Mario Morvelí - Antropologia de los sist. econ. 2015.pdf

January 31, 2018 | Author: Vicente Torres | Category: Anthropology, Economics, Marxism, Society, Microeconomics
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Antropología y Religión. Una Aproximación a Conceptos y Teorías de la Religión (2012) Marío Mórvelí S. Sociología (2010) Mario Morvelí S.

ANTROPOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS

Desarrollo Rural y Teorias del Cambio Social (2015) Mario Morveli S.

A N T RO P O L O G Í A D E L O S SISTEMAS ECONÓMICOS, es un material de enseñanza-aprendizaje que se ha escrito para los alumnos de la asignatura de Antropología y Economía de la Carrera Profesional de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del C u s c o. N a c i ó d e l a t a r e a d e enseñanza y discusión, lecturas y fichas efectuadas sobre el tema, bosquejos para la exposición de la asignatura de antropología económica y confrontada con la experiencia de campo como antropólogo.

Mario Morveli Salas

SERIE: MATERIALES DE ENSEÑANZA

ANTROPOLOGÍA DE LOS

SISTEMAS

ECONÓMICOS MARIO MORVELI SALAS (1958) es Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Entre sus publicaciones destacan: Uso del derecho consuetudinario y positivo en el manejo de suelo y agua en Huama (2004), Sociología (2010), Antropología y Religión. Una aproximación a conceptos y teorías de la religión (2012), Desarrollo rural y teorías del cambio social (2015), entre otros.

Mario Morveli Salas

ANTROPOLOGÍA de los

SISTEMAS ECONÓMICOS

MARIO MORVELI SALAS

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ANTROPOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS Primera Edición, noviembre 2015 500 ejemplares Autor - Editor: Mario Morveli Salas Los Nogales T-28 San Sebastián - Cuzco Teléfono: 084 652357 Teléf. Movil: 084 222628 E-mail: [email protected] Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Registro N° 2015-10172 ISBN: 978-612-00-2016-6 Impresiones Gráficas Meta Color S.R.L. Manco Inca 224, Wanchaq - Cuzco Febrero 2015 Diseño de Cubierta: Vicente Torres Diagramación: Marcos F. Torres Impreso en Cuzco, Perú

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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 5 I. Antropología y economía 9 A. Antropología 9

B. Economía 16 C. Definiciones de economía

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D. División de la economía 21 II. Sistemas económicos 27 III. Objeto de la antropología de los sistemas económicos 31

IV. Enfoques en la antropología económica 35 A. Antropología económica substantivista 35 B. Antropología económica marxista 39 C. Antropología económica formalista 51 D. Etnoeconomía 56 V. Sistema económico de las sociedades primarias 61 A. El don 62 B. El comercio en silencio 64 C. El anillo kula 65 D. El potlatch 68 VI. Sistema económico de las sociedades feudales 71 VII. Sistema económico capitalista 75 A. Antecedentes y principios del capitalismo según Marx

75

B. Antecedentes y principios del capitalismo según Weber

84

C. Sistema económico de tradición liberal

86

D. Teorías económicas del capitalismo

93

E. Tercera vía

114

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VIII. Sistema económico socialista

119

A. El socialismo como proyección

119

B. El socialismo como evidencia

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C. Planificación económica

123

D. Vía dos y medio



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A. Contexto en el que se despliega la economía social

132

B. Discusión del estado de arte sobre economía social

135

C. A modo de discusión

145

D. El caso de la CEMUSAJE en San Jerónimo-Cusco

151

IX. Economía social

X. Sistema económico de las comunidades campesinas del sur peruano

163

A. Economía campesina

163

B. Uso y gestión del suelo y agua

179

C. Cosmovisión del suelo y agua

196

D. Trueque

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BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN ANTROPOLOGÍA DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS, es un material de enseñanza-aprendizaje que se ha escrito para los alumnos de la asignatura de Antropología y Economía de la Carrera Profesional de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Nació de la tarea de enseñanza y discusión, lecturas y fichas efectuadas sobre el tema, bosquejos para la exposición de la asignatura de antropología económica y confrontada con la experiencia de campo como antropólogo. Es necesario mencionar que el estudiante y otros lectores se percatarán que este texto lleva el título de “antropología de los sistemas económicos”, pero en el contenido hay también el uso de otra expresión como el de antropología económica, que de una u otra manera hace que sea divergente. Igualmente, en el mercado, el conjunto de literaturas sobre esta temática está encabezada unos como antropología económica y otros como antropología y economía, con todo, de una u otra amanera, expresan casi lo mismo. A este ejemplar lo hemos denominado antropología de los sistemas económicos, pudo haberse denominado también antropología y economía; aunque en esta ocasión no estamos interesados por la discusión de la divergencia de títulos, pero para los expertos la exactitud de los títulos es importante y por eso pueden pasar muchas horas argumentando de cuál sería lo preciso; nosotros, en este material de enseñanza, hemos obviado dicha deliberación y más bien usaremos indistintamente los títulos para referirnos al contenido tal como se ha presentado. Está visto que es un material universitario introductorio para que los interesados se informen de los fundamentos básicos de la antropología económica y que seguidamente puedan ampliar y profundizar los temas expuestos y redactados. Y claro, es cierto que existen muchos y variados textos referidos a esta especialidad y desde diversos enfoques, la dificultad radica en que su difusión y acceso de estas literaturas son limitadas y subidas de precio; esta es la razón por la que se escribió, y como se dijo, desde las lecturas puntuales y desde la experiencia de campo y de aula regentando la asignatura de antropología y economía. 5

