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February 18, 2017 | Author: Olga Lidia Valencia Espinoza | Category: N/A
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MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS
CONTENIDO Presentación
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I. Manejo de Arvenses.
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1.1. Introducción. 1.2. Manejo de arvenses. 1.3. Diversidad de arvenses con los cafetales mexicanos. 1.4. Arvenses agresivas en los cafetales. 1.5. Arvenses nobles. 1.6. Clasificación de las arvenses. 1.6.1. Clasificación botánica o taxonómica. 1.6.2. Clasificación por ciclo de vida. 1.6.3. Clasificación por hábito de crecimiento. 1.6.4. Clasificación por el grado de nocividad. 1.7. Manejo de las arvenses en los cafetales. 1.7.1. Método manual. 1.7.2. Método químico. Aplicación de herbicidas. 1.7.3. Método mecánico. 1.7.4. Método biológico. 1.8. Problemas generales del manejo de arvenses en las zonas cafetaleras. 1.9. Efecto de los herbicidas en la calidad del cafeto. 1.10. Recomendaciones de arvenses en los cafetales.
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II. Manejo del tejido productivo del cafeto (Poda).
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Introducción. Tipos de crecimiento de la planta de café. Crecimiento Vertical. Crecimiento horizontal. Aspectos importantes del crecimiento y la producción de los cafetos. Precocidad. Crecimiento piramidal. Alternancia. Localización de la producción de frutos. Capacidad de regeneración. Definición de la poda de cafetos. Ventajas de realizar la poda. Tipos de poda. Métodos de Poda. Época de poda. Herramientas para podar. Problemas generales de un sistema deficiente de poda.
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2.1. 2.2. 2.2.1. 2.2.2. 2.3. 2.3.1. 2.3.2. 2.3.3. 2.3.4. 2.3.5. 2.4. 2.4.1. 2.4.2. 2.4.3. 2.5. 2.5.1. 2.5.2.
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2.6. 2.7. 2.8. 2.8.1. 2.8.2. 2.8.3. 2.9. 2.9.1. 2.9.2.
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Ventajas en los sistemas de poda. Desventajas en los sistemas de poda Recomendaciones por sistemas de producción. Sistema rusticano. Sistema policultivo tradicional. Sistema semi intensivo productivo Indicadores de mejora. Indicadores de evaluación indirecta. Indicadores de evaluación directa.
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III. Sistemas de renovación de cafetales.
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3.1. Introducción. 3.2. Diagnostico de plantaciones. 3.2.1. Diagnóstico de la estructura del cafetal. 3.3. Sistemas de renovación. 3.3.1. Finca abandonada. 3.3.2. Fincas de bajo manejo. 3.3.3. Fincas de alto rendimiento. 3.4. Propuestas de mejora. 3.4.1. Finca abandonada. 3.4.2. Fincas de bajo manejo. 3.4.3. Fincas de alto rendimiento. 3.5. Necesidad renovación permanente del 10% 3.6. Plan y programa de renovación. 3.6.1. Plan de renovación. 3.6.2. Diagnóstico de la estructura del cafetal. 3.6.3. Programa de renovación. 3.7. Modelos de renovación escalonada (indicadores de mejora). 3.8. Generalidades 3.8.1. Relieve. 3.8.2. Destino de la producción. 3.8.3. Nivel social del productor. 3.9. Manejo integral mejorado.
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IV. Manejo de sombra.
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4.1. 4.2. 4.3. 4.3.1. 4.3.2. 4.3.3. 4.3.4. 4.3.5.
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Introducción. Aspectos Generales. Beneficios ecológicos de la sombra. Beneficios asociados con el clima. Influencia de la sombra sobre le suelo. Influencia de la sombra en el manejo del cafetal. Influencia de la sombra en la producción de café. Influencia de la sombra en la calidad del café.
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4.3.6. 4.3.7. 4.4. 4.4.1. 4.4.2. 4.4.3. 4.4.4. 4.5. 4.5.1. 4.6. 4.6.1. 4.6.2. 4.6.3. 4.6.4. 4.6.5. 4.7. 4.7.1. 4.7.2.
Beneficios económicos de la sombra. Desventajas de la sombra excesiva. Los sistemas de cultivo de café en México. Sistema natural o de montaña. Sistema de policultivo tradicional. Sistema especializado. Sistema de policultivo comercial. Las características requeridas en los árboles de sombra. La cobertura de sombra en los cafetales. Manejo de la sombra. Podas de árboles de sombra. Época de poda de sombra. Clasificación de la sombra por su duración. Propagación de árboles de sombra. Manejo de un cafetal certificado como café de sombra. Indicadores de mejora. Variedades que permiten la regeneración del suelo Protección adecuada de suelos, humedad y clima (lluvia, sol, viento)
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V. Nutrición y fertilización del cafeto.
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5.1. 5.2. 5.3. 5.3.1. 5.3.2. 5.3.3. 5.4. 5.4.1. 5.4.2. 5.4.3. 5.5. 5.5.1. 5.5.2. 5.5.3. 5.5.4. 5.5.5. 5.5.6. 5.6. 5.7. 5.7.1. 5.7.2. 5.7.3.
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Introducción. Factores que afectan la nutrición del cafeto. Nutrientes primarios. Nitrógeno (N). Fósforo (P). Potasio (K). Nutrientes secundarios. Calcio (Ca). Magnesio (Mg). Azufre (S). Micronutrientes. Hierro o Fierro (Fe). Manganeso (Mn). Boro (Br). Zinc (Zn). Cobre (Cu). Molibdeno (Mo). Factores concurrentes en la capacidad de la planta para nutrirse. Prácticas de biofertilización para nutrir al cafeto. Abonos orgánicos. Residuos vegetales. Estiércol animal.
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5.7.4. Plantas benéficas y abonos verdes. 5.8. Nutrición y su impacto en la calidad del café. 5.9. Indicadores de mejora.
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VI. Manejo de suelos en cafetales.
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6.1. Introducción. 6.2. ¿Como está formado el suelo? 6.3. El perfil del suelo. 6.4. Suelos para el cafeto: Características, propiedades y manejo. 6.4.1. Características físicas del suelo. 6.4.2. Características químicas del suelo. 6.5. Textura del suelo. 6.6. Recursos naturales que más ayudan a la agricultura. 6.7. Reconocimiento del Terreno. 6.8. Pérdida de fertilidad del suelo en el cafetal. 6.9. La erosión. 6.10. Salpica y cubierta muerta. 6.11. Principios para desarrollar estrategias sobre el manejo de suelos. 6.12. ¿Porqué conservar el suelo y el agua? 6.12.1. Erosión. 6.12.2. Conservación del agua. 6.13. El uso de las tierras de acuerdo con su capacidad. 6.14. Medidas mecánicas y barreras físicas para evitar la erosión. 6.14.1. Curvas de nivel. 6.14.2. Porcentaje de inclinación o de pendiente. 6.14.3. Trazo de la línea guía o línea madre. 6.14.4. Construcción de zanjas o acequias de ladera. 6.14.5. Construcción de terrazas. 6.14.6. Cobertura del suelo. 6.14.7. Barreras vivas. 6.14.8. Cultivo en contorno. 6.14.9. Control de cárcavas.
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VII. Manejo integrado de plagas del cafeto.
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7.1. 7.1.1. 7.2. 7.2.1. 7.2.2. 7.2.3. 7.2.4.
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Introducción. Aspectos generales. Plagas del cultivo del café. Plagas que atacan las flores. Plagas que atacan a los frutos. Plagas que atacan hojas y ramas. Plagas que atacan las raíces.
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VIII. Manejo Integrado de Enfermedades. 8.1. 8.2. 8.2.1. 8.2.2. 8.2.3. 8.2.4. 8.2.5. 8.2.6. 8.2.7. 8.2.8. 8.2.9. 8.3. 8.4. 8.4.1. 8.4.2. 8.5. 8.6.
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Introducción. Principales enfermedades del cafeto. Roya anaranjado (Hemileia vastatrix). Ojo de Gallo (Mycena citricolor) Mancha de Hierro (Cercospora coffeicola). Mal de hilachas (Corticium koleroga). Antracnosis (Colletotrichum coffeanum). Requemo (Phoma costarricenses). Mal del Talluelo (Rhizoctonia solani). Corchosis de la Raíz del Cafeto. Pudrición Radicular del Cafeto (Rosellinia sp). Manejo de enfermedades en cafetales orgánicos. Cálculo de pérdidas económicas. Muestreo. Gasto en medidas correctivas. Conclusiones. Indicadores de mejora.
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IX. Manejo de cosecha
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9.1. Introducción al tema de buenas prácticas de corte y manejo de cosecha. 9.2. Problemas que deben solucionarse en el manejo de cosechas. 9.2.1. Problemas generales que determinan un buen corte y cuya solución requiere un plan de trabajo a largo plazo. 9.2.2. Problemas generales que pueden solucionarse a corto y mediano plazo. 9.2.3. Problemas específicos, que han surgido por la profunda crisis de la cafeticultura. 9.3. Actividades preparatorias para el levantamiento de la cosecha. 9.4. Organización de la cosecha 9.4.1. Generar utilidades. 9.4.2. Eliminar defectos de calidad lo más rápido posible. 9.4.3. Evitar riesgos de contaminación.
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X. Literatura consultada
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PRESENTACIÓN. El presente documento de la Serie Cafeticultura, forma parte de los diez manuales de capacitación para técnicos elaborados por la SAGARPA y el INCA Rural. Este número cinco, contiene la información sobre “Buenas prácticas agrícolas para el cultivo del café” y se basa en el marco de las estrategias de manejo sustentable de los sistemas de cultivo del cafeto. Las buenas prácticas agrícolas que integran este manual son: Manejo de arvenses, manejo del tejido productivo (poda), renovación de cafetales, manejo de sombra, nutrición y fertilización, manejo de suelos, manejo integrado de plagas, manejo integrado de enfermedades y manejo de cosecha. El propósito de este manual es desarrollar las habilidades en técnicos cafetaleros para la implementación de programas de intensificación del manejo de cafetales mediante buenas prácticas agrícolas encaminadas al incremento de la productividad y el mejoramiento de la calidad del café. Este manual, que forma parte de los documentos de capacitación generados durante el desarrollo del Programa Integral de Capacitación para el Sector Cafetalero; se hizo con el apoyo de la Lic. Leticia Deschamps Solórzano, Directora General del INCA Rural y la coordinación del Lic. Roberto Wilde Gallardo, Director General de Evaluación y Certificación. La elaboración, revisión técnica del contenido, diseño y edición fueron coordinadas por el MC. José Domingo Robledo Martínez, Líder de proyecto de esta institución.
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Capitulo I. Manejo de Arvenses. 1.1. Introducción. Las arvenses son aquellas plantas que invaden los cultivos, dificultando el crecimiento de estos y que son conocidas comúnmente como malas hierbas o malezas. Este tema explica cómo el técnico debe de realizar el manejo de las hierbas o arvenses en los cafetales; cuál es la importancia de la diversidad de estas plantas dentro del cafetal y cómo se clasifican de acuerdo a los aspectos botánicos, por ciclo de vida, forma de crecimiento, grado de agresividad y por las necesidades de agua, luz y temperatura; asimismo, el técnico del café encontrará los métodos de manejo para las arvenses, cuales son los más adecuados de acuerdo a sus posibilidades y al ambiente en donde se encuentra (figura 1). 1.2. Manejo de arvenses. Las malas hierbas o maleza, como comúnmente se les conoce, son aquellas plantas que dificultan el crecimiento del café y compiten por nutrientes, luz y agua; reducen la calidad de la cosecha y de los rendimientos. El concepto de “malas hierbas” y la idea de “limpiar” suponen una estrategia ineficiente de agricultura, que ubica a la hierba como el origen del problema. El productor puede llevar a cabo diversas prácticas de manejo de arvenses y aplicar limpias selectivas que permitan conservar y propagar a las hierbas nobles, de acuerdo a las siguientes estrategias:
Figura 1. Cafetal sin sombra y totalmente desprotegido de arvenses.
• Propagar la semilla y tallos de hierbas nobles; • Sembrar o trasplantar plantas benéficas y productivas; • Sembrar zacates y barreras vivas productivas. Con estas prácticas se logra reducir los costos por concepto de limpias, el cual es uno de más importantes en el manejo del cafetal. Con estas acciones se pretende desarrollar una cafeticultura sustentable, por lo que es necesario cambiar el concepto de maleza y comprender que todas las plantas desarrollan un papel importante dentro del sistema, ya que pueden aportar diversos beneficios para toda la sociedad. Por lo tanto, de aquí en adelante llamaremos arvenses a las hierbas que están presentes en los cafetales (Figura 2).
Figura 2. Los cafeticultores en México tienen un amplio conocimiento de las arvenses presentes en sus cafetales.
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1.3. Diversidad de arvenses con los cafetales mexicanos. Existen cerca de 350 mil especies identificadas a nivel mundial de árboles, arbustos, hierbas y palmas, de éstas sólo 30 mil especies pueden afectar al hombre, animales y a plantas. Se considera que solo 250 especies de hierbas tienen importancia económica, esto por que se consideran arvenses agresivas que compiten y afectan nuestros cultivos. 1.4. Arvenses agresivas en los cafetales. Algunas plantas son más agresivas que otras debido a que presentan alelopatía, mecanismo natural mediante el cual segregan sustancias que afectan el crecimiento y desarrollo de los cafetos (Figura 3), ocasionando la disminución de la producción y calidad. Esto sucede debido a que compiten por los factores básicos de crecimiento y producción, tales como disponibilidad de agua, luz, nutrientes, fertilizantes y abonos, así como espacio vital, además de que dificultan las labores que se realizan en el cafetal y especialmente la cosecha.
Figura 3. Los helechos conocdos como “pezma” o “malque”.
1.5. Arvenses nobles. Es posible identificar ciertas especies de arvenses que son consideradas “benéficas o nobles”. Los beneficios que aportan son la conservación del suelo y un ejemplo representativo de estas plantas son las commelináceas (Figura 4).
Figura 4. Las comelinas, un ejemplo de arvenses nobles.
1.6. Clasificación de las arvenses. Con el propósito de conocer las características de las arvenses, se cuenta con diferentes clasificaciones, las más utilizadas son las siguientes: Botánica o Taxonómica, por su duración o ciclo de vida, forma o hábito de crecimiento y por su grado de nocividad o agresividad.
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1.6.1. Clasificación botánica o taxonómica. En el caso de los cafetales mexicanos, las arvenses presentes se agrupan en numerosas familias botánicas, las más importantes son las compuestas, gramíneas, leguminosas, euphorbiaceas, commelináceas, crucíferas y umbelíferas. Un ejemplo de arvense muy frecuente en los cafetales mexicanos es la conocida como “cadillo”, “amor seco” o “aceitillo”, su nombre científico es Bidens pilosa, y pertenece a la familia de las compuestas o asteraceas (Figura 5). 1.6.2. Clasificación por ciclo de vida.
Figura 5. Cafetales sin sombra. Al frente se observa una arvense muy común en cafetales mexicanos, el “aceitillo, amor seco, mosote o cadillo”.
Anuales: Cuando las malezas cumplen su ciclo de vida en menos de un año, son de rápido crecimiento y se propagan principalmente por semilla. Bianuales: Viven durante dos años, se propagan por semilla (forma sexual) o por fragmentos del tallo o raíces (forma asexual). Semiperenne o perennes obligadas: Su reproducción es por semilla (sexual), son de porte bajo y en caso de existir la humedad mínima necesaria, pueden vivir un año o más. 1.6.3. Clasificación por hábito de crecimiento. Erectas: Son plantas cuyo tallo crece hacia arriba en forma recta (crecimiento ortotrópico). Rastreras: Son plantas cuyos tallos crecen tendidos sobre la superficie del suelo; las que emiten raíces principalmente en los nudos son el zacate bermuda y el matlale y aquellas cuyos tallos rastreros no emiten raíces, tales como la verdolaga. Trepadoras o volubles: Son plantas capaces de trepar sobre los cafetos como el bejuco y el picapica. Estas plantas interfieren con el cultivo, no sólo por competir con él, sino porque dificultan la recolección de la cosecha. 1.6.4. Clasificación por el grado de nocividad. Levemente perjudicial. Estas se encuentran en bajas cantidades y son fáciles de controlar. Medianamente perjudicial. Son las que tienen poblaciones variables en los cafetales y pueden competir por agua, nutrimentos y/o luz. Altamente perjudicial o nociva. Son plantas muy agresivas; que compiten por agua, luz, nutrimentos y cualquier otro factor de producción (alelopatía).
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1.7. Manejo de las arvenses en los cafetales. El manejo de las arvenses se considera como una de las actividades habituales y esenciales para obtener mayor producción y calidad del grano, este puede efectuarse por diversos métodos: mecánicos, manuales, químico, biológico. 1.7.1. Método manual. Es el combate de hierbas más antiguo usado por los productores de café (Figura 6). Consiste en arrancar las hierbas alrededor de las plantas de café, utilizando herramientas como el machete, el azadón, algún instrumento local o bien mediante el arranque de arvenses con las manos.
Figura 6. Chapeando el cafetal.
Con el azadón, el trabajo es más tardado debido a que se extraen las plantas con sus raíces, quedando el suelo generalmente limpio (figura 7), sin embargo, el grave problema de usarlo es que se favorece la erosión al remover la parte superficial del suelo, la cual queda suelta, siendo arrastrada por el agua de lluvia. 1.7.2. Método químico. Aplicación de herbicidas: El término herbicida ha sido definido como la sustancia química o biológica que mata o retarda significativamente el crecimiento de las hierbas. (Figura 8).
Figura 7. El control de arvenses con azadón.
1.7.3. Método mecánico. Este método se utiliza en Brasil y otros países cafetaleros, en donde se dispone de maquinaria agrícola adecuada para las condiciones de cultivo sin sombra, distancias de plantación amplias y en terrenos con topografía que permite su entrada por ser pequeña y liviana, además es necesario que el suelo este desprovisto de piedras, troncos u otros obstáculos.
Figura 8. Aplicación de herbicidas en cafetales.
1.7.4. Método biológico. Este método se basa en el uso de arvenses nobles o plantas cultivadas para lograr el control de otras, un manera de usarlo consiste en aumentar los niveles de sombreado en el cafetal o aumentar la población de cafetos, con esto se favorece el crecimiento de arvenses menos agresivas. Otra forma es sembrar plantas de la familia de las leguminosas de crecimiento temporal, que ayudan a disminuir el crecimiento de arvenses agresivas (Figura 9).
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Figura 9. Planta de Flemingia usada como sombra provisional y cobertura en los cafetales.
