Manual Rambutan

February 10, 2020 | Author: Anonymous | Category: Flores, Agricultura, café, Clima, Arboles
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FUNDACIÓN HONDUREÑA DE INVESTIGACIÓN AGRÍCOLA

Manual para el cultivo de rambután en Honduras PREPARADO POR: Agr. Teófilo Ramírez1 Ing. Christian Alix2 Dr. Ahmad Rafie3

Diseño: Centro de Comunicaciones de la FHIA Febrero, 2003 Apartado Postal 2067, San Pedro Sula, Cortés, Honduras, C.A. Tels. PBX: (504) 668-2078, 668-2470, Fax: (504) 668-2313 e-mail: [email protected] La Lima, Cortés, Honduras, C.A. www.fhia.org.hn

1Técnico Programa de Diversificación de la FHIA 2Líder Programa de Diversificación de la FHIA hasta octubre de 2002 3Líder Programa de Diversificación de la FHIA hasta junio de 2001

Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

Contenido Introducción

1

1. Origen y distribución

1

2. Importancia económica

1

3. Descripción botánica

2

4. Crecimiento y comportamiento floral

4

5. Biología floral

4

6. Desarrollo de la fruta

5

7. Variedades

7

8. Rendimiento

10

9. Ecología del cultivo

10

9.1 Clima

10

9.2 Temperatura

10

9.3 Luz

10

9.4 Precipitación pluvial

10

9.5 Humedad relativa

11

9.6 Vientos

11

9.7 Suelo

11

10. Propagación

12

10.1 Preparación de la semilla y germinación

12

10.2 Trasplante a bolsas y manejo de los patrones en vivero

13

10.3 Injertación

13

10.3.1 Injerto de aproximación

14

10.3.2 Injerto de parche

15

11. Manejo agronómico

17

11.1 Selección del sitio

17

11.2 Preparación del terreno

17

11.3 Trazado

17

11.4 Ahoyado

17

11.5 Trasplante

18

11.6 Poda

19

11.6.1 Poda de formación

19

11.6.2 Poda fitosanitaria

20

11.6.3 Poda de producción

20

11.7 Fertilización

20

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11.7.1 Fertilización con materia orgánica

21

11.7.2 Fertilización al suelo

21

11.7.3 Fertilización foliar

22

11.8 Riego

23

11.9 Control de malezas

23

12. Enfermedades del rambután

24

12.1 Enfermedades en el campo

24

12.1.1 Mildiu polvoso

24

12.1.2 Cáncer del tallo

24

12.1.3 Enfermedad rosada

25

12.1.4 Fumagina

25

12.1.5 Necrosis de las nervaduras

25

12.2 Enfermedades de poscosecha 13. Plagas del rambután

26 26

13.1 Moscas de la fruta

26

13.2 Zompopos

27

13.3 Cochinillas

28

13.4 Escamas

29

13.5 Morroco: Trigona sp. (Hymenóptera: Apidae)

29

13.6 Trips: Selenothrips rubrocinctus (Giard) (Thysanoptera: Thripidae)

29

13.7 Otros insectos asociados

29

13.8 Otras plagas mencionadas por la literatura

31

14. Cosecha y poscosecha

31

14.1 Índices de madurez para la cosecha de rambután

31

14.2 Cosecha

32

14.3 Operaciones de empaque

32

14.4 Enfriamiento y almacenamiento

33

14.5 Transporte

33

14.6 Problemas potenciales de poscosecha

34

15. Sistemas agroforestales con rambután

34

15.1 Sistema agroforestal rambután – cacao

34

15.2 Sistema rambután - piña

35

16. Usos

37

17. Mercados y comercialización

37

18. Costos de producción y análisis financiero del cultivo en Honduras

39

19. Bibliografía

43

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INTRODUCCIÓN El rambután (Nephelium lappaceum L. var. ‘lappaceum’) a veces llamado "licha", introducido en Honduras hace 75 años se ha transformado en los últimos años en una de las frutas más populares de los mercados de las ciudades más importantes del país. El color atractivo y la apariencia característica de la fruta, el exquisito sabor de su pulpa, y la relativa rusticidad y capacidad productiva de los árboles de esta especie, harán que este cultivo se transforme en los próximos años en una de las actividades de producción frutícola más importante de las zonas tropicales húmedas del país. El rambután cuyo nombre proviene del vocablo malayo “rambut” que significa "pelo", en referencia a los espinaretes largos y suaves que cubren la superficie del fruto, pertenece a la familia Sapindaceae, la cual incluye más de 150 géneros y cerca de 2000 especies de árboles, arbustos, plantas herbáceas y trepadoras de amplia distribución en los trópicos y zonas cálidas del planeta. Dentro del género Nephelium se encuentran otras especies de árboles produciendo frutas comestibles, conocidas principalmente en los países del sureste asiático, entre las cuales están el pulasán (N. mutabile Blume), el bulala (N. intermedium Radlk), el aluao (N. xerospermoides Radlk), y el Kuching (N. malaiense Griff.). Pero la familia Sapindaceae se conoce principalmente a través de otras especies que producen frutas comestibles y que han sido cultivadas desde tiempos inmemoriales en sus zonas de origen respectivas, de las cuales se pueden mencionar: el lichi (Litchi chinensis Sonn) el longán (Euphoria longana Lam.), el mamoncillo (Melicocca bijuga Linn.) oriundo de América tropical y el akee (Blighia sapida Linn.) de origen africano. 1. ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN Aunque Indonesia es reconocida como el centro de diversidad del género Nephelium, la mayoría de los taxónomos consideran que el rambután es nativo del archipiélago malayo. Esta especie se ha difundido desde tiempos prehistóricos en la mayoría de los países tropicales del Sureste de Asia. Sin embargo, son introducciones de materiales seleccionados durante el siglo XX las que han permitido el desarrollo del cultivo en escala comercial en varios de estos países. Según un informe del Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos (IPGRI) de 1986, la mayoría de las áreas del cultivo de rambután estaba concentrada a principios del siglo XX, en Indonesia y Malasia. Posteriormente, a través de programas de introducción de materiales selectos, se fomentó con buenos resultados en Las Filipinas, Tailandia, Vietnam y Sri Lanka. Fue introducido por primera vez en el hemisferio occidental en Puerto Rico al principio del siglo pasado y luego en Honduras, en 1927, por el legendario explorador agrícola Wilson Popenoe, quien trajo plantas propagadas vegetativamente, las cuales se establecieron en el Jardín Botánico Wilson Popenoe en Lancetilla, cerca de la ciudad de Tela, Atlántida. 2. IMPORTANCIA ECONÓMICA El rambután es hoy día una de las especies de fruta de mayor importancia en los países de la zona intertropical del sureste asiático. En 1984, Tailandia, Indonesia y Malasia eran los tres principales países productores de rambután con áreas de 60,000; 43,000 y 20,000 ha, respectivamente, y con una producción total anual de 430,000 y 148,000 toneladas para los dos primeros países. Según informaciones del mismo año, Las Filipinas, Singapur, Sri Lanka, India y Vietnam tenían también áreas significativas de producción pero en menor escala. En 1992, el año más reciente del cual se pudo conseguir información sobre producción, la situación no había cambiado mucho con relación a 1984, quedando siempre Tailandia, Indonesia y Malasia como los tres principales productores. Sin embargo, en los últimos veinte años, varios países han iniciado programas de fomento de este cultivo. Entre ellos, se pueden mencionar Australia, Estados Unidos (Hawai), Madagascar, Costa Rica y últimamente México. Es interesante mencionar que es solamente a partir de los años 80 que se empezó a fomentar el rambután como monocultivo en parcelas comerciales, siendo anteriormente, en la mayoría de los principales países productores, manejado en asocio o en pequeña escala o como cultivo de jardín o de patio. La gran mayoría de la producción está todavía comercializada y consumida localmente. Por otra parte, según el Centro de Servicio de Exportación de Tailandia, el valor de las exportaciones de frutas procesadas (enlatadas) representaba diez veces el valor de las exportaciones de las frutas frescas durante el periodo 1981-1983. En 1992, el mercado de fruta fresca se limitaba a 3,644 toneladas para los 8 principales países importadores, cifra poco significativa en comparación con la importación de frutas enlatadas.

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Después de su introducción en el Jardín Botánico Wilson Popenoe en Lancetilla en 1927, el rambután demostró buenas capacidades de adaptación en las condiciones edafoclimáticas del lugar y fructificó a los pocos años. Esta fruta desconocida causó sensación entre los empleados y trabajadores del Jardín Botánico, los cuales comenzaron a consumirla y diseminarla en los alrededores de Tela, Atlántida. Así mismo, las semillas de los árboles productores de rambután en Lancetilla fueron llevadas a otros países como Panamá, Costa Rica, Belice, Nicaragua, Colombia, Ecuador, República Dominicana, México, Puerto Rico y Guatemala. Sin embargo, el cultivo en Honduras no se difundió y se quedó concentrado durante cerca de 60 años en la zona de Tela y es solamente al final de los años 80 que, a través de Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) y proyectos de desarrollo, que percibían este cultivo como una alternativa con mucho potencial económico y ecológico para la protección de cuencas hidrográficas y el fomento de actividades agroforestales, y la iniciativa de algunos productores, el cultivo empezó a desarrollarse en varias zonas de la Costa Norte del país a nivel de pequeñas parcelas. Tomando en consideración este desarrollo y el interés de muchos productores para fomentar este cultivo, la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola (FHIA), mediante su Programa de Diversificación, inició en 1997 un proyecto de apoyo al cultivo de rambután. Dentro de los logros más relevantes de este proyecto, se puede mencionar la creación de la Asociación Hondureña de Productores y Exportadores de Rambután (AHPERAMBUTAN) y la introducción de técnicas de propagación vegetativa, de las cuales se destaca la técnica de injerto de parche que permite multiplicar y establecer, en forma comercial, parcelas con variedades y clones selectos. En los diez últimos años se han establecido numerosas parcelas, principalmente en la Costa Norte y, en menor escala, en la zona del Lago de Yojoa, donde las condiciones climáticas cálidas y húmedas y los excelentes suelos favorecen su producción. Mediante una encuesta realizada por la FHIA en 1999, se estimó que existían alrededor de 200 fincas que cultivaban rambután, en una área estimada de 400 ha, de las cuales el 60% eran plantaciones jóvenes recién establecidas o que apenas iniciaban su producción. En este mismo año se estimó la producción comercializada en 60 millones de frutos, representando un valor, a nivel de finca, de cerca de 15 millones de Lempiras. Para el 2002, se considera que el área establecida es de alrededor de 500 ha manejadas por más de 220 productores. Hasta el inicio de los años 90, la mayoría de la producción era vendida localmente, alrededor de las fincas y en los centros urbanos más cercanos. Luego, paralelamente al incremento de las áreas de producción, la comercialización de frutas frescas se ha difundido a nivel nacional y, recientemente, se empezó a exportar a los países vecinos como El Salvador y Guatemala, donde la aceptación de esta fruta es cada año más importante. Algunas pruebas de exportación hacia el mercado europeo se realizaron a partir de 1995. Sin embargo, la inconsistencia en la calidad de las frutas, ocasionada principalmente por la falta de selección y de rutas apropiadas de transporte aéreo no ha permitido colocar el rambután de manera definitiva y con volúmenes significativos en el mercado europeo. Por otra parte, la FHIA, en coordinación con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SENASA-SAG) está gestionando ante el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos la aprobación para permitir la importación de frutas de rambután desde Honduras, por sér esta una especie no hospedera natural de las moscas de la fruta cuarentenaria en los EE.UU. En caso de obtener un resultado positivo a esta gestión, se abriría un mercado de exportación de gran potencial para los productores hondureños de rambután. 3. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA El rambután es un árbol de mediana altura que puede alcanzar 12 a 25 metros de altura. Cuando es propagado por semilla y tiene amplio espacio para crecer, esta especie desarrolla un tronco erecto de 40 a 60 cm de diámetro, con ramas primarias altas y una copa relativamente densa, ancha y redonda. Las plantas propagadas vegetativamente (por acodo aéreo o injerto de aproximación o de parche) tienen un porte mucho más bajo, alcanzando en promedio 4 a 6 metros. La corteza es de color verde claro, ligeramente rugoso, muchas veces recubierta con algas y líquenes de color blanco. Durante las etapas de crecimiento se presentan estrillas a lo largo del tallo y ramas que son visibles en los meses de febrero y marzo. Las hojas son alternas y compuestas con un raquis robusto de 7 a 25 cm de largo y de dos a cuatro pares de folíolos. Los folíolos tienen 10 a 20 cm de largo y de 2 a 10 cm de ancho, son sub-opuestos o alternados, elípticos a ovoides con el ápice obtuso, ligeramente coriáceo, de color verde oscuro brillante en el haz y verde pálido en el envés. Las hojas jóvenes son suaves, verde claro o rosadas y velludas a lo largo de las venas.

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Las inflorescencias crecen en forma de panícula en la punta de los nuevos brotes. Tienen 15 a 20 cm de largo pero en algunos clones pueden alcanzar mayor longitud. Las flores no tienen una corola definida, son de color blanco-verdoso, de pedicelos cortos y finos, recubiertos de una fina y densa pubescencia. El cáliz es de color verde cubierto con una fina pubescencia, dividido en 4 a 6 lóbulos, verde-amarillos (figuras 1 y 2). Dos clases de flores se han observado: 1) las flores masculinas que presentan un disco poligonal de donde crecen de 5 a 8 estambres de 3 a 4 mm de largo, las anteras son pequeñas de color amarillento con abundantes y viables granos de polen, el filamento es de color blanco recubierto de pubescencia blanca; el ovario es rudimentario, pequeño y con ausencia de un pistilo funcional, en algunos casos no aparece (figura 3); 2) las flores completas o hermafroditas son las que tienen las partes femeninas y masculinas en la misma flor. Estas son de dos tipos: las hermafroditas que funcionan como flores masculinas (hfm) (figura 4) y las hermafroditas que funcionan como flores femeninas (hff) (figura 5). Las flores que funcionan como masculinas tienen bien desarrollados los estambres y el pistilo. Los filamentos son largos y se ponen erectos en la antesis. Las anteras producen grandes cantidades de polen. En cambio el pistilo no tiene una función normal, el estigma es bífido, erecto y no se abre completamente, razón por lo cual no se produce la polinización. Las flores hermafroditas femeninas (hff), son parecidas a las anteriores, con la diferencia que el pistilo está bien desarrollado y que los estambres no son funcionales. Cinco a siete estaminoides están insertados en el disco y las anteras son pequeñas y estériles. El ovario es corto, con dos lóbulos verde amarillento envueltos densamente con pubescencia de color café oscuro. El estilo está insertado en medio de los lóbulos, el estigma es bífido, se abre en antesis y horas después presenta una sustancia pegajosa para adherir y mover el polen a través del conducto al interior de los lóbulos.

Figura 1. Panícula floral.

Figura 3. Flor masculina.

Figura 2. Panículas con flores desarrolladas.

Figura 4. Flor hermafrodita masculina (hfm).

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Figura 5. Flor hermafrodita femenina (hff).