Naturalmente, no es un libro concluido o acabado, tampoco se ha buscado fijar puntos de partida, ni base teórica o metodológica sobre los que pueden afirmarse maneras de comprensión o de análisis que tengan que seguirse en lo posterior. Es únicamente un compendio o texto de aproximación con el que, de buena voluntad, se ha buscado que los estudiantes se aproximen a este campo y se familiaricen con los fundamentos básicos de la antropología económica. Así, anhelamos que este material didáctico no sólo sea un ejemplar de trabajo en el recinto universitario, sino que también genere la ansiada discusión sobre el contenido, conceptos, teorías y la manera en que se han abordado los temas. Finalmente, el texto se ha organizado en diez temas de discusión. 1) La antropología y la economía, en ella se precisa de modo panorámico la definición de conceptos y contenidos de las dos disciplinas y luego se menciona su afinidad. 2) Los sistemas económicos, allí se da a conocer que todo sistema económico está conformado por los factores de producción, agentes económicos e instituciones económicas. 3) El objeto de la antropología de los sistemas económicos, allí se presenta de modo resumido lo que las cuatro corrientes antropológicas abordan como objeto de estudio: primero, muestra que la antropología económica substantivista da cuenta de las formas y las estructuras sociopolíticas y religiosas que activan la producción, distribución y circulación de los bienes y servicios propios de las sociedades primarias; segundo, se da a conocer que la antropología económica marxista ofrece una vasta información acerca de las formas y estructuras de los procesos de la vida material constituido por las sociedades humanas a partir de los conceptos proporcionados por Marx; tercero, se informa que la antropología económica formalista provee todo un conocimiento de la manera cómo los hombres se organizan para enfrentarse a la naturaleza a fin de resolver su subsistencia; cuarto, se tiene también la denominada etnoeconomía que es otra opción teórica para dar cuenta de las cuestiones económicas particulares de un pueblo, una familia, una empresa, incluso de un individuo a través de la denominada etnografía. 4) Los enfoques en la antropología económica, allí se desarrolla de manera más amplia el tercer punto fijando las tesis centrales resueltas por los antropólogos económicos substantivistas, marxistas, formalistas y etnoeconómicos. 5) El sistema económico de las sociedades primitivas, se describe la característica económica de las sociedades primarias a partir del don, el comercio en silencio, el anillo kula y el potlatch. 6) El sistema económico de las sociedades feudales, se expone el funcionamiento de este régimen y su crisis para dar lugar a la aparición de la economía capitalista. 7) El sistema económico capitalista, aquí se alcanzan los aportes de Marx y Weber que exponen sobre el origen y principios que caracterizan al sistema capitalista y luego se explican algunas teorías económicas capitalistas referidas al crecimiento económico y su funcionamiento bajo la lógica del mercado y a partir de ello se argumenta cómo los antropólogos pueden impulsar el desarrollo 6

humano. 8) El sistema económico socialista, igualmente se expone la forma cómo ha funcionado este régimen a partir de la intervención del Estado. 9) La economía social es una aproximación de sistematización teórica que permitirá aproximarse a las distintas organizaciones socioeconómicas particulares con el que unos grupos humanos resuelven su existencia al margen de la economía de mercado y de la planificación económica. 10) El sistema económico de las comunidades quechuas del sur peruano, aquí se delibera el caso de la economía campesina, seguidamente se describe la agricultura campesina incidiendo en el uso y gestión del suelo, agua y el trueque. Los postulados de las temáticas expuestas se ajustan a la rigurosidad académica. De allí que se ha procurado alcanzar las fuentes o citas bibliográficas como sustento para que los estudiantes u otros interesados en la materia apelen para mayor indagación de las cuestiones abordadas, aunque tal vez no están indicadas según las exigencias del sistema filológico, pero ello no desmerece el esfuerzo y el cumplimiento del objetivo por las que se escribió. Además, algunos segmentos han sido subrayados, otros términos fueron resaltados con negrita y con letras cursivas sólo con fines de llamar la atención para que se tenga cuidado en la discusión; asimismo se ha recurrido al uso del pie de página para esclarecer algunos temas, conceptos y controversias. Pero bueno, nos hemos esforzado para que la presentación y exposición sea lo más sencillo posible, de modo que los alumnos no tengan la dificultad de comprensión. Finalmente, expreso mi sincero reconocimiento al Dr. Jorge Flores Ochoa, Dr. José Gonzáles Ríos, Dr. Washington Rozas Álvarez y al Dr. Félix Hurtado Huamán por la lectura de la primera versión de este texto en el año 2003 y sus comentarios, los que fueron tomados en cuenta y reajustados. Igualmente, hago mención especial a Gertrudes Ruth Palomino Dávalos, Angelit R. Morveli Palomino y a Holger C. Morveli Palomino por su participación y exigencia en la divulgación de este texto. Por supuesto, debo también advertir que asumo la responsabilidad de los errores o deficiencias que puedan aparecer en el texto.

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I ANTROPOLOGÍA Y ECONOMÍA En esta primera parte se delimita el contenido de la antropología y la economía. A partir de esto se muestra la relación entre ambas disciplinas y por último se justifica que los enfoques de la antropología económica están relacionadas al contenido de la economía.  A. ANTROPOLOGÍA La antropología ha sido delimitada como el estudio del hombre y sus obras; esta definición amplia supone la comprensión habitual de los hombres como seres sociales y creadores de cultura con el que se adaptan a su medio social y ambiental y así subsistir en un determinado tiempo y espacio. Se trata de un escenario sociocultural que es materia de estudio de los antropólogos; éstos investigan la realidad sociocultural, vale decir las formas o destrezas de cómo los hombres se adaptan a su ambiente y resuelven su existencia en el tiempo y espacio y cómo van cambiando. De acuerdo a este conocimiento, los antropólogos impulsan el cambio y el desarrollo humano, y desde un inicio, esto fue la labor de estos profesionales. Como evidencia basta citar a algunos antropólogos destacados que confirman lo señalado. Por ejemplo, Morgan (1980) investigó y argumentó que las sociedades humanas recorrieron por tres etapas de desarrollo, iniciando con el salvajismo, pasando por la barbarie hasta alcanzar la civilización; en este proceso, el factor esencial que activó el cambio y el desarrollo fue la creación y el perfeccionamiento de la tecnología. Los evolucionistas multilineales como White y Steward investigaron e identificaron factores que estimularon el desarrollo de la cultura. Así, White (1982) escribió que “En cualquier situación o sistema cultural podemos por lo tanto distinguir (…) la eficiencia de los medios tecnológicos con los cuales la energía es encauzada y puesta a trabajar; y la magnitud de la producción de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas. Si se supone que el 9

