Manual Economia Politica Mundial
December 3, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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ENRIQUE PALAZUELOS (Director)
ECONOMÍA POLÍTICA MUNDIAL
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ENRIQUE PALAZUELOS (Director) Rafael Fernández, Clara García, Bibiana Medialdea, María Jesús Vara
ECONOMÍA POLÍTICA MUNDIAL
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Nunca puede tener ojos serenos el que ve tempestades cada día que le traen deslumbrado con sus truenos Francisco de Quevedo (Poesías (Poesías satíricas) satíricas)
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ÍNDICE Presentación. 1. Economía Política Mundial: regímenes de acumulación y etapas de la Economía Mundial. (Enrique (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. El capitalismo como sistema económico. 2. Vínculos entre economía y poder. 3. Sistema capitalista y regímenes de acumulación. 4. La Economía Mundial y sus etapas: componentes y articulaciones. 5. Economía Política Mundial: una disciplina con un enfoque. 2. El surgimiento de una nueva etapa de la Economía Mundial. (Enrique Palazuelos y María Jesús Vara) Vara) 1. La Economía Mundial bajo el régimen de la Edad de Oro. 1.1. Fundamentos del régimen de acumulación. 1.2. Componentes y articulaciones de la Economía Mundial.
2. La crisis como tiempo de rupturas.
2.1. El declive del régimen de acumulación. 2.2. Cambios en la Economía Mundial. 2.3. Fortalecimiento del núcleo de poder económico internacional.
3. La crisis como tiempo de transformaciones.
3.1. Intenso desarrollo tecnológico. 3.2. Cambios institucionales. 3.3. Cinco episodios que alteraron el escenario internacional.
4. Nueva etapa de la Economía Mundial bajo un nuevo régimen de acumulación. 4.1. Régimen de acumulación: transnacional y financiarizado. 4.2. Nueva etapa de d e la Economía Mundial: primera aproximación.
I. JUGADORES CON PODER EN LA ECONOMÍA MUNDIAL 3. Las compañías transnacionales como jugador principal de la Economía Mundial. (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Conceptos básicos. 2. Breve perspectiva histórica. 3. Núcleo fundamental de grandes compañías transnacionales. 3.1. CTN no financieras. 3.2. CTN financieras y otros operadores transnacionales. Vinculación entreresortes CTN financieras y no fina financieras. ncieras. 4. 3.3. Ejercicio de poder: y resultados. 4.1. Resortes económicos. 4.2. Resortes no económicos. 4.3. Resultados.
5. Dominio complejo y dinámico.
4. Los estados-potencia como jugador destacado de la Economía Mundial. (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Conceptos básicos. 2. Estados con poder en la Economía Econom ía Mundial. 2.1. Ámbitos de actuación en las economías nacionales. 2.2. Estados-potencia.
3. Ejercicio de poder: resortes, resultados y beneficiarios. 3.1. Resortes. 3.2. Resultados y beneficiarios.
4. Articulaciones entre estados y compañías transnacionales. 4.1. Compañías transnacionales y estados-potencia. 4.2. Compañías transnacionales y estados de economías no desarrolladas. 4.3. Mayor complejidad del bargaining power. wer. 7
5. Organizaciones internacionales y otros jugadores transnacionales. (María Jesús Vara y Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Organizaciones económicas multilaterales. 1.1. Fondo Monetario Internacional. 1.2. Grupo Banco Mundial. 1.3. Organización Mundial del Comercio.
2. Otros organismos y entidades transnacionales.
2.1. Organismos económicos de N Naciones aciones Unidas. 2.2. Organismos consultivos con influencia ideológica: OCDE y BPI. 2. 2.3. 3. Organismos sectoriales. 2.4. Foros informa2.5. Los organismos europeos de integración integración regional. 3. les. Organizaciones delictivas. 4. Debilidad de los contrapoderes sociales. 5. Articulación de los jugadores transnacionales.
II. MODALIDADES DE INTERCAMBIO EN LA ECONOMÍA MUNDIAL 6. Producción internacional: inversión directa y cadenas de valor. va lor. (Enrique Palazuelos y Rafael Fernández ) 1. Conceptos básicos. 2. La inversión extranjera directa en perspectiva histórica. 2.1. Dos primeras expansiones. 2.2. Tercera expansión en la l a etapa actual.
3. Cadenas globales de valor. 3.1. Expansión y reestructuración de producción internacional. 3.2. Complejidad y 3.3. Organización y jerarquía: relaciones de poder . 4. profundidad. Producción internacional: Articulaciones en la Economía Mundial.
7. Comercio mundial de bienes y servicios. (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Conceptos básicos. 2. El comercio internacional en perspectiva histórica. 2.1. Comercio inter-industrial. 2.2. Comercio intra-industrial y otras novedades en la Edad de Oro.
3. Características del comercio en la etapa actual.
3.1. Rasgos generales. 3.2. Comercio y producción internacional.
4. Articulaciones productivo-comerciales.
8. Relaciones monetarias internacionales. (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Conceptos básicos. 2. Los sistemas monetarios internacionales en perspectiva histórica. h istórica. 2.1. El sistema del patrón-oro. 2.2. El sistema del patrón cambios-oro.
3. Las relaciones monetarias en la etapa actual. a ctual.
3.1. Fundamentos: cuatro rasgos centrales. 3.2. Principales consecuencias.
4. Jugadores dominantes en las relaciones monetarias.
4.1. Alternativas de regímenes cambiarios. 4.2. Las compañías transnacionales y otros jugadores.
9. Relaciones financieras internacionales. (Enrique Palazuelos y María Jesús Vara) Vara) 1. Conceptos básicos. 2. La internacionalización del capital financiero en perspectiva histórica. 2.1. Expansión financiera a lo largo del siglo XIX. 2.2. Factores de cambio: hacia una segunda expansión. 2.3. Movimientos financieros internacionales y financiación exterior de las economías. 8
3. Magnitud y tipología de los flujos f lujos financieros internacionales. 3.1. Mercados financieros naciona nacionales les cada vez más internacionalizados. 3.2. Mercados financieros internacionales.
4. Características de las relaciones financieras internacionales.
4.1. Desregulación, inestabilidad, burbujas y crisis. 4.2. Interconexión, opacidad y paraísos fiscales.
5. Jugadores y flujos articulados por relaciones de poder.
5.1. Globalización Globalización financiera: integración y conce concentración. ntración. 5.2. Financiarización de la Economía Mundial.
10. Otros flujos: migraciones, ayuda al desarrollo y actividades delictivas. (Bibiana Medialdea) Medialdea) 1. Migraciones económicas internacionales. 1.1. Conceptos básicos y perspectiva histórica. 1.2. Interpretaciones teóricas. 1.3. Características principales. 1.4. Impactos en la Economía Mundial
2. Flujos de ayuda al desarrollo. des arrollo.
2.1. Conceptos básicos y perspectiva histórica. 2.2. Características principales. 2.3. Impactos en la Economía Mundial.
3. Flujos económicos delictivos. 3.1. Conceptos básicos y características generales. 3.2. El tráfico internacional de drogas ilegales. 3.3. La trata de personas. 3.4. El comercio ilegal de armas. 3.5. Impactos en la Economía Mundial.
III. INSERCIÓN EXTERNA DE LAS ECONOMÍAS NACIONALES 11. La división centro – periferia: reproducción y cambios. (Rafael Fernández y Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Conceptos básicos 2. Inserción dual a través del comercio c omercio 2.1. Posiciones en el intercambio de bienes. 2.2. Posiciones en el intercambio de servicios.
3. Inserción dual a través de los capitales
3.1. Inversiones directas. 3.2. Inversiones financieras.
4. Inserción institucional: posición de los grandes jugadores 5. Dinámica concentradora e inserción polarizada 12. Variantes de inserción exterior de las economías nacionales. (Enrique Palazuelos García) 1. Conceptos básicos.y Clara García) 2. Economía de Estados Unidos y otras anglosajonas. 2.1. Contradictoria posición de liderazgo de Estados Unidos. 2.2. La economía británica y otras anglosajonas.
3. Divergencias entre las economías europeas.
3.1. Economías del centro y el norte. 3.2. Economías meridionales.
4. Economías asiáticas desarrolladas. 5. Singular posición de China. 6. Inserción periférica basada en industria y finanzas.
6.1. Siguiente generación de economías asiáticas. 6.2. Periferia de Europa Oriental. 6.3. Grandes economías con enclaves industriales y financieros. 6.4. Posición específica de la economía rusa.
7. Inserción periférica basada en actividades primarias. 7.1. Posición ventajosa de las economías petroleras del Golfo Pérsico. 7.2. Posición vulnerable de las otras economías monoexportadoras. 7.3. Posición de extrema debilidad del resto de economías no desarrolladas. 9
13. Espacios regionales de integración económica. (Clara García y Rafael Fernández ) 1. Conceptos básicos. 2. Unión Europea. 2.1. Características. 2.2. Profundidad de la integración: alta concentración bajo liderazgo alemán. 2.3. Debilidad y asimetrías de la UE fuera del espacio regional.
3. Acuerdo de libre comercio de América del Norte.
3.1. Características. 3.2. Profundidad de la integración. 3.3. NAFTA como espacio limitado de la inserción exterior de EE.UU.
4. Asia Oriental como espacio regional de integración.
4.1. Características. 4.2. Profundidad de la integración regional a la vez que inserción mundial. 4.3. Inserción externa de la región.
5. Tres espacios de integración con marcadas diferencias.
IV. VISIÓN INTEGRAL DEL FUNCIONAMIENTO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL 14. Estructuras de dominio y dinámicas resultantes: 2008-2015. (Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Elementos principales de los tres componentes de la Economía Mundial. 2. Tres estructuras de dominio en la Economía Mundial. M undial. 2.1. Estructura de dominio del capital financiero. 2.2. Estructura de dominio del capital productivo. 2.3. Estructura de dominio del eje estratégico EE.UU. - China.
3. Primera dinámica: lento crecimiento de la demanda a escala mundial 4. Segunda dinámica: crisis financiera. 4.1. Proceso hacia la crisis en Estados Unidos. 4.2. Extensión internacional de la crisis financiera y económica.
5. Tercera dinámica: encadenamiento de crisis en la Unión Europea.
5.1. Consecuencias del camino emprendido en 1992. 5.2. Mayor alcance de la l a crisis financiera y extensión a nuevos ámbitos. 5.3. Políticas de austeridad y relaciones de poder.
6. Cuarta dinámica: decisiva actuación del estado en la economía de EE.UU.
6.1. Protección estatal generalizada para los mercados financieros. 6.2. Programa anticíclico contra la depresión económica.
7. Quinta dinámica: continuidad del proceso productivo transnacional.
15. La Economía Mundial necesita contrapesos frente a los poderes dominantes. (Bibiana Medialdeacardinales y Enrique Palazuelos) Palazuelos) 1. Tres cuestiones 1.1. Insostenibilidad ecológica. 1.2. Desigualdad a escala mundial. 1.3. Pobreza y privación material extrema.
2. Dodecálogo: a modo de conclusiones 3. Cinco preguntas oportunas Bibliografía.
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PRESENTACIÓN Hace casi treinta años, en 1986, esta misma editorial publicó el libro Las economías capitalistas durante el período de expansión 1945-1970, 1945-1970, del cual fui coordinador y que contó con la participación de otros cuatro profesores universitarios. Dos años después, el mismo equipo de docentes, con la suma de otros dos colegas, publicamos Dinámica capitalista y crisis actual , también en esta editorial y coordinado por mí. Al pasar de los años, en 2000, publiqué Contenido y método de la economía. El análisis de la Economía Mundial , como resultado de los materiales preparatorios que había presentado al concurso por el que obtuve la plaza de catedrático de Economía Aplicada I. Ahora aparece este nuevo trabajo Economía Política Mundial , como resultado de un laborioso trabajo de tres años en el que he contado con la participación de los cuatro colegas que figuran f iguran como coautores. Paralelamente, he trabajado en otros temas específicos sobre finanzas internacionales, sector energético y crecimiento económico en distintos países y regiones; pero durante toda mi trayectoria académica siempre he mantenido como línea de investigación el análisis de la Economía Mundial. El trabajo lo intensifiqué hace cuatro años años cuando comencé la docencia de un curso básico sobre “Economía Política Mundial” en los estudios del Grado en Economía. Las exigencias se vieron aumentadas al año siguiente cuando empecé a impartir otro curso de nivel intermedio sobre la misma disciplina en el Máster de Economía Internacional y Desarrollo. Por tanto, este libro tiene mucho que ver con los materiales docentes, las dudas suscitadas por algunos estudiantes, y los debates y las críticas planteadas por otros. ¿Qué relación existe entre aquellos libros que vieron la luz hace décadas y este que ahora se presenta? La respuesta adecuada es que esa relación es “mucha y poca” a la vez, dependiendo de los aspectos a que se haga referencia. La relación es, ciertamente, estrecha si se consideran cuatro aspectos. Primero, hoy como ayer el objetivo fundamental sigue siendo explicar el funcionamiento de la Economía Mundial. Segundo, comparten un marco teórico radicalmente alejado de la ortodoxia que domina el mundo académico de la Economía; una ortodoxia empeñada en seguir dialogando con un mundo imaginario que ignora los hechos y fenómenos económicos que se producen en el mundo real. Tercero, mantienen un enfoque sistémico o estructural que considera la Economía Mundial como una totalidad que consta de componentes y de articulaciones entre esos componentes. Y cuarto, el método de análisis empleado combina el estudio de las partes (componentes) con los vínculos (articulaciones) que los vertebran, siendo esa combinación la que explica cómo funciona de manera integral la Economía Mundial. Al mismo tiempo, las diferencias entre este trabajo y aquellos anteriores son varias y también son relevantes en otros cuatro aspectos principales. En primer lugar, el enfoque y el método de análisis están más afinados, sobre todo en lo que concierne al maridaje del enfoque sistémico con la Economía Política y su aplicación al conocimiento de la Economía Mundial. Fruto de ello, considero que el análisis sustentado en las relaciones de poder que se establecen en torno al proceso de producción, la distribución de la renta y la dinámica de acumulación, es fértil y favorece la búsqueda de una buena interpretación de lo que ocurre en la Economía Mundial. En segundo lugar, el formato con el que se presenta el estudio se beneficia de la capacidad didáctica obtenida al cabo de muchos años de docencia universitaria, a la hora de organizar los argumentos, estructurar los apartados, enlazar los capítulos e incorporar material empírico y otros complementos. En tercer lugar, el análisis pone un énfasis particular en visibilizar la posición de las empresas, más en concreto de las grandes compañías transnacionales, como sujeto o jugador 11
fundamental de la Economía Mundial. En las antípodas de considerar una empresatipo de similares condiciones en todas las economías, todas las ramas y todas las líneas de productos, el análisis se empeña en destacar las características propias de un núcleo de grandes firmas que ejercen poder económico, esto es, que disponen de estrategias dinámicas con las que pueden seguir controlando los mercados nacionales e internacionales, y pueden influir en la actuación de otros jugadores. Y en cuarto lugar, como aspecto aspec to diferencial más importante, el objeto de análisis, la Economía Mundial, ha experimentado muchos y grandes cambios sustanciales en el curso de las tres últimas décadas. Esto implica que el contenido del análisis está obligado a explicar en qué medida esos cambios han dado lugar a modificaciones fundamentales en el funcionamiento del Economía Mundial. Aquellos libros publicados en los años ochenta se ocupaban de examinar el funcionamiento y la crisis de la economía vigente durante la Edad de Oro. Más tarde, el texto elaborado a fines de los noventa respondía al esfuerzo por comprender el nexo existente entre la biología de la crisis y el surgimiento de rasgos novedosos, sobrevenidos a partir del apogeo de la liberalización comercial y financiera a escala mundial, el reforzamiento del poder anglosajón y la creación de nuevos espacios para la expansión capitalista en Europa del Este y Asia As ia Oriental. Novedades sin duda importantes porque conectaban con los cimientos en los que se asentaba un nuevo modelo o régimen de acumulación. Sin embargo, faltaban por entrar en escena factores decisivos como son los que abocaron a la crisis bursátil de 2000, la eclosión de la economía china como máxima potencia comercial del mundo, el espectacular despliegue de las cadenas globales de valor organizadas por las grandes compañías transnacionales, el paroxismo financiero que condujo a la crisis de 2007/8, el entramado de crisis crisis que atenaza a las las economías europeas y otros factores que patentizan la profundidad de los cambios que siguen s iguen produciéndose en la Economía Mundial. De ese modo, el primer objetivo que se plantea este libro es acertar en el modo de vincular los rasgos estructurales y permanentes que caracterizan al capitalismo cap italismo como sistema con los rasgos propios y dinámicos de la etapa actual. En m mii opinión, el marco analítico propuesto permite afrontar y resolver satisfactoriamente esa vinculación. El segundo objetivo del libro es proporcionar un conocimiento exhaustivo y riguroso de las “piezas” implicadas en el “engranaje” que supone explicar cómo funciona la Economía Mundial. En ese sentido, el reto consiste en resolver de manera adecuada la inevitable tensión que existe entre la necesidad de examinar con cierta densidad cada uno de los temas o piezas (aportando un conocimiento de cierta profundidad) y la necesidad de articular bien todas las piezas en un único engranaje. Es decir, elaborar una explicación que sea consistente, persuasiva e integral acerca de cómo funciona la Economía Mundial en su conjunto, como un todo único. El tercer objetivo es mostrar con nitidez que el análisis complejo en el que interviene una significativa cantidad de elementos no equivale a una mezcolanza de asuntos dispersos hecha a modo de totum revolutum. En ese sentido, considero que el planteamiento basado en la distinción de tres componentes (jugadores, intercambios y economías nacionales) proporciona las bases en las que asentar esa explicación integral de la Economía Mundial. Primeramente, se procede a despiezar cada uno de esos componentes y después se procede a una síntesis de los elementos y los vínculos para determinar qué estructuras de dominio prevalecen en la Economía Mundial y cuáles son sus dinámicas resultantes. Es así cómo puede elaborarse una interpretación consistente de la crisis de 2007/8 y de la disparidad de situaciones posteriores. 12
Por último, el cuarto objetivo está asociado con la función docente que se encuentra en el origen del libro. Su contenido está diseñado para un curso intermedio de Economía Política Mundial, pero, al mismo tiempo, ofrece una estructura y unos materiales que facilitan su utilización en un curso básico de la disciplina. La detallada especificación de los conceptos básicos, los temas preliminares, los argumentos principales y el material empírico con que se complementan hacen que el libro pueda emplearse para la docencia en un curso c urso introductorio. Para terminar esta breve presentación, deseo expresar la enorme satisfacción que siento por haber podido contar con cuatro excelentes colegas en la elaboración del libro: María Jesús Vara, Bibiana Medialdea, Clara García y Rafael Fernández. La primera es profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y los otros tres son profesores de la Universidad Complutense, miembros del departamento de Economía Aplicada al que yo también pertenezco. Son cuatro excelentes profesores, que a su indudable talento y valía intelectual suman una gran capacidad de trabajo y una profunda vocación universitaria. Ahora que ya vislumbro el cierre de mi trayectoria como profesor universitario, estoy convencido de que ellos serán capaces de proporcionarnos nuevos trabajos que sirvan para que todos conozcamos más a fondo los fundamentos y el funcionamiento de la Economía Mundial. M undial. Marzo de 2015
Enrique Palazuelos
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1 ECONOMÍA POLÍTICA MUNDIAL: REGÍMENES DE ACUMULACIÓN Y ETAPAS DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Este primer capítulo explica el significado de la Economía Política Mundial como disciplina académica y define cuatro conceptos básicos. En primer prim er lugar, el capitalismo es un sistema económico porque tiene un modo propio de organizar el proceso económico con unas determinadas relaciones de poder. En segundo lugar, los regímenes de acumulación son las formas concretas que adopta el sistema según se modifican las características del proceso económico y de las relaciones de poder. En tercer lugar, la Economía Mundial consiste en la articulación dinámica de tres componentes: jugadores, modalidades de intercambio e inserción externa de las economías nacionales. En cuarto lugar, las etapas de la Economía Mundial son los períodos históricos en los que cada régimen de acumulación altera las características de los componentes y las articulaciones en las que se fundamenta la Economía Mundial. CONTENIDO 1. El capitalismo como sistema económico 2. Vínculos entre entre econom economía ía y poder 3. Sistema capitalista y regímenes regímenes de acumulación 4. La Economía Mundial y sus etapas: componentes y articulaciones 5. Economía Política Mundial: una disciplina con un enfoque.
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1. EL CAPITALISMO COMO SISTEMA ECONÓMICO La pretensión de caracterizar al capitalismo como un sistema económico exige que previamente definamos ese concepto. Un sistema económico ec onómico es un modo de organizar las actividades relacionadas con la producción, la distribución y la acumulación. Cada tipo de sociedad tiene una manera específica de crear y suministrar bienes y servicios, de repartir esos productos o su valor entre la colectividad y, finalmente, tras consumir una parte, de preservar otra parte para seguir generando producción en el futuro. Esas tres fases sucesivas componen el proceso económico que lleva a cabo cada sociedad. Por tanto, su sistema económico es el modo en que organiza su proceso económico. Lo cual, a su vez, está relacionado con el funcionamiento general de la sociedad, es decir, su estructura social, los vínculos entre distintos grupos, la convivencia social, la forma de gobernarse y otros aspectos que más adelante sintetizamos como las “relaciones de poder”. Consecuentemente, el punto de partida que adoptamos en este libro es que un sistema económico es un modo de organizar el proceso económico bajo determinadas relaciones de poder. La comprensión inicial de que el capitalismo es un sistema económico específico y, por tanto, diferente a otros que anteriormente han existido en la historia de las sociedades humanas, se la debemos a los creadores c readores de la Economía Política, Adam Smith y David Ricardo. Sus aportaciones pioneras provocaron un giro copernicano en la forma de afrontar el objetivo que debía guiar la Economía como disciplina dedicada al estudio de la sociedad. Esos economistas clásicos fueron los que identificaron que el capitalismo tenía atributos propios en el modo de crear, repartir y acumular el excedente económico, es decir, lo que hoy denominamos la producción, la distribución de la renta y el crecimiento económico. Y, a la vez, en particular Ricardo, comprendieron que ese proceso estaba relacionado con las relaciones económicas que se establecían entre los grupos sociales. Por eso consideraban que, para garantizar la continuidad de la dinámica de acumulación, la distribución de la renta debía favorecer a los propietarios de las industrias De ese modo, los economistas clásicos descubrieron tres cuestiones fundamentales. La primera fue que el capitalismo no era sólo una economía que utilizaba el intercambio mercantil (productos por dinero), sino que tenía su propio modo de organizar el proceso económico. La segunda fue que el proceso económico estaba relacionado con la organización de la sociedad dividida en grupos o clases. La tercera fue que el sistema se reproducía y generaba mayor crecimiento sólo si se garantizaba la acumulación de capital en manos de los propietarios de las industrias. Conforme a todo ello, aquellos economistas clásicos denominaron “Economía Política” al estudio de los fundamentos que explicaban el funcionamiento de la economía capitalista. Décadas después, a mediados del siglo XIX, Karl Marx redobló el esfuerzo por comprender cómo funcionaba el capitalismo, formulando con nuevas propuestas que en parte profundizaban y en parte cuestionaban las planteadas por Smith, Ricardo y otros economistas anteriores o contemporáneos suyos. Por eso definió su planteamiento como “Crítica “Crítica de la Economía Política” Política” . De un lado, aportó formulaciones teóricas más sólidas acerca de la relación entre la producción, la distribución y la acumulación, que permiten explicar la trayectoria cíclica de la economía capitalista. De otro lado, modificó tanto los supuestos que habían planteado sus predecesores como el contenido de sus argumentos, para centrar el análisis en las relaciones, que a su juicio eran antagónicas, entre los asalariados y los capitalistas. 16
Al cabo de siglo y medio, el pensamiento pens amiento de Marx sigue suscitando fuertes controversias acerca de su coherencia y de su vigencia (Palazuelos, 2000a,b). Pero esas cuestiones no son las que interesan tratar aquí, sino destacar destac ar la decisiva contribución de Marx a lo que más adelante denominamos un enfoque sistémico de Economía Política. A partir de las aportaciones iniciales avanzadas por sus predecesores, Marx elaboró la la “linterna” interpretativa que concentra su foco de luz en la caracterización del capitalismo como un sistema económico. Esto es, el modo de organizar el proceso económico (producción, distribución y acumulación) ac umulación) bajo unas relaciones sociales basadas en el predominio de los poseedores de capital sobre quienes carecen de medios para producir, los cuales para subsistir tienen que trabajar a cambio de un salario. Desde esa perspectiva sistémica, Marx realizó una doble contribución Por un lado, identificó y diseccionó los tres pilares que sustentan el capitalismo, lo dotan de una “matriz sistémica” y lo singularizan como sistema económico: a) a) la la propiedad privada de la mayoría de los medios utilizados para producir; b) b) el el carácter mercantil de la producción, de modo que se produce para vender en el mercado y con ello lograr un beneficio; y c) la c) la apropiación privada de la producción y el beneficio. Por otro lado, explicó cómo las relaciones sociales que dan origen y finalidad al proceso económico son las que se establecen entre los propietarios de las empresas y los asalariados que carecen c arecen de medios para producir, determinando esa carencia la posición de dominio de los primeros sobre los segundos. Consecuentemente, esas relaciones sociales (para Marx, relaciones de producción) son las que determinan las características del proceso económico capitalista y las que hacen que dicho proceso se supedite a un objetivo central: garantizar la reproducción ampliada del capital o, lo que es lo mismo, la acumulación de riqueza por parte de los propietarios. De ese modo, la producción se realiza con trabajo asalariado y proporciona mercancías destinadas a la venta; el beneficio que genera esa venta pertenece a los propietarios de la producción y son ellos quienes destinan una parte de ese beneficio a seguir incrementando la producción si tienen expectativas de lograr mayores beneficios en el futuro. Este planteamiento de Economía Política aporta claridad sobre dos cuestiones relevantes. En primer lugar, frente a la confusa expresión de que el proceso económico corre a cargo de individuos que se relacionan a través de su participación en los mercados, Marx explica que dicho proceso responde a relaciones sociales (colectivas, no individuales) donde los propietarios ostentan una posición de dominio. Por esa razón, el conflicto social es un componente fundamental del proceso económico, ya que la pugna por el reparto de la renta es un hecho inevitable. En segundo lugar, precisa que los mercados son s on mecanismos de intercambio imprescindibles en el proceso capitalista ya que sólo só lo tras la venta de los bienes y servicios producidos los propietarios propietarios obtienen el beneficio pretendido De ese modo, un unos os mercados abastecen de equipos e insumos productivos y de trabajo para llevar a cabo la producción de mercancías, mientras que otros mercados proporcionan el beneficio que permite incrementar la acumulación de capital.
2. VÍNCULOS ENTRE ECONOMÍA Y PODER Según lo expuesto en el apartado anterior, el legado de los economistas clásicos no limita el significado de la “Economía “ Economía Política” Política” a la simple suma de los términos economía y política, equivalente a reconocer que el análisis económico debe tener en cuenta los factores políticos conexos. La aportación de aquellos pioneros y el posterior desarrollo a cargo de Marx hacen posible una reflexión más profunda 17
acerca del vínculo entre el proceso económico y las relaciones sociales que caracterizan al capitalismo. Para ello, se abordan de forma sucesiva cuatro precisiones relacionadas con el poder económico y sus relaciones con c on el poder político. En primer lugar, el concepto de “ de “poder poder” ” no no debe asociarse de forma exclusiva con el poder político, ni con el poder del Estado. Si se identifican esos términos, se dilapida el potencial de la Economía Política para explicar la importancia de las relaciones de dominio que se generan dentro del proceso económico (Dockes, 1999). El poder y la economía están inexorablemente vinculados en la medida en que las relaciones de dominio forman parte de la estructura de las empresas, del funcionamiento de los mercados y de los mecanismos de creación y distribución de la riqueza. Por consiguiente, desde el punto de vista del comportamiento social, el concepto de “poder” de “poder” está asociado al dominio o a la capacidad de imponer decisiones a un colectivo social. Como es lógico, una expresión tan general da lugar a que de inmediato surja la necesidad de relativizar tal dominio ya que nunca esa capacidad impositiva es absoluta y permanente. Ciertamente el ejercicio de dominio económico puede tener matices e intensidades distintas en la imposición o el condicionamiento de las decisiones colectivas. Pero más allá de esos matices, desde un enfoque sistémico de Economía Política el significado de “poder “poder económico” está asociado a la matriz sistémica del capitalismo y, por tanto, se refiere, a la relación de dominio que ejerce el capital sobre el trabajo (Marx, trabajo (Marx, 2000). La consecuencia fundamental es la capacidad colectiva que tienen los empresarios, como poseedores del capital, para imponer sus intereses tanto en el seno de sus empresas como a escala social. En este sentido, la sociedad reconoce el poder de los propietarios del capital cuando les otorga el derecho exclusivo exc lusivo para decidir sobre las cuestiones estratégicas de las empresas, para disponer de la producción y para adueñarse del beneficio obtenido. En suma, la propiedad del capital lleva aparejada la propiedad sobre la producción y el beneficio como expresiones sustantivas de las relaciones de poder en las que se fundamenta el sistema. En términos más concretos, qué es un contrato laboral sino la expresión de poder que tienen, en primera instancia, los propietarios de las empresas para imponer sus condiciones a quienes necesitan trabajar para obtener un ingreso vital. Por el mismo motivo, qué es la lucha reivindicativa de los asalariados sino el intento de modificar esa relación de poder para mejorar las condiciones contractuales. El mismo razonamiento cabe aplicar a las relaciones entre empresas con desiguales capacidades tecnológicas, financieras o de otro tipo; también a las relaciones entre los grandes centros comerciales y las tiendas con escasa capacidad de negociación; también a las relaciones entre las instituciones financieras y sus clientes, y así ad infinitum. infinitum. Sin embargo, en segundo lugar, ese principio general que asocia el poder económico con los propietarios del capital requiere de varias consideraciones que eviten incurrir en interpretaciones simplistas y unilaterales. De forma sólo aproximativa cabe mencionar cuatro elementos que afectan al modo en que se configura y se ejerce ese poder económico. El primero concierne a la existencia de distintas fracciones del capital (productivo, comercial, financiero) cuya preponderancia en la economía puede cambiar en el transcurso del tiempo. El segundo es la desigual acumulación de capital entre los propietarios, de modo que mientras unos, ubicados en determinadas ramas productivas o comerciales y en determinadas zonas, incrementan paulatinamente la dimensión de sus empresas y la dotación de riqueza financiera, otros lo hacen en proporciones muy inferiores. De modo que el conocimiento de las características de cada fracción del capital y de la dimensión 18
del capital bajo su control permite especificar con mayor rigor quienes son los propietarios que disponen de mayor o menor poder económico. El tercer elemento se refiere a la necesidad de distinguir entre los propietarios y los altos ejecutivos que dirigen las grandes empresas. Aunque sus intereses básicos tienden a coincidir, hay que reconocer que existen márgenes para que aparezcan tensiones por el ejercicio del control efectivo en la adopción de las decisiones estratégicas de las empresas. Por último, el cuarto elemento es la posible capacidad de los asalariados para lograr márgenes de participación u otras formas de condicionar las decisiones de las empresas, no sólo en los aspectos más inmediatos que conciernen a sus salarios y condiciones cond iciones laborales. En tercer lugar, los vínculos entre el poder económico y el poder político están sujetos igualmente a un conjunto de precisiones. Por un lado, el Estado es la principal expresión del poder político. Para ello, e llo, dispone de instituciones (gubernativas, legislativas, judiciales) que deciden sobre un amplio amp lio panel de cuestiones que afectan al conjunto de la sociedad. El hecho de que disponga del monopolio de la fuerza militar y de la violencia legal es la muestra más fehaciente de su condición de poder político dominante. dominante. Dicho poder puede obtenerse y ejercerse medi mediante ante formas variadas de representación social o bien a través de mecanismos autoritarios. Se trata de modalidades con connotaciones muy diferentes, pero que, en cualquier caso, otorgan a los gobernantes que ostentan el control de las instancias estatales la capacidad de imponer sus decisiones a la colectividad social, incluyendo las que incumben a actividades económicas. Por ello, es evidente que el poder político del Estado otorga la posibilidad de ejercer poder económico o de condicionar las decidec isiones de quienes lo ejercen. Al mismo tiempo, el poder económico dispone de capacidad para determinar o condicionar las decisiones del Estado. Por tanto, los vínculos entre el poder político y el poder económico, así como entre ambos poderes y la riqueza económica son tan evidentes como complejos y cambiantes a lo largo del tiempo. Lo cual obliga a alejarse de dos estereotipos que nada aportan ap ortan al análisis. De un lado, ignorando la complejidad de esos vínculos, ciertas posiciones consideran que las decisiones del Estado son meras prolongaciones de los intereses del poder económico. En esa posición están quienes se limitan a repetir aquella definición definición de trazo grueso de Marx y Engels cuando identificaron al Estado con el “comité central de los intereses de la burguesía”. De burguesía”. De otro lado, ignorando la presencia sustantiva de intereses económicos en muchas decisiones estatales, otras posiciones consideran que los estados actúan por intereses nacionales comunes que benefician a toda la colectividad social. Sin embargo, el curso de la historia aporta una abrumadora evidencia en contra de ambas posiciones y muestra mues tra la multiplicidad de elementos que entran en jjuego uego para explicar los nexos entre el poder económico y el Estado. De hecho, el ejercicio de poder por parte del Estado se configura y se lleva a cabo en condiciones distintas según la influencia que ejerzan ciertos elementos, entre los que señalamos tres. Uno es el grado de conflicto y/o cooperación que predomine en la vida social a lo largo del tiempo. Un segundo elemento es la autonomía que tengan t engan el gobierno y las demás instancias estatales para adoptar sus decisiones, con mayores o menores mediatizaciones de otras instancias políticas. Y un tercero es la importancia que tengan los intereses corporativos de las capas altas de funcionarios que participan en la gestión de las instituciones estatales. Siendo así, los propietarios del capital poseen el poder económico y el Estado detenta el poder político, pero al mismo tiempo aquéllos disponen de capacidad po-
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lítica para influir o determinar las decisiones estatales y el Estado dispone de capacidad legal para condicionar la distribución de la riqueza, el funcionamiento de los mercados y otras cuestiones cues tiones de relevancia económica. Por tanto, el funcionamiento de la economía resulta incomprensible si se ignoran las relaciones de dominio que se derivan de la matriz capitalista, los elementos que afectan a la configuración y la intensidad con que se ejerce el poder económico y los vínculos bidireccionales que existen ex isten entre el poder económico y el poder político. Para terminar este apartado, se introduce una distinción acerca de la modalidad con la que se ejerce ese poder dependiendo de la posición que tengan quienes lo detentan1. El poder El poder relacional se se ejerce desde una posición de autoridad, alcanzada mediante el reconocimiento social o a través de una fuerza impositiva. Esa autoridad proporciona resortes (coercitivos y persuasivos) que garantizan la toma de decisiones y su ejecución. Es el poder político que tiene el Estado para decidir sobre asuntos que van desde la seguridad nacional y el orden interno a la defensa de la propiedad privada, el cumplimiento de los contratos, la política monetaria y fiscal u otros ámbitos, entre los que se puede incluir la regulación de los mercados para garantizar el mejor funcionamiento de la economía. Es también el poder, derivado de la propiedad privada, que la normativa legal y el consenso social reconocen a los propietarios del capital para decidir sobre las estrategias empresariales relacionadas con la inversión, el empleo, la producción, las ventas o los beneficios; considerando que son de su exclusiva incumbencia. Por su parte, el poder el poder estructural lo lo ejercen los sujetos que tienen capacidad para establecer o condicionar de forma significativa, las reglas de comportamiento de estructuras o instituciones en las que interactúan con otros sujetos o colectivos sociales. Es el poder que, por ejemplo, tienen ciertos estados en los organismos internacionales. También es el poder de las grandes empresas que pueden controlar o influir en el funcionamiento de los mercados. No obstante, la distinción entre ambas modalidades no es estática, ni siempre resulta nítida. Así, puede suceder que un poder estructural imponga ciertas reglas que le sirvan para consolidar posteriormente mecanismos de autoridad y pasar a ejercerse un poder relacional. A su vez, mediante la hegemonía ideológica (capacidad para conformar ideas y valores que orientan las preferencias y los criterios de identidad de los grupos sociales), ciertos grupos económicos o sociales pueden abrir el paso a un poder relacional, o bien facultar un poder estructural. Otras veces es la vigencia de uno u otro poder el que otorga los resortes que favorecen el dominio ideológico que garantiza la sumisión de los grupos sociales dominados. La fluidez entre ambas modalidades obedece al carácter dinámico de las sociedades y a la disposición adaptativa de las fuerzas dominantes para dotarse de nuevos mecanismos que hagan posible la continuidad de su posición de poder.
3. SISTEMA CAPITALISTA Y REGÍMENES DE ACUMULACIÓN Sintetizando el relato de los dos apartados anteriores, el capitalismo es un sistema económico cuya matriz proporciona atributos específicos al proceso de producción
1 Los
especialistas que estudian las relaciones de poder desde el punto de vista político
utilizan distintas clasificaciones. tomamos referencia la propuesta por Susan terminologías Strange (1988,y 1996; y en ToozeAquí y May, 2002), como aunque l a incorporamos la con un matiz que permite su aplicación según la relación bidireccional antes destacada. 20
– distribución – acumulación y a las relaciones de poder que determinan ese proceso. Se trata de una formulación basada en los autores clásicos que alumbraron el nacimiento de la Economía Política, profundizada a través del enfoque sistémico que aportó Marx y del estudio de los vínculos entre economía y poder. Una formulación radicalmente distinta de la que domina en el mundo académico desde las últimas décadas del siglo XIX y que se conoce como Economics Economics aportada aportada por la tradición neoclásica. Ese dominio (poder académico) hace que tanto los estudiantes como un alto porcentaje de profesores y profesionales de la Economía sólo conozcan los conceptos, c onceptos, los métodos, la manera de argumentar y las conclusiones de esa tradición neoclásica. En consecuencia, aquellos que conciben y desarrollan su análisis desde ese enfoque quedan comprometidos intelectualmente con una visión de la economía que compone un mundo imaginario cuyos imaginario cuyos rasgos fundamentales son ajenos a la actividad económica y a las relaciones económicas que conocemos de nuestro planeta en la actualidad y en etapas pasadas. El recuadro 1 resume cuál es la metáfora ilusoria que formula la tradición neoclásica acerca acerc a de una economía imaginaria fuera del espacio y del tiempo, en permanente contradicción con los procesos económicos reales. El recuadro 2 contrapone a esa visión neoclásica algunas de las evidencias más relevantes que presenta en el sistema capitalista. Desde nuestra perspectiva de Economía Política no se puede analizar adecuadamente el desenvolvimiento de la economía sin considerar las relaciones de poder que rigen el sistema capitalista. En ese sentido, cabe destacar tres aspectos de considerable relieve que se comentan brevemente a continuación. En primer término, Las relaciones de poder son el origen de la pugna distributiva por el reparto de la renta. Dicha pugna discurre a través de pautas pasadas en la negociación y el conflicto que varían a lo largo del tiempo, pero su existencia ex istencia obedece a la diferencia objetiva que separa los intereses del capital y el trabajo. Sin embargo, tales intereses no son uniformes, sino que tanto en una categoría social como en la otra se pueden forman grupos diferentes. Así, los propietarios pueden distinguirse según la magnitud del capital poseído, p oseído, el grado de control de los mercados, o el carácter de su actividad productiva, comercial o financiera. Entre los asalariados las diferencias dependen de los niveles de cualificación laboral, el tipo de actividad económica que realizan y las capacidades organizativas y reivindicativas. En segundo término, el dominio económico combina las modalidades de poder relacional y estructural. Los propietarios y altos ejecutivos ejercen poder relacional cuando deciden la estrategia a seguir de sus empresas y otras cuestiones, consideradas de su exclusiva incumbencia; mientras que el Estado lo hace cuando adopta decisiones económicas para las que se le reconoce autoridad. El poder estructural lo ejercen los propietarios y directivos cuando sus acciones condicionan el funcionamiento de los mercados a favor de sus intereses; mientras que el Estado lo hace cuando establece o elimina reglas que influyen inf luyen en las conductas de quienes intervienen en los mercados. En tercer término, las relaciones de poder no garantizan que se produzcan unos resultados predeterminados, ya que los propietarios y los gestores del capital no disponen de capacidades omnipotentes que les permitan ejercer su dominio de forma discrecional. Al contrario, se llevan a cabo mediante una compleja trama de condicionantes, que refuerzan, modifican o reducen la capacidad ca pacidad de dominio. Entre esos condicionantes, destacan los elementos mencionados en el apartado anterior, esto es, los que afectan principalmente a la composición e intensidad de las fracciones del capital y al potencial reivindicativo de los asalariados. En ambas categorías sociales existen grupos cuyos intereses pueden ser comunes, convergentes, c onvergentes, 21
divergentes o antagónicos, dando lugar a diferentes d iferentes rangos de cooperación o conflicto.