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Para este control se recomienda el fríjol de la India o gandul crotalaria e higuerilla (Figuras 10). Una última opción de uso, consiste en sembrar las arvenses nobles, que son más fáciles de manejar, para que sustituyan a las arvenses más agresivas, se han identificado algunas leguminosas como el “pega pega” y el cacahuate forrajero (Arachis pintoi). El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) reporta la evaluación de plantas aromáticas en cafetales, como son: sábila, menta, albahacar y orégano, que tienen potencial para intercalarse en cafetales y como una alternativa de ingresos adicionales para los cafetaleros (Figura 11).
Figura 10. Higuerilla.
Figura 11. En cafetales de Chiapas se experimenta la intercalación de diversas plantas en los cafetales.
1.8. Problemas generales del manejo de arvenses en las zonas cafetaleras. Los principales problemas en el manejo de arvenses dentro de los cafetales, es el abuso indiscriminado de herbicidas, el cual genera resistencias entre las plantas y por supuesto la erosión del suelo debido al uso del azadón, el cual remueve las raíces y afloja el suelo, provocando el arrastre del mismo por acción del viento y de los escurrimientos durante las lluvias. 1.9. Efecto de los herbicidas en la calidad del cafeto. El uso de herbicidas reduce considerablemente la biodiversidad de plantas, además de incidir de manera negativa en los microorganismos benéficos que habitan el suelo, afectando la reproducción de estos y de los predadores naturales; asimismo se genera resistencia entre algunas arvenses agresivas, y el control de estas se vuelve difícil y costoso. Afecta también el suelo, alterando el pH con lo cual se crean problemas de salinidad y se reduce la capacidad de las raíces del cafeto en la absorción de los nutrientes disponibles en el suelo. 1.10. Recomendaciones de arvenses en los cafetales. La introducción de arvenses en diferentes sistemas de producción es una práctica que está cobrando auge dentro de la producción nacional cafetalera. Algunas plantas que se pueden utilizar como cultivos de cobertura son la flemingia, fríjol de la India o gandul, crotalaria, fríjol guagua, higuerilla, pega - pega, cacahuate forrajero y la siempreviva (cuadro 1).
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Cuadro 1. Arvenses más frecuentes en los cafetales mexicanos. FAMILIA Crassulaceae Compuestas-Asteráceas
Gramíneas poaceas (pastos o zacates)
Leguminosas
Euforbiáceas Solanáceas:
Malváceas Piperáceas Cyperaceas Amarantáceas: Balsamináceas: Caprifoliáceas: Commelinaceas: Convolvuláceas:
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NOMBRE COMÚN Siempreviva Flor amarilla Florecilla Cadillo Aceitilla Albahacar silvestre Palocote Huesillo
NOMBRE CIENTÍFICO Bryophyllum pinnatum Aldama dentata Melanpodium divaricatum Bidens pilosa Bidens odorata Galinsoga parviflora Tithonia tubiformis Panicum trichoides
Pata de gallo Pasto elefante Bejuco Fríjol de la India o gandú Crotalaria Fríjol guagua Mocuna o fríjol terciopelo Canavalia Campanita dorada l Higuerilla Leche vana tomate silvestre Hierba mora Capulí Escoba dulce, escobilla Acuyo, hierba santa Pimienta negra Coquillo o coyolillo Bledo espinoso Chino o balsaminas Saúco Matlale o matlali Campanilla Campanilla
Eleusine indica Pennisetum purpureum Centrosema molle Cajanus cajan Crotalaria sp. Tephrosia sp. Mucuna prurins Canavalia ensiformis Clitoria ternatea Ricinus communis Euphorbia heterophylla Physalis sp Solanum nigrum Physalis pubescens Sida acuta Piper auritum Piper nigrum Cyperus rotundus Amaranthus spinosus Impatiens balsamina Sambucus mexicanum Commelina difusa Ipomoea alba Ipomoea purpurea
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A continuación se muestran algunas imágenes representativas de arvenses más frecuentes en los cafetales mexicanos. Figura 12. Arvenses de la familia Crassulaceae
Figura 14. Arvenses de la familia Gramíneae
Figura 13. Arvenses de la familia Leguminosae
Figura 15. Arvenses de la familia Euphorbiaceae
Figura 16. Arvenses de la familia Commelinaceae
Figura 17. Arvenses de la familia de las Solanaceas
Figura 18. Arvenses de la familia de las Piperaceas
Figura 19. Arvenses de la familia Cyperaceae
Figura 20. Arvenses de la familia Amarantaceae
Figura 21. Arvenses de la familia Balsamináceae
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Capitulo II. Manejo del tejido productivo del cafeto (Poda). 2.1. Introducción. La poda consiste en la eliminación total o parcial, de los ejes y ramas agotadas y poco productivas; el término mas adecuado para definir la poda es “manejo del tejido productivo”. La poda tiene la finalidad de regular el crecimiento del cafeto, obtener mejor cosecha, mejor calidad del grano y mayor producción; asimismo disminuye el efecto de alternancia productiva, además de facilitar la cosecha y obtener una maduración más uniforme. En este capítulo se explica de manera general en que consiste la poda o manejo del tejido productivo del cafeto, su propósito es que el técnico proporcione a los cafeticultores las formas del crecimiento de la planta, su comportamiento productivo y la descripción de algunos métodos de poda recomendables para las regiones cafetaleras del país. Todas las imágenes presentadas en este manual, así como su contenido, son con enfoque ilustrativo y utilizado como herramientas de trabajo o material didáctico, y no de interpretación correcta de la poda del cafeto. 2.2. Tipos de crecimiento de la planta de café. Es importante conocer la forma en que crecen, se desarrollan y producen las plantas del café. En cuanto a su crecimiento ésta tiene dos tipos, conocidos como crecimiento vertical y horizontal. 2.2.1. Crecimiento Vertical. Los tallos o ejes del café son el crecimiento vertical de la planta, denominado crecimiento ortotrópico. Un cafeto puede formar un solo tallo (unicaule) o varios tallos (multicaule) (Figura 22). Generalmente en los cafetales, las plantas forman varios tallos o ejes que se desarrollan y producen. También es común encontrar crecimiento vertical de menor desarrollo que reciben nombres como: hijuelos, hijos o chupones. Ocasionalmente se puede encontrar flores y frutos en los tallos, aunque esta no es su principal función.
Figura 22. Crecimiento vertical.
2.2.2. Crecimiento horizontal. Técnicamente a este crecimiento se le denomina plagiotrópico, esta es la estructura donde se forman las flores y los frutos (Figura 23). Las ramas que salen del tallo se denominan ramas primarias, y las que se forman a partir de estas son las ramas secundarias, incluso pueden formarse ramas terciarias. Las ramas primarias que se cor-
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Figura 23. Crecimiento horizontal.
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tan a nivel del tallo no se pueden regenerar, sin embargo, cuando se cortan a cierta distancia del tallo es posible su regeneración. 2.3. Aspectos importantes del crecimiento y la producción de los cafetos. 2.3.1. Crecimiento piramidal. Cuando los cafetos jóvenes empiezan a producir, las flores y frutos se forman en las primeras ramas, y con los años la producción se va desplazando hacia las ramas nuevas, es decir, la producción se desplaza en forma parecida a una pirámide, de abajo hacia arriba y del centro a los extremos de las ramas (Figura 24). Dependiendo del lugar y la técnica de producción, se considera que el café produce adecuadamente entre cuatro y ocho años dando buenas cosechas, después es necesario podar. 2.3.2. Precocidad.
Figura 24. Crecimiento piramidal.
Este término se aplica al periodo de tiempo en que las plantas de café empiezan a formar flores y producir frutos. En México, el inicio de la producción requiere de dos a cuatro años, esto depende de factores como el ambiente (clima y suelo), las variedades cultivadas, los sistemas de cultivo y el manejo del cafetal. En zonas con clima cálido, la planta de café se desarrolla más rápido, en cambio, en zonas templadas, el crecimiento es más lento. Otro ejemplo son los sistemas de poda que influyen en inicio de la producción, en el caso del sistema de agobio se retrasa un año la producción. 2.3.3. Alternancia. Los cafetos presentan un comportamiento de alternancia de la producción, también conocida como bianualidad, es decir, durante un año producen mucho y al otro año disminuyen la producción. Este comportamiento en los cafetos se debe a que la producción de frutos se da en el tejido nuevo, esto significa que la floración y formación de frutos en este año se va a dar en las hojas y ramas formadas el año pasado, de tal forma que las hojas y ramas que se formen este año van a producir en el próximo año. 2.3.4. Localización de la producción de frutos. Los cafetos producen frutos sólo en ramas horizontales y en el mismo lugar una vez en su vida. Durante la cosecha es importante cortar solo el fruto maduro, separando el tallito o “rabito del fruto” (pedúnculo frutal), que debe permanecer en la rama; esta recomendación es importante para asegurar que en el tallito se formen yemas que van a producir nuevas ramas, de lo contrario se afecta la producción del siguiente año.
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2.3.5. Capacidad de regeneración. La planta de café tiene gran capacidad de regenerar tejido productivo, tanto de tallos como de ramas. Como se mencionó, el cafeto va desplazando sus áreas de producción en forma piramidal hasta que, con el paso de los años, se requiere regenerar el tejido, de tal forma que podemos aprovechar esta condición de las plantas mediante el manejo de los tallos y las ramas a través de la práctica de poda, también denominada manejo del tejido productivo. 2.4. Definición de la poda de cafetos. La poda es una práctica de manejo necesaria para regular el crecimiento del cafeto y favorecer el desarrollo de sus cosechas, consiste en la eliminación total o parcial, en diferentes grados de intensidad, de los ejes y ramas agotados y poco productivos (Figura 25). 2.4.1. Ventajas de realizar la poda.
Figura 25. Adecuado manejo de la poda en el cafetal.
Es amplio el objetivo de la poda para favorecer el desarrollo de los cafetos, como la renovación de los tallos y ramas del cafeto para hacerlos más productivos, mantener adecuada relación entre cosecha y follaje, disminuir el efecto de bianualidad o alternancia productiva, eliminar tallos y ramas dañados por enfermedades y plagas, favorecer la entrada de luz y aire a la planta de café, corregir los daños causados por problemas del clima, como heladas, vientos, granizo y sequía, retirar los tallos y ramas quebradas durante la cosecha, facilitar el corte al reducir el tamaño de los cafetos, facilitar el manejo de prácticas agrícolas, obtener una maduración más uniforme de la cosecha y mejorar la calidad física y sensorial del grano. 2.4.2. Tipos de poda. De manera general se conocen tres tipos de poda encaminadas a mejorar la estructura de la planta e incrementar la producción; estas podas se realizan de acuerdo a la edad de la planta, estado productivo y fitosanitario. Poda de formación: Se realiza con la finalidad de darle al cafeto menor tamaño y se facilite la cosecha. Poda de rejuvenecimiento o rehabilitación: Fortalece a la planta de café, con la finalidad de formar nuevas ramas, las cuales se convertirán en nuevas áreas de producción. En el caso de tener una planta en mal estado, que se considere que tiene buenas raíces se realiza una recepa. Poda fitosanitaria: Es la eliminación de ramas atacadas por plagas o enfermedades, las cuales disminuyen la producción, además de que son focos de infección para plantas sanas. 2.4.3. Métodos de Poda. En los diferentes países productores de café se han desarrollado diversos métodos de poda, que generalmente se adaptan o modifican de acuerdo a las condiciones en que se produce café. En México se practican en mayor o menor grado, cuatro métodos, que son los siguientes:
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A. Sistema Veracruzano.
Figura 26.
Es muy frecuente en las regiones cafetaleras de Veracruz, también conocido como “poda jarocha” y se basa en la apreciación individual de cada planta, es decir, que el podador observa y evalúa cafeto por cafeto, y en base a esta revisión toman una decisión. Se recomienda mantener de dos a cuatro tallos por planta de café (Figura 26).
B. Agobio, arqueamiento o sistema de Guatemala. Este sistema de formación de los cafetos se originó en Guatemala por lo que se le conoce como sistema de Guatemala o arqueamiento. El objetivo de este sistema es formar cafetos con más de dos ejes o tallos productivos. Se practica en cafetos jóvenes (Figura 27) y consiste en ladear la planta o en su defecto sembrarla inclinada, con esto se favorece la emisión de brotes o hijuelos verticales.
Figura 27. Cafeto manejado por agobio.
C. Suspensión de crecimiento, “Descope o capado”, Sistema de Colombia. Este sistema se originó en Colombia, también se le denomina “descopar” o “capar” los cafetos. Al igual que el agobio, consiste en eliminar la parte terminal o apical de la planta y a una altura que varia de 1.8 hasta 2 metros. Se realiza para evitar que la planta desarrolle mucha altura, con esto se favorece el desarrollo de las ramas (crecimiento plagiotrópico), la producción de las plantas y se facilita la cosecha. D. Recepa y su manejo en surcos o lotes. Se realiza cuando existe agotamiento general del tejido productivo (tallos y ramas) del cafeto, también se efectúa en cafetales en donde se ha cerrado la plantación, una condición para garantizar el éxito de la recepa es que los cafetos presenten raíces sanas. La altura del corte en las recepas recomendado es de 30 a 40 cm. se recomiendan los cortes inclinados o diagonales, llamados a bisel, de preferencia orientados hacia el oriente, donde sale el sol, con el propósito de evitar problemas de pudriciones por exceso de humedad. Posterior a la recepa la planta emite nuevos brotes verticales que sustituyen a los tallos viejos, formando numerosos ejes verticales, se procede a seleccionar entre dos y cuatro de los mejores ejes mediante la práctica de deshije o desahije (Figuras 28), para evitar problemas de “ahilamiento”, competencia por nutrientes y afectar la calidad del grano.
Figura 28. Cafeto recepado con nuevos ejes.
En países como Brasil, Colombia y Costa Rica, la recepa es parte de un manejo sistemático de poda en cafetales, puede practicarse en lotes o por surcos, con la finalidad de reducir la alternancia.
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2.5. Época de poda. Las podas se realizan cuando los cafetos se encuentran en descanso o reposo vegetativo, es decir, después de la cosecha. Este periodo corresponde a la época seca, en donde disminuyen las lluvias y se incrementa la temperatura, lo que ocurre en las diferentes regiones cafetaleras de México, en los meses de febrero a abril. La poda es más temprana en la zona baja y más tardía en la zona alta. De acuerdo al calendario lunar, lo ideal es podar en luna llena y en cuarto menguante. El siguiente cuadro ilustra algunas actividades que se realizan en los cafetales (Cuadro 2).
Mes
Cosecha
Poda
Regulación de Sombra
Deshije
Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sep. Oct. Nov. Dic
2.5.1. Herramientas para podar.
Cuadro 2. Calendario de actividades.
En el sistema veracruzano, la herramienta más utilizada para la poda del cafeto es el machete corto, además se utilizan otros instrumentos como la sierra “cola de zorra” y las tijeras. Lo más recomendable para eliminar tallos es la sierra “cola de zorra”, debido a que los cortes son más uniformes. Las tijeras se utilizan para eliminar ramas y en los deshijes. 2.5.2. Problemas generales de un sistema deficiente de poda. No realizar la poda o el manejo del tejido productivo provoca perdidas significativas en la economía del cafeticultor y en ocasiones la perdida parcial o total de los cafetales. 2.6. Ventajas en los sistemas de poda. Mediante el manejo de tejido (poda) y de todos los aspectos de buenas prácticas agrícolas podemos incrementar la producción de 1.0 kg hasta más de 2.5 kg de cereza por planta, con lo que aumentaríamos sustancialmente la producción a corto y mediano plazo. 2.7. Desventajas en los sistemas de poda El sistema veracruzano se caracteriza por tener varios tallos productivos, dicho manejo ocasiona que el tamaño del grano disminuya, presenta problemas de “ahilamiento”, competencia por nutrientes y los tallos se avejentan con más rapidez, además de afectar la calidad del grano, requiere de personal capacitado, por lo que el costo es mayor; no se disminuye el efecto de bianualidad del cafeto; si no se realiza adecuadamente se pueden presentar problemas de pudriciones por exceso de humedad.
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El sistema guatemalteco retrasa la producción un año, mientras que el sistema colombiano requiere de mantenimiento continuo, considerando que con la recepa no habrá producción en los primeros años posteriores a esta, debido a que es una poda drástica que produce maduración desigual en relación a las plantas no podadas. 2.8. Recomendaciones por sistemas de producción. La realización del tipo y método de poda, se definen de acuerdo al estado de la planta y sistema de cultivo presente. En general los sistemas en que se realizan podas son rusticano, policultivo tradicional y semi intensivo productivo. Existen otros sistemas que de igual forma pueden ser intervenidos; éstos son: policultivo comercial y a pleno sol; se describen los tres primeros. 2.8.1. Sistema rusticano. Es necesario adoptar el sistema de poda que más se adecue a las necesidades de la planta, además debe ser de acuerdo a las condiciones socioeconómicas y culturales del cafeticultor. 2.8.2. Sistema policultivo tradicional. Son los sistemas de poda más adecuados a este sistema de producción, además, es necesario llevar a cabo una redensificación del cafetal, por ejemplo, partimos de un trazo de 4x4 metros, es decir, 625 plantas por hectárea y llegar a un trazo de 4x2 metros para obtener 1250 plantas/ ha. 2.8.3. Sistema semi intensivo productivo. Es comenzar con una poda fitosanitaria, seguida de una de formación, así mismo, adoptar un conjunto de los sistemas de poda veracruzana y de suspensión del crecimiento. 2.9. Indicadores de mejora. 2.9.1. Indicadores de evaluación indirecta. Mediante un diagnóstico de la estructura productiva podemos ver si las prácticas agrícolas y los sistemas de poda fueron las adecuadas, con esto, conoceremos si los cafetos se encuentran en categorías óptimas de producción o en caso contrario definir acciones correctivas. 2.9.2. Indicadores de evaluación directa. En base a los parámetros de producción o rendimientos por planta y por hectárea, si resulta que no es lo esperado, es necesario definir acciones correctivas.
