Señala finalmente Giap los dos peligros de desviaciones: la que influida por la ideología burguesa exagera la disciplina y “pretende dirigir las tropas sobre la base de órdenes y sanciones”, y la que reflejando la ideología pequeñoburguesa, tiende a la disgregación, al “dispersionismo”, da poca importancia a la disciplina, trata de evitar el control y presta insuficiente atención a las órdenes recibidas. II- Nuestro Partido arrastra ambas tendencias erróneas que son trasladadas insensiblemente a las unidades militares con perjuicios aún mayores en este terreno. Es necesario erradicar el método de “ordeno y mando”, por una parte y acostumbrar a mandar y obedecer por la otra. Es necesario consolidar incesantemente la democracia interna, la educación ideológica proletaria y, sobre la base del convencimiento, establecer una disciplina estricta. Es necesario dejar de lado el individualismo y la timidez, apreciar la disciplina militar aprendiendo a mandar y a obedecer. El funcionamiento de las pocas unidades militares que ha tenido el Partido ha visto perjudicada su eficacia por ambos defectos, pero fundamentalmente por el segundo. A nuestros responsables les ha faltado, en general, firmeza en el ejercicio del mando y a nuestros militantes disposición a obedecer. III- Es necesario entonces esforzarnos por la aplicación correcta de los principios del centralismo democrático en el Ejército: a) Por el ejercicio de la democracia estableciendo la participación de todos los combatientes en la elaboración de la línea de construcción del Ejército, en el control delas finanzas y, en la medida de lo posible, en la discusión de los planes de operaciones. b) Por una disciplina de hierro en el Ejército, por el ejercicio correcto y eficaz del mando por los responsables y el cumplimiento estricto y eficiente de las órdenes por los subordinados.

219

Mario Roberto Santucho

MINUTA SOBRE INTERNACIONAL INTRODUCCIÓN Por encargo del Comité Central he preparado la presente minuta, que es, sencillamente, una exposición de los puntos de vista que sostuve en mis intervenciones en el V Congreso sobre la Internacional. Esto no es un trabajo sistemático ni cuenta con la necesaria precisión en las citas históricas. Ello se debe a que el Comité Central ha preferido adelantar los puntos de vista expuestos en el Congreso, que considera en general correcto, para que el Partido tenga clara su posición ante la Internacional, consciente de que el trabajo sistemático, que es necesario, es ahora una tarea secundaria en la que no podemos distraernos. 1.- EL INTERNACIONALISMO MARXISTA Desde Marx y Engels, el marxismo ha considerado la lucha anticapitalista, la revolución socialista, desde una óptica internacionalista. Marx dijo que la revolución socialista es nacional por su forma e internacional por su contenido y que la lucha del proletariado contra la burguesía es una lucha internacional. Consecuentes con este principio, Marx y Engels dieron una organización internacional al Partido Revolucionario de la época (primero la Asociación Internacional de Trabajadores y luego sucesivas organizaciones que le siguieron hasta la Segunda Internacional de Engels). Lenin y los bolcheviques compartieron absolutamente este punto de vista y militaron en la Segunda Internacional pese a las enormes limitaciones y al contenido reformista que esta Internacional había adquirido después de la muerte de Engels, bajo la dirección de alemanes y austríacos (Kautsky y Adler entre ellos). Ante la traición de la Internacional frente a la guerra interimperialista europea, los bolcheviques, con un puñado de revolucionarios (izquierda zimerwaldiana), rompen con la Segunda Internacional y a posteriori del triunfo de la Revolución Rusa fundan la Tercera Internacional con sede en Moscú. Esta Internacional revolucionaria impulsa sensiblemente, con sus primeros cuatro congresos y su actividad y orientación, el movimiento revolucionario mundial. Bajo su inspiración se forman partidos comunistas revolucionarios en numerosos países y la Internacional, con aciertos y errores tiene una intervención directa en la revolución europea de la época. Este corto período que abarca desde la fundación de la Internacional (1918) hasta poco antes de la muerte de Lenin (1923), es el modelo de Partido Internacional que más se acerca a la concepción marxista. La Tercera Internacional en vida de Lenin centralizó 220

Sus editoriales y escritos estratégicos

prácticamente la lucha revolucionaria del proletariado internacional contra el capitalismo e incluso logró unir en estrecha alianza con la lucha del proletariado a algunos sectores populares (campesinado, pequeño-burguesía y burguesía nacional de países coloniales) enfrentados antagónicamente con el imperialismo (nos referimos al movimiento nacional anticolonialista de los pueblos asiáticos principalmente). Pero luego de un período de transición, durante el cual la Tercera Internacional pasó a jugar un papel centrista, manteniendo una línea general de desarrollo de la revolución mundial con graves deformaciones reformistas, populistas y de anteposición de los intereses nacionales de la URSS a los de la revolución mundial, el stalinismo degeneró la Internacional, subordinándola a los intereses nacionales inmediatos de la Unión Soviética y consecuentemente convirtiéndola en un freno de la revolución internacional, hasta que la disolvió como parte del acuerdo postguerra con Churchill y Roosevelt. Esta experiencia, el recuerdo de los últimos años de la Internacional stalinista, debe haber sido uno de los elementos más importantes que llevaron a los revolucionarios asiáticos -que por su desarrollo de la guerra revolucionaria se habían convertido en la vanguardia de la revolución mundial (vietnamitas, chinos y coreanos)- a sacar la conclusión de que no era necesaria la Internacional, sino que constituía un estorbo para la lucha revolucionaria en cada país, que expresamente debía establecerse como principio la no intervención, la independencia absoluta de cada partido nacional y convertir organizativamente el internacionalismo en el simple cambio de experiencias y apoyo moral y material. Nuestro punto de vista es que desde la experiencia leninista de la Tercera Internacional quedó más clara que nunca la necesidad de un Partido Revolucionario Internacional que centralizara mundialmente la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, necesidad día a día más apremiante por las características dominantes de la época en que vivimos, con el capitalismo férreamente centralizado bajo la égida del imperialismo yanqui, la lucha revolucionaria desenvolviéndose en algunos teatros con contenido y forma internacional (sudeste asiático) y la notoria interinfluencia de los distintos procesos revolucionarios, anticapitalistas y antiimperialistas que se desarrollan en cada país, en cada región y en cada continente. Esta Internacional Revolucionaria que preconizamos, a más de unificar y centralizar la lucha revolucionaria mundial, tiene también una importancia vital para la construcción del socialismo. Como explicó Lenin, la lucha contra el capitalismo no termina con el triunfo de la revolución, con la toma del poder en un determinado país, sino que se continúa, contra las supervivencias del capitalismo, contra “la fuerza de la costumbre, la fuerza de la pequeña producción, que cotidianamente produce y reproduce capitalismo”. Esta lucha cuya dureza y dificultades predijo Lenin en 1920, se ha revelado 221

Mario Roberto Santucho

en la experiencia de los Estados Obreros como verdaderamente titánica. Una internacional revolucionaria tiene un destacado papel en el llamado período de transición del capitalismo al socialismo, centralizando a nivel internacional la lucha por la construcción del socialismo en camino de la sociedad comunista. Finalmente, es una necesidad política para todo revolucionario proletario, para todo partido leninista, mantener una activa militancia, una vida política internacional, participar en forma directa o indirecta en las experiencias revolucionarias de los distintos países, conservar prácticamente una visión internacional de la lucha por el socialismo. Ello revierte inmediatamente en una mayor comprensión de las tareas nacionales, en una creciente eficacia en la dirección de la lucha revolucionaria, gracias a la asimilación de la experiencia internacional, siempre más rica, más completa, más variada. Estos objetivos, estas necesidades revolucionarias nos hacen adherir firmemente como cuestión fundamental de principios a la concepción internacionalista de Marx y Lenin. Este punto de vista que reivindicamos fue sostenido y desarrollado en los momentos más difíciles por Trotsky y por la Cuarta Internacional que él fundara en 1938. Como parte de su lucha contra el stalinismo, León Trotsky mantuvo en alto la bandera marxista-leninista del internacionalismo revolucionario, bandera que hoy heredamos, que mantiene la IV Internacional y que debemos levantar y agitar sin tapujos, sin temores, como cuadra a revolucionarios proletarios. La dirección cubana aportó en los últimos años al movimiento revolucionario un internacionalismo práctico ejemplar, simbolizado en el ejemplo del comandante Guevara, internacionalismo práctico que apreciamos altamente y que debemos esforzarnos en imitar. Intentó a si mismo fundar organizaciones revolucionarias internacionales (Tricontinental y OLAS), sin lograr, por distintos motivos, resultados similares a los de la internacional leninista. 2.- LA REALIDAD ACTUAL DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO INTERNACIONAL Hoy, la situación concreta con que se encuentra toda organización revolucionaria como la nuestra, que comprende la necesidad de ser fiel a los principios internacionalistas de Marx y Lenin, es la siguiente: Por un lado, en la extrema derecha, el revisionismo acaudillado por el Partido Comunista de la Unión Soviética e integrado por los partidos comunistas de los Estados Obreros Europeos, (con la sola excepción de Albania) y los partidos comunistas línea Moscú existentes en casi todos los países del mundo. Esta corriente, hija directa del burocratismo reformista, stalinista, ha abandonado 222

Sus editoriales y escritos estratégicos

la lucha revolucionaria contra el capitalismo y el imperialismo. Objetivamente, los países socialistas europeos y la URSS están en contradicción antagónica con el capitalismo. Más: la línea de la burocracia revisionista gobernante, que ellos llaman “Coexistencia Pacífica” y que en realidad busca la conciliación, el reparto del mundo y está basado en la suicida y utópica creencia idealista de que el socialismo terminará imponiéndose universalmente por el sólo peso de su ejemplo, ha ido creando condiciones favorables al capitalismo, ha estimulado su agresividad, lo ha envalentonado, hasta el extremo de pasar a pesar, a influir reaccionariamente en el propio seno de los Estados obreros, acentuando su degeneración, encontrando causes para reintroducir el capitalismo, abriendo la posibilidad de una restauración capitalista, como lo demuestra la situación actual en Checoslovaquia, Rumania, Polonia y principalmente Yugoslavia. Por otro lado, los partidos comunistas y obreros de los Estados obreros revolucionarios, el Partido Comunista chino, el Partido Comunista cubano, el Partido del Trabajo albanés, el Partido de los Trabajadores del Vietnam, el Partido Comunista coreano, son las corrientes revolucionarias que llevan adelante una línea revolucionaria, que combaten o están por hacerlo, en estrecha relación con alguno de estos partidos. Estos partidos han desarrollado y desarrollan, con diferencia de grado, la lucha revolucionaria más implacable y decidida contra el capitalismo y el imperialismo. Constituyen la vanguardia real del movimiento revolucionario mundial y resulta claro que una Internacional revolucionaria que centralice mundialmente la lucha anticapitalista y antiimperialista sólo es posible sobre la base de dichos partidos. Pero este tipo de Internacional no es momentáneamente viable por la expresa posición de los partidos chino, vietnamita, coreano y albanés, que no consideran necesario, sino perjudicial, la organización de una nueva Internacional revolucionaria, y por las dificultades insalvables que la dirección cubana ha encontrado para concretar en términos de organización el consecuente internacionalismo a que ya nos hemos referido. Finalmente, es también parte de la realidad de nuestra época la existencia en el seno de los países capitalistas, del movimiento trotskista y de otras corrientes revolucionarias internacionalistas que al mismo tiempo que no se alinean en los dos sectores a que hemos hecho referencia, se esfuerzan por aplicar creadoramente el marxismo a la situación concreta de su país, luchan con las armas en la mano, y en su proceso de maduración revolucionaria comienzan a rescatar la bandera internacionalista del marxismo-leninismo bajo el estímulo singular del pensamiento y la acción del comandante Guevara. Es evidente entonces, para una organización como la nuestra, que no queda otra alternativa que luchar firmemente por la construcción de una nueva Internacional revolucionaria, y que para lograr que esa lucha fructifique, antes que nada es necesario ganar el respeto de los sectores obreros revolucionarios me223

Mario Roberto Santucho

diante el más amplio y sólido desarrollo de la guerra revolucionaria en nuestro país y la más estrecha vinculación con los movimientos revolucionarios latinoamericanos y mundial. 3.- LA IV INTERNACIONAL El movimiento trotskista, es necesario aclararlo, agrupa a sectores heterogéneos. Desde aventureros contrarrevolucionarios que se sirven de su bandera prostituyéndola hasta consecuentes revolucionarios. El resurgimiento del trotskismo a partir de la defenestración de Stalin en la URSS se ha polarizado en la IV Internacional a que pertenecemos, quedando al margen la casi totalidad de los grupos aventureros y contrarrevolucionarios que se reivindican trotskistas. Reconocidos por el propio Partido Comunista de la Unión Soviética los aspectos negativos de Stalin, ello constituyó una dramática confirmación de las raíces sanas y correctas del movimiento trotskista y favoreció dos procesos simultáneos: a) la reunificación de la mayor parte del movimiento trotskista, entonces muy atomizado, debilitado y desprestigiado, concretado en el Congreso de Reunificación de la IV Internacional de 1963; b) la revitalización del trotskismo por la doble vía de un nuevo y más amplio prestigio que posibilitó el ingreso a sus filas de la juventud revolucionaria y del traslado del eje de lucha desde el enfrentamiento y denuncia del stalinismo, eje estéril que había sectarizado, inducido a error y castrado el movimiento contemporáneo, que permite la comprensión del proceso revolucionario cubano, la apertura a la teoría y la práctica de la guerra revolucionaria y a un replanteo de la caracterización de las revoluciones asiáticas. Algunos compañeros, que se oponen a nuestra adhesión a la IV Internacional, argumentan que se trata de una organización burocrática desprestigiada que en lugar de facilitar la lucha revolucionaria la obstruye por las resistencias que crea nuestra adhesión a ella, tanto a nivel internacional como frente a la vanguardia obrera de nuestro país. Veamos estas cuestiones: en primer lugar, es necesario tener claro que efectivamente la IV Internacional tiene enormes limitaciones y una tradición escasamente reivindicable. Podemos resumirla diciendo, que la histórica tarea de mantener vivo el internacionalismo leninista, de conservar y desarrollar la teoría y la práctica de la revolución permanente, hubo de ser asumida en las condiciones de predominio absoluto del stalinismo, por pequeños círculos de intelectuales revolucionarios cuya marginación real de la vanguardia proletaria y de las masas -pese a importantes esfuerzos por penetrar en ellas- impidió su proletarización y otorgó un carácter pequeñoburgués al movimiento trotskista. Esta realidad determinó que el aporte de la IV Internacional al movimiento revolucionario mundial se limi224

Sus editoriales y escritos estratégicos

tara al nada despreciable de custodio de aspectos esenciales del marxismo-leninismo abandonados y pisoteados por el stalinismo, y lejos de jugar un papel práctico revolucionario de importancia, cayera en numerosas oportunidades en puntos de vista reformistas, ultraizquierdistas e incluso sirviera de refugio a toda clase de aventureros contrarrevolucionarios, consecuencia y a su vez causa de la marginación de que habláramos. Más, el proceso de renovación y desarrollo a que nos referimos, que demuestra suma pujanza, implica necesariamente una transformación de la Internacional y de sus partidos en una dirección proletaria. Implica un cambio radical en su composición social, el abandono progresivo de las características pequeñoburguesas todavía dominantes, una participación plena y protagónica en distintas revoluciones nacionales. El futuro del movimiento trotskista depende de la capacidad de la Internacional, de sus partidos nacionales, para asimilar esta transformación, realizarla consciente y ordenadamente. Para resumir: a los aspectos negativos de la IV Internacional que debemos reconocer y comprender críticamente, corresponde oponer el hecho real y determinante que la Internacional se renueva, que la vida bulle en ella, y que camina hacia un rico proceso de transformación revolucionaria, proceso del que somos parte y protagonistas. Es necesario reiterar, para no dar lugar a equívocos, exageraciones ni falsas ilusiones, el punto de vista realista que sostuvimos en nuestra intervención en el Congreso que no creemos en la posibilidad que la IV Internacional se convierta en el partido revolucionario internacional cuya necesidad sostenemos. Pensamos que ello es ya históricamente imposible y que el papel de la Internacional, en el supuesto favorable de que se convierta en una organización proletaria revolucionaria, será lograr la construcción de una nueva Internacional Revolucionaria, al modelo de la III Internacional leninista, en base a los partidos vietnamita, chino, cubano, coreano y albanés. En segundo lugar, es necesario dejar en claro que pese a sus graves errores y limitaciones no existe tal desprestigio de la Internacional. Por el contrario, merced a la orientación de guerra revolucionaria adoptada por un sector de la Internacional, actualmente cuenta con la simpatía de importantes sectores de la vanguardia revolucionaria mundial, y mantiene excelentes relaciones. Es necesario que el Partido sepa que prácticamente la totalidad de nuestros contactos internacionales, incluidos los latinoamericanos, han sido logrados o consolidados por la Internacional, principalmente por el Secretariado Internacional, la Liga Comunista de Francia y el POR boliviano. En cuanto a la vanguardia obrera de nuestro país, es falso, y lo hemos experimentado prácticamente, que existe rechazo hacia el trotskismo. En general, podemos afirmar que es escasamente conocido entre las masas, y salvo en la militancia codovilista, la propaganda macartista antitrotskista 225

Mario Roberto Santucho

del Partido Comunista argentino no ha prendido en ningún sector de la vanguardia. El conjunto de la vanguardia revolucionaria argentina, por otra parte, tiene la suficiente madurez política como para diferenciar los distintos matices de la izquierda, y nuestro Partido, que no oculta su pertenencia a la IV Internacional, ha sabido hacerse reconocer y respetar como organización revolucionaria de combate, ideológicamente marxista-leninista, y reivindicando públicamente tanto su adhesión a la teoría de la Revolución Permanente y al análisis trotskista de la burocracia soviética, como su aceptación calurosa de la teoría de la guerra revolucionaria desarrollada por Mao Tsé Tung, Giap, etc. 4.- CONCLUSIÓN Nuestro Partido ratifica su adhesión a la IV Internacional, consciente de su importancia, su necesidad y sus limitaciones. Lo guía no un endiosamiento de la Internacional, sino una valoración crítica de ella y el convencimiento principista internacionalista, tanto como la comprensión de la importancia de una activa vida política internacional para la participación más correcta en la revolución argentina. Ratificamos nuestra adhesión consciente, asimismo, de que no debemos ilusionarnos en el sentido que la IV Internacional puede convertirse en la dirección revolucionaria mundial que consideramos necesaria. Ratificamos nuestra adhesión con el ánimo de aportar a la proletarización de la Internacional, a su transformación revolucionaria y luchar porque ella se oriente a la formación del nuevo partido revolucionario internacional, basado en los partidos chino, cubano, coreano, vietnamita y albanés, y en las organizaciones hermanas que combaten revolucionariamente contra el capitalismo y el imperialismo en cada país. Esto no debe obstruir, sino, por el contrario, facilitar la más estrecha relación con las corrientes revolucionarias no trotskistas de todo el mundo, especialmente con las organizaciones combatientes de América Latina a cuyo lado, y sobre la base de un importante desarrollo de nuestra guerra, podremos lograr ser escuchados por los partidos comunistas de los Estados Obreros Revolucionarios. Una última cuestión. El hecho de que nos esforcemos por adoptar puntos de vista marxistas consecuentes y por lo tanto críticos ante el movimiento revolucionario internacional, no debe hacernos caer en la pedantería y la autosuficiencia. Por el contrario, debemos considerar las definiciones que anteceden como hipótesis de trabajo para nuestra organización, necesariamente limitados y sujetos a sucesivas verificaciones. Debemos comprender que sólo podemos hablar abogando por estas concepciones y/u otras más desarrolladas cuando nos 226

Sus editoriales y escritos estratégicos

encontremos dirigiendo prácticamente nuestra guerra revolucionaria. Debemos por lo tanto adoptar una actitud humilde, respetuosa, aunque no por eso menos crítica y alerta, ante los partidos revolucionarios que han jugado y siguen jugando un papel revolucionario. Lo peor que podría pasarnos es caer en la charlatanería morenista de sentirnos con derecho a aconsejar a todo el mundo en lugar de cumplir silenciosamente con nuestras responsabilidades revolucionarias. MIGUEL23 ESTATUTO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES TITULO 1. Miembros del Partido. Art. 1.- Son miembros del Partido sus militantes y aspirantes. Militante del Partido es una persona entregada en cuerpo y alma a la lucha revolucionaria, cuya preocupación central cotidiana es el desarrollo del Partido, de la lucha armada y de todo otro avance de la Revolución. Art. 2.- Para ser militante se deben cumplir las siguientes obligaciones: a) formar parte de un organismo permanente del Partido; b) asistir puntualmente a las reuniones; c) llevar a cabo el trabajo cotidiano que le fije su organismo permanente; d) cotizar puntualmente la cuota mensual extraordinaria que le fije la dirección del Partido y que no podrá excederse del importe de un jornal; e) acatar fielmente la línea del Partido, las resoluciones de su equipo y de las direcciones partidarias. Art. 3.- Por ser militante se tiene los siguientes derechos: a) participar en la elaboración de la línea partidaria, aportando sus puntos de vista y su experiencia de acuerdo a los principios del centralismo democrático; b) formar fracción o tendencia dentro del Partido para defender sus posiciones en el período previo anterior al Congreso; c) escribir en el Boletín Interno de Discusión; d) elegir y ser elegido para responsabilidades de dirección. Art. 4.- Se considera aspirante del Partido con voz y sin voto en las reuniones, y con todas las obligaciones de los militantes, a todo compañero que haya sido presentado por otro militante del Partido y aprobado por el organismo de base al cual fue presentado, durante el lapso que la célula determine. Cuando 23. Seudónimo usado por Mario Roberto Santucho en están oportunidad. [nota de esta edición] 227

Mario Roberto Santucho

haya cumplido satisfactoriamente sus tareas de militancia, demostrando cualidades y moral revolucionaria, la célula le dará categoría de militante, revistando como tal para la dirección zonal y nacional del Partido. Art. 5.- Se considera simpatizante del Partido a todo compañero que apoye fielmente la línea del Partido en su lugar de trabajo, cotiza y colabora con la organización, aunque no concurra a reuniones ni haga un trabajo consecuente con algunos de los organismos partidarios. No tiene ninguno de los derechos y obligaciones de los militantes. Art. 6.- El militante del Partido debe: a) estudiar y aplicar de manera viva el marxismo-leninismo; b) prepararse y estar dispuesto a combatir en todo momento; c) ligarse estrechamente, trabajar, convivir y luchar con las masas; d) no hacer ninguna crítica al Partido fuera de él y a espaldas de los compañeros; e) utilizar valientemente la crítica y la autocrítica para contribuir al fortalecimiento y desarrollo del Partido; f ) observar un correcto comportamiento moral; g) ser discreto, no informar a otros compañeros actividades o cualquier otra cosa que atente contra la seguridad del Partido. TITULO II. Las células. Art. 7.- La organización básica del Partido es la célula. Se compone de 3 a 6 compañeros y su constitución responde a las necesidades de coordinar y organizar el trabajo cotidiano de los militantes, aplicando la línea y las resoluciones políticas y organizativas del Partido. Debe reunirse una vez por semana como mínimo. Art. 8.- La célula es dirigida por un responsable político y un representante militar elegidos en el equipo por mayoría de votos. El responsable político es el enlace con la Dirección Regional. Dirige la discusión y la formación política, lleva el control de la correcta aplicación de la línea del Partido y ordena el trabajo político de las células; el responsable militar se encarga de los planes de instrucción y dirige los planes militares. Art. 9.- El crecimiento de la organización se hará en pirámide hacia abajo. Las nuevas incorporaciones significarán la constitución de nuevos equipos, desde el comienzo totalmente tabicados. Art. 10.- Existen tres tipos de células: básicas, técnicas y de combate. Art. 11.- Las células básicas son el organismo de militancia de todos los militantes y aspirantes que no están directamente incorporados a las tareas técnicas o militares en forma exclusiva. Son los organismos a través de los cuales el Partido actúa en las organizaciones de masas, los frentes de trabajo, la clase, agrupaciones, barrios, etc. Aplican la línea política del Partido, realizan propa228

Sus editoriales y escritos estratégicos

ganda y agitación de las posiciones partidarias, reclutan militantes y simpatizantes. Son también instrumentos de combate en la medida que realizan tareas de resistencia o autodefensa, y prestan apoyo logístico. Debe tenderse a elevar su nivel militar a través de entrenamientos, pequeñas acciones, etc., para ir convirtiéndolas en semilleros de combatientes. Art. 12.- Las células técnicas son aquellas que se relacionan con una o más tareas de ese carácter: taller, armamento, laboratorio, documentación, imprenta, inteligencia, etc. Tienen por su importancia total compartimentación y su núcleo debe estar compuesto por militantes probados del Partido. Pueden trabajar con simpatizantes o elementos extrapartidarios, por razones técnicas, previo estricto examen de los aspectos de seguridad. Art. 13.- Las células de combate son los núcleos partidarios en todas las unidades del Ejército Revolucionario del Pueblo. En ellas la compartimentación es absoluta. Art. 14.- Las organizaciones de base del Partido deben mantener en alto la gran bandera roja del marxismo-leninismo, dar prioridad a la política proletaria y poner en pleno juego el estilo de integrar la teoría con la guerra revolucionaria, forjar estrechos vínculos con las masas y en especial con la clase obrera, de practicar la crítica y la autocrítica y de estar atento y salirles al paso a las posiciones no proletarias y el oportunismo de derecha e izquierda. Art. 15.- Las tareas principales de las células partidarias son: a) dirigir a sus miembros y a las masas en el camino de la guerra revolucionaria y la aplicación viva del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario; b) prepararse constantemente para combatir y educar a los miembros del Partido y las masas en el espíritu de la guerra revolucionaria y la lucha contra el oportunismo de derecha e izquierda y conducirlas a luchar resueltamente contra el enemigo de clase; c) difundir y cumplir la política del Partido vía la enérgica agitación y propaganda política, aplicar las resoluciones y realizar todas las tareas asignadas por el Partido y el Ejército Revolucionario del Pueblo. Prepararse constantemente y estar dispuesto a combatir en todo momento; d) vincularse estrechamente con las masas, aprender de ellas, escuchar constantemente sus opiniones y deseos y desplegar en el seno del Partido una activa lucha ideológica para que la vida del Partido se mantenga llena de vigor; e) reclutar nuevos militantes, aplicar la disciplina del Partido, consolidar constantemente sus organizaciones, desechar las concepciones erróneas que se arrastran del pasado y asimilar lo nuevo para mantener la pureza en las filas del Partido; f ) ser modestos en sus vidas y prudentes, trabajar duro, prevenirse contra la pedantería pequeñoburguesa, cuidar de los prejuicios pequeñoburgueses que 229

Mario Roberto Santucho

niegan que las compañeras puedan elevar al máximo el nivel de militancia, ser valientes pero no apresurados, inspirar respeto, ser realmente los primeros y los mejores en todo, convivir, participar de todos los problemas, acudir con cariño tanto ante los compañeros del Partido como ante las masas. Sólo de esta manera el Partido podrá conducir a la clase obrera y al pueblo al triunfo de la guerra revolucionaria; g) ser respetuoso y fraternal con aquellos que tienen credos religiosos u otra ideología, pero que luchan contra nuestro enemigo, tratando siempre de llevarlos a las tareas que concordemos. TITULO III. Frentes y Zonas. Art. 16.- Si dos o más células se encuentran en un mismo campo de tareas (empresa, zona, universidad, rama de producción, profesión, etc.), constituyen un Frente (por ejemplo, las células formadas por estudiantes constituyen el Frente Estudiantil). Entre las células del Frente debe mantenerse la compartimentación, estableciéndose la necesaria coordinación mediante contactos periódicos entre los responsables de cada célula. Art. 17.- Zona Partidaria es toda unidad geográfica que abarque un mínimo de 3 y un máximo de 6 equipos o células. Depende inmediatamente de las direcciones nacional o regional. Art. 18.- Las Zonas están dirigidas por un Comité Zonal de hasta 6 miembros, con su respectivo responsable político y responsable militar. Teniendo en cuenta las condiciones de seguridad, las Zonas realizan plenarios periódicos con representantes de un militante por cada 3 o fracción de 2. En esos plenarios se elige semestralmente la dirección zonal y se discute la aplicación de la línea partidaria en la zona. TITULO IV. Regionales. Art. 19.- Regional es la dirección partidaria a nivel provincial, siempre que cuente con un mínimo de tres zonas. Es la más importante organización partidaria después del Partido Nacional en su conjunto y por tanto tiene cierta autonomía y una estructura organizativa semejante a la del Partido. Art. 20.- Las Regiones están dirigidas por un Comité Regional de 6 miembros, encabezados por un Responsable Político y un Responsable Militar elegidos por el Comité Ejecutivo. Teniendo en cuenta las condiciones de seguridad, las Regionales realizarán plenarios periódicos con representación de un militante por cada 6 o fracción de 3. En esos plenarios se elige anualmente parte de la Dirección Regional (excepto al Responsable Político y al Responsable Militar elegidos por el Comité Ejecutivo) y se discute la aplicación de la línea partidaria en la Regional. 230

Sus editoriales y escritos estratégicos

TITULO V. Fuerza militar. Art. 21.- El Ejército Revolucionario del Pueblo y sus destacamentos armados son la fuerza militar del Partido. Es obligación de todos los miembros del Partido luchar por el desarrollo del Ejército Revolucionario del Pueblo y velar por la consolidación creciente del papel dirigente partidario en él, mediante la educación política permanente y la hegemonía exclusiva de la ideología proletaria en su seno. Art. 22.- El organismo fundamental para garantizar el papel dirigente del Partido en el Ejército Revolucionario del Pueblo es la célula de combate partidaria que debe ser organizada a nivel de unidad básica. Art. 23.- Se establecerá en el Ejército Revolucionario del Pueblo el sistema de Comisarios Políticos a nivel de unidad de base y de organismos dirigentes. Los Comisarios Políticos se encargarán de la educación política de su unidad, de la aplicación de una línea de masas en la actividad militar y hará de secretario de la célula de combate u organismo partidario respectivo. Art. 24.- El Ejército Revolucionario del Pueblo estará dirigido por un Comité Militar partidario designado por el Comité Ejecutivo del Partido y responsable ante ese organismo y el Comité Central de la aplicación correcta de las directivas militares. TITULO VI. Dirección Nacional. Art. 25.- Los organismos de dirección nacional del Partido son: Congreso Nacional, Comité Central, Comité Ejecutivo, Buró Político y Comité Militar. TITULO VII. Congreso Nacional. Art. 26.- El Congreso Nacional es el órgano de dirección máximo del Partido. Se reúne cada tres años, si las condiciones de seguridad lo permiten, con delegados elegidos en las células y/o plenarios zonales regionales, a razón de 1 cada 7 militantes o fracción de 5. Sus funciones son: a) fijar la línea política y militar del Partido hasta el Congreso siguiente; b) juzga lo actuado por el Comité Central elegido en el Congreso anterior; c) elegir el Comité Central. Art. 27.- Seis meses antes de la realización del Congreso se abrirá el período pre-Congreso. Durante ese período los militantes quedan autorizados a organizar tendencias y fracciones para impulsar la discusión partidaria y la defensa de sus posiciones. Las discusiones pre-Congreso deben ser llevadas adelante con un criterio proletario, serio y constructivo. TITULO VIII. Comité Central. Art. 28.- El Comité Central está compuesto por 18 miembros titulares y 7 suplentes, elegidos por el Congreso. Es el máximo organismo partidario 231

Mario Roberto Santucho

entre Congreso y Congreso; se reúne ordinariamente cada 6 meses y extraordinariamente cuando lo considere conveniente el Comité Ejecutivo o un tercio de sus miembros. Las funciones del Comité Central son: a) juzgar la actividad del Partido y del Comité Ejecutivo; b) elaborar la línea partidaria para todas las cuestiones dentro de los lineamientos dados por el Congreso; c) elegir al Comité Ejecutivo. Art. 29.- En situaciones excepcionales podrá convocarse a Comité Central Ampliado, con la participación de delegados elegidos por los Comités Regionales, en el número que el Comité Ejecutivo o el propio Comité Central determine. Art. 30.- Si surge alguna situación grave para la marcha del Partido, los comités regionales o el Comité Central podrán solicitar la opinión de las bases por intermedio de plebiscitos; se podrán también solicitar por decisión de los Congresos Regionales. TITULO IX.- Órganos ejecutivos. Art. 31.- El Comité Ejecutivo está compuesto por 11 miembros elegidos por el Comité Central. Es la máxima organización partidaria entre los Comités Centrales. Se reúne ordinariamente cada mes y extraordinariamente cuando lo sostienen 4 de sus miembros. Las funciones del Comité Ejecutivo son: a) conducción práctica del Partido, aplicando fielmente las resoluciones políticas y militares del Congreso y el Comité Central; b) dirección de la prensa, finanzas, escuela de cuadros y organización del Partido; c) preparar las órdenes del día y resoluciones a discutir por el Comité Central y el Congreso y garantizar la organización y seguridad de las reuniones de dichos órganos; d) designar el Buró Político y el Comité Militar del Partido y los Responsables Militares y Comisarios Políticos del Ejército Revolucionario del Pueblo. Art. 32.- El Buró Político está integrado por 5 miembros elegidos por el Comité Ejecutivo y ejerce el control diario de la organización en los aspectos de prensa, propaganda y agitación, finanzas, organización, cursos, sindical, etc. Debe reunirse semanalmente. Art. 33.- El Comité Militar está integrado por 5 miembros elegidos por el Comité Ejecutivo y constituye el núcleo dirigente del Estado Mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo. Sus funciones son: a) ejecutar las resoluciones militares del Comité Ejecutivo, Comité Central y Congreso; b) dirigir el Ejército Revolucionario del Pueblo de acuerdo a la línea militar del Partido; 232

Sus editoriales y escritos estratégicos

c) asegurar el papel dirigente partidario en el Ejército Revolucionario del Pueblo por medio de la política, el control de la composición de combatientes y cuadros y la aplicación de una línea de masas. TITULO X. Centralismo Democrático. Art. 34.- El régimen interno del Partido es el centralismo democrático caracterizado por: a) la participación democrática de todo el Partido en la elaboración de la línea a todos los niveles; el control permanente de la base en todas las cuestiones administrativas, finanzas, etc.; las relaciones fraternales e igualitarias entre todos los miembros del Partido; b) la subordinación de la minoría a la mayoría y de la base a la dirección en la aplicación de las resoluciones adoptadas; la observación de la más estricta disciplina consciente en el cumplimiento de las tareas; el método de la educación y la persuasión, la crítica fraterna y la autocrítica como fundamentos de esa disciplina. TITULO XI. Tribunal Partidario. Art. 35.- El Tribunal Partidario es el organismo partidario que entiende en las cuestiones de moral proletaria y partidaria y administra la justicia revolucionaria en los casos de traición, delación, deserción y otros crímenes revolucionarios, sean estos cometidos por elementos miembros o ajenos a la organización. Art. 36.- El Comité Ejecutivo preparará la reglamentación y normas de funcionamiento del Tribunal Partidario, designando comisiones especiales colaboradas en las zonas o regionales donde haya graves faltas a la moral o delitos contrarrevolucionarios que juzgar. TITULO XII. Cooptaciones y reuniones. Art. 37.- Todo organismos de dirección partidaria tiene derecho a cooptar para el mejor desarrollo de sus actividades hasta un 40 por ciento del número de sus miembros mediante la aprobación del 75 por ciento de sus integrantes. Art. 38- Todas las reuniones de los diferentes organismos partidarios deberán ser estrictamente garantizadas desde el punto de vista de la seguridad utilizando minutos legales cuando esto es posible u organizando su protección y defensa en caso contrario. Art. 39.- Los organismos enumerados en los presentes estatutos deberán reunirse con la mitad más uno de sus miembros. Para todas las resoluciones y revisión de resoluciones anteriores basta el veto de la mitad más uno de los miembros presentes.

233

Mario Roberto Santucho

TITULO XIII- Consideraciones generales. Art. 40.- Este Estatuto y las Resoluciones de los Congresos pueden ser modificados cuando lo decidan las tres cuartas partes del Comité Central o las tres cuartas partes de los militantes de la organización, ad referéndum del próximo Congreso. PROGRAMA DEL EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO Queremos la liberación nacional y social de nuestra patria. Queremos: 1°- En lo político. a) Ruptura con los pactos que nos comprometen con EEUU y otros países extranjeros, su publicación y su denuncia. b) Establecimiento de un sistema de gobierno de Democracia Social, Gobierno Revolucionario del Pueblo, dirigido por la clase obrera. c) Juzgamiento de los delincuentes políticos, usurpadores del poder, etc. d) Plena participación en el poder de todo el pueblo, a través de sus organismos de masas. 2°- En lo económico. a) Ruptura de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo y todo otro organismo de control y penetración imperialista. b) Expropiación sin pago y nacionalización de todas las empresas de capital imperialista y de los capitales nacionales que lo apoyen. c) Nacionalización de la Banca y el Crédito. d) Nacionalización del Comercio Exterior. e) Reforma Agraria. f ) Administración obrero-estatal de todas las empresas nacionalizadas. 3°- En lo social. a) Reforma Urbana. Expropiación de todas las viviendas alquiladas, propiedad de grandes capitalistas, y entrega en propiedad a sus inquilinos. b) Alfabetización de todo el pueblo, establecimiento posterior de la enseñanza secundaria obligatoria y apertura de las universidades al pueblo mediante programas masivos de becas. c) Eliminación de la desocupación y reapertura de las fábricas cerradas en la última década por el interés de las grandes empresas, en perjuicio de obreros y poblaciones. d) jornales, pensiones y jubilaciones dignas que eliminen la miseria popular. 234

Sus editoriales y escritos estratégicos

e) Absoluta libertad de cultos religiosos. 4° En lo militar. a) Supresión del ejército burgués, la policía y todo otro organismo represivo y su reemplazo por el Ejército Revolucionario del Pueblo y las Milicias Armadas Populares, es decir, por el pueblo en armas. b) Todo militar o funcionario patriota que abandone los órganos represivos tiene su puesto de lucha en la fuerza militar popular. ARGENTINOS: El Ejército Revolucionario del Pueblo convoca a todos los patriotas a asumir sus responsabilidades, a ocupar su puesto de lucha en nuestra guerra revolucionaria del Pueblo, en esta guerra de la Segunda Independencia. El General San Martín y el Comandante Guevara son nuestros máximos ejemplos: a seguir e imitar su pensamiento y acción y el de nuestros héroes y mártires del pasado y el presente es la tarea de la hora. ¡A VENCER O MORIR POR LA ARGENTINA!

235

Sus editoriales y escritos estratégicos

4. Todo el Partido al Combate1 de agosto de 1970 a mayo de 1973

RESOLUCIONES DEL COMITÉ CENTRAL de OCTUBRE de 1970 LA SITUACIÓN DEL PAÍS La Dictadura Militar, después de los devaneos de Levingston que encendieron ilusiones populistas entre los políticos burgueses, principalmente los peronistas, se afirma en la continuidad de la política del onganiato. En efecto, distintos indicios -la designación de gobernadores populistas como Bas e Imbaud, la apertura Gilardi Novaro hacia los políticos tradicionales, los rumores de la vuelta de Perón y de la devolución del cadáver de Evita- despertaron las ilusiones de los políticos burgueses, de la llamada burguesía nacional y de sus más fieles representantes, la burocracia sindical. Hoy esas ilusiones han sido momentáneamente aventadas por la clara definición de Lanusse y del propio Levingston que anunciaron elecciones a cinco años más y condiciones extremadamente duras para la aceptación de la participación de los políticos. Mientras tanto la política económica de la dictadura golpea cada vez más duramente a las masas, creando una situación insostenible en el conjunto de la clase obrera y el pueblo. El alza espectacular y constante del costo de la vida, la práctica congelación de los salarios, la crisis coyuntural de la industria frigorífica, el fracaso de la cosecha de trigo, son todos elementos que se trasladan a las espaldas de la clase obrera, la pequeña burguesía, el campesinado pobre e incluso sectores de la burguesía media, golpeando con especial dureza a las masas 1. Todas las notas de este capítulo, al igual que las Resoluciones del V Congreso, fueron publicadas, en agosto de 1973, por Ediciones El Combatiente, bajo el título: Resoluciones del V Congreso y de los Comité Central y los Comité Ejecutivos posteriores, con prólogo y supervisión de Mario Roberto Santucho. Sólo hemos agregado un fragmento de una carta a su compañera Ana María Villareal del 22 de septiembre de 1971 y el Editorial “El Triunfo electoral peronista y las tareas de los revolucionario” de El Combatiente Nº 76, de la segunda quincena de marzo de 1973. [nota de esta edición] 237

Mario Roberto Santucho

urbanas de las grandes ciudades. En este marco la situación actual del gobierno y las clases puede ser resumida como sigue: 1°- La Dictadura Militar se encuentra tan aislada como en sus peores momentos. Imposibilitada de solucionar ningún problema, sin lograr ampliar en lo mínimo su base social, se debate prisionera de sus contradicciones. Si intenta lograr un apoyo populista, y piensa en buscar algún acuerdo con los partidos burgueses y la burocracia sindical recibe un tirón de orejas de los sectores monopolistas y de los Comandantes en Jefe; tiene entonces que resignar sus pretensiones de lograr alguna base de sustentación militar y se gana los denuestos y amenazas de burócratas y políticos burgueses. A la vez los resultados de su política económica provocan el repudio y el odio del pueblo. Como denunció el ministro Moyano Llerena, la dictadura carece de una definida política económica, mejor dicho, sobre la base de la persistente ofensiva contra el nivel de vida obrero y popular, se debate entre las distintas alternativas burguesas, ninguna de las cuales puede ofrecer una salida a la crisis económica. Ahora ha optado por una versión del desarrollismo, que si creemos en las palabras del ministro Ferrer, intentará dar aire a la economía en base a gigantescos planes de obras públicas. Sin embargo, esta nueva línea anticipa nuevos problemas para la clase obrera y el pueblo. Si hay tales inversiones estatales masivas, llevará a la iliquidez al Estado y hará retornar los atrasos de sueldos a obreros y empleados estatales. En cuanto a la posible solución sólo puede llegar a ser un pálido paliativo. Levingston últimamente habla de la formación de un sólido sector burgués monopolista, una gran burguesía “nacional”. Pareciera responder a un nuevo intento gubernamental, esta vez aparentemente más serio, de encontrar una salida estructural que supere el estancamiento de la economía, posibilite un nuevo desarrollo, un crecimiento económico significativo que aleje la crisis revolucionaria. Esta posibilidad, que no debemos descartar históricamente, está aún en pañales y el desarrollo de la guerra revolucionaria la impedirá. En la Fuerzas Armadas y su periferia cunde el desánimo. Acaban de “relevar” a Onganía por incapaz y encuentran inmediatamente problemas con su sustituto. Sacan la cuenta y ven que no han podido resolver ningún problema. Les irrita comprobar la vitalidad del peronismo, a quien después de 15 años no han podido aplastar y hoy ven como el viejo enemigo, al que casi seguramente tendrán que recurrir para salvar el capitalismo, [se ha convertido en su aliado]. Observan con preocupación el incipiente desarrollo de la actividad de la vanguardia armada y la creciente divulgación de las ideas socialistas entre las masas. No saben cómo asimilar los duros golpes inesperados que constituyen el triunfo de la Unidad Popular en Chile y la ascensión de Allende, la subsistencia del 238

Sus editoriales y escritos estratégicos

gobierno nacionalista peruano, la crisis del Uruguay y la derrota de su pupilo Miranda frente a los militares nacionalistas bolivianos a su vez arrinconados por la movilización revolucionaria de las masas. Podemos concluir entonces que la Dictadura de Levingston es la continuación directa de la de Onganía, que gobierna apoyada exclusivamente en las Fuerzas Armadas. La Junta de Comandantes en Jefe ha reiterado su aval al Presidente en base a un acuerdo transitorio. Por otra parte, las Fuerzas Armadas están sometidas a grandes presiones, germen de futuras crisis. La imposibilidad de soluciones capitalistas para el país, la evolución de la situación de los países limítrofes y el comienzo de la guerra revolucionaria en la Argentina, constituyen elementos que favorecerán el desarrollo de corrientes antiimperialistas y socialistas entre la oficialidad y suboficialidad joven de las Fuerzas Armadas. 2°- El imperialismo y el capital monopolista apoyan sin reservas a la Dictadura Militar. 3°- La burguesía media y “nacional”, sus partidos y la burocracia sindical, se han colocado nuevamente en la oposición, desde que Levingston dijera no, a sus humillantes ofrecimientos de colaboración. Se esfuerzan en constituir un Frente Burgués de oposición que busca, antes que el apoyo popular, el consentimiento del imperialismo y de un sector del ejército, para buscar una salida electoral que ofrecen como receta infalible para salvar el capitalismo y eliminar la violencia. En este intento naturalmente se busca movilizar sectores obreros y populares para dar cierta seriedad a sus proposiciones. Pero lo hacen en extremo tímidamente y con la preocupación de evitar luchas enérgicas. Nada tan elocuente en este sentido como el acto peronista del 17 de octubre en Córdoba, donde políticos burgueses y burócratas organizaron un acto “ordenado” cuya característica fundamental fue la pugna de los burócratas contra los jóvenes de izquierda a quienes se acusó desde las tribunas como infiltrados castristas. Los organizadores intentaron una pacífica demostración, ofrecieron su solución al imperialismo y al ejército y se esforzaron por hacer pública su firme oposición a la violencia revolucionaria y al comunismo. Este carácter del Frente Burgués nos plantea una clara y firme línea independiente frente a él. Debemos denunciar el contenido traidor y contrarrevolucionario de su línea y oponer nuestra línea de guerra revolucionaria. La fragilidad de las posiciones de los políticos burgueses y de la burocracia, su larga cadena de traiciones y la corrección de la línea que les oponemos, nos dan una significativa ventaja que debemos aprovechar enfrentando con decisión las tácticas electorales y golpistas y difundiendo por todos los medios la estrategia y la táctica de la guerra revolucionaria. Excelente ocasión para exponer ante las masas las posiciones de los marxistas revolucionarios. 239

Mario Roberto Santucho

4°- La pequeña burguesía vive un período de radicalización importante. Agredida por la implacabilidad de la dictadura y el sistema, sufriendo casi tanto como la clase obrera dificultades económicas, rumia su odio a la dictadura, lo manifiesta apoyando a la clase obrera en sus movilizaciones y proporcionando combatientes y militantes a las organizaciones revolucionarias. De su seno surgen elementos de desorientación, expresados en dos formas: a) En la línea de los partidos y grupos marxistas pequeño-burgueses como el PC, PSIN, “La Verdad”, Política Obrera, etc., que al carecer de una línea revolucionaria sucumben una vez más ante los políticos burgueses y los acompañan como furgón de cola con las consignas de Asamblea Constituyente y otras similares de contenido electoral y con su oposición a la línea de guerra revolucionaria, que taimadamente insisten en identificar con foquismo. b) En el sin-partidismo y “grupismo”. En las presiones oportunistas de la derecha y militaristas que se manifiestan en el seno de la vanguardia armada y que se manifestaron abiertamente en nuestro Partido. 5°- La clase obrera continúa su resistencia a la Dictadura. La masividad de los paros del 9 y 22 de octubre son claro índice del estado de ánimo de las masas. Odio sordo, rabia acumulada, repudio total a la dictadura. Distintos elementos objetivos indican que estamos ante una coyuntura especialmente explosiva. El espectacular alza del costo de la vida golpea brutalmente a toda la clase obrera y el pueblo; nada más gráfico que las estadísticas de consumo del Gran Buenos Aires publicada por los diarios burgueses que indican una reducción del 30 % en el consumo del último mes; la magra cosecha triguera, que según los cálculos sufrirá una reducción del 30 % o más, la crisis ganadera que ya ha provocado el cierre temporario del frigorífico Swift de La Plata (Rosario, Berisso). Esta situación crítica de la economía, que golpea duramente a las masas populares, se une al aislamiento del gobierno y del estado de ánimo de las masas para configurar una situación crítica. El país es de nuevo un polvorín pronto a estallar a la primera chispa. Debemos prepararnos para esta posibilidad, ponernos en estado de alerta y organizar nuestras pequeñas fuerzas para actuar ordenada y eficazmente en eventuales movilizaciones de masas. Es claro que si ellas se dan, todas las posibilidades estarán del lado de las fuerzas revolucionarias. Actuaremos con absoluta ventaja frente a los partidos burgueses y pequeño-burgueses que se ilusionan con el golpe y sus elecciones. 6°- El proceso de desarrollo de la guerra revolucionaria continúa su actual etapa de ascenso sostenido: podemos afirmar que desde el principio de año esta característica no ha variado, lo cual es altamente promisorio: podemos también señalar un ritmo (no deliberado) de una acción de importancia nacional por mes y una serie de pequeñas acciones que se suceden en forma cotidiana. Todo esto, como es lógico, ha incidido en forma muy aguda sobre el conjunto del 240

Sus editoriales y escritos estratégicos

país, al punto que nadie es ya ajeno al hecho de la guerra; esto no significa de manera alguna que el conjunto de la sociedad se siente parte activa del proceso, a favor o en contra, pero sí que los efectos de la guerra afectan cada día más la vida cotidiana de la población, en especial en los centros urbanos importantes y en bastantes casos en poblaciones menores. En cuanto a la participación activa, el proceso sigue siendo un enfrentamiento entre vanguardias; la vanguardia revolucionaria y lo que podríamos llamar la “vanguardia reaccionaria”. Sobre la base de esta situación, previos informes de zonas, dirección y redacción y siguiendo las orientaciones del IV y V Congreso, el Comité Central del Partido formula un plan político-militar que abarca los tres problemas fundamentales del momento, a saber: Trabajo de Masas, Plan Operativo Militar y Construcción del Partido y el Ejército. PRIMER PLAN OPERATIVO MILITAR En las condiciones actuales todo plan debe estar basado en nuestra realidad concreta y no en nuestros deseos subjetivos. Nuestra etapa actual de desarrollo nos presenta dos tareas principales: Propaganda armada y Creación de una estructura militar eficaz y sólida, lo cual incluye conseguir dinero, armamentos y capacitar militarmente al conjunto del Partido. Dentro de la propaganda armada se incluye, como punto principal, la propagandización de nuestra sigla militar y el programa del Ejército, a través de acciones militares de gran repercusión, continuidad y realizadas a escala nacional, ya que una acción aislada, por grande que sea, si no se da en un marco de acciones similares, en tres o cuatro regiones del país y con un cierto ritmo, carece de sentido, ya que la nuestra sería otra sigla más entre cinco o seis. Dentro de la creación de una estructura militar consideramos las siguientes prioridades: a) Obtener fondos y armamentos. b) Foguear masivamente a las células militares y al conjunto del Partido en acciones militares y de resistencia. Destacamos la conveniencia de realizar la mayor cantidad posible de desarmes de policías aislados, acción esta que permite, junto con la recuperación de armas necesarias, el entrenamiento de compañeros y repercute políticamente en el seno de la represión; este tipo de acciones debe ser llevada a cabo por todas las células. Tal es el marco de nuestro primer Plan Operativo, a desarrollarse durante los próximos meses, consistente en las siguientes acciones: 1°- Un conjunto de acciones militares que incluyen expropiaciones de dinero, recuperación de dinero, recuperación de armamentos, toma de pueblos, li241

Mario Roberto Santucho

beración de presos, secuestros, a realizarse escalonadamente en distintos puntos del país, en un orden que no podemos prever en estos momentos. 2°- Entre ellas, la continuidad de acciones de resistencia menores realizadas por todas las células. Las más importantes de ellas son las acciones de recuperación y distribución de alimentos. 3°- En el curso de manifestaciones y movilizaciones de masas las células militares del Ejército actuarán, realizando en forma simultánea y complementaria de la movilización, acciones militares paralelas. 4°- Punto fundamental para un correcto rendimiento político en este plan es su aprovechamiento propagandístico. Este consistirá en planteamiento y realización inteligente de la propaganda de cada acción concreta y de la sigla y el programa del Ejército. Tenemos que medir políticamente cada acción, evitar cuidadosamente acciones dudosas, y elegir siempre aquellas más nítidamente populares; tenemos que preparar buenos comunicados, sobrios, estrictamente veraces y con claro contenido político dentro de los lineamientos del programa del Ejército. Tenemos que realizar nuestra propia propaganda con pintadas, cajas, volanteadas, etc., cosa muy importante para lograr que la gente note la proximidad física de nuestra fuerza militar, se dé cuenta de que los combatientes están cerca, que puede ser cualquiera de ellos, que no se trata de una vanguardia aislada. Como orientación general señalamos que se garantizará una excelente propaganda armada en la medida en que las acciones, comunicados, volantes, etc., se hagan con la mirada puesta en las masas, con una línea de masas y se observen perfectamente las reacciones de la gente, su estado de ánimo. 5°- Las recomendaciones tácticas fundamentales de este plan son: a) Preparar cuidadosamente las acciones, asegurando al máximo su éxito. Arriesgar lo mínimo posible, previendo las posibles derivaciones. Limitar los riesgos de cada acción, preservando cuidadosamente al resto de la organización. En la acción todos los detalles son fundamentales. b) Actuar con decisión, audacia y serenidad. La timidez, la duda, el nerviosismo, etc., son los mayores enemigos del éxito y multiplican los riesgos propios del combate. c) Ante las dificultades comportarse heroicamente. Ir dispuesto a matar o morir. La moral revolucionaria, base de nuestro heroísmo, es nuestra superioridad fundamental en el combate. El comportamiento heroico hiere la imaginación de las masas despertando admiración, solidaridad y sentimiento de emulación.

242

Sus editoriales y escritos estratégicos

EL PARTIDO Y EL EJÉRCITO El tercer aspecto fundamental del presente Plan Político-Militar es la solución correcta de los problemas de construcción proletaria del Partido y del Ejército. La orientación fundamental, será avanzar correctamente en una dirección, es la aceleración del proceso de transformación del Partido en una organización verdaderamente proletaria y de combate. Ello se logrará acentuando los avances ya logrados en la proletarización: ubicando militantes y cuadros en la producción, incrementando la relación con las masas. En este sentido son ejemplos a seguir tres regionales: En una de ellas, militantes estudiantiles, de la cultura y células militares se han ido a vivir o están por hacerlo en barriadas obreras, estableciendo relación política con la población. En otra, la casi totalidad de los cuadros, incluida la dirección, está ubicada en la producción. En la tercera se ha iniciado un proceso de saneamiento y delimitación tajante, aplicándose estrictamente las exigencias estatutarias a los militantes. Cada vez más, nuestros militantes deben ser lo mejor de la vanguardia y es necesario aumentar las exigencias hasta lograr en la militancia una homogeneidad proletaria de profesionales revolucionarios. Se lo logrará, asimismo, incrementando la actividad militar, haciendo que todas las células actúen, que las células militares aumenten su capacidad operativa y las células básicas se encarguen de acciones superiores a los caños, pasando a desarmes, recuperación y distribución de alimentos, etc. Se lo logrará aplicando en tales acciones una clara línea de masas. Simultáneamente debemos superar las limitaciones actuales en los siguientes aspectos fundamentales: a) Publicaciones. b) Agitación y Propaganda. c) Escuela de Cuadros. d) Entrenamiento Militar. El más amplio y eficaz desarrollo del Ejército, en su capacidad operativa y su influencia de masas, y el crecimiento cualitativo, cuantitativo y en influencia del Partido, logrados equilibradamente, son los objetivos de este Primer Plan Político-Militar. SOBRE LA DISCIPLINA EN EL EJÉRCITO Las resoluciones del V Congreso sobre Centralismo Democrático en el Ejército establece en su punto 3, inciso b: “Por una disciplina de hierro en el Ejército, por el ejercicio correcto y eficaz del mando por los responsables y el 243

Mario Roberto Santucho

cumplimiento estricto y eficiente de las órdenes por los subordinados”. El aspecto de la disciplina, tan importante para el eficaz funcionamiento de las unidades militares, se basa en un ejército revolucionario, en la conciencia, preparación política y moral revolucionaria de los combatientes. Ello no anula la necesidad de recurrir excepcionalmente a medidas disciplinarias que contribuyen a fortalecerla. Esas medidas deben aplicarse en todos aquellos casos en que la irresponsabilidad, la desidia, nerviosismo, etc., provoquen errores graves o faltas que perjudiquen el funcionamiento eficaz de las unidades. Los casos en que exista mala fe, daño consciente o traición, escapan de las medidas disciplinarias motivo de esta resolución y deben ser tratados ante el Tribunal de Justicia Revolucionario establecido en el artículo 35 del Estatuto. Por lo antedicho, el Comité Central resuelve: 1°- La disciplina de las células militares del Partido y de la unidades militares del Ejército se caracterizará por ser una disciplina consciente basada en la conciencia, preparación política y moral revolucionaria de los combatientes. 2°- Excepcionalmente se recurrirá a medidas disciplinarias consistentes en arrestos y otras sanciones que se aplicarán en todos aquellos casos en que la irresponsabilidad, la desidia, nerviosismo, etc., provoquen errores graves o faltas que perjudiquen el funcionamiento eficaz de las unidades. 3°- Estas sanciones serán aplicadas equilibradamente por el responsable militar de la célula o unidad, pudiendo éstas, en caso de disconformidad, recurrir en reclamo, después del cumplimiento de la sanción, a los Comités Regionales y Comité Central del Partido. RESOLUCIÓN SOBRE MORAL ANTE EL ENEMIGO Nuestro Partido no ha definido aún con precisión cuál debe ser la actitud de un militante y de un combatiente en el supuesto de caer en manos del enemigo. Peor aún, la única vez que se discutió esta cuestión, en el Comité Ejecutivo anterior, en enero de 1969, primó la concepción de que ante las torturas nadie aguanta. Es asimismo muy conocido en el Partido -nunca ha sido rebatido críticamente- el erróneo sistema argelino de permitir la confesión 24 horas después de la detención. Por ello es muy necesario dejar perfectamente claro que un militante o combatiente de nuestro Partido y de nuestra fuerza militar nunca canta, nunca da datos a la policía que puedan ser usados contra la organización. Ello no significa que no deben utilizarse las más estrictas medidas de clandestinidad y que al producirse detenciones no se tomen medidas preventivas. Siempre es posible 244

Sus editoriales y escritos estratégicos

que un detenido se entregue al enemigo. Pero el que lo hiciere será considerado un traidor y juzgado como tal. El movimiento revolucionario proletario se ha manejado siempre con este criterio. Por todo lo antedicho el Comité Central resuelve: 1°- Un militante del Partido y un combatiente del Ejército nunca proporcionan al enemigo datos perjudiciales a la organización. El que lo hace será considerado un traidor y juzgado como tal. 2°- La norma antedicha no debe disminuir la aplicación permanente de las más estrictas medidas de seguridad y la utilización permanente de sólidos métodos conspirativos. SOBRE CRITERIO FINANCIERO En la necesidad de establecer claros criterios financieros que contribuyan al sano funcionamiento del Partido, el Comité Central resuelve: 1°- Los gastos normales del Partido serán sufragados con los ingresos provenientes de las cotizaciones de militantes y simpatizantes y del trabajo entre las masas. 2°- Los déficits que resulten para un buen funcionamiento serán sufragados con fondos provenientes de expropiaciones. 3°- En caso de necesidad los organismos podrán recurrir a préstamos de fondos provenientes de expropiaciones.

RESOLUCIONES DEL COMITÉ CENTRAL de MARZO de 1971 1. LA SITUACIÓN INTERNACIONAL Nuestro país vive una situación prerrevolucionaria enmarcada en una situación internacional particularmente favorable. El desarrollo de la revolución mundial, los avances significativos de los Estado Obreros, en especial de los asiáticos, el vertiginoso avance de la revolución en el sudoeste asiático, la creciente ola antiburocrática que parte de las masas en los Estados Obreros del Este europeo, la lucha constante de la clase obrera y el pueblo de los países 245

Mario Roberto Santucho

coloniales y semicoloniales y el crecimiente despertar de las masas metropolitanas, tanto en la Europa capitalista como en los Estados Unidos, han reducido a la impotencia al otrora gallardo y prepotente imperialismo yanqui. Es así que en su propio continente de reserva, Latinoamericana, los Estados Unidos han debido resignarse a observar lívidos de rabia el surgimiento de un gobierno popular de tinte socialista en Chile, y se ven impedidos de intervenir abiertamente ante los inquietantes procesos peruano y boliviano, donde la presión de las masas obligó a la burguesía, vía sus castas militares, a recurrir al intento de última instancia: gobiernos populistas encargados de frenar y desviar la lucha revolucionaria en base a concesiones secundarias. Esta lucha mundial de las masas populares, dirigidas por el proletariado revolucionario, por los distintos partidos marxistas-leninistas y en particular el heroico y ejemplar esfuerzo del pueblo vietnamita, que han obligado al imperialismo a concentrar allí el grueso y lo mejor de su poderío militar, es el más importante aliado, el sólido respaldo que los revolucionarios argentinos y latinoamericanos encuentran en su lucha. El establecimiento del gobierno popular chileno, con más de 3. 000 kilómetros de frontera con nuestro país, dota a nuestra guerra revolucionaria de una frontera amiga, importante necesidad político-militar, antes ausente. Pese a las recientes derrotas y el retroceso relativo de la vanguardia armada en todos los países latinoamericanos, con la honrosa excepción del Uruguay, la guerra revolucionaria ha ganado carta de ciudadanía latinoamericana y sectores cada vez más amplios de la clase obrera y el pueblo se orienta a ese camino y preparan el futuro salto cualitativo de la revolución continental, el surgimiento impetuoso del segundo Vietnam que previó el Che. 2. LA SITUACIÓN NACIONAL: LEVINGSTON, FIEL CONTINUADOR DEL ONGANIATO El gobierno de Levingston se ha manifestado como fiel continuador de la política del onganiato. Como se señala en El Combatiente (“Nacionalismo de vidriera”, N° 52), los aparatosos anuncios gubernamentales de “nacionalizar la economía” son pura demagogia. La realidad es la opuesta: las medidas concretas de la dictadura tienden a fortalecer el dominio imperialista y a acentuar el proceso de monopolización, esfuerzo central de la política económica durante Onganía. El ejemplo más reciente es el tratamiento del problema de las carnes, cuestión en que luego de volcar la crisis sobre las espaldas obreras, es ahora aprovechada para atacar a un nuevo sector pequeño burgués. Ante las dificultades del mercado que restringe sus ganancias, las empresas monopolistas han 246

Sus editoriales y escritos estratégicos

echado mano, con la complacencia de la dictadura, al cierre temporario de los frigoríficos, una manera clásica de hacer pagar la crisis a los trabajadores. Este hecho ni siquiera mereció la consideración del gobierno, que hace unos días, recién después de meses de cierre, de meses de hambre y miseria obrera, encara el problema de las carnes para “salvar la industria”. Uno de los puntos de la “solución” gubernamental es el aliento a la comercialización directa por parte de los frigoríficos mediante la instalación de supermercados de carne. Ya sabemos lo que esto significa: los supermercados reducirán transitoriamente los precios, colocarán al borde de la quiebra a los minoristas y posteriormente, logrado ya el control de mercado, manejarán a su antojo los precios. En una palabra, ante la crisis de la industria de la carne, la dictadura toma las típicas medidas destinadas a salvar y favorecer los monopolios permitiendo el cierre temporario, otorgando créditos liberales e incrementando su margen de ganancia en la comercialización, es decir, haciendo subvencionar a los monopolios con el hambre y la miseria obrera, la pauperización de los minoristas y el encarecimiento del producto para los consumidores. En relación al movimiento de masas, luego de los devaneos populistas de los primeros meses, resulta claro que la única línea de la dictadura es la represión. Continúa sus aprestos en ese sentido: aumento del personal, mejoras salariales y reequipamiento policial; entrenamiento y equipamiento de las Fuerzas Armadas para la lucha antiguerrillera y antidisturbios, demostraciones de fuerza, preparación y ensayo de operativos rastrillos en las ciudades, organización del MANO, etc. Pero existe una diferencia sustancial entre el ejército de la represión durante el onganiato y la actualidad. Diferencia que se debe a la situación de las masas. Mientras durante el onganiato la clase obrera vivía un pronunciado retroceso, se había retraído sorprendida por la violenta represión de la dictadura que en un momento logró un férreo control de la situación, a partir del Cordobazo se ha iniciado un proceso de sostenido ascenso de las masas, que ambientadas en la nueva situación se han rehecho y encaran la lucha por doquier buscando no sólo resistir la ofensiva gubernamental patronal, sino recuperar antiguas conquistas. La dictadura se encuentra impotente ante este ascenso y debe resignarse a rodear con un cordón represivo a los trabajadores y el pueblo en lucha, sin animarse a intervenir contra las masas en la forma aplastante que acostumbraba durante el onganiato. Es que la dictadura ha aprendido a respetar a las masas, sabe que a la represión violenta habrá respuesta violenta y una canalización más activa y enérgica del odio popular antidictatorial.

247

Mario Roberto Santucho

ENSANCHAMIENTO DE LAS POSIBILIDADES DE LUCHAS LEGALES Y SEMILEGALES Este fenómeno de la movilización creciente obrera y popular y de la impotencia dictatorial para reprimirla, ha abierto nuevas posibilidades para las luchas y actividades legales y semilegales de las masas y de la vanguardia. Al tiempo que el proletariado fabril levanta la cabeza, va a la lucha y obtiene algunos triunfos reivindicativos, nuevas capas obreras y populares salen a las calles por sus propias reivindicaciones. Telefónicos, empleados públicos, municipales, Fatum, etc., se movilizan, lo mismo que los estudiantes universitarios. La ola de huelgas crece. En las barriadas pobres las masas buscan reorganizarse y luchar, aunque sin registrarse aun auténticos movimientos vecinales por el freno y control del PC reformista y de los organismos gubernamentales. El campesinado pobre no permanece ajeno a este proceso como lo demuestra la amplia movilización en el Chaco, con la marcha de 5.000 campesinos desde Sáenz Peña a Resistencia. Este despertar de las masas en todo el país, sacudidas en su apatía por el Cordobazo, por las grandes luchas de Rosario, Tucumán y alentadas por la creciente actividad de la vanguardia armada, parte del mismo fenómeno, lleva a la desorientación y la crisis al campo enemigo. Las fuerzas represivas no encuentran la manera de enfrentar con eficacia la nueva situación y vuelcan su histeria contra la gente, obteniendo sólo odio, repudio, generando en las masas renovada decisión de luchar. El gobierno se tambalea, se suceden los funcionarios “ineficaces”, crecen las perspectivas golpistas. Esta situación, el embate de las masas y la crisis y desorientación de la dictadura, se traducen en un ensanchamiento de las posibilidades de luchas legales y semilegales. Por primera vez desde la instauración de la dictadura, se abren posibilidades de obtener éxitos parciales en luchas reivindicativas, que han de obrar acumulativamente como estimulantes de nuevas y nuevas luchas, favoreciendo la ampliación del movimiento de masas, el paso a la ofensiva allí donde los trabajadores están mejor organizados y dirigidos y la incorporación de sectores hasta ahora poco dinámicos. La ola de huelgas se extiende, la burocracia tiende a perder el control del movimiento, emerge una amplia y dinámica vanguardia sedienta de una orientación revolucionaria, dispuesta a tomar en sus manos la lucha, a ocupar revolucionariamente su puesto de combate. Este proceso masivo, imposible de controlar por el enemigo en estos momentos, requiere una atención especial de nuestro Partido. Debemos aprovechar audazmente, al máximo, toda posibilidad legal y semilegal para desarrollar la organización, ampliar su influencia, llegar con nuestro programa, nuestras consignas y nuestra bandera a las más amplias masas.

248

Sus editoriales y escritos estratégicos

LEVINGSTON EN LA CUERDA FLOJA A nueve meses de su ascensión al poder el virrey Levingston tiene las horas contadas. La movilización obrera y popular ha resultado incontrolable y como de costumbre, el ejército burgués atribuye en su ceguera todo fracaso a la ineptitud de tal o cual persona, esta vez al dictador de turno. Fracasada al nacer la absurda maniobra demagógica de los “gobernadores populares”, ésta ha hecho crisis; en nueve meses el equipo Levingston no ha conseguido delinear plan político alguno. Los comandantes en Jefe, impacientes, al tiempo que se esfuerzan en asegurar sus intereses inmediatos, han abandonado al virrey a su suerte y buen entendimiento. Es el preludio del golpe. Las masas nada esperan de tal cambio y nuestro Partido sólo necesita reafirmar su clara posición ante el recambio de Onganía: somos ajenos a los golpes palaciegos. Sabemos su falta total de significación; conocemos la seguridad del continuismo dictatorial y sabemos que hay que eludir también la trampa electoral. Como en el caso anterior levantamos la justa consigna: ni golpe ni elección, desarrollar la guerra revolucionaria. EL MOVIMIENTO DE MASAS Cerca ya de cumplirse los 5 años de la dictadura militar, el nivel de vida de las masas ha caído verticalmente y ha superado los cálculos más pesimistas. Sectores cada vez más amplios de la clase obrera y el pueblo ven multiplicados sus sufrimientos, crecen en su odio a la dictadura, encuentran imposible de prolongarse esta situación y han manifestado su decisión de lucha en las explosivas movilizaciones de Córdoba, Rosario y Tucumán. A partir de ellas las masas buscan el camino para una continuidad mayor en la lucha. En cuanto al proletariado, encuentra ese camino dificultado por la estatización de los sindicatos -tradicionales vías en nuestro país-, que en la mayor parte de las empresas están controladas por burócratas vendidos al gobierno y a las empresas o directamente por las intervenciones gubernamentales. En Córdoba, Buenos Aires y el Chocón se han logrado recuperar de una manera u otra algunos sindicatos y sobre todo en la primera con excelentes resultados. En la situación actual, de ensanchamiento de las posibilidades legales y semilegales, la tendencia a recuperar los sindicatos y encauzar por ellos las luchas reivindicativas y transformarlas en políticas, como ocurre en el caso cordobés, tiene perspectivas de generalizarse. Este fenómeno, singularmente positivo, como todos sabemos, engendra el riesgo del sindicalismo, el reformismo político y aventurerismo sindical, dos caras de la misma moneda. La manera de contrarrestar ambos, de lograr una 249

Mario Roberto Santucho

orientación firmemente antidictatorial en los sindicatos y movilizar tras ellos a las más amplias masas, es con la presencia y desarrollo de nuestro Partido, con la acción armada del ERP dentro de la fábrica y en relación con la lucha sindical, en la fundación de células de nuestro Partido en las fábricas y otros lugares de trabajo y la incorporación creciente de obreros fabriles al ERP. La recuperación, el resurgimiento del movimiento sindical, brindará posibilidades excepcionales para jaquear a la burguesía, movilizar a las más amplias masas obreras y populares y fortalecer el trabajo del Partido y el accionar del ERP. Naturalmente que una posibilidad como la que hablamos depende directamente del desarrollo de la guerra revolucionaria, del fortalecimiento de la vanguardia armada con orientación de masas y de la intensificación de las luchas reivindicativas. No significa tampoco ilusionarnos con obtener la dirección de la CGT legal. Que quede claro que las posibilidades de recuperar los sindicatos para la lucha revolucionaria guarda estrecha relación con la consolidación de un fuerte partido marxista-leninista, y que de darse será esencialmente en el terreno semilegal y clandestino en directo enfrentamiento con la dictadura, formando parte de la guerra revolucionaria, con todo lo que ello significa. Pero es necesario señalar la tendencia de las masas a encauzar sus luchas por la vía sindical para estar perfectamente armados, participar de lleno en ese proceso y luchar por su dirección y darle una tónica socialista y de guerra revolucionaria. Favorecerá, asimismo, la fusión de la vanguardia obrera con la teoría revolucionaria, la aceleración del proceso de proletarización de nuestro Partido y Ejército. El punto de partida para nuestra participación plena, dirigente, en el frente fabril y sindical, es la consolidación de las células del Partido que ya están trabajando, la formación de unidades del ERP en fábricas y la distribución de fuerzas, dando mayor importancia a este sector. Simultáneamente con el proceso de masas que analizamos, la lucha armada ha experimentado un salto cualitativo. Desde sus comienzos el año pasado, se han multiplicado las acciones y lo más importante: el ERP fundado en julio por nuestro Partido, al aplicar una consecuente línea de masas en las operaciones, logra llegar a las masas, romper el aislamiento de la vanguardia armada, hecho de decisiva importancia. A partir de la intensificación de la propaganda armada comienzan a encararse operaciones de alguna envergadura y a prefigurarse la aparición de unidades militares mayores, por ahora de nivel de compañía. La experiencia nos está confirmando que la aplicación consecuente de la línea del V Congreso lleva a la participación de nuevos sectores sociales en la lucha armada, al apoyo activo del conjunto del pueblo explotado y al nacimiento de una fuerza militar respetable. No hay que dejar de considerar a este respecto que un desarrollo sostenido se verá sensiblemente dificultado por la creciente respuesta de la represión, que 250

Sus editoriales y escritos estratégicos

aumenta sus esfuerzos y perfecciona sus métodos. Es necesario para conjurar este peligro elevar nuestras relaciones con las masas y adoptar estrictas medidas de seguridad, mejorar substancialmente nuestros métodos de trabajo, erradicar el liberalismo, fortalecer política y moralmente las células, aumentar constantemente su eficacia y aplicar celosamente estrictas medidas de seguridad. NUESTRAS TAREAS En esta situación, el Partido pasa a actuar en un nuevo marco. El cumplimiento de las resoluciones del V Congreso y en particular la concreción exitosa del Primer Plan Operativo Militar, elaborado por el CC, han colocado a nuestra organización ante una nueva situación. Hemos comenzado a ganar “el corazón y la mente” de importantes sectores de masas; nuestro prestigio es grande y contamos con singulares posibilidades de alcanzar un papel hegemónico en la vanguardia obrera, estudiantil y popular. El objetivo inmediato al que debe dirigirse el Partido es precisamente conquistar esa hegemonía, concretar en el terreno organizativo y práctico el prestigio del ERP. Ello nos abrirá la posibilidad de jugar un papel dirigente real en la lucha de clases del país, orientar firmemente a los sectores de la vanguardia en la aplicación de la línea proletaria de guerra revolucionaria, y aparecer ante las masas como una nueva opción, como la opción revolucionaria ausente en el país desde 1938. ¿Cómo lograrlo? La ampliación y profundización del trabajo del Partido y del Ejército entre las masas, el fortalecimiento incesante de las células y regionales y la concreción del nuevo plan operativo que ha votado este CC son los pilares en que basaremos nuestro crecimiento, los eslabones que debemos asir firmemente para conquistar la hegemonía y canalizar los nuevos y cada vez más amplios contingentes de obreros e intelectuales de vanguardia. La ampliación y profundización del trabajo del Partido y el Ejército entre las masas serán logradas acentuando la tendencia a la proletarización, a vivir y trabajar entre las masas, elevando cualitativamente y cuantitativamente la propaganda y la agitación, multiplicando las ediciones de propaganda, divulgando ampliamente entre las masas la literatura socialista y la línea de nuestra organización, incrementando las acciones agitativas (volanteadas y pintadas), realizando periódicamente actos agitativos en los barrios y en el centro, en la ciudad y en el campo, aprendiendo a dirigir manifestaciones espontáneas y a organizar manifestaciones reivindicativas y políticas, acentuando la línea de masas de la propaganda armada. Se lo logrará asimismo prestando adecuada atención a la multitud de problemas reivindicativos de las masas, participando y tratando de dirigir las luchas reivindicativas, para elevar sus objetivos y acelerar la politiza251

Mario Roberto Santucho

ción de huelguistas y luchadores callejeros. El fortalecimiento incesante de las células y regionales es sin dudas el motor que impulsará al Partido al cumplimiento de sus formidables tareas y responsabilidades. Nada se puede hacer sino contamos con células fuertes y homogéneas, constituidas por profesionales de la revolución, por compañeros entregados en alma y vida a la lucha revolucionaria, por elementos preparados política, militar y moralmente. Células fuertes disciplinadas, dedicadas a la lucha y al estudio, homogéneas, serán las escuelas fundamentales en que nuestro Partido forjará millares de revolucionarios, insustituible estado mayor de la revolución argentina. La concreción del nuevo Plan Operativo constituirá un salto cualitativo en la vida de la organización y al tiempo que elevará nuestro prestigio creará problemas más difíciles al enemigo, agudizando sus contradicciones internas y constituirá un nuevo y más firme paso en la constitución de la fuerza militar del poderoso Ejército Revolucionario del Pueblo, destinado a respaldar la futura insurrección victoriosa de la clase obrera y el pueblo. Compañeros: a trabajar firmemente, asumir cada uno sus responsabilidades, asir firmemente las tareas señaladas.

RESOLUCIONES DEL COMITÉ EJECUTIVO de ABRIL de 1971 SITUACIÓN NACIONAL El golpe militar que destituyó a Levingston señala los últimos pasos de la dictadura militar. La aventura emprendida en 1966 por los militares llega a su término en medio de la más profunda crisis. En el transcurso de los casi cinco años de vida que lleva, el gobierno militar ha sido incapaz de estabilizar la economía burguesa y sus medidas pro monopolistas le han valido no sólo el odio de los trabajadores y el pueblo, sino también constantes roces con otros sectores de la burguesía. El estallido popular de Córdoba fue el golpe de gracia para la deteriorada imagen de la dictadura. La movilización obrera y popular del quince de marzo tuvo como características especiales la inocultable simpatía demostrada por las masas hacia los movimientos armados, la existencia de direcciones clasistas en importantes gremios, el desprestigio de la burocracia y su evidente incapacidad para canalizar la protesta popular por caminos pacíficos. La creciente actividad 252

Sus editoriales y escritos estratégicos

de la vanguardia armada, que empalmó en ese proceso, donde las masas tomaron como suyo sus emblemas, fue otra característica, tal vez la más importante, del segundo Cordobazo. La posibilidad de la concreción en un futuro inmediato de un vuelco masivo del proletariado a la guerra revolucionaria, liderada por esa vanguardia forzaron a las Fuerzas Armadas a dar el golpe que liquidara la política de Levingston, simple continuación de la de Onganía, para intentar una nueva salida. Este golpe de timón de la dictadura militar, ahora materializada en la figura de Lanusse, es un retroceso de parte de la misma. Jaqueada por las explosivas protestas masivas de la clase obrera y el pueblo y por el desarrollo de la guerra revolucionaria, la dictadura se repliega y comienza a hacer concesiones. Con ello se abre un nuevo panorama en el proceso de las luchas populares. A esta altura de los acontecimientos es posible formular algunas apreciaciones sobre la posible orientación futura del gobierno militar. Es indudable, por algunos hechos concretos, como la rehabilitación de los partidos políticos, el nombramiento de Mor Roig, las declaraciones de los políticos que lo han entrevistado por invitación del gobierno, que se prepara una farsa electoral. La dictadura, consciente de su desprestigio y expresando su temor ante el avance de la guerra revolucionaria, se ve obligada a pactar con los políticos que hasta ayer repudiaba, a intentar junto con ellos la salida de las elecciones, para poner un freno a las movilizaciones de las masas y aislar de éstas a la vanguardia armada. Esta maniobra trata de ser lo más amplia posible, como se desprende de los rumores que aseguran que el PC también será invitado a las conversaciones políticas con Mor Roig; incluso sería intención de Lanusse llegar a un acuerdo con el mismo Perón, que tendría como base la formación de un gran movimiento político donde se unificarían el peronismo y el radicalismo a cambio del retorno de Perón. Un artículo que desarrolla este plan y donde el pacto sería la base para la normalización institucional, apareció en la publicación yanqui The New York Times. Los funcionarios de la Secretaría de Prensa de la Presidencia tradujeron prontamente este artículo y lo distribuyeron de inmediato a todos los periodistas que se encontraban en la Casa de Gobierno. Está claro que esto se hizo porque tal artículo coincide con los lineamientos generales de la política de Lanusse. El evidente destinatario de una operación de esta índole sería el movimiento La Hora del Pueblo, donde se concretaría la alianza de la burguesía con el visto bueno del imperialismo, permitiendo el retorno de los militares a los cuarteles, asegurada la estabilidad del régimen a través de la fachada populista de La Hora del Pueblo. Sin embargo, sería ilusorio creer que la burguesía en su conjunto acepte este plan y se encamine a cumplirlo sin conflictos. Las recientes declaraciones de Onganía son un toque de atención sobre ese problema. Onganía no habla 253

Mario Roberto Santucho

por sí solo. Detrás de sus opiniones está el pensamiento de algunos sectores de las Fuerzas Armadas que no aprueban la perspectiva electoral de Lanusse y los planes sobre el retorno de Perón. Esto indica que el proceso de normalización no se verá libre de los conflictos que a causa de los roces inter burgueses pueden perturbar su desenvolvimiento. Todos estos esfuerzos de la burguesía no deben hacernos creer que el proceso electoral en caso de darse ganará indefectiblemente a las masas, permitiendo la consolidación del gobierno burgués y una relativa tranquilidad para el mismo. La crisis de la dictadura es también la crisis de la burguesía, que es incapaz de solucionar ni uno solo de los grandes problemas de las masas. La liberalización en el plano político no puede por sí sola dar una salida a los salarios de hambre, a la superexplotación, a la miseria crónica, al subdesarrollo del país. Las medidas que puede tomar la burguesía remedian un mal para dejar otro al descubierto. Así lo demuestra un hecho reciente. La supresión del tope a las paritarias, con la posibilidad de un aumento en los salarios más alto que el que estaba previsto, ha desatado ya las expectativas inflacionarias. Por otro lado, esa misma liberalización alentará la lucha de las masas por sus reivindicaciones. El cuadro que se presenta es por lo tanto prometedor de una agitada actividad de las masas y muy favorable para el desarrollo de una organización revolucionaria. Esta perspectiva se ve favorecida en nuestro caso por las brillantes posibilidades que nos ha abierto entre las masas la correcta política aplicada hasta el presente, especialmente en la actividad militar. El exitoso cumplimiento del primer plan operativo, la destacada participación de nuestros militantes en las luchas obreras y populares, sobre todo en Córdoba, los estrechos vínculos con las masas que se han creado en todo el país, el fortalecimiento político y militar de nuestros militantes, nos permiten considerar que esta etapa del proceso político debe marcar el momento de un gran desarrollo del Partido y el Ejército. Para concretar en la práctica esa posibilidad, aprovechando al máximo las condiciones favorables que se presentan, todos los militantes deben lanzarse audazmente a la actividad entre las masas, multiplicando nuestro contacto con las mismas, creando nuevas células partidarias, comandos de apoyo al ERP, organizando a las masas allí donde se encuentren y realizando una profusa y constante propaganda y agitación política entre las mismas. Esta tarea debe llevarse a cabo de una manera incesante, multiplicando los medios a nuestro alcance, mediante publicaciones burguesas en las cuales lograremos infiltrarnos, con ediciones que publiquen en forma masiva literatura marxista clásica. El máximo aprovechamiento de todas las posibilidades legales debe ser encarado seriamente por el Partido. Es necesario aclarar que ninguna de estas tareas, de manera alguna, debe afectar a la organización clandestina del Partido y el Ejército, que debe ser mantenida a toda costa. Todo lo contrario, este período de relativa legalidad, 254

Sus editoriales y escritos estratégicos

si sabemos utilizarlo, fortalecerá nuestra estructura clandestina al multiplicarse nuestros lazos con las masas, afianzando nuestra relación política con las mismas, que es la base de la verdadera clandestinidad. Una cuestión en la cual la correcta utilización de las posibilidades legales puede brindar resultados satisfactorios es la de los presos. Debemos extremar nuestros esfuerzos para formar o integrarnos en las comisiones ya formadas de solidaridad y en defensa de los presos políticos, impulsando a través de ellas una intensa campaña por la libertad de los presos políticos; debemos tratar de comprometer la más amplia participación popular posible impulsando la realización de manifestaciones, actos, etc. Esta misma actividad significará insospechadas posibilidades políticas, porque nos abre a través de una actividad legal o semilegal un amplio campo de actividades entre los sectores de la población a los que no siempre podemos llegar con facilidad. Un párrafo aparte merece la consideración de la actividad del Partido frente a las elecciones: la madurez de un partido, su capacidad para convertirse en dirección real de las masas teniendo una respuesta adecuada ante cada eventualidad, se demuestra en su capacidad para hallar siempre la respuesta táctica correcta a cada uno de esos acontecimientos sin dejar de mantener una posición de principios consecuente. Negar las elecciones, mantener ante ellas una actitud pasiva, no significa ninguna respuesta real al problema. Si bien es cierto que nuestra estrategia es romper las elecciones, demostrar que son sólo una farsa, denunciar su carácter de engañifa de la burguesía, cosa que lograremos desarrollando sin descanso la actividad militar y política, manteniendo el aparato clandestino y cumpliendo todas las etapas previstas en nuestra estrategia general, debemos también combinar esta actividad con las posibilidades legales del proceso eleccionario. La manera de hacer fracasar la farsa electoral es producto de la situación concreta que se presente en ese momento. En relación a esa situación concreta es que podemos utilizar a ese fin dos métodos distintos: el boicot o la participación. Pero, como decía Lenin: “ningún socialdemócrata que pise el terreno del marxismo deduce la medida del boicot del grado de reaccionismo de tal o cual institución, sino de determinadas condiciones especiales de la lucha”. En determinada circunstancia, si se vive un período de agitada movilización de las masas, si su grado de combatividad es alto y si mantiene su decisión de luchar sin que el espejismo electoral haga mella en sectores importantes de las mismas, el boicot a las elecciones realizado en forma activa puede ser correcto. Pero ello debe hacerse siempre cuando es posible la participación combativa de las masas, cuando se puede encauzar la lucha de las mismas detrás de ese objetivo. Sin embargo, no debemos excluir la posibilidad de un intento de participación si aquellas condiciones no se dan, es decir, si la táctica del boicot no se pue255

Mario Roberto Santucho

de apoyar en una verdadera movilización masiva de la clase obrera y el pueblo, en un estado de gran combatividad de las masas. En ese sentido puede existir la posibilidad, en algunos sectores, de presentar listas con candidatos obreros y un programa clasista que obligue a la burguesía, que no puede aceptar tal situación, a descubrir el engaño de las elecciones sin proscripción. Esta posibilidad, que aparece como la más remota, es sin embargo necesario recalcarla ya que dada la situación actual existe el peligro de una desviación ultraizquierdista, que tienda a realizar una negación abstracta de todo el proceso electoral, sin tener en cuenta la situación concreta de las masas, que debe servirnos, como el termómetro más eficaz para decidir nuestra política. Estudiar detenidamente y con seriedad las situaciones concretas en cada lugar, en el momento que sea necesario, permitirá tomar la decisión más correcta. Toda esta perspectiva no modifica en forma alguna el desarrollo de nuestra línea estratégica; todo lo contrario. En este momento, como nunca, es necesario aumentar tanto en la cantidad como en la calidad las acciones militares, incrementando la capacidad operativa del ERP y poniendo en práctica los planes votados oportunamente. Esta creciente y continuada actividad militar contribuirá en grado muy importante a lograr el objetivo de hacer fracasar la farsa electoral, cualquiera sea el método que se utilice: boicot o participación. Junto con esto, como no puede ser de otro modo, la organización clandestina del Partido no debe sufrir modificación alguna. Debemos proseguir firmemente en la tarea de fortalecer las formas organizativas clandestinas, sin olvidar un instante que estamos en guerra, haya o no elecciones y que por lo tanto el mantenimiento del aparato clandestino es y seguirá siendo una cuestión vital para la organización. Todas estas tareas parciales convergirán a la tarea central de esta etapa, que será la construcción del Partido y el Ejército. El estado de ánimo de las masas, el prestigio alcanzado entre las mismas por el Ejército, los vínculos que hemos concretado con el proletariado y los sectores populares, la experiencia acumulada por nuestros combatientes, unidos a las posibilidades que abre la relativa legalidad, permiten considerar que esta etapa debe ser aprovechada al máximo para las tareas de construcción del Partido y el Ejército. Las perspectivas son brillantes y si nos lanzamos con audacia y decisión a la tarea de organizar y politizar a las masas, mientras desarrollamos nuestro segundo Plan Operativo Militar, podemos en el corto plazo de algunos meses aumentar considerablemente las fuerzas del Partido y el Ejército. Eso nos demandará además una intensa tarea de educación partidaria que nos permita formar nuevos cuadros y/o fortalecer los existentes, con vistas a las necesidades que de los mismos tendremos. Aumentar considerablemente los integrantes del Partido y el Ejército requiere 256

Sus editoriales y escritos estratégicos

necesariamente una gran cantidad de cuadros para el eficiente aprovechamiento de las futuras captaciones. Por eso las tareas de la escuela de cuadros, actualmente en función, deben fortalecerse, como asimismo es fundamental la pronta concreción de la escuela de cuadros militar. Esto, unido a la persistencia de la política de proletarización del Partido y del Ejército, permitirá la captación de importantes núcleos de obreros, que serán la garantía de la construcción de un sólido Partido proletario y un Ejército revolucionario. PRECISIONES SOBRE PARTIDO Y EJÉRCITO Siguiendo las justas orientaciones del V Congreso y del CC de noviembre2, nuestro Partido se ha lanzado al combate y al trabajo de masas. Numerosos interrogantes se plantean a cuadros y militantes en el esfuerzo de lograr una aplicación práctica correcta de dichas resoluciones. Trataremos de responder algunos de ellos. Partido y Ejército: La definición justa del Partido y el Ejército como organismos diferentes y de la relación entre ambos no se resolvió correctamente en las resoluciones del Congreso: 1) el carácter de los miembros de ambas organizaciones, ni expresó adecuadamente; 2) cómo debían funcionar los distintos tipos de células. En efecto, respecto al primer problema, el carácter de los miembros de la organización, se deslizó un error de concepción que diferenciaba al militante partidario del combatiente del Ejército, tendiendo a diferenciar a ambos más o menos tajantemente. Eso se ha ido corrigiendo en la práctica y es necesario ya dejar claro que cada miembro del Partido es también un combatiente del Ejército, independientemente del frente que tenga asignado. Todos los miembros del Partido deben entrenarse y combatir, y estar en condiciones de pasar de un frente de masas a uno militar cuando la organización lo necesite. Hay en el Ejército, además, combatientes extrapartidarios que funcionan en las células militares sin pertenecer al PRT. A este respecto es además necesario corregir también la teoría errónea que sostienen algunos compañeros de que para entrar al Partido antes hay que pasar por el Ejército, punto de vista que ignora la importancia de la lucha política y reivindicativa, fuente también de experiencias y formación que pone en condiciones de pasar a formar parte del Partido. Naturalmente 2. Se refiere al CC de octubre de 1970. [nota de esta edición] 257

Mario Roberto Santucho

que una vez incorporado aquel elemento surgido de luchas reivindicativas, por ejemplo, ya en el seno de la organización recibe el entrenamiento correspondiente y combate como miembro del ERP. Veamos ahora el segundo punto, es decir, el funcionamiento de los distintos tipos de células. El Partido cuenta en la actualidad con células de masas, células militares y células de aparato. Las células de masas tienen por principal tarea penetrar en el frente de masas que atiende (fabril, barrial, estudiantil, etc.). A ello dedican sus principales esfuerzos. Al mismo tiempo se entrenan militarmente y realizan acciones, con la particularidad que esas acciones son menores (repartos, desarmes, etc.) y tratan de concretarlas de manera tal que sirva a su trabajo en el frente de masas correspondiente. Las células militares, por su parte, tienen como principal tarea combatir y a ello dedican sus principales esfuerzos, realizando naturalmente acciones de mayor envergadura. Al mismo tiempo cada célula militar atiende contactos y se le asigna un frente de masas (barrio, fábrica, etc.), que debe atender en forma complementaria. El otro frente de trabajo o masas de estas células es la propia fuerza militar, el ERP que debe mantenerse absolutamente bajo la dirección del Partido. Por último, las células de aparato (redacción, etc.) tienen como tarea central cumplir eficazmente su misión y lograr buenas y abundantes publicaciones, por ejemplo. También combaten, porque como ya dijimos ningún miembro de la organización puede dejar de combatir, realizando acciones menores (repartos, desarmes) y buscando proveerse mediante expropiaciones de los elementos que necesita para cumplir eficazmente con sus tareas. Estas células atienden asimismo frentes de masas.

Fragmento de la carta de Mario Roberto Santucho a su compañera Ana María Villarreal del 22 de septiembre de 1971 Ante una eventual participación el PRT había resuelto iniciar la construcción de los Comités de Base, los cuales tendrían carácter legal y serían los organismos de base de un partido con personería electoral. Ampliando el concepto de boicot o participación le decía: “La adopción de una u otra táctica deberá hacerse en los próximos meses y dependerá del grado de concesiones democráticas que debe aflojar la dictadura y fundamentalmente del Estado de Animo de las masas. Si se opta por el boicot, este debe ser activo y 258

Sus editoriales y escritos estratégicos

si se opta por la participación debe encararse desde la independencia política del proletariado y tratar de que en su torno se nucleen otros sectores populares, bajo la clara hegemonía política de la clase obrera. Rechazar en principio la elección y adoptar el boicot antes de que estén definidas las situaciones concretas es un punto de vista anarquista, ultraizquierdista, típicamente pequeño burgués que nuestro Partido en este momento está expuesto a sufrir”. (el subrayado es de la carta).

RESOLUCIONES DEL COMITÉ EJECUTIVO de ENERO de 1972 RESOLUCIÓN SOBRE SITUACIÓN NACIONAL 1.- En las últimas semanas los planes de la dictadura militar no han sufrido variantes. El plan electoral, el GAN con el que pretenden distraer a las masas, ampliar su base social para aislar a la guerrilla y atacarla con más eficacia, continúa su marcha. La disminución del ritmo de crecimiento de la actividad guerrillera ha dado cierta tranquilidad a la dictadura en este flanco, lo mismo que la derrota sufrida por la instancia sindical clasista con la intervención de SITRAC-SITRAM en Córdoba. La principal preocupación actual del gobierno es la situación económica que pretende encarar en base a los préstamos del imperialismo y al fortalecimiento, enriquecimiento, de los grandes monopolios. En una palabra, la DM ha conseguido algunos éxitos inmediatos frente a su principal enemigo: las fuerzas revolucionarias y se dispone a encarar la situación económica. Pese a estos pequeños éxitos la estabilidad del gobierno no ha crecido y sigue planteada la posibilidad de un golpe militar. 2.- Los problemas fundamentales para las fuerzas reaccionarias en el camino de coherentizarse y unirse en una perspectiva contrarrevolucionaria choca con grandes dificultades. En primer lugar, la resistencia de los mandos militares a confiar plenamente en los políticos burgueses y populistas, en la burocracia sindical, a quienes necesita, pero en quienes no confían. De tal manera la Dictadura carece de un programa que despierte el entusiasmo de políticos y burócratas. En segundo lugar el plan gubernamental encuentra la resistencia de los políticos burgueses que necesariamente deben dar una imagen renovadora para mantener prédica popular. Tanto el radicalismo como el peronismo, principalmente este último, se resisten a llegar a acuerdos condicionados. De esa manera la dictadura no atina a coherentizarse, no logra, no puede lograr la formulación de 259

Mario Roberto Santucho

una política de largo alcance que dé un mínimo de satisfacción a las necesidades populares. Por el contrario, encerrado en sus contradicciones utiliza el respiro para incrementar la explotación de las masas, dar rienda suelta al aumento de los precios, del costo de la vida, impedir la realización de las paritarias, estableciendo por decreto un aumento sin duda insuficiente. 3.- El imperialismo se prepara para volver a controlar estrechamente a nuestros países, para volcar en la represión contrarrevolucionaria en América Latina, las fuerzas que le quedan libres a medida que se retira derrotado de Vietnam. Por ahora ha prometido su apoyo a Lanusse, materializado en los préstamos que se están tramitando, con condiciones naturalmente. Ese apoyo se da en un nuevo marco de apertura de una política más directamente intervencionista y tiene en este momento un significado de apoyo general a la política contrarrevolucionaria de la DM como asimismo lograr un sostén diplomático y político a la apertura intervencionista que prepara en Chile, primero y principal blanco del imperialismo norteamericano. 4.- Lanusse continúa con su GAN, piensa que logrará dominar a los políticos en las negociaciones y que impondrá condiciones tanto al radicalismo como al peronismo, para ir a un proceso electoral donde se obtengan los objetivos militares de ampliar la base social de su dominación sin arriesgar la pérdida de control del proceso. Este plan incluye la legalización de la izquierda no combatiente para aislar a la guerrilla. En general este plan es compartido por los mandos del Ejército, aunque discrepan con la forma en que Lanusse intenta su realización, por entrañar riesgos según la opinión de los mandos. En cambio subsisten otros sectores en las Fuerzas Armadas, disconformes en general con la conducción gubernamental y que se preparan para nuevos intentos golpistas cuyo fin es basar la lucha política contrarrevolucionaria en mayor mano dura, una represión más aguda y generalizada. 5.- Pero ninguna de estas variantes contrarrevolucionarias tiene posibilidades de ofrecer resultados a la DM. Ni el movimiento de masas ni la guerrilla seguirán relativamente poco activos. Es de esperar que en las próximas semanas y meses la acumulación de odios y tensiones a nivel de las masas se exprese en nuevas y violentas luchas y que las organizaciones armadas den nuevos e importantes frutos. El pueblo redoblará su resistencia en los próximos meses, recrudecerá la lucha guerrillera y ambos factores distorsionarán los planes dictatoriales, los modificarán y agudizarán las contradicciones internas a que ligeramente nos hemos referido. Si se llega a las elecciones ello ocurrirá con grandes concesiones o con inaceptable condicionamiento. En el primero de los casos la represión deberá aflojar necesariamente y las organizaciones revolucionarias aprovecharán para desarrollarse ampliamente, y en el caso de un condicionamiento extremo, las masas se retraerán y el proceso electoral resultará completamente intrascendente. 260

Sus editoriales y escritos estratégicos

NUESTRAS TAREAS Esta situación crítica es por demás favorable a nuestro desarrollo y consolidación. Ello nos obliga a ser lo más precisos posible en la formulación de nuestros planes y en su cumplimiento. Frente al GAN, frente a un posible proceso electoral, nuestra línea concreta estará orientada a dos objetivos estratégicos cuya concreción, como señaláramos oportunamente, significará un punto de viraje en la historia de nuestro Partido y en el desarrollo de la guerra revolucionaria en nuestra Patria. Estos objetivos estratégicos son: a) ampliar al máximo nuestra ligazón con las masas, aprovechando audazmente los resquicios legales; b) ofrecer claramente la opción de la guerra revolucionaria en la política nacional, frente a la opción electoral del GAN. El primero de estos objetivos se logrará aplicando con decisión la línea de los comités de base, poniendo en marcha todas las fuerzas posibles, los simpatizantes y contactos, los aliados, etc. Se lo logrará combinando sabiamente en el curso de la práctica, la lucha reivindicativa (sindical, campesina, estudiantil, barrial, etc.) con la actividad política clandestina del Partido, las operaciones militares y los comités de base. El secreto de éxitos inmediatos sólidos, base de triunfos futuros de trascendencia, reside precisamente en que nuestro Partido, nuestra dirección, nuestros cuadros y militantes, sepan resolver creadoramente con serenidad, audacia, responsabilidad y decisión los complejos problemas de la práctica política, que sepamos combinar acertadamente los diferentes aspectos que estamos señalando. Se lo logrará poniendo definitivamente en pie un bien organizado aparato de propaganda que garantice la puntualidad de las ediciones, su calidad y distribución amplia e inmediata. Fortaleciendo la dirección nacional y las regionales, para garantizar un crecimiento homogéneo, la circulación del material interno, la educación de cuadros y militantes, el cumplimento estricto de las resoluciones y planes de la organización, que controle e impulse la incorporación de militantes, la constitución de numerosos círculos de simpatizantes. Se lo logrará multiplicando la acción, las pintadas, las volanteadas, los piqueteos, los actos y las acciones de agitación (tomas de fábricas, alimentos, etc.). El segundo de los objetivos estratégicos que nos plantea la actual realidad política es ofrecer con toda claridad ante la masa del pueblo la opción de la guerra revolucionaria frente a la salida electoral con que la dictadura pretende engañarnos. Ello lo lograremos con nuestra presencia combatiente, con un conjunto de acciones importantes que deje claro que la guerrilla crece, se fortalece incesantemente y persistirá en su lucha hasta la victoria. En esta perspectiva tiene una importancia estratégica fundamental lograr una campaña operativa 261

Mario Roberto Santucho

conjunta de todas las fuerzas guerrilleras, que muestre claramente que todas las organizaciones armadas obreras y populares, los marxistas-leninistas y los peronistas, estamos unidos frente al GAN en una estrategia de guerra revolucionaria popular. De esta manera, nuestros pasos prácticos en el cumplimento de este segundo objetivo estratégico, consistirán en la elaboración y cumplimiento de un nuevo plan operativo de mayor envergadura que el anterior, por una parte, y por la otra hacer todo lo posible para lograr un acuerdo operativo con todas las demás organizaciones armadas.

Editorial de El Combatiente N° 67 del 28 de febrero de 1972 Órgano del Partido Revolucionario de los Trabajadores Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista UNA DEFINICIÓN CONTRARREVOLUCIONARIA El martes 15 se conoció en Argentina el texto de la declaración de Juan Perón “La única verdad es la realidad”. Esta declaración se enmarca en la estructura lanussista del GAN, le da nueva fuerza, asegurando tácticamente su concreción. Por ello, para definir, con claridad el significado del pronunciamiento de Perón y sus consecuencias, se hace necesario una breve recapitulación del GAN, reiteradamente analizado por nuestro Partido. Como sabemos, el GAN es un recurso de la dictadura con que ésta pretende lograr una amplia base popular, reconciliarse con los partidos burgueses populares, con el objetivo contrarrevolucionario de aislar a la guerrilla y a la vanguardia clasista, para reprimirla con mayor eficacia e intentar detener así el naciente proceso de guerra revolucionaria. En otras palabras, conscientes de la gravedad de la crisis del capitalismo argentino, temerosos ante la enérgica reacción popular y el surgimiento de organizaciones guerrilleras íntimamente unidas a las masas, la camarilla militar gobernante recurrió al GAN, a una propuesta de acuerdo con los distintos partidos políticos burgueses y pequeño-burgueses, para asentar en esta base social amplia, su política contrarrevolucionaria de represión brutal a los brotes guerrilleros y a la vanguardia clasista, a los elementos principales de la guerra popular de larga duración iniciada en nuestra patria. En artículos anteriores analizamos con detenimiento los fundamentos de la táctica revolucionaria frente al GAN, consistente en la consolidación y crecimiento del accionar armado, la intervención activa e inteligente en 262

Sus editoriales y escritos estratégicos

el proceso electoral vía los Comités de Base, pasos firmes en la política de alianzas y especialmente en la unidad estratégica con las demás organizaciones armadas. Por ello, ahora no nos referiremos a este aspecto y nos ocuparemos de la evolución del GAN en el campo burgués, principalmente entorno a la definición de Perón, y las perspectivas que esta forma de concreción del GAN abren para la política nacional. Cuando en abril pasado Lanusse formuló su plan lanzando la propuesta acuerdista, la aplastante mayoría del país la vio con marcado escepticismo; desconfió con justa razón por el carácter tramposo de la propuesta dictatorial, descreyó de la flexibilidad de los militares, de las posibilidades de maniobra de la dictadura y hasta hubo sectores que se ilusionaron con un franco rechazo de algunos sectores burgueses populistas, como el peronismo, porque la proposición gubernamental encerraba la contradicción entre los objetivos de la dictadura de lograr la ampliación de la base social con concesiones mínimas y las aspiraciones de los políticos burgueses de obtener las mayores garantías y perspectivas posibles para su accionar. Oportunamente nuestro Partido analizó con justeza el carácter y perspectiva del proyecto dictatorial. Decía la declaración del Comité Ejecutivo del PRT del 28 de julio de 1971: “La política del acuerdo nacional que proclama Lanusse es entonces un desesperado intento de la burguesía, de su partido político, la casta militar, para detener el avance de la guerra revolucionaria, para aislar a la vanguardia armada, a la vanguardia sindical clasista, a las corrientes revolucionarias del estudiantado y demás fuerzas revolucionarias. La camarilla de Lanusse comprende que para que esa maniobra cuaje, necesita de la participación, del apoyo, de todos los sectores con arraigo popular, principalmente el peronismo. De ahí los coqueteos con La Hora del Pueblo y el ofrecimiento a Perón de permitir su retorno, devolver el cadáver de Evita y otras concesiones con las que pretenden llegar a un acuerdo, incorporar al peronismo a su política contrarrevolucionaria. La camarilla burocrática y burguesa de Paladino, Rucci y Cía., aceptan entusiasmados los ofrecimientos gubernamentales que ven con toda razón como su propia tabla de salvación. En efecto, la guerra revolucionaria que ha comenzado a librar nuestro pueblo, destinada a terminar con el capitalismo injusto y expoliador, barrerá necesariamente en su camino a parásitos y burócratas del estilo de los nombrados. El general Perón, manifiesta que no se prestará a las maniobras dictatoriales, pero al mismo tiempo, en los hechos, con el apoyo abierto brindado al paladinismo y a Rucci, a la Hora del Pueblo y a la burocracia sindical traidora, entra en esa maniobra, favorece objetivamente los planes de la dictadura, contribuyendo a confundir a amplios sectores populares que, hartos de los militares, están dispuestos a aceptar un nuevo gobierno parlamentario burgués, el retorno a escena de los politiqueros que hace 5 años repudiara masivamente. Si 263

Mario Roberto Santucho

el general Perón quiere prestar un efectivo servicio a la causa popular es necesario que se pronuncie claramente, denunciando la farsa electoral, desautorizando a los politiqueros y burócratas del movimiento peronista y apoyando sin tapujos, como corresponde a todo patriota, a las corrientes revolucionarias que luchan por el socialismo desde el sindicato, la fábrica, la facultad, y la actividad guerrillera. La nueva generación revolucionaria que combate en todos los terrenos a la dictadura, incluida la que se reivindica peronista, observa críticamente los tejes y manejes de la “mesa de negociaciones” y no aceptará nunca más que se negocie la lucha popular, que se trafique el sacrificio, los muertos y las victorias del pueblo revolucionario para obtener ventajas de camarilla. La lucha de clases ha dividido clara y definitivamente las aguas en la Argentina. Por la subsistencia del capitalismo, de la dominación imperialista, la injusticia y el atraso, o por la revolución socialista, por el desarrollo de la guerra revolucionaria hacia la conquista de la independencia nacional y el socialismo. No hay lugar para ninguna tercera posición. Señala también acertadamente nuestro Partido que el factor determinante en la evolución del GAN, en las concesiones de la dictadura y los militares, en la “buena voluntad” de los políticos burgueses en sus negociaciones, estaba constituido por el avance de la guerra revolucionaria, por las movilizaciones de masas, la crisis económica y el desarrollo de la actividad guerrillera. Así bajo el signo de la continuidad de la lucha de las masas, principalmente del incremento operativo de las unidades armadas, el GAN ha ido perfilándose, avanzando el acuerdo interburgués, en cuyo marco se integra el reciente llamamiento de Perón. CONTENIDO Y SIGNIFICADO DEL DOCUMENTO En el mes de diciembre nuestro Partido decía; “Perón, que se postula nuevamente con energía como el salvador del capitalismo argentino, ve un poco más lejos y trata de jugar varias cartas. Participa en el GAN, mantiene activos y estrechos lazos con el gobierno, pero no se limita a eso, también busca relacionarse con los golpistas a fin de ensayar un proyecto de más largo alcance; basado en su prestigio, en la burocracia sindical, en todo el peronismo populista y en acuerdo con el grueso de las FFAA, piensa reverdecer un peronismo gaullista con el que confía remozar el caduco capitalismo argentino. Vana esperanza”. A partir de esa fecha, ante el debilitamiento de las posibilidades golpistas y el incremento de la actividad guerrillera, que en el mes de enero fue particularmente notable, Perón fortaleció sus lazos con la dictadura militar y se resolvió a entrar de lleno en la aceptación del proyecto lanussista, tratando de conservar al máximo su campo de maniobra. En su llamamiento expone Perón con toda claridad los motivos que lo impulsan a responder positivamente al llamado de 264

Sus editoriales y escritos estratégicos

la clase militar. Dice Perón al analizar “críticamente” la situación del país: “No me asusta tanto el desastre ya provocado como la hecatombe que ha de ocurrir si esos designios siguen imperando, porque mientras viene corriendo la situación política antes mencionada, la nación ha sido llevada a una postración económica que se ha caracterizado por una creciente dependencia del exterior, por el empobrecimiento de los sectores del trabajo, por la desarticulación de la industria y el riesgo cada día más cierto de una desintegración nacional”. Y más adelante: “Nadie puede permanecer inactivo y menos indiferente ante la amenaza que pesa sobre el destino nacional. Se trata de salvar al país, y en ese empeño, nadie que comparta esta idea puede faltar a la cita”. Es cierto que el peligro que tanto preocupa a Perón, al igual que a la casta militar, es el avance de la revolución socialista, el comienzo irreversible de la guerra revolucionaria del pueblo; esa es la “amenaza”, el “riesgo de desintegración nacional” que impulsan a Perón a ofrecerse nuevamente como el salvador del capitalismo argentino, a proponer el contrarrevolucionario Frente Cívico de Liberación Nacional. Así es como verdaderamente opina Perón sobre la guerrilla y la violencia: “Si no se le ofrece al país una salida objetiva hacia su liberación y desarrollo complementados con una genuina democracia y una auténtica justicia social, basada en el aumento de la riqueza nacional, el proceso de desintegración seguirá irremisiblemente y en su curso se liberarán crecientemente fuerzas que irán oponiéndose en forma violenta. No hay duda que la acción directa como sustituto de la acción política es una tentación que ya tiene comienzo profuso en el país. La crónica que registra los hechos de terrorismo y guerrilla urbana, corresponde a la acción de las fuerzas sociales privadas de otros medios de acción por la fuerza activa de la dictadura, pero también por la inactividad para canalizarlas hacia una acción colectiva, fecunda y pacífica”. En este párrafo se muestra claramente la ideología de Perón: “La guerrilla, la violencia en nuestro país existe porque hay causas reales que la motivan”, es decir, que Perón explica y justifica de este modo el origen de la guerrilla. Pero la comprensión del origen de la violencia es usada por Perón para esgrimir los mejores argumentos para rechazarla. Es como decir, la guerrilla existe porque la Dictadura Militar nos oprime, pero si el gobierno se diera una política correcta y pudiera canalizar la acción de las organizaciones guerrilleras en forma pacífica, entonces, la guerrilla desaparecería integrándose en “una acción colectiva fecunda y pacífica”. Perón ve con lucidez el peligro que entraña la violencia y es por eso mismo que brinda una forma de combatirla: integrarla pacíficamente a la política burguesa. Naturalmente que Perón, al tiempo que acepta incorporarse a la maniobra estratégica contrarrevolucionaria de Lanusse, trata de hacerlo con la mayor base 265

Mario Roberto Santucho

posible para negociar y equilibrar la presión militar. Más aún, se ofrece como candidato para liderar las fuerzas burguesas frente al peligro revolucionario y en esa condición exige intervenir con peso propio equilibrado al de los militares. El Frente Cívico de Liberación Nacional consiste en un acuerdo entre prácticamente todos los partidos burgueses y pequeño-burgueses reformistas con el propósito de ensayar una salida para la crisis capitalista, por la vía parlamentaria, electoral, en acuerdo con la dictadura militar, aceptando el condicionamiento del proceso electoral mediante la presentación de candidatos potables, es decir haciéndose cargo liso y llanamente del papel que los militares vienen ofreciendo. Tal acuerdo comprenderá: 1. - Garantizar la realización del proceso electoral siempre sobre la base de “gobierno de transición” acordado con la casta militar, es decir de candidatos presidenciales condicionados. 2. - Asegurar el apoyo post electoral de todos los partidos burgueses al candidato y partido triunfante para lograr cierto margen de independencia frente al partido militar. 3. - La propuesta incluye asimismo, la “exigencia” de que un ministro del interior militar garantice la limpieza de las elecciones. Posiblemente el propio Lanusse y su camarilla hayan sido los primeros sorprendidos agradablemente por el llamamiento de Perón. Ni ellos esperaban una actitud tan “constructiva”, una incorporación tan plena y decidida a la estrategia de la dictadura. Ni que decir del alborozo del frondicismo, la UIA, los monopolistas, los sectores políticos y empresarios más ligados al imperialismo yanqui. No esperaban, salvo Frondizi y Frigerio, que lo conocen mejor, que Perón se mostrara tan dispuesto a colaborar, tan dúctil y poco exigente, que se ofreciera como activo luchador contra el peligro de la revolución socialista, de la guerra revolucionaria. En cuanto al programa es revelador de la política económica que piensa aplicar el peronismo en el gobierno, con el pleno consentimiento del capital imperialista y del partido militar. En efecto, entre unos cuantos puntos, reivindicaciones elementales, incluidos en los programas de todos los partidos burgueses y de la burocracia sindical, se destaca el que reclama “créditos colectivos para las industrias prioritarias, que son aquellas de mayor capacidad productiva”. Es decir, créditos para los grandes monopolios. Para Fíat, Ford, Propulsora, Alpargatas, etc. Este es el programa de Perón frente a los explotadores del pueblo argentino, las grandes empresas imperialistas: créditos. Nuestro Partido, como hemos visto, señaló oportunamente la posibilidad del acuerdo contrarrevolucionario entre Perón y la dictadura militar. Este pronóstico surgía de un análisis concreto de la situación nacional. La dictadura militar completamente desprestigiada, odiada por el pueblo, veía surgir con pre266

Sus editoriales y escritos estratégicos

ocupación los primeros elementos de la guerra revolucionaria. De los partidos burgueses, el único que conservaba influencia popular y podía ser levantado como alternativa de la revolución socialista era el peronismo. Por eso se concretaban las condiciones para una reconciliación entre el peronismo, los militares y la gran burguesía, con la bendición del imperialismo yanki que nunca dejó de considerar a Perón como carta de recambio para una situación difícil como la actual. “A grandes males, grandes remedios”, fue la receta que necesitaban aplicar las clases dominantes en esta situación. En cuanto a Perón, no resultaba difícil contar con su asentimiento en tal acuerdo. El análisis de su trayectoria, lo muestra claramente como un líder burgués, preocupado por contener el desarrollo de la revolución socialista. En nuestro folleto sobre el peronismo, hemos citado palabras reveladoras de Perón, como el siguiente párrafo: “Se ha dicho señores, que soy un enemigo de los capitales y si Uds. observan lo que les acabo de decir, no encontrarán ningún defensor, diríamos, más decidido que yo, porque la defensa de los intereses de los hombres de negocios, de los industriales, de los comerciantes, es la defensa misma del estado”. Y más adelante: “Si nosotros no hacemos la revolución pacífica, el pueblo hará la revolución violenta. Piensen en España, en Grecia y en todos los países por los que ha pasado la revolución... Se imaginan Uds. que yo no soy comunista ni mucho menos... Y la solución de este problema hay que llevarla adelante haciendo justicia social a las masas. Ese es el remedio que al suprimir la causa suprime también el efecto. Hay que organizar las agrupaciones populares y tener las fuerzas necesarias para mantener el equilibrio del Estado. La obra social no se hace más que de una manera: quitándole al que tiene mucho para darle al que tiene poco. Es indudable que eso levantará la reacción y la resistencia de esos señores que son los peores enemigos de su propia felicidad, porque por no dar un 30% van a perder dentro de varios años o de varios meses todo lo que tienen y además las orejas”. Esto fue dicho en 1944 y 1945. Los diez años de gobierno peronista en los cuales no se atacó ninguna de las bases del sistema capitalista y los 16 años posteriores, durante los cuales la dirección burocrática y burguesa del peronismo eslabonó un rosario de traiciones a la lucha antiimperialista y anticapitalista de las masas, desde el pacto con Frondizi hasta la aceptación del GAN, pasando por la candidatura de Solano Lima, el apoyo a Onganía, etc., la residencia de Perón en España, uno de los países más reaccionarios de Europa sometido a la dominación imperialista yanqui, fueron corroboraciones de la orientación capitalista del peronismo.

267

Mario Roberto Santucho

PERSPECTIVAS Como sostuvo públicamente el ERP, “El GAN es el abrazo final de toda la vieja Argentina que se hunde para dar paso a la nueva Argentina socialista que surge potente e impetuosa” (Nuevo Hombre: “Conversaciones con el ERP”). En efecto, los objetivos contrarrevolucionarios no tienen posibilidad alguna de concreción. Esta es la perspectiva general, pero debemos observar también otros aspectos. Veamos: a) Intento irrealizable de aislamiento de las fuerzas revolucionarias. El Gran Acuerdo está condenado al fracaso en su objetivo central, el aislamiento y destrucción de las fuerzas revolucionarias. El desarrollo de las organizaciones armadas y de las corrientes clasistas íntimamente ligadas a las masas, ha llegado a un punto en que su destrucción es imposible. Particularmente el ERP, nuestra fuerza militar, bajo la dirección de nuestro Partido, ha logrado un grado de organización y de ligazón con las masas que lo hacen indestructible. Por otra parte, la continuidad de la lucha armada y no armada de las masas no se interrumpirá ni por este proceso electoral ni por el Gobierno que surja de él. El proceso electoral no presenta opción progresista alguna, sino que se perfila en su condicionamiento como limitado a distintas variantes burguesas “autorizadas” por el Partido Militar. No es ésta la situación de Chile o Uruguay con elecciones democráticas, donde el proceso electoral incluía una polarización auténtica, incluía la posibilidad del triunfo de fuerzas auténticamente progresistas, antiimperialistas, ya que ninguno de los partidos con posibilidades de triunfo, ni el peronismo, ni el radicalismo del pueblo, ni el frondizismo, tienen intenciones ni posibilidades de aplicar una política revolucionaria. La táctica correcta, de intervenir activamente -con el boicot o la participación- en el proceso electoral, permitirá a nuestra organización mantener un estrecho contacto con las masas y en lugar de ser aislada, aprovechar los resquicios legales para ampliar vínculos y extender la propaganda y agitación, lo que se verá singularmente favorecido por la falta absoluta de perspectivas favorables a los intereses obreros y populares que caracterizan la próxima elección. b) Intento reformista imposible. La crisis actual de la Argentina capitalista no tiene ninguna posibilidad de ser superada a corto o mediano plazo, por ningún gobierno burgués. El gobierno que surja del proceso electoral próximo, lo mismo si es o no peronista, estará incapacitado para concretar ni siquiera soluciones mínimas. Porque la única forma de solucionar los problemas actuales es mediante una revolución profunda, socialista, proletaria, que expropie sin hesitar el capital imperialista y monopolistas, independice el país y movilice revolucionariamente al pueblo, tareas que de ninguna manera piensa ni puede llevar adelante el peronismo burgués, ni ninguna otra de las grandes fuerzas 268

Sus editoriales y escritos estratégicos

políticas burguesas. De manera que a un plazo relativamente breve, el gobierno parlamentario que surja de las elecciones estará completamente desprestigiado, las masas no esperarán más de él y se orientarán hacia la guerra popular. En el caso de un gobierno peronista, este proceso no será más lento porque la posibilidad de maniobra, producto de la confianza de las masas, será contrarrestada porque ésta confianza favorecerá también la movilización obrera y popular por reivindicaciones inmediatas. Así, un nuevo gobierno parlamentario se encontrará con las masas en la calle, con la ampliación de la lucha de masas, obligado desde bambalinas por las FFAA a reprimir violentamente. c) Posibilidad cierta de alguna esperanza popular. Esto no significa desconocer que la participación de Perón en el proceso electoral despertará expectativas de amplios sectores de las masas, los más atrasados, que aún viven bajo la engañosa esperanza de que el peronismo pueda ser una solución para los problemas de nuestro pueblo. Esa esperanza será limitada porque todo el mundo desconfiará al ver el acuerdo con el frondicismo. La propaganda de los revolucionarios anticipando incansablemente que la clase obrera y el pueblo nada pueden esperar del gobierno que surja del comicio, aun cuando ese gobierno sea peronista y esté apadrinado por el propio Perón, hará visible posteriormente a las más amplias masas la corrección de la línea revolucionaria, acercándolas a la nueva y correcta perspectiva de la guerra revolucionaria por el socialismo. d) Finalmente, hay que tener en cuenta la posibilidad de un ataque abierto a las fuerzas revolucionarias, particularmente a las organizaciones armadas de orientación marxista como el ERP dirigido por nuestro Partido, por parte de los líderes y partidos burgueses, entre ellos Perón. Ello, aunque nos cause algunas dificultades mínimas inmediatas en el arraigo entre las masas, a la larga nos favorecerá, sabremos contestar adecuadamente, con firmeza y claridad, sin entrar en provocaciones, y los hechos nos darán la más plena razón desnudando el carácter contrarrevolucionario de esos ataques y de su autores. LA SITUACIÓN ECONÓMICA Todas estas cuestiones políticas, el proceso electoral, se dan sobre el trasfondo de una crisis económica profunda. El control de nuestra economía por los monopolios imperialistas ha pauperizado a tal punto al país, que no sólo los trabajadores y el pueblo ven multiplicadas sus penurias, sino que también las arcas estatales tambalean y los gobiernos burgueses se ven en la imposibilidad de instrumentar otra política económica que no sea la impuesta por las grandes empresas de capital imperialista. Como señala el informe oficial anual, las re269

Mario Roberto Santucho

servas totales en divisas han bajado a menos de 400 millones de dólares, que no alcanzan siquiera para hacer frente a las deudas ya vencidas de este año ¿y qué puede hacer ante esto un gobierno burgués? Lo que está haciendo: mendigar préstamos que endeudarán aún más al estado, para ser destinados al pago de la deuda y el posible remanente, destinarloa nuevos créditos y facilidades para el gran capital. No hay perspectiva alguna de desarrollo armónico, de crecimiento de conjunto de la economía del país sino de un estancamiento provocado por la dominación del capital extranjero que incrementará sí sus ganancias en perjuicios de la economía. Como han declarado reiteradamente los funcionarios gubernamentales y los voceros de las grandes empresas, el plan que quieren continuar aplicando se basa en un aumento de la productividad o sea de la explotación de la clase obrera. Es decir, mientras desde el punto de vista del desarrollo económico del país no hay ninguna perspectiva favorable a corto ni a mediano plazo, desde el punto de vista de las condiciones de vida de las masas la situación es aún peor: la burguesía y sus gobiernos acentuarán su presión para aumentar la explotación, para extraer mayores dividendos del trabajo obrero. LA ESTRELLA ROJA SE IMPONDRÁ La evolución de la situación nacional, es cada vez más favorable para las fuerzas socialistas revolucionarias, para la ampliación y desarrollo de la guerra del pueblo de las organizaciones revolucionarias políticas y militares. La estrella roja del socialismo que se asomó en el horizonte de la política nacional durante las históricas jornadas del viborazo, continuará su marcha ascendente. La crisis del capitalismo, el desarrollo de la lucha revolucionaria, las nuevas experiencias de las masas y la clara alineación de Perón en el campo burgués, son factores que se unen dando como resultado la apertura de la situación más favorable de los últimos 30 años para el desarrollo impetuoso de las organizaciones revolucionarias, entre ellas la fundamental, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el partido marxista leninista que garantizará una dirección correcta, auténticamente revolucionaria, de la lucha revolucionaria obrera y popular. Vivimos un período decisivo. Las condiciones objetivas y subjetivas ponen sobre el tapete la constitución de un poderoso movimiento socialista revolucionario en nuestro país. Nuestra organización y los numerosos grupos de activistas revolucionarios tienen por delante la histórica misión de construir un fuerte y maduro PRT que sepa lanzarse decidida y organizadamente a la conquista de las masas. Esta es la condición inmediata, el eslabón principal que tenemos que asir para que la estrella roja del socialismo crezca, se agigante, en el curso 270

Sus editoriales y escritos estratégicos

de nuestra hoy incipiente guerra revolucionaria, hasta cubrir victoriosamente todo nuestro cielo. Ninguna maniobra, ningún plan contrarrevolucionario de la burguesía, será capaz de detener este proceso. El camino hacia el socialismo está abierto en nuestra patria y los revolucionarios, en torno a nuestro Partido sabrán transitarlo triunfalmente.

Editorial de El Combatiente N° 70 del 30 de julio de 1972 NUESTRA POSICIÓN EN LA SITUACIÓN POLÍTICA ACTUAL La Dictadura Militar se encuentra en serias dificultades para concretar su proyecto contrarrevolucionario del GAN. El Mendozazo y las acciones del 10 de abril, con su secuela, constituyeron el golpe de muerte para la perspectiva acuerdista. Ante los acontecimientos la Dictadura se vio obligada a tomar medidas excepcionales bajo la presión del descontento en las propias filas de las FFAA. Así, intentó forzar un pronunciamiento de Perón contra el accionar guerrillero, lo que llevó a un distanciamiento, al deterioro de las relaciones peronismo-Dictadura Militar y consecuentemente al deterioro de la base de maniobra en la perspectiva acuerdista. Patente ya el fracaso del GAN el gobierno de Lanusse intentó, con su discurso de San Nicolás, avanzar de todas maneras hacia el proceso electoral, aún sin el peronismo para llegar a una salida abiertamente condicionada, con el radicalismo, los partidos provinciales, y un desgarramiento del peronismo acaudillado por Paladino. Esta última carta también les fracasó abruptamente. El radicalismo se negó y Paladino fue completamente derrotado dentro del peronismo. La Dictadura ya completamente aislada, tendrá que modificar su política. [En] el propio seno del Partido Militar cunde el convencimiento de que hay que volver a negociar con Perón y llegar de cualquier manera a acuerdos. Pero, ¿puede hacerlo el actual gobierno? Pensamos que no. Perón ha expresado claramente en su mensaje al Congreso Justicialista, que ellos negociarán, llegarán a acuerdos pero con las Fuerzas Armadas directamente, no con el actual gobierno. Lanusse y su gabinete penden de un hilo. Objetivamente está planteado un nuevo golpe militar, que es alentado prácticamente por todos los partidos burgueses. Sólo queda una salida a Lanusse para mantenerse: cambiar su gabinete y hacer grandes concesiones a los políticos. Un golpe derechista o un endurecimiento del gobierno es en estos momentos lo menos probable. Por el contrario, los cambios en la dictadura, por golpe o 271

Mario Roberto Santucho

cambio de gabinete, previsiblemente ofrecerán condiciones nuevas y aceptables para un acuerdo con los políticos. Como decía Lenin: “La experiencia de los gobiernos burgueses y terratenientes del mundo entero ha creado dos métodos para mantener al pueblo en la opresión. El primero es la violencia. Pero hay, además, otro método perfeccionado sobre todo por las burguesías inglesa y francesa aleccionadas por una serie de grandes revoluciones y movimientos revolucionarios de masas. Me refiero al engaño, a la adulación, a las frases, a las promesas sin número, a las limosnas miserables, a concesiones en cosas insignificantes para conservar lo esencial”. (Las tareas del proletariado en nuestra revolución). Hoy en la Argentina, ante el embate de las masas, la persistencia de la guerrilla, la agudización de la crisis económica, le es imperioso a la burguesía y a su dirigente el Partido Militar, recurrir al engaño para reorganizarse, centrar sus esfuerzos en una preparación adecuada que le permita hacer frente al irreversible proceso de guerra revolucionaria abierto en nuestra Patria desde el Cordobazo de mayo de 1969. En marzo de 1971 el Partido Militar destituyó a Levingston y resolvió abrir un proceso electoral, buscar reacomodarse pactando con los partidos burgueses, para poder hacer frente al proceso de guerra revolucionaria, a las enérgicas movilizaciones de masas y al desarrollo de las unidades guerrilleras. El Víborazo, esa magnífica movilización de las masas cordobesas, que se caracterizó por la presencia viva en su curso de la Estrella Roja del ERP, la Estrella Roja símbolo de la guerra revolucionaria y el socialismo, fue el argumento categórico que convenció definitivamente al Partido Militar de la necesidad imperiosa de actuar rápidamente buscando engañar a las masas, para apartarlas de la vanguardia armada, distraerla con algunas concesiones, aislar a la guerrilla, dificultar su desarrollo y contener de alguna manera el creciente empuje y radicalización de la clase obrera y todo el pueblo Argentino. Lanusse, con su nuevo gabinete (Mor Roig) tuvo a su cargo la aplicación de esa política, tan difícil de concretar en la situación actual del país. Difícil por los estrechos límites, los escasos recursos con que cuenta el Partido Militar para sus maniobras. Para cumplir el ambicioso objetivo Lanusse necesitaba como lo dijo “llegar muy lejos” en sus concesiones a los políticos burgueses y principalmente a Perón. Pero ello en sí mismo ya constituía un escollo difícil de superar. Perón pretende la rehabilitación oficial más completa, el reconocimiento abierto de que su política fue correcta, que tuvo razón, que fue un patriota. Sobre esta base está dispuesto a actuar decididamente, a socorrer al Partido Militar y presentarse como el salvador del capitalismo argentino así como lo indica en su documento “La única verdad es la realidad”. Estas condiciones son aún inaceptables para importantes sectores de la burguesía que temen que la reivindicación de Perón estimule a las masas, que un gobierno peronista abra cauces a la lucha reivindicativa, a la 272

Sus editoriales y escritos estratégicos

disputa de un mayor porcentaje en la renta nacional por parte de la clase obrera. Los planes del Partido Militar en abril de 1971 perseguían llegar a una elección muy condicionada, a un nuevo régimen con los partidos burgueses como mascarón de proa y los resortes del poder, el timón, como siempre en manos del Partido Militar. Los políticos burgueses, por su parte, conscientes del camino que se veía obligada a tomar la Dictadura Militar, perseguían lo contrario: llegar a un nuevo régimen parlamentario lo más independiente posible de los militares. De ahí la unión en “La Hora del Pueblo” de radicales, peronistas y otros partidos menores. Esta contradicción entre los militares y los políticos es una contradicción no antagónica, en el seno de las clases dominantes, que puede resolverse pacíficamente. En efecto tanto los militares como los políticos estaban y están dispuestos a llegar a acuerdos en la mesa de negociaciones y dieron ya importantes pasos en esa dirección. Pero como señaló oportunamente nuestro Partido cualquier negociación, la política acuerdista de la Dictadura Militar está sometida a la lucha de clases, presionada, delimitada, condicionada, al desarrollo de la lucha violenta de las masas, a las movilizaciones obreras y populares, a la evaluación de la actividad guerrillera. Fracaso confeso del intento corporativista del Onganiato, iniciación del proceso de guerra revolucionaria en Argentina como respuesta de las masas a la violencia dictatorial, política de retirada “en orden” del Partido Militar basado en el acuerdo con los políticos burgueses para utilizarlos como escudo y como freno del peligro revolucionario, intención de los partidos burgueses de lograr la mayor independencia posible del Partido Militar, para jugar con márgenes de maniobra lo más amplios posible en su rol de bomberos del incendio revolucionario. Y tal es la madeja de contradicciones en que se desenvuelve la actual política nacional. ¿ES VIABLE UN GOBIERNO POPULISTA? Las perspectivas de la situación económica no dan tampoco margen para ningún intento populista de fondo. La crisis estructural se ve agravada por las malas cosechas del presente año, la crisis de superproducción amenaza a la industria automotriz, la más importante del país, el dólar llega ya a $1. 200 (pesos viejos), la Dictadura se ha visto obligada a solucionar problemas financieros con préstamos del Fondo Monetario Internacional, particularmente exigentes, que obligan a incrementar la explotación de nuestro pueblo. Las concesiones con que el Partido Militar como líder de la burguesía intentará engañar al pueblo sólo pueden ser de carácter político y por lo tanto no significarán paliativo alguno a los sufrimientos de las masas. Esto determinará la corta y azarosa vida 273

Mario Roberto Santucho

que espera a cualquier gobierno parlamentario. La asunción de cualquier gobierno de este tipo, incluso peronista, si bien puede ser factor inmediato de desorientación, alentará la lucha de las masas por sus reivindicaciones inmediatas. Roto el dique de contención de la Dictadura, las masas se lanzarán decididamente por la brecha abierta a recuperar sus conquistas, a mejorar su nivel de vida. Pero la situación económica impedirá concesiones importantes y el choque violento entre las masas y el nuevo gobierno parlamentario será inmediato, los políticos burgueses deberán recurrir a corto plazo a la represión, a la intervención de los militares. Este es el círculo de hierro de la situación económica que impide en la actualidad un respiro efectivo al capitalismo argentino, que condiciona la continuidad y profundización de la crisis prerrevolucionaria. EL MOVIMIENTO DE MASAS Y LA GUERRILLA La semana del sexto aniversario del régimen militar, fue una clara muestra del combativo estado de ánimo de las masas. Miles de manifestantes, motorizados por el estudiantado, ganaron las calles de las principales ciudades del país. La movilización estudiantil en Tucumán, fue el detonante y las principales ciudades, pese al amplio despliegue policial y militar expresaron con energía su repudio a la Dictadura. Bahía Blanca, La Plata, Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Paraná, Corrientes, Córdoba, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Concepción (Tucumán) y Salta fueron escenario de enérgicas manifestaciones, actos, barricadas, ocupación de facultades, etc. Las energías que despliegan las masas y las que están hoy día en condiciones de desplegar, son inmensas. Respuesta a la opresión dictatorial producto de los sufrimientos, la tradición de lucha, el descubrimiento de nuevos y más contundentes métodos de acción y el estímulo que significa la presencia de dinámicas organizaciones guerrilleras surgidas de su propio seno. La clase obrera y el pueblo van tomando acelerada conciencia de su fuerza, van despertando políticamente por saltos y aceleradamente, van sintiendo crecer en su seno la conciencia Socialista, la conciencia revolucionaria, el convencimiento de que es el momento de encaminarse con firmeza y haciendo los esfuerzos y sacrificios necesarios, hacia una salida de fondo, socialista y revolucionaria. Este despertar de las masas se manifiesta en todos los terrenos, aunque en forma confusa, desigual, poco nítida. El terreno está magníficamente abonado para la germinación de la conciencia revolucionaria, y aquí y allá, muy diseminada pero ya existentes, se han ido sembrando y fructificando las primeras semillas marxistas leninistas. 274

Sus editoriales y escritos estratégicos

DESPRECIAR AL ENEMIGO ESTRATÉGICAMENTE Y TENERLO EN CUENTA TÁCTICAMENTE Las organizaciones armadas, la guerrilla, ha surgido irreversible, se ha convertido en una realidad cotidiana de la lucha de clases, de la política nacional. En los más amplios sectores de las masas prende y crece la simpatía y solidaridad con las organizaciones armadas y estas han avanzado importantes pasos en su consolidación militar. Poco más de dos años de combate han aportado experiencia, organización, formación de cuadros. Es cierto que se han sufrido serios golpes y que en estos momentos el accionar guerrillero no se amplía, pero el balance es completamente favorable, las principales organizaciones han acrecentado significativamente su fuerza, su ligazón con las masas, su vitalidad y se nutren incesantemente de la generosa cantera de militantes revolucionarios que es hoy la clase obrera y el pueblo argentino. Hoy más que nunca es una realidad práctica en nuestro país que por cada compañero caído hay diez pares de brazos que se extienden a recoger su fusil. En el terreno de la lucha legal y semilegal, el movimiento sindical manifiesta síntomas de reanimamiento. El desprestigio de la burocracia es total y emerge cada vez con más fuerza su contrario las corrientes clasistas, antipatronales, anti-dictatoriales y antiimperialistas. El triunfo en las elecciones del SMATA, la situación en general del movimiento sindical cordobés y el surgimiento de tendencias clasistas en distintos gremios y zonas abre posibilidades más concretas de disputar a la burocracia la dirección del movimiento sindical, o cuando menos arrancar de su influencia conciliadora y frenadora pro capitalista a importantes sectores de las masas y servir de elemento centralizador de esos sectores. La lucha contra la represión y la tortura por la libertad de los presos políticos y por la derogación de la legislación represiva adquiere día a día mayor envergadura. Así mismo las condiciones para un importante movimiento político legal anti-GAN, por la más amplia libertad electoral se hacen más y más favorables. El despertar político de las masas, la comprensión creciente de que hay que derrotar en la calle los intentos fraudulentos de la dictadura, orientan a miles de jóvenes en todo el país hacia la lucha en sus más diversas formas. La formación de Comités de Base y de un amplio movimiento democrático y antiimperialista dirigido por la clase obrera, está a la orden del día. La crisis prerrevolucionaria del país se profundiza y extiende. La “Revolución Argentina” el intento de la Dictadura Militar de reorganizar la Argentina y darle estabilidad, ha fracasado rotundamente. Asistimos hoy a su agonía y a la búsqueda por parte de las clases dominantes de alguna solución para prolongar y reforzar el sistema capitalista, hostigadas las masas por el proceso de guerra 275

Mario Roberto Santucho

revolucionaria que se desarrolla en nuestra Patria. Desde nuestro punto de vista, desde el punto de vista del proletariado revolucionario y del pueblo, las perspectivas son completamente favorables. A corto o mediano plazo la burguesía argentina no tiene ninguna posibilidad de estabilización. Las variantes posibles, las tres formas que teóricamente puede asumir la dictadura de la burguesía en los próximos meses, serán ineficaces, en distintos grados, para frenar o atemperar la lucha de las masas. Examinemos estas tres formas comenzando por la menos probable: la dictadura a la brasileña, es decir, una repetición más represiva y totalitaria aún que los primeros meses del onganiato. El carácter de la crisis económica y social, el hecho de que se viene de un régimen de ese tipo, fracasado, la existencia de un movimiento democrático y fundamentalmente el estado de ánimo de las masas, el nivel a que ha llegado la lucha de las masas hace muy improbable un golpe militar derechista. La segunda variante de recambio es el golpe “populista” a la peruana, el que agitando un programa demagógico intente neutralizar a las masas, aislar a la guerrilla. Pero este intento está condenado al fracaso porque para llevar adelante esa política deberían hacer concesiones fundamentales a las masas y enfrentar parcialmente al imperialismo, pasos que hoy son imposibles de realizar por un Partido Militar atado a los intereses imperialistas, desgastado por seis años de Dictadura y con síntomas de crisis interna. Lo que pueden hacer es prometer un programa populista, pero ello solo distraerá mínimamente a las masas que exigirán a corto plazo, concreciones. Llegamos así a la tercera variante: un golpe acuerdista o cambios en el actual gobierno que favorece el acuerdismo. Esta es la más probable, la única que -con la participación de Perón desde la presidencia del Partido Justicialista- tiene posibilidades de despertar, en lo inmediato, genuinas esperanzas de las masas. Pero la situación económica y social del país no presenta margen para el populismo. Como dijimos más arriba, un gobierno de este tipo, al tiempo que despertará esperanzas en el pueblo, alentará la lucha reivindicativa y consecuentemente llevará nuevamente a violentos enfrentamientos. Pero la comprensión del encuadre y los límites de cualquiera de los posibles intentos de la burguesía no debe llevarnos a la subestimación, a la igualación de las tres variantes, a no darnos una política clara frente a ellos. Es que las perspectivas del proletariado revolucionario dependen en forma directa de la adopción de una táctica correcta frente a las distintas variantes que puede ensayar el enemigo. Es responsabilidad de nuestro Partido y del conjunto de la vanguardia obrera y popular ordenar y orientar la lucha de las masas en esto momentos álgidos y de viraje de la política Nacional. La enseñanza marxista de despreciar al enemigo estratégicamente y tenerlo muy en cuenta tácticamente es aplicable 276

Sus editoriales y escritos estratégicos

plenamente a nuestra situación actual. La táctica y la actividad de los revolucionarios debe estar teñida hoy día de la más firme confianza estratégica, de la seguridad estratégica de que el proceso de guerra revolucionaria abierto es irreversible, profundo, de enorme vitalidad y que la burguesía carece de medios para detenerlo o desviarlo. Grave error estratégico sería considerar que el enemigo tiene posibilidades de estabilización, que la crisis puede ser amortiguada, que la burguesía cuenta con posibilidades de conjugar o atemperar por un período la crisis económica y social. Ese error de sobre-estimar al enemigo estratégicamente llevará sin duda al oportunismo, al seguidismo de las corrientes burguesas, al descuido del accionar militar. Simétricamente, no tener en cuenta al enemigo tácticamente, dejarlo maniobrar en su política acuerdista, darle la espalda y continuar en el desarrollo de las unidades armadas y las operaciones unilateralmente, sin tener en cuenta los intentos y cambios en el enemigo llevará al sectarismo, al aislamiento, reforzará la influencia del enemigo en amplios sectores de las masas y consecuentemente resultará una contribución estratégica inapreciable para un ulterior reacomodamiento de la [contra]revolución burguesa. Si los revolucionarios no aplicamos consecuentemente una política justa, las masas tenderán al agotamiento, los márgenes de maniobra de la burguesía crecerán y la situación pre revolucionaria puede terminar por diluirse. En situaciones críticas como la actual la importancia de una política y de una dirección revolucionaria se agiganta, la responsabilidad de los marxistas-leninistas crece enormemente, lo mismo que su fuerza y posibilidades. ¿Significa esto que debemos caer en el voluntarismo, en tratar de hacer mil cosas simultáneamente más allá de lo que den nuestras posibilidades? De ninguna manera, significa que debemos aferrarnos con firmeza a la línea trazada por el Partido, cumplirla consecuentemente, cotidianamente, serenamente, siempre en el marco de lo posible y real. Asumir nuestras responsabilidades revolucionarias y aplicarlas paso a paso organizadamente, con avances firmes y seguros, con un estilo al mismo tiempo que entusiasta y enérgico, sólido y práctico, con un estilo proletario y leninista. NUESTRAS TAREAS La táctica correcta para hacer frente a la farsa electoral en esta etapa preparatoria consiste en movilizar a los más amplios sectores de masas con un programa democrático, por las libertades democráticas, contra la represión y la tortura, contra la legislación represiva, contra las proscripciones. En cada barrio, en cada población, es necesario organizar Comités de Base contra la farsa electoral que con un programa democrático, antidictatorial y antiimperialista, 277

Mario Roberto Santucho

canalice la inquietud política de las masas, organice al pueblo para que haga oír su voz en esta emergencia. Que a partir de los Comités de Base las masas elijan sus propios candidatos, elijan en barrios y pueblos los mejores compañeros para representarlos. La construcción de un amplio movimiento en esta dirección, que partiendo de la base se desarrolle en actos, reuniones, concentraciones, propaganda y agitación, que aliente la inquietud política y lleve la discusión sobre el GAN, el Frente Cívico, el carácter de ambos, los planes tramposos de la Dictadura Militar y el engaño que preparan los políticos burgueses, que toque el tema de los límites del parlamentarismo, de la imposibilidad de llegar por tal camino a una solución de fondo y cómo debe servirse de él el pueblo para acrecentar su fuerza y su conciencia, que indique el socialismo como única salida capaz de liberar a nuestro pueblo y nuestra Patria de la explotación, el sufrimiento, la injusticia y abrir las puertas de la felicidad colectiva, que señale la necesidad y viabilidad de la guerra revolucionaria. Es necesario desarrollar dentro de los Comités de Base la educación práctica de las masas en la violencia y en los métodos clandestinos, en forma progresiva desde los niveles inferiores; tratar de introducir la autodefensa colectiva, grupos de compañeros de barrio que se ocupen organizadamente de la vigilancia de ciertas personas y del movimiento general del barrio; explicar a la gente la necesidad de cuidar la clandestinidad, de proteger a los luchadores antidictatoriales en especial a los guerrilleros, de ser prudentes en los comentarios y desinformar al enemigo. Sin olvidar el trabajo independiente del PRT y del ERP a través de la propaganda, la agitación, los cursos, las acciones menores ligadas a las necesidades del barrio, etc., pero cuidando en este último aspecto la necesidad de no llamar la atención de la represión sobre el barrio prematuramente. El ultraizquierdismo rechaza la farsa electoral y le da la espalda. El reformismo se prende de ella y si consigue participar la visualiza como posible salida “pacífica”. Lo correcto es enfrentarla, desbaratarla, y la mejor forma de lograrlo es movilizando y organizando al pueblo en Comités de Base. Partiendo de estos Comités en barrios y pueblos, extenderse a más y más barriadas y poblaciones, organizando actos conjuntos de distintos barrios, movilizando más gente, hasta llegar a unificar provincial y nacionalmente, sin olvidar en ningún momento, al mismo tiempo que las enormes posibilidades que abren las perspectivas de la guerra revolucionaria, los límites de esta tarea. El trabajo de los Comités de Base debe combinarse en un mismo plano con la movilización por los presos, contra la represión y la tortura, por la derogación de la legislación represiva, todas consignas sentidas por las masas en estos momentos y de un contenido político muy definido ya que constituye esencialmente la defensa de los guerrilleros y de lo mejor de la vanguardia sindical. Nuestro Partido sostiene que todo el proceso electoral está condicionado 278

Sus editoriales y escritos estratégicos

por la presión de la lucha de las masas y de la actividad guerrillera. Enérgicas movilizaciones como el Víborazo y acciones armadas de envergadura zarandearán la política acuerdista favoreciendo en general la posibilidad de una elección con participación amplia y un intento populista como el que indicamos como tercer variante. Porque el temor a las masas y a la guerrilla obligará a más concesiones a la Dictadura Militar y hará a los políticos burgueses más proclives a los acuerdos. El estado de ánimo de las masas es muy combativo, excelente. Debemos prever entonces la posibilidad de nuevos estallidos violentos, debemos alentarlos y ponernos a la cabeza, desarrollando en su curso enérgica tarea de propaganda y agitación. El movimiento sindical del interior especialmente en Córdoba, a partir de la elección del SMATA, torna a constituirse en un buen punto de partida que es necesario tener en cuenta, como detonante, lo mismo que el movimiento estudiantil. Es necesario asimismo prepararse a nivel fabril alentando a los activistas a organizarse con tiempo para una posible movilización. Volantes llamando a la gente a estar lista, a tener elementos fabricados y guardados, a planificar con tiempo sus movimientos para enfrentar exitosamente a la represión. Debemos prepararnos para las manifestaciones, tener listas las banderas del ERP para distribuir entre las masas, tener elementos para pintar centenares de estrellas rojas, símbolos del socialismo, en todas las ciudades del país y debemos contar con tiempo con carteles con consignas por los presos, con la foto del Che, de nuestros combatientes, de Pujals, Olmedo, Navarro, Lescano, Maestre, Gómez, etc. Debemos seguir el ejemplo del estudiantado tucumano y tener centenares de molotov listas. Cada manifestación debe ser mejor que la anterior, más amplia, más combativa, más definida, mejor organizada. Las organizaciones armadas están en condiciones de aplicar certeros golpes. La realización de un plan operativo conjunto de todas las organizaciones armadas dirigido contra la Dictadura y en repudio a la farsa electoral, puede ser un elemento determinante en la evolución actual del proceso. Si ello no se logra, se logrará al menos la concreción de unas pocas acciones grandes y decenas de pequeñas acciones, un recrudecimiento de la actividad guerrillera. CONCLUSIÓN En los últimos años en los países vecinos de Chile y Uruguay, se han dado situaciones, procesos electorales sin proscripciones, con participación de fuertes corrientes populares y antiimperialistas reformistas, procesos que al mismo tiempo de ser progresivos quitaban coherencia a la continuidad guerrillera, planteaban la necesidad de una tregua y obligaron al MIR y a los Tupamaros a 279

Mario Roberto Santucho

suspender momentáneamente las operaciones. La particularidad de la situación argentina en este sentido, es que al no darse posibilidad alguna de una elección verdaderamente limpia y al no encabezar a las masas en este terreno ninguna corriente antiimperialista (el Partido Justicialista, el radicalismo y la burocracia sindical no lo son) el desarrollo del proceso electoral no obliga a la tregua, hace posible y necesario el entrelazamiento y simultaneidad de la lucha armada con la lucha democrática, hace posible y necesario intervenir en el proceso electoral al mismo tiempo que se continúa ininterrumpidamente con el accionar militar guerrillero. Fracasada la “Revolución Argentina” y acosados por la lucha popular el Partido Militar y los partidos burgueses se aprestan a cambios tácticos en su política, con el ánimo de contener el desarrollo del naciente proceso de guerra revolucionaria. Para ello se barajan las tres opciones que hemos analizado. Los revolucionarios y todo el pueblo debemos salir al cruce de esas tácticas, prepararnos para actuar eficazmente. Ante un golpe militar derechista, muy improbable, la respuesta obrera y popular debe consistir en la más enérgica e inmediata movilización para dificultar o impedir su consolidación, uniendo al conjunto de la oposición, incluida la burguesa, tras consignas democráticas consecuentes. Ante un intento populista militar “peruanista”, la línea de los revolucionarios debe ser continuar y ampliar la lucha por la reivindicaciones fundamentales, por el mejoramiento de las condiciones de vida, por la libertad de los presos políticos y demás consignas democráticas, continuar con la acción armada de las unidades guerrilleras, haciéndolas más selectivas aún y más claras políticamente, conscientes de que todo intento populista tiene corta vida. Ante un proceso electoral intervenir en él, participando con sus propios candidatos en el caso de que se logre arrancar concesiones fundamentales lo que es muy difícil, u organizando un boicot activo con la participación lo más amplia posible de las masas y las organizaciones populares, en el caso muy probable de un acto electoral completamente condicionado. La más intensa intervención con el boicot activo o la participación por medio de los Comités de Base permitirá un amplio aprovechamiento de los resquicios legales, el desarrollo de una amplia propaganda revolucionaria y el entrelazamiento de la lucha democrática con las movilizaciones de las masas y el combate guerrillero. Del período de inestabilidad que atraviesa el país, las organizaciones revolucionarias, aplicando una táctica correcta y muy flexible y aferrándose con firmeza a la orientación estratégica de la guerra revolucionaria, hemos de salir en condiciones de influir a importantes sectores de las masas, acumulando fuerzas y pasar a una nueva y superior etapa de nuestra guerra revolucionaria.