factor del hábitat sea una constante, el grado de desarrollo cultural (…) que satisfacen necesidades del hombre, es determinado por la cantidad de energía aprovechada (…) y por la eficiencia de los medios tecnológicos con los cuales es puesta a trabajar” (pp.335-363); o sea, la energía fue la variable decisiva para el desarrollo cultural ya que la cultura se desarrolla según aumenta la cantidad de energía aprovechada, o según aumenta la eficiencia del uso de la tecnología para producir energía. Steward (1997), por su lado, afirmó que “La ecología cultural se ha descrito como una herramienta metodológica para comprobar cómo la adaptación de una cultura a su entorno puede ocasionar algunos cambios” (p.344); en otras palabras, ha afirmado que las relaciones de los hombres con su entorno ambiental fue el móvil del cambio y desarrollo cultural; de modo preciso, cuando los hombres adaptaron la cultura a su entorno ocasionaron cambios a su favor. Así, la investigación y los factores del cambio y el desarrollo fueron el tema que siempre abordaron los antropólogos. Herskovits (1968) resaltó también que “los antropólogos culturales (…) estudian los procedimientos ideados por el hombre para enfrentarse a su medio natural y su ambiente social; y cómo se aprende, conserva y transmite un cuerpo de costumbres. Se interesan por comprender cómo una cierta manera de conseguir un fin determinado (organizar relaciones familiares, hacer una red para pescar, o narrar la creación del mundo) puede variar ampliamente de un pueblo a otro y, sin embargo, servir a cada uno para lograr su adaptación frente a la vida. Tratan de especificar cómo las formas establecidas de tradición cambian al correr del tiempo, sea por razón de desarrollos internos o a causa del contacto con modos extraños, y cómo un individuo nacido en una sociedad dada absorbe, usa e influye las costumbres que constituyen su herencia cultural” (p.15). En esta definición se resalta de modo contundente los conceptos de investigación precisada con los términos de estudio y comprensión, y el cambio y desarrollo expresado con los términos variar, adaptación y cambio, lo que demuestra que son acciones que corresponden al quehacer del antropólogo. Malinowski (2011), en el informe de su investigación referida al sistema de mercados en el Valle de Oaxaca-México, mencionó: “Al organizar nuestro trabajo de campo, planeado sobre la base de un período de visitas consecutivas a la región, buscamos un objeto de estudio para comenzar. Deseamos hallar uno cuyos hechos fueran accesibles, públicos, no políticos, no esotéricos, pero significativos para el estudio tanto de los modos tradicionales de la vida como de los asuntos conectados con el cambio cultural y el desarrollo de la cultura indígena y mestiza (…) [indicó] que en la mente del antropólogo debe prevalecer, como la estrella luminosa de su investigación, la elevación de las condiciones de vida de los indígenas, campesinos, aldeanos y artesanos. Ahora, en que la mayor parte de las comunidades están a punto de ser atraídas dentro de nuestro sistema de economía monetaria, resulta necesario intentar el señalamiento, en términos numéricos, de la producción, del consumo, del 10

valor del trabajo y de las necesidades del consumidor. Esto, en cierta forma, constituye el paso preliminar hacia el planteamiento del problema de cómo mejorar la condición general de los indígenas de nuestra región, dentro de los límites de las posibilidades locales y por un desarrollo simultáneo en la educación, recursos de capital e higiene y con reducción de la mortalidad infantil” (pp.36,184). Con esto, Malinowski demostró y abrevió que el trabajo antropológico supone la investigación para conocer los modos de vida y la gestión de las cuestiones relacionadas con el cambio y desarrollo de la cultura. Radcliffe-Brown (1972, pp.215-220) consideró asimismo que la antropología social como la ciencia natural teórica da cuenta de la sociedad humana, es decir de la investigación de los fenómenos sociales que por cierto son formas de asociación que existen entre seres humanos. Indicó que lo que se observa son los actos de comportamiento de los individuos, incluyendo sus actos hablados y los resultados materiales de acciones pasadas; no se observa una “cultura” ya que esta palabra denota no una realidad concreta sino una abstracción, pero la observación directa revela que los seres humanos están concentrados por una compleja red de relaciones que tienen una existencia real. Brown usó el término “estructura social” justamente para referirse a esa red, por eso los fenómenos sociales son el resultado de la estructura social. Finalmente, señaló que a lo largo de la vida de un organismo su estructura se renueva constantemente y del mismo modo la vida social renueva constantemente la estructura social; así, las relaciones reales de personas y grupos de personas cambian de año en año y hasta de día en día, se incorporan a la comunidad nuevos miembros por nacimiento o inmigración, otros salen de ella por muerte o emigración. En esta declaración amplia son notorias los conceptos de investigación, cambio y desarrollo, incluso al nivel de la estructura social que ciertamente son cuestiones que corresponden a los antropólogos. Lévi-Strauss (1970) resaltó, del mismo modo, que “la expresión ‘antropología social’ o ‘cultural’ (…) es la última etapa de la síntesis que toma como base las conclusiones de la etnografía y la etnología. En los países anglosajones, la antropología apunta a un conocimiento global del hombre y abarca el objeto en toda su extensión geográfica e histórica; aspira a un conocimiento aplicable al conjunto del desenvolvimiento del hombre desde los homínidos, digamos, hasta las razas modernas, y tiende a conclusiones –positivas o negativas–, pero válidas para todas las sociedades humanas, desde la gran ciudad moderna hasta la más pequeña tribu melanesia. En ese sentido, pues, cabe afirmar que (…). Etnografía, etnología y antropología no constituyen tres disciplinas diferentes o tres concepciones diferentes de los mismos estudios. Son, en realidad, tres etapas o momentos de una misma investigación, y la preferencia por uno u otro de estos términos solo muestra que la atención está dirigida en forma predominante hacia un tipo de investigación, que nunca puede excluir los otros dos” (p.319). Aquí prevalecen los términos conocimiento y desenvolvimiento 11

del hombre desde su situación de homínido hasta su condición moderna, lo que indica que la noción de investigación así como el cambio y desarrollo conciernen al quehacer del antropólogo. Harris (2004), igualmente, puntualiza que “La antropología es el estudio de la humanidad, de los pueblos antiguos y modernos y de sus estilos de vida. Dada la amplitud y complejidad del tema, las diferentes ramas de la antropología se centran en distintos aspectos o dimensiones de la experiencia humana. Algunos antropólogos estudian la evolución de nuestra especie (…). Otros investigan cómo el homo sapiens ha llegado a poseer la facultad, exclusivamente humana, para el lenguaje, el desarrollo y diversificación de los lenguajes y los modos en que las lenguas modernas satisfacen sus necesidades de la comunicación humana. Otros, por último, se ocupan de las tradiciones aprendidas del pensamiento y conducta que denominamos culturas, investigando cómo surgieron y se diferenciaron las culturas antiguas, y cómo y por qué cambian o permanecen iguales las culturas modernas” (p.13). Así, para Harris, la idea de investigación, cambio y desarrollo son actividades que corresponden al antropólogo. Beals y Hoijer (1968), de la misma manera, señalan que “los antropólogos (…) emplean su conocimiento para resolver problemas prácticos. En muchas regiones fronterizas, los antropólogos trabajan con los funcionarios del gobierno para buscar solución a problemas de control social, enseñanza y bienestar público (…) los antropólogos aplican sus técnicas especiales a problemas interraciales e interculturales (…). A primera vista, las investigaciones antropológicas, así como sus aplicaciones, parecen un popurrí de empeños (…) unos con otros” (p.4). De este modo, cabe recalcar con Beals y Hoijer, la investigación, cambio y desarrollo, corresponden al quehacer del antropólogo. Silva (1998) indica, del mismo modo, que “la antropología también puede definirse como el estudio científico de la naturaleza humana y de los factores fundamentales de su desarrollo. Y parte del supuesto de que para comprender la naturaleza del hombre es necesario observarlo a través del tiempo y dondequiera que se halle, con el fin de comprobar los cambios que ha experimentado en su existencia como tal y en la trayectoria evolutiva que le dio origen” (p.19). Esta definición es más precisa en lo que corresponde a investigación científica y cambio como asuntos que tienen que ser afrontados por todo antropólogo. Marzal (1986) es más específico cuando dice: “llamo Antropología a aquella ciencia social que estudia el funcionamiento y evolución de las ‘otras’ sociedades” (p.14). Arguedas (1986) acota a esta definición precisando que “La Antropología estudia la diversidad de grupos humanos, sus costumbres y sus factores; nos da una explicación aproximada y posible de las causas de los diferentes modos de ser de los pueblos” (p.135). Aquí la idea de estudiar el funcionamiento y evolución de la sociedad, sus factores y causas, supone 12