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Capitulo III. Sistemas de renovación de cafetales. 3.1. Introducción. Este tema tiene como objetivo proporcionar información sobre los sistemas de renovación de cafetales, punto medular para salir de la baja producción y mejorar la finca, mediante el incremento del volumen a producir; así como, aportar información pertinente en la toma decisión de él para un proyecto de renovación de cafetales e incrementar la producción mediante un sistema de renovación de las plantaciones. 3.2. Diagnóstico de plantaciones. Para conocer el estado productivo de la finca, se realiza el diagnóstico de la estructura productiva de los cafetales, que es una herramienta básica en la programación de actividades de manejo dentro de las plantaciones, permite determinar el estado de las plantas de café y proporciona información para programar el manejo de los cafetales; con base en este diagnóstico se toman decisiones sobre las actividades de poda y renovación de cafetales, prácticas fundamentales para mejorar la productividad. 3.2.1. Diagnóstico de la estructura del cafetal. En este paso se aplica la metodología de diagnóstico productivo desarrollado por el INMECAFE de acuerdo a lo siguiente: Se definen ocho sitios de muestreo para fincas menores a dos ha. Se elige un sitio de muestreo o parcela y de éste se definen seis subparcelas; seleccionando cuatro vértices exteriores y el centro del cuadro como sitios de muestreo, el sitio restante se ubica al azar. En cada sitio de muestreo se califican los cafetos en base a su desarrollo vegetativo y su capacidad productiva, de acuerdo a las categorías propuestas por el INMECAFE (1990). Una vez realizada dicha actividad se integran todos los resultados, se determina el porcentaje de cada categoría y con base en esto se toma la decisión de manejo para cada categoría; posteriormente se hace una programación de actividades que sean prioritarias. 3.3. Sistemas de renovación. La renovación y redensificación de cafetales es un tema que muy poco se ha tocado, sin embargo es el punto medular para mejorar la producción, tomando en cuenta que desde hace más de una década los cafetales se ven sumergidos en un proceso de abandono de parcelas; esta situación ha provocado el envejecimiento de las plantaciones y el aumento de los problemas fitosanitarios, dando como resultado plantaciones viejas, sin un orden en el trazado y con estructuras muy grandes e improductivas. De acuerdo con las condiciones en la que se encuentra la cafeticultura, se consideran tres tipologías de parcelas, dependiendo del grado de manejo que reciben.
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3.3.1. Finca abandonada. Se consideran aquellos cafetales que presentan un abandono total y en donde las plantaciones han perdido el orden de los trazos iniciales, también aquellas plantaciones que debido al abandono presenten altos porcentajes de fallas físicas, y alta incidencia de infestación por la broca. 3.3.2. Fincas de bajo manejo. Son aquellos cafetales bajo sombra con un bajo manejo de la plantación y que conservan los trazos con un promedio 625 plantas/ha y alrededor de 8 Qq por hectárea, presentan un porcentaje bajo de infestación de broca y un mínimo de fallas. 3.3.3. Fincas de alto rendimiento. En este grupo se consideran las plantaciones con un manejo semi intensivo, con un promedio de 2,300 plantas/ha y una producción de más de 10 Qq/ha., con variedades de porte bajo y altamente productivos. 3.4. Propuestas de mejora. 3.4.1. Finca abandonada. Orientar este grupo hacia un manejo rústico, elevando el numero de plantas hasta 1,100 teniendo como objetivo alcanzar una producción por ciclo de 12 Qq/ha, empleando variedades que estén adaptadas a esas condiciones locales, como Typica y Bourbón, es decir, variedades de porte alto. 3.4.2. Fincas de bajo manejo. En este grupo se propone incrementar su población hasta un mínimo de 1,650 plantas por hectárea, para poder tener una producción de 20 Qq/ha, ya que debido al mantenimiento que presentan, permiten este incremento. Dentro de las variedades que mas se recomiendan para realizar dicha actividad están las de porte bajo a alto y que toleren la sombra como la caturra y la garnica; pasando de un manejo semi intensivo a un manejo intensivo. 3.4.3. Fincas de alto rendimiento. Con este grupo, más que pensar en sistema de renovación se necesita un plan de manejo de plantación con un programa definido de podas y manejo de fertilización, teniendo como meta una producción de 30 Qq/ha. 3.5. Necesidad de renovación permanente del 10%. Cuando la planta ya no responde a la recepa, entonces debe sustituirse, las bajas densidades de plantación y la sombra rústica, exigen un buen manejo de la poda, la recepa y la renovación. Un buen plan de renovación debe mantener el cafetal con plantas vigorosas y de buena calidad en taza; para ello, se recomienda que el cafeticultor seleccione constantemente de sus mejores
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plantas a aquellas que tengan calidad en taza y puedan por lo tanto funcionar como plantas productoras de semilla o plantas madre. Las plantas vigorosas se seleccionan por inspección visual y cuantificación de cosecha, se marcan individualmente y se registran con una clave única en un mapa o croquis del cafetal. Una muestra de la cosecha individual de cada planta se beneficia aparte, manteniendo el código de la planta, y se envía a laboratorio para evaluar su calidad en taza, las plantas que obtengan mayor puntaje deben elegirse como plantas madre. Se recomienda que el cafeticultor renueve alrededor del 10% de sus plantas cada año, plantando la pesetilla a un lado de la planta que se va a sustituir por una más productiva y de mejor calidad en taza. Cuando la nueva planta ya dió su primer ensayo de cosecha entonces se elimina la planta vieja. En diez años, el cafeticultor habrá renovado completamente su existencia de material genético por uno de calidad superior, seleccionado por su vigor, adaptación al clima local y calidad en taza. 3.6. Plan y programa de renovación. Para hacer ordenadamente esta labor, el productor tiene que partir de un diagnóstico de plantación a fin de saber cuántas plantas necesitan rejuvenecimiento, cuántas requieren recepa y cuántas deben renovarse; con esta información se hace un plan de manejo y renovación a 10 años. 3.6.1. Plan de renovación. El propósito de todo sistema de manejo de cafetales es la maximización de la producción y calidad del café, con un mínimo de costos e intervenciones. La clave de un buen sistema de manejo de cafetales depende de lograr la sostenibilidad productiva y la eficiencia económica de los sistemas de poda y renovación. Uno de los métodos más recurridos para la toma de una mejor decisión en la proyección de actividades para un sistema de poda y renovación, es el diagnóstico productivo de cafetales. El diagnóstico de la estructura productiva de los cafetales, es una herramienta básica para la toma de decisiones en la programación de actividades de manejo de las plantaciones. Esta herramienta permite determinar el estado de las plantas de café y proporciona información para programar el manejo de los cafetales. En base a este diagnóstico se toman decisiones sobre las actividades de poda y renovación de cafetales, prácticas fundamentarles para mejorar la productividad. 3.6.2. Diagnóstico de la estructura del cafetal. La metodología del diagnóstico fue realizada por el INMECAFE (1990) y se define un marco de muestreo en forma estadística. Sin embargo, con fines prácticos se definen ocho sitios de muestreo para plantaciones menores a 2 ha; se elige un sitio de muestreo al que se le llamará parcela
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de estudio; se procede a marcar un cuadro o sitio con una superficie de 625 m2; el sitio se divide en seis subparcelas, una en cada esquina del sitio, otra en el centro del sitio y la restante se ubica al azar. En cada sitio se calificarán 25 cafetos (5X5), para un total de 150 plantas. En cada sitio de muestreo se califican los cafetos en base a su desarrollo vegetativo y su capacidad productiva, de acuerdo a las categorías propuestas por el INMECAFE (1990). I. Cafetos normales: Son plantas de café en etapa productiva y que se encuentran en óptimas condiciones, no requieren actividad de poda. II. Cafetos que requieren poda: Son plantas de café productivas que requieren actividades de poda parcial, ya sea de tallos o ramas. III. Cafetos que requieren rehabilitación o rejuvenecimiento: Son cafetos productivos en donde el crecimiento vegetativo se encuentra descompensado, aunque las raíces se encuentran en buenas condiciones. En este caso se requiere una poda profunda o recepa. IV. Cafetos que requieren renovación: son cafetos productivos que muestran deterioro en la parte aérea y en las raíces, por lo que deben ser sustituidos por cafetos nuevos. V. Cafetos preproductivos: Son cafetos que aún no alcanzan su etapa productiva, ya sea que hayan sido resembrados o que sean brotes de cafetos recepados. VI. Fallas físicas: Son cafetos muertos o próximos a morir, o bien que faltan en el sitio de siembra respectivo. 3.6.3. Programa de renovación. Una vez realizada dicha actividad, se integran todos los resultados y se determina el porcentaje de cada categoría y en base a ello se toma la decisión. Posteriormente se hace una programación de actividades que sean prioritarias. El primer paso es seleccionar a las plantas madre, obtener semilla de alta calidad y establecer el semillero-vivero para redensificar y/o renovar al menos 10% de la parcela, para ello se debe considerar lo siguiente: • La selección de plantas vigorosas se hace antes de la cosecha. • La obtención de muestras de semilla para análisis de laboratorio se hace con el primer corte bueno de la cosecha. • El establecimiento de semillero-vivero se hace inmediatamente después de la cosecha (marzo). • El trasplante a la parcela se hace cuando la planta tiene al menos tres pares de hojas verdaderas (pesetilla), en época de lluvias. El plan de trabajo debe determinar el manejo de cada sección de la parcela o parcelas, identificar las necesidades de poda, recepa y renovación. En cada sección debe definir qué variedades se adaptan mejor y aportan mayor calidad en taza, no todas las secciones de una parcela deben cultivarse con la misma variedad.
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3.7. Modelos de renovación escalonada (indicadores de mejora). El cafeticultor debe tomar la decisión del tipo de manejo, la densidad que más le conviene y el ritmo de renovación que puede soportar a corto, mediano y largo plazo; a esto le llamamos modelo de renovación. La idea es que el cafeticultor identifique las ventajas de trabajar con plantas de alto rendimiento en al menos una sección de su plantación y, paulatinamente, con un alto nivel de producción en toda su parcela (figura 29).
Finca abandonada: Pérdida de trazo y abundantes fallas físicas; presencia de broca intensa
Manejo rústico: 1,100 plantas/h Min. 12 Qq/ha
Finca de bajo manejo: 625 plantas/ha y alrededor de 8Qq
Manejo extensivo: 1,650 plantas/ha Min. 20 Qq/ha
Finca de alto rendimiento: 2,300 plantas/ha y más de 10 Qq/ha
Manejo intensivo: 2,300 plantas/ha Min. 28 Qq/ha
Figura 29. Modelo de renovación escalonada.
3.8. Generalidades Es importante señalar que la recepa, redensificación y renovación deben responder a los objetivos que tenga el cafeticultor de acuerdo a las condiciones del terreno. 3.8.1. Relieve. Considerando este aspecto es importante mencionar que el trazado de la renovación tiene que realizarse de acuerdo a la topografía que presente el terreno, con el uso de técnicas de conservación de suelos y otras alternativas que nos ayuden a mejorar nuestra área de trabajo durante la realización de dichas prácticas. 3.8.2. Destino de la producción. Es muy importante que el plan de renovación responda a qué mercados desea satisfacer y qué valor agregado desea el cafeticultor realizar. Si la plantación se va a manejar de acuerdo a las normas de certificación orgánica o de calidad especial, el cafeticultor debe tener presente estas normas cuando defina su plan de trabajo a fin de prever cualquier exigencia técnica.
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3.8.3. Nivel social del productor. Es importante escalonar las inversiones que representa un plan de redensificación y renovación, calculando seriamente las condiciones económicas y la disponibilidad de mano de obra del cafeticultor. 3.9. Manejo integral mejorado. El plan de renovación debe ser parte de un manejo integral que permita los mejores resultados de los esfuerzos del cafeticultor; sin una adecuada labor de manejo de sombra y suelos, fertilización y sistema de poda, el modelo de renovación no rendirá sus frutos (Figura 30).
NUTRICIÓN CONTROLADA: • Compostas mejoradas • Análisis de suelo • Uso de microrizas • Uso de biofertilizantes foliares
MEJORAMIENTO GENÉTICO: • Adaptación (variedades acriolladas) • Vigor • Rendimiento • Calidad en taza • Método de selección y producción de semilla
RENOVACIÓN y manejo mejorado
SISTEMA DE PODA Según modelo de manejo: • Agobio y selección de brotes • Sanitaria y rejuvenecimiento • Crecimiento hortotrópico • Suspensión de crecimiento • Formación
SUELOS y arvenses: • Prevención de erosión • Barreras vivas y muertas • Selección de yerbas nobles Figura 30. Modelo de renovación.
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Capitulo IV. Manejo de sombra. 4.1. Introducción. El sistema de producción bajo sombra ha demostrado mayor potencial para colocarse en los mercados de café de alta calidad en taza e inocuos (libres de contaminantes que dañan la salud humana). La certificación de café sustentable recibe premios, que añadidos a la calidad pueden ofrecer una interesante alternativa económica a la producción de café bajo sombra. En este capítulo el técnico de café encontrará información sobre el cultivo de café bajo sombra y sus diversas ventajas, los efectos favorables hacia el ambiente y la calidad del café; asimismo podrá identificar los sistemas de cultivos que se han desarrollado en México, las recomendaciones para el manejo de la sombra y los criterios del café bajo sombra. 4.2. Aspectos Generales. El tema de la sombra es uno de los aspectos más importantes y polémicos en los documentos que se han escrito sobre cafeticultura a nivel internacional y nacional, debido a que la sombra es uno de los factores con mayor influencia sobre la producción y la calidad del café. El café (Coffea arabica L.) es originario de Etiopía y Sudán, en el oriente de África, en estos lugares el café se encontró creciendo en forma natural bajo la sombra de los árboles en las selvas y bosques, por lo que se considera una planta umbrófila. En México, el café desde sus inicios se ha cultivado tradicionalmente bajo sombra, imitando de esta manera a la naturaleza; sin embargo, en los últimos cincuenta años, el cultivo de café a plena exposición solar se hizo popular en varios países productores, como Brasil, Costa Rica y Colombia, debido a que en estas condiciones se incrementa considerablemente la producción. En México se experimentó con el cultivo a pleno sol en algunas regiones de Puebla, Chiapas y Veracruz, pero con un alto costo ambiental y social que implica esta forma de cultivo. Actualmente existe consenso entre los cafeticultores del país en torno a que el cultivo de café bajo sombra ofrece numerosas ventajas ya que esta es un seguro ante adversidades ambientales, tanto climáticas (heladas y sequías) como de tipo fitosanitario (daño de plagas y enfermedades), pero sobre todo en situaciones de bajos precios como en los últimos quince años. 4.3. Beneficios ecológicos de la sombra. Los cafetales que se cultivan con sombra diversa se consideran como “amigables con la naturaleza” debido a que se contribuye a la conservación y a la protección de la biodiversidad. Los cafetales con sombra aportan servicios ambientales al país y a la sociedad, la presencia de árboles en nuestros cafetales permite capturar carbono, considerado el principal contaminante producido por los vehículos y las industrias contaminantes de la ciudad, de esta forma, el bióxido de carbono (CO2) es el principal causante del efecto de invernadero y del cambio climático en el mundo.
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En México, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) está iniciando con programas para otorgar el pago por servicios ambientales a los cafeticultores que poseen cafetales con sombra. 4.3.1. Beneficios asociados con el clima. Forma un microclima que regula las condiciones ambientales, de esta forma los árboles interfieren en la acción directa de los rayos solares y disminuyen las variaciones de temperatura. Estas acciones propician un ambiente más fresco en el cafetal, reduciendo las temperaturas durante el día y sirviendo de abrigo al descenso de las temperaturas durante la noche. Por otra parte, la sombra protege a las plantas del café contra los efectos adversos del clima, como las lluvias torrenciales, los vientos, la sequía, las heladas y el granizo. 4.3.2. Influencia de la sombra sobre el suelo. Contribuye al mejoramiento de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo ya que los árboles al tirar sus hojas, aportan cobertura al suelo, condición que permite la conservación de la humedad, debido a que disminuye la evaporación, la transpiración y la desecación, manteniendo la capa superficial siempre húmeda. 4.3.3. Influencia de la sombra en el manejo del cafetal. Reduce la cantidad de deshierbes durante el año, ya que el crecimiento de las hierbas se disminuye; la floración del café y la maduración de los frutos es más uniforme bajo sombra, se regula la cosecha, sobre todo en las zonas de mayor altura sobre el nivel del mar y finalmente es una protección contra ciertas enfermedades ya que los hongos como mancha de hierro y antracnosis dañan en menor escala a los cafetos sombreados. 4.3.4. Influencia de la sombra en la producción de café. Se logra una adecuada producción, ya que es posible lograr rendimientos desde los 12 hasta los 32 quintales de café por hectárea, es decir desde tres hasta ocho toneladas de café cereza por hectárea. 4.3.5. Influencia de la sombra en la calidad del café. Se ha confirmado que la sombra aumenta el tamaño de los granos, y obteniendo mayor proporción de granos normales del tipo “planchuela”, disminuyendo el porcentaje de granos anormales; así mismo se mejoran las características sensoriales de la bebida o infusión, (acidez, aroma y cuerpo) y la composición química de los granos. 4.3.6. Beneficios económicos de la sombra. Es posible aprovechar diversos productos, como la madera, leña, frutos, hortalizas, palmas, ornamentales, etc., en los cafetales con sistema de policultivo tradicional, la mayoría de estos productos son destinados para el autoconsumo de las familias cafetaleras (Figura 31).
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Por su parte, en los policultivos comerciales estos productos se destinan a la comercialización, que dependiendo de los productos obtenidos, puede ser local, regional, nacional e internacional. 4.3.7. Desventajas de la sombra excesiva. Generalmente cuando la sombra es excesiva, disminuye la productividad de los cafetos; favorece la incidencia y desarrollo de enfermedades como roya, ojo de gallo (Figura 32), mal de hilachas y requemo. En algunos casos los árboles de sombra compiten con el cafeto por agua y nutrimentos. Daños a las plantas de café por la caída de ramas y árboles. Los árboles de sombra requieren actividades de plantación, replantación, poda y mantenimiento, lo cual aumenta los costos de producción.
Figura 31. Obtención de madera en cafetales.
4.4. Los sistemas de cultivo de café en México. Es posible identificar cuatro formas o sistemas de cultivo de café con sombra en México, que son: 4.4.1. Sistema natural o de montaña.
Figura 32. Ojo de gallo en cafetales.
En este es posible identificar diferentes tipos de vegetación natural como la selva mediana o alta subperennifolia, el bosque caducifolio, la selva alta perennifolia, la selva baja caducifolia, los encinares y el bosque de pino-encino. Dentro de estos tipos, los más extendidos en el área cafetalera, son la selva alta o mediana subperennifolia y bosque caducifolio (figura 33). 4.4.2. Sistema de policultivo tradicional.
Figura 33. Sistema rusticario.