Recuadro 1. EL UNIVERSO IMAGINARIO DE LA ECONOMICS La tradición neoclásica ha ido conformándose con sucesivas aportaciones de un gran número de autores, pero a la vez ha mantenido unos postulados básicos que de forma breve se resumen a continuación. En primer término, considera que la actividad económica puede ser explicada al margen de los procesos sociales s ociales y políticos. Así, los agentes que actúan en los mercados toman sus decisiones de forma individual, basándose en criterios uniformes de carácter técnico, lo que -bajo condiciones de competencia perfecta- garantiza la asignación eficiente de los recursos y el funcionamiento estable de los mercados y del conjunto de la economía. Las posibles alteraciones de ese orden armonioso (equilibrio) proceden de shocks provocados por factores accidentales y/o exógenos a las fuerzas que operan en los mercados; pues éstas, si se las deja actuar sin injerencias externas, son capaces de autorregularse para regresar a la posición de equilibrio. Considera también que la actividad económica se desarrolla en un mundo cuyo futuro se puede conocer a partir de la información que proporcionan el pasado y el presente de los mercados. me rcados. Y lo hace, paradójicamente utilizando instrumentos propios de un análisis estático. Existen un consumidor-tipo y un productor o empresa-tipo cuyos comportamientos racionales permite conocer cómo funcionan de manera agregada todos los consumidores y todas las empresas. Eso justifica que los comportamientos macroeconómicos se expliquen a partir de decisiones microeconómicas individuales y homogéneas. La racionalidad de esos agentes les capacita para saber con precisión cómo maximizar su utilidad (consumidores) y su beneficio (productores). De esa manera, los mercados garantizan la plena utilización de los recursos de capital y de trabajo. La demanda responde al comportamiento de la oferta (capacidad productiva) y la distribución de la renta se realiza según las respectivas aportaciones hechas por el trabajo y el capital al incremento de la producción. A su vez, el dinero es un bien como cualquier otro que se intercambia en un mercado, tiene un precio (tipo de interés) y lo realizan unas instituciones financieras que son empresas como las demás. Y lo mismo sucede con el trabajo, que es un factor productivo, se intercambia en un mercado y se remunera mediante el salario. Desde esa visión neoclásica, la economía econom ía y la política constituyen dos mundos separados y radicalmente diferentes, como lo son los mercados y las instituciones políticas, la creación de riqueza y el ejercicio de poder. La economía es la esfera en la que la empresa es la entidad protagonista, porque genera riqueza de forma eficiente efici ente bajo los mecanismos del mercado. La política es la esfera que protagoniza el Estado, cuyo poder debe centrarse en garantizar el orden interno y la seguridad nacional frente al exterior. Existen, por tanto, dos circuitos paralelos con relaciones nítidamente diferenciadas: Economía – Empresas – Riqueza – Mercados – Eficiencia
– Estados – Poder –en Instituciones – Estabilidad Política Se trata de circuitos separados el que las conexiones sólo se justifican si el Estado se limita a proporcionar un clima favorable para el buen desarrollo de las actividades económicas privadas. Es decir, cuando las instituciones jurídico-políticas se ocupan de garantizar el orden interno y la seguridad nacional, la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos privados. De esa manera, la estabilidad política permite que la economía, a través de los mercados, proporcione riqueza y bienestar general.
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Recuadro 2 LA REALIDAD FRENTE AL UNIVERSO IMAGINARIO Cuando observamos la realidad actual o volvemos la mirada hacia el pasado se constata que el desenvolvimiento de cualquier proceso económico es ajeno a los postulados y a los argumentos que formula la tradición neoclásica. Cualquier fenómeno económico de relevancia presenta unas características carac terísticas rotundamente distintas a las que plantea el relato de la Economics. El proceso está permanentemente vinculado lo que acontece la vida socialLos y política, de modo que no cabeeconómico comprender dicho proceso si se ignoran esosa factores de índoleensociopolítica. consumidores se comportan de manera distinta dependiendo de sus niveles de renta, sus gustos y determinados contextos, del mismo modo que sucede con las empresas, según tu tamaño, el tipo de actividad y muchos otros aspectos. Además, ambos agentes toman esas decisiones en contextos de incertidumbre, sin que sea posible estimar cuál será el futuro, por lo que no adoptan sus siguiendo criterios matemáticos de maximización, sino dependiendo de las expectativas que tengan más o menos favorables o adversas. Los intereses de los empleados y de sus empleadores son diferentes, de la misma forma que lo es la capacidad de ambos para hacerlos cumplir, lo que da lugar a que entablen una pugna distributiva por el reparto de la renta. Las formas y los resultados de esa pugna dependen de factores tanto económicos como sociopolíticos. Por eso, en una misma economía se pueden suceder períodos con mayor o menor grado de conflicto social; o bien, en un mismo período, comparando distintas economías nacionales pueden observarse importantes diferencias en las condiciones y las consecuencias de la pugna distributiva. Resulta evidente que el trabajo no es un simple factor de producción, ni una mercancía más, ni su remuneración responde sólo a las condiciones técnicas de un mercado donde un tipo de agente se ofrece a trabajar y otro demanda ese trabajo. hecho porpoco la evidencia histórica es que la del plena utilización de los recursos disponibles de capital yOtro trabajo esconstatado una situación frecuente. La mayor parte tiempo las empresas y el conjunto de la economía mantienen capacidades productivas infrautilizadas y niveles fluctuantes de desempleo. Tampoco el dinero es una mercancía más que como otros bienes y servicios sirva para ser utilizada en los procesos productivos o para satisfacer el consumo. La creación y el precio del dinero no dependen de condiciones técnico-productivas, sino de convenciones sociales en las que se le atribuyen funciones específicas como medio de pago o como reserva de valor. Por ese motivo, mo tivo, las empresas privadas que se ocupan del dinero y de los activos financieros también son singulares, tienen sus propios intereses y ejercen funciones en la economía que son significativamente distintas a las que realizan las empresas que producen o distribuyen bienes y servicios. Por último, tampoco resulta complicado observar que la trayectoria que sigue cualquier economía es irregular y fluctuante, ajena por completo a cualquier situación de equilibro. La dinámica de cada economía describe sucesivos movimientos cíclicos a lo largo del tiempo, con intervalos de auge, en los que se registran mayores crecimientos, que se interrumpen y dan paso a intervalos de crisis, donde prima el estancamiento o el retroceso de la producción.
En definitiva, el poder económico es de carácter dinámico a lo largo del curso histórico, lo cual obliga a concretar el análisis del capitalismo en el tiempo, es decir, según cual sea el período de referencia. De ese modo, contemplando la trayectoria del sistema durante los últimos 250 años se aprecia que, junto con la permanencia de los rasgos que conforman su matriz, de manera periódica se han ido modificando las características concretas del proceso económico y del ejercicio de poder, dando lugar a sucesivos regímenes de acumulación2. Por tanto, cada régimen de acumulación es el patrón específico bajo el que se organiza el funcionamiento de la economía capitalista.
2 Este
concepto es sinónimo de otros que utilizan distintos autores y corrientes, incluidos
nosotros mismosdeenacumulación”, textos anteriores (Palazuelos, 1986) 1986), tales como “modelo de acumulación” , “patrón o “estructura social de ,acumulación” , para designar las sucesivas etapas de la trayectoria histórica del capitalismo. 23
Siendo así, el recorrido histórico del capitalismo discurre a través de sucesivas etapas, cada una de las cuáles consta de dos fases. Una es ascendente, ascendente, en la que los fundamentos del régimen de acumulación garantizan la reproducción de las condiciones de producción, distribución y acumulación; de forma que las variaciovar iaciones que acontecen en dicha fase son poco significativas y no modifican el proceso económico y las relaciones de poder establecidas. La otra fase es de crisis y transformación, debido formación, debido a que las dificultades surgidas en los componentes del proceso económico y en las relaciones de poder provocan la inestabilidad y la paulatina desestructuración del patrón organizativo del régimen vigente. Al cabo del tiempo, los cambios gestados durante la crisis alumbran modificaciones de gran alcance que, en determinados contextos, conducen a la transformación del régimen, abriéndose entonces otro período histórico. Expresado de forma sintética, cada régimen de acumulación surge tras un tiempo de crisis en el que se gestan transformaciones profundas de carácter tecnológico e institucional. De un lado, las transformaciones tecnológicas originan un fuerte aumento de las capacidades productivas, a la vez que nuevas formas de comercialización y de financiación de los productos. De otro lado, esas mismas transformaciones alteran también los mecanismos de distribución de la renta y amplían el potencial de acumulación de la economía. Paralelamente, se genera una intensa conmoción del marco institucional según los cambios promovidos en las relaciones de poder, dando lugar a nuevos vínculos entre capital y trabajo, entre las diferentes fracciones del capital, en las formas de organización social y en las funciones del Estado hacia la actividad económica, que igualmente modifican la distribución de la renta y la dinámica de acumulación. Una vez que se ha consolidado, cada régimen de acumulación se desenvuelve a través de secuencias cíclicas cuya duración aproximada es de unos seis, ocho o diez años, en las que tras unos años de intenso crecimiento llegan otros en los que el crecimiento se frena o incluso se detiene. De forma esquemática, esas secuencias cíclicas se pueden explicar a partir del siguiente comportamiento de las principales variables macroeconómicas: 1) Los empresarios deciden invertir cuando consideran que pueden lograr un beneficio que valoran como satisfactorio. Es decir, porque esperan que el incremento de producción resultante de esa inversión tendrá una demanda suficiente y, por tanto, la venta de la producción proporcionará una tasa de beneficio (respecto a su stock de capital) satisfactoria. 2) La inversión de cada empresa estimula la producción de otras, a la vez que genera una mayor dotación de capital (K) que en el futuro incrementará su propia producción (Y) y elevará su beneficio (B). 3) El beneficio empresarial depende, por tanto, de la inversión realizada; pero también depende del aumento de la producción que se derive del gasto efec efectuado tuado por el gobierno, de las exportaciones netas y del de l consumo privado. 4) La tasa de beneficio (B/K) está doblemente condicionada por la eficiencia de la inversión realizada, a través del doble impacto que genera en el incremento del capital y de producción (ratio Y/K), y por la distribución de la renta que resulta de la pugna distributiva entre los asalariados y los empresarios (ratio B/Y) y entre las fracciones de capital. 5) Las condiciones de incertidumbre radical en las que se desenvuelve la economía, como consecuencia de que el futuro es desconocido, afectan a las relaciones entre las variables mencionadas y hacen que los impulsos sobre el crecimiento sean inestables. Así, las decisiones de inversión se toman según las expectativas de beneficio, pero posteriormente la tasa de beneficio real depende de la eficacia de esas inversiones y de la pugna distributiva. Por tanto, esa tasa real puede diferir 24
de la esperada (por encima o por debajo) y ese desajuste condicionará las nuevas decisiones de inversión. 6) El potencial de inestabilidad es más agudo cuando gran parte de la inversión se lleva a cabo con financiación obtenida en los mercados de dinero y de capitales. De ese modo, la inestabilidad intrínseca de los mercados financieros se traslada a las decisiones de inversión y, por tanto, a los resultados productivos y distributivos. 7) La inestabilidad recurrente hace que la dinámica de acumulación describa una trayectoria cíclica que va alternando intervalos de auge que registran un mayor crecimiento (I, K, Y, B) durante varios años con intervalos de recesión en los que el crecimiento de esas variables se reduce o incluso decrecen sus valores absolutos Consecuentemente, la trayectoria histórica del capitalismo presenta dos tipos de movimientos. En el largo plazo de varias décadas se suceden los períodos de vigencia de los regímenes de acumulación, con una fase ascendente basada en profundas transformaciones tecnológicas e institucionales y otra descendente en la que esas transformaciones declinan. En el medio plazo, plazo, aproximadamente cada década, dentro de un régimen de acumulación, la dinámica macroeconómica de las variables señaladas origina ciclos que van alternando intervalos de auge con mayor crecimiento e intervalos de crisis con estancamientos o retrocesos.
4. LA ECONOMÍA MUNDIAL Y SUS ETAPAS: COMPONENTES Y ARTICULACIONES Habitualmente se hace mención de forma coloquial a la “economía mundial”, como si se tratase de una entidad de referencia tan evidente ev idente que no necesita ningún tipo de aclaración. De forma genérica, la economía mundial queda asociada con una visión espacial en la que el mundo es un territorio de escala planetaria en el que discurren las actividades y las relaciones económicas mundiales mundiales.. De ese modo, se tiende a identificar la Economía Mundial con el agregado que integra a todas las economías nacionales. Así lo sugiere, por ejemplo, la utilización de una variable como el “PIB el “PIB mundial” para la cual se suele calcular su ritmo anual de crecimiento. Sin embargo, ni siquiera los organismos que utilizan ese indicador son capaces de extenderlo a otras variables básicas como la productividad, el empleo, la inversión o el consumo mundiales mundiales.. Además, cualquier agregación de los datos nacionales deja sin considerar las actividades que no se ciñen a un espacio nacional porque son trasversales y se desarrollan a escala esc ala global. También es habitual que se identifique a la economía mundial con las actividades entre economías (inter-nacionales), es decir, con lo que comúnmente se denominan las relaciones económicas internacionales. De ese modo, consideran ambos términos como sinónimos y los asocian con la variedad de modalidades de intercambio entre economías, es decir: comercio de bienes y servicios, inversiones extranjeras directas, migración de mano de obra, intercambios financieros y vínculos entre monedas. Sin embargo, en sentido estricto, en la economía mundial no sólo se intercambian esos flujos entre economías nacionales, sino que también interactúan empresas, estados, organismos internacionales y otros jugadores, que son los que llevan a cabo esos intercambios. Igualmente, cuando desde las economías nacionales entran y salen bienes, servicios o capitales, ellas mismas mis mas quedan interconectadas, no de una forma aleatoria o casual, sino según las características y las dimensiones de los flujos que intercambian y según los vínculos que establecen sus respectivos jugadores. 25
Por tanto, las deficiencias de los dos tipos de acercamientos a los que nos hemos referido inducen a considerar diversos aspectos desde los cuales precisar lo que entendemos por Economía Mundial. Ésta no se define desde una visión espacial (como un lugar), aunque efectivamente incluya las posiciones posic iones exteriores que ocupan las economías nacionales. Tampoco se define por las modalidades de intercambio, aunque los flujos de comercio y capitales sean otro de sus componentes. A su vez, el desarrollo de esos intercambios y los vínculos entre economías nacionales son llevados a cabo por un conjunto de sujetos o jugadores que actúan más allá de esas fronteras nacionales. Consecuentemente, la Economía Mundial tiene tres tipos de componentes (jugadores, flujos, economías) que establecen un conjunto de interacciones o articulaciones entre sí. De forma aislada, ninguno de los componentes y ninguna de las articulaciones concretas explican cómo funciona la Economía Mundial, puesto que ésta no sólo es más que la suma de las economías nacionales y más que la suma de las modalidades de intercambio. Desde un enfoque de carácter sistémico cabe plantear que la Economía Mundial está dotada de componentes y articulaciones, los cuales conjuntamente configuran una realidad úni única ca (una totali totalidad) dad) distinta. Una realidad que se puede analizar y, y , por tanto, se convierte en objeto de estudio para comprender cuáles son sus fundamentos y cómo funciona a lo largo del tiempo. Siendo así, los componentes y las articulaciones de la Economía Mundial poseen los rasgos de la matriz sistémica del capitalismo, es decir, forman parte de un modo específico de organizar la producción, la distribución y la acumulación, regidas por unas relaciones de poder que otorgan a los poseedores de capital una posición dominante sobre los asalariados. Pero, a su vez, las tendencias dinámicas del sistema dan a lugar a sucesivos regímenes de acumulación, es decir, a modificaciones sustantivas del proceso económico y de las relaciones de poder. Por tanto, esas modificaciones involucran también a la Economía Mundial. Cada régimen de acumulación lleva asociado unas características propias de la Economía Mundial en sus dos niveles simultáneos: componentes y articulaciones. De esa manera, la sucesión de regímenes es también una sucesión de etapas de la Economía Mundial, ya que van cambiando tanto los jugadores, los flujos y las economías nacionales que dominan, como los vínculos v ínculos que establecen entre ellos. Así, en el siglo XVII con la consolidación c onsolidación del capitalismo mercantil, ciertos estados europeos y pequeños grupos de grandes comerciantes ejercieron como jugadores dominantes. En la segunda mitad del siglo s iglo XX fueron las compañías transnacionales las que ganaron protagonismo, junto con ciertos organismos de alcance mundial o regional. Igualmente, a lo largo del tiempo las modalidades de intercambio (comercio, inversión productiva, migraciones, finanzas y monedas) han ido alternando la magnitud de sus flujos y la importancia de sus mercados a escala mundial. Lo mismo cabe afirmar de los vínculos entre las economías nacionales, donde las potencias dominantes y la relevancia de otras han ido cambiando dando lugar a sucesivas variantes de inserción externa. Por tanto, el análisis de la Economía Mundial requiere que se especifiquen las características de cada uno de sus tres componentes en un período determinado: Jugadores con c on poder transnacional : identificación, resortes de su poder, ventajas que les proporciona y mecanismos de reproducción. Modalidades de intercambio principales: principales: magnitud de los flujos, características de los mercados y ventajas que generan. Inserción exterior de las economías nacionales: nacionales: jerarquías relativas, ámbitos internos vinculados al exterior, ventajas y/o restricciones que generan.
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Diagrama 1. Representación sist sistémica émica de la Economía Mundial
JUGADORES
MODALIDADES DE INTERCAMBIOS
Relaciones de poder INSERCIÓN EXTERIOR DE ECONOMÍAS NACIONALES
Igualmente, en cada etapa cambian los elementos y las relaciones internas de cada componente. Así, entre los jugadores transnacionales cabe analizar cuáles son los actores principales principales y secundarios, y los vínculos que establecen entre ellos, dependiendo de los resortes de poder que poseen. Lo mismo sucede entre las modalidades de intercambio, ya que en cada etapa se establecen relaciones distintas entre el comercio, las inversiones, las monedas y los movimientos financieros; manteniendo distintos grados de predominio, complementariedad o autonomía. Entre las posiciones externas, la inserción de las economías varía según los vínculos, jerárquicos unos y trasversales otros, que entablan unas con otras. Por consiguiente, los tres componentes establecen múltiples vínculos a través de sus respectivos elementos constitutivos. Es así que los jugadores principales son los mayores protagonistas de los intercambios y los que condicionan en mayor medida la inserción externa de las economías nacionales. Pero, a la vez, el carácter y la intensidad de cada modalidad de intercambio explican la preponderancia de unos u otros jugadores y condicionan las jerarquías entre las economías. A su s u vez, la posición externa de cada economía condiciona el comportamiento de sus jugadores y la evolución de sus intercambios. Se trata de relaciones intra e inter componentes que pueden ser más o menos intensas y más o menos estables. La intensidad está asociada con el sentido de causalidad entre los elementos de cada componente y entre los componentes. La estabilidad está asociada con el grado de permanencia de cada elemento y de la influencia de cada componente en el funcionamiento de la Economía Mundial. En términos agregados, la intensidad y la estabilidad son mayores durante la fase ascendente de cada régimen de acumulación, mientras que tienden a reducirse en las fases descendentes, es decir, en tiempos de crisis cuando se desestructuran las condiciones vigentes del proceso económico y de las relaciones de poder. Así, el dominio de unos u otros jugadores principales origina situaciones de hegemonía exclusiva o compartida, promoviendo vínculos más o menos cooperativos o conflictivos. El predominio de cada modalidad de intercambio favorece la integración de jugadores y economías nacionales, o bien acentúa los factores de inestabilidad y de pugna. Las jerarquías entre economías contribuyen al desarrollo de los intercambios y a la consolidación de los principales jugadores, o bien son factores de incertidumbre y de cambio de expectativas que afectan al desarrollo de los flujos y a la actuación de los jugadores. 27
Por tanto, el análisis de la Economía Mundial requiere que se especifiquen las articulaciones: Internas Internas a cada componente: entre los jugadores principales y secundarios; entre las modalidades de intercambio y entre las economías ec onomías nacionales. Entre Entre los los componentes: jugadores-flujos; flujos-inserciones nacionales; inserciones-jugadores. Según este planteamiento, el término de “interdependencia” , con el que frecuentemente se califican los vínculos existentes en la Economía Mundial, debería sustituirse por otro más preciso como “interpenetración”. No se trata sólo sólo de conexiones o de influencias recíprocas, sino de vínculos estructurales (articulaciones) que forman bucles reproductivos. De esa forma, cada componente (y los elemento que lo integran) y cada relación bilateral sólo cobra auténtico significado cuando se identifica cuál es su función f unción en la Economía Mundial.
Diagrama 2. Representación de la trayectoria histórica de la Economía Mundia Mundiall
MATRIZ CAPITALISTA • PROCESO ECONÓMICO: Producción / Distribución / Acumulación Acumulación • RELACIONES DE PO PODER: DER: Dominio Dominio del del capital
RÉGIMEN DE ACUMULACIÓN • Forma específica del proceso económico y de las relaciones de poder del sistema • Patrón organizador de los fundamentos de la economía mundial
ETAPAS DE LA ECONOMÍA MUNDIAL jugadores, flujos y economías nacionales nacionales • Principales articulaciones intra e inter componentes componentes
5. ECONOMÍA POLÍTICA MUNDIAL: U UNA NA DISCIPLINA CON UN ENFOQUE Conforme a los planteamientos que se han ido argumentando en los apartados anteriores, en este apartado final del capítulo podemos definir la Economía Política Mundial. Es una disciplina académica basada en un enfoque sistémico de Economía Política, cuyo objeto es analizar la Economía Mundial a partir de los fundamentos que determina su régimen de acumulación. acumulación. En nuestro caso, el análisis se centra en el en el funcionamiento de la Economía Mundial que corresponde al régimen vigente durante las últimas décadas. Precisando mejor cada una de las cuatro partes de esa definición: 28
Es una disciplina académica. La EPM posee un cuerpo organizado de conocimientos que se basa en las teorías aportadas por autores que pertenecen a distintas tradiciones de pensamiento económico y que se enseña en las universidades y otros centros especializados. s istémico de Economía Política. Según este enfoque, el Se basa en un enfoque sistémico capitalismo es un sistema económico cuya matriz determina los rasgos singulares de su proceso económico (producción— (producción—distribución distribución— —acumulación) y de sus relaciones de poder, distintas de las que caracterizan a otros sistemas. Su objeto es analizar el funcionamiento de la Economía Mundial, considerada como una totalidad que consta de tres componentes y de una diversidad de articulaciones. Los fundamentos de la Economía Mundial dependen del régimen de acumulación vigente, por lo que su conocimiento requiere de un sentido histórico que relacione esos fundamentos con las condiciones que corresponden a cada etapa del capitalismo. En nuestro caso, el análisis está referido a la Economía Mundial correspondiente al régimen de acumulación que se fue configurando en los años ochenta del siglo XX y se consolidó en las dos décadas posteriores. En el próximo capítulo se explica las razones por las que denominamos a ese régimen con los calificativos de “transde “transnacional y financiarizado”. financiarizado”. Siendo así, la propuesta de EPM que se expone en este libro se sitúa en las antípodas de dos maneras de entender la trayectoria de la Economía Mundial. Una presenta ese discurrir histórico como si estuviera sometido s ometido al cumplimiento inexorable de leyes estrictas y atemporales, atemporales, a modo de un “curso natural” . La otra presenta esa trayectoria como si obedeciera a motivaciones subjetivas y a cconfabulaonfabulaciones maniqueas por parte de ciertos jugadores que ejercerían un poder discrecional y casi omnipotente. Al contrario de ambas lecturas, la EPM considera que la Economía Mundial tiende a reproducir de modo cambiante la matriz sistémica del capitalismo, de manera que su trayectoria histórica combina la continuidad de ciertas pautas causales con el surgimiento de otras nuevas, con frecuencia, inesperadas o contingentes, contingentes, cuyos mecanismos someten a la Economía Mundial a esa continua dinámica de cambios. Nuestra propuesta de EPM es claramente deudora de las aportaciones hechas por muchos trabajos publicados por las distintas escuelas académicas de International/Global Political Economy . Se trata de una disciplina reciente, surgida durante los años setenta del siglo XX en las universidades anglosajonas como International Political Economy (IPE). (IPE). Su creación corrió a cargo c argo de politólogos que consideraron la necesidad de incorporar los factores económicos al estudio de las relaciones internacionales. Según Susan Strange (1970), autora de uno de los trabajos seminales de IPE, era necesario superar el olvido mutuo que existía entre las relaciones políticas y las relaciones económicas internacionales. De ese modo, comenzó a desarrollarse un espacio académico interdisciplinar, que en la mayoría de las universidades se sigue ubicando en los departamentos de análisis político y/o de relaciones internacionales, bien con la denominación de IPE o bien con la de Global Political Economy que en nuestro idioma sería equivalente a Economía Política Mundial 3.
3 Los
principales trabajos de la disciplina hasta mediados de los años noventa se encuentran recopilados y clasificados por temas en Baldwin (1993), Chase-Dunn (1995), Grieco (1993) y Young (1996). Entre los manuales y presentaciones académicas académicas más recientes, destacan los de Blyth (2010), Cohen (2008, 2014), Cohn (2008, 2011), Frieden y Lake 29
El recuadro 3 presenta una síntesis de las ideas más relevantes de las distintas escuelas y permite apreciar algunas de las discrepancias que mantienen4. Pese a tales diferencias, los numerosos trabajos publicados dentro de esa disciplina, nos han proporcionado tres contribuciones fundamentales. La primera es que las relaciones internacionales y dentro de ellas las de carácter económico están determinadas por relaciones de poder, aunque este término recibe significados diferentes según los autores. La segunda es el empeño por conocer las características y las consecuencias que ese ejercicio ejercicio de poder ori origina gina en el funcionamiento de la Economía Mundial. La tercera es la necesidad de concretar los agentes o jugadores que ejercen el poder, los resortes con que lo ejercen y las ventajas que les proporciona. En otras palabras, los mejores trabajos de IPE/GPE, aunque estén elaborados desde enfoques distintos, mantienen una misma apuesta: conocer quién, cómo y para qué se ejerce poder en las relaciones económicas internacionales. El reto consiste en mantener esa apuesta para explicar los fundamentos y el funcionamiento de la Economía Mundial. No obstante, hay que considerar que la mayoría de los autores de IPE/GPE son especialistas que pertenecen a departamentos de Ciencia Política y de Relaciones Internacionales, por lo que su propósito central es explicar las relaciones internacionales. Por ese motivo, su análisis privilegia la esfera política y los factores institucionales, a los que incorporan las relaciones económicas según s egún el enfoque que predomine en cada escuela. En esa cuestión reside la principal diferencia que se deriva de nuestro enfoque sistémico de EPM, que no se limita a analizar las relaciones económicas inter-nacionales, sino que tiene como objetivo comprender los fundamentos que explican cómo funciona la Economía Mundial a través de las articulaciones que se establecen en cada uno de los tres componentes y entre ellos. De ese modo, las relaciones comerciales, inversoras, financieras y monetarias entre economías son sólo parte de un todo en el que esos flujos interactúan bajo el protagonismo de ciertos jugadores y la inserción exterior ventajosa de ciertas economías. Finalmente, antes de concluir este capítulo introductorio, deseamos dejar constancia de una ausencia notoria que presenta el planteamiento propuesto y, en consecuencia, los desarrollos posteriores que se realizan a lo largo del libro. Se trata de la falta de análisis acerca de la relación del sistema económico con el entorno natural. Este entorno es el soporte físico en el que se materializa el proceso económico y se despliega la actividad humana. Aporta los recursos primarios, acoge la convivencia social y recibe los residuos que ésta genera. En ese sentido, el sistema económico es un subsistema que pertenece al sistema físico del planeta y, por tanto, está permanentemente articulado con él. Sin embargo, este libro se (2000), O´Brien y Williams (2010), Oatley y Winecolf (2014), Paine y Phillips (2014), Ravenhill (2008) y Watson (2005). 4 Resulta ilustrativa la variedad de posiciones acerca del objeto de la disciplina, entre las que nos limitamos a citar cinco ejemplos. Según Gilpin (1987: 43), el ámbito de la disciplina es “la interacción recíproca y dinámica de las relaciones internacionales que buscan la riqueza y el poder”. poder”. Según Ravenhill (2008:19), la “IPE es el campo de investigación cuyo objeto de estudio es la interrelación entre el poder público y el privado en la l a asignación de recursos limitados”. Tratando de precisar la posición de la escuela británica, Watson (2005) señala que el objeto de la IPE es “la relación entre las fuentes de poder duro y blando y los recursos económicos nacionales”. nacionales ”. Según Frieden y Lake (2000) estudia “la interacción entre la ciencia económica y la ciencia política en el espacio mundial” . mundial” . Según Gill y Law (1988) la disciplina es la “interacción de economía, política y relaciones internacionales”. cionales”. 30
limita a poner el foco del análisis en el funcionamiento del sistema económico, remitiendo el tratamiento de la relación economía-entorno natural a los trabajos de otros autores que se han especializado en el análisis anális is de esa relación5. Tan sólo en el capítulo final se incorpora un apartado que resalta la gravedad de los problemas ambientales asociados principalmente al cambio climático.
BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAF ÍA BÁSICA Bowles S. y Edwards R. (1990): Introducción a la economía: competencia, autoritarismo y cambio en las economías capitalistas, capitalistas, Ariel, Barcelona. Cohen B. (2008): International Political Economy: An Intellectual History , Princeton University Press, New Jersey. Dockes P. (1999): Pouvoir et autorité en économie, Economica, París. O´Brien R. y Williams M. (2013): Global Political Economy , Palgrave, Nueva York. Palazuelos E. (2000): Contenido y método de la economía, economía, Akal, Madrid.
5 Véanse,
Aguilera (1998), Azqueta (2007), Carpintero (1999, 2006), Field (2003), Harris (2002), Martínez Alier (1999), Martínez González Tablas (2000, 2007) y Naredo (1987, 1993). 31
Recuadro 3 ESCUELAS DE ECONOMÍA POLITICA INTERNACIONA INTERNACIONALL La mayoría de los textos básicos de la disciplina mantienen clasificaciones similares a la tipología que propuso Robert Gilpin (1987) acerca de tres posiciones diferenciadas. Si bien, como sucede con cualquier clasificación, se reconoce que cada una de esas posiciones incluye autores que mantienen notables diferencias entre sí; a la vez que autores clasificados en diferentes escuelas pueden mantener importantes concordancias con otros ubicados en escuelas distintas. a) LA ESCUELA REALISTA se desarrolló a partir de las aportaciones del propio Gilpin (1975, 1987, 2000, 2001) que sigue siendo la principal referencia teórica. Su evolución posterior ha dado lugar a que los autores agrupados en esa corriente sean denominados neo-realistas. Su posición puede sintetizarse si ntetizarse en cinco proposiciones principales, erigidas desde la premisa de que las relaciones internacionales son relaciones entre estados. Como primer rasgo, señalan que el análisis de las relaciones internacionales i nternacionales debe centrarse en las características de los estados nacionales y que los factores que determinan esas relaciones son fundamentalmente de carácter político. Como segundo rasgo, consideran que, en tanto que depositarios de la soberanía nacional, la actuación internacional de los estados responde fundamentalmente a los intereses nacionales, esto es, a los intereses comunes de la colectividad de cada país. Por ello, en tercer lugar, la actuación ac tuación de los estados está guiada guia da por criterios racionales. En el caso de las grandes potencias su objetivo es lograr que su poder exterior les otorgue ventajas políticas y económicas, esto es, según los términos que utilizan, poder y riqueza. En consecuencia, como cuarto rasgo, las relaciones internacionales son objetivamente relaciones conflictivas entre estados en un juego de suma cero, por lo cual las ventajas (cuotas de poder y riqueza) de unos suponen pérdidas para otros, dando lugar a una modificación del statu quo previo. Por tanto, como quinto rasgo, el orden internacional se asienta en una distribución desigual del poder que varía a lo largo del tiempo. En ese sentido, la teoría de la “Hegemonía” defendida por autores realistas sostiene que –ante las tensiones y los conflictos interestatales – la existencia de un hegemon o Estado hegemónico favorece el orden internacional en la medida en que garantiza la estabilidad, la resolución de los conflictos y la prosperidad; sin ignorar que esas potencias se guían por intereses propios, políticos y/o económicos. B) LA ESCUELA LIBERAL emergió a raíz de las aportaciones de Robert Keohane (1977, 1984), su principal referente teórico, que cuestionaban el predominio académico del enfoque realista. Sus formulaciones alternativas se sintetizan en cinco rasgos principales, basadas en la premisa de que las relaciones internacionales se conforman a través de la diversidad de individuos que interactúan en los mercados. Como primer rasgo, señalan que el análisis de las relaciones internacionales i nternacionales debe centrarse en las características de los mercados, los cuales funcionan adecuadamente cuando se comportan según el enfoque de la Economics propuesto por la tradición neoclásica. Por tanto, los factores económicos prevalecen sobre los políticos en las relaciones internacionales. Como segundo rasgo, consideran que los estados se ocupan de las relaciones políticas y se centran en la defensa del orden interno, la seguridad nacional y la cooperación; de modo que su función está separada de las relaciones económicas que se desarrollan a través de los mercados. Por ello, el tercer rasgo consiste en que las relaciones internacionales basadas en el funcionamiento de los mercados dan lugar a relaciones de interdependencia entre las naciones que proporcionan beneficios beneficio s mutuos si no sufren interferencias adversas de carácter político. En consecuencia, como cuarto rasgo, las relaciones internacionales basadas en los mercados favorecen el crecimiento económico, aumentan la riqueza de las naciones y de sus ciudadanos, y no se basan en el ejercicio de la fuerza como factor principal. En este sentido, la teoría del “Liderazgo” propone que la existencia de empresas y naciones que ocupan las posiciones más avanzadas –merced a sus capacidades tecnológicas, financieras y otros factores económicos – es ventajosa para el resto de las empresas y naciones porque contribuyen a mejorar el funcionamiento de los mercados competitivos y estimulan sus futuras capacidades. Por tanto, como quinto rasgo, el orden basado en el internacionalismo liberal no es un juego de suma cero, sino que genera ventajas (aunque sea en distintos grados) para todas las naciones que participan en las relaciones económicas internacionales basadas en los mercados. Se trata, pues, de un juego cooperativo con resultados res ultados favorables donde las relaciones internacionales son impulsadas por la “Economía” (mercados)” y son garantizadas por la “Política” (estados). Los conflictos surgen cuando se promueven actuaciones que distorsionan el funcionamiento de los mercados y/o se alejan de la cooperación basada en el internacionalismo liberal. 32
c) La tercera alternativa, según la clasificación de Gilpin, era la ESCUELA MARXISTA, si bien después conforme fue incluyendo a otras corrientes disidentes de las escuelas realista y liberal, su denominación ha recibido otros nombres como ESTRUCTUR ESTRUCTURALISTA ALISTA O RADICAL. La pretensión de mantener una clasificación “trinitaria” hace que esta tercera posición tenga unos contornos bastante difusos debido a la diversidad de formulaciones y de procedencias del conjunto de autores disidentes. Ese hecho hace más complicado sintetizar cuáles son las premisas que los identifican, aunque sí cabe destacar varios rasgos que pueden considerarse relativamente comunes. En primer lugar, consideran que los estados y la actividad económica se desenvuelven en espacios territoriales (naciones) cuyos sujetos son grupos sociales (clases) cuyos intereses son distintos o antagónicos. En segundo lugar, esa ni diferencia de intereses conflictos económicos y políticos que no se armonizan a través de los mercados se identifican con los origina objetivos nacionales que defienden los estados. Esas diferencias condicionan el desarrollo de las relaciones económicas y políticas, ya que influyen en la actuación de los estados y en la trayectoria de los procesos económicos. Por tanto, en tercer lugar, la economía y la política constituyen esferas interrelacionadas, tanto en el interior de las naciones como en sus relaciones internacionales. Siendo así, en cuarto lugar, las divergencias de intereses y los conflictos sociales intra-nacionales se trasladan a las relaciones internacionales a través de las actuaciones de los estados y de las organizaciones que agrupan a los sujetos económicos. Por último, en quinto lugar, esas divergencias de intereses se trasladan también al ámbito de las ideas dominantes, de modo que la hegemonía ideológica favorece el statu quo dominante que ejercen los grandes poderes económicos y políticos, interesados en ocultar o bien en justificar ese dominio que favorece a sus intereses. Según la propuesta de inspiración gramcsiana gramc siana defendida por Robert Cox, los grupos sociales dominados han de considerar que la esfera ideológica es un ámbito imprescindible en el que defender las ideas que cuestionen el dominio de esos grandes poderes dominantes con el objetivo de lograr legitimidad social para sus intereses alternativos. La superioridad académica inicial que ostentaba la escuela realista en las universidades anglosajonas fue siendo sustituida o compartida por la creciente influencia de la escuela liberal. li beral. Así fue como se impuso la primacía de una
IPE que pretende construir una disciplina académica según los cánones de la “ciencia normal” (al modo de la
Física y otras ciencias de la naturaleza) mediante la codificación de las tesis formuladas por la tradición neoclásica, acompañada por la profusa utilización de métodos econométricos. Simultáneamente, la ampliación del espacio académico de la IPE hizo que numerosos autores de ambas escuelas se esforzaran por atenuar sus diferencias con el fin de establecer unos planteamientos comunes de IPE, a la vez que incorporaban también algunas propuestas surgidas desde nuevas perspectivas. Es el caso de las tesis constructivistas acerca de la interacción interacción entre los estados y los mercados, que incorporaron elementos de análisis sobre los motivos que explican el comportamiento de los actores sociales. Consideran para ello cómo se configuran las identidades y los criterios de decisión de esos actores a través de una combinación de ideas, normas e intereses. En paralelo, también ganaron presencia las posiciones heterodoxas definidas en primera instancia por su disconformidad con las tesis ortodoxas que dominaban el espacio académico en la mayoría de las universidades y otros centros de investigación dedicados al análisis de las relaciones internacionales. En ese sentido, s entido, muchos textos de IPE recogen la existencia de una British School disidente disidente de la American School , simbolizando ésta el dominio académico-ideológico en la disciplina. Sin embargo, esa escuela británica, cuyas principales figuras son Strange (1988, 1994, 1996) y Cox (1986, 1987, 1996), incluye autores con propuestas diferentes, con orígenes nacionales distintos y cuya actividad también tiene lugar en universidades que no pertenecen al Reino Unido.
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2 EL SURGIMIENTO DE UNA NUEVA ETAPA DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Este capítulo explica cómo se formó el régimen de acumulación que durante los años ochenta y noventa dio lugar a la etapa actual de la Economía Mundial. El nuevo régimen se configuró tras un proceso de crisis y transformación del régimen precedente. Fue el resultado de la combinación de factores sistémicos, propios de la matriz capitalista, y de factores históricos surgidos a través de sucesivos cambios a lo largo de décadas. Primero se exponen las características de la Economía Mundial durante los años cincuenta y sesenta bajo el régimen de la Edad de Oro. Después se explica la crisis de aquel régimen a lo largo de los años setenta y ochenta, a través de dos facetas complementarias: la quiebra del funcionamiento anterior y el surgimiento de nuevas condiciones. Por último, se aborda la consolidación de un nuevo régimen (transnacional y financiarizado) que sustenta una nueva etapa de la Economía Mundial. Sus rasgos básicos se esbozan al final del capítulo y se analizan con detalle en los siguientes capítulos. CONTENIDO 1. La Economía Mundial Mundial bajo el régimen de llaa Edad de O Oro. ro. 2. La crisis como tiempo de ruptu rupturas. ras. 3. La crisis como tiempo de de transformaci transformaciones. ones. 4. Nueva etapa de la Economía Mundi Mundial al bajo un nuevo nuevo régimen de acumulación.
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1. LA ECONOMÍA MUNDIAL BAJO EL RÉGIMEN DE LA EDAD DE ORO El término “Edad de Oro” se utiliza para referirse al período posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando las economías desarrolladas, muchas no desarrolladas y el conjunto de la Economía Mundial experimentaron un crecimiento rápido, prolongado y bastante estable durante más de dos décadas. Por tanto, hasta la fecha fec ha actual, el régimen de acumulación que propició aquel crecimiento ha sido el que ha mostrado los mejores resultados económicos en la historia del capitalismo (Marglin y Schor, 1991; Palazuelos 1986; Cornwall, 1977). 1 977).
1.1. Fundamentos del régimen de acumulación Como todo régimen, el de la Edad de Oro se cimentó en un conjunto de transformaciones tecnológicas e institucionales que modificaron las condiciones del proceso económico y el ejercicio de las relaciones de poder. La actividad productiva experimentó grandes cambios que dieron lugar a un fuerte incremento de la productividad del trabajo, sobre todo en las ramas industriales que incorporaban mayor progreso tecnológico y mano de obra más cualificada. Esa importante mejora de la productividad, junto con los cambios institucionales que se exponen más abajo, hizo posible que se alterasen las condiciones del reparto de la renta entre beneficios y salarios. A su vez, los cambios en la producción y en la distribución dieron lugar a un nuevo contexto que hizo compatible la mejora del nivel de bienestar de la mayoría social con el fortalecimiento de la capacidad de acumulación de los propietarios de las empresas (Aglietta, 1979; Palazuelos, Pa lazuelos, 1986). A su vez, la transformación del marco institucional de las economías desarrolladas hizo posible el establecimiento de dos tipos de pactos que garantizaban la reproducción del proceso económico y, en consecuencia, la dinámica de acumulación. Un primer pacto era de carácter social y fue acordado por los propietarios y los asalariados, bajo formas organizativas y contractuales distintas según los países. Dicho pacto permitía gestionar la pugna distributiva mediante un reparto de la renta entre beneficios y salarios que favorecía el crecimiento de la demanda interna, tanto por el lado de la inversión como por el lado del consumo. Un segundo pacto era de carácter político y fue acordado entre los partidos socialdemócratas y conservadores que dominaban los respectivos parlamentos. Dicho pacto otorgaba al Estado el derecho y la responsabilidad de llevar a cabo unas políticas económicas favorables a la expansión, la búsqueda del pleno empleo, la regulación del ciclo económico y la cobertura de un conjunto c onjunto de servicios sociales que permitían corregir la tendencia del sistema a la desigualdad social (Armstrong et al., al., 1991; Marglin y Schor, 1991). Por tanto, como en los anteriores regímenes de acumulación, el espacio nacional seguía siendo el ámbito fundamental en el que se s e reproducía el proceso económico, se ejercía el poder y se garantizaba la dinámica de acumulación. En él actuaban los principales actores, esto es las grandes empresas, las organizaciones sindicales y las instituciones estatales, es decir, los protagonistas de aquellos dos pactos. De hecho, hubo un tercer tipo de pacto que, en primera instancia, se estableció precisamente para reforzar la primacía de los espacios nacionales. Se trató de un pacto internacional, firmado por los gobiernos en Bretton Woods, con el propósito de hacer compatible la expansión del comercio c omercio internacional y la estabilidad de las monedas con el reforzamiento de la autonomía de los gobiernos nacionales para decidir las políticas económicas más adecuadas en cada país. Por tanto, incluso
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los ámbitos en los que se fortalecieron los vínculos internacionales, entre jugadores, flujos y economías nacionales, dependían de las decisiones que se adoptaran en los escenarios nacionales. En consecuencia, el poder económico seguía teniendo un carácter interno a las economías y su proyección a la Economía Mundial se limitaba a dos núcleos de poder internacional que se analizan en el siguiente s iguiente epígrafe. El primero residía en la fuerza que poseían el Estado, las compañías transnacionales y la inserción exterior de Estados Unidos. El segundo núcleo, con menor poder, residía en Europa Occidental y Japón, y se sustentaba en la (menor) fuerza exterior de sus gobiernos (nula en el caso de Japón), la expansión de sus compañías transnacionales y la influencia de varias de esas economías ec onomías sobre otras. Como veremos, el ejercicio de poder de ambos núcleos se concentraba en el comercio de bienes industriales intensivos en tecnología y capital, a los que se sumaba la posición dominante de la moneda estadounidense a escala mundial.