280

Sus editoriales y escritos estratégicos

RESOLUCIONES DEL COMITÉ CENTRAL de DICIEMBRE de 1972 SITUACIÓN NACIONAL Los hechos recientes, la vuelta de Perón y el avance de los acuerdos pre-electorales, entre los partidos burgueses, la complacencia del Partido Militar, la propaganda amplia de la burguesía en favor de la reconstrucción pacífica del país, son todos la confirmación absoluta de la corrección de los análisis y de la línea del Partido. Ateniéndonos a ella, que no precisa ser modificada en lo más mínimo, podemos ubicarnos en la perspectiva política y determinar más precisamente nuestros objetivos y movimientos tácticos de los próximos meses. La política de la burguesía avanza a la concreción del GAN, del acuerdo interburgués. Aún éste no está concretado pero lo sustancial está hecho; solo circunstancias especiales podrán hacerlo variar. Pero esas circunstancias especiales no son imposibles en el marco de la señalada inestabilidad que caracteriza hoy día a nuestro país. De ahí que debemos mantenernos a la expectativa atentos al desarrollo del último round del tongo Perón-Lanusse. El último mes, con la participación activa de Perón en la escena, como primera figura de la farsa electoral, el enemigo ha logrado ciertos éxitos. Ha despertado expectativas en el pueblo y ha asumido en la confusión y el desconcierto al grueso de la pequeña-burguesía y sus organizaciones. Mas estos pequeños éxitos son efímeros y estratégicamente los pasos que vienen dando con buenos resultados tácticos, son otros tantos pilares de su derrota estratégica. Estamos presenciando el abrazo final de toda la vieja Argentina que se hunde, de la Argentina capitalista, que con su espada y su mentira, su garrote y su zanahoria, comienza a colocarse claramente frente a la clase obrera y el pueblo, en la perspectiva de la guerra “frente al caos que se avecina”. Tal como previó nuestro Partido, los hechos de Rawson y Trelew y las movilizaciones de masas que le siguieron, es decir la actividad revolucionaria de las masas y su vanguardia armada, constituyeron un nuevo y decisivo llamado de atención para el conjunto de la burguesía, para el Partido Militar y los políticos burgueses, que se apresuraron a dar pasos espectaculares, a avanzar en la concreción del GAN, esta vez con substanciales concesiones de ambas partes, con el otorgamiento de un mayor margen de legalidad por parte de la Dictadura y un apoyo más activo de los políticos burgueses a la línea acuerdista. Ahora bien, faltan algunos meses hasta la concreción de la farsa, y deben esperarse nuevas intervenciones clasistas y revolucionarias. La clase obrera y el pueblo, con su vanguardia revolucionaria, harán oír aún su potente voz que presionará sobre la 281

Mario Roberto Santucho

configuración final de la línea acuerdista. De todas formas, las previsiones de nuestro Partido siguen vigentes, y a grandes rasgos debemos basarnos en que las elecciones se concretarán y que se instalará un gobierno populista controlado desde bambalinas por el ejército. Que hasta entonces, las masas no se lanzarán a la ofensiva y que sí lo harán no bien instalado el gobierno populista. Dada la situación económico-social y el estado de ánimo de las masas, objetivamente se plantean grandes luchas reivindicativas, el desencadenamiento de movilizaciones importantes por aumento de jornales, por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de las masas. La burguesía no puede en este momento dar solución a estas demandas, sino que por el contrario tiende a incrementar la explotación para avanzar en su política de estabilización capitalista y de estímulo a las inversiones imperialistas. De ahí que la previsión correcta es la lucha reivindicativa de las masas, una vez desencadenada, será enfrentada con una dura represión gubernamental y se encausará hacia enfrentamientos masivos y violentos a un nivel superior al hasta ahora conocido, constituyendo una formidable base de masas para el desarrollo de la guerra revolucionaria, para el paso a una nueva y superior etapa. LOS PRÓXIMOS MESES SON DE PREPARACIÓN La perspectiva de la política nacional sintéticamente resumida en las líneas anteriores y señaladas retiradamente por nuestro Partido, llevan a caracterizar los próximos meses como un período de preparación, de alistamiento de la organización, que le permita jugar un rol protagónico de primera magnitud en la próxima ofensiva de las masas. Pero esta preparación ha de darse necesariamente en la más intensa intervención en las luchas cotidianas, legales e ilegales, reivindicativas y políticas, armadas y no armadas, de la clase obrera y el pueblo en el momento presente. Queremos con esto aclarar que cuando se habla de preparación de ninguna manera se debe entender ello como un repliegue sino de armarnos, prepararnos, en el curso de la más intensa intervención de los problemas del momento, para pasar a jugar un rol superior en la etapa post-electoral. De ahí que estos meses de preparación para afrontar responsabilidades mayores, serán también de intervención activa contra el GAN y que la actividad de nuestro Partido en los próximos meses será parte de la “potente voz” que aún hará oír el pueblo argentino antes de las elecciones de marzo durante el último round del acuerdo. Esta, nuestra preparación e intervención de los próximos meses, ha de asentarse sobre cinco pilares fundamentales: 1) La táctica electoral, 2) la actividad 282

Sus editoriales y escritos estratégicos

en el frente sindical, 3) frente único, 4) las operaciones militares y la construcción del ERP, 5) la edificación y consolidación del Partido. 1) La táctica electoral Pese a los retrasos conocidos, aún contamos con algunas posibilidades de lograr una intervención positiva que dificulte la concreción de planes de la burguesía. Estas posibilidades y la táctica que el CC resolvió ensayar, serán comunicadas verbalmente por razones de seguridad que siempre tienen que ser tenidas en cuenta en nuestra actividad legal y semilegal. Saber enmascarar nuestra presencia y la de nuestros colaboradores es un principio metodológico que debemos aferrar con firmeza, forma parte del arte de la combinación del trabajo legal e ilegal, y tiene importancia estratégica en esta etapa de preparación. La próxima etapa de la guerra revolucionaria, aunque de un nivel cualitativamente superior deberá desarrollarse aun fundamentalmente en territorio ocupado por el enemigo y nuestras bases de apoyo deben estar cuidadosamente enmascaradas y protegidas. Si la táctica votada por el CC logra concretarse, nuestra intervención electoral podrá ser muy amplia, si ello no es así lo más probable es que debamos ir al boicot, aunque con pocas perspectivas. De todas maneras en todos estos meses, hasta la farsa electoral y más allá de ella, debemos intensificar el trabajo legal con la línea de los C. de Base, ampliar de esa manera nuestra relación con las masas, combinar este trabajo con la propaganda armada, obtener centenares y miles de contactos, colaboradores, simpatizantes, amigos, principalmente, en las barriadas pobres de las ciudades, zona suburbanas y el campo. La continuidad y amplitud de este trabajo será uno de los pilares que otorgará a la organización fuerza, infraestructura y ligazón con las masas, que decidirán nuestro desarrollo o nuestro estancamiento en la próxima etapa de enfrentamiento abierto de agudización de la represión, de combates cada vez más intensos con el ejército enemigo. La corta experiencia del Partido en la aplicación de la línea e idear la manera de darle una continuidad aún después de la elección, de lograr que los C. de Base se prolonguen de alguna manera como organismos legales. No debemos olvidar que los vietnamitas aún en los momentos más difíciles de la represión han sabido conservar “periscopios” legales llegando a organizar clubes de fútbol incluso para mantenerse estrechamente ligados a las más amplias masas. Naturalmente que esta recomendación no es un llamado a las elucubraciones ni al reformismo, sino a mantenernos bien atentos para observar con seriedad la manera más correcta de resolver este problema a nivel local y nacional. 2) Frente Sindical 283

Mario Roberto Santucho

El cálculo del Partido es que el desencadenamiento de las futuras movilizaciones de masas partirá fundamentalmente de la lucha reivindicativa, de la lucha por aumentos; de ahí la gran importancia de lograr buenos puntos de apoyo en el movimiento sindical a nivel local y nacional para estar en condiciones de actuar como detonante de movilizaciones y de poder ofrecer a la vanguardia y a las masas una clara alternativa antiburocrática. Todo lo que avancemos para ganar influencia sindical a nivel fabril (delegados) y sindical (sindicatos), todos nuestros avances en la construcción de nuestra corriente clasista por la guerra y el socialismo, todos nuestros avances en el frente antiburocrático, serán decisivos, para influir directamente en las movilizaciones como para darnos una estrategia realista de lucha contra la burocracia. 3) Frente Único Las condiciones extremadamente favorables en este terreno que se dan en la actualidad y se mantendrán en los próximos meses deben ser explotadas al máximo por nuestro Partido con audacia y prudencia, al mismo tiempo. En el campo de las organizaciones armadas, del clasismo y en general de las corrientes revolucionarias, nuestra organización ha adquirido prestigio y tiende a convertirse en la organización dominante. Al mismo tiempo las OAP están a la puerta de una gravísima crisis producto de la bancarrota de su errónea política. El campo es muy fértil para nuestra organización y debemos actuar con audacia desarrollando una amplia ofensiva política en base a nuestras posiciones, acompañada por una gran prudencia y seriedad en el terreno de la organización. Es decir, debemos ser más amplios e interesados posible en discutir con toda la vanguardia, exponer nuestras posiciones y combatir las ideas erróneas en forma fraternal y constructiva, dar y ganar la batalla política, y al mismo tiempo mostrarnos extremadamente prudentes en la concreción de acuerdos y avances organizativos. La experiencia de la organización, el rol de la ideología y metodología pequeño-burguesa en el seno de la vanguardia que nuestro Partido aún continúa sintiendo, debe mantenernos siempre alertas y no apresurarnos a avanzar en el terreno de la organización más de lo que estamos en condiciones de asimilar, lo que sea asimilable, y aún estos avances realizarlos prudentemente. En cuanto a la política de alianzas con el reformismo, con el PC, peronismo progresista y otras corrientes similares, es poco lo que se ha avanzado y no hay grandes perspectivas, pero debemos mantener con firmeza nuestra línea y luchas permanentemente por la neutralización del reformismo, como primer paso de acuerdos posteriores. El PC acaba de fracasar ruidosamente con su política del ENA. El sector burgués peronista no vaciló un instante en intentar la utilización de ese frente pese a la resistencia del PC. Si es que logramos algunos éxitos tácticos en la 284

Sus editoriales y escritos estratégicos

perspectiva de intervención electoral habrá buena base para un mayor acercamiento para neutralizar el reformismo y atraerlo momentáneamente a nuestro lado. 4) Las operaciones militares y la construcción del ERP Como ya anticipó reiteradamente nuestro Partido, la situación nacional se caracteriza, en este terreno, porque el condicionamiento del GAN y la ausencia total de una opción genuinamente popular exige la continuidad del accionar armado. Este accionar debe ser intensificado en el próximo período de preparación por nuestra organización, poniendo especial acento en las acciones de masas y realizado también acciones de envergadura. Este tipo de propaganda armada servirá para foguear más compañeros, ampliar la influencia de masas del ERP, construir bases de apoyo en las ciudades, en los suburbios y en el campo. Las operaciones de envergadura servirán para demostrar al pueblo la fuerza y la decisión de la guerrilla de colocar en forma destacada ante los ojos de las masas, en momentos previos a la farsa electoral, la verdadera salida, la salida de la guerra revolucionaria, para recordar a las masas que su lucha trasciende por completo el episodio electoral. 5) La edificación y consolidación del Partido Este es sin duda el punto fundamental y el que influirá decisivamente sobre la aplicación de la línea en los próximos meses y determinará la fuerza, la solidez, la consistencia del Partido frente a una ampliación e intensificación de la guerra, y consecuentemente garantizará la continuidad y desarrollo impetuoso de la lucha revolucionaria socialista en Argentina. Como aprendió teórica y prácticamente el Partido a partir de la experiencia del V Congreso y de su vida posterior, la edificación y consolidación del Partido pasa por su proletarización, por su más amplia ligazón con las masas explotadas, proletarias y no proletarias, por la incorporación en su seno y en su dirección de los mejores elementos, de los obreros de vanguardia. La edificación y consolidación del Partido requiere asimismo de todos los aspectos de la línea partidaria, en forma homogénea, de la solución justa, sin desviaciones de derecha ni a izquierda, y a la luz de la estrategia y la táctica del Partido, de todos y cada uno de los problemas concretos que deben resolver los militantes y cuadros en la lucha de masas, en la vida del Partido, en las operaciones militares, en la construcción del ERP. La edificación y consolidación del Partido se logra a partir de células fuertes y dinámicas, estrechamente unidas a las masas, preocupadas en la aplicación seria y responsable de la línea del Partido, en la elevación incesante del nivel teórico y político de cada uno de sus militantes, en la lucha implacable contra las ideas erróneas, contra la influencia de la ideología pequeñoburguesa 285

Mario Roberto Santucho

en el seno del Partido, en la cada vez más pronunciada y elevada proletarización de sus miembros y periferia. Se logra en los avances continuos en el grado de preparación y eficacia de los cuadros, estructura, esqueleto del Partido. Sin cuadros sólidos y preparados y maduros no es posible aplicar con certeza y eficacia una línea por más precisa que ella sea. El cuadro debe saber comprender claramente la esencia, el contenido de la línea del Partido y aplicarla creadoramente, adecuándola a las circunstancias concretas, a las particularidades. La edificación y consolidación del Partido se logra finalmente elevando la preparación de la dirección, del CC y CE, tanto en el terreno teórico, como político y militar. Fortaleciendo la centralización, reforzando el centro político y militar y garantizando el funcionamiento de los aparatos y un gran dinamismo en la respuesta de la dirección a los distintos problemas políticos. Al hacer este sintético análisis de la situación nacional y de las tareas del Partido, el CC evaluó sus propias posibilidades que fueron encontradas como satisfactorias unánimemente. En el curso de las reuniones.

Editorial de El Combatiente Nº 76, segunda quincena de marzo de 1973 EL TRIUNFO ELECTORAL PERONISTA Y LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS [Mario Roberto Santucho] Conocido el desarrollo y resultado de las elecciones del 11 de marzo, que dieron un claro triunfo al FREJULI, el conjunto de la burguesía nacional dio inmediatas muestras de júbilo. “El triunfo ya no pertenece a un sector sino a todos los argentinos, que ante el mundo, podemos exhibir con orgullo el ejemplo cívico de los comicios. De ahora en más se abren nuevas oportunidades para poner todos en evidencia nuestra vocación de servicio al país”, (Lanusse). “La satisfacción es mayor aún al comprobar que las Fuerzas Armadas han interpretado y han sido a su vez interpretadas por la población, que ha demostrado con su ejemplar comportamiento que es amante del orden, de la comprensión y de la concordia y ha dado una inequívoca muestra de repudio a los agentes del caos y la violencia... El pueblo ha votado, las fuerzas armadas han garantizado la pureza del comicio y seguirán empeñadas en hacer respetar la 286

Sus editoriales y escritos estratégicos

voluntad soberana de la población, por ser el arma más efectiva para lograr el destino de grandeza que nuestra patria se merece”, (López Aufranc). “Ha triunfado la alianza de clases y sectores sociales utilizando un instrumento ya histórico como el Frente”, (Frondizi). “El pueblo acaba de sellar en las urnas la alianza de clases y sectores sociales que expresa el frente”, (Frigerio). “Los gobernantes electos cuentan, desde ya, con la colaboración de la UIA, la que formula el ferviente anhelo para que la etapa que se inicia posibilite el encuentro definitivo de los argentinos y la grandeza nacional en paz y justicia” (Declaración pública de la Unión Industrial Argentina). “El país ha empezando a transitar el camino de la industrialización, gracias al libre ejercicio del sufragio. Ello implica la garantía de estabilidad que la Nación requiere indispensablemente para marcar en forma definitiva el rumbo hacia sus grandes realizaciones” (Asociación de Industriales Metalúrgicos). Es natural que así sea, porque la elección y el surgimiento de un gobierno peronista-frondizista, resulta la culminación del GAN, el proyecto de la Dictadura Militar y de los políticos burgueses de “La Hora del Pueblo”, dirigido a detener el proceso revolucionario en curso, a engañar a las masas, aislar a la vanguardia sindical clasista y a la guerrilla para poder reprimirlas exitosamente, para poder destruirlas, con la fuerza militar y/o el engaño. Sin embargo, hay también algunos sectores revolucionarios que, paradójicamente, se sienten partícipes del triunfo del peronismo y amplios sectores de masas que han contribuido al éxito del FREJULI con su voto. ¿Quién tiene razón en su alegría? ¿Los que esperan -como Frondizi- un gobierno peronista que haga la “revolución nacional”, es decir, que salve al capitalismo de su crisis? ¿O los que creen -como las organizaciones armadas peronistas- en una verdadera revolución, en la revolución socialista? Sin duda que es Frondizi el que está en lo cierto. En cuanto al voto popular al peronismo no tiene contenido revolucionario o progresista sino que refleja al tiempo que el repudio a la Dictadura Militar, la persistencia de la influencia ideológica de la burguesía. Para ubicar en su verdadera dimensión el pronunciamiento electoral del 11, es necesario recordar que las masas indiferentes en el curso del proceso electoral fueron obligadas a elegir entre distintas variantes burguesas por el hábil condicionamiento del acto electoral, que estructuró la Dictadura, y la debilidad y errores de las fuerzas revolucionarias que impidió la presentación de algunas listas verdaderamente representativas, auténticamente antiimperialistas. Entre las candidaturas burguesas la mayoría de la clase obrera y el pueblo optó por volcarse a las listas del FREJULI que basaron su demagógica campaña en un furioso y productivo enfrentamiento con el gobierno y en argumentos 287

Mario Roberto Santucho

pro-guerrilleros. El proyecto burgués de engañar a las masas para apartarlas de la revolución tuvo así un primer paso exitoso. Pero el mismo no tiene realmente trascendencia y las ilusiones de los burgueses de detener el proceso revolucionario repitiendo los años del “Justicialismo”, ahora más “responsable”, saltarán en pedazos poco después del 25 de Mayo al embate de la redoblada lucha de las masas y de la continuidad de la actividad guerrillera. Cuando el 28 de junio Onganía derrocó a Illia y prometió una “Revolución Argentina”, amplios sectores de las masas cayeron también en el engaño. Como índice el 9 de julio, una verdadera multitud, decenas de miles de hombres y mujeres, muchos de los cuales vinieron a pie de largas distancias, aclamó a Onganía en su visita a Tucumán. Pocos meses necesitó el pueblo para comprender su error y enfrentar con fiera energía a la “Revolución Argentina”. EL RESULTADO DEL GAN Decía nuestro Partido en diciembre de 1971: “Como dijimos el GAN es un intento del Ejército, más concretamente del grupo que responde a Lanusse, de ampliar la base social de su dominio y aislar así a la guerrilla y a la vanguardia clasista y estudiantil que ellos visualizan con justeza como el verdadero y peligroso enemigo. Comprobado el fracaso y desprestigio de la Dictadura Militar, los militares descubren con preocupación que por detrás de sus viejos adversarios, los políticos burgueses, entra en el campo de batalla una nueva fuerza muy diferente, las fuerzas revolucionarias, que se anuncian como los enterradores del régimen capitalista. La casta militar estaba acostumbrada a disputar el poder en términos no antagónicos dentro del mismo campo burgués, con los políticos burgueses o entre distintos sectores militares, pero siempre respetando el capitalismo, la dominación burguesa e imperialista. Hoy, en cambio, entra en batalla la clase obrera y el pueblo, manifestando en los Cordobazos su unidad, decisión y su odio a la Dictadura, al capitalismo y al imperialismo y en las unidades guerrilleras y en las organizaciones clasistas la capacidad de librar la lucha organizadamente, con eficacia, continuidad y elevada moral. Esto ha ejercido un efecto mágico en el campo enemigo, convenciendo al sector Lanusse de la necesidad de buscar nuevamente el apoyo de los sectores burgueses. Así, los antiguos ‘enemigos’ se han convertido en ‘adversarios’ y ha surgido la estrategia del GAN”. “El sueño de Lanusse es lograr el máximo acuerdo con el peronismo y el radicalismo, principalmente, con las mínimas concesiones, es decir, llevar a buen término su plan, desembocando en un nuevo gobierno Parlamentario proimperialista controlado desde bambalinas por el Ejército, cediendo lo mínimo posible... ”. 288

Sus editoriales y escritos estratégicos

“Entre los políticos burgueses que trabajan activamente junto al gobierno en la perspectiva del GAN, sin duda corresponde el principal papel al peronismo y al radicalismo, fundamentalmente el primero.” “Estos deben negociar los términos finales del proceso electoral y necesariamente deberán imponer ciertas garantías, principalmente el peronismo. Los políticos son conscientes de que se trata de utilizarlos y sueñan con dar vuelta la tortilla desde el gobierno, por lo que tratan de lograr las máximas garantías posibles tanto para el proceso electoral como para una relativa independencia en un futuro gobierno...”. “El mayor o menor grado de legalidad con que se arriba al probable proceso electoral, y si efectivamente se llega a él, dependerá de las presiones de derecha e izquierda a que está sometido el sector Lanusse. Desde la izquierda la movilización de las masas y la actividad guerrillera logran arrancar concesiones, favorecer un mayor margen de legalidad; desde la derecha los amagos golpistas la presión de otros sectores militares ponen límites a tales concesiones”. Todo el curso de los acontecimientos posteriores confirmaron la justeza de este análisis. Constantemente, a medida que la lucha de las masas y el accionar guerrillero ponían en serias dificultades a la Dictadura, ésta se mostraba proclive al acuerdo y acrecentaba sus concesiones. En cambio, en cuanto decrecían momentáneamente ambas expresiones de lucha la Dictadura volvía a la intransigencia. En las últimas semanas pre-electorales, las intenciones proscriptivas de la Dictadura, molesta por la posibilidad muy cierta del triunfo peronista, se desvanecieron bruscamente ante la toma del Batallón 141 por el ERP. Este nuevo y fundamental golpe de la guerrilla decidió la aceptación por la cúpula militar de la instauración de un gobierno peronista como mal necesario para contener la lucha revolucionaria del pueblo combinando el engaño demagógico desde el gobierno con la más violenta represión selectiva que se haya conocido, ejercitada directamente por los militares. Un balance objetivo del GAN muestra, en síntesis, que la elección del 11 de marzo fue su culminación, su concreción como estrategia contrarrevolucionaria de la burguesía argentina, y que ella se dio con el triunfo táctico relativo del peronismo, que terminó logrando importantes concesiones aunque insuficientes para gobernar con total independencia de la casta militar. PROPÓSITOS DEL GOBIERNO PERONISTA ¿Qué se propone el FREJULI desde el gobierno? Sus líderes y voceros lo han explicado claramente. Reconstruir el país, pacificarlo, mediante la revolución nacional justicialista, llamada también socialismo nacional. Esto con el mantenimiento de “nuestro” estilo cristiano de vida, el sistema parlamentario, 289

Mario Roberto Santucho

la empresa privada y el concurso del capital extranjero. La Reforma Agraria, la expropiación y nacionalización del gran capital, la Reforma Urbana, un Gobierno Revolucionario Socialista, todas medidas elementales para una verdadera revolución, están totalmente ausentes de los planes y propósitos del FREJULI. Podemos concluir entonces que el programa del FREJULI es reactivar el capitalismo y mediante la llamada “pacificación” detener el proceso de guerra revolucionaria que se desarrolla en nuestra patria. Reafirma esta consideración, el análisis de los candidatos triunfantes. Los candidatos a la presidencia y vice, casi la totalidad de los gobernantes electos y la amplia mayoría de los senadores y diputados nacionales, son elementos perfectamente definidos como miembros del sector burgués y burocrático del peronismo, de su corriente derechista, reaccionaria. Tanto Bidegain-Calabró de Buenos Aires, como Silvestre Begnis-Cuello de Santa Fe, Juri de Tucumán, Carlos Juárez de Santiago del Estero, Bittel del Chaco, entre otros gobernadores, como la totalidad de los senadores y la amplia mayoría de los diputados nacionales son conocidos contrarrevolucionarios burgueses y burócratas, en muchos casos francamente fascistas. Pese a ello, que es lo esencial de las intenciones y proyectos frentistas, es necesario tener presente, asimismo, que en su demagógica campaña el FREJULI ha levantado banderas muy sentidas por el pueblo, en primer lugar la libertad de los combatientes, cuyo cumplimiento será activamente exigido por las masas, incluidos amplios sectores del peronismo progresista y revolucionario, que aunque en minoría, lucharán, sin duda, firme y consecuentemente por su cumplimiento. Este es un aspecto, de la contradicción que es necesario también tener en cuenta como veremos más adelante, para la determinación de la posible evolución del gobierno peronista, de sus perspectivas y su relación con la casta militar. En febrero de 1972 nuestro Partido sostenía: “La crisis actual de la Argentina capitalista no tiene ninguna posibilidad de ser superada a corto o mediano plazo, por ningún gobierno burgués. El gobierno que surja del proceso electoral próximo, lo mismo si es o no peronista, estará incapacitado para concretar, siquiera, soluciones mínimas. Porque la única forma de solucionar los problemas actuales es mediante una revolución profunda, socialista, proletaria, que expropie sin hesitar el capital imperialista y monopolista, independice el país, y movilice revolucionariamente al pueblo, tareas que de ninguna manera piensa ni puede llevar adelante el peronismo burgués, ni ninguna otra de las grandes fuerzas políticas burguesas. De manera que a un plazo relativamente breve, el gobierno parlamentario que surja de las elecciones estará completamente desprestigiado, las masas no esperarán más de él y se orientarán hacia la guerra popular. En el caso de un gobierno peronista, 290

Sus editoriales y escritos estratégicos

este proceso no será más lento porque la posibilidad de maniobra, producto de la confianza de las masas, será contrarrestada porque esta confianza favorecerá también la movilización obrera y popular por reivindicaciones inmediatas. Así, un nuevo gobierno parlamentario se encontrará con las masas en la calle con la ampliación de la lucha de masas, obligado desde bambalinas por las FFAA a reprimir violentamente”.3 Esto es enteramente justo. Una política como la que se propone aplicar el peronismo, ceñida a los marcos del sistema capitalista, está imposibilitada para dar pasos ciertos en dirección a la recuperación nacional. En la situación actual de nuestro país, con una gravísima crisis estructural de la economía capitalista, con la industria y la banca en manos del capital imperialista, con un sólido y homogéneo ejército contrarrevolucionario, es inaplicable ninguna política reformista. A partir del 26 de mayo el gobierno peronista estará entre la espada y la pared, entre la enorme presión del movimiento de masas movilizado por sus reivindicaciones y la burguesía y el ejército opuestos al otorgamiento de conquistas y presionando constantemente por reprimir. Sin otra salida para mantenerse que ceder a las exigencias represivas, sin posibilidades de aplicar una política reformista, de tercera posición, de conciliación entre el capital y el trabajo. Todo esto no significa desconocer que el reemplazo de la Dictadura Militar por un gobierno peronista disimulará en un primer momento el enfrentamiento masas populares-estado capitalista. En un primer período, la movilización de masas no estará dirigida contra el estado, sino que se circunscribirá al ataque a las empresas o grupos de empresas. Ante la represión por fascistización del gobierno o por una Dictadura Militar surgida de un nuevo golpe, la clase obrera y el pueblo reorientarán su lucha enfilando recién contra el gobierno burgués, contra el estado capitalista. EL EJÉRCITO CONTRARREVOLUCIONARIO FRENTE LAS MASAS Y LA GUERRILLA Las FFAA contrarrevolucionarias se disponen a intensificar hasta límites inimaginables la represión contra las fuerzas revolucionarias en primer lugar contra las organizaciones guerrilleras. Cederán momentáneamente el gobierno al peronismo y se lanzarán a una furiosa ofensiva selectiva. Se prepararán activamente para ello como lo demuestra su última medida de reorganización que incluye la creación de la Central Nacional de Inteligencia, una especie de CIA que los gobiernos sólo crean para graves situaciones de 3. El Combatiente N° 67, febrero de 1972. 291

Mario Roberto Santucho

guerra. Esta Central Nacional de Inteligencia reunirá todos los recursos de los distintos servicios de inteligencia e información y contará con un más activo asesoramiento imperialista, para lograr la máxima eficiencia en la detección e infiltración de las fuerzas revolucionarias y progresistas, principalmente en las organizaciones armadas. La reorganización del Ejército incluye también la formación de pequeñas unidades de antiguerrilla en condiciones de buscar y enfrentar a los guerrilleros con sus mismos métodos. Simultáneamente las FFAA se encargarán de controlar entre bambalinas todos los pasos del gobierno peronista, jaqueándolo, obligándolo a cumplir las reglas del juego. Pero lo que dominará el escenario de los próximos meses en la política argentina será el papel de las masas obreras y populares y de sus expresiones de vanguardia. Estimulado por las posibilidades legales abiertas, el pueblo argentino se lanzará decididamente a la calle por sus reivindicaciones inmediatas, por los aumentos de salarios, contra el alza del costo de la vida, contra los despidos, contra los atrasos de jornales, por la libertad de los combatientes, contra la burocracia sindical. Y esa nueva alza de la lucha reivindicativa y política de las masas adoptará formas y métodos surgidos tanto del actual contenido de sus luchas como de su más reciente experiencia combativa. En un primer momento, con un contenido antipatronal, enfrentará a las empresas o grupos de empresas, con la ocupación de fábrica, ocupación de fábrica con rehenes, paro activo con enérgicas movilizaciones callejeras, utilización de métodos guerrilleros, tomas de guardia, represalias a verdugos, secuestro de capitalistas. Ante la fascistización del gobierno o una nueva Dictadura Militar, a estos métodos se agregará la huelga general semiinsurreccional, nuevos Cordobazos y Viborazos que harán tambalear al régimen y otorgarán enorme impulso a la lucha armada, inscribiéndose en el contexto del desarrollo renovado y generalizado de la guerra revolucionaria. La guerrilla y la vanguardia clasista a su vez, no cejarán en sus empeños y continuarán enérgicamente su accionar armado, antiburocrático y antipatronal, a cuyo calor se consolidará y desarrollará la vanguardia revolucionaria de nuestro pueblo. Todos los renovados esfuerzos del enemigo por destruir los sólidos embriones revolucionarios fracasarán; la vanguardia marxistaleninista florecerá, se fortalecerá, tenderá a reunificarse, se pondrá -en una palabra- en condiciones de asumir exitosamente, sus responsabilidades en el próximo período, las fuerzas progresistas asimismo, tenderán a colaborar y participar cada vez más activamente en las tareas armadas y no armadas de la guerra revolucionaria popular. 292

Sus editoriales y escritos estratégicos

PERSPECTIVAS El análisis de las fuerzas y tendencias de la política nacional hacen prever que el nuevo gobierno parlamentario se verá a corto plazo enfrentado a insolubles problemas entre la movilización de las masas y la presión burguesa y militar. En esa situación deberá optar por aceptar las exigencias militares y reprimir a las masas tomando el camino de la fascistización, convirtiéndose en un gobierno fascista represor, o intentar resistir la presión reaccionaria e impulsar algunas medidas progresistas lo que llevará a su derrocamiento por un golpe militar. Estas son las dos grandes posibilidades y excluimos deliberadamente una tercera en base a la movilización de las masas, porque esta es por completo ajena a las características, historia y composición del peronismo burgués que manejará las riendas del gobierno de Cámpora. En ambos casos, ante un peronismo burgués represor o una nueva dictadura militar, corresponderá a la vanguardia revolucionaria levantar bien alto sus banderas, las banderas de la revolución socialista y de la guerra popular, y con ellas desplegadas acaudillar la resistencia obrera y popular que en un proceso prolongado se convertirá en irresistible y victoriosa ofensiva. LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS Para los revolucionarios no hay tiempo que perder. La actividad, energía y resolución en el cumplimiento de nuestras tareas preparatorias, adquiere en estos momentos importancia estratégica. El grado de preparación, la consistencia, unidad y claridad de objetivos que logren las fuerzas revolucionarias y progresistas en los próximos meses de preparación, será determinante en el curso posterior de los acontecimientos. Esas tareas de preparación comprenden los siguientes aspectos: 1. Impulsar una amplia movilización por la libertad de los combatientes y demás presos políticos y sociales, por la derogación de toda la legislación represiva, por una amplia legalidad para todos los partidos y la prensa de izquierda, por la investigación de los hechos de Trelew y el juzgamiento de los responsables de los fusilamientos. 2. Luchar por las reivindicaciones inmediatas de las masas por aumentos de jornales, contra el alza del costo de la vida, contra la desocupación y los despidos, contra las camarillas sindicales burocráticas. 3. Fortalecer y ampliar las unidades guerrilleras mediante la multiplicación de las acciones pequeñas y medianas íntimamente ligadas a la lucha de las masas, y el estrechamiento de vínculos entre las distintas organizaciones armadas, 293

Mario Roberto Santucho

en camino hacia la unidad. 4. Establecer y ampliar estrechos vínculos fraternales entre todas las organizaciones políticas obreras, populares y progresistas. Eliminar roces e impulsar un trabajo unitario en torno a los puntos de convergencia frente al enemigo común. 5. Contrarrestar la propaganda contrarrevolucionaria en el seno de las FFAA dirigiéndose fundamentalmente a los soldados conscriptos. 6. Promover y desarrollar la total independencia de la clase obrera respecto a todo intento burgués de integración y/o conciliación de clases, y permanecer abiertos al apoyo crítico activo a cualquier medida progresista que pudiera insinuar el gobierno peronista. Avanzar prioritariamente en la construcción y desarrollo del partido marxista-leninista en torno a nuestro Partido.

RESOLUCIONES DEL COMITÉ EJECUTIVO de ABRIL de 1973 RESOLUCIÓN SOBRE ACTITUD FRENTE AL GOBIERNO 1. - Tanto por su programa, como por los intereses de clases que representan los partidos del FREJULI y la mayor parte de los candidatos electos por ellos, el próximo gobierno parlamentario Cámpora-Solano Lima representará los intereses de la burguesía y del régimen capitalista argentino y orientará sus esfuerzos, en una primera etapa, a calmar con engaños a las masas y su vanguardia con el fin de detener el profundo proceso revolucionario en marcha en nuestra patria. 2. - Los sectores burgueses del FREJULI, hegemónicos en el gobierno, centrarán su política contrarrevolucionaria en el intento de dividir y aislar a las fuerzas revolucionarias y progresistas para abrir la posibilidad de su destrucción física por los militares. En ese plan se servirán como caballito de batalla de las consignas burguesas: “unidad del peronismo y demás fuerzas nacionales”; “toda organización de vanguardia de izquierda o de derecha que no apoye al gobierno o que critique a sectores del movimiento nacional es de hecho contrarrevolucionaria” y otras consignas similares. Emprenderán en esta dirección una activísima campaña maccarthista, anticomunista, dirigida en primer lugar contra nuestra organización y otras organizaciones marxistas independientes frente al gobierno. 3. - Sin embargo, este gobierno parlamentario no gozará de la total con294

Sus editoriales y escritos estratégicos

fianza de los militares, que lo han aceptado como mal menor y como transición para intentar detener el avance de las fuerzas revolucionarias principalmente de las organizaciones guerrilleras. El golpe militar permanecerá latente incrementándose las intenciones golpistas en proporción directa con la ampliación de la movilización de las masas. 4. - En su campaña electoral el FEJULI levantó puntos muy sentidos por las masas, en primer lugar la libertad a los combatientes y demás presos políticos, reapertura de relaciones con Cuba y Vietnam del Norte y Corea del Norte y algunos de sus candidatos anunciaron veladamente la posibilidad de la adopción de algunas medidas progresistas que aunque no tienen un contenido revolucionario, pueden perjudicar los intereses del imperialismo (nacionalización de la banca y del comercio exterior, por ej.). Los revolucionarios deben luchar en primera fila por la concreción de esas medidas apoyando activamente y alentando las iniciativas progresistas que puedan surgir de sectores del gobierno. 5. - Para frenar la enérgica lucha reivindicativa de las masas y constreñirlas a los límites del sistema, ensayarán una política gremial de conciliación de clases, combinando concesiones con represión y buscando canalizar y resolver todos los conflictos vía el Ministerio de Trabajo. Necesitarán para ello reforzar considerablemente la fuerza efectiva de la burocracia sindical en el seno del movimiento obrero. 6. - El gobierno Cámpora-Solano Lima contará en una primera etapa con la relativa confianza de las masas, sometidas circunstancialmente a la engañosa esperanza de una solución a los graves problemas del país. Es obligatorio para los revolucionarios una intensa prédica educativa que explique incansablemente los límites de los programas burgueses y abra a importantes sectores hacia expectativas socialistas revolucionarias. 7. - En el seno del gobierno peronista-frondizista y de los partidos que lo integran ha de desarrollarse una intensa lucha interna protagonizada fundamentalmente por los sectores revolucionarios y progresistas del peronismo, que aunque en minoría, batallarán consecuentemente por un programa y medidas verdaderamente antiimperialistas y revolucionarias. Los marxistas-leninistas debemos apoyar activamente estos sectores en su lucha insistiendo en la unidad de las organizaciones y sectores progresistas y revolucionarios peronistas y no peronistas, tanto en la movilización de las masas por sus reivindicaciones como en la preparación para la próxima e inevitable etapa de nuevos y más serios enfrentamientos entre el pueblo y la burguesía. Por todas estas consideraciones el Comité Ejecutivo del PRT resuelve: 1°- Mantener una total independencia ante el próximo gobierno parlamentario. Desenmascarar todos sus esfuerzos por aislar a las corrientes progresistas 295

Mario Roberto Santucho

y revolucionarias. Recordar y explicar el carácter capitalista del gobierno y la imposibilidad de llegar sin salirse del capitalismo a verdaderas soluciones a los problemas de nuestra Patria y nuestro pueblo. Explicar pacientemente a las masas, que creen engañosamente en la posibilidad de una solución peronista, de tercera posición, que ella es imposible como lo señala la experiencia y que no hay otra salida para nuestro país que una revolución verdadera, profunda, socialista, que acabe con el capitalismo en la Argentina, liquide el ejército opresor y elimine la explotación del hombre por el hombre. 2°- Alentar y apoyar y participar en primera línea en la movilización obrera y popular por el cumplimiento de las promesas gubernamentales, por la libertad de los combatientes, el establecimiento de relaciones con Cuba, Vietnam del Norte y Corea del Norte y fundamentalmente por las reivindicaciones inmediatas de las masas, por la elevación de su nivel de vida, etc. 3°- Apoyar activamente y alentar todos los esfuerzos del peronismo progresista y revolucionario por imponer la realización de un programa avanzado por el gobierno; establecer en el curso de la lucha estrechos vínculos entre todos los sectores progresistas y revolucionarios de nuestro pueblo, incluidos los peronistas. En caso de golpe militar, colocarse hombro con hombro con el peronismo progresista y revolucionario para enfrentar cualquier intento de restablecer la Dictadura Militar. RESOLUCIÓN SOBRE SINDICAL Considerando Que la instauración del gobierno parlamentario Cámpora-Solano Lima alentará las luchas de las masas por sus reivindicaciones inmediatas, en primer lugar por aumentos de jornales, contra la represión y superexplotación en fábrica, en una palabra por la mejoría de sus condiciones de vida y de trabajo. Que dicho gobierno con la colaboración de la burocracia sindical intentará detener esas movilizaciones, desviarlas hacia tratativas, hacia la “conciliación del capital y el trabajo”, una política de engaño en perjuicio de los trabajadores. Que con ese objeto la burocracia sindical apoyada por las empresas y por el gobierno y utilizando la “camiseta” peronista desarrollará una agresiva campaña ideológica, política y represiva contra las corrientes clasistas y revolucionarias del movimiento obrero y contra todo activismo progresista. Que la existencia de diputados progresistas y de una tendencia progresista y revolucionaria en el seno del peronismo y del gobierno ofrecerá por otra parte condiciones para luchar por la más amplia democracia sindical, contra la burocracia y encontrar puntos de apoyo en el seno del mismo gobierno para el 296

Sus editoriales y escritos estratégicos

impulso a la movilización de las masas. Que de esta manera debe preverse como característica fundamental del movimiento sindical durante los primeros meses del nuevo gobierno la compleja combinación y coexistencia entre la ofensiva burocrática y gubernamental contra la vanguardia clasista y la movilización de masas y la existencia de condiciones favorables para defenderse de esa ofensiva con puntos de apoyo en el propio gobierno, todo enmarcado por una poderosa tendencia de las masas hacia la movilización enérgica contra las patronales y la burocracia sindical. El CE del PRT resuelve: 1°- Luchar por la independencia del movimiento sindical frente al gobierno parlamentario Cámpora-Solano Lima y su Ministerio de Trabajo. 2°- Impulsar y apoyar enérgicamente la lucha y movilización de los trabajadores por sus reivindicaciones inmediatas. 3°- Hacer frente con firmeza e inteligencia a la ofensiva ideológica y propagandística de la burocracia, cuyo carácter maccarthista, anticomunista debe ser enfrentada con la más amplia y eficiente propaganda socialista. 4°- Promover un amplio frente antiburocrático legal, que aproveche al máximo las posibilidades legales y ofrezca nacionalmente firme resistencia a la ofensiva burocrática y gubernamental contra el clasismo. 5°- Mantener y continuar desarrollando, en frente con otras corrientes afines, la Tendencia Obrera Revolucionaria, de carácter clandestino, con un programa por la guerra y el socialismo, a nivel fabril, local, provincial y nacional. RESOLUCIÓN SOBRE TRABAJO LEGAL Considerando: Que el triunfo del FREJULI y el compromiso público hecho por la Dictadura Militar de entregar el gobierno a la vez que confirma plenamente las previsiones de nuestro Partido, amplía las posibilidades del trabajo legal. Que los candidatos del FREJULI han basado su demagógica campaña en distintas promesas entre las que están las reivindicaciones democráticas. Que un amplio movimiento legal es una organización de carácter estratégico e imprescindible para el desarrollo y triunfo de la guerra revolucionaria. Dicho movimiento legal debe nuclear en su seno a más amplias masas antiimperialistas. Que nuestra actividad legal realizada hasta el momento se caracterizó por el sectarismo, salvo excepciones, lo que perjudicó la masividad de los Comités. Que esos errores han sido comprendidos y que la organización avanza con 297

Mario Roberto Santucho

firmeza hacia su superación, lo que nos coloca en condiciones de impulsar correctamente la tarea. El CE del PRT resuelve: 1°- Luchar enérgicamente por la consolidación y desarrollo del frente antiimperialista en común con los sectores progresistas y revolucionarios pertenecientes a otras organizaciones e independientes sobre la base de la lucha por las libertades democráticas y el socialismo. 2°- Impulsar en el seno del Frente la participación activa en los problemas inmediatos de los trabajadores ayudando desde la primera fila a la solución de los mismos. 3°- Centrar la actividad en el período que se abre en la movilización popular por: a) Libertad de todos los combatientes y demás presos políticos; b) Derogación de las leyes represivas; c) Legalidad a todas las organizaciones políticas de izquierda y a la prensa de izquierda; d) Aumento del salario real; 4°- Encarar la actividad a través de la plena identificación de los activistas del Frente con los sectores donde existen los Comités; 5°- Tener en cuenta en forma permanente la realización de esfuerzos por integrar como activistas a los mejores representantes de las barriadas y fábricas y no impresionarse con los acuerdos hechos a nivel de superestructura con otros grupos u organizaciones, los cuales corresponden, pero sobre la base de la participación de las masas en el frente. 6°- Ser extremadamente cuidadosos con las críticas a personas de otras organizaciones o partidos, haciéndolas en el momento oportuno y cuando no signifique la ruptura de la unidad por la base, a la vez que sirva para elevar la conciencia de la gente. RESOLUCIÓN SOBRE OPERACIONES MILITARES 1. - La asunción del gobierno parlamentario, que no será un gobierno antiimperialista consecuente, no constituye un cambio cualitativo en la situación política nacional. El gran capital imperialista y nacional mantendrá su predominio de clase y continuará explotando a los trabajadores. El Ejército opresor conservará la hegemonía militar; los burócratas sindicales continuarán traicionando a la clase obrera; los campesinos y el pueblo en general permanecerán en la postergación, el sufrimiento, sometidos a la injusticia cotidiana del sistema, 298

Sus editoriales y escritos estratégicos

pasando hambre y toda clase de necesidades, mientras la burguesía derrocha a manos llenas y los empresarios políticos y burócratas llenan sus bolsillos. 2. - No se debe desconocer, sin embargo, que Cámpora-Solano Lima fueron elegidos por el voto popular y representan en consecuencia la voluntad de amplios sectores de las masas. 3. - Debe ser considerado así mismo el caso particular de los policías que teóricamente estarían subordinados al Ministerio del Interior y a los Ministerios de Gobierno provinciales, es decir, que deberían depender del gobierno parlamentario, pero vienen actuando bajo la dirección del Ejército en los ataques contra las unidades guerrilleras. Por todo ello el CE del PRT resuelve: 1°- En las condiciones del nuevo gobierno parlamentario las unidades guerrilleras del ERP continuarán operando activamente en defensa del nivel de vida y las reivindicaciones de la clase obrera y el pueblo y contra el ejército opresor y sus agentes. 2°- En consideración a que el gobierno de Cámpora es un gobierno elegido por el voto popular, las operaciones de propaganda armada del ERP no estarán dirigidas contra él sino contra los pilares del régimen reaccionario, las empresas y el ejército opresor. 3°- Respecto a la policía federal y provincial, el ERP suspenderá todo ataque a sus miembros, a sus unidades y locales, siempre y cuando la policía no colabore con el ejército opresor en los ataques a las movilizaciones de masas, ni a las organizaciones guerrilleras. 4°- Se exceptúa de la anterior disposición a los torturadores, los que no serán amnistiados por la justicia popular. RESOLUCIÓN SOBRE TRABAJO EN EL EJÉRCITO 1. El mando militar enemigo se apresta activamente a incrementar su actividad contraguerrillera. Como parte de ese esfuerzo desarrolla una constante campaña anticomunista y antiguerrillera de carácter política y psicológica entre los miles de soldados conscriptos que año a año se incorporan a cumplir el servicio militar obligatorio. 2. El sistema de conscripción anual es un verdadero talón de Aquiles del ejército enemigo, porque año a año se incorporan decenas de miles de jóvenes obreros, campesinos y estudiantes que vienen de una reciente experiencia de sufrimiento y en algunos casos de lucha que los hace permeables a ideas y posiciones progresistas y revolucionarias. La mayoría de ese per299

Mario Roberto Santucho

sonal proviene del campo y su grado de politización es en general bajo, por lo que puede caer con facilidad bajo una fuerte influencia ideológica, moral y disciplinaria del enemigo que cuenta para ello con efectivos recursos psicológicos y orgánicos. 3. En la perspectiva de la agudización de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo adquiere importancia excepcional, estratégica, el desarrollo de un amplio trabajo propagandístico y agitativo dirigido a los soldados conscriptos, que combata la propaganda enemiga y tienda a neutralizar y ganar a los soldados, anulándolos como fuerza represiva en un primer momento y convirtiéndolos después en activos elementos revolucionarios. Por estas consideraciones el CE del PRT resuelve: 1°- Desarrollar una activa campaña de propaganda y agitación entre los soldados conscriptos, llamándolos a no tirar contra el pueblo ni participar en ningún tipo de agresión contra él. 2°- Llamar a todos los sectores progresistas y revolucionarios a realizar una amplia campaña de ese tipo para abarcar los más amplios sectores de soldados posibles. 3°- Alentar la deserción de soldados llamándolos a incorporarse en las filas del ERP. RESOLUCIÓN SOBRE FRENTE ÚNICO 1. La concreción del GAN, con el gobierno parlamentario sometido al condicionamiento militar, constituye un claro plan de la burguesía para frenar y/o desviar al proceso revolucionario en marcha en nuestra Patria. La esencia de dicho plan es el de ganar aliados para la política burguesa y aislar de las masas a la vanguardia revolucionaria. En la base de ese plan se ubica el acuerdo tácito entre los políticos burgueses y la casta militar, la convergencia de su política de salvación del capitalismo mediante el retorno al parlamentarismo. Ya instalado el gobierno parlamentario el paso siguiente es la combinación entre una peligrosa campaña anticomunista por parte del gobierno y el recrudecimiento de la actividad antiguerrillera de las FFAA contrarrevolucionarias. Así se intentará aislar a la vanguardia revolucionaria y a la izquierda en general para poder destruirla con golpes represivos. 2. A esa política de la burguesía las fuerzas revolucionarias y progresistas, el conjunto de la izquierda, peronistas y no peronistas, debe oponer su unidad, el estrechamiento de lazos, un frente común para luchar eficazmente contra la ofensiva político ideológica y contra la represión, evitar el 300

Sus editoriales y escritos estratégicos

aislamiento y garantizar la continuidad de la lucha revolucionaria de la clase obrera y el pueblo argentino. Por ello el CE del PRT resuelve: 1. Llamar a toda la izquierda, a todas las organizaciones obreras y populares, progresistas y revolucionarias a estrechar filas, apoyarse mutuamente, ofrecer un organizado frente común a la ofensiva política ideológica y militar de la burguesía. 2. Declarar que nuestro Partido está abierto para desarrollar activas relaciones fraternales, a nivel de base y de dirección, con todas las organizaciones políticas, obreras y populares, progresistas y revolucionarias, para librar en común la lucha contra el maccarthismo y contra la represión.

RESPUESTA AL PRESIDENTE CÁMPORA. Mayo de 1973 Porqué el EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO No Dejará de Combatir El gobierno que el Dr. Cámpora presidirá representa la voluntad popular. Respetuosos de esa voluntad, nuestra organización no atacará al nuevo gobierno mientras éste no ataque al pueblo ni a la guerrilla. Nuestra organización seguirá combatiendo militarmente a las empresas y a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Pero no dirigirá sus ataques contra las instituciones gubernamentales ni contra ningún miembro del gobierno del Presidente Cámpora. En cuanto a la policía, que supuestamente depende del Poder Ejecutivo, aunque estos últimos años ha actuado como activo auxiliar del ejército opresor, el ERP suspenderá los ataques contra ella a partir del 25 de mayo y no la atacará mientras ella permanezca neutral, mientras no colabore con el ejército en la persecución de la guerrilla y en la represión a las manifestaciones populares. Tal es la posición de nuestra organización, que ahora anunciamos públicamente y que difiere de las expectativas del Presidente electo. En efecto, el Presidente Cámpora en recientes declaraciones a pedido a la guerrilla una tregua para “comprobar o no si estamos en la senda de la liberación y vamos a lograr nuestras objetivos”. Este pedido surgió como con301

Mario Roberto Santucho

secuencia de varias acciones de la guerrilla, entre ellas el secuestro de Áleman y el ajusticiamiento de Iribarren. Se entiende entonces que el pedido del Presidente Cámpora implica la suspensión total del accionar guerrillero, incluidas las acciones contra el ejército y contra las grandes empresas explotadoras. ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS Para dar nuestra respuesta a ésta declaración, para comprender la actitud que nuestra organización ha resuelto adoptar a partir del 25 de mayo, necesitamos recordar al Presidente Cámpora algunos antecedentes de la política nacional. En setiembre de 1955 la dirección del movimiento político que el Presidente Cámpora representa aconsejó al pueblo “no derramar sangre”, “evitar la guerra civil”, “esperar”. Los militares aprovecharon la desorganización y desorientación de la clase obrera y el pueblo para golpear duro, avasallar las organizaciones populares. La única sangre que no se derramó fue la de los oligarcas y de los capitalistas. El pueblo, en cambio, vio morir masacrados y fusilados a decenas y decenas de sus mejores hijos. En 1958 la dirección de la organización política que el Presidente Cámpora representa aconsejó al pueblo votar a la fórmula radical de Frondizi y dar un crédito a este gobernante y su equipo para cumplir con su programa de “liberación nacional”. El pueblo siguió este consejo y el resultado es por todos conocidos. Frondizi prometió terminar con la dependencia y en realidad dio vía libre al ejército para con el plan CONINTES aplastar la heroica resistencia peronista. Frondizi prometió entregar democráticamente las organizaciones obreras intervenidas a sus verdaderos dirigentes y en realidad las entregó a la burocracia traidora y lanzó una bárbara represión contra el activismo clasista y antipatronal en fábrica, barriendo a gran parte de los dirigentes combativos en gran medida con la ayuda de la “camiseta peronista” agitada por Vandor como ahora lo hace Rucci, para engañar a las masas y desplazar a los dirigentes y activistas leales a su clase. En 1966, poco después del 28 de junio la dirección del movimiento político que el Presidente Cámpora representa pidió al pueblo “desensillar hasta que aclare”, dejar accionar al nuevo gobierno militar de Onganía para ver si cumplía con la “Revolución Nacional” anunciada. Los Rucci de aquella época, Vandor, Alonso, Taccone y Cía, no vacilaron en apoyar abiertamente a la Dictadura Militar, acompañaron a Onganía en su viaje a Tucumán, el 9 de julio de 1966, despertando y alentando esperanzas en amplios sectores de las masas. Onganía, el Ejército y las patronales aprovecharon esta tregua para 302

Sus editoriales y escritos estratégicos

lanzarse bárbaramente a reprimir al pueblo, a descabezarlo, a liquidar la nueva dirección revolucionaria que comenzaba a surgir. Hoy, de la misma manera, Ud., Presidente Cámpora, pide a la guerrilla una tregua. La experiencia nos indica que no puede haber tregua con los enemigos de la Patria, con los explotadores, con el ejército opresor y las empresas capitalistas expoliadoras. Que detener o disminuir la lucha es permitirles reorganizarse y pasar a la ofensiva. Hoy, ya no estamos dispuestos a ser engañados una vez más, ni estamos dispuestos a contribuir con el engaño que se prepara contra nuestro pueblo. Ud. Presidente Cámpora, habla en su discurso del 8 del corriente de “unidad nacional”. Entre otros conceptos habla de constituir entre “pueblo y FFAA una unidad indestructible ante cualquier asechanza”. Hablar de unidad nacional entre el ejército opresor y los oprimidos, entre los empresarios explotadores y los obreros y empleados explotados, entre los oligarcas dueños de campos y hacienda y los peones desposeídos, es como encerrar en una misma pieza al lobo y las ovejas recomendándoles a ambos mantener buena conducta. Si Ud. Presidente Cámpora quiere verdaderamente la liberación debería sumarse valientemente a la lucha popular: en el terreno militar armar el brazo del pueblo, favorecer el desarrollo del ejército popular revolucionario que está naciendo a partir de la guerrilla y alejarse de los López Aufranc, los Carcagno y Cía., que lo están rodeando para utilizarlo contra el pueblo, en el terreno sindical debe enfrentar a los burócratas traidores que tiene a su lado y favorecer decididamente el desarrollo de la nueva dirección sindical clasista y combativa que surgió en estos años de heroica lucha antipatronal y antidictatorial, enfrentada a la burocracia cegetista; en el terreno económico realizar la reforma agraria, expropiar a la oligarquía terrateniente y poner las estancias en manos del Estado y de los trabajadores agrarios; expropiar para el Estado toda gran industria, tanto la de capital norteamericano como europeo y también el gran capital argentino, colocando las empresas bajo administración obrero-estatal, estatizar todos los bancos de capital privado, tanto los de capital imperialista como de la gran burguesía argentina. Pero este programa está muy lejos de las intenciones y posibilidades de vuestro gobierno. Tanto por quienes lo integran, como por el programa y los métodos, vuestro gobierno no podrá dar ningún paso efectivo hacia la liberación nacional y social de nuestra Patria y de nuestro Pueblo. Eso lo sabe Ud. tan bien como nosotros. Ud. sabe que no entra en los propósitos del nuevo gobierno parlamentario ni desarmar al ejército opresor, ni terminar con la oligarquía terrateniente, ni con el gran capital explotador tanto imperialista como nacional. Al contrario, en este último aspecto, por 303

Mario Roberto Santucho

ejemplo, se habla de grandes radicaciones de capitales europeos. Nadie que quiera verdaderamente la liberación de nuestra Patria puede pensar en seguir hipotecándola y entregándola a la voracidad del capital imperialista. Frondizi, sin ir más lejos, anunció también que grandes “radicaciones” de capital serían beneficiosas para la economía nacional y ya conocemos los resultados. ¿O acaso el Presidente Cámpora ignora lo que los obreros de Fíat han señalado reiteradamente, que el capital imperialista italiano es tanto o más explotador que el yanki? ¿Acaso el Presidente Cámpora ignora que debido al alto grado de entrelazamiento del capitalismo mundial, las palancas de las grandes empresas europeas se mueven en general desde Norteamérica? En estas circunstancias, llamar a la tregua a las fuerzas revolucionarias es, por lo menos, un gran error. Por el contrario, los verdaderos intereses de la clase obrera y el pueblo exigen redoblar la lucha en todos los terrenos, intensificar la movilización de las masas, intensificar las operaciones guerrilleras, incorporar a la lucha a sectores cada vez más amplios de las masas. Dar tregua en estos momentos al enemigo es darle tiempo para preparar una contraofensiva que entre otras cosas, en cuanto deje de convenirle, barrerá sin contemplaciones el nuevo gobierno parlamentario. Es necesario, más necesario que nunca, continuar hostigando al gran capital expoliador y al ejército opresor, sostén del injusto régimen capitalista, desarrollando al máximo todo el inmenso potencial combativo de nuestro pueblo. La batalla por la liberación que ha comenzado, está muy lejos de terminar. Sólo hemos dado nuestros primeros pasos y así lo entiende nuestro pueblo. Los elementos antipopulares con López Aufranc y Lanusse a la cabeza, incluidos dirigentes peronistas burgueses, pretenden confundir dando a la elección del 11 de marzo un carácter de culminación de un proceso y sostienen la mentira de que el pueblo votó por la pacificación. Todos sabemos que eso es falso, que el pueblo votó por la liberación de los combatientes, contra la Dictadura Militar opresora. NO DAR TREGUA AL ENEMIGO Por lo antedicho, el ERP hace un llamado al Presidente Cámpora, a los miembros del nuevo gobierno y a la clase obrera y el pueblo en general a no dar tregua al enemigo. Todo aquel que manifestándose parte del campo popular intente detener o desviar la lucha obrera y popular en sus distintas manifestaciones armadas y no armadas con el pretexto de la tregua y otras argumentaciones, debe ser considerado un agente del enemigo, traidor a la lucha popular, negociador de la sangre derramada.

304

Sus editoriales y escritos estratégicos

¡Ninguna tregua al ejército opresor! ¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras! ¡Libertad inmediata a los combatientes de la Libertad! ¡Fuera la legislación represiva y total libertad a la expresión y organización del pueblo! ¡Por la unidad de las organizaciones armadas! ¡A vencer o morir por la Argentina! EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO Comité Militar Nacional

305

Sus editoriales y escritos estratégicos

S E G U N DA PA RT E

Los editoriales firmados por Santucho

307

Sus editoriales y escritos estratégicos

La casi totalidad de esta segunda parte está compuesta por los editoriales de El Combatiente firmados por Santucho. No podemos establecer con exactitud el primero de ellos pero, estimamos, ha sido en el número 80 aparecido los primeros días de julio de 1973. El último corresponde al número 225, del 21 de julio de 1976, y como no existió el número 177, suman un total de 145 números. Nos faltan 15 ejemplares. De los 130 editoriales que tenemos, Santucho firmó 76, es decir, el 58 %. Por estos datos estimamos que faltan alrededor de 9 editoriales del período considerado. Esos 76 editoriales, tres cartas, Poder Burgués y Poder Revolucionario y “Las tareas centrales del Partido” ambos Resoluciones del CC de septiembre de 1974, las Resoluciones de los otros dos CC del período, una Declaración del CE, una nota teórica y dos notas informativas, consideramos, son ampliamente representativos del pensamiento del Secretario General del PRT y Comandante Jefe del ERP.

309

Sus editoriales y escritos estratégicos

5. Santucho rompe con las escrituras… y acierta desde el 25 de mayo al 5 de septiembre de 1973

Editorial de El Combatiente N° 81. Lunes 16 de julio de 1973 UNIDAD OBRERA Y POPULAR CONTRA EL IMPERIALISMO Y SUS AGENTES Texto leído en la Conferencia de prensa del PRT por Mario Roberto Santucho La aspiración de nuestro pueblo y la necesidad de nuestra patria es avanzar en el proceso revolucionario iniciado en el Cordobazo antidictatorial del 29 de mayo de 1969, hacia la liberación nacional de nuestra patria y la liberación social de nuestro pueblo trabajador. En ese sentido se pronunció la clase obrera y el pueblo argentino en años de enérgica lucha contra la Dictadura Militar, en el Cordobazo, en el Rosariazo, en el Viborazo, en el Mendozazo, en el Tucumanazo, en centenares de huelgas y manifestaciones, en centenares de acciones guerrilleras. Incluso, deformadamente, en las condicionadas elecciones del 11 de Marzo, y más recientemente en la jornada de liberación de los combatientes frente a Villa Devoto, en las centenares de ocupaciones de fábricas y decenas de acciones guerrilleras de las últimas semanas, en la tónica de la gran movilización del 20 de Junio. Avanzar en el proceso revolucionario bajo el actual gobierno parlamentario, avanzar hacia la liberación nacional y social, es movilizar ampliamente a las masas, continuar la lucha contra las empresas imperialistas y del gran capital, atacar las raíces de la dependencia estatizando las grandes empresas, realizando una profunda reforma agraria, desarmando al ejército opresor y armando al pueblo. ¿Cumple el gobierno parlamentario con el pueblo? ¿Satisface las aspiraciones de la clase obrera y todo el pueblo argentino? Cada día es más evidente 311

Mario Roberto Santucho

que no. Por el contrario, el gobierno del Presidente Cámpora se coloca cada vez más claramente al lado de los explotadores y los opresores, junto a los enemigos del pueblo y de la nación argentina, y se apresta a reprimir más aún, ya ha comenzado a organizar la represión sangrienta contra el pueblo. En el terreno de la economía, en lugar de elevar el nivel de vida de las masas trabajadoras, y hacer pagar la crisis a los capitalistas y reorganizar la economía bajo el control y administración de los trabajadores, intenta a través del “pacto social” maniatar a los obreros y dar vía libre a los empresarios para un enriquecimiento más rápido. El plan de la CGE, calurosamente apoyado por la UIA y demás organizaciones del gran capital por el imperialismo yanki que lo considera el mejor plan de los últimos gobiernos, por el imperialismo europeo, es un plan abiertamente antiobrero que intenta “reconstruir” los bolsillos capitalistas multiplicando el esfuerzo de los trabajadores. En el terreno político, desde el Ministerio de Bienestar Social, convertido en cuartel general de la CIA, el gobierno organiza bandas fascistas para reprimir a las fuerzas revolucionarias. En este sentido es nuestro deber de revolucionarios denunciar que el sorpresivo y feroz ataque perpetrado contra los sectores revolucionarios del peronismo el 20 de junio en el acto de la Avda. Richieri, con un mínimo de 25 muertos, fue perfectamente planificado, organizado y ejecutado desde el Ministerio de Bienestar Social, bajo la inmediata dirección del torturador Osinde y otros notorios agentes del imperialismo yanki. Por estas medidas económicas y políticas el gobierno del FREJULI ha recibido el entusiasta respaldo de todo lo antinacional y antipopular, de la UIA, del imperialismo yanki y europeo, de personajes tan nefastos como Álvaro Alsogaray, de los militares opresores, y ha dejado sorprendidas y preocupadas a las amplias masas que lo apoyaron con su voto. Los recientes pronunciamientos gubernamentales, en especial el mensaje de Cámpora del 25 de Junio y la decisión de reprimir las ocupaciones de fábricas y la tenencia de armas y explosivos, sumados a los planes económicos y políticos del gobierno significan una traición a la voluntad popular, al mandato recibido, y colocan al nuevo gobierno a sólo un mes de su instalación a un paso de la “ilegalidad revolucionaria”. Este gobierno, mientras arma hasta los dientes a los fascistas, se atreve a intentar desarmar a los revolucionarios; mientras favorece sin rubores al gran capital intenta mantener a la clase obrera en la explotación, en el sufrimiento y el sacrificio, difundiendo la consigna contrarrevolucionaria “de la casa al trabajo y del trabajo a casa”, para impedir la participación del pueblo argentino en la política nacional; mientras se abraza con los militares contrarrevolucionarios, se prepara a atacar junto con ellos a la guerrilla y al pueblo. Alentados por las medidas del Gobierno, las 312

Sus editoriales y escritos estratégicos

FFAA contrarrevolucionarias y las bandas fascistas que ellos contribuyen a armar y organizar, se preparan activamente, se fortalecen y reorganizan y ya han comenzado su contraofensiva antipopular y antiguerrillera. El Presidente Cámpora pide tiempo y tranquilidad y es claro hoy día cómo utiliza este gobierno su tiempo, para unirse más a los explotadores y opresores y prepara el engaño y la represión del pueblo. Pero todos los intentos, todas las traiciones de estos enemigos del pueblo argentino y de la patria, fracasarán, encontrarán en su camino el infranqueable obstáculo de nuestro heroico y valiente pueblo que sabrá enfrentar a sus enemigos con energía e inteligencia, con mayor fuerza y eficacia aún que en el período de la Dictadura Militar. Las decenas y decenas de héroes del pueblo que dieron generosamente su vida en la dura lucha antidictatorial y las decenas de héroes populares que cayeron bajo las balas militares y fascistas en este primer mes de gobierno parlamentario, no serán olvidados, y su ejemplo alentará y guiará a los miles y miles de revolucionarios que nuestro pueblo destacará a las primeras filas del combate actual, por el camino de la guerra revolucionaria hacia el poder obrero y popular, socialista, hacia la verdadera liberación nacional y social. No hemos temido a la Dictadura Militar, no tememos a las bandas fascistas, no tememos al ejército contrarrevolucionario, ni tememos a los políticos traidores y farsantes que se ocultaron en el momento de la lucha y hoy quieren engañar, dividir y destruir las fuerzas revolucionarias del pueblo argentino. El gobierno del Presidente Cámpora está dando un paso trascendental, el de pasar a la represión popular. Si se atreve a hacerlo, cediendo a las presiones reaccionarias, se colocará sin duda en completa ilegalidad, constituyendo esa medida un verdadero golpe de estado contra la voluntad popular. Desde ese mismo momento encontrará a la clase obrera y al pueblo argentinos, a su frente en la fábrica y en el parlamento, en el barrio y en el campo y en la Universidad unido y organizado, y en primera fila estará nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y nuestra organización guerrillera el Ejército Revolucionario del Pueblo, junto a las demás organizaciones de vanguardia. ¡GLORIA A LOS HÉROES DE TRELEW! ¡UNIDAD OBRERA Y POPULAR CONTRA EL IMPERIALISMO Y SUS AGENTES! ¡A VENCER O MORIR POR LA ARGENTINA!

313

Mario Roberto Santucho

Editoriales de El Combatiente N° 82 a 85, del 20 de julio al 10 de agosto de 1973 LAS DEFINICIONES DEL PERONISMO Y LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS Mario Roberto Santucho INTRODUCCIÓN El 13 de julio de 1973, a sólo 48 días de haber asumido el gobierno después de un largo y conflictivo proceso electoral, el Presidente Héctor J. Cámpora y el Vicepresidente Solano Lima, renunciaron sorpresivamente a sus respectivos cargos. Este hecho, caracterizado con justeza por el Partido Revolucionario de los Trabajadores como un autogolpe contrarrevolucionario, marcó el decidido viraje a la derecha del gobierno peronista, viraje que ya se venía insinuando dramáticamente desde el 20 de junio. El presente folleto analiza la política nacional a partir del autogolpe y está integrado por una serie de artículos publicados como editoriales, por el autor, en los números 82, 83, 84 y 85 del semanario El Combatiente, órgano oficial del PRT a los que se agrega el capítulo “La Unidad Obrera y Popular”. Buenos Aires, agosto de 1973 El Autogolpe Contrarrevolucionario del 13 de Julio El Rol del General Perón La Unidad de la Burguesía La Unidad Obrera y Popular Las Últimas Definiciones EL AUTOGOLPE CONTRARREVOLUCIONARIO DEL 13 DE JULIO A menos de tres meses de la instalación del Gobierno Parlamentario, el pueblo argentino ve con preocupación y asombro que no se resuelven ni encaran los problemas fundamentales del país y que por el contrario, se afianza en el Gobierno y en el peronismo una línea contrarrevolucionaria, continuista, 314

Sus editoriales y escritos estratégicos

que sigue con la política antipopular y antinacional de la Dictadura Militar. El pueblo argentino ve con sorpresa y asombro que el presidente Cámpora, el Ministro Righi, todo un sector que tímidamente tendió a ceder a los reclamos y cumplir aunque sea en mínima parte con las promesas electorales, que se resistió, que se opuso, a los intentos represivos de la camarilla fascista de López Rega, es desplazado de un plumazo por un repentino autogolpe organizado en “palacio” sin la más mínima participación popular. La clase obrera y el pueblo argentino ve con indignación que los gestores de este autogolpe reaccionario son los odiados enemigos del pueblo, los Comandantes en Jefe con Carcagno a la cabeza, los burócratas sindicales traidores Rucci, Calabró y compañía, el siniestro personaje López Rega. La clase obrera y el pueblo argentino ven con asombro y preocupación que el General Perón avanza hacia el poder de la mano de los Carcagno, los Rucci, los López Rega, apartando de su lado los elementos menos corrompidos e ignorando por completo a las organizaciones armadas peronistas, al peronismo progresista y revolucionario, a las bases obreras y populares. Los trabajadores y el pueblo en general, que en su mayoría votó las listas del Frejuli en las recientes elecciones, pronunciándose contra la Dictadura Militar y albergando esperanzas en cambios revolucionarios, se pregunta qué pasa, a qué se debe la repentina amistad entre los militares y la dirección del movimiento peronista que hasta días antes de la elección parecían enemigos irreconciliables, a qué se debe la renuncia de Cámpora, de Righi, de Puig, a qué se debe el ataque abierto al Gobierno y la CGT de Córdoba, a qué se debe este nuevo llamado a elecciones. Desconfía de los teje y manejes, de las trenzas de la cúpula, pero no encuentra una clara respuesta. Quiere creer en Perón, en su disposición revolucionaria, en su patriotismo y amor al pueblo, pero los hechos obligan a dudar, a reflexionar, a plantearse cruciales interrogantes. Pero aún, trabado en su acción por la confusión, por las dudas y preocupaciones, por la sorpresa y el asombro, el pueblo argentino adquiere día a día más conciencia política, se esfuerza por comprender y actuar, por tomar en sus firmes manos los destinos de la patria, por encarar los gravísimos problemas del pueblo y del país, continúa su lucha y se orienta inexorablemente hacia la revolución, hacia la conciencia y la acción revolucionaria, hacia la realización de la verdadera revolución que salvará a nuestra patria y a nuestro pueblo, hacia la revolución socialista de liberación nacional y social que hará la dicha del pueblo argentino y conquistará un futuro de completa felicidad colectiva para las futuras generaciones. Verdaderas causas y características del autogolpe Nuestro partido, el PRT, dirección político-militar del ERP, consciente de sus responsabilidades revolucionarias, se ve en la necesidad de responder a las 315

Mario Roberto Santucho

inquietudes e interrogantes, plantear con toda crudeza y objetividad el verdadero significado del autogolpe y remontarse para ello a sus raíces. Aunque sabemos que hay muchos compañeros que aún no compartirán nuestros puntos de vista, se negarán a reconocer los hechos y conservarán esperanzas en Perón y el peronismo, asumimos la responsabilidad de plantear francamente los problemas de fondo y entre ellos el rol del General Perón en la actual política nacional. No queremos herir sentimientos, pero tampoco podemos ocultar cuestiones que son fundamentales para entender los actuales acontecimientos y guiar la acción obrera y popular en la dura lucha que afrontamos contra los enemigos del pueblo y de la patria. Como parte sustancial del Gran Acuerdo Nacional, el peronismo burgués y burocrático, se proponía defender hábilmente el sistema capitalista argentino de los embates del pueblo revolucionario, reorganizarlo y reconstruirlo, estabilizarlo y lograr un desarrollo capitalista que diera larga vida a este injusto sistema en nuestra patria. La forma de llevar adelante esa política fue claramente explicitada por Perón, Cámpora y otros dirigentes y consistía en lograr una tregua social, política y militar, que eliminara con engaños del escenario la lucha armada y no armada de la clase obrera y el pueblo, diera la ansiada estabilidad social que le permitiera reorganizar el capitalismo, atraer capital imperialista, mejorar parcialmente la situación económica, ganar así mayor crédito en las masas con algunas concesiones y pasar recién entonces al aislamiento y represión, a la destrucción de las fuerzas revolucionarias de nuestro pueblo, todo lo cual les permitiría lograr su objetivo de salvar el capitalismo. De ahí el llamado de Cámpora a la tregua, a la paz social, formulado poco después del 11 de Marzo y reiterado en varias oportunidades. Pero ese plan fracasó estrepitosamente antes de poder iniciarse su aplicación. La dirección peronista confiaba en que la clase obrera y el pueblo se dejaran engañar fácilmente y colaboraran en su propia infelicidad, en el fortalecimiento del poder de los capitalistas. Nuestro Partido en cambio confiaba en la decisión de lucha del pueblo, en su conciencia y combatividad, en su experiencia, y llamó a rechazar la tregua y continuar la lucha sin dejar de respetar el pronunciamiento popular. Ya desde el 11 de Marzo la dirección peronista esperaba la tregua; esa ilusión se disipó muy pronto. Confiaba en que a raíz del triunfo electoral, la guerrilla peronista suspendería sus operaciones, que las masas postergarían sus aspiraciones y aportarían sacrificadamente a la pacificación. Las cosas ocurrieron de otro modo y en lugar de suspensión hubo intensificación de las operaciones guerrilleras, la clase obrera y el pueblo dieron continuidad a su movilización y la dirección peronista por boca de Cámpora llamó nuevamente a la tregua y anunció que ella se concretaría sin falta a partir de la asunción del poder. 316

Sus editoriales y escritos estratégicos

La esperanza de la dirección peronista de lograrlo fueron bruscamente aventadas por las masas el mismo 25 de Mayo. Las masas en la calle chocaron con contingentes de las FFAA contrarrevolucionarias que intentaban desfilar para “santificar” el GAN y al costo de numerosos muertos y heridos abatidos por las balas de la represión, las masas obligaron a los odiados militares a volver y encerrarse en sus cuarteles. Ese mismo histórico día un importante contingente popular de 40.000 compañeros, rodeó la cárcel de Villa Devoto y exigió y obtuvo la inmediata libertad de todos los combatientes. Esta gloriosa conquista de las masas resultó un golpe mortal para el plan inicial del peronismo. Una carta importante que pensaban utilizar como elemento de negociación con nuestra organización, con el ERP, para lograr la suspensión de las operaciones guerrilleras, era precisamente la liberación de nuestros combatientes. Pero el pueblo movilizado destruyó ese plan y liberó, sin dar lugar a negociación alguna, a todos los combatientes de la libertad. Este histórico hecho y la ola de ocupaciones de fábrica, centros de trabajo y sindicatos, que siguió a la asunción del mando por Cámpora, convencieron a Perón que el engaño era imposible y debía cambiar de táctica para lograr los objetivos contrarrevolucionarios de reconstrucción nacional. Ese cambio de política está anunciado en sus declaraciones del día 29 de Mayo cuando comenta los hechos del 25 frente a Villa Devoto y dice: “Estamos cumpliendo un operativo que simplemente busca dejar sin razón de ser a algunos sectores de provocación que están todavía refugiados tanto en los centros gorilas como en los centros trotskIstas” y más adelante, comentando un telex de la Juventud Peronista que informa sobre los hechos de Devoto “aunque se hayan producido hechos como los que mencionan sin embargo es una buena experiencia para el futuro pues el control de esos grupos en nuevas concentraciones debe ser un objetivo a tener en cuenta”. (Declaraciones a periodistas de EFE publicadas en Clarín el 30 de Mayo de 1973). La movilización de las masas, el rotundo no a la propuesta de tregua, obliga pues a la dirección peronista a reelaborar sus planes, a archivar el proyecto de lograr la estabilización con el engaño, y pasar a la planificación de una ofensiva represiva y maccarthista inmediata contra las fuerzas progresistas y revolucionarias, consolidando simultáneamente sus ya estrechos lazos con las FFAA y los demás políticos burgueses. Esa ofensiva se inició con declaraciones maccarthistas y pasó brutalmente al terreno militar el 20 de Junio en la emboscada preparada por los hombres de Osinde contra las columnas de manifestantes encabezadas por las organizaciones armadas peronistas FAR y Montoneros. El torturador Osinde, Brito Lima y Norma Kennedy, responsables visibles de la agresión armada al pueblo, estuvieron con Perón días antes. Osinde regresó de Madrid después de largas 317

Mario Roberto Santucho

conversaciones con su líder, López Rega e inmediatamente se dedicó a organizar, apresuradamente, los grupos de choque, viéndose en la necesidad de reclutar policías en las comisarías de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Se supo que Osinde se movió abiertamente con vehículos de la Municipalidad de Bs. As. y del Ministerio de Bienestar Social, que pagó $ 150.000 por la “tarea” a los jefes de grupos reclutados, y que dispuso, entre otro armamento, de las armas de la Policía Federal pertenecientes a DIPA. Iniciada la ofensiva, los sectores más recalcitrantes de la derecha peronista intentaron extenderla rápidamente atacando al Ministro Righi -ajeno a la matanza- mediante el montaje de una serie de mentiras entre ellas que Righi estaba en combinación con el ERP. Pero esta línea no cuajó inmediatamente porque se encontró con fuerte resistencia de la izquierda peronista, que indignada por los hechos de Ezeiza, se movilizó enérgicamente y se dispuso a dar batalla. La dirección del peronismo presionó de inmediato a Cámpora y a Righi exigiendo y logrando un par de disposiciones represivas sobre ocupaciones de fábricas y tenencia de armas, a las que nuestra organización se opuso enérgicamente indicando que si el gobierno se atrevía a pasar a la represión contra el pueblo y la guerrilla, el pueblo y la guerrilla pasarían a la resistencia y se cancelaría también la tregua con el gobierno y la policía. La ofensiva de la derecha en el seno del gobierno fue resistida parcialmente dando lugar a una lucha sorda en distintos niveles gubernamentales, en el gabinete, en el parlamento, en el Partido Justicialista, en algunas gobernaciones provinciales. El Ministro Righi cedió sólo parcialmente y si bien promulgó la ley contra el armamento popular por cuya aplicación hay ya como mínimo seis combatientes prisioneros, cuatro de ellos del ERP, dio posteriormente una enérgica batalla en relación a la investigación de los hechos de Ezeiza, salió al paso en una conferencia de prensa a la crítica fascista defendiendo con firmeza la democracia y la libertad, en una palabra, mostró claramente su disposición a luchar, a no prestarse a una política represiva. El Presidente Cámpora a su vez, que venía también cediendo, dio una tónica correcta a su discurso del 9 de Julio ante las FFAA, dejando también bien claro que no sería fácil de manejar para una política de represión al pueblo. El Gobernador Ragone en Salta, motorizado y apoyado por el peronismo revolucionario, muy activo y claro en esa provincia, tuvo la valentía de aprobar la detención de 19 torturadores y someterlos a juicio criminal. Algunos compañeros nos han criticado diciendo que hemos atacado a Cámpora y a Righi y ahora los defendemos, que no los hemos diferenciado del peronismo reaccionario. No es así, nosotros diferenciamos siempre al peronismo progresista del contrarrevolucionario y precisamente nuestras críticas a Cámpora y a Righi, diferentes a las formuladas contra López Rega, Osinde, 318

Sus editoriales y escritos estratégicos

etc., se han producido en la medida que ellos cedían a las presiones derechistas y llamándolos siempre a no ceder y sumarse a la lucha obrera y popular. Por otra parte, nosotros como revolucionarios marxistas-leninistas que nos debemos a la clase obrera, no podemos apoyar sectores vacilantes, no podemos despertar esperanzas en políticos que no realicen una práctica revolucionaria. Coincidimos sí, con ellos en la defensa de la democracia y la libertad, pero no los defendemos ni apoyamos, siguiendo las enseñanzas leninistas de que un pilar de la educación revolucionaria es confiar únicamente en las auténticas fuerzas revolucionarias del proletariado y el pueblo y no confundirse por ningún demagogo, ningún vacilante, ningún partido ni dirigente que sólo prometa y ceda ante presiones y esté en todo momento bajo la influencia del enemigo. En tanto, al amparo de la democracia y la libertad conquistadas por la lucha popular, las fuerzas progresistas y revolucionarias iniciaron un vigoroso movimiento de desarrollo ganando numerosas batallas, recuperando sindicatos y comisiones internas, comenzando la coordinación y centralización nacional de las corrientes antiburocráticas, lanzándose hacia las masas con la propaganda, la agitación y la organización con resultados en extremo exitosos. El estado de ánimo de las masas, de inquietud e interés de apertura hacia las ideas socialistas, de elevada disposición combativa, facilitó el impetuoso progreso de las ideas y la organización progresista y revolucionaria en amplios sectores de las masas, en primer lugar en importantes sectores del proletariado fabril. Fue particularmente notable el avance del sindicalismo clasista que ganó rápidamente posiciones en sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados de importantes fábricas, vía la movilización de las bases, avance que se reflejó, en parte, en el entusiasta y combativo plenario nacional antiburocrático realizado el 8 de Julio en Córdoba. Asimismo, el rápido desarrollo organizativo del PRT y el ERP y el notable crecimiento de su influencia en amplias masas, no pasó desapercibido para la dirección burguesa del movimiento peronista ni para el ejército opresor. La crisis económica a la vez, no muestra síntomas de superación sino que por el contrario distintos indicadores como el déficit presupuestario, la crisis de los combustibles, el estancamiento de la producción automotriz, la carencia total de nuevas inversiones imperialistas, las dificultades en la comercialización de la excelente cosecha triguera, la presión de las masas por sustanciales mejoras en su nivel de vida, ponen en evidencia una vez más la imposibilidad de lograr bases económicas a corto y mediano plazo, para una política de conciliación de clases como la que aplicara el peronismo en 1945. Todos estos factores de inestabilidad, toda esta seria amenaza al capitalismo que constituye el comienzo del impetuoso despliegue de las poderosas fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo, es la causa inmediata del autogolpe contrarrevolucionario. Podemos por ello caracterizarlo como un 319

Mario Roberto Santucho

golpe del conjunto de la burguesía dirigido a frenar, a impedir, la acumulación de fuerzas en el campo revolucionario. EL ROL DEL GENERAL PERÓN Los compañeros de la izquierda peronista, principalmente de las organizaciones hermanas FAR y Montoneros, sostienen la tesis de que el General Perón es en realidad un líder revolucionario que en estos momentos es ajeno al autogolpe apoyado por la CIA, que los verdaderos responsables de la eliminación de Cámpora, Righi, etc., de los hechos de Ezeiza, en una palabra, de la actual ofensiva contrarrevolucionaria, son López Rega, Osinde y Rucci que tienen rodeado y engañado, desinformado al general, que prácticamente lo han encarcelado y lo obligan a avalar una política reaccionaria que él no comparte. Amplios sectores de las masas que quieren al General Perón, que lo consideran un genuino defensor de los intereses obreros, piensan también que el jefe del justicialismo no tiene nada que ver con lo que está pasando. Todo ello es producto de una gigantesca equivocación que tiene su origen en las grandes concesiones que se hicieron a las masas en los primeros años del anterior gobierno peronista, lo que permitió una sustancial mejora en las condiciones de vida de las masas, hecho que pervive en la memoria colectiva de los argentinos y genera un profundo sentimiento de respeto y esperanza hacia Perón, sentimiento que llega a suponer en él propósitos que no tiene, a despertar expectativas irreales. En las actuales circunstancias de crisis prerrevolucionaria, en estos momentos de maduración de históricos cambios en la vida de nuestro pueblo y nuestra patria, cuando el capitalismo argentino, régimen injusto, inhumano y retrogrado, se debate en una profunda crisis sin salida inmediata, cuando maduran aceleradamente en el seno de nuestro pueblo poderosas fuerzas revolucionarias, cuando nuestro pueblo se prepara para tomar el destino del país en sus manos, para llevar adelante una profunda revolución, resulta necesario echar luz sobre el papel y propósitos del General Perón, personalidad de singular peso en la política nacional. Aún a costa de desagradar a muchos y tratando por todos los medios de no herir los sentimientos de nadie, nos vemos en la necesidad política e ideológica de referirnos a Perón que se ha convertido en una seria traba para el desarrollo de la conciencia revolucionaria en un importante sector de la vanguardia. Perón ha sido y es un apasionado defensor del sistema capitalista, que intentó e intenta convertir a la Argentina en una gran potencia capitalista. El mismo lo ha explicado en distintas oportunidades desde 1944 a 1973. Veamos 320

Sus editoriales y escritos estratégicos

algunas de sus afirmaciones. “Se ha dicho señores, que soy un enemigo de los capitales y si Uds. observan lo que les acabo de decir, no encontraran ningún defensor, diríamos, más decidido que yo, porque sé que la defensa de los intereses de los hombres de negocios, de los industriales, de los comerciantes, es la defensa misma del Estado”. “No se asusten de mi sindicalismo; nunca mejor que ahora estará seguro el capitalismo, ya que yo también lo soy, porque tengo estancia y en ella operarios. Lo que quiero es organizar estatalmente a los trabajadores para que el Estado los dirija y les marque rumbo, de esa manera se neutralizarán en su seno las corrientes ideológicas y revolucionarias que pueden poner en peligro nuestra sociedad capitalista en la postguerra”. “Por eso creo que si yo fuera dueño de una fábrica, no me costaría ganarme el afecto de mis obreros con una obra social realizada con inteligencia. Muchas veces ello se logra con el médico que va a la casa de un obrero que tiene un hijo enfermo; con un pequeño regalo en un día particular, el patrón que pasa y palmea amablemente a sus hombres y les habla de cuando en cuando, así como nosotros lo hacemos con nuestros soldados”. “Con nosotros funcionará en la casa la Confederación General del Trabajo y no tendremos ningún inconveniente cuando queramos que los gremios equis o zeta procedan bien, a darles nuestros consejos, nosotros se los transmitiremos por su comando natural; le diremos a la Confederación General: hay que hacer tal cosa por tal gremio y ellos se encargarán de hacerlo. Les garantizo que son disciplinados y tienen buena voluntad para hacer las cosas”. “Eso sería el seguro, la organización de las masas. Ya el estado organizaría el reaseguro, que es la autoridad necesaria para que cuando esté en su lugar, nadie pueda salirse de él, porque el organismo estatal tiene el instrumento que, si es necesario por la fuerza, ponga las cosas en su quicio y no permitan que salgan de su curso”1. “Tanto en la industria como en el comercio y la producción, la actividad privada seguirá siendo la base de la economía argentina. Muchas fuerzas económicas que nos fueron hostiles, apoyan hoy al peronismo, seguramente porque recuerdan la serenidad y el orden con que actuamos en ya lejanos años”2. Las concesiones a las masas que Perón promovió han tenido siempre por objetivo consolidar el capitalismo. Esto constituye una política burguesa hábil pero que de ninguna manera soluciona verdaderamente los problemas del pueblo, sino por el contrario tiende a agravarlos y llevar a las masas de un cierto consumo en un período a una gran miseria en otro. Lo único que se mantiene creciendo ininterrumpidamente son la ganancias de las empresas. Esta característica del peronismo debe ser hoy tenida en cuenta para no dejarse engañar con concesiones, con “palmeadas de hombros”, y luchar siempre consecuentemente por el 1. Discurso en la Bolsa de Comercio, 25 de agosto de 1944. 2 Declaraciones a la prensa publicadas en los diarios argentinos el 28 de Marzo de 1973. 321

Mario Roberto Santucho

cambio de fondo del sistema de explotación que padecemos. El Cordobazo moviliza a la burguesía Cuando el 29 de Mayo de 1969, la clase obrera y el pueblo de Córdoba se levantan masivamente contra la Dictadura Militar de Onganía y tienen en jaque a las fuerzas represivas durante varios días, el conjunto de la burguesía tiembla y se alarma. Contempla con preocupación el total fracaso de la “Revolución Argentina”, y lo que es más grave, ve con verdadero pavor surgir tras de ella el terrible fantasma de la revolución social. Desde ese mismo momento todas las fuerzas de la burguesía argentina, todos sus recursos, comienzan a movilizarse para encontrar una solución que aleje el peligro revolucionario, que frene la lucha de las masas y su toma de conciencia, que encuentre una vía de recuperación del sistema capitalista en crisis. En primera fila entre los interesados por contribuir al freno de la revolución y “salvar el país”, se encuentra el General Perón que propone y logra organizar por medio de Paladino “La Hora del Pueblo”, nucleamiento de políticos burgueses basado en la unidad peronismo-radicalismo, cuyo objetivo es reclamar elecciones inmediatas, terminar con la Dictadura Militar y retornar al parlamentarismo como sistema de dominación burguesa. Este proyecto -como sabemos- es coincidente con el pensamiento de los mandos de las FFAA contrarrevolucionarias que a partir de Lanusse anuncia públicamente el llamado a elecciones, la estrategia contrarrevolucionaria del GAN. A partir de entonces Perón y el peronismo burgués comienzan a llevar a la práctica un plan de recuperación del gobierno con fines de reflotamiento del capitalismo y anulación del profundo proceso revolucionario en marcha. Ese plan tiene como línea principal lograr las elecciones y llegar al establecimiento de un gobierno parlamentario de amplio frente nacional basado en la unidad peronismo-radicalismo del pueblo, con amplia base de sustentación, con acuerdo de los militares y por tanto con fuerza y recursos para detener el avance de la revolución socialista. Esta estrategia está claramente expuesta por Perón en su documento “La Única Verdad es la Realidad” que esencialmente dice “no me asusta tanto el desastre ya provocado como la hecatombe que ha de ocurrir si esos designios siguen imperando, porque mientras viene corriendo la situación política antes mencionada, la nación ha sido llevada a una postración económica que se ha caracterizado por una creciente dependencia del exterior, por el empobrecimiento de los sectores del trabajo, por la desarticulación de la industria y el riesgo cada día más cierto de una desintegración nacional”. “Nadie puede permanecer inactivo y menos indiferente ante la amenaza que pesa sobre el destino nacional. Se trata de salvar al país, y en ese empeño nadie que comparta esta idea puede faltar a la cita”. 322

Sus editoriales y escritos estratégicos

“Si no se le ofrece al país una salida objetiva hacia su liberación y desarrollo complementados con una genuina democracia y una auténtica justicia social basada en el aumento de la riqueza nacional, el proceso de desintegración seguirá irreversiblemente y en su curso se liberarán crecientemente fuerzas que irán oponiéndose en forma violenta. No hay duda que la acción directa como sustituto de la acción política es una tentación que ya tiene comienzo profundo en el país. La crónica que registra los hechos de terrorismo y de guerrilla urbana, corresponde a la acción de las fuerzas sociales privadas de otros medios de acción por la fuerza coactiva de la dictadura, pero también por la inactividad para canalizarlas hacia una acción colectiva fecunda y pacífica”. ¿Es Perón un traidor? La dialéctica de las contradicciones con la Dictadura Militar y con el resto de los partidos burgueses, principalmente con el radicalismo, hace necesario y útil a Perón apoyarse también en la guerrilla, alentarla, y jugarla como carta de negociación, de presión, en sus enfrentamientos no antagónicos con los militares. Porque si bien tanto la camarilla de Lanusse con su GAN, como el peronismo y el radicalismo perseguían el mismo objetivo de ampliar la base social de la dominación política burguesa para lograr éxito en la lucha contra la revolución, existían entre ellos contradicciones no antagónicas que pueden sintetizarse a riesgo de simplificar demasiado, como la disputa por liderar la lucha contrarrevolucionaria con el más amplio margen de maniobra posible. Los militares perseguían entregar el Gobierno con grandes condicionamientos y con un amplio control desde bambalinas; los políticos burgueses buscaban llegar al poder con el mayor margen de maniobras posibles, sin condicionamientos ni controles militares. Para imponer su táctica y su influencia dominante Perón contaba con la fuerza inestimable que le brindaba la lucha de las masas y la enérgica presencia de la guerrilla peronista. De ahí que Perón alentara y aprobara la actividad de las organizaciones armadas peronistas salvo -naturalmente- cuando esa actividad las ligó al ERP. En cuanto al proceso electoral en sí, está fuera de toda duda que gran parte del éxito peronista en la elección de Marzo se debe a la tónica socialista y revolucionaria aportada por FAR y Montoneros y en ese caso naturalmente también se los dejó actuar, se los alentó, aunque se bloqueó todo lo posible su peso en las listas de candidatos. Perón abrigó además la idea no sólo de neutralizar inmediatamente a los combatientes peronistas, sino de utilizarlos como correa de transmisión para influir sobre nosotros y sectores de la vanguardia clasista en la perspectiva de la tregua. Todos estos elementos nos permiten comprender por qué Perón se apoya 323

Mario Roberto Santucho

en Rucci, en López Rega, en Osinde, en Gelbard, que son sus más fieles colaboradores en la tarea de “Reconstrucción Nacional”, es decir de la reconstrucción del capitalismo explotador en Argentina. No podemos entonces obviamente esperar de Perón la Revolución Social, ni podemos tampoco esperar su neutralidad entre los revolucionarios y los capitalistas. Por el contrario, de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, el verdadero jefe del actual autogolpe contrarrevolucionario, y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón. Y no porque él sea un traidor sino porque es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la que permanece completamente fiel a pesar de no haber sido comprendido un tiempo por gran parte de sus hermanos de clase, por sectores de los capitalistas nacionales y extranjeros. Cuando la burguesía podía y necesitaba hacer concesiones a las masas, Perón materializó generosamente esas concesiones. Hoy, que la burguesía se encuentra en una profunda crisis, necesita reprimir duramente al pueblo y Perón materializa y materializará sin vacilaciones esa represión. Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituye un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo. Todo trabajador sabe por experiencia que no debe tener la más mínima confianza en las promesas y palabras de los capitalistas, menos aún si ellas se pronuncian frente a un conflicto, frente a la lucha obrera. Y sabe también que debe unirse estrechamente a sus compañeros de clase, más aún en los momentos de lucha. Confiar en el General Perón, que actúa como jefe reconocido de toda la patronal, es poner en riesgo todo el potencial revolucionario de nuestro pueblo. Nosotros comprendemos y respetamos los sentimientos de los compañeros peronistas y nos parecería lógico el silencio del peronismo revolucionario en una situación como la actual, nos parecería lógico y aceptable que no se pronunciaran claramente sobre el verdadero papel de su líder. Pero llamar hoy al pueblo a confiar ciegamente en un dirigente de la burguesía que es precisamente el que está dirigiendo a su clase en el intento de aplastar la revolución, es francamente una línea suicida, que causaría enorme daño al campo obrero y popular. La energía y el potencial revolucionario de todo el pueblo trabajador argentino y de su motor dirigente, la clase obrera, es hoy poderosísimo. Liberado de confusiones, unido y claro en sus objetivos, organizado adecuadamente en lo político y lo militar, y orientado por la ideología de la clase obrera, el 324

Sus editoriales y escritos estratégicos

marxismo-leninismo, nuestro pueblo transitará victoriosamente el camino de su liberación nacional y social, el camino de la revolución socialista. LA UNIDAD DE LA BURGUESÍA Ante el peligro de la revolución socialista que como hemos visto la burguesía percibe claramente, todos los sectores de las clases contrarrevolucionarias tienden a unirse, proclaman su disposición a la “unión nacional”, al acuerdo, a la convergencia. Es así que los políticos burgueses, los peronistas, los radicales y demás, los mandos de las FFAA contrarrevolucionarias, los grandes empresarios nacionales y extranjeros, proclaman su buena voluntad, su predisposición a colaborar con el Gran Acuerdo Nacional y a permitir también que se sienten a la mesa de ese acuerdo, los “adversarios”, todos aquellos, incluso provenientes de las clases explotadas, que estén dispuestos a contribuir a la “reconstrucción nacional”. En épocas de crisis como las que actualmente vive la Argentina, la burguesía debe recurrir a un régimen de dominación que Carlos Marx denominó bonapartismo. El creador del marxismo y principal ideólogo de la clase obrera, que desnudó el injusto y explotador sistema capitalista y elaboró sobre bases científicas la teoría socialista de la emancipación de los trabajadores y de los pueblos oprimidos, explicó que la burguesía se sirve de dos regímenes fundamentales para mantener su dominación. Uno de ellos, el más conocido, es el régimen parlamentario, consiste en el libre juego de los distintos partidos burgueses que representan distintas capas de la burguesía y que puede aceptar incluso participación de partidos y líderes pequeño burgueses, campesinos y obreros, siempre que estén en minoría y no creen riesgos graves para la dominación de la burguesía. Decía Marx, refiriéndose a Francia, “La República Parlamentaria era algo más que el terreno neutral en que podían convivir con derechos iguales las dos fracciones de la burguesía francesa, los legitimistas y los orleanistas, la gran propiedad territorial y la industria. Era la condición inevitable para su dominación en común, la única forma de gobierno en que su interés general de clase podía someter a la par las pretensiones de sus distintas fracciones y las de las otras clases de la sociedad”3. El régimen parlamentario es, digamos, la forma de dominación normal de la clase capitalista. Ella lo utiliza permanentemente y le es perfectamente útil en épocas normales, de desarrollo y estabilidad económico-social. Merced al régimen parlamentario al mismo tiempo que conserva el poder por el poder del dinero, la burguesía monta una aparente democracia, 3. Carlos Marx “El Dieciocho Brumario” página 103. 325

Mario Roberto Santucho

permite aparentemente la participación de las clases explotadas en el gobierno llamándolas a votar periódicamente por candidatos que la burguesía misma elige. A la vez las luchas intestinas, los conflictos entre los distintos sectores burgueses por un mayor enriquecimiento, se resuelven y solucionan por la vía parlamentaria. Allí los políticos burgueses, voceros de esos distintos sectores, ventilan los problemas, discuten, se “enfrentan”, y van dando solución a las divergencias de interés. Naturalmente siempre se imponen los deseos y necesidad de la burguesía y los trabajadores sólo pueden recoger allí migajas. Pero el sistema parlamentario tiene su flanco débil. Y él es la ficción de legalidad que se ve obligado a mantener y defender. Así cuando los trabajadores luchan con firmeza, cuando se produce un auge de la lucha de las masas, el parlamento se convierte en caja de resonancia y las maniobras de los patrones van quedando rápidamente al descubierto. La legalidad parlamentaria, la libertad de prensa y reunión, en una palabra las libertades democráticas que en épocas normales, bajo el reinado total del dios dinero, son herramientas que la burguesía emplea para engañar y embrutecer a las masas, en épocas de crisis, en épocas de auge de la lucha obrera y popular, se convierten en formidables instrumentos utilizables por el proletariado y el pueblo para decir la verdad revolucionaria, para desnudar la injusticia capitalista, para educar a las masas en las ideas revolucionarias para despertar y movilizar al pueblo. Así es que frente a la crisis económico-social, ante la movilización obrera y popular, la burguesía abandona el régimen parlamentario y pasa a la Dictadura Militar, a la dominación franca y abierta, se arranca la careta democrática y muestra su verdadero rostro opresivo y criminal. Como esa dictadura abierta no se sostendría frente a las masas movilizadas sin un cierto apoyo social, la burguesía trata de disfrazarla, configurándose así el otro régimen de dominación, el que hemos nombrado hace un momento, el bonapartismo. A este respecto decía Lenin: “para poder ser un guardián seguro hoy no bastan los cañones, las bayonetas y el látigo: hace falta convencer a los explotados de que el gobierno se halla sobre las clases, de que no sirve los intereses de los nobles y de la burguesía sino los intereses de la justicia, de que se preocupa por la defensa de los débiles y de los pobres contra los ricos y poderosos”4. Este otro régimen de dominación burguesa se basa en un líder reconocido por el conjunto de la burguesía, con influencias en las masas y apoyo en la fuerza militar, que actúa como árbitro de los distintos sectores burgueses defendiendo los intereses históricos del capitalismo, pero sin responder directamente a los intereses específicos de ningún sector de las clases dominantes, representándolos a todos sin defender en especial a ninguno, buscando engañar a las masas 4. Lenin “Una Confesión Valiosa” -Tomo V página 80. 326

Sus editoriales y escritos estratégicos

con concesiones y ejerciendo un férreo control militar represivo en primer lugar de las masas trabajadoras, pero también de aquellos sectores de la burguesía que se resistan a colaborar con el bonapartismo. En todo bonapartismo hay ya elementos, métodos, síntomas, de fascismo, sistema totalmente bárbaro e irracional que es, podríamos decir, una degeneración extrema del bonapartismo, al que se llega por el aplastamiento sangriento de la resistencia de las masas y la creación de un formidable aparato represivo que utilizando métodos de guerra civil contra las masas resulta incontrolable a la propia burguesía que lo creó. En la Argentina, ante el peligro de la revolución y debido al total desprestigio de la FFAA contrarrevolucionarias, la burguesía debió recurrir en primer lugar a las elecciones de marzo, condicionadas, sin verdadera democracia. Encerrada en la contradicción de tener que entreabrir las compuertas de la legalidad para engañar a las masas, aplacarlas y desviarlas, pero evitar al mismo tiempo que esa apertura haga llegar a las masas las ideas revolucionarias, debió recurrir a la farsa electoral. Porque para intentar detener el profundo proceso revolucionario en marcha, las clases dominantes necesitan ampliar la base social de su dominación, lograr el apoyo y la neutralidad de amplios sectores para poder intentar su política de reconstrucción. Y ampliar la base social significa hacer ciertas concesiones a las masas que no pueden darse en el terreno económico por la gravedad de la crisis y sólo es posible conceder en el terreno político de las libertades democráticas. Así se llegó al proceso electoral del 11 donde no se logró, por la debilidad de las fuerzas progresistas y por el hábil condicionamiento preparado por la burguesía, ofrecer una opción auténticamente representativa de los intereses obreros y populares, una lista de candidatos que representaran fielmente los intereses progresistas y revolucionarios de la mayoría del pueblo argentino. De esa manera en la elección del 11 de marzo el pueblo argentino se vio en la necesidad de elegir entre distintos candidatos todos ellos representantes de distintos sectores burgueses con el agravante de que la demagógica campaña de Frejuli y la errónea política de la organizaciones armadas peronistas FAR y Montoneros que lo apoyaron presentándolo como una verdadera solución popular y revolucionaria, despertó ciertas esperanzas en importantes sectores de las masas que aparentemente otorgó un mayor margen de maniobra a los planes de la burguesía. Nuestro partido resolvió abstenerse en las recientes elecciones porque fiel a la clase obrera y al pueblo no se prestó al engaño instrumentado por la burguesía sino que asumió valientemente su responsabilidad de señalar claramente que no debía esperarse ningún tipo de cambios profundos y positivos del Frejuli, sino por el contrario debíamos mantener la guardia en alto y continuar con la misma firmeza la lucha revolucionaria, alertando sobre la maniobra acuerdista de la burguesía. Esta posición, que en su momento fue pretexto para 327

Mario Roberto Santucho

críticas virulentas por parte de las fuerzas enemigas e incluso por algunos sectores progresistas y revolucionarios que colaboraron por su errónea política con la burguesía en el engaño a las masas, se muestra hoy completamente correcta. Alentada por el éxito del GAN, la burguesía bajo la dirección del peronismo burgués y burocrático, comenzó sus aprestos para contener y desviar el proceso revolucionario en marcha en nuestra patria, levantando como consignas centrales la “Tregua” y la “reconstrucción nacional”. Fue avanzando en su unidad en torno al parlamento, en la unidad de los políticos burgueses, el acuerdo con los militares para su participación en la reconstrucción nacional, estudiando la mejor forma de aislar y destruir a la guerrilla y al movimiento clasista. De estos malignos planes participó el presidente Cámpora y buena parte de los sectores liberales que hoy han sido desplazados por el autogolpe derechista. Pero el poderío de las fuerzas progresistas y revolucionarias argentinas es tal, la orientación de las masas argentinas hacia la lucha revolucionaria, es tan profunda y caudalosa, que el pequeño resquicio de legalidad abierto, fue ensanchado de tal forma por la presión de las masas que ya en el primer día del nuevo gobierno amplios sectores de masas irrumpieron tempestuosamente en la política nacional, liberando a los presos, imponiendo una amplísima democracia, conquistando la libertad, presionando a los sectores liberales y progresistas del gobierno y obteniendo algunas reivindicaciones. La intensificación de la movilización de masas a partir del 25 de mayo desbarató el intento burgués de paralizar la revolución por el engaño y alrededor del parlamento, provocó una profunda crisis del parlamentarismo que no llegó a renacer y llevó a la burguesía a cambiar de planes, a comenzar a orientarse hacia una forma de bonapartismo, de unidad nacional en torno a las FFAA y bajo la jefatura incuestionada de Perón. La situación del campo burgués en estos momentos es de una decidida orientación hacia la represión y el bonapartismo, una clara orientación a barrer con la democracia y la libertad conquistada por las masas y pasar a la represión activa y abierta de las fuerzas progresistas y revolucionarias. Pero en ese marco de orientación general represiva y de aparatosa “unidad nacional” de la burguesía se cobijan elementos de crisis que han de hacer explosión a corto plazo ante la presión del embate de las masas. El ala fascista encabezada por López Rega, variante principal a la que se inclina Perón como recambio ante el posible fracaso del bonapartismo, encontrará fuerte resistencia en el propio seno de las fuerzas burguesas, principalmente en la burguesía liberal, en el radicalismo y en sectores del propio peronismo. Porque la burguesía tiene experiencia sobre el carácter del fascismo y sólo lo aceptaría después de importantes desgarramientos y ante la necesidad de optar tajantemente entre el fascismo y la revolución socialista. Por otra parte importantes sectores burgueses, principalmente la ofi328

Sus editoriales y escritos estratégicos

cialidad de las FFAA contrarrevolucionarias exigen soluciones inmediatas, no están dispuestas a esperar pacientemente un ensayo burgués a largo plazo y se inquietarán inmediatamente sin duda ante la continuación y agudización de la lucha de clases, de la crisis social, ante el deterioro y desprestigio del ensayo parlamentario-bonapartista, replanteándose nuevamente el golpe militar como recambio a la dominación burguesa. La nueva línea represiva del gobierno peronista encuentra firme resistencia en las masas como lo demuestra claramente la situación en la provincia de Córdoba donde todos los intentos de anular o debilitar la resistencia obrera y popular, de frenar el impetuoso desarrollo de las fuerzas progresistas y revolucionarias por la fuerza, han fracasado estrepitosamente. La burguesía sabe que esa resistencia obrera y popular a los intentos represivos, que se manifiesta en todo el país, llevará a grandes enfrentamientos inmediatos. Por eso la línea esencialmente represiva del nuevo bonapartismo deberá vestirse con un ropaje “democrático”, deberá aparentar respeto a las libertades democráticas y a la voluntad popular. Esta es la razón por la que de inmediato la burguesía, bajo la jefatura de Perón, tiende a disimular su verdadera política tras el llamado a elecciones, el “acatamiento” de las disposiciones constitucionales, la búsqueda de caminos laterales para hostigar y debilitar al clasismo en Córdoba; el mascarón de proa de Ricardo Balbín para el proceso electoral. La táctica contrarrevolucionaria de la burguesía es muy clara. Ha resuelto golpear duro y pronto al campo del pueblo, pero se prepara a hacerlo con el aval de la “voluntad popular” expresada en millones de votos, en la unidad, el consenso, de las principales fuerzas “nacionales”, el peronismo, el radicalismo del pueblo, las FFAA, las organizaciones empresarias y la burocracia sindical. Sintetizando podemos afirmar que las clases dominantes se orientan hacia un gobierno de tipo bonapartista represivo, que intentará anular de hecho las libertades democráticas y perseguir a las fuerzas revolucionarias, basados en un pronunciamiento electoral y en el consenso de las fuerzas “nacionales”. Que en el seno del gobierno se fortalece el ala fascista, como primer recambio ante el posible fracaso del bonapartismo y que las FFAA contrarrevolucionarias permanecen vigilantes, como pilar del bonapartismo primero y dispuestas a volver al primer plano de la política nacional con sus propias soluciones si el bonapartismo fracasa. La resistencia obrera y popular hará impracticable la solución bonapartista. Si se logra amplio movimiento unitario que movilice a todas las fuerzas progresistas y revolucionarias peronistas y no peronistas hay serias posibilidades de obligar al gobierno peronista a mantener la democracia y la libertad conquistada por las masas, por un cierto tiempo. Esto es lo más favorable para el pueblo, sería una victoria táctica completa que haría posible un considerable 329

Mario Roberto Santucho

reforzamiento de las fuerzas revolucionarias, una gran acumulación de fuerzas, un grado de preparación óptimo para los inevitables enfrentamientos que sobrevendrán tarde o temprano, inevitablemente. Si el movimiento obrero y popular no logra unir y desplegar sus poderosas fuerzas, los grandes enfrentamientos se producirán en plazos más cortos porque el enemigo los buscará preventivamente, pasándose a la represión fascistoide y/o dictatorial por parte de la burguesía y a la generalización de la resistencia armada por parte del pueblo, es decir se entrará rápidamente en una nueva etapa de generalización de la guerra revolucionaria. Cualquiera que sea el curso futuro de la lucha de clases argentina, las condiciones son sensiblemente favorables a la clase obrera y el pueblo y reiteramos que los argentinos contamos con recursos suficientes para avanzar con firmeza y victoriosamente hacia la revolución nacional y social, hacia el poder obrero y popular socialista que solucionará definitivamente los problemas de nuestro pueblo y nuestra patria. LA UNIDAD OBRERA Y POPULAR El avance de la revolución, el crecimiento de las fuerzas revolucionarias del pueblo argentino, plantea nuevos problemas, acrecienta las responsabilidades de los revolucionarios, obliga a la vanguardia de nuestra clase obrera a enfrentar la compleja situación política actual con una clara línea revolucionaria, a precisar los ejes fundamentales de actividad revolucionaria y dar solución a todos los problemas planteados. Hoy nuestro pueblo cuenta con recursos apropiados, con un grado de experiencia y organización tal que abre posibilidades, por primera vez desde la década del ’30, para una solución verdaderamente revolucionaria a la crisis del país, para el amplio desarrollo de las fuerzas revolucionarias, para el triunfo definitivo de la revolución socialista argentina. En los siete años de lucha contra la Dictadura Militar, nuestro pueblo promovió de su seno una amplia vanguardia que se orientó hacia la resistencia antidictatorial y anticapitalista, desenvolviéndose ésta en torno a la lucha armada como eje principal, desarrollándose en todos los frentes y con los más variados métodos de lucha armada y no armada, pacífica y violenta, desde la clandestinidad y utilizando los resquicios legales, en las fábricas, los sindicatos, los barrios, el campo y las concentraciones estudiantiles, expresándose masivamente en gigantescas explosiones sociales, en levantamientos parciales del pueblo en numerosas e importantes ciudades del país, en Córdoba, Tucumán, Rosario, Mendoza, Corrientes, Salta, General Roca, etc. Toda la experiencia acumulada, la experiencia política y militar vivida por la vanguardia revolucionaria y amplios sectores populares 330

Sus editoriales y escritos estratégicos

fue cristalizando en la construcción y desarrollo de distintas organizaciones revolucionarias político-militares, entre ellas nuestro Partido y nuestro Ejército guerrillero, que con su íntima ligazón con las masas, su ideología marxista-leninista y sus métodos proletarios de construcción revolucionaria, se van erigiendo en la herramienta político-militar adecuada para canalizar la indomable combatividad, el silencioso heroísmo, las más altas virtudes revolucionarias que la clase obrera y el pueblo argentino han heredado del luminoso ejemplo del Comandante Guevara, el General San Martín, del General Güemes, de los Héroes de Trelew y de las decenas de combatientes que han entregado conscientemente sus valiosas vidas para la salvación de nuestro pueblo y de nuestra patria, y que se expresa hoy en los miles de hombres y mujeres que han entregado todas las horas de su vida a la sagrada causa de la Revolución Socialista, en los miles y decenas de miles de hombres y mujeres que están dispuestos a sumarse a esa justa lucha. Sin embargo, hay cruciales problemas aún sin solución. Y entre ellos como uno de los fundamentales la unidad obrera y popular, muy deficitaria hoy, por lo que debemos luchar enérgicamente por avanzar en su constitución y fortalecimiento. La burguesía dirige importantes esfuerzos a mantener confundida y dividida a la clase obrera y al pueblo consciente que una sólida unidad obrera-popular es uno de los pilares estratégicos para el triunfo de la Revolución. Así alienta todos los puntos de vista y actitudes divisionistas, se esfuerza en producir el divisionismo en las filas revolucionarias y para ello no ahorra recurso. Principalmente se vale de la prensa, la radio y la TV y de los líderes y partidos burgueses con influencia de masas, de la enseñanza universitaria, etc. Los Revolucionarios debemos enfrentar y desbaratar el divisionismo y buscar incesantemente el estrechamiento de vínculos entre todos los sectores y organizaciones progresistas y revolucionarias. Pero para que la unidad beneficie la causa revolucionaria del pueblo debe darse sobre la base de la unidad clase obrera-pequeña burguesía urbana y campesinado pobre. Esto es necesario dejarlo muy en claro, porque hay organizaciones que plantean como prioritaria la unidad con sectores de políticos burgueses y fuerzas empresarias representativas de la burguesía mediana, llamada nacional, aún antes de lograr y consolidar la unidad entre la clase obrera y sus aliados revolucionarios (pequeña burguesía urbana y campesinado pobre). El Partido Comunista, por ejemplo, orienta su política desde hace tiempo hacia la unidad, pero poniendo el acento en la unidad con la burguesía mediana, táctica errónea que lleva a una subordinación constante de ese Partido a la política de distintos sectores burgueses, pese a su carácter e intenciones sanamente antiimperialistas. Una parte del peronismo progresista y revolucionario prisionero de su errónea tesis del revolucionarismo de Perón cae, a su vez, en un error aún más 331

Mario Roberto Santucho

grave al aceptar el punto de vista burgués de que el Movimiento Justicialista es ya un Frente Antiimperialista de Liberación Nacional, posición que coloca a importantes sectores del peronismo progresista y revolucionario al lado y bajo la dirección del peronismo burgués y burocrático, avalando su estrategia contrarrevolucionaria, embelleciéndolo a los ojos de las masas, contribuyendo poderosamente a engañar y confundir a la clase obrera y al pueblo, y alejándose simultáneamente de sus verdaderos aliados, las corrientes progresistas y revolucionarias del pueblo argentino. Nuestro Partido sostiene que la lucha de clases ha dividido definitivamente los campos enfrentados. De un lado el imperialismo yanki y europeo, la Gran Burguesía Monopolista, la Oligarquía Terrateniente, las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias, los partidos contrarrevolucionarios de Nueva Fuerza y el Manriquismo, el Peronismo burgués y burocrático, el Frondizismo, el Radicalismo balbinista, el Alendismo, la UIA, la CGE y la burocracia sindical. Del otro lado en el campo obrero y popular, la clase obrera, la pequeña burguesía urbana, el campesinado pobre, sus expresiones políticas y sindicales, el peronismo progresista y revolucionario, las organizaciones armadas, el Partido Comunista, la Juventud Radical y sus corrientes afines, la amplia gama de las organizaciones de izquierda, el PRT, el Sindicalismo Clasista y las Ligas Agrarias. Pero esta tajante división que se da cotidianamente en las luchas obreras y populares, está muy lejos de manifestarse en el terreno superestructura. La falta de unidad entre las organizaciones progresistas y revolucionarias y peor aún, la unidad de algunas organizaciones progresistas y revolucionarias con sectores de la burguesía, es la debilidad fundamental del campo popular y la fuente de mayor poderío del enemigo capitalista. Consciente de esta situación, nuestro Partido ha llamado y llama al peronismo progresista y revolucionario, a las organizaciones armadas peronistas y no peronistas, al Partido Comunista, a las demás organizaciones de izquierda, a la Juventud Radical, al Sindicalismo Clasista y a las Ligas Agrarias, a estrechar relaciones, a defenderse mutuamente, avanzar en el conocimiento mutuo en relaciones políticas fraternales, hacia la unidad obrera y popular. A partir de ella, las fuerzas populares podemos darnos después una política de Frente Popular más amplio y dirigido a neutralizar y después ganar a sectores de la burguesía media o nacional uniéndolos al pueblo bajo la firme dirección Antiimperialista y Revolucionaria del Proletariado. LAS ÚLTIMAS DEFINICIONES Las declaraciones de Perón en la CGT, el discurso de Lastiri del 30 de julio 332

Sus editoriales y escritos estratégicos

y el mensaje de Perón a los gobernadores, han sido pronunciamientos categóricos del gobierno contra las fuerzas revolucionarias y progresistas, principalmente contra las guerrillas, el Partido Comunista y la Juventud Peronista. El cambio de táctica gubernamental se siguió materializando en el desplazamiento de la Juventud Peronista de la Dirección del Movimiento Justicialista y su reemplazo por la Juventud Sindical Peronista, afín a la burocracia sindical y a López Rega y en los ataques verbales a las fuerzas revolucionarias, nuevas medidas contra la libertad de expresión, vía libre a la represión policial y anuncio de una futura legislación represiva. Lastiri y Cía. insultan y amenazan a la guerrilla, tal como solían hacerlo Onganía, Levingston y Lanusse. Anuncian la más violenta represión con idéntica argumentación que los anteriores enemigos del pueblo, consiguiendo así el aplauso de los explotadores y de los militares. Pero no deben ilusionarse ni confundirse; en poco tiempo aprenderán que a nuestro pueblo ya no se le atemoriza fácilmente y que la guerrilla sabe luchar, sabe defenderse y también sabe atacar cuando es necesario hacerlo. Pueden estar seguros que las organizaciones de vanguardia permanecerán fieles a su pueblo y a su patria y aceptarán la lucha en el terreno que se dé y con el enemigo que se presente. Lastiri, que según la prensa, fue elegido presidente por once personas, tiene la desvergüenza de hablar de representatividad, lo mismo que el general Iñiguez, reconocido agente de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias. Acusan a las organizaciones guerrilleras de constituir pequeños grupos marginados del proceso, que se oponen a la voluntad popular. Todo ello es profundamente falso. Las organizaciones revolucionarias están hondamente arraigadas en el pueblo y representan fielmente las profundas e insatisfechas aspiraciones de justicia que estremecen a las más amplias masas explotadas de nuestro pueblo, a los obreros, a los empleados, a los campesinos pobres, a los pobres de la ciudad, en una palabra a todo el pueblo trabajador argentino y a todos aquellos ciudadanos honrados de otras clases, capaces de pensar en los demás y conmoverse por las injusticias del sistema de explotación capitalista que oprime a los argentinos, sistema de explotación que Lastiri y su camarilla defienden y representan en este momento. Cuando que hubo que luchar contra la Dictadura Militar, la mayoría de los políticos “representativos” de hoy brillaron por su ausencia, peor aún, algunos como López Rega, suegro y superministro de Lastiri, desautorizaron expresamente las movilizaciones de masas y las acciones de guerrilla antidictatoriales, la violencia popular revolucionaria. Cuando la Dictadura inicio su retirada acosada por la lucha armada y no armada de las masas, estos mismos políticos aparecieron como la “oposición” preparándose sin rubores para apropiarse del triunfo antidictatorial para sus intereses de camarilla, para engañar al pueblo 333

Mario Roberto Santucho

antes, durante y después del proceso electoral, al mismo tiempo que se ofrecían secretamente a los militares como los salvadores del capitalismo y enterradores de la revolución. Entre tales políticos estaba Lastiri, que fue elegido diputado entre gallos y medianoche, sumándose silenciosamente, taimadamente, mentirosamente a una campaña centrada en la propaganda guerrillera y socialista. Las masas continúan movilizadas En el extremo opuesto la clase obrera y el pueblo continúan con firmeza su lucha que va adquiriendo día a día mayor fuerza y amplitud. Es evidente que el gobierno peronista no encara los acuciantes problemas del pueblo y el pueblo no está dispuesto a esperar eternamente soluciones con los brazos cruzados. Así lo demostró especialmente la clase obrera y todo el pueblo de San Francisco, provincia de Córdoba, que protagonizó una justa y formidable movilización reprimida a balazos por la policía. Diez mil trabajadores salieron a la calle, en esa ciudad, en solidaridad con los obreros de la fábrica Tampieri y descargaron su odio de clase, el odio acumulado en decenas de años de explotación, de sufrimientos y estrecheces en beneficio de los patrones capitalistas. Se adueñaron de las calles y atacaron las lujosas residencias y automóviles de los explotadores, custodiados y defendidos éstos por la policía del régimen. El choque fue inevitable. Las descargas contra la multitud desarmada segaron la valiosa vida del joven obrero de 16 años Rubén Molina e hirieron a otros cuatro compañeros. Pero el pueblo no se atemorizó, cuatro policías fueron hospitalizados por las pedradas recibidas, se levantaron barricadas y prácticamente fue tomada por su pueblo la ciudad de San Francisco. Inmediatamente el gobierno provincial mandó la represión. Varios carros de asalto de la guardia de infantería de la capital cordobesa atacaron a los trabajadores con gases lacrimógenos desalojándolos, después de duros enfrentamientos y destruyeron las barricadas. El pueblo, en su retirada, ocupó dos armerías, expropió armamento y lo guardó. Al día siguiente, un paro de 24 horas paralizó completamente la ciudad en una muestra del total y absoluto respaldo a la movilización del día anterior, por parte de todo el pueblo sanfrancisqueño y de repudio a la bárbara represión policial-gubernamental. La movilización se detuvo allí porque logró su objetivo: el inmediato pago de todo lo adeudado a los obreros de Tampieri, pago que efectivizó el gobierno provincial por medio de un crédito a la patronal. La experiencia de San Francisco muestra claramente que con el gobierno peronista no hay cambios favorables a los trabajadores, que se mantienen en toda su vigencia el régimen de explotación capitalista que oprime al pueblo argentino y que la salvaje represión policial está tan dispuesta a actuar como en épocas de la Dictadura. Muestra además, y esto es lo fundamental, el poderío la clase obrera y el pueblo que, unidos y movilizados, superan el poder de la 334

Sus editoriales y escritos estratégicos

burguesía y sus órganos represivos, son capaces de adueñarse a nivel local de la situación, aún sin armas como en esta ocasión, obligando al enemigo a recurrir a refuerzos para retomar el control. Se agudiza la represión El baleamiento del pueblo de San Francisco, el asesinato de nuestro compañero Eduardo Giménez por la policía de Córdoba, varias detenciones y allanamientos a militantes revolucionarios, los amenazantes anuncios de Lastiri y Perón que dan vía libre a los organismos represivos y paramilitares, son claros indicios de un significativo incremento de la represión. Los organismos de seguridad se reúnen públicamente para planificar la lucha contra la “subversión”, es decir contra los revolucionarios, tal como se hacía en tiempos muy cercanos. Nuestro pueblo conoce el significado de todo esto, la argumentación de los capitalistas, siempre tan dispuestos a defender las leyes que protegen su sistema; conoce también a los revolucionarios y sabe discernir correctamente. Sabe que el actual gobierno es el continuismo, la defensa del orden burgués que el pueblo repudia. Sabe que las trenzas de alto nivel entre Balbín, Perón, Frondizi, López Rega, Rucci y Carcagno están dirigidas en su totalidad contra el pueblo revolucionario, contra los ardientes deseos de cambios profundos que siente la gran mayoría del pueblo argentino. Sabe que es imprescindible desarrollar la lucha de masas para obtener impostergables reivindicaciones y sabe también que el accionar guerrillero sigue siendo justo y necesario. Por eso, por la comprensión y decisión del pueblo, los intentos represivos del gobierno fracasarán, como fracasó la represión dictatorial. Por cada combatiente encarcelado o asesinado habrá no ya diez sino veinte que correrán a ocupar su puesto de combate. Formas de la resistencia popular La línea represiva gubernamental apuntará a dos blancos fundamentales: el movimiento sindical clasista, especialmente el activismo de fábrica y las organizaciones guerrilleras. Estos objetivos deben ser inteligentemente defendidos por los revolucionarios y a la vez hostigar por distintas partes al enemigo obligándolo a dispersar sus fuerzas. Los argentinos hemos adquirido ya experiencia, en los años de lucha contra la Dictadura Militar, para enfrentar exitosamente la represión, pero no debemos dejar de tener en cuenta que si bien estamos esencialmente frente al mismo enemigo, su ferocidad y peligrosidad será mayor aún por que mayor es su miedo ante los avances de la revolución y porque con el disfraz bonapartista, asentado en partidos burgueses con influencia de masas como el peronismo y el radicalismo, contará con mayores posibilidades represivas apoyándose en delatores 335

Mario Roberto Santucho

de dentro de esos partidos que aunque serán escasos, le prestarán importante colaboración. Otra característica de la represión bonapartista que es necesario tener muy en cuenta es el montaje de provocaciones como la de Ezeiza. La actual camarilla gobernante carece en absoluto de escrúpulos y utilizará todos los medios para intentar engañar al pueblo y para golpear a las fuerzas progresistas y revolucionarias. Es de prever entonces los intentos de montar falsas operaciones muy impopulares, supuestamente realizadas por las organizaciones guerrilleras; como también la producción de ciertos hechos que inciten a los sectores más combativos, a los sectores de vanguardia, a movilizarse aisladamente, tendiéndoles de esa manera una trampa para masacrar decenas o centenares de obreros de vanguardia, descabezar el movimiento y atemorizar a las masas. La actitud de los revolucionarios frente a esto no puede ser otra que estar muy alertas para explicar rápidamente a las masas la verdad en el caso de acciones simuladas y ante posibles provocaciones, mantener la cabeza fría y proceder con inteligencia no ofreciendo blanco al enemigo, eludiendo o desbaratando las provocaciones y golpearlo allí donde no lo espera. El eje de la resistencia obrera y popular será nuevamente la movilización de las masas y el accionar guerrillero. La organización progresista, clasista y revolucionaria de las masas ha continuado desarrollándose y cada día es más amplia y consistente. El movimiento clasista adquiere día a día más peso en el campo fabril y sindical y puede convertirse localmente en algunas ciudades, a corto plazo, en una opción de masas frente a la burocracia traidora, en la medida que el auge de las luchas obreras se mantenga y desarrolle. El surgimiento y consolidación de las Ligas Agrarias como organizaciones de masas de los campesinos pobres es otro factor organizacional de peso, como también los Frentes Villeros que se están formando en distintas ciudades del país, uniendo y organizando, con características combativas a los pobres de la ciudad. El movimiento sindical clasista, las Ligas Agrarias y los Frentes Villeros constituyen excelentes herramientas para el desarrollo de la movilización de las masas obreras, campesinas y de pobres de la ciudad, que tenderán a unirse, a apoyarse mutuamente por la similitud de sus problemas, ante el enemigo común. El accionar guerrillero, a su vez, se desarrollará en el marco de posibilidades anteriormente desconocidas, por la potencialidad creciente de la guerrilla. Hoy no es la época de Onganía, cuando la represión se ejerció contra masas prácticamente desarmadas y sin experiencia militar. La orientación represiva del gobierno recibirá ahora contundentes respuestas producto de operaciones de unidades guerrilleras relativamente poderosas, bien armadas y experimentadas, con iniciativa táctica y estratégica considerables. 336

Sus editoriales y escritos estratégicos

La movilización de las masas y el accionar guerrillero se entrelazarán en un grado más elevado que durante el período anterior, tendiendo incesantemente a convergir -como ocurrió en San Francisco- en nuevos Cordobazos, Rosariazos, etc., en verdaderos levantamientos populares que con las fuerzas que actualmente tiene nuestro pueblo, pueden convertirse en insurrecciones parciales muy difíciles de controlar por las fuerzas represivas, que constituirán pasos fundamentales en el desarrollo, generalización, masificación de la guerra revolucionaria popular que ha comenzado a librar nuestro pueblo. El peronismo progresista y revolucionario Amplios sectores del peronismo progresista y revolucionario que creían sinceramente a Perón un revolucionario, se encuentran es estos momentos desorientados. Nuestro Partido y nuestro Ejército guerrillero han llamado constantemente a la unidad a estos compañeros y sus organizaciones. Hoy tenemos que reiterar ese llamado recordando además, puntualizando, que la línea que adopte el conjunto del peronismo progresista y revolucionario en la actual situación tiene una importancia enorme para la revolución, para el desarrollo de las poderosas energías combativas de nuestro pueblo. Las organizaciones armadas FAR y Montoneros y parte de la Tendencia Peronista Revolucionaria han cometido un grave error, muy notable y perjudicial para el campo popular, especialmente a partir del 25 de mayo: confiar ciegamente en Perón y basar toda su política en esa confianza. Hoy que se ve claramente ese error puede ser subsanado por el peronismo progresista y revolucionario y retomar una línea independiente del peronismo burgués y burocrático que encabeza Perón, una orientación independiente y combatiente que los aproxime y una a sus verdaderos compañeros, a sus verdaderos aliados, las organizaciones armadas no peronistas y el resto del campo popular. Como decía Lenin, no es grave cometer un error. Todo el mundo lo comete. Lo grave es persistir en él, agrandarlo y justificarlo. Muchos compañeros y organizaciones del peronismo revolucionario han caído en el error y lo han agrandado induciendo a error y confundiendo a la vanguardia de las masas. Pero ese error puede ser corregido si se pasa ahora con decisión a una línea correcta, unitaria, combativa e independiente. La lucha en que está empeñado nuestro pueblo exige de su vanguardia fidelidad a la causa revolucionaria, fortaleza moral, decisión, energía y consistencia. No hay lugar para indefiniciones ni indecisiones, ni tampoco para el decaimiento ni la desmoralización. Conocimos en las cárceles de la Dictadura Militar y en el transcurso de la lucha numerosos peronistas revolucionarios y sabemos de su temple y su amor al pueblo y a la patria; confiamos por eso en que gran parte de ellos sabrán seguir con honor el camino que indicara el inolvidable y ejemplar Montonero Mariano Pujadas, 337

Mario Roberto Santucho

héroe popular peronista, cuando dijo en Trelew: “Aquí hay compañeros de tres organizaciones. Esta acción es significativa de nuestra voluntad de unión. Estamos juntos en esto y vamos a luchar juntos por la liberación de nuestro pueblo”. La nueva maniobra electoral La nueva maniobra electoral que prepara la burguesía tiene por objeto reforzar el aval “popular” a su política represiva. Su intención es llegar a un plebiscito que sumado al expreso apoyo de las FFAA, la UIA y la CGE, la CGT de Rucci y los demás partidos políticos burgueses, otorgue un gran respaldo político al próximo gobierno. Perón trata de comprometer y atar a toda la posible oposición con una argumentación legalista que le proporcione razones a su política represiva. Lo dice con toda claridad en su mensaje a los gobernadores: “No admitimos la guerrilla porque yo conozco perfectamente el origen de esa guerrilla. Los partidos comunistas que en otros países se ha visto que han ido a su destrucción dentro de la ley, han querido salirse de la ley para defenderse mejor. Eso no es posible. No es posible dentro de un país donde la ley ha de imponerse, porque la única manera de no ser esclavos es siendo esclavos de la ley”... “Cuidado con sacar los pies del plato, porque entonces tendremos el derecho de darles con todo”. Esgrimiendo la “legalidad”, el conjunto de leyes capitalistas elaboradas por los gobiernos anteriores, por la Dictadura Militar y demás, esgrimiendo leyes como la 20429 que obliga al desarme del pueblo y prescribe que los únicos que pueden tener armas en la Argentina son las fuerzas represivas militares y policiales; como la ley que prohíbe las ocupaciones de fábricas; como la que impide la difusión de las ideas revolucionarias, pretende enchalecar a toda la oposición y justificar la represión que prepara contra el armamento popular, contra la movilización de las masas, contra la libertad de expresión. Pero nuestro pueblo ya ha demostrado que no acepta imposiciones contrarrevolucionarias, que no acepta el “orden” burgués y por el contrario va estableciendo su propio orden, su propia legislación revolucionaria que responde directamente a las aspiraciones y necesidad de los trabajadores, a los objetivos de su liberación nacional y social por los que luchamos y que está en constante y cotidiana contradicción con las leyes de defensa del capitalismo. El pueblo argentino no admitirá el desarme de las guerrillas, no admitirá la represión a la movilización de masas, no admitirá la prohibición de las ideas revolucionarias. El proyecto de ilegalizar con respaldo político a las fuerzas revolucionarias, se asienta en forma inmediata en la maniobra electoral. Este es un terreno de lucha que, aunque favorable al enemigo, no debe ser abandonado por los revolucionarios. Objetivamente se da la posibilidad y necesidad de unificar al conjunto de 338

Sus editoriales y escritos estratégicos

las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo, peronistas y no peronistas, que la burguesía intenta marginar de este proceso, para adoptar una táctica común que dificulte, cuando menos, la maniobra del enemigo, dé orientación a las masas y sea punto de partida para una actividad posterior unificada en el terreno democrático, en defensa de las libertades, en el esfuerzo de frenar, dificultar y combatir con la denuncia y la lucha, todos los pasos represivos del gobierno, de los organismos de represión y de los grupos fascistas paramilitares que organizan y arman sectores del propio gobierno y las FFAA con la colaboración activa de la CIA norteamericana. Nuestras tareas La libertad y la democracia conquistadas por el pueblo, están a punto de ser conculcadas. De allí que todas nuestras tareas en los próximos meses deberán desarrollarse en el marco de un aumento constante de la represión por lo que debemos basar la militancia cotidiana en un redoblamiento de la vigilancia revolucionaria, en el cumplimiento estricto de los métodos conspirativos y de seguridad. Las perspectivas revolucionarias existentes, enteramente favorables, nos obligan a multiplicar esfuerzos, hacen necesario una nueva aceleración del ritmo de construcción de las organizaciones revolucionarias, hacen necesario un incremento de las operaciones de guerrilla. La garantía básica para lograr éxito y eficiencia en el cumplimiento de estas y todas las tareas revolucionarias del momento, es el crecimiento y el fortalecimiento incesante de nuestro Partido y nuestro Ejército guerrillero. Nuestra organización necesita decenas y centenares de nuevos cuadros para acometer y cumplir exitosamente sus complejas responsabilidades revolucionarias. Este es el momento en que cada compañero progresista y revolucionario, dejando de lado dudas y vacilaciones, debe rodear a su partido proletario, el PRT y a su organización guerrillera, el ERP, incorporarse, unirse o colaborar con ellos, dar lo mejor de sí a la justa causa socialista canalizando sus energías en el PRT y el ERP. Un fuerte y maduro partido proletario con influencia de masas y un ejército guerrillero activo, eficiente, estrechamente ligado a la clase obrera y al pueblo, son los pilares de granito sobre los que se edificará la victoriosa resistencia revolucionaria del pueblo argentino.