Este sistema de cultivo es el de mayor distribución en las regiones cafetaleras de México, es practicado por pequeños cafeticultores y con alta participación indígena. Son plantaciones de café bajo sombra en cuya composición existe una gran diversidad de árboles nativos o de vegetación natural, así como de árboles introducidos que han sido sembrados por los propios productores, principalmente frutales como los plátanos, mangos, cítricos (naranjas, limones y mandarinas), pomarrosa, nísperos, etc. (Figura 34). Figura 34. Plantaciones bajo sombra
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Este sistema aprovecha integralmente el cafetal, combinando la producción de café como estrategia comercial, y la obtención y recolección de diversos productos destinados para el autoconsumo. 4.4.3. Sistema especializado. Es una modalidad de monocultivo, en el que sólo se produce café bajo sombra no diversa y se caracteriza por utilizar principalmente árboles del género Inga; cabe mencionar que en estos cafetales especializados también se pueden encontrar otros árboles (Figura 35). Los árboles del género Inga son un complejo de diferentes especies que reciben nombres locales muy diversos, como vainillo, chalahuite blanco, chalahuite rojo, chalum, etc. Las características tecnológicas del sistema especializado, con ciertas modificaciones, predominan variedades mejoradas de porte bajo, como caturra y garnica. La mayor parte de las plantaciones especializadas tienen edades que no superan los 20 años; la densidad de plantación se encuentra en un rango desde 1,000 hasta 3,300 cafetos por hectárea. Figura 35. Cafeto bajo sombra.
El control de malezas es manual, se realizan desde uno hasta cuatro deshierbes; se emplea machete en la mayoría de las plantaciones especializadas y se reporta el uso del azadón y los herbicidas. El manejo de este sistema implica la formación y regulación de los árboles de sombra, generalmente estos adquieren la forma característica de sombrilla, a una altura de 5m sobre el suelo, la poda de los árboles de sombra se realiza durante todo el año. En este sistema, la productividad es más alta que en los sistemas rusticano y policultivo tradicional, reportándose rendimientos desde ocho hasta más de 80 quintales por hectárea, en función de las regiones productoras, la altitud y el manejo de las plantaciones; sin embargo el promedio varía entre 12 a 30 quintales por hectárea. 4.4.4. Sistema de policultivo comercial. El sistema de policultivo comercial es una estrategia de diversificación productiva desarrollada por los productores y que se originó a partir de las experiencias con los policultivos tradicionales en diferentes regiones cafetaleras de México. Son cafetales en donde se asocian o intercalan otros cultivos, la diversidad es mucho menor que en los policultivos tradicionales, el número de cultivos puede variar desde dos hasta cuatro por cafetal, ordenados en un diseño de plantación, con el propósito de realizar un aprovechamiento intensivo del terreno para la obtención de varios productos destinados principalmente al mercado.
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Alrededor de 30 cultivos pueden asociarse al café, entre los cuales están el maíz, fríjol, chile, jitomate, papaya, plátano, naranja, limón, mandarina, macadamia, pimienta, zapote mamey, zapote negro, guanábana, palma camedor, palma tepejilote o pacaya, rambutan, litchi, vainilla, piña, aguacate, granada china y hule, entre otros cultivos). El policultivo comercial tiene el propósito de elevar la productividad de la tierra y de la mano de obra, eliminar la dependencia económica de un solo cultivo y distribuir el ingreso económico a través del año (figura 36).
Figura 36. Cafeto con policultivo.
4.5. Las características requeridas en los árboles de sombra. Para el uso de estos árboles como sombra, se requiere que: • • • • • • • • • • • • • • • • •
Se adapten a los diversos climas y suelos cafetaleros. Sean de rápido crecimiento. Que su poda sea fácil de realizar. Que tengan gran capacidad de regeneración. Que se reproduzcan con facilidad. Que las raíces sean profundas. Que sean árboles frondosos, de buen porte y de fuste mediano, que no sean muy altos. Que tengan las ramas extendidas en pisos o estratos y con la forma de sombrilla. Que conserven las hojas durante todo el año y que mantengan un volumen adecuado durante el verano. Que proporcionen sombra tenue y uniforme permitiendo una Figura 37. Árboles de sombra. adecuada filtración de los rayos solares. Que sean resistentes a los vientos. Que se aprovechen sus hojas y frutos. Que no tengan espinas. Que aporten adecuado niveles de materia orgánica al suelo, a través de sus hojas y ramas. Que fijen el nitrógeno atmosférico. Que no compitan desfavorablemente con el cafeto por absorción de agua y nutrimentos. Que no sean hospederas de plagas y enfermedades que afecten al cafeto (Figura 37).
Con base en lo anterior, no es posible recomendar un tipo de árbol ideal para los cafetales mexicanos, sino más bien el reto es reunir la mayor parte de estas características favorables tomando como base la diversidad de árboles disponibles en las regiones cafetaleras, por ello, los cafeticultores seleccionan los árboles que consideran los más adecuados para sus condiciones particulares.
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4.5.1. La cobertura de sombra en los cafetales. El efecto de la sombra es complejo y la magnitud de la influencia varía según la localización del cafetal (altitud y latitud), su orientación (exposición), la densidad de plantación y de los árboles de sombra (baja o temporal, y alta o permanente), el grado de competencia por nutrientes, la distribución de las lluvias y los objetivos del cafeticultor. Un principio general para la sombra, es que a mayor altura sobre el nivel del mar, la distancia entre árboles deberá ampliarse. Las zonas bajas y medias, que presentan mayor luminosidad necesitan una penumbra más densa, especialmente en la época de maduración, en éstas se recomiendan de 75 a 100 árboles/ha. En zonas altas, con menor intensidad de luz, alta humedad y periodo seco corto, se puede reducir la sombra de 50 a75 árboles. Recientemente se ha determinado que en los cafetales orgánicos de México se pueden tener desde 96 hasta 944 árboles por hectárea, con un promedio de 378 árboles, y con un nivel promedio de cobertura de sombra del 75%. 4.6. Manejo de la sombra. Como se ha visto en los temas anteriores, la diversidad y complejidad de la sombra en los cafetales mexicanos no permite realizar recomendaciones generales para todas las regiones del país, sin embargo, se reconoce que es necesario el manejo de la sombra. Ante esta situación es importante que los cafeticultores aprendan a manejar sus árboles de sombra para garantizar la distribución y regulación óptima de sombra, y sobre todo con base en su sistema de cultivo y a las condiciones ambientales particulares (clima, suelo y relieve, entre otros). 4.6.1. Podas de árboles de sombra. Poda de formación. Se realiza cuando los árboles de sombra están jóvenes (menor a cinco años), y consiste en favorecer la formación de un tronco o tallo de 2 a 5 metros de altura, librando el estrato o piso que ocupan los cafetos. Posteriormente se dejan las ramas horizontales, que van a formar la copa y que será la responsable de proyectar y regular la sombra adecuada para el cafetal. Poda de mantenimiento o regulación. Se realiza con el propósito de proyectar más luz al interior del cafetal y mejorar su distribución. Un buen indicador de la necesidad de la regulación de sombra es la presencia de enfermedades (ojo de gallo y mal de hilachas). Se consideran varias actividades como: descubrir el centro de la copa del árbol, eliminar ramas bajas, eliminar ramas que se entrecruzan con otros árboles, quitar ramas mal formadas, quitar ramas afectadas por daños mecánicos o por el viento y eliminar ramas dañadas por plagas y enfermedades; los cortes deben hacerse con serrote o motosierra.
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Toconeo de la sombra. Consiste en cortar el tallo o fuste del árbol a una altura de 5 metros sobre el nivel del suelo, con el propósito de provocar una regeneración del tejido que facilite el manejo en años posteriores. Esta poda se realiza después de que concluye la cosecha de café. Eliminación de árboles. En los cafetales mexicanos es frecuente la eliminación de árboles por diversos motivos; en primer lugar la necesidad de aprovechar la madera o la leña, después el exceso de sombra y la necesidad de quitar el árbol y finalmente que cafeticultor considere que el árbol es inadecuado como sombra y decida eliminarlo. 4.6.2. Época de poda de sombra. La época más adecuada para efectuar la poda de la sombra del cafeto es al inicio de la temporada de lluvias, que generalmente se tiene en mayo y junio, lo que permite dejar los cafetos expuestos a la luz solar durante el período de lluvias o bien en áreas frías o húmedas al término de la cosecha, esto con el fin de provocar una buena apertura de flores. También algunos productores aprovechan la época de poda del café para realizar la regulación de sombra. 4.6.3. Clasificación de la sombra por su duración. Sombra temporal. Son especies normalmente arbustivas, de crecimiento rápido que se utilizan para proporcionar sombra durante los primeros años de vida en el cafetal o cuando se procede a la renovación de un cafetal, su duración rara vez sobrepasa los cinco años, se utilizan para el establecimiento de nuevos cafetales y posteriormente son reemplazados por especies de sombra permanente. En México es común el uso de higuerilla, plátano y diversas leguminosas. Sombra permanente. Son árboles de sombra, que por sus hábitos de crecimiento y duración (longevidad), conviven con los cafetos, proporcionándoles sombra durante todo su ciclo productivo. 4.6.4. Propagación de árboles de sombra. Independientemente de que la mayoría de los árboles que se encuentran en los cafetales de montaña y tradicionales se reproducen en forma natural, es recomendable que los productores de café establezcan sus semilleros y viveros a partir de la recolección de semilla de las especies que han identificado como “buenas sombras” y también de los árboles que le permitan otros beneficios, como son madera y frutos. 4.6.5. Manejo de un cafetal certificado como café de sombra. La certificación es un beneficio para el cafetalero bajo sombra, lo que da un mejor precio al producto y una mejor calidad del fruto, siempre y cuando se cumpla con los criterios del agente certificador.
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Una de estas opciones es la certificación de café de sombra, por ejemplo el Centro Smithsoniano de Aves Migratorias con sede en Washington, Estados Unidos, ofrece este certificado. Este Centro ha definido los criterios de la sombra amigable con las aves, que son los siguientes: • Que en el cafetal se tengan por lo menos 10 especies diferentes de sombra, lo cual se cumple adecuadamente en los cafetales rusticanos y de policultivo tradicional, • Que el cafetal tenga tres pisos o estratos: un piso inferior formado por árboles, arbustos y plantas herbáceas, un piso medio que generalmente es el principal constituido por árboles de altura media, y finalmente un piso alto o emergente, formado por los árboles de mayor altura; la altura de los árboles (llamado dosel) en promedio en el estrato medio o principal debe ser de por lo menos 12 metros de altura, • Que la especie o género de árboles más frecuentes en el cafetal llamada “la columna vertebral” no sume más del 60 % de todos los árboles presentes en el cafetal, • Que la cobertura de sombra o cubierta vegetal arbórea tenga un mínimo de 40 % de sombra, • Si existen fuentes de agua en el cafetal como arroyos o ríos, estos deben contar con una zona de protección, • Se prohíbe la eliminación de plantas epífitas que se encuentran en los árboles, como son las orquídeas o bromelias. 4.7. Indicadores de mejora. 4.7.1. Variedades que permitan la regeneración del suelo Las especies recomendadas para la producción o regeneración de suelos son principalmente aquellas que tengan la capacidad de producir suficiente follaje como las especies del genero Inga spp., que además de pertenecer a la familia de las leguminosas, ayudan a la fijación de nitrógeno atmosférico, contribuyendo a que el suelo tenga una actividad más dinámica y permiten el desarrollo de microorganismos que ayudan a trasformar la materia orgánica en materia disponible para las plantas. 4.7.2. Protección adecuada de suelos, humedad y clima (lluvia, sol, viento) Uno de los objetivos prioritarios dentro de los cafetales es la conservación y reforestación de zonas de captación de agua de lluvias, por lo que se recomienda retomar aquellas especies que los productores han observado que ayudan a mantener los cuerpos de agua durante todo el año.
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Capitulo V. Nutrición y fertilización del cafeto. 5.1. Introducción. Los suelos cafetaleros mexicanos son muy variables por su origen, su composición física, química y biológica, su topografía, la acción erosiva y la lixiviación o perdida de nutrientes por el agua de lluvia, las temperaturas a que están sometidos, la presencia de malezas y de otras plantas que viven asociadas al cafeto y, finalmente el tipo de manejo que le da el propio cafeticultor. En plantaciones a pleno sol o sin sombra, existe mayor exigencia de la planta por nutrientes. El café necesita para todas sus funciones vitales (mayormente para el crecimiento y desarrollo fisiológico normales) de un suministro constante, suficiente y balanceado de elementos nutritivos o esenciales; si la deficiencia es grave, se presentan síntomas visibles como clorosis, deformación de las hojas, crecimiento raquítico, caída de hojas y muerte regresiva de la planta de tipo descendente (paloteo). En este capitulo el técnico, encontrará una explicación clara y sencilla de los macro y micro componentes químicos del suelo, su función en la nutrición del cafeto y cómo identificar las deficiencias manifestadas en la planta. Asimismo se harán sugerencias prácticas sobre cómo producir tales componentes a bajo costo. Los nutrientes de la planta se obtienen o aprovechan del suelo y son llamados “nutrientes minerales”, estos nutrientes a su vez se clasifican como sigue: a) Nutrientes primarios: Nitrógeno, Fósforo y Potasio, son los que necesita la planta del café en mayor cantidad y por lo tanto son los primeros en agotarse cuando se establece una plantación. b) Nutrientes secundarios: Calcio, Magnesio y Azufre, las plantas los utilizan en menor cantidad, sin embargo, son también importantes para su buen desarrollo. c) Micronutrientes: Hierro, Manganeso, Cobre, Zinc, Boro, Cloro, Sodio, y Molibdeno, las plantas los necesitan en mínimas cantidades. Cuando los cafetos muestran la falta de nutrientes, presentan síntomas de deficiencias, como amarillamiento de hojas, defoliación (caída de hojas), proliferación de ramas (palmeo), crecimiento raquítico y muerte prematura de tejidos, estos síntomas de agotamiento se observan principalmente en cafetales nuevos, cultivados sin sombra y relacionados con enfermedades oportunistas que aprovechan los desequilibrios nutricionales, como la antracnosis y mancha de hierro.
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5.2. Factores que afectan la nutrición del cafeto. Factores intrínsecos (de la planta). Exigencia de las variedades, edad del cafeto, edad de las ramas productivas, acumulación y redistribución de nutrientes, interacción y correlaciones entre acumulación de nutrientes y producción. Factores Extrínsecos (del medio). Condiciones ambientales, prácticas agrícolas y condiciones fitosanitarias. 5.3. Nutrientes primarios. 5.3.1. Nitrógeno (N). Forma parte de las proteínas y en especial del pigmento verde de las plantas conocido como clorofila. El nitrógeno es responsable del crecimiento rápido de las plantas y de su color verde intenso. Es con frecuencia el elemento más limitante en la producción cafetalera, esto por ser requerido en grandes cantidades por las plantas y presentarse en baja disponibilidad en la mayoría de los suelos. Síntomas de deficiencia: Se manifiesta por el amarillamiento (clorosis) completo de la hoja, que va desde una tonalidad verde pálido en estados iniciales, a una apariencia blanquecina en casos de deficiencias severas (Figura 38). Las hojas amarillas se desprenden con facilidad de la rama. Los frutos también se amarillean, dejan de crecer y se caen con facilidad.
Figura 38. Deficiencia de nitrógeno en hojas de café.
5.3.2. Fósforo (P). Participa en todas las reacciones energéticas del metabolismo de las plantas, tales como fotosíntesis, respiración y síntesis de grasas y proteínas. Los tejidos con mayor porcentaje de fósforo en sus células son aquellos que demandan un alto consumo de energía, como son las regiones meristemáticas (tiernas) de la parte aérea y radical y la de frutos jóvenes en pleno desarrollo (Figura 39). El fósforo proporciona a las plantas la capacidad de formar con mayor rapidez flores, frutos y raíces. Síntomas de deficiencia. Las hojas presentan manchas amarillas combinadas con coloraciones rojas, las manchas pueden ser de diferentes tamaños, llegan a cubrir toda la hoja, estas se presenta generalmente en las hojas viejas, se produce caída total de las hojas en las ramas que tiene frutos en maduración.
Figura 39. Síntomas de deficiencia de fósforo.
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5.3.3. Potasio (K). Es un elemento muy móvil en la planta que ayuda al crecimiento de los brotes jóvenes. En el cafeto es fundamental para la maduración de los frutos; también le permite resistir mejor las plagas y enfermedades, además contribuye a la formación de los aceites de las semillas, que al tostarlas le dan el olor y sabor característico del café. Síntomas de deficiencia: Aparece un amarillamiento en los bordes y en las puntas de las hojas viejas que luego se vuelve de color pardo rojizo (Figura 40). Cuando la deficiencia es grave, se mueren las partes de las hojas donde aparecieron las manchas.
Figura 40. Deficiencia de Potasio.
5.4. Nutrientes secundarios. 5.4.1. Calcio (Ca). El calcio ayuda a la producción de semilla y fomenta el desarrollo rápido de la raíz; en el café, activa la formación raicillas. Las plantas remueven del suelo grandes cantidades de calcio y magnesio, que se pierde por disolución y lixiviación, desarrollando la acidez de los suelos, sobre todo en regiones húmedas, haciendo necesario los encalados para corregir la reacción del suelo, por este motivo se le considera más bien como mejorador que como abono. Síntomas de deficiencia: Las hojas jóvenes presentan un color café bronceado principalmente en los bordes pero el área de la vena central queda de color verde (Figura 41) no se abren normalmente y se doblan hacia abajo. En etapas avanzadas las hojas nuevas presentan puntos necróticos y los brotes de las puntas mueren, también se pueden observar numerosos lunares secos en las hojas y un escaso desarrollo de la raíz.
Figura 41. Hojas jóvenes con deficiencia de Calcio
5.4.2. Magnesio (Mg). Es el componente en la formación del pigmento verde de las plantas llamado clorofila y por lo tanto no puede haber plantas verdes sin magnesio. La función del magnesio está relacionada con el proceso de la fotosíntesis, además de mantener el color verde oscuro de las plantas, promueve la formación de aceites y grasas, acompaña siempre al fósforo en la planta, estimula el desarrollo de las bacterias del suelo y mejora el trabajo de las bacterias fijadoras de nitrógeno en las leguminosas.
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Figura 42. Síntomas de escases de Magnesio.