1.2. Componentes y articulaciones de la Economía Mundial a) Jugadores. El primer rasgo a destacar es la persistencia del mismo jugador principal que en los regímenes anteriores: los Estados-potencia. Desde el siglo XVI se fueron sucediendo distintos estados hegemónicos, desde las monarquías pioneras del mercantilismo colonial (portuguesa y española), a los estados impulsores del comercio industrial y las finanzas internacionales (Holanda, Inglaterra, Francia) hasta el estado dominante del siglo XX (Estados Unidos). Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, M undial, los estados tenían la capacidad legal y administrativa de regular la inserción exterior de sus economías. Podían determinar la intensidad y las condiciones de la apertura comercial, y de la entrada y salida de las inversiones directas, así como restringir los movimientos financieros con el exterior. No obstante, sólo un grupo de estados-potencia (con el estadounidense a la cabeza) ejercía como jugador internacional. Eran aquellos que poseían la capacidad de influir en otros estados, de forma bilateral o a través de los organismos internacionales. Su objetivo era lograr la creciente liberalización del comercio y de las inversiones directas, con el fin de favorecer a sus compañías transnacionales y la inserción exterior de sus economías (Armstrong et al ., ., 1991; Arrighi, 1999). En segundo lugar, durante las décadas de posguerra emergió un jugador que iría adquiriendo un creciente poder: las compañías transnacionales (CTN), que realizaban sus actividades productivas y comerciales en distintos países. Su capacidad tecnológica y financiera junto con su creciente participación en el comercio internacional les proporcionaba ventajas cada vez mayores y reforzaba sus resortes de poder en la Economía Mundial. En tercer término, los acuerdos entre los estados-potencia alumbraron otro jugador internacional compuesto por dos organismos multilaterales (FMI y BM) y un foro de negociación (GATT), dotados de ciertas capacidades de decisión que les convertían en actores secundarios de la Economía Mundial (Yeager, 1984; Palazuelos, 1986). Esa jerarquía de jugadores daba lugar a una gama variada de articulaciones establecidas entre ellos, unas veces reforzando y otras veces limitando sus respectivos resortes de poder. El vínculo más importante era el que relacionaba a los estadospotencia con las compañías transnacionales. En primerísimo plano destacó el nexo entre las instituciones estatales de EE.UU. y sus CTN, con un radio de actuación conjunto que se extendía por todo el mundo, con particular influencia en Europa Occidental, América Latina y Oriente Medio. En un segundo nivel se situaban los 37
principales estados y las CTN de Europa Occidental y de Japón, cuya transnacionalización fue posterior y su expansión se centró sobre todo en sus respectivas regiones. Por último, la posición de las organizaciones internacionales era claramente subalterna, sobre todo por la influencia que en ellas ejercían el gobierno de EE.UU. y sus acuerdos con otros estados-potencia. No obstante, esas organizaciones sirvieron para que otros estados tuvieran una presencia internacional que de otro modo les habría resultado inaccesible. b) Modalidades de intercambio. El comercio de bienes arrojaba las mayores cifras del conjunto de los intercambios y se componía cada vez más de productos industriales con creciente intensidad tecnológica y de capital, sobre todo maquinaria, vehículos de transporte y química (Lobejón, 2001; Palazuelos, 1986). En segundo término, comenzaron a destacar por su dimensión las inversiones directas en el exterior que daban lugar a la existencia de producción internacional, es decir, a la fabricación de productos industriales y a la prestación de servicios fuera del país al que pertenecían las empresas (CTN) productoras. Hasta mediados del siglo XX esa presencia productiva en el exterior se había concentrado en actividades primarias (extracción de minerales y cultivos agrícolas), siendo exigua la presencia de compañías industriales. Sin embargo, desde los años cincuenta se asiste a la proliferación de CTN que producen maquinaria, automóviles, bienes químicos (farmacia, droguería, cosmética), alimentos o textiles mediante empresas filiales instaladas en distintos países. En tercer lugar, los acuerdos adoptados en la Conferencia de Bretton Woods en 1944 favorecieron el intercambio de monedas gracias a la estabilidad que garantizaba un sistema monetario basado en la paridad fija de las tasas de cambio. Esa estabilidad cambiaria servía para fomentar el comercio y para eliminar la incertidumbre en torno a la cotización futura de cada divisa (Yeager, 1984; Rodrik, 2011). En cuarto lugar, aquellos acuerdos impusieron una estricta limitación a los movimientos financieros entre países, ya que los mecanismos para re-equilibrar las balanzas por cuenta corriente de las economías deficitarias no requerían la movilidad de capitales desde otras economías, salvo los modestos recursos aportados por los gobiernos al FMI para ese propósito. Siendo así, el intercambio de activos financieros (acciones, bonos de empresa, deuda pública) y de préstamos era reducido, de modo que la negociación de títulos y préstamos quedaba circunscrita al ámbito de cada economía nacional. Como consecuencia, aquellos acuerdos eliminaban las posibilidades de desarrollar prácticas especulativas a escala internacional mediante los intercambios de monedas y de activos financieros. El fuerte desarrollo de los intercambios señalados intensificó también los vínculos que mantenían entre ellos. De un lado, se fortaleció la articulación entre la producción internacional y el comercio de los bienes industriales, sobre todo los de mayor intensidad tecnológica. De otro lado, se fortaleció la articulación entre el comercio de monedas y la demanda de divisas para llevar a cabo el comercio internacional y las inversiones directas en el exterior. c) Inserción exterior de las economías nacionales. La mayor parte de las economías ampliaron considerablemente su inserción exterior. En primera instancia, la creciente vinculación de las dinámicas internas con las relaciones exteriores produjo un fortalecimiento de las jerarquías establecidas entre las economías desarrolladas y las no desarrolladas. Las primeras se especializaron cada vez más en industrias intensivas en tecnología y capital, mientras que las segundas mantuvieron su especialización en producciones primarias (minería, agricultura). La producción internacional contribuía a reforzar esa brecha, ya que las CTN concentraban sus inversiones en industrias avanzadas que se localizaban en las economías desarrolladas. 38
En segundo lugar, adquirió una dimensión destacada relevante la integración regional entre economías. Se trataba de un rasgo novedoso que sólo contaba con algunos modestos antecedentes, pero que adquirió relieve con la creación de la Comunidad Económica Europea. Esta CEE integró a seis economías industrializadas, que organizaron sus respectivas especializaciones productivas e impulsaron el comercio, tanto entre ellas como con el resto del mundo, lo que contribuyó a reforzar su posición conjunta en la Economía Mundial, por detrás de la jerarquía hegemónica que mantenía la economía estadounidense. Sin embargo, la expansión externa de las economías seguía constreñida en parte por la existencia de amplias regiones en las que las economías funcionaban en condiciones casi autárquicas y sometidas al poder de estados de tipo soviético. Así sucedía tanto en Europa Oriental, bajo dominio de la Unión Soviética, como en Asia Oriental, bajo dominio de China. La progresiva amplitud de la inserción externa dio lugar al estrechamiento de los vínculos entre las economías con mayor proyección exterior. Con ello, se acentuaron todavía más las relaciones jerárquicas entre las economías desarrolladas des arrolladas y las no desarrolladas, según sus respectivas especializaciones productivas y sus capacidades comerciales y financieras. A la vez, entre las primeras, se fue moderando la posición hegemónica de la economía de Estados Unidos debido al fortalecimiento comercial y productivo de las economías de Europa Occidental y Japón.
2. LA CRISIS COMO TIEMPO DE RUPTURAS 2.1. El declive del régimen de acumulación Las economías nacionales y la actuación de los estados en esos espacios se enfrentaron a obstáculos cada vez más difíciles de superar para reproducir el proceso económico. Por un lado, en los años setenta se hizo evidente que las economías desarrolladas no eran capaces de alcanzar a lcanzar ritmos de crecimiento de la productividad como los registrados durante las dos décadas anteriores. Surgieron así dificultades cada vez más intensas para garantizar el crecimiento de las economías, la eficacia de sus políticas reguladoras del ciclo económico, el control de las tensiones monetarias y la moderación de la pugna distributiva asalariados-propietarios. Por otro lado, se hicieron patentes las contradicciones que existían entre las políticas que los estados venían realizando en cada economía nacional y la creciente influencia de las compañías transnacionales, ya que los intereses de éstas superaban esos marcos nacionales, adquiriendo una proyección mundial (Aglietta, 1979; Cornwall, 1977). Ambos procesos derivaron en importantes cambios en cada espacio nacional, en la medida en que fueron convergiendo y fortaleciéndose los intereses de distintos grupos empresariales. Éstos reclamaban la doble ruptura del pacto social, por el que se distribuía la renta a partir del crecimiento de la productividad, y del pacto político, por el que el Estado desarrollaba sus funciones reguladoras y redistributivas. Esa convergencia favoreció también el e l creciente protagonismo de los grupos sociales que poseían la mayor parte de la riqueza financiera y de las entidades financieras que gestionaban (y poseían parte de) esa riqueza. Se produjo así una confluencia de intereses entre esos sectores financieros y las grandes empresas de la industria y el comercio, que estaban descontentas con la incapacidad de los gobiernos para impulsar el crecimiento y garantizar la estabilidad monetaria y el control de las finanzas públicas (Palazuelos, 2011; Marglin y Schor, 1991). Tal 39
confluencia obtuvo el respaldo político necesario con el triunfo electoral de Margaret Thatcher en Reino Unido (1979) y Ronald Reagan en Estados Unidos (1981). De ese modo, la alianza de tales fuerzas económicas y políticas impulsó un viraje radical de las políticas económicas hacia la primacía de políticas monetarias restrictivas, liberalizadoras y privatizadoras, que confirmaron la ruptura definitiva de los dos pactos nucleares del período anterior. El siguiente paso en el resquebrajamiento de la primacía de los espacios nacionales nac ionales llegó con la inclinación de esos gobiernos a favor de la rápida apertura externa a todas las modalidades de intercambio. Lo cual supuso que los estados nacionales perdieran el control de la inserción exterior de las economías. El último intento por mantener el control estatal y la primacía nacional fue realizado por el gobierno socialista francés, presidido por François Mitterrand y se saldó de un modo que resultó decisivo para el futuro de las relaciones económicas ec onómicas europeas. Recién constituido, en 1981, aquel gobierno apostó por una política po lítica económica expansiva que impulsara el crecimiento y redujera los desequilibrios internos sin recurrir a una mayor apertura exterior, a la vez que nacionalizó una parte de las grandes empresas y los bancos del país. De inmediato, el gobierno encontró una fuerte contestación por parte de los empresarios franceses, las fuerzas financieras, las CTN extranjeras y los gobiernos británico y estadounidense. estado unidense. La tensión entre el gobierno y sus opositores concluyó con la derrota de aquél y su renuncia a llevar a cabo su propuesta económica. No obstante, la sorpresa fue que, en apenas meses, aquel gobierno socialista pasó a aplicar una política económica radicalmente distinta y se convirtió en fervoroso defensor de la liberalización comercial y financiera, tanto en su país como en el seno de la CEE, donde ejercía una influencia notable. La primacía de la liberalización comercial y financiera, a la vez que desaparecía el sistema monetario de Bretton Woods, supuso la ruptura con el tercer pacto de alcance internacional, basado en garantizar la estabilidad de las monedas y controlar los movimientos internacionales de capital. La decisión adoptada por los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos para liberalizar esos movimientos internacionales de capital respondía a motivos propios de sus economías y de sus grupos empresariales de poder6. Esa apuesta anglosajona se extendió a los países de la CEE-UE a través del cambio de posición del gobierno francés y del apoyo inquebrantable de los organismos internacionales (FMI, BM, GATT, OCDE, BIS), convertidos en arduos defensores de la apertura externa incondicional de las economías (Lichtensztejn y Baer, 1982, 1986).
2.2. Cambios en la Economía Mundial a) Jugadores. Los principales protagonistas, esto es, los estados-potencia no eran capaces de seguir garantizando el éxito de sus políticas económicas. Desde los años setenta, menguó el crecimiento de sus economías, arreciaron las tensiones inflacionistas y se acentuó la pugna distributiva asalariados-propietarios. Al mismo tiempo, al cabo de tres décadas de continua expansión las compañías transnacionales habían adquirido un poder creciente tanto en sus economías ec onomías de origen como 6 Los
poseedores de la l a mayor parte de los activos financieros y las instituciones financieras deseaban expandir sus actividades a escala transnacional. A la vez, los dos gobiernos y sus instituciones financieras querían consolidar las plazas de Londres y Nueva York como los centros dominantes de los negocios financieros a escala mundial. Igualmente, en el caso del Reino Unido, el fortalecimiento financiero podría compensar el rápido debilitamiento de su base industrial; mientras que en Estados Unidos la liberalización favorecería la masiva entrada de capital externo para financiar el creciente déficit de su balanza por cuenta corriente. 40
en las economías donde se hallaban sus filiales. De ese modo, consolidaron unos mecanismos que tendían a fortalecer sus resortes de poder (Block, 1982; Jones, 2005). A su vez, el FMI no pudo solventar las dificultades que presentaba el funcionamiento del sistema monetario y en 1971 el gobierno de EE.UU. decidió unilateralmente poner fin a los acuerdos de Bretton Woods (Yeager, 1984; Palazuelos, 1986). Por su parte, el GATT no pudo evitar la proliferación de medidas proteccionistas que en los años setenta estaban socavando el proceso previo de liberalización del comercio de manufacturas. La crisis político-económica desatada en octubre de 1973 en torno al comercio comerc io de petróleo dio lugar a la emergencia de la OPEP como jugador mundial. Integrada por los gobiernos de las principales economías exportadoras de ese combustible, la OPEP se convirtió en un cártel de oferta que controló la oferta y el precio del petróleo durante el resto de la década. b) Modalidades de Intercambio. Las condiciones del comercio mundial se modificaron merced a tres hechos. Uno fue la mayor internacionalización de la producción a través de inversiones directas, lo cual restringía las exportaciones que anteriormente realizaban las CTN desde sus países de origen. El segundo hecho fue la creciente competencia de las empresas de Europa y Japón, lo cual afectó a las exportaciones realizadas desde Estados Unidos. El tercer hecho fue que ciertas grandes empresas creadas en economías no desarrolladas comenzaron a producir y exportar productos metalúrgicos y mecánicos que hasta entonces sólo vendían las empresas americanas o europeas (Ferguson, 2005; Palazuelos, 1986, 1988). Esos tres hechos intensificaron la competencia c ompetencia comercial y favorecieron la ruptura de las anteriores jerarquías organizadas según los productos intercambiados. Además, la mayor competencia se vio estimulada por otros factores como fueron: la desaceleración de la demanda por parte de muchas economías (en crisis), el encarecimiento del petróleo y otras materias primas, la aplicación de medidas proteccionistas y la inestabilidad de las monedas. Por su parte, la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods dio paso a la inestabilidad de las tasas de cambio, acentuándose la incertidumbre acerca de su evolución. El intercambio de divisas cobró una nueva dimensión, tanto para quienes necesitaban hacer uso de las mismas como para quienes apostaban por realizar operaciones especulativas. A finales de los años sesenta comenzaron a realizarse operaciones internacionales, hasta entonces inauditas, con activos financieros, como por ejemplo los préstamos en monedas distintas a las propias de los países a los que pertenecían el acreedor y el deudor; o bien emisiones de títulos de deuda en monedas y plazas que eran ajenas al país del emisor (gobiernos o empresas). Esas operaciones aumentaron cuantiosamente desde mediados de los años setenta a raíz de que los dirigentes de los países petroleros del Golfo Pérsico colocasen sus grandes excedentes de dólares en bancos americanos y europeos. Finalmente, a finales de esa década, los gobiernos de Reino Unido y EE.UU. decidieron dec idieron liberalizar las entradas y salidas de capital, estimulando con ello una acelerada expansión de las relaciones financieras a escala mundial (Palazuelos 1986, 1988; Arrighi 1999) c) Inserción Exterior de las Economías Nacionales. Las condiciones y las jerarquías establecidas a través de la inserción externa de las economías también se alteraron de forma sustancial, afectando de forma distinta a unas y otras economías. El menor crecimiento del conjunto de las economías desarrolladas hizo que cada una de ellas redujese sus compras a las demás dando como resultado una menor capacidad exportadora a escala decorriente de precios del petróleo ende 1973 y 1979 desequilibraron más lamundial. balanza Los por shock cuenta de la mayoría las economías desarrolladas ya que eran altamente dependientes de las importaciones 41
de ese combustible. La mayor competencia europea y japonesa acentuó la debilidad de la posición comercial de la economía estadounidense, a pesar de que la depreciación del dólar era ventajosa para sus exportaciones. También fue en los años setenta cuando se inició el proceso de industrialización de varias economías de Asia Oriental (Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Taiwán), que poco a poco les permitió ir adquiriendo una posición destacada en el comercio mundial. Paralelamente, la subida de los precios del petróleo y otras materias primas proporcionó importantes superávit a las economías exportadoras de esos productos. La colocación de esos excedentes exc edentes de dólares en bancos europeos y estadounidenses (el reciclaje de los petrodólares) hizo que esos bancos estuvieran dispuestos a conceder grandes préstamos en condiciones accesibles (dólar débil y tipos de interés bajos) a ciertas economías no desarrolladas de América Latina y Asia Oriental, ya que las economías más desarrolladas se hallaban en crisis y la demanda de crédito era reducida.
2.3. Fortalecimiento del núcleo de poder económico internacional internacional.. El ocaso de la primacía de los fundamentos nacionales en los que se sustentaban el proceso económico y las relaciones de poder supuso un cambio fundamental en las posiciones de poder que tenían los principales jugadores internacionales a través de las distintas modalidades de intercambio entre las economías nacionales (Chesnais, 1994; Frieden y Lake, 2000; Stopford y Strange, 1991). En primer lugar la posición hegemónica de Estados Unidos sustentada en la fuerza de su Estado, sus CTN y la ventajosa inserción exterior de su economía, experimentó tres cambios importantes. El gobierno adoptó un conjunto de decisiones que provocaron importantes divergencias con los gobernantes de varios países europeos y de otras regiones7. A la postre, sin embargo, algunas de esas decisiones contribuyeron a refrendar el fin de la superioridad estadounidense en el comercio mundial, expresada a través del cambio de signo de su balanza comercial, permanentemente negativo desde finales de los años setenta. Sin S in embargo, otras medidas, como las que afectaban a las monedas y las finanzas, contribuyeron a reforzar su posición hegemónica a través de la configuración de nuevas relaciones monetarias y financieras internacionales. La expansión de todo tipo de intercambios a escala mundial y la alteración de los vínculos entre las distintas modalidades fueron dos factores que contribuyeron a modificar las relaciones de poder a escala internacional. Durante la crisis económica, las CTN reforzaron sus inversiones directas, expansionando a ritmo acelerado la producción de dimensión internacional8. Esos cambios productivos influyeron en la composición y la dirección del comercio, lo que tuvo su reflejo en los numerosos cambios habidos en la inserción externa de las economías, derivados 7 Así
ocurrió con la decisión unilateral de romper los acuerdos de Bretton Woods, seguida de la negativa a recomponer algún tipo de sistema monetario. Igualmente, el gobierno americano fue pionero en aplicar en 1971 medidas proteccionistas, a la vez que qu e favorecía la depreciación del dólar, con el fin de obtener ventajas comerciales para sus empresas frente a las competidoras. También provocó descontento su drástico viraje, en 1979, hacia una política monetaria restrictiva y una fuerte apreciación del dólar. Así como su política geoestratégica con los países del Golfo Pérsico que, en parte, fue responsable del endurecimiento de las posiciones adoptadas por la OPEP. 8 El azote sufrido por industrias tradicionales como la naval, siderurgia, textil y otras, propició el traslado de su producción a economías menos desarrolladas con abundancia de mano de obra barata, mientras que las economías desarrolladas concentraban las inversiones directas en las ramas industriales más avanzadas. 42
directa o indirectamente de la expansión de la producción internacional a cargo de las CTN. Igualmente, la variación de las relaciones monetarias y la creciente movilidad de los capitales financieros influyeron en los cambios en la inserción externa de las economías. Todo ello hizo que las CTN y las grandes fuerzas financieras disputaran a los estados el protagonismo central, es decir, el papel de jugador principal en la Economía Mundial. Por último, la cadena de vínculos jerárquicos que hasta entonces entrelazaban a las economías desarrolladas y no desarrolladas también entró en crisis. Desde finales de los años sesenta fueron alcanzando notoriedad ciertas propuestas orientadas a mejorar las condiciones de las economías no desarrolladas. des arrolladas. Eso hizo posible que en los años setenta en Naciones Unidas se debatiesen varias iniciativas que cuestionaban el statu quo de poder, con propuestas encaminadas a controlar las actividades de las CTN y a garantizar un nivel de ingresos de las economías que exportaban materias primas. Se llegó a formular la conveniencia de establecer un “Nuevo Orden Económico Internacional” con con bases marcadamente distintas a las que estaban vigentes en las relaciones re laciones entre las economías.
3. LA CRISIS COMO TIEMPO DE TRANSFORMACIONES El apartado anterior ha mostrado cómo durante el período de crisis, en los años setenta y primeros ochenta, se produjo el desmembramiento de los pilares que habían sustentado el régimen de acumulación de la Edad de Oro. Oro. En este apartado se explica cómo, de manera simultánea, aquel período se convirtió también en el crisol donde se forjaron las condiciones que propiciaron la configuración de un nuevo régimen, dando lugar a una nueva etapa de la Economía Mundial.
3.1. Intenso desarrollo tecnológico. Como había sucedido en etapas históricas anteriores, el surgimiento de importantes innovaciones concentradas en un corto período de años sentó las bases para la rápida transformación de la base tecnológica de las principales economías y su proyección a escala mundial. Una parte de las innovaciones consistía en nuevos desarrollos de tecnologías ya conocidas previamente, como ocurrió, por ejemplo, en las industrias de química, maquinaria industrial y maquinaria eléctrica. Pero otra parte fueron hallazgos primigenios surgidos en esos años, como las tecnologías relacionadas con informática, microelectrónica y telecomunicaciones, así como otras surgidas a partir de los grandes avances logrados en la investigación científica en distintos campos de la física, la química o la biología. Esa oleada innovadora dotó a las economías más desarrolladas de un acervo tecnológico con potencial para impulsar grandes cambios en los procesos productivos, tanto en las técnicas con las que se producía, como en los productos (intermedios y finales) elaborados. Además, esas innovaciones favorecían el entrelazamiento de unos avances con otros, generando una rápida difusión entre sectores y entre empresas. De ese modo, tuvo lugar un desplazamiento de la frontera productiva de las economías ampliándose las capacidades disponibles relativas a qué, cuándo, cómo y dónde producir, con producir, con múltiples efectos a escala mundial que se analizan con detalle en los capítulos 3 y 6. De forma resumida, cabe subrayar cinco efectos principales. Primero: la disponibilidad de infinidad de gamas novedosas de ybienes y servicios intermedios que multiplican las variedades de obtener bienes servicios finales. Segundo: la producción de bienes y servicios con menores costes, mejor calidad y mayor rapidez. 43
Tercero: la fragmentación técnica de los procesos de producción que hace posible su separación geográfica en distintos espacios intra e inter nacionales. Cuarto: la fabricación de equipos de transporte que amplían la movilidad internacional de bienes y servicios, a mayores distancias, de forma más rápida y con costes relativos cada vez menores. Y quinto: el surgimiento de sistemas de comunicación que crean nuevos mecanismos de transmisión de datos, sonidos e imágenes en condiciones ventajosas de costes y rapidez. Adelantándonos a lo que se explica en los capítulos mencionados, cabe destacar que ese desarrollo tecnológico promovió sucesivos cambios radicales en facetas tan importantes como: la actividad productiva de las empresas y sus formas de organización y gestión; las vinculaciones entre los bienes y los servicios; s ervicios; la localización geográfica de los centros de producción a escala internacional; el comercio entre las economías; y el desenvolvimiento de los negocios financieros.
3.2. Cambios institucionales. Dentro de cada espacio nacional se promovieron tres cambios fundamentales. El primero fue el fortalecimiento de la posición empresarial en la pugna distributiva por el reparto de la renta. Tras años de lento crecimiento de la productividad, tensiones inflacionistas y creciente desempleo estructural, las organizaciones de los asalariados perdieron capacidad para negociar los salarios y los derechos laborales conforme se reducía el grado de sindicación s indicación y la movilización reivindicativa. El segundo cambio fue el predominio de los intereses empresariales en las políticas económicas de los gobiernos, lo que alteró de manera radical las anteriores prioridades que guiaban su actuación. Se produjo así el abandono de la preocupación por el pleno empleo, la adecuada regulación del ciclo económico y las políticas sociales redistributivas. Su lugar fue ocupado por las medidas monetarias para controlar la inflación, las medidas presupuestarias tendentes a reducir los impuestos y el gasto público, y las decisiones a favor de la privatiz privatización ación y la desregulación. Todo ello condujo a una paulatina disminución de la influencia de los gobiernos en el funcionamiento de las economías. En unos países, el cambio de políticas po líticas económicas se produjo mediante la alternancia política a raíz del acceso de los partidos conservadores al gobierno, mientras que en otros países ocurrió merced a la conversión ideológica de los dirigentes socialdemócratas hacia un supuesto pragmatismo que hacía de aquellas políticas las “únicas posibles”. posibles”. El tercer cambio fue el fortalecimiento de la posición del capital financiero en la economía y en las decisiones de los gobiernos9. De ese modo, se ampliaron las condiciones favorables al mayor enriquecimiento de quienes poseían y gestionaban la riqueza financiera, a la vez que la influencia de los mercados financieros en las decisiones de los agentes no financieros y en la dinámica general de la economía (Epstein, 2005; Palazuelos, 2011). Todo ello se reflejó también en un nuevo lenguaje utilizado por los gobernantes, los empresarios, muchos economistas y la mayorí mayoríaa de lo loss medios de comunicación. El control de los salarios pasó a denominarse “control de rentas”; la reducción de derechos laborales y el menoscabo de las políticas sociales formaba parte de las “reformas estructurales” y cualquier medida económica surgida de aquellas
9 El
papel cada vez más significativo de las finanzas se fue consolidando a través de la espectacular expansión de sus negocios, la minimización de las regulaciones que debían cumplir y la creciente incorporación a los mercados de crédito y de capital de amplios segmentos de ciudadanos y de las empresas no financieras. 44
políticas pretendía justificarse con vagas apelaciones a la mejora de la “flexibilila “flexibilidad”, la “eficiencia” y la la “competitividad”. “competitividad”. Al mismo tiempo, los cambios institucionales afectaron a las relaciones entre los espacios nacionales. Como se ha mencionado, entre 1979 y 1981 los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos imprimieron un nuevo rumbo a sus economías, promoviendo una mayor apertura comercial y una drástica apertura financiera. Con tales decisiones favorecieron la expansión de las CTN a escala internacional y la superlativa ampliación de los negocios financieros. Las consecuencias cobraron una envergadura mayor cuando esos gobiernos llevaron a cabo una sistemática presión sobre otros gobiernos y sobre las organizaciones internacionales para que secundaran esas políticas liberalizadoras. Se generó así un funcionamiento de los mercados internacionales con un evidente “aroma evidente “aroma anglosajón” , en la medida en que, en primer término, fueron sus empresas, sus gobiernos y sus economías los que reforzaron su influencia en la Economía Mundial. Los dos procesos descritos ponen de relieve cómo los estados ejercieron una doble función que en apariencia parece contradictoria si no se tienen en cuenta los cambios habidos en las relaciones de poder. Por un lado, adoptaron políticas que fueron decisivas para la rápida expansión de los intercambios mundiales (productivos, comerciales, monetarios y financieros), para la consolidación de la nueva correlación de fuerzas en el interior de cada país y para el fortalecimiento internacional de la posición anglosajona. Por otro lado, con tales políticas los gobiernos redujeron su capacidad de influir en el desenvolvimiento de sus economías nacionales y de controlar las condiciones de inserción exterior de esas economías (Strange, 1996; Rodrik, 2011).
3.3. Cinco episodios que alteraron el escenario internacional Junto con los cambios tecnológicos e institucionales, gestados en el curso de la crisis, durante los años ochenta y noventa se produjeron cinco acontecimientos o episodios que contribuyeron a modificar el escenario internacional y, en esa medida, condicionaron la evolución posterior de la Economía Mundial. El primero episodio involucra de nuevo al gobierno de Ronald Reagan, ya que su victoria electoral en 1981 dio lugar a un viraje drástico de la política internacional de Estados Unidos, cuya intencionalidad se condensaba en su eslogan “America eslogan “America is back” . Con tal propósito, la nueva política apuntó en tres direcciones principales: avivó el enconamiento de las relaciones con la Unión Soviética mediante el megaproyecto militar denominado “Strategic “Strategic Defense Initiative”; Initiative”; impuso nuevas exigencias políticas y militares a los gobiernos europeos; y dispuso una nueva estrategia de presión hacia los gobiernos del Golfo Pérsico y otros exportadores ex portadores de petróleo encaminada a romper el control de la OPEP sobre el mercado petrolero. Los logros de aquella política consiguieron reforzar la posición dominante del Estado estadounidense a escala mundial (Ferguson, 2005). En términos cronológicos, el segundo episodio fue el estallido de la crisis de la deuda externa que afectó a las mayores economías de América Latina a partir de 1982. La situación de insolvencia para afrontar los pagos pendientes fue seguida de la aplicación de unos programas económicos impuestos por los acreedores como condición para renegociar el pago de la deuda. La desolación económica generada por la crisis y acentuada por la aplicación de esos programas condenó al ostracismo la relevancia externa de gobiernos como los de México y Brasil, y determinó la
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brusca interrupción de la influencia que en los años setenta habían ido cobrando las reclamaciones de las economías no desarrolladas10 (Palazuelos, 1988). El tercer hecho fue la desaparición a finales f inales de los años ochenta de los regímenes que dominaban en la Unión Soviética y Europa Oriental. Aquel derrumbe dio paso a la formación de nuevos gobiernos que se decantaron por políticas de liberalización y de apertura externa similares a las que aplicaban los gobiernos de las economías desarrolladas. La precariedad económica y social de partida, seguida del empeoramiento causado por esas políticas debilitaron todavía más las condiciones internas y externas de aquellas economías. De forma particular, así ocurrió en Rusia, heredera mayoritaria de la URSS, sufriendo un colapso económico y un drástico empequeñecimiento de su posición internacional. Como contrapartida, los gobiernos de Estados Unidos y otros países europeos, a la vez que organismos como el FMI, pasaron a ejercer una gran influencia en las decisiones económicas de esos países. Se acentuaron así los desequilibrios de fuerza entre los estados y entre las economías. Los dirigentes políticos de Estados Unidos interpretaron la desaparición de la URSS y la penosa situación rusa como la confirmación de una victoria histórica que legitimaba su poder como única potencia mundial. m undial. El cuarto hecho sobrevino a continuación, en 1990-91 y también estuvo asociado a la desaparición de los regímenes de tipo soviético: la reunificación alemana. En un primer momento la absorción política y económica de la antigua RDA por la RFA ocasionó notables desequilibrios fiscales y externos que dieron al traste con la dinámica de crecimiento de la RFA. A continuación, muchas empresas apostaron por desarrollar una mayor especialización industrial dirigida cada vez más hacia las exportaciones, reforzando con ello la posición alemana a lemana en el comercio mundial. A la vez, los dirigentes políticos de la Alemania unificada fueron haciendo valer la fortaleza de su economía en las decisiones de las instituciones de la Unión Europea, de modo que las actuaciones comunitarias se vieron crecientemente influidas por esa combinación del poder económico y político ejercido por el Estado Es tado alemán. Por último, el quinto hecho corresponde a un proceso iniciado en los años ochenta cuyo desenvolvimiento prosigue tres décadas después: el rápido crecimiento económico de China y sus enormes consecuencias de alcance mundial. El Estado chino puso en marcha una insólita estrategia de desarrollo que combinaba un férreo intervencionismo público con una creciente liberalización selectiva de ciertos mercados y su apertura a la entrada de compañías transnacionales. Los resultados de esa estrategia se han ido plasmando en un vertiginoso v ertiginoso proceso de industrialización, unconversión peso ascendente en elchino comercio y en los de movimientos de capitales, y la del Estado en un mundial estado-potencia ámbito mundial. Además, el sobresaliente fortalecimiento económico de China se suma al que, previa o paralelamente, han llevado otros países de Asia Oriental, convirtiendo esa región en la de mayor dinamismo económico internacional y con una creciente influencia en todas las modalidades de intercambio. En adelante, resulta difícil considerar cualquier aspecto importante de la Economía Mundial sin considerar la influencia que ejerce China y en conjunto aquella región asiática, como expresión del cambio habido en las relaciones de poder.
10 Otro
acontecimiento que afectó en la misma dirección fue la pérdida pérdi da del control petrolero por parte de la OPEP. A mediados de los años ochenta la mayoría de los productos primarios entraron en un nuevo período de precios bajos que sumió en mayores dificultades a numerosas economías no desarrolladas, contribuyendo a que sus reclamaciones anteriores quedaron relegadas al olvido. 46
4. NUEVA ETAPA DE LA ECONOMÍA MUNDIAL BAJO UN NUEVO RÉGIMEN DE ACUMULACIÓN 4.1. Régimen de acumulación: transnacional y financiarizado. Las transformaciones tecnológicas e institucionales modificaron el funcionamiento de las economías con respecto a la Edad de Oro en dos cuestiones fundamentales que han modificado las características del proceso económico y de las relaciones de poder. Por un lado, las principales actividades productivas, comerciales y financieras trascienden a los espacios nacionales y adquieren una dimensión internacional. Por otro lado, el desarrollo de esas actividades está mediatizado por la creciente influencia del capital financiero. Se trata, por tanto de una dinámica económica de carácter transnacional y financiarizada, atributos que sirven para definir al nuevo régimen de acumulación. En primer término, la capacidad de fragmentar la producción en procesos parciales y autónomos ha dado lugar a que las grandes empresas industriales puedan diseñar estrategias que permiten localización las distintas fases del proceso de fabricación de un mismo producto en diferentes economías nacionales. De esa manera, se separan geográficamente las actividades relacionadas con la extracción de inputs primarios, de las actividades de elaboración de bienes intermedios y de las actividades de ensamblaje y preparación del producto final. La fragmentación geográfica ha promovido la rápida elevación de las ratios de apertura (exportación/producción) y penetración (importación/producción) de las economías. Se genera con ello un fuerte incremento de las demandas entrelazadas entre las economías y entre las empresas de países diferentes que participan en una misma cadena global de valor. A la vez, se multiplican los intercambios entre empresas filiales asentadas en distintos países que pertenecen a una misma compañía transnacional. Esas características se analizan con detalle en los capítulos 3, 6 y 7, dedicados a estudiar las compañías transnacionales, la producción internacional y el comercio mundial. Igualmente, la financiación requerida para invertir en la producción de bienes y servicios procede cada vez en mayor medida del exterior a la vez que una proporción creciente del ahorro interno de las economías se dirige al exterior. Es así que la magnitud de los flujos financieros que intercambian las economías es muy superior a la posición neta de sus balanzas por cuenta corriente, sean éstas excedentarias o deficitarias. tanto, la actividad financiera se halla nacionales también transnacionalizada a través dePor la conexión de los mercados financieros y de la internacionalización de los grandes bancos y otras instituciones financieras. Esas características se analizan con detalle en los capítulos 8 y 9, dedicados a estudiar las relaciones monetarias y financieras internacionales. Consecuentemente, una proporción creciente de la actividad y de los resultados de las CTN y de la dinámica interna de las economías nacionales están estrechamente asociados a operaciones realizadas a escala internacional. Así ocurre con los procesos productivos, las redes comerciales, los transportes, las comunicaciones y la financiación. Y así ocurre también con los beneficios empresariales, logrados mediante la presencia de las CTN en multitud de países y distribuidos geográficamente según su conveniencia corporativa. Se genera con todo ello un cambio radical en el diseño espacial del proceso económico y de las relaciones de poder, que supone la desaparición del predominio histórico del espacioBajo nacional comorégimen, ámbito principal d inámica dinámica de que acumulación de las economías. el nuevo se trata de la una dinámica discurre 47
sustancialmente a escala transnacional. Por ello, ni las partes que integran el proceso económico, ni las relaciones de poder se pueden explicar satisfactoriamente si el análisis se limita a lo que acontece en las economías nacionales. El despliegue de la producción, la distribución de la renta, y la acumulación de capital son transnacionales, como también lo son los jugadores que dominan el proceso económico. Simultáneamente, la evolución de la demanda interna y la trayectoria cíclica de las economías desarrolladas y de buena parte de las no desarrolladas ha quedado crecientemente vinculada al comportamiento del capital financiero. Es decir, se han hecho dependientes de las decisiones que adoptan los poseedores y los gestores de la riqueza financiera que operan en los mercados en los que se intercambian los activos e instrumentos financieros. Como se analiza en los capítulos 3, 6 y 9, así sucede tanto con la relación inversión-beneficios como con la relación salarios-consumo. Ambas dependen estrechamente de los vínculos de dependencia que establecen las empresas no financieras y los hogares con los mercados financieros. De ese modo, la producción se eleva cuando lo hacen la inversión y el consumo, alentados por la expansión de las finanzas. En sentido contrario, la inestabilidad de las finanzas y sus crisis recurrentes retraen a la demanda y ésta arrastra consigo una caída de la producción. Por tanto, la trayectoria cíclica que caracteriza a la dinámica de acumulación capitalista queda a expensas del ciclo financiero y se convierten en una dinámica financiarizada (Palley, 2013; Hein, 2012). 2 012). Siendo, así el nuevo régimen de acumulación presenta tres modificaciones fundamentales desde el punto de vista de las relaciones de poder. La primera es la posición de absoluto dominio a favor de los empresarios en la pugna distributiva con los asalariados, debido a la débil capacidad negociadora de éstos. La segunda es la posición de dominio de las grandes compañías que tienen capacidad para establecer estrategias transnacionales frente a las empresas que circunscriben su actuación al ámbito nacional. La tercera es el dominio del capital financiero en la pugna distributiva por los beneficios empresariales y por la influencia en las políticas económicas de los gobiernos. Expresado de otro modo, el poder económico se ha desplazado hacia los grandes propietarios de la riqueza financiera y las empresas no financieras que operan a escala transnacional (Panitch, 2004; O´Brien y Williams, 2010; Fontanel, 2005). Al mismo tiempo, el hecho de que el nuevo régimen tenga un carácter transnacional da lugar a una situación novedosa en su relación con la nueva etapa de la Economía En anteriores períodos históricos del capitalismo, el proceso económicoMundial. y las relaciones de poder se desarrollaban fundamentalmente en los espacios nacionales. En consecuencia, los rasgos que adoptaba la Economía Mundial, a través de sus componentes y sus articulaciones, estaban condicionados p por or los fundamentos nacionales del régimen de acumulación. Por tanto, la influencia de la Economía Mundial en esos los espacios nacionales era menor que la ejercida desde tales espacios hacia la Economía Mundial. Sin embargo, en el período actual, el carácter transnacional del régimen de acumulación hace que su relación con la Economía Mundial sea más simbiótica. De un lado, los rasgos de la Economía Mundial dependen de las condiciones del proceso económico y de las relaciones de poder del nuevo régimen de acumulación. Pero, de otro lado, en buena medida esas condiciones dependen de los componentes y articulaciones de la Economía Mundial.
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4.2. Nueva etapa de la Economía Mundial: primera aproximación En este epígrafe se avanza un primer acercamiento previo al análisis aná lisis detallado que se realiza en los siguientes once capítulos. Se trata, pues, de una aproximación presentada de forma esquemática, con el fin de enunciar cuáles son los elementos más destacados de cada uno de los componentes y sus principales articulaciones. a) Jugadores Las grandes compañías transnacionales, habiéndose estrechado los vínculos entre las firmas productivas, comerciales y financieras. Los estados-potencia con capacidad para actuar a escala mundial o bien regional, manteniendo vínculos entre ellos y con las compañías transnacionales. Ciertas organizaciones internacionales y otros jugadores, cuya posición de poder es secundaria, pero disponen de algún resorte de influencia en la Economía Mundial. b) Modalidades de intercambio La producción internacional, que alcanza una extensión geográfica y una dimensión cuantitativa inimaginables hace dos décadas, condicionando la actividad productiva interna de las economías. El comercio mundial de bienes y servicios, cuyo crecimiento acelerado y cuya composición y dirección están cada vez más vinculadas al comportamiento de la producción internacional. El comercio de monedas, cuya descomunal magnitud y acusada inestabilidad ejercen una notable influencia en el desarrollo de los demás intercambios. La compra-venta de activos e instrumentos financieros, cuyo crecimiento exponencial y cuyos mercados vienen determinando en mayor medida la evolución del conjunto de los intercambios. Otros flujos de carácter diverso, como el movimiento de mano de obra migratoria, o bien los movimientos que se originan a través de actividades delictivas de alcance internacional. c) Inserción exterior de las economías nacionales La división jerárquica entre las economías desarrolladas y no desarrolladas ha experimentado cambios notables que afectan tanto a las posiciones de dominio de unas sobre, como a las posiciones relativas dentro de cada uno
de los dos grupos. La existencia de espacios regionales de integración organizados por los principales jugadores y que concentran una gran parte de los intercambi intercambios os de bienes, servicios y capitales. Siendo así, el esquema expuesto anuncia la ordenación de los temas que irán siendo tratados a lo largo del libro. Los tres próximos capítulos abordan el análisis de los jugadores que ejercen poder en la Economía Mundial. A continuación, los capítulos 6 a 10 estudian las distintas modalidades de intercambio: producción internacional, comercio, moneda, finanzas y otros flujos diversos. Después, los capítulos 11 a 13 se dedican a examinar la inserción externa de las economías. Tras ese análisis pormenorizado, el capítulo 14 formula una interpretación global del funcionamiento funcionamiento de la Economía Mundial mediante la interacción de tres “estructuras de dominio” que son las que explican el estallido de la crisis en 20082008 2009 y el posterior comportamiento de distintos grupos de economías hasta el
momento de concluir el libro. 49
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Fontanel J. (2005): La globalisation en “analyse”. Géoeconomie et stratégie des acteurs,, L´Harmattan, París. acteurs Hein E. (2012): The Macroeconomics of Finance-Dominated Capitalism – and its Crisis, Edward Elgar, Cheltenham Marglin S. y Schor J. (eds.) (1991): The Golden Age of Capitalism: Reinterpreting the Postwar Experience, Experience, Oxford University Press, Nueva York. Palazuelos E. (coord.) (1986): Las economías capitalistas durante el período de expansión (1945-1970), Akal, Madrid. Rodrik D. (2011): La paradoja de la globalización, globalización, Antoni Bosch, Barcelona.