Editorial de El Combatiente N° 86. Viernes 17 de agosto de 1973

339

Mario Roberto Santucho

22 DE AGOSTO: DIA DEL COMBATIENTE HEROICO Mario Roberto Santucho Varias ocupaciones de fábricas y huelgas obreras en todo el país, principalmente en el Gran Buenos Aires; combativas movilizaciones de pueblos enteros en Villa Carmela y Los Ralos en Tucumán; enérgicas luchas del campesinado por la tierra como las de Aminga, Depto. La Costa, provincia de La Rioja; numerosas acciones guerrilleras entre las que se destaca el ajusticiamiento del torturador Tamagnini en Tucumán, son todas expresiones de la continuidad de la lucha del pueblo argentino, que se desenvuelve con vigor renovado, con amplitud creciente y con objetivos reivindicativos y políticos cada vez más definidos y profundos. Por ejemplo, en Villa Carmela, población rural de alrededor de mil habitantes, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Tucumán, una Asamblea del pueblo resolvió entre otras cosas calificar de “pequeño triunfo” la respuesta oficial al petitorio y dijeron que la asamblea vecinal dispuso también “repudiar la intimidación policial”. Destacaron que los logros fueron “alcanzados por medio de la lucha y no por la sensibilidad del gobierno”. En la concentración -agregaron- se acordó también continuar organizándose para propiciar la concreción de la “patria socialista”. Manifestaron que la única comisión reconocida es la movilizadora “a la que se someterán todas las entidades de la localidad”. Se resolvió además denominar a la estación “Héroes de Trelew”. Todas estas luchas de la clase obrera y el pueblo han sido en general silenciadas por la prensa burguesa que colabora de esa manera con el gobierno y se esfuerza por centrar la atención del pueblo en el proceso electoral, por crear expectativas en las candidaturas. Pero todas estas movilizaciones son verdadera expresión de las profundas aspiraciones de cambios revolucionarios de nuestro pueblo, de su decisión de lucha, de su convencimiento de que es necesario continuar combatiendo más enérgicamente aun para enfrentar y derrotar a los enemigos del pueblo argentino, a los enemigos abiertos y a los enemigos embozados. La semana pasada en San Francisco los trabajadores coparon dos armerías y obtuvieron algunas armas; esta semana en Los Ralos, jóvenes combativos empuñaban machetes y revólveres, y en Villa Carmela el pueblo desarmó a dos policías ferroviarios devolviéndoles las armas pero expropiándoles las balas “para la causa del pueblo”. No son sólo las elecciones la forma de expresión, la forma de expresión popular, por el contrario ellas se dan generalmente de manera tal, que la verdadera voluntad popular es deformada, distorsionada. Más fielmente que en las elecciones el pueblo expresa su voluntad mediante la lucha, voluntad que no acepta los llamados a la tregua, a la conciliación nacional, a la unidad entre 340

Sus editoriales y escritos estratégicos

explotadores y explotados que la burguesía propone para que los obreros y todo el pueblo trabajador se sacrifiquen aún más y capitalistas y burócratas puedan gozar, despilfarrar el producto del trabajo de las masas, darse la gran vida y continuar acumulando riquezas y fuerzas para mejor explotar y oprimir al pueblo, para mantener eternamente el sistema capitalista de explotación del hombre por el hombre, cuyos privilegios disfrutan. LOS PREPARATIVOS ELECTORALES La burguesía ya [designó] sus candidatos: Manrique-Raimonda, Perón-Isabel y Balbín-De la Rúa, ninguno de los cuales ofrece posibilidades de una política revolucionaria, ni siquiera progresista, que satisfaga aunque sea parcialmente las manifiestas aspiraciones de cambio de nuestro pueblo. Por el contrario, el objetivo que persiguen las clases dominantes, como sostuvimos en nuestro artículo de la semana pasada, es intentar convertir las elecciones en punto de apoyo para legalizar la represión, para avalar la línea represiva adoptada por el peronismo burgués en conjunto con los mandos militares, con el asentimiento de los grandes empresarios y el resto de los partidos burgueses. Cualquiera de estos candidatos, tanto Manrique como Perón y Balbín, proponen una política muy simular de “reconstrucción nacional” una política dirigida a detener por todos los medios la revolución que nuestro pueblo impulsa, y crear bases de recuperación del capitalismo, de fortalecimiento del sistema de dominación imperialista que sufre nuestra patria y nuestro pueblo. Naturalmente que estos políticos hablan de revolución, de libertad, de independencia nacional, de justicia social, porque saben que de otra manera no obtendrían votos, no lograrían engañar a nadie. Pero esas son sólo falsas promesas, demagogia. La verdad es que todos ellos no se proponen hacer una revolución, sino que intentan e intentarán evitarla, desbaratarla. No se proponen terminar con la explotación del hombre por el hombre, sino prolongar su vigencia. No se proponen independizar el país de la garra imperialista, sino llegar a acuerdos con él, respetar la estructura dependiente, la dominación yanki y europea, y cuando mucho lograr mejores condiciones en algunos negocios. Aún en este terreno, que es el más favorable para el enemigo, la maniobra de la burguesía amenaza verse dificultada por la posible presentación de una candidatura auténticamente representativa: la de Tosco-Jaime, que ha comenzado a agitarse en estos días. Aún cuando esta es sólo una posibilidad, ya despertó entusiasmo en amplios sectores de nuestro pueblo. No puede ser de otra manera, porque tanto Agustín Tosco como Armando Jaime han estado a la cabeza de las luchas antidictatoriales y han sufrido persecuciones 341

Mario Roberto Santucho

y encarcelamientos. RAWSON Y TRELEW La próxima semana nuestro pueblo recuerda y conmemora el bárbaro fusilamiento de 16 de sus mejores hijos en la base aeronaval de Trelew, asesinato que marcó eternamente a las FFAA opresores como verdugos de patriotas, con el estigma infamante de criminales de guerra. El 15 de Agosto después de arduos y complicados preparativos que llevaron varios meses, 116 guerrilleros, miembros de las organizaciones armadas, Montoneros, FAR y ERP, lograron copar desde adentro la cárcel de Rawson para intentar una fuga masiva cuya dificultad principal residía en las largas distancias a recorrer hasta lugar seguro. El enemigo nos tenía recluidos en medio de grandes medidas de seguridad. Aparte del personal del penal, de la Gendarmería, la policía provincial y federal, y de la Base Aeronaval cercana, el ejército estableció una unidad especial anti guerrillera de 60 hombres, a tres cuadras del penal, cuya misión consistía en recorrer permanentemente la zona, detectar y reprimir cualquier intento de fuga y fundamentalmente, actuar contra cualquier intento de toma del penal. Se controlaban también las rutas, el mar y los aeropuertos. Pero la decisión de lucha de los combatientes, el sentido de la responsabilidad revolucionaria, el ansia de volver al servicio “activo”, al servicio del pueblo argentino, de su justa causa revolucionaria, fue más fuerte que todas las previsiones de la Dictadura. Un comité de fuga integrado por compañeros de FAR, Montoneros y ERP fue formado dentro de la cárcel y se encargó de centralizar y organizar el esfuerzo y las ideas colectivas. Pronto se encontró el camino, vía el aeropuerto comercial y se planificó en todos sus detalles la operación. Conociendo la brutalidad dictatorial, se cuidó disponer que en caso de fracaso total o parcial en cualquiera de los pasos de la operación todos debíamos hacernos fuertes en el lugar en que nos encontráramos y mediante la intervención inmediata de la prensa, radio y TV y de personalidades de la zona rendir nuestras armas bajo garantía de integridad física. Los pasos más difíciles de la operación fueron cubiertos exitosamente y se falló en uno de los más sencillos: el ingreso al penal después de su toma, de dos camiones, una camioneta y un auto, que esperaban en la zona, y que debían trasladar a los 116 combatientes hasta el aeropuerto de Trelew. Sólo entró el automóvil y en él salió un primer grupo a tomar el aeropuerto y el avión e intentar previamente la localización de los demás vehículos. Esto no fue posible porque esos vehículos ya estaban camino a Trelew. Diecinueve compañeros de un segundo grupo logró partir del penal en 342

Sus editoriales y escritos estratégicos

taxis llamados telefónicamente y salió hacia el aeropuerto. Pero la diferencia de tiempo era ya grande y se vio aumentada por un extravío en el trayecto. Los primeros seis compañeros tuvimos que retirarnos en el avión sin saber si venían más compañeros y sin la posibilidad de continuar la espera por más tiempo. Con elevado heroísmo, los 19 compañeros del aeropuerto y los 91 de la cárcel se mantuvieron en sus puestos durante horas, llamaron a periodistas, a personalidades y jueces, y entregaron sus armas bajo el formal compromiso militar de la Marina contrarrevolucionaria, de asegurar la integridad física de todos los compañeros. Pero como todos sabemos, ese compromiso no se cumplió. Un pelotón de oficiales y suboficiales mandados por el criminal de guerra Luis E. Sosa, cumpliendo órdenes de los criminales de guerra Lanusse, Coda, Rey y Hermes Quijada, asesinó fríamente a 16 combatientes y baleó gravemente a otros tres. Es que el ejército opresor carece de honor; la justicia de la causa que defiende hace bárbaros e irracionales a los oficiales y jefes enemigos, hasta un grado que nosotros no previmos. Pero estos criminales están condenados por la historia y sus nombres, símbolo de los más bajos sentimientos, quedarán grabados en la mente y en el corazón de nuestro pueblo, alimentando el justo odio de clase de los oprimidos, recordándonos a cada instante que debemos terminar con esta casta, realizar la revolución social y de independencia nacional que hará desaparecer para siempre de nuestra Argentina toda esa escoria. Los 116 compañeros que participaron en el intento, los 91 combatientes que quedaron en la cárcel, los 19 que se sostuvieron en el aeropuerto, dieron en esta operación una alta lección de organización, de disciplina, de moral combativa, de serenidad. Recordar la actitud de ese centenar y pico de guerrilleros nos hace confiar ciegamente en nuestro pueblo, en sus elevadas virtudes, que estuvieron magníficamente evidenciadas en el heroico comportamiento de los combatientes de Rawson. Un pueblo que tiene hijos de ese calibre, de ese coraje, de esa sencillez y entrega ilimitada no puede ser derrotado por ninguna fuerza contrarrevolucionaria, ni por el número ni por el armamento superior, ni por el engaño ni por la fuerza. CONMEMOREMOS EL 22 DE AGOSTO El 22 de Agosto es ya una fecha histórica para los argentinos. Ese día conmemoramos nuestro día Combatiente Heroico. El recuerdo de los héroes de Trelew, que supieron seguir el ejemplo del Comandante Guevara llama a la unión y a la lucha de todo lo mejor de nuestro pueblo, a las masas obreras y populares, a los sectores progresistas, a la vanguardia revolucionaria. El miércoles 343

Mario Roberto Santucho

22 convocados por la Comisión de Familiares de los patriotas asesinados, los argentinos hemos de rendir en distintas ciudades el silencioso homenaje que los pueblos brindan a sus héroes. Y renovados en nuestro vigor revolucionario por ese pequeño alto que haremos para recordar aquellos queridos compañeros, a Mariano, Susana, Carlitos, María Angélica, Alfredo, Cachito, Lobo, Fauno, Frichu, Indio, Sayito, Ricardo, Pucho, Clarisa, Jorge y Adrián, renovados en nuestra decisión combativa decimos: Continuaremos en la lucha de todos los días edificando las organizaciones revolucionarias íntimamente unidos a nuestro pueblo enfrentando con firmeza al enemigo ofreciendo como ellos todo lo que tenemos a la sagrada causa revolucionaria de la liberación nacional y social de nuestra Patria y nuestro Pueblo. Momentos antes de iniciada la acción en el almuerzo colectivo y poco después, conversamos y nos despedimos de nuestros queridos compañeros conscientes de los riesgos del combate. La imagen de confianza y seguridad, de desprendimiento personal, de serenidad y fe, de conciencia revolucionaria y moral proletaria, que nos dejaron en esa despedida es la que conservamos en nuestra memoria y en nuestro corazón. Por eso, el recuerdo que sus compañeros tenemos de los combatientes caídos en Trelew, no es un recuerdo triste, sino es simplemente el de una separación física, circunstancial, producto de las necesidades de la lucha, que aceptamos y sobrellevamos con la felicidad de sentirnos transitando firmemente el camino que ellos nos señalaron. “Morir por la Patria y el Pueblo, es vivir” fue sin duda la idea que nos acompañó en el último momento. Nuestro Pueblo lo sabe, sabe el valor de los hijos que perdió y les brinda y brindará siempre su homenaje.

El Combatiente Nº 86. Viernes 17 agosto de 1973 POR QUÉ NOS SEPARAMOS DE LA CUARTA INTERNACIONAL [Equipo de redacción5 de El Combatiente] En su reunión de julio, el Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario de 5. El equipo estaba integrado por César Cervato, Luis Ortolani, Pablo Pavich, miembros del Comité Central [nota de esta edición] 344

Sus editoriales y escritos estratégicos

los Trabajadores, votó ad-referéndum de nuestro VI Congreso, la resolución de separarse de la IV Internacional. Para la mejor comprensión por parte de los compañeros lectores sobre esta importante decisión, queremos reunir en esta nota los principales antecedentes de la misma. El V Congreso de nuestra organización votó, entre otras resoluciones, el mantenimiento de la adhesión a la IV Internacional, contra el cual se habían pronunciado varios Congresistas. Posteriormente, para una mejor comprensión del sentido de este voto, el Comité Central encargó al compañero Miguel6 que resumiera en una minuta los puntos de vista sostenidos por la mayoría en el debate del Congreso, incluyéndose la misma en el folleto de divulgación de sus resoluciones. Tomamos de esa minuta algunos párrafos centrales: “Nuestro punto de vista es que desde la experiencia leninista de la Tercera Internacional, quedó más claro que nunca la necesidad de un Partido Revolucionario Internacional que centralizara mundialmente la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, necesidad cada día más apremiante por las características de la época en que vivimos, con el capitalismo férreamente centralizado bajo la égida del imperialismo yanki, la lucha revolucionaria desenvolviéndose en algunos teatros con contenido y forma internacional (sudeste asiático) y la notoria interinfluencia de los distintos procesos revolucionarios, anticapitalistas y antiimperialistas que se desarrollan en cada país, en cada región y en cada continente”. “El movimiento trotskista, es necesario aclararlo, agrupa a sectores heterogéneos. Desde aventureros contrarrevolucionarios que se sirven de su bandera prostituyéndola hasta consecuentes revolucionarios”. “... es necesario tener claro que, efectivamente, la IV Internacional tiene enormes limitaciones y una tradición escasamente reivindicable”. “Podemos resumirla diciendo que la histórica tarea de mantener vivo el internacionalismo leninista, de conservar y desarrollar la teoría y la práctica de la revolución permanente, hubo de ser asumida en las condiciones de predominio absoluto del stalinismo, por pequeños círculos de intelectuales revolucionarios cuya marginación real de la vanguardia proletaria y de las masas -pese a importantes esfuerzos por penetrar en ellas- impidió su proletarización y otorgó un carácter pequeño-burgués al movimiento trotskista. Esta realidad determinó que el aporte de la IV Internacional al movimiento revolucionario mundial se limitara al nada despreciable de custodio de aspectos esenciales del marxis6. Seudónimo usado por Mario Roberto Santucho para firmar esa minuta.[nota de esta edición] 345

Mario Roberto Santucho

mo-leninismo abandonados y pisoteados por el stalinismo, y lejos de jugar un rol práctico revolucionario de importancia, cayera en numerosas oportunidades en puntos de vista reformistas, ultraizquierdistas e incluso, sirviera de refugio a toda clase de aventureros contrarrevolucionarios, consecuencia y, a su vez, causa de la marginación de la que habláramos”. “Más, el proceso de renovación y desarrollo a que nos referimos, que demuestra suma pujanza, implica necesariamente una transformación de la Internacional y de sus partidos en una dirección proletaria. Implica un cambio radical en su composición social, el abandono progresivo de las características pequeño burguesas todavía dominantes, una participación plena y protagónica en distintas revoluciones nacionales. El futuro del movimiento trotskista depende de la capacidad de la Internacional, de sus Partidos nacionales, para asimilar esta transformación, realizarla consciente y ordenadamente”7. Corresponde ahora analizar si la Internacional y sus partidos han sido capaces de asimilar y desarrollar esta transformación. Pero antes nos remitiremos brevemente a los antecedentes de la Internacional. EL SURGIMIENTO DE LA IV INTERNACIONAL Después de la expulsión de la Unión Soviética en 1929, León Trotsky comenzó a dar forma internacional a la oposición que venía desarrollando contra el stalinismo. A esta tarea desarrollada por el gran luchador revolucionario, corresponde atribuirle el mérito de haber mantenido vivas las banderas leninistas del internacionalismo revolucionario y de la democracia proletaria, de haber desarrollado una crítica consecuente y generalmente acertada de los graves errores del stalinismo que contribuyeron a la frustración de la Revolución en Europa y de haber tratado tesoneramente de construir una nueva vanguardia proletaria. Pero también cabe señalar en ella un error capital, que contribuye decisivamente a la frustración de ese proyecto de desarrollar una nueva vanguardia revolucionaria a escala mundial. León Trotsky, aferrado a las tradiciones revolucionarias del marxismo en Europa, no advirtió todo el profundo sentido de la definición de Lenin, acerca de que “la cadena imperialista se rompe por su eslabón más débil” y no sacó todas las consecuencias de su propia teoría de la Revolución Permanente. No comprendió, en suma, que el eje de la revolución mundial se había desplazado a los países coloniales y dependientes. 7. Subrayado nuestro. 346

Sus editoriales y escritos estratégicos

No comprendió que, mientras en Europa la Revolución se estancaba y retrocedía, en Asia, en cambio, continuaba en vigoroso ascenso, dirigida por partidos y hombres que, a pesar de militar formalmente en la III Internacional stalinista, supieron mantener viva la teoría y la práctica del marxismo-leninismo, construir sólidas organizaciones proletarias de vanguardia, y ponerse a la cabeza de las masas oprimidas de sus países y conducirlas finalmente a la victoria sobre el capitalismo imperialista. Sus discípulos chinos, por ejemplo, llamaron varias veces su atención sobre la correcta dirección de la guerra revolucionaria por Mao-Tsé-Tung, apoyada sobre las masas campesinas oprimidas. Pero Trotsky lo esperaba todo de los obreros urbanos y desconfiaba de los ejércitos campesinos dirigidos por el Partido Comunista Chino. En Vietnam, existió un partido trotskysta, relativamente fuerte y prestigiado entre las masas, que en 1936 concurrió a elecciones en Frente Único con el Partido Comunista Indochino. Sin embargo, poco después se produce la ruptura y los trotskistas vietnamitas llegaron a enfrentarse abiertamente con el Partido de Ho-Chi-Minh justamente cuando éste comienza a desarrollar la guerrilla. Trotsky apenas prestó atención a estos importantes hechos, mientras dedicaba un tiempo desmedido a las pequeñas disputas y problemas de sus partidarios europeos, especialmente franceses. “Los grupos minúsculos que no pueden ligarse a ningún movimiento de masas no tardan en ser presa de la frustración. No importa cuánta inteligencia y vigor puedan poseer, si no encuentran aplicación práctica para una y otra cosa están condenados a malgastar su fuerza en disputas escolásticas e intensas animosidades personales que desembocan en interminables escisiones y anatemas mutuos. Una cierta dosis de tales riñas entre sectas ha caracterizado, por supuesto, el progreso de todo movimiento revolucionario. Pero lo que distingue al movimiento vital de la secta árida es que el primero encuentra a tiempo, y la segunda no, la saludable transición de las disputas y las escisiones a la auténtica acción política de masas”. “Las disensiones similares a ésta, en las que prácticamente es imposible separar lo personal de lo político, vinieron a ser una dolencia crónica de la mayoría, si no de la totalidad de los grupos trotskistas; el ejemplo francés fue infeccioso porque, aparte de otras razones, París era ahora el centro del trotskismo internacional. Las personalidades, por regla general, tenían tan poco peso, los motivos de disensión eran tan insignificantes y las disputas tan tediosas, que ni siquiera la participación de Trotsky le confieren suficiente importancia para que

347

Mario Roberto Santucho

merezcan un lugar en su biografía”8. El principal biógrafo de Trotsky refleja así, con toda precisión, las características del trotskismo en la época de su surgimiento y que constituiría en él un mal endémico. Lo que le falta precisar a Deutscher, aunque se desprende claramente de sus palabras, es la raíz de clase de estas características. Ellas constituyen una manifestación clarísima del individualismo pequeño-burgués, propio de los intelectuales revolucionarios no proletarizados por el desarrollo del partido. Por esta razón encontramos, como señala acertadamente Deutscher, tales características en los comienzos de todo movimiento revolucionario, cuando los intelectuales constituyen la mayoría o la totalidad de la militancia. Pero cuando la vanguardia obrera penetra en sus filas, imprimiéndole su sello de clase, la organización y sus componentes no obreros se proletarizan y se produce la “saludable transición a la acción política de masas”. El trotskismo no pudo concretar tal transición por las razones antes apuntadas. Mientras Trotsky concentraba sus esfuerzos en Europa y “tales fruslerías devoraban gran parte de su tiempo y de sus nervios”, en China, en Vietnam, en Corea, las masas se batían firmemente contra el imperialismo, forjando en la guerra sus organizaciones proletarias. ¡Cuánto más útil hubiera sido allí el aporte de Trotsky, su invalorable experiencia, atesorada en años de militancia revolucionaria, templada en la Revolución de Octubre y la Guerra Civil! Así, agobiado por el triple peso del retroceso de las masas en Europa, la persecución stalinista y sus propios errores, el trotskismo siguió desarrollándose al margen de la práctica real de la lucha de clases. Y en esas circunstancias surge, precisamente, la IV Internacional, fundada en 1938. Dejemos hablar otra vez a Deutscher: “Durante todo el verano de 1938 Trotsky se mantuvo ocupado en la preparación del “Proyecto de Programa” y de las resoluciones para el “Congreso Constituyente” de la Internacional. En realidad esta fue sólo una pequeña conferencia de trotskistas celebrada en la casa de Alfred Rosiner en Perigny, una aldea cercana a París, el 3 de septiembre de 1938. Estuvieron presentes 21 delegados que decían representar a las organizaciones de 11 países. “Naville rindió el ‘informe sobre los progresos realizados’ que debían justificar la decisión de los organizadores en el sentido de proclamar la fundación de la Cuarta Internacional. Sin proponérselo, sin embargo, Naville reveló que la Internacional era poco más que una ficción: ninguno de sus llamados Ejecutivos y Buros Internacionales había sido capaz de trabajar durante los últimos años. Las ‘secciones’ de la Internacional contaban con unas cuantas docenas o, a

8. Isaac Deutscher El Profeta Desterrado, páginas 65/66. 348

Sus editoriales y escritos estratégicos

lo sumo, unos cuantos centenares de miembros cada una”9. Mientras vivió Trotsky, la IV logró mantener cierta unidad de acción. Después de su asesinato, el 20 de agosto de 1940, las disputas y escisiones se hicieron interminables y atomizaron a la organización. No obstante, tras el XX Congreso del P.C. soviético, en el que el propio Khruschev denunció los crímenes de Stalin, el trotskismo experimentó un cierto reflorecimiento. En nuestro V Congreso decíamos: “El resurgimiento del trotskismo a partir de la defenestración de Stalin en la URSS se ha polarizado en la IV Internacional a que pertenecemos, quedando al margen la casi totalidad de los grupos aventureros y contrarrevolucionarios que se reivindican trotskystas. Reconocidos por el propio Partido Comunista de la Unión Soviética los aspectos negativos de Stalin, ello constituyó una dramática confirmación de las raíces sanas y correctas del movimiento trotskysta y favoreció dos procesos simultáneos: a) la reunificación de la mayoría del movimiento trotskista, entonces muy atomizado, debilitado y desprestigiado, concretada en el Congreso de Reunificación de la IV Internacional de 1963; b) La revitalización del trotskismo por la doble vía de un más nuevo y amplio prestigio, que posibilitó el ingreso a sus filas de la juventud revolucionaria y del traslado del eje de lucha desde el enfrentamiento y denuncia del stalinismo (...) hacia la problemática revolucionaria contemporánea”. (Minuta citada). Las esperanzas que entonces poníamos en la proletarización y renovación del trotskismo se han visto frustradas. Las manifestaciones más claras de esta frustración son tres: la composición de clase de la IV, la actividad fraccional desarrollada contra nuestro Partido y el sostenimiento de posiciones teóricas que se apartan del marxismo-leninismo. PEQUEÑA-BURGUESÍA Y FRACCIONALISMO La composición de clase de la IV se puede medir con facilidad por la composición y orientación política de sus dos partidos más numerosos: el Socialist Worker’s Party (SWP-Partido Socialista de los Trabajadores) norteamericano y la Liga Comunista de Francia (LCF). El SWP es un partido que cuenta en sus filas con algunos miles de militantes de origen pequeño-burgués, intelectuales, profesionales y estudiantes. Su vinculación a la clase obrera es escasa o nula y su actividad principal se 9. Isaac Deutscher, obra citada, páginas 379/380. El autor ha tomado los datos de Los Archivos de Trotsky. 349

Mario Roberto Santucho

desarrolla en los círculos intelectuaes y en los movimientos “marginales”, como el movimiento de liberación femenina. Constituyen desde hace muchos años el ala derecha de la Internacional. Por otra por parte, no deja de ser significativo en sí el hecho de que el Partido más fuerte de la Internacional se haya desarrollado en el país más reaccionario del mundo, mientras sus fuerzas son insignificantes en todos los países coloniales y dependientes. La LCF es una organización de alrededor de 2.300 miembros, un 10% de ellos obreros, otro 20% empleados o profesionales y el 70% estudiantes. Su única intervención significativa en la lucha de clases en Francia se registró en las movilizaciones de 1968. Un sector de la dirección de este Partido es precisamente el que desarrolló contra nuestra organización un trabajo fraccional en 1971 y 1972. Sobre esta última cuestión no nos extendemos aquí, puesto que ya hemos publicado un folleto explicativo sobre el tema. Baste señalar que este culminó con la formación del grupo que actualmente trata de usurpar el nombre de nuestro Partido y del Ejército Revolucionario del Pueblo, añadiéndoles el aditamento “Fracción Roja”. Más importante es tratar aquí las profundas diferencias ideológicas que reflejan el carácter pequeño-burgués de la IV Internacional y constituyen el trasfondo de las actividades contra nuestro Partido, al mismo tiempo que marcan la imposibilidad de continuar trabajando por la construcción de una organización proletaria internacional en el marco de la Cuarta. A. DEFINICIÓN IDEOLÓGICA Para nosotros el socialismo científico, la teoría revolucionaria del proletariado, ha sido elaborada en lo fundamental por Marx y Engels. Lenin ha realizado a esta teoría aportes esenciales, especialmente la teoría científica del partido revolucionario, que justifican plenamente la designación del socialismo científico como marxismo-leninismo. Mao-Tsé-Tung, Ho-Chi-Minh, Giap, Le Duan, Kim-Il-Sung, Fidel Castro y el Che Guevara han realizado grandes aportes al marxismo-leninismo, en el curso de su experiencia como dirigentes de la revolución en sus países, sobre todo en lo que hace a la teoría de la guerra revolucionaria y a la construcción del socialismo. León Trotsky, también ha hecho aportes valiosos, especialmente la teoría de la revolución permanente y la caracterización de la burocracia y el fascismo. Otros aportes menores podemos encontrar en Antonio Gramsci y otros y todos los que con aciertos o errores han luchado y luchamos por el triunfo de la revolución socialista. Pero ninguno de estos aportes justifica ya el cambio de 350

Sus editoriales y escritos estratégicos

designación a la teoría científica de la clase obrera. Esta no es una mera cuestión de nombres, sino que la IV Internacional, al sostener que “el trotskismo es el leninismo de nuestro tiempo”, desvaloriza el aporte de otros revolucionarios y maneja el pensamiento de Trotsky en bloque, negando sus errores. Carecen así de orientaciones correctas para una serie de cuestiones, especialmente aquellas relacionadas con la lucha armada. B. CARACTERIZACIÓN DE LOS REVOLUCIONARIOS VIETNAMITAS Y CUBANOS La IV niega el carácter de verdaderos y completos partidos marxistas-leninistas a los compañeros vietnamitas y cubanos. Nuestros fraccionistas llegaron al extremo de caracterizarlos como “partidos de base amplia” al estilo del Partido Socialista Alemán (!), mientras ponían como modelo de construcción de partido en nuestro tiempo a la Liga Comunista de Francia. Esto es evidentemente desconocer el ABC del marxismo, que basa en la práctica toda caracterización. Y a nadie puede caber duda alguna sobre lo que vietnamitas y cubanos han hecho en el terreno de la práctica revolucionaria. C. LUCHA DE CLASES EN EL PARTIDO Este es un punto complejo e importante, en el que se entremezclan en un sólo haz, los métodos de construcción de una organización verdaderamente proletaria, el centralismo democrático y los medios de conocimiento del Partido. Empecemos por esto últimos. Un Partido revolucionario, para ser tal, debe conocer la realidad en la que se mueve. La fuente de ese conocimiento, como lo han enseñado reiteradamente Marx, Lenin y todos los revolucionarios, es la propia práctica, la actividad transformadora del mundo. O sea, en el caso de los revolucionarios, la actividad destinada a transformar las estructuras de la sociedad. La práctica está, a su vez, orientada por la teoría, por el marxismo-leninismo, que no es otra cosa que la acumulación del conjunto de las experiencias prácticas de la Revolución y de los elementos de análisis científicos de la sociedad, que surgen del conjunto de la práctica social. Pero, a su vez, la teoría, el marxismo-leninismo, no es un método abstracto, una herramienta que sirva para cualquier uso, al modo en que por ejemplo, se utilizan las notas musicales indistintamente para escribir un tango o una zamba. La utilización correcta de la teoría depende del “punto de vista” con que se 351

Mario Roberto Santucho

lo aplica. Sólo ubicándose en el punto de vista del proletariado la clase a que corresponde tal ideología y teoría científica de la revolución, se puede obtener el resultado correcto. Ahora bien, en el curso de la actividad revolucionaria, ante una cuestión cualquiera, surgirán entre los compañeros opiniones diferentes. Esto es lógico y justo. Esas diferencias de opinión reflejan las diferentes experiencias de cada compañero. Es muy natural que frente a un determinado problema no opinen lo mismo un obrero tucumano que uno cordobés, un compañero que trabaja en una gran fábrica, que el que lo hace en un pequeño taller, el de un frigorífico que el de una planta química. La confrontación de esas diferencias de opinión, a través de una discusión franca, amplia, sin trabas de ningún tipo, permitirá entonces captar la realidad en todos sus matices, arribar a una opinión común más justa, más correcta, más rica. Por eso se dice que el Partido es el “intelectual colectivo” de la Revolución. Este es el polo de la democracia en el centralismo democrático, el aspecto que permita la elaboración justa de la línea partidaria con el aporte de todos los compañeros. Pero esto es a condición de que realmente “se quiera” llegar a una opinión común, que todos los que participan en la discusión lo hagan desde “el punto de vista proletario”, atendiendo al interés superior de hacer avanzar a la Revolución. Cuando la discusión “se empantana”, cuando las diferencias se vuelven irreductibles y devienen en duros enfrentamientos de tipo personal, entonces esto quiere decir que alguna de las partes “no quiere” realmente llegar al acuerdo. Y si no quiere llegar al acuerdo, esto refleja un “interés social”, un punto de vista “no proletario”, que tiene su base material en intereses burocráticos o pequeño-burgueses, que son introducidos en la organización por sus elementos no proletarios o, excepcionalmente, por elementos obreros que se han desclasado. De esta manera esos elementos se transforman en correa de transmisión de las presiones de clases hostiles sobre la organización del proletariado, de esa manera la lucha de clases en el conjunto de la sociedad se refleja como lucha de clases en el seno del Partido. Cuando se llega a este punto, las contradicciones en el seno de la organización ya no pueden resolverse por la vía habitual, la discusión, la autocrítica y la crítica, sino que es necesario resolverlas mediante una enérgica liquidación de estas corrientes no proletarias: primero derrotándolas ideológica y políticamente, para así “curado el mal, tratar de salvar al enfermo”, y en caso de persistir en sus posiciones anti-obreras, expulsadas sin contemplaciones del seno de la organización como se extirpa un tumor para que no infecte a la mayoría sana del organismo. No es siempre fácil detectar acertadamente y a tiempo, cuándo las diferencias de opinión se transforman en lucha de clases en el seno del Partido. Es 352

Sus editoriales y escritos estratégicos

necesario orientarse permanentemente por la opinión de los obreros, consultar el mayor número de opiniones posible para tener una visión más amplia y justa de la realidad. Y la piedra de toque para diferenciar las corrientes de opinión sanas, de las tendencias fraccionistas y anti partidarias, es precisamente la práctica, el respeto del centralismo democrático en sus dos aspectos: amplia libertad de discusión en la elaboración, rigurosa disciplina centralizada en la acción. Si ante un problema más complejo que otros una minoría no tiene argumentos suficientes para convencer de sus posiciones a la mayoría, y no está a su vez convencida de las posiciones de ésta, la actitud correcta es acatar la disciplina de la organización, continuar desarrollando la militancia tenazmente con la línea que en ese momento detenta la mayoría. En la práctica, entonces, los compañeros de la minoría podrán comprobar la validez de las opiniones y si fuera acertada la opinión de la mayoría, rectificar la propia suya. Si, por el contrario, en la práctica se demostrara como justa la opinión de la minoría -lo que ha sucedido a veces en la historia de la revolución- será entonces en esa misma práctica, ejercida de una manera leal y respetuosa de la disciplina partidaria, como la minoría tendrá oportunidad de demostrar la corrección de sus posiciones y logrará oportunamente la rectificación de la línea. Esto es posible, precisamente sobre la base, como hemos señalado, de un común punto de vista proletario, de la intención de todos, mayoría y minoría, de servir únicamente a los intereses de la revolución. Cuando una de las partes tiene un interés social ajeno al interés de la clase obrera, cuando está situada en un punto de vista no-obrero, sólo entonces cristalizan las diferencias en tendencias fraccionistas, se viola la disciplina y la legalidad partidaria y se desata la lucha de clases en la organización. Hasta aquí, en apretada síntesis, la posición leninista sobre la lucha de clases en el seno del partido, que nuestra organización ha mantenido teórica y prácticamente de manera consecuente. La IV Internacional, por el contrario, opina que esta posición es “burocrática”, “stalinista”, que se utiliza el rótulo “pequeño-burgués”, para perseguir a los compañeros dentro del Partido. Reclaman, en consecuencia, la libertad de constituir permanentes tendencias diferenciadas en el seno de la organización, que discutirán sus distintas opiniones de manera permanente ante la “opinión pública” del partido. La piedra de toque para caracterizar estas corrientes no es ya para ellos la práctica misma de la organización, sino el debate permanente, la “continua discusión de ideas” con la única salvedad de un formal acatamiento de la minoría a la mayoría, llegando incluso a expresar públicamente las diferencias. Consecuentemente, nuestros fraccionistas exigían como condición para 353

Mario Roberto Santucho

ingresar al partido, un elevado nivel teórico, a fin de poder participar en sus permanentes debates internos. Trababan así el ingreso de cuadros obreros, que, aunque conozcan perfectamente por su práctica sus intereses de clase y estén dispuestos a luchar por ellos, a causa de su explotación no pueden tener grandes conocimientos teóricos antes de ingresar al partido y sólo en su seno pueden adquirirlos. Esta posición no es marxista, no es materialista dialéctica, sino idealista y tiene una raíz de clase claramente pequeño-burguesa. El intelectual pequeño-burgués, que no sufre en carne propia la explotación y se acerca a la revolución a partir de una posición humanista, moviéndose por ideas, tiene una fuerte tendencia a enamorarse de las ideas por las ideas mismas, a manejarlas de una manera abstracta en la discusión permanente. Al obrero, en cambio, que experimenta día a día la explotación, le interesan la discusión y las ideas, si, pero de una manera concreta, como forma de mejorar su práctica para acabar más pronta y eficazmente con la explotación de su clase y de toda la humanidad. D. ELABORACIÓN TEÓRICA Para nosotros, como para todo marxista serio, la teoría, en cualquier terreno, sólo puede surgir de la práctica. Ya Marx señalaba, en sus “Tesis sobre Feuerbach”: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”10 La teoría revolucionaria, en consecuencia, sólo puede surgir de la práctica revolucionaria y su elaboración sólo se puede realizar en el partido revolucionario. La IV Internacional, por el contrario enfatiza el aspecto del análisis, sosteniendo que se puede conocer y elaborar teoría al margen de la práctica y que esa es precisamente la función de una dirección revolucionaria internacional. Por cierto que nosotros, también sostenemos como un deber de internacionalismo revolucionario conocer, opinar e “intervenir” en las revoluciones de otros países, intercambiando experiencias y apoyo moral y material, coordinando la lucha contra el enemigo común. Pero esto sólo puede hacerse sobre la práctica de la revolución en el otro país. O sea que, mal podemos opinar nosotros sobre el Congo, por ejemplo, si no existe un partido hermano congolés en cuya práctica podamos basarnos para conocer y opinar. 10. Tesis XI. Publicadas como apéndice al libro de Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. 354

Sus editoriales y escritos estratégicos

CONCLUSIÓN Como vemos, todas las importantes diferencias apuntadas hacen a aspectos capitales de la lucha revolucionaria. Por otra parte, todas ellas están íntimamente relacionadas y tienen una única raíz de clase: el carácter pequeño burgués de la IV Internacional, su negativa a proletarizarse. Teniendo en cuenta esto y todos los demás aspectos que hemos resumido aquí, nuestro Partido ha tomado la resolución que mencionamos al comienzo de esta nota. Esta ruptura no debilita sino que fortalece nuestra inquebrantable decisión de luchar por la construcción de una nueva Internacional revolucionaria, aportando a esa tarea todo lo que esté dentro de nuestras modestas fuerzas.

Editorial de El Combatiente N° 87. Viernes 24 de agosto de 1973 UNIDAD NACIONAL O UNIDAD OBRERA Y POPULAR Mario Roberto Santucho Los distintos sectores de la burguesía coinciden en levantar hoy día, la consigna de unidad nacional, coinciden en una política de unificar todas las fuerzas interesadas en mantener el régimen capitalista e influir con esa política a sectores de las masas. Naturalmente que la propaganda burguesa trata de teñir el acuerdo burgués, la unidad contrarrevolucionaria, con un tinte nacionalista, de independencia nacional, de enfrentamiento o resistencia frente al imperialismo. Pero la esencia, los objetivos de la unidad nacional que persiguen las distintas corrientes burguesas es la lucha contra la revolución socialista, la salvación del capitalismo argentino y por consiguiente implica la aceptación de la dominación imperialista. Hay corrientes de la burguesía hábiles como el frondicismo y el peronismo que dan una formulación más acabada al mismo proyecto estratégico contrarrevolucionario, sosteniendo la necesidad de una revolución nacional antiimperialista protagonizada, dicen, por un Frente Nacional formado por la burguesía nacional, la clase obrera y demás sectores populares. Ellos parten del falso planteo de que el único y/o principal enemigo del pueblo argentino es el imperialismo yanki, y de que en consecuencia todo el pueblo debe unirse en un movimiento nacional dirigido por la burguesía nacionalista. Como sabemos todo este plan355

Mario Roberto Santucho

teo es profundamente falso y es levantado precisamente por los mejores agentes y socios del capital imperialista yanki; ya que su objetivo es engañar a las masas, canalizar su antiimperialismo y sus ansias revolucionarias hacia la vía muerta de un frente con dirección burguesa, de un gobierno “popular” de un sector de la burguesía proimperialista. Los verdaderos enemigos de la clase obrera y el pueblo argentino son todas las clases dominantes, tanto el imperialismo ya sea yanki o europeo, como la oligarquía terrateniente y la gran burguesía nacional. Todas esas fuerzas son las que gozan de los privilegios del sistema capitalista, las que se aprovechan de la explotación del hombre por el hombre, y en consecuencia no tienen el menor interés en la revolución, sino por el contrario están profundamente interesados en mantener eternamente sus privilegios y el régimen capitalista que se los otorga. Todas esas fuerzas lucharan activamente contra la revolución, utilizando tanto el engaño como la fuerza, hasta el momento mismo de su derrocamiento. La argumentación frondizista y peronista de separar la lucha por la liberación nacional de la lucha por el socialismo, por la revolución social, es completamente equivocada e interesada. De ninguna manera pueden separarse la liberación de la patria de la liberación social del pueblo trabajador. Porque todos los explotadores, ya sean nacionales o extranjeros están unidos entre sí, porque la estructura económico-social de la Argentina capitalista es la de un capitalismo semicolonial en el que comparten el dominio, como viejos e inseparables socios, la oligarquía terrateniente, la gran burguesía nacional y el capital imperialista. Siguen a estos grandes explotadores una masa de capitalistas medianos que viven cómodamente y defienden también con uñas y dientes el sistema, aunque por su menor peso y sus roces con los grandes capitalistas y el imperialismo, pueden ser neutralizados por el momento. No se puede confiar en ellos ni confundirlos con amigos. Simplemente diferenciarlos para centrar los ataques contra el enemigo principal y tratar en lo posible de neutralizarlos. Las únicas clases interesadas en expulsar al imperialismo e independizar al país y al mismo tiempo terminar con los sufrimientos del pueblo, con el injusto sistema capitalista, son la clase obrera, el campesinado pobre, la clase media o pequeño-burguesía pobre y los pobres de la ciudad (villeros). Por eso los falsos interesados llamados de la burguesía a la unidad nacional, a la unidad entre explotados y explotadores, a la tregua, deben ser rechazados por el pueblo trabajador y por todas las corrientes políticas que lo representan, oponiendo a la unidad nacional de la burguesía, la unidad obrera y popular de los trabajadores.

356

Sus editoriales y escritos estratégicos

EL FRENTE ANTIIMPERIALISTA Las fuerzas del pueblo son extraordinariamente poderosas. Millones de obreros, campesinos, empleados, artesanos, trabajadores independientes, changueros, desocupados, constituyen el enorme e imbatible potencial revolucionario del pueblo argentino. Cuando los millones de explotados y desposeídos que constituyen la inmensa mayoría de nuestro pueblo, se pongan en marcha, unidos y organizados, libres de toda influencia burguesa de toda trampa, de todo engaño, no habrá fuerza en la tierra capaz de detener su impetuosa y victoriosa marcha hacia la liberación y el socialismo, hacia el derrocamiento de los explotadores y la construcción de una Argentina libre, justa y socialista. Pero para lograr la unión y movilización de todos los trabajadores argentinos, será necesario recorrer un largo camino lleno de dificultades. Y al comenzar a transitar ese camino es necesario aclarar con la mayor exactitud posible a quiénes debemos unir, a quiénes debemos enfrentar y de qué forma. Porque dentro del campo popular hay sectores que rechazan la unión, sectores sectarios, y sectores que confunden enemigos con amigos pretendiendo la unión con parte de aquellos a los que debemos combatir. Algunos grupos de izquierda sostienen que en este momento sólo es posible y necesario unir a los obreros, formar un gran frente de obreros y organizaciones obreras, políticas y reivindicativas. Sostienen esta posición argumentando que la clase obrera para unirse a otras clases debe primero contar con la fuerza necesaria como para dirigir cualquier frente con otras clases explotadas como los campesinos pobres, por ejemplo. Esta tesis es errónea porque aísla a la clase obrera de grandes masas populares que son sus aliados y las deja a merced de la burguesía. Lenin enseñó que el campesinado pobre, la pequeño-burguesía y otras clases que no tienen proyecto político propio, deben seguir a la clase obrera o a la burguesía y que si la clase obrera no se preocupa por acercarse a ellas, por ganarlas a la causa de la revolución nacional y social que traerá también la solución de sus problemas, serán indefectiblemente engañadas por la burguesía, influenciadas por ella y lanzadas contra la revolución como fuerza de choque. En cuanto al problema de la dirección, un frente obrero y popular, necesariamente debe ser dirigido por el proletariado que es la única clase capaz de acaudillar a todos los explotados y dirigirlos exitosamente en la lucha contra el imperialismo y el capitalismo. Pero esa dirección se logra y se garantiza en el curso de la lucha, gracias al rol activo y organizador del partido marxista-leninista proletario por cuya vía la clase obrera se expresará fielmente y obtendrá el respeto, el cariño, la adhesión a la causa socialista, de las más amplias masas. Ese partido se construye y se construirá en el curso de la lucha revolucionaria, uno de cuyos aspectos estratégicos fundamentales es precisamente la unidad 357

Mario Roberto Santucho

obrera y popular. Otra concepción errónea de la unidad que debemos combatir es la del Partido Comunista y otras corrientes, que sostienen que la unidad debe hacerse con la burguesía mediana o “nacional” en un Amplio Frente Popular antiimperialista y antioligarquico. Esta posición parte de una sobreestimación de la burguesía mediana, de quien se espera erróneamente un enfrentamiento consecuente con el imperialismo, la oligarquía terrateniente y el gran capital nacional. Debido a esta sobreestimación, en el Frente Popular que propone el Partido Comunista aparecen constantemente encabezándolo líderes notorios de la burguesía y del imperialismo. Si bien el Partido Comunista sostiene teóricamente la necesidad de la dirección obrera en el Frente Popular que propone, el hecho de hacer eje de ese frente a la burguesía mediana, lo desnaturaliza como expresión de las masas populares y lleva constantemente al Partido Comunista a subordinarse tácticamente a uno u otro sector burgués, renunciando en los hechos a la formulación de la táctica independiente del proletariado. Sin ir más lejos, en estos meses, el Partido Comunista formó parte de un frente con dirección burguesa, la Alianza Popular Revolucionaria, siguiendo entusiastamente a Alende dirigente burgués proimperialista, contribuyendo así a confundir al pueblo. En estos días, frente al proceso electoral, permanece indiferente en cambio ante la posibilidad de levantar una candidatura como la de Tosco/Jaime, auténticamente popular y representativa de las profundas aspiraciones progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo. En la práctica cotidiana, el Partido Comunista muestra constantemente una gran disposición al diálogo y la unidad con distintos sectores de la burguesía, con el radicalismo y peronismo burgués, con el frondicismo, etc., actitud que contrasta con la frialdad y el escaso interés por las corrientes obreras y populares, por la construcción de un frente que una a la clase obrera con el campesinado pobre, los pobres de la ciudad y la pequeño-burguesía urbana. La participación con peso dirigente de sectores burgueses en el movimiento popular es germen de derrotas, lleva a desviar la energía de las masas de sus objetivos revolucionarios, enfriarlas y canalizarlas hacia reformas intrascendentes. EL PLAN REPRESIVO DEL GOBIERNO El proyecto represivo del actual gobierno, que analizamos en el Nº 85 de El Combatiente, se asienta en estos momentos en la base de maniobra que le otorga la vacilación, capitulación o tendencia al compromiso, de algunas organizaciones populares con influencia de masas. La Juventud Peronista abandona 358

Sus editoriales y escritos estratégicos

sus banderas revolucionarias capitulando y conciliando con el gobierno burgués como lo demuestra palmariamente la actitud ante la conmemoración del día del combatiente heroico, el 22 de agosto, donde coincide sintomáticamente la prohibición policial de los actos preparados por los familiares, actitud provocadora del gobierno, que intenta dificultar las honras populares a los Héroes de Trelew, con la programación por la dirección de la JP de un acto sectario en un estadio de fútbol, tratando de aislar a los militantes del ERP, caídos el 22 de Agosto, de esas conmemoraciones. ¡Qué agravio absurdo e inútil! ¡Nunca lograrán ese indigno objetivo! Porque los 16 Héroes de Trelew están unidos en el gran corazón de la clase obrera y el pueblo y nadie ni nada podrá arrancarlos de ese santuario ni separarlos de él. Tampoco obtendría resultado en su colaboración con el gobierno para aislar al ERP de las masas, porque nuestro pueblo rodea cada vez con más cariño y conciencia a su ejército guerrillero. Puede ser sí que consigan con su capitulación reubicarse en el aparato partidario y gubernamental del peronismo burgués, pero a costo de renegar de las banderas revolucionarias. Ese es un triste destino que no deseamos a nadie, el de colocarse junto a Rucci y sus compinches, en la galería de los traidores al pueblo. Contrastando con el retroceso de la JP porteña y bonaerense, importantes sectores del peronismo revolucionario, mantienen en alto el programa de la revolución nacional y social, continúan fieles a su pueblo y a la causa revolucionaria y anteponen el programa y la lucha a cualquier consideración sobre personalidades. El Partido Comunista a su vez “deja hacer” al gobierno y parece orientarse a los acuerdos por arriba para conservar su legalidad, táctica errónea que se volverá violentamente contra el propio PC cuando intente “sacar los pies del plato”. Estas debilidades del campo popular son la base de maniobra fundamental con que cuenta el gobierno para la política represiva que prepara. Pero aún con las mayores posibilidades que esto le otorga, el intento represivo gubernamental fracasará porque no hay base económico-social para la tregua, para la estabilidad, para el aislamiento y destrucción de las fuerzas revolucionarias. ¡UNIR LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO! Las dificultades que estamos reseñando, no nos desaniman en el esfuerzo estratégico de unir a la clase obrera y al pueblo, como cuestión fundamental en el desarrollo victorioso de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Frente a las flaquezas del campo popular a la que nos hemos referido, es necesario señalar el paso positivo qué significó la excelente reunión obrera y popular del 18 de Agosto en Tucumán. El plenario de Tucumán señala con claridad y grá359

Mario Roberto Santucho

ficamente el camino correcto de la construcción del Frente Antiimperialista, el camino correcto para llegar a unir y movilizar los millones de compatriotas explotados que forman la inagotable reserva revolucionaria de nuestro pueblo. Obreros, campesinos pobres, empleados, estudiantes, trabajadores independientes, changueros, desocupados, hombres y mujeres de distintos orígenes políticos, peronistas, comunistas, radicales, cristianos, etc. unidos en un sólo as, como producto de un trabajo de base, de una amplia movilización de base que arranque de las fábricas, de los barrios, de los pueblos y el campo, de las colonias y lotes, de los obrajes, de las escuelas y facultades, en una palabra que hunda sus raíces orgánicas, profundamente en los centros de trabajo y de vida de las más amplias masas populares. Combatiendo el sectarismo y la influencia burguesa, colocando siempre por delante la unidad en la lucha, fomentando la camaradería, la solidaridad, el espíritu de lucha y sacrificio, todas las virtudes de nuestro pueblo, se irá construyendo desde la clase, con sólidos cimientos el poderoso Frente Antiimperialista, que junto al Ejército del Pueblo y al Partido Revolucionario, son las tres herramientas fundamentales de que se valdrá el pueblo argentino para llevar al triunfo la guerra popular.

Editorial de El Combatiente N° 88. Viernes 31 de Agosto de 1973 LOS OBREROS Y LA LUCHA REVOLUCIONARIA Mario Roberto Santucho Los siete años de lucha contra la Dictadura Militar, especialmente a partir del Cordobazo de mayo de 1969, fueron años de grandes experiencias y aprendizajes para la clase obrera y el pueblo argentino. En esos siete años nuestro pueblo debió enfrentar a un enemigo poderoso y sanguinario y aprendió como nunca antes, a organizarse y combatir. La lucha de masas se desarrolló con nuevos métodos, aumentando su fuerza para poder enfrentar con éxito a una represión también fuerte; insurrecciones espontáneas hicieron explosión en distintas ciudades amenazando superar con su enorme energía, todos los diques represivos. Del seno de las masas surgió la guerrilla, que con su movilidad y combatividad, su correcto accionar político-militar de propaganda armada, comenzó 360

Sus editoriales y escritos estratégicos

a hostilizar, a jaquear a las fuerzas represivas, creándoles difíciles problemas y golpeándoles con dureza. Frente a la Dictadura Militar que defendió desembozada y violentamente los interesas de la burguesía y del imperialismo, la conciencia de nuestro pueblo se desarrolló, comenzó a cuestionar masivamente el régimen capitalista ofreciendo terreno fértil para la siembra y germinación de las ideas revolucionarias. EL AUGE DE LAS MASAS Al ponerse en movimiento en el 69 las formidables energías de las masas, la burguesía y su aparato represivo debieron pasar bruscamente a la defensiva, abandonar sus planes corporativistas y tratar de contener el alza de la marea popular de cualquier manera, haciendo concesiones y comenzando a ensayar un retorno al régimen parlamentario como forma de engañar a las masas, enfriarlas, para después golpear y destruir su vanguardia. Pero ese plan no dio resultado. Por el contrario, la apertura de resquicios legales sirvió para que las masas irrumpieran por ellos y conquistaran rápidamente la democracia y la libertad. Y apoyándose en ellas, desencadenaron movilizaciones en todo el país incrementando notablemente su actividad revolucionaria. No podía ser de otra manera porque la clase obrera y el pueblo perseguían soluciones inmediatas a sus problemas, y en los marcos del capitalismo no hay posibilidades hoy día de hacer concesiones suficientes en lo económico-social. La única manera de ofrecer a las masas verdaderas soluciones es con una política realmente revolucionaria que ataque de raíz el sistema capitalista dependiente culpable del estancamiento de nuestra economía pese a la superexplotacion a que está sometido nuestro pueblo trabajador; la única manera de ofrecer soluciones a las demandas populares es hoy día mediante el inicio de la transformación socialista de nuestra patria. Sin destruir el régimen capitalista dependiente y comenzar la edificación del socialismo, no es posible ofrecer verdaderas soluciones a los tremendos problemas de nuestra patria y de nuestro pueblo. Así lo comprendió la clase obrera y el pueblo argentino que a partir del 25 de mayo, redoblaron su accionar, con características muy combativas y programáticamente claras, acordes con el aprendizaje de los últimos años de lucha. Lejos de aceptar la tregua como esperaba la burguesía las masas continuaron con energía su lucha, configurando un poderoso auge de la movilización obrera y popular, que crece y se profundiza semana a semana. Se trata de un auge revolucionario porque no sólo encara los problemas reivindicativos sino que está impregnado de cuestionamientos al capitalismo, de un enorme interés de 361

Mario Roberto Santucho

intervención político-revolucionario de las masas, y de una amplísima vanguardia obrera y popular, con eje en las fábricas, que pugna por tomar el toro por las astas, por asumir un papel protagónico en la política nacional. LOS AVANCES DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS Este auge de las masas ha permitido la consolidación y desarrollo de las fuerzas políticas y militares de la revolución, ha permitido el fortalecimiento e impetuoso crecimiento de nuestro Partido, ha hecho posible consistentes y acelerados avances en el trabajo de masas legal y semilegal en todos los frentes, ha favorecido un considerable aumento en el poderío de las unidades guerrilleras. Pero al mismo tiempo que ha llenado de recursos humanos y materiales a las organizaciones revolucionarias, el auge de las masas crea nuevos y más serios problemas a esas mismas organizaciones planteando exigencias mayores; la solución correcta de importantes problemas de organización que permita el eficiente encauzamiento de todas las posibilidades, de todos los recursos existentes, la preparación de las diversas herramientas de lucha, la elaboración y ejecución de una sabia línea táctica, audaz y prudente, principista y flexible, al mismo tiempo. El grado de desarrollo y de influencia que han alcanzado ya las organizaciones revolucionarias relacionado con el auge de las masas, hace que los problemas de la construcción de esas organizaciones aparezca como un problema crucial de cuya solución correcta dependerá en gran medida el desarrollo futuro e inmediato de la lucha de clases argentina. Hoy profundizaremos sobre la organización revolucionaria principal, eje y dirigente de las demás organizaciones revolucionarias: El Partido marxista-leninista del proletariado. LA CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO TIENE SU EJE EN LAS FÁBRICAS El marxismo-leninismo en la única teoría revolucionaria que señala con claridad el papel dirigente del proletariado en la lucha de clases contemporánea, en la lucha de los pueblos contra el capitalismo y el imperialismo, contra todas las injusticias del sistema, por el establecimiento de un régimen justo e independiente, socialista. Esa aseveración del marxismo-leninismo indicando que la clase obrera es la única capaz de llevar consecuentemente la lucha revolucionaria hasta su triunfo definitivo, ha sido comprobada reiteradamente por la experiencia internacional. Todos los países en que la revolución socialista ha 362

Sus editoriales y escritos estratégicos

triunfado y ofrece hoy día una vida feliz, digna y creadora a las más amplias masas, sin miserias ni explotación, sin opresión política, han sido países en los que la clase obrera ocupó y ocupa un rol dirigente en la lucha revolucionaria. En cambio, en aquellos países en que otras clases, principalmente la burguesía, lograron la dirección del proceso revolucionario, nada cambió en lo fundamental, sólo se consiguieron algunas mejoras inmediatas que al poco tiempo se perdieron también, y después de varios años de “revolución” dirigida por la burguesía, los problemas son los mismos, las masas populares siguen sumidas en toda clase de sufrimientos. Hay numerosos ejemplos como los de la India, Egipto, Indonesia, México, etc., etc., pero nos detendremos un instante en uno de los más dolorosos, el del hermano pueblo boliviano. Hace poco más de 20 años, tuvo lugar en Bolivia un formidable auge de las masas, que culminó en la revolución de abril de 1952. En esa revolución, las masas obreras y campesinas, levantando un programa correcto se enfrentaron a las clases dominantes y a su ejército. Derrocaron el poder de la vieja burguesía, derrotaron y desarmaron completamente al ejército opresor, pero un sector “revolucionario” de la burguesía y pequeño-burguesía, el Movimiento Nacionalista Revolucionario, logró ganar una influencia dominante sobre la clase obrera y el campesinado, con el engaño y las promesas, y se colocó al frente de la revolución, para finalmente traicionarla. El MNR no sólo no solucionó los problemas del pueblo y del país, sino que en cuanto pudo enfriar a las masas, se dio a la tarea de reorganizar el ejército, de fortalecer nuevamente a la burguesía derrotada, de retomar los lazos de Bolivia con el imperialismo yanki. En nuestra patria también tenemos ejemplos anteriores. Si bien en Argentina no se produjeron aún procesos tan profundos como el boliviano, hubo sí dos grandes períodos de auge de las masas que abrieron el camino a la revolución 1914 a 1921 y 1935 a 1944. En ambos casos, la burguesía logró mantener el control, contener la lucha revolucionaria y evitar riesgos al sistema capitalista, con el engaño y la represión, sirviéndose de partidos nacionalistas de masas que supieron con habilidad colocarse a la cabeza del pueblo para desviarlo de su lucha. En el primer período ese papel fue jugado por el radicalismo irigoyenista y en el segundo periodo por el peronismo. El irigoyenismo prometió mucho e hizo algunas concesiones, utilizó el engaño como su arma principal pero recurrió a la más brutal represión cuando lo consideró necesario, mandando a asesinar por el ejército a centenares de obreros [en] las matanzas de la Patagonia y en la Semana Trágica. El peronismo actuó en forma muy similar, con la particularidad de encontrarse en 1944 con una excelente situación económica coyuntural que hizo posible mayores concesiones; pero no dejó de utilizar con dureza la represión contra las huelgas obreras, como la metalúrgica, ferroviaria y azucarera. Ni el irigoyenismo ni el peronismo solucionaron los problemas de 363

Mario Roberto Santucho

fondo, nuestro pueblo siguió explotado, en la miseria, el sufrimiento y la injusticia, y la burguesía en cuanto pudo se desembarazó de los líderes populistas que la salvaron y que no necesitaba por el momento. Hoy, nuestra Patria vive nuevamente una situación pre-revolucionaria, una gran crisis económico-social del capitalismo, un poderoso auge revolucionario de las masas. Pero la situación es más profunda que las dos anteriores, mayores las energías desplegadas por las masas, más fuerte y experimentada su vanguardia, más poderosas las potencialidades revolucionarias que es posible movilizar. Ante el peligro de la revolución, el peronismo burgués maniobra hábilmente para colocarse a la cabezada de la movilización obrera y popular, desviarla y detenerla. El resultado del presente auge de las masas dependerá de quien logre asumir finalmente la dirección, dependerá de si el peronismo burgués logra imponerse y controlar o si por el contrario, el proletariado revolucionario, organizado en partido marxista-leninista, es capaz de librarse del canto del cisne de la burguesía, de sus engaños, desarrollar una política independiente de clase y acaudillar, movilizar tras de sí a las amplias capas populares, al campesinado pobre, los pobres de la ciudad y la pequeño-burguesía urbana. La clave para lograr que la clase obrera se coloque a la cabeza de la lucha revolucionaria, conquistando la dirección del proceso, es la influencia, madurez y consistencia de su Partido Revolucionario. Esto se logra básicamente centrando el esfuerzo de construcción en las fábricas, incorporando al Partido centenares y miles de obreros fabriles, canalizándolos a asumir un papel activo, dirigente, a convertirse en militantes, cuadros y dirigentes de su Partido. La experiencia del PRT nos ha enseñado prácticamente la exactitud del punto de vista leninista de que los obreros de vanguardia son los mejores organizados, los mejores arquitectos y constructores de la armazón partidaria, de su estructura. Las características del trabajo fabril y la concentración de trabajadores que allí se da forman a los obreros en un estilo de trabajo concreto y efectivo, práctico, organizador, sensible al estado de ánimo de las masas. Cuando el obrero fabril se convierte en revolucionario, en dirigente político-militar, encara la actividad revolucionaria con ese estilo, impregnando de él al Partido, dando como resultado un desarrollo de la organización consistente, sistemático y estrechamente unido a las masas. Nuestro Partido ha comprobado en su corta vida que en general allí donde han dirigido el trabajo revolucionario cuadros obreros, éste ha sido notoriamente eficaz, no solo en el seno del mismo proletariado fabril, sino aún más cuando ha sido posible destacar cuadros obreros a clases no proletarias. Pero no sólo es un problema de efectividad y consistencia, sino que a si mismo nuestra experiencia de Partido indica que es esencial para la correcta elaboración de la línea, la intervención dominante de cuadros y dirigentes de origen proletario. 364

Sus editoriales y escritos estratégicos

El auge revolucionario de las masas y los avances y prestigio de las organizaciones revolucionarias atraen al Partido una amplia vanguardia, no solamente obrera, sino mayoritariamente de otras clases populares, del estudiantado, de los pobres de la ciudad, de los campesinos pobres. Ello es enormemente positivo pero incluye también el riesgo de un desarrollo desordenado, heterogéneo, inconsistente, que conlleva el peligro de un creciente peso en la organización de sectores no proletarios. Esto implica el peligro de construir una organización numerosa pero frágil, con presiones de las clases hostiles, que inevitablemente tendera a la vacilación, el desaliento y la dispersión ante los golpes del enemigo, ante las dificultades de la lucha revolucionaria. Por eso hoy más que nunca el eje de la construcción del Partido está en las fábricas y allí debemos dirigir nuestros principales esfuerzos. Por eso también los obreros deben asumir sin dilación su rol de clase, incorporándose a nuestro Partido, convertirse rápidamente en militantes, cuadros y dirigentes del PRT. FORMAR CENTENARES DE CÉLULAS FABRILES, ELEVAR LA COMPOSICIÓN DEL PRT Nuestro Partido tiene actualmente una composición de clase aceptable; un 40 por ciento de obreros en el conjunto, un 50 por ciento en su Comité Central. Pero esto es aún insuficiente y no es una base sólida que permita crecer ya sin temores, incorporando los numerosos contingentes revolucionarios que proporcionan todas las clases explotadas de nuestra sociedad. Para llevar adelante exitosamente la tarea de construir un Partido proletario poderoso, es necesario aun dar importantes pasos, lograr sustanciales avances en la construcción de células de partido en las fábricas, células que proporcionen los centenares y miles de obreros fabriles necesarios para la edificación del indestructible partido que necesitamos. De ahí nuestra afirmación de que el eje de la construcción del Partido pasa por las fábricas, por la formación de centenares de células fabriles, por la incorporación activa y organizada a la política de centenares y miles de obreros fabriles, futuros militantes, cuadros y dirigentes de nuestra organización. La lucha por la dirección del proceso revolucionario para así por las fábricas. La efectividad del trabajo de partido en ellas; la lucha sin cuartel contra los enemigos infiltrados, la burocracia sindical, el matonaje fascista, la ideología nacionalista burguesa; la polémica franca y fraternal, la lucha ideológica y política en el seno de la clase obrera con las distintas corrientes que expresan puntos de vista no proletarios como el espontaneísmo, el ultraizquierdísmo y el reformismo, son todos aspectos de la gran batalla por la consolidación y 365

Mario Roberto Santucho

desarrollo del Partido, que es necesario afrontar victoriosamente para movilizar todo el potencial revolucionario del proletariado y conquistar la dirección efectiva de todo el pueblo. De la abnegación, decisión de lucha y toma de conciencia del proletariado dependen los avances en la construcción del Partido. Solamente si los elementos de vanguardia de la clase obrera asumen con firmeza y conciencia las responsabilidades revolucionarias de su clase, podrá garantizarse en Argentina que el actual auge de las masas culmine en la victoria de la revolución socialista. Nuestro Partido multiplicará sus esfuerzos para contribuir a ello con absoluta confianza en nuestra clase obrera, con la seguridad que la batalla por la construcción de un sólido partido proletario se ganará, y que el proletariado argentino representado por ese Partido será el caudillo de todas las clases explotadas de nuestro pueblo y las guiará con firmeza por el duro y victorioso camino de la guerra revolucionaria, hacia la revolución socialista.

Editorial de El Combatiente N° 89. Viernes 7 de septiembre de 1973 Septiembre: PREPARARSE PARA DERROTAR LA REPRESIÓN Mario Roberto Santucho Poco más de 3 meses han transcurrido desde el 25 de Mayo. El balance de esos tres meses es una clara muestra de las limitaciones del programa populista que levantara el FREJULI y que está siendo aplicado, e indica también la orientación de fondo del peronismo empeñado en detener el avance de la revolución con el engaño o con la fuerza. Estos tres meses de experiencia gubernamental no han proporcionado ninguna mejora significativa de la situación económico-social de nuestro pueblo, no han satisfecho las legítimas aspiraciones de los argentinos. En el terreno económico la tan cacareada detención del alza de los precios no significó ninguna mejoría para la situación de la familia trabajadora porque fue precedida por la congelación de los salarios, y en sí misma es una medida parcial constantemente violada por comerciantes y empresarios. Cuando mucho puede decirse que el nivel de vida de las masas no ha empeorado en relación a la época de la Dictadura. Pero las medidas económicas gubernamentales, medidas conserva366

Sus editoriales y escritos estratégicos

doras, burguesas, sin ningún contenido revolucionario, amenazan con llevar a una nueva alza de los precios, agravada por la recesión general de la economía, por la disminución general de la producción. El gobierno peronista no dio un sólo paso para atacar las bases del sistema de explotación y dependencia que asfixia nuestra economía, por eso las medidas adoptadas, simples “genioles” para curar una enfermedad que requiere una seria operación quirúrgica, no sólo no abren posibilidades de solución sino que permiten la agravación de la situación y amenazan llevar a nuevas crisis. Las declaraciones de Revestido de que serán revisados los precios máximos y las de Taccone requiriendo aumentos en las tarifas eléctricas son anticipos significativos. Es que los planes económicos y los ejecutores designados para llevarlos adelante, planes burgueses y ejecutores burgueses, están incapacitados para solucionar los problemas de nuestro pueblo y de nuestra patria, tal como lo previera nuestro Partido. La propaganda preelectoral del FREJULI anunciaba que con las formidables cosechas y su buen precio internacional con las grandes posibilidades en la colocación de las carnes y la colaboración del capital extranjero, especialmente el europeo, la economía entraría rápidamente en un desarrollo sostenido que haría posible elevar el nivel de vida de las masas. Veamos los resultados: el capital extranjero no invirtió un peso ni piensa hacerlo si no se le garantiza grandes e inmediatas ganancias; las ventas de la cosecha triguera fue un gigantesco negociado y produjo grandes ingresos para un grupo de grandes capitalistas extranjeros y nacionales, con graves perjuicios para el Estado. La demagogia gubernamental intentó presentar ese negociado como responsabilidad exclusiva de la Dictadura. No obstante, un minucioso proyecto de interpelación al Ministro Gelbard presentado por la bancada radical mostraba en principio la responsabilidad del actual equipo económico en tales maniobras. El hecho de que el presidente del bloque del FREJULI, diputado Pedrini, haya anunciado a la prensa el entierro en archivos de dicho proyecto demuestra que efectivamente el gobierno tiene responsabilidades que ocultar. En cuanto a las carnes, los precios máximos, resistidos por los grandes ganaderos, elevaron el consumo popular, lo que disminuyó las posibilidades exportadoras. Ahora el gobierno ha puesto topes al faenamiento y se anuncian nuevas vedas. La ausencia total de medidas progresistas y antiimperialistas que caracterizaron estos tres meses de gobierno peronista muestran a las claras las intenciones conservadoras de ese movimiento. Pero las perspectivas son aún peores: la desocupación creció pasando de 5,4 por ciento a 6,1 porciento, hay síntomas importantes de bajas en la producción industrial, el área sembrada de trigo, disminuyó sensiblemente, en una palabra crece el desaprovechamiento de las fuerzas productivas y la economía comienza a encaminarse hacia una nueva crisis. 367

Mario Roberto Santucho

EL FRACASO DEL 31 Como parte de su campaña electoral, de su intento de lograr una base de masas para la represión gubernamental que prepara, el peronismo organizó el 31 un paro general y una gran manifestación de apoyo a la candidatura de Perón. El descontento por el paro fue muy marcado en las fábricas y la manifestación en lugar de fortalecer las intenciones represivas con un apoyo de masas sustancial, resultó un doble fiasco. La burocracia sindical y política -poniendo en juego todo su aparato- no alcanzó a movilizar 100.000 personas, la gran mayoría de las cuales asistió pasivamente, sin entusiasmo. La JP movilizó otro tanto pero bajo consignas combativas, pro-guerrilleras que en lugar de avalarlos dicen no a los proyectos represivos. En el interior el fracaso aún fue mayor. El peronismo burgués mostró su separación de las masas. Aquellas provincias como Mendoza, Chaco, Tucumán y Entre Ríos, donde se concentraron algunos miles de manifestantes fue obra del peronismo revolucionario y bajo consignas combativas. El acto de Córdoba, reflejo de los sectores más radicalizados de nuestro pueblo, indica más fielmente que ningún otro la carencia total de base para su política represiva. Sólo 400 personas, en su mayoría fascistas, asistieron al acto central organizado frente a la CGT. Pero la burguesía no se desanima. Cada vez está más convencida de que debe reprimir urgentemente a las fuerzas progresistas y revolucionarias que crecen vertiginosamente, y se prepara activamente para ello. Las fábricas automotrices de Córdoba donde se concentran sectores fundamentales de la vanguardia obrera, se preparan para pasar a la ofensiva incrementando la producción para acumular stock y entrenando nuevo personal. La burocracia sindical presiona por la rápida aprobación de la nueva Ley de Asociaciones Profesionales y busca desesperadamente contener en lo inmediato el avance del clasismo. En el seno del peronismo, después de la exitosa ofensiva que eliminó los sectores progresistas del gobierno provincial bonaerense y controló al legalismo obrero cordobés, la limpieza de la izquierda se detuvo momentáneamente para no perjudicar la performance electoral, pero se desatará sin duda inmediatamente después, de acuerdo a planes ya elaborados por el Ministro Llambí. El gobierno de Mendoza es un blanco que ya está en la mira, lo mismo que las autoridades de la Universidad de Buenos Aires.

368

Sus editoriales y escritos estratégicos

PERÓN ANUNCIA LA REPRESIÓN Fue Perón quien expuso más claramente que nadie, en estos días, las intenciones de su movimiento. Preguntado en un reportaje televisivo sobre la actitud que adoptará frente a la guerrilla contestó: “La gente que quiere emplear la metralleta para hacerse rico –porque la emplean también para eso- o para imponer también una voluntad que no es la voluntad que fija la ley, eso tiene una sola cosa: es un delincuente que hay que hacerlo tomar con la policía para eso está la policía”… … ”Es claro (que no ha tenido fuerza la policía.) Bueno, la policía, pobre, ha pasado las de Caín, yendo para un lado y para el otro. Todo eso ha perjudicado mucho la disciplina y el orden. Por otra parte, está mal paga; es una policía pobre que está con sueldos de hambre, por lo menos hasta que se resuelva un poco la situación económica del país y se pueda servir a esa gente de una manera lógica y natural. Debe estar bien paga porque se trata de hombres que exponen la vida, y la vida no se vende barato en ninguna parte del mundo.”… … ”Entonces, a esta gente hay que pagarle bien, exigirle y verá Ud. cómo el organismo empieza a funcionar. También hay que tenerla en cantidad suficiente”… No es casualidad que Osinde, siniestro personaje muy conocido por nuestro pueblo se haya trasladado en estos días a vivir a la casa de Perón en Gaspar Campos. Ciertos asesores del general deben estar muy ocupados en la preparación de los futuros planes gubernamentales. LA RESPUESTA DE LAS MASAS En el Ingenio Concepción, el más grande de Tucumán, gano las elecciones sindicales una lista combativa por 3.450 votos a 350 de la burocracia que dirigía anteriormente el sindicato. Docenas de ocupaciones de fábricas, centros de trabajo y barrios se sucedieron en todo el país. Una combativa concentración de campesinos en Goya, Corrientes, denuncio los intentos divisionistas del gobierno y manifestó su decisión de continuar la lucha. Numerosas acciones guerrilleras se efectivizaron en distintos puntos del país, contando con la abierta simpatía y en algunos casos el decidido apoyo de la población. Todo esto son manifestaciones del formidable auge de las masas que no se detiene, que se amplia y profundiza.

369

Mario Roberto Santucho

PREPARARSE PARA DERROTAR LA REPRESIÓN Esta poderosa actividad de las masas es una base formidable para preparar las fuerzas del pueblo, para organizar adecuadamente el poderío político de las masas y el ejército guerrillero revolucionario, capaces de hacer frente y derrotar la ofensiva político-militar que prepara aceleradamente la burguesía. El presente mes de septiembre es especialmente favorable para acumular fuerzas y ganar posiciones. El gobierno, que necesita el aval electoral, se verá en graves dificultades para reprimir antes del 23 de septiembre. Continuando con firmeza las luchas, organizando febrilmente, fortaleciendo, consolidando las fuerzas revolucionaras, en primer lugar el Partido, la clase obrera y el pueblo en dura lucha harán fracasar estrepitosamente los planes represivos como hicieron fracasar los de la Dictadura y avanzará victoriosamente por el camino de la guerra revolucionaria, hacia la auténtica liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo, hacia el socialismo, hacia la felicidad colectiva.

370

Sus editoriales y escritos estratégicos

6. Perón al Poder y la Respuesta del Pueblo y del Partido desde el 6 de septiembre de 1973 al 18 de enero de 1974

Editorial de El Combatiente N° 90. Viernes 14 de septiembre de 1973 EL COPAMIENTO DEL COMANDO DE SANIDAD Mario Roberto Santucho La toma del Comando de Sanidad por una unidad de la compañía José Luis Castrogiovani del ERP, y el combate que le siguió, fue uno de los hechos políticos más significativos de la semana. Pese a la falta de éxito militar, la acción fue un importante triunfo político de las fuerzas revolucionarias, porque mostró la vulnerabilidad del ejército contrarrevolucionario y la fuerza, el desarrollo de la guerrilla, porque mostró la superior moral combativa de los combatientes del pueblo, porque mostró que de un lado, en el ejército opresor, forman filas elementos como el Teniente Coronel Duarte Ardoy, proveniente de la oligarquía, condecorado por la potencia imperialista extranjera que más explota a nuestro pueblo y domina a nuestra patria: los EE.UU. de Norteamérica, y del otro lado, en el Ejército Revolucionario del Pueblo, militan compañeros como Gómez, Suárez y Debenedetti, obreros y estudiantes, surgidos del pueblo y comprometidos únicamente con la causa revolucionaria de nuestra liberación nacional y social. Tal como ocurrió cuando los ajusticiamientos de Sánchez e Iribarren, las organizaciones y personalidades más representativas de la burguesía, de la contrarrevolución se pronunciaron inmediatamente, con gran energía, contra las guerrillas y en defensa del ejército contrarrevolucionario. La declaración del ERP titulada “La toma del Comando de Sanidad”, que se reproduce en estas páginas, y que está siendo difundida ampliamente en todo el país, se refiere a estas reacciones y a las del pueblo. Nos remitimos a esa declaración.

371

Mario Roberto Santucho

PERÓN Y LA JUVENTUD A partir de los actos del 22 de agosto que reflejaron la creciente fuerza de la guerrilla socialista, el peronismo burgués y burocrático y los servicios de informaciones de las FF. AA. contrarrevolucionarias coincidieron en preocuparse seriamente por esta situación. Consecuencia de ello fue la intervención del propio Perón que tomó la iniciativa citando a FAR y Montoneros con el objetivo de alejarlos completamente del ERP, controlarlos estrechamente, e intentar utilizarlos contra nuestra organización. Para lograr ese objetivo Perón se apoyó en la confusión introducida por la influencia ideológica burguesa y cuenta con la colaboración de algunos elementos burgueses y arribistas que por distintas razones han logrado infiltrarse en la dirección del peronismo revolucionario. Perón ha dado hasta ahora ciertos pasos exitosos: logró sentar a las direcciones de la Juventud Peronista, FAR y Montoneros en la misma mesa que Brito Lima, agente de la CIA y asesino de decenas de peronistas revolucionarios, llevándolos a un paso de la traición. Pero ésta es una maniobra que fracasará. Conseguirá cuando mucho ganar un pequeño grupo, aquellos de la misma calaña que Iñiguez, Osinde y sus secuaces, agentes infiltrados y traidores de la heroica Resistencia Peronista; pero todo lo mejor, lo sano y aplastantemente mayoritario del peronismo revolucionario no capitulará, no se entregará ni negociará la sangre derramada, rechazará las propuestas e insinuaciones contrarrevolucionarias y encontrará la manera adecuada de mantenerse fieles a su pueblo y a su patria, de continuar con firmeza la lucha por el socialismo. EL PROCESO ELECTORAL En el nuevo proceso electoral, la clase obrera y el pueblo no tienen ninguna candidatura que los represente, que pueda significar la posibilidad de algún cambio progresista y revolucionario favorable a las masas. Por el contrario, el peronismo burgués y burocrático, persigue la obtención de una elevada cantidad de votos que le permita llevar después adelante, con justificación “política”, la campaña represiva que está preparando. Consciente de esta situación, nuestro Partido llama a los trabajadores y al pueblo a abstenerse entre los distintos candidatos y colocar en la urna un voto con consignas como la siguiente: “Voto por los Héroes de Trelew, por la investigación de los hechos de Trelew, Ezeiza y demás crímenes, por la vigencia de las libertades democráticas, por el socialismo”. Esto no será una 372

Sus editoriales y escritos estratégicos

firme resistencia a la maniobra electoral, será sólo una débil expresión de las verdaderas aspiraciones de nuestro pueblo, pero es lo único que puede hacerse en estos momentos. ¿CARCAGNO ANTIIMPERIALISTA? Las FF. AA. contrarrevolucionarias siguen de cerca la evolución de la situación política e intervienen directamente en ciertas oportunidades concurrió con la renuncia de Cámpora. Ven la fragilidad del intento populista y no confían totalmente en la efectividad del proyecto bonapartista de Perón, aunque lo apoyan. Por eso se preparan desde ya para un posible recambio, intentan cambiar su imagen opresora y comenzando la promoción de un nuevo líder militar. Esa es la razón estratégica del mando militar contrarrevolucionario que determina las actitudes “antiimperialistas” del Gral. Carcagno, ampliamente propagandizadas por la prensa. Pero nuestro pueblo no olvida al represor del Cordobazo y está hoy menos propenso que nunca a hacer nuevamente engañado. No está lejano el caso de Onganía, general también “preparado” como caudillo nacionalista, que en base a una hábil campaña propagandística logró engañar por unos meses a amplios sectores de las masas para caer enseguida en el desprestigio más absoluto. A Carcagno le resultará infinitamente más difícil engañar al pueblo argentino, porque hoy el pueblo está notoriamente más politizado, en condiciones de ver claro tras la maraña de la mentira burguesa propagandizada por la prensa a su servicio. PREPARARSE A CONCIENCIA Las fuerzas revolucionarias y progresistas siguen avanzando, ampliando su lucha, mejorando su organización. Los claros producidos en las filas revolucionarais como la detención de trece combatientes del ERP en el combate del Comando de Sanidad serán llenados rápidamente por los nuevos contingentes de revolucionarios que la clase obrera y el pueblo argentino destacan cada vez en mayor número a las primeras filas del combate. Ello es parte de la febril preparación de las fuerzas revolucionarias que debe colocarnos en las mejores condiciones posibles para los próximos e importantes combates contra la represión que se prepara desde el gobierno, las FFAA y las grandes empresas. La próxima ofensiva contrarrevolucionaria que anuncian con su accionar las avanzadas fascistas del Comando de Organización y otras organizaciones similares, debe recibir la respuesta adecuada y es necesario prepararse a conciencia para ello. 373

Mario Roberto Santucho

Editorial de El Combatiente N° 91. Viernes 21 de septiembre de 1973 LAS ENSEÑANZAS DEL PROCESO CHILENO Mario Roberto Santucho El 11 de septiembre el imperialismo yanki y la burguesía chilena, con su columna vertebral, las FFAA contrarrevolucionarias, derribaron al Gobierno Popular de Chile, asesinaron a Salvador Allende y a 5 de sus colaboradores y desataron una bárbara represión a la clase obrera y el pueblo chileno con el declarado objetivo de “extirpar el marxismo”, es decir de destruir, aniquilar a las fuerzas progresistas y revolucionarias del pueblo hermano. La clase obrera y el pueblo chileno resistieron el golpe contrarrevolucionario y hasta una semana de producido, siguió la lucha, con bajas por ambos bandos, pero con un mayor desgaste de las fuerzas revolucionarias, inferiores en armamento y preparación militar. El golpe del 11 de septiembre marca un viraje estratégico en la lucha de clases en Chile, con singular influencia sobre el desarrollo de la lucha revolucionaria en todos los países latinoamericanos y en especial Argentina y Uruguay. La utopía de una revolución en paz, de un tráfico pacifico del capitalismo al socialismo en Latinoamérica quedo una vez más al desnudo. Pero no solo el problema de los principios y métodos de acción revolucionaria fueron puestos a prueba confirmando dramáticamente que la única vía del derrocamiento del capitalismo es en nuestro continente la vía armada. También quedó evidenciado a dónde conducen el reformismo y el nacionalismo burgués, a donde lleva la conciliación con las clases dominantes, la “unidad del ejército con el pueblo” que preconizara tozudamente el valeroso Presidente Allende. Todas estas cuestiones son de vital actualidad para los revolucionarios argentinos y el movimiento progresista de nuestro país en general, por la importante batalla ideológica y política que está liberando contra el nacionalismo burgués populista y el reformismo que presionan en sectores de la vanguardia y el pueblo vía el peronismo burgués y burocrático. ¿REFORMA O REVOLUCIÓN? En el país hermano dos tesis fundamentales se enfrentaron en el campo popular: las tesis del Presidente Allende, del PC y de la mayoría de la dirección 374

Sus editoriales y escritos estratégicos

del PS de que existía una vía chilena al socialismo, pacifica, posible por las particularidades del país, principalmente por la características de sus FFAA “profesionales”, marginadas tradicionalmente de las grandes empresas, con un origen de clase no oligárquico. Esta tesis sostenía que actuando con habilidad en base al “muñequeo” (la “muñeca” de Allende) y aislando al enemigo principal, se lograría avanzar progresivamente, fortaleciendo el campo popular y debilitando el campo de la contrarrevolución hasta terminar imponiéndose, siempre pacíficamente, legalmente. Opuesto a esta posición el MIR y sectores afines, sostenía firmemente que no hay otro camino que la lucha armada que debía dejarse de lado conciliación y avanzar sin dilaciones en la movilización del pueblo, el desarrollo del doble poder y la preparación político-militar para grandes enfrentamientos que inevitablemente habrían de producirse. El MIR llamaba a no confiar en las FFAA contrarrevolucionarias, a buscar apoyo en su base, en las clases y soldados, a basar la estrategia y la táctica revolucionaria en la movilización y organización del pueblo, a organizar un ejército popular, a desarrollar el doble poder a partir de los comandos comunales dejando de lado el parlamento burgués. Allende, el PC y la mayoría de la dirección del PS aplicaron su línea reformista, e intentaron por todos los medios aislar al MIR, de contener la movilización obrera y popular, de impedir el desarrollo de los comandos comunales, de impedir el armamento y la preparación militar de las unidades del MIR. Al mismo tiempo buscaban apoyarse en la jerarquía militar, haciéndoles concesiones, manteniendo y mejorando su armamento, mejorando sus sueldos y dándoles participación clave en el gobierno, buscaban también acuerdo con la Democracia Cristiana. En una palabra, la línea reformista llevó al gobierno de la Unidad Popular a combatir a sus aliados, las fuerzas revolucionarias y apoyarse y confiar en sus enemigos, las FFAA contrarrevolucionarias y la Democracia Cristiana. La línea reformista aplicada por la UP tuvo su quiebre definitivo en Chile el 11 de septiembre; los nacionalistas populistas de la burguesía chilena, las FFAA y la DC mostraron ese mismo día su verdadero y horrible rostro contrarrevolucionario. Ahora, la clase obrera y el pueblo chileno deberán enfrentar un duro y prolongado combate, partiendo de una situación de inferioridad, con parte de sus recursos dilapidados por la irresponsabilidad reformista. Al frente de la lucha estará ahora el MIR, que sabrá responder correctamente a las nuevas exigencias, organizar adecuadamente el gigantesco potencial revolucionario del pueblo chileno, desplegar en todo su poderío político-militar la energía y combatividad de las masas chilenas, desarrollando paralelamente la lucha armada y la lucha política, conduciendo victoriosamente al pueblo hermano, por la vía de la guerra revolucionaria, hacia el aplastamiento definitivo del enemigo de las 375

Mario Roberto Santucho

FFAA contrarrevolucionarias y de las empresas explotadoras, hacia la verdadera instauración del socialismo chileno, hacia la conquista de la felicidad que el pueblo chileno merece. CHILE Y ARGENTINA Con otras características y en un grado diferente, la misma lucha entre reformismo y revolución se está librando en nuestro país. En la Argentina no hay un gobierno popular pero hay sectores populares que apoyan el gobierno e intentan participar de él. Se trata principalmente del PC y de la dirección de la JP y de las organizaciones armadas FAR y Montoneros. El reformismo y el populismo llevan a estas corrientes populares, principalmente a las peronistas recién nombradas, a atacar a sus aliados y unirse a sus enemigos. Con motivo del copamiento del Comando de Sanidad uno de los dirigentes de Montoneros Firmenich ataco públicamente esa acción uniéndose al coro de la contrarrevolución, uniéndose al ejército burgués, uniéndose a la CGE y la UIA, a los diarios La Prensa y La Nación, a la burocracia sindical. El reformismo y el populismo sostienen hoy día la absurda tesis que para avanzar en la lucha antiimperialista y revolucionaria es necesario defender al gobierno de Lastiri y unirse al balbinismo, al frondizismo y al ejército contrarrevolucionario. Atacan a nuestra organización y a otras corrientes revolucionarias porque insistimos en la movilización popular, en la continuidad de la lucha armada y no armada, porque nos negamos a negociar con los Carcagno y los Betti la sangre derramada, porque no damos tregua al enemigo a las empresas explotadoras y a las fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Sostienen en una palabra el absurdo de que para avanzar en la lucha antiimperialista y revolucionaria es necesario unirse a los agentes del imperialismo y personeros de la burguesía. Estos compañeros al igual que los reformistas y populistas chilenos, saben que el ejército prepara activamente la represión, que se multiplican los comandos paramilitares organizados por ellos, Osinde e Iñiguez cuentan con todos los recursos del Estado para organizar bandas fascistas, conocen las declaraciones categóricas de Balbín y Perón de que todos deben unirse para extirpar la guerrilla, ven diariamente como los pequeños islotes progresistas que se lograron colocar en el gobierno de Cámpora son barridos de acuerdo a un plan. Y ante todo ello no encuentran otra manera de resolverlo que llamando a la “unidad nacional”, a la unión entre ejército y pueblo. Ese es el camino más directo para fortalecer al enemigo: ceder constantemente, vacilar, protestar quejosamente, justificar y aplastarse ante los golpes, embellecer ante los ojos de las masas a 376

Sus editoriales y escritos estratégicos

todos los reaccionarios, presentándolos como amigos del pueblo. Así presentó la UP a Pinochet, y hoy estamos ante los resultados. ACERCA DEL EJÉRCITO OPRESOR El marxismo-leninismo entre sus enseñanzas elementales y fundamentales, desnuda el carácter del Estado y especialmente de las FFAA organizadas por la burguesía, mostrándolos como órganos de opresión, como la fuerza material que asegura la dominación de la burguesía y demás clases explotadoras, que mantiene sojuzgado a la clase obrera y al pueblo. Ese carácter opresor y contrarrevolucionario de las FFAA burguesas se ha mantenido, consolidado y perfeccionado en la época contemporánea. Hoy día todos los ejércitos de los países capitalistas tienen como razón de ser la lucha contra la revolución social. Los ejércitos latinoamericanos no sólo no son una excepción sino que están entre los más unidos y subordinados al ejército norteamericano. Sin ir más lejos el ejército argentino tiene su fuente fundamental de formación en las escuelas norteamericanas, y no solamente eso sino que hasta tienen el descaro de tener instructores yankes en nuestro propio país como es el caso de la Brigada de Infantería de Monte (antiguerrilla) cuya jefatura es ejercida en la práctica por oficiales norteamericanos instalados en Tartagal y Formosa. El ejército chileno, el ejército peruano, el ejército argentino y el uruguayo están muy lejos de ser una excepción. Precisamente fueron las FFAA chilenas las que supieron cuidar más la forma que aparentaban tradicionalmente un cierto grado de independencia, de profesionalismo, de apoliticismo, mostrándose tal cual son el 11 de septiembre últimos. Todos estos ejércitos forman parte del TIAR, entrenan sus oficios y suboficiales en EE.UU., reciben instructores y armamento yanke y orientan toda su preparación hacia la guerra contrarrevolucionaria, hacia la represión de manifestaciones y en la lucha contra la guerrilla. Teniendo en cuenta esto el Comandante Ernesto Guevara, destacado marxista-leninista de nuestro continente, reafirmo la tesis marxista ya sostenida por Marx, Engels, Lenin y demás revolucionarios, y señalo “la derrota del ejército con las fuerzas populares y su posterior aniquilamiento como condición imprescindible a toda revolución verdadera” (Obras, Tomo 2, Pág. 411). Nuestro pueblo sintetizo la misma idea en las recientes manifestaciones contra el golpe de Chile cantando masivamente la consigna: “uruguayos, chilenos y argentinos, los militares son todos asesinos”. En realidad sobran argumentaciones para demostrar esta verdad marxista-leninista. Lo sorprendente es que haya compañeros que pueden sostener la 377

Mario Roberto Santucho

tesis contraria: la de la progresividad y antiimperialismo de los ejércitos opresores. Lo sorprendente es que haya gente que sostenga el punto de vista reformista-populista de que puede ganarse pacíficamente al ejército y traerlo progresivamente al campo del pueblo. Lo sorprendente es que haya compañeros que esperan y confían que el ejército realice la obra revolucionaria, que el ejército sostenga y defienda políticas populares y antiimperialistas. Es como encargar a un león la custodia de un trozo de carne o esperar que ese animal dé a luz, críe y amamante a un corderito. La naturaleza, misión y formación de todos los ejércitos burgueses latinoamericanos los constituyen en la columna vertebral del sistema imperialista y capitalista que oprime a nuestros pueblos, en el más sólido de los partidos políticos de la burguesía, ultimo y fundamental sostén del régimen explotador. Este carácter no excluye, como es natural, la posible aparición y desarrollo de corrientes progresistas y revolucionarias en el seno de esos ejércitos, fundamentalmente entre los soldados y clase y también aunque en mucha menor medida en la oficialidad. El ejército es parte de la sociedad y siente sus contradicciones. La influencia de la revolución, la justicia de la causa revolucionaria actúa sobre el personal militar, especialmente sobre el soldado conscripto y suboficiales, haciéndolo permeables a las ideas revolucionarias. Los revolucionarios deben darse una activa política de alentar y desarrollar las tendencias de izquierda que pueden y deben existir clandestinamente allí y que se irán ampliando con el desarrollo de la guerra revolucionaria. Nuestra organización se preocupa por este aspecto como lo demuestran los casos de los soldados Giménez, Provenzano e Invernizzi. Hoy los soldados se pasan de a uno al Ejército del Pueblo, el día de mañana se incorporaran por unidades completas, pero ello no modificara el carecer del ejército contrarrevolucionario y la necesidad de aniquilarlo militarmente. LA SITUACIÓN EN EL CONO SUR El golpe de la CIA de Chile convierte al cono sur de América Latina en un volcán en ebullición. En Uruguay, Argentina y Chile como en la mayoría de los pueblos latinoamericano la guerra revolucionaria, la combinación de la lucha armada como forma principal de lucha con la lucha política de las masas, es sin duda alguna la única vía para la toma del poder, para la realización de la revolución socialista que reclaman cada vez con mayor insistencia, conciencia y combatividad, la masas uruguayas, chilenas y argentinas. Si algunas dudas pudieran haber quedado, el golpe del 11 de septiembre las aclaro totalmente. El aprendizaje de nuestros pueblos se hace día a día más rápido y su vanguardia revolucionaria une y multiplica sus esfuerzos por estar a la altura de 378

Sus editoriales y escritos estratégicos

la circunstancias. El cono sur de América Latina apunta a constituirse en un importante campo de batalla de la lucha de clases internacional. Las masas muestran una energía sorprenderte y creciente, el imperialismo y la burguesía se defienden y atacan con toda su furia, la vanguardia revolucionaria político-militar surge y se desarrolla con paso firme y acelerado, acumulando valiosas experiencias, madurando en la acción consciente. Es el principio de realización de la previsión del Che de un nuevo Vietnam que contribuyera en gran escala a la liquidación definitiva del imperialismo y el capitalismo. SOLIDARIDAD CON CHILE Movidos por el sentimiento internacionalista y socialista, amplios sectores de nuestro pueblo se movilizaron en solidaridad con la lucha del pueblo chileno. Esta revolucionaria actitud del pueblo argentino contrasta con las intenciones de la camarilla de Lastiri que pretende mantener relaciones diplomáticas con la Dictadura Militar de Pinochet. Lastiri y compañía, por sus estrechos lazos con el imperialismo yanki, estaban al tanto de la situación en Chile, conocían los preparativos golpistas. No los denunciaron ni se opusieron a ellos. El ejército de Carcagno a su vez contribuyó con entrenamiento y armas. En síntesis el pueblo exige la ruptura inmediata de relaciones, el gobierno y los militares piensan en mantenerlas. La lucha del pueblo chileno es nuestra lucha. El moviendo progresista y revolucionario argentino se solidariza y solidarizará activamente con nuestros hermanos trasandinos, repudiando el golpe fascista, exigiendo la ruptura de relaciones con la Dictadura de Pinochet, colaborando prácticamente de todas las formas posibles con los revolucionarios chilenos, principalmente el MIR, uniendo cada vez más la fuerza frente al enemigo común el imperialismo yanke, los ejércitos contrarrevolucionarios, las empresas explotadoras. La gigantesca y querida figura del Comandante Ernesto Guevara, modelo, ejemplo de internacionalismo proletario, preside la creciente unión y convergencia de nuestros pueblos y sus vanguardias revolucionarias, está presente en la colaboración mutua, la solidaridad internacionalista señalando el camino con su histórica orientación: “Crear dos, tres, muchos Vietnam, es la consigna”.

Editorial de El Combatiente N° 92. Viernes 28 de setiembre de 1973

379

Mario Roberto Santucho

EL GOBIERNO INICIA EL ATAQUE Mario Roberto Santucho La realización del acto electoral, con el esperado triunfo peronista, fue acompañado de una serie de declaraciones y medidas contrarrevolucionarias del peronismo y del gobierno. Tanto Lastiri como Perón, centraron sus discursos y declaraciones en atacar a la guerrilla, a los luchadores populares que ellos llaman ahora “apresurados”, “delincuentes”, etc. El nombramiento de Iñiguez como Jefe de la Policía Federal y el decreto de ilegalización de nuestro ERP son las medidas más graves, que constituyen una verdadera declaración de guerra a la guerrilla, colocándose el gobierno así, decididamente, en el campo de los enemigos del pueblo, junto al ejército opresor y las empresas explotadoras. La iniciación de este ataque confirma plenamente las caracterizaciones de nuestro Partido que supo comprender y alertar sobre la esencia de este gobierno supuestamente popular, sobre el carácter contrarrevolucionario de la política del peronismo, sobre el rol contrarrevolucionario de su líder el General Perón. Durante el proceso del GAN ya fue claro -y nuestro Partido lo advirtió- que Perón se postulaba como el salvador del capitalismo, se perfilaba para colocarse al frente de las fuerzas contrarrevolucionarias en la desesperada lucha que libra la clase capitalista para contener el auge revolucionario de las masas argentinas. Era claro aquel entonces que Perón pensaba emplear la represión, la violencia contrarrevolucionaria, contra las fuerzas de la revolución, contra la guerrilla y el movimiento clasista. INTENTO PARLAMENTARIO FRACASADO La intención inicial del peronismo era lograr en forma inmediata la contención de la lucha de masas combinando el engaño con la represión selectiva en el marco de un parlamentarismo relativamente democrático. Confiaban en que las masas aceptarían la propuesta de tregua, aceptarían el consejo “del trabajo a la casa y de la casa al trabajo” y darían el tiempo necesario para organizarse, planificar con tranquilidad una ofensiva contra las fuerzas progresistas y revolucionarias, llevada a cabo exitosamente, y a partir de allí pasar a la reorganización de la economía capitalista en base a sustanciales inversiones de capital imperialista. El fracaso de este intento fue fulminante. Las masas incrementaron su movilización y su lucha, la guerrilla mantuvo la continuidad operativa y la vanguardia clasista ganó posiciones a nivel fabril y sindical. 380

Sus editoriales y escritos estratégicos

A menos de dos meses de su asunción, Cámpora fue desplazado, y comenzó la preparación de un nuevo intento de lograr la estabilidad burguesa, esta vez de características bonapartistas, marcadamente represivo, con Perón a la cabeza. LA SITUACIÓN ESTRATÉGICA Observado desde un punto de vista estratégico, el ataque que está iniciando la burguesía contra las fuerzas revolucionarias constituye un intento desesperado de recuperar la iniciativa, de salir de la situación de defensiva estratégica en que están empantanados desde el Cordobazo y lograr pasar a una ofensiva que les permita actuar inteligente y eficazmente. El marxismo-leninismo enseña que uno de los pilares estratégicos fundamentales de una guerra revolucionaria es su carácter ofensivo. Las fuerzas revolucionarias cuando logran pasar a una lucha armada activa en el curso de un auge de masas, inician una ofensiva que les permite mantener la iniciativa, trabajar con planes, crecer paso a paso, aprovechar satisfactoriamente sus fuerzas, organizar las fuerzas del pueblo y suplir con la organización, la sorpresa, la moral y la política, las debilidades materiales en hombres y armamento frente a un enemigo numeroso poderosamente armado. Tomar y mantener la iniciativa en una posición de ofensiva ininterrumpida, al tiempo que aprovecha al máximo las fuerzas y potencialidades revolucionarias, condena a la pasividad, a la desorganización, a las fuerzas de la contrarrevolución impidiéndoles emplear su inmenso poderío material. Desde el Cordobazo de mayo de 1969, las fuerzas revolucionarias argentinas han iniciado una ofensiva político-militar, de guerra revolucionaria llevando a las fuerzas de la burguesía a la defensiva estratégica. Esta debilidad fundamental no ha podido ser superada en estos 4 años por el enemigo que ha ensayado distintos planes y recambios con Levingston, con Lanusse, con el GAN, con Cámpora. Por el contrario, la ofensiva obrera y popular se ha consolidado, se ha ampliado, y profundizado, dotándose de puntos de apoyo sólidos, de una fuerza guerrillera cada día más efectiva, de una poderosa movilización de masas, de un partido marxista-leninista en vías de consistente desarrollo. Apoyado en la votación masiva y en la vacilación de ciertas corrientes populares, el gobierno peronista inicia un furibundo y desorganizado ataque, lanzando todas sus fuerzas contra el núcleo principal de las fuerzas revolucionarias, en la esperanza de lograr con algunos golpes de suerte, causar grave daño, anular y si es posible aniquilar la guerrilla, para retomar así la iniciativa y preparar inmediatamente después de una ofensiva general bien planificada contra el con381

Mario Roberto Santucho

junto de las fuerzas progresistas y revolucionarias. ALERTA Y MOVILIZACIÓN La importancia estratégica de esta batalla que se ha iniciado, hace necesario colocar a las fuerzas progresistas y revolucionarias en estado de alerta y movilización. No subestimar al enemigo, evaluarlo correctamente en su peligrosidad irracional, tener en cuenta que actuará con una ferocidad mayor que la Dictadura Militar, que lanzará golpes de todo tipo, es un principio táctico que hay que tener en cuenta. Eludir sus golpes y a la vez golpearlo; no ofrecerle blanco en situación de inferioridad y afrontarlo valientemente en condiciones favorables, en una palabra, desconfiar del enemigo, cuidarse ante él y golpearlo claramente en las oportunidades favorables son los lemas tácticos del momento, a los que debemos agregar la consigna de mantener y ampliar la movilización de masas con decisión y audacia, sin achicarnos ante el despliegue enemigo. LA EJECUCIÓN DE RUCCI Nuestra organización no ha ejecutado ningún burócrata sindical. Consideramos que la ejecución de algunos de estos traidores solo debería realizarse en casos extremos muy especiales. Por eso no habríamos encarado acciones como la que dio fin a la carrera de traidor de José Ignacio Rucci. Pero tampoco condenamos esa acción porque la consideramos una expresión aunque deformada del sentimiento de las masas El gobierno peronista se apresurado a buscar en esta acción nuevos elementos para fundamentar políticamente su línea represiva con el cinismo que es habitual a la burguesía. Días atrás los burócratas asesinaron en Córdoba al obrero peronista Damiani, el 20 de junio Osinde dirigió el asesinato de numerosos compañeros en Ezeiza, el 29 de julio la policía cordobesa asesinó a nuestro combatiente Eduardo Giménez y el 30 del mismo mes al joven obrero Molina en San Francisco. Todos estos hechos fueron silenciados, premiados sus responsables, justificados por el mismo gobierno que hoy escandaliza al país por la muerte de Rucci. DAR LA BATALLA A LA CONTRARREVOLUCIÓN El peligroso ataque contrarrevolucionario de la burguesía gobernante, pue382

Sus editoriales y escritos estratégicos

de y debe ser derrotado estrepitosamente. Para ello es necesario que las fuerzas revolucionarias se unan en torno al PRT y al ERP, aumentando sus recursos y posibilitando así un eficaz enfrentamiento de ese ataque, para convertirlos en una importante victoria revolucionaria. Eludir los desesperados golpes del enemigo y responder con eficacia saliendo al paso simultáneamente a la propaganda demagógica y contrarrevolucionaria, son los elementos tácticos que nos permitirán sortear victoriosamente la situación, lograr un triunfo de proyecciones estratégicas en la batalla que ha comenzado a librarse y que se desarrollará en los próximos meses.

Editorial de El Combatiente N° 93. Viernes 5 de octubre de 1973 ¡UNIDAD ANTIFASCISTA Y ANTIIMPERIALISTA! Mario Roberto Santucho El gobierno de Lastiri y el peronismo burgués y burocrático en su conjunto están lanzados desenfrenadamente en la escalada represiva. El asesinato del compañero Grinberg, la clausura del diario El Mundo y la sanción a Canal 9, una ola de atentados dinamiteros realizados por grupos paramilitares y parapoliciales, las declaraciones de Perón y otros dirigentes peronistas llamando a una cruzada contra el marxismo y en primer lugar contra la izquierda peronista, son elementos de esa notoria escalada, en el que el blanco principal de la burguesía contrarrevolucionaria es el ERP. De ahí que la Policía Federal y la prensa burguesa intentaron involucrar burdamente a nuestro ejército guerrillero en la ejecución de Rucci, para basar en esa mentira los ataques a nuestra organización. Pero el pueblo explotado no se dejó confundir, intuyó la maniobra y puso inmediatamente en duda las afirmaciones policiales. Sectores de vanguardia observaron con perspicacia que nunca antes ninguna organización guerrillera había comunicado telefónicamente a la policía sus acciones. La desconfianza se vio confirmada por la información de Canal 9 de televisión y diario “El Mundo”, que por ajustarse a la verdad, sufrieron las iras represivas del gobierno. Paralelamente la burocracia sindical como parte del gobierno en unión con las empresas explotadoras ha iniciado una activa campaña contra el activismo fabril clasista, haciendo echar compañeros, preparando listas de gente combativa para pasar después a reprimirla, etc. etc. 383

Mario Roberto Santucho

El peronismo durante la campaña electoral desplegó una mentirosa verborragia “antiimperialista” para ganar votos populares y en cuanto triunfó trocó bruscamente su antiimperialismo por antimarxismo. Todos estos hechos son la más completa confirmación de los análisis de nuestro Partido que supo mantener una correcta posición marxista-leninista frente a este nuevo intento burgués contrarrevolucionario, señalando su esencia, alertando sobre sus verdaderas intenciones, diferenciando en la crítica a las corrientes progresistas y revolucionarias del peronismo estrechando filas con lo mejor de ese sector. LOS ERRORES DEL PERONISMO REVOLUCIONARIO Y DEL PARTIDO COMUNISTA Presos de sus concepciones populistas y reformistas, sectores del peronismo revolucionario y el PC cometieron el serio error de llamar al pueblo a votar por la fórmula del FREJULI. Cada día se ve más claro que su errónea posición los llevó a contribuir a engañar a la clase obrera y al pueblo, a fortalecer al enemigo que se preparaba para atacar, a prestarle armas involuntariamente a la reacción contrarrevolucionaria. Como decía Lenin, no es grave cometer errores, todos pueden cometerlos, lo grave es no corregirlos, lo grave es persistir en el error, profundizarlo. Fernando Nadra hace oídos sordos a este sano consejo de Lenin. En una lamentable conferencia de prensa citada por él y otros dos dirigentes del PC, en lugar de reconocer el grave error cometido y llamar a hacer frente con firmeza y valentía la campaña antimarxista se postra ante sus verdugos, los llena de elogios, ataca solapadamente a la guerrilla para quedar bien con la burguesía y taimadamente repite el falso argumento de que el marxismo-leninismo rechaza la guerrilla, un correcto accionar armado como el que practica el ERP. Nuestra organización criticó duramente la capitulación de estos sectores populares en el reciente proceso electoral. Hoy reiteramos fraternalmente esa crítica, no con ánimo de mostrar nuestra razón, sino con el sano espíritu de contribuir a la reflexión, de reiterar nuestro llamado a la unidad obrera y popular, de insistir a éstas y otras organizaciones del campo popular en la necesidad de eludir la trampa contrarrevolucionaria, de alejarse de los falsos aliados burgueses y acercarse a sus verdaderos aliados, en primer lugar a nuestro Partido, para construir en conjunto una poderosa fuerza unitaria basada en la unidad obrero-popular, en la unidad del proletariado con el campesinado pobre, con los pobres de la ciudad y la pequeño-burguesía urbana.

384

Sus editoriales y escritos estratégicos

EVOLUCIÓN DEL GOBIERNO PERONISTA El intento bonapartista del peronismo muestra desde ya serias fisuras, gran dificultad de concreción, por lo que va ganado terreno en el seno de ese movimiento la tendencia a la fascistización que tiene clara expresión en el desesperado ataque que acaba de lanzar contra las fuerzas revolucionarias. Cuando nuestro Partido pronosticó en marzo de 1973 (ver El Combatiente N° 76 de marzo de 1973), basado en un análisis objetivo, marxista, de la política nacional, que “... el análisis de las fuerzas y tendencias de la política nacional hacen prever que el nuevo gobierno parlamentario se verá a corto plazo enfrentado a insolubles problemas entre la movilización de las masas y la presión burguesa y militar. En esa situación deberá optar por aceptar las exigencias militares y reprimir a las masas tomando el camino de la fascistización, convirtiéndose en un gobierno fascista represor, o intentar resistir la presión reaccionaria e impulsar algunas medidas progresistas lo que llevará a su derrocamiento por un golpe militar”, ese cálculo parecía completamente abstracto. Hoy es posible comprobar su acierto y comprender el porqué de los rápidos cambios en el gobierno y en el peronismo. La evolución hacia el fascismo, la fascistización del gobierno tenderá a acentuarse en los próximos meses, aunque esa tendencia será contenida por la unidad y movilización del pueblo y el accionar militar de la guerrilla. Indefectiblemente el intento fascistoide del sector más reaccionario del peronismo terminará en un completo fracaso, como fracasó ya el intento parlamentario y está fracasando a poco de iniciarse el intento bonapartista. Es que la pujanza de la lucha popular, la energía y combatividad de las masas y de su vanguardia obliga a la burguesía a desechar intempestivamente uno tras otro sus planes contrarrevolucionarios. El llamamiento del gobierno y de Perón a la cruzada antimarxista pone en movimiento las fuerzas más reaccionarias de la burguesía, las que tienden poderosamente a una dinámica incontrolable de corte fascista que introducirá fisuras en el campo burgués, favorecerá el acercamiento de las fuerzas progresistas y revolucionarias, acentuará en una palabra la crisis e inestabilidad del gobierno. Las FFAA opresoras en tanto, se mantienen a la expectativa, apoyan y controlan al gobierno, pero al mismo tiempo se preparan para un recambio frente al posible fracaso del intento peronista. Para ello hacen y harán todo lo posible para no intervenir directamente en la actual represión y llevar adelante una activa y demagógica campaña “antiimperialista”, que con palabras y triquiñuelas intenta remozar la desprestigiada imagen del ejército. El gobierno peronista no logrará detener el proceso revolucionario en curso en Argentina, ni logrará derrotar a la guerrilla. Sólo podrá mantenerse uniéndo385

Mario Roberto Santucho

se a los militares, formando una única fuerza contrarrevolucionaria cívico-militar de orientación fascista. Si el gobierno peronista no acepta someterse a los militares, si no les sirve para reprimir, ellos lo derribarán sin contemplaciones para encargarse directamente de la represión. ¡UNIDAD PARA LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA! Detener el ataque contrarrevolucionario es el imperativo de la hora. Para ello es urgente tejer alianzas permanentes, a nivel de base y a nivel de dirección de organizaciones. Arrancando desde las fábricas, el campo, los barrios, etc. debemos construir un poderoso Frente Único Antifascista y Antiimperialista que movilice a las más amplias masas contra la represión, contra los grupos paramilitares y parapoliciales. El peronismo progresista y revolucionario, el Partido Comunista, el Frente Antiimperialista por el Socialismo, el Sindicalismo Clasista, las Ligas Agrarias, las organizaciones villeras, el conjunto de la izquierda, las organizaciones armadas peronistas y no peronistas, uniéndose, confluyendo en un poderoso Frente Antifascista y Antiimperialista, están en condiciones de parar en seco la cruzada antimarxista, antiobrera y antipopular, obligar al mantenimiento y la ampliación de la democracia y la libertad que nuestro pueblo conquistara tras dura lucha antidictatorial y que hoy están siendo arrasadas por el gobierno contrarrevolucionario de Lastiri. Las corrientes populistas y reformistas del campo popular vuelven sus ojos en esta encrucijada al balbinismo y otras expresiones burguesas reaccionarias, buscando apoyarse allí para la lucha democrática. Es necesario por ello reiterar con firmeza que como enseñara Lenin y toda la experiencia teórica y práctica revolucionaria internacional, todo frente antifascista, antiimperialista, democrático, debe basarse en la unidad de la clase obrera con los sectores populares explotados que son en nuestro país el campesinado pobre, los pobres de la ciudad y la pequeña burguesía urbana. Sólo sobre la base de un amplio movimiento de masas de un carácter de clase auténticamente obrero y popular puede pensarse en buscar convergencias con sectores de la burguesía. Incluir en un primer momento, con las fuerzas obreras y populares aún débiles, a sectores burgueses en el Frente, es colocar a los trabajadores y al pueblo a la cola de la burguesía. DEFENDERSE CON EFICACIA Y GOLPEAR CON ESPÍRITU DE OFENSIVA Como decíamos la semana anterior, el ataque desesperado de la contrarre386

Sus editoriales y escritos estratégicos

volución no debe ser subestimado. Los revolucionarios y el campo progresista en general tienen la obligación de defenderse eficazmente, de eludir los irracionales golpes del enemigo, conscientes de su ferocidad y peligrosidad. No ofrecer blanco ni pretexto, movilizarse con valentía, y ejercitar activamente la solidaridad con las víctimas de la represión son los lemas tácticos que deben guiar nuestra defensa. Al propio tiempo es necesario dificultar los movimientos del enemigo con audaces y efectivos ataques armados y no armados, con acciones guerrilleras y movilizaciones combativas y violentas, manteniendo un elevado espíritu de ofensiva basado en la justicia de nuestra causa y en la confianza estratégica en el poderoso potencial revolucionario del pueblo argentino. La importante batalla que hoy ha comenzado a librarse, tiene características estratégicas. Es el preludio de la generalización de la guerra revolucionaria en nuestro país, del ensanchamiento de la senda de la guerra revolucionaria ya abierta por las luchas antidictatoriales de nuestro pueblo y su transformación en un amplio, despejado y firme camino revolucionario, hacia la conquista de la independencia y la liberación de nuestra patria, nuestro pueblo, hacia la revolución socialista argentina, que entrelazada con la lucha similar de los pueblos chileno, uruguayo y demás pueblos latinoamericanos, conquistará la felicidad, la libertad y el bienestar para los oprimidos, explotados, vilipendiados de nuestra sufrida patria latinoamericana.

Editorial de El Combatiente N° 94. Viernes 19 de octubre de 1973 ¿ADONDE VA EL NUEVO GOBIERNO? Mario Roberto Santucho Con la asunción del gobierno por el General Perón se inició el 12 de octubre una nueva y decisiva etapa del proceso revolucionario argentino. La burguesía se esfuerza en reforzar con una intensa propaganda el sentimiento de amplios sectores de masas que mantienen esperanzas en el General Perón, que no se resignan a aceptar que en realidad Perón está íntimamente unido a los enemigos del pueblo, que esperan cambios de último momento, la ruptura de Perón con Gelbard, con la burocracia sindical, con los militares y un gobierno que satisfaga las aspiraciones de cambios profundos sustentadas por las masas, 387

Mario Roberto Santucho

que lleve adelante con energía una política revolucionaria enteramente favorable a los intereses de los humildes, de los explotados. Pero todos los síntomas indican lo contrario. Indican por una parte que el nuevo gobierno se apoyará en la burguesía industrial, en la burocracia sindical, en el ejército y en una policía cada vez más poderosa y represiva. Indican por otra parte que el nuevo gobierno cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano y europeo. En efecto, Perón se preocupó por simbolizar su programa, con una serie de entrevistas previas a la asunción del mando. Visitó el Congreso de la CGE y así no sólo ratificó el “pacto social” sino que anunció la posibilidad de que pasarán a manos privadas algunas empresas estatales. Visitó la CGT en respaldo de la burocracia sindical. Recibió a los Comandantes en Jefe y posteriormente se hizo acompañar por ellos a la Casa Rosada, dando muestras de su buena disposición hacia los militares. Colocó al General Iñiguez al frente de la policía federal como expresión de su decisión de reprimir con la máxima energía al movimiento progresista y revolucionario. El día de la asunción del mando Perón apareció en el balcón de la Casa Rosada rodeado de sus colaboradores más allegados, de Isabel, López Rega, Frondizi, Gelbard, todos conocidos elementos de la contrarrevolución. Inmediatamente después recibió a la delegación italiana evidenciando los propósitos gubernamentales de estrechar vínculos con el capital imperialista europeo. Pocos días más tarde intercambió mensajes de salutación con el Presidente Nixon en una muestra de la buena disposición mutua para las futuras relaciones. Está claro cuál es el rumbo que se propone tomar el nuevo gobierno: el rumbo ya señalado por el interinato de Lastiri, la reconstrucción nacional, la defensa del capitalismo argentino, el intento de aplastamiento de las fuerzas argentinas revolucionarias como paso previo a la reorganización y estabilización del sistema capitalista imperialista actualmente en profunda crisis. Hay sin embargo amplios sectores de masas que esperan lo contrario, que creen en la posibilidad de una política revolucionaria o cuando menos progresista con Perón al timón del Estado. Ello subsiste aunque es indudable que no ya de la manera entusiasta que se presentaba a principios de año y que creció notoriamente hasta el 20 de junio. Ya la manifestación del 31 de agosto, con alrededor de 200.000 manifestantes mostró un enfriamiento. Ahora, pese a todos los esfuerzos gubernamentales, sólo lograron reunir el 12 de octubre unos 100.000 manifestantes, con la particularidad además que el grueso pertenecía a la izquierda peronista, que no avalará una política contrarrevolucionaria como la que se propone continuar realizando el gobierno peronista.

388

Sus editoriales y escritos estratégicos

DURO REVES DEL ALA FASCISTA EN TUCUMAN En el editorial anterior de El Combatiente al referirnos a la orientación gubernamental de apoyarse en el ala fascista del peronismo sosteníamos que “la evolución hacia el fascismo, la fascistización del gobierno tenderá a acentuarse en los próximos meses, aunque esa tendencia será contenida por la unidad y movilización del pueblo y el accionar militar de la guerrilla”. Los recientes hechos de Tucumán confirman este pronóstico y constituyen un ejemplo a tener muy en cuenta para las próximas luchas. García Rey, jefe de policía declaradamente fascista y represor, colocado allí por el propio Osinde, intentó llevar adelante una línea agresiva contra la movilización de las masas y la vanguardia revolucionaria. Atacó con dureza varias manifestaciones, amenazó al pueblo y a la guerrilla, y contestando a un enfrentamiento entre un policía y un comando del ERP que dejó como saldo al policía gravemente herido y un combatiente con una herida leve de bala, García Rey movilizó la policía y sectores civiles fascistas acaudillados por los senadores peronistas Figueroa y Valenzuela, agredió sin contemplaciones a varios pueblos y barrios, (San José, San Pablo, barrios urbanos), allanó sin autorización judicial deteniendo alrededor de 30 personas, la mayoría conocidos activistas entre ellos 5 compañeros liberados el 25 de mayo. La enérgica reacción popular no se hizo esperar. Se organizaron varias manifestaciones contra García Rey y distintos sectores, la Juventud Peronista, el Frente Antiimperialista por el Socialismo, la Liga de los Derechos del Hombre y sectores de la izquierda exigieron su renuncia. García Rey perdió la paciencia, dijo que no renunciaría, acusó al gobierno de pro-marxista, tuvo finalmente que renunciar a las pocas horas. Tal fue la corta carrera del hombre de Osinde que se proponía “poner en vereda” a las masas tucumanas. Naturalmente que este cuadro contrarrevolucionario pasará a otras tareas represivas y continuará volcando su odio al pueblo y a la revolución desde la función pública, pero ya fue echado por el pueblo tucumano, por su movilización unitaria y enérgica. El gobierno de Juri, gobierno burgués muy decidido a reprimir, recibe así un severo llamado de atención de las masas y deberá controlar más su agresividad en adelante. Las masas argentinas tienen en el pueblo tucumano un excelente ejemplo de cómo contener la represión y el fascismo, con la continuidad guerrillera y la enérgica y valiente movilización. SE ACENTUA LA TENDENCIA REPRESIVA La prohibición de los actos del 8, en homenaje al Che, el fortalecimiento de las policías provinciales, la reaparición de espectaculares controles po389

Mario Roberto Santucho

liciales y patrullajes en las ciudades, la persecución ideológica antimarxista, el encarcelamiento de decenas de combatientes populares entre los cuales hay ya prisioneros 28 miembros del ERP, y sobre todo la actividad de las bandas fascistas paramilitares y parapoliciales que en los últimos días han asesinado salvajemente tres personas vinculadas a sectores progresistas, el militante villero Nemesio Aquino, el periodista Colombo en San Nicolás y el dirigente peronista Razzetti en Rosario, torturado al dirigente sindical Area, realizado numerosos atentados contra elementos progresistas en todo el país. Los fascistas aumentan su agresividad al sentirse respaldados desde el gobierno. Todos estos elementos constituyen una acentuación de la orientación represiva del gobierno peronista que persigue atemorizar a las masas y golpear a la vanguardia. PROPÓSITOS DE LOS MILITARES Los jefes militares están muy conformes y trabajan febrilmente en sus preparativos contrarrevolucionarios. Tienen la intención de dejar al gobierno peronista que reprima en lo inmediato al pueblo, que se enfrente a las masas, al sindicalismo clasista, a la guerrilla, en una palabra a los sectores progresistas y revolucionarios de nuestro pueblo. Mientras tanto ellos pretenden permanecer al margen, reorganizarse, prepararse para enfrentar a los revolucionarios y estar listos para un recambio de gobierno burgués, para un nuevo golpe militar que deje en sus manos todos los resortes del poder. Según sus cálculos piensan que dentro de unos meses o un año será necesario “salvar a Perón” derrocando los ministros y el parlamento al estilo uruguayo, y establecer un gobierno cívico-militar manteniendo a Perón como Presidente. Calculan que a esta época ellos ya habrán logrado recomponer su imagen gracias a la demagógica campaña que han iniciado a partir de la reunión del TIAR en Venezuela, continuando con la pantomima del retiro de las misiones militares francesa y yanki, siguiendo con el operativo Dorrego. Todos estos planes les fracasarán; la lucha de nuestro pueblo y su guerrilla los obligará a participar de la represión y suspender su demagogia e indefectiblemente tendrán que echar mano a todas sus armas para enfrentar la creciente movilización revolucionaria del pueblo argentino.

390

Sus editoriales y escritos estratégicos

NUESTRA RESPUESTA: LUCHA Y MOVILIZACIÓN La campaña antimarxista del gobierno y sus ataques al ERP sirven para despertar a la política nuevos sectores de masas, anteriormente no politizados, que comienzan a plantearse los problemas políticos, a interesarse por la política nacional. Amplios sectores de las masas peronistas que creían sinceramente en Perón, en que realizaría una política revolucionaria, comienzan a plantearse preguntas fundamentales al ver que nada cambia, que los explotadores siguen a sus anchas, que los luchadores populares son perseguidos, reprimidos y asesinados. Es necesario responder a esa inquietud con una efectiva propaganda revolucionaria que explique con claridad la verdadera situación del país, que ayude a las masas a orientarse hacia la lucha revolucionaria, a tomar con decisión en sus manos los destinos del país. La movilización popular que continúa y continuará con energía correrá paralela los próximos meses con grandes avances ideológicos de sectores importantes de las masas, que cada vez más conscientemente se alejaran de la influencia burguesa y se orientarán con decisión hacia una política revolucionaria. La unidad del campo popular, de los sectores progresistas y revolucionarios de nuestro pueblo y la fuerza de las organizaciones revolucionarias, en primer lugar nuestro Partido y nuestro Ejército guerrillero, son las herramientas que permitirán canalizar correctamente el despertar revolucionario del pueblo argentino hacia un accionar revolucionario eficaz, hacia la multiplicación de las fuerzas, el despliegue de las enormes potencialidades revolucionarias de nuestro pueblo. Grandes jornadas revolucionarias se aproximan, debemos prepararnos concienzudamente para ellas. El fervor revolucionario de nuestra clase obrera y todo nuestro pueblo debe encontrar en la fidelidad sin límites a la causa de la revolución de su vanguardia proletaria, en su elevada preparación combativa, buen armamento y capacidad táctica, las herramientas efectivas para liberar victoriosamente los próximos combates, derrotar los grupos fascistas contener la represión y pasar a una generalización y masificación de la lucha antiimperialista y revolucionaria por el camino de la guerra revolucionaria, único que nos conducirá al triunfo de la “revolución verdadera” de que hablara el Che, la auténtica revolución socialista argentina.

Editorial El Combatiente Nº 95. Viernes 26 de octubre de 1973

391

Mario Roberto Santucho

FRACASA LA POLÍTICA REPRESIVA Mario Roberto Santucho A un mes de iniciado el desesperado ataque represivo lanzado por el gobierno peronista el mismo ya ha cubierto una primera etapa caracterizada por la proliferación de intensas ofensivas propagandísticas contrarrevolucionarias, de agresiones militares, policiales y fascistas. Esa primera etapa ha fracasado totalmente en su objetivo de golpear duramente a las fuerzas revolucionarias y aunque ha llevado el dolor y el sufrimiento a distintas familias trabajadoras quedó empantanada en la activa desaprobación popular y engendró enérgicas respuestas volviéndose como boomerang a golpear a sus organizadores. Los propósitos gubernamentales de atacar y golpear a las fuerzas revolucionarias inmediatamente después del 23 de septiembre, apoyándose en los siete millones de votos, en el supuesto aislamiento de los revolucionarios, la persecución policial y la actividad criminal de las bandas fascistas organizadas desde el gobierno, ha resultado un completo fracaso. Las intenciones del peronismo burgués de movilizar al peronismo revolucionario contra el ERP, como era de prever, no tuvo la menor concreción; por el contrario, la izquierda peronista siguió combatiendo con energía a la burocracia sindical y otros sectores contrarrevolucionarios del justicialismo. Lanzada la represión, el peronismo burgués se encontró con que no lograba ubicar a su principal blanco, el ERP, que sus bandas fascistas se ensañaban con el peronismo progresista y revolucionario, con el Partido Comunista y hasta con el grupo oportunista de derecha FIP, provocando toda clase de reacciones. La peor experiencia de la actividad represiva gubernamental fue la de Tucumán donde el fascista García Rey encontró a su frente al pueblo movilizado. García Rey se lanzó a la caza del ERP creyendo contar con la colaboración popular. No encontró nada, detuvo arbitrariamente a 30 personas supuestamente vinculadas a nuestra organización, y al día siguiente se encontró con una amplia movilización en defensa de los presos que llevó a su dimisión y a la liberación de todos los detenidos. La rebeldía del peronismo revolucionario, la actitud del pueblo de defensa y colaboración con los guerrilleros, el caso García Rey en Tucumán, son los elementos que determinan el total fracaso de la primera etapa de los planes represivos gubernamentales, sumiendo al gobierno peronista en la desorientación y la deliberación. Estas primeras escaramuzas han terminado con el fácil optimismo del peronismo burgués, los ha llamado a la reflexión. Se dan cuenta que no les resultará fácil llevar adelante sus planes represivos y comienzan a dudar, a vacilar, a preguntarse si es más conveniente seguir con la represión o suspen392

Sus editoriales y escritos estratégicos

derla momentáneamente. Están en la necesidad de optar entre continuar con la represión abierta, política cuyas debilidades han comenzado a experimentar, o ceder en el terreno democrático temporalmente para mejorar su preparación y su aparato y lanzarse más adelante, en condiciones más favorables, a la bárbara represión que de todas maneras deberán realizar para intentar la destrucción y neutralización de las fuerzas revolucionarias, como paso previo indispensable a sus planes de reconstrucción capitalista. La intensificación de la lucha de las masas y de su vanguardia guerrillera presionará efectivamente para obtener concesiones en el terreno democrático, porque el gobierno comienza a apreciar su debilidad y es posible que opte por ceder parcialmente para organizar mejor su próxima ofensiva. EL APARATO REPRESIVO ES REFORZADO Pero las vacilaciones gubernamentales que señalamos no obstan para que su ala fascista continúe febrilmente su actividad. Últimamente han avanzado en la reorganización y re-equipamiento policial, en la intensificación del accionar terrorista de las bandas fascistas, en la organización del aparato parapolicial del Ministerio de Bienestar Social. Conocedores de los métodos nazis, el ala fascista del peronismo que encabezan López Rega, Osinde e Iñiguez se esfuerza por crear su propia fuerza militar basada en la policía y en los grupos de choque del partido y del gobierno. El ejército, en tanto, sigue preocupado en su “misión específica”: la lucha contra la guerrilla. Las maniobras de Tafí del Valle realizadas contra una supuesta guerrilla rural han recibido gran atención. El propio comandante en Jefe Gral. Carcagno las presenció. Es que el ejército contrarrevolucionario es muy consciente que la lucha del pueblo argentino se ampliará, se extenderá y quiere estar en condiciones para enfrentarla. CRECEN LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS Nuestra organización aumenta sus fuerzas incesantemente y a un ritmo más elevado que nunca. Somos conscientes que ese considerable fortalecimiento del PRT y del ERP es expresión de un fenómeno más general, el impetuoso crecimiento de las fuerzas revolucionarias de nuestro pueblo. Con celeridad sorprendente la clase obrera y el pueblo aumentan su movilización y organización en todo el país. Los peones rurales y los campesinos por ejemplo, se muestran muy dinámicos en distintas provincias y aún en las poblaciones más apartadas, van constituyendo sus ligas y sindicatos, partiendo de la lucha rei393

Mario Roberto Santucho

vindicativa pero con una marcada orientación política, teñida de un profundo interés por la política, con una gran apertura a construir simultáneamente la organización reivindicativa y la organización política revolucionaria. En su incesante movilización y creciente politización la clase obrera y el pueblo chocan diariamente con el peronismo burgués que es dueño de los resortes fundamentales del poder. Esa es una experiencia muy instructiva que enfrenta a amplias capas populares con el nuevo gobierno, dejando en evidencia su esencia antipopular, contribuyendo así a liberar a las masas de la influencia de la burguesía e impulsarlas a movilizarse y organizarse independientemente en defensa de sus propios intereses de clase, de los intereses de los obreros, de los campesinos pobres, de los villeros, de todos los explotados de nuestra patria. EL ROL DE LA VANGUARDIA En circunstancias como la presente, de rápida evolución de una situación prerrevolucionaria, de despertar político de amplias masas, el papel de la vanguardia revolucionaria adquiere un peso y una significación enormes. De la claridad, seriedad, energía e iniciativa política y militar de la vanguardia revolucionaria, dependen en forma directa el contenido y los ritmos de desarrollo de una nueva conciencia en amplias masas. La avidez política de las masas las pone en contacto constantemente con la hábil propaganda burguesa contrarrevolucionaria. Los militantes revolucionarias y en primer lugar los militantes de nuestro Partido deben desplegar una ininterrumpida y eficiente actividad propagandística y agitativa que enfrentando la propaganda burguesa lleve a las masas las ideas revolucionarias en forma clara y penetrante. La iniciativa inteligente y creadora de los cuadros militantes y activistas revolucionarios, la preocupación, ingenio y efectividad para llevar a las masas la propaganda oral, escrita y armada, juega un papel determinante en el esfuerzo por ganar la mente de las masas, batalla principal en la actual situación prerrevolucionaria que vive nuestra patria. Las ideas revolucionarias cuando prenden en las masas se convierten en el arma más poderosa del pueblo revolucionario; ellas movilizan las inagotables energías revolucionarias de los pueblos haciéndolos imbatibles. En cada situación, ante cada problema o inquietud, en respuesta a los argumentos del enemigo, a nivel local, regional y nacional, utilizando tanto el volante como las armas y la palabra, debemos desplegar una constante actividad agitativa y propagandística que lleve a las más amplias masas en forma variada y por todos los medios, las ideas revolucionarias socialistas, la explicación del momento político que vive el país y la forma de darle una salida revolucionaria que lleve soluciones y justicia a nuestro sufrido pueblo. 394

Sus editoriales y escritos estratégicos

PERSPECTIVAS En el marco de una situación económica en constante deterioro, la lucha de clases en Argentina evoluciona aceleradamente hacia grandes enfrentamientos. Las fuerzas revolucionarias mantienen su vigor y aún lo acrecientan intensificando su ofensiva mientras la burguesía multiplica sus preparativos y ha comenzado a golpear desesperadamente y a ciegas por medio de sus bandas fascistas. En la situación actual ninguno de los intentos burgueses, ni el parlamentarismo, ni el bonapartismo ni el fascismo tienen posibilidades de lograr estabilizar el capitalismo y alejar el fantasma de la revolución. Ello se debe tanto a la crisis económico-social, como principalmente a la existencia de un poderoso movimiento de masas y de una vigorosa vanguardia armada. Todas las posibilidades están entonces de nuestra parte pero su aprovechamiento requiere un gran esfuerzo, con constancia, energía e inteligencia debemos extremar nuestros esfuerzos por consolidar y desarrollar las organizaciones revolucionarias, en primer lugar el Partido, unirlas cada vez más estrechamente a las masas y colocarlas efectivamente a su vanguardia, participar de lleno y cada día más efectivamente en el mar de la lucha obrera y popular. Un fuerte y enraizado Partido y un activo y poderoso ejército guerrillero, rodeados de las más diversas organizaciones de masas legales, semilegales y clandestinas unidas en un Frente Obrero y Popular de masas son las herramientas determinantes que permitirán aprovechar adecuadamente las inmensas posibilidades con que los argentinos contamos, movilizar todas las energías de nuestro valiente pueblo y llevarlo a la victoria por el imbatible camino de la guerra revolucionaria.