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Síntomas de deficiencia: Se presenta primero amarillamiento leve alrededor de los bordes de las hojas más viejas (Figura 41), en etapas avanzadas desarrollan ligeros puntos necróticos de color café con hendiduras en una banda ancha alrededor de la hoja. También se aprecia perfectamente el amarillamiento de las venas de las hojas más viejas, sobre todo cerca de la vena central y finalmente, cuando la deficiencia avanza se empiezan a caer las hojas verdes, las cuales son todavía útiles para las plantas. 5.4.3. Azufre (S). Es esencial para la vida de las plantas y muchas de ellas consumen casi tanto azufre como fósforo. El azufre en la planta, es un constituyente de todas las proteínas y de algunas de las hormonas de las plantas, forma parte de las hormonas que contienen tiamina y la biotina que actúan como reguladores del desarrollo vegetal. Estimula el crecimiento de la raíz y la formación de semillas. Síntomas de deficiencia: Se caracteriza por un amarillamiento general de las hojas jóvenes y ligero amarillamiento de las venaciones, principalmente de la vena central. Los brotes no crecen y en etapas avanzadas las hojas más viejas también se ponen amarillas. 5.5. Micronutrientes. 5.5.1. Hierro o Fierro (Fe). Su función en la planta es similar que la del magnesio, pues interviene en la formación de la clorofila, la cual es responsable de llevar a cabo la fotosíntesis. Es un elemento excesivamente inmóvil y por eso la clorosis que es el síntoma de deficiencia empieza siempre por las hojas superiores más jóvenes y avanza hacia abajo. Síntomas de deficiencia: La deficiencia de hierro produce varios tipos de amarillamiento, visibles en las venaciones de las hojas más jóvenes (Figura 6); al principio las partes internas de las hojas (tejidos) presentan un color verde claro, después las áreas de color verde claro cambian a un color amarillo o blanco cremoso. En etapas avanzadas, las venaciones permanecen de color verde y claramente visibles, contrario al color claro de la parte media de la hoja. Sólo en las hojas más jóvenes se presenta los síntomas avanzados.
Figura 43. Síntoma de deficiencia de Hierro
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5.5.2. Manganeso (Mn). Funge como catalizador del metabolismo en las plantas y es de gran importancia para el desarrollo de los tejidos meristemáticos y en la síntesis de la clorofila y otros sistemas enzimáticos (Figura 44). Síntomas de deficiencia: Manchas blanquecinas y numerosas entre las nervaduras de las hojas jóvenes. 5.5.3. Boro (Br).
Figura 44. Cafeto con deficiencia de Manganeso.
Se atribuyen al boro hasta 15 funciones de la vida de las plantas con efectos en la floración, la fructificación, el metabolismo del nitrógeno y de los carbohidratos, la absorción de nutrientes del suelo, la movilización y acción de las hormonas, el metabolismo del agua y las relaciones de agua en las plantas, además se le asocia en el transporte de azúcares; es también conocido su efecto sobre la germinación y fertilidad del polen ya que su carencia afecta drásticamente la formación del tubo polínico. Síntomas de deficiencia: Crecimiento anormal en hojas jóvenes y en brotes en forma de roseta. Las hojas más jóvenes presentan un color verde con puntos necróticos. Las puntas de las hojas también presentan necrosis. Las hojas no pueden abrirse normalmente y provoca orillas irregulares. Los síntomas se presentan en las hojas más jóvenes de las ramas laterales. 5.5.4. Zinc (Zn). Su función está relacionada con la formación de las hormonas del crecimiento y en el caso del cafeto una deficiencia de este mineral provoca la formación de cerezas pequeñas y un escaso desarrollo de la planta. En plantas viejas por lo general se presentan deficiencias de Zinc, debido a que las raíces no pueden absorber los nutrientes adecuadamente. Síntomas de deficiencia: Se observa en hojas más jóvenes, caracterizado por un amarillamiento entre las venas de la hoja; al principio, los síntomas son parecidos a los que se presentan con la deficiencia de hierro. En etapas avanzadas el resto de las hojas jóvenes que empiezan a brotar, nacen pequeñas y angostas, a veces rayadas. Las venas tienen un color verde oscuro, particularmente alrededor de la vena central y el resto de la hoja es de color verde amarillento. Otro síntoma es que acortan los entrenudos, dando a la planta una apariencia de roseta; sólo las hojas jóvenes se ven afectadas, las más viejas son normales. 5.5.5. Cobre (Cu). Desempeña una función importante en el metabolismo de las raíces. Los suelos orgánicos y los arenosos muestran en muchos casos deficiencia de cobre, las grandes deficiencias causan síntomas de enanismo y las platas se muestran enfermizas, las deficiencias moderadas reducen tan solo los rendimientos.
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Síntomas de deficiencia: Encorvamiento de la nervadura principal y nervaduras secundarias salientes en hojas jóvenes. 5.5.6. Molibdeno (Mo). Actúa como catalizador para la conversión del nitrógeno gaseoso a formas asimilables por las plantas y en la biología de las bacterias fijadoras de nitrógeno (azobacter). En la práctica se ha reconocido que los suelos deficientes en molibdeno tienen siempre un bajo nivel de fósforo. Síntomas de deficiencia: Manchas amarillas y luego pardas entre nervaduras en hojas viejas; encorvamiento del limbo hacia abajo. 5.6. Factores concurrentes en la capacidad de la planta para nutrirse. Existen varios factores que intervienen en la disponibilidad y la absorción de los microelementos por las plantas, entre ellos: El pH del suelo. Influye directamente en la absorción ya que al disminuir la acidez disminuye la solubilización y absorción del cobre, hierro, zinc y cobalto, y especialmente la del manganeso, mientras que aumenta la del azufre y molibdeno. La textura del suelo. La cantidad de microelementos totales disminuye en suelos con textura gruesas (arenosas). La materia orgánica del suelo. El humus retiene los cationes metálicos divalentes y trivalentes con más fuerza que los cationes metálicos alcalinos. El cobre forma complejos bastante fuertes con compuestos orgánicos y es más apto que el manganeso para ser fijado por el humus. La humedad del suelo. Los nutrientes son absorbidos por las raíces de las plantas y transportados con ayuda del agua en el suelo, si no hay humedad suficiente, los cafetos presentan dificultad para absorber el agua y los elementos nutrimentales de la tierra. Otros factores. La actividad microbiológica de los suelos, su drenaje a las condiciones de oxidación-reducción, las condiciones climáticas y las variaciones estacionales pueden ocasionar diferencias considerables respecto a la disponibilidad de oligoelementos para las plantas. 5.7. Practicas de biofertilización para nutrir al cafeto. La mayoría de los elementos nutritivos necesarios para las plantas se encuentran en el suelo en cantidades variables, a veces insuficientes para lograr la adecuada producción. El enfoque para nutrir las plantas debe ser desde una perspectiva racional, ecológica y de bajos costos. Actualmente y bajo el enfoque de producción de bajo impacto ambiental y económico, hay diversas formas de proporcionar la fertilización a los cafetos. A continuación se describen algunos de ellos, recomendables a utilizarse ante la deficiencia nutrimental de las plantas.
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5.7.1. Abonos orgánicos. Además de aportar nutrientes, mejoran las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Las técnicas de producción de los abonos orgánicos se han desarrollado y mejorado a través del tiempo, procurando utilizar en su mayoría desechos y recursos al alcance de los productores. Entre los más utilizados se encuentran la composta, abono bocashi, lombricomposta, residuos orgánicos como la pulpa de café y desechos vegetales, estiércol (fresco o seco) de animales, entre otros. Composta. Se obtiene de la descomposición de materiales de origen vegetal y animal por la acción de microorganismos y el oxígeno (proceso aeróbico). Para obtener composta, se hace una mezcla de materiales ricos en carbono (fibrosos) como bagazo, pajas, aserrín, hojas, tallos, cáscaras, etc., con materiales ricos en nitrógeno como gallinaza, pollinaza, estiércol, follaje verde, etc. Lombricomposta. Es el uso de lombrices como transformadoras de materia orgánica para obtener un abono de la digestión de los alimentos ingeridos por la lombriz, los cuales tradicionalmente son ricos en materia orgánica. La lombriz roja californiana (Eisennia phoetida) es la de mayor uso en la lombricomposta, debido a que es muy prolífica, vivaz y tolerante a diversas condiciones. Abono Bocashi. Mediante un proceso aeróbico rápido y controlado, que dura de 5 a 10 días, se genera la transformación de una gran proporción del nitrógeno contenido en los materiales, en una masa de microorganismos que se secan y son llevados al suelo donde se descomponen convirtiéndose en un abono. En este tipo de abono, se utilizan materiales más finos que en la composta y más ricos en sustancias solubles. 5.7.2. Residuos vegetales. Los materiales restantes de las plantas (ya sea frescos o secos), también son útiles en el mejoramiento nutricional de la plantación y para el suelo. Al aplicarse solos, como los rastrojos, residuos de maleza, la pulpa de café, etc, cumplen la función tanto de proporcionar nutrimentos al suelo lentamente a través de su descomposición y de protegerlo de la erosión, puesto que también sirven como cobertura muerta. La pulpa de café aporta buena cantidad de nutrimentos al suelo, favorece la retención de humedad, aumenta la flora bacteriana, permite mejor aireación del suelo y evita su compactación. 5.7.3. Estiércol animal. Usar el estiércol como fertilizante es una práctica común desde hace mucho tiempo. La calidad del estiércol depende del tipo de animal, de su edad y alimentación, cuanto más concentrado, mejor para el cultivo. Algunos estiércoles comunes en cafetales son la gallinaza y abono de borrego.
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5.7.4. Plantas benéficas y abonos verdes. Consiste en el cultivo de vegetales e incorporación de su masa verde a la tierra (hojas, ramas y raíces), producen una alta cantidad de biomasa y agregan micro y macro nutrientes al suelo; pueden estar constituidos por arvenses, en general, o por especies cultivadas con un propósito definido, por ejemplo las leguminosas para la fijación simbiótica de nitrógeno; sorgo para la extracción de fósforo fijado, gramíneas para proporcionar carbono. 5.8. Nutrición y su impacto en la calidad del café. Se han documentado algunos aspectos, aun escuetos, de la influencia de la nutrición en la calidad de café. Entre ellos, se ha visto que la deficiencia de magnesio inducida por altas dosis de potasio promueve la presencia de un alto porcentaje de granos color marrón y pobres características en la torrefacción; se sugiere, que el sabor de la bebida mejora con aplicaciones de magnesio. La deficiencia de hierro en suelos con un pH alto produce el grano ámbar; el uso excesivo de nitrógeno puede aumentar la producción pero reduce la densidad del grano y su calidad; concentraciones muy altas de calcio y potasio en los granos generan un sabor amargo y áspero. La aplicación de cantidades excesivas de micro nutrientes (B-Fe-Cu-Zn-Mn), no produce respuesta en la producción y por el contrario pueden causar problemas de intoxicación, particularmente el boro. Por otro lado, ha sido reportado en algunos estudios que el contenido nutrimental del suelo tiene una influencia sobre los atributos sensoriales de la bebida. Estas observaciones, enfatizan la importancia de realizar un buen abonamiento y nutrición en las plantaciones cafetaleras y en la medida que se logren resultados favorables, realizar mayores esfuerzos para la obtención de una mejor producción y calidad del producto. 5.9. Indicadores de mejora. Son recomendables diferentes actividades de manejo del cafetal para mejorar el aspecto nutricional del suelo y por lo mismo, la plantas: • El buen manejo de sombra para la protección y formación de suelo, densidades a partir de 40 % y hasta el 70 % son recomendables. • Manejo de arvenses para reducir erosión y lixiviación (protección del suelo), • Propiciar interacciones positivas como la fijación de nitrógeno, aprovechamiento de cualidades como repelentes de insectos, búsqueda del balance biológico, etc. • Buen manejo de suelos para prevenir la erosión y retener materia orgánica, a través de la implementación de diversas practicas como barreras vivas y muertas, terrazas, retenes de escurrimientos, etc. • Llevar a cabo mejorías en base a: 1) análisis de suelo y foliar, o 2) análisis de suelo, o en ultima instancia 3) inspección ocular de deficiencias nutricionales (lectura de síntomas). • Así mismo, se recomienda llevar a cabo un análisis de macro y micro elementos idealmente cada 3 años, o un análisis de macro y algunos microelementos por lo menos cada 5 años. • La obtención de rendimientos por planta y rendimientos cereza-oro anualmente, para estimar la funcionalidad de las actividades de nutrición en el cafetal.
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Capítulo VI. Manejo de suelos en cafetales. 6.1. Introducción. En este tema se describen y explican los factores naturales e inducidos que causan degradación del suelo así como también el proceso erosivo y sus consecuencias; también se explican aspectos de las áreas físicas que se pueden utilizar como unidades de manejo tales como las cuencas hidrográficas; clasificación de tierras según su capacidad de uso; escurrimientos superficiales; calculo de la erosión con la ecuación universal de perdidas de suelos; y practicas o métodos de conservación de suelos tales como las vegetativas; mecánicas; así como los métodos de labranza de conservación. 6.2. ¿Como está formado el suelo? a) Materia inorgánica. Formada a partir de piedras y de lo que han arrojado los volcanes, es la parte de la tierra que nunca ha estado viva. Por su tamaño se distinguen diferentes tipos de partículas, entre las que podemos mencionar piedras, grava, arena, arcilla y limo. b) La materia orgánica. Incluye todo aquello que estuvo vivo, como las partes de plantas, animales, etc. 6.3. El perfil del suelo. Buckman y Brady (1965) indican que las capas superiores del perfil de un suelo contienen generalmente considerables porcentajes de materia orgánica, desde 1 hasta 5 o 6 %, y son oscuras por su acumulación; es la zona con mayor desarrollo de raíces, contiene aproximadamente un 50% de espacios porosos (Figura 45). De acuerdo con esta definición, muchos de los cafetales están situados en superficies que por su contenido de materia orgánica, actividad biológica, compactación, deficiencia de poros grandes, dificultad en el desarrollo de raíces (corchosis), y presencia de horizontes superficiales con altos contenidos de hierro y aluminio, se les puede identificar como subsuelos. Figura 45. Perfil de un suelo en ladera.
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6.4. Suelos para el cafeto: Características, propiedades y manejo. 6.4.1. Características físicas del suelo. Un suelo ideal para el cultivo del cafeto debe tener en volumen, alrededor de 50% de porosidad, 45% de sustancia mineral y 5% de materia orgánica. 6.4.2. Características químicas del suelo. Para un buen crecimiento, el cafeto requiere una cierta cantidad de elementos nutritivos; en el suelo viven gran número de organismos, grandes y pequeños, que participan activamente en los procesos de transformación de la materia orgánica y transferencia de energía. Los suelos excretados por la lombriz son más ricos en materia orgánica, en nitrógeno total y en nitratos, en calcio y magnesio intercambiable, fósforo asimilable, pH y porcentaje de saturación de bases y capacidad de intercambio (Buckman y Brady, 1965). Las bacterias del suelo, son los organismos más abundantes, y de muy rápida reproducción, cumplen papeles importantes en la nitrificación, oxidación del azufre y la fijación de nitrógeno. Sin la presencia de las bacterias, las raíces del cafeto tienen una baja capacidad de asimilación de nutrientes por su carencia de pelos radicales. Las bacterias disuelven los minerales y la materia orgánica, haciendo disponibles los elementos nutritivos para la raíz, de aquí su gran importancia en la producción de los cultivos. 6.5. Textura del suelo. Es importante saber que la mezcla de las distintas partículas puede generar diferentes tipos de suelo; la mezcla de arena, arcilla y limo se conoce comúnmente como “textura”. La tierra de textura mediana, que tiene arena, limo y arcilla en buenas cantidades, es la más fértil. 6.6. Recursos naturales que más ayudan a la agricultura. La existencia adecuada del suelo y su cubierta vegetal, el agua, la temperatura, la luz del sol, y el aire permitirá tener cultivos más productivos; Los diferentes cultivos y las condiciones específicas de los terrenos pueden hacer que cada nutriente se requiera en forma distinta; por esto debemos identificar cuáles son los factores que es necesario incorporar o que hay que corregir en nuestros terrenos, así mejoraremos su fertilidad y tendremos mejores cosechas. 6.7. Reconocimiento del Terreno Es muy importante hacer un recorrido minucioso por el terreno para observar aspectos como su inclinación, vegetación, erosión, cultivos, problemas de producción, deficiencias de nutrientes y presencia de plagas (Figura 46).
Figura 46. Reconocimiento del terreno.
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6.8. Pérdida de fertilidad del suelo en el cafetal. La pérdida de fertilidad de los suelos ocurre de varias formas de manera acelerada, una vez que es ocupado por actividades agrícolas o ganaderas. El suelo, el más básico de los recursos, no es renovable ya que una vez que se pierde es difícil de recuperar en un futuro predecible. 6.9. La erosión. La erosión puede definirse como la remoción y pérdida del suelo de su lugar de origen, este fenómeno es ocasionado principalmente por la acción del agua, el viento y temperatura. La erosión del suelo puede dividirse en dos clases: Erosión geológica: Es ocasionada por diversos fenómenos naturales como la lluvia, el viento y la temperatura ambiental. Erosión inducida: Es causada por el hombre al realizar diversas actividades como las labores en los cultivos, el exceso de los barbechos y rastras. 6.10. Salpica y cubierta muerta. Cuando llueve, las gotas de agua golpean el suelo, desmenuzándolo en pedacitos o partículas sumamente pequeñas, que se elevan junto con el agua que salpica para caer nuevamente en el suelo en forma de lodo (llamado limo), que al secarse se ve como costra; este fenómeno perjudica al agricultor porque, aunque llueva lo suficiente para las siembras, no sirve de nada porque el agua ya no penetra el suelo. Siendo así ¿Qué se puede recomendar para evitar la erosión? Primero hay que evitar el golpe de las gotas de agua, esto se logra tapando o cubriendo el suelo, para lo cual se usan dos clases de cubierta: la cubierta muerta (rastrojo de maíz, cáscaras de todas clases de frutos, virutas, aserrín, ramas, paja de trigo, hojas secas de árboles, etc.) y la cubierta viva (pastizales, árboles frutales, cultivos como maíz, papa, chícharo, tomate, fríjol, camote, trigo, arroz, etc.). 6.11. Principios para desarrollar estrategias sobre el manejo de suelos. Existen nueve principios generales que se deben considerar como lineamentos básicos para desarrollar estrategias sobre los sistemas de manejo de suelos: 1). Aumentar la cobertura de los suelos, 2). Aumentar la materia orgánica del suelo, 3). Aumentar la infiltración y la retención de humedad, 4). Reducir la escorrentía, 5). Mejorar las condiciones de enraizamiento, 6). Mejorar la fertilidad química y la productividad, 7). Reducir los costos de producción, 8). Proteger las parcelas, y 9). Reducir la contaminación del suelo y del ambiente. 6.12. ¿Porqué conservar el suelo y el agua? 6.12.1. Erosión. El uso agrícola de la tierra causa graves pérdidas de suelo; es muy probable, que la raza humana no pueda alimentar una población creciente, sí la pérdida de suelos fértiles por el uso agrícola continua con esta tendencia. Las causas del uso inadecuado de la tierra son múltiples.