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I JUGADORES CON PODER EN LA ECONOMÍA MUNDIAL
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3 LAS COMPAÑÍAS TRANSNACIONALES COMO JUGADOR PRINCIPAL DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Este capítulo explica cómo las grandes compañías transnacionales ejercen un poder económico que les convierte en el principal jugador de la Economía Mundial. En primer lugar, se definen varios conceptos que son básicos para analizar las características de las compañías transnacionales. Tras un breve esbozo histórico acerca de los períodos en los que se ha producido su expansión, se pasa a identificar cuál es el núcleo núc leo que ejerce ese poder económico, distinguiendo entre las de carácter industrial y de servicios y las de carácter financiero, mostrando después la creciente relación entre ambas. A continuación, se examinan los resortes en los que se fundamenta dicho poder económico, la amplitud de sus estrategias y los resultados que obtienen. Finalmente, se plantea que el ejercicio de poder tiene un sentido dinámico y se encuentra enéstas permanente negociación, entre las compañías transnacionales como entre y otros jugadores de tanto la Economía Mundial CONTENIDO 1. Conceptos básicos 2. Breve perspectiva histórica. 3. Núcleo fundamental de grandes compañías transnacionales. 4. Ejercicio de poder: resortes, estrategias y resultados. 5. Dominio complejo y dinámico.
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1. CONCEPTOS BÁSICOS El término de “empresa multinacional” comenzó a utilizarse en los años sesenta cuando se produjo un rápido crecimiento del número de empresas que se instalaban en países distintos al suyo de origen. Desde entonces tres conceptos quedaron vinculados a esa expansión empresarial: inversión extranjera directa, posesión de activos en el exterior y producción internacional. Es decir, las empresas multinacionales, después denominadas con más frecuencia “transnacionales”, realizaban inversiones directas desde su país de origen (home (home)) en otros países de destino (host )),, lo que les otorgaba la posesión de activos en el exterior, con los que producir bienes y servicios fuera del país de origen (producción internacional). Según la definición que sigue figurando en muchos manuales, las empresas en países-host son filiales cuando la sede o matriz posee más del 50% de la propiedad y son asociadas si la matriz posee más de un 10% y poder de voto, entendiendo que con ello tiene el control efectivo de las mismas. Sin embargo, se trata de una distinción de menor relevancia en el análisis de esas compañías, de modo que habitualmente ambos tipos de vínculos reciben la denominación de “filiales”. Por otra parte, estas filiales pueden surgir como resultado de realizar una inversión extranjera directa (IED) para crear una nueva empresa (greenfield (greenfield ), ), para comprar una empresa ya existente en el país-host (brownfield (brownfield ), ), o para formar una compañía de propiedad conjunta ( joint venture) venture) con otra u otras empresas, sean nativas o también Una veznuevas realizada la inversióndeinicial, lasmatriz, filiales pueden ampliar sustransnacionales. inversiones mediante aportaciones la casa reinvirtiendo parte de sus beneficios obtenidos, o buscando financiación ajena al grupo empresarial, ya sea de procedencia internacional u obtenida en el país-host. pa ís-host. La relación entre las actividades que realizan la casa matriz y sus filiales da lugar a tres formas de integración. Es horizontal cuando aquélla y éstas realizan la misma actividad. Es vertical cuando las filiales realizan actividades previas (suministro de insumos) o posteriores (distribución y venta) a las que lleva a cabo la matriz. Y es diversificada cuando las filiales se dedican a actividades distintas de las que realiza la matriz. Según los datos de la UNCTAD (World (World Investment Report ), ), el número de empresas de carácter transnacional ha crecido con rapidez durante las tres últimas décadas, pasando de menos de 10.000, en 1980, a cerca de 90.000, en 2013, mientras que el número de filiales ha aumentado más o menos en la misma proporción, desde menos de 85.000 más de directas 850.000.enEse fuerte aumento dellugar número deentre empresas que realizanhasta inversiones otros países ha dado a que ellas proliferen firmas manufactureras y de servicios de distintas dimensiones y características, la mayoría de las cuales no ocupa posiciones relevantes en sus economías-home y tampoco en las economías-host. Es así que un gran número de empresas son transnacionales pero tienen un radio de acción limitado y ejercen una influencia reducida en los mercados en los que actúan. Por tanto, no cabe considerarlas como jugador relevante de la economía mundial. Cuando se trata de analizar la posición de dominio en la Economía Mundial, el jugador a considerar es un grupo minoritario de grandes corporaciones empresariales, las grandes compañías transnacionales (CTN), que sí ejercen poder tanto en sus economías-home como en numerosas economías-host, actuando como fuertes oligopolios a escala mundial en los principales mercados de bienes y servicios. Esas CTN son las que realizan la mayor parte de las inversiones extranjeras directas y, en consecuencia, sonalas que de protagonizan mayor de parte de laen producción internacional efectuada partir la posesiónladirecta activos el exterior. 54
No obstante, dos hechos novedosos de las últimas décadas obligan a precisar me jor el concepto de CTN y su s u relación con las inversiones directas y la producción internacional. El primero es el surgimiento de formas de control efectivo sobre la producción internacional que no implican la realización de inversiones directas ni, por tanto, la posesión de activos en el exterior. El segundo es la eclosión de grandes operadores financieros internacionales cuyas características también resultan singulares. El primer hecho se plasma en la proliferación de distintos formatos de acuerdos por los que las CTN pasan a controlar la actividad productividad de empresas situadas en diferentes países sin necesidad de utilizar sus propios recursos financieros para crear filiales. Unos acuerdos adoptan la forma de franquicias y de licencias, permitiendo que empresas de esos países elaboren sus productos, adopten sus procesos técnicos o utilicen sus marcas, bajo convenios que otorgan a las CTN el control sobre la actividad de esas empresas. Otros acuerdos otorgan a esas compañías la gestión de activos ajenos (fábricas, suministros básicos, servicios sanitarios) en condiciones que les garantizan el control efectivo de su producción y sus beneficios. Pero muchos otros acuerdos se plasman en contratos de muy diversas características a través de los cuales las CTN organizan sucesivos eslabones de cadenas de valor, en las que se integran empresas que aceptan cumplir un conjunto de condiciones productivas y comerciales. El análisis de las nuevas características de la producción internacional se realiza en el capítulo ca pítulo 6. El segundo hechoque se se relaciona conenlaeltransformación de transformación las relaciones financieras internacionales, analizan capítulo 10. Esa ha hecho posible la existencia de grandes operadores internacionales que poseen y negocian activos (financieros) en el exterior, en forma de acciones, bonos de empresas, deuda pública o instrumentos derivados, sin necesidad de realizar inversiones directas, e incluso sin necesidad de tener presencia física en los numerosos países en los que actúan. Esos operadores pueden ser bancos, compañías de seguros y otras entidades financieras, así como fondos de pensiones, grandes empresas no financieras, o nuevos vehículos de inversión (hedge (hedge funds, funds, private equity funds, funds, fondos soberanos), que se explican en el tercer apartado. Desde cualquier rincón del mundo se llevan a cabo grandes operaciones financieras sin necesidad de instalar filiales para actuar a escala transnacional. Por tanto, las CTN siguen siendo grupos oligopólicos que protagonizan la mayor parte de las inversiones directas y poseen múltiples filiales desde las que generan una proporción mayoritaria de la producción internacional. Pero, alalaproducción vez, las CTN disponen de nuevas modalidades para expandir su control c ontrol sobre internacional sin efectuar IED. Y al mismo tiempo, el núcleo de poder económico transnacional se incrementa con la incorporación de grandes operadores financieros cuya actuación es directamente internacional, aunque carezcan de presencia física en las economías en las que poseen activos.
2. BREVE PERSPECTIVA HISTÓRICA En los textos dedicados a las empresas transnacionales, es un tópico referirse a las compañías comerciales creadas en el siglo XVII como el primer antecedente de las CTN (Jones, 2005). La English East India Company y sus homólogas de Holanda y Dinamarca, o las también británicas Hudson´s Bay Co. y Royal African Co. obtuvieron de sus respectivas monarquías licencias que lesdeotorgaban monopolio del comercio en aquellas regiones del mundo. Se trataba negocios el privados que 55
proporcionaban beneficios para sus accionistas, pero a la vez disponían de autonomía para acuñar moneda en aquellos territorios, poseían ejércitos que realizaban acciones militares y tenían autoridad política para firmar acuerdos con los gobernantes locales. Por tanto, en las colonias ejercían un poder económico y político de carácter relacional, funcionando como un “estado dentro del Estado”. Esas compañías lideraron el esplendor de la era mercantilista hasta que el empuje de la revolución industrial marcó su ocaso a comienzos del siglo XIX. La más potente de todas todas ellas, Engli English sh East India Company, perdió el monopolio comercial en 1813 y la capacidad de gobierno en 1858. Su posición económica dominante fue sustituida por las inversiones directas de las compañías mineras y alimentarias, y su posición política quedó reemplazada por los ejércitos y los gobernantes enviados desde las metrópolis europeas. La mayoría de las nuevas compañías inversoras seguían siendo europeas y su objetivo era el control de los recursos primarios existentes en los demás continentes. a) Primera expansión. La crisis económica que afectó al continente europeo en los años setenta del siglo XIX y las crecientes pretensiones imperialistas de los gobiernos acentuaron la expansión internacional de las compañías mineras y alimenticias, sumándose otras que invertían en transportes, comunicaciones y redes de suministros urbanos, además de un pequeño grupo de firmas industriales que instalaron filiales en otros países. El crecimiento económico de los países centro-occidentales de Europa y de Estados Unidos demandaba mayor cantidad de materias primas y alimentos, a la mavez que necesitaba que una se ampliaran los mercados exteriores para sus productos nufactureros. Además, el progreso técnico de los medios de transporte (ferrocarril, navegación oceánica), la apertura de nuevas rutas (canales de Suez y Panamá) y la disponibilidad de nuevas formas de comunicación (conexión transatlántica por telégrafo, teléfono) favorecían el comercio y las inversiones internacionales. La firma de tratados internacionales y de acuerdos inter-estatales favoreció el desarrollo de las inversiones y del comercio entre países. Igualmente, la expansión geográfica corrió en paralelo con la transformación de las empresas en grandes compañías, constituidas como sociedades por acciones, con personal directivo y técnico cada vez más profesionalizado11 y dotadas de estrategias que incorporaban entre sus objetivos la ampliación transfronteriza de sus negocios. Por tanto, las estrategias de abastecimiento (control de recursos naturales) se complementaron con estrategias de mercado (venta de manufacturas e instalación de filiales). filiales). Las primeras promovían integración vertical y las segundas la integración horizontal. Hasta 1914, año quelamarcó el momento culminante de aquella primera expansión, el protagonismo correspondía primordialmente a CTN británicas del sector primario, ya que esas compañías controlaban el 45% del stock de IED y más de la mitad de su stock estaba instalado en actividades mineras y agrarias. Mientras que otro 45% del stock pertenecía a CTN de Francia, Alemania, Holanda y EE.UU., de modo que era mínima la presencia de compañías pertenecientes a otros países. Además del primario, destacaban las inversiones en el ferrocarril, que absorbían abs orbían una quinta parte, en tanto que las de la industria manufacturera representaban el 15%. Compañías como Siemens, AEG, Bayer, Hoechst, Singer, Westinghouse, Michelin,
11 Por
ejemplo, en la IED minera era decisiva la actividad especializada de los geólogos para determinar los lugares con mejores posibilidades extractivas. También la disponibilidad de directivos especializados con capacidad para gestionar el capital incorporado a las nuevas empresas, la búsqueda de financiación adicional y la utilización de las ventajas que comportaba su posición pionera en los países-host. 56
Nestlé, Saint Gobain, Ericcson y muchas otras, sobre todo británicas y estadounidense, contaban ya con filiales en el exterior (Jones, 2005; Wilkins, 1988). El proceso quedó truncado con el estallido de la primera gran guerra del siglo XX y se agudizó en las décadas posteriores hasta 1950. Hubo entonces un retroceso en la transnacionalización de las grandes empresas europeas que fueron sustituidas por las estadounidenses, en un contexto presidido por los fuertes conflictos internos en los países europeos y los devastadores efectos de la depresión que siguió a la crisis de 1929. Proliferaron entonces las restricciones a los intercambios (proteccionismos, obstáculos a la IED, ruptura del patrón-oro, penurias financieras) y los choques políticos (enfrentamientos nacionalistas, rearmes militares, guerras)12. b) Segunda expansión. Como se ha expuesto en el capítulo dos, la Edad de Oro de las economías capitalistas desarrolladas, entre 1950 y 1970, se caracterizó por el fuerte crecimiento de la producción, la expansión comercial, la estabilidad monetaria a escala internacional y la rápida transnacionalización de las actividades industriales. El apogeo se concretó sobre todo en las ramas de automoción, química, maquinaria y aparatos eléctricos, en las que las CTN CT N realizaron fuertes inversiones directas tanto en las economías desarrolladas como c omo en ciertas economías de menor desarrollo. También elevaron su presencia transnacional las compañías dedicadas a la extracción de petróleo y de nuevos metales requeridos por los procesos productivos de aquellas industrias. Por encima de cualquier otra consideración, aquella fase tuvo de como protagonista fundamental a las grandes firmas manufactureras y petroleras Estados Unidos. En los años sesenta se fueron incorporando las compañías japonesas, británicas, alemanas, francesas y holandesas. Aumentó también la presencia de CTN de servicios, principalmente dedicadas a la distribución y venta final de productos, que instalaron numerosas filiales para expandir sus redes comerciales (Wilkins, 1974, 1998; Jones, 2005). Por tanto, aquella expansión seguía respondiendo en parte a estrategias de aprovisionamiento de materias primas. Pero en mayor medida se trataba de estrategias de mercado que combinaban formas de integración horizontal en el seno de cada CTN (reproduciendo los mismos procesos productivos en distintos países) con formas de integración vertical, tanto entre industria y servicios, como, de forma incipiente, entre segmentos productivos. En este caso, la especialización dentro de cada corporación daba lugar a que los distintos talleres de un mismo proceso de producción se instalaran en una distintos países como filiales. c) Tercera expansión. Tras década de impasse, a partir de los años ochenta del siglo XX, el proceso de transnacionalización registró un salto aún más espectacular que los anteriores, atendiendo a su magnitud y a su diversidad. De un lado, se produjo un rápido aumento en el número de empresas que realizaron inversión directa en el exterior, el número de filiales, el volumen de la inversión desembolsada y la dimensión de las megafusiones en sectores tradicionales de IED (petróleo, química, maquinaria, metalurgia). De otro lado, en ese proceso participaron empresas de distintos tamaños y tipos de propiedad –incluyendo un considerable número de grandes compañías públicas– públicas–, que se extendieron a muchos más países (desarrollados y no desarrollados), diversificando sus formas y abarcando nuevas ramas de servicios.
12 Lo
cual, a su vez, favoreció la expansión de las CTN dedicadas a la extracción de petróleo, la producción metal-siderúrgica y la fabricación de maquinaria, vinculados con las necesidades energéticas y armamentísticas de los ejércitos. 57
Sin embargo, como se analiza más adelante, la variedad de empresas y la diversidad de actividades que se han transnacionalizado no impiden que se acentúe la concentración de poder en torno a las grandes CTN, reforzando su posición como principal jugador de la Economía Mundial. El proceso seguido en estas últimas décadas responde a la convergencia de dos tipos de factores. Unos, los factores sistémicos, están relacionados con las características de la matriz propia del capitalismo. Otros, los factores contingentes, se han fraguado a través de nuevos lución de acontecimientos previosprocesos que no estaban conectados con la evoEntre los factores sistémicos cabe destacar tres: a) a) la la dinámica de concentración de capital que estimula la expansión transnacional de los negocios; b) b) el el desarrollo tecnológico que ha hecho posible la fragmentación de los procesos productivos, el abaratamiento de los costes de transporte, las nuevas vías de comunicación y nuevas formas de financiación de las compañías; c) c) la la búsqueda de rentabilidad en nuevas actividades y países, debido a que en los años setenta se desaceleró el crecimiento de las economías desarrolladas y se redujo la tasa de beneficio de la mayor parte de las industrias manufactureras. Entre los factores contingentes cabe destacar cuatro en los que las CTN han intervenido bien como causantes y/o como afectadas por su desencadenamiento: dese ncadenamiento: a) a) el el predominio de los intereses financieros en las economías desarrolladas; b) b) la la liberalización radical de los movimientos comerciales y de capital aplicada por la mayoría de los gobiernos; c) la c) la liberalización de servicios en básicos y lay América privatización de las grandes empresas públicas que los suministraban Europa Latina; y d) d) la la emergencia de estrategias de desarrollo impulsadas por los gobiernos de varios países de Asia Oriental, incluyendo la creación de grandes empresas (muchas de ellas públicas) para actuar a escala mundial, convirtiéndose en transnacionales (Goldstein, 2007; Mikler, 2013). Esa convergencia de factores sistémicos y contingentes ha generado cinco singularidades en la expansión de las CTN durante las últimas décadas (Forsgren, 2013; Ietto-Gillies, 2005): ● La transnacionalización de los bancos, compañías de seguros y otras entidades financieras, así como de vehículos de inversión que operan a escala mundial. ● La vinculación de las CTN no financieras con las instituciones financieras a través de distintos instrumentos y modalidades. ● La transnacionalización de compañías de servicios básicos (telecomunicaciones, suministros agua, gas yestatales electricidad; transporte) estaban sometidos a de regulaciones y eran realizadasque poranteriormente empres as estatales. empresas ● La sucesión de procesos de deslocalización y relocalización por parte de las firmas industriales debidos principalmente a: la combinación de estrategias de fragmentación y externalización de actividades, la continua movilidad mov ilidad de los capitales y los los cambios productivos habidos en regiones con menor grado de desarrollo. ● La transnacionalización de un número creciente de compañías pertenecientes a economías no desarrolladas, con China a la cabeza, muchas de las cuales son de propiedad estatal y otras actúan bajo la tutela o la influencia de sus gobiernos.
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3. NÚCLEO FUNDAMENTAL DE GRANDES COMPAÑÍAS TRANSNACIONALES 3.1. CTN n no o financieras Un primer acercamiento al poder de las grandes firmas se obtiene a través de las clasificaciones que elaboran diversos organismos y publicaciones, utilizando indicadores sobre los activos en el exterior, las ventas de sus filiales, los beneficios, 13
el nivel aunque de empleo otras variables . Esa aproximación aporta unadeprimera re refeferencia, cony limitaciones, para identificar al “núcleo duro” las CTN no financieras. Los indicadores muestran el rápido crecimiento de la transnacionalización y el aumento de la proporción que la actividad exterior representa para las CTN, sobre todo desde mediados de los años noventa. Así, el valor de los activos en el exterior de las 100 mayores firmas no financieras se multiplicó por cuatro entre 1995 y 2008 y la proporción de esos activos externos en los activos totales de esas compañías se había elevado quince puntos porcentuales (hasta el 61%), porcentaje que se ha mantenido en los años posteriores hasta 2013. Los mismos rasgos se aprecian a través de las cifras de ventas de las filiales en el exterior: las exportaciones se triplicaron y su proporción sobre el total de ventas de las 100 mayores CTN se sitúa en torno al 66% en los últimos años. La excepción parcial radica en el empleo, donde la ratio exterior/total también se elevó (del 51% al 60%), pero no comoenresultado del aumento del empleo de las filiales, sino del retroceso del empleo los países-home. A su vez, los datos muestran una cierta variación en el liderazgo de las CTN. Ordenadas según el valor de sus activos en el exterior, se constatan tres hechos: a) a) se consolida la presencia de las firmas petroleras y de las automovilísticas; b) b) declina la posición de las compañías de equipos eléctrico-electrónicos, química y alimentación; y c) c) ascienden con fuerza las firmas de telecomunicaciones y de suministros básicos de agua-gas-electricidad, la mayoría de ellas europeas y de reciente privatización, ya que anteriormente eran grandes compañías públicas. No obstante, a la hora de ponderar esos cambios en las posiciones relativas de las CTN debe tenerse en cuenta que se han producido en un contexto de fuerte expansión transnacional de la práctica totalidad de las que ya eran las mayores compañías. De ese modo, volviendo a considerar la evolución de las 100 mayores CTN entre 1995 y 2008, el fuerte aumento de sus activos totales se ha debido en mayor medida a la celeridad la quemás lo han los aquellos activos que localizan el exterior, llegando éstos a con suponer del hecho 60% de totales. Esa en proporción exterior aún es más alta en las compañías de farmacia (80%), electrónica (75%) y telecomunicaciones (73%), es decir, en las ramas que junto a las firmas automovilísticas y petroleras predominan en el núcleo duro de las CTN no financieras que se sintetiza en el recuadro 1. Sin embargo, pese a la decisiva importancia de las CTN en la Economía Mundial, la información disponible sobre esas compañías es claramente defectuosa e insu 13 Con
esos datos, la UNCTAD elabora un índice de transnacionalización que puede tener una interpretación equívoca. Se trata de un indicador relativo de cada compañía que compara sus cifras en el exterior con sus cifras totales, es decir, incluyendo en éstas los datos en el país-home. Siendo así, es lógico que el índice sea más elevado en las CTN cuyos países-home son de reducido tamaño que en las CTN de países-home de gran tamaño, donde las compañías cuentan con escalas de producción muy superiores. Por tanto, ese índice no debe utilizarse como si fuera un indicador absoluto que mide la importancia exterior de las compañías. 59
ficiente. Lo cual, a primera vista, parece contradictorio puesto que dada su importancia resulta necesario disponer de un buen conocimiento acerca del funcionamiento de unas compañías que protagonizan una parte considerable de la actividad económica a escala mundial. Sin embargo, esa contradicción sólo es aparente si se tiene en cuenta que –más allá de ciertas dificultades técnicas que existen para cuantificar algunas de sus actividades– actividades– las propias CTN no están interesadas en desvelar muchas de sus operaciones, ni la magnitud de su poder. La abundante información que disponemos Eclas onomía Mundial no estáhay diseñada para estadística conocer el de funcionamiento y el sobre poder ladeEconomía CTN. Por ese motivo que utilizar indicadores parciales y estimaciones aproximativas para obtener una mayor información que proporcione un conocimiento más relevante.
Recuadro 1 GRANDES CTN NO FINANCIERAS PETROLEO: Shell, ExxonMobil, British Petroleum, Total, Conoco-Phillips, Chevron, ENI, las compañías estatales de México y Venezuela (Pemex, PDVSA), de Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico, y las semipúblicas de Noruega y Brasil (Statoil, Petrobras). AUTOMOCIÓN: Ford, Toyota, General Motors, Volkswagen, Daimler, BMW, Honda, Nissan y Mitsubishi. EQUIPOS ELÉCTRICO-ELECTRÓNICOS: General Electric, Siemens-Bosch, Westinghouse, AEG, Sony, Panasonic, AMD y LG Electronics. TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN (electrónica, hardware, software, computación computació n e internet): Apple, IBM, Samsung, Toshiba, Hewlett Packard, Microsoft, Amazon, Google, Dell e Intel. QUÍMICA Y CONEXAS (farmacia, cosmética, neumáticos): Roche, Pfizer, Du Pont, Basf, Merck, Bayer, GlaxoSmithKline, Novartis, Sumitomo, Dow Chemical, Johnson & Johnson, L´Oréal, Colgate-Palmolive, Michelin y Bridgestone. AERONÁUTICA Y MATERIAL MILITAR: Boeing, MILITAR: Boeing, United Technologies, Technologies, EADS, EADS, Lockheed Martin y Northrop y Northrop Grumman. Grumman. ALIMENTACIÓN, BEBIDAS Y TABACO: Cargill, Nestlé, Cargill, Nestlé, Procter Procter & Gamble, Gamble, PepsiCo, PepsiCo, Coca Cola, Cola, Heineken, Heineken, Altria, Japan Tobacco, BAT Tobacco, BAT y Reynolds. TELECOMUNICACIONES Y SERVICIOS BÁSICOS (UTILITIES): Vodafone, Deutsche Telekom, Telefónica, France Telecom, GDF Suez, Electricité de France, E-on, Enel y Eni, DISTRIBUCIÓN COMERCIAL: Wal Mart, Carrefour, Mitsui y Ahold SERVICIOS INFORMÁTICOS: Microsoft, INFORMÁTICOS: Microsoft, EDS y Accenture. CONSULTORÍA: Deloitte, CONSULTORÍA: Deloitte, PriceWaterhouseCoopers y Ernst & Young HOSTELERÍA Y RESTAURACIÓN: Marriott RESTAURACIÓN: Marriott International, Accor, McDonald's Accor, McDonald's y Compass. TURISMO: TUI TURISMO: TUI y Carlson MEDIOS DE COMUNICACIÓN: Vivendi, COMUNICACIÓN: Vivendi, Time Time Warner y Disney PUBLICIDAD: Publicis PUBLICIDAD: Publicis Groupe y DSM CORREO POSTAL: DHL y Worldwide Express
En virtud de esas estimaciones, se puede calcular grosso modo que las 500 mayores CTN no financieras producen el equivalente a la cuarta parte del PIB mundial, participan en más de las dos terceras partes del comercio mundial, obtienen las tres cuartas partes de los ingresos que generan los derechos por royalties, y efectúan una proporción similar de las inversiones extranjeras directas a escala mundial. En el caso del comercio mundial, la UNCTAD (WIR, 2013) calcula que el conjunto de las firmas transnacionales participan en el 80% de los intercambios de bienes y servicios, bien sea mediante formas de tráfico intra-firma (matriz-filiales), cadenas globales u otras modalidades. Considerando sólo los intercambios intra-firma, 60
éstos representan el 35-40% del comercio mundial y superan el 45% en el comercio de automóviles y otros equipos de transporte, productos eléctrico-electrónicos, maquinaria no eléctrica, química-farmacia y otros bienes. Otros indicadores aproximativos son las cifras de ventas y de gastos en investigación y desarrollo realizadas por las CTN. Así, se observa que las ventas de las mayores CTN superan a las cifras del PIB de muchos países y también que los recursos financieros que dedican esas compañías a I+D son muy superiores a los que registran la mayoría de los países. Otros datos permiten constatar que el núcleo duro de CTN domina los principales mercados de bienes y servicios, tanto en la agricultura, la minería y la industria, como en las infraestructuras, la distribución comercial, las comunicaciones y otros servicios importantes. Todos ellos presentan un funcionamiento de estructuras oligopólicas que plasman el abrumador predominio de las grandes compañías transnacionales en términos de producción, ventas y beneficios.
3.2. CTN financieras y otros operadores transnacionales En el caso de las compañías financieras, los parámetros que se utilizan para elaborar los ranking ranking son son todavía más generales e imprecisos, ya que la intensa movilidad de sus activos en el exterior y la variedad de requisitos fijados en los países sobre esos activos, dificultan el cómputo de los mismos. Los datos utilizados con más frecuencia son el de activos totales el delestá número de países sobre en lostodo, que está presente cada compañía. El ranking que ysurge condicionado, por el primer indicador, ya que en el segundo s egundo la mayoría de las firmas tienen presencia en un rango similar de 40-50 países, con excepciones notables como Citigroup, que se localiza en 75 países, o en el otro extremo USB y Santander con presencia en menos de 35 países. Según esos datos, los activos totales de las CTN financieras son muy superiores a los que poseen las CTN no financieras. Comparando las cifras de las firmas que lideraban ambos ranking en 2008, los activos de Deutsche Bank (3,1 billones de dólares) multiplicaban casi por cuatro a los de General Electric. Un dato elocuente que refleja la creciente superioridad adquirida por las CTN financieras, refrendada más adelante con nuevos datos y argumentos. En el caso de los bancos, banc os, como recoge el recuadro 2, eell top-10 registra un predominio casi absoluto de los bancos banc os europeos, sólo alterado por la posición intermedia de Citigroup. Porladetrás se sitúan otros bancos japoneses,y siendo todavía débil emergencia transnacional de estadounidenses los bancos chinos,y coreanos de otros países de aquella región. Ese conjunto de grandes bancos concentra la mayor parte de los activos y pasivos de los sistemas bancarios de sus países y son el origen de la mayoría de los préstamos concedidos, los emisores de títulos propios y los operadores de multitud de actividades financieras a escala internacional. Un lugar destacado les corresponde a los que hasta la última crisis cr isis se denominaban bancos de inversión estadounidenses, por ser los mayores creadores y gestores de los derivados financieros que se difunden a escala internacional, así como los principales intermediarios de las grandes emisiones y colocaciones de títulos y de las megafusiones de grandes compañías. Conjugan, C onjugan, por tanto, funciones de intermediarios y de inversores con una fuerte f uerte capacidad de apalancamiento, lo que les convierte en operadores de referencia para multitud de inversores. Las compañías de seguros, sobre todo las europeas, también han expandido su presencia por decenas de países han diversificado sus actividades financieras. Paralelamente han estrechado susyrelaciones de propiedad y/o inversoras con los 61
banco, a través de una variedad de servicios financieros cada vez menos vinculados a su actividad aseguradora. Al mismo tiempo, como se ha mencionado en el inicio del capítulo, han surgido grandes operadores financieros que, sin ser corporaciones empresariales, ocupan también posiciones destacadas por la magnitud de sus recursos, la dimensión internacional de sus operaciones y su gran influencia en los mercados financieros internacionales, sin necesidad de realizar inversiones directas ni de establecer filiales en países-host. En primer lugar, destaca el grupo de entidades financieras que poseen un carácter mutualizado, es decir, aquellas que se crean a partir de las aportaciones individuales de sus miembros y que tienen al frente a gestores profesionales especializados en distintos mercados financieros. Por un lado están, con carácter general, los fondos de inversión que se nutren de las aportaciones de un gran número de mutualistas. El conjunto de esos fondos elevó sus activos entre 1995 y 2007 desde 6,3 a 24,9 billones de dólares, una cifra equivalente a la tercera parte del PIB mundial. Por otro lado, están los hedge funds (HF) funds (HF) que han adquirido una entidad singular debido al rápido aumento de su número (casi diez mil en 2013), el volumen de su activos (más de 2 billones de dólares) y, sobre todo, su notable influencia en ciertos mercados (Monarcha y Teiletche, T eiletche, 2013). La mayoría de los HF opera desde paraísos fiscales en mercados de alto riesgo, principalmente instrumentos derivados, realizando grandes inversiones con un alto apalancamiento, de modo que apenas aportan entre el 5 y el 20% deComo sus recursos, obteniendo el resto mediante distintas formas de endeudamiento. consecuencia, obtienen elevadas rentabilidades, registrando un crecimiento medio del 9% anual desde 1990. Muchos HF fueron creados por bancos para contar con la participación de las grandes fortunas de todo el mundo. Con el paso de los años, los HF también han ido incorporando a diversos fondos de inversión, fondos de pensiones, fondos soberanos, bancos y compañías de seguro. Por otro lado, los private los private equity funds (traducidos funds (traducidos habitualmente como fondos de capital riesgo) disponen de activos por un valor similar al de los HF y también realizan grandes operaciones con un alto grado de apalancamiento. Se trata de fondos cuya actividad se centra en financiar, bien el desarrollo de negocios nuevos (venture capital ), ), o bien la compra temporal de empresas, o bien partes de empresas no financieras (buyout (buyout ) que generalmente se encuentran en dificultades financieras o en proceso de cambios tecnológicos y organizativos. Mediante operaciones generalmente promueven la adquisición de esas empresasfinancieras, con el propósito de que sucomplejas, lanzamiento, o su reestructuración, proporcionen una elevada rentabilidad que facilite su venta inmediata, logrando con ello importantes ganancias respecto al precio de adquisición. En segundo lugar, los fondos soberanos han sido creados por los gobiernos de economías con grandes excedentes comerciales. Su finalidad es gestionar de forma rentable esa abundante liquidez, una vez deducida la parte de reservas que permanecen disponibles en los bancos centrales. La mayor parte de estos fondos se dedican a realizar inversiones de largo plazo, principalmente inversiones directas, y su actuación en los mercados financieros está guiada por criterios de cierta cautela, eludiendo la realización de operaciones de búsqueda de alta rentabilidad con elevado riesgo riesgo y a corto plazo (Demarolle, 2008). Los FS más importantes pertenecen a gobiernos de Oriente Medio y de Asia Oriental (recuadro 2), aunque el mayor de todos es de Noruega. Los diez primeros disponen de recursos propios entre 150 yen800 milamillones de dólares, y se calcula que los setenta mayores concentran torno 6,5 billones de dólares. 62
En tercer lugar, los grandes fondos de pensiones (públicos y privados) poseen una gran liquidez y acumulan enormes activos (18 billones de dólares) merced a las aportaciones periódicas de sus cotizantes. La mayor parte de esos activos se encuentran invertidos en los mercados financieros internacionales, de forma directa o a través de otras entidades financieras. Sus inversiones están administradas por gestores profesionales cuyo criterio principal es la diversificación cautelosa de sus s us carteras. No obstante, el grado de prevención ante riesgos varía considerablemente según las entidades que participan y la situación mercados cada momento. Debido a la magnitud de sus inversiones, losdeFPlosejercen una en notoria influencia en los mercados en los que intervienen, si bien generalmente deciden muchas de sus inversiones siguiendo las pautas de actuación que marcan otros grandes inversores como son los HF y los grandes bancos. Recuadro 2 CTN FINANCIERAS Y OTROS OPERADORES TRANSNACIONALES
BANCOS: Citigroup, Bank of America, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Wells Fargo, Deutsche Bank, Barclays, HSBC, Royal Bank of Scotland, Lloyds TSB, BNP Paribas, Credit Agricole, Societé Generale, USB, Credit Suisse, ING, Unicredito, Santander, Mitubishi Financial, Namura y Mizuho Financial, Sumitomo Mitsui Banking Corporation, Japan ASEGURADORAS: AIG, Axa, Allianz y Metlife. FONDOS DE INVERSIÓN: Vanguard, Fidelity, American Funds, BlackRocks, Pimco, Franklin Templeton, JO Morgan Chase, State Street Global Advisors HEDGE FUNDS: FUNDS: Bridgewater , Man Group, Quantum, Paulson & Co, Brevan Howard, Appaloosa, Caxton Global, BlackRock, junto con los creados por los grandes bancos. PRIVATE EQUITY: Blackstone, Carlyle, TPG Capital, Kohlberg Kravis Roberts, Apollo, Goldman Sachs CP, Warburg Pincus, Bain Capital. FONDOS SOBERANOS: China (CIC, NCSSF, CADF), Emiratos Árabes Unidos (ADIA, ADIC, EIA, ICD), Noruega (GPF), Arabia Saudi (PIF, SAMA), Singapur (GIC, TH), Kuwait (KIA), Hong Kong (KHMA), Rusia (RNWF, RRF, RDIF), Qatar (QIA), Kazajstann (SKJSC, KNF, NIC) FONDOS DE PENSIONES: Japón (GPI, LGO, PFA), Holanda (ABP, PFZW), Corea del Sur (NP), EEUU (FRT, CalPublic, CalState Teachers, NYCR), Singapur (CPF), Canadá (CP, Ontario Teachers
3.3. Vinculació Vinculación n entre CTN financ financieras ieras y no fina financieras ncieras Como se avanzó en el capítulo 2 y se analiza en el capítulo 9, otra característica fundamental del desarrollo de las CTN, durante las últimas décadas, décadas , es la creciente vinculación entre unas y otras compañías, a través de distintos nexos cuyo denominador común es la financiarización de la Economía Mundial. Con este término se hace referencia al desarrollo, desde los años ochenta, de tres procesos convergentes que han generado el dominio de las finanzas sobre la economía (Palazuelos, 2011; Palley, 2013). El primer proceso es el creciente peso de las compañías financieras en la mayoría de las actividades económicas. El segundo s egundo es la influencia de los mercados financieros en las decisiones y en el funcionamiento de las compañías no financieras, los gobiernos y el sector doméstico. El tercero es el impacto decisivo del ciclo financiero en la dinámica macroeconómica, tanto en las fases de mayor crecimiento como en el desencadenamiento de las fases depresivas. En el capítulo 14 se explica la importancia de ese impacto financiero en el desencadenamiento de la crisis iniciada 2008proceso, (Hein, 2012). Por un lado, con respecto al en primer los grandes inversores financieros alcanzan el control accionarial de una parte significativa de la propiedad de las CTN 63
no financieras, a través de distintas formas de acceso cuyos protagonistas y/o intermediarios son los grandes operadores financieros antes citados. Un estudio (Vitali et al., al., 2011) acerca de los vínculos de propiedad accionarial de más de 43 mil sociedades transnacionales revela el fuerte control c ontrol que ejerce un pequeño núcleo de entidades financieras. Concretamente, el 80% de la propiedad accionarial está en manos de menos de 750 entidades y, más aún, el 40% de la propiedad la detentan las 50 mayores compañías, siendo financieras la práctica totalidad de esas firmas. no se trata de un fenómeno nuevo sino que ese nexo de propiedad Ciertamente, ya existía a finales del siglo XIX, en lo que se refiere al vínculo entre los núcleos oligárquicos nacionales forjados en torno a la industria, el comercio y las finanzas, confirmando que la tendencia a la concentración de capital es uno de los rasgos sistémicos del capitalismo. El aspecto novedoso y fundamental es la ingente magnitud que alcanza esa concentración en un núcleo minoritario de propietarios a escala transnacional. En cuanto al segundo proceso, muchas CTN no financieras (industriales, comerciales, servicios básicos) han ido vinculando sus estrategias a la realización de operaciones financieras en los mercados internacionales: a) a) como como demandantes de ahorro, en forma de préstamos o emitiendo bonos corporativos; b) b) como como inversores en activos financieros para lograr beneficios que eleven su tasa de rentabilidad; y c) c) como como clientes de instituciones financieras que les asesoran y actúan como en sus grandesinternacional. operaciones Es de así compras, fusiones adquisicionesintermediarios de otras empresas a escala que muchas de yesas operaciones, sobre fusiones y absorciones de empresas, sobre relocalizaciones de filiales, sobre fragmentación y/o compra-venta de partes de empresas, se adoptan siguiendo objetivos y criterios de carácter financiero (McKeen-Edwards y Porter, 2013; Mikler, 2013). Un fiel reflejo de ello es la gran influencia que los departamentos financieros han adquirido en la toma de decisiones y en el funcionamiento interno de las CTN no financieras, así como en el creciente uso que hacen de los “vehículos los “vehículos especiales” , y otros artificios contables, para operar en los mercados financieros. La gestión de la liquidez global de un grupo empresarial que está presente en decenas de países, que tienen diferentes monedas y distintos sistemas financieros, facilita la realización de provechosas inversiones financieras en los mercados de divisas, las bolsas y los instrumentos derivados. Igualmente, esa presencia multinacional permite llevar a cabo políticas de f inanciación financiación que aportansebeneficios e incluso las propias compañías industriales y comerciales dedican aadicionales, financiar a los clientes que adquieren los productos que fabrican o distribuyen (Serfati, 2008; Wilks, 2013). En consecuencia, los nexos de doble sentido que se establecen entre las CTN financieras y no financieras dan a lugar a que se vayan difuminando sus fronteras, a medida que aumentan los vínculos de propiedad cruzada, las estrategias comunes y las actividades compartidas. De ese modo, se conforma un núcleo fundamental de CTN productivo-financieras, cuyo poder se extiende a la mayor parte de los intercambios productivos, comerciales, monetarios y financieros mundiales (Mikler, 2013). Con ello se acentúa la propensión de las CTN a la opacidad, para eludir las normas reguladoras de los gobiernos y la demanda de transparencia de los mercados. Así, destacan dos auténticos “agujeros negros” que escapan a cualquier a cualquier conocimiento público. Uno es la indescifrable cuantía y las características de las relaciones internas de cada CTN. Al oscurantismo de los precios de transferencia, que rigen los 64
intercambios intrafirma, se suman las inescrutables formas de computar los servicios tecnológicos y otros servicios, y las transacciones de carácter financiero efectuadas entre filiales, y entre éstas y la sede central. El otro agujero negro es la utilización de paraísos fiscales y de mecanismos electrónicos de liquidación de pagos, para evitar cualquier control de sus operaciones. Los paraísos fiscales (analizados en el capítulo 9) se ubican en islas remotas y otros lugares diminutos, o bien en otros más próximos denominados “centros financieros internacionales” , como los existen en Chipre, Irlanda y Hong Kong. Los medios de liquidaciónque electrónica se Gibraltar, encuentran en países como Luxemburgo y Bélgica, facilitando el incumplimiento de las normativas nacionales y la evasión de impuestos. Para concluir este apartado, cabe llamar la atención sobre el viraje radical que ha experimentado el debate en torno a las CTN durante las últimas décadas, ya que es una prueba elocuente de cómo se ha acrecentado su s u poder. En los años sesenta y setenta, tanto en el seno de Naciones Unidas como en otros foros políticos y en los círculos académicos, el debate se s e centraba en las regulaciones públicas que se se necesitaban para evitar los abusos de las CTN, favorecer la cooperación internacional y estimular el desarrollo de las economías-host. Sin embargo, desde los años noventa, el debate impulsado por la OCDE y la OMC, OMC , reproducido a través de múltiples think tanks y tanks y publicaciones, pasó a centrarse en la necesidad de establecer un código de defensa de los intereses de las CTN frente a los controles y las intromisiones de los gobiernos en sus actividades. Hasta el momento, ese propósito ha cristalizado la aprobación formal de un código,y pero objetivos estánnoincorporados en en la conducta de esas organizaciones en lassus políticas de sí la mayoría de los gobiernos, haciendo cada vez más improbable que se adopten decisiones que contravengan los intereses de las CTN.