El Editorial de El Combatiente N° 96. Viernes 7 de noviembre de 1973 GOBIERNO: NO HAY SOLUCIONES PARA EL PUEBLO Mario Roberto Santucho Entramos en el sexto mes de gobierno peronista, en el sexto mes del pacto social, de la economía nacional dirigida por el proimperialista Gelbard y su equipo, en el sexto mes de los problemas del trabajo y sociales en manos del bu395

Mario Roberto Santucho

rócrata sindical Otero y el policía López Rega, de la reorganización del ejército contrarrevolucionario y el fortalecimiento de las policías represivas. La práctica de estos meses, confirmando totalmente los análisis marxista-leninistas de nuestro Partido, ha demostrado que el peronismo burgués no tiene la menor intención de luchar por la liberación nacional y social de nuestra patria y nuestro pueblo. Que por el contrario se esfuerza por contener el proceso revolucionario en marcha, por impedir los avances revolucionarios, el despertar de nuestro pueblo, por salvar al capitalismo argentino de la revolución social que lo amenaza. Esta verdad se hace día a día más patente al pueblo argentino que admite ya, descorazonadamente que este gobierno, votado por la mayoría, no se diferencia mayormente de la Dictadura Militar. En estos meses las condiciones de vida de las masas se han continuado deteriorando. Según las estadísticas oficiales el salario real de septiembre disminuyó un 3,5 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, y el costo de la vida ha iniciado una marcada tendencia alcista. Aún más, en el terreno económico el gobierno peronista resulta ser más proimperialista que la Dictadura Militar. El caso de la siderurgia es aleccionador. Mientras la Dictadura se resistió a basar los planes de desarrollo siderúrgico en préstamos del FMI y BID con participación de la empresa yanqui United Steel por considerarlo una política demasiado lesiva a los intereses nacionales, Gelbard logró imponer tales planes debiendo vencer para ello la oposición de los militares lanussistas que están en la administración de SOMISA. Tal es el “antiyankismo” del peronismo burgués y burocrático. Asimismo la política petrolera muestra claramente la tendencia privatizante y proyanki del equipo Gelbard. La resistida designación de Venturini, personaje muy vinculado a las empresas extranjeras del petróleo, como administrador de YPF y la ley de inversiones extranjeras que prácticamente da vía libre al capital extranjero, son índices del propósito gubernamental de entregar también nuevos sectores de la industria del petróleo a la voracidad del capital imperialista. LA LUCHA INTERNA DEL PERONISMO La dirección derechista del peronismo continúa sus ataques contra los sectores progresistas y revolucionarios de ese movimiento. Pero la resistencia que encuentran los obliga a moverse con cuidado. De ahí que la ofensiva contra Montoneros, las gobernaciones de Mendoza, Salta y Córdoba, aunque incesante, no avance con el ritmo planificado. Por otra parte nuevos sectores del peronismo revolucionario adoptan posi396

Sus editoriales y escritos estratégicos

ciones independientes y en ese sentido debemos señalar la realización del Congreso Nacional del Peronismo de Base que manifestó claramente su decisión de organizarse nacionalmente al margen del movimiento justicialista, digitado como se sabe por el peronismo contrarrevolucionario. Se fortalecen así las corrientes más lúcidas y consecuentes del peronismo revolucionario que se orientan con firmeza hacia la estructuración de una fuerza peronista de izquierda, independiente de toda influencia burguesa, que ocupa y ocupará un lugar de honor, junto a nuestro Partido y otras fuerzas progresistas y revolucionarias, en la construcción de un poderoso ejército popular y un poderoso frente antiimperialista, herramientas esenciales para la victoriosa lucha revolucionaria del pueblo argentino. La necesaria e inevitable diferenciación interna del peronismo que separa definitivamente los sectores progresistas y revolucionarios con influencia de masas predominante, de los sectores reaccionarios, burgueses y burocráticos, íntimamente unidos al imperialismo yanki y europeo e incluso a la CIA, será un importante paso adelante en la lucha revolucionaria del pueblo argentino, una inestimable contribución a la unidad de todo lo sano, progresista y revolucionario de nuestro pueblo. CRECEN LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS El avance y consolidación de las corrientes clasistas es incesante en todo el país. El movimiento de recuperación de sindicatos y comisiones internas continúa con intensidad, paralelamente a la multiplicación de los conflictos sindicales locales. Los campesinos, villeros, estudiantes, etc. crecen en su lucha y organización también constantemente. Transformar el odio popular al injusto sistema de explotación que padecemos, el pronunciado descontento ante la falta de soluciones, las crecientes inquietudes políticas de las masas, en poderosa energía revolucionaria y aplicar esa energía correctamente, certeramente, es el rol de las organizaciones revolucionarias. Nuestro joven partido, el PRT, sintetizando su experiencia y la experiencia de las masas, avanza satisfactoriamente, mejora día a día en todos los aspectos de la actividad revolucionaria, eleva su eficacia y su habilidad, su ligazón con las masas y su preparación político-militar. Se coloca así cada vez en mejores condiciones para cumplimentar su papel transformador, organizador y ejecutor, dirigente de la lucha revolucionaria obrera y popular. Pero la debilidad y las deficiencias son aún enormes. Es necesario aún cubrir miles de puestos de combate, es necesario aún mejorar sensiblemente distintos aspectos de la actividad revolucionaria. La superación constante mediante el estudio y la 397

Mario Roberto Santucho

práctica revolucionaria del Partido de los actuales miembros de la organización y la incorporación de nuevos contingentes de revolucionarios activos surgidos del proletariado fabril, el conjunto de la clase obrera, el campesinado pobre, los pobres de la ciudad y la intelectualidad revolucionaria, hará posible cubrir esos puestos de combate y hacer cada vez más efectiva la actuación revolucionaria de nuestro querido Partido. EL ENEMIGO NO DUERME Las FFAA contrarrevolucionarias, el ala fascista gubernamental los grandes empresarios y la burocracia sindical, principales agentes del imperialismo y enemigos fundamentales de nuestro pueblo y de nuestra patria, aumentan su actividad y su preparación político-militar. Es necesario tenerlos muy en cuenta, no subestimarlos en absoluto y enfrentarlos constantemente dificultando sus movimientos, golpeándolos duramente, desenmascarándolos a los ojos del pueblo. Aunque sus planes estratégicos no son realizables a corto ni mediano plazo por razones objetivas, dada la actual situación económico-social del país, no debemos dejar de tener en cuenta su peligrosidad táctica. En consecuencia es necesario oponerse activamente a sus planes, contrarrestar su propaganda, hostigarlos militarmente y aniquilarlos por partes, controlarlos e impedirles su desarrollo político-militar. El ejército opresor por ejemplo está llevando adelante una intensa campaña política intentando congraciarse con el pueblo mediante planes cívicos como el operativo Dorrego. Es necesario contrarrestar esa campaña recordando y explicando incansablemente la esencia contrarrevolucionaria de los jefes militares, principalmente en aquellos lugares donde realicen esos operativos. Es necesario llegar a los soldados, diferenciarlos de la oficialidad reaccionaria, prepararlos psicológica y políticamente para que se presten a la represión el día de mañana. Esta táctica de la acción cívica forma parte de la línea clásica de guerra contrarrevolucionaria recomendada por yanquis y franceses. El ejército norteamericano la utilizó profusamente en el Vietnam distribuyendo en sectores de la población grandes cantidades de mercaderías y otros regalos. La respuesta de los vietnamitas fue aconsejar a la población recibir las ayudas y pedir más, al mismo tiempo que explicaban al pueblo las verdaderas intenciones de los yankis y oficiales sudvietnamitas. Contrarrestada eficazmente por la propaganda revolucionaria, la táctica de la acción cívica se volvió allí contra los opresores. Es lo que tenemos que lograr nosotros actuando hábilmente frente a los planes cívicos, actuando con iniciativa e inteligencia, de acuerdo a cada situación concreta que se presente. 398

Sus editoriales y escritos estratégicos

Continuar con el desarrollo y consolidación de las fuerzas revolucionarias, persistir en el esfuerzo de unir todas las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo, dificultar activamente los planes demagógicos y represivos de la burguesía, responder a la creciente inquietud política de las masas con una propaganda amplia, constante, hábil, efectiva, son las tareas centrales de preparación que los revolucionarios debemos realizar con constancia y energía redobladas día tras día, semana tras semana. Los éxitos que vayamos logrando determinaran la fuerza real con la que contaremos en las próximas luchas, cuyo carácter estratégico venimos señalando con insistencia.

Editorial de El Combatiente N° 97. Miércoles 14 de noviembre de 1973 LA GUERRILLA: NUCLEO DE ACERO DE LA LUCHA POPULAR Mario Roberto Santucho El 29 de mayo de 1969 el célebre “Cordobazo” marco el comienzo de una resistencia popular a la Dictadura Militar, activa, violenta y de masas. La grandiosa movilización de masas que se desenvolvió ese año iniciada en mayo por el estudiantado correntino y finalizada en setiembre con el levantamiento del pueblo rosarino, empalmo con los laboriosos esfuerzos de sectores de vanguardia que desde el golpe militar de Onganía trababan de erigir la resistencia guerrillera para enfrentar la prepotencia dictatorial. La enérgica reacción de masas de 1969, al tiempo que dio un formidable impulso a los preparativos guerrilleros les proporcionó desde sus comienzos estrechos vínculos con las masas, fuente de vitalidad inagotable. 1970 fue el año de aparición de la mayoría de las organizaciones armadas del pueblo. FAP, FAL, Montoneros, FAR y ERP surgieron a la luz pública ese año desplegando una activa propaganda armada que contribuyó poderosamente al avance de la lucha obrera y popular. Pero naturalmente aún se carecía de experiencia y las fuerzas guerrilleras que con coraje y audacia se lanzaban a la acción no constituían todavía una fuerza sólidamente estructurada. Con el vigoroso desarrollo de la lucha revolucionaria en nuestra patria se fue haciendo posible y necesario plantearse y resolver nuevos problemas militares, de desarrollo, organización y especialización de nuestras fuerzas armadas, problemas que aun debemos resolver. 399

Mario Roberto Santucho

DESARROLLO POLÍTICO MILITAR DE LAS UNIDADES El grado de desarrollo de la guerra revolucionaria en Argentina hace necesaria la formación de unidades guerrilleras de alta calificación político-militar que al mismo tiempo que logren mantener una estrecha relación con el pueblo y operar en la propaganda armada con una correcta línea de masas, que eleven constantemente su potencia combativa para librar combates de aniquilación principalmente contra las unidades especiales antiguerrilleras del enemigo. Llegar al aniquilamiento de estas fuerzas contrarrevolucionarias es hoy una necesidad político-militar de nuestra guerra revolucionaria que empalmara armónicamente con el auge de masas impulsándolo, enriqueciéndolo y recibiendo enormes recursos para el ulterior desarrollo militar. La construcción de las unidades guerrilleras pasa así por una sabia y constante combinación entre la actividad de masas, la preparación político-militar mediante entrenamiento y estudio y el decidido paso a un tipo de unidad militar altamente especializada, organizada de acuerdo a los principios del arte y la ciencia militar proletarias, capaz de librar combates cada vez más importantes. LIGAZÓN CON LAS MASAS Y PREPARACIÓN POLÍTICO-MILITAR Toda unidad guerrillera precisa de una íntima y constante vinculación con las masas. Tener siempre como inspiración y punto de referencia al pueblo, inmuniza a la unidad guerrillera de las presiones militaristas y aparatistas propias del accionar armado. Asegura tanto que la unidad se desarrollará entre los obreros, villeros, campesinos, estudiantes, etc., mejorando constantemente su posición social, estableciendo en el seno de ella criterios proletarios de vida y de trabajo, como que las operaciones respondan siempre a la voluntad y el estado de animo de las masas, se ajusten cada vez más a una línea de masas. Por eso es necesario que todas las células y demás organizaciones del ERP realicen siempre y con constancia actividades políticas en el seno de la clase obrera y del pueblo. Asimismo, es necesario reforzar constantemente, la preparación político-militar de todas las unidades planificando y cumpliendo acabadamente rigorosos planes de entrenamiento y estudio que contribuyan a elevar sin cesar el nivel de todos los miembros del ERP. Es fundamental que los combatientes no olviden ni un instante que es imperioso estar cada día mejor preparados en lo político y en lo militar para servir al pueblo con creciente efectividad, para estar en condiciones de resolver, adecuadamente la multitud de problemas cada día 400

Sus editoriales y escritos estratégicos

más complejos, propios de la actividad de las unidades guerrilleras. MEJORAR LA TÉCNICA MILITAR Este importante aspecto es el de mayor retraso de nuestras unidades y por tanto el eslabón principal que tenemos que asir para lograr una correcta solución de los problemas de consolidación y desarrollo de las fuerzas guerrilleras. Mejorar la técnica militar es regularizar y hacer cada día más efectivo el funcionamiento de los Estados Mayores, resolver con sencillez y eficacia de acuerdo al estilo guerrillero, los problemas de logística y comunicaciones, lograr un óptimo funcionamiento de la Jefatura de Personal, de la inteligencia operativa y la propaganda. Porque organizando adecuadamente las unidades en torno a sus Estados Mayores se logrará un aprovechamiento significativamente mayor de los recursos con que se cuenta, principalmente de los recursos humanos, ganando en poderío, en consistencia, en capacidad operativa. EL ROL DE LA GUERRILLA Así, cada vez más poderosas, cada vez mejor capacitadas, manteniendo la elevada moral, la valentía y la audacia que las caracteriza, las guerrillas constituirán el núcleo de acero de la lucha popular, la fuerza militar proletaria y popular capaz de enfrentar victoriosamente también en el combate abierto a las numerosas, bien entrenadas y bien equipadas fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Hace unos meses, desde fines del año pasado y con mayor intensidad después de la asunción de Cámpora, algunos sectores progresistas y revolucionarios ponían en duda la necesidad y posibilidad de continuar el accionar guerrillero con el peronismo burgués en el gobierno. Como es conocido hubo incluso organizaciones armadas que suspendieron sus operaciones. El ERP, guiado con firmeza por el PRT, no vaciló, no dudó, basó su línea de continuidad operativa en el justo análisis de que el gobierno peronista no traería cambios progresistas y que la lucha de las masas se intensificaría. Así pudo jugar un importante papel impulsor y protagónico en el formidable auge de masas que estamos viviendo. Así pudo elevar considerablemente su experiencia, organización y capacidad operativa. Hoy, las exigencias son mayores y los serán aún más en el futuro; la lucha se hace más compleja. Estar a la altura de esas exigencias, de nuestras responsabilidades revolucionarias en el terreno militar, solo será posible si trabajamos 401

Mario Roberto Santucho

con seriedad y entusiasmo, con energía y criterios claros, con el máximo de voluntad e inteligencia. La vacilación y el pesimismo, la inconsecuencia, la irresponsabilidad y el empirismo, no tienen cabida ya en el nuevo tipo de unidades guerrilleras que necesita nuestro pueblo para esgrimirlas como afilado machete ante los feroces embates de la represión. EJÉRCITO Y PARTIDO La complejidad que va adquiriendo la lucha de nuestro pueblo, la necesidad imperiosa de dotar a las masas de un agresivo e indestructible núcleo armado, hace más claro que nunca el insustituible papel del partido proletario como alma y dirigente de la fuerza militar. Porque para avanzar con fuerza en la construcción del ejército popular es fundamental contar con una dirección probada y capaz, con una dirección sabia y activa, que no puede ser otra que un partido proletario de combate como el PRT. Estrechamente ligado a las masas en todo el país, armado de la toda poderosa ideología marxista-leninista con correctos métodos proletarios de organización, resumiendo en sí años y años de experiencia revolucionaria, el PRT se encuentra en condiciones de dirigir exitosamente a las guerrillas en su preparación en la organización y en el combate. Como enseñan los vietnamitas, una de las claves de los triunfos militares del pueblo es precisamente la férrea dirección del Partido sobre la fuerza militar, que debe ser celosamente garantizada, resguardada, por todos los combatientes. LA CONSTRUCCIÓN DEL EJÉRCITO GUERRILLERO Construir la fuerza guerrillera que necesitamos los argentinos, cuyo núcleo principal es el ERP, es tarea de todo el pueblo. Cada argentino tiene su puesto de lucha en el ERP, que es un puesto de gran responsabilidad. Pero no solamente integrado a una de nuestras unidades se contribuye a la formación del ejército guerrillero. También es posible hacerlo colaborando con él de mil maneras, realizando pintadas, reproduciendo sus volantes, realizando acciones de apoyo, etc. etc. Así, rodeado del calor popular, nutriéndose de la inagotable fuente de la clase obrera y el pueblo, dirigido certeramente por el PRT, el ejército guerrillero mejorará sus unidades, las multiplicará, las extenderá por todo el país, librará triunfales combates cada vez más importantes contra las FFAA opresoras y será poderoso pilar que en el futuro sostendrá militarmente la victoriosa insurrección general del pueblo argentino hacia la liberación nacional y el socialismo. 402

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente N° 98. Miércoles 21 de noviembre de 1973 SEIS MESES DE GOBIERNO PERONISTA Mario Roberto Santucho Dentro de unos días se cumplirán seis meses de gobierno peronista. Se puede ver ya con claridad hacia dónde va el peronismo, que intereses defiende su dirección. Se puede comprobar la exactitud da los pronósticos de nuestro Partido que basado en un análisis de clase de ese movimiento pudo determinar que los sectores burgueses y burocráticos predominantes encabezados y dirigidos por el propio Perón, no encararían ningún proyecto revolucionario sino que trabajarían por la reconstrucción capitalista, por la reorganización y consolidación del sistema, de la dominación capitalista e imperialista de nuestra patria y nuestro pueblo. Los dirigentes peronistas acostumbran hablar de liberación; Cámpora entre ellos se caracterizó por prometer en el proceso preelectoral medidas revolucionarias encaminadas a liberar a nuestra patria del yugo imperialista y dar la felicidad a nuestro pueblo trabajador. Pero esto son sólo promesas demagógicas con las que pretenden engañar y desorientar al pueblo. La verdad es que el peronismo burgués y burocrático se propuso y se propone prolongar la vida del sistema capitalista semi-colonial que oprime a nuestro pueblo, intenta hoy día salvar ese sistema de la amenaza revolucionaria. LOS EJES DE LA POLÍTICA GUBERNAMENTAL La orientación en lo económico y la política represiva son los ejes de la actual política gubernamental. En el terreno de la economía el equipo Gelbard lleva adelante, cada vez más abiertamente, una política proyanki y proimperialista en general. La ley de inversiones extranjeras, la política petrolera y siderúrgica son categóricas manifestaciones de que este gobierno falsamente llamado popular, lejos de proponerse terminar con la dependencia, intenta entregar aún más los resortes claves a la voracidad del capital extranjero. En el sector del petróleo, mediante el boicot a la producción de YPF, organizada desde el gobierno, como lo denunció parcialmente el Gral. Fatigatti, y el abultamiento de la importación petrolera que en los nueve primeros me403

Mario Roberto Santucho

ses del año llegó a 62 millones de dólares, se prepara una nueva “radicación” de capitales extranjeros, una mayor entrega de nuestra riqueza petrolífera a los pulpos imperialistas. En cuanto a la siderurgia se ha preparado un plan de desarrollo que amplía la participación del capital imperialista, cada vez de mayor peso en la industria siderúrgica. Por otra parte, no se ha tomado en estos seis meses ninguna medida que ponga por lo menos trabas al capital extranjero, ni mucho menos por supuesto medidas tendientes a recuperar los centenares de poderosas empresas vitales para nuestra economía que están bajo control imperialista. Lo que sí se preocupó por garantizar la camarilla de Gelbard, fue la postergación de las legítimas aspiraciones obreras por mejorar inmediatamente su deteriorado nivel de vida. Mediante el pacto social firmado con la burocracia traidora pretenden contener la lucha por aumentos de salario. La Ley de Asociaciones Profesionales, a punto de ser sancionada, tiene como propósito asegurar el control burocrático del movimiento sindical con el mismo fin de dificultar las luchas obreras por sus reivindicaciones económicas asegurando así mayores ganancias al capital, principalmente al capital imperialista. Tampoco el peronismo burgués que gusta hablar contra la oligarquía terrateniente y ganadera, se anima a tocar a esos intereses. En los anteriores gobiernos de Perón, sin atacar las raíces del parasitismo oligárquico, se tomaron medidas como el Estatuto del Peón, que hirió los intereses de los terratenientes. Hoy en cambio mediante el pacto del agro se garantiza completamente el control oligárquico de la producción agropecuaria, postergándose indefinidamente las justas demandas de los campesinos pobres y de los peones rurales que votaron masivamente la fórmula del Frejuli. LA POLÍTICA REPRESIVA La formación de bandas fascistas y la reorganización de la policía para consolidar el control político gubernamental y aumentar su eficacia represiva, siguen siendo objetivos del peronismo cuyo rendimiento está aún muy por debajo de sus proyectos. Consiguieron algunos éxitos en el amordazamiento de la prensa mediante la combinación de las disposiciones gubernamentales de control y la agresión armada fascista instrumentadas durante el interinato de Lastiri, contra el diario Clarín y las revistas Nuevo Hombre, Militancia, Posición y Ya. Así han logrado ocultar en parte la actividad de las masas y de la guerrilla cuya intensificación en las últimas semanas no es conocida por las amplias masas. 404

Sus editoriales y escritos estratégicos

Ha quedado muy claro en estos seis meses que el gobierno peronista es esencialmente represivo y está decidido a aplicar métodos más brutales aún que los de la Dictadura Militar. El asesinato de numerosos compañeros, la mayoría de ellos peronistas revolucionarios, por las bandas fascistas y la policía, no dejan lugar a dudas. Pero los ímpetus represivos del peronismo burgués y burocrático han chocado contra el muro de la movilización popular y la persistencia de la guerrilla, resultando frenados, imposibilitados de extenderse y lograr éxitos. PERONISMO BURGUÉS VS PERONISMO REVOLUCIONARIO Dentro del movimiento peronista se han producido tajantes definiciones y la ruptura se hace inminente. La dirección del peronismo, Perón y su camarilla, no necesitan en este momento a la izquierda, y como ya lo hicieron en oportunidades anteriores, trabajan para arrojarlos como un limón exprimido. Hicieron lo mismo con la resistencia peronista que después de dar su sangre en la lucha contra la libertadora fue entregada sin miramientos a la represión militar. Cuando Perón, utilizando como principal carta de negociación la lucha armada de la resistencia, llegó al acuerdo con Frondizi, Frigerio y los militares, acuerdo cuya base era el fortalecimiento de la burocracia vandorista mediante la devolución de los sindicatos intervenidos y la promulgación de la Ley de Asociaciones Profesionales, no dudó en facilitar la destrucción de los núcleos de la resistencia. Naturalmente que los resistentes, luchadores revolucionarios en su mayoría, no se conformaron con las promesas de Frondizi ni las medidas pro-burocráticas, y decidieron persistir en la lucha. El propio Perón instruyó entonces a su gente de confianza para colaborar con la represión. Hasta los mismos personajes de ahora estuvieron en la escena. El General Iñiguez con comprobados vínculos con la SIDE se presentó a los resistentes como enviado de Perón y mediante el engaño fue dirigiendo la destrucción de numerosos núcleos. Varios centenares de detenidos y torturados fue el resultado de esa represión que les resultó exitosa. Hoy pretenden repetir la “hazaña”. Basados en los graves errores del peronismo revolucionario que apoyaron a Perón y su proyecto capitalista proimperialista contribuyendo poderosamente a confundir a las masas atacan, intentan engañar e infiltrar al peronismo revolucionario para destruirlo. De ahí que la izquierda peronista no tiene otro camino para subsistir que romper con la dirección peronista y con Perón, diciendo con valentía la verdad a las masas. La absurda mistificación que presenta a Perón como un revolucionario ha demos405

Mario Roberto Santucho

trado ser un arma de la contrarrevolución que es necesario desenmascarar definitivamente y en ello le cabe una gran responsabilidad a la izquierda peronista. EL GOBIERNO Y LAS MASAS La inoperancia del gobierno, su alineación al lado de los explotadores y opresores, la continuidad y aún agudización de los graves problemas del pueblo, van convenciendo a las masas de que no hay solución con el peronismo y llevando a amplios sectores de vanguardia a la conclusión de que es necesario desarrollar la lucha con una nueva y verdadera orientación revolucionaria. En una palabra, crece el descontento de las masas y se afirma en la vanguardia el convencimiento de que hay que construir una nueva opción. Es muy fértil el terreno para la propagación de las ideas revolucionarias, para el desarrollo de las organizaciones revolucionarias. Desenmascarado por su política que es resistida enérgicamente, el gobierno peronista se agrieta y debilita. La realidad fue destruyendo el fácil optimismo de sus dirigentes que muestran cada vez mayores vacilaciones. Los lectores recordarán cómo el peronismo burgués anunciaba grandes inversiones europeas, paz social, eliminación de la guerrilla, como base de una “revolución en paz”. Todo ese proyecto no se realizó, la lucha de clases se intensificó y la expectativa de las masas hacia el gobierno está desapareciendo. Es el preludio de grandes luchas antigubernamentales que el peronismo ya no está en condiciones de controlar. Puede concluirse que los planes de la burguesía no han tenido éxito, que no han fructificado los propósitos del GAN de contener las luchas de las masas mediante el engaño y la represión, y que por el contrario está próxima una intensificación de la lucha popular que sumirá al gobierno en una crisis general obligándole a optar entre ceder en el terreno democrático o ir a un enfrentamiento total para el que no se encuentra en condiciones. ¿REPRESIÓN O CONCESIONES? La detención del Cnel. Crespo en La Plata, la toma de Sancor y la distribución de diez camiones de productos lácteos en Córdoba, son nuevas muestras de la fuerza de la guerrilla, así como la reacción popular por esas acciones prueban la satisfacción de las masas por nuestra presencia combatiente. Esa presencia será un importante factor que obligará al gobierno peronista y al ejército a una definición, a adelantar su opción entre ceder momentáneamente o reprimir. 406

Sus editoriales y escritos estratégicos

Los revolucionarios debemos prepararnos adecuadamente para ambas posibilidades sin perder de vista que cualquier concesión será limitada y circunstancial, que a la larga, de cualquier manera, vamos a grandes enfrentamientos político-militares. la posibilidad de arrancar concesiones democráticas se asienta sobre la creciente debilidad gubernamental que los obliga a ser muy cautelosos y ahora es más real. Si ella se da, si el gobierno y los militares se ven en la necesidad de ceder para buscar el momento oportuno para reprimir, los revolucionarios debemos estar en condiciones de aprovechar al máximo los resquicios legales. Partiendo de las experiencias recientes, desarrollar hábilmente la propaganda y agitación de masas con periódicos, volantes, afiches, solicitadas, actos, etc., resguardando siempre, celosamente, el aparato clandestino de la organización. Si el enemigo opta por la represión, sólo posible hoy día con la intervención activa del ejército, debemos ir con decisión al combate, poner en tensión todas nuestras fuerzas movilizándolas en lo político y en lo militar, partiendo de las ricas experiencias de la reciente lucha antidictatorial. El enemigo está debilitado y sumido en la confusión. Las fuerzas revolucionarias continúan en pleno desarrollo. Los próximos meses ofrecen perspectivas completamente favorables para la revolución que deben ser explotadas todo lo posible para aumentar considerablemente y consolidar el potencial orgánico y la influencia de masas de las organizaciones revolucionarias.

Editorial de El Combatiente N° 99. Miércoles 28 de noviembre de 1973 CRECE LA OPOSICIÓN A LA POLÍTICA DEL GOBIERNO Mario Roberto Santucho La línea contrarrevolucionaria del gobierno peronista se hace ya visible para amplios sectores de masas. Las entrevistas de Perón con Banzer y Bordaberry dan idea de que es lo que entiende el gobierno por “continentalismo”: el acercamiento de los más grandes representantes de los explotadores y represores del continente latinoamericano para unir sus esfuerzos contra el despertar de nuestro pueblo. Con el aumento del 23 por ciento a las bebidas gaseosas se inicia una suba general de precios, nuevo golpe al nivel de vida de nuestro pueblo y parte de una política abiertamente patronal en lo económico y social. 407

Mario Roberto Santucho

La renovación del plantel de generales y la reorganización y reequipamiento de la policía que continua aceleradamente evidencia la esencia represiva de este gobierno. Los hechos de Rosario del miércoles 21 no dejan lugar a dudas sobre la orientación de la represión. En la madrugada de ese día, un grupo de siete combatientes del ERP salió a volantear el comunicado No. 4 de la organización referido a la detención de Pedro Saucedo, matón de la burocracia de la carne, en zonas fabriles de la ciudad. Los comunicados anteriores habían sido difundidos de la misma manera obligados por el amordazamiento de la prensa, lo que evidentemente fue conocido por la policía que preparo una emboscada a nuestros compañeros. Detectada la presencia de la unidad del ERP, convergieron numerosos policías que ametrallaron el paso de nuestros dos vehículos hiriendo a 6 de los 7 combatientes. Pero los guerrilleros no se entregaron sino que siguieron combatiendo con firmeza, logrando contener el ataque enemigo y alejarse en un pequeño vehículo que debió ser abandonado más adelante. Fueron asesinados después de su detención Roberto Silva y Oscar Tettamanti. Silva con grandes heridas que le destrozaron un brazo con gran pérdida de sangre, fue dejado en una casa de familia en manos de un médico, para su urgente traslado en un hospital. Tettamanti fue detenido en la calle, ya sin munición, y asesinado fríamente de un balazo en la cabeza. La actitud policial no deja dudas sobre las instrucciones a que se atienen. EL PUEBLO PASARÁ A LA OPOSICIÓN Toda esta política antipopular va dejando en claro a los ojos del pueblo las verdaderas intenciones del gobierno peronista y va generando un espíritu de oposición en amplios sectores de masas. Es el preludio del decidido paso a la oposición que nuestro pueblo experimentara en los próximos meses, pasando de la lucha parcial contra las empresas, la burocracia y los grupos fascistas, a la lucha general contra el gobierno burgués, contra el régimen capitalista. La experiencia de la lucha popular en Argentina, sobre todo la reciente experiencia de lucha contra la Dictadura Militar, hace necesario una serie de reflexiones en torno a la unión y organización del pueblo, en estos momentos en que comienza a plantearse el paso de amplios sectores de masas a la oposición del gobierno, a la lucha general contra el capitalismo. Contra la Dictadura, nuestro pueblo logro grandes avances en su unidad y organización, avances limitados sin duda, que es necesario superar, pero que constituyeron un gran paso adelante. Los levantamientos populares en distintas ciudades, la unidad antiburocrática y el accionar guerrillero conjunto fueron significativos frutos que obligaron al enemigo a retroceder, dar la batalla por 408

Sus editoriales y escritos estratégicos

perdida y organizar su retirada en orden. Ese fue el famoso GAN basado en la concesión electoral. La burguesía dio paso en su política antipopular al engaño y comenzó a trabajar por dividir, engañar y desorganizar al pueblo. El elemento principal de su maniobra fue presentar al peronismo burgués y burocrático como una posibilidad revolucionaria. Los sectores y elementos confundidos o vacilantes en el campo popular y revolucionario, cayeron con facilidad en la trampa reformista, sembrando la división en la vanguardia y colaborando con el enemigo en confundir a grandes masas despertando ilusiones en el “revolucionarismo” de Perón. Fueron importantes aunque efímeros éxitos para el enemigo, traducidos únicamente en el terreno electoral, que les brinda el mentiroso argumento de que nuestro pueblo está en contra de la justa violencia revolucionaria. Hoy que se plantea como inmediata la posibilidad y necesidad de una nueva unidad en la lucha de todo el campo popular es fundamental tener fresca esa experiencia para corregir el enorme déficit que constituye la defección, la debilidad y la vacilación ante la presión de la burguesía, de importantes sectores del campo popular y revolucionario, para prevenir y combatir desde el comienzo esta grave enfermedad ideológica y política. Esa desviación tiene raíces de clase burguesa y pequeño-burguesa consistentes en la pretensión de encontrar en una tercera posición la solución de los problemas económico-sociales que genera el capitalismo, no en la auténtica revolución socialista, sino en alguna otra forma intermedia. Es que las clases populares no proletarias que son también oprimidas por el capitalismo y están en contradicción con él, lo que las hace preocuparse y luchar por cambios profundos, temen injustificadamente al socialismo, no quieren ir “demasiado lejos” y sueñan con “humanizar el capital”, lograr el justo medio entre el capital y el trabajo. Este pensamiento absurdo, derrotado por la historia mantiene su vigencia a veces en forma inconsciente, por la debilidad ideológica del campo popular. UNIDAD, CENTRALIZACIÓN Y LUCHA IDEOLÓGICA De ahí, que en la tendencia a la unidad y la acción conjunta que objetivamente comienza a plantearse, es fundamental resolver correctamente la contradicción entre la unidad de acción, la centralización de las actividades y la lucha ideológica. Al mismo tiempo que debemos evitar y combatir toda tendencia al sectarismo, esforzarnos por establecer la más estrecha unidad y fraternidad en el campo popular, es decisivo dar también fraternalmente la batalla ideológica contra las concepciones no proletarias, conscientes de que en la lucha ideológica está la clave para derrotar el día de mañana las presiones y el canto de cisne de la 409

Mario Roberto Santucho

burguesía. El estudio y asimilación de los principios ideológicos marxistas-leninistas por el conjunto de la vanguardia alejará toda ilusión sobre una tercera posición, un tercer camino, toda esperanza en sectores o líderes de la burguesía y se consolidará al movimiento obrero y popular para seguir sin vacilación el duro camino de la revolución socialista, de la guerra revolucionaria popular. Hoy es vital ser intransigentes y persistentes en la lucha ideológica, entre otras cosas, porque es evidente hasta el momento la falta de espíritu autocritico de aquel sector de la izquierda peronista que apoyó y embelleció al peronismo en la perspectiva electoral. Pese a los asesinatos de militantes revolucionarios, la represión al pueblo, la entrega de nuestra economía al imperialismo yanki, el reforzamiento del poder militar reaccionario, estos compañeros siguen mintiéndole al pueblo, siguen difundiendo la mentira de que Perón es un revolucionario, siguen atados a compromisos políticos con los enemigos de nuestro pueblo, no han corregido el gravísimo error de presentar a Carcagno y sus generales como posibles aliados en quienes confiar. Es grave la responsabilidad política de aquellos que cometieron errores tan grandes y es inaceptable que persistan en no ser sinceros y autocríticos en beneficio de la causa popular. LA UNIDAD Y ORGANIZACIÓN DEBE PARTIR DE LA BASE La principal palanca para la unidad y organización popular, para una convergencia sólida, capaz de librar con consecuencia las futuras luchas es el trabajo de base. El desarrollo en las bases de las organizaciones populares y revolucionarias, del sindicalismo clasista, los Comités de Base, las Ligas Agrarias, el movimiento del estudiantado por la guerra y el socialismo, los distintos organismos de masas similares, el PRT y las fuerzas guerrilleras, crearán las condiciones para que la movilización del pueblo argentino que comienza a gestarse e insinuarse, se desarrolle con continuidad y profundidad, con claridad de objetivos e inmune a las presiones burguesas, ponga en movimiento así todas las fuerzas potenciales de nuestro pueblo, desembocando después de un proceso prolongado de guerra revolucionaria, en la victoria de la revolución socialista que dará la libertad, la independencia, la justicia y la felicidad a nuestro pueblo.

Editorial de El Combatiente N°100. Miércoles 12 de diciembre de 1973

410

Sus editoriales y escritos estratégicos

SE APROXIMAN GRANDES CAMBIOS Mario Roberto Santucho El comienzo del decidido paso de nuestro pueblo a la oposición a que nos referíamos la semana pasada y síntomas de crisis en el campo burgués que han comenzado a manifestarse son índices de la proximidad de fundamentales cambios en la política nacional. Para ubicarnos frente a ellos es útil recapitular los acertados propósitos de nuestro Partido formulados desde hace cerca de dos años atrás ala analizar el GAN como estrategia contrarrevolucionaria. En febrero de 1972 decía1 nuestro Partido: “La crisis actual de la Argentina capitalista no tiene ninguna posibilidad de ser superada a corto o mediano plazo, por ningún gobierno burgués. El gobierno que surja del proceso electoral próximo, lo mismo si es o no peronista, estará incapacitado para concretar ni siquiera soluciones mínimas. Porque la única forma de solucionar los problemas actuales es mediante una revolución profunda, socialista, proletaria, que expropie sin hesitar el capital imperialista y monopolista, independice el país, y movilice revolucionariamente al pueblo, tareas que de ninguna manera piensa ni puede llevar adelante el peronismo burgués, ni ninguna otra de las fuerzas políticas burguesas. De manera que a un plazo relativamente breve, el gobierno parlamentario que surja de las elecciones estará completamente desprestigiado, las masas no esperarán más de él y se orientaran hacia la guerra popular. En el caso de un gobierno peronista este proceso no será más lento porque la posibilidad de maniobra producto de la confianza de las masas, será contrarrestada porque esta confianza favorecerá también la movilización obrera y popular por reivindicaciones inmediatas. Así, un nuevo gobierno parlamentario se encontrará con las masas en la calle, con la ampliación de la lucha de masas, obligado desde bambalinas por las FFAA a reprimir violentamente. Esto no significa desconocer que la participación de Perón en el proceso electoral despertará expectativas de amplios sectores de masas, los más atrasados, que aún viven bajo la engañosa esperanza de que el peronismo puede ser una solución para los problemas de nuestro pueblo. Esa esperanza será limitada porque todo el mundo desconfiará al ver el acuerdo con el frondizismo. La propaganda de los revolucionarios anticipando incansablemente que la clase obrera y el pueblo nada pueden esperar del gobierno que surja del comicio, aun cuando ese gobierno sea peronista y este apadrinado por el propio Perón, hará visible 1. El Combatiente N° 67, página 6. 411

Mario Roberto Santucho

posteriormente a las más amplias masas la corrección de la línea revolucionaria, acercándolas a la nueva y correcta perspectiva de la guerra revolucionaria por el socialismo. Finalmente hay que tener en cuenta la posibilidad de un ataque abierto a las fuerzas revolucionarias particularmente a las organizaciones armadas de orientación marxista como el ERP dirigido por nuestro Partido, por parte de los líderes y partidos burgueses, entre ellos Perón. Ello, aunque nos cause algunas dificultades mínimas inmediatas en el arraigo de las masas, a la larga nos favorecerá, sabremos contestar adecuadamente, con firmeza y claridad, sin entrar en provocaciones, y los hechos nos darán la más plena razón, desnudando el carácter contrarrevolucionario de esos ataques y de sus autores”. En julio de 1972 decíamos2: “Las concesiones con que el Partido Militar como líder de la burguesía intentará engañar al pueblo sólo pueden ser de carácter político y por lo tanto no significarán paliativo alguno a los sufrimientos de las masas. Esto determinará la corta y azarosa vida que espera a cualquier gobierno parlamentario. La asunción de cualquier gobierno de este tipo, incluso peronista, si bien puede ser factor inmediato de desorientación, alentará la lucha de las masas por sus reivindicaciones inmediatas. Roto el dique de contención de la Dictadura, las masas se lanzarán decididamente por la brecha abierta a recuperar sus conquistas, a mejorar su nivel de vida. Pero la situación económica impedirá concesiones importantes, y el choque violento entre las masas y el nuevo gobierno parlamentario será inmediato, los políticos burgueses deberán recurrir a corto plazo a la represión, a la intervención de los militares. este es el circulo de hierro de la situación económica que impide en la actualidad un respiro efectivo al capitalismo argentino, que condiciona la continuidad y profundización de la crisis prerrevolucionaria”. En enero de 1973 decíamos3: “De todas formas, las previsiones de nuestro Partido siguen vigentes, y a grandes rasgos debemos basarnos en que las elecciones se concretarán y se instalará un gobierno popular controlado desde bambalinas por el ejército. Que hasta entonces las masas no se lanzarán a la ofensiva y que así lo hará no bien instalado el gobierno populista. Dada la situación económico-social, y el estado de ánimo de las masas, objetivamente se plantean grandes luchas reivindicativas, el desencadenamiento de movilizaciones importantes por aumento de jornales, por el mejoramiento de al condiciones de vida y de trabajo de las masas. 2. El Combatiente N° 70, página 2. 3. El Combatiente N° 73, páginas 3 y 4. 412

Sus editoriales y escritos estratégicos

La burguesía no puede en este momento dar solución a estas demandas, sino que por el contrario tiende a incrementar la explotación para avanzar en su política de estabilización capitalista y de estímulo a las inversiones imperialistas. De ahí que la previsión correcta es la lucha reivindicativa de las masas, una vez desencadenada, será enfrentada con una dura represión y se encauzará hacia enfrentamientos masivos y violentos a un nivel superior al hasta ahora conocido, constituyendo una formidable base de masas para el desarrollo de la guerra revolucionaria, para el paso a una nueva y superior etapa. La perspectiva de la política nacional sintéticamente resumida en las líneas anteriores y señaladas reiteradamente por nuestro Partido, llevan a caracterizar los próximos meses como un periodo de preparación, de alistamiento de la organización, que le permita jugar un rol protagónico de primera magnitud en la próxima ofensiva de las masas. Pero esta preparación ha de darse necesariamente en la más intensa intervención en las luchas cotidianas, legales e ilegales, reivindicativas y políticas, armadas y no armadas, de la clase obrera y el pueblo en el momento presente. Queremos aclarar con esto que cuando se habla de preparación de ninguna manera se debe entender por ello como un repliegue sino de armarnos, prepararnos, en el curso de la más intensa intervención en los problemas del momento, para pasar a jugar un rol superiores la etapa poselectoral.” En marzo de 1973 decíamos4: “Pero lo que dominará el escenario de los próximos meses de la política argentina será el papel de las masas obreras y populares y de sus expresiones de vanguardia. Estimulado por las posibilidades legales abiertas, el pueblo argentino se lanzará decididamente a la calle por sus reivindicaciones inmediatas, por los aumentos de salarios, contra el alza del costo de vida, contra los despidos, contra los atrasos de jornales, por la libertad de los combatientes, contra la burocracia sindical. Y esa nueva alza de la lucha reivindicativa y política de las masas adoptará formas y métodos surgidos tanto del actual contenido de sus luchas como de su más reciente experiencia combativa. En un primer momento con un contenido antipatronal, enfrentará las empresas o grupos de empresas, con la ocupación de fábricas, ocupación de fábricas con rehenes, paro activo con enérgicas movilizaciones callejeras, utilización de métodos guerrilleros, tomas de guardia, represalias a verdugos, secuestro de capitalistas. Ante la fascistización del gobierno o una nueva Dictadura Militar, a estos métodos se agregará la huelga general semi-insurreccional nuevos cordobazos y viborazos que harán tambalear al régimen y otorgarán enorme impulso a la lucha armada, inscribiéndose en el contexto del desarrollo renovado y gene4. El Combatiente N° 76, páginas 3 y 4. 413

Mario Roberto Santucho

ralizado de la guerra revolucionaria. El análisis de las fuerzas y tendencias de la política nacional hacen prever que el nuevo gobierno parlamentario se verá a corto plazo enfrentado a insolubles problemas entre la movilización de las masas y la presión burguesa y militar. En esa situación deberá optar por aceptar las exigencias militares y reprimir a las masas tomando el camino de la fascistización, convirtiéndose en un gobierno fascista represor, o intentar resistir la presión reaccionaria e impulsar algunas medidas progresistas lo que llevará a su derrocamiento por un golpe militar. Estas son las dos grandes posibilidades y excluimos deliberadamente una tercera en base a la movilización de las masas, porque ésta es por completo ajena a las características, historia y composición del peronismo burgués que manejará las riendas del gobierno de Cámpora. En ambos casos, ante un peronismo burgués represor o una nueva dictadura militar, corresponderá a la vanguardia revolucionaria levantar bien alto sus banderas, las banderas de la revolución socialista y de la guerra popular, y con ellas desplegadas acaudillar la resistencia obrera y popular que en un proceso prolongado se convertirá en irresistible y victoriosa ofensiva. En junio de 1973 decíamos5: “El proyecto lanussista del GAN que pretendía contener el auge de la lucha de masas y el incesante avance de la revolución, con el recambio condicionado de gobierno, va desnudando su debilidad. Superadas las pocas semanas de euforia post-electoral, las grandes tendencias de la lucha de clase argentina que se delinearon claramente en el Cordobazo, siguen en desarrollo. De un lado la clase obrera y el pueblo continúan movilizados activamente y construyendo sus organizaciones revolucionarias. Del lado opuesto, la burguesía se prepara y se arma. La perspectiva no es otra que la continuidad inmediata de pequeños enfrentamientos preparatorios de grandes y decisivas batallas que han de producirse en el próximo periodo. En el horizonte se perfila ya, tras las luchas cotidianas, un gigantesco choque de clases, una situación revolucionaria. Ella llegará inevitablemente y es obligación de los revolucionarios preparar sus fuerzas adecuadamente para conducir a las masas a la victoria.” SÍNTOMAS DE UNA NUEVA SITUACIÓN Las huelgas de mineros y gráficos por aumentos salariales, la continuidad de las luchas obreras a nivel de fábrica en todo el país, nuevas movilizaciones villeras y campesinas, no son producto ya de las expectativas alentadas por las 5. El Combatiente No. 80, página 2. 414

Sus editoriales y escritos estratégicos

conquistas democráticas con vigencia en los primeros meses del gobierno peronista, sino que están impregnadas de un espíritu de oposición al gobierno y sus planes que se extiende rápidamente en grandes sectores del pueblo. Es el momento de paso de la lucha contra empresas, local y parcial, a la lucha general contra el estado capitalista. Para afrontar esta nueva y más elevada etapa, la clase obrera y el pueblo argentino se encuentran en excelentes condiciones. En fábricas y sindicatos se han logrado notables avances del sindicalismo clasista que proporcionan sólidos puntos de apoyo; en el terreno político-legal se va estructurando exitosamente en todo el país el FAS; las unidades guerrilleras han acrecentado considerablemente su poderío; nuestro Partido ha multiplicado su fuerza y mejorado sensiblemente en distintos aspectos de la actividad revolucionaria. Es que pese a todos los esfuerzos del enemigo por engañar y distraer a las masas, se ha conseguido, en estos meses que nuestro Partido caracterizó con justeza como de preparación, una importante acumulación de fuerzas en el campo del pueblo. Está cercano el momento en que nuestro pueblo deberá poner a prueba su nuevo potencial, en que las fuerzas acumuladas deban lanzarse a difíciles batallas. En el campo burgués, al mismo tiempo, aparecen síntomas de un creciente descontento producto de la comprobación de que el gobierno peronista es incapaz de contener la lucha de las masas. En las actuales circunstancias la intensa actividad revolucionaria de las masas tiende a provocar profundas crisis en el campo burgués. Porque la comprobación del fracaso del acuerdo concertado de “unidad nacional”, de unidad de toda la burguesía para intentar en común detener el auge revolucionario del pueblo argentino alienta en los distintos sectores de la burguesía la idea de que el único proyecto viable es el propio, que todos los demás son irrealizables y los lanzará a violentos enfrentamientos internos por imponer cada facción su propia concepción. Naturalmente que aunque se den choques interburgueses, ellos no tendrán contenido revolucionario. Se tratará de duros enfrentamientos producto de la discrepancia sobre la manera más eficaz de llevar adelante la lucha contra la revolución y el socialismo. Ante ellos la actitud del proletariado revolucionario y todo el campo popular es intervenir levantando sus propias banderas, defendiendo con energía las limitadas libertades democráticas existentes, exigiendo la ampliación de ellas. Es posible que ante la lucha interburguesa resurjan en el campo del pueblo voces populistas y reformistas esperanzadas en el revolucionarismo de tal o cual sector burgués. Es necesario entonces, combatir con firmeza esas ideas erróneas, levantar bien alto la bandera de la independencia política de la clase obrera y el pueblo, desconfiar de todo líder burgués y marchar sin vacilaciones por la senda revolucionaria del proletariado, la senda de la 415

Mario Roberto Santucho

guerra revolucionaria socialista de independencia nacional. El posible salto de la lucha parcial a movilizaciones generales de masas contra el estado, la intensificación de la actividad guerrillera y la crisis en el campo burgués que se insinúa configuran una situación notoriamente favorable a las fuerzas del pueblo y coloca a la orden del día la concreción de nuevos Cordobazos, Rosariazos, etc., de verdaderas insurrecciones parciales de nuestro pueblo. POSIBLES RESPUESTAS DE LA BURGUESIA Frente a la intensificación de la ofensiva popular la burguesía puede responder a grandes rasgos, de dos formas opuestas: 1) Ofreciendo la “pacificación” en base a algunas concesiones democráticas; o 2) Lanzando de inmediato el ataque general contra el pueblo que viene preparando aceleradamente. La primer variante, la de concesiones democráticas siempre tendría un carácter provisorio ya que la orientación general de la lucha de clases argentina apunta, como sabemos, a grandes choques de clases. Su posibilidad se basa en la debilidad del gobierno y del campo burgués en general que no han conseguido avances sólidos en la reorganización y reequipamiento de sus fuerzas en estos seis meses, debido al constante hostigamiento popular. La conciencia de su debilidad puede llevar al gobierno a responder con concesiones para ganar tiempo. Es necesario aclarar que cuando hablamos de concesiones democráticas no nos referimos desde luego al establecimiento de una genuina democracia. Para poner un ejemplo las concesiones de que hablamos se parecerían más bien a la apertura de Lanusse con su GAN, que cedió llamando a elecciones, pero mantuvo paralelamente una intensa represión. La segunda variante, de responder al auge revolucionario de masas con la represión conlleva la intervención directa del ejército y por tanto grandes cambios en el gobierno. Es una resolución que sólo puede tomar en última instancia el mando de las FFAA contrarrevolucionarias, y que significaría la aplicación brusca y prematura de los cuidadosos planes contrainsurgentes que están preparando activamente. TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS Planteada ya la posibilidad de movilizaciones antigubernamentales de carácter violento la principal tarea de los revolucionarios es desarrollar esa 416

Sus editoriales y escritos estratégicos

posibilidad, luchar por dotar de una plan de acción y de un programa a esas movilizaciones para que cada una de ellas constituyan resonantes triunfos revolucionarios que alienten, que entusiasmen a todo nuestro pueblo, que muestren sin equívocos el camino de la guerra revolucionaria como viable y como el único correcto. Para lograrlo es necesario mejorar e intensificar la actividad de todos los frentes, de todo los organismos de lucha popular, orientando esa actividad hacia preparativos insurreccionales. Organizando las actividades y preparativos de tal manera que cualquiera sea la respuesta de la burguesía nos encuentre en condiciones de hacerle frente con efectividad. Si se trata de concesiones democráticas explotarlas al máximo para ampliar todo lo posible la propaganda revolucionaria y la movilización. Si se trata de una brutal represión, eludir los golpes enemigos y responder con efectividad y contundencia. Entramos en un periodo de gran importancia para la lucha revolucionaria de nuestro pueblo, en el que se pondrá a prueba todo su potencial. De la voluntad y el ingenio, del grado de organización, de la fortaleza ideológica y fidelidad a la causa revolucionaria de la vanguardia, dependerá en gran medida el resultado de los futuros combates. Y todas las virtudes revolucionarias de los elementos de vanguardia sólo pueden canalizarse con efectividad, convertirse en energía empleada correctamente, bajo una dirección revolucionaria de conjunto, como la que está en condiciones de imprimir nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores.

Editorial de El Combatiente N° 101. Miércoles 19 de diciembre de 1973 LA CRISIS INTERBURGUESA Y LA TAREA DE LOS REVOLUCIONARIOS Mario Roberto Santucho La crítica discusión en el Senado de los ascensos militares es un nuevo aspecto del desarrollo de la crisis interburguesa. El ala fascista encabezada en este caso por Cornejo Linares, oligarca dueño del Ingenio San Isidro de Salta acusó al Coronel Cesio de comunista. A su vez Vicente Saadi, conocido politiquero burgués denunció las objeciones a los cuatro coroneles como una maniobra de 417

Mario Roberto Santucho

López Rega. Es que ante el evidente fracaso del intento bonapartista de “reconstrucción nacional” que no ha logrado contener el incesante avance de la lucha revolucionaria las dos principales facciones existentes hoy día en el campo burgués, el ala fascista gubernamental y el Partido Militar tienden a un agudo enfrentamiento. La corriente fascista encabezada por López Reja con el aval de Perón, basa su fuerza en la burocracia sindical, en el aparato del Estado y en las bandas fascistas que organizan con rapidez y sin escatimar recursos. Este movimiento, nuevo en la política nacional aunque con profundas raíces en el peronismo burgués y burocrático, se justifica históricamente por el auge de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo y la crisis general del sistema capitalista argentino. Ante los avances revolucionarios de la lucha popular, las clases dominantes se ven en la imperiosa necesidad de imponerse empleando sin limitaciones toda su fuerza, atacando al pueblo con métodos de guerra civil, recurriendo como remedio extremo al bárbaro sistema fascista. Esta necesidad objetiva de la burguesía planteada actualmente en nuestra patria da sustento político al ala fascista del gobierno. Pero no sólo ella se ofrece como gendarme contrarrevolucionario. El Partido Militar, fuerza principal y tradicional de la burguesía argentina se prepara activamente para lanzar todo su poderío contra el pueblo y su vanguardia en el momento oportuno. Unos y otros, los fascistas y los militares, necesitan tener un firme control de todo el aparato estatal, y hegemonizar sin discusión a toda la clase burguesa, antes de lanzarse contra el pueblo. Esa lucha por la hegemonía es la que los enfrenta en estos momentos. EL ALA FASCISTA APURA DEFINICIONES Siguiendo la orientación general de los sistemas fascistas, el grupo de López Reja intentó desde el 25 de mayo en adelante establecer un firme control sobre la Policía Federal y las principales policías provinciales. Para ello colocó al frente de esas reparticiones hombres de confianza que debían a su vez limpiar las policías de elementos dudosos y poner en los puestos claves su propia gente. Pero esa política encontró gran resistencia dentro de las instituciones policiales. Resistencia qué fue alentada, apoyada por el Partido Militar con el objetivo de impedir el relevo de sus hombres de confianza y no permitir sustanciales avances de los fascistas. Es que los militares conocen la experiencia internacional y saben que si los fascistas logran éxitos se apoyarán después en la policía para intentar dominar a toda la burguesía y a las propias FF AA. El Partido Militar defiende dentro de las policías a los torturadores, al personal de información, que actuó junto a ellos en la lucha antiguerrillera duran418

Sus editoriales y escritos estratégicos

te el reciente proceso dictatorial convirtiéndose en hombres de confianza del ejército. Esa relación con los militares es el verdadero motivo que impulsa a los fascistas a desprenderse de estos torturadores para colocar allí su propia gente. Que la lucha por el control de la policía es muy dura lo demuestra la actuación de las legislaturas de Tucumán y Santa Fe que con activa participación de diputados fascistas, no han vacilado en llegar a importantísimas denuncias como las del caso Brandazza que ponen al desnudo la barbarie militar. Naturalmente, que en la denuncia de los torturadores y en el caso Brandazza, los legisladores progresistas y las organizaciones populares han tenido activísima participación como principales interesados. Pero un éxito tan grande y una difusión tan amplia ha sido enormemente facilitado por el enfrentamiento fascista-militares. Es un caso extremo de coincidencia circunstancial de fuerzas contrapuestas. Consciente de que su único punto de contacto con las masas es Perón, el ala fascista, ante la posibilidad inmediata de la desaparición del dirigente justicialista, intenta acelerar las definiciones, colocarse rápidamente en la mejor situación posible. De ahí que de batalla en la cuestión de los ascensos y que su prensa lance una enérgica campaña contra los militares. Es que los fascistas son conscientes de su debilidad y saben que sin Perón, ellos pueden ser barridos de un plumazo por el Partido Militar. NO HAY ELEMENTOS PROGRESISTAS EN LA CRISIS INTERBURGUESA Los dos sectores de la burguesía actualmente enfrentados basan sus proyectos políticos en el aplastamiento militar de las fuerzas populares. Tanto los fascistas, como los militares son bien vistos por el imperialismo yanki. Podemos afirmar con certeza que no hay elementos progresistas en la actual crisis interburguesa. Comprender cabalmente este aspecto es una cuestión fundamental para las fuerzas populares que determinará el acierto o el error de la línea táctica inmediata. Comprender que la actual crisis interburguesa carece por completo de perspectivas progresistas permitirá elaborar una correcta táctica revolucionaria. Dejarse confundir por la propaganda burguesa y la demagogia populista e identificar a alguno de los sectores en pugna como corriente progresista llevará a una errónea táctica oportunista. Que este peligro existe en el campo popular puede verificarse leyendo el No. 30 de El Descamisado vocero oficioso de Montoneros, cuyo editorial tiende a presentar a Carcagno como cabeza de un ala progresista antiimperialista en 419

Mario Roberto Santucho

las FFAA Se llega a este planteo, profundamente falso y peligroso, al basar el análisis político en personalidades y en hechos aislados, ignorando en la práctica el análisis de clase, único enfoque científico de la política. Esa misma limitación ideológica, que expresa sin duda puntos de vista no proletarios, llevó recientemente a las principales organizaciones armadas peronistas, a apoyar los candidatos del FREJULI y posteriormente al “gobierno popular” con desastrosos resultados para el pueblo. LA POSICIÓN DE LOS REVOLUCIONARIOS El poderoso y creciente auge de las masas y la crisis interburguesa, se conjugan para ofrecer extraordinarias perspectivas al trabajo revolucionario en los próximos meses. Y es fundamental para desarrollarlo eficazmente adoptar una justa táctica independiente en relación a los enfrentamientos interburgueses. Con la mirada puesta en los próximos e inevitables enfrentamientos, el proletariado revolucionario debe intervenir de lleno en la actual política nacional desplegando con energía sus propias banderas revolucionarias, democráticas y socialistas, golpeando sin cesar a uno y otro sector burgués esforzándose por atraer a su lado al campesinado pobre, a los villeros, a los estudiantes y empleados, a todos los sectores populares. El proletariado revolucionario debe cerrar el camino en los hechos al intento burgués de centrar la atención de las masas en la disputa interburguesa, de colocar sectores de nuestro pueblo junto a una u otra de las corrientes burguesas enfrentadas. Ello se logrará movilizando constantemente a las masas contra el fascismo y la represión, contra el imperialismo y la burocracia sindical, por las reivindicaciones económicas y democráticas de nuestro pueblo, por la investigación de todos los crímenes, principalmente los de Trelew y Ezeiza, por la inmediata libertad a los guerrilleros presos. Lógicamente que en esa lucha son posibles nuevas coincidencias como la del caso Brandazza. Es posible incluso lograr la ampliación de las conquistas democráticas y aprovechar al máximo las posibilidades políticas que ello otorga mediante una línea hábil y flexible. Fortalecer, mejorar constantemente el trabajo del Partido y acelerar la construcción de las distintas organizaciones revolucionarias, es hoy una prioridad fundamental, especialmente importante por las excelentes posibilidades de desarrollo existentes. Finalmente, resulta fundamental librar una activa e intransigente batalla contra la ideología nacionalista burguesa, reformista y populista que se expresa 420

Sus editoriales y escritos estratégicos

en la irracional confianza de sectores del pueblo y de su vanguardia a tal o cual corriente o líder de la burguesía. La conjunción del auge de masas con la crisis interburguesa da por resultado una situación extremadamente favorable para el proletariado revolucionario. La combinación correcta de los distintos aspectos del trabajo revolucionario, la construcción armónica e interrelacionada de los distintos tipos de organizaciones revolucionarias y en especial de las tres principales, el Partido, el ejército popular y el frente de liberación, en una palabra el máximo y más eficiente despliegue de todas las potencialidades revolucionarias de las masas en estos momentos favorables será determinante para el empleo futuro de las fuerzas de la revolución en los cercanos y gigantescos choques de clase que se aproximan. El proletariado revolucionario bajo la dirección de su Partido el PRT, sabrá resolver acertadamente los complejos problemas de la lucha de clases y lograr un elevado grado de preparación que hagan posible la continuidad indetenible del proceso de guerra revolucionaria que vivimos hasta la victoria final.

Editorial de El Combatiente N° 102. Miércoles 26 de diciembre de 1973 NO CONFIAR EN NINGUNA FRACCIÓN BURGUESA Mario Roberto Santucho El desarrollo de la lucha de clases en Argentina adquiere una dinámica extremadamente compleja e interesante; encierra formidables posibilidades revolucionarias. Las particularidades de la política nacional, la combinación de una honda crisis de la burguesía con un profundo y poderoso auge y despertar político de las masas, tiende a abrir perspectivas desconocidas hasta ahora en nuestra historia. Los revolucionarios debemos reflexionar seriamente, hacernos cargo de la inmensa responsabilidad de la hora y dejando de lado aspectos secundarios, estar preparados para cerrar filas y cumplir lo mejor posible con nuestras enormes obligaciones.

421

Mario Roberto Santucho

LA CRISIS INTERBURGUESA La lucha entre el ala fascista del peronismo y el Partido Militar por la hegemonía en el campo burgués provocó esta semana el pase a retiro del general Carcagno. Al analizar el desarrollo de la crisis interburguesa es necesario recordar que es un enfrentamiento entre dos furiosos enemigos del pueblo y de la revolución que se pelean entre sí para determinar quién de ellos se encargara de dirigir a la burguesía en la lucha mortal contra la revolución. Es una contradicción no antagónica en el campo burgués que, sin embargo debido a la profundidad de la crisis del capitalismo, puede llevar a duros y sangrientos enfrentamientos. El ala fascista consciente de que su principal ventaja está en el activo papel de Perón, se lanzó de improviso al ataque, temerosa de que la desaparición del General los coloque en situación de extrema inferioridad ante los militares. Los fascistas ansían controlar y dominar a las FFAA, saben que los militares no son sus incondicionales y habían acumulado particular desconfianza respecto a Carcagno y Cesio temerosos por la política demagógica de acercamiento a la JP que ellos esbozaron. El Partido Militar no aceptó un enfrentamiento inmediato y encontró la forma de transformar una derrota en victoria. Las FF. AA. saben que eliminar a la camarilla de López Reja los colocará en la responsabilidad de hacerse cargo directamente de la represión al pueblo. Como eso no les conviene inmediatamente, como no están en condiciones inmediatas de volver a hacerse cargo de la represión han preferido eludir el ataque fascista, aceptar el retiro de Carcagno y la defenestración de Cesio, pero reorganizar al mismo tiempo los mandos, con un aplastante control de elementos con sólida tradición política, fieles al Partido Militar. Al mismo tiempo, dieron culminación a la propagandización de la figura de Carcagno presentándolo como un general populista que fue demasiado lejos en su “enfrentamiento” al imperialismo yanki y su “acercamiento” al pueblo. Ello corresponde sin duda a un plan, típico de los métodos de la burguesía argentina, consistente en preparar a Carcagno como recambio para un próximo intento de engañar y confundir nuevamente al pueblo. De esta manera el Partido Militar mejora sus posiciones para los enfrentamientos futuros y cuenta con un “líder” para encabezar el próximo golpe militar. Pero esta vez esa vieja treta les fracasará rotundamente. Nuestro pueblo ya no se dejará engañar y seguirá unido y organizado en el camino de la movilización revolucionaria. El ala fascista a su vez se muestra decidida a persistir en su intento hegemónico. El anunciado viaje de Perón a España, la nueva legislación represiva antiguerrilla que aprobó el Senado, y el inicio de operativos rastrillo por la poli422

Sus editoriales y escritos estratégicos

cía de Buenos Aires, son elementos que indican la tendencia gubernamental en pasar a una activa represión en base a los recursos policiales. Esto naturalmente implica la modernización del armamento y el equipo policial y el aumento de sus efectivos, en una palabra un significativo aumento de la fuerza policial, que como sabemos es uno de los principales pilares en que el ala fascista pretende apoyarse en la lucha interburguesa. Esta orientación gubernamental refleja una enorme debilidad, la consciencia de que el gobierno fracasó políticamente y un intento desesperado de mantenerse echando mano abiertamente a un sistema fascista. Pero el fascismo no tiene base económica ni social para concretarse y fracasará también a corto plazo, después de agudizar más aun las contradicciones interburguesas. LAS MASAS: SU MOVILIZACIÓN Y SU ESTADO DE ÁNIMO En el campo popular se aprecia continuidad en la lucha y un acelerado e incesante despertar político que se expresa en un estado de ánimo especialmente combativo de las más amplias masas. Nuestro pueblo, que se movilizó parcialmente contra la Dictadura y siguió con profundo respeto y simpatía los denodados esfuerzos de su vanguardia guerrillera, creyó que un gobierno peronista sería la culminación victoriosa de esa lucha y esperó soluciones fundamentales a partir del 25 de mayo. Pero estos siete meses de gobierno han sido una cabal demostración de que el peronismo es incapaz de solucionar nada porque no está junto al pueblo, sino que es un decidido defensor de burgueses e imperialistas. En todo el país se ha intensificado la lucha popular con un carácter claramente antigubernamental. En Tucumán centenares de trabajadores chocaron violentamente con la policía cuando se movilizaban exigiendo al gobierno fuentes de trabajo, llegando a producirse tiroteos entre las fuerzas policiales y los obreros. En Córdoba, alrededor del problema de IME miles de obreros manifestaron contra la política gubernamental, expresando su decisión de oponerse por todos los medios a esa política antipopular y antinacional. En todo el país, en pueblos y ciudades, se suceden las movilizaciones populares locales que cada vez más frecuentemente desembocan en enfrentamientos con la policía. Argentina es nuevamente un volcán pronto a estallar; nuestro pueblo tensa sus fuerzas, acumula odio de clase y se dispone a protagonizar acontecimientos trascendentales en los próximos meses.

423

Mario Roberto Santucho

UNIDAD OBRERA Y POPULAR En el campo popular han comenzado a darse pasos efectivos hacia la unidad, aunque aún persiste en sectores la influencia del peronismo burgués que logró meses atrás introducir una cuña divisionista en el seno de las fuerzas populares. El acto obrero de Córdoba del día 14 tiene en este sentido un gran significado. Preparado inicialmente por corrientes clasistas fue posteriormente tomado por el sector legalista del peronismo y constituyó una expresión de hecho de unidad progresista y revolucionaria contra la política reaccionaria del gobierno nacional. Este acto fue sin embargo oscurecido por la actitud de un sector del peronismo de izquierda, aquel que responde a Montoneros, que aunque concurrió –lo que es un avance– actuó con una línea sectaria y en los hechos pro-gubernamental que logró enfriar momentáneamente la decisión combativa de los trabajadores. La unidad de la clase obrera y el pueblo avanza rápidamente y los restos de influencia burguesa serán barridos en el curso de las futuras movilizaciones. Para asentar en cimientos de granito la unidad obrera y popular que comienza a reconstruirse es necesario librar una dura lucha ideológica contra la influencia del nacionalismo burgués, del reformismo y del populismo, centrado en la necesidad de una programática y un accionar independiente del proletariado y sus verdaderos aliados, los villeros, los campesinos pobres, los estudiantes y en general la clase media urbana. Porque en el campo del pueblo hay sectores proclives a caer nuevamente bajo la influencia divisionista de la burguesía, a creer las mentiras demagógicas de cualquier líder burgués, político o militar, y seguirlo en desmedro de los intereses y la lucha del proletariado y el pueblo. La clase obrera y el pueblo unidos, organizados y dotados de una activa vanguardia guerrillera y de un partido marxista-leninista de combate, están en condiciones de librar victoriosamente combates revolucionarios. Es necesario creer en ello, confiar en las fuerzas del pueblo para cesar en la absurda búsqueda del político o del militar progresista y antiimperialista que arrastre a un sector de la burguesía y lo lleve a encabezar la lucha por el socialismo. La única fuerza capaz de desarrollar con consecuencia la lucha antiimperialista y revolucionaria, capaz de destruir a nuestros enemigos, liberar la patria de la dependencia y el pueblo de la explotación, es el conjunto del pueblo trabajador dirigido por el proletariado revolucionario. Lograr enraizar en la mente del pueblo argentino la idea de que solo debemos confiar en nuestras propias fuerzas y desconfiar de las mentiras de los políticos y los militares, será un enorme, decisivo triunfo ideológico que multiplicará el poderío de las fuerzas revolucionarias. 424

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente Nº 103. Miércoles 2 de enero de 1974 NO A LA CONGELACIÓN DE SALARIOS NO A LA LEGISLACIÓN REPRESIVA Mario Roberto Santucho El intento gubernamental de hacer aprobar entre gallos y medianoche una serie de bárbaras reformas al Código Penal, mediante su tratamiento sobre tablas en las últimas sesiones de la Legislatura tuvieron un traspié ante la posición de las bancadas radical, del APR y otras. Las reformas propuestas por el Poder Ejecutivo y aceptadas ya por el senado superan en ferocidad a la legislación antiguerrillera de la Dictadura Militar. Pero igual que aquella no atemorizará ni doblegará a la guerrilla. Por el contrario, los hombres y mujeres patriotas que han tomado con decisión las armas se endurecerán, se templarán aún más, y centenares y miles de argentinos harán honor a la tradicional solidaridad de nuestro pueblo y encontrarán en la barbarie represiva un nuevo motivo para sumarse a las fuerzas orgánicas de la revolución, o colaborar activamente con ellas. Al mismo tiempo el Poder Ejecutivo promulgó un Decreto por el que se congelan las paritarias hasta 1975, decreto idéntico también a las leyes de la Dictadura, cuyo objetivo es ilegalizar la lucha de las masas por mejorar su nivel de vida. Las familias trabajadoras saben perfectamente que el costo de vida continúa aumentando, contrariamente a la falsa propaganda oficial, y los obreros y trabajadores asalariados proseguirán firmemente su lucha por aumentos aún si ella es declarada ilegal. Las leyes del gobierno peronista contra las legítimas aspiraciones económicas de las masas y contra la justa necesidad de armarse, de estructurar una fuerza militar obrera y popular, son dos aspectos fundamentales de una misma política antipopular y antinacional, de una política contrarrevolucionaria. Y son ya definiciones fundamentales que no dejan lugar a la menor duda sobre los propósitos y métodos del actual gobierno. A estas medidas la clase obrera y el pueblo de oponer la más decidida resistencia organizando en el terreno sindical y legal una activa y enérgica oposición. Apoyados en estos dos ejes aglutinadores, en la lucha por aumentos de salarios, por la vigencia de las paritarias y en la defensa de la democracia contra la legislación represiva en ciernes, nuestro pueblo puede y debe comenzar a erigir una poderosa resistencia de masas, que utilizando todos los medios de lucha, frene 425

Mario Roberto Santucho

éstas y otras medidas reaccionarias y obligue al gobierno a respetar las libertades democráticas y la justa lucha por un nivel de vida digno. LA LUCHA POR LOS AUMENTOS La base del proyecto económico del equipo Gelbard es alentar a los capitalistas extranjeros y nacionales para que dinamicen la actividad de las empresas, asegurándoles mayores ganancias y “paz social”, es decir logrando que los trabajadores acepten producir más y ganar menos. Ese es el contenido económico del “Pacto Social” que los obreros argentinos repudian diariamente. Como el Pacto Social acordado por la burocracia sindical y la CGE está a punto se ser destrozado por las luchas por aumentos, ya iniciadas victoriosamente por distintos gremios, el gobierno intenta evitar que ello se generalice y echa mano a una legislación antiobrera similar a la de la Dictadura, que le permita doblegar a palos las próximas movilizaciones por aumento de salarios. Nuestro pueblo no cree en promesas ni se deja engañar con el cuento del 50 por ciento. Por eso el gobierno se vio en la necesidad de prorrogar las paritarias por decreto e intentar defender con la fuerza la vigencia del Pacto Social. Esta decisión gubernamental coloca la lucha reivindicativa a un paso de la ilegalidad, lo que hace más necesario que nunca una gran unidad y combatividad de la clase obrera. El desarrollo del movimiento clasista y antiburocrático fábrica por fábrica, la formación de nuevos Movimientos de Recuperación Sindical a nivel de sindicatos y la constitución de un gran Frente Antiburocrático Nacional, son las herramientas organizativas legales que darán el imprescindible respaldo y convergencia a la lucha reivindicativa inmediata. MOVILIZARSE CONTRA LAS REFORMAS AL CÓDIGO La decisión del Poder Ejecutivo de proponer al Congreso una legislación represiva notoriamente más feroz que la de la Dictadura Militar debe ser denunciada y enfrentada con particular firmeza. La aprobación de tal legislación significará prácticamente la eliminación de todo resto de democracia y de libertad. Este paso que el gobierno ya resolvió dar, será muy difícil de evitar, pero la unidad y la lucha del pueblo pueden 426

Sus editoriales y escritos estratégicos

demorarla, introducirle modificaciones y dificultar, incluso, su aplicación. Pero lo más importante que se debe lograr con la movilización es demostrar claramente el repudio popular a la nueva legislación represiva, y con el accionar militar de la guerrilla las penas que deberán afrontar todos aquellos que aprueben o ejecuten esa legislación. En este sentido el Ejército Revolucionario del Pueblo hizo llegar una comunicación a los diputados destacando la gravedad y barbarie de las Reformas al Código Penal y señalando que todo legislador que la vote será considerando reo de la Justicia Popular. La oposición a las leyes represivas ha de desarrollarse en el terreno legal uniendo a todos los sectores obreros y populares, el FAS, a la JP, al ENA, etc. en actos, manifestaciones y demás, y también en el terreno militar, sancionando como corresponde a los inspiradores y ejecutores de esa bárbara legislación. Conseguir mejoras salariales y enfrentar la legislación represiva son dos importantes aspectos de la necesaria oposición a este gobierno contrarrevolucionario que nuestro pueblo ha comenzado a erigir. Conscientes de ello, es necesario impulsar con energía y habilidad estas luchas, a todos los niveles, en las fábricas, en barrios y villas, en el campo, en las facultades, localmente, regionalmente y nacionalmente.

Editorial de El Combatiente N° 104. Miércoles 16 de enero de 1974 PUNTO CRÍTICO EN LA LUCHA DE CLASES Mario Roberto Santucho La acumulación cuantitativa de descontento social, despertar político-ideológico, repudio a la política gubernamental y otros factores similares, está aproximándose a un punto crítico. Las masas obreras y populares argentinas ejercen una enorme presión subterránea hacia el inmediato paso a la oposición, a una generalización de la lucha revolucionaria, hacia el inmediato paso a una frontal y decidida lucha contra el injusto sistema capitalista, contra la dominación imperialista, el Pacto Social, la opresión policial-militar, la explotación del hombre por el hombre. Pero esta orientación de las masas que se manifiesta en constantes movilizaciones locales no encuentra aún cauce, centralización, para desplegar su inmenso potencial. Ello se debe a factores subjetivos y superestructurales que 427

Mario Roberto Santucho

actúan aun negativamente dificultando la movilización de conjunto, restando efecto a las luchas parciales. Entre estos factores subjetivos y superestructurales deben destacarse por una parte las fuerzas políticas y materiales que la burguesía emplea, los restos del prestigio de Perón, el control de la prensa oral y escrita que aunque relativo está siendo usado con eficacia por el enemigo y la represión armada policial y fascista; y por otra parte los déficits y limitaciones del campo popular, el desconcierto y vacilación de las direcciones populistas y reformistas, que aunque ahora comienzan a tender a la lucha retroceden a veces y no terminan de decidirse por el combate pese a la sana y creciente presión de las bases, la debilidad e insuficiencias del polo revolucionario que aún no logra colocarse a la altura de las gigantescas responsabilidades de la hora, ambos factores interrelacionados y hasta podríamos decir dos caras de una misma moneda. LOS PLANES INMEDIATOS DEL GOBIERNO La burguesía ha visto fracasar estrepitosamente su absurda ilusión de engañar con facilidad a las masas, de lograr de ellas con promesas, el apoyo y los sacrificios necesarios para la “reconstrucción nacional” capitalista. Pero ese mismo fracaso ha vuelto al gobierno más realista, más previsor y decidido en sus siniestros proyectos contrarrevolucionarios. Agotadas gran parte de las posibilidades con que creía contar, con la “unidad nacional” seriamente deteriorada, bajo la presión de una crisis económica sin perspectivas de recuperación a corto ni mediano plazo, controlada hasta el momento con grandes esfuerzos y amenazando constantemente con profundizarse abruptamente, el gobierno peronista anuncia su decisión de pasar a la represión abierta, apoyado fundamentalmente en la fuerza real con que cuenta: la burocracia sindical, la policía, sectores del empresariado, los grupos y corrientes fascistas, el conjunto de la derecha peronista, el concurso y respaldo del imperialismo yanki. El eje de la línea que el propio Perón anunció claramente en su discurso a los empresarios se basa en la intransigente defensa del Pacto Social que implica la más enérgica represión a la lucha reivindicativa de los trabajadores, y en una feroz campaña antiguerrillera y contrarrevolucionaria en general. Para ello se ha dotado de una legislación antiobrera idéntica a la de la Dictadura Militar y se propone imponer de inmediato su bárbaro proyecto de reformas al Código Penal. Pero esto es aún sólo una decisión. Su aplicación encontrará serias resistencias que a corto plazo la harán impracticable. La intención gubernamental de enfrentar la lucha obrera y popular con su propia fuerza es una última y frágil carta del peronismo burgués y burocrático que esconde como sabemos el propósito de fortalecerse en relación a las demás fracciones de la burguesía en 428

Sus editoriales y escritos estratégicos

primer lugar en relación al Partido Militar. LA SITUACIÓN EXIGE DEFINICIONES INMEDIATAS El Partido Militar después de su hábil maniobra política de evitar la batalla en el caso Carcagno-Cesio y fortalecerse internamente parece haber logrado plenamente los objetivos estratégicos del GAN lanusista: lanzar contra las masas al gobierno populista y permanecer al margen como recambio, organizándose y entrenándose para la contraguerrilla. Ganar tiempo, recomponer su imagen y estar lo mejor preparados posible. El ilusorio proyecto del peronismo burgués de dividir a las FFAA e introducir en ellas una cuña no tiene el más mínimo asidero pese a los malabarismos propagandísticos de la prensa adicta al gobierno que intenta presentar el incidente Carcagno como un gran triunfo de Perón. López Aufranc criticó públicamente al gobierno, defendió la tesis de un Partido Militar monolítico e independiente, asumiendo el papel de vocero del Ejército, y sus posiciones fueron avaladas también públicamente hasta el momento por los mandos al considerar que no cabían sanciones a dicho general. La evolución, alcance y características de la actividad obrera y popular no debe permitir y no permitirá a las FFAA contrarrevolucionarias prepararse tranquilamente. El nivel de combatividad y conciencia con que las masas harán frente a la represión gubernamental obligará a intervenir a las FFAA y dará por tierra con sus detallados planes estratégicos. La lucha de clases en Argentina sigue presentando condiciones favorables a la clase obrera y el pueblo. Es necesario explotar eficazmente esas condiciones dando solución a los problemas fundamentales del campo popular, resolviendo positivamente el problema de la unidad, consolidando el polo revolucionario. La acumulación de fuerzas en el campo revolucionario tanto como los planes y propósitos de la burguesía hacen de la situación actual un momento crítico. Sin un salto cualitativo en la organización y centralización de la lucha obrera y popular, la inmensa energía desarrollada por las movilizaciones locales y parciales puede tender a dispersarse, a diluirse, favoreciendo considerablemente al campo contrarrevolucionario, multiplicando sus posibilidades. TOMAR LA INICIATIVA, ELEGIR EL MOMENTO Y LUGAR DE LA BATALLA Las características críticas y favorables de la actual situación nacional exigen de las organizaciones revolucionarias una gran iniciativa histórica. Poner 429

Mario Roberto Santucho

en tensión todas las fuerzas y aplicarlas con decisión y responsabilidad en los puntos clave de los distintos frentes, sindical, legal, militar, etc., es el camino a seguir que nos permitirá resolver los problemas en el campo del pueblo y dotar a las masas de un centro de organizaciones adecuadas, de poderosas herramientas de lucha. La consolidación del polo revolucionario y la conquista de la unidad obrero-popular marchan paralelos y se influencian mutuamente. Avanzar eficazmente en ambos aspectos facilitará mantener la iniciativa y contrariando los planes e intenciones del enemigo, elegir el momento y lugar de las batallas. Convertir el auge de las masas en ofensiva general revolucionaria, donde se plantea ya el problema del poder, es una misión de la vanguardia revolucionaria organizada. Consciente de esta enorme responsabilidad, el Comité Central de nuestro Partido en reciente reunión6 tomó una serie de resoluciones tendientes a aportar lo máximo de las posibilidades de nuestra organización en la dirección de desbaratar los planes enemigos y resolver exitosamente los problemas de las fuerzas revolucionarias que hemos señalado sintéticamente.

6. La reunión se realizó con esta edición en prensa. Un informe sobre su desarrollo y resoluciones se publicará en nuestro próximo número. 430

Sus editoriales y escritos estratégicos

7. Desde el Asalto a la Guarnición de Azul a la Muerte de Perón desde el 19 de enero al 31 de julio de 1974

El Combatiente N° 105. Miércoles 30 de enero de 1974 REUNIÓN DEL COMITÉ CENTRAL DE NUESTRO PARTIDO A mediados de enero se reunió el Comité Central de nuestro Partido, con la presencia de sus titulares, excepto cuatro ausentes por distintos motivos y 9 compañeros invitados. Se designó como presidencia honoraria a los compañeros muertos desde la última sesión: Castrogiovanni, Giménez, Alter, Maderyc, Silva, Tettamanti. La realización de este Comité Central ha sido un paso importante para el Partido, por la composición y participación de los compañeros que muestra la homogeneidad de nuestros cuadros y los avances de la organización. La discusión fue muy rica y trataremos de reflejarlo lo más ampliamente posible, dentro de las limitaciones que nos imponen la falta de espacio y las consideraciones de seguridad que nos impiden reflejar ciertos debates y resoluciones. SITUACIÓN NACIONAL Lo que sigue es una síntesis del informe presentado por un compañero del Buró Político. El Comité Central se reúne en momentos muy importantes dentro de la lucha de clases en nuestro país. Para ubicarnos en nuestras tareas haremos una recapitulación de todo lo que nuestro Partido ha venido señalando constantemente. Respecto al gobierno, vemos que no ha logrado llevar adelante sus planes y se ha abierto así una crisis dentro del campo de la burguesía cuyo primer resultado es la salida de Carcagno de la Comandancia General y la reorganización 431

Mario Roberto Santucho

de los mandos del Ejército. El fracaso del gobierno en contener la lucha de clases en el país es lo que lleva al surgimiento de la crisis en el campo burgués y al enfrentamiento de las dos corrientes principales a nivel gubernamental, el ala fascista y el Partido Militar. En dicho enfrentamiento resulta favorecida la posición del Ejército. Dado que la corriente fascista de López Rega se planteaba la necesidad de lograr cambios para colocarse en una situación favorable, intenta una ofensiva, un ataque para mejorar posiciones en la perspectiva de un enfrentamiento posterior con el Partido Militar tomando como centros de sus ataques a distintos jefes militares. Esto se resuelve con la caída de Carcagno y la reorganización en las filas del Ejército y vuelven a aparecer algunos cuadros de Lanusse, como el General Cáceres, Ezcurra, etc. Esto muestra que el Ejército aceptó la Salida de Carcagno, sacrificándolo momentáneamente pero al mismo tiempo obligando al gobierno a aceptar una reorganización completamente favorable al Partido Militar, que los coloca en mejores posiciones para un futuro enfrentamiento. De tal modo la situación se da como calculaba el Partido en documentos anteriores. Es decir, es un gobierno débil que aplica la línea del GAN y del imperialismo, que pierde la iniciativa política y que está siendo controlado cada vez más estrechamente por los militares. La impresión que se tiene es que los militares pueden reemplazarlo en cualquier momento, sin problemas, estando ya en condiciones de tomar la dirección de la lucha contra la revolución. Han logrado en cierta medida algunos de los objetivos estratégicos del GAN, como el de ganar tiempo y reorganizarse, colocando al frente a otros sectores de la burguesía, al peronismo e ir preparándose para intentar luego engañar a las masas con un golpe de tinte populista. En cuanto a la Situación de las masas, se nota que en amplios sectores de la vanguardia ya hay una claridad completa sobre la postura y orientación del gobierno peronista. Las ilusiones políticas, la posibilidad de mejoras para las masas a través de una salida económica burguesa, todo lo que influyó negativamente en amplios sectores de la vanguardia, llevándola a apoyar el intento populista peronista ha caído completamente en el descreimiento. Los escasos sectores que se empeñan en mantener posiciones en ese sentido, se están desprestigiando día a día y no influyen a la vanguardia. También cunde el descontento en sectores amplios de las masas con respecto al gobierno y sólo los sectores más atrasados tienen ciertas esperanzas de que se puede estar un poco mejor con Perón, no esperando una revolución, pero al menos el mejoramiento de sus condiciones de vida. Pero con esta actitud los sectores atrasados no excluyen la posibilidad de agudización de la lucha 432

Sus editoriales y escritos estratégicos

revolucionaria, están de acuerdo en llevar adelante una lucha más enérgica, la lucha armada principalmente. Donde más se nota la influencia del peronismo es en ciertos sectores de la pequeña burguesía o semiproletarios, como artesanos, pequeños comerciantes, mozos, zapateros, taximetreros, etc. y en la aristocracia obrera, que están siendo favorecidos por la semiestabilidad de precios que les permite aumentar sus ingresos y mejorar un poco su nivel de vida. En cambio, todo lo contrario ocurre en el proletariado, que es el sector más castigado y donde se acentúa más la superexplotación y extrae las mayores ganancias el capital. En lo económico la tendencia general es el agravamiento de la crisis. En la industria automotriz han logrado paliar la crisis con las exportaciones, pero de conjunto la perspectiva de la situación económica, según muestra la mayor parte de los indicadores, es de continuidad y profundización de la crisis. Se nota claramente en el petróleo, que ha aumentado la importación en un 300 por ciento en el último mes, con una producción estancada y un aumento de la demanda. Los planes económicos elaborados por el gobierno (Plan Trienal) no contemplan ninguna medida que apunte a una solución estructural de los problemas desde el punto de vista capitalista, es decir, desarrollo de la infraestructura, industria siderúrgica, etc. No habrá posibilidades durante el tiempo que dure al Plan Trienal y aún más de un reanimamiento del capitalismo. En síntesis, no muestra ninguna posibilidad de auge de la economía capitalista a corto ni mediano plazo, aunque tampoco se ven elementos que provoquen una situación catastrófica, es decir, no puede, por ejemplo, esperarse una crisis como la del Uruguay. Lo que se nota es que algunas medidas tomadas han logrado aguantar por el momento la crisis más profunda, pero sin posibilidades de entrar en un período de auge, lo cual hace que la situación prerrevolucionaria se mantenga. Naturalmente que si pasan años sin una agudización y elevación de las luchas, si no hay una situación revolucionaria que aumente la crisis de la burguesía, a la larga los capitalistas terminarían por encontrar una solución. Otra cuestión importante es la situación internacional. Cada vez resulta más favorable para la revolución la correlación de fuerzas en el campo internacional. Este es un aspecto que el Partido ha venido señalando y que es importante tener en cuenta para las perspectivas próximas. En la actualidad al imperialismo no le resulta fácil intervenir en forma inmediata y abiertamente sobre las fuerzas revolucionarias de cualquier país en lucha por su liberación. Si bien es correcto señalar que a la larga la intervención armada del imperialismo se da, no debemos dejar de tener en cuenta que hay períodos de fuerte y vertiginoso desarrollo de la lucha revolucionaria que puede permitir avances 433

Mario Roberto Santucho

importantes antes de la intervención directa del imperialismo. Quiere decir esto que estamos en un momento de viraje muy importante y la conducta de las masas y el rol de los revolucionarios en estos meses va a ser determinante en la dirección que tome la lucha revolucionaria en el país. Hay posibilidades de que un auge revolucionario de las masas obtenga éxitos importantes. Quiere decir esto, que si la clase obrera y el pueblo rebasan a las fuerzas represivas locales, al imperialismo le resultaría difícil intervenir, porque no es la situación de Santo Domingo en 1965. Ahora bien, el intento actual de la burguesía, los discursos de Perón, la defensa del Pacto Social, indican de que se dan cuenta que hay una situación de equilibrio de fuerzas y tratará entonces de hacer un esfuerzo grande para consolidarse, para pasar a la ofensiva, en la perspectiva primero de consolidar el capitalismo para desarrollarlo después: en una palabra de detener la revolución. Ya son conscientes de que el plan basado en una confianza ciega del pueblo en Perón es una utopía, que ya a las masas no se las engaña fácilmente, por eso no se hacen ilusiones de basar todo en el apoyo de las masas. Reorganizan entonces el ejército y a la policía, preparan las leyes represivas, las bandas fascistas, etc., pasando a un tipo de organización más realista, más de lucha, más de combate. Las fuerzas del pueblo han logrado una consolidación, acumulación importante, girando en torno a nuestra organización y a todos los avances de la lucha fabril, con un aspecto fundamental que es el despertar de la conciencia de las más amplias masas. En el campo del pueblo ha habido un gran fortalecimiento a partir del 25 de mayo y este auge de las masas lo palpamos directamente en el efecto que ha tenido sobre nuestra organización, creando dentro de las perspectivas de los revolucionarios condiciones nunca dadas anteriormente. Es decir que el despertar de las más amplias masas, el desarrollo de la conciencia en sectores amplios de la vanguardia, fortalece a la organización revolucionaria y nos coloca al borde de pasar a ser una organización de primera magnitud en la lucha de clases. Por el conjunto de la situación nacional es necesario considerar la importancia enorme que tienen las resoluciones, la actitud, el trabajo, las tareas del Partido en este período. En este momento es decisiva la forma en que trabajemos sobre el desarrollo de la lucha de clases en la Argentina y el cauce que tomen los enfrentamientos que inevitablemente se darán. La burguesía se largará a la batalla pues necesita liquidar todo lo que les estorba. Como se dijo más arriba, han tomado conciencia de sus necesidades, se preparan y están avanzando. Las masas naturalmente van a resistir, pero debemos tratar de que el enfrentamiento sé de en base a la iniciativa revolucionaria, es decir que sé de en el terreno, con el armamento, en las condiciones 434

Sus editoriales y escritos estratégicos

favorables a las fuerzas revolucionarias. Y el cumplimiento de las tareas partidarias va a ser lo que va a posibilitar esto. En este momento tiene gran importancia el trabajo militar. Y nosotros pasamos por una situación muy parecida a la que pasamos en el V Congreso, desde el punto de vista interno de la organización, porque debemos pasar a una nueva etapa. El Partido debe dar un salto cualitativo que debe influir en la característica de la lucha de clases en el país y en el salto que ésta también dará, siendo fundamental la cuestión del trabajo militar. Tenemos que pasar a un tipo de actividad que juegue un papel determinante en la conciencia de las masas, mostrando una nueva perspectiva, que es posible vencer al enemigo, que es posible vencer a la burguesía, que ya no es sólo la lucha en las fábricas por el aumento, que es la lucha por el poder, que es posible avanzar en la lucha por el poder. Para convencer de esto al pueblo el aspecto militar tiene una importancia central. Nuestra preparación debe tener características especiales, no es ya la situación que se daba en el V Congreso, donde se debía mostrar a las masas que era posible resistir a la Dictadura, hoy la obligación nuestra es mucho mayor, es mostrar a las masas que está entablada la lucha por el poder que en esa lucha la clase obrera y el pueblo pueden triunfar. Esto significa que el grado de preparación que se requiere, el grado de responsabilidad es mucho mayor. Para los enfrentamientos militares debemos tener planes precisos, dar batallas que se ganen, no es ya el momento de salir simplemente a resistir aunque sea a las trompadas. La situación que atravesamos ahora es diferente, tenemos que preparar batallas importantes y ganarlas; desarrollar una nueva iniciativa en todos los terrenos de lucha; en el sindical, desarrollando la lucha por las reivindicaciones; en el legal contra el fascismo y la legislación represiva y es fundamental que en todos los terrenos multipliquemos la actividad y la iniciativa del Partido. Pero dicha iniciativa no debe desplegarse en base a la voluntad y a la actividad individual, sino que tiene que ser una iniciativa que tenga continuidad, que se amplíe constantemente, que de respuestas de conjunto, que se desarrolle en un marco de organización, de responsabilidad, de trabajo planificado, efectivo, con garantías de victorias en todos los terrenos. La situación en el campo del pueblo crea condiciones en este momento para que con el tipo de actividad y de iniciativa como las que planteamos se multiplique la influencia y el crecimiento de la organización en forma rápida porque los distintos sectores que disputan la hegemonía en el campo popular están en profunda crisis. En la práctica han demostrado lo erróneo de su política que viene fracasando constantemente y esto es comprobado por el conjunto de la vanguardia y demás sectores y los abre al interés por nuestra 435

Mario Roberto Santucho

organización. Conclusión: De todo lo expuesto surge que el Partido se halla en inmejorables condiciones para dar un salto cualitativo, en el proceso de guerra revolucionaria que llevan adelante la clase obrera y el pueblo. La coyuntura internacional, la crisis económica de nuestro país, las contradicciones interburguesas, sumados al auge de la lucha de clases y al desarrollo de nuestra organización, aumentados a partir del 25 de mayo, conforman un alentador y propicio panorama para una gran inserción de nuestro Partido en el proletariado y el pueblo que nos permitan salir airosos en las cruentas luchas que se avecinan y que significará el paso a etapas superiores de la guerra revolucionaría. La preparación del Partido para esta nueva etapa, de sus militantes y cuadros, el concienzudo estudio de los materiales de la organización, el desarrollo multilateral, con seriedad y responsabilidad en todos los frentes, deben confluir en el desarrollo de nuestro Partido. SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS DEL MILITANTE Este fue otro punto que se trató en profundidad. En base a estadísticas que no se pueden volcar por razones de seguridad, el Comité Central analizó los avances del Partido, en la cantidad y calidad de sus militantes en su composición proletaria. Se originó así un rico debate sobre las características del militante. Transcribimos algunos párrafos de las intervenciones. “El criterio aplicado en...ha sido sano, porque ha permitido formar buenos cuadros, pero demasiado rígido y de esta manera corremos el riesgo de ser demasiado conservadores en la captación de militantes”. “El compañero que es disciplinado y lleva adelante las tareas del Partido puede ser considerado militante aunque todavía no tenga iniciativa propia. En la práctica hay que entender que existen distintos niveles de militantes, eso ya es una opinión que se forma la dirección de cada uno de los hombres que tiene el Partido, para distribuir fuerzas, para ver a donde manda el compañero que tiene iniciativa, etc.”. Otro compañero: “Para la caracterización de los militantes se debe tener en cuenta la relación de ellos con las masas, porque a veces hay compañeros que en todas los demás requisitos cumplen satisfactoriamente, pero que les cuesta incorporarse a las masas, ligarse a ellas”. “Siguiendo los criterios del Partido Bolchevique, al caracterizar los compañeros debemos tener en cuenta que ello está estrechamente ligado a la situación de las masas y al momento político que se vive. Así, por ejemplo, en el momento que hay una baja en el estado de ánimo de las masas, el Partido debe ser cerrado y las exigencias estrictas en 436

Sus editoriales y escritos estratégicos

todo sentido. Pero en época de auge de las masas se deben abrir las puertas del partido, sino se corre el riesgo de dejar al margen a grandes sectores”. “Ahora estamos en una época de transición, en el sentido de que debemos ser exigentes con los cuadros, porque ellos serán el núcleo, la columna vertebral del Partido, porque tenemos que prepararnos para la futura etapa que va a vivir el Partido, porque sobre estos cuadros se van a organizar centenares o miles de células del Partido. Pero al mismo tiempo debemos ir previendo una incorporación masiva y precisar criterios que abran al Partido a amplios contingentes de elementos revolucionarios.” En general hubo coincidencias sobre los criterios enunciados. CREACIÓN DE LA JUVENTUD En la reunión del Comité Ejecutivo de junio de 1973 se vio la necesidad de encarar más precisamente la orientación revolucionaria de los jóvenes obreros, campesinos y estudiantes de nuestro pueblo, dada su excelente predisposición a las ideas y práctica revolucionaria comprobada en el desarrollo de nuestra organización (gran cantidad de militantes y cuadros del Partido no superan los 22 años). Considerando: Que desde el punto de vista político militar los jóvenes de nuestro Partido componen la reserva estratégica de las fuerzas del pueblo en la guerra revolucionaria, siendo decisiva su participación activa en la derrota total de la burguesía y el Ejército, máxime cuando el enemigo apela a nuestros jóvenes para formar sus tropas represivas. Que desde el punto de vista ideológico en necesaria la formación de un fuerte núcleo que asuma y difunda la ideología del proletariado entre los jóvenes, el marxismo-leninismo, como cuestión fundamental en la dirección y el éxito de la revolución socialista y en la construcción del partido revolucionario. Que la experiencia promovida a partir del Comité Ejecutivo de junio de 1973 ha sido de un extraordinario desarrollo en la organización de los jóvenes militantes de la revolución, habiendo ya la Juventud del PRT en ese desarrollo nucleado a importantes sectores obreros, campesinos y estudiantes, lo que demuestra la realidad objetiva de la Juventud como parte importante en el auge revolucionario de las masas: Por todo esto el Comité Central Resuelve: 1°- Crear la juventud del Partido Revolucionario de los Trabajadores estableciendo su estructura organizada, sus mecanismos de dirección, etc., de 437

Mario Roberto Santucho

acuerdo con los estatutos del Partido. 2°- La Juventud del PRT definirá su carácter ideológico en la ideología y ciencia del proletariado, el marxismo-leninismo, adoptando los principios y la línea del Partido en el desarrollo de la actividad revolucionaria.

Editorial de El Combatiente Nº 105. Miércoles 30 de enero de 1974 DESPUÉS DE AZUL: BALANCE Y PERSPECTIVAS Mario Roberto Santucho El Combate de Azul en el que la Compañía Héroes de Trelew (reforzada) del ERP obtuvo una victoria parcial frente a fuerzas superiores en número, armamento y posición, cumplieron con heroísmo su misión de combate, actuó como detonante de definiciones políticas fundamentales que venían incubándose en el campo de la burguesía prácticamente desde el 25 de Mayo y que en las últimas semanas se presentaban ya al rojo vivo. Ello es parte de una situación crítica más general por la que atraviesa la lucha de clases argentina que siguiendo las orientaciones del Comité Central de nuestro Partido reunido días pasados puede ser sintetizada así: El previsible fracaso del intento populista gubernamental que vuelve a sumir en la crisis a la burguesía coincide con un momento decisivo en el desarrollo de la lucha popular lo que da por resultado una situación de gran inestabilidad en la política nacional. Profundizando en el análisis concreto de los dos principales campos en que está dividida la sociedad argentina, del campo de los explotadores y opresores por una parte y del campo popular por la otra comprenderemos mejor la actual situación. LA BURGUESÍA DESESPERA En el campo contrarrevolucionario la comprobación de que el plan del peronismo burgués y burocrático de contener el proceso con engaños era una ilusión, abrió una importante crisis. En el gobierno se acentuó la orientación represiva tomando cuerpo su ala fascista cuyo programa se basa en el aplastamiento físico, o como ellos dicen “la extirpación” de las fuerzas revolucionarias utilizan438

Sus editoriales y escritos estratégicos

do masivamente métodos de guerra civil contra la lucha de las masas. Buscando fortalecerse rápidamente, ganar tiempo, apurados por la posibilidad de la muerte de Perón, los fascistas se lanzaron a una batalla prematura por el control de las policías provinciales y a una intentona también prematura de ganar posiciones dentro del ejército. Esa arremetida culminó con el cuestionamiento de Carcagno y terminó con una derrota política de los fascistas. Los mandos de las FFAA eludieron la batalla, aceptaron la defenestración de Carcagno pero se pusieron firmes y obligaron a una reorganización de los mandos totalmente favorable al Partido Militar. Fue una situación en que maniobrando políticamente con habilidad, eludiendo el enfrentamiento e imponiendo lo fundamental, los militares lograron grandes ventajas. Se consolidaron internamente, se diferenciaron del gobierno, y presentaron a Carcagno como un elemento nacionalista y progresista capaz de liderar un nuevo golpe militar con barniz peruanista. En esta situación en el gobierno se produjo un nuevo viraje. Haciendo conciencia de su creciente deterioro tomó la determinación desesperada de organizar con su propia fuerza un ataque general contra las fuerzas progresistas y revolucionarias, de jugarse el todo por el todo, esperando lograr algunos éxitos, recuperar algo del prestigio perdido y templar sus huestes para futuros enfrentamientos con el Partido Militar. HACIA LA OFENSIVA POPULAR En el campo popular la movilización de las masas mantiene su vigor pero sin llegar aún a constituir una oposición organizada a la política antipopular y antinacional del gobierno. La lucha sigue restringida localmente enfrentando la explotación y la opresión en fábricas y localidades, sin unificarse nacionalmente. Ni la Ley de Asociaciones Profesionales, ni las Reformas al Código Penal concitaron una oposición nacionalmente organizada y unificada. Esta situación es desfavorable porque al no pasar a una oposición orgánica y nacional, las energías de la clase obrera y el pueblo tienden a perderse, las luchas se diluyen y se ofrece más blanco al enemigo. El auge de masas que se acentuó desde el 25 de Mayo con la particularidad a partir de esa fecha que las luchas no apuntaban al gobierno capitalista sino que se dirigían contra las empresas y otros problemas reivindicativos locales, debe pasar lo más pronto posible a una oposición nacional para redoblar su efectividad y evitar el peligro de consumir grandes energías populares sin resultados o librar combates locales en inferioridad de condiciones. En una palabra hoy es ya imperioso un salto cualitativo en la lucha de las masas que transforme el actual auge en poderosa ofensiva revolucionaria. 439

Mario Roberto Santucho

Todo esto se da en el marco de una situación económica sin perspectivas de estabilización capitalista a corto ni mediano plazo. El desabastecimiento y el alza del costo de la vida que en diciembre aumentó al 8.1 por ciento y en enero siguió subiendo, la crisis energética y petrolera, el estancamiento de la producción siderúrgica, son todos elementos que muestran la persistencia de la crisis. Hay también sectores que se han recuperado, como la industria automotriz y la azucarera, lo que permite contener la crisis, evitar su profundización, pero están muy lejos de ofrecer base para su reanimamiento general de la economía. En cuanto al Plan Trienal, tampoco ofrece ninguna perspectiva de solución burguesa a la crisis económica. Sintetizando podemos afirmar que la economía no ofrece posibilidades cercanas de recuperación aunque tampoco parece encaminarse a un rápido deterioro. La combinación de estos dos elementos, la crisis en el campo burgués y su proyecto de ataque desesperado, y la acumulación de fuerzas en el campo popular que exige pasar rápidamente a la ofensiva general, configuran una situación de gran inestabilidad, un punto crítico de la lucha de clases que tiene que resolverse a corto o mediano plazo. Tanto el ala fascista gubernamental como el Partido Militar trabajan activamente en la preparación de feroces arremetidas contra nuestro pueblo. Es preciso obstruir estos preparativos y ganarles de mano, logrando que sea el pueblo quien tome la iniciativa pasando a la oposición general, comenzando decididamente la ofensiva revolucionaria. EL PRT RESUELVE ACTUAR En base al análisis anterior, a la comprensión del punto crítico que atraviesa la política nacional, el Comité Central de nuestro Partido adoptó un conjunto de resoluciones encaminadas a concretar una intervención de nuestra organización en todos los terrenos con el propósito de contribuir a una salida positiva, de influir en el inmediato paso a la ofensiva popular revolucionaria. Entre esas resoluciones, en el terreno militar, se aprobaron los criterios aplicados en la operación de Azul. Estos criterios parten de un nuevo enfoque estratégico de la propaganda armada que se ubica en la actual situación nacional y tiene por objeto mostrar a las masas la fuerza de la guerrilla, su capacidad militar y la posibilidad de aniquilar a la alarga al ejército contrarrevolucionario; mostrar que los trabajadores por medio de la actividad guerrillera están en condiciones de estructurar poderosas unidades capaces de infligir duras derrotas a las mejores fuerzas armadas del enemigo. De esa manera se contribuye poderosamente a abrir a las masas a una perspectiva de poder por la vía de la lucha armada. La corrección de este análisis y la oportunidad de la acción de Azul fueron 440

Sus editoriales y escritos estratégicos

corroborados inmediatamente por la reacción de la burguesía. Perón perdió la serenidad y se colocó sin simulaciones a la cabeza de la cruzada contrarrevolucionaria, haciendo de la lucha antiguerrillera el centro de la política gubernamental. Esta importante definición tiene un profundo significado porque da abruptamente por tierra con lo que quedaba de las ilusiones de un Perón progresista o revolucionario y lo muestra tal cual es, el Jefe de la Contrarrevolución. DISTINTAS REACCIONES Y ALGUNOS ARGUMENTOS En el campo popular la reacción de las masas fue notoriamente favorable a la acción y de repudio y en muchos casos sorpresa por la violenta definición de Perón. Sin embargo, algunos sectores del campo popular muy influidos por la burguesía debido a su constante relación con ella y a su alejamiento de las masas, volvieron a vacilar, a llenarse de pánico y apresurarse en condenar la operación uniéndose sonoramente al coro de la burguesía y el imperialismo. Hubo también afortunadamente, quienes actuaron con honor, fieles a la causa popular, e hicieron oír sus valientes voces incluso en la Cámara de Diputados. El fenómeno de la vacilación pequeño-burguesa no es motivo de mayores preocupaciones. Requiere sí un tratamiento paciente, no dejarse llevar por la indignación y mantener con firmeza desde un punto de vista proletario una consecuente política unitaria. Mantener la serenidad respecto a los posibles aliados que se comportan tan erróneamente es fundamental en estos momentos en que las ilusiones pequeño-burguesas de una “revolución” electoral, incruenta y sin dificultades se desmoronan estrepitosamente. Quizás la furia antiguerrillera de algunas corrientes populistas y reformistas se explique por el tremendo choque que significó la definición del gobierno, forzado por nuestro accionar a mostrar su repulsivo rostro contrarrevolucionario. Corresponde señalar también que la demostración de fuerza de la guerrilla trascendió los límites nacionales y tuvo repercusión continental. El diario reaccionario chileno El Mercurio comentó “que el relativo éxito del ataque a Azul llenó de preocupación no sólo al gobierno argentino sino a otros gobiernos latinoamericanos”. La aprobación de nuestro pueblo por el papel de la guerrilla en Azul se demostró indirectamente en que el peronismo burgués y burocrático no logró movilizar sectores de las masas contra nuestro accionar. En Resistencia (Chaco) y Córdoba que lo intentó cosechó rotundos fracasos. Considerando un baluarte la ciudad de Resistencia, el Comando de Organización con una larga lista de organizaciones llamó, previa enorme propaganda y con activa participación gubernamental, a un gran acto de repudio. Sólo 700 personas acudieron, gran 441

Mario Roberto Santucho

parte de ellos empleados públicos presionados por el gobierno. En Córdoba el fracaso fue aún mayor al extremo de no lograr concretar la realización del acto. En su virulenta crítica a los hechos de Azul, uno de los razonamientos preferidos de la burguesía repetido por el populismo y el reformismo fue señalar que con esa acción se daba argumentos para la aprobación de la legislación represiva. Esta afirmación es falsa, porque la aprobación de las reformas al Código Penal ya estaba decidida por la mayoría frejulista y la votación arrojó resultados muy similares a los previstos con anterioridad. El único factor que se agregó fue la expulsión de los 8 diputados de la Juventud obligados a una definición que trataban de soslayar y que los venía llevando peligrosamente a una posible aceptación y voto de esa monstruosa legislación, por acatamiento a la “verticalidad”. PERSISTIR DECIDIDAMENTE En lo estratégico la situación sigue presentándose extremadamente favorable. Es inmenso el potencial que anida en el seno del pueblo y que pugna por encontrar un cauce revolucionario. Grandes son los obstáculos que se le oponen; en primer lugar el activo papel de las clases dominantes, de su prensa y su aparato represivo que despliegan todos sus esfuerzos para evitar avances revolucionarios. Pero también conspiran contra ello las corrientes del campo popular que se oponen a la unidad, que tienden constantemente a agachar la cabeza ante el enemigo y lanzar toda clase de ataques contra las fuerzas revolucionarias. Tal como los sostiene nuestro Partido, la solución a los críticos problemas que enfrentamos, la forma de influir en la necesaria movilización general de nuestro pueblo, es por una intensificación de la actividad de los revolucionarios en todos los terrenos y formas de lucha. Las condiciones objetivas para una ofensiva popular están presentes, vivas, en la realidad argentina de nuestros días. La exitosa intervención de la vanguardia revolucionaria actuará de detonante para convertir esas condiciones latentes en factores dinámicos que cambiarán cualitativamente la política nacional, que abrirán ante las masas el ancho sendero de la guerra popular revolucionaria hacia el poder obrero y popular, hacia la liberación nacional y el socialismo. Por eso es que después de los hechos de Azul tenga más vigencia que nunca la consigna de intensificar y elevar la actividad de los revolucionarios, de persistir con decisión en la lucha por la unificación y centralización de la movilización popular.

442

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente Nº 106. Miércoles 6 de febrero de 1974 ¿GOBIERNO POPULAR O GOBIERNO PROIMPERIALISTA? Mario Roberto Santucho En su campaña electoral el FREJULI levantó como bandera central de su agitación y propaganda la consigna “liberación o dependencia”. La totalidad de la prensa y las organizaciones de la burguesía, como también amplios sectores populares creyeron en el antiyankismo de la dirección peronista y esperaron espectaculares medidas del nuevo gobierno contra el imperialismo norteamericano. Entrados ya en el noveno mes de gobierno peronista se comprueba terminantemente que no se tomó ninguna medida contra la dominación imperialista; mucho peor aún, se comprueba que desde el gobierno se hicieron importantes esfuerzos para proteger y favorecer los intereses de las empresas extranjeras. No es de extrañar entonces que los voceros más representativos de la opinión empresarial y gubernamental norteamericanos califiquen de excelente al gobierno de Perón, no es de extrañar el reciente préstamo de 2.000 millones de dólares, no es de extrañar la decisión de las compañías multinacionales de ampliar sus negocios en Argentina afrontando incluso la riesgosa inestabilidad política y la actividad guerrillera que sigue golpeándolos duramente. UNA GRAN ESTAFA AL PUEBLO ARGENTINO Hoy es posible comprobar, a la luz de los hechos, que el palabrerío antiyanki preelectoral fue puramente una mentira destinada a obtener votos y que los conocidos y constantes contactos en Madrid de López Rega, Lastiri, Osinde y el propio Perón con agentes norteamericanos sirvieron para preparar anticipadamente el actual plan gubernamental cuyo eje apunta a beneficiar aún más a las empresas multinacionales. La imposición de Gelbard, socio y agente del capital yanki en el puesto clave de Ministro de Economía, lo corrobora. Observado retrospectivamente el sincero estribillo voceado por la juventud en las recientes campañas electorales “Perón presidente, los yankis que revienten” sintetiza la brutal estafa, el brutal engaño de que fue objeto nuestro pueblo. Y el recuerdo de las decenas de revolucionarios que ofrendaron sin vacilación sus valiosas vidas para abrir el camino al poder a la actual camarilla gobernante, hace hervir de indignación la sangre de nuestro pueblo. Pero todo ese gigantes443

Mario Roberto Santucho

co engaño, todas las mentiras y falsas promesas, tendrán un tremendo castigo. Nuestro pueblo tragará sus lágrimas, su rabia y su impotencia y se encaminará masivamente y con indetenible decisión por el auténtico camino revolucionario, construirá sin vacilación poderosas organizaciones y destruirá desde su base el sistema capitalista, el sistema de la explotación, de la opresión, de la mentira y la traición; eliminará de una vez para siempre las bases de sustentación de los empresarios explotadores, de los políticos farsantes, de los militares opresores. Ese será el justo y aplastante castigo que se abatirá sobre los que han osado estafar a los trabajadores argentinos. CRECE LA PENETRACIÓN IMPERIALISTA La enorme confusión de algunos sectores que desde el campo popular y revolucionario han contribuido inconsciente pero poderosamente a engañar al pueblo argentino, tiene como base la errónea creencia de que hay sectores de la burguesía nacional capaces de enfrentarse a los norteamericanos, capaces de luchar consecuentemente por la independencia nacional. Pero esa falsa idea es cada vez más absurda. El mundo capitalista contemporáneo se caracteriza por una creciente centralización, por un fortalecimiento vertiginoso de las grandes empresas, por un control imperialista cada vez mayor de los resortes fundamentales de la economía de los países dependientes. En ese mundo el desarrollo del capital nacional está constreñido a límites muy estrechos. Llegado un cierto grado de crecimiento las empresas nacionales no tienen otro camino para mantenerse y continuar su desarrollo que asociarse al capital extranjero. La Argentina no es una excepción. La Penetración imperialista no cesa de aumentar. No se trata sólo de las grandes firmas extranjeras que se han instalado y que controlan sectores fundamentales de nuestra economía. Las empresas estatales asimismo sufren la penetración vía la dependencia tecnológica, y en algunos casos como la acería Gurmendi, por ejemplo, han pasado de manos estatales (Fabricaciones Militares) a ser controladas por el capital imperialista alemán. Los capitalistas nacionales alcanzado cierto desarrollo, se ven en la necesidad de asociarse al capital extranjero para continuar su evolución. El caso de la empresa TENSA, del ramo automotriz, es típico. Nació y se desarrolló impulsado por un grupo de técnicos e ingenieros argentinos sobre la base de innovaciones tecnológicas. Hoy día ya está asociada a capitales yankis lo que le permitió continuar su expansión y extenderse a varios países latinoamericanos. La estructura de la dependencia deja cada vez más el control de los aspectos esenciales de la economía en manos de las empresas multinacionales. De esa 444

Sus editoriales y escritos estratégicos

manera el rumbo económico de países como la Argentina depende directamente de los planes de las grandes empresas extranjeras, planes elaborados de acuerdo a los intereses globales de esas empresas. Ellas deciden producir aquí por ejemplo, lo que les resulta más beneficioso por la existencia de materia prima, por la baratura de la mano de obra, por las facilidades que obtienen de los gobiernos, o sencillamente trasladan la producción de aquellos rubros insalubres o contaminantes que pueden perjudicar a la población del país imperialista. Así determinada por los intereses de esas empresas, ajenas totalmente y opuestos a los intereses del pueblo trabajador, la economía acentúa su deformación en perjuicio de la gran mayoría de la población del país. Los gobiernos burgueses de los países dependientes a su vez, incapaces de oponerse a la dominación imperialista ya que ello implicaría un profundo proceso revolucionario socialista que ninguna corriente burguesa podría emprender, tienden cada vez más a jugar el papel contrarrevolucionario de control y represión de la lucha de masas, de custodios de los intereses de las empresas extranjeras y garantes de sus enormes ganancias. Ese es el papel que está jugando el actual gobierno peronista, papel que llena de entusiasmo a los círculos dirigentes norteamericanos y europeos, principalmente a los primeros, hoy enteramente dispuestos a apoyar y asesorar a ese gobierno. NUESTRO PUEBLO RESISTIRÁ VICTORIOSAMENTE La política económica proimperialista en marcha golpea y golpeará a las masas populares, principalmente a los sectores más empobrecidos, aumentará inevitablemente los sufrimientos del pueblo. Nuestro pueblo se opone a esa política, se opone al Pacto Social y a la legislación represiva, y en el futuro se opondrá cada vez con mayor energía, tendiendo a impedir con su valiente lucha el cumplimiento de las siniestras intenciones de la camarilla gobernante. Ello es ya notorio en la base obrera villera, campesina, en cuyo seno cunde el descontento, que se manifiesta en la movilización constante y en el comentario cada vez más generalizado acerca del fracaso de este gobierno y la inevitabilidad de la guerra civil. Aunque en notorio retraso respecto al desarrollo de la conciencia de las masas, la construcción de las organizaciones revolucionarias avanza incesantemente. Queda aún un trecho largo a recorrer pero ya se han dado los primeros pasos hacia un estrechamiento de vínculos en el campo popular y revolucionario. Comprender la importancia decisiva del factor subjetivo, es decir de las organizaciones revolucionarias en momentos críticos como los actuales, contri445

Mario Roberto Santucho

buirá enormemente a acabar con las vacilaciones y dudas, a acabar con el sectarismo, y avanzar mucho más rápidamente por el todavía pantanoso sendero de la unidad obrera y popular. Sin temor a caer en la exageración, podríamos afirmar que hoy día, en la situación que vive nuestra patria, la solución de los problemas de construcción de las fuerzas revolucionarias sobre la base de la más amplia unidad del campo popular bajo la dirección de la clase obrera, será también la solución de todos los problemas de la revolución, es decir el comienzo de una imparable marcha hacia la revolución nacional y social, hacia el derrocamiento del capitalismo y la instauración de un gobierno Revolucionario Obrero y Popular, Socialista. Contra esa unidad y poderío de las fuerzas revolucionaras se estrellarán sin remedio todos los maléficos planes e intenciones de los reaccionarios.

Editorial de El Combatiente Nº 108. Miércoles 25 de febrero de 1974 DERROTAR EL DIVISIONISMO BURGUÉS Mario Roberto Santucho Siguiendo un plan preparado de antemano, Villar y Margaride personajes profundamente odiados por el pueblo, están impulsando una sistemática campaña represiva dirigida principalmente contra la izquierda peronista y orquestada directamente desde las más altas esferas gubernamentales. La Policía Federal ha sido convertida así en el principal instrumento de la política represiva anunciada por Perón, y en pocas semanas dio claras muestras de los métodos que empleará. Nuestros compañeros Roldán y Antelo han caído en sus manos, según todos los indicios y no se sabe nada de ellos a un mes de su detención. Recientemente la policía “descubrió” un supuesto complot fraguado por ella misma para justificar la detención del compañero Carlos Caride, conocido militante de las FAP y a partir de esa mentira organizó en todo el país la persecución de la izquierda peronista en general. Es evidente que el gobierno de Perón se propone utilizar masivamente los métodos represivos más bárbaros, las mentiras más desvergonzadas, en su contrarrevolucionaria campaña de persecución de la guerrilla. Es que la persistencia de la lucha de las masas, la continuidad del accionar guerrillero, la crisis del proyecto populista, han llevado al gobierno a la desesperación, a mostrarse tal cual es, sin disfraces demagógicos de ninguna clase. 446

Sus editoriales y escritos estratégicos

AYER ALENTADOS, HOY ENCARCELADOS Durante la lucha contra la Dictadura Militar las organizaciones armadas peronistas fueron alentadas por su jefe a continuar e intensificar el accionar militar con el siniestro objetivo de servirse del heroico esfuerzo de la guerrilla para fortalecer su posición en la negociación con el Partido Militar, en relación a las características finales del proceso electoral que anunciara Lanusse. Posteriormente, durante el período preelectoral, los dirigentes del FREJULIL explotaron con habilidad el inmenso prestigio adquirido por las OAP, principalmente por Montoneros, durante la lucha antidictatorial, sirviéndose de las consignas y símbolos guerrilleros para movilizar sectores de las masas. Utilizada para derrotar la Dictadura y ganar las elecciones, la izquierda peronista ha dejado hoy de ser útil y se ha convertido en cambio en un estorbo para los planes proimperialistas del gobierno. Por eso es que son objeto de esta incalificable persecución. EL COSTO DE LOS ERRORES Las distintas organizaciones guerrilleras, tanto las FAP como FAR, Montoneros, ERP, FAL, etc. nacieron al calor de la lucha antidictatorial de nuestro pueblo y bajo la sana influencia política e ideológica de la revolución cubana. El Comandante Che Guevara fue el ejemplo y orientador indiscutido de toda la guerrilla argentina en el período de su formación, circunstancia que favoreció considerablemente las relaciones entre las distintas organizaciones peronistas y no peronistas. Pero a medida que avanzaba el GAN las organizaciones peronistas, principalmente FAR y Montoneros iban cayendo progresivamente bajo la influencia del peronismo burgués y alejándose de las concepciones socialistas y revolucionarias, guevaristas, que habían estado tan presentes en su origen. Este desgraciado cambio causó importante daño al campo popular en cuanto retrasó algunos meses el despertar consciente de amplias masas reverdeciendo la influencia burguesa sobre ellas y principalmente en cuanto trabó el desarrollo de importantes sectores de vanguardia que involucionaron al punto de ilusionarse absurdamente con el revolucionarismo de Perón, de concebir irracionalmente la posibilidad de un gobierno popular y revolucionario presidido por él. Hoy, esos errores han quedado claramente evidenciados. Pero la mayor parte de la izquierda peronista tarda en reaccionar, no atina a librarse de la presión política e ideológica de la burguesía, no atina a aferrarse a la única tabla de salvación posible: la reeducación ideológica, la unidad con los revolucionarios no 447

Mario Roberto Santucho

peronistas, el decidido reintegro a las tareas de la guerra popular, la total ruptura política e ideológica con el peronismo burgués y burocrático. Estas sensibles dificultades para retomar el camino revolucionario, y que en estos momentos actúa enérgicamente para evitar un acercamiento con nuestra organización, para evitar la ruptura con el peronismo burgués. LA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS En el Cono Sur de América Latina se libran encarnizados combates: las fuerzas populares de un lado; a su frente el imperialismo yanki, sus aliados y las burguesías nacionales. La intensidad de las luchas crece constantemente y nuestros países tienden a convertirse en un nuevo Vietnam. Conscientes de ello los revolucionarios de Bolivia, Argentina, Chile y Uruguay, nos hemos unido en una Junta de Coordinación Revolucionaria, para hacer más eficaces nuestros esfuerzos ante un enemigo poderoso. Frente a este importante avance internacionalista concretado por cuatro organizaciones armadas que levantan como símbolo la figura del Che y se orientan con firmeza a la lucha antiimperialista por el socialismo, resalta aún más el enorme déficit de las organizaciones armadas peronistas. Ellas, apartadas del sendero revolucionario por la influencia burguesa, gastan un tiempo precioso en estériles esfuerzos dentro del Movimiento Peronista, conspirando indirectamente de esa manera, contra la preparación adecuada de las fuerzas revolucionarias. Todas estas consideraciones nos llevan a reiterar al peronismo revolucionario la necesidad de adoptar rápidamente una definición y sumarse inmediatamente a las tareas de preparación de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo. Derrotar la influencia divisionista de la burguesía es en estos momentos una cuestión prioritaria. Porque logrando sólidos avances en la unidad del pueblo, logrando retomar por ejemplo los antecedentes unitarios de las organizaciones guerrilleras, se multiplicará la movilización, combatividad, el entusiasmo revolucionario de nuestro pueblo. En todos estos meses a partir del 25 de Mayo, se ha producido un alejamiento entre las principales organizaciones guerrilleras. Peor aún en algunos casos se ha llegado a enfrentamientos políticos. Esto fue el resultado del trabajo divisionista del enemigo que no logró sin embargo su objetivo fundamental de enfrentar entre sí a las guerrillas peronistas y no peronistas. Naturalmente que el distanciamiento de las organizaciones armadas dejó huellas que hay que borrar. Este es el momento de hacerlo, de sentar bases sólidas para la futura unidad, de erradicar la influencia divisionista de la burguesía. Y es además una 448

Sus editoriales y escritos estratégicos

tarea urgente que los revolucionarios necesitamos resolver lo antes posible para avanzar más sólidamente en la unión y organización de todo el pueblo.

Editorial de El Combatiente Nº 109. Miércoles 27 de febrero de 1974 ELIMINAR TRABAS A LA MOVILIZACIÓN POPULAR Mario Roberto Santucho El ambiente político nacional continúa caldeándose día a día. Recrudece la represión policial-gubernamental y las bandas fascistas del Partido gobernante intentan ganar la calle con el ánimo de atemorizar a los sectores progresistas. En las fábricas las patronales refuerzan los controles policiales y se atreven a despedir activistas en forma masiva. La clase obrera y el pueblo por su parte intensifica su actividad combativa dando batalla a los explotadores y represores en todos los terrenos. Enérgicas luchas por reivindicaciones económicas, nuevas recuperaciones de Sindicatos y Comisiones Internas, presentación de listas de oposición en gremios importantes; movilizaciones locales de sectores obreros, estudiantiles, villeros y campesinos; activa defensa de las libertades democráticas; intenso hostigamiento guerrillero, son todas expresiones del estado de ánimo combativo, decidido de las masas argentinas. Asimismo todas ellas son claros síntomas de que se acerca aceleradamente el momento de grandes batallas, que tanto el pueblo trabajador argentino como los explotadores y opresores están dispuestos al choque, al enfrentamiento que inevitablemente sobrevendrá en los próximos meses, tal como previno nuestro Partido con anterioridad al 25 de Mayo. TRABAS EN EL MOVIMIENTO DE MASAS El empuje, la combatividad y vigor del movimiento de masas choca constantemente con la pusilanimidad, la vacilación, y hasta el abierto sabotaje de una amplia gama de partidos y corrientes populistas, reformistas y espontaneístas que son en este momento la última y frágil barrera que las masas deben quebrar para pasar a la oposición general. Además de un sector de la izquierda peronista, la JP y Montoneros, notables desde antes por su vacila449

Mario Roberto Santucho

ción y complacencia, que continúan tozudamente mintiendo a sabiendas a las masas sobre el carácter del gobierno peronista, otros sectores de la izquierda el PC, PCR, VC se han sumado a la “defensa del gobierno popular” (¿¿??) apoyando una de sus alas con argumentos y motivos superficiales y secundarios a que nos referiremos enseguida, pero que en realidad esconden el profundo temor pequeñoburgués a las duras luchas que se avecinan. La lucha de clases se agudiza, se hace cada vez más violenta y anuncia la proximidad de cruentos combates. Ante ello, el proletariado estrecha filas, mira el futuro de frente y se prepara con decisión; la pequeñaburguesía radicalizada en cambio, tiembla, cierra los ojos, se esconde con pavor y hace esfuerzos desesperados por evitar lo inevitable, se aferra a absurdos argumentos para justiciar el enorme servicio que inconscientemente presta a la burguesía con su actividad por frenar, dividir y desarmar la poderosa energía revolucionaria de las masas, con su esperanza de contribuir así a la pacificación, de “evitar el caos”. El fracaso del proyecto político-gubernamental agudiza la diferenciación interburguesa en el seno del gobierno. El ala Gelbard, fiel intérprete de la política de los monopolios multinacionales yankis y europeos se enfrenta con desventaja a la corriente fascista encabezada por López Rega, más ligada a la CIA, pero tan proimperialista como su oponente. En este enfrentamiento, utilizable muy secundariamente por las fuerzas revolucionarias, los elementos pequeñoburgueses, creen ver aspectos positivos y se lanzan a apoyar a uno u otro sector. El PC se vuelca hacia Gelbard, el PCR y VC hacia López Rega. Todos de una u otra manera, defienden al gobierno burgués que en lo fundamental está amenazado por las masas, por el avance de las fuerzas revolucionarias. De ahí que hablar hoy día de “defender al gobierno popular” es cerrar los ojos ante realidades muy evidentes. Porque las acciones del gobierno peronista han demostrado categóricamente que no es popular sino lo contrario, que es un gobierno antinacional y antipopular, un gobierno contrarrevolucionario y proimperialista, que cuenta con el decidido apoyo norteamericano. Y porque además este gobierno tiene como enemigo fundamental al pueblo, a las guerrillas socialistas, al sindicalismo clasista, al peronismo combativo. ¿Defender de quién entonces a este gobierno? De los imperialistas norteamericanos no, porque lo apoyan; de los fascistas tampoco porque son precisamente parte del partido gubernamental y del aparato del Estado; de los empresarios menos porque también lo apoyan activamente. Es claro entonces que trata de defenderse del embate de las masas populares.

450

Sus editoriales y escritos estratégicos

EL GOBIERNO BUSCA APOYO MILITAR Consciente de su debilidad y de la fuerza del movimiento de masas, el gobierno intenta dar activa participación al Partido Militar en la materialización de su política represiva. Tal es el significado de la designación del Coronel Damasco que de la noche a la mañana se ha convertido en una de las principales figuras del gobierno. Aunque ciertos comentaristas políticos creen ver en Damasco una punta de lanza de López Rega dentro de las FFAA, lo real parece ser lo contrario: que dicho coronel es un hombre fiel a la política del ejército. Esto significaría el fortalecimiento de la posibilidad de un ensayo cívico-militar como futuro recambio del actual gobierno. De todos modos, en lo inmediato, la designación de Damasco apunta a contar con activa participación militar en los próximos choques de la burguesía, con las fuerzas populares. Pero el gobierno no sólo gestiona el apoyo militar, paralelamente refuerza considerablemente las policías, principalmente la Policía Federal, aumentando sus efectivos y mejorando su armamento y equipo. LA PRÓXIMA BATALLA SERA MUY IMPORTANTE PERO NO DECISIVA Los combates que se aproximan no arrojarán un resultado decisivo. No debe esperarse un aplastamiento de las fuerzas revolucionarias ni tampoco un triunfo popular total. Los avances logrados en el terreno de la organización y la maduración de la consciencia revolucionaria de nuestro pueblo hacen imposible una derrota rápida de nuestras fuerzas. Al mismo tiempo que las fuerzas del enemigo son todavía lo suficientemente poderosas para evitar un inmediato derrumbe del régimen capitalista. Por ello, debemos prever que el resultado de las próximas y violentas luchas, no tendrá un carácter decisivo, sino que abrirá todo un período más violento, de generalización de la guerra revolucionaria, que caracterizará en los próximos años la política argentina. El hecho de que no debemos esperar un resultado final en los combates venideros, no disminuye en nada su enorme importancia. Porque, si bien no habrá triunfo ni derrota total, el resultado de estos combates determinará las características que adoptará posteriormente el período de generalización de la guerra revolucionaria, es decir determinará el poderío con que las fuerzas enfrentadas contarán para los enfrentamientos ulteriores. Si las fuerzas revolucionarias logran victorias parciales, el movimiento de masas desplegará una actividad incontenible frente a un enemigo debilitado moral y materialmente. 451

Mario Roberto Santucho

Si, en cambio, el pueblo sufre derrotas tenderá a replegarse y el enemigo a su vez tomará confianza, se hará más decidido y combativo. Consciente de esta situación, nuestro Partido multiplica sus esfuerzos para lograr el mayor grado de preparación posible. En ese empeño afronta serias dificultades y una de las más importantes es el rol de las corrientes no proletarias, populistas, reformistas y espontaneístas. Es cierto que ellas se desprestigian día a día, pero es también cierto que no carecen de peso y perjudican notoriamente las actividades revolucionarias. Los sectores revolucionarios que existen en la base y en la dirección de las corrientes populistas, reformistas y espontaneístas, tienen la enorme responsabilidad de impedir que sus organizaciones sigan trabando el despliegue de las fuerzas del pueblo y pasen a contribuir sincera y eficientemente en la preparación revolucionaria de nuestro pueblo. Abandonando la errónea línea de “defensa del gobierno popular” y orientándose sinceramente hacia la unidad de todas las fuerzas progresistas y revolucionarias, las corrientes de izquierda que hoy crean dificultades, podrán aportar en el futuro una inestimable contribución al avance revolucionario de nuestro pueblo.

Editorial de El Combatiente Nº 112. Miércoles 3 de abril de 1974 PERSPECTIVAS DE LA LUCHA DEMOCRÁTICA Mario Roberto Santucho El gobierno nacional, al renovar aspectos de su política económico-social acentuó su carácter antiobrero en este terreno. El aumento del 13 por ciento no cubre siquiera el deterioro sufrido por el salario real desde mayo del año pasado a la fecha y va acompañado de sustanciales aumentos en cadena iniciados con el aumento del 100 % a la nafta. Es un franco ataque al nivel de vida de las masas que el gobierno se ve obligado a emprender en una situación completamente desfavorable, en una situación inversa a sus cálculos e ilusiones previas a la asunción del mando. Porque como sabemos el plan del peronismo burgués y burocrático como adalid de la burguesía, consistía en aprovechar los primeros meses de gobierno para contener con el engaño la lucha armada y no armada de las masas, garantizar así la estabilidad de la economía, garantizar a las empresas imperialistas y al gran capital nacional grandes ganancias futuras y conseguir de 452

Sus editoriales y escritos estratégicos

esa manera sustanciales inversiones que posibilitaran la atenuación de la crisis económica y quizás iniciaran un período de auge en importantes sectores de la economía; en una palabra, que posibilitaran una significativa mejoría inmediata en lo económico sobre cuya base montar nuevos ataques al nivel de vida de las masas para acentuar la explotación y las ganancias empresarias y avanzar hacia una recuperación general de la economía, hacia la conjuración del peligro de revolución social que ha quitado el sueño a burgueses e imperialistas. Pero todos estos ilusorios propósitos han naufragado en el vendaval de la lucha de clases. Transcurridos más de diez meses de gobierno, sin lograr la estabilidad deseada, ni las inversiones anunciadas, el peronismo burgués y burocrático bajo toda clase de presiones, se ve en la necesidad de atacar el nivel de vida de las masas sin haber logrado ninguna de las condiciones que ambicionaba y se encontrará sin duda con una férrea y victoriosa resistencia obrera y popular a esa ofensiva. LA BURGUESÍA VACILA La posición de debilidad en que se encuentra el gobierno ante el creciente empuje de las masas y su imperiosa necesidad de incrementar la explotación del trabajador en beneficio de los capitalistas, favorece considerablemente la lucha democrática; crea posibilidades reales de lograr nuevos éxitos en la conquista de libertades democráticas. Porque la burguesía no puede postergar su ofensiva económico-social y para llevar a cabo ese propósito, en la situación de debilidad en que se encuentra, probablemente buscará evitar conflictos en otros terrenos de lucha. Consciente asimismo que el profundo descontento que genera y generará la carestía de la vida llevará agua al molino de la guerra revolucionaria, es posible que intenten evitarlo con concesiones democráticas que abran un cauce legal a la indignación de las masas. En esta situación un incremento de la presión popular, la intensificación de la movilización de masas, la intensificación del accionar guerrillero, el avance en la unidad obrera y popular, constituirá una formidable presión capaz de arrancar inesperadas conquistas democráticas, capaz de obligar al gobierno peronista a importantes concesiones políticas. Naturalmente, que cualquier conquista en las condiciones de dominación capitalista que sufre nuestra Patria, tiene un carácter relativo, transitorio; es sólo una cesión momentánea de los explotadores, su gobierno y sus FFAA, que persigue evitar una batalla en condiciones desfavorables, pero está acompañada de medidas de preparación, para arremeter v anular esas conquistas en la primera ocasión favorable. De ahí que los revolucionarios deben mirar las libertades conquistadas no como un fin en sí mismo, sino como un medio para mejorar la preparación, 453

Mario Roberto Santucho

ampliar los vínculos con las masas, en una palabra, valerse de la legalidad como una herramienta para consolidar las fuerzas revolucionarias de la clase obrera y el pueblo y estar en las mejores condiciones posibles para los nuevos choques que sin ninguna duda se producirán más adelante. DISTINTAS VARIANTES TÁCTICAS-ÚNICO RUMBO ESTRATÉGICO El replanteo de la viabilidad de concesiones democráticas, que surge de los elementos objetivos de la situación y fue anticipado como una variante en análisis anteriores e nuestro Partido, viene a agregar nuevos elementos en las posibilidades tácticas del momento. A la proximidad de importantes cambios en el gobierno nacional que analizamos en el editorial de la semana pasada viene así a agregarse la posibilidad de un nuevo interregno democrático de corta duración, la posibilidad de una apertura democrática del gobierno peronista, que capee la situación momentáneamente, por unos meses, como antesala al inevitable choque de clases que ya anunciáramos. Así, la orientación al cambio en el gobierno, que apunta al establecimiento de un nuevo gobierno fuerte y populista, posiblemente cívico-militar, puede ser interrumpida momentáneamente por una apertura democrática, arrancada por la lucha de las masas y que debe ser explotada al máximo por los revolucionarios, manteniendo e intensificando su preparación político-militar y cada vez más íntima relación con las masas proletarias. De todas maneras, cualquiera sea la variante táctica que la burguesía adopte formalmente, no sin lucha interior naturalmente; tenderá hacia la constitución de un gobierno de fuerza encargado de hacer frente a las masas y sus organizaciones revolucionarias en la próxima etapa de generalización de la guerra. El rumbo estratégico de la burguesía apunta hacia un gobierno fuerte militar o cívico-militar capaz de resistir las próximas oleadas de la ofensiva popular de guerra revolucionaria. LUCHA DEMOCRÁTICA Y UNIDAD La lucha democrática y las posibilidades que ella puede abrir contribuirán a fortalecer la unidad, debilidad fundamental de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo. En el terreno de la lucha reivindicativa y en el accionar guerrillero es mucho lo que se ha avanzado, como también en la cuestión fundamental de la construcción, consolidación y desarrollo del Partido 454

Sus editoriales y escritos estratégicos

Revolucionario. En cambio, el divisionismo introducido en el campo del pueblo por la hábil maniobra burguesa del GAN está lejos de haber sido superado. Por el contrario, persiste y no muestra síntomas reales de solución. La lucha democrática y el logro de conquistas en este terreno, constituye y constituirá un poderoso aliciente para reconstruir la unidad obrera y popular, romper con el divisionismo y el sectarismo, retomar los niveles unitarios del período de lucha antidictatorial y a partir de allí sentar cimientos permanentes y sólidos para la urgente e insustituible unión de todas las fuerzas obreras y populares, progresistas y socialistas, e incluso influir y atraer a otros sectores afines. Observando con atención la situación del campo enemigo, golpeando y movilizando con decisión y espíritu unitario, uniendo a la firmeza de principios la flexibilidad táctica, el proletariado revolucionario sabrá sacar provecho de cualquiera de las variantes tácticas presentes en la fluida y compleja situación que atravesamos, para incrementar sus fuerzas, cubrir los déficits, mejorar su preparación y avanzar con paso firme hacia las victoriosas jornadas revolucionarias que se aproximan.

Editorial El Combatiente N° 117. Miércoles 15 de mayo de 1974 COMBATIR EL REFORMISMO EN EL SENO DEL PUEBLO Mario Roberto Santucho El fracaso de la política del actual gobierno, el agravamiento de la situación económica de las amplias masas, la desesperación de la burguesía por ganar tiempo y contener la lucha de las masas y de la guerrilla, el deterioro y ruptura de sectores cada vez más importantes del pueblo con el gobierno, la debilidad momentánea de las fuerzas represivas, de la Policía y de las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias para hacer frente de inmediato a esta situación nos hace ver la necesidad de prestar especial atención a la situación actual por la enorme perspectiva para la generalización e importante avance de la guerra si se da una respuesta correcta a esta situación.