indiscutiblemente la investigación científica y promoción de cambios socioculturales que tiene que ser asumido por el antropólogo. Por último, Flores (1971) interviene, del mismo modo, fijando que “La antropología (…) es una ciencia que busca la comprensión de la naturaleza humana, a fin de contribuir a la armonía social y que los cambios culturales sean lo menos perjudicial a la calidad humana de la gente (…) La antropología es la única ciencia que permite una visión total del hombre, todas las demás son fragmentarias y sólo se refieren a segmentos de la actividad cultural. Por esto el antropólogo es el más capacitado para orientar los programas que implican cambios, tal el caso de Reforma Agraria, Educación, Urbanismo, Vivienda, Amortiguación de prejuicios raciales, relaciones industriales, y otros muchos más que es innecesario remarcar ahora” (pp.6-7). Esta definición esclarece de modo categórico que la labor del antropólogo se resume en la investigación científica y en la promoción del cambio y desarrollo humano. Entonces, queda esclarecida que en las definiciones revisadas se resaltan dos nociones sobre el cual se desarrolla la antropología: la investigación científica referida a la realidad sociocultural y la promoción de los cambios y desarrollo humano. Esto supone que el antropólogo goza de un vasto conocimiento metodológico, etnográfico y teórico para investigar y comprender el funcionamiento de la sociedad humana y su cultura, así como para organizar e impulsar los cambios socioculturales y el desarrollo de las sociedades humanas. El antropólogo lleva a cabo su acción profesional por dondequiera que exista o hayan existido pueblos. Describe, interpreta, explica y predice la dinámica social, cultural, económica, política, religiosa, entre otras, prestando atención a su proceso, retraso, desaparición, formas de satisfacción de las necesidades y la manera cómo los hombres se enfrentan o se sobreponen a la naturaleza; todo esto es explicado, y según sea el caso se acelera el cambio y el desarrollo humano. Se reitera que la tarea del antropólogo se resume en la investigación sociocultural y su respectiva organización para el cambio y el desarrollo humano. Describe, explica y predice todo lo relacionado a la situación humana con el fin de comprender y resolver las dificultades que genera las necesidades y los satisfactores, principalmente de aquellas relacionadas con la escasez y las formas de explotación y distribución de los escasos recursos naturales para luego proponer los cambios y progresos adecuados. Finalmente, a la ocupación del antropólogo fijada hasta aquí, hoy se han añadido dos acciones más. Uno, la promoción de la gestión empresarial para competir en el mercado satisfaciendo necesidades específicas y, otro, la gestión cultural. 13

En cuanto a la investigación, promoción del cambio y desarrollo humano, a modo de incremento, se advierte que hoy se vive una situación de acelerados cambios socioculturales, económicos, políticos, religiosos. En ese entender, el antropólogo como investigador de la cultura genera conocimientos referidos a la cuestión humana, por ejemplo su condición económica en el contexto de la globalización, causas y efectos de los cambios, o el uso y gestión de los recursos naturales; estos conocimientos deben ser el punto de partida para aproximarse a la realidad y entender la realidad humana para seguidamente encaminar a los pueblos en su readaptación al nuevo sistema socioeconómico y político, y así impulsar el desarrollo humano. Esto requiere de la implementación de trabajos de desarrollo multidisciplinarios en el que el antropólogo contribuirá con la temática de la organización sociocultural para el uso y gestión sostenible de los escasos recursos naturales previa investigación, así como impulsará la expansión de las capacidades y la libertad; estas y tantas otras labores corresponden al quehacer del antropólogo. En la línea de la promoción de gestiones empresariales, se advierte que para ser competitivos en el mercado global es necesario impulsar la gestión empresarial. Queda fuera de discusión que la propiedad privada de los medios de producción como principio político y económico de las sociedades de libre mercado permite calcular las ganancias en función de los costos; este precepto está fijado por la soberanía del consumidor, por lo que el productor deberá ajustarse a la competencia, a la producción de calidad y a las demandas culturales e ideológicas de los consumidores, caso contrario acelerará su retiro del mercado. El productor debe actuar en el marco de la gestión empresarial compitiendo con producción especializada conforme a la segmentación del mercado, a la cultura del pueblo y a otras particularidades, por el contrario será rezagado. Si esto es lo que va marcando a la sociedad y su cultura, el antropólogo cumple la labor de fomentar la gestión empresarial a partir de la investigación científica que es el que permite conocer la situación de las necesidades y los satisfactores del consumidor. En esta misma orientación, Hernández (1989, pp.23-24) menciona que los poderosos del mundo se disponen a seguir dominando a los pobres por distintos modos, procuran intensificar su presencia en la sociedad hecha mercado a través de la cultura. Por eso que todo debe readecuarse, la cultura también. Además, se está vinculando a la cultura con la iniciativa privada y la política, de allí que el antropólogo debe desarrollar modelos de intervención sociocultural desde la esfera del conocimiento y de la administración para así readecuar a la sociedad y su cultura al nuevo sistema socioeconómico global.