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Los frutos son producidos en forma de racimos sueltos o compactos de 10 a 20 frutas generalmente, aunque en Honduras se han observado panículas de hasta 55 frutas. La fruta es una drupa ovoide de 3 a 6 cm de largo y 2 a 4 cm de ancho y con un peso de 20 a 50 gramos. La cáscara de la fruta o pericarpio tiene de 0.2 a 0.4 cm de espesor y varía en color de verde claro, amarillo, rosado, rojo a rojo vino; presenta una superficie con protuberancias flexibles de 3 a 6 mm de largo. Al centro de estas protuberancias crece un pelo suave (espinarete) de 1 a 1.5 cm de largo que puede ser, pero no siempre, igual que la cáscara, de color rojo, rosada, amarillo o verde (figura 6). La parte comestible de la fruta, el arilo (sarcotesta), se desarrolla a partir del tegumento de la semilla, es blanco traslúcido y tiene de 5 a 10 mm de espesor. Su sabor varía de muy dulce a ácido, puede ser de textura firme, carnosa o blanda, jugoso o reseco. El arilo en las variedades seleccionadas se desprende fácilmente de la testa de la semilla (lo que no ocurre en la mayoría de las plantas de rambután propagadas por semillas en Honduras). La semilla, formada de dos cotiledones, es oblonga u ovoide, de 2 a 3 cm de largo y 1 a 1.5 cm de ancho, de color verde amarillo a café, recubierta de una testa de color blanquecina a café. 4. CRECIMIENTO Y COMPORTAMIENTO FLORAL En las principales zonas productoras de Honduras, los nuevos rebrotes inician su crecimiento vegetativo después de la cosecha que ocurre generalmente entre los meses de octubre y enero. Esta variación se debe principalmente a la larga duración de la floración del rambután en un solo árbol, la distribución de los periodos de floración y producción entre las zonas de diferentes alturas y la gran diversidad genética relacionada con la propagación sexual (de semilla) de la mayoría de los árboles. Generalmente 4 a 6 rebrotes vegetativos se desarrollan a partir de las yemas laterales de las ramas donde se realizó la cosecha que consiste en el corte o quiebra de los racimos de frutas. En cambio, en las ramas donde no hubo producción, solamente se proFigura 6. Diferentes colores de cáscara y espinaretes: Zacaro-5 duce el crecimiento de la yema terminal. El (1); Silenkeng (2); Lebakbulus (3); Daisy-270 (4). crecimiento vegetativo de las ramas laterales y terminales disminuye al iniciar la estación seca, entre marzo y mayo, período en el cual se produce la mayor formación y almacenamiento de sustancias alimenticias (carbohidratos). En Honduras, la floración empieza al final de abril y se extiende hasta agosto, pero con el pico en mayo y junio. Estudios realizados en Las Filipinas, con la variedad Seejonja, permitieron determinar que el 57% de las partes apicales de las ramas que no fructifican, producen flores y frutos el año siguiente en los nuevos brotes, mientras tanto, solamente el 22% de las ramas productoras producen rebrotes laterales con flores el siguiente año. Aunque, hay solamente una porción de ambos tipos de rebrotes que produce flores, la alternancia bianual en la producción no parece constituir un problema en rambután. 5. BIOLOGÍA FLORAL Según estudios realizados sobre la biología floral de tres variedades de rambután (Maharlika, Seenjonja y Seematjan), la antesis de las flores hff de las tres variedades ocurre generalmente por la mañana. En las flores madurándose, el estigma crece a través del cáliz y después de su alargamiento, se separa abriéndose. Esto ocurre alrededor de las 7:00 p.m. Doce horas después, a las 7:00 a.m. del día siguiente, la apertura del estigma se agranda para formar una "V" pero el estamen queda cerrado. En esta etapa, la superficie del estigma se pone pegajosa. Los sépalos abren a las 4:00 a.m., y alrededor de 4 horas después los sépalos y el estigma se ponen completamente extendidos. Las flores quedan frescas hasta la mañana siguiente cuando empiezan a ponerse de color café. El estigma queda receptivo 48 horas. Las flores hfm inician la dehiscencia de las anteras y la antesis del estigma en la misma mañana. Las anteras bilobuladas se abren longitudinalmente para

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liberar el polen. Se ha observado que el polen procedente de flores estaminadas (masculinas) da un mejor porcentaje de germinación que el polen que proviene de las flores hfm. Las flores hfm se ponen café al segundo día. Los clones seleccionados (plantas productoras) generalmente tienen flores hfm y hff en las misma panículas, pero con una proporción mucho más alta de flores hff (99.94% para la variedad ‘Maharlika’ y 99.55% para la variedad ‘Seenjonja’). Por otra parte, si el periodo de floración de los tipos hfm y hff es diferente, existe siempre un tiempo de traslape donde florecen al mismo tiempo una parte de ambos tipos de flores permitiendo la polinización. El número de flores por pániculas es muy variante según los clones así como, la duración promedio del periodo de floración. Por otra parte, estudios realizados sobre árboles con 100% de flores hff cubiertas con sacos de papel permitieron descubrir la capacidad de esta especie para producir frutas apomícticas con semillas. En Honduras se han realizado algunas observaciones sobre la biología floral del rambután. Dentro de ellas se pueden mencionar la presencia de diferentes tipos de flores en la misma panícula, con diferencias entre las panículas abiertas que tienen mayor número de flores hermafroditas funcionando como flores hff; que de flores hermafroditas funcionando como flores hfm, y las panículas compactas donde la proporción de flores hfm y hff en estado receptivo es similar, pero el número de flores masculinas es variante. 6. DESARROLLO DE LA FRUTA Los árboles de rambután tienen una abundante producción de flores. Las panículas pueden tener de 50 a más de 1,700 flores cada una de ellas, pero una muy baja proporción llegan a formar fruta. Salma (1983) estima que la proporción de flores que llega a formar fruta es generalmente de 1 al 3%, mientras tanto, Sasipilin y Sompee (1964) determinaron que solamente el 0.54% de las flores producían frutas que lograban desarrollarse completamente y cosecharse en la variedad ‘Seechompoo’, determinando una proporción de cuajamiento inicial de 3.43, 3.16 y 3.47% y una proporción de frutas llegando a la madurez de 0.68, 1.45 y 1.05% en las variedades ‘Maharlika’, ‘Seematjan’ y ‘Seejonja’ en Las Filipinas (figura 7). El aborto (caída de frutos) se produce principalmente en las primeras tres semanas después de la fertilización de la flor (figura 8). Las causas exactas de este fenómeno de abscisión no son completamente conocidas. Pero algunos consideran que debe relacionarse con una nutrición deficiente o una degeneración del saco embrionario y del embrión. Normalmente, el desarrollo de la fruta se produce únicamente en uno de los dos carpelos de la flor. El otro abortivo se mantiene adherido a la fruta madura (figura 9). Algunas veces ambos carpelos se desarrollan en dos frutas normales. Los ovarios inicialmente tienen un estigma de color café y las protuberancias tienen forma de cuerno. Después de varios días las protuberancias se alargan y se tornan de color verde y el ovario se alarga, dando forma a la fruta. Los pistilos se mantienen entre el ovario y los sépalos, los cuales gradualmente se van tornando de color café hasta que se caen o permanecen adheridos a los sépalos.

Figura 7. Etapa inicial de desarrollo de la fruta.

Figura 8. Aborto de frutas.

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Figura 9. Frutas abortadas desarrolladas a partir de uno de los dos cárpelos adheridos a la fruta madura.

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Peso g/fruta

Dimensión cm/fruta

Wanichkul y Kosiyachinda (1982) estudiaron en Tailandia, el proceso de desarrollo de la fruta de la variedad ‘Seechompoo’ que necesitó 16 semanas para llegar a la completa maduración (figura 6). En la etapa inicial del desarrollo, la forma del fruto es casi esférica, pero en la etapa siguiente la fruta crece más en la longitud que en el ancho y espesor. Los espinaretes se alargan rápidamente hasta la sexta semana, Figura 6. Cambios en las dimensiones y peso de los espinaretes, cáscara y arilo de la fruta de la variedad Seechompoo. después su longitud no cambia hasta la maduración de la fruta. La 4 16 mayoría del crecimiento del peso Peso cáscara 14 de la fruta ocurre en la última Peso pulpa etapa de desarrollo (entre la 10.º y 12 3 16.º semana) correspondiendo principalmente al incremento del 10 peso de la cáscara y pulpa mien8 2 tras tanto el peso de la semilla no Longitud espinaretes varía significativamente. 6

Siempre en la variedad 4 1 ‘Seechompoo’, el color de la cásEspesor pulpa 2 cara y de los espinaretes empieza a cambiar a la 12.º seEspesor cáscara 0 0 mana en la parte más ancha de la 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 Fuente: Wanichkul y Kosiyachinda (1982) fruta. A esta etapa, el 10% de la Semanas fruta ha cambiado de color, de verde a amarillo-rosado. A la 14.º semana, la cáscara es de color amarillo a anaranjado en toda la fruta, mientras tanto los espinaretes se ponen rosados. La base de los espinaretes se incha y los surcos se ensanchan. En la 15.º semana, todos los espinaretes se ponen rosado o rojo desde la base a la parte media, excepto la parte terminal que es amarillenta-verde o amarilla. La cáscara es anaranjada. Una semana después, el fruto ha alcanzado su grado de maduración completo con los espinaretes y la cáscara completamente rojos (figuras 11, 12 y 13).

Figuras 11, 12 y 13. Transición en el cambio de color de la cáscara y espinaretes de las frutas de la variedad Lebakbulus (14.º , 15.º y 16.º, semana de desarrollo en el Jardín Botánico Wilson Popenoe.

En Honduras, se ha observado que las frutas, según los clones y la altura, necesitan de 105 a 120 días para llegar a su completa madurez después del inicio de la floración, durante los meses de septiembre hasta diciembre. Según una estimación del Programa de Diversificación de la FHIA, se realiza cerca del 65% de la cosecha en septiembre, 20 a 25% en octubre y 10 a 15% en noviembre (cuadro 1).

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Cuadro 1. Épocas de las etapas fenológicas del rambután en Honduras Zonas de producción Costa Atlántica Lago de Yojoa

Época de floración Abril-mayo-junio Mayo-junio

Época de producción Final de julio-octubre Final de agosto-diciembre

Época de crecimiento vegetativo Noviembre-marzo Diciembre-abril

7. VARIEDADES El rambután es una especie de polinización cruzada, lo que explica la gran variabilidad genética que se encuentra en las plantas propagadas sexualmente. Esta variabilidad se manifiesta en el sexo del árbol, tamaño y color de la fruta (que puede variar de rojo oscuro a amarillo intenso), espesor y calidad del arilo. Esta variabilidad resulta en la existencia de numerosas líneas. El uso de diferentes patrones propagados sexualmente utilizados para injertar materiales seleccionados es también fuente de variación en la misma variedad (ver 11.1 Preparación de la semilla y germinación). Es solamente en los años 30 del siglo XX que se empezó a trabajar sobre la selección y propagación vegetativa en los centros de origen y difusión tales como Malasia, Indonesia y Las Filipinas. Las variedades comerciales más conocidas y difundidas en esta época fueron aquellas seleccionadas por el Departamento de Agricultura de Malasia a partir de 1932. Desafortunadamente, de los 144 clones que se seleccionaron, teniendo como base la calidad de la fruta y el rendimiento, la mayoría se perdieron durante la segunda guerra mundial, quedándo solamente 32 de ellos en 1952. Este trabajo se reinició seleccionando materiales recolectados en todo el país, los cuales se han enviado al Centro de Investigación Agrícola de Serang. Al final de los años 80, unos 187 clones habían sido registrados y evaluados en este centro. En 1990 en Malasia fueron liberados para la producción comercial los siguientes clones: Gulabata, R3, R9, R134, R156, R160, R161 y R162. Además de la productividad del árbol, se tomaron en cuenta para realizar esta selección, las características de calidad de fruta, dentro de las cuales se pueden mencionar: el color de la cáscara (preferiblemente rojo, con pelos medianos), el tamaño del fruto (mayor de 30 gramos) y la pulpa (dulce, gruesa, fácil de separar de la semilla y poco jugosa). Otras variedades importantes se han venido seleccionando y promoviendo en los otros países del sureste asiático. Dentro de las más importantes se encuentran ‘Lebakbulus’, ‘Binjai’, ‘Rapiah’, ‘Seelengkeng’, ‘Seekonto’, ‘Seetangkooweh’ y ‘Simacan’ en Indonesia; ‘Penang’, ‘Rongrien’, ‘Seechompoo’ y ‘Bangyeeckhan’ de Tailandia; ‘Seematjan’, ‘Maharlika’ y ‘Seendonja’ en las Filipinas y ‘Delicheng’ y ‘Jitlee’ en Singapur. Las primeras 4 plantas introducidas en 1927 en Honduras en el Jardín Botánico Wilson Popenoe en Lancetilla, fueron de las variedades ‘Lebakbulus’ y ‘Seematjan’ según las fichas de introducción. Estos árboles introducidos de la isla de Java fueron plantados en el Arboretum cerca del edificio de La Casona. Todavía estos árboles están vivos y siguen produciendo cada año una cosecha abundante de excelente calidad (figuras 14, 15, 16 y 17).

Figura 14. Frutos de árbol No. 1 / JB Lancetilla (Lebakbulus).

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Figura 15. Frutos de árbol No. 2 / JB Lancetilla (Seematjan).

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Figura 17. Frutos de árbol No. 270 / Finca Daisy (Lebakbulus).

Figura 16. Frutos de árbol No. 5 / Finca D. Zacaro (Lebakbulus).

Desafortunadamente, estos árboles han sido reproducidos por semillas durante más de 60 años, lo que no ha permitido conservar sus características en la mayoría de las fincas establecidas en el país. En 1993, a través del Proyecto de Apoyo a la Exportación de Productos Agrícolas no Tradicionales de Centro América y Panamá (PROEXAG) se introdujeron en la FHIA, las variedades R134, R162, R167 (Malasia), y ‘Jitlee’ (Singapur) del vivero Mountain View de Australia, las cuales se establecieron en el Centro Experimental y Demostrativo de Cacao (CEDEC), La Masica, Atlántida. El mismo año, la FHIA introdujo de Kahili Farm de Hawai las variedades R156 (Malasia) y ‘Binjai’ y ‘Seelengkeng’ (Indonesia). Estos materiales se han adaptado muy bien a las condiciones edafoclimáticas del lugar y empezaron a florecer a partir del tercer año. Las frutas de estas variedades presentan características que satisfacen los requerimientos del mercado de exportación para fruta fresca, el cual exige un arilo grande, dulce y que se desprende bien de la semilla (cuadro 2). Con el propósito de mejorar la calidad de las plantaciones de los productores en Honduras, el Programa de Diversificación de la FHIA empezó un programa de propagación por injerto de estos materiales, a partir de 1998. Adicionalmente a este material, desde 1993 la FHIA ha venido identificando árboles sobresalientes reproducidos por semillas o por injerto de aproximación, en varias fincas de productores en la zona de Tela y La Masica, Departamento de Atlántida y en la zona del Lago de Yojoa. Estas plantas pertenecen a la progenie de los primeros árboles que fueron introducidos por el Dr. Wilson Popenoe en 1927 en el Jardín Botánico Wilson Popenoe de Lancetilla. Hasta la fecha, se ha identificado cerca de 15 árboles en 5 fincas cuya productividad y calidad de fruta son muy promisorias. Sin embargo, este trabajo necesita ser completado sobre un periodo de varios años, principalmente al nivel de la evaluación de la capacidad productiva y de las características de las frutas de los especímenes identificados.

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Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

Cuadro 2. Características físicas del fruto y semilla de siete variedades de rambután introducidas en Honduras.

Cosecha de 1997 Variedad

Peso

Peso

de fruta semilla

Peso

Peso

Color

Color

Longitud

Espesor

Largo

Ancho

Espesor

Firmeza

Grado

cáscara

arilo

cáscara

pelos

pelos

cáscara

de fruta

de fruta

de arilo

de arilo

brix

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(kgf)

(%)

(g)

(g)

(g)

(g)

R134

34.2

2.3

11.8

20.1

roja

rojo/verde

1.6

0.5

4.8

3.3

0.5

0.25

19.2

R162

29.8

2.8

10.5

16.5

roja

rosado/verde

1.2

0.5

4.6

3.5

0.5

0.15

18.7

R167

32.6

2.1

10.3

20.2

roja

punta verde

1.3

0.5

4.7

3.6

0.4

0.23

19.1

R156

28.6

3.1

9.3

16.2

roja

punta verde

1.4

0.5

4.8

3.5

0.5

0.19

19.3

Jitlee

33.2

2.6

12.2

18.4

roja

verde/amarillo

1.2

0.6

4.7

3.3

0.5

0.23

23.1

Binjai

34.1

2.4

11.3

20.3

roja

verde/roja

1.4

0.5

4.6

3.5

0.5

0.21

19.6

Silengkeng

36.3

2.7

12.5

21.1

roja

verde

1.6

0.5

5.2

4.2

0.6

0.26

18.8

Promedios de 10 frutas

Cosecha de 1998 Variedad

Peso

Peso

Peso

Peso

Color

Color

Longitud

Espesor

Largo

Ancho

Espesor

Firmeza

Grado

fruta

semilla

cáscara

arilo

cáscara

pelos

pelos

cáscara

de fruta

de fruta

de arilo

de arilo

brix

(g)

(g)

(g)

(g)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(kgf)

(%)

R134

32.7

2.1

10.5

20

R162

27.8

2.5

9.2

R167

33.2

2

9.5

R156

31.1

2.3

9.3

19.5

roja

rojo/verde

1.5

0.4

4.5

3.4

0.5

0.19

22.3

16.1

roja

rosado/verde

1.3

0.5

4.4

3.6

0.5

0.21

21.8

21.7

roja

punta verde

1.3

0.5

4.5

3.4

0.5

0.2

19.1

roja

punta verde

1.5

0.4

4.6

3.3

0.5

0.18

19.9

Jitlee

32.2

2

10.5

19.7

roja

verde/amarillo

1.5

0.4

4.6

3.3

0.5

0.24

24.5

Binjai

33.7

2.3

10.6

20.8

roja

verde/roja

1.4

0.4

4.4

3.4

0.5

0.21

20.4

Silengkeng

34.2

2.4

10.6

21.2

roja

verde

1.7

0.5

4.8

4.3

0.6

0.22

19.7

Promedios de 15 frutas

Cosecha de 1999 Variedad

Peso

Peso

Peso

Peso

Color

Color

Longitud

Espesor

Largo

Ancho

Espesor

Firmeza

Grado

fruta

semilla

cáscara

arilo

cáscara

pelos

pelos

cáscara

de fruta

de fruta

de arilo

de arilo

brix

(g)

(g)

(g)

(g)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(kgf)

(%)