455

Mario Roberto Santucho

LA SITUACIÓN DE LAS FUERZAS ENEMIGAS Como hemos visto el gobierno fracasó rotundamente en su plan de engañar al pueblo el 1º de Mayo y hacer una fiesta de “unidad nacional” entre explotados y explotadores. Además de no lograr concentrar ni el 5 por ciento de las fuerzas que pensaban, (el ministro Otero prometió reunir dos millones de personas) no logró retener el descontento y el repudio a su política por la última base social importante que lo apoya es decir los compañeros de la JP y Montoneros. A través de la prensa burguesa trata desesperadamente de presentar a la misión Gelbard a Cuba y países socialistas como progresista y revolucionaria, pero el pueblo no recibe ningún beneficio en este comercio sino que todo lo contrario, la Ford, Chrysler, Fiat, empresas imperialistas son los principales beneficiados de las ventas a Cuba. Por supuesto, los revolucionarios reivindicamos el derecho inalienable de los países socialistas a avanzar en el comercio que permita su desarrollo y el avance de la revolución cubana que ha logrado romper el bloqueo imperialista después de largos años de lucha de su pueblo. Ante el fracaso de Perón el 1º de mayo, las FFAA han obligado a este a suspender su viaje y quedarse ya que ellas todavía no han terminado con sus planes de preparación contrarrevolucionaria como para pasar de inmediato a la represión contra el pueblo. Villar y Margaride han sido confirmados como jefe y subjefe de la policía federal. Esto responde a un plan del partido militar que consiste en reestructurar a la policía federal removiendo a la oficialidad vieja poniendo al frente a los cuadros mejor preparados para la lucha contrarrevolucionaria que responden al partido militar. Todo este plan está acompañado por la represión, conscientes de que cumplido el objetivo principal Villar y Margaride abandonarían sus cargos pasando directamente a ponerse al frente de las unidades especiales contrarrevolucionarias. El fracaso del fascismo, la conciencia de que el gobierno fracasó, el desenmascaramiento a diario del carácter proimperialista y contrarrevolucionario, reflejan una enorme debilidad de las fuerzas enemigas del pueblo y como decíamos en editoriales anteriores ofrecen la posibilidad de una corta reapertura democrática. LA SITUACIÓN EN EL CAMPO DEL PUEBLO Se aprecia la acentuación de la ofensiva de las masas. En Buenos Aires se han producido nuevas movilizaciones en la clase obrera; los obreros de Matarazzo movilizados enérgicamente ocuparon la fábrica con rehenes, contuvieron a la represión y triunfaron en sus objetivos. El descontento y la ruptura con la 456

Sus editoriales y escritos estratégicos

dirección burguesa del peronismo se acentúa después del 1º de Mayo. En Córdoba, pese al sectarismo que hubo por parte de compañeros del PC y algunos sectores del peronismo de izquierda el sector combativo y antiburocrático de la lista Marrón triunfó en las elecciones del SMATA. En esta provincia la unidad obrera y popular ofrece las mejores perspectivas y el 29 de Mayo puede constituir una importante jornada para la lucha unida del pueblo encabezada por la clase obrera. Ha llegado el momento de que se cumpla lo que anticipábamos en el editorial Nº 106 cuando decíamos: “Observando retrospectivamente el sincero estribillo voceado por la juventud en las recientes campañas electorales Perón Presidente, los Yankis que Revienten sintetizan la brutal estafa, el brutal engaño de que fue objeto nuestro pueblo. Y el recuerdo de los revolucionarios que ofrendaron sin vacilaciones sus valiosas vidas para abrir el camino al poder a la actual camarilla gobernante, hace hervir de indignación la sangre de nuestro pueblo. Pero todo este gigantesco engaño, todas las mentiras y falsas promesas, tendrán un tremendo castigo. Nuestro pueblo tragará sus lágrimas, su rabia y su impotencia y se encaminará masivamente y con indetenible decisión por el auténtico camino revolucionario, construirá sin vacilaciones poderosas organizaciones y destruirá desde su base el sistema capitalista, el sistema de la explotación, de la opresión, de la mentira y la traición, eliminará de una vez para siempre las bases de sustentación de los empresarios explotadores, de los políticos farsantes, de los militares opresores. Ese será el justo y aplastante castigo que se abatirá sobre los que han osado estafar a los trabajadores argentinos”. COMBATIR EL REFORMISMO EN EL SENO DEL PUEBLO Este es el sentimiento de las bases trabajadoras y del pueblo; sin embargo se nota el peligro que desde la superestructura se siga alentando falsas expectativas en los políticos burgueses o se pretendan contener las energías revolucionarias del pueblo introduciendo ideas erróneas como el editorial de la revista El Peronista que concluye en que no se debe caer en la provocación y la guerra civil. Tenemos muy cercanas las enseñanzas de Chile en donde el reformismo pregonó su oposición a la guerra civil desarmando a las masas, donde la vía pacífica al socialismo y los acuerdos con los políticos burgueses y la confianza en los militares “patriotas” provocaron una de las matanzas más espantosas, dejando que la ofensiva contrarrevolucionaria tomara la iniciativa aplastando a las masas desarmadas. La unidad obrera y popular debe dar un gran salto y concretarse, los restos de la influencia burguesa deben ser barridos de inmediato. 457

Mario Roberto Santucho

Las banderas de lucha levantadas en centenares de movilizaciones obreras y populares deben ser centralizadas en estrecha alianza. Decíamos en El Combatiente Nº 102: “Para asentar en cimientos de granito la unidad obrera y popular que comienza a reconstruirse es necesario librar una dura lucha ideológica contra la influencia del nacionalismo burgués, del reformismo y del populismo, centrado en la necesidad de una programática y un accionar independiente del proletariado y sus verdaderos aliados, los villeros, los campesinos pobres, los estudiantes y en general la clase media urbana. Porque en el campo del pueblo hay sectores proclives a caer nuevamente bajo la influencia del divisionismo burgués, a creer las mentiras demagógicas de cualquier líder burgués, político-militar, y seguirlo en desmedro de los intereses y la lucha del proletariado y el pueblo. La clase obrera y el pueblo unidos organizados y dotados de una activa vanguardia guerrillera y de un partido marxista-leninista de combate, están en condiciones de librar victoriosamente combates revolucionarios. Es necesario creer en ello, confiar en las fuerzas del pueblo para cesar con la absurda búsqueda del político o del militar progresista y antiimperialista que arrastre a un sector de la burguesía y lo lleve a encabezar la lucha por el socialismo. La única fuerza capaz de desarrollar con consecuencia la lucha antiimperialista y revolucionaria, capaz de destruir a nuestros enemigos, liberar la patria de la dependencia y al pueblo de la explotación, es el conjunto del pueblo trabajador dirigido por el proletariado. Lograr enraizar en la mente del pueblo argentino la idea de que sólo debemos confiar en nuestras propias fuerzas y desconfiar de las mentiras de los políticos y los militares, será un enorme, decisivo triunfo ideológico que multiplicará el poderío de las fuerzas revolucionarias”. Pese a que el conjunto del pueblo día a día ve la necesidad de profundizar la lucha, de romper definitivamente con las direcciones burguesas y burócratas, hay quienes pretenden amortiguar los golpes y se alejan de un camino profundo y revolucionario. Pretenden levantar la consigna “contra la guerra civil”. Mientras ellos luchan contra la “guerra civil”, las FFAA contrarrevolucionarias se preparan activamente para aplastar a las masas. Pero el inmenso empuje revolucionario de nuestro pueblo barrerá los últimos vestigios de reformismo, aprovechará la lucha democrática para arrancar más concesiones, para recuperar la democracia y la libertad forjando en este camino una sólida alianza obrera y popular, base del Frente de Liberación Nacional, que junto al Ejército Popular y al Partido Revolucionario de los Trabajadores nos encaminará a una situación revolucionaria, dando cauce al inmenso potencial revolucionario de las masas, guiando a nuestro pueblo paso a paso por el camino victorioso de la guerra revolucionaria, hacia el triunfo definitivo de la revolución nacional y social que 458

Sus editoriales y escritos estratégicos

terminará con las injusticias del régimen capitalista y traerá la independencia nacional y el socialismo, la felicidad más completa de nuestro pueblo trabajador.

Editorial de El Combatiente N°120. Miércoles 5 de junio de 1974 GUERRILLAS EN EL MONTE propósitos y perspectivas Mario Roberto Santucho Los últimos acontecimientos de la política nacional demuestran cabalmente la caducidad del intento contrarrevolucionario del gobierno peronista de contener la lucha de las masas con la combinación del engaño y la represión. Si bien hay aún corrientes políticas del campo popular que cierran los ojos ante las evidencias y siguen empeñados irracionalmente en hablar de este gobierno como de un gobierno popular que hay que defender, con lo que sólo consiguen desprestigiarse a diario ante las masas, podemos afirmar categóricamente que ya se han disipado dudas y confusiones, que nuestro pueblo ha comprobado el verdadero carácter antipopular, antinacional y represivo del gobierno peronista y se orienta firmemente a la lucha frontal contra él. La movilización de Villa Constitución, el acto del 1º de Mayo, la sucesión de huelgas en distintas fábricas y gremios, diversas luchas locales del campesinado, el acto del 29 de Mayo en Córdoba, son expresiones de la enérgica actividad de las masas que se hacen cada vez más políticas, más definidamente antigubernamentales. La huelga de los docentes es particularmente significativa por su fuerza y apoyo de masas, por tratarse de un conflicto antigubernamental que pese a las presiones y amenazas está movilizando a la totalidad de los educadores y recibe un efectivo apoyo de parte de padres y alumnos, englobando así gran parte de la población del país. A la intensificación y radicalización de la lucha de masas el gobierno responde con la intensificación de la represión tanto por medio de la policía como por las bandas fascistas que tiene organizadas. El salvaje asesinato de tres trabajadores del PST y un militante de la Federación Juvenil Comunista son los más graves de una serie de hechos represivos originados en el gobierno y en el partido de gobierno que incluyen cierre y confiscación de periódicos, allanamientos a locales políticos, detención de activistas, torturas, atentados a 459

Mario Roberto Santucho

locales de organizaciones progresistas, ataque armado a manifestaciones populares, etc., etc. PREPARACIÓN DE LA GUERRILLA RURAL Al analizar las perspectivas del gobierno peronista, con anterioridad al 25 de Mayo de 1973, nuestro Partido, comprendiendo la esencia y límites del intento populista, sostuvo que en ningún momento lograría contener la lucha de las masas, aunque sí confundiría, limitaría sus objetivos en una primera etapa. Así nuestro cálculo fue qué en un primer momento la continuidad de la lucha de masas se encauzaría contra las empresas y que después de una experiencia las masas se reorientarían nuevamente pasando al enfrentamiento activo al gobierno capitalista. Para nuestro Partido, dado el vigor de nuestro pueblo y las características y métodos de la reciente lucha antidictatorial, el nuevo auge antigubernamental del combate popular abriría una etapa de generalización de la guerra revolucionaria, etapa en la que se haría necesario ampliar la actividad militar, fortaleciendo las unidades urbanas y creando unidades guerrilleras rurales. Consecuente con esas previsiones, nuestro Partido realizó con tiempo los preparativos necesarios e instaló en las montañas de Tucumán una Compañía de Monte que comenzó de inmediato su periodo de instrucción. Los hechos que ha comenzado a protagonizar la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez son públicos y están resumidos en otra parte de este número. La aparición de esta primera unidad rural del ERP se produce así, precisamente en los comienzos del pasaje de la lucha local contra empresas aisladas a la lucha general de nuestro pueblo contra el capitalismo y su gobierno. PROPÓSITOS Y PERSPECTIVAS La posibilidad y necesidad de la apertura de frentes guerrilleros rurales tiene una profunda significación para la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Es producto de más de tres años de combate guerrillero en las ciudades, de varios años de luchas populares, de una considerable evolución de la conciencia del pueblo argentino. A partir de la incorporación de unidades de monte a la estructura de combate del ERP, se inicia un nuevo período de desarrollo militar, que rápidamente multiplicará la fuerza, la potencia de fuego de nuestro ejército guerrillero y lo capacitará para enfrentar en combates abiertos a las unidades enemigas. La estratégica importancia militar de la guerrilla rural radica en que con el 460

Sus editoriales y escritos estratégicos

auxilio de la geografía, hace posible construir velozmente poderosas unidades bien armadas y entrenadas, capacitadas para golpear duramente al enemigo en terreno favorable, disputarle zonas primero durante la noche y después también de día, liberar zonas más adelante y hacer posible la construcción de bases de apoyo, formidable e imprescindible sostén para la construcción de un Ejército Revolucionario del Pueblo de carácter regular, en condiciones de sostener victoriosamente con sus armas la insurrección general del pueblo argentino que llevará al triunfo de la revolución nacional y social en nuestra patria abriendo el luminoso porvenir socialista, fin de la explotación y los sufrimientos, y comienzo de una era de justicia y felicidad colectiva para los 25 millones de argentinos. En el camino del objetivo estratégico de la construcción del Ejército Popular, la guerrilla rural tenderá desde sus comienzos a movilizar a las masas del campo tucumano, masas dispuestas a luchar pero que hasta ahora no han jugado un rol protagónico en la política nacional, y las incorporarán a la trinchera popular como nuevo e importante contingente revolucionario. Al mismo tiempo, afrontando con decisión las incursiones, rastrillos, cercos y demás operaciones del enemigo, la guerrilla rural golpeará con dureza y comenzará a aniquilar sectores de las Fuerzas Armadas Contrarrevolucionarias, debilitándolas progresivamente, introduciéndole elementos de crisis. LA FEDERAL EN TUCUMÁN Al detectar la presencia de nuestra unidad en Rodeo Viejo, el gobierno provincial y nacional actuó inmediatamente enviando un contingente de policías federales con apoyo militar con el objetivo de cercar, y tomar el campamento del ERP y chocar contra la guerrilla, operación que terminó en el más completo fracaso. Esta respuesta del enemigo es una muestra de cómo actúa y cómo actuará. Consciente de su debilidad político-social y lleno de pavor ante la posible rebelión de las masas del campo, el gobierno y los militares se lanzan brutalmente a reprimir concentrando su presión sobre la población local. Allanamientos, detenciones injustificadas, golpizas, destrucción de viviendas, constantes y prepotentes registros, han sido las actividades de los policías federales, ante la indignación y repudio popular. Pancho Alderete y Ramón Díaz, viejos luchadores de la zona de más de 60 años, han sido detenidos y golpeados bajo la acusación de haber colaborado con los guerrilleros. En esa misma tónica, el Gral. Anaya, con el lenguaje prepotente y soez, propio de la camarilla militar, comprometió en su discurso del 29 de Mayo la participación plena del Ejército Burgués en la lucha contra la guerrilla y se hizo el sorprendido por el encarcelamiento del Cnel. Ibarzábal, calificando su 461

Mario Roberto Santucho

detención de “absurda e injusta”. Naturalmente que Anaya no recordó al centenar y pico de presos políticos que sufren prisión por luchar a favor de las clases populares, mientras Ibarzábal está detenido por defender al capitalismo. Pero en realidad la prepotencia y vocinglería de los represores esconde la conciencia de su debilidad, de que no están en condiciones para enfrentar en forma inmediata la intensificación de la ofensiva popular. POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS Esa debilidad relativa del gobierno y del aparato represivo, debilidad que en lo militar ya tienen previsto superar en los próximos meses mediante un considerable reforzamiento humano y material del aparato represivo, fortalece la posibilidad inmediata de arrancar concesiones democráticas, de recuperar terreno en el ejercicio de las libertades públicas. Aunque la tendencia general de la lucha de clases argentina se inclina cada vez más aceleradamente hacia la generalización de la guerra revolucionaria, la debilidad relativa que sufre el enemigo en lo inmediato obliga a no descartar las posibilidades de lograr momentáneamente ciertas conquistas democráticas y en consecuencia hace necesario redoblar la lucha por las libertades. Ante la intensificación de la ofensiva popular, es posible que el enemigo, para ganar tiempo, se vea obligado a ceder en lo democrático, lo que permitiría entonces arrancar importantes concesiones por cierto tiempo. REDOBLAR LOS ESFUERZOS REVOLUCIONARIOS Comenzamos a vivir una nueva situación. El desprestigio del gobierno, el auge de la movilización popular y el surgimiento de la guerrilla rural, modifican las condiciones en favor de las fuerzas revolucionarias. Ello obliga a asumir mayores responsabilidades, crean nuevas exigencias a las organizaciones revolucionarias, a la vanguardia y al pueblo en general. Ello hace necesario mejorar incesantemente en el desarrollo eficaz de las diversas actividades revolucionarias. Ello reclama el aporte decidido de nuevos compañeros que abracen con ardor la causa revolucionaria, y un apoyo y colaboración cada vez mayor de amplios sectores del pueblo. Rodear de calor popular a la guerrilla rural, será un factor decisivo en su inmediata consolidación y desarrollo objetivo que interesa profundamente a todos los sectores progresistas y revolucionarios del pueblo argentino.

462

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente N°121. Miércoles 12 de junio de 1974 ¡UNIR Y MOVILIZAR TODAS LAS FUERZAS DEL PUEBLO! Mario Roberto Santucho Entre los hechos de los últimos días se destacan los nuevos preparativos represivos del gobierno, consecuentes con su estrategia general contrarrevolucionaria. La creación del Comité de Seguridad y el convenio de colaboración policial firmado por López Rega con el Embajador yanki en nombre de ambos gobiernos, son dos nuevos e importantes pasos en esa dirección. Con la formación del Comité de Seguridad se unifican la policía y la “justicia” bajo mando militar directo y bajo la orientación del propio Perón con el propósito de centralizar la represión para aumentar su efectividad y su fuerza. El General se rodea de su gente, de conocidos asesinos y torturadores, como el Gral. Cáceres, Jefe de la Policía Federal en el período más criminalmente represivo de la Dictadura Militar, como los Comisarios Villar y Margaride. La absurda teoría que achaca la represión a un “sector” del gobierno y sostiene o insinúa que el Presidente no es responsable de ella es una vez más categóricamente rebatida por los hechos. Paralelamente la firma del convenio policial EEUU-República Argentina enmascarada en la lucha contra las drogas, legaliza la intervención de la CIA y el FBI en la actividad guerrillera. López Rega, con su falta de prudencia característica, lo evidenció públicamente al relacionar mentirosamente las drogas con la guerrilla. Este enmascaramiento para la intervención masiva de la CIA no es nuevo; ha sido usado en numerosos países, particularmente en México como lo denunciara oportunamente Genaro Vázquez Rojas, el inmortal líder guerrillero mexicano. En realidad los policías yankis participan de distintas maneras en el “negocio” de las drogas, regenteado en todo el mundo por sus principales fabricantes y distribuidores, los gangsters capitalistas estadounidenses. Las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias, a su vez, redoblan sus preparativos contra las guerrillas y la movilización de masas. En estos días parte de los mandos del Ejército realizan en Córdoba un importante ejercicio de movilización represiva. Participan en él el Gral. Anaya, Comandante en Jefe del Ejército, los Generales Dellacroce y Gómez Centurión, jefes el 2do y 3er Cuerpos del Ejército, los miembros del Estado Mayor General y de los Estados Mayores del 2do y 3er Cuerpos del Ejército y otros altos jefes enemigos. 463

Mario Roberto Santucho

Es muy claro y evidente para cualquiera que conozca mínimamente las actividades de los cuarteles que los militares concentran todos sus esfuerzos en los preparativos antiguerrilleros y antipopulares. Todos estos pasos indican que el enemigo prepara importantes operativos represivos. Ello no debe ser subestimado por las fuerzas populares. Debemos tener presente que en estos casos la táctica contrarrevolucionaria es acumular información, planificar en detalle y lanzar sorpresivamente golpes demoledores. Extremar los recaudos de seguridad, proteger y enmascarar los movimientos, en una palabra cumplir estrictamente con los métodos conspirativos para no ofrecer blanco, son medidas que permitirán eludir los golpes enemigos y garantizar la continuidad eficiente de las actividades revolucionarias. CRISIS DEL “PACTO SOCIAL” En el terreno económico-social la burguesía se encuentra con graves problemas. Sus planes de enriquecimiento basados en la vigencia del “Pacto Social” y el incremento progresivo de los precios están recibiendo durísimos golpes de la lucha de masas. Uno tras otros importantes sectores de obreros y empleados se han lanzado a victoriosas huelgas por aumentos salariales. La fuerza del movimiento huelguístico, liberado localmente de la traba burocrática por el surgimiento de direcciones combativas y clasistas, ha obligado a las empresas y al gobierno a ceder en distintos casos, y se encamina a nuevos y más significativos triunfos. Frente a éste aspecto de la lucha obrera y popular el empresariado y la burocracia sindical caen en la desorientación y tienden a discrepar con el gobierno, o sectores de éste, reflejando en el interior del frente contrarrevolucionario la evidente crisis del proyecto gubernamental. Simultáneamente los triunfos que se van logrando en el terreno reivindicativo fortalecen considerablemente a las corrientes sindicales clasistas y combativas, engrosa y fortalece constantemente la lucha antiburocrática que va tomando fuerza de masas, que va cristalizando en un amplio desarrollo de sus expresiones legales, particularmente del Movimiento Sindical de Bases, y se orienta con firmeza hacia la unificación, hacia la constitución de una única y poderosa corriente nacional antiburocrática basada en el Movimiento Sindical de Bases, la Intersindical, el Peronismo de Base, la JTP y otras corrientes antiburocráticas, capaz de abrir la posibilidad de recuperar nacionalmente el sindicalismo argentino para los intereses de clase del movimiento obrero. El Movimiento Sindical Combativo de Córdoba es, en esa dirección, la expresión más avanzada lograda hasta estos momentos, y su fortalecimiento y generalización constituye tarea primordial de todos los activistas y dirigentes 464

Sus editoriales y escritos estratégicos

fabriles y sindicales clasistas, progresistas y revolucionarios. DESARROLLO DE LAS FUERZAS PROGRESISTAS Y REVOLUCIONARIAS El proceso de politización, organización y movilización de las distintas clases de nuestro pueblo trabajador, principalmente del proletariado, no se ha detenido un instante desde 1969. Más aun, desde principios de este año ha comenzado a experimentar sensible aceleración. Paralelamente al deterioro del gobierno peronista, la clase obrera y el pueblo han logrado importantísimos avances políticos y orgánicos expresados en el notable crecimiento de sus organizaciones progresistas y revolucionarias y en la creciente fuerza y radicalización de la movilización de masas. No sólo en el movimiento sindical se han registrado considerables avances. La lucha político-legal también se ha intensificado y ampliado. Las unidades guerrilleras han aumentado su poder de fuego en las ciudades y ha dado el paso trascendental de la constitución de una primera unidad de monte. La construcción de la organización revolucionaria principal, el Partido Marxista-Leninista proletario, avanza exitosamente a través de su cauce principal, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, multiplicando su fuerza, sus recursos y posibilidades gracias al inagotable manantial de nuestro pueblo, principalmente de nuestro proletariado fabril, que aporta incesantemente sustanciales recursos humanos y materiales. Todos estos avances, esta permanente acumulación y movilización de fuerzas revolucionarias, va colocando a la sociedad argentina a las puertas de una situación revolucionaria. La lucha de clases cobra nueva vida, los explotados despiertan en masa del sueño embrutecedor, del hábil y prolongado engaño, del planificado temor en que los explotadores basaban su dominación de clase. Politizándose, organizándose, armándose progresivamente, el pueblo argentino, encabezado por la clase obrera, se pone de pie e inicia con ímpetu creciente su incontenible marcha hacia la liberación nacional y social. Pero el camino a transitar está lleno de dificultades y los opresores y explotadores también se preparan y movilizan para defender con uñas y dientes sus privilegios. EL ENEMIGO SE RESISTIRÁ SALVAJEMENTE. ES NECESARIO UNIR Y MOVILIZAR TODAS LAS FUERZAS Aunque impotente hoy día para someter a nuestro combativo pueblo, y 465

Mario Roberto Santucho

relativamente débil frente al inmenso potencial revolucionario de las masas, el enemigo tiene considerable poderío material y humano y no cederá sus posiciones sin encarnizada lucha. No debemos tener ninguna duda de que se defenderá salvajemente, de que luchará con todas sus fuerzas que son las del imperialismo yanki y de sus socios y agentes nacionales. Esa enconada resistencia que los explotadores opondrán indudablemente, nos obliga a superar constantemente nuestras limitaciones y lograr unir y movilizar todas las energías de las masas. En estos momentos las principales rémoras en el campo popular son la falta de unidad y la insuficiente amplitud de la movilización política de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo. Por ello, nuestro Partido insiste una vez más sobre la unidad y se compromete, a multiplicar sus esfuerzos unitarios y a encarar con mayor decisión, iniciativa y flexibilidad las tareas político-legales, tendiendo a movilizar constantemente a las masas tras objetivos de lucha concretos bien determinados. Avanzar en la unión y movilización de las fuerzas del pueblo, en el potente despliegue de los incontables recursos que anidan en las masas, es un imprescindible paso adelante que no se debe postergar y que constituirá invalorable aporte al conjunto de la lucha revolucionaria, en sus distintas y variadas manifestaciones.

Editorial de El Combatiente N° 125. Miércoles 10 de julio de 1974 ¿INSTITUCIONALIZACIÓN O REVOLUCIÓN? Mario Roberto Santucho Todos estos días a partir de la muerte del General Perón, los diarios, la radio y la TV, han desplegado una excepcional propaganda destacando lo que ellos llaman la “unidad nacional”. Para esa interesada propaganda burguesa se basan en el sentimiento de pesar de amplias masas de nuestro pueblo, exteriorizado en la crecida concurrencia a los funerales. Sobre ese trasfondo publicitan los pronunciamientos de los distintos sectores de la burguesía en apoyo a la “institucionalidad”, tratan infructuosamente de presentar la imagen de una burguesía unida y apoyada por la mayoría del pueblo en sus supuestos esfuerzos “revolucionarios”. Pero en realidad esto es todo propaganda en el aire que sólo puede confundir a aquellos interesados en dejarse confundir. La masa de nuestro 466

Sus editoriales y escritos estratégicos

pueblo sabe que se vive una profunda crisis, que el país se encamina a grandes acontecimientos. SOBRE LA CRISIS DE LA BURGUESÍA En el campo de la burguesía se agudizan los problemas y deben preverse enfrentamientos incluso en el seno del mismo gobierno. Porque las dos alas con que se integró a partir de la eliminación de Cámpora, enfrentadas entre si y formando el mismo gobierno en base al acatamiento a la política pendular de Perón, tenderán inevitablemente a enfrentarse después de su muerte tal como se evidenció en los matices de los pronunciamientos de apoyo a Isabel. Para evitarse confusiones, para ubicarnos correctamente frente a las luchas intestinas de los enemigos de nuestro pueblo, es necesario observar que las dos alas del gobierno tienen en la actualidad como objetivo central contener el proceso revolucionario en marcha y que ambos son fieles servidoras del imperialismo yanki. Se diferencian entre si y luchan por intereses de camarilla y por la distinta solución política que proponen para detener la lucha de masas, para destruir las fuerzas revolucionarias. Mientras el ala fascista de López Rega sostiene que el eje de la política contrarrevolucionaria debe ser una durísima represión policial y parapolicial contra la izquierda en general, la corriente de Gelbard pregona que lo mejor es aislar a los más peligrosos y golpear exclusivamente allí, dándose una apertura hacia el PC, Montoneros, etc. En la política económica y en la política internacional no tienen diferencias de importancia, y en cuanto al imperialismo yanki, compiten en quién la sirve más eficazmente. Esta aclaración es necesaria para no alimentar la menor ilusión sobre el progresismo de tal o cual sector burgués gubernamental de los hoy enfrentados, ilusión que pretenden introducir en las masas distintas corrientes pequeño burguesas que proponen unas el apoyo a Gelbard, otras el apoyo a López Rega, deslizándose peligrosamente hacia una política contrarrevolucionaria. Naturalmente que tampoco debemos permanecer indiferentes antes las luchas interburguesas. La división en el campo enemigo es favorable al proletariado y a todo el pueblo trabajador y entre nuestras tareas, se inscriben la de fomentar esa división, agudizarla, para debilitar aún más al enemigo. Pero debemos hacerlo desde una posición de clase, incidiendo exteriormente, con nuestra activa política revolucionaria, sin caer en el laberinto de la lucha interburguesa. El precario equilibrio existente en el gobierno bajo la presidencia de Perón tiende entonces a romperse después de su muerte. Las próximas semanas la puja se acentuará y se tenderá a una solución, con la primacía de uno u otro 467

Mario Roberto Santucho

sector. Cuál de ellos se impondrá, depende de los militares. En efecto, el Partido Militar, es la principal fuerza contrarrevolucionaria en nuestra patria, la que determina las grandes líneas de la política burguesa. Como sabemos acorralados por la lucha popular, las FFAA contrarrevolucionarias se han visto en la necesidad de apartarse del gobierno, cederlo momentáneamente a los políticos burgueses controlándolos desde atrás, para reorganizarse, recobrar la “imagen” y volver al teatro de la guerra revolucionaria con fuerzas renovadas. La decisión de permitir que uno y otro de los sectores gubernamentales en pugna, imponga su política, dependerá de la apreciación que hará el Partido Militar acerca del grado de preparación alcanzado para volver al primer plano de la lucha contrarrevolucionaria. Si consideran que aún su preparación es insuficiente, es probable que opten por la política de Gelbard, una política más sutil que puede otorgar plazos más flexibles a los preparativos militares. Si, por el contrario, piensan que ya están preparados o que lo estarán en pocos meses, es probable que den vía libre a López Rega. En este último caso el rápido y estrepitoso fracaso que inevitablemente coronará una represión a ultranza les permitirá asumir nuevamente el gobierno con fachada populista, presentándose como correctores de los abusos de López Rega. PROMISORIAS PERSPECTIVAS REVOLUCIONARIAS Dada la situación económico-social, la evolución de la lucha de clases y el desarrollo de las fuerzas revolucionarias, cualquiera sea la variante que la burguesía adopte, el avance de la revolución nacional y social del pueblo argentino se acentuará. Encaminándose cada vez con más firmeza por la segura senda de la guerra revolucionaria, la clase obrera y el pueblo librarán en los próximos meses importantes batallas, obtendrán resonantes triunfos. La movilización de masas y el accionar guerrillero golpearán con dureza al campo burgués-imperialista trastocando todos sus planes, agudizando su crisis interna. “El hombre propone y Dios dispone” dice el refrán. En este caso los malvados propósitos de los capitalistas, tanto de López Rega como de Gelbard y los militares serán desbaratados por el Dios todopoderoso de la lucha de masas argentina: la clase obrera y el pueblo. Que las masas que lloraron a Perón continuarán sin desmayo la lucha, rechazando las mentiras de “unidad nacional”, lo dicen claramente numerosas movilizaciones producidas inmediatamente después del duelo decretado, entre las que se destacan la huelga por tiempo indeterminado iniciada el lunes 8 por 3.500 obreros de la fábrica Bagley en Capital Federal. En este marco el impetuoso desarrollo de las fuerzas revolucionarias 468

Sus editoriales y escritos estratégicos

argentinas se acelerará aún más colocando a nuestro Partido ante nuevas y enormes responsabilidades. FORTALECER, DESARROLLAR Y DINAMIZAR EL PARTIDO A partir de este mes el PRT afronta un verdadero desafío histórico. Forjado en lo fundamental al calor de la lucha antidictatorial nuestro Partido es hoy resumen y receptáculo de una importante acumulación de experiencias y recursos revolucionarios, que lo coloca ante la inmensa responsabilidad de lanzarse a conquistar la dirección de la lucha popular e imprimirle firme orientación hacia la toma del poder por la vía de la movilización de masas y extensión de la guerra popular. Los burgueses claman interesadamente contra la violencia mientras persiguen, oprimen, explotan y reprimen. Los personeros de los burgueses e imperialistas claman por la estabilidad, por la institucionalidad, y alertan contra el “grave peligro” de una guerra civil mientras alientan el armamento militar y policial. El proletariado revolucionario y el pueblo rechazan esos interesados y falsos lamentos. No les interesa defender las instituciones burguesas, ni temen la justa guerra revolucionaria porque saben de su necesidad, saben que solo armándose, organizándose, movilizándose, el pueblo trabajador logrará enfrentar exitosamente a un sistema injusto y un enemigo explotador y opresor que se sostiene en última instancia en la fuerza de sus armas. Por su política y por su trayectoria, al PRT le cabe la honrosa y gloriosa responsabilidad de canalizar esas nobles ansias revolucionarias de nuestro pueblo, colocarse a la cabeza del proletariado revolucionario y de todos los trabajadores, organizar y desplegar las inmensas potencialidades de las masas, dirigir a nuestro heroico pueblo uniendo en un solo haz las distintas formas de lucha. Tensar todas nuestras fuerzas, movilizar al máximo los recursos del Partido, afilar y desplegar nuestra principal arma, la ideología revolucionaria, recurrir con decisión a las masas para la solución de todos y cada uno de los problemas de la actividad revolucionaria, partir siempre de las masas y dirigirnos siempre a las masas, son los elementos que harán posible exitosos avances, que harán posible cumplir eficazmente con esas inmensas responsabilidades y coronar victoriosamente todos y cada uno de los denodados esfuerzos revolucionarios del pueblo argentino. El Partido Revolucionario de los Trabajadores, engrosadas sus filas con el incesante aporte del proletariado y el pueblo, sabrá cumplir con honor su gloriosa misión revolucionaria. 469

Mario Roberto Santucho

Editorial de El Combatiente N°126. Miércoles 17 de julio de 1974 ENFRENTAR CON ENERGÍA LA REPRESIÓN ARMADA Y NO ARMADA Mario Roberto Santucho A partir de la asunción de Isabel el gobierno peronista continúa y aún acrecienta su política represiva. En todo el país se han producido despidos de activistas sindicales y las movilizaciones obreras son amenazadas de ilegalización y en algunos casos ilegalizadas. La policía y los grupos parapoliciales acentúan su siniestra actividad produciendo bajas en el campo del pueblo. El joven peronista Eduardo Romero cayó abatido por una banda fascista el 3 de julio en Bs. As. Nuestros queridos compañeros Guillermo Rubén Pérez, Elena M. da Silva Parreira, Eduardo Villaverde y Pedro Ángel Uriz fueron asesinados fríamente por la policía bonaerense, cuando transitaban por razones operativas en distintas zonas del Gran Buenos Aires. Guillermo Rubén Pérez, responsable militar de la Compañía Héroes de Trelew del ERP, integró nuestro ejército desde su fundación y participó en numerosas acciones de importancia; fue un jefe guerrillero nato entregado en cuerpo y alma al servicio de su pueblo. Elena María da Silva Parreira, responsable militar de la Sección Norte de la misma Compañía Héroes de Trelew, extraordinaria combatiente de marcadas características proletarias ingresó al ERP en 1971, junto a su compañero Héctor Antelo que fuera torturado y asesinado por la acción de Azul. Su trayectoria intachable en nuestra organización, su fortaleza ante el asesinato de su querido compañero, su constante afán por superarse para servir cada vez más eficazmente al pueblo argentino, la colocan en lugar preferente como heroína de la revolución socialista. Pedro Ángel Uriz, obrero fideero recientemente despedido de la fábrica Matarazzo, se integró este año al ERP y en sus pocos meses de actividad dio todo de sí, sin vacilaciones, consciente de que liberar a su clase de la explotación capitalista sólo es posible por el camino de las armas, por el camino de la guerra revolucionaria antiimperialista y socialista. Eduardo Villaverde, estudiante, se había incorporado en las últimas semanas, con singular ímpetu formando parte de una extensa camada de jóvenes revolucionarios que ingresan por centenares a nuestras filas en todo el país.

470

Sus editoriales y escritos estratégicos

CADA CLASE LLORA A SUS MUERTOS Tomando como pretexto el ajusticiamiento de Arturo Mor Roig se habla de una mayor intensificación de la represión policial y militar. El criminal de guerra Mor Roig, corresponsable de la opresión dictatorial lanussista, de numerosos crímenes contra el pueblo y particularmente uno de los responsables directos del fusilamiento de los Héroes de Trelew, fue ejecutado por un comando que no pertenece a nuestra organización. Los capitalistas y los oportunistas lloran a Mor Roig, condenan ese atentado y permanecen en cómplice silencio ante la caída de nuestros compañeros. Las masas trabajadoras aprueban la ejecución del Ministro de Lanusse y sienten profundamente la muerte de los combatientes. Ello es completamente natural: cada clase llora a sus propios muertos. LUCHAS OBRERAS E INESTABILIDAD GUBERNAMENTAL Los mecánicos de Córdoba y los azucareros tucumanos han adoptado medidas de fuerza generales; la fábrica Molinos Rio de la Plata de Resistencia, Chaco, fue ocupada por sus obreros; los trabajadores de Bagley en la Capital Federal, continúan su lucha y han instalado una olla popular; en distintas partes del país se han producido numerosos conflictos menores. El costo de la vida crece hasta límites insoportables ante la indignación popular, indignación que se acentúa frente a la descarada propaganda oficial que anuncia mentirosamente sustanciales aumentos en el nivel de vida de las masas. En todo el país el estado de ánimo de nuestro pueblo es combativo y se orienta a la movilización. Por ello deben preverse para las próximas semanas y meses importantes movilizaciones. En el campo enemigo, en cambio prima la desorientación. La burguesía y su gobierno carecen de planes contrarrevolucionarios coherentes y sólo atinan a lanzar golpes feroces pero desordenados. En el seno del gobierno se percibe un leve fortalecimiento del ala de López Rega, manifestado en su designación como Secretario Privado de Isabel y en el triunfo de Lorenzo Miguel en el Congreso de la CGT. Pero ello aún no significa un triunfo de la línea lopezreguista. El Partido Militar a su vez se mantiene a la expectativa sin intervenir en forma directa en la gestión gubernamental. Es que la burguesía ha comprobado ya el fracaso del intento populista y no cuenta aún con una política de recambio, política que está en proceso de elaboración, de planificación. Ello acentúa la pasividad estratégica de la contrarrevolución y por tanto presenta trabas menos consistentes al desarrollo de la 471

Mario Roberto Santucho

lucha popular. Lo que no elimina los bárbaros manotazos con que explotadores y opresores golpean en su desesperación a nuestro combativo pueblo. ESTRECHAR FILAS Y ACTUAR CON DECISIÓN Las condiciones para luchar, para movilizarse y combatir, son singularmente favorables tanto por el estado de ánimo decidido de las masas como por la desorientación de la burguesía. Y es precisamente en la lucha como ha de frenarse en seco la salvaje agresión policial y parapolicial. Por ello es el momento de estrechar filas y actuar decididamente. Las bases obreras y populares unidas, organizadas y movilizadas, superando la resistencia de los oportunistas y la labor divisionista de la burguesía, constituirán el infranqueable muro contra el que se estrellará la represión. Y a la vez constituirá poderoso y amenazante torrente lanzado contra los pilares de la dominación imperialista, contra los pilares del injusto régimen capitalista argentino. Nuestro pueblo frustrado en sus aspiraciones y lleno de indignación por los atropellos, la explotación, la opresión, los asesinatos, tiende a luchar enérgicamente. Las empresas capitalistas, su gobierno y su aparato represivo lanzan ataques feroces, desesperados y desorganizados. Los burócratas, los oportunistas de derecha e izquierda y los reformistas, tratan de evitar la movilización por todos los medios, fomentando la división, tratando de desanimar a las masas, colocándose en última instancia a la cabeza de la lucha para desvirtuarla, debilitarla, desviarla. Los activistas clasistas y los revolucionarios tienen la responsabilidad de desenmascarar las mentiras y las maniobras, actuando con decisión y firmeza, interpretando fielmente a las masas, colocándose a la cabeza de la movilización y evitando que ella sea desviada o frenada por los dirigentes burocráticos, oportunistas y reformistas hoy unidos en la defensa del gobierno capitalista, en el temor a los avances de la revolución antiimperialista y socialista que el pueblo argentino está protagonizando.

Editorial de El Combatiente N°127. Miércoles 24 de julio de 1974 MOVILIZAR LAS FUERZAS DEL PARTIDO

472

Sus editoriales y escritos estratégicos

Mario Roberto Santucho Esta semana, una serie de hechos confirman las tendencias fundamentales de la política nacional, acentuadas a partir de la muerte del General Perón. Crece la actividad de las masas y se agudiza la crisis en el campo burgués. La Republica Argentina es una inmensa caldera de elevada temperatura en cuyo interior la lucha de clases hierve con nueva y renovada intensidad, presentando aquí y allá los primeros signos del cambio cualitativo. En un ambiente general hacia la movilización obrera y popular en todo el país, la ciudad de Córdoba se convierte, nuevamente en el centro de nuestras luchas. La justa aspiración reivindicativa de los mecánicos cordobeses, es enfrentada con violencia por la coalición patronal imperialista-gobierno-burocracia sindical. La empresa imperialista IKA-Renault suspende masivamente a más de 2.000 trabajadores, el gobierno declara ilegal las medidas de fuerza y manda un contingente de la Policía Federal, la burocracia sindical por boca de Lorenzo Miguel se lanza frontalmente contra Salamanca y trabaja con la CGT de Bárcena para debilitar y aislar la movilización de los mecánicos. Ante estas dificultades, los obreros mecánicos cordobeses reaccionan con energía y valentía, tendiendo poderosamente desde las bases a aceptar la batalla y librarla utilizando todas las fuerzas con que cuenta el pueblo. Esa presión unitaria y combativa de las masas doblega la resistencia de los oportunistas, aunque no la quiebra, y tiende a desencadenar la movilización e imponer a la empresa y al gobierno la satisfacción de sus justas reivindicaciones. Al tiempo que saludamos la lucha de los trabajadores mecánicos, que nos congratulamos de la unidad en el combate de importantes corrientes populares en torno al Movimiento Sindical Combativo, no podemos dejar de señalar que no hay todavía un viraje favorable en algunas corrientes, que en distintos grados mantienen aún su absurda y perjudicial posición de “defender al gobierno” pugnando por mantener lazos con los explotadores y opresores. Han sido suficientes dos semanas para que el gobierno que estos sectores llamaban a defender, mostrara inequívocamente su carácter contrarrevolucionario, antipopular y proimperialista, la continuidad de su línea contrainsurgente. Nuestra clase obrera y nuestro pueblo así lo entiende con claridad, y coincidiendo con la decisión combativa de nuestro Partido y de nuestro Ejército Guerrillero, pugna por lanzarse a la lucha con renovados bríos, por continuar movilizado contra la explotación y la opresión, contra el Pacto Social y las fuerzas represivas del gobierno. Esta decisión de las masas ha renovado el proceso de unidad obrero-popular que nuestro Partido impulsó e impulsa denodadamente, y que se encontraba al borde de la crisis por la capitulación ante el gobierno de las direccio473

Mario Roberto Santucho

nes populistas y reformistas. Una vez más insistimos en la necesidad vital de unir la clase obrera con la pequeña burguesía y el campesinado pobre, de unir las organización de izquierda que representan estas clases, como base para la lucha antimperialista por el socialismo, como punto de partida para nuclear en su torno y bajo su dirección a todas las expresiones progresistas y democráticas de nuestro pueblo y aislar a los enemigos de los trabajadores argentinos, al imperialismo yanki y europeo, al Partido Militar, a la burocracia sindical. Esta posición difiere de la orientación de otras corrientes, particularmente de aquellas que a partir del 12 de junio definieron una posición de apoyo a distintos sectores del gobierno burgués proimperialista, unos al sector Gelbard, otros al sector López Rega. Confiamos en que la firmeza de la movilización de masas y el desarrollo de la enconada lucha ideológica que se libra en el seno del campo popular, llevará definitivamente a la unidad, paso fundamental que debe dar nuestro pueblo en el camino de la revolución nacional y social que hemos emprendido. Confiamos en que la presión de las masas impondrá la unidad obrera y popular contra la burguesía proimperialista y su gobierno y terminará por aislar aquellos grupos dirigentes que insisten en su conciliador apoyo al gobierno y a las instituciones capitalistas. LA SITUACIÓN EN EL CAMPO BURGUÉS Sin llegar aún a definiciones tajantes, el grupo de López Rega avanza paso a paso hacia el control del gobierno, impone progresivamente su salvaje y demencial política contrarrevolucionaria. El desencadenamiento de la barbarie represiva en Capital y Gran Buenos Aires que en una semana cobró la vida de seis combatientes, fríamente asesinados por la Policía la ilegalización de las medidas de fuerza del SMATA Cordobés y la amenaza de ilegalización que pesa sobre la movilización iniciada por la Federación Gráfica Bonaerense, el juzgamiento político de Cámpora, son todos hechos que corresponden a la línea preconizada por López Rega. La satisfacción del imperialismo yanki es evidente. Un cable publicado el martes 23 en los diarios argentinos la refleja con claridad: “Wall Street observa favorablemente el desarrollo político argentino, ha recibido bien las primeras medidas de gobierno de la presidente Isabel Perón y toma nota de que la Argentina tiene crédito en el mundo financiero internacional. Solamente los actos de violencia preocupan a los banqueros y medios bursátiles de Wall Street, pero no descartan la posibilidad de que el gobierno de Buenos Aires acentúa sus disposiciones para reprimir los actos guerrilleros”. 474

Sus editoriales y escritos estratégicos

Este comentario categórico es coincidente con otras informaciones similares y pone en su lugar la mentirosa cháchara que intenta presentar a este gobierno como antiimperialista y popular. PROVOCACIÓN E INFILTRACIÓN Distintos indicios, particularmente dos noticias de los últimos días, indican la puesta en marcha de un plan de acción psicológico dirigido a desprestigiar a nuestra organización. Primero fue una noticia “informando” que el ERP había colocado una bomba en un tobogán para niños; días después otra noticia diciendo que “la organización ilegal” envió un comunicado adjudicándose el intento de secuestro de una señorita de 19 años, para juzgarla por traición. Ambas informaciones son falsas. Es de esperar que esta campaña continúe y se llegue incluso a mentiras y provocaciones de mayor envergadura. Otra forma de atacar al PRT, el ERP y al conjunto de la vanguardia obrera y popular, que el enemigo está intensificando, es la infiltración de espías. Para contrarrestarla es necesario elevar la vigilancia revolucionaria, estar constantemente alertas y denunciar públicamente y aislar a los agentes del enemigo que pretendan infiltrarse en las filas de las organizaciones populares, conscientes que los espías y agentes provocadores son los enemigos más peligrosos de las fuerzas revolucionarias. Cualquier debilidad o falta de vigilancia sobre elementos de este tipo que sean detectados, puede causar un gravísimo daño al pueblo revolucionario. IMPORTANTE RESOLUCIÓN DEL PRT El Comité Ejecutivo del PRT, en reciente reunión, después de analizar la situación nacional y evaluar que estamos ante una nueva etapa caracterizada por la intensificación y extensión del auge de masas y la profundización de la crisis en el campo burgués, ha llegado a la conclusión que nuestro Partido está ante la posibilidad y el deber de conquistar la dirección de sectores de las masas y contribuir más activamente a imprimir un nuevo impulso al proceso revolucionario argentino. Consciente de esa enorme y gloriosa responsabilidad, el Comité Ejecutivo del PRT adoptó una importante resolución sobre movilización de fuerzas partidarias que se transcribe en estas páginas, y que está dirigida a tensar las fuerzas del Partido, a realizar un esfuerzo superior. Las próximas semanas y meses, en el marco de una creciente ofensiva popular, ha de librarse en el seno del pueblo una batalla de consecuencias estraté475

Mario Roberto Santucho

gicas por la unidad obrero-popular y por la dirección y orientación de la lucha revolucionaria de los argentinos. La fuerza, claridad política, firmeza ideológica y habilidad táctica del proletariado revolucionario deberá desplegarse en todo su potencial para dotar a nuestro pueblo de una dirección revolucionaria reconocida por las masas aislando y eliminando las enfermedades del populismo y el reformismo. En esa batalla la responsabilidad de nuestro Partido es muy grande; así lo entendió nuestro Comité Ejecutivo y en esa conciencia hemos de multiplicar nuestros esfuerzos para superar debilidades y limitaciones volcando en esa lucha ordenadamente, eficientemente, apasionadamente y audazmente todos los recursos que la organización puede movilizar a partir de su experiencia y la firme aplicación de una línea de masas.

Editorial El Combatiente Nº 128. Miércoles del 31 de julio de 1974 EL GOBIERNO CONTRA EL PUEBLO. EL PUEBLO CONTRA EL GOBIERNO Mario Roberto Santucho La evolución del gobierno evidencia que la línea ultrarrepresiva impulsada por López Rega se impone como orientación principal con el apoyo implícito del Partido Militar. El lunes 21 elementos armados pertenecientes a reparticiones oficiales ocuparon los canales 9 y 11 de televisión. El martes 23, por resolución de Villar, fueron prohibidos todos los actos públicos en homenaje y conmemoración de Eva Perón. El miércoles 24 el Ministro Llambí hizo conocer dos decretos por los que se aumentan en 7000 hombres las fuerzas de la Policía Federal (2500 nuevas plazas y el reintegro de 4500 efectivos afectados anteriormente a tareas de vigilancia auxiliar). Asimismo, informó la creación de la Policía Industrial que se hará cargo de esos “servicios auxiliares” y estará integrada preferentemente por personal en retiro de las FFAA y de Seguridad. Vale la pena detenernos en un sintético análisis de la política gubernamental y burguesa en general ya que podemos afirmar que se han definido aspectos tácticos y estratégicos en la política del enemigo de interés para los revolucionarios y el campo popular en general. “Conoce a tu enemigo, conócete a ti mismo y podrás librar cien batallas sin sufrir una derrota” dice con razón un proverbio chino. 476

Sus editoriales y escritos estratégicos

LA EMBESTIDA REPRESIVA El triunfo de López Rega en el seno del gobierno implica que el eje de la actividad gubernamental será una intensa campaña represiva. Consciente de que los plazos otorgados por los militares para experimentar su política son escasos, de pocos meses, el ala fascista de López Rega actuará como un jugador desesperado apostando su permanencia en el gobierno al éxito en la lucha antiguerrillera. Ellos saben que lo único importante que pueden ofrecer a la burguesía en lo inmediato, es algunos éxitos contra las fuerzas revolucionarias. Apoyado en la Policía Federal con Villar y Margaride en primer plano, el gobierno lanzará un ataque general contra la guerrilla, el clasismo y la izquierda. No debemos subestimar la peligrosidad de ese ataque porque si bien será una embestida irracional y a ciegas en lo relacionado con sus blancos principales, no carecerá de energía y brutalidad. En esta situación, eludir con habilidad los golpes del enemigo y contragolpear duramente con la movilización de masas y el accionar guerrillero, debe ser la táctica del campo popular. Respondiendo eficazmente nuestro pueblo está en condiciones de parar en seco la represión, de derrotar en un corto lapso al ala fascista del gobierno dejando a la burguesía sin política definida. En un editorial anterior señalábamos que la pugna entre López Rega y Gelbard debía resolverse en las próximas semanas a favor de uno u otro. La permanencia de Gelbard en el gabinete pese a la derrota de su línea, constituye, a nuestro entender, una capitulación del Ministro de Economía que abandonando a sus recientes aliados se somete al ala fascista para mantener posiciones. Es una prueba más que las diferencias interburguesas en el seno del actual gobierno son secundarias y debería servir de experiencia para aquellas corrientes del campo popular que basan su política en apoyar a tal o cual sector burgués gubernamental. EL PARTIDO MILITAR PREPARA EL RECAMBIO Simultáneamente con la autorización a López Rega para aplicar su política represiva sin participación militar, los mandos de las FFAA contrarrevolucionarias han puesto en marcha un plan golpista dirigido a apropiarse del gobierno en los primeros meses del año próximo, establecer probablemente un régimen militar peruanista para combatir política y militarmente a las fuerzas revolucionarias. Ellos piensan dejarlo a López Rega que se “queme”, que el gobierno se desprestigie totalmente para justificar el golpe que pueden llegar a realizar pre477

Mario Roberto Santucho

sentándose como herederos de Perón, como que vienen a “reencauzar el proceso”, corrigiendo los abusos y los errores de López Rega e Isabel. Posiblemente refloten a Carcagno como jefe de la nueva “Revolución”. Ya han comenzado a preparar un vasto plan político a aplicar desde el gobierno por un período de muchos años y si logran sus propósitos, éste será el régimen que deberemos enfrentar durante los próximos años de dura, creciente y victoriosa lucha revolucionaria de nuestro pueblo. Sintetizando podemos afirmar que el enemigo ha definido su táctica y su estrategia. Que en lo inmediato nos encontraremos frente a una feroz represión que llevarán a cabo todas las fuerzas policiales, con la Policía Federal como columna vertebral. Esta feroz represión será derrotada estrepitosamente en corto tiempo por la movilización de masas y el accionar guerrillero, pero no debe ser subestimada. Es necesario ser cada vez más celosos en el cumplimiento de las medidas de seguridad, no dar blanco al enemigo, ni posibilidades de que sus desesperados golpes causen daño en las filas obreras y populares. Que existe paralelamente un plan de recambio de los militares quienes se preparan para retornar el gobierno con una engañosa fachada política y lanzar una campaña estratégica de contraguerrilla basada en el máximo empleo de las Fuerzas Militares y Policiales. Las próximas semanas y meses, al tiempo que luchamos con dinamismo contra el ataque policial, acumularemos fuerzas y experiencia para enfrentar victoriosamente a los enemigos internos fundamentales de nuestro pueblo, las FFAA contrarrevolucionarias, organización principal de la oligarquía y el imperialismo. EL PUEBLO ARGENTINO ESTA MOVILIZADO Decenas de conflictos en todo el país, ocupaciones de fábrica como la de PASA en San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, huelgas por tiempo indeterminado como Tensa en Vicente López, Prov. de Buenos Aires, concentraciones como la de los trabajadores azucareros en la zona del Río Salí, Tucumán, y en especial el combativo acto de los mecánicos realizado en el Córdoba Sport el martes 23, son expresión de un nuevo y poderoso auge de las masas obreras. La detención del ex SS Eric Breuss, actual Gerente de Acindar y cerebro de la represión antiobrera en Villa Constitución, por un comando del ERP, distintas acciones guerrilleras en todo el país entre las que se cuenta un reparto de azúcar en San José, Villa Carmela y la toma de la fábrica Norwinco en Bella Vista, ambas operaciones de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, muestran paralelamente una intensificación del accionar armado. Utilizando todas las formas de lucha la clase obrera y el pueblo argentino 478

Sus editoriales y escritos estratégicos

responde enérgicamente a los primeros aprestos represivos y se dispone a afrontar a pie firme la nueva escalada represiva. López Rega, Villar, Margaride y demás cabecillas de la represión pronto aprenderán a respetar al pueblo argentino. Han transcurrido 14 meses de gobierno peronista y tal como lo previó nuestro Partido el hábil juego de engaños preparado por la burguesía se ha desmoronado completamente. Se ha clarificado nuevamente el panorama político, los polos principales de la lucha de clases, el proletariado de un lado y la gran burguesía proimperialista con su gobierno del otro, están activamente enfrentados. Las clases intermedias se reacomodan. La llamada burguesía nacional se encolumna masivamente en las filas contrarrevolucionarias, mientras el campesinado pobre permanece fiel al lado del proletariado y la pequeña burguesía urbana tiende poderosamente a reintegrarse con gran dinamismo al campo revolucionario. La lucha de clases argentina se encamina a corto y mediano plazo a grandes enfrentamientos. La furia represiva del gobierno chocará con la decisión combativa de la clase obrera y el pueblo, abriéndose un periodo de importantes combates que pueden incluir insurrecciones parciales. En esta situación el populismo y el reformismo pierden margen de maniobra, quedan en notable inferioridad frente a las concepciones marxistas-leninistas en la importantísima lucha ideológica que está librándose en el campo popular. Las erróneas y divisionistas tesis de apoyar a uno u otro sector burgués, el más “progresista”, caballito de batalla de las posiciones no proletarias en el campo del pueblo, son derrotadas por la movilización obrera y popular que presiona desde las bases por la unidad de acción frente al gobierno burgués proimperialista. En este sentido el acto del SMATA en Córdoba el martes 23, es particularmente demostrativo, ya que en el convergieron prácticamente la totalidad de las corrientes obreras y populares bajo consignas claramente antigubernamentales y combativas. Los débiles intentos populistas y reformistas por volcar el acto hacia una forma de apoyo a sectores del gobierno, fueron explícitamente rechazados por la multitud. Fortalecer y desarrollar el PRT y el ERP, movilizar todas sus fuerzas, luchar activamente por la unidad del campo popular, establecer y estrechar lazos fraternales entre todas las corrientes obreras y populares, polemizar activamente contra las ideas populistas y reformistas dando la lucha ideológica sin cuartel para erradicar estas peligrosas enfermedades, son las tareas principales del momento. Llevarlas adelante con habilidad, efectividad y gran dinamismo, es el deber inmediato de todos los revolucionarios argentinos.

479

Sus editoriales y escritos estratégicos

8. Hacia una Situación Revolucionaria agosto y septiembre de 1974

Editorial de El Combatiente N°129. Miércoles 7 de agosto de 1974 EL PROLETARIADO EN PIE DE LUCHA Mario Roberto Santucho El inicio de la oposición generalizada al gobierno burgués que ha comenzado a materializarse en las últimas semanas, toma desde el principio profundas características de solidez, de consistencia. Porque son el proletariado fabril y el proletariado rural más concentrado los protagonistas fundamentales, los ejes y dirigentes de la movilización en desarrollo. La ocupación de la fábrica San Miguel por los citrícolas tucumanos, el conflicto del SMATA en Córdoba y la imponente manifestación obrera en Villa Constitución han sido los centros fundamentales de la lucha popular, concitando el activo y decidido apoyo del conjunto de la población. En Tucumán, los combativos obreros fabriles y rurales del citrus obtuvieron el inmediato y decidido apoyo del estudiantado que salió a la calle y chocó valientemente con la policía y del conjunto del pueblo de Villa Carmela; en Córdoba la lucha de los mecánicos es rodeada por la activa solidaridad del conjunto del proletariado y el pueblo; en Villa Constitución asimismo amplias capas de la población apoyaron la movilización de los metalúrgicos de Acindar, Metcón y Marathon. Nuestro Partido observa estos hechos pleno de fe, de entusiasmo, de confianza en el futuro revolucionario de nuestra patria. Porque el proletariado movilizado, vertebrando la movilización popular, proporcionará condiciones excepcionales para la consolidación y el desarrollo de las organizaciones revolucionarias; porque el proletariado movilizado impondrá la unidad en el campo popular; porque el proletariado movilizado creará situaciones extremadamente favorables para el máximo despliegue de las inagotables energías de las masas; porque el proletariado movilizado adquirirá rápidamente conciencia revolu481

Mario Roberto Santucho

cionaria; adoptará la todopoderosa ideología marxista-leninista y se convertirá bajo la dirección de su partido proletario, en muro de granito contra el que se estrellarán todos los intentos de los reaccionarios, glorioso enterrador del sistema imperialista-capitalista argentino y esforzado motor y dirigente de la construcción socialista. TRIBUNO POPULAR ASESINADO La desesperada y peligrosa escalada ultra represiva del gobierno ha producido una nueva y sensible baja en el campo del pueblo. Rodolfo Ortega Peña, valiente tribuno popular, fue asesinado fríamente por un grupo parapolicial indudablemente vinculado al partido de gobierno. Los asesinos eligieron para su criminal acción una zona densamente patrullada que la guerrilla siempre ha evitado; la forma en que se movieron allí y la lentitud de la policía en llegar al lugar son claros índices de que la Federal tuvo conocimiento y quizás participación en el bárbaro atentado. Ortega Peña, como peronista revolucionario consecuente, se ganó el reconocimiento de nuestro pueblo y merece un destacado lugar en la historia de la revolución socialista argentina. Consciente de que el avance y el triunfo de nuestra revolución requiere, entre otros aspectos, la unión de los peronistas revolucionarios con los marxistas-leninistas luchó valerosamente desde Militancia, desde el Parlamento en la defensa de los obreros y en la actividad, de todos los días, por unir a esas corrientes en cada enfrentamiento con los explotadores y opresores. Como parte de ese esfuerzo concurrió al VI Congreso del FAS y las balas enemigas lo encontraron en su puesto de combate, organizando con criterios unitarios, el acto del 22 de agosto en homenaje a los Héroes de Trelew. La manifestación que acompañó su féretro chocando con los esbirros del gobierno enarbolaba las banderas de organizaciones revolucionarias marxistas-leninistas y peronistas, en justiciero homenaje al compañero caído. Las actividades y planes represivos continúan creciendo. Atentados a distintos locales políticos, allanamientos en Villa Constitución, represión policial a los citrícolas tucumanos, envío de gendarmería a IKA Renault, proliferación de controles policiales, nuevo reclutamiento para la Policía Federal, intensas reuniones entre los cabecillas del aparato represivo son hechos que se han sucedido los últimos días, confirmando que el gobierno ha iniciado una represión en gran escala. CONGRESO DE BASES

482

Sus editoriales y escritos estratégicos

El auge del proletariado que se extiende y profundiza en todo el país, pone a la orden del día a la necesidad de unificar nacionalmente las luchas, por ahora en el terreno reivindicativo. Está planteada así, como exigencia de la realidad objetiva, la necesidad de convocar a un Congreso de Bases sindicales, tal como propusiera un dirigente de la Federación Gráfica Bonaerense en el acto del 23 de julio organizado por el SMATA y el Movimiento Sindical Combativo de Córdoba. Realizar ese Congreso de Bases, elaborar allí un programa que unifique y movilice al proletariado por sus reivindicaciones más sentidas, al tiempo que es viable tiene hoy día enorme importancia estratégica. Porque precisamente la única posibilidad que tiene el enemigo de mantener y acrecentar la superexplotación, es enfrentando por sectores a la clase obrera, concentrando todas sus fuerzas hoy en un lugar, mañana en el otro. Esto no quiere decir naturalmente que no debemos movilizar localmente esperando el Congreso de Bases. Al contrario, sólo a partir de la movilización local puede llegarse a la unificación nacional. Lo que sostenemos es que es posible, urgente y fundamental convocar ese congreso para unir a los gremios y fábricas que ya están en pie de lucha en todo el país y nuclear en su torno a los más amplios sectores posibles. Se estructurará así una poderosa oposición a la burocracia y al gobierno, tendiente a arrancar a las masas de toda influencia burocrática y burguesa e incorporar la lucha reivindicativa nacional al verdadero proceso revolucionario de liberación nacional y social que vive nuestra patria. Como sabemos de la lucha reivindicativa se pasa con facilidad a la lucha política, y el proletariado en el curso de la movilización se abre a las ideas marxistas-leninistas y su vanguardia tiende a unirse masivamente al Partido Proletario y al Ejército del Pueblo. LA SITUACIÓN EN CÓRDOBA Nuevamente la ciudad de Córdoba es escenario del enfrentamiento principal entre nuestro pueblo, liderado por la clase obrera y los capitalistas con su gobierno y sus fuerzas represivas. Sin embargo, éste no es un enfrentamiento más. Se trata de un combate de consecuencias estratégicas que marcará el comienzo de una nueva etapa de la lucha de los argentinos por la liberación nacional y social. Así lo entienden los protagonistas, que se preparan con seriedad, minuciosamente. Del resultado de este y otros combates iniciales, dependerá el ritmo y los plazos de la situación revolucionaria que se abre. Como dijimos en el editorial de El Combatiente Nº 109: “El hecho de que no debemos esperar un resultado final en los combates venideros, no disminuye 483

Mario Roberto Santucho

en nada su enorme importancia. Porque, si bien no habrá triunfo ni derrota total, el resultado de estos combates determinará las características que adoptará posteriormente el período de generalización de la guerra revolucionaria, es decir, determinará el poderío con que las fuerzas enfrentadas contarán para los enfrentamientos ulteriores”. El proletariado mecánico de Córdoba decidió movilizarse por un justo aumento de salarios, consciente de que rechazar la desmedida explotación es enfrentar el Pacto Social. La patronal, presionada por sus compromisos con la producción vaciló, tendió a ceder en un primer momento, pero respaldada por el gobierno contrarrevolucionario, proimperialista y antipopular, se decidió por el enfrentamiento y montó la provocación del cierre con la ilusión de atemorizar y debilitar al gremio para descabezarlo. Pero la masa mecánica respondió con una firmeza, unidad y combatividad de roca, fiel a sus mejores tradiciones. Hoy la situación es sumamente compleja y en general favorable a la clase obrera. En el campo burgués hay desinteligencias. López Rega, Llambí y Otero que impulsan la represión desde el gobierno, tienen roces con el interventor Brunello. La Gendarmería muestra su disconformidad con el papel represivo que se le hace jugar (sin duda sus mandos recuerdan la detención de Nasif ). En el campo del pueblo la movilización es amplia y entusiasta. Los trabajadores y todo el pueblo cordobés muestran un excelente estado de ánimo y están dispuestos a poner en juego la experiencia adquirida en el Cordobazo y el Viborazo, en los últimos cinco años de lucha antidictatorial y anticapitalista. Si hacemos una comparación con la situación previa al Cordobazo y el Viborazo es evidente que las fuerzas del pueblo son hoy notoriamente más vigorosas. Se creció en experiencia, el sindicalismo clasista es más fuerte por la base aunque se perdió la CGT, nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero han multiplicado varias veces sus efectivos, influencia y recursos. Pero aún hay mucho por mejorar y trabas que superar. La dirección sindical del SMATA, clasista y combativa, ha dado muestras de vacilaciones muy peligrosas, bajo la influencia del oportunismo. Subsisten presiones divisionistas y capituladoras en sectores ligados al gobierno, que defienden desde el campo del pueblo a estos enemigos de los trabajadores. El grado de desarrollo de las fuerzas revolucionarias, especialmente del PRT y el ERP es aún débil. Fundados en el conocimiento de nuestro pueblo estamos convencidos que estas debilidades y trabas son superables y se superarán: la fuerza de las bases superará las presiones oportunistas y divisionistas; la consciencia y decisión de la vanguardia proporcionará nuevos y valiosos recursos en militantes y colaboradores para las organizaciones revolucionarias.

484

Sus editoriales y escritos estratégicos

HACIA EL COMBATE El pueblo argentino marcha decidido al combate. Nuestro Partido y nuestro Ejército, alentados por la formidable movilización de masas, ocupa un puesto de vanguardia pleno de fe y de energía, marcha ordenado y alerta con sus armas políticas, ideológicas y materiales listas, con el fusil, la propaganda y la organización, preparado para intervenir con todas sus fuerzas, enfrentar a pie firme al enemigo y afrontar todos los sacrificios necesarios en el victorioso camino revolucionario.

Editorial de El Combatiente Nº 130. Miércoles 14 de agosto de 1974 LOS COMBATES DE VILLA MARÍA Y CATAMARCA Mario Roberto Santucho Los días 10, 11 y 12 de agosto pasarán a la historia de la guerra popular por la liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo. Esos días se libraron dos importantes combates entre unidades guerrilleras del ERP y fuerzas combinadas del Ejército Contrarrevolucionario y la Policía como parte de la decidida lucha que todo nuestro pueblo lleva adelante, cada día con mayor intensidad contra el régimen capitalista imperialista que explota y oprime a los argentinos, hoy representado por el gobierno peronista burgués y las FFAA contrarrevolucionarias. VILLA MARÍA Coincidiendo con la lucha de los obreros mecánicos cordobeses, la Compañía Decididos de Córdoba del ERP atacó y tomó la fábrica Militar de Explosivos de Villa María defendida por 150 hombres. En destacada acción nuestra unidad dominó todo el cuartel durante tres horas y recuperó para la causa revolucionaria alrededor de dos toneladas de armas y municiones. En uno de los tiroteos que se produjeron durante el combate ante enemigos parapetados cayó herido en el pecho nuestro compañero Ivar Brolo (Manuel). Paralelamente se produjo un enfrentamiento con la policía provincial en un 485

Mario Roberto Santucho

hotel que sirvió de base operativa a la aproximación de nuestra Compañía, en el cual fue herido nuestro compañero César Argañaraz. Posteriormente, próxima a finalizar la retirada uno de nuestros vehículos operativos volcó, a la altura de Alta Gracia, pereciendo accidentalmente nuestro compañero José Luis Buscaroli (Chanchón), y cayendo prisionero, herido, nuestro compañero Manuel Alberto González (Joaquín). Pese a que la presencia de la guerrilla fue detectada inicialmente en el hotel-base y se produjo allí un primer tiroteo, los combatientes del ERP con elevada moral de combate pasaron al ataque del cuartel militar, copando simultáneamente los distintos focos de resistencia. Ya dueños de la situación, los guerrilleros cargaron más de 100 FAL, 2 FAP, 10 ametralladoras Madsen, 4 ametralladoras MAG, 60 metralletas PAM-1 Y PA3, 2 cajones de granadas, varios cajones de munición y otros elementos y se retiraron llevando detenidos al subjefe de la unidad enemiga Mayor Larrabure y al Capitán García. Este último se resistió y fue herido de un disparo de escopeta por lo que fe dejado en la ciudad para su hospitalización. Las patrañas difundidas por la prensa burguesa de que García fue torturado son totalmente diferentes a la realidad. Nuestro pueblo sabe que los guerrilleros no torturan a sus enemigos ni los matan innecesariamente como lo hace el Ejército Contrarrevolucionario y la Policía. Es que los métodos salvajes son patrimonio de los capitalistas que defienden la injusta causa de la explotación y la opresión. Iniciada la retirada, el principal grupo de choque de la Compañía Decididos de Córdoba se dirigió al hotel-base operativa, en el que otro grupo de compañeros afrontaba heroicamente el cerco de fuerzas policiales superiores. Inmediatamente de llegar pasó al ataque y en pocos minutos dominó al grupo de policías recuperando varias metralletas Halcón y pistolas Browning. Anteriormente en el puesto 1 del cuartel nuestros compañeros habían dominado un patrullero que fue a pedir refuerzos. Mientras estaban bajo atención médica en nuestro puesto sanitario fallecieron los compañeros Ivar Brolo y César Argarañaz, heridos de gravedad en el combate. El saldo de esa importante acción, pese a la muerte de tres compañeros valiosísimos y a la detención de Joaquín, fue completamente favorable a la fuerzas revolucionarias que arrasaron con la resistencia enemiga, desarmaron el cuartel, detuvieron a dos de sus jefes y doblegaron la resistencia policial, rindiendo y desarmando más de 10 policías. El Buró Político de nuestro partido ha resuelto proponer al Comité Central la condecoración con la Orden Héroes de Trelew a todos los combatientes que intervinieron en la acción.

486

Sus editoriales y escritos estratégicos

La Compañía Decididos de Córdoba que tomara en marzo1 de 1973 el Batallón 141, acaba de infligir así una nueva gran derrota al Tercer Cuerpo de Ejército contrarrevolucionario. CATAMARCA El ataque al Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada a cargo de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del ERP, resultó en cambio una grave derrota para nuestras fuerzas. Un grupo de compañeros, que aún no hemos podido determinar, han sido muertos después de batirse heroicamente, y otra cantidad han caído prisioneros. Podemos sí poner en conocimiento de nuestro pueblo -con inmenso dolorque son 27 los combatientes de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez que no han regresado aún de la incursión a Catamarca. Entre ellos están Antonio del Carmen Fernández, miembro del Buró Político y el compañero Ibáñez2, miembro del Comité Ejecutivo del PRT. Establecido el campamento-base operativa en las cercanías de la ciudad de Catamarca y mientras se preparaba la unidad para iniciar la marcha de aproximación, dos ciclistas pasaron por el lugar y por un grave error, no fueron detenidos por la guardia del campamento. Alrededor de una hora después llegaron varios patrulleros policiales que sorprendieron al grueso de nuestros combatientes dentro del ómnibus y consiguientemente en inferior posición. Se produjo un primer enfrentamiento en el que murieron nuestros compañeros Carlos Gutiérrez (Ramón) y Vicente (compañero uruguayo de la organización hermana MLN Tupamaros) y fue herido de gravedad nuestro compañero Aníbal Arroyo. Cuando nuestra unidad intensificó el fuego los policías se rindieron. En ese momento por la oscuridad se produjo una desconexión. El mando de la operación ordenó la retirada y la emprendió con el grueso del grupo principal, pero 27 compañeros quedaron aislados en distintos grupos. En su retirada hacia Tucumán el núcleo principal de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez se enfrentó a una “pinza” de la policía catamarqueña la que también fue dominada y despojada de su armamento y vehículos y no tuvo inconvenientes en regresar a su base principal. De los 27 compañeros que quedaron aislados no tenemos 1. La fecha no figura en el Parte de Guerra pero si en “Crónica de la guerra revolucionaria” de Estrella Roja Nº 19, del 3 de abril de 1973; dónde se indica que la toma ocurrió el 19 de febrero de 1973. [nota de esta edición] 2. Se trata del obrero rural santiagueño, el compañero Crecencio Ibáñez más conocido como el Negrito Berra, su nombre de guerra. 487

Mario Roberto Santucho

aún noticias fieles. Sabemos, como sabe todo el pueblo argentino, que muchos de ellos, posiblemente 15 o 16 han muerto heroicamente en combate y que alrededor de 12 están detenidos. El golpe que la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, toda nuestra organización y nuestro pueblo han recibido, es muy duro. Pero la algarabía de la burguesía se vanagloria de haber aniquilado nuestra Compañía de Monte no se corresponde con la realidad. El núcleo central de la unidad, incluida la totalidad de su Estado Mayor, permanece firme en su puesto de combate. Un primer balance provisorio de las dos acciones arroja las siguientes cifras que servirán para formarse una idea más precisa del resultado de los combates: VILLA MARÍA Ejército Revolucionario del Pueblo 3 muertos, un detenido. La unidad conservó todo su armamento y equipo. Capturó más de 100 fusiles, 14 ametralladoras pesadas, más de 60 metralletas, granadas, pistolas, municiones y equipos. Ejército Contrarrevolucionario 1 muerto, ocho heridos, alrededor de 160 detenidos de los cuales un jefe fue alojado en una cárcel del pueblo. Perdieron todo su armamento. CATAMARCA Ejército Revolucionario del Pueblo 27 compañeros entre muertos y detenidos. Se perdió el armamento y equipo de esos 27 compañeros. Se recuperó metralletas y pistolas de más de 10 policías. Ejército Contrarrevolucionario y policía 3 muertos, 13 heridos, alrededor de 14 detenidos. Perdieron todo el armamento de los policías detenidos y 2 vehículos patrulleros Todos los militares y policías detenidos por el ERP fueron puestos en libertad inmediatamente a excepción del Mayor Larrabure. HAN MUERTO REVOLUCIONARIOS ¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

488

Sus editoriales y escritos estratégicos

Tal como ocurrió cuando los hechos de Trelew, nuestra organización, después de la tremenda impresión, del agudo dolor que embargó a cada uno de sus militantes ante la heroica caída de los compañeros, recobra la serenidad, se yergue decidida a continuar con renovados bríos en el cumplimiento de su misión revolucionaria, más sólida y unida que nunca, segura de que la inagotable cantera revolucionaria de la clase obrera y el pueblo argentino destacará sus mejores elementos de vanguardia para cubrir con creces las bajas sufridas. La muerte y la prisión de este numeroso y selecto grupo de revolucionarios proletarios, es tomada por nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero como un agigantamiento de su responsabilidad y compromiso revolucionario, si ello es posible. Nuestra respuesta no puede ser otra que la que sabemos que nuestros queridos compañeros nos exigirán desde la prisión y nos exigirían de continuar vivos: servir a la clase obrera y al pueblo argentino, a su causa revolucionaria, socialista y antiimperialista, con el máximo vigor, con la mayor dedicación, decisión y eficacias posibles. Por ello es que el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Ejército Revolucionario del Pueblo honrando la gloriosa memoria de los héroes populares Ivar Brolo, César Argarañaz, José Luis Buscaroli, Carlos Gutiérrez, Vicente el Tupa, y los demás compañeros caídos en combate, cuyos nombres no conocemos aún, desplegará sin vacilación la victoriosa bandera de la guerra popular revolucionaria por la liberación nacional y el socialismo. HÉROES DEL PUEBLO CAÍDO EN CATAMARCA Y VILLA MARÍA ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

Editorial de El Combatiente N° 131. Miércoles 21 de agosto de 1974 ANTONIO FERNÁNDEZ REVOLUCIONARIO PROLETARIO Mario Roberto Santucho Con inmenso dolor tenemos que informar a nuestro pueblo que Antonio Enrique del Carmen Fernández, miembro del Buró Político del PRT, cayó combatiendo heroicamente en los enfrentamientos de Capilla del Rosario, Provincia de Catamarca. 489

Mario Roberto Santucho

La pérdida que constituye su caída para el proletariado revolucionario, para nuestro Partido y para la revolución socialista argentina es inconmensurable. Antonio Fernández por su origen de clase, sus formidables cualidades y su larga experiencia en el Partido es uno de los pilares fundamentales en la edificación del PRT, del ERP, de nuestra dirección. En homenaje a su insigne memoria, dedicamos esta editorial para hacer conocer a nuestro pueblo, a grandes rasgos, su brillante trayectoria, luminoso ejemplo revolucionario. ACTIVISTA OBRERO Antonio nació y se crió en Tucumán, en el Ingenio San José. Hijo único, trabajó desde chico para ayudar a su madre, doña Lucía, con quién afrontó todas las dificultades de las familias humildes en la sociedad capitalista. Tuvo que dejar la escuela en 2° grado, apremiado por la necesidad, y ya mayor de edad consiguió trabajo permanente en la fábrica azucarera Ing. San José. Durante varios años fue un trabajador más, cuya preocupación principal era el sostenimiento de su hogar, de su madre, hasta que en 1961 fue conmovido por una oleada de huelgas azucareras. Ello despertó en él interés por las cuestiones sindicales y políticas, y en 1964 fue uno de los iniciadores de la lucha por la recuperación del sindicato de Obreros de Fábrica y Surco del Ingenio San José. Ese año la fábrica fue ocupada más de diez veces, primero por el reconocimiento de la nueva comisión, después por distintos problemas reivindicativos. Era un período de crisis de la industria azucarera, donde las empresas, respondiendo a un plan de concentración monopolista, lanzaban toda clase de provocaciones contra los trabajadores y cañeros, principalmente el atraso de los magros jornales obreros. EN EL PARTIDO Al mismo tiempo que se inició en la lucha sindical, el Negrito Fernández, como parte de un grupo de compañeros de la fábrica, tomó contacto con nuestro Partido, en aquella época en período de formación bajo la denominación FRIP-Palabra Obrera, por el nombre de los grupos originarios. Desde su primer contacto con el marxismo-leninismo, desde los primeros cursos de iniciación política, abrazó con pasión la ideología de su clase, comprendió la necesidad de la revolución socialista y se hizo cargo de su responsabilidad como obrero de vanguardia, destacándose en la célula que se comenzó a formar por su rápida y clara asimilación de los aspectos esenciales de la teoría revolucionaria y por su actitud innata a convertirla a diario en acción. Desde entonces, pese a 490

Sus editoriales y escritos estratégicos

que tenía grandes dificultades para leer, se dedicó con fervor al estudio de los clásicos, principalmente Marx y Lenin, costumbre que mantuvo con constancia en toda su vida de militante. Se puede afirmar que el Negrito aprendió a leer por su propia cuenta con los textos marxistas, ayudándose pacientemente con un diccionario. 1965 y 1966 fueron años de vigorosas luchas proletarias. Las movilizaciones de los obreros azucareros tomaron importancia nacional. El programa y los planes de lucha de FOTIA estimularon a las masas en todo el país y fueron motivo de preocupación para la burguesía proimperialista. Antonio Fernández, Secretario Adjunto del Sindicato de San José, y miembro del Secretariado de la Regional Tucumán del PRT (fundado en marzo3 de 1965), fue activo factor en esas enérgicas luchas. Ocupaciones fe fábrica con rehenes, concentraciones y manifestaciones callejeras, acciones armadas, choques con la policía, elecciones de diputados obreros, unidad obrero campesina, unidad obrero estudiantil, Congresos de Delegados Seccionales de FOTIA, Asambleas Populares de la provincia, liberación de detenidos, se sucedieron y entremezclaron en esos años de complejas experiencias. El golpe militar de Onganía tuvo entre sus motivos principales la preocupación de los explotadores por el auge de las movilizaciones obreras y populares en el Norte argentino, con epicentro en Tucumán. En el fragor de esa batalla que terminó aplastada por la bota militar en los primeros meses de 1967, se formó como revolucionario Antonio del Carmen Fernández. El cierre de 10 ingenios azucareros en Tucumán, entre ellos San José, dejó sin trabajo al Negrito, en el marco de un retroceso general de la lucha proletaria y popular derrotada por la “revolución argentina”. El Partido aprovechó para enviarlo a Cuba Socialista, donde recibió instrucción militar y permaneció alrededor de ocho meses, como parte de un plan general de la organización de preparación para la lucha armada. Su breve experiencia había enseñado a nuestro joven Partido que sólo por el camino de las armas es posible el triunfo de la revolución antiimperialista y socialista argentina. LA CONSTRUCCIÓN DEL ERP A su regreso de Cuba, Antonio Fernández se encontró con una profunda crisis en el Partido. La lucha de clases había estallado en el PRT como consecuencia de la resistencia de sectores pequeño-burgueses, mayoritarios en la dirección nacional, a cumplir con la resolución de tomar las armas. Sin aso3. 25 de mayo de 1965. [nota de esta edición] 491

Mario Roberto Santucho

mo de dudas, Antonio intervino de lleno, recorrió distintas provincias convenciendo y estimulando a los compañeros, y resultó factor primordial en la correcta solución de ese problema. El V Congreso del PRT (1970), que puso punto final a la crisis interna con el desplazamiento del 75 % de la dirección nacional, lo eligió para el nuevo Comité Central, encargado -entre otras cuestiones- de dirigir la puesta en práctica de la resolución de construir el ERP. Después del V Congreso el Negrito volvió a Tucumán integrando la dirección de la Regional y participando asimismo en las actividades del Comité Central, desde donde jugó un insustituible papel en el proceso de proletarización que vivía nuestro Partido. La adopción de correctos criterios proletarios de construcción, la elaboración de una línea de masas, fundamentales avances de nuestro Partido en ese período, se deben en gran parte a sus constantes aportes. A fines de 1971 fue detenido, herido en una pierna durante un allanamiento y permaneció en prisión hasta el 25 de mayo de 1973. Su conducta en la cárcel fue ejemplar y le sirvió como a la gran mayoría de los prisioneros, para consolidarse ideológicamente. En las últimas semanas confiaba ciegamente en que la movilización de masas liberaría a todos los combatientes y se encargó de transmitir esa confianza a los compañeros que se encontraban con él. DESPUÉS DEL 25 DE MAYO Reintegrado a su puesto de lucha, fue designado para integrar el Comité Ejecutivo y el Buró Político del Partido. Después de una breve visita a Cuba como delegado de nuestro Partido al 20° aniversario del asalto al Cuartel Moncada, oportunidad en que saludó personalmente a Fidel Castro, Raúl Castro, Osvaldo Dorticós y otros altos dirigentes de la revolución, se dedicó de lleno a las tareas del Buró tomando la responsabilidad del Frente Sindical. Nuevamente en esta ocasión jugó un papel fundamental en la reorientación del Partido hacia las masas impregnando a su frente a las Regionales y Zonas -que visitó constantemente de acuerdo a su estilo de trabajo- del espíritu de ir hacia las masas, de confiar en las masas, de aprender de las masas, de recurrir siempre a las masas para solucionar los problemas de construcción revolucionaria. A principios de 1974 fue designado para la formación de la primera Compañía de Monte del ERP. Con esta nueva responsabilidad, Antonio Fernández volvió a Tucumán. Participó del período de instrucción de la nueva unidad integrando su Estado Mayor, hasta la toma de Acheral, y en razón de contar ya la Compañía de Monte con un eficaz núcleo de cuadros, volvió a la 492

Sus editoriales y escritos estratégicos

ciudad de Tucumán, al Secretariado Regional, en momentos de una notable intensificación del auge de masas. En estas circunstancias se resolvió su participación en la acción de Catamarca y marchó al combate con su decisión característica. Al producirse los primeros enfrentamientos con la policía quedó aislado en territorio enemigo con otros 26 compañeros de los cuales tres regresaron la semana pasada. No sabemos aún en forma directa cuáles fueron los detalles de los últimos choques. Solo sabemos que Antonio quedó con un grupo de 15 a 20 compañeros que fueron los protagonistas de los furiosos combates conocidos públicamente. De los 27 compañeros aislados tres lograron llegar a Tucumán, algunas fueron detenidos en la ciudad de Catamarca y el resto es el grupo que quedó con el Negrito, cuyo cadáver fue identificado por familiares. VIVIRÁ ETERNAMENTE EN SU PARTIDO El PRT que él contribuyó decisivamente a forjar, lo pierde como dirigente al transformarlo en bandera y en modelo, en el momento de iniciar un nuevo período en su historia, en el momento de pasar a una etapa superior. En las crecientes responsabilidades que le esperan, nuestro Partido se esforzará cada vez más por consolidar el estilo que el Negrito principalmente le imprimió con el sello de sus grandes virtudes, expresiva síntesis de las virtudes de la clase obrera. Total entrega a la revolución, absoluta fidelidad al proletariado y al pueblo, total confianza en las masas, completa lealtad a su Partido y clara comprensión de que sin él no es posible servir fielmente a la revolución, elevada moral de combate y firmísima determinación de vencer. Eterno en el recuerdo de su Partido, en el corazón y en la memoria de su pueblo, todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo lo tendremos siempre presente entre nosotros enseñándonos, controlándonos, alentándonos. Cuando él vivía -ante el surgimiento de un obrero de fábrica de grandes cualidades revolucionarias- acostumbrábamos a decir para definirlo: “es como el Negrito”. Hoy, debemos decir que una de nuestras mayores satisfacciones será encontrarnos con esa clase de compañeros, porque veremos en ellos la garantía de que las tradiciones proletarias de nuestro Partido nunca se perderán y que en consecuencia el PRT sabrá llevar al triunfo en nuestra Patria la revolución socialista por la que el Negrito luchó y murió. ¡Gloria a Antonio Fernández, Revolucionario Proletario Héroe de la Revolución Socialista! 493

Mario Roberto Santucho

Editorial de El Combatiente N°132. Miércoles 28 de agosto de 1974 CAMBIOS EN LA DISPOSICIÓN DE FUERZAS Mario Roberto Santucho Distintas manifestaciones de la decisión de lucha de nuestro pueblo, principalmente las acciones guerrilleras de Villa María y Catamarca, han significado un rudo golpe a los planes de la burguesía, particularmente a los planes del ejército contrarrevolucionario. Contrariamente a sus intenciones de mantenerse al margen de la represión desatada por la camarilla de López Rega, para preparar minuciosamente un nuevo golpe o autogolpe militar peruanista, el ejército opresor se vio involucrado en los combates encabezando las fuerzas combinadas de la represión, junto a la Policía Federal y a las policías provinciales. Particularmente el gran operativo montado por el Ejército en los Departamentos de Famaillá, Monteros y Tafí de la Provincia de Tucumán, comprometió políticamente a las FFAA enemigas en una medida que sus planes peruanistas han sufrido y sufrirán considerable deterioro, aun antes de iniciarse su aplicación. Ello porque esa aparatosa movilización militar con alrededor de 4.000 hombres en persecución de nuestra Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez está a punto de terminar con un nuevo fracaso debido a la consolidación de nuestra Compañía en esa zona, al sólido apoyo de la población. La bárbara represión gubernamental desatada hace unas semanas, confrontada con la lucha armada y no armada del pueblo argentino, comienza a producir cambios en la disposición de fuerzas. En el campo enemigo, el gobierno va perdiendo puntos de apoyo; por una parte sectores populares que tienden a pasar a una oposición combativa, por otra corrientes políticas que toman distancias, que se apartan del gobierno peronista. Estos importantes cambios que se insinúan son un síntoma más en la evolución de la política nacional antesala de una nueva situación en nuestra patria, del comienzo de una situación revolucionaria. No debemos esperar desenlaces inmediatos. Es necesario sí movilizar todas las fuerzas posibles hacia una nueva alineación de fuerzas en torno a agudos enfrentamientos entre nuestro pueblo y las fuerzas represivas policiales y militares del gobierno peronista burgués.

494

Sus editoriales y escritos estratégicos

CÓRDOBA Y TUCUMÁN Estas dos provincias de ejemplar tradición combativa son nuevamente teatro principal de la gran batalla que ha comenzado a librarse. La situación en Córdoba vuelve a colocarse al rojo vivo, después de un breve enfriamiento provocado por la vacilación e inconsistencia de la dirección clasista del SMATA. Políticamente desarmado por su errónea caracterización del actual gobierno contrarrevolucionario, el sector hegemónico de la Comisión Ejecutiva del SMATA no se decidió a organizar la lucha del gremio, con graves consecuencias. Actuando con decisión, el enemigo logró dar importantes pasos en dirección al aplastamiento de la movilización iniciada, entre ellos la expulsión de los dirigentes clasistas y la intervención al Sindicato. Pero en esas circunstancias afloró la combatividad de los trabajadores mecánicos que con el activo apoyo del estudiantado salieron en manifestación para defender su sindicato. Fue el momento en que los explotadores y opresores lanzaron una brutal represión baleando a mansalva la manifestación con un grave saldo de heridos. La respuesta obrera no se hizo esperar: al día siguiente un Comando de FAP ajustició al Gerente Goya de Ika-Renault, empresa imperialista que acaudilla junto con el gobierno la represión antiobrera y grupos de manifestantes chocaron con la policía, levantando barricadas en su esfuerzo por concretar el acto llamado por el Movimiento Sindical Combativo y reprimido por fuertes contingentes policiales. Después de estos hechos una nueva etapa se abre en la lucha inmediata de los obreros mecánicos y de todo el pueblo cordobés. Ante ella es útil recordar el precepto marxista de que ante duros enfrentamientos de clase, la vanguardia que rehúye y se retira sin luchar muere políticamente ante las masas y que en cambio la vanguardia que se coloca en la primera fila de combate y se juega hasta las últimas consecuencias gana la confianza de las masas, y aún si fuera derrotada en esa lucha, resurgirá con fuerza renovada. Paralelamente en Tucumán, se viven momentos de tensión. La infructuosa ocupación militar-policial de tres Departamentos en búsqueda de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del ERP está causando honda impresión y expectativa en la masa de la población. El proletariado azucarero a su vez pugna por movilizarse, sin conseguirlo aún debido a las hábiles trabas con que la burocracia Santillanista confunde y desvía constantemente.

495

Mario Roberto Santucho

IMPULSAR TODAS LAS FORMAS DE LUCHA Ante nuestros ojos se está desarrollando ya la primera gran batalla, en todo el país conscientes que estos primeros combates deben dar inicio a una acelerada acumulación de fuerzas en el campo popular y revolucionario. Es necesario movilizar todas las fuerzas, conscientes que el resultado de estos combates iniciales tendrán influencia estratégica en las características y ritmos de la situación revolucionaria. El enemigo no ha logrado concluir sus preparativos represivos. Se lanza a la batalla con su brutalidad característica, pero no de acuerdo a sus planes. Como lo demuestra la arbitraria clausura del diario Noticias y la rapidez con que el gobierno se vuelca a “garantizar” la seguridad de las empresas y empresarios extranjeros, la línea gubernamental, peligrosa por su barbarie, carecerá de flexibilidad y eficacia. En el campo del pueblo es fundamental movilizar con energía e inteligencia, incorporando a la lucha a los más amplios sectores posibles. A la par de dinamizar la actividad política y militar de la vanguardia y las masas, es necesario actuar con planes y programas precisos que hagan posible aislar al enemigo: el gobierno contrarrevolucionario, las grandes empresas y las fuerzas represivas y golpearlo duramente con la lucha pacífica y violenta, armada y no armada, con todos los recursos de la movilización obrera y popular, proporcionando un puesto de combate a las más amplias capas populares. El clarín del proletariado convoca a la lucha a todo el pueblo argentino. Cada militante, cada combatiente, cada activista y colaborador debe acudir con decisión a cubrir sus responsabilidades. Frente a la bárbara burguesía, a su gobierno y sus fuerzas represivas se alzaran en todo el país decenas de miles de pechos y brazos obreros y populares para librar con valentía los primeros combates. Aún nuestra fuerza, nuestras armas y nuestra experiencia son limitadas. Pero es la imponente vanguardia de un poderoso pueblo que se ha puesto en marcha hacia su liberación definitiva. Las decenas de miles de luchadores de hoy, que salen al combate con escasas armas, abrirán paso a los centenares de miles de argentinos que mañana poderosamente armados y dueños de una rica experiencia, bajo la dirección del proletariado y su partido, liberaran a nuestra patria del yugo extranjero y erigirán un venturoso porvenir socialista.

496

Sus editoriales y escritos estratégicos

Ediciones El Combatiente, 23 de agosto de 1974 PODER BURGUÉS Y PODER REVOLUCIONARIO4 Mario Roberto Santucho EL PODER DE LA BURGUESÍA La clase obrera y el pueblo argentino han vivido los últimos años riquísimas experiencias políticas que entroncan en la historia de nuestra lucha de clases, y aclaran cristalinamente cuestiones vitales para los intereses nacionales y sociales de las masas trabajadoras argentinas. Reflexionar sobre estas experiencias, observar el comportamiento de las clases enfrentadas, comprender en profundidad las particularidades de nuestra revolución y extraer las conclusiones para guiar la acción correctamente, es una apremiante responsabilidad de los obreros conscientes, de los sectores progresistas y revolucionarios en general, de nuestras más amplias masas trabajadoras. En el presente folleto intentaremos un sintético análisis de ciertos procesos centrales de nuestra reciente historia política, con el ánimo de contribuir a su comprensión, de aventar la espesa niebla del diversionismo ideológico esparcido por la burguesía y la pequeño-burguesía para ocultar esos aspectos fundamentales, para confundir al pueblo y desviar su lucha. Después del período de estabilidad capitalista posibilitado por la situación económica internacional vigente durante la Segunda Guerra Mundial, período que finalizó aproximadamente en 1952, las clases dominantes argentinas, acosadas por la persistente y enérgica lucha popular, han utilizado reiteradamente, por turno, dos formas fundamentales de dominación burguesa: la república parlamentaria y el bonapartismo militar. Es sabido que en la sociedad capitalista una minoría privilegiada de explotadores y burócratas ejerce su dominación de clase sobre la inmensa mayoría del pueblo. Es sabido que en el gobierno se turnan ciertos políticos y ciertos mili4. Poder burgués y poder revolucionario se utilizó como informe político del Secretario General a la reunión del Comité Central partidario de principios de septiembre de 1974. Del mismo se desprendieron “Las tareas centrales del Partido”. Informe y tareas fueron aprobados como resoluciones del CC. Estas fueron publicadas en las Páginas Centrales de El Combatiente Nº 134 y como apéndice de la segunda e inmediata edición de Poder y Poder. [nota de esta edición] 497

Mario Roberto Santucho

tares, ligados todos de una u otra manera a las grandes empresas, a la oligarquía terrateniente y al imperialismo y ellos mismos grandes empresarios y oligarcas proimperialistas; Frigerio, Alsogaray, Krieger Vasena, Salimei, Lanusse, Gelbard, son algunos entre otros muchos ejemplos. ¿Cómo hacen los burgueses para mantener el control político, es decir, la dictadura de la burguesía? ¿Cómo se las ingenian para impedir que las clases trabajadoras, que son mayoritarias, lleguen al gobierno? Se sirven de dos sistemas principales, el parlamentarismo y el bonapartismo militar. Ambos sistemas utilizan combinadamente el engaño y la fuerza para mantener la hegemonía de la burguesía. Cuando uno de los sistemas se ha desgastado y las masas muestran de mil formas su activo descontento, los capitalistas, oligarcas e imperialistas recurren hábilmente al otro sistema. El parlamentarismo es una forma enmascarada de dictadura burguesa. Se basa en la organización de partidos políticos y en el sufragio universal. Aparentemente todo el pueblo elige sus gobernantes. Pero en realidad no es así, porque como todos sabemos las candidaturas son determinadas por el poder del dinero. Como decía Lenin5: “Decidir una vez cada tantos años qué miembro de las clases dominantes han de reprimir y aplastar al pueblo a través del parlamento; tal es la verdadera esencia del parlamentarismo burgués”6. Este carácter fraudulento, engañoso, de toda elección y de todo parlamento no quita que la clase obrera deba ingeniarse para dar pasos de avance revolucionario en determinados procesos electorales, no quita que la clase obrera deba ingeniarse para intentar utilizar el parlamento con fines revolucionarios. Una política revolucionaria debe saber utilizar todo tipo de armas, incluso aquellas que han sido creadas y son usadas con ventaja por la burguesía como el parlamentarismo, para avanzar en la propagandización de las ideas revolucionarias, para avanzar en la movilización de masas, para introducir la crisis, la división y la desorientación en las filas enemigas. Pero un grave error sería creer que a través de elecciones es posible encontrar algún tipo de soluciones a los problemas de fondo de la clase obrera, del 5. Vladimir Ilich Úlianov (Lenin) nació el 22 de abril de 1870 en la ciudad de Simbirsk. Fue el fundador del Partido Bolchevique ruso. Bajo su dirección este Partido se convirtió en la dirección de la vanguardia rusa y acaudilló al conjunto del proletariado y al pueblo en la gran Revolución de Octubre, que transformó a Rusia en el primer estado socialista del mundo. Magistral conductor de la revolución rusa, es merecidamente considerado el líder del proletariado mundial, fue un ardiente internacionalista: la importancia que daba a esta cuestión, lo llevó a crear la Internacional Comunista luego de la bancarrota de la Segunda Internacional. Murió el 21 de enero de 1924. 6. V.I. Lenin, “El Estado y la Revolución”. Obras completas, Tomo 24, página 56, Edit. Cartago. 498

Sus editoriales y escritos estratégicos

pueblo y de nuestra patria. La burguesía proimperialista argentina desgraciadamente ha conseguido varias veces despertar esperanzas en nuestro pueblo sobre la posibilidad de producir importantes cambios mediante un proceso electoral. En los países capitalistas relativamente estables como EE.UU., Inglaterra, Alemania, etc., la burguesía mantiene su dominación por la vía parlamentaria. En cambio en países capitalistas de gran inestabilidad económico-social, como la Argentina actual, la burguesía debe recurrir constantemente a recambios. El bonapartismo militar, la otra forma de dictadura burguesa, muy utilizada por los explotadores argentinos, consiste en asentar abiertamente el gobierno sobre las fuerzas armadas, a quienes se presenta como salvadoras de la nación, encargadas de poner orden, de mediar entre las distintas clases que han llegado a un enfrentamiento agudo; encargadas de imponer la conciliación entre las clases enfrentadas sin beneficiar particularmente a ninguna de ellas, de imponer el “justo medio” en los intereses contrapuestos. El bonapartismo militar que ha surgido en nuestro país de golpes militares relativamente incruentos ha sido presentado con habilidad como intervenciones de las FF.AA., destinadas a terminar con la corrupción y la injusticia, destinadas a solucionar los problemas del pueblo y a sanear la vida económico-social de la nación. El exitoso golpe militar del 4 de junio de 1943, coincidente con la coyuntura económica internacional extremadamente favorable, producto de la Guerra Mundial, abrió un período de prosperidad y estabilidad capitalista que permitió importantes concesiones a las masas y sirvió magníficamente a la burguesía para infundir falsas esperanzas en los militares, para difundir entre las masas la teoría contrarrevolucionaria de la fusión pueblo-ejército como fórmula para la revolución nacional antiimperialista y popular. La realidad es que el bonapartismo militar ha sido el sistema más beneficioso para la burguesía y el imperialismo y más perjudicial a los intereses populares y de la nación. Naturalmente, que entre estos dos sistemas no hay una muralla infranqueable, que ambas formas de dictadura capitalista se entrecruzan y se combinan y que a veces el paso de una a otra se ha dado en forma gradual. La primera experiencia peronista nacida de un golpe de estado típicamente bonapartista, con la importante característica especial de apoyarse no sólo en las FF.AA., sino también en amplias masas obreras en proceso de sindicalización, pasó gradualmente a formas parlamentarias en el curso de la primera presidencia de Perón. A partir de 1952, la crisis económico-social comenzó a manifestarse en forma aguda llevando al agotamiento el intento justicialista. La burguesía exigió mayores sacrificios de las masas, exigió al gobierno que ampliara los márgenes de explotación capitalista eliminando las concesiones de la época de bonanzas, y aunque el gobierno intentó satisfacer esas demandas un fuerte sector militar 499

Mario Roberto Santucho

se impacientó, consideró débil e ineficiente al gobierno peronista, y protagonizó el golpe de estado de 1955. La dictadura “Libertadora” encontró en las masas enorme resistencia armada y no armada, concretada en grandes huelgas obreras y en un incipiente y masivo accionar armado urbano. Resistencia muy difícil de vencer militarmente que llevó a la necesidad de dar paso nuevamente al parlamentarismo en 1957, previo acuerdo de la dictadura con los políticos burgueses que habrían de sucederle, para exterminar en conjunto la resistencia popular. Así subió Frondizi agitando mentirosamente un programa progresista que engañó a amplios sectores de masas, y que naturalmente no cumplió en lo más mínimo desde el gobierno. Pero nuevamente la presión de las masas fue muy grande. Saliendo rápidamente de la confusión nuestro pueblo intensificó la lucha reivindicativa y política, enfrentó activamente los planes capitalistas de superexplotación, continuó el accionar armado y urbano y agregó una intentona rural, que fue derrotada al no llegar a constituir sólidas unidades, y desbarató el plan frondicista de estabilización política en las elecciones a gobernadores de marzo de 1962 imponiendo en Buenos Aires un gobernador obrero (Framini) que aunque no era revolucionario, resultaba inaceptable para la burguesía en esos momentos. Nuevamente la burguesía se alarmó. Ante la crisis, consideró que el frondicismo era incapaz de contener a las masas, y se lanzó -con Guido- a un nuevo intento bonapartista completamente inconsistente por la ausencia de líderes y de organización en las fuerzas armadas. Esta debilidad de los militares los obligó a ceder nuevamente terreno al parlamentarismo y se concretaron las elecciones presidenciales de 1964 que llevaron al poder al radicalismo de Illía. La continuidad e intensificación de la movilización política y reivindicativa de nuestro pueblo, particularmente de la clase obrera, quitó todo margen de maniobra a este gobierno populista, deseoso de hacer algunas concesiones a las masas y dispuesto a dar tímidos pasos progresistas, pero sin herir e irritar a las clases dominantes, cuestión a todas luces irrealizable en las condiciones de profunda crisis económica en que se debatía el país. Ante exigencias de los militares Illia terminó lanzando la represión, sin conformarlos y sin lograr evitar un nuevo golpe bonapartista. Esta vez los militares habían realizado previamente una profunda reorganización política de la FF.AA. que las consolidó como el principal partido político de la burguesía. Bajo el liderazgo de Onganía apoyado unánimemente por la burguesía, incluido el peronismo y la burocracia sindical, las FF.AA. contrarrevolucionarias presentaron un ambicioso plan “revolucionario” destinado a restituir el orden, aplastar las luchas obreras, garantizar grandes ganancias a las empresas monopolistas y avanzar así a una trascendente modernización de la 500

Sus editoriales y escritos estratégicos

estructura capitalista que lograra estabilidad y desarrollo. LA DICTADURA DE ONGANÍA El golpe militar de Onganía tuvo una particularidad que es muy importante señalar. Fue esencialmente un golpe preventivo, dirigido a cortar en su raíz el vigoroso surgimiento de nuevas fuerzas revolucionarias. Las luchas del proletariado argentino habían alcanzado un elevado nivel. Varios paros generales, miles de ocupaciones de fábricas, constantes manifestaciones callejeras y un nuevo intento guerrillero rural que, aunque fracasado rápidamente fue visto con gran simpatía por el pueblo. Temeroso ante el auge de la lucha de masas y los avances logrados en la conciencia y organización populares, el Partido Militar suprimió todas las libertades democráticas, dictó una bárbara ley anticomunista, lanzó violenta represión contra toda movilización obrera y popular ilegalizando sindicatos, encarcelando dirigentes y activistas, ordenando hacer fuego contra ciertas manifestaciones callejeras. Santiago Pampillón e Hilda Guerrero de Molina fueron los primeros mártires del pueblo caídos bajo las balas asesinas de la Dictadura. Aunque las masas reaccionaron inmediatamente y resistieron activamente las principales medidas antipopulares iniciales de la Dictadura, el enemigo logró victorias tácticas aplastando con métodos de guerra civil las principales huelgas de los primeros meses (estudiantes, azucareros, portuarios). Debido a ello, declinó la movilización de masas a lo largo de 1967 y 1968. Pero este relativo paréntesis de la lucha popular fue llenado por profundos cambios en la mente y el corazón de nuestro pueblo. Ante la barbarie militar y el estado de indefensión popular, comenzó a cundir entre los argentinos el convencimiento de que a la violencia de los explotadores y opresores había que oponer la justa violencia popular. Este trascendental avance ideológico fue fecundado por la epopeya del Comandante Guevara, vivida como propia por amplios sectores de nuestro pueblo. Abrumado por la opresión y la explotación y en proceso de despertar político e ideológico, el pueblo argentino acumuló odio a la Dictadura, decisión de luchar con nuevos métodos más contundentes. Todas estas energías contenidas estallaron a lo largo y a lo ancho del país, en una inmensa movilización de masas sin precedentes en nuestra patria, iniciada en Corrientes en mayo del ’69 como respuesta al asesinato del estudiante Cabral. Córdoba, Tucumán, Salta, Rosario, las principales ciudades del país, fueron conmovidas entre mayo y setiembre de 1969 por formidables movilizaciones antidictatoriales de las masas. Fue el principio del fin del Onganiato. La Dictadura Militar quedó herida de muerte por las movilizaciones del ’69. En junio de 1970 Onganía fue 501

Mario Roberto Santucho

destituido y reemplazado por Levingston. La lucha popular se intensificó; surgió impetuosa la guerrilla urbana, y el virrey Levingston cayó del gobierno tan bruscamente como había ascendido. A partir del Cordobazo, a partir de mayo de 1969, la lucha antidictatorial del pueblo argentino adquirió considerable fuerza y efectividad. La aparición de la guerrilla urbana en la lucha de clases argentina, como fuerza organizada y efectiva, capaz de golpear con dureza al régimen y sus personeros, dio una nueva tónica a la lucha popular. Comenzó a abrir una estrecha senda hacia el poder obrero y popular, a mostrar la posibilidad de encontrar un camino para escapar al enmarañado cerco construido por la burguesía con engaños y violencias, en el que las clases dominantes han mantenido encerrado a nuestro pueblo durante decenas de años. La llama de la guerra popular como estrategia para la toma del poder, como camino de la revolución nacional y social de los argentinos fue encendida en este período, y aunque débilmente, comenzó a arder ya sin interrupciones. Por primera vez una posibilidad auténtica de avanzar hacia la solución de los gravísimos problemas de nuestra patria y de nuestro pueblo, se presentó ante los ojos de los trabajadores argentinos. Ello llenó de entusiasmo y confianza a las masas y el auge de la lucha popular adquirió una profundidad y firmeza nunca vistas, ante el pánico de la burguesía. Fue entonces que el partido militar decidió retirarse en orden del escenario político. Al borde de la desesperación los militares colocaron a su mejor hombre en la Presidencia. Lanusse estableció contactos inmediatamente con los políticos burgueses, en primer lugar con radicales y peronistas, y con su asesoramiento, a través de Mor Roig, planificó una hábil estrategia defensiva para retirarse convocando en abril de 1971 al Gran Acuerdo Nacional de la burguesía. Decía nuestro Partido en abril de 1971: “El golpe militar que destituyó a Levingston señala los últimos pasos de la Dictadura Militar. La aventura emprendida en 1966 por los militares llega a su término en medio de la más profunda crisis. En el transcurso de los casi cinco años que lleva, el gobierno militar ha sido incapaz de estabilizar la economía burguesa y sus medidas promonopolistas le han valido no sólo el odio de los trabajadores y el pueblo, sino también constantes roces con otros sectores de la burguesía. El estallido popular de Córdoba fue el golpe de gracia para la deteriorada imagen de la Dictadura. La movilización obrera y popular del 15 de marzo tuvo como características especiales la inocultable simpatía demostrada por las masas hacia los movimientos armados, la existencia de direcciones clasistas en importantes gremios, el desprestigio de la burocracia y su evidente incapacidad para canalizar la protesta popular por caminos pacíficos. La creciente actividad de la vanguardia armada, que empalmó en ese proceso, donde las masas tomaron como suyos sus 502

Sus editoriales y escritos estratégicos

emblemas, fue otra característica, tal vez la más importante del segundo cordobazo. La posibilidad de la concreción en un futuro inmediato de un vuelco masivo del proletariado a la guerra revolucionaria, liderada por esa vanguardia forzaron a las FF.AA. a dar el golpe que liquidara la política de Levingston, simple continuación de la de Onganía, para intentar una nueva salida. Este golpe de timón de la Dictadura Militar ahora materializada en la figura de Lanusse, es un retroceso de parte de la misma. Jaqueada por las explosivas protestas masivas de la clase obrera y el pueblo y por el desarrollo de la guerra revolucionaria, la Dictadura se repliega y comienza a hacer concesiones. Con ello se abre un nuevo panorama en el proceso de las luchas populares”7. “Conscientes de la gravedad de la crisis del capitalismo argentino, temerosos ante la enérgica reacción popular y el surgimiento de organizaciones guerrilleras íntimamente unidas a las masas, la camarilla militar gobernante recurrió al GAN, a una propuesta de acuerdo con los distintos partidos políticos burgueses y pequeño-burgueses, para asentar en esta base social amplia, su política contrarrevolucionaria de represión brutal a los brotes guerrilleros y a la vanguardia clasista, elementos principales de la guerra popular de larga duración iniciado en nuestra patria”. “La camarilla de Lanusse comprende que para que esa maniobra cuaje, necesita de la participación, del apoyo de todos los sectores con arraigo popular, principalmente el peronismo. De ahí los coqueteos con la Hora del Pueblo y el ofrecimiento a Perón de permitir su retorno, devolver el cadáver de Evita y otras concesiones con las que pretenden llegar a un acuerdo, incorporar al peronismo a su política contrarrevolucionaria”. “El Gral. Perón manifiesta que no se prestará a las maniobras dictatoriales, pero al mismo tiempo, en los hechos, con el apoyo abierto brindado al paladinismo y a Rucci, a la Hora del Pueblo y a la burocracia sindical traidora, entra en esa maniobra, favorece objetivamente los planes de la dictadura, contribuyendo a confundir a amplios sectores populares que, hartos de los militares, están dispuestos a aceptar un nuevo gobierno parlamentario burgués, el retorno a escena de los politiqueros que hace 5 años repudiara masivamente”8. En definitiva el GAN, como se demostró posteriormente, fue una hábil maniobra de la burguesía para contener con el engaño el formidable avance revolucionario de nuestro pueblo, engaño que consistió en un nuevo retorno al régimen parlamentario, esta vez bajo el signo peronista, mediante un proceso electoral completamente controlado por las clases dominantes. El plan burgués fue una vez más tácticamente exitoso y logró despertar nuevas esperanzas en las masas hacia una salida parlamentaria. Pero ello no le reportó ventaja alguna, 7. PRT. Resoluciones del CE de abril de 1971 publicadas en el libro del V Congreso pag. 161. 8. “Una definición contrarrevolucionaria” Editorial de El Combatiente del 29-2-72 503

Mario Roberto Santucho

como veremos más adelante, por la persistencia e intensificación de la lucha popular en sus diversas manifestaciones. Sin embargo, es necesario detenernos para analizar las causas de los repetidos éxitos de la burguesía en mantener su dominación de clase pasando del parlamentarismo al bonapartismo militar y viceversa, maniobra repetida reiteradamente. Desde 1952 el capitalismo argentino vive una profunda crisis económico-social, sometido a la formidable presión de un pueblo combativo que no se resigna a la explotación y el sometimiento, que ha luchado denodadamente en los últimos 22 años. Sin embargo, la burguesía que no logra estabilizar el país en lo económico-social, ha tenido éxito hasta ahora en lo político, salvaguardando con hábiles maniobras el poder, resorte decisivo en la lucha de clases. SIN OPCIÓN REVOLUCIONARIA DE PODER La razón fundamental por la que pese a la enérgica lucha de nuestro pueblo, las clases dominantes no han visto peligrar su dominación política ha sido la ausencia hasta el presente de una opción revolucionaria de poder que ofreciera a las masas una salida política fuera de los marcos del sistema capitalista. Hasta ahora la clase obrera y el pueblo argentino no han conseguido darse una fuerza política propia de carácter revolucionario. Por ello ha estado sometido constantemente a la influencia de los partidos políticos burgueses y no ha logrado identificar las distintas engañifas preparadas por la burguesía, cayendo en consecuencia en el error, dando su apoyo de buena fe a sus propios verdugos. Naturalmente que la burguesía emplea todos sus poderosos medios materiales; la prensa, la radio y la TV; sus agentes en el campo popular; la intimidación y la persecución represivas, el soborno, etc., con el objeto de dividir las fuerzas populares, de impedir a toda costa cualquier avance en la construcción de organizaciones revolucionarias. Naturalmente que la burguesía emplea todos sus recursos en difundir entre las masas toda clase de ideas erróneas, de esperanzas en las soluciones y líderes burgueses tanto políticos como militares. Naturalmente que la burguesía emplea todas sus fuerzas en calumniar al socialismo, en mentir descaradamente para crear temor y desconfianza hacia el poder obrero revolucionario. Otro factor que contribuye poderosamente a mantener oculta la necesidad de arrebatar el poder estatal de manos de la burguesía, es el rol de las corrientes reformistas y populistas como el Partido Comunista y Montoneros, por ejemplo, que desde el campo del pueblo y por tanto escuchados con interés por las masas, difunden también falsas esperanzas apoyando sin rubores a 504

Sus editoriales y escritos estratégicos

uno u otro dirigente de la burguesía pretendidamente “progresista”, perdiéndose en el laberinto de la lucha interburguesa y desviando tras de sí a sectores de las masas, lejos del verdadero camino revolucionario, el camino de la lucha consecuente y constante por la toma del poder. Debido a estos factores, a la debilidad de las fuerzas revolucionarias, al hábil trabajo contrarrevolucionario de la burguesía, y a las erróneas ideas sostenidas y practicadas por ciertas corrientes del campo popular, la burguesía ha podido maniobrar con tranquilidad en el campo político, durante los últimos 22 años de crisis económico-social, pasar sin mayores dificultades del parlamentarismo al bonapartismo y de vuelta del bonapartismo al parlamentarismo, confundir con estos movimientos al pueblo y mantener sólidamente el control de todos los resortes del Estado. Comprender claramente esta cuestión, saber identificar las maniobras y trampas que la burguesía emplea para conservar el gobierno, grabarnos en nuestras mentes y grabar en la mente del pueblo que no hay solución a los problemas de las masas sin despojar del poder a los capitalistas, sin destruir su ejército y su aparato represivo, es la cuestión más vital en el estado actual del proceso revolucionario argentino. La lucha de nuestro pueblo registra fundamentales avances en los últimos años. Consignas socialistas han sido inscriptas profusamente en distintos programas de lucha de las masas; el sindicalismo clasista recuperó numerosos sindicatos de manos de la burocracia sindical y está a punto de centralizar su actividad nacionalmente; las masas pobres del campo y la ciudad crean y desarrollan ligas campesinas y federaciones villeras; se han fundado y operan prácticamente en todo el país efectivas unidades guerrilleras urbanas y rurales con lo que se dio un paso fundamental en el armamento del proletariado y el pueblo, surgió un pujante movimiento socialista legal y semilegal de características revolucionarias; y finalmente la consolidación, desarrollo y maduración de nuestro Partido, el PRT, señala el camino para la solución del principal problema de toda revolución: la dirección proletaria-revolucionaria de la lucha popular en su conjunto. Todos estos elementos anuncian que los argentinos estamos hoy día en condiciones de superar el déficit fundamental que hemos señalado, de dotarnos de una opción revolucionaria que nos permita arrancar a las masas de la influencia burguesa y encaminarnos con firmeza hacia la captura del poder, que nos permita dirigir con certeza nuestra lucha hacia la toma del poder hasta voltear a los políticos y militares capitalistas, destruirles su aparato de dominación (ejército, policía, parlamento, etc.), instaurar el poder obrero y popular socialista, y construir un nuevo sistema de gobierno, un nuevo estado, basado en la movilización y participación de todo el pueblo 505

Mario Roberto Santucho

para aplastar definitivamente hasta la última resistencia del capitalismo y edificar el justo régimen socialista. TERCER GOBIERNO PERONISTA Triunfantes en las elecciones generales del 11 de marzo, Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima, candidatos del FREJULI a Presidente y Vice Presidente, dirigieron sus primeros pasos políticos a contener las actividades revolucionarias y la lucha de masas en general sobre la base de vagas y rimbombantes promesas de cambios “revolucionarios”. Surgido de una campaña electoral pro socialista y pro guerrillera, el gobierno peronista de Cámpora se propuso iniciar su gestión con algunas concesiones secundarias a la izquierda peronista y una apertura internacional hacia los países socialistas que le diera un barniz “revolucionario”. Dentro de esas concesiones estaban comprendidas algunas leyes reclamadas prioritariamente por las masas, en primer lugar la amnistía a los combatientes y la derogación de la legislación represiva. Pero el propósito del gobierno peronista era otorgar una amnistía gradual, parcial y condicionada, que comenzara poniendo en libertad a los combatientes peronistas y condicionara la de los guerrilleros marxistas a la aceptación de la tregua por parte del ERP. La dirección burguesa y burocrática del peronismo, entusiasmada por los 6 millones de votos obtenidos confiaba irracionalmente en que nuestro pueblo sería engañado con facilidad y suspendería su lucha, seguiría la orientación formulada “del trabajo a la casa y de la casa al trabajo”. El mismo 25 de mayo las masas hicieron trizas todos esos planes lanzándose a la calle y obligando con el “devotazo” a la inmediata liberación de todos los combatientes. Desde ese momento ya se vio que el triunfo táctico obtenido por la burguesía en el proceso electoral, tras una laboriosa preparación no serviría para contener la lucha de masas, aislar a la guerrilla y a la vanguardia clasista, para destruirlas, y abrir así posibilidades de recuperación capitalista, objetivos inmediatos centrales de la burguesía argentina y el imperialismo yanki. A partir del 25 de mayo las masas ganaron la calle, obtuvieron nuevos triunfos contra la burocracia sindical, enfrentaron con energía a las patronales y se movilizaron para exigir distintas soluciones al gobierno que habían elegido con sinceras esperanzas. Este auge de masas favorecido por la libertad conquistada, abrió un ancho cauce para el desarrollo de las organizaciones progresistas y revolucionarias. Particularmente las organizaciones armadas peronistas FAR y Montoneros evidenciaron un impetuoso crecimiento en el estudiantado y en el movimiento villero, perfilándose como la corriente interna del peronismo de mayor influencia de masas, e iniciando actividades en el proletariado fabril. 506

Sus editoriales y escritos estratégicos

La vacilación de las masas pequeño-burguesas y de su vanguardia en el período pre y post-electoral fue muy grande, impresionadas por la masiva propaganda de la burguesía, se inclinaron en general a aceptar el “progresismo y antiimperialismo” del gobierno y a considerar que sus esfuerzos de pacificación y “reconstrucción nacional” es decir de contención de la lucha de masas, serían coronados por el éxito. En esta situación nuestro Partido adoptó frente al nuevo gobierno una firme línea principista, resistiendo con éxito las presiones burguesas y pequeño-burguesas. Gracias a esa categórica y clara posición, nuestra organización quedó a los ojos de las masas como consecuentemente revolucionaria, fiel defensora de los intereses proletarios y populares, libre de todo rasgo oportunista. Gracias a esa clara posición, que denunciaba sin ambages las intenciones contrarrevolucionarias del peronismo gobernante y anticipaba con acierto los rumbos antipopulares que seguiría el nuevo gobierno, nuestro Partido conquistó la confianza de amplios sectores de masas, aquellos a los que llegó nuestro pronunciamiento resumido en la declaración Respuesta al Presidente Cámpora distribuida profusamente en las principales concentraciones obreras y populares. Nadando contra la corriente, el PRT y ERP crecieron con consistencia y homogeneidad centrando sus esfuerzos de construcción en el proletariado fabril. En oposición al crecimiento de las fuerzas populares, el ala fascista del peronismo encabezada por López Rega comenzó a desarrollar intensa actividad con el Ministerio de Bienestar Social como centro operativo. Organizando rápidamente bandas parapoliciales, los fascistas prepararon un furibundo ataque a las fuerzas de izquierda que se concretó el 20 de junio en Ezeiza. El día del regreso de Perón las bandas fascistas, bajo la jefatura inmediata de Osinde, tendieron una impresionante emboscada a las columnas de la izquierda peronista que concurrían desprevenidas al recibimiento de su líder. Decenas de muertos y heridos fue el saldo de este criminal ataque, punto de partida de una ofensiva general del peronismo burocrático para desalojar a la izquierda de las posiciones conquistadas en el gobierno, en lo inmediato, e intentar la destrucción total de las organizaciones armadas peronistas FAR y Montoneros y corrientes afines. El paso siguiente fue el desplazamiento de Cámpora, Righi, Puig, Vázquez, de todos los funcionarios sensibles a la presión de las masas, mediante el autogolpe contrarrevolucionario del 13 de julio. Si bien desde su asunción con Cámpora el gobierno peronista había mostrado una clara orientación burguesa y proimperialista, materializada en el pacto social y otras medidas antipopulares, a partir del 13 de julio, con el interinato de Lastiri, tomó un franco cauce derechista. El comienzo de un formidable despliegue de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo, amparado en la legalidad y democracia conquis507

Mario Roberto Santucho

tadas, llenó de preocupación y temor al conjunto de la burguesía. La dirección burguesa y burocrática del peronismo, interpretando fielmente las inquietudes de su clase, decidió intervenir rápidamente con el auxilio y apoyo activo de toda la clase capitalista. El autogolpe del 13 de julio estuvo dirigido en consecuencia, a frenar el crecimiento de las fuerzas progresistas y revolucionarias, a impedir la acumulación de fuerzas en el campo popular. Por eso podemos afirmar categóricamente que la brusca caída de Cámpora, quien no alcanzó a estar dos meses en el gobierno, marca la crisis del intento peronista de contener la lucha popular con una política centrada en el engaño. Desde el mismo 25 de mayo se vio que nuestro pueblo no acataría tregua alguna y que por el contrario se lanzaría con renovados bríos a defender sus intereses con la movilización y el accionar armado. La conciencia de ese fracaso llevó al peronismo burgués a cambiar su táctica y plantearse enfrentar a las masas teniendo como eje la represión armada. Lastiri tomó las riendas del gobierno decidido a “hacer tronar el escarmiento”, con la esperanza de golpear duro y con eficacia. Colocó con ese fin al General Iñiguez a la cabeza de la Policía Federal, ubicó en las policías provinciales a ciertos personajes como García Rey en Tucumán, y ordenó golpear sin contemplaciones, policial y para-policialmente, contra todas las fuerzas progresistas y revolucionarias. Esta política de fuerza mostró también su impracticabilidad rápidamente. La lucha popular no sólo no cesó sino que se intensificó y los intentos represivos fueron frenados en seco. Tal es el caso de Tucumán donde el fascista García Rey que se atrevió a detener numerosos compañeros para atemorizar a las masas, en octubre de 1973, fue enfrentado exitosamente por la movilización popular que logró la libertad de todos los detenidos y obligó a la separación de García Rey. Esta reacción del pueblo tucumano llamó a la realidad al gobierno peronista y lo obligó a ser más respetuoso y cuidadoso. De todas maneras la orientación represiva gubernamental se mantuvo desde entonces dando origen a distintas medidas, a la promulgación de una nueva legislación represiva más brutal aún que la de la dictadura militar, al encarcelamiento de gran cantidad de combatientes y activistas de los cuales más de un centenar sufren prisión en estos momentos en las cárceles de la burguesía; al apaleamiento y hasta el baleamiento de manifestaciones con el saldo de numerosos muertos y heridos. Pero esta nueva política, lejos de contenerla, exacerbó la lucha de nuestro pueblo. Las manifestaciones continuaron, las huelgas continuaron, las operaciones guerrilleras continuaron. Todas las amenazas y medidas represivas que tomó el gobierno después de la nueva elección presidencial de los siete millones de votos, no lograron atemorizar al pueblo ni detener su lucha. Inútiles fueron los discursos amenazantes, inútiles las designaciones de torturadores y 508

Sus editoriales y escritos estratégicos

asesinos como Villar y Margaride, inútiles los gigantescos operativos policiales. Las fuerzas progresistas y revolucionarias se afirmaron, se consolidaron, aceleraron su desarrollo y dieron efectivas y demoledoras respuestas en todas las formas de lucha. No sólo en el terreno democrático el gobierno peronista tomó claramente una dirección antipopular. La política económica y social siguió desde el 25 de mayo una coherente línea proimperialista y promonopolista. La ley de inversiones extranjeras favorece al capital imperialista; la política de exportación favorece al capital imperialista; la política de carnes favorece a los grandes ganaderos, la proyectada ley del petróleo favorece a las compañías multinacionales. Pese a que la economía de nuestra patria está dominada por el capital extranjero este gobierno supuestamente “antiimperialista” no tomó ninguna medida para corregir esta situación. La política internacional en cambio registra una notable apertura hacia el campo socialista y particularmente hacia la revolución cubana. Este hecho, positivo en sí, en cuanto constituye un retroceso del imperialismo yanqui y del capitalismo latinoamericano frente a la firmeza de roca del primer estado socialista de nuestro continente, no es extraño ni opuesto a una política burguesa coherente, no se sale de los marcos de una política burguesa. Durante más de 10 años, el imperialismo yanqui y sus socios menores, las burguesías latinoamericanas, aplicaron una feroz política de aislamiento a la revolución cubana. Total bloqueo comercial, ruptura de relaciones diplomáticas, fueron las armas empleadas por la contrarrevolución para aislar a Cuba de los demás pueblos latinoamericanos. Pero superando todas las dificultades el pueblo cubano, bajo la correcta dirección de su Partido y del Comandante Fidel Castro, contando con la insustituible ayuda del campo socialista, avanzó exitosamente en la consolidación de su revolución, en la edificación del socialismo, demostrando en los hechos que un pueblo unido y organizado, claro en sus objetivos revolucionarios, determinado a vencer las peores dificultades, es capaz de triunfar frente a agresiones, bloqueos y aislamientos. Ante la consolidación definitiva de la revolución cubana, el imperialismo yanqui y las burguesías latinoamericanas tienden a cambiar de línea, a suspender el bloqueo y reanudar relaciones diplomáticas. En esa nueva línea general abre el camino la burguesía argentina. En cuanto a la actitud frente a la Unión Soviética, China, y demás países socialistas no difiere sustancialmente de la que aplicaron los gobiernos anteriores, incluida la dictadura militar. En síntesis, la política internacional del gobierno es una política burguesa realista, de coexistencia pacífica, similar a la que vienen aplicando desde hace años la mayoría de los países capitalistas, que en cuanto favorece al desarrollo del comercio es también beneficiosa para los países socialistas. Es más, podemos afir509

Mario Roberto Santucho

mar sin temor a equivocarnos que esa política coincide con la orientación general del imperialismo yanqui, que respecto a Cuba ya ha perdido las esperanzas de impedir la consolidación del socialismo en la heroica isla y tiende a conformarse con intentar neutralizar su influencia revolucionaria en el continente. No cabe ninguna duda entonces que la política del gobierno peronista corresponde claramente a una estrategia contrarrevolucionaria, antipopular y antinacional tal como lo entiende nuestro pueblo que a partir de principio de este año, dirige ya con decisión su lucha contra la política gubernamental. Este carácter reaccionario y represivo del gobierno peronista se ha acentuado a partir de la consolidación del ala fascista de López Rega. Sin diferenciarse en la política económica, coexistían en el gobierno dos alas que después de la muerte de Perón intentaron desplazarse mutuamente. Por un lado el ala fascista encabezada por López Rega que impulsa un proyecto político de basar la “reconstrucción nacional” en un estado policial. López Rega, admirador confeso de Hitler, Mussolini y Franco, opina que la única forma de salvar al capitalismo argentino, es aplastando militarmente a las fuerzas revolucionarias y estableciendo un sistema masivo de control policial y represión que impida cualquier resurgimiento de luchas populares y actividades revolucionarias. Por otro lado el ala Gelbard, prefería luchar contra las fuerzas revolucionarias con habilidad, intentando el aislamiento político de la guerrilla y el sindicalismo clasista y las demás fuerzas consecuentemente clasistas y revolucionarias. La línea Gelbard tendía a ampliar la base social del gobierno incorporando más activamente al radicalismo, al reformismo, particularmente al Partido Comunista e incluso a Montoneros, servirse de ellos para contener la lucha de masas y lograr la ansiada estabilidad política que haga posible serios intentos de recuperación capitalista. Ambos proyectos son irrealizables a corto y mediano plazo. La lucha de clases argentina se agudiza día a día y se encamina a grandes choques de clase, a una situación revolucionaria. El proletariado y el pueblo han iniciado en 1969 un proceso de guerra revolucionaria en respuesta a la explotación y a la opresión burguesa y ese proceso no se detendrá a corto ni mediano plazo. El plan fascistoide de López Rega, que finalmente se impuso y se está aplicando, es irrealizable porque la fuerza del movimiento de masas no admite hoy día ninguna posibilidad de establecer con éxito un gobierno policial. El plan de Gelbard -quien capituló ante López Rega y abandonó a sus aliados- era también irrealizable porque gracias a las recientes experiencias y al peso adquirido por la vanguardia revolucionaria no hay posibilidades ahora que nuestro pueblo pueda ser engañado.