4. EJERCICIO DE PODER: RESORTES Y RESULTADOS Una vez identificado el núcleo de grandes compañías transnacionales, en este apartado se analizan los fundamentos de su poder económico, a través t ravés de la relación que se establece entre los resortes que poseen, las estrategias que desarrollan y los resultados que consiguen. Merced a ello, las CTN incrementan sus beneficios, fortalecen sus posiciones de poder y garantizan la reproducción del sistema económico (Wilks, 2013; Mikler, 2013)
4.1. Resortes económicos Los resortes económicos en los que se fundamenta el poder de las CTN tienen un triple carácter: tecnológico, organizativo y financiero. En primer lugar, su capacidad para generar y/o adaptar las innovaciones técnicas más importantes es el resorte básico que les coloca como protagonistas decisivos en el desarrollo de nuevas tecnologías. Son éstas las que han permitido que las compañías industriales: a) fragmenten a) fragmenten los procesos de producción, multipliquen los productos intermedios y finales, e incorporen nuevos servicios; b) aumenten el número de países en los que producen; c) aprovechen c) aprovechen los avances en el transporte y la comunicación, y d) d) amplíen amplíen en grado superlativo sus mercados por todo el mundo. La mayoría de las compañías que ya eran poderosas han reforzado su posición tecnológica mediante innovaciones propias y, a veces, adquiriendo tecnologías nacientes o comprando a las empresas que laslogrado habíannuevas creado.tecnologías, En otros casos, compañías que inicialmente eran pequeñas han con las que han impulsado su desarrollo hasta convertirse en grandes compañías transnacionales. 65
En segundo lugar, la capacidad organizativa es un resorte que permite a las CTN gestionar tanto la actividad interna, dentro del grupo empresarial, como la actividad externa hacia los mercados. De ese modo, pueden coordinar las distancias que existen entre los países en los que se localizan, la colosal dimensión de las operaciones que efectúan, la diversidad de esas operaciones, y la necesaria movilidad de los recursos que deben llevar a cabo entre unas economías y otras, y entre unas operaciones y otras. Todo ello hace que el factor organizativo adquiera una complejidad, ya que suscita la necesidad dese resolver conjunto retos paragran lograr la mayor coherencia posible. Esos retos refierenuntanto a las de relaciones entre la sede central y sus filiales, como entre los principales accionistas y los los altos directivos. Pero también incluyen las relaciones entre los directivos centrales c entrales y los que están al frente de las filiales, así como entre los directivos y/o trabajadores de las propias filiales, que pueden llegar a generar tensiones por obtener determinados recursos, mejores salarios, mayores pedidos u otras ventajas en el seno de cada CTN (Dörrenbäucher, 2007 y con Geppert, 2007; Dischingrer y Riedel, 2010). Sin embargo, esas tensiones y esas tendencias centrífugas se canalizan al servicio de los intereses de la compañía, mediante la dirección que ejerce su center of strategic decision-making. decision-making. Desde la sede central, ese centro estratégico determina y dirige la política corporativa. Así, se garantiza el cumplimiento de los objetivos y se hacen compatibles la realización de grandes proyectos globales con la atención a las situaciones específicas de cada país y en cada tipo de actividad. En lugar, capacidad financiera es el resorte poder queyapermite a las CTNtercer disponer de la enormes recursos para emprender susdeproyectos, que cuentan con grandes cantidades de recursos propios y, además, tienen facilidad para acceder a los mercados financieros, aprovechando sus conocimientos y sus contactos para operar en ellos. Por eso, obtienen mejores condiciones de financiación que otras compañías menores o sólo nacionales, llevando a cabo la ampliación de su capital con nuevas emisiones de acciones o logrando financiarse mediante bo bonos nos y préstamos. La suma de los tres resortes, complementados con los no económicos que se exponen más abajo, proporcionan a las CTN la capacidad de establecer y ejecutar estrategias interrelacionadas, es decir, un conjunto c onjunto de objetivos y de instrumentos para conseguirlos. De forma resumida, las principales estrategias definidas por cada CTN son (Dunning y Lundan, 2008; Mouhoud, 2013): a) Tecnológico-productivas: basadas en decisiones sobre qué segmentos del proceso la comercialización otras actividades, en las economías productivo, host, y cuáles se quedan en lay/u sede central y en loslocalizan establecimientos que mantienen en el país-home. Las innovaciones técnicas facilitan que las filiales se especialicen en un determinado segmento productivo y puedan funcionar fu ncionar con bastante autonomía con respecto a la estructura productiva de cada economía-host en la que están instaladas. Esas innovaciones hacen posible llevar a cabo una fragmentación flexible, programable y automatizada de un gran número de procesos de fabricación, a la l a vez que permiten el control centralizado de múltiples actividades que se llevan a cabo en espacios geográficos separados. b) Integración vertical: basadas en decisiones sobre la la organización del ciclo de producción-comercialización de los productos, determinando cuáles internaliza la CTN y cuáles incorporan a otras compañías. El diseño de esa estrategia determina las funciones específicas de las filiales y/o la formación de joint de joint ventures, ventures, la utilización de franquicias o licencias, el establecimiento de contratos de colaboración con empresas de analizan países host, distintos tipos de o de cadenas de valor que se en elsurgiendo tema 7. así Según el criterio de redes integración que se utilice, en unos casos primará la creación de economías de escala, característica 66
de la integración vertical, de carácter ramal o sectorial; mientras que, en otros casos, será la organización de economías de variedad, basadas en la especialización por tareas en lugar de por ramas, con proliferación de formas de subcontratación. c) Comerciales: basadas en decisiones sobre las condiciones de aprovisionamiento y de venta. Conlleva la selección de proveedores y clientes externos, o bien sobre el grado de internalización de insumos, servicios y otros requerimientos hacia atrás y hacia adelante. Conlleva también determinación losde mercados finales y los criterios de formación de precios a lolalargo de todo el de ciclo producción y comercialización. Por tanto, implica una estrategia de competencia frente a compañías rivales. d) Financieras: basadas en decisiones acerca de la gestión de los recursos propios y la obtención de financiación ajena. Este tipo de estrategias son cada vez más relevantes, debido a que las características de los mercados financieros, incluyendo los intercambios de divisas, ofrecen un amplio abanico de posibilidades de generar beneficios y abaratar costes. e) Alianzas: basadas en decisiones sobre la conveniencia de alcanzar acuerdos de colaboración con otras firmas, incluyendo la realización de fusiones y adquisiciones, o bien acuerdo comerciales sobre precios y mercados, o bien acuerdos con empresas que se integren en distintos eslabones de las cadenas de valor que se estudian en el capítulo 6. Cabe también la posibilidad de acuerdos con gobiernos o empresas estatales de países estrategias de parques desarrollo estimulen que la negociación con CTN para crear joint crear joint cuyas ventures, ventures , establecer industriales propicien economías de aglomeración, otorguen contratos de fabricación o de gestión de empresas nacionales, u otras variedades de colaboración. f) Localización: impulsadas por la búsqueda de opciones de acceso a las economías host. Unas decisiones están basadas en las ventajas que ofrecen esas economías receptoras como facilidades existentes en términos de costes, potencial de mercado, garantía de abastecimiento, ventajas fiscales o de otro tipo. Mientras que otras decisiones pretenden eludir las restricciones provocadas por barreras proteccionistas y otras normativas que dificultan la venta de productos desde el exterior, para competir con los bienes y servicios de las empresas del país-host. g) Management : basadas en decisiones sobre las formas de organización interna que se adecuan al cumplimiento de los demás objetivos. De hecho, las posibilidades de éxito o de fracaso de las estrategias anteriormente citadas dependen, en buena medida, de que las capacidades humanasdey esas técnicas de cada compañía permitan su ejecución. El mejor aprovechamiento esa s capacidades requiere de la labor dirigente de un “centro de decisión” , imprescindible para garantizar la coordinación de las empresas, divisiones y departamentos que componen cada CTN. Implica también el aprovechamiento de numerosas sinergias y complementariedades internas, así como la organización de mecanismos de captación y transmisión de la información, y de mecanismos de adaptación a las situaciones específicas de cada actividad y cada país. Todo ello supone la mejora constante de los criterios de selección del personal directivo y de los cuadros intermedios que asumen decisiones. Las nuevas tecnologías favorecen la elaboración de esas estrategias de dirección y gestión, pero no es menor la importancia del aprendizaje a través de la experiencia cotidiana de la propia compañía y de la cooperación con otras empresas, así como de las mejores experiencias que ofrecen las firmas rivales.
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4.2. Resortes no económicos Los resortes económicos de poder que otorgan a las CTN su potencia tecnológica, organizativa y financiera, se complementan con otros de carácter extra-económico que contribuyen a reforzar su posición de dominio (Wilks, 2013). Son resortes de índole política, ideológica y militar. Por un lado, muchas CTN desarrollan una permanente actividad política que se concreta, según paísescon y momentos, en una diversidad de posibilidades. estrechas relaciones los gobiernos y demás instituciones políticas,Mantienen tanto en sus respectivos países-home como en los países-host. Eso les permite intervenir en la elaboración de las normas legales y otras disposiciones de los poderes públicos que afectan a sus actividades económicas. Igualmente, son numerosas las evidencias acerca de su influencia en los procesos electorales de los países, bien sea mediante aportaciones económicas a los candidatos o mediante otras formas de apoyo a unos u otros partidos. Con frecuencia, los propios gobernantes, en particular las autoridades económicas, son personas que previamente han traba jado en las CTN, o bien que reciben ofertas de trabajo de éstas para resolver su futuro profesional. Lo mismo sucede en los organismos internacionales. De manera que, las “puertas giratorias” funcionan en un doble sentido: personas que traba jaron en las CTN y después son responsables políticos de asuntos que interesan a esas compañías; o bien cuando acaban dicha responsabilidad se incorporan a esas firmasactuaciones transnacionales. Los vínculos máslaobvios todavía cuando se desvelan relacionadas con laresultan corrupción, extorsión, y otras intromisiones en el ámbito político, que llevan a cabo o en las que participan las CTN con el objetivo de defender sus intereses. Por otro lado, las CTN disponen de diversas vías para influir en las creencias y en los comportamientos de los colectivos sociales, es decir para ejercer dominio ideológico. El resorte más importante en ese sentido es el control de una gran cantidad de medios de comunicación por los que que circulan las noti noticias, cias, imágenes, valores y opiniones que, a escala mundial, condicionan la información y la creación de opinión de los ciudadanos. Se trata de una amplia mayoría de canales televisivos, periódicos, revistas económicas y agencias de noticias que pertenecen a CTN o a grupos empresariales relacionados con ellas. Otro tanto sucede con los centros especializados en los que se moldean las ideas dominantes, a través de think tanks,, institutos, departamentos universitarios, congresos y otras plataformas que tanks funcionan con elclientelares patrocinio por económico de difunden las CTN. datos, Gracias a esos resortes se establecen redes las que se datos , estudios y opiniones. Por último, algunas CTN disponen de resortes de carácter militar. Es el e l caso de las firmas que se dedican a la producción de armamento y que ejercen una notable influencia en las decisiones de sus gobiernos (EE.UU. Reino Unido, Francia, Rusia) sobre la compra de material militar, la venta de armas a otros países y otras decisiones de las que se derivan la consecución de ventajas tecnológicas y la obtención de beneficios para esas firmas. También abundan los ejemplos de CT CTN N implicadas en acuerdos con gobiernos-host donde actúan como intermediarias en la entrega de armas a cambio de concesiones para explotar recursos naturales u otras ventajas. En países que sufren graves conflictos políticos y bélicos, muchas CTN poseen personal militar propio, a modo de ejércitos privados (últimamente denominados como “empresas contratistas contratistas” ” ) que se dedican a la protección de instalaciones y personas, pero también toman posiciones a favor de alguna de las partes en conflicto, según cuales sean las ventajas que esperan conseguir. 68
4.3. Resultados En suma, la tripleta de resortes tecnológicos, organizativos y financieros, con el complemento de los resortes no económicos, condensan el poder que poseen llas as CTN para establecer objetivos e implementar los medios con los que hacerlos realidad. Sus capacidades estratégicas surgieron a finales del siglo XIX, cuando se crearon las primeras grandes compañías norteamericanas que controlaban sus respectivos mercados nacionales (Chandler, 1962, 1977) 1988). y algunas pasaron trolar los primeros mercados a escala mundial (Wilkins, Surgió así laa conmodern corporation, corporation, un nuevo tipo de empresa (la corporación) dotada de incipientes estrategias como las referidas en el apartado anterior. Sus capacidades se fortalecieron, sus estrategias se consolidaron a escala nacional nac ional y se expandieron internacionalmente a mediados del siglo XX, según analizaron Adoph Berle, Gardiner Means y John Kenneth Galbraith. Esas corporaciones eran ya un jugador de creciente relevancia en la Economía Mundial durante la Edad de Oro. El mayor hecho diferencial que presenta la etapa actual consiste en que la convergencia de novedades que han fortalecido esa tripleta de resortes dando lugar a que el poder ascendente de las CTN se transforme en dominante y las convierta en el principal jugador de la Economía Mundial. Tal rango obedece a que las CTN son las mayores protagonistas del proceso económico y de las relaciones de poder a escala mundial . Esto es, son las que realizan una alta proporción de la producción y del mundial , las que obtienen de unacapital alta proporción de la renta las comercio que acumulan la mayor proporción a escala mundial . En mundial esa me-, dida, son las que ejercen mayor poder en la Economía Mundial . La manera habitual de ejercer esa posición dominante es mediante formas de poder estructural, como si se tratara de un dominio difuso basado en su influencia en los mercados de bienes, servicios y capitales. Sin embargo, los resortes mencionados también otorgan a las CTN un poder relacional. Esta faceta se constata fundamentalmente en el reconocimiento de su autoridad exclusiva para decidir sus estrategias, diseñadas estrictamente en función de sus intereses corporativos, a pesar de que con ello condicionan el funcionamiento de las economías en las que actúan. Una derivación de ese poder relacional se concreta en la discrecionalidad con la que pueden decidir deslocalizarse de un país para trasladarse a otro otr o que les aporte mayores ventajas, o también cuando deciden formar f ormar determinados eslabonamientos trabajo de cadenas queello, darán lugar a cambios importantes en la división del y, por fortalecerán las capacidades de ciertos países internacional o regiones y debilitarán a otros. Otra constatación del poder relacional de las CTN se aprecia en el reconocimiento de su capacidad para negociar con gobiernos home y host. Ejercen como autoridad frente a los poderes públicos, condicionando las decisiones de éstos para que respondan a sus intereses corporativos o, cuanto menos, para que no se dicten normas que sean contrarias a esos intereses. Por último, el poder relacional de las CTN se pone de manifiesto cuando se constata el funcionamiento de oligopolios, que se sustentan en acuerdos de cartel sobre sobre precios, limitaciones de producción, reparto de mercados y barreras de entrada a nuevos competidores. Esos acuerdos suelen estar prohibidos por las legislaciones cuando se adoptan de forma explícita. Por ello, generalmente, se llevan a cabo de manera encubierta a través de modalidades como la creación de “asociaciones profesionales” formadas por las CTN en los países-host. Los resultados esa combinación de poder relacional y estructural se plasman en tres niveles de consecutivos. El primero se concreta a escala individual de cada compañía, a través de los indicadores habituales con los que se m miden iden los objetivos 69
de la actividad empresarial. Las cifras de producción, ventas, beneficios, valor accionarial, dividendos repartidos a los accionistas y demás indicadores revelan el absoluto predominio de los resultados logrados por cada CTN en sus s us actividades. El segundo nivel concierne al conjunto de las CTN a través de los mecanismos de reproducción de su posición de poder. Por un lado, la estructura es tructura oligopólica de los mercados internacionales se convierte en un incentivo para que las compañías mantengan o amplíen sus colusiones, con el propósito de reforzar su control y de obtener un mark-up por encima del Labini, que sería el beneficio obtenido en condiciones de competencia sin colusión (Sylos 1975, 1996; Kalecki, 1977). La transnacionalización aporta nuevas ventajas a la colaboración entre CTN, bien sea fortaleciendo sus complementariedades a través de cadenas productivas, bien para compartir ventajas tecnológicas y reducir costes, o bien formando joint formando joint ventures ventures para compartir riesgos financieros o para incrementar la capacidad de negociación conjunta ante los gobiernos-host. Las estructuras oligopólicas se refuerzan aún más mediante las grandes operaciones de fusiones y absorciones entre CTN. En ciertas ramas como la electrónica e informática, las telecomunicaciones y la química, también es frecuente que las grandes compañías se apresuren a adquirir otras de menor tamaño que disponen de alguna ventaja tecnológica. De ese modo, pasan a controlar esa innovación, evitando que aquellas empresas menores crezcan y se conviertan en competidoras, así como impidiendo que sean otras CTN rivales las que se hagan con tal 14. innovación. Desdeenloslasaños noventa las operaciones de mayor envergadura se vienen produciendo ramas de petróleo, automoción y química farmacéutica Por otro lado, una vez adquirida la “multinacionalidad”, que supone la presencia en un amplio abanico de países, se convierte en un mecanismo adicional que reproduce la posición dominante de las CTN. Esa presencia múltiple les proporciona mayor conocimiento de los mercados a escala mundial, acrecienta su potencial tecnológico, incrementa su habilidad para adaptarse a situaciones s ituaciones distintas, amplía las vías de financiación y fortalece su capacidad negociadora frente a los sindicatos de trabajadores, los gobiernos nacionales y las organizaciones de consumidores. Igualmente, una vez consolidada su presencia multinacional, las CTN disponen de una ventaja adicional para decidir la localización de nuevas inversiones directas y para establecer acuerdos con empresas proveedoras, subcontratas o posibles participantes en cadenas de valor. El propio hecho de que, gracias al progreso técnico, téc nico, la localización sea reversible (con costes reducidos), pudiendo trasladarse a otro
país, fortalece notablemente la posición de poder de las CTN ante todos sus interlocutores. El tercer nivel de resultados generados por ese poder es el que vincula a las CTN con la reproducción sistémica. Esas compañías son a la vez efecto y causa de la matriz capitalista, ya que tanto su formación como su funcionamiento responden 14 Entre
los gigantes petroleros, destacan las fusiones entre Exxon y Mobil, T Texaco exaco y Chevron, British Petroleum con Amoco y otras americanas, Conoco con Phillips y Total con Elf Aquitaine. En la industria del automóvil, sobresalen las de General Motors con Saab y Daewo; Renault con Nissan; Daimler con Chrysler; Ford con Aston, Jaguar y Volvo y BMW con Rover. En la industria farmacéutica las cadenas de fusiones resultan aún más procelosas. Así el grupo Aventis ha surgido de sucesivas compras entre Hoechst, Rhone Poulenc, Savofi y Synthelabo; el grupo GlaxoSmithKline procede de las l as firmas que le dan nombre y suma otras fusiones intermedias de algunas de ellas con Beechan, Wellcome y otras, estando pendiente su fusión con Novaris; Roche aúna también a Syntex, Boehringer y Genentech; mientras que Pfizer ha incorporado a Warner Lambert, Wyeth, Pharmacia y AstraZeneca; y Bayer a Schering. 70
a esos rasgos sistémicos y, en consecuencia, sus resultados contribuyen a la continuidad del sistema. Al contrario c ontrario del mundo imaginario de la Economics Economics,, la formación de los oligopolios y su internacionalización no constituye ninguna deformación “imperfecta” de los mercados competitivos, ni supone ninguna imperfección en la asignación de los recursos, sino que ha sido la forma histórica que han adoptado las empresas y los mercados como resultado del carácter privado de la propiedad, de la producción generada exclusivamente con fines mercantiles y de la dinámica del tanto, capital,elque se deriva de la apropiación deen la el producción yconcentradora el beneficio. Por poder que ejercen las CTN les privada convierte protagonista del proceso económico capitalista durante la etapa actual de la Economía Mundial. En última instancia, las CTN son empresas con propietarios que persiguen el incremento de su capital. En ese sentido, aunque el número de accionistas de cada compañía es extenso, los resortes de decisión están en manos de los grandes accionistas y los ejecutivos por ellos nombrados. En términos sociales, ese hecho se traduce en que existe un poder corporativo en manos de un núcleo de grandes propietarios que concentra un volumen colosal de riqueza a escala mundial. Una parte esta invertida en acciones de multitud de empresas y en otros activos e instrumentos financieros. Las demás se localizan en inmuebles, metales preciosos, objetos de arte y un largo etcétera de bienes que componen sus patrimonios personales15.
5. DOMINIO COMPLEJO Y DINÁMICO Una parte de las CTN ejercen poder a escala regional, en determinadas áreas geográficas donde concentran sus actividades productivas, comerciales y/o financieras, y donde se localizan sus filiales, las cadenas en las que participan y/o las empresas con las que cooperan. Otras CTN, generalmente las más fuertes, ejercen poder a escala mundial en la medida en que su presencia es multi-regional y su influencia se extiende al comportamiento global de los mercados en los que actúan (Rugmann, 2007; Voss, 2013) No obstante, el dominio efectivo que ejercen las CTN presenta formas poliédricas y dinámicas (Vitali et al., al., 2011; Mikler, 2013; Wilks, 2013). Esas compañías constituyen una entidad homogénea cuando se las considera en términos agregados, como jugador dominante controla y se beneficia del proceso económico. al mismo tiempo, se trataque de compañías dotadas de características singularesPero, que se derivan tanto de las distintas condiciones técnico-productivas de los sectores en los que actúan, como de las distintas estrategias que establecen. No cabe, pues, considerar que las CTN se asemejan a un tipo de jugador autómata que actúa de forma mecánica respondiendo a la lógica sistémica del capitalismo; tampoco se trata de un jugador monolítico que actúa siempre en colusión; y tampoco es un jugador omnipotente que tiene en sus s us manos hacer cuanto desee. Por el contrario, su poder es ejercido de manera más compleja, mediante decisiones sujetas a una racionalidad limitada y adoptadas en contextos de incertidumbre. Por tanto, sus estrategias son falibles y cambiantes. Igualmente, las prácticas colusivas, que favorecen el funcionamiento cartelizado de las CTN, son compatibles 15 Los
informes que publican Knight Frank y RBC Wealth Management/Capgemini dan cuenta de la exorbitante dimensión que alcanza la riqueza individual que acumulan esos grandes propietarios. 71
con la permanente rivalidad que mantienen las compañías, en la medida en que cada una persigue objetivos propios. De ese modo, prosigue la competencia en torno al diseño, las gamas, los métodos de venta, las condiciones de financiación y otros aspectos, así como la pugna por generar estrategias de internacionalización que proporcionen nuevas ventajas. En consecuencia, el poder económico de las CTN se configura a través de la interacción de dos dinámicas. Una sanciona y refuerza la posición dominante que ostentan, merced a la primacía de susesa resortes, el dominante acierto de asus y los resultados logrados. La otra somete posición lasestrategias exigencias competitivas según las características de los mercados y a la actuación de otros jugadores como son los estados. Se trata, por tanto, de un poder caracterizado por un “bargaining dinámico”, sustentado en la continua negoci negociación ación entre compañías y con otros jugadores (Stopford y Strange, 1991; Mikler, 2013). De ese modo, la posición relativa de cada compañía transnacional se reproduce, se amplía o se reduce en cada modalidad de intercambios (productivos, comerciales, financieros) y en cada economía nacional o área regional. Siendo así, en los siguientes capítulos del libro seguirá siendo necesario abordar cuestiones relacionadas con las compañías transnacionales y su poder económico. En los otros dos capítulos de esta primera parte, porque el análisis de los estadospotencia, las organizaciones internacionales y otros jugadores de la Economía Mundial exige que se esclarezcan los vínculos que mantienen con las CTN como jugador principal. En laobliga segunda parte, porque el análisis de las de diferentes lidades de intercambio a concretar la posición dominante las CTN,modasucesivamente, en la producción internacional, el comercio mundial, las relaciones monetarias y las operaciones financieras. En la tercera parte, porque el análisis de la inserción exterior de las economías nacionales está asociado a los vínculos que se crean entre ellas a través de las modalidades de intercambio y de las relaciones entre jugadores.
BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAF ÍA BÁSICA Dunning J. y Lundan S. (2008): Multinational Enterprises and the Global Economy , Edward Elgar, Cheltenham. Ietto-Gillies G. (2005): Transnational Corporations and International Production, Production, Edward Elgar, Cheltenham. Jones G. (2005): Multinationals and Global Capitalism from the nineteenth to the twenty-first, Oxford twenty-first, Oxford University Press, Oxford. Mikler J. (ed) (2013): The Handbook of Global Companies, Companies, Wiley-Blackwell, Nueva Jersey. Mouhoud M. (2013): Mondialisation et delocalization des enterprises, enterprises, La Découverte, París.
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4 LOS ESTADOS-POTENCIA COMO JUGADOR DESTACADO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL
Este capítulo explica el poder económico que ejerce un grupo de estados en la Economía Mundial. Previamente se presenta un conjunto de conceptos relacionados con las decisiones de los estados, sus vínculos históricos con los mercados y los distintos ámbitos en los que actúan en sus respectivas economías nacionales. Después se identifica al núcleo de estados-potencia, que son los que ejercen poder económico más allá de sus fronteras nacionales, influyendo así en el funcionamiento de la Economía Mundial. Tras ello, se analizan los resortes en los que se fundamenta ese poder económico y los resultados que se derivan de ese poder. Finalmente, se analizan las articulaciones entre los estados-potencia y las corporaciones transnacionales para argumentar el carácter dinámico y complejo de las relaciones de poder económico que se establecen a escala esc ala mundial CONTENIDO 1. Conceptos básicos 2. Estados con poder en la Economía Mundial M undial 3. Ejercicio de poder: resortes, resultados y beneficiarios 4. Articulaciones entre estados y compañías c ompañías transnacionales
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1. CONCEPTOS BÁSICOS Los politólogos aportan numerosas definiciones sobre el Estado como institución política fundamental de cualquier nación soberana. Es la autoridad o poder organizado que garantiza el orden interno, la seguridad ante el exterior y la administración de justicia en el territorio nacional. Es el aparato administrativo que se ocupa de la gestión de los asuntos públicos. Es la instancia política desde la que ciertos socialesde ejercen su dominio sobre el integración conjunto deylarepresión sociedad sobre combinandogrupos la utilización resortes de legitimación, ese colectivo social. Estas y otras definiciones presentan algunos elementos comunes y discrepan en otros. Por un lado, la existencia de Estado, en su acepción moderna, requiere de soberanía nacional para decidir sobre los asuntos que conciernen a un determinado territorio y a una población. Igualmente, cualquier referencia al Estado supone la existencia de un poder organizado que dispone de órganos administrativos, hacienda pública, ejército, tribunales de justicia y fuerzas policiales. Por otro lado, en las sociedades capitalistas el ejercicio de poder y sus características c aracterísticas están asociados al dominio de una fuerza social formada por los grandes propietarios de capital. De ese modo, la acción del Estado está influida por un conjunto de factores que se pueden resumir en cuatro: a) el control social que posee esa fuerza dominante, b) la presión reivindicativa de los grupos sociales c) c) las las formas políticas (representativas o dictatoriales) con las que sedominados, ejerce la autoridad estatal, d ) los actores políticos y administrativos (partidos, funcionarios) que gestionan los órganos del Estado. Sin ignorar la posible influencia inf luencia externa de otros estados y/o fuerzas exteriores. El reconocimiento de esa variedad de factores que operan en la acción estatal se opone a dos tipos de interpretaciones equívocas. Una es la que limita el poder del Estado al ejercicio del bien común interno y a la defensa de intereses nacionales frente al exterior. Ambos aspectos están presentes en casos como la amenaza de pandemias, agresiones exteriores y otros peligros que fomentan el desarrollo de vínculos cooperativos y de unidad nacional. Sin embargo, en contextos sociales presididos por relaciones de poder, la acción del Estado está indefectiblemente marcada por diferencias de intereses que originan rasgos de conflicto en torno a esa dominación. La otra interpretación reduce toda la acción estatal a la defensa exclusiva de losentre intereses del grupo socialseñalados, dominante. ellodotan ignora interrelación que existe los cuatro factores lo Con cuales al la ejercicio de poder estatal de notable complejidad y dinamismo. Esas dos interpretaciones equívocas reaparecen a la hora de captar la relación entre la acción estatal y la actividad económica. La primera considera que el Estado se dedica fundamentalmente a la esfera política y ejerce una función menor y neutral en la esfera económica, que se desarrolla fundamentalmente a través de los mercados. La segunda lectura considera que el Estado sirve exclusivamente y de forma continuada a los intereses de los grandes propietarios de capital. Sin embargo, la evidencia histórica desmiente de forma rotunda la primera lectura y convierte la segunda en una simplificación distorsionadora que la incapacita para comprender las funciones económicas del Estado a lo largo de los distintos regímenes de acumulación y las correspondientes etapas de la Economía Mundial. El curso histórico seguido por los estados modernos y por las economías capitalistas muestra recorridos cuyas(2011), sendas la han estado estrechamente ese sentido, como señala Rodrik d icotomía dicotomía propuesta por vinculadas. Adam SmithEn entre 74
Estado y mercado para destacar destaca r el funcionamiento de mercados libres de la intromisión estatal constituye una falacia ya que: 1) Las empresas compiten en los mercados por los mercados, es decir, con el propósito de controlarlos. Como plantea Julio Segura (1990), esa misma competencia genera incentivos para desarrollar comportamientos no competitivos y obtener cuotas de poder. O bien como señala Frank Hahn (1992), la competencia es una realidad agotadora y generadora de riesgos que las empresas tienden a evitar siempre que pueden, dando lugar a la de mercado.(Ro2) Los mercados tienen continuidad enconsolidación la medida en de queunsepoder institucionalizan drik, 2011), los mercados no se crean, ni se regulan, ni se estabilizan, ni se legitiman por sí mismos, sino que para todo ello necesitan instituciones. Es así cómo han ido surgiendo leyes, normas, códigos de d e comportamiento, organismos reguladores y otras “reglas de juego” para encauzar su funcionamiento. funcionamiento. Por tanto, no son la consecuencia de un orden natural, ni han surgido como resultado de decisiones tomadas de forma espontánea por una multitud de empresas o de consumidores. 3) Los gobiernos, los parlamentos y otros órganos políticos han jugado un papel fundamental en la institucionalización de los mercados (Polanyi, 1979; Rodrik, 2011). De forma directa, han establecido las normas legales, los tribunales y otras reglas que han marcado el desenvolvimiento de los mercados, garantizando los derechos de propiedad privada y el cumplimiento de los contratos privados. De forma indirecta,entre han propiciado desobre las condiciones que aspectos han hechoque posible la negociación los agentesmuchas privados otros muchos conciernen al funcionamiento de los mercados. 4) Como señala Polanyi (1979), a la vez que la acción del Estado ha sido fundamental para el funcionamiento de los mercados, al mismo tiempo, el desarrollo de los mercados ha formado parte de la estrategia de construcción y desarrollo del propio Estado. Por un lado, a partir de la revolución industrial, el Estado impulsó la apertura de los mercados intra nacionales, acabando con el proteccionismo a los gremios que existía en las ciudades c iudades y poniendo fin al constreñimiento localista que tenían los espacios urbanos. Por otro lado, la creación de mercados nacionales, la competencia y la conexión con los mercados exteriores favorecieron, a lo largo del siglo XIX, la unificación política de ciertos estados y la consolidación unitaria de los que ya existían. De ahí en adelante, sucesivas actuaciones enérgicas de esos estados se encargaron de afrontar las situaciones de crisis capitalistas provocadas fraccionespúblicas. de propietarios que pretendían que los mercados funcionasen por sin las regulaciones 5) Los estados también han sido decisivos para impulsar los procesos de apertura de las economías nacionales al exterior. Los tres períodos de fuerte expansión comercial, financiera e inversora de los siglos XIX y XX (1850-1914; 1950-70; 1980-actualidad) se han basado en políticas liberalizadoras y otras medidas estatales. Sin olvidar la variada gama de intervenciones políticas y militares que desde el siglo XVII han llevado a cabo las grandes potencias para forjar sus sucesivas hegemonías internacionales.
2. ESTADOS CON PODER EN LA ECONOMÍA MUNDIAL 2.1. Ámbitos de actuación en las economías nacionales En términos genéricos, la función central que cada Estado ejerce en una economía capitalista se sintetiza en torno al objetivo de garantizar el proceso de producción– producción–
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distribución–acumulación. A través de ese proceso se reproducen los tres pilares distribución– del sistema: la propiedad privada, la producción mercantil y la apropiación del beneficio. Sin embargo, en términos concretos la actuación estatal se configura según cuáles sean las correlaciones c orrelaciones de fuerza entre las fracciones del grupo social dominante, la capacidad reivindicativa de los grupos dominados, las características de los partidos gobernantes y las posibles presiones desde el exterior. En consecuencia, el Estado cumple su función sistémica en realidades distintas y cambiantes, lo que da lugar a una amplia variedad de de cada formas deDe actuación aada lo largo del tiempo y según las condiciones específicas país. hecho, ccada Estado es productor y consumidor de bienes y servicios; generador y distribuidor de rentas; organizador y regulador de pautas de comportamiento en los mercados; beligerante y árbitro de las relaciones económicas entre los grupos sociales. El conjunto de esas actuaciones puede agruparse en torno a seis s eis ámbitos: ● Oferta: actuaciones que afectan al tamaño y a la composición de la producción, mediante la aportación que realizan las empresas públicas, la construcción de infraestructuras, los medios para impulsar la cualificación de la mano de obra y el progreso tecnológico. ● Demanda: actuaciones que afectan al tamaño y a la composición de la demanda agregada, a través del gasto público y del apoyo (directo e indirecto) indirecto) a la inversión de las empresas y al consumo de los hogares. ● Distribución de la renta: actuaciones que afectan al reparto de la renta mediante la orientación de en loslos impuestos público, así como las medidas indirectas que influyen salarios yy el losgasto beneficios. ● Estructura monetario-financiera: actuaciones que afectan a la circulación monetaria, el crédito, el funcionamiento de las entidades financieras y la tasa de cambio. ● Marco institucional: actuaciones, fundamentalmente reguladoras, que afectan al funcionamiento de los mercados, las relaciones en/entre empresas y asalariados, el suministro de bienes públicos y la evolución del ciclo económico. ● Inserción exterior: actuaciones que afectan al comercio de bienes y servicios, al trasvase de rentas y a los movimientos de capital con el resto del mundo. Así pues, se podría decir que todos los estados ejercen una cierta influencia en la Economía Mundial, ya que con sus actuaciones afectan a la posición exterior de sus economías. Sin embargo, no es en ese sentido en el que cabe utiliza el término de actuaciones transnacionales, sino que éste se refiere a la capacidad que posee un reducido de estadosa para determinar o influir en la actuación de otros estados y de grupo otros jugadores escala transnacional. Es un hecho evidente que la mayoría de los estados no disponen de esa capacidad. Más aún, la adopción de políticas radicales de apertura comercial y financiera a los mercados internacionales que se generalizaron a partir de los años ochenta han contribuido a limitar los márgenes de influencia de esos gobiernos en sus propias economías nacionales. En ese sentido, esa mayoría de estados ha actuado como promotora de la intensa transnacionalización que caracteriza a la etapa actual de la Economía Mundial, a costa de reducir su influencia soberana sobre los ámbitos internos de sus economías (Boyer y Drach, 1996; Strange, 1996). Al mismo tiempo, ese fortalecimiento de los rasgos transnacionales ha servido de coartada para que muchos gobiernos justifiquen su inhibición –sea por sus debilidades o sea por defender intereses de ciertos grupos económicos– económicos– en cuestiones sobre las que sí mantienen márgenes evidentes de actuación (Palan, 2005; Lacher, Lac her, 1999). Un somero repaso de la posición de un buen número de gobiernos de economías desarrolladas, así como la casi totalidad de los que gobiernan en economías no desarrolladas, desvela que sus decisiones y los efectos de sus actuaciones carecen
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de cualquier relevancia transnacional. En esa medida no cabe considerarlos como jugadores de la Economía Mundial, a pesar de que sus políticas liberalizadoras sí han convertido a sus economías nacionales en escenarios en los que actúan sin restricciones los jugadores transnacionales.
2.2. Estados-potencia Estados-potencia Sólo reducido de estados-potencia dispone de económicas capacidadestienen para ejercer poderunennúcleo la Economía Mundial, es decir, sus actuaciones actuac iones carácter transnacional. Si bien esas actuaciones pueden estar motivadas por causas diferentes que no siempre están guiadas de manera directa por objetivos económicos, sino que también pueden ser funcionales en la consecución de objetivos de carácter político. Las actuaciones emprendidas con finalidades económicas pueden estar motivadas, por un lado, por razones que van desde la defensa de intereses particulares de ciertos grupos económicos, al logro de objetivos que favorezcan al conjunto de la economía nacional o a los afanes de enriquecimiento de las propias elites políticas. Por otro lado, los resultados económicos pueden derivarse de intervenciones cuya principal finalidad sea el dominio político sobre so bre los gobernantes de otras naciones, o bien fruto de reacciones defensivas para evitar ser dominados por potencias exteriores. En cualquiera de los casos mencionados, los estados pueden actuar de forma individual o bien mediante alianzas con otros, oque bienfavorezcan bajo consensos implícitos, de modo que, se emprendan ciertas actuaciones los intereses del Estado que las realiza y también intereses comunes de otros estados (Boyer y Drach, 1996; Panitch, 1004). Un breve repaso de la historia, desde que comenzó a desarrollarse el capitalismo comercial a escala mundial, permite constatar una sucesión continua de actividades militares, políticas y económicas llevadas a cabo, sobre todo, por los estados que han ejercido como potencias hegemónicas. El dominio comercial-colonial de la monarquía holandesa en los siglos XVII y XVIII fue superado por el de la corona inglesa-británica en los siglos XVIII y XIX. Ya en el siglo XX el dominio desde Estados Unidos se adaptó a las nuevas exigencias del capitalismo industrial y financiero. Junto a esas potencias otros estados, principalmente europeos, llevaron a cabo actividades transnacionales dependiendo de su fuerza militar, capacidad industrial, tamaño, ubicación geográfica, dotación de recursos naturales y otros factores. Los estados-potencia con poder económico más allá de sus fronteras nacionales pueden clasificarse en tres categorías. Adicionalmente, cabe consideran las funciones que juegan otros dos grupos de estados (Panitch y Konnigs, 2008; Fontanell, 2005). 1) Estados-potencia de alcance mundial . Desde mediados del siglo XX esa categoría corresponde al Estado de Estados Unidos, cuya capacidad de intervención se extiende por los cinco continentes y presenta numerosas modalidades. Su actuación asume un carácter imperial en la medida en que se ha auto-otorgado el derecho a definir como “interés nacional” lo que sucede en otros países y regiones, aunque estén muy alejadas geográficamente de su territorio nacional. Haciendo uso de tal auto-derecho cuenta con un relato de innumerables intervenciones económicas, políticas y militares que se extienden por Oriente Medio, América Latina, Asia Oriental, África y Europa. En segundo término, el Estado de China presenta una ramificación cadaplanetaria. vez más amplia de de intervenciones y económicas por toda la geografía Su radio influencia espolíticas todavía considerablemente menor –casi emergente– emergente– que el acumulado por el estado norteamericano,
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pero sus capacidades de intervención se amplían con rapidez y originan un creciente número de iniciativas destinadas a fortalecer su influencia económica a escala mundial. 2) Estados-potencia de alcance regional-imperial . Es la categoría que corresponde a los estados europeos que conservan capacidad para actuar en regiones alejadas de sus territorios nacionales, en particular aquellas que en otro tiempo estuvieron bajo su dominio imperial. Destacan los casos de los Estados del Reino Unido, Holanda Francia con respecto a suscabría antiguas posesiones y Asia, y, en un grado yconsiderablemente menor, incluir al EstadoendeÁfrica España con respecto a América Latina. Por su parte, Alemania y Japón vieron truncada esa posibilidad a raíz de sus derrotas en la Segunda Guerra Mundial. 3) Estados-potencia de alcance regional-cercano. regional-cercano. Es la categoría que corresponde a los estados que en cada región tienen capacidad para ejercer actividades que influyen en las economías de su entorno. Cabe destacar la posición de Alemania en Europa, Japón en Asia Oriental, Rusia en la zona euroasiática de la antigua Unión Soviética, Brasil en América Latina, Arabia Saudí en Oriente Medio y Sudáfrica en la zona meridional de su continente. Sin que se puedan considerar estados-potencia, no obstante otros dos grupos de estados merecen una consideración particular. Uno es el de los estados desarrollistas con proyección exterior , donde cabe ubicar a ciertos estados que no están guiados por la pretensión de ejercer influencia externa, pero el elevado protagonismo ejercenEnenese sussentido, economías nacionales hace que se doten de cierta yecciónque exterior. destacan los estados de Asia Oriental (Coreaprodel Sur, Singapur, Taiwán, Hong Kong, Malasia, Tailandia, Indonesia) que hace décadas decidieron asumir la dirección estratégica de sus economías con el fin de impulsar su rápido desarrollo. Con ese propósito establecen acuerdos económicos con otros estados y mantienen importantes vínculos con las compañías transnacionales, lo que les convierte de forma indirecta en jugadores regionales de indudable relieve (D´Costa, 2012; Blomqvist y Clark, 2012). Otro caso con ciertas similitudes es el de otros estados de economías no desarrolladas cuyos territorios disponen de recursos naturales que son importantes a escala internacional (petróleo, gas, ciertos metales). El control directo de esos recursos estratégicos otorga a ciertos Estados (Venezuela, Kazajstán, Argelia, Qatar, Kuwait) la posibilidad de realizar acuerdos económicos y políticos con otros estados y con las CTN, lo que también les convierte de forma indirecta en jugadores regionales de cierto relieve.