R134

28.6

2

9.4

17.2

roja

rojo/verde

1.5

0.5

4.5

3.3

0.5

0.23

19.4

R162

26.5

2

9.2

20.5

roja

rosado/verde

1.4

0.5

4.3

3.5

0.5

0.21

19

R167

26.3

2.1

9.5

14.7

roja

punta verde

1.3

0.5

4.5

3.5

0.5

0.21

18.4 20.2

R156

27.9

2.2

9.1

16.8

roja

punta verde

1.4

0.5

4.5

3.5

0.5

0.2

Jitlee

27.1

2.2

9.4

15.5

roja

verde/amarillo

1.5

0.4

4.4

3.5

0.5

0.2

21.3

Binjai

26.8

2.1

9.7

15.1

roja

verde/roja

1.5

0.4

4.5

3.5

0.5

0.19

19.6

Silengkeng

29.6

2.2

9.8

17.6

roja

verde

1.6

0.6

4.6

4

0.5

0.22

18.7

Promedios de 10 frutas

Cosecha de 2000 Variedad

Peso

Peso

Peso

Peso

Color

Color

Longitud

Espesor

Largo

Ancho

Espesor

Firmeza

Grado

fruta

semilla

cáscara

arilo

cáscara

pelos

pelos

cáscara

de fruta

de fruta

de arilo

de arilo

brix

(g)

(g)

(g)

(g)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(cm)

(kgf)

(%)

R134

34.8

2.2

10

22.6

roja

rojo/verde

1.5

0.5

4.6

3.5

0.5

0.2

x

R162

33.48

2.3

9.8

21.38

roja

rosado/verde

1.4

0.4

4.5

3.5

0.5

0.21

x

R167

32.1

2

8.9

21.2

roja

punta verde

1.4

0.4

4.5

3.4

0.5

0.18

x

R156

29.8

2

9.3

18.5

roja

punta verde

1.5

0.4

4.5

3.4

0.5

0.21

x

Jitlee

30.2

2.3

9.1

18.8

roja

verde/amarillo

1.5

0.4

4.5

3.5

0.5

0.19

x

Binjai

29.4

2.1

9.2

21.9

roja

verde/roja

1.4

0.5

5

3.5

0.5

0.18

x

Silengkeng

40.6

2.7

14.5

23.4

roja

verde

1.7

0.5

4.7

3.7

0.5

0.21

x

Promedios de 10 frutas

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8. RENDIMIENTO El rendimiento del rambután es variable y esta ligado a la variedad, condiciones edafoclimáticas y al manejo. Almeida (1981) señala que la producción normal varía entre 25 a 200 kg por árbol y por año con un promedio de 130 kg. En términos de carga, un árbol en plena capacidad productiva puede producir entre 5000 a 6000 frutos con un rango de cosecha normal de 12 a 16 t/ha. En Honduras, existen árboles aislados propagados por semilla que han producido más de 40000 frutos en una sola cosecha (Navarro, 1994). 9. ECOLOGÍA DEL CULTIVO 9.1 Clima El rambután es estrictamente tropical en sus requerimientos climáticos y puede ser cultivado entre las latitudes 18o Norte y 18o Sur del Ecuador. Es una especie que se desarrolla mejor en zonas cálidas y húmedas, condiciones que corresponden a las zonas de vida bosque muy húmedo subtropical (bmh-S) y bosque húmedo subtropical (bh-S), según la clasificación de Holdrige, con altitudes sobre el nivel del mar de 0 a 800 m en Honduras. Las precipitaciones anuales deben estar comprendidas entre 2000 a 4000 mm con una buena distribución a lo largo del año. En caso de tener un periodo de sequía de más de dos meses, se recomienda establecer un sistema de riego para que pueda prosperar este cultivo. Las provincias climáticas favorables para el cultivo de rambután son: muy lluviosa con invierno lluvioso (Sz), muy lluviosa con distribución regular de lluvia (Lz) y muy lluviosa tropical (Lk) de acuerdo a la clasificación del clima de Honduras hecha por E. Zúñiga Andrade. Según esta zonificación, las regiones recomendadas para el cultivo de rambután en Honduras son el Litoral Atlántico, la región del Lago de Yojoa y la parte Este del departamento de El Paraíso que colinda con la Reserva del Hombre y Biosfera del Río Plátano. 9.2 Temperatura El rambután prospera en zonas cuya temperatura promedio anual varia de 26 °C a 32 °C. Los árboles de rambután no toleran las heladas pero pueden soportar períodos cortos con bajas temperaturas de hasta 4 °C (Watson, 1981). Estudios en Australia con el cultivar R134 demostraron una ausencia de crecimiento de nuevos brotes vegetativos cuando la temperatura promedio (promedio entre mínimo y máximo) está debajo de 22 °C. En latitud con temperatura aún más baja, el rambután puede llegar a florecer y fructificar; sin embargo, ocurre una desfoliación de la planta en invierno y el periodo de fructificación se alarga hasta seis meses. Actualmente, no se dispone de información sobre el efecto de la temperatura en la calidad de la fruta. 9.3 Luz La luz puede afectar el desarrollo del color de la cáscara de la fruta. De hecho, las antocianinas, que son responsables de la coloración roja son sensibles a la intensidad de la luz. Generalmente, las frutas maduras de la parte interna de los árboles tienen colores menos intensos y brillantes que las frutas de la parte exterior directamente expuestas a la luz solar. Sin embargo, no se conoce hasta la fecha informaciones sobre el tipo de longitud de ondas que afecta la coloración de la fruta de rambután. 9.4 Precipitación pluvial La cantidad y distribución de la lluvia tienen una gran influencia sobre la calidad de la fruta. El árbol necesita un abastecimiento constante de agua durante el desarrollo de la fruta. La falta de agua durante los primeros estadíos de desarrollo provoca la formación de frutas pequeñas, con un arilo poco desarrollado y una palatabilidad muy pobre, caracterizada principalmente por alta acidez y falta de sabor. Algunas variedades son menos susceptibles que otras a la falta de agua. Dentro de ellas, se pueden mencionar R134, R156, R161 y R170, las cuales desarrollan frutas pequeñas pero más llenas que R4 ó R9 por ejemplo. Durante la época de producción en el 2002, en la Costa Atlántica en la zona

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de La Masica, Atlántida, un periodo anormal seco de casi un mes en agosto correspondiendo entre la 10.º y 14.º semana de desarrollo, ha provocado un alto porcentaje (40%) de rajadura de cáscara y caída de frutas en fincas con parcelas establecidas con plantas injertadas jóvenes (figuras 18 y 19). Algunas variedades como ‘Rongrien’ que tienen una cáscara delgada pueden tener problema de rajaduras cuando ocurren fuertes lluvias en la última etapa de desarrollo de la fruta, provocadas por la expansión más rápida de las celdas del parénquima en el arilo que en la cáscara. Este problema puede provocar hasta pérdidas de más del 50% de la producción en ciertos años en algunas zonas de Tailandia.

Figuras 18 y 19. Rajadura y caída de frutas provocadas por sequía prolongada (agosto, 2002). Finca San Felix, La Masica, Atlántida. 9.5 Humedad relativa Por ser oriundo de clima tropical húmedo, el rambután prospera mejor en zonas de humedad relativa elevada. Watson (1981) considera que el rambután tiene poca facultad para cerrar sus estomas por estar adaptado al clima húmedo. Por ello, se recomienda los cultivares R137 y Jitlee en zonas de baja humedad relativa y constante movimiento de aire, porque estos tienen hojas más pequeñas y mejor facultad de cierre de los estomas. Mientras tanto R4, R7 y R99 son fácilmente estresados. La humedad puede influir en la calidad de los espinaretes de la fruta. Una fruta de tamaño medio puede tener hasta 400 pelos (Bunnak, 1980) y numerosos estomas sobre cada pelo (Pantastico, 1975). Esto explica la pérdida excesiva de agua por parte de las celdas de los pelos en condiciones de baja humedad relativa, causando la muerte de las mismas celdas y la deshidratación de los pelos, lo que ocasiona una baja en la calidad de las frutas. 9.6 Vientos Las variedades de rambután responden de manera diferente a vientos fuertes. Generalmente los árboles que pierden sus hojas en caso de vientos fuertes sufren mucho menos del quiebre de ramas que los cultivares que retienen sus hojas. ‘Binjai’, ‘Rapiah’, ‘Rongrien’, R9, R165 y ‘Seechompoo’ son variedades que retienen muy bien sus hojas mientras R4, R7, R99 y R170 se desfolian fácilmente (Watson, 1981). Los vientos secos (de baja humedad) pueden acelerar la deshidratación de los pelos debido a una pérdida de agua. Por ello, se considera oportuno el establecimiento de cortinas rompevientos de protección alrededor de las plantaciones (Watson, 1981). 9.7 Suelo El rambután puede ser cultivado en varios tipos de suelos, siendo los más recomendables los suelos profundos (mayor de 1 m de profundidad) con buen drenaje, de textura media (contenido de arcilla entre 30 a 35%), con estructura granular a bloques angulares o sub-angulares, con porosidad total de 50 a 60%, que permitan buena circulación de agua y aire, así como también una buena penetración del sistema radicular. Se debe evitar cultivar el rambután en suelos arcillosos (contenidos mayores de 60% de arcilla), con poca permeabilidad, con posibilidades de estancamiento de agua y mala aireación, como también suelos arenosos, ya que generalmente son de baja fertilidad y bajo poder

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de retención de humedad. Se deben preferir suelos con buen contenido de materia orgánica, ligeramente ácidos con un pH 5.5 a 6.5. El factor común que realmente deben compartir los suelos dedicados al cultivo del rambután es un buen drenaje interno y superficial. 10. PROPAGACIÓN El rambután es un frutal que puede propagarse mediante dos vías principales: la propagación por semillas (propagación sexual) y la propagación vegetativa (asexual) por medio del injerto y del acodo aéreo. En Honduras el método más generalizado es la propagación de plantas por medio de semillas. En un censo realizado por la FHIA en 1999, se determinó que más del 95% de las plantaciones sembradas en el país utilizaron como material de propagación plantas provenientes de semillas. Esto se debe principalmente a la facilidad que este método ofrece y al desconocimiento generalizado en los agricultores de técnicas adecuadas para tener éxito en la propagación mediante injertos. El establecimiento de nuevas plantaciones comerciales de rambután en Honduras utilizando plantas provenientes de semilla es una práctica que debe sustituirse lo más pronto posible debido a que este sistema tiene grandes inconvenientes. Una de las principales desventajas de este tipo de propagación es el alto porcentaje de árboles improductivos (plantas masculinas) que se obtiene, el cual puede llegar al 75% en algunas plantaciones, ocasionando una fuerte pérdida económica y de tiempo al agricultor. De los árboles que fructifican (denominados hembras) un alto porcentaje producen frutos de mala calidad en lo referente a color, sabor, tamaño y alta adherencia del arilo a la semilla. En muestreos hechos por la FHIA en 1999 y 2000, se evaluó que, solamente, entre el 2 y 4% de los árboles productivos plantados por semilla reúnen los requisitos de calidad que exige el mercado internacional. Debido a estos problemas, se recomienda utilizar la propagación por semillas solamente para la producción de patrones (porta injertos). 10.1 Preparación de la semilla y germinación Las semillas de rambután pierden su viabilidad rápidamente. Por ello, se deben sembrar lo más pronto posible después de su extracción de la fruta, para garantizar un mayor porcentaje en la germinación. La viabilidad puede ser alargada, guardando las semillas en papel periódico húmedo, en un sitio sombreado. A continuación se describe el método de propagación de patrones recomendado por la FHIA: 1. Selección de árboles sanos, con buena producción y fruta de calidad (no olvidar que el patrón influye en la calidad de la producción de la planta injertada). Solo seleccionar frutos bien maduros y grandes que tienen generalmente semillas bien desarrolladas, las cuales tienden a producir plántulas más vigorosas. 2. Remover la cáscara de todos los frutos. Si se come la pulpa, tener cuidado de no dañar la semilla. En caso de tener muchos frutos, se pueden colocar todas las frutas sin cáscara en recipientes para provocar una ligera fermentación de 12 a 24 horas, la cual facilitará la separación de la pulpa de la semilla y luego su lavado. 3. Las semillas obtenidas, ya sin residuos de pulpa o arilo, deben secarse durante medio día en una área bien ventilada, bajo techo, en zarandas o en pisos de cemento. 4. Las semillas secas deben tratarse con un fungicida de amplio espectro como Vitavax o Benlate para protegerlas de patógenos. 5. Según el número de semillas, se puede proceder a sembrarlas directamente en bolsas de polietileno o colocarlas en germinadores (bancales), lo que es más recomendable. 6. Los bancales consisten en camas de germinación de 10 a 20 m de largo por 1.5 a 2.0 m de ancho y 30 cm de profundidad, utilizando arena fina y colada. 7. Se trazan surcos en forma transversal a lo largo de la cama con 8 a 10 cm de distancia entre surcos (similar a semilleros de café) y 2 a 3 cm de profundidad.

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8.

Las semillas deben colocarse verticalmente, con la parte más puntiaguda hacia abajo debido a la posición del embrión, dejando 2 a 3 cm entre semillas en el surco. Para obtener una plántula vigorosa y sin deformaciones, se deben cubrir las semillas con una capa fina de arena (0.5 cm). La germinación ocurre generalmente entre los 10 a 20 días después de la siembra. Para favorecer la germinación, se debe aplicar riego frecuentemente para mantener una humedad constante en la cama.

9.

El uso de arena fina, como medio de germinación permite la extracción de las plántulas con mucha facilidad sin dañar el sistema radicular.

10. Las camas de germinación deben estar bajo sombra de tela de sarán, o bajo sombra de árboles o de una estructura levantada, cubierta de manacas, zacate u otro material similar. 11. Entre 30 a 50 días después de la siembra, las plántulas están listas para ser trasplantadas a las bolsas de polietileno en el vivero. Durante este período no se fertiliza. 10.2 Trasplante a bolsas y manejo de los patrones en vivero Las plantas se trasplantan del germinador a las bolsas, cuando las hojas no se han desarrollado aún. En caso de no poder trasplantarlas en esta etapa inicial, es preferible esperar que las dos primeras hojas estén completamente desarrolladas para evitar su deshidratación. En el momento del trasplante las plántulas con sistema radicular defectuoso deben descartarse. También, es indispensable que cada plántula lleve adherida todavía la semilla con los cotiledones en el momento del trasplante, debido a que aún se nutre de ellos y esto garantiza un mejor desarrollo inicial de las plántulas trasplantadas. Para el trasplante, se utilizan bolsas de polietileno grandes y resistentes (25 x 40 cm de calibre 300), garantizando un desarrollo óptimo del sistema radicular hasta el tiempo de realizar el injerto. Las bolsas con las plántulas trasplantadas deben colocarse bajo sombra preferiblemente de tela de sarán con 50% de luminosidad, o bajo enramada techada de manaca u otro material similar. Para su desarrollo y evitar quemaduras de los bordes de las hojas, las plantas deben regarse para mantener una humedad constante al nivel del sistema radicular. El suelo para el llenado de bolsas debe ser de textura franca o suelta, proveniente de una mezcla equilibrada de arena, arcilla y limo. Si el suelo es arcilloso, se debe agregar arena y si tiende a ser muy arenoso, habrá que agregarle un poco de suelo arcilloso de manera que se vuelva franco. También es recomendable el uso de materia orgánica, considerando a este nivel la gallinaza como una mejor opción por su relativa disponibilidad en el mercado y su mejor contenido de nitrógeno en comparación con la mayoría de los otros fertilizantes orgánicos. Sin embargo, para evitar problemas de quemadura del sistema radicular, la gallinaza debe ser debidamente composteada, secada y desmenuzada. En forma general, para el llenado de las bolsas, se recomienda utilizar una mezcla de 70% de suelo cernido (libre de terrones y objetos extraños como piedras o pedazos de madera o ramas) y 30% de gallinaza. Este medio permite un buen drenaje y un crecimiento óptimo de las plantas. El tiempo promedio para producir un patrón listo para la injertación es de 12 a 16 meses. Para esta operación, los patrones deben tener un tallo con un diámetro mínimo de 10 mm y de 60 a 90 cm de altura. Aún con una mezcla rica en materia orgánica, se recomienda fertilizar, lo que permite acelerar el crecimiento de las plantas y acortar el periodo de manejo en el vivero. Como indicación general, se recomienda el plan de fertilización que se indica en el cuadro 3. 10.3 Injertación Aunque se puede propagar vegetativamente por acodo aéreo, se ha descartado este método en varios países por tener una alta mortalidad de plantas en el trasplante a bolsas. Hoy día, se práctica casi exclusivamente la injertación por aproximación, de parche o de enchape lateral. En Honduras, tradicionalmente se ha venido practicando el injerto de aproximación y es solamente desde 1997 que el Programa de Diversificación de la FHIA ha estado introduciendo y promoviendo el injerto de parche, adaptado de la técnica que se utiliza en la propagación del hule y del cacao.