510

Sus editoriales y escritos estratégicos

PROMESAS VERSUS REALIDADES Al votar masivamente por el peronismo en las elecciones del 11 de marzo y del 23 de setiembre, el pueblo argentino votó por un programa progresista estructurado en torno a la consigna “Liberación o Dependencia”, caballito de batalla de la campaña electoral del FREJULI. Es así que nuestro pueblo esperaba que el gobierno peronista emprendiera un camino de soluciones antiimperialistas y revolucionarias y esperaba una actitud firme ante los odiados militares, de quienes se descontaba su oposición a cualquier medida progresista. Es así que desde el mismo 25 de mayo el pueblo argentino se moviliza enérgicamente contra los militares, por la liberación de los combatientes, contra las empresas y la burocracia sindical. Todas las esperanzas de los argentinos fueron defraudadas progresivamente en corto tiempo. Las primeras definiciones y medidas gubernamentales mostraron que los imperialistas no serían tocados. Y a partir del 20 de junio fue evidente que el gobierno haría todo lo posible por destruir las fuerzas revolucionarias de nuestro pueblo. No podría ser de otra manera ya que se trata de un gobierno burgués, dispuesto a defender incondicionalmente los intereses del conjunto de la burguesía. Un gobierno que no sólo debe evitar cualquier daño al gran capital, en primer lugar al gran capital extranjero, sino que tiene como misión proporcionar condiciones para aumentar las ganancias capitalistas. Toda su verborragia “popular”, todas sus promesas “antiimperialistas” fueron y son en realidad cínicas mentiras para engañar a las masas. Esta nueva experiencia nos enseña que no debemos esperar que los representantes de las clases explotadoras solucionen los problemas del pueblo. Naturalmente que como políticos prometerán cualquier cosa y disfrazarán sus verdaderas intenciones, incluso de palabra pueden pronunciarse contra el capitalismo y por el socialismo, pero serán siempre fieles a su clase, estarán controlados por ella y harán lo imposible para mantener y consolidar su predominio y sus ganancias. Aún en el supuesto que un determinado dirigente burgués, pongamos por ejemplo un alto dirigente peronista o radical, o un militar de alta graduación se convenciera sinceramente pasándose a la causa popular (lo que es muy pero muy difícil por no decir imposible), ese dirigente se vería imposibilitado de concretar ninguna solución porque inmediatamente sería enfrentado y desplazado por su propio partido, por los militares, por su propia clase. Las soluciones a los problemas del pueblo y de la patria, que son soluciones profundamente revolucionarias sólo pueden provenir de un nuevo poder obrero y popular revolucionario, que gobierne sin ataduras, sin otro control 511

Mario Roberto Santucho

que el de la masa del pueblo y sus organizaciones revolucionarias, que se apoye en la movilización popular y realice sin dilaciones los profundos cambios que la Argentina necesita. REFORMISMO Y POPULISMO La lucha por el poder obrero y popular, por el socialismo y la liberación nacional, es inseparable de la lucha contra el populismo y el reformismo, graves enfermedades políticas e ideológicas existentes en el seno del campo popular. El populismo es una concepción de origen burgués que desconoce en los hechos la diversidad de clases sociales; unifica la clase obrera, el campesinado pobre y mediano, la pequeña burguesía y la burguesía nacional media y grande bajo la denominación común de pueblo. Al no diferenciar con exactitud el rol y posibilidades de estas diversas clases, tiende constantemente a relacionarse, con prioridad, con la burguesía nacional y a alentar ilusorias esperanzas en sus líderes económicos, políticos y militares, incluso en aquellos como Gelbard, Carcagno o Anaya, íntimamente ligados a los imperialistas norteamericanos. La corriente popular más importantes gravemente infectada con la enfermedad populista, es Montoneros. Su heroica trayectoria de lucha antidictatorial se ha visto empañada por la confianza en el peronismo burgués y burocrático, que ha causado grave daño al desarrollo de las fuerzas progresistas y revolucionarias en nuestra patria. Con el profundo y sincero aprecio que sentimos por esa organización cimentado por la sangre de nuestros héroes comunes que se entremezclara en Trelew, pensamos que es obligación de todo revolucionario dar con franqueza la lucha ideológica, reflexionar en conjunto sobre la experiencia de su apoyo a Perón y al peronismo burgués y combatir las latentes expectativas en Carcagno, Gelbard u otros líderes de las clases enemigas. A partir de su inevitable ruptura con el peronismo burgués y burocrático que ha comenzado a concretarse definitivamente en las últimas semanas, Montoneros tiende y tenderá cada vez más a retomar lazos con las organizaciones progresistas y revolucionarias, entre ellas con nuestro Partido. Tiende y tenderá cada vez más a reintegrarse a su puesto de combate, a enfrentar con las armas en la mano, al gobierno y las fuerzas policiales y militares de la burguesía y el imperialismo. Pero ello no implica un cambio de fondo en la concepción populista. De ahí que al mismo tiempo que saludamos la nueva orientación Montonera, estamos convencidos de la necesidad imperiosa de combatir intensamente la enfermedad ideológica y política llamada populismo para exterminarla definitivamente del campo popular, principalmente de Montoneros, la más afectada por esa temible enfermedad burguesa. 512

Sus editoriales y escritos estratégicos

Cuando a principios de 1973 la dirección de FAR caracterizó entusiasmada al Gral. Perón como líder revolucionario y calculó que el gobierno peronista, denominado por ellos gobierno popular, llevaría adelante una política consecuentemente antiimperialista y pro-socialista, nuestra organización planteó a estos compañeros: “Estamos en presencia de un claro plan del enemigo consistente en el acuerdo entre la Dictadura Militar y los políticos burgueses, con el objeto de salvar al capitalismo, detener el proceso revolucionario en marcha. Para ello el conjunto de la burguesía pretende volver al régimen parlamentario y de esa manera ampliar considerablemente la base social de su dominación, reducida estrictamente a las FF.AA. durante el Onganiato, aislar a la vanguardia clasista y a la guerrilla, para intentar su aplastamiento militar. La ambición de la burguesía es detener y desviar a las fuerzas revolucionarias y progresistas en su avance, y llegar a una estabilización paralela del capitalismo argentino. Este plan es irrealizable a corto y mediano plazo porque la crisis económico-social, así como la potencia actual de las fuerzas revolucionarias progresistas, lo impedirán. Sin embargo, el plan enemigo pese a su elementalidad encierra ciertos peligros fundamentalmente el que motiva la presente carta, debido, pensamos a la juventud, debilidad política e inexperiencia de sectores de la vanguardia revolucionaria”. “(...) el éxito fundamental que ha comenzado a lograr y que debemos enfrentar con todas nuestras fuerzas, es poner una cuña en las organizaciones armadas, comenzar a tener una influencia cierta en las organizaciones armadas peronistas y en sectores de la juventud peronista, dirigida a detener y desviar su accionar a partir de la consumación de la farsa electoral”. “Analizando vuestra evolución como organización revolucionaria y basados en el conocimiento surgido de la actividad en común, pensamos que vuestra actitud tiene un significado profundo y que encierra serios peligros para el desarrollo futuro de las fuerzas revolucionarias en nuestro país. Pensamos que la negativa a firmar con nosotros es una concesión de Uds. a las presiones macartistas y derechistas del peronismo burgués, y que es una cara de la moneda que tiene como reverso vuestro apoyo incondicional y activo a los políticos burgueses del peronismo y del integracionismo a los Cámpora, Solano Lima, Silvestre Begnis, etc.” “Esto es motivo de honda preocupación para nosotros, no sólo por las trabas que coloca en el desarrollo político militar homogéneo de las organizaciones armadas, los avances hacia la unidad, sino porque muestra a Uds. en 513

Mario Roberto Santucho

una vacilación inexplicable, ante la posibilidad de suspender las operaciones militares a partir de la instauración del nuevo gobierno parlamentario que planea darse la burguesía”9. Lamentablemente, estas sanas y justas observaciones no fueron escuchadas y la política de FAR-Montoneros se tiñó de apoyo al gobierno contrarrevolucionario y antipopular y de una línea general divisionista en el seno del pueblo, tendiente al irrealizable propósito de aislar a nuestra organización. Si recordamos hoy esto es porque el enemigo presentará en el futuro una nueva engañifa, posiblemente de tipo peruanista, con Carcagno a la cabeza, por ejemplo, y levantando el programa del FREJULI o quizás otro mucho más radicalizado. Para eludir esa nueva trampa, para rechazar sin vacilación esa nueva patraña, ese nuevo canto del cisne, es imprescindible comprender el error cometido ante el GAN, rectificar esa línea proburguesa, erradicar la enfermedad del populismo. El reformismo a su vez reniega en los hechos de la vía revolucionaria para la toma del poder, no tiene fe en la victoria de la revolución socialista, desconfía de la capacidad revolucionaria de las masas, y busca en consecuencia, avanzar en la obtención de ciertas mejoras por la llamada vía pacífica, consiguiendo progresivamente que tal o cual sector burgués que denominan “progresista”, acepte concesiones a las masas, el efectivo ejercicio de las libertades democráticas, algunas mejoras en el nivel de vida del pueblo, etc. Pero como enseña el marxismo-leninismo y la experiencia práctica, las libertades y las reivindicaciones hay que arrancárselas a la burguesía con enérgicas luchas. El Partido Comunista, que es la organización popular más atacada por la enfermedad reformista, roído por ella, desde muchos años atrás, fue inconsecuente y timorato en el período de la lucha antidictatorial, y aunque no adoptó una actitud negativa en los primeros meses del gobierno peronista, abriéndose a un acercamiento con las fuerzas revolucionarias, a partir del 12 de junio, cayó en la capitulación total volcando todo su peso en apoyo del ala Gelbard del gobierno y dando la espalda simétricamente a las fuerzas revolucionarias y a la lucha popular en general. El pacifismo, el temor a la justa violencia revolucionaria, la desconfianza en la potencialidad y capacidad de la lucha de masas, la capitulación ante los líderes burgueses, el cretinismo parlamentario, son las formas de manifestación de la perniciosa enfermedad del reformismo que caracteriza en general la actividad del Partido Comunista, y la política de su dirección, que los lleva en determinados momentos a atacar a las fuerzas y actividades revolucionarias sumándose al coro contrarrevolucionario de la burguesía. En la 9. Carta a las FAR enviada en enero de 1973 514

Sus editoriales y escritos estratégicos

ineludible lucha ideológica contra el cáncer del reformismo, que afecta al Partido Comunista, no debemos olvidar en ningún momento que todos nuestros esfuerzos deben estar orientados a acercar a estos compañeros a las filas revolucionarias, que se trata de una organización popular compuesta por excelentes compañeros, sinceros luchadores socialistas, que pueden y deben ser librados de la enfermedad reformista. La elevación del nivel de conciencia de la vanguardia proletaria y una constante prédica clarificadora entre las más amplias masas armarán al proletariado y al pueblo política e ideológicamente para combatir y matar las enfermedades populistas y reformistas, erradicarlas definitivamente del campo popular, y curar a las organizaciones y compañeros afectados por ellas recuperándolas íntegramente para la causa obrera y popular, la causa de la liberación nacional y el socialismo, la causa de la guerra popular revolucionaria. SITUACIÓN REVOLUCIONARIA Y DOBLE PODER Las tendencias de la lucha de clases argentina que se venían marcando cada vez más nítidamente apuntando hacia el fin del proyecto populista, y el comienzo de un período de grandes enfrentamientos de clase, han comenzado a cristalizar a partir del mes de julio de 1974. Perón, líder de masas, pese a su intransigente defensa de los intereses capitalistas conservaba aún alguna influencia sobre sectores de nuestro pueblo. Poseía autoridad, experiencia y habilidad para mantener a flote el desvencijado barco del sistema capitalista en el tormentoso mar de la lucha obrera y popular; y había logrado restablecer trabajosa y precariamente el equilibrio con la maniobra táctica del 12 de junio. Por eso es que su muerte colocó a la burguesía ante la necesidad de adoptar de inmediato definiciones políticas -que explotadores y opresores deseaban postergar aún por unos meses- con la consiguiente agudización de la crisis interburguesa. Este fenómeno, un notable impulso del auge de las masas, y un fortalecimiento acelerado de las fuerzas revolucionarias, políticas y militares, se combinan para configurar el inicio de una etapa de grandes choques de clases, antesala de la apertura de una situación revolucionaria en nuestra Patria. En otras palabras, entramos en un período de grandes luchas a partir del cual comienza a plantearse en la Argentina la posibilidad del triunfo de la revolución nacional y social, la posibilidad de disputar victoriosamente el poder a la burguesía y al imperialismo. Pero apertura de una situación revolucionaria, o lo que es lo mismo la existencia de condiciones que hacen posible el derrocamiento del capitalismo y el surgimiento del nuevo poder obrero y popular socialista, que liberará defini515

Mario Roberto Santucho

tivamente a nuestra patria del yugo imperialista y traerá la felicidad a nuestro pueblo trabajador, no quiere decir que ello pueda concretarse de inmediato. Necesariamente se deberá atravesar un período de duras y profundas movilizaciones revolucionarias, de constantes combates armados y no armados, de incesantes avances de las fuerzas revolucionarias, de movilización y efectivo empleo de la mayor parte de los inmensos recursos y potencialidades de nuestro pueblo trabajador. Ese período -que debe contarse en años- será mayor o menor en dependencia de la decisión, firmeza, espíritu de sacrificio y habilidad táctica de la clase obrera y el pueblo, del grado de resistencia de las fuerzas contrarrevolucionarias, y fundamentalmente del temple, la fuerza y capacidad del Partido proletario dirigente de la lucha revolucionaria. Prepararnos para resolver correctamente los difíciles problemas que han de plantearse en la situación revolucionaria que se aproxima, consiste en analizar objetivamente las características de nuestro país, la experiencia de nuestro pueblo, la dinámica de la lucha de masas, y en esforzarnos por conocer al máximo la experiencia internacional, es decir la forma en que otros pueblos encararon y resolvieron cuestiones similares a las que se nos presentarán. Configurada una situación revolucionaria, de acuerdo a las enseñanzas marxistas-leninistas, comienza a plantearse en forma concreta, inmediata, el problema del poder, la posibilidad de que el proletariado y el pueblo derroquen a la burguesía proimperialista y establezcan un nuevo poder revolucionario obrero y popular. El momento en que la toma del poder puede ya materializarse es denominada por el marxismo-leninismo crisis revolucionaria, que es la culminación de la situación revolucionaria, el momento del estallido final, momento que debe ser cuidadosamente analizado por el Partido Proletario para lanzar la insurrección armada con las máximas posibilidades de triunfo. Pero entre el inicio de una situación revolucionaria y su culminación en crisis revolucionaria, media un período que puede ser más corto o más largo en dependencia de las características concretas del país. En la URSS la situación revolucionaria se inició en febrero de 1917 y la crisis revolucionaria se presentó en octubre del mismo año. En España la situación revolucionaria se inició en mayo de 1931 y se prolongó durante 8 años en forma de guerra civil abierta hasta la derrota de las fuerzas revolucionarias. En Vietnam se abrió en noviembre de 1940 y culminó con la toma del poder en agosto de 1945. Los ritmos y plazos del desarrollo de la situación revolucionaria están determinados por distintos factores concretos que hacen al grado de descomposición de la burguesía y al poderío de las fuerzas del pueblo, ocupando un lugar destacado el papel del partido revolucionario. En el curso de la situación revolucionaria nace y se desarrolla el poder dual, es decir que la disputa por el poder se manifiesta primero en el surgi516

Sus editoriales y escritos estratégicos

miento de órganos y formas de poder revolucionario a nivel local y nacional, que coexisten en oposición con el poder burgués. Una forma típica de órganos de poder dual fueron los soviets o consejos obreros y populares que se organizaron durante la Revolución Rusa, consistentes en Asambleas permanentes de delegados obreros, soldados y otros sectores populares, que asumían responsabilidades gubernamentales, en general opuestos a las intenciones del gobierno burgués. De esta forma las fuerzas revolucionarias se van organizando y preparando para la insurrección armada, para la batalla final por el poder para establecer después del derrocamiento de la burguesía un nuevo poder obrero y popular. Las experiencias de distintas revoluciones, principalmente en China y Vietnam, han ampliado el concepto de poder dual y de insurrección demostrando que una forma de desarrollo del doble poder puede darse con insurrecciones parciales, es decir con levantamientos armados locales que establezcan el poder revolucionario en una región o provincia, las denominadas zonas liberadas. De acuerdo a estas experiencias, el proceso de desarrollo del doble poder en una situación revolucionaria, inseparable del desarrollo de las fuerzas armadas populares, puede surgir como zonas de guerrilla o zonas en disputa para pasar después a bases de apoyo o zonas completamente liberadas y extenderse nacionalmente hasta el momento de la insurrección general. El desarrollo del poder dual está en todos los casos íntimamente unido al desarrollo de las fuerzas militares del proletariado y el pueblo, porque no puede subsistir sin fuerza material que lo respalde, sin un ejército revolucionario capaz de rechazar el ataque de las fuerzas armadas contrarrevolucionarias. Naturalmente que estas fundamentales orientaciones del marxismo-leninismo que iluminan con poderosa luz nuestro camino, no debe ser tomado como un esquema simplista. Es simplemente un poderoso arsenal teórico resultado de decenas de años de experiencias, que debemos tener como punto de referencia para la formulación de nuestra línea, sin olvidar que cada revolución tiene sus particularidades y que el marxismo-leninismo cobra vida y utilidad cuando es aplicado creadoramente a la situación concreta de un proceso revolucionario determinado. El poder dual puede desarrollarse en el presente en nuestra patria tanto en la ciudad como en el campo, siempre sobre la base de una fuerza militar capaz de respaldar la movilización revolucionaria, y merced al despliegue multilateral de todas las potencialidades de nuestro pueblo, lo que significa necesariamente la dirección del Partido marxista-leninista proletario. Estamos frente a un enemigo relativamente fuerte, que cae en la impotencia ante la generalización de la movilización; un enemigo hábil, bien armado y entrenado; un enemigo relativamente disperso que adquiere fuerza cuando 517

Mario Roberto Santucho

puede concentrarse; un enemigo brutal y sanguinario; un enemigo cuya fuerza principal, las FF.AA. contrarrevolucionarias, tiene el talón de Aquiles del servicio militar obligatorio, que hace posible un rápido y demoledor trabajo político en la masa de soldados; un enemigo políticamente débil, con serias disensiones internas y enmascarado aún en la “legalidad” parlamentaria. Contamos con un poderoso y combativo movimiento de masas vertebrado por el proletariado industrial, extendido en todo el país, con experiencia de lucha; contamos con una amplísima vanguardia proletaria inclinada hacia la revolución, ávida de ideas socialistas y deseosa de contar con una sólida organización revolucionaria; contamos con un estudiantado combativo y un campesinado pobre dispuesto a luchar; contamos con fuerzas guerrilleras urbanas y rurales, aún pequeñas pero bien organizadas y relativamente fogueadas; contamos con numerosas y extensas organizaciones de masas que engloban a la mayor parte de los trabajadores del país; contamos finalmente con un aguerrido partido revolucionario que crece y se consolida diariamente, aunque aún está limitado por distintos déficits, fundamentalmente su debilidad numérica y su limitada vinculación con las masas proletarias y trabajadoras en general. A partir del Cordobazo y basándose en experiencias anteriores menores, nuestro pueblo tiende a insurreccionarse localmente, tiende a movilizarse aquí y allá, tomar sectores de ciudades y poblaciones, erigir barricadas y adueñarse momentáneamente de la situación rebasando las policías locales y provinciales. Por eso podemos afirmar que en Argentina, en un período inicial, el doble poder ha de desarrollarse en forma desigual en distintos puntos del país, es decir que han de surgir localmente formas y órganos de poder obrero y popular, permanentes y transitorios, coexistiendo con el poder capitalista, enfrentándolo constantemente bajo el formidable impulso de la movilización de masas. FORMAS DEL PODER LOCAL El problema práctico que nuestro pueblo debe resolver a partir de la nueva situación, es lograr paso a paso la acumulación de fuerzas necesarias para la lucha final por el poder estatal que debemos arrancar de manos de la burguesía. Esa fundamental cuestión se resolverá en la situación revolucionaria que comenzamos a vivir, con el desarrollo del poder dual, tanto en su forma general de oponerse a ciertos planes del gobierno burgués e imponer las soluciones obreras y populares a determinadas situaciones en base a enérgicas movilizaciones de masas, llegando de esa manera a la constitución transitoria de órganos de poder a nivel general, como en su forma de poder local, manifestación principal del poder dual, en todo el próximo período, punto de partida sólido para una gigan518

Sus editoriales y escritos estratégicos

tesca acumulación de fuerzas revolucionarias. La lucha popular es desigual. Se desarrolla parcialmente, en un lugar de una manera, en otro de otra, en un lugar en un momento en otro en otro momento. Necesitamos que todas esas luchas que se dan en distinto tiempo y lugar y con una fuerza y alcances diferentes, den siempre por resultado un aumento de la fuerza de todo el pueblo, que se vayan acumulando, hasta el momento que sea oportuno lanzar el ataque final, en todo el país y con todas las fuerzas disponibles, para llevar al triunfo la insurrección armada obrera y popular. Pongamos un ejemplo. En una fábrica grande se inicia una lucha reivindicativa o antiburocrática, que enseguida choca no sólo con la empresa y la burocracia sindical, sino también con la policía, con el Ministerio de Trabajo, en una palabra con el gobierno burgués y sus fuerzas represivas. El sindicato o comisión interna que dirige la lucha, moviliza a todos los trabajadores, gana un primer conflicto y amplía su fuerza. Si esa lucha se mantiene ahí, inevitablemente tenderá a debilitarse porque como es aislada, el enemigo puede combatirla pacientemente. Después de un tiempo, en el curso del cual se dan nuevas movilizaciones, la “santa alianza” enemiga (empresa, burocracia, fuerzas represivas y gobierno), lanza su contraofensiva, y muchas veces, la vanguardia obrera, influida por el espontaneismo, el populismo, el reformismo, o simplemente por falta de orientación política, es derrotada por no animarse a luchar, a veces, o por dar una batalla desesperada. En cambio actuando correctamente, en el caso que damos como ejemplo hipotético, el sindicato o Comisión Interna clasista, al hacer conciencia de la situación revolucionaria que vivimos, comprenderá que el eje de sus esfuerzos debe dirigirse a acumular fuerzas. De esa manera, ante el primer triunfo, se preocupará inmediatamente para tomar los demás problemas de la población, acercarse a las organizaciones villeras y barriales, a otros sindicatos y comisiones internas, y fundamentalmente participará y alentará a los activistas a participar en la construcción de las fuerzas revolucionarias, las células del PRT, las unidades del ERP, el Frente Antiimperialista. Ello ha de llevar enseguida al surgimiento de formas de poder local, a encarar la solución soberana de los distintos problemas de las masas locales. Avanzar hacia el desarrollo del poder local primero enmascarado y después abierto como veremos enseguida es el paso que media entre la lucha parcial de masas y la insurrección general, paso que es necesario dar desde ahora en todos los lugares en que sea posible. Constituir órganos abiertos de poder local no puede ser un hecho aislado ni espontáneo. El enemigo en cuanto tenga conocimiento de que en un barrio, en una localidad o una ciudad el pueblo se ha organizado por sí solo y comienza a resolver a su manera los problemas de la producción, de la salud, de la educación, de la seguridad pública, de la justicia, etc., lanzará con furor todas las 519

Mario Roberto Santucho

fuerzas armadas de que pueda disponer con la salvaje intención de ahogar en sangre ese intento de soberanía. Por ello el surgimiento del poder local debe ser resultado de un proceso general, nacional, donde aquí y allá, en el norte y en el sur, en el este y en el oeste, comiencen a constituirse organismos de poder popular comiencen las masas a tomar la responsabilidad de gobernar su zona. Esa multiplicidad y extensión del poder local dificultará grandemente las posibilidades represivas y hará viable que unidades guerrilleras locales de pequeña y mediana envergadura defiendan exitosamente el nuevo poder. La movilización de las masas apunta en nuestro país en esa dirección. La actividad consciente de los revolucionarios hará posible que el proceso de surgimiento y desarrollo del poder local, punto de partida para disputar nacionalmente el poder a la burguesía proimperialista, evolucione armónicamente, exitosamente. A partir de la lucha reivindicativa está hoy planteado en Argentina, en algunas provincias, en algunas ciudades, en algunas zonas fabriles y villeras, la formación de órganos embrionarios de poder popular. Pero, en general en lo inmediato no es conveniente dar un paso que atraerá rápidamente la represión contrarrevolucionaria. En esos casos puede avanzarse enmascarando hábilmente tras distintas fachadas el ejercicio del poder popular. En una villa, por ejemplo, bajo el enmascaramiento de la Asociación Vecinal, pueden organizarse distintas comisiones que encaren el problema de la salud, de la educación, de la seguridad, de la justicia, de la vivienda, etc., con una orientación revolucionaria, mediante la constante movilización de toda la villa, teniendo como objetivo central la construcción de sólidas fuerzas revolucionarias políticas y militares. En un pueblo de Ingenio Azucarero igual papel podría jugar el Sindicato. Pero esto sólo como pasos iniciales de los que habrá que pasar en el momento oportuno a la organización de una Asamblea o Consejo local que se constituya oficialmente como poder soberano de la población de la zona. En el campo, donde la presencia directa del estado capitalista es relativamente débil, el desarrollo del poder local será más rápido y más efectivo, en cuanto estará en condiciones de brindar desde el comienzo sustanciales mejoras a las masas. Pero su enmascaramiento será más difícil y recibirá inicialmente los más feroces ataques del enemigo. Establecer órganos de poder local en el campo sólo será posible con el respaldo de unidades guerrilleras medianas capaces de rechazar exitosamente los ataques del Ejército Contrarrevolucionario. UNIDAD Y MOVILIZACIÓN POPULAR: EL FRENTE ANTIIMPERIALISTA

520

Sus editoriales y escritos estratégicos

No hay posibilidades de avanzar sólidamente en el desarrollo del poder local sin constantes avances en la unidad y movilización más amplia de las masas populares. Este es un problema crucial que será resuelto mediante una sabia combinación de avances en la movilización política de masas por abajo con una correcta política de acuerdos entre las distintas organizaciones obreras y populares10. La movilización patriótica y democrática de las más amplias masas del pueblo argentino tiene ya una importancia fundamental. Aprovechando todos los resquicios legales, la lucha democrática, patriótica, antiimperialista, constituye un segundo frente desde el que se hostigará al régimen capitalista-imperialista desplegando con energía la violencia política de todo el pueblo, impulsando la intervención de las más amplias masas en la lucha revolucionaria, garantizando la íntima vinculación de las fuerzas políticas y militares clandestinas con el conjunto del pueblo trabajador, fuente inagotable de recursos morales y materiales para las necesidades de la guerra popular. La unidad y movilización patriótica de todo el pueblo requiere la construcción de una herramienta política orgánica que la centralice, organice, impulse y oriente. Es el Ejército Político de las masas, el Frente Antiimperialista que es necesario organizar en el curso mismo de la movilización, como propulsor y resultado de la intensa actividad política, legal, semilegal y clandestina de las más amplias masas populares. Este Frente Antiimperialista, a partir de experiencias como la del FAS, debe enraizar orgánicamente en las masas con su política patriótica y revolucionaria, contener en su seno la más amplia gama de organizaciones representativas, partidos y corrientes políticas socialistas, peronistas, radicales, cristianos, etc., sindicatos y agrupaciones sindicales antiburocráticas, centros y federaciones estudiantiles, uniones, ligas y federaciones campesinas, asociaciones y federaciones villeras y barriales, federaciones de aborígenes, organizaciones juveniles y femeninas, comisiones de solidaridad con los presos, etc. etc. No es ésta una tarea sin dificultades. Requiere partir de un amplio espíritu unitario, solidario y de servicio incondicional a la causa del pueblo. Pero la heterogeneidad social del Frente Antiimperialista producirá sin duda dificultades y luchas interiores que necesitan un tratamiento paciente y constructivo. Unidad frente al enemigo y lucha ideológica y política en el interior de la alianza, 10. Remarcamos este doble carácter de la actividad política del Frente Antiimperialista: a) organización, movilización, penetración por la base; b) acuerdos por arriba de organización a organización. Estos dos aspectos están interrelacionados y deben ser armonizados sobre la base del primero que es el principal. Un trabajo revolucionario de Frente Antiimperialista que no eche raíces en las masas no tiene consistencia. Y si no contempla con flexibilidad los acuerdos por arriba retrasa su desarrollo y tiende a sectarizarse. 521

Mario Roberto Santucho

es una característica esencial del Frente Antiimperialista porque desde el momento que agrupa o tiende a agrupar al conjunto del pueblo, a la clase obrera, la pequeña burguesía urbana, el campesinado pobre y los pobres de la ciudad, y en ciertos períodos hasta sectores de la burguesía nacional media, contra el enemigo común, no puede evitarse una aguda lucha de clases en su seno. Pero esta lucha de clases tiene un carácter ideológico y político pacífico, que puede y debe resolverse sin la ruptura de la unidad; es una contradicción no antagónica en el seno del pueblo que puede y debe solucionarse mediante la crítica, la autocrítica y la educación revolucionaria. Sin embargo tiene una importancia capital, porque sólo la hegemonía del proletariado en la conducción del Frente Antiimperialista puede garantizar la persistencia de una correcta línea de movilización de masas y desarrollo del poder local en el marco de la victoriosa política de guerra revolucionaria. Ese mismo Frente Antiimperialista que debemos construir a partir de la experiencia del FAS y otras organizaciones similares, es quien deberá motorizar la organización del poder local, tomando en sus manos, a partir del consenso popular, la organización de las masas de la zona y la construcción de los consejos o asambleas soberanas con delegados de los distintos sectores de la población. Para ello se requiere pericia, preparación, intercambio de experiencias y un trabajo revolucionario bien organizado que prevea las distintas cuestiones relacionadas, que forme los cuadros necesarios, etc. etc. El Frente Antiimperialista debe reunir y organizar los inmensos recursos de las más amplias masas y colocarlos al servicio de la lucha revolucionaria por el poder, del desarrollo del poder local, hacia la preparación de la victoriosa insurrección general del pueblo argentino. La unidad y movilización patriótica de nuestro pueblo se agigantará paralela al desarrollo de la lucha reivindicativa de las masas y de la creciente envergadura de las actividades revolucionarias clandestinas políticas y militares. El conjunto de estas luchas, que interrelacionadas constituyen la aplicación de una línea de guerra revolucionaria, permitirán poner de pie a centenares de miles de argentinos que apoyados por millones constituirán una poderosa fuerza revolucionaria capaz de derrotar a los capitalistas, a sus fuerzas armadas contrarrevolucionarias y despojarlos definitivamente del poder. Capaz de establecer un Gobierno Revolucionario Obrero y Popular, de destruir en sus cimientos el sistema de explotación y opresión burgués-imperialista, e iniciar la construcción de la Nueva Patria Socialista, abriendo así un largo período de libertad y felicidad para nuestro querido pueblo. LA CONSTRUCCIÓN DEL EJÉRCITO DEL PUEBLO

522

Sus editoriales y escritos estratégicos

Después de más de tres años de combate urbano, nuestro pueblo ha iniciado la construcción de unidades guerrilleras urbanas y rurales estructuradas en una perspectiva de fuerzas regulares. A partir de esa experiencia y de los recursos acumulados, los argentinos estamos hoy en condiciones de avanzar con rapidez en la construcción de un poderoso ejército guerrillero. En un primer período inmediato que posiblemente lleve varios años, debemos abocarnos a la organización de unidades locales pequeñas y medianas, a nivel de compañía, batallón y regimiento, íntimamente unidas al desarrollo del poder local, capaces de enfrentar triunfalmente, con el apoyo de la población, cualquier ataque de las fuerzas represivas. De esas unidades locales han de surgir en el futuro, las brigadas y divisiones del Ejército Revolucionario del Pueblo regular que respaldará la victoriosa insurrección general del pueblo argentino. Como parte del ejercicio soberano del poder por el pueblo en determinadas zonas, se crearán milicias de autodefensa obreras y populares que al encargarse progresivamente por sí solas de garantizar efectivamente la defensa de su zona ante los embates represivos, harán posible que las compañías, batallones y regimientos guerrilleros se liberen de sus obligaciones locales y avancen en su transformación en brigadas y divisiones regulares, brazo de acero del pueblo revolucionario. La formación de las milicias de autodefensa, fuente asimismo de combatientes y cuadros militares para las fuerzas regulares, es un problema serio, delicado, que exige una política prudente, reflexiva, consistente. Los espontaneistas, con su irresponsabilidad y ligereza característica gustan plantear sin ton ni son ante cada movilización obrera y popular por pequeña y aislada que sea, la formación inmediata de milicias de autodefensa. Naturalmente que para ellos es sólo una palabra con la que pretenden colocarse a la izquierda de nuestro Partido en el terreno de la lucha armada y no existen riesgos de que lleguen a concretarlo. Pero sectores proletarios y populares de vanguardia, plenos de combatividad, pueden caer bajo la influencia de esta hermosa consigna y llegar a la formación apresurada de tales milicias exponiéndose y exponiendo prematuramente a sectores de las masas a los feroces golpes de la represión con resultados contraproducentes. Las milicias de autodefensa son parte esencial en el armamento obrero y popular, constituyen sólidos pilares en la edificación de las fuerzas armadas revolucionarias, pero por su amplio carácter de masas sólo pueden surgir de una profunda y total movilización del pueblo en zonas de guerrilla o zonas liberadas. En la construcción de las fuertes unidades guerrilleras del presente, esfuerzo que se nutrirá del generoso aporte de la clase obrera y el pueblo, tienen responsabilidad fundamental las actuales organizaciones y grupos armados, principalmente nuestro ERP que cuenta con mayor experiencia de combate. Unificar los esfuerzos de edificación guerrillera luchando contra la dispersión, 523

Mario Roberto Santucho

el sectarismo y el individualismo es una tarea que tenemos por delante y que correctamente solucionada facilitará la formación de las unidades necesarias, al centralizar todos los recursos disponibles. Porque construir una fuerza militar como la que necesitamos, más aún en las condiciones de dominación capitalista y frente a un enemigo relativamente poderoso, es una tarea realizable pero difícil y compleja. Es una tarea perfectamente realizable como nos ha demostrado la experiencia al llegar ya a la constitución de compañías que con su logística (servicios) incluyen más de un centenar de combatientes y tienen mayor capacidad de combate que las unidades similares del ejército opresor, y como nos demuestra la gloriosa experiencia vietnamita en que en un país de 15 millones de habitantes frente a un ejército de ocupación de más de un millón de hombres, lograron liberar más del 90 por ciento del país, defender esas zonas liberadas con milicias de autodefensa y construir poderosas divisiones que aniquilaron -sin contar con aviación- a las mejores tropas norteamericanas obligando a retirarse derrotado al ejército contrarrevolucionario más poderoso de la tierra. Pero si bien es posible, requiere grandes sacrificios, enormes recursos y mucha destreza, requiere el aporte decidido de la clase obrera y el pueblo, la unificación de los esfuerzos revolucionarios, una correcta política de masas y una sabia línea militar de masas. En una palabra requiere la activa participación de amplios sectores de la clase obrera y el pueblo, el aporte de distintas corrientes populares y la firme dirección de un partido marxista-leninista de combate. EL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES “Si la guerra de liberación del pueblo vietnamita ha sido coronada por una gran victoria, ha sido gracias a los factores que acabamos de enumerar, pero ante todo porque fue organizada y dirigida por el Partido de la clase obrera: El Partido Comunista Indochino hoy convertido en Partido de los Trabajadores de Vietnam. Fue éste el que, a la luz del marxismo-leninismo, procedió a un análisis certero de la sociedad vietnamita y de la correlación de fuerzas entre el enemigo y nosotros, para definir las tareas fundamentales de la revolución nacional democrática popular y decidir el comienzo de la lucha armada y la línea general de la guerra de liberación: la resistencia prolongada, la libertad por el propio esfuerzo. Resolvió certeramente los diversos problemas planteados por la organización y la dirección de un Ejército Popular, de un poder popular, de un Frente Nacional Unido. Inspiró al pueblo y al ejército un espíritu revolucionario consecuente e inculcó a toda la nación la voluntad de superar todas las dificultades, soportar todas las privaciones

524

Sus editoriales y escritos estratégicos

y llevar hasta el fin la larga y dura resistencia”11 . Los argentinos contamos también con el núcleo fundamental de un Partido similar, del partido proletario de combate que llevará al triunfo nuestra revolución antiimperialista y socialista. Es el PRT, forjado en nueve años de dura lucha clandestina, antidictatorial, antiimperialista y anticapitalista, que cuenta hoy día con sólida estructura nacional, varios miles de miembros activos, varios centenares de cuadros sólidos, tradición y experiencia de combate, correcta línea política estratégica y táctica, marcadas características y moral proletaria y una profunda determinación de vencer afrontando todos los sacrificios necesarios. Pero nuestro Partido encuentra aún grandes dificultades para cumplimentar eficazmente su misión revolucionaria. Ello se debe principalmente a insuficiencias en la penetración orgánica en el proletariado fabril, débil composición social que alcanza a sólo a un 30 por ciento de obreros fabriles, insuficiente habilidad profesional en la ejecución de las tareas revolucionarias y limitado número de miembros organizados. En el curso de las presentes y futuras luchas del proletariado y el pueblo, nuestro Partido sabrá conquistar la total confianza de la vanguardia obrera y popular, despertar y canalizar la decisión revolucionaria de los mejores hijos de nuestro pueblo para superar sus limitaciones actuales y responder cabalmente a sus responsabilidades, ejecutar con honor su papel de motor, centralizador y dirigente del conjunto de la lucha revolucionaria. La construcción del PRT, tarea capital de todos los revolucionarios argentinos, principalmente de los obreros de las grandes fábricas, pasa por el desarrollo de las zonas y de los frentes fabriles. Formar células en las grandes fábricas, influir o dirigir la lucha reivindicativa del proletariado, llegar constantemente con hábil propaganda de Partido al conjunto de los obreros fabriles, incorporar y organizar en el Partido decenas de obreros en cada fábrica grande, es el punto de partida actual para el sano e impetuoso desarrollo necesario, para que el PRT esté en condiciones de jugar su rol dirigente y organizador. De las grandes fábricas saldrán el grueso de los principales cuadros y dirigentes de nuestro Partido, como han salido parcialmente hasta hoy. Como se ve todo este esfuerzo no depende sólo de la constancia y voluntad de nuestros militantes; tienen también enorme responsabilidad los elementos de vanguardia del proletariado, cuya conciencia, fidelidad a la causa y firme determinación serán decisivos en la construcción del Partido que necesitamos. Porque el PRT padece de una gran escasez de cuadros, la disposición de los elementos de vanguardia a organizarse por su propia cuenta es vital para conseguir rápidos avances en la multiplicación de nuestras fuerzas revolucionarias. Cada obrero de vanguardia, cada revolucionario de origen no proletario, cada nuevo compañero 11. Gral. Giap “Guerra del Pueblo, Ejército del Pueblo”, pág. 49. 525

Mario Roberto Santucho

que se ligue a nuestra organización, tiene la responsabilidad de aportar lo máximo de si en su rápida integración y en la construcción de las células de su frente fabril o de su zona. Con el cálido respaldo de nuestro pueblo y la decidida intervención de la vanguardia obrera y popular, el PRT aumentará sustancialmente sus fuerzas en el próximo período, y se pondrá en condiciones de dar solución en la práctica a los complejos problemas de nuestra revolución. NUESTRA REVOLUCIÓN TRIUNFARÁ En este breve folleto hemos visto como se sostiene la burguesía en el poder utilizando tanto el engaño como la represión, sirviéndose hoy del parlamentarismo, mañana del bonapartismo militar. Hemos visto como en la actualidad, fracasado el intento parlamentario peronista, la burguesía se apresta a intentar un nuevo engaño con un golpe o autogolpe militar de tinte peruanista. Hemos llegado a la conclusión de que debemos lograr a toda costa que nuestro pueblo no vuelva a caer en el engaño y en lugar de abrigar esperanzas en los militares sepa desde el principio que la lucha revolucionaria debe continuar e intensificarse. Hemos visto más adelante, que estamos ante la apertura de una situación revolucionaria en la cual la lucha por el poder comienza a ser posible. Hemos visto finalmente que el camino para avanzar hacia la conquista del poder por medio de la insurrección armada general del pueblo argentino, pasa por el desarrollo del poder dual, por el poder local en las zonas de guerrillas y zonas liberadas, por la unidad y movilización de todo el pueblo, por la construcción de un Frente Antiimperialista de masas, un poderoso ejército guerrillero y un sólido Partido Marxista-Leninista de combate, el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Estas sencillas y fundamentales conclusiones que iluminan nuestra actividad futura; estas inmensas posibilidades y responsabilidades de la actual generación de revolucionarios argentinos, es una semilla que germinó regada por la generosa sangre de más de un centenar de héroes y mártires caídos en el combate, en la tortura o en el frío asesinato policial y militar. Ellos son la expresión máxima de combatividad y entrega revolucionarios de nuestro pueblo, del heroísmo del pueblo argentino, que ha logrado abrir ya un ancho y seguro camino para el triunfo de la revolución socialista y antiimperialista: el victorioso camino de la guerra popular revolucionaria. Nos esperan arduas tareas y grandes sacrificios. Hemos de lanzarnos a afrontarlas plenos de determinación revolucionaria, de fe en la capacidad y decisión de nuestro pueblo, de confianza en el seguro triunfo de nuestra revolu526

Sus editoriales y escritos estratégicos

ción. De hoy en más, menos que nunca, no habrá sacrificios vanos, esfuerzos desperdiciados, esperanzas frustradas. Sabemos por qué y cómo combatir, contamos con las herramientas básicas que necesitamos, sólo nos resta afilarlas y mejorarlas incesantemente, ser cada día más hábiles en su empleo, conseguir que nuevos y numerosos contingentes de militantes en todos los puntos del país, utilicen con vigor esas mismas herramientas revolucionarias. Al igual que en la guerra de la primera independencia los revolucionarios argentinos no estamos solos. La responsabilidad de expulsar al imperialismo yanqui de América Latina y derribar el injusto sistema capitalista es compartida por todos los pueblos latinoamericanos y cuenta con el apoyo y la simpatía de todos los pueblos del mundo. Más no solamente por enfrentar al mismo enemigo estamos hermanados. Nuestro Partido ha llegado ya a la convergencia teórica y práctica, a la unidad, con el MLN Tupamaros de Uruguay, el MIR de Chile, el ELN de Bolivia, en la Junta de Coordinación Revolucionaria. En la mayor parte de los países capitalistas latinoamericanos sometidos a la dominación del imperialismo yanqui, los pueblos mantienen una lucha enconada y han acumulado valiosas experiencias revolucionarias. Es cierto que se han sufrido dolorosas derrotas en la mayoría de nuestros países. Pero esas mismas derrotas han sido fuente de profundas reflexiones, de fundamentales aprendizajes, y en el seno de las masas y de sus vanguardias maduran dinámicos elementos que anuncian la generalización de un poderoso auge de luchas revolucionarias en varios de nuestros países, favorecido por la profunda crisis de la economía capitalista latinoamericana. Tal es el marco en que se librará la lucha revolucionaria en nuestra patria, enriquecida y apoyada por el desarrollo paralelo de similares experiencias de nuestros hermanos latinoamericanos. Como San Martín y Bolívar y como el Che, como revolucionarios latinoamericanos, los mejores hijos de nuestro pueblo sabrán hacer honor a nuestras hermosas tradiciones revolucionarias, transitando gloriosamente sin vacilaciones por el triunfal camino de la segunda y definitiva independencia de los pueblos latinoamericanos.

Páginas Centrales de El Combatiente N° 134. Miércoles 11 de setiembre de 1974 LAS TAREAS CENTRALES DEL PARTIDO

527

Mario Roberto Santucho

En el marco de la proximidad de una situación revolucionaria, con la profundización del auge de masas y el pronunciado desprestigio del gobierno peronista, tres grandes cuestiones están planteadas ante este Comité Central, como elementos principales de la actual política nacional: 1) La edificación del Partido. 2) La política de alianzas. 3) Las nuevas tareas militares y la edificación del ERP. Ello porque existen condiciones objetivas y subjetivas para que nuestro Partido surja en el próximo período como opción revolucionaria de masas, produciendo así un cambio sustancial, histórico, en la política argentina. De ahí que el Comité Central Antonio del Carmen Fernández, resuelve abocarse directamente en el punto Nacional del Temario, a la consideración de estos tres puntos cruciales, de cuya solución correcta somos responsables ante nuestro pueblo y ante la historia. LA EDIFICACIÓN DEL PARTIDO Entre los múltiples aspectos que hacen a la construcción del Partido, debemos hacer eje en estos momentos en tres: a) El desarrollo en las fábricas. b) La agitación y la propaganda. c) Elevación del nivel ideológico-político, mayor dominio de la línea del Partido, mayor habilidad profesional en el arte de la construcción revolucionaria. Nos detendremos a analizar uno por uno esos tres aspectos, los problemas que presentan, para sintetizar orientaciones de avanzada. a) La Construcción del Partido en las Fábricas. Siete Recomendaciones Si bien hemos mejorado considerablemente en la orientación básica de la edificación del Partido sobre la base de la penetración en el proletariado fabril, aún arrastramos grandes déficits e insuficiencias, aún estamos lejos de haber logrado el grado de penetración que es posible y vitalmente necesario. Si bien hemos avanzado significativamente en esta dirección desde el Comité Central de enero hasta ahora, aún estamos lejos de saber movilizar los enormes recursos latentes en la clase obrera. Con las inmensas responsabilidades que el Partido tiene por delante resulta hoy decisivo el resultado del trabajo revolucionario en las grandes fábricas. La incorporación de centenares y miles de obreros fabriles a la construcción orgánica del PRT. 528

Sus editoriales y escritos estratégicos

El surgimiento de decenas y centenares de nuevos cuadros de origen proletario harán imbatible a nuestro Partido, permitirá que nuestra organización cumpla exitosamente su compleja misión revolucionaria. En la próxima situación revolucionaria, planteada la lucha por el poder y el desarrollo del poder local, la fuerza, consistencia y dinamismo del Partido tendrá influencia decisiva. El éxito de nuestro Partido en las grandes fábricas, la incorporación de lo mejor de la vanguardia obrera y nuestra influencia hegemónica en esas fábricas más concentradas, es la clave que garantizará el glorioso desempeño del PRT. Analizando nuestras actividades en distintos frentes fabriles se observa que allí donde hemos dado los primeros pasos, no se avanza a buen ritmo. Hay casos en que tenemos compañeros en fábricas y no construimos células en semanas y meses; hay casos en que estamos estancados después de construir una primera célula; hay casos en que después de lograr una buena influencia y nuclear en torno al Partido a decenas de compañeros, se han producido retrocesos. Todos estos son déficits gravísimos, un desaprovechamiento enorme de recursos potenciales que retrasan considerablemente la edificación del Partido. Hoy día cumplir cabalmente con la misión de los revolucionarios en las grandes fábricas es organizar en el Partido decenas de obreros de vanguardia construyendo numerosas células bajo la dirección de un Comité de Fábrica. Para contribuir a esa fundamental tarea el CC adopta como resolución las siguientes recomendaciones: 1) Distribución de Cuadros: Que las direcciones regionales y zonales revisen la distribución de cuadros en su regional o zona para garantizar una distribución de cuadros certeramente orientada a la penetración en fábrica. 2) Construcción de células y Comités de Fábrica: Debemos trabajar para construir una o más células y subequipos de masas, una célula de propaganda, una o más células y subequipos militares, una o más células legales, unidas y dirigidas en su trabajo revolucionario por un Comité de Fábrica, integrado en un principio por los responsables de las distintas células. No se trata de construir solamente una célula de masas y dirigir con ella la [Comisión] Interna. Ocurre hoy con frecuencia que logrado este primer paso se detiene el ímpetu en el desarrollo, y el esfuerzo del Partido en la fábrica gira en torno a los problemas reivindicativos -sin hacer sindicalismo naturalmente ya que los boletines fabriles y la propaganda armada dejan muy poco margen para esa desviación- pero sin avanzar en la captación de numerosos compañeros. Diremos más, ocurre actualmente que una vez formada la primera célula, ya no se sabe qué hacer con los nuevos compañeros, no se sabe qué tareas darles. Por eso es necesario aclarar que las células de fábricas y específicamente el Comité de Fábrica tiene la responsabilidad de desarrollar el trabajo revolucio529

Mario Roberto Santucho

nario interesando a todos los obreros de la empresa y prestando atención a los problemas de otras fábricas de la zona, de villas y barrios, de colegios, en una palabra de toda la población de la zona a la que se puede llegar desde la fábrica, bajo las orientaciones y dirección del Comité Zonal. Pongamos un ejemplo. Tenemos en una fábrica una célula de 3 o 4 compañeros, delegados y miembros de la Comisión Interna. Esta célula de masas se encarga de la lucha reivindicativa y política en el marco del sindicalismo clasista y antiburocrático y para ese trabajo, funcionando bien con una periferia de simpatizantes y colaboradores, se bastará seguramente. Pero ello no debe paralizar los avances conformándose con haber conquistado importantes influencias. Es imprescindible avanzar con audacia y celeridad a partir de la situación extremadamente favorable proporcionada por la influencia directa que hemos conseguido y captar y organizar nuevos compañeros. Nos pondremos así en la tarea de construir las células de propaganda, militar y legal. Pero no solamente eso, sino que nos esforzaremos por dar distintas tareas a los nuevos compañeros y organizar células y subequipos de masas, que tomen otras tareas, principalmente políticas. Una célula o subequipo se ocupará por ejemplo en tareas políticas o educativas con los delegados combativos, distribuir entre ellos la propaganda escrita, hacer cursos, llevar adelante la lucha ideológica, en una palabra hacer todo lo posible para ganar la mayor cantidad posible de delegados para las ideas revolucionarias y para el Partido. Una célula o subequipo se ocupará de los jóvenes obreros desarrollando con ellos intensa actividad política e ideológica. Otra célula o subequipo puede tomar una villa, barrio o población situada en la zona de influencia de la fábrica, etc. Para la incorporación orgánica de la periferia obrera, para la captación e incorporación de nuevos compañeros, es necesario apelar a toda una gama flexible de formas orgánicas: equipos de simpatizantes, círculos de lectores, grupos de estudio, comandos de apoyo al ERP, equipos de agitación y propaganda, etc. La cuestión es no detener el desarrollo en los primeros avances, sino apoyarnos en ellos para acelerar las actividades y ampliar incesantemente el radio de influencia del Partido. Así lograremos el objetivo de conquistar la hegemonía política-ideológica en las masas de trabajadores, nuclear en el Partido decenas de obreros de vanguardia y formar como revolucionarios profesionales, como cuadros y dirigentes partidarios, un buen grupo de los mejores de esos obreros. 3) Cursos de formación de cuadros fabriles: La realización de cursos de uno, dos o tres días sobre “Partido y Organización” contribuirá sensiblemente en la formación de los compañeros concentrados en las actividades fabriles. Esos cursos abarcarán el siguiente programa: a.- Breve Historia del Partido. 530

Sus editoriales y escritos estratégicos

b.- Estatutos y Organización. c.- Métodos de trabajo en los frentes: Construcción de células. 4) Reuniones de cuadros y militantes fabriles: Favorecerá también los avances el intercambio de experiencias, para lo cual conviene promover a nivel de zona y regionales reuniones periódicas de cuadros y militantes fabriles. 5) Propaganda del Partido en las fábricas: Garantizar una eficaz Propaganda del Partido es la obligación número uno de todo militante fabril. En primer lugar la colocación de El Combatiente y Estrella Roja. Luego los volantes nacionales, regionales, zonales y fabriles. Asimismo el boletín fabril del partido. Es fundamental que esta propaganda se distribuya con regularidad y masividad. El aspecto de la regularidad, que es fundamental para la penetración de las ideas revolucionarias en las masas, aún no ha sido comprendido cabalmente en el Partido como lo indica el hecho de que editamos cerca de 40 boletines y ninguno de ellos es aún semanal. 6) Lucha ideológica: La superioridad de las concepciones revolucionarias, de la justa línea y posiciones de nuestro Partido, es incuestionable. Armados con esas poderosas ideas debemos librar con decisión la lucha ideológica con el populismo, el reformismo y el espontaneísmo. En este terreno, por la presión de los métodos conspirativos y otras razones, existe un pronunciado déficits. En general no somos lo suficientemente consecuentes y firmes para librar por todos los medios la lucha ideológica, en enfrentar y rechazar las ideas burguesas y pequeño-burguesas que el enemigo y ciertas corrientes difunden en la vanguardia y en la masa. Muchas veces descuidamos la atención de un obrero bajo la influencia del reformismo, del populismo o del espontaneísmo. Ello es profundamente erróneo. A esos compañeros, debemos asistir, prestarles atención, combatir con habilidad y eficacia la enfermedad político-ideológica que lo afecta y recuperarlo para la causa revolucionaria. 7) Responsabilidad de los obreros del Partido: En todo este esfuerzo de penetración corresponde el papel principal a los miembros del Partido que están en fábricas. A ellos nos dirigimos especialmente instándolos a dinamizar la actividad, a tomar con decisión la iniciativa y volcar los esfuerzos de su célula en la dirección que recomendamos. Los obreros del Partido deben tener siempre presente que en sus manos están los destinos de la revolución, que es su deber lograr el aprovechamiento de los inmensos recursos revolucionarios de nuestra clase obrera, que por ello no debe desaprovecharse ninguna posibilidad, sino por el contrario actuar con audacia, dinamismo y espíritu práctico, ampliando constantemente nuestra influencia, tomando nuevas responsabilidades, acercando, captando y formando nuevos y nuevos compañeros.

531

Mario Roberto Santucho

b) Agitación y Propaganda Desde el Comité Central de enero hasta ahora hemos logrado importantes avances. La campaña por llegar a los 10.000 Combatientes clandestinos se sobrecumplió y faltó poco para llegar a los 15.000 Estrellas Rojas propuestos. Se mejoró notablemente la distribución en todo el país, se sentaron las bases para la propaganda de masas al iniciarse la formación de equipos zonales y la edición de boletines fabriles que han comenzado a satisfacer las necesidades de la vanguardia. Pero estos logros deben ser considerados sólo como el punto de partida para la efectiva propaganda de masas que debemos desarrollar. Con fines prácticos podemos clasificar la propaganda en propaganda de masas y propaganda de vanguardia. La propaganda de vanguardia dirigida a los elementos políticamente conscientes del proletariado y el pueblo gira en torno a El Combatiente y los folletos. En general podemos decir que está en marcha, aunque es necesario naturalmente mejorar tanto en calidad como en cantidad y particularmente resolver con eficacia la edición como mínimo de un folleto por mes. La propaganda de masas, se dirige a las más amplias masas proletarias y no proletarias. El vínculo principal en estos momentos son los volantes, boletines, Estrella Roja, que se basan en los materiales de El Combatiente y folletos para difundir masivamente las ideas revolucionarias en relación a ejemplos y situaciones concretas referidas a la vida y luchas cotidianas de las masas. En este terreno de la propaganda de masas tenemos grandes déficits que superar en los próximos meses. Para contribuir a ese necesario avance el Comité Central adopta las siguientes recomendaciones. Respecto a Estrella Roja su limitada distribución no puede ser sustancialmente corregida en lo inmediato. Aumentará con el desarrollo del poder local12. 1) Técnica: Concretar en cada frente, primordialmente en cada frente fabril, la construcción de células de propaganda en base a compañeros surgidos del mismo frente y cuya habilidad en las tareas técnicas (redacción, impresión, distribución) posibilite el cumplimiento de los planes correspondientes. De las células de propaganda por frente saldrán con el desarrollo las células de propaganda zonal. En este aspecto es necesario señalar que debe erradicarse el criterio de construir células de propaganda zonal desde arriba, sin tener organizadas células en los frentes principales. Al tomar desde el inicio la propaganda en toda la población de la zona se abandona el principio de concentración y no se garantizan los frentes fabriles más importantes. Por ello siempre se debe empe12. Sin embargo cabe señalar que su tiraje no es bajo; con 14.500 ejemplares, es superior a la mayoría de las revistas y periódicos semanales o quincenales.. 532

Sus editoriales y escritos estratégicos

zar por la propaganda en los frentes fabriles, garantizando primero que los tres o cuatro mil obreros de las grandes fábricas de la zona, en un ejemplo, reciban regularmente una buena propaganda, volantes, boletines, etc., para pasar con el desarrollo a toda la población de la zona, barrios, villas, colegios, etc. 2) Regularidad y Calidad: El éxito de la propaganda depende fundamentalmente de su calidad y regularidad. Naturalmente que lo principal es que contenga ideas justas, pero ellas deben ser bien escritas, con un lenguaje accesible y certero, bien impresas, en una palabra deben tener una buena presentación que atraiga al lector y facilite su comprensión. Pero esto no es aún suficiente y aquí llegamos al aspecto [más] descuidado de la propaganda masiva: la regularidad. Para introducir con la propaganda las ideas correctas en la mente de las masas es necesario machacar semana a semana, combatir sistemáticamente la abundante y constante propaganda burguesa. 3) Iniciativa y Oportunidad: La preocupación de todo militante cuando llega a comprender una cuestión, cuando recibe línea del Partido, debe ser llevar esa idea o explicación a las masas. Como aquel compañero que en la Escuela de Cuadros del Partido, al descubrir un mundo de nuevas y correctas ideas, expresaba su gran alegría porque podría explicar todas esas cosas a sus compañeros de la fábrica. En los frentes es donde principalmente debe brillar la iniciativa en la propaganda porque es fundamental. Para llegar a la gente hay que llegar con el volante y la explicación de inmediato, en distintas formas, por diferentes medios. Siempre con la ardorosa preocupación de llegar positivamente a las masas. Asimismo, tiene enorme importancia que la propaganda sea oportuna, que se distribuya en el momento justo porque de lo contrario pierde gran parte de su efectividad. 4) Lucha Ideológica: La cuarta recomendación del Comité Central sobre propaganda, producto de la poca atención que el conjunto del Partido muestra hacia esa cuestión en los frentes, se refiere a la lucha ideológica. La vanguardia obrera y popular en nuestro país es cada vez más amplia; mayor es el interés de nuestro pueblo por los problemas políticos y sociales. De ahí que es fundamental librar masivamente en los frentes, con volantes y boletines, una activa lucha ideológica contra las concepciones burguesas y pequeño-burguesas. 5) Prensa Legal: Estamos en un momento que aún es posible aprovechar los resquicios de la legalidad burguesa. Desde el 25 de mayo de 1973 hemos hecho esfuerzos y experiencia importantes. Sirviéndonos de las enseñanzas de esas experiencias debemos insistir en el esfuerzo de utilizar también las posibilidades de la prensa legal para difundir, con el enmascaramiento correspondiente, las ideas y posiciones de nuestro Partido y las ideas revolucionarias en general. 533

Mario Roberto Santucho

En este esfuerzo debemos prevenirnos contra una tendencia, que ha venido manifestándose entre nosotros, a no cuidar el enmascaramiento, a plantear literalmente la línea del Partido, con las dificultades consiguientes. c) Elevación del Nivel Político Este es un aspecto fundamental en que estamos retrasados injustificadamente. La insuficiencia en el estudio de los clásicos y de la línea del Partido retrasa considerablemente el desarrollo porque limita la preparación de militantes y cuadros para afrontar los distintos problemas concretos que se van presentando, limita la aplicación creadora de la línea del Partido en los distintos frentes y tareas. Por ello el Comité Central resuelve que todos los organismos partidarios deben organizar debidamente el estudio, con horarios y controles hasta lograr un buen ritmo en el estudio. La Escuela Nacional de Cuadros preparará una bibliografía mínima de textos clásicos cuyo estudio deberá ir paralelo al estudio profundo de la línea del Partido. Es necesario señalar finalmente que la elevación del nivel ideológico-político descansa en gran parte en la iniciativa y dedicación de cada compañero, por las características de esta tarea. En cuanto a la habilidad profesional revolucionaria, el dominio de este arte cuya base es la pericia en los métodos conspirativos, es fundamental. Para acrecentar y mejorar ese dominio es necesario intercambiar experiencias, prestar atención a cada detalle, actuar reflexivamente, y cumplir celosamente con todas las normas que van surgiendo de la experiencia. POLÍTICA DE ALIANZAS Los cambios en la situación nacional, el desprestigio del gobierno, coloca en activa oposición a sectores populares hasta hace poco subordinados al peronismo burgués, e incluso divide al frente burgués, al tomar distancia algunos sectores de los políticos burgueses, respecto al Partido de Gobierno. Esto significa un importante cambio en la disposición de fuerzas que implica nuevamente cambios en la política de alianzas que se adecuen a las modificaciones que se están produciendo en el agrupamiento de fuerzas. Durante los primeros meses del tercer gobierno peronista se constituyó el FAS, con la participación de nuestro Partido. Este frente luchó denodadamente contra el gobierno burgués contrarrevolucionario en los momentos más difíciles de auge populista, por lo que debió acentuar su definición principista y por tanto aglutinar a los sectores más radicalizados de nuestro pueblo. El FAS jugó y juega un destacado papel en la preparación del terreno para una amplia unidad obrero y popular, pese a los límites en su influencia de masas que necesariamente debían manifestarse por el momento en que surgió. Hoy con 534

Sus editoriales y escritos estratégicos

el reagrupamiento que ha comenzado a producirse, tanto programática como orgánicamente, el FAS se convertirá en una herramienta estrecha, insuficiente. La nueva etapa que se abre y que se prolongará muchos años se caracterizará por gobiernos pro-imperialistas, abiertamente antipopulares divorciados totalmente de las masas y distanciados hasta de algunas apoyaturas burguesas; enfrentados totalmente a nuestro pueblo, a las organizaciones populares y también a algunas corrientes burguesas, tal como ocurrió con la Dictadura Militar. En esta situación corresponde la organización de un Frente Democrático, Patriótico, Antiimperialista, de un frente más amplio que el FAS, que programática y orgánicamente esté en condiciones de unir, organizar y movilizar a las más amplias masas antigubernamentales. Por todo ello el Comité Central del PRT resuelve proponer en el seno del FAS la iniciación de actividades tendientes a la constitución de nuevos frentes, más amplios, acordes con el reagrupamiento de fuerzas que ha comenzado. NUEVAS TAREAS MILITARES Y CONSTRUCCIÓN DEL ERP En el período que se abre en la lucha de clases argentina el desarrollo de nuestro accionar y nuestra política de construcción del ERP están íntimamente unidas al desarrollo del doble poder, particularmente en su forma de poder local. Ello requerirá centrar el eje de las operaciones en la lucha con las fuerzas represivas policiales y militares y avanzar decididamente en la estructuración de nuestra fuerza militar. En el último aspecto, considerando que es de vital necesidad para impulsar los avances necesarios la formulación de reglamentos y el establecimiento de grados militares, el Comité Central resuelve autorizar al Buró Político para que previa consulta con los combatientes de las unidades y ad-referéndum del próximo CC disponga: a) Redactar y promulgar reglamentos militares sobre: I. Estructura y funcionamiento del Estado Mayor Central. II. Estructura y funcionamiento del Batallón, la Compañía, el Pelotón y la Escuadra. III. Métodos Conspirativos y Operativos.. IV. Táctica de combate urbana y rural. b) Crear los siguientes grados militares Sargento – Jefe de Escuadra. 535

Mario Roberto Santucho



Teniente – Jefe de Pelotón y miembro del Estado Mayor de la Compañía. Capitán – Jefe de Compañía y miembro del Estado Mayor del Batallón, y Estado Mayor Central. Comandante – Jefe de Batallón y del Estado Mayor Central. Comandante – Jefe del ERP.

El otorgamiento de los grados militares y de los ascensos será responsabilidad del Comité Central, que en cada una de sus sesiones ordinarias (semestrales, según los Estatutos), examinará las propuestas correspondientes preparadas por el Estado Mayor Central. Este Comité Central autoriza al Buró Político a otorgar los primeros grados ad-referéndum del próximo Comité Central.

Editorial de El Combatiente Nº 136. Miércoles 25 de septiembre de 1974 ¡VIVA EL PROLETARIADO AZUCARERO! Mario Roberto Santucho La combativa huelga de la FOTIA es un hecho de primera importancia para la lucha de clases argentina. El proletariado azucarero, columna vertebral del pueblo tucumano está nuevamente en pie, movilizado, en las primeras líneas del combate anticapitalista y antiimperialista. Es la concreción de un proceso de reorganización que se inició el año pasado y que se desarrolla con notable vitalidad, partiendo de las ricas tradiciones de lucha de los azucareros. Entre 1960 y 1966 se desenvolvió un proceso de auge similar al que ahora se inicia. En esos años los trabajadores del azúcar movilizaron toda la provincia y pusieron en jaque a sucesivos gobiernos burgueses. Pero finalmente esa gesta fue derrotada militarmente por la burguesía cuyo golpe militar, que encabezó Onganía, tuvo entre sus motivaciones políticas inmediatas la situación en Tucumán. Es que el proceso revolucionario argentino carecía aún de desarrollo y los obreros azucareros no contaban con fuerzas revolucionarias políticas y militares capaces de enfrentar victoriosamente la agresión militar-policial con que se los atacó. Sin embargo, esa gran movilización de 1960 a 1966 forjó a una vanguardia obrera que jugó un rol decisivo en la formación del PRT y el ERP dando inicio a la construcción de las fuerzas revolucionarias hoy existentes en 536

Sus editoriales y escritos estratégicos

la Argentina y que esta vez garantizarán que el presente auge se inscriba en el victorioso proceso de guerra revolucionaria llevado adelante por los argentinos. UN GOBIERNO DESESPERADO Y PELIGROSO El gobierno contrarrevolucionario de Isabel acentúa su carácter represivo al tiempo que se gana rápidamente el odio de las masas, pierde base de sustentación y se precipita hacia la crisis. En su desesperación Isabel-López Rega recurren a la participación masiva de la CIA norteamericana y dan vía libre a las actividades de la organización criminal de la Triple A. Ello aumenta la peligrosidad de los ataques del gobierno al pueblo y hace necesario la adopción de estrictas medidas de seguridad por los militantes y dirigentes populares. Esta es una guerra prolongada y es necesario actuar con inteligencia, preservando lo máximo posible los recursos revolucionarios de nuestro pueblo. Las medidas de seguridad que es necesario tomar lesionarán momentáneamente la efectividad de las actividades legales pero nuevas camadas de cuadros que la cantera inagotable de nuestro pueblo proporcionará generosamente, cubrirán pronto las necesidades de esos frentes. A medida que se agudiza el enfrentamiento, que la temperatura de la lucha de clases se eleva, será necesario desarrollar todas las actividades revolucionarias desde la clandestinidad, incluida la dirección de la movilización política y reivindicativa, pacífica y violenta de las más amplias masas. Argentina es un eslabón fundamental en la cadena del sistema capitalista imperialista, y los explotadores no aceptarán pasivamente nuestros avances revolucionarios, por el contrario, bajo la dirección práctica del imperialismo yanki, a través de la CIA, redoblarán su ferocidad y están decididos a llegar a los más abyectos crímenes tal como lo hacen en Vietnam. Pero también como allí, chocarán contra el muro de acero de la resistencia popular, la mayoría de sus golpes se eludirán y recibirán un justo castigo por todos y cada uno de sus crímenes. ESTADO DE ÁNIMO DE LAS MASAS El despertar revolucionario de la clase obrera y el pueblo argentino es ya un proceso que ha tomado un ritmo vertiginoso. Aprendiendo de sus experiencias la vanguardia de nuestro pueblo ha comenzado a volcarse con profundo interés y entusiasmo hacia la salida revolucionaria. Al mismo tiempo amplias masas de trabajadores se movilizan por sus reivindicaciones en claro enfrentamiento al Pacto Social, a la política económi537

Mario Roberto Santucho

co-social del gobierno peronista. El repudio obrero y popular al gobierno antipopular y antinacional es cada vez mayor. La reciente concentración del viernes 20 lo muestra claramente. Movilizado todo el aparato de la burocracia sindical y del gobierno, organizaron un paro oficial a partir de las 10 para sacar a la gente de las fábricas y llevarla directamente a Plaza de Mayo. El fracaso fue estrepitoso. De fábricas de varios miles de trabajadores conseguían arrastrar 50 o 60, y en algunas partes no iba nadie. Así lograron reunir sumando los obreros, las delegaciones del interior, los empleados públicos del centro de Buenos Aires y una nube de miles de policías, alrededor de 35.000 manifestantes. Naturalmente que la casi totalidad de los diarios burgueses no publicaron cifras. Sólo lo hizo Crónica que dio 50.000 personas en la concentración. Es notoria la declinación de la influencia de masas del peronismo en menos de 5 meses: el 1º de Mayo concentró 100.000 personas y el 12 de junio 70.000. Por todo ello, la política de construcción del Partido que impulsó nuestro Comité Central recientemente, ha tenido favorable acogida y comenzó a traducirse rápidamente en éxitos. PERSPECTIVAS Y TAREAS La vigorosa lucha de mecánicos y azucareros, el primer paso de la Coordinadora Nacional Sindical, la actividad guerrillera urbana y rural son importantes avances de los últimos días en el desarrollo de la lucha popular, en la apertura de una situación revolucionaria en nuestra patria. El enfrentamiento con el gobierno puede decirse que ya es total e irreconciliable. Ellos usan todos los recursos represivos, mientras los trabajadores y el pueblo se arman y organizan con creciente decisión. En este marco ante la agudización de la lucha, es necesario intensificar aún más las distintas tareas revolucionarias, es necesario impulsar armónicamente la distintas actividades que conforman una política proletaria de guerra revolucionaria, actividades que día a día se hacen más complejas e interrelacionadas. De ahí que sea también cada vez más necesaria cada vez más imprescindible la dirección del Partido sobre el conjunto de la lucha popular, de ahí que sea cada vez más imprescindible la superación de nuestros déficits, el aporte decidido de los mejores elementos de vanguardia, para que el PRT conquiste y asuma con determinación y eficacia la conducción de la lucha revolucionaria del pueblo argentino. La construcción de un nuevo frente, de mayor amplitud que unifique a toda la oposición antiimperialista y democráticas, es un esfuerzo que rendirá frutos dentro de unos meses, pero que debe comenzar a prepararse desde ya, 538

Sus editoriales y escritos estratégicos

mientras se continúa con energía el desarrollo de la política legal de base, dando primacía como lo señaló nuestro Comité Central, a la construcción del Partido en los barrios y villas activamente antiimperialistas para extenderse hacia otros sectores explotados a partir el desarrollo en cuadros y recursos en esos barrios y villas de avanzada. Las fuerzas guerrilleras, a su vez, pueden y deben tomar un renovado impulso, pasando a constituir unidades bien estructuradas, capaces de afrontar exitosamente las formidables exigencias que presentará la lucha de clases en los próximos meses de crecientes enfrentamientos. Exigirnos cada vez más en el trabajo revolucionario del Partido, y luchar por la incorporación de la vanguardia proletaria y popular, conscientes de que vivimos “tiempos de guerra” en los que las responsabilidades y exigencias son insoslayables, es la determinación de nuestro Buró Político que nos esforzaremos en cumplir acabadamente hoy más que nunca. El retorno activo al campo de batalla del proletariado azucarero que se respaldará mutuamente con la guerrilla rural y urbana y el trabajo clandestino del Partido, es un nuevo y formidable aliciente que llena de vigor y entusiasmo a nuestras filas y que celebramos con todo nuestro corazón.

539

Sus editoriales y escritos estratégicos

9. Propaganda. Organización. Acumulación. desde octubre de 1974 a mayo de 1975

Editorial de El Combatiente N° 137. Miércoles 2 de octubre de 1974 PROPAGANDA, ORGANIZACIÓN, ACUMULACIÓN DE FUERZAS Mario Roberto Santucho Los asesinatos de nuevos luchadores populares, entre ellos Silvio Frondizi, querido intelectual revolucionario, y su valiente yerno Mendiburu han llenado de odio e indignación al pueblo argentino, que a su vez recibió con aprobación y entusiasmo las primeras dos ejecuciones de oficiales realizadas en cumplimiento de la resolución de nuestro Partido de ejercer la represalia contra la criminal oficialidad del ejército contrarrevolucionario. Acorralados por la lucha del pueblo, el gobierno peronista y su ejército contrarrevolucionario, en su desesperación, han recurrido al terror selectivo mandando asesinar a distintas personalidades progresistas y revolucionarias y aplican respecto a los guerrilleros la bárbara política de masacrar a los prisioneros como en el trágico caso de Catamarca. La Triple A, que por todas sus características es indudablemente una organización militar y/o policial, actúa respaldada por las fuerzas represivas y por el gobierno. Es la más abierta y decidida aplicación de la violencia contrarrevolucionaria para proteger los privilegios de los imperialistas, explotadores y opresores que se ejerce contra nuestro pueblo con el salvajismo propio de los que defienden causas injustas. Frente a todas estas agresiones violatorias de las más elementales normas civilizadas, nuestro pueblo clama, exige, castigo y respuesta. Por eso ante los monstruosos crímenes de Catamarca nuestro ERP resolvió ejercitar la represalia contra la oficialidad enemiga, y hoy recibe grandes presiones de las masas en el sentido de extender esas represalias a todos los explotadores y opresores. 541

Mario Roberto Santucho

Nuestra organización en el ejercicio de la justa violencia revolucionaria que busca la liberación de los oprimidos y explotados, siempre se ha esforzado y se esfuerza por respetar las leyes de la guerra. Nunca se ha torturado a nadie ni se torturará; nunca se ha fusilado a nadie sin causa justificada (torturador o asesino reconocido). Pero ante el grado de salvajismo del enemigo, como extremo recurso para obligar a respetar a los guerrilleros y al pueblo, el ERP decidió aplicar la represalia contra la oficialidad del ejército burgués basándose en antecedentes internacionales que la justifican. Ningún crimen del enemigo quedará impune. En un mes, o en un año las represalias que hemos decidido y las que nos obliguen a adoptar en el futuro, se cumplirán inexorablemente. EL SISTEMA CAPITALISTA EN CRISIS La profunda crisis del capitalismo argentino adquiere extrema gravedad en el marco de una situación económica internacional que según economistas, empresarios y políticos se encamina aceleradamente a una crisis económica mundial de proporciones sólo comparable a la de 1930. La lucha intercapitalista, iniciada por el precio del petróleo donde el imperialismo yanqui intenta imponer su voluntad a los países productores es una muestra más de que efectivamente el mundo capitalista camina hacia una profunda guerra económica de grandes consecuencias. Si recordamos que las crisis del 30 fue el trasfondo económico de situaciones y crisis revolucionarias en gran cantidad de países, podremos ubicarnos aproximadamente en las consecuencias que esa crisis internacional puede traer para el desarrollo de la revolución nacional y social del pueblo argentino. En tanto el gobierno peronista burgués ha fracasado en su intento de aplastar la movilización obrera de importantes gremios y se ha visto obligada a concesiones significativas. Los mecánicos cordobeses consiguieron aumentos y continuarán la lucha por la recuperación del Sindicato. Otero se comprometió a devolver la FOTIA y otorgar aumentos a los azucareros, en Propulsora y Acindar se consolidan las Comisiones Internas Clasistas. Son todos triunfos obreros parciales, derrotas gubernamentales patronales, aunque en todos los casos los enemigos de los trabajadores sólo han dado un paso atrás y no descansan ni descansarán en sus siniestros propósitos. Este nuevo retroceso que la combatividad de las masas impuso al gobierno contrarrevolucionario lo deteriora aún más. El Partido Militar se prepara para tomar nuevamente el mando en el campo burgués proimperialista, sea en un acuerdo con Isabel si ésta acepta quedar como mascarón de proa al estilo Guido o con un nuevo golpe de tinte peruanista. 542

Sus editoriales y escritos estratégicos

HACIA MAYORES ENFRENTAMIENTOS El éxito parcial de mecánicos y azucareros, que puede convertirse en total en las próximas semanas si se logra continuar la lucha con la misma energía y combatividad, alienta y alentará aún más a nuestro pueblo que persistirá en su movilización acuciado por el incesante aumento del costo de la vida, por los odiados despliegues represivos. La lucha de clases continuará con intensidad y como nos enseña la experiencia los trabajadores y el pueblo se verán enfrentados a una represión cruel y masiva aunque impotente para contener la marea de las masas. En este camino hacia enfrentamientos cada vez más grandes y de mayores consecuencias, la obligación de los revolucionarios y de todos los argentinos verdaderamente patriotas, conscientes y antiimperialistas, es volcar todos nuestros sacrificios en la acumulación de fuerzas, es decir en la propaganda de las ideas revolucionarias para despertar la consciencia de las más amplias masas, y en la construcción de las organizaciones revolucionarias (el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Ejército Revolucionario del Pueblo, el Frente) para dotar a nuestro pueblo de aceradas herramientas de lucha y de victoria. Disipada la influencia del peronismo burgués, nuestro pueblo, profundamente interesado en la política quiere conocer, quiere saber, quiere orientarse para encontrar una salida. La burguesía y su agente la vacilante intelectualidad pequeño-burguesa desarrollan gran actividad para ofrecer a la sed revolucionaria de los trabajadores el sutil veneno oportunista del peruanismo, el populismo, el reformismo, el espontanéismo. Por ello es fundamental, estratégico, desplegar con energía, con pasión, metódicamente, sistemáticamente, una masiva propaganda de las ideas revolucionarias, explicar incansablemente a la vanguardia y a las masas que es posible y necesario luchar hoy por el poder obrero y popular revolucionario mediante el desarrollo del poder dual general y local. Pero despertar y convencer a las masas no tendría todo su efecto si no avanzáramos paralelamente en la construcción de las organizaciones revolucionarias, si no resolviéramos con prontitud y eficacia, con espíritu práctico, las distintas tareas de edificación determinadas por nuestro Partido para contar en los momentos decisivos con el Partido, el Ejército Guerrillero y el Frente, capaces de nuclear y movilizar sabiamente hacia precisos objetivos a las más amplias masas de nuestro pueblo.

Editorial de El Combatiente Nº 138. Miércoles 9 de octubre de 1974

543

Mario Roberto Santucho

¿POR QUÉ UN ARMISTICIO? Mario Roberto Santucho El 4 de octubre, el Ejército Revolucionario del Pueblo envió a los posibles participantes en la reunión “multisectorial” organizada por el gobierno una nota que se reproduce íntegramente en este número, comunicando que nuestro ejército guerrillero estaba dispuesto a discutir un armisticio. En las líneas que siguen informaremos a los lectores de las razones de esta posición que fuera formulada hace varios meses, en junio, por el Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario de los Trabajadores y que recién ahora resulta oportuno plantear públicamente. POLÍTICAS DE ALIANZAS Y LUCHA POR LA LEGALIDAD Contrariamente a lo que sostiene la crítica falaz del reformismo, nuestro Partido se ha preocupado siempre -fiel a las enseñanzas marxistas-leninistaspor establecer vínculos con los aliados y por conquistar la más amplia vigencia de las libertades democráticas. Desde su nacimiento, y en la medida que lo permitían nuestras fuerzas, el PRT se esforzó en anudar lazos con los posibles aliados y participó en distintas formas de lucha legal. Recién ante el golpe militar de Onganía y la férrea dictadura que le siguió, nuestro Partido, interpretando cabalmente el estado de ánimo, el espíritu combativo de la clase obrera y el pueblo argentino, decidió tomar las armas y organizar guerrillas dando nacimiento al Ejército Revolucionario del Pueblo. Posteriormente, derrotada la Dictadura y en vías de ejecución el plan contrarrevolucionario del GAN, nuestro Partido estuvo entre los fundadores del Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS) y participó de lleno en el esfuerzo fracasado de oponer a la farsa orquestada por el Partido Militar una opción auténticamente popular y antiimperialista. Ante el intento populista de engañar al pueblo sin cesar la represión y cercenando desde el comienzo la legalidad conquistada, nuestra organización decidió continuar accionando contra el ejército opresor y las empresas imperialistas, sin atacar a la policía ni al gobierno, para contribuir a impedir la consumación del engaño que se preparaba, cuyo objetivo consistía en contener la lucha de masas como paso previo a lanzar la represión para desarmar a la guerrilla y destruir el movimiento revolucionario. Ahora, ya fracasado el GÁN como plan estratégico de contrainsurgencia, con el cual los explotadores y opresores pensaban exterminar las fuerzas revolu544

Sus editoriales y escritos estratégicos

cionarias argentinas, se presenta una nueva situación. El enemigo necesita pasar a una represión en masa pero encuentra grandes dificultades para hacerlo. Tanto porque no cuenta con fuerzas militares adecuadamente preparadas como porque corre el riesgo de quedar nuevamente aislado como le ocurrió durante la reciente Dictadura Militar. Esa debilidad política y militar de las fuerzas reaccionarias crean condiciones favorables para ofrecer el armisticio como una medida más de lucha frente a la política contrarrevolucionaria del gobierno peronista. EL GOBIERNO BUSCA APOYO PARA SU PROYECTO FASCISTOIDE El llamamiento de Isabel a la reunión multisectorial tiene como propósito organizar una cruzada antiguerrillera y antipopular de carácter fascistoide con plena participación del ejército opresor y con el visto bueno de todos los centros políticos. En esas circunstancias el Buró Político del PRT, dirección político militar del ERP lanza su propuesta de armisticio con el objeto de dificultar la maniobra del enemigo. El gobierno llama a todos los sectores para debatir el problema de la violencia. Intenta en esa reunión ocultar y justificar el accionar de la organización criminal de la Triple A que él respalda descaradamente, y lograr la condena unánime de las guerrillas populares. En ese momento nuestra propuesta pública de armisticio deja claro la flexibilidad de nuestra organización y desnuda la esencia reaccionaria y agresiva de la política gubernamental. CON EL GOBIERNO FASCISTOIDE O CONTRA EL La falsa disyuntiva con que el gobierno proimperialista pensaba atraer a los partidos políticos: “con el gobierno pacificador, contra la violencia (es decir contra la violencia revolucionaria)”, queda así sin fuerza, y se plantea ante los ojos del pueblo argentino y también de los partidos políticos la verdadera disyuntiva del momento: “Con el gobierno fascistoide agresivo y su política represiva, con la Federal, el ejército opresor y la Triple A, o contra él, es decir con la justa violencia ejercida desde abajo por los trabajadores argentinos”. Los sectores intermedios, cuya toma de posición es de gran importancia para el avance y el triunfo de la causa antiimperialista verán cada vez más níti545

Mario Roberto Santucho

damente que es necesario y posible alinearse junto a las fuerzas revolucionarias, dar fin a la cháchara populista e identificar y señalar al gobierno de Isabel y López Rega como lo que es, un gobierno antipopular y antinacional, estrechamente vinculado al imperialismo yanqui y auxiliado por la CIA norteamericana. La difundida mentira de que estamos ante un gobierno popular atacado por los yanquis, aunque no convence a las amplias masas de nuestro pueblo, es sin duda un factor de confusión que es necesario eliminar lo antes posible. A partir de esta nítida verdad que se abre paso irresistible a través de la espesa maraña de la mentirosa propaganda gubernamental, los políticos no proletarios honestos arribarán progresivamente a la comprensión de que la profunda crisis económico-social de la República Argentina, originada en el sistema capitalista semicolonial que ahoga a nuestra Patria, sólo tiene una solución: la solución revolucionaria. Como marxistas-leninistas podemos afirmar categóricamente que el camino de la liberación nacional de nuestra patria, es el cambio de la revolución proletaria, de la guerra revolucionaria librada por todo el pueblo bajo la dirección del proletariado revolucionario. En ese ancho y victorioso camino, políticos no proletarios tienen también su puesto de lucha desde el que podrán servir con fidelidad al pueblo argentino. CONCLUSIÓN La propuesta de armisticio levantada por nuestro Partido es por tanto, un arma más en la lucha de nuestro pueblo contra la opresión y la explotación. Nuestro objetivo al plantearla es doble: 1) Convertirla en una consigna permanente de lucha por la legalidad. 2) Demostrar a los sectores intermedios, principalmente a los políticos honestos, la flexibilidad y racionalidad de nuestra política como una forma más de establecer vínculos y sentar bases para un futuro accionar unitario. PROPUESTA DE ARMISTICIO En conocimiento de que el tema de la violencia será tratado en próximas reuniones promovidas por el gobierno, con vuestra presencia. De que en tales ocasiones se incluirá la consideración de la bárbara violencia contrarrevolucionaria apoyada por la CIA que golpea a nuestro pueblo y de la justa violencia revolucionaria con que los argentinos respondemos a la explotación y a la opresión. El Ejército Revolucionario del Pueblo ha decidido poner en vuestro co546

Sus editoriales y escritos estratégicos

nocimiento que está dispuesto a un armisticio sobre la base de los siguientes puntos: 1) Liberación inmediata de todos los guerrilleros prisioneros y demás presos políticos y sociales. 2) Derogación de toda la legislación represiva. 3) Derogación del Decreto que ilegaliza al ERP. A cambio de ello nuestra organización pondrá en libertad a los detenidos Tte. Cnel. Ibarzábal, Mayor Larrabure y sr. Breuss, y suspenderá las operaciones militares el mismo día en que sean liberados los presos. La vigencia del armisticio que proponemos se extenderá mientras el gobierno no ataque al pueblo ni a la guerrilla, es decir que quedará nulo ante cualquier represión armada policial, militar, parapolicial o paramilitar. Por/ EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO Mario Roberto Santucho Nota: Copia de esta propuesta ha sido enviada a todos los participantes de la reunión multisectorial y se hará conocer públicamente por nuestra prensa.

Editorial de El Combatiente N° 139. Miércoles 16 de octubre 1974 NUEVA CRUZADA REPRESIVA Mario Roberto Santucho Orden de disolución de la Federación Grafica Bonaerense; ocupación policial e intervención del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, orden de captura contra Tosco y Salamanca; formación de un cuerpo policial de dos mil “celadores peronistas” en la Universidad de Bs.As.; allanamiento de los locales del Partido Comunista y el Partido Socialista de los Trabajadores en Córdoba; nuevos asesinatos de militantes populares por las AAA y la policía que costó la vida a nuestro heroico compañero Eduardo Ernie Hall detenido con herida leve durante el ajusticiamiento del Mayor Gimeno, a los compañeros Achem, Miguel, Barraza y Laham, de la izquierda peronista y al estudiante Arístides Risiotti 547

Mario Roberto Santucho

baleado en una manifestación; secuestro por la policía y desaparición de nuestros compañeros Matthews y Santa de Lepere, etc. Estos hechos son algunas de las actividades represivas del gobierno contrarrevolucionario peronista durante los últimos días, hechos consumados paralelamente a la reunión multisectorial. Ellos son parte de un recrudecimiento de la represión, de un paso más en la fascistización del gobierno, reflejo de la desesperación de explotadores y opresores ante la constante consolidación de las fuerzas revolucionarias de nuestro pueblo. LA MULTISECTORIAL El gobierno antipopular convocó la multisectorial con el objetivo de lanzar a partir de ella una cruzada contrarrevolucionaria con la participación abierta del Ejército y el apoyo de los políticos burgueses y pequeño burgueses. Ese propósito se concretó parcialmente. El Ejército contrarrevolucionario consciente del costo político y de las dificultades militares de una campaña de esa naturaleza, prefirió mantenerse en un segundo plano. Los políticos, a su vez, se prestaron a la farsa, se abrazaron con los asesinos del pueblo y dieron su aval al recrudecimiento de la represión fascistoide que hará blanco también contra sus propios partidos. El gobierno peronista, represor, fundador y dirigente de la Triple A, monta una representación para condenar la violencia revolucionaria y para adoptar a partir de ella nuevas medidas represivas. Algunas de sus futuras víctimas están presentes. Cuentan con un arma, la propuesta de armisticio del ERP, para plantear las cosas tal como son y dar una batalla contra la represión gubernamental y el terror fascista que las apunta y apuntará directamente. Pero en injustificable y suicida actitud los políticos aceptan pasivamente las imposiciones gubernamentales, avalan el terror gubernamental y terminan la reunión abrazados con los verdugos y asesinos del pueblo argentino. FASCISTIZACIÓN DEL GOBIERNO Consolidada la camarilla de López Rega, el gobierno peronista toma decididamente el camino de la fascistización. Su plan es claro: derrotar y aplastar el movimiento de masas parte por parte para establecer progresivamente un control policial masivo que haga posible ahogar en sangre al movimiento revolucionario. Como herramientas cuenta con todo el aparato represivo, la policía como fuerza de choque, las FFAA contrarrevolucionarias como fuerza de apoyo y reserva, cuenta con el asesoramiento de la 548

Sus editoriales y escritos estratégicos

CIA, con la burocracia sindical, con el Partido Nacional-Justicialista, con la Triple A, cuya misión es golpear sobre los militantes públicos con el fin de cerrar todo resquicio legal al movimiento revolucionario, cuentan, finalmente, con el control absoluto de la prensa, radio y TV. Pero el intento de establecer un régimen fascista chocará contra el vigoroso movimiento de masas argentino y resultará irrealizable. Un nuevo y rotundo fracaso es lo que espera a los vandálicos planes del gobierno contrarrevolucionario. Volcando el eje de su actividad a la clandestinidad y acelerando la construcción de sus organizaciones revolucionarias la clase obrera y el pueblo argentino continuarán con firmeza la lucha liberadora y propinarán golpes y más golpes a las fuerzas de la reacción burguesa imperialista personificada por la camarilla gobernante. Pese a sus despliegues represivos y a su fidelidad al imperialismo no debemos olvidar que este gobierno carece de estabilidad, aún en el campo burgués. El Partido Militar, columna vertebral del sistema capitalista argentino, aguarda entre bambalinas y se prepara para nuevas maniobras, para asumir directamente de nuevo la dirección de la lucha contrarrevolucionaria. De ahí que detrás de su aparente fortaleza se dibuja claramente la inestabilidad de la camarilla lopezreguista y pueden percibirse los aprestos de los militares. ESTRECHAMIENTO DE LOS MÁRGENES LEGALES Es indudable que la nueva legislación, los nuevos métodos y fundamentalmente los crímenes de las AAA amenazan con estrechar considerablemente las posibilidades de la lucha legal. Ello es un obstáculo más que es necesario vencer con energía e inteligencia. Con energía enfrentando las medidas represivas con la movilización de masas y el accionar guerrillero, con inteligencia enmascarando aún más hábilmente las actividades y reforzando las medidas de seguridad, mejorando constantemente la organización. Sin embargo, esta dificultad será compensada con el paso a la oposición de sectores de los partidos no proletarios que se verán obligados a retirar su apoyo al régimen fascistoide y luchar de alguna manera por la defensa de las libertades democráticas y fundamentalmente porque nuevos contingentes obreros y populares engrosarán las filas revolucionarias. Con la represión fascista pretenden separar a los revolucionarios de la clase obrera y el pueblo. Nosotros debemos aferrarnos a las masas y mantener y acrecentar aún más nuestra íntima relación. Una vez más el ejemplo de los vietnamitas nos servirá de experiencia y en aquellos lugares en que haya más dificultades recurriremos a escondernos de día y movernos de noche, apoyados 549

Mario Roberto Santucho

en los simpatizantes y colaboradores seguros, si ello se hace necesario. GENERALIZACIÓN DE LA GUERRA CIVIL La Dictadura Militar de Onganía sorprendió a nuestro pueblo y logró golpear duramente al movimiento de masas y establecer un régimen policial. Tres años necesitamos entonces los argentinos para reponernos, para reaccionar, hasta el Cordobazo y la iniciación del accionar guerrillero. Pero en aquel momento, si bien vivíamos un formidable auge de masas, no contábamos con experiencia ni con fuerzas revolucionarias organizadas. Hoy la situación es muy distinta. El auge revolucionario de nuestra clase obrera y nuestro pueblo es mayor que nunca, hemos vivido importantes experiencias que han educado en la lucha a grandes contingentes populares, contamos con fuerzas revolucionarias políticas y militares, aguerridas y relativamente fogueadas y bien organizadas. La agresión gubernamental de corte fascista tendrá una respuesta enérgica e inmediata; la masificación de la resistencia armada sin que ello signifique el abandono de los métodos de lucha legales y semilegales. En los comienzos de la generalización de la guerra civil redoblaremos nuestros esfuerzos de organización y militancia revolucionaria. Tal es el compromiso de honor antes nuestro pueblo y ante nuestros héroes y mártires. Pero este esfuerzo es naturalmente insuficiente. La unidad y movilización de distintos sectores hasta abarcar a las más amplias masas, el constante crecimiento del PRT, el desarrollo incesante en cantidad y calidad de las fuerzas guerrilleras, la creación de un amplio Frente Democrático y Patriótico son las herramientas de que nuestro pueblo deberá valerse para derrotar los planes fascistoides, hacer frente al nuevo gobierno demagógico y represivo que se aprestan a organizar los militares, y encaminarse resueltamente hacia la lucha por el poder mediante el desarrollo del poder dual general y local.

Editorial de El Combatiente Nº 140. Miércoles 23 de octubre de 1974 SOBRE EL ESTADO POLICIAL Mario Roberto Santucho 550

Sus editoriales y escritos estratégicos

Dada la complejidad de la situación política nacional en estos momentos y la histeria burguesa y pequeño burguesa que se empeña en evadirse de la realidad, en cerrar los ojos ante los hechos, hemos creído necesario volver sobre las perspectivas y proyectos de las clases enemigas, a los que ya nos referimos la semana pasada, para aclarar y precisar sus posibilidades y la posibilidades de la lucha popular revolucionaria. Intentaremos así sintetizar las grandes líneas, el probable desarrollo de la política argentina, con el propósito de eliminar confusiones, de armarnos políticamente y robustecer nuestra combatividad revolucionaria. ILUSIONES BURGUESAS Y PEQUEÑO BURGUESAS La lucha de clases se agudiza, el proceso de guerra revolucionaria se extiende incesantemente, entramos a la guerra civil generalizada, a una situación revolucionaria: los explotadores y opresores atacan con furia y desesperación; la clase obrera y el pueblo responden con firmeza y con todas las armas. Ante ello los políticos burgueses se aferran a una legalidad inexistente, a la ilusión de mantenerse al margen de la lucha y conservar sin esfuerzos el “tradicional” sistema del acomodo y la rapiña a que están acostumbrados; los políticos pequeño-burgueses tiemblan ante la rudeza de los enfrentamientos, corren a esconderse y creen que conseguirán salvar su vida y su tranquilidad haciendo como el avestruz, escondiendo la cabeza para no verse comprometidos en el encarnizado combate. En cuarteles de invierno bajo la Dictadura Militar -que inicialmente apoyaron con su ceguera y cobardía característica-, los políticos burgueses levantaron cabeza y salieron a la superficie después que nuestro pueblo, derrochando combatividad y heroísmo, arrinconó a la Dictadura Militar obligándola a ceder fundamentales conquistas democráticas. Gracias a la dura lucha obrera y popular, a la sangre patriota derramada por los combatientes revolucionarios, los vetustos politiqueros farsantes volvieron al escenario a mentir y “negociar” la victoria de nuestro pueblo. Hoy, cuando el gobierno peronista fascistoide se esfuerza en imponer un Estado Policial que los devolverá a la oscuridad o a la obsecuencia, se niegan a reconocer los hechos, se niegan a defenderse y se extienden en sesudas “argumentaciones” sobre la inoportunidad de la guerrilla que según ellos provoca la represión. Pero también en el seno de los partidos burgueses y pequeño-burgueses se agita la revolución nacional y social que bulle y se agiganta en nuestro pueblo. Ello proporcionará nuevos líderes y corrientes, realistas, valientes, dispuestos a servir la causa de nuestro pueblo, sin intereses espurios, sin compromisos con los explotadores, líderes y corrientes que lucharán consecuentemente por las 551

Mario Roberto Santucho

libertades democráticas en alianza con las clases revolucionarias. Ante el avance de la revolución en nuestra Patria la burguesía proimperialista recurre a la represión, avanza en el establecimiento de un Estado Policial. En esa situación toda lucha democrática será reprimida y los políticos no proletarios deberán optar entre acudir a la trinchera popular y contra el Estado Policial o colaborar abiertamente con los opresores. Esa es la disyuntiva de hierro de la que no podrán escapar cerrando los ojos ni tapándose los oídos. LA MENTIRA DEL GOBIERNO POPULAR Una de las justificaciones preferidas de los políticos que apoyan al gobierno es que éste es un gobierno “popular” esencialmente diferente del de Lanusse, perjudicial a los intereses imperialistas y que se encuentra amenazado por un golpe militar proyanqui. Esta es una interesada deformación de la realidad. La verdad es que ambos gobiernos son fases de una misma política contrarrevolucionaria, que si bien hay diferencias entre uno y otro por el grado de concesiones arrancadas por las masas, la esencia de ambos es similar: proimperialista y represiva. El Partido Peronista llegó al poder encaramado en un formidable auge de masas que obligó a los militares a encerrarse en los cuarteles. No fue el peronismo quien otorgó la libertad y la democracia, sino que ellas fueron arrancadas a la Dictadura por la lucha popular. El gobierno peronista, por el contrario, se preocupó desde el principio por limitar y conculcar esas conquistas democráticas e introducir métodos represivos, más bárbaros aún que los del periodo lanussista. En sólo un año de gobierno “popular” nuestro pueblo tuvo más muertos que en los siete años de Dictadura Militar. Por otra parte ya hemos demostrado reiteradamente que éste no es un gobierno antiimperialista; y la vida nos va dando la razón, cada día es más claro que los imperialistas lo apoyan y sostienen. En cuanto a que esté amenazado por un nuevo golpe militar es cierto, pero se trata de un golpe o autogolpe continuista del tipo de aquellos que Lanusse instrumentó contra Onganía o contra Levingston. Cuando la Dictadura Militar agotó sus recursos represivos y comprobó que su situación era insostenible enfrentada a todo un pueblo que se organizaba y armaba decididamente, las cabezas visibles de la burguesía proimperialista, el Partido Militar y los principales dirigentes de los partidos burgueses acordaron el GAN, maniobra contrarrevolucionaria dirigida a intentar la destrucción de la guerrilla y la vanguardia clasista mediante la combinación del engaño y la represión. Fracasado hoy el GAN los explotadores reimplantan progresivamente la represión, van hacia el Estado Policial con el que lucharán contra los incesantes 552

Sus editoriales y escritos estratégicos

avances de la revolución. Estas conocidas verdades fueron explicadas detalladamente por nuestro Partido en su momento sin olvidar las contradicciones no antagónicas existentes entre los políticos burgueses y el Partido Militar. En el período preelectoral los militares y los políticos luchaban entre sí por el grado de independencia que tendría el nuevo gobierno parlamentario. Mientras los militares pretendían mantener un control total, los políticos aspiraban a que los dejaran gobernar un tiempo con tranquilidad para probar el remedio de la mentira y el engaño con el que soñaban contener y desviar nuestro proceso revolucionario. Hoy esos tiempos han pasado: los militares y los políticos más reaccionarios están montando inexorablemente un Estado Policial frente al que sólo cabe una actitud: la más enérgica y unitaria lucha obrera y popular. EL PLAN FASCISTA FRACASARÁ EN NUESTRA PATRIA El despertar de la clase obrera y el pueblo argentino ha impulsado el proceso político nacional hacia una situación revolucionaria. Armados con flamantes herramientas revolucionarias los argentinos hemos comenzado a poner en peligro el régimen de dominación burguesa-imperialista. Ante ello los capitalistas se arman hasta los dientes en defensa de su injusto sistema y han pasado a establecer un riguroso Estado Policial. Tal es el tipo de gobierno represivo que deberemos enfrentar a lo largo de nuestra victoriosa guerra revolucionaria. Esta es una primera conclusión que debemos tener presente para analizar la probable evolución del gobierno contrarrevolucionario en los próximos meses: De una u otra manera el enemigo establecerá un Estado Policial encabezado por los militares para oponerse a la marea revolucionaria. La camarilla de López Rega trabaja en el intento de aplastar a nuestro pueblo y establecer un régimen fascista. Ese plan fracasará y en lugar de imponer un chaleco de fuerza a las masas como pretenden, sólo lograrán establecer un Estado Policial a la defensiva, lleno de fisuras, impotente para dominar la rebeldía popular. Denominamos a este régimen Estado Policial para diferenciarlo del fascismo. El fascismo es históricamente el régimen dictatorial por excelencia de la gran burguesía apoyado en masas pequeño burguesas y lúmpenes producto de un triunfo contrarrevolucionario, de un aplastamiento de la movilización de masas, que abre nuevas posibilidades de desarrollo capitalista. Pero tal situación no tiene la menor perspectiva en nuestra Patria, a corto y mediano plazo, porque el movimiento progresista y revolucionario se desarrolla vigoroso con profundas raíces en el pueblo. De ahí que al régimen represivo gubernamental que enfrentamos y enfrentaremos será un Estado Policial de características defensivas, que se batirá contra fuerzas revolucionarias en constante creci553

Mario Roberto Santucho

miento. Los sueños fascistoides de López Rega no se cumplirán y el aparato represivo que han montado está condenado a resquebrajarse bajo los potentes golpes del pueblo revolucionario. DICTADURA O RETROCESO DEMOCRÁTICO Haciendo eje en la ciudad de Córdoba el gobierno peronista ha lanzado una cruzada represiva de envergadura que está siendo resistida en todo el país. Resistencia que en las próximas semanas se redoblará y ampliará hasta hacer patente el fracaso de los ambiciosos planes de esa nueva intentona “antisubversiva”. Aún más, es probable que la poderosa respuesta de las masas provoque la crisis del gobierno peronista, obligue al enemigo a introducir cambios consistentes en un reforzamiento del aparato represivo con plena participación militar o un momentáneo retroceso táctico basado en ciertas concesiones democráticas. Porque para hacer frente con la fuerza a la movilización de nuestro pueblo, los capitalistas necesariamente deben basarse en el despliegue de las FFAA contrarrevolucionarias. El fracaso de la cruzada represiva en las próximas semanas y meses colocará entonces a la burguesía ante dos opciones: a) Reforzar de inmediato el aparato represivo bajo conducción militar con los cambios políticos que ello implica; b) Dar un paso atrás cediendo en lo democrático temporalmente para estar en mejores condiciones de pasar en pocos meses a la Dictadura Militar. A nuestro parecer lo más probable es lo primero, el establecimiento abierto del Estado Policial aunque no debe descartase el “paso atrás” democrático. A título de hipótesis y sin la pretensión de abarcar así la riqueza infinita de la realidad social podemos calcular que la continuidad y reforzamiento de la represión pueden darse con cambios parciales en el actual gobierno que mantengan la fachada legalista al tiempo que los resortes principales del poder pasan a manos de los militares, o con un nuevo golpe militar derechista. La otra posibilidad, el retroceso democrático, podría sobrevenir asimismo por una democratización del gobierno con mayor participación de los partidos políticos o por un golpe militar de corte peruanista. Uno y otro se diferenciarían claramente alrededor de su posición sobre un armisticio con las guerrillas. Por cuál de ellos se incline el enemigo dependerá de la relación de fuerzas concretas entre la revolución y la contrarrevolución en los momentos críticos. Sólo una gran debilidad del capitalismo frente al poderío popular puede hacer posible la vigencia temporal de las libertades, por las que debemos luchar denodadamente. 554

Sus editoriales y escritos estratégicos

ESPIRAL REPRESIÓN - RESISTENCIA Volvamos a lo inmediato que es también lo más probable en todo el próximo período: el recrudecimiento de la represión, el avance hacia un Estado Policial. Esto implica como sabemos, como estamos viendo cotidianamente, el estrechamiento de los márgenes legales y el más inaudito salvajismo y ferocidad represivos. Es la perspectiva para la que nos debemos preparar concienzudamente, sin temer ni subestimar al enemigo, conscientes de que mientras más brutal sea la represión más enérgica y masiva será la resistencia. La experiencia internacional y particularmente la lucha del pueblo vietnamita contiene a este respecto fundamentales enseñanzas. Cuando un pueblo ha comenzado a luchar y se ha colocado a la ofensiva, como el pueblo argentino en estos momentos, una represión mayor y más salvaje no lo atemoriza sino que refuerza su determinación. Es lo que los vietnamitas llaman la espiral represión-resistencia que genera mayor represión y mayor resistencia constantemente. Es decir: ante el avance de la revolución los capitalistas aumentan su saña y su brutalidad; en respuesta las masas luchan más tenazmente lo que provoca mayor represión y ésta de nuevo mayor resistencia. El papel del PRT, del ERP, del FAS, del nuevo Frente Democrático Patriótico que debemos construir, de las demás organizaciones progresistas y de las organizaciones reivindicativas, es vertebrar esa enorme, creciente y decidida movilización de la clase obrera y el pueblo argentino. Porque para sostener y desarrollar la resistencia de masas es imprescindible contar con hábiles, eficaces, aguerridas y bien estructuradas organizaciones, principalmente con un partido marxista-leninista de combate, como el PRT, en constante desarrollo y superación. La clase obrera y el pueblo argentino, bajo la correcta dirección de su partido proletario, enfrentarán con firmeza y determinación al Estado Policial burgués proimperialista, superarán todas las dificultades y llevarán a la victoria la justa causa de nuestra revolución antiimperialista y socialista.

Editorial El Combatiente Nº 142. Miércoles 6 de noviembre de 1974 CONTRA LA FASCISTIZACIÓN: MOVILIZACIÓN DEMOCRÁTICA Mario Roberto Santucho 555

Mario Roberto Santucho

Pese a la masiva propaganda burguesa que trata de demostrar la fortaleza del gobierno, cada día es más evidente su debilidad, su creciente aislamiento, la ineficacia de su política, los insolubles problemas ante los que se encuentra. Pese a la masiva propaganda burguesa que trata de presentar al gobierno como honesto, democrático, progresista, cada día es más evidente su monumental cinismo y su acentuada vocación fascistoide. En la reunión con los 9 Isabel aceptó críticas a su política dirigidas a la persona de ciertos ministros, como si ellos no hubieran sido designados por la propia Isabel para aplicar justamente esa política reaccionaria y se mostró dispuesta al diálogo, a la democracia, dispuesta a contener la violencia contrarrevolucionaria. Los hechos han ido progresivamente demostrando que se trataba sólo de un nuevo engaño. La cavernaria política universitaria se mantiene y nuevos crímenes han sido cometidos por las bandas gubernamentales. Un dirigente obrero clasista (Olmos de Tucumán) murió por los efectos de una bomba; un dirigente del FIP (Llerena), un profesor universitario (Della Riva) y tres militantes del PST (Rivas, Botussé y Robles) fueron asesinados a balazos. En la semana que siguió a aquella reunión, seis crímenes, seis hombres de nuestro pueblo asesinados por las organizaciones fascistas que creó el Partido de gobierno. Tres de ellos del PST, cuyos dirigentes saludaron muy sonrientes a los jefes de los asesinos de sus compañeros. Las fuerzas guerrilleras del pueblo argentino no se mantuvieron inactivas. El criminal de guerra Villar uno de los jefes visibles de la salvaje represión gubernamental fue abatido por un comando de Montoneros; la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez de nuestro ERP, en pleno desarrollo, tomó el pueblo de “Los Sosa” a sólo 5 km. de Monteros, tercera ciudad de Tucumán. El ajusticiamiento de Villar puso en evidencia la vulnerabilidad del aparato represivo, la capacidad operativa de la guerrilla urbana y actuará como aliciente de la lucha popular. La toma de “Los Sosa” -ocultada por la prensa- muestra el vigoroso desarrollo de la guerrilla rural que se consolida al calor del apoyo popular burlando los operativos y controles policial-militares. En distintas ciudades las masas obreras se agitan y preparan para librar de inmediato enérgicas luchas. Sectores del campesinado siguen movilizados y el estudiantado adoptó nacionalmente resoluciones de lucha a iniciarse la próxima semana. Es evidente que tras su prepotencia y su fachada de firmeza se acentúa la inestabilidad del gobierno contrarrevolucionario y se hace patente la irrealizabilidad de sus propósitos fascistas. Peor aún, en esta frágil situación se ven en la necesidad de arremeter contra el nivel de vida de las masas para satisfacer la insaciable voracidad de sus amos, 556

Sus editoriales y escritos estratégicos

las grandes empresas imperialistas. Tal es el significado de la política de austeridad iniciada por el ministerio de Gómez Morales con el insignificante aumento del 15% seguido de nuevos incrementos de precios. LA BURGUESÍA ANTE UNA ENCRUCIJADA La fuerza de la lucha de masas -armada y no armada-, la impracticabilidad e ineficacia de la política represiva gubernamental y la deficitaria preparación política y militar para enfrentar al pueblo con planes coherentes, coloca a la burguesía ante una difícil encrucijada. Tal como viene afirmando nuestro Partido insistentemente, los explotadores y opresores deben optar por sacar el Ejército a la calle, introducir modificaciones en el gobierno y establecer de inmediato un Estado Policial dirigido por el Partido Militar, o retroceder momentáneamente cediendo en lo democrático para reorganizarse y preparar adecuadamente un nuevo intento contrarrevolucionario posiblemente de fachada peruanista. Pasar de inmediato al Estado Policial tiene para el enemigo la dificultad de partir de una posición defensiva acentuada. Ceder en lo democrático favorecerá un nuevo impulso de la movilización de amplias masas y el mayor enraizamiento de la guerrilla. Pese a los inconvenientes que saben les acarrearán, los explotadores y opresores se orientan claramente a redoblar la represión, a incorporar el Ejército abiertamente a las actividades contrarrevolucionarias. Es el mal menor de la encrucijada en que se encuentran. Pero la intensificación de la lucha popular, la evidencia de que en sus actividades represivas deberán chocar con amplias masas movilizadas, sin estar ellos en condiciones de aplastar militarmente esa movilización, puede obligarlos a inclinarse por ceder, por retroceder momentáneamente. Es indudable que recuperar terreno en lo democrático es lo más favorable a la clase obrera y el pueblo en la medida en que proporcionará a las fuerzas progresistas y revolucionarias oxígeno en cantidad para que la simiente revolucionaria crezca y se extienda más rápidamente. Nuevas conquistas democráticas darán un impulso formidable a la movilización reivindicativa y política, abrirán brechas para la propaganda revolucionaria en el propio muro del aparato de control gubernamental, en una palabra, permitirán que rápidamente amplias capas de la clase obrera y el pueblo se sumen al proceso de revolucionarización de nuestro pueblo, al proceso de despertar político e ideológico que los argentinos vivimos intensamente.

557

Mario Roberto Santucho

PREPARAR LA LUCHA POR LA DEMOCRACIA En esta situación, la movilización amplia y enérgica de todas las fuerzas democráticas y patrióticas del pueblo argentino es posible y de una importancia fundamental. La estructuración de un vasto movimiento popular democrático y antiimperialista, que se encamine a la formación de un frente democrático y patriótico, que movilice con energía a las masas por sus reivindicaciones salariales, por el restablecimiento de los derechos avasallados por el gobierno, contra las agresiones fascistas, por la concreción de un armisticio entre las fuerzas represivas y las organizaciones guerrilleros, será la carta de triunfo con que nuestro pueblo puede obligar a la burguesía a retroceder, a ceder en lo democrático, a postergar su furia represiva. En la reunión de los 9 dicen que Isabel pidió a los políticos sugerencias para la solución del problema de la violencia, con la intención de encontrar apoyo para intensificar la represión. La respuesta a ese interrogante es sencilla: la violencia contrarrevolucionaria de la Triple A y de las fuerzas policiales y militares puede eliminarse con una simple orden del gobierno; la violencia revolucionaria de la guerrilla puede suspenderse mediante la concertación de un armisticio para lo cual las organizaciones guerrilleras han manifestado ya su disposición. Pero no solamente la violencia fascistoide aflige al pueblo argentino. La caída de los salarios reales, el avasallamiento de la democracia, son también preocupaciones de primer orden por las que hay que luchar denodadamente. Por ella es que consideramos posible y necesario levantar un programa concreto que incluya un aumento salarial digno, la lucha contra la carestía de la vida, por la vigencia real de las libertades democráticas, por la derogación de la legislación represiva, por el cese de los crímenes de la Triple A, la policía y los militares, por la concertación de un armisticio con la guerrilla. Hasta ahora los políticos no proletarios han confiado en que conseguirían del gobierno la solución de algunos problemas mediante la “presión” de las reuniones “multipartidarias” y “multisectoriales” de las entrevistas con Ministros y Presidentes, sin “sacar los pies del plato”. Ese método ha demostrado su ineficacia. En reuniones y entrevistas han recibido promesas de toda índole que nunca se han cumplido y por el contrario, día a día se ha acentuado la dureza del peronismo gobernante. Los casos extremos que muestra trágicamente el profundo error de la táctica de la conciliación, son las agresiones padecidas por el PC y el PST. Cuando más incondicional y activa fue su defensa de la “institucionalidad”, más desenfrenados sus ataques a la justa violencia popular, más duramente fueron golpeados por la policía y las bandas fascistas del peronismo. A los partidos y corrientes políticas no proletarias, que conservan márgenes de legalidad, les cabe una gran responsabilidad en la tarea de recuperar 558

Sus editoriales y escritos estratégicos

terreno democrático con el único método efectivo: el de la lucha consecuente. La dolorosa experiencia del fascismo alemán, italiano y español, ha enseñado irrefutablemente que mientras más vacilación y debilidad encuentra el fascismo en su camino, mayor es su brutalidad y prepotencia. Y que por el contrario, frente a la enérgica movilización popular canalizada en un Frente Democrático, el fascismo y la represión son impotentes, son derrotados y sus bárbaros métodos erradicados. Organizar un vasto movimiento democrático desde las bases, que incluya grupos secretos de autodefensa antifascista en barrios, fábricas, localidades, etc., y que despliegue una amplia movilización de masas; desarrollar la lucha reivindicativa en fábricas, en gremios, en el campo, facultades, barrios, etc.; intensificar el accionar guerrillero urbano y rural, son las poderosas fuerzas populares que bajo dirección proletaria pueden arrancar al gobierno represivo, a las fuerzas contrarrevolucionarias que lo sostienen, importantes concesiones democráticas, pasos de avance en el camino de la profunda revolución antiimperialista y socialista que nuestro pueblo ha emprendido y que coronará victoriosamente.

Editorial El Combatiente Nº 143. Miércoles 13 de noviembre de 1974 A LOS OBREROS, CAMPESINOS E INTELECTUALES REVOLUCIONARIOS Mario Roberto Santucho La crisis económica, política y social de nuestra patria es cada vez más aguda. Estamos llegando ya al período en que “los de abajo no quieren vivir como antes, y los de arriba no pueden vivir como antes”, estamos entrando a una situación revolucionaria. En esta circunstancia debemos dirigirnos a la totalidad de la vanguardia, a los obreros, campesinos e intelectuales revolucionarios, convocándolos a mejorar redoblar y centralizar sus esfuerzos militantes abandonando el sinpartidismo, el grupismo y apartándose de las corrientes pequeño-burguesas. Fortalecer el PRT, contribuir a su consolidación y desarrollo, participar en la construcción de sus organizaciones hoy día, es responsabilidad principal de la vanguardia revolucionaria argentina. Porque contando con un fuerte y aguerrido partido marxista-leninista de combate como el PRT, nuestro pueblo podrá dirigir con certeza sus golpes y avanzar incontenible hacia la victoria. 559

Mario Roberto Santucho

GRANDES TAREAS COMPLEJAS Y VARIADAS El fracaso del intento populista, que logró confundir durante un tiempo a importantes sectores de nuestro pueblo, es de significación estratégica. Porque esas masas que fueron engañadas escucharon a su tiempo la serena palabra de nuestro Partido alertando sobre el real carácter contrarrevolucionario del gobierno peronista. Hoy, cuando la experiencia ha desnudado a la camarilla gobernante, y el pueblo argentino, que esperaba soluciones, se encuentra sometido a una explotación y opresión tanto o más cruel que bajo la Dictadura Militar, amplias masas de nuestro pueblo vuelven sus ojos hacia los revolucionarios. Es el momento de organizar y movilizar a esas masas con una política revolucionaria, es el momento en que nuestro Partido puede y debe plantearse conquistar la dirección de sectores fundamentales del pueblo argentino. Grandes, complejas y variadas tareas deben ser resueltas acertadamente en el cumplimiento de esa sagrada responsabilidad revolucionaria. No solamente la construcción del Ejército del Pueblo y el desarrollo del combate guerrillero, que con ser dura, laboriosa, no es por hoy la más difícil de las tareas. Es necesario responder a las esperanzas e inquietudes de decenas de miles de obreros, campesinos, villeros, estudiantes, etc. Es necesario colocarse a la cabeza de la lucha de masas, difundir abundantemente las ideas revolucionarias, organizar células del PRT en todo lugar para incorporar dinámicamente a las actividades revolucionarias a lo mejor de la vanguardia obrera y popular, canalizando sus iniciativas, su inagotable potencial. Construir el Ejército Guerrillero es difícil, construir el Frente es difícil, y más difícil y complejo es aún movilizar a las masas de mil maneras, organizadamente, oportunamente, planificadamente. Es necesaria una labor intensa, constante, perseverante, diestra, ejecutada con estilo y moral proletaria, para ganar en las luchas la confianza de las masas, para conseguir que en todo el país nuestro pueblo siga con vigor e iniciativa a sus organizaciones de combate, para transformar la simpatía e interés que hoy existe en poderosa energía revolucionaria. Es necesario fortalecer por todos los medios al PRT, porque la única fuerza capaz de realizar esa formidable obra, es el Partido del proletariado, el Partido marxista-leninista de combate, el PRT, que se está edificando aceleradamente. ALLANAR EL CAMINO Y en el esfuerzo por cumplir estas gigantescas obligaciones revolucionarias, debemos transitar un camino en que subsisten algunos estorbos sin razón; 560

Sus editoriales y escritos estratégicos

nos vemos trabados en cierto grado por resabios absurdos e insignificantes que distraen fuerzas y tiempo. Estos estorbos son el sinpartidismo, el grupismo y la labor de zapa de ciertas sectas pequeño-burguesas. Hay aún, aunque cada vez en menor grado, excelentes activistas y dirigentes de masas que caen en el sinpartidismo, que se resisten a integrarse al Partido, que prefieren desarrollar su actividad en forma independiente. De esa manera causan perjuicios involuntarios a la causa revolucionaria. Porque retacean su aporte a la construcción revolucionaria. Porque sus esfuerzos no rinden en la medida de lo posible. Porque retrasan la incorporación de compañeros bajo su influencia, al trabajo de Partido. Porque no estimulan en la masa la confianza a su Partido. Un problema más serio es la subsistencia de distintos grupos, sostenedores de posiciones revolucionarias, que persisten en encarar por su cuenta todas las tareas, que se proponen competir con nuestro Partido, cuando los momentos que vive nuestra revolución no permiten ese lujo, ese despilfarro. Es irracional plantearse mantener viejos grupos o crear otros nuevos con el propósito de construir un Partido marxista-leninista de combate al margen del PRT. De esa manera sólo se consigue debilitar, retrasar, esa fundamental tarea. Los miembros y dirigentes de los numerosos grupos revolucionarios existentes tienen abiertas las puertas de nuestro Partido y cargan con la responsabilidad de dejar de lado todo resabio sectario, todo resabio individualista, para volcarse de lleno a la construcción del Partido Revolucionario de los Trabajadores, que es el Partido de todos los revolucionarios argentinos. El tercer obstáculo, que es necesario eliminar, obstáculo de un carácter distinto al de los dos anteriores, es la labor de zapa de ciertas corrientes pequeño-burguesas que desarrollan enérgica actividad entre la vanguardia obrera y popular atacando y calumniando constantemente la lucha armada y particularmente a nuestro Partido, con el objetivo de enfriar el entusiasmo de la vanguardia, apartarla del camino revolucionario. Esas sectas centran sus esfuerzos en difamar con argumentaciones de “izquierda” y con mentiras conscientes a nuestro Partido, tratando de mellar la creciente fe de los elementos de vanguardia en él. Los compañeros sanos que militan allí y los influidos por ellos tienen la responsabilidad de batallar en defensa del PRT, de presionar a las camarillas dirigentes por el cese de los ataques al PRT, plantear la unidad con nuestro Partido y conseguir que los mejores elementos de esas corrientes rompan con las camarillas y se incorporen al PRT.

561

Mario Roberto Santucho

FORMAR LA ALIANZA BÁSICA La política desesperada del gobierno peronista, rompe la frágil “unidad nacional” que construyó el Partido Militar mediante el GAN. El paso a la oposición de importantes sectores políticos no proletarios que se está produciendo, en consecuencia pone a la orden del día la construcción de un amplio Frente Democrático y Patriótico. En ese frente, la clase obrera y el pueblo se unirán a sectores vacilantes, guiados por objetivos no revolucionarios, que constantemente presionarán por la conciliación. Es por ello fundamental -para lograr que un frente de esa naturaleza brinde resultados favorables a la revolución nacional y social- contar con un sólido frente obrero-popular que se constituya en núcleo fundamental del Frente Democrático y Patriótico e imponga en su seno las líneas generales de la política revolucionaria. Se trata de la alianza básica que debemos forjar, con la clase obrera, el campesinado pobre, los pobres de la ciudad, el estudiantado y otras capas populares y sus organizaciones representativas. El inspirador, motor y dirección de la alianza básica es el PRT, cuyo desarrollo garantizará una correcta política de alianzas y de construcción revolucionaria, una acertada táctica frente al enemigo burgués imperialista. Esta es otra poderosa razón que exige de los elementos de vanguardia a quienes nos dirigimos, dejar de lado resabios y dudas e integrarse con plenitud y entusiasmo al fecundo y creador trabajo revolucionario de Partido. Así, florecerá lozana la simiente proletaria que nuestro pueblo sembró, que regó con la sangre de sus héroes y mártires y fructificará en un poderoso PRT capaz de llevar nuestra revolución a la victoria.

Editorial de El Combatiente N°146. Miércoles 4 de diciembre de 1974 CRISIS DE LA BURGUESÍA, AGITACIÓN DE MASAS Mario Roberto Santucho El domingo 1º de diciembre una unidad del ERP abatió en Tucumán al Capitán de inteligencia Humberto Viola, en cumplimiento de las represalias contra la oficialidad del ejército contrarrevolucionario ordenadas por el Comité Central de nuestro Partido como respuesta al asesinato de 16 guerrilleros en Catamarca. 562

Sus editoriales y escritos estratégicos

En el curso de la acción y en circunstancias cuyos detalles aun no conocemos fehacientemente, murió la niña de 3 años María Cristina Viola y resultó herida la niña María Fernanda Viola de 5 años, ambas hijas del Capitán represaliado. Este desgraciado hecho, que lamentamos profundamente, es un exceso injustificable que mancha la limpia trayectoria de nuestro ejército guerrillero. Consciente de la responsabilidad que le cabe ante nuestro pueblo, el Buró Político del PRT, dirección político-militar del ERP, tomó la resolución de investigar este exceso, adoptar las disposiciones que correspondan y comunicarlas al pueblo argentino. Al mismo tiempo, en homenaje a la sangre inocente de esas criaturas, en previsión de que no se repita un hecho semejante y considerando alcanzado su objetivo, nuestro Buró Político resolvió dar por cumplida esta campaña de represalias, ad-referéndum del próximo Comité Central. El 12 de agosto pasado, oficiales del Regimiento de Infantería Aerotransportada de Catamarca, asesinaron fríamente en Capilla del Rosario a dieciséis combatientes del ERP cumpliendo la consigna de “no tomar guerrilleros prisioneros” adoptada por la oficialidad contrarrevolucionaria de acuerdo a las orientaciones de sus mandos. En respuesta a esta salvaje masacre el Comité Central de nuestro Parido resolvió ejercitar la represalia, grave decisión que se tomó como extremo recurso para obligar a esa oficialidad asesina a respetar las leyes de guerra. Hoy damos por cumplida esa represalia no sin advertir que el día de mañana no vacilaremos en emplear toda nuestra fuerza ante la repetición de hechos criminales como los de Catamarca. GOBIERNO, EJÉRCITO, PARTIDOS En tanto, el gobierno peronista, con el cual la burguesía proimperialista argentina pretendió contener la lucha revolucionaria, hace agua por los cuatro costados. Aprisionada por una situación económica en constante deterioro y jaqueada por un pueblo que se resiste vigorosamente a la explotación y opresión, la camarilla de Isabel-López Rega se bambolea sin rumbo y tiende cada vez más a cobijarse bajo el ala militar como forma de mantenerse en la Casa Rosada. Pero las Fuerzas Armadas Contrarrevolucionarias -como viene señalando nuestro Partido- han entrado en estado de deliberación, y el convencimiento de que este gobierno ya no les sirve tiende a expresarse de distintas maneras, tiende a dar origen a distintos proyectos golpistas o autogolpistas. En el marco de un consenso de que deben volver al gobierno próximamente, las FFAA contrarrevolucionarias albergan en su seno confusamente distintos proyectos contrarrevolucionarios. 563

Mario Roberto Santucho

Los partidos políticos burgueses y pequeño burgueses se reacomodan en esta nueva situación preparándose a participar de un nuevo intento de reorganización capitalista bajo égida militar que aún antes de estructurarse está ya condenado al rotundo fracaso. Toda pretensión de recuperación del capitalismo argentino es una utopía en la actual etapa de la vida del país. Esta verdad tan hostil a las ilusiones parlamentarias de los partidos electoralistas está determinada por la evolución económico-social argentina, por la crisis crónica de la economía, que se agravará considerablemente, por el despertar revolucionario de nuestro pueblo que se manifiesta en la agudización de la lucha de clases, en la vigencia de la lucha armada y que tenderá inexorablemente a profundizarse y extenderse. El deterioro del gobierno, la deliberación de la oficialidad proimperialista, los aprestos de los políticos, son preludio de una próxima y profundísima crisis del régimen capitalista argentino que la sacudirá y la agrietará hasta sus cimientos. EFERVECENCIA OBRERA Y POPULAR El movimiento obrero y popular es una caldera en ebullición que aumenta día a día su temperatura. En todo el país los trabajadores y el pueblo acumulan odio al gobierno, odio a la burguesía, odio a la explotación y la opresión. Y si esa energía contenida no se ha volcado aún en grandes movilizaciones ha sido en gran parte porque la desesperada furia represiva del gobierno y los militares, de la policía, el ejército y las bandas fascistas militar-policial, ha logrado algunos éxitos. Ha conseguido colocar algunos golpes, principalmente contra nuestra organización y el clasismo. Estos efímeros éxitos de la contrarrevolución han ejercido y ejercen influencia subjetiva en la vanguardia y en las masas, en el sentido de postergar, retardar, la movilización. Pero el efecto de los golpes represivos es doble. Por una parte desorganiza y retrasa al eliminar valiosos compañeros del campo de batalla. Por otra parte aumenta considerablemente el potencial revolucionario, cuyas filas se ven incesantemente reforzadas por importantes contingentes que superan con creces las pérdidas sufridas. Los crímenes y la represión lejos de atemorizar a nuestro pueblo, lo enardecen. Por ello nuestro Partido aunque aumentan sus dificultades por los golpes, continúa acumulando fuerzas, crece y se consolida, ve multiplicados sus recursos constantemente. Los crímenes de las bandas contrarrevolucionarias han cobrado nuevas víctimas. El profesor Gilli, el estudiante Winer, la Sra. de Montenegro, han sido asesinados bárbaramente. Doña Cuca de Montenegro, esforzada compañera 564

Sus editoriales y escritos estratégicos

de Oscar Montenegro, miembro de nuestro Partido, ex sindicalista y conocido dirigente del FAS, fue arrancada de su casa y acribillada a mansalva por el solo hecho de ser esposa de un revolucionario, de un consecuente luchador popular. Esas dolorosas heridas cicatrizarán y nuestros nuevos mártires, inmortales en el corazón y la memoria de nuestro pueblo, recibirán el honroso homenaje combatiente de los revolucionarios. HACIA UN PODEROSO AUGE El importante triunfo de la Lista Marrón, clasista, combativa, en las elecciones metalúrgicas de Villa Constitución, si bien echa sus raíces en una profunda movilización local de varios meses, es representativa de un estado de ánimo general de la clase obrera argentina, de una notable disposición a la lucha. La próxima recuperación de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo que asimilando los golpes recibidos se pondrán en condiciones de encabezar la lucha de masas, actuará como detonante para una nueva y más potente ola del auge popular, para amplias movilizaciones que golpearán con dureza el edificio burgués. Ello favorecerá y será la base del poderoso despliegue de la fuerza popular en los terrenos sindical, de solidaridad con los presos, democrático y militar, despliegue que presionará fuertemente sobre el gobierno y las fuerzas reaccionarias en general sumiéndolas en el desorden y la impotencia, obligando a nuevos reacomodamientos, abriendo camino al desarrollo del poder local. Las masas populares argentinas se han puesto de pie, vertebradas por nuestra poderosa clase obrera, y se aprestan a protagonizar una formidable marcha, vigorosa, dura, heroica, en el curso de la cual nuestro Partido tiene la responsabilidad de madurar, fortalecerse y garantizar la correcta dirección revolucionaria que las llevará a la victoria.

Editorial de El Combatiente N° 149. Miércoles 25 de diciembre de 1974 Declaración del Comité Ejecutivo del PRT UNIDAD Y LUCHA CONTRA EL GOBIERNO REPRESIVO Las últimas semanas de 1974 han reafirmado de manera categórica el ca565

Mario Roberto Santucho

rácter contrarrevolucionario, antipopular y antinacional del gobierno peronista. Superando en barbarie a la dictadura militar, la corrupta camarilla Isabel-López Rega, lanzó una nueva escalada represiva policial-militar contra el pueblo argentino, con las bandas fascistas como punta de lanza, 29 activistas populares asesinados, 3 combatientes caídos en combate, 196 compañeros encarcelados, tres desaparecidos, redoblado avasallamiento de las libertades democráticas, abierta propaganda de la ideología fascista activa defensa de los intereses económicos imperialistas y del gran capital nacional, son las rasgos del gobierno peronista remarcados durante lo que va del mes de diciembre. El peso de la crisis económica, que ha iniciado una brusca agravación, la cual según todos los síntomas, ha de agudizarse notablemente en el próximo año, está siendo volcado sobre las espaldas sufridas de la clase trabajadora y de las amplias masas pobres. Obreros, campesinos, villeros, empleados, pequeña-burguesía pobre, etc., son quienes están pagando la irresponsabilidad y voracidad de los capitalistas. El alza de los precios ya es mayor que en la época de la dictadura militar y amenaza seguir aumentando aceleradamente. Según las propias estadísticas capitalistas, publicadas por la prensa burguesa, el salario real de un obrero medio ha descendido un 7,1 % desde octubre de 1973 a octubre de 1974. A ello hay que agregarle el alza del costo de la vida de noviembre y diciembre que entre los dos meses superará el 10 % como mínimo. Ante toda esta situación crece la indignación entre los trabajadores y todo el pueblo argentino, que lejos de desanimarse por el engaño de que fue víctima y por los crímenes y atropellos de la represión gubernamental, redobla su decisión de lucha, acumula odio contra los explotadores y opresores y vuelve la mirada con creciente interés hacia las soluciones revolucionarias, hacia el socialismo y la lucha armada. LA REVOLUCIÓN SOCIAL SALVARÁ A LA ARGENTINA Y este interés de nuestro pueblo está plenamente justificado. Porque sólo una profunda revolución social y nacional, un alzamiento general de la clase obrera y el pueblo argentino que derroque el poder capitalista-imperialista e imponga un gobierno revolucionario obrero y popular puede salvar a nuestra Patria, puede dar fin a las injusticias y sufrimientos de nuestro pueblo, a la explotación capitalista-imperialista, a la opresión policial y militar. Sólo un gobierno revolucionario obrero y popular surgido de una insurrección popular victoriosa, será capaz de liberar a la Patria del imperialismo y establecer la verdadera justicia social. Pero lógicamente, no es posible realizar esa revolución de la noche a la ma566

Sus editoriales y escritos estratégicos

ñana, no es fácil conseguir que la mayoría del pueblo se levante como un solo hombre por los objetivos revolucionarios. Los argentinos necesitaremos persistir durante años en el camino que ya hemos iniciado, acrecentar poco a poco nuestro esfuerzo revolucionario hasta lograr la participación de la mayoría del pueblo en esta lucha y avasallar con la organización y el peso de la masa el escudo militar policial con que se protegen las minorías oligárquico-imperialistas. MOVILIZACIÓN POPULAR Y RESPUESTA ARMADA CONTRA LA REPRESIÓN Y LOS CRÍMENES Como parte de esa gloriosa lucha tenemos hoy que enfrentar con decisión los criminales ataques del gobierno. Ataques que golpean indiscriminadamente a distintas organizaciones, a activistas independientes, a todo aquel que de una u otra manera enfrente o denuncie los salvajes delitos contrarrevolucionarios del peronismo burgués y burocrático e incluso aquellos que se opongan a otros aspectos de su política proimperialista. Prácticamente la totalidad de las organizaciones progresistas y revolucionarias de nuestro pueblo han sido duramente golpeadas. Como principal respuesta es necesario y urgente organizar un vasto movimiento unitario que englobe a todos los sectores afectados y a los que se solidaricen con ellos, tras un programa democrático basado en: 1) Fin de los asesinatos fascistas y de la represión indiscriminada. 2) Derogación del Estado de Sitio. 3) Normalización institucional de las provincias intervenidas. Tras ese programa será posible movilizar amplios sectores de masas, nuclear un sinfín de organizaciones políticas, sindicales, barriales, villeras, campesinas, estudiantiles, reivindicativas, solidarias, juveniles, etc. etc. y desplegar desde la base, una poderosa campaña de agitación y movilización de masas dirigida a detener la mano criminal de la camarilla gobernante y conquistar la vigencia de las libertades democráticas. En ese sentido nuestro Partido considera que es responsabilidad de las organizaciones progresistas y revolucionarias más activas y representativas, del FAS, la JP, el PC, el PI, izquierda peronista e izquierda radical en general, sindicalismo clasista y demás organizaciones similares, encabezar los esfuerzos unitarios, dar los primeros pasos en la dirección de la unidad y movilización antirrepresiva y democrática. Pero con ser principal, la lucha política de masas no es el único medio de enfrentar la escalada represiva. Es necesario también, paralelamente responder 567

Mario Roberto Santucho

con las armas la agresión de los opresores, organizar la autodefensa y desarrollar las guerrillas para proteger a nuestro pueblo y responder golpe por golpe a la violencia contrarrevolucionaria. Será precisamente la combinación de la lucha política con la lucha armada lo que permitirá desplegar al máximo, en toda su potencia, las formidables energías de las masas, poner vigorosamente de pie a amplios sectores de nuestro pueblo y hacer retroceder a las hordas fascistas y policiales del gobierno peronista. 1975-AÑO DE GRANDES ACONTECIMIENTOS La evolución de la lucha de clases, la crítica situación económica, el desprestigio del gobierno, el estado de ánimo de las masas y el desarrollo alcanzado por el movimiento revolucionario indican que el año 1975 será un año de acontecimientos fundamentales para la vida del país, en el marco de una situación internacional extremadamente critica para el sistema capitalista y favorable para las fuerzas revolucionarias y progresistas de todo el mundo. 1975 puede y debe ser el año de la consolidación del movimiento revolucionario argentino, del impetuoso crecimiento de las fuerzas revolucionarias políticas y militares, del surgimiento y desarrollo del poder local. Las condiciones favorables que existen han de ser fecundadas por la unidad obrera y popular, por la creciente participación de las masas y por la abnegación y eficacia de la vanguardia revolucionaria. Así, el pueblo argentino protagonizará históricos acontecimientos y logrará decisivos progresos en la inclaudicable lucha liberadora que ha emprendido. ¡FRENAR LA CRIMINAL REPRESIÓN DEL GOBIERNO CON LA UNIDAD, LA MOVILIZACIÓN POLÍTICA Y EL ACCIONAR ARMADO!

Editorial de El Combatiente Nº 155. Lunes 17 de febrero de 1975 LA COMPAÑÍA DE MONTE VENCERÁ Mario Roberto Santucho 568

Sus editoriales y escritos estratégicos

Con gran despliegue y profusa propaganda las tropas de la V Brigada de Infantería del Ejército Contrarrevolucionario, iniciaron el domingo 9 de febrero un nuevo y más ambicioso operativo en zonas rurales y boscosas de la provincia de Tucumán. Es el primer paso de la intervención plena de las Fuerzas Armadas proimperialistas en la lucha antiguerrillera. Esgrimiendo una “orden del gobierno”, el Ejército opresor por medio de su Tercer Cuerpo, puso en marcha su plan, largamente preparado y conocido de antemano. En él están decididos a usar todas las fuerzas posibles. Empeñaron ya la V Brigada, tienen en reserva listas a intervenir la IV y X Brigadas y están desarrollando planes de instrucción por si precisan más efectivos. Después del fracaso del GAN, del fracaso del gobierno peronista en su irrealizable propósito de contener la revolución y estabilizar el capitalismo argentino, de destruir la guerrilla y frenar al movimiento de masas, la burguesía proimperialista argentina llama nuevamente al escenario a su principal partido político, la oficialidad del ejército opresor. El avance gradual e incontenible de las fuerzas revolucionarias y particularmente la rápida consolidación de la guerrilla rural en Tucumán, que en pocos meses y pese al duro golpe recibido en Catamarca, logró asentarse sólidamente en los Departamentos de Famaillá, Monteros y Tafí con el apoyo y la participación creciente y entusiasta de la población obrera y campesina, obligaron a la contrarrevolución a dar ese arriesgado paso. Previa a una preparación de varios meses las FFAA contrarrevolucionarias se hacen cargo de su papel y salen al campo de batalla con una gran planificación estratégica político-militar que constituirá un rotundo fracaso. Ese Plan, cuyo primer paso es el llamado “Operativo de Seguridad” iniciado por la V Brigada de Infantería, tiene por objetivo central disputar la población a las fuerzas revolucionarias, forzando definiciones, obligando a la población a optar entre ellos y la guerrilla. Por ello, se le ha dado un carácter local y nacional, se centra en la Propaganda y Acción Cívica y pretende, con el uso masivo de la mentira, la vigilancia y la represión confundir y atemorizar a nuestro pueblo para aislarnos, para contener el desarrollo de las fuerzas revolucionarias. Es un plan de largo alcance, concebido para una duración de varios meses, que intenta ceñirse a la moderna técnica de guerra contrarrevolucionaria, sacar al pez del agua, separar a la guerrilla de la población para después aniquilarla. El slogan propagandístico central que agitan con ese propósito es presentar al Ejército opresor y golpista como el defensor de la “institucionalidad”, de la voluntad popular expresada en las urnas, y presentar a la guerrilla, vanguardia en la lucha por la democracia y la libertad, como el agresor a ese orden institucional aprobado por el voto popular. 569

Mario Roberto Santucho

NUESTRA RESPUESTA Pero ese aparatoso plan no saldrá del papel. Los perversos propósitos de la contrarrevolución no se concretarán, no tendrán éxito. Aunque se escuden por unos meses en la bandera democrática proporcionada por el GAN. Y ese plan fracasará porque el programa que votó nuestro pueblo no se cumplió, tal como anticipara nuestro Partido, porque como era de esperar el gobierno peronista se burló de la voluntad popular, porque ninguno de los problemas fundamentales de nuestro pueblo encontraron solución, porque el pueblo argentino sigue padeciendo enormes injusticias y estrecheces, porque la miseria crece, porque la mortalidad infantil crece, porque el acceso a la educación se limita, porque la lucha popular es salvajemente reprimida, porque los imperialistas y grandes capitalistas siguen llenándose los bolsillos con el producto del esforzado trabajo de los argentinos, y porque nuestra organización y demás organizaciones progresistas y revolucionarias, sabrán responder local y nacionalmente con la acción militar y la propaganda de masas, al ilusorio proyecto del oficialidad asesina. APOYAR ACTIVAMENTE A LA COMPAÑÍA DE MONTE EN TODO EL PAÍS 3.500 hombres de la V Brigada de Infantería, la mayoría de ellos soldados conscriptos llevados contra su voluntad, más fuerzas de la policía provincial y federal, han sido lanzados contra nuestra aguerrida Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez, que cuenta con la solidaridad, simpatía y apoyo activo de la aplastante mayoría de la población dela zona. Por razones de seguridad no podemos explicar a nuestro pueblo los detalles de la situación táctica. Sí podemos afirmar, que nuestros heroicos compañeros están en condiciones de mantenerse en la zona y burlar exitosamente los ataques enemigos. Pero es necesario, y obligatorio para todos los revolucionarios argentinos apoyar activamente a nuestros compañeros del monte en todo el país, desplegar una amplia campaña de agitación y propaganda, desenmascarar las mentiras del enemigo, intensificar la lucha en todos los terrenos. Particularmente es necesario dirigirse a los soldados y suboficiales principalmente a los conscriptos y sus familiares, llamarlos a no combatir, a no colaborar con oficialidad asesina, a exigir la baja en marzo, a manifestar su deseo de no participar en la represión. En las selvas tucumanas un destacamento de vanguardia de la clase obrera y el pueblo argentino se encuentra librando una enconada y difícil batalla, que 570

Sus editoriales y escritos estratégicos

durará varios meses, frente a fuerzas muy superiores del ejército opresor, cuya oficialidad actúa con la consigna de asesinar a todo guerrillero; la población obrera y campesina de tres departamentos tucumanos, alrededor, de doscientos mil (200.000) trabajadores argentinos, están sometidos a la vigilancia y represión más dura. Ante ello nadie puede permanecer indiferente. Todo patriota, todo revolucionario, debe apoyar, de una u otra manera a la guerrilla de monte, con volantes, con pintadas, con acciones, mientras dure el operativo enemigo, y contribuir así efectivamente al total fracaso de los planes contrarrevolucionarios de las Fuerzas Armadas pro-imperialistas. HACIA CAMBIOS ESTRATÉGICOS El inevitable fracaso del ambicioso proyecto político-militar que se vio obligado a poner en marcha el enemigo, provocará cambios estratégicos en la política nacional. La crisis ya muy aguda del campo burgués, expresada en la ruptura de la unidad de la burguesía, y en la activa lucha de camarillas que se desarrolla sordamente en el gobierno no aguantara el cimbronazo y saldrá bruscamente a la superficie. Es el momento en que las fuerzas populares estimuladas por las victorias de la guerrilla, podrán arrancar de manos del enemigo las banderas democráticas y redoblar con mayor amplitud el patriótico combate por la liberación nacional y el socialismo. Es el momento en que el proceso de guerra revolucionaria, de combinación de lucha, armada y no armada, pacífica y violenta, legal o ilegal, política y reivindicativa, etc., etc., se extenderá nacionalmente, prenderá en las más amplias masas y adquirirá un vigor hasta hoy desconocido. Los combatientes del monte, que recorren los pueblos, campos, cañaverales y selvas tucumanas con el fusil y la estrella del Che, con el ejemplo del Negrito Fernández y el Zurdo Jiménez, heroicos obreros del azúcar y dirigentes de nuestro Partido caídos en acción, ocupan hoy día el puesto de combate más avanzado. Es tarea de los revolucionarios defender y apuntalar esa trinchera, consolidarla y ampliarla, redoblar los esfuerzos de organización y movilización en todo el país, hostigar al enemigo en todas partes, presentarle combate en nuevos frentes, obligándolo a dividir las fuerzas y principalmente desplegar nacionalmente la propaganda de masas para derrotar al enemigo en la opinión popular. ¡CON EL FUSIL Y LA ESTRELLA DEL CHE, CON EL APOYO DE TODO EL PUEBLO LA COMPAÑÍA DE MONTE VENCERÁ!

571

Mario Roberto Santucho

Editorial de El Combatiente N°160. Miércoles 26 de marzo de 1975 GOLPES DESESPERADOS Mario Roberto Santucho Los hechos de la última semana revelan categóricamente la crisis y descomposición total del gobierno peronista. Acogotada por el activo descontento y la movilización de masas y la consolidación y fuerza de la guerrilla, la burguesía se debate desesperadamente en una profunda crisis que se agrava día a día. Importantes sectores burgueses y de la burocracia sindical se apartan de la camarilla gobernante y en el Partido Militar cunden posiciones golpistas, convencidos ya de que el gobierno peronista es completamente incapaz de contener el firme avance de las fuerzas revolucionarias del pueblo argentino. La criminal camarilla lumpen de López Rega, al servicio del imperialismo norteamericano, consciente de que se desprestigia aceleradamente ante sus socios burgueses y sus amos imperialistas, se ha lanzado una vez más con enorme brutalidad contra el movimiento de masas, con la esperanza de obtener algunos resultado contrainsurgente que le permitan durar un poco más, mantenerse un tiempo más en el gobierno, continuar un tiempo más en su deleznable oficio de ladrones de “guante blanco”, robando a manos llena los dineros de nuestro pueblo trabajador. EL SUPUESTO COMPLOT Utilizando el burdo argumento de un supuesto complot para paralizar la industria pesada, el gobierno ha lanzado un aparatoso golpe represivo contra sectores de los pueblos bonaerense y santafecino. En verdad ese golpe está dirigido a las Regionales Norte (Buenos Aires) y Rosario del PRT y a las unidades Héroes de 1917 y Combate de San Lorenzo del ERP, que actúan activamente en las zonas atacadas por el enemigo. Las “informaciones confidenciales” que el gobierno alega poseer se refieren fundamentalmente al desarrollo constante y armónico de nuestra organización en esas zonas vitales del país. Ello se desprende claramente de la planificación del operativo represivo que se ciñe a los límites de nuestras Regionales (desde Zarate y Campana a Rosario y San Lorenzo) apartándose de sus propias jurisdicciones tradicionales. De Campana a San Lorenzo vertebrados por el Rio Paraná y la Ruta Na572

Sus editoriales y escritos estratégicos

cional Nº 9 existe una cadena de ciudades industriales con fábricas como SOMISA (10.000 obreros y empleados), las más grande el país, el complejo Acindar-Marathon-Metcon (5.000 obreros y empleados), Dálmine Siderca (3.500 obreros y empleados), Frig. Swift (5.000 obreros y empleados), John Deere (2.500 obreros y empleados), Massey-Ferguson (1.500 obreros y empleados) y muchas otras. Nuestras Regionales Rosario y Norte (Buenos Aires), particularmente esta última, han logrado responder parcialmente en los últimos tiempos, a las ardientes aspiraciones revolucionarias de las masas obreras de esas zonas, de gran concentración proletaria, y avanzaron considerablemente en la construcción de las fuerzas revolucionarias. El temor ante estos avances es el real motivo que determinó el golpe represivo del gobierno contrarrevolucionario. Miles de policías fueron lanzados así contra los pueblos de Zarate, Campana, Villa Constitución, San Nicolás, Granadero Baigorria, Rosario y San Lorenzo, apuntando principalmente contra los obreros de las grandes fábricas. Son los primeros pasos de operaciones represivas como las de Córdoba y Tucumán con las que los explotadores y opresores pretenden atemorizar y aplastar la lucha popular. Pero como en Córdoba y Tucumán encontrarán aquí férrea resistencia, se toparán con un pueblo viril y organizado, con Regionales de nuestro Partido y unidades de nuestro ejército guerrillero, enraizadas en las masas, aguerridas, y determinadas a vencer. El paro unánime e inmediato de los obreros de Acindar, Marathon, Metcon, Silsa, Massey Ferguson, Callegari y ferroviarios es un claro anticipo de esa resistencia que ha de organizarse y desplegarse gradualmente. Así mismo la guerrilla del pueblo dio también respuestas inmediatas a la represión. El viernes 21 combatientes de la Unidad Héroes de 1917 del ERP coparon la fábrica Dálmine Siderca en Campana, desarmando a un policía interno, para luego distribuir material de propaganda y arengar a los obreros. Los combatientes populares fueron recibidos con cálidas expresiones de cariño y vivas muestras de simpatía, insistentemente repetidas a lo largo de los 40 minutos que duró la operación. El domingo 23, fue ajusticiado el conocido asesino y torturador Telémaco Ojeda que fuera Jefe de Policía de Rosario y había sido enviado recientemente a Villa Constitución como subcomisario para organizar allí la represión y persecución del pueblo. En la madrugada del lunes 24 el ERP hostigó duramente la Jefatura de Policía de Villa Constitución. Un nuevo frente de batalla ha sido abierto por el enemigo y en él nuestro pueblo y nuestra organización derrocharan combatividad y heroísmo, agregarán nuevos laureles a la justa y gloriosa gesta liberacionista en que los argentinos estamos empeñados. 573

Mario Roberto Santucho

CRÍMENES Y MAS CRÍMENES Por otra parte en su furia desesperada, la camarilla gobernante reactivo la Tripe A que en esta semana cometió 21 asesinatos, a pleno día y a cara descubierta, actuando desembozadamente, con licencia y apoyo policial. Esta vergonzosa ola de crímenes llena de indignación a nuestro pueblo, exige respuestas y pone a la orden del día la unidad y movilización democrática y antifascista de los más amplios sectores populares. LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS La experiencia de los primeros meses de este año mostró inequívocamente la pujanza de las fuerzas revolucionarias. La lucha obrera y popular, en sus distintas formas y manifestaciones, se desarrolla con un vigor y consistencia cada vez mayor. La Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del ERP, hija dilecta del pueblo tucumano, gozando de su protección, hace frente victoriosamente al gigantesco operativo enemigo. Nuestra unidad se mantiene en la zona activa, pegada a las masas, mientras el enemigo se hunde en el aislamiento y la pasividad. A los 45 días de iniciado el operativo las fuerzas represivas sufrieron alrededor de 25 bajas en combate (8 muertos, 17 heridos) y un mínimo de 5 muertos en accidentes, en total 30 bajas como mínimo, mientras nuestra Compañía vio morir heroicamente en acción a los compañeros Lasser y Toledo, únicas bajas guerrilleras. Se produjeron 4 acciones, 3 combates y 1 acción de propaganda armada sin enfrentamiento. Además de la emboscada de Quebrada de Lules (2 muertos y 7 heridos de la Policía Federal) y del combate de Pueblo Viejo (1 muerto y 3 heridos del ejército opresor, 2 guerrilleros muertos), el 26 de febrero fue atacado por la guerrilla con granadas y fuego de fusilería un acantonamiento militar enemigo establecido en el Ingenio Fronterita (5 muertos y 7 u 8 heridos del ejército opresor) y el 5 de marzo fue tomada por la guerrilla la Colonia 5 del Ing. Fronterita, sin enfrentamiento. Desde el punto de vista político y de masas, el fracaso del enemigo es verdaderamente estrepitoso: con su prepotencia y brutalidad se han ganado el odio del pueblo tucumano que al mismo tiempo reconoce y quiere cada vez más a su guerrilla. Pero no solamente en el monte tucumano se consolidan las fuerzas revolucionarias y se libra con energía el combate popular. También en las ciudades y en amplias zonas rurales, se ha visto crecer vigorosamente la lucha armada y 574

Sus editoriales y escritos estratégicos

no armada de las masas, la movilización obrera y popular y el accionar guerrillero. Decenas y decenas de miles de obreros y otros trabajadores asalariados, de campesinos y estudiantes, han protagonizado distintas luchas antipatronales y antigubernamentales en los primeros meses de 1975. Esas luchas están anunciando un nuevo día, una luminosa aurora que pronto será realidad, el día en que el pueblo argentino forjara su más amplia unidad combativa y se volcara masivamente al combate generalizado por el seguro camino de la guerra revolucionaria, el cercano día en que se abrirá en nuestra patria una situación revolucionaria. FIRMES EN LA LUCHA Mientras enfrentamos y observamos con atención a un gobierno antipopular que se desmorona y nos aprestamos a hacer frente con todas nuestras fuerzas a cualquier golpe militar con que el enemigo pretenda dar continuidad a su actividad contrarrevolucionaria, seguiremos combatiendo en todos los terrenos y por todos los medios a los enemigos del pueblo argentino. Gloriosas jornadas nos esperan. Los actuales combates son sólo anticipos de los que vendrán, los actuales esfuerzos también anticipos de los grandes sacrificios que el poderoso desarrollo de la lucha revolucionaria exigirá de cada militante, de cada combatiente, de cada patriota y revolucionario. Seguros de la victoria, inspirados en el luminoso ejemplo del Comandante Guevara y del Negrito Fernández, plenos de confianza en nuestro valeroso pueblo, los revolucionarios argentinos estamos dispuestos a verter con alegría hasta la última gota de nuestra sangre para conquistar la felicidad que nuestro pueblo merece y necesita. Ese es el camino de la victoria.