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6.12.2. Conservación del agua. La pérdida de agua, que no llega a infiltrar suficientemente en los suelos agrícolas puede causar a largo plazo problemas aún más graves. La erosión y la pérdida de agua no se combaten con medidas de control mecánico, sino con una estructura viva y estable del suelo; sólo esto permite, que el agua de la lluvia no comience a correr en la superficie, sino que se infiltre lo más posible. 6.13. El uso de las tierras de acuerdo con su capacidad. Gran parte de las tierras han sido utilizadas sin estudios previos que muestren cual es el tipo de uso más adecuado y cual es el efecto ambiental de los diferentes usos. Muchos tipos de uso de la tierra, agrícolas o no, son realizados de forma y en lugares inadecuados, lo que ha derivado en pobreza, degradación ambiental, explotación económicamente ineficiente y pérdida de recursos naturales como suelo y agua. 6.14. Medidas mecánicas y barreras físicas para evitar la erosión. De acuerdo con la pendiente de los terrenos y el tipo de textura del suelo, se deben realizar las siguientes prácticas para evitar la erosión y aumentar la filtración de agua en el terreno (figura 47): 1.- Curvas a nivel o desnivel 2.- Terrazas continuas e individuales 3.- Terrazas de camellón 4.- Barreras vivas 5.- Barreras muertas 6. -Diques Figura 47. Pendiente de terreno.
6.14.1. Curvas de nivel: Como medida de conservación del suelo se realizan las curvas de nivel que consiste en el trazo de líneas curvas en el sentido perpendicular de la pendiente, mismas sobre las que se realizan las zanjas, barreras o bien la plantación de cafetos. En esta actividad se utilizan en el trazo, aparatos de lectura directa tales como aparato “A”, nivel de manguera y/o caballete; su principio es un nivel que permite el trazo de las líneas o curvas a nivel. Con estos aparatos se diseña una línea maestra o línea guía sobre la cual se proyecta el trazo de las zanjas y barreras; además sirven para estimar la pendiente del terreno. A continuación se presenta el aparato “A” que es el más utilizado en el diseño y trazo de prácticas de conservación de suelos, así como el de plantaciones de café, por su fácil construcción y bajo costo.
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El aparato “A”. El aparato “A” es el instrumento campesino más importante para saber cómo medir las pendientes, así como por dónde van las curvas de nivel. Se llama “A” porque tiene la forma de una A mayúscula (Figura 48). 6.14.2. Porcentaje de inclinación o de pendiente. Figura 48. Funcionamiento del aparato A.
Si observamos una ladera notaremos que existen partes en las que la inclinación es más marcada que en otras. Para saber qué tipo de medida de conservación debemos realizar en nuestros terrenos se necesita conocer el porcentaje de inclinación de la ladera. Este porcentaje se calcula de la de la forma en que lo muestra la figura anterior. Según ese porcentaje se marcan las curvas de nivel y en ellas se siembran las barreras vivas y se hacen las zanjas (Cuadro 3). Cuadro 3. Porcentaje de inclinación de laderas. % de inclinación de la ladera 1-3 3-5 6 - 12 13 – 20 21 – 40 41 – 60 60 o más
Nombre de la ladera Plana Suavemente inclinada Moderadamente inclinada Fuertemente inclinada Moderadamente escarpada Escarpada Muy escarpada
Sabemos que el agua no escurre igual en todas las laderas, por esa razón la distancia entre zanja y terrazas deben ser diferentes para cada ladera, según su inclinación. Para saber la distancia entre zanjas se debe consultar la tabla que a continuación se presenta (Cuadro 4). Esta tabla nos indica que a menor pendiente, mayor distancia entre curvas y viceversa. Cuadro 4. Distancias entre curvas según la pendiente del terreno % de inclinación de la ladera 2% 5% 8% 10 % 14 %
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Distancia entre curvas (metros) 30 m 28 m 24 m 20 m 18 m
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% de inclinación de la ladera 16 % 20 % 25 % 30 % 35 % 40 % 45 % 45-60%
Distancia entre curvas (metros) 16 m 14 m 12 m 10 m 8m 6m 4m Terrazas individuales continuas
Debe aclararse que en laderas con más de 45% de inclinación se recomiendan las terrazas individuales continuas. La distancia entre éstas será la recomendada para reforestación o para árboles frutales, dependiendo de la clase de árboles que se siembren. Si las laderas tienen más del 60% de pendiente se dejan únicamente para la vida silvestre. 6.14.3. Trazo de la línea guía o línea madre. En el terreno, la distancia entre zanjas se define con la ayuda de la línea guía o madre, que es una línea de estacas clavadas en dirección de la ladera (figura 49). A continuación se describe el procedimiento para su trazado: Línea guía o madre
a) La primera estaca se clava en la parte más elevada de la ladera b) En la dirección de la pendiente hay que clavar las estacas que quepan de acuerdo a la distancia entre zanjas. c) Debe hacerse a la mitad del terreno o de la ladera, buscando la parte más inclinada. d) Perpendicular a la línea madre se traza la línea maestra con el aparato “A” iniciando en la mitad del terreno e iniciando el trazo de la mitad de la línea madre hacia las orillas del terreno.
Línea maestra
Figura 49. Colocación de la línea.
6.14.4. Construcción de zanjas o acequias de ladera. a) La zanja o acequia debe ser trapezoidal, esto es, que tenga forma de batea o artesa. Se recomienda esta forma porque tiene más capacidad para retener el agua y se derrumba menos (figura 50). Figura 50. Construcción de zanja.
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b) Estas zanjas deben llevar reguladores atravesados cada 8 ó 10 metros, para que puedan retener el agua y que sean más resistentes. c) La capacidad de retención del agua en las zanjas a nivel con esta forma de batea es de 198 litros por cada metro lineal. 6.14.5. Construcción de terrazas. Las terrazas se pueden construir en la parte más escarpada de la pendiente, o sea, aquella con más de 45% de inclinación, Entre mas inclinada sea la ladera, más pequeña debe ser la terraza. Existen diferentes tipos de terrazas debido a la naturaleza de la pendiente y los objetivos de las terrazas (Figura 51). Terrazas Continuas. Se recomiendan para laderas con más de 45% de pendiente. Estas terrazas se trazan con el Aparato “A”. Una vez colocadas las estacas se miden dos metros hacia arriba (a partir de cada una de ellas) y se escarba la tierra hacia las estacas dejando un pequeño bordo (al contrario de la pendiente), estableciendo sobre la terraza los cafetos o árboles frutales. Terrazas Individuales o de Banco. Para laderas de más de 45% de pendiente. Son usadas para árboles frutales forestales y de ornato. Requieren menos trabajo que las anteriores, ya que para cada árbol se construye una terraza del tamaño de la proyección de la copa del árbol o arbusto.
Figura 51. Terrazas.
6.14.6. Cobertura del suelo. Desde inicio del siglo se han realizado varios estudios para observar el efecto de la cobertura vegetal en la reducción de la escorrentía y de la erosión (figura 52). A. Cobertura del suelo vs. pérdidas de suelo y agua. La cobertura del suelo tiene una acción protectora por la interceptación y absorción del impacto directo de la gota de lluvia, previniendo así el sellado de la superficie y preservando la estructura del suelo. B. Cobertura del suelo vs. Plantas y sus residuos
Figura 52. Coberturas de suelo.
La cobertura del suelo puede ser representada básicamente por la cobertura vegetal de las plantas en desarrollo (período vegetativo) o por sus residuos (Forster, 1981, citado por López, 1984).
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6.14.7. Barreras vivas. Son hileras de plantas perennes y de crecimiento denso, sembradas perpendicularmente a la pendiente (curvas a nivel). Las plantas se siembran una cerca de la otra para formar una barrera continua. Sirven para reducir la velocidad del agua de escorrentía y además actúan como filtros vivos, atrapando los sedimentos que lleva el agua que escurre sobre la superficie del suelo (figura 53). Establecimiento: Se trazan las líneas guías en contorno, después de haber identificado la pendiente promedio de la parcela y haber definido el espaciamiento entre las barreras. El trazado se realiza con aparato “A’’ o con nivel de manguera. Las barreras vivas deben sembrarse al inicio de la época de lluvia, supervisar el prendimiento para luego realizar el repoblamiento de los lugares vacíos.
Figura 53. Barreras.
6.14.8. Cultivo en contorno. El cultivo en contorno es una de las prácticas más simples y de gran eficiencia en el control de la erosión (figura 54), consiste en la siembra de cultivos en función de las curvas de nivel del terreno, es decir, perpendicularmente a su pendiente. Figura 54. Construcción de Contorno.
6.14.9. Control de cárcavas. En general, el control de cárcavas es difícil y costoso. La restauración de un área demanda tiempo, trabajo y capital, por lo que es económicamente recomendable establecer un plan de prevención de cárcavas (Figura 55). Como norma general, será necesario proteger la salida de la barrera para impedir que la obra sea destruida por el flujo de agua del vertedero. Es importante recibir mantenimiento y por tal razón se recomienda después de lluvias fuertes, realizar una inspección para verificar posibles daños. Figura 55. Representación de una cárcava.
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Capitulo VII. Manejo integrado de plagas del cafeto. 7.1. Introducción. En México se han reportado 16 plagas de importancia económica que afectan al cafeto; entre estas sobresalen la broca del fruto, el minador de la hoja, piojo harinoso del follaje y de la raíz, barrenador del tallo y araña roja; las plagas tienen una incidencia más localizada y muy variada, por ejemplo las palomillas y nematodos atacan el sistema radical; los cortadores y taladradores al tallo y las ramas; los cortadores y chupadores a las hojas y la broca a los frutos. 7.1.1. Aspectos generales. A). Diferencias entre clases de plagas que afectan al café (cuadro 6). Cuadro 6. phyllum: Artropoda.
CLASE INSECTA
CLASE ARACHNIDA
Órdenes: coleoptera, orthoptera, hemiptera, homoptera, lepidoptera.
Órden: Acarina
• 3 pares de patas. • Cuerpo dividido en tres regiones (cabeza, tórax y abdomen). • Un par de antenas. • Casi siempre dos pares de alas (en el estado adulto).
• 4 pares de patas (excepto las formas inmaduras que pueden tener 3 pares). • Cuerpo dividido en 2 regiones (cabeza y tórax unidos, y abdomen). • Tamaño pequeño. • Algunos son plaga y otros son benéficos.
B). Tipos de desarrollo. Durante el ciclo biológico, los insectos cambian de forma conforme van creciendo, desde que son huevos (figura 56), hasta llegar a adultos (figura 57). A este cambio de forma se les llama metamorfosis. De esta manera podemos clasificar a los insectos de acuerdo a su tipo de metamorfosis en metamorfosis simple o incompleta y metamorfosis completa.
Figura 56.
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Figura 57.
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Metamorfosis simple (incompleta): Los insectos pasan por los estados de huevo, ninfa y adulto (figura 58). Los estados juveniles son muy parecidos a los adultos, la principal diferencia es que no tienen alas y no son maduros sexualmente. A los estados juveniles o inmaduros se les llama ninfas. Ejemplo: chinches y pulgones. Metamorfosis completa: En esta fase, los insectos pasan por los estados de huevo, larva (o gusano), pupa y adulto (figura 59). Los estados juveniles (gusanos o larvas), son muy diferentes a los adultos. La pupa es un estado de reposo donde la larva se envuelve en un capullo para trasformarse en adulto. Por ejemplo: palomillas, mariposas, escarabajos, crisopas y moscas.
Figura 58.
Figura 59.
C). Clasificación de los insectos. Es muy útil reconocer el grupo u orden al cual pertenece un insecto, dado que los insectos que pertenecen a un mismo orden tienen características similares, tal como tipo de metamorfosis y aparato bucal (cuadro 7). Cuadro 7. Nombres comunes y Orden de algunos insectos Nombre común Nombre cientíEjemplo de especies Tipo de me- Tipo de pardel Orden fico del Orden tamorfosis tes bucales. Pulgones Homóptera Áfidos, chicharritas, esca- Simple Chupador mas, piojo harinoso, psila. Chinches
Heteróptera
Trips Tijerillas Palomillas
Thysanóptera Dermáptera Lepidóptera
Escarabajos gorgojos Moscas
y Coleóptera Díptera
Avispas y abejas Hymenóptera Crisopas
Neuróptera
Chinches ligus, campiloma, apestosas, deraeocoris Trips Tijerillas Palomilla de la manzana, enrolladores de las hojas, gusanos cortadores, minador de la hoja. Barrenador de los frutales, catarinitas. Mosca del cerezo, mosca sírfide, mosquito cecidomido. Babosa del peral, las avispitas parásitas. Crisopa verde
Simple
Chupador
Simple Simple Completa
Raspador Masticador Masticador
Completa
Masticador
Completa
Chupador
Completa
Masticador
Completa
Masticador
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D). Desarrollo de los insectos. Se desarrollan rápidamente durante el verano, cuando las temperaturas son calientes, y tienen un menor desarrollo cuando las temperaturas son bajas. Cada especie de insecto tiene su propio medio óptimo de desarrollo, es decir, si la temperatura ambiente es muy baja, el insecto detiene su crecimiento y si las temperaturas son muy altas, hasta puede morir. 7.2. Plagas del cultivo del café. A continuación se describen , por tipo de daño, las plagas más comunes presentes en cafetales de México. 7.2.1. Plagas que atacan las flores. El piojillo de los cojines florales. Orthezia praelonga Douglas y O. insignis Browne) Homoptera: Orthezidae (figura 60). Conocidos como escamas blancas móviles, fácil de reconocer a las hembras dado que producen un ovisaco blando, blanco, alargado y con lados rectos. La hembra adulta es de color blanco brillante, mide hasta 12 mm y camina lentamente arrastrando un ovisaco con decenas de huevos, del cual emergen las ninfas que son móviles con filamentos cerosos laterales. Descripción del daño. Las ninfas y los adultos se localizan en los nudos, entre las yemas florales y los frutos en desarrollo; cuando las poblaciones son altas puede causar la necrosis y caída de los botones florales.
Figura 60.
Prácticas de control. Se ataca las colonias con agua jabonosa a presión y evitando que las ninfas vuelvan a subir al árbol, mediante la colocación de una banda pegajosa en el tallo o una banda plástica sobre la cual se aplica grasa. 7.2.2. Plagas que atacan a los frutos. 1. Broca del Café fruto del café (Hypothenemus hampei) (figura 61). Insecto considerado como plaga principal del cultivo del café, se encuentra en la mayoría de las zonas cafetaleras del país y es causa de pérdidas económicas de consideración. Su ciclo de desarrollo es de 25 a 33 días, desde la puesta de un huevo hasta la salida de la cereza de un adulto; la hembra oviplena puede entrar a varias cerezas y depositar hasta 20 huevos. Una hembra puede tener de 7 a 10 generaciones en un año; por su parte el macho nace, se desarrolla y muere dentro del grano.
Figura 61.
La broca se reproduce desde que el grano esta semiconsistente. La larva se alimenta de la semilla desmejorando su calidad y/o causando la caída de la cereza. En cada fruto pueden existir de
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8 a 10 brocas adultas que ponen cada una de 60 a 70 huevos. Al inicio de las lluvias las hembras salen de los cerezos dejados en la cosecha anterior y se movilizan buscando cerezas consistentes, Esta etapa se denomina transito y es él momento adecuado para el control biológico o químico (cuadro 8). Cuadro 8. Macho Vive hasta por dos meses. Su única función es la de fecundar a las hembras. El macho muere en el mismo grano donde nace. No sale. Por cada macho hay 10 hembras.
Hembra Vive hasta por cinco meses. Su función es la de poner huevos. La hembra sale del grano donde nace y daña otros granos. Su daño es mayor que el causado por el macho.
Descripción del daño. La broca destruye frutos tiernos, granos maduros, cerezas y almendras. En frutos jóvenes, el insecto perfora los granos que aún se encuentran en estado blando-lechoso (figura 62). El fruto verde y maduro atacado, pierde peso, aumenta la proporción de café vano en grano verde (más de tres perforaciones en un grano) aumenta considerablemente la mancha pesada (malos sabores en taza) y da mala apariencia al grano, disminuyen los rendimientos de la cosecha y disminuye el precio. Prácticas de control. Se aplica el manejo integrado de la broca, que consiste en realizar métodos de control en los cafetales que se aplican durante todo el año. Existen varios métodos de control:
Figura 62.
Control legal. El café producido en zonas afectadas para su movilización debe sujetarse a tratamientos cuarentenarios bajo la normatividad vigente de la Norma Oficial Mexicana NOM-002FITO-2000, que establece la Campaña contra la Broca del Café. Control manual. Son las actividades de control que se hacen con la mano, el propósito es recoger los frutos caídos durante la cosecha para que la broca no tenga alimento para vivir. De esta forma la broca no encontrará alimento, ni donde vivir, lo que reduce la presencia de esta plaga para la próxima cosecha (figura 63).
Figura 63.
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Control cultural. Son actividades que normalmente se hacen en el cafetal para evitar las condiciones de temperatura y humedad que favorezcan el desarrollo de la broca, como la regulación de sombra, la poda, el control de malezas, la fertilización y la nutrición. Control biológico. Existen tres tipos de control biológico utilizados para la broca del café, aplicación del hongo Beauveria bassiana, el uso del insecto Cephalonomia stephanoderis, y el control con un insecticida orgánico o repelente vegetal, llamado Neem. Control etológico o trampeo. Consiste en el uso de trampas para capturar y matar la broca hembra. De esta forma se evita que la broca llegue a los nuevos frutos de la siguiente cosecha. Estas trampas se elaboran con un envase PET y una combinación de alcoholes semejantes a los que tiene dentro del fruto de café que sirven como atrayente para la broca, se colocan a una altura de 1.20 a 1.50 metros del suelo, debido a que la broca vuela a esta altura. Existen diferentes tipos de trampas, éstas varían en su costo, materiales y en su duración, así como en la forma de elaborar el atrayente para capturar brocas. Todas las trampas tienen la misma función, y lo más importante es que se utilicen en forma adecuada (figura 64).
Figura 64.
Control Químico. Es la utilización de sustancias químicas para matar a la broca; en el control de la broca se utilizan varios productos, el más conocido es el Endosulfan, Tridane 350 o Thiodan 35% C.E. El uso de químicos se considera sólo si no hemos podido reducir el nivel de daño de la broca con otro tipo de control.
Figura 65.