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En lo que corresponde a la gestión cultural1, Hernández (1989, pp.23-24) aporta fijando que la gestión cultural es la propuesta técnica para resolver las necesidades humanas de la actualidad. Para ello se formulan proyectos de desarrollo que estén orientados a resolver las demandas del consumidor, así como instituir empresas de ingeniería para la creación de tecnologías y su respectiva implementación para obtener productos de calidad y así beneficiar al consumidor con productos de calidad y a menor costo. Por supuesto que esto es parte de aquello al que se ha denominado promoción del cambio y desarrollo humano. Esto es gestión cultural y es un quehacer propio de todo antropólogo. Su implementación debe ser constante con el fin de encaminar a la sociedad humana en su readecuación al nuevo escenario socioeconómico. Sólo de este modo los empresarios pueden competir en el mercado y con producción especializada para segmentos de mercado también específicos. Con relación a las sociedades subordinadas, como el caso peruano, es necesario advertir que si éstos quieren estar en el siglo veintiuno compartiendo el conocimiento, percibiendo el futuro y sobreponiéndose a la globalización, tienen que ingresar a la nueva competencia. En estas sociedades, el antropólogo debe impulsar la reproducción de “riqueza”, creación y difusión de la cultura, especialmente de tecnologías adecuadas y sostenibles para la producción de calidad y a menor costo. Tal vez el caso de los países asiáticos (como el de Japón o China) sea el ejemplo en el sentido que éstos lograron crear, desarrollar y difundir su cultura y tecnologías desde modelos existentes; éstos observaron la tecnología moderna, luego lo imitaron, igualaron, superaron y finalmente difundieron con resultados de crecimiento económico. Además, esta es la ocasión para reflexionar la interrogante: ¿Por qué los pueblos en el Perú son como son? Sin duda, la pregunta conduce a manifestar que los pueblos subordinados son víctimas de costumbres perjudiciales o nocivas. Vale decir, los comportamientos se hallan marcados por hábitos adquiridos de modo consciente o inconsciente; son hábitos o rutinas expresados en el reproche, la búsqueda de defectos del otro, ofenderse del éxito de los otros, la predominancia de la deshonestidad, la desconfianza. Estos se deben a la codicia, al resentimiento, a la escasez de la promoción de talentos, al débil ingenio, a la apatía por el conocimiento y a la falta de apertura al cambio sociocultural. Naturalmente, son conductas que deben ser superadas por estilos de vida de calidad, proactividad, identidad e iniciativa para el cambio. Por cierto, esta tarea no es simple, aunque con trabajos de gestión cultural (promoción del rescate o reencuentro de normas, valores y conductas consuetudinarias, democracia,

1 El vocablo que usa Hernández es el de ingeniería cultural, nosotros usamos el término gestión cultural para darle mayor sentido humano y antropológico al concepto.

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ciudadanía, reconciliación, respeto, confianza, honestidad) es viable superar los hábitos que deterioran el progreso para luego propulsar el redescubrimiento de la historia, identidad y tradición para el cambio y el progreso.  B. ECONOMÍA Haya de la Torre (1957, pp.7-209) consideró a la economía política como una ciencia histórica. Señaló que su materia es histórica y perpetuamente sometida al cambio; como tal, da cuenta sobre cada fase de la evolución. Estuvo siempre preocupado por sostener la relatividad del espacio y el tiempo. Suponía una nueva conciencia y una perspectiva de la historia desde América y no desde Europa. Expuso que la filosofía europea había dividido la historia en “antigua”, “media” y “moderna”, división con el que no estuvo de acuerdo, por eso, juntamente con Hegel, admitió la tesis que la cronología absoluta y mundializada división de la historia presentaba dificultades para el caso de las culturas americanas por no ser aplicables. Amparándose en la teoría marxista, advirtió que las condiciones en las cuales los hombres producen y cambian varían de un país a otro y de una generación a la siguiente, dedujo que la producción cambia y varía en el tiempo y espacio. En ese entender, las condiciones en los cuales los hombres producen dan sentido y fundamento a la economía, siendo esto un hecho histórico con el que se da razón a la aproximación de Haya de la Torre en la afirmación que la economía es una ciencia histórica y por consiguiente una ciencia social. Para Lefebvre (s/f, p.78), la economía política es también una ciencia histórica. Dio cuenta acerca de las leyes históricas (es decir leyes del devenir), así como de una determinada formación económico-social, en este caso del capitalismo en su estructura y devenir. Apoyándose en la propuesta marxista, resaltó la lucha de clases como el motor del desarrollo de la historia y del que concluyó que la historia conserva como su estructura principal a las clases sociales; por eso, las luchas antagónicas son ocasionadas por el afán del control del proceso productivo (economía) y estos son históricos, por consiguiente, queda justificada que la economía es una ciencia social. Así, Haya de la Torre y Lefebvre admitieron que la economía es una ciencia social. Declararon que la producción, distribución y consumo (definición clásica de la economía), que también son factores marcadamente culturales de todo grupo humano, poseen carácter histórico. La necesidad de subsistencia apresuró al hombre a instituir conductas económicas (producción, intercambio, consumo) nominada también como la base económica o cultura material. Entonces, la producción es el mecanismo clave para la subsistencia humana, incluye forzosamente el uso y manejo de tecnologías para la explotación de los recursos naturales. En las sociedades primarias los recursos naturales 16

eran abundantes y la escasez mínima; pero a raíz del crecimiento poblacional, revolución tecnológica y división del mundo en dos sistemas (capitalistas y socialistas), los recursos naturales fueron explotados inconvenientemente sólo para satisfacer los deseos de enriquecimiento y capitalización de un sector social minoritario, con efectos de alteración y degradación de los recursos naturales. De estos aportes se deduce que el antropólogo tiene que investigar científicamente (describir, explicar, predecir y comprender) el proceso productivo como hecho histórico y prestando atención al espacio geográfico. Con esta labor, el interés es buscar alternativas para que el proceso productivo sea llevado a cabo de modo eficiente y sostenible.  C. DEFINICIONES DE ECONOMÍA La economía, en su transcurso, ha mostrado definiciones importantes que expresan una etapa de desarrollo de la sociedad, especialmente del capitalismo.  1. Definición clásica Paschoal (1994, p.26) indica que en el siglo XVIII (época de la ilustración o edad de la razón) la economía se desarrolló e ingresó a su fase científica con pensadores como Smith en Inglaterra, Quesnay en Francia, entre otros. Éstos se dedicaron a la investigación y al análisis de las teorías y leyes que regían la actividad económica de la sociedad capitalista, así fue como delimitaron a la economía como una disciplina que daba cuenta de la producción, acumulación, distribución y consumo de la riqueza; estas temáticas permitieron a los clásicos de la economía a observar el extraordinario desarrollo de esta disciplina como una rama del conocimiento enfocado hacia la percepción y el análisis de la riqueza. Quesnay estuvo interesado por demostrar cómo se formaba y distribuía la riqueza entre los productores rurales, artesanos urbanos y nobles propietarios; y Smith centró su análisis en la acumulación y conservación de la riqueza a partir de las leyes que regían la producción, acumulación, distribución y consumo (Paschoal, 2002, pp.20-21). Así, estos clásicos se interesaron por la producción, acumulación, distribución y consumo de la riqueza, pero fue un quehacer económico insensible a lo social y centrado únicamente en cómo se instituía o distribuía la riqueza, o bien cómo se acumulaba o se conservaba la riqueza; no estaban interesados por el factor humano ni prestaron atención a los efectos sociales que causaba este modelo socioeconómico. Por último, es importante señalar que esta concepción clásica de la economía fue la base para el impulso de la antropología económica substantivista. Los 17