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Cuadro 3. Plan de fertilización de las plantas de rambután en vivero Época de aplicación Dosis (g/planta) 30 días después del trasplante 10 90 días después del trasplante 10 10 150 días después del trasplante 15 20 210 días después del trasplante 15 20 270 días después del trasplante 15 25 330 días después del trasplante 28 28 13 meses después del trasplante 28 15 meses después del trasplante 42 17 meses después del trasplante 28 42

Fórmulas 18-46-0 Nitrato de amonio 15-15-15 12-24-12 Nitrato de calcio Nitrato de amonio 12-24-12 18-46-0 Nitrato de calcio 12-24-12 Nitrato de amonio Nitrato de calcio 12-24-12 12-24-12 Nitrato de amonio

10.3.1 Injerto de aproximación Este tipo de injerto es el más conocido entre los productores de rambután en Honduras. Su nombre se deriva de la palabra "aproximar" y consiste en unir o aproximar el patrón o porta injerto a una ramilla terminal de un árbol productor (hembra) seleccionado. Los principales pasos que deben seguirse para tener éxito en los injertos por aproximación se mencionan a continuación: 1. Conseguir patrones de 8 a 12 meses, trasplantados y desarrollados en bolsas plásticas de 25 x 40 cm x 0.3 mm que se colocan en estructuras de maderas o de bambú, bajo o en medio de la copa de los árboles adultos seleccionados, donantes de las ramillas a injertar. Al momento de la injertación, el diámetro ideal de los patrones debe ser de 8 a 10 mm, y la altura de 25 a 30 cm. La ramilla terminal seleccionada del árbol adulto productor debe tener el mismo diámetro. 2. En la ramilla terminal del árbol adulto, se hace un corte en la parte sub-terminal donde no hay hojas (20 a 30 cm de la punta). Para ello, se utiliza una navaja de injertar con filo que permite obtener un corte liso sin rasgaduras. El corte lateral, de 2.5 a 4 cm de longitud, es poco profundo aunque lleve corteza y madera. 3. Luego, se procede a hacer el mismo corte en el porta injerto a 20 a 25 cm de altura y se unen las caras de ambos cortes, teniendo especial cuidado en que coincidan los bordos o tejidos inmediatos a la corteza debido a que allí se encuentra el cambium o tejido regenerativo de donde se inicia la unión o cicatrización entre el patrón y la vareta (ramilla). 4. Inmediatamente se procede a fijar la unión entre patrón e injerto con una cinta elástica, flexible y sólida como cordones hechos con tiras de neumático de bicicleta o automóvil, los que le dan estabilidad a la aproximación realizada. 5. Finalmente, se usa una cinta plástica con mucha elasticidad para envolver y cubrir completamente la primera cinta de hule, lo que permite sellar herméticamente la unión, evitando la entrada de agua, insectos y patógenos. Durante el período de cicatrización, los patrones no pueden sufrir limitación de agua, por lo que se recomienda revisarlos continuamente y regarlos si es necesario con aspersores o mangueras. 6. Después de un período de 6 semanas es conveniente hacer una “media savia” al patrón y la rama, operación que consiste en cortar (a mitad) la punta del patrón y abajo de la ramilla aproximada, para inducir la translocación de savia entre la base del tallo del patrón y la ramilla y acelerar el proceso de cicatrización. 7. Dos semanas después de la práctica de la “media savia” se recomienda la separación definitiva de la ramilla injertada del árbol madre y se corta la parte terminal del patrón. Las plantas injertadas deben colocarse bajo sombra,

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preferiblemente bajo tela de sarán con 50 a 60% de luminosidad o enramada techada de manaca y permanecer en el vivero por dos a tres meses, recibiendo un manejo adecuado incluyendo fertilización, riego y control de malezas, lo que permite el crecimiento de brotes nuevos y su preparación para el establecimiento al campo definitivo. La mejor época para hacer las aproximaciones en la zona de producción de rambután en Honduras es el primer trimestre del año debido a que los árboles donantes o madres, durante este periodo están en pleno desarrollo vegetativo. Realizando todas las prácticas descritas anteriormente en forma correcta, se pueden conseguir prendimientos arriba del 90%. El injerto de aproximación es un excelente método para propagar el rambután. Sin embargo, en Honduras, no se ha logrado buenos resultados con esta técnica porque se realizan todavía ciertas prácticas incorrectas tales como: la utilización de bolsas demasiado pequeñas (bolsas para plantas de café) para la producción de los patrones, donde el sistema radicular confinado se atrofia y bifurca, impidiendo el desarrollo de las plantas y la translocación de savia; la falta de riego en los patrones aproximados, y muchas veces, el quiebre de las ramas de los árboles adultos por no tener estructuras adecuadas para levantar los patrones. 10.3.2 Injerto de parche El injerto de parche como su nombre lo indica consiste en la introducción de un parche que lleva una yema de la corteza de un árbol donante o madre a un patrón o porta injerto. Para tener éxito en este tipo de injerto es necesario tener conocimiento pleno y experiencia práctica en todos los detalles que conlleva esta operacción (figura 20).

A Corte en el patrón

B Corte de la yema (parche)

C Parche insertado en el patrón

D Parche protegido por la lengüeta de corteza y cinta plástica

Figura 20. Principales etapas del injerto de parche en rambután. La planta de rambután tiene como característica una pobre disposición para aceptar el tejido o yema de otra planta. Esto implica que los injertos de parche deben realizarse bajo ciertas condiciones. Los requisitos mínimos necesarios para tener éxito en el injerto de parche se detallan a continuación: 1. Los patrones o porta injertos deben tener un mínimo de 10 mm de diámetro, lo cual se consigue a los 12 a 16 meses después de la siembra de la semilla. 2. Se seleccionan los árboles adultos donantes de las yemas de acuerdo a los siguientes requisitos: árboles productivos con frutas de color rojo, de buen tamaño, que se desarrollen sueltas en el racimo, dulces a sub-ácidas y cuyo arilo se desprende de la semilla con facilidad. Las ramas de donde se sacan las yemas deben tener 1 a 2 años de crecimiento con un grosor que depende del diámetro del porta injerto. Las yemas que se injertan son no brotadas (dormidas). El tiempo ideal para realizar los injertos de parche en Honduras es el primer trimestre del año (enero a marzo), período durante el cual los árboles adultos donantes de yemas están en plena actividad fisiológica, acumulando reservas para el próximo período de fructificación. Además, es preferible realizar la operación del injerto bajo sombra total o parcial y no mover los patrones en las bolsas, sobre todo si hay algunas raíces que han traspasado la bolsa. 3. Se cortan las varetas con tijeras o sierra de podar (cola de zorro) con mucho cuidado, evitando golpes o exposición al sol. Una vez cortadas, se recomienda poner parafina en los extremos de los cortes para proteger las varetas de la deshidratación. Para su transporte, las varetas deben protegerse con papel periódico húmedo en una hielera y guardarse en un

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sitio fresco y sombreado, antes de su injertación. Mientras más rápido se hacen los injertos, mejor porcentaje de prendimiento se obtiene. 4. Los cortes en el patrón y la extracción del parche de la rama (injertación) deben hacerse lo más rápido posible (30 a 40 segundos). De lo contrario, el tejido expuesto se oxida rápidamente lo que impide la cicatrización del parche en el patrón. 5. El parche que contiene la yema debe tener un tamaño similar a la incisión hecha en el patrón. En la extracción de la yema de la rama se hace un solo corte con todo y madera superficial de la cual se separa posteriormente la cáscara (parche) donde está la yema. 6. Inmediatamente al separar la cáscara del tejido fibroso (madera), se determina si la yema se atrofió o se quedó en la parte fibrosa. De no ser así, se introduce el parche conteniendo la yema en la incisión hecha en el patrón (figura 21). 7. El parche se cubre inmediatamente con una tira de la cáscara del patrón y se sella herméticamente con una cinta plástica resistente (figura 22). 8. Tres semanas después del injerto, se procede a destapar las partes injertadas, quitándoles la cinta plástica para averiguar si la yema está viva. De ser así se corta la copa del patrón 20 a 25 cm arriba del injerto para estimular la brotación de las yemas. 9. Dos a tres semanas después se inicia el brotado de las yemas. Durante esta etapa, los patrones deben recibir muchos cuidos en su manejo, pues las yemas pueden desprenderse con mucha facilidad por golpes, viento, insectos, etc. Del patrón emergen también chupones o rebrotes, los cuales deben eliminarse paulatinamente con tijeras (figura 23). 10. Dos a tres meses después, estas plantas están listas para ser sembradas en el campo definitivo (figura 24).

Figura 21. Colocación del parche en el patrón.

Figura 22. Injerto cicatrizado a los 22 días después de la injertación.

Figura 23. Brotación de la yema.

Figura 24. Injerto después de 60 días.

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Este mismo procedimiento es válido para injertar plantas propagadas por semilla establecidas en el campo. Únicamente difiere el grosor de la vareta, el cual tiene que ser similar al patrón. En estos árboles, generalmente más desarrollados en el campo que en el vivero, se pueden poner dos injertos o parches en las caras opuestas del patrón para aumentar el porcentaje de éxito. Según la experiencia de los injertadores en Guatemala que han practicado en este tipo de plantas, el primer trimestre del año también es el período ideal para realizar estos injertos. 11. MANEJO AGRONÓMICO El rambután es considerado como un frutal muy tolerante a un sistema de manejo poco intensivo y no requiere grandes cantidades de nutrimentos para tener producciones regulares. Sin embargo, para mantener rendimientos de producción elevados en plantaciones comerciales establecidas con árboles de variedades selectas, propagados vegetativamente, es necesario seguir un programa de manejo agronómico en donde cada operación, durante el ciclo de producción de la plantación, se realice en el momento oportuno, aplicando los requerimientos o recomendaciones formulados por los servicios de asistencia técnica. 11.1 Selección del sitio Como se ha mencionado en el capítulo 10, las condiciones climáticas imperantes en el lugar constituyen uno de los factores más importantes a tomar en cuenta en la selección del sitio para establecer una plantación de rambután. En Honduras, se considera que el Litoral Atlántico y la zona del Lago de Yojoa son las regiones que reúnen las mejores condiciones para establecer este cultivo a nivel comercial. Además de una alta pluviometría bien distribuida y una humedad relativa alta, el sitio deberá ser protegido de los vientos. Con relación a la topografía, el rambután es considerado como una buena alternativa de cultivo perenne para la zona de ladera. Con obras de conservación de suelos apropiadas y manejando una especie de cobertura intercalada, se puede establecer plantaciones de rambután en pendientes de hasta 35 a 40%. 11.2 Preparación de terreno Por su característica de cultivo permanente establecido a una distancia de 7 a 10 m entre plantas y surcos, no es necesario realizar un trabajo intensivo de preparación de tierra en toda el área como lo exigen los cultivos anuales y las hortalizas. Generalmente, se realiza una chapia en toda el área completada con un desmonte, en caso de establecer la plantación en una área de barbecho (guamil), eliminando las especies leñosas para dejar el área limpia de troncones, raíces y otros materiales que podrían obstaculizar el desarrollo del sistema radicular de los árboles de rambután. 11.3 Trazado Una vez preparado el terreno, se realiza el trazado, el cual consiste en estaquillar toda la parcela en los puntos donde se sembrará cada planta. En la mayoría de los países donde se cultiva el rambután, se utiliza una distancia de 8 a 10 m entre plantas propagadas por semillas lo que permite obtener una densidad de plantación de 100 a 156 plantas/ha. En plantaciones establecidas con árboles injertados cuyo crecimiento es más compacto y reducido y que se manejan con un programa de podas, se recomiendan distancias entre 6 a 8 m entre plantas, logrando obtener una densidad de 156 a 278 plantas/ha. En terreno plano, se utiliza generalmente un arreglo espacial al cuadro o rectangular mientras tanto, en terreno con pendientes mayores de 10%, se recomienda establecer una plantación en triangulo (al tresbolillo), realizando terrazas individuales para controlar la erosión y facilitar el comaleo y la aplicación de fertilizantes. 11.4 Ahoyado Para obtener un mejor crecimiento inicial de los árboles, se recomienda hacer agujeros (hoyos) con suficiente diámetro y profundidad para acomodar el sistema radicular de las plantas en su medio (substrato de trasplante). Con bolsas de 40 x 25 cm, se suelen hacer hoyos que tengan un mínimo de 50 cm de profundidad y 50 cm de diámetro (figura 25).

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Figura 25. Hacer el agujero (hoyo) de 50 x 50 cm.

11.5 Trasplante Una vez terminado el ahoyado, se pueden trasladar las plantas en bolsas desde el vivero hasta el campo definitivo para el trasplante. En fincas que cuentan con un sistema de riego, esta operación puede realizarse en cualquiera época del año mientras tanto en fincas donde no existe esta infraestructura, se recomienda realizar el trasplante al principio de la época de lluvia. Previamente a la colocación de la planta, se recomienda agregar en el fondo del hoyo materia orgánica descompuesta y una dosis de fertilizante fosforado como roca fosfórica o triple súper fosfato (0-46-0) (figura 26). Es importante tener cuidado de no dañar las raíces de la planta al remover la bolsa plástica (figuras 27, 28 y 29). Por otra parte, las plantas trasplantadas deben tener las raíces a la misma profundidad que estaban en la bolsa, evitando enterrar de esta manera el cuello del tallo en la tierra (figuras 30 y 31). El suelo o substrato con que se rellena el agujero debe compactarse alrededor de las raíces y regarse para eliminar la formación de bolsas de aire (figuras 32 y 33). Las plantas recién trasplantadas deben ser objeto de un manejo particular, el cual favorece la recuperación de la planta y su crecimiento inicial. Este manejo incluye control de malezas, poda de chupones en el patrón y estricto control de plagas y enfermedades.

Figura 26. Colocar materia orgánica en el fondo del hoyo.

Figura 27. Corte del fondo de la bolsa.

Figura 28. Corte vertical del lado de la bolsa.

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Figura 29. Retiro de la bolsa.

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Figura 30.

Figura 31. Colocación de la planta en el hoyo.

Figura 32. Figura 33. Relleno con tierra y materia orgánica y compactación en la superficie. 11.6 Poda La poda es una práctica esencial en la fruticultura moderna y en el cultivo de rambután desempeña un papel fundamental. Se distinguen tres tipos de podas según los objetivos a alcanzar: la poda de formación, la poda sanitaria y la poda de producción. 11.6.1 Poda de formación Esta poda tiene como fin conseguir en el momento apropiado la formación del esqueleto del árbol que sostendrá la copa donde crecerán los frutos. El rambután es una especie que expresa una fuerte dominancia apical y tiene tendencia a producir crecimientos alargados y verticales. Por otra parte, el árbol de rambután es muy susceptible a la quebradura de ramas sobre todo en los años de alta producción. Por estas razones, se recomienda realizar una poda de formación en la etapa inicial de crecimiento para obtener árboles con un esqueleto equilibrado con una buena distribución de ramas. Uno de los aspectos más importante de esta práctica es la altura de formación de la copa. Ella corresponde al punto donde comienza a dividirse el tallo principal y salen las ramas o ejes que formarán la copa productiva del árbol. Se recomienda que la bifurcación debe comenzar entre 1.5 a 2.0 m de la superficie del suelo. Los árboles con la bifurcación a menor altura tienen las ramas más bajas tocando el suelo por el peso de la cosecha. Esto

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obliga a colocar estructuras de madera o de bambú para levantar las ramas para evitar que se dañen las frutas. Por otra parte, las ramas bajas dificultan las labores como el control de malezas y la fertilización. Si el árbol no ha tenido una división natural a la altura arriba indicada, 12 a 18 meses después del establecimiento en el campo, es necesario hacer un corte a esa altura (despunte) para estimular el crecimiento de brotes laterales. Cuando los brotes tengan tres o cuatro hojas deben seleccionarse de acuerdo a los siguientes criterios: a. Se seleccionan entre tres a cinco brotes distribuidos en forma helicoidal y no opuestos para evitar que cuando crezcan y fructifiquen no tengan el punto de apoyo en el mismo lugar del tronco propiciando el rompimiento de ramas. b. Entre seis a ocho meses después de la selección, se debe realizar una segunda poda para eliminar los brotes que hayan salido bajo el nivel establecido y hacer cualquier corrección para establecer una copa equilibrada. c. La poda de formación debe de hacerse en el momento oportuno (plantillas) debido a que es el único periodo donde se tiene la oportunidad de que la poda de formación quede bien hecha sin sacrificar mucho la plantación. 11.6.2 Poda fitosanitaria Este tipo de poda consiste en eliminar o sanear el árbol de todo tejido enfermo o muerto para evitar la propagación de patógenos y al mismo tiempo darle una aireación interna al árbol. Los frutos de rambután normalmente se producen en la parte externa de la copa donde deben estar expuestos a suficiente luz, aire y temperatura adecuada. En el interior de la copa crecen muchas ramas débiles y entrecruzadas las que deben eliminarse con este tipo de poda. Consiguiendo con esto más aireación dentro de la copa y mejor entrada y distribución de la luz solar, disminuyendo de esta manera la incidencia de enfermedades fungosas en las ramas y hojas. Se recomienda realizar la poda fitosanitaria cada seis meses en toda la plantación. 11.6.3 Poda de producción El rambután es un frutal que por naturaleza está sujeto a tener una fuerte alternancia en sus ciclos de producción. En las zonas productoras de rambután del país es fácil observar un año de buena producción seguido de otro donde la producción baja drásticamente. Para disminuir este inconveniente, en varios países se ha venido realizando una poda de producción. Esta práctica se realiza una vez al año, al mismo tiempo que la cosecha cuando se separan (quiebran) los racimos de frutos de la ramas laterales. Esta operación debe completarse cortando todas las panículas florales que no cuajaron frutos o los frutos o racimos de frutos que no se cosecharon por diferentes razones. Esta práctica permite estimular la brotación de las yemas laterales, fenómeno que ocurre inmediatamente después de la cosecha. Estos brotes laterales que emergen después de la cosecha son los que producen frutos en los siguientes años por lo que es importante estimular su emisión mediante la poda. Por otra parte es importante que los árboles conserven un tamaño mediano para facilitar ciertas labores como: cosecha, aplicación de insumos y poda, por lo que se recomienda mantener un límite de altura máxima de los árboles de 6 a 8 m en una finca comercial y tecnificada. Finalmente, la poda de producción debe completarse con la remoción de los chupones improductivos. 11.7 Fertilización El análisis de suelos es una importante herramienta de diagnóstico para determinar el pH del suelo y la disponibilidad de los diferentes nutrientes. El mismo permite, en función de los resultados obtenidos, elaborar las recomendaciones de fertilización y/o enmiendas con el objetivo de suministrar los nutrientes deficitarios o no disponibles y evitar aquellos que, en menor requerimiento o en alta concentración, pudieran ser tóxicos y afectar el rendimiento y la calidad del cultivo. Varias sugerencias sobre fertilización del rambután pueden ser encontradas en la literatura, sin embargo en este manual son presentadas solamente algunas, que podrán ser ajustadas de acuerdo con las condiciones locales.

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11.7.1 Fertilización con materia orgánica En la zona del Litoral Atlántico de Honduras, los valores de materia orgánica generalmente encontrados en el suelo son relativamente bajos y varían de 1 a 3%. Además, se debe considerar que, al ser cultivados por varios años, los contenidos de materia orgánica tienen tendencia a disminuir drásticamente en los suelos tropicales. Por ello, se recomienda colocar en el fondo de los hoyos antes del trasplante de los árboles de rambután, una fuente de materia orgánica. En la zona de producción de rambután en Honduras, se puede aplicar en cada hoyo 2 a 4 kg de compost ó 1 a 2 kg de gallinaza bien descompuesta ó 3 a 5 kg de estiércol de ganado, agregando a cualesquiera de estos materiales 5 onzas por hoyo de roca fosfórica. Para evitar la quema de las raíces pequeñas de las plantas, es preferible mezclar la fuente de materia orgánica con tierra superficial del sitio en una proporción de dos partes de tierra por una parte de materia orgánica (2:1). 11.7.2 Fertilización al suelo Ng y Thamboo (1967) han demostrado en Malasia que una plantación de rambután, de una superficie de 1 ha produciendo 6720 kg de frutas por año, extraía del suelo cada año 13.4 kg de nitrógeno, 1.80 kg de fósforo, 10.2 kg de potasio, 4.84 kg de calcio y 2.47 kg de magnesio. Estas cifras indican que, como en la mayoría de los cultivos frutales, el rambután extrae una gran cantidad de nitrógeno y potasio del suelo. En consecuencia, la fertilización no es solamente importante para asegurar un buen crecimiento vegetativo sino también para incrementar la producción. Además se demostró que la fertilización permitía producir frutas de tamaño más grande y más jugosas. En la ausencia de análisis específico de suelo y foliar, se puede hacer solamente recomendaciones generales de fertilización para el cultivo de rambután basadas en los requerimientos del cultivo (cuadros 4, 5, 6, 7 y 8).

Cuadro 4. Aplicación de nutrientes para el primer año (en Honduras) Época de aplicación Dosis (g/planta) Fórmulas Junio* 85 20-20-0 Julio 85 20-20-0 Agosto 85 15-15-15 Septiembre 85 20-20-0 Noviembre 85 20-20-0 Enero 85 Nitrato de amonio * Se debe realizar la primera fertilización 30 días después de la siembra en el campo definitivo Cuadro 5. Aplicación de nutrientes para el segundo año Época de aplicación Dosis (g/planta) Febrero 227 Inicio de abril 1000 Mayo 227 Junio 227 Julio 227

Fórmulas 15-15-15 Cal dolomítica 12-24-12 15-15-15 Nitrato de amonio

Cuadro 6. Aplicación de nutrientes para el tercer año Época de aplicación Dosis (g/planta) Febrero 454 Inicio de abril 500 Mayo 454 Junio 454 Julio 227

Fórmulas 18-6-18-4 Cal dolomítica 18-6-18-4 18-6-18-4 Nitrato de amonio

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Cuadro 7. Aplicación de nutrientes para el cuarto año Época de aplicación Dosis (g/planta) Febrero 454 Mayo 454 Junio 454 Julio 454

Fórmulas 18-6-18-4 18-6-18-4 18-6-18-4 18-6-18-4

Cuadro 8. Aplicación de nutrientes para el quinto año en adelante Época de aplicación Dosis (g/planta) Febrero 625 Mayo 625 Junio 625 Julio 625

Fórmulas 18-6-18-4 18-6-18-4 18-6-18-4 18-6-18-4

Con el fin de asegurarse que el fertilizante quede en contacto con el suelo, debe limpiarse debajo de la copa del árbol. El fertilizante se aplica en banda circular de 5 a 10 cm de ancho, alrededor del tronco, a la mitad de la distancia entre la parte terminal de las ramas bajeras y el tronco (figura 34). Para evitar pérdidas por escorrentía y volatilización, se recomienda cubrirlo con hojarascas o residuos de materia orgánica. En terrenos de ladera y donde no se ha construido terrazas individuales, se aconseja aplicar el fertilizante en media luna en el lado de arriba (figura 35) e incorporarlo, haciendo pequeños agujeros de 3 a 5 cm de profundidad para que no sea lavado por las aguas de precipitaciones o de escurrimiento.

Figura 34. Aplicación del fertilizante en forma circular alrededor del tronco.

Figura 35. Aplicación del fertilizante en forma de media luna.

11.7.3 Fertilización foliar Por tener en la zona tropical húmeda de Honduras, suelos pobres en materia orgánica y con pH bajo, se recomienda completar los programas de fertilización al suelo con aplicaciones foliares de boro y zinc. En forma general, ambos micronutrientes contribuyen a obtener una mejor floración y desarrollo de las frutas así como un crecimiento normal en los entrenudos de las ramas. Para incrementar la absorción de estos micronutrientes, se debe agregar a la mezcla nitrógeno y potasio. La aplicación de fertilización foliar se realiza cada año a partir del primer año de producción (cuadro 9).

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Cuadro 9. Aplicación de nutrientes foliares Época de aplicación 15 días antes de la floración 15 días antes de la floración Al inicio de la formación de la fruta Al inicio de la formación de la fruta

Dosis (ml/l de agua) 6 3 6 3

Elementos NyK Zinc y boro NyK Zinc y Boro

11.8 Riego El rambután es una especie sensible a la sequía y requiere mucha agua durante todo su periodo de crecimiento. El momento más crítico es la primera estación seca después de su trasplante en el campo. Por ello, en zonas con periodo de sequía prolongado, es imprescindible tener un sistema de riego. Además, el riego permite disminuir la necrosis de las hojas, síntoma de deficiencia de potasio que es agravado en situación de estres hídrico. En la Costa Norte de Honduras, se ha observado en fincas que empezaron a utilizar riego que la floración ocurre más temprano, lo que podría permitir adelantar el periodo de cosecha. Por otra parte, en la zona rambutanera del país se debe seguir realizando evaluaciones en cuanto al incremento de la producción y los beneficios obtenidos versus el costo de la instalación de un sistema de riego localizado por microaspersión, el cual, considerando las ventajas de manejo y el costo de instalación parece ser el más adecuado para el cultivo de rambután. 11.9 Control de malezas Las malezas compiten con el rambután principalmente en los primeros tres años. Para evitar esta competencia con el cultivo es necesario definir un programa de control integrado de malezas que permita minimizar los costos de mantenimiento del cultivo por medio de la combinación del uso de coberturas vivas, el control manual y/o el uso de herbicidas. En terrenos con pendiente moderada, es recomendable establecer y manejar cultivos de cobertura con leguminosas u otro tipo de plantas que permitan controlar la erosión y el crecimiento de otras malezas de mayor agresividad. Las leguminosas usadas como cobertura viva son de ciclo anual y permiten que se tenga un programa bien definido de manejo para minimizar los inconvenientes durante el período en que el cultivo se maneje sin cobertura. Arachis pintoi, Desmodium heterophyllum y algunas especies de Centrosema y Pueraria se adaptan muy bien como especies de cobertura en la zona tropical húmeda de Honduras. El fríjol de abono Mucuna derringiana (Bort.) Merr., es también una alternativa, pero por ser una especie de crecimiento voluble (trepadora), debe manejarse durante los primeros cinco meses con un control manual (cortando las guías) para evitar que cubra los árboles de rambután, los cuales son muy débiles para competir y sostener otra planta sobre ellos. En las condiciones climáticas del trópico húmedo las malezas crecen rápidamente y una plantación de rambután puede ser muy afectada en su crecimiento inicial por esta competencia. Poblaciones mínimas de malezas permiten que el árbol desarrolle con buen follaje, grosor de tronco y una altura manejable. Las malezas pueden controlarse por medio de poda manual o con la aplicación de herbicidas. Dentro de los más recomendables, podemos mencionar: los herbicidas con efecto residual Oryzalin (Surflan) y Trifluralin (Treflan) a razón de 2.5 litros de producto comercial por hectárea, diluidos en 182 litros de agua, usando para su aplicación boquillas 8002 Tee Jet; los herbicidas con efecto quemante o de contacto como el Paraquat (Gramoxone), a razón de 1.50 litros por hectárea en 182 litros de agua con boquillas 8001 Tee Jet; también herbicidas de efecto sistémico como los Glifosatos (Round-up, Ranger, etc.) a razón de 1.25 litros por hectárea en 196 litros de agua, utilizando boquillas 8001 Tee Jet. Para el control de gramíneas se puede usar el Fluazifop-butil (Fusilade) en dosis de 1.5 litros por hectárea diluido en 196 litros de agua con boquillas 8001 Tee Jet.

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Es recomendable no aplicar los herbicidas de contacto y sistémicos cerca de los árboles porque causan daños severos en las ramas como clorosis y defoliación. Las dosis deben consultarse y dependerán de la altura y el tipo de maleza presente en el campo. Los herbicidas de contacto y sistémicos deben ser aplicados por separado, pero pueden ser aplicados en combinación con los herbicidas residuales previa consulta a las recomendaciones del fabricante. 12. ENFERMEDADES DEL RAMBUTÁN El rambután fue introducido en Honduras hace menos de 80 años y las primeras plantaciones comerciales existentes actualmente en la Costa Atlántica fueron establecidos tan solo a partir de 1975. En consecuencia, no existe mucha información sobre los problemas fitosanitarios que localmente afectan al cultivo en el campo y en poscosecha. Para los propósitos de esta guía, el tema de enfermedades del cultivo del rambután se tratará incorporando la poca información disponible de los problemas observados localmente y complementándola con la información existente de problemas identificados en otras partes del mundo, particularmente en Las Filipinas, Malasia y Australia. 12.1 Enfermedades en el campo 12.1.1 Mildiú polvoso Varias referencias catalogan al mildiú polvoso como la enfermedad más importante del rambután en el campo. Es causada por un hongo del género Oidium sp., el cual ataca flores, frutos y brotes nuevos. El desarrollo del hongo es usualmente favorecido por condiciones de baja humedad y altas temperaturas ambientales, por lo cual los ataques son más evidentes a partir de mediados de la época seca, cuando además ocurre en los árboles presencia abundante de tejido foliar y floral susceptible. Los ataques se evidencian por ocurrencia sobre el haz de las hojas y sobre otras partes afectadas de una fina capa blanquecina de tejido fungoso visible al ojo desnudo. El hongo es un parásito obligado que extrae nutrientes del tejido sin matarlo, afectando en el proceso el desarrollo de flores y frutos y consecuentemente la producción. Es muy probable que esta enfermedad ocurra en Honduras en el rambután, aunque posiblemente con muy baja severidad, dado que en las zonas en las cuales se siembra rambután localmente la estación lluviosa es muy prolongada, prevaleciendo condiciones de alta humedad ambiental usualmente desfavorables al desarrollo del hongo. Las aplicaciones de azufre elemental al follaje, usualmente en aspersiones, previenen el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, existen otros fungicidas que controlan la enfermedad con mayor efectividad. 12.1.2 Cáncer del tallo La ocurrencia de esta enfermedad en Honduras ha sido confirmada en árboles de la colección existente en el Centro Experimental y Demostrativo de Cacao (CEDEC) de la FHIA en La Masica, Atlántida. Es causada por el hongo Dolabra nepheliae y la infección se manifiesta por la ocurrencia de lesiones cancerosas en el tronco principal, ramas laterales, pecíolos y ocasionalmente en las nervaduras centrales y secundarias de algunas hojas. Inicialmente las lesiones se muestran a la vista como pequeños crecimientos (cánceres) de alrededor de 1/4 pulgada de diámetro, con muchas hendiduras, de textura corchosa y consistencia escamosa; los cánceres crecen y eventualmente varios de ellos se unen para formar lesiones extensivas que pueden rodear completamente el tallo o rama (figuras 36 y 37). Cuando esto sucede el tallo o rama podría debilitarse en esos puntos y quebrarse en respuesta al peso impuesto por la carga de fruta, provocando serios daños a la planta y mermando de manera significativa la producción. Sin embargo, en Malasia donde originalmente se identificó la enfermedad, no es considerada de naturaleza severa (Mohd s.f.). Además del rambután, también se ha reportado en otros países la ocurrencia de esta enfermedad en árboles de pulasán (Nephelium mutabile Blume). No se conocen medios de control del problema y la mejor prevención sería la utilización de material de propagación sano, proveniente de árboles que no muestren la infección. Es muy probable que el tratamiento localizado de cánceres con pastas fungicidas apropiadas pudiese tener un efecto benéfico en las plantas afectadas.

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Figuras 36 y 37. Cáncer del tallo (Dolabra nepheliae) en dos etapas de desarrollo sobre tronco de árboles de 11 años.

12.1.3 Enfermedad rosada Esta enfermedad, causada por el hongo Corticium salmonicolor, afecta a diferentes especies tropicales perennes (arbustivas y arbóreas), incluyendo, además del rambután, a los cítricos, café, cacao, pimienta negra, hule, etc. En Honduras ha sido reportada en cítricos, pero no ha sido reportada en rambután. El carácter distintivo de la enfermedad es la ocurrencia sobre las ramas de una evidente capa blanquecina de tejido fungoso filamentoso que, eventualmente, puede adquirir una típica coloración rosada en su estado avanzado debido a la presencia de fructificaciones del hongo de color salmón. La corteza de las ramas cubiertas por el hongo se reseca y se raja, ocurriendo eventualmente la muerte de la parte superior de las ramas afectadas. La poca información disponible sobre el control de la enfermedad se limita a su manejo en árboles de hule, basado en el tratamiento tópico de las ramas afectadas con brochazos de una pasta a base del fungicida tridemorph (Calixin). 12.1.4 Fumagina Esta enfermedad se caracteriza por la aparición sobre las hojas y gajos de fruta de una capa continua de tejido oscuro, semejante al hollín, constituida por tejido del hongo Capnodium sp. que crece sobre los exudados de insectos como cochinillas y escamas. Este tejido es estrictamente superficial dado que en ningún momento el hongo penetra el tejido de la planta. En consecuencia, el daño provocado es de carácter exclusivamente cosmético, afectando la apariencia de la fruta. Aunque no ha sido reportada como problema en rambután, en Honduras, la ocurrencia de fumagina, es altamente probable dado que ocurre en otras especies cultivadas en las mismas zonas de producción de rambután, como los cítricos. El manejo de la fumagina se basa en el control de los insectos cuyas deyecciones constituyen el medio de cultivo en el cual se desarrolla el hongo. 12.1.5 Necrosis de las nervaduras La ocurrencia de esta enfermedad está reportada en Las Filipinas pero se desconoce, hasta la fecha, su existencia en Honduras. Es causada por la bacteria Xanthomonas nephiliae Barr., la cual ataca las hojas de plántulas y árboles fructíferos. Inicialmente, las hojas muestran en su cara inferior la ocurrencia de lesiones de apariencia hidrótica y una coloración café-negruzco, manchas que pronto se secan y adquieren coloración café más claro, siendo rodeadas por un delgado borde amarillento. Cuando la infección alcanza las nervaduras, estas se tornan café y adquieren la apariencia de una mancha necrótica ramificada (adoptan la forma de las ramificaciones de las nervaduras). Para su control preventivo se recomienda la aspersión de fungicidas cúpricos, en particular en los viveros.

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12.2 Enfermedades de poscosecha La fruta de rambután está naturalmente bien protegida por la relativamente resistente corteza espinosa que la recubre. Sin embargo, pueden ocurrir pudriciones de origen fungoso que se desarrollan a partir de la corteza magullada o rasgada. La literatura menciona a varios hongos asociados con dichas pudriciones, incluyendo a Botryodiplodia, Aspergillus, Colletotrichum, Penicillium, Dothiorella y Lasiodiplodia. Las pudriciones son usualmente muy evidentes, mostrando externamente pérdida del atractivo color rojo o amarillo en favor de café oscuro o negro sintomático del daño. Muchas de las pudriciones son de naturaleza secundaria, ocurriendo la penetración del hongo en forma oportunista cuando la corteza ha sido dañada previamente y se crea una vía de entrada para el patógeno. En algunos casos como la Antracnosis causada por el hongo Colletotrichum sp., la infección aparentemente puede ocurrir en el campo y mantenerse latente, manifestando los síntomas durante la maduración. Este proceso puede ser estimulado por la ocurrencia de condiciones ambientales adversas, tales como la sequía, durante el desarrollo del fruto en el campo. Se estima que, en general, las pérdidas debidas a la Antracnosis y otras enfermedades fungosas en poscosecha, son ocasionales y prevenibles. Las medidas de control recomendadas incluyen la poda sanitaria para remover de los árboles el tejido inútil como las ramas y ramillas que pueden servir de substrato y reservorio de inóculo de los hongos. Medidas adicionales incluyen el manejo cuidadoso de los gajos de frutos durante la cosecha, evitando los golpes y rasgaduras en la corteza. Al desprender los frutos de los racimos, se deberá hacer con cortes limpios y asegurar que las frutas retengan una sección de pedúnculo adherido para prevenir el daño por pudriciones fungosas del extremo basal. 13. PLAGAS DEL RAMBUTÁN Debido a que la especie es de reciente introducción a Centro América, los problemas de plagas en rambután son pocos y, relativamente, de poca importancia económica (Siliezar, J, 1993). Todas las pérdidas que se reportan son causados por especies generalistas, relativamente fáciles de controlar. A continuación se presentan las plagas de artrópodos relevantes que han sido reportadas por la literatura o que se han encontrado afectando el rambután plantado en la Costa Norte de Honduras, completando esta información con recomendaciones de manejo y de control de las mismas. 13.1 Moscas de la fruta A pesar de que hasta ahora ninguna especie de Moscas de la fruta se ha encontrado afectando las frutas de rambután en el campo, su sola presencia es una limitación cuarentenaria que prohíbe la exportación de la fruta fresca a muchas regiones libres de estas especies de moscas de la fruta como los Estados Unidos. Hoy en día solo se reconocen las especies C. capitata (figura 38) y A. obliqua (figura 39) como capaces de ovipositar en frutos dañados de rambután (figura 40) (Vásquez et al. 2000). Los frutos dañados se han encontrado susceptibles al ataque de C. capitata y A. obliqua únicamente en pruebas de oviposición forzada en el laboratorio. Debido a que la fruta de rambután no es un hospedero natural de Moscas de la fruta, hasta ahora no existe necesidad de controlarlas en el campo. Sin embargo, prácticas culturales preventivas como la remoción y destrucción de frutos dañados es mandatorio en fincas cuya producción es destinada para la exportación. Las plantaciones deben también mantenerse libres de frutos voluntarios (tanto en los árboles como en el suelo) durante y después de que se ha terminado la cosecha. Además es aconsejable implementar buenas prácticas de cosecha encaminadas a evitar el daño mecánico de la fruta (figura 41). En el trampeo de Moscas de la fruta, que se ha realizado en la zona productora de rambután desde 1999, se ha encontrado que las capturas de Moscas de la fruta están asociadas a fincas mixtas. Consistentemente, en las fincas mixtas se capturan adultos de la Mosca Mexicana de la fruta, Anastrepha ludens (asociada a toronja y naranja agria) y la Mosca del Mango, Anastrepha obliqua (asociada a mango y jobo), en cambio, en las fincas donde no hay hospederos de las especies mencionadas, estas no se detectan en el trampeo (Espinoza, 2001). Por lo tanto, se recomienda que en las plantaciones para exportación se eliminen los árboles de frutales que puedan servir de hospederos a las Moscas de la fruta de importancia cuarentenaria.

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Figura 39. Anastrepha obliqua.

Figura 38. Ceratitis capitata.

Figura 40. Larva de mosca de la fruta.

Figura 41. Daño mecánico en la cosecha.

13.2 Zompopos Estas especies de hormigas (Atta spp.) son plagas esporádicas, pero pueden tener un impacto importante especialmente al momento del establecimiento de los huertos. Las plantas jóvenes de rambután son muy susceptibles a la defoliación causada por estos insectos al punto de que no pueden tolerar más de dos defoliaciones completas seguidas. El daño ocurre principalmente durante la noche y es muy característico ya que los zompopos remueven secciones de las hojas dejando circunferencias muy bien definidas en los bordes (figura 42). Dependiendo del tamaño del nido, los zompopos son capaces de desfoliar completamente una plantación en una sola noche. Los zompopos también pueden afectar la apariencia cosmética de los frutos al remover los espinaretes dejando solo los lóbulos (figura 43).

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Figura 42. Daño de zompopos al follaje.

Figura 43. Daño de zompopos al fruto.

El primer paso para el control de zompopos se basa en la observación detenida de su daño y la ubicación de sus nidos. Si los nidos son grandes (> 1 año) estos se pueden controlar mediante métodos químicos como las aplicaciones inyectadas de fumigantes insecticidas como gastion y fipronil; o por medio de métodos mecánicos como la remoción del suelo y eliminación de la reina, en el caso de nidos pequeños (< 1 año). Existen además varios cebos envenenados comerciales a base de sulfluramida GX 439 (Mirex-S, Atta-kill), sulfluramida común, fipronil o clorpirifos que se pueden aplicar al suelo alrededor del camino de las obreras para que los zompopos los acarreen a los nidos. Otras prácticas incluyen el sujetar una cinta o banda impregnada con un insecticida alrededor de la base del tronco de los árboles (PDBL II, 1997), la cual como repelente evita que las hormigas suban a las ramas y alcancen el follaje. 13.3 Cochinillas En Honduras las cochinillas (Planococcus spp.) se han observado afectando solamente los frutos de rambután (figura 44), pero lo más probable es que se puedan encontrar afectando también los brotes de hojas jóvenes. Infestaciones severas pueden retardar el crecimiento de la planta o provocar la caída prematura de los frutos. Al comienzo las infestaciones ocurren en forma localizada: en frutos vecinos en las mismas panículas o en brotes de hojas del mismo árbol. El síntoma principal se observa como un tejido algodonoso que crece sobre la parte afectada (figura 45). La presencia de cochinillas produce además la incidencia de otras plagas como la fumagina (ver sección de enfermedades) que limita la captación de luz al crecer sobre el follaje y las hormigas Monacis bispinosa y Ectatoma tuberculatum (PDBL II, 1997) que en grandes cantidades pueden dificultar las labores de cosecha. Ambas plagas se alimentan de la mielecilla que las cochinillas producen por lo que su incidencia depende del nivel de control de las cochinillas.

Figura 45. Tejido algodonoso sobre la parte afectada del fruto.

Figura 44. Cochinillas afectando frutos de rambután.

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Hasta ahora, en Honduras, no es necesario controlar regularmente las cochinillas ya que su incidencia es muy ocasional. Sin embargo, en el caso de que se presenten infestaciones severas (más del 10% de un árbol infestado), se pueden controlar mediante la remoción y destrucción de las partes afectadas o mediante la aplicación de insecticidas como Metolcarb (Metacrate y Tsumacide), Buprofezin (Applaud), Disulfoton (Disyston, Disultex, Disulfoton FE10) Mecarbam (Afos) solos o combinados con aceites agrícolas (como "Golden Natur'l Spray Oil") o jabones agrícolas a base de sales de potasio de ácidos grasosos como Savona. 13.4 Escamas La literatura menciona que el rambután es susceptible al ataque de varios tipos de escamas entre las cuales resaltan las del género Pulvinaria sp. (Cendaña et al. 1984). Afortunadamente, a nuestro conocimiento, ningún tipo de este u otro género de escama se ha encontrado afectando el rambután en Honduras, al punto que no se tienen registros de su incidencia en este cultivo. Las escamas succionan la sabia de las plantas debilitándolas y produciendo daños indirectos, como en el caso de las cochinillas, que es el provocar el crecimiento de fumagina y la incidencia de hormigas. En cualquier caso, las recomendaciones de manejo sugeridas para las cochinillas aplican también para cualquier género de escamas que pudieran afectar el rambután. 13.5 Morroco Se han reportado tres especies de Morroco (Trigona sp.) asociadas a daños en cultivos en Centro América, T. silvestriana, T. corvina Cockerell y T. fuscipennis (Ducke). Los adultos de estas especies son abejas negras, peludas. T. corvina y T. fuscipennis miden de 5 a 6 mm de largo. T. silvestriana es un poco mas grande, midiendo de 6.5 a 8.5 mm de largo. T. corvina y T. silvestriana construyen sus nidos sobre ramas de árboles, en cambio, T. fuscipennis los construye en huecos de árboles o nidos abandonados de comején. Los nidos son construidos principalmente de cera, resinas vegetales y excremento. Estas abejas se alimentan de una gran variedad de alimentos, pero prefieren polen y sustancias azucaradas como néctar y mielecilla excretada por homópteros, aunque también recogen látex de plantas y sustancias como grasa de automóviles y pegantes usados para atrapar insectos (Tanglefoot). En rambután, las abejas perforan los frutos maduros para alimentarse del arilo, llegando a causar pérdidas considerables de fruta. Para su control se recomienda la destrucción de los nidos, los cuales, generalmente, están cerca de las plantas atacadas. Basados en observaciones realizadas en otras especies de Trigona, se estima que el rango máximo de vuelo de estas especies es menor que 600 m del nido. Los nidos pueden ser ubicados siguiendo las abejas desde la fuente de alimento. Para su control, los nidos deben ser quemados o destruidos totalmente, ya que una destrucción parcial puede permitir la sobrevivencia de crías que pueden repoblar la colonia. 13.6 Trips Los trips - Selenothrips rubrocinctus (Giard) (Thysanóptera: Thripidae) se alimentan de exudados de tejidos vegetales, los que obtienen rompiendo el tejido con su aparato bucal raspador. Como resultado de su alimentación el tejido afectado toma un color bronceado. En rambután, se han observado daños externos en la fruta y más específicamente en los espinaretes que toman un color bronce en el lado inferior de la fruta, donde no recibe luz solar. El daño parece estar asociado a períodos prolongados de sequía durante la época de crecimiento del fruto en plantaciones de rambután asociadas con cacao. Hasta el momento este tipo de daño ha sido muy esporádico y no se ha requerido de acciones de manejo. 13.7 Otros insectos asociados La corteza de los troncos de algunas variedades de rambután son susceptibles al chancro del tallo causado por el hongo Dolabra nepheliae (ver la sección de enfermedades). Este hongo produce un crecimiento anormal en el tallo que provee de albergue a una gran cantidad de insectos especialmente del orden Embióptera. Estos insectos pueden ser erróneamente señalados como los responsables del daño a pesar de que solo se benefician del abrigo que proporciona el crecimiento anormal del tallo. La presencia de estos insectos no causa ningún tipo de daño a la planta y por consiguiente no ameritan ningún tipo de control.

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Existen varios defoliadores generalistas como Curculiónidos (Cleistolophus viridimargo Champ) y grillos (Orthóptera: Grillidae) que tienen particular importancia en plantaciones jóvenes de rambután ya que pueden consumir rápidamente del 10 al 20% del área foliar de cada hoja (figura 46). Estos insectos no son un problema de importancia excepto, cuando los árboles son pequeños y están recién plantados en cuyo caso deben protegerse con aplicaciones de insecticidas de contacto como Piretroides o Permetrinas.

Figura 46. Daños de insectos desfoliadores misceláneos.

Se han encontrado además barrenadores no identificados del fruto (un Lepidóptero y un Coleóptero) que podrían tomar importancia conforme más área sea plantada de rambután en Honduras (figura 47 y 48). Es necesario realizar más investigaciones, para determinar la verdadera naturaleza de estas plagas.

Figura 47 y 48. Barrenadores no identificados del fruto.

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13.8 Otras plagas mencionadas por la literatura Coleópteros como Niphonoclea albata, N. capito, Pachyrrhyunchus sp (Cendaña et al. 1984) y Diaprepes abbreviatus (Almeyda, 1981) y larvas de Lepidópteros como Oxyodes scrobiculata, O. tricolor, Achaea janata y Serrodes campana (Garner & Chaudhri, 1976) se mencionan afectando las ramas, el follaje y las raíces de rambután en otros países. Afortunadamente, es de nuestro conocimiento, que ninguna de estas plagas existe en este continente. En algunas fincas se ha reportado la presencia, aunque en poblaciones muy bajas, de una cochinilla (Homóptera: Pseudocóccidae). En algunos cultivos, como banano, los ataques de estos insectos están asociados a períodos prolongados de sequía y sombra densa. En la medida que las plantaciones se mantengan bien podadas, con buena entrada de luz, se evitarán problemas con este tipo de insectos. 14. COSECHA Y POSCOSECHA 14.1 Índices de madurez para la cosecha de rambután El rambután es una fruta no climatérica y no continúa madurando después que se ha cosechado, razón por la cual la fruta debe cosecharse cuando ha alcanzado las óptimas condiciones de calidad comestible y apariencia visual. De otra parte, los consumidores prefieren los rambutanes cuando han alcanzado su óptimo estado de desarrollo y composición química interna. Sin embargo, muchos productores cosechan las frutas en un estado inmaduro para obtener los precios más altos, por no tener las condiciones apropiadas de almacenamiento o por la influencia de los compradores. Los productores generalmente cosechan el rambután en base a la experiencia acumulada por varios años o mediante la observación directa del estado de madurez de la fruta en el campo. Un parámetro muy importante y que puede ayudar a definir el estado de madurez de la fruta es el conteo del número de días después de la floración. Por ejemplo, en países como Tailandia, la cosecha se realiza entre los 90 y 120 días después de la floración; en Indonesia, se cosecha entre los 90 y 100 días y en Malasia entre los 100 y 130 días. En Honduras, observaciones realizadas por el Programa de Diversificación en coordinación con el Departamento de Poscosecha de la FHIA permitieron definir, en tres fincas de la Costa Norte durante el año 2001, que las frutas necesitaron de 120 a 126 días desde el inicio de la floración hasta la maduración. Sin embargo, el color de la fruta constituye todavía la principal guía, principalmente cuando se tienen diferentes variedades en la misma finca. Normalmente las frutas tienen una aceptable apariencia para el mercado entre los 16 y los 28 días después del inicio del cambio de color (de verde al color definitivo de madurez de la variedad al nivel de la cáscara y los espinaretes). La desuniformidad en la madurez de la fruta, en un árbol o en un racimo, constituye un problema al momento de la cosecha porque obliga el productor a realizar varias cosechas, alargando el tiempo de cosecha e incrementando los costos de producción. Sin embargo, es bueno considerar que varias cosechas permiten una mejor distribución de la oferta, evitando tener un exceso de fruta en el pico de producción. En general se necesita tener una serie de criterios para determinar el tiempo exacto de cosecha, dentro de los cuales se pueden mencionar: • El color (cuadro 10)

Cuadro 10. Criterios de cosecha de algunas variedades seleccionadas de rambután introducidas por la FHIA mediante PROEXAG. Variedad Color de la cáscara Color de los espinaretes Binjai Rojo Rojo con terminación amarilla R134 Rojo Rojo con terminación verde R156 Amarillo Amarillo con rosado en la base R162 Amarillo-rojo Rojo con terminación amarillo verde Jitlee Rojo-anaranjado Rojo-anaranjado

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• Características físicas como el peso de la fruta, pulpa, cáscara y semilla las cuales también ayudan a determinar el momento de cosecha, si es que se tienen suficientes datos para soportar una conclusión. • Características químicas como: 1) el sabor del arilo, dado por la relación entre el azúcar y el ácido (grado Brix), determinada por el total de sólidos solubles, los que pueden ser medidos por un refractómetro de mano. Generalmente las frutas maduras tienen un rango de sólidos solubles de 17 a 21%; 2) la expresión de acidez tritable (medible) que es la cantidad de ácido cítrico anhídrido, la cual varía en un rango de 0.7 a 5.5% y un pH de 4 a 5. 14.2 Cosecha La cosecha debe realizarse en las primeras horas de la mañana o en las horas frescas de la tarde cuando la temperatura ambiente ha bajado. Las frutas deben cosecharse con tijeras, haciendo uso de escaleras, ayudándose de bolsas de tela o de plástico. Es muy importante en esta operación evitar la caída al suelo y dejar expuestas las frutas al sol. También, en el caso de usar bolsas o sacos de plástico para bajar las frutas, es importante no dejarlas mucho tiempo en ellos para evitar su calentamiento. No se deben sobrellenar ni realizar presión buscando abultar las frutas en las bolsas porque se dañan los espinaretes, lo que acelera la pérdida de agua y disminuye la calidad de la apariencia de la fruta. Luego, los racimos son colocados en canastas plásticas y llevados a los lugares de empaque para la preparación y tratamiento. 14.3 Operaciones de empaque Las frutas deben empacarse, enfriarse y enviarse al mercado de destino inmediatamente después de la cosecha para que lleguen a su destino en buen estado. Tiempos largos entre la cosecha y el empaque causan pérdidas de agua y disminuyen drásticamente la calidad. Las facilidades de empaque deben arreglarse linealmente e incluir tanques con agua en circulación, esponjas para secado de la fruta y mesas de selección y empaque. Generalmente no se utilizan fungicidas para el tratamiento de las frutas, sino cloro a una concentración de 100 ppm que se mezcla en los tanques de agua. Al llegar a la empacadora, los racimos de frutas deben colocarse con cuidado en los tanques con agua y luego, se separan las frutas de los racimos con tijeras, dejando una sección de 1 cm del pedúnculo para evitar la deshidratación y la entrada de bacterias u hongos en la fruta. Las frutas pequeñas, de color no uniforme, con signos de daños de insectos, enfermedades o con daños mecánicos deben eliminarse en este punto. Aquí cabe mencionar que es preferible clasificar las frutas por tamaño, antes de colocarlas en el tanque de agua. Por ello, se considera oportuno, tener dos secciones en el tanque: una para las frutas grandes y otra para las frutas pequeñas. Los tanques deben ser rectangulares y largos y de un mínimo de 30 cm de profundidad para que haya un constante flujo de frutas. Se recomienda utilizar tanques de fibra de vidrio, los cuales son fáciles de mantener limpios y pueden ser movidos fácilmente a otros lugares, pero deben tener paredes lisas para no causar daños mecánicos a las frutas. El tanque debe tener, en un extremo, una entrada de agua con presión que permite un movimiento hacia el otro extremo opuesto para que la fruta se mueva lentamente. Generalmente, se considera que la fruta necesita un tiempo de 5 a 10 minutos sumergida en el agua para bajar su temperatura, remover el sucio, polvo e insectos. Al llegar al final del tanque, las frutas se remueven y se dejan escurrir en cestas de plástico. Luego se colocan sobre una mesa cubierta con una esponja y un plástico claro. Aquí se recomienda pasarlas bajo una corriente de aire para terminar de secarlas, teniendo el cuidado de no producir un exceso de secado que podría deshidratarlas Para el mercado de exportación las frutas son empacadas individualmente dentro de las cajas, colocadas en dos niveles teniendo el cuidado de no presionarlas para evitar el daño de los espinaretes. Algunos compradores prefieren la frutas empacadas en punnets o clamshell (cajas plásticas transparentes de un cuarto, media pinta o una pinta) o en bandejas plásticas recubiertas con una lámina plástica. Este método de empaque previene el excesivo movimiento de la fruta, ayuda la presentación, reduce los daños mecánicos y extiende la vida de anaquel.

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Las cajas de empaque constan de una o dos piezas de cartón con una resistencia mínima de 175 libras por pulgada cuadrada (PSI). La ventilación es requerida en las cuatro paredes de la caja. Sí la caja es de una pieza, debe dejarse por lo menos 2 cm libres entre el nivel de las frutas y las tapaderas. Las dimensiones de las cajas varían dependiendo del mercado y peso neto. Las cajas comunes para el empaque de rambután son de 2.0 y 2.5 kg con dimensiones externas compatibles con las paletas estándares: aquellas de 2.5 kg tienen dimensiones de 40 cm de largo x 20 cm de ancho x 9 cm de alto y las de 2.0 kg tienen dimensiones de 30 x 20 x 9 cm (figuras 49, 50 y 51).

Figuras 49, 50 y 51. Tipos de caja, presentaciones y embalajes para el mercado de exportación. Si el empaque se realiza en clamshell, se necesitan utilizar los flats (cajas de cartón) para colocarlos. Los flats son estandares y compatibles con las paletas. Las cajas deben incluir toda la información requerida por el país importador como ser: país de origen, producto/variedad, peso neto, nombre del exportador/importador. Para el mercado local o regional, se recomienda empacar las frutas en cajas de cartón o canastas plásticas con capacidad de no más de 500 frutas para evitar el daño de los espinaretes causados por el exceso de peso sobre las frutas. 14.4 Enfriamiento y almacenamiento Como el rambután es una fruta no climatérica, no se produce un incremento en la respiración y producción de etileno después de la cosecha. El rápido enfriado de la fruta ayuda a prolongar la calidad: las condiciones óptimas de almacenamiento son de 10 a 12 oC, con 85 a 95% de humedad relativa. El uso de aire forzado por 2 a 3 horas remueve el calor de campo si las cajas son paletizadas verticalmente, con orificios de ventilación compatibles. Después del enfriamiento, las cajas deben colocarse en cuartos fríos de almacenamiento. Si se utilizan cuartos fríos normales para el enfriamiento, las cajas deben colocarse de manera que el aire frío circule por cada caja. Con este método el enfriamiento toma entre 8 a 12 horas. Preferiblemente el rambután cosechado debe enviarse al mercado de destino el mismo día. El enfriamiento es recomendado si la fruta se queda una noche antes del envío. 14.5 Transporte El transporte de la finca o empacadora al aeropuerto debe ser en carros refrigerados, si la fruta ha sido preenfriada. En todos los casos la fruta debe estar protegida del viento, lluvia y sol. Los envíos aéreos son hechos en contenedores o paletas. Es importante mencionar que las frutas antes de ser embarcadas o después de ser descargadas deben colocarse en la sombra o en cuartos fríos antes de realizar otro movimiento. Para el mercado nacional y regional, se recomienda también que las frutas se transporten en camiones refrigerados por la altas temperaturas ambientales de la zona y el sobrecalentamiento dentro de las cajas cerradas de los contenedores, considerando la alta susceptibilidad de las frutas de rambután a ser dañadas por el calor (cambio de color y pérdida de peso).

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14.6 Problemas potenciales de poscosecha El deterioro del rambután se manifiesta como un cambio de color rojo (rosado o amarillo) a café en la cáscara, que comienza desde la punta de los espinaretes moviéndose hacia la base. Los problemas de calidad observados en los mercados están asociados con daños mecánicos y el mal manejo del control de temperatura de almacenamiento o durante el transporte, lo que causa ennegrecimiento de los espinaretes, pérdida de agua, decoloración, pobre apariencia y posteriormente el desarrollo de infecciones fungosas. Las altas pérdidas de agua por los espinaretes se debe al elevado número de estomas y lenticelas por unidad de área en aquellos. La prevención de daños mecánicos, el rápido enfriamiento y la alta humedad reducen drásticamente el deterioro de las frutas. Pudriciones causadas por hongos en estado latente provenientes del campo pueden ser un problema cuando existen daños mecánicos o si las frutas son expuestas a altas temperaturas y humedad durante el transporte y almacenamiento. Dentro de estos patógenos se puede mencionar los siguientes hongos: Botryodiplodia theobromae cuyo daño se inicia en el corte del tallo, desarrollándose rápidamente para formar lesiones café oscuro sobre la fruta; Gliocephalotrichum bulbilium que se caracteriza por presentar áreas de color café claro, suculentas en la piel y en la pulpa y Colletotrichum sp. que se presentan como enfermedad sub-cuticular latente, la cual se desarrolla durante la senescencia de la fruta. El control de estas enfermedades debe realizarse en el campo. 15. SISTEMAS AGROFORESTALES CON RAMBUTÁN Un sistema agroforestal es una asociación secuencial o permanente de dos o más especies de las cuales al menos una es leñosa y otra es manejada como un cultivo. El rambután por sus requerimientos de clima y suelo, la distancia de siembra, las exigencias en su plan de manejo y el patrón de producción (concentrada en unos cuantos meses con tendencia a ser bianual), es una planta que puede utilizarse ventajosamente en la conformación de sistemas agroforestales secuenciales (asocio con un cultivo anual), o permanentes (asocio con un cultivo perenne). Utilizar el rambután como componente perenne de sistemas agroforestales con potencial en la región tropical húmeda (incluyendo terrenos de ladera), es una buena alternativa para que pequeños y medianos productores intensifiquen el uso del recurso suelo y mejoren los ingresos, especialmente en los primeros años cuando aún el cultivo no ha entrado en producción. En asocio temporal (sistemas secuenciales), el rambután puede combinarse con granos básicos, yuca, malanga, piña y plátano entre otros, mientras su desarrollo permite la incidencia mínima de luz requerida por estos cultivos secundarios. En sistemas agroforestales permanentes puede combinarse con frutales de menor porte como el cacao y el arazá (Eugenia stipitata), por ejemplo, e incluso mediante la modalidad de árboles en línea (linderos externos e internos), puede asociarse con especies maderables del bosque latifoliado, para lo cual deben utilizarse especies con potencial en la industria de la madera. En la modalidad de asocio con cultivos anuales o bianuales, no se requiere modificar el arreglo espacial que lleva la plantación pura, puesto que la definitiva (permanente), la que más interesa, la compone el rambután. En este caso el cultivo transitorio se establece entre las calles conformadas por las hileras del frutal, sin preocuparnos del arreglo del cultivo secundario. En cambio, en el asocio permanente es necesario dar un arreglo adecuado al sistema, teniendo en cuenta la estructura de la especie o de las especies asociadas, para evitar la mayor competencia por espacio, luz y nutrientes entre los componentes del sistema. 15.1 Sistema agroforestal rambután – cacao El Programa de Cacao y Agroforestería de la FHIA ha conjuntado experiencias por 14 años, en el Centro Experimental Demostrativo de Cacao (CEDEC), en La Masica, Atlántida, sobre el sistema rambután – cacao. Basados en las lecciones aprendidas en este asocio, se recomienda un arreglo espacial de 6.0 x 12.0 m para el rambután y 3.0 x 3.0 m para el cacao estableciendo 3 surcos por cada calle. Este arreglo permite una densidad de siembra de 139 plantas de rambután y 820 de cacao (figura 52). La contribución económica de éste sistema agroforestal se presenta en el cuadro 11. Otro arreglo espacial del sistema rambután – cacao es el resultante de sembrar el primero a 9 x 9 m en cuadro e intercalar dos surcos de cacao a 3 x 3 m entre las calles, dejando 3 m a cada lado de la hilera de rambután, para una densidad de siembra de 123 y 988 plantas de rambután y de cacao, respectivamente. Como sombra temporal (para el cacao), en el primer arreglo se puede establecer plátano a 3 x 3 m entre los surcos de cacao (820 plantas/ha) (figura 52) y madreado (Gliricidia sepium) a 9 x 12 m como sombra semipermanente (92 plantas/ha). Estas especies (plátano y madreado), se eliminarán más tarde (3 y 5 años aproximadamente), cuando el rambután ha desarrollado y

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proyecta sombra sobre el cultivo de cacao. Además de sombra provisional, el plátano constituye una fuente temprana de ingresos, importante para el productor y su familia mientras los cultivos perennes entran en producción. El madreado, además de sombra aporta nitrógeno y materia orgánica al suelo, así como leña y brotones para la construcción de cercas. Figura 52. Arreglo espacial en el sistema rambután - cacao. 6m

12 m

Simbología:

Rambután

Cacao

Plátano

Cuadro 11. Contribución económica del sistema agroforestal rambután - cacao según información generada en el CEDEC, La Masica, Atlántida. Producción acumulada Ingresos acumulados US$/ha Rambután1 Rambután + Cacao + sombra Cacao2 Rambután Cacao3 cacao tradicional4 frutos/ha kg/ha 797,767 9,463 15,176.31 8,722.85 23,899.16 8,377.33 1

2 3 4

De 10 años de registros (el rambután por semilla empieza a producir a los 5 años, pero en este estudio el 15 al 20% de los árboles empezó a producir a los 4 años, finalmente solo el 42% de los árboles fueron productivos) De 12 años de registros (el cacao empieza a producir a los 3 años) Según precio promedio del cacao en los últimos 12 años de US$ 0.93/kg y de US$ 15.00/mil de fruta de rambután Para una producción acumulada de 9084 kg/ha Tasa de cambio: Lps. 16.50 = US$ 1.00

15.2 Sistema rambután - piña El sistema rambután piña es una asociación de dos cultivos, uno permanente y otro semi-permanente relativamente rústicos, que se adaptan bien a las condiciones edafoclimáticas de la zona de ladera del trópico húmedo de Honduras. La combinación temporal de estos dos cultivos intensifica el uso del suelo al utilizar el espaciamiento entre hileras del rambután y es conservacionista, pues la piña se siembra en contra de la pendiente formando barreras vivas que protegen eficazmente contra la erosión del suelo. Se puede establecer en pendientes hasta del 45% utilizando terrazas individuales para el rambután, que se siembra a distancias de 7.0 x 7.0 m en cuadro (terrenos planos) como se ilustra en la figura 53, o en triángulo (en terrenos con pendiente), para una densidad de siembra de 204 ó 235 plantas/ha, respectivamente. Lo ideal es sembrar plantas producidas por injerto y cuando se utilice como material de propagación plantas procedentes de semilla, se debe duplicar la densidad de siembra estableciendo 2 plantas por sitio separadas un metro una de la otra. No se recomienda utilizar árboles de semilla por la gran proporción de plantas no productivas que suelen resultar (hasta el 75%) y por la gran variabilidad que habrá en la calidad y cantidad de la fruta producida. Las hileras de piña se ubican en las calles a 1.6 x 0.40 m, dejando un metro a ambos lados de la hilera de rambután, lo que representa una población de alrededor de 15000 plantas de piña/ha.

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Figura 53. Arreglo espacial en el sistema rambután - piña. 7m

7m

Simbología:

Rambután

Piña

El asocio rambután – piña permite generar ingresos a partir de los 18 meses, lo cual es beneficioso para el productor al ayudarle a cubrir costos de manejo del cultivo principal cuando aun no ha iniciado la producción. La cantidad y calidad de la fruta y lógicamente los ingresos por venta de la misma, dependen mucho de la calidad de los suelos, del manejo y de las condiciones climáticas (principalmente distribución de las lluvias), y de las condiciones del mercado. De acuerdo a experiencias en el CADETH, La Masica, Atlántida, cuyos suelos son de muy baja fertilidad, se recomienda mantener este asocio solamente hasta el cuarto año, pues la competencia especialmente por luz, afecta los rendimientos y calidad de la piña (cuadro 12). Las experiencias en el CADETH también han mostrado que, al cuarto año, algunos árboles de rambután (15 a 20% en plantas de semilla) han entrado en producción complementando los ingresos obtenidos por la piña (cuadro 13).

Cuadro 12. Rendimientos e ingresos por piña en el asocio con rambután en el CADETH, La Masica, Atlántida. No. de frutos Precio promedio/unidad Ingresos (US$/ha)1 Cosecha % aprovechables (US$) 1ª. 9,750 80 5.00 2,954.54 2ª. 3,600 57 5.00 1,090.90 Total 13,350 4,046.444 1 Lps.16.50 = US$ 1.00 Cuadro 13. Rendimientos acumulados e ingresos totales del asocio temporal rambután – piña al quinto año después del trasplante. CADETH, La Masica, Atlántida. 2001. Cultivo Rendimientos/ha1 Ingresos US$/ha Rambután 173,000 2,595,00 Piña 13,350 4,045.44 Total 6,640.44 1

En 42% de árboles productivos

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Cuando se desee rodear el área sembrada o separar lotes con árboles maderables, mediante la modalidad de árboles en lindero (internos y/o externos), se deben seleccionar especies que tengan copa relativamente estrecha y con hojas pequeñas de fácil descomposición, para reducir la competencia por luz, principalmente con los árboles de rambután cercanos al lindero. Algunas especies que pueden utilizarse con estos fines, son la Caoba (Swietenia macrophylla), Marapolán (Guarea grandifolia), Granadillo (Dalbergia glomerata), Limba (Terminalia superba), Ibo (Vitex panamensis) y Barba de jolote (Cojoba arborea). En las condiciones de la Costa Atlántica de Honduras, algunas especies maderables como el granadillo, pierden completamente las hojas a fines y comienzos del año, reduciendo así la competencia por luz en los surcos del borde del cultivo; otras especies como el Cedro (Cederela sp.), pierden el follaje durante el verano, lo que favorece también al cultivo (de rambután). Los maderables deben establecerse al mismo tiempo con el rambután y recibir los mismos cuidados de manejo, incluyendo podas, especialmente en los primeros años. La distancia de siembra debe ser de 6 m, dejando una distancia prudencial (6 a 8 m) entre el lindero y la primera fila de árboles de rambután, para evitar competencia excesiva entre éstos. 16. USOS El rambután, por su follaje, floración y fructificación es considerado como un árbol atractivo y puede ser considerado como un árbol ornamental para el adorno de los patios alrededor de las casa. Las frutas son generalmente consumidas frescas. Sin embargo, una gran parte de las exportaciones se realizan bajo la forma de frutas enlatadas y los principales países productores y exportadores han seleccionado variedades con características apropiadas para este procesamiento. La fruta de rambután es rica en vitamina C y contiene 184 mg de vitamina C por 100 g de pulpa. Las semillas pueden ser consumidas tostadas o utilizadas para preparar chocolate. Contienen una grasa comestible que constituye 37% del peso seco de la semilla y que se presenta bajo la forma de un producto de color blanco y de consistencia dura a temperatura ambiental. Esta grasa puede ser utilizada en cocina y para la fabricación de jabón y de candelas. En Indonesia, el pericarpio es considerado como medicina. En Malasia, las raíces son utilizadas en cocción para tratar la fiebre, la hojas como cataplasma y la corteza como astringente para tratar las enfermedades de la lengua. 17. MERCADOS Y COMERCIALIZACIÓN El rambután se encuentra en los mercados de Asia, Europa y las Américas. La mayoría de la compra-venta mundial del rambután está concentrado en Asia donde se originó. Los mayores volúmenes de importaciones se realizan en Malasia, Indonesia y Laos. El país productor más importante del mundo es Tailandia, el cual exporta el rambután por toda Asia, Europa y Canadá, en volúmenes comerciales. En Centroamérica, los países productores importantes son Honduras, Costa Rica y Guatemala, los mercados más importantes del rambután son Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Actualmente, la venta del rambután en Centroamérica, en su mayoría, está limitada al mismo mercado centroamericano donde tiene muy buena aceptación y siempre ha recibido un buen precio. Sin embargo, aparentemente hay algunas exportaciones fuera de la región como se reportan ventas del rambután proveniente de Honduras en los mercados terminales de Inglaterra en los meses de septiembre, octubre y noviembre de los años 2000 y 2001. Actualmente, se están estableciendo áreas nuevas de rambután en Costa Rica, Honduras y Guatemala, lo cual incrementara significativamente la oferta en los próximos años cuando estas nuevas plantaciones entrarán en producción. Eventualmente la oferta de la fruta excederá la demanda en la región, lo cual podría causar una baja en el precio. Normalmente, bajo condiciones de sobreoferta, se puede esperar que los productores eficientes con rendimiento alto de fruta de mejor calidad y bajo costo tendrán la ventaja. Los productores hondureños ya han reportado que la importación del rambután de Costa Rica en el 2001 favoreció a los intermediarios, que ofrecieron menor precio mientras que exigieron mejor calidad de fruta de Honduras. Para evitar este problema de reducción en los precios, es imprescindible buscar otros mercados para la fruta. Nuevos mercados con potencial para la venta del rambután de Honduras son México, los Estados Unidos, Canadá y Europa. México tiene las ventajas de ser no solamente un mercado para la fruta, también es un punto de transporte del rambután de Centroamérica para el mercado de Japón, ya que tiene rutas de transporte aérea con ese país. Sin embargo, solicitudes hechos por el Gobierno de Honduras para el permiso de exportar el rambután a México no han tenido aún una respuesta positiva. En los Estados Unidos, hay venta de rambután procedente de Hawai y Florida aunque los volúmenes de la oferta son relativamente pequeños por tener un área de producción nacional limitada.

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Actualmente, la fruta del rambután está clasificada por el Departamento de Sanidad Vegetal de los Estados Unidos (USDA/APHIS), como un hospedero de la Mosca de fruta la cual representa un peligro a la industria de cítricos de aquel país. Por eso, está prohibida la importación del rambután de Centroamérica. Debido a la configuración del sistema de transporte aéreo conectando los países centroamericanos con los EE.UU., Canadá y Europa y las regulaciones de cuarentena de los EE.UU., el rambután no se puede exportar por aire fácilmente ni de manera muy rentable a Canadá o Europa, donde la fruta tiene que competir en mercados de demanda limitada con fruta importada tradicionalmente de los países asiáticos. El transporte por vía marítima es muy lento para este producto perecedero y al momento no representa una alternativa para el transporte del producto a Canadá o Europa. Sin embargo, se espera que a finales del 2002 el USDA/APHIS cambie la clasificación del rambután, resultando en la apertura del mercado de los Estados Unidos para la libre circulación y venta del rambután, lo cual a la vez facilitaría su acceso a los mercados canadienses y europeos. Actualmente, el USDA/APHIS está en el proceso de evaluar la clasificación del rambután como un hospedero de la Mosca de la fruta. Como respaldo a esta evaluación, la FHIA ha proveído al USDA/APHIS los resultados de estudios realizados al respecto, en los cuales se demuestra que esta fruta no es un hospedero preferido por la Mosca de la fruta. Varios países del continente europeo importan rambután de Tailandia, Malasia, Indonesia y Madagascar. Las importaciones del producto de Indonesia y Tailandia empiezan en diciembre y terminan en mayo para Indonesia, y agosto a septiembre para Tailandia. Malasia es el país productor más importante en los meses de julio a diciembre. Estos meses corresponden al periodo de producción en Centroamérica. Por ello, Malasia constituye el país competidor para la región centroamericana en Europa. Por otra parte, cabe señalar que en Inglaterra la fruta de Malasia tiene un precio inferior al rambután de Tailandia, Indonesia y Honduras. Los precios promedios mensuales del rambután en los mercados terminales del Reino Unido en el 2001 se muestran en la figura 54. Los precios promedio anuales del 2001 de los mercados terminales de cuatro países europeos consumidores de rambután y de cuatro países productores se encuentra en la figura 55. Se debe tomar en cuenta que estos precios son los que los mayoristas ofrecen a los detallistas. Estos precios son mayores de los precios pagados por los brokers-importadores a los productores-exportadores. La diferencia entre el precio pagado por el broker al productor y este precio, varía según la calidad de la fruta, país de origen, el mercado, la demanda local y el comprador.

Figura 54.

Precios mensuales promedios por kilogramo de rambután en los mercados terminales del Reino Unido, 2001.

$9.00 $8.00 $7.00 $6.00 $5.00 Tailandia Indonesia Honduras

$4.00 $3.00

Malasia m

br e

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re

VOLVER AL CONTENIDO

ov

O

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38

N

Mes

Se pt

Ju lio

Ju

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o

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Fe

er o

$2.00 En

Precio mensual promedio ($/kg)

$10.00

Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

Precios anuales promedios ($/kg)

Figura 55.

Precios anuales promedios del rambután en los mercados terminales de Europa, 2001.

$8.00 $7.00 $6.00 Tailandia

$5.00

Indonesia

$4.00

Malasia

$3.00

Madagascar

$2.00 $1.00 $Alemania

Francia

Países Bajos

Reino Unido

Países 18. COSTOS DE PRODUCCIÓN Y ANÁLISIS FINANCIERO DEL CULTIVO EN HONDURAS Para evaluar los costos de producción y realizar el análisis financiero del cultivo de rambután en Honduras, se tomó como referencia el estudio de caso del establecimiento y manejo de una plantación de 3 ha de plantas injertadas de variedades selectas, utilizando la tecnología y prácticas agronómicas descritas en este manual.

Análisis financiero. Proyecto de establecimiento y manejo de una parcela de 3 ha de rambután Factores económicos Año 1 Tasa de inflación: EE.UU. Tasa de cambio Tasa de devaluación, Honduras

16.40

Año 2 2% 16.11 14%

Año 3 3% 17.08 14%

Año 4 4% 18.10 14%

Año 5 4% 19.19 14%

Año 6 4% 20.34 14%

Año 7 4% 21.56 14%

Año 8 4% 22.86 14%

Año 9 4% 24.23 14%

Año 10 4% 24.23 14%

Después del año 4, se asume que la tasa de inflación anual en los EEUU será de 4%. La tasa de devaluación en Honduras será de 14% en todos los años de este caso. Los precios y costos están cambiados de Lempiras a dólares, utilizando la tasa de cambio, la cual refleja la tasa de devaluación y después ajustado para la tasa de inflación anual.

Rendimiento Promedio frutos/árbol*

Año 1 0

Año 2 0

Año 3 75

Año 4 300

Año 5 1,000

Año 6 2,500

Año 7 3,000

Año 8 3,250

Año 9 3,500

Año 10 3,750

Año 9 0.25

Año 10 0.25

* Un promedio estimado a partir de información obtenida de productores de la Costa Atlántica de Honduras.

Precio Precio/fruto (Lps)*

Año 1 0.25

Año 2 0.25

Año 3 0.25

Año 4 0.25

Año 5 0.25

Año 6 0.25

Año 7 0.25

Año 8 0.25

* El precio está basado en el precio más cotizado para los últimos dos años, 2000 y 2001. El precio es el ofrecido por intermediarios en el portón de la finca.

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Costos Variables (US $/ha) Factores de costo Labor maquinaria Nivelado Arado Rastreado Surcado Total, labor maquinaria Labor manual Cercado Destronconado Desbrose Chapia Drenaje Caminos Trazado de terreno Sembrado Re-siembra Chapias Aplicación de herbicidas Mantenimiento de obras de conservación Poda de formación Poda de producción Poda fitosanitaria Fertilización Control fitosanitario Aplicación de insecticidas Cosecha Subtotal, siembra y mantenimiento Total mano de obra Insumos Plántulas (resiembra) Misceláneo Folidol Gramoxone Sellador de cortes 12-24-12 15-15-15 20-20-20 soluble 18-6-18-4 Nitrato de amonio Cal dolomita Transporte, fertilizante 1(viaje/año) Riego (combustible-diesel) Total Insumos Imprevistos (10%) Total Costos variables

Año 1

Año 2

Año 3

Año 4

Año 5

Año 6

Año 7

Año 8

Año 9

Año 10

236.84

254.72

273.94

196.41

204.27

106.22

73.65

76.59

79.65

91.06

97.93

70.22

75.52

39.27

40.84

42.47

29.45

30.63

5.06

5.44 12.59 12.59 50.34

13.09 13.05 52.36

13.61 13.57 54.45

14.16 14.12 56.63

14.72 14.68 58.90

15.31 15.27 61.25 19.14

260.49 34.73 75.02 1,215.61 34.73 9.38 62.00 2.34 182.93 6.59 84.40 9.38

56.27

50.59

54.41

11.70 11.70 46.81

7.03

12.65

13.60

14.63

15.73

16.36

17.02

17.70

18.40

420.30

396.20

17.05 443.15

73.35 502.35

262.94 626.12

683.66 1,022.05

853.20 1,098.92

887.33 1,106.05

922.82 1,135.57

959.74 1,180.99

396.20

443.15

502.35

626.12

1,022.05

1,098.92

1,106.05

1,135.57

1,180.99

4.43

4.77

5.13

5.51

5.74

5.96

6.20

6.45

6.71

25.19 12.19 21.87

27.09

29.13

31.33

32.59

33.89

35.25

36.66

38.12

184.34

191.71

199.38

207.35

215.65

224.27

9.15

86.83 11.31 10.49 11.41

124.51

10.51 19.50 10.61

12.28

13.20

13.73

14.28

14.85

15.44

16.06

69.46 1,641.34 368.22 4,050.45

80.60 184.91 58.11 639.22

86.69 238.58 68.17 749.90

93.23 264.27 76.66 843.28

100.27 334.65 96.08 1,056.85

104.28 348.04 137.01 1,507.10

108.45 361.96 146.09 1,606.96

112.79 376.44 148.25 1,630.74

117.30 391.50 152.71 1,679.77

2,040.89

1,549.90 3.82 8.14

0.02 0.84

40 VOLVER AL CONTENIDO

121.99 407.16 158.81 1,746.96

Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

Costos Fijos (US $/ha) Factores de costo Servicios técnicos Análisis de suelo Análisis foliar Equipo Nivel “A” Postes Alambre de púa Martillo Piochas Azadones Pala dupla Pala curva Tijeras para podar Sierra cola de zorro Cortador para cosechar Escalera de bambú Guantes Mascarilla Botas Guillotina Lima Limatón Machete Balanza Bomba de mochila Sacos Subtotal, equipo Costos generales y administra. Supervisión Intereses sistema de riego Subtotal costos generales y ad. Total costos fijos

Año 1

Año 2

10.67 17.07

19.81

Año 3

21.31

Año 4

22.91

7.32 91.46 71.63 5.49 17.37 12.50 10.16 9.55

Año 5

24.64

Año 6

25.63

Año 7

26.65

Año 8

Año 9

Año 10

27.72

28.83

29.98

28.27

8.80 6.34

25.57 11.41

28.76 12.84

21.61 2.46 3.27

23.24 2.64 7.04

24.17

25.13

26.14

5.66

20.09 2.28 3.04

32.35 14.44 86.49 10.30 3.02 7.00 7.13 88.96 27.18

7.32

7.62

7.92

8.24

8.57

412.97

44.15

2.29 93.61

15.02 65.27

27.00 136.07

44.88 143.60

126.12 69.89 291.58

121.50 193.28

157.95 471.89

189.54 256.36

40.65 947.04 987.69 1,400.66

947.04 947.04 991.20

947.04 947.04 1,040.65

947.04 947.04 1,012.31

947.04 947.04 1,083.12

143.60

291.58

183.28

471.89

256.36

Año 7 1,606.96 291.58 1,898.54

Año 8 1,630.74 183.28 1,814.01

Año 9 1,679.77 471.89 2,151.66

Año 10 1,746.96 256.36 2,003.32

12.32 8.80 2.68 6.23 6.34

7.61 1.86 4.31 4.39 1.01

18.68

4.88 39.63 103.66

26.65 9.52

Total de Costos (US $/ha) Total costos variables Total costos fijos Total de Costos

Año 1 4,050.45 1,400.66 5,451.11

Año 2 639.22 991.20 1,630.41

Año 3 749.90 1,040.65 1,790.55

Año 4 843.28 1,012.31 1,855.60

Año 5 1,056.85 1,083.12 2,139.97

Año 6 1,507.10 143.60 1,650.70

Estado de Resultados Económicos (US $/ ha) Rendimiento Precio Ingreso bruto Costos variables Mano de obra Insumos Imprevistos Intereses Costos fijos Equipo no depreciable General y administrar Costos totales Ingreso neto de operaciones Ingreso neto de operaciones acumulado Depreciación Sistema de pago Ingreso neto antes de impuestos Impuestos 15% Ingreso neto

Año 1 0 0.02

Año 2 0 0.02

Año 3 17,850 0.02 269.13

Año 4 71,400 0.01 1,025.44

Año 5 238,000 0.01 3,224.65

Año 6 595,000 0.01 7,605.32

Año 7 714,000 0.01 8,609.79

Año 8 773,500 0.01 8,799.32

Año 9 833,000 0.01 8,939.80

Año 10 892,500 0.01 9,578.36

2,041 1,641 368

396 185 58

443 239 68

502 264 77

626 335 96

1,022 348 137

1,099 362 146

1,106 376 148

1,136 391 153

1,181 407 159

138 988 5,176 (5,176) (5,176)

15 947 1,601 (1,601) (6,777)

31 947 1,728 (1,459) (8,236)

22 947 1,812 (787) (9,022)

45 947 2,049 1,175 (7,847)

48

97

61

157

85

1,555 6,050 (1,797)

1,704 6,906 5,109

1,692 7,107 12,216

1,837 7,103 19,319

1,832 7,746 27,065

520 (5,696)

520 (2,121)

520 (1,979)

520 (1,307)

(5,176)

(1,601)

(1,459)

(787)

520 655 (98) 1,077

6,050 (908) 5,143

6,906 (1,036) 5,870

7,107 (1,066) 6,041

7,107 (1,065) 6,037

7,746 (1,162) 6,584

* Después del 5º año el precio está dolarizado y se usa la taza de inflación de los EE.UU.

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Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

Estimado de Flujo de Efectivo (US $) Parcela de 3 ha de rambután Año 1 Rendimiento frutos Precio/fruto Ingreso bruto Costos variables Mano de obra Insumos Imprevistos Intereses Costos fijos Sistema de riego Equipo no depreciable General y administrativa Costo total Ingreso neto de operaciones Ingreso neto de operaciones acumulado

Año 2

Año 3

Año 4

Año 7

Año 8

Año 9

Año 10

214,200 0.01

Año 5 714,000 0.01

Año 6 1,785,000 0.01

2,142,000 0.01

2,320,500 0.01

2,499,000 0.01

2,677,500 0.01

0.02

0.02

53,550 0.02

-

-

807.39

3,076.32

9,673.96

22,815.96

25,829.38

26,397.95

26,819.40

28,735.07

6,122.66 4,924.02 1,104.67

1,188.60 554.73 174.33

1,329.45 715.73 204.52

1,507.05 792.82 229.99

1,878.36 1,003.96 288.23

3,066.16 1,044.11 411.03

3,296.75 1,085.88 438.26

3,318.15 1,129.31 444.75

3,406.71 1,174.49 458.12

3,542.97 1,221.47 476.44

143.60

291.58

183.28

471.89

256.36

7,800.00 412.97

44.15

93.61

65.27

136.07

2,963.08

2,841.13

2,841.13

2,841.13

2,841.13

23,327.39

4,802.94

5,184.44

5,436.26

6,147.75

4,664.90

5,112.47

5,075.49

5,511.20

5,497.24

(23,327.39)

(4,802.94)

(4,377.05)

(2,359.93)

3,526.21

18,151.06

20,716.91

21,322.47

21,308.20

23,237.83

(23,327.39)

(28,130.33)

(32,507.38)

(34,867.31)

(31,341.10)

(13,190.04)

7,526.87

28,849.33

50,157.54

73,395.37

Resultados de análisis financiero para una parcela de 3 ha de rambután Recuperación de inversión VAN: Resultados de análisis sobre el flujo de ingreso neto de operaciones después del pago de impuestos (17%, 10 años) TIR (30%)

7 años $ 2,554.84 20%

Considerando los costos y rendimientos resultados del sistema de producción utilizado en este caso, un precio histórico de Lps. 0.25/fruta y las condiciones económicas del caso, se puede esperar una recuperación de inversión en el 7o año de producción. La Tasa Interna de Retorno (TIR), es 20%, la cual es razonable y aceptable. El Valor Actual Neto (VAN), calculado para una inversión de 10 años con una tasa de interés del 17%, es $2,554.84. Este es un resultado muy positivo e indica que el proyecto, bajo las condiciones utilizadas, es rentable y aceptable.

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Manual para el cultivo de rambután en Honduras Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

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