Actualmente las autoridades fitosanitarias tienen catalogados el Endosulfan de uso restringido, de manera que si lo vamos a utilizar, debe ser autorizado y supervisado por el personal oficial de la SAGARPA o personal fitosanitario aprobado (figura 65).
2. La escama articulada. Selenaspidus articulatus (Morgan) (Homoptera: Diaspididae). Insecto de forma plana y circular aparentando un escudo. Presenta una fuerte constricción entre el prosoma y el postsoma. Ocurre principalmente en el haz de las hojas y en el epicarpio de los frutos verdes. En México no se tiene un control específico, se recomienda realizar el control cultural (figura 66).
Figura 66.
3. Gorgojo del grano de café almacenado. (Araecerus fasciculatus, De Geer). Esta plaga no es específica del café almacenado, ya que se alimenta de varios productos como cacao, maíz, achiote, arroz, frutas secas, etc. El adulto mide de 2.5 a 4.5 mm de largo, tiene cuerpo de forma oval y convexo, las hembras ovipositan en las ranuras de los granos en pergamino o sobre las hendiduras del fruto almacenado en bola, capulín o cerezo.
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Entre cinco y siete días después nacen las larvas que miden de 5 a 7 mm, al poco tiempo de nacidas empiezan a perforar al grano. La larva muda de piel cinco veces en un lapso aproximado de 55 días y se convierte en pupa, dura así un período de cinco a ocho días, al cabo de los cuales emerge el insecto adulto.
Figura 67.
Las larvas perforan el grano haciendo una galería, con estos daños, el café pierde valor, se recomienda secar bien el café, limpiar la bodega que va a recibir el producto, y hacer aspersiones en pisos, paredes y techos con productos químicos recomendados (figura 67). 7.2.3. Plagas que atacan hojas y ramas. 1. Hormiga arriera (Atta cephalotes) (figura 68). Las hormigas se alimentan del follaje y en ocasiones dejan las plantas completamente desprotegidas, teniendo un efecto negativo inmediato en el proceso de fotosíntesis, la producción de alimento y la formación de frutos (figura 69).
Figura 68.
Para el manejo integrado de la hormiga arriera se deben realizar: A. Control mecánico, que consiste en destruir las hormigas reinas de hormigueros recién formados. B. Control físico, que es la aplicación de agua con manguera por 24 horas directamente en la entrada principal del hormiguero; también el agua hirviendo puede ser muy efectiva. C. Control cultural, a partir de contar con cultivos múltiples para evitar el monocultivo. D. Control biológico a partir de la presencia de predadores como aves, iguanas y mamíferos menores que facilitan el control natural. Figura 69.
2. El minador de las hojas del cafeto. (Leucoptera coffeella). Es una polilla blanca que mide unos 2,5 mm de largo con un penacho blanco, a manera de melena en la cabeza, el macho es más pequeño. Durante el día, están posados en el envés de las hojas y vuelan en tramos cortos cuando se entra al cafetal, la hembra pone en el haz de la hoja grupos de hasta siete huevos durante la noche y llega a poner unos 70 huevos en unas tres semanas, con ocho generaciones en un año. El daño lo causa la larva que consume 1 a 2 cm de área foliar durante todo su estado, por ello es importante regular las podas para reducir las poblaciones de minador (figura 70).
Figura 70.
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3. Barrenador de tallos tiernos (Xylosandrus morigerus; Blandford), Scolytidae. Es un insecto plaga cuyo centro de distribución es la región Indomalaya. Ataca ramas, ramillas, brotes jóvenes y a veces frutos, lo cual impide la circulación de la savia, y ocasiona la muerte de estos (Figuras 71 y 72). Si la muerte no ocurre, se reduce el rendimiento por efecto del daño sobre la floración y el desarrollo del fruto, las hembras tardan de 1 a 3 días en romper el tallo y llegar hasta la médula y Figura 71. de 4 a 6 días para construir la cámara e iniciar la postura; a los 10 días ya se pueden ver grupos de huevos (14 a 20) sobre una capa de micelio y 8 días después aparecen las primeras larvas. Las larvas son ápodas y vermiformes, en 10 días se desarrollan y se transforman en pupa, diez días más tarde, se transforma en un imago. Se manifiesta por la aparición de cogollos marchitos y ramas secas; al observar estas ramas se encuentran agujeros redondeados bien definidos hacia los entrenudos de la parte media. Su distribución agregada en el cafetal permite la localización de los focos y la poda de las ramas con cogollo seco.
Figura 72.
4. Piojo harinoso del follaje, Planococcus citri (Risso); (Homoptera: Pseudococcidae). La hembra adulta es de forma ovalada, mide de 3 a 4 mm y pone una masa de huevos amarillentos dentro de un ovisaco protegido por una envoltura algodonosa. Tanto las ninfas como los adultos son móviles, es de los insectos más dañinos en los cafetos, debido a que se localizan sobre los pedúnculos de los frutos en desarrollo, causando el secamiento de todo el nudo (figura 73). Figura 73.
5. Gusano monturita. (Sibine fusca, Stoll; Sibine apicalis, Dyar, Sibine spp). (Lepidoptera: Limacodidae). En café, Sibine fusca es la especie de mayor ocurrencia, ataca las plántulas desde el almácigo. Las larvas son de hábitos gregarios y poseen pelos urticantes (figura 74). Los adultos son polillas de hábitos nocturnos, el daño inicial son raspaduras en las hojas y a medida que las larvas crecen consumen la lámina foliar. El control puede ser manual recogiendo larvas y pupas, lo que se favorece por el hábito gregario de este género, pero teniendo cuidado al recogerlas, pues la cubierta del cocoón es muy urticante.
Figura 74.
6. Falsos medidores. Trichoplusia ni (Hubner) y Pseudoplusia includens (Walker) (Lepidoptera: Noctuidae - Plusiinae). La polilla hembra oviposita en el envés de la hoja; las larvas son verde claro con líneas blancas longitudinales en el dorso y admesal. La pupa de color verde claro ocurre dentro de un capullo sedoso algo ralo en el envés de las hojas.
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El adulto es una polilla de color café oscuro bronceado. La larva causa perforaciones pequeñas en las hojas tiernas (Figura 75), dejando sólo la nervadura central.
Figura 75.
7. Escamas o queresas. Escama verde (Coccus viridis Green); escama coma (Lepidosaphes beckii); escama globosa (Saissetia hemisphaerica); escama algodonosa (Icerya purchasi); chinche harinosa (Pseudococcus sp.) etc., son pequeños insectos que viven protegidos por una especie de concha y se encuentran pegadas a los tallos, a las ramas, a las hojas y a los frutos del cafeto.
Figura 76.
Al chupar la savia debilitan a la planta, favorece la dispersión de la fumagina, enfermedad que se caracteriza por el cubrimiento de tallos, ramas, flores y frutos con un polvo negro muy fino. Se controla eliminando las plantas hospederas de escamas, se sugiere regular la sombra en época de lluvia (figura 76).
8. El Chacuatete. Idiarthron subquadratum Sauss & Pict (Orthoptera: Tettigoniidae). Es un insecto común en la región cafetalera pero carece de importancia económica. Los cafetos atacados muestran lesiones irregulares sobre los bordes de las hojas (Figura 77), también pueden observarse lesiones sobre los brotes tiernos, cogollos y puntas de las ramas; un síntoma más característico es la aparición de frutos verdes y maduros que muestran la pulpa destruida. Estos daños son ocasionados por las mordeduras de las ninfas y adultos de la plaga cuando se alimentan.
Figura 77.
Los huevos son alargados y las ninfas y adultos son semejantes a grillos o chapulines. Ninfas y adultos están dotados de fuertes y grandes mandíbulas. Se sugiere la eliminación de los Chacuatetes a través de trampas elaboradas con canutos de bambú, todos los días las trampas se revisan y los chacuatetes se matan manualmente. 9. El barrenador del tallo del cafeto. (Plagiohamus maculosus; Bates). La larva barrena o taladra el tronco a nivel del suelo; para combatir la mayor parte de esta plaga se emplean insecticidas en distintas dosificaciones según el insecto. Se ha observado que las plantas afectadas muestran en su base un polvillo o aserrín de color amarillo claro (figura 78).
Figura 78.
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10. Araña roja. (Oligonychus ilicis, Mc Gregor). Es una plaga propia de cafetales que se localizan en zonas altas y su severidad esta íntimamente ligada a la falta de sombra con prolongados periodos de sequía. Esta plaga está constituida por ácaros muy pequeños, de 0.4 a 0.6 mm, de forma ovalada y de color rojo claro o café rojizo. Está provisto de órganos perforadores que atraviesan la epidermis de las hojas y absorben los jugos celulares (figura 79). Las hembras depositan de diez a 15 huevecillos; de seis a diez días después eclosionan. La fase adulta ocurre de 11 a 17 días. Para su control de aplican aspersiones de químicos. Figura 79.
7.2.4. Plagas que atacan las raíces.
1. Palomilla de la raíz (Dysmicoccus spp). Estas especies son consideradas las más dañinas, pues causan la muerte de árboles en producción. La hembra pone los huevos en un ovisaco del cual emergen las ninfas, las cuales pasan por tres instares antes de alcanzar el estado adulto. Las ninfas y adultos succionan savia de las raíces, y a medida que la población crece se presenta una ligera marchitez y luego clorosis foliar; posteriormente defoliación y muerte del árbol. Cuando se encuentran árboles en producción (mayores de dos años) afectados por la palomilla, lo recomendable es sustituirlos, arrancando muy bien todas las raíces colonizadas y luego se siembra cafeto sano (figura 80).
Figura 80.
2. Gallina Ciega (Anómala sp, Phyllophaga sp.). Ocurren principalmente en los cultivos de clima medio y frío, ponen sus huevos en el suelo, especialmente en aquellos ricos en materia orgánica. Su ciclo biológico es muy largo, aproximadamente un año, durante el cual ocurren 2 períodos de vuelo. Consumen raíces de cultivos (figura 81) y coberturas, inicialmente aparecen los arbolitos menores de un año, cloróticos y defoliados; al arrancarlos se observan sus raíces casi totalmente consumidas por las larvas. Los adultos de algunas especies son fitófagos y se alimentan del follaje.
Figura 81.
Se recomienda el manejo de coberturas, de tal manera que el suelo esté siempre cubierto, puede contribuir a mantener las poblaciones en equilibrio natural. 3. Nemátodos. (Meloidogyne spp; Pratylenchus sp.)Los daños ocasionados por los nemátodos en el cultivo del café son de considerable importancia. Los grupos más nocivos se encuentran distribuidos ampliamente en las principales zonas cafetaleras del país, destacándose los del género Pratylenchus spp. y Meloidogyne spp. Estos parásitos provocan el retardo en el crecimiento de las plantas, también favorecen la incidencia de enfermedades de la raíz. El control de nemátodos se realiza mediante productos químicos organofosforados de acción sistémica y de contacto, en formulación granulada y concentrado emulsificante aplicándolos al follaje y al suelo (figura 82). Figura 82.
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VIII. Manejo Integrado de Enfermedades. 8.1.
Introducción.
La mayoría de las enfermedades más importantes del cafeto son el resultado de desequilibrios en el microambiente de la plantación (exceso de calor y humedad, falta de nutrientes en el suelo) que eventualmente se reflejan en la propia planta, alterando su estado fisiológico. Entre las enfermedades que se consideran de mayor importancia por los daños que causan en las plantaciones cafetaleras están: roya anaranjada, ojo de gallo, antracnosis, requemo y mancha de hierro. En este capítulo haremos una revisión de las principales enfermedades que afectan al cafeto, la mayoría de ellas de tipo fungosas, y se harán recomendaciones para aplicar el manejo integrado. 8.2
Principales enfermedades del cafeto.
8.2.1. Roya anaranjada (Hemileia vastatrix) Características: Es la enfermedad del cafeto más importante a escala mundial desde 1981, ataca únicamente a las hojas. El hongo se disemina por diferentes medios como el viento, la lluvia, insectos y el hombre, entre otros. Síntomas: Empiezan con manchas redondas muy pequeñas, de color amarillo claro en el enuez (figura 83), luego estas manchas o pústulas crecen rápidamente y se cubren de un polvo anaranjado formado por las esporas (semillas) del hongo. En el Figura 83. haz de las hojas, la posición de cada pústula se manifiesta como manchas amarillentas de igual tamaño y pueden mostrar muerte del tejido en lesiones viejas (figura 84). Esta enfermedad es más severa en regiones cálidas y lluviosas, cuando se producen ataques fuertes, ocurre la caída de las hojas, reduciendo el vigor general de la planta, la producción futura y la maduración se vuelve irregular. Control: Tiene que ser bajo un manejo integrado, a través del conocimiento del ciclo de la enfermedad y los factores que la favorecen. En zonas altas se hacen prácticas de manejo para la prevención; en zonas medias, es necesario combinar las prácticas culturales con la aplicación de un fungicida; y en zonas bajas es necesario establecer un programa de control químico preventivo y de prácticas culturales.
Figura 84.
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Control cultural. Las prácticas más importantes son: a) Podas. Las principales son las de formación y rejuvenecimiento por que eliminan una cantidad importante de tejido enfermo. b) Fertilización. Mantener las funciones nutrimentales de los cafetos en equilibrio y dependiendo de las condiciones del suelo y de la planta. Es necesario poner atención al potasio ya que este nutriente le confiere a la planta una mayor tolerancia a la roya y además favorece la producción. c) Regulación de sombra. El exceso de humedad favorece el desarrollo de la enfermedad y predispone a los cafetos a otras enfermedades. Al regular la sombra se favorece el incremento de la temperatura y la regulación de la humedad relativa, permitiendo una mayor luminosidad y ventilación, lo que restringe el avance de la roya en los cafetos. d) Deshijar. Se debe deshijar al menos una vez al año tanto en plantas podadas como en plantas viejas para evitar un autosombreado. e) Control genético. Es el uso de variedades tolerantes o resistentes al hongo, pueden ser materiales de alta producción como los catimores. f) Control químico. El fungicida preventivo más utilizado en el control químico de la roya es el oxicloruro de cobre, La utilización de este producto se da cuando la ocurrencia de la roya vaya en aumento y llegue a alcanzar niveles de infección que estén entre el 10 y el 15% o más. 8.2.2. Ojo de Gallo (Mycena citricolor) Características: Es una enfermedad ampliamente distribuida en México, de gran importancia por los daños que causa y requiere de atención por su persistencia en los cafetales. Síntomas: El hongo se presenta en el haz (arriba) de las hojas como manchas circulares de color pardo con bordes bien definidos (figura 85). En ocasiones el tejido necrosado se desprende, el hongo puede colonizar además de las hojas, los pecíolos, nervaduras, pedúnculos y Figura 85. frutos verdes. En ataques severos, puede haber caída de hojas hasta en un 90% de la planta y los frutos sufren daños que afectan el despulpado. El exceso de sombra es un factor determinante en el desarrollo de este hongo. Control: Se aplica el control cultural que son las mismas que para el caso de la roya. Además encalar los suelos para favorecer la absorción del calcio por la planta y formar una barrera física en la hoja. El control químico, solamente se justifica en ataques muy severos y cuando los daños se hayan extendido a plántulas en crecimiento o viveros. El fungicida utilizado es oxicloruro de cobre, recuerde que antes de hacer cualquier aplicación de agroquímico es necesario hacer prácticas de poda y rejuvenecimiento, fertilización y regulación de sombra para tratar de contrarrestarla.
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8.2.3 Mancha de Hierro (Cercospora coffeicola) Características: Es una de las enfermedades del cafeto más conocidas y distribuidas, produce infecciones y daños de consideración en viveros y plantaciones sin sombra y en plantas mal nutridas. Síntomas: En las hojas se presentan manchas poco más o menos circulares, al principio de color pardo rojizo, después el centro de la lesión toma un color pardo grisáceo (Figura 86) alrededor de las lesiones se forma un halo clorótico de borde indefinido.
Figura 86.
La enfermedad se vuelve más severa cuando el hongo se presenta en los frutos (figura 87), produciendo manchas hundidas irregulares de coloración pardo oscura a negruzca. Control cultural: Tanto en viveros como en plantaciones, la aparición de brotes severos de la enfermedad se evita dándole un manejo uniforme a la sombra y considerando un programa de nutrición adecuado. Figura 87.
Control químico: Cuando aparecen las primeras manchas, se aplica benomyl (benlate), en dos a tres aplicaciones con intervalo de 25 días. 8.2.4 Mal de hilachas (Corticium koleroga) Características: Es una enfermedad fungosa que se encuentra extendida en las zonas donde predominan condiciones de alta humedad y plantaciones situadas a menos de 700 msnm, los daños pueden reducir hasta un 30% de rendimientos la cosecha siguiente. Síntomas: Inicia con la aparición de una hebra oscura y áspera que se adhiere a lo largo de los tallos y ramas laterales. Se extiende en forma de abanico hacia el lado inferior de las hojas y sobre los frutos verdes formando una película blanca que con el tiempo se ennegrece. Finalmente las hojas se secan y permanecen sujetas a las ramas por medio del micelio (telilla) del hongo (Figura 88).
Control cultural: La poda de formación que también elimina ramas enfermas después de la cosecha, es la práctica más importante para controlar la enfermedad, porque reduce el inóculo invernal, sin embargo, además de la poda las ramas eliminadas deben sacarse del cafetal, acordonarse entre las hileras o incluso quemarse para evitar que los nuevos crecimientos del micelio alcancen los tallos o ramas bajas de los cafetos. Figura 88.
Control químico: Se aplica un fungicida a base de cobre y las aspersiones se deben dirigir al envés de las hojas y a la zona de goteo de la planta.
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8.2.5 Antracnosis (Colletotrichum coffeanum) Características: Se presenta también por problemas de mala regulación de sombra, en suelos poco fértiles y en cafetos mal nutridos. Síntomas; Produce manchas concéntricas oscuras en las hojas pero raramente producen defoliación. Las ramas en producción pueden ser afectadas por el hongo que produce el secamiento de las mismas, comienza por las puntas y deja los frutos secos y momificados (Figura 89). Control cultural: Se aplican las mismas actividades que para mancha de hierro.
Figura 89.
Control químico: Algunos fungicidas a base de cobre pueden usarse como preventivos antes del inicio de las lluvias. 8.2.6 Requemo (Phoma costarricenses) Características: Ataca generalmente los crecimientos nuevos en cualquier etapa de desarrollo de la planta y los brotes que salen después de una recepa, ataca principalmente en condiciones de zonas altas entre los meses de octubre a febrero.
Figura 90.
Síntomas: Se comienza a manifestar al inicio de lluvias y se intensifica conforme avanza la estación. El hongo esporula abundantemente sobre las lesiones y las esporas son acarreadas por viento, agua e insectos las cuales germinan muy rápidamente e invaden los tejidos tiernos (figuras 90 y 91). Control cultural: En la prevención de esta enfermedad es importante considerar la época en que se hace la recepa, se recomienda realizarla entre los meses de febrero a marzo. Control químico: En plantaciones nuevas o con un programa de manejo de tejido vegetal, es necesario aplicar fungicidas preventivos contra la enfermedad.
Figura 91.
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8.2.7. Mal del Talluelo (Rhizoctonia solani) Características: Esta enfermedad es la más importante en los semilleros y almácigos de café, en ocasiones puede provocar pérdidas casi totales. El hongo es un habitante común del suelo, se propaga rápidamente cuando existe mucha humedad y sombra. Síntomas: Se produce el marchitamiento de las plantas a causa de una pudrición húmeda de color pardo oscuro o negruzco en la base del tallo. A veces se doblan en el lugar de la lesión debido a un estrangulamiento del tallo y llega a secarse en su totalidad (figura 92).
Figura 92.
También se puede presentar un ataque pre emergente que consiste en la pudrición de la radícula en el punto en que sale de la semilla, de modo que la planta no llega a asomar el suelo. El daño generalmente aparece en parches cuando la planta se encuentra en el semillero. Control: Seleccionar lugares apropiados para el establecimiento del semillero, evitando aquellos muy húmedos y sombreados y procurando un buen drenaje del suelo. 8.2.8. Corchosis de la Raíz del Cafeto. Características: Esta enfermedad la ocasiona un complejo patogénico en el que intervienen principalmente los nemátodos (plaga del suelo) y otros hongos asociados, entre ellos varias especies del género Fusarium. Síntomas: El complejo se identifica por el acorchamiento de raíces primarias y la raíz principal, que se acompaña de grandes tumoraciones que atrofian las raíces. En la parte aérea los cafetos muestran debilitamiento y amarillamiento general, después de tres cosechas comienza a defoliarse hasta quedarse solamente con las hojas de las ramas superiores, en ocasiones las plantas pueden sufrir acame (caída) (figura 93).
Figura 93.
Control legal: Es necesario establecer medidas cuarentenarias en zonas infestadas, a fin de evitar la diseminación por medio de plantas de vivero, por lo que se debe desinfectar el suelo. Control cultural: Las labores de cultivo para prevenir los daños por corchosis debe realizarse la desinfección del suelo en semilleros y viveros, control de maleza, podas, remoción de plantas muertas, Injertación y adición de abonos orgánicos. Se ha comprobado que la aplicación de pulpa de café, estiércol de equino, bagazo de caña en composta o por separado, estimula de manera muy eficiente el sistema radical de la planta, aumenta las poblaciones de organismos benéficos en el suelo y contribuye a la disminución de las poblaciones de los patógenos involucrados en la corchosis, se recomienda aplicarlos una vez por año.
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8.2.9. Pudrición Radicular del Cafeto (Rosellinia sp). Características: Es una enfermedad fungosa que se presenta en regiones con alto contenido de materia orgánica o residuos en descomposición, caracterizados por una alta humedad. Síntomas: El hongo, ataca plantas jóvenes y adultas, presentando debilitamiento gradual de cafetos, una marchites foliar, amarillenta y hasta la muerte de las ramas y por lo tanto nula producción. Los daños se distinguen por el amarillamiento y marchites del follaje, posteriormente se defolian y finalmente se secan (figura 94). Control: Arrancar y quemar todos los cafetos dañados, al resembrar debe desinfectase la cepa donde se removió alguna planta infestada, acondicionar la sombra de acuerdo al clima de la región con el propósito de reducir la humedad ambiental y mejorar la ventilación Figura 94. y luminosidad del cafetal, evitar heridas en la base de los tallos, realizar trincheras de separación entre plantas enfermas y sanas para impedir la diseminación de la enfermedad, evitar la formación de charcos de agua y no usar abonos orgánicos para esta enfermedad. 8.3
Manejo de enfermedades en cafetales orgánicos.
A raíz del surgimiento de otras formas de producción de café, sobre todo con practicas que protegen el medio ambiente, como es la de tipo orgánico, se ha derivado un modo diferente de manejo de los cafetos, dentro del cual se incluyen alternativas que tratan de evitar el uso de los productos químicos para el combate de plagas y enfermedades. En el caso de OCIA, prohíbe rotundamente todos los productos químicos, pero permite el uso de productos como cal-azufre, jabones fungicidas y criptocidas, extractos de plantas, vinagre y otras sustancias naturales. Para la certificadora NATURLAND, de Alemania el uso de sustancias químico sintéticas está prohibido. CERTIMEX, de origen mexicano, prohíbe todos los pesticidas y propone el uso de preparados naturales, control biológico, control manual y practicas culturales para manejar las enfermedades. 8.4
Cálculo de pérdidas económicas.
Existen enfermedades en los cafetos que pueden estar coexistiendo en el agroecosistema y no causar un daño económico significativo, éstas pueden fácilmente controlarse con prácticas sencillas como por ejemplo la eliminación del tejido infectado. No obstante, debemos considerar alguna manera para saber que tan importante esta siendo el ataque de algún organismo, así como el daño económico que cause y para ello es necesario realizar muestreos en la parcela, saber calcular la pérdida que está ocasionando y estimar el gasto que se ha efectuado o se va a efectuar en las medidas correctivas.
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8.4.1. Muestreo. Para el levantamiento de muestras representativas en la plantación, se considera una estimación de la infestación de los cafetos, el método de muestreo se describe a continuación: Seleccionar la unidad de muestreo, la cual puede consistir de 5 lugares representativos de monitoreo dentro de la finca, estos serían las cuatro esquinas y el centro. Realizar el conteo, dependiendo del órgano en la planta que cada enfermedad ataque, pudiéndose dividir en: Parte aérea del cafeto (como follaje, tallos, ramas y frutos): roya, ojo de gallo, mancha del hierro, antracnosis y requemo. Raíz: Corchosis y pudrición radicular. Plántulas en vivero: Mancha del hierro y mal el talluelo. Seleccionar al azar de 5 plantas por sitio, es decir se examinan 25 plantas por finca. Se eligen 3 ramas de cada cafeto, que deben corresponder a la parte baja, media y superior de la planta, en total serán 15 ramas para cada sitio, y 75 ramas por finca (cuadro 9). Contar hojas por rama, y de hojas infestadas por enfermedad, realizando las anotaciones, se evalúa y se anotan en base a la siguiente “Escala de Severidad para Enfermedades del cafeto” (ataque en hojas). Cuadro 9. Calificación 0 1 2 3 4
Descripción Sano o sin síntomas visibles Síntomas visibles muy ligeros Las hojas están afectadas de manera más notoria (hasta 25 % de la hoja). Síntomas altamente notorios (hasta 50 % de la hoja) Afectaciones arriba del 50% de la hoja.
El conteo de hojas se calcula por aparte del nivel de severidad, se obtiene el promedio de ramas y hojas infestadas y por aparte el promedio de severidad del daño para toda la finca evaluada. Con los promedios, son obtenidos los porcentajes para cada caso (% de infestación y % de severidad), y posteriormente se compara con el siguiente grado: % de hojas infestadas > 10
% de severidad > 50
Mas del 10 % de hojas infestadas y a partir del 50% de severidad en las hojas para actuar con medidas correctivas en el cafetal. Hay que tomar en cuenta que también debe evaluarse en el impacto en la producción, y tomar decisiones a partir de los resultados integrales de estas evaluaciones.
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8.4.2. Gasto en medidas correctivas. Los costos del control de cada enfermedad deben considerarse a través de los materiales y la mano de obra utilizada y posteriormente descontarse de los ingresos recibidos por el café que se está vendiendo. 8.5.
Conclusiones.
Las prácticas que se desarrollan a lo largo del año, son especialmente importantes puesto que de ellas depende el grado de mejoramiento que se les pueda proporcionar a las plantas; una buena regulación de la sombra de los árboles, los cuidados en el suelo, la nutrición de plantas y la estimulación del tejido reproductivo, funcionan a la vez como medidas preventivas para apoyar en el impedimento del ataque de plagas y enfermedades, que es precisamente lo se debe fortalecer, la prevención más que el control. 8.6.
Indicadores de mejora.
Para poder lograr lo que se ha hablado en este manual, es importante que los cafeticultores lleven acabo acciones de monitoreo de sus parcelas para detectar oportunamente el nivel de incidencia de las enfermedades que pueden atacar al cafeto, así como levantar registros de las mismas, de los gastos que incurren en el control de ellas y con todo esto generar un cálculo de las pérdidas económicas que algún organismo pueda causar para posteriormente determinar cuando es o no aceptable dicha pérdida y con base en este cálculo, tomar las decisiones adecuadas para la implementación de medidas correctivas.
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Capítulo IX. Manejo de cosecha 9.1. Introducción al manual de buenas prácticas de corte y manejo de cosecha. En este último capítulo del manual, el cafeticultor encontrará múltiples recomendaciones prácticas para mejorar la selección de las cerezas plenamente maduras, que son el punto de partida para producir un café de alta calidad. El principio general de un buen corte es recolectar solamente la cereza madura y el adecuado control en el beneficio son la base de la calidad del café (Figura 95). La calidad en taza del café producido con granos en diferentes estados de desarrollo, presenta los siguientes defectos: • Los aromas y sabores acres (amargos) por la presencia de frutos negros Figura 95. secos infestados y con moho. • Los fermentos ocasionados por la recolección de frutos sobre maduros y secos. • Los sabores astringentes y fenólicos por la presencia de granos inmaduros o verdes. • Los sabores y aromas extraños y contaminados por la recolección de frutos perforados por insectos y/o por el uso inadecuado de insecticidas o sustancias químicas durante las prácticas de cultivo. 9.2.
Problemas que deben solucionarse en el manejo de cosechas.
9.2.1. Problemas generales que determinan un buen corte y cuya solución requiere un plan de trabajo a largo plazo. • Reducir la heterogeneidad de las fincas en términos de variedades, porte, edades y distribución de sombra, homogeneidad del grano y la desigualdad en la maduración. • Mejorar la infraestructura y la tecnología de beneficiado húmedo para reducir las imperfecciones del corte. • Conocer la calidad de cada fracción de finca y planear su manejo óptimo. 9.2.2. Problemas generales que pueden solucionarse a corto y mediano plazo. Pequeños volúmenes: Organizar en grupos-lote el nivel de confianza y métodos similares de cosecha y beneficiado para producir volúmenes comerciables de café. Cortes inadecuados: Llevar a cabo cortes selectivos o introducir alternativas para seleccionar cafés que dañan la calidad (verdes, inmaduros, secos) Costo y escasez de la mano de obra: Resolver el problema de la mano de obra, ya sea a través de incentivos a los cortadores, o con trabajo familiar o colectivo. Plan de trabajo: Para controlar por separado el beneficio de partidas de café de diferentes días.
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9.2.3. Problemas específicos, que han surgido por la profunda crisis de la cafeticultura. “Ordeña” de la planta. Eliminar el corte indiscriminado que impide la producción de café de calidad y que ocasiona daño las plantas. Daño a la planta. El corte indiscriminado desprende muchas hojas que cargarán la cosecha siguiente y daña las yemas reproductivas que se encuentran en las “axilas” del pecíolo de la hoja, de donde surgen los botones florales. Exceso de grano verde. Reducir la proporción de grano verde, que reduce el rendimiento y daña seriamente la calidad en taza. Contaminación y daño del café cortado. La recolección de granos secos y sobremaduros, así como granos caídos al suelo, representan un gran riesgo de contaminación de hongos y bacterias. Mezcla de partidas de café. Evitar la mezcla de partidas de café de días diferentes, ya sea como cerezas encostaladas o granos despulpados. 9.3.
Actividades preparatorias para el levantamiento de la cosecha.
La cosecha de café de calidad debe planearse como el inicio de un proceso de intenso trabajo y actividades cuidadosamente sincronizadas. a) Acceso a la finca: Es importante reparar caminos y brechas de acceso a la finca para facilitar la carga y traslado del café. b) Limpia y aireación de la finca: Es una práctica indispensable eliminar malezas y obstáculos para facilitar el movimiento de los cortadores, reducir el riesgo de picaduras de víbora y “airear” la finca para facilitar la maduración homogénea de las cerezas. c) Estimación de cosecha: La estimación de cosecha es importante por varias razones; para llevar un registro anual de la productividad de cada finca y tomar decisiones de mejoramiento; regular el café producido con buenas prácticas o certificado con cualquier otra etiqueta y garantizar la trazabilidad (origen) del café. Se recomienda, por lo tanto, que el cafeticultor haga una declaración de estimación del volumen total de cosecha y del volumen de café de calidad que se compromete a procesar en forma separada. 9.4.
Organización de la cosecha
El cafeticultor tiene que tomar decisiones acerca de qué tipo de corte hará en función de sus posibilidades, el mercado al que va a vender y el tipo de infraestructura con que cuente: 1. Corte adecuado: Mantener la calidad natural y desarrollar el perfil de sabor del café, cuidar las yemas vegetativas y reproductivas de donde emergen los botones florales y proteger las hojas que cargarán la siguiente cosecha y maximizar los rendimientos de la parcela.
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2. Tipo de cortes: Existen varios tipos de corte, mecánicos y manuales, pero nos concentraremos en los métodos manuales por ser los que se aplican en México. El corte manual consiste en desprender individualmente las cerezas del pedúnculo, pero en general es más fácil desprenderlas cuando alcanzan su plena madurez, el fruto debe arrancarse con un rápido giro o inclinación. Los cafeticultores experimentados utilizan una técnica de “desgrane” a dos manos con los dedos entreabiertos. Para alcanzar los frutos encumbrados en cafetos de porte alto se realiza el agobio, ya sea a través de la poda de formación (control de la altura a 2 m como máximo) o usando un gancho de madera que se atora al tallo principal del cafeto y se jala con el pie. Entre los métodos manuales de corte podemos encontrar tres tipos diferentes: • Corte manual selectivo. Es el corte cuidadoso de las cerezas que tienen un punto óptimo de madurez del cual el cafeticultor realiza una selección manual de los defectos, hay varias opciones para separar los granos secos, sobremaduros, inmaduros y verdes. Pueden llevarse a cabo varios cortes de cereza madura, lo que aporta la mejor calidad (Figura 96). • Corte manual semiselectivo: se aplica solo un corte en el centro de cosecha, cuando más del 50% de las cerezas están maduras.
Figura 96.
• Corte manual indiscriminado: este corte consiste en la “ordeña” de las ramas, recolectándose así todo tipo de granos y una gran cantidad de hoja. Este tipo de corte es muy usado donde la mano de obra es muy cara (Figura 97).
Corte selectivo (-5% verde)
Corte indiscriminado (-50% verde)
Figura 97.
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Estratégia de corte de café. En cualquier estrategia de corte deben tenerse en mente tres reglas de oro: 9.4.1. Generar utilidades. Cualquier decisión que tome el cafeticultor debe estar basada en un cálculo informado sobre los costos y beneficios. Nada se gana con invertir mucho en el corte si no se procesa bien y se vende mejor el café de calidad. 9.4.2. Eliminar defectos de calidad lo más rápido posible. Si se quiere vender café de calidad no es conveniente incurrir en riesgos de daño, entre más eficiente y rápida sea la selección de los granos verdes, inmaduros, sobremaduros y secos, menores serán los costos de selección en el beneficiado húmedo y seco y menores los riesgos de dañar la calidad natural del grano. 9.4.3. Evitar riesgos de contaminación. Por ningún motivo deben recogerse granos que se hayan caído al suelo, ya sea por la lluvia o viento, sobremadurez o ataques de insectos. Los granos secos que se encuentran todavía en planta y los que se cayeron al suelo deben ser recogidos (pepena y repepena) y procesados por separado. Recipientes de recolección y métodos de traslado: a Para juntar, acarrear y encostalar el café cosechado, es muy importante que los cortadores y el cafeticultor usen tanates, botes y sacos limpios (figura 98). b) Para encostalar se recomienda utilizar sacos de yute de tejido abierto, que solo se usen para la cereza de café, no usar sacos cerrados de fibra de plástico o cualquier otro empaque de fertilizantes, aceites, combustibles y productos químicos. c) Los sacos deben descansar en un plástico que los proteja del contacto directo con el suelo y estar siempre bajo sombra. Figura 98.
d) Hay que tratar de no transportar costales durante las horas más calurosas.
Métodos de separación y selección antes, durante o después del despulpe: a) Recepción del café en sifones o reservorios de lavado (para eliminar flotadores, piedras y todo tipo de materia extraña) b Uso de despulpadores-separadores de verde. c) Eliminación manual de granos verdes, inmaduros, sobremaduros y capulines.
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Plan de corte a) Estimar la cosecha, contratar suficientes cortadores y contar con la capacidad de trasladar la cereza a la instalación de secado. b) Cada corte puede tener un destino específico: el primer corte y el último pueden ir al mercado genérico para financiar al cafeticultor. c) Mantener el control de partidas de café (de diferentes días y con diferente grado de secado). Capacitación de los cortadores. La apreciación sobre las cerezas que deben cortarse varía considerablemente (Figura 99). No solo influyen la variedad y el estado de la planta, sino el grado de desigualdad en el proceso de maduración de las cerezas de diferentes floraciones. Se debe implementar un programa de capacitación a cortadores sobre buenas prácticas de cosecha del café.
Figura 99. Selección de corte de café.
Logística del llenado y traslado de bultos. Planear la cantidad de cereza a cortar según la infraestructura que se dispone a fin de que cada día se procesen en un periodo no mayor de 12 horas. Manejo de partidas o cortes diarios de café cereza. Cada partida de café cosechada en un día debe mantenerse por separado, esto permite separar las partidas que sufran algún daño o que no alcancen por alguna otra razón la calidad de otras partidas de café de la misma finca. En ningún caso deben mezclarse partidas de zona alta, media y baja, de otro modo se pierde la calidad intrínseca del café de cada zona.
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Este manual fue realizado con el apoyo de la SAGARPA y la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce (COFUPRO). La elaboración y edición estuvo a cargo de INCA Rural, organismo sectorizado de la SAGARPA, en el marco del Programa Integral de Capacitación para el Sector Cafetalero. La información base para su elaboración fue tomada y complementada de los manuales de Buenas Prácticas Agrícolas para el cultivo del café, elaborados por el Dr. Manuel Díaz Pineda, consultor especializado.
México D.F. Impreso en mayo de 2008. Tiraje: 100 ejemplares.
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