Editorial de El Combatiente N° 162. Lunes 7 de abril de 1975 NÍTIDAS LUCHAS POLÍTICO - REVOLUCIONARIAS Mario Roberto Santucho Los meses de febrero y marzo de 1975 han mostrado claramente el nuevo carácter de la lucha de clases, el nuevo carácter del potente auge revolucionario 575

Mario Roberto Santucho

de la clase obrera y el pueblo argentino y de los propósitos y límites del accionar de las fuerzas contrarrevolucionarias. El fracaso del gobierno peronista, la gravísima crisis económica y la experiencia de lucha y grado de organización adquiridos por nuestro pueblo particularmente en los últimos años, ha dado un nuevo contenido a los actuales combates obreros y populares. En cuatro frentes principales se está hoy combatiendo y en ellos es posible comprobar fácilmente que se trata de enfrentamientos políticos, de fondo revolucionario. En el Ingenio Ledesma de Jujuy, en los departamentos de Famaillá, Monteros y Chicligasta de Tucumán, en la ciudad de Córdoba y en las riberas del Paraná, la clase obrera y el pueblo se bate vigorosamente con todos sus recursos y motorizado por las fuerzas revolucionarias, frente a los personeros del capitalismo que empeñan también gran parte de sus fuerzas. En todos estos lugares los enfrentamientos han estallado por ataques de las fuerzas represivas hondamente preocupadas por el crecimiento de las organizaciones revolucionarias. Y en todos los frentes, el enemigo represor que confiaba obtener rápidos éxitos ha sido sorprendido se ha visto enfrentado a inmediatas respuestas masivas y bien organizadas. LA LUCHA ES POLÍTICA Y REVOLUCIONARIA Para comprender cabalmente el momento político que vive nuestra patria es muy importante tener claro que estos cuatro frentes son las trincheras avanzadas del combate político-revolucionario que nuestro pueblo ha comenzado a desplegar en su búsqueda de la tan sentida liberación nacional y social de los argentinos. Son los primeros choques de una lucha por el poder, de una verdadera lucha revolucionaria que comienza a tomar fuerza de masas. Los obreros jujeños, los obreros y campesinos tucumanos, los obreros y el pueblo cordobés, los obreros de Villa constitución, con distintos grados de conciencia, combaten de hecho en defensa de sus avances revolucionarios, resisten masivamente para proteger y fortalecer las unidades guerrilleras y la organización política clandestina, que han echado raíces en todos los frentes y que son el blanco principal de las fuerzas represivas. El enemigo lo ha expresado abiertamente tanto al lanzar el “Operativo Tucumán” como en relación al supuesto complot contra las acerías bonaerenses y santafesinas.

576

Sus editoriales y escritos estratégicos

LA REPRESIÓN EMPANTANADA En los cuatro frentes señalados y particularmente en Tucumán y Villa Constitución, la situación del enemigo es muy difícil. En los montes tucumanos no han logrado ninguno de sus objetivos y han cosechado el franco repudio de un pueblo altivo que se resiste abiertamente y prácticamente no oculta su simpatía por la guerrilla. En Villa Constitución les ha salido el tiro por la culata, provocando una vigorosa reacción de masas que ha paralizado parte de la producción de blocks, insustituible en la industria automotriz. Metida en el pantano de la represión gubernamental no encuentra como salir de él y en el caso de Villa Constitución se ve exigida por las propias empresas a encontrar una solución a corto plazo. De nada le valió el encarcelamiento de los dirigentes, la intervención al Sindicato, los allanamientos y matonaje. De nada le sirvió el vil asesinato de nuestro querido compañero Ramón Cabasi (Silvio), obrero papelero de la Celulosa Argentina de Zárate, secuestrado en esa localidad, bárbaramente torturado y asesinado en Theobald por la represión. Sirviéndose de la prensa domesticada, los asesinos de Cabasi han difundido la infame mentira de que fue muerto por traidor. ¡Traidor Silvio, inmaculado compañero que se comportó con elevado heroísmo y al que ni con las más bárbaras torturas pudieron sacarle un solo dato contra su organización! El insulto a la memoria de nuestros héroes es una deuda más que estos criminales deberán saldar. El carácter político de la lucha y la existencia de dinámicas fuerzas revolucionarias políticas y militares le ha dado consistencia al campo popular y extenderá los combates mucho más allá de su desenlace inmediato. SITUACIÓN REVOLUCIONARIA Y DOBLE PODER Estos combates de avanzada desarrollados en el marco de numerosas luchas proletarias y populares que se libran en todo el territorio nacional, confirma categóricamente los justos análisis y resoluciones del Comité Central de nuestro Partido. En setiembre de 1974, el CC del PRT previó la proximidad de una situación revolucionaria, de grandes choques de clases a partir de los cuales se abrirá un período de lucha por el poder, en el que nuestro pueblo necesita fortalecer paso a paso sus fuerzas revolucionarias armadas y no armadas y desarrollar progresivamente su propio poder popular embrionario, el denominado Poder Dual, principalmente en su forma de Poder Local. Como resultado de la experiencia de nuestro pueblo y el desarrollo de nuestro Partido se ha logrado una primera acumulación de fuerzas revolucionarias que están enfrentando a pié firme las embestidas de contingentes opresores 577

Mario Roberto Santucho

seleccionados y masivos. Esa presión del enemigo está siendo resistida victoriosamente; es fuente de enormes enseñanzas que nos apresuramos a recoger. El enemigo empantanado y sin iniciativa es muy posible que se vea obligado a retirarse derrotado para ensayar nuevas maniobras más salvajes y peligrosas. Porque él también es consciente que ha comenzado la lucha por el poder, que están en juego sus grandes intereses y si no actúa con todos sus recursos terminará perdiéndolo todo. Por ello es que los actuales combates nos deben servir para templarnos más, para organizarnos mejor, para fortalecer lo máximo posible al PRT y al ERP. Aprender a combatir en el combate, difundir las experiencias de lucha y principalmente concentrar los mejores esfuerzos en la construcción y desarrollo de las células del PRT y las unidades del ERP nos permitirán contar en el momento oportuno con la fuerza y la organización necesarias. El enemigo redoblará sus ataques, si debe retirarse volverá con más fuerzas; y será siempre sorprendido si la clase obrera y el pueblo logran prepararse adecuadamente. La llave maestra de una completa preparación obrera y popular es el desarrollo del poder local, el ejercicio del poder por el pueblo a nivel local, que unifique y movilice a toda la población en la solución de sus problemas; interesar a todo el pueblo, acercar a los villeros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados, comerciantes, pequeños productores, profesionales, etc., de la zona de influencia, incluir sus reivindicaciones, apoyarlos en sus luchas contra el gobierno y las grandes empresas; difundir la solidaridad y compañerismo entre las masas de la zona contra la Federal, el Ejército, el Gobierno antipopular, las empresas imperialistas y la burocracia sindical; formar organismos de lucha que se ocupen de solucionar los distintos problemas más sentidos, que se ocupen de la salud, la vigilancia, la educación, etc., actuando siempre con decisión y prudencia, cuidando el enmascaramiento y la seguridad. Tales son algunas formas, y hay muchísimas más que escapan a nuestra imaginación, por las que surgirá el Poder Popular Local capaz de unir y movilizar a todo el pueblo como un solo hombre y enfrentar victoriosamente la máxima furia represiva de explotadores y opresores. RESPONSABILIDAD REVOLUCIONARIA La indoblegable lucha del pueblo argentino ha llegado a un punto álgido. La Gran Marcha iniciada en el “Cordobazo” y jalonada por toda clase de sacrificios, comienza a encarrilarse definitivamente dejando de lado confusiones y limitaciones. Nuestro pueblo se moviliza y combate con más decisión que nunca, con creciente fe en la posibilidad de triunfo de una revolución verdadera. Y en esa gloriosa determinación combativa que gana a amplios sectores de 578

Sus editoriales y escritos estratégicos

nuestro pueblo, cabe a los revolucionario un pequeño y honroso mérito, el de haber contribuido con su entrega y con la sangre y el ejemplo de sus héroes, a generar activas esperanzas en las masas. Ese pequeño y honroso mérito implica una enorme responsabilidad, la grave responsabilidad revolucionaria de responder positivamente a lo que nuestro pueblo espera de nosotros, de ser capaces de proporcionar al combativo pueblo argentino el encuadramiento y la organización que lo llevará a la victoria. Consciente de ello, el CE del PRT, reunido recientemente, ha tomado una serie de resoluciones y orientaciones sobre organización que publicamos parcialmente en este mismo número de El Combatiente, y que apuntan a elevar la calidad de nuestra organización, a forjar el partido proletario de combate, eficiente, clandestino, de alta calidad, capacitado para cumplir su gloriosa misión revolucionaria. Así el PRT se presenta cada vez más nítidamente como la organización revolucionaria que necesita y merece el aporte revolucionario de los mejores hijos de nuestro proletariado y nuestro pueblo.

Estrella Roja N°52 Miércoles 9 de abril de 1975 A LOS SOLDADOS CONSCRIPTOS Mario Roberto Santucho Compañeros soldados de la clase 1954: Hace unos días ha comenzado la incorporación de vuestra clase y miles de ustedes acuden a los cuarteles a cumplir con el Servicio Militar obligatorio. Este año de vuestra vida tiene hoy gran significación porque ustedes se incorporan a un ejército opresor que los entrenará para tratar de utilizarlos en la represión de nuestro pueblo. No entran ustedes a unas Fuerzas Armadas patriotas, sino a un ejército que tiene como misión defender los intereses del gran capital, de las grandes empresas extranjeras y de la oligarquía argentina. Los oficiales que los mandan tienen la misión de entrenar al conscripto para reprimir manifestaciones y huelgas y para luchar contra el verdadero Ejército patriota y liberador de los argentinos de hoy, el Ejército Revolucionario del Pueblo que crece en los montes y barriadas de nuestra Patria con el esfuerzo y sacrificio de miles de hombres como ustedes, de 579

Mario Roberto Santucho

miles de trabajadores y estudiantes, de nuestros hermanos y hermanas de clase. Para prepararlos contra nuestro pueblo y contra nosotros, los oficiales del ejército opresor no sólo los entrenarán militarmente, sino que les darán charlas políticas llenas de mentiras contra la guerrilla. Les mentirán que el ERP degolló a un soldado en Azul, les mentirán que estamos pagados por el extranjero, que luchamos contra la Patria y la bandera argentina y mil cosas más. La verdad es que el ERP es el auténtico heredero del ejército de San Martín, Belgrano y Güemes que nació de la nada con el sacrificio popular, mientras que el ejército de Anaya es el heredero del ejército opresor que sirvió a los españoles aunque la gran mayoría de sus mandos hubieran nacido en nuestra tierra. La verdad es que el ERP cuenta con una oficialidad hija y nieta de trabajadores argentinos, como Antonio Fernández, obrero azucarero, hijo y nieto de obreros tucumanos, como Ramón Rosa Jiménez, hijo y nieto de hacheros y campesinos pobres, mientras que el Ejército Opresor cuenta con oficiales como su actual jefe Leandro Anaya, descendiente del criminal Elbio Anaya, que con el grado de capitán secundó en 1921 al coronel Varela en la matanza de miles de peones rurales en las estancias de la Patagonia para defender a los grandes capitalistas extranjeros y oligarcas argentinos. La verdad es que la oficialidad de Anaya maltrata a los soldados y tratará de mandarlos al combate contra su voluntad, mientras que el comando del ERP ha ordenado evitar hasta el máximo posible dañar a los compañeros soldados. El soldado de Azul al que nuestros compañeros tuvieron que tirotear, cometió el grave error de atacarnos, y en toma de cuarteles (141 de Córdoba, Azul, Sanidad y Villa María) fue el único caso. La verdad es que la gran mayoría de los soldados y suboficiales del Ejército de Anaya están ahí contra su voluntad (soldados), o por el sueldo (suboficiales), mientras que los combatientes del ERP, entre los que se cuentan también soldados como Jiménez, Invernizzi, Provenzano, Petigiani y muchos otros, se incorporan voluntariamente a nuestras filas dispuestos a dar la vida por nuestra Patria y por nuestro pueblo. Todo esto se puede comprobar fácilmente respondiendo a las siguientes preguntas: ¿Quiénes son los principales enemigos de nuestra Patria y de nuestro pueblo? Indudablemente los imperialistas yankis y sus socios, las grandes empresas extranjeras como Ford, General Motors, Esso, Fiat, Peugeot, etc., etc., y los grandes capitalistas argentinos como Bunge y Born, Lanusse, Gelbard, etc., etc., que explotan y oprimen a los trabajadores argentinos. ¿Quién entrena y apoya al Ejército de Anaya? Los norteamericanos. ¿A quién defiende el Ejército de Anaya? A las grandes empresas extranjeras, como Ford, General Motors, Esso, Fiat, Peugeot, etc., etc. ¿A quién ataca el Ejército de Anaya? A los obreros argentinos, a los cam580

Sus editoriales y escritos estratégicos

pesinos argentinos, a los estudiantes argentinos. ¿Cómo se construye el ERP? Con el sacrificio y la sangre de los revolucionarios argentinos. ¿A quién defiende el ERP? A los obreros, campesinos y estudiantes, a todos los trabajadores argentinos. ¿A quién ataca el ERP? A las grandes empresas extranjeras, como Ford, General Motors, Esso, Fiat, Peugeot, etc., etc., a las fuerzas represivas policiales y militares. Por todas estas razones, usted compañero soldado, no debe prestarse a ser utilizado contra su pueblo y debe aprovechar el servicio militar obligatorio para realizar las siguientes actividades que beneficiarán al pueblo argentino: 1. Unirse estrechamente a sus compañeros conscriptos sin distinción de clase social ni lugar de nacimiento. 2. Formar grupos secretos de soldados para luchar contra el maltrato y los atropellos. 3. Desoír en silencio las mentiras de los oficiales y explicar las cosas a los conscriptos menos conscientes. 4. Explicar a sus compañeros que no se debe tirar contra el pueblo ni contra los guerrilleros. 5. Resistir todo lo posible el ir al monte o salir a reprimir en las ciudades. 6. Organizarse pacientemente para volver las armas contra los oficiales cuando ellos los lleven a reprimir en el momento oportuno. COMPAÑERO SOLDADO, TU LUGAR ESTA JUNTO AL PUEBLO Y SU GUERRILLA ¡Mueran los defensores de las empresas extranjeras! ¡Viva el pueblo trabajador! ¡A VENCER O MORIR POR LA ARGENTINA!

Editorial El Combatiente N°163. Lunes 14 de abril 1975 PERSEVERAR Y TRIUNFAR Mario Roberto Santucho

581

Mario Roberto Santucho

A medida que la lucha se endurece, que se hace más fuerte el choque de las clases enfrentadas nuestro pueblo y principalmente nuestra clase obrera, refuerza su determinación, acepta con firmeza el combate, aprieta los dientes y los puños y se decide a movilizarse y armarse, a darle batalla en cualquier terreno a los enemigos de nuestro pueblo y de nuestra Patria. Contrastando con esa formidable combatividad las corrientes de la izquierda pequeño burguesa entran en pánico, y dedican sus principales esfuerzos a atacar a nuestra organización con mil argumentos falsos, con toda clase de mentiras y tergiversaciones. Por su parte el enemigo, hondamente preocupado por los avances revolucionarios, redobla su ferocidad y demagogia. Tanto tortura y asesina con saña a los activistas y combatientes populares, a hombres y mujeres progresistas, como despliega una enorme propaganda de ocultamiento y tergiversación de la lucha armada y no armada de nuestro pueblo y de difusión de exageraciones, mentiras e ilusiones para distraer y confundir a los argentinos. Pero ni el peso del aparato burgués ni la insidia pequeño burguesa harán mella en el poderoso pecho revolucionario que se yergue decididamente en nuestra patria. Inspirado en las virtudes y tradiciones proletarias, los revolucionarios argentinos sabrán perseverar hasta la victoria. Esa es la enseñanza y el ejemplo del proletariado de Villa Constitución, de los obreros del Ingenio Ledesma, de los miles y miles de trabajadores que luchan en nuestra Patria, esa es la enseñanza y el ejemplo de la Unidad Combate de San Lorenzo del ERP que arrasó con el Batallón 121 del Ejército Opresor, de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez que se bate victoriosamente en los montes tucumanos; es la enseñanza y el ejemplo de miles de militantes combatientes, activistas y colaboradores que a lo largo y a lo ancho del país construyen pacientemente, superando todas las dificultades, la organizaciones revolucionarias y populares que necesitamos para derrotar a los capitalistas. ELECCIONES EN MISIONES El resultado electoral en Misiones, si bien marca levemente el profundo deterioro del gobierno peronista, no refleja de ningún modo el verdadero estado de ánimo de las masas. El análisis de las cifras muestra una disminución de los votos peronistas de 81.993 a 74.726 y aumento de los radicales de 54.746 a 62.767. Estas cifras indican que pese al enorme despliegue propagandístico y a la demagogia gubernamental, el peronismo se deteriora hasta en el terreno que siempre ha sido su fuerte. Pero estos son índices irreales, que de ninguna manera muestran el pronunciado desprestigio de la camarilla lopezreguista. Porque 582

Sus editoriales y escritos estratégicos

un proceso electoral como el de Misiones sometido a la enorme presión legal e ilegal del aparato estatal y paraestatal que maneja hábilmente el peronismo conforme a su tradición fascistoide, no deja lugar a la expresión de los verdaderos sentimientos e ideales progresistas y revolucionarios de la aplastante mayoría de los argentinos. La domesticada prensa burguesa y en especial la radio y TV oficial, han llevado adelante en estos días una gigantesca campaña para llamar la atención del pueblo y presentar el resultado electoral como el aval a la política de un gobierno cada día más desprestigiado y odiado. Paralelamente la dirigencia del radicalismo encuentra en el buen desempeño electoral de su partido, una importante carta de presentación para aparecer ante los ojos de los militares y los imperialistas como el mejor recambio de este gobierno peronista cuyo fracaso es ya irreversible. De una y otra manera los políticos burgueses recalcitrantes, la camarilla gubernamental y la oficialidad del ejército hacen de estas irrelevantes elecciones un calmante para su incurable enfermedad, para la crisis general que los corroe tratando de convencer y convencerse de que es un gran triunfo contrarrevolucionario. LAS MASAS EN PIE DE LUCHA Pero nuestro pueblo tiene otras preocupaciones. No prestó a estas elecciones más que la mínima atención necesaria. Piensa y actúa preocupado por sus verdaderos problemas, por el alto costo de la vida, la insuficiencia del salario, la explotación en las fábricas, los atropellos, crímenes y persecuciones. Por eso es que se mantiene en pie de lucha, por eso es que la huelga de Villa Constitución recibe una amplia solidaridad, por eso es que la muerte o prisión de cada compañero es hondamente sentida y cada triunfo en una huelga o un combate guerrillero es motivo de alegría. ¡Que no canten victoria los explotadores y opresores por sus imaginarios éxitos! Las elecciones de Misiones no son tabla de salvación, no mellaran en lo más mínimo la decisión combativa de nuestro pueblo, ni lo distraerán. Y por tanto la profunda crisis económico social del capitalismo argentino seguirá vigente, agravándose día a día. La formidable huelga de Villa Constitución que se mantiene enfrentando enormes presiones del enemigo, el resonante triunfo de las armas del pueblo en el Combate de San Lorenzo son destacados hechos de esta semana, fuente de importantes enseñanzas, significativos jalones en el vigoroso combate por la liberación nacional y social del pueblo argentino, que marcan con indelebles trazos el camino revolucionario. 583

Mario Roberto Santucho

Editorial de El Combatiente Nº 165. Lunes 28 de abril de 1975 ECONOMÍA Y POLÍTICA Mario Roberto Santucho En diversos campos se manifiesta la profunda crisis del capitalismo argentino. En el terreno económico que es básico, determinante, la crisis no tiene posibilidades de ser solucionada por varios años. En 1973, el gobierno peronista con Gelbard en el timón de la economía, lanzó con bombos y platillos un gran plan de estabilización y desarrollo capitalista hacia la “Argentina Potencia”. Los pilares de ese plan fueron la llamada política de “concertación” o Pacto Social con el que se pretendía maniatar a la clase obrera y detener su lucha, un gran saldo favorable de la Balanza Comercial lograble gracias a sustanciales aumentos en las exportaciones, y una nueva corriente de grandes inversiones extranjeras principalmente de origen europeo. Esos tres pilares resultaron totalmente inconsistentes. El Pacto Social fue destrozado por la lucha obrera y popular, no hubo ninguna corriente de inversiones extranjeras, y la Balanza Comercial tuvo un sólo ejercicio favorable, excepcional, para caer nuevamente a niveles que no permite ni pagar los intereses anuales de las enormes deudas contraídas en el extranjero. Mediante la maniobra del GAN y el éxito de las farsas electorales de 1973, la burguesía proimperialista argentina logró cierta base para intentar con mínimas posibilidades, a mediano plazo, salir de su honda crisis económica. Esas posibilidades radican esencialmente en lograr contener la lucha de masas con engaño y represión, y tener así las manos libres para avanzar en lo económico, ordenar mejor la producción, aumentar las ganancias empresarias, conseguir capitales extranjeros. Comprendiendo esa situación, esa trampa, ese futuro peligro para los intereses liberadores del pueblo argentino, nuestro Partido levantó más alto el pendón de combate, llamó a continuar la lucha, y empleó al máximo sus posibilidades de acción inmediata política y militar aún a costa de ofrecer demasiado blanco al enemigo. Tal esfuerzo no resultó vano, coincidió plenamente con la combatividad de nuestro pueblo, y fue un factor en la continuidad de la lucha que llevó al estrepitoso fracaso de los planes enemigos.

584

Sus editoriales y escritos estratégicos

SE CONFIRMA LA LÍNEA DE NUESTRO COMITÉ CENTRAL Hoy la situación ha cambiado. Como lo avizorara ya nuestro Comité Central “Antonio del Carmen Fernández” de septiembre de 1974, la derrota de los planes enemigos consolida la posición revolucionaria, abre una nueva etapa de grandes perspectivas, donde lo prioritario es la acumulación de fuerzas, la construcción sistemática y a largo plazo de las fuerzas revolucionarias, el despliegue progresivo de la movilización de las más amplias masas, de las inmensas energías de nuestro pueblo. El reconocimiento del fiasco económico peronista, las confesiones de Gómez Morales y la publicación de algunas estadísticas, apartan el velo que la propaganda oficial había montado para ocultar la realidad, permiten medir la profundidad de la crisis, dan la razón a los análisis y resoluciones de nuestro Comité Central, haciéndolas más claras y concretas. Porque la situación económica que es el trasfondo determinante de la lucha de clases, indica que los enfrentamientos sociales han de continuar y aumentar durante varios años hasta convertirse en gigantescos y decisivos choques. El marxismo-leninismo sostiene que la revolución es un resultado del agotamiento de un determinado sistema económico, en este caso el capitalismo, de su estancamiento y crisis. Que cuando un país vive una crisis de su economía se inicia un proceso revolucionario de aguda lucha de clases, cuyo desarrollo continuará mientras subsista las crisis económica. Que la situación prerrevolucionaria creada y la situación revolucionaria que le sigue, continúan en vigencia mientras la economía capitalista no logre recuperarse. Más aún, que la crisis revolucionaria, en el caso de que sea derrotada una primera insurrección, puede resurgir a corto plazo, mientras la burguesía no consiga estabilizar el capitalismo e imprimirle un nuevo desarrollo. Por tanto, el fracaso de los planes económicos de la burguesía argentina, la imposibilidad de estabilización y resurgimiento económico por varios años que se desprende del análisis de la economía nacional, indica que las posibilidades de la lucha revolucionaria encontrarán enorme sustento a lo largo de los próximos años, que el tiempo ha empezado a correr a favor de las fuerzas revolucionarias. EL FACTOR SUBJETIVO EN LA CRISIS ECONÓMICA Es necesario recordar aquí también la tesis marxista-leninista del papel del factor subjetivo, es decir del papel de las organizaciones revolucionarias, reformistas y contrarrevolucionarias en relación a la crisis económica. 585

Mario Roberto Santucho

Con la economía en crisis y las masas movilizadas, las fuerzas de la reacción burguesa, sólo pueden iniciar el camino de la recuperación del capitalismo, después de contener o aplastar la lucha popular. Porque cualquier intento de estabilización y desarrollo, de “reconstrucción y despegue” como le llama la camarilla gobernante, requiere un gran aumento de la productividad del trabajo, es decir un gran aumento en la explotación de la mano de obra, y ello es imposible sin frenar a las masas con el engaño y la represión. Con fuerzas revolucionarias activas y organizadas es imposible detener la lucha popular como lo demostró Vietnam desde 1930 a 1975, durante 45 años que pasaron en constante movilización revolucionaria sin ningún período de estabilización capitalista. Ello se debió fundamentalmente al accionar del Partido de los Trabajadores de Vietnam que con correcta línea político-militar vertebró la masiva, constante y consecuente lucha del pueblo vietnamita. En cambio, la inexistencia o fragilidad de las fuerzas revolucionarios y el predominio del reformismo o la contrarrevolución, tiende a debilitar y agotar la lucha de masas, a frenarla y desviarla en el caso de predominio reformista, o a imponerle derrotas sangrientas y hasta el aplastamiento militar, en el caso de predominio contrarrevolucionario, abriendo en ambos casos para el enemigo posibilidades reales de reconstrucción y desarrollo. LA VIDA DEL PARTIDO La burguesía proimperialista argentina ha sufrido una nueva derrota estratégica con la frustración del plan peronista, mientras en el campo popular se acentúa la movilización y la acumulación de fuerzas. Ello da mayor consistencia y seguridad al esfuerzo revolucionario, coloca al tiempo de nuestra parte y nos permite acentuar los esfuerzos a largo plazo. Las justas apreciaciones de nuestro Comité Central de septiembre han puesto a nuestro Partido oportunamente en la senda correcta, y durante lo que va de este año hemos logrado avances iniciales de gran importancia. Es necesario persistir y mejorar en esa dirección, cumplir exactamente las resoluciones de los organismos dirigentes, trabajar con planes, fundirnos con las masas, formar los cuadros, organizar las células y direcciones, desplegar con inteligencia, audacia y valor todas las actividades revolucionarias. La fuerza y habilidad para el combate que hoy necesitamos más que nunca el vigor, la paciencia, la valentía y la inteligencia surgen, como sabemos, de la vida del Partido. Por ello, es que hoy, más que nunca, la principal preocupación de todo revolucionario debe ser fortalecer las células del PRT, garantizar su ligazón con las masas, asegurar la más intensa actividad y vida de Partido. 586

Sus editoriales y escritos estratégicos

El Combatiente Nº 167. Lunes 12 de mayo de 1975 MÉTODO Y POLÍTICA Nuestro Partido está volcado decididamente a una enérgica campaña para mejorar la calidad de su actuación revolucionaria. Esa preocupación de nuestro Partido producto de la conciencia de su responsabilidad ante nuestro pueblo, se ha multiplicado a la luz de las resoluciones del Comité Central de setiembre que marcan nítidamente el histórico rol del PRT en la vida de la Argentina actual. Entre los aspectos que es necesario mejorar es ese fundamental esfuerzo superador queremos tocar aquí una cuestión básica: los métodos de análisis político y de acción revolucionaria. Encarar esta cuestión tiene gran importancia porque la formación de toda persona bajo la educación capitalista conlleva la adopción de un método de análisis y de acción teñido de formalismo que impide una comprensión científica, correcta, de los hechos e incapacita para la formulación y ejecución de políticas justas ante los diferentes problemas de la lucha de clases que dificulta considerablemente la aplicación creadora de la línea del Partido. Todo compañero que ingresa al Partido trae una tendencia “natural” al formalismo, producto de años de educación en la escuela, la prensa, la radio y TV, la Universidad, etc., tendencia que es necesario combatir y anular mediante la asimilación del marxismo-leninismo. Decía Lenin refiriéndose al análisis de clase de la sociedad rusa: “El análisis concreto de la situación y de los intereses de las diversas clases debe servir para determinar el significado exacto de esta tesis al ser aplicada a tal o cual cuestión. Mientras que el método inverso de razonar, que observamos no pocas veces entre los socialdemócratas del ala derecha encabezados por Plejánov, es decir, la aspiración de hallar respuestas a las cuestiones concretas en el simple desarrollo lógico de la máxima general sobre el carácter fundamental de nuestra revolución, es un envilecimiento del marxismo y una mera burla del materialismo dialéctico”- (Lenin, Prólogo al “Desarrollo del capitalismo en Rusia”). FORMALISMO VS. MARXISMO-LENINISMO El formalismo de la metodología burguesa presiona al militante a tomar superficialmente los problemas, a aplicar la línea del Partido como receta ante situaciones aparentemente similares. Es un caso repetido el del militante que 587

Mario Roberto Santucho

encara una tarea esquemáticamente, que por ejemplo en conocimiento de la resolución partidaria de formar agrupaciones legales o semilegales y tendencias clandestinas en lo sindical, acude a un frente fabril a plantear de entrada esa línea sin conocer la situación real del frente, o el compañero que ante la resolución de los Comité Fabriles resuelve la situación cambiando el nombre de la célula existente. Porque el formalismo consiste en dejarse llevar por lo aparente, sin profundizar en el conocimiento concreto de la situación y responder a los problemas con fórmulas preestablecidas. Nada más ajeno al método marxista-leninista. La filosofía del proletariado es de acuerdo a definiciones de Lenin, “el análisis concreto de situaciones concretas”, el desdoblamiento de lo uno y el estudio de sus partes contradictorias, una guía para la acción revolucionaria. Consiste en servirse de ese rico arsenal teórico y político plasmado en la línea del Partido que constituye una herramienta de primera calidad para profundizar el análisis de la realidad concreta del frente de masas o actividad revolucionaria de que se trate y dar solución a los problemas y situaciones que se planteen, con planeas de actividad creadores y medidas prácticas de organización ajustadas a la situación concreta de que se trate. ESTUDIO Y ACTIVIDAD DE PARTIDO ¿Cómo evitar el formalismo? ¿Cómo aplicar correctamente el método marxista-leninista? La única forma indudablemente es a través de la experiencia práctica y el estudio sistemático que permitirá lograr con el tiempo un amplio dominio del marxismo-leninismo, capacitarse verdaderamente en la aplicación de la filosofía proletaria. Dominar el marxismo-leninismo no es una cuestión académica de citar de memoria textos de Marx o de Lenin. El grado de dominio de la ideología proletaria se comprueba en la práctica, se observa en la forma de solucionar los problemas de la lucha de clases y se adquiere progresivamente armonizando la actividad revolucionaria de Partido con el estudio sistemático de los clásicos. Sin embargo, algunas reglas prácticas es posible proporcionar para ayuda de los militantes en su actividad cotidiana: 1. Informarse en profundidad de cada problema interiorizándose de los detalles. Sin información exhaustiva y exacta es muy difícil dar con la solución correcta. Y esa información debe provenir principalmente de las masas, gracias al estrecho contacto de nuestros militantes de base con las masas. 2. Determinado el problema de que se trata, estudiar, es decir repasar la línea del Partido sobre ese tema, repasar los artículos de El Combatiente, Boletines Internos o folletos partidarios referidos a situaciones similares, estudiar y 588

Sus editoriales y escritos estratégicos

repasar textos de los clásicos principalmente de Lenin relacionados con ese tipo de problemas. 3. Analizar la situación estudiando por partes los elementos contradictorios, siempre a partir de un punto de vista de masas, es decir dando primacía entre todos los elementos al estado de ánimo de las masas. Si se trata de una huelga por ejemplo hay que estudiar los distintos elementos, la posición de la burocracia, la situación de la empresa, la situación nacional y principalmente el estado de ánimo de las masas. 4. Profundizar el análisis colectivo de la situación concreta en la célula del Partido mediante la discusión de las propuestas tácticas y orgánicas. 5. Aplicar con tenacidad el plan de acción votado profundizándolo, ampliándolo y verificando su corrección en el curso de la actividad. El marxismo-leninismo es una filosofía científica todopoderosa porque su método dio solución al viejo problema de la separación entre las ideas y la realidad. Gracias al método marxista-leninista el proletariado revolucionario está en condiciones de comprender exactamente la marcha de la realidad social, de la lucha de clases y actuar eficazmente en ella en dirección a la revolución social, a la justa liberación de los explotados y oprimidos. Porque al basarse en el “análisis concreto de las situaciones concretas” el marxismo-leninismo se ajusta como un guante a la vida real. Los militantes del PRT en lucha contra el formalismo y otras presiones ideológicas provenientes de la educación capitalista levantando en alto las banderas del estudio y la actividad de Partido, avanzarán sin estruendo con sencillez, en el dominio de la ideología proletaria y elevarán consecuentemente la calidad de su trabajo revolucionario en el camino de la victoria.

589

Sus editoriales y escritos estratégicos

10. Desde Las Jornadas de Junio y Julio de 1975 al Golpe Militar

Editorial de Estrella Roja N° 56. Miércoles 9 de julio de 1975 VICTORIOSA MOVILIZACIÓN DE MASAS [Equipo de Redacción de Estrella Roja] La formidable ola de movilizaciones y luchas con que la clase obrera y amplios sectores de nuestro pueblo respondieron al reaccionario decreto gubernamental que anulaba los convenios paritarios ha hecho retroceder a las clases explotadoras y a su pandilla gobernante. Sumidos en el mayor desconcierto, sin saber qué rumbo tomar, acosados por la gravísima crisis del capitalismo argentino, y jaqueados por la espléndida ofensiva popular, el gobierno se ha visto obligado a ceder y finalmente no ha tenido más remedio que reconocer la homologación de los convenios que hace escasas dos semanas Isabel Perón tuvo la osadía de anular por decreto. Ingenuamente los explotadores y su gobierno creyeron que nuestro pueblo aceptaría sumiso semejante atropello. Pero esta fue la gota que faltaba para agotar la paciencia de las masas trabajadoras argentinas, que llenas de odio e indignación se lanzaron a las calles de todas las grandes ciudades de nuestra Patria, rebasando totalmente las negociaciones de la burocracia traidora que acorralada por las luchas debió finalmente llamar a un paro general de 48 horas el lunes 7 y martes 8, cuando en la práctica hacía dos semanas que la clase obrera se encontraba en estado de huelga y movilización por propia decisión. La presente experiencia, colmará de nuevos bríos y renovadas energías al proletariado y el pueblo, que seguro de que a través de la lucha pueden arrancarse grandes concesiones a la burguesía, protagonizará nuevas y sucesivas movilizaciones por sus reivindicaciones, por la plena vigencia de las libertades democráticas, acumulando ricas enseñanzas en el largo camino hacia la conquista definitiva del 591

Mario Roberto Santucho

poder obrero y popular. Las luchas por la homologación de los convenios paritarios rebasaron totalmente los límites de la mera lucha por el salario. Miles y miles de trabajadores con el puño en alto expresaron su odio al gobierno, su desprecio ilimitado por los tránsfugas, ladrones y asesinos de la pandilla lopezrreguista, y su decisión a enfrentarlos abiertamente y a barrerlos de los puestos gubernamentales. La burguesía, acorralada por las masas, debió retroceder y ceder a sus exigencias, dejando al descubierto su debilidad. Esta victoria de las masas, es sólo el punto de partida hacia nuevas y más altas luchas y es la más clara demostración del alto grado de conciencia política del proletariado argentino. LA OFENSIVA DE LAS MASAS El sábado 28, Isabel Perón anunció por radio y televisión la anulación de los convenios colectivos de trabajo y su reemplazo por el mísero aumento del 50%. Durante el fin de semana, las masas trabajadoras acumularon bronca y energías para lanzarse a luchar el mismo lunes. Ese día se inició el paro general, especialmente del proletariado industrial en todo el territorio de la patria. Las luchas que se sucedieron no fueron más que la continuación de la lucha de las masas de las semanas anteriores, pero esta vez más generalizadas, masivas, y sobre todo con marcado contenido político antigubernamental y antiburocrático. El combativo y decidido proletariado cordobés encabezó una vez más la lucha, bajo la dirección de los gremios combativos. Asambleas en fábricas, marchas, manifestaciones, actos, acciones de suma violencia de masas, etc. fueron la expresión más alta de la lucha del proletariado argentino, llevada adelante con ardorosas energías, por la aguerrida e incontenible clase obrera cordobesa, que ignorando las negociaciones del gobierno con la CGT impulsó a sus hermanos de clase de todo el país a salir a la calle abandonando toda vacilación. En Buenos Aires, miles de trabajadores se concentraron frente a la sede de la CGT, exigiendo la huelga general, profiriendo severas amenazas para los dirigentes traidores. Ése fue el punto de inicio, a partir de ese día se fueron paralizando todas las grandes fábricas del gran Buenos Aires culminando esta formidable ola de movilizaciones el jueves 3, cuando el proletariado de Buenos Aires escribió una de las mejores páginas de su historia hasta nuestros días. Al norte, desde Pacheco, acaudillados por los obreros de Ford Motors Argentina, más de 15.000 obreros se lanzaron por la Ruta Panamericana en una interminable caravana de cerca de 200 ómnibus en dirección a la Capital Federal. Fue realmente impresionante el formidable avance de los compañeros trabajadores que arrasaron con los tejes y manejes de la burocracia y con las dudas 592

Sus editoriales y escritos estratégicos

de los vacilantes, manifestando con todas sus fuerzas su decisión al combate popular. Al llegar a la Avenida General Paz límite entre la provincia de Buenos Aires y la Capital, encontrábanse apostadas las hordas de la Policía Federal. La presencia de las fuerzas represivas enardeció más a los trabajadores, pero no faltaron aquellos miembros de organizaciones reformistas y populistas que sembrando la confusión en las filas obreras, los convencieron de que no siguieran avanzando, cuando en realidad la formidable potencia de esta manifestación hubiera arrasado con los esbirros del régimen. Simultáneamente, los obreros de General Motors, en asamblea, resolvían organizarse para marchar junto a sus compañeros de Ford. Ese mismo día, en el sur de la provincia de Buenos Aires, y encabezados por los trabajadores de Propulsora Siderúrgica y Astilleros, el grueso de los obreros de Ensenada y de La Plata iniciaron con redoblada combatividad y energía la marcha hacia la Capital Federal. Después de varios y valientes enfrentamientos con la policía se concentraron frente al local de la CGT regional, donde pidieron la cabeza de los dirigentes traidores y declararon la huelga general. La policía los atacó sorpresivamente incluso desde helicópteros con gases lacrimógenos y vomitivos; después de la lógica dispersión, los trabajadores se reagruparon y continuaron enfrentando con extraordinario coraje a las fuerzas represivas. Mientras tanto en Rosario, gigantescas columnas de 6 y 7 cuadras colmadas de manifestantes obreros que venían del cordón industrial de la zona norte de esa ciudad, revivieron las jornadas del Rosariazo, recorrieron las calles céntricas expresando su odio al gobierno y su decisión de inquebrantable lucha. Mientras tanto en otras ciudades argentinas como Santa Fe, Mendoza, etc., miles de trabajadores y amplios sectores populares daban muestras de su repudio al gobierno. LA CRISIS DE LA BURGUESÍA. LAS LUCHAS DEL PUEBLO Mientras la clase obrera y el pueblo argentino avanzan victoriosos por el camino de la lucha, la burguesía y su reaccionario gobierno se debaten en la más profunda crisis. El reciente plan económico de Celestino Rodrigo ha sido destrozado por las luchas populares. El gabinete, con todos sus reaccionarios y fascistoides ministros se ha visto obligado a renunciar, la presidente, aislada y sin el apoyo de nadie no hace más que acumular odio por parte del pueblo. Las FFAA contrarrevolucionarias, sin un plan coherente inmediato al cual recurrir para dar una salida al decrépito capitalismo argentino, contener las luchas populares y derrotar a la guerrilla, no están dispuestas a tomar en lo inmediato las riendas directas del Estado. 593

Mario Roberto Santucho

En esta inmejorable situación para el desarrollo y fortalecimiento de las fuerzas populares y revolucionarias, el pueblo firmemente acaudillado por el proletariado industrial ha demostrado su inagotable capacidad de lucha, ha acumulado nuevas y ricas experiencias, ha comprobado una vez más que luchando sin claudicaciones se pueden lograr importantes conquistas. En lo sucesivo, los enfrentamientos entre explotados y explotadores se seguirán generalizando, se harán más agudos y profundos. Es probable que la burguesía se incline próximamente a establecer un gobierno de transición, de características cívico-militares, integrado por representantes de los partidos burgueses y respaldado por los militares. Nuestro pueblo no ha de dejarse engañar por cualquier nueva trampa que quieran tenderle las clases dominantes. Los gobiernos de la burguesía siempre se proponen la explotación y el engaño de las masas desposeídas. Cuánto más decidida sea la lucha de la clase obrera y el pueblo contra la burguesía y su gobierno de turno, menos posibilidades tendrá ésta de reacomodarse, de dar alguna solución a su desastrosa situación actual. Cuánto más agudos y enérgicos sean los enfrentamientos mayor experiencia y energía acumulará nuestro pueblo, y mayores concesiones arrancará a sus explotadores. FORTALECER AL ERP Cuánto más aguda es la lucha de clases en la Argentina, más imperiosa es la necesidad de incorporar nuevos contingentes de obreros, estudiantes, campesinos, hombres y mujeres patriotas a las filas del Ejército Guerrillero. El enemigo, acorralado por la fuerza de las masas, recurrirá inevitablemente al uso contra ellas de su Ejército, de sus fuerzas represivas, intentando defender a sangre y fuego sus privilegios y sus riquezas. Sólo un poderosísimo Ejército Popular, de características regulares, logrará la derrota definitiva de las fuerzas enemigas, respaldará eficazmente la lucha de las masas, cristalizándolas en la liberación de zonas en el campo, en la construcción y desarrollo de órganos de poder popular, en inimaginables formas de poder local. Las luchas populares y la guerrilla irán ganando terreno al enemigo, disputando encarnizadamente el poder político en nuestro país. El ERP, es el embrión de ese Ejército Regular y es deber de todo patriota dispuesto a empuñar el fusil sumarse a sus filas, entregar su capacidad y energía al combate por la liberación definitiva del pueblo argentino.

594

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente Nº 174. Lunes 21 de julio de 1975 ANTE LAS POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS FORJAR Y FORTALECER LA UNIDAD Informe sobre la situación nacional presentado al Comité Central de nuestro Partido por nuestro Secretario General, Mario Roberto Santucho. Al analizar bajo la potente luz del marxismo-leninismo las perspectivas de la lucha de clases en nuestro país nuestro Partido señaló la posibilidad de un paso atrás democrático de la burguesía. En octubre de 1974 dijimos: “La camarilla de López Rega trabaja en el intento de aplastar a nuestro pueblo y establecer un régimen fascista. Ese plan fracasará y en lugar de imponer un chaleco de fuerza a las masas como pretenden, solo lograrán establecer un gobierno policial a la defensiva, lleno de fisuras, impotente para dominar la rebeldía popular (...) Aún más, es probable que la poderosa respuesta de las masas provoque la crisis del gobierno peronista, obligue al enemigo a introducir cambios consistentes en un reforzamiento del aparato represivo con plena participación militar o un momentáneo retroceso táctico basado en ciertas concesiones democráticas. Porque para hacer frente con la fuerza a la movilización de nuestro pueblo, los capitalistas necesariamente deben basarse en el despliegue de las FFAA contrarrevolucionarias. El fracaso de la cruzada represiva en las próximas semanas y meses colocará entonces, a la burguesía ante dos opciones: a) Reforzar de inmediato el aparato represivo bajo conducción militar con los cambios políticos que ello implica. b) Dar un paso atrás cediendo en lo democrático temporalmente para estar en mejores condiciones de pasar en pocos meses a la Dictadura Militar”.1 En noviembre de 1974 reafirmamos: “La fuerza de la lucha de masas -armada y no armada-, la impracticabilidad e ineficacia de la política represiva gubernamental y su deficitaria preparación política y militar para enfrentar al pueblo con planes coherentes, coloca a la burguesía ante una difícil encrucijada. Tal como viene insistiendo nuestro Partido, los explotadores y opresores deben optar por sacar el Ejército a la calle, introducir modificaciones en el gobierno y establecer de inmediato un Estado Policial dirigido por el Partido Militar, o retroceder momentá1. Santucho, Mario Roberto. Sobre el Estado Policial. El Combatiente Nº 140. [nota de esta edición] 595

Mario Roberto Santucho

neamente cediendo en lo democrático para reorganizarse y preparar adecuadamente un nuevo intento contrarrevolucionario, posiblemente de fachada peruanista. Pasar de inmediato al Estado Policial tiene la dificultad para el enemigo de partir de una posición defensiva acentuada. Ceder en lo democrático favorecerá un nuevo impulso de la movilización de amplias masas y el mayor enraizamiento de la guerrilla. Pese a los inconvenientes que saben les acarrearán, los explotadores y opresores se orientan claramente a redoblar la represión, a incorporar al ejército abiertamente a las actividades contrarrevolucionarias. Es el mal menor de la encrucijada en que se encuentran. Pero la intensificación de la lucha popular, la evidencia de que en sus actividades represivas deberán chocar con amplias masas movilizadas, sin estar ellos en condiciones de aplastar militarmente esa movilización, puede obligarlos a inclinarse por ceder, por retroceder momentáneamente”. “Es indudable que recuperar terreno en lo democrático es lo más favorable a la clase obrera y el pueblo en la medida en que proporcionará a las fuerzas progresistas y revolucionarias, oxígeno en cantidad para que la simiente revolucionaria crezca y se extienda más rápidamente. Nuevas conquistas democráticas darán un impulso formidable a la movilización reivindicativa y política, abrirán brechas para la propaganda revolucionaria en el propio muro del aparato de control gubernamental, en una palabra, permitirán que rápidamente amplias capas de la clase obrera y el pueblo se sumen al proceso de revolucionarización de nuestro pueblo, al proceso de despertar político e ideológico que los argentinos vivimos intensamente”.2 En el curso de la agudización de la lucha de clases, debido tanto a la política de despliegue popular como a la debilidad inmediata político-militar del ejército opresor, nuestro Partido pronosticó la posibilidad de un breve periodo democrático previo a la instauración definitiva del régimen dictatorial contrainsurgente que necesariamente establecerán la burguesía y el imperialismo para hacer frente al redoblado oleaje revolucionario y que se derrumbará con la muerte definitiva del nefasto sistema capitalista. Nuestro Partido señalaba esta posibilidad -repetimos- considerando que la gran debilidad del Ejército opresor y el accionar guerrillero lo podría obligar a permitir un breve gobierno relativamente democrático, con el fin de conseguir un respiro para preparar planes contrarrevolucionarios posibles de aplicar.

2. Santucho, Mario Roberto. Contra la fascistización: movilización democrática. El Combatiente Nº 142. [nota de esta edición] 596

Sus editoriales y escritos estratégicos

POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS Hoy, el desmoronamiento del gobierno peronista, la aguda lucha entre distintas facciones del Partido de gobierno, la carencia de posibilidades de recambio en manos del Partido Militar, frente a la poderosa movilización de masas y al incesante fortalecimiento de las fuerzas revolucionarias, pone a la orden del día la posibilidad de ese “paso atrás democrático”, la posibilidad de importantes concesiones en el terreno de las libertades, la posibilidad de que la burguesía liberal y las masas populares se proyecten nuevamente a un primer plano, agitando banderas de pacificación y libertad, y lleguen a concretar importantes conquistas democráticas hondamente sentidas por nuestro pueblo. LA POSICIÓN LIBERAL BURGUESA Y LA POSICIÓN PROLETARIA En esta situación de extrema inestabilidad, donde toma cuerpo, como dijimos, la necesidad de la liberalización, del diálogo, de la consulta, de la pacificación, se presentan dos tipos de posiciones democráticas, la solución burguesa y la solución proletaria. La primera, con propuestas que buscan limitar todo lo posible la participación obrera y popular y restringir la deliberación a los sectores “representativos” (Partidos políticos legales, burocracia sindical, Partido militar, etc.), remarcando la vigencia de las “instituciones”. En este tipo de propuestas se inscriben los intentos de revitalización de la Hora del Pueblo, del Gabinete Cívico-Militar, etc., etc. La propuesta proletaria en cambio, coincidente con la anterior en la mayor parte de los puntos programáticos (libertad de los presos políticos, erradicación del terrorismo de derecha, plena vigencia de las libertades democráticas, etc.) se diferencia por su democratismo consecuente, por llevar su cuestionamiento al propio sistema, por plantear la más amplia participación de todo el pueblo en la búsqueda de una salida a la crisis actual, a través de la inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente, en elecciones enteramente libres, sin proscripciones de ninguna clase. ASAMBLEA CONSTITUYENTE LIBRE Y SOBERANA Porque como lo reconoce la opinión pública estamos frente a una crisis que echa sus raíces en las bases mismas del sistema capitalista argentino. Y para enfrentar esta enfermedad es necesario indudablemente revisar las bases jurídicas en que se asienta este injusto sistema retrógrado, es necesario formular con ple597

Mario Roberto Santucho

na participación popular una Constitución Nacional con espíritu de democracia social, es decir de verdadera democracia, que asegure un real ejercicio de la soberanía por el pueblo, sin injerencias de ninguna clase de “factores de poder”, sin injerencia de los monopolios, sin la injerencia de los mandos militares, sin injerencia de camarillas aventureras. Una Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana estará en condiciones de echar sólidas bases para la pacificación y reorganización del país, podrá garantizar el verdadero ejercicio de la voluntad popular, posibilitar que millones de argentinos contribuyan con su opinión al necesario debate sobre el futuro del país, discutan cómo solucionar la crisis, se interesen por profundizar en el análisis de los problemas y estén por lo tanto, en condiciones de luchar conscientemente por las mejores soluciones. En 1949 el gobierno peronista realizó una Asamblea Constituyente y modificó la Carta Magna; en 1957 después del golpe militar de 1955 se convocó y reunió nuevamente una Asamblea Constituyente para reorganizar el país; recientemente Rocamora anunció el propósito gubernamental de llamar a una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución, sin duda como parte de su proyecto fascistoide. Actualmente la Asamblea Constituyente es una necesidad ante la grave situación que requiere la atención de cada uno de los argentinos. En la medida que una Asamblea Constituyente libre y soberana adopte justas disposiciones de fondo para solucionar la crisis y preservar los intereses de las mayorías laboriosas, sus disposiciones serán defendidas con uñas y dientes por las más amplias masas populares. Tal es la salida proletaria, consecuentemente democrática, a la profunda crisis que vivimos. REMARCAR LAS COINCIDENCIAS El triunfo de la movilización popular que selló la suerte de la camarilla de López Rega derribando a su jefe, marcó el fracaso definitivo del intento fascistoide y sorprendió al ejército opresor sin recambio coherente para afrontar la crisis, sin reservas estratégicas para controlar la situación y ante serias dificultades tácticas bajo el acoso creciente de unidades guerrilleras en franco desarrollo. En tanto, el frente opositor que se venía insinuando contra los aspectos más represivos y antipopulares de la política gubernamental, tiende a coincidir con sectores de la burocracia sindical y del Partido Justicialista en la lucha contra los restos de la camarilla de López Rega y a constituir amplísima base para impulsar un programa de libertades y pacificación que interesa a distintas clases 598

Sus editoriales y escritos estratégicos

sociales desde el proletariado hasta la burguesía democrática. Con esta posibilidad en nuestras manos corresponde remarcar las coincidencias y bregar sin sectarismos junto a todos aquellos que defienden: 1.- la libertad de todos los presos políticos; 2.- la derogación de la legislación represiva; 3.- la eliminación del terrorismo de derecha, es decir del terrorismo gubernamental de las AAA; 4.- congelamiento del costo de vida y aumentos dignos de salarios establecidos por convenciones paritarias. Nuestro Partido, dirección político militar del ERP -como ya lo manifestara públicamente en octubre de 1974- está dispuesto a contribuir a la pacificación del país, suspendiendo toda clase de operaciones guerrilleras a cambio de la libertad de los presos políticos y la derogación de la legislación represiva. LA BURGUESÍA EN EL GAN Y AHORA Aquellas personas que por su formación ideológica burguesa están acostumbradas a pensar de acuerdo a la lógica formal, encontrarán contradictorio que frente al gobierno parlamentario de Cámpora que cedió la libertad de los presos y amplia legalidad, nuestro Partido haya resuelto continuar las operaciones guerrilleras contra el ejército opresor y las empresas imperialistas, y ahora, ante la posibilidad de un gobierno formalmente similar anuncie que suspendería el accionar armado. Es que el contexto de la lucha de clases en que uno y otro se dan los hace diametralmente diferentes. Mientras el gobierno de Cámpora y Perón encerraba un serio peligro para las fuerzas revolucionarias argentinas, en la medida que contaba con algunas posibilidades de engañar o distraer a sectores de las masas, contener su lucha y engendrar así posibilidades de estabilización capitalista, en la situación actual una apertura democrática constituiría en realidad un alto el fuego entre el pueblo argentino y sus enemigos que no implica riesgos para nuestro pueblo, que no constituye base alguna para la estabilidad capitalista. De ello se desprende, del significado concreto de una y otra “democratización”, que fue enteramente correcto enfrentar el ensayo peronista y cerrarle toda posibilidad de estabilización con la movilización de masas y el accionar guerrillero y que ahora es también enteramente justa la disposición de nuestro Partido a apoyar los esfuerzos de democratización de la burguesía liberal, incluso con la suspensión del accionar guerrillero. Como enseña el marxismo-leninismo la verdad es siempre concreta.

599

Mario Roberto Santucho

RECAPITULACIÓN En síntesis, el espectacular derrumbe del gobierno peronista ha dejado al país a la deriva. El Partido Militar, última reserva del capitalismo, se encuentra incapacitado para intervenir, porque no cuenta con proyectos gubernamentales inmediatos y porque afronta serios inconvenientes frente a la guerrilla. Es así que comienzan a tomar cuerpo posiciones democráticas que responden en mayor o menor medida a profundas aspiraciones del pueblo argentino. Es tarea fundamental del presente fortalecer las perspectivas de democratización en torno a un programa básico por la libertad de los presos políticos, la derogación de la legislación represiva, la eliminación del terrorismo de las AAA y salarios dignos para los trabajadores. Tras esos objetivos pueden y deben unirse sectores diversos, desde las fuerzas revolucionarias hasta sectores vacilantes y aún contrarrevolucionarios que se verán obligados a aceptar una posible democratización. Porque como decía nuestro Partido: “La política desesperada del gobierno peronista, rompe la frágil ‘unidad nacional’ que construyó el Partido Militar mediante el GAN. El paso a la oposición de importantes sectores políticos no proletarios que se está produciendo, en consecuencia, pone a la orden del día la construcción de un amplio Frente Democrático y Patriótico. En ese frente la clase obrera y el pueblo se unirán a sectores vacilantes, guiados por objetivos no revolucionarios, que constantemente presionarán por la conciliación. Es por ello fundamental -para lograr que un frente de esa naturaleza brinde resultarlos favorables a la revolución nacional y social- contar con un sólido frente obrero y popular que se constituya en núcleo fundamental del Frente Democrático y Patriótico e imponga en su seno las líneas generales de la política revolucionaria”3. Pero el proletariado y el pueblo decididamente progresista y antiimperialista no deben atarse las manos por esta necesaria y heterogénea unidad. “El proletariado jamás olvidará que los demócratas burgueses no pueden ser demócratas seguros. El proletariado prestará su apoyo a la democracia burguesa no sobre la base de eventuales pactos, referentes a no provocar terror pánico, ni porque la considera una aliada segura; apoyará a la democracia burguesa mientras ésta combata realmente a la autocracia. Este apoyo es necesario en interés de la conquista de los propios objetivos sociales, revolucionarios, del proletariado”4. Marchando junto a todos por el programa antedicho, la clase obrera levantará su propuesta consecuentemente democrática de Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana, con la que propugnará la más amplia participación obrera y popular en la deliberación sobre los destinos del país, consciente 3. Editorial de El Combatiente N°: 143 / 13-11-74. 4. Lenin, Tomo 8, pág. 76, Obras Completas. 600

Sus editoriales y escritos estratégicos

de que la más amplia y genuina movilización democrática de las masas populares es parte inseparable de la lucha política y armada, de la guerra revolucionaria que nuestro pueblo libra por su liberación nacional y social. LAS TAREAS DE LOS REVOLUCIONARIOS En estas circunstancias es tarea primordial de los revolucionarios forjar y fortalecer la unidad, creando un fuerte núcleo frentista proletario y popular integrado por las corrientes consecuentes y buscar a través de él la unidad con los demás sectores democráticos. Mantener e intensificar la lucha política y armada, hostigando al enemigo para obligarlo a ceder. Multiplicar la difusión de las ideas revolucionarias del Partido, llevando su línea a las masas en forma intensa y variada. En momentos como el actual, de enorme interés y participación de las masas, el rol de la agitación y la propaganda crece inconmensurablemente. La situación es de una riqueza extraordinaria. En todo el país gruesos destacamentos de combatientes populares acuden decididos a las primeras líneas de fuego, incorporándose a las organizaciones revolucionarias; miles y decenas de miles de trabajadores salen decididamente a la calle a defender con firmeza su nivel de vida, abriéndose a las ideas revolucionarias, las masas se agitan, entran en ebullición y llenan generosamente de recursos a las fuerzas revolucionarias. El camino hacia la revolución socialista se ensancha e ilumina bajo el impulso de la multitudinaria usina de las masas. Nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero rebosantes de ardor y combatividad, pondrán todo de sí para canalizar con efectividad el inmenso potencial revolucionario de las masas, pondrán todo de sí por estar a la altura de las circunstancias.

El Combatiente Nº 175. Miércoles 30 julio de 1975 COMITÉ CENTRAL AMPLIADO “VIETNAM LIBERADO” INFORMES Y RESOLUCIONES En el transcurso de los últimos días tuvieron lugar las deliberaciones del Comité Central de nuestro Partido. Ellas se realizaron en un marco de fervo601

Mario Roberto Santucho

roso entusiasmo revolucionario y las conclusiones del mismo están llamadas a tener singular trascendencia en la vida de nuestra organización y en el desarrollo de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo. El Comité Central tuvo una naturaleza especial, por cuanto sesionó en carácter de ampliado, con la presencia de una importante cantidad de compañeros invitados; la gran mayoría de ellos eran cuadros obreros de nuestro Partido, de destacadísima actuación en las grandes movilizaciones proletarias recientes, sobre cuyos hombros descansó el importante trabajo de edificación partidaria realizado en las grandes concentraciones fabriles. Su presencia impregnó al Comité Central de la fuerza, la pujanza y el calor revolucionario con que la vanguardia obrera ha tomada ya la tarea de constituir definitivamente al PRT en el partido revolucionario del proletariado argentino. La realización del Comité Central ampliado se hacía necesaria en vista de las dificultades existentes para la realización del Congreso partidario, dificultades cuya superación no resultaba imposible, pero que requerían una serie de esfuerzos que hubieran restado momentáneamente fuerzas importantísimas, imprescindibles para la actividad del momento actual. Por eso el Comité Central Ampliado, debatió y dio solución a diversos problemas que son atribución de Congreso, como la modificación de los estatutos y fundamentalmente la legalización de la dirección partidaria. En efecto, el Comité Central elegido en el V Congreso, había quedado muy reducido a causa de la muerte de algunos compañeros y detención de otros. Era imprescindible por lo tanto nombrar al Comité Central del Partido, el Comité Central que éste requiere para enfrentar las futuras tareas revolucionarias, el largo proceso de guerra revolucionaria que ha iniciado nuestro pueblo. En este espíritu se constituyó el Comité Central ampliado. Durante las deliberaciones se contó además con la presencia internacionalista de compañeros del PRT de Bolivia, de MLN Tupamaros y MIR de Chile como invitados de honor. En el recinto de sesiones, las banderas de las tres organizaciones hermanas, la de Vietnam del Sur y la de nuestro ERP presidieron todas las jornadas de reuniones hasta la culminación del encuentro. Al constituirse el Comité Central procedió a designar la presidencia honoraria. Para ello se nombró al compañero Cesar Cervatto (Darío), miembro del Comité Central, muerto en la tortura en el período transcurrido desde el anterior Comité Central, Antonio del Carmen Fernández y el compañero Miguel Enríquez, máximo dirigente de la organización hermana chilena MIR, muerto en combate contra los esbirros de la dictadura pinochetista. A continuación el Comité Central decidió sesionar con el nombre de Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”, en homenaje a la histórica victoria del pueblo y el Partido Vietnamita sobre el imperialismo y la liberación 602

Sus editoriales y escritos estratégicos

definitiva de ese glorioso país, ejemplo revolucionario de heroísmo y lucha que inspira a nuestro Partido. INTERNACIONAL El informe internacional giró en torno a Latinoamérica. Se estacó en primer lugar el hecho de ser el continente latinoamericano una unidad geográfica, cultural, e incluso histórica, unidad que en estos momentos se refuerza dado que todos los pueblos latinoamericanos deben enfrentar a un mismo enemigo: el imperialismo yanqui. El imperialismo ejerce una feroz dominación sobre el conjunto de las naciones de América Latina, con excepción de Cuba, único territorio libre y cabeza de la revolución socialista en el continente. En América se desarrolla actualmente un proceso revolucionario complejo y difícil, adecuado a las características de una región donde la dominación yanqui se mantiene con más fuerza, de una región considerada por el imperio como el patio trasero de su casa. Antecedentes La primera oleada socialista en América Latina, raíz de movimiento socialista y que tiene su continuidad en el proceso actual, tuvo lugar en la década del ‘30. Al calor de poderosas movilizaciones obreras y populares, que encontraban su base en la aguda crisis que azotó a la economía imperialista en esa época, fue surgiendo una vanguardia socialista y revolucionaria, que se organizó en los Partidos Comunistas, que se construyeron durante esa etapa y lideraron este vasto movimiento de inquietud y lucha de los pueblos latinoamericanos. La expresión más alta de este ascenso fue la insurrección del proletariado y el pueblo de El Salvador, que dirigidos por el Partido Comunista, protagonizaron una insurrección que llegó a apoderarse del poder por corto tiempo en algunas regiones del país. La insurrección fracasó debido a que la dirección del PC había sido detenida días antes de producirse el estallido. Pese a ello el intento insurreccional se realizó, pero no pudo garantizarse el éxito de la empresa. Después de los momentos iniciales, la burguesía se rehízo y aplastó finalmente la insurrección con un saldo de más de 30.000 muertos. Hubo fuertes guerrillas en Brasil, encabezadas por el Partido Comunista, que mantuvieron en jaque a la burguesía durante años. Existieron también otras experiencias, entre las que se destaca la guerrilla de Sandino, en Nicaragua. Si bien la misma no tenía objetivos socialistas, libró una importante lucha contra la invasión de marines yankis logrando derrotarlos. El asesinato posterior de Sandino malogró esta experiencia. 603

Mario Roberto Santucho

En otros países el proceso se manifestó como un movimiento de sindicalización masiva. En Uruguay, en Chile, se crean las centrales obreras que juegan un papel importante. Esta oleada socialista terminó a mediados de la década del 30, se frustró por los golpes recibidos y por el giro al reformismo de los Partidos Comunistas. Los factores de tal giro reformista deben buscarse en la presión del imperialismo yanqui, y en la labor del Partido Comunista yanki, cuyo máximo dirigente fue iniciador de una corriente que llevó su nombre, el broderismo, que si bien fue posteriormente condenada por la internacional, influyó negativamente, forzando el abandono de las posiciones revolucionarias a los PC americanos. Esta defección llevó a una vía muerta el auge de las masas, y permitió al capitalismo un respiro para estabilizarse, proceso que se afirma en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. El despertar político de las masas hace que la burguesía, deba apelar a alguna forma de engaño para controlarlas. Con ese propósito surgen los movimientos populistas, que levantaban algunas de las banderas de las reivindicaciones populares, insertándolas en los planes capitalistas. A este momento corresponden la aparición del peronismo en la Argentina, el APRA en Perú, el MNR en Bolivia. Esto permitió al capitalismo una etapa de relativa estabilidad hasta la década del 50. Pero antes de que se reinicie la lucha revolucionaria generalizada se produce la Revolución Cubana, al comienzo de una nueva crisis del capitalismo. Ese éxito acelera el despertar revolucionario de los pueblos, muestra a las masas la salida, tiñe de socialismo la lucha de nuestros pueblos. Surge así un movimiento joven, que no arranca de la tradición de los PC de la década del 30, que en general se consolidan en el reformismo. El comienzo de ese movimiento es inmaduro, alejado del leninismo. Los esfuerzos principales se realizan en la lucha armada, aislada del movimiento general de las masas. Es el foquismo. El comienzo entonces, es dirigido por corrientes vigorosas de vanguardia, pero inmaduros, no arraigados en la tradición revolucionaria. Esto resta fuerza, quita perspectivas al primer período de auge. Sin embargo, su accionar crea dificultades al capitalismo, impidiéndole tener las manos libres para organizar y superar la crisis. En la actualidad la lucha de las masas encuentra su sustento profundo en la crisis de la economía dependiente de los países latinoamericanos, crisis que coincide con la de la economía capitalista mundial. Esta situación determina la imposibilidad de controlar este nuevo auge, por parte de la burguesía, por varios años, dado que no pueden estabilizar o 604

Sus editoriales y escritos estratégicos

desarrollar la economía. Cuando hay inestabilidad la lucha revolucionaria se sale de inmediato de los marcos del sistema. Hasta la menor huelga golpea al capitalismo, le crea graves problemas. El proceso actual, la nueva oleada revolucionaria que apunta hacia el socialismo, está sustentado en la crisis económica del capitalismo. Si las fuerzas revolucionarias se desarrollan, la oleada revolucionaria continuará hasta el triunfo de la revolución. Por eso hoy es determinante el papel de las fuerzas revolucionarias. Si estas logran mantener a las masas en combate, no habrá estabilidad para el capitalismo. Es decir, que si logramos en los próximos años consolidar importantes fuerzas revolucionarias, aunque no se triunfe de inmediato, el capitalismo no podrá salir de su crisis y se llegará al triunfo final aunque haya que luchar decenas de años. Es en este marco, en que se ve la importancia de la Junta, pequeño embrión de organización internacionalista, como instrumento para avanzar en la construcción de fuerzas revolucionarias internacionales. Ahora se están dando los primeros pasos, llenos de limitaciones, porque estamos combatiendo en circunstancias difíciles. Ello restringe en gran medida las posibilidades de la Junta, que necesitaría legalidad para poder realizar una tarea más consistente. Es imprescindible la existencia de una base material, de una zona liberada. Por eso ahora el papel de la Junta es restringido. Pero cuando haya zonas liberadas el papel de la Junta será mucho mayor. Sintetizando, vivimos una situación de auge de las masas hacia el socialismo en todos los países latinoamericanos. Esta ola revolucionaria tiene base para varios años porque se asienta en la crisis económica del capitalismo. Si encuentra un cauce adecuado, depende del papel de la vanguardia revolucionaria para construir los Partidos, las Fuerzas Militares y Políticas de las masas; dentro de esa perspectiva, comprendemos la enorme importancia de la Junta, su carácter estratégico y el papel de las zonas liberadas, cuya concreción como posibilidad comienza a vislumbrarse. SITUACIÓN NACIONAL El informe sobre situación nacional realizado por el compañero Santucho, se publicó ya en el número anterior de El Combatiente, bajo el título de: Ante las Posibilidades Democráticas: Forjar y Fortalecer la Unidad. En líneas generales, luego de recordar las acertadas previsiones realizadas por nuestro Partido durante el año pasado, el informe analizó la perspectiva de que la burguesía y el imperialismo, frente al fracaso del gobierno, la honda crisis 605

Mario Roberto Santucho

económica y la ausencia de un proyecto de recambio por parte de las Fuerzas Armadas, podrían verse ante la necesidad de adoptar una salida bajo la orientación de la burguesía liberal, con un proceso de democratización. El informe sin dejar de mostrar las limitaciones de la salida democrática burguesa, destaca que la misma es sin embargo positiva para las fuerzas populares y revolucionarias, en la medida que de cumplimiento a las promesas de otorgar la libertad de los presos políticos, derogar la legislación represiva, destruir el aparato terrorista del fascismo y asegurar el control de los precios y salarios dignos para los trabajadores. Nuestra propuesta es coincidente con la anterior en la mayor parte de los puntos, pero por ser una propuesta consecuentemente democrática no se queda con tales reivindicaciones, sino que avanza más allá, en la propuesta de democratización de todo el sistema; esto se debe lograr mediante la plena participación del pueblo, a través de la inmediata convocatoria a una Asamblea Constituyente, libre y soberana que reorganice al país sobre nuevas bases. Pasa luego a resaltar la circunstancia de la aparición de un frente opositor que, frente al impresionante auge de las masas que destruyó a la camarilla fascista, dejando sin proyecto de recambio al Partido Militar, puede ser amplísima base para impulsar un programa de libertades y pacificación que interesa a la mayoría de los argentinos. Corresponde entonces remarcar las coincidencias (que enumeramos más arriba) y marchar junto a aquellos que las defienden. Nuestro Partido está dispuesto a hacer su contribución a este esfuerzo de pacificación y democratización, suspendiendo toda la actividad guerrillera a cambio de la libertad de los presos y la derogación de la legislación represiva. En definitiva es la tarea fundamental del presente fortalecer las perspectivas de democratización en torno a un programa básico por la libertad de los presos políticos, la derogación de la legislación represiva, la eliminación del terrorismo de las 3 A y salarios dignos. Marchando junto a todos por el programa antedicho, la clase obrera levantará su propia propuesta consecuentemente democrática de Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana, con la que propugnará la más amplia participación obrera y popular en la deliberación sobre los destinos del país, consciente de que la más amplia y genuina movilización de las masas populares, es parte inseparable de la lucha política y armada, de la guerra revolucionaria que nuestro pueblo libra por su liberación nacional y social.

606

Sus editoriales y escritos estratégicos

BALANCE El balance de la actividad del Partido desde el último Comité Central fue considerado positivo. Transcribimos a continuación sólo algunas partes del informe, por razones de seguridad. El Comité Central Antonio del Carmen Fernández, planteó tres problemas fundamentales para que nuestro Partido surgiera como opción en la nueva situación revolucionaria. Sobre ello girará nuestro balance. 1. La edificación del Partido. 2. La política de alianzas. 3. Las nuevas tareas militares y a construcción del ERP. En cuanto a la edificación del Partido, se avanzó considerablemente en la penetración en las grandes fábricas, principalmente en ciudades industriales. Numerosos compañeros de lo mejor de la vanguardia obrera se han incorporado al Partido. Si bien debemos consolidar nuestras fuerzas en esas grandes fábricas podemos decir que en las últimas movilizaciones la influencia del Partido se hace cada vez más hegemónica. Muchos compañeros obreros del Partido han receptado la responsabilidad a que los llamó asumir el Comité Central Antonio del Carmen Fernández; la presencia de varios compañeros invitados a este Comité Central refleja este gran avance del Partido en su la penetración en las grandes fábricas. Dentro de la orientación sobre edificación del Partido el Comité Ejecutivo de noviembre de 1974 trazó un plan de organización tendiendo a elevar considerablemente la calidad de un contingente de cuadros y militantes. En ese sentido se orientó una correcta distribución de cuadros y se impulsó la organización de las células por tríos, con su periferia de simpatizantes y contactos, delimitando así las fronteras del Partido, elevando su calidad, facilitando el trabajo sistemático y la seguridad en el movimiento de las células. Para mejorar el estilo y la calidad del trabajo se determinó el escalonamiento de las responsabilidades y la especialización desde los niveles inferiores hasta los superiores. Se realizaron cursos sobre Partido y organización para la formación de cuadros fabriles; asimismo, se impulsó en los últimos meses las primeras reuniones de cuadros y militantes para el intercambio de experiencias. Siguiendo con la tarea de la formación de cuadros se dio gran impulso a las escuelas que cumplieron satisfactoriamente su cometido. También se dieron conferencias, la primera de ellas sobre la formación multilateral del cuadro, luego sobre la célula y los Comités de Frente y últimamente la síntesis sobre los 5 pilares del plan de organización. 607

Mario Roberto Santucho

En los que se refiere a la propaganda de vanguardia, El Combatiente, ha mejorado considerablemente en su calidad, tanto en la impresión como en la redacción, lográndose convertirlo en una formidable herramienta ideológica para llegar a la vanguardia obrera y popular. En la propaganda de masas ha habido significativos avances aunque desiguales. En gran medida se ha corregido la errónea orientación señalada por el Comité Central anterior de que la propaganda partía de las zonas y no de los frentes. Sobre las tareas militares y la construcción del ERP, fueron redactados los reglamentos de las unidades desde escuadra a batallón, cumpliéndose satisfactoriamente con el resto de los objetivos propuestos. ....... A continuación del balance se realizó un importante intercambio de opiniones sobre la cuestión financiera, que fortaleció los tradicionales criterios financieros del Partido. Se evaluó allí la necesidad de normalizar la vida financiera de las células, destacando la importancia de la misma como elemento organizador. Finalmente se aprobó una resolución sobre el tema que publicamos por separado. El tratamiento de los estatutos, permitió introducir en los mismos importantes modificaciones, en especial la nueva conformación de las células y los comités de frente. Además se agregaron nuevos capítulos, adecuando así las disposiciones estatutarias al desarrollo de la organización. También por separado se publica el conjunto de modificaciones y agregados que aprobó el Comité Central. SOBRE FINANZAS - RESOLUCIÓN Considerando: Que los gastos de funcionamiento normal se costearán con el aporte económico de los miembros y colaboradores del Partido. Que ello es un sano criterio marxista-leninista y una importante herramienta de organización en el seno de las masas. Que el cobro de cotizaciones no ha sido tomado con la energía requerida por las exigencias de la lucha revolucionaria. Este Comité Central resuelve: 1. Ajustar el cumplimiento mensual de las cotizaciones ordinarias de todos los militantes según los estatutos y exhortarlos a requerir la más amplia colaboración entre la masa de simpatizantes. 2. Recomendar a todos los organismos del Partido el cumplimiento inmediato de esta resolución, en especial a los secretariados regionales y zonales y 608

Sus editoriales y escritos estratégicos

a los comités de frente. 3. Iniciar la preparación de una campaña de finanzas nacional extraordinaria. 4. Que dicha campaña se extenderá durante todo el mes de octubre. REFORMA A LOS ESTATUTOS TÍTULO II. Las células ARTÍCULO 7. La organización básica del Partido es la célula. Es el núcleo dirigente en el seno de las masas. Se compone de tres compañeros y su constitución responde a las necesidades de coordinar y organizar el trabajo cotidiano de los militantes, aplicando la línea y las resoluciones políticas del Partido. Debe reunirse una vez por semana como mínimo. ARTÍCULO 10. Existen distintos tipos de células: a) de masas; b) militares; c) de propaganda; d) sindicales; e) legales; f ) de solidaridad; g) de organización; h) de educación; i) de aparato. ARTÍCULO 13. Toda célula partidaria al incluir un nuevo miembro en su seno, organizará una Ceremonia de Admisión en la cual se resaltará el profundo compromiso que asume el nuevo compañero para con la Revolución y el Partido; se le harán conocer sus tareas, se llenará su ficha personal y recibirá solemnemente un distintivo con la efigie del Compañero Antonio del Carmen Fernández. TÍTULO III. Frentes ARTÍCULO 14. Se denomina frente en general a un sector de masas donde el Partido dirige su actividad. Se considerará constituido el Frente Partidario cuando en el territorio en el cual el Partido ha dirigido su actividad se han constituido tres 3 o más células. Por ejemplo, tres células formadas en un centro industrial constituyen un Frente Partidario Fabril; en una facultad un Frente Estudiantil; etc. Entre las células del frente debe mantenerse la más estricta compartimentación. ARTÍCULO 15. El Frente Partidario estará dirigido por un Comité de Frente de hasta cinco miembros. El mismo estará formado por los responsables de las distintas actividades del frente, es decir, por el responsable de la célula de masas, de propaganda, de militar, de sindical y de legal. Depende inmediatamente de las direcciones zonales. El comité estará dirigido por un responsable del frente. ARTÍCULO 16. El Comité de Frente tiene la alta misión de llevar adelante las distintas formas de actividad revolucionaria en el seno de las masas del frente concreto; la propaganda socialista, la captación y la organización de 609

Mario Roberto Santucho

nuevos miembros, la actividad militar, la organización sindical, legal, etc. Organizará los cursos de ingreso. ARTÍCULO 17. El Comité de Frente combinará las distintas modalidades de actividad revolucionaria antes mencionadas, y se constituirá así en el primer escalón para forjar militantes y cuadros multilaterales, evitando de esa manera caer en desviaciones unilaterales como el militarismo, legalismo, aparatismo, etc. ARTÍCULO 18. El Comité de Frente será el responsable de organizar Cursos de Ingreso para todo aspirante al Partido. Durante los mismos se les dará a conocer la historia de nuestro Partido, su línea y su programa, los estatutos y línea de construcción. Además, se orientará a los candidatos a realizar trabajo de masas y algunas tareas prácticas, como pintadas, volanteadas, arme y desarme, etc. El mismo tiene como objeto hacer conocer en corto tiempo los aspectos esenciales de la línea partidaria y descubrir las aptitudes de cada compañero a los fines de destinarlo a una actividad determinada. TÍTULO IV. Zonas ARTÍCULO 24. Mesa de Actividad. Se denomina así al organismo constituido por el responsable zonal de una actividad determinada (por ejemplo, de propaganda) y los responsables de la misma actividad de los distintos frentes. Tiene como objetivo la coordinación y el intercambio de experiencias y es el organismo que sirve al Secretariado Zonal para impulsar los planes de la actividad específica. El mismo no tiene funciones de dirección ejecutiva. TÍTULO V. Regionales ARTÍCULO 30. Mesa de Actividad Regional. Se denomina así al organismo constituido por el responsable regional de una actividad determinada (por ejemplo, de propaganda) y los responsables de la misma actividad de distintas zonas. Tiene como objetivo la coordinación y el intercambio de experiencias, y es el organismo que sirve al Secretariado Regional para impulsar los planes en la actividad específica. El mismo no tiene funciones de dirección ejecutiva. TÍTULO VI: Comité Provincial ARTÍCULO 33. El Comité Provincial (coordinador) se constituye con los responsables políticos de las regionales y zonas independientes de una misma provincia. Se reúne cada un mes con el objetivo de coordinar las actividades y planes políticos provinciales. TÍTULO VII. Fuerza Militar ARTÍCULO 37. El ERP estará dirigido por un Comité Militar partidario 610

Sus editoriales y escritos estratégicos

encabezado por el Secretario General del Partido, que en tal carácter se constituirá como Comandante en Jefe del ERP. El Comandante en Jefe y el Comité Militar serán responsables ante el Comité Ejecutivo y el Comité Central de la aplicación correcta de las directivas militares. TÍTULO VIII. Juventud ARTÍCULO 38. El PRT caracterizando que la juventud, sector de nuestra sociedad con reivindicaciones específicas, se incorpora a la lucha revolucionaria de nuestro pueblo de distintas formas, en circunstancias y momentos diferentes a su mayores, desarrolla la Juventud del Partido, la Juventud Guevarista, en la perspectiva para construir el núcleo de acero marxista-leninista en el seno de las masas juveniles argentinas. ARTÍCULO 39. Que estas particularidades dan un sello definido a su formación y desarrollo, lo que hace que sus criterios y forma de organización tomen características más flexibles, sin perder de vista los criterios y métodos proletarios de nuestro Partido. ARTÍCULO 40. Que los miembros del Partido en su trabajo político-ideológico cotidiano en la clase obrera y el pueblo deben contemplar el rol activo de los jóvenes en las luchas populares y revolucionarias, orientando y organizando sus energías a través de los organismos correspondientes. ARTÍCULO 41. Que la Juventud Guevarista es reserva activa de futuros militantes y cuadros del Partidos y la Revolución, y guía su accionar en el programa, definiciones y puntos de vista del PRT. ARTÍCULO 42. Las direcciones nacional, regional y zonal respectivamente nombrarán a uno de sus miembros responsable de Juventud, con el objeto de controlar políticamente, impulsar y coordinar la actividad entre el Partido y la Juventud Guevarista. TÍTULO IX. Internacional ARTÍCULO 43. El PRT está afiliado a la Junta de Coordinación Revolucionaria, organismo regional internacional del Cono Sur Latinoamericano, desde cuyo seno impulsa e impulsará con toda energía revolucionaria y método proletario la herencia leninista y el espíritu internacionalista del Che, hacia la coordinación y unidad orgánica del campo socialista de todas las fuerzas revolucionarias de nuestro continente y del mundo, porque para los fines de la revolución proletaria el PRT, interpretando cabalmente la concepción marxista del internacionalismo proletario y la experiencia de la lucha revolucionaria universal, considera de plena vigencia la tesis leninista de oponer al frente mundial del imperialismo el frente mundial de la revolución. ARTICULO 44. La actividad internacional dependerá directamente del 611

Mario Roberto Santucho

Buró Político, bajo el control del Comité Ejecutivo y el Comité Central. ARTÍCULO 45. Especial cuidado deberá darse a la cuestión de la hospitalidad política hacia los compañeros con los cuales se mantienen relaciones, siendo la obligación de cada miembro del Partido tomar con la máxima dedicación y esmero la atención de éstos en nuestra Patria. TÍTULO XV. Aparatos Nacionales y Regionales ARTÍCULO 60. Se denomina aparato a todo organismo partidario cuya misión es la de auxiliar las tareas de las direcciones. Existen distintos tipos de aparato: a) de propaganda, b) de organización, c) técnicos (documentación, etc.), d) sindical, e) legal, etc. ARTÍCULO 61. El CE nombrará en cada aparato nacional un Responsable del mismo, que tendrá la misión de hacer cumplir las tareas encomendadas, y la construcción del Partido en el aparato. ARTÍCULO 62. En todo aparato nacional se construirán células como en todo el Partido, que se regirán por los principios orgánicos y de funcionamiento del mismo (electividad de los responsables, centralismo democrático, etc.). TÍTULO XVI. Finanzas Partidarias ARTÍCULO 63. El Partido costeará todos sus gastos de funcionamiento mensual con el aporte económico de sus miembros y colaboradores. ARTÍCULO 64. Todo miembro de la organización tiene la obligación de cotizar mensualmente la cuota asignada por su célula y dirección inmediata. ARTÍCULO 65. El manejo de las finanzas partidarias estará a cargo del Buró Político, quien designará bajo su responsabilidad un Tesorero que a través de la Mesa Nacional de Finanzas controlará todos los gastos y aportes partidarios. ARTÍCULO 66. Las direcciones regionales pueden disponer de los fondos en gastos ordinarios. En caso de que se presenten gastos de carácter extraordinario, deberán contar con el asentimiento de la dirección nacional. ARTÍCULO 67. Los déficits que resulten para un buen funcionamiento serán sufragados con fondos provenientes de expropiaciones. ARTÍCULO 68. En caso de necesidad, los organismos partidarios podrán recurrir a préstamos de fondos provenientes de las expropiaciones. TÍTULO XVII. Tribunal Partidario ARTÍCULO 69. El Congreso Nacional elige al Tribunal Partidario, que estará compuesto por 5 o 7 miembros que no pertenezcan a la Dirección Nacional y que gocen dentro del Partido de un concepto de objetividad y madurez política y reconocida moral proletaria y que tengan un mínimo de 4 años de antigüedad. 612

Sus editoriales y escritos estratégicos

ARTÍCULO 70. El Tribunal Partidario entiende en las cuestiones de moral partidaria, de indisciplina partidaria, y administra justicia revolucionaria en casos de traición, delación, deserción y otros crímenes contrarrevolucionarios que atenten contra la integridad partidaria. ARTÍCULO 71. El Tribunal Partidario hará las veces de Comisión de Control, es decir que controlará a la Dirección Nacional en lo concerniente a la aplicación de la línea votada por el Congreso y de los Estatutos del Partido. ARTÍCULO 72. El Tribunal Partidario iniciará su análisis por pedido de la Dirección Nacional o por su propia iniciativa. Cuando actúe como organismo de investigación tiene el derecho de reclamar escritos y testimonios de todos los miembros del Partido sin excepción. Tiene el derecho de determinar la forma y método a utilizar en la investigación, sea con su presencia directa en el lugar, por correspondencia o designando compañeros encargados de receptar en su nombre los testimonios. ARTÍCULO 73. Las medidas disciplinarias tomadas por este Tribunal tienen el carácter de irrevocables y podrán ser apeladas únicamente ante el Comité Central y el Congreso Nacional. SOBRE LA JUVENTUD - RESOLUCIÓN Considerando: Que el Comité Central de enero de 1974 creó la Juventud del PRT, hoy Juventud Guevarista, teniendo en cuenta la necesidad de que este sector del pueblo, con características específicas y en el cual las Fuerzas Armadas enemigas reclutan obligatoriamente soldados conscriptos, tuviera su propia organización revolucionaria, ligada estrechamente a nuestro Partido, levantando bien alto la línea partidaria, y con criterios propios de organización. Que en el tiempo transcurrido se han logrado importantes avances en cuanto a desarrollo, penetración en la Juventud, construcción de los círculos y direcciones, la propaganda de vanguardia y de masas entre la juventud argentina. Que en esta etapa del desarrollo de la Juventud Guevarista se vuelve necesario que el conjunto del Partido preste atención a su formación y consolidación, haciendo llegar las orientaciones para un sano desarrollo en el seno de la juventud trabajadora y estudiantil. El Comité Central del PRT resuelve: 1. Recomendar a todo el Partido y en especial a los organismos de Dirección Nacional, Regional y de Zona la necesidad de aumentar la asistencia y 613

Mario Roberto Santucho

control, en los distintos niveles de la Juventud Guevarista, para lo cual se deberá perfeccionar las coordinaciones necesarias para su funcionamiento orgánico. 2. Orientar a la Juventud Guevarista a que vuelque sus principales esfuerzos en la Juventud obrera, ya sea en las fábricas, talleres, barrios o colegios con alto porcentaje de hijos obreros, ligándola estrechamente a las luchas del proletariado y el pueblo. Aplicando la línea de proletarización que han guiado la construcción de nuestro partido. 3. Impulsar la formación de organismos de base en fábricas, talleres, barrios, colegios, que aglutinen a las más amplias masas juveniles, levantando las reivindicaciones más sentidas de los jóvenes de cada lugar y las consignas democráticas de todo el pueblo argentino, en vistas de confluir en una poderosa Unión de Juventudes Democráticas, parte integrante y activa del Frente Democrático y Patriótico que hoy impulsa nuestro Partido. CONDECORACIONES ORDEN ANTONIO DEL CARMEN FERNANDEZ El Comité Central Antonio del Carmen Fernández de setiembre de 1974, instituyó en memoria de nuestro inolvidable compañero, la orden que lleva su nombre, para ser entregada a aquellos compañeros que se hayan distinguido en el trabajo entre las masas obreras. Este Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado” otorgó las primeras condecoraciones de esa orden, entre compañeros obreros a quienes les cupo destacadísima intervención, tanto en las luchas obreras del último período, como en el trabajo partidario en el seno del proletariado. En total fueron distinguidos 9 compañeros según el siguiente detalle: A tres de ellos se les entregó la orden en primer grado por haberse destacado en la captación, organización y desarrollo del Partido en el proletariado fabril y a la vez jugar un destacado papel en la dirección de las movilizaciones obreras. La orden en segundo grado fue entregada a dos compañeros por su destacada labor de organización y desarrollo del Partido en el proletariado fabril. Y por último, cuatro compañeros recibieron la orden en tercer grado por el importantísimo papel que jugaron en la organización y dirección de movilizaciones obreras.

614

Sus editoriales y escritos estratégicos

NUEVA ORDEN “ESTRELLA ROJA” El Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”, luego de deliberar en torno a la necesidad de crear una nueva Orden Militar para unidades, tomó la siguiente resolución: Considerando: Que la Orden “Héroe de Trelew” es una condecoración para los combatientes y no para las unidades; La conveniencia de la existencia de una Orden para unidades, por cuanto ello contribuye a crear el espíritu de cuerpo y a la vez va conformando una tradición en las mismas. El Comité Central Ampliado Vietnam Liberado resuelve: Crear la Orden “Estrella Roja” para unidades, de pelotón para arriba, que se hayan distinguido en el cumplimiento de una misión particularmente difícil. ORDEN HÉROES DE TRELEW El Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado” procedió a entregar la condecoración de la Orden “Héroes de Trelew”, conque el Partido distingue las hazañas militares de los combatientes. Se otorga la Orden “Héroes de Trelew” en tercer grado a todos los combatientes que intervinieron en el asalto al Batallón Nº 121, Arsenales Fray L. Beltrán. Se otorga la Orden “Héroes de Trelew” en segundo grado a tres combatientes que participaron en dicha operación por la labor destacadísima que les cupo en ese hecho de armas. FELICITACIONES A LA COMPAÑÍA DE MONTE El Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”, teniendo en cuenta las difíciles circunstancias que debió afrontar la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez en el Combate de Manchalá, pese a lo cual se recuperó de la sorpresa inicial, para luego batir totalmente al enemigo, decidió felicitar a la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez por su desempeño en la ocasión y dentro de esa felicitación destacar especialmente la actuación del ametralladorista y del servidor de ese arma. 615

Mario Roberto Santucho

ELECCIÓN DE LA DIRECCIÓN PARTIDARIA La elección del nuevo Comité Central Partidario, uno de los cometidos fundamentales que debió cumplir el Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”, respondió ampliamente a las esperanzas depositadas en él por el Partido. De esa forma la composición social del nuevo Comité Central es del 53% de compañeros obreros. Por primera vez la proporción obrera en la dirección partidaria supera la mitad de sus miembros, lo cual refleja no sólo el avance realizado en la penetración en las grandes fábricas, sino también la firme política de proletarización impulsada por el Partido. Una vez elegido el Comité Central, éste eligió al Comité Ejecutivo y el Comité Ejecutivo procedió a designar a los miembros del Buró Político y del Comité Militar, cumpliendo así las disposiciones estatutarias sobre elección de la dirección. MENSAJE DEL CC A LOS COMPAÑEROS PRISIONEROS El Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado”, reunido en Julio del presente año, envía un caluroso saludo revolucionario a los compañeros del PRT y ERP que hoy son prisioneros del régimen. El espíritu de lucha de los compañeros presos ha estado presente no sólo en este Comité Central Ampliado, sino también en las movilizaciones de masas que le precedieron, en donde la bandera de la libertad de los presos políticos, fue levantada bien alto por vastos sectores de masas convirtiéndose en una de las consignas más sentidas por el pueblo argentino. Estas movilizaciones populares han hecho retroceder a la burguesía y la posibilidad de lograr conquistas democráticas, fundamentalmente la libertad de nuestros queridos compañeros presos se pone a la orden del día y dependerá su concreción de la profundidad y extensión que alcancen las movilizaciones de las masas. Nuestro Partido compromete hoy como siempre todos sus esfuerzos por lograr por cualquier medio revolucionario la libertad de los compañeros presos, con el ánimo de volver al “servicio activo” del proceso revolucionario, a todo aquellos compañeros que por su defensa a los derechos populares están hoy en las cárceles soportando inhumanas condiciones de vida que lejos de doblegar su alta moral revolucionaria, templa aún más su inquebrantable decisión de vencer. 616

Sus editoriales y escritos estratégicos

¡POR LA LIBERTAD DE LOS COMPAÑEROS PRESOS! ¡A VENCER O MORIR POR LA ARGENTINA! Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado” Julio de 1975 LA CLAUSURA DEL COMITÉ CENTRAL El Comité Central Ampliado “Vietnam Liberado” fue clausurado con una emotiva ceremonia, en cuyo transcurso se entregaron las distinciones de la Orden Antonio del Carmen Fernández a siete compañeros que estaban presentes. Sobre el fondo formado por las bandeas de las organizaciones hermanas presentes y la bandera del ERP -izadas al tope- y flanqueada a los costados y al frente por los miembros del Buró Político y los representantes del PRT-B, del MIR y del MLN Tupamaros, el Comité Central electo y la escuadra de guardia en posición de firme, los compañeros distinguidos con la Orden Antonio del Carmen Fernández, recibieron uno a uno las distinciones otorgadas, en un clima de entusiasmo revolucionario y de gran emoción. Al finalizar la entrega de la ordenes, uno de los compañeros condecorados, profundamente conmovido se refirió brevemente al acto, exaltando el rol del Partido como verdadero artífice de todo lo realizado. Por último habló nuestro Secretario General, compañero Mario Roberto Santucho, quién destacó los avances de la organización desde el V Congreso, puntualizó las importantes responsabilidades que deberá enfrentar el nuevo Comité Central y expresó su fe en el triunfo de la revolución socialista.

Editorial de El Combatiente N°175. Miércoles 30 de julio de 1975 MOVILIZACIÓN DEMOCRÁTICA Y REIVINDICATIVA Mario Roberto Santucho La caída de López Rega disminuyó parcialmente el férreo control establecido sobre la prensa y pudo conocerse en estos días una serie de informaciones económicas que dan un panorama más preciso de la profundidad de la crisis económica. 617

Mario Roberto Santucho

FRENTE AL CAOS ECONÓMICO Así, los datos estadísticos de los meses de mayo y junio del presente año y algunas previsiones correspondientes al mes de julio indican que ha comenzado en el país un periodo de destrucción en masa de fuerzas productivas, característico de una crisis total del sistema capitalista. La evolución de la crisis económica con manifestaciones ya conocidas en importantes aspectos del sistema como ser la balanza comercial y de pagos, la inflación galopante, el déficit presupuestario y el estancamiento de la producción, está llegando ahora al corazón mismo de la economía capitalista, afectando seriamente a la industria en general y particularmente a los sectores más dinámicos de la industria, con inmediatos y gravísimos efectos sobre el conjunto de la economía. La industria automotriz, de gran peso en la estructura industrial argentina, ha sufrido una brusca caída de 34 % sin precedentes; las fábricas de autopiezas dependientes de ella anuncian reducciones de un 20 % a un 40 %; la siderurgia ha reducido en un 15 % promedio su producción en el mes de junio y se calcula para julio una nueva merma de un 20 % a un 25 %. Es necesario señalar que se trata del estancamiento que sufríamos a una súbita caída de la producción que puede significar el comienzo del caos económico, de la desorganización general, del reino absoluto de la especulación y el negociado, de la destrucción en masa de fuerzas productivas. DEFENDER EL NIVEL DE VIDA Ello repercutirá desgraciadamente en primer lugar sobre el nivel de vida de las masas, llevará la miseria a los hogares trabajadores, que deberán pagar con mayores angustias y sufrimientos los robos e irresponsabilidades de los explotadores. El feroz aumento del costo de la vida, los atrasos de pagos, suspensiones y despidos son y serán fuente de gravísimos problemas para nuestro pueblo que deberá redoblar su lucha para defender su nivel de vida, para no pasar de la pobreza a la miseria. La clase obrera y el pueblo no son culpables de esta situación y no tienen por qué recibir sobre sus espaldas el peso de la crisis, los capitalistas, principalmente los grandes capitalistas son los que la causaron y por lo tanto los que tienen que pagarla. Como vemos, la lucha por las reivindicaciones económicas, por la defensa del nivel de vida, ocupará un primerísimo lugar en las próximas semanas y meses. Será una lucha constante, difícil, dura, en la que será necesario tanto salir a la calle, organizar amplias y enérgicas movilizaciones de masas, como tomar la 618

Sus editoriales y escritos estratégicos

iniciativa en las soluciones. Por ejemplo, si la patronal paraliza la producción, exigir la expropiación de la fuente de trabajo por el estado nacional y su funcionamiento con administración obrero-estatal; si hay escasez, o los precios son inalcanzables, organizar la toma de supermercados y depósitos para aprovisionarse gratuitamente de lo necesario; si los impuestos o tarifas de servicios (gas, luz, agua corriente) son excesivamente altos, organizar a toda la población de la zona y negarse al pago. LUCHA REIVINDICATIVA Y LUCHA DEMOCRÁTICA La batalla en defensa del nivel de vida está íntimamente unida a la batalla por la democratización. Porque el primer paso para la solución de la crisis nacional es la conquista de la democratización que permitirá la amplia participación de todo el pueblo en la política, que al eliminar la represión favorecerá el pleno desarrollo de la movilización obrera y popular. Es necesario unir ambas luchas en todos los niveles y formular progresivamente un único programa democrático y reivindicativo que exponga sintéticamente las principales aspiraciones del pueblo argentino. Nuestro Partido ha propuesto un programa de cinco puntos. 1. Congelación de precios y aumentos dignos de salarios que absorban los desenfrenados aumentos de julio. 2. Libertad a todos los presos políticos y sociales. 3. Eliminación del terrorismo de derecha, es decir del terrorismo gubernamental de la AAA. 4. Derogación de la legislación represiva. 5. Convocatoria inmediata de una Asamblea Constituyente absolutamente libre y soberana para que todo nuestro pueblo delibere sobre los destinos del país. SE ACELERA EL PROCESO REVOLUCIONARIO La lucha de clases en nuestra patria ha conocido cambios fundamentales y acelerados en los últimos años. Nuestro pueblo, al ponerse de pie desde el “Cordobazo”, al comenzar a rebelarse contra la explotación y la opresión, ha logrado desequilibrar, debilitar y desorganizar a las clases explotadoras y ha conseguido dar los primeros pasos sólidos en la construcción de las fuerzas revolucionarias políticas y militares que harán posible el triunfo de la lucha obrera y popular de 619

Mario Roberto Santucho

los argentinos por la liberación nacional y el socialismo. Por ello es que la profunda crisis económica, política y social que vivimos, además del aspecto negativo que ya señalamos en el sentido que significará nuevos sufrimientos para nuestro pueblo trabajador, tiene también su cara positiva, en cuanto brinda condiciones extremadamente favorables para el despertar y la movilización de amplias capas de nuestro pueblo. Acuciados por las necesidades y sensibilizados ante los dolorosos problemas del país, decenas de miles de hombres y mujeres lucharán y despertarán, incorporándose muchos de ellos a las fuerzas activas de la revolución. Esa lucha y revolucionarización de nuestro pueblo acelerará el ritmo del proceso revolucionario, fortalecerá considerablemente las posibilidades de disputar el poder a los capitalistas, de fundar y desarrollar el poder local. FRENTE DE LIBERACIÓN NACIONAL El Partido Militar y el gobierno peronista han visto fracasar todos sus planes y se encuentran en estos momentos en una situación de debilidad extrema, mayor aún que en los últimos tiempos del lanussismo, sin contar con salidas eficaces para continuar su siniestra política represiva. La situación económica por otra parte cierra todo margen de maniobra para distraer a las masas, o calmar su justa cólera, por el contrario, obliga al gobierno y a las grandes empresas a intentar nuevos avances sobre el nivel de vida de los trabajadores. Por todo ello es que se hace posible abrir una brecha democrática, lograr conquistas democráticas que los militares y el gobierno deben necesariamente ceder, mientras se preparan para implantar su política represiva, mientras recuperan fuerza y preparan planes para instaurar un nuevo gobierno represivo contrarrevolucionario que pueda enfrentar con algunas posibilidades a la guerra revolucionaria que desarrolla exitosamente nuestro pueblo. No comprender las inmensas posibilidades inmediatas que presenta la lucha por la democratización sería un grave error estratégico, porque esas posibilidades presentes, explotadas plenamente, sentarán las bases del multitudinario Frente de Liberación Nacional que ha de constituir nuestro Ejército Político de masas, que vertebrara formidables movilizaciones y sostendrá gradualmente el ejercicio del poder popular. Pero cometeríamos un error opuesto si consideráramos que la democratización que hoy puede conquistarse seria duradera, si alentáramos excesivas esperanzas inmediatistas y no comprendiéramos que el enemigo aun cuenta con muchos recursos e inmediatamente tratará de implantar una nueva Dictadura lanzándose hacia ese propósito con fuerzas muy difíciles de contener 620

Sus editoriales y escritos estratégicos

en las ciudades y en las condiciones actuales. Es decir, si no comprendiéramos claramente que la posible democratización solo podrá ser un breve paso atrás que daría el enemigo para reorganizarse y contraatacar posteriormente. DINAMISMO, INICIATIVA, REFLEXIÓN Tal como lo analizó el Comité Central Ampliado Vietnam Liberado de nuestro Partido reunido recientemente, el PRT tiene una gran responsabilidad en la presente lucha democrática y reivindicativa. Superando sus déficits e intensificando sus esfuerzos, nuestro Partido debe colocarse a la cabeza de la lucha democrática y reivindicativa, llegar en esa batalla a las más amplias masas con su agitación y propaganda, crecer paso a paso con intensidad y solidez y establecer lazos sanos y duraderos con todos los sectores revolucionarios, progresistas y democráticos del pueblo argentino. Dinamismo, Iniciativa, Reflexión, tales son los lemas tácticos del presente que deben guiar la actividad de los revolucionarios, que nos permitirán cumplir exitosamente con esas grandes responsabilidades. Dinamismo para movilizar al Partido, a sus células centrales y a su periferia; dinamismo para ejecutar con prontitud las tareas prácticas; dinamismo para encabezar, motorizar y dirigir la lucha reivindicativa y democrática de masas; dinamismo para garantizar la agitación y propaganda de Partido; dinamismo para multiplicar las incorporaciones, los cursos de ingreso, la formación de nuevas células, la rápida preparación de nuevos cuadros. Iniciativa para encontrar solución a todos los problemas por sí mismo; iniciativa para encontrar nuevas formas en la agitación, la propaganda, la lucha de masas, el accionar militar, etc.; iniciativa para tomar y delegar tareas desplegando al máximo las posibilidades de cada compañero y de cada grupo; iniciativa para captar y organizar incesantemente nuevos compañeros. Reflexión para garantizar la seguridad de las actividades y la construcción; reflexión para determinar con exactitud la forma más correcta de nuestras intervenciones; reflexión para realizar con éxito la difícil combinación del trabajo legal con el ilegal; reflexión para establecer con los aliados lazos sanos y duraderos basados en el respeto mutuo, la firmeza principista y la flexibilidad táctica, el ejercicio mesurado de la crítica y autocrítica fraternal; reflexión para mantener constantemente un comportamiento digno ante las masas, con sencillez, valentía, decisión, serenidad y sincera preocupación por los problemas de las masas.

621

Mario Roberto Santucho

Julio de 19755 [Carta abierta] A LA MILITANCIA DEL PARTIDO COMUNISTA Mario Roberto Santucho Secretario General del PRT En estos momentos críticos, cuando la posibilidad de avanzar hacia el triunfo de la revolución nacional y social del pueblo argentino aparece con claridad ante los ojos de nuestra generación, cuando la ola revolucionaria contemporánea hacia el socialismo golpea vigorosamente las puertas de nuestra patria, cuando el pueblo argentino incuba y desarrolla dinámicas fuerzas revolucionarias, poniendo en jaque al injusto sistema capitalista-imperialista que impide la evolución de Argentina y mantiene en la explotación y opresión a millones y millones de trabajadores, considero necesario y de gran importancia dirigirme especialmente a la militancia del PC, a fin de establecer un diálogo unitario, que considero de enorme interés para todos los revolucionarios y elementos progresistas de nuestro pueblo, para los destinos del presente auge revolucionario que atravesamos. LA SITUACIÓN DE NUESTRA PATRIA A partir del Cordobazo de mayo de 1969, Argentina vive un nuevo y rico proceso, que nuestro Partido ha definido como un proceso de guerra revolucionaria. En reacción al brutal golpe militar de Onganía que embistió nuevamente, con todo el peso del aparato represivo, contra el desarrollo de una justa movilización democrática de los argentinos, amplia, sana y progresista, nuestro pueblo, después de más de dos años de ardua resistencia, tomó decididamente el camino de la lucha violenta para hacer frente adecuadamente a la prepotencia y métodos agresivos del sistema burgués-imperialista que nos oprime. Las gloriosas jornadas de 1969, cuando nuestro pueblo dijo ¡basta!, y se puso de pié masivamente en numerosas ciudades de todo el país, desplegando enérgicamente métodos violentos semiinsurreccionales, dieron también a luz al movimiento guerrillero argentino, que pronto entró en acción y jugó un papel de vanguardia en los duros años de lucha antidictatorial. Una amplísima y combativa movilización democrática antidictatorial fue protagonizada por nuestro pueblo, utilizando todas las formas y medios de lucha, desde el accionar guerri5. Fecha estimada en base al texto y consultas. 622

Sus editoriales y escritos estratégicos

llero hasta la campaña electoral, logrando batir al Partido Militar y obligarlo a retirarse de la escena política nacional. Pero el mando del Ejército Opresor no es zonzo, y al retirarse se aseguró mediante el acuerdo directo de Perón, que no podría ocurrir nada peligroso para el sistema capitalista, que por el contrario, el peronismo burgués al guiar la lucha popular y abrirse camino hacia el gobierno, volcaría todos sus esfuerzos en revitalizar el injusto sistema, frenar la lucha de las masas, y buscar la estabilidad capitalista garantizando asimismo, la vigencia de sus “Instituciones”, particularmente del aparato represivo. En ese momento difícil de euforia electoral, cuando el enemigo desplegó una gran campaña confusionista con el fin de despertar en las masas falsas esperanzas y ganar tiempo para aplicar sus siniestros planes, campaña que se vio reforzada por voces equívocas provenientes del propio campo popular, nuestro Partido, y la clase obrera, no cayó en ningún espejismo, continuó firmemente la lucha y restringió desde el comienzo el margen de maniobra para la aplicación eficaz del plan contrarrevolucionario del peronismo burgués. Hoy las cosas se han aclarado definitivamente. Ya ningún argentino patriota, honesto, progresista, espera otra cosa que palos de este gobierno fascistoide. Hoy ya nadie ignora los siniestros planes reaccionarios de la camarilla de López Rega, manifestados en todo el país en la siniestra ola de crímenes y represión que se vive. Particularmente en Tucumán, las hordas asesinas del criminal Vilas han impuesto un régimen de terror; numerosos asesinatos de obreros y campesinos tucumanos; varios centenares de obreros y campesinos prisioneros; miles de obreros y campesinos detenidos y después liberados, pero sometidos a apaleaduras, toda clase de torturas, violaciones, etc. Por eso es que la lucha obrera y popular se agiganta, por eso es que las fuerzas revolucionarias crecen, por eso es que la guerrilla se extiende y consolida. Por ello es también que los capitalistas-imperialistas redoblan su ferocidad, desesperados ante el avance de la revolución, ante el real peligro de muerte que se cierne sobre el injusto y retrógrado sistema capitalista, cuyos privilegios usufructúan. Compañeros del Partido Comunista: en esta situación de guerra civil embozada que vive la Argentina, son tareas primordiales del movimiento progresista y revolucionario nacional, desarrollar la lucha armada, la justa violencia popular, en el doble aspecto complementario de unidades guerrilleras y autodefensa de masas, y colocar los cimientos para la formación de un Gran Frente Democrático y Patriótico, Ejército Político de las masas, que una en un solo haz todos los aspectos de la lucha reivindicativa de nuestro pueblo. Es posible que en la primera de estas tareas no nos pongamos todavía de acuerdo. Pero para afrontar la segunda unitariamente junto a distintas corrientes populares conscientes de la necesidad de un frente de este tipo, no puede haber obstáculos inmediatos, es más, ya estamos retrasados en su preparación. 623

Mario Roberto Santucho

UNIDAD PARA LA LUCHA Respondiendo a un llamamiento del PC, de carácter unitario, publicado en el N° 100 de Nuestra Palabra de fecha 18/6/75, nuestro Partido envió una nota al CC del PC, compartiendo esa posición y proponiendo la iniciación de tareas conjuntas para avanzar en esa dirección. Lamentablemente aún no tenemos respuesta, lo que nos llena de preocupación. Ya anteriormente hemos realizado esfuerzos para establecer lazos orgánicos con el PC, sentar bases unitarias, avanzar en el conocimiento mutuo y en la relación fraternal, esfuerzos que lamentablemente han resultado infructuosos. Pero conscientes del compromiso revolucionario con nuestro pueblo, continuaremos con consecuencia la lucha por la unidad del campo popular, cuestión decisiva para la victoria de nuestra causa revolucionaria antiimperialista y socialista. En la Argentina de hoy, luchar por el socialismo es arriesgar constantemente la vida, en tales circunstancias, la solidaridad de clase y la comunidad de ideales debe unir más estrechamente a los hombres y organizaciones del campo popular, particularmente a los partidos como el PC y el PRT, cuya razón de ser es, precisamente, conquistar el socialismo que el pueblo argentino merece y necesita. Por ello es que este llamado nuestro, al tiempo que plantea concretamente el establecimiento de vínculos orgánicos en las tareas del Frente Democrático y Patriótico está impregnado de espíritu unitario, expresa claramente las intenciones del PRT de luchar hombro con hombro con el PC y otras organizaciones populares, en el duro, difícil y glorioso camino revolucionario que la clase obrera y el pueblo argentino han comenzado a transitar decididamente. El imperialismo yanqui, la burguesía proimperialista, y sus agentes en el campo popular emplean mil artimañas para dividirnos. Pero la lucha de clases es más fuerte que cualquier engañifa, y ella tiende irresistiblemente a unirnos. Es responsabilidad nuestra, de la militancia y la dirección del PC, y la militancia y la dirección del PRT realizar conscientemente los esfuerzos políticos y orgánicos que aceleren esa unidad, que acerquen el momento en que la más amplia unidad obrera y popular despliegue como un vendaval justiciero todo su inmenso poderío potencial contra los averiados muros del ignominioso sistema capitalista semicolonial que oprime y explota al pueblo argentino y abra una ancha brecha para la irrupción victoriosa de la revolución nacional y social, que traerá una era de libertad, justicia, felicidad y progreso para nuestra querida Patria y nuestro querido pueblo. ¡POR LA MAS AMPLIA UNIDAD DEMOCRÁTICA Y PATRIÓTICA!

624

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente N° 178. Miércoles 13 de agosto de 1975. CRISIS CAPITALISTA Y PODER LOCAL Mario Roberto Santucho Contrariando el falso optimismo burgués y al pesimismo pequeño burgués que creían ver en el ascenso del peronismo al gobierno el 25 de Mayo de 1973 el comienzo de un periodo de estabilidad capitalista, la lucha de clases argentina al ritmo impuesto por la batuta proletaria y popular, al compás de la justa, enérgica y sostenida movilización de la clase obrera y el pueblo, ha profundizado la crisis general del sistema capitalista argentino, que es hoy la más grave que se recuerde en el presente siglo. En el terreno económico el desquiciamiento es total. La producción desciende vertiginosamente mientras se multiplican la especulación y los negociados. La moneda se desvaloriza semana a semana; el tesoro nacional está exhausto e imposibilitado de pagar ni siquiera los intereses de la deuda externa, la brutal alza del costo de la vida supera holgadamente los salarios, llevando la miseria a los hogares trabajadores; los servicios públicos se descapitalizan y se desorganizan, etc., etc. En lo político la burguesía está a la deriva; el total fracaso del gobierno peronista llevó al actual estado de práctica acefalía sin que el Partido Militar, fuerza hegemónica en el campo burgués, cuente con algún recambio efectivo. En el campo militar, las fuerzas represivas que han puesto en juego todos sus recursos se debaten a la defensiva, ante las fuerzas guerrilleras rurales y urbanas que en este año han aumentado considerablemente su poderío cuantitativo y cualitativo. Y como siempre son los trabajadores los más afectados, los que sienten sobre sus espaldas con más rigor las consecuencias del injusto sistema de explotación y opresión que sufre el pueblo argentino. Pero mientras en el campo burgués cunde la desesperación, la tristeza y el temor ante la agonía de la vieja Argentina, en el campo obrero y popular despiertan a la política grandes masas trabajadoras que desafiando sufrimientos y dificultades se yerguen poderosas destacando de su seno crecientes contingentes de vanguardia cada vez más sólidos, cada vez mejor organizados en su partido proletario de combate, el PRT, en su ejército guerrillero, el ERP, y en otras organizaciones progresistas y revolucionarias. Esa clase obrera y pueblo movilizado llevan en si su salvación y la salvación de nuestra patria, el embrión de la nueva Argentina socialista, que eliminará la explotación y la opresión y proporcionará a nuestro pueblo y a 625

Mario Roberto Santucho

nuestra Patria la independencia, la libertad, la prosperidad, justicia y felicidad de que es merecedora. POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS Y PERSPECTIVAS DE PODER La crisis general e impotencia actual de los capitalistas y la fuerza del movimiento obrero y popular han abierto -como sabemos- posibilidades de democratización que podrían concretarse en la medida que siga creciendo e intensificándose la lucha pacífica y violenta, legal e ilegal, armada y no armada, de nuestras masas laboriosas. El vigor, la combatividad, la masividad y unidad de nuestra lucha, será determinante en la obtención de las conquistas democráticas que se ven en la necesidad de conceder los contrarrevolucionarios en busca de un respiro. En esta situación es importante calcular los límites de las posibilidades democráticas, hasta donde se puede llegar en las conquistas, relacionándolas con las perspectivas de poder. Porque creemos que sería un error minimizar las posibilidades y descreer por ejemplo de la viabilidad de arrancar los presos de las cárceles, como pensamos que correríamos un error opuesto si abrigamos esperanzas de tomar el poder en el curso del posible proceso democrático inmediato. Nuestro parecer es que al igual que el GAN6 las concesiones democráticas que podrían arrancarse hoy a la burguesía responden a su necesidad de aflojar por un momento la enorme presión de la lucha de masas y lograr un respiro, cierta libertad de movimientos para reorganizarse y preparar nuevos planes contrarrevolucionarios factibles de realizar con éxito. Por ello consideramos posible -sobre la base de grandes movilizaciones- arrancar a los presos de las cárceles, lograr la derogación de la legislación represiva y conquistar un breve periodo de legalidad, de algunos meses y hasta poco más de un año. Por supuesto que el propósito del Partido Militar -que es quien toma las decisiones burguesas- es aflojar lo menos posible, pero el “hombre propone y la lucha de clases dispone” y como ocurrió en mayo de 1973 la fuerza de las masas puede obligar al enemigo a llegar mucho más allá de sus intenciones. Una posible democratización que presupone e implica un amplio movimiento democrático y un nuevo y notable impulso del auge de masas puede inducir a pensar que se abren posibilidades de insurrección general y tomas del poder. Nuestra opinión es que desgraciadamente esa posibilidad no se creará en 6. La diferencia radical entre la situación actual y el GAN que ya analizamos, reside en que mientras el GAN encerraba peligros para las fuerzas revolucionarias, en la situación actual tales peligros no existen. (ver Editorial de El Combatiente Nº 174). 626

Sus editoriales y escritos estratégicos

esta etapa (y ojalá nos equivocáramos) dadas las importantes reservas con las que aún cuenta el capitalismo. Por ello es que la idea estratégica y táctica que debe guiar a los revolucionarios argentinos en el curso de la formidable movilización reivindicativa y democrática que ha comenzado es encauzar las enormes energías que generan y generarán las masas hacia el nacimiento, consolidación y desarrollo del poder popular y local y el fortalecimiento acelerado de las fuerzas revolucionarias políticas y militares. DE LA CRISIS CAPITALISTA AL NACIMIENTO DEL PODER LOCAL Estamos frente a condiciones extraordinarias. Golpeado duramente por la tremenda crisis económica, el pueblo argentino se interesa vivamente por la política, quiere conocer las causas de tantos problemas y la forma de solucionarlos. En este ambiente favorable, las justas ideas revolucionarias se abren paso vigorosamente y llegan al corazón y la mente de decenas de trabajadores. Ello es una base de granito para el impetuoso desarrollo de las fuerzas revolucionarias que tienen ante sí la gran responsabilidad de emplear positivamente ese enorme potencial materializándolo en conquistas reales y palpables, principalmente en el establecimiento del poder local y otras formas de poder dual que, como sabemos, están en estrecha dependencia del desarrollo de las fuerzas guerrilleras. “El poder nace del fusil” dijo Mao Tsé Tung sintetizando una verdad universal afirmada siempre por el marxismo leninismo y confirmada categóricamente por la experiencia nacional e internacional. Por ello es que hoy más que nunca, en las formidables condiciones existentes en nuestra patria, es deber de los revolucionarios desarrollar todas las formas de lucha sin minimizar ninguna, prestando especial atención a la construcción acelerada de las fuerzas guerrilleras. NUESTRAS TAREAS La plena participación de los revolucionarios en la primera fila del combate popular en curso, que es nuestro deber inicial e irrenunciable y el sano y positivo entusiasmo que naturalmente infunde la movilización de masas, no nos debe llevar al espontaneísmo, no nos debe hacer olvidar ni por un momento nuestras posibilidades presentes y futuras, nuestra misión especial, de canalizar la explosión de rebeldía popular espontánea hacia el movimiento revolucionario consciente, de convertir la muchedumbre indignada y levemente politizada en organizado, 627

Mario Roberto Santucho

consciente y disciplinado ejército político de las masas, y en extraer de esa misma masa miles de nuevos militantes del Partido y combatientes guerrilleros. Es decir, que tomando parte activa, dinamizando la movilización de masas, porque si no se está en primera fila la prédica revolucionaria corre riesgo de no ser escuchada, son tareas fundamentales de los militantes de nuestro Partido y los combatientes de nuestro Ejército Guerrillero y de las organizaciones y elementos progresistas y revolucionarios en general, difundir masivamente las ideas revolucionarias, difundir la línea de nuestro Partido con volantes, pintadas, actos, intervenciones orales, periódicos y folletos, inundar de banderas, banderines, pintadas, volantes y periódicos del ERP, propagandizar el programa democrático y la necesidad de la unidad democrática, patriótica, de la necesidad de construir un multitudinario Frente de Liberación Nacional. Avanzar en la organización del Partido, incorporando con audacia a células y formando aceleradamente como cuadros a los elementos revolucionarios más ardientes y decididos principalmente del proletariado pero también de otras clases, con el lógico y vital cuidado por la seguridad y la calidad de la organización clandestina. Acelerar la construcción de las unidades guerrilleras, incorporando inmediatamente más combatientes extrapartidarios y rodeando las unidades de amplia periferia combativa, de Comandos de Apoyo al ERP y grupos de acción independientes integrados por miembros del ERP con compañeros independientes y equilibrar el desarrollo cuantitativo con el entrenamiento intenso y la promoción y formación de nuevos cuadros político-militares. Participar y crear toda clase de organismos unitarios de masas para la dirección y centralización de la lucha reivindicativa y democrática y particularmente dar un gran impulso a la solidaridad con los presos políticos y sociales. Establecer lazos fraternales de conocimiento y respeto mutuo con los compañeros de otras organizaciones democráticas, progresistas y revolucionarias y con otros compañeros y personalidades independientes en la perspectiva de sentar sólidas bases unitarias para la futura constitución de un extenso Frente Democrático y Patriótico. Tales son en apretada síntesis las tareas proletarias a que debemos abocarnos cotidianamente. La capacidad de los revolucionarios para realizar exitosamente estas tareas para cumplir cabalmente con su misión, será factor determinante en la conquista de la democratización, en defender con relativo éxito el nivel de vida popular y coronar la gran movilización de masas provocada por la gravísima crisis capitalista, con el nacimiento y la consolidación del poder político local.

628

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente N° 184. Miércoles 24 de setiembre de 1975 GIRO REPRESIVO DEL GOBIERNO Mario Roberto Santucho Los últimos pasos de los mandos del Ejército Contrarrevolucionario indican la intención del Partido Militar de intensificar la represión sin romper la continuidad institucional, buscando al mismo tiempo cierto apoyo de los políticos burgueses y pequeño burgueses. Ello implica la adopción de nuevas responsabilidades políticas en un gobierno que se desmorona y en el marco de una crisis económica cada vez más aguda. Así, los militares contrarrevolucionarios intentan enfrentar la gravísima situación que aflige al capitalismo argentino tomando el camino del reforzamiento del aparato represivo, bajo su conducción. Es una de las dos posibles salidas que nuestro Partido calculó, aunque considerándola recientemente la menos probable7. NO SE LOGRÓ VIGORIZAR LA MOVILIZACIÓN DEMOCRÁTICA El Comité Central de julio de nuestro Partido, al observar la pérdida del equilibrio del conjunto de la burguesía bajo la formidable presión de las movilizaciones obreras de junio, señaló que se planteaba a la orden del día la posibilidad de arrancar importantes concesiones democráticas, por medio de la unidad y movilización de amplias masas populares. Consecuente con esa apreciación nuestro Partido redobló sus esfuerzos unitarios y se esforzó por acrecentar su accionar en los terrenos reivindicativo, político y armado. Pero nuestra actividad frentista no logró el eco necesario, la lucha reivindicativa y política de masas se aquietó, y en conjunto el accionar guerrillero tuvo importantes fallas. Estos hechos resultaron un gran respiro para la burguesía que ahora, por mediación 7. El fracaso de la cruzada represiva en las próximas semanas y meses colocará entonces a la burguesía ante dos opciones: a) Reforzar de inmediato el aparato represivo bajo conducción militar con los cambios políticos que ello implica b) Dar un paso atrás cediendo en lo democrático temporalmente para estar en mejores condiciones de pasar en pocos meses a la Dictadura Militar” (Sobre el Estado Policial”, editorial de El Combatiente Nº 140 del 23-10-74, citado en el editorial “Ante las posibilidades democráticas: forjar y fortalecer la unidad”, El Combatiente Nº 174). 629

Mario Roberto Santucho

del Partido Militar, intenta orientarse hacia el tipo de salida represiva de que acabamos de hablar. Sin embargo, no debemos aún considerar cerrado este proceso porque poderosas corrientes subterráneas se agitan en el seno de las masas, la vanguardia revolucionaria labora sin descanso, y en consecuencia es justo todavía esperar la decisiva “opinión” de las masas, tal como nuestro combativo pueblo acostumbra hacerlo en la calle y tempestuosamente. LA TRIPLE A SON LOS MILITARES En desventaja en el campo de batalla frente a las unidades guerrilleras, sufriendo duros golpes en el monte tucumano donde tuvieron más de 30 bajas en los últimos 15 días, los oficiales del ejército descargan su irracional barbarie mandando secuestrar y asesinar decenas de hombres y mujeres trabajadoras. Hoy no está ya López Rega y nadie se puede ahora confundir sobre quiénes son los verdaderos cerebros y dirigentes de bandas fascistas como la Triple A. Más aún, es clarísimo que reaccionan por sus derrotas en el monte, ya que han actuado contra el pueblo tucumano como respuesta directa a los golpes propinados en combate por nuestra aguerrida Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez. Después de dar por “aniquilada” nuestra unidad, el enemigo se ve obligado a reconocer la dinámica presencia de la guerrilla rural. Llenos de miedo ante la amenaza para su sistema de explotación y opresión que significa la guerrilla rural, los mandos enemigos redoblan su falaz propaganda y su criminal represión, con evidente nerviosismo. Pero nuestro pueblo no se engaña y los desesperados crímenes represivos generarán aún mayor odio sobre el ejército opresor y mayores ansias de empuñar el fusil revolucionario. LUCHA DEMOCRÁTICA REIVINDICATIVA El nuevo giro represivo que incluye la reactivación de la AAA no disminuye la necesidad de impulsar la lucha democrática sino que le da otras características. Es necesario movilizarse contra los crímenes fascistas e intensificar la lucha por la libertad de todos los presos políticos, es necesario multiplicar las denuncias, presionar sobre el parlamento, desplegar intensa solidaridad con los presos, sus familias y las familias de las víctimas del terror fascista. El paro de los obreros mecánicos cordobeses en respuesta al asesinato del delegado Marcelo Di Fernando de Transax, la asamblea de Propulsora Siderúrgica donde 700 obreros se solidarizaron con los presos políticos , la asamblea popular de Santa Fe, la Mesa 630

Sus editoriales y escritos estratégicos

Provisoria de Gremios en lucha de Córdoba, la comisión intergremial surgida en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco, o la reciente manifestación de gráficos bonaerenses frente al Congreso, que también se pronunciaron por la libertad de los revolucionarios y luchadores populares confinados en las cárceles del gobierno, señalan el camino. Al mismo tiempo, la crisis económica se abate inmisericordiosa sobre nuestro pueblo. Al sideral aumento del costo de la vida que sobrepasa holgadamente el 450% en los últimos 12 meses, se agregan las suspensiones y despidos que van tomando carácter masivo, y el comienzo de atrasos en el pago de sueldos. Y aunque la indignación general no ha encontrado cauce en la movilización de conjunto, ya se han producido y se están produciendo reacciones de masas como en Nor Winco, Del Carlo, Fundiciones Santini, Ferromaco, Compañía Sudamericana BTB, Diar, Eaton Ejes, entre las metalúrgicas y proveedoras de partes para la industria automotriz; Textil Oeste y Ducilo, entre las textiles y petroquímicas; Noel, Sugarosa y Deliflor, entre las alimenticias. Es necesario luchar donde se plantean los problemas e ir estructurando un poderoso movimiento unitario que centralice la lucha y posibilite ofrecer una sólida resistencia a la política económica antipopular del gobierno. La línea de la construcción del Frente Democrático y Patriótico mantiene plena actualidad y trabajar por ella es precisamente unir todas las fuerzas democráticas, antiimperialistas y antifascistas en el curso de la lucha democrática y reivindicativa. EN EL TERRENO MILITAR La respuesta a la intensificación de la represión debe darse también en el terreno militar activando el accionar guerrillero y propiciando la formación de grupos de autodefensa en barrios y centros de trabajo en previsión de ataques de la Triple A. Con la evolución de la lucha de clases, la acumulación de nuevas fuerzas en el seno del pueblo y la irracional orientación asesina adoptada por el enemigo, el choque militar crece, en importancia táctica y por tanto es necesario poner en juego todo el dinamismo de las unidades guerrilleras, golpear duro y con continuidad para mechar la desesperada voluntad agresiva con que los mandos militares intentan acobardar a nuestro pueblo. Si bien, como dijimos hace un momento, no está cerrado aún el proceso, continúa la inestabilidad en el campo enemigo y la situación puede aún variar hacia la democratización si se produce una enérgica presión de masas, a los fines táctico-militares debemos considerar que el choque se hace más encarnizado, 631

Mario Roberto Santucho

que debemos atacar con más bríos y resguardar mejor nuestras unidades. ESTRECHAR FILAS CON COMBATIVIDAD La falta de generalización de la lucha reivindicativa, obrera y popular, el débil incremento de la lucha política, los golpes sufridos por las unidades guerrilleras urbanas en las últimas semanas a los que se agrega la intensa y mentirosa propaganda enemiga sobre supuestos éxitos represivos contra la guerrilla rural, sumado el optimismo que aparentan los capitalistas después de los últimos cambios gubernamentales-militares, ponen a prueba una vez más el temple y la fortaleza ideológica de los revolucionarios. Los débiles vacilaran o tenderán a desmoralizarse y se harán eco de dudas y vacilaciones; los fuertes, cerrarán filas en torno a nuestro Partido, afrontarán y superarán las dificultades, se agrandarán en vigor combatividad y eficacia. A nuestro Partido le cabe una vez más, como núcleo político-militar de la lucha revolucionaria argentina, dinamizar su actividad, evitar el quietismo y la vacilación, estimular con el ejemplo la combatividad de las masas, levantar el ánimo de los flojos y convencer a los posibles aliados impulsando con valentía la lucha democrática y reivindicativa. En su desorientación, el enemigo tiende a dar un paso que lo inmovilizará aún más desde el punto de vista estratégico, tiende a hundirse más en el pantano en que está aprisionado, al tiempo que se vuelve -por su desesperación e impotencia- más sanguinario y feroz. Es el momento en que nuestro Partido debe intensificar el trabajo ideológico y el accionar, difundir con decisión la verdad revolucionaria, hacer conocer los avances de la guerrilla de monte y otros éxitos de la lucha popular, para infundir en la vanguardia y las masas determinación combativa, odio al enemigo, confianza en el triunfo y disposición a afrontar los sacrificios necesarios. La lucha de clases argentina vuelve a aumentar su temperatura. Las fuerzas reaccionarias del capitalismo moribundo reactivan el infame terror fascista, obligando respuestas más contundentes de justicia revolucionaria. Las fuerzas revolucionarias cuentan con mayor experiencia y potencia y están en condiciones de golpear más duro que nunca. Aunque la lucha así planteada exigirá mayores sacrificios a nuestro pueblo, es recibida por nuestro Partido y por todo el movimiento revolucionario argentino con pleno entusiasmo porque es producto de la profunda crisis capitalista y del considerable desarrollo de nuestras fuerzas revolucionarias, es decir porque refleja los avances de nuestra revolución y hace más palpable su triunfo, el seguro triunfo de nuestra justa causa de liberación nacional y social. 632

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente Nº 190. Miércoles del 5 de noviembre de 1975 SE GENERALIZA LA GUERRA REVOLUCIONARIA Mario Roberto Santucho En el pasado mes de octubre de 1975 se hicieron públicas importantes definiciones del imperialismo yanqui y de su principal agente en el país, los mandos del Ejército Contrarrevolucionario. Se trata de definiciones estratégicas que constituyen la declaración de una guerra total y en todos los dominios, contra las fuerzas revolucionarias latinoamericanas en general y particularmente contra el pueblo argentino. Videla, jefe del ejército opresor, ha sintetizado este estado de guerra con su afirmación de que “tendrán que morir todos los que sean necesario” formulada en la reunión de Montevideo. En la capital uruguaya, a instancias del Ejército yanqui, se reunieron los ejércitos de numerosos países latinoamericanos. El propósito de los yanquis, que fue logrado con dificultades debido a la oposición de los representantes peruanos y de otros países, es consolidar los lazos orgánicos entre los distintos ejércitos para formar fuerzas regionales más potentes constituidas por Fuerzas Armadas de varios países, que contando con los yanquis como reserva estratégica, enfrenten los movimientos guerrilleros más desarrollados. Por ejemplo, para enfrentar una fuerza guerrillera rural de más de 1.000 hombres en la Argentina, emplearían los ejércitos contrarrevolucionarios de Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Y si la guerrilla pasara de 2.000 efectivos regulares ya intervendrían las FFAA norteamericanas. En cumplimiento de esta orientación que ya se venía aplicando, acuden a la Argentina oficiales de distintos países, entre ellos naturalmente oficiales yanquis, se entrenan junto con argentinos vendidos al dólar y se interiorizan fundamentalmente de la situación en la provincia de Tucumán. Asustados por la creciente rebelión de los pueblos latinoamericanos, los gendarmes de la explotación y la opresión estrechan filas y se deciden a emplear todos sus recursos, penetrando así en el pantano de la guerra del pueblo, que como en Vietnam, Laos y Camboya, terminó por tragárselos. UNA GUERRA PROLONGADA Y ENCARNIZADA Nadie puede ya dudarlo. La guerra civil revolucionaria se ha generalizado 633

Mario Roberto Santucho

en la Argentina. Todo el país está en guerra y se trata de una guerra total y en todos los dominios. De un lado el ejército opresor despliega toda su barbarie represiva, toda su mentirosa propaganda, todos sus medio legales e ilegales de presión, con el respaldo político y material cada vez más activo del imperialismo yanqui, y con el apoyo decidido de las grandes empresas nacionales y extranjeras, los terratenientes, parte de la alta jerarquía eclesiástica, los grupúsculos fascistas y los políticos entreguistas más recalcitrantes. Del otro bando las fuerzas guerrilleras rurales y urbanas, nuestro Partido y otras corrientes políticas revolucionarias, y amplios sectores obreros, campesinos, villeros, estudiantiles que vanguardizan la lucha popular con la simpatía y el apoyo cada vez más activo de las masas obreras y populares del pueblo argentino y la simpatía del proletariado internacional canalizado en un apoyo aún reducido. Se ha llegado a esta situación porque nuestro pueblo ha logrado poner en pie, con grandes sacrificios, activas y aguerrida fuerzas guerrilleras, como punta de acero de una formidable movilización que se inició en el “Cordobazo” y que mantiene su pujanza y acrecienta día a día su amplitud y envergadura. La fuerza de la rebeldía argentina, la fuerza de nuestro pueblo que ha sabido alzarse por su liberación y por la independencia de la patria nos llena de legítimo orgullo. Somos conscientes, que la lucha será aún larga y dura, más dura que nunca, e inspirados en el coraje de nuestro pueblo nuestra organización está dispuesta a afrontar todos los sacrificios necesarios, a superar todos los obstáculos que se presenten, porque al final de nuestro camino de combate se vislumbra el luminoso futuro de liberad y felicidad que conquistará el pueblo argentino. Hoy es en Tucumán, en el choque cotidiano directo entre nuestra Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez y las numerosas fuerzas enemigas del Operativo Antiguerrillero, en la bárbara represión militar a la masa del pueblo, en el terrorismo diario de la Triple A que en la ciudad de Tucumán actúa dirigida por cuadros de la CIA, donde se marca con más claridad el encarnizamiento de la lucha. Nadie puede pensar ya que la lucha es un desfile incruento, que se puede triunfar en pocos meses. Que cuando se habla de guerra prolongada se trata de varios años de accionar comando de guerrilla urbana. La realidad del combate en Tucumán enseña que nuestra guerra es prolongada porque deberemos construir en el curso de la guerra, fuerzas armadas regulares capacitadas para aniquilar las principales unidades de choque del enemigo. UN ARMA DEL ENEMIGO: LA MENTIRA SISTEMÁTICA Continuando su campaña de mentiras, el Ejército opresor, llevó un grupo 634

Sus editoriales y escritos estratégicos

de periodistas a Tucumán, y les proporcionó falaz información preparada de antemano, presionándolos así a publicar una serie de mentiras, a veces infantiles, en numerosos diarios y revistas burguesas de todo el país. Para ocultar el fracaso de su operativo los milicos emplean un método que los pinta de cuerpo entero en su ignorancia y subestimación del grado de conciencia y la memoria de nuestro pueblo. Mienten que antes del 9 de febrero teníamos la zona liberada y desfilábamos por Famaillá y otras ciudades, y que su “éxito” reside en habernos “obligado” a volver al monte. Estos zonzos creen que nuestro pueblo no recuerda que hasta esa fecha la guerrilla era “un problema policial” según su propaganda, y que el Operativo Antiguerrillero se anunció como una campaña de 3 a 6 meses en la que aniquilarán las guerrillas de monte. La verdad es que nosotros nunca tomamos Famaillá ni ninguna ciudad de ese tamaño y que en ningún momento llegamos a la liberación de zonas. Antes y después de iniciado el Operativo nuestra Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez se asentaba y se asienta en el monte. Antes y después de iniciado el Operativo nuestra unidad realizaba y realiza incursiones al llano. La verdad es que la guerrilla de monte creció en los 9 meses que ya lleva el operativo y que el Ejército Opresor, no solo no nos aniquiló, sino que tuvo que retirar diezmados dos de sus mejores Regimientos, (el 19 y el 28), y reforzar el operativo con tropas de todo el país y hasta pedir auxilio a la Infantería de Marina. No negamos que afrontamos dificultades y sufrimos bajas, la más grave de las cuales en lo que va del Operativo fue la muerte heroica de 10 compañeros en San Gabriel, pero las bajas de ellos son muy superiores. Y es claro para todos que bajas y dificultades son inevitables en toda guerra. Otro de los argumentos que emplean esta vez es que muchos guerrilleros son de otras provincias. ¡Claro que sí! La lucha en Tucumán es de todos los trabajadores argentinos, de todo el país han acudido voluntarios. Y junto a los obreros, campesinos y estudiantes tucumanos que se han incorporado y se incorporan a la guerrilla, nuevos contingentes de revolucionarios seguirán acudiendo de todo el país en el glorioso afán de acelerar la formación del ejército popular regular que aniquilará al ejército opresor y respaldará la insurrección de todo el pueblo. Mienten asimismo que estamos aislados de la población, que nos aprovisionamos con paquetes que nos tiran de los trenes. Es de mentes francamente retrasadas dar esta argumentación, ya que es evidente que decenas de guerrilleros, que consumen centenares de kilos de alimentos por semana solo pueden mantenerse en la zona con el activo apoyo de gran cantidad de colaboradores máxime en la situación de extremo control enemigo, que revisa constantemente los paquetes de compras y hasta la mercadería que tienen en su casa los pobladores. Esta mentira sistemática que el enemigo difunde insistentemente con sus 635

Mario Roberto Santucho

poderosos medios de propaganda, tiene por fin desmoralizar a nuestro pueblo. Es necesario por ello contrarrestarla todos los días y por todos los medios con que cuenta el pueblo, desnudando sus mentiras y difundiendo las verdades revolucionarias de la prensa clandestina. DOS REGIONES ESTRATÉGICAS La generalización de la guerra civil es un hecho irreversible que no puede dejar de golpearnos a todos. Es claro que de ahora en más debemos reforzar nuestra mentalidad de guerra. Independientemente de que aún no debamos descartar la posibilidad de que el enemigo sea obligado a un breve paso atrás democrático, dado que la ebullición subterránea del movimiento de masas puede provocar un estallido incontenible para la represión. Pero ateniéndonos a los hechos, repetimos, debemos hacernos cargo de la generalización de la guerra y desde ese punto de vista encarar de una nueva manera la solución de distintos problemas de nuestra lucha revolucionaria. La unidad de los revolucionarios y del campo popular se convierte en una necesidad vital. Enfrentados al inmenso esfuerzo de una guerra total es más necesario que nunca concentrar todos los recursos militares y no militares para acelerar los avances en la construcción del Ejército del Pueblo Y del Ejército Político de las masas, herramientas que nos permitirán enfrentar en mejores condiciones al ejército de Videla y al gobierno antipopular y demás fuerzas contrarrevolucionarias. Cobra plena actualidad y valor el trabajo de movilización de los soldados conscriptos y sus familiares, para impedir su utilización como carne de cañón por la oficialidad asesina. Cada militante, cada patriota, tiene la responsabilidad de tomar el problema e influir sobre los conscriptos o futuros conscriptos y sus familias para alentar la organización de esta importante lucha. Contrarrestar la propaganda enemiga generalizando la justa desconfianza en las falsas informaciones preparadas por el ejército opresor que se encarga de difundir la prensa, y difundir la verdad revolucionaria de nuestros periódicos y volantes, es otra tarea de primera importancia en las nuevas condiciones. Desarrollar las guerrillas de monte para convertirlas en fuerzas armadas regulares requiere bases de apoyo en el campo y enormes recursos que serán proporcionados por todo nuestro pueblo; es un esfuerzo estratégico que acaba de inscribirse como una cuestión práctica, concreta, de primerísima e inmediata importancia. Comprendiéndolo, nuestro Comité Central “Vietnam Liberado” reunido el pasado mes de julio adoptó la resolución de definir Dos regiones estratégicas 636

Sus editoriales y escritos estratégicos

en nuestra patria, una las grandes ciudades (Buenos Aires, Gran Buenos Aires, ciudades industriales de riberas del Paraná, Rosario y Córdoba), y otra, las zonas rurales (Tucumán y otras provincias del norte con condiciones favorables para el desarrollo de guerrillas rurales). Ello implica modificar la distribución de las fuerzas, desplazando mayores recursos hacia Tucumán. Esta resolución se mantuvo hasta hora secreta y será publicada y explicada en el próximo número de El Combatiente. Entrar a la etapa de la generalización de la guerra, une y hermana con nuevos y más profundos lazos a los revolucionarios y a todos los sectores patriotas de nuestro pueblo. Hombro con hombro, desarrollando sus mejores virtudes y desplegando vigor, coraje, dinamismo, la clase obrera y el pueblo argentino, sabrán luchar sin desmayos por la independencia y la libertad, haciendo honor al heroico ejemplo de la generación de la primera independencia y de los centenares de combatientes y activistas que han caído gloriosamente en las primeras etapas de nuestra justa guerra.