3. EJERCICIO DE PODER: RESORTES, RESULTADOS Y BENEFICIARIOS 3.1. Resortes Los estados-potencia poseen dos tipos de resortes para desarrollar su actividad económica transnacional, unos son económicos y otros políticos y/o militares. Esos resortes los pueden emplear de forma independiente o combinada, con el fin de lograr que los estados y/o empresas de otros países faciliten el acceso a recursos naturales, acepten la firma de acuerdos comerciales, devuelvan deudas pendientes, adopten determinadas políticas económicas, o garanticen la presencia favorable de sus empresas en esos países (Grieco e Ikeberry, 2003; Palan y Abbott, 2005).
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Los resortes económicos son tanto instrumentos propios que disponen esos estados, como otros medios que se derivan de la fortaleza de sus s us economías nacionales. Por un lado, está su capacidad financiera para conceder préstamos o realizar diferentes operaciones que favorezcan la consecución de aquellos. Igualmente, ciertos estados-potencia poseen empresas públicas cuyas actuaciones actuac iones pueden ser guiadas por esos objetivos estatales. De otro lado, en el caso de economías con grandes capacidades tecnológico-productivas y/o financieras, sus estados pueden valerse dades. de ellas en sus relaciones con otros estados que carezcan de tales capaciParalelamente, el uso de la fuerza ha sido el resorte más habitual que han utilizado los estados-potencia para conseguir ventajas económicas con respecto a otros estados. Esa fuerza adquiere formas políticas cuando se ejerce mediante la presión y la injerencia indirecta en los asuntos internos de otros países, mientras que adopta un cariz militar cuando se ejerce mediante amenazas de intervención armada y cuando esas amenazas se plasman en agresiones bélicas. Con demasiada frecuencia ese tipo de resorte ha proporcionado a los estados-potencia los objetivos económicos que perseguían Ciertamente, tanto a escala mundial como regional, una parte de las actuaciones económicas de los estados responden a vínculos cooperativos que no necesariamente están asociados a relaciones jerárquicas de dominio. Se trata de acuerdos basados en el consenso o la alianza con determinadas finalidades económicas. Pero, mismo tiempo, decisiones se presentan como cooperativas cuandoal en realidad, másnumerosas allá del discurso legitimador que utilicen, obedecen a relaciones de poder. En ese sentido, hasta donde les resulta posible, los estados-potencia justifican sus acciones de dominio económico transnacional mediante formas de poder estructural, es decir, a través de modalidades que diluyen el carácter impositivo y acentúan el carácter cooperativo de sus actuaciones. Así ha sucedido con muchas de las decisiones adoptadas por las organizaciones económicas multilaterales mu ltilaterales (FMI, OMC, BM), que se analizan en el siguiente capítulo, así como en organizaciones políticas (NN.UU) y militares (NATO), o en los acuerdos bilaterales. Sin embargo, el análisis específico de muchas de esas actuaciones pone de manifiesto que en el proceso de decisión se han empleado resortes de poder (económicos o políticos) para imponer esas decisiones. En otros casos, el excesivo interés de los estados-potencia por alcanzar determinados objetivos da lugar a que de esos organismos el reconocimiento de un poder relacional que les dotereclamen de autoridad para ser ellos mismos quienes realicen determinadas actuaciones. Y en casos más extremos, aun sin contar con ese reconocimiento, incumplen la legalidad internacional y llevan a cabo esas actuaciones en forma de invasiones militares, apoyo a golpes de estado y otras acciones de fuerza que persiguen la defensa de sus intereses económicos. En última instancia, la permanente aplicación de la práctica del “doble del “doble rasero” pone de manifiesto el ejercicio de poder por parte de los estados-potencia, siempre dispuestos a interpretar las reglas y normas de manera muy distinta, según que afecten a sus relaciones con unos u otros estados y sobre unos u otros temas.
3.2. Resultados y beneficiarios Los resultados económicos del poder transnacional de los estados-potencia muestran una ejercen diferencia importante con respecto a las compañías transnacionales. Las CTN sumuy dominio con el objetivo de aumentar sus beneficios empresa-
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riales y fortalecer su posición en los mercados internacionales. Sólo de forma indirecta y no necesaria, la consecución de ese objetivo se acompaña de la pretensión de favorecer a otras compañías y/o a los estados de los países en los que se ubican la casa matriz o las filiales. Sin embargo, en el caso de los estados-potencia sólo algunas de sus actuaciones redundan en ventajas económicas para ellos mismos, como puede ser la obtención de nuevos ingresos o la recuperación de deudas pendientes. Por tanto, su poder transnacional se basa en resortes económicos y asume objetivos económicos, pero sólo a veces persigue objetivos económicos propios. Dejando al margen, los objetivos de carácter geo-estratégico, políticos y militares, que son fundamentales en el ejercicio del poder transnacional de los estados, en el terreno económico los objetivos que persiguen esos estados conciernen en mayor medida a: a) los a) los intereses de las empresas nacionales, b) los intereses generales de la economía nacional y c) los intereses conexos de un conjunto de estados y de CTN. a) La casuística general muestra que habitualmente la actuación económica ec onómica de los estados-potencia esté guiada por la defensa en el exterior de los intereses de las compañías de capital nacional. Así sucede cuando pretenden eliminar restricciones al comercio, con el fin de ampliar los mercados exteriores para los productos nacionales, cuando logran ventajas para acceder acc eder a recursos naturales, cuando obtienen facilidades fiscales y financieras, o cuando consiguen normativas favorables para la inversión directa realizadaencaminadas por sus empresas. b) Una parte de las actuaciones a lograr esos objetivos, junto con otras más específicas, pueden redundar en ventajas para el conjunto de la economía nacional. Es el caso, por ejemplo, de aquellas que abaratan los productos importados, que fomentan la creación de empleo e impulsan el crecimiento económico. c) Otras actuaciones puede generar ventajas económicas que comparten el estado-potencia que las realiza y sus empresas nacionales con otros estados y/o compañías transnacionales. Así sucede con las intervenciones de carácter geoestratégico que garantizan el control de determinados recursos o mercados en beneficio propio y de esos otros estados y empresas. Un ejemplo fehaciente es el ejercicio de poder que realizan el gobierno y el ejército de Estados Unidos en los países petroleros de Oriente Medio. De un lado, su dominio político-militar po lítico-militar permite controlar un enclave geográfico estratégico de conexiones interoceánicas que alberga la mayor parte de las reservas mundiales de petróleo y, por de tanto, cuyo suministro resulta fundamental para garantizar la oferta internacional petróleo. De otro lado, el suministro de esa oferta de petróleo beneficia a los estados de otras economías desarrolladas que carecen de ese recurso estratégico y a las CTN (no sólo americanas) que necesitan comprar grandes cantidades de crudos para sus refinerías extendidas por toda la geografía mundial. Precisamente, ese tipo de ventajas colectivas forma parte del argumento central con el que ciertos autores defienden la necesidad de que exista un hegemon, hegemon, o potencia hegemónica, que proporcione tales ventajas y favorezca un ordenamiento mundial que organice las relaciones entre los países. Destacan con ello los atributos positivos que conlleva el ejercicio de poder por parte de un estado-potencia que, actuando en beneficio de sus intereses y convicciones, a la vez, responda a la necesidad objetiva de armonizar los intereses colectivos de los estados, estados , de modo que así evite el desarrollo de tensiones que puedan afectar gravemente al funcionamiento de la Economía Mundial.
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Sin necesidad de detenernos a tratar esa cuestión, cabe señalar que esos argumentos a favor de un hegemon hegemon o o liderazgo mundial no se formulan de forma abstracta proponiendo cualquier tipo de ordenamiento de la Economía Mundial, ni a favor de cualquier Estado que asumiera esa autoridad y que tuviera cualquier tipo de intereses. Al contrario, se trata de argumentos que justifican el funcionamiento f uncionamiento actual de la Economía Mundial, la hegemonía concreta de Estados Unidos y el predominio de los intereses económicos y geoestratégicos de ese (y no de cualquier otro) Estado-potencia.
4. ARTICULACI ARTICULACIONES ONES ENTRE ESTADOS Y COMPAÑÍAS TRANSNACIONALES El vínculo entre las CTN, como jugador principal de la Economía Mundial, y los estados presenta rasgos diferenciados dependiendo, en primer término, de la categoría de los estados anteriormente establecida. De ese modo, cabe distinguir entre el tipo de articulación que las CTN establecen con los estados-potencia y el que mantienen con los demás estados. A partir de esa diferencia surgen otras en torno a dos criterios: el primero es la dirección de esa articulación, según que se produzca un vínculo biunívoco de influencias mutuas o bien un vínculo unilateral basado en el dominio de un jugador sobre el otro; el segundo criterio es la modalidad s e establece la articulación, según sean económicos o de de los otraresortes índole. con los que se
4.1. Compañías transnacionales transnacionales y estados-po estados-potencia tencia El vínculo entre entre las CTN y los eestados-potencia stados-potencia origina una tipología tipología que se puede resumir en tres modalidades de articulación: a) a) la la que mantienen las CTN y los estados de las economías desarrolladas; b) la que mantienen el Estado y las CTN de China; y c) la que mantienen el Estado y las CTN de otras economías como las de Asia oriental. En primer lugar, la articulación entre ambos jugadores de Estados Unidos y de las demás economías desarrolladas se puede calificar como simbiótica. Se trata de un vínculo de mutuo beneficio que sólo en contadas ocasiones genera disonancias o fricciones, en las que ambos pugnen por imponer los criterios más acordes con sus intereses. Por tanto, la CTN articulación es cooperativaeconómicos y de sentido bidireccional en la que los resortes de las son preferentemente y los de cada estado nacional son preferentemente políticos. Tanto el Estado norteamericano como los europeos o el japonés asumen que uno de los objetivos fundamentales de su política exterior es la defensa de los intereses de sus CTN en las economías-host. Por parte de las compañías es habitual que las que tienen un mayor grado de transnacionalización sean también más sensibles a los vínculos políticos con sus respectivos estados, en la medida en que la mayor parte de sus intereses se encuentran en el exterior y necesitan el respaldo de las políticas estatales. De hecho, son los propios estados los que con frecuencia apuestan por la creación y la transnacionalización de “campeones nacionales”, de nacionales”, de manera que auspician la formación de grandes empresas privadas, cuyo accionariado sea mayoritariamente nacional, y las apoyan para que se conviertan en compañías transnacionales con posiciones dominantes en sus respectivas ramas. Es la prueba más elocuente cómo identifican sus objetivos con los intereses privados de esasdeCTN de esos origenestados nacional.
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En segundo lugar, en el caso de China, cuyo Estado está desarrollándose como potencia a escala mundial, la articulación presenta características diferentes. Las CTN chinas fueron creadas por el Estado y siguen siendo de propiedad estatal, aunque algunas se han privatizado de forma parcial. En consecuencia, su expansión transnacional también obedece a pautas estratégicas marcadas por el Estado y sigue la estela de la política exterior del gobierno. Por tanto, la articulación entre ambos jugadores es de supeditación de las CTN al Estado y en ella predominan los resortes políticos que ejerce el tiempo, poder relacional del Estado. No obstante, conforme pasa el dos décadas después de iniciarse la transnacionalización de las primeras grandes compañías chinas, se observan ciertos cambios. Conforme aumenta la dimensión de ciertas compañías, se privatizan parcialmente y amplían el número de países en los que actúan, esas CTN parecen disponer de cierta autonomía para adoptar determinadas decisiones empresariales. Sin embargo, se mantiene el poder relacional del Estado chino y los cambios carecen de la envergadura suficiente que permita vaticinar la modificación modificac ión del carácter de esa articulación. Por lo que se refiere al vínculo entre las CTN extranjeras (americanas, europeas y asiáticas) con el Estado chino, refleja un tipo de articulación basada en la colaboración y la combinación de resortes económicos y políticos de ambas partes. El Estado chino sustenta su posición de poder relacional en resortes políticos, ya que dispone de la capacidad normativa para decidir las condiciones en las que se acepta la participación de compañías extranjeras en la economía nacional, según la estrategia de desarrollo que diseña el propio Estado. Por su parte, las CTN extranjeras se apoyan en resortes económicos importantes, tanto a través de su s u capacidad tecnológica, organizativa y financiera, como de su localización ventajosa y complementaria en otros países de aquella región de Asia. Esos resortes económicos les otorgan poder para negociar con el Estado chino y con sus compañías nacionales. En el caso de las CTN chinas presentes en las economías de los otros estadospotencia, los vínculos son escasos y en ocasiones conflictivos. Hasta el momento, la proyección exterior de las compañías chinas en las economías desarrolladas es reducida y generalmente se produce mediante acuerdos directos con firmas nacionales de esas economías en actividades productivas y comerciales no fundamentales. Precisamente, los conflictos que han surgido de forma ocasional se deben a la pretensión de ciertas CTN chinas de tener presencia en sectores como la energía ycomo las infraestructuras. a esa pretensión, tanto el gobierno estadounidense los gobiernos de Frente varios países europeos han utilizado su poder relacional (a veces con normas ad hoc) para impedir esa presencia. El argumento más usual es que se trata de compañías de propiedad estatal y su actuación contraviene las normativas vigentes en los mercados europeos o americanos. Por último, en tercer lugar los vínculos entre CTN y los estados con proyección exterior de Asia Oriental guardan notables similitudes con el caso de China, pero también algunas diferencias de relieve. Las semejanzas se aprecian sobre todo en el ejercicio de poder relacional por parte de los respectivos estados de la región. Es común a todos ellos el diseño de estrategias de desarrollo que mantienen el protagonismo de sus estados sobre la economía, tanto en la fijación de los objetivos a cumplir como en la importante presencia de empresas estatales, como en el vínculo de las empresas privadas con los objetivos estatales. Dicho protagonismo otorga a esos estados una amplia capacidad de negociación con otros estados y con las común. CTN extranjeras para adoptar acuerdos de colaboración que respondan al interés
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Las diferencias con el caso chino se derivan de la posición de partida de aquellos estados y de sus economías en el momento en que se produjo la entrada de CTN extranjeras en los años sesenta y setenta. Tanto las estructuras políticas estatales como las estructuras económicas de aquellos países eran todavía débiles y estaban fuertemente condicionadas por lazos de dependencia política con respecto a los gobiernos de Estados Unidos y en menor medida de Reino Unido y Holanda como antiguas potencias coloniales. En consecuencia, la apertura externa a la inversión directa quedó al poder de esos estados-potencia y de sus CTN, de ecomanera que esas supeditada compañías pudieron localizarse en sectores estratégicos de las nomías de Singapur, Hong Kong, Malasia o Tailandia. Lo cual no sucede en la economía china donde esos sectores están dominados por grandes compañías nacionales. Fue después cuando las estrategias de desarrollo emprendidas por los estados asiáticos y el desarrollo de grandes compañías (estatales y privadas) les dotaron de mayor capacidad de negociación frente a las CTN C TN extranjeras. En consecuencia, la presencia y el poder de las compañías extranjeras es superior en esos países que en China, como también lo es la influencia política que siguen ejerciendo los estados-potencia, en particular el de Estados Unidos, sobre las decisiones de esos estados asiáticos.
4.2. Compañías transnacionales y estados de economías no desarrolladas desarrolladas La relación entremanera las CTNsimilar y los aestados desarrolladas sevínculo puede analizar de una la que de se economías ha utilizadono para establecer el de esas CTN con los estados-potencia. De ese modo, se obtiene una variedad de formas de articulación. Desde el punto de vista de la capacidad negociadora de ambos, CTN y estados, se pueden distinguir dos tipos de situaciones, s ituaciones, dependiendo de que las dos partes dispongan de esa capacidad, o bien que una de ellas (CTN) tenga una posición de dominio unilateral. A su vez, esas dos situaciones pueden contemplarse según que los resortes de negociación sean de carácter económico o de carácter político-militar. La primera situación es aquella en la que las CTN y los estados poseen capacidad negociadora y, por tanto, su articulación es de doble dirección. Considerando que las CTN siempre disponen de resortes económicos de poder –pues en otro caso no acuden a una economía-host– economía-host– esa articulación sólo puede ser biunívoca si los estados presentan dos requisitos: a) requisitos: a) que su economía nacional posea algún recurso o es relevante para lassustentar CTN; b) b) que que el gobierno cuente con la ventaja voluntaddiferencial y la fuerzaque política suficiente para su capacidad negociadora. Por tanto, esos estados deben combinar la posesión de resortes económicos y políticos con los que compensar al menos en parte el poder económico de las CTN que, además, puede ser complementado con el apoyo de sus estados-potencia. Los casos más frecuentes de ese tipo de articulación biunívoca se observan en economías que cuentan con recursos energéticos o minerales que son importantes para las CTN, más aún si los complementan con otros atributos como puede ser una posición geográfica que otorgue ventajas de transporte o de otro tipo. Siendo así las CTN petroleras o mineras disponen de capacidad tecnológica, organizativa y financiera, es decir, de poder económico suficiente para negociar condiciones favorables de acceso, extracción y exportación de esos recursos naturales. No obstante, con frecuencia, han contado también con el apoyo de sus estados-potencia correspondiente, mediante la utilización de resortes políticos y militares, o bien mediante el uso de préstamos y otras concesiones. Conpetroleras resortes políticos y acciones militares consolidaron su presencia las compañías estadounidenses y británicas en Oriente Medio y numerosas compañías mineras en América Latina
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y África. Con el complemento de resortes económicos de su estado-potencia las compañías petroleras y mineras chinas están consolidando su presencia en esas mismas regiones. Por su parte, los estados de las economías-host cuyo subsuelo alberga esos recursos necesitan dotarse de soportes que le proporcionen poder relacional con el que entablar la negociación con las CTN. En ese sentido, pueden disponer de compañías públicas que controlen determinadas fases del ciclo extractivo-exportador de esos pueden combinar la exigencia a las CTN decaso, medidas fiscales recursos con otrasprimarios, de tipo productivo y/o comercial. Pero, en cualquier utilicen unos u otros resortes económicos, la dimensión del de l poder relacional de esos estados depende fundamentalmente de sus resortes políticos; de manera particular de la solidez de sus instituciones y de la voluntad y el acierto de los gobernantes para defender la soberanía nacional. En esa tesitura se encuentran los estados que controlan importantes recursos de petróleo a través de empresas públicas, dispuestos a negociar con las CTN cuestiones como la fiscalidad, el reparto de las funciones productivas y exportadoras, u otros aspectos relacionados con el ciclo petrolero. En caso contrario, si los resortes políticos son débiles o habiendo sido fuertes tienden a debilitarse, entonces el vínculo con las CTN deriva hacia una articulación basada en el dominio unilateral de dichas compañías. c ompañías. Esa es precisamente la segunda modalidad de articulación CTN-estados, donde el poder de las primeras relega a los segundos a una posición meramente subalterna. La rápidaredujo y casilaincondicional apertura adelasla inversiones y aly,comercio exterior capacidad negociadora mayoría de directas los estados en consecuencia, reforzó la capacidad de dominio de las CTN. El debilitamiento de los estados se acentúa a medida que muchos gobiernos entablan una competencia por ofrecer condiciones cada vez más ventajosas para que las CTN se instalen en sus respectivas economías nacionales, sea para extraer combustibles u otros minerales, o bien para fabricar bienes industriales acabados, o solamente determinados productos intermedios cuyo proceso de fabricación en cadena se distribuye por distintas economías. En la disputa por atraer esas inversiones transnacionales, o para evitar que se trasladen a otro país las que ya estaban instaladas, los gobiernos ofrecen ventajas fiscales, reducen los pagos por royalties, asumen deudas privadas, donan suelo para instalaciones, eximen del cumplimiento de normas legales, facilitan el retorno de los beneficios obtenidos, garantizan financiación preferencial, privatizan empresas públicas, construyen determinadas infraestructuras o modifican sus políticas económicas según las exigencias presentadas por las CTN. En sentido contrario, también hay experiencias de estados cuya debilidad inicial hizo que las CTN obtuvieran muchas de las ventajas señaladas pero al mismo tiempo la actividad productiva surgida de esas inversiones contribuyó al reforzamiento de la posición estatal. De ese modo, por ejemplo, ciertos gobiernos que habían facilitado plenamente el acceso de las CTN a sus recursos de petróleo, con el paso del tiempo acrecentaron su estabilidad interna y fortalecieron fortalec ieron su capacidad negociadora, pasando así a la primera modalidad de articulación.
4.3. Mayor complejidad del bargaining power En el capítulo anterior se ha explicado cómo el poder económico de las CTN se ha incrementado durante las últimas décadas hasta convertir a esas grandes compañías en el ni jugador dominante de la en Economía Mundial. Pero ese poder no es omnipotente estático, en la medida que se trata de empresas que combinan la colusión y la competencia en mercados oligopólicos. Si a continuación se incorpora
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a los estados-potencia como segundo jugador, secundario pero relevante, entonce cess cobra aún más sentido s entido el uso del término “bargaining dinámico”, en la medida en que a la articulación intra-CTN se suma a la que establecen las CTN con esos estados (Stopford y Strange, 1991; Mikler, 2013). Un vínculo que generalmente se basa en relaciones de colaboración por la concordancia de sus intereses, pero que está sometido a condicionantes que pueden generar tensiones, e incluso conflictos, en la medida en que afloren o se acentúen ciertas diferencias de intereses políticos económicos. Por complejo tanto, esay articulación hace que el ejercicio de poder de lasy/o compañías sea más a la vez que sea un poder mayoritario pero compartido con esos estados-potencia. estados- potencia. El diagrama 1 representa la combinación de posibles interacciones entre las CTN y el conjunto de los estados a través de su respectiva capacidad negociadora. La lectura horizontal expresa de izquierda a derecha la posición de poder de las compañías de mayor a menor intensidad. La lectura vertical expresa de arriba hacia abajo la posición de poder de los estados de mayor a menor intensidad. Diagrama 1. Variantes de la articulación entre las compañías transnacionales y los estados.
COMPAÑ AS TRANSN TRANSNACIONA ACIONALES LES Alta capacidad
Baja capacidad
E Estados-potencia S Alta capacidad T A D Otros estados O Baja capacidad S Elaboración propia.
El cuadrante superior-izquierdo corresponde a la articulación de las CTN con los estados-potencia. Es de doble dirección y de elevada intensidad por parte de ambos jugadores, dandoel como resultado la obtención de beneficios tienden a reproducir vínculo de colaboración. No obstante quedarecíprocos abierta la que posibilidad de que surjan tensiones que deriven en conflictos puntuales. En tal ta l caso, se abren dos interrogantes fundamentales para la Economía mundial. El primero se refiere al margen de decisión propia que poseen los estados-potencia es tados-potencia en situaciones de fricción con los intereses de las grandes compañías. El segundo cuestionaría el margen de autonomía de las compañías ante los intereses estratégicos de los estados-potencia. El cuadrante superior-derecho corresponde a la articulación de las CTN con cciertos iertos estados, sean potencias mundiales (como el chino) y regionales (Rusia, Brasil, India, Sudáfrica), sean con proyección exterior (Asia Oriental) o con abundancia de algún recurso estratégico (Kazajstán, Argelia). Es decir, estados con notable capacidad de negociación frente a CTN con menor capacidad, bien sea porque se trata del momento de entrada de esas compañías o bien por el tipo de actividad productiva o transitoria comercial en la que tanto, tratarse de una posición para esasquieren CTN, eninstalarse. la medida Por en que unapuede vez consolidada
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su posición en esas economías podrán acrecentar su capacidad negociadora trasladándose al cuadrante superior-izquierdo. El cuadrante inferior-izquierdo corresponde a la articulación de dirección única en la que las CTN dominan sobre estados subalternos. Se trata del caso más frecuente, donde sólo las compañías ejercen poder y merced a ello e llo el principal dilema estriba en dilucidar las consecuencias de ese dominio unilateral en las economías no desarrolladas en las que actúan las CTN. Esta cuestión se analiza en el capítulo 11 al estudiar inserciones dede lasque, economías nacionales. se ha expuesto más las arriba, cabe la externas posibilidad desde esa posición Como subalterna, ciertos estados acrecienten su fuerza negociadora y se trasladen al cuadrante superior. Por último, se observa que se prescinde de representar un hipotético cuadrante inferior-derecho en el que ambos jugadores tendrían escasa capacidad negociadora. Parece bastante obvio que carece de sentido tal supuesto, ya que no cabe plantear ningún motivo por el que las CTN puedan estar interesadas en penetrar en una economía en condiciones de baja capacidad c apacidad negociadora cuando, además, también sea débil la posición del Estado-host.
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5 ORGANIZACIONES INTERNACIONALES Y OTROS JUGADORES TRANSNACIONALE TRANSNACIONALES S
Este capítulo analiza un conjunto heterogéneo de organizaciones multilaterales, organismos y entidades que también ejercen poder en la Economía Mundial. Son jugadores que disponen de resortes con los que obtener resultados en algún ámbito específico; pero son jugadores secundarios porque su poder es claramente inferior al que ejercen las compañías transnacionales y los estados-potencia. La inclusión de todos ellos en un mismo capítulo responde sólo a un criterio de síntesis. Primero se examinan las tres organizaciones multilaterales cuyos orígenes se remontan al entramado institucional surgido tras la Segunda Guerra Mundial y profundamente reestructurado en las últimas décadas. Después se consideran otros organismos que ejercen funciones concretas a escala es cala mundial y se aborda el el caso de las organizaciones delictivas con una incidencia creciente en aloslaintercambios comerciales y financieros a escala mundial. Por último, se alude debilidad de los movimientos que pretenden ejercer como contrapoderes frente al dominio de los jugadores que dominan la Economía Mundial. CONTENIDO 1. Organizaciones económicas multilaterales 2. Otros organismos y entidades ttransnacionales ransnacionales 3. Organizaciones delictivas 4. Débiles contrapoderes contrapoderes sociales compensatorios 5. Articulación de lo loss jugadores transnacionales
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1. ORGANIZA ORGANIZACIONES CIONES ECONÓMICAS MULTILATERALES La conclusión de la Segunda Guerra Mundial aportó como novedad histórica en la trayectoria de las relaciones entre los estados la decisión de crear varias organizaciones dedicadas a regular los intercambios de bienes, monedas y capitales. Tal decisión respondía a la voluntad de superar el mal precedente por el que discurrieron las décadas anteriores, a raíz del desenlace de la Primera Gran Guerra, cuando falta de entre consenso y deque instituciones que lo una fomentaran un sinfín delaconflictos estados, desencadenaron situacióncondujo de crisisapermanente en las relaciones comerciales, monetarias y financieras. El rasgo más característico del nuevo entramado organizativo fue el dominio pleno de las posiciones defendidas por los gobernantes de Estados Unidos, como refrendo del incontestable poder económico, político y militar que dicho país ostentaba al concluir la Segunda Guerra Mundial. El propósito del gobierno estadounidense, compartido por los dirigentes de varios países europeos, era atender por separado la búsqueda de soluciones para los problemas planteados en los ámbitos monetario (estabilidad y convertibilidad), comercial (intercambio multilateral y menor proteccionismo) proteccionismo) y financiero (deudas pendi pendientes entes y sistema de pagos multilateral). En ese sentido, debe destacarse el hecho de que en ningún momento los gobernantes americanos y europeos tuvieron intención de otorgar esas funciones económicas a la Organización de en las1945. Naciones que también estaban creando por entonces, y que vio la luz luz Por Unidas tanto, desde su origen y por voluntad expresa de los estados-potencia, NN.UU. careció de atribuciones decisorias que le dotaran de algún tipo de poder sobre la economía mundial. Los textos fundacionales y otros posteriores solo exponen enunciados genéricos sobre la cooperación económica, que son los que han dado lugar a la proliferación de organismos formados en su seno. Pero las atribuciones económicas seguirían en los estados nacionales. Estos mantendrían en exclusiva las competencias sobre la gestión de sus economías, salvo en los ámbitos específicos de las organizaciones multilaterales nacidas del consenso alcanzado en la Conferencia de Bretton Woods. En esa conferencia, celebrada en el verano de 1944, nacieron el Fondo Monetario M onetario Internacional y el Banco Mundial; mientras m ientras que en otro foro paralelo se preparaba la creación de una organización competente en temas relacionados con el comercio. De ese modo, el Fondo Monetario Internacional surgió como la organización responsable de garantizar el funcionamiento monetario” basado basado en reglas consensuadas sobre la estabilidad dede lasun tas “sistema tasas as de cambio entre las monedas nacionales, según se analiza en el capítulo c apítulo 8. A su vez, el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo surgió como la organización responsable de las relaciones financieras, que en un primer momento se centraban en la gestión de los programas de ayuda financiera a las economías europeas y asiáticas que habían sufrido las consecuencias de la guerra. Sin embargo, apenas creado, el gobierno de Estados Unidos decidió canalizar esas ayudas a yudas a través de otros organismos, de modo que –modificando su reciente objetivo fundacional– fundacional– se convirtió en el Banco Mundial encargado de los programas de ayuda financiera f inanciera a países no desarrollos. El proyecto de crear una organización responsable del comercio quedó frustrado antes de su nacimiento. Los acuerdos recogidos en la Carta de la Habana, firmada en 1947 por los los representantes de los principales gobiern gobiernos os occidentales, no fueron ratificados por el Congreso de Estados Unidos, dando al traste con la posibilidad de crear esa organización. En su lugar, se acordó mantener las negociaciones
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tendentes a reducir el proteccionismo comercial que mantenían los países, mediante la creación del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio ( Agreement Agreement on on Tariffs and Trade, Trade, GATT). Así pues, el entramado organizativo establecido durante la segunda mitad de los años cuarenta: nació de la renuncia a otorgar a NN.UU. responsabilidades efectivas en la Economía Mundial;
instituyó organizaciones supra-nacionales en los ámbitos monetariodos y financiero, y un con forocompetencias de negociación en el ámbito comercial; promovió un marco de funcionamiento y unas atribuciones de las tres t res entidades que respondían fundamentalmente a la posición hegemónica del Estado de Estados Unidos; consolidó tres organismos multilaterales que se convirtieron en instrumentos de poder de los gobernantes nacionales en defensa de los intereses de sus respectivas economías capitalistas.
1.1. Fondo Monetario Internacional Internaciona l Conforme a los atributos establecidos en el momento de su s u formación, entre 1944 y 1971, el FMI ejerció como autoridad encargada del cumplimiento de los acuerdos monetarios de Bretton Woods (capítulo 8), cuyo objetivo central era lograr la estabilidad de las la tasas de cambio c ambio favorecer el desarrollo del comercio mundial y hacer viable autonomía de para las políticas monetarias adoptadas por cada gobierno en su economía nacional (Rodrik, 2011). Con tales objetivos, el FMI fue dotado de dos resortes: de un lado, capacidad supervisora para garantizar la estabilidad y la convertibilidad de las monedas; monedas ; de otro lado, una pequeña capacidad financiera para ayudar a los gobiernos que tuvieran dificultades para mantener esa estabilidad cambiaria. De ese modo, el FMI disponía de poder relacional delegado por los estados para ejercer como autoridad monetaria a escala mundial. Sin embargo, el transcurso del tiempo mostró que esa delegación era limitada y, por ello, poseía un mínimo poder efectivo debido a tres razones (Aglietta y Moatti, 2002). En primer lugar, el sistema monetario pivotaba alrededor del dólar estadounidense, de modo que que la gestión de la liquidez liquidez (oferta) monetaria iinternacional nternacional dependía de la cantidad de dólares que circularan por el mundo. Por tanto, el sistema dependía de la salida neta de dólares que reflejara la balanza de pagos de EE.UU., lo cual por completo a las decisiones Siendoenasí, nada pudo hacerescapaba para corregir las situaciones creadas endellosFMI. períodos los éste que la oferta de dólares dólares fue insuficiente (1945-1955) o excesiva (1966-1971) respecto de la demanda mundial de esa moneda. En segundo lugar, las decisiones del FMI se adoptaban en órganos ejecutivos en los que los representantes de los gobiernos poseían capacidad de voto según las cuotas financieras aportadas por cada país. De esa manera, el gobierno de Estados Unidos mantenía un control estricto sobre los mecanismos de decisión y sobre la actividad del FMI. Un control c ontrol que a veces ejercían para aprobar determinadas d eterminadas decisiones y otras veces para impedir la formación de mayorías cualificadas que decidieran sobre cuestiones que no interesaban al departamento del Tesoro, o bien a la Reserva Federal o, por criterios c riterios políticos, al departamento de Estado estadounidense. En tercer lugar, cuando el funcionamiento del sistema monetario se topó con dificultades, la Unidos búsqueda deotros soluciones asumida directamente los gobiernos de Estados y de países.fue Sólo después, de manerapor formal, se hacía partícipe de esas decisiones a los órganos directivos del FMI. Así ocurrió cuando el
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Reino Unido y otros países necesitaron realizar fuertes devaluaciones y cuando afloraron problemas derivados de los desajustes entre la oferta y la demanda mundial de dólares. De esa forma, desde 1962, la aportación de nuevos recursos con los que apoyar la estabilidad de ciertas monedas se llevó a cabo a través de los Acuerdos Generales de Prestamos (GAB) a cargo del Grupo de los Diez (gobiernos y bancos centrales). También fue ese grupo el que en diciembre de 1971 firmó el Acuerdo Smithsoniano como último intento de mantener el sistema basado en pa16
ridades fijas pero ampliando bandas fluctuación entre las tasas de cambio En consecuencia, durante el las período dede vigencia del sistema monetario instituido. en Bretton Woods (1944-1971/76) el poder del FMI como c omo autoridad monetaria fue ciertamente reducido. Se entiende así que la decisión crucial que supuso, en agosto de 1971, la ruptura del sistema fuese tomada de forma unilateral por el Presidente estadounidense Richard Nixon (declarando la no convertibilidad del dólar en oro y el fin de la paridad fija dólar-oro), sin consultar a los directivos del FMI. FMI . No obstante, la mayor paradoja sobrevendría años después cuando el FMI comenzó a ejercer funciones ajenas a aquellas para las que había sido creado y merced a ellas amplió su influencia efectiva en la economía mundial. De esa manera una organización que incluye en su denominación las palabras “ palabras “monetario monetario internacional”” se hizo más influyente cuando las relaciones monetarias internaciointernacional nales quedaron al margen de cualquier reglamentación y por tanto dejaron de ser competencia del FMI, según se analiza en el capítulo 817. El cambio de estatus se produjo a partir deeconomías 1982, tras latinoamericanas el estallido de la crisis de la deuda externa que afectó a importantes y algunas asiáticas, propiciando la reaparición del FMI en la escena mundial mediante el desarrollo de tres nuevas funciones (Foot et a.l , 2003; Lichtensztejn y Baer, 1986). En primer lugar, se convirtió en autoridad supervisora de las políticas económicas de los gobiernos que solicitaban la renegociación de su deuda con los bancos privados (club de Londres) y/o los gobiernos (club de París) de economías desarrolladas. Los deudores sólo podían acceder a esas renegociaciones si contaban con el aval del FMI a sus “programas de ajuste” . En segundo lugar, el FMI fue dotado de mayores recursos financieros para que ejerciese como prestamista ante gobiernos que aceptaran la aplicación de esos programas de ajuste. Y, en tercer lugar, las funciones supervisoras y financieras dieron lugar a que el FMI ejerciese una poderosa función ideológica como máximo portavoz de los intereses económicos 16 Igualmente, en los años sesenta, ante las dificultades para mantener la paridad acordada del dólar respecto al oro, un grupo de bancos centrales organizó un pool para regular el mercado de oro sin que el FMI ejerciese competencias en ese asunto. Más aún, cuando el creciente exceso de dólares lastraba la confianza en dicha di cha moneda surgió la posibilidad de que el FMI emitiese y gestionase una moneda o activo propio denominado Derechos Especiales de Giro (DEG). Finalmente, cuando en 1968 se acordó el uso de los DEG éstos no eran más que un mecanismo técnico para preservar la posición del dólar, ejerciendo una función como unidad de cuenta, pero mínima como activo de reserva y ninguna como medio de pago en las transacciones internacionales. De modo que esa iniciativa no aportó ninguna solución a los problemas del sistema y el FMI no obtuvo atribuciones que le permitiesen ejercer como autoridad efectiva. 17 Previamente, hubo un intervalo de tiempo entre 1971 y 1976 durante el cual el FMI se convirtió en un foro de debate sobre la posibilidad de reformar el sistema monetario. Sin embargo, en enero de 1976, 1 976, la cumbre de Jamaica sancionó el abandono definitivo d dee esa alternativa y, con ello, el fin de las paridades fijas y la supeditación de las tasas de cambio
ainternacionales las condicionesdespojaba de oferta-demanda defunciones cada moneda. ausencia de normas al FMI de las para las lLa as que se había creado, monetarias de manera que parecía condenado a la desaparición o, al menos, a la inacción, como sucedió hasta los primeros años ochenta.
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de los grandes bancos, las compañías transnacionales y los gobiernos que reclamaban la máxima liberalización del comercio, las inversiones directas y los movimientos de capital de las economías deudoras y, por extensión, de todas las economías nacionales. nacionales. El FMI lideró el discurso conocido como “Consenso de Washington” a favor de la plena apertura apertu ra exterior, la liberalización financiera interna, la privatización de las empresas públicas, las políticas monetarias restrictivas, res trictivas, la contención de los salarios y la reducción reducc ión del gasto público por parte de los estados. es tados. Esas tres funciones otorgaron otorgaron resortes de pod como nun nunca ca antes había tenido. Resortes delegados por al losFMI gobernantes de poder los er estados-potencia y de modo particular por el de Estados Unidos, que con demasiada frecuencia acentuaron la subordinación del FMI a los intereses de la Reserva Res erva Federal y de los departamentos del Tesoro y de Estado. Y, a la vez, resortes puestos en manos de unos órganos de dirección y una legión de economistas férreamente imbuidos de la ideología conocida con el “Consenso de Washington” ; dispuestos a aplicarla de manera generalizada y mimética en cuantos países solicitaban la asistencia financiera del FMI. De ese modo, durante los años ochenta aumentó su capacidad para imponer programas de ajuste prácticamente idénticos en numerosos paí países ses de Améri América ca Latina y África, y en la siguiente década su influencia se extendió a Rusia, Europa del Este y Asia (Aglietta y Moatti, 2002; Fontanel, 2005). Por tanto, el FMI ocupó un papel relevante como jugador de la Economía Mundial durante las dos décadas finales del siglo XX. Sin embargo, los desastrosos resultados que en aquellos países hicieron que queprovocaban con el pasolas de políticas los años económicas se produjese la impuso desafección de los gobiernos, se intensificasen las críticas y se acentuase el desprestigio del discurso fondomonetarista. Tras su estrepitosa actuación en las crisis de Asia Oriental y Rusia en 1997-98, al comenzar el nuevo siglo eran escasos los países en los que el FMI mantenía una influencia significativa y durante años su radio de acción quedó limitado a economías atrasadas con graves dificultades financieras y que sólo contaban con los recursos del FMI para conseguir financiación exterior. No obstante, el agudo espíritu de sobrevivencia de los dirigentes y funcionarios func ionarios del FMI se afina ante los ecos e cos de cualquier situación en la que encuentren enc uentren posibilidades de recuperar influencia y justificar su continuidad. Así ha vuelto a suceder a raíz de la crisis económica europea desde 2008. Una vez más, el FMI reclamó para sí nuevas atribuciones y mayores recursos para intervenir en la financiación de las economías (Grecia, Portugal) y exigir la aplicación de políticas económicas que siguen queconvierta auspiciaban décadas mundial” pasadas. Algunassiendo voces sustantivamente llegan a proponerlas quemismas el FMI FMI se en elen “banquero para que actúe como prestamista de última instancia, con un volumen de recursos y unas competencias superiores a las actuales. En sentido contrario, otras voces valoran muy negativamente la trayectoria del FMI, su vinculación a los intereses de los estados-potencia y, sobre todo, al de Estados Unidos, y su nula responsabilidad jurídica y política ante an te los desastres que causan las políticas económicas que impone. Por esas razones, unos proponen su profunda reestructuración y un mayor equilibrio de la influencia de los estados participantes, mientras que otras propuestas apuntan la necesidad de que desaparezca una organización que es innecesaria ya que su función financiera podría cumplirla otro organismo más funcional, menos burocratizado, menos ideologizado y menos costoso de mantener que el enorme aparato de funcionarios que compone el FMI.
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1.2. Grupo Banco Mundial Como se ha mencionado en la introducción del capítulo, el Banco Mundial modificó su objetivo fundacional unos años después de su creación. Tenía como función originaria dotar de apoyo financiero a la reconstrucción de los países europeos y asiáticos afectados por la guerra mundial, pero a partir de 1947 el gobierno de Estados Unidos decidió que tal tal ayuda se llevaría a cabo a través del “Plan “Plan Marshall”. Marshall”. De ese amodo, el BM transmutó actividades su función yenselas convirtió en una organización que dedicada financiar determinadas economías no desarrolladas no pueden acceder a fuentes privadas de financiación internacional. Con ese propósito, el organismo inicial (IBRF) fue complementado con otros más especializados (IFC, IDA, CIRDI y MIGA) que se dedican a la realización de inversiones en proyectos de infraestructuras y servicios básicos, la promoción de empresas privadas y el establecimiento de garantías institucionales y financieras para la entrada de inversiones privadas extranjeras. Todos ellos constituyen el Grupo Banco Mundial (Lichtensztejn, y Baer, 1982, 1986). Consecuentemente, el BM ha ido ejerciendo una notable influencia en las economías más empobrecidas mediante dos resortes complementarios. De un lado, su capacidad financiera le permite conceder préstamos a esas economías –en condiciones preferenciales– preferenciales– para la puesta en marcha de iniciativas que de otro modo no existirían. De otro lado, su capacidad normativa para condicionar esos préstamos a la aplicación de unos determinados Estos mas tienen las mismas características que programas los exigidoseconómicos. por el FMI ya que prograambos responden a los postulados del “Consenso de Washington”. De hecho, el BM tamBM también se ubica en Washington y su funcionamiento se asemeja al de la “institución gemela” , de forma que el gobierno de Estados Unidos – junto con c on los principales los gobiernos europeos– europeos– siempre han dispuesto de un amplio control sobre las actividades del Banco. De ese modo, mediante un poder delegado por esos gobiernos, los directivos y el ejército de economistas del BM han condicionado severamente las políticas económicas de numerosos países pobres de África, Asia y América Latina, como contrapartida a la financiación que proporcionaba. El resultado de esas actuaciones ha beneficiado a las elites gobernantes de los países receptores, siendo más discutible cuál ha sido su impacto real sobre las condiciones estructurales de las economías y las condiciones de vida de las poblaciones de esos países. Sí han operado favorablemente cuandoelseacceso ha tratado deu proyectos de inversión en infraestructuras que han mejorado al agua otras necesidades básicas de la población, o bien la dotación de nuevas instalaciones agrarias, vías de transporte u otras relacionadas con la mejora de las actividades productivas. Sin embargo, una gran parte de las iniciativas promovidas y financiadas por el e l BM han tenido como principal objetivo proporcionar ventajas a las compañías transnacionales. Unas veces han impulsado proyectos orientados exclusivamente a favorecer la entrada de inversiones directas. Otras veces, una vez instaladas las CTN, han priorizado los proyectos destinados a favorecer la exportación de los productos primarios primarios extraídos en esas economías. Y muchas o otras tras veces, han impuesto programas económicos cuyas medidas fiscales, ambientales u otras beneficiaban directamente a las CTN. Por tanto, más allá de la evaluación específica de sus actuaciones, desde la perspectiva de la Economía Mundial, el BM es un jugador menor, casi marginal, cuyo poder se limita a las economías más pobres y cuya actividad combina la realización de fines cooperativos hacia esas economías con los intereses de las compañías transnacionales y los estados-potencia de los que recibe ese poder delegado.
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1.3. Organización Mundial del Comercio El fracaso de la puesta en marcha de la Carta de la Habana truncó la pretensión de crear una organización que organizara el comercio mundial. En su lugar los gobiernos acordaron la formación del GATT como un foro para negociar la reducción de los aranceles, contingentes y otras trabas comerciales. Por ese motivo, el GATT carecíanormativas de órganosse institucionalizados que tuvieran de decisión y sus atribuciones limitaban a la aplicación de lopoder acordado en las negociaciones, sin ni siquiera poseer capacidad efectiva para resolver los contenciosos surgidos entre gobiernos, por lo que éstos raramente derivaban en algún tipo de sanción. Los resultados alcanzados en el marco del GATT dependían del alcance que tuvieran los acuerdos obtenidos durante las fases (rondas) negociadoras. Los acuerdos de las rondas negociadores de los años sesenta, Dillon y Kennedy, fueron relevantes en la medida en que consensuaron importantes reducciones de los aranceles aplicados al comercio de productos manufacturados. Mientras que las rondas de los años setenta (Tokio) y ochenta (Uruguay) mostraron que las dificultades por las que atravesaba la economía ec onomía mundial suponían poderosos obstáculos para el llogro ogro de nuevos acuerdos. No obstante, tanto en aquéllas rondas como en éstas fue quedando patente que el GATT era un foro creado y mantenido para garantizar el dominio de las posiciones negociadoras de los estados-potencia y de forma la posición hegemónica de l estadounidense. del Ese dominio hizo posible queparticular las negociaciones quedaran circunscritas a la liberalización del comercio de productos industriales y se excluyeran exc luyeran los productos agrarios18. Por tanto, sin poderes delegados, el funcionamiento del GATT reflejó de forma directa el ejercicio de poder sobre el comercio industrial ejercido por Estados Unidos, como único estado-potencia de alcance mundial, junto con otros estadospotencia de menor alcance. A su vez el desarrollo multilateral de ese comercio impulsó la exportación de los productos manufacturados, sobre todo los de mayor intensidad tecnológica, según se analiza en el capítulo 7. En el caso de las economías no desarrolladas, la expansión comercial generó alternativamente efectos ventajosos y adversos, según los períodos y las condiciones específicas de cada una de ellas. En particular, esas economías se vie vieron ron favorecidas por la extensión del sistema de preferencias generalizadas que permitía la no reciprocidad en el grado de liberalización (Palazuelos, 1986, 1988). Finalmente, la ronda Uruguay concluyó en 1994 con el de crear al año siguiente la Organización Mundial del Comercio. Surgió asíacuerdo una entidad multilateral dotada de instituciones y cuyas atribuciones se ampliaban a los intercambios de un gran número de actividades de servicios, incorporando además la pretensión de establecer un sistema de garantías para las inversiones extranjeras directas y el reforzamiento de los derechos de propiedad sobre las patentes pertenecientes a las compañías transnacionales. En ese sentido, la OMC nació como organización 18 De
ese modo, los nuevos temas sometidos a negociación siempre se referían a los bienes industriales que exportaban las economías desarrolladas (como las de medidas antidumping) o contra los que querían prevenirse (el acuerdo Multifibras). A su vez, la superioridad estadounidense se reveló con nitidez en los años sesenta cuando a instancias instan cias de la Administración Kennedy se aceleró la liberalización del comercio industrial, o bien en los sucesivos momentos en los que sus representantes bloquearon la resolución de contenciosos que eran adversos economía, o en financieros, la ronda Uruguay impusieron la firma de nuevos acuerdospara quesu liberalizaban loscuando servicios audiovisuales y otros que interesaban a las compañías americanas, a la vez que se firmaban otros que protegían sus derechos de propiedad intelectual.
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multilateral creada por los estados y sus objetivos presentaban una asociación directa con los propósitos de las compañías transnacionales y de los estados-potencia por acentuar la liberalización incondicional del comercio de bienes y servicios, salvo en aquellos en los que precisamente su interés no concuerda con esa liberalización. Desde tales pretensiones, la primera conferencia ministerial de la OMC celebrada en Singapur en 1996 estableció los denominados “four subjets” a modo de ámbitos prioritarios a desarrollar: inversiones, competencia, mercados públicos y supresión de otros obstáculos al comercio. Se trataba, pues, de profundizar en las premisas acordadas al finalizar la ronda Uruguay: a) eliminar los obstáculos económicos y normativos a las inversiones extranjeras, según el acuerdo TRMS; b) eliminar los aranceles y otras restricciones que se mantenían para los productos industriales, a la vez que eliminar los apoyos estatales al desarrollo de las industrias nacionales; c) eliminar los obstáculos al comercio de servicios, según el acuerdo GATS, así como las medidas preferenciales que favorecen a las empresas nacionales en la contratación de obras y servicios a cargo de los estados nacionales; d) eliminar la posibilidad de que se adopten normativas nacionales que contravengan los derechos de la propiedad intelectual sobre las patentes, según el acuerdo TRIPS (Steinberg, 2007; O´Brien y Williams, 2010). Sin embargo, en el intervalo de 1999 a 2001, que se corresponde con la celebración de la tercera y la cuarta conferencias ministeriales, celebradas en Seattle y Doha, se pusieron manifiesto ciudadanos hechos que hasta entonces inéditos. El primero fue la existencia de de movimientos cdos iudadanos protestaban contra la exagerada influencia de los intereses empresariales en la agenda de negociación de la OMC, en detrimento de otras cuestiones de mayor relevancia para los intereses ciudadanos y de las economías más débiles. La segunda novedad fue la conformación de alianzas cruzadas entre los gobiernos según las diferentes cuestiones a negociar, dando lugar a una geometría de agrupamientos variables que condujeron al bloqueo de la mayoría de las negociaciones previstas en la agenda elaborada por los dirigentes de la OMC con los representantes de los estados-potencia (Jawara y Kwa, 2005; Hoekman y Kosteki, 2011). El resultado directo de ese bloqueo fue el abandono, de hecho, de los tres primeros “subjets” propuestos desde Singapur-1996. Singapur-1996. A partir de 2001, en la agenda de las conferencias celebradas sucesivamente en Cancún, Hong-Kong y Ginebra desaparecieron las cuestiones relacionadas con las inversiones, las exigencias de competencia públicos. Pero incluso gran parte de lasseriamente cuestionesafectadas que concerníany alos la mercados eliminación de obstáculos al comercio quedaron tanto por las alianzas entre gobiernos en los órganos de negociación como por el curso de los acontecimientos posteriores fuera de la MOC. De ese modo, son numerosos los representantes de países, incluso desarrollados, que critican la unilateralidad del enfoque vigente sobre las medidas anti-dumping y sobre la aplicación de las normas acerca de la concesión de subvenciones y ayudas compensatorias. A la vez, el bloqueo de las negociaciones negociac iones en el seno de la OMC indujo a los gobiernos de los estados-potencia a establecer acuerdos de alcance regional y otros de carácter bilateral que cuestionan el multilateralismo pretendido por la OMC. Los cruces de alianzas plasmados en Doha mostraron la existencia de varias líneas divisorias que han ido dando lugar a diferentes agrupamientos en el seno de la OMC. La primera surgió en torno al comercio de bienes agrícolas, cuando varios países africanos (Benin, Chad, Burkina Faso, Mali) propusieron la re retirada tirada de las subvenciones a la producción y otras ayudas de los gobiernos a materias primas agrícola-textiles como el algodón. Se encontraron entonces con la cerrada oposición de los gobiernos de EE.UU. y de otros países desarrollados que utilizan esas
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medidas proteccionistas para favorecer a sus respectivas agriculturas nacionales. Se puso de manifiesto así la unilateralidad interesada del discurso liberalizador que enarbolaban esos gobiernos. Como consecuencia, se estableció una línea divisoria entre ambas posiciones. De manera que los representantes de los estados africanos recibieron el apoyo de muchos otros gobiernos de economías no desarrolladas, que expresaban su discrepancia con la posición unilateral de los estados de las economías desarrolladas. Se trata de una división que venía a sumarse a otras ya existentes torno mayor a la agricultura, como(Australia, la que divide a países con fuerza exportadora queenexigen liberalización Canadá, Nueva Zelanda y el resto del denominado grupo Cairns) con el denominado G-10 de grandes países importadores (Kerouedan, 2005), o bien otras disputas sobre la utilización de barreras no arancelarias y tratamientos especiales para determinados productos agropecuarios (Hoekman y Kosteki, 2011). La segunda división se configuró en torno al comercio manufacturero y conecta con lo anterior a través de la pretensión mostrada por los representantes de EE.UU y Europa de que los gobiernos de India, Brasil, Sudáfrica y otros países eliminasen las trabas que mantienen a la importación de ciertos productos industriales. Sin embargo, a su vez, los gobiernos acusados devolvían la crítica señalando que los primeros también utilizan restricciones comerciales (distintas de los aranceles) para limitar la entrada de productos manufacturados. Por tanto, esa discrepancia traza una línea divisoria entre unos y otros acerca de las manufacturas protegidas, la intensidad y la modalidad de protección aplica cadade cual. La discrepancia se extiende al ámbito de los servicios, ya que que las exigencias liberalización de unos servicios determinados, incluso de ciertas contrataciones de servicios públicos, suele ir acompañada de restricciones aplicadas en otros que no interesa liberalizar. Esas dos divisiones conducen a una tercera de carácter más general que concierne al grado de compromiso de los estados miembros con la propia OMC. Por un lado, no son pocos los gobiernos de economías de América Latina, Asia y África que, transcurridos algunos años desde la creación de esa organización, pasaron a considerar que tanto los principios como el funcionamiento de la OMC eran fruto de un período (primera mitad de los años noventa) de gran optimismo y confianza en las ventajas incondicionales que se derivarían de la liberalización del comercio y las inversiones directas y financieras; una visión reforzada por la presión de los estados-potencia de las economías desarrolladas y por las organizaciones internacionales (FMI, BM, OCDE y otras). Años después, a la luz de la experiencia, la liberalización contradictorios y desiguales para unas y otras economías. mostraba De modo resultados que gobiernos como los de Brasil, India, y Sudáfrica reclamaban la necesidad de flexibilizar la interpretación y la aplicación de los principios fundacionales de la OMC. Por otro lado, en sentido contrario, los dirigentes de los estados-potencia, que pretendían ampliar la liberalización en aquellas cuestiones que quedaron bloqueadas dentro de la OMC, apostaron por lograr su propósito al margen de la organización, mediante acuerdos bilaterales y regionales con otros países cercanos o alejados geográficamente. Sin embargo, pese a la tolerancia con la que los directivos de la OMC han permitido la firma de esos acuerdos, resulta evidente que, al menos una parte de los mismos, se contradice con la práctica del multilateralismo y la vigencia de la “cláusula de nación más favorecida”, puesto que en esos acuerdos unos países miembros de la OMC se conceden ventajas comerciales recíprocas que no otorgan a otros miembros de la organización. Al mismo tiempo persiste un caso más flagrante de falta de compromiso con los principios de la OMC por parte de Estados Unidos, cuyo Congreso aprobó hace décadas y renueva de forma periódica una ley sobre comercio en la que otorga a su gobierno el derecho a evaluar, dictaminar y
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castigar de forma unilateral aquellas prácticas que considere lesivas para el comercio estadounidense. Durante la última década los compromisos en torno a la OMC se s e han visto también afectados por el ingreso de Rusia y China, añadiendo nuevos factores de comple jidad en aquella geometría variable. Se trata de economías de grandes dimensiones, cuyas características productivas y comerciales combinan unas condiciones que son similares a las economías desarrolladas con otras que son propias de las economías no desarrolladas. Siendo así, sus respectivos gobiernos representan grandes intereses, disponen de indudable capacidad negociadora y han dado sobradas pruebas de su disposición a aplicar de forma discrecional sus políticas comerciales. Como resultado de todo ello cabe inferir que el poder efectivo efec tivo de la OMC es significativamente menor que el que generalmente se le atribuye en la regulación del comercio mundial. En primer término hay que considerar que este comercio se compone fundamentalmente de productos industriales y de materias primas minerales que en su mayor parte se intercambian en condiciones de amplia liberalización. En segundo lugar, como se ha señalado, las negociaciones sobre los bienes y servicios sometidos a disputas en el seno de la OMC han seguido bloqueadas y, por tanto, dicha organización no ha podido establecer nuevas regulaciones sobre ellos. En ese contexto, su poder efectivo concierne a dos resortes o mecanismos principales: el examen de las políticas comerciales (Trade (Trade Policy Review Mechanism,, TPRM) y ,elDSU). nism entendimiento sobre solución de diferencias ((Dispute Dispute Settlement Understanding Understanding, El mecanismo TPRM garantiza la vigencia de d e los principios que favorecen la liberalización del comercio y en virtud de ello actúa como un resorte que asegura a los países la imposibilidad de que otros introduzcan aranceles y otros obstáculos contra su comercio. Sin embargo, el sesgo ses go con que la OMC ejerce esa función alcanza tal punto que sus decisiones llegan a impedir que los gobiernos puedan llevar a cabo políticas industriales y comerciales que impulsen el desarrollo de sus economías, al modo de las que en su momento impulsaron los dirigentes de Asa Oriental. En ese sentido, el poder efectivo de la OMC es relevante porque establece unos criterios que, de hecho, imposibilitan la puesta en marcha de esas posibles estrategias. El mecanismo DSU concierne a las atribuciones de la OMC para sancionar las decisiones de gobiernos que contravengan las normativas acordadas sobre aranceles y otras medidas comerciales. En ese sentido, los órganos encargados de dirimir sobre las disputas planteadas cuentan con un largo historial de resoluciones sobre litigios específicos que afectan al comercio mundial.
2. OTROS ORGANISMOS Y ENTIDADES TRANSNACI TRANSNACIONALES ONALES 2.1. Organismos económicos de Naciones Unidas Según el organigrama de Naciones Unidas el FMI y el BM son organismos especializados que están integrados en su seno, mientras que la OMC es un organismo conexo. Sin embargo, se trata de calificativos ornamentales, ya que las tres organizaciones funcionan de manera autónoma y, de hecho, su influencia en la Economía Mundial (con las limitaciones y los rasgos señalados en el apartado anterior) es superior a la que ejerce NN.UU. Esta organización dispone de un auténtico en jambre de conferencias, agencias, programas y comisiones sobre distintos aspectos económicos, pero la característica más destacada de cada uno de ellos y del
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conjunto es la carencia de atribuciones decisorias sobre cualquier cuestión relevante de la Economía mundial. Por tanto, se debe insistir en que el rasgo fundamental es que Naciones Unidas carece de poder económico. Por un lado, existen cuatro entidades de carácter económico que dependen directamente de la Asamblea General: la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), el Programa sobre Medio Ambiente (UNEP), el Programa para el Desarrollo (UNDP) y el Programa Mundial de Alimentos (WFR), que se ocupan de respectivas recopilar y analizar la información concerniente a los Econótemas enunciados en sus denominaciones. Por otro lado, el Consejo mico y Social gestiona las comisiones regionales para Europa (UNECE), América Latina (ECLAC), Asia Occidental (CESPAO), África (ECA) y Asia-Pacífico (CESPAP), así como tres organismos especializados: la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Organización para el Desarrollo Industrial (UNIDO) y la Organización Internacional del Trabajo (ILO), si bien este último existía décadas antes de la creación de Naciones Unidas. Además, desde NN.UU. se promueve una multitud de foros y eventos que en su mayoría están relacionados con diferentes aspectos concernientes al subdesarrollo de las economías y a la situación de pobreza en la que se encuentra una gran parte de los habitantes del planeta. El dilema estriba en que, al carecer de poder efectivo, las resoluciones acordadas sólo tienen valor testimonial, sin que puedan establecer normas, definir políticas concretas y aplicar sanciones que garanticen su cumplimiento. 2.2. Organismos consultivos con influencia ideológica: OCDE y BPI Los orígenes de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD) se remontan a 1948 cuando se creó una organización (OEEC) encargada de gestionar la ayuda financiera que suministraba Estados Unidos a Europa Occidental a través del Plan Marshall. En 1961 se convirtió en la OECD y pasó a estar integrada por representantes de los gobiernos de las economías desarrolladas, a los que desde los años noventa se han ido sumando otros, como México, Chile, Israel y varios de Europa del Este, hasta un total de 30 países miembros. miembros. Se trata de un organismo consultivo que principalmente se dedica al análisis de la situación económica del mundo y de cada ca da país miembro. Pero no posee atribuciones ejecutivas ya que carece de resortes de intervención que le permitan actuar como un poder económico. Sin embargo, desde los años ochenta la OECD ha asumido una función ideológica de cierta relevancia en la medida en que se ha convertido en otro firme baluarte (junto al FMI y al BM) de las políticas de liberalización y privatización, conocidas como el “Consenso de Washington”. Al mismo tiempo, dispone de un órgano específico, el Comité de Asistencia al Desarrollo (DAC) que gestiona recursos de los países miembros dedicados a la ayuda al desarrollo. Esa gestión le otorga una notoria influencia, compartida con el BM y el FMI, en el diseño de las políticas económicas de los países más pobres que reciben esa ayuda oficial. Igualmente, en los años noventa la OECD pretendió asumir el liderazgo de la elaboración de un Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (MAI) que codificase las conductas de los gobiernos y las compañías transnacionales a través de unos criterios netamente favorables para éstas. Finalmente, las negociaciones se paralizaron, dejando patente la orientación ideológica y los intereses defendidos por la OCDE. Por su parte, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) es un organismo creado por los dirigentes de los principales bancos centrales europeos antes de la Segunda Guerra Mundial. En las décadas de posguerra ejerció funciones complementarias
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al FMI en la creación de un sistema provisional de pagos para los países europeos y en la coordinación de varios préstamos otorgados por esos bancos centrales a los gobiernos de países con dificultades para mantener la paridad de sus monedas. Posteriormente, asumió también funciones de supervisión bancaria hacia los diez países a los que pertenecían los bancos centrales que componían el BIS. A continuación, en los años ochenta, gestionó la concesión de préstamos sindicados a varios países de América Latina afectados por la crisis de la deuda externa. Finalmente, el rápido crecimiento de losemercados financieros internacionales y la intensa diversificación de los activos instrumentos utilizados en las transacciones han colocado al BIS como uno de los organismos de referencia (con el FMI y la OCDE) en la recopilación de datos y el e l análisis de los mercados financieros. En el marco del BIS se instituyó un organismo encargado de elaborar las normas contables que sirvieran como guía de recomendaciones para los bancos centrales con el fin de garantizar la gestión de riesgos de los bancos en sus respectivas economías. Surgieron así, sucesivamente, las norm normas as de Basilea I en 1988, Basilea II en 2004 y Basilea III en 2011 (Walter, 2011; Ersel, 2011; Vilariño, 2007). Normas que desde Basilea II han tenido una notable influencia en los procedimientos de supervisión de los bancos centrales de muchos países, a pesar de que ni el BIS ni el Comité de Basil Basilea ea poseen funciones ejecutivas y continúan siendo enti enti-dades que canalizan la coordinación de los bancos centrales a través de debates y publicaciones en los que ejercen funciones consultivas, convertidas en ejecutivas cuando son asumidas porhalosresultado bancos centrales. En ese sentido, siempre evidente la orientación ideológica marcadamente ortodoxa y conservadora de las propuestas formuladas por el BIS. Así lo reflejan su postura a favor de la autonomía de los bancos centrales y su reiterada confianza en la capacidad de auto-regulación de las entidades bancarias. Igualmente, su negativa a establecer regulaciones estrictas sobre el funcionamiento de los mercados financieros y su oposición opos ición a la creación de un organismo internacional que garantice el cumplimiento de esas regulaciones.
2.3. Organismos sectoriales. Durante la segunda mitad del siglo XX se crearon múltiples organizaciones de carácter sectorial en torno al desarrollo de los productos primarios de la agricultura y la minería. Unas fueron impulsadas por organismos de Naciones Unidas, otras pretendieron defender los intereses de los países productores y otras surgieron a partir de la negociación entre países productores y consumidores. La mayoría de esas experiencias derivaron hacia la creación de foros de negociación en los que periódicamente se aprobaban convenios que fijan las condiciones de los intercambios comerciales entre los exportadores de alimentos y materias primas agrícolas o minerales, en su mayoría economías no desarrolladas, y los importadores, generalmente economías desarrolladas. A ese respecto, con el propósito de superar ese tipo de negociación bilateral en cada producto, en los años setenta Naciones Unidas propuso la creación de un Programa Integrado de Productos Básicos que negociase de forma conjunta un paquete de productos agrarios y mineros. Con esa iniciativa pretendía garantizar una mayor estabilidad de precios y cantidades en el comercio de esos bienes primarios y, a la vez, fortalecer la capacidad negociadora del colectivo de países exportadores de esos bienes. Sin embargo, la propuesta no prosperó, como tampoco lo hicieron otras surgidas de los países exportadores de materias primas dirigidas a mejorar la posición negociadora de sus productos en el comercio mundial.
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La única excepción destacada que escapa a esas iniciativas frustradas es la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP, más conocida c onocida como OPEC por sus siglas en inglés). Creada en 1960 cuenta con una larga experiencia en la defensa de su recurso (petróleo), debido principalmente a dos elementos: el empeño perseverante de los gobiernos de Arabia Saudí y Venezuela, y el carácter estratégico del petróleo desde el punto de vista económico, político y militar. Como muchas otras materias primas, las mayores reservas de petróleo se encuentran en economías no que desarrolladas de las Oriente Medio, desarrolladas, América Latina, África y Asia Central, mientras escasean en economías que son las grandes consumidores, junto con las de Asia Oriental desde desd e la última década. La OPEP llegó a dominar el funcionamiento del mercado internacional entre 1973 y 1983, después de que la mayoría de los estados miembros nacionalizaran la producción y crearan compañías públicas para controlar el ciclo petrolero hasta la exportación. En ese intervalo de años tuvieron capacidad para fijar los precios a los que se realizaba la mayor parte del comercio de petróleo, por lo que ejercieron como un poder relevante en la Economía Mundial. Posteriormente ese poder fue disipándose en la medida en que la OPEP perdió los resortes que habían hecho posible que actuase como un oligopolio de oferta, debido a la conjunción co njunción de varios factores: las crecientes divisiones internas, los cambios en la oferta con la entrada de nuevos exportadores que no pertenecían a la organización, las medidas adoptadas por las compañías petroleras transnacionales y por los gobiernos de EE.UU. ysencia ReinodeUnido parafinancieros contrarrestar oligopólica, creciente preagentes en elaquella negocioposición del petróleo. Mercedy alatodo ello, desde mediados de los años ochenta la OPEP se mantiene como un jugador sectorial secundario que ejerce una influencia reducida y episódica, sólo en momentos coyunturales, en el comercio de petróleo.
2.4. Foros informales En los años setenta surgieron dos tipos de iniciativas que marcaron el camino de numerosas experiencias posteriores: las reuniones del G-7 y la Comisión Trilateral. De un lado, comenzaron a celebrarse de forma periódica reuniones en las que participaban los máximos líderes políticos de las siete economías más desarrolladas: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón. Desde entonces no han faltado las voces que identifican esas reuniones con un sucedáneo de “gobierno mundial” merced a la importancia de sus participantes. Sin embargo, al cabo de más de tres décadas resulta evidente que tras sucesivas cumbres anuales el G-7 no han adoptado acuerdos concretos y efectivos que se hayan llevado a la práctica19, sino que han sido reuniones diplomáticas provistas
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autores señalan como excepción la reunión celebrada en Nueva York en 1985, conocida como la cumbre del hotel Plaza, donde Estados Unidos se mostró dispuesto a adoptar medidas para corregir la fuerte apreciación del dólar. Sin embargo, otros autores señalan que tal propuesta había sido reiteradamente propuesta por los demás líderes en las cumbres anteriores sin que los dirigentes estadounidenses la aceptaran, de modo que sí lo hicieron a partir de aquel año fue por propia conveniencia para corregir los peores efectos de esa apreciación sobre las exportaciones y los tipos de interés. Además, esa decisión fue adoptada a costa de forzar al gobierno de Japón a que cambiara su política de control del yen, ligadoen a el cambios regulatorios en los movimientos capitales, lo cual tendría gran influencia posterior desencadenamiento de la l a crisis de financiera japonesa.
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de un gran altavoz mediático para lanzar mensajes inconcretos acerca de la importancia de la colaboración económica internacional, sobre todo en los períodos de crisis económica. En los años noventa esas reuniones dieron cabida a un nuevo miembro, Rusia, pasando a denominarse G-8. De ese modo quedaba más de manifiesto man ifiesto su carácter protocolario aceptando la incorporación de una economía como la rusa, no desarrollada y que en aquellos años sufría una calamitosa c alamitosa crisis económica. Se trataba de una decisión política a apoyar laaposición política del líder Borís Yeltsin, en su propio paísdestinada como contrapartida la posición subalterna queruso, adoptaba con respecto a los principales líderes de Estados Unidos y Europa. La situación volvió a repetirse en 2008 cuando el estallido de la crisis financiera instó a ampliar el número de asistentes a esas cumbres hasta un total de veinte miembros, sin que ninguno de los convocantes se tomara la molestia de aclarar los criterios que daban derecho a tal participación. La primera cumbre del G-20, celebrada en Londres, estuvo precedida de la tradicional campaña mediática, anunciando que su objetivo era lograr la colaboración financiera para hacer frente a una crisis que se extendía a escala internacional. La cumbre se celebró sin alcanzar ningún acuerdo concreto y el empeño de los representantes se agotó en la redacción consensuada de una declaración formal en la que se anunciaba la futura convocatoria de una nueva cumbre. Por las mismas razones, las siguientes reuniones de ese G-20 tampoco han generado ningún resultado efectivo. La otradeiniciativa surgida enparte los años s etenta fue setenta la creación de la “Comisión T Trilarilateral” la que formaban destacados políticos, empresarios, banqueros e intelectuales de las principales economías desarrolladas y algunos pertenecientes a otras de menor desarrollo. De nuevo, esa iniciativa también fue considerada como un “gobierno mundial en la sombra” fomentado esto último por el cierto secretismo que rodeaba a algunos de sus miembros. Sin duda, como reconocieron en los documentos que publicaron, se trataba de un grupo de personas cuyo ob jetivo era influir en la manera de analizar y, consecuentemente, de actuar en la evolución de los acontecimientos mundiales. Sin embargo, tal propósito no transcendió más allá de la influencia individual que pudieron ejercer cuando algunos de ellos tuvieron responsabilidades de gobierno en sus países. Su fama resulto efímera y su poder efectivo nunca existió. Un cariz similar tomaron otras experiencias similares entre las que sobresale la celebración anual anual del denominado “Foro “Foro de Davos” Davos” en Suiza. En él se reúnen los dirigentes de grandes empresas y bancos, con los gobernadores de los bancos centrales y los líderes políticos de los principales estados. Las reuniones están acompañadas de una formidable campaña propagandística acerca de las cuestiones que se abordan y las personalidades que asisten, sin que entre ellas falte el adorno que supone la asistencia de ciertos intelectuales y conocidos artistas del cine y de la música. Sin embargo, ninguna de esas reuniones ha proporcionado algún tipo de acuerdo efectivo de colaboración entre gobiernos o entre gobiernos y empresas.
2.5. Los organismos europeos de integración regional Las organizaciones de integración económica regional presentan distintos niveles de institucionalización según se analiza en el capítulo 13, pero el común denominador de casi todas ellas es que carecen de órganos de carácter supra-nacional que tengan atribuciones ejecutivas sobre las actividades económicas integradas. La excepción es la experiencia europea iniciada con la creación de la Comunidad
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Económica Europea y tras sucesivas ampliaciones devenida en la actual ac tual Unión Europea compuesta por 28 países miembros. La Unión Europea posee un conjunto de ámbitos integrados en los que rigen políticas comunes acerca del comercio exterior, los mercados internos de bienes, servicios y capitales, la agricultura y otros. En esos ámbitos, las antiguas competencias nacionales han sido transferidas a órganos comunitarios al frente de los cuáles c uáles está la Comisión Europea. En el caso específico de la Unión Económica y Monetaria, en la que no participan miembros destacados Reino Unido y Suecia, las comc ompetencias recaen en el Banco Central Europeocomo (BCE). Por tanto, tanto la Comisión Europea como el BCE cuentan con poder efectivo para decidir sobre las cuestiones relacionadas con sus competencias dentro del marco de la integración regional. Sin embargo, aunque en ocasiones reciba esa denominación la Comisión Europea no ostenta el “gobierno el “gobierno de la UE” UE” por tres razones principales. En primer lugar, como se analiza en el capítulo 13, existen ámbitos importantes de las economías que no son comunes y por tanto escapan a las atribuciones de la Comisión. Es el caso de la mayor parte de las cuestiones relacionadas con las finanzas, el empleo, la fiscalidad, las políticas públicas y otras. En segundo lugar, muchas de las decisiones fundamentales que conciernen a los ámbitos comunes u otras como la entrada de nuevos miembros, las decide directamente el Consejo Europeo compuesto por los líderes políticos de los estados miembros, o bien el Consejo de Ministros. Por tanto, dependen directamente de las negociaciones entre los estados. Y en tercer lugar, en en determinados momentos críticos, las atribuciones de la Comisión se convierten un poder formal en la medida en que las decisiones principales son determinadas por los dirigentes de los estados más fuertes. Así se viene constatando desde que estalló la crisis de 2008, con la forma impositiva de proceder del gobierno alemán ante la Comisión Europea y el BCE. En consecuencia, la evidencia de que demasiadas cuestiones económicas de importancia escapan a la decisión de la Comisión Europea revela que ésta ejerce un poder económico de alcance limitado a escala regional. Además ese poder carece de proyección exterior hacia el conjunto de la Economía Mundial debido a que las divergencias entre los estados miembros impiden el desarrollo de una política internacional común.
3. ORGANIZA ORGANIZACIONES CIONES DELICTIVAS La existencia de poderosas organizaciones dedicadas a la realización de actividades delictivas a escala internacional no es un fenómeno nuevo, como se refleja en el recuadro 1. Tampoco lo es el vínculo que conecta a esas organizaciones con círculos políticos y policiales que amparan sus actividades, y con empresas y bancos que sirven de pantallas legales para realizar movimientos ilegales de capital. Sin embargo, la etapa actual sí arroja características tan importantes como novedosas que han dado lugar lugar a que Loui Louise se Shelley, directora de Transnational Crime and Corruption Centre, considere que la criminalidad transnacional será para el legislador el problema dominante del siglo XXI, como lo fueron la Guerra Fría en el siglo XX y el colonialismo en el siglo XIX. Declaraciones no menos graves se recogen en la resolución del Parlamento Europeo (octubre-2011) y en numerosos documentos elaborados por Naciones Unidas y las agencias especializadas de Estados Unidos y otros países. Entre esas características, destacan las tres siguientes.
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a) Ampliación y difusión de organizaciones delictivas que operan a escala internacional. Los expertos señalan un conjunto de factores que ha contribuido al surgimiento, consolidación y transnacionalización de nuevas organizaciones delictivas, que se unen a las tradicionalmente fuertes: las triadas chinas, también localizadas en Taiwan y Hong Kong; las yakuzas japonesas (Yamaguchi-gumi, Sumiyoshirengo, Inagawa-kai, Toa Yuai Jigyo Kumai); y llas as mafias estadounidenses de origen italiano, judío e ir irlandés. landés. Los factores señalados son: la d desaparición esaparición de los los regímenes de en tipoEuropa soviético en la URSS y Europa del Este,financiera el debilitamiento de otros estados y América Latina, la liberalización que facilita la impunidad de los movimientos de capital y la preocupación unilateral que los estados-potencia y los servicios policiales han prestado al terrorismo de raíz islámica en detrimento de la atención prestada a las demás organizaciones criminales. Por un lado, la desaparición de la Unión Soviética, seguida del saqueo impune de los bienes estatales, la corrupción estatal en gran escala y otros hechos de los años noventa favorecieron la creación y consolidación de importantes organizaciones dedicadas a los tradicionales negocios mafiosos y a otros nuevos, sobre todo en Rusia pero también en otros territorios ex soviéticos, como Georgia y Chechenia que cuentan con importantes organizaciones delictivas. Además, con la desaparición de la URSS diversas organizaciones guerrilleras perdieron su principal vía de financiación y optaron por la realización de negocios ilegales para obtener esa financiación. Igualmente, la desaparición de Yugoslavia y de los regímenes de tipo soviético en la región de los Balcanes, abriendo paso al fortalecimiento de la delincuencia organizada albano-kosovar, rumana o búlgara, con fuerte proyección exterior. Por otro lado, la debilidad del estado italiano hizo posible la reconfiguración de las organizaciones criminales al cabo de décadas de impunidad y connivencia con los aparatos del estado. Un proceso destapado sólo en parte ante la judicatura y la opinión pública mediante los escándalos que vínculaban a Giulio Andreotti (muchas veces ministro y una Primer Ministro), numerosas personalidades políticas y financieras asociadas a la Logia P-2 y las finanzas del Vaticano con las organizaciones mafiosas. Ese contexto hizo posible la actuación de las tradicionales Cosa Nostra siliciana y la Camorra napolitana, así como de las ascendentes Nodrangheta en Calabria y Sacra Corona en Apulia. Un proceso similar, basado en la debilidad del estado, su extensa corrupción y su connivencia de ciertos órganos con las organizaciones delictivas, unido a la plena libertad para los movimientos de capital, permitió el rápido fortalecimiento de los cárteles del narcotráfico en países como Colombia y México. b) Variedad de negocios, formas de organización e interconexiones de las redes criminales. La lista de actividades se ha hecho escandalosamente amplia, en la medida en que a los tradicionales negocios ilegales y criminales se han agregado otros contemporáneos. De un lado, la prostitución y el tráfico de mujeres, el juego, el contrabando, la evasión fiscal, la extorsión a personas y empresas, el asesinato por encargo y el tráfico de sustancias estupefacientes. De otro lado, el tráfico de emigrantes, órganos humanos, sustancias tóxicas y radiactivas, armas, vehículos y obras de arte robados, la piratería de aviones y barcos, la falsificación de monedas y un largo etcétera que organismos como UNODCCP, perteneciente a Naciones Nac iones Unidas sigue incorporando a una triste lista de actividades realizadas a escala mundial. Simultáneamente, esas organizaciones diversifican y especializan cada vez más sus actividades. En unos casos, se trata de negocios intensivos en trabajo que necesitan una gran cantidad de mano de obra para realizar las sucesivas tareas de producción, transporte, distribución mayorista y comercialización minorista. En
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otros casos, se trata de negocios sumamente especializados, integrados por personal altamente cualificado en el uso de tecnologías, finanzas u otros conocimientos especializados (Briquet y Favarel-Garrigues, 2008; Achille, 2013). 2013) . Recuadro 1 ANTECEDENTES ANTECEDEN TES MAFIOSOS DE UTILIZACIÓN DE MECANISMOS FINANCIEROS TRANSNACIONALES TRANSNACIONALES Durante el siglo XIX, las tríadas chinas y las yakuzas japonesas expandieron sus actividades a otros países asiáticos y a Estados Unidos, creando mecanismos para movilizar el dinero de sus ganancias a través de diversos circuitos internacionales. No obstante, es en la actuación de las grandes mafias de Estados Unidos donde se encuentran los antecedentes de mayor relieve. Siguiendo el ejemplo de la reunión secreta celebrada por las grandes compañías petroleras en el castillo escocés de Achnacarry en 1928, donde constituyeron el oligopolio que pasó a dominar el mercado petrolero, en 1932 se reunieron en Chicago las ocho grandes familias de la mafia para crear una dirección unificada de las organizaciones dedicadas a los negocios relacionados con el juego ilegal, la prostitución, la extorsión a negocios legales y el contrabando de bebidas alcohólicas. Uno de los ideólogos de aquella unificación, Mayer Lansky, fue el principal artífice de tres iniciativas que resultaron decisivas para la expansión del poder económico y la proyección internacional de las organizaciones criminales italianas y judías asentadas en Estados Unidos. Primero, en los años treinta, organizó un sistema de evasión fiscal y de blanqueo de dinero a través de cuentas colocadas en bancos suizos al amparo del secreto bancario. Después, en los años cuarenta, ideó la conversión de Las Vegas, un páramo desértico del estado de Nevada, en un colosal negocio de hoteles y casinos que, además, de grandes beneficios ofrecía mayores oportunidades para blanquear dinero obtenido en las actividades ilegales. Igualmente, a propuesta de Lansky, las l as organizaciones mafiosas acordaron compartir participaciones cruzadas en el accionariado de los casinos, de modo que así quedaban obligadas a reforzar sus intereses comunes. La tercera iniciativa fue la creación de mecanismos transnacionales para extender la experiencia de Las Vegas a escala internacional, desarrollando conjuntamente la creación de negocios, la evasión fiscal y el lavado de dinero. Esa experiencia la llevaron a cabo tanto en La Habana como en Bahamas. Con la colaboración de las autoridades auto ridades locales instalaron casinos, extendieron su control sobre la prostitución y otros negocios ilegales de aquellas islas, y crearon sociedades instrumentales desde las que podían realizar movimientos de capital sin control fiscal ni justificación de su procedencia. En suma, paraísos fiscales al servicio de la actuación discrecional y opaca de las organizaciones criminales. En La Habana, en 1946, donde se celebró una nueva reunión de las grandes organizaciones mafiosas para reforzar la conexión con las autoridades políticas locales y tomar nuevas decisiones que favorecieran la expansión ordenada del tráfico de drogas procedentes de Asia y América Latina. es decir, llevaron a cabo un nuevo reparto de la distribución de las variedades de drogas y de sus respectivos mercados geográficos.
La combinación de ambos tipos de organización ha dado lugar a que durante las dos últimas décadas se haya producido un rápido proceso de segmentación e interconexión de las organizaciones criminales que operan a escala esca la internacional. La segmentación expresa la creciente especialización y la descentralización de esas organizaciones. Mientras que la interconexión muestra la complementariedad y mayor colaboración entre las distintas organizaciones, superando sus respectivas procedencias nacionales. De ese modo, todos los análisis recientes coinciden en destacar la conformación de organizaciones criminales cada menos verticales, más cooperativas y más transnacionalizadas (Roudaut, 2013; Gayraud y Thual, 2012). Consecuentemente, la convergencia de negocios de mayor tamaño y variedad con organizaciones más especializadas e internacionales origina un espectacular espec tacular crecimiento de los beneficios que genera la economía criminal. Las estimaciones más razonables de UNODCCP y otras agencias especializadas calculan que la producción de esa economía criminal equivale al 3-5% del PIB mundial y que el tráfico
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de productos ilícitos representa el 15% del comercio mundial. A esas cifras habría que añadir las que resultan de la evasión fiscal y del blanqueo del dinero. Como se analiza en el capítulo 10, el mayor negocio de todos es el de las drogas (cocaína, heroína y otros opiáceos, cannabis y sustancias químicas), químicas ), ya que supone una cifra similar al 8% del comercio mundial, seguido s eguido del contrabando, la piratería y el tráfico de personas, el intercambio ilegal de bienes culturales y metales y piedras preciosas. c) Estrechamiento detanto los vínculos con actividades económicas de grandes empresas y bancos, para realizar el blanqueo de dinero legales como para el emprendimiento de nuevas actividades. De un lado, la gran dimensión de los beneficios que reporta la economía criminal de carácter transnacional supone que una cifra que equivale aproximadamente al 1,15% del PIB mundial se blanquea a través del sistema financiero internacional, para permanecer oculta en paraísos fiscales, emerger en mercados opacos relacionados con obras de arte, inmuebles, ocio y hostelería, o bien invertirse en otros negocios industriales y comerciales (Madsen, 2009; Naylor, 2002). De otro lado, además de personal altamente cualificado en el uso de las nuevas tecnologías, los instrumentos financieros y los sistemas electrónicos de pago, la colosal magnitud de capital ilegal que requiere operaciones de blanqueo obliga a contar con la participación de compañías legales, sean éstas grandes bancos y otras entidades financieras. Se explica así la larga lista de bancos americanos y europeos, sociedades de inversión y muchas otras compañías que afloran cuando policías y jueces descubren las operaciones de ciertas organizaciones criminales. Con ello se constata también la evidente pasividad de las autoridades que en esos países están encargadas de la supervisión de la (falta de) transparencia de sus sistemas financieros nacionales. Las fronteras entre las actividades lícitas e ilícitas se difuminan más cuando se constata que, a veces, tales entidades financieras legales no sólo encubren el lavado de dinero ilícito sino que incluso están asociadas a esas organizaciones delictivas. En ocasiones, sin necesidad de una asociación expresa, los directivos de los bancos y otros establecimientos financieros se enfangan en operaciones igualmente delictivas, por más que luego consigan evitar tal calificativo cuando se muestran dispuestos a desembolsar grandes cantidades de dinero, denominadas multas, para evitar que los tribunales judiciales dicten sentencias condenatorias de sus delitos. También a este respecto el listado de entidades que, en la última década, han incurrido en esas prácticas constitutivas de delitos cuenta con la frecuente presencia de los grandes bancos americanos y europeos. Por tanto, lejos de cualquier visión pintoresca o novelesca, considerando los hechos, resulta evidente que el colectivo de organizaciones delictivas constituye un jugador de creciente rel relevancia evancia en la Economía Mundial, por el dominio económico que le proporcionan sus resortes de poder, el alcance cada vez más transnacional e interconectado de sus actividades y su vinculación con grandes entidades financieras de carácter legal. Sus resortes no difieren de los que disponen las compañías transnacionales analizadas en el capítulo 3, esto es, poseen grandes capacidades tecnológicas (medios materiales y personal especializado), formas organizativas cada vez más adecuadas y grandes recursos financieros. A la vez, cuentan con la colaboración o están asociadas con compañías financieras legales y poseen vínculos estrechos con los aparatos de estado (gobiernos, jueces, policías, legisladores) de numerosas economías desarrolladas y no desarrolladas. desa rrolladas. Finalmente, las mafias más importantes disponen de capacidad militar o represiva para hacer un uso directo de su fuerza.
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4. DEBILIDAD DE LOS CONTRAPODERES SOCIALES Como señala Karl Polanyi (1979), el desenvolvimiento des envolvimiento histórico del capitalismo ha estado marcado por un “doble movimiento” a través de la tensión que se produce entre la tendencia a la acumulación del capital y las reacciones compensatorias que adopta la sociedad para defenderse de las consecuencias que provoca esa lógica de acumulación. Esa tensión está es tá en el origen de las instituciones reguladoras y explica la complementariedad entre la extensión del mercado y la actuación del Estado. Así cabe considerar el tipo de reacciones surgidas durante las últimas décadas a modo de réplicas contra los efectos de lo que algunos autores denominan la “hiperglobalización”, es decir, el intenso proceso de transnacionalización transnacionalización de las distintas modalidades de intercambio a través del dominio que ejercen las compañías transnacionales y los estados-potencia (Rodrik, 2011). Las reacciones se han dirigido directamente contra algunas de las organizaciones internacionales (FMI, OMC, OM C, OCDE) en la medida en que se les ha considerado portavoces o defensores de ese proceso transnacional. También se han dirigido contra los gobiernos nacionales por considerar que sus posiciones a favor de la liberalización incondicional de los movimientos de capital y del comercio de bienes y servicios han sido fundamentales para el desarrollo de la transnacionalización que caracteriza la etapa actual de la Economía Mundial (Gill, 2008; O´Brien et al., al., 2000). Las críticas centrales que se formulan contra esa transnacionalización se pueden resumir en tres argumentos centrales (Amore, 2002; Cox y Sinclair, 1996). El primero es que los “globalistas” elogian elogian las ventajas de la integración externa de las economías nacionales a la vez que se desinteresan por los efectos desintegradores que se producen en el interior de esas economías. El segundo es que las ventajas de la integración externa se concentran c oncentran en determinadas economías y en determinados grupos sociales; mientras que los efectos desintegradores acarrean grandes desventajas para las economías y los grupos sociales más débiles. El tercero es que esa dialéctica de creciente desigualdad a escala mundial, entre los ganadores minoritarios y los perdedores mayoritarios, no es un designio determinista o inevitable, sino el resultado del modo concreto de organización y funcionamiento de la Economía Mundial. Por tanto, las críticas expresan la contestación al dominio que ejercen los principales jugadores, CTN y estados-potencia. Sin embargo, los hechos muestran que hasta el momento la capacidad c apacidad de reacción de esas posiciones críticas son ciertamente c iertamente débiles y parciales, carentes de resortes que permitan ejercer como jugador alternativo de cierta relevancia en la escena mundial. Los movimientos reactivos o compensatorios se expresan a través de posiciones demasiado diversas. De un lado, surgen organismos e iniciativas con objetivos solidarios hacia las economías y grupos sociales más débiles, proponiendo un comercio que remunere mejor sus exportaciones de productos básicos, mayores facilidades financieras y mayor ayuda a través de la cooperación, o bien prestan servicios solidarios y se vuelcan en la asistencia urgente ante las situaciones más desgraciadas (desplaza(des plazados de guerras, hambrunas, catástrofes naturales). De otro lado, se crean foros de debate cuyas propuestas trascienden a esos efectos inmediatos y plantean la necesidad de que se produzcan cambios estructurales que hagan posible el desarrollo sostenible de esas economías. Otros se organizan en torno al rechazo a las funciones que desarrollan determinadas organizaciones multilaterales por considerar que se posicionan a favor de los poderes dominantes. Principalmente, se trata de movimientos de rechazo a las tesis ultra-liberalizadoras de la OMC y al sesgo de los programas económicos que exige el FMI y/o la Comisión Europea; o
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bien que propugnan la aplicación de sanciones sa nciones contra la impunidad de las grandes fuerzas financieras o la aplicación de medidas disuasorias contra los movimientos de capital de claro signo especulativo. es peculativo. Sin embargo, la mayoría de esas reacciones son episódicas en el tiempo y testimoniales en su alcance, tanto por el grado de movilización social, como por la discontinuidad de sus actividades, la notoria heterogeneidad de los participantes y la inconcreción de sus objetivos. En consecuencia, consec uencia, esas limitaciones hacen que se trate de movimientos dispersos, capacidad mundial. negociadora lescarecen permita de modificar algún aspecto relevante de sin la economía Por que tanto, resortes para ejercer como contrapoder transnacional.
5. ARTICULACIÓN DE LOS JUGADORES TRANSNACIONALES Los anteriores apartados aportan tres conclusiones acerca de llos os jugadores analizados. La primera es que las organizaciones multilaterales y otras entidades disponen de ciertos resortes de poder en ámbitos concretos de la Economía Mundial. La segunda es que su posición como jugadores es de rango secundario respecto de las compañías transnacionales y los estados-potencia. La tercera es que las organizaciones delictivas constituyen un caso específico de jugador, teniendo en cuenta que las características de sus resortes asemejan su poder económico al que ejercen las compañías transnacionales, con algunas de las cuales establecen vínculos de cooperación. El FMI y la OMC son las dos organizaciones que mejor se adecuan a las dos primeras conclusiones: ejercer poder en la Economía Mundial, lo hacen de forma limitada tanto por su intensidad como por sus ámbitos de actuación, y lo hacen con atribuciones delegadas por los estados-potencia e influidas por los intereses de las CTN. Esa posición delegada se repite en el caso de las demás entidades. Sus órganos directivos están constituidos por personal consensuado o que representa de forma directa a los gobiernos nacionales (FMI, BM, OMC, OCDE) y a los bancos centrales (BIS). Todas ellas presentan un largo historial de evidencias acerca del estrecho vínculo mantenido por esos órganos directivos con los departamentos del Tesoro y de Estado de Estados Unidos. A su vez, la influencia de las CTN en esas organizaciones se lleva a cabo mediante vinculaciones indirectas entre las que destacan los grupos de presión y las “puertas giratorias”. Para comprender la importancia de los lobbies lobbies basta considerar la enorme cantidad de dinero que desembolsan las grandes compañías (financieras y no financieras) en oficinas propias y contratación de firmas especializadas. En ellas trabajan miles de empleados y su dedicación en Washington (FMI, BM), Ginebra (OMC), Bruselas (CE) y París (OCDE) no es otra que la de influir en las valoraciones y las decisiones que adoptan esas organizaciones. A través de esos grupos de presión, los intereses económicos y las posiciones ideológicas que defiende el personal directivo y técnico de esas organizaciones tienden a identificarse con los intereses de las CTN. Identificación que se acentúa en el caso c aso de llas as “puertas giratorias” por las que un gran número de directivos y técnicos de esas organizaciones previamente han trabajado en las CTN, o bien disponen de ofertas para trabajar en ellas cuando concluyan su presencia en las organizaciones internacionales. Sin considerar esos vínculos con los dos mayores jugadores de la Economía Mundial, no resulta posible explicar la defensa programática, incondicional y persistente que dichas organizaciones realizan a favor de las políticas de d e privatización y
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de liberalización comercial y financiera. El éxito de esas posiciones deriva en ventajas decisivas para las firmas transnacionales y los estados-potencia. La privatización de empresas públicas favorece su adquisición por parte de CTN, mientras que las medidas liberalizadoras otorgan a las CTN mayores oportunidades de negocio para fabricar y vender sus productos, localizar sus filiales, organizar la producción internacional y rentabilizar sus operaciones financieras.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Aglietta M. y Moatti S. (2002): El FMI. Del orden monetario a los desórdenes financieros,, Akal, Madrid. financieros Fontanel J. (2005): La globalisation en “analyse”. Géoeconomie et stratégie des acteurs,, L´Harmattan, París. acteurs O´Brien R. y Williams M. (2010): Global Political Economy. Evolution and D Dynamynamics.. Palgrave Macmillan. Nueva York. ics Hoekman B. y Kosteki M. (2011): The Political Economy of the World Trading System: The WTO and Beyond , Oxford University Press, Nueva York. Madsen F. (2009): Transnational Organized Crime, Crime, Routledge, Nueva York.
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II MODALIDADES DE INTERCAMBIO EN LA ECONOMÍA MUNDIAL
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6 PRODUCCIÓN INTERNACIONAL: INVERSIÓN DIRECTA Y CADENAS DE VALOR
Este capítulo explica las características de la producción internacional que impulsan y controlan las compañías transnacionales fuera de las fronteras de su economía de origen. Parte de esa producción internacional es realizada directamente por empresas filiales de las compañías transnacionales, pero cada vez más otra parte se lleva a cabo mediante una diversidad de formas organizativas que habitualmente se resumen resumen como “cadenas globales de valor”. El capítulo se iinicia nicia con un conjunto de conceptos básicos, necesarios para analizar la producción internacional y continúa con una breve descripción de la evolución histórica de esa producción internacional. Tras ello, el capítulo se centra en el análisis de las cadenas de valor, detallando su significado y variantes, la relación entre complejidad tecnológica y profundidad de las cadenas, y las formas jerárquicas mediante las que las compañías transnacionales ejercen su poder. CONTENIDO 1. Conceptos básicos. 2. La inversión extranjera directa en perspectiva histórica. 3. Nuevas formas de organizar organizar la producción producción internacional: cadenas de valor 4. Producción internacional: internacional: articulaciones en la Economía Mundial
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1. CONCEPTOS BÁSICOS Hasta los años ochenta del siglo XX, la producción internacional se identificaba con el conjunto de actividades (agrarias, industriales y de servicios) que las compañías compañ ías transnacionales realizaban fuera de las fronteras donde se ubicaba ubicab a su sede central. El requisito previo que daba lugar a que esa producción fuese internacional era haber efectuado inversión extranjera directa (IED) en economías distintas a la que pertenecía en origen cada CTN. Como se ha indicado en el capítulo 3, la entrada en esos países receptores podía hacerse mediante la instalación de filiales de nueva creación, con la compra de empresas ya existentes, o a través de la formación de empresas mixtas con otras firmas instaladas en esas economías-host. Con el paso del tiempo, su localización en el exterior hizo más factible que las CTN fueran tejiendo distintos tipos de relaciones con empresas proveedoras y/o clientes de los países en los que desarrollaban sus actividades productivas y comerciales. Esa configuración de la producción internacional se mantiene en la actualidad. De hecho, muchas compañías transnacionales siguen s iguen teniendo una estructura organizativa basada en el vínculo entre la sede central y sus filiales, manteniendo algún grado de relación con otras empresas. Sin embargo, desde las últimas décadas del siglo XX, las grandes compañías industriales y una parte de los grandes establecimientos comerciales, han desarrollado multitud de nuevas formas organizativas para llevar a cabo la producción internacional, habitualmente resumidas con el término de “cadenas globales de valor”. En una primera aproximación de carácter general, cabe destacar destac ar que esas cadenas de valor están formadas por empresas que pertenecen a distintos propietarios, están ubicadas en distintos países y organizan las sucesivas fases del ciclo productivo y comercial de un determinado producto. Por tanto, abarcan la concepción y el diseño, el suministro de materias primas, la transformación de bienes y servicios intermedios, la elaboración de productos finales, su distribución y demás servicios requeridos hasta su venta final. No obstante, como se analiza más adelante, la secuencia de una cadena de valor no siempre es lineal, ni se limita a un solo producto, ni siempre comprende la totalidad de las fases y funciones, sino que las cadenas adoptan diversas variantes. De hecho, ciertos c iertos autores prefieren utilizar otros términos como el de redes de producción internacional para para expresar la complejidad y variedad de formas que adopta el desarrollo des arrollo de esa producción, aunque en este caso con esa es a expresión pretenden también poner el acento en el grado de autonomía de las empresas que participan en tales redes, sin que neces necesariamente ariamente tengan que depender o estar controladas por compañías transnacionales. Es evidente que, entre la amplia variedad de experiencias surgidas en las últimas décadas, se constatan algunas en las que las empresas establecen vínculos que no se sustentan en una relación jerárquica con respecto a las CTN. Sin embargo, como revelan los numerosos estudios disponibles, lo más habitual es que las nuevas formas de organización de la producción internacional sí presenten esos vínculos jerárquicos que colocan a las CTN como las principales promotoras, organizadoras y beneficiarias de esas estructuras productivas y comerciales que se agrupan bajo la denominación de cadenas de valor. va lor. Esas estructuras organizativas permiten que las compañías transnacionales controlen fases y tareas realizadas fuera de las fronteras nacionales de su sede central c entral sin necesidad de llevar a cabo c abo inversiones directas para establecer empresas filiales, recurriendo a otras formas de internacionalización productiva entre las que destacan las tres siguientes. En primer lugar, proliferan los acuerdos por los que las CTN ceden a empresas de otros países los derechos para usar determinados activos que son de su propiedad. Una modalidad es la licencia, esto es, un contrato que otorga el derecho a usar
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una propiedad intelectual (marca comercial, patente, diseño, secretos comerciales) sobre un proceso o sobre un producto que pertenece a la CTN. CTN . Otra modalidad es la franquicia, esto es, un contrato que permite replicar el modelo de negocio, que puede extenderse a una o a varias fases de la producción y/o comercialización de los productos de la CTN. En este caso, el acuerdo suele incluir la transferencia de conocimiento y cierta formación de personal para facilitar su lanzamiento inicial. En ambas modalidades, la CTN recibe un pago (royalty ( royalty ) por la cesión que realiza y el acuerdo suele ir acompañado de un conjunto de restricciones, impuestas por la CTN a la empresa que adquiere la licencia o la franquicia, relativas al período de vigencia, los ámbitos geográficos de su utilización, los servicios conexos que deben contratar con la CTN cedente y otras condiciones. En segundo lugar, abundan los acuerdos por los que las CTN adquieren los derechos de uso sobre propiedades situadas en otros países. Una modalidad es el cconontrato de gestión, esto es, un acuerdo por el que se concede a una CTN extranjera el control sobre activos nacionales (empresas industriales, servicios diversos, explotaciones agrarias) sin que ello suponga la transferencia de propiedad. La CTN contratada está obligada a realizar distintos pagos y, a veces, a respetar determinadas condiciones. En contrapartida, adquiere plenos derechos sobre los bienes y servicios generados por los activos que gestiona. Otra modalidad es la concesión, esto es, un acuerdo por el que se concede a una CTN extranjera el derecho a explotar una determinada actividad, generalmente minera, pero también puede suceder con ciertas infraestructuras. La CTN concesionaria está obligada a realizar distintos pagos y a correr con los riesgos de la puesta en marcha de esa actividad y, como compensación, pasa a disponer del control operacional (no de la propiedad) de los recursos extraídos y, por tanto, de los beneficios que se deriven de ese control. En tercer lugar, destaca una amplísima gama de nuevos tipos de acuerdos con empresas de distintos países por los que dichas empresas pasan a realizar determinadas funciones que forman parte de cadenas de valor organizadas por compañías transnacionales. Como se explica en el tercer apartado, esa amplia variedad de formas de vinculación entre la CTN y esas empresas da lugar a diferentes grados de profundidad de las cadenas y a diferentes expresiones jerárquicas de las relaciones de poder entabladas según las cadenas. Por tanto, la combinación de formas contractuales que ya existían y que ahora se generalizan junto con otras modalidades nuevas, desarrolladas en las últimas décadas, permite que las CTN decidan qué fases o funciones mantienen concentradas en sus sedes centrales y en los centros que mantienen en sus economías-home; cuáles deslocalizan fuera en economía-host (offshoring (offshoring)) a sus filiales; cuáles externalizan (outsourcing (outsourcing)) y/o vinculan bajo contratos que posibilitan su control, y con qué tipo de empresas-host se alían o establecen esos contratos. De ese modo, de manera simultánea, esas decisiones generan dinámicas que descentralizan y desverticalizan el tejido interno de cada CTN, a la vez que recentralizan y reverticalizan su control a través de las CGV. El diagrama 1 presenta una visión visión resumida de los vínculos que se derivan de las estrategias de externalización y deslocalización. Por lo tanto, la definición que se avanzaba al comenzar el capítulo, identificando la producción internacional con la realización de inversión directa en el exterior, necesita ser ampliada. En la etapa actual de la Economía Mundial, esa producción no se genera solamente a través de las actividades que las CTN llevan a cabo directamente con activos de su propiedad, sino también mediante formas diversas de contratos de cesión, de uso y múltiples formas de vinculación en cadena con empresas localizadas en distintos países. Siendo así, la producción internacional
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ha experimentado una fuerte expansión mediante la combinación de un intenso crecimiento de la inversión directa y el surgimiento de nuevas modalidades de control por parte de las CTN. Diagrama 1. Vinculaciones estratégicas de las CTN ECONOMÍA-HOME O U
Sede Central y divisiones nacionales
ECONOMÍAS-HOST Deslocalización intra-firma Relaciones internalizadas
Empresas
T S Variantes de acuerdos
O U R
Compañías proveedoras nacionales
Compañías proveedoras extr extran an eras eras
C OFFSHORING Elaborado a partir del esquema original de Backer y Miroudot (2013).
2. LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN PERSPECTIVA HISTÓRICA 2.1. Dos primeras expansiones Como se haenavanzado en elfinales capítulo el primer de hasta los flujos de IED tuvo lugar las décadas del3,siglo XIX y despegue se prolongó la Primera Guerra Mundial, momento en el que el stock acumulado superaba los 14 mil millones de dólares (Jones, 2005, 2010). Aquella realidad históricamente novedosa suscitó dos tipos de respuesta por parte de los economistas de la época (IettoGillies, 2005), resumidas en el recuadro 1. Más de la mitad de esa inversión se concentraba en actividades primarias, sobre todo en el sector de la minería. Su objetivo era controlar los recursos primarios (metales, combustibles y otros minerales, cultivos agrarios) demandados por las industrias instaladas en las economías a las que pertenecían las CTN inversoras, principalmente Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda y Estados Unidos. Una parte menor se concentraba en la producción de alimentos destinados al suministro de los mercados de esas economías desarrolladas. La otra mitad de la IED se dirigía a actividades de servicios y manufactureras. En los servicios destacaban las inversiones dirigidas transporte ferroviario, que se hallaba en plena expansión, y a la prestación dealservicios urbanos relacionados con el suministro de agua, electricidad y redes de saneamiento, sobre todo en las
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grandes ciudades. Por tanto, se trataba de inversiones destinadas a crear nuevos mercados para servicios que sólo se podían ofrecer en los mismos lugares donde se realizaba su consumo. Las inversiones en manufacturas representaban menos de la séptima parte del total del stock en IED, destacando las dirigidas a la fabricación de máquinas, materiales de construcción, transformación de metales, productos químicos y alimentos manufacturados. En este caso se trataba de inversiones guiadas por tres objetivos principales: a) a) búsqueda búsqueda de mercados, b) menores costes laborales que en la economía-home, y y c) c) abaratamiento abaratamiento de los costes de transporte mediante la cercanía de la producción a los lugares de extracción de las materias primas o a los centros urbanos de consumo final. Por tanto, la IED dedicada a la extracción de materias primas y alimentos a limentos originaba filiales que no sustituían a las actividades realizadas en las economías-home, sino que reproducían las mismas actividades que esas CTN efectuaban en otras economías-host. Mientras que la mayor parte de la IED dirigida a servicios y a manufacturas sí daba lugar a la instalación de filiales integradas horizontalmente con sus sedes centrales, ya que reproducían en las economías-host las mismas actividades que realizaban en sus economías-home. Seguidamente, los graves problemas económicos y políticos del periodo de entreguerras frenaron el ímpetu expansivo de las CTN europeas y norteamericanas, pero no impidieron que el valor del stock de IED siguiera aumentando hasta superar los 26 mil millones de dólares, en la antesala de la Segunda Guerra Mundial (Jones, 2010). Concluida ésta, los flujos de IED volvieron a experimentar un formidable crecimiento y, a la vez, cambios significativos en sus características. Comenzó entonces una segunda fase expansiva vinculada v inculada a la etapa de la Economía Mundial correspondiente a la Edad de Oro. El impulso se inició en los años cincuenta, alcanzando los 63 mil millones de dólares en 1960, acelerándose después hasta superar los 180 mil millones en 1970, y situarse por encima de los 500 mil millones en 1980, según los datos de UNCTAD. Por tanto, lejos de frenarse durante la crisis de los años setenta, la expansión de la IED fue todavía más rápida, aunque debe tenerse en cuenta que las cifras se refieren al valor actualizado del stock en años en los que se registró una fuerte inflación. En cualquier caso, cuando las cifras se deflactan para eliminar el efecto del aumento de los precios, los datos siguen reflejando el formidable incremento de la IED, a través de un proceso que se intensificó década a década a lo largo de aquellos treinta años (Palazuelos, 1986). El cambio más significativo se produjo en la distribución sectorial de las inversiones, orientadas de forma mayoritaria hacia la industria manufacturera. Así, a mediados de los años setenta, representaba casi el 60% del total del stock de IED y se concentraba en las ramas de mayor contenido tecnológico y mayor intensidad de capital, es decir, automoción, maquinaria y química, junto con otras más tradicionales como alimentación y transformación de metales. Menor relieve tuvieron las inversiones destinadas al sector primario (15% del stock), si bien la fuerte expansión registrada por las cifras c ifras totales permite calibrar que también esas inversiones crecieron notablemente, en particular las dirigidas a la extracción y transporte de petróleo y de ciertos metales no-ferrosos, que eran importantes para la fabricación de bienes de equipo (medios de transporte y maquinaria). La IED en servicios pasó a representar algo más de la cuarta parte del stock y se distribuía entre un amplio número de actividades, entre las que destacaban las dirigidas a la creación de redes de distribución comercial.
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Recuadro 1 DOS RESPUESTAS TEÓRICAS ANTE LAS PRIMERAS INVERSIONES DIRECTAS Por un lado, entre los años finales del siglo XIX y el comienzo del XX , autores como el reformista inglés John Hobson y la marxista Rosa Luxemburgo, asociaron las inversiones en enclaves mineros y agrarios con los intereses imperialistas de las potencias europeas para acceder al control de esos recursos. Con frecuencia, esas inversiones iban acompañadas de operaciones militares de caráctercomo colonial en losLenin territorios se encontraban aquellas materias primas. políticas A su vez,y tanto Luxemburgo, Bujarin, y otrosy países autoresdonde marxistas asociaban las inversiones extranjeras en la producción de manufacturas con dos factores complementarios: de un lado, la necesidad de ampliar amplia r la demanda internacional de los productos, en la medida en que su expansión interna en las economías desarrolladas chocaba con crecientes restricciones; de otro lado, la creación de mayores oportunidades para incrementar los beneficios por parte de las grandes empresas más allá de sus fronteras nacionales. Por otro lado, aquel nuevo hecho no mereció ninguna atención particular para los autores de la tradición neoclásica, que precisamente en aquellas décadas finales del siglo XIX se había convertido en la tradición de pensamiento que dominaba en las principales universidades europeas. Su análisis de las relaciones económicas internacionales se agotaba con la teoría ricardiana de la ventaja comparativa que, como se expone en el capítulo 7, defendía las ventajas del comercio realizado en condiciones de competencia perfecta y sin que existieran movimientos internacionales de capital. Según las tesis neoclásicas, el comercio se justificaba por la especialización respectiva de cada economía y excluía la necesidad de que se llevasen a cabo flujos de inversión. Por tanto, la IED y las compañías transnacionales carecían de sentido y como tal no merecían atención. Se trataba, pues, derealidades una actitudque de aensimismamiento ens imismamiento en torno a laestaban construcción de un mundo ignorante de unas flagrantes pesar de esa actitud autista llamadas a tener unaimaginario, importancia fundamental en el devenir de la economía capitalista: la expansión de los flujos de inversión extranjera, la importancia de las grandes compañías transnacionales y su posición dominante en los mercados nacionales e internacionales.
Por tanto, esta segunda expansión estuvo marcada claramente por la búsqueda de mercados cada vez más amplios. Con el paso del tiempo, ese objetivo se complementó con la búsqueda de mayor eficiencia, a través de la especialización de las CTN, según las economías-host en las que se localizaban. En ese sentido, cabe observar que durante los años cincuenta la mayoría de las filiales replicaban los procesos productivos de sus sedes centrales, con c on el propósito de producir cerca de los mercados a los que iba destinada su producción internacional. Sin embargo, desde la década siguiente, a la vez que unas CTN CT N seguían desarrollando formas de integración otras fueron por formas de carácter de manera quehorizontal, las empresas filiales se optando especializaban en ciertas fases devertical, un determinado ciclo productivo, o también, en la elaboración de gamas de productos finales (automóviles, electrodomésticos) específicamente destinados a la venta en las economías-host y en otros mercados de su entorno regional. Esa mayor variedad de formas de especialización productiva y espacial se completaba con el auge alcanzado por las inversiones dirigidas a consolidar redes comerciales que favorecieran la venta de los productos fabricados en unos u otros países. En aquel contexto expansivo de la IED surgió una generación de propuestas teóricas con el propósito de explicar el boom de las CTN industriales. El recuadro 2 presenta un breve resumen de las principales propuestas, detallando en particular la teoría ecléctica de John Dunning (1973, 1979, 1995, 2008), conocida también como paradigma OLI, acrónimo referido a los tres tipos de ventajas que tienen las grandes empresas para realizar la transnacionalización de sus actividades, Ownership, Localisation and Internalisation Internalisation. Esta propuesta es reconocida como la formulación académica más elaborada y .proporciona una explicación consistente del amplio abanico de combinaciones que induce a las CTN a desarrollar producción
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internacional, concretar la modalidad y decidir los países en los que la efectúan. Si bien, también se presta a críticas y matizaciones que se mencionan más abajo. Por un lado, la propuesta teórica de Dunning contribuye al rechazo de las explicaciones basadas en una causa única y estimulan la necesidad de considerar c onsiderar que las decisiones y los resultados de la transnacionalización dependen de un conjunto de factores vinculados con: a) a) el el contexto histórico, con períodos que son más favorables que otros debido a que en ellos se producen oleadas de innovación tecnológica, ventajas de transporte y comunicación, y/o mejores condiciones para financiar las inversiones en el exterior; b) el b) el tipo de actividad económica, según que sea primarias, manufacturera o de servicios; c) c) el el tamaño de las empresas y las características de sus mercados en las economías-home; d) d) las las políticas estatales en los países (home y host), según sean más o menos favorables a la salida/entrada de inversiones extranjeras. Por otro lado, la propuesta de Dunning presenta limitaciones relacionadas con la posible visión estática que se deriva de su planteamiento y con la insuficiente distinción de los criterios de inversión que se derivan de las características técnicoproductivo de las ramas de la economía. Así, ya en los años setenta y ochenta resultaba evidente que muchas compañías decidían realizar IED sin que necesariamente dispusieran de las ventajas planteadas por OLI, sino que encontraban en la internacionalización una vía para la obtención o el fortalecimiento de sus venta jas competitivas. Un caso evidente es la la obtención de economías de agl aglomeración omeración que previamente no existían, y que la decisión de instalarse en países-host puede contribuir a crear mediante la relación de la CTN con compañías nativas. Otro caso ca so es la obtención de nuevas o más amplias ventajas de negociación frente a traba jadores, gobiernos, clientes y proveedores tanto en el país-home como en lo loss países-host. Un tercer caso es el de empresas que deciden transnacionalizar su actividad como respuesta “defensiva” a a distintas situaciones presentes en su país, como son el empeoramiento de los resultados económicos, el aumento de la competencia, las regulaciones públicas, o bien lo hacen imitando la reacción de empresas rivales, o siguiendo a clientes importantes que se trasladan a países-host. El estudio detallado de las estrategias de transnacionalización revela que los factores que las determinan son todavía más complejos y variados que los que recoge el paradigma OLI (Mauhoud, 2013; Forsgren, 2005, 2013; Mikler, 2013). Algunas de esas estrategias ya se aplicaban en los años de la Edad de Oro y su posterior crisis, pero su eclosión masiva y con modalidades novedosas ha sobrevenido a partir de la última década del siglo XX. Se trata, en cualquier caso, de estrategias empresariales que difieren radicalmente del mundo imaginario propuesto por la visión neoclásica en la que existe una empresa-tipo que se comporta como si fuera un simple agente productor y donde el comercio es un sustitutivo perfecto de los movimientos de factores. Si así fuera, los desplazamientos de capital carecerían de sentido y en el caso de que los hubiera el capital se tendría que dirigir desde las economías en las que abunda relativamente hacia otras donde escasea. Ese movimiento favorecería la igualación de los precios y de las rentabilidades a nivel internacional. Sin embargo, la fuerte expansión de la IED en los años de la Edad de Oro ya ponía de manifiesto una realidad diametralmente opuesta, puesto que la mayoría de las inversiones directas se realizaban entre economías desarrolladas (abundantes en capital) y se concentraban en las principales ramas (intensivas en capital), sin que de ello se derivase la nivelación de sus rentabilidades. Al contrario, la tecnología, la especialización productiva y las inversiones (decididas estratégicamente por las CTN) eran factores que fomentaban la diferenciación de rentabilidades.
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Recuadro 2 PROPUESTAS TEÓRICAS SOBRE LA IED EN AÑOS SESENTA Y SETENTA Autores como Stephen Hymer y Raymond Vernon tomaron como punto de partida que las grandes empresas mantenían posiciones oligopólicas en sus mercados nacionales y poseían determinadas ventajas (tecnológicas, organizativas y otras) que podían mantener o ampliar si se expandían a otras economías, e conomías, y/o si diversificaban sus actividades con formas de integración horizontal o vertical a escala transnacional. Raymond Vernon (1973, 1980) formulócon su teoría en seguían el ciclo de parasegún explicar el comportamiento de la IED. su juicio, productos mayorbasada demanda unaproducto secuencia la cual primero se fabricaban y seAvendían enlos la economía (Estados Unidos) cuya capacidad tecnológica estimulaba la aparición de nuevos productos y cuyo nivel de renta proporcionaba mayor mercado. Una vez alcanzado un alto nivel de demanda interna, esos productos eran exportados a otras economías con buena capacidad de renta y después a otras con menor tamaño de mercado; o, alternativamente, pasaban a ser directamente producidos por las CTN en esas economías mediante la creación de filiales. A pesar de ciertas rigideces y deficiencias, que el propio Vernon reconoció más tarde, su propuesta proporcionaba una explicación verosímil de lo sucedido con la IED concentrada en economías desarrolladas y en industrias basadas en la innovación tecnológica. El énfasis en la tecnología como factor de transnacionalización tuvo un notable desarrollo teórico gracias a los estudios de autores como John Cantwell, Giovanni Dosi y Keith Pavitt, sobre las trayectorias tecnológicas de las empresas innovadoras. Según las condiciones de los mercados y la posesión de ventajas propias, las grandes compañías adoptan estrategias y siguen secuencias de aprendizaje que fortalecen sus capacidades tecnológicas y su liderazgo en los mercados (home y host). Los autores suecos Johanson y Vahlne, de la escuela de Uppsala, propusieron una explicación conductista del comportamiento de las lasempresas empresastrazan en losdistintas mercados externos.para Antellevar la existencia información imperfecta de contextos inciertos, secuencias a cabo sudeactividad en otros países, ybien desde la exportación, bien con inversión propia, o bien colaborando con empresas nativas de esos países. Cada modalidad se corresponde con la experiencia acumulada y el grado de maduración de las empresas en su proceso de internacionalización. A partir de la tesis de Ronald Coase sobre los costes de transacción, Oliver Williamson, Peter Buckley y Mark Casson formularon sus propuestas sobre las ventajas que obtenían las empresas cuando desarrollaban en su interior ciertas actividades, incurriendo en menores costes c ostes y/o logrando más ventajas, que si acudían a los mercados. Las ventajas de la “internalización” podían ser tecnológicas, gerenciales, de marketing u otras, y podían al-
canzarse a través de la transnacionalización, mediante las relaciones entre la empresa matriz y sus filiales ubicadas en otros países. Recogiendo las contribuciones de autores con distintas perspectivas analíticas, John Dunning (1973, 1979, 1981, 1985) propuso la teoría ecléctica o paradigma paradigma OLI. Su punto de partida dejaba de lado los postulados de la tradición neoclásica sobre la competencia perfecta, la circulación libre de la información y la tecnología, y la homogeneidad de las empresas. Por el contrario, consideraba que unas empresas tienen ventajas respecto a otras, que tienen capacidad para generar conocimiento propio y para mejorar la utilización de sus activos y de su organización, y que su localización no es indiferente ni puede ser ignorada. Desde esas premisas, Dunning ofrece una combinación de elementos por las que una empresa realiza inversión extranjera directa, eligiendo determinados países y siguiendo determinados procesos según sus ventajas de propiedad, localización e internalización. Las ventajas de propiedad son son los activos y capacidades que poseen con respecto a las empresas competidoras: innovación, formación de mano de obra, cualificación de técnicos y directivos, experiencia en mercados internacionales, información, redes de distribución, conexión con proveedores, posibilidades financieras, reputación e imagen y otras posibles. Las ventajas de internalización proceden de las capacidades para operar en el interior del mismo grupo empresarial en distintos países, es decir mediante una integración sustitutiva del mercado para obtener menores costes de transportes, información y aprendizaje, gestión con clientes, evitar retrasos de entrega e incumplimientos de contratos, garantizar las calidades adecuadas, adecua das, salvar barreras arancelarias, diversificar riesgos y evitar costes de negociación con otras empresas. Las ventajas de localización se refieren a las características que ofrece la economía host para que las CTN valoren que realizando inversiones directas en ella podrán utilizar al mismo tiempo sus ventajas de propiedad y de internalización. Se refieren a las condiciones de costes, aprovisionamiento de recursos naturales, disponibilidad de mano de obra con la cualificación adecuada, infraestructuras de transporte o comunicaciones, tamaño de mercado, financiación, fiscalidad u otras de carácter institucional, social o político.
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2.2. Tercera expansión en la etapa actual En el transcurso de las tres décadas comprendidas entre 1950 y 1980 el stock de IED se elevó desde 45 a 500 mil millones de dólares, mientras que en las tres décadas siguientes, entre 1980 y 2010, el stock pasó de esos 500 mil millones a 20,5 billones, según los datos de UNCTAD. Por tanto, si s i el primer aumento merece la utilización de algún calificativo superlativo, con c on el fin de enfatizar el fuerte ritmo de crecimiento capaz de multiplicar por 12 la IED acumulada, ¿qué adjetivo cabe emplear para referirse al incremento del segundo s egundo período que multiplicó por 40 la IED acumulada? Como el PIB mundial se ha multiplicado por seis en esas tres últimas décadas, la relación entre el valor del stock de IED y el PIB ha aumentado de 0,06 en 1980 a 0,32 en 2010, de modo que el volumen acumulado de IED también ha crecido en términos relativos, incrementándose bastante más que la producción mundial. Como se expuso en el capítulo 3, los factores que han determinado el superlativo crecimiento de la la IED están relacionados con los cambios tecnológicos tec nológicos e institucionales surgidos durante la crisis del régimen de acumulación de la Edad de Oro. Por un lado, el predominio creciente del capital financiero a escala esc ala mundial, a raíz de la drástica liberalización de los movimientos mov imientos de capital. Por otro lado, las innovaciones técnicas, que permiten fragmentar los procesos de producción en distintos módulos separables, profundizar los procesos productivos mediante la disponibilidad de una amplia variedad de nuevos bienes y servicios intermedios, facilitar fac ilitar el ensamblaje final de los bienes de equipo, y transportar en mejores condiciones técnicas y económicas esos productos intermedios y finales (Altomonte y Rungi, 2013; Arndt y Kierzkowki, 2001). Esas transformaciones institucionales y tecnológicas han hecho posible la modificación radical de las estrategias con las que las CTN desarrollan su actividad externa y su gestión interna (Mouhoud, 2013; Mikler, 2013). De ese modo, el crecimiento espectacular de la cifra de inversión directa, que en 2013 se acercaba a 25,5 billones de dólares, traslada su impacto a la producción internacional generada por las empresas filiales. El valor añadido de éstas se s e elevó desde 880 mil millones de dólares en 1990, a 6,6 billones en 2010 y a 7,5 billones en 2013. De manera que, en 1990, el stock de IED equivalía a menos del 4% del PIB mundial y en los últimos años ese porcentaje supera el 10% del PIB. Lo mismo sucede con la cifra de ventas realizadas por las filiales (en los mercados-host y hacia el exterior), cuyo porcentaje sobre el PIB mundial ha subido desde el 21% en 1990 al 46% en 2013. Las 500 mayores compañías transnacionales suponen alrededor del 75% de esas cifras de IED, producción y ventas de filiales, correspondiendo el resto a la pléyade de otras empresas cuyo número ha crecido hasta acercarse a las 90.000 en los años recientes. La distribución sectorial de la IED también muestra cambios de gran relevancia durante este último período, en sintonía con la evolución estructural de las economías que se ha ido inclinando hacia actividades cada vez más terciarizadas. El primero a destacar es la preeminencia creciente de la inversión en el sector servicios frente a la dirigida a la industria y a las actividades primarias. Ya en 1990 el stock en servicios representaba casi el 50% del total y su porcentaje ha seguido aumentando hasta acercarse al 65% en los últimos años. Dentro de los servicios sobresalen cuatro actividades. El primer lugar lo ocupa la rama de finanzas, que concentra casi una quinta parte del stock total. La liberalización de los movimientos financieros (bonos, acciones, ac ciones, préstamos e instrumentos derivados) y el desarrollo de las tecnologías de la información han impulsado la
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IED de los bancos, compañías de seguro y otras instituciones instituc iones financieras, que han multiplicado su presencia en un gran número de economías-host20. A continuación, destacan los servicios a empresas, como son los informáticos, de consultoría, contabilidad, legales y muchos otros, cuyo peso relativo en el stock ha pasado del 7% al 19% entre 1990 y 2007. Una gran parte de ese aumento se debe a la externalización de actividades llevadas a cabo por filiales y/o por empresas vinculadas (bajo distintas modalidades de contratación) con las compañías industriales, a través de las cadenas globales de valor. En tercer lugar se sitúa la inversión en servicios de distribución comercial, que supone alrededor del 12% del stock y que, en parte, como ya se ha mencionado para el período anterior, responden también a vínculos con compañías industriales para completar el ciclo productivo-comercial de los productos. Pero, en otra parte, responde a la transnacionalización llevada a cabo por grandes almacenes de venta minorista de bienes de consumo, algunos de los cuales, como veremos en el siguiente apartado, se han convertido en organizadores de cadenas de valor según una variante diferente a las cadenas lideradas por compañías productoras. Por último, los servicios básicos han recuperado una posición de cierto relieve que habían perdido a lo largo del siglo XX cuando en la mayoría de las economías ec onomías tanto el suministro de agua, gas y electricidad, como el transporte y las comunicaciones pasaron a estar en manos de empresas estatales, generalmente en régimen de monopolio. Sin embargo, desde los años ochenta una gran parte par te de los gobiernos optaron por privatizar y liberalizar esos servicios, de modo que de forma casi súbita aquellas grandes empresas públicas se convirtieron en compañías privadas y a continuación, sobre todo en los principales países p aíses europeos, comenzaron a realizar IED para adquirir empresas que fueron privatizando otros países europeos y de otros continentes. Lo mismo ha sucedido con las compañías constructoras de grandes obras de infraestructuras (canales, puertos, aeropuertos, carreteras y autovías), aunque en este caso ya eran privadas. Tras unos años de fuerte concentración empresarial en sus respectivas economías iniciaron una rápida expansión de su producción internacional en el suministro de bienes y servicios básicos y la creación de grandes infraestructuras en numerosos países. Debido a las enormes cifras que ha alcanzado en las últimas décadas, el predominio de la IED en servicios parece empequeñecer la importancia de las inversiones que se dirigen a la industria, cuya cuota en el stock ha caído hasta situarse en el 27%, y al sector primario donde ha bajado al 8%. Sin embargo, las cifras absolutas de las inversiones en esos sectores también han crecido con fuerza (UNCTAD, 2013). Así el stock instalado en la industria se ha multiplicado por cinco entre 1980 y 2007, pasando de 800 mil millones a 4,2 billones de dólares. Por ramas, la mayor parte se distribuye entre química, automoción, productos eléctrico-electrónicos, 20 El
cómputo de la IED en el sector financiero no considera otras modalidades de internacionalización financiera, a través de las cuales ciertos agentes financieros operan a escala internacional sin necesidad de instalarse en los países-host. Por ello, tampoco incluye la compra de acciones cuando se trata de una operación financiera sin intención in tención de intervenir en la gestión de la empresa participada. En este sentido, aunque no es fácil conocer la intención del inversor, el FMI considera que la intención es financiera cuando la compra de activos no supera el 10% del capital de la empresa y así se recoge en las balanzas de pagos de los países. Sin embargo, se trata de un criterio formal que no siempre se corresponde con el sentido real de los flujos, dado que se pueden pued en ganar posiciones de control en una empresa con inversiones inferiores a ese 10% de su capital; a la vez que, en sentido contrario, hay tomas de acciones muy superiores a ese porcentaje que pueden tener un
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