exponentes de esta corriente como Polanyi, Dalton, Kaplan, entre otros, desarrollaron la antropología económica sobre la base de la definición clásica de la economía.  2. Definición marxista Paschoal (1994; 2002) puntualiza que el concepto clásico de la economía (producción, acumulación, distribución y consumo) fue la base sobre el cual la perspectiva socialista instituyó su reflexión respecto de la materia sobre la que se ocuparía la economía. Citando a Marx acentuó que las relaciones y los mecanismos de distribución aparecían simplemente como el reverso de la producción, por ello que la distribución se fijaba por la estructura de la producción. En este enfoque predominaron conceptos, por ejemplo, nivel cultural, necesidades, leyes sociales. El nivel cultural influía en las necesidades humanas y para satisfacerlas los hombres llevaban a cabo la producción y la distribución. Todo esto estuvo regulado por leyes sociales que encauzaban la producción y la distribución (Paschoal, 2002, pp.21-22). Así pues, desde la visión marxista, la economía daba cuenta del estudio de las leyes sociales que regulaban la producción, distribución y consumo de los medios materiales que eran destinados a satisfacer las necesidades humanas. Por ejemplo se menciona la ley de la correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, la ley de los modos de producción, la ley de la dependencia entre la base económica y la superestructura, la ley de las clases sociales, la ley de las revoluciones sociales. Aquí es importante señalar que los marxistas, al reparar que los teóricos clásicos de la economía no habían considerado el factor humano como un componente de la economía, optaron por hacer del aspecto humano y social un componente estructural de la economía. Por eso, delimitaron a la economía como el estudio de las leyes sociales que regulaba la producción, acumulación, distribución y consumo de los bienes y servicios. Esta definición permitió el avance de la ciencia económica y el interés del Estado por la solución del problema humano. Finalmente, se debe resaltar que el enfoque de la antropología económica marxista representada por Godelier, Meillassoux, Terray, entre otros, está fundada en el marco de la configuración teórica del marxismo.  3. Definición neoclásica La exposición neoclásica de la economía surgió para contrapesar o neutralizar la definición de la economía marxista y al mismo tiempo superar la definición 18

clásica de la economía. Esta preocupación condujo a que los denominados neoclásicos de la economía consideren la realidad sociocultural como un componente central de la ciencia económica. Para dar mayor claridad, vale sintetizar el objeto de la economía desde la visión de dos economistas neoclásicos: Marshall y Robbins. Alfred Marshall (fines del siglo XIX e inicios del XX) Para este teórico el proceso económico está orientado a satisfacer las necesidades humanas. El punto fundamental de esta conjetura radica en la noción de que las necesidades y los deseos humanos son innumerables y de varios tipos, de modo que el proceso económico tiende a satisfacerlos. Sólo el hombre incivilizado carece de necesidades, pero a medida que va progresando sus necesidades van creciendo y aumentando en cantidad y diversidad. Para ello prestó atención a los conceptos más extensos como los de riqueza y bienestar social (Paschoal, 1994, p.28). Marshall no sólo se limitó a describir y analizar los procesos económicos como se exigía en la economía clásica, sino, además, se ocupó de los aspectos éticos ligado con la conducta humana y de las formas de organización de la sociedad en función del proceso distributivo de quienes tendrían acceso a las condiciones materiales que podían lograr en dicha etapa cultural (Paschoal, 2002, p.21). De este modo, la economía daba y aún sigue dando razón de la acción individual y social sobre el uso y obtención de los elementos materiales de bienestar. Además, fue y todavía es el estudio de los hombres tal como viven, actúan y piensan en los asuntos de la vida. Lionel Robbins (década de los 30) Para este neoclásico, la economía fue la disciplina que se ocupaba de las formas del comportamiento humano que eran resultado de la relación entre las necesidades ilimitadas que se debían satisfacer y los recursos que, aunque escasos, ofrecían usos alternativos. Este punto de vista fue reforzado por el gran despertar de los pueblos subdesarrollados, vale decir, por la concientización respecto de los contrastes entre la opulencia y la miseria. Con esto, la economía pasó a ser la ciencia de la escasez, ocupándose de la administración eficiente de los escasos recursos (Paschoal, 1994, p.31; 2002, p.28). Así pues, esta perspectiva económica está asociada con el enfoque de la antropología económica formalista planteados por Herskovits, Firth, entre otros.  4. Definición contemporánea Los teóricos contemporáneos admiten la siguiente definición: 19

La economía es el estudio de la organización social mediante el cual los hombres satisfacen sus necesidades de bienes y servicios escasos. El estudio de la economía incluye la organización social que implica la distribución de recursos escasos entre necesidades humanas alternativas y el uso de esos recursos con la finalidad de satisfacer en un nivel óptimo. (Paschoal, 1994, p.31)

La cita resalta la organización social a través del cual los hombres se imponen a la naturaleza para satisfacer sus necesidades de bienes y servicios. Es una definición que está encuadrada en el mismo perfil de la declaración neoclásica, sólo que está mejor elaborada, pero no es distinta a la definición neoclásica. En esta misma línea, Green (1995, p.12) contribuye señalando que la economía se ocupa del hombre y de la naturaleza. Del hombre porque trata de las necesidades que son un estado de la mente creado por los medios como la propaganda; esto constituye una característica de la llamada sociedad de consumo ejemplificado por un modelo como el estadounidense, pero aplicable también, en cierta medida, a nuestra sociedad donde prácticamente se obliga al ser humano a consumir mayores cantidades y cada vez más diferenciados de bienes y servicios de lo que realmente necesita. De la naturaleza porque trata de los satisfactores a las necesidades, los cuales están vinculadas con los recursos naturales (tierra para sembrar trigo y producir pan, maquinaria para su elaboración y mano de obra). Green concluye precisando que la economía se ocupa de la forma en que los hombres utilizan y transforman los recursos escasos para obtener la máxima cantidad posible de satisfactores y distribuirlos para su consumo entre los integrantes de la sociedad. De este modo, prestando atención a las definiciones neoclásicas y contemporáneas, la economía da cuenta: 1) De la acción individual y social del uso y obtención de los elementos materiales de bienestar. 2) De las formas del comportamiento humano como resultado de la relación entre las necesidades ilimitadas por satisfacer y los recursos escasos que ofrecen usos alternativos. 3) De la explotación y distribución de los escasos recursos aún existentes. 4) De la organización social y de la forma cómo a través de ella los hombres satisfacen sus necesidades de bienes y servicios. Así, la organización social como estructura cultural, resultado de la correspondencia entre el hombre y la naturaleza, incide en el uso, transformación y distribución de los escasos recursos para satisfacer las necesidades humanas. Estos casos destacados como objeto de la ciencia económica son también temas de estudio de la antropología. La antropología por ser el estudio de la cultura tiene la amplia responsabilidad de dar cuenta respecto de la manera cómo los hombres se organizan social y culturalmente para explotar los escasos recursos naturales y así resolver su existencia. De hecho, esta acción debe ser entendida como el estudio de una parte de la cultura de los grupos humanos. Entonces, habría que encontrar una diferencia entre ambas disciplinas, por 20

ahora se puede adelantar el enunciado de que la antropología trata los casos señalados desde el punto de vista cualitativo y casuístico, en cambio la economía desde el lado cuantitativo y general. Demarcando la afinidad o aproximación entre la antropología y la economía, evidentemente hay una estrecha relación en el sentido que ambas abordan el asunto humano (relación del hombre con los recursos naturales). El antropólogo estudia la cultura como un medio que permite la adaptación de los grupos humanos a su ambiente físico y el economista estudia el comportamiento humano (cultura) como derivación de la relación de las necesidades ilimitadas con los recursos escasos. La antropología como disciplina académica proporciona al economista conocimientos relacionados a la cultura para que elabore proyectos de marketing y proyectos de crecimiento económico y la economía como disciplina académica aporta al antropólogo con las teorías del crecimiento económico para que promocione el desarrollo humano. Asimismo, es necesario mencionar que la asociación entre ambas disciplinas permitió que la antropología económica substantivista se desarrolle sobre la base de la definición clásica de la economía, así como la antropología económica marxista se despliegue en el marco de la definición de la economía marxista y la antropología económica formalista que se puntualizó en la línea de la definición de la economía neoclásica.  D. DIVISIÓN DE LA ECONOMÍA La economía se divide en dos: La economía positiva y la economía normativa. La primera trata básicamente de la realidad tal como es, en este campo los economistas describen y teorizan un aspecto de la realidad señalando cómo es y cómo se presenta, aquí se sitúa la teoría económica que es abordada mediante la microeconomía y la macroeconomía; en cambio la economía normativa tiene que ver con los cambios que se producen en la realidad, en esta área los economistas buscan conocer las nuevas situaciones para proponer cómo deben ser los hechos, aquí se sitúa a la política económica que por cierto tiene que ver también con la macroeconomía (Paschoal, 2002). Lógicamente que en este texto no se hará mención a esta división, sino sólo una referencia rápida a la microeconomía y la macroeconomía. 1. Microeconomía La microeconomía tiene que ver con el análisis de la conducta de las unidades económicas: el consumidor y el empresario. Ambos pueden ser examinados aisladamente o en grupos homogéneos. El consumidor, pese a su restricción presupuestaria, busca sin cesar satisfacer sus necesidades al máximo; 21

igualmente, el empresario, dado los costos y la competencia en el mercado, persigue la máxima utilidad (Paschoal, 2002, pp.40-41; Samuelson, 2002, p.57). La estructura y el funcionamiento del mercado son igualmente materia de la microeconomía. Están reglamentadas con arreglo a la oferta y la demanda, por ello los sueldos y los salarios que se pagan a quienes participan en un proceso productivo giran alrededor de la oferta y la demanda. De este modo, el análisis del mercado en sus diversas formas2 y estructuras3 verifica las condiciones generales del equilibrio de las empresas, mercados y pagos o salarios en cada una de las condiciones competitivas posibles. El mercado en su acepción tradicional significa el lugar donde los agentes económicos realizaban sus transacciones comerciales. En su sentido actual, el mercado es una abstracción y no toma en cuenta la connotación geográfica; los ejecutivos de las grandes empresas industriales o de algún sector financiero, cuando hablan de dificultades en el mercado no se están refiriendo a algún lugar, sino a la abstracción económica; así, el mercado se define por la presencia de fuerzas aparentemente antagónicas: demanda y oferta. La activación simultánea de las dos variables define el mercado (Paschoal, 2002, p.363). Existe una tercera connotación usada por los antropólogos formalistas en el sentido que el mercado supone la asignación (dar y recibir) de recursos con referencia a los criterios impersonales que no consideran los lazos personales y los fines sociales a favor de un principio inmediato de maximización en la obtención de utilidades (Firt, 1975, p.13). La microeconomía suele definirse también como la teoría de los precios. Al indagar la formación de los precios, los economistas se encargan justamente de dar cuenta respecto de la oferta y la demanda de los cuales son responsables los productores y los consumidores. La demanda depende del comportamiento, de las motivaciones y de las reacciones de los consumidores (Paschoal, 2002, p.41). Así, cuando los antropólogos estudian el comportamiento de las unidades económicas quedan definitivamente circunscritos en el ámbito de la denominada microeconomía, ya que el comportamiento de los consumidores (individuos, familias, ayllus, comunidades, etnias, ciudades, urbes) y los empresarios tienen importancia. “El comportamiento de los consumidores4 se refiere a la 2 La forma del mercado hace referencia a las características cómo se presenta el mercado, por ejemplo, núme-

ro de competidores, producto, control de precios y sobreprecios, condiciones de ingreso, información, expansión. 3 La estructura del mercado se refiere a la situación de competencia, si existe o no monopolio, fallas en el mercado. 4 El término consumidor se utiliza para describir tanto al consumidor personal como al consumidor organizacional. El primero compra bienes y servicios para su uso (champú, jabón), para uso del hogar (videograbadora), o como regalo para un amigo (libro); en cada uno de estos casos, los bienes se compran para uso final de los individuos que se consideran “usuarios finales”. El segundo son los consumidores organizacionales que incluye

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conducta que expresan cuando buscan, compran, usan, evalúan y desechan productos o servicios que esperan que satisfaga sus necesidades” (Schiffman y Lazar, 1997, p.7). El estudio de la conducta del consumidor consiste también en la exploración de cómo los individuos toman decisiones para gastar sus recursos disponibles (tiempo, dinero, esfuerzo) en asuntos relacionados con el consumo; incluye el análisis de qué es lo que compran, por qué compran, cuándo compran, dónde compran, con qué frecuencias compran y usan. Todas estas particularidades están marcadas por la cultura del consumidor, por eso interesa saber por qué los individuos actúan de cierta manera con relación al consumo, qué influencias internas o externas incitan a actuar de un modo u otro. Estas informaciones son alcanzadas al empresario para que pueda orientar su producción y así satisfacer adecuadamente. 2. Macroeconomía La macroeconomía se ocupa del estudio del funcionamiento de la economía en su conjunto, y claro, desde el punto de vista político. Su propósito es obtener una visión simplificada de la economía tales como el empleo, desempleo5, producto nacional6, tasa de inflación7 y tipos de cambio8. La política macroeconómica está integrada por el conjunto de medidas gubernamentales destinadas a influir en la marcha de la economía (Mochón, 1995, p.204). Los principales objetivos de todo gobierno vía la política macroeconómica son: 1) El crecimiento del producto agregado; toda gestión económica llevada a cabo por un gobierno debe estar orientada a proporcionar el mayor volumen de bienes y servicios finales para atender las necesidades o aspiraciones de la población humana, generar productos agregados y promover el crecimiento del producto a tasas superiores a los del crecimiento demográfico. 2) El desempleo; todo gobierno, mediante la política macroeconómica, busca reducir las tasas del desempleo expandiendo nuevas posibilidades u opciones para la producción. 3) a organismos lucrativos y no lucrativos, oficinas de gobierno (municipales, estatales y federales), e instituciones (escuelas, hospitales), ya que todas deben comprar productos, equipo y servicios para operar. Las empresas industriales deben comprar las materias primas y otros componentes que sean necesarios para fabricar y vender sus productos (León y Lazar, 1997, p.9) 5 Desempleo es la imposibilidad que tienen los trabajadores para poder obtener un empleo (Mochón, 1995, p.448) 6 Producto nacional son los distintos bienes o servicios producidos por un país en un año. Producto nacional bruto, es el valor a los precios actuales de mercado de todos los bienes y servicios finales producidos durante un año por los factores propiedad de un país (Samuelson y Nordhaus, 2002, pp.664-665) 7 Tasa de inflación es el aumento anual porcentual del nivel general de precios, vale decir, es el crecimiento continuo y generalizado de los precios de los bienes y servicios a lo largo del tiempo. La hiperinflación es una inflación cuya tasa es elevada, por ejemplo 1.000, 1millón o incluso 1.000 millones por 100 al año. La inflación moderada es un aumento del nivel de precios que no distorsiona en forma grave los precios relativos a las rentas (Samuelson y Nordhaus, 2002, pp.664-665; Mochón, 1995, p.445) 8 Tipo de cambio es la razón a la cual una moneda se cambia por otra. Se expresa como el número de unidades de moneda nacional por unidad de moneda extranjera (Mochón, 1995, p.445)

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La estabilidad de los precios y el equilibrio en la transacción internacional; todo gobierno, mediante la política macroeconómica, busca mantener los precios y las transacciones internacionales estables y en equilibrio al nivel del mercado interno y externo (Paschoal, 2002, pp.679-700). Aquí es importante señalar que los principales instrumentos de la política macroeconómica son la política fiscal y la política monetaria (Paschoal, 2002; Mochón, 1995).  Política fiscal Es cuando el gobierno interviene en el ingreso y egreso de los agentes económicos mediante impuestos para luego disponer en los asuntos públicos; vale decir, equilibra los sueldos, ganancias y gastos de las unidades económicos (consumidores y empresarios) a través de la política de impuestos. Ilustrando, si una persona tiene un sueldo de 1,000 nuevos soles mensuales y no está obligado a pagar impuestos, entonces, éste dispone como quiere, puede gastar todo o ahorrar una parte. En cambio, si el gobierno aplica un impuesto del 10%, éste dispondrá sólo de 900 nuevos soles y el 10% del impuesto (S/.100) será utilizado por el gobierno para financiar los bienes y servicios de uso público. Por consiguiente, la política fiscal es cuando el gobierno tiende a reducir el gasto de las personas vía los impuestos para fines de gastos públicos. Los gastos públicos son los gastos corrientes y de inversión. Los gastos corrientes son aquellos que se utilizan para cubrir las remuneraciones, bienes, servicios, transferencias corrientes y otros que el gobierno requiere para el funcionamiento del Estado tales como pago a profesionales, pasajes y otros. Los gastos de inversión son aquellos que se utilizan en gastos de construcción de infraestructura como, carreteras, reservorios, centros educativos.  Política monetaria La política monetaria es la medida económica que aplica el gobierno por intermedio del Banco Central de Reserva. A través de este organismo el gobierno controla la cantidad de dinero, el tipo de interés y las condiciones crediticias (crédito), así como el tipo de cambio de la moneda. Los instrumentos de la política monetaria son principalmente las operaciones de mercado abierto o modificaciones del coeficiente de caja (parte de los depósitos que los bancos deben mantener en reservas). Por citar un caso, si la tasa de interés sube el ahorrista gana pero disminuye la inversión (Mochón, 1995, p.453; Samuelson, 2002, p.664). Por consiguiente, el conocimiento de la macroeconomía tiene importancia en el quehacer antropológico porque cuando el antropólogo elabora un proyecto de desarrollo, forzosamente encaminará a mejorar el nivel de vida o bien la calidad de vida de las poblaciones de base. Todo desarrollo humano, 24

sea endógeno o exógeno, está asociado a las políticas macroeconómicas del gobernante; por ejemplo, el uso y gestión del recurso agua para el riego (gastos de inversión) está normado por las legislaciones que se aplican desde el Estado (Ley de Recursos Hídricos N° 29338, Ley General de Aguas N° 17752 y el D.S. N° 057-2000-AG) y que se sobreponen a las normas, valores y conductas consuetudinarias para el riego; esta situación limita el proceso tradicional del uso y gestión del agua y otros recursos naturales debido a que las gestiones se ajustan a los objetivos de la política económica del gobernante. Otro ejemplo puede ser el caso de la producción de frutas por los campesinos de Incahuasi, si se busca que estos ingresen al mercado para competir con sus productos se requiere de buena carretera para el traslado de sus frutas y evitar dificultades de transporte que generen el mayor costo y descenso del precio; para ello, tal vez una eficiente política fiscal de gastos de inversión sea decisiva (mejoramiento de infraestructuras y tecnologías de riego, mejoramiento de carreteras y otros servicios). Casos de este tipo serán tratados obligatoriamente bajo el marco de una política macroeconómica. Por lo tanto, las acciones de desarrollo humano (desde la elaboración del proyecto de desarrollo, seguida por su evaluación, su monitoreo, hasta la evaluación final y sistematización) llevadas a cabo por los antropólogos serán conducidas en el marco de la gestión macroeconómica del gobierno de turno.

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