Editorial El Combatiente N° 191. Miércoles 12 de noviembre de 1975 ANTE LA CRISIS DE LA BURGUESÍA, UNIDAD EN LA LUCHA DEMOCRÁTICA Y REIVINDICATIVA Mario Roberto Santucho Con el discurso de Isabel del miércoles 5 la crisis política de la burguesía experimentó un nuevo agravamiento. Recrudeció la ola de ataques al gobierno proveniente fundamentalmente del propio campo burgués político y militar recrudecieron asimismo los rumores de golpe. Nuestro Partido hizo pública una declaración por medios clandestinos llamando a levantar bien alto las banderas reivindicativas y democráticas, a unir amplios sectores democráticos, continuar luchando contra los atropellos a las libertades democráticas por este gobierno u otro similar con el que tratarán de reemplazarlo, y multiplicar los esfuerzos para avanzar en el desarrollo de las fuerzas revolucionarias políticas y militares. En esa declaración nuestro Partido aclara que no es el deber del pueblo argentino defender al gobierno de Isabel y que en cambio debemos resistir con 637

Mario Roberto Santucho

creciente vigor todo ataque a las libertades democráticas y al nivel de vida de las masas, sea perpetrado por este gobierno o por otro que lo reemplace. LA BURLA DE LOS AUMENTOS El martes 4 Cafiero anunció un mísero aumento de $ 150 mil. Ese aumento -que no conformó a nadie- fue trasladado de inmediato a los precios, con lo que en realidad resultó una verdadera burla al pueblo trabajador. El nivel de vida de los trabajadores argentinos sigue descendiendo por la ofensiva gubernamental-patronal contra los jornales y sueldos, pese a las enérgicas luchas que se libran. La situación económica a su vez, de acuerdo a la información estadística de los propios órganos gubernamentales y empresarios, no cesa de empeorar, la producción de petróleo, acero, automotores, etc., etc., continúa bajando. La tasa de inversión ha descendido a niveles mínimos. Puede afirmarse sin temor a error, que no hay posibilidades de estabilización capitalista por varios años, que la base objetiva para el desarrollo de nuestra revolución de liberación nacional y social se mantendrá como mínimo por un periodo de varios años. NUEVO IMPULSO DEL AUGE DE MASAS La lucha de las masas, principalmente de las masas obreras, se desarrolla con intensidad. La huelga minera de Sierra Grande se mantiene firme y entre los conflictos grandes que acaban de iniciare está la huelga por tiempo indeterminado de Salto Grande. En las últimas dos semanas se ha producido una notoria reactivación de las luchas obreras. Mercedes Benz, Transax, Fiat, IKA-Renault y numerosas fábricas y gremios, se han movilizado y se movilizan por distintas reivindicaciones. Esta intensificación de la lucha refleja en parte la agitación que bulle en las masas, hondamente preocupadas por la tremenda crisis económica y política que presiona negativamente sobre el nivel de vida popular. Debemos hacer todos los esfuerzos posibles para lograr que la combatividad de las masas se centralice, encuentre canalización, se unifique como en julio, en una sola y poderosa correntada. Porque un nuevo pronunciamiento masivo como el de julio, actuando sobre una situación política extremadamente inestable, ha de tener importantes consecuencias.

638

Sus editoriales y escritos estratégicos

AGUSTÍN TOSCO, TRIBUNO POPULAR El jueves 6 se conoció la desgraciada noticia del fallecimiento de Agustín Tosco. Es una gran pérdida para la clase obrera y el pueblo argentino que así lo sintió como lo demuestra el formidable cortejo de casi 15 mil personas que acompañó su féretro. El gringo Tosco fue un destacado dirigente clasista, un sindicalista revolucionario que aportó significativamente en su rica vida de luchador a la movilización, unidad y despertar político-ideológico de nuestro pueblo. Maduro, honesto, valiente, fue un ejemplo de luchador y tribuno popular que se ha ganado un sitio de honor en el corazón de su clase, la clase obrera, y de todo el pueblo argentino. Lo conocimos personalmente en Córdoba unos meses antes del Viborazo, en momentos álgidos de la lucha antidictatorial. Después nos encontramos en la cárcel, primero en Villa Devoto y posteriormente en Rawson, donde fue posible conversar largamente. Cuando la fuga de Rawson, fue puesto en conocimiento de nuestros planes y apoyó activamente la acción desde su pabellón. Liberado por la presión popular poco después de los fusilamientos de Trelew, fue el abanderado de la reivindicación de nuestros héroes a quienes recordó en infinidad de actos en distintos puntos del país. Los últimos años tuvimos la suerte de verlo varias veces, tanto o más firme aun en la lucha, entregando todo de sí a la causa socialista. En sus 45 años, gozaba de enorme popularidad, resumía gran experiencia, y estaba en condiciones de rendir a su clase, a su pueblo y a su patria, muy grandes y valiosos servicios revolucionarios. Acosado por la persecución gubernamental, no pudo cuidar su salud adecuadamente y fue presa de una enfermedad mortal. Su figura y su ejemplo quedará para siempre grabada en la clase obrera y el pueblo argentino, y su estilo de luchador incansable, hábil e indoblegable, inspirará a las nuevas camadas de activistas sindicales que lo reemplazarán en la lucha. PERSPECTIVAS Volvamos a la situación nacional. En medio de la histeria burguesa, todos los elementos críticos de la política nacional se han agudizado. Como vimos, la situación económico-social sigue haciéndose más grave. En Tucumán el Ejército Opresor sigue concentrando ingentes recursos de todo el país, que ha incluido la última semana la participación de una de las mejores escuadrillas de la Fuerza Aérea, en su infructuosa lucha contra la guerrilla rural. Y los planes militares de reorganizar el gobierno mediante el silencioso 639

Mario Roberto Santucho

reemplazo de Isabel han chocado momentáneamente con la negativa de la camarilla lopezreguista. Como dice la reciente declaración de nuestro Partido: “La crisis del gobierno nacional ha llegado al extremo. Ya no es sólo el Pueblo el que no aguanta más a este gobierno, sino que dentro mismo del campo enemigo, militares y políticos que hasta hace poco continuaban apoyándolo y escudándose en él para fundamentar la represión, proclaman ahora abiertamente la necesidad de reemplazarlo. Es tal el desprestigio e inutilidad del gobierno de Isabel que ha llegado a ser un estorbo para los imperialistas yankis y para los mandos del ejército opresor. El ambiente está lleno de rumores y aprestos golpistas. El partido militar y otros sectores burgueses contrarrevolucionarios preparan con dificultades un recambio. Tratan de que ese recambio sea “institucionalista” pero cada vez les resulta más difícil encontrar soluciones por ese camino y es cada vez más posible e inmediato un nuevo golpe militar, que amplíe la represión arremetiendo contra los partidos político democráticos, los sindicatos y comisiones internas, etc., etc., en una palabra que se lance al ataque de los restos de libertades democráticas que precariamente han logrado subsistir ante los desenfrenados embates del gobierno de Isabel. En esta situación nuestro Partido considera: 1) Que el pueblo argentino no puede ni debe sostener ni defender al gobierno antinacional y antipopular de Isabel, pantalla e impulsor de la bárbara represión policial, militar y terrorista que soportamos, y de la cruel ofensiva capitalista contra el nivel de vida de nuestro pueblo. 2) Que el golpe militar ya sea “institucionalista” o “antiinstitucionalista” lejos de ser una solución para los argentinos, persistirá en la escalada de súper-explotación y súper-represión iniciada por el actual gobierno. 3) Ante esta situación nuestro Partido levantará más alto las justas consignas reivindicativas y democráticas del momento: Plena vigencia de la libertades democráticas de reunión, asociación, prensa, etc.’ etc.’ Levantamiento del estado de sitio. Libertad inmediata de todos los presos políticos. Congelamiento de los precios. Salario mínimo de 1.000.000 y aumento masivo inmediato de $ 500.000. 4) Nuestro Partido realizará todos los esfuerzos posibles para unir en la lucha a los más amplios sectores democráticos que coincidan con el programa antedicho, e impulsará la movilización de masas por ese programa. 5) Nuestro Partido considera que no hay otra salida inmediata favorable al pueblo, en las actuales circunstancias que la convocatoria a una Asamblea 640

Sus editoriales y escritos estratégicos

Constituyente Libre y Soberana. La crisis que vivimos es la crisis de un sistema, y sólo puede encontrarse un camino de solución por medio de la deliberación de toda la nación. Todos los argentinos debemos discutir cómo salir de la crisis, cómo organizar bien el país, cuáles son los cambios de fondo que la Argentina necesita, es decir, todos los argentinos debemos deliberar en una amplia y representativa Asamblea Nacional Constituyente”. Tal es la situación actual y tal la posición que sostiene nuestro Partido.

Editorial de El Combatiente N° 193. Miércoles 26 de noviembre 1975 LA SITUACIÓN ACTUAL Y NUESTRAS TAREAS Mario Roberto Santucho En un esfuerzo por conjurar la enorme inestabilidad de su gobierno, el peronismo anunció el anticipo de las elecciones generales programadas para 1977, que se realizarían el último trimestre de 1976 simultáneamente con las elecciones de Diputados Constituyentes. Paralelo a esos anuncios, los mandos de las FFAA Contrarrevolucionarias han ordenado operativos en numerosas ciudades de todo el país, con lo que “salen a la calle” nuevamente en operaciones antiguerrilleras. La posición de nuestro Partido ante estos cambios en la situación política está resumida en la Declaración que se publica en este número y que sintéticamente sostiene: “Paralelamente al anuncio electoral las FFAA contrarrevolucionarias han intensificado la represión, con operativos masivos desplegados en distintos puntos del país, entre los que se destaca el bárbaro atropello a los trabajadores de Sierra Grande. Como en la época del GAN, al mismo tiempo que entreabren las posibilidades democráticas, los capitalistas multiplican los esfuerzos represivos con el inalcanzable propósito de impedir el desarrollo de las fuerzas revolucionarias. Y también como en la época del GAN el grado de concesiones democráticas que finalmente se conquisten, dependerá fundamentalmente de la potencia que alcance la lucha popular, armada y no armada. Por ello es que debemos mantener e intensificar el accionar guerrillero y redoblar simultáneamente la lucha democrática y reivindicativa”.

641

Mario Roberto Santucho

CAUSAS Y LÍMITES DE LAS POSIBILIDADES DEMOCRÁTICAS La crisis económica del capitalismo y el incesante avance de la lucha revolucionaria de nuestro pueblo son -como sabemos- las causas de fondo que posibilitan la conquista de libertades democráticas pese a la situación de guerra civil que vive nuestra patria. Los imperialistas yankis, los grandes capitalistas argentinos y los mandos militares se dan cuenta que es impracticable en estos momentos establecer la férrea dictadura que necesitarían para aplastar nuestra revolución, debido a la enorme y creciente movilización popular. Por ello es que en busca de mejores condiciones es posible que los enemigos de nuestro pueblo se vean obligados a ceder en el terreno democrático. Un proceso electoral democrático no es favorable a explotadores y opresores, pero tampoco es en estos momentos un peligro mortal para el capitalismo argentino. Porque dada la juventud del proceso revolucionario en marcha, el pueblo argentino no cuenta con amplias corrientes políticas consecuentemente revolucionarias organizadas a nivel nacional, capaces de conseguir una victoria trascendente en las urnas; ni siquiera tenemos como nuestros hermanos chilenos, fuertes partidos como los de la Unidad Popular, progresistas, democráticos y genuinamente antiimperialistas. Por eso es que es posible que los yankis y sus socios no se opongan a la democratización, pese a que están decididos a defender con uñas y dientes al injusto y retrógrado capitalismo argentino. ELECCIÓN Y GOLPE En la experiencia internacional encontramos algunas situaciones que sin duda el enemigo tendrá en cuenta e intentará repetir aquí. Por ejemplo, los casos de Chile y Uruguay: en Chile aceptaron a regañadientes la instalación del gobierno de Allende para socavarlo por dentro trabajar por su desprestigio, dividir al pueblo, preparar su propia fuerza policíaca y militar y conseguir base social para el golpe pinochetista; en Uruguay organizaron electoralmente las fuerzas derechistas y lograron derrotar al Frente Amplio; en Indonesia tuvieron que permitir el ascenso de Sukarno y prepararon también con éxito un sangriento golpe militar contrarrevolucionario. En la Rusia Revolucionaria, en cambio, el Partido Bolchevique de Lenin, supo explotar al máximo las concesiones democráticas, llegar a las más amplias masas y reforzar considerablemente sus fuerzas e influencia que lo llevaron a la victoria. 642

Sus editoriales y escritos estratégicos

En el proceso electoral que se aproxima los explotadores y opresores presentarán sus candidatos contrarrevolucionarios e intentarán dividir las fuerzas democráticas y patrióticas, con la esperanza de obtener un triunfo electoral que justifique la represión a ultranza. Y si fueran derrotados por un Frente Democrático y Patriótico iniciarán de inmediato su labor de zapa para desprestigiar al gobierno, dividir al pueblo e instrumentar un golpe como el de Chile e Indonesia. En el caso de nuestro país, dadas las condiciones objetivas (crisis económico-social) y subjetiva (desarrollo de las fuerzas revolucionarias), lo más probable es que el enemigo se vea obligado a intentar su golpe en poco tiempo, quizás en menos de un año. EL CAMPO DEL PUEBLO La clase obrera y el pueblo argentinos, han logrado grandes avances en los últimos años de lucha revolucionaria y cualquiera de las variantes que se den, ya sea un nuevo golpe represivo que no está descartado o un paso atrás democrático del enemigo, nuestro desarrollo revolucionario no se detendrá. La politización de los argentinos aumenta día a día: crecen constantemente los contingentes de elementos revolucionarios que surgen de la clase obrera y el pueblo; las fuerzas materiales de las organizaciones revolucionarias se multiplican; y ante el salvajismo represivo del enemigo y el latrocinio institucionalizado que lleva a la ruina a la nación, profundos lazos unitarios políticos y solidarios se van estableciendo ampliamente a lo largo y a lo ancho de la Patria. En una palabra nuestro pueblo está en condiciones de afrontar con éxito la represión, de presionar eficazmente por libertades amplias, de presentar batalla electoral con perspectivas de triunfo, de aprovechar plenamente las posibilidades democráticas, sobre la base de la unidad y la combatividad. LAS TAREAS DEL PARTIDO La reedición “corregida” del GAN que estamos viviendo, con sus características de activación electoral y represión creciente simultáneas, modifica considerablemente a nuestro favor la situación del teatro de guerra. Empantanado en Tucumán el Ejército Opresor se vio obligado a movilizarse en todo el país reactualizando brutalmente su imagen de enemigo de todo el pueblo. Particularmente la criminal agresión a los obreros de Sierra Grande y los anuncios de represión a la “guerrilla industrial” desnudan la esencia antiobrera, antipopular y procapitalista de las operaciones militares enemigas. Con 643

Mario Roberto Santucho

ello se amplía la repercusión política del accionar guerrillero. Al mismo tiempo, el anticipo electoral actualiza y activa la lucha por las reivindicaciones económicas y las libertades democráticas, entre ellas y para nosotros en primer lugar, la justa lucha por la libertad de todos los presos políticos y sociales. Conscientes de que hemos entrado ya en un proceso de generalización de la guerra civil, proceso que puede ser contenido momentáneamente por un breve lapso con la posible apertura democrática, pero continuará indefectiblemente ya que contamos con condiciones extremadamente favorables, nuestro Partido y todo el campo obrero y popular, tienen planteados los siguientes ejes de tareas: 1. En el terreno legal y semilegal. Intervenir de lleno en el proceso preelectoral levantando las banderas de las libertades democráticas ya señaladas, alentando el debate popular sobre la organización del país (Asamblea Constituyente) luchando por la estructuración de un Amplio Frente Electoral Democrático y Patriótico, con el objetivo central de rescatar a los combatientes de la libertad prisioneros y llevar las ideas revolucionarias a las más amplias masas. 2. En el terreno militar. Hacer frente con tenacidad la movilización militar enemiga golpeando con dureza en el campo y la ciudad, aprender a combatir combatiendo, proteger con estilo guerrillero las fuerzas propias y acelerar la acumulación de fuerzas y la consolidación y construcción de unidades guerrilleras rurales y urbanas. 3. En el terreno de la organización. Multiplicar el esfuerzo y la eficacia en la organización del Partido y su vinculación con las masas obreras y populares, garantía fundamental para el éxito de las actividades revolucionarias. La lucha de clases, el proceso revolucionario argentino, toma un ritmo más acelerado. Así se acercan y acrecientan las posibilidades de liberar a nuestra Patria y a nuestro pueblo de la explotación y la opresión. Así se hacen también más gloriosas y sacrificadas las responsabilidades de los revolucionarios. Siguiendo con firmeza, serenidad, combatividad y determinación el ejemplo del Comandante Guevara, del Negrito Fernández y de nuestros héroes y mártires, cumpliendo como un solo hombre la línea y resoluciones de nuestro Partido, avanzaremos paso a paso hacia la victoria.

Editorial de El Combatiente N° 194. Miércoles 3 de diciembre de 1975 AUGE DE MASAS Y CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO

644

Sus editoriales y escritos estratégicos

Mario Roberto Santucho La crisis económica, social y política del capitalismo argentino sigue profundizándose. En lo económico persiste la recesión y el estancamiento en las principales ramas de producción, sigue cayendo la inversión, el proceso inflacionario no ha sido contenido y el salario real ha caído a su nivel más bajo en los últimos 15 años, según las poco confiables estadísticas oficiales. El Partido Militar y el Partido Justicialista no logran llevar adelante ninguna de sus soluciones de emergencia, enterrándose más con cada nuevo paso que intentan. La crisis y la división en las estructuras del gobierno, de los empresarios, del Partido Peronista, de la burocracia sindical, sigue agudizándose. Las hienas se pelean a dentelladas para sacar la mayor tajada posible de la situación. Entretanto, la bronca generalizada que ha ganado a nuestro pueblo y que cada día se hace mayor ante el desquiciamiento capitalista de la patria, se expresa en una nueva ola de movilizaciones obreras y populares. Las huelgas de Sierra Grande y Río Turbio en la Patagonia aplastadas momentáneamente por la bota militar, la huelga de Salto Grande en el Litoral, la movilización nacional de los obreros mecánicos del SMATA, luchas de calles como la de los abnegados y combativos vecinos de Quilmes cuya justa movilización por el problema del agua fue baleada a mansalva por la policía e infinidad de luchas sectoriales como las de YPF, Gas del Estado, Petroleros Privados, Transportistas de Nafta, etc., etc., presentan el alentador panorama de un aguerrido pueblo que lejos de amilanarse por la brutal represión militar-policial y paramilitar, pone en movimiento nuevas fuerzas y continúa jaqueando sin pausa a (faltan tres palabras cortadas en la fotocopia) AUGE DE MASAS Y CONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO El sostenido auge de la lucha obrero-popular, genera incesantemente recursos revolucionarios, es una inmensa e inagotable usina que alimenta generosamente a las fuerzas revolucionarias surgidas en su seno. Por eso es que la represión fracasará, porque los puestos de combate de los centenares de muertos y los miles de detenidos en los últimos dos años han sido cubiertos en exceso por miles de nuevos revolucionarios que se han incorporado, se incorporan cada día y otros buscan ansiosamente el esperado contacto con las organizaciones ilegales de combate, porque cada héroe popular que derrama su límpida sangre es tomado de inmediato como ejemplo por miles de argentinos, potenciales combatientes revolucionarios. En ese marco, contamos con condiciones excepcionalmente favorables para 645

Mario Roberto Santucho

el pleno éxito de nuestra tarea revolucionaria Nº 1, la construcción del PRT, del Partido proletario marxista-leninista de combate, capaz de dirigir todas las formas de lucha popular. Capaz de unirlas en un sólo haz convirtiéndolas en irresistible ariete, capaz de conducir al pueblo argentino a su victoria revolucionaria total y definitiva. EL PARTIDO Y LAS MASAS El PRT es parte de la clase obrera y el pueblo, del pueblo surge y a él se debe, defendiendo los intereses de todos a partir de los intereses de la clase obrera. Pero al mismo tiempo que está indisolublemente unido a las masas, se diferencia de ellas, se va construyendo como organización diferenciada, como destacamento de avanzada de la clase obrera. Porque para luchar exitosamente por los intereses históricos obrero-populares, es necesaria la teoría revolucionaria científica, es necesaria la acumulación de experiencias, es necesaria una gran exactitud y persistencia en la línea política revolucionaria. Interpretando a las masas, el Partido debe marchar siempre al frente, previendo la táctica enemiga, señalando el camino correcto y organizando la lucha en base a su justa línea. Para interpretar a las masas y beber de ellas el vigor y la energía indomable, el Partido debe permanecer siempre íntimamente unido a ellas. Para prever las maniobras enemigas, apreciar exactamente las posibilidades, luchar contra la represión política y organizar correctamente la lucha, el Partido debe diferenciarse, mantener la serenidad y objetividad, dominar el marxismo-leninismo, aplicar creadoramente y contar con elementos de organización seguros, propios y abundantes. Así, con la cabeza fría y el corazón caliente, fundido en las masas y delimitado exactamente en su organización, el Partido estará en condiciones de conducir victoriosamente la lucha del pueblo argentino. LOS REVOLUCIONARIOS PROFESIONALES La estructura del edificio del partido está constituido por sus militantes, revolucionarios profesionales, organizados en tríos. Los militantes son revolucionarios profesionales porque se han dedicado en cuerpo y alma a la lucha revolucionaria, han hecho del ideal revolucionario su profesión, se han formado aprendiendo en la vida de Partido los distintos “oficios” de la profesión revolucionaria, y entre ellos uno principal que debe dominar todo militante: el método conspirativo para afrontar exitosamente la represión política. El carácter 646

Sus editoriales y escritos estratégicos

profesional del militante es insustituible para lograr éxito en la difícil labor revolucionaria de la clase obrera y el pueblo que tiene ante sí la titánica tarea de demoler, aniquilar, sin contar con fuerzas materiales iniciales, un formidable aparato contrarrevolucionario político-económico-cultural-militar construido durante años por los capitalistas. Militantes probados, aguerridos y capacitados, pueden sostener y desarrollar la organización cualesquiera sean los obstáculos que haya que superar. Para el militante del Partido nada es imposible no hay fuerza humana capaz de doblegarlo, ni dificultad o sufrimiento que lo desmoralice. Esa moral, experiencia y capacidad del revolucionario profesional, es el cimiento de granito sobre el que se asienta la organización del Partido Revolucionario. RAMIFICACIONES ENTRE LAS MASAS Pero la efectividad del trabajo partidario cotidiano del revolucionario profesional está en relación directa con la ramificación de su trío entre las masas. Mientras [más ramificada sea la] organización de base entre las masas más producirá el esfuerzo militante. Porque es el lector, que recibe este periódico y demás materiales del Partido semana a semana, quién contribuye masivamente con su opinión cotidiana a difundir la línea del Partido, a prestigiar la organización desmentir las mentiras y calumnias contrarrevolucionarias y propagar la verdad revolucionaria; él es también quien escucha opiniones, descubre los elementos revolucionarios que surgen, y sirve de nexo así entre las masas y el Partido, proporcionando al militante nuevos recursos para organizar. El simple lector de El Combatiente aparentemente inactivo, que comparte la línea del Partido y recibe religiosamente el periódico todas las semanas, es una antena entre las masas de inestimable valor para el Partido, que transmite las opiniones revolucionarias y contribuye a recibir los aportes de las masas. SIMPATIZANTES, COLABORADORES Y CONTACTOS Entre el militante profesional y el lector se extiende una faja de simpatizantes, colaboradores y contactos, que constituyen la periferia de la organización; son en sí también “antenas” entre las masas y hacen de correa de transmisión para que las ramificaciones de la célula de base, sean muy extendidas. Porque indudablemente por sí solo el revolucionario profesional sólo podría vincularse regularmente con un número muy reducido de lectores, mientras que esa posibilidad se multiplica gracias al accionar de los simpatizantes, colaboradores y 647

Mario Roberto Santucho

contactos. Estos compañeros, que comparten ardientemente la línea del Partido, no han logrado dedicar todos sus esfuerzos a la militancia, no han logrado ser revolucionarios profesionales, pero son también miembros del Partido, sin las obligaciones ni derechos de los militantes, pero dinámicos en su actividad revolucionaria. EL COMITÉ CENTRAL DE SEPTIEMBRE DE 1974 Una de las resoluciones del Comité Central Antonio del Carmen Fernández reunido en septiembre de 1974 estableció el siguiente diagrama orgánico para las células: “Cada célula es un trío, es decir cuenta con 3 militantes y aspirantes (dispuesto hacer revolucionario profesional, pero aún en período de prueba); 12 simpatizantes (4 por cada militante) como mínimo y 24 lectores (dos por cada simpatizante) como mínimo.” Esta resolución organizativa tiene el objetivo -cómo se ve- de lograr una organización de base sólida y muy ramificada. Su aplicación por la que debemos luchar constantemente en todos los frentes y cultivar con esmero allí donde se esté aplicando, es de vital importancia para lograr una organización sólida, bien delimitada y capacitada para la lucha, con extensas y profundas ramificaciones. Y mientras más fuertes y ramificadas sean las células de base del Partido más cerca estaremos de contar con la organización de revolucionarios que removerá el injusto capitalismo argentino, realizará la revolución nacional y social, e iniciará la construcción del luminoso porvenir socialista de nues- (falta el final en la fotocopia)

Editorial de El Combatiente N° 199. Miércoles 14 de enero de 1976 LUCHA A MUERTE CONTRA EL OPRESOR Mario Roberto Santucho La formidable protesta del pueblo de Córdoba a la ola de secuestros perpetrados los últimos días por bandas terroristas paramilitares expresa la gigantesca indignación y enorme combatividad del pueblo argentino ante la barbarie represiva del ejército opresor. 648

Sus editoriales y escritos estratégicos

Una vez más la clase obrera y el pueblo cordobés se yerguen virilmente por una justa causa, mostrando plena disposición a enfrentar por todos los medios posibles a los enemigos de nuestra Patria, a los agentes del gran capital imperialista, perro guardián del imperialismo yanki, la criminal oficialidad de las FFAA contrarrevolucionarias. En dos noches 20 hombres y mujeres del pueblo fueron secuestrados en la Capital mediterránea por efectivos paramilitares del Comando Libertadores de América nombre con que actúa ahora la odiada Triple A. Esta ola de secuestros digitada a ojos vista por los mandos del Tercer Cuerpo que encabeza Luciano B. Menéndez, es la forma feroz en que se expresa el odio de los criminales jefes y oficiales represores contra el combativo pueblo cordobés que no pueden ni podrán doblegar. RESPUESTA OBRERA Y POPULAR Inmediatamente los trabajadores municipales paralizaron sus tareas, lo mismo que los obreros de Grandes Motores Diesel, Perkins, Thompson Ranco, Fiat Materfer, Fiat Concord, IKA-Renault, Sancor y otras fábricas; parte del comercio cerró sus puertas; la Comisión de Gremios en Lucha declaró su repudio a los secuestros paramilitares y todo el pueblo de Córdoba se agitó bramando su indignación, mientras delegaciones de diputados radicales y el obispo Primatesta, se dirigieron valientemente al General Menéndez, asesino de guante blanco, virtual padrino de los comandos contrarrevolucionarios, pidiendo la aparición de los secuestrados y el castigo de los secuestradores. Hoy lunes, se realizarán asambleas de distintos gremios para analizar la forma de seguir la lucha contra el terrorismo represivo. El estado de ánimo del pueblo cordobés da para frenar en seco al criminal Menéndez y sus secuaces, como se hiciera con Uriburu en las gloriosas jornadas del “Viborazo”. Pero es necesario contar con un centro que convoque a la movilización amplia, interpretando el sentimiento de los trabajadores cordobeses. LA LUCHA CONTRA EL OPRESOR ES A MUERTE En todo el país, la intensificación de la represión militar y paramilitar, con el Ejército en las calles y sus bandas criminales actuando desembozadamente, golpea a sectores amplios de nuestro pueblo. Porque en el proceso de generalización de la guerra revolucionaria que vivimos, el choque entre la clase obrera y el pueblo argentino por una parte y las oscuras fuerzas reaccionarias de las 649

Mario Roberto Santucho

FFAA proimperialistas por otra, crece en envergadura y encarnizamiento. Mal que les pese a los pequeños burgueses cobardes y vacilantes el proceso de guerra revolucionaria se desarrolla vigorosamente en nuestra patria. Amplios y crecientes sectores del pueblo trabajador cobran conciencia de que la lucha es total y toman partido cada vez más abiertamente por las fuerzas revolucionarias político-militares, mientras la oficialidad asesina del Ejército opresor consciente del repudio popular que la rodea descarga brutalmente contra el pueblo argentino, el feroz odio irracional propio de la injusta causa capitalista-imperialista que defienden. Por ello es que cada vez más la lucha contra el enemigo sólo puede librarse con efectividad desde las filas de las organizaciones revolucionarias. Por ello es que cada vez son más numerosos los contingente de luchadores que buscan incorporarse a nuestras filas cubren velozmente las caídas y aportan nuevos y valiosos recursos. OTRA VEZ SOBRE MONTE CHINGOLO Se hace necesario volver a referirnos a los hechos de Monte Chingolo. En primer lugar para informar que el total de bajas sufridas por nuestra organización en esa acción fue en definitiva de 47 compañeros entre muertos y desaparecidos. En el editorial del 31 de diciembre de 1975 dábamos un total de 61 bajas, (entre muertos, detenidos y desaparecidos). Desde entonces para gran alegría de nuestra militancia volvieron progresivamente a sus puestos de combate 14 compañeros más, muchos de ellos heridos, después de vivir verdaderas odiseas de las que salieron con vida gracias al cálido y emocionante apoyo popular. De los detenidos no apareció ni fue reconocido ninguno y es posible que algunos de ellos estén vivos aún en las mazmorras secretas del Ejército Opresor. Pasados unos días y recibida toda la información del desarrollo de la acción (que se publicará parcialmente en nuestros periódicos), los hechos cobran nueva luz. El ejemplar heroísmo de nuestros compañeros, asombra y enseña, no sólo demostraron un arrojo y combatividad extraordinarios, sino que en el momento de la muerte, sin excepción, conservaron lúcida serenidad, alentando a los compañeros que los rodeaban, vivando a su pueblo y a su organización, orgullosos de derramar su sangre inmortal por la justa causa de la liberación de los argentinos. Los Héroes de Monte Chingolo continúan y enriquecen una gloriosa tradición que garantiza el triunfo final de la revolución socialista. Podemos honrar su memoria, con el párrafo que Carlos Marx dedicó a los combatientes de la Comuna de París. “Sus mártires, tienen su santuario en el gran corazón de la clase obrera. 650

Sus editoriales y escritos estratégicos

Y sus exterminadores han sido ya elevados por la historia en una picota eterna”. El activo apoyo popular a nuestros combatientes en el terreno fue verdaderamente decisivo para la retirada del grueso de nuestros compañeros, muchos de ellos heridos, con armas, con las ropas destrozadas y signos evidentes del violento combate recién librado. Pero no solamente la ayuda material fue generosa y arriesgada. Nuestros compañeros encontraron profundo interés por nuestra lucha y deseos expresos de unirse a nuestras filas, en esos álgidos momentos en que todo el poder de las tres Fuerzas Armadas enemigas se volcaba masivamente en la zona. La reacción posterior que nuestro Partido fue palpando posteriormente en las grandes fábricas y otros sectores obreros y populares no es menos significativa. Comentados masivamente los hechos por las masas, predominó la alegría por la envergadura de las fuerzas guerrilleras que se logró movilizar y el repudio a la barbarie de los militares. Y en los sectores a que nuestra organización puede llegar directamente prevaleció nítidamente la solidaridad, el ansia de estrechar filas y la determinación de numerosos compañeros de solicitar la incorporación a las filas del ERP. Contrastando dramáticamente con la pureza y entrega de los guerrilleros, la actuación de la oficialidad asesina asombró por su vileza y ferocidad subhumanas. Nuestros compañeros detuvieron varios soldados, les quitaron las armas y los dejaron en libertad y sin ningún rasguño; en cambio por orden de los criminales de guerra Videla y Harguindeguy, los oficiales opresores asesinaron a todos los guerrilleros heridos, masacraron decenas de inocentes villeros, cortaron las manos de todos y se ensañaron con sus cuerpos inertes. NUEVAS MENTIRAS SOBRE TUCUMÁN Reiniciando su campaña de mentiras, la prensa burguesa informó con grandes titulares la muerte de 14 guerrilleros en las selvas tucumanas. La verdad fue que el día en que los diarios anunciaban tantas bajas nuestras, un grupo de compañeros de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez cayó en una emboscada enemiga. Iniciado el fuego enemigo nuestros compañeros se retiraron sin ninguna pérdida, y mientras se alejaban sin problemas de la zona escucharon por largo rato gran cantidad de disparos enemigos que provenían de distintos puntos cercanos. Posteriormente, campesinos de la zona hablaban de 8 militares muertos. Nuestros compañeros informan que no tienen ninguna certeza, pero que es probable que el enemigo haya cruzado el fuego de distintas posiciones, produciéndose bajas así mismo. Tanto en Tucumán como en Córdoba, Rosario, Buenos Aires, etc. etc. La represión que se ensaña con al pueblo no logra ni logrará doblegar la combatividad de la clase obrera y el pueblo 651

Mario Roberto Santucho

argentino. Por el contrario, como herederos de heroicas y puras tradiciones, los mejores elementos del pueblo argentino toman las armas guerrilleras, se unen a la rebelión mientras amplias capas de millones de personas se disponen a participar en la lucha, a ingresar o colaborar con las fuerzas revolucionarias. Cada día es más evidente a los ojos de nuestro pueblo que el camino de la salvación nacional y popular es el camino de la guerra revolucionaria.

Editorial El Combatiente N° 200. Miércoles 21 de enero de 1976 CUBA Y EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO Mario Roberto Santucho El Primer Congreso del Partido Comunista Cubano celebrado en La Habana entre el 17 y 22 de diciembre pasado, constituye un hito (una palabra ilegible) en la historia de la revolución socialista latinoamericana. Demostró al mundo un partido proletario maduro, consolidado, consciente de sus enormes responsabilidades revolucionarias nacionales e internacionales y dotado del fresco, puro, inmarcesible y vigoroso espíritu internacionalista y revolucionario, propios de los marxistas-leninistas, que siempre lo caracterizó. Este Congreso es la culminación de un formidable y original proceso de construcción revolucionaria, que atravesando toda clase de dificultades, superando déficits y corrigiendo errores, dio por resultado un sólido partido, con una dirección leninista clarividente y de acero, un partido enraizado en la masa que se nutre y a la vez alimenta el extraordinario espíritu combativo y revolucionario de la clase obrera y el pueblo cubano, un partido patriota, orgulloso cultor de las gloriosas tradiciones nacionales que labora incansablemente en todos los terrenos por la grandeza de la patria y está presto a vertebrar indoblegable resistencia a cualquier tipo de agresión imperialista, un partido internacionalista dispuesto a dar su sangre por la lucha liberacionista de otros pueblos hermanos. EL PARTIDO El Partido Comunista de Cuba cuenta con poco más de 200 mil militantes y aspirantes de los cuales un 52.5% son obreros que trabajan en la producción 652

Sus editoriales y escritos estratégicos

(agropecuaria, industrial y construcción) 7,5 empleados y obreros de la educación y de la Salud Pública y 40% con funciones de dirección política y administrativa; la gran mayoría de estos últimos de origen obrero. Los militantes del Partido surgen de la masa avalados por ésta, ya que el método de incorporación de nuevos aspirantes incluye la consulta a las masas, anualmente cada centro de trabajo elige en asamblea una cantidad de candidatos a militantes del Partido, honrando con ese mérito a los mejores compañeros. La masa de los candidatos al Partido surgidos de los centros de trabajo es la vanguardia sobre la que el Partido se vuelca a captar los nuevos compañeros. El funcionamiento centralista-democrático de todos los organismos del Partido, la política de formación de cuadros la delimitación de funciones del Partido y del Estado, son elementos fundamentales que dinamizan y vigorizan el Partido, y sumado a esa estrecha relación con las masas, lo hacen completamente apto para cumplir cabalmente sus grandes y complejas responsabilidades revolucionarias. PODER POPULAR A partir de la experiencia realizada en la Provincia de Matanzas en 1974 y 1975, el Congreso del Partido resolvió extender gradualmente la constitución de los órganos de Poder Popular a todo el país. Ese poder popular, que verdaderamente favorece la participación de todo el pueblo en las cuestiones estatales, se asienta sobre Asambleas de delegados y diputados municipales, provinciales y nacionales, elegidos por votación directa, con obligación de rendir cuentas periódicamente a sus electores y con mandatos revocables por asamblea de los mismos electores. Los pasos dados en la construcción del Partido, en la edificación del Poder Popular y los notables éxitos logrados en lo económico y social constituyen un gran triunfo de la clase obrera y el pueblo cubanos, vanguardia de la revolución latinoamericana, qué desbroza e ilumina el camino de nuestros pueblos hacia la liberación nacional, social, hacia la revolución socialista. INTERNACIONALISMO PROLETARIO Bajo el signo glorioso de la desinteresada contribución de sangre que el pueblo cubano está aportando al pueblo angoleño en su lucha contra la intervención imperialista, el tradicional espíritu internacionalista de la Revolución Cubana brilló intensamente a lo largo del Congreso, y particularmente en el 653

Mario Roberto Santucho

discurso del Comandante Fidel Castro que reproducimos en este número. Fidel ratificó una vez más que la política leninista de coexistencia pacífica entre países de distintos sistemas sociales a que adhiere el PC Cubano, no implica la renuncia a la línea principista de contribuir a la justa causa liberacionista de los pueblos explotados y oprimidos. La pérfida intención del imperialismo yanqui y sus secuaces de condicionar la reapertura de relaciones y la reanudación del comercio a la disminución del apoyo y la contribución cubana a las luchas de otros pueblos del mundo, ha topado con una valla infranqueable: el arraigado internacionalismo proletario del pueblo y el PC de la heroica isla del Caribe. Esta nueva y tajante reiteración internacionalista estimula a las masas y a las vanguardias revolucionarias de nuestro continente y del mundo en su lucha a muerte contra la explotación y la opresión capitalista imperialista. Con el ejemplo y el estímulo del Primer Congreso del PC Cubano, hermano mayor de las fuerzas revolucionarias latinoamericanas, los revolucionarios argentinos redoblaremos nuestra dedicación combativa, intensificaremos el esfuerzo revolucionario por derrotar al enemigo burgués imperialista y conquistar para nuestro pueblo el mismo futuro de felicidad colectiva que vive en el socialismo el heroico pueblo cubano.

Editorial de El Combatiente N° 206. Miércoles 3 de marzo 1976 ¿A DÓNDE VAN LOS MILITARES? Mario Roberto Santucho En medio de las idas y venidas del gobierno y del partido de gobierno, de la agitación de la oposición para encontrar una salida institucionalista los mandos de las FFAA contrarrevolucionarias multiplican sus reuniones sin ocultar los preparativos golpistas. Paralelamente, sin ningún interés en defender al gobierno antipopular de Isabel, comprendiendo que el incremento represivo que producirá el golpe en cuya preparación están empeñados los militares no cambiará cualitativamente la brutal represión actual, la clase obrera y el pueblo argentino no presta suficiente atención a la amenaza golpista y por tanto resulta muy difícil en las condiciones de pasividad de la burocracia sindical que controla la CGT, lograr una potente movilización que paralice el golpe y abra posibilidades de democratización. 654

Sus editoriales y escritos estratégicos

Nuestro Partido sostiene la necesidad de frenar el golpe con una gran activación de la lucha popular armada y no armada y pondrá todo de sí para contribuir en esa dirección, pero nuestras posibilidades son limitadas. Nuestro Partido sostiene así mismo que lo fundamental de todas maneras es no temerle al golpe militar porque como ya lo señalamos el paso que pretenden dar los militares es una irracional aventura condenada de antemano a un estrepitoso fracaso; porque abrirá una nueva y fundamental etapa de nuestro proceso de guerra revolucionaria; porque los argentinos debemos prepararnos para la guerra total de resistencia prolongada. Y uno de los aspectos de esa preparación es analizar cómo lo haremos enseguida el efecto que el golpe tendría en cuatro elementos fundamentales de la política argentina a saber: a) Frente a las masas; b) En la economía; c) En las relaciones internacionales; d) Dentro del campo burgués FRENTE A LAS MASAS POPULARES La clase obrera y el pueblo argentino en la escuela de la lucha de clases, del proceso de guerra revolucionaria que vivimos, experimenta grandes cambios, desarrolla nuevos niveles de combatividad y conciencia. Ya no es el mismo pueblo que temía el poderío del ejército opresor, que esperaba solución a los problemas por parte de alguna “espada salvadora”. Ya no es el mismo pueblo que en 1966 observó con esperanzas el siniestro golpe militar de Onganía. Hoy nuestro pueblo identifica con más claridad que nunca a sus verdaderos enemigos, crece en su odio a la oficialidad asesina y en la simétrica simpatía y apoyo a los combatientes guerrilleros; sabe que el ejército opresor puede ser enfrentado y derrotado; comprende crecientemente que la liberación de los trabajadores y la patria, sólo puede ser obra de los trabajadores mismos y sus organizaciones revolucionarias. El posible golpe militar y la bestial represión antiobrera y antipopular que le precede y le seguirá hará desbordar la copa del justo odio de masas contra los milicos criminales y sus bandas que se ha venido incubando y acumulando en estos años de dura lucha. Los ataques al gremialismo combativo y clasista e incluso a sectores burocráticos, particularmente en la persecución a activistas fabriles y la agresión armada a las movilizaciones obreras, que ya son moneda corriente y que se generalizarán aún más con una Dictadura Militar en el poder, lejos de aplastar las 655

Mario Roberto Santucho

luchas obreras les exige y exigirá mayor potencia, nuevos métodos más hábiles y efectivos, más cercanos que nunca a los métodos clandestinos y guerrilleros. La clase media sufre y sufrirá también como la clase obrera tanto el impacto de la crisis económica como las restricciones totales a las libertades públicas, propias del golpe reaccionario que se prepara. Atenaceada por la crisis y amordazada por la conculcación de las libertades democráticas, la numerosa clase media argentina volverá sus ojos hacia las fuerzas revolucionarias, comprenderá mejor la lucha guerrillera, se verá enfrentada y reprimida por el desenfreno represivo y sumará importantes contingentes a la lucha apoyando y sosteniendo con creciente vigor el heroico combate liberacionista y socialista. Las masas villeras y el campesinado pobre, valiosos aliados naturales del proletariado padecerán por la crisis económica y serán blanco también como hasta ahora de constantes ataques represivos intensificados por un gobierno militar dictatorial y sabrán organizar la resistencia en villas y poblados aportando una cuota de gran significación a la causa liberacionista y socialista del pueblo argentino. Frente a amplias masas populares relativamente experimentadas, politizadas y en pie de lucha, la aventura golpista carecerá de objetivos fáciles donde golpear y se verá cercada por una resistencia total y prolongada. Cada crimen y atropello generará mayor resistencia y las FFAA contrarrevolucionarias se verán obligadas a movilizar todo su poderío que día a día será más y más insuficiente. En una palabra, la Dictadura Militar que se prepara quedará completamente aislada, se enfrentará a un pueblo decidido que se volcará masivamente a favor de la lucha revolucionaria. EN LO ECONÓMICO Con una economía desquiciada por su deformación estructural, el nefasto y expoliador control de las empresas imperialistas en las principales ramas productivas, la vulnerabilidad respecto a la economía internacional, el tremendo impacto de la crisis mundial y el vigoroso desarrollo de la lucha obrera y popular ningún proyecto burgués tiene posibilidades de estabilizar y sacar a flote la economía nacional. Menos aún una Dictadura Militar que generará mayor resistencia de masas. Para reencausar la economía argentina, estabilizarla y reiniciar el desarrollo de las fuerzas productivas inmediatamente hay un solo remedio: el sistema y la planificación socialista. Solo nacionalizando las grandes empresas imperialistas y equivalentes de capitales argentinos y movilizando conscientemente a las más amplias masas para reconstruir el país de acuerdo a un plan basado en el inte656

Sus editoriales y escritos estratégicos

rés del trabajador es posible hoy en la Argentina salir del pantano de la crisis económica. Pero tal solución solo puede provenir de una profunda revolución, de la toma del poder por el pueblo, de la instauración de un nuevo gobierno Revolucionario Obrero y Popular. Todos los planes capitalistas que los militares podrían aplicar se basan por el contrario en la súper explotación de las masas, en hacer pagar la crisis a los trabajadores, acallar brutalmente toda protesta, asegurar el máximo enriquecimiento del gran capital, acrecentar la entrega de nuestra economía a la voracidad imperialista. Y esos planes son irrealizables porque el pueblo argentino dirá no a la explotación, no a la opresión, no a la entrega y multiplicará su resistencia armada y no armada, legal e ilegal, pacífica y violenta. EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES El gobierno antipopular proimperialista de Isabel y las FFAA están completamente desprestigiados en todo el mundo. Y si han logrado hasta ahora evitar el aislamiento que merecen por sus crímenes y el avasallamiento de las libertades democráticas ha sido por la fachada institucional que conservan. Terminar con esa máscara antidemocrática y contrarrevolucionaria conllevará un considerable, creciente e irreversible aislamiento. Ni siquiera el imperialismo yanki podría apoyar incondicionalmente una nueva Dictadura Militar argentina. Porque en este año de elecciones y debido a los reiterados fracasos intervencionistas que sufrieron, los políticos norteamericanos tenderán a pronunciarse por la vigencia de las instituciones y disimular su maridaje con los militares golpistas. Por otra parte, comprobada de esta forma incuestionablemente la justicia de la causa revolucionaria por la que combate nuestro pueblo, se crearán paralelamente excelentes condiciones para el desarrollo de la solidaridad internacional en favor de nuestras luchas revolucionarias, factor de extraordinaria importancia que aún no nos ha favorecido significativamente. DENTRO DEL CAMPO BURGUÉS En el campo burgués no hay consenso a favor del golpe. Por el contrario la gran mayoría de los políticos es activamente adverso; gran parte del empresariado también se opone, lo mismo que la burocracia sindical. La “unidad nacional” que la burguesía logró bajo Perón con tanto alarde, se desmoronó estrepitosamente. Y al adoptar su circunstancial dirigencia gubernamental y militar bár657

Mario Roberto Santucho

baros métodos represivos criminales y terroristas contra las luchas populares y su vanguardia, grandes sectores democráticos pequeño-burgueses y burgueses repudian a las bandas fascistas y a la represión y abogan por una solución política racional y democrática, de entendimiento y armisticio. La concreción del golpe de estado exacerbará entonces la división entre los distintos sectores de la burguesía. Cerrados los caminos democráticos políticos honestos y sus seguidores se opondrán cuando menos a la Dictadura y muchos no vacilarán en vincularse y/o incorporarse a la resistencia popular armada. Y el fracaso seguro de la aventura golpista, la potente resistencia popular que la enfrentará con éxito propinándole duros e inesperados golpes agudizará aún más el fraccionamiento burgués e incluso introducirá la división en el propio seno de las FFAA contrarrevolucionarias. Frente al fracaso de sus planes, el unánime repudio popular y potentes golpes guerrilleros, grandes sectores de soldados suboficiales e incluso oficiales se verán en la necesidad de reflexionar y comprender la injusticia e irracionalidad de su causa, o cuando menos discrepar con su conducción. Se producirán entonces enfrentamientos internos entre militares reaccionarios, por una parte, y surgirán corrientes progresistas por otra, que facilitarán el desarrollo del proselitismo revolucionario en las filas de los opresores. CONCLUSIÓN Los factores principales que acabamos de analizar muestran claramente el carácter irracional del golpe que preparan los militares ¿Por qué entonces dan ese paso? Porque no cuentan con la iniciativa porque actúan bajo la enorme presión de la lucha popular, porque de los dos caminos que pueden elegir en la encrucijada actual -la democratización o el golpe represivo- ambos son en distinto grado y carácter, favorables a las fuerzas revolucionarias. Es así que para los mandos enemigos dar el golpe hoy es elegir entre dos males, el que ellos consideran el mal menor.

658

Sus editoriales y escritos estratégicos

11. Dictadura Contrarrevolucionaria desde el 24 de marzo al 19 de julio de 1976

Editorial de El Combatiente Nº 210. Miércoles 31 de marzo de 1976 ARGENTINOS: ¡A LAS ARMAS! Mario Roberto Santucho En la noche del 23 al 24 de marzo las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias derribaron al gobierno peronista para instaurar otra dictadura militar. El paso dado por los militares es como sabemos una irracional aventura condenada de antemano al fracaso. El programa levantado por la Junta Militar poco después de asumir y las primeras medidas de gobierno no dejan ninguna duda respecto al carácter profundamente antiobrero antipopular y antinacional de la Dictadura. Intervención a la CGT y a todos los gremios, despido de miles de obreros, centenares de dirigentes, activistas y obreros de fábricas detenidos, decenas de nuevos trabajadores desaparecidos, clausura del parlamento, ilegalización o prohibición de los partidos políticos, implantación de la pena de muerte discrecional y ejercicio de la justicia por Tribunales militares, otorgamiento de condiciones favorables para la actividad explotadora del gran capital nacional y extranjero, alineación internacional junto al imperialismo yanki etc. etc. UNA ÉPOCA HISTÓRICA Y GLORIOSA La usurpación del gobierno por los militares y el recrudecimiento de la represión antipopular que caracteriza a la nueva Dictadura coloca a todo nuestro pueblo frente a un desafío histórico en una nueva etapa de la lucha revolucionaria ya iniciada, a las puertas de una época histórica y gloriosa por la que ya marcha erguida y determinada su vanguardia guerrillera. 659

Mario Roberto Santucho

El fracaso final del peronismo y el golpe militar reaccionario imponen al pueblo argentino la histórica responsabilidad de rebelarse masivamente, tomar en sus manos los destinos de la patria, afrontar con heroísmo los sacrificios necesarios y librar con nuestra poderosa clase obrera como columna vertebral, la victoriosa guerra revolucionaria de nuestra Segunda y definitiva Independencia. Es una tarea gloriosa que nos honrará y purificará, que despertará y activará las mejores virtudes, que hará surgir de nuestro pueblo miles y miles de héroes. ¡El espíritu del Che, del Negrito Fernández, de los heroicos compañeros que cayeron en la lucha se multiplicará por miles en las filas populares! Respondiendo con honor y vigor al desafío de la hora, uniéndonos y organizándonos para la resistencia y la victoria; conquistaremos para nuestros hijos el nuevo mundo socialista de felicidad colectiva. Nadie podrá decir el día de mañana que los argentinos no supimos cumplir nuestros deberes de patriotas y revolucionarios. Las nuevas generaciones, por cuya felicidad daremos todo de nosotros, recordarán con orgullo a sus mayores, como nosotros recordamos a los patriotas que fundaron la nacionalidad. Y esa histórica responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros será dignamente cumplida por nuestro pueblo, por nuestro Partido, por nuestro Ejército Guerrillero y todas las fuerzas revolucionarias progresistas y patrióticas, organizando e impulsando virilmente la resistencia popular, avanzando en la unidad obrera, popular y patriótica movilizando amplias masas, empleando todos los medios y formas de lucha, desarrollando el trabajo político entre los soldados y suboficiales, aniquilando con decisión a la oficialidad enemiga, construyendo con energía y habilidad profesional las fuerzas revolucionarias políticas y militares. NO SE TRATA DE UN RÉGIMEN PROVISORIO El régimen que se acaba de establecer con el golpe militar de Videla no es provisorio. Es el tipo de gobierno definitivo que se dan las fuerzas burguesas-imperialistas para luchar contra las fuerzas revolucionarias argentinas. Llenos de pánico por el poderoso desarrollo revolucionario de la clase obrera y del pueblo argentino, por el crecimiento constante y acelerado de las organizaciones de vanguardia, por la amenaza real que ello representa para el régimen capitalista, el Partido Militar, como representante principal de los más grandes capitales extranjeros y nacionales, se ha decidido por la guerra total, por una prueba de fuerza definitiva. Con esa resolución se han apoderado del gobierno para dedicar todos los recursos al accionar contraguerrillero y sólo se los desplazará de allí nuevamente, después de derrotarlos, después de aniquilar 660

Sus editoriales y escritos estratégicos

sus fuerzas principales. El cálculo de nuestro Partido es que efectivamente éste será el tipo de gobierno contra el que tendremos que batallar a todo lo largo de nuestra guerra revolucionaria, que ya no habrá más elecciones democrático-burguesas, que a este gobierno lo derribaremos al contar con grandes fuerzas revolucionarias políticas y militares, cercanos al triunfo definitivo de nuestra revolución antiimperialista y socialista. Ya hay quien sostiene que esta Dictadura no durará nada, que los militares volverán pronto a llamar a elecciones. Nosotros pensamos que no es así. Que este régimen se mantendrá hasta que las fuerzas revolucionarias estén en condiciones de derribarlo, y que después de él nos encontraremos a las puertas del socialismo, próximos a la instauración del gobierno revolucionario obrero y popular que comenzará a solucionar los problemas de la patria y traerá felicidad al pueblo argentino. La Dictadura Militar fracasará completamente desde los comienzos de sus objetivos de aniquilar las fuerzas revolucionarias y estabilizar el capitalismo. Por el contrario, las fuerzas revolucionarias crecerán más que nunca y la economía seguirá en permanente crisis y desequilibrio. Pero el Partido Militar no cederá el gobierno a los políticos sino que aumentará el aparato represivo, entregará toda la economía al capital imperialista e institucionalizará la corrupción y el negociado. Los militares no se retirarán porque sería una total capitulación y porque no cuentan con recambio que influencie a la masa y le permita reorganizarse y ganar tiempo. Lanusse organizó el GAN para retirarse momentáneamente porque contaban con Perón, su habilidad y su enorme influencia y abrigaron frustradas esperanzas de que el FREJULI lograría contener y desviar el proceso revolucionario. Hoy la situación es completamente diferente. Ningún líder o partido que quiera conquistar apoyo político de masas, tiene la más mínima probabilidad de sustraerse a las imperiosas demandas democráticas y reivindicativas ni a las influencias de las justas banderas que levantan las organizaciones revolucionarias. PLAZOS Y RITMOS El tiempo que demandará a la clase obrera y al pueblo argentino dar por tierra con el régimen dictatorial que se acaba de implantar, dependerá de dos cuestiones fundamentales además de la base objetiva existente de profunda crisis económico-social, a saber: a) El ritmo de desarrollo de las fuerzas revolucionarias; b) La situación internacional. 661

Mario Roberto Santucho

En un proceso prolongado de guerra revolucionaria en constantes luchas armadas y no armadas, con el empleo de todas las formas combativas pacíficas y violentas, legales e ilegales, con desencadenamiento de insurrecciones parciales y liberación de zonas, se irán construyendo gradualmente las fuerzas revolucionarias políticas y militares del pueblo argentino, el Partido Revolucionario, el Ejército Guerrillero y el Frente de Liberación Nacional. Mientras más rápido sea el ritmo de desarrollo de dichas fuerzas, menor será el tiempo que nos demandará derrotar al Partido Militar. Los recientes Acuerdos de Montevideo de los Ejércitos Americanos prevén la intervención conjunta –incluido el Ejército yanki- en el país que sufra graves amenazas insurreccionales. Es decir, el enemigo tiene el definido propósito de aceptar la participación de fuerzas militares extranjeras en su lucha contrarrevolucionaria. Independientemente de que tal paso mejoraría extraordinariamente nuestra posición política, es incuestionable de que la intervención extranjera puede prolongar nuestro esfuerzo de guerra. Pero el propósito intervencionista de los Acuerdos de Montevideo puede o no concretarse en dependencia de la situación internacional. Porque es posible que la relación de fuerzas internacional impida o anule la intervención contrarrevolucionaria extranjera como acaba de suceder en Angola. Neutralizar o no una posible intervención extranjera no depende en lo fundamental de nosotros sino de la evolución de la política internacional. En cambio el ritmo de desarrollo de las fuerzas revolucionarias argentinas depende por entero de la vanguardia obrera y popular, de su ligazón con las masas, de su conciencia y espíritu unitario, de su preparación política, moral, combativa, estilo proletario, espíritu de sacrificio, tesón, heroísmo y capacidad profesional. Cuanto más pronto se llegue a la unidad revolucionaria en un solo Partido Proletario y en un solo Ejército Popular y se construya el Frente de Liberación Nacional, cuánto más acelerado sea el crecimiento y el poderío de dichas organizaciones, gracias al aporte máximo de cada argentino, menor será la duración de nuestra guerra y por tanto menores los sufrimientos de nuestro pueblo. LAS GRANDES TAREAS DE LA RESISTENCIA Como ya señaló nuestro Partido, al anticipar acertadamente la decisión golpista de los militares y como se comprueba claramente por el programa y medidas de la Junta, la aventura iniciada por la oficialidad contrarrevolucionaria, constituye una declaración formal de guerra a la clase obrera y al pueblo argentino, se inicia por tanto la etapa de la guerra civil generalizada en nuestro proceso revolucionario. 662

Sus editoriales y escritos estratégicos

En esta situación, con el programa de la resistencia antidictatorial, antiimperialista y socialista, tenemos por delante grandes y fundamentales tareas. Con eje en el proletariado fabril, intensificando la concentración del trabajo revolucionario en las grandes fábricas, debemos luchar por movilizar a las más amplias masas por todo tipo de reivindicaciones. Por los problemas específicos de las fábricas, de barrios y villas, del campo, de los colegios y universidades, de los jóvenes y las mujeres; en solidaridad con los presos; en defensa de los derechos humanos y democráticos etc. etc., y hacer confluir toda esa movilización en la formación del Frente Antidictatorial, Democrático y Patriótico. En el terreno militar la consolidación y desarrollo del Ejército del Pueblo, el fortalecimiento de las unidades existentes y la creación de otras nuevas. El impulso a la autodefensa de masas. El trabajo de proselitismo militar en las unidades enemigas dirigido fundamentalmente a neutralizar el personal de soldados y suboficiales. Con nuevas condiciones favorables debemos intensificar y ampliar considerablemente nuestra actividad internacional, luchar por el aislamiento de la Dictadura, impulsar la solidaridad internacional con la justa causa de nuestro pueblo. Y hoy más que nunca, la principal de nuestras tareas, la que garantizará avances consistentes en todos los aspectos de la actividad revolucionaria, es la construcción del Partido, su consolidación y desarrollo, su fortalecimiento incesante. El enraizamiento en la masa, la moral y el heroísmo, la combatividad, precisión de línea, capacidad organizativa y dominio de la profesión revolucionaria son virtudes y aspectos de nuestro Partido que debemos cultivar con esmero para que crezcan, florezcan y fructifiquen con máximos resultados. La nueva y decisiva etapa en que nos internamos, coloca a nuestro Partido en un escenario histórico. Grande es nuestra responsabilidad colectiva y más grande aún debe ser nuestra conciencia, nuestro valor y nuestra determinación de vencer. Estrechamente unidos en torno al Comité Central, siguiendo el elevado y poderoso ejemplo de nuestros héroes y mártires, los militantes del PRT cumpliremos cabalmente y con honor nuestras misiones revolucionarias.

El Combatiente 211. Miércoles 7 de abril de 1976 Reproducimos el mensaje dirigido por el Secretario General de nuestro Partido 663

Mario Roberto Santucho

AL CLERO ARGENTINO Estos últimos tiempos, distintos pronunciamientos eclesiásticos evidencian la valiente actitud de importantes sectores de la Iglesia Católica de no permanecer indiferentes ante la profunda crisis que vive la Argentina. Ese hecho nos mueve a dirigir ésta carta, con el propósito de dialogar con el clero sobre el presente y el futuro de nuestra Patria, de nuestra Sociedad. Nadie duda ya que el pueblo Argentino vive momentos trascendentales, que de la crisis y de las luchas actuales deben surgir soluciones para la vida del país. Más aún ahora que los prepotentes militares han establecido por la fuerza una nueva Dictadura y cerrado por tanto toda posibilidad de expresión democrática. Es conocido asimismo que la crisis económica, social y política que se aceleró bajo la Dictadura Militar de Onganía-Levingston-Lanusse dio origen a organizaciones guerrilleras populares que hoy luchan abiertamente contra las fuerzas represivas militares y policiales en un enfrentamiento que crece constantemente en magnitud y virulencia. Las fuerzas enfrentadas en el choque militar representan dos concepciones fundamentalmente opuestas. El Ejército Contrarrevolucionario de Videla defiende los intereses del gran capital imperialista y lucha para aplastar la rebeldía de nuestro pueblo, para impedir que se cambie el injusto sistema de explotación y de agresión que los argentinos sufrimos y que mantiene a nuestra Patria sujeta a sutiles y morbosos lazos económicos, políticos y militares que la atan al carro del imperialismo norteamericano. Nuestro Ejército Guerrillero lucha por un cambio fundamental, por la nacionalización del capital extranjero, por la reorganización global de la economía de acuerdo a una planificación que responda a las necesidades colectivas por encima de los intereses individuales, por la ruptura de los pactos políticos y militares que nos atan al imperialismo yanki, por la reforma agraria y la reforma urbana (expropiación de viviendas de todas las empresas inmobiliarias y entrega en propiedad a los inquilinos; construcción masiva de monoblocks por planes trabajador-estado), por la liquidación del analfabetismo, por la democracia social, en una palabra por la completa reorganización del país sobre nuevas bases socialistas. Nosotros hemos tomado las armas como respuesta a los reiterados abusos de los militares materializados en la Dictadura Lanussista y continuamos la lucha armada porque los militares contrarrevolucionarios con o sin disfraces no cesan en la prepotencia, el crimen, la opresión. Es más, somos conscientes y lo decimos con toda franqueza, de que sólo por la fuerzas de las armas se logrará acabar con la Dictadura abierta o encubierta que los generales ejercen contra nuestro pueblo en su papel de gendarmes de los grandes capitales extranjeros. 664

Sus editoriales y escritos estratégicos

No hemos recurrido a la violencia porque sí. Los combatientes guerrilleros somos hombres y mujeres pacíficos que hemos intentado sostener nuestras ideas y luchar pacíficamente por la liberación nacional y social de los argentinos. Pero nuestras justas razones obtuvieron como respuesta la cárcel, el asesinato, el atropello policial-militar. Y así como antes quisimos ejercer nuestros derechos, estamos hoy dispuestos a aportar a la pacificación del país; para ello hemos formulado la propuesta de un armisticio que hoy reiteramos ante ustedes, de suspender el accionar guerrillero a cambio de la libertad de todos los presos, de la derogación de la legislación represiva y plena democracia para la actuación política de todas las fuerzas populares actualmente proscriptas. Algunos pronunciamientos de la jerarquía eclesiástica a que hicimos referencia bregan por la pacificación del país y no son contradictorios con la disposición de nuestra parte. Es un punto de coincidencia muy importante. Apreciamos altamente que la Iglesia intervenga con estos sanos criterios y aporte su influencia en la búsqueda de vías realistas para contener el derramamiento de sangre. LA IGLESIA ANTE LA REVOLUCIÓN La positiva posición de la Iglesia no es casual ni circunstancial. Tiene profundas raíces en la historia, en el momento que vive la humanidad y la situación de nuestra patria. Después de decenas de años de desencuentros y enfrentamientos en que sectores dominantes de la Iglesia Católica unieron su suerte a la del capitalismo, la realidad histórica concreta de un mundo en el que el socialismo resplandece mientras se consolida y el capitalismo desnuda sus horribles lacras, su corrupción su barbarie criminal, su inmoralidad característica, hace que nuevas corrientes se abran paso en la Iglesia Católica, en todos los niveles, en la comprensión creciente de que la justicia y el progreso están con el socialismo, que la construcción del mundo nuevo por el que luchó Jesús es muy próximo al régimen socialista, que el logro de la comunidad fraterna entre los hombres donde impera el amor al prójimo, exige hoy la organización socialista de la producción, sin explotadores ni explotados, comprenden además que la Iglesia no es ni será atacada por sus creencias en las presentes y futuras sociedades socialistas. Precursores de esta nueva aurora ya han dado su sangre por la revolución latinoamericana. Como católicos militantes, como sacerdotes del evangelio cristiano, decenas de sacerdotes y laicos han caído en nuestro continente bajo las balas de los militares asesinos o en las cámaras de tortura de características criminales. El ejemplo supremo de Camilo Torres tiene paralelos en nuestra 665

Mario Roberto Santucho

patria, en nuestro heroico compañero Rougier, sacerdote católico dirigente villero, militante del PRT, desaparecido después de su detención por el ejército en Tucumán, en los curas Mujica, Soares, y Tedeschi, asesinados por comandos paramilitares y parapoliciales. Todos ellos siguieron el luminoso ejemplo de curas revolucionarios como Hidalgo, Morelos, Muñecas, Fray Luis Beltrán, Fray Justo Santa María de Oro, y tantos otros que se incorporaron sin vacilar a las fuerzas revolucionarias de nuestra primera independencia. El movimiento del Tercer Mundo y otros movimientos eclesiales hicieron de punta de lanza en el seno de la Iglesia contra la explotación y opresión capitalista e iniciaron un proceso de acercamiento hacia la lucha revolucionaria de liberación nacional y social que libra denodadamente el pueblo argentino. Hoy que la lucha de clases está al rojo vivo, que se libran en nuestra patria los combates preparatorios de una guerra civil necesaria, envilecida por la demencial barbarie militar, la Iglesia no ha permanecido indiferente y varios obispos se han pronunciado valientemente ante determinadas situaciones, reflejando la existencia de nuevas y vigorosas corrientes progresistas y revolucionarias, más moderadas quizás, pero más amplias. LA REVOLUCIÓN ANTE LA IGLESIA La nueva Argentina socialista por la que luchamos, que liberará a nuestra Patria y que posibilitará una vida feliz y plena a nuestro pueblo garantizará la libertad de cultos, no atacará a la Iglesia unilateralmente y buscará como en Cuba, Vietnam y demás países socialistas la fórmula más favorable para las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Podemos afirmar categóricamente que en el nuevo régimen que surgirá del triunfo de nuestra revolución habrá lugar para la Iglesia Católica y ese lugar será tanto más relevante y activo cuanto más decidida sea la participación eclesiástica en el proceso liberador. Y en ese vital aspecto queremos detenernos; recalcar el importante papel que puede jugar la Iglesia con su contribución inteligente y activa a la victoriosa lucha revolucionaria. Frente a un enemigo desesperado ante la rebeldía popular, que echa mano a la tortura y al asesinato, que no respeta las leyes de la guerra, ni los derechos humanos, que no vacila en lanzar todo su poderío material contra nuestro pueblo, la Iglesia Católica tiene un difícil y fundamental papel, plenamente consustanciado con los principios cristianos y la tradición profética: luchar por el respeto de los derechos humanos, contra las torturas, las desapariciones y los crímenes. Por nuestra parte declararemos desde ya que si cesan las torturas y los asesinatos contra el pueblo nosotros suspenderemos los ajusticiamientos de criminales, porque esta sentencias de la justicia popular 666

Sus editoriales y escritos estratégicos

tienen el único motivo de contener la desenfrenada violencia contrarrevolucionaria de los explotadores. Nadie es más idóneo que la Iglesia de nuestra Patria para encabezar a los sectores progresistas del pueblo argentino en la lucha por resguardar las libertades y los derechos básicos consagrados por la Constitución Nacional, la Carta de la ONU y Acuerdos de Ginebra que son violados diariamente por la oficialidad de las FFAA contrarrevolucionarias. CONCLUSIÓN Los momentos cruciales que vivimos en nuestro país y en el mundo han generado nuevas y pujantes fuerzas revolucionarias a cuya justa causa pertenece el porvenir. La comunidad cristiana, inmersa en esta realidad, es sacudida hasta los cimientos por el vendaval de la lucha de clases, comienza a reabrir sus puertas a los pueblos, a revivir y actualizar las enseñanzas de Jesús. Se crean así condiciones para una convergencia muy valiosa que es saludada por nuestra parte deseando que cada vez sea mayor, más rica y productiva, deseando sinceramente que la Iglesia Argentina, al ritmo de los nuevos tiempos, logre acercarse nuevamente a amplias masas, recuperar y ampliar su prestigio, unir decididamente sus destinos a la justa causa de nuestro pueblo. Si ello se concreta, el clero cristiano encontrará de nuestra parte la mayor disposición presente y futura en un marco de mutuo respeto hacia las diferentes concepciones. Mario Roberto Santucho 2 de abril de 1976

Editorial El Combatiente N° 213. Miércoles 14 de abril de 1976 LA CLASE OBRERA: COLUMNA VERTEBRAL DE LA RESISTENCIA Mario Roberto Santucho Alrededor de 300.000 obreros fabriles concentrados en unas 250 fábricas 667

Mario Roberto Santucho

grandes de más de 500 obreros cada una, en todo el país, son la columna vertebral de las fuerzas populares y por tanto constituyen la columna vertebral de la justa y victoriosa resistencia antidictatorial del pueblo argentino. De esa poderosa masa trabajadora se nutren y nutrirán también principalmente las fuerzas revolucionarias, de ella surgen y surgirán gran parte de los dirigentes, cuadros, militantes, simpatizantes y colaboradores de nuestro Partido, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, vanguardia y dirección consciente de la lucha antidictatorial, antiimperialista y socialista. El marxismo-leninismo, ciencia de la política revolucionaria descubrió el rol revolucionario y dirigente del proletariado en la lucha de clases, durante el actual período histórico universal de tránsito del capitalismo al socialismo. Ese descubrimiento científico comprobado categóricamente en los hechos, y con particular vigencia en nuestra patria, permite organizar correctamente la actividad revolucionaria, centrándola en las masas más concentradas de obreros fabriles. Porque sometido a la explotación cotidiana en el corazón mismo de la maquinaria capitalista, reunido allí en gran número, el proletariado fabril está en inmejorables condiciones para recibir y adoptar las ideas revolucionarlas, movilizarse con enorme energía, nuclear alrededor suyo amplias masas trabajadoras, de obreros menos concentrados, obreros rurales, campesinos medios y chicos, empleados, estudiantes, trabajadores independientes, etc., etc., acaudillarlas en un formidable y consistente despliegue de inmensas energías populares, sabiamente organizadas y dirigidas por el Partido proletario de combate cuyo núcleo fundamental es hoy el PRT. EL PARTIDO EN LAS GRANDES FÁBRICAS Es así que nuestro Partido considera prioridad número uno de su actividad política revolucionaria las grandes fábricas que denominamos frentes fabriles, y en las que desarrollamos un consecuente y armónico trabajo multilateral reivindicativo, político, de agitación y propaganda, militar, etc. Trabajo que es necesario intensificar más aún en las condiciones actuales, de total ilegalidad de nuestra lucha. Porque al agudizarse la represión y apuntar también hacia las grandes fábricas, se crean situaciones más difíciles y se requerirá por tanto mayor atención y dedicación. La actividad revolucionaria de Partido en un frente fabril puede iniciarse desde la propia fábrica o por un trabajo partidario desde el exterior. En uno y otro caso una vez formada la primera célula es necesario avanzar con ímpetu, método y prudencia. Con ímpetu para mantener una enérgica presencia de la organización, para impulsar la lucha reivindicativa, el sabotaje, la autodefensa, 668

Sus editoriales y escritos estratégicos

los Comité de Resistencia; con método para organizar sistemáticamente el Comité de Frente del PRT, la célula (trío) militar dirección política de la unidad guerrillera del frente, el trío de propaganda, la célula de masas, el trío sindical, el círculo de la Juventud Guevarista, etc. y lograr un funcionamiento orgánico consecuente del Comité de Frente y sus células; con prudencia para asegurar que ningún espía se introduzca en las células, que los miembros de la organización no puedan ser detectados como tales por el enemigo, que nadie sepa más de lo necesario, que todas las tareas se realicen adoptando estrictas medidas de seguridad. COMITÉS DE RESISTENCIA CLANDESTINOS La nueva etapa de nuestra lucha que se abrió con el golpe militar de Videla se caracteriza por la reducción al mínimo de las posibilidades legales y por lo tanto traslada el grueso de la lucha popular al terreno clandestino y violento. Porque hasta una simple huelga por una cuestión mínima es prohibida y reprimida, porque los derechos son pisoteados, porque cualquier intento popular de organizarse y luchar atrae inmediatamente las iras de los militares asesinos. ¿Será por ello que nuestro pueblo renunciará a movilizarse y defenderse? De ninguna manera. Lo que sí haremos los argentinos es movilizarnos de otra manera, organizarnos de otra manera, luchar de otra manera. Todo el pueblo sufre hoy la opresión dictatorial, todo el pueblo por tanto se dispondrá a la resistencia. Y el camino para la organización de esa resistencia de masas es la formación de Comités de Resistencia en fábricas, barrios, villas, pueblos, facultades, etc., etc. Camino que debe girar en torno a los Comités de Resistencia de las grandes fábricas dado el rol de dirigente y organizador popular, que como vimos le cabe al proletariado fabril argentino. No contamos aún con experiencia propia en el país para detallar la forma en que se organizarán dichos Comités. Pero al proponer su creación podemos referirnos a su programa, su integración, sus principios orgánicos y la actividad a desarrollar. PROGRAMA Dado el objetivo de librar una lucha decidida y obtener una adhesión masiva, el programa del Comité de Resistencia debe abarcar los siguientes puntos: 1. Contra la Dictadura Militar. 2. Defensa del nivel de vida y de los derechos sindicales y democráticos 669

Mario Roberto Santucho

de los trabajadores. 3. Solidaridad con todos los presos políticos y sociales. 4. Unidad Antidictatorial y Patriótica de todo el pueblo. Naturalmente el punto 2 de este programa, referido a las reivindicaciones más inmediatas de los obreros fabriles, constituye el eje programático concreto, que variando de lugar a lugar, en consonancia con los problemas de cada fábrica, interpretando con exactitud las aspiraciones y necesidades de todos los trabajadores ayudará a conquistar un apoyo masivo para los Comités de Resistencia. INTEGRACIÓN Dado que se trata de organismos políticos, deben estar formados por representantes de los Partidos y corrientes antidictatoriales con trabajo real en la fábrica de que se trate y por activistas independientes de la fábrica. El Comité de Resistencia será así un organismo unitario amplio con grandes recursos, pionero de la impostergable unidad obrera y popular que exige el desarrollo de nuestra lucha revolucionaria. PRINCIPIOS ORGÁNICOS Los Comités de Resistencia tienen que ser organismos clandestinos, secretos, con una dirección efectiva y ágil, con ramificaciones en toda la fábrica, sección por sección. Para enfrentar exitosamente la represión, es necesario organizar bien los Comités, mantener en secreto sus miembros, actuar con estrictas medidas de seguridad y con hábiles métodos conspirativos. No hacerse marcar imprudentemente por la empresa, la burocracia o la represión; prevenirse contra los alcahuetes y espías, organizar los compañeros activistas en grupos reducidos tanto en la base como en la dirección, organizar un buen sistema de enlaces dentro y fuera de fábrica para que las distintas actividades de la resistencia se realicen al unísono por todos los grupos, etc., etc. La experiencia de lucha clandestina de nuestra organización y otras organizaciones o grupos revolucionarios servirá como base para una buena estructuración de los Comités de Resistencia. ACTIVIDAD Las tareas de los Comités son amplias y múltiples: 670

Sus editoriales y escritos estratégicos

a) Impulsar la lucha reivindicativa y por la recuperación de los Sindicatos, dinamizando o formando con ese fin Agrupaciones, Listas o Comisiones Legales y semilegales; b) Realizar propaganda política escrita sistemática de Resistencia Antidictatorial; c) Organizar el sabotaje planificado de la producción; d) Apoyar la solidaridad activa con los presos políticos y sociales; e) Organizar actos relámpago, manifestaciones y otras acciones de agitación y lucha; f ) Fomentar y propiciar con el ejemplo la unidad obrero popular. Así los Comités de Resistencia fabriles constituirán organismos de base del Frente de Liberación Nacional que necesitamos edificar. COMITÉ DE PARTIDO Y COMITÉ DE RESISTENCIA El accionar de las células y el Comité de Frente del PRT en las grandes fábricas es diferente, complementario e interrelacionado con el accionar del Comité de Resistencia. Se diferencian por la amplitud del programa y por la flexibilidad de la organización; porque el programa del PRT es más definido y su organización más estricta. Pero ambos deben desarrollar e impulsar actividades revolucionarias (propaganda, movilización, accionar armado, etc., etc.) que se complementan e interrelacionan. La presencia del PRT acelera la politización de la vanguardia y la masa que se traduce en mayor conciencia y mayor organización; el Comité de Resistencia por su parte garantiza la masividad y unidad del accionar antidictatorial. Sin Partido no hay consistencia ni conciencia, no hay desarrollo verdaderamente revolucionario. Sin Comité de Resistencia la lucha será reducida, débil, despareja. Por ello es necesario avanzar simultáneamente en la construcción y desarrollo de las células y Comité de Fábrica del Partido por una parte y del Comité de Resistencia con sus ramificaciones por la otra. SÍNTESIS Y CONCLUSIÓN La nueva y prolongada etapa de guerra civil generalizada que se ha iniciado, requiere más que nunca la actividad dinámica y rectora del proletariado fabril. No sólo por las propias fuerzas que despliega y por su influencia directa en la 671

Mario Roberto Santucho

movilización popular, sino principalmente por los decisivos recursos de clase que inyecta al Partido Revolucionario, vivificándolo, desarrollándolo, permitiéndole cumplir cabalmente con su misión de dirigente revolucionario de las más amplias masas obrero populares argentinas. Prepararnos para crear progresivamente, paso a paso, las grandes fuerzas revolucionarias político militares que nos darán el triunfo frente al enemigo explotador y opresor, es hoy más que nunca, aferrarnos el lema estratégico de concentrar el trabajo en las grandes fábricas. Son muchas las dificultades represivas. Pero contamos con la unanimidad antidictatorial de las masas obreras y con una vanguardia proletaria amplia y creciente como nunca existió en nuestra Patria. Combinar sabiamente la construcción y funcionamiento del Partido para incorporar a los obreros de vanguardia y formarlos como revolucionarios completos, con la edificación de los Comité de Resistencia para organizar y movilizar toda la masa trabajadora, son tareas fundamentales que deben resolverse en cada fábrica, de acuerdo a la situación concreta y con espíritu creador, apoyándonos en la experiencia nacional e internacional del Partido. Fuerte y enraizada en las fábricas la Resistencia Popular mantendrá en jaque a la Dictadura, acumulará pacientemente enormes energías y dará por tierra finalmente con los militares asesinos y el injusto y retrógrado sistema capitalista que ellos defienden.

Editorial de El Combatiente N° 214. Miércoles 28 de abril de 1976 EL PARTIDO MILITAR: ENEMIGO FUNDAMENTAL DE NUESTRO PUEBLO Mario Roberto Santucho La actual oficialidad de las FFAA contrarrevolucionarias es un selecto grupo político-militar de alrededor de 8.000 hombres estrechamente unidos y comprometidos con el imperialismo yanki, muy conscientes y activos en la defensa de sus intereses, que constituye la columna vertebral del sistema capitalista de explotación y opresión que sufre nuestra Patria y padece nuestro pueblo. En esa oficialidad pueden existir indudablemente elementos honestos capaces de unirse a la causa del pueblo, y con el desarrollo de la lucha se multiplicarán, pero carecen por momento de la más mínima influencia y sólo podrán 672

Sus editoriales y escritos estratégicos

constituir un sector con peso político en momentos críticos de gran avance de las fuerzas revolucionarias, momentos que aún están lejanos. Dicho Partido Militar cuenta con los 130.000 efectivos de las FFAA, con 120.000 efectivos de Gendarmería, Prefectura, Policías Federal y Provinciales, Servicio Penitenciario, etc., dispone de todos los recursos del Estado, recibe la colaboración de las grandes empresas y es asesorado y apoyado por el imperialismo yanki. Pero es un gigante con pies de barro ya que defiende una causa injusta, enfrenta a un pueblo con inmensos recursos potenciales ya que la casi totalidad de los soldados, suboficiales y policías que constituyen su elemento de choque provienen de capas populares y son sensibles por tanto a la justa causa patriótica y revolucionaria de los trabajadores argentinos. Desarticular esas FFAA y aniquilar sus unidades principales es un paso decisivo e imprescindible para la victoria de nuestra revolución antiimperialista y socialista. LÍNEA POLÍTICA Frente a la crisis estructural del capitalismo argentino; bajo la conducción de Onganía, la oficialidad de las Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias se unificó férreamente en torno a un proyecto político de salvación capitalista, cuyo propósito central fue ordenar el país en lo económico y social para estabilizar y desarrollar la economía burguesa. Ese proyecto, concretado en la nefasta “Revolución Argentina” de 1966 pretendía cortar de raíz el despertar revolucionario que ya se insinuaba en lo más íntimo de la clase obrera y el pueblo. Pero la Dictadura Militar fracasó, y lejos de contener, desviar y secar el débil arroyo revolucionario que nacía, jugó el papel de un dique tras el cual se acumularon durante tres años enormes energías combativas que lo destruyeron y arrasaron a partir del Cordobazo, Rosariazo y demás movilizaciones populares de mayo-setiembre de 1969. Impotentes frente al pueblo movilizado y fuerzas guerrilleras incipientes pero muy activas, el Partido Militar bajo la conducción de Lanusse preparó su retirada en orden para organizarse mejor al tiempo que jugaba su última carta populista. Fue el intento del GAN, “el abrazo final de la vieja Argentina que se hunde”. Los mandos del Ejército opresor se concentraron en la reorganización y preparación de sus fuerzas para la lucha contraguerrillera. Al mismo tiempo permitieron el retorno del peronismo burgués y burocrático al gobierno -previo claros arreglos contrarrevolucionarios con sus jefes y sin dejar de controlar todos sus pasos- confiándole la irrealizable misión de apagar con falsas promesas el vigoroso incendio revolucionario encendido en el corazón de la clase obrera 673

Mario Roberto Santucho

y el pueblo argentinos. Hoy, fracasado el GAN, el Partido Militar se lanza a la guerra contrarrevolucionaria total contra el pueblo argentino y su vanguardia, establece una nueva Dictadura Militar altamente represiva considerada por ellos como la única posibilidad real para revivir el moribundo régimen capitalista. Esta posición del enemigo, muestra inequívocamente que el Partido Militar defenderá a muerte los privilegios capitalistas y no vacilará en aplicar los más bárbaros e irracionales métodos contra la rebeldía obrera y popular. VÍNCULOS CON LOS YANKIS En su despreciable misión antipopular y antinacional las FFAA opresoras cuentan con el incondicional apoyo de los Ejércitos de los grandes países imperialistas a cuyos intereses sirven; en primer lugar con al activo apoyo de las FFAA norteamericanas y la solidaridad de los demás ejércitos burgueses latinoamericanos. Es así que han desarrollado sólidos vínculos. En 1942 fue creada la Junta Interamericana de Defensa ( JID), que funciona en Washington y reúne bajo la batuta norteamericana a todos los ejércitos contrarrevolucionarios de nuestro continente. La vigencia de este organismo “coordinador” fue reforzada por las actas de Chapultepec de 1945. Posteriormente, desde 1960, comenzó a reunirse anualmente la Conferencia de Ejércitos Americanos. Como muestra de la misión de este organismo podemos transcribir parte del temario que trató en su reunión de 1969 (en Fort Bragg. EE.UU.): “... II Inteligencia. Tema: La Seguridad del Hemisferio Occidental. Propósito: Proporcionar a los Ejércitos Americanos un informe común y actualizado de las actividades subversivas llevadas a cabo por el comunismo internacional. Alcances: Estimar las posibilidades, vulnerabilidades y posibles cursos de acción de los comunistas. Subtemas: a) Análisis de las actividades subversivas comunistas durante el periodo 1968-69. b) Análisis de las tácticas y técnicas de las actividades subversivas rurales y urbanas. III. Entrenamiento, instrucción y doctrina. Tema: Formular las bases para el establecimiento de una doctrina común destinada al entrenamiento y empleo de tropas de combate contra tácticas y técnicas utilizadas por los comunistas en sus actividades subversivas rurales y urbanas. Subtemas: a) Normas de entrenamiento y empleo de tropas; 1) Recomendar el tipo de entrenamiento militar que haga verdaderamente la 674

Sus editoriales y escritos estratégicos

contribución máxima a los programas nacionales individuales y a los programas de cooperación. 2) Evaluar los aspectos comunes y específicos de la doctrina para el empleo de tropas en cada país. b) Operaciones psicológicas: Recomendar las normas para el empleo de operaciones psicológicas militares en la seguridad interna...” Para reforzar bilateralmente sus vínculos con los yankis el Ejército Opresor firmó además en 1964 (con Onganía) un Pacto Militar Argentina-EE.UU., que satisface en un todo las exigencias norteamericanas. Funciona asimismo, descaradamente en el Comando General del Ejército una misión militar norteamericana y otra francesa, encargadas abiertamente de asesorar a la oficialidad asesina. Así el Partido Militar recibe armas, fondos, entrenamiento, asesoramiento de los yankis, en su desesperada lucha contra la clase obrera y el pueblo argentino. Es más, como ya dijimos en otra editorial, en la XI Conferencia de Ejércitos Americanos realizada el año pasado en Montevideo, acordaron intensificar el entrenamiento y la ayuda, y recurrir a la intervención de cualquiera de ellos en aquel país en que las fuerzas revolucionarias hayan logrado un desarrollo considerable. Sirviente de las grandes empresas, perro guardián del imperialismo yanki, eso es en realidad el Partido Militar que falsamente se autotitula patriota y sanmartiniano. MORAL Y PREPARACIÓN Debido a la injusticia de la causa que defienden los oficiales contrarrevolucionarios carecen totalmente de moral política, humana y combativa. Cuando cuentan con abrumadora superioridad material su norma es cometer los más bárbaros y sádicos crímenes, asesinar, torturar, no sólo a los revolucionarios y colaboradores sino también a activistas sindicales independientes o de corrientes no guerrilleras e incluso a familiares no comprometidos y a gente que nada tiene que ver. Cuando no tienen superioridad absoluta, hay paridad de fuerzas o están en inferioridad material, aflora su falta de garra, su baja moral combativa. Los soldados conscriptos a su vez, en su gran mayoría no aprueban la represión. Combaten, si obligados por los mandos, pero en cuanto pueden se neutralizan voluntariamente e incluso colaboran en no pocos casos con los guerrilleros. Los suboficiales de las FFAA y todo el personal de Gendarmería, Prefectura, Policías Federal y Provinciales, etc., aunque es trabajado ideológicamente con cierto éxito, no es en general solidario con los injustos intereses que defiende el Partido Militar, y por tanto carece también de moral combativa. 675

Mario Roberto Santucho

Pero la bajísima moral política y combativa de las FFAA contrarrevolucionarias no las descalifica como fuerza de combate debido al gran poder de fuego con que cuentan y a la intensa preparación combativa, al constante y eficiente entrenamiento e instrucción que sistemáticamente imponen a sus tropas los mandos enemigos. Sirviéndose de la experiencia y el apoyo norteamericano, el mando enemigo presta gran atención a la preparación combativa y emplea en ello recursos abundantes. Cursos en el extranjero, condiciones materiales discrecionales, personal calificado, son elementos que les permiten dar una buena instrucción y mantener bien entrenada a su tropa. MÉTODOS DE LUCHA En cuanto a los métodos de lucha, su principal arma frente a la guerrilla es la información. Que proviene fundamentalmente de la infiltración y el interrogatorio de prisioneros. Cuando opera contra la guerrilla rural el Ejército se despliega en Fuerzas de Tarea de magnitud variable y realiza fundamentalmente operaciones de control de rutas, patrullaje en el llano y en el monte, rastrillos en ciudades, pueblos y caseríos, y emboscadas en los posibles pasos de la guerrilla. En las ciudades opera principalmente desde las unidades existentes ejecutando control de calles y rutas, rastrillajes y acciones de búsqueda ante operaciones guerrilleras. En muchos casos las acciones de patrullaje y los allanamientos son realizados por personal de civil con el doble fin de pasar desapercibidos y de tener las manos libres para convertir por ejemplo una detención en secuestro. En defensa de las grandes empresas extranjeras y nacionales las Fuerzas Represivas establecen fuertes guardias en determinados establecimientos para intimidar a los trabajadores y no vacilan en reprimir justas movilizaciones obreras. Paralelamente a la represión pública contra la guerrilla, la “guerrilla industrial”, es decir el activismo clasista de fábrica y el pueblo en general, las FFAA contrarrevolucionarias impulsan y dirigen la siniestra actividad de bandas terroristas como la Triple A y el Comando Libertadores de América que actuando en perfecta coordinación con el resto del aparato represivo, tienen por misión secuestrar y asesinar todo guerrillero o familiar de guerrillero que consigan agarrar, y asesinar o secuestrar activistas y simpatizantes combativos de izquierda. IDENTIFICAR AL ENEMIGO En síntesis, el Partido Militar, enemigo fundamental del pueblo argentino, 676

Sus editoriales y escritos estratégicos

dispuesto a defender a muerte el sistema capitalista es moralmente muy débil, déficit que cubre en parte con gran poder de fuego y preparación combativa. Es también extremadamente bárbaro, cruel y sanguinario. Por ser la columna vertebral del sistema de explotación y opresión que los argentinos sufrimos, nuestra lucha comprende como uno de sus objetivos estratégicos fundamentales, la destrucción de esas FFAA contrarrevolucionarias, objetivo que lograremos con la guerra prolongada, por medio de la movilización de masas, la construcción de poderosas fuerzas guerrilleras y la descomposición política del enemigo. Tener en claro la verdadera esencia y misión de las FFAA opresoras que acaban de establecer un nueva Dictadura Militar, es una cuestión vital para nuestro pueblo. Porque identificar claramente al enemigo es condición básica de toda política correcta, de toda lucha que se encamine a la victoria. Y desgraciadamente en nuestra patria, pese a la terrible represión antipopular planeada e instrumentada por los militares, hay aún voces del campo popular que llaman a confiar en ese enemigo, que no se convencen de los verdaderos propósitos de la oficialidad, que ingenua y falsamente declaman esperanzas en Videla y algunos de sus compinches, o se resisten a denunciarlos claramente. Pero la clase obrera y el pueblo no se engañan, desconfían y repudian a los militares. Y nuestro Partido batallará incansablemente con su propaganda y su accionar, para hacer de ese sentimiento una convicción profunda, para desenmascarar constante y totalmente el carácter antipopular y antinacional del Partido Militar, enemigo fundamental del pueblo argentino.

Editorial de El Combatiente N° 215. Miércoles 5 de mayo de 1976 EL PRIMER MES DE LA DICTADURA Mario Roberto Santucho Desde la instauración misma de la Dictadura Militar, la clase obrera argentina inició una enconada resistencia que semana a semana adquiere creciente fuerza. Como se detalla parcialmente en el artículo “Crónica de la Resistencia”, de este último número, el sabotaje se intensifica en las fábricas con importantes pérdidas para las grandes empresas capitalistas. Es una de las formas en que se expresa la justa respuesta de las masas al avasallamiento de los derechos sindi677

Mario Roberto Santucho

cales, a la supresión del derecho de huelga, a los malignos intentos de convertir a las fábricas en cuarteles o cárceles de súper explotación obligatoria. Al mismo tiempo las masas obreras se agitan preparándose para la lucha, con la máxima energía, por la recuperación de su nivel de vida arrasado por la tremenda alza del costo de la vida que se incrementó aún más desde el golpe militar del 24 de marzo. Y todo nuestro pueblo, muestra de mil maneras, cotidianamente, su toma de conciencia, su acelerada politización, su odio a la represión y explotación, su odio a los militares, sus crecientes esperanzas en las fuerzas revolucionarias y destaca de su seno sectores de vanguardia cada vez más numerosos, determinados a tomar las armas por la liberación nacional y social de la patria y el pueblo. Este formidable estado de ánimo de las masas laboriosas argentinas es un aliciente vigoroso que eleva la moral de los revolucionarios al mismo tiempo que proporciona recursos inagotables para el enorme esfuerzo de guerra que nuestro pueblo debe realizar en la justa lucha revolucionaria que hemos emprendido. EL CAMPO ENEMIGO La Dictadura Militar ha sufrido duros tropiezos en sus primeros pasos. No logró más que en mínima parte sus objetivos represivos, y se encontró con firme resistencia popular desde el principio. A poco más de un mes de su instauración, el Gobierno Dictatorial padece el repudio general de nuestro pueblo. En el vital terreno de la economía, ha tomado el camino más reaccionario, de arremeter bárbaramente contra las conquistas obreras, liberar los precios para hambrear al pueblo, en una palabra, de apretar varios agujeros en el cinto popular para multiplicar así las ganancias de los grandes capitalistas. Y como recibe respuestas de lucha y repudio, han comenzado a surgir las discrepancias dentro de ellos, al mismo tiempo que recurren a medidas cada vez más desesperadas. La impotencia manifiesta de la Dictadura en la aplicación de sus ambiciosos planes contrarrevolucionarios, ha sembrado la división entre los mandos del Partido Militar. Aunque están eternamente unidos en su odio al pueblo y a la guerrilla, los mandos de las tres FFAA se reprochan agriamente supuestos errores, que no son sino los propios e inevitables de los injustos y retrógrados intereses que defienden. Pero estas peleas entre perros guardianes del imperialismo no guardan otra significación para los intereses del pueblo que un elemento más de demostración de los insolubles problemas de explotadores y opresores. Otra prueba visible de su desesperación es la nueva resolución de prohibir a los diarios toda referencia a la guerrilla y a las acciones guerrilleras. Han pro678

Sus editoriales y escritos estratégicos

hibido totalmente desde hace tiempo toda prensa revolucionaria y progresista y ahora ni siquiera pueden soportar la información que da la propia prensa que les es adicta. ¡Tal es la injusticia y absoluta falta de razón de su bárbara causa! El asesino Menéndez, Jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, ha ido más lejos. Como si viviera en la Edad Media ha ordenado la quema pública de libros marxistas, entre ellos obras del ilustre Comandante Ernesto Che Guevara, tan conocido y querido por todo el pueblo argentino. ¡Sólo en una mente como la de Menéndez puede sobrevivir la idea de que así podrá destruir las invencibles ideas marxistas-leninistas! Este intento dictatorial de impedir la información del pueblo e imponer el dominio de sus constantes mentiras y su propaganda contrarrevolucionaria, nos obliga a multiplicar nuestros esfuerzos para llegar por todos los medios posibles con información veraz, con la difusión extensa de las ideas revolucionarias. LA DICTADURA SE EMPANTANÓ Y EL PUEBLO COMENZÓ LA RESISTENCIA El primer mes del gobierno militar marco claramente las tendencias fundamentales de la etapa en que hemos entrado: Empantanamiento de la Dictadura y Resistencia Obrero-Popular. Estas tendencias se agudizarán constantemente en beneficio de la causa popular. Mes a mes el Partido Militar encontrará mayores dificultades insalvables. Mes a mes la resistencia Obrero-Popular aumentará su fuerza y efectividad ante la desesperación de los explotadores. Pero un animal salvaje ciego de odio, rabia y desesperación, es más bárbaro y sanguinario. Por eso la Dictadura Militar se hará cada vez más represiva, se lanzará con más furia contra el pueblo principalmente los obreros de las grandes fábricas, empleando tanto métodos de infiltración como represión indiscriminada. Métodos clandestinos rigurosos, solidaridad activa con los perseguidos, constante sabotaje a la producción, enérgico accionar guerrillero, son las herramientas fundamentales con que haremos frente a la intensificación de la represión. RESPONSABILIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS La aceleración del despertar de nuestro pueblo que observamos con emoción y alegría es el factor decisivo que inclina e inclinará la balanza en favor de las fuerzas revolucionarias. 679

Mario Roberto Santucho

Pero ese despertar, y la canalización de las inmensas energías que produce, necesitan más que nunca del Partido Revolucionario, de la actividad fabril y organizada de los militantes y cuadros de nuestro Partido. Porque el fértil terreno de la inquietud e interés político de las masas necesita ávidamente de las ideas y experiencia del Partido para la sana germinación de la semilla revolucionaria. Desplegando la todopoderosa ideología marxista-leninista, bajo las consignas de la unidad revolucionaria, de la amplia resistencia antidictatorial, de la organización y movilización de todo el pueblo para el combate, de la dirección obrera y revolucionaria de la lucha, los cuadros y militantes de nuestro Partido, los combatientes de nuestro Ejército Guerrillero, los jóvenes guevaristas y los simpatizantes y colaboradores del PRT, tenemos ante nosotros la inmensa, difícil y gloriosa misión de saciar la sed revolucionaria de nuestro pueblo, y convertir ese despertar en arrasador torrente revolucionario.

Editorial de El Combatiente N° 216. Miércoles 12 de mayo de 1976 TRES GRANDES TAREAS MILITARES Mario Roberto Santucho En el terreno militar son tres las grandes actividades interrelacionadas de la guerra popular de resistencia: 1) Construcción del Ejército del Pueblo, 2) Desarrollo de la autodefensa de masas 3) Trabajo de proselitismo militar dentro de las filas enemigas. Estos tres aspectos del trabajo militar concurren al objetivo estratégico central de doblegar las FFAA contrarrevolucionarias mediante el aniquilamiento de sus unidades principales y la descomposición política del resto, y dotar simultáneamente al pueblo argentino de poderosas FFAA populares, capaces de sostener la insurrección victoriosa de nuestro pueblo. Hoy nos referiremos a la primera de estas tareas: la construcción del Ejército del Pueblo y próximamente tocaremos las otras dos: autodefensa de masas y proselitismo militar.

680

Sus editoriales y escritos estratégicos

EL EJÉRCITO DEL PUEBLO Con la base de la experiencia acumulada, los cuadros formados y los recursos materiales obtenidos en los últimos seis años de accionar guerrillero, podemos y debemos acelerar la construcción de valerosas, eficientes y activas Fuerzas Armadas Populares urbanas y rurales de características regulares. Es una tarea de todo el pueblo argentino, encauzada por las actuales organizaciones guerrilleras que se llevará adelante en el curso del combate mismo. Es una tarea difícil y gloriosa, llena de sacrificios y alegrías, que proporcionará a nuestro pueblo el brazo de acero necesario para terminar para siempre con la explotación y la opresión en nuestro suelo. En la nueva etapa de generalización de la guerra se acentúa el carácter estratégico de la construcción guerrillera. Porque en esta etapa debemos multiplicar el número, calidad y dinamismo de las unidades guerrilleras, llevar la guerra a todo el país para dispersar al enemigo y activar nuevos sectores de masas. Porque es en esta larga etapa de nuestra revolución, frente a la Dictadura Militar de Videla y compañía que debemos llegar a la fundación de grandes unidades guerrilleras, de batallones (270 a 350 hombres), regimientos (1000 hombres), brigadas (3.500 hombres) con suficiente armamento, encuadramiento y entrenamiento para dar batalla a las grandes unidades enemigas. Antes del Cordobazo eran muy pocos los revolucionarios que creían en la posibilidad de forjar un Ejército Guerrillero, y ninguno tenía ideas claras de cómo encarar su construcción. Se empezó a combatir como se pudo y poco a poco la experiencia y el estudio fueron proporcionando valiosos elementos. En primer lugar, se comprobó que en nuestro país estaban dadas las condiciones para el inicio de la lucha armada. Se comprobó asimismo que era posible enfrentar a un enemigo militarmente poderoso partiendo de cero, organizándose y armándose progresivamente con la experiencia, las armas y los medios arrancados al enemigo en el combate. Se descubrió finalmente los métodos adecuados para construir paso a paso el Ejército Popular que necesitamos. LOS CUADROS ¿Cómo avanzaremos entonces en la construcción de nuestro Ejército Popular? Se trata de un proceso complejo sustentado en la creciente combatividad del pueblo y en la fortaleza política y moral proporcionada por la justa dirección del Partido Revolucionario, proceso que se basa fundamentalmente en una larga primera etapa en la divisa de “aprender a combatir combatiendo”. Los pilares del edificio guerrillero son los cuadros, la organización y el ar681

Mario Roberto Santucho

mamento. No hay construcción militar sólida sin buenos cuadros, militarmente capacitados. Y para darnos una idea de la cantidad de oficiales necesarios recordemos que una Compañía (77 hombres), precisa 2 Capitanes, 6 Tenientes, y 10 Sargentos; que un Batallón requiere 2 Comandantes, 12 Capitanes, 27 Tenientes y 43 Sargentos. Dadas las características de nuestra lucha, la justicia de nuestra causa, la sencillez de los métodos guerrilleros, la conciencia y moral de los combatientes, un compañero puede formarse como Sargento Jefe de Escuadra (8 a 12 hombres) en seis meses de experiencia intensa y en otros 6 meses, con el respaldo del curso militar, puede convertirse en un Teniente Jefe de Pelotón (16 a 30 hombres), aun cuando no tenga estudios anteriores. El enemigo en cambio necesita varios años para formar sus oficiales por la complejidad de su aparato y fundamentalmente porque deben reemplazar la falta de moral con una gran preparación combativa. LA ORGANIZACIÓN En cuanto a la organización es necesario determinar con la mayor exactitud posible el tipo de unidad que necesitamos en cada lugar, tanto en la ciudad como en el campo, para formular un plan general de encuadramiento y organización que nos permita desarrollar armónicamente en el orden nacional las unidades rurales y urbanas. Nuestras unidades actuales son la Escuadra (8 a 12 hombres), el Pelotón (16 a 30 hombres), la Compañía (77 hombres), el Batallón (270 a 350 hombres). Ellas deben estar distribuidas en todo el país de acuerdo al desarrollo de la lucha de clases. Pero distintos problemas de construcción, principalmente el surgimiento de nuevos cuadros, tienen ritmo desparejo; las zonas de gran concentración industrial proporcionan cuadros más rápidamente y en mayor cantidad. Por lo tanto, es necesario por ejemplo redistribuir compañeros de acuerdo a un plan. En el terreno de la organización se plantean también importantes problemas concretos que hay que resolver acertadamente. En primer lugar la sana construcción de la escuadra, unidad básica de la estructura guerrillera, el equilibrio entre su estrecha ligazón con las masas y un buen ritmo de accionar militar. La escuadra se construye en los frentes de masas: en una o más fábricas, en uno o más barrios, en uno o más pueblos; en uno o más colegios y facultades; etc., etc. Concentrada en el frente o los frentes que la sustentan la escuadra debe combinar sabiamente, bajo la dirección del Partido, el trabajo político con el accionar armado, para contribuir al aumento de la influencia de masas del PRT 682

Sus editoriales y escritos estratégicos

y del ERP, e incrementar su poderío militar simultánea y armónicamente. Otro problema fundamental de organización a resolver correctamente es la estructuración y funcionamiento eficaz del mando y la logística de las unidades (todo lo referente al apoyo para combatir: sanidad, transporte, depósitos, abastecimientos, talleres, cárceles del pueblo, etc.) Criterios de organización bien afirmados, coincidentes con las necesidades del desarrollo presente y futuro de nuestras fuerzas guerrilleras, son elementos de gran importancia en la construcción del Ejército del Pueblo, que obran como factor de aceleración y solidificación. EL ARMAMENTO En cuanto al armamento, por un período no muy largo, continuaremos armándonos en lo fundamental del enemigo, arrebatándole sus armas. Pero poco a poco, basándonos en distintas experiencias debemos avanzar y avanzaremos en la producción de nuestro propio armamento. Porque los planes de desarrollo y los planes de operaciones no pueden depender por entero del armamento capturado al enemigo, sino que tienen que apoyarse en una sólida base de producción propia. Tales son sintéticamente los grandes problemas de la construcción del Ejército del Pueblo, a cuya solución estamos abocados y que serán resueltos mejor y más rápidamente, cuanto más avancemos en la unidad popular y revolucionaria y cuánto más decididamente aporten a esa sagrada y gloriosa misión sectores más amplios de la clase obrera y el pueblo argentinos.

Editorial de El Combatiente N° 217. Miércoles 19 de mayo 1976 AUTODEFENSA Y PROSELITISMO MILITAR Mario Roberto Santucho En la nueva situación de guerra civil generalizada que se abre a partir del golpe militar de Videla, se hace posible y necesario impulsar la autodefensa de masas, el armamento y organización de amplios sectores populares para resistir los embates de la represión, defender a los activistas y dirigentes amenazados, 683

Mario Roberto Santucho

organizar el sabotaje a la producción, organizar la resistencia a los rastrillos, realizar acciones de reparto de alimentos, impulsar la lucha contra los alcahuetes y agentes represivos infiltrados, etc. etc. La reacción de masas a la superexplotación y opresión dictatorial, sin canales legales para manifestarse, es la amplia base objetiva que alimentará la autodefensa de masas. CONCEPTO La guerra revolucionaria es una guerra de masas, es el levantamiento general y progresivo de todo un pueblo que se revela contra un régimen injusto. Primero en explosiones espontáneas, después concentrado en una vanguardia que abre el camino, posteriormente convertido en un vasto movimiento altamente organizado. Y la organización de las masas para la guerra se extiende a todo el pueblo precisamente como autodefensa armada, consistente en una extensa y tupida red de combatientes organizados desde su lugar de trabajo y vivienda, sin apartarse de la producción, sin apartarse de su barrio o pueblo. En cada fábrica, en cada centro de trabajo o estudio, en cada villa, barrio o pueblo, los compañeros y vecinos se organizan en grupos, se arman y golpean duramente al enemigo. Esos grupos de autodefensa surgidos de la base, muchas veces a instancias de revolucionarios ya organizados, se vinculan más temprano que tarde a la estructura de las fuerzas guerrilleras, participan en la construcción del Ejército Popular, alimentan generosamente con combatientes ya probados a las unidades guerrilleras mayores (de características regulares) y se convierten en uno de los tipos de tropas fundamentales en el conjunto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Porque para vencer al enemigo capitalista, para destruir sus FFAA contrarrevolucionarias, repetimos, debemos construir y desplegar: 1) Un Ejército Popular Regular dedicado por entero al entrenamiento y al combate, fuerza de choque acerada para aniquilar en combate las fuerzas principales del enemigo; 2) Un extenso movimiento guerrillero de autodefensa que ate, hostigue y aniquile por partes fuerzas policiales y militares. El Ejército Regular y las tropas guerrilleras de autodefensa formarán en conjunto las Fuerzas Armadas Populares. Las dos fuerzas son fundamentales, ninguna más importante que la otra, y se diferencian en que la autodefensa sigue en la producción mientras que las fuerzas regulares no. 3) Un activo trabajo de proselitismo militar en las filas enemigas para des684

Sus editoriales y escritos estratégicos

componer, desorganizar y destruir por el sabotaje y la deserción fuerzas policiales y militares. CARÁCTER ACTUAL DE LA AUTODEFENSA Dado su carácter de fuerza revolucionaria organizada, la autodefensa armada debe ser dirigida por el Partido y/o el Frente de Liberación Nacional, pero en la situación actual de nuestra patria, donde el Partido aún no es hegemónico y no está constituido el FLN, la organización de la autodefensa debe impulsarse con un criterio sinpartidista, y un programa antidictatorial democrático y reivindicativo. Esto en general, pero hay naturalmente excepciones; allí donde el PRT y el ERP son hegemónicos, donde el enfrentamiento armado es muy encarnizado, como ocurre en algunos Departamentos de la Provincia de Tucumán por ejemplo, corresponde organizar desde el principio la autodefensa como parte del ERP, bajo la dirección político militar del PRT. ¿Cómo se organiza la autodefensa? Puede iniciarse de distintas formas, siempre sobre la base del deseo unánime o mayoritario de numerosos compañeros, de una sección o línea, de toda una fábrica, de un barrio, etc. etc. Puede iniciarse por ejemplo a raíz de un movimiento reivindicativo, de una asamblea o medida de fuerza reprimida por el enemigo, a raíz de una ocupación o intervención militar del centro de trabajo o estudio; por causa de la detención, desaparición o asesinato de algún activista o dirigente local, o simplemente por la bronca generalizada en un sector de trabajadores por los magros sueldos y de incontrolada alza del costo de la vida. En esos casos, cuando numerosos compañeros se rebelan contra las injusticias del sistema, debemos plantear la organización de la autodefensa, proponer a los compañeros que nos organicemos en conjunto para la pelea con lo que nos sea posible; que no nos vamos a dejar pisotear pasivamente, ni vamos a cruzarnos de brazos mientras nuestros hijos pasan hambre. Obtenido el consenso debemos proponer un compromiso solidario de todos, de guardar el secreto, proteger a los marcados, responder sólidamente, sin aceptar señalar a nadie, por las distintas medidas defensivas que se necesite adoptar, y participar cada uno realizando las tareas que de acuerdo a un plan le correspondan. Sobre esa base se inicia la autodefensa, se organiza un mando secreto de 4 o 3 compañeros encargados de planificar y dirigir las acciones. El tipo de acciones a realizar varía de acuerdo a la experiencia del grupo o grupos de autodefensa de la fábrica o el barrio. Si se carece de experiencia hay que empezar por entrenarse y realizar acciones menores de sabotaje; si hay más experiencia, se puede ya hacer un reparto 685

Mario Roberto Santucho

de alimentos, copar un depósito de mercaderías o un supermercado de la zona para alimentar a las familias trabajadoras, desarmar algunos policías aislados para mejorar el armamento; y si la autodefensa logra armarse y entrenarse mejor puede llegar a tomar un destacamento policial, por ejemplo. Todo miembro del PRT y del ERP, todo militante, aspirante, simpatizante, combatiente, todo joven guevarista, tienen la misión de impulsar la autodefensa de masas, con combatividad, inteligencia y oportunidad allí donde se encuentren, en su fábrica, barrio, villa o centro de trabajo o estudio. PROSELITISMO MILITAR En cuanto al proselitismo militar es una tarea fundamental favorecida por el sistema de conscripción del ejército enemigo que hace posible la afluencia anual de decenas de miles de jóvenes de origen obrero y popular a las filas contrarrevolucionarias. Esa masa de jóvenes argentinos constituye un frente de primerísima importancia para los revolucionarios en el que nuestro Partido y la Juventud Guevarista deben centrar su trabajo de masas preparatorio para el trabajo de proselitismo militar. La posibilidad de deserciones masivas, del paso de unidades enemigas al campo del pueblo, fruto principal del trabajo de proselitismo militar sólo es posible cuando las fuerzas guerrilleras están en condiciones de propinar durísimos golpes a la fuerza armada contrarrevolucionaria. Pero el paciente trabajo preparatorio, la politización de la tropa, la valiosa información posible de obtener, la realización de nuevos golpes de mano para obtener armamento, son importantísimas actividades inmediatas que se llevan adelante. Es necesario multiplicar la intensidad de este trabajo. Prestándole desde el Partido y la Juventud toda la atención que corresponde, difundiendo en la masa la conciencia de dirigirse en toda oportunidad al personal militar con argumentos certeros. Porque proselitismo militar es la más política de las tareas militares, porque desde ahora debemos difundir la conciencia de que es misión de todo el pueblo, de jóvenes y viejos, de hombres y mujeres, de padres y madres, dialogar con sus parientes y conocidos incorporados a las FFAA contrarrevolucionarias desde un punto de vista de clase, desenmascarando la injusta causa capitalista que defiende la oficialidad contrarrevolucionaria. Apoyados en la decisiva colaboración partidaria y de masas nuestros organismos de proselitismo militar podrán avanzar con firmeza y buen ritmo tanto en lo orgánico como en lo político y militar, desarrollando con dinamismo y previsión todas las inmensas posibilidades de esta vital tarea.

686

Sus editoriales y escritos estratégicos

Editorial de El Combatiente Nº 220. Miércoles 9 de junio de 1976 CON FUERZA, HACIA LAS MASAS1 Mario Roberto Santucho Cuando poco antes y después del 24 de marzo analizamos las perspectivas del golpe militar cometimos un error de cálculo al no señalar que el peso de la represión afectaría en un primer momento a la lucha popular, dificultando la movilización de masas y el accionar guerrillero. Al no prever un reflujo transitorio de la movilización obrero-popular y dar la idea de que la potente reacción antidictatorial de masas sería inmediata, lo mismo que el aislamiento internacional de la Dictadura y la aproximación al campo revolucionario de sectores populares democráticos, no nos adecuamos plenamente en lo ideológico y orgánico a la nueva realidad nacional. Globalmente nuestra posición fue y sigue siendo correcta, tanto en la caracterización de la Dictadura, como en la comprensión de la generalización de la guerra y el justo pronóstico de que nuestro pueblo no será aplastado y edificará gradualmente una resistencia potente y victoriosa. Pero nos faltó prever taxativamente un período determinado de reflujo, error que desde ahora corregimos. REFLUJO Y NUEVO AUGE Frente a la Dictadura de Onganía el pueblo argentino intentó una resistencia inmediata. Azucareros, mecánicos, portuarios y estudiantes hicieron frente con huelgas y movilizaciones a las primeras medidas antipopulares del gobierno contrarrevolucionario. Pero todas esas luchas fueron brutalmente aplastadas por la bota militar y se necesitó más de dos años de acumulación de fuerzas para llegar a las grandiosas movilizaciones del 1969. Hoy, en 1976, la situación es distinta. Con importantes experiencias recientes de lucha clandestina, la clase obrera no salió a la calle y comen1. Informe y Resolución del Comité Ejecutivo de junio Comandante Juan Manuel Carrizo. [nota de esta edición] 687

Mario Roberto Santucho

zó a responder con sabotaje y escaramuzas en las fábricas a las medidas dictatoriales. La represión, a su vez es más dura y activa que en 1966. Balanceando a “grosso modo” la situación de las masas obrero-populares y su vanguardia y el peso presente y futuro de la represión, pensamos que habrá que esperar alrededor de un año hasta el próximo auge de la lucha de masas. Es decir, que la clase obrera y el pueblo argentino necesitarán alrededor de un año para reacomodarse a la nueva situación, lograr la acumulación de fuerzas necesarias y movilizarse de conjunto superando los obstáculos represivos. SITUACIÓN DE MASAS Aunque vivimos un período de reflujo en la movilización, la situación de masas es extraordinaria. Es notable la avidez por materiales políticos revolucionarios, el interés por la política que se ha despertado en extensos sectores proletarios y populares. Pese al despliegue represivo que ataca fábricas y barriadas, los volantes y periódicos revolucionarios circulan con facilidad, son leídos con atención y pasados de mano en mano. El odio hacia los militares se arraiga cada día más en el corazón de las masas y crece paralelamente la conciencia de que es necesario incorporarse a la lucha revolucionaria. Aunque los sucios y criminales métodos de la represión enemiga obligan a ser cuidadosos y desconfiados, numerosos compañeros se ligan e incorporan a la estructura de nuestra organización. Podemos afirmar que el movimiento de masas no está acobardado ni retraído; desarrolla formas indirectas de lucha, se organiza y delibera desde la base en la búsqueda de las formas más eficientes de salirle al paso a los siniestros planes antipopulares y antinacionales del Partido Militar. CONTINUIDAD DE LA LUCHA ARMADA Contrariamente a lo que ocurrió durante el Onganiato, en el actual período de reflujo de movilización de masas, el accionar guerrillero mantendrá viva la llama de la resistencia popular. No viviremos un período de relativa calma como en 1967 y 1968 porque las operaciones de propaganda armada y aniquilamiento realizadas por las unidades guerrilleras jaquearán constantemente a la Dictadura Militar, permaneciendo así en lo alto la justa bandera de nuestra guerra revolucionaria. Por más que el enemigo extreme su movilización represiva, las orga688

Sus editoriales y escritos estratégicos

nizaciones armadas populares encontrarán siempre la forma de golpear, valiéndose de la rica experiencia acumulada. Y esa presencia combatiente impregnará la experiencia de nuestro pueblo, teñirá la acumulación de fuerzas de las masas con los necesarios métodos violentos y jugará un gran papel en el grado de energía y en la forma con que se desplegará ulteriormente el próximo auge del movimiento de masas argentino. Mientras más prenda el ejemplo guerrillero, más poderosa y decidida será la posterior movilización obrero-popular. Por ello es que en el presente período, la lucha armada ocupa el centro de la lucha política, es y será el eje de la política nacional. El enemigo movilizado desesperadamente en el irrealizable intento de aniquilar las fuerzas guerrilleras; las guerrillas del pueblo esforzándose por golpear con continuidad y potencia, dar presencia y vigor a la resistencia y acumular medios y experiencia para desplegarlos con el auge de masas. Nuestro Partido y nuestro Ejército Guerrillero aun reduciendo sus fuerzas centrales para volcar mayores recursos a los frentes de masas, se esforzarán por mantener activas unidades guerrilleras. Y con la propaganda armada desde los frentes y el accionar de aniquilamiento desde las unidades locales cumpliremos con honor la misión armada que nos corresponde. MEDIDAS DE CORRECCIÓN El error de apreciación táctica que cometimos nos debilitó en lo ideológico y en lo orgánico. En lo ideológico en cuanto dificultó el enraizamiento de la concepción de guerra prolongada, y en lo orgánico en cuanto no nos orientamos con máxima energía a simplificar el aparato y volcar más compañeros a los frentes de masas. Las medidas de corrección comprenden entonces: 1.- Una campaña ideológica que ya se inició dirigida a hacer carne en el Partido los aspectos concretos de la concepción de guerra prolongada; 2.- Una reducción general del aparato y reforzamiento paralelo de los frentes de masas. Esta última medida, al mismo tiempo que preserva la organización ofreciendo menos blanco al enemigo, nos permitirá canalizar mayores recursos de masas hacia las actividades revolucionarias. Porque la presencia consecuente del Partido en más frentes, además de influir como sabemos en el estado de ánimo de las masas nos permitirá llegar a mayor cantidad de elementos de vanguardia, incorporarlos al Partido y ayudarlos a convertirse en verdaderos revolucionarios. La experiencia política y orgánica de nuestro Partido, su tradición 689

Mario Roberto Santucho

combativa, son elementos de inmenso valor para formar una nueva y vigorosa promoción de militantes y cuadros revolucionarios que al fortalecer la organización del PRT contribuirán seriamente a ponerlo en condiciones de cumplir el destacado papel dirigente que la lucha de clases le tiene asignado. PREPARARSE PARA EL NUEVO AUGE La clase obrera y el pueblo argentinos han vivido los últimos años grandes experiencias. Han visto sucederse gobiernos políticos y militares sin ningún tipo de solución para las necesidades populares ni nacionales. La prédica revolucionaria tiene por ello fértil terreno para germinar; nuestro proletariado y nuestro pueblo que se han movilizado con energía escuchan con creciente atención la palabra revolucionaria. En el presente período de reflujo, nuestro Partido debe fundirse más que nunca con las más amplias masas difundir sistemáticamente las ideas socialistas, pegarse a los elementos de vanguardia para incorporarlos a la organización. Mientras más eficiente sea nuestro trabajo de Partido en los meses de reflujo, más notable e influyente será el papel de nuestra organización en el auge que sobrevendrá. Con profunda confianza en las masas con la determinación y fuerza de servir a nuestra justa causa con el espíritu heroico y glorioso de los queridos compañeros que han dado su vida en el combate cotidiano, la militancia del PRT, como un sólo hombre redoblará su esfuerzo revolucionario en los frentes de masas. En 7 años de lucha revolucionaria el pueblo argentino ha sido conmovido por la combatividad y el heroísmo de su vanguardia guerrillera y ha generado en su seno condiciones para convertir la débil llama que alimenta la guerrilla en tremenda fuerza popular. La sangre derramada por nuestros héroes no ha corrido en vano; se ha desparramado generosa por millones de corazones. Y ahora es el momento de preparar concienzudamente la organización para que esté en condiciones de surgir en el próximo auge de masas como una fuerza política-revolucionaria considerablemente poderosa.

Editorial de El Combatiente 224. Miércoles 14 de julio de 1976

690

Sus editoriales y escritos estratégicos

NUESTRAS TAREAS EN PERÍODO DE REFLUJO2 Mario Roberto Santucho En poco más de tres meses la dictadura militar de Videla, lanzada desenfrenadamente a la represión contrarrevolucionaria, ha acumulado una cantidad tal de crímenes como no hay memoria en toda la historia nacional, anunciándose al mundo como régimen fascista altamente sanguinario. Más de 16.000 detenidos, torturados salvajemente en su casi totalidad; centenares y acaso miles de secuestrados, muchos de ellos asesinados [después] de ser sometidos a las más bárbaras torturas, y el resto alojados en cárceles clandestinas instaladas a veces en los propios cuarteles del ejército opresor, donde se los somete semanas y meses a continuas torturas. Intensa movilización represiva en el campo y la ciudad; ocupación militar de zonas, constantes pinzas y rastrillos, tales son las formas en que el enemigo se lanza a la calle en su desesperado e inútil intento de aniquilar las fuerzas guerrilleras y dominar al pueblo por medio de la implantación del terror. UN RÍO DE SANGRE SEPARA AL PUEBLO ARGENTINO DE LOS MILITARES ASESINOS Pero esta incalificable acción ultrarrepresiva no sólo no ha aniquilado ni aniquilará a la guerrilla, ni ha aterrorizado ni aterrorizará al pueblo argentino, sino que abrió un profundo cause de sangre que dividió definitivamente a nuestra sociedad en una gran mayoría obrera y popular, unida en su justo odio al 2. Del Boletín Interno 121, con fecha 14 de julio de 1976, transcribimos dos párrafos que se refieren al informe de situación nacional presentado al Comité Ejecutivo “Edgado Enríquez”: “El CE analizó y aprobó la minuta presentada sobre situación nacional y la tarea del Partido en la actual etapa de reflujo, parte de la cual fue publicada como Editorial en el último El Combatiente, en razón de que el subtítulos sobre la unidad es un tema de actualidad e importancia estratégica que era necesario incluir en la resolución del CE, sin hacerlo público todavía, se publica completa en el apéndice” “El otro punto de situación nacional que trató el CE fue la marcha del proceso unitario con Montoneros y Poder Obrero. El mismo avanza con perspectivas positivas y concretas de gran importancia para nuestra lucha revolucionaria, cuyos detalles aún no podemos informar”. En este trabajo la minuta se publica completa, según el apéndice del BI, como Editorial de El Combatiente 224, ejemplar que no tenemos. [nota de esta edición]

691

Mario Roberto Santucho

ejército opresor, y una ínfima aunque poderosa minoría constituida por las altas clases explotadoras nucleadas en torno a la oficialidad asesina. Tal es el estado de guerra que vive nuestra patria, en los comienzos de la guerra popular revolucionaria ya iniciada y generalizada que culminará con el total y definitivo triunfo de la revolución socialista. El enemigo lo reconoció así recientemente por boca de los generales Corbetta y Harguindeguy. Corbetta: “Ese es el ámbito de la guerra revolucionaria, la tercera guerra mundial como se ha llamado, en la cual el teatro de operaciones –República Argentina- es uno más entre muchos otros donde se da esa contienda...”. Harguindeguy: “Como la lucha contra la subversión caracteriza y condiciona tareas todas y cada una de las medidas del gobierno. Los trabajadores argentinos y sus organizaciones de vanguardia, reconociendo decididamente ese estado de guerra, mirando la realidad cara a cara, determinados a combatir y decididos a vencer, afrontan a pie firme los enormes sacrificios que requiere nuestra gloriosa guerra revolucionaria por la segunda independencia. SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS La activa movilización represiva del enemigo y la profundidad de la crisis económica con sus dramáticas consecuencias de despidos, desocupación y caída catastrófica del nivel de vida, han provocado un reflujo en la lucha de la clase obrera y el pueblo. Porque agobiada por la crisis, la comunidad proletaria se debilita en un primer momento; se desdibuja la fábrica como centro combativo, aparece el fantasma del despido frente a los sectores más débiles de las masas, y la inmensidad de los problemas personales y familiares (alimentación, vestido, educación, salud, vivienda) presiona a cada obrero a buscar soluciones personales inmediatas. Sumado a ello el poder de la represión, configuran las causas del actual período de reflujo. Contrariamente a lo que se podría deducir superficialmente, una crisis tan profunda como la actual, en condiciones como las de nuestra patria de desarrollo aún incipiente de las fuerzas revolucionarias, no es favorable para la movilización de las masas, no estimula sino desalienta la lucha reivindicativa proletaria. Una grave crisis económico-social puede acelerar, en cambio, el desarrollo revolucionario, elevar la temperatura de la lucha de clases y el ardor combativo de las masas, cuando las fuerzas político-militares del proletariado y el pueblo han logrado un gran desarrollo y poderío. Para reinvertir esta situación y dar inicio a un nuevo auge de masas, la clase obrera y el pueblo deberán reacomodarse a la nueva situación, y acumular las fuerzas necesarias para movilizarse superando la presión represiva. Como ya 692

Sus editoriales y escritos estratégicos

señaló nuestro Partido debemos calcular en alrededor de un año el plazo aproximado que demandará esa reactivación de la movilización de masas. En cuanto al enemigo, empantanado en la guerra popular, ha visto naufragar aceleradamente sus planes demagógicos de aislar a la guerrilla para aniquilarla mediante una falsa y formal política “dialoguista” en lo interno y una activa propaganda internacional. Muy a su pesar, en los tres meses transcurridos desde el 24 de marzo, se han desenmascarado totalmente tanto en lo interno como en lo internacional, y en lugar de aislar a las fuerzas guerrilleras, se han precipitado ellos mismos a un tobogán de constante aislamiento. Por ello es que al tiempo que crece su desesperación multiplican su esfuerzo de guerra y se disponen a defender con uñas y dientes, con la irracionalidad y barbarie propia de su causa injusta, al régimen capitalista-imperialista que oprime y arruina a nuestro pueblo y a nuestra patria. RESPONDER CABALMENTE A LA INQUIETUD POLÍTICA DEL PUEBLO En aparentes contradicciones con el reflujo, las masas viven una intensa vida política de características profundas y singulares. De la simpatía romántica hacia la guerrilla durante la lucha contra la dictadura de Lanusse se pasó a un auténtico interés político y combativo por la guerra civil en curso; las masas obreras y populares van dejando de ser meras espectadoras del choque entre la guerrilla y las fuerzas represivas y comienzan a tomar partido activamente por los revolucionarios. Al mismo tiempo amplias capas del proletariado y el pueblo acrecientan su interés por el socialismo, comienzan a considerar seriamente la necesidad y la posibilidad de un profundo cambio de sistema. Y una nueva vanguardia obrera y popular, mucho más amplia que la anterior irrumpe en la política nacional tras las frescas huellas que desde el Cordobazo inició la justa y victoriosa rebelión armada y no armada del pueblo argentino. Educar y formar esa nueva vanguardia, en el curso de la resistencia a la dictadura de Videla, transmitirle la rica experiencia acumulada, aprender de ella, renovando con su fresco y vigoroso impulso las estructuras revolucionarias, es una de las misiones fundamentales de la reciente “promoción” de templados cuadros que se forjó en los primeros seis años de guerra revolucionaria. UN GRAN PASO UNITARIO Esta gran tarea se verá considerablemente facilitada por los recientes avan693

Mario Roberto Santucho

ces unitarios en el campo revolucionario que nos han colocado ante la posibilidad real e inmediata de construir una organización frentista integrada por el PRT, Montoneros y Poder Obrero, que unifique la lucha antidictatorial y encauce un transcendental proceso hacia la completa unidad política y militar de las organizaciones revolucionarias proletarias y populares (el Partido de la Clase Obrera, el Ejército Popular y el Frente de Liberación Nacional). Dar este paso significará iniciar un proceso de convergencia quizás complejo, pero de un positivismo difícil de exagerar. En primer lugar influirá favorablemente en el estado de ánimo de las masas populares, que se sentirán respaldadas por este sano paso de sus organizaciones. Se materializará en un aumento cualitativo de los recursos revolucionarios globales, que serán empleados más racionalmente y con mayor eficacia. Reforzará nuestra presencia internacional facilitando por lo tanto el esfuerzo para conquistar la solidaridad y apoyos internacional activos a nuestra causa revolucionaria. Al Partido le cabe una gran responsabilidad en el proceso de unidad que se abrirá. Sin ceder un milímetro en los principios, activo en la lucha ideológica que se intensificará en los nuevos marcos unitarios nuestro Partido deberá actuar con gran dinamismo y flexibilidad. Los cuadros y militantes deben predicar con el ejemplo de sus virtudes proletarias, de su línea de masas, de su confianza en las masas, de su combatividad y heroísmo, de su dedicación profesional, de su férrea voluntad en el cumplimiento de las tareas, de su sencillez, fraternidad y espíritu solidario. La total unidad, que es posible, se conquistará en un proceso gradual a desarrollarse paso a paso en todos los niveles, en la base y en la dirección, que requiere paciencia, flexibilidad y firmeza ideológica. La fusión de las organizaciones revolucionarias será un gran avance para la lucha de nuestro pueblo, en la medida que se asiente sobre sólidos principios ideológicos y orgánicos, y nuestro Partido pondrá todo su esfuerzo para hacerlo realidad. LAS TAREAS CENTRALES DEL PARTIDO En el actual período de reflujo que precederá al nuevo auge, las tareas fundamentales de nuestro Partido y de nuestro Ejército Guerrillero, pueden resumirse en dos grandes misiones: a) Mantener viva la resistencia popular armada con un ininterrumpido accionar guerrillero; b) Forjar una nueva promoción de cuadros y militantes proletarios multilaterales, el cuerpo de “oficiales” y “suboficiales” del Ejército Político de las masas y el Ejército Guerrillero popular, que se desplegarán nacionalmente con 694

Sus editoriales y escritos estratégicos

irresistible vigor en el desarrollo del nuevo auge obrero y popular. Como ya señaló nuestro Partido, la continuidad de la lucha guerrillera y su firmeza es un elemento esencial en nuestro actual proceso revolucionario, que alimentará sin cesar el fuego de la resistencia en el que se acrisola la nueva conciencia socialista hacia la que tienden las masas. Las características más o menos violentas de la futura ola de movilizaciones dependerán, a su vez, de la mayor o menor potencia que alcancen los constantes golpes guerrilleros. Y la formación del cuerpo de “oficiales” y “suboficiales” revolucionarios surgidos principalmente de los frentes fabriles, la capacitación y la moral que hayan adquirido, será determinante en la envergadura y profundidad de esas movilizaciones. Más aún, la fuerza, calidad y extensión que alcance la penetración del Partido en las grandes fábricas puede ser determinante en acortar los plazos de materialización del nuevo ascenso de masas. Mientras mayor sea el número de cuadros y militantes, más alta su moral, y más eficiente su capacitación profesional, mayor será la fuerza de masas que se podrá desplegar organizadamente, como verdadero ejército disciplinado en operaciones, con elevada movilidad y capacidad de maniobra. Mantener encendida la hoguera de la resistencia guerrillera y formar los cuadros de mandos políticos y militares que necesita el pueblo argentino para desplegar su inmenso potencial combativo son las tareas centrales de nuestro partido en los próximos meses de guerra revolucionaria.

Editorial de El Combatiente N° 225. Miércoles 21 de julio de 1976 DIEZ AÑOS DE LUCHAS Y EXPERIENCIAS Mario Roberto Santucho El 28 de junio de 1966 el Partido Militar dio por tierra con el gobierno radical de Illia. Se trataba de un golpe preventivo para matar en su cuna fuerzas revolucionarias en gestación, detener la movilización de masas que habían logrado gran amplitud, “ordenar al país” y encontrar una vía de estabilización y desarrollo capitalista. Onganía anunció una Dictadura Militar de 10 años para lograr esos objetivos. En el campo del pueblo, sectores de la clase obrera y de la intelectualidad revolucionaria, incipientemente organizados en el transcurso de las grandes huelgas del ‘64, ‘65 y ‘66, conscientes de la imposibilidad de lograr 695

Mario Roberto Santucho

justicia y soluciones por la vía legal e influidos por el éxito de la revolución cubana, decidieron afrontar el desafío militar y empuñar las armas guerrilleras para encabezar la resistencia popular. Los revolucionarios se contaban por decenas, estaban prácticamente desarmados y enfrentaban a un enemigo unido, confiado y ampliamente apoyado por la burguesía, la burocracia sindical y el imperialismo, pero tenían fe en su justa causa y soñaban con conmover a la masa del pueblo para desarrollar hasta la victoria, la guerra revolucionaria por la liberación nacional y el socialismo. Ya han transcurrido los 10 años que calculó la alta oficialidad del Ejército Opresor y al hacer un necesario e instructivo balance salta a la vista inmediatamente el total fracaso de los planes militares y el notable éxito de las fuerzas guerrilleras. La situación económica lejos de estabilizarse y mejorar ha sufrido un notable deterioro; han nacido y se han desarrollado importantes fuerzas revolucionarias políticas y militares; el ejército contrarrevolucionario ya no es más el árbitro todopoderoso e imbatible de la política nacional. Y lo que es más importante de todo, en el terreno político el Partido Militar se ha desenmascarado como bárbaro, pérfido y cínico defensor de los intereses antinacionales y antipopulares del gran capital, mientras la guerrilla ha surgido como fiel defensora de los intereses obreros y populares y se presenta ante los ojos de las masas como genuina esperanza de un profundo cambio revolucionario que solucione los problemas populares. Este desarrollo político que ha llevado a una profunda polarización, que “ha conmovido a la masa del pueblo” es el más grande triunfo de los revolucionarios, la más grande conquista de estos 10 años de lucha, que al atraer hacia nuestra justa causa importantes sectores obreros y populares, centenares de miles de hombres y mujeres trabajadores, proporciona al ideal antiimperialista y socialista recursos inagotables que hacen seguro su triunfo. NO HAY AVANCE SIN SACRIFICIOS Pero los profundos cambios que registra la realidad nacional no provienen de una evolución lineal e incruenta. Como todo proceso revolucionario se viene desarrollando en espiral, con avances y retrocesos, en tendencia siempre ascendente, y a costa de sensibles pérdidas. Como dijo Mao Tsé Tung “luchar, fracasar, volver a luchar, volver a fracasar, volver a luchar hasta la victoria” es una ley de lucha revolucionaria. En la guerra de nuestra primera independencia los ejércitos patrios intentaron avanzar dos veces por Bolivia hacia Perú, hasta descubrir el triunfal camino de Chile; Bolívar a su vez fue, 4 veces vencido en Venezuela y 4 veces se exilió, hasta encontrar en su quinto intento el camino de la victoria definitiva. Así ocurre y ocurrirá en nuestra guerra re696

Sus editoriales y escritos estratégicos

volucionaria. Cada paso adelante ha sido conquistado atravesando pruebas y errores, sufriendo dolorosas pérdidas. Pero la correcta línea de nuestro Partido la persistente combatividad, la experiencia adquirida y el ejemplo heroico de los gloriosos compañeros caídos ha generado una reproducción y desarrollo cuantitativo y cualitativo incesantes de los militantes y cuadros revolucionarios. Un claro ejemplo lo tenemos en nuestro aparato de propaganda: En la época de la dictadura de Lanusse El Combatiente salía quincenal y Estrella Roja mensual, impresos ambos a mimeógrafo. Entre febrero y abril de 1972 nos cayó todo el pequeño aparato de propaganda y 5 compañeros, a mediados de año se logró publicar algunos números, pero recién se normalizó con la misma periodicidad a fines de 1972. En junio de 1973 coincidente con la apertura de la legalidad, comenzaron a aparecer El Combatiente semanal y Estrella Roja quincenal. Ilegalizados en septiembre de 1973, ambos periódicos continuaron saliendo clandestinamente. En enero de 1975 nos cayó nuevamente imprenta y distribución con 10 compañeros, y en sólo dos semanas reaparecieron los dos periódicos. Ahora nos cayó nuevamente el local donde se imprimían y dos miembros de la redacción, y nuevamente nos llevó sólo dos semanas tener los periódicos en la calle, con el agregado de que hoy contamos con mayor número de compañeros especializados. HAN PERDIDO LA BATALLA POLÍTICA En 1966 la Dictadura Militar de Onganía, en 1976 la Dictadura Militar de Videla. Sin embargo, la situación es completamente diferente. Las decenas de revolucionarios que en 1966 se decidieron a iniciar la lucha armada, propósito que recién lograron concretar en 1970, son ahora miles, organizados, experimentados, templados y más decididos que nunca a triunfar, dueños de una gloriosa tradición, dispuestos a realizar los sacrificios necesarios y a dar la vida por la hermosa causa de la independencia y el socialismo. Y este enorme crecimiento cuantitativo y cualitativo de la vanguardia revolucionaria argentina se nutre del despertar político y de la combatividad de todo el pueblo que va convirtiendo la gesta revolucionaria en un proceso de masas. El Partido Militar en cambio ha sufrido un grave deterioro y se encuentra muy lejos de aquel apoyo que recibió en 1966, prácticamente unánime en el campo burgués y con favorables expectativas en la masa popular. Con su bárbara política de terror se ganó el odio de la mayoría del pueblo, se distanció de posibles aliados y se desenmascaró internacionalmente. Por ello es que podemos afirmar con seguridad y objetividad que el enemigo ha perdido la batalla política. 697

Mario Roberto Santucho

El caso de Tucumán es típico. El 9 de julio de 1966 decenas de miles de tucumanos, muchos de ellos trasladándose a pie desde el interior, recibieron con entusiasmo y esperanza la visita de Onganía. Tiempo después, al nacer la heroica Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez con algunas decenas de combatientes, el ejército opresor perpetró un gran operativo para aniquilarla en pocos meses. Ya transcurrió un año y cinco meses de iniciado ese operativo, y si bien han dificultado el desarrollo de nuestra unidad (que no se concretó aún, más que nada por falta de experiencia y conocimientos militares de nuestra parte), no han logrado aniquilarla; por el contrario siguen enviando más refuerzos, han triplicados sus fuerzas iniciales (de 5.000 a 15.000) y con su ocupación militar de la provincia, con sus crímenes y atropellos, han despertado un profundo odio en el grueso de la población, sentimiento hoy oculto bajo el peso del terror, que se convertirá en poderosa fuerza material cuando en base a la experiencia acumulada y mejorando nuestra preparación militar logremos un suficiente empleo de la fuerza guerrillera. PERSISTIR Y VENCER La locura asesina del enemigo causa profundas heridas en nuestras filas. Caen compañeros muy valiosos, caen familiares que nada tienen que ver, caen activistas o simples sospechosos. Ante ello alguno que otro compañero vacila y teme. Pero la absoluta mayoría, unida como un sólo hombre se yergue decidida a persistir y vencer, cualesquiera sean los obstáculos y sufrimientos. Esa elevada moral es nuestra principal arma, ella conmueve y moverá a millones de argentinos por el ancho camino de la guerra revolucionaria. Y en este momento de reflujo de las masas, mientras despliegan sin cesar su aguerrida resistencia guerrillera, las fuerzas revolucionarias podrán analizar serenamente las experiencias, “hacer un alto en el camino”, reagrupar, reorganizar y consolidar el potencial revolucionario para estar en condiciones de aportar vigorosa y organizadamente para la máxima extensión y potencia del próximo auge obrero-popular. Así, concentrados en los frentes, recibiendo al formidable estímulo de las masas, con las unidades guerrilleras activas, perseverando con garra y tesón en las distintas actividades revolucionarias, el PRT, el ERP y las demás fuerzas revolucionarias argentinas, continuaremos ascendiendo sin pausa por el abrupto y glorioso sendero que nos conduce a la tan ansiada liberación nacional y social de nuestra patria y de nuestro pueblo.

